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EL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN EL

SISTEMA PENAL ACUSATORIO

POR

JUAN CARLOS BELTRAN LOPEZ

DOCENTE
Dr. RICARDO DE LA PAVA

UNIVERSIDAD AUTONOMA LATINOAMERICANA


ESPECIALIZACION DERECHO PENAL PROCESAL
FACULTAD DE POST GRADOS
Medellín

2018

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Tabla de contenido

1.CONCEPTO DEL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA 3

2. EVOLUCION DEL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN LA NORMATIVIDAD


COLOMBIANA 7

2.4.1 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN LA FORMULACION DE IMPUTACION


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2.4.2 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN EL ESCRITO DE ACUSACION 11

2.4.3 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN LA AUDIENCIA DE JUICIO ORAL 11

3. PARAMETROS VARIACION DE LA CALIFICACION JURIDICA 12

4. LINEA JURISPRUDENCIAL REFERENTE AL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA


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6. CRITICAS 15

7. CONCLUSIONES 16

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RESUMEN

El principio de Congruencia en el Sistema Penal Oral Acusatorio Colombiano es


señalado inicialmente en la Carta Política de 1991 en el segundo inciso del
articulo 29 el cual recita “Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes
preexistentes al acto que se le imputa”, dando así la instrucción al legislador para
que este desarrollara el Articulo 448 de la Ley 906 de 2004 aduciendo: “El
acusado no podrá ser declarado culpable por hechos que no consten en la
acusación, ni por delitos por los cuales no se ha solicitado condena”, por lo tanto
el Principio de Congruencia es claramente un medio de control para que las
actuaciones que se adelanten en el proceso estén en concordancia con la
providencia que tome el Juzgador.
Por consiguiente, cuando hay variación de la calificación jurídica se puede
vulnerar este principio a la defensa al no permitir o garantizar el derecho de
contradicción y el de defensa al plantear otros hechos u otro punto de vista de los
mismos, o por circunstancias agravantes o de mayor punibilidad.
Consecuentemente, la vulneración del derecho de defensa y del debido proceso
es causal de nulidad consagrado en el Articulo 457 de C.P.P. de la Ley906 de
2004, además se encuentra taxativamente en la Carta Política Nacional, Tratados
Internacionales ratificados por Colombia sobre derechos humanos y demás
normas nacionales referentes a los derechos humanos.

1.CONCEPTO DEL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA

De “latín congruentia, conveniencia, coherencia, relación lógica. En Derecho


conformidad entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones de las partes
formuladas en el juicio” (Diccionario de la lengua española, 2001, pág. 422).

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La congruencia se significa también la “conformidad que debe existir entre la
sentencia y la pretensión o pretensiones que constituyen el objeto del proceso,
más la oposición y oposiciones en cuanto delimitan este objeto, teniendo en
cuenta todos los elementos individualizadores de tal objeto: los sujetos que en él
figuran, la materia sobre que recae y el título que jurídicamente lo perfila” (Guasp,
1961, pág. 567).

En tal sentido, existen tres clases de incongruencia: “cuando el fallo contiene más
de lo pedido – positiva –, la que se da cuando en la sentencia se omite decidir
sobre alguna de las pretensiones procesales – negativa – y las que se dan cuando
las sentencias fallan sobre un objeto diferente al pretendido – mixta –” (Rioja,
2008, pág. 67).

“Las tres clases de incongruencia quedarían dentro de las expresiones: ultra,


citra y extra petita: más allá, menos y fuera de lo pedido” (D’ onofrio, 1945,
pág. 102).

Incurre en el vicio de extra petita el juez que resuelve a favor o contra personas
que no son sujetos del proceso, cuando acuerda o niega cosa diferente de la
demanda o cuando cambio la causa litigiosa. Por su parte, Chiovenda (1995)
expresaba que los “jueces son muy inclinados a argumentar con hechos que las
partes no han alegado, con el pretexto que resultan de los autos; temen quedar
por debajo de su alta función si no ejercitan con absoluta independencia su
ingenio sobre todo lo que se desprende de los autos (pág. 218).

