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“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

LABOUR LAW II (COLLECTIVE)

PLURALIDAD DE INSTANCIA

Integrantes:

Ibarra Laura, Yuly Brillith

Salas Rodríguez, Yesenia Lilibel

Docente:

Rucana Macedo, Edgar Epifanio

HUARAZ – PERÚ

2018
INDICE

INTRODUCCION ...................................................................................................................3
I. MARCO TEORICO..........................................................................................................3
1.1. CONCEPTUALIZACION DE LA LIBERTAD SINDICAL ...................................................3
2. LA LIBERTAD SINDICAL COMO DERECHO FUNDAMENTAL ..................................................5
2.1. LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS:............................................5
2.2. EL PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS ...................................5
2.3. LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS ......................................5
2.4. LOS CONVENIOS INTERNACIONALES DE TRABAJO DE LA OIT N° 87, 98, 135 Y 151 ........6
3- CONTENIDO DE LA LIBERTAD SINDICAL .........................................................................7
3.1-LIBERTAD SINDICAL INDIVIDUAL .................................................................................7
3.1.1-LIBERTAD SINDICAL INDIVIDUAL POSITIVA ...............................................................7
1. DERECHO DE CONSTITUCIÓN ....................................................................................8
3.1.2-LIBERTAD SINDICAL INDIVIDUAL NEGATIVA .............................................................9
A) EL DERECHO AL EJERCICIO DE LA ACTIVIDAD SINDICAL ..............................................9
3.2-LIBERTAD SINDICAL COLECTIVA ................................................................................ 10
3.3-LIBERTAD SINDICAL ANTE EL ESTADO........................................................................ 11
3.1.1. LIBERTAD SINDICAL EN RELACIÓN CON LAS DEMÁS ORGANIZACIONES .................. 14
4- MECANISMOS DE PROTECCIÓN A LA LIBERTAD SINDICAL ............................................ 14
5- MARCO CONSTITUCIONAL DE LA LIBERTAD SINDICAL .................................................. 15
6- NORMAS Y CONVENIOS QUE AMPARAN LA LIBERTAD SINDICAL .................................. 17
INTRODUCCION
Probablemente la libertad sindical ha sido y es uno de los derechos humanos más atacados en
los últimos tiempos, y aunque su reconocimiento se encuentra enmarcado en muchos
instrumentos legales de carácter internacional o nacional, lo real es que los gobiernos y demás
organismos han hecho muy poco defender su vigencia.
Esta realidad no es nueva y se remonta a la época en que aparecieron los primeros sindicatos,
aquella, en la que los trabajadores tuvieron que hacer mucho por enfrentar los obstáculos que
encontraban a la hora de hacer valer sus derechos.
Es en este sentido, que abordamos este tema a fin de proporcionar un enfoque comprensivo
que ayude a mejorar la defensa al derecho a la libertad sindical en nuestra región, nuestro país
y el mundo.
En el primer punto de esta monografía, hacemos un breve reconocimiento sobre la libertad
sindical y los conceptos o definiciones que se han tejido alrededor de este derecho, los mismos
que responden a la visión de los organismos internacionales que la amparan, así como los
Estados que la ratifican.
En el segundo punto, nos detenemos para ver de qué manera la libertad sindical ha pasado a ser
un derecho fundamental, siendo primero parte de los derechos civiles y políticos, luego parte
de los derechos económicos, sociales y culturales, para culminar en los que bien se denominaría
como derechos colectivos.
En el tercer punto, que es el más extenso de todos, abordamos todo lo relacionado al contenido
de la libertad sindical, tanto en sus aspectos individuales como colectivos, especificando en cada
uno de éstos, los derechos que le son inherentes.
Por último, el cuarto punto desarrolla de manera clara y concisa, la información relacionada a
los mecanismos de protección a la libertad sindical, asumidos, principalmente por el Comité de
Libertad Sindical de la OIT, que constituye, la máxima instancia internacional del derecho laboral.

