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“1La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas, que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su
siervo Juan, 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. 3Bienaventuirado el que lee, y los que oyen
las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”. Apocalipsis 1:1-3.
La revelación de Jesucristo
Entonces la apertura del libro de los siete sellos es la manera como el Padre le sujeta al Hijo todas las cosas, así como el Hijo le sujeta al Padre todas las cosas; esto está aquí
resumido en estos dos versículos. “28Pero luego que todas las cosas le estén sujetas (la manera está revelada allí en el libro de los siete sellos), entonces también el Hijo mismo se
sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos” . Ese es final, esa es la síntesis de Apocalipsis; todo Apocalipsis está resumido en estos dos versículos.
¿Ven? Siéntate, ahí empieza el trabajo de la Cabeza por el Espíritu; luego a la iglesia como Su vehículo primero, y luego el Señor, después de usar a la iglesia en el caballo blanco,
sigue el rojo, el negro y el amarillo, y va poniendo cinco, seis y siete sellos y trompetas y copas, hasta que le sujeta al Hijo todas las cosas, y cuando todas las cosas le han sido
sujetadas al Hijo, el Hijo se las sujeta al Padre y hay una culminación, y en esa culminación Dios es todo en todos; y al fin, lo que no tenía explicación, lo que no tenía conclusión, no
tenía explicación, tiene conclusión; tiene conclusión final y tiene explicación final. Por eso ese libro empieza así: “La revelación de Jesucristo”. Claro que aquí habla del anticristo, de
la bestia, de cuernos, de langostas, de caballos, de un montón de cosas, pero aquí no dice: la revelación de los caballos, o la revelación de los cuernos, o la revelación de las bestias, de
las langostas, del anticristo; no, todas esas cosas solamente explican quién es Jesucristo; por qué se le permitió a criaturas rebelarse y qué revela ahora la victoria del Señor contra las
criaturas que con libertad se revelaron; es para mostrar a Jesucristo. El Padre conoce al Hijo, pero el Padre quiere dar a conocer al Hijo y cuando el Padre da a conocer al Hijo, el
mismo misterio de Dios es revelado, porque el Padre se revela por el Hijo. Cuando el Padre muestra quién es el Hijo, Dios es plenamente conocido; mientras tanto el diablo sigue
diciendo muchas mentiras acerca de Dios y hay muchas personas que están confundidas acerca de Dios. Desde que la humanidad apareció en la tierra, la serpiente lo primero que dijo
fue: ¿Con que Dios os ha dicho que no comáis de todo árbol del huerto? Sabe Dios que el día que comáis del árbol de la ciencia del bien y del mal serán abiertos vuestros ojos y seréis
como Dios;4 o sea, ¿qué está haciendo la serpiente antigua, Satanás? Está tergiversando a Dios, está como dice en el capítulo 4 de la segunda carta a los Corintios, encegueciendo el
entendimiento de los incrédulos en Dios, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo. 5 El Cristo de Dios que revela a Dios es glorioso; el trabajo de Satanás
es oscurecer el entendimiento acerca de Dios; el mayor malentendido es Dios; pero Dios le dijo al Hijo: Hijo, siéntate a mi diestra, hasta que ponga a todos tus enemigos por estrado de
tus pies. ¿Para qué resucitó y ascendió y glorificó Dios a Su Hijo Jesucristo? Para ponerle a Su Hijo todas las cosas debajo de Sus pies; y en ese libro de Apocalipsis se revela la
conclusión de ese trabajo; el proceso y la conclusión de este plan eterno del Padre para con Su Hijo, sabiendo que sería Su Hijo el que revelaría el misterio de Dios y ahí en ese misterio
del Padre con el Hijo, porque es un asunto del seno de Dios, allí es donde encuentran las criaturas su lugar definitivo; las criaturas no tienen lugar ni explicación, sin relación a Dios,
sin relación a la Trinidad, sin relación a la revelación del Padre con el Hijo en el Espíritu Santo. Solamente es en la Trinidad donde se explica el universo visible e invisible; por eso
esta revelación no es acerca de otras cosas, aunque habla de todo; es acerca de Jesucristo y es dada primeramente al Hijo; el Padre le abre su corazón al Hijo y le dice: Hijo, esto es para
3Salmo 110:1
4Referencia a Génesis 3:4-5
5Ver 2 Corintios 4:4
ti; todo lo hice para ti y aunque has pasado por la muerte, yo te he sentado sobre todas las cosas; este es el libro donde esta revelación el Padre se la da al Hijo; como dice aquí: “ La
revelación de Jesucristo, que Dios le dio”. Ahora el Hijo envía su ángel para darlo a la iglesia. Entonces esta revelación es de Jesucristo; o sea, la recibió el Hijo del Padre, pero el
motivo central es acerca del Hijo mismo, quién es el Hijo para el Padre; y cómo el Padre quiere que su Hijo tenga toda plenitud y lo constituye heredero de todas las cosas y a ese
heredero le dio una coheredera, como a Adán le sacó una costilla y le hizo una compañera, aparece una coheredera: la iglesia, un cuerpo, como lo central del misterio de Cristo: la
cabeza y el cuerpo, Cristo y la iglesia y es lo primero que aparece en esta revelación de Jesucristo. En el capítulo 1, la cabeza; en los capítulos 2 y 3, el cuerpo; ya después aparecen los
ángeles, aparecen las naciones, aparece el juicio y aparece el cielo y el infierno; pero lo primero que aparece es la cabeza y el cuerpo: Apocalipsis 1 y Apocalipsis 2-3. El 1 relativo a la
cabeza y el 2 y 3 relativo al cuerpo, que es la iglesia.
