Sei sulla pagina 1di 24

1. LA OBLIGACION EN GENERAL.

2. SUJETOS DE LA OBLIGACION.
3. CARACTERES DE LA OBLIGACION
4. CLASIFICACION DE LOS DERECHOS SUBJETIVOS
5. DERECHOS PERSONALES U OBLIGACIONES Y DERECHOS REALES Y DERECHOS
INTELECTUALES
6. LA OBLIGACION SEGUN SU FUENTE
7. CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS
8. DE LAS FORMACION DE LOS CONTRATOS
9. EL CONSENTIMIENTO
10. 10. LOS VICIOS DEL CONSENTIMIENTO
11. PLAZOS PARA DEMANDAR LA NULIDAD DE UN CONTRATO POR CONTENER VICIOS DEL
CONSENTIMIENTO
12. LA CAPACIDAD PARA CONTRATAR.
13. EL OBJETO DE LA OBLIGACION
14. EFECTO DE LOS CONTRATOS
15. LA INTERPRETACIDN DE LOS CONTRATOS
LASES DE INTERPRETACIÓN
Interpretación de los contratos:
Interpretar un contrato es determinar el sentido y alcance de las cláusulas que contiene, lo cual no puede ser
abandonado a la voluntad de las partes, correspondiendo a la autoridad judicial, abocarse a las labores de
interpretación. Los redactores del Código Civil trazaron algunas reglas relativas a la interpretación de los
contratos, en los artículos 1156 al 1164.
Tal como lo afirman los Mazeud, a los ojos de los redactores del Código Civil, imbuidos de
las teorías del derecho natural y de la autonomía de la voluntad, el principio fundamental consiste en la
averiguación de la común intención de las partes.
Las restantes reglas formuladas por el citado texto son subsidiarias y el Juez es incitado a no recurrir a ella
más que cuando le resulte imposible descubrir lo que hayan querido los contratantes.
El Juez de nuestro derecho que interpreta el contrato debe ver a éste como un punto de referencia que permita
descubrir el verdadero pensamiento, la verdadera intención de las partes contratantes. Este es el principio
consagrado por el artículo 1156 del C. C., cuando dispone que en las convenciones se debe atender más a la
común intención de las partes contratantes, que al sentido literal de las palabras; se trata de la aplicación de la
dogma esencial de los partidarios de la autonomía de la voluntad, es decir la supremacía del espíritu sobre la
letra.
Según lo que dispone el artículo 1157 del C. C. cuando una cláusula del contrato es susceptible de doble
sentido, se le debe más bien entenderla en aquel en que pueda tener algún efecto, que en el sentido en que no
podría producir ninguno.
En ese mismo sentido el artículo 1158 del mismo Código dice que las frases que pueden interpretarse en doble
sentido, deben considerarse en aquel que se halle más conforme con la materia del contrato.
De conformidad con el artículo 1160 de la misma norma, en un contrato se insertan cláusulas que son usuales
en cada tipo de contrato, cuando se omitan deben ser suplidas por el juez. Ahora bien, no cabe la menor duda
de que en razón del carácter de cuestión de hecho y no de derecho que tiene la interpretación del contrato, los
jueces del fondo disponen de un poder soberano, tal y como se evidencia en las sentencias dictadas por la
Suprema Corte de Justicia; de donde se desprende, igualmente, que los jueces en la interpretación de los
contratos, no están obligados a la calificación errónea dada por las partes, pudiendo calificar el contrato
correctamente.
No por ello tienen los jueces el poder de interpretar las convenciones cuando éstas son claras y precisas, por lo
que siempre se ha expresado, que los jueces del fondo, son soberanos en la interpretación de las
convenciones, salvo desnaturalización.

De acuerdo con el Dr. Aníbal Torres[9]la interpretación puede clasificarse de la siguiente manera:
a) INTERPRETACIÓN DOCTRINAL
La interpretación doctrinal, llamada también científica, es la efectuada por los juristas con fines científicos,
didácticos y prácticos. Facilita el trabajo de los jueces, al mostrar las posibles vías de solución a
los problemas de interpretación, pero los jueces someten a prueba los resultados del trabajo de los juristas
confrontándolos con la problemática del caso particular, por lo cual es indispensable que, a su vez,
la jurisprudencia sea verificada por la actividad de los juristas.
b) INTERPRETACIÓN JUDICIAL
La interpretación judicial es la efectúa el Poder Judicial, ejerciendo la función jurisdiccional que específicamente
le corresponde. Es obligatoria para las partes, puede constituir doctrina jurisprudencial cuando proviene de la
Sala Plena de la Corte Suprema, o ser reiterada en diversas sentencias y sirve de pauta de conducta de todos
los miembros de la comunidad.
c) INTERPRETACIÓN AUNTÉNTICA
La interpretación auténtica solo puede hacerla el órgano o persona que creó la norma con otra del mismo
rango. En otros términos, solamente el poderconstituyente y nadie más puede interpretar auténticamente
las normas constitucionales; el poder legislativo, las normas legales creadas por él; el ejecutivo los decretos;
las municipalidades, las ordenanzas municipales que han expedido dentro de su competencia; los contratantes,
los contratos en los cuales son partes.
d) INTERPRETACIÓN COMÚN
Llamamos interpretación común (o particular o privada), a la efectuada por el común de las gentes. Claro está
que esta interpretación común está sujeta a corrección por los operadores jurídicos, especialmente por el juez.
e) INTERPRETACIÓN DECLARATIVA
En la interpretación declarativa el sentido debe apreciarse con estricta referencia al texto literal, sin ampliar ni
restringir su alcance. La interpretación declarativa en sentido lato es cuando se interpreta a la palabra en toda
su amplitud de su posible significado.
f) INTERPRETACIÓN MODIFICATIVA
La interpretación modificativa puede ser extensiva o restrictiva:
f) 1. Interpretación Extensiva
Aquí el intérprete amplía el significado del texto a supuestos que, de este modo, resultan incluidos en su
sentido.
f) 2. Interpretación Restrictiva:
El sentido hallado por la interpretación es más reducido que la expresión usada. Con la interpretación restrictiva
se reduce el alcance del texto.

