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LA REALIDAD SOCIAL

1.1. Concepto de realidad social.

Las Ciencias Sociales estudian la realidad social; pero es la Sociología la que estudia de un modo más específico
esa realidad social, por lo que de ella extraemos el concepto de realidad social:

REALIDAD SOCIAL: conjunto de actuaciones multiformes de muchas personas que se comportan de determinadas
maneras y que actúan las unas con las otras y para las otras, al margen unas de otras, y unas contra las otras. La
sociedad es por tanto, un juego de fuerzas en constante actividad debido al influjo de factores endógenos y exógenos
a ella misma.

ELEMENTOS QUE OPERAN EN UNA SOCIEDAD:

Subsistemas básicos o formas fundamentales: grupos (familia, grupo iguales…), comunidades (el barrio) e
instituciones (El Estado, escuela...)

 Personas o Individuos.

 Motivaciones de la actuación social: ambición, aumentos de prestigio, medios para el fin, libre decisión de la
voluntad.

 Normas, valores, roles, distribución de poder.

 Control social: alabanza, castigo, refuerzo…

 Sistema de comunicación: falta de contactos, círculo de conocidos de amplitud mundial…

1.2. ¿Cómo se producen los cambios sociales?

El cambio se consuma en la sociedad humana gracias a la manera de ser del hombre; en cuanto ente no
determinado y capaz de transformarse socioculturalmente. Por otro lado señalar que las formas de vidas
institucionalizadas, como las costumbres jurídicas frenan el cambio y, por el contrario, los conflictos lo aceleran.

Este cambio social puede producirse por diversos factores:

 Externos al sistema: catástrofes, alteración de los recursos naturales. etc. los impulsos exógenos también se
producen debido al contacto cultural.

 Internos al sistema: estímulos endógenos al cambio son la sucesión generacional, las diferenciaciones entre
los grupos (políticos, raciales), las Tics, la urbanización, las emigraciones, la información y los medios de
comunicación.

 Cambios intencionados: planificados de antemano, voluntariamente a través de la Intervención Social. y


aquí podemos diferenciar:

*Cambio planificado desde arriba: mediante leyes y normas políticas que no cuentan con la opinión de la comunidad
a la que se dirige.

*Cambio planificado desde abajo: mediante organización y dinamización de los implicados, estos se movilizan para
conseguir un cambio social en función e sus necesidades.
 Cambios Naturales: no provocados ni planificados; suponen procesos que no se pueden enmarcar en el
ámbito de la Intervención Social. (surgen de manera espontánea).

1.3. La realidad social actual: origen y características.

Aquí nos vamos a centrar en la sociedad postindustrial; ya que se trata de un término que caracteriza a las
sociedades “occidentales” entre la que se encuentra la española. También podemos hablar del proceso de
occidentalización al que nos estamos viendo sometidos, debido a la trascendencia y alcance de los medios de
comunicación. (De ahí que sea considerada como la sociedad de la información).

Para entender cómo hemos llegado a la sociedad actual tenemos que remitirnos a una serie de cambios sociales que
se han venido produciendo desde la II G M. y que han provocado cambios significativos en las sociedades
occidentales-democráticas; principalmente en las de configuración industrial. Estos cambios son:

 Concentración demográfica en las ciudades; cuyas consecuencias son: grandes oleadas de emigración
internas, desertización del campo, pérdida de valores y en definitiva un fuerte desarraigo de nuestra cultura.

 Aumento de la clase social “media”.

 Modernización y aumento de la red de comunicaciones y transportes.

 Aumento progresivo de las Tics y su aplicación a todos los ámbitos. Dificultad para adaptarse a ellas.

 Creación del Estado del Bienestar.

 Aumento de la mano de obra en el sector servicios para desarrollar el E B

 Aumento del Tiempo Libre y desarrollo de la sociedad del ocio.

 Incorporación de la mujer al mundo laboral.

 Paso del modelo de familia extensa al de familia nuclear.

 Descenso de la natalidad.

 Descenso de la mortalidad infantil y aumento de la esperanza de vida.