I. MARCO TEORICO

1.1. CONCEPTUALIZACION DE LA LIBERTAD SINDICAL


Hablar de libertad sindical, es hablar de una libertad fundamental
constituida por dos planos simultáneos; un plano individual en el cual los
trabajadores tienen el derecho de organizarse entre sí para la defensa de sus
intereses comunes en la sociedad y, un plano colectivo en el que las
organizaciones constituidas en el ejercicio de esa libertad tienen el derecho de
existir, funcionar y cumplir libremente con los fines para los cuales fueron
constituidas.
Esta definición se resume en lo expresado por el jurista español Carlos
Palomeque, quien señala que la libertad sindical es:

“el derecho de los trabajadores a fundar sindicatos y afiliarse a los de su elección,


así como el derecho de los sindicatos ya constituidos al ejercicio libre de las
funciones constitucionalmente atribuidas en defensa de los intereses de los
trabajadores”

Desde esta perspectiva, entendemos la libertad sindical, no sólo como


un derecho laboral fundamental, sino como la expresión de una síntesis de los
derechos humanos, pues a través del ejercicio de las acciones de defensa,
reivindicación, participación sociopolítica y lucha, enriquecemos e impulsamos
la progresividad de los derechos humanos en su conjunto.

Ahora bien, aun cuando se aceptado que los derechos laborales también
son derechos humanos, existe una ausencia de voluntad política por parte de
los Gobiernos e incluso de algunos organismos internacionales, para incluir en
la práctica de los derechos humanos, los derechos del trabajador.

Sin duda, una realidad que seguirá siendo latente mientras que en
nuestro escenario sigan siendo afectados los derechos humanos y laborales, con
acciones como en las que el Estado y los organismos internacionales, en lugar
de actuar y prestar su apoyo material y político, ponen trabas para que el
individuo no pueda ejercer sus derechos.
2. LA LIBERTAD SINDICAL COMO DERECHO FUNDAMENTAL
Luego de identificar a la libertad sindical como un derecho laboral
fundamental, encontramos que la misma tiene plena vigencia a partir de una
serie de instrumentos internacionales, entre los cuales debemos mencionar:

2.1. La Declaración Universal de Derechos Humanos:

Art. 23. 4:

“Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de


sus intereses”.

2.2. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

Art. 22:

1. Toda persona tiene derecho a asociarse libremente con otras, incluso el derecho
a fundar sindicatos y afiliarse a ellos para la protección de sus intereses.
2. El ejercicio de tal derecho sólo podrá estar sujeto a las restricciones previstas por
la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la
seguridad nacional, de la seguridad pública o del orden público, o para proteger
la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los demás. El presente
artículo no impedirá la imposición de restricciones legales al ejercicio de tal
derecho cuando se trate de miembros de las fuerzas armadas y de la policía.
3. Ninguna disposición de este artículo autoriza a los Estados Partes en el
Convenio de la Organización Internacional del Trabajo de 1948, relativo a la
libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación, a adoptar
medidas legislativas que puedan menoscabar las garantías previstas en él ni
a aplicar la ley de tal manera que pueda menoscabar esas garantías.
2.3. La Convención Americana sobre Derechos Humanos

Artículo 16. Libertad de Asociación


1. Todas las personas tienen derecho a asociarse libremente con fines
ideológicos, religiosos, políticos, económicos, laborales, sociales, culturales,
deportivos o de cualquiera otra índole.
2. El ejercicio de tal derecho sólo puede estar sujeto a las restricciones previstas
por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la
seguridad nacional, de la seguridad o del orden públicos, o para proteger la
salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los demás.
3. Lo dispuesto en este artículo no impide la imposición de restricciones legales,
y aun la privación del ejercicio del derecho de asociación, a los miembros de
las fuerzas armadas y de la policía.

2.4. Los Convenios Internacionales de Trabajo de la OIT N° 87, 98, 135 y 151

Ahora bien, el hecho de que la libertad sindical encuentre vigencia a partir de los
enunciados constitucionales y de las normas internacionales que la establecen
como derecho laboral fundamental, no significa que los trabajadores y las
organizaciones sindicales están en condiciones de ejercerlo sin restricciones, y por
lo mismo, se requiere de regulaciones especificas a cada ámbito nacional; en este
caso, a normas ordinarias dirigidas a los eventuales infractores, al Estado, a los
empresarios o sus organizaciones, a los trabajadores y sindicatos de trabajadores,
y destinadas a garantizar la vigencia efectiva de la libertad sindical.