El contrato
3.1 Concepto y función:
El contrato es un convenio en cuya virtud una o varias personas se obligan respecto de una o de varias otras, a
dar, hacer o no hacer alguna cosa. 1
El contrato es un acuerdo de voluntades que crea obligaciones. La función de los contratos es regir, regular la
voluntad de las personas con el objeto de crear entre ellas vínculos de obligaciones.
El contrato es una categoría particular del acto jurídico, toda vez que el acto jurídico se entiende como toda
manifestación de la voluntad que tenga por fin producir un efecto jurídico. Los contratos no extinguen
obligaciones, sino que las crea y las extingue, por eso se dice que todos los contratos son convenciones.
La función esencial del contrato es crear y transmitir obligaciones; es una figura ajena a los derechos de
la personalidad, ya que recaen únicamente sobre derechos pecuniarios.
Tal como apunta Josserand, el contrato no existe sino en tanto las partes tuvieron intención de crear
obligaciones jurídicas.
3.2 Elementos y formas de los contratos: (Artículo 1108 del C. C.)
La formación del contrato requiere, para su validez, la reunión de cuatro elementos constitutivos, dispuestos
por el artículo 1108 del Código CivilDominicano:
• El Consentimiento: Que es el acuerdo de dos o más voluntades, y en el que se consagra el principio de
la autonomía de la voluntad; para que exista consentimiento, se necesita:
• La existencia de voluntades individuales; y
• El concierto de esas voluntades.
• La Capacidad: Entiéndase que no se encuentre el contratante afectado de ningún tipo de incapacidad, ni de
goce, ni de ejercicio;
• El Objeto: Es la prestación prometida. Todo contrato tiene por objeto una cosa que una parte se obliga a dar
o que una parte se obliga a hacer o no hacer. El objeto no es una cosa, sino una prestación, que consiste en
la transmisión de un derecho real, o sea, de un derecho que recae sobre una cosa.
• La Causa: Es el motivo que determina a cada una de las partes a contratar. Los motivos varias según los
individuos, son los móviles concretos, vivientes, constituyen la causa psicológica.
Los contratos se clasifican:
I.- Según los requisitos de forma que se exigen en:
• 1. Consensuales: para que un contrato sea válido no se requieren formalidades, el sólo consentimiento
obliga.
Estos contratos constituyen el principio de nuestro derecho común en materia de contrato, se fundan en el
principio del consensualismo, según el cual la voluntad es suficiente.
Uno de los mayores inconvenientes que presenta el consensualismo es en cuanto a la prueba de las
obligaciones, pues siendo el contrato perfecto entre las partes, no queda vestigio o prueba del mismo.
• 2. Solemnes: Son aquellos que exigen, además del consentimiento, una formalidad que sin su cumplimiento
el contrato carecería de validez; y esta formalidad consiste en la redacción de un documento notarial, con la
intervención de un notario.
La existencia de los contratos solemnes se justifica porque los contratos consensuales pueden acarrear
inconvenientes tanto para las partes contratantes, como para los terceros.
Conforme lo expresado por los Mazeud, en el Código Civil que nos rige, encontramos cuatro tipos diferentes de
contratos solemnes:
• a. La convención matrimonial,
• b. La donación;
• c. La constitución
• d. La subrogación convencional consentida por el deudor;
• 3. Reales: Se denominan contratos reales a aquellos que para su formulación exigen, además del
consentimiento, que es un requisito indispensable en todo contrato, la entrega de la cosa. Estos contratos, al
igual que los contratos solemnes constituyen la excepción de nuestro derecho, porque el principio en materia
contractual es el del consensualismo y en ellos, el consentimiento por sí solo no es suficiente para la
existencia de un contrato real. El Código Civil contempla la existencia de cuatro contratos reales, que son:
• a. El préstamo a uso o comodato, contrato por el cual una las partes entrega una cosa a otro para servirse
de ella, con la obligación de devolverla;
• b. b) El préstamo de consumo, por el cual una de las partes entrega a otra cierta cantidad de cosas, que
se consumen por el uso, quedando obligado esta última a devolver otra tanto de la misma especie y calidad;
• c. c) El depósito, por el cual se recibe un objeto de otro, con obligación de guardarle y devolverle
en naturaleza;
• d. La prenda, que es el contrato mediante el cual el deudor entrega una cosa mobiliaria a su acreedor para
la seguridad de la deuda. Amén de estos contratos, el Dr. Subero Isa agrega, en su obra "El Contrato y los
Cuasi contratos", la donación en mano o donación mobiliaria, la cual no es considerada como un contrato
solemne. Por su parte, la jurisprudencia, señala, el contrato de transporte, como un contrato real, pues se
formaliza, únicamente con la entrega de la mercancía.
II. Según los requisitos de fondo:
• 1- Contratos de mutuo acuerdo y contratos de adhesión: En los primero, como se indica, ha existido la
voluntad de ambas partes, libre y sin coacción, ambas partes discuten los términos y condiciones del
contrato a suscribir; en los segundos, los de adhesión, son aquellos contratos, que se dan en la práctica
diaria, en los que una de las partes no ha tratado con la otra en un plano de igualdad, por encontrarse la otra
en una posición más ventajosa, tal es el caso de los contratos de compra y venta en los grandes
establecimientos comerciales, en los que el comprador puede no estar de acuerdo con el precio, pero posee
la necesidad de comprar el objeto y lo compra, adhiriéndose a las condiciones que se le presentan; del
mismo modo pasa con los contratos de servicio de comunicaciones y electricidad, por ejemplo, en el que,
claro está se contrata libremente, pero es preciso adherirse a las condiciones que se le presentan, sin
derecho a replica, lo que significa que la parte más débil se somete a la parte más poderosa. El Contrato de
seguro ha sido considerado tradicionalmente como un contrato de adhesión porque normalmente el
asegurado tiene que aceptar pura y simplemente las condiciones de asegurabilidad del asegurados, sin
tener la posibilidad de discutir. Aclaran los Mazeud, que el individuo conserva la posibilidad de no contratar,
que en caso de hacerlo ha consentido, lo que implica que no podrá desconocer el contrato.
• 2- Contratos colectivos y contratos individuales: Un contrato es individual cuando sólo obliga a las
personas que hayan dado su consentimiento, por sì mismas o por medio de sus representantes; y se llama
contrato colectivo, al contrato que, contrariamente al principio de efecto relativo de las convenciones
establecidos por el artículo 1165 del C. C., obliga a un grupo de personas sin que sea necesario su
consentimiento; aquí incluimos el contrato forzoso, el cual una persona se ve obligada a contratar por
imposición del legislador, como es el caso de Seguro Obligatorio de Vehículos de Motor.
III- Según el contenido del contrato:
• 1. Sinalagmático y unilaterales: Los primeros son aquellos en los cuales dos o más personas se obligan
hacía otra o varias más y estos a su vez se encuentran obligados con la primera, existiendo reciprocidad de
obligaciones1; los segundos, por su parte, son aquellos contratos en los que una o varias personas están
obligadas respecto de otras o de una, sin que por parte de éstos ultimas se contraiga compromiso.
En los sinalagmáticos existe una reciprocidad de obligaciones, una interdependencias; ambas partes son al
