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Adriana Padilla Alfonzo

Compiladora

DOCTRINA
DE LA SALA
DE CASACIÓN
CIVIL
Enero-junio 2003

Tribunal Supremo de Justicia


Colección Doctrina Judicial No 6
Caracas / Venezuela / 2003
KHW2575

D637
2003 Doctrina de la Sala de Casación Civil - enero-junio 2003 /
Adriana Padilla Alfonso, compiladora; Fernando Parra
Aranguren, editor. Caracas: Tribunal Supremo de Justi-
cia, 2003.

370 p. - (Colección Doctrina Judicial; Nº 6)

1. Casación - Venezuela. 2 Procedimiento civil - Venezuela.


3. Jurisprudencia civil - Venezuela.

El Tribunal Supremo de Justicia no se hace responsable


por el contenido de los artículos firmados

© República Bolivariana de Venezuela


Tribunal Supremo de Justicia
Colección Doctrina Judicial - Nº 6
Fernando Parra Aranguren, Director
Depósito Legal lf:
ISBN:
Depósito Legal lf:
ISBN:
Adriana Padilla Alfonzo
Compiladora

DOCTRINA DE LA SALA
DE CASACIÓN CIVIL
Enero-junio 2003

Tribunal Supremo de Justicia


Colección Doctrina Judicial, Nº 6
Caracas/Venezuela/2003
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA CONSTITUCIONAL SALA POLITICOADMINISTRATIVA

Dr. Iván Rincón Urdaneta Dr. Levis Ignacio Zerpa


Presidente del Tribunal y de la Sala Presidente de la Sala
Dr. Jesús Eduardo Cabrera Romero Dr. Hadel Mostafá Paolini
Vicepresidente de la Sala Vicepresidente de la Sala
Dr. José M. Delgado Ocando Dra. Yolanda Jaimes Guerrero
Dr. Antonio García García
Dr. Pedro Rondón Haaz

SALA ELECTORAL SALA DE CASACIÓN CIVIL

Dr. Alberto Martini Urdaneta Dr. Franklin Arrieche Gutiérrez


Presidente de la Sala Primer Vicepresidente del Tribunal
Dr. Luis Martínez Hernández y Presidente de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Carlos Oberto Vélez
Dr. Rafael Hernández Uzcátegui Vicepresidente de la Sala
Dr. Antonio Ramírez Jiménez

SALA DE CASACIÓN PENAL SALA DE CASACIÓN SOCIAL

Dr. Alejandro Angulo Fontiveros Dr. Omar Alfredo Mora Díaz


Presidente de la Sala Segundo Vicepresidente del Tribunal
Dr. Rafael Pérez Perdomo y Presidente de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Juan Rafael Perdomo
Dra. Blanca Rosa Mármol de León Vicepresidente de la Sala
Dr. Alfonso Valbuena Cordero
Contenido

Índice de Artículos .................................................................. 21


Abreviaturas ............................................................................ 29
Palabras Preliminares, Iván Rincón Urdaneta ................. 31
Presentación, Franklin Arrieche Gutiérrez ...................... 33

ABOGADOS
1 . Apercibimiento al abogado que obra con temeri-
dad o mala fe .............................................................. 35
2 . Estimación e intimación de honorarios profesio-
nales ............................................................................. 37
a. Cuando se pretende el cobro de honorarios pro-
fesionales generados por actos realizados en sede
judicial deviene una competencia funcional ........... 37
b. La cualidad de juicio autónomo del procedimiento
de estimación e intimación de honorarios profesio-
nales. Fases ................................................................... 39
c. La decisión que declara desistida la retasa no
tiene apelación ............................................................. 41
d. La doble instancia en materia de estimación e inti-
mación de honorarios profesionales. Alcance del ar-
tículo 167 del Código de Procedimiento Civil ............ 43
e. Procedimiento a seguir en materia de estimación
e intimación de honorarios profesionales ............... 48
f. Situaciones posibles que pueden surgir dentro de
un proceso en el cual se demanda el pago de hono-
rarios profesionales judiciales .................................. 49

ACTUACIONES JUDICIALES
1 . Autos de sustanciación ............................................ 51
a. Naturaleza de los autos de sustanciación o de
mero trámite. Inadmisibilidad del recurso de casa-
ción ejercido contra ellos ........................................... 51

AMPARO
1 . Comportamiento que debe asumir el juez cumplien-
do con la función tuitiva del orden público ............. 53
2 . Los conflictos de competencia que surjan en ma-
teria de amparo, entre tribunales del país son del
conocimiento de la Sala Constitucional del Tri-
bunal Supremo de Justicia ...................................... 55

APELACIÓN
1 . Límites de la apelación ............................................ 57

AUTOCOMPOSICIÓN PROCESAL
1 . El Desistimiento ....................................................... 59
a. Noción. Condiciones de procedencia .................. 59
2 . Requerimiento de facultad expresa para el ejer-
cicio de actos de disposición .................................. 61

CASACIÓN
1 . Admisibilidad ............................................................. 63
a. Admisibilidad del recurso de casación contra el
auto del superior que niega en forma absoluta el
recurso de hecho .......................................................... 63
b. Admisibilidad del recurso de casación contra sen-
tencias interlocutorias que causen un gravamen no
reparado en la definitiva. Oportunidad procesal ...... 65
c. Admisibilidad del recurso de casación en los ca-
sos en que la parte demandada sea un Estado o
Municipio ....................................................................... 67
d. Admisibilidad del recurso de casación en materia
de medidas preventivas. Requisito de la Cuantía ....... 69
e. Deber del juez de motivar el auto que niega el
recurso de casación ..................................................... 70
f. Diferencias entre inadmisibilidad y perecimiento
del recurso de casación .............................................. 71
g. Inadmisibilidad del recurso de casación contra
autos sobre ejecución de sentencia .......................... 71
h. Inadmisibilidad del recurso de casación contra
decisiones dictadas en segunda instancia en los
procesos de desalojo ................................................... 73
i. Inadmisibilidad del recurso de casación contra
sentencias que nieguen una solicitud de medida
preventiva ...................................................................... 74
j. Las decisiones provenientes de la solicitud de
entrega material del bien vendido por pertenecer a
la jurisdicción voluntaria, no son recurribles en
casación ......................................................................... 76
2. Anuncio ....................................................................... 78
a. Naturaleza preclusiva del lapso para anunciar y
formalizar el recurso de casación ............................. 78
3. Casación de oficio ..................................................... 79
4. Casación sin reenvío ................................................ 80
5. Casación sobre los hechos ..................................... 81
a. Suposición falsa....................................................... 81
a) Diferencia entre falso supuesto positivo y
negativo ................................................................... 81
b) El error de calificación jurídica cometido por el
sentenciador no constituye suposición falsa ......... 83
c) El falso supuesto o suposición falsa no cons-
tituye la falsa o errónea apreciación de una
prueba ...................................................................... 84
d) Técnica para denunciar el vicio de suposi-
ción falsa ................................................................. 85
6 . Cuantía ......................................................................... 87
a. Cuantía exigida para la admisión del recurso de
casación ......................................................................... 87
b. Cuantía exigida para la admisión del recurso de
casación que se anuncie contra las sentencias de
invalidación................................................................... 88
c. Cuantía requerida para admitir el recurso de
casación en materia de tránsito ................................. 89
d. Cuantía requerida para la admisibilidad del recur-
so de casación contra las sentencias de reenvío ....... 90
e. Instrumentos que tienen valor demostrativo a los
efectos de determinar la cuantía ............................... 93
7 . Formalización ............................................................. 95
a. Combate de la cuestión jurídica previa ............... 95
b. Flexibilización de los requisitos establecidos en
el artículo 317 del Código de Procedimiento Civil
en aplicación del precepto constitucional ............... 97
c. Forma de denunciar la apreciación que ha he-
cho el sentenciador del trámite procesal. Conside-
raciones fundamentales .............................................. 98
d. Forma de plantear el alegato de perención en
casación ......................................................................... 100
e. Infracción de ley ...................................................... 101
a) Clasificación de las hipótesis de infracción
de ley ........................................................................ 101
b) Falsa aplicación ................................................ 102
f. La falta de pronunciamiento del juez sobre soli-
citudes que pudieran tener influencia determinante
en el proceso, debe denunciarse por reposición no
decretada ....................................................................... 103
g. La técnica de formalización no puede conside-
rarse implícita dentro de la norma constitucional
que flexibiliza los formalismos ................................... 104
h. Presentación del escrito de formalización ante el
tribunal de alzada ........................................................ 105
i. Reapertura del lapso para formalizar .................. 107
j. Reposición. Fin útil. Momento para ordenarla ... 109
k. Requisitos que debe reunir el escrito de formali-
zación, como carga procesal del recurrente ............ 111
l. Técnica para denunciar el artículo 508 del Códi-
go de Procedimiento Civil ........................................... 114
m. Vicio de reposición mal decretada. Técnica para
su denuncia ................................................................... 115
8. Indefensión ................................................................. 118
a. Configuración del vicio.......................................... 118
9. Legitimación .............................................................. 120
a. Legitimación para recurrir en casación. Requisitos 120
10. Máximas de Experiencia ........................................ 121
a. Noción ....................................................................... 121
11. Recurso de hecho ..................................................... 122
a. Alcance del artículo 316 del Código de Procedi-
miento Civil .................................................................... 122
12. Recusación ................................................................. 123
a. La recusación o inhibición de un juez o funcio-
nario se tramitará conforme a lo establecido en la
Ley Orgánica del Poder Judicial ............................... 123
b. Negativa del recurso de casación en las inciden-
cias de recusación e inhibición. Alcance del artícu-
lo 101 CPC .................................................................... 124

CITACIÓN
1 . Citación de los herederos conocidos y descono-
cidos ............................................................................. 127
2 . El incumplimiento del actor de todas las obliga-
ciones que la ley impone para citar al demanda-
do, da lugar a perención de la instancia
contemplado en el ordinal 1º del artículo 267 del
Código de Procedimiento Civil ............................. 129
3 . Objetivo fundamental de los actos complementa-
rios a la citación ......................................................... 131
COMPETENCIA
1 . Conflictos de competencia en los cuales uno de
los tribunales es un órgano de la jurisdicción con-
tencioso administrativa ........................................... 133
2 . Competencia de la jurisdicción contencioso admi-
nistrativa para resolver los recursos de nulidad que
se ejerzan contra los actos administrativos dicta-
dos por las inspectorías del trabajo ........................ 135
3 . Competencia de la jurisdicción ordinaria para co-
nocer la cancelación o anulación de un asiento en
el registro, el cual presupone la extinción o anu-
lación del acto registrado ........................................ 136
4 . Competencia de la Sala Constitucional para ejer-
cer la jurisdicción constitucional ........................... 138
5 . Competencia de la Sala Electoral en los casos de
recursos interpuestos por razones de inconstitu-
cionalidad e ilegalidad contra actos de naturaleza
electoral ...................................................................... 141
6 . Competencia de la Sala de Casación Social para
conocer de los recursos de casación de naturale-
za agraria ..................................................................... 143
7 . Competencia de la Sala Político Administrativa
del Tribunal Supremo de Justicia para conocer
de la regulación de jurisdicción ............................. 144
8 . Competencia de la Sala Político Administrativa
para conocer las acciones incoadas contra las Fun-
daciones del Estado ................................................. 145
9 . Competencia del Tribunal Supremo de Justicia
para conocer de las demandas contra la Repúbli-
ca, Institutos Autónomos y Empresas en que el
Estado tenga participación decisiva. Caso de los
Estados y Municipios ............................................... 147
10. Competencia del Tribunal Supremo de Justicia
para resolver los conflictos entre tribunales con
competencia en materias diversas ........................ 150
11. Competencia de los tribunales de protección al
niño y al adolescentes para conocer de las cau-
sas en las cuales los menores y adolescentes fi-
guren como demandados ......................................... 153
12. Competencia de los tribunales del trabajo para
conocer de acciones por indemnización de daños
provenientes de accidente o enfermedad profe-
sional ............................................................................ 154
13. Competencia de los tribunales para conocer de
la apertura de la sucesión ....................................... 156
14. Competencia para conocer los conflictos que se
susciten en materia de amparo entre tribunales
de primera instancia ................................................. 157
15. Inexistencia procesal de las decisiones dictadas
por jueces incompetentes ....................................... 158
16. Las decisiones del superior que resuelvan, por
vía incidental, la solicitud de regulación de com-
petencia no tienen casación .................................... 159
17. La falta de competencia alegada en la etapa de
ejecución de la sentencia definitivamente firme
resulta extemporánea .............................................. 161
18. Principio de la perpetuatio jurisdictionis ............ 162
19. Requisitos que determinan la competencia agraria 163
20. Solicitud de regulación de competencia. Alcance del
artículo 71 del Código de Procedimiento Civil ..... 164

CONTRATOS
1 . El actor debe cumplir con su obligación contrac-
tual como requisito esencial para demandar su re-
solución ....................................................................... 167
2 . La interpretación de los contratos es una cues-
tión de hecho reservada a los jueces de mérito.
Forma de denunciarlo en casación ........................ 170
3 . Requisitos para la vialidad de la acción resoluto-
ria contractual ............................................................ 173
CORRECCIÓN MONETARIA
1 . La oportunidad y posibilidad de solicitar la indexa-
ción se encuentra vinculada a la clase de dere-
cho debatido en el juicio ......................................... 175
2 . Oportunidad en que debe ser solicitada .............. 176

COSTAS
1 . Instituciones financieras del Estado que no pue-
den ser condenadas en costas ............................... 179
2 . La condenatoria en costas de conformidad a lo
establecido en el artículo 320 del Código de Pro-
cedimiento Civil ........................................................ 181
3 . Modalidades de la condenatoria en costas ......... 182

CRÉDITOS FISCALES
1 . De la solicitud de ejecución de créditos fiscales .. 185
2 . Si el demandado no hace oposición al pago no le
es dado alegar cuestiones previas. Alcance del
artículo 204 del Código Orgánico Tributario ..... 186

CUESTIONES PREVIAS
1 . Apelabilidad de las decisiones dictadas en inci-
dencias de cuestiones previas ............................... 189

DAÑO MORAL
1 . Alcance del artículo 1.196 del Código Civil ....... 195
2 . El deudor queda obligado por los daños que ha-
yan podido preverse al tiempo de la celebración
del contrato ................................................................ 196
3 . Extensión del daño moral al dueño del vehículo
en caso de accidente de tránsito ........................... 197
4 . Noción .......................................................................... 199

DEMANDA
1 . Carga procesal que impone el artículo 38 del
Código del Procedimiento Civil ............................ 201
2 . Contra el auto que admite la demanda, no proce-
de recurso alguno. Principio de concentración
procesal ....................................................................... 202

EMBARGO
1 . Oposición .................................................................... 205
a. Noción. Características .......................................... 205

INTERDICTO
1 . Proceso Interdictal de carácter posesorio. Espe-
cialidad, celeridad y brevedad de las actuaciones 207

INVALIDACIÓN
1 . Naturaleza jurídica de la invalidación. Diferencias
con el recurso extraordinario de casación .......... 215

LAPSOS PROCESALES
1 . Las modificaciones en los lapsos o términos pro-
cesales no debe ser aplicada a aquellas que hu-
bieran comenzado a correr ..................................... 217

LITISCONSORCIO
1 . Litisconsorcio necesario. Oportunidad para ale-
gar la falta de cualidad ............................................. 219

MEDIDAS PREVENTIVAS
1 . Alcance del artículo 588 del Código de Procedi-
miento Civil ................................................................ 223
2 . Controversias secundarias o subincidencias. Re-
curribilidad en casación ........................................... 224
3 . Facultad soberana de los jueces para decretar
medidas preventivas ................................................ 226
4 . Oposición del tercero a la medida decretada ..... 228
5 . Requisitos de procedencia de las medidas caute-
lares innominadas ..................................................... 229
6 . Supuesto de la procedencia de la medida de se-
cuestro ......................................................................... 231

NOTIFICACIÓN
1 . Mecanismos legales para practicar la notificación
de las partes en litigio cuando no exista domici-
lio procesal ................................................................. 233
2 . Notificación ................................................................. 234
a. Avocamiento de un nuevo juez .............................. 234
3 . Obligación del Secretario del tribunal en materia
de notificación. Cambio de doctrina ..................... 237

NULIDAD
1 . Del recurso de nulidad ............................................ 241
a. Procedencia del recurso de nulidad contra el
fallo dictado por el juez de reenvío .......................... 241

OFERTA REAL
1 . Órgano jurisdiccional competente ante el cual
debe hacerse la oferta real de pago. Alcance del
artículo 819 del Código de Procedimiento Civil 243

ORDEN PÚBLICO
1 . El levantamiento del velo judicial y el fraude pro-
cesal ............................................................................. 245

PARTICIÓN
1 . Trámite relativo a los reparos graves opuestos
por los interesados en la partición ....................... 247

PERENCIÓN
1 . La perención se verifica de derecho .................... 249

PODER
1 . Perfeccionamiento del mandato ............................. 251
PRESCRIPCIÓN
1 . Noción. Clases y Condiciones de Procedencia .. 255

PRÉSTAMOS MERCANTILES
1 . Letra de cambio ......................................................... 257
a. Prelación en cuanto al valor de certeza y preci-
sión de la expresión escrita en relación a las cifras
arábigas que expresen una cantidad ........................ 257

PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
1 . Del juicio de rendición de cuentas ....................... 259
a. Carga de la prueba del demandado en el juicio
de cuentas ...................................................................... 259
b. Defensas oponibles por el demandado ............... 260
c. Legitimados pasivos. Alcance del artículo 673 del
Código de Procedimiento Civil .................................. 260
2 . De la ejecución de hipoteca .................................... 261
a. Apoderados judiciales. Facultad para darse por
intimado .......................................................................... 261
b. Remate ....................................................................... 264
a) Inimpugnabilidad del remate por vía de nu-
lidad ......................................................................... 264
3 . Del procedimiento por intimación ........................ 265
a. El traspaso o cesión de acciones representa una
obligación líquida y exigible, por lo tanto no se
adecúa a los requerimientos exigidos por el artícu-
lo 640 del Código de Procedimiento Civil, para de-
mandar por la vía monitoria ...................................... 265
b. Oportunidad para tachar el documento privado
acompañado al libelo de la demanda ....................... 266

PRUEBAS
1 . Carga del formalizante para que la Sala pueda des-
cender al fondo del proceso y revise el estableci-
miento y valoración de los hechos y pruebas ..... 269
2 . De los medios de pruebas, de su promoción y eva-
cuación. Alcance del artículo 396 del Código de
Procedimiento Civil ................................................. 270
3 . El artículo 508 del Código de Procedimiento Ci-
vil debe ser considerado como regla de valora-
ción de la prueba testimonial ................................. 271
4 . Instrumentos .............................................................. 275
a. Desconocimiento ...................................................... 275
b. Los documentos públicos administrativos. Noción.
Valor probatorio ........................................................... 277
c. No es absoluto el valor probatorio de las actua-
ciones administrativas levantadas por las inspecto-
rías de vehículos en ocasión de un accidente de
tránsito ........................................................................... 279
d. Valor probatorio de los instrumentos públicos y
privados reconocidos o tenidos legalmente por re-
conocidos ....................................................................... 280
5 . Las pruebas evacuadas en las incidencias del pro-
ceso, deben ser ratificadas o reproducidas por las
partes respecto de los hechos de fondo, para
crear en el juez el deber de apreciarlas .............. 282
6 . Obligación del juez de valorar los elementos pro-
batorios aportados por las partes .......................... 282
7 . Silencio de pruebas .................................................. 284
a. El silencio de pruebas constituye un error de juz-
gamiento y no defecto de actividad .......................... 284
b. Necesidad de pruebas válidamente promovidas
para que exista el vicio de silencio de pruebas. En
los casos de prueba de testigo y de confesión, debe
indicarse el objeto ....................................................... 286
c. Técnica para denunciar el vicio de silencio de
pruebas .......................................................................... 289
8 . Valoración de las pruebas de indicios .................. 291

QUEJA
1 . Procedimiento. Fases .............................................. 293
QUIEBRA
1 . La sentencia de quiebra tiene casación ............... 297

RECLAMO
1 . El reclamo ................................................................... 301
a. Supuestos de procedencia ...................................... 301

RECONVENCIÓN
1 . Naturaleza jurídica de la reconvención ................ 305

REIVINDICACIÓN
1 . La acción reivindicatoria. Cuando no se demues-
tre tener derechos legítimamente adquiridos so-
bre unas bienhechurías, se presume que fueron
construidas por el propietario del suelo. Alcance
del artículo 555 del Código Civil .......................... 307

RENDICIÓN DE CUENTAS
1 . Clases de decisiones de fondo en el juicio de
cuentas. Naturaleza .................................................. 309
2 . En el juicio de rendición de cuentas puede el de-
mandado, al momento de la oposición, alegar otras
cuestiones previas o de fondo ............................... 310

RESPONSABILIDAD CIVIL
1 . Extracontractual ........................................................ 313
a. Hecho ilícito ............................................................. 313
a) La responsabilidad civil extracontractual por
hecho ilícito. Hipótesis .......................................... 313

RETRACTO LEGAL
1 . Retracto legal arrendaticio. Caducidad ............... 315

SEGUROS
1 . Alcance del artículo 549 del Código de Comercio . 319
SENTENCIA
1 . Congruencia ............................................................... 321
a. Argumentos expuestos en los informes................. 321
b. Configuración del vicio.......................................... 322
c. Incongruencia positiva y negativa ....................... 323
a) Incongruencia negativa ................................... 324
b) Incongruencia positiva .................................... 326
d. Presupuestos para que la sentencia llene los ex-
tremos de congruencia ................................................ 327
e. Requisito para producir una sentencia congruente 330
2 . Contradicción ............................................................. 331
a. Contradicción y Motivación Contradictoria. Con-
figuración ...................................................................... 331
3 . Decisiones interlocutorias y definitivas formales
de reposición. Características ............................... 333
4 . Experticia complementaria del fallo e indetermi-
nación objetiva ........................................................... 334
5 . Indeterminación ........................................................ 335
a. Requisitos de la determinación objetiva. Rela-
ción con los principios de autosuficiencia y unidad
procesal del fallo .......................................................... 335
b. Vicio de indeterminación subjetiva. Relación con
el principio de autosuficiencia de la sentencia ...... 338
6 . La nulidad de la sentencia definitiva por el tribunal
que conozca en grado de la causa no será motivo de
reposición, y éste decidirá el fondo del asunto ..... 339
7 . Los requisitos de la sentencia son de estricto
orden público ............................................................. 341
8 . Motivación .................................................................. 344
a. Configuración del vicio.......................................... 344
b. Configuración del vicio de inmotivación ............ 346
c. Deber del juez de expresar en la sentencia los
motivos de hecho y de derecho que sustentan la
decisión .......................................................................... 347
d. Debida Motivación. Extremos exigidos ............... 350
e. Motivación acogida. Noción ................................. 351
9 . Principio de exhaustividad de la sentencia ......... 352
10. Principio iura novit curia ......................................... 354
a. Los jueces pueden sin suplir hechos no alegados
por las partes, elaborar argumentos de derecho para
fundamentar su decisión ............................................. 354
11. Requisitos intrínsecos de la sentencia. Ordinal
3º del Artículo 243 del Código de Procedimiento
Civil .............................................................................. 355
12. Sentencia definitiva formal ..................................... 357
a. El recurso de casación como control de legali-
dad de estas sentencias ............................................... 357
13. Vicio de falta de síntesis. Configuración ............. 358
14. Violación de la formalidad prevista en el ordinal
3º del artículo 243 del Código de Procedimiento
Civil .............................................................................. 359

TERCERÍA
1 . Determinación del interés principal del juicio.
Jurisdicción y competencia .................................... 361
2 . El tercero afectado por la medida recaída sobre
bienes de su propiedad, debe intervenir en el
proceso mediante demanda tercería .................... 363

TÍTULOS VALORES
1 . Cheque. Presentación oportuna para su cobro .. 365
2 . Criterios sobre la estipulación de intereses en
los pagarés ................................................................. 367
3 . Principio de independencia de las firmas en los
títulos valores ............................................................ 368
sssss
Índice de Artículos

CÓDIGO CIVIL
Artículo 4 73,124,315
Artículo 555 307
Artículo 1.124 167
Artículo 1.185 154
Artículo 1.191 197,313
Artículo 1.196 154,195
Artículo 1.274 196
Artículo 1.357 279
Artículo 1.361 280
Artículo 1.363 280
Artículo 1.547 315
Artículo 1.685 251
Artículo 1.952 255
Artículo 1.967 255
Artículo 1.968 255

CÓDIGO DE COMERCIO
Artículo 108 367
Artículo 141 167
Artículo 414 367
Artículo 415 257
Artículo 417 368
Artículo 431 365
22 Índice de Artículos

Artículo 442 365


Artículo 477 368
Artículo 487 367
Artículo 490 368
Artículo 491 365,368
Artículo 492 365
Artículo 493 365
Artículo 549 319
Artículo 937 297

CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL


DEL ABOGADO VENEZOLANO 35
Artículo 4, numeral 4

CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL


Artículo 3 162,201
Artículo 7 205,207,228
Artículo 11 109,245
Artículo 12 84,170,282,321,322,352
Artículo 14 237
Artículo 15 261,321,352
Artículo 17 245
Artículo 20 207
Artículo 23 79
Artículo 25 257
Artículo 28 154
Artículo 31 201
Artículo 32 201
Artículo 33 201
Artículo 35 201
Artículo 36 201
Artículo 38 201
Artículo 43, ordinal 1º 156
Artículo 51 164
Artículo 61 164
Índice de Artículos 23

Artículo 70 164
Artículo 71 164
Artículo 101 124
Artículo 144 127
Artículo 154 261
Artículo 167 39,43
Artículo 170 parágrafo único 35
Artículo 202 107
Artículo 203 249
Artículo 206 109,261
Artículo 208 115,261
Artículo 209 339,357
Artículo 212 109,205,228
Artículo 213 109
Artículo 214 109
Artículo 217 261
Artículo 218 127,131
Artículo 233 233,237
Artículo 243, ordinales 2º, 3º, 4º, 5º y 6º 103,226,282,321,322,
323,324,326,327,330,
334,335,338,341,344,
347,351,352,355,359
Artículo 244 57,321,326,331
Artículo 245 357
Artículo 249 334
Artículo 252 138
Artículo 256 161
Artículo 267, ordinal 1º 129
Artículo 269 249
Artículo 274 182
Artículo 281 182
Artículo 282 59
Artículo 289 202
Artículo 291 57
Artículo 312, ordinales 1º y 3º 65,69,.70,71,76,159,205
70,85,98,100,101,103
Artículo 313, ordinales 1º y 2º 111,118,271,284,289
24 Índice de Artículos

Artículo 314 105,301


Artículo 315 105
Artículo 316 105,122,301
Artículo 317 97,105,111,301
Artículo 319 234
Artículo 320 79,84,85,181,182,271
Artículo 325 71
Artículo 327 215
Artículo 330 215
Artículo 338 76
Artículo 341 202
Artículo 340, ordinal 6º 215,270
Artículo 350 186
Artículo 370, ordinales 1º y 2º 205,228
Artículo 371 228
Artículo 377 205
Artículo 386 48
Artículo 396 270
Artículo 397 286
Artículo 398 207,286
Artículo 405 270
Artículo 429 280
Artículo 434 270
Artículo 435 270,277
Artículo 437 181
Artículo 442 63
Artículo 443 266
Artículo 444 266,275
Artículo 507 271
Artículo 508 114,271
Artículo 509 282
Artículo 510 291
Artículo 522 234
Artículo 546 205,228
Artículo 584 264
Artículo 585 229
Índice de Artículos 25

Artículo 588 74,223,228,229


Artículo 589 224
Artículo 590 186
Artículo 599, ordinal 6º 231
Artículo 602 224,229
Artículo 603 229
Artículo 607 247
Artículo 640 265,266
Artículo 643, ordinales 1º y 3º 265
Artículo 656 186
Artículo 657 186
Artículo 661 261
Artículo 663 261
Artículo 673 260,310
Artículo 676 259
Artículo 677 259,309
Artículo 686 309
Artículo 687 259
Artículo 701 207
Artículo 777 219,247
Artículo 787 247
Artículo 819 243
Artículo 837 293
Artículo 838 293
Artículo 845 293
Artículo 849 293
Artículo 881 48
Artículo 884 207
Artículo 929 76
Artículo 930 76
Artículo 941 217

CÓDIGO ORGÁNICO TRIBUTARIO


Artículo 204 185,186
Artículo 340 185
26 Índice de Artículos

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Artículo 7 207
Artículo 26 74,207
Artículo 49, numerales 1º y 26º 49,67,79,207,234
Artículo 257 67,79,207
Artículo 262 143,150,154
Artículo 266, ordinales 1º y último aparte, 7º y 9º 55,138,150
Artículo 334
138,207
Artículo 335
138
Artículo 336, numeral 10º
138,157
CONSTITUCIÓN NACIONAL (1961)
Artículo 215, ordinal 9º 150

ESTATUTO ELECTORAL
DEL PODER PÚBLICO
Artículo 30, numerales 1º, 2º y 3º 141

LEY DE ABOGADOS
Artículo 22 39,43,48,49
Artículo 28 41

LEY DE ARRENDAMIENTOS INMOBILIARIOS


Artículo 34 73
Artículo 36 73
LEY DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
Artículo 57
144
LEY DE REGISTRO PÚBLICO
Artículo 53 136

LEY DE TRÁNSITO TERRESTRE


Artículo 21 197
Índice de Artículos 27

LEY DEL BANCO INDUSTRIAL DE VENEZUELA


179
Artículo 37, numeral 5º

LEY ORGÁNICA DE ADMINISTRACIÓN


CENTRAL
Artículo 100 145
Artículo 108 145

LEY ORGÁNICA DE ADMINISTRACIÓN


PÚBLICA
Artículo 100 147

LEY ORGÁNICA DE AMPARO SOBRE DERECHOS


Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
Artículo 8 138
Artículo 9 138
Artículo 12
157
Artículo 23
138
Artículo 24
Artículo 26 138
138
LEY ORGÁNICA DE HACIENDA
PÚBLICA NACIONAL
Artículo 10 179

LEY ORGÁNICA DE TRIBUNALES


Y PROCEDIMIENTOS DEL TRABAJO
Artículo 1 154

LEY ORGÁNICA DE LA CORTE SUPREMA


DE JUSTICIA
Artículo 42, ordinales 15º y 21º 145,147
Artículo 101 90
Artículo 182, ordinal 2º
147
Artículo 183, ordinal 1º
67,147
28 Índice de Artículos

LEY ORGÁNICA DEL PODER JUDICIAL


Artículo 48 123

LEY ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN


DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
Artículo 177 153
LEY ORGÁNICA DE PROCEDIMIENTOS
ADMINISTRATIVOS
Artículo 8 277
Abreviaturas

CC: Código Civil


CCOM: Código de Comercio
CEPAV: Código de Ética Profesional
del Abogado Venezolano
CPC: Código de Procedimiento Civil
COT: Código Orgánico Tributario
CRBV: Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela
CN: Constitución Nacional
EEPP: Estatuto Electoral del Poder Público
LA: Ley de Abogados
LAI: Ley de Arrendamientos Inmobiliarios
LDIP: Ley de Derecho Internacional Privado
LRP: Ley de Registro Público
LTT: Ley de Tránsito Terrestre
LBIV: Ley del Banco Industrial de Venezuela
30 Abreviaturas

LOAC: Ley Orgánica de Administración Central


LOAP: Ley Orgánica de Administración Pública
LOADGC: Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos
y Garantías Constitucionales
LOHPN: Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional
LOTPT: Ley Orgánica de Tribunales
y Procedimientos del Trabajo
LOCSJ: Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia
LOPJ: Ley Orgánica del Poder Judicial
LOPNA: Ley Orgánica para la Protección del Niño
y del Adolescente
LOPA: Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos
Palabras Preliminares

La Colección Doctrina Judicial, cuyo primer número fue preparado en


noviembre de 2002 y entregado a la comunidad jurídica en el presente
año, se creó para facilitarle a los justiciables el conocimiento de las
sentencias proferidas por las diversas Salas del Tribunal Supremo de
Justicia, por una parte; y, por la otra, como herramienta de consulta
para los profesionales del derecho y para quienes se preparan para
ello en las aulas universitarias.

Hasta la fecha componen la Colección, incluido éste, seis libros: tres


de ellos preparados por la Abogada Adriana Padilla Alfonzo, recopi-
lan los extractos –debidamente clasificados– de los fallos de la Sala
de Casación Civil, con la aprobación de los Magistrados que la com-
ponen. El primero incluye los proferidos en los años 2000 y 2001; el
segundo, los del año 2002; y éste los del primer semestre del año en
curso. Como en los tomos anteriores, la compiladora recoge la idea
principal de la decisión e indica, si fuere el caso, que es una nueva
doctrina y, en otros casos, las fechas en las cuales se ha ratificado.

Se espera que esta nueva publicación sea recibida por sus destinatarios
(abogados en ejercicio, profesores universitarios y estudiantes) con el
mismo interés que las anteriores que llevan el sello de este Tribunal Su-
32 Palabras Preliminares

premo de Justicia, organismo que, en cumplimiento de sus funciones


constitucionales, continuará contribuyendo a la divulgación del derecho
en nuestro medio.

Caracas, 29 de setiembre de 2003

Iván Rincón Urdaneta


Presentación

La Sala de Casación Civil del Máximo Tribunal, en ejercicio de su


labor pedagógica, ha decidido publicar el presente libro titulado Doc-
trina de la Sala de Casación Civil (enero-junio 2003), como conti-
nuación de su colección Doctrina Judicial, con el objetivo de hacer
más accesible a los abogados y público en general el conocimiento de
las decisiones proferidas por esta Sala. La presente compilación
comprende las máximas de las sentencias dictadas en el primer semestre
del año en curso, y que hemos considerado necesario resaltar, con
indicación breve y lacónica de su contenido y de la doctrina ratificada,
modificada o abandonada, acompañada de un comentario que incorpora
las decisiones posteriores que ratifican el criterio que se señala, con
indicación precisa del tipo de recurso, fecha, número de sentencia y
ponente de la decisión, en la espera de que pueda servir de guía a
quienes transitan la ruta del derecho.

Como presentación de algunas de las decisiones citadas, mencionamos


a título de ejemplo, entre otras el abandono de criterio sobre la motiva-
ción acogida, estableciendo que los jueces de alzada pueden realizar
citas o transcripciones de las decisiones dictadas por los tribunales de
primera instancia, donde acojan, además, la motivación de éstos, y no
por ello, quedan eximidos de expresar sus propias razones de hecho y
de derecho para soportar la decisión, con especial mención o referencia
a los motivos de apelación brindados por la parte proponente del recur-
so, los cuales en todo caso, deben ser claramente estimados o desesti-
mados por el juzgador de alzada.
34 Presentación

Asimismo, esta Sala señaló que el conocimiento de los juicios en que


intervengan las empresas donde los estados y municipios tienen más del
50%, está atribuido a los tribunales competentes de acuerdo con el de-
recho común; y en segunda instancia, a los juzgados superiores con
competencia en lo Civil y Contencioso-Administrativo. En este orden
de ideas, se hace mención de la admisibilidad del recurso de casación
en aquellos procesos donde se debate la materia Civil o Mercantil de
mayor cuantía, aunque la parte demandada sea un estado o municipio.

En materia de los lapsos de prescripción y caducidad de la acción de


cobro del cheque, se determinó que la falta de una de las firmas conjun-
tas en el cheque no determina la inexistencia del título valor, y permane-
cen incólumes las acciones contra el resto de los signatarios.

Por otra parte, se hace mención a la invalidez de la oferta real de pago


cuando la solicitud presentada no llena los requisitos exigidos por el
artículo 1.307 del Código Civil.

Los anteriores ejemplos, tomados al azar, demuestran que la intención


de la Sala es la de no permitir la mineralización del derecho ni la de
dejarse arrastrar por la rutina.

Ahora, es importante destacar que cada cambio, modificación o ratifi-


cación, en cada caso, está precedido por la motivación de la conducta a
adoptar para evidenciar que no se procede por capricho sino por con-
vicción. Tal como se ha demostrado en las anteriores publicaciones de
la Fundación Gaceta Forense de este Máximo Tribunal y que corres-
ponden a la Doctrina Judicial, tituladas “Doctrina de la Sala de Casa-
ción Civil” años 2000-2001 y 2002.

Es por esta razón que la Sala se complace en ofrecer este trabajo, al


tiempo de darle la garantía al público de nuestro país de que se hará el
esfuerzo necesario para adecuar los textos legales al moderno acontecer
social, y evitar, a toda costa, que el derecho nos impida hacer justicia.

Caracas, octubre de 2003

Franklin Arrieche Gutiérrez


DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 35

Abogados

1. APERCIBIMIENTO AL ABOGADO QUE OBRA CON


TEMERIDAD O MALA FE

Hecho
Sentencia: Nº 03 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CEPAV: Artículo 4, numeral 4º
CPC: Artículo 170, parágrafo único

“El proceso, por su naturaleza y fines, requiere que las partes, apodera-
dos y abogados asistentes observen un adecuado comportamiento, pues
es deber insoslayable de los intervinientes en el mismo, colaborar con la
recta administración de justicia, en conformidad con el numeral 4º del
artículo  4  del  Código  de  Ética  Profesional  del Abogado Venezolano.
Además, deben actuar en el proceso con lealtad y probidad, exponiendo
los hechos de acuerdo con la verdad y sin interponer defensas manifies-
tamente infundadas, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 170
del Código de Procedimiento Civil; y se presume, salvo prueba en con-
trario, que la parte ha actuado con temeridad o mala fe cuando deduzca
en el proceso pretensiones o defensas, principales o incidentales, mani-
fiestamente infundadas y cuando maliciosamente alteren u omitan he-
chos esenciales a la causa, o cuando obstaculicen el desenvolvimiento
36 ABOGADOS

normal del proceso, en conformidad con lo establecido en el artículo
170, Parágrafo Único del mismo Código.

En este sentido, el Tribunal Constitucional Español mediante sentencia
Nº 104/90 de fecha 04 de junio de 1990, estableció que ‘no se obra con
la  necesaria  probidad  y  buena  fe  al  formular  la  demanda  basada  en
premisas fácticas que tanto el actor como su letrado deberían saber que
eran contrarias a la verdad, desconociendo así la obligación de buena fe
que debe respetarse en todo tipo de procedimiento e incurriendo en te-
meridad y abuso de derecho’. Mutatis mutandi, igualmente actúa con
temeridad y abuso de derecho el abogado que anuncia recurso de casa-
ción en un juicio cuyo interés principal no fue estimado y, en consecuen-
cia, no supera la cuantía exigida para la admisibilidad de dicho recurso
extraordinario”.
Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 42
de 03/04/03, Nº 37 de 24/03/03, Nº 34 de 24/03/03,
Nº 33 de 24/03/03, Nº 29 de 24/03/03, Nº 27 de 24/
03/03, Nº 20 de 28/02/03, Nº 19 de 28/02/03, Nº 16 de
28/02/03, Nº 15 de 28/02/03, Nº 52 de 27/02/03, Nº
06 de 27/02/03 y N° 07 de 27/02/03. Asimismo, la
Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la publi-
cación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial Nº 4, en sentencia N° 117 de 20/12/02, N°
114 de 20/12/02, N° 94 de 29/10/02, N° 93 de 29/10/
02, N° 91 de 29/10/02, N° 86 de 27/09/02, N° 82 de
25/09/02, N° 81 de 25/09/02, N° 78 de 25/09/02, N°
75 de 12/08/02, N° 74 de 12/08/02, N° 70 de 23/07/
02, N° 67 de 23/07/02, N° 64 de 23/07/02, N° 62 de
31/05/02, N° 58 de 08/05/02, N° 53 de 30/04/02, N°
37 de 07/03/02 y Nº 12 de 29/01/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 37

2. ESTIMACIÓN E INTIMACIÓN DE HONORARIOS


PROFESIONALES

a. Cuando se pretende el cobro de honorarios profesio-


nales generados por actos realizados en sede judicial de-
viene una competencia funcional

Regulación
Sentencia: N° 05 de 28/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de Sentencia N° 64 de 20 de diciembre de
2002. Caso: Yvette Prado Madera y otra c/ Comer-
cial Los Tres Golpes S.R.L. Expediente 01-731.

“Ha sido jurisprudencia reiterada que cuando se pretende el cobro de
honorarios profesionales generados por actos realizados en sede judi-
cial,  deviene  una  competencia funcional,  según  la  cual,  será  compe-
tente  para  conocer,  en  principio,  de  este  tipo  de  pretensiones,  aquel
tribunal donde cursen las actuaciones que hayan generado el derecho al
cobro de los honorarios reclamados, salvo los supuestos que esta Sala
ha determinado al respecto en su doctrina.

En ese sentido, se pronunció esta Sala de Casación Civil, en sentencia
de fecha 20 de diciembre de 2002, (caso: Yvette Prado Madera y otra c/
Comercial Los Tres Golpes S.R.L.,) expediente N° 2001-731, sentencia
N° 64, en la cual señaló:

...cuando  se  pretende  el  cobro  de  honorarios  profesionales,


generados por actos realizados en sede judicial deviene una
competencia  funcional,  según  la  cual  será  competente  para
conocer en principio de este tipo de pretensiones, aquel tribu-
nal donde cursen las actuaciones que hayan generado el dere-
cho al cobro de los honorarios reclamados...

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 123
de 30/05/03, Nº 112 de 30/05/03, Nº 96 de 16/05/03,
38 ABOGADOS

Nº 90 de 16/05/03 y Nº 07 de 28/02/03. Asimismo, la
Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-2001”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 1, en sentencia N° 159 de 25/05/00.
En este sentido, la sentencia N° 15 de 24/03/03, ratifica el criterio en los
términos siguientes:

“Efectivamente, el novísimo Decreto Ley de Tierras y Desarrollo Agra-
rio, en sus artículos 201 y 244, señala al respecto lo siguiente:

‘...Artículo 201. Las controversias que se susciten entre par-
ticulares con motivo de las actividades agrarias serán sustan-
ciadas y decididas por los tribunales de la jurisdicción agraria...

...Omissis...

Artículo 244. Oída la apelación, al ser recibidos los autos, el
Juzgado Superior Agrario les dará entrada y fijará un lapso de
ocho (8) días de despacho para promover y evacuar las prue-
bas permitidas en segunda instancia...’

En este mismo orden de ideas, Humberto Cuenca, citando al Maestro Chio-
venda, trata el punto de la llamada competencia funcional, la cual define de
la siguiente manera: “cuando la ley confía a un juez una función particu-
lar, exclusiva, se dice que hay una competencia funcional. La caracte-
rística esencial es la de ser absoluta e improrrogable y aun cuando
parece  confundirse,  a veces, con la competencia por la materia y por
el territorio, es, sin embargo, independiente de ella”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 39

b. La cualidad de juicio autónomo del procedimiento de


estimación e intimación de honorarios profesionales. Fases

Casación
Sentencia: N° 63 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 90 de 27 de junio de 1996.
Caso: Carmen Alicia Reyes de Martínez c/ Luis Ro-
dríguez López. Expediente 96-081, y doctrina de sen-
tencia Nº 67 de 05 de abril de 2001. Caso: Ada Bonnie
Fuenmayor  Viana  c/  Banco  República  C.A.  Expe-
diente 00-081.
CPC: Artículo 167
LA:  Artículo 22

“La Sala dejó establecido lo siguiente:

 ‘...En cuanto a la acción de cobro de honorarios profesiona-
les, existen dos posibilidades: uno cuando los mismos se hayan
generado por actuaciones judiciales dentro de un proceso con-
tencioso y ante un órgano judicial; y, otra cuando los mismos
sean el resultado del ejercicio de la profesión ante cualquier
otro ente cuya naturaleza jurídica difiera de la jurisdiccional.
En  este  sentido,  la  Ley  de Abogados,  en  su  artículo  22,  ha
permitido esta distinción al señalar: ‘El ejercicio de la profe-
sión da derecho al abogado a percibir honorarios por los traba-
jos judiciales y extrajudiciales que realice...’

Pues bi en, dependi endo del ti po de trabaj o que real i zó el


abogado se determi nará el procedi mi ento a segui r para exi -
gi r el pago de l os honorari os que se pretendan por el ej erci -
cio de la profesión. Así (sic), si el recl amo es por los servicios
extraj udi ci al es, l a controversi a se deberá segui r por el j ui -
ci o breve y si es por cuesti ones j udi ci al es, el proceso a se-
gui r será el de i nti maci ón.
40 ABOGADOS

En  el  caso  de  autos,  los  servicios  que  se  reclaman  son  los
judiciales, por lo que el presente proceso se llevó por  el de
intimación, conforme lo prevé el artículo 22 eiusdem.

Sobre este punto, la Sala ha venido ratificando su doctrina que
demuestra la cualidad de procedimiento autónomo y determina
las fases que componen el proceso por intimación para la esti-
mación de los honorarios profesionales. Así (sic), en fallo Nº
90, de fecha 27 de junio de 1996, caso Carmen Alicia Reyes
de Martínez contra Luis Rodríguez López, expediente 96-081,
se expresó:

‘...En  materia  de  honorarios  profesionales,  esta  Sala  se  ha


concretado a asentar que el proceso de estimación e intima-
ción de honorarios es en realidad, un juicio autónomo, propio,
no una mera incidencia inserta dentro del juicio principal, aun
cuando  se  sustancie  y  decida  en  el  mismo  expediente;  para
esto no sólo abonan razones de celeridad procesal, sino porque
obran  en  esos  autos  la  (Sic)  actuaciones  por  las  cuales,  su-
puestamente, el abogado intima el pago de sus honorarios, con-
forme lo previsto e (Sic) el artículo 22 de la Ley de Abogados
y en el artículo 167 del Código de Procedimiento Civil.

Cuando el abogado intima sus honorarios, no hace otra cosa
que  iniciar  un  verdadero  proceso  especial,  que  conforme  al
artículo 22 de la Ley de Abogados, simplifica al abogado la
manera de cobrar a su cliente los honorarios correspondientes
a su gestión judicial; por ende no se trata de una simple inci-
dencia dependiente del juicio principal, donde se causaron los
honorarios sino que constituye un verdadero proceso, con mo-
dalidades especiales.

Asimismo,  la  doctrina  y  la  Jurisprudencia  de  esta  Corte  ha


precisado que en el proceso de intimación de honorarios exis-
ten dos etapas bien diferenciadas, la (Sic) cuales son: 1) Etapa
declarativa, en la cual el Juez resuelve sobre el derecho o no
de cobrar los honorarios intimados, y  2) Etapa  ejecutiva, la
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 41

cual comienza con la sentencia definitivamente firme que de-
clare procedente el derecho de cobrar los honorarios intima-
dos, o bien cuando el intimado acepte la estimación o ejerza el
derecho  de  retasa...’

 Como lo señala el formalizante, y lo sostiene esta Sala en su doctrina,
la segunda fase o fase ejecutiva comienza a partir de la sentencia de-
clarativa del derecho a cobrar los honorarios o a partir del momento en
que la intimada se acoge al derecho de retasa”.
Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia Nº 102 de 06/11/
02, N° 274 de 31/05/02, N° 267 de 30/05/02 y Nº 01
de 15/01/02.

c. La decisión que declara desistida la retasa no tiene


apelación

Casación
Sentencia: N° 178 de 25/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 116 de 11 de mayo de 1983.
Caso: José Alberto Totesaut c/ Inversionista del Trans-
porte C.A., y Doctrina de sentencia Nº 276 de 10 de
agosto de 2000. Caso: Salvador Ramírez Campos c/
Rubén Berberiam Turián. Expediente 00-073.
LA: Artículo 28

“Al respecto, la Sala en reiteradas oportunidades ha dejado establecido
de manera pacífica, que la retasa constituye la fase ejecutiva del proce-
dimiento de estimación e intimación de honorarios profesionales de abo-
gados,  en  la  cual  las  decisiones  que  en  dicha  fase  se  dicten,  son
inapelables, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 28 in fine de
la  Ley  de Abogados.  Destacándose  que  la  referida  inapelabilidad  se
42 ABOGADOS

extiende a todo pronunciamiento conexo con la retasa, que preparan y
abren  el  camino  sobre  el  pronunciamiento  final  de  retasa,  lo  cual  se
fundamenta en el propósito que orienta al referido artículo 28, que no es
otro  que  el de  otorgar a  los profesionales  del  derecho  una vía  ágil y
expedita que les permita cobrar sus servicios profesionales; finalidad
que resultaría frustrada si todas las decisiones fueran apelables y aún
recurribles en casación.

De igual forma ha sido criterio reiterado en la doctrina de la Sala, que la
decisión que declara desistida la retasa por la no consignación de los
honorarios de los retasadores no tiene apelación, por ser un pronuncia-
miento conexo con la  retasa y, por vía de consecuencia, la sentencia
eventualmente proferida por un Juez de alzada a este respecto ha sido
considerada procesalmente inexistente.

En efecto, en sentencia Nº 116, de fecha 11 de mayo de 1983, la Sala
estableció el siguiente criterio que hoy nuevamente se reitera:

‘...Ahora bien, en el presente caso, la decisión del juez de la
causa por la cual declaró desistida la retasa a la cual se había
acogido la intimada, por no haber hecho ésta la consignación
total y completa, en la oportunidad fijada, de los honorarios de
los retasadores, es a juicio de la Sala una determinación ínti-
mamente vinculada o conexa con la retasa, desde luego que
constituye una cuestión previa que en este caso impidió la rea-
lización de la misma. Por lo consiguiente, esa declaratoria de
desistimiento del recurso de retasa no tenía apelación de acuer-
do con la interpretación que ha formulado la Sala del mencio-
nado artículo 28 in fine de la Ley de Abogados.

...Omissis...

No faltará algún intérprete que sostenga que el artículo 28 de
la Ley de Abogados se refiere única y exclusivamente al fallo
propio de retasa cuando establece su inapelabilidad. Pero ob-
serva la Sala que si ello fuera así, el legislador hubiera expre-
sado  su  pensamiento  mediante  una  redacción  precisa  en
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 43

singular,  diciendo  por  ejemplo  ‘la  sentencia  sobre  retasa  es


inapelable’, y no utilizando la redacción vigente ‘las decisiones
sobre retasa son inapelables’, en la cual el uso del plural per-
mite  afirmar  que  en  esa  frase  está  comprendida  no  sólo  la
decisión que fija el monto de los honorarios del abogado inti-
mante, sino también las decisiones conexas con esa materia
que preparan y abren el camino al pronunciamiento final...”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la pu-
blicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 4, en sentencia N° 71 de 12/08/02.

d. La doble instancia en materia de estimación e intima-


ción de honorarios profesionales. Alcance del artículo 167
del Código de Procedimiento Civil

Casación
Sentencia: N° 89 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 359 de 30 de julio de 2002.
Caso: Carmen Elena Villarroel c/ Banunión N.V. Ex-
pediente 00-290.
LA:  Artículo 22
CPC:  Artículo 167
Voto Salvado: Franklin Arrieche Gutiérrez

“...el criterio actual de la Sala es el siguiente:

‘...el artículo 167 del Código de Procedimiento Civil contempla
la posibilidad de que el abogado proponga su reclamación por
honorarios profesionales por actuaciones judiciales en cual-
quier estado y grado de la causa, lo que significa que el aboga-
do no debe aguardar a que finalice el proceso judicial en el que
ha prestado sus servicios para hacer efectivo el pago de los
44 ABOGADOS

honorarios profesionales causados por sus actuaciones en el
mismo. Esa disposición es consecuencia de lo que para el abo-
gado  representan  sus  honorarios  profesionales  y  el  derecho
que a ellos tiene en los términos establecidos en el artículo 22
de la Ley de Abogados.

Así, el referido artículo 167 del Código de Procedimiento Civil
no  puede  interpretarse  en  el  sentido  de  que,  la  reclamación
que haga el abogado se tramitará y decidirá en una o dos ins-
tancias, dependiendo que el juicio principal en el que aquél ha
prestado sus servicios, se encuentre en el primero o en el se-
gundo grado de jurisdicción.

Por tanto, a los fines de mantener incólume el derecho de las
partes al doble grado de jurisdicción en el juicio que se suscita
con ocasión de la reclamación que haga el abogado a su clien-
te  por  actuaciones  judiciales,  y  ésta  se  proponga  cuando  el
juicio principal se encuentre en segunda instancia, el respecti-
vo juzgado deberá limitarse a desglosar el escrito contentivo
de tal reclamación, formar el respectivo cuaderno y remitirlo
al juzgado que hubiere conocido de la causa principal en pri-
mera instancia a los fines de su sustanciación y decisión, sien-
do carga  de las  partes acreditar  en el  mismo las  pruebas en
que basen sus respectivas posiciones procesales.

...Omissis...

Ese ha sido en criterio pacífico de este Tribunal Supremo de
Justicia,  el  cual  ha  permanecido  vigente  en  el  tiempo,  tal  y
como se expresa en la sentencia de la Sala Político Adminis-
trativa de fecha 16 de junio de 1969, reiterada en fecha más
reciente, el 12 de mayo de 1992 (caso de Gilberto Gripa Acu-
ña) en la cual estableció:

no puede atribuírsele otro sentido al contenido del artículo 167
del Código de Procedimiento Civil, diferente al que aparece
‘...del significado propio de las palabras, según la conexión
entre ellas...’
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 45

...Omissis...

De esta forma es claro que, la reclamación por concepto de


honorarios profesionales extrajudiciales, será resuelta por
vía del juicio breve. Sin embargo, en lo atinente a la reclama-
ción surgida en juicio contencioso no existe una remisión ex-
presa, a un procedimiento propio, sino que lo vincula y concentra
al juicio contencioso donde se genera la actuación del profe-
sional del derecho.

Por ello, cabe distinguir de la redacción del mentado artículo
22, cuatro posibles situaciones que pueden presentarse y que,
de seguro, motivan trámites de sustanciación disímiles, a sa-
ber: 1) cuando, el juicio en el cual se pretende demandar los
honorarios  profesionales  causados,  se  encuentre  en  primera
instancia; 2) cuando, se haya ejercido el derecho subjetivo pro-
cesal de apelación, y éste fue oído en el efecto devolutivo, es
decir, el expediente se encuentra aún en el tribunal de cogni-
ción y, a la alzada, se remiten copias certificadas; 3) cuando, el
recurso de apelación se haya oído en ambos efectos, motivo
por el cual el juzgado de primera instancia ha perdido la juris-
dicción con respecto a ese procedimiento y, 4) cuando, el juicio
haya quedado definitivamente firme”.

Voto Salvado: El Magistrado Franklin Arrieche Gutiérrez salva su


voto  al disentir de la mayoría sentenciadora en los
términos siguientes:

“Es opinión de quien se aparta de ese criterio, que si bien es cierto que
en nuestro proceso civil rige como regla general el principio del doble
grado de jurisdicción, no lo es menos que la aplicación de este principio
no es absoluta sino que tiene sus excepciones en determinados procedi-
mientos judiciales, atendiendo a su naturaleza y a la entidad de los dere-
chos controvertidos. Así ocurre por ejemplo con el de medidas cautelares,
las cuales, por disposición del artículo 588 del Código de Procedimiento
Civil,  pueden  ser  decretadas  en cualquier estado y grado de la cau-
46 ABOGADOS

sa, lo cual significa que en caso de ser acordadas por el Juez Superior,
la decisión que dicte al respecto confirmándolas o revocándolas, luego
de la sustanciación de la incidencia en esa instancia, no puede ser revi-
sada en apelación sino a través del recurso de casación, de ser admisi-
ble, sin que ello pueda considerarse como una limitación de la defensa
en el juicio.

Así, decretada una medida preventiva en la segunda instancia del juicio,
el afectado puede oponerse a ella dentro del lapso previsto en el artículo
602 del Código de Procedimiento Civil, luego de lo cual se entenderá
abierta, de pleno derecho, una articulación probatoria de ocho días, a fin
de que los interesados promuevan y hagan evacuar las que consideren
idóneas a sus derechos; y al término de ella, el Juez Superior debe deci-
dir si confirma o revoca la medida.

De seguirse el criterio expuesto en el fallo del cual disiento, la oposición
ha de ser conocida por la primera instancia, correspondiendo al Juez de
alzada remitir copia de lo conducente a ese Tribunal de Primera Instancia
para así hacer posible su conocimiento en doble grado de jurisdicción.

