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CUMBRE DE HERMENÉUTICA BÍBLICA CONTEXTUAL

Universidad de Liderazgo y Ministerio


Kissimmee, FL
Mayo 3 y 4

El pensamiento teológico de Pablo: Espiritualidad, teología y escatología

Por

Wilmer Estrada Carrasquillo

El lenguaje de la iglesia no solamente es un


leguaje de fe, la iglesia debe también hablar
el lenguaje de la vida.

Agustina Luvis Núñez

Introducción
Déjenme comenzar con una historia personal. El año pasado nuestra hija menor cumplió
sus seis años. La petición de Valeria Kamil fue que se le regalara un trampolín. Cuando
abrí la caja y saqué todas las piezas que se debían montar, Valeria exclamó: “como se hace
eso, papá”. Mi respuesta, muy sincera y sin ningún ánimo de ofenderla fue, “con mucho
cuidado, Valeria”. Había demasiadas piezas para montar y una cumpleañera lista para
brincar. Así que, quería estar seguro de que ella supiera que iba a tomar tiempo montar
su trampolín. No sé si fue la combinación de la contestación y la cantidad de piezas o si
usé un tono convincente, pero a Valeria no se le ha olvidado esa respuesta. Ahora, cada
vez que me ve haciendo algo que requiere trabajo manual, ella pregunta y se contesta ella
misma, “¿papá cómo se hace eso, con mucho cuidado”? Y mi respuesta es, “si Valeria, con
mucho cuidado”.
En cierta manera, cuando el doctor Estrada Adorno me compartió el tema de esta
ponencia, pensé en Valeria, vi una caja con muchas piezas y no se si el tiempo de daría
para cumplir con lo esperado. Por consiguiente, mi deseo es abordar este tema con mucho
Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

cuidado. Por un lado, el tema es uno muy ambicioso, por lo tanto, el tiempo y espacio
provisto aquí no hace justicia para el mismo. Por otro lado, podemos abordar el mismo
haciendo algunas aproximaciones generales y acompañarlo con un estudio de caso que
nos permita encarnar estas aproximaciones. Esa será mi intención.
Con esto en mente, les resumo el formato que seguirá mi argumento. En primer
lugar, comenzaré por definir los conceptos espiritualidad, teología y escatología. En se-
gundo lugar, explicaré brevemente cuáles son las fuentes que informan el pensamiento
paulino. Finalmente, intentaré encarnar todo esto, ofreciendo una lectura de cántico cris-
tológico paulino que encontramos en Filipenses 2:5-8.

Definiciones
El subtitulo de esta ponencia sugiere tres conceptos, que, aunque particulares, no se ex-
cluyen mutuamente, en otras palabras, se interconectan entre si. Estos son: espirituali-
dad, teología y escatología.
No cabe la menor duda que el término espiritualidad puede ser uno muy compli-
cado. Más a aun en estos tiempos cuando no solamente se usa en círculos religiosos, pero
también fuera de este. Por otro lado, otros temen al uso de tal concepto ya que lo asocian
con actividades místicas o espiritistas. Si caer en estos extremos, miremos desde una pers-
pectiva cristiana lo que es la espiritualidad. Lo primero es, la palabra espiritualidad, no es
sinónimo a pasividad, sino que, apunta a una actividad, actitud o acción1. En otras pala-
bras, la espiritualidad se vive. En segundo lugar, la espiritualidad afirma la experiencia
como elemento central2. Esto no quiere decir que se rechaza el entendimiento o el cono-
cimiento, sino que, aquello que hemos aprendido no solamente es un ejercicio teórico, es
también experiencial. En tercer lugar, no podemos hablar de espiritualidad sin reconocer
la centralidad de la agencia de Espíritu Santo. No hay espiritualidad sin Espíritu. Parafra-
seando las palabras de Gordon Fee “El Espíritu es la presencia de Dios”3. En fin, si unimos
estos tres puntos podemos decir que la espiritualidad intenta definir el tipo de relación

1 Kevin J. Vanhoozer et al., eds., Dictionary for Theological Interpretation of the Bible (London:

Grand Rapids, Mich: SPCK; Baker Academic, 2005), 767.


2 William A. Dyrness et al., eds., Global Dictionary of Theology: A Resource for the Worldwide

Church (Downers Grove, Ill.: Nottingham, England: IVP Academic, 2008), 851.
3 Vanhoozer et al., Dictionary for Theological Interpretation of the Bible, 767.