El Club de Roma en 1979 denominó “desfase humano” o crisis de la civilización occidental, a la creciente complejidad
social que se está experimentando y el retraso de nuestras capacidades para afrontarlos. A grandes rasgos las
repercusiones que han producido estos cambios son: desequilibrios mundiales económicos, sociales y políticos,
armamentismo como el negocio del siglo, destrucción ecológica, descompensado ritmo de vida. A continuación,
haremos mención más detenidamente a estos cambios:

1. En la estructura demográfica: reducción de nacimientos, y disminución de la parte baja de la pirámide de la


población. aumento de la parte alta (población anciana)

2. En el sistema productivo: revolución industrial y tecnológica. El cambio principal consiste en la


reconversión tecnológica y productiva realizada por el capital en los últimos diez años y la liberación de la
mano de obra y la sustitución de personas por máquinas. Esto origina: liberación rápida de la mano de
obra originando procesos de jubilación anticipada, desajustes, frustración...etc. y por otro lado la sustitución
de personas por máquinas, lo que conlleva el crecimiento de la economía sumergida y aumento de
personas paradas.
3. En el contexto sociopolítico: con la creación del Estado Social o del Bienestar, de la Democracias
Modernas, basado en la creencia de que el Estado puede resolver con eficacia todos los problemas sociales
derivados de estos cambios trae consecuencias (según López Aguilera, 1998):

 Expansión estatal; el Estado se hace cargo de muchos elementos de organización y atención socio-
individual; a la vez que el sistema social se complica y se aleja de los ciudadanos y es cuando se desarrolla
un sentimiento de asistencialismo (el Estado es el que tiene que resolver sus problemas).

 Una privatización política y social; la toma de decisiones se aleja de los ciudadanos, que delegan su
participación en la clase política; entonces la política desaparece de la vida cotidiana.

 Un cambio de la estructura social y en las vías tradicionales de conflicto; la institucionalización de la


acción sociopolítica y la mejora de las condiciones de vida, tienden a neutralizar la crítica social y atenuar las
fuerzas de dinamización social.

4. En el contexto de las relaciones humanas y valores sociales: paralelamente se producen procesos


degenerativos de la sociedad, que según Marchioni (1989) son: individualismo, disgregación social y
colectiva, nuevas formas de marginación social, económicas y psicológicas, búsqueda de soluciones
personales e individuales y la falta de colaboración, masificación, anonimato y homogenización urbana, y
finalmente las relaciones sociales se desarrollarán en el ocio, en vez de hacerlo en el trabajo, la familia.
Tampoco podemos obviar los avances tecnológicos aplicados a los medios de comunicación; lo que se
denomina globalización; la cual está provocando la pérdida de identidad de los pueblos, explotación de los
más desfavorecidos…etc.

5. En el contexto cultural: la cultura era algo reservado a los iniciados, a una élite social que disponía de
códigos para poder generarla, interpretarla y vivirla. Tras la II GM se crea el Consejo de Europa (1949) y el
Consejo de Cooperación Cultural (1962) y con ellos la creación de políticas culturales que hacen que la
cultural elitista sea reemplazada por la democratización cultural (todos tenemos acceso a la cultura).

 ÁMBITOS DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL.

 Intervención Social: niveles de intervención.

Existen tres niveles de intervención que los individuos puedes seguir:

 INDIVIDUAL: destinada a aquellas personas que por motivos de edad, sexo, origen étnico, enfermedad,
discapacidad, pobreza, no tienen recursos personales y materiales necesario para su propia atención y
desarrollo personal, ni para su integración armónica y en condiciones de igualdad en el entorno social. aquí
podemos incluir las acciones destinadas a la formación y desarrollo personal del individuo.

 GRUPAL: destinada a unidades convivenciales que presentan carencias y necesidades específicas: ayuda a
domicilio, educación familiar, etc. a distintos grupos sociales

 COMUNITARIA: destinada a la promoción y la vida en comunidad, para la mejora de las relaciones humanas,
a fin de construir grupos activos que puedan generar comunidades que se preocupen por la situación de su
entorno y trabajen por mejorarlo (sin este nivel de intervención no podemos hablar de Intervención social
propiamente dicha)

Ateniendo al momento en que se realiza la intervención, podemos hablar de:

 INTERVENCIONES PREVENTIVAS: (de atención primaria) realizadas con el ánimo de actuar antes de que
se dé la situación de malestar, de necesidad.