mismo tiempo acreedores y deudores; mientras que en los unilaterales, solamente una las partes está obligada
a cumplir con la prestación debida; ejemplos de éste último lo son, la donación, el préstamo y el depósito.
Entre los contratos sinalagmáticos y los contratos unilaterales, existe una categoría de contratos
denominados contratos sinalagmáticos imperfectos, y son aquellos que desde sus inicios nacen como
contrataos unilaterales, pero que en el curso de su ejecución o de su cumplimiento surge un acontecimiento
que implica el nacimiento de una obligación a cargo de la parte que al momento de la formación del contrato no
estaba obliga; un ejemplo lo es el de depósito, pues sólo se encuentra obligado el depositario, pero el
depositante podría verse obligado, a reembolsar al depositario los gastos incurridos, en caso de que se
presenten gastos; sin embargo, en realidad, siguen siendo contratos unilaterales, pues tan sólo crean por sí
mismos una obligación, ya que la obligación correlativa nace ulteriormente de una fuente extracontractual .
• 2. Contratos a título Oneroso y a título gratuito: Los primeros son aquellos en los que las partes buscan u
obtienen prestacionesreciprocas, una parte se desapodera de algo y recibe a cambio una contraparte. Se
busca una ventaja mutua, ambas partes obtienen beneficios. Mientras que los contratos a título gratuito o de
beneficencia es aquel en que una de las partes procura a la otra un beneficio puramente gratuito, en estos
contratos existe una sola prestación, sin reciprocidad. Como ejemplos de estos contratos, podemos
señalar: La donación, el mandato, el depósito, el comodato; aún cuando éstos últimos podrían ser
también contratos onerosos, cuando contengan obligaciones recíprocas. Josserand sostiene que en el
contrato a titulo gratuito debe existir la intención de beneficencia, o animus donandi.
2.1 Los conmutativos y aleatorios: Constituyen una subdivisión de los contratos a título oneroso. Un contrato
es conmutativo cuando el alcance de las prestaciones recíprocas de las partes puede estimarse, y no depende
de ningún acontecimiento incierto. Entiéndase, que es conmutativo cuando la ventaja que cada una de las
partes obtiene del contrato es susceptible de ser evaluada por ella en el momento de la conclusión del acto. Un
contrato es aleatorio cuando la prestación debida por una de las partes depende, en cuanto a su existencia, o
en cuando a su alcance, de un acontecimiento incierto, cuya incertidumbre impide apreciar, al celebrarse el
contrato, las probabilidades de ganancia o de perdida. Es aquel en el cual la ventaja que las partes obtendrán
del contrato no es apreciable en el momento de perfección del contrato, un ejemplo lo es el contrato de juego.
VI- Según su duración:
• 1. Contratos Instantáneos y Contratos Sucesivos: El contrato instantáneo es aquel que se cumple de una
vez en el tiempo, inmediatamente, como por ejemplo la compraventa al contado. Por el contrario un contrato
sucesivo de ejecución sucesiva es aquel que no se cumple de una vez en el tiempo, sino que su
cumplimiento se prolonga durante un plazo, normalmente determinado por las partes, como por ejemplo, el
contrato de arrendamiento.
V. Según su interpretación:
• 1. Contratos Nominados e Innominados: Los primeros son aquellos cuya teoría está especialmente
desarrollada en el Código Civil, tales como la compraventa, el arrendamiento, el mandato, etc.; mientras que
los contrato innominados o contratos sui generis, pueden ser imaginados por las partes, en virtud del
principio de la autonomía de la voluntad. Surgen en virtud de la libertad de convenciones que establece
nuestro Código Civil.
3. 3 Interpretación de los contratos:
Interpretar un contrato es determinar el sentido y alcance de las cláusulas que contiene, lo cual no puede ser
abandonado a la voluntad de las partes, correspondiendo a la autoridad judicial, abocarse a las labores de
interpretación. Los redactores del Código Civil trazaron algunas reglas relativas a la interpretación de los
contratos, en los artículos 1156 al 1164.
Tal como lo afirman los Mazeud, a los ojos de los redactores del Código Civil, imbuidos de
las teorías del derecho natural y de la autonomía de la voluntad, el principio fundamental consiste en la
averiguación de la común intención de las partes.
Las restantes reglas formuladas por el citado texto son subsidiarias y el Juez es incitado a no recurrir a ella
más que cuando le resulte imposible descubrir lo que hayan querido los contratantes.
El Juez de nuestro derecho que interpreta el contrato debe ver a éste como un punto de referencia que permita
descubrir el verdadero pensamiento, la verdadera intención de las partes contratantes. Este es el principio
consagrado por el artículo 1156 del C. C., cuando dispone que en las convenciones se debe atender más a la
común intención de las partes contratantes, que al sentido literal de las palabras; se trata de la aplicación de la
dogma esencial de los partidarios de la autonomía de la voluntad, es decir la supremacía del espíritu sobre la
letra.
Según lo que dispone el artículo 1157 del C. C. cuando una cláusula del contrato es susceptible de doble
sentido, se le debe más bien entenderla en aquel en que pueda tener algún efecto, que en el sentido en que no
podría producir ninguno.
En ese mismo sentido el artículo 1158 del mismo Código dice que las frases que pueden interpretarse en doble
sentido, deben considerarse en aquel que se halle más conforme con la materia del contrato.
De conformidad con el artículo 1160 de la misma norma, en un contrato se insertan cláusulas que son usuales
en cada tipo de contrato, cuando se omitan deben ser suplidas por el juez. Ahora bien, no cabe la menor duda
de que en razón del carácter de cuestión de hecho y no de derecho que tiene la interpretación del contrato, los
jueces del fondo disponen de un poder soberano, tal y como se evidencia en las sentencias dictadas por la
Suprema Corte de Justicia; de donde se desprende, igualmente, que los jueces en la interpretación de los
contratos, no están obligados a la calificación errónea dada por las partes, pudiendo calificar el contrato
correctamente.
No por ello tienen los jueces el poder de interpretar las convenciones cuando éstas son claras y precisas, por lo
que siempre se ha expresado, que los jueces del fondo, son soberanos en la interpretación de las
convenciones, salvo desnaturalización.
3. 4 La oferta y aceptación:
Para que llegue al conocimiento de la persona susceptible de aceptarla debe ser hecha mediante una
manifestación exterior de voluntad, que puede revestir diferentes formas.
La oferta o policitación muchas veces se hace de manera expresa, cuando por ejemplo, se hace una propuesta
directamente a una persona para venderle una cosa.
Otras veces la oferta es tácita, cuando el comportamiento del ofertante, indica necesariamente su voluntad de
ofrecer, como lo ex lo exhibido en una tienda de ropas; la oferta por sí sola no forma el contrato, sino que ella
constituye la primera operación del consentimiento en pro de su formación.
Tal actitud presenta el problema jurídico de determinar hasta qué punto el ofrecimiento unilateral obliga al
oferente frente a terceros. La norma general es que, no perfeccionándose el contrato sino mediante la
aceptación de la oferta, el oferente puede retractarse antes de que esta se produzca. La aceptación obligaría a
ambas partes, siempre que la oferta y su admisión contuviesen todos los elementos necesarios para la
efectividad del contrato.
