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E – 26-057-A-10

Técnicas de rehabilitación
abdominal y vertebral para
el paciente con lumbalgia
C. Demoulin, M. Vanderthommen, S. Grosdent, Y. Henrotin

Con frecuencia se recomiendan ejercicios de rehabilitación abdominal y vertebral en

el tratamiento clínico de los pacientes con lumbalgia crónica. Este tratamiento, sin
embargo, no puede limitarse sólo a estos ejercicios, teniendo en cuenta los numerosos
factores favorecedores del paso a la cronicidad y a su persistencia. Estos ejercicios deben
ser individualizados. El objetivo de este artículo consiste en establecer una clasificación
y una descripción de estos ejercicios basadas en la evidencia científica. La eficacia de los
ejercicios de control sensitivomotor, que pueden asociarse a un trabajo de resistencia o
de fuerza muscular en estos pacientes, ha sido demostrada en numerosos estudios, pero
su superioridad en relación con otros ejercicios debe todavía confirmarse. Algunos ejer-
cicios pueden realizarse con aparatos médicos sofisticados que permitirían trabajar más
específicamente a los músculos vertebrales, un incremento de eficacia clínica en relación
con otros tratamientos activos que, sin embargo, no puede ser demostrado. Se aplican
con frecuencia los estiramientos de los músculos del tronco, sobre todo vertebrales, en el
tratamiento de los pacientes con lumbalgia, a pesar de que no existan en la literatura
demasiados estudios. Los ejercicios terapéuticos tipo Pilates, que incluyen varios compo-
nentes como ejercicios de control motor y estiramientos, parecen ser tan eficaces como
otros tipos de tratamientos activos. La electroestimulación neuromuscular, cuya eficacia
queda por demostrar, ha sido también descrita en algunos estudios muy heterogéneos.
© 2017 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Control motor; Estabilización; Fuerza; Resistencia; Músculo; Lumbalgia

Plan descrito por Danneels et al [4] y el sistema de clasifica-

ción funcional de O’Sullivan [5] ilustran particularmente
■ Introducción 1 bien los numerosos factores que deben tenerse en cuenta
en estos pacientes. El componente «miofascial» (fuerza,
■ Enfoque clínico 2
resistencia, flexibilidad, etc.) es sólo una pieza del puzle
Control sensoriomotor 2
que debe ser considerada en el tratamiento, junto con
Resistencia y fuerza de los músculos del tronco 4
los componentes articular y neurodinámico, factores psi-
Estiramientos musculares 5
cosociales, mecanismos del dolor, etc. De esta forma,
Enfoque Pilates 6
numerosos autores han descrito subgrupos de pacientes
■ Enfoque instrumentalizado 6 con lumbalgia con el fin de proponer un tratamiento
Isocinetismo 6 adaptado [6] . Algunos autores sugieren la existencia de un
Máquinas de musculación específicas 7 subgrupo de pacientes con lumbalgia que presentan una
■ Conclusión 8 disfunción del control motor/del movimiento y requie-
ren ejercicios de control motor [7, 8] . Sin embargo, algunos
resultados sugieren que los subgrupos no constituyen la
solución óptima y que cada paciente debería ser valorado
! Introducción de forma individual. Resultan por lo tanto necesarias una
anamnesis y exploración física completas y rigurosas del
Teniendo en cuenta los numerosos factores susceptibles paciente, con el fin de identificar los elementos que se
de influir en la aparición y persistencia de una lumbal- deben tener en cuenta y adaptar la rehabilitación y los
gia [1–3] , el tratamiento del paciente con lumbalgia debe ejercicios en función de las necesidades y posibilidades de
ser individualizado y multifactorial. El modelo planetario cada paciente [9, 10] .

