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Catarsis aplicada: Locura y violencia como medio y no como fin

Universidad Nacional de Colombia.


Facultad de Ciencias Humanas.
Departamento de Lingüística.
Teorías de la Comunicación.
D’ray Nicolas Carvajal Silvestre.
Cristian Camilo Sarmiento Malagón.
Bogotá D.C.
3 de abril de 2018.

“Why so serious?” (Nolan, 2008).

Mediante el presente ensayo se pretende analizar el cómic The Killing Joke o La Broma

Asesina por su traducción a la lengua española, escrito por Alan Moore y dibujado Briand

Bolland, publicado originalmente en marzo de 1988 y distribuido por la editorial estadounidense

DC Comics. Como base serán tomados conceptos planteados por Max Horkheimer y Theodor

Adorno en su ensayo “La industria cultural. Iluminismo como mistificación de masas” del libro

Dialéctica del iluminismo (1987), Umberto Eco en los capítulos “Cultura de masas y «niveles»

de cultura” y “El mito de superman” extraídos de su libro Apocalípticos e integrados (1964), y

Scott Mccloud en Cómo entender el cómic (1993). Los criterios de los autores ya mencionados

aportarán a la interpretación en aspectos de forma y contenido, para su posterior comprensión

como producto de la cultura de masas.

Este cómic conduce al lector a un posible1 origen del Joker, mientras entrelíneas enfatiza

en los personajes principales como dos caras de una misma moneda, Batman representa la

bondad, el orden incorruptible y la defensa, por el otro lado está el Joker por completo ajeno a las

normas, perspicaz y fiel a la locura como su salida de emergencia, en palabras de él mismo “esto

es lo que ocurre cuando un objeto imparable lucha contra una fuerza inamovible” (Nolan, 2008).

El Joker se muestra resistente al sustentar su tesis “todo lo que toma es un mal día para reducir al

1 “¡Si voy a tener un pasado prefiero que sea de múltiples opciones!” (Moore y Bolland, 1988, p.43).
hombre vivo más cuerdo a la locura” y para ello realiza un ataque al jefe de policía de Gotham,

Jim Gordon y a su hija Bárbara. Batman hastiado de una lucha que parece interminable decide

dejar de lado la contienda y dialogar con su némesis coloquialmente, tal amigos, a lo que este le

responde con un chiste entendible solo a oídos de la locura, entretanto concluye el cómic en

carcajadas mutuas, un trágico y majestuoso acto que deja entrever el trasfondo de la intención del

Joker: nunca necesitó volver loco a Gordon, sino hundir a Batman, intentó demostrar que incluso

la persona más justa y atada a la ley puede hacer una metamorfosis a la locura, a sus ojos Batman

y él mismo no son entes enteramente opuestos, la inquebrantabilidad que proponen se ve

destruida en aquella última escena en que se descubren como dos seres colmados de locura

luchando por convencer e imponerse mutuamente sus pareceres.

"Verás, eran dos tipos en un lunático asilo... y una noche, decidieron que ya no les gustaba vivir más en un asilo. ¡Y
decidieron escapar! Entonces, se subieron al techo, y ahí, justo a través de ese estrecho espacio, vieron las azoteas
del pueblo extenderse en la luz de la luna… extenderse hacia la libertad. Ahora, el primer tipo, salta de un extremo
a otro sin problemas. Pero su amigo, su amigo no se atrevió a saltar. Verás... tiene miedo de caerse.
Entonces, el primer tipo tuvo una idea... él dijo «¡Oye, tengo mi linterna conmigo, iluminaré a través de los
espacios entre los edificios. Puedes caminar junto a la luz y reunirte conmigo!» Pero el segundo tipo solo mueve la
cabeza. Y dice: «¿Qué crees que estoy?, ¿loco?, ¡la apagarás cuando vaya a mitad de camino!»”2

Color: tiempo y espacio

2 La broma asesina. (Moore y Bolland, 1988, p.49).


3 Figura 1. Escena final. (Moore y Bolland, 1988, p.50).
La técnica narrativa del flashback es usada con frecuencia dentro del cómic, en este se

presentan dibujos ubicados en el plano pictórico en un punto intermedio entre lenguaje y

realidad, lo que causa que el lector identifique plenamente a los personajes como sujetos

diferentes a sí mismo y a su vez debido a la no-profundización en detalles logre identificarse

tanto con Batman como con el Joker puesto que su abstracción icónica se mantiene casi que en el

mismo nivel, llevando a la confusión del significado de dicotomías tales como bien y mal, locura

y cordura, rebeldía y deber, todos estos hechos se desarrollan dentro de Gotham, llegando a ser

esta una proyección de ambos personajes.

