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¿Cómo funciona el cerebro?

Aunque pocas veces nos paramos a pensar en la importancia que tiene dentro de la
regulación de nuestras actividades cotidianas.

Anatómicamente el cerebro es la parte más voluminosa del encéfalo y está dividido


por un surco central llamado cisura longitudinal en los hemisferios derecho e izquierdo,
a la vez unidos por el cuerpo calloso. La superficie de cada hemisferio presenta un
conjunto de pliegues que forman una serie de depresiones irregulares, son los surcos o
cisuras. La disposición que adoptan estos surcos nunca es igual entre los cerebros de
diferentes personas, y también adoptan disposiciones distintas en ambos lados de un
mismo encéfalo.

Cada hemisferio cerebral se divide en cuatro lóbulos: el frontal, el parietal, el


temporal y el occipital. En general, los cuatro primeros lóbulos se sitúan debajo de los
huesos que llevan el mismo nombre. Así, el lóbulo frontal descansa en las
profundidades del hueso frontal, el lóbulo parietal bajo el hueso parietal, el lóbulo
temporal bajo el hueso temporal y el lóbulo occipital debajo de la región
correspondiente a la protuberancia del occipital.

El cerebro contiene varios billones de células, de las que unos 100.000 millones de
neuronas y posee casi 100 trillones de interconexiones en serie y en paralelo que
proporcionan la base física que permite el funcionamiento cerebral. Gracias a los
circuitos formados por las células nerviosas o neuronas, es capaz de procesar
información sensorial procedente del mundo exterior y del propio cuerpo. El cerebro
desempeña funciones sensoriales, funciones motoras y funciones de integración menos
definidas asociadas con diversas actividades mentales. Algunos procesos que están
controlados por el cerebro son la memoria, el lenguaje, la escritura y la respuesta
emocional.

El funcionamiento del cerebro se basa en el concepto de que la neurona es una


unidad anatómica y funcional independiente, integrada por un cuerpo celular del que
salen numerosas ramificaciones llamadas dendritas, capaces de recibir información
procedente de otras células nerviosas, y de una prolongación principal, el axón, que
conduce la información hacia las otras neuronas en forma de corriente eléctrica. Pero las
neuronas no se conectan entre sí por una red continua formada por sus prolongaciones,
sino que lo hacen por contactos separados por unos estrechos espacios denominados
sinapsis. La transmisión de las señales a través de las sinapsis se realiza mediante unas
sustancias químicas conocidas como neurotransmisores, de los cuales hoy se
conocen más de veinte clases diferentes.

El cerebro tiene a su cargo las funciones motoras, sensitivas y de integración. El


hemisferio cerebral izquierdo está especializado en producir y comprender los
sonidos del lenguaje, el control de los movimientos hábiles y los gestos con la mano
derecha. El hemisferio derechoestá especializado en la percepción de los sonidos no
relacionados con el lenguaje (música, llanto…), en la percepción táctil y en la localización
espacial de los objetos.
Hoy en día se sabe que en el lóbulo occipital se reciben y analizan las informaciones
visuales. En los lóbulos temporales se gobiernan ciertas sensaciones visuales y
auditivas. Los movimientos voluntarios de los músculos están regidos por las neuronas
localizadas en la parte más posterior de los lóbulos frontales, en la llamada corteza
motora. Los lóbulos frontales están relacionados también con el lenguaje, la inteligencia
y la personalidad, si bien, se desconocen funciones específicas en esta área. Los lóbulos
parietales se asocian con los sentidos del tacto y el equilibrio. En la base del encéfalo se
sitúa el tronco cerebral, que gobierna la respiración, la tos y el latido cardíaco. Detrás
del tronco se localiza el cerebelo, que coordina el movimiento corporal manteniendo la
postura y el equilibrio. Las áreas cerebrales que gobiernan las funciones como la
memoria, el pensamiento, las emociones, la conciencia y la personalidad, resultan
bastante más difíciles de localizar.
La memoria está vinculada al sistema límbico, situado en el centro del encéfalo. Por
lo que respecta a las emociones, se sabe que el hipocampo controla la sed, el
hambre, la agresión y las emociones en general. Se postula que los impulsos
procedentes de los lóbulos frontales se integran en el sistema límbico, llegando
al hipotálamo, estructura que que a su vez regula el funcionamiento de la glándula
hipofisaria, productora de varias hormonas.