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Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

que tenemos con Dios y como esta determina nuestras acciones y experiencias en noso-
tros y con los demás.
La segunda palabra que nos encontramos es, teología. En su forma más simple,
teología se define como el estudio sobre Dios. Aunque es un buen comienzo, no debemos
conformarnos con esta definición. El peligro de mantenerse con esta definición simple es
que hacemos de Dios un objeto al que estudiamos. En primer lugar, esto es un error, Dios
no es un objeto, él es una Persona. Por otro lado, al ser un Persona, Dios no se puede
estudiar como si fuera un algo inanimado, sino que, como Persona, busca relacionarse
con nosotros. En otras palabras, la teología no es como la apreciación de monumento, el
cual contiene mucha información, pero el cual no podemos conocer de una forma íntima.
Por el contrario, el quehacer teológico es una actividad íntima entre Dios, el individuo, la
comunidad y su contexto: la teología es una actividad de adoración personal y comuni-
taria que me permite conocer a Dios, a mi y los demás desde mi realidad de vida.
Como último nos encontramos con la palabra escatología. La escatología es una de
las doctrinas que se estudian como parte de la teología sistemática. Esta doctrina se en-
foca en el estudio de los últimos días o las cosas por suceder. Ahora, cabe señalar, que por
su fijación con lo que ha de ocurrir, no significa que no tenga inherencia en eventos que
han ocurrido o que están ocurriendo. Aquello que ha de ocurrir está en armonía con lo
que ocurrió y está ocurriendo. Por otro lado, algunos eruditos miran la escatología como
un apéndice del conglomerado sistemático, otros la ven como la doctrina independiente
al resto de las doctrinas4. Pero, para efectos de esta ponencia, debemos ver la escatología
como la doctrina la cual se enfoca en asuntos por ocurrir pero que no se podrá compren-
der en su totalidad si no se relaciona con el resto del sistema teológico.

Fuentes del pensamiento paulino


Uno de los retos de la hermenéutica bíblica es mantener una tensión saludable entre la
intención del autor, la audiencia a quien escribe, nosotros y el Espíritu Santo. Esta tensión
ha desarrollado un sinnúmero de metodologías interpretativas las cuales intentan res-
ponder a la misma. No pienso entrar en esta discusión, la misma nos alejaría de la

4 Vanhoozer et al., 277.

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Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

intención de esta ponencia, pero por lo menos es importante que reconozcamos que el
ejercicio de la interpretación bíblica es uno en cual se intersecan estos elementos.
Para tener una idea un poco más clara sobre el pensamiento Pablo, es importante
saber qué es lo informa su pensamiento. Nuestros pensamientos nunca se dan en un va-
cío. Nuestras experiencias de vida, buenas o malas, de alguna forma u otra informan nues-
tro pensamiento. En el caso de Pablo, ¿cuáles son estas fuentes? Por lo menos podemos
mencionar tres: el antiguo testamento (judaísmo), la cosmovisión helena y las enseñanzas
de Jesús5.
Una lectura atenta a través de las cartas paulinas nos confirma que el apóstol es-
taba al tanto de la literatura del antiguo testamento y de las leyes judías. De hecho, el
mismo apóstol afirma su cercanía a ley del antiguo testamento al decirle a sus lectores en
la carta a los filipenses, “circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de
Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo” (Fil 3:5). En su investigación,
Victor Furnish, expande esta idea al decir lo siguiente, aunque de forma esporádica, las
cartas de Pablo están sazonadas con el pensamiento antiguo testamentario. Claro está,
continua Furnish, en algunas ocasiones hace citas directas y en otras, son una interpreta-
ción que hace el apóstol de este pensamiento6.
Pablo no solamente reclamaba su ciudadanía judía, este también aclaró que era
ciudadano romano. Lucas recopila esto en el Hechos 22:27-28, “Se acercó el comandante
y le dijo: —Dime, ¿eres tú ciudadano romano? Él dijo: —Sí. Respondió el comandante: —
Yo con una gran suma adquirí esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: —Pero yo lo soy de
nacimiento”. La experiencia judía de Pablo se dio en la diáspora, pero su experiencia Ro-
mana (griega) fue de nacimiento (pedagógica, social y cultural). Por lo tanto, su lenguaje
y forma de pensar fue impactado por la cosmovisión griego (heleno). Hablando sobre esto
Furnish afirma, aunque la meta final de Pablo era predicar el evangelio de Jesucristo, este
lo hizo por medio de conceptos y terminología las cuales eran representativas de la cultura

5Victor Paul Furnish, Theology and Ethics in Paul, The New Testament Library (Louisville, Ky:
Westminster John Knox Press, 2009), 25–69.
6 Furnish, 42.