La aceptación, al igual que la oferta, debe resultar de una voluntad manifestada exteriormente dirigida al
policitante. Esa manifestación de la oferta es expresa cuando se hace verbalmente o por escrito, o cuando
resulta de un gesto inequívoco; es tácita cuando resulta del cumplimiento de lo que se ha propuesto; tal es el
caso del contrato de mandato, que cuando el destinatario no contesta la oferta, pero la cumple, ese
cumplimiento equivale a aceptación, tal como lo dispone el artículo 1985 del C. C. La Suprema Corte de
Justicia define la voluntad tácita de aceptación como la que se induce dedocumentos, palabras o hechos que,
sin tener por objetivo directo, positivo o exclusivo manifestar la voluntad generadora de un acto jurídico
determinado, su mejor explicación consiste en la existencia de esta voluntas en su autor.
La oferta y la aceptación deben ser complementarias, para que haya acuerdo es preciso que la aceptación sea
conforme con la oferta, en caso contrario habría una contraoferta, que debería ser a su vez aceptada. Cuando
existe concordancia entre la oferta y la aceptación el contrato se encuentra debidamente perfeccionado, pues
esa concordancia conforma al acuerdo forma el consentimiento.
La determinación del momento y del lugar en que se perfecciona el contrato presenta mucho interés práctico,
tales como, que hasta tanto no esté definitivamente concluido el contrato, el ofertante puede retirar su oferta
sin responsabilidad, así como la ley que lo regula, teniéndose claro que es aquella que se encuentre vigente en
el momento exacto de su perfeccionamiento.
Entre los autores no existe discusión en que en cuanto se acepta la oferta se cierra el contrato, siempre y
cuando el ofertante adquiera conocimiento de la aceptación.
• El contrato Solemne:
Se entienden por solemnes un contrato en el que la voluntad de las partes expresada sin formas externas
determinadas, no es suficiente para perfeccionarlo; es decir, que para su formación además del acuerdo de las
voluntades, se requiere una formalidad especial; a falta de la misma no existen.
La solemnidad consiste en la redacción de un documento, un escrito, lo que no implica la publicidad del acto y
en algunos contratos, la intervención de un Notario Público.
Como expresáramos previamente, constituyen la excepción de nuestro derecho, porque el principio en materia
contractual es el del consensualismo y en ellos, el consentimiento por sí solo no es suficiente para la existencia
de un contrato real. El Código Civil contempla la existencia de cuatro contratos reales, que son:
• 1. La convención matrimonial, que regula la suerte de los bienes de los esposos durante el matrimonio,
cuando éstos decidan hacerlo por un régimen especia, diferente al de la comunidad de bienes (Art.1394
CC).
• 2. La donación (Art.931 CC).
• 3. La constitución de hipoteca (Art.1227 CC)
• 4. La subrogación convencional consentida por el deudor (Art.1250 p. 2. CC.).
La existencia de los contratos solemnes se justifica porque los contratos consensuales pueden acarrear
inconvenientes tanto para las partes contratantes, como para los terceros. Las partes pueden verse afectadas
por la prontitud con que se realiza el contrato, sin la debida reflexión sobre el negocio jurídico involucrado,
mientras que el sometimiento a una formalidad les permite a esas partes meditar y sopesar la magnitud del
acto jurídico de que se trate.
En cuanto a los terceros, esos inconvenientes resultan mayormente de que no existe ningún documentos de
que los pueda poner en conocimiento de una operación en las cuales ellos pudieran tener interés jurídico.
Perfeccionándose los contratos consensuales solamente con el consentimiento sin necesidad de escrito, y sin
necesidad de formas, justificada en la existencia de los contratos solemnes.
Las formalidades de la inscripción en el registro, las formalidades habilitantes, las de la publicidad destinada a
tornar oponibles a los terceros las transmisiones de los derechos reales, aún cuando no afecten la validez del
contrato, conducen sin embargo, a reforzar el formalismo.
3.6 El principio del consensualismo:
En materia de contratos, la palabra consentimiento ofrece una doble significación. En primer lugar, en su
sentido etimológico (cum sentire) expresa el acuerdo de las voluntades de las partes en cuanto al contrato
proyectado.
Entre todos los hechos o actos jurídicos generadores de obligaciones, el contrato es, indudablemente, aquel en
que la voluntad de los particulares cumple una función más importante. Su elemento característico, aún en
aquellos casos en que sea insuficiente para su perfección, es elconsentimiento, o sea, el acuerdo libre de la
voluntad de las partes
La creación de las obligaciones, en nuestro derecho, se encuentra regida por el principio Solo Consensus
Obligat (el simple consentimiento obliga. En términos generales los contratos adquieren fuerza obligatoria
independientemente de toda formalidad externa. Son consensuales y las formas podrán facilitar su prueba,
pero no son necesarias a su existencia.
En el campo del derecho, esta libertad individual para contratar reviste un carácter más preciso y más estricto,
bajo la designación: principio de la autonomía de la voluntad, y de éste se deduce que:
• 1. Los individuos son libres tanto para celebrar contratos como para no obligarse;
• 2. Son, igualmente, libres para discutir en plano de igualdad de condiciones de los contratos, determinando
su contenido, su objeto, con la única restricción del respeto al orden público;
• 3. Pueden escoger libremente la legislación a la que quieren someter su acuerdo;
• 4. La voluntad tacita es tan eficaz como la expresa; y
• 5. En fin, los efectos de las obligaciones contractuales son los requeridos por las pares.
La obligación contractual es la regla y la extracontractual es la excepción; el legislador no debe intervenir en las
relaciones de los contratantes. El individuo está en libertad de obligarse a lo que quiera y como le parezca, tal
es el principio de la autonomía de la voluntad, o sea, la libertad del contratante
Ahora bien, el contrato sólo obliga a sus contratantes. No crea ninguna obligación con cargo a terceros.
Fundado sobre la voluntad, el contrato no puede tener además sino un efecto relativo; la obligación por
constituir un atentado contra la libertad individual, no pesa sobre el individuo más que si ha consentido en ella,
si la ha aceptado libremente.
Ineficacia de los contratos
4.1 inexistencia, nulidad y anulabilidad: causas y efectos.
Cuando no se llena uno de los requisitos exigidos para la formación de un contrato, éste es nulo, ya sea de
nulidad absoluta o de nulidad relativa.
La nulidad es absoluta cuando sanciona la inobservancia de los requisitos de forma exigidos para la validez del
contrato solemne porque falta un elemento esencial.
Los vicios del consentimiento están sancionados con la nulidad relativa de protección.
La ausencia de voluntad, cuando resulta del estado intelectual del contratante se sanciona con la nulidad
relativa; sin embargo, la falta de consentimiento que es la consecuencia de una falta de concordancia entre las
voluntades de los contratantes, lleva consigo la nulidad absoluta.
Las incapacidades de obrar tienen por fin la protección del incapaz, por eso el incapaz es el único cono poder
para demandar la nulidad; se trata de una nulidad relativa; por excepción para proteger a la familia y por
motivos de moralidad, las donaciones hechas a un incapaz no autorizado, y la convención matrimonial que