EMC - Kinesiterapia - Medicina física 1

Volume 38 > n◦ 2 > mayo 2017
http://dx.doi.org/10.1016/S1293-2965(17)83665-3
E – 26-057-A-10 ! Técnicas de rehabilitación abdominal y vertebral para el paciente con lumbalgia
A pesar de que la literatura científica no se muestra
unánime en el tema, describe a menudo una disfunción
del control sensoriomotor y/o una disminución de las
cualidades de fuerza y/o de resistencia de los músculos
del tronco en los pacientes con lumbalgia crónica [11] .
Se observan además con frecuencia cambios musculares,
detectados en pruebas de imagen o mediante electromio-
grafía en esta población [12–14] , que motivan la inclusión
corriente de ejercicios de rehabilitación abdominal y
vertebral en el tratamiento [15] . Los numerosos ejerci-
cios/técnicas descritos, tanto en la práctica clínica como
en el plano científico, para la rehabilitación abdominal y
vertebral del paciente con lumbalgia crónica (LBC), justi-
fican su clasificación, su presentación y su análisis crítico.
! Enfoque clínico
Control sensoriomotor
Generalmente se describe el sistema de estabilización
funcional del tronco como un sistema que incluye tres
subsistemas interdependientes [16, 17] :
• el subsistema pasivo, que incluye las estructuras (liga-
mentos, discos, cápsulas, estructuras óseas) implicadas
principalmente en la estabilidad mecánica del final de
un movimiento articular;
• el subsistema activo, que contribuye mayoritariamente
a la estabilidad mediante una interacción compleja
de numerosos músculos. Ninguno participa de forma
exclusiva en la estabilidad del tronco [18, 19] , ya que la
contribución relativa de cada músculo cambia durante
el movimiento [20] . Sin embargo se diferencian a
menudo [21] :
◦ los músculos locales estabilizadores (transverso abdo-
minal, multífido, oblicuo interno abdominal) que
forman, junto con el diafragma y los músculos del
piso pélvico, un corsé miofascial profundo que con-
tribuye a la estabilidad segmentaria [21, 22] ,
◦ los músculos globales estabilizadores (oblicuo abdo-
minal externo, recto abdominal, sacroespinal),
multisegmentarios y superficiales, cuya actividad de
control de la columna vertebral está muy influida
por la dirección del movimiento y que presentan una
función movilizadora [23, 24] ,
◦ los músculos globales movilizadores (por ejemplo:
dorsal ancho, romboides, recto femoral);
• el subsistema neuromuscular/sensoriomotor (nervios y
sistema nervioso central), que valora las necesidades,
coordina y modula la activación de los músculos en
función de la demanda, garantizando así el compro-
miso justo entre las necesidades de estabilidad, fuerza
y movilidad necesarias (control sensoriomotor) [25] .
Así como la alteración del control sensoriomotor puede
ser consecuencia del dolor, algunos cambios de un com-
ponente de este sistema (por ejemplo: actividad reducida
o exagerada de algunos músculos) pueden también pro-
vocar un control inadecuado de la columna vertebral y
constituir un factor de riesgo de la aparición, manteni-
miento y/o recurrencia de las lumbalgias [26] . Numerosos
estudios han demostrado una alteración morfológica de
los músculos estabilizadores de pacientes con lumbal-
gia [13, 27, 28] ; además, aunque no se haya observado de
forma sistemática [29] , se ha descrito también una pér-
dida de su actividad anticipativa [30, 31] . Desde entonces,
se integran con frecuencia ejercicios de control sensorio-
motor (ejercicios de estabilización, etc.) en los programas
de rehabilitación [32] . No existen muchos datos en relación
con su eficacia en caso de lumbalgia aguda [33] , y en el caso
de la LBC los datos son controvertidos. Algunos estudios
sugieren que este tipo de ejercicios es eficaz [34, 35] , pero no
más que otras formas de ejercicios [32, 36, 37] . A pesar de que
estos últimos resultados puedan explicarse por el hecho de
que no todos los pacientes con LBC presentan necesaria-
2 EMC - Kinesiterapia - Medicina física
mente disfunción del control motor, un estudio reciente
tampoco ha demostrado beneficios suplementarios en los
ejercicios específicos en relación con ejercicios más clási-
cos en pacientes con disfunción del control motor [10] .