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Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

helena7. Con razón, este hombre fue una figura central en predicar el evangelio en tierras
romanas.
Como último, una de las defensas que Pablo tuvo que hacer varias veces fue, su
validez como apóstol de Jesucristo. Como sabemos, Pablo no fue uno de los que estuvo
cerca del Jesús durante su ministerio terrenal, sin embargo, tuvo un encuentro transfor-
mador con el Cristo resucitado el cual fue central en su vida y ministerio. En su recuento
de la resurrección de Cristo Pablo dice,
Primeramente, os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió
por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que
resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y
después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la
vez, de los cuales muchos viven aún y otros ya han muerto. Después apare-
ció a Jacobo y después a todos los apóstoles. Por último, como a un abor-
tivo, se me apareció a mí. Yo soy el más pequeño de los apóstoles, y no soy
digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios (1 Cor
15:8-9).
El resultado de este encuentro, la correspondencia entre Pablo y el resto de los apóstoles
y su conocimiento de la ley judía, fue esencial en el pensamiento de Pablo. Abordando
este tema Furnish subraya, no se puede esperar otra cosa, como Pablo es apóstol del Se-
ñor, es desde esta perspectiva que tenemos que recibir su pensamiento8.
En resumen, el meta de Pablo era predicar el evangelio poderoso de Jesús, el cual
fue crucificado y resucitado al tercer día. Pero esta predicación no era primordialmente
judía o helena, este utilizó todas sus fuentes de vida (integralmente) para llevar este men-
saje9.

7 Furnish, 49.
8 Furnish, 67.
9 Furnish, 66.

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Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

Una lectura de cántico cristológico en Filipenses 2:5-8


La experiencia del desplazamiento10, es decir, dejar atrás lo que es normal, cómodo y co-
nocido por experimentar lo extraño y la incomodidad, cambia nuestra perspectiva de la
vida. Confieso que esa ha sido mi experiencia desde que me mudé a Estados Unidos de
América (EUA) en enero de 201111. Inmediatamente aprendí que las interacciones y las
relaciones interpersonales son fundamentales para nuestra humanidad12. En otras pala-
bras, las relaciones nos hacen humanos.
Mi conocimiento sobre la realidad hispana-latina en EUA era limitado. Pero no me
tomaría mucho tiempo conocer los retos de la diáspora o la migración hispana-latina.
Bastó con hacer algunas diligencias para comenzar a entender. Lo que puedo afirmar
ahora es que no importa si la decisión de llegar a EUA fue forzada o voluntaria existen
muchas congruencias entre la comunidad hispana-latina documentada y la no documen-
tada. Una de estas es, y quizás la que alimenta todas las demás, la marginación por parte
de la cultura dominante debido a la influencia (in)directa de mantener la integridad ho-
mogénea “americana”13. Curiosamente, aunque la cultura dominante anglosajona y
blanca está perdiendo terreno, esta no ha perdido su espíritu homogéneo –y el gobierno
de turno ha subrayado aun más tal pensamiento. Esta es una de las razones que explica
la marginación de norte americana y la ignorancia sobre el desplazamiento migratorio,
independientemente de la nación o población que representan.
El desplazamiento humano es una clara realidad en la historia bíblica. Este es uno
de los temas recurrentes: el continuo llamado para vivir como extranjeros y peregrinos14.
Entendiendo esta naturaleza innegable en la vida cristiana, Miroslav Volf menciona que
la comunidad cristiana no debe sorprenderse de tal realidad15. Para Volf, la comunidad

10 Ya sea de forma forzosa o voluntaria.


11 Vale la pena aclarar que esta experiencia de desplazamiento se da en un contexto muy distinto,
ya que a los puertorriqueños se les impuso la ciudadanía américa en el 1917 como parte de la Ley Jones.
12 Cuando vivimos en una zona conocida damos por sentado muchas cosas que son extrañas al mo-

mento que somos desplazados.