“Si el juez se siente a disgusto encerrado en los cauces marcados por la voluntad
dominadora de las partes, al menos por una consideración práctica debe
conformarse a este sometimiento, y es que las partes, son los mejores jueces de
la propia defensa y que nadie mejor que ellas reconoce qué hechos deben alegar
y cuáles no. La esfera de actividad del defensor y la del juez deben estar
netamente separadas, ya que existe una verdadera incompatibilidad psicológica

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entre la función de juzgar y la de buscar los elementos de defensa de las partes”
(D’ onofrio, 1945, pág. 102).

De lo expuesto, se predica que el juez no debe valerse de sus conocimientos


privados para resolver la Litis, sino de lo probado y alegado en el desarrollo del
proceso o litigio.

Desde otro punto de vista, Bernal (1995) expresa que el principio de congruencia
es la exigencia de correlación entre acusación y sentencia, y que la sentencia
debe tener como fundamento el recuento de lo investigado en el desarrollo del
proceso cuyos aspectos son concretados en la acusación, la cual cumple la
función fundamental de delimitar el objeto de la relación jurídica, “puesto que la
sentencia como acto que concluye el proceso, debe proferirse en correspondencia
con los hechos que motivaron la acusación y los imputados a quienes se formuló
pliego de cargos” (pág. 15).

En este sentido, para comprender un poco más el concepto del principio de


congruencia, es importante hacer alusión a los dos sistemas que lo desarrollan, el
naturalista y el normativista.

El sistema naturalista se caracteriza por la correlación existente en el hecho


investigado, sin importar la denominación jurídica que se le dé; razón por la cual el
objeto identificador de la acción es el hecho y no un tipo penal configurado, y “ello
supone que el traspaso por el Tribunal de un tipo a otro, en tanto y en cuanto
permanezca inmutable el hecho, es algo factible y normal que deja a salvo el
exigible correlato” (Vanegas V. , 2013, pág. 16).

En cuanto al sistema normativista que se desprende del naturalista, se establece


que la base de este es el enfoque jurídico penal del hecho, pues sin este no cabe
la identificación procesal del hecho. Por ende, “el hecho comprende un núcleo
básico, sustancial, decisivo para su configuración y que deviene invariable a lo

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largo del procedimiento hasta su reflejo final en la resultancia sintética de la
sentencia” (Vanegas V. , 2013, p. 16).Por consiguiente, los elementos
accidentales que devienen del proceso logran atraer la atención de los jueces y las
partes, sustentado en la norma penal que configura la parte formal del acto
litigioso y lleva a la aceptación de la sentencia resolutoria; aspectos que reflejan
características “como la inmutabilidad del hecho y la denominación jurídica que
recibe, constituyen la adecuación típica contenida en pliego de cargo inmodificable
y que solo puede ser cuestionada a través de la nulidad” (Vanegas V. , 2013, p.
16).

Entonces, al presentarse la solicitud de nulidad en el desarrollo de un proceso,


basada en la imprecisión que privó el ejercicio de una adecuada defensa, es en
donde entra a jugar el principio de congruencia, porque el ejercicio procesal de
comienzo a fin debe ser congruente – imputación, intimación, contradicción,
prueba, sentencia –, aspecto que lleva a afirmar que este principio es una
expresión fundamental del derecho de defensa. De ahí que el derecho a
defenderse recae en la posibilidad que tiene el sujeto de expresarse libremente
sobre los hechos que se le imputan y las pruebas que sobre estos se presenten.

Sin embargo, hay quienes consideran, como Vélez (1986), que el principio de
congruencia en materia penal recae exclusivamente sobre lo fáctico,
demostrándose como indispensable la coincidencia o conveniencia entre el
supuesto de hecho imputado y el contenido fáctico de la decisión. “Significa que la
sentencia debe limitar su contenido fáctico al ámbito de la acusación y, en caso,
con las legítimas ampliaciones que se denominan correlación entre acusación y
sentencia” (p. 111).