Tal forma de proceder sería a todas luces improcedente, desde luego
que un juez no puede revisar una decisión que emana de un Superior
suyo y, además, por ser violatoria del artículo 272 del Código de Proce-
dimiento Civil.

De considerarse que la incidencia de oposición, para respetar el princi-
pio del doble grado de jurisdicción deba ser conocida por el Juez de
primera instancia, aun cuando la medida haya sido solicitada y decreta-
da por el Tribunal de alzada, implicaría que ese Juez podría revisar la
decisión del superior jerárquico que prima facie decretó la medida, y
ello es inaceptable, por lo cual es obvio que cualquier interpretación que
se haga respecto del artículo 167 del Código de Procedimiento Civil,
conduce a la única instancia.

Otro ejemplo de pretensión que se dirime en única instancia lo constitu-
ye el procedimiento de intimación de honorarios profesionales, cuando
ha de tramitarse ante este Alto Tribunal, de conformidad con el artículo
47 ordinal 16º de la Ley Orgánica que rige sus funciones.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 47

Así expuestas las cosas, nos encontramos que en casos como los cita-
dos, es imposible cumplir con el principio de la doble instancia y ello
significa que el mismo no es absoluto, lo cual se evidencia del contenido
del artículo 49.1 de la Constitución de la República Bolivariana de Ve-
nezuela,  donde  se  establece  que  ‘Toda persona declarada culpable
tiene derecho a recurrir del fallo, con las excepciones establecidas
en esta Constitución y en la Ley’.

Es la propia norma constitucional la que prevé las excepciones, como
las  expuestas  supra.

Por ello, no comparto el criterio establecido en la sentencia de la Sala,
en el sentido de que la reclamación de honorarios profesionales causa-
dos  en  juicio,  ‘deberá ser intentada de manera autónoma y princi-
pal ante un Tribunal Civil, competente por la cuantía’, a fin de preservar
el principio del doble grado de jurisdicción; principio del cual no gozan
todos los procesos judiciales, como en los casos de los ejemplos citados,
así como tampoco los juicios de invalidación de sentencias, los cuales
no tienen sino un solo grado de jurisdicción, cuya tramitación procede
en cuaderno separado del expediente principal, y la sentencia que en tal
proceso ha de recaer sólo es recurrible en casación, independientemen-
te de la instancia en que ella haya sido dictada”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 81 de 20/12/
02, N° 72 de 20/12/02, N° 71 de 20/12/02, N° 60 de
19/11/02, N° 54 de 29/10/02 y Nº 359 de 30/07/02.
48 ABOGADOS

e. Procedimiento a seguir en materia de estimación e inti-


mación de honorarios profesionales.

Regulación
Sentencia: N° 16 de 24/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CPC: Artículos 386 y 881
LA: Artículo 22

“La estimación e intimación de honorarios profesionales judiciales de
abogado, debe ser tramitada de conformidad con el procedimiento esta-
blecido en el artículo 22 de la Ley de Abogados, el cual dispone:

‘El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir
honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales que rea-
lice, salvo en los casos previstos en las leyes.

Cuando exista inconformidad entre el abogado y su cliente en
cuanto al monto de honorarios por servicios profesionales ex-
trajudiciales, la controversia se resolverá por la vía del juicio
breve y ante el Tribunal Civil competente por la cuantía. La
parte  demandada  podrá  acogerse  al  derecho  de  retasa  en  el
acto de la contestación de la demanda.

La reclamación que surja en juicio contencioso acerca del de-
recho a cobrar honorarios por parte del abogado, será sustan-
ciada y decidida de conformidad con lo establecido en el artículo
386 del Código de Procedimiento Civil y, la relación de la inci-
dencia, si surgiere, no excederá de diez audiencias’.

Tratándose de un juicio de cobro de honorarios profesionales extrajudi-
ciales el mismo debe ser tramitado según el procedimiento previsto para
el juicio breve establecido en los artículos 881 y siguientes del Código
de Procedimiento Civil, ante un Tribunal Civil, por remisión expresa del
artículo 22 de la Ley de Abogados...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 49

f. Situaciones posibles que pueden surgir dentro de un


proceso en el cual se demanda el pago de honorarios pro-
fesionales judiciales

Casación
Sentencia: N° 89 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 359 de 30 de julio de 2002.
Caso: Carmen Elena Villarroel c/ Banunión N.V. Ex-
pediente 00-290.
LA:  Artículo 22
CRBV: Artículo 49

“...la Sala, establece el siguiente criterio:

1) El juicio en el cual se pretende demandar los honorarios profesiona-
les causados, se encuentre en un tribunal de primera instancia, la recla-
mación de los mismos, se realizará en ese proceso y por vía incidental.

2) Cuando, se haya ejercido el recurso ordinario de apelación y éste fue
oído en el efecto devolutivo, por lo que el expediente se encuentra aún en
el tribunal de cognición, remitiendo a la alzada, sólo copias certificadas, la
reclamación de los honorarios profesionales judiciales, se realizará, igual
que en el caso anterior, en ese mismo juicio y en primera instancia.

3) Cuando ejercido el recurso ordinario de apelación en un determinado
juicio, éste fue oído en ambos efectos, motivo por el cual el juzgado de
primera instancia, ha perdido la jurisdicción con respecto a ese procedi-
miento, no obstante, la reclamación de los honorarios profesionales judi-
ciales causados en ese juicio que ahora está en un Juzgado Superior,
deberá ser intentada de manera autónoma y principal ante un tribunal
civil, competente por la cuantía, todo esto con la finalidad dicha de sal-
vaguardar tanto el principio procesal del doble grado de jurisdicción, a
la parte que resulte perdidosa en la fase declarativa del juicio de cobro
de honorarios profesionales judiciales, como los derechos constitucio-
nales de defensa y al debido proceso establecidos en el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
50 ABOGADOS

4) Que el juicio haya quedado definitivamente firme, con lo cual


sólo quedará instar la demanda por cobro de honorarios profesio-
nales si es el caso, ya que el artículo 22 de la Ley de Abogado dice:
‘...la reclamación que surja en juicio contencioso...’, denotándose que
la preposición ‘en’ sirve para indicar el lugar, el tiempo, la situación, el
modo, lo que significa, dentro del contexto del artículo mentado, la clara
necesidad de que el juicio no haya concluido y se encuentre en los casos
1 y 2 antes referidos, es decir, dentro del juicio sin que éste haya termi-
nado, para que pueda tramitarse la acción de cobro de honorarios pro-
fesionales vía incidental en el juicio principal” .
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 51

Actuaciones Judiciales

1. AUTOS DE SUSTANCIACIÓN

a. Naturaleza de los autos de sustanciación o de mero trá-


mite. Inadmisibilidad del recurso de casación ejercido con-
tra ellos

Hecho
Sentencia: N° 23 de 28/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 03 de 08 de marzo de 2002.
Caso: Bar Restaurant El Que Bien, C.A. c/ José Car-
los Cortes Cruz. Expediente 00-566.

“Sobre esta materia, la jurisprudencia de la Sala ha precisado lo siguiente:

‘...Las sentencias interlocutorias no apelables y que corres-


ponden obviamente al concepto de autos de mera sustancia-
ción son aquellas que no deciden ninguna diferencia entre las
partes litigantes, y por ende son insusceptibles de poner fin al
juicio o de impedir su continuación, ni causan gravamen irrepa-
rable a las partes, así lo ha aceptado reiteradamente la doctri-
na y la jurisprudencia; de tal manera que para conocer si se
52 ACTUACIONES JUDICIALES

está en presencia de una de estas decisiones llamadas de mera


sustanciación hay que atender a su contenido y a sus conse-
cuencias en el proceso, de tal manera que si ellas traducen un
mero ordenamiento del Juez, dictado en uso de su facultad de
conducir el proceso ordenadamente al estado de su decisión
definitiva, responderá indefectiblemente a ese concepto de
sentencia interlocutoria de simple sustanciación y por ende no
apelable, ya que de ser así se estaría violentando el principio
de celeridad procesal tan celosamente custodiado por las nor-
mas adjetivas (...).

Así las cosas, y en apoyo de lo anterior, concluye la Sala di-


ciendo que, si los autos de mera sustanciación no son suscep-
tibles de apelación, mucho menos procede contra ellos el
recurso extraordinario de casación...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 55


de 30/05/03 y Nº 15 de 28/02/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judi-
cial N° 4, en sentencia N° 180 de 22/03/02. Igual-
mente, esta Doctrina ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia Nº 391 de
03/12/01 y N° 134 de 27/04/00.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 53

Amparo

1. COMPORTAMIENTO QUE DEBE ASUMIR EL JUEZ


CUMPLIENDO CON LA FUNCIÓN TUITIVA DEL
ORDEN PÚBLICO

Casación
Sentencia: N° 45 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de la Sala Constitucional del Tribunal Su-
premo de Justicia de sentencia N° 77 de 9 de marzo
de 2000. Caso: José Alberto Zamora Quevedo c/ Juz-
gado Sexto de Primera Instancia en lo Civil, Mercan-
til y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas. Expediente 00-0126.

“El Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional conceptualizó,


en materia de Amparo Constitucional, el comportamiento que debe asu-
mir el juez cumpliendo con la función tuitiva del orden público, de esta
manera decidió:

‘…Sin embargo, no escapa a esta Sala, como ya le ocurrió a la


Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia
y que plasmó en fallo del 24 de abril de 1998 al cual luego se
54 AMPARO

hace referencia, que el conocimiento de unos hechos que no


fueron alegados como supuestos de hecho de las normas cons-
titucionales denunciadas como infringidas, pueden y deben pro-
ducir otras situaciones a ser tomadas en cuenta por los
sentenciadores, ya que a pesar de ser ajenas a la preten-
sión de amparo, siempre que sean cuestiones de orden pú-
blico, sobre las cuales el juez puede de oficio resolver y
tomar decisiones, si constata que las mismas no lesionan
derecho de las partes o de terceros. Cuando los afectados
por las decisiones han sido partes en el juicio donde se
constatan los hechos contrarios al orden público, y ellos
son generadores de esos hechos, el derecho a la defensa y
al debido proceso no se les está cercenando si de oficio el
juez cumpliera con la función tuitiva del orden público, ya
que es la actitud procesal de las partes las que con su
proceder denota la lesión del orden público, entendido éste
como el ‘…Conjunto de condiciones fundamentales de vida
social instituidas en una comunidad jurídica, las cuales, por afec-
tar centralmente la organización de ésta, no pueden ser altera-
das por voluntad de los individuos…”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en


la publicación “Doctrina de la Sala de Casación
Civil 2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N°
144 de 07/03/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 55

2. LOS CONFLICTOS DE COMPETENCIA QUE SURJAN


EN MATERIA DE AMPARO, ENTRE TRIBUNALES
DEL PAÍS SON DEL CONOCIMIENTO DE LA SALA
CONSTITUCIONAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE
JUSTICIA

Regulación
Sentencia: N° 01 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 173 de 14 de febrero de
2001. Caso: Gabriel Gómez Perneta c/ La Oficina
Nacional de Identificación y Extranjería. Expediente
00-00617.
CRBV: Artículo 266, ordinal 1º y último aparte

“La Sala Constitucional de este Alto Tribunal, en relación a los conflic-


tos de competencia que surjan en materia de amparo entre tribunales
del país, señaló:

‘...De las disposiciones transcritas se desprende que, si el juez


o tribunal que ha de suplir a otro que se hubiese declarado
incompetente, se considerare también incompetente, deberá
solicitar de oficio la regulación de competencia; y que, de no
existir un tribunal superior común a ambos jueces en la cir-
cunscripción, o en el caso de que la incompetencia fuese de-
clarada por un tribunal superior, la decisión deberá corresponder
al Tribunal Supremo de Justicia.

2) La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,


de conformidad con la disposición prevista en su artículo 266,
numeral 1° y último aparte, atribuyó a esta Sala la potestad de
“Ejercer la jurisdicción constitucional conforme al Título VIII
de esta Constitución”; jurisdicción dentro de la cual se en-
cuentra lo concerniente a la acción de amparo constitucional.

Así, de conformidad con lo dispuesto en las normas preceden-


temente transcritas, esta Sala Constitucional se declara com-
56 AMPARO

petente para regular la competencia en materia de amparo


constitucional, en los casos en que, como en el presente, ha-
biendo sido ejercida la acción correspondiente en forma autó-
noma, o bien no exista en la respectiva circunscripción un
tribunal superior común a aquellos tribunales que se hubiesen
declarado incompetentes, o bien la incompetencia sea declara-
da por un tribunal superior...”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 73 20/12/02,
N° 69 de 20/12/02, N° 63 de 20/12/02, N° 59 de 19/
11/02, N° 6 de 18/11/02, Nº 56 de 29/10/02, Nº 45 de
12/08/02 y N° 31 de 08/05/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 57

Apelación

1. LÍMITES DE LA APELACIÓN

Casación
Sentencia: N° 221 de 19/05/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 417 de 30 de noviembre de
2000. Caso: Marcel Reyes Viloria c/ Nilda Briceño
de Reyes y otros. Expediente 00-198.
CPC: Artículos 244 y 291

“... La Sala sostuvo:

‘Por tanto, a la recurrida le estaba vedado extender su exa-


men o resolver asuntos extraños a lo apelado, que es lo que
delimitaba su conocimiento, tal como se expresa en la locución
tantum devolutum quantum appelatum. Así, todo pronuncia-
miento que haga el Juez de Alzada sobre materia distinta a la
que ha sido elevada a su conocimiento por efecto de la apela-
ción, salvo aquellos incidentes que se produzcan en el propio
procedimiento de segunda instancia, constituye según la juris-
prudencia de la Sala de Casación Civil, un exceso de jurisdic-
ción que se califica como ultrapetita, la que a su vez, constituye
58 APELACIÓN

una típica manifestación del vicio de incongruencia que, de


conformidad con lo establecido en el artículo 244 del Código
de Procedimiento Civil, acarrea la nulidad de la sentencia...’.

El artículo 291 del Código de Procedimiento Civil establece:

‘...La apelación de la sentencia interlocutoria se oirá solamen-


te en el efecto devolutivo, salvo disposición especial en con-
trario. Cuando oída la apelación, ésta no fuere decidida antes
de la sentencia definitiva, podrá hacérsela valer nuevamente
junto con la apelación de la sentencia definitiva, a la cual se
acumulará aquélla. En todo caso, la falta de apelación de la
sentencia definitiva, producirá la extinción de las apelaciones
de las interlocutorias no decididas...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 59

Autocomposición Procesal

1. EL DESISTIMIENTO

a. Noción. Condiciones de procedencia

Hecho
Sentencia: N° 10 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CPC: Artículo 282

“El desistimiento, tal y como lo enseña la doctrina de nuestros proce-


salistas clásicos (Borjas y Marcano Rodríguez), es un acto jurídico
que consiste en el abandono o renuncia positiva y precisa que hace el
actor o interesado, de manera directa, ya de la acción que ha intenta-
do, ya del procedimiento incoado para reclamar judicialmente algún
derecho, o de un acto aislado de la causa o, en fin, de algún recurso
que hubiese interpuesto.

El desistimiento deberá manifestarse expresamente, a fin de que no quede


duda alguna sobre la voluntad del interesado.

Se requiere además, para que el juez pueda darlo por consumado, el


concurso de dos condiciones: a) que conste en el expediente en forma
60 AUTOCOMPOSICIÓN PROCESAL

auténtica; y b) que tal acto sea hecho pura y simplemente, es decir, sin
estar sujeto a términos o condiciones, ni modalidades ni reservas de
ninguna especie. Para desistir se exige capacidad para disponer del objeto
sobre el cual verse la controversia, y que se trate de materias en las que
no están prohibidas las transacciones.

El Doctor Arístides Rangel-Romberg, en su Tratado de Derecho Pro-


cesal Civil Venezolano según el nuevo Código de 1987; Teoría Gene-
ral del Proceso; Tomo II, dice:

‘...Como el desistimiento del procedimiento, o renuncia a los


actos del juicio, tiene por objeto el abandono de la situación pro-
cesal del actor, nacida de la existencia de la relación procesal y
él puede ocurrir en cualquier estado y grado del juicio, se sigue
que el desistimiento afectará a toda relación procesal o a una
fase de ella, según que el juicio se encuentre en primer grado o
en apelación al momento del desistimiento. El desistimiento del
recurso... se refiere precisamente a esta última situación: al de-
sistimiento o renuncia a los actos del juicio en apelación; figura
que está implícitamente prevista en nuestra Ley Procesal, al
regular uno de los efectos de este desistimiento (las costas); en
el Art. 282 CPC. Esta disposición establece: ‘Quien desista de
la demanda, o de cualquier recurso que hubiera interpuesto, pa-
gará las costas si no hubiera pacto en contrario...’

Si bien es cierto, que el desistimiento es ‘la renuncia de la facultad para


llevar adelante una instancia promovida mediante recurso’ y ‘el acto de
abandonar la instancia, la acción o cualquier otro trámite del procedi-
miento’, no es menos cierto que en nuestro ordenamiento jurídico tal
actuación requiere de mandato en el cual específicamente se contemple
esa facultad”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 307


de 16/06/03, Nº 302 de 12/06/03, Nº 238 de 30/05/03,
Nº 237 de 30/05/05, Nº 236 de 30/05/03, Nº 235 de
30/05/03, Nº 234 de 30/05/03, Nº 55 de 30/05/03, Nº
210 de 16/05/03, Nº 43 de 03/04/03 y Nº 82 de 13/03/
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 61

03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha sido ex-


puesta en la publicación “Doctrina de la Sala de Ca-
sación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Justicia,
Colección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N°
108 de 18/11/02.

2. REQUERIMIENTO DE FACULTAD EXPRESA PARA EL


EJERCICIO DE ACTOS DE DISPOSICIÓN

Casación
Sentencia: N° 51 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez

“En ese sentido es oportuno señalar que, si bien es cierto que las partes
pueden poner fin a sus respectivas pretensiones en cualquiera de las fases
y grado que se encuentre el proceso, no es menos cierto que para que ello
adquiera validez formal como acto de autocomposición procesal, necesita
de facultad expresa y al mismo tiempo que tenga capacidad procesal para
disponer del derecho litigioso, pues constituye un acto que excede de la
simple administración ordinaria, por tanto, el mandatario o apoderado judi-
cial, para disponer del derecho sobre el cual verse la controversia, requiere
de facultad expresa para poder ejercer actos de disposición”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 238


de 30/05/03, Nº 237 de 30/05/05, Nº 236 de 30/05/03,
Nº 235 de 30/05/03, Nº 234 de 30/05/03, Nº 232 de
30/05/03, Nº 231 de 30/05/03, Nº 230 de 30/05/03 y
Nº 210 de 16/05/03. Asimismo, la Doctrina aquí rati-
ficada ha sido expuesta en la publicación “Doctrina
de la Sala de Casación Civil 2002” del Tribunal Su-
premo de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 4,
en sentencia Nº 90 de 21/10/02, Nº 298 de 11/06/02,
Nº 176 de 22/03/02, Nº 103 de 08/02/02, Nº 63 de 28/
01/02, Nº 01 de 24/01/02 y N° 18 de 09/01/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 63

Casación

1. ADMISIBILIDAD

a. Admisibilidad del recurso de casación contra el auto del


superior que niega en forma absoluta el recurso de hecho

Hecho
Sentencia: N° 57 de 30/05/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de auto Nº 34 de 14 de marzo de 2000. Caso:
Aeropostal Alas de Venezuela C.A. c/ Alas Interna-
tional Limited. Expediente 98-233.
CPC: Artículo 442

“...el recurso de casación que se interponga contra ellas es admisible de
inmediato,  pues  declarado  sin  lugar  el  recurso  de  hecho,  se  niega  la
oportunidad de ejercer el recurso procesal de apelación, evitando así
que la materia debatida sea solucionada, como lo ha sostenido la Sala en
reiteradas jurisprudencias, entre ellas, se estableció lo siguiente:

En sentencia de fecha 18 de diciembre de 1985, reiterada en infinidad
de fallos, la Sala sostuvo lo siguiente:
64 CASACIÓN

‘...De ahí que sólo sea admisible el recurso de casación


contra el auto del superior que niega en forma absoluta
el recurso de hecho, pero no cuando, aun negándolo en parte,
se ordena que la apelación sea mantenida en el solo efecto
devolutivo en que la admitió el juez de la causa. Ello porque,
en  este  último  caso,  el efecto del recurso de hecho es
provocar que la materia debatida sea solucionada me-
diante el recurso ordinario, el de apelación, sin necesi-
dad de llegar al extraordinario, el de casación, con lo
cual se satisface plenamente el principio a que ante-
riormente se hizo alusión...’.

Por otro lado, el principio general que informa nuestra legisla-
ción procesal, según el cual no se puede hacer uso de recursos
extraordinarios sin haber antes ejercido y agotado los ordina-
rios, resalta aún más la inadmisibilidad del recurso propuesto,
pues declarado con lugar el recurso de hecho queda pendiente
la apelación y es sólo después de agotado éste cuando es facti-
ble el ejercicio del recurso de casación. Este criterio priva en
esta Sala desde la sentencia de fecha 3 de noviembre de 1983,
citada en sentencia de fecha 14 de agosto de 1996 por esta Sala,
en el juicio de la Junta de Condominio del Edificio La Pirámide
contra Promotora La Pirámide C.A.,  en el expediente Nº  96-
535, sentencia Nº 246, en la cual se expresó lo siguiente:

‘...El artículo 442 del Código de Procedimiento Civil consagra
de manera expresa en lo que atañe al recurso extraordinario
de casación, el principio general que informa nuestra legisla-
ción procesal, según el cual no se puede hacer uso de recursos
extraordinarios sin haber antes ejercido y agotado los ordina-
rios, y aun dentro de los extraordinarios deben estar consuma-
dos los de menor categoría...’.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 60
de 30/05/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 65

de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo
de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1, en sen-
tencia N° 193 de 31/07/01.

b. Admisibilidad del recurso de casación contra senten-


cias interlocutorias que causen un gravamen no reparado
en la definitiva. Oportunidad procesal

Hecho
Sentencia: Nº 03 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de auto Nº 83 de 13 de abril de 2000. Caso:
Oscar Mora c/ Fondo de Previsión Social de los In-
genieros, Arquitectos y Profesionales Afines del Co-
legio de Ingenieros de Venezuela. Expediente 00-006
CPC: Artículo 312

“En cuanto a la admisibilidad del recurso de casación contra las decisio-
nes interlocutorias que no ponen fin al juicio, sino que simplemente pro-
ducen un gravamen que podrá o no ser reparado en la definitiva, señaló
lo siguiente:

‘...Las impugnaciones contra las sentencias interlocutorias que
causen un gravamen no reparado en el fallo de última instan-
cia, deben hacerse sólo en la oportunidad procesal en que se
ejerce el recurso de casación, y ésta se da cuando se anuncie
dicho recurso contra la sentencia de última instancia que no
subsanó el agravio...’.

Por tanto, dado que la sentencia recurrida no pone fin al juicio sino que
por el contrario ordena su prosecución, en el sentido que el a quo se
pronuncie respecto a la procedencia o no de medida cautelar solicitada,
la Sala observa que dicha decisión no tiene acceso a casación de inme-
diato sino en forma refleja, ya que de acuerdo con el principio de con-
centración procesal y de conformidad con lo dispuesto en el penúltimo
66 CASACIÓN

párrafo del artículo 312 del Código de Procedimiento Civil, en la sola y
única oportunidad de la decisión del recurso de casación ejercido contra
la sentencia definitiva, deberán ser decididas las impugnaciones contra
esta última y contra las interlocutorias, considerando que si la definitiva
repara el gravamen causado por aquéllas, habrá desaparecido el interés
procesal para recurrir”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 62
de 30/05/03, Nº 61 de 30/05/03, Nº 53 de 30/05/03,
Nº 49 de 16/05/03, Nº 202 de 09/05/03, Nº 155 de 11/
04/03, Nº 107 de 03/04/03, Nº 98 de 24/03/03, Nº 41
de 24/03/03, Nº 38 de 24/03/03, Nº 35 de 24/03/03,
Nº 15 de 28/02/03, Nº 53 de 27/02/03, Nº 52 de 27/
02/03, Nº 47 de 27/02/03, Nº 09 de 27/02/03, N° 07
de 27/02/03 y Nº 06 de 27/02/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal  Supremo  de  Justicia,  Colección  Doctrina
Judicial Nº 4, en sentencia N° 120 de 20/12/02, N°
117 de 20/12/02, N° 113 de 20/12/02, N° 498 de 20/
12/02, N° 476 de 20/12/02, N° 106 de 06/11/02, N°
397 de 01/11/02, N° 110 de 19/11/02, Nº 427 de 15/
11/02, N° 103 de 06/11/02, N° 89 de 27/09/02, N° 85
de 27/09/02, N° 79 de 25/09/02, N° 73 de 12/08/02,
N° 68 de 23/07/02, N° 65 de 23/07/02, N° 286 de 06/
06/02, N° 272 de 30/05/02, N° 61 de 31/05/02, N° 57
de 08/05/02, N° 56 de 08/05/02, N° 52 de 30/04/02,
N° 171 de 22/03/02, N° 45 de 22/03/02, N° 43 de 22/
03/02, N° 160 de 08/03/02, N° 40 de 07/03/02, N° 39
de 07/03/02, N° 68 de 29/01/02, N° 08 de 29/01/02 y
N° 07 de 29/01/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 67

c. Admisibilidad del recurso de casación en los casos en


que la parte demandada sea un Estado o Municipio

Casación
Sentencia: N° 169 de 25/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Abandona: Doctrina en sentencia Nº 98 de 06 de abril de 2000.
Caso: Inversiones Rancho Addi, C.A., y otros c/ Con-
cejo Municipal del Municipio San Cristóbal del Esta-
do Táchira. Expediente 99-904
CRBV: Artículos 49 y 257
LOCSJ: Artículo 183

“...la Sala que de acuerdo a los postulados contenidos en el artículo 183
de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, los tribunales com-
petentes de acuerdo con las previsiones del derecho común o especial,
conocerán en primera instancia:

1. De cualquier recurso o acción que se proponga contra los
Estado o Municipios;

2. De las acciones de cualquier naturaleza que intenten la Re-
pública, los Estados o los Municipios, contra los particulares.

A renglón seguido la citada norma dispone que:

‘...De  las  apelaciones  y  demás  recursos  que  se  interpongan


contra las decisiones de estos tribunales, conocerán los tribu-
nales a quienes corresponda hacerlo, en conformidad con el
derecho común, si la parte demandada es un particular...’.

Lo anterior significa que si el demandado es un particular y el deman-
dante es un Estado o un Municipio conocen los tribunales ordinarios y,
en consecuencia, no existe limitación alguna para el ejercicio del recur-
so extraordinario de casación, si hubiere lugar a ello pero, por argumen-
to en contrario, si el demandado es un Estado o Municipio, conoce un
68 CASACIÓN

juzgado superior con competencia en lo contencioso administrativo y en
principio como se ha venido sosteniendo, que le privaría de este recurso.

Tal situación, desde luego, significa una lesión al principio de la igualdad


entre las partes, con el agravante de que quien resulta perj udicado es un
Estado o un M unicipio, entidades que, más bien, por mandato de l a Ley
Orgánica de Descentrali zación y Transferencia de Competencias del
Poder Público y de la Ley Orgánica de Régimen M unicipal respectiva-
mente, gozan de los privilegios procesales que la Ley Orgánica de la
Hacienda Pública Nacional consagra al fisco nacional, razón por la cual
esta Sala considera necesario corregir de inmediato.

No encontrando ninguna disposi ción legal que restrinj a el recurso de


casación para aquellas decisiones emanadas de los j uicios ci viles, deci-
didos en segunda instancia por los Juzgados Superiores en lo Ci vil y
Contencioso Administrativo, resultando esta restricción totalmente vio-
latoria del derecho esencial de defensa e igualdad de las partes en el
proceso, principios contenidos en los artículos 49 y 257 de la Constitu-
ción de la República Bolivariana de Venezuela, l a Sala de Casación Ci-
vil, a partir de la publicación del presente fallo, admitirá el recurso de
casación para aquellos procesos donde se debata l a materi a civil o mer-
canti l, que sean de mayor cuantía, aunque la parte demandada sea un
Estado o un M unicipio y por ende, sean decididos por un Juzgado Supe-
rior en lo Ci vil, M ercantil y Contencioso Admini strativo, criteri o que
será aplicable a aquellos recursos que incluso esperen por decisión ante
esta Sala de Casación Civil.

Se abandona expresamente la doctrina de la Sala de Casación Civil


antes referida, como l a publicada en fecha 6 de abril de 2000, respecto
a la inadmisibilidad del recurso de casación para aquellos j uicios en los
cuales se discute materia de carácter civil o mercantil y donde una de
las partes sea un Estado o un M unicipio y la decisión de Alzada es
dictada por un Juzgado Superior en lo Civil, M ercantil y Contencioso
Administrativo” .
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 69

d. Admisibilidad del recurso de casación en materia de


medidas preventivas. Requisito de la Cuantía

Casación
Sentencia: N° 278 de 12/06/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina  de  sentencia  N°  326  de  07  de  octubre  de
1998. Caso: Pedro Jesús Colmenares c/ Pedro Anto-
nio Pérez. Expediente 98-176.
CPC: Artículo 312

“Ha sido doctrina  sostenida por esta Suprema  Jurisdicción que, para


que las incidencias acerca de medidas preventivas puedan tener acceso
a casación, deben cumplir con los requisitos establecidos en el artículo
312 del Código de Procedimiento Civil, entre los cuales está el de la
cuantía, así en criterio emanado de este Alto Tribunal, establecido en
auto Nº 326, trascrito a continuación, se estableció lo siguiente:

‘...En  cuanto  a  la  admisibilidad  del  recurso  de  casación  en


materia de medidas preventivas, la Sala ha establecido en con-
solidada doctrina, referente al cumplimiento del requisito de la
cuantía,  que  es  ‘carga  del  recurrente  aportar  todos  los  ele-
mentos necesarios para el cabal conocimiento del caso, a fin
de que el pronunciamiento sobre la admisibilidad del recurso
de casación tenga fundamento cierto en la realidad que emana
del juicio, en el cual se ha producido la decisión contra la que
se recurre’. (Sentencia del 30 de marzo de 1995, caso: Vielm
Rojas c/ Zaidam Amin). En este sentido, se ha expresado que
uno de los elementos absolutamente necesario para determi-
nar la admisibilidad del recurso de casación, es el referente a
la cuantía del juicio, el cual debe constar en el libelo de deman-
da, pues sólo éste contiene los elementos de cálculos que la
fijan y determinan, no pudiendo obtenerse de otros documen-
tos contenidos en los autos. Al efecto, se transcribe a conti-
nuación los criterios sentados por la Sala, en dos decisiones:
70 CASACIÓN

‘Ha sido doctrina sostenida por esta Corte que, para que las inci-
dencias  acerca  de  medidas  preventivas  puedan  tener  acceso  a
casación, deben cumplir con los requisitos establecidos en el artí-
culo 312 del Código de Procedimiento Civil, entre los cuales está
el  de  la  cuantía.  A los efectos de establecer la cuantía en
estos casos, ha sido constante esta Corte, al expresar que
la cuantía en las incidencias de medidas preventivas será
la establecida en el libelo del juicio principal...’”

e. Deber del juez de motivar el auto que niega el recurso


de casación

Hecho
Sentencia: N° 05 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CPC: Artículos 312 y 315

“El artículo 315 del Código de Procedimiento Civil establece la obligación
del juez de la recurrida de motivar el auto denegatorio del recurso de casa-
ción, y en el caso concreto, este deber no fue acatado por el juez que dictó
el auto contra el cual obra el recurso de hecho, pues sólo negó el recurso
extraordinario de conformidad con el artículo 312 del Código de Procedi-
miento Civil, a pesar de que esta norma prevé los diversos presupuestos
que determinan la admisibilidad del recurso de casación. Por consiguiente,
el  Juez,  para  negar  este  medio  procesal,  debe  precisar  las  razones  que
justifican la inadmisibilidad del mismo, y expresar en el auto denegatorio el
razonamiento seguido para encuadrar el caso concreto en alguno de los
ordinales previstos en dicho artículo 312”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 71

f. Diferencias entre inadmisibilidad y perecimiento del re-


curso de casación

Casación
Sentencia: N° 226 de 20/05/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CPC: Artículo 325

“...el recurso de casación será inadmisible, cuando el recurrente no tiene
legitimación procesal para recurrir, no se anuncia en el lapso establecido
para ello, la sentencia no es recurrible en casación, o porque el juicio no
tiene la cuantía necesaria. Por el contrario, un recurso que es perfecta-
mente admisible, y que no se formaliza tempestivamente, o que no cum-
ple con los requisitos exigidos por la ley, la Sala debe declararlo perecido
sin entrar a decidirlo, por mandato expreso del mentado artículo 325”.

g. Inadmisibilidad del recurso de casación contra autos


sobre ejecución de sentencia

Hecho
Sentencia: Nº 17 de 28/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de 12 de agosto de 1998, reiterada en auto
Nº 320 de 20 de octubre de 1999. Caso: Publicidad
Limargraphics,  S.R.L.  c/  Inversiones Albuen  C.A.
Expediente 99-271
CPC: Artículo 312, ordinal 3°

“... la jurisprudencia de la Sala ha sido constante y reiterada

‘...En  materia  de  autos  sobre  ejecución  de  sentencia  rige  el


principio general de la inadmisibilidad del recurso de casación
salvo en los casos excepcionales que la propia ley prevé en
relación con autos que versen sobre puntos esenciales no con-
trovertidos en el juicio ni decididos en él, o los que provean
72 CASACIÓN

contra lo ejecutoriado o lo modifiquen de manera sustancial,
tal como lo dispone el ordinal 3º del artículo 312 del Código de
Procedimiento Civil antes transcrito.

Es evidente que el espíritu y razón de esta norma, que también
lo consagró el derogado Código de Procedimiento Civil, es pre-
servar la autonomía e intangibilidad de la cosa juzgada, pues se
trata de evitar que el juez ejecutor, al resolver sobre aparentes
puntos nuevos esenciales no controvertidos o al interpretar la
decisión que se ejecuta, incurra en el error de alterar, modificar
o contrariar sustancialmente los efectos de aquélla...’”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 289
de 12/06/03, Nº 51 de 16/05/03, Nº 166 de 25/04/03,
Nº 132 de 03/04/03 y N° 28 de 24/03/03. Asimismo,
la Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la pu-
blicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial Nº 4, en sentencia N° 109 de 19/11/02, N°
108 de 18/11/02, N° 88 de 27/09/02, N° 84 de 25/09/
02, N° 83 de 25/09/02, N° 77 de 25/09/02, N° 272 de
30/05/02, N° 171 de 22/03/02 y Nº 67 de 29/01/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 73

h. Inadmisibilidad del recurso de casación contra deci-


siones dictadas en segunda instancia en los procesos de
desalojo.

Hecho
Sentencia: N° 44 de 11/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 119 de 4 de diciembre de
2001. Caso: Isidro Giménez c/ Luis Cristóbal Fuen-
tes Gómez. Expediente 01-663.
CC: Artículo 4
LAI: Artículos 34 y 36

“...la Sala se pronunció expresando lo siguiente:

‘...con respecto a la admisibilidad del recurso de casación con-
tra las decisiones de alzada en los procesos de desalojo, el artí-
culo 36 de la Ley de Arrendamientos Inmobiliarios expresa:

‘...La decisión de Segunda Instancia en los procesos de des-
alojo  fundamentados en  las causales  del artículo  34 de  esta
Ley, no tendrá recurso alguno...’

Esta norma debe ser interpretada literalmente, de conformi-
dad con lo previsto en el artículo 4 del Código Civil, en el
sentido de que el recurso de casación es inadmisible contra
las decisiones dictadas en segunda instancia en los procesos
de desalojo...’”
74 CASACIÓN

i. Inadmisibilidad del recurso de casación contra senten-


cias que nieguen una solicitud de medida preventiva

Hecho
Sentencia: N° 01 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 64 de 25 de junio de 2001.
Caso: Luis Manuel Silva Casado c/ Agropecuaria La
Montañuela, C.A. Expediente 01-144
CPC: Artículo 588
CRBV: Artículo 26

“...los fallos que acuerden, revoquen, modifiquen o suspendan medidas
preventivas serán susceptibles de revisión en esta sede de casación,

...Omissis...

‘...Del criterio ut supra transcrito y por mandato expreso del
artículo 588 del Código de Procedimiento Civil, se evidencia
que en materia de medidas preventivas el juez es soberano y
tiene  amplias  facultades  para  –aun  cuando  estén  llenos  los
extremos  legales–  negar  el  decreto  de  la  medida  preventiva
solicitada, pues no tiene la obligación ni el deber de acordarla,
por  el  contrario,  está  autorizado  a  obrar  según  su  prudente
arbitrario; siendo ello así, resultaría contradictorio, que si bien
por una parte el Legislador confiere la potestad de actuar con
amplias facultades, por otra parte se le considere que incum-
plió su deber por negar, soberanamente, la medida.

En aplicación del criterio citado al sub iudice, observa la Sala
que sólo para el caso en que el Juez niegue el decreto de la
medida preventiva solicitada, para lo cual actúa con absoluta
discrecionalidad, resulta inoficioso declarar con lugar el recur-
so de hecho, ya que se estaría acordando la admisibilidad del
recurso de casación que es improcedente in limine litis; todo
lo cual estaría en contradicción con el espíritu del constituyen-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 75

te, que en el artículo 26 de la Constitución Nacional de la Re-
pública Bolivariana de Venezuela propugna una justicia sin di-
laciones indebidas.

En este sentido, la Sala atempera la doctrina citada, y conside-
ra inadmisible el recurso de casación cuando éste se interpon-
ga  contra  la  decisión  que  niegue  una  solicitud  de  medida
preventiva.  En cuanto a las otras decisiones recaídas en
materia de medidas preventivas, cuando sea acordándo-
las, suspendiéndolas, modificándolas o revocándolas se
mantiene el criterio de admisibilidad inmediata, por ser
asimilables a una sentencia definitiva en cuanto a la ma-
teria autónoma que se debate en la incidencia...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 64
de 16/06/03, Nº 45 de 16/05/03 y Nº 01 de 27/02/03.
Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta
en la publicación “Doctrina de la Sala de Casación
Civil 2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 4, en Sentencia Nº 60 de
31/05/02, N° 45 de 22/03/02. Igualmente esta Doc-
trina ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de
la Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Su-
premo de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1,
en sentencia N° 88 de 31/03/00.
76 CASACIÓN

j. Las decisiones provenientes de la solicitud de entrega


material del bien vendido por pertenecer a la jurisdicción
voluntaria, no son recurribles en casación

Casación
Sentencia: N° 48 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 249 de 19 de julio de 2000.
Caso: Agostino Ferreira c/ Gregorio Mendoca y otro.
Expediente 99-410 y Doctrina de sentencia Nº 91 de
11 de octubre de 2001. Caso: Norma Mercedes To-
rrijos B. c/ Amada Caballero de Ramón Caballero.
Expediente 01-444.
CPC: Artículos 312, 338, 929 y 930

“...Esta Sala, en decisión de fecha 28 de abril de 1994, estableció:

‘...La solicitud de entrega material de bienes vendidos com-
prende  diligencias  procesales  de  naturaleza  no  contenciosa,
encaminadas  a  poner  en  posesión  del  comprador  de  lo  que
fuera a él vendido.

...Omissis...

En estos procedimientos calificados por el Código de Procedi-
miento Civil, como de jurisdicción voluntaria, por no ser de natu-
raleza contenciosa, al interponer oposición o aparecer cualquier
otro tipo de controversias, bien por parte del vendedor, respecto
de quien se solicita la entrega, o de un tercero, para no desvirtuar
la naturaleza y fines propios que les atribuye la Ley, al juzgador no
le queda otra alternativa que desestimar la solicitud misma e indi-
car a los intervinientes que la controversia entre ellos debe resol-
verse por el procedimiento ordinario, si el asunto controvertido no
tiene pautado para su sustanciación y resolución un procedimien-
to especial, en aplicación del artículo 338 del Código de Procedi-
miento Civil, y dar por terminado el procedimiento...’
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 77

El legislador en el artículo 312 del Código de Procedimiento Civil, al
referirse  a  las  sentencias  o  a  los  autos  de  ejecución  de  sentencias,
quiso excluir de un modo definitivo a las providencias que se dicten en
procedimientos  no  contenciosos,  como  el  de  la  entrega  material  de
bienes vendidos, porque la idea general de sentencia, implica el acto
de la función jurisdiccional por medio del cual se pone fin a un contra-
dictorio, lo que, por definición, no existe en aquellos procedimientos
llamados de la jurisdicción voluntaria, en los cuales falta la contienda,
la contraposición de derechos e intereses, características de los pro-
cedimientos contenciosos.

Este criterio fue ratificado por esta Sala en sentencia de fecha  11 de
octubre de 2001, en el juicio de Norma Mercedes Torrijos B., contra
Amada Caballero de Ramón Caballero, donde se expresó:

‘La  decisión  proferida  por  el  ad  quem  es  una  sentencia  de
aquellas que no comportan la resolución a un litigio, pues dicha
solicitud referida a la entrega material del bien inmueble ven-
dido, representa uno de los supuestos de jurisdicción volunta-
ria,  en  cuyo  procedimiento,  denominado  de  jurisdicción
voluntaria  graciosa,  o  no  contenciosa,  indefectiblemente  no
existe contención o controversia. Ello no significa que el pro-
cedimiento surgido de una solicitud de entrega material de bie-
nes vendidos puede volverse contencioso, ya que conforme al
artículo 930 del Código de Procedimiento Civil, existiendo opo-
sición a la entrega fundada en una causa legal, los interesados
podrían ventilar sus pretensiones ante los órganos jurisdiccio-
nales competentes’.

Sobre la materia la Sala, señaló:

...Por su parte, el artículo 930 eiusdem, prevé:

Se observa que contra las decisiones provenientes de la solicitud de la
entrega material de un bien vendido, cuyo procedimiento lo comporta el
artículo 929 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, por ser éste
un procedimiento de jurisdicción voluntaria, no es admisible el recurso
extraordinario de casación, y siendo que el caso en particular, se subsu-
78 CASACIÓN

me en los supuesto, o no es posible interponer contra la decisión del
Juzgado de Segundo Grado el mentado recurso, pues el dispositivo de la
misma  está  referido  a  la  procedencia  con  lugar  de  la  oposición  a  la
solicitud de la entrega del bien inmueble y la consecuente revocatoria
de la entrega material a la accionante; quedando abierta para los intere-
sados ocurrir a hacer valer sus derechos ante la autoridad jurisdiccional
competente y mediante un procedimiento contencioso, tal como se des-
prende del artículo 930 eiusdem”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 22 de
28/02/03 y Nº 16 de 28/02/03. Asimismo, la Doctrina
aquí ratificada ha sido expuesta en la publicación “Doc-
trina de la Sala de Casación Civil 2002” del Tribunal
Supremo de Justicia, de la Colección Doctrina Judicial
N° 4, en sentencia, Nº 118 de 20/12/02, Nº 402 de 01/
11/02, Nº 94 de 29/10/02 y N° 63 de 23/07/02.

2. ANUNCIO

a. Naturaleza preclusiva del lapso para anunciar y for-


malizar el recurso de casación

Hecho
Sentencia: N° 20 de 28/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 346 de 11 de noviembre de
1999. Caso: Sigma International c/ Lucila Barrios y
otros. Expediente 99-295

“En este sentido la Sala estableció lo siguiente:

‘...La naturaleza eminentemente preclusiva del lapso para el
anuncio  del  recurso  de  casación,  impone  que  el  mismo  sea
computado a partir del día siguiente al fenecimiento: 1º) Del
lapso ordinario para dictar sentencia; 2º) Del lapso de diferi-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 79

miento; 3º) Del cumplimiento de los requisitos de notificación
de las partes previstos para los casos de sentencia fuera del
lapso del diferimiento...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 227
de 20/05/03, Nº 122 de 03/04/03 y Nº 30 de 24/03/03.
Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta
en la publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002”  del  Tribunal  Supremo  de  Justicia,  Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia Nº 115 de 20/12/
02, N° 95 de 29/10/02 y N° 55 de 30/04/02. Igualmen-
te, esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación
“Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-2001” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 1, en sentencia N° 143 de 13/07/00.

3. CASACIÓN DE OFICIO

Casación
Sentencia: N° 89 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 22 de 24 de febrero de 2000.
Caso: Fundación para el Desarrollo del estado Guári-
co c/ José del Milagro Padilla Silva. Expediente 99-
625
CRBV: Artículos 49, numerales 1°, 26° y 257
CPC: Artículos 23 y 320

“En resguardo del legítimo derecho que tienen las partes a la defensa y
al libre acceso a los órganos de administración de justicia para ejercer
el derecho a la tutela efectiva de los mismos y el de petición, consagra-
dos en los artículos 49, numerales 1 y 26 de la Constitución de la Repú-
blica Bolivariana de Venezuela, esta Sala determinó, que conforme con
la disposición legal prevista en el artículo 320 del Código de Procedi-
miento Civil, y al principio constitucional establecido en el artículo 257
80 CASACIÓN

de la preindicada Constitución, referido a que, el proceso es un instru-
mento para la justicia; tiene la prerrogativa de extender su examen has-
ta el fondo del litigio, sin formalismos, cuando detecte la infracción de
una norma de orden público o constitucional, siempre que no se haya
denunciado. En consecuencia, casar de oficio el fallo recurrido, sin en-
trar a analizar las denuncias articuladas en el recurso de casación, aten-
diendo siempre a los postulados del artículo 23 eiusdem”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 228
de 30/05/03, Nº 182 de 25/04/03 y Nº 97 de 24/03/03.
Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta
en la publicación “Doctrina de la Sala de Casación
Civil 2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 440 de
18/11/02, N° 406 de 01/11/02, N° 342 de 30/07/02, Nº
02  de 06/06/02  y N°  144  de 07/03/02.  Igualmente,
esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación “Doc-
trina  de  la  Sala  de  Casación  Civil  2000-2001”  del
Tribunal  Supremo  de  Justicia,  Colección  Doctrina
Judicial N° 1, en sentencia N° 22 de 24/02/00.

4. CASACIÓN SIN REENVÍO

Casación
Sentencia: N° 116 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CPC: Título VI, Libro primero

“El Tribunal Supremo de Justicia podrá casar un fallo sin reenvío, cuan-
do su decisión sobre el recurso haga innecesario un nuevo pronuncia-
miento sobre el fondo. En estos casos, el Tribunal Supremo de Justicia
hará  pronunciamiento  expreso  sobre  las costas  del juicio  de acuerdo
con las disposiciones del Título VI, Libro primero de este Código. El
fallo dictado que no requiriese decisión de reenvío, se remitirá directa-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 81

mente al Tribunal al cual corresponde la ejecución junto con el expe-
diente respectivo”.

5. CASACIÓN SOBRE LOS HECHOS

a. Suposición falsa

a) Diferencia entre falso supuesto positivo y negativo

Casación
Sentencia: N° 108 de 03/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez

“...incurre en suposición falsa en los casos en que: 1.- atribuye a instru-
mentos o actas del expediente menciones que no contiene; 2.- da por
demostrado un hecho con pruebas que no aparecen en autos; 3.- da por
demostrado un hecho con pruebas cuya inexactitud resulta de actas e
instrumentos del expediente mismo. Ahora bien, se desprende de lo re-
señado y así lo han interpretado los autores patrios, ‘...que en la base
conceptual del falso supuesto se encuentra siempre una conducta posi-
tiva del juez, que se materializa en la afirmación o establecimiento de un
hecho, que no tiene, en sentido absoluto o en sentido relativo, un ade-
cuado respaldo probatorio...’. Entonces, para que se produzca la supo-
sición falsa es menester que el juez cometa un error de percepción sobre
los hechos, no así cuando arriba a una conclusión como producto de su
análisis del material probatorio”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia Nº 430 de 15/11/
02. Asimismo, esta Doctrina ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencias Nº 286 y
Nº 279 de 10/08/00.
82 CASACIÓN

En este sentido, la sentencia Nº 175 de 25/04/03, ratifica el criterio en
los términos siguientes:

Más recientemente, en una decisión del 22 de octubre de 1998,
de la Sala de Casación Civil, estableció que en segundo caso de
suposición falsa, según el nuevo Código, ‘se trata de un error de
percepción con el cual el sentenciador afirma ver una prueba
que no existe. Según la Sala, si el juez afirma en forma general
que un hecho está probado, sin señalar un concreto elemento
probatorio, tal fallo estará viciado por inmotivación, no por supo-
sición falsa; y precisando más el concepto, dice que no se trata
de dar por probado un hecho sin pruebas que resulten de au-
tos, como afirma el recurrente, sino de dar por demostrado el
hecho  con pruebas que no aparecen de autos. 

Como se ve, esta sentencia, si bien rechaza la errónea
denuncia, pone de manifiesto claramente la inconsisten-
cia  que  hemos  afirmado  antes,  del  argumento  que  re-
chaza  al  supuesto  de  hecho  negativo;  pues,  dar por
probado un hecho sin pruebas que resulten de autos, es
lo mismo  que dar por probado un  hecho con  pruebas
que no parecen de autos, puesto que en ambos casos se
da por probado el hecho y  las  expresiones  ‘sin prue-
bas que resulten de autos’  y  ‘con pruebas que no
aparecen de autos’  son  equivalentes  y  su  significado
es el mismo, porque en nuestro proceso civil, quod non
est in actis, non est in mundo...
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 83

b) El error de calificación jurídica cometido por el


sentenciador, no constituye suposición falsa

Sentencia: N° 85 de 13/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 998 de 17 de diciembre de
1998. Caso: Francisco Merola Stifano c/ Mario Ma-
fia. Expediente 96-111

“...la Sala ha reiterado en sus decisiones el criterio según el cual, no
constituye suposición falsa el error de calificación jurídica cometido por
el sentenciador, pues con ello no está estableciendo hecho alguno, sino
que realiza una labor propia del Juez, que es aplicar el derecho a los
hechos establecidos con base en las pruebas aportadas en la causa.

Así, la Sala estableció el siguiente criterio que hoy se reitera:

‘...Del análisis de lo antes expuesto, se concluye que la supo-
sición falsa o falso supuesto, se patentiza cuando el Juez afir-
ma la existencia de un hecho, no cuando emite un concepto
jurídico o una calificación jurídica.

Por tanto, cuando el Juez emite un concepto sobre un hecho
que no tiene pruebas en el expediente, incurre en suposición
falsa  o  falso  supuesto;  pero cuando, en el análisis de los
hechos, elabora un concepto jurídico o una calificación
jurídica, no incurre en suposición falsa, sino que realiza
la labor propia del juez, pues él conoce el derecho.  La
doctrina acogiendo un viejo aforismo del derecho romano, lo
ha denominado ‘iura novit curia’ y la aplicación de esta máxi-
ma romana no constituye infracción alguna...”
84 CASACIÓN

c) El falso supuesto o suposición falsa, no constitu-


ye la falsa o errónea apreciación de una prueba

Casación
Sentencia: N° 90 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 52 de 21 de febrero de 1990.
Caso: The Larchashire General Invernien Company Li-
mited c/ Daniel Cisneros Guevara. Expediente 86-120
CPC: Artículos 12 y 320

“...la Sala expresó:

‘...Ahora bien, en todo caso, el falso supuesto tiene que refe-
rirse forzosamente a un hecho positivo y concreto que el Juez
establece falsa o inexactamente en su sentencia a causa de un
error de percepción....’

Lo  expresado  comprueba,  pues,  que  en  la  base  conceptual  del  falso
supuesto o suposición falsa, se encuentra siempre una conducta positi-
va del Juez, que se materializa en la afirmación o el establecimiento de
un hecho que no tiene, un sentido absoluto o relativo, un adecuado res-
paldo probatorio.

El tercer caso de suposición falsa, establecido  en el artículo 320 del
Código de Procedimiento Civil, se produce cuando el Juez da por de-
mostrado un hecho con pruebas cuya inexactitud resulta de actas e ins-
trumentos del expediente mismo.

Se trata este caso, que el hecho falsamente supuesto por el Juez, resul-
ta desvirtuado una vez que se confrontan las pruebas que lo apoyen,
con otros que existen en el expediente, sean o no mencionadas  en la
sentencia. Con este caso se sanciona una conducta del juzgador que se
caracteriza por una abstención u omisión en el examen del material pro-
batorio. Con esta conducta, se realiza un examen parcial no permitido
por  la  Ley  de  la  pruebas  de  autos,  infringiéndose  las  normas  que  lo
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 85

constriñen a decidir de acuerdo a todas las pruebas del expediente en
cumplimiento del mandato del artículo 12 del Código de Procedimiento
Civil, de escudriñar la verdad.

Es de principio que el falso supuesto o suposición falsa, no constituye la
falsa  o  errónea  apreciación  de  la  prueba,  que  es  el  supuesto  que  en
principio puede crear alguna confusión con el falso supuesto o suposi-
ción falsa, que mantiene al Juez en la completa soberanía de aprecia-
ción  de  los  hechos. Así  ha  dicho  la  Sala,  que:  ‘El  falso  supuesto  se
caracteriza por el error material, pero nunca el de raciocinio o aprecia-
ción de la prueba...’”

d) Técnica para denunciar el vicio de suposición


falsa

Casación
Sentencia: N° 100 de 24/03/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 576 de 29 de noviembre de
1995. Caso: Lucía Gómez de Delgado c/ Alfra María
Vivas Moreno. Expediente 95-367.
CPC: Artículos 313, ordinal 2º y 320

“Ha establecido la jurisprudencia de la Sala de Casación Civil lo siguiente: 

‘...Precisado ya que la técnica de formalización de la suposi-
ción falsa, por su especial naturaleza, no exige la denuncia de
infracción de norma jurídica expresa que regule el estableci-
miento o valoración de los hechos, o de las pruebas, debe igual-
mente  precisar  la  Sala  qué  categoría  de  norma  jurídica  se
requiere alegar como infringida en el ámbito de una denuncia
de suposición falsa’.

‘Respecto de este último punto, acertó plenamente la referida
sentencia de esta Sala de Casación Civil de fecha 8 de agosto
de 1995, cuando dejó establecido que para la formalización de
86 CASACIÓN

la suposición falsa, se requiere denunciar como violados, por
falsa o falta de aplicación, los preceptos jurídicos que se utili-
zaron o se dejaron de utilizar, respectivamente, en la recurrida,
como resultado del hecho particular, positivo y concreto falsa-
mente supuesto, preceptos jurídicos estos que pueden ser tan-
to de derecho sustantivo como de derecho adjetivo’.

‘Por tanto, en  lo relativo al segundo punto  que se propuso


abordar el presente fallo –la técnica de formalización de la
suposición falsa–, esta Sala de Casación Civil establece los
siguientes requisitos: a) por cuanto la falsa suposición consti-
tuye un vicio de juzgamiento configurativo de un error facti
in iudicando de hecho propiamente dicho, se precisa encua-
drar la denuncia en el ordinal 2º del artículo 313 del Código
de Procedimiento Civil, en relación con el artículo 320 eius-
dem;  b)  por  cuanto  la  suposición  falsa  consiste  en  dar  por
demostrado un  hecho positivo,  particular y  concreto sin  el
apropiado respaldo probatorio, debe indicarse el mismo en el
contexto de la denuncia; c) por cuanto existen tres sub-hipó-
tesis de suposición falsa contempladas en el artículo 320 ejus-
dem, especificar cuál de dichas sub-hipótesis se trata; d) el
señalamiento del acta o instrumento cuya lectura patentice la
suposición  falsa,  salvo  que  se  trate  de  la  sub-hipótesis  de
prueba inexistente; e) la denuncia, como infringidos, por fal-
sa o falta de aplicación, de los preceptos o normas jurídicas
que en la recurrida se utilizaron o se dejaron de utilizar, res-
pectivamente, como resultado del hecho particular, positivo y
concreto, falsamente supuesto; normas jurídicas que pueden
ser tanto de derecho sustantivo como de derecho adjetivo; f)
en indisoluble conexión con el requisito expuesto en el literal
anterior, está la exigencia de que se explique las razones que
demuestren que la suposición falsa cometida fue determinante
del dispositivo de la sentencia...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 87

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia
Nº 164 de 11/04/03, Nº 139 de 04/04/03, Nº 112 de 03/04/03 y
Nº 90 de 13/03/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala de Casa-
ción Civil 2002, del Tribunal Supremo de Justicia” Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 501 de 20/12/02, N°
490 de 20/12/02, N° 489 de 20/12/02, N° 487 de 20/12/02, N°
417 de 21/11/02, N° 339 de 30/07/02, N° 319 de 17/07/02, N°
242 de 30/04/02 y Nº 26 de 24/01/02. Igualmente, esta Doctri-
na  ha  sido  expuesta  en publicación  “Doctrina  de  la  Sala  de
Casación Civil 2000 – 2001” del Tribunal Supremo de Justicia,
Colección Doctrina Judicial, N° 1, en sentencia N° 253 de 03/
08/00 y N° 201 de 14/06/00.