haya celebrado irregularmente son nulas de nulidad absoluta. Según su fundamento las incapacidades de goce
entrañan la nulidad absoluta o relativa.
La ilicitud del objeto y la ausencia de objeto, al igual que la ilicitud y la ausencia de causa; dan origen a
la acción de nulidad absoluta
La acción en nulidad relativa no se concede, sino a la persona que la ley cree proteger, por el contrario la
acción de nulidad absoluta se otorga a toda persona que encuentre interés en ello.
La acción de nulidad relativa se extingue por la confirmación, mientras que la nulidad absoluta no se subsana.
4.2 Confirmación de los contratos.
La confirmación es el acto por el cual una persona hace que desaparezcan los vicios del contrato cuya nulidad
habría podido invocar. Constituye una renuncia a la acción de nulidad relativa o de rescisión. Es un acto
jurídico unilateral, por lo tanto el acuerdo de la otra parte es indiferente para su validez.
El acto nulo, de nulidad relativa, es susceptible de ser confirmado por la renuncia del contratante a la acción de
nulidad relativa o de rescisión con que se beneficia.
La nulidad queda a voluntad del contratante al que tiene por fin proteger, el tiene la elección entre hacer que se
declare esa nulidad o renunciar a ella y tornar válido así el contrato que confirma. La nulidad relativa puede ser
subsanada.
Cuando el acto está viciado de nulidad absoluta, los contratantes no tienen más recursos que crear un acto
nuevo, de común acuerdo, pero esto no será un acto de confirmación, sino un nuevo contrato dentro de los
requisitos regulares que no hará renacer el contrato nulo y sus efectos se producirán para el futuro.
La confirmación requiere de ciertos requisitos para su validez:
• 1. El acto debe ser anulable, estar viciado de nulidad relativo o ser rescindible.
• 2. El autor de la confirmación debe tener conocimiento preciso del vicio que afecta al acto, y la intención de
subsanarlo. La prueba del conocimiento y de la intención está sometida a reglas estrictas; y
• 3. La confirmación debe producirse en momento tal, que esté en sí misma exenta de vicios, especialmente
del vicio que haya de borrarse.
La confirmación puede ser tácita o expresa. Entre las partes, la confirmación, además de hacer el contrato
inatacable por la desaparición de la nulidad, obra retroactivamente: el contrato se considera como válido y
como si hubiera producido todos sus efectos desde el principio.
4.3 Los vicios del consentimiento:
Para crear obligaciones, debe existir consentimiento, requisito necesario para la validez del contrato, pero el
consentimiento o voluntad debe estar exenta de vicios, esos vicios son:
• 1. Error
• 2. Dolo
• 3. Violencia; Y
• 4. Lesion
4.3.1 El Error:
Cuando el contratante ha querido concertar el contrato litigioso, pero no lo ha hecho porque se ha equivocado,
el error es tan sólo un vicio del consentimiento.
Existen tres categorías de errores: el error impediente, que destruye el consentimiento; el error que lo vicia y el
error que es indiferente para la validez del contrato.
El artículo 1110 del Código Civil, establece que sólo son susceptibles de viciar el consentimiento el error sobre
la sustancia y el error sobre la persona.
Para que el error constituya un vicio del consentimiento debe ser determinante. El error de derecho se toma en
cuenta lo mismo que el error de hecho.
El error debe ser conocido por la otra parte cuando recaiga sobre una cualidad de la cosa que no se considera
por un contratante normal, o cuando no es capaz de impedir a un contratante normal la conclusión del contrato.
Por ser un hecho jurídico el error se prueba por todos los medios.
El error impediente lleva consigo la nulidad absoluta del contrato, el error, como vicio del consentimiento, ofrece
al errans una acción de nulidad relativa.
4.3.2 El Dolo:
En el caso del dolo, uno de los contratantes no sólo se ha engañado, sino que ha sido engañado. Existe,
entonces un vicio del consentimiento sin que sea necesario que el error recaiga sobre la sustancia o la
persona. El dolo es un error provocado, un engaño, es un error que constituye el hecho de la otra parte.
En cuanto al autor del dolo, se necesitan los siguientes requisitos:
• 1. El autor del dolo deber haber obrado a sabiendas.
• 2. El dolo debe exteriorizarse; y
• 3. En cuanto a la víctima, el dolo debe ser determinante.
El dolo debe ser establecido por la víctima, la prueba puede hacerse por todos los medios, incluso por
presunciones.
El dolo lleva consigo la nulidad relativa del contrato. Puede dar lugar igualmente a la reparación del perjuicio
sufrido por la víctima del dolo.
4.3.3 La Violencia
1.- La violencia debe ser ilegítima.
2.-Puede proceder de otro contratante o de un tercero.
3.- Debe ser determinante.
La víctima tiene la carga de la prueba, que puede aportar por todos los medios.
La violencia física destruye el consentimiento; por consiguiente, el contrato es nulo de nulidad absoluta. Por el
contrario, la violencia moral vicia el consentimiento, la nulidad es entonces relativa. La víctima puede obtener el
abono de daños y perjuicios como reparación de los menoscabos sufridos.
4.3.4 La Lesión:
La rescisión de los contratos por lesión no se admite sino excepcionalmente.
Los requisitos de la lesión relativos a la naturaleza del contrato , establecen: 1.- que en principio la
jurisprudencia se niega a que rija la rescisión por lesión en los contratos aleatorios, salvo en los casos en que
el precio sea vil. 2.- la lesión no se aplica en los contratos a título gratuito. Los requisitosrelativos a la lesión
son:
• 1. La lesión debe rebasar ciertas tasas.
• 2. El perjuicio debe ser contemporáneo del contrato. En caso de promesa de compraventa, la lesión se
aprecia en el momento del ejercicio de la opción.
• 3. No puede haber lesión sin un error, un dolo o una violencia.
La víctima no tiene que probar el vicio del consentimiento. La parte contra la cual se demanda la rescisión
puede demostrar que el desequilibrio entre las prestaciones no proviene de una lesión, sino de una donación
indirecta o disfrazada.
El Código Civil sanciona la lesión con la nulidad relativa, denominada rescisión. El acto lesivo se anula
retroactivamente. Para evitar la rescisión, el comprador puede ofrecer el suplemento del precio.
CONTRATO DE COMPRAVENTA:
La compraventa es el contrato por el cual una persona, el vendedor, transmite un derecho a otra persona, el
comprador, que se obliga a pagarle un precio en dinero.
La compraventa puede tener por objeto un derecho patrimonial cualquiera, no sólo el derecho de propiedad,
sino un derecho crédito o un derecho intelectual.
La venta es perfecta entre las partes, y la propiedad queda adquirida de derecho por el comprador, respecto
del vendedor desde el momento en que se conviene en la cosa y el precio, aunque la primera no haya sido
entregada ni pagada.
Caracteres:
• Es un contrato consensual, por el sólo consentimiento trasmite la propiedad.
• Es un contrato sinalagmático perfecto, las obligaciones de las partes se sirven recíprocamente de causa.
• Es traslativo de derecho.
• Es oneroso, implica contraprestación.
• Es nominado, sus reglas están previamente trazadas.
• Es conmutativo, se saca un bien del patrimonio del vendedor y entra otro por lo tanto no disminuye.
Elementos del contrato
• La cosa vendida, implica aquellos derechos sobre en que puede recaer (cosas materiales, derechos
personales o derechos intelectuales).
• II- Precio, es la suma de dinero que se paga para obtener la cosa o derecho vendido.
Además en elementos comunes a todos los demás contratos.