Es en el córtex donde se integran las capacidades cognitivas, donde se encuentra


nuestra capacidad de ser conscientes, de establecer relaciones y de hacer
razonamientos complejos. Lo que llamamos sustancia gris es una pequeña capa que
recubre el resto del cerebro. Pero el córtex cerebral humano tiene una característica que
la distingue de todas las demás. Tiene numerosos pliegues. Esto aumenta notablemente
su superficie. Si la extendiéramos, ocuparía el área equivalente a cuatro folios. En
comparación, la de un chimpancé sólo sería de un folio, la de la mona ocuparía como
una tarjeta postal y la de la rata la de un sello de correos.
El procesamiento de la información sensorial recogida del mundo que nos rodea y de
nuestro propio cuerpo, las respuestas motrices y emocionales, el aprendizaje, la
conciencia, la imaginación y la memoria son funciones que se realizan por circuitos
formados por neuronas interrelacionadas a través de los contactos sinápticos. Es por
este motivo que el funcionamiento cerebral se asemeja, en parte, a una computadora.
Pero el cerebro es muchísimo más complejo que un ordenador, ya que está dotado
de propiedades que solo proporciona su naturaleza biológica.

Visita aquí nuestro Atlas visual e interactivo del cerebro

Referencias

Carlson, N.R. (1999). Fisiología de la conducta. Barcelona: Ariel Psicología.

Carpenter, M.B. (1994). Neuroanatomía. Fundamentos. Buenos Aires: Editorial


Panamericana.

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Guyton, A.C. (1994) Anatomía y fisiología del sistema nervioso. Neurociencia básica.
Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Kandel, E.R.; Shwartz, J.H. i Jessell, T.M. (eds) (1997) Neurociencia y Conducta. Madrid:
Prentice Hall.

Martin, J.H. (1998) Neuroanatomía. Madrid: Prentice Hall.

Tronco del encéfalo: funciones y


estructuras
¿Qué es el tronco encefálico y por qué es tan importante?
por Adrián Triglia

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El encéfalo es asociado casi siempre a una especie de óvalo de superficie rugosa
llena de pliegues, pero por debajo de esta corteza cerebral hay multitud de
estructuras muy importantes.

De hecho, si tuviéramos que considerar la importancia de cada una de las partes


del cerebrojuzgándolas según lo relevantes que son para nuestra supervivencia,
llegaríamos a la conclusión de que la estructura más fundamental es una que ni
tiene la forma replegada del córtex ni tiene forma de óvalo. Se trata del tronco del
encéfalo, o tronco encefálico, situado en la parte más baja del encéfalo y en
contacto directo con la médula espinal.

¿Qué es el tronco del encéfalo?


El tronco encefálico, llamado a veces tallo cerebral, es una parte del encéfalo con
forma de cilindro o cono alargado y que está situado entre el resto del encéfalo y
la médula espinal. Eso significa que el tronco del encéfalo está alineado con las
fibras neuronales que recorren la médula espinal bajo recorre la columna
vertebral; concretamente, pasa por delante del cerebelo.

Por tanto, es la parte del encéfalo que se encuentra en una posición


anatómicamente más baja y cercana al cuello. Además, la mayor parte de
los pares craneales (o nervios craneales) salen del tronco del encéfalo.

El tronco del encéfalo está compuesto tanto por partes de sustancia blanca como
por algunas zonas en las que predomina la materia gris, lo cual significa que la
recorren tanto áreas de conexión como zonas en las que los cuerpos de las
neuronas se concentran formando núcleos de control.
Funciones del tronco del encéfalo
Aunque el tronco encefálico esté pegado a la médula espinal y por su forma
pueda ser confundido con una prolongación de esta, su función principal no es
actuar como un simple puente entre el cerebro y los nervios que recorren el
cuerpo humano.

