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Unidad 1:
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
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1 Introducción y definición de conceptos
1.1. Introducción
Ante un paciente con conducta violenta o de alto riesgo para la salud o para la vida del propio
individuo, de otros pacientes o del personal que lo atiende, el primer objetivo es su contención
psíquica, mecánica o química, es decir, se trata de minimizar el riesgo de que se autolesione,
dañe o deteriore las instalaciones.
Dada la ansiedad que movilizan estas situaciones de crisis, el personal sanitario debe tener
claras las medidas de intervención.
El objetivo de esta unidad didáctica es conocer la terminología básica y más usual cuando
hablamos de medidas restrictivas en psiquiatría. De esta forma el alumno podrá adquirir los
conocimientos básicos y elementales a fin de avanzar en las siguientes unidades didácticas.
Además, en esta unidad el alumno aprenderá definiciones y conceptos clave como contención
mecánica, agitación (causas y tipos), violencia… así como los trastornos mentales más
habituales donde puede darse el comportamiento agresivo.
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¾ ¿Contención o sujeción mecánica o física?:
¾ Medidas restrictivas:
- Linda Brown: «Acto físico que tiene como finalidad la imposición del daño físico en otra
persona o su propiedad».
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Trastorno histriónico de la personalidad
Trastorno esquizoide de la personalidad
Trastorno esquizotípico de la personalidad
Fuga disociativa
Trastorno adaptativo con trastorno del
comportamiento
¾ Impulsividad o agresividad:
Los usuarios con una alta impulsividad se caracterizan por pasar rápidamente a la acción
teniendo dificultades para aprender los efectos negativos de sus acciones.
- Trastornos del ánimo: las depresiones con rasgos psicóticos pueden llevar al sujeto a
actos violentos contra sí mismo y contra los demás, siendo esto más raro en las
depresiones sin estos rasgos. Los episodios maníacos también pueden llevar
aparejadas determinadas conductas de agresividad, en mayor o menor medida,
condicionadas por la ideación paranoide y la disforia.
La diferencia entre este trastorno y el antisocial radica en que en el primero los sujetos no
suelen mostrarse agresivos entre episodios, mientras que en los segundos mantienen un
patrón conductual agresivo más constante.
- Trastornos relacionados con el uso de sustancias tóxicas: las sustancias tóxicas que
con mayor frecuencia se asocian a conductas agresivas son (Delgado, S., Torrecilla, S. M.
y Cabrera J., 2001 y Rubio, G., López-Muñoz, F., Álamo, C. y Santo Domingo, J., 2001): el
alcohol, principalmente durante la intoxicación aguda y en menor medida en el alcoholismo
crónico y en el síndrome de abstinencia; la intoxicación aguda por cocaína; y el consumo
de anfetaminas y sus derivados de síntesis. La combinación de sustancias tóxicas,
principalmente alcohol y cocaína, parece incrementar la predisposición a la agresión. Cabe
destacar la reacción paradójica, con componente agresivo, como el resultado del consumo
de benzodiazepinas.
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- Otros trastornos: el retraso mental y el trastorno infantil caracterizado por conductas
desafiantes y oposicionistas puede incluir conductas violentas. En los diferentes estadios
evolutivos de las demencias también son frecuentes las conductas heteroagresivas.
Existen otras patologías que pueden cursar con síntomas de agresividad, tales como los
episodios confusionales, los tumores y las patologías vasculares del SNC, así como
determinados efectos secundarios de los fármacos.
En los enfermos psiquiátricos, deben valorarse como causa de conducta agresiva aspectos
como el mal control de la enfermedad mental o la falta de cumplimiento terapéutico.
Littré la define como: «Malestar que hace que los enfermos cambien continuamente de
posición y se vuelvan locuaces».
La agitación no es sinónimo de violencia aunque mantiene una relación con ésta, ya que, en
ocasiones, la acompaña y, en otras, la precede. Las actitudes amenazantes no son
agitaciones.
En toda agitación psicomotriz existe un peligro para la integridad física del paciente, los que le
rodean o el mobiliario. Debemos diferenciarla de otros tipos de agitación como pueden ser la
maníaca, caracterial, delirante y ansiosa.
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Los factores relacionados que orientarían hacia una causa orgánica serían: edad avanzada,
ausencia de antecedentes psiquiátricos, inicio brusco, abstinencia de alcohol o de un
tratamiento médico específico y alteraciones en el nivel de conciencia. Los más frecuentes son
los cuadros de tipo delirio, caracterizados por obnubilación, desorientación, dificultades de
atención, alucinaciones e ideas delirantes. Suele ser fluctuante y con agravamiento nocturno.
Los factores relacionados son: la conciencia suele estar clara, aparecen alteraciones
psicopatológicas como trastornos del pensamiento (delirios), de la sensopercepción
(alucinaciones), de la motilidad y de la relación interpersonal. Suele existir historia psiquiátrica
previa.
La fase maníaca se caracteriza por trastornos del lenguaje (verborrea y logorrea), pensamiento
fugaz (conversación rápida que salta de un tema a otro), cambios de humor (el humor va desde
la euforia hasta la irritabilidad), hiperactividad y conducta desinhibida.
Los factores relacionados son los siguientes: agitaciones relacionadas con factores del
entorno generador de estrés. Se incluyen las crisis de pánico cuya sensación de muerte
inminente puede determinar una conducta agitada, los cuadros histéricos cuya teatralidad y
manipulación se evidencia y la pérdida de control en personas predispuestas ante situaciones
muy estresantes (accidentes, catástrofes naturales, fallecimientos inesperados, etc.).
La contención o sujeción mecánica se da con mayor frecuencia entre los enfermos ingresados
en áreas medico-quirúrgicas que en las unidades psiquiátricas, en contra de lo que pudiera
pensarse —el 6 % frente al 17 %— (Protocolo Hospital Universitario 12 de Octubre, 2003).
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Por otra parte, se estima que hasta el 40 % de los pacientes que ingresan en una unidad
psiquiátrica han presentado algún comportamiento agresivo previo (Pabis, D. J. y Stanislav, S.
W., 1996).
Varios estudios han demostrado que aproximadamente el 10 % de los individuos que llegan a
los hospitales psiquiátricos han mostrado conductas violentas hacia otros individuos antes de
su ingreso (Tardiff, K., New York, 1983).
Las características demográficas más frecuentes del paciente agresivo son: varón, joven, con
falta de apoyo social y antecedentes de conducta violenta, siendo éste último un factor de
predicción especialmente fiable (Allen, M. H., Currier, G. W., Hughes, D. H., Reyes-Harde, M.,
Docherty, J. P. y Ross R. W., 2001).
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CONCLUSIONES
Para concluir esta unidad didáctica el alumno debe haber aprendido a definir los conceptos
clave que a lo largo de las diferentes unidades desarrollaremos y utilizaremos.
Sabremos diferenciar conceptos que podrían confundirse como sujeción y contención, violencia
y agresividad, agitación y violencia e inquietud y agitación.
Asimismo, conocerá la dimensión del problema que supone el uso de medidas restrictivas y, a
su vez, los beneficios.
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BIBLIOGRAFÍA
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