La estructura de la rehabilitación del control sensorio-
motor en el paciente con lumbalgia difiere en función
de los médicos. Puede incluir los elementos descritos a
continuación [38–40] .
Reeducación del esquema corporal
Un buen esquema corporal constituye la base indispen-
sable de un control sensoriomotor eficaz. La reeducación
puede incluir una toma de consciencia de la posición
neutra de la columna vertebral y de los movimientos espe-
cíficos de basculación de la pelvis en posiciones cada vez
más funcionales.
Reeducación analítica
A pesar de haber sido criticada por algunos terapeutas,
debido a su carácter no funcional [10] , y de la dificultad que
presentan algunas personas para comprender y realizar
este tipo de ejercicios [41] , otros terapeutas recomiendan
una reeducación analítica de los músculos estabilizado-
res específicos (multífido, transverso abdominal) una vez
que se consigue un buen esquema corporal y una buena
propiocepción y los músculos presentan condiciones ade-
cuadas (en algunos pacientes puede ser necesaria una
reeducación previa con el fin de reducir la actividad exce-
siva de los músculos superficiales) [26, 42] . La explicación de
los ejercicios debe ser siempre razonada, ya que la noción
de «falta de estabilidad» puede ser mal interpretada por
algunos pacientes, favoreciendo el catastrofismo y la kine-
siofobia.
Los ejercicios, cuyo objetivo es un despertar muscular
(reprogramación sensoriomotora) en los pacientes que los
requieren, pueden incluir varias etapas sucesivas:
• la percepción (para volver a sentir la contracción de los
músculos estabilizadores);
• la precisión: etapa que consiste en el aprendizaje de
un reclutamiento muscular isométrico específico sin
compensación (bloqueo respiratorio, activación de los
músculos globales movilizadores, movimiento de la
pelvis y de la columna vertebral). Diferentes herramien-
tas/técnicas facilitan este aprendizaje (instrucciones
en imágenes, palpación muscular, técnicas de ima-
gen motora, ecografía muscular, unidad de biofeedback
de presión) [38, 43, 44] . Se puede también recomendar al
principio una contracción de los músculos del piso
pélvico para favorecer la contracción de los múscu-
los estabilizadores [45] . Con el fin de estabilizar la
columna vertebral, la intensidad de la contracción
no debería exceder un 25-30% de la fuerza máxima
voluntaria [43] ;
• las repeticiones: Richardson et al recomiendan ejerci-
cios diarios de 10 segundos, realizados en diferentes
posiciones y 10 veces [43] ;
• al ser los músculos estabilizadores sinérgicos, también
se pueden realizar ejercicios en cocontracción.
Transverso abdominal
Para iniciar estos ejercicios, es preferible adoptar la posi-
ción cuadrúpeda, con la columna lumbar en posición
neutra [43, 46] . A continuación se pueden realizar los ejerci-
cios en decúbito dorsal (con las piernas flexionadas) de pie
contra una pared [46] . Es importante que esta contracción
del transverso abdominal se realice con la columna lum-
bar en posición neutra, base de la gimnasia «hipopresiva»
recomendada por algunos autores para la rehabilitación
abdominal [47] .
Multífido
Para ayudar al paciente a activar su multífido, el fisio-
terapeuta puede aplicar la palpación y pedir al paciente
que contraiga en decúbito ventral su multífido haciéndole
 Técnicas de rehabilitación abdominal y vertebral para el paciente con lumbalgia ! E – 26-057-A-10
A B
D E
Figura 1. Ejemplos de ejercicios (A-F) de control motor (control estático).
Cuadro 1.
Ejemplos de técnicas para incrementar la dificultad de los ejerci-
cios (posibilidad de combinarlos).
Modificar la amplitud y/o la velocidad del movimiento
Disminución de los apoyos
Inclusión de empujes desequilibrantes
Inclusión de una resistencia (manual o con una cinta elástica o
cargas adicionales)
Contracciones dinámicas combinadas en ocasiones con
contracciones isométricas
Disminución de los feedbacks sensoriales (ejemplo: cerrar los
ojos)
Inclusión de un desafío cognitivo (ejemplo: doble tarea)
rechazar sus dedos, y esto sin contraer los sacroespi-
nales [39, 43] . El decúbito lateral constituye otra posición
adaptada para esta rehabilitación inicial.