El tallo cerebral es la parte del cerebro humano que alberga las funciones más
primitivas y ancestrales, y apareció en nuestra línea evolutiva en especies que no
se parecían nada a los seres humanos. Es parte de lo que, según la teoría de los 3
cerebros de Paul MacLean, se ha llamado "cerebro reptiliano", justamente porque
ha sido asociado a procesos fisiológicos ancestrales (aunque las ideas de
MacLean no se consideran válidas, entre otras cosas, por basarse en una visión
muy simplificada de la evolución del cerebro humano.

Así pues, el tronco del encéfalo se encarga de realizar las tareas del sistema
nervioso más básicas para nuestra supervivencia, aquellas en las que apenas
podemos influir voluntariamente y que han sido automatizadas a partir de
millones de años de evolución justamente para que nuestras decisiones
desacertadas o nuestras distracciones no nos cuesten la vida.

Manteniendo las constantes vitales


Entre las funciones en las que el tronco encefálico juega un papel fundamental se
encuentran la regulación y mantenimiento del ritmo cardíaco y el control
automático de la respiración. Es por eso que el tallo del encéfalo está compuesto
por centros vitales que al ser dañados pueden provocar la muerte inmediata.

Otras funciones del tronco del encéfalo algo menos importantes pero
prácticamente igual de primitivas son el control del hipo, el estornudo y la tos, la
succión, la deglución, el vómito y la sensibilidad al dolor. También tiene un rol
muy importante en la regulación de los niveles de arousal. En concreto, una red de
neuronas distribuidas en parte por el tronco encefálico llamada formación
reticular interviene tanto en la regulación del ciclo circadiano (sueño-vigilia)
como en el mantenimiento de la consciencia.

Un puente de comunicación con la médula espinal


Además de todas estas funciones, por supuesto, el tallo cerebral sirve para
comunicar los nervios craneales y la médula espinal con el cerebro, siendo así la
vía de comunicación entre el encéfalo y el resto del cuerpo tanto en las aferencias
como en las eferencias. Este es un papel más pasivo que los anteriores, pero
igualmente imprescindible para la supervivencia del encéfalo y de todo el
organismo en general.
Partes del tronco encefálico
El tallo cerebral está compuesto por tres estructuras principales: el mesencéfalo,
el puente troncoencefálico y el bulbo raquídeo.

Mesencéfalo
El mesencéfalo es la estructura del tronco encefálico situada en una posición más
alta y, por tanto, más cercana a estructuras situadas en la parte superior, como
por ejemplo el tálamo. Como otras partes del tronco del encéfalo, interviene en
funciones tan primitivas como la regulación del ciclo sueño-vigilia y de la
temperatura corporal, pero también juega un papel a la hora de reaccionar
rápidamente ante estímulos visuales y auditivos de manera refleja, así como en el
control de ciertos movimientos.

Los dos componentes básicos del mesencéfalo son unas estructuras


llamadas tectum ytegmentum.

Puente troncoencefálico
El puente troncoencefálico, o puente de Varolio, está situado justo debajo del
mesencéfalo y encima del bulbo raquídeo. En su cara posterior (la más cercana a
la nuca) está el cerebelo. Esta estructura es la parte del tronco del encéfalo más
abultada, y su cara anterior se comba hacia afuera como si fuese la mitad de un
huevo.

Esta parte del tallo cerebral interviene en el control de la respiración, en la


transición entre las fases del sueño y en la regulación del nivel de consciencia,
entre otros procesos básicos de supervivencia.
Bulbo raquídeo
El bulbo raquídeo (o médula oblonga) está situado en la parte más baja del
tronco del encéfalo. Controla todo tipo de procesos automáticos totalmente
necesarios para la supervivencia, como el control cardíaco o la secreción de
sustancias gástricas. Además, es la parte que comunica con la médula espinal de
forma directa.

