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POR
DOCENTE
Dr. RICARDO DE LA PAVA
2018
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Tabla de contenido
6. CRITICAS 15
7. CONCLUSIONES 16
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RESUMEN
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La congruencia se significa también la “conformidad que debe existir entre la
sentencia y la pretensión o pretensiones que constituyen el objeto del proceso,
más la oposición y oposiciones en cuanto delimitan este objeto, teniendo en
cuenta todos los elementos individualizadores de tal objeto: los sujetos que en él
figuran, la materia sobre que recae y el título que jurídicamente lo perfila” (Guasp,
1961, pág. 567).
En tal sentido, existen tres clases de incongruencia: “cuando el fallo contiene más
de lo pedido – positiva –, la que se da cuando en la sentencia se omite decidir
sobre alguna de las pretensiones procesales – negativa – y las que se dan cuando
las sentencias fallan sobre un objeto diferente al pretendido – mixta –” (Rioja,
2008, pág. 67).
Incurre en el vicio de extra petita el juez que resuelve a favor o contra personas
que no son sujetos del proceso, cuando acuerda o niega cosa diferente de la
demanda o cuando cambio la causa litigiosa. Por su parte, Chiovenda (1995)
expresaba que los “jueces son muy inclinados a argumentar con hechos que las
partes no han alegado, con el pretexto que resultan de los autos; temen quedar
por debajo de su alta función si no ejercitan con absoluta independencia su
ingenio sobre todo lo que se desprende de los autos (pág. 218).
“Si el juez se siente a disgusto encerrado en los cauces marcados por la voluntad
dominadora de las partes, al menos por una consideración práctica debe
conformarse a este sometimiento, y es que las partes, son los mejores jueces de
la propia defensa y que nadie mejor que ellas reconoce qué hechos deben alegar
y cuáles no. La esfera de actividad del defensor y la del juez deben estar
netamente separadas, ya que existe una verdadera incompatibilidad psicológica
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entre la función de juzgar y la de buscar los elementos de defensa de las partes”
(D’ onofrio, 1945, pág. 102).
Desde otro punto de vista, Bernal (1995) expresa que el principio de congruencia
es la exigencia de correlación entre acusación y sentencia, y que la sentencia
debe tener como fundamento el recuento de lo investigado en el desarrollo del
proceso cuyos aspectos son concretados en la acusación, la cual cumple la
función fundamental de delimitar el objeto de la relación jurídica, “puesto que la
sentencia como acto que concluye el proceso, debe proferirse en correspondencia
con los hechos que motivaron la acusación y los imputados a quienes se formuló
pliego de cargos” (pág. 15).
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largo del procedimiento hasta su reflejo final en la resultancia sintética de la
sentencia” (Vanegas V. , 2013, p. 16).Por consiguiente, los elementos
accidentales que devienen del proceso logran atraer la atención de los jueces y las
partes, sustentado en la norma penal que configura la parte formal del acto
litigioso y lleva a la aceptación de la sentencia resolutoria; aspectos que reflejan
características “como la inmutabilidad del hecho y la denominación jurídica que
recibe, constituyen la adecuación típica contenida en pliego de cargo inmodificable
y que solo puede ser cuestionada a través de la nulidad” (Vanegas V. , 2013, p.
16).
Sin embargo, hay quienes consideran, como Vélez (1986), que el principio de
congruencia en materia penal recae exclusivamente sobre lo fáctico,
demostrándose como indispensable la coincidencia o conveniencia entre el
supuesto de hecho imputado y el contenido fáctico de la decisión. “Significa que la
sentencia debe limitar su contenido fáctico al ámbito de la acusación y, en caso,
con las legítimas ampliaciones que se denominan correlación entre acusación y
sentencia” (p. 111).
Creus (1996) citado por Vanegas (2013) define que el proceso penal se rige por el
principio de congruencia, los hechos por los que fue indagado el imputado son los
que informan el contenido de los hechos que pueden ser objeto del auto de
procesamiento; los comprendidos en este auto constituyen, a su vez, el límite
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fáctico del requerimiento de elevación a juicio, y son los hechos comprendidos en
ese requerimiento (salvo excepciones taxativamente previstas por la ley) los que
pueden ser objeto del debate y de la sentencia. Pero el principio de congruencia
refiere a los “hechos” no a su calificación jurídica, por eso el tribunal podrá dar al
hecho una calificación jurídica distinta a la contenida en el auto de remisión a juicio
o en el requerimiento fiscal, aunque deba aplicar penas más graves o medidas de
seguridad (Vanegas V. , 2013, p. 19).
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2.1 VIGENCIA DECRETO 2700 DE 1991
En vigencia de la Ley 600 de 2000, la Corte constitucional estimó que a los Jueces
les está vedado cargar circunstancias de mayor punibilidad cuando ellas no
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aparecen en la acusación pues se estaría vulnerando el derecho a la defensa y
por ende al debido proceso.