6. CUANTÍA

a. Cuantía exigida para la admisión del recurso de casación

Casación
Sentencia: N° 306 de 16/06/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 216 de 31 de julio de 2001.
Caso:  María Alejandra  Ostos  Núñez  c/  Elsy  María
Rincones Guerra y Otra. Expediente 99-069.

“Por Decreto Nº 1.029, emanado de la Presidencia de la República,
vigente desde el 22 de abril de 1996, comenzó a regir la cuantía, supe-
rior a cinco millones de bolívares (Bs. 5.000.000,00) para las decisio-
nes definitivas dictadas por los tribunales superiores en apelación de
los juicios civiles, mercantiles y laudos arbitrales; y de más de tres
millones (Bs. 3.000.000,00) para las sentencias recaídas en juicios la-
borales y agrarios...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 63
de 16/06/03, N° 269 de 12/06/03, Nº 204 de 16/05/03,
88 CASACIÓN

N° 01 de 09/05/03, Nº 02 de 04/04/03, Nº 111 de 03/
04/03, Nº 42 de 03/04/03, Nº 33 de 24/03/03, Nº 19 de
28/02/03 y Nº 14 de 28/02/03. Asimismo, la Doctrina
aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la  publicación
“Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del Tri-
bunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judi-
cial N° 4, en sentencia N° 101 de 06/11/02, N° 100
de 06/11/02, N° 93 de 29/10/02, N° 75 de 12/08/02,
N° 70 de 23/07/02, N° 67 de 23/07/02, N° 66 de 23/
07/02, N° 64 de 23/07/02, N° 228 de 30/04/02, N° 50
de 30/04/02 y Nº 169 de 22/03/02.

b. Cuantía exigida para la admisión del recurso de casa-


ción que se anuncie contra las sentencias de invalidación

Casación
Sentencia: N° 258 de 12/06/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 57 de 22 de marzo de 2000.
Caso: Arnoldo José Rodríguez Cohén c/ Promotora
Zulia, C.A. Expediente 00-027.

“Ahora bien, es pacífico el criterio de esta Sala en el sentido de que el
requisito de la cuantía exigida para la admisión del recurso de casación
que se anuncie contra las sentencias de invalidación, es la que se estime
en el juicio principal que se pretende invalidar.

En efecto, la Sala se pronunció sobre el particular, estableciendo lo
siguiente:

‘...Según doctrina reiterada de la Sala, en los procesos de in-
validación es la cuantía del juicio que se trata de invalidar la
que deberá tenerse en cuenta a los efectos de la admisibilidad
o no del recurso de casación y no la estimación que se haya
hecho en la propia demanda de invalidación, porque si los efectos
de la sentencia dictada en la invalidación se producen inexora-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 89

blemente en el juicio de invalidación, la conexión entre uno y
otro es innegable, lo que lleva a concluir que la cuantía del
juicio principal determinará la del de invalidación, a los efectos
de la admisibilidad del recurso de casación...’”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 32
de 24/03/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia
N° 349 de 30/06/02, N° 62 de 31/05/02, N° 46 de 22/
03/02 y N° 02 de 29/01/02.

c. Cuantía requerida para admitir el recurso de casación


en materia de tránsito

Casación
Sentencia: N° 65 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina N° 216 de 31 de julio de 2001. Caso: María
Alejandra Ostos Núñez c/ Elsy María Rincones Gue-
rra y otra. Expediente 99-069.

“Siendo importante referir, a modo de observación para la admisión de
posteriores recursos de casación, que esta cuantía en materia de trán-
sito ha resultado recientemente elevada a la suma de cinco millones
de bolívares (Bs. 5.000.000,00), en la cual se dispuso, entre otras co-
sas, lo siguiente:

‘...Esta Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justi-
cia, en cumplimiento de su misión de interpretar correctamen-
te la ley, modifica la cuantía para los juicios de tránsito hasta
una cantidad que supere los cinco millones de bolívares (Bs.
5.000.000,00), más aún, cuando dicha materia afecta directa-
mente derechos e intereses privados.
90 CASACIÓN

Se abandonan expresamente las jurisprudencias que hasta ahora habían
prevalecido, en el sentido de fijar la cuantía para los juicios de tránsito
en la suma de tres millones de bolívares (Bs. 3.000.000,00). En lo suce-
sivo, se reitera, la Sala tomará en consideración, para la admisión del
recurso de casación en materia de tránsito, que el interés principal del
juicio exceda de los cinco millones de bolívares (Bs. 5.000.000,00)...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 46
de 16/05/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia
N° 54 de 30/04/02. Igualmente, esta Doctrina ha sido
expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala de
Casación Civil 2000-2001” Colección Doctrina Judi-
cial N° 1, en sentencia N° 216 de 31/07/01.

d. Cuantía requerida para la admisibilidad del recurso de


casación contra las sentencias de reenvío

Casación
Sentencia: N° 65 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina  de  sentencia  Nº  105  de  13/04/00.  Caso:
Carlos Eduardo Ruiz Moreno c/ Yoraima Josefina Siso
y otros. Expediente 98-816
LOCSJ: Artículo 101

“... la Sala modificó su doctrina, respecto a la cuantía requerida para la
admisibilidad del recurso de casación ejercido contra las sentencias de
reenvío, en los siguientes términos:

...Omissis...
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 91

‘...señala el numeral del citado artículo 101 de la Ley Orgáni-
ca de la Corte Suprema de Justicia, que en cuanto concierne a
la casación civil, si el juicio es apreciable en dinero, sólo se
admitirá el recurso cuando se trate de juicios de mayor cuantía
que, para el momento en que entró en vigencia esa ley eran
aquellos cuyo interés principal excedía de Bs. 30.000,00 y que,
fue luego de la entrada en vigencia del Decreto 1.029 de fecha
22 de abril de 1996, son aquellos cuyo interés principal excede
de Bs. 5.000.000,00 en los juicios civiles y mercantiles.

...Omissis...

b) El recurso de casación se admitirá siempre y cuando el fallo
sea  uno  de  aquellos  contra  los  cuales  estaba  consagrado  el
medio de impugnación para la fecha en que se publicó la nueva
decisión, teniendo en cuenta para ello la naturaleza del juicio y,
de ser apreciable en dinero, que se trate de uno de mayor cuan-
tía independientemente de cuál haya sido el motivo por el cual
se había casado el fallo que motivó el reenvío”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 241
de 12/06/03, N° 03 de 12/06/03 y Nº 192 de 25/04/03.

“En este sentido, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
sentencia N° 1032 de 05 de mayo de 2003. Caso: POLIFLEX C.A. Expe-
diente 02-3158, se pronunció sobre la materia en los términos siguientes:

‘la Sala de Casación Civil, al momento de pronunciarse sobre
la admisibilidad de un recurso de casación, interpuesto contra
sentencias dictadas por los tribunales de Reenvío, tomaba en
consideración, la cuantía vigente para el momento en que ha-
bía sido emitida la sentencia definitiva objeto del primer recur-
so de casación, ese criterio se aprecia en las sentencias citadas
por la Sala de Casación Civil, al momento de decidir el recurso
de hecho, oportunidad en la cual refirió, que ratificaba decisio-
nes del 30 de abril y 14 de agosto de 1997, las cuales consti-
92 CASACIÓN

tuían  ‘criterios señeros acerca de la cuantía para acceder


a casación después de la sentencia de reenvío, donde se
estableció que las decisiones de reenvío quedaba excluido
el requisito de la cuantía para la admisibilidad del recurso
de casación...’

...Omissis...

La sentencia recurrida, dictada el 31 de octubre de 2000, ba-
sándose en una decisión de la propia Sala de Casación Civil
del 13 de abril de 2000, cambió el criterio que venía sostenien-
do, y estableció como perentorio, cumplir con una nueva exi-
gencia de la Sala, para casos similares al que se estudia, dejando
sin efecto la admisión del recurso de casación, el cual había
sido anunciado incluso con anterioridad al fallo del 13 de abril
de 2000, motivo por el cual esta Sala Constitucional considera
que se violó el principio de seguridad jurídica que debe garan-
tizar el Estado venezolano.

Quiere dejar claro esta Sala, que no se trata de que los crite-
rios jurisprudenciales no sean revisados, y sincronizados con
las exigencias propias del desarrollo y cambio social, sino que
esa revisión no sea aplicada de manera indiscriminada, ni con
efectos  retroactivos,  vale  decir,  que  los  requerimientos  que
nazcan del nuevo criterio, sean exigidos para los casos futuros,
y que se respeten en consecuencia, las circunstancias fácticas
e incluso de derecho, que existían para el momento en el cual
se haya presentado el debate que se decida en el presente.

Considera la Sala, que negar la admisión de un recurso de ca-
sación previamente admitido, y bajo las circunstancias antes
expuestas, es nugatorio de la garantía de ser juzgado por un
juez natural, establecida en el numeral 4 del artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, lo cual
conlleva  la violación  del  derecho a  un  debido  proceso, y  el
hecho de que la Sala Civil no examine los argumentos de la
recurrente, en contra de la sentencia de reenvío, va en detri-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 93

mento directo del derecho a la defensa, todo lo cual se conjuga
y sin lugar a dudas impide que la administración de justicia
imparta una tutela judicial efectiva.

Igualmente, observa esta Sala, que exigir una nueva cuantía
para la admisión del nuevo recurso de casación intentado con-
tra  la  sentencia  de  reenvío,  atenta  contra  el  principio  de  la
perpetuatio jurisdictionis,  consagrado  en  el  artículo  3  del
Código de Procedimiento Civil

...Omissis...

Siendo ello así, esta Sala, a los fines de garantizar la uniformi-
dad de la interpretación de las normas y principios constitucio-
nales, en ejercicio de la aludida potestad, anula la sentencia Nº
343 del 31 de octubre de 2000, dictada por la Sala Civil de este
Tribunal  Supremo  de  Justicia  y,  en  consecuencia,  ordena  la
reposición de la causa al estado en que dicha Sala se pronun-
cie acerca del recurso de casación interpuesto”.

e. Instrumentos que tienen valor demostrativo a los efec-


tos de determinar la cuantía

Hecho
Sentencia: N° 26 de 28/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de Sentencia N° 379 de 15 de noviembre de
2000. Caso: Ismael José Fermín Ramírez c/ Embote-
lladora Pedregal, C.A. y otro. Expediente 99-1033.

“...la Sala señaló lo siguiente:

‘...abandona expresamente el criterio establecido en las sen-
tencia de fecha 7 de marzo de 1985, ratificada en sentencias
del 25 de marzo de 1992 y 8 de febrero de 1995 y así sucesiva-
mente en todos los autos y fallos que hasta la presente fecha
se han publicado y ESTABLECE, que para aquellos recursos
94 CASACIÓN

que se admitan a partir de la fecha de publicación del presente
fallo, tendrán valor demostrativo a los efectos de verificar la
cuantía del interés principal del juicio como requisito para la
admisión del recurso casacionista, aquellos documentos que
autorizados con las debidas solemnidades, sean emanados de
un juez y otro funcionario o  empleado público con facultad
para otorgar fe pública en el ejercicio de sus funciones; docu-
mentos que puedan haber dejado claramente determinada di-
cha cuantía, que en todo caso podrá ser corroborada con otros
indicios procesales existentes en las actas, siendo que éstos,
por sí solos, no servirán como elementos determinantes para
establecer la cuantía del juicio...’

Ahora bien, la Sala considera pertinente y prudente la oportunidad
para puntualizar la doctrina transcrita, en el sentido que, sólo en
aquellas situaciones en las cuales de las actas del expediente no
conste el libelo de la demanda y, en su caso, la contestación del
mismo, será necesario de conformidad con el criterio doctrinario ut
supra, acudir a documentos autorizados con las debidas formalida-
des por el juez, funcionario o empleado público con facultad de
otorgarle fe pública, a los efectos de la estimación del interés prin-
cipal del juicio. En este sentido, mantiene su relevancia para esta-
blecer la cuantía o interés principal del juicio, la estimación señalada
por las partes, bien en el libelo de la demanda o en su contestación
de acuerdo al resultado definitivo con relación a su cuestionamien-
to. Por este motivo, es propicio señalar que el atemperamiento so-
bre la doctrina abandonada, está referido al hecho cierto de apreciar
los documentos señalados en la nueva doctrina, siempre y cuando,
no se haya consignado en los autos acreditados ante esta jurisdic-
ción, el libelo de la demanda, pues de ser así, dichos documentos no
serán apreciados para estimar la cuantía o interés principal del jui-
cio, ya que éste fue originalmente fijado en el escrito libelar o, en su
caso, en la contestación del mismo...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 278
de 12/06/03, Nº 204 de 16/05/03 y Nº 40 de 24/03/03.
Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 95

en la publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002”  del  Tribunal  Supremo  de  Justicia,  Colección
Doctrina Judicial N° 4, ratificada en sentencia N° 437
de 15/11/02, N° 80 de 25/09/02, N° 325 de 26/07/02 y
N° 275 de 31/05/02. Igualmente, esta Doctrina ha sido
expuesta  en  la  publicación  “Doctrina  de  la  Sala  de
Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo de
Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1, en senten-
cia N° 352 de 02/11/00 y N° 325 de 26/07/00.

7. FORMALIZACIÓN

a. Combate de la cuestión jurídica previa

Casación
Sentencia: N° 43 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 599 de 30 de julio de 1998.
Caso: José Vasconcelos c/ Manuel Méndez de Sousa.
Expediente 96-516

“... la Sala estableció lo siguiente:

‘...En forma reiterada la Sala ha sostenido que cuando el Juez
resuelve una cuestión de derecho con influencia decisiva so-
bre el mérito del proceso, debe el recurrente, en primer térmi-
no, atacarla en sus fundamentos esenciales, pues si los hechos
invocados y la norma jurídica que le sirve de sustento legal no
existen o ésta fue mal aplicada, o por el contrario, tienen otros
efectos procesales distintos a los establecidos en la Alzada, o
en el caso, por el Tribunal de reenvío, el recurrente está obli-
gado a combatirlos previamente; y si tiene éxito en esta parte
del recurso, podrá, en consecuencia, combatir el mérito mismo
de la cuestión principal debatida en el proceso.
96 CASACIÓN

En el pasado se sostuvo que la resolución de la controversia
por una cuestión de derecho que impide la procedencia de la
demanda,  excedía  los  límites  del  recurso  de  forma,  criterio
abandonado, pues en la resolución de tal cuestión puede incu-
rrirse en defectos de forma del fallo, o puede no estar precedi-
da la decisión por un debido proceso legal.

Ahora bien, las denuncias, tanto las referidas a la forma de la
sentencia, como las imputaciones de fondo deben estar dirigi-
das a combatir esa cuestión de derecho con influencia decisi-
va en el mérito de la controversia...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 79
de 13/03/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia
Nº 96 de 06/11/02, N° 403 de 01/11/02 y N° 350 de
30/07/02. Igualmente, esta Doctrina ha sido expues-
ta en la publicación “Doctrina de la Sala de Casación
Civil 2000-2001” Colección Doctrina Judicial N° 1,
en sentencia N° 288 de 10/08/00.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 97

b. Flexibilización de los requisitos establecidos en el artícu-


lo 317 del Código de Procedimiento Civil en aplicación
del precepto constitucional

Casación
Sentencia: N° 225 de 20/05/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 65 de 05 de abril de 2001.
Caso: Rafael Antonio Masías y otro c/ Vittorio Pia-
centini Puparo. Expediente 99-911
CPC: Artículo 317

“...no pueden considerarse todos los requisitos exigidos para la elabora-
ción del recurso de casación, con ese carácter de formalismos no esen-
ciales;  no  obstante  la  Sala  extremando  sus  deberes,  ha  entrado,  en
oportunidades, a resolver las denuncias planteadas y así se ha estable-
cido en su reiterada jurisprudencia:

...Omissis...

‘La formalización de un recurso de casación representa para
el recurrente, la realización de un escrito que está sujeto a los
requisitos previstos en el artículo 317 del Código de Procedi-
miento Civil, y a las específicas regulaciones establecidas por
la doctrina de este Supremo Tribunal en desarrollo de la supra
citada norma, requerimientos estos que, aun cuando en aras
de la aplicación de los preceptos Constitucionales invocados
ab initio, la Sala estima, debe atenuar y así efectivamente lo
ha venido haciendo; ello no puede considerarse como una li-
cencia para los litigantes, en virtud de la cual se les permita
obviar su obligación de presentar ante esta Sala, escritos de
donde pueda claramente inferirse su petición, vale decir, que
ellos sean suficientemente diáfanos y explícitos, capaces de
evidenciar  qué es  lo  denunciado,  por  qué  se denuncia,  todo
esto puede resumirse en la exigencia de la lógica y concatena-
da fundamentación de las que deben hacer gala los escritos de
98 CASACIÓN

marras,  a  fin  de  que  a  través  de  ellos  a  la  Sala,  al  entrar  a
conocer las delaciones, le sea posible colegir de su exposición
las pretensiones del recurrente, sin que sea menester esculcar
las  actas  del  expediente,  concertar  las  normas  denunciadas
con los alegatos esgrimidos, ni cotejar lo antes señalado con la
recurrida, a efectos de evidenciar si realmente se incurrió en
el vicio o vicios denunciados, labor que por otra parte no es de
la competencia de este Máximo Tribunal, que como es de am-
plio conocimiento por el foro, es un tribunal de derecho...”

c. Forma de denunciar la apreciación que ha hecho el


sentenciador del trámite procesal. Consideraciones fun-
damentales

Casación
Sentencia: N° 120 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 439 de 15 de julio de 1999.
Caso: Inversiones y Construcciones U.S.A., c/ Cor-
poración 2150, C.A. Expediente 98-558.
CPC: Artículo 313, ordinales 1º y 2º

“La  Sala  ha  determinado  en  anteriores  fallos  cuál  es  el  recurso  que
procede cuando se discute la actividad procesal realizada o el análisis
que ha hecho de ella el sentenciador, y así se expresó lo siguiente:

‘...Todas las denuncias desde diferentes perspectivas, discu-
ten  la  apreciación  que  ha  hecho  el  sentenciador  del  trámite
procesal, para concluir, en cada caso, que la recurrida ha in-
fringido normas que regulan la actividad procesal. En repeti-
das oportunidades, la Sala ha declarado que las denuncias que
tienen por objeto discutir la actividad procesal realizada o el
análisis que ha hecho de ella el sentenciado de alzada, deben
ser presentadas dentro de un recurso por defecto de actividad
con apoyo en el ordinal 1º del artículo 313 del Código de Pro-
cedimiento Civil. Esta doctrina de la Sala ha tenido en cuenta
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 99

dos consideraciones fundamentales para exigir el modo de pre-
sentar las denuncias. En primer lugar, el efecto que produce la
declaratoria con lugar de las delaciones por defecto de activi-
dad, pues éstas, a diferencia de las infracciones de ley, no tienen
consecuencias sobre la cuestión de fondo debatida. Tienen re-
sultados sobre la actividad procesal, que pueden dirigirse a la
conveniencia de reponer la causa por violación de las formas
procesales que menoscaban el derecho de defensa; al cumpli-
miento de requisitos intrínsecos de la sentencia, o al deber de
pronunciarse en relación con el asunto debatido, por haber sido
anunciados  oportunamente  los  recursos  correspondientes.  En
segundo lugar, la Sala en su doctrina ha comentado la limitación
que imponen las infracciones de ley para constatar la violación
de formas procesales, cuando es necesario examinar actas del
expediente diferentes a la sentencia pues, las denuncias por in-
fracción de normas jurídicas, siempre suponen enfrentar el fallo
a la ley, con prescindencia de las demás actas del expediente.
Luego, si es indispensable estudiar otras actas del expediente
para constatar la violación, nunca sería un medio idóneo presen-
tarlas con fundamento en el ordinal.

2º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil. Un aspec-
to  que  debe ser  tomado  en  cuenta  para  la comprensión  de  la
técnica exigida, tiene que ver con la naturaleza de las normas
procesales. Las leyes de juicio desarrollan garantías constitu-
cionales como la del derecho de defensa y el debido proceso,
que son expresión del conjunto de principios y condiciones que
en una sociedad determinada se consideran necesarias para la
conservación de los derechos individuales, es decir, interesan al
orden público. Esta circunstancia explica las características de
las facultades que tiene la Sala cuando examina las denuncias
por defecto de actividad pues, obligada a preservar los valores
constitucionales, su análisis del trámite procesal comprende po-
sibilidades que permiten el examen de actas del expediente...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 129
de 03/04/03.
100 CASACIÓN

d. Forma de plantear el alegato de perención en casación

Casación
Sentencia: Nº 164 de 11/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 389 de 30 de noviembre de
2001. Caso: Perispondio, C.A. c/ Ismael Benito Silva
y otras. Expediente 00-475.
CPC: Artículo 313, ordinales 1º y 2º

“...esta Sala expresó lo siguiente:

‘...En conclusión, si la recurrida ha hecho algún pronuncia-
miento con respecto a un alegato de perención, tal pronun-
ciamiento  deberá  cuestionarse  de  conformidad  con  lo
establecido en el ordinal 2º del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil; si se denuncia por primera vez ante la
Sala de Casación Civil la consumación de la perención de la
instancia, la denuncia podrá formularse de conformidad con
lo establecido en el ordinal 1º del mencionado artículo, de-
biendo cumplirse en ambos casos con los requisitos propios
de la denuncia de que se trate...’

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 389
de 30/11/01.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 101

e. Infracción de ley

a) Clasificación de las hipótesis de infracción de ley

Casación
Sentencia: N° 162 de 11/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CPC: Artículo 313, ordinal 2º

“Conforme a reiterada doctrina y jurisprudencia de esta Sala, la clasifi-
cación de las hipótesis por infracción de ley, previstas en el ordinal 2º
del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, son las siguientes:

‘1) Interpretación errónea: Consiste en el error acerca del con-
tenido y alcance de una disposición expresa de la ley, com-
prensiva, por ende, de los errores de interpretación en los que
puede incurrir el juez, en lo relativo a la hipótesis abstracta-
mente prevista en la norma, como a la determinación de sus
consecuencias legales.

2) Falsa aplicación: Tiene lugar cuando el juez hace la aplica-
ción de una determinada norma jurídica a una situación de he-
cho que no es la contemplada en ella, es decir, es el error que
puede provenir de la comprobación de los hechos o de un error
en la calificación jurídica de la hipótesis concreta.

3) Infracción de ley en sentido estricto: Cuando se aplica una
norma que no está vigente o se le niega aplicación o vigencia a
una que lo esté”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 29 de 27/01/
02. Asimismo, esta Doctrina ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
102 CASACIÓN

2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 202 de
14/06/00.

b) Falsa aplicación

i. Noción

Casación
Sentencia: N° 134 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez

“La falsa aplicación de una norma jurídica tiene lugar por el error de
relación entre la ley y el hecho, tal sería el caso si se declarara legal
una relación inexistente entre los hechos demandados y los estableci-
dos en determinados artículos utilizados por el juzgador para funda-
mentar su decisión, desnaturalizando el verdadero sentido de la norma;
también puede suceder cuando se desconoce el significado de la nor-
ma, aplicándola a un hecho no regulado por ella o realizando su aplica-
ción de forma tal, que se arribe a consecuencias jurídicas distintas a
las perseguidas por la ley”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 459 de 09/
12/02. Asimismo, esta Doctrina ha sido expuesta en
la publicación “Doctrina de la Sala de Casación Ci-
vil 2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 77
de 05/04/01.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 103

f. La falta de pronunciamiento del juez sobre solicitudes


que pudieran tener influencia determinante en el proceso,
debe denunciarse por reposición no decretada

Casación
Sentencia: N° 105 de 03/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 371 de 23 de noviembre de
2001.  Caso:  Pastor  Sánchez  c/  Seguros  Mercantil
S.A. Expediente 01-084.
CPC: Artículos 243, ordinal 5º y 313, ordinal 1º

“...esta Sala de Casación Civil, abandonó el criterio según el cual, sien-
do solicitada la reposición de la causa en el escrito de  informes y el
jurisdicente omite emitir pronunciamiento al respecto, la denuncia podía
formularse como incongruencia negativa con violación del ordinal 5º del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil; abrazando desde la data
mencionada, la doctrina que impone que en estos casos, deberá acusar-
se la reposición preterida con apoyo en el ordinal 1º del artículo 313
ejusdem, el cual establece: ‘1º Cuando en el proceso se hayan que-
brantado u omitido formas sustanciales de los actos que menosca-
ben el derecho de defensa’.

Bajo estas consideraciones, es concluyente señalar que la denuncia sos-
tenida con estos supuestos no constituye el vicio de incongruencia ne-
gativa u omisión de pronunciamiento sino el de reposición no decretada
por lo que en consecuencia, el recurso de casación debe ser declarado
sin lugar, tal como se hará de forma expresa, positiva y precisa en el
dispositivo de la presente decisión”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 444 de 21/
11/02, N° 434 de 13/11/02, N° 343 de 30/07/02 y N°
104 CASACIÓN

188  de  22/03/02. Asimismo,  esta  Doctrina  ha  sido


expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala de
Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo de
Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1, en senten-
cia N° 371 de 21/11/01.

g. La técnica de formalización no puede considerarse im-


plícita dentro de la norma constitucional que flexibiliza
los formalismos

Casación
Sentencia: N° 130 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 333 de 11 de octubre de 2000.
Caso: Helímenas Segundo Prieto Prieto y otra c/ Jor-
ge Kowalchuk Piwowar y otra. Expediente 99-191.

“...esta Sala expresó lo siguiente: 

‘...No obstante que, la nueva Constitución de la república Bo-
livariana de Venezuela, como garantía de la justicia, tiende a la
flexibilización de los extremos formalismos doctrinarios, no
puede considerarse implícito, dentro del contenido y alcance
de la norma constitucional en cuestión, un quebrantamiento
radical  de  los  perfiles  que  sobre  la  adecuada  técnica  ha  de
utilizarse para formular las denuncias en materia de casación,
las cuales se han venido reiterando en forma didáctica y espe-
cializada a través de la  máxima decisión procesal, como un
elemento natural del recurso de casación para revisar el dere-
cho o los hechos en una controversia...’”

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 105

ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 333 de
11/10/00.

h. Presentación del escrito de formalización ante el tribu-


nal de alzada

Casación
Sentencia: N° 275 de 12/06/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 275 de 10 de agosto de 2000.
Caso: María Auxiliadora Mejías c/ Josefina del Car-
men Ramos y otras. Expediente 00-227.
CPC: Artículos 314, 315, 316 y 317

“Ahora bien,  la Sala respecto  a la interpretación que debe dársele al


artículo 317 de la Ley Adjetiva Civil, en aquellos casos en los cuales el
recurrente presente su escrito de formalización, ante el propio tribunal
que lo admitió estableció nueva doctrina atendiendo el hecho de que
dicho tribunal, no obstante que la formalización haya sido consignada
tempestivamente, no remite el expediente oportunamente a este Máxi-
mo Tribunal, llegando a concluir la Sala que en el supuesto referido, la
formalización del recurso debe considerarse tempestiva, ello en virtud
de que la función misma del envío del expediente, no puede reputarse
responsabilidad del recurrente. Sobre este asunto, dijo la Sala:

‘...El criterio anterior que ha venido sosteniendo la Sala, genera dudas
por lo siguiente:

a.- El artículo 317 del Código de Procedimiento Civil, estable-
ce la posibilidad de que la parte recurrente, presente el escrito
de formalización directamente en el Tribunal que admitió el
recurso, siempre y cuando la consignación de dicho escrito se
produzca antes del envío del expediente. Si la formalización
es presentada en el Tribunal dentro de los cuarenta días que
establece el mencionado artículo, y aún no ha sido remitido el
expediente, debe considerarse tempestiva, pues la norma no
106 CASACIÓN

sanciona ni condiciona la oportunidad ni efectividad de


dicho acto procesal a la remisión posterior y oportuna del
expediente al Tribunal Supremo de Justicia.  En  otras  pala-
bras, la exigencia del Legislador, se limita a que el escrito se
presente oportunamente en el Tribunal que admitió el recurso
dentro de los 40 días del lapso de formalización. La remisión
del expediente es una actividad procedimental del Tribunal, de
obligatorio cumplimiento para el Juez, como lo ordenan los ar-
tículos 314, 315 y 316 eiusdem.

b.- Ahora bien, por interpretación en contrario de la norma, si la
parte recurrente decide presentar su escrito de formalización di-
rectamente en el Tribunal Superior dentro de los cuarenta días
para ello (Sic), pero con posterioridad al envío del expediente al
Tribunal Supremo de Justicia, no goza de la prerrogativa estable-
cida en el supuesto anterior, es decir, que sí queda condicionada la
tempestividad de la formalización, a la remisión oportuna de ese
escrito al Tribunal Supremo de Justicia dentro de los cuarenta
días destinados para ello, más el término de la distancia, si lo hu-
biere, desde luego que al remitir el expediente ese Juzgado se
equipara o pasa a ser ‘...cualquier Juez que lo autentique’.

Siempre queda la posibilidad de que el recurrente presente la
formalización directamente en el Tribunal Supremo de Justicia,
dentro de los cuarenta días más el eventual término de la distan-
cia. También puede consignarse ante cualquier Juez que lo au-
tentique, pero en este último supuesto, también está condicionada
la tempestividad de la formalización a su recepción oportuna en
el Tribunal Supremo de Justicia, dentro del lapso antes señalado.

Queda así expresamente abandonada la doctrina de la Sala de
Casación Civil, establecida entre otras, en sentencias de fe-
chas 31-10-90, 25-3-92, 7-4-94, que sancionaba con la peren-
ción  del  recurso  de  casación,  cuando  la  formalización  se
presentaba directamente en el Tribunal que admitió el recurso,
antes del envío del expediente, y su envío tardío producía la
recepción del expediente, y por ende del escrito, fuera del lap-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 107

so para formalizar. El presente cambio doctrinario, comenzará
a regir a partir de la publicación del presente fallo, para todos
aquellos recursos de casación que sean anunciados el mismo
día o con posterioridad a él...’.

...Omissis...

Dentro de estos supuestos de hecho, y de conformidad con la
doctrina vigente, cuando el formalizante opte por presentar el
escrito de formalización ante cualquier otro juez distinto al que
admitió el recurso, o autoridad legalmente facultado para au-
tenticarlo, con posterioridad al envío del expediente a esta Sala
por parte del Tribunal correspondiente, el escrito de formaliza-
ción debe ingresar a la Sala dentro del lapso establecido para
la formalización”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación “Doctri-
na de la Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal
Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1,
en sentencia N° 275 de 10/08/00 y N° 03 de 16/03/00.

i. Reapertura del lapso para formalizar

Casación
Sentencia: N° 220 de 19/05/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 620 de 06 de agosto de 1998.
Caso: Almacenadora El Progreso C.A. c/ Invercen-
tro C.A. Expediente 97-577.
CPC: Artículo 202

“En cuanto a la reapertura del lapso para presentar el escrito de forma-
lización del recurso de casación, ha sostenido la Sala, lo siguiente:

‘...La reapertura del lapso para presentar el escrito de forma-
lización del recurso de casación, no se encuentra consagrado
108 CASACIÓN

expresamente en el vigente Código de Procedimiento Civil, a
diferencia del derogado, cuyo artículo 432 permitía a la Sala
conceder, por vía excepcional, hasta un máximo de veinte (20)
días contados desde el recibo del expediente en la secretaría,
para que se procediera a formalizar el recurso, previa demos-
tración por el recurrente de algunas de las causales impediti-
vas establecidas en dicha regla.

En efecto, el artículo 202 del actual Código adjetivo, prohíbe
en principio, la prórroga o reapertura de los lapsos procesales
después de cumplidos, al textualmente prescribir que “los tér-
minos o lapsos procesales no podrán prorrogarse ni abrirse de
nuevo después de cumplidos, sino en los casos expresamente
determinados por la Ley, o cuando una causa no imputable a la
parte que lo solicite lo haga necesario’”.

La doctrina de la Sala, en atención al carácter excepcional del
supuesto normativo antes señalado, es rigurosa en cuanto a las
razones que pueden justificar tales peticiones, pues se podría
abrir una brecha peligrosa que atentaría contra la seriedad de
la administración de justicia. En este sentido, se han fijado como
parámetros generales para la concesión de la prórroga y de la
reapertura del lapso de formalización del recurso de casación,
la necesaria formulación en tiempo oportuno, es decir, antes
del vencimiento de dicho lapso en el primer caso; y, en el se-
gundo, –reapertura– luego de vencido aquél, así como la de-
mostración de la causa que impidió presentar el escrito, con la
consignación, si ha lugar a ello, de los documentos que sopor-
ten los argumentos del solicitante...’

La reapertura del lapso para formalizar al igual que una even-
tual prórroga del mismo, tiene sin duda un carácter excepcio-
nal y requiere por tanto el alegato y demostración de razones y
circunstancias que justifiquen realmente la imposibilidad o difi-
cultad extrema de formalizar en tiempo oportuno”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 109

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, colección
Doctrina Judicial N° 4, sentencia N° 432 de 15/11/02
y N° 344 de 30/07/02. Asimismo, esta Doctrina ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo
de Justicia, colección Doctrina Judicial N° 1, en sen-
tencia N° 369 de 15/11/00 y N° 03 de 16/03/00.

j. Reposición. Fin útil. Momento para ordenarla

Casación
Sentencia: N° 225 de 20/05/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 34 de 14 de marzo de 2000.
Caso: Homero Edmundo Andrade Briceño c/ Pablo
Antonio  Carrillo. Expediente  99-577  y doctrina  de
sentencia Nº 130 de 22 de mayo de 2001. Caso: Ban-
co  de  Maracaibo,  C.A.  c/  Telecomunicaciones  del
Zulia. Expediente 00-301.
CPC: Artículos 11, 206, 212, 213 y 214

“Sobre el punto de cuándo debe y cuándo no, ordenarse la reposición de
la causa, la Ley Adjetiva Civil, contempla tal posibilidad, en sus artícu-
los 206 y siguientes. Ahora bien, la reposición trae aparejada la nulidad,
por lo que los jurisdicentes deben revisar muy cuidadosamente y a la luz
de sus consecuencias, la conveniencia en declararla sólo cuando se ha-
yan menoscabado derechos como el de defensa y debido proceso, o se
haya violentado el orden público y siempre que dichas fallas no puedan
subsanarse de otra manera, lo que deviene en que tal reposición debe
decretarse cuando realmente se persiga con ella una finalidad útil, pues
de no ser éste el supuesto, se estarían violentando los mismos derechos
que presuntamente se deben proteger cuando se acuerda.
110 CASACIÓN

Por otra parte, considera la Sala importante resaltar que tal y como lo
señalan los artículos 212 y 213 del Código de Procedimiento Civil, y lo ha
sentado su consolidada y reiterada doctrina, la reposición debe acordarse
cuando alguna de las partes la solicite por verse afectado por un acto de
procedimiento viciado de nulidad, puesto que si ella realiza nuevas actua-
ciones sin reclamarla, debe entenderse que renuncia a tal derecho; por no
haberlo hecho en la primera oportunidad de conformidad con lo estableci-
do en el artículo 213 del Código de Procedimiento Civil, y sólo podrá ser
decretada la reposición oficiosamente por el juez, en aquellos casos que
se trate de quebrantamientos de orden público, así la sentencia Nº 34, de
fecha 14 de marzo de 2000, en el juicio de Homero Edmundo Andrade
Briceño contra Pablo Antonio Carrillo, expediente Nº 99-577, reiterando
la jurisprudencia sobre la materia, señaló:

‘...La  Sala  ha  indicado  pacíficamente  que  la  indefensión  se


produce cuando el juez limita, impide o menoscaba el ejercicio
de algún medio procesal, o crea desigualdades entre las partes
procesales. En todas estas hipótesis, la indefensión debe ser
imputable al juez, lo cual excluye aquéllos hechos producidos
por la impericia, abandono o negligencia de la propia parte,
pues en tal caso, ella debe sufrir las consecuencias. 

Esta afirmación es acorde con lo previsto en el artículo 11 del
Código de Procedimiento Civil, de conformidad con el cual, el
impulso del proceso corresponde a las partes. Este principio
dispositivo es reiterado en los artículos 213 y 214 del referido
Código, en aplicación de los cuales la reposición de la causa
sólo procede a instancia de parte, salvo que esté interesado el
orden  público,  o  la  parte  no  fuese  válidamente  citada,  o  no
hubiese comparecido en el juicio luego de citada, y en caso de
que no fuese pedida la nulidad del acto írrito, en la primera
oportunidad en que se haga presente en autos la parte contra
quien obra dicha nulidad, quedará subsanada dicha falta”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 111

k . Requisitos que debe reunir el escrito de formalización,


como carga procesal del recurrente

Casación
Sentencia: N° 57 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina  de  sentencia  Nº  346  de  31  de  octubre  de
2000.  Caso:  Luis  Eduardo  León  Parada  c/  Ángel
Williams Alcalá Linares. Expediente 00-320
CPC: Artículos 313, ordinales 1º y 2º, 317

“La determinación y diafanidad son necesarias en las luchas judiciales.
En ese sentido, varias disposiciones regulan la conducta de los encarga-
dos de administrar justicia, así como de quienes ocurren a los Tribunales
en demanda de ella. No hay fórmulas imperativas, pero sí se requiere
claridad y también precisión en lo que se pide o se impugna, y en los
fundamentos  que apoyan  las peticiones. A esta  disciplina está  sujeto
con especial rigor el recurso de casación, tanto por su naturaleza como
por su objeto y consecuencias, pues con él, se persigue anular una deci-
sión para corregir ilegalidades enfrentadas en ella a la ley, con prescin-
dencia del resto de las actas procesales, todo  lo cual hace que  dicho
recurso sea de rígido tecnicismo, porque ocurre con frecuencia que in-
fringida la ley no se acierta en la disposición no aplicada o aplicada mal;
no es congruente la razón con la violación denunciada, o no se observa
la técnica requerida para fundamentar la denuncia.

La fundamentación, como ya lo ha explicado la doctrina de la Sala, es la
carga procesal más exigente impuesta al recurrente como requisito esen-
cial de la formalización, por su amplitud, complejidad y trascendencia.
Requiere el desarrollo de razonamientos sometidos a una lógica clara y
concreta, y al mismo tiempo a los principios que, primordialmente, la
jurisprudencia de este Alto Tribunal ha venido elaborando.

“Sobre este particular, la Sala ha expresado lo siguiente:
112 CASACIÓN

‘...En numerosas decisiones la Sala ha señalado que el escrito
de formalización del recurso de casación debe ser claro y pre-
ciso, debiendo el recurrente mencionar en sus denuncias las
causales respectivas,  de acuerdo con  el recurso  de casación
invocado, dado que este recurso extraordinario equivale a una
demanda de nulidad contra la sentencia recurrida. Esta carga
le corresponde al recurrente, bajo pena de que el recurso ex-
traordinario sea declarado perecido por falta de técnica.

En relación con las formalidades que debe cumplir el escrito de
formalización, el artículo 317 del Código de Procedimiento Civil,
establece que se observarán en el mismo orden en que se expre-
san, los siguientes requisitos: 1) La decisión o las decisiones con-
tra las cuales se recurre; 2) Los quebrantamientos u omisiones a
que se refiere el ordinal 1° del artículo 313; 3) La denuncia de
haberse incurrido en alguno o algunos de los casos contemplados
en el ordinal 2° del artículo 313 ejusdem, con expresión de las
razones que demuestren la existencia de la infracción, falsa apli-
cación o aplicación errónea; y 4) La especificación de las normas
jurídicas que el tribunal de la última instancia debió aplicar y no
aplicó, para resolver la controversia, con expresión de las razones
que demuestren la aplicabilidad de dichas normas.

Como puede verse, el artículo 317 del Código de Procedimiento
Civil, en lo relativo al escrito de formalización, establece con ca-
rácter obligatorio un orden de prelación en las denuncias. Así, en
primer término y de manera separada –cuestión que no hizo el
formalizante– deben denunciarse los quebrantamientos u omisio-
nes contemplados en el ordinal 1° del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil y, posteriormente, la denuncia de haberse in-
currido en alguno o algunos de los casos contemplados en el ordi-
nal 2° del artículo 313 ejusdem, expresándose además las razones
que demuestren la existencia de la infracción, falsa aplicación o
aplicación errónea. Asimismo, se impone al formalizante la obli-
gación de señalar las disposiciones de la Ley que se consideran
infringidas, o las que realmente son aplicables para resolver la
controversia planteada...”
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 113

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 280
de 12/06/03, N° 162 de 11/04/03, Nº 131 de 03/04/03,
N° 129 de 03/04/03, N° 120 de 03/04/03, Nº 118 de
03/04/03, N° 105 de 03/04/03, N° 102 de 27/03/03 y
N° 56 de 27/02/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratifi-
cada ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de
la Sala de Casación Civil 2002” del Tribunal Supre-
mo de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 4, en
sentencia Nº 414 de 06/11/02, N° 400 de 01/11/02,
N° 322 de 26/07/02, N° 357 de 30/07/02, Nº 356 de
30/07/02, N° 268 de 30/05/02, N° 32 de 27/04/02, N°
150 de 07/03/02, Nº 75 de 05/02/02, N° 75 de 02/02/
02 y  N° 66 de 29/01/02. Igualmente, esta Doctrina
ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de la
Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Su-
premo de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1,
en sentencia N° 102 de 27/04/01, Nº 327 de 11/10/00,
Nº 283 de 10/08/00 y Nº 87 de 31/03/00.

En este sentido, la sentencia Nº 79 de 13/03/03, ratifica el criterio en los
términos siguientes:

“La Sala de Casación Civil, expresó:

‘...Todo escrito de formalización debe ser un modelo de preci-
sión y claridad, al considerarse como una demanda de nulidad
que se propone contra una sentencia que se considera infrac-
tora  de la ley. En el mismo deben expresarse las causales o
motivos del recurso de casación que se invocan, con el señala-
miento correcto del tipo de recurso, conforme a los supuestos
consagrados en los ordinales del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil.

Asimismo, corresponde al formalizante individualizar cada de-
nuncia de infracción con su correspondiente fundamentación,
so pena de que su recurso sea declarado perecido, por inobser-
vancia de la técnica exigida para una correcta formalización.
114 CASACIÓN

El formalizante, por mandato de la ley, debe razonar en for-
ma  clara  y  precisa  en  qué  consiste  la  infracción,  es  decir,
demostrarla, sin que baste para ello que diga que la sentencia
infringe tal o cual precepto legal, sino que es impretermitible
que se demuestre cómo, cuándo y en qué sentido se incurrió
en la infracción.

Para el maestro Humberto Cuenca, la estructura de cada de-
nuncia comprende tres partes:

a) Cita de la causal o motivo de casación de acuerdo con la
enunciación taxativa de los artículos 420 y 411 (hoy 313); b)
Cita de los preceptos formales o sustantivos infringidos en la
sentencia; y c) Razonamiento o motivación que explique la in-
fracción legal... si los artículos denunciados son distintos unos
de otros, debe establecerse ...la vinculación indispensable en-
tre los hechos y el precepto que se dice infringido. Este víncu-
lo debe ser objetivamente ofrecido por el recurrente, ya que no
es misión de la Corte establecer esta indispensable conexión,
ni puede suplirla en ningún caso...”.

l. Técnica para denunciar el artículo 508 del Código de


Procedimiento Civil

Casación
Sentencia: N° 79 de 13/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 490 de 28 de julio de 1999.
Caso:  Luis  Lahuerta  Mella  c/  Pro.Life  Sociedad.
Expediente 98-407
CPC: Artículo 508

“...se observa que el artículo 508 del Código de Procedimiento Civil es
una regla de valoración de la prueba testimonial conforme a la doctrina
de esta Sala, establecida en sentencia de fecha 28 de julio de 1999, y
por ello la denuncia de infracción de dicha norma sólo podrá ser revisa-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 115

da  en  casación  cuando  se  alegue  que  el  Juez  incurrió  en  suposición
falsa o que violó una máxima de experiencia, siempre que tal violación
haya sido determinante del dispositivo del fallo”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 60 de
05/04/01.

m. Vicio de reposición mal decretada. Técnica para su


denuncia

Casación
Sentencia: N° 61 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 118 de 22 de mayo de 2001.
Caso:  Piscinas  Guayana  S.R.L.  c/  FUNDEBOL.
Expediente 00-118.
CPC: Artículo 208

“Respecto al vicio de reposición mal decretada, esta Sala se pronunció
en la forma siguiente:

‘...constituye esencial y consecuencialmente impretermitible
requisito de técnica de formalización de una denuncia casacio-
nal por  ‘reposición mal  decretada’, que  el recurrente,  en su
delación, invoque como infringida ‘la norma propia de Ley, ata-
ñedera directamente a la reposición’.

También  según  la  consecutiva jurisprudencia de esta  Sala de


Casación Civil, ha quedado determinado que en el supuesto de
que se le impute en sede casacional a la sentencia proferida por
un Tribunal Superior el anotado vicio de ‘reposición mal decre-
tada’, la ‘norma propia de Ley atañedera a la reposición’ –cuya
116 CASACIÓN

delación de infracción, se reitera, es esencial–, es la contempla-
da en el artículo 208 del Código de Procedimiento Civil...”

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 405 de 01/
11/02 y N° 401 de 01/11/02. Asimismo, esta Doctrina
ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de la
Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Su-
premo de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1,
en sentencia N° 49 de 16/03/00.

En este sentido, la sentencia N° 175 de 25/04/03, ratifica el criterio en
los términos siguientes:

“Es doctrina constante de la Sala aun antes de la promulgación del nue-
vo Código, que la denuncia del vicio de reposición no decretada o repo-
sición preterida, el formalizante debe denunciar de acuerdo con el Código
de Procedimiento Civil derogado, los artículos 230 y 21; y en conformi-
dad con el Código de Procedimiento Civil vigente, los artículos 208 y 15
eiusdem. Así lo tiene establecido la doctrina este Alto Tribunal, senten-
cia Nº 418, ha dicho:

‘...En efecto, para denunciar la reposición preterida u omitida
con base en el ordinal 1º del artículo 313 del Código de Proce-
dimiento Civil, debe denunciarse conjuntamente la violación de
los artículos 15 y 208 del Código de Procedimiento Civil, sin lo
cual no podrá esta Sala entrar a resolver sobre el planteamien-
to formulado...’

En tal sentido, la Sala estableció:

‘...Es pacífica la jurisprudencia de la Sala al señalar, que el
vicio de reposición no decretada exige, para ser considerada
en sede de casación, que la formalizante demuestre que con
respecto al vicio denunciado agotó los recursos ordinarios. En
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 117

efecto en sentencia de fecha 16 de febrero de 1989 (Manuel
Rodríguez De Sousa y otro contra Charles Duprat Navarrete),
la Sala estableció que en este tipo de denuncia, el recurrente
debe cumplir con la siguiente técnica:

‘...a) Explicación de cuál ha sido la forma quebrantada u omi-
tida y si lo ha sido por el juez de la causa o el de la alzada.

b) Indicar cómo con tal quebrantamiento u omisión de las for-
mas  se  lesionó  el  derecho  de  defensa  o  se  lesionó  el  orden
público, según el caso, o ambos.

c) Si el quebrantamiento u omisión de las formas que menos-
cabó el derecho de defensa o lesionó el orden público lo ha
sido por el juez de la causa, denunciar la infracción del artículo
208, la norma expresa contenida en la disposición general del
artículo 15 vigente Código de Procedimiento Civil (Sic) y los
particulares que acarrean el menoscabo del derecho de defen-
sa, o las que establecen el orden público, las cuales resultan
las realmente infringidas por la recurrida, al no decretarse en
ella la nulidad o la reposición cuando la omisión o quebranta-
miento de las formas que menoscaban el derecho de defensa o
el orden público, lo lesiona el tribunal de la causa.

d) Si el quebrantamiento u omisión de las formas que menos-
cabó el derecho de defensa o lesionó el orden público lo ha
sido por el tribunal de la alzada, además de la infracción de la
norma expresa contenida en la disposición general del artículo
15 del Código de Procedimiento Civil vigente, deben denun-
ciarse como infringidas las particulares referentes al quebran-
tamiento u omisión de las formas que menoscaban el derecho
de defensa o las que establecen el orden público que ha sido
lesionado por el propio juez de la recurrida.

e)  La explicación  a  la Sala  que, con  respecto  a dichos  que-


brantamientos u omisiones de formas o lesiones al orden públi-
co, se agotaron todos los recursos...”
118 CASACIÓN

8. INDEFENSIÓN

a. Configuración del vicio

Casación
Sentencia: N° 185 de 25/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 132 de 22 de mayo de 2001.
Caso:  Jorge Villasmil  c/  Meruvi  de  Venezuela  C.A.
Expediente 00-449, y Doctrina de sentencia Nº 225 de
02 de agosto de 2001. Caso: María Teresa Villamizar
c/ Elio José Cárdenas y otra. Expediente 01-100.
CPC: Artículo 313, ordinal 1º

“La indefensión o menoscabo del derecho de defensa, según la doctri-
na, es la consagración del principio que se denomina “equilibrio proce-
sal”.  Pues  bien,  así  como  en  el  artículo  421  del  Código  anterior,  la
indefensión o menoscabo del derecho a la defensa era causal de casa-
ción,  en  el  vigente  también  ocurre  lo  mismo  según  se  desprende  del
ordinal 1º del artículo 313, al expresar:

‘...Se declarará con lugar el recurso de casación: 1º Cuando
en el proceso se haya quebrantado u omitido formas sustan-
ciales de los actos que menoscaben el derecho de defensa...’.

Por  su  parte,  la  Sala  ha  dicho,  que  hay  menoscabo  del  derecho  a  la
defensa,  “cuando  se  niega  o  cercena  a  las  partes,  los  medios  legales
con que pueden hacer valer sus derechos”. En este sentido, estableció:

 ...Omissis...

‘...conducen  a  evidenciar  la  necesidad  de  que  todo  proceso


judicial, acepte como mínimo, un trámite que les asegure a los
justiciables la utilización de los medios legales pertinentes para
el ejercicio de los derechos fundamentales al debido proceso y
a la defensa, entre ellos, destaca en orden de importancia, la
oportunidad de aportar pruebas que sustenten sus alegatos, y
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 119

oportuno es aquel que se realiza en el momento conveniente.
La conveniencia  en el  tiempo de la  realización de  los  actos
procesales que configuren el contradictorio, debe establecerse
de manera tal que permita el ejercicio efectivo del derecho a
la defensa, tantas veces invocado, para así patentizar las ga-
rantías constitucionales a las cuales se ha hecho referencia.

...Omissis...

...existe indefensión cuando el juez priva o limita el ejercicio
por las partes, de los medios y recursos que la Ley procesal
les concede para la defensa de sus derechos, pero no, cuando
ejercido éste, es declarado improcedente”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 265 de 30/
05/02. Asimismo, esta Doctrina ha sido expuesta en
la publicación “Doctrina de la Sala de Casación Ci-
vil 2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 178
de 25/05/00.
120 CASACIÓN

9. LEGITIMACIÓN

a. Legitimación para recurrir en casación. Requisitos

Casación
Sentencia: N° 66 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 96 de 24 de marzo de 1998.
Caso: Luicela Margarita Fuenmayor González c/ Ser-
gio Hugo Duarte Victoria. Expediente 98-070

“Respecto a la legitimidad para interponer recurso de casación, la Sala
expresa lo siguiente:

‘La legitimación para interponer este recurso extraordinario
comprende dos aspectos: 1) Es necesario haber sido parte en
la instancia, y 2) Es menester que haya un perjuicio, es decir,
una parte vencida, total o parcialmente...’.

En  tal sentido,  esta  Sala  de Casación  Civil  ha  venido sosteniendo  el


criterio, que ahora se reitera, el cual es del tenor siguiente:

‘...la cualidad para poder hacer uso del recurso de casación la
da, únicamente, la de ser parte en el juicio en el cual se intente
el recurso; esta cualidad, es pues, diferente a la que se exige
para apelar, que no requiere ser parte en el proceso, bastando
tener interés inmediato en lo que sea objeto o materia de juicio,
ya porque resulta perjudicado por la decisión, bien porque pue-
da hacerse ejecutoria contra el mismo, bien porque haga nuga-
torio su derecho, lo menoscabe o desmejore...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 299
de 12/06/03 y Nº 102 de 27/03/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 121

dicial N° 4, en sentencia N° 222 de 30/04/02, N° 12
de 29/01/02, N° 10 de 29/01/02 y N° 01 de 29/01/02.

10. MÁXIMAS DE EXPERIENCIA

a. Noción

Casación
Sentencia: N° 109 de 03/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez

“...se designa “Máximas de Experiencia” que la autoría Patria ha consi-
derado como ‘...aquellas normas de estimación y valoración, sacadas
de la inducción de las realidades prácticas de la vida, como fruto de la
observación de los hechos que acaecen en la vida social...’”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 403 de 01/
11/02. Asimismo, esta Doctrina ha sido expuesta en
la publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 304 de
11/08/00.
122 CASACIÓN

11. RECURSO DE HECHO

a. Alcance del artículo 316 del Código de Procedimiento


Civil

Hecho
Sentencia: N° 36 de 24/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 128 de 13 de julio de 2000.
Caso: Luis Felipe Maita c/ Seguros Horizonte, C.A.
Expediente 00-113.
CPC: Artículo 316

“El artículo 316 del Código de Procedimiento Civil, precisa ante cuál tribu-
nal se propondrá el recurso de hecho, en tal sentido, dispone lo siguiente:

‘...Artículo 316.- Pasados los 10 días que se dan para el anun-
ciar el recurso sin que éste haya sido propuesto, se remitirá el
expediente al Tribunal a quien corresponda la ejecución.

En caso de negativa de admisión del recurso de casación, el
Tribunal que lo negó conservará el expediente durante 5 días a
fin de que el interesado pueda ocurrir de hecho para ante la
Corte Suprema de Justicia. Este recurso se propondrá por
ante el Tribunal que negó la admisión del recurso, en el
mismo expediente del asunto, quien lo remitirá en primera
oportunidad a la Corte Suprema de Justicia para que ésta lo
decida dentro de los 5 días siguientes al recibo de las actuacio-
nes, con preferencia a cualquier otro asunto.

Si el recurso de hecho fuere declarado con lugar, comenzará a
correr, desde el día siguiente al de dicha declaratoria el térmi-
no de la distancia que fijará la Corte, y el lapso de formaliza-
ción, y en caso contrario, el expediente se remitirá directamente
al Juez que deba conocer de la ejecución, participándole dicha
remisión al Tribunal que le envió el expediente.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 123

La Corte Suprema de Justicia al pronunciarse sobre el recurso de
hecho podrá imponer, en caso de interposición maliciosa por parte
del proponente, una multa a éste, hasta de veinte mil bolívares...’

La norma legal ut supra transcrita, prevé que el recurso de hecho se pro-
pondrá ante el tribunal que niegue la admisión del recurso extraordinario de
casación, lo cual además se realizará en el mismo expediente del asunto.

En este sentido, se ha pronunciado esta Sala en numerosos fallos, esta-
bleciendo lo siguiente:

‘...Es necesario advertir, adicionalmente, que de acuerdo con
nuestro ordenamiento jurídico positivo y la reiterada jurispru-
dencia emanada de este Supremo Tribunal, el recurso de he-
cho se debe proponer ante el mismo Tribunal que negó el recurso
de casación, a fin de que éste, posteriormente, lo remita a esta
Sala, quien lo decidirá conforme a las reglas de derecho...”