Ejercicios de control motor
Los ejercicios de control motor, que implican un con-
trol de la posición y del movimiento, favorecen más el
carácter cualitativo (ejercicios realizados controlando la
respiración y el movimiento [39, 43] ) que el carácter cuanti-
tativo. De esta forma, la inclusión de estos ejercicios en los
centros de recuperación de la columna vertebral y en los
programas de fitness destinados a la población general o a
deportistas sin supervisión de la actividad no resulta sufi-
ciente para un óptimo aprovechamiento de sus beneficios
(en todo caso, en un primer tiempo).
Control estático (estabilización)
Estos ejercicios consisten en mantener la columna lum-
bar en posición neutra en diferentes posiciones. Se puede
añadir a continuación la ejecución de movimientos de los
miembros superiores/inferiores o del tronco manteniendo
siempre la posición de la columna vertebral y una respira-
ción normal (Fig. 1), con el fin de conseguir el control de
la dirección del movimiento o de la carga provocada por
este movimiento [38] . El «puente pequeño» [48–50] y el ejer-
cicio que consiste en extender un miembro superior y/o
un miembro inferior en posición cuadrúpeda [49–53] han
sido objeto de numerosos estudios y artículos.
Son preferibles los ejercicios en cadena cerrada al
inicio de la rehabilitación. La dificultad de los ejerci-
cios, que debe adaptarse a las capacidades del paciente,
puede progresar modificando diferentes parámetros [38, 41]
(Cuadro 1). La realización correcta de 10 repeticiones con-
diciona generalmente el paso a un ejercicio más complejo.
EMC - Kinesiterapia - Medicina física
C
F
Control dinámico
Los ejercicios de control dinámico del tronco se intro-
ducen generalmente en el conjunto de ejercicios de
control estático o se realizan de forma paralela [38] . Deben
siempre adaptarse al paciente y a sus necesidades específi-
cas [38] . Consisten en realizar movimientos respetando el
esquema de movimiento adecuado (por ejemplo: flexión-
extensión del tronco con participación apropiada de la
movilidad raquídea y pélvica) [54] o ejercicios que impli-
quen un movimiento voluntario del tronco (por ejemplo:
ejercicios de rotación del tronco) controlando la posición
(por ejemplo: alineación neutra de la columna lumbar en
el plano sagital) y el movimiento, manteniendo libre la
respiración (Fig. 2A) [38] .
El mantenimiento y los ejercicios sobre planos ines-
tables (pelota suiza, bosu, suspensiones, etc.) [55] , que
provocan un movimiento, permiten también trabajar los
músculos del tronco y el control dinámico del movi-
miento (Fig. 2B, C) [38] .
Como en el caso de los ejercicios de control estático,
se pueden cambiar varios parámetros con el fin de incre-
mentar la dificultad de los ejercicios (Cuadro 1).
Entrenamiento de la musculatura axial global
(estabilización)
Los ejercicios de estabilización (facial y lateral) pueden
ser considerados como una progresión de los ejerci-
cios precedentes de control motor (Fig. 3). Permiten la
participación de la musculatura global (estabilizadores
globales/movilizadores globales) y se recomiendan con
frecuencia [53, 56] . La dificultad de los ejercicios puede tam-
bién cambiar modificando varios parámetros (Cuadro 1)
y/o realizándolos sobre un plano inestable (Fig. 3). A
pesar de que esta última modalidad haya sido objeto de
numerosas publicaciones [55, 57, 58] que han demostrado
una activación muscular generalmente mayor gracias a
estos ejercicios [55] , su interés específico sigue siendo, sin
embargo, discutible [57] .
Ejercicios funcionales
Resulta capital la inclusión de ejercicios funcionales
que provoquen exigencias similares a las observadas en
la actividad deportiva o profesional del paciente (por
ejemplo: correr, armar el lanzamiento para un jugador
de vóley o disparar con el pie para un futbolista) [25, 38] .
El control de la calidad del movimiento constituye por
lo tanto la prioridad en estos ejercicios. Algunos terapeu-
tas recomiendan introducir este tipo de ejercicios tras los
ejercicios no funcionales previamente descritos, ya que
3
E – 26-057-A-10 ! Técnicas de rehabilitación abdominal y vertebral para el paciente con lumbalgia