Creus (1996) citado por Vanegas (2013) define que el proceso penal se rige por el
principio de congruencia, los hechos por los que fue indagado el imputado son los
que informan el contenido de los hechos que pueden ser objeto del auto de
procesamiento; los comprendidos en este auto constituyen, a su vez, el límite
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fáctico del requerimiento de elevación a juicio, y son los hechos comprendidos en
ese requerimiento (salvo excepciones taxativamente previstas por la ley) los que
pueden ser objeto del debate y de la sentencia. Pero el principio de congruencia
refiere a los “hechos” no a su calificación jurídica, por eso el tribunal podrá dar al
hecho una calificación jurídica distinta a la contenida en el auto de remisión a juicio
o en el requerimiento fiscal, aunque deba aplicar penas más graves o medidas de
seguridad (Vanegas V. , 2013, p. 19).

Así, la congruencia es la compatibilidad o adecuación existente entre el hecho que


impulsa el proceso y el resultado de la sentencia. Sin embargo, debe establecerse
que la correlación entre acusación y sentencia no es comprendida como sinónimo
de identidad o adecuación perfecta en toda su extensión. Al dictar sentencia, el
juez debe adecuar el pronunciamiento al principio de congruencia, lo que
constituye en realidad un componente lógico.

2. EVOLUCION DEL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN LA NORMATIVIDAD


COLOMBIANA

En Colombia el principio de Congruencia ha tenido una evolución que ve


reflejada en las modificaciones que ha sufrido conforme a las diferentes
normatividades que lo han regido hasta llegar a la actual.

Es necesario precisar que diferentes avances se han realizado por la


doctrina y la Jurisprudencia nacional, lo cual se evidencia muy claramente en el
Acto legislativo 03 de 2002 a partir del cual este principio empezó a ocupar un
importante lugar en la práctica y la aplicación de este en el nuevo Sistema Penal
Acusatorio Colombiano.

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2.1 VIGENCIA DECRETO 2700 DE 1991

El principio de congruencia, en la vigencia del Decreto 2700 (1991), se


consagró en el artículo 442, pese a que dicha norma determinaba los requisitos
formales que debían contenerse en la resolución de acusación. El mencionado
artículo decía “3. La calificación jurídica provisional, con señalamiento del capítulo
dentro del título correspondiente del Código Penal”(Decreto 2700, 1991, art. 442),
indicando más adelante la necesidad de una “narración sucinta de los hechos
investigados, con todas las circunstancias de modo, tiempo y lugar que los
especifiquen” (Decreto 2700, 1991, art. 442),.

Concretamente en aquella oportunidad legislativa nada se dijo sobre la posibilidad


de modificar o variar la calificación jurídica, pero así se entendió al hablarse en el
numeral 3 del artículo en referencia de una “calificación jurídica provisional”. A
través de la Corte Constitucional se declaró la exequibilidad del artículo 442 del
Decreto 2700 de 1991.

2.2 VIEGENCIA LEY 600 DE 2000

El principio de congruencia, en la vigencia de la Ley 600 de 2000 reitero


lo dispuesto en la legislación anterior, esto es, que en el numeral 2 del Articulo 207
regulo el principio de congruencia como una causal de casación señalando que
este recurso extraordinario procedía cuando la sentencia no estuviera en
consonancia con los cargos formulados en la resolución de acusación.

En vigencia de la Ley 600 de 2000, la Corte constitucional estimó que a los Jueces
les está vedado cargar circunstancias de mayor punibilidad cuando ellas no

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aparecen en la acusación pues se estaría vulnerando el derecho a la defensa y
por ende al debido proceso.

2.3 ACTO LEGISLATIVO 03 DE 2002

El principio de congruencia, en el Acto Legislativo 03 de 2002 se expuso


frente al principio de congruencia que “La congruencia entre acusación y condena,
el proyecto establece claramente los criterios de la congruencia objetiva y
subjetiva señalando que: el acusado no podrá ser declarado culpable por hechos
no formulados en la acusación, ni por delitos por los cuales no se ha solicitado
condena” (A.L. 2002, núm. 3).

Con lo que se dan los cimientos de la imputación como audiencia, momento


determinante para activar el derecho de defensa por parte de quien es indiciado y
luego imputado. Así, el principio de congruencia se circunscribe a la imparcialidad
del Juez como exigencia del juego limpio procesal.

2.4 VIGENCIA LEY 906 DE 2004

El principio de congruencia, en la vigencia de la Ley 906 de 2004 se ha


señalado la congruencia entre la acusación y la sentencia de la siguiente manera:
“Articulo 448. CONGRUENCIA. El acusado no podrá ser declarado culpable por
hechos que no consten en la acusación, ni por delitos por los cuales no se ha
solicitado condena”.