6Génesis 22:18
7Ver Daniel 12:10
profetas. Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetiza rá?” Si Él quiere revelar, Él habla, y si Él habla hay profecía; antes de que las cosas
acontezcan, el Señor siéndole fiel a Su pueblo, se las revela. “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.
“¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?” “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” .
8Juan 1:1
9Juan 13:1
seamos portadores del testimonio. Dios va a juzgar al mundo, pero cuando Dios vaya a juzgar al mundo él va a tener unos testigos que le hablaron al mundo, que le señalaron al mundo
el camino y amonestaron al mundo y el mundo no los tuvo en cuenta; por eso la condenación del mundo será justa, como Noé. Mientras Noé estaba construyendo el arca, él estaba
dando testimonio del juicio de Dios que vendría sobre el mundo; la prepara ción de Noé y del arca era el testimonio contra el mundo; el mundo no valoró, no tomó en serio el testimonio
de Dios que daba Noé y cuando vino el juicio de Dios destruyó el mundo, pero se salvó Noé con su familia. Hermanos, desde el principio de Apocalipsis y hasta el final del mismo
aparece este concepto importante de testimonio. Hermano, acuérdate que ahí donde tú estás, no estás para estar callado; estás para ser testimonio. Miren lo que dice aquí: “1La
revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan” . Juan no
se quedó callado, ni puso punto. ¿Ahora cuál es la parte de Juan? Y ¿cuál es la parte de los que estamos con Juan y los que debemos hacer lo mismo que Juan? Es que Juan no puso
punto en Juan, no; Juan asumió la parte de él. “A su siervo Juan 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto” .
Entonces, ¿qué es esto que está escribiendo Juan? Es parte de su testimonio, testimonio de la palabra de Dios, testimonio de Jesucristo y testimonio de las cosas que ha visto. Nosotros
también con Juan debemos ser partícipes en el testimonio. Miren lo que dice Juan Apocalipsis 1:9: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro (es decir, no sólo yo, yo participo
con vosotros en lo siguiente:) en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de
Jesucristo”; o sea que Juan que está dando testimonio de la palabra de Dios y testimonio de Jesucristo, se declara copartícipe con nosotros los siervos, las iglesias. “ Yo Juan...
copartícipe con vosotros”; no es sólo Juan, somos también los siervos que recibimos el testimonio, copartícipes con Juan, son las iglesias copartícipes con Juan; nosotros la iglesia
somos testimonio al mundo. Nosotros somos como Noé que estamos construyendo el arca. ¿Por qué estamos reunidos aquí? Estamos preparándonos para el juicio que viene. ¿Se dan
cuenta? Somos como Noé construyendo el arca antes del diluvio; somos testimonio.
En el 1:2 aparece ese concepto; en el 1:9 aparece otra vez ese concepto. ¿Se dan cuenta? Ahora, también podemos venir a Apocalipsis 12:11,17; vamos a ver que al principio, en el
medio y al final del Apocalipsis está claramente definido el concepto de testimonio; ya lo vimos al principio en 1:2 y en 1:9; ahora vamos a la mitad, al 12. Dice en el 12:11 hablando de
los vencedores del diablo: “11Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero (o sea que limpió sus pecados; y qué más?) y de la palabra del testimonio de ellos”; o sea que
tenemos que dar testimonio. Si tú estás allí en un barrio, en un trabajo, en una oficina, en un medio ambiente equis o ye, estás allí como testigo; por eso el Señor habla a su pueblo:
¿Cómo van a ser como perros mudos? Los perros tienen que ladrar; nosotros tenemos que dar testimonio, el mundo tiene que saber lo que le viene encima si no recibe a Jesucristo;
somos testigos y ellos, los vencedores, en el contexto del capítulo 12, vencieron al dragón, por medio de la sangre del Cordero que limpió los pecados; segundo, y la palabra del
testimonio de ellos; y luego ¿qué dice? “Y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”; es decir, por dar testimonio no se preocuparon ni de que los mataran; fueron valientes y no
valoraron su vida; dieron testimonio aun a costa de su vida. Luego vemos el 12 verso 17: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto
(esa palabra el resto, se podría traducir mejor, remanente) de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” . Hermanos, el
mundo no sabe quién es Jesucristo, pero nosotros sabemos quién es Jesucristo; por eso tenemos que dar testimonio de Jesucristo; aunque sea un folletico; pero tenemos que dar
testimonio más que con folleticos; pero aunque sea con eso. La gente tiene que saber que hubo profeta en Israel, que en el día del juicio no pueden decir: yo no sabía; no, es que no
sabía; levántate tú, y ahí te levantas: ¿te acuerdas? ¡Ah! y se acuerda ¡ah! y se acuerda ¡ah! Hermanos, habrá un juicio final, pero Dios está teniendo testigos para ese juicio y esos
testigos tienen que ladrar; ¿amén? no sólo actuar sino hablar. Entonces dice, ahora sí: “Guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.