13 Juan Francisco Martínez, Latinos Protestantes: historia, presente y futuro en Estados Unidos,
2017.
14 Una simple mirada al texto bíblico nos revela esta realidad en las vidas de Abraham, Jacob, José,

Moisés, los israelitas, Ruth, Esther, los profetas, Juan, Cristo, los doce y la iglesia son llamados a salir.
15Ver, Miroslav Volf, “Soft Difference: Theological Reflections on the Relation Between Church and
Culture in 1 Peter,” Ex Auditu 10 (January 1, 1994): 15–30.

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Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

cristiana, no puede mostrarse indiferente ante la realidad del desplazamiento. Si mi lec-


tura de Volf es correcta, creo que lo que este afirma es que nuestra identidad como comu-
nidad cristiana está interrelacionada con el desplazamiento. En cierta manera, esta es la
invitación que el apóstol Pablo le hace la comunidad en Filipos.
El desplazamiento de Dios hacia nosotros, por medio de la encarnación, subraya
su amor y su carácter soteriológico. Aunque hay varios textos que hablan sobre este
evento, la carta de Pablo a la iglesia en Filipos, sirve como un marco claro y contundente
del amor de Dios al desplazado.
Antes de compartir mi lectura de Filipenses 2: 6-8, un comentario sobre el carácter
social de Pablo es útil. Aunque sus cartas fueron escritas desde la distancia, Pablo siempre
tuvo el deseo y la necesidad de estar entre la gente. Por ejemplo, en su carta a la iglesia en
Roma, Pablo expresa su deseo de estar entre ellos al declarar: “Porque anhelo verlos”
(Rom. 1:11)16. Entendiendo la distancia entre él y sus lectores, Pablo les deja saber cuánto
anhela estar entre ellos. Curiosamente, al hacer esto, se estaba haciendo presente. Con
respecto a esto, Craig Keener atestigua: “El deseo de ver a un amigo era un asunto el cual
se mencionaba en las cartas antiguas para transmitir entre el escritor y el lector un sentido
de presencia aun cuando aun cuando la distancia fuera grande”17. Pero el deseo de estar
entre ellos era más que un acto de presencia. Pablo agregó: “para que cuando esté entre
ustedes nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la de ustedes
como la mía” (Rom. 1:12). Pablo no solo está afirmando su deseo de acompañar a la iglesia
y de animarlos, sino que también afirma la importancia de la iglesia en su vida. Para Pa-
blo, el acompañamiento es una vía en dos direcciones. A pesar de que él tiene las creden-
ciales para desempeñar el papel de quien da, Pablo entiende que “no hay nadie tan pobre
en la iglesia de Cristo que no pueda impartir algo de valor”18.

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas son tomadas de Las citas bíblicas son to-
16

madas de la Nueva Biblia de los Hispanos Copyright 2005 by The Lockman Foundation. Usadas con per-
miso.
17 Craig S. Keener, The IVP Bible Background Commentary: New Testament, 02 edition (Downers
Grove, Illinois: IVP Academic, 2014), 414. Citas de este libro son mi traducción.
18Jamieson, R., Fausset, A. R., & Brown, D. (1997). Commentary Critical and Explanatory on the
Whole Bible (Ro 1:12). Oak Harbor, WA: Logos Research Systems, Inc, (electronic source accessed May 17,
2014). Citas de este libro son mi traducción.

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Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