A B C
Figura 2. Ejemplos de ejercicios (A-C) de control motor (control dinámico).

A B C

D E F

G H I

J K L
Figura 3. Ejemplos de ejercicios (A-L) de control motor (estabilización).

requieren una planificación motora consciente y espe- Resistencia y fuerza de los músculos
cífica, repeticiones, ejecuciones precisas, concentración,
atención y motivación. Sin embargo, otros médicos e
del tronco
investigadores prefieren sobre todo la realización de estos
Resistencia
ejercicios funcionales, ya que consideran que pueden ser
suficientes para que los músculos recuperen una funcio- La repetición de los ejercicios de control motor (a
nalidad normal [10, 59] . baja carga) previamente descritos, mantenidos durante

4 EMC - Kinesiterapia - Medicina física

 Técnicas de rehabilitación abdominal y vertebral para el paciente con lumbalgia ! E – 26-057-A-10
30-45 segundos [60] , permite mejorar la resistencia de
los músculos del tronco, con frecuencia alterada en el
paciente con lumbalgia crónica [61] .
Fuerza
A pesar de que no sea de forma sistemática (por ejemplo:
atletas con músculos superficiales muy desarrollados pero
exageradamente activados), es necesario mejorar la fuerza
de los músculos deficitarios del sistema de estabilización
del tronco en un porcentaje importante de pacientes con
LBC. Previamente, deben realizarse los ejercicios de resis-
tencia muscular.
Ejercicios
Los ejercicios de refuerzo muscular sólo deberían intro-
ducirse una vez adquirido un control sensoriomotor
adecuado, y deberían siempre integrar el concepto de
control del movimiento. Además, estos ejercicios deben
adaptarse a las capacidades del pacientes y a sus necesida-
des específicas (en función de su nivel y de las actividades
que desee el paciente continuar o retomar). La intensidad
necesaria para conseguir mayor fuerza y una hipertrofia
muscular (> 60% de la resistencia máxima [1 RM]) puede
obtenerse aumentando la resistencia (aplicación de car-
gas adicionales) en los ejercicios previamente descritos
o empleando máquinas de musculación específicas (cf
«Máquinas de musculación específicas»).
El «crujido» llamado en ocasiones «ovillo» (curl-up)
(enderezamiento parcial), realizado en decúbito dorsal
con las rodillas flexionadas y que consiste en enderezar
el tórax de forma dinámica hasta el ángulo inferior del
omoplato (con una posible rotación del tronco), sin con-
trolar específicamente la columna lumbar, forma parte
de los ejercicios más conocidos para reforzar los mús-
culos abdominales. Sin embargo, no existe un acuerdo
común debido a los problemas que origina en el disco
intervertebral y en el piso pélvico [62] . Por este motivo,
algunos médicos prefieren los crujidos modificados [53] o
«abdominales hipopresivos», que requieren más especí-
ficamente la participación del transverso abdominal y se
realizan sin flexión lumbar. Disfunciones del piso pélvico,
una diástasis en el recto abdominal y un pobre control
motor hacen que el ovillo tradicional esté contraindicado.
Electroestimulación neuromuscular
La electroestimulación neuromuscular (EENM) consti-
tuye un método de refuerzo pasivo que emplea corrientes
eléctricas. Son muy escasos los estudios relativos a la
EENM de los músculos del tronco [63–66] . La literatura des-
cribe metodologías muy heterogéneas entre los estudios
tanto en términos de modalidades de electroestimulación
(colocación de los electrodos, frecuencia y duración de
impulso empleados), que, por otra parte, no concuer-
dan necesariamente con las recomendaciones [67] , como
de protocolos evaluadores para objetivar las ganancias. A
pesar de que existen estudios que describen la eficacia de la
EENM de los músculos vertebrales lumbares para mejorar
el rendimiento muscular [63–65] y disminuir las puntua-
ciones algofuncionales de los pacientes con LBC [65, 66, 68] ,
la calidad metodológica limitada de la mayoría de estos
estudios y/o la pequeña muestra estudiada conducen a
mantener una cierta prudencia a la hora de interpre-
tar estos resultados. Algunos autores mencionan además
el interés de la EENM combinada con estimulaciones
antálgicas (neuroestimulación eléctrica transcutánea) [68]