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la publi-
cación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judi-
cial N° 4, en sentencia N° 114 de 20/12/02.

12. RECUSACIÓN

a. La recusación o inhibición de un juez o funcionario se


tramitará conforme a lo establecido en la Ley Orgánica
del Poder Judicial

Regulación
Sentencia: N° 97 de 16/05/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
LOPJ: Artículo 48

“La doctrina procesal ha establecido en relación con la recusación o
inhibición de un juez o funcionario, que ello se tramitará de acuerdo con
124 CASACIÓN

lo establecido en las disposiciones especiales de la Ley Orgánica del
Poder Judicial. Para tales efectos, el artículo 48 de dicha ley, expresa:

‘...La inhibición o recusación de los jueces en los tribunales
unipersonales serán decididas por el tribunal de alzada, cuando
ambos actuaren en la misma localidad; y en el caso contrario
los suplentes, por el orden de su elección, decidirán en la inci-
dencia o conocimiento del fondo, cuando la recusación o inhi-
bición sean declaradas con lugar por el tribunal de alzada o por
ellos mismos, a menos que hubiere en la localidad otro tribunal
de igual categoría y competencia, caso en el cual deberán ser
pasados  a  éste  los  autos  a  los  fines  del  conocimiento  de  la
incidencia o del fondo del asunto, en caso de ser declaradas
con lugar la recusación o inhibición.

Las  causas  criminales  no  se  paralizarán,  sino  que  las  actas
serán enviadas a otro tribunal de la misma categoría, si lo hu-
biere, para continuar el procedimiento...’”

b. Negativa del recurso de casación en las incidencias de


recusación e inhibición. Alcance del artículo 101 CPC.

Hecho
Sentencia: N° 10 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 202 de 8 de diciembre de
2000. Caso: Michele Koldner c/ Lucille Schnall de
Dolodner y otros. Expediente 00-972.
CC: Artículo 4
CPC:  Artículo 101

“...El artículo 101 del Código de Procedimiento Civil, dispone:

‘No se oirá recurso alguno contra las providencias o sen-


tencias que se dicten en la incidencia de recusación e in-
hibición’.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 125

Esta norma debe ser interpretada literalmente, de conformi-
dad con lo previsto en el artículo 4° del Código Civil, en el
sentido de que el recurso de casación no es admisible con-
tra las decisiones dictadas en las incidencias de recusa-
ción o inhibición.

En este sentido, la Sala se pronunció, entre otras, en sentencia
de fecha 27 de junio de 1996, Caso: José de Jesús Contreras
Carrero  c/ Ana  Cecilia  López  de  Guerrero,  en  la  cual  dejó
sentado lo siguiente:

‘...una revisión más profunda del contenido programático del
artículo 101 del Código de Procedimiento Civil, permite a la
Corte concluir, que si el legislador niega categóricamente cual-
quier tipo de recurso contra las providencias o sentencias que
se dicten en las incidencias de recusación o inhibición, se ve
impedida ella de conocer el extraordinario de casación, aun
por circunstancias que considere excepcionales, como lo or-
dena el artículo 4° del Código Civil...

En la materia que se examina existe disposición precisa de la
Ley, que niega categóricamente la concesión de recurso algu-
no contra las providencias o sentencias que se dicten en las
incidencias de recusación o inhibición, como la establecida en
el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil.

Por tales razones, a partir de la fecha de publicación de esta
decisión, se negará el recurso de casación contra las senten-
cias que resuelvan este tipo de incidencias...’

Por aplicación del criterio jurisprudencial que antecede sobre la
correcta interpretación del artículo 101 del Código de Procedi-
miento Civil, la Sala estima que el recurso de casación es inadmi-
sible, por lo que el recurso de hecho debe ser declarado sin lugar...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 37
de 24/03/03 y Nº 29 de 24/03/03. Asimismo, la Doc-
126 CASACIÓN

trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 4, en sentencia N° 08 de 29/01/02, así como
en sentencia Nº 37 de 07/03/02, Nº 53 de 30/04/02,
Nº 69 de 23/07/02 y Nº 99 de 06/11/02. Igualmente,
esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación “Doc-
trina de la Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tri-
bunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judicial
N° 1, en sentencia N° 107 de 13/04/00.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 127

Citación

1. CITACIÓN DE LOS HEREDEROS CONOCIDOS Y


DESCONOCIDOS

Casación
Sentencia: N° 66 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CPC: Artículos 144 y 218

“El artículo 144 del Código de Procedimiento Civil, establece:

‘...La muerte de la parte desde que se haga constar en el ex-


pediente, suspenderá el curso de la causa mientras se cite a
los herederos...’.

Ahora bien, para detener el curso del proceso; es menester consignar


en el expediente copia certificada del acta de defunción, pues, la mera
información de la muerte del litigante, no es causa suficiente.

La sucesión procesal opera sin necesidad de trámite sucesorio alguno,


bastando la citación de los herederos conocidos, o si fuere el caso, el
llamamiento a los desconocidos.
128 CITACIÓN

...Omissis...

Al respecto, debe señalarse que el propósito de la citación consiste en


que el o los sujetos contra los cuales se ejerce la demanda se encuen-
tren a derecho, y estén en conocimiento que contra ellos existe un
procedimiento instaurado ante un tribunal, al tiempo que dispongan de
un lapso, señalado por la normativa procesal, para ejercer su derecho
a la defensa.

La citación es formalidad necesaria para la validez de todo juicio, su


cumplimiento es conducente para el ejercicio del derecho de defensa, el
cual sí es propiamente el objeto de protección de las reglas procesales.
El artículo 218 del Código de Procedimiento Civil, trata de la citación
personal que necesariamente ha de procurarse antes que cualquier otra
forma de citación, la cual debe ser gestionada en la morada del citado,
oficina, industria y comercio, o en el lugar donde se encuentre dentro de
los límites territoriales del tribunal.

La formalidad anotada, debió cumplirse en los herederos conocidos del


de cujus, tal como consta su existencia al ser consignada en el expe-
diente el acta de defunción, y al no poder practicarse, se debió citar por
carteles garantizando así el derecho de defensa de éstos, y luego proce-
der a la citación por edictos de los desconocidos, agotando todas las
formas procesales para ello, hasta la puesta a derecho de los herederos
conocidos, y al no lograr este propósito designarles defensor ad lítem”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en


la publicación “Doctrina de la Sala de Casación
Civil 2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N°
302 de 25/06/02
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 129

2. EL INCUMPLIMIENTO DEL ACTOR DE TODAS LAS


OBLIGACIONES QUE LA LEY IMPONE PARA CITAR AL
DEMANDADO, DA LUGAR A PERENCIÓN DE LA
INSTANCIA CONTEMPLADO EN EL ORDINAL 1º DEL
ARTÍCULO 267 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

Casación
Sentencia: N° 164 de 11/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 224 07 de agosto de 1996.
Caso: Francisco Cabrera Reina y otra c/ Luis García
Morales. Expediente 94-557, y Doctrina de senten-
cia Nº 172 de 22 de junio de 2001. Caso: Raúl Espar-
za y otra c/ Marco Fuglia Morggese y otros.
Expediente 00-373.
CPC: Artículo 267, ordinal 1º

“Respecto a las obligaciones que le corresponden al actor en la citación,


esta Sala, expresó lo que a continuación se transcribe parcialmente:

‘...Las obligaciones que le corresponden al actor, consisten en


el pago de las planillas de arancel judicial, pues de allí parte
toda la cadena de actos y actuaciones que se deberán cumplir
para impulsar la citación.

‘...Estas condiciones, a las que alude la norma en comento (ordi-


nal 1º del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil), están
configuradas, tanto por la cancelación de los derechos arancela-
rios consagrados en la Ley de Arancel Judicial, como por aquellos
actos tendientes a lograr la citación del demandado...’.

“Más recientemente, sobre las obligaciones que debe cumplir el deman-


dante para que no se produzca la perención de la instancia, la Sala sos-
tuvo lo siguiente:

‘...En relación con la doctrina contenida en el fallo del 29 de


noviembre de 1995 la cual aquí se abandona (sic), la Sala
130 CITACIÓN

encuentra que la única exigencia de que trata el ordinal 1º del


artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, para que no se
produzca la perención, es que el actor no cumpla con todas las
obligaciones que tiene a su cargo. Por ende, al cumplir al me-
nos con alguna de ellas ya no opera el supuesto de hecho de la
norma. Además de que luego del pago del arancel judicial res-
pectivo para la citación del demandado, las actuaciones subsi-
guientes corresponde realizarlas íntegramente al tribunal, pues
el alguacil es el único que puede proceder a practicar la cita-
ción... Por tanto, si las actuaciones subsiguientes a ser realiza-
das luego del pago de la planilla de arancel judicial para el
libramiento de la compulsa y boleta, así como para el traslado
del alguacil, escapan del control de la parte actora, es imposi-
ble sostener que entre cada hecho para la citación, como erró-
neamente se estableció en la sentencia del 29 de noviembre de
1995, aquí abandonada, no debe mediar un lapso de treinta
(30) días, sin que pueda ser causal de perención de la instancia
que el actor, luego de cumplir con algunas de las obligaciones
que le impone la ley, abandone el íter procesal de no realizar el
acto inmediato subsiguiente, pues justamente esos actos en
gran medida, si no todos, dependen del comportamiento y ac-
tuación de los funcionarios del tribunal. En resumen, la doctri-
na de la Sala en la materia, es que para que se produzca la
perención de la instancia contemplada en el ordinal 1º del artículo
267 del Código de Procedimiento Civil, el actor debe incumplir
con todas las obligaciones que la ley le impone para practicar
la citación del demandado. Asimismo, que una vez el actor
cumpla con alguna de sus obligaciones no tiene ya aplicación
la perención breve de que trata el ordinal 1º del artículo 267,
pues las actuaciones subsiguientes para la citación del deman-
dado corresponden al tribunal de la causa y no tiene que me-
diar un lapso de treinta (30) días en el íter procesal, sino que
para que se produzca la perención de la instancia tendría que
transcurrir un (1) año sin que medie la ejecución de ningún
acto de procedimiento por las partes...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 131

3. OBJETIVO FUNDAMENTAL DE LOS ACTOS


COMPLEMENTARIOS A LA CITACIÓN

Sentencia: N° 81 de 13/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 49 de 16 de marzo de 2000.
Caso: José Isaac Altamiranda Bonilla y otros c/ Ban-
co Nacional de Descuento C.A. y FOGADE. Expe-
diente 98-203.
CPC: Artículo 218

“Al interpretar la regla contenida en el citado artículo 218, la Sala ha


sostenido que ella

‘...prevé tres situaciones: 1) la citación que se logra mediante


la entrega de la compulsa con la orden de comparecencia; 2)
la cuenta que el Alguacil dará al Juez de instancia para que
disponga que el Secretario del Tribunal libre boleta de notifica-
ción en la cual comunique al citado la declaración del Alguacil
relativa a su citación; y, 3) el inicio del lapso de compare-
cencia del demandado –en caso de que no se obtenga el
recibo de la citación– que se produce cuando el Secreta-
rio deja constancia de haber cumplido con la notificación
que por mandato legal debe ordenar el Juez’.

“Expresó la Sala en que

‘ ...los actos complementarios a la citación ordenados por el Juez


al Secretario tienen como objetivo fundamental poner en conoci-
miento del ya citado, que con su cumplimiento comenzará el lapso
de comparecencia para el correcto ejercicio de su defensa’ ” .

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la publi-


cación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-
2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 49 de 16/03/00.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 133

Competencia

1. CONFLICTOS DE COMPETENCIA EN LOS CUALES


UNO DE LOS TRIBUNALES ES UN ÓRGANO DE LA
JURISDICCIÓN CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA

Regulación
Sentencia: N° 02 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de la Sala Político Administrativa del Tribu-
nal Supremo de Justicia de sentencia N° 484 de 27
de marzo de 2001. Caso: Municipio García de Hevia
del  Estrado  Táchira  c/  Constructora  Esfega  C.A.
Expediente 12097, y Doctrina de sentencia N° 03 de
30  de  marzo  de  2000.  Caso:  Promociones  y  Cons-
trucciones  MM.  1945  C.A.,  c/  Resolución  N°  R1-
870 dictada por el Ministerio del Ambiente y de los
Recursos Naturales. Expediente 00-002.

“...la Sala Político Administrativa de este Alto Tribunal, mediante lo cual
precisó lo siguiente:

...Omissis...
134 COMPETENCIA

‘...En el caso de autos, se plantea ante esta Sala una regula-
ción de la competencia, en virtud del conflicto suscitado por la
declaratoria de incompetencia del Juzgado Quinto de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Táchira y posteriormente
del Tribunal en el cual se declinó el conocimiento de la causa,
el Tribunal Superior Octavo de lo Contencioso Tributario.

En este sentido, y de conformidad con las normas supra trans-
critas, la competencia para resolver el conflicto planteado co-
rresponde  a  esta  Sala,  toda  vez  que  uno  de  los  Tribunales
involucrados pertenece a la jurisdicción contencioso-adminis-
trativa, y es la Sala Político Administrativa de este Supremo
Tribunal, la cúspide de esa jurisdicción...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 13
de 24/03/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia
N° 31 de 08/05/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 135

2. COMPETENCIA DE LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVA PARA RESOLVER LOS RECURSOS DE
NULIDAD QUE SE EJERZAN CONTRA LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS DICTADOS POR LAS INSPECTORÍAS
DEL TRABAJO

Regulación
Sentencia: N° 20 de 24/03/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de la Sala Constitucional del Tribunal Supre-
mo de Justicia de sentencia N° 1.318 de 2 de agosto
de 2001. Caso: Nicolás José Alcalá Ruiz. Expediente
01-0213.

“...las demandas de nulidad contra los actos administrativos de la Ins-
pectoría del Trabajo deben tramitarse ante la Jurisdicción Contencioso
Administrativa.

La Sala Constitucional en este sentido precisó lo siguiente:

‘...en el futuro, los juzgados con competencia laboral, deberán
declinar en los órganos de la jurisdicción contencioso adminis-
trativa el conocimiento y decisión de los recursos interpuestos
contra las providencias administrativas, dictadas por las Ins-
pectorías del Trabajo, por ser éstos los órganos judiciales a los
cuales les incumbe conocer de este tipo de juicios...

...Omissis...

...En tal virtud, los Juzgados del Trabajo cuando conozcan en
lo sucesivo de situaciones como la planteada en autos, debe-
rán acatar la doctrina contenida en el presente fallo en aras de
una efectiva administración de justicia, por tanto, el presente
fallo tendrá efectos ex tunc a partir de su publicación, pues las
interpretaciones que establezca la Sala Constitucional sobre el
contenido o alcance de las normas y principios constituciona-
136 COMPETENCIA

les son vinculantes para las otras Salas del Tribunal Supremo
de Justicia y demás tribunales de la República...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 26
de 11/04/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia
N° 35 de 31/05/02, N° 34 de 31/05/02, N° 33 de 31/
05/02, N° 29 de 30/04/02 y N° 28 de 30/04/02.

3. COMPETENCIA DE LA JURISDICCIÓN ORDINARIA


PARA CONOCER LA CANCELACIÓN O ANULACIÓN
DE UN ASIENTO EN EL REGISTRO, EL CUAL
PRESUPONE LA EXTINCIÓN O ANULACIÓN DEL
ACTO REGISTRADO

Regulación
Sentencia: N° 89 de 16/05/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 05 de 13 de abril de 2000.
Caso: Universidad Interamericana del Caribe C.A. c/
Promotora Eden Park C.A. y otro. Expediente 00-01.
LRP: Artículo 53

“La Sala ha establecido, en reiterada jurisprudencia, que el acto de ins-
cripción en el registro, aun cuando pueda ser calificado de administrati-
vo  por  consideraciones  de  naturaleza  orgánica,  entre  otras,  la
competencia para la anulación señalada no está otorgada por la Ley a
los tribunales contencioso administrativos.

En este sentido, la Sala se ha pronunciado en sentencia, en los térmi-
nos siguientes:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 137

‘...El acto de inscripción en el registro, aun cuando pueda ser
calificado de administrativo por consideraciones de naturaleza
orgánica entre otras, la competencia para la anulación señala-
da no está otorgada por la Ley a los Tribunales contencioso
administrativos.

En efecto, el artículo 53 de la Ley de Registro Público dispone:

‘...La persona que se considere lesionada por una inscripción
realizada  en  contravención  de  esta  Ley  u  otras  Leyes  de  la
República podrá acudir ante la jurisdicción ordinaria a impug-
nar dicha inscripción. En todo caso la cancelación o anulación
de un asiento en el Registro presupone la extinción o anulación
del acto registrado...’

Como se observa, l a ci tada di sposi ci ón de l a L ey de Regi stro


Públ i co determi na que l as i mpugnaci ones contra asi entos re-
gi stral es deben ser conoci das por l a j uri sdi cci ón ordi nari a; y
no como equi vocadamente señal a el Tri bunal requerido en el
caso de autos...’ .

En consecuencia, y por aplicación de la j urisprudencia precedentemen-


te transcrita, si el derecho que se reclama es la nulidad del acta de
asamblea supra identificada, es evidente que el caso in comento debe
ser resuelto por la jurisdicción civil”.
138 COMPETENCIA

4. COMPETENCIA DE LA SALA CONSTITUCIONAL PARA


EJERCER LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL

Hecho
Sentencia: N° 34 de 24/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de la Sala Constitucional de sentencia Nº
01 de fecha 20 de enero de 2000. Caso: Emery Mata
Millán. Expediente 00-002.
CPC: Artículo 252
CRBV: Artículos 266, 334, 335 y 336, numeral 10°
LOADGC: Artículos 8, 9, 23, 24 y 26

“la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, al delimitar su compe-
tencia, expresó:

‘...En la recientemente promulgada Constitución de la Repú-
blica Bolivariana de Venezuela se creó el Tribunal Supremo de
Justicia; a este Tribunal, por intermedio de su Sala Constitu-
cional, le corresponde, conforme a lo dispuesto en el último en
el último aparte del artículo 266 de la Constitución, ejercer la
jurisdicción Constitucional.

...Omissis...

La jurisdicción constitucional comprende, entre otros asuntos,
no sólo declarar la nulidad de las leyes y demás actos de los
órganos que ejercen el poder público, dictados en ejecución
directa e inmediata de la Constitución o que tengan rango legal
(artículo 334 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela), sino también la revisión de las sentencias de am-
paro constitucional y de control de constitucionalidad de las
leyes o normas jurídicas dictadas por los Tribunales de la Re-
pública, en los términos establecidos por la ley orgánica res-
pectiva (numeral 10 del artículo 336 de la Constitución).

 ...Omissis...
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 139

Por tanto, esta Sala establece que ha sido facultada en


materia de amparo de la siguiente forma:

Por ser función de esta Sala según el artículo 335 de la


Constitución, la interpretación de dicha Carta Magna,
es claro que la materia de su conocimiento abarca las
infracciones constitucionales, como lo demuestran las
atribuciones que la Constitución de la República Boli-
variana de Venezuela otorga a la Sala Constitucional en
su artículo 336. Esta circunstancia la convierte en la Sala
que por la materia tiene la competencia para conocer, según
el caso, de las acciones de amparo constitucional propuestas
conforme  a  la  Ley  Orgánica  de Amparo  Sobre  Derechos  y
Garantías Constitucionales. Por otra parte debido a su condi-
ción de juez natural en la jurisdicción constitucional, la com-
petencia que contempla el artículo 8 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre (sic) Derechos y Garantías Constitucionales
ha desaparecido, ya que la materia constitucional correspon-
de a esta Sala (téngase presente que la creación de una Sala
con competencia constitucional, origina un criterio orgánico
para delimitar la competencia en el cual se encuentran com-
prendidos, necesariamente, todos los asuntos relacionados con
la Constitución).

...Omissis...

Reconoce esta Sala que a todo los Tribunales del país, incluyen-
do las otras Salas de este Supremo Tribunal, les corresponde
asegurar la integridad de la Constitución, mediante el control
difuso de la misma, en la forma establecida en el artículo 334 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pero
ello no les permite conocer mediante la acción de amparo las
infracciones que se les denuncian, salvo los Tribunales compe-
tentes para ello que se señalan en este fallo, a los que hay que
agregar  los  previstos  en  el  artículo  9  de  la  Ley  Orgánica  de
Amparo Sobre (sic) Derechos y Garantías Constitucionales.
140 COMPETENCIA

Consecuencia de la doctrina expuesta es que el llamado ampa-
ro sobrevenido que se intente ante el mismo juez que dicte un
fallo o un acto procesal, considera esta Sala que es inconve-
niente, porque no hay razón alguna para que el juez que dictó
un fallo, donde ha debido ser cuidadoso en la aplicación de la
Constitución, revoque su decisión y en consecuencia trate de
reparar un error, creando la mayor inseguridad jurídica y rom-
piendo así el principio, garante de tal seguridad jurídica, que
establece que dictada una sentencia sujeta a apelación, ella no
puede ser reformada o revocada por el Juez que la dictó, ex-
cepto  para hacer  las aclaraciones  dentro  del plazo  legal y  a
petición de parte. Tal principio recogido en el artículo 252 del
Código de Procedimiento Civil está ligado a la seguridad jurídi-
ca  que  debe  imperar  en  un  estado  de  derecho,  donde  es  de
suponer  que  las  sentencias  emanan  de  jueces  idóneos  en  el
manejo  de  la  Constitución  y  que  por  tanto  no  puedan  estar
modificándolas bajo la petición de que subsane sus errores.
Las violaciones a la Constitución que cometan los jueces se-
rán conocidas por los jueces de la apelación, a menos que sea
necesario restablecer inmediatamente la situación jurídica in-
fringida, caso en que el amparo lo conocerá otro juez compe-
tente  superior  a  quien  cometió  la  falta,  diferente  a  quien
sentenció u ordenó el acto que contiene la violación o infrac-
ción constitucional, en estos casos, los que aplique los artículos
23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre (sic) Dere-
chos y Garantías Constitucionales.

 ...Omissis...

Resultado de la doctrina que se expone, es que las Salas


de este Tribunal Supremo de Justicia que conocen am-
paros que no se han ejercido conjuntamente con recur-
sos contenciosos administrativos remitirán a esta Sala
las acciones de amparo que venían tramitando, mientras
que la Sala Político-Administrativa y la Sala Electoral
seguirán conociendo los amparos que se ejercieron o se
ejerzan conjuntamente con el recurso contencioso admi-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 141

nistrativo o electoral de anulación de actos o contra las


conductas omisivas...’”

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 73 20/12/02,
N° 69 de 20/12/02, N° 63 de 20/12/02, N° 59 de 19/
11/02, N° 6 de 18/11/02, N° 45 de 12/08/02, N° 39 de
23/07/02, N° 38 de 31/05/02 y N° 18 de 07/03/02.

5. COMPETENCIA DE LA SALA ELECTORAL EN LOS


CASOS DE RECURSOS INTERPUESTOS POR RAZONES
DE INCONSTITUCIONALIDAD E ILEGALIDAD
CONTRA ACTOS DE NATURALEZA ELECTORAL

Regulación
Sentencia: N° 17 de 24/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de la Sala Electoral del Tribunal Supremo
de  Justicia  de  sentencia  N°  2  de  10  de  febrero  de
2000. Caso: Cira Urdaneta de Gómez c/ Resolución
Nº 921001-46 emanada del extinto Consejo Supremo
Electoral. Expediente 0004.
EEPP: Artículo 30 numerales 1°, 2° y 3°

“...es oportuno destacar que la propia Sala Electoral de este Alto Tribu-
nal ha declarado su competencia para conocer de los casos, que versen
sobre recursos interpuestos por razones de inconstitucionalidad e ilega-
lidad contra actos de naturaleza electoral emanados de sindicatos, se-
ñalando lo siguiente:

‘...atendiendo al marco normativo constitucional que sirve de
base a los mencionados “criterios básicos”, esta Sala declara
142 COMPETENCIA

que además de las competencias que le atribuye el artículo 30
del Estatuto Electoral del Poder Público, en sus numerales 1, 2
y 3, para el proceso electoral del 28 de mayo de 2000, mientras
se dictan la Leyes Orgánicas del Tribunal Supremo y del Po-
der Electoral, le corresponde conocer:

1. Los recursos que se interpongan, por razones de inconstitu-
cionalidad o ilegalidad, contra los actos, actuaciones y omisio-
nes de los órganos del Poder Electoral, tanto los directamente
vinculados con los procesos comiciales, como aquellos relacio-
nados con su organización, administración y funcionamiento.

2. Los recursos que se interpongan, por razones de inconstitu-
cionalidad o ilegalidad, contra los actos de naturaleza electoral
emanados de sindicatos, organizaciones gremiales o colegios
profesionales, organizaciones con fines políticos, universida-
des nacionales, y de otras organizaciones de la sociedad civil.

3. Los recursos que se interpongan, por razones de inconstitu-
cionalidad o ilegalidad, contra actos, actuaciones u omisiones
relacionados con los medios de participación y protagonismo
del pueblo en ejercicio de su soberanía en lo político.

4. Los  recursos de  interpretación que  se interpongan  con el


objeto de determinar el sentido y alcance de la Ley Orgánica
del Sufragio y de Participación Política, de otras leyes que re-
gulen la materia electoral y la organización, funcionamiento y
cancelación  de  las  organizaciones  políticas,  en  cuanto  sean
compatibles con la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela...”  .
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 143

6. COMPETENCIA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL


PARA CONOCER DE LOS RECURSOS DE CASACIÓN
DE NATURALEZA AGRARIA

Regulación
Sentencia: N° 25 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CRBV: Artículo 262

“...con la entrada en vigencia de la Constitución de la República Boliva-
riana de Venezuela, se creó la Sala de Casación Social, a la cual se le
atribuyó, constitucionalmente, la competencia en la materia de casación
agraria, laboral y menores. Así lo recoge su artículo 262:

‘El Tribunal Supremo de Justicia funcionará en la Sala Plena y
en las Salas Constitucional, Político-administrativa, Electoral,
de Casación Civil, de Casación Penal y de Casación Social,
cuyas  integraciones  y  competencias  serán  determinadas  por
su Ley orgánica.

La Sala Social comprenderá lo referente a la casación agra-
ria, laboral y de menores’.

Bajo  este  esquema  estructural,  se  encuentra  constituido  actualmente


este Tribunal Supremo de Justicia, razón por la cual, en atención a las
normas comentadas, es indudable que a esta Sala se le suprimió la com-
petencia para conocer de los recursos  de casación y sobre juicios en
materia agraria, la cual, como ya se indicó, corresponde en la actualidad
a la Sala de Casación Social, dada la incompetencia sobrevenida, lo que
conlleva a que la Sala, carezca de potestad de juzgamiento para aque-
llas situaciones relativas al derecho agrario...”.
144 COMPETENCIA

7. COMPETENCIA DE LA SALA POLÍTICO ADMINISTRATIVA


DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA PARA CONOCER
DE LA REGULACIÓN DE JURISDICCIÓN

Otros
Sentencia: N° 01 de 24/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CPC: Artículos 59 y 62
LDIP: Artículo 57

“La Sala advierte que la regulación de la jurisdicción es un recurso de
elevada trascendencia que resuelve situaciones en las cuales está inte-
resada la soberanía de la República frente a la jurisdicción extranjera o
bien la autonomía del Poder Judicial frente a la Administración Pública,
y que su conocimiento está dado por ley a la Sala Político Administrati-
va de este Alto Tribunal.

En efecto, el artículo 59 del Código de Procedimiento Civil, en su último
aparte, señala lo siguiente: 

‘...En todo caso, el pronunciamiento del Juez sobre la jurisdic-
ción se consultará en la Corte Suprema de Justicia, en Sala Políiti-
coadministrativa, conforme a lo dispuesto en el artículo 62...’. 

Por su parte, la Ley de Derecho Internacional Privado, en su artículo
57, expresa lo siguiente:

‘...La falta de jurisdicción del Juez venezolano respecto del
Juez extranjero se declarará de oficio, o a solicitud de parte,
en cualquier estado o grado del proceso.

...Omissis...

En caso de afirmarse la jurisdicción de los Tribunales vene-
zolanos la causa continuará su curso en el estado en que se
encuentra al dictarse la decisión, pero la decisión que la nie-
gue deberá ser consultada en la Corte Suprema de Justicia,
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 145

Sala Político Administrativa, a cuyo efecto se le remitirá in-
mediatamente  los  autos  y  si  es  confirmada  se  ordenará  el
archivo del expediente...’.

Por ello, en virtud de que tanto la consulta como la regulación  de la
jurisdicción corresponde conocerlas a la Sala Político Administrativa de
este Máximo Tribunal, esta Sala de Casación Civil, de acuerdo con las
anteriores consideraciones, se declara incompetente para conocer de la
presente regulación de jurisdicción y, en consecuencia, declina la com-
petencia en la Sala Político Administrativa de este Alto Tribunal”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la pu-
blicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 4, en sentencia N° 02 de 31/05/02.

8. COMPETENCIA DE LA SALA POLÍTICO


ADMINISTRATIVA PARA CONOCER LAS ACCIONES
INCOADAS CONTRA LAS FUNDACIONES DEL ESTADO

Regulación
Sentencia: N° 14 de 24/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
LOAC: Artículos 100 y 108
LOCSJ: Artículos 43 y 42, numeral 15°

“El legislador patrio, en la novísima Ley Orgánica de la Administración
Central, zanjó la discusión existente sobre la naturaleza jurídica de las
fundaciones estatales (universitas bonorum), pues en su artículo 108
califica, claramente, como fundaciones del Estado a aquellas en las cuales
su patrimonio inicial se realice con aportes del Estado, en un porcentaje
mayor al cincuenta por ciento y, aunado a esto, en el artículo 100 eius-
dem, cuando define a las empresas del Estado, incluye en éstas a los
entes descentralizados funcionalmente dentro de los cuales figuran las
146 COMPETENCIA

fundaciones del Estado como un todo, pues les fue dada tal calificación
indistintamente que hayan sido creadas por la propia República, algún
estado, distrito metropolitano o municipio.

En tal sentido, esta Sala estima que la ratio legis de estas normas, es
que a los entes descentralizados y, por vía de consecuencia, a las fun-
daciones del Estado se les dé el mismo tratamiento y privilegios que a
las  empresas del  Estado, dentro  de los  cuales está  que las  acciones
que  se  intenten  contra  éstas  las  conozca  el  Máximo  Tribunal  de  la
República, todo de conformidad con lo previsto en el numeral 15 del
artículo 42 de la Ley Orgánica que rige las funciones y atribuciones
de este Alto Tribunal. 

Por tanto, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 42 de la ley
orgánica que rige las funciones y atribuciones de este Alto Tribunal,
anteriormente transcrito, en concordancia con el artículo 43 eiusdem, la
Sala  observa: 1) Que  al ser la demandada una  fundación del Estado,
constituida con el aporte íntegro del Estado, los intereses del mismo se
verían afectados en este caso; y 2) Que al haberse estimado la presente
acción en el libelo de demanda, en la cantidad de seis millones de bolí-
vares (Bs. 6.000.000,00), el requisito de la cuantía previsto en el artícu-
lo 42 ut supra transcrito está cumplido, todo lo cual determina que el
órgano jurisdiccional competente para conocer de la presente causa es
la Sala Político Administrativa de este Máximo Tribunal”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 147

9. COMPETENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA


PARA CONOCER DE LAS DEMANDAS CONTRA LA
REPÚBLICA, INSTITUTOS AUTÓNOMOS Y EMPRESAS
EN QUE EL ESTADO TENGA PARTICIPACIÓN DECISIVA.
CASO DE LOS ESTADOS Y MUNICIPIOS

Otro
Sentencia: N° 02 de 25/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CRBV: Artículo 266, ordinal 9º
LOAP: Artículo 100
LOCSJ: Artículos 42, ordinal 15º, 182, ordinal 2° y 183, ordi-
nal 1º

“La competencia del Tribunal Supremo de Justicia está determinada en
el artículo 266 de la Constitución de la República Bolivariana de Vene-
zuela, en cuyo ordinal 9º comprende las demás atribuciones que prevé
la ley. En concordancia con ello, el artículo 42 ordinal 15, de la Ley
Orgánica de la Corte Suprema de Justicia dispone que la competencia
para conocer de las demandas contra la República, Institutos Autóno-
mos  y  empresas en que el Estado tenga participación decisiva,
siempre que la cuantía sea mayor de cinco millones de bolívares y su
conocimiento no esté atribuido a otra autoridad, corresponde al Tribunal
Supremo de Justicia.

Esta norma extiende un privilegio que era exclusivo de la República, y
comprende en él a los Institutos Autónomos y empresas en que el Esta-
do tiene participación decisiva. En su interpretación y aplicación no ha
surgido duda respecto de las dos primeras personas jurídicas de dere-
cho público, pero sí en relación con la última, pues ella prevé los con-
ceptos de empresa, estado y participación decisiva, cuya determinación
correspondió a la jurisprudencia, hasta la promulgación de la Ley Orgá-
nica de la Administración Pública, publicada en la Gaceta Oficial Nº
37.305, de fecha 17 de octubre de 2001. 
148 COMPETENCIA

Resulta de importancia referir estos criterios de interpretación, por cuan-
to constituyen los antecedentes del tipo legal, y permiten una adecuada
comprensión del propósito perseguido por el legislador al incorporar la
definición de empresa del estado en el ordenamiento jurídico.

...Omissis...

En definitiva, ambas Salas unificaron los criterios y establecieron que
empresas del estado son aquellas en que la República u otras personas
jurídicas de derecho público, con exclusión de los estados y municipios,
tengan participación decisiva, bien por ser único accionista, socio ma-
yoritario, o socio minoritario siempre que se reserve el derecho de inter-
venir decisivamente en el control y administración de la empresa. 

Ahora bien, los diferentes criterios empleados para definir empresa
del estado hallaron solución en la Ley de la Administración Pública, la
cual  fue  publicada  en  la  Gaceta  Oficial  Nº  37.305,  de  fecha  17  de
octubre de 2001, cuyo Capítulo II regula lo relacionado con los órga-
nos que forman parte de la Administración Publica descentralizados
funcionalmente, entre los cuales comprende a los Institutos Autóno-
mos, a las Fundaciones, y a las empresas del Estado. El artículo 100
de esta ley dispone:

‘Son  empresas  del Estado  las  sociedades  mercantiles en  las


cuales la República, los estados, los distritos metropolitanos y
los municipios, o alguno de los entes descentralizados funcio-
nalmente a los que se refiere esta Ley, solos o conjuntamente,
tengan  una  participación  mayor  al  cincuenta  por  ciento  del
capital social’.

Ahora bien, aun cuando el artículo 100 de la Ley Orgánica de la Adminis-
tración Pública define como empresa del Estado aquella en que los esta-
dos y municipios son propietarios de más del cincuenta por ciento de las
acciones, el conocimiento para conocer de las demandas propuestas en
su contra está atribuido a otra autoridad, pues el artículo 183 ordinal 1º de
la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia dispone que:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 149

‘...Los tribunales competentes de acuerdo con las previsiones
de derecho común o especial, conocerán en primera instancia,
en sus respectivas Circunscripciones Judiciales:

1º De cualquier recurso o acción que se proponga contra los
Estados y Municipios...’. 

La  Sala estima  que esta  norma debe  ser interpretada  de acuerdo  con


los precedentes jurisprudenciales, los cuales acoge y reitera, en el sen-
tido de que comprende a los estados y municipios, así como a las em-
presas en que estas personas jurídicas de derecho público son propietarias
de más del cincuenta por ciento.

Por consiguiente, es criterio de esta Sala que la competencia para cono-
cer de las demandas propuestas contra las empresas en que los estados
y municipios tienen más del cincuenta por ciento de las acciones, está
atribuido por mandato del artículo 183 ordinal 1º de la Ley Orgánica de
la Corte Suprema de Justicia, a los tribunales competentes de acuerdo
con las previsiones de derecho común o especial, y por disposición del
artículo 182 ordinal 2º eiusdem, compete conocer a los tribunales supe-
riores con competencia en lo civil y contencioso administrativo, de las
apelaciones propuestas contra las sentencias dictadas por los Juzgados
de Primera Instancia a que se refiere el artículo 183 ibídem, es decir, de
aquellas decisiones recaídas en los juicios intentados contra un Estado o
Municipio,  o  contra  las  empresas  en  que  estas  personas  jurídicas  de
derecho público tengan participación decisiva”.
150 COMPETENCIA

10. COMPETENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE


JUSTICIA PARA RESOLVER LOS CONFLICTOS ENTRE
TRIBUNALES CON COMPETENCIA EN MATERIAS
DIVERSAS

Regulación
Sentencia: N° 26 de 11/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de la Sala Plena del Tribunal Supremo de
Justicia de sentencia Nº 30 de 02 de agosto de 2001.
Caso: José Valentín Sori y otros c/ Línea Unión San
Diego. Expediente 01-030.
CN: Artículo 215, ordinal 9º
CRBV: Artículos 262 y 266, ordinal 7º

“La atribución que tiene el Tribunal Supremo de Justicia para decidir los
conflictos de competencia que surjan entre tribunales ordinarios o espe-
ciales cuando no exista otro tribunal superior y común a ellos en el or-
den jerárquico, se encontraba prevista en el artículo 215, ordinal 9º, de
la derogada Carta Magna y, actualmente, está contemplada en el artículo
266 ordinal 7º, de la Constitución de la República Bolivariana de Vene-
zuela, el cual prevé:

‘...Son atribuciones del Tribunal Supremo de Justicia:

7. Decidir los conflictos de competencia entre tribunales, sean
ordinarios o especiales, cuando no exista otro tribunal superior
o común a ellos en el orden jerárquico...’. 

Ahora bien, es preciso señalar que jurisprudencialmente esta labor ha
correspondido a esta Sala de Casación Civil. Así, la Sala Plena de este
Alto Tribunal, señaló lo siguiente:

‘...Pero cuando se trate, como en el caso de autos, de con-


flictos entre tribunales con competencia sobre materias
diversas que corresponden, también, a distintas Salas de
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 151

este Supremo Tribunal, deberá decidir dicho conflicto la


Sala de Casación Civil,  debido  a  que,  fuera  del  ámbito  de
una precisa materia jurisdiccional, el conflicto de competencia
entre los órganos del Poder Judicial, se erige como un asunto,
fundamentalmente, de Derecho Adjetivo, y, concretamente, de
definición del alcance preciso de las atribuciones legal-
mente otorgadas a cada órgano jurisdiccional, sin que ello
implique, por supuesto, obviar el análisis de la materia
debatida, lo cual, a estos fines, debe realizarse tan sólo para
determinar a qué ámbito material de competencias jurisdiccio-
nales corresponde la controversia planteada; en virtud de lo
cual, estima la Sala, que tales determinaciones son afines con
la materia propia de la Sala de Casación Civil, a la cual debe
corresponder la regulación de competencias en estos casos...’.

Respecto a la jurisprudencia ut supra transcrita,  cabe señalar, que si
bien es cierto que esta Sala de Casación Civil se rige eminentemente
por normas de derecho adjetivo y la regulación de competencia es una
institución propia de ese derecho, ello no menoscaba la necesidad que
prevalezca el análisis de la materia debatida a los fines de determinar a
cuál de las Salas corresponde, en definitiva, dirimir los conflictos de
competencia que se planteen ante este Tribunal Supremo de Justicia.
Esta razón obedece al artículo 262 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que establece lo siguiente:

‘...El Tribunal Supremo de Justicia funcionará en Sala Plena, y
en las Salas Constitucional, Político administrativa, Electoral,
de Casación Civil, de Casación Penal y de Casación Social,
cuyas  integraciones  y  competencias  serán  determinadas  por
su ley orgánica.

La Sala Social comprenderá lo referente a la casación agraria,
laboral y de menores...’ 

De la norma bajo análisis se evidencia que la intención del constitu-
yente, al crear nuevas Salas, manifiesta su propósito de especializar
las funciones de cada una de ellas con respecto a las áreas que están
152 COMPETENCIA

dentro  de  su  esfera  de  competencia,  de  acuerdo  con  la  materia  del
caso  concreto.

En este sentido, atendiendo la voluntad del Constituyente ut supra se-
ñalada, esta Sala estima que cuando el asunto planteado trate, como
sucede en el caso de autos, de un conflicto entre tribunales con com-
petencias sobre materias diversas que correspondan igualmente a dis-
tintas  Salas  de  este  Supremo  Tribunal,  dicho  conflicto  deberá  ser
resuelto por la Sala que sea afín con la materia y naturaleza del asunto
debatido, tomando en consideración las reglas ya previstas para cada
caso en particular” .

Comentario: Esta doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 85
de 11/04/03, Nº 84 de 11/04/03, Nº 83 de 11/04/03, Nº
82 de 11/04/03, Nº 81 de 11/04/03, Nº 80 de 11/04/03,
Nº 79 de 11/04/03, Nº 78 de 11/04/03, Nº 77 de 11/04/
03, Nº 76 de 11/04/03, Nº 75 de 11/04/03, Nº 74 de 11/
04/03, Nº 73 de 11/04/03, Nº 72 de 11/04/03, Nº 71 de
11/04/03, Nº 70 de 11/04/03, Nº 69 de 11/04/03, Nº 68
de 11/04/03, Nº 67 de 11/04/03, Nº 66 de 11/04/03, Nº
65 de 11/04/03, Nº 64 de 11/04/03, Nº 63 de 11/04/03,
Nº 62 de 11/04/03, Nº 61 de 11/04/03, Nº 60 de 11/04/
03, Nº 59 de 11/04/03, Nº 58 de 11/04/03, Nº 57 de 11/
04/03, Nº 56 de 11/04/03, Nº 55 de 11/04/03, Nº 54 de
11/04/03, Nº 53 de 11/04/03, Nº 52 de 11/04/03, Nº 51
de 11/04/03, Nº 50 de 11/04/03, Nº 49 de 11/04/03, Nº
48 de 11/04/03, Nº 47 de 11/04/03, Nº 46 de 11/04/03,
Nº 45 de 11/04/03, Nº 44 de 11/04/03, Nº 43 de 11/04/
03, Nº 42 de 11/04/03, Nº 41 de 11/04/03, Nº 40 de 11/
04/03, Nº 39 de 11/04/03, Nº 38 de 11/04/03, Nº 37 de
11/04/03, Nº 36 de 11/04/03, Nº 35 de 11/04/03, Nº 34
de 11/04/03, Nº 33 de 11/04/03, Nº 32 de 11/04/03, Nº
31 de 11/04/03, Nº 30 de 11/04/03, Nº 29 de 11/04/03,
Nº 28 de 11/04/03 y Nº 27 de 11/04/03.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 153

11. COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES DE


PROTECCIÓN AL NIÑO Y AL ADOLESCENTES PARA
CONOCER DE LAS CAUSAS EN LAS CUALES LOS
MENORES Y ADOLESCENTES FIGUREN COMO
DEMANDADOS

Regulación
Sentencia: N° 03 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 33 de 24 de octubre de 2001.
Caso: Bertha Elena Reyes y otros c/ Sociedad Anó-
nima Compañía Nacional de Reforestación (CONA-
RE).  Expediente  00-0034,  y  Doctrina  de  la  Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de
sentencia Nº 314 de 4 de mayo de 2000. Caso: Eva-
risto Camilo (Loto Táchira) c/ Actos procesales dic-
tados por el Tribunal Quinto de Reenvío en lo Penal.
Expediente 00-183
LOPNA: Artículo 177

“...la competencia para conocer de las causas en las cuales los meno-
res  y  adolescentes  funjan  como  demandantes,  la  Sala  Plena  de  este
Tribunal Supremo de Justicia, precisó lo siguiente:

‘...Es por ello que, a juicio de la Sala, una coherente y lógica
interpretación del contenido del Parágrafo Segundo del artícu-
lo 177 de la Ley para la Protección del Niño y del Adolescente
implica necesariamente afirmar que no forma parte de la
competencia de los Tribunales de Protección del Niño y
del Adolescente ni de la Sala de Casación Social de este
Supremo Tribunal el conocimiento de las demandas de
naturaleza patrimonial o del trabajo incoadas por niños o
adolescentes...”.
154 COMPETENCIA

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 132
de 18/06/03, Nº 121 de 30/05/03, Nº 119 de 30/05/03,
Nº 110 de 30/05/03, Nº 108 de 30/05/03, Nº 102 de
16/05/03, Nº 100 de 16/05/03, Nº 93 de 16/05/03, Nº
90 de 16/05/03 y Nº 136 de 03/04/03. Asimismo, la
Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la publi-
cación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 4, en sentencia N° 80 de 20/12/02, N° 77
de 20/12/02, N° 67 de 20/12/02, N° 440 de 18/11/02,
N° 436 de 15/11/02, N° 48 de 25/09/02, N° 46 de 12/
08/02, N° 42 de 23/07/02, N° 40 de 23/07/02, N° 20
de 22/03/02 y N° 16 de 07/03/02.

12. COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES DEL TRABAJO


PARA CONOCER DE ACCIONES POR INDEMNIZACIÓN
DE DAÑOS PROVENIENTES DE ACCIDENTE O
ENFERMEDAD PROFESIONAL

Casación
Sentencia: N° 78 de 12/03/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 146 de 22 de mayo de 2001.
Caso: Julio Montes c/ Reencauchadora Guarapiche.
Expediente 00-061.
CC: Artículos 1.185 y 1.196
CPC: Artículo 28
CRBV: Artículo 262
LOTPT: Artículo 1

“...ha sido criterio reiterado de la Sala de Casación Civil que con rela-
ción a las distintas acciones que por indemnización de daños provenien-
tes de accidente o enfermedad profesional, son competentes los tribunales
del trabajo ‘para  acordar la reparación, por mandato  de  los artículos
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 155

1.185 y 1.196 del Código Civil, de todo daño material o moral causado
por el hecho ilícito del patrono’.

...Omissis...

los  tribunales  del  trabajo  de  primera  instancia  tendrán  dentro  de  sus
atribuciones ‘...conocer en Primera Instancia de todos los juicios del
trabajo y en general, de todos los asuntos que se indican en el artículo 1º
de la presente Ley...’. Este último artículo expresa lo que sigue:

‘...Los asuntos contenciosos del trabajo, que no correspondan
a la conciliación ni al arbitraje, y en todo caso, las cuestiones
de carácter contencioso que suscite la aplicación de las dispo-
siciones legales y de las estipulaciones de los contratos de tra-
bajo,  serán  sustanciados  y  decididos  por  los Tribunales  del
Trabajo que se indican en la presente Ley...’

Asimismo, el artículo 28 del Código de Procedimiento Civil, sobre la
competencia por la materia, establece:

‘...La competencia por la materia se determina por la natura-
leza de la cuestión que se discute, y por las disposiciones lega-
les que la regulan...’

...Omissis...

al entrar en vigencia la Constitución de la República Bolivariana de Vene-
zuela, se creó la Sala de Casación Social, a la cual se le atribuyó, consti-
tucionalmente, la competencia en la materia de casación agraria, laboral
y menores. Así lo expresa su artículo 262, de la siguiente manera:

‘...El Tribunal Supremo de Justicia funcionará en la Sala Plena
y en las Salas Constitucional, Político-Administrativa, Electo-
ral, de Casación Civil, de Casación Penal y de Casación So-
cial, cuyas integraciones y competencias serán determinadas
por su Ley Orgánica. La Sala Social comprenderá lo referente
a la casación agraria, laboral y de menores...’.
156 COMPETENCIA

Bajo el esquema estructural contenido en la Constitución de la Repúbli-
ca, en atención a las normas comentadas, es indudable que a esta Sala
se le suprimió la competencia para conocer de los recursos de casación
sobre juicios en materia laboral, el cual, como ya se indicó, corresponde
en la actualidad a la Sala de Casación Social.

Ahora bien, siendo que la competencia por la materia, como ya se ex-
presó, es de orden público eminente, no susceptible de convalidación
bajo ningún otro argumento, ni tan siquiera por el relativo a las jerar-
quías derivadas de la organización del poder judicial, es obligante para
esta Sala declinar la competencia para conocer, sustanciar y decidir el
presente asunto en la Sala de Casación Social, atendiendo en igual for-
ma a que gravitan en el caso al decir del demandante de la relación de
servicio de trabajo y se ejerce la indemnización de daño moral producto
de un infortunio laboral, a la cual podría ser aplicada la Ley Orgánica de
Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo, razones sufi-
cientes para que, sin prejuzgar sobre el mérito del fondo, esta Sala pro-
ceda a declarar su incompetencia”.

13. COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES PARA CONOCER


DE LA APERTURA DE LA SUCESIÓN

Regulación
Sentencia: N° 03 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CPC: Artículo 43, ordinal 1º

“la competencia en la apertura de la sucesión es el lugar de la muerte
de la persona de cuya herencia se trata, por lo que se concluye que en
el caso de especie el tribunal competente por el territorio para el cono-
cimiento del presente asunto es el tribunal declinante, es decir, el Juzga-
do Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y del
Tránsito del Primer Circuito Judicial de la Circunscripción Judicial del
estado Bolívar, con sede en Ciudad Bolívar, por cuanto fue en esta ciu-
dad donde murió el padre de la menor demandante, cuya aceptación de
herencia a beneficio de inventario se solicita”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 157

14. COMPETENCIA PARA CONOCER LOS CONFLICTOS


QUE SE SUSCITEN EN MATERIA DE AMPARO ENTRE
TRIBUNALES DE PRIMERA INSTANCIA

Regulación
Sentencia: N° 08 de 28/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de la Sala Constitucional del Tribunal Su-
premo de Justicia de sentencia Nº 457 de 24 de mayo
de 2000. Caso: Humberto Celestino Caicuto c/ el Pre-
fecto de la Parroquia Caigua y otros. Expediente 00-
0342.
CRBV: Artículo 336, numeral 10º
LOADGC: Artículo 12

“Al respecto la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justi-
cia, estableció lo siguiente: 

‘El artículo 12 de Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales dispone expresamente que: “Los
conflictos  sobre  competencia  que  se  susciten  en  materia  de
amparo entre Tribunales de Primera Instancia serán decididos
por el Superior respectivo”.

Ahora bien,  siendo que en el presente caso no existe


un Tribunal de Instancia que sea superior común a los
dos órganos judiciales entre los cuales se planteó el
conflicto, y que esta Sala es la máxima autoridad en
materia de amparo constitucional, tal y como lo dispo-
ne el artículo 336 numeral 10 de la Constitución, la mis-
ma se declara competente para conocer del presente
conflicto, y así se declara”.
158 COMPETENCIA

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, sentencia N° 01 de 29/01/02.

15. INEXISTENCIA PROCESAL DE LAS DECISIONES


DICTADAS POR JUECES INCOMPETENTES

Regulación
Sentencia: N° 06 de 28/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez

“esta Sala ha sostenido que siendo la competencia un requisito esencial
de validez de la sentencia de mérito, cuando un tribunal conoce indebi-
damente de un proceso que no le corresponde en atención a la materia,
las actuaciones relativas a la sustanciación de la causa son válidas, pero
en cuanto a la decisión ésta, es procesalmente nula”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 284
de 12/06/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia de la Colección Doctrina Judicial N° 4, en sen-
tencia N° 284 de 06/06/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 159

16. LAS DECISIONES DEL SUPERIOR QUE RESUELVAN, POR


VÍA INCIDENTAL, LA SOLICITUD DE REGULACIÓN DE
COMPETENCIA NO TIENEN CASACIÓN

Hecho
Sentencia: N° 13 de 28/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 13 de 18 de febrero de 1997.
Caso: Marcos José Ramírez c/ Fospuca, C.A. y otra.
Expediente 95-102
CPC: Artículo 312

“la Sala ha establecido que la ley no concede recurso de casación, ni
inmediato  ni  diferido,  contra  las  decisiones  de  alzada  que  resuelvan
por vía incidental la solicitud de regulación de competencia, entre otras,
en decisión de fecha 18 de febrero de 1997 señaló:

‘...En el vigente Código de Procedimiento Civil, concretamen-
te, en su artículo 312, se menciona, a los efectos del anuncio
del recurso, a las interlocutorias que causen un gravamen no
reparado por la definitiva, y nada dice de las interlocutorias de
declinatoria por incompetencia, surgiendo la duda de si éstas
están comprendidas en aquéllas, o si se tuvo en mientes, no
darles recurso.

La declinatoria del tribunal puede ser suscitada bajo la vigen-
cia del actual Código de Procedimiento Civil, únicamente por
la vía de regulación de competencia, no así el derogado Código
que permitía además la vía de la excepción dilatoria. De acuer-
do con el mecanismo procesal ahora establecido, la impugna-
ción al fallo que decida la cuestión previa de incompetencia
sólo es posible por la vía de regulación de competencia.

En la Exposición de Motivos del Código de Procedimiento Ci-
vil se enfatiza que en nuestro sistema, las excepciones dilato-
rias de incompetencia son fuentes de constantes dilaciones en
160 COMPETENCIA

el proceso por la incidencia que provocan y los recursos que
pueden hacerse valer contra las decisiones que las resuelven.
Son las excepciones más socorridas en la práctica, y se acude
a ellas maliciosamente, para impedir la entrada al fondo de la
causa, lográndose así una demora que en muchos casos exce-
de de varios años, mientras se agotan los recursos y se entra
finalmente al mérito de la causa.

Se señala además, que mediante las reglas de  regulación de
competencia se introduce un nuevo sistema sencillo y rápido,
que viene a sustituir al procedimiento de la excepción de in-
competencia y al del conflicto de competencia entre jueces,
con gran provecho para la celeridad del proceso y la pronta
entrada en el mérito de la causa.

Con tales fundamentos, la Sala estima que la intención del


legislador fue la excluir del recurso de casación a las decisio-
nes dictadas en materia de regulación de competencia...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 58
de 30/05/03 y Nº 18 de 28/02/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, de la Colección Doc-
trina Judicial N° 4, en sentencia N° 72 de 12/08/02 y
Nº 284 de 06/06/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 161

17. LA FALTA DE COMPETENCIA ALEGADA EN LA ETAPA


DE EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA DEFINITIVAMENTE
FIRME RESULTA EXTEMPORÁNEA

Regulación
Sentencia: N° 18 de 24/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 20 de 11 de octubre de 2001.
Caso: Nelson Cárdenas Serna c/ Libia Yasmine An-
zola. Expediente 01-087.
CPC: Artículo 256

“El artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, dispone lo siguiente:

‘Las partes pueden terminar el proceso pendiente, mediante la
transacción celebrada conforme a las disposiciones del Códi-
go Civil. Celebrada la transacción en el juicio, el juez la homo-
logará  si  versare  sobre  materias  en  las  cuales  no  estén
prohibidas las transacciones, sin lo cual no podrá procederse a
su ejecución...’

En ese sentido, esta Sala de Casación Civil, estableció lo siguiente:

‘...por efecto de haber quedado definitivamente firme el acto
bilateral de autocomposición procesal de convenimiento el cual
adquirió carácter de cosa juzgada.

La Sala observa, que el presente juicio se encuentra en etapa
de ejecución y que si bien la falta de competencia en razón de
la materia puede declararse en cualquier estado e instancia del
proceso, debe entenderse que la etapa de ejecución de la sen-
tencia definitivamente firme no es un estado del proceso, por-
que éste ha concluido con la sentencia definitivamente firme,
lo  que  determina,  que  se  ha  producido  la  terminación  de  la
contención o litis, por lo que resulta extemporáneo en tal situa-
ción, plantear, incluso de oficio, la falta de competencia’.
162 COMPETENCIA

De acuerdo al precedente jurisprudencial citado al encontrarse el juicio
en etapa de ejecución, no puede ser planteado en esta oportunidad la
falta de competencia, ya que si bien la misma puede declararse en cual-
quier estado e instancia del proceso, debe entenderse que la etapa de
ejecución de la sentencia definitivamente firme no es un estado del pro-
ceso, ya que éste concluyó con la transacción celebrada, y debidamente
homologada”.

18. PRINCIPIO DE LA PERPETUATIO JURISDICTIONIS

Regulación
Sentencia: N° 101 de 16/05/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CPC: Artículo 3

“El artículo 3° del Código de Procedimiento Civil, establece lo siguiente:

‘...La jurisdicción y la competencia se determinan conforme a
la situación de hecho existente para el momento de la presen-
tación de la demanda, y no tienen efecto respecto de ellas los
cambios posteriores de dicha situación, salvo que la ley dis-
ponga otra  cosa...’.