Además, es en esta parte del tronco del encéfalo donde se encuentra la decusación
de las pirámides, es decir, el punto en el que las fibras nerviosas cambian de
hemicuerpo para pasar de derecha a izquierda y viceversa (lo cual explica que
una mitad del cuerpo es controlada por la mitad opuesta del cerebro).

Si quieres saber más acerca del bulbo raquídeo y sus partes, este artículo te
puede interesar:

El Tronco Encefálico: anatomía,


estructuras y función
El tronco encefálico o tronco del encéfalo es una de las regiones más importantes del
cerebro humano y una de las regiones más vitales para la supervivencia de nuestro
cuerpo. Forma la conexión entre el cerebro y la médula espinal, mantiene el control
vital del corazón y los pulmones y coordina muchos reflejos importantes.

Contenido [mostrar]

Anatomía

Es una masa tubular de tejido nervioso de poco más de 8 cm de longitud. Se encuentra


en la base del cerebro, superior a la médula espinal e inferior al cerebro.
El exterior del tallo cerebral se compone de sustancia blanca, que conduce las señales
nerviosas dentro del tallo cerebral y hacia la médula espinal y otras regiones del
cerebro. Las masas de sustancia gris, conocidas como núcleos, desempeñan el papel de
procesamiento del tronco encefálico. La formación reticular, una red mixta de
materia gris y blanca, se extiende por todo el interior del tronco encefálico y
desempeña un papel importante en la estimulación del cerebro y los músculos del
cuerpo.

Tres regiones principales conforman el tronco encefálico: bulbo raquídeo (médula


oblongata), protuberancia y mesencéfalo.

 El bulbo raquídeo es la región más inferior del tronco encefálico que conecta el

cerebro con la médula espinal. Es un tubo estructuralmente similar a la médula

espinal, pero es más ancho y contiene varias masas de materia gris internamente.
 Por encima de la médula se encuentra la protuberancia, que es más grande y

estructuralmente más compleja que la médula.

 Finalmente, el mesencéfalo forma la región más superior y más compleja del tronco

encefálico.

La superficie ventral o anterior del tronco del encéfalo tiene los siguientes componentes:

La superficie dorsal o posterior del tronco del encéfalo está recubierta en gran parte por
los hemisferios cerebrales y por el cerebelo.

Cuando se eliminan los hemisferios y el cerebelo, se ponen de manifiesto alguna de las


características de la superficie dorsal del tronco del encéfalo. Estas características son las
siguientes:
En el bulbo raquídeo se distinguen las columnas blancas dorsales, que forman parte
del fascículo de Goll y Burdach.

La protuberancia se encuentra bajo el IV ventrículo.

El mesencéfalo se caracteriza por la presencia de cuatro pequeños bultos, dos a cada


lado de la línea media, los colículos superior e inferior, o tubérculos cuatrillizos. Los
colículos son estaciones de relevo para las vías auditivas (los inferiores) y visuales
(superiores).

Los nervios craneales

Alrededor del tronco del encéfalo no encontramos nervios craneales, que son los
nervios periféricos del encéfalo.

Los nervios craneales son parte del sistema nervioso y consisten en fibras motoras
eferentes que surgen de núcleos en el tronco encefálico y fibras sensoriales
aferentes que se originan en los ganglios periféricos. Los núcleos motores de los
nervios craneales reciben impulsos de la corteza cerebral a través de los tractos
corticonucleares.

Hay doce pares de nervios craneales:

 Diez de los doce pares craneales salen del tronco.

 Uno de los pares craneales, el nervio olfatorio, sale del bulbo olfatorio (telencéfalo).
 Uno de los pares craneales, el nervio óptico, sale del quiasmo óptico (diencéfalo).

Visión ventral del encéfalo en la que se destacan los nervios craneales.


A diferencia de los nervios espinales que son mixtos, motores y sensoriales, los nervios
craneales pueden ser exclusivamente sensoriales, motores o mixtos (combinan
funciones motoras y sensoriales).