o ejercicios [66] . En términos de mejora del rendimiento,
la literatura general relativa a la EENM confirma la nece-
sidad de asociarla con ejercicios activos para optimizar las
ganancias [69] .
Estiramientos musculares
A pesar de ser muy empleados en la clínica, pocos
estudios han analizado los déficits de extensibilidad mus-
EMC - Kinesiterapia - Medicina física
cular de los pacientes con LBC y son pocos los autores
que han evaluado la eficacia específica de los estira-
mientos de los músculos del tronco en estos pacientes.
La mayoría de los estudios combina estos estiramientos
con los de los músculos de los miembros inferiores [70] ,
pero también con otros tipos de ejercicios (aeróbicos y/o
refuerzo) [71, 72] .
De forma global se pueden distinguir los estiramien-
tos analíticos o específicos y los estiramientos globales
dirigidos a las cadenas musculares.
Estiramientos analíticos o específicos
de los músculos del tronco (Fig. 4)
Como en el caso de los otros grupos musculares, los esti-
ramientos específicos de los músculos del tronco deben
respetar algunos principios (estirar el grupo muscular
hasta que el paciente sienta una leve molestia [indo-
lencia] y mantener la posición durante 15-30 segundos
o emplear la técnica de «contraer-relajar-estiramiento»,
repetir el ejercicio, evitar las compensaciones) [73] .
Abdominales
Los ejercicios destinados a estirar los músculos abdo-
minales (Fig. 4A-C) no se han descrito demasiado en la
literatura, que además tampoco detalla una pérdida espe-
cífica de la extensibilidad de los músculos abdominales en
los pacientes con lumbalgia. A pesar de que en la práctica
clínica se observa con frecuencia la posición en extensión
del tronco descrita en la Figura 4A en los pacientes con
lumbalgia, su objetivo a menudo es centralizar el dolor
en los pacientes que presentan una preferencia direc-
cional en extensión [74] , más que estirar la musculatura
abdominal.
Vertebrales
Los ejercicios destinados a estirar los músculos vertebra-
les (Fig. 4D, E) de los pacientes con lumbalgia se incluyen
con frecuencia en los programas de rehabilitación. Gene-
ralmente se describe un estiramiento en posición «fetal» y
otro realizado de rodillas que puede asociarse a una incli-
nación lateral de forma que también se estire el cuadrado
lumbar. Sin embargo, según los autores, ningún estudio
ha analizado la eficacia dirigida de estos ejercicios en caso
de lumbalgia crónica.
Estiramientos globales
Existen varios conceptos de estiramientos globales
(rehabilitación postural global [RPG], Mézières, Busquet,
etc.). Según ellos, la retracción de una cadena muscu-
lar provoca una modificación de la postura que puede
causar varias disfunciones. Describen una cadena ante-
rior, una cadena posterior, en ocasiones cadenas cruzadas,
y consisten en estirar una cadena específica moviendo
al paciente durante 10-20 minutos (Fig. 4F, G) contro-
lando la corrección sistemática de las compensaciones;
se pueden asociar ejercicios de «contraído-relajado». Sin
embargo, muy pocos estudios científicos han analizado su
eficacia, por lo que son muy escasos los estudios relativos
a los pacientes con lumbalgia. Sin embargo, un reciente
estudio ha analizado la eficacia de un programa de estira-
mientos musculares (una sesión semanal de 60 minutos
durante 12 semanas) según el método RPG en pacien-
tes con LBC [75] . Los autores describen, en el grupo con
RPG, una disminución de las puntuaciones algofunciona-
les superior a la observada en el grupo control (pacientes
en lista de espera) al final del tratamiento, y las mejo-
rías durante el seguimiento se mantienen a los 3 meses.
A pesar de que Franca et al han observado también una
disminución clínicamente significativa de las puntuacio-
nes algofuncionales de los pacientes con LBC al cabo de
un programa de 6 semanas, de dos sesiones semanales
de 30 minutos de ejercicios de estiramiento global de la
cadena posterior y de estiramientos específicos (de los
músculos vertebrales, isquiotibiales y tríceps sural), los
5
E – 26-057-A-10 ! Técnicas de rehabilitación abdominal y vertebral para el paciente con lumbalgia