Esto último en referencia al hecho de que hoy más que nunca, los trabajadores
necesitan afianzar su organización sindical; sobre todo cuando se ven
obstaculizados y reprimidos por los empleadores.

Al menos, así lo deja entrever Querenghi cuando pone en manifiesto su


preocupación por como nuestro escenario mundial se ha visto afectado por el
desconocimiento y violación de estos derechos, al afirmar que la “mundialización
de la economía y los imperativos de la productividad han motivado también en
sectores poco visionarios los argumentos que tienden a disminuir, cuando ya no a
suprimir, los derechos de los trabajadores en aras de una mayor competitividad
basada en condiciones de trabajo muy a menudo inaceptables”.

En ese sentido, la defensa de la libertad sindical amerita que los trabajadores y


dirigentes tengan una visión integral de los contenidos que este derecho involucra
en sus dos aspectos principales: el individual y el colectivo, pues solo de esta
manera, podrán definir mejor sus estrategias de acción en cada uno de estos
ámbitos.
3- CONTENIDO DE LA LIBERTAD SINDICAL

Llegando al tema del contenido de la libertad sindical, nos encontramos “frente


a un derecho ambivalente y complejo”, que se predica tanto a los trabajadores
individualmente considerados, como a los sindicatos ya constituidos; y es en ese
sentido, en el que varios juristas han desarrollado su clasificación.

Por ejemplo, para los juristas españoles Luis Camps, Juan Ramírez y Tomás Sala Franco,
la libertad sindical puede ser individual, si se refiere a los trabajadores, y colectiva, si
se refiere a los sindicatos. Pero veamos detenidamente cada unos de estos elementos:

3.1-Libertad sindical individual

El aspecto individual de la libertad sindical está constituido por todos aquellos


derechos de los trabajadores a constituir y afiliarse a las organizaciones que estimen
conveniente, sin autorización previa y en total libertad, así como a desarrollar
actividad sindical o, a no incorporarse o retirarse libremente de tales organizaciones,
sin que todo ello pueda ser fuente de ningún perjuicio.

En este plano, la libertad sindical está compuesta por tres aspectos. En primer lugar,
un aspecto positivo, que comprende:

 La libertad individual de constituir (libertad de constitución) junto a otros


trabajadores, las organizaciones sindicales que se deseen; y
 El derecho, también individual, de afiliarse a aquellas organizaciones ya
constituidas (libertad de afiliación).

En segundo lugar, un aspecto negativo, en el sentido de que el trabajador puede no


afiliarse a ninguna organización o bien dejar voluntariamente de pertenecer a aquella a la
cual se encuentra afiliado; y en tercer lugar, el derecho al ejercicio de la libertad sindical.

3.1.1-Libertad sindical individual positiva

Comprende los siguientes derechos


1. Derecho de constitución

Como se señaló anteriormente, el derecho de constitución constituye el


primer contenido del aspecto positivo de esta libertad, y está compuesto por
un conjunto de garantías específicas, destinadas a obtener el ejercicio de la
facultad individual de agruparse con quienes se coincida en ese propósito, a
fin de constituir una organización sindical; es decir, consiste en que los
trabajadores sin ninguna distinción y, sin autorización previa, “tienen
derecho constituir las organizaciones que estimen por conveniente”.

Es importante destacar que este derecho no tiene como único objetivo, la


constitución únicamente de sindicatos, federaciones y confederaciones, sino
que engloba a otras formas de organización de los trabajadores (coaliciones,
comités, secciones sindicales, etc.) dirigidas a promover sus intereses, pues
así lo establece el artículo 10 del Convenio 87 de la OIT.

Ahora bien, es importante reconocer, además, que si bien existe el derecho


de constituir organizaciones sindicales en cualquier ámbito, es necesario
reflexionar sobre la pertinencia de fomentar la creación de múltiples
organizaciones sindicales al interior de un centro de trabajo, región o sector.