• consentimiento
• capacidad
• objeto
• causa
5.1 Obligaciones del Vendedor
5.1.1 Debe entregar la cosa y garantizarla
La obligación de entrega consiste en dejar la cosa vendida a disposición del comprador, para que éste la
reciba. La entrega no transmite ni la propiedad, ni la posesión, sino sólo la tenencia de la cosa vendida.
En principio, el tiempo de entrega es el de la perfección del contrato. El vendedor está obligado a entregar la
cosa vendida sus frutos y accesorios. Debe entregar la cosa tal y como haya sido convenida, y en el estado en
que se encontrara al momento del cambio de los consentimientos.
El vendedor que entrega con retraso o que se niega a entregar sin probar la pérdida de la cosa, no se libera
sino demostrando la fuerza mayor. El vendedor que entregue una cosa deteriorada o que pruebe la pérdida de
la cosa, no queda obligado más que si el comprador prueba su culpa. La entrega debe efectuarse, salvo pacto
en contrario, en el lugar donde la cosa se encuentre en el momento de la perfección del contrato.
5.1.2 Debe garantía contra la evicción y debe garantía contra los vicios ocultos:
Obligándose el vendedor a entregar la cosa tal y como se ha convenido, debe garantizar al comprador contra la
evicción y los vicios ocultos. Al respecto se entiende por garantía de derecho la que resulta de las
disposiciones legales y por garantía de hecho la convenida entre las partes cuando deroga las disposiciones
supletorias de la ley.
El vendedor está obligado a entregar la cosa tal y como se haya convenido, en consecuencia debe garantía al
comprador si la cosa entregada difiere de la convenida, por tanto, según establece el artículo 1625 del Código
Civil el vendedor debe garantizarle al comprador una posesión pacífica de la cosa vendida.
Los vicios ocultos o vicios redhibitorios, son los defectos de la cosa vendida que no se revelan por el examen
de ésta y que le impiden al comprador hacer de ella el uso a que la destinaba.
5.2 Obligaciones del comprador
5.2.1 Pagar el precio en el lugar y día convenido y en la moneda convenida:
Salvo que se haya convenido lo contrario, el pago del precio debe hacerse al momento de la entrega, si la
totalidad del mismo es pagada desde la perfección del contrato se llama al contado; y si se ha fijado un plazo
para el pago de la totalidad o de parte del precio se llama a crédito.
El lugar del pago, si los contratantes no han señalado otra cosa, lo será el del lugar de la entrega, que en
principio es el lugar donde se encontrara la cosa en el momento de la compraventa.
5.2.2 Salvo estipulación en contrario, debe pagar los gastos del contrato:
Los gastos de los documentos y demás gastos accesorios están a cargo del comprador. El acreedor de los
gastos tiene por deudores solidarios a los dos contratantes, si ambos le han dado mandato, salvo la repetición
del vendedor contra el comprador. La distribución de los gastos puede ser modificada por la convención.
5.2.3 Recibir la cosa.
El comprador está obligado a recibir la cosa, obligación llamada de retiro en las compraventas mobiliarias, es la
obligación de retirar la cosa de la tenencia del vendedor, es también para el comprador, la obligación de
cumplir los actos que de él dependan y sin los cuales el vendedor no podría efectuar la entrega.
El retiro debe efectuarse en el momento y en el lugar de la entrega. Salvo pacto en contrario, los gastos de
aquél le incumben al comprador.
Si el comprador no recibe la cosa, el vendedor puede obligar al cumplimiento; le pide entonces a los tribunales
que ordenen el retiro por el comprador o que autoricen el depósito en poder de un tercero.
La obligación de conservar la cosa vendida pesa sobre el vendedor, hasta la entrega.
5.3 Perdida de la cosa:
Si la cosa vendida ha desaparecido en el momento en que la compra-venta se concluya, en caso de pérdida
total la compraventa está viciada de nulidad; en caso de pérdida parcial el comprador tiene la elección entre la
resolución de la compra-venta o una reducción del precio.
Ocurre de un modo distinto si el comprador, conociendo el riesgo de la desaparición de la cosa, ha concluido
una compraventa aleatoria.
La compra-venta puede recaer sobre una cosa futura. Si la cosa futura no llega a existir, la compra-venta no
deja de ser válida por eso; y el vendedor que no cumpla con su obligación debe abonar daños y perjuicios,
mientras que el comprador se libera de su obligación de pagar el precio. No obstante cuando el comprador
haya aceptado el riesgo de la no supervivencia de la cosa, y haya concluido así una compra-venta aleatoria,
sigue obligado a pagar el precio.
El vendedor que entrega con retraso o que se niega a entregar sin probar la pérdida de la cosa, no se libera
sino demostrando la fuerza mayor. El vendedor que entregue una cosa deteriorada o que pruebe la pérdida de
la cosa, no queda obligado más que si el comprador prueba su culpa.
5.4 Puesta en mora:
El retraso en el cumplimiento de la obligación de entrega no da derecho al abono de daños y perjuicios
moratorios sino a partir de una constitución en mora.
A contar de esa constitución en mora el riesgo está a cargo del vendedor.
El incumplimiento total o parcial de la obligación de entrega o su cumplimiento tardío, cuando se deba a culpa
del vendedor, le da derecho al comprador a una opción: Puede negar el pago del precio, oponiendo la
excepción "Non adimpleti contractus".
Puede pedirle al tribunal que ordene la entrega, o bien pedir el cumplimiento en equivalente en la forma del
abono de daños y perjuicios o usar la facultad de reemplazo. Los tribunales le suelen negar todo plazo de
gracia al vendedor en mora de entregar.
El comprador puede pedirle al tribunal la resolución de la compraventa, con el abono de los daños y perjuicios.
El tribunal tiene derecho a estimar que el incumplimiento, por no ser lo bastante grave como para justificar la
resolución queda reparado suficientemente con una condena por daños y perjuicios, puede también
compensando esos daños y perjuicios con el precio, reducir éste, procede entonces el reajuste del contrato.
Las partes insertan válidamente en la compraventa una cláusula resolutoria, llamada pacto comisorio, en cuyos
términos el incumplimiento lleva consigo, de pleno derecho, la resolución.
5.5 Teoría de los riesgos de las cosas vendidas
I- Si se trata de un Cuerpo Cierto, los soporta el comprador, si hay concierto de voluntades no hay que
determinar, si se puso en mora al vendedor para que se transmitan los riesgos.
II- Si se trata de una cosa Genérica hay que esperar que se individualice.
III- Si se trata de una cosa Futura la transmisión del riesgo se opera cuando la cosa futura tiene existencia
presente.
Contrato de locación: arrendamiento, alquiler y aparcería
El arrendamiento de cosas es el contrato por el cual una persona, el arrendador, pone temporalmente una
cosa a disposición de otra, el arrendatario, contra una remuneración, el alquiler o la renta. El arrendamiento de
cosas puede recaer sobre inmuebles o sobre muebles.
Cuando se trata de un inmueble se suele llamar locación, si se trata de un bien mueble se le llama alquiler y la
aparcería de ganado es una aplicación particular del mismo a los animales.
El arrendador debe entregar la cosa mobiliario o inmobiliario que es objeto del contrato de arrendamiento, el
arrendatario debe pagar como consecuencia de esa cesión limitada una contraprestación.
Caracteres:
• Es un contrato consensual
• Es un contrato sinalagmático
• Es un contrato oneroso
• Es un contrato conmutativo