Por lo tanto La Corte Suprema de Justicia ha acentuado que la congruencia


consiste en la adecuada relación de conformidad personal, fáctica y jurídica que

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debe existir entre la resolución de acusación (o su equivalente) y la sentencia,
siendo la acusación el marco referente, por lo tanto la Corte hace referencia a los
aspectos que deben tenerse en cuenta para apreciar si existe o no vulneración del
principio, es decir, debe existir la individualización del sujeto(s), la concordancia
entre los hechos que se han tenido presentes durante el proceso y los de la
sentencia, y la calificacio Juridica que se le ha otorgado, es decir, el delito
imputado durante el proceso sea el mismo por el cual se le condene al procesado.

Por lo tanto, el Juzgador puede infligir el principio de congruencia sea por acción o
por omisión.

Por consiguiente, la vulneración del principio de congruencia puede presentarse


por modificación de los hechos o delitos respecto de la formulación imputación o la
acusación, por adición de un delito no citado en las etapas del proceso, por
agravación del delito que es calificado en la imputación o en la acusación y por
suprimir una circunstancia reconocida en las etapas del proceso.

2.4.1 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN LA FORMULACION DE IMPUTACION

La audiencia de formulación de imputación, tiene como finalidad, que el


imputado conozca plenamente aquellos hechos jurídicamente relevantes por los
cuales se le investiga, para que asi, pueda proceder libre, voluntaria y
espontáneamente a allanarse a los cargos, pre acordar o seguir con el procedimiento
regular, en consecuencia, el principio de congruencia se materializa en esta
audiencia cuando la imputación se eleva gracias a que “de los elementos materiales
probatorios, la evidencia física o de la información legalmente obtenida se pueda
inferir razonablemente que el imputado es autor o participe del delito que se
investiga, configurándose asi, una investigación formal que posibilita el derecho de
defensa y que es el primer para para constituir la acusación.
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2.4.2 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN EL ESCRITO DE ACUSACION

Una vez se tenga certeza mediante estudio previo de los elementos


materiales probatorios, evidencia física y la información legalmente obtenida, se
puede aseverar que el imputado puede tener la categoría de acusado, ya que se
le puede atribuir el hecho punible investigado, el cual se señalara en el escrito de
acusación que posteriormente será sustentado en forma oral en la respectiva
audiencia.

De esta forma se desarrolla el principio de congruencia con base en lo señalado


en el Artículo 448 de la Ley 906 de 2004 que a la letra dice: “El acusado no podrá
ser declarado culpable por hechos que no consten en la acusación, ni por delitos
por los cuales no se le ha solicitado condena”, de tal forma , que el escrito de
acusación debe tener consignado los hechos jurídicamente relevantes y demás
razones jurídicas para así señalar al imputado como probable responsable; de
este modo, solo precederá la condena en el juicio oral sobre los hechos
plasmados y delimitados en la acusación.

De este modo, la función del Juez de Conocimiento consiste en controlar y


verificar que se cumplan los requisitos formales del contenido de la acusación, o
para que se constate la correspondencia lógica y jurídica entre la imputación
fáctica y la adecuación típica.

2.4.3 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN LA AUDIENCIA DE JUICIO ORAL

El principio de congruencia se materializa en la audiencia de juicio oral


cuando el Juez forma su criterio respecto de la ocurrencia de los hechos y de lo
que cada parte logro probar, para así dictar sentencia a favor de la fiscalía o a

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favor de la defensa; para lo cual tendrá que guardar consonancia entre la
acusación hecha en el juicio y la sentencia.

Por consiguiente, si el juez al momento de dictar sentencia, observa que las


pruebas demuestran que los hechos no se presentan como los relata la fiscalía en
el escrito de acusación, no tendrá otro camino que resolver en contra de las
pretensiones del ente acusador; razón por la cual es importante que la defensa
desvirtué los hechos jurídicamente relevantes que le fueron informados en la
imputación y posteriormente plasmados en el escrito de acusación.