Por ejemplo, en la empresa minera Southern Perú existían aproximadamente


8 sindicatos que agrupaban a casi 2 mil trabajadores. Si bien esta situación
estaba amparada jurídicamente, surgía la pregunta sobre si cada uno de
ellos, tenía la fuerza suficiente para garantizar la defensa de sus afiliados. La
respuesta no se hizo esperar y actualmente, en Ilo por ejemplo, varios de los
sindicatos se han plegado en uno solo, el Sindicato Unificado de Trabajadores
de SPCC Ilo.

a. Derecho de afiliación
El segundo contenido del aspecto positivo del plano individual de la
libertad sindical, lo constituye la libertad que tiene todo trabajador de
afiliarse, si así lo desea a aquellas organizaciones sindicales ya existentes; es
decir, en la facultad de los trabajadores, sin ninguna distinción, de “afiliarse
a la organización que estimen conveniente, con la sola condición de observar
los estatutos de estas”.
En este contexto, se puede afirmar que los sujetos de este derecho son
todos los trabajadores, sin ninguna distinción o discriminación.
Ahora bien, estos derechos se encuentran plasmados normativamente
en los Convenios 98 y 151 de la OIT y se han desarrollado en América Latina
como parte del derecho al “fuero sindical”, que como bien sabemos es
regulado de manera específica por cada país; implicando en cada una de
estas normativas, la prohibición a los empleadores de discriminar a los
trabajadores al momento de la contratación o tomar represalias contra ellos
a causa de su afiliación a un sindicato.

3.1.1.-Libertad sindical individual negativa

También en el plano individual encontramos la libertad sindical individual


negativa que “consiste en el derecho de los trabajadores a no incorporarse a una
organización sindical o a no permanecer en aquélla de la que formen parte,
bastando para ello su voluntad en cualquiera de los dos sentidos y sin que su
decisión les pueda acarrear represalia alguna”.

En este contexto, la libertad sindical individual negativa se entiende como el


derecho de los trabajadores de no afiliarse a una organización sindical o desafiliarse
de ella.

La manifestación concreta de este derecho se encuentra especificado en el


marco jurídico internacional y nacional, que garantiza la protección de los
trabajadores en dos ámbitos: la no incorporación de un trabajador a un sindicato,
y la no-permanencia de éste, si ya se encuentra afiliado, bastando para ello la
voluntad del trabajador en cualquiera de los dos sentidos y sin que su decisión
pueda acarrear ninguna represalia. Por lo tanto, cualquier mecanismo destinado a
limitar este derecho carece de validez.

a) El derecho al ejercicio de la actividad sindical

La libertad sindical en su aspecto individual no sólo se expresa en las


facultades de constituir, afiliarse, no afiliarse o desafiliarse a una organización
sindical, sino que también contempla el derecho que tienen los trabajadores para
desarrollar actividades sindicales.
En ese sentido, Giuni sostiene que “la organización sindical no tiene como
finalidad la organización, pero sí y, sobre todo, la actividad sindical: actividad que
puede ser desarrollada por un único trabajador, por la colectividad de los
trabajadores, por sus representantes. Es evidente que en la noción de actividad se
incluye la de organización, pero puede suceder que hubiese actividad sin
organización, como en el caso en que el sindicato aún no esté constituido, y tiene
lugar por parte de los trabajadores, considerados individualmente, una actividad
proselitista dirigida justamente a la constitución de la organización”.
Esto no lleva a entender que la actividad sindical (acción gremial o colectiva)
es una finalidad fundamental de la libertad sindical, al margen de que exista o no
una organización sindical estructurada.
Ahora bien, urge una mirada atenta a nuestra realidad laboral, más aún
cuando sabemos que existen múltiples casos en los que la actividad sindical ha sido
reprimida y vulnerada por los empleadores y los gobiernos; muy a pesar de las
normas que se encuentran en los convenios 7, 98, 135 y 151, como en la
recomendación 143, de la OIT, referidas a la protección del trabajador contra
cualquier acto de discriminación en razón de su actividad sindical, y las facilidades
que se deben otorgar para su desarrollo.