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debe existir entre la resolución de acusación (o su equivalente) y la sentencia,
siendo la acusación el marco referente, por lo tanto la Corte hace referencia a los
aspectos que deben tenerse en cuenta para apreciar si existe o no vulneración del
principio, es decir, debe existir la individualización del sujeto(s), la concordancia
entre los hechos que se han tenido presentes durante el proceso y los de la
sentencia, y la calificacio Juridica que se le ha otorgado, es decir, el delito
imputado durante el proceso sea el mismo por el cual se le condene al procesado.
Por lo tanto, el Juzgador puede infligir el principio de congruencia sea por acción o
por omisión.
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favor de la defensa; para lo cual tendrá que guardar consonancia entre la
acusación hecha en el juicio y la sentencia.
Pero en tal caso que se haya quebrantado el principio de congruencia, las partes o
intervinientes podrán interponer el recurso extraordinario de casación por
desconocimiento del debido proceso, pues al Juez desconocer las reglas básicas
de un proceso como es debido porque afecta de manera sustancial su estructura
básica, se constituye en yerro demandable por vía de la causal segunda.
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3. El juez, al proferir la sentencia, puede degradar la responsabilidad del sindicato,
porque si está habilitado para absolverlo, también lo está para atenuar su
situación, siempre que respete el núcleo central de la imputación fáctica o
conducta básica.
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vedado agregar, porque sí, hechos nuevos o, de cualquier forma, gravar la
situación del procesado, a quien lo más desventajoso que le puede pasar es que
sea condenado por los cargos que le fueron definitivamente acreditados en el
debate público.
Por consiguiente, la variación de la calificación jurídica para que no afecte el
principio de congruencia, el debido proceso y por lo tanto, se presente nulidad de
los actos procesales debe no vulnerar el derecho de defensa y de contradicción,
no modificar los fundamentos básicos, es decir, el resultado de la investigación
preliminar que ha de consolidarse en la formulación de imputación.
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se pretendía desde el Acto legislativo 03 de 2002 en el cual se orientó el proceso
penal hacia un modelo acusatorio; sin embargo, nuestro sistema acusatorio tiene
unas características propias que lo diferencian de sistemas similares, por lo que es
equivocado importar interpretaciones de la reglas legales como lo es es por
ejemplo la del “Retiro de la acusación”, por el solo hecho de que provengan de
legislaciones procesales de naturaleza acusatoria.
6. CRITICAS
El artículo 448 de la Ley 906 de 2004, deja la puerta abierta para varias
interpretaciones, pero cuando esto sucede hay que acudir a la norma superior
para ver si hay una directriz clara y que nos proporcione la interpretación
adecuada, cuando no claridad en la norma superior podemos revisar las actas del
acto legislativo 03 de 2002 para ver cuál realmente era la esencia y la finalidad de
esta directriz.
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hay que entender que la realidad social aquí en Colombia es otra y por eso yo
apoyo que la fiscalía no puede tener esa facultad de retirar la acusación pues la
norma superior se lo prohíbe claramente en el Artículo 250 de la Carta Política,
recitando lo siguiente, “No podrá, en consecuencia, suspender, interrumpir, ni
renunciar a la persecución penal, salvo en los casos que establezca la ley para la
aplicación del principio de oportunidad regulado dentro del marco de la política
criminal del estado, el cual estará sometido al control de legalidad por parte del
juez de control de garantías.
Darle una potestad dispositiva de la acción penal al ente acusador se podría poner
a la venta el retirar o no retirar una acusación, por eso esta solo debe ser
simplemente una solicitud al Juez de conocimiento para que este mediante un
examen de legalidad tome la decisión de proceder o no con la solicitud del fiscal,
ya hemos visto en recientes eventos que la función del ente acusador tristemente
está a la venta.
7. CONCLUSIONES
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sentido de reconocer el alcance de la imputación jurídica al momento de
acusación, el juicio oral y público, y la sentencia en el contexto de la congruencia.
Por tanto, ha sido la jurisprudencia la que ha regulado y limitado la interpretación
del principio de congruencia pues con ella se ha extendido el principio a la misma
audiencia de imputación y ha posibilitado los cambios en la imputación jurídica
hasta el escenario del juicio oral, incluyendo la posibilidad del juez para que en
determinados casos modifique la imputación jurídica. De allí que a pesar de
eliminarse la audiencia de formulación de la imputación en el Proyecto de Ley
propuesto por la Fiscalía General de la Nación y el Ministerio de Justicia y
tramitado actualmente por el Legislativo, se defina que la comunicación escrita de
la imputación debe incluir la calificación jurídica provisional.
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