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En cuanto a diferencias el trastorno bipolar afecta al estado de ánimo, mientras que el TDAH
se dirige a la conducta y el lenguaje.
En el trastorno bipolar se dan determinados síntomas por episodios, mientras que el TDAH
provoca cambios de comportamiento que son constantes. (Scott, 2016)
El TDAH es una afección neurobiológica mayormente hereditaria que modifica la química del
con alta prevalencia durante la infancia que se estima afecta entre 3-7% de los niños en edad
escolar en todo el mundo, y puede provocar conflictos interpersonales, familiares, problemas
académicos y laborales. Existen 3 tipos:
Agresividad.
Impulsividad.
Distracción.
Conducta desafiante.
Hiperactividad.
Dificultad para mantener la atención y seguir ordenes, estos problemas se repiten en
dos o más áreas.
Problemas para mantenerse en un solo lugar, esto debe repetirse en diferentes
escenarios.
Dificultades motrices.
Actualmente hay hipótesis que apunta que el TDAH podría tratarse de una disminución de la
actividad dopaminérgica cortical que produciría los déficits cognitivos y una sobreactividad
dopaminérgica subcortical (locus Coeruleus) que produciría el exceso de estimulación. Cabe
mencionar que también existe la hipótesis noradrenèrgica que se basa en el descubrimiento
de un incremento de metabolitos de la noradrenalina en la orina relacionado con un
incremento de la actividad subcortical noradrenèrgica (Locus Coeruleus) como causante de
la hiperactividad.
Dificultades en la concentración.
Dificultades para focalizar la atención.
Problemas relacionados a la motricidad.
Dificultades para seguir órdenes.
Dificultades para permanecer en un solo lugar por largo tiempo.
Bajo rendimiento académico y de disciplina, debido a los problemas para poder
completar adecuadamente una tarea.
Problemas conductuales.
Puede presentarse rasgos desafiantes.
Es un trastorno que tiene una evolución progresiva, los síntomas comienzan a ser visible a
partir de los 3 años, el cual conlleva una serie de complicaciones en los distintos ámbitos en
los que se desenvuelve el niño, este trastorno continua hasta la edad adulta, no obstante, si
se recibe oportunamente psicoterapia sumada a la administración de fármacos para controlar
los niveles de los neurotransmisores y la sintomatología, esto lograra que se dé un mejor nivel
de adaptación y que se reduzca los síntomas presentes, cabe mencionar que se ha
demostrado que pueden persistir los problemas hasta la adultez, aunque la hiperactividad
suele atenuarse, pero síntomas relacionados a la falta de atención pueden continuar pero con
menos intensidad.
Puede generan tensión en el ambiente familiar, en los padres puede provocar agotamiento
físico y mental, además de frustración ya pueden concepcionar la idea de que sus métodos
no son suficientes para controlar a su hijo o hija, además pueden darse problemas en la
relación que mantienen los padres entre ellos, y puede darse problemas relacionales con los
otros hermanos o miembros de la familia, pudiendo provocar que el niño se aislé de la propia
familia o genere mayores problemas conductuales que se extiende a otros ambientes.
11 ¿Cómo se diagnostica?
El trastorno debe diagnosticarse con precaución y tomando en cuenta todas las variables
que están implicadas con el trastorno, se deben evaluar las áreas en las que se
desenvuelve el sujeto, el aspecto familiar, académico, laboral y cualquier otro en el que
juegue algún rol la persona; junto al análisis de comportamientos en todas las áreas en las
que la persona se desenvuelve, se debe realizar un análisis de cumplimiento de los criterios
clínicos de manuales de trastornos mentales aceptados como el DSM o el CIE, que
representan los criterios generales y aceptados en la comunidad de salud mental para
identificar al trastorno.
Falta de atención: Seis o más síntomas de falta de atención para niños de hasta 16 años de
edad, o cinco o más para adolescentes de 17 años de edad o más y adultos. Los síntomas
de falta de atención han estado presentes durante al menos 6 meses y son inapropiados
para el nivel de desarrollo de la persona:
A menudo no logra prestar adecuada atención a los detalles o comete errores por
descuido en las actividades escolares, en el trabajo o en otras actividades.
A menudo tiene problemas para mantener la atención en tareas o actividades
recreativas.
A menudo pareciera que no escucha cuando se le habla directamente.
A menudo no cumple las instrucciones y no logra completar las actividades
escolares, las tareas del hogar o las responsabilidades del lugar de trabajo (p. ej.,
pierde la concentración, se desvía).
A menudo tiene problemas para organizar tareas y actividades.
A menudo evita, le disgustan o se niega a hacer tareas que requieren realizar un
esfuerzo mental durante un periodo prolongado (como las actividades o las tareas
escolares).
A menudo pierde cosas necesarias para las tareas y actividades (p. ej., materiales
escolares, lápices, libros, herramientas, billeteras, llaves, papeles, anteojos,
teléfonos celulares).
A menudo se distrae con facilidad.
A menudo se olvida de las cosas durante las actividades diarias.