3.2-Libertad Sindical Colectiva


Así como a los trabajadores individualmente les corresponde una serie de
derechos, a las organizaciones sindicales también les corresponde una serie de derechos
que contemplan el derecho a la autonomía sindical; es decir, el derecho a la
independencia de la organización, de tal forma que los sindicatos puedan autoorganizarse
y actuar libremente en defensa de los intereses de los trabajadores, intereses que según
la OIT abarcarían tres grandes derechos compuestos en la libertad sindical: la negociación
colectiva, la huelga, y otras actividades que involucran además de la organización sindical,
toda acción cuya función sea defender los intereses de los trabajadores.

Ahora bien, la libertad sindical colectiva, como derecho, se encuentra enmarcada


en los artículos 3 y 5 del Convenio 87 de la OIT, los mismos que disponen:

Art. 3:

“Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de


redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir libremente sus
representantes, el de organizar su administración y sus actividades y el de formular
su programa de acción”.
Art. 5:

“Las autoridades deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este
derecho o a entorpecer su ejercicio legal y que estas organizaciones «tienen el
derecho de constituir federaciones y confederaciones, así como el de afiliarse a las
mismas, y toda organización, federación o confederación, tiene el derecho de
afiliarse a organizaciones internacionales de trabajadores y empleadores”.

Como podemos ver, la libertad sindical colectiva es el elemento más relevante de la


libertad sindical en general. Al menos así lo deja entrever Alfredo Villavicencio cuando
afirma que la libertad sindical colectiva o autonomía colectiva “es el elemento primordial
de la libertad sindical y el complemento indisoluble de la libertad sindical individual, puesto
que de nada servirá garantizar el derecho de los trabajadores a constituir, afiliarse, no
afiliarse o desafiliarse a una organización sindical, si es que ésta no va a gozar de la
autonomía suficiente para regular su conformación interna, su funcionamiento y su
actuación. Por esta razón, la libertad sindical colectiva conlleva la prohibición al Estado y
a los empleadores de controlar o intervenir en la vida de las organizaciones sindicales”.

Según lo expresado, es en la autonomía orgánica y de acción de las organizaciones


sindicales, donde radican los pilares de la libertad sindical colectiva, trayendo consigo tres
derechos: la libertad sindical ante el Estado, la libertad sindical ante los empleadores y las
organizaciones patronales, y la libertad sindical en relación con las demás organizaciones
de trabajadores.

3.3-Libertad sindical ante el Estado

La libertad sindical ante el Estado está constituida por los derechos de


autonomía sindical, personalidad jurídica, pluralidad sindical y ejercicio de las
funciones sindicales, que cada organización sindical tiene a fin de cuidar cualquier
tipo de control o intervención por parte del Estado.

a. Derecho a la autonomía sindical: Se expresa sindicalmente en:

- La facultad constitutiva y federativa nacional e internacional, que está referida


al derecho que tienen los sindicatos, las federaciones y confederaciones a
constituir sus organizaciones sindicales libremente y sin autorización previa por
parte del Estado.
- La autonomía interna, que está referido fundamentalmente a la independencia
que tienen las organizaciones sindicales para dar sus propias normas,
determinar su forma y estructura, elegir libremente a sus dirigentes, organizar
sus actividades, su administración y su programa de acción. En el plano
normativo esta autonomía se manifiesta en el derecho de redactar sus estatutos
y reglamentos administrativos, sin ninguna intervención estatal.
- La autonomía de disolución, que consiste en que las organizaciones de
trabajadores no están sujetas a disolución o suspensión por vía administrativa,
por lo que la norma garantiza al máximo la vida de las organizaciones sindicales,
impidiendo que cualquier gobierno trate de terminar con las organizaciones que
le “incomodan” por medio de alguna ley, decreto, resolución, o acto
administrativo.