Pero en tal caso que se haya quebrantado el principio de congruencia, las partes o
intervinientes podrán interponer el recurso extraordinario de casación por
desconocimiento del debido proceso, pues al Juez desconocer las reglas básicas
de un proceso como es debido porque afecta de manera sustancial su estructura
básica, se constituye en yerro demandable por vía de la causal segunda.

3. PARAMETROS VARIACION DE LA CALIFICACION JURIDICA

El principio de congruencia en la ley 906 de 2004 según el marco de vulneración


presentada anteriormente por la Corte (2006) hacemos alusión a la causal por
acción No. 1 que nos habla sobre la variación de la calificación jurídica, es decir, la
modificación de los hechos o delitos respecto de la formulación imputación o la
acusación.
A su vez, la corte (23.540 de 2007) señala los lineamientos:
1. La modificación del calificatorio puede ser hecha como consecuencia de prueba
sobreviniente, pero también de la antecedente, cuando el fiscal se equivoca en la
elaboración del pliego de cargos.
2. Solamente es necesario cuando se hace más gravosa la situación del
procesado.

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3. El juez, al proferir la sentencia, puede degradar la responsabilidad del sindicato,
porque si está habilitado para absolverlo, también lo está para atenuar su
situación, siempre que respete el núcleo central de la imputación fáctica o
conducta básica.

4. Si el fiscal considera que se debe proferir sentencia condenatoria pero por un


comportamiento menos grave que el deducido en el calificatorio, no es menester
seguir estrictamente el trámite establecido en la ley para la variación.
Simplemente, de manera expresa e indudable, lo hace saber al juez durante su
intervención.

5. El fiscal puede hacer la mutación con base en su propia iniciativa o por


insinuación del juez, pues continúa con su función acusadora en el juicio. La
opinión del juez, admitida o no por la fiscalía, tiene que ser objeto de debate para
efectos de la congruencia.

6. La resolución acusatoria, su variación y las manifestaciones del juez, no se


excluyen para efectos de principio de consonancia. Por tanto, la sentencia puede
ser armonizada con cualquiera de esas posturas e, incluso, con una conducta
diferente, siempre que sea respetado ese núcleo básico y sea benéfica al
acusado, pues nada impide al juez disminuir la responsabilidad.

7. La función acusatoria, exclusiva de la fiscalía, finaliza con el cambio de la


calificación o con la oposición del fiscal a las manifestaciones del juez en ese
sentido.

8. El juez respeta la congruencia si condena con base en la imputación fáctica


y jurídica de la resolución acusatoria, o en la variación, o en la hipótesis que él
mismo ha formulado en la audiencia, o en una conducta atenuada. Pero le está

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vedado agregar, porque sí, hechos nuevos o, de cualquier forma, gravar la
situación del procesado, a quien lo más desventajoso que le puede pasar es que
sea condenado por los cargos que le fueron definitivamente acreditados en el
debate público.
Por consiguiente, la variación de la calificación jurídica para que no afecte el
principio de congruencia, el debido proceso y por lo tanto, se presente nulidad de
los actos procesales debe no vulnerar el derecho de defensa y de contradicción,
no modificar los fundamentos básicos, es decir, el resultado de la investigación
preliminar que ha de consolidarse en la formulación de imputación.

4. LINEA JURISPRUDENCIAL REFERENTE AL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA

Desde la vigencia de la Ley 906 de 2004 y hasta la época reciente, de


manera reiterada, la sala ha sostenido que la solicitud de absolución elevada por
el delegado de la fiscalía durante los alegatos finales del juicio oral, equivale a un
retiro de los cargos, por lo que en tal hipótesis al juez de conocimiento no le queda
otro camino que el de emitir un fallo absolutorio. Tal conclusión se referendaria
con la previsión del articulo 448 ibidem acerca del principio de congruencia, según
el cual no se puede condenar al acusado por un delito respecto del cual no se
haya solicitado tal decisión.

5. JURISPRUDENCIA CONTEMPORANEA REFERENTE AL PRINCIPIO DE


CONGRUENCIA

Según las sentencias 43837 de 2016 y 46449 de 2017, la Corte se ha


desviado de su línea Jurisprudencial, ya que ha vuelto a estudiar lo que realmente

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se pretendía desde el Acto legislativo 03 de 2002 en el cual se orientó el proceso
penal hacia un modelo acusatorio; sin embargo, nuestro sistema acusatorio tiene
unas características propias que lo diferencian de sistemas similares, por lo que es
equivocado importar interpretaciones de la reglas legales como lo es es por
ejemplo la del “Retiro de la acusación”, por el solo hecho de que provengan de
legislaciones procesales de naturaleza acusatoria.