6.1 Obligaciones del arrendador:


• 1. Obligación de entrega: debe entregar la cosa en buen estado de reparaciones, incluso de reparaciones
menores.
• 2. Obligaciones de conservación: durante el arrendamiento el arrendador debe permitirle al arrendatario la
utilización de la cosa arrendada conservando la finca arrendada. Pero no está sujeto a las reparaciones
menores (esas reparaciones le incumbe al arrendatario) ni reconstruir el inmueble cuando se destruya total o
parcialmente.
• 3. Obligación de Garantía: el arrendador debe garantizar al arrendatario contra la evicción y los vicios
ocultos. En cuanto a la evicción debe protegerlo contra toda perturbación y en cuanto a los vicios ocultos se
aplican las mismas reglas deducidas con referencia a la compraventa.
• 4. Obligación de Seguridad: el arrendador debe la seguridad al arrendatario. Aquélla descubre en ésta una
obligación de resultado cuando se trata de la seguridad de las personas, con respecto a los bienes de los
arrendatarios el arrendador queda sujeto sólo a una obligación general de prudencia y diligencia.
6.2 Obligaciones del arrendatario
6.2.1 Pagar el Alquiler.
La renta se paga generalmente de modo periódico, en épocas llamadas términos, que son concretados por
el contrato o por la costumbre.
6.2.2. Usar el inmueble alquilado según el destino previsto.
El inquilino, salvo acuerdo con el arrendador, debe conservar el destino previsto por las partes para la finca
alquilada.
6.2.3. Conservar el inmueble alquilado.
El inquilino asume dos obligaciones a la expiración del arrendamiento:
• a) Devolver el inmueble en el estado en que se encuentre. Se trata de una obligación de resultado.
• b) Devolver el inmueble en buen estado.
6.2.4. Devolverlo al terminar el arrendamiento.
El inquilino no responde sino de los deterioros o pérdidas debido a su culpa, es decir le incumbe solamente una
obligación general de prudencia y diligencia. No obstante, el legislador hace que pese sobre él una presunción
simple de culpa, El inquilino responde igualmente por las culpas de las personas de su casa y de las culpas de
los sub-inquilinos.
Por dos clases de deterioros el legislador hace que pese sobre el inquilino una obligación de resultado; el
inquilino no puede librarse de la misma sino probando una causa ajena;
1ro: Con los deterioros que necesiten simples reparaciones menores, no bastará con que el inquilino pruebe
que esos deterioros son la consecuencia del uso normal de la cosa. Pero se decide que el propietario no puede
reclamar esas reparaciones sino al final del arrendamiento, salvo que su falta amenace con deteriorar el
inmueble.
2do. Con los deterioros provenientes de un incendio, obligación de resultado impuesta con la finalidad de que
de que adoptara todas las precauciones necesarias. No se libera de su responsabilidad más que si prueba una
causa ajena (caso fortuito, vicio de construcción, propagación del incendio desde una casa vecina).
Cuando el inmueble esté dividido entre varios inquilinos, estos son responsables mancomunadamente, en
proporción del valor de la parte del inmueble que ocupen. Cada uno de los inquilinos puede liberarse probando
que el incendio ha empezado en la vivienda de otro, o también probando que el incendio no ha podido
originarse en su alojamiento.
6.3 Causas de resciliación del contrato de arrendamiento:
El cumplimiento del término, cuando éste se encuentre detallado en el contrato, le pone automáticamente fin al
arrendamiento. Cuando el arrendamiento sea de duración indeterminada, las partes pueden ponerle término a
su voluntad o dándose aviso de ello; sin embargo, deben respetar los plazos usuales. La pérdida del inmueble
y el incumplimiento de sus obligaciones por una de las partes son susceptibles de poner fin al arrendamiento.
Por el contrario, el fallecimiento de una de las partes o la venta del inmueble dejan subsistente, en principio, el
arrendamiento.
A la expiración del arrendamiento, el arrendador puede exigir la salida o marcha del inquilino, salvo la
aplicación de la legislación especial.
Sin embargo, cuando el arrendamiento se haya concertado por una duración determinada, sucede un nuevo
arrendamiento, automáticamente al antiguo, si el inquilino permanece en la finca sin oposición del arrendador;
es la tácita reconducción. El nuevo arrendamiento se considerará convenido con las mismas condiciones que el
anterior, salvo la duración; porque se trata de un arrendamiento de duración indeterminada.
6.4 El régimen del Código Civil:
El contrato de Locación está previsto en nuestro Código Civil en los artículos 1708 al 1831.
Estableciendo de esta manera que se puede alquilar o arrendar cualquier clase de bienes muebles o
inmuebles. Y se puede arrendar por escrito o verbalmente.
6.5 El régimen del decreto que crea la Comisión de Desahucio y Alquileres de Casas
Decreto 4807 del 1959: tendente a contener los abusos de los propietarios y a la vez equilibrar las
negociaciones para fines de arrendamiento entre arrendador y arrendatario.
En virtud de este se creó la Comisión de Alquileres de Casas de Desahucios, cuya finalidad consiste en dirimir
las contestaciones extrajudiciales posibles a presentarse entre propietarios e inquilinos, fijando a la
vez normas para el establecimiento de los precios a pagar por concepto de alquiler.
Al efecto dicho decreto señala en su Art.2 que sin el consentimiento escrito del inquilino, queda absolutamente
prohibido a todo propietario de casas, apartamentos, piezas, habitaciones, etc. Aumentar el precio del alquiler
de los mismos por encima del tipo que actualmente se está pagando por ellos, a menos que sea debidamente
autorizado por una resolución del Control de Alquileres de Casas y Desahucios; asimismo señala que el precio
del alquiler autorizado por el Control regirá a partir de la fecha de la resolución que al efecto se dictare
Además señala en su Artículo 17, que el inquilino que se encuentre inconforme con el tipo de alquiler que está
pagando, podrá dirigir al Control de Alquileres y Desahucio, una solicitud de rebaja del mismo, a la cual deberá
anexar el recibo que compruebe que no tiene ninguna mensualidad pendiente de pago y deberá expresar lo
que actualmente paga, la disminución a que aspira y los motivos que aduzca.
El control podrá reducir el alquiler si excediere de 1 por ciento del valor del inmueble incluyendo el solar.
Siempre esta solicitud podrá ser hecha por el inquilino aún cuando el alquiler que pague haya estipulado por
escrito y aunque haya realizado pagos conforme al convenio.
Todas las decisiones tomadas por el Control de Alquileres de casas y Desahucios , siempre serán recurribles
en apelación por ante la Comisión de Apelación del Control de Alquileres de Casas y Desahucios.
La llegada del término per se no es suficiente para que el propietario quiera obtener su inmueble.
Salvo por falta de pago del alquiler es necesario recurrir al organismo público que se llama Control del
Alquileres y Desahucios causas: destino diferente, si necesita reparar el inmueble, si el propietario no a ocupar
el inmueble o por subalquiler.
6.6 Régimen del arrendamiento rural
Los artículos 1714 al 1751del Código Civil, establecen las reglas comunes a los arrendamientos de casas y
haciendas rurales, operan los mismos principios desarrollados anteriormente en lo relativo a la locación

EL CONTRATO

Concepto y función. Elementos y forma de los contratos. La oferta y la aceptación. El


contrato solemne. El principio del consensualismo. La autonomía de la voluntad.
Interpretación de los contratos. Reglas que imperan artículos 1156 a 1164 del Código Civil.
Postura jurisprudencial.

Concepto y función

El contrato es un convenio en cuya virtud una o varias personas se obligan respecto de una o de
varias otras, a dar, hacer o no hacer alguna cosa.
El contrato es un acuerdo de voluntades que crea obligaciones. La función de los contratos es
regir, regular la voluntad de las personas con el objeto de crear entre ellas vínculos de
obligaciones.

La función esencial del contrato es crear y transmitir obligaciones; es una figura ajena a los
derechos de la personalidad, ya que recaen únicamente sobre derechos pecuniarios.

Elementos y formas de los contratos (Artículo 1108 del C. C.)

La formación del contrato requiere, para su validez, la reunión de cuatro elementos constitutivos, dispuestos por el
artículo 1108 del Código Civil Dominicano:

. El Consentimiento
. La Capacidad
. El Objeto
. La Causa

Los contratos se clasifican:

Según los requisitos de forma que se exigen en:


Consensúales: para que un contrato sea válido no se requieren formalidades, el sólo
consentimiento obliga.
Solemnes: Son aquellos que exigen, además del consentimiento, una formalidad que sin su
cumplimiento el contrato carecería de validez;
Reales: Se denominan contratos reales a aquellos que para su formulación exigen, además del
consentimiento, la entrega de la cosa.
Según los requisitos de fondo:
Contratos de mutuo acuerdo y contratos de adhesión: En los primero, como se indica, ha existido
la voluntad de ambas partes, libre y sin coacción, ambas partes discuten los términos y
condiciones del contrato a suscribir; en los segundos, los de adhesión, son aquellos contratos,
que se dan en la practica diaria, en los que una de las partes no ha tratado con la otra en un
plano de igualdad, por encontrarse la otra en una posición más ventajosa.
Contratos colectivos y contratos individuales: Un contrato es individual cuando sólo obliga a las
personas que hayan dado su consentimiento, y se llama contrato colectivo, al contrato que, obliga
a un grupo de personas sin que sea necesario su consentimiento, como es el caso de Seguro
Obligatorio de Vehículos de Motor.