Esto es, que la potestad de juzgamiento y la competencia del órgano
jurisdiccional se determinan por la situación fáctica para el momento de
la introducción de la demanda, sin que pueda modificarse esa jurisdic-
ción  y  competencia  en  razón  de  los  cambios  que  se  presenten  en  el
curso del proceso. Ello, en resguardo de la seguridad jurídica”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 57 de 06/11/
02, N° 55 de 29/10/02, N° 43 de 12/08/02 y N° 02 de
31/05/02
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 163

19. REQUISITOS QUE DETERMINAN LA COMPETENCIA


AGRARIA

Regulación
Sentencia: N° 111 de 30/05/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de la Sala Especial Agraria de sentencia Nº
442 de 11 de julio de 2002. Caso: Ana María Ramírez
Cerrada  c/  José  Crispín  Ramírez  Cerrada  y  otros.
Expediente 02-310.

“...esta Sala considera oportuno destacar lo establecido por la Sala Es-
pecial Agraria, en relación con los requisitos necesarios para determi-
nar  la  naturaleza  agraria  de  las  causas  que  deben  ser  conocidas  por
dicha jurisdicción, indicando lo siguiente:

‘...Así pues, para resolver el presente conflicto de competen-
cia sustancial, se tendrá como norte la naturaleza del mismo,
en  función  de la  actividad  agraria  realizada,  de  manera  que
debe cumplirse con dos requisitos que determinan la compe-
tencia genérica de los Juzgados (sic) Agrarios (sic), que son:
A) Que se trate de un inmueble (predio rústico o rural) sus-
ceptible de explotación agropecuaria donde se realice activi-
dad de esta naturaleza y que la acción que se ejercite sea con
ocasión de esta actividad y B) Que ese inmueble no haya sido
calificado como urbano, o de uso urbano, por lo tanto ambos
requisitos legales deben cumplirse en forma concomitante para
que proceda la competencia del Tribunal (sic} Agrario (sic}...’”

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 4, en sentencia N° 62 de 20/12/02.
164 COMPETENCIA

20. SOLICITUD DE REGULACIÓN DE COMPETENCIA.


ALCANCE DEL ARTÍCULO 71 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTO CIVIL

Regulación
Sentencia: Nº 04 de 28/02/03.
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 21 de 11 de octubre de 2001.
Caso: Rafael Almeida Mikatti c/ Banco Canarias de
Venezuela, C.A. Expediente 01-457.
CPC: Artículos 51, 61,70 y 71

“El artículo 71 eiusdem, prevé lo siguiente:

‘...La solicitud de regulación de la competencia se propondrá
ante el Juez que se haya pronunciado sobre la competencia,
aun  en  los  casos  de  los  artículos  51  y  61,  expresándose  las
razones o fundamentos que se alegan. El Juez remitirá in-
mediatamente copia de la solicitud al Tribunal Superior
de la Circunscripción para que decida la regulación.  En
los casos del Artículo 70, dicha copia se remitirá a la Corte
Suprema de Justicia si no hubiere un Tribunal Superior común
a  ambos  jueces  en  la  Circunscripción.  De  la  misma  manera
procederá cuando la incompetencia sea declarada por un Tri-
bunal Superior...’.

...respecto a la competencia de esta Sala para resolver la solicitud de
regulación de competencia, es menester señalar que el artículo citado
ut  supra  establece  que  a  este Alto Tribunal  corresponde  conocer  di-
chas solicitudes sólo en dos casos: a) cuando ésta es formulada como
medio de impugnación de la decisión de incompetencia de un Tribunal
Superior; y, b) cuando se produce un conflicto de competencia  entre
dos tribunales que no tienen un superior común.

En este orden de ideas, la Sala mediante decisión de fecha 11 de octu-
bre de 2001, (caso: Rafael Almeida Mikatti c/ Banco Canarias de Vene-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 165

zuela, C.A.), reiteró la interpretación establecida en cuanto al propósito
y alcance del artículo citado (71 del Código de Procedimiento Civil),
estableciendo lo siguiente:

‘...De acuerdo con la norma antes citada, la solicitud de regu-
lación de competencia tramitada a instancia de parte, debe ser
decidida por el tribunal superior de la misma circunscripción
del tribunal donde se formuló, por lo cual el tribunal a quo
debió haber enviado al tribunal superior correspondiente los
recaudos respectivos, para que éste se pronunciara sobre di-
cha solicitud...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 126
de 18/06/03, Nº 124 de 16/05/03, Nº 106 de 16/05/03,
Nº 104 de 16/05/03, Nº 103 de 16/05/03, Nº 94 de 16/
05/03, Nº 92 de 16/05/03, Nº 88 de 16/05/03, Nº 86 de
16/05/03, Nº 23 de 03/04/03 y N° 22 de 24/03/03. Asi-
mismo, la Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en
la publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002”  del  Tribunal  Supremo  de  Justicia,  Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 70 de 20/12/
02, N° 66 de 20/12/02, N° 65 de 20/12/02, N° 64 de
20/12/02, N° 61 de 20/12/02, N° 52 de 29/10/02, N° 50
de 27/09/02, N° 49 de 27/09/02, N° 47 de 25/09/02, Nº
44 de 12/08/02, N° 41 de 23/07/02, N° 37 de 31/05/02,
N° 24 de 22/03/02 y N° 21 de 22/03/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 167

Contratos

1. EL ACTOR DEBE CUMPLIR CON SU OBLIGACIÓN


CONTRACTUAL COMO REQUISITO ESENCIAL PARA
DEMANDAR SU RESOLUCIÓN

Casación
Sentencia: N° 172 de 25/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CC: Artículo 1.124
CCOM: Artículo 141

“La necesidad de que el actor cumpla su obligación contractual como


requisito esencial para demandar su resolución, ha encontrado apoyo en
importante doctrina nacional y extranjera sobre el particular:

‘...Es necesario que la parte que intente la acción por resolu-


ción haya cumplido u ofrezca cumplir con su obligación, por-
que de no ofrecer cumplir con su obligación, no habrá lugar a
la resolución. En este sentido, el artículo 141 del Código de
Comercio establece la resolución de pleno derecho en la venta
a favor de la parte que antes del vencimiento del contrato haya
ofrecido a la otra parte, de la manera acostumbrada en el co-
168 CONTRATOS

mercio, la entrega de la cosa vendida, o el pago del precio si


ésta no cumple su obligación’.

De igual forma, el autor Luis Diez-Picaso ha señalado sobre el


particular lo siguiente:

‘...De acuerdo con la letra del Art. 1.124, el ejercicio de la


facultad resolutoria en él prevista exige solamente que entre
las partes exista una relación obligatoria de carácter sinalag-
mático u ‘obligaciones recíprocas’, como el artículo las deno-
mina; y que uno de los obligados no cumpliere lo que le incumbe.
Sin embargo, la reiterada aplicación del precepto, que ha dado
lugar, como ya hemos dicho, a una copiosísima jurisprudencia,
obliga a matizar esa inicial simplicidad’.

...Omissis...

‘Señala U. Carnevalli que no es infrecuente que en el proce-


so en que se ventilan las cuestiones relativas a la resolución,
el demandado se defienda imputando al actor la acusación de
que éste ha incidido en incumplimiento. En la jurisprudencia
española el tema no es tampoco infrecuente y el TS ha dicho,
matizando la máxima de que la legitimación activa corres-
ponde al contratante cumplidor y la pasiva al contratante in-
cumplidor, que puede ser también demandante en la resolución
el contratante que no ha cumplido cuando su incumplimiento
se encuentra causado o es consecuencia del incumplimiento
del demandado. De esta manera, parece que se debe valorar
la relación causal del doble incumplimiento, para tratar de
justificar una decisión y privar de justificación a la otra; deci-
sión que puede ser la desestimación de la demanda de reso-
lución si el demandante era incumplidor previo, anterior o con
inferior justificación al demandado también incumplidor. No
resulta fácil saber si la privación de la facultad resolutoria se
produce por el juego de una excepción inadimpleti contrac-
tus, que se da frente a la pretensión de cumplimiento y que
se alarga para determinar la acción resolutoria o si se trata
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 169

de un problema de falta de acción por no darse las condicio-


nes que la ley requiere.

El problema se complica en los casos en que las dos partes,


en el mismo proceso, ejercitan acciones o facultades resolu-
torias, el actor en la demanda y el demandado por vía recon-
vencional, si bien, como es lógico, en cada uno de los casos
para imputar las consecuencias a la otra parte. En una situa-
ción como la descrita, puede procederse a un examen de los
presupuestos de cada una de las acciones, admitiendo o esti-
mando una de ellas y rechazando la otra bien o bien recha-
zando ambas, por falta de fundamento y dejando el contrato
vigente entre las partes. Sin embargo, frente a ello se ha se-
ñalado con acierto que, cuando existen dos contrapuestas
demandas de resolución, mantener el contrato y la relación
contractual entre las partes resulta paradójico y, finalmente,
contradictorio con la voluntad de las mismas, por lo que algún
sector doctrinal ha propuesto que en tales casos se acepte la
demanda de resolución por imposibilidad sobrevenida de la
ejecución del contrato.

Por lo demás, ante un enfrentamiento de dos acciones resolu-


torias, puede seguirse también la vía de una valoración compa-
rativa de los incumplimientos, para decidir cuál de ellos debe
considerarse prevalente para pronunciar la resolución. Para
llevar a cabo esta valoración comparativa se han propuesto los
criterios de la prioridad cronológica (el primer incumplimiento
en sentido temporal es que debe producir la resolución); crite-
rios de causalidad (debe producir la resolución el que es causa
de los demás), y criterios de proporcionalidad, de acuerdo con
los cuales debe considerarse incumplimiento resolutorio aquel
que incida en mayor medida sobre el equilibrio sinalagmático
o, si se prefiere decirlo así, sobre la economía del contrato”.
170 CONTRATOS

2. LA INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS ES UNA


CUESTIÓN DE HECHO RESERVADA A LOS JUECES DE
MÉRITO. FORMA DE DENUNCIARLO EN CASACIÓN

Casación
Sentencia: N° 57 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CPC: Artículo 12

“El artículo 12 del Código de Procedimiento Civil, establece:

‘...En la interpretación de contratos o actos que presenten os-


curidad, ambigüedad o deficiencia, los jueces se atendrán al
propósito y a la intención de las partes o de los otorgantes,
teniendo en mira las exigencias de la ley, de la verdad y de la
buena fe...’

El anterior precepto normativo le atribuye a los jueces de instancia la


interpretación de los contratos, quienes realizan la labor de indagar la
voluntad e intención de las partes contratantes al establecer determina-
das obligaciones y derechos. Los Tribunales del fondo son los únicos
que pueden establecer lo que cada una de las partes ha dado o prome-
tido, el alcance y extensión de las respectivas prestaciones y hasta las
consecuencias que pudieron ser previstas al tiempo de celebrar el con-
venio. En consecuencia, la interpretación de los contratos es materia
reservada a los jueces de instancia, de la cual, sólo puede conocer esta
Sala, cuando se denuncie la comisión por el Juez de una suposición falsa
o un error en la calificación del contrato; motivo por el cual las conclu-
siones que aquéllos sostengan en ese campo, escapan a la censura de
casación, salvo que se alegue alguna de las situaciones excepcionales
en que esta Suprema Instancia, pueda extenderse al establecimiento y
apreciación de los hechos o al fondo de la controversia”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 171

2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección


Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 320 de 26/
07/02, N° 279 de 31/05/02, N° 241 de 30/04/02 y N°
25 de 24/01/02. Asimismo, esta Doctrina ha sido ex-
puesta en la publicación “Doctrina de la Sala de Ca-
sación Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo de
Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1, en senten-
cia N° 294 de 11/10/01.

En este sentido, la sentencia Nº 80 de 13/03/03, ratifica el criterio en los


términos siguientes:

‘...La Sala de Casación Civil ha señalado en pacífica doc-


trina, que es de la soberanía de los jueces de instancia la
interpretación del contrato, a menos que el Juez incurra
en desnaturalización o desviación intelectual de su conte-
nido, situación que puede denunciarse a través del primer
caso de suposición falsa. En efecto, al respecto ha señalado
la Sala en sentencia de fecha 29 de noviembre de 1995,
Universidad Central del Venezuela contra Banco Provin-
cial de Venezuela, C.A., hoy Banco Provincial SACA., en
el expediente N° 94-703, N° 569 lo siguiente:

...Constituye doctrina reiterada de esta Corte, que la interpre-


tación de los contratos es cuestión de hecho reservada a los
jueces de instancia, controlable por esta Sala sólo cuando el
sentenciador hubiese incurrido en suposición falsa, salvo que
el Juez califique erróneamente el negocio jurídico, y lo subsu-
ma en una norma que no es aplicable, error este de derecho.

En sentencia de fecha 11 de marzo de 1992, expresó la Sala:

‘La interpretación de los contratos, de acuerdo a reiterada


doctrina de esta Sala, es de la soberanía de los jueces de ins-
tancia, y la decisión que al respecto ellos produzcan, sólo será
atacable en Casación por denuncia de error en la calificación
del contrato, error este de derecho, o por suposición falsa.
172 CONTRATOS

Ahora bien, ha admitido esta Corte la casación por desnatura-


lización de una mención contenida en el contrato, que conduci-
ría a que la cláusula establecida en el mismo, produzca los
efectos de una estipulación no celebrada.

El límite entre la soberana interpretación del contrato y la ter-


giversación o desnaturalización de la voluntad contractual está
constituido por la compatibilidad de la conclusión del Juez con
el texto de la mención que se interpreta. Si el establecimiento
de los hechos por el Juez es compatible con la expresión de la
voluntad de las partes, estamos en la esfera de la interpreta-
ci ón; si, por el contrario, la conclusión del sentenciador
no es compatible con el texto, estaríamos en presencia de
una desnaturalización del contrato’.

En aplicación de la doctrina transcrita, la Sala establece que la


desviación ideológica cometida por el juez en la interpretación
de los contratos, sólo puede ser atacada mediante el primer
caso de suposición falsa, para cuya denuncia el formalizante
debe cumplir con los siguientes requisitos: a) Indicar el hecho
positivo y concreto que el juzgador haya dado por cierto va-
liéndose de una suposición falsa; b) Indicar el caso específico
de suposición falsa a que se refiere la denuncia, pues el enca-
bezamiento del artículo 320 del Código de Procedimiento Civil
prevé tres (3) hipótesis distintas; c) Señalar el acta o instru-
mento cuya lectura patentice la suposición falsa; d) Indicar y
denunciar el texto o los textos aplicados falsamente, porque el
Juez da por cierto un hecho valiéndose de una suposición fal-
sa; e) Exponer las razones que demuestren que la infracción
cometida fue determinante de lo dispositivo de la sentencia...’

...Omissis...

Nuevamente debe reiterar esta Sala de Casación Civil, que la


interpretación del contrato es de la soberanía de los jueces de
instancia, y la desnaturalización o desviación intelectual de su
contenido es denunciable mediante el primer caso de suposi-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 173

ción falsa. Es decir, no por error de derecho propiamente di-


cho (infracción de ley), sino mediante el alegato del error de
hecho o de percepción en el juzgamiento de los hechos, lo cual
constituye uno de los supuestos de excepción previstos en el
artículo 320 del Código de Procedimiento Civil”.

3. REQUISITOS PARA LA VIALIDAD DE LA ACCIÓN


RESOLUTORIA CONTRACTUAL

Casación
Sentencia: N° 172 de 25/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez

“La Sala estableció:

‘...la jurisprudencia ‘exige para la viabilidad de la acción reso-


lutoria la prueba de los siguientes requisitos; a) la existencia
de un vínculo contractual vigente entre quienes lo concerta-
ron; b) la reciprocidad de las prestaciones estipuladas en el
mismo, así como su exigibilidad; c) que semejante resultado se
haya producido como consecuencia de una conducta de éste
que de un modo indubitado, absoluto, definitorio e irreparable
lo origine, y e) que quien ejercita la acción no haya incumplido
las obligaciones que le concernían, salvo si ello ocurriera como
consecuencia del incumplimiento anterior del otro, pues la con-
ducta de éste es lo que motiva el derecho a la resolución de su
adversario y lo libera de su compromiso’. Aun cuando estas
afirmaciones requieren alguna puntualización, constituyen un
buen pórtico para introducirse en el tema, en el cual deben ser
básicamente estudiadas tres cuestiones: el ámbito de aplica-
ción de la resolución por incumplimiento; la legitimación activa
para el ejercicio de la acción, y las características que el in-
cumplimiento debe revestir para que pueda ser caracterizado
como incumplimiento resolutorio...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 175

Corrección Monetaria

1. LA OPORTUNIDAD Y POSIBILIDAD DE SOLICITAR LA


INDEXACIÓN SE ENCUENTRA VINCULADA A LA
CLASE DE DERECHO DEBATIDO EN EL JUICIO

Hecho
Sentencia: N° 05 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez

“la Sala ha establecido que el juez puede acordar de oficio la indexación


si la controversia versa sobre derechos no disponibles e irrenunciables,
y en caso de que el debate judicial consista en intereses y derechos
privados y, por tanto, disponibles, queda a cargo de la parte solicitar el
ajuste monetario.

La indexación judicial solicitada en el libelo de demanda amplía los lími-


tes que deberán ser tomados en cuenta por el Juez al momento de esta-
blecer la condena a pagar.

...Omissis...

En consecuencia, si el accionante reclama el pago de una cantidad de


dinero, debe establecer los límites de la cantidad requerida, lo que com-
176 CORRECCIÓN MONETARIA

prende el ajuste por desvalorización de la moneda. Por esta razón la


petición de indexación hecha en el libelo puede entenderse perfecta-
mente como delimitación por parte del actor, de los límites del objeto de
la pretensión procesal.

Ahora bien, en el libelo el actor puede solicitar el ajuste del valor del
monto reclamado desde que el deudor incurrió en mora hasta la fecha
de presentación de la demanda; e igualmente puede solicitar la correc-
ción monetaria a que haya lugar por efecto de la devaluación que sufra
la cantidad reclamada durante el transcurso del juicio. En el primer caso,
la indexación es perfectamente determinable por el actor, la cual debe
fijar en atención a los índices especificados por el Banco Central de
Venezuela; pero en el segundo, está presente la dificultad de determinar
el tiempo en que terminará el juicio”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 345 de 30/
07/02.

2. OPORTUNIDAD EN QUE DEBE SER SOLICITADA

Nulidad y Casación
Sentencia: N° 06 de 25/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 364 de 23 de octubre de
1996. Caso: Damas Camacho Chacón c/ La Venezo-
lana de Seguros C. A. Expediente 96-001.

“la jurisprudencia de la Sala ha establecido que la corrección monetaria


debe ser solicitada en la demanda, debido a que se trata de derechos
privados y disponibles, cuyo cumplimiento debe ser reclamado expresa-
mente por el actor, a fin de que sobre él recaiga la obligación del Juez
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 177

de dictar decisión expresa, positiva y precisa; de lo contrario, al ser


pedida en otra oportunidad se trataría de una reforma de la demanda no
permitida por la ley...”

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 283 de 06/
06/02, N° 168 de 08/03/02 y N° 134 de 07/03/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 179

Costas

1. INSTITUCIONES FINANCIERAS DEL ESTADO QUE NO


PUEDEN SER CONDENADAS EN COSTAS

Casación
Sentencia: N° 170 de 25/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
LBIV: Artículo 37 numeral 5º
LOHPN: Artículo 10

“La Sala de Casación Civil en pacífica doctrina, ha establecido que el


Banco Industrial de Venezuela, C.A., no puede ser condenado en cos-
tas, por aplicación del artículo 37 numeral 5° del Decreto Ley del Banco
Industrial de Venezuela. En efecto, sobre el particular la Sala ha señala-
do lo siguiente:

‘...los privilegios otorgados por la Ley del Banco Industrial de


Venezuela en su artículo 37, tienen aplicación mientras la Re-
pública Bolivariana de Venezuela o alguna de sus instituciones
mantenga una importante participación accionaria en el capital
del referido Banco. Ciertamente, es una prerrogativa procesal,
destinada a proteger los intereses de la Nación.
180 COSTAS

Nótese cómo el privilegio otorgado al Banco Industrial de Ve-


nezuela, C.A., en el artículo 37 numeral 5° de la Ley antes
señalada, es de idéntica redacción a la prerrogativa otorgada a
la Nación por el artículo 10 de la Ley Orgánica de la Hacienda
Pública Nacional, es decir, que el privilegio otorgado a la enti-
dad bancaria no excede los límites que la referida ley orgánica
le concede a la Nación. En otras palabras, la protección que se
está confiriendo a los intereses del Banco Industrial de Vene-
zuela, C.A., no es más que la defensa de los intereses de la
Nación venezolana.

El Estado venezolano tiene el derecho y el deber de proteger,


regular y controlar sus intereses patrimoniales, y para ello, puede
dictar el marco legal apropiado que le permita alcanzar tal fin.

...Omissis...

De acuerdo al citado criterio de la Sala, ni el Banco Industrial


de Venezuela ni las instituciones financieras del Grupo Finan-
ciero Banco Industrial de Venezuela, pueden ser condenadas
en costas...’

...Omissis...

De igual forma, la Sala ya señaló que el artículo 10 de la Ley


Orgánica de la Hacienda Pública Nacional exime a la Nación
del pago de las costas procesales, y que este privilegio va a
tono con el concedido al Banco Industrial de Venezuela, C.A.,
pues la protección que se está confiriendo a los intereses del
referido Banco no es más que la defensa de los intereses de la
Nación venezolana, en razón de su composición accionaria...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 181

2. LA CONDENATORIA EN COSTAS DE CONFORMIDAD


A LO ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 320 DEL
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

Casación
Sentencia: N° 47 de 09/05/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CPC: Artículos 320 y 437

“El artículo 320 del Código de Procedimiento Civil regula la actividad de


la Sala en el examen de los diversos motivos del recurso de casación,
sean denunciados por el formalizante o bien declarados de oficio, y de-
termina los efectos de ese pronunciamiento, entre los cuales compren-
de la condenatoria en costas.

En este sentido, el penúltimo aparte del referido artículo 320 dispone


que: “En la sentencia del recurso se hará pronunciamiento expreso so-
bre las costas conforme a lo dispuesto en el Título VI de este Libro”.
En criterio de esta Sala, el legislador emplea el término “sentencia del
recurso” para referir la decisión que contenga el análisis sobre los di-
versos motivos del recurso de casación, pues como fue explicado en el
párrafo anterior, esta norma regula la actividad de la Sala en el examen
sobre la procedencia o no del medio extraordinario.

Por consiguiente, la Sala considera que esta primera parte de la norma


sólo comprende lo relacionado con la imposición de costas por ser de-
clarado sin lugar el recurso de casación.

Acto seguido, el penúltimo aparte del artículo 320 del Código de Proce-
dimiento Civil hace referencia precisa a los dos otros casos en que es
obligatoria la condena en costas, que consisten en desistimiento o pere-
cimiento del recurso de casación, sin incluir la declaratoria de inadmisi-
bilidad del recurso de casación.

En relación con ello, la Sala deja sentado que de forma pacífica e inve-
terada ha reiterado el criterio expresado en sentencia de fecha 13 de
182 COSTAS

abril de 1971, con ponencia del Magistrado Doctor José Román Duque
Sánchez, en el caso SUTRA METAL BOLÍVAR c/ SIDOR, de confor-
midad con el cual no hay condenatoria en costas por ser declarado inad-
misible el recurso de casación, “...por no concurrir ninguno de los
presupuestos del artículo 437 del Código de Procedimiento Civil...”,
norma esta que fue sucedida por el artículo 320, la cual constituye nor-
ma especial en materia de costas del recurso de casación, que de forma
expresa y precisa no prevé el supuesto de inadmisión del recurso, como
sí lo hace respecto del perecimiento y del desistimiento.

La Sala estima que esta exclusión del legislador encuentra justificación


en la circunstancia de que el sistema general de condena en costas, está
inspirado en la necesidad de reembolsar o indemnizar los gastos procesa-
les que la actuación de una parte ha ocasionado a la otra u otras, sea por
resultar vencido en el proceso o una incidencia, o bien sin éxito el medio
propuesto, o confirmada en todas sus partes la sentencia recurrida.

...Omissis...

Sobre este particular, la Sala ha establecido que “...las costas son los
gastos ocasionados como consecuencia directa de las actividades
de las partes en el proceso, y son por cuenta de la respectiva que
hace dichas actividades por sí, o por medio de otro en su nombre
en el proceso, mientras no se pronuncie la sentencia que es el título
constitutivo de pagar las costas, conforme a la ley que determina
cuál de las partes debe pagarlas...”.

3. MODALIDADES DE LA CONDENATORIA EN COSTAS

Casación
Sentencia: N° 404 de 25/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CPC: Artículos 274, 281 y 320

“De conformidad con el texto procesal vigente, existen dos especies de


condena en costas, la genérica, contenida en el artículo 274 del Código
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 183

de Procedimiento Civil y la específica, contenida en los artículos 281 y


320 eiusdem.

En cuanto a la primera, debemos entender como parte totalmente ven-


cida al actor cuya demanda es declarada sin lugar en todas sus partes,
pues el vencimiento recíproco sólo se da por efecto de la reconvención
y de pretensiones recíprocas, donde cada una de las partes es totalmen-
te vencida por la otra en cuanto a la demanda principal y a la mutua
petición, originando que cada parte sea condenada al pago de las costas
de su contraria.

Respecto a la segunda, la específica, tenemos dos supuestos, el prime-


ro, referido a la condenatoria en costas de la parte apelante de una
sentencia que luego es confirmada en todas sus partes; y el segundo,
relativo a la condena en costas del recurso extraordinario de casación
declarado improcedente; también figuran los casos de desistimiento y
perecimiento.

Ahora bien, el artículo 281 del Código de Procedimiento Civil, referido a


la condena específica en costas, según lo señalado anteriormente, tex-
tualmente dispone:

‘...Se condenará en las costas del recurso a quien haya apelado


de una sentencia que sea confirmada en todas sus partes...’.

La aplicación en contrario de dicha norma nos permite deducir que no


será condenado en costas del recurso, quien habiendo apelado de una
sentencia obtenga la procedencia de tal recurso, y analógicamente, tam-
poco el formalizante de un recurso extraordinario de casación que sea
declarado con lugar”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la publi-


cación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judi-
cial N° 4, en sentencia N° 475 de 20/12/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 185

Créditos Fiscales

1. DE LA SOLICITUD DE EJECUCIÓN DE CRÉDITOS


FISCALES

Casación
Sentencia: N° 110 de 03/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
COT: Artículos 204 y 340

“La solicitud de ejecución de créditos fiscales deberá interponerse ante el


Tribunal Contencioso Tributario competente, no obstante a ello el artículo
340 parágrafo único eiusdem, dispone que los juicios ejecutivos que estu-
viesen pendientes en los tribunales de la jurisdicción ordinaria, en primera
o en segunda instancia, para la fecha de entrada en vigencia, continuarán
ventilándose en dicha jurisdicción hasta su conclusión definitiva.

Pues bien, por cuanto para la fecha de entrada en vigencia del Código
Orgánico Tributario el asunto bajo análisis se encuentra pendiente de
decisión ante los Tribunales Civiles, de conformidad con el contenido y
alcance de la norma comentada, le corresponde a esta Sala conocer y
decidir en casación lo relativo al recurso ejercido contra la sentencia
dictada por el Juzgado Superior Segundo en lo Civil y Mercantil de la
Circunscripción Judicial del estado Zulia.
186 CRÉDITOS FISCALES

...Omissis...

...en los procedimientos de ejecución de crédito fiscal, sólo es posible


oponer cuestiones previas si se ha formulado la oposición fundamenta-
da en alguna de las tres causales taxativas establecidas en el artículo
204 del Código Orgánico Tributario; lo cual, a su parecer, constituye
una subversión grave del procedimiento que creó una carga procesal no
establecida en la ley y que ocasionó un estado de desigualdad o des-
equilibrio procesal que le provocó indefensión, pues no existe norma de
derecho que establezca como requisito sine qua non para promover
cuestiones previas, el que se tenga que invocar alguna de las causales
de oposición al crédito fiscal”.

2. SI EL DEMANDADO NO HACE OPOSICIÓN AL PAGO


NO LE ES DADO ALEGAR CUESTIONES PREVIAS.
ALCANCE DEL ARTÍCULO 204 DEL CÓDIGO
ORGÁNICO TRIBUTARIO

Casación
Sentencia: N° 110 de 03/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
COT: Artículo 204
CPC: Artículos 350, 590, 656 y 657

“...si en el juicio de ejecución de crédito fiscal, el demandado no hace opo-


sición al pago y, en consecuencia, no fundamenta su defensa en una de las
tres causales taxativamente previstas en el artículo 204 del Código Orgáni-
co Tributario, no le es dado alegar cuestiones previas, pues no existiendo
contradicción sobre la ejecutividad del crédito fiscal intimado, el procedi-
miento del juicio ordinario no es aplicable y por lo tanto, no se puede optar
por oponer sólo cuestiones previas en la oportunidad de la oposición.

...Omissis...

En razón de que la norma legal in comento, ordena que el juicio sobre


las excepciones opuestas, hoy cuestiones previas, se siga por los trámi-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 187

tes del ordinario previstos en el Código de Procedimiento Civil, la Sala


se permite traer a colación el artículo 657 del mismo texto legal, que
prevé la sustanciación en los procedimientos de ejecución de créditos
fiscales, la cual preceptúa:

‘...Hecha la oposición, se abrirá la causa a pruebas y se segui-


rá en lo adelante por los trámites del procedimiento ordinario.
La oposición formulada de conformidad con el artículo 656,
suspenderá la ejecución, si el demandado constituye caución o
garantía de las previstas en el artículo 590 para responder de
las resultas del juicio, por la cantidad que fije el Tribunal.

...Omissis...

las cuestiones previas deben ser opuestas en la oportunidad de


la oposición a la ejecución del crédito fiscal, y no en ninguna
otra, es decir, su promoción no suspende la oportunidad de
formular oposición sino que junto a dicha defensa podrá ha-
cerlas valer, si lo cree pertinente a sus derechos e intereses,
en otras palabras, ambos actos se concentran en esa misma
oportunidad, distinto a lo que ocurre en el procedimiento ordi-
nario, que al promoverlas difiere el acto de contestación de la
demanda, ya que se oponen en vez de ésta, lo que no sucede
en el juicio de ejecución de crédito fiscal’.

Cuando la norma contenida en el artículo 657 del Código de Procedimiento


Civil, hace referencia a que las cuestiones previas serán alegadas ‘junto
con los motivos en que se funde la oposición’, el Legislador no está estable-
ciendo como condición para promover cuestiones previas el hecho de que
necesariamente deba formularse también oposición, en otras palabras, no
se está condicionando la propuesta de cuestiones previas a la oposición, se
está refiriendo la norma a la oportunidad del acto. Por lo tanto, en esta
clase de procedimiento, si llegada la oportunidad para oponerse a la ejecu-
ción del crédito fiscal, el intimado opta por promover sólo cuestiones pre-
vias, ciertamente no tendrá otra oportunidad para ir en contra del fondo de
la demanda y en consecuencia, se abrirá al juicio ordinario solamente en lo
que respecta a la incidencia de las cuestiones previas.
188 CRÉDITOS FISCALES

De lo anterior es concluyente señalar, que puede perfectamente el deu-


dor, en la oportunidad establecida en el Código Orgánico Tributario, para
oponerse a la ejecución del crédito fiscal, optar por promover cuestio-
nes previas caso en el cual se entenderá abierta una articulación proba-
toria de ocho días para promover y evacuar pruebas, sin necesidad de
decreto o providencia del Juez, y el Tribunal decidirá dentro de los diez
días siguientes al vencimiento de la articulación, sin perjuicio de que
antes del fallo, la parte pueda subsanar los defectos y omisiones invoca-
das conforme a lo dispuesto en el artículo 350 del Código de Procedi-
miento Civil.

Aducir lo contrario, es decir, condicionar la viabilidad de promover cues-


tiones previas, al requisito de interponer alguna causal de oposición,
sería interpretar el artículo 657 del Código de Procedimiento Civil, en
forma meramente literal y limitante del derecho a la defensa y al debido
proceso, hecho este que contrastaría principios tutelados ampliamente
por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y reduci-
ría al absurdo considerar que si el intimado no se opuso, no puede de-
fenderse invocando, entre otras la incompetencia, defectos de forma
del escrito de la demanda, condiciones o plazos pendientes, cuestiones
prejudiciales, cosa juzgada, caducidad o prohibición de la ley de admitir
la acción propuesta”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 189

Cuestiones Previas

1. APELABILIDAD DE LAS DECISIONES DICTADAS EN


INCIDENCIAS DE CUESTIONES PREVIAS

Hecho
Sentencia: N° 15 de 28/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 351 de 30 de julio de 2002.
Caso: Mery Josefina Segovia y otro c/ Alfredo Anto-
nio Maione Gagliardi. Expediente 01-052

“...la Sala expresó:

‘...En conclusión, se ratifica la doctrina de la Sala que estable-


ce como única excepción, que las decisiones que se dicten en
incidencias de cuestiones previas y que rechacen la actividad
realizada por el actor para corregir los defectos u omisiones
indicados y concluyen extinguiendo el procedimiento, tienen
apelación en ambos efectos y casación; no así, la decisión que
se tome dentro de la referida incidencia y que no le ponga fin
al juicio por considerar el sentenciador que el aludido vicio o
defecto fue suficientemente subsanado...”.
190 CUESTIONES PREVIAS

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia Nº 51 de 30/04/
02. Asimismo, esta Doctrina ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 171
de 25/05/00.

En este sentido, la sentencia Nº 69 de 28/02/03, ratifica el criterio en los


términos siguientes:

“Esta Sala en sentencia de fecha 25 de mayo de 2000, expresó


lo que sigue:

‘...En relación con las cuestiones preliminatorias previstas en


el artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, ordinales 2º,
3º, 4º, 5º, 6º, 7º y 8º, respectivamente, la Sala en sentencia de
fecha 10-08-89, estableció ‘...la actividad procesal que se
cumple, cuando en juicio se opone cuestiones previas...’
e igualmente ratificó su doctrina referida cuando el incidente,
concluye ‘...extinguiendo el procedimiento,...’ esto es, que
dicha decisión, no sólo es recurrible por vía de apelación, sino
impugnable en casación.

A tales efectos la Sala, asentó:

‘Es preciso dejar establecido la actividad procesal que se cum-


ple, cuando en un juicio se oponen cuestiones previas. En efec-
to, si se interponen cuestiones previas de las contempladas en
los ordinales 2º, 3º, 4º, 5º y 6º del artículo 346, se produce una
primera decisión del sentenciador declarando con lugar la cues-
tión previa opuesta. Si el Juez la declara con lugar, entra en
aplicación la norma contenida en el artículo 354 del Código de
Procedimiento Civil; es decir, el proceso se suspende hasta
que el demandante subsane los defectos u omisiones alegados,
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 191

de conformidad con los requerimientos del artículo 350 ejus-


dem, en el término de 5 días, a contar del pronunciamiento del
Juez. Dice el artículo 354: “Si el demandante no subsana debi-
damente los defectos u omisiones en el plazo indicado, el pro-
ceso se extingue, produciéndose el efecto señalado en el artículo
271 de este Código”.

Por su parte el artículo 271 del Código de Procedimiento Civil


señala: “En ningún caso el demandante podrá volver a propo-
ner la demanda, antes de que transcurran 90 días continuos
después de verificar la perención”. La Sala aprecia que el es-
píritu y razón de la disposición contenida en el artículo 354
ejusdem, exige del demandante una actividad eficaz, que sub-
sane los defectos u omisiones alegados por la parte demanda-
da, y limita esa actividad a un plazo de 5 días. Ahora bien, si el
demandante no subsana el defecto u omisión de conformidad
con lo ordenado en la decisión, el procedimiento se extingue,
pero si el demandante dentro del plazo establecido, subsana el
defecto u omisión en la forma prevista en el artículo 350 del
Código de Procedimiento Civil, el Juzgador debe analizar, apre-
ciar y sentenciar sobre el nuevo elemento aportado al proceso,
y en esta oportunidad, la segunda decisión del Juez referida a
la actividad realizada, puede modificar la relación procesal
existente hasta ese momento, bien sea decidiendo que el nue-
vo elemento aportado subsana los defectos alegados, o que no
es suficiente o no es idóneo para corregir el error u omisión.
Pues bien, si la decisión aprecia que el actor ha dado cum-
plimiento  a  lo  ordenado  por  el  Juez,  el  proceso  continúa;
pero,  si  por  el  contrario  la  decisión  del  sentenciador  se
orienta  a  rechazar  la  actividad  realizada  por  el  deman-
dante  por  considerarla  como  no  idónea  y  decide  extinguir
el  procedimiento,  se  producen  los  efectos  del  artículo  271
del  Código  de  Procedimiento  Civil,  es  decir,  la  perención.

La Sala observa que, evidentemente, la decisión que rechaza


el nuevo elemento aportado, da lugar a la apertura de una nue-
va incidencia, por cuanto se abre un nuevo debate procesal,
192 CUESTIONES PREVIAS

que concluye con una decisión del Tribunal afirmativa de la


continuidad del proceso o de la caducidad de éste mediante la
declaración de perención.

Partiendo de este criterio, se acepta que la segunda decisión


del juzgador abre una etapa procesal distinta, diferente a la
que se cumplió cuando el Juez se pronunció sobre la proce-
dencia o no de la cuestión previa planteada, y que por mandato
legal no tiene apelación, por cuanto la naturaleza de esta deci-
sión no pone fin al proceso sólo lo suspende cuando las declara
con lugar; por el contrario, la segunda decisión que dicta el
Tribunal  pronunciándose  sobre  la  idoneidad  de  la  activi-
dad  subsanadora  del  actor,  concluyendo  que  por  no  ser
idónea  se extingue  el  procedimiento,  es una  resolución  que
amerita  la  revisión  de  la  alzada  por  tratarse  de  una  sen-
tencia  interlocutoria  con  fuerza  de  definitiva  que  le  pone
fin  a  la  incidencia  y  por  ende  al  juicio,  causándole  al  de-
mandante  un  gravamen  irreparable  que  no  puede  subsa-
narse  por  una  definitiva,  porque  se  extinguió  el
procedimiento. Esta  última decisión, en  criterio de  la  Sala,
tiene  apelación  en  ambos  efectos  y  la  del  Tribunal  de  Al-
zada  gozará  del  Recurso  de  Casación,  si  se  dan  en  el  caso
todos  los  requisitos  para  la  proposición  del  mismo. 

Conforme a la doctrina transcrita, en toda incidencia de cues-


tión previa hay o pueden haber dos pronunciamientos. El pri-
mero, cuando el Juez declara la procedencia o no de la cuestión
previa planteada, en este supuesto no queda duda sobre la ad-
misibilidad del recurso de casación, por no tener esta decisión,
ya sea la que declare con lugar la cuestión previa planteada o
la que la declare sin lugar, el recurso de apelación, de confor-
midad con el artículo 357 del Código de Procedimiento Civil y;
el segundo, es el que resulta posterior a la acción subsanadora
de la parte actora, mediante el cual el juez declara si considera
suficiente o no lo aportado por la parte para subsanar debida-
mente los defectos u omisiones indicados.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 193

En este segundo supuesto, la doctrina  de la  Sala consideró


que  el  pronunciamiento  del  Juez  que  considere  que  la  ac-
tividad  subsanadora  de  la  parte  actora  no  fue  suficiente
y,  en  consecuencia,  declare  la  extinción  del  proceso,  con-
forme al artículo 354 del Código de Procedimiento Civil, en
concordancia  con  el  271  ejusdem,  causa  un  gravamen  al
actor,  no  reparable  en  otra  oportunidad,  por  ponerle  fin  al
procedimiento;  por  lo  que,  en  consecuencia,  en  este  solo
caso  la  decisión  tendría  apelación  en  ambos  efectos,  y  la
decisión  del  superior  que  recaiga  sobre  el  asunto  tendrá  el
extraordinario  de  casación,  siempre  que  se  den,  en  el  caso,
todos  los  requisitos  para  la  proposición  del  mismo.

No tiene apelación, y mucho menos casación, por el contrario,


la decisión del juez que considere subsanado el defecto u omi-
sión por la actividad subsanadora del actor. En este caso, la
decisión ordena la continuidad del proceso, asimilándose a la
primera decisión que pudiera dictar el juez en la incidencia de
cuestiones previas, mediante la cual se declare sin lugar la
cuestión previa planteada; este fallo no tendrá apelación, con-
forme al artículo 357 del Código de Procedimiento Civil.

En conclusión, se ratifica la doctrina de la Sala que establece como


única excepción, que las decisiones que se dicten en incidencias de cues-
tiones previas y que rechacen la actividad realizada por el actor para
corregir los defectos u omisiones indicados y concluyen extinguiendo el
procedimiento, tienen apelación en ambos efectos y casación; no así, la
decisión que se tome dentro de la referida incidencia y que no le ponga
fin al juicio por considerar el sentenciador que el aludido vicio o defecto
fue suficientemente subsanado...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 195

Daño Moral

1. ALCANCE DEL ARTÍCULO 1.196 DEL CÓDIGO CIVIL

Casación
Sentencia: N° 90 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CC: Artículo 1.196

“El artículo 1.196 del Código Civil, dispone:

‘La obligación de reparación se extiende a todo daño material
o moral causado por el acto ilícito. 

El Juez puede, especialmente, acordar una indemnización a la
víctima en caso de lesión corporal, de atentado a su honor, a su
reputación, o a los de su familia, a su libertad personal, como
también en el caso de violación de su domicilio o de un secreto
concerniente a la parte lesionada.

El Juez puede igualmente conceder una indemnización a los
parientes, afines, o cónyuge, como reparación del dolor sufrido
en caso de muerte de la víctima’.
196 DAÑO  MORAL

Esta disposición legal introducida en el Código Civil de 1942, establece
la obligación de reparar tanto el daño material como el moral, pero fa-
culta al Juez a acordar una indemnización a la víctima en caso de aten-
tado al honor, a su reputación o los de su familia a su libertad personal,
como también en caso de violación de su domicilio o de un secreto con-
cerniente a la parte lesionada. También puede conceder una indemniza-
ción a los parientes, afines o cónyuges como reparación del dolor sufrido
en caso de muerte de la víctima”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 06 de 12/11/
02 y N° 240 de 30/04/02. Asimismo, esta Doctrina ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo
de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1, en sen-
tencia N° 01 de 17/02/00.

2. EL DEUDOR QUEDA OBLIGADO POR LOS DAÑOS


QUE HAYAN PODIDO PREVERSE AL TIEMPO DE LA
CELEBRACIÓN DEL CONTRATO

Casación
Sentencia: N° 90 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CC: Artículo 1.274

“El daño moral es considerado un daño no contractual, ya que se produ-
ce únicamente en el caso causado por el hecho ilícito. En estos casos
para la reposición del daño moral, la víctima tiene que probar el daño
material causado para que pueda establecer la relación de causalidad
entre el agente material del daño y la víctima. Por esta razón el daño
moral está exento de prueba.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 197

En el derecho patrio el Código Civil, contempla igualmente una disposi-
ción que es el artículo 1.274 que dice:

‘El deudor no queda obligado sino por los daños y perjuicios
previstos o que han podido preverse al tiempo de la celebra-
ción del contrato, cuando la falta de cumplimiento de la obliga-
ción no proviene de su dolo’.

Por esta disposición legal el deudor, no queda obligado a satisfacer sino
los daños y perjuicios causados al tiempo de la celebración del contrato,
por lo cual el concepto del daño moral derivado del incumplimiento de
un contrato, quedan afuera a no ser que sea proveniente del dolo del
agente material del daño”.

3. EXTENSIÓN DEL DAÑO MORAL AL DUEÑO DEL


VEHÍCULO EN CASO DE ACCIDENTE DE TRÁNSITO

Casación
Sentencia: N° 175 de 25/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 103 de 06 de abril de 2000.
Caso: José Antonio Rujano Farías y otros c/ Línea
La Popular S.R.L. y otra. Expediente 99-496.
CC: Artículo 1.191
LTT: Artículo 21

“Sobre este asunto la Sala, señaló:

‘Ahora bien, establece el INFINE del artículo 21 de la Ley de
Tránsito Terrestre, que la obligación de reparar el daño moral
se regirá por las disposiciones del Derecho Común, por tanto,

‘...no basta únicamente alegar la responsabilidad de los due-
ños o principales o directores por el hecho ilícito de sus sir-
vientes y dependientes en el ejercicio de sus funciones en que
los han empleado, sino que es necesario demostrar, entre otros
198 DAÑO  MORAL

requisitos, que el daño ha sido causado por el agente material
del ilícito en el ejercicio de sus funciones propias, para las cua-
les fue empleado, pues si bien en doctrina se acepta que existe
una  presunción  de  culpa  por parte  del  dueño  o  principal  en
relación con el daño cometido por el sirviente o dependiente,
tal presunción sólo funciona cuando se ha logrado evidenciar
los extremos antes mencionados: vale decir que si el depen-
diente es, a su vez, culpable del daño causado y está probado,
además su condición de tal dependiente y que actuó en el ejer-
cicio de las funciones, entonces el principal responde del he-
cho ilícito, atribuyéndosele culpa en la elección o vigilancia de
su dependiente’.

Conforme al criterio expuesto en este fallo, el daño moral en sí
no requiere de prueba como lo expresa la sentencia del año
1973, antes transcrita, sino que cuando se pretende hacer ex-
tensible el daño moral al dueño del vehículo, es indispensable
traer a los autos la prueba de su culpabilidad en la elección de
sus sirvientes o dependientes y que se encontraba en el ejerci-
cio de sus funciones para así poder establecer la relación de
causalidad entre el dueño o principal y su sirviente o depen-
diente, conforme a lo establecido en el artículo 1.191 del Códi-
go Civil...”

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 31 de 24/01/
02. Asimismo, esta Doctrina ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 89 de
05/04/00.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 199

4. NOCIÓN

Casación
Sentencia: N° 90 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez

“El daño moral, es el daño no patrimonial, es aquel que no recae direc-
tamente sobre el patrimonio de una persona, o que cayendo sobre bie-
nes objetivos, ocasione o no una lesión material en los mismos, causando
una perturbación anímica en su titular, cualquiera que sea el derecho
que sobre ellos se obtente. El daño moral es, pues, daño espiritual; daño
inferido en derecho de estricta personalidad, o valores que pertenecen
más al campo de la afección que de la realidad material o económica.
Es la lesión ocasionada en los bienes no económicos de una persona, o
la repercusión afectiva desfavorable producida por daños materiales.
Es  decir,  no  se  incluye  la  circunstancia  de  que  el  daño  moral  pueda
originarse y de derecho se origine en multitud de ocasiones, unido como
consecuencia de ofensas o daño causados en los bienes económicos del
ofendido, pero cuidando de distinguir en todo caso los unos de los otros.

El daño moral puede afectar una amplísima esfera de valores, muchas
veces indefinidos e indefinibles, razón en que se asientan los grandes
obstáculos encontrados hasta el presente para la regulación jurídica de
estos daños.

Diversos autores se han ocupado del tema y se sirven para caracterizar
el concepto de daño moral de su aspecto de su no patrimonialidad. Así lo
hace los hermanos Mazeaud, para quienes los daños morales son todos
aquellos que no pueden ser considerados como patrimoniales. En resu-
men el daño moral es la lesión producida en los sentimientos del hombre
que, por su espiritualidad no son susceptibles de valoración económica”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 201

Demanda

1. CARGA PROCESAL QUE IMPONE EL ARTÍCULO 38


DEL CÓDIGO DEL PROCEDIMIENTO CIVIL

Hecho
Sentencia: N° 05 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CPC: Artículos 3, 31, 32, 33, 35, 36 y 38

“Al interpretar esta norma, la Sala ha dicho:

‘...la Sala reiteradamente ha señalado que el artículo 38 del


Código de Procedimiento Civil, es el precepto legal que esta-
blece el deber del demandante de estimar el valor de la cosa
demandada, cuando ésta no conste, pero sea apreciable en
dinero. Asimismo, se ha establecido que no se puede admitir
la fijación del interés principal del juicio de una manera arbitra-
ria, ya que el mismo, a diferencia de los juicios donde este
valor no consta pero es apreciable en dinero, es rigurosamente
legal, debiéndose en consecuencia aplicar la normativa esta-
blecida en los artículos 31, 32, 33, 35 y 36 del Código de Proce-
dimiento civil, según sea el caso...’
202 DEMANDA

A los fines de la competencia del tribunal, de las costas y del acceso a


casación, es preciso que el accionante haya cumplido con la carga que
le impone el citado artículo 38, sin que pueda, luego, pretender, como el
caso de autos, variar la cuantía inicial de la causa como consecuencia
de la indexación, toda vez que ello conspira contra la perpetuatio ju-
risdictionis prevista en el artículo 3 del Código de Procedimiento Civil,
el cual dispone:

‘La jurisdicción y la competencia se determina conforme a la


situación de hecho existente para el momento de presentación
de la demanda, y no tienen efecto respecto de ellas los cam-
bios posteriores de dicha situación, salvo que la ley disponga
otra cosa’.

Cabe advertir que a diferencia del Código de Procedimiento Civil dero-


gado, la ejecución de la sentencia con fuerza de cosa juzgada que puso
fin al juicio, no es motivo de una nueva acción, (actio iudicati), sino que
forma parte del mismo procedimiento en que luego de concluida la fase
cognoscitiva, a instancia de parte tiene lugar la fase ejecutiva, y la cuantía
en ambas etapas del proceso es la determinada en el libelo”.

2. CONTRA EL AUTO QUE ADMITE LA DEMANDA, NO


PROCEDE RECURSO ALGUNO. PRINCIPIO DE
CONCENTRACIÓN PROCESAL

Casación
Sentencia: N° 290 de 12/06/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 292 de 11 de octubre de
2001. Caso: Inversiones Carolina S.A. c/ Urbaniza-
dora Colinas de Cerro Verde S.A. Expediente 01-033.
CPC: Artículos 289 y 341

“Respecto a los recursos que se pueden intentar contra los autos admi-
sión e inadmisión dictada por esta Sala, se expresó lo siguiente:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 203

‘...El auto de admisión de la demanda como auto decisorio no


precisa de fundamentación; basta que la petición no sea con-
traria al orden público, las buenas costumbres o a alguna dis-
posición expresa de la ley para que se tramite, como lo prescribe
el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil.

En este sentido, en sentencia de fecha 16 de marzo de 1988, la


Sala de Casación Civil estableció:

‘...El recurrente incurre en un lamentable error de apreciación


jurídica. En efecto, de acuerdo con el sistema procesal vigente
desde el año 1987, el auto que admite una demanda no puede
considerarse como una diligencia de mera sustanciación o de
mero trámite, los cuales pueden ser revocados o reformados de
oficio o a petición de parte por el tribunal que lo haya dictado.

La admisión de una demanda, en el sistema procesal acogido


por el legislador de 1987, es un típico auto decisorio sobre
los presupuestos procesales y los requisitos constitutivos
de la acción ejercida, conforme al cual el tribunal puede no
admitir la demanda si ella es contraria al orden público, a las
buenas costumbres o alguna disposición expresa de la Ley. Si
la demanda es admitida, cualquier recurso que se intenta-
re deberá regirse por el principio de la concentración pro-
cesal, según el cual el gravamen jurídico que causare dicha
decisión, sólo podrá ser reparado o no en la sentencia
definitiva que sobre el mérito de la controversia deberá
dictarse. Por el contrario, si la demanda no es admitida, el
gravamen será definitivo, y el recurso deberá oírse libremente,
tal como lo prescribe el artículo 341 del Código de Procedi-
miento Civil, lo cual hace igualmente admisible de inmediato el
Recurso extraordinario de Casación...’

Por tanto, al no tener recurso de apelación el auto de admisión


de la demanda y ser un auto decisorio, su impugnación debe
regirse por el principio de la concentración procesal, en caso
de que el gravamen jurídico que cause no sea reparado en la
204 DEMANDA

sentencia definitiva, como lo ha establecido la jurisprudencia


de esta Sala.

...Omissis...

De otra parte, existe consenso tanto doctrinal como jurispru-


dencial, en que contra el auto que admite cuanto ha lugar
en derecho una determinada pretensión, por aplicación
concordada de lo dispuesto en los artículos 289 y 341,
ambos del Código de Procedimiento Civil, no es direc-
tamente ejercitable recurso procesal alguno...”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta la pu-


blicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 218
de 02/08/01.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 205

Embargo

1. OPOSICIÓN

a. Noción. Características

Hecho
Sentencia: N° 31 de 24/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 48 de 22 de marzo de 2002.
Caso: Antonio Bisogno Garone c/ María Isabel Núnez.
Expediente 01-979.
CPC: Artículos 7, 212, 312, 370, ordinal 2º, 377 y 546

“La Sala estableció lo siguiente:

‘...En efecto, si se trata de una medida de embargo que haya recaí-


do sobre bienes de un tercero, éste, de acuerdo a la letra de los
artículos 370, ordinal 2° y 377 y 546 del Código de Procedimiento
Civil, debe oponerse mediante diligencia o escrito ante el Tribunal
que haya decretado el embargo, o ante el que se haya comisionado
para su práctica, aun antes de practicado y hasta el día siguiente a
la publicación del último cartel de remate y el Tribunal, si se dan los
supuestos del citado artículo 546, suspenderá el embargo.

...Omissis...
206 EMBARGO

En caso de embargo, la vía es la oposición, por diligencia o es-


crito, aun ante el Juez comisionado, sin formalidad especial y
pudiendo, inclusive, suspenderse el embargo de manera inme-
diata a la oposición o, de no ser así, se abrirá la articulación a
que se refiere el artículo 546 del Código de Procedimiento Civil
y, por último, la decisión que allí se dicte es apelable en un solo
efecto y, en los casos permitidos por el artículo 312 eiusdem
será admisible el recurso de casación y si se agotaren todos los
recursos la decisión producirá cosa juzgada, pero la parte perdi-
dosa en la primera instancia puede elegir entre ejercer el recur-
so de apelación y, con posterioridad, de ser el caso, el de casación
o proponer el juicio de tercería si hubiere lugar a él.

...Omissis...

Estas actuaciones deben realizarse siempre de la forma pre-


vista, sin que se pueda variar, por expresa prohibición del artículo
7° del Código de Procedimiento Civil, desde luego que ni a las
partes ni a los jueces les está dado subvertir las reglas de pro-
cedimiento y, en caso de hacerse, todo lo que se realice
estará viciado de nulidad, no susceptible de convalidación, ni
siquiera con el consentimiento expreso de las partes, por man-
dato expreso del artículo 212 eiusdem...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 283


de 12/06/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia
N° 480 de 20/12/02 y N° 48 de 22/03/02. Igualmente,
esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación “Doc-
trina de la Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tri-
bunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judicial
N° 1, en sentencia N° 64 de 03/04/01.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 207

Interdicto

1. PROCESO INTERDICTAL DE CARÁCTER POSESORIO.


ESPECIALIDAD, CELERIDAD Y BREVEDAD DE LAS
ACTUACIONES

Casación
Sentencia: N° 83 de 13/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 132 de 22 de mayo de 2001.
Caso: Jorge Villasmil Dávila c/ Meruvi de Venezuela
C.A. Expediente 00-449.
CPC: Artículos 7, 20, 398, 701, 884 y siguientes
CRBV: Artículos 7, 26, 49, 257 y 334

“Los interdictos posesorios, como es de amplio conocimiento en el foro,


se encuentran regulados por la normativa contenida tanto en el Código
Civil como en el de Procedimiento Civil, y constituyen el medio de pro-
tección al poseedor de un bien o derecho, frente a quien pretenda des-
pojarlo o perturbarlo de su derecho a poseer. El Código de Procedimiento
Civil pauta el procedimiento especial a seguir cuando se intenta una
querella interdictal, que se caracteriza por la brevedad de sus lapsos.
208 INTERDICTO

La Sala, al analizar el artículo 701 del Código de Procedimiento Civil,


estatuido para la sustanciación de los procedimientos interdictales, a la
luz de los preceptos contenidos en los artículos 26, 49 y 257 de la Cons-
titución de la República Bolivariana de Venezuela, que garantizan a los
justiciables el debido proceso y la protección al derecho a la defensa,
determinó que dicha norma procesal colidía con las disposiciones cons-
titucionales señaladas, al imponer a las partes la presentación de sus
alegatos luego del lapso de pruebas, lo cual acarrea que tal etapa trans-
curra sin el efectivo ejercicio del contradictorio y coarta los señalados
derechos fundamentales, por lo cual en atención a lo dispuesto en el
artículo 20 del Código de Procedimiento Civil, debía aplicar aquéllas
con preferencia.