Esta actitud de querer estar con sus lectores no solo está presente en la carta a
iglesia en Roma, sino que también está presente en otras cartas paulinas. Otro ejemplo se
encuentra en 1 Corintios 16: 7. Ahí Pablo dice: “Pues no deseo verlos ahora sólo de paso,
porque espero permanecer con ustedes por algún tiempo, si el Señor me lo permite”. Es
posible que Pablo esté haciendo referencia a una visita previa, la cual quizás fue corta. Sin
embargo, la próxima vez, espera estar con ellos por más tiempo. Por otro lado, cuando le
era imposible garantizar su presencia, Pablo hizo provisión a través de otras personas.
Por ejemplo, en sus comentarios finales en la carta a los Efesios, dice que reciba a Tíquico,
“a quien he enviado a ustedes precisamente para esto, para que sepan de nosotros y para
que consuele sus corazones” (Ef. 6:22).
El ministerio de Pablo está lleno de ejemplos que afirman la naturaleza relacional
del evangelio, sin embargo, en Filipenses 2, Pablo presenta la encarnación de Cristo como
el ejemplo principal. Pablo comienza diciendo: “Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta
manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús” (Fil. 2: 5). Inmediatamente, Pablo
explica lo que quiso decir. “El cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser
igual a Dios como algo a qué aferrarse” (v. 6). La afirmación de la preexistencia de Cristo
no sólo ayuda a establecer la naturaleza divina de Jesús, pero también, que Jesús estaba
a punto de experimentar un desplazamiento. Aunque tenía la autoridad de aferrarse a su
trascendencia (estar en la forma de Dios), Jesús se desplazó voluntariamente. En con-
traste con el versículo 3, donde dice: “No hagan nada por egoísmo (rivalidad) o por vana-
gloria”, Pablo le “recuerda a la iglesia en Filipos que todo lo que Cristo hizo para su salva-
ción fue exactamente lo contrario”19, lo hizo en humildad y amor voluntario20.
No olvidemos que el argumento de Pablo es presentar a Cristo como el ejemplo de
servicio, y lo hace, usando la encarnación21. Pablo describe el evento usando tres términos
particulares los cuales proponen un movimiento intencional hacia el necesitado.

Gordon D. Fee, Paul’s Letter to the Philippians (Grand Rapids, Mich: Wm. B. Eerdmans Publish-
19

ing Company, 1995), 202. Citas de este libro son mi traducción.


20 Carolyn Osiek, Abingdon New Testament Commentaries: Philippians & Philemon, Abingdon
New Testament Commentaries (Nashville, TN: Abingdon Press, 2000). Ella explica, el verbo de vaciar, eke-
nosen, es modificado por heauton. Por lo tanto, el sentido es activo, Cristo fue obligado, lo hizo por su propia
elección. Citas de este libro son mi traducción.
21 Keener, The IVP Bible Background Commentary, 560.

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Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

Siguiendo la línea de pensamiento de Carolyn Osiek, estos tres términos deben tomarse
como una triada interconectada y voluntaria. Pablo comienza esta triada diciendo:
µορφὴν δούλου λαβών, que puede traducirse como tomar la forma de un siervo. Su des-
plazamiento comenzó al tomar la forma del desplazado. En otras palabras, Cristo, con
amor y voluntariamente, decidió desplazarse de lo eterno a lo temporal. Por lo tanto, al
leer este texto con la perspectiva del migrante, es posible decir que la salvación no se da
desde la distancia, sino que toma la forma (o el rol22) del otro. En resumen, el servicio al
prójimo no comienza pidiendo al otro que sean como nosotros, sino que, por el contrario,
comienza tomando voluntariamente su forma o rol.
En el verso 7, Pablo continua la descripción del desplazamiento de Jesús. En esta
ocasión añade ἐν ὁµοιώµατι ἀνθρώπων γενόµενος, que puede traducirse como hecho en
semejanza humana. Craig Keener afirma que este segundo movimiento es paralelo al pri-
mero. Sospecho que, al usar el término paralelo, en lugar de significar dos eventos que
ocurren uno al lado del otro que no se intersecan, Keener quiere decir que existe una co-
rrespondencia entre tomar la forma de siervo y hacerse a semejanza humana. Por lo tanto,
para Pablo, hay un movimiento natural en la encarnación de Cristo que va desde la toma
voluntaria de la forma hacia la semejanza. En otras palabras, el desplazamiento de Cristo
es intencional. Cristo fue intencional al venir y morar entre nosotros. Su amor por su crea-
ción lo acercó. El amor intencional va más allá de los límites desde donde comenzó todo23.
Pablo termina su explicación diciendo en el versículo 8, schemati heuretheis os
anthropos, una traducción podría ser, se encontró a sí mismo como humano. El despla-
zamiento de Cristo termina (aunque también comienza su vida en este mundo) encon-
trándose a sí mismo como humano. El desplazamiento de Cristo a este mundo no se com-
pletaría en su totalidad con sólo tomar el rol de la humanidad o tener la imagen de la
humanidad, eso tendría implicaciones soteriológicas catastróficas. Cristo debía encon-
trarse con la plenitud de lo que significaba ser humano. Sólo así, siendo plenamente un

22 Keener, 560.
23 Roberta C. Bondi, To Love as God Loves: Conversations with the Early Church (Philadelphia:

Fortress Press, 1987). En palabras de Roberta Bondi, “nunca podemos en nuestro amor humano alcanzar
el límite de nuestra capacidad de amar. Esto significa que, aunque podamos amar por completo en cualquier
momento, no es el amor perfecto a menos que el amor siga creciendo”. Citas de este libro son mi traducción.