A D

B
E

C F

Figura 4. Ejemplos de estiramientos de los músculos del tronco.

A-C. Estiramientos específicos de los músculos abdominales.
D, E. Estiramientos específicos de los músculos vertebrales.
F, G. Estiramientos globales.

autores han observado, sin embargo, que este programa
era menos eficaz que un programa con ejercicios de esta-
bilización [76] .
Enfoque Pilates
La eficacia de los ejercicios terapéuticos de tipo Pilates
en los pacientes con LBC ha sido objeto de un número
creciente de estudios y revisiones sistemáticas. Resul-
tados recientes mencionan el interés potencial de este
tratamiento en el plano algofuncional, pero subrayan
igualmente que los ejercicios de Pilates no parecen ser
más eficaces que otros ejercicios; son necesarios muchos
más estudios de buena calidad que describan precisa-
mente las modalidades prácticas del entrenamiento para
establecer conclusiones definitivas [77–79] . Estos ejercicios
están basados principalmente en la respiración y el con-
trol de la posición y de los movimientos, así como en la
flexibilidad, la fuerza, la estabilidad axial y la conexión
cuerpo-mente [80] . Se trata, por lo tanto, de un método
mixto que combina la activación de los músculos pro-
fundos del tronco, la capacidad de realizar movimientos
segmentarios aislados de la columna vertebral y la mejo-
ría de la fuerza y flexibilidad musculares. Los ejercicios
de Pilates parecen estar adaptados a la mayoría de los
pacientes con LBC, en especial en caso de esquema cor-
poral deficiente y movimientos mal adaptados [81] . Resulta
necesario tomar precauciones en algunos casos (espondi-
lolistesis inestable, radiculopatía grave, etc.) [81] .
! Enfoque instrumentalizado
Se han desarrollado máquinas médicas sofisticadas, a
menudo con un sistema de estabilización de la pelvis con
el fin de limitar la intervención de los músculos pelvi-
cofemorales [82] , que permiten realizar un trabajo contra
resistencia (muy) intenso, con el objetivo de mejorar la
movilidad y las cualidades musculares del tronco. Se debe-
rían recomendar a los pacientes con un control motor
eficaz, adaptando las cargas de entrenamiento a las capa-
cidades del paciente.
Isocinetismo
Los dinamómetros raquídeos isocinéticos permi-
ten valorar la función de los músculos del tronco