En efecto, en la señalada sentencia de 22 de mayo de 2001, la Sala


estableció:

‘...El Código Adjetivo Civil reserva una ubicación separada para


el procedimiento referido a los interdictos, concretamente en el
Libro cuarto, Primera Parte, Capítulo II, Sección 2ª, procedi-
miento que se inicia con la llamada querella interdictal, la cual
deberá llevar al juez a la convicción de la ocurrencia del hecho
perturbador o de despojo contra el cual se ejerce la acción en
cuestión, y de ser así se dictará el decreto respectivo. A poste-
riori, reza el artículo 701 del Código de Procedimiento Civil, la
causa quedará abierta a pruebas por un lapso de diez días, con-
cluido éste se otorga otro de tres días, a fin de que las partes
consignen los alegatos que consideren pertinentes, para que den-
tro de los siguientes ocho, se proceda a dictar la sentencia. Se
evidencia de lo señalado, que en el procedimiento reseñado, los
alegatos de las partes tienen lugar después del período probato-
rio, hecho este que impide a los litigantes, de cierta manera,
desvirtuar las pruebas de la contraparte o, de ser el caso, subsa-
nar defectos u omisiones que hubiese opuesto el querellado contra
el escrito de la querella intentada.

Ante la situación observada, la Sala considera necesario ana-


lizar la situación planteada y, en resguardo al debido proceso y
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 209

al derecho a la defensa, hace las siguientes reflexiones: el pro-


cedimiento interdictal anotado, aún cuando especial, impide a
los justiciables el establecimiento de un efectivo contradicto-
rio, lo cual deviene claramente en un menoscabo a los dere-
chos fundamentales supra mencionados. La especialidad
procesal en cuestión, no puede constituir óbice para la aplica-
ción en la sustanciación de los interdictos, de aquellos trámites
de carácter procedimental que resguarden la potestad de las
partes para esgrimir a su favor, alegatos y probanzas que
coadyuven a garantizar el respeto al debido proceso y al dere-
cho fundamental a la defensa consagrado, se reitera, en los
artículos de la Constitución precedentemente señalados. De lo
expuesto se colige que al producir el especial procedimiento
interdictal, el manifiesto menoscabo de los derechos mencio-
nados, se configura un palmario supuesto de inconstitucionali-
dad, derivándose de él múltiples y negativas consecuencias en
el orden jurídico, lo cual hace impretermitible y procedente, la
aplicación de mecanismos que el Derecho Positivo contempla
en relación al debido resguardo y respeto del ordenamiento
Constitucional, derivándose en la necesidad de un rechazo ante
la norma de inferior rango, que no supera la compatibilidad con
las disposiciones constitucionales aludidas.

Los razonamientos expuestos supra, conducen a evidenciar la


necesidad de que todo proceso judicial, acepte, como mínimo,
un trámite que les asegure a los justiciables la utilización de los
medios legales pertinentes para el ejercicio de los derechos
fundamentales al debido proceso y a la defensa, entre ellos,
destaca en orden de importancia, la oportunidad de aportar
pruebas que sustenten sus alegatos, y oportuno es aquel que
se realiza en el momento conveniente. La conveniencia en el
tiempo de la realización de los actos procesales que configu-
ren el contradictorio, debe establecerse de manera tal que per-
mita el ejercicio efectivo del derecho a la defensa, tantas veces
invocado, para así patentizar las garantías constitucionales a
las cuales se ha hecho referencia.
210 INTERDICTO

Limitar en un procedimiento la posibilidad de contradicción,


implica fulminar la oportunidad de formular defensas y promo-
ver pruebas, impidiendo de esta manera el efectivo ejercicio
de los derechos mencionados.

Los referidos considerandos conducen a este Alto Tribunal a


afirmar, que el debido proceso impone la garantía del contra-
dictorio, configurado legalmente, asegurando así a los ciuda-
danos que no se verán desprotegidos y sometidos al arbitrio,
cuando les sea necesario acudir ante los órganos administra-
dores de justicia, a reclamarla, lo contrario implicaría una gra-
ve restricción al contenido esencial del derecho a la defensa.

Como corolario de lo precedentemente expuesto, concluye este


Tribunal Supremo de Justicia que resulta manifiestamente con-
trario a las disposiciones Constitucionales tantas veces invo-
cadas, artículos 26, 49 y 257, la previsión normativa contenida
en el artículo 701 del Código de Procedimiento Civil, ya que
impide a los justiciables el ejercicio efectivo del contradictorio,
con evidente violación al debido proceso y al derecho a la de-
fensa, razón por la cual, en acatamiento a lo señalado en los
artículos 7 de la Constitución y 20 de la Ley Adjetiva Civil, que
configura el llamado control difuso de la constitucionalidad de
las leyes, lo jurídicamente procedente es aplicar en los proce-
dimientos interdictales posesorios, el ítem procedimental que,
conforme lo permite el artículo 7 del Código de Procedimiento
Civil, esta jurisdicción considere más idóneo para lograr la pro-
tección del derecho de defensa en los juicios interdictales,
mediante la prevención del contradictorio.

En este sentido, percatándose esta Sala que los procedimien-


tos interdictales posesorios están enmarcados dentro del prin-
cipio de la especialidad, la celeridad y la brevedad de las
actuaciones, luego de un detenido análisis de la situación, y
con fundamento en el precitado artículo 7 del Código de Pro-
cedimiento Civil, a los fines de contemplar la apertura efectiva
del contradictorio, la Sala establece, una vez citado el quere-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 211

llado, éste quedará emplazado para el segundo día siguiente a


la citación, a fin de que exponga los alegatos que considere
pertinentes en defensa de sus derechos, permitiéndose así, que
ambas partes, en entera igualdad de condiciones, formulen ale-
gatos y promuevan pruebas oportunamente, (las cuales debe-
rán ser admitidas siguiendo para ello la previsión establecida
en el artículo 398 del Código de Procedimiento Civil), pudiendo
seguir el procedimiento pautado en el artículo 701 del Código
Adjetivo Civil, en lo relativo a período probatorio y decisión,
garantizándose de esta manera el cumplimiento de los artícu-
los 26, 49 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.

Lo expuesto significa que la parte contra quien obre el proce-


dimiento interdictal de carácter posesorio, podrá realizar sus
alegatos para dar contestación a la querella interdictal, inclu-
yendo en éstos la oposición de cuestiones preliminatorias, las
cuales deberán ser resueltas, se insiste, por el principio de bre-
vedad que abraza a los procedimientos interdictales poseso-
rios, de conformidad con las previsiones de los artículos 884 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, otorgando así la
viabilidad de contradecirlas o subsanarlas.

A efectos de puntualizar la ejecución del procedimiento espe-


cial aquí establecido a la materia interdictal, esta Sala de Ca-
sación Civil, lo aplica al presente caso, y a los demás procesos
interdictales a partir de la publicación de esta sentencia; ex-
hortando a los Jueces de instancia a observarla, para mante-
ner la integridad de la legislación y la uniformidad de la
jurisprudencia. Así queda establecido.

En fuerza de los razonamientos expuestos, considera la Sala,


en aras de restablecer el orden jurídico infringido, la necesi-
dad de decretar la nulidad de lo actuado con la consecuente
reposición del proceso interdictal en estudio, al estado de que
en la primera instancia, se otorgue al querellado la oportuni-
212 INTERDICTO

dad de consignar los alegatos pertinentes a la pretensión de


su oponente...’

...Omissis...

La doctrina precedentemente transcrita ordena, en acatamiento del


mandato contenido en los artículos 7 y 334 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y 20 del Código de Procedimien-
to Civil –preeminencia en la observancia de las normas constituciona-
les sobre aquéllas de rango inferior que las contradigan–, la
desaplicación del artículo 701 del Código señalado, en lo atinente al
efectivo ejercicio del contradictorio, todo en resguardo del derecho a
la defensa y al debido proceso, considerando la Sala que estas garan-
tías fundamentales revisten eminente carácter de orden público, con-
forme a lo establecido en decisión del 10 de agosto de 2000, en el
juicio de Inversiones y Construcciones U.S.A. C.A., contra Corpora-
ción 2150 C.A., en la que se estableció:

‘...los principios relativos a la defensa de orden constitucional


y el debido proceso, imponen al juzgador dar aplicación a los
principios procesales de saneamiento, relevancia o trascen-
dencia, de nulidad esencial y el de Obligatoriedad de los
Procedimientos Establecidos en la Ley, y como bien lo indi-
ca el procesalista, DEVIS ECHANDÍA.

…La ley nos señala cuáles son los procedimientos que se han
de seguir para cada clase de proceso o para obtener determi-
nadas declaraciones judiciales, sin que les sea permitido a los
particulares, aun existiendo acuerdo entre todos los interesa-
dos en el caso, ni a las autoridades o a los jueces MODIFI-
CARLOS O PRETERMITIR SUS TRÁMITES”.

En lo referente al concepto de orden público, esta Sala, elabo-


ró su doctrina sobre el concepto de orden público, con apoyo
en la opinión de Emilio Betti, así:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 213

…Que el concepto de orden público representa una noción


que cristaliza todas aquellas normas de interés públ ico que
exigen observancia incondicional, y que no son derogables
por disposición privada. La indicación de estos signos caracte-
rísticos del concepto de orden público, esto es, la necesidad de
la observancia incondicional de sus normas, y su consiguiente
indispensabilidad por los particulares, permite descubrir con
razonable margen de acierto, cuándo se está o no en el caso
de infracción de una norma de orden público.

…Omissis…

A estos propósitos es imprescindible tener en cuenta que si el


concepto de orden público tiende a hacer triunfar el interés
general de la sociedad y del Estado frente al particular del
individuo, para asegurar la vigencia y finalidad de determina-
das instituciones de rango eminente, nada que pueda hacer
o dejar de hacer un particular y aun una autoridad, pue-
de tener la virtud de subsanar o de convalidar la contra-
vención que menoscabe aquel interés, lo que equivaldría a
dejar en manos de los particulares o autoridades, la ejecución
de voluntades de Ley que demandan perentorio acatamiento’.

Más recientemente, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitu-


cional conceptualizó, en materia de Amparo Constitucional, el compor-
tamiento que debe asumir el juez cumpliendo con la función tuitiva del
orden público, de esta manera decidió:

‘…Sin embargo, no escapa a esta Sala, como ya le ocurrió a la


Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia
y que plasmó en fallo del 24 de abril de 1998 al cual luego se
hace referencia, que el conocimiento de unos hechos que no
fueron alegados como supuestos de hecho de las normas cons-
titucionales denunciadas como infringidas, pueden y deben pro-
ducir otras situaciones a ser tomadas en cuenta por los
sentenciadores, ya que a pesar de ser ajenas a la preten-
sión de amparo, siempre que sean cuestiones de orden pú-
214 INTERDICTO

blico, sobre las cuales el juez puede de oficio resolver y


tomar decisiones, si constata que las mismas no lesionan
derecho de las partes o de terceros. Cuando los afectados
por las decisiones han sido partes en el juicio donde se
constatan los hechos contrarios al orden público, y ellos
son generadores de esos hechos, el derecho a la defensa y
al debido proceso no se les está cercenando si de oficio el
juez cumpliera con la función tuitiva del orden público, ya
que es la actitud procesal de las partes las que con su
proceder denota la lesión del orden público, entendido éste
como el ‘...Conjunto de condiciones fundamentales de vida
social instituidas en una comunidad jurídica, las cuales, por afec-
tar centralmente la organización de ésta, no pueden ser altera-
das por voluntad de los individuos. La ineficacia de esas
condiciones fundamentales generaría el caos social...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 254


de 12/06/03, Nº 243 de 12/06/03, Nº 246 de 12/06/03 y
Nº 83 de 13/03/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratifi-
cada ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de
la Sala de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo
de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 4, en sen-
tencia N° 321 de 26/07/02 y Nº 276 31/05/02. Igual-
mente, esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación
“Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-2001” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 1, en sentencia N° 132 de 22/05/01.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 215

Invalidación

1. NATURALEZA JURÍDICA DE LA INVALIDACIÓN.


DIFERENCIAS CON EL RECURSO EXTRAORDINARIO
DE CASACIÓN

Hecho
Sentencia: N° 32 de 24/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 430 de 09 de diciembre de
1992. Caso: Kawasaki Steel Corporation c/ Decisión
de fecha 14 de marzo de 1988, dictada por el Juzga-
do Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil
y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Dis-
trito Federal y Estado Miranda. Expediente 92-74, y
Doctrina de sentencia Nº 4 de 15 de noviembre de
2002. Caso: Carmen Cecilia López c/ Miguel Ángel
Capriles Ayala. Expediente 99-003.
CPC: Artículos 327, 330 y 340

“...ante las indistintas posiciones que se han asumido, la Sala debe


precisar su doctrina en cuanto a la naturaleza jurídica de la invalida-
216 INVALIDACIÓN

ción, independientemente de que el legislador lo haya conceptuado


como un recurso.

Ahora bien, no obstante que el legislador ubicó la institución de la inva-


lidación en la parte referente a los recursos, inmediatamente después
del recurso extraordinario de casación, es preciso señalar las diferen-
cias que existen entre ellos, como son: 1) que la invalidación se inicia
mediante demanda y se sustancia por los trámites del juicio ordinario, y
el recurso de casación se inicia con una promesa de formalizar que es el
anuncio y se sigue por un procedimiento especial; 2) ambas institucio-
nes se proponen por causales diferentes; 3) para que pueda admitirse el
recurso de casación es preciso que el juicio principal exceda de cinco
millones de bolívares, y en la invalidación es irrelevante a los efectos de
la interposición, ya que puede proponerse independientemente del inte-
rés principal del juicio a invalidar.

Son entonces los precedentes motivos, que la Sala comparte plenamen-


te, los que hacen concluir que el procedimiento de invalidación cons-
tituye un juicio y no un recurso, por tanto, la naturaleza jurídica es
la de ser una demanda o juicio de invalidación, en el cual el fin
perseguido no es otro que privar de los efectos jurídicos válidos, a una
sentencia ejecutoriada o un acto que tenga fuerza de tal, como lo dispo-
ne el artículo 327 del Código de Procedimiento Civil; conclusión que se
refuerza a la letra del artículo 330 eiusdem, al exigir que la invalidación
se interpondría por escrito que llenará los requisitos del 340 ibídem, es
decir, deberá cumplir con los requisitos de un libelo de demanda...

En consecuencia, se deja sentado que la invalidación debe ser con-


ceptualizada por el foro nacional como juicio autónomo o demanda de
invalidación”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 217

Lapsos Procesales

1. LAS MODIFICACIONES EN LOS LAPSOS O TÉRMINOS


PROCESALES NO DEBE SER APLICADA A AQUELLAS
QUE HUBIERAN COMENZADO A CORRER

Casación
Sentencia: N° 249 de 12/06/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 45 de 23 de febrero de 2001.
Caso: Inmobiliaria Memojual S.A. c/ Mario José De
Nigris y otro. Expediente 99-786.
CPC: Artículo 941

“El juez de la primera instancia pretendió justificar su conducta en el


cambio de criterio de la Sala Constitucional, en lo que se refiere a la
forma de contar los lapsos procesales, lo que no comparte esta Sala
de Casación Civil, pues la modificación respecto del cómputo de lap-
sos o términos no debe ser aplicada a aquellos que hubieran comenza-
do a correr, menos aún si implica una reducción capaz de producir
indefensión.
218 LAPSOS PROCESALES

Esta conclusión es acorde con las disposiciones transitorias estableci-


das en el Código de Procedimiento Civil, para resolver los conflictos
entre las leyes sucesivas que regulan el cómputo de lapsos o términos
procesales.

En efecto, el artículo 941 dispone que ‘...los recursos interpuestos, la


evacuación de las pruebas ya admitidas, los términos o lapsos que
hubieran comenzado a correr, se regirán por el Código deroga-
do...’. El propósito perseguido por el legislador es impedir situaciones
de graves injusticias, como es la reducción de los plazos a términos ya
concedidos.

La Sala estima que por ser éste el criterio aplicable respecto de leyes
sucesivas relacionadas con el cómputo de lapsos o términos procesales,
igual conclusión jurídica debe ser sostenida respecto de la declaratoria
parcial o total de dichas normas, o de aquellos criterios de interpreta-
ción o aplicación de las mismas.

En todo caso, este Alto Tribunal reitera que de ser cometido algún error
en la fijación de los lapsos para cumplir con los actos procesales o en el
cómputo de lapsos o términos, siempre que éste sea atribuible al juez y
las partes se atengan a lo dispuesto por él, no deben sufrir menoscabo
de su derecho de defensa, bajo pretexto de corregir tal equivocación.
Así, es reiterada la jurisprudencia de la Sala en el sentido de “...que la
negligencia y el subsecuente error del órgano jurisdiccional para
realizar los cómputos inherentes al proceso, en modo alguno, pue-
den actuar en detrimento del derecho a la defensa de las partes,
quienes en todo caso atuvieron su actuación al señalamiento ex-
preso que sobre el particular realizó el tribunal en el expediente de
la causa...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 219

Litisconsorcio

1. LITISCONSORCIO NECESARIO. OPORTUNIDAD


PARA ALEGAR LA FALTA DE CUALIDAD

Casación
Sentencia: N° 207 de 16/05/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 230 de 21 de junio de 1995.
Caso: Haidee Martínez y otros c/ Manuel Otilio Mar-
tínez. Expediente 91-316, y Doctrina de sentencia Nº
16 de 16 febrero de 2001. Caso: Pedro Ignacio He-
rrera Mata c/ José Ignacio Herrera Pérez y otra.
Expediente 99-669.
CPC: Artículo 777

“La Sala estableció lo siguiente:

‘...Si existe un litisconsorcio necesario, activo o pasivo, y no


demandan o son demandados todos los litisconsortes tal situa-
ción conduciría a la declaratoria con lugar de la excepción de
falta de cualidad, ahora sólo oponible como defensa de
fondo. En el derecho italiano, en el caso de litisconsorcio ne-
220 LITISCONSORCIO

cesario, que se presenta cuando la decisión no puede pronun-


ciarse más irregularmente con la exclusión de algún litiscon-
sorte, puede el Juez ordenar la integración del contradictorio
en un término perentorio por él establecido. Al respecto expli-
ca Calamandrei que no debemos confundir este llamamiento
para la integración del contradictorio con la citación por comu-
nidad de causa, pues en el segundo caso la relación del tercero
puede ser decidida separadamente de la relación común.

En nuestro sistema no existe ese llamamiento a la integración


del contradictorio, y si una persona, no demanda o no es de-
mandada, incurre el Juez en incongruencia, si otorga algo en
su favor o en su contra’.

...Omissis...

‘...no puede imputarse indefensión al Juez de alzada por no


haberse pronunciado sobre el afirmado litisconsorcio nece-
sario o la falta de cualidad activa de la actora para sostener
el juicio, cuando la parte demandada guardó silencio sobre el
punto en su escrito de contestación al fondo de la demanda,
que era el momento idóneo para hacerlo. La indefensión, para
que pueda calificarse como tal, debe ser imputable al Juez y
no a una omisión alegatoria de las partes. De haberse decla-
rado en Segunda Instancia la falta de cualidad de oficio y
desechado la demanda, como aspira la demandada a pesar
de no haberse alegado en el escrito de contestación a la de-
manda, seguramente la Sala debería conocer del recurso de
casación de la actora y anular el fallo ante la denuncia por el
vicio de incongruencia...’

Distinto es el caso en que la ley de forma excepcional faculta


al juez para integrar de oficio el litis consorcio pasivo necesa-
rio. Un ejemplo de ello está previsto en el artículo 777 del Có-
digo de Procedimiento Civil, el cual dispone que en los
procedimientos de partición y liquidación de herencia “...si de
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 221

los recaudos presentados el Juez deduce la existencia de


otro u otros condóminos, ordenará de oficio su citación...’”.

...Omissis...

Por consiguiente, la Sala estima que la falta de cualidad e inte-


rés no puede ser declarada de oficio por el juez, salvo los ca-
sos de excepción en que el legislador le permite advertir esta
circunstancia y le impone el deber de integrar debidamente el
litis consorcio pasivo necesario...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 223

Medidas Preventivas

1. ALCANCE DEL ARTÍCULO 588 DEL CÓDIGO DE


PROCEDIMIENTO CIVIL

Casación
Sentencia: N° 106 de 03/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CPC: Artículo 588

“El dispositivo legal citado establece:

‘Las medidas preventivas establecidas en este Título las de-
cretará el Juez, sólo cuando exista riesgo manifiesto de que
quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que se acompa-
ñe  un  medio  de  prueba  que  constituya  presunción  grave  de
esta circunstancia y del derecho que se reclama’.

La interpretación de la norma transcrita, lleva a concluir, que para que
se  acuerden  las  cautelares  señaladas  en  el  artículo  588  eiusdem,  se
hace necesario que el solicitante, mediante los alegatos que esgrima en
el libelo de la demanda, como en otros elementos aportados, lleve al
convencimiento del jurisdicente que evidentemente existe presunción
224 MEDIDAS PREVENTIVAS

de buen derecho y del temor fundado de que quede ilusoria la ejecución
del fallo; lo que se traduce en ineludible apremio de llevar al ánimo del
juez que el derecho reclamado realmente existe y que de no ser acorda-
da la medida peticionada, se esté ante el peligro de que la decisión que
se dicte en la resolución de la controversia, se convierta en inejecuta-
ble, en razón de la posibilidad de haberse modificado las condiciones
patrimoniales del obligado, durante el lapso que mediara entre la solici-
tud de las cautelares y el cumplimiento efectivo de la decisión de fondo
que se dicte”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 277
de 12/06/03.

2. CONTROVERSIAS SECUNDARIAS O SUBINCIDENCIAS.


RECURRIBILIDAD EN CASACIÓN

Casación
Sentencia: N° 253 de 12/06/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 238 de 01 de noviembre de
1995. Caso: Alfonso Severino De Guglielmo c/ Alci-
des Palacios Rivas y otra. Expediente 95-169
CPC: Artículos 589, 602 y siguientes

“La Sala en reiterados fallos ha expresado que no todo planteamiento
respecto de las medidas preventivas puede ser recurrible en casación. En
efecto, dentro de las incidencias autónomas de la medida o aun fuera de
ellas, a veces se plantean controversias secundarias o subincidencias
que no implican oposición propiamente dicha a la medida, sino que sim-
plemente se refieren a un aspecto de su tramitación. Sobre este punto,
la Sala en sentencia de 1º de noviembre de 1995 caso Alfonso Severino
De Guglielmo c/ Alcides Palacios Rivas y otra, señaló lo siguiente:S

‘...Ahora bien, dentro de una incidencia de medidas preventi-
vas pueden  plantearse controversias  secundarias o  sub-inci-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 225

dencias, como sería la sustitución de la medida preventiva de
embargo  por  el  otorgamiento  de  una  fianza,  por  parte  de  la
demandada.

Así lo establece el encabezamiento del artículo 589 del Código
de Procedimiento Civil, al disponer:

No se decretará el embargo ni la prohibición de enajenar y gra-
var  o  deberán  suspenderse  si estuvieron  ya  decretadas,  si  la
parte contra quien se hayan pedido o decretado, diere caución o
garantía suficiente de las establecidas en el artículo siguiente.

Si se objetare la eficacia o suficiencia de la garantía, se abrirá
una articulación por cuatro días y se decidirá en los dos días
siguientes a ésta.

Esta Sala, en sentencia del 10 de febrero de 1988, en un caso similar,
expresó:

…de que no todo planteamiento respecto a medidas preventi-
vas puede ser recurrible en casación. Dentro de estas inciden-
cias autónomas o aun fuera de ellas, se plantean muchas veces
controversias secundarias, que no implican oposición propia-
mente dicha a la medida de que se trata, sino que sólo se refie-
re a un aspecto de su tramitación.

Los argumentos planteados por el formalizante en su escrito
de réplica defendiendo la admisibilidad del recurso de casa-
ción interpuesto, fueron los siguientes:

a.- Que de acuerdo a la doctrina de la Sala de Casación Civil,
las decisiones que suspendan la medida cautelar tienen casa-
ción de inmediato, citando sentencia de la Sala de fecha 9 de
agosto de 1995.

b.- Seguidamente, el formalizante cita decisión de la Sala de
Casación Civil de fecha 5 de mayo de 1999, la cual estableció
lo siguiente:
226 MEDIDAS PREVENTIVAS

‘No cambia esta sentencia la tesis imperante de que el tribunal
superior niegue, suspenda o modifique (en sentido de nega-
ción), la medida. En estos casos, sí se entiende que estamos
ante una sentencia definitiva de la vía cautelar, que impide la
apertura del trámite establecido en los artículos 602 y siguien-
tes del Código Procesal Civil, y por tanto procede el recurso
de casación de inmediato...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 56
de 16/05/03 y Nº 50 de 16/05/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctri-
na Judicial N° 4, en sentencia N° 119 de 20/12/02,
N° 111 de 20/11/02 y N° 92 de 08/02/02. Igualmen-
te, esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación
“Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-2001”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctri-
na Judicial N° 1, en sentencia Nº 156 de 25/05/00 y
N° 227 de 13/07/00.

3. FACULTAD SOBERANA DE LOS JUECES PARA


DECRETAR MEDIDAS PREVENTIVAS

Casación
Sentencia: N° 224 de 19/05/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 387 de 30 de noviembre de
2000.  Caso:  Cedel  Mercado  de  Capitales  C.A.  c/
Microsoft Corporation. Expediente 00-133.
CPC: Artículo 243

“...en  cuanto  a  la  facultad  soberana  de  los  jueces  para  decretar  las
medidas preventivas, la Sala estableció lo siguiente:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 227

‘Ahora, en materia de medidas preventivas esa discrecionali-
dad no es absoluta sino que es menester el riesgo manifiesto
de que quede ilusoria la ejecución del fallo y que se haya acom-
pañado el medio de prueba que constituya presunción grave de
esta circunstancia y del derecho que se reclama.

...Omissis...

Es decir, que la negativa a decretar una medida preventiva es
facultad soberana del Juez, por lo cual su decisión no está con-
dicionada al cumplimiento estricto del artículo 243 del Código
de Procedimiento Civil, razón por la cual no es susceptible de
censura por no adaptarse a sus previsiones.

Caso contrario sucede cuando el Juez opta por decretar


la medida requerida, por cuanto en este supuesto, dado
que puede constituir una limitación al derecho de pro-
piedad de la parte contra la cual obra, el Tribunal está
obligado a fundamentar las razones y motivos que lo lle-
varon a considerar probado el ‘periculum in mora’ y el
‘fumus bonus iuris’, y además debe describir las consi-
deraciones por las cuales cree que la medida decretada
se limita a los bienes estrictamente necesarios para ga-
rantizar las resultas del juicio, desde luego que la facul-
tad para su decreto está condicionada a esos extremos...”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 158 de 08/
03/02. Asimismo, esta Doctrina ha sido expuesta en
la publicación “Doctrina de la Sala de Casación Ci-
vil 2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 88
de 31/3/00.
228 MEDIDAS PREVENTIVAS

4. OPOSICIÓN DEL TERCERO A LA MEDIDA DECRETADA

Casación
Sentencia: N° 44 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 72 de 24 de marzo de 2000.
Caso: José Domingo Medina Saldivia c/ Víctor Mu-
ñoz Sánchez y otros. Expediente 99-676
CPC: Artículos 7, 212, 370, ordinal 1º, 371, 546 y 588

“La Sala estableció:

‘...si la medida precautelativa que recae sobre bienes de


un tercero es un secuestro, o prohibición de enajenar y gra-
var bienes inmuebles, o alguna de las medidas complementa-
rias de que trata el primer aparte del artículo 588 del Código de
Procedimiento Civil, o alguna de las medidas innominadas o atípi-
cas a que se refiere el párrafo primero del primer artículo, ese
tercero que se siente afectado, de acuerdo a lo dispuesto
por los artículos 370, ordinal 1°, y 371 ejusdem debe propo-
ner demanda de tercería contra las partes contendientes
ante el juez de la causa de primera instancia. Estas actua-
ciones deben realizarse, siempre de la forma prevista sin
que se pueda variar, por expresa prohibición del artículo
7° (sic) del Código de Procedimiento Civil, desde luego
que a las partes no a los jueces les está dado subvertir las
reglas de procedimiento y, en caso de hacerse, todo lo que
se realice estará viciado de nulidad, no susceptible de con-
validación, ni siquiera con el consentimiento expreso de
las partes, por mandato del artículo 212 ejusdem...’.

La tramitación de cualquier pedimento por un procedimiento no previsto
(salvo la dispensa contenida en el artículo 7 del Código de Procedimien-
to Civil) o que esté prohibido por la ley, origina necesariamente la nuli-
dad de los actos así tramitados, como también de los pronunciamientos
que se verifiquen con ocasión de tal irregularidad.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 229

La  Sala  ha  establecido  en  forma  reiterada  y  pacífica  que  el  tercero
puede intervenir en el procedimiento cautelar para hacer oposición a
la  medida  decretada,  a  través  de  la  vía  prevista  en  el  artículo  546
mencionado, en el supuesto de que la oposición verse contra una me-
dida de embargo.

Considera este Alto Tribunal  que es correcto el pronunciamiento del
Juez de Alzada, pues de haber declarado con lugar la oposición inter-
puesta por el tercero, habría desconocido el procedimiento legalmente
establecido (artículo 370 ordinal 1° del Código de Procedimiento Civil)
para tramitar la intervención del tercero en el procedimiento cautelar,
cuando se trata de medidas distintas del embargo, verbi gratia la medi-
da de prohibición de enajenar y gravar decretada en el presente juicio”.

5. REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LAS MEDIDAS


CAUTELARES INNOMINADAS

Casación
Sentencia: N° 224 de 19/05/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 336 de 15 de noviembre de
2000.  Caso:  Moro-Mix  C.A.  c/  Nicolás  Metacos.
Expediente 00-002.
CPC: Artículos 585, 588, 602 y 603

“En materia de medidas preventivas, el requisito de motivación del fallo
se reduce al examen de los supuestos de procedibilidad a que se refiere
el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, vale decir, el fumus
boni iuris y el periculum in mora; y, en caso de tratarse de la llamada
por un sector de la doctrina: medida preventiva innominada, la sentencia
del  tribunal  ha de  referirse también  al periculum in damni  (Art.  588
Parágrafo Primero, eiusdem), independientemente de que haya habido
o no oposición, pues siendo potestativa de la parte afectada por la cau-
tela,  la falta  de  tal  medio  defensivo  no acarrea  la  confesión ficta,  ni
limita la actividad probatoria de ésta. Así se desprende de la interpreta-
ción concordada de los artículos 585, 602 y 603 del expresado Código.
230 MEDIDAS PREVENTIVAS

En tal sentido, la Sala indicó lo siguiente:

...Omissis...

‘De la aplicación de ambas disposiciones legales, se observa
la existencia de tres requisitos de procedencia de las medidas
preventivas establecidas en el parágrafo primero del artículo
585, a saber’.

‘1º) La existencia de un fundado temor de que una de las par-
tes, en el curso del proceso, pueda causar lesiones graves o de
difícil reparación al derecho de la otra’;

‘2º)  Presunción  grave  del  derecho  que  se  reclama  –fumus


boni iuris–’.

‘3º) Presunción grave del riesgo manifiesto de que quede ilu-
soria la ejecución del fallo –periculum in mora–’.

‘Estos son los tres aspectos que debe  examinar el juez para
decidir sobre la procedencia de la medida cautelar que la doc-
trina ha denominado ‘medida innominada’, por ser diferente a
las medidas preventivas típicas de embargo, secuestro de bie-
nes determinados y prohibición de enajenar y gravar’.

‘Si el juez de alzada omite el examen de alguno de esos


extremos de procedencia, no puede la Sala realizar el
control de legalidad dentro de los límites de la casación,
pues tendría que examinar las actas procesales, para determi-
nar si es aplicable al caso concreto la disposición sobre medi-
das innominadas’. 

‘En efecto, al no poderse determinar del propio fallo si la regla
legal rige o no el caso concreto, no es posible el control de
legalidad. El propósito central del requisito de motiva-
ción del fallo es permitir al juez de alzada, o en el caso a
la Sala de Casación Civil, dicho control, por lo cual es
necesario concluir en que una decisión que no examina
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 231

uno de los extremos de procedencia de la aplicación de


la norma, carece, en ese aspecto de la controversia, de
expresión de los motivos que la sustentan”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 419 de
07/12/00.

6. SUPUESTO DE LA PROCEDENCIA DE LA MEDIDA DE


SECUESTRO

Casación
Sentencia: N° 56 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 331 de 26 de julio de 1995.
Caso: María Dolores Matos de Di Marino c/ Filoreto
Di Marino Salerno y otra. Expediente 94-536.
CPC: Artículo 599, ordinal 6º

“Estatuye el artículo 599 del Código Adjetivo Civil:

‘Se decretará el secuestro:

...Omissis...

6º) De la cosa litigiosa, cuando dictada la sentencia definitiva
contra el poseedor de ella, éste apelare sin dar fianza para res-
ponder de la misma cosa y sus frutos, aunque sea inmueble.

Por su parte, de conformidad con el artículo 599, ordinal 6º
del Código de Procedimiento Civil, le es dado al Juez decre-
tar el secuestro de la cosa litigiosa, cuando, dictada la sen-
tencia definitiva contra el poseedor de ella, éste apelare sin
232 MEDIDAS PREVENTIVAS

dar fianza para responder de la misma cosa y sus frutos, aun-
que sea inmueble.

El ordinal en cuestión presupone, con base en la doctrina pa-
tria, y lo que resulta de su texto, lo siguiente:

1- Que exista una cosa litigiosa, ya sea mueble o inmueble,
razón por la cual aquella pretensión cuya relación jurídico ma-
terial no verse directamente sobre una cosa determinada, ob-
jeto  de  la  confrontación,  no  será  susceptible  del  beneficio
cautelar allí establecido.

2- Que se haya dictado sentencia definitiva contra el poseedor
de la cosa litigiosa. En este caso, la norma presupone que la
relación jurídico material se haya trabado entre partes que con-
frontan la situación posesoria de una cosa determinada, lo que
significa, además, que de la  sentencia definitiva de primera
instancia debe resultar la declaración del derecho a la pose-
sión que, sobre la cosa, tenga alguna de las partes.

3- Que el poseedor vencido por la decisión de la primera ins-
tancia, apele de la misma pero sin dar fianza para responder
de la cosa y sus frutos, aunque sea inmueble, pues como dice
Borjas, en sus Comentarios al Código de Procedimiento Civil,
Tomo IV, pág. 41, ‘no es justo negar a la contraparte triunfa-
dora la garantía de colocar en manos seguras la cosa en litigio,
por lo cual se deja a elección del poseedor que ha sucumbido
en la instancia, o dar fianza para responder de la cosa y de sus
frutos, o dejar que la secuestre...”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la pu-
blicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 4, en Sentencia N° 229 de 30/04/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 233

Notificación

1. MECANISMOS LEGALES PARA PRACTICAR LA


NOTIFICACIÓN DE LAS PARTES EN LITIGIO
CUANDO NO EXISTA DOMICILIO PROCESAL

Casación
Sentencia: N° 118 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CPC: Artículo 233

“Esta Sala, por auto de fecha 22 de junio de 2001, en cuanto al lapso de


los diez días contemplados en el artículo 233 del Código de Procedi-
miento Civil, estableció lo siguiente:

‘...si no se constituyó domicilio procesal, la notificación de la


parte deberá ser hecha a través de cartel publicado por la
imprenta, en un diario de los de mayor circulación de la locali-
dad que el juez indicará. Todo lo cual permite que la parte
tenga mayor conocimiento de las actuaciones realizadas para
notificarla. Pero, lo más importante, a criterio de la Sala, es
que en el cartel el juez debe conceder a la parte un término no
menor de 10 días de despacho para que se consuma la notifi-
cación, luego de lo cual la causa se reanudará. Término que,
234 NOTIFICACIÓN

sin dudas, permitirá un mejor ejercicio del derecho de la de-


fensa, debiendo la Sala advertir que el citado término se con-
cede sólo cuando la notificación se ordena por la imprenta, no
así para el resto de las modalidades previstas en el tantas ve-
ces señalado artículo 233...”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la publi-


cación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-
2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 61 de 22/06/01.

2. NOTIFICACIÓN

a. Avocamiento de un nuevo juez

Casación
Sentencia: N° 175 de 25/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de la Sala Constitucional de sentencia Nº
24 de 25 de enero de 2001. Caso: Seguros La Segu-
ridad, C.A. Expediente 00-624.
CPC: Artículos 319 y 522
CRBV: Artículo 49, numeral 1º
Voto Salvado: Franklin Arrieche Gutiérrez

“...esta Máxima Jurisdicción extremando sus deberes, estima oportuno


consignar el criterio que sobre los casos en los cuales este Tribunal
Supremo de Justicia emite sus decisiones vencidos los sesenta (60) días
que a tal efecto otorga el artículo 319 del Código de Procedimiento
Civil. Así, ha establecido su Sala Constitucional:

‘...Una vez dictada sentencia de casación fuera del lapso le-


gal, y devueltos los autos en reenvío, las partes deben ser noti-
ficadas de la continuación del procedimiento, a objeto de que,
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 235

dictada la correspondiente sentencia de reenvío, puedan ejer-


cer contra ella los recursos legales correspondientes.

En el caso de autos, no consta que las partes hayan sido noti-


ficadas de la continuación del procedimiento de reenvío, a pe-
sar de que la sentencia de casación fue dictada fuera del lapso
legal. Esta falta de notificación vulnera el derecho a la defen-
sa en todo estado y grado del proceso, contemplado en la dis-
posición prevista en el artículo 49, numeral 1; de la Constitución
de la República. El vicio en referencia no queda convalidado
porque el Tribunal de reenvío haya dictado sentencia dentro
del lapso previsto en el artículo 522, segundo aparte, del Códi-
go de Procedimiento Civil.

En las circunstancias expuestas y a los efectos de restablecer


la situación jurídica infringida, la Sala encuentra inútil la repo-
sición del procedimiento a un estado previo al pronunciamiento
de la sentencia de reenvío, toda vez que, a la luz de la disposi-
ción prevista en el artículo 522 eiusdem, no hay lugar en esta
sede al procedimiento de constitución de asociados, y, por otra
parte, el accionante no manifestó su voluntad de recusar a la
Juez Superior que dictó la sentencia impugnada.

En las circunstancias expuestas, lo que corresponde es repo-


ner el proceso al estado de que el Juzgado Superior Segundo
del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropoli-
tana de Caracas proceda a notificar a las partes de la senten-
cia de reenvío que dictara....”.

Voto Salvado: El Magistrado Franklin Arrieche Gutiérrez salva su


voto al disentir de la mayoría sentenciadora en los
términos siguientes:

“Considero que el fallo debió resolver el planteamiento del formalizante,


aplicando el criterio establecido en sentencia de fecha 7 de marzo de
2002 (Jorge Pabón c/ Almacenadora Caracas, C.A.), en el cual la Sala,
con ponencia del Magistrado disidente, estableció lo siguiente:
236 NOTIFICACIÓN

‘...si el avocamiento del nuevo juez que se incorpora a la cau-


sa ocurre una vez vencido el lapso natural de sentencia y su
prórroga (de ser el caso), éste debe notificar a las partes de su
avocamiento, porque de no hacerlo éstas podrían sufrir inde-
fensión, pues se les estaría privando de un medio procesal –la
recusación– que el legislador ha puesto a su alcance para el
resguardo de sus derechos

...Omissis...

...esta Sala considera propicio establecer que lo antes dispuesto


debe aplicarse también en aquellos casos en los que esta Sala
de Casación Civil declare con lugar un recurso de casación con
reenvío, y la sentencia haya sido dictada fuera del lapso de se-
senta (60) días que establece el artículo 319 del Código de Pro-
cedimiento Civil, pues si bien esta Sala no tiene el deber de
notificar a las partes del fallo dictado en casación, dado que el
artículo 251 eiusdem no tiene aplicación frente a ella, sí es in-
eludible que el juez a quien le corresponda sentenciar en reenvío
ordene notificar a las partes de su avocamiento, para que éstas
puedan controlar su capacidad subjetiva haciendo uso, en caso
de ser necesario, del medio procesal de la recusación’.

Cabe advertir que la decisión de la Sala Constitucional citada


en la página 12 del fallo del cual disiento, de fecha 25 de enero
de 2001 (Seguros La Seguridad), fija criterio en la dirección
expresada al señalar, que ‘una vez dictada sentencia de ca-
sación fuera del lapso legal, y devueltos los autos en reen-
vío, las partes deben ser notificadas de la continuación
del procedimiento…’

En mi criterio, no son válidas las consideraciones realizadas por la ma-


yoría sentenciadora, en el sentido de que sería inútil acordar la reposi-
ción de la causa porque el juez de reenvío ordenó notificar a las partes
acerca de la publicación de su fallo, pues no es la falta de notificación
de éste y la consecuente imposibilidad de anunciar recurso de casación
en contra de su decisión el motivo de la denuncia planteada por el recu-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 237

rrente, sino la ausencia de notificación del avocamiento de ese juez para


sentenciar y la consiguiente imposibilidad de recusarlo”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial Nº 4, en sentencia N° 442 de 19/11/
02, N° 131 de 07/03/02 y N° 36 de 24/01/02. Asimis-
mo, esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación
“Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-2001”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial Nº 1, en sentencia N° 295 de 10/08/00.

3. OBLIGACIÓN DEL SECRETARIO DEL TRIBUNAL EN


MATERIA DE NOTIFICACIÓN. CAMBIO DE DOCTRINA

Casación
Sentencia: N° 288 de 12/06/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 173 de 12 de mayo de 1993.
Caso: Pan-Técnica, C.A. c/ Apartotel La Llovizna,
C.A. Expediente 92-335, y Doctrina de sentencia Nº
61 de 22 de junio de 2001. Caso: Marysabel Jesús
Crespo de Crededio c/ Pedro Salvador Crededio Ro-
dríguez Expediente 00-127.
Abandona: Doctrina de sentencia Nº 192 de 27 de junio de 1996.
Caso: Constructora Maestro Prieto C.A., c/ Reina
Margarita C.A. Expediente 95-207
CPC: Artículos 14 y 233

“La Sala en sentencia estableció respecto a la notificación de las partes


y la reanudación de la causa, lo siguiente:

‘...En materia de notificaciones, la Sala sostuvo, en sentencia


del 26 de octubre de 1989 (Manuel Gonzalo Godoy Canelón
238 NOTIFICACIÓN

contra Néstor Vicente Moratinos), interpretando los artículos


14 y 233 del Código de Procedimiento Civil, que el término de
diez (10) días de despacho que se otorgaba a la parte para que
se la tuviera por notificada, había que adicionar un lapso de
diez (10) días de despacho, al que se contrae el artículo 14
eiusdem, para la reanudación del juicio; doctrina que, sin em-
bargo, fue abandonada en la ya citada decisión del 18 de di-
ciembre de 1990 (Lina Salazar Flores contra Lucas Rodríguez
Cid), estimando que sólo en el caso de que se ordene la notifi-
cación por la imprenta, en un diario que indique el Juez, proce-
derá conceder a la parte un lapso de al menos diez (10) días de
despacho, para que transcurrido el mismo o uno mayor, si el
Juez lo decidiere, quedara consumada la notificación, sin que
bajo ningún respecto se añadiera esta modalidad de fijación a
los otros medios de notificación que el artículo 233 contempla,
más adelante referidos, sino que en esos casos, tan pronto
conste en autos la notificación de la última de las partes, a
través de la actuación del Secretario del Tribunal, el pro-
ceso se reanudará sin dilaciones de ninguna especie...’

La posición de la Sala sobre estos particulares, dejó establecido lo


siguiente:

‘En virtud de lo expresado, en materia de notificaciones, vuel-


ve a su doctrina expuesta en sentencia N° 401 del 18 de di-
ciembre de 1990, expediente N° 89-483 en el juicio de Lina
Salazar Flores contra Lucas Guillermo del Cid y sentencia N°
173 de fecha 12 de mayo de 1993, expediente N° 92-335 en el
juicio de Pantécnica S.A., contra Apartotel La Llovizna S.A.)
y abandona expresamente la doctrina que sostuvo en fallo del
27 de junio de 1996, sentencia N° 192 expediente N° 95-207
en el juicio de Constructora Maestro Prieto C.A., contra Rei-
na Margarita C.A., salvo en lo que respecta a que no será
necesario que el Secretario del Tribunal deje constancia de
una actuación que la Ley no le ha confiado a él, sino que será
suficiente, a los efectos de lo dispuesto en la última parte del
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 239

artículo 233, que el Secretario autorice la diligencia que el Al-


guacil estampe mediante la cual indica al juez y a las partes
que dejó la boleta de notificación en el domicilio procesal cons-
tituido por la parte, para que ésta quede legalmente realizada.
Por lo cual al día siguiente de esa actuación conjunta del Al-
guacil y el Secretario se reanudará la causa...”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la publi-


cación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 4, en sentencia Nº 144 de 07/03/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 241

Nulidad

1. DEL RECURSO DE NULIDAD

a. Procedencia del recurso de nulidad contra el fallo dic-


tado por el juez de reenvío

Nulidad y Casación
Sentencia: N° 01 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 375 de 15 de noviembre de
2000. Caso: Wladimir José Andarcia Sifontes c/ Leo-
poldo Abdón Rosas. Expediente 00-476.

“...La Sala ha sostenido consolidada doctrina que marca el alcance del


recurso de nulidad, explicando que éste sólo procederá cuando el Tribu-
nal de reenvío no haya acatado en su fallo los criterios casacionales
que, por errores de juzgamiento, le antecedieron; destacándose que sólo
procederá cuando el Tribunal Supremo haya casado un fallo por error
de juicio y no por defectos de actividad.

...Omissis...
242 NULIDAD

‘Cuando la Sala de Casación Civil ha casado una sentencia


por error de juicio o error in iudicando y el Juez de reenvío
contraría la doctrina desarrollada en el fallo. No puede inten-
tarse el recurso de nulidad cuando la Sala de Casación Civil ha
casado una sentencia por vicio de actividad, ya que en este
caso se repone la causa y se sustancia de nuevo el juicio por el
Juez de reenvío que no está atado sino por la obligación de
respetar las reglas de derecho, en dicha sustanciación, y en la
elaboración de la nueva sentencia’.

El recurso de nulidad está dirigido a delatar la consonancia de la senten-


cia del Tribunal de reenvío con la doctrina de casación que la antecedió,
siempre y cuando se refieran a errores de juzgamiento. No es posible
realizar el recurso de nulidad para denunciar vicios de procedimiento an-
teriores ni posteriores a la sentencia de reenvío, o de construcción de esa
misma decisión, lo cual quedará en el dominio de las denuncias del recur-
so de actividad que deberá interponerse en forma subsidiaria al de nuli-
dad, o en forma principal si no hubiese razones para presentar el primero”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 03 de


12/06/03, Nº 02 de 12/06/03, Nº 268 de 12/06/03 y Nº
02 de 04/04/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada
ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial N° 4, en sentencia
Nº 05 de 30/04/02, Nº 04 de 30/04/02, Nº 02 de 08/03/
02, N° 01 de 08/03/02 y N° 01 de 08/02/02. Igualmen-
te, esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación
“Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-2001” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 1, en sentencia Nº 94 de 27/04/01.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 243

Oferta Real

1. ÓRGANO JURISDICCIONAL COMPETENTE ANTE EL


CUAL DEBE HACERSE LA OFERTA REAL DE PAGO.
ALCANCE DEL ARTÍCULO 819 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTO CIVIL

Regulación
Sentencia: N° 21 de 24/03/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 38 de 02 de noviembre de
1989. Caso: Oscar Armando Uzcátegui c/ Rafael
Alexis Oquendo Briceño. Expediente 89-034
CPC: Artículo 819

“...Ahora bien, el artículo 819 del Código de Procedimiento Civil, dispo-


ne claramente ante cuál órgano jurisdiccional debe hacerse la oferta
real de pago, cuando señala:

Sobre este punto, esta Sala señaló lo siguiente:

‘...la Sala acogiéndose a los conceptos expuestos precedente-


mente, aprecia que en asuntos donde se ventilen procedimien-
tos especiales como la Oferta Real, es relevante determinar la
244 OFERTA REAL

naturaleza del litigio, como signo inequívoco atributivo de la


competencia concreta en ese caso determinado. En el caso de
especie el origen de la obligación que dio lugar a instaurar el
procedimiento de la Oferta debe definirse en base a la natura-
leza de la obligación que se adeuda y se pretende liberar por
medio de la oferta y la consignación respectiva.

...Omissis...

En aplicación de las normas legales que rigen la materia y del


criterio jurisprudencial citado, la Sala aprecia: que a pesar de
ser el proceso de la Oferta un procedimiento especial que se
rige por el Código de Procedimiento Civil, no es procedimiento
exclusivo de la jurisdicción civil, ya que según sea la materia,
puede ser seguido en otras jurisdicciones; y por otra parte,
debe imperar, como ya se dijo, en la recta interpretación del
artículo 819 del Código de Procedimiento Civil...’

la Sala considera que, efectivamente, tal como lo señala la norma antes


citada, la competencia para conocer del procedimiento de oferta real
está atribuida a cualquier juez territorial del lugar convenido para el
pago y, cuando no haya convención especial respecto del lugar del pago,
en el domicilio o residencia del acreedor o en el lugar escogido para la
ejecución del contrato, en lo que se refiere a la fase no contenciosa de
este procedimiento.

Pero es preciso advertir, que cuando el acreedor alega que la oferta no


es válida, bien sea por disconformidad entre el monto depositado y la
deuda real del oferente, como sucedió en el caso de autos, o por cual-
quier otro motivo, el procedimiento pasa a ser contencioso y, por vía de
consecuencia, el tribunal que venía conociendo en razón del territorio
deberá declarar su incompetencia por la cuantía, tal y como debidamen-
te lo hizo el tribunal de municipio”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 245

Orden Público

1. EL LEVANTAMIENTO DEL VELO JUDICIAL Y EL


FRAUDE PROCESAL

Casación
Sentencia: N° 308 de 25/06/03
Ponente: Adán Febres Cordero
Ratifica: Doctrina de la Sala Constitucional del Tribunal Su-
premo de Justicia de sentencia N° 77 de 09 de marzo
2000. Caso: José Alberto Zamora Quevedo c/ Juzga-
do Sexto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil
y del Tránsito de la Circunscripción judicial del Área
Metropolitana de Caracas. Expediente 00-0126.
CPC: Artículos 11 y 17

“El elemento característico del fraude procesal es el fin, porque consis-


te en desviar el proceso de su curso normal, que es la sentencia defini-
tiva de última instancia que ponga fin a la controversia. Carnelutti
recomienda como arma contra el fraude el proceso contradictorio, por-
que las partes contienden abiertamente y al juez le es relativamente
fácil controlar cualquier desviación que ocurra. Cuando ambas partes
se ponen de acuerdo, desaparece el contradictorio y surge entonces el
246 ORDEN PÚBLICO

llamado proceso fraudulento (Vid. Contra el Proceso Fraudulento.


Revista de Derecho Procesal Civil. 1926. II, pp. 14 y ss). La Sala
Constitucional, en su fallo de fecha 9 de marzo de 2000 (Caso: José
Alberto Zamora Quevedo), maneja fundamentalmente dos conceptos:
El levantamiento del velo judicial y el fraude procesal; el primero, busca
escudriñar en la interioridad del proceso para así encontrar la verdad
material. En el segundo, el elemento dolo es esencial. En el caso, la
declaratoria del fraude sirvió de fundamento para declarar nulo el pro-
ceso simulado. La doctrina señala que la noción de fraude procesal al
cual se refiere el artículo 17 del Código de Procedimiento Civil, no está
definida y que, junto con la colusión, son dos figuras afines que suponen
una configuración o concierto doloso para perjudicar a una de las partes
o a un tercero. La figura del Juez aparecería como cómplice, si se le
puede comprobar que tuvo conocimiento de los hechos fraudulentos y
no ejerció la facultad prevista por el artículo 11 ibíb. La actuación de
las partes que incurren en fraude tiene que ser dolosa; la del juez basta
que sea culposa, pues éste tiene el deber de actuar para resguardar el
orden público y las buenas costumbres”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 247

Partición

1. TRÁMITE RELATIVO A LOS REPAROS GRAVES


OPUESTOS POR LOS INTERESADOS EN LA
PARTICIÓN

Sentencia: N° 62 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CPC: Artículos 607, 777 y siguientes, 787

“Ahora bien, el juicio de partición o división de bienes comunes, similar


al de autos, es uno de los procedimientos especiales contenciosos con-
tenidos en el Libro Cuarto del Código de Procedimiento Civil vigente
(artículos 777 y siguientes), a cuyas normas deben sujetarse los jueces
y las partes involucradas para su adecuada promoción y tramitación.

En efecto, el artículo 787 del Código de Procedimiento Civil, en cuanto


al trámite relativo a los reparos graves opuestos por los interesados a la
partición, dispone lo siguiente:

‘...Si los reparos son graves emplazará (el Juez) a los intere-
sados y al partidor para una reunión y si en ella se llega a un
acuerdo, el Juez aprobará la partición con las rectificaciones
convenidas.
248 PARTICIÓN

Si no se llega a acuerdo, el Juez decidirá sobre los reparos


presentados dentro de los diez días siguientes. De la decisión
se oirá apelación en ambos efectos...’.

De la norma transcrita precedentemente se evidencia, que la ley no


contempla ningún lapso probatorio para que las partes demuestren los
reparos u objeciones efectuados a la partición; de manera que, en caso
de requerirse la aclaratoria de algún hecho, corresponde a los interesa-
dos la carga de solicitar al juzgador la apertura de la articulación proba-
toria correspondiente, de conformidad con lo pautado en el artículo 607
del Código de Procedimiento Civil.

En el caso concreto, en la oportunidad procesal correspondiente, el de-


mandado presentó sendos escritos de objeciones o reparos al informe
efectuado por la partidora, dando inicio a una nueva fase de conoci-
miento sumario, en el que la ley no prevé un lapso probatorio para que la
parte interesada demuestre los reparos presentados, que serán decidi-
dos en el lapso estipulado por el legislador para ello, tal y como sucedió
en el caso que se revisa.

Por tanto, si el demandado, hoy recurrente, requería esclarecer los plan-


teamientos contenidos en su escrito de objeciones o reparos a la parti-
ción, ha debido solicitar al juzgador la apertura de la correspondiente
articulación probatoria, como antes se señaló. Lo que no puede preten-
derse es que mediante una denuncia como la que se analiza, la Sala
ordene la reposición de la causa al estado de abrir un lapso probatorio
no previsto en la ley”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 249

Perención

1. LA PERENCIÓN SE VERIFICA DE DERECHO

Casación
Sentencia: Nº 292 de 12/06/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 03 de 07 de marzo de 2002.
Caso: Jean Fares Bassil y otros c/ Abelardo Raidi
Hosry. Expediente 1952-001.
CPC: Artículos 203 y 269

“Contrariamente a lo sostenido por el sentenciador de reenvío, esta Sala


expresó lo siguiente:

‘...nuestro derecho procesal sigue en materia de perención el


sistema italiano; la perención, conforme al artículo 203 del
Código de Procedimiento Civil (sustituido por el artículo 269),
se verifica de derecho, vale decir, ope legis, independien-
temente del requerimiento de la parte interesada y la
consiguiente declaratoria judicial, la cual no vendría sino
a ratificar lo que virtualmente estaba consumado, pues la
perención opera desde el momento mismo en que ha transcu-
250 PERENCIÓN

rrido el término prescrito por la ley, ya que conforme a la ense-


ñanza de la doctrina, existe aun con antelación a la solicitud de
parte en hacerla valer...”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la pu-


blicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 4, en sentencia N° 13 de 08/02/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 251

Poder

1. PERFECCIONAMIENTO DEL MANDATO

Casación
Sentencia: Nº 170 de 25/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CC: Artículo 1.685

“La autorizada doctrina ha señalado sobre el particular lo siguiente:

‘...El consentimiento es necesario para la perfección del man-


dato que se opone así a la gestión de negocios ajenos, cuasicon-
trato cuya existencia supone la ausencia de voluntad del dueño
del negocio; desde el instante en que el dueño del negocio aprueba
el acto la gestión se transforma retroactivamente en mandato.

