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Unidad 4:
Procedimientos de la contención o sujeción mecánica
ÍNDICE
4.1. Introducción
4.2.5. Precauciones
4.2.6. Ejecución
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
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4 Procedimientos de la contención o sujeción
mecánica
4.1. Introducción
Todo personal sanitario que potencialmente pueda intervenir en la sujeción mecánica de los
pacientes hospitalizados serán los destinatarios del procedimiento de contención.
Especialmente será el equipo de enfermería el primero en llevar a cabo la acción, por la
proximidad con el paciente, la cual se desarrollará bajo el acuerdo y las indicaciones
terapéuticas médicas establecidas en los protocolos, manuales o procedimientos de cada
institución.
Según J. A., Ramos Brieva (1999): «Se recurre a la contención mecánica (restricción de
movimientos y aislamiento) fundamentalmente en los pacientes que están agitados y se corre
el riesgo de que se puedan autolesionar o lesionar a otros, que se arranquen vías de soporte
vital como sondas… Ante ese riesgo, si no se puede resolver la situación de otra manera, no
queda más remedio que sujetar».
El objetivo de esta unidad didáctica es conocer los pasos que se deben seguir en el
procedimiento de la contención mecánica, su ejecución y el seguimiento posterior de la medida.
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4.2. Plan de actuación
Se informará al paciente de las medidas terapéuticas que vamos a tomar, dándole tiempo a
que acepte y colabore; en caso contrario, procederemos a reducirlo (el porqué de la sujeción).
Todo el personal tiene la obligación de participar, el personal que no intervenga estará con el
resto de los pacientes.
Para ello, el equipo de enfermería valorará la situación, dará aviso al psiquiatra y llamará al
número establecido de personas.
En situaciones excepcionales, por su urgencia y siempre que cumpla los criterios de sujeción
antes indicados, el personal de enfermería procederá a sujetar al paciente avisando
inmediatamente al psiquiatra o médico de guardia para que confirme o no tal medida.
Deberá haber un juego completo en cada botiquín o preparado en la cama: un cinturón ancho
abdominal (no siempre), unas cintas para manos y pies, unos botones magnéticos de fijación,
una pinza de sujeción, una llave magnética y una llave especial de sujeción.
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4.2.5. Precauciones
Se debe:
- Retirar de las prendas de vestir los objetos que puedan dañarle (en ocasiones tendrá
que ser posterior).
El personal que vaya a intervenir en la sujeción no llevará objetos que puedan producir daño o
romperse.
4.2.6. Ejecución
En la medida de lo posible debe existir un plan de actuación preacordado que podrá ser el
siguiente:
¾ Evitar público: ya que el paciente adoptará una posición más heroica que la que
tendría si estuviera solo. Además servirá para aumentar la ansiedad en los demás pacientes
(especialmente en pacientes paranoides).
En el momento en que muestre signos de violencia inmediata (actos violentos contra objetos),
si observa personas cerca actuará contra ellas. El momento indicado de intervención será
mientras destruye los objetos, cuando se detiene a recuperar fuerzas.
Una vez tomada la decisión se le dará tiempo al paciente para aceptar las demandas verbales
a fin de que colabore y se tumbe en la cama. Si no accede a ello, sin lugar a la discusión
verbal, se procederá a reducirle y tumbarle en la cama; a partir de este momento el intercambio
verbal con el paciente es inadecuado (evitar una situación de caos).
Si el paciente no obedece, cada miembro del personal deberá cogerle una extremidad y
colocarlo contra el suelo y a continuación llevarlo a la sala de aislamiento. Evitarán, en la
medida de lo posible, hablar con el paciente mientras realizan la sujeción, y si es necesario,
será una única persona la que se dirija al paciente, todo ello con el fin de evitar comentarios
críticos o provocativos hacia el paciente.
También podemos contemplar otra opción: un miembro del equipo estará siempre visible para
el paciente; su cometido será tranquilizarle durante la sujeción. De esta manera se ayuda al
paciente a aliviar su temor al desamparo, impotencia y pérdida de control.
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Así pues es necesario contemplar ambas posibilidades en función del caso.
Para reducir al enfermo una vez tumbado en la cama (en decúbito supino) se puede realizar
una sujeción completa o una sujeción parcial:
Durante la contención…
Deben sujetarse con las piernas extendidas y ligeramente abiertas para sujetarlas por los
tobillos bien a las tiras de la sujeción o al travesero de la cama.
Los brazos extendidos a lo largo del cuerpo y separados ligeramente de éste, para sujetarlos
por las muñecas, a las tiras del segufix o al travesero de la cama.
El tronco debe sujetarse firmemente a la cama con la correa especial (más ancha) diseñada
para ese efecto. Habrá que tener cuidado de que no esté floja, porque podría deslizarse por
ella y ahorcarse, ni tampoco excesivamente fuerte que le dificulte la respiración.
La sujeción debe permitir administrar perfusión endovenosa por el antebrazo, así como recibir
líquidos o alimento. Es necesario mantener la cabeza del paciente ligeramente levantada para
disminuir sus sentimientos de indefensión y para reducir la posibilidad de aspiración pulmonar.
Mientras se realiza la sujeción, una persona debe sujetar la cabeza, a fin de evitar que el
enfermo se golpee o pueda agredirnos (uso de la almohada).
Finalmente, se le explicará, cuando acabe la sujeción, que todas sus necesidades serán
atendidas y que el personal lo visitará periódicamente.
Finalizada la contención se habilitará una habitación aparte, para que el personal que ha
participado en la misma pueda exponer y evaluar las acciones llevadas a cabo, con el fin de
mejorar la intervención en sucesivas ocasiones y, sobre todo, verbalizar los sentimientos que
inevitablemente emergen en situaciones tan críticas.
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Seguimiento de enfermería: el control horario pautado será como mínimo cada hora,
comprobando el estado del paciente. Este control implicará entrar en la habitación y observar y
valorar al paciente. Esto es:
- Controlar las constantes vitales según pauta prescrita y, en su ausencia, una vez por
turno.
La finalización del episodio restrictivo tendrá lugar tras la indicación médica, cuando la
necesidad de tal medida haya cedido y siempre progresivamente. Deberá figurar siempre por
escrito en la Hoja de órdenes médicas.
La sujeción mecánica debe continuar el menor tiempo posible, a medida que el paciente se va
tranquilizando se le deben ir retirando las sujeciones.
Posteriormente, sería conveniente que el psiquiatra encargado del paciente comente con él la
idoneidad de la medida y los sentimientos que ha generado en el paciente.
Si otros pacientes han presenciado el episodio de sujeción, es necesario hablar con ellos
después de la crisis, permitiéndoles que expresen sus sentimientos al respecto y que entiendan
la pertinencia de las medidas adoptadas.
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CONCLUSIONES
Al concluir esta unidad didáctica, el alumno debe haber aprendido y asimilado todos los pasos
que se llevan a cabo en el procedimiento de la contención. Cabe destacar la importancia de
garantizar la seguridad del personal y del paciente durante el procedimiento, y la importancia
de la colocación y de la intervención profesional con trato humano hacia el paciente.
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BIBLIOGRAFÍA