6 EMC - Kinesiterapia - Medicina física

 Técnicas de rehabilitación abdominal y vertebral para el paciente con lumbalgia ! E – 26-057-A-10
(generalmente el dúo flexores-extensores) [83] empleando
una resistencia autoadaptada de velocidad constante
(generalmente entre 30◦ /s y 120◦ /s), en una amplitud
determinada y en función de un modo de contrac-
ción determinado (generalmente concéntrico, pero en
ocasiones también excéntrico). Esta autoadaptación de
la resistencia permite así adaptar de forma precisa la
resistencia a las posibilidades del paciente, lo que resulta
particularmente interesante en caso de arco doloroso.
Los dinamómetros isocinéticos difieren, sobre todo en
términos de posicionamiento del paciente y de sistema
de estabilización [84] , en la generación distintas solicita-
ciones musculares [85] . Por otra parte, no existe ningún
consenso relativo al protocolo valorativo y rehabilitador
óptimo [84] .
A pesar de que algunos programas de rehabilitación de
los pacientes hayan propuesto una rehabilitación isociné-
tica de los músculos del tronco [86] , el interés específico de
los ejercicios isocinéticos ha sido objeto de análisis sólo
en un número limitado de estudios metodológicamente
dudosos [87] . No se ha demostrado claramente la utilidad
de añadir un programa de rehabilitación isocinética dia-
rio de los músculos flexores y extensores del tronco de
15 minutos a un programa de rehabilitación funcional
multidisciplinario de 4 semanas en un hospital de día
(5 días a la semana) [88] .
Máquinas de musculación específicas
Se han descrito en la literatura numerosas máqui-
nas médicas sofisticadas que se han empleado en la
práctica clínica para valorar y rehabilitar los múscu-
los del tronco. Una firma estadounidense propone una
máquina específica para la extensión que ha sido objeto
de numerosos estudios [89–92] , y otra para la rotación de
la columna vertebral [93] . Otras sociedades científicas pro-
ponen cuatro máquinas destinadas respectivamente a los
músculos extensores, flexores, lateroflexores y rotadores
de la columna vertebral [94, 95] .
Estas máquinas médicas se diferencian en varios pun-
tos, sobre todo en términos de sistema de estabilización
de la pelvis. Estos sistemas de estabilización se emplean a
priori para limitar la activación de los músculos pelvicofe-
morales y, por lo tanto, para optimizar la participación de
los músculos abdominales y vertebrales. A pesar de que
algunos autores han descrito efectivamente una mayor
activación de los músculos vertebrales lumbares [96, 97] y
mejorías algofuncionales [98] y de la fuerza máxima volun-
taria más importantes tras un programa de refuerzo [91] al
utilizar un sistema de estabilización [82] , en otros estudios
no se ha observado el interés particular de estos sistemas
de estabilización complejos [99, 100] .
A pesar de que los programas de entrenamiento con
estas máquinas difieren de un estudio o de una socie-
dad científica a otra, proponen sin embargo programas
de rehabilitación realizados en modo dinámico con una
carga de entrenamiento adaptada a los pacientes (general-
mente en función de sus rendimientos máximos medidos
en un pretest) [94] y que evolucionan progresivamente
durante el programa (en función de la evolución del
paciente y de los objetivos perseguidos) [94, 101] . General-
mente se emplean cargas ligeras en la fase inicial con el
fin de trabajar la movilidad y reducir los temores y las
posibles inhibiciones; a continuación, se emplean car-
gas cada vez más pesadas movilizadas con un número de
repeticiones que disminuyen de forma progresiva, para
trabajar sucesivamente la resistencia y más tarde la fuerza
muscular [94, 101] . La intensidad óptima de estos progra-
mas de refuerzo muscular sigue, sin embargo, siendo
controvertida. Helmhout et al han observado que un
entrenamiento de intensidad elevada mejoraba más la
fuerza muscular de los músculos del tronco que un pro-
grama más suave en pacientes con LBC, pero influía
EMC - Kinesiterapia - Medicina física
menos sobre la kinesiofobia y presentaba una eficacia
similar en términos de mejoría de los resultados algofun-
cionales [102] , mientras que Harts et al sólo demostraron
una plusvalía limitada de los ejercicios realizados de
intensidad elevada en relación con un programa de baja
intensidad [103] . Además, algunos protocolos alientan a los
pacientes para realizar el programa de entrenamiento a
pesar de la intensificación potencial de los síntomas [104] ,
pero sin que exista unanimidad al respecto. En cuanto
a la amplitud de movimiento recomendada, es posi-
ble que extensiones de la columna vertebral limitadas
en amplitud sean tan eficaces como los movimientos
de mayor amplitud en relación con las ganancias de
fuerza [90] . En relación con la frecuencia de las sesiones,
tres sesiones a la semana no parecen ser más efica-
ces que dos sesiones a la semana para conseguir mayor
fuerza en los músculos axiales [89, 104] , y algunos auto-
res sugieren incluso que bastaría con una sola sesión
semanal [89] .
El análisis de la eficacia de los programas para los
pacientes con LBC con un entrenamiento específico de los
músculos del tronco mediante máquinas médicas mues-
tra excelentes resultados. Dichos resultados deben, sin
embargo, interpretarse con prudencia, ya que a menudo
pueden ser atribuidos específicamente a esta rehabilita-
ción en las máquinas, teniendo en cuenta la inclusión
de otros tipos de tratamiento (estiramientos y/o reha-
bilitación cardiorrespiratoria y/o relajación y/o enfoque
cognitivo-conductual y/o ergonomía, etc.) [94, 95, 104–106] .
Sin embargo, algunos estudios que sólo incluyeron un
entrenamiento específico de los músculos del tronco
mediante máquinas muestran igualmente estas mejorías
significativas [92, 102] . A pesar de que el refuerzo de los
músculos del tronco mediante máquinas resulta eficaz en
los pacientes con LBC, podría sin embargo no ser tan
beneficioso en el plano algofuncional como unas sesio-
nes de gimnasia colectiva o un tratamiento individual
activo [106, 107] .
“ Puntos esenciales
• La literatura científica no ha demostrado la supe-
rioridad de una técnica específica de rehabilitación
abdominal y vertebral para el paciente con lumbal-
gia crónica.
• Se deben seleccionar y adaptar las técnicas de
forma individualizada y combinarse con otras tera-
pias (por ejemplo: psicosocial) en caso necesario.
• La eficacia de los ejercicios de control senso-
riomotor y de los ejercicios terapéuticos de tipo
Pilates ha sido demostrada en numerosos estudios
relativos a la lumbalgia crónica, pero en la actua-
lidad no se ha demostrado su superioridad con
respecto a otros ejercicios.
• Con frecuencia, se observan estiramientos de
los músculos del tronco en el tratamiento de los
pacientes con lumbalgia, pero han sido muy poco
estudiados.
• Queda por demostrar el interés de la electroes-
timulación neuromuscular de los músculos del
tronco.
• Las rehabilitaciones con aparatos médicos sofis-
ticados permiten implicar de forma más específica
a los músculos vertebrales, pero no muestran una
eficacia clínica superior a otros tipos de terapias
activas.
7
E – 26-057-A-10 ! Técnicas de rehabilitación abdominal y vertebral para el paciente con lumbalgia
! Conclusión
El componente miofascial sólo constituye una pieza
del puzle que hay que considerar en el tratamiento de
los pacientes con LBC. Teniendo en cuenta la existen-
cia de numerosas técnicas de rehabilitación abdominal y
vertebral para el paciente con LBC y la ausencia de eviden-
cia referente a la superioridad de una técnica en relación
con otra, el terapeuta debe escoger las técnicas y adap-
tarlas de forma individual, en función de la anamnesis y
del estudio clínico del paciente con lumbalgia crónica, y
combinarlas con otros tipos de tratamientos (educación
cognitivo-conductual, etc.) en caso necesario. La implica-
ción del paciente en su tratamiento y su observancia del
programa que se le aconseja constituyen además elemen-
tos indispensables para el éxito del tratamiento.
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Información Informaciones Auto- Caso
al paciente complementarias evaluación clinico
EMC - Kinesiterapia - Medicina física