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venideros”.
TEXTO: Rut 1:1-7
Fecha: Sabado31de diciembre de 2011
Lectura Bíblica:
1“Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de
Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. 2 El nombre de
aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y
Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí. 3 Y
murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos, 4 los cuales tomaron para sí
mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos
diez años.5 Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de
sus dos hijos y de su marido. 6 Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de
Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan. 7
Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para
volverse a la tierra de Judá”.(VRV 1960)
Bien podríamos unir los significados de estos dos nombres y hacer la composición siguiente: “Mi Dios es mi rey y mi placer”.
INTRODUCCION:
1. La historia de Nohemí (Rut) transcurre en algún momento durante el período de los Jueces.
Aquellos eran días oscuros para Israel, cuando “cada uno hacía lo que bien le parecía”.
(Jueces 17:6; 21:25)
a- Noemí y su casa es un ejemplo hermoso de lealtad, amistad y entrega a Dios. y ala una
parala otra.
1
A- La Biblia declara: “Que hubo hambre en la tierra…”. (v. 1)
“Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra”.
1. Una vez más nos encontramos con crisis en la tierra, en la cual habitaban los hijos de
Dios; en este caso, la escasez de alimentos (Incluida la mismisima “casa del pan”.)
a- Ya se nos ha narrado de lo mismo en los días de Abraham, Isaac y Jacob, los hombres
emblemáticos del pueblo de Israel.
c- Aparte de conocer esta verdad, tenemos que concluir, que también demostraron una
falta de fe, ya que en el lugar donde estuvieran, la presencia del Señor les resolvería
todo.
d- Reconozco que es fácil decirlo, pero también nosotros hacemos lo mismo. En vez de
buscar la respuesta y dirección divina, buscamos nuestras propias soluciones, y
aunque el Señor no las condene, lo que sí sucede es lo siguiente:
1. Esta crisis tuvo lugar durante la época de los jueces, y revela la patética apostasía
moral y espiritual en la que habían caído, delante del Señor.
a- En épocas como esas los que subsistían y eran protegidos, era el remanente fiel.
b- Los que permanecían en obediencia podían estar seguros que la presencia del Señor
les perseguiría, y su socorro vendría de cualquier cabo de los cielos.
c- El salmista David dijo: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días
de mi vida…”.(Salmo 23:6)
d- El salmista escribió: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi
socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”. (121:1-2)
2
El lugar no es el que determina nuestra estabilidad, sino una genuina relación con
el Señor. Jesús dijo: “Si ustedes siguen unidos a mí y obedecen todo lo que les he
enseñado, mi Padre les dará todo lo que pidan”.(San Juan 15:7)
2. Algunos ven esta acción, la de Elimelec, como: “La decisión de retirarse de la voluntad de
Dios”.
a- Cuando las crisis le inunden, con tal de resolver sus problemas, no considere las
salidas que le ofrecen o que le presenten; y además, algunas veces expone sus
principios, al punto de abandonarlos.
b- En el caso de Elimelec, llevó a su familia a un lugar que se había declarado en
enemistad con el Señor, Edom. Los habitantes de esa región eran sus enemigos, y por
si fuera poco, no tomaban en cuenta al Señor de los cielos.
A- No abandone la Casa del Pan: “Aunque el desierto por el que está pasando se
prolongue o se agudice”.
1.
Reafirme su
confianza en
Dios.
a- Cuando Juan el Bautista fue encarcelado, dudó si Cristo era realmente el Mesías tan
esperado y envió a sus discípulos a cuestionar a Jesús sobre el tema.
Esta es una reacción común en tiempos de tormenta, pero es una que debemos
evitar.
Resista la tentación de cuestionar lo que en otro tiempo tenía por seguro.
Los hechos no han cambiado, lo que ha cambiado es su óptica.
3
No ceda frente a la sensación de abandono, porque esa sensación no es más que
eso: una sensación.
En esos momentos es importante afirmar, por fe, nuestra confianza en la soberanía
de Dios.
Esta actitud traerá a nuestras vidas una cuota de tranquilidad en medio de la
tormenta y una declaración sobre la cual afirmarse.
2.
Busque la
guía del
Señor.
Debemos cuidarnos de no consultar por doquier con cuanta persona se nos cruce,
lo que muchas veces produce mayor confusión.
De lo que no debe dudar es el confiarle a Dios cualquier situación.
2.
Su lema ha de
ser: “Señor, si
tú lo dices, yo lo
creo”.
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Y a igual que el Centurión diga: “Solo dí la Palabra y … mi siervo será sanado”.
a- La declaración de San Pablo viene al caso: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os haga
falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.(Filipenses 4:19)
Apreciados amigos y hermanos, en este cierre del año 2011, les animo “A no abandonar la
Casa del Pan”, que para nosotros es el Cristo nacido en Jesús en la mismisima ciudad de Belén
= La casa del pan.
5
Que el Señor les bendiga.
Feliz Año Nuevo = 2012
Hno. Orlando