 INTERVENCIONES PALIATIVAS: para cuando se interviene ante el malestar, la necesidad que ya existe…
valorando qué se puede solucionar (atención secundaria en el ámbito socio asistencial) cuando, aun
valorando qué no se puede solucionar, pretendemos que la situación no empeore (atención Terciaria)
 EVOLUCIÓN Y MODELOS DE LA INTERVENCIÓN.

 Haciendo historia sobre el desarrollo de la “acción social”

En el concepto de Intervención Social al que nos estamos refiriendo en apartados anteriores, han venido a confluir
varias tradiciones o planteamientos sociales que han tenido lugar en el transcurso de la historia de la humanidad.
Estos son:

 El de la ayuda mutua: es el más extendido. Está presente desde los inicios de la humanidad, cuando en las
sociedades primitivas la ayuda a los necesitados y desvalidos era asumida por la familia, tribu o clan como un
aspecto del apoyo mutuo que se prestaban entre sí.

 El de la caridad social institucionalizada: basado en la organización de la limosna y la caridad


(beneficencia o caridad privada). Con la aparición de las grandes religiones (judaísmo, islam, cristianismo,
budismo) se establecen normas morales y religiosas en las que se encuentran las primeras formas
“institucionalizadas” de ayuda y asistencia al prójimo.

 La de la ayuda social asumida por los Gobiernos: en 1853 se llevo por primera vez en Elberfeld un
programa de ayuda a los necesitados asumido por el gobierno de la ciudad. Lo que allí sucedió está
suponiendo un nuevo paso en la evolución de la ayuda social: se desarrolla el marco de la asistencia social,
dejándose el término de “ayuda social” para denominar lo acontecido con anterioridad.

Con la Edad Moderna se rompen los marcos de ayuda mutua de los gremios, se seculariza la sociedad y las obras
sociales dejan de ser privativas de la Iglesia. La Administración (locales o centrales) se responsabilizan de los
problemas sociales a través de la promulgación de Leyes sociales. Creando sus propias instituciones y profesionales.
Este proceso de responsabiliza se hace en 3 momentos en el contexto Europeo:

 A través del Sistema de Beneficencia Pública o de Asistencia Social; que consistía en: no ser contributivo,
ser graciables, y estar bajo la organización y responsabilidad de las Corporaciones Locales.

 Más tarde a través del Sistema de Previsión Social o de Seguridad Social: contributivo, reconocimiento de
derechos no graciables para el contribuyente y organizado y bajo la responsabilidad de la Administración
Central. Este sistema es fruto de las revoluciones liberales e industriales en Centro Europa (SXIX): A España
llega a finales de la Dictadura de Franco.

 Al Sistema de Protección Social o del Estado del Bienestar se plantea el derecho de todos los
ciudadanos gozar de: vivienda, educación básica, trabajo, ingresos mínimos, sanidad, ss.ss. y se ha
caracterizado por: la universalización de las prestaciones reservada anteriormente a regulaciones
contributivas como por ejemplo la sanidad y las pensiones, el reconocimiento de las anteriores
prestaciones graciables como derechos subjetivos de todos los ciudadano y finalmente por la
descentralización de la gestión, con el desarrollo de dos niveles de atención ; a saber: el comunitario
(servicios generales próximos al ciudadano y organizado por la Admón. Local) y el especializado ( servicios
concretos y delimitados, acceso limitado a prescripciones por ss.ss. comunitarios y organizado por la Admón..
central)

 Modelos de Intervención:

 Modelo Asistencial. Se caracteriza por: Unidireccionalidad: del rico al pobre, de la institución a los grupos
marginados. Tiende a mantener y fomentar las distancias entre unos y otros y la dependencia del necesitado
hacia su benefactor (actitud paternalista), Elimina el complejo de culpa del donante (gobernantes,
ricos...)Este modelo ha supuesto tres modos distintos de abordar la acción social con los desfavorecidos:

 Asilar: asistir dando asilo, comida, dinero, a buscar un trabajo.