Los pares craneales se originan o finalizan en una serie de núcleos que se encuentran en
el interior del tronco del encéfalo. Se pueden distinguir núcleos de los pares craneales
motores y núcleos de los pares craneales sensoriales.

Núcleos sensoriales de los nervios craneales

Son las zonas donde finalizan las fibras de las ramas sensoriales de los nervios craneales.
Las neuronas sensoriales que llevan información fuera del SNC sinaptan en estos
núcleos y tienen su suma fuera del tronco, en ganglios situados a ambos lados del
tronco.

En el bulbo se encuentran muchos de los núcleos de los pares craneales, algunos de


estos con funciones vitales. Por ello, la lesión del bulbo es muy peligrosa, ya que
puede causar la muerte del individuo.

Núcleos motores de los nervios craneales

Son los lugares donde se originan las fibras que forman las ramas motoras de los
nervios craneales.

El núcleo dorsal (X) es el origen de las fibras más importantes (con funciones vitales) que
inervan en nervio vago. Así, las lesiones del nervio craneal van desde aquellas que
causan déficits sutiles hasta lesiones que causan la muerte

La formación reticular

La formación reticular es una red de neuronas que se extiende desde la médula


espinal hasta el tálamo, con conexiones al bulbo raquídeo, el mesencéfalo, la
protuberancia y el diencéfalo. Estas neuronas, junto con sus axones y dendritas, se
intercalan entre los núcleos del nervio craneal y los tractos que se encuentran en el tallo
cerebral. Es importante observar que aunque los núcleos de la formación reticular no
están tan bien definidos como los de los nervios craneales, sí aparecen regiones que
contienen sustancia gris.

Localización y estructura

La formación reticular, como los núcleos de los pares craneales, se distribuye


longitudinalmente por el tronco del encéfalo.
La formación reticular se divide en tres columnas: núcleos del rafe (mediana), núcleos
reticulares gigantocelulares (zona medial) y núcleos reticulares parvocelulares (zona
lateral).

Los núcleos del rafe son varios núcleos que forman una columna gris localizada en la
línea media del tronco del encéfalo y de esta localización deriva su nombre (rafe es
‘sutura’, en griego) y son el lugar de síntesis del neurotransmisor serotonina, que
desempeña un papel importante en la regulación del estado de ánimo.

Los núcleos gigantocelulares están involucrados en la coordinación motora y


los núcleos parvocelulares regulan la exhalación.

El locus ceruleus también se considera parte de la formación reticular. Se encuentra


principalmente en el ámbito de la protuberancia. Este núcleo debe su nombre a su
apariencia azulada en el tejido fresco. Los axones que salen de este núcleo son muy
largos y ramificados y se extienden a amplias áreas del SNC. La noradrenalina se
sintetiza principalmente en este núcleo del tronco del encéfalo.

Vías reticulares ascendentes

La formación reticular es un lugar de convergencia de información, que recibe


aferencias de la mayoría de sistemas sensoriales y que tiene conexiones eferentes con
todos los niveles del SNC.

Vías reticulares descendentes

La formación reticular recibe muchas influencias descendientes desde la corteza


cerebral que convergen en la formación reticular medial, que es la zona efectora. Desde
varios núcleos de esta zona medial originan los tratos reticulares descendientes en
la médula espinal. En la formación reticular se originan dos tractos motores
descendientes.
Las vías con origen en los núcleos de la rafe que se dirigen hacia la médula y que están
relacionadas con la regulación interna del dolor.

Funciones de la formación reticular

Gracias a las proyecciones que tiene, principalmente hacia el tálamo, la formación


reticular interviene en la excitabilidad de la corteza cerebral y su correcto
funcionamiento es esencial para el mantenimiento de un estado normal de conciencia.

Sus funciones principales son:

 Ciclo de sueño-vigilia (control de la conciencia y estado de alerta)

 Sistema motor del encéfalo y médula espinal

 Regulación de la actividad visceral

La lesión de la formación reticular póntica o mesencefálica provoca el estado de


coma.