...Omissis...

El ofrecimiento procede del mandante; no está sometido a


ninguna forma. Incluso puede ser tácito salvo para los actos
de disposición que requieren un mandato expreso.

...Omissis...
252 PODER

El ofrecimiento no está sometido a formalidades más que si el


acto jurídico que debe concertar el mandatario por cuenta del
mandante es a su vez un acto solemne

...Omissis...

Para la conclusión del contrato de mandato es necesaria la


aceptación por el mandatario del ofrecimiento que le dirige el
mandante. Esa aceptación no está sometida jamás a forma
alguna; casi siempre es tácita y resulta del cumplimiento del
mandato por el mandatario.

...Omissis...

La aceptación del mandato por el mandatario está proba-


da suficientemente por el ‘cumplimiento que se le haya dado
por el mandatario’. En efecto, el cumplimiento del manda-
to no constituye solamente una presunción, sino la confe-
sión misma de la aceptación; más aún, sobre el terreno de la
práctica, suele ser indispensable que el mandatario pueda obrar
antes de que haya dado su aceptación por escrito.

La prueba del mandato con respecto a terceros.

En principio, los terceros tienen la posibilidad de probar por


todos los medios un acto jurídico al que hayan permanecido
ajenos; porque, de una parte, se han encontrado en la imposibi-
lidad de procurarse un documento; y, de otro lado, el acto no
es a su respecto sino un hecho jurídico.

...Omissis...

El tercero que alegue un mandato aparente no tiene que pro-


bar un mandato que no existe, sino un hecho jurídico: la apa-
riencia de un mandato o la culpa del supuesto mandante; por lo
tanto, esa prueba es libre’.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 253

A tono con lo antes expresado, el propio artículo 1.685 del Código Civil
venezolano establece que la aceptación del mandato puede ser tácita y
resultar de la ejecución del mandato por el mandatario.

En igual sentido se ha expresado la doctrina patria:

‘...El mandato tácito tiene lugar cuando una persona ejecuta


sin poder actos de administración o disposición relativos a los
bienes o derechos de otra persona que tiene conocimiento de
ellos y los permite o tolera...

La aceptación es tácita cuando el que ha recibido el poder o


mandato procede a cumplir su cometido sin declarar previa-
mente su aceptación...’”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 255

Prescripción

1. NOCIÓN. CLASES Y CONDICIONES DE PROCEDENCIA

Casación
Sentencia: Nº 301 de 12/06/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CC: Artículos 1.952, 1.967 y 1.968

“El Código Civil, en el artículo 1.952 establece que la prescripción es


‘un medio de adquirir o de liberarse de una obligación por el tiem-
po y bajo las condiciones determinadas por la ley’.

Hay dos clases de prescripción: la adquisitiva y la liberatoria o extintiva.


El elemento constitutivo de la primera es la posesión y en la segunda, la
inacción del acreedor. En ambos casos la prescripción es una institución
útil y necesaria, porque, castigando la negligencia del propietario o del
acreedor, asegura el dominio de las cosas y evita pleitos en la sociedad.

En general, la doctrina admite tres condiciones fundamentales para in-


vocar la prescripción extintiva o liberatoria: 1) la inercia del acreedor;
2) el transcurso del tiempo fijado por la ley y 3) la invocación por parte
del interesado.
256 PRESCRIPCIÓN

El artículo 1.967 del Código Civil, prevé que la prescripción puede inte-
rrumpirse natural o civilmente. Hay interrupción natural, cuando por
cualquier causa deje de estar el poseedor en el goce de la cosa por más
de un año (artículo 1.968 eiusdem). Se interrumpe civilmente, en virtud
de una demanda judicial, aunque se haga ante un juez incompetente, o
debidamente registrada antes de que expire el lapso de prescripción, de
un decreto o de un acto de embargo notificado a la persona respecto de
la cual se quiere impedir el curso de la prescripción, o de cualquier otro
acto que la constituya en mora de cumplir la obligación. Si se trata de
prescripción de créditos, basta el cobro extrajudicial”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 257

Préstamos Mercantiles

1. LETRA DE CAMBIO

a. Prelación en cuanto al valor de certeza y precisión de


la expresión escrita en relación a las cifras arábigas que
expresen una cantidad

Casación
Sentencia: Nº 282 de 12/06/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CCOM: Artículo 415
CPC: Artículo 25

“...de darle valor de certeza y precisión a la expresión escrita manifes-


tada en letra sobre las cifras arábigas que expresen una cantidad. La
máxima demostración de esta intención legislativa, se desarrolla en el
ut supra transcrito artículo 415 del Código de Comercio, que en mate-
ria mercantil establece un principio que eleva la letra sobre el guarismo,
con la finalidad de ofrecer garantías de certeza a los operadores co-
merciales. En materia civil, entonces, es aplicable el mencionado prin-
cipio mercantil, dada la intención general del legislador de garantizar
una certeza en la forma de expresarse en los instrumentos procesales.
No debemos olvidar la importancia que esto reviste en un sistema civil
258 PRÉSTAMOS MERCANTILES

eminentemente escrito como el de nosotros, que a pesar de estar empu-


jado a un cambio hacia la oralidad, conforme a los principios constitu-
cionales que sembró la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, aún mantiene su esencia en lo escrito, como lo establece el
artículo 25 del Código de Procedimiento Civil. En consecuencia, cada
vez que, como en el caso de autos, en materia civil aparezca escrito a la
vez una cantidad en letras y en guarismos, con diferencias entre ellas,
se tomará como cierta y correcta la expresada en letras”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 259

Procedimientos Especiales

1. DEL JUICIO DE RENDICIÓN DE CUENTAS

a. Carga de la prueba del demandado en el juicio de cuentas

Casación
Sentencia: N° 193 de 25/04/03
Ponente: Adán Febres Cordero
CPC: Artículos 676, 677 y 687

“En efecto, junto con la presentación de la cuenta, en términos claros y


precisos, año por año, el demandado debe acompañar los libros, instru-
mentos, comprobantes y papeles pertenecientes a ella (Art. 676). Si no
se cumple con el deber de presentar los libros, instrumentos, compro-
bantes y papeles necesarios para formar la cuenta, éste debe exhibirlos,
–prueba de especial importancia dentro del juicio de cuentas–, por-
que es la única forma de lograr la formación de la cuenta año por año,
con sus cargos y abonos cronológicos, de modo que pueda examinarse
fácilmente (Art. 687). En todo caso, la actividad del demandado en esta
fase del proceso es importante, porque puede incluso promover y hacer
evacuar pruebas en el caso señalado por el artículo 677 del Código de
Procedimiento Civil”.
260 PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

b. Defensas oponibles por el demandado

Casación
Sentencia: N° 193 de 25/04/03
Ponente: Adán Febres Cordero
CPC: Artículo 673

“Es oportuno señalar que tanto el código vigente como el derogado,


omiten pronunciamiento expreso acerca de si el intimado puede alegar
otras defensas distintas de las previstas en el artículo 673 del Código de
Procedimiento Civil. Según el citado artículo, el demandado puede opo-
nerse a la demanda alegando haber rendido ya las cuentas; o que éstas
corresponden a un período distinto o a negocios diferentes a los indica-
dos en la demanda, de lo cual debe, en ambos casos, producir prueba
escrita. Sin embargo, la jurisprudencia que interpretó el derogado artículo
654, equivalente al vigente 673, se pronunció por no atribuirle carácter
taxativo o restrictivo a la enumeración de las citadas defensas; admi-
tiendo, en consecuencia, que el demandado puede en dicha ocasión ale-
gar otras excepciones previas o de fondo”.

c. Legitimados pasivos. Alcance del artículo 673 del Có-


digo de Procedimiento Civil

Casación
Sentencia: N° 193 de 25/04/03
Ponente: Adán Febres Cordero
CPC: Artículo 673

“En cuanto a las personas que pueden ser legitimados pasivos en el


juicio de cuentas, la enumeración contenida en el artículo 673 del Códi-
go de Procedimiento Civil es de carácter enunciativo y no taxativo; en
razón de ello, pueden ser legitimados pasivos el tutor, el socio, el admi-
nistrador, el apoderado, el encargado de intereses ajenos, los herederos
que tengan la posesión provisional de los bienes del declarado ausente,
el albacea testamentario, los padres que ejercen la patria potestad, el
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 261

curador de la herencia yacente, los gestores de negocios, el depositario,


el síndico de la quiebra, los copartícipes que hayan administrado la he-
rencia durante la comunidad; y, en general, todos los otros casos en los
que se trate de la administración de bienes de otro”.

2. DE LA EJECUCIÓN DE HIPOTECA

a. Apoderados judiciales. Facultad para darse por intimado

Casación
Sentencia: N° 86 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 460 de 21 de julio de 1999.
Caso: Fondo para la Construcción de los Servicios
Urbanísticos de las Lomas, Condominio Privado
(FONDOLOMAS) c/ Inversiones M.C.S.F., C.A.
Expediente 99-475
CPC: Artículos 15,154, 206, 208, 217, 661 y 663.

“Con respecto a la facultad de los apoderados judiciales para darse por


intimados en nombre de su representado, esta Sala estableció lo siguiente:

‘...No existe una norma procesal que le dé un tratamiento es-


pecial a la intimación, exigiendo facultad expresa, individual y
autónoma en el poder, que distinga de la facultad expresa para
darse por citado que sí esta claramente contenida en el artícu-
lo 217 del Código de Procedimiento Civil. Por ello, debe en
consecuencia, aplicarse la disposición contenida en el artículo
154 ejusdem, y determinarse en el presente caso, que los re-
presentantes judiciales de la demandada sí estaban autoriza-
dos en el poder para darse por intimado y oponerse al
procedimiento de ejecución de Hipoteca. En otras palabras, si
la ley tan sólo exige facultad expresa para darse por citado, y
nada señala en cuanto a la intimación, tomando en cuenta que
el poder analizado expresa claramente la potestad de darse
por citado, debe aplicarse entonces, el contenido del artículo
262 PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

154 del Código de Procedimiento Civil, para entender que el


mencionado poder faculta a los referidos abogados para darse
por intimados y para todas aquellas actuaciones procesales
que sean necesarias en ese juicio y que no estén expresamen-
te exigidas como de obligatoria mención expresa.

Una interpretación contraria, no sólo sería lesiva al artículo


154 ibídem, sino al derecho a la defensa del propio mandante,
ya que se estaría interpretando la voluntad al momento de otor-
gar el documento poder, con un criterio totalmente en contra
del otorgante. Esta no es la forma justa y equitativa como debe
interpretarse el mandato.

Estos motivos son suficientes para determinar, que desde el


punto de vista de la suficiencia del poder, sí debe considerarse
válida la representación esgrimida por los prenombrados apo-
derados en la oportunidad de la oposición, formulada en el pro-
cedimiento de ejecución de hipoteca, y por ello, no hubo
quebrantamiento alguno por parte de la recurrida, de los artícu-
los 206, 208 y 15 del Código de Procedimiento Civil, por ello se
declara improcedente esta denuncia...’.

De conformidad con la doctrina anteriormente transcrita, si la ley tan


sólo exige facultad expresa para darse por citado, y nada señala en
cuanto a la intimación, para llenar el vacío, debe aplicarse entonces, el
contenido del artículo 154 del Código de Procedimiento Civil, para en-
tender que el mencionado poder faculta a los apoderados judiciales para
darse por intimados y para todas aquellas actuaciones procesales que
sean necesarias en el juicio y que no estén, por voluntad de la ley, ex-
presamente exigidas como de obligatoria mención expresa.

La doctrina comentada, fue establecida en fecha 21 de julio de 1999 y,


a diferencia de lo indicado por el impugnante, no tiene ninguna disposi-
ción de aplicación temporal, por lo tanto, lo es a partir del día siguiente
de la fecha de su publicación, todo lo cual determina que la misma esta-
ba vigente para el momento en que el apoderado judicial del demandado
se dio por citado en nombre de su representado (9 de agosto de 1999).
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 263

Considera esta Sala importante resaltar que, aun cuando el apoderado


judicial del accionado estaba debidamente facultado para darse por ci-
tado, tal como se desprende del poder que riela al folio trece (13) del
presente expediente, y no por intimado, ello no puede ser impeditivo
para que el acto de comunicación procesal de la citación efectuado a
mutuo propio alcance el fin para el cual está destinado, la intimación
misma, que no es otro que permitirle al intimado conocer del juicio in-
coado en su contra para la debida defensa de sus derechos e intereses.
En consecuencia, esta Sala toma como fecha de intimación el 9 de agosto
de 1999; interpretar lo contrario, es decir, que esa citación no implicó
una intimación, involucra caer en formalismos que sin duda alguna se
traducen en una violación al derecho a la defensa del intimado, más aún,
cuando conforme a las propias normas que rigen el procedimiento de
ejecución de hipoteca en esos juicios no hay citación sino intimación
(artículo 661 del Código de Procedimiento Civil).

De lo anterior, se determina que la oposición a la intimación realizada


por el intimado en fecha 12 de agosto de 1999, es tempestiva y por lo
tanto, correspondía al juez de primera instancia, de conformidad con lo
establecido en el artículo 663 del Código de Procedimiento Civil, decla-
rar abierto el procedimiento ordinario, si a su juicio la oposición realiza-
da llenaba los extremos exigidos en el referido artículo; al no hacerlo,
quebrantó la forma procesal estipulada para la tramitación del juicio de
ejecución de hipoteca, subvirtiendo el procedimiento, infracción que avaló,
el a-quem, a quien procesalmente le correspondía declarar nula la sen-
tencia y ordenar la reposición de la causa al estado en el cual se abriera
al juicio ordinario de ejecución de hipoteca...”.
264 PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

b. Remate

a) Inimpugnabilidad del remate por vía de nulidad

Hecho
Sentencia: Nº 28 de 24/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina en sentencia Nº 255 de 02 de junio de 1999.
Caso: Arrendamiento de Unidades Pesadas Andege,
C.A. c/ Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y
Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado
Aragua. Expediente 99-078
CPC: Artículo 584

“...la posición sostenida por la Sala en relación a las posibilidades recur-


sivas en los casos de remate judicial, ha sido ya puntualizada, en los
términos que siguen:

‘...nuestro legislador ha previsto que contra esta decisión es-


pecífica que forma parte del remate, no procede recurso algu-
no. Ello se infiere de lo previsto en el artículo 584 del Código
de Procedimiento Civil, el cual establece el único medio de
impugnación:

El remate no puede atacarse por vía de nulidad por defecto de


forma o de fondo, y la única acción procedente contra sus
efectos jurídicos es la reivindicatoria...’.

En este mismo sentido, la Sala dejó sentado en decisión de fecha 02 de


junio de 1999, lo siguiente:

‘...El artículo 584 del Código de Procedimiento Civil se refiere


a la petición de nulidad del acto de remate, el cual no puede
atacarse como un acto aislado por vicios o defectos de forma
o de fondo.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 265

Se trata de una norma específica que prohíbe se ventile –por


cualquier causa– la nulidad del acto de remate...’.

La finalidad perseguida por el legislador al establecer la inimpugnabili-


dad del remate por vía de nulidad por defectos de forma o fondo, es
otorgar la mayor seguridad jurídica al adquiriente del bien, pues de lo
contrario, la confianza de la colectividad en tal forma jurisdiccional de
adquirir la propiedad u otros derechos patrimoniales se vería seriamente
quebrantada, con irremediable perjuicio para el interés colectivo en la
efectividad del proceso de ejecución, al menos en lo relativo a obliga-
ciones pecuniarias, y con indefectible desmedro en el correlativo buen
funcionamiento de la administración de justicia.

A tales efectos, por disposición expresa del legislador se consagró la


imposibilidad de impugnar por vía de nulidad el acto de remate, ya sea
en su parte procesal o jurisdiccional, por lo que éste es irrecurrible tanto
en apelación como en casación”.

3. DEL PROCEDIMIENTO POR INTIMACIÓN

a. El traspaso o cesión de acciones representa una obli-


gación líquida y exigible, por lo tanto no se adecua a los
requerimientos exigidos por el artículo 640 del Código de
Procedimiento Civil, para demandar por la vía monitoria

Casación
Sentencia: N° 124 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 64 de 22 de marzo de 2000.
Caso: Rafael José Pinto c/ Sociedad Anónima de
Construcciones y Parcelamientos (SACONPA). Ex-
pediente 98-288.
CPC: Artículos 640 y 643, ordinales 1º y 3º

“En el caso del contrato de venta de acciones, es indudable la existen-


cia de una contraprestación por parte del comprador, que no es otra que
266 PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

el pago del precio de esas acciones. La parte actora, acompañó como


instrumento fundamental de su demanda copia fotostática del referido
documento de venta, cuya nota de certificación carece de firma por
parte del funcionario que presuntamente la redactó. Sin descender la
Sala a un análisis valorativo del referido instrumento, sino a la revisión
de los aspectos formales de admisión de la demanda por el procedi-
miento monitorio, es obvio que los ordinales 1º y 3º del artículo 643 del
Código de Procedimiento Civil, impiden tal admisión, para concederle a
la actora, lo que simplemente es una pretensión de cumplimiento de un
contrato de venta.

Ciertamente, como indica el artículo 640 del Código de Procedimiento


Civil, la vía monitoria está diseñada para el cobro de un crédito, el cual
deber ser líquido y exigible. Una prestación de hacer como la planteada,
atinente al traspaso o cesión de acciones, que deberá cumplir el deman-
dado en el libro de accionistas de la empresa, no tiene las características
antes enunciadas, ni se adecua a los requerimientos exigidos por el men-
cionado artículo 640 del Código de Procedimiento Civil. En otras pala-
bras, la prestación reclamada por la parte actora en el presente juicio, no
podía ser tramitada a través del procedimiento por intimación...”.

b. Oportunidad para tachar el documento privado acom-


pañado al libelo de la demanda

Casación
Sentencia: N° 84 de 13/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CPC: Artículos 443, 444, 640 y siguientes

“...la Sala reitera que la oposición a la intimación en el procedimiento


especial establecido en los artículos 640 y siguientes del Código de Pro-
cedimiento Civil, no equivale a la contestación de la demanda, sino que
simplemente constituye la manifestación de voluntad del demandado de
no querer ser juzgado bajo dicho procedimiento por intimación, teniendo
como principal consecuencia el dejar sin efecto el decreto intimatorio y
hacer cesar la especialidad del procedimiento, que seguirá su curso por
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 267

los trámites del procedimiento ordinario, que se inicia con la contesta-


ción a la demanda.

Por ello, mal podría admitirse el desconocimiento o la tacha incidental


del documento privado acompañado al libelo de demanda en oportuni-
dad anterior a la contestación, pues en los artículos referidos a ambos
tipos de impugnación de la prueba documental privada se establece cla-
ramente, que la oportunidad para ejercer el derecho de contradicción de
dicha prueba es la contestación de la demanda en el supuesto de que el
instrumento privado haya sido producido con el libelo.

Así lo establecen los artículos 443 y 444 del Código de Procedimiento


Civil, que referidos a la tacha incidental y al desconocimiento, respecti-
vamente, señalan lo siguiente:

‘Los instrumentos privados pueden tacharse por los motivos


especificados en el Código Civil. La tacha deberá efectuarse
en el acto del reconocimiento o en la contestación de la de-
manda, o en el quinto día después de producidos en juicio, si
antes no se los hubiese presentado para el reconocimiento, o
en apoyo de la demanda, a menos que la tacha verse sobre el
reconocimiento mismo.

Pasadas estas oportunidades sin tacharlos, se tendrán por re-


conocidos; pero la parte, sin promover expresamente la tacha,
puede limitarse a desconocerlos en la oportunidad y con suje-
ción a las reglas que se establecen en la Sección siguiente’.

‘La parte contra quien se produzca en juicio un instrumento


privado como emanado de ella o de algún causante suyo, de-
berá manifestar formalmente si lo reconoce o lo niega, ya en el
acto de la contestación de la demanda, si el instrumento se ha
producido con el libelo, ya dentro de los cinco días siguientes a
aquél en que ha sido producido, cuando lo fuere posteriormen-
te a dicho acto. El silencio de la parte a este respecto, dará por
reconocido el instrumento”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 269

Pruebas

1. CARGA DEL FORMALIZANTE PARA QUE LA SALA


PUEDA DESCENDER AL FONDO DEL PROCESO Y
REVISE EL ESTABLECIMIENTO Y VALORACIÓN DE
LOS HECHOS Y PRUEBAS

Casación
Sentencia: N° 130 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina  de  sentencia  Nº  344  de  31  de  octubre  de
2000.  Caso:  David  Parra  Fuentes  c/  José  Agustín
Rivero Rodríguez. Expediente 00-240.

“En cuanto a lo que debe hacer el formalizante para que la Sala pueda
descender al fondo del proceso y revisar la infracción de normas jurídi-
cas expresas que regulen el establecimiento o valoración de los hechos
y de las pruebas, esta Sala expresó lo siguiente:

‘...cuando se pretende que la Sala conozca del establecimien-
to o valoración de los hechos o de las pruebas, es preciso que
el formalizante indique en cuál de las cuatro categorías seña-
ladas encuadra la norma cuya violación se acusa, siendo in-
apropiado que se denuncie en forma genérica la infracción de
270 PRUEBAS

normas  jurídicas  expresas  que  regulan  el  establecimiento  o


valoración de los hechos y de las pruebas, debiéndose declarar
improcedente en estos casos la denuncia por falta de técnica
de la formalización...’”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 486 de
21/12/01.

2. DE LOS MEDIOS DE PRUEBAS, DE SU PROMOCIÓN Y


EVACUACIÓN. ALCANCE DEL ARTÍCULO 396 DEL
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

Casación
Sentencia: N° 308 de 25/06/03
Ponente: Adán Febres Cordero
CPC: Artículos 340, ordinal 6°, 396, 405, 434 y 435

“La regla general en Venezuela de la promoción de las pruebas la esta-
blece el artículo 396 del Código de Procedimiento Civil: “Dentro de los
primeros quince días del lapso probatorio deberán las partes promover
todas las pruebas de que quieran valerse, salvo disposición especial de
la Ley”. Es un lapso perentorio y preclusivo, salvo las excepciones le-
gales. La mayor parte de las pruebas que deben promoverse dentro de
este lapso son: los instrumentos privados de la demanda, y la de éstos
en los casos de excepción a que se refiere el artículo 434; la exhibición
de documentos; la confesión o posiciones juradas; la experticia; la ins-
pección judicial; la prueba de testigos; las reproducciones, copias y ex-
perimentos;  la  prueba  de  informes;  y  cualquier  medio  probatorio  no
contemplado  expresamente  en  la  ley  (las  pruebas  innominadas).  Las
excepciones a la regla anterior son varias: algunas pruebas deben pro-
moverse con el libelo de la demanda, como los instrumentos públicos o
privados en que se fundamente la pretensión (Art. 340, Ord. 6° CPC);
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 271

otras pruebas pueden ser promovidas en todo tiempo hasta los últimos
informes, como las posiciones juradas (Art. 405 CPC), los instrumentos
públicos, que no sea obligatorio presentar con la demanda (Arts. 434 y
435 CPC); y una previsión nueva: de común acuerdo las partes, en cual-
quier estado y grado de la causa, pueden hacer evacuar cualquier clase
de pruebas en que tengan interés (Art. 396, in fine. CPC)”.

3. EL ARTÍCULO 508 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO


CIVIL DEBE SER CONSIDERADO COMO REGLA DE
VALORACIÓN DE LA PRUEBA TESTIMONIAL

Casación
Sentencia: N° 90 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de la Sala de Casación Social del Tribunal
Supremo  de  Justicia  de  sentencia  Nº  121  de  24  de
mayo de 2000. Caso: Teodosia María Bohórquez de
Castillo  y  otros  c/  Elba  Juliana  Lugo  Uzcátegui  y
otros. Expediente 97-261, y Doctrina de sentencia Nº
60 de 05 de abril de 2001. Caso: Ernesto Barrow c/
Antonio Santa María. Expediente 00-492.
CPC: Artículos 313, ordinal 2º, 320, 507 y 508

“Por sentencia de fecha 31-5-88, en el juicio de Pedro José Quintana
contra C.A. Nacional Teléfonos de Venezuela, la Sala Civil de la extin-
guida Corte Suprema de Justicia, estableció que:

‘...La Sala reitera en esta parte de su sentencia, que el artículo
508 del Código de Procedimiento Civil, no es norma jurídica
expresa para la valoración de la prueba de testigos cuya cen-
sura se ha solicitado a la Sala, sino norma de sana crÍtica para
la apreciación de dicha prueba, y por ende, no censurable en la
forma excepcional prevista en el encabezamiento del artículo
320 del Código de Procedimiento Civil...’
272 PRUEBAS

Por sentencia de fecha 23-5-90, Exp. Nº 89-258, en el juicio de Luisa
Elizondo de Berecibar contra C.A. Distribuidora Chumaceiro, la Sala
abandonó la doctrina anterior, y estableció, que en el artículo 508 del
Código de Procedimiento Civil, se encuentran “contenidas reglas de sana
crítica y reglas de valoración de pruebas”, estableciendo así un sistema
mixto para la apreciación de la prueba de testigos y al efecto afirmó:

‘...A juicio de la Sala, son reglas de valoración: 1) la de exami-
nar si las deposiciones de los testigos concuerdan entre sí y
con las demás pruebas; 2) la de desechar la declaración del
testigo inhábil o del que apareciere no haber dicho la verdad; y
3)  la  de  expresar  el  fundamento  de  la  determinación  por  la
cual el Juez deseche al testigo.

En relación con la regla del numeral 1), cabe precisar que lo
obligatorio para el Juez, es hacer la concordancia de la prueba
testimonial entre sí y con las demás pruebas, cuando esa con-
cordancia sea posible; pero el resultado de esa labor corres-
ponde a la soberanía del Juez, quien no podría ser censurado
en casación sino sólo cuando haya incurrido en suposición fal-
sa o haya violado una máxima de experiencia.

Igualmente debe precisarse, en relación con el citado numeral
2), que si bien  el Juez está en el deber  legal de desechar el
testigo mendaz, el punto de si el deponente incurrió o no en
contradicciones, la gravedad de las mismas, y cualquier otro
motivo idóneo para desestimarlo, corresponde a su libertad de
apreciación de la prueba; por lo que ésta sólo podría ser cen-
surada cuando ha incurrido en suposición falsa o haya violado
una máxima de experiencia. Una tesis contraria equivaldría a
situarnos en el tiempo de la legislación de 1904, ya superada.

Asimismo, en  criterio  de  la Sala,  es regla  sana  crítica  la de


estimar cuidadosamente los motivos de las declaraciones y la
confianza que merezcan los testigos por su edad, vida y cos-
tumbres, por la profesión que ejerzan y demás circunstancias...’
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 273

Esta doctrina fue abandonada por Sentencia Nº 160 de fecha 25-6-97,
Exp.  Nº  93-176.  Caso  Juan  José  Martínez  y  otra  contra  Gilberto  de
Jesús Roa Vivas, en el cual se expresó:

‘...La Sala, atemperando su doctrina existente sobre el alcan-
ce del artículo 508 del Código de Procedimiento Civil, reitera
una jurisprudencia de vieja data del autor patrio Doctor Luis
Loreto, del 30 de junio de 1977, en la cual se expresó; ‘el artí-
culo 367 (hoy 508), sí es una disposición en la cual el legislador
ha establecido el modo como los jueces deben apreciar la prue-
ba de testigos, y es por consiguiente, una norma de valoración
de su mérito sobre cuya aplicación por los jueces puede ejer-
cer la Sala su control de legalidad’.

En este orden de ideas, la Sala aprecia que la frase ‘regla legal
expresa  para  valorar  el  mérito  de  la  prueba’,  tiene  relación
con el tradicional sistema de tarifa legal, que ha venido siendo
desplazado con la incorporación a los textos legales de las re-
glas de la sana crítica y de la libre convicción. Por tanto, la
inclusión en las normas jurídicas de las reglas de la sana
crítica, transforma a éstas en un método de valoración
impuesto al juez por disposición de la ley, en el que el
mérito de la prueba lo obtiene el juzgador después de uti-
lizar en su análisis las reglas del correcto entendimiento
humano,  como  también  lo  expresa  Rengel-Romberg,  citado
en el texto de la obra de Márquez Áñez, ‘El Recurso de Casa-
ción, la cuestión de hecho y el artículo 320 del Código de Pro-
cedimiento Civil’.

‘Por todos los argumentos expuestos, la Sala abandona la doc-
trina imperante desde el 23 de mayo de 1990, estableciendo
que a partir del presente fallo el artículo 508 del Código de
Procedimiento Civil, debe ser considerado como regla de valo-
ración de la prueba testimonial.

En consecuencia, es obligatorio para el Juez:
274 PRUEBAS

1) Hacer la concordancia de la prueba testimonial entre sí y
con las demás pruebas, cuando esa concordancia sea posible,
pero el resultado de esa labor corresponde a la soberanía del
juez, quien no podrá ser censurado en casación sino sólo cuan-
do haya incurrido en suposición falsa o haya violado una máxi-
ma de experiencia.

2) El Juez deberá desechar la declaración del testigo inhábil o
del que apareciere no haber dicho la verdad. Con respecto a
este punto, el juez tiene el deber legal de desechar el testigo
mendaz, o el que incurre en contradicciones, y el resultado de
esta labor corresponde a su libertad de apreciación de la prue-
ba, por lo que ésta sólo podría ser censurada en casación cuando
el juzgador incurra en suposición falsa o haya violado una máxi-
ma de experiencia.

3) En el proceso mental que siga el juez al analizar y apreciar
una  prueba  de  testigos  deberá  aplicar  las  reglas  de  la  sana
crítica  (artículo  507),  debiendo  estimar  cuidadosamente  los
motivos de las declaraciones y la confianza que merezcan los
testigos por su edad, vida y costumbres, por la profesión que
ejerzan y demás circunstancias.

En  consecuencia, de  lo  procedentemente  establecido, la  de-


nuncia del artículo 508 del Código de Procedimiento Civil, de-
berá encuadrarse con fundamento en el artículo 313 ordinal 2º,
en concordancia con el 320 eiusdem, determinado claramente,
en cuál de los tres supuestos del mencionado, debe especificar
la influencia en el dispositivo del fallo, como consecuencia de
una suposición falsa del Juez, lo que permitirá a la Sala des-
cender a examinar las actas y censurar la apreciación y valo-
ración que de la prueba de testigos realice el Juez...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 79
de 13/03/03 y Nº 172 de 25/04/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción  “Doctrina  de  la  Sala  de  Casación  Civil
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 275

2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial Nº 1, en sentencia N° 219 de
06/7/00 y N° 60 de 05/04/01.

4. INSTRUMENTOS

a. Desconocimiento

Nulidad y Casación
Sentencia: N° 01 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 297 de 26 de mayo de 1999.
Caso: Luis Armando Manzanilla Matute c/ Jorge Ca-
hiz y otro. Expediente 97-261
CPC: Artículo 444

“La Sala estableció lo siguiente:

‘...Son dos cosas distintas hacer una afirmación contraria a lo
que se dice en un documento y desconocer el documento. Esto
último se refiere a la negación de la escritura o de la firma, que
es un desconocimiento de la procedencia del documento; es
negar  que tal  documento  emana de  la persona  a  quien  se  le
opone, independientemente de que el contenido sea falso o erró-
neo, en una palabra, la procedencia del instrumento, y sin em-
bargo pretender su autor que lo dijo allí no es verdad, que fue
víctima de un error o bien dar una explicación de su inexacti-
tud. Pero a pesar de esto el documento ha quedado reconocido
como emanado de aquél a quien, se le opuso y debe el juzga-
dor apreciarlo como teniendo la misma fuerza probatoria que
el documento público en lo que se refiere al hecho material de
las declaraciones y admitir que hace fe hasta prueba en con-
trario de la verdad de esas declaraciones...’.

Con base en estas consideraciones, la firma reconocida es enton-
ces, lo que indica si el documento privado propiamente ha emana-
276 PRUEBAS

do o no de quien la ha estampado en un documento, y como tal es
la prueba del consentimiento de quien ha suscrito y ha reconocido
la firma como suya de manera expresa o tácita, como lo prevé el
artículo 444 del Código de Procedimiento Civil...’.

En igual sentido se pronuncio el Alto Tribunal en sentencia, de fecha 31
de mayo de 1988, en el juicio de Pedro José Quintana contra C.A. Nacio-
nal Teléfonos de Venezuela (CANTV), mediante la cual se estableció:

‘...lo cierto  es que de  las disposiciones  legales denunciadas


como infringidas, se interpreta que el desconocimiento puro y
simple de un documento privado conlleva el desconocimiento
de la firma que lo autoriza; y que el reconocimiento de la fir-
ma, entraña el del contenido del documento. No hay disposi-
ción alguna en nuestra legislación para apoyar el caso de la
firma del documento privado, y al mismo tiempo el desconoci-
miento de su contenido, y esto es absolutamente lógico, desde
luego si se permitiera esto último, perdería la prueba por escri-
to los atributos de seriedad y seguridad que le concede la le-
gislación  universal.  De  nada  valdría,  en  efecto,  llevar  a
documento privado cualquier convención, si a pesar del reco-
nocimiento que de las firmas hagan las partes otorgantes, pu-
dieran  negar  el  contenido  y  echar  sobre  los  hombros  del
interesado la carga de otros medios de prueba más inseguros
para sostener la invalidez de la contratación.

Claro está, que si el contenido de un documento ha sido altera-
do o se ha hecho ilícito uso de una firma en blanco y está el
documento en alguno de los casos contemplados con relación
a la tacha de los documentos privados, el desconocimiento de
ese contenido es procedente, aun cuando se admitiere que la
firma es auténtica, pero, entonces la vía procedente sería ca-
sualmente, esa de la tacha, que resulta igualmente ser el modo
de atacar el contenido y la firma de los documentos públicos...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 95
de 24/03/03.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 277

b. Los documentos públicos administrativos. Noción. Va-


lor probatorio

Casación
Sentencia: N° 209 de 16/05/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
CPC: Artículo 435
LOPA: Artículo 8

“Los documentos públicos administrativos son aquellos realizados por
un funcionario competente actuando en el ejercicio de sus funciones,
pero que no se refiere a negocios jurídicos de los particulares, sino que
tratan de actuaciones de los referidos funcionarios que versan, bien so-
bre manifestaciones de voluntad del órgano administrativo que la sus-
cribe,  conformando  la  extensa  gama  de  los  actos  constitutivos
(concesiones, autorizaciones, habilitaciones, admisiones, suspensiones,
sanciones, etc.), o bien constituyen manifestaciones de certeza jurídica
que son las declaraciones de ciencia y conocimiento, que a su vez, con-
forman la amplia gama de los actos declarativos (certificaciones, verifi-
caciones,  registros,  etc.),  y  que  por  tener  la  firma  de  un  funcionario
administrativo están dotados de una presunción desvirtuable de veraci-
dad y legitimidad de su contenido, en razón del principio de ejecutividad
y ejecutoriedad que le atribuye el artículo 8 de la Ley Orgánica de Pro-
cedimientos Administrativos, y por tanto deben considerarse ciertos hasta
prueba en contrario.

Además, las referidas actuaciones de tránsito no encajan en rigor en la
definición de documento público, porque precisamente, es posible des-
virtuar su certeza por otra prueba pertinente e idónea, y no sólo a través
de la tacha de falsedad o de la simulación, como ocurre con los docu-
mentos públicos negociales.

Así, la Sala observa que el artículo 435 del Código de Procedimiento
Civil, que regula los instrumentos públicos que pueden producirse en
todo tiempo hasta los últimos informes, se refiere al documento público
negocial y no a los documentos públicos administrativos, pues de lo con-
278 PRUEBAS

trario, se crearía una desigualdad extrema para la contraparte del pro-
movente del documento público administrativo, producido luego de pre-
cluido el lapso probatorio ordinario.

En efecto, al contener el documento público administrativo una presun-
ción de certeza desvirtuable por cualquier prueba en contrario, si el mis-
mo es consignado en cualquier tiempo y no en el lapso probatorio, en
caso de ser impugnado, el Juez estaría obligado a abrir una articulación
probatoria, a fin de que la contraparte del promovente pueda desvirtuar
la presunción de veracidad mediante la producción de la prueba en con-
trario; articulación que tiene lapsos más reducidos que los ordinarios
concedidos por la Ley. Desde luego que tal problema no se presenta en
el caso del documento público negocial, pues ellos sólo pueden ser des-
truidos por tacha o a través de la acción de simulación.

Por tal motivo, al tratarse las actuaciones de  tránsito  de documentos


públicos administrativos, éstos no pueden ser producidos en todo tiem-
po, hasta los últimos informes, sino en el lapso probatorio ordinario.

Comparte igualmente la Sala el argumento del formalizante de que las
actuaciones administrativas de tránsito no pueden ser consideradas como
instrumentos fundamentales de la demanda, pues la pretensión de in-
demnización de daños y perjuicios derivada de un accidente de tránsito,
constituye un caso especial de responsabilidad civil extracontractual,
cuya procedencia depende de la concurrencia de tres requisitos: la cul-
pa, el daño y la relación de causalidad, y por ello, jamás podría existir
prueba documental de la causa de pedir”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 279

c. No es absoluto el valor probatorio de las actuaciones


administrativas levantadas por las inspectorías de vehícu-
los en ocasión de un accidente de tránsito

Casación
Sentencia: N° 209 de 16/05/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina  de  sentencia  Nº  377  de  20  de  octubre  de
1988. Caso: Autobuses Servicios Interurbanos Ruta
Centro Oriental C.A. (Autosirco) c/ Enrique Remes
Zaragoza y otra. Expediente 88-364 , y Doctrina de
sentencia Nº 120 de fecha 26 de abril de 1990. Caso:
Antonio  José  Paracare  c/  Colectivos  Je-Ron  C.A.
Expediente 89-546
CC: Artículo 1.357

“Al respecto,  ha sido criterio  pacífico y reiterado de la Sala, que las


actuaciones administrativas levantadas por las Inspectorías de Vehícu-
los, con ocasión de un accidente de tránsito, tienen valor probatorio en
el juicio respectivo, y aun cuando dichas actuaciones hacen fe en todo
cuanto se refiere a lo que el funcionario declara haber efectuado o per-
cibido por sus sentidos, o practicado como perito, la prueba que se deri-
va de tales instrumentos no es absoluta o plena, porque el interesado
puede impugnarla, y en consecuencia, desvirtuar en el proceso, median-
te la utilización de las pruebas legales que estime pertinentes, la verdad
de los hechos o circunstancias que el funcionario de tránsito hubiere
hecho constar en su acta, croquis o en el avalúo de los daños.

De igual forma, la Sala ha dejado establecido en sus decisiones que las
mencionadas actuaciones administrativas, a pesar de no encajar en ri-
gor en la definición que del documento público da el artículo 1.357 del
Código Civil, tiene de todos modos el mismo efecto probatorio de los
documentos públicos, en razón de que emanan de funcionarios públicos
que cumplen atribuciones que les ha conferido la Ley de Tránsito Te-
rrestre y contienen, por tanto, una presunción de certeza que el intere-
sado en lo contrario debe desvirtuar en el proceso judicial”.
280 PRUEBAS

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la pu-
blicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial Nº 4, en sentencia N° 140 de 07/03/02.

d. Valor probatorio de los instrumentos públicos y priva-


dos reconocidos o tenidos legalmente por reconocidos

Casación
Sentencia: N° 90 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CC: Artículos 1.361 y 1.363
CPC: Artículo 429

“El artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, dice así:

‘...Los instrumentos públicos y los privados reconocidos o te-
nidos legalmente por reconocidos, podrán producirse en juicio
originales o en copia certificada expedida por funcionarios com-
petentes con arreglo a las leyes. 

Las  copias  o  reproducciones  fotográficas,  fotostáticas  o  por


cualquier otro medio mecánico claramente inteligible, de estos
instrumentos, se tendrán como fidedignas si no fueren impugna-
das por el adversario, ya en la contestación de la demanda, si
han sido producidas con el libelo, ya dentro de los cinco días
siguientes, si han sido producidas con la contestación o en el
lapso de promoción de pruebas. Las copias de esta especie pro-
ducidas en cualquier otra oportunidad, no tendrán ningún valor
probatorio si no son aceptadas expresamente por la otra parte.

La parte que quiera servirse de la copia impugnada, podrá so-
licitar su cotejo con el original, o a falta de éste con una copia
certificada expedida con anterioridad a aquélla. El cotejo se
efectuará mediante inspección ocular o mediante uno o más
peritos  que  designe  el  Juez,  a  costa  de  la  parte  solicitante.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 281

Nada de  esto obstará  para  que  la  parte  produzca y  haga valer  el


original del instrumento o copia certificada del mismo si lo prefiere’.

Por su parte los artículos 1.361 y 1.363 del Código Civil, dicen así:

‘Artículo 1.361.- Igual fuerza probatoria que la determinada
en el artículo anterior producen el instrumento público y el ins-
trumento privado, entre las partes, aun de las cosas que no han
sido expresadas sino de una manera enunciativa, con tal que la
enunciación tenga una relación directa con el acto

Las enunciaciones extrañas al acto sólo pueden servir de prin-
cipio de prueba.

Artículo 1.363º.- El instrumento privado reconocido o tenido le-
galmente por reconocido, tiene entre las partes y respecto de ter-
ceros la misma fuerza probatoria que el instrumento público en lo
que se refiere  al hecho  material de las  declaraciones;  hace fe,
hasta prueba en contrario, de la verdad de esas declaraciones...’.

Las copias o reproducciones fotográficas, fotostáticas o por cualquier
otro medio mecánico claramente inteligible, de estos instrumentos, se
tendrán como fidedignas si no fueren impugnadas por el adversario, ya
en la contestación de la demanda, si han sido producidas en el libelo, ya
dentro de los cincos días siguientes si han sido producidas con la con-
testación  o  en  el  lapso  de  promoción  de  pruebas.  El  espíritu  de  esta
norma encierra un principio fundamental en materia de prueba; los do-
cumentos públicos o privados deben evacuarse en su oportunidad pro-
cesal, a fin de que la parte a quien se pretende oponérseles los impugne,
los desconozca o simplemente los rechace. Los jueces garantizarán el
derecho de defensa y mantendrán a las partes en los derechos y facul-
tades comunes, sin preferencia ni desigualdades. Estos postulados de-
ben ser el norte de todo Juez, por eso las defensas que encierran por su
relevancia jurídica una importancia primordial para desvirtuar una obli-
gación deben ser opuestas en la oportunidad procesal respectiva”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 139
de 04/04/03.
282 PRUEBAS

5. LAS PRUEBAS EVACUADAS EN LAS INCIDENCIAS DEL


PROCESO, DEBEN SER RATIFICADAS O REPRODUCIDAS
POR LAS PARTES RESPECTO DE LOS HECHOS DE
FONDO, PARA CREAR EN EL JUEZ EL DEBER DE
APRECIARLAS

Casación
Sentencia: N° 139 de 04/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 46 de 03 de marzo de 1993.
Caso: Luis Beltrán Vásquez c/ Víctor Losada. Expe-
diente 92-533

“...la Sala dejó sentado que las pruebas evacuadas en las incidencias
surgidas  en  el  proceso,  deben  ser  ratificadas  o  reproducidas  por  las
partes respecto de los hechos de fondo, para crear en el juez el deber
de apreciarlas, y en caso de que éstas no sean invocadas, el sentencia-
dor está impedido de apreciarlas de oficio, porque la prueba no fue pro-
ducida con respecto al fondo y, por tanto, la contraparte no ha efectuado
contrapruebas, impugnaciones o controles, con base en que la prueba
sólo es capaz de proyectar sus efectos en la incidencia, y no en la deci-
sión de mérito”.

6. OBLIGACIÓN DEL JUEZ DE VALORAR LOS ELEMENTOS


PROBATORIOS APORTADOS POR LAS PARTES

Nulidad y Casación
Sentencia: N° 01 de 27/02/03
Ponente:  Carlos Oberto Vélez
CPC: Artículos 12, 243, ordinal 4º y 509
Voto salvado: Antonio Ramírez Jiménez

“Dispone el artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, denunciado:
‘que los jueces deben analizar y juzgar todas cuantas pruebas se hayan
producido, aun aquellas que a su juicio no fueren idóneas para ofrecer
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 283

algún elemento de convicción, expresándose siempre cual sea el crite-
rio del Juez respecto de ellas’; la interpretación de la presente norma
conlleva la obligación para los jurisdicentes de expresar, respecto de
cada elemento de prueba producido en el juicio, la valoración que los
mismos le merecen.

En este sentido, el juez debe realizar un detenido estudio sobre las prue-
bas aportadas por las partes, para aceptarlas o desecharlas, de manera
que permita entender el por qué de su decisión, vale decir, que es nece-
sario  que  el  juez,  para  establecer  los  hechos,  examine  todas  cuantas
pruebas cursen en autos, los valores; de allí derivará su convicción so-
bre la verdad procesal, que plasmará en su sentencia. Cuando el sen-
tenciador incumple este deber, bien silenciando totalmente la prueba,
bien mencionándola pero sin analizarla, comete el vicio denominado si-
lencio de prueba con la consiguiente infracción del artículo 509 de la
Ley Adjetiva Civil, por falta de aplicación.

La conducta seguida por el Juez Superior, en el caso que se examina,
evidentemente incumple con la preceptiva legal contenida en los artícu-
los 243 ordinal 4º, 509 del Código de Procedimiento Civil, violentando
asimismo su deber de pronunciarse sobre todo lo alegado y probado en
autos, con la consecuente violación del artículo 12 ejusdem”.

Voto Salvado: El Magistrado Antonio Ramírez Jiménez salva su voto


al disentir de la mayoría sentenciadora en los térmi-
nos siguientes:

“Por tanto, respetando siempre el criterio de la mayoría sentenciadora,
en criterio del Magistrado que suscribe, no debe la Sala determinar si la
prueba tiene o no influencia en el dispositivo del fallo, ya que justamente
esa es la labor de los Jueces de instancia, que la Sala excepcionalmente
examina bajo la “casación sobre los hechos”. Tampoco puede pasar la
Sala a examinar la conducencia de la prueba, para lo cual es obligatorio
realizar un examen de todo el expediente, incluyendo todas las pruebas,
labor esencial que igualmente  deben realizar los jueces  de instancia,
motivo por el cual la Sala no puede exceder la competencia que el ins-
284 PRUEBAS

tituto de la casación le tiene atribuida y permitir con ello laxitud del
tribunal de la recurrida en el cumplimiento de sus obligaciones. Por es-
tas razones, quien disiente de la mayoría estima que el silencio de prue-
ba  debe  mantenerse  como  un  vicio  denunciable  en  el  ámbito  de  un
recurso  por  defecto  de  actividad,  en  un  todo  de  conformidad  con  el
ordinal 1º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil”.

7. SILENCIO DE PRUEBAS

a. El silencio de pruebas constituye un error de juzgamien-


to y no defecto de actividad

Casación
Sentencia: N° 57 de 27/02/03
Ponente:  Carlos Oberto Vélez
Abandona: Doctrina de sentencia Nº 204 de 21 de junio de 2000.
Caso:  Farvenca Acarigua  C.A.  c/  Farmacia  Clealy,
C.A. Expediente 99-597.
CPC: Artículo 313, ordinales 1º y 2º
Voto salvado: Antonio Ramírez Jiménez

“la Sala considera oportuno y necesario señalar que la doctrina relacio-
nada con la técnica casacionista para denunciar el vicio del silencio de
prueba fue abandonada, y la nueva doctrina, establecida al respecto, ha
sido considerada pedagógicamente con la intención de darle amplitud a
los argumentos del criterio implantado, encaminado a consolidar la ver-
dadera maximización y conceptualización de la ciencia del derecho, como
fin perfeccionista de la reestructuración del Sistema Judicial.

La Sala para configurar la estructura de su presente decisión, considera
necesario puntualizar que la doctrina sobre el vicio del silencio de prue-
bas, ha mantenido el criterio conforme al cual el juez debe realizar el
examen de la totalidad del material probatorio aportado por las partes, y
en caso de incumplir con ese deber, su sentencia se considera, pudiera
estar viciada de inmotivación, por omitir el análisis de algún elemento de
probanza; esta infracción debía denunciarse como defecto de actividad,
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 285

con fundamento en el ordinal 1º del artículo 313 del Código de Procedi-
miento Civil.

Ahora bien, el criterio comentado, fue abandonado mediante decisión
de  fecha  21  de  junio  de  2000,  en  el  juicio  seguido  por  FARVENCA
ACARIGUA C.A. contra FARMACIA CLEALY, C.A., estableciéndo-
se a partir de esa data, que para que la Sala conozca una denuncia de
esta naturaleza, la misma deberá ser fundamentada como infracción de
ley, en el ordinal 2º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil.
Ante esta nueva doctrina, será posible realizar la valoración del instru-
mento obviado por el sentenciador, para determinar si realmente su aná-
lisis pudiera tener alguna influencia importante en la decisión de que se
trate, de considerarse que no la tiene y resultar, en consecuencia, sin
lugar el recurso analizado, se evitaría una reposición inútil, hecho que
conforme a la doctrina abandonada, se sucedía inevitablemente, ya que
al  corroborar  la  Sala,  que  realmente  se  había  dejado  de  practicar  el
estudio de algún medio probatorio, aun aquellos que no pudiesen tener
influencia en el fallo, debía ordenar la reposición y una nueva decisión
que corrigiera el vicio”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 208
de 16/05/03, Nº 102 de 27/03/03, N° 90 de 13/03/03,
Nº 87 de 13/03/03, Nº 86 de 13/03/03, Nº 85 de 13/
03/03 y Nº 57 de 27/02/03. Asimismo, la Doctrina aquí
ratificada ha sido expuesta en la publicación “Doctri-
na de la Sala de Casación Civil 2002” del Tribunal
Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judicial Nº
4, en sentencia N° 6 de 12/11/02, N° 394 de 01/11/02,
N° 227 de 30/04/02, N° 188 de 22/03/02, N° 140 de
07/03/02, N° 135 de 07/03/02, N° 02 de 07/03/02 y
Nº 25 de 24/01/02. Igualmente, esta Doctrina ha sido
expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala de
Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo de
Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1, en senten-
cia N° 102 de 27/04/01 y N° 204 de 21/06/00.
286 PRUEBAS

b. Necesidad de pruebas válidamente promovidas para que


exista el vicio de silencio de pruebas. En los casos de prue-
ba de testigo y de confesión, debe indicarse el objeto

Sentencia:  N° 170 de 25/04/03
Ponente:  Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 363 de 16 de noviembre de
2001.  Caso:  Cedel  Mercado  de  Capitales  C.A.,  c/
Microsoft Corporation. Expediente 00-132
CPC:  Artículos 397 y 398
Voto Salvado: Antonio Ramírez Jiménez

“La Sala de Casación Civil tiene establecido a partir de la sentencia de
fecha 16 de noviembre de 2001, que sólo podrá válidamente denunciar-
se en casación el silencio total o parcial de una prueba, incluyendo la de
testigos, si la parte ha indicado el objeto a probar en su escrito de pro-
moción. Las razones expuestas por la Sala en esa oportunidad fueron
las siguientes:

‘...existe un  requisito de  naturaleza intrínseca  no del  medio


probatorio sino de la diligencia por medio de la cual se le lleva
a los autos que incide directamente ya no sobre la admisibili-
dad del medio sino sobre la validez de la actuación con la cual
se le produce y ese requisito no es otro sino la identificación
del objeto de la prueba.

Así tenemos que el artículo 397 del Código de Procedimiento
Civil, ordena a las partes ‘...expresar si conviene en alguno
o algunos de los hechos que trata de probar la contrapar-
te, determinándolos con claridad, a fin de que el Juez pueda
fijar con precisión los hechos en que estén de acuerdo, los
cuales no serán objeto de prueba. Si alguna de las partes
no llenare dicha formalidad en el término fijado, se consi-
derarán contradichos los hechos’  y  por  su  parte  el  artículo
398  eiusdem  ordena  al  Juez  providenciar  ‘...los escritos de
pruebas admitiendo las que sean legales y procedentes y
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 287

desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales o


impertinentes. En el mismo auto, el Juez ordenará que se
omita toda declaración o prueba sobre aquellos hechos
en que aparezcan claramente convenidas las partes’.

Es fácil comprender cómo, para que la parte pueda manifestar
si conviene o no con los hechos que su contrario trata de pro-
bar y para que el Juez pueda fijar con precisión los hechos en
que estén de acuerdo las partes y ordenar que se omita toda
declaración o prueba sobre ellos, es necesario que en el escri-
to de promoción de cada una de las partes se hayan indicado
de manera expresa y sin duda de ningún tipo, los hechos que
pretende demostrar con cada medio de prueba promovido.

...Omissis...

Igualmente, ha sostenido el Magistrado Cabrera Romero en su
obra ‘Contradicción y Control de la Prueba Legal y Libre’ Tomo
I, lo siguiente:

‘...En la mayoría de los medios de prueba, el promovente, al
momento de anunciarlos, debe indicar qué hechos trata de pro-
bar con ellos, por lo que resulta fácil comparar lo que se pre-
tende  probar,  con  los  hechos  alegados  controvertidos  y  por
tanto, calificar o no la pertinencia o la impertinencia manifies-
ta.  Por  tratar  el  objeto  de  la  prueba  de  afirmaciones  sobre
cuestiones fácticas que cursan en autos (hechos alegados en
la demanda y la contestación), al juez le es atribuida la califi-
cación oficiosa de la pertinencia, medie o no oposición formal,
lo que decidirá en el auto de admisión o negativa de prueba,
que se dicta como consecuencia de la promoción.

Existen medios que pueden ser propuestos sin necesidad de
señalar su objeto, tales como la confesión judicial, que se trata
de provocar mediante posiciones juradas, y en el CPC de 1987,
la prueba de testigos. Con ambos medios y otros semejantes,
la oposición por impertinencia no funciona a priori y debe in-
288 PRUEBAS

terponerse con motivo de la evacuación de la prueba, para que
no se reciba toda ella o sectores de la misma. La oposición por
esta causa queda diferida al instante de su evacuación...’.

Esta Sala comparte los criterios expuestos por el citado autor,
acogidos por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia,
pero  con  el  añadido  que  también en  los  casos  de  prueba  de
testigos y de confesión debe indicarse  el objeto de ellas; es
decir, los hechos que se tratan de probar con tales medios.

En  efecto,  sólo  de  esa  manera  se  puede  explicar  el  texto  del
artículo 398 del Código de Procedimiento Civil, cuando señala
que en el auto de admisión de las pruebas el Juez ‘...ordenará
que se omita toda declaración o prueba sobre aquellos he-
chos en que aparezcan claramente convenidas las partes’.

Lo anterior no significa que al momento de promover la prueba,
el interesado deba dejar constancia detallada de las preguntas
que formulará al testigo o a la contraparte sino que debe expo-
ner la materia u objeto sobre la cual versará la declaración, per-
mitiendo de esa manera saber si lo que trata de probar, con la
prueba de testigos, es una obligación superior a dos mil bolíva-
res o lo contrario a lo que contiene un documento público, o si la
confesión versará sobre hechos pertinentes de los cuales la par-
te tenga conocimiento personal o si se trata de hechos realiza-
dos por el apoderado en nombre de su poderdante. 

...Omissis... 

Lógicamente, para que pueda existir el vicio de silencio de
pruebas  es  menester  que  existan  pruebas  válidamente  pro-
movidas...”