 De protección y reforma: surge a finales del XIX, principios del XX y sigue en nuestros días conviviendo con
modelos comunitarios. Se trataba del ingreso en centros específicos según la edad, sexo y otras causas de
personas con algún tipo de dificultad. Se trataba de observar el problema, actuar protegiendo y plantearse su
corrección, siguiendo con el esquema paternalista.

 El de la desinstitucionalización: cuestiona el planteamiento anterior. Este modelo convive con el tiempo con
el Modelo Comunitario (70) y en la medida en que se aparta del modelo o esquema paternalista-
asistencialista, se puede completar con aquél. Este modelo se caracteriza por:

 Normalización en la vida de los sujetos como principio rector de la intervención o acción social.

 La sustitución de las macroinstituciones clásicas por: mini-residencias, hogares funcionales, pisos de


acogida, pisos tutelados.

 No apartar al sujeto de su medio familiar y social, a través de la asistencia a Centros de Día, Atención
Domiciliaria…etc.

 Acción Individualizada, en función de las necesidades del sujeto.

 Establecer empatía entre el profesional y el sujeto.

 Atención del equipo profesional interdisciplinario, abierto a la realidad social donde viven los sujetos.

 Modelo Comunitario. Este movimiento se centra en el análisis de la realidad social, descubre cómo los
problemas sociales, las familias desestructuradas, adultos sin base cultural suficiente, desarraigo social,
exclusión, pobreza…etc. a través de la transformación social es cómo se podrán paliar estas situaciones y
todo ello con la participación, toma de conciencia de los individuos de su situación…etc.

Las respuestas de la Intervención Social desde este modelo tienen una misma dirección: intervenir en la comunidad,
desde la comunidad, para la comunidad; puede tener cada momento diversas ópticas y diversas concreciones como:
la del educador de calle, de piso, miembro de un equipo de intervención comunitaria, educador laboral, promotor de
empleo, animador en un centro de tercera edad…etc. Desde este momento se hace un llamamiento a la implicación
activa de los ciudadanos en su comunidad como la estrategia más adecuada para prevenir y erradicar situaciones de
exclusión social y se plantea como alternativa el esquema paternalista-asistencialista que aún perdura en el Estado
del Bienestar de las democracias modernas.

 ASPECTOS ACTITUDINALES DE LA INTERVENCIÓN

Las actitudes (el saber ser) en cualquier actividad que supone como eje central el trato con personas y/o colectivos
humanos son fundamentales. De aquí su importancia en la Intervención Social. Así en estrecha vinculación con las
capacidades profesionales (saber hacer) requeridas profesionalmente, junto con lo que hay que saber (conceptos,
teorías...) están las ACTITUDES. La incidencia de éstas es tan importante que muchas veces son utilizadas como
indicadores de una correcta actuación profesional junto con los contenidos teórico-prácticos.

Teniendo en cuenta que las acciones de la Intervención Social deben realizarse dentro de unas coordenadas
de una acción basada en las necesidades expresadas por los individuos y/o comunidades, surgen como actitudes
fundamentales:

 La capacidad de establecer vínculos empáticos.

 La capacidad de escucha activa.

 De respeto y comprensión por el prójimo.

Requieren la labor de un equipo multidisciplinar y/o profesionales que tengan:

 Disposición para colaborar en tareas colectivas.


 Interés y el respeto por las estrategias y soluciones a problemas distintos a los propios.

 Conformidad ante las normas previamente establecidas y consensuadas por el grupo.

 Valoración del trabajo ajeno compartiendo responsabilidades en equipo.

Por otra parte, la comunicación es una herramienta fundaméntela en la intervención y de ahí que el profesional debe
mostrar:

 Capacidad de respeto ante las opiniones ajenas.

 Interés por la exposición adecuada y correcta de las ideas.

 Valoración ante la necesidad de comunicación y la selección informativa en el trabajo.

 Rechazo de las opiniones dogmáticas y valoración de la información desligada del contexto (separar el qué
dice, del quién lo dice y cómo lo dice)

Además hay que valorar la importancia de su trabajo y por eso deberá:

 Mostrar orden y método en la realización de las tareas.

 Planificar y organizar su propio trabajo no eludiendo responsabilidades de esa planificación.

 Valorar la importancia de tener una preparación rigurosa y profunda respecto a todo lo que suponga la
intervención, así como capacidad de reciclaje.