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Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

ser humano, según San Atanasio, la “muerte pueda ser destruida de una vez y por todas,
y que los hombres [y mujeres] puedan ser renovados”24. Jesús se comprometió a sí
mismo! Su amor por la humanidad fue tal, que se desplazó hasta el punto de aceptar “la
realidad de su la humanidad”25. Finalmente, Pablo culmina el verso 8 afirmando el obje-
tivo del desplazamiento de Cristo. Su desplazamiento fue por la salvación del desplazado.
Dios tenía un plan redentor, y Cristo sería el siervo despreciado (Is. 53) que cumpliría la
misión. Cristo llegó a ser “haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil.
2:8) para el “sino más bien los intereses de los demás” (Fil. 2:4).

Conclusión
A modo de conclusión hago un recuento del argumento presentado y comparto algunas
preguntas las cuales espero sean tomadas como parte de un ejercicio de reflexión personal
y comunitario. En primer lugar, se definieron los conceptos centrales del tema en cues-
tión. La espiritualidad intenta definir el tipo de relación que tenemos con Dios y como
esta determina nuestras acciones y experiencias en nosotros y con los demás. La teología
es un acto de adoración personal y comunitaria que nos permite conocer a Dios, a mi y los
demás desde mi realidad de vida. La escatología como una doctrina la cual se debe de
entender en su justa perspectiva, pero la cual no se podrá comprender en su totalidad si
no se relaciona con el resto del sistema teológico.
Luego, en la segunda sección, miramos las fuentes que informan el pensamiento
de Pablo. Su pensamiento es un contextualizado, en otras palabras, está construido to-
mando en cuenta las particularidades que informan su vida a la vez que comparte las bue-
nas nuevas del evangelio. En este caso, se reconocieron tres fuentes importantes: el anti-
guo testamento y las creencias judías, su crianza y preparación bajo la cosmovisión griega
y las enseñanzas de Jesús recibidas por medio de su interacción con testigos oculares y el
resultado de su propia conversión.
En la sección anterior, intenté presentarles un estudio de caso el cual encarnaba el
pasamiento de Pablo desde la realidad de un latino que vive lejos de su tierra. Mis

24 Athanasius of Alexandria, On the Incarnation (Create Space Independent Publishing Platform,

2016), 29. Citas de este libro son mi traducción.


25 Fee, Paul’s Letter to the Philippians, 215.

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Estrada-Carrasquillo, “El pensamiento teológico de Pablo”

particularidades de vida me permiten leer en canto cristológico de Filipenses como un


acto de desplazamiento por amor a los desplazados. En otras palabras, la soteriología en-
tra en un dialogo con la realidad migratoria que experimentamos las comunidades que
viven en la diáspora norteamericana.
Culmino con algunas preguntas que no requieren ser contestadas en estos momen-
tos. ¿Cuándo te acercas a la Biblia lo haces desde las realidades que informan tu pensa-
miento? ¿En que forma tus experiencias de vida formulan una lectura distinta del Fili-
penses 2:5-8? ¿Qué rol funge el Espíritu Santo en tu lectura, reflexión e interpretación
bíblica? Que el Dios de la vida nos ayude a ser fiel a su palabra y responsable con el con-
texto en cual vivimos.

Una hermenéutica pentecostal no solamente si-


gue las reglas de la interpretación establecidas
por nuestras confesiones de fe, la academia y la
tradición cristiana, esta también se nutre de
ideas que son impactadas por el corazón y sus
esperanzas y amores, al igual que por sus mie-
dos y preocupaciones.

Amos Yong

11
Bibliografía
Athanasius of Alexandria. On the Incarnation. Create Space Independent Publishing
Platform, 2016.
Bondi, Roberta C. To Love as God Loves: Conversations with the Early Church. Phila-
delphia: Fortress Press, 1987.
Dyrness, William A., Veli-Matti Kärkkäinen, Juan F. Martinez, and Simon Chan, eds.
Global Dictionary of Theology: A Resource for the Worldwide Church. Downers
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Volf, Miroslav. “Soft Difference: Theological Reflections on the Relation Between Church
and Culture in 1 Peter.” Ex Auditu 10 (January 1, 1994): 15–30.

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