Según el contenido del contrato:


Sinalagmático y unilaterales: Los primeros son aquellos en los que existe reciprocidad de
obligaciones; los segundos, son aquellos contratos que solamente una las partes esta obligada.
Contratos a título Oneroso y a título gratuito: Los primeros son aquellos en los que las partes
buscan u obtienen prestaciones reciprocas, mientras que los contratos a título gratuito o de
beneficencia es aquel en que una de las partes procura a la otra un beneficio puramente gratuito.
Los conmutativos y aleatorios: es conmutativo cuando la ventaja que cada una de las partes
obtiene del contrato es susceptible de ser evaluada por ella en el momento de la conclusión del
acto, y es aleatorio cuando las ventajas que las partes obtendrán del contrato no es apreciable
en el momento de perfección del contrato, un ejemplo lo es el contrato de juego.

Según su duración:
Contratos Instantáneos y Contratos Sucesivos: El contrato instantáneo es aquel que se cumple
de una vez en el tiempo, inmediatamente, y es sucesivo aquel que su cumplimiento se prolonga
durante un plazo.

Según su interpretación:
Contratos Nominados e Innominados: Los primeros son aquellos cuya teoría está especialmente
desarrollada en el Código Civil, mientras que los contrato innominados pueden ser imaginados
por las partes, en virtud del principio de la autonomía de la voluntad.
La oferta y aceptación

La oferta constituye la primera operación del consentimiento en pro de la formación del contrato.
Para que la oferta llegue al conocimiento de la persona susceptible de aceptarla debe ser hecha
mediante una manifestación exterior de voluntad, que puede revestir diferentes formas.

La aceptación, es el segundo paso para la formación del contrato, y al igual que la oferta debe
resultar de una voluntad manifestada exteriormente dirigida al solicitante.

La oferta y la aceptación deben ser complementarias, para que haya acuerdo es preciso que la
aceptación sea conforme con la oferta, en caso contrario habría una contraoferta, que debería
ser a su vez aceptada.

El contrato Solemne

Se entienden por solemnes un contrato en el que la voluntad de las partes expresada sin formas
externas determinadas, no es suficiente para perfeccionarlo; es decir, que para su formación
además del acuerdo de las voluntades, se requiere una formalidad especial; a falta de la misma
no existen.

La solemnidad consiste en la redacción de un documento, un escrito, lo que implica la publicidad


del acto y en algunos contratos, la intervención de un Notario Público.

El Código Civil contempla la existencia de cuatro contratos solemnes, que son:


. La convención matrimonial.
. La donación.
. La constitución de hipoteca.
. La subrogación convencional consentida por el deudor.

El principio del consensualismo:


Entre todos los hechos o actos jurídicos generadores de obligaciones, el contrato es,
indudablemente, aquel en que la voluntad de los particulares cumple una función más importante.
Su elemento característico, aún en aquellos casos en que sea insuficiente para su perfección, es
elconsentimiento, o sea, el acuerdo libre de la voluntad de las partes

La creación de las obligaciones, en nuestro derecho, se encuentra regida por el principio Solo
Consensus Obligat (el simple consentimiento obliga). En términos generales los contratos
adquieren fuerza obligatoria independientemente de toda formalidad externa.

La autonomía de la voluntad.

La autonomía de la voluntad es un concepto procedente de la filosofíakantiana que va referido a


la capacidad del individuo para dictarse sus propias normas morales.

El individuo está en libertad de obligarse a lo que quiera y como le parezca, tal es el principio de
la autonomía de la voluntad, o sea, la libertad del contratante.
Son los propios individuos los que dictan sus propias normas para regular sus relaciones
privadas.
Interpretación de los contratos. Reglas que imperan artículos 1156 a 1164 del Código Civil.

Interpretar un contrato es determinar el sentido y alcance de las cláusulas que contiene, lo cual
no puede ser abandonado a la voluntad de las partes, correspondiendo a la autoridad judicial,
abocarse a las labores de interpretación. Los redactores del Código Civil trazaron algunas reglas
relativas a la interpretación de los contratos, en los artículos 1156 al 1164.

El Juez de nuestro derecho que interpreta el contrato debe ver a éste como un punto de
referencia que permita descubrir el verdadero pensamiento, la verdadera intención de las partes
contratantes. Este es el principio consagrado por el artículo 1156 del C. C., cuando dispone que
en las convenciones se debe atender más a la común intención de las partes contratantes, que
al sentido literal de las palabras.
Según lo que dispone el artículo 1157 del C. C. cuando una cláusula del contrato es susceptible
de doble sentido, se le debe más bien entenderla en aquel en que pueda tener algún efecto, que
en el sentido en que no podría producir ninguno.

De conformidad con el artículo 1160 de la misma norma, en un contrato se insertan cláusulas


que son usuales en cada tipo de contrato, cuando se omitan deben ser suplidas por el juez. Ahora
bien, no cabe la menor duda de que en razón del carácter de cuestión de hecho y no de derecho
que tiene la interpretación del contrato, los jueces del fondo disponen de un poder soberano en
la interpretación de las convenciones, salvo desnaturalización.

Postura jurisprudencial

El Boletín Judicial 833-805 establece que los artículos 1156 y 1161 del C.C son meras reglas
doctrinales dirigidas al Juez, el cual puede averiguar la intención común de las partes según el
contexto del acto y de todas las circunstancias de la causa. los jueces interpretan soberanamente
las convenciones, reservando un poder de control en casación solo cuando una cláusula es
desnaturalizada.

ipos de Obligaciones
Antes de detallar los tipos de obligaciones que existen en nuestro ordenamiento jurídico, vamos a
definir que es una obligación.

La obligación es el lazo de derecho entre dos personas, en virtud del cual el acreedor puede
constreñir al deudor sea a pagarle una suma de dinero o entregarle una cosa, sea a cumplir una
prestación que consiste en hacer una cosa, o en abstenerse de hacer un acto determinado.

Existen varios tipos de obligaciones, entre las cuales están:

1.- Obligación Real: En esta obligación el deudor compromete sólo la cosa objeto de la prestación.

2.- Obligación Ordinaria: En esta obligación el deudor compromete todo su patrimonio, no una cosa
en específico.

3.- Obligación Patrimonial: Son aquellas que atentan contra el patrimonio o el derecho pecuniario
de una persona.

4.- Obligación Extrapatrimonial: Estas podrían ser susceptibles de evaluarse pecuniariamente.

5.- Obligaciones Morales: Son aquellas que cumplimos con un deber de conciencia, las mismas no
están establecidas en la ley.

6.- Obligaciones jurídicas: Son las que están sancionadas por la ley y su no se cumplen, la persona
compromete su responsabilidad.

7.- Obligaciones Civiles. Estas son susceptible de constreñimiento, si el deudor no cumple puede
ser perseguido por todas las vías derecho.

8.- Obligaciones Naturales: Solo pueden ser cumplidas voluntariamente. Por ejemplo, un padre que
mantenga a su hijo aún después de la mayoría de edad.

9.- Obligaciones de Medio: El deudor debe observar la prudencia y diligencia necesaria para obtener
el resultado de lo debido.

10.- Obligaciones de resultados: Esta consiste en que el deudor está obligado a obtener un
resultado determinado.

11.- Obligaciones de dar. El deudor está obligado a entregar la cosa y también a transferir el derecho
de propiedad al acreedor.
12.- Obligaciones de hacer o no hacer: El deudor se obliga a realizar o no un hecho a favor del
acreedor.

13.- Obligaciones a termino fijo: En esta la obligaciones no puede reclamarse antes del vencimiento
del término.

14.- Obligaciones alternativas: Con esta el deudor puede liberarse, entregando una de las dos cosas
prometidas.

15.- Obligaciones Solidarias: Son aquellas mediante la cual varias personas se comprometen a
pagar la misma deuda de manera solidaria.

Potrebbero piacerti anche