Hay que dejar en claro que la autonomía sindical si bien contempla el derecho de
los sindicatos a constituir federaciones y confederaciones nacionales e
internacionales, así como de decidir la disolución, fusión o cambio de las mismas;
no implica necesariamente la no-existencia de intervencionismo por parte del el
Estado.

b. Derecho a la personalidad jurídica:


Al respecto, el Convenio 87 de la OIT, en su artículo 7 dice que “la
adquisición de la personería jurídica por las organizaciones de trabajadores y
de empleadores, sus federaciones y confederaciones, no pueden estar sujetas
a condiciones cuya naturaleza limite la aplicación de las disposiciones de los
artículos 2, 3 y 4 de este convenio”.
Esto nos lleva a entender que el reconocimiento de la autonomía total
de los trabajadores para crear sus organizaciones trae consigo la obligación
estatal de reconocerles personería jurídica, si cumplen con los requisitos
formulados en el convenio en cuestión.

c. Derecho a la pluralidad sindical


Este derecho, en su nivel colectivo, tiene las mismas implicancias y
contenido que el derecho del trabajador a constituir y afiliarse “a las
organizaciones que estimen convenientes”, así como se señalara
anteriormente cuando hablábamos de la libertad sindical individual positiva.
d. Derecho al ejercicio de las funciones sindicales:
Así como en la libertad sindical individual positiva, el derecho de cada
trabajador a desarrollar la actividad sindical es esencial a ella, en la libertad
sindical colectiva, este derecho tiene la misma importancia, con la diferencia
de que se impone el hecho de que el sujeto sea la organización sindical.
En este sentido, se puede afirmar que si o hay una real garantía para el
desarrollo de la actividad sindical (negociación colectiva, huelga, defensa de
afiliados, prestaciones, etc.), no existe libertad sindical.

3.3.1-Libertad sindical ante los empleadores y las organizaciones de trabajadores

Las organizaciones sindicales tienen su razón de ser en la defensa de los derechos


de los trabajadores ante los empleadores. Por lo tanto, la relación que los sindicatos
establecen con los empleadores tiene un alto carácter conflictivo donde la parte
más vulnerable es claramente la organización sindical y los trabajadores.

En este sentido, la libertad sindical busca proteger la acción sindical a través de dos
mecanismos: el fuero sindical y la prohibición de prácticas desleales.

Al fuero sindical, lo encontramos regulado en el artículo 1º del Convenio 98 de la


OIT, en el que se señala:
Artículo 1
1. Los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo
acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación
con su empleo.
2. Dicha protección deberá ejercerse especialmente contra todo acto que
tenga por objeto: a) sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que
no se afilie a un sindicato o a la de dejar de ser miembro de un sindicato; b)
despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma a causa de su
afiliación sindical o de su participación en actividades sindicales fuera de las
horas de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas
de trabajo.
Como podemos ver, en este artículo se entiende por fuero sindical al conjunto de
medidas que protegen al dirigente sindical y al militante sindical, en la práctica se
encuentra restringido a la clase dirigencia contra cualquier perjuicio que pueda
sufrir por el ejercicio de su actividad sindical.
Ahora bien, a pesar de ser aplicado en forma restringida, el fuero sindical constituye
un mecanismo muy importante de protección a la actividad sindical. Muchos
dirigentes despedidos por su actividad han podido recobrar sus derechos gracias a
la aplicación de la protección del fuero sindical.
Otro aspecto de vital importancia en este ámbito es la prohibición de las prácticas
desleales de los empleadores en relación con las organizaciones sindicales o a los
trabajadores en general, prohibición que también ha sido estipulada en el artículo
1º del Convenio 98 de la OIT antes señalado.

Al respecto, es necesario aclarar que si bien ésta, no es una práctica frecuente en


nuestro país, se han dado casos de práctica desleal, que nos llevan a tomar
conciencia de que la consagración de esta normativa no garantiza de manera
efectiva la protección contra los actos de discriminación antisindical, esto tomando
como referencia la libertad de contratación existente.

3.2.3 Libertad sindical en relación con las demás organizaciones

Como mencionáramos anteriormente, si bien la práctica desleal de algunos


sindicatos frente a otras organizaciones sindicales no es frecuente, ésta no implica
el hecho de que no se hayan dado.