Un cerebro normal intacto es incapaz de funcionar por sí mismo de manera consciente,


necesita recibir de una manera sostenida impulsos desde la formación reticular del
tronco del encéfalo.

Muchos fármacos actúan sobre el sistema reticular activador


ascendente. Algunosanestésicos generales suprimen la transmisión a través de
la formación reticular. Los estimulantes (anfetaminas, cocaína, cafeína) aumentan el
estado de activación general actuando sobre este sistema. En
cambio, los sedantes (como los barbitúricos) tienen un efecto depresor sobre este
sistema.
Núcleos del mesencéfalo

Núcleos del techo

En el techo del mesencéfalo encontramos los colículos superiores e inferiores.

El colículo inferior está relacionado con el procesamiento de la información auditiva


que le llega por medio del lemnisco lateral.

El colículo superior forma parte de la vía de procesamiento visual. Nos permite orientar
la cabeza y los ojos hacia los estímulos que nos rodean.
Núcleos del tegmento

La sustancia gris periacueductal rodea el acueducto cerebral. Es una zona de


integración de señales neuroendocrinos y sensoriales que interviene con fibras
descendentes en la modulación sensorial. Forma parte de un circuito endógeno para el
control del dolor.

El núcleo rojo es de gran importancia para el control del movimiento. Está formado por
dos partes: la región parvocelular, fundamentalmente relacionada con el cerebelo, y la
región magnocelular, donde se originan fibras descendentes en la médula espinal.

La sustancia negra se encuentra inmediatamente dorsal los pedúnculos cerebrales y se


extiende a lo largo de todo el mesencéfalo. Está formado por dos partes: la zona
compacta y la reticulata. Tiene funciones motoras importantes, está conectada con el
neoestriado mediante la vía negroestriada. Esta vía se dopaminérgica, y su lesión
provoca la enfermedad de Parkinson.

El área tegmental ventral se encuentra entre la sustancia negra y el núcleo rojo. Es una
población de neuronas dopaminérgicas. Sus axones terminan en el hipotálamo, la
formación hipocampal y otras partes del sistema límbico. Estas proyecciones forman
parte del sistema dopaminérgico mesolímbico que ha sido ampliamente estudiado en
animales, ya que sus acciones son bloqueadas por los fármacos antipsicóticos. Estas
drogas son antagonistas de los receptores dopaminérgicos.

Núcleos del bulbo

En el bulbo, podemos destacar la oliva inferior, que envía importantes proyecciones en


el cerebelo. Las fibras procedentes de este núcleo cuando entran en el cerebelo se
denominan fibras trepadoras.
Lemnisco lateral

El lemnisco lateral es la principal vía auditiva ascendente.

Los núcleos cocleares (núcleo sensorial del VII par craneal) proyectan fibras cruzadas y
no cruzadas directamente al lemnisco lateral. Además, las proyecciones del núcleo olivar
superior transportan información para localizar el sonido a partir de las dos orejas.

Las fibras del lemnisco lateral terminan en el núcleo geniculado lateral del tálamo,
pasando primero por los colículos inferiores.

Lemnisco medial

El lemnisco medial se encuentra a continuación de los fascículos de Goll y Burdach que


llevan información sobre tacto epicrítica y propiocepción consciente.

Las fibras de los fascículos de Goll y Burdach (fibras eferentes primarias) provienen de
los receptores sensoriales y no establecen su primera sinapsis hasta el bulbo inferior, en
los núcleos de gracilis y cuneiforme. Tras esta primera sinapsis, las fibras que se originan
en los núcleos de gracilis y cuneiforme (fibras de segundo orden) cruzan la línea media
en el mismo nivel en que se originan y suben contralateralmente formando el lemnisco
medial. Mantiene la disposición somatotópica y se dirige al tálamo.

El lemnisco medial recibe las fibras que provienen del núcleo sensorial del trigémino y
que llevan la información de la sensibilidad de la cara.

Fascículos espinotalámicos lateral y anterior

Estos fascículos llevan información de dolor, temperatura, tacto protopática y presión.