Según los tipos de síntomas, pueden verse tres tipos (presentaciones) de TDAH:
El uso de fármacos por tiempo prolongado puede ser un factor desencadenante para que se
produzca un abuso y posterior dependencia a alguno de los psicoestimulantes, además de
producirse esta dependencia, los fármacos suelen tener efectos secundarios que impiden el
desenvolvimiento normal del niño en algunas áreas como el social o el productivo
académico, incluso el quedarse anclados a usar un fármaco por mucho tiempo puede
provocar una tolerancia en el paciente por lo que necesite de otros fármacos adicionales; se
debe tomar en cuenta que el uso de psicoestimulantes y su desarrollo está en etapas
iniciales por lo que no se ha desarrollado una droga totalmente efectiva, por lo tanto, la
dependencia está en parte apoyada o mantenida por los psiquiatras quienes no disponen
de otros medios para ayudar a sus pacientes por lo tanto predeterminan su posterior
posible dependencia del paciente a los psicofármacos.
13¿Cree usted que los niños deben ser medicados cuando presentan TDAH?
Solo se debería medicar a los niños cuando presenten casos mu agudos de falta de
atención o de hiperactividad, casos en los que cualquier otra estrategia resulte inútil, existen
alternativas de tratamiento para este tipo de pacientes como terapias de modificación del
comportamiento en el que no se requiere del uso de fármacos y cada uno de los síntomas
son tratables por terapia psicológica y con el apoyo y generación de redes de apoyo que
ayuden a mantener conductas deseables en el entorno directo del paciente.
Los fármacos también pueden repercutir negativamente sobre el ánimo de los pacientes por
lo que se necesita tener un control exhaustivo del paciente con el fin de modificar dosis en
caso de ser necesario y no repercutir negativamente sobre el aspecto social del paciente. El
apoyo al paciente con tratamiento psicológico especializado es vital para controlar los
síntomas que presente y evitar medicaciones que podrían resultar innecesarias.
En todo caso un tratamiento combinado podría mostrar los mejores resultados para el
paciente.
15¿Cómo son los efectos de los estimulantes en los niños del video?
Al comienzo muestran una mejoría de los síntomas que presentan al comienzo como por
ejemplo se observa que la atención mejora en varios casos y los niños se pueden
concentrar en sus tareas, afirman que su pensamiento también se vuelve más organizado,
dejan de pensar en varias cosas al mismo tiempo y obtienen un foco de atención en el cual
se concentran, sin embargo también surgen con el tiempo otro tipo de efectos secundarios
que no son deseables y repercuten negativamente sobre la vida de los pacientes como la
generación de un nuevo síntoma como el aislamiento social, se genera una pérdida de
interés para relacionarse con los pares, se produce un alejamiento de las relaciones
familiares, antes no existía tal síntoma, además existen otros síntomas secundarios como el
aplanamiento, embotamiento afectivo, de repente se pierde la expresividad emocional y
quedan encerrados en sí mismos sin poder expresarse de alguna forma emocional como lo
hacían antes.
Los medicamentos ayudan a controlar los síntomas de este trastorno, sin ellos, los síntomas
estarían tendientes a exacerbarse e intensificarse por lo que el control con medicamentos
suele ser indispensable en algunos casos cuyos pacientes no han respondidos al
tratamiento psicológico o a algún otro tipo de tratamiento, incluso en el caso de que un
paciente con este trastorno no reciba ayuda en absoluto, es decir, no reciba tratamiento
farmacológico o psicológico, puede traer consecuencias nefastas para el desarrollo y
desenvolvimiento normal del niño en la sociedad, puede que su falta de atención lo sigan
encaminando en una vida de fracasos académicos que repercutan en un fracaso social
posterior ya que nunca logró conseguir las competencias académicas necesarias para
desenvolverse en sociedad, o en otro caso de hiperactividad, el paciente puede caer en
constantes distracciones y jamás lograría concentrarse en una actividad específica lo que
dificulta la ejecución de tareas específicas que muy frecuentemente demandan los empleos,
es así que el futuro de estas personas está en juego al no tener un tratamiento que les
permita concentrarse en sus responsabilidades y actividades que deben ejecutar. Es
necesario un apoyo que los permita realizar sus actividades diarias.
Es prudente ejercer a la vez una terapia conductual junto con el uso de medicamentos, con
el fin de consolidar y unir los beneficios de ambos tratamientos para que exista mayores
beneficios a favor del paciente.
El hecho que no haya una cura real o absoluta para el trastorno, la mayoría de las veces las
personas seguirán un tratamiento por mucho tiempo de su vida, con el fin de mejorar y los
síntomas de su trastorno, ya que es evidente que se necesita un apoyo externo para el
control de este trastorno al deberse a causas neurológicas. Los tratamientos todavía están
en vías de desarrollo y de investigación, nos encontramos ante una realidad difícil de
comprender en su totalidad , por lo que demanda gran responsabilidad al manejo de los
casos, se debe tomar en cuenta los posibles efectos adversos de los medicamentos y se
debe informar de los mismos al paciente y a los familiares del mismo, se debe lograr
generar en el paciente una concientización de su trastorno con el fin de procurar una
adherencia del paciente al tratamiento que a la final está dirigido para el restablecimiento de
su bienestar y el mejoramiento de su calidad de vida.
Bibliografía consultada