De ser así, se sabe que son los mismos sindicatos los que de manera autónoma
deben buscar los mecanismos pertinentes para la superación de estos conflictos,
pues en nuestro país, a diferencia de otros desarrollados, aún no existen instancias
encargadas de encontrar las mejores formas de superar los problemas que genera
la práctica desleal entre los sindicatos, las mismas que incluyen en la libertad
sindical colectiva, la prohibición de prácticas desleales entre organizaciones,
aunque su reglamentación y tratamiento debe respetar el principio de autonomía
sindical.

4- Mecanismos de protección a la libertad sindical

En el transcurso de esta monografía, hemos abordado el conjunto de derechos


inherentes a la libertad sindical. De ello, hemos entendido que el ejercicio de la libertad
sindical está limitado tanto por las legislaciones nacionales que no favorecen la
actividad sindical, como por la proliferación de prácticas antisindicales desde el Estado
y los empleadores.
Ante esta realidad, se hace necesario que las organizaciones sindicales tomen
conciencia de que existen mecanismos válidos para lograr un ejercicio efectivo de este
derecho. Y que si bien es cierto, éstos, no garantizan la completa superación de las
violaciones que sufre el derecho a la libertad sindical, si constituyen un soporte muy
importante para presionar a los gobiernos y así apoyar la lucha que desarrollan los
sindicatos en la defensa de los derechos laborales.
En ese sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es la máxima instancia
internacional que promueve la adopción de los Convenios Internacionales y
Recomendaciones que amparan los principales derechos laborales; los mismos que al
ser ratificados por cada país miembro, marcan el compromiso de desarrollar políticas
nacionales que los promuevan, así como implementar los procedimientos legales
necesarios para garantizar su ejercicio pleno.
En el caso de la libertad sindical, el principal Convenio que la ampara es el Convenio
98 de la OIT, denominado “Sobre el derecho de sindicalización y negociación
colectiva”; mismo que data de 1949 y tiene al Perú entre los países andinos que lo
ratificaron.
Por último, es necesario mencionar que la OIT señala que “la existencia en la
legislación de normas de fondo que prohíban los actos de discriminación antisindical
no es suficiente si las normas no van acompañadas de procedimientos eficaces para
que se cumplan en la práctica”. Estos procedimientos cautelares pueden ser: de
prevención, de reparación, y de sanciones penales.

5- Marco constitucional de la libertad sindical

Para abordar el tema relacionado al marco constitucional de la libertad sindical es


necesario preguntarnos, en primer lugar, si nuestro país y los estados andinos reconocen
la libertad sindical como un derecho fundamental.

En ese sentido encontramos que casi todas las constituciones de los países de la región
andina, excepto Ecuador, reconoce la libertad sindical como derecho.

En el Perú, por ejemplo, se reconoce la libertad sindical como un derecho fundamental,


y la misma, está enmarcada de manera sumamente escueta en la Constitución Política
de 1993, en los siguientes artículos:
Art. 28: El Estado reconoce los derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga.
Cautela su ejercicio democrático:
1. Garantiza la libertad sindical.
Art. 42: Se reconocen los derechos de sindicación y huelga de los servidores públicos. No
están comprendidos los funcionarios del Estado con poder de decisión y los que
desempeñan cargos de confianza o de dirección, así como los miembros de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional.
Art. 153: Los jueces y fiscales están prohibidos de participar en política, de sindicarse y de
declararse en huelga.

Muy aparte del tema constitucional, debemos mencionar que el derecho a la libertad
sindical en nuestro país también es reconocido en el Texto Único Ordenado de la Ley de
Relaciones Colectivas D.S. N.º 010-2003-TR, publicado el 5 de mayo del 2003, y el
Reglamento de esta Ley, D.S. N.º 011-92-TR, publicado el 14 de octubre de 1992.

En lo que se refiere a las constituciones de Colombia y Venezuela, la libertad sindical


también es reconocida como un derecho, aunque el contenido es variado, pero siempre
estableciendo contenidos específicos de la libertad sindical.