Las fibras eferentes de primer orden que llevan información de dolor, temperatura, tacto
protopática y presión, terminan en el cuerno dorsal de la médula espinal.

Las fibras de segundo orden cruzan la línea media y forman los tratos espinotalámicos y
suben hasta el tálamo. Durante su trayectoria por el tronco del encéfalo, las fibras
espinotalámicas envían numerosas colaterales a la formación reticular.

Otros fascículos

Los fascículos espinocerebel·losos antes de entrar en el cerebelo pasan por el tronco del
encéfalo. La entrada al cerebelo es a través de los pedúnculos cerebelosos.

Vías descendentes

Fascículos piramidal directo y cruzado

Son fascículos que se originan en la corteza cerebral y bajan por los pedúnculos
cerebrales, la protuberancia y las pirámides del bulbo.

La mayor parte de las fibras piramidales o corticoespinal cruzan la línea media en el


bulbo, en la decusación de las pirámides, y forman el tracto piramidal (o corticoespinal)
cruzado (o lateral).

Las fibras que no se cruzan en el bulbo forman el tracto piramidal (o corticoespinal)


directo (o anterior). La mayor parte de estas fibras cruza la línea media en la médula, por
la comisura blanca anterior, antes de ir a parar a la sustancia gris medular.

La mayor parte de las fibras piramidales no establecen sinapsis directamente en las


motoneuronas.
Fascículos extrapiramidales

Varios tratos extrapiramidales pasan por el tronco del encéfalo, como el trato
rubroespinal, rafe espinal.

Funciones del tronco encefálico

Existen tres funciones principales que lleva a cabo el tronco encefálico:

Juega un papel esencial en la transmisión la información del cuerpo al cerebro y


viceversa. Las vías sensoriales ascendentes que van del cuerpo al cerebro incluyen la
sensación de dolor, la temperatura, el tacto, la propiocepción y la sensación de. Los
tractos descendentes son motoneuronas que transmiten la información del movimiento
a los músculos y otros órganos.

Los nervios craneales III-XII emergen del tronco encefálico. Estos nervios craneales
irrigan la cara, la cabeza y las vísceras.

También tiene funciones integradoras involucradas en el control del sistema


cardiovascular, el control respiratorio, de la sensibilidad al dolor, el estado de alerta y la
conciencia. Por lo tanto, el daño del tallo cerebral es un problema muy serio y, a
menudo, que pone en peligro la vida.
El tronco del encéfalo, como la médula espinal, recibe aferencias somáticas del tronco y
de las extremidades, y aferencias viscerales de los órganos internos. También recibe
información sensorial (somática y visceral) de las estructuras craneales.

EUna parte de la información que recibe utiliza localmente para controlar actos
motores reflejos con cierta independencia de los otros niveles del encéfalo.
También controla la inervación motora (somática y visceral) de la cabeza por medio
de los nervios craneales.

Además, el tronco es una zona de intercomunicación entre la médula y el resto del


encéfalo. Por el tronco pasan todas las vías que llevan información sensorial desde la
médula, y todas las órdenes motoras descendentes de los hemisferios cerebrales.
También afecta la excitabilidad de la mayoría de neuronas del SNC.

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Referencias

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Ilustraciones Médicas (volum 1) Barcelona: Salvat.

Nolte, J. (1994) El cerebro humano: introducción a la anatomía funcional. Madrid:


Mosby-Doyma.

Función del cerebelo

Resúmenes
El cerebelo procesa información proveniente de otras áreas del cerebro, de la médula espinal y de
los receptores sensoriales con el fin de indicar el tiempo exacto para realizar movimientos
coordinados y suaves del sistema muscular esquelético. La embolia que afecte el cerebelo puede
causar mareo, náusea y problemas de equilibrio y coordinación.
Ultima revisión 4/30/2018
Versión en inglés revisada por: Amit M. Shelat, DO, FACP, Attending Neurologist and Assistant
Professor of Clinical Neurology, SUNY Stony Brook, School of Medicine, Stony Brook, NY. Review
provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical
Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.

Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

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