En cuanto a estilo de las ilustraciones se evidencia el uso de la estética del pop-art para

resaltar las situaciones de acción en un ambiente siniestro, creando una distinción entre los

recuerdos y la línea temporal actual. Para el caso del pasado usa tonos grises, negros y blancos

junto con algunos más específicos como el rosa carey en una aparente difusividad y melancolía,

mientras en el presente se exterioriza una gama de colores más amplia en tonos llamativos,

llegando a usar colores como el amarillo y rojo con el mero fin de resaltar cierta situación como

un hecho que el lector debe mantener en el presente para lograr la linealidad de la cadena de

hechos en el espacio-tiempo, manteniendo una concepción de apariencia lúgubre que aporta a

dicha continuidad. Las categorías de combinaciones palabra-imagen son diversas dentro de las

viñetas, tanto aditivas como de dibujos específicos y de montaje (ver figura 1), estas causan

frecuentemente la fractura de contenido generando que el indicador del espacio-tiempo se

disuelva debido a la manipulación de las formas de las viñetas (ver figura 2), razón por la cual

hay una modificación en la percepción que encamina a la sensación de infinitud de tiempo con la

técnica “a sangre” que sale de la margen predeterminada rompiendo así, también, con la barrera

del espacio.
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Efecto máscara: murciélago y payaso

La teatralidad de los personajes mantiene una carga simbólica importante, tanto Joker

como Batman usan traje y pintura facial o máscara para disfrazar su identidad, esto le permite al

lector sentirse Guasón u hombre murciélago, y en este punto la violencia y crueldad del Joker

resulta indispensable para que el público prefiera arraigarse a la norma que perseguir el

anarquismo.

Joker implementa un maquillaje de payaso (cara blanca, labios rojos y cabello verde), un

traje elegante púrpura y amarillo acompañado de un bastón metálico que usa también a modo de

arma, y cuya empuñadura desprendible contiene una especie de ácido, usa también una navaja y

una versión modificada de la broma Shock Hand Buzzer, este reemplaza la descarga eléctrica por

lo que al parecer es un choque anafiláctico, el convertir bromas inofensivas en mortales se

transforma en una constante de sus apariciones. Su nombre Joker hace una referencia directa al

comodín de la baraja de cartas que se representa con la imagen de un bufón, este comodín es a su

vez es carta de presentación, puesto que su identidad se compone a partir de la figura de bufón o

payaso y tergiversa la risa para sí, en un discurso y actuaciones dirigidas solo a los de su especie:

4 Figura 2. Viñeta “sin recuadro”. (Moore y Bolland, 1988, p.29).


5 Figura 3. Demostración de estilo pop-art en las viñetas. (Moore y Bolland, 1988, p.17).
todos aquellos que hayan perdido el estado de cordura. Histórica y teatralmente el bufón ha sido

percibido como un sujeto marginado que por su condición adquiere el derecho de burlarse de sí

mismo para disfrute de las personas normales, esto es practicado en su máximo esplendor por el

Joker se burla de los cuerdos y de él mismo para su disfrute y el de los suyos en una permanente

oda a la locura.

Batman, por su parte porta una máscara que solo deja al descubierto el mentón y los

labios, además lleva un traje gris con botas, brazales, capa negra y su particular emblema en el

pecho: un murciélago, quien le da nombre a su personaje, Bat-Man: hombre-murciélago. En

honor a esto recorre las calles en las noches tal justiciero sin cara, un vigilante de las sombras

que podría ser cualquiera, podría ser incluso el lector del cómic, mientras en el día es Bruce

Wayne, reconocido empresario.

Se crea la distinción entre hombre y héroe dentro de un mismo ser, que retoma la

teatralidad y la simbolización inconsciente que conlleva a la llamada mitificación, la cual se

conceptualiza a partir del reflejo de las aspiraciones y temores del lector sumergido en la

sensibilización impuesta por una sociedad de consumo o sociedad industrial, lo que eleva tanto a

Batman como a Joker de la categoría humana a un plano superior: superhéroe y supervillano,

puesto que ambos sufren transformaciones que le hacen considerar al lector la capacidad de

llegar un día a ser un superhombre debido al nivel de identificación que se logró anteriormente,

en contexto a todos los factores, con los personajes.