Finalmente saber que las personas somos imprevisibles en muchas ocasiones, y el profesional de la Intervención
Social debe:

 Tener capacidad para adaptarse a lo inesperado.

 Capacidad para actuar en situaciones de emergencia o dificultad.

 Paciencia.

 Sentido del humor.

ARTE

“Los pintores que desean hacer un arte social y que aman la belleza de la pintura en sí misma, son los que no olvidan
que están en este mundo lleno de injusticias para formar filas al lado del pueblo. El pintor social cree ser el intérprete
del pueblo, el mensajero de sus sentimientos. Es aquel que desea la paz, la justicia y la libertad.”
Cándido portinari

Desde hace ya tres años en la RAPSO estamos realizando el ejercicio investigar y estudiar desde los diferentes
grupos de nuestra red, para crear la base de lo que en un momento empezamos a denominar como “Cultura
Popular”, algo de lo que teóricos desde la sociología y la antropología están hablando desde hace décadas
diferentes. Sin embargo, desde RAPSO hemos planteado una discusión muy distinta a las ya existentes, al afirmar
que la cultura popular no es un concepto en sí mismo, ni está en la naturaleza de los pueblos, ni es tan solo una
lectura sobre el quehacer las diferentes comunidades en América Latina, puesto que la cultura popular la concebimos
como una construcción de carácter colectiva y popular, como una práctica social. Igualmente pensamos que la
cultura popular, como la planteamos, no puede reducirse al análisis que todo lo categoriza desde un enfoque “neutral
u objetivo”, como se pretende desde la epistemología y el discurso occidental, en tanto que no creemos hallar la
verdad única y objetiva en el concepto de “cultura popular”.
No se trata de conceptos fríos. Todo lo contrario. Lo propuesto en diferentes foros y encuentros de artistas en el
suroccidente nos llevó a hablar de la edificación de una cultura popular para la trasformación social y, por ende, de
una paz estable y verdadera. Hablamos de la cultura popular no desde el “científico objetivo” sino desde la
perspectiva de los que intentamos “hacer” arte y cultura en nuestra sociedad. Esto no quiere decir que
desconozcamos los diferentes aportes teóricos por ser meramente occidentales, pues de lo que se trata es de
construir desde nuestra perspectiva, sin desconocer aportes universales o al menos válidos para nuestro propósito.
Por esta razón es que en relación a lo que llamamos “cultura popular”, nos hemos propuesto teorizar y no
conceptualizar, debido a que el “concepto” supone una significación universal que pone en peligro este ejercicio de
posibilidades que retoma otras perspectivas y prácticas. Entonces fue de este modo que llegamos a plantearnos un
proceso de construcción colectiva, múltiple; y decimos hoy que no es tiempo de conceptualizar sino de teorizar para
ampliar precisamente las variadas visiones y aportes.

En ese propósito de fundamentación desde nuestro quehacer consideramos pertinente acercarnos a la reflexión del
arte y la sociedad. Creemos que una de las bases de la cultura popular está en la reflexión en torno al arte y la
realidad social; esto es, la pertinencia del arte en un contexto social y político en que se realiza la creación artística, y
la pertenencia de nuestro quehacer en el contexto de conflicto social y armado que vive el pueblo colombiano,
generado y sostenido por el Estado durante décadas.

Los artistas y su creación no pueden extraerse de la sociedad, de su contexto. Como seres humanos somos sujetos
sociables, hacemos parte de una sociedad, por lo tanto, hacemos parte de una comunidad cultural surgida y
enclavada en un contexto histórico y geográfico, preciso y precisable.

Los seres humanos establecemos relaciones con otros seres y en esa fluidez construimos cultura. A través de los
diferentes aspectos de la cultura, costumbres, religión, reglas, artes, formas de hacer y ver el mundo, discernimos los
valores y efectuamos opciones. A través de la cultura y el arte los seres humanos nos expresamos, tomamos
conciencia de nosotros mismos y de la sociedad en la que vivimos, nos reconocemos como un proyecto inacabado,
ponemos en cuestión nuestras propias realizaciones, buscamos incansablemente nuevas significaciones, y se crean
obras que se expresan y pretenden transcender.