En el caso de la constitución ecuatoriana, aun cuando no se reconoce la libertad sindical


como derecho fundamental, no se puede afirmar que ésta no tenga carácter de derecho
constitucional, pues en el Art. 19 de su Carta Magna señalan como derechos a todos
aquellos que hayan sido reconocidos en instrumentos internacionales como los
Convenios suscritos por la OIT, y los cuales han sido ratificados por Ecuador.

Como paradoja, debemos mencionar que Ecuador reconoce como derechos


fundamentales a la negociación colectiva y la huelga, que, a buen entendedor,
presuponen el ejercicio de la libertad sindical.

Ahora bien, los contenidos especificados en cada una de las constituciones de los países
andinos incluido nuestro país, se complementan con lo regulado en los Convenios 87 y
98 de la OIT, los cuales fueron ratificados por Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

Sin duda, esto tiene una mayor importancia, pues supone que los contenidos
establecidos en torno a la libertad sindical están ampliamente garantizados, protegidos
y regulados por todos los instrumentos que establece cada legislación.

Por último, hay que resaltar que las Constituciones de Perú y Colombia establecen
ciertas exclusiones al derecho de la libertad sindical. Así, por ejemplo, en el Perú están
excluidos los funcionarios de Estado, los miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales,
y los Magistrados del Poder Judicial; mientras que en Colombia, son los miembros de la
Fuerza Públicos, los que están excluidos de este derecho.

6- Normas y convenios que amparan la libertad sindical

Como mencionáramos al inicio de esta monografía, el derecho a la libertad sindical ha


sido consagrado como derecho fundamental por varios organismos internacionales
como la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados
Americanos (OEA) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Esta última ha establecido una serie de Convenios internacionales (87, 98, 135 y 151),
de los cuales, los dos primeros, constituyen los pilares de la regulación de la libertad
sindical como derecho laboral fundamental.

Convenio 87 Convenio 98

Libertad Sindical y protección del Derecho de Sindicación y Negociación


derecho de sindicación Colectiva

 Constituir las organizaciones que  Gozar de adecuada protección


estimen convenientes, sin ninguna contra todo acto de discriminación
distinción y autorización previa, tendiente a menoscabar la libertad
(artículo 2). sindical en relación con su empleo
 Afiliarse, sin ninguna distinción y sin (artículo 1).
autorización previa, a las
organizaciones sindicales, con la sola
Los Trabajadores

condición de observar los estatutos


de estas. (artículo 2).
 Redactar sus estatutos y  Gozar de adecuada protección
reglamentos administrativos, el de contra todo acto de injerencia de un
elegir libremente sus empleador o de organizaciones de
representantes, el de organizar su empleadores (artículo 2).
administración y sus actividades y el
de formular su programa de acción,
debiendo las autoridades públicas
abstenerse de toda intervención que
tienda a limitar este derecho o a
entorpecer su ejercicio legal (artículo
3).
 No estar sujetas a disolución o
suspensión por vía administrativa
(artículo 4).
 Constituir federaciones y
confederaciones, así como el de
afiliarse a las mismas, y toda
organización, federación o
confederación tiene el de derecho de
afiliarse a organizaciones
internacionales de trabajadores y de
empleadores (artículo 5).
 Adquirir la personalidad jurídica sin
Las Organizaciones

condiciones cuya naturaleza limite es


la aplicación de las disposiciones de
los artículos 2, 3 y 4 del Convenio
(artículo 7).
CONCLUSIONES

 El derecho de sindicalización es una manifestación efectiva de la libertad


sindical, es como tal un derecho fundamental, y que además constituye una de
las más grandes luchas de los trabajadores por conseguirla; ya que en épocas
anteriores de la historia en donde el derecho de formar un sindicato o
pertenecer a él se encontraba limitado por el menoscabo de sus derechos,
impuesto por intereses, los cuales determinaba que cualquiera que intentara
ejercer tal derecho era considerado un elemento antisocial y marginado,
además era tratado como un criminal. Por esos motivos es tan importante el
reconocimiento de este derecho humano para todos los trabajadores.

 A través de la historia hemos podido ver la trascendental importancia que


tiene la conformación de sin en la sociedad
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

CAMPS, RAMIREZ Y SALAS FRANCO. Fundamentos del Derecho Sindical. Madrid. 1977.
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