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 207
de 16/05/03 y Nº 194 de 28/04/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 289

Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 4,  en sentencia N°  495 de 20/12/02 y N°
418 de 12/11/02. Igualmente, esta Doctrina ha sido
expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala de
Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo de
Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1, en senten-
cia N° 363 de 16/11/01.

c. Técnica para denunciar el vicio de silencio de pruebas

Sentencia:  N° 194 de 28/04/03
Ponente:  Franklin Arrieche Gutiérrez
Abandona:  Doctrina de 28 de abril de 1993
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 204 de 21 de junio de 2000.
Caso:  Farvenca  Acarigua  C.A.  c/  Farmacia  Claely
C.A. Expediente 99-597.
CPC: Artículo 313, ordinal 2º
Voto Salvado: Antonio Ramírez Jiménez

“...la Sala debe reproducir la doctrina vigente a partir del 21 de junio de
2000, sobre la denuncia de inmotivación por silencio parcial y absoluto
de pruebas:

‘...en aras de dar cumplimiento a lo establecido en las disposi-
ciones constitucionales indicadas, y conforme con la ley pro-
cesal  civil, la Sala sólo podrá tener conocimiento de estos
extremos si la denuncia se encuadra en un recurso por
infracción de ley; recurso en el cual el formalizante satis-
faga las exigencias del artículo 313, ordinal 2º, único apar-
te del Código de Procedimiento Civil, dentro de los términos
y condiciones previstos en la ley, donde la denuncia de
violación de las respectivas normas relativas a la aprecia-
ción y carga de la prueba, así como las referidas al esta-
blecimiento o valoración de las pruebas, adquiere suma
importancia, ya que permitirá precisar el servicio, la ne-
290 PRUEBAS

cesidad o la conveniencia de la prueba en la resolución


de la pretensión contenciosa, y de allí dependerá la califi-
cación jurídica de la utilidad o no de la casación.

Consecuencia de lo anterior, es que desaparece el silencio


de prueba como especie de la falta de motivación. Por tan-
to, la Sala abandona el criterio sostenido en fecha 28 de
abril de 1993, caso Inversiones Sinamaica contra Parcelamiento
Chacao y, aclara que, para evitar perjuicios a aquellos que ade-
cuaron su conducta a la doctrina que hoy se abandona o aque-
llos cuyos lapsos de formalización están por concluir, el criterio
aquí establecido se aplicará a todos los recursos que se ad-
mitan a partir del día siguiente, inclusive, a la publicación
de este fallo. Por consiguiente, en lo sucesivo se establecerá
como exigencia para la elaboración de la denuncia del vi-
cio de silencio de pruebas, que se fundamente en un recur-
so por infracción de ley, es decir, en el artículo 313, ordinal
2º del Código de Procedimiento Civil”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 279
de 12/06/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial Nº 4, en sentencia
N° 495 de 20/12/02 y N° 418 de 12/11/02. Igualmen-
te, esta Doctrina ha sido expuesta en la publicación
“Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-2001”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial Nº 1, en sentencia Nº 407 de 30/11/00, N°
363 de 16/11/01, Nº 311 de 11/10/01, N° 294 de 11/
10/01 y Nº 204 de 21/06/00.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 291

8. VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS DE INDICIOS

Casación
Sentencia: N° 108 de 03/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 0072 de 05 de febrero de
2002. Caso: Oficina Técnica de Construcciones C.A.
c/ Banco Unión SACA y otra. Expediente 99-973.
CPC: Artículo 510

“Sobre el asunto de la valoración de los indicios, la Sala estableció:

‘...Una norma sobre la apreciación de los indicios ha sido introdu-
cida por primera vez en el nuevo Código de Procedimiento Civil.
En efecto, el artículo 510 expresa: “los jueces apreciarán los indi-
cios que resulten de autos en su conjunto, teniendo en considera-
ción  su  gravedad,  concordancia  y  convergencia  entre  sí,  y  en
relación con las demás pruebas de autos”. La regla tradicional en
cuanto a la valoración de la prueba de indicios es que los jueces
son soberanos en la apreciación de esta prueba, puesto que la ley
ha dejado a la prudencia del juzgador ponderar la gravedad, preci-
sión y concordancia de los indicios que resulten de los autos, sin
que  pueda  Casación  censurar  las  razones  de  hecho  en  que  se
funden los jueces de instancia para estimar o rechazar los indi-
cios, salvo infracción de regla legal expresa de valoración, ‘...el
juzgador debe guiarse por ciertos principios jurídicos, para que su
apreciación no sea censurable en Casación por contraria a dere-
cho o violatoria de ley expresa. Estos principios son tres: a) que el
hecho  considerado  como  indicio  esté  comprobado;  b)  que  esa
comprobación conste de autos; y, c) que no debe atribuirse valor
probatorio a un solo indicio”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la publi-
cación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judi-
cial Nº 4, en sentencia Nº 72 de 05/02/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 293

Queja

1. PROCEDIMIENTO. FASES

Casación
Sentencia: N° 46 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 63 de 29 de mayo de 1996.
Caso: Damania Herrera c/ Consuelo Ruiz de D’ Jer-
manos, Juez de Municipio de San José. Expediente
95-175.
CPC: Artículos 837, 838, 845 y 849

“En relación con las demandas de queja para hacer efectiva la respon-
sabilidad civil de los jueces, es menester señalar que su procedimiento
comprende dos fases netamente diferenciadas: la primera de carácter
no contencioso, la cual se inicia con la presentación del libelo y culmina
con un decreto motivado, en donde el Juez Superior de la Circunscrip-
ción Judicial asociado con dos conjueces abogados declararán si hay o
no mérito bastante para someter a juicio al funcionario contra quien
obra la queja. Si declararen que no hay lugar a la queja, terminará todo
procedimiento, conforme lo establece el segundo párrafo del artículo
838 del Código de Procedimiento Civil. La segunda fase comienza con
294 QUEJA

la declaratoria de que hay mérito bastante para someter a juicio al fun-


cionario judicial, caso en el cual se pasará inmediatamente el expedien-
te a los llamados a sustanciar y sentenciar la queja, tal como lo prevé el
indicado artículo 838 in fine.

Al respecto, esta Sala en sentencia de fecha 09 de junio de 1988, ratifi-


cada en fecha 29 de mayo de 1996, N° 63, expediente N° 95-175, asen-
tó lo siguiente:

‘...La queja comprende dos fases. La primera se inicia con el


libelo y termina con un decreto motivado, en el cual el Tribunal
(colegiado) expresará si hay o no mérito suficiente para some-
ter a juicio al funcionario respectivo. La segunda fase sólo
tiene lugar si en el decreto antes señalado se ordena someter a
juicio al funcionario.

En el caso en especie se formuló la queja contra el Juez doc-


tor.... Constituido el Tribunal de la Alzada con jueces, como lo
pauta la Ley, éste declaró que no había mérito suficiente para
enjuiciar a dicho funcionario judicial. Contra esta sentencia se
anunció recurso de casación, el cual fue oído y formalizado.

Si bien es cierto que la sentencia de queja es recurrible en


casación conforme lo dispone el artículo 849 del Código de
Procedimiento Civil, resulta obvio que tal recurso es sólo posi-
ble en relación con el fallo dictado en la segunda fase de la
queja (artículo 845 del Código de Procedimiento Civil vigente,
concordante con el artículo 723 del Código de 1961), y no res-
pecto al decreto que surge de la fase previa (artículo 838 del
Código de Procedimiento Civil vigente equivalente al artículo
716 del Código de 1916), el cual es precisamente el recurrido.

...Omissis...

En el caso de especie, la decisión recurrida corresponde a la


fase previa, al antejuicio de mérito previsto en el artículo 837
del Código de Procedimiento Civil, y parcialmente, en el artículo
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 295

838 eiusdem. Por ello, no se ajustó a la Ley el Juez Superior


que Procedió a oír dicho recurso, pues se repite, el fallo en
cuestión no es recurrible...’.

En el presente caso, la Sala observa que la sentencia contra la cual se


anunció el recurso de casación, no es revisable por este Alto Tribunal,
pues en la referida sentencia se resolvió que no había mérito suficiente
para someter a juicio a la abogada Zoraida Sánchez de Morelo, Juez
Provisorio del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mer-
cantil, Agrario, del Tránsito y del Trabajo de la Circunscripción Judicial
del Estado Falcón; es decir, se trata de una decisión que resolvió que no
había lugar a la queja, por lo cual es aplicable la previsión del artículo
838 del Código de Procedimiento Civil, conforme a la cual en estos
casos terminará todo procedimiento”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 297

Quiebra

1. LA SENTENCIA DE QUIEBRA TIENE CASACIÓN

Hecho
Sentencia: N° 21 de 28/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 174 de 25 de mayo de 2000.
Caso: José Barboza Méndez y otros c/ Tiquire Flo-
res, C.A. Expediente 96-295.
CCOM: Artículo 937

“...esta Sala señaló lo siguiente:

‘...La sentencia que declara la quiebra es una verdadera sen-


tencia tanto formal como sustancial, es una de esas senten-
cias que se suelen llamar declarativas de constitución. Es
declarativa porque determina que el deudor es un comerciante
que cesó en sus pagos, estableciendo la fecha en que comen-
zó y que las obligaciones vencidas y exigibles no satisfechas
son de naturaleza mercantil. Es Constitutiva porque establece
un estado jurídico al fallido que antes no tenía.
298 QUIEBRA

En doctrina se ha discutido si la sentencia declarativa de quie-


bra tiene Casación o no.

...Omissis...

Ahora bien por sentencia de fecha 12-12-95 esta Sala deter-


minó cuál es la sentencia definitiva de la quiebra y al efecto
expresó:

‘En efecto, en el procedimiento de quiebra, el fallo que se pro-


nuncie positivo o negativamente sobre la procedencia de la
misma, es la decisión de fondo del asunto, o sea, la sentencia
definitiva. Dice el Doctor Humberto Cuenca en su ‘Curso de
Casación Civil’:

‘Sentencia definitiva es la resolución que decide la cuestión


principal y pone fin, en la instancia al conflicto de intereses
surgido entre las partes, no obstante los medios de impugna-
ción que se hagan valer contra ellas’.

De esta manera tenemos que, en dicho procedimiento de quie-


bra, la sentencia definitiva será aquélla (sic) que la declara
conforme al artículo 937 del Código de Comercio; o, por el
contrario, aquélla (sic) que decida no haber lugar a la quiebra,
pues una u otra se pronuncian sobre lo principal del asunto y
ponen fin a la instancia.

En consecuencia, si la sentencia definitiva en materia de quie-


bra es la que la declara, ésta sí tiene recurso de casación,
porque le pone fin al proceso, por lo tanto, la Sala abandonó la
doctrina de la extinguida Corte Federal y de Casación de fe-
cha 3-4-22, así como la establecida en sentencia de 24-2-94,
que negaban el recurso extraordinario de Casación en materia
de quiebra...”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 299

2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección


Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 59 de 08/05/
02. Asimismo esta Doctrina ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 174 de
25/05/00.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 301

Reclamo

1. EL RECLAMO

a. Supuestos de procedencia

Reclamo
Sentencia: N° 01 de 27/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 02 de 22 de mayo de 2001.
Caso: Dense Arcila Sequea c/ César García Campe-
ras y otro. Expediente 01-020
CPC: Artículos 314, 316 y 317

“De acuerdo con el artículo 314 del Código de Procedimiento Civil, el


reclamo procede contra toda intervención del tribunal que dictó la senten-
cia contra la cual se recurre, para frustrar u obstaculizar el anuncio del
recurso de casación, con objeto de que este Alto Tribunal sancione a los
responsables con multa hasta de veinte mil bolívares, sin perjuicio de que
declare admitido el recurso posteriormente y proceda a su tramitación.

De acuerdo con reiterada doctrina de esta Sala, los supuestos de proce-


dencia del reclamo son los siguientes:
302 RECLAMO

‘...1) Contra la conducta de los jueces, concretamente del titu-


lar de la recurrida, que procure frustrar u obstaculizar el anun-
cio del recurso de casación.

2) Contra la conducta de cualquiera otra persona, que procure


entorpecer la tramitación y admisión del recurso de casación.

3) Que en ambos casos, debe entenderse que la frustración y


entorpecimiento se refieren exclusivamente al recurso de ca-
sación y no a otro recurso.

4) Por cuanto la negativa de admisión del recurso de casación


puede dar origen al recurso de hecho correspondiente, la Sala
interpreta que también el reclamo comprende la obstaculiza-
ción de este recurso.

5) Que en el supuesto contemplado con el Nº 1, la Corte puede


declarar admitido el recurso; en tanto que en el supuesto seña-
lado Nº 2, la Corte ordenará, de ser procedente, el trámite y
admisión.

6) Que las sanciones difieren según se trate de los supuestos


señalados 1º y 2º...’.

Dispone el Artículo 316 del Código de Procedimiento Civil, que ‘...En


caso de negativa de admisión del recurso de casación, el Tribunal que lo
negó conservará el expediente durante cinco (5) días, a fin de que el
interesado pueda ocurrir de hecho para ante la Corte Suprema de Justi-
cia...’; por otra parte, el artículo 317 dispone que ‘...Admitido el recur-
so de casación, o declarado con lugar el de hecho comenzarán a correr
desde el día siguiente al vencimiento de los diez (10) días que se dan
para efectuar el anuncio en el primer caso y del día siguiente al de la
declaratoria con lugar del recurso de hecho en el segundo caso, un lap-
so de cuarenta (40) días, más el término de la distancia...’

De acuerdo a las citadas normas, el ad quem ante el anuncio del recur-


so de casación tiene sólo dos posibilidades: la de admitir el recurso o la
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 303

de negarlo, y en esta última circunstancia, el recurrente podrá interpo-


ner el recurso de hecho para que este Alto Tribunal determine su admi-
sibilidad y fije el inicio del lapso de formalización”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 349 de 30/
07/02 y N° 02 de 06/06/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 305

Reconvención

1. NATURALEZA JURÍDICA DE LA RECONVENCIÓN

Casación
Sentencia: N° 274 de 12/06/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez

“La doctrina patria ha señalado que:

‘...Será, por tanto, necesario acudir a criterios académicos,


para precisar el alcance del presupuesto de existencia de inte-
rés legítimo en la impugnación del fallo.

Expresa Carnelutti que el interés de la parte en la impugna-


ción lo determina su vencimiento en el procedimiento impug-
nado. Él se resuelve en el contraste entre el contenido de la
sentencia y el interés de la parte en cuanto esa misma parte
no haya renunciado a la tutela de dicho interés. No obstante,
el interés en la impugnación, la parte no puede impugnar una
sentencia si ha consentido en el agravio por una declaración
expresa, o en general, si ha adoptado una actitud incompatible
con el propósito de impugnar; porque en esta declaración y, en
general, en esta actitud la ley ve un índice de justicia en la
306 RECONVENCIÓN

sentencia, o por lo menos de tolerancia de la injusticia, de ello


emerge oportunamente una razón para excluir la utilidad de la
impugnación.

El recurso atribuye al Tribunal el conocimiento del proceso limi-


tadamente a los puntos a los cuales se refieren los agravios,
explica De la Rúa. De esta regla surge el principio de que el
interés es la medida del recurso. Desde el punto de vista objeti-
vo, para que exista un interés, la resolución debe tener un conte-
nido desfavorable para el impugnante, a los efectos del
ordenamiento jurídico, concretamente, y no según su aprecia-
ción subjetiva. Debe ocasionarle un gravamen, esto es un per-
juicio o una desventaja consistente en una restricción a su derecho
o a su libertad. El elemento ‘prejuicio’ o ‘desventaja’, es esen-
cial en la definición de los medios de impugnación. El perjuicio
debe consistir en la decisión dañosa para el interés del sujeto,
contenida en la parte resolutiva de la sentencia. Por ello, no
procede el recurso deducido por quien resulta favorecido por la
parte dispositiva, aunque discrepe con los fundamentos”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la pu-


blicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 4, en sentencia N° 439 de 15/11/02.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 307

Reivindicación

1. LA ACCIÓN REIVINDICATORIA. CUANDO NO SE


DEMUESTRE TENER DERECHOS LEGÍTIMAMENTE
ADQUIRIDOS SOBRE UNAS BIENHECHURÍAS, SE
PRESUME QUE FUERON CONSTRUIDAS POR EL
PROPIETARIO DEL SUELO. ALCANCE DEL ARTÍCULO
555 DEL CÓDIGO CIVIL

Casación
Sentencia: N° 122 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CC: Artículo 555

“Afirma el sentenciador en su fallo, que la acción reivindicatoria inten-
tada está dirigida a recuperar un inmueble consistente en bienhechurías
construidas sobre un terreno propiedad de la Nación, es decir, que no
pertenece a ninguna de las partes del presente juicio; y, con base en esa
premisa, determinó que el título supletorio que acompañó el actor a su
libelo de demanda es un documento que no prueba suficientemente el
derecho de propiedad sobre las bienhechurías, por no estar debidamen-
te registrado.
308 REIVINDICACIÓN

Obviamente, si lo que se reclama mediante este juicio de reivindica-
ción es la propiedad de unas bienhechurías construidas sobre un terre-
no  que  es  propiedad  de  la  Nación,  las  partes  han  debido  demostrar
que los derechos que afirman tener sobre las mismas fueron legítima-
mente adquiridos, es decir, que tenían la correspondiente autorización
del dueño del terreno para construir sobre éste dichas bienhechurías,
lo que les hubiera permitido cumplir con las formalidades de registro y
así poder fundamentar bien lo pretendido, como acertadamente lo sos-
tiene el juzgador en su fallo. 

De la correcta interpretación del artículo 555 del Código Civil se infie-
re, que mientras no se demuestre tener derechos legítimamente adqui-
ridos  se  presume  que  tales  bienhechurías  fueron  construidas  por  el
propietario del suelo, a sus propias expensas; en el caso concreto se-
ría la Nación, tal y como lo afirma el juez superior en su sentencia; por
tanto, la Sala encuentra que la norma fue debidamente aplicada por el
juez de la recurrida”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 309

Rendición de Cuentas

1. CLASES DE DECISIONES DE FONDO EN EL JUICIO


DE CUENTAS. NATURALEZA

Casación
Sentencia: N° 193 de 25/04/03
Ponente: Adán Febres Cordero
CPC: Artículos 677 y 686

“Dos clases de decisiones sobre el fondo de la materia se deben dictar


en el juicio de cuentas: una, cuando el demandado no hace oposición y
no presenta tampoco las cuentas, en cuyo caso se tiene por cierta la
obligación de rendirlas, el período que deben comprender y los negocios
determinados por el actor en el libelo. El fallo decidirá sobre el pago
reclamado por el actor en la demanda o la restitución de los bienes que
el demandado hubiere recibido para el actor en ejercicio de la represen-
tación o de la administración conferida (Art. 677 CPC); la otra, una vez
presentada la cuenta, objetada por el actor; informada nuevamente por
los expertos, “puesto en este estado el negocio”, el juez procederá a
sentenciarlo, en cuyo caso resolverá sobre todas las dudas y observa-
ciones que se hubieren presentado, aun cuando nada se hubiere contes-
tado sobre ellas (Art. 686 CPC). En el primer caso, no hay duda posible
310 RENDICIÓN DE CUENTAS

acerca de la naturaleza condenatoria del fallo y debe estar limitado a


ordenar el pago de los créditos insolutos o la restitución de los bienes
que el demandado haya recibido para el actor en ejercicio de la repre-
sentación o administración; en el segundo caso, si bien el juez debe
resolver sobre las dudas y observaciones que se hubieren presentado,
dicha decisión debe comprender, además, no sólo el fin inquisitorio de
que el demandado aclare el resultado de su gestión o administración
realizada por él, sino también que satisfaga la pretensión del actor con-
tenida en el libelo. De lo contrario, el juicio de cuentas no sería ejecuti-
vo, sino mero declarativo, y no podría ser incluido en el Titulo II, Capítulo
VI, Libro Cuarto del Código de Procedimiento Civil”.

2. EN EL JUICIO DE RENDICIÓN DE CUENTAS PUEDE


EL DEMANDADO, AL MOMENTO DE LA OPOSICIÓN,
ALEGAR OTRAS CUESTIONES PREVIAS O DE FONDO

Casación
Sentencia: N° 114 de 03/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 65 de 29 de marzo de 1989.
Caso: Alfonso Velazco c/ Jesús Enrique Novoa Gon-
zález. Expediente 87-587
CPC: Artículo 673

“Una interpretación meramente literal del artículo 673 del Código de


Procedimiento Civil, nos puede llevar a concluir que las causales de
oposición en el juicio de rendición de cuentas son taxativas; ahora bien,
esta Sala ya se pronunció al respecto, estableciéndose lo siguiente:

‘...Estima la Sala, sin embargo, que antes de resolver el recur-


so en sí, conviene al orden y claridad de la exposición, efec-
tuar algunas precisiones doctrinarias en relación con la
procedencia o no de oponer cuestiones previas en esta clase
de procedimiento especial, porque algunos párrafos del escrito
de formalización están dirigidos a negar esa posibilidad jurídi-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 311

ca. Según el texto del artículo 673 del Código de Procedimiento


Civil (antes Art. 654), pareciera entenderse que el demandado
por rendición de cuentas sólo puede oponer: a) el haber rendido
ya las cuentas; y b) que éstas corresponden a un período distinto
o a negocios diferentes a los indicados en la demanda. Sin em-
bargo, tanto la doctrina acerca del derogado artículo 654 del
Código de Procedimiento Civil de 1916, como la jurisprudencia
que lo interpretó, coinciden en no atribuirle carácter taxati-
vo a la enumeración de las defensas que hace la Ley, pues
de ser así, se crearía una situación de manifiesta indefen-
sión, en razón de lo cual se admitió que el demandado pudiera
oponer en esta clase de procedimiento otras excepciones, pre-
vias o de fondo, con la única condición de que comprobara su
alegación de modo auténtico. A estas defensas se les dará en-
tonces la tramitación procesal pertinente, según su naturaleza
suspendiéndose por consiguiente el juicio especial de cuentas y
entendiéndose citadas las partes para el acto de contestación...’.

En consecuencia, de conformidad con el criterio anteriormente expues-


tos, esta Sala de Casación Civil determina que en el juicio de rendición
de cuentas puede el demandado, al momento de la oposición, alegar
otras cuestiones previas o de fondo. Interpretar lo contrario implicaría
una violación al derecho a la defensa del demandado, pues éste sólo
podría oponer cuestiones previas o de fondo en caso de que su oposi-
ción procediera por alguna de las causales previstas en el Código de
Procedimiento Civil, con lo cual se desvirtúa el carácter saneador y
previo al contradictorio propio de esta clase de defensa.

De lo anterior se colige, en relación a los supuestos del caso en particu-


lar, se quebrantaron importantes principios procesales cuando el a quo
declaró que no hubo oposición, y se desconoció el efecto de los alegatos
de resolución previa formulados por los demandados, vicio no corregido
por el Juez Superior, no decretando la debida reposición a fin de restau-
rar el debido proceso y preservar el derecho a la defensa, infringió los
artículos delatados y, en consecuencia, la denuncia debe declararse con
lugar, tal como se hará de manera expresa, positiva y precisa en dispo-
sitivo de esta sentencia”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 313

Responsabilidad Civil

1. EXTRACONTRACTUAL

a. Hecho ilícito

a) La responsabilidad civil extracontractual por he-


cho ilícito. Hipótesis

Casación
Sentencia: N° 175 de 25/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 103 de 06 de abril de 2000.
Caso: José Antonio Rujano Farías y otros c/ Línea
La Popular S.R.L. y otra. Expediente 99-496
CC: Artículo 1.191

“La doctrina ha establecido que el actor o víctima para obtener repara-
ción del daño sufrido debe demostrar: a) La cualidad de dueño, principal
o director del demandado; b) El hecho ilícito del sirviente o dependiente,
condición que requiere probar dos circunstancias a su vez: 1) la demos-
tración del hecho ilícito en puridad, probando la existencia de todos sus
elementos constitutivos; y 2) La circunstancia de que el agente material
314 RESPONSABILIDAD CIVIL

del daño es un sirviente o dependiente del principal. Es decir, que el
hecho ilícito fue efectuado por un sirviente o dependiente. 3) La cir-
cunstancia de que el hecho ilícito fue perpetrado por el sirviente o de-
pendiente en el ejercicio de sus funciones para las cuales fue empleado.
4) La condición de tercero que debe ser acreditada por la víctima, pues
se trata de una responsabilidad tal como se ha mencionado, sólo opera
frente a terceros. Estas condiciones deben ser concurrentes. De faltar
alguna, cesa la responsabilidad. 

El artículo 1.191 del Código Civil, a los fines de establecer la responsa-
bilidad de los dueños principales o directores expresa que ellos son res-
ponsables  del  ‘daño  causado  por  el  hecho  ilícito  de  sus  sirvientes  y
dependientes, en ejercicio de las funciones en que los han empleado’.

Al profundizar en la disposición legal transcrita, se puede apreciar que
ésta habla de ‘sirvientes y dependientes’, por lo cual es necesario preci-
sar el concepto.

...Omissis...

Si bien es verdad que el artículo 1.191 del Código Civil establece una
presunción jure et de jure o absoluta en los casos de daños ocasiona-
dos por terceros que realizan actividades en su calidad de sirvientes o
dependientes, no es menos cierto que cuando se discute la responsabili-
dad de estos subordinados o dependientes, debe tenerse presente si efec-
tivamente tienen esa cualidad, para que la responsabilidad pueda recaer
sobre el dueño o principal”.

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 340
de 02/11/01.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 315

Retracto Legal

1. RETRACTO LEGAL ARRENDATICIO. CADUCIDAD

Casación
Sentencia: N° 120 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CC: Artículos 4 y 1.547

“Desde las primeras interpretaciones se precisó que en casos como el


de autos, el juez se encontraba ante una laguna de ley, por lo que proce-
dió la aplicación del artículo 4 del Código Civil, lo que encuentra su
fundamento en los métodos de integración recogidos en ese artículo.
Por ello, la ausencia de regla expresa aplicable a casos como el de
autos, se cubren mediante el procedimiento analógico del artículo 4 del
Código Sustantivo, fijando como punto de partida del lapso de caduci-
dad la fecha en que la escritura fue protocolizada y aceptando que ese
lapso debe ser de cuarenta días y no de nueve días. Entonces, la extinta
Corte Suprema de Justicia consideró que en el caso del arrendatario
presente a quien no se le da aviso, era aplicable en forma total y me-
diante el citado procedimiento analógico, lo dispuesto en el artículo 1.547
del Código Civil, aplicación que se sustentó en el hecho de que al ocu-
rrir la protocolización y obtener el contrato efectos erga omnes ya de-
316 RETRACTO LEGAL

bía considerarse al arrendatario notificado a los efectos del ejercicio de


su derecho. Es esta la doctrina y jurisprudencia imperante.

Estableció igualmente la Corte que cuando el retrayente presente tiene


conocimiento de la operación de venta del inmueble por gestiones reali-
zadas por él en la propia Oficina de Registro, el punto de partida de la
caducidad es la fecha en que la escritura fue protocolizada y que ese
lapso debe ser de cuarenta días y no de nueve, para que de ese modo la
solución que el legislador previó para el caso del retrayente no presente
y sin representante, sea aplicada en su totalidad y por analogía al caso
del arrendatario presente a quien no se le dio aviso pero que tuvo cono-
cimiento motu propio de la operación realizada.

En sentencia de fecha 5 de mayo de 1999, la Sala de Casación Civil


expresó en este sentido lo siguiente:

‘...10) El lapso de caducidad legal retractual inquilinario en el


supuesto de que el arrendatario no haya sido notificado por el
“vendedor o el comprador” de la “enajenación (venta) per-
feccionada” por la circunstancia que dicho inquilino “no estu-
viere presente y no hubiere quien lo represente”, de
conformidad con lo expressis verbis dispuesto en el artículo
1.547 del Código Civil, es de cuarenta (40) días contados des-
de la fecha de registro de la escritura respectiva.

11) El lapso de caducidad legal retractual inquilinario en el su-


puesto de que el “arrendatario presente o con un representan-
te debidamente constituido” no haya sido notificado por el
“vendedor o el comprador” de la “enajenación (venta) per-
feccionada”, por aplicación analógica –único aparte del artí-
culo 4 del Código Civil– de lo dispuesto en el artículo 1.547
eiusdem para la hipótesis referida en el numeral 10 supra in-
mediato, es también de cuarenta (40) días contados desde la
fecha de registro de la escritura respectiva”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 317

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 179


de 25/04/03 y Nº 129 de 03/04/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publicación
“Doctrina de la Sala de Casación Civil 2000-2001” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 1, en sentencia N° 237 de 19/07/00.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 319

Seguros

1. ALCANCE DEL ARTÍCULO 549 DEL CÓDIGO DE


COMERCIO

Casación
Sentencia: N° 90 de 13/03/03
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 41 de 19 de enero de 1.987.
Caso: Oscar Omar Cedeño y otros c/ Transporte Alci,
C.A. Expediente 86-551.
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CCOM: Artículo 549

“El dispositivo legal establece:

‘...El artículo 549 del Código de Comercio, dispone que ‘El


seguro se perfecciona y prueba por un documento público o
privado que se llama póliza’. Sobre esta disposición la recurri-
da manifiesta que ella establece la póliza como el único docu-
mento con el cual puede probarse en nuestra legislación la
existencia del contrato de seguro; pero que ello es sólo entre
las partes y no entre éstas y un tercero, como lo sería en el
caso el asegurador; y luego de algunas consideraciones doc-
320 SEGUROS

trinarias en materia de seguros, concluye en que con la confe-


sión del co-demandado-asegurado resultó demostrada la con-
dición de garante de la compañía aseguradora aquí formalizante,
a la cual condena solidariamente con aquél.

Ahora bien, no obstante que la tendencia doctrinaria universal


y con ella la legislativa, acogen el carácter consensual no so-
lemne del contrato de seguros, así como la amplitud o libertad
en la aceptación de los medios aptos para su prueba, no es
posible forzar la interpretación de la norma de derecho positi-
vo al extremo de ignorar su texto expreso, con el argumento
de ajustarse a aquélla. No puede desconocerse entonces que
nuestra legislación mercantil vigente, en el artículo citado, su-
jeta el perfeccionamiento del contrato de seguro a la emisión
del documento denominado póliza, y limita los medios para de-
mostrarlo a esa prueba escrita. Esto, en criterio de la Corte,
sin perjuicio de que, excepcionalmente, por efecto de su admi-
sión por la parte obligada o porque se plantee el extravío o
destrucción del instrumento, quede establecido por otros me-
dios idóneos la emisión de la póliza y la consiguiente existencia
del contrato de seguros.

De acuerdo con lo señalado y con las circunstancias arriba


expuestas, no hay duda que la recurrida dejó de aplicar en el
artículo 549 del Código de Comercio, al admitir como prueba
de la existencia de un contrato de seguros entre quienes son
co-demandados como asegurado y aseguradora, la confesión
del primero, siendo una cuestión expresamente rechazada por
la segunda...”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 321

Sentencia

1. CONGRUENCIA

a. Argumentos  expuestos  en  los  informes

Casación
Sentencia: N° 122 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 172 de 12 de mayo de 1993.
Caso: Luis Beltrán Lárez Gómez c/ C.A. Venezola-
na de Navegación CAVN. Expediente 91-607
CPC: Artículos 12, 15, 243 y 244

“En cuanto a los alegatos de las partes en sus informes que deben ser
tomados en cuenta por el sentenciador, esta Sala ha expresado en reite-
radas decisiones, lo que sigue:

‘...cuando en estos escritos se formulen peticiones, alegatos o
defensas que, aunque no aparezcan contenidas en la demanda
o en su contestación, pudieran tener influencia determinante
en la suerte del proceso, como serían los relacionados con la
confesión ficta, reposición de  la causa u otras  similares, en
322 SENTENCIA

estos casos sí debe el sentenciador pronunciarse expresamen-
te sobre los mismos en la decisión que dicte, so pena de incu-
rrir  en  la  violación  de  los  artículos  12  del  Código  de
Procedimiento Civil, por no atenerse a lo alegado y probado en
autos, 15 eiusdem, porque la referida abstención de examinar
los informes configura un menoscabo del derecho de defensa;
243 y 244, contentivos del principio de la exhaustividad de la
sentencia que obliga a los jueces a examinar y resolver todos y
cada uno de los alegatos que las partes hayan sometido a su
consideración, riesgo de incurrir en omisión de pronunciamien-
to que se considera como incongruencia del fallo...’”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 346 de 30/
07/02, N° 338 de 30/07/02, N° 281 de 04/06/02, N°
179 de 22/03/02, N° 170 de 22/03/02, N° 140 de 07/
03/02, N° 37 de 24/01/02 y N° 27 de 24/01/02. Asi-
mismo, la Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta
en la publicación “Doctrina de la Sala de Casación
Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia,
Colección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 90
de 05/04/00.

b. Configuración  del  vicio

Casación
Sentencia: N° 49 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CPC: Artículos 12 y 243, ordinal 5º

“El vicio de incongruencia que constituye infracción del artículo 12 y del
ordinal 5º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, tiene lugar
cuando el sentenciador no decide todo lo alegado o no decide sólo sobre
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 323

lo  alegado  por  las  partes,  en  las  oportunidades  procesales  señaladas
para ello: en principio, en el libelo de demanda, en la contestación o en
los informes cuando en éstos se formulen peticiones, alegatos o defen-
sas que, aunque no aparezcan contenidas en la demanda o en su contes-
tación, pudieran tener influencia determinante en la suerte del proceso.

Es requisito esencial para producir una sentencia congruente con las
alegaciones de hecho formulados por las partes en las oportunidades
establecidas para ello, que el Juez resuelva sobre todo lo alegado, y sólo
sobre lo alegado, para dar cumplimiento así al principio de la moderna
doctrina procesal, que lo constituye la exhaustividad, el cual según el
tratadista de Derecho Procesal Civil Español, Prieto Castro, consiste en
que “el Juez por su función, no sólo está obligado a fallar en todo caso,
sino a fallar de manera total, como deber impuesto por la necesidad de
someter el principio político de la suficiencia del ordenamiento jurídico
del Estado, y cuyo cumplimiento implica que la sentencia contenga to-
das las declaraciones que la demanda y la defensa adversaria exijan, y
la posible reconvención de ésta: Condena o absolución y decidir todos
los puntos litigiosos, esto es, tanto los principales como los accesorios
que hayan sido objeto del debate”.

c. Incongruencia  positiva  y  negativa

Casación
Sentencia: N° 68 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 187 de 8 de junio de 2000.
Caso: Confecciones Paramount C.A. c/ Inversiones
Pitmar C.A. Expediente 99-242.
CPC: Artículo 243, ordinal 5º

“Respecto al vicio de incongruencia, esta Sala señaló:

‘...De allí que la incongruencia adopta dos modalidades y tres
aspectos: Las modalidades son: incongruencia positiva, cuan-
do el juez extiende su decisión más allá de los límites del pro-
324 SENTENCIA

blema judicial que le fue sometido, o la incongruencia negati-
va, cuando el juez omite el debido pronunciamiento sobre algu-
no de los términos del problema judicial, y los aspectos son: a)
cuando se otorga más de lo pedido (ultrapetita); b) cuando se
otorga algo distinto de lo pedido (extrapetita); y c) cuando se
deja de resolver algo pedido u excepcionado (citrapetita)…’

Asimismo, y en concordancia con el anterior criterio, tenemos que la
Sala en sentencia Nº 89, de fecha 5 de abril del 2000, expediente 99-
784, había establecido que:

‘...La obligación del juez es darle la debida solución al asunto
planteado sin abstenerse de decidirlo bien o erradamente, pues
si se abstiene, silenciando la defensa, incurre en el vicio de omi-
sión de pronunciamiento con infracción del ordinal 5º del artículo
243 del Código de Procedimiento Civil, que obliga al juez a deci-
dir en forma expresa, positiva y precisa con arreglo a la preten-
sión deducida y a las excepciones o defensas opuestas...’”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 300
de 12/06/03, Nº 276 de 12/06/03, Nº 109 de 03/04/03,
Nº de 105 de 03/04/03 y Nº 55 de 27/02/03.

a) Incongruencia  negativa

Hecho
Sentencia: N° 12 de 28/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 11 de 16 de febrero de 2001.
Caso: Materia Primas S.A. c/ Química Latina C.A.
Expediente 00-357.
CPC: Artículo 243, ordinal 5º

“En tal sentido, tenemos que el requisito de la congruencia del fallo
establecido en el ordinal 5° del artículo 243 del Código de Procedi-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 325

miento Civil, ya sea positiva o negativa, recae necesariamente en la
armonía que debe poseer la decisión contenida en la sentencia con la
pretensión  del  actor  y  la  oposición  a  la  misma,  en  cuanto  que  esta
última la acota o delimita.

De esta forma, esta Sala estableció:

‘...La incongruencia negativa se verifica cuando se omite total
referencia y análisis en cuanto a alegatos o defensas que, aun-
que no aparezcan contenidos en la demanda o en su contesta-
ción, pudieran tener influencia determinante en la suerte del
proceso como serían los relacionados con la confesión ficta,
reposición de la causa u otros similares que obligan al senten-
ciador a pronunciarse expresamente sobre ellos...’.

...Omissis...

Ahora bien, siendo que el vicio de incongruencia, como fue señalado al
inicio del presente fallo, tiene lugar cuando el sentenciador no decide
todo lo alegado o no decide sólo sobre lo alegado por las partes, en las
oportunidades procesales señaladas para ello, esto es, en el libelo de
demanda, en la contestación o en los informes, cuando en éstos se for-
mulen peticiones, alegatos o defensas que aunque no aparezcan conte-
nidos  en  la  demanda  o  en  su  contestación,  pudieran  tener  influencia
determinante en la suerte del proceso, los cuales a todo evento, deben
ser considerados para que la  sentencia producida pueda considerarse
congruente con los alegatos de hecho formulados por las partes...”

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 135 de 07/
03/02 y N° 396 de 01/11/02. Asimismo, ésta Doctrina
ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de la
Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Su-
premo de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1,
en sentencia N° 186 de 08/6/00.
326 SENTENCIA

b) Incongruencia  positiva

Casación
Sentencia: N° 182 de 25/04/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 417 de 30 de noviembre de
2000. Caso: Marcel Reyes Viloria c/ Nilda Briceño
de Reyes y otros. Expediente 00-198.
CPC: Artículos 243, ordinal 5º y 244

“Asimismo, la Sala ha establecido de manera reiterada que todo pro-
nunciamiento que haga el Juez de alzada sobre materia distinta a la que
ha  sido  elevada  a  su  conocimiento  por  efecto  de  la  apelación,  salvo
aquellos incidentes que se produzcan en el propio procedimiento de se-
gunda instancia, constituye un exceso de jurisdicción el cual ha sido
calificado como incongruencia positiva en su modalidad de ultrapetita,
requisito intrínseco de la sentencia contenido en el ordinal 5º del artículo
243 del Código de Procedimiento Civil, que vicia de nulidad el fallo re-
currido de conformidad con el artículo 244 eiusdem”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 340 de 30/
07/02, N° 03 de 08/03/02 y N° 90 de 08/02/02. Asi-
mismo, esta doctrina ha sido expuesta en la publica-
ción  “Doctrina  de  la  Sala  de  Casación  Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 225 de
02/08/01.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 327

d. Presupuestos  para  que  la  sentencia  llene  los  extremos


de  congruencia

Casación
Sentencia: N° 94 de 24/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia N° 102 de 11 de abril de 1996.
Caso: Rolando José Piñango c/ Banco Unión SACA.
Expediente 98-163
CPC: Artículo 243, ordinal 5º
Voto Salvado: Franklin Arrieche Gutiérrez

“Ha sido pacífica y constante la jurisprudencia de esta Sala, respecto a
la obligación que tienen los jueces de pronunciarse sobre todo cuanto
haya  sido alegado y probado durante el proceso, y únicamente  sobre
aquello que ha sido alegado por las partes.  

En tal sentido, se estableció: 

‘El ordinal 5º del artículo 243 del Código de Procedimiento
Civil establece los presupuestos para que la sentencia llene el
requisito de la congruencia, entendiéndose por tal, como lo afir-
ma Hernando Devis Echandía, el principio normativo que deli-
mita el contenido y alcance de tal instancia, para el efecto de
que exista identidad jurídica entre lo resuelto y las pretensio-
nes (en sentido general) y excepciones de los litigantes, opor-
tunamente aducidas, a menos que la Ley otorgue facultades
especiales para separarse de ellas y que tal principio es una
consecuencia lógica de la relación de jurisdicción como dere-
cho y deber del Estado. El derecho de acción y de contradic-
ción no sólo impone al Estado el deber de proveer mediante un
proceso en una instancia, sino que al complementarse con el
ejercicio de la pretensión y la oposición de excepciones, deli-
mita el alcance y contenido de este procedimiento. La relación
de jurisdicción comprende tanto la acción y la contradicción,
como la pretensión y la excepción que en ejercicio de estos
328 SENTENCIA

derechos se formulan al Juez para determinar los fines media-
tos y concretos del proceso.

El primer presupuesto es el de que toda sentencia debe conte-
ner decisión expresa, positiva y precisa; y el segundo presu-
puesto prevé que la decisión debe ser con arreglo a la pretensión
deducida y a las excepciones o defensas opuestas.

Según Guasp, la congruencia es la causa jurídica del fallo y
Prietro Castro agrega, como otra derivación de la congruen-
cia, el principio de la exhaustividad, esto es, la prohibición de
omitir decisión sobre ninguno de los pedimentos formulados
por las partes.

La sentencia es congruente cuando se ajusta a las pretensio-
nes de las partes, tanto del actor como del demandado, inde-
pendientemente  de  si  es  acertada  o  errónea.  No  se  puede
apreciar más ni menos de las cuestiones controvertidas, ni de-
jar de resolver algunas. Cuando se deja de examinar la prueba,
todos o algunos de sus hechos fundamentales, la sentencia está
viciada por omisión de análisis fáctico y cuando se considere
innecesario el análisis de algunos elementos probatorios, el juez
debe dejar constancia motivada de ello. 

De allí que la incongruencia adopta dos modalidades y tres as-
pectos. Las modalidades son: incongruencia positiva, cuando el
juez extiende su decisión más allá de los límites del problema
judicial que le fue sometido, o la incongruencia negativa, cuando
el juez omite el debido pronunciamiento sobre alguno de los tér-
minos del problema judicial, y los aspectos son: a) cuando se
otorga más de lo pedido (ultrapetita); b) cuando se otorga algo
distinto de lo pedido (extrapetita), y c) cuando se deja de resol-
ver sobre algo pedido u excepcionado (citrapetita)”.

Voto Salvado: El Magistrado Franklin Arrieche Gutiérrez salva su


voto  al disentir de la mayoría sentenciadora en los
términos siguientes:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 329

“La decisión de la  cual disiento declaró que el Juez  de alzada que-


brantó el artículo 243 ordinal 5° del Código de Procedimiento Civil,
por  cuanto  ‘…fundamentó  su  decisión  en  una  sentencia  dictada
por  ese  mismo  tribunal,  que  no  fue  traída  a  los  autos  por  la  parte
interesada,  supliendo  de  esa  manera  una  defensa  no  alegada  por
los  demandados  para  sustentar  el  alegato  de  la  supuesta  falta  de
cualidad...’.

Tal pronunciamiento fue dictado por el juez de alzada  con objeto de
resolver  la  defensa  de  falta  de  cualidad  e  interés  que  opuso  la  parte
demandada.

...Omissis...

“...consideró que la incongruencia positiva se produjo al establecer el
juez un hecho con una prueba que no fue traída a los autos por la parte
interesada, es decir, que no consta en el expediente, con lo cual suplió
una defensa no opuesta por la parte demandada.

Sin embargo, tal decisión de la Sala excede los límites del examen de la
denuncia de incongruencia positiva, pues ésta sólo puede comprender la
constatación de si el pronunciamiento contenido en la sentencia recurri-
da fue solicitado por alguna de las partes, al margen de que esté o no
ajustado a derecho. 

El establecimiento de un hecho con base en una prueba que no consta
en el expediente, y que por tanto es inexistente, en ningún caso determi-
na la incongruencia del fallo, sino un error de juzgamiento en el estable-
cimiento de los hechos, que es revisable por la Sala si es denunciado el
segundo caso de suposición falsa”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 189
de 25/04/03, Nº 134 de 03/04/03 y Nº 102 de 27/03/03.
Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta
en la publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002”  del  Tribunal  Supremo  de  Justicia,  Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 407 de 01/11/
330 SENTENCIA

02, N° 188 de 22/03/02, N° 03 de 08/03/02, N° 152 de
07/03/02 y N° 139 de 07/03/02. Igualmente, esta Doc-
trina ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de
la Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Su-
premo de Justicia, de la Colección Doctrina Judicial
N° 1, en sentencia N° 187 de 08/06/00.

e. Requisito  para  producir  una  sentencia  congruente

Casación
Sentencia: N° 271 de 12/06/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
CPC: Artículo 243, ordinal 5º

“Es requisito esencial para producir una sentencia congruente con las
alegaciones de hechos formulados por las partes en las oportunidades
establecidas para ello, que el juez resuelva sobre todo lo alegado, y sólo
sobre lo alegado, para dar cumplimiento así, al principio de la moderna
doctrina procesal, que lo constituye la exhaustividad, el cual según el
tratadista de Derecho Procesal Civil Español, Prieto Castro, consiste en
que  ‘...el Juez  por su  función, no  sólo está  obligado a  fallar en  todo
caso, sino a fallar de manera total, como deber impuesto por la necesi-
dad de someter el principio político de la suficiencia del ordenamiento
jurídico del Estado, y cuyo cumplimiento implica que la sentencia con-
tenga todas las declaraciones que la demanda y la defensa adversaria
exijan, y la posible reconvención de ésta: Condena o absolución y deci-
dir todos los puntos litigiosos, esto es, tanto los principales como los
accesorios que hayan sido objeto del debate...’.

De lo antes expuesto, se evidencia que en acatamiento a lo dispuesto en
el ordinal 5° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, el juez
en la sentencia debe de manera clara y precisa, decidir todos los puntos
objeto de la controversia los cuales conforman el thema decidendum,
porque de no hacerlo, incurre en el vicio de incongruencia, el cual surge
cada  vez que  el Juez altera o modifica el problema judicial debatido
entre las partes”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 331

Comentario: La Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Co-
lección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 169
de 22/06/01.

2. CONTRADICCIÓN

a. Contradicción  y  Motivación  Contradictoria.  Configuración

Casación
Sentencia: N° 117 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 186 de 08 de junio de 2000.
Caso:  Corporación  para  el  Desarrollo  Inmobiliario
Santa  Rita  C.A.  c/  Pentafarma  Manufacturas  C.A.
Expediente 99-922.
CPC: Artículo 244

“la Sala estableció respecto al vicio de contradicción, lo siguiente:

‘...Según el artículo 244 del Código de Procedimiento Civil, la
sentencia puede resultar de tal modo contradictoria porque no
pueda ejecutarse o no aparezca que sea lo decidido. La expo-
sición del citado vicio en la doctrina nacional, ha seguido hasta
ahora las orientaciones fundamentales de la doctrina italiana y
española, de cuyas legislaciones se tomaron las definiciones
más características, entre las cuales destaca como principal la
que coloca como elemento configurativo del vicio la contradic-
ción entre dispositivo y dispositivo, tal como lo expone Borjas
...La propia Sala de Casación Civil ha expresado en fallo de 18
de octubre de 1925, que una sentencia no adolece realmente
de este vicio, sino cuando los mandatos de su dispositivo son
de tal modo opuestos entre sí, que sea imposible ejecutarlos
332 SENTENCIA

simultáneamente, por excluirse los unos a los otros, de manera
que el ejecutor no encuentre en absoluto qué partido tomar...’”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 295
de 12/06/03 y Nº 273 de 12/06/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 4, en sentencia N° 354 de 30/07/02, N° 300
de 25/06/02, N° 240 de 30/04/02, N° 231 de 30/04/
02, N° 157 de 07/03/02 y N° 141 de 07/03/02. Igual-
mente, esta Doctrina ha sido expuesta en la publica-
ción  “Doctrina  de  la  Sala  de  Casación  Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 241 de
19/07/00.

En este sentido, la sentencia Nº 293 de 12/06/03, ratifica el criterio en
los términos siguientes:

‘...El vicio de contradicción, capaz de anular el fallo impugna-
do, debe encontrarse en su dispositivo, de suerte que lo haga
inejecutable. 

También existe el llamado vicio de motivación contradictoria,
el cual constituye una de las modalidades o hipótesis de moti-
vación de la sentencia, que se produciría cuando la contradic-
ción  está  entre  los  motivos  del  fallo,  de  tal  modo  que  se
desvirtúan, se desnaturalizan o se destruyen en igual intensi-
dad y fuerza, lo que hace a la decisión carente de fundamentos
y por ende nula...’.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 333

3. DECISIONES INTERLOCUTORIAS Y DEFINITIVAS


FORMALES DE REPOSICIÓN. CARACTERÍSTICAS

Hecho
Sentencia: N° 52 de 30/05/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez

“la Sala ha establecido que sólo tienen casación de inmediato, por vía
excepcional, las sentencias de reposición cuando se trate de las deno-
minadas por este Máximo Tribunal ‘definitivas formales’, siempre que
cumplan con los siguientes requisitos: a) Que se produzca en la oportu-
nidad en que deba dictarse la sentencia definitiva de última instancia, es
decir, ya sustanciado el proceso en su conjunto y, b) Que no decida la
controversia, sino que ordene dictar nueva sentencia a la instancia co-
rrespondiente, dejando sin efecto la sentencia de la instancia inferior
que se había dictado sobre el fondo del asunto”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 65
de 25/06/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada
ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de la
Sala de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo
de  Justicia,  Colección  Doctrina  Judicial  N°  4,  en
sentencia N° 112 de 20/12/02, N° 92 de 29/10/02,
N° 38 de 07/03/02, N° 11 de 29/01/02 y N° 09 de
29/01/02. Igualmente, esta Doctrina ha sido expuesta
en la publicación “Doctrina de la Sala de Casación
Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia,
Colección Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N°
333 de 11/10/00.
334 SENTENCIA

4. EXPERTICIA COMPLEMENTARIA DEL FALLO E


INDETERMINACIÓN OBJETIVA

Casación
Sentencia: N° 297 de 12/06/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 83 de 05 de abril de 2001.
Caso: Carlos Hugo Sisso c/ Nelson Guillermo Colina
Medina. Expediente 00-593.
CPC: Artículos 243, ordinal 6º y 249

“...sobre el vicio de indeterminación objetiva, con relación a la experti-
cia complementaria del fallo, esta Sala dejó sentado el criterio siguiente:

‘En tal sentido, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 249
del Código de Procedimiento Civil, es oportuno señalar que los
expertos llamados a complementar un fallo por vía de experticia,
no se constituyen en jueces ni les es dable realizar consideracio-
nes o apreciaciones personales, debiendo limitar su proceder al
estricto cumplimiento de lo ordenado en la sentencia.

En consecuencia, constituye deber inexcusable de los jueces
al momento de ordenar la práctica de una experticia comple-
mentaria del fallo, establecer con toda precisión, los elementos
de base que han de emplearse para el cálculo exigido, so pena
de incurrir en violación del ordinal 6° del artículo 243 eiusdem,
y por ende, en el vicio de indeterminación objetiva, por tanto,
debe ordenarse al juez competente dictar nueva decisión en la
cual se le señale al experto designado, las bases o parámetros
para el pago de la obligación, con previsión de la fecha precisa
para dicho pago y de la tasa de interés a aplicar’”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 269 de 30/
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 335

05/02. Asimismo, esta doctrina ha sido expuesta en
la publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 361 de
15/11/00.

5. INDETERMINACIÓN

a. Requisitos  de  la  determinación  objetiva.  Relación  con


los principios de autosuficiencia y unidad procesal del fallo

Casación
Sentencia: N° 123 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 238 de 19 de julio de 2000.
Caso: Isabel Mendoza contra Roberto Pulido Men-
doza y otra. Expediente 99-941.
CPC:  Artículo 243, ordinal 6º
Voto Salvado: Franklin Arrieche Gutiérrez

“Ha establecido la sala:

‘...Dispone el artículo 243, ordinal 6º del Código de Procedi-
miento Civil, que toda sentencia debe contener la determina-
ción de la cosa u objeto sobre el que recaiga la decisión. El
incumplimiento de este requisito constituye el vicio de indeter-
minación objetiva.

Este requerimiento legal tiene estrecha relación con dos prin-
cipios esenciales del proceso: la autosuficiencia y la unidad
procesal del fallo; conforme al primero, la sentencia debe bas-
tarse a sí misma, sin que la prueba de su legalidad dependa de
otros  elementos extraños  que  la  complementen o  perfeccio-
nen.  Por  esta  razón,  se  exige  mencionar  en  la  sentencia  el
objeto sobre el que recae la decisión, para así cumplir la nece-
sidad de precisar los límites objetivos de la controversia, a fin
336 SENTENCIA

de conocer y facilitar la recta ejecución de la  sentencia. De
acuerdo con el segundo, el fallo en todas sus partes: narrativa,
motiva y decisoria, constituye un todo indisoluble vinculado por
enlaces de necesaria lógica, por lo que el requisito de determi-
nación objetiva se encuentra cumplido no sólo en el dispositivo
de la sentencia, sino en cualquier parte de la misma.

Concluye, pues, la Sala que la determinación del objeto debe
aparecer directamente  en el  fallo y  no por  referencia a  otro
documento o recaudo fuera de éste, porque la sentencia debe
bastarse  a  sí  misma  y  contener  en  sí  todos  los  requisitos  y
menciones que la ley exige, sin acudir a elementos extraños
que la complementen o la hagan inteligible.

De acuerdo con lo anterior, y partiendo del principio de la uni-
dad procesal del fallo, conforme al cual la sentencia forma un
todo indivisible, de modo que todas las partes que conforman
su estructura tradicional (narrativa, motiva y dispositiva) se
encuentran vinculadas por lo que se llama ‘un enlace lógico’,
esta Sala concluye que en los casos en que en la parte disposi-
tiva, motiva o narrativa no se identifique la cosa sobre la cual
recae la decisión o cuando su determinación depende de otros
elementos extraños documentos o instrumentos, se configura-
rá el vicio de indeterminación objetiva...”.

Voto Salvado: El Magistrado Franklin Arrieche Gutiérrez salva su


voto  al disentir de la mayoría sentenciadora en los
términos siguientes:

“Las exigencias contenidas en el artículo 243 del Código de Procedi-
miento Civil, entre las cuales está comprendida la especificación del
objeto sobre el que recae la decisión, persiguen garantizar la determina-
ción de la cosa juzgada y la efectiva ejecución de la sentencia.

El fallo que declara sin lugar la oposición produce el efecto de mantener
la medida declarada y ejecutada en el proceso, y por consiguiente, el
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 337

decreto de la cautela es el que debe contener las especificaciones par-
ticulares de ésta para asegurar su efectiva ejecución.

La sentencia de alzada especifica que la oposición declarada improce-
dente fue formulada contra la medida de embargo decretada en fecha 19
de septiembre de 2000, por el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo
Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del estado Monagas, lo
que estimo suficiente para considerar cumplida la finalidad perseguida en
el artículo 243 ordinal 6° del Código de Procedimiento Civil, pues la con-
secuencia de este pronunciamiento es el mantenimiento de la cautela re-
ferida por el juez superior, ya ejecutada en el proceso”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 219
de 19/05/03 y Nº 176 de 25/04/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 4, en sentencia N° 428 de 15/11/02, N° 415
de 11/11/02, N° 282 de 06/06/02 y N° 269 de 30/05/
02. Igualmente, esta Doctrina ha sido expuesta en la
publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 238 de
19/07/00.
338 SENTENCIA

b. Vicio de indeterminación subjetiva. Relación con el prin-
cipio  de  autosuficiencia  de  la  sentencia

Casación
Sentencia: N° 96 de 24/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 116 de 27 de abril de 2001.
Caso:  Corporación  Dayac,  C.A.  c/  Knut  Nicolay
Waale Gundersen y otros. Expediente 00-041.
CPC: Artículo 243, ordinal 2º

“Esta Sala, en cuanto al vicio de indeterminación subjetiva estableció lo
siguiente:

‘...la redacción del fallo no está sometida a fórmulas rígidas,
siendo  necesaria  profesionalidad,  el  mantener  la  gramática
adecuada y la correcta