Discurso: ¡sonríe!

El discurso del Joker es retórico y forma parte esencial del espectáculo violento puesto

que conlleva siempre a una demostración de su tesis, esto conlleva al uso de recursos como la

metáfora en sus invitaciones a la locura, junto con el sarcasmo y la risa para confrontar de forma
lógica a sus víctimas o adversarios a fin de hacerlos dudar de su razón y creencias más

arraigadas, para posteriormente plantearles dicha locura como una vía de escape, esto se

encuentra acompañado de actos de tortura tanto físicos como psicológicos con los que justifica la

violencia y la usa como herramienta para apoyar su discurso en el cual recurre al sarcasmo (ver

figura 4) para proclamar conciencia de una realidad, enfatizando en el dolor para conducir a su

víctima a una situación desesperada, su risa en cambio mantiene la intención comunicativa de

mostrar lo ridículo y burlesco que le resulta algo (ver figura 5) mientras que la metáfora reafirma

su discurso ejemplificando e incluso introduciendo aún más a la crítica del mismo. El discurso de

Batman es en cambio ético y moralista en función de las normas, lo correcto y lo razonable,

acompañado de actos justicieros que lo vuelven un ícono de orden y benevolencia.

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Violencia: risa y una puñalada de locura

“La locura no existe sino en una sociedad, ella no existe por fuera de las formas de la

sensibilidad que la aíslan y de las formas de repulsión que la excluyen o la capturan.”

(Foucault, 1960)

6 Figura 4. Uso de manipulación y sarcasmo. (Moore y Bolland, 1988, p.28).


7 Figura 5. Risa del Joker. (Moore y Bolland, 1988, p.25).
Un elemento importante para llevar a la locura a sus víctimas es la desesperación, la violencia es

para el Joker es un espectáculo que se aviva con sus monólogos, canciones y comentarios

elocuentes. Usa cuchillos, jaulas y otras formas de tortura con cierto disfrute y la teatralidad

propia de un comercial de lucha libre, también la narra, se burla de la escena, de la víctima y la

cuestiona hasta conducirla lentamente a la locura en un escenario que tiene como espectadores

tanto a dementes apoyándolo como a quienes obliga mediante acuerdos a verlo a la fuerza.

La broma asesina contiene una fuerte carga sarcástica, violenta y crítica en los diálogos y actos,

así como una justificación de la violencia de Batman y como telón de fondo siempre está

presente una Gotham peligrosa y oscura que le da forma a una historia mórbida en la que la risa,

la violencia y el sarcasmo toman roles muy distintos a los que planteaba Horkheimer y Adorno

en su ensayo, pues no cumplen con hacer reír a un público frente a los actos violentos pero sí

mantiene una expectativa respecto a la justicia personalizada, a la vez que hace dudar al

espectador con los manipuladores y críticos diálogos del Joker estableciendo dualidades

anteriormente mencionadas. para luego ponerlo en tela de juicio en la escena final. La Industria

Cultural usa la imagen del Joker como una forma de condensar aquellos pensamientos de

rebeldía e inconformismo tomando la violencia como espectáculo que representa un campo de

tensión entre bien y mal mostrando al mundo como un lugar de constante lucha y competencia en

el que solo aquellos que resistan o se unan a la locura podrán sobrevivir.

Referencias

Foucault, M. (1960). Locura y Civilización. París, Francia.

McCloud, S. (1993). Understandings Comics: The Invisible Art. New York, Estados

Unidos: Kitchen Sink Press.


Moore, A. y Bolland, B. (1988). Batman: The Killing Joke. New York, Estados Unidos:

DC Comics.

Thomas, E., Roven, C. y Nolan, C. (productores) & Nolan, C. (director). (2008). The

Dark Night. [Cinta Cinematográfica]. Estados Unidos, Reino Unido: Legendary Pictures,

Syncopy Films.

Bibliografía

Eco, U. (1964). Apocalípticos e Integrados. Barcelona, España: Lumen.

Horkheimer, M., Adorno, T. (1987). Dialéctica del Iluminismo. Buenos Aires, Argentina:

Sudamericana.

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