Apartándose de la línea jurisprudencial, se entiende que la petición de absolución


elevada por la fiscalía durante las alegaciones finales es un acto de postulación
que, al igual que la planteada por la defensa y demás intervinientes, puede ser
acogida o desechada por el juez de conocimiento, quien decidirá exclusivamente
con fundamento en la valoración de las pruebas aducidas en el juicio oral.

En esta variación jurisprudencial la Corte tuvo como referente el artículo 250 de la


carta política en don expresamente dice: “No podrá, en consecuencia, suspender,
interrumpir,, ni renunciar a la persecución penal, salvo a los casos que establezca
la ley para la aplicación del principio de oportunidad” y el cual debe someterse a
un examen de legalidad por parte del Juez.

6. CRITICAS

El artículo 448 de la Ley 906 de 2004, deja la puerta abierta para varias
interpretaciones, pero cuando esto sucede hay que acudir a la norma superior
para ver si hay una directriz clara y que nos proporcione la interpretación
adecuada, cuando no claridad en la norma superior podemos revisar las actas del
acto legislativo 03 de 2002 para ver cuál realmente era la esencia y la finalidad de
esta directriz.

La Corte ha omitido la norma superior para formar Jurisprudencia y más bien se


ha guiado por interpretaciones y normas de sistemas acusatorios similares, pues

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hay que entender que la realidad social aquí en Colombia es otra y por eso yo
apoyo que la fiscalía no puede tener esa facultad de retirar la acusación pues la
norma superior se lo prohíbe claramente en el Artículo 250 de la Carta Política,
recitando lo siguiente, “No podrá, en consecuencia, suspender, interrumpir, ni
renunciar a la persecución penal, salvo en los casos que establezca la ley para la
aplicación del principio de oportunidad regulado dentro del marco de la política
criminal del estado, el cual estará sometido al control de legalidad por parte del
juez de control de garantías.

Darle una potestad dispositiva de la acción penal al ente acusador se podría poner
a la venta el retirar o no retirar una acusación, por eso esta solo debe ser
simplemente una solicitud al Juez de conocimiento para que este mediante un
examen de legalidad tome la decisión de proceder o no con la solicitud del fiscal,
ya hemos visto en recientes eventos que la función del ente acusador tristemente
está a la venta.

7. CONCLUSIONES

En efecto, y conforme al artículo 448 de la Ley 906 de 2004, en la audiencia


de acusación se debe efectuar tanto una imputación fáctica como una imputación
jurídica. Básicamente, esta norma indica que la congruencia se limita a la
acusación y a la sentencia que declara la responsabilidad y la respectiva condena.
Pero como se ha resaltado la imputación jurídica puede variar hasta el mismo
momento probatorio, superando la tesis que indicaba una inmutabilidad de la
misma hasta la audiencia de acusación. Aunque la jurisprudencia ha permitido dar
una comprensión e interpretación más amplia de la imputación jurídica y la
congruencia acusación-sentencia, la norma contenida en el artículo 448 se ha
mantenido sin modificaciones. Por ello es recomendable un ajuste a la norma en el

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sentido de reconocer el alcance de la imputación jurídica al momento de
acusación, el juicio oral y público, y la sentencia en el contexto de la congruencia.
Por tanto, ha sido la jurisprudencia la que ha regulado y limitado la interpretación
del principio de congruencia pues con ella se ha extendido el principio a la misma
audiencia de imputación y ha posibilitado los cambios en la imputación jurídica
hasta el escenario del juicio oral, incluyendo la posibilidad del juez para que en
determinados casos modifique la imputación jurídica. De allí que a pesar de
eliminarse la audiencia de formulación de la imputación en el Proyecto de Ley
propuesto por la Fiscalía General de la Nación y el Ministerio de Justicia y
tramitado actualmente por el Legislativo, se defina que la comunicación escrita de
la imputación debe incluir la calificación jurídica provisional.

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