El arte y cultura – como producción histórica- da a los seres humanos la capacidad de reflexionar sobre sí mismos.
Es la cultura la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente
comprometidos.

El artista que vive en una sociedad determinada recoge desde el colectivo o individualidad esa sociedad misma y la
expresa desde los diferentes lenguajes que tiene el arte. Debemos aclarar aquí que no debemos entender la
“individualidad” como expresión propia, íntima del sujeto, sino como individuación, esto es, como ser afectado y que
afecta socialmente. En esa medida lo que llamamos “individuo”, en realidad, es el resultado de afecciones sociales,
es el resultado de una conjugación de múltiples perspectivas de la sociedad y su ser mismo. Por ende, el artista no
se excluye de la sociedad, más bien, expresa sociedad y el deseo de una no-sociedad del ahora, o dicho de otro
modo, una negación de la sociedad actual (sociedad en conflicto) y deseo de una nueva sociedad que posibilite
desarrollar al ser humano como individuación (sociedad en paz).

Es en este sentido que la creación artística es una producción social, en tanto que es creada desde el ser humano
(social), esto es, consciente de su sociedad, de su entorno, de su realidad y contexto. Además, el arte no es natural,
puesto que no pertenece a las cosas de la naturaleza misma, ni existe por naturaleza, sino que es resultado de
prácticas y deseos humanos claramente sociales. De modo que la práctica social del “arte” es una expresión de la
sociedad misma, de sus posibilidades, de sus potencialidades, de sus fallas, de sus deseos, de sus proyectos, de su
realidad social.

Por ello decimos que el arte y la cultura que revindicamos, construyendo con nuestros trabajos con los compañeros y
compañeras de la RAPSO en el suroccidente, es un arte que expresa realidades y deseos de los sectores populares,
intereses urgentes de nuestro pueblo; superación de miedos implementados por el terrorismo del Estado a través de
sus máquinas de guerra como la televisión donde se da la guerra ideológica a ultranza; un arte que resiste y enfrenta
al paramilitarismo, a las políticas guerreristas y el sistema educativo globalizante, con una propuesta distinta a la del
Ministerio de Cultura que solo pone a competir a gestores culturales y artistas entre sí, entre nosotros mismos, para
que luego sean aprobados nuestros proyectos recibiendo una miseria que no aporta a una política cultural de fondo, y
continuada, que apunte a la construcción y trabajo con la comunidad, mientras que por otro lado se invierte un
presupuesto inimaginable para la guerra que acaba con el dinero necesario para la inversión social y cultural.
La cultura popular, como expresión del deseo de una nueva sociedad y un rechazo de a un Estado excluyente y a
unas políticas donde se da más importancia al capital que a nuestras comunidades, es la base para la construcción
de una paz con justicia social. Desde nuestra perspectiva estamos convencidos que las salidas a una paz duradera y
verdadera debe comenzar con la educación de nuestra población, con la inversión cultural en las comunidades, con
un sistema económico y político donde no sea más importante el capital y las ganancias que el mismo ser humano.
Por lo tanto la salida a la paz es política, pues mientras no haya empleo y salarios dignos para los trabajadores del
arte y la cultura, mientras nuestros niños de los sectores populares no tengan acceso a una formación artística con
perspectiva profesional, mientras no paren las persecuciones y desapariciones contra los luchadores sociales y
populares y a los artistas, mientras los campesinos no tengan sus tierras, mientras las trasnacionales no dejen de
explotar y expropiar nuestras riqueza, nuestras tierras, nuestra agua, mientras las mujeres no sean respetadas en
cada espacio de la sociedad, mientras la bases militares extrajeras no se vayan del país, mientras el Ministerio de
Cultura no deje de implantar a los artistas colombianos en lógicas de solo mercado como las industrias culturales,
entonces, no habrá paz en Colombia.

Por ello planteamos e invitamos a la construcción de un arte y cultura popular que expresen nuestros intereses,
nuestros deseos; un arte que haga valorar nuestras formas de hacer, nuestras cosmovisiones, donde el arte no sea
más bello según el modelo de la cultura y estética hegemónica, porque simplemente no habrá paz verdadera y
duradera en el país, si a éste se le niega su riqueza cultural, sus expresiones, su libertad para expresar, su identidad.

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