Ahora vamos hacia el final de la Biblia; a Apocalipsis 19:10; otra vez dice Juan: “Yo me postré a sus pies para adorarle. (Juan estaba temblando, él no entendía bien) Y él me dijo:
Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y (fíjense en esta palabra, consiervo) de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús”; o sea, ¿qué se supone de los hermanos? Que
retengamos el testimonio de Jesucristo. Jesús dijo: “26Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en
la del Padre, y de los santos ángeles. 8Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios” .10 De
manera que debemos confesar a Jesucristo, retener el testimonio de Jesucristo. ¿Amén, hermanos? A veces hasta de nuestros parientes nos asustamos, ¿cuánto más del diablo? ¡Dios
mío!
Vamos ahora a Apocalipsis 20 donde aparece el milenio y la descripción del reino. Dice el versículo 4: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos (¿quiénes se sentaron sobre los
tronos?) los que recibieron facultad de juzgar; (¿quiénes recibieron facultad de juzgar en tronos con Cristo en el milenio?) y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de
Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vinieron y reinaron con Cristo mil
años”. Estos son los que reinarán con Cristo; los que estuvieron dispuestos a poner la cabeza por causa de su testimonio de Cristo y de la palabra de Dios; éstos recibieron facultad de
juzgar, los que menospreciaron aun sus vidas hasta la muerte y mantuvieron el testimonio. Claro, todo el Apocalipsis al principio, en el medio y el final tiene ese concepto de testimo -
nio. Nosotros somos testigos, estamos aquí como testigos; nuestro barrio debe saber quienes somos, nuestra nación tiene que saber, nuestros parientes, donde trabajamos tienen que
saber. ¿Amén? Dice: “Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo, (o sea, de toda la Biblia y de Cristo) y de todas las cosas que ha visto”. Dios
le abrió los ojos para ver el propósito de Dios, las etapas para cumplirlo y la culminación de él, su centralidad en Cristo con una coheredera que es Su iglesia, junto con Él. ¿Amén,
hermanos?
Promesa de bienaventuranza
Vamos al último verso por esta noche: “3Bienaventurado el que lee”. Ningún libro dice esto; solamente el Apocalipsis, el libro que menos la gente quiere leer; es el único que
El sonido de la trompeta
Ahora vamos a Hechos capítulos 15 y 16. En Hechos 15 está el Sínodo de Jerusalén, el sínodo apostólico y presbiterial; o sea, los apóstoles y los ancianos reunidos en Jerusalén,
llegaron a una conclusión, escribieron esa conclusión en un documento, en una carta y escogieron a personas de entre ellos: a Silvano y a Judas Barsabás que fueran a llevar esa carta, la
leyeran y la explicaran. Eso debe suceder en la iglesia, que la iglesia debe conocer el sonido de la trompeta con claridad de Dios, la palabra de Dios. Dice: “Si la trompeta diere sonido
incierto, ¿quién se preparará para la batalla?” 11 Había que hacer sonar la trompeta y entender a Dios, entender el sentido. Entonces dice el 15:30: “30Así, pues, los que fueron
enviados (de este Sínodo en Jerusalén) descendieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación, (que en el original es a la iglesia) entregaron la carta; (¿a quién? a la iglesia)
31
habiendo leído la cual, (la conclusión apostólica en la iglesia) se regocijaron por la consolación. 32Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los
hermanos con abundancia de palabras. (o sea, no sólo se leyó, sino que se explicó, se le dio el sentido, como hacían Esdras y los levitas) 33Y pasando algún tiempo allí, fueron
despedidos en paz por los hermanos, para volver a aquellos que los habían enviado” . Luego duce el capítulo 16 dice: “ 1Después (Pablo) llegó a Derbe y a Listra” y tal; luego dice el
verso 4: “4Y al pasar por las ciudades, (ya no sólo en Antioquía) les entregaban las ordenanzas (esta palabra en el griego es, los dogmas; aquí aparece la palabra “dogmas”; las
conclusiones del sínodo apostólico se llaman en la Biblia dogmas; y aquí se traduce “ordenanzas”, pero la palabra original en griego es “dogma” [_]; entregaban los dogmas)
que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen. (o sea, estaban escritas) 5Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, (o sea,
por medio de la lectura de la palabra) y aumentaban en número cada día”.
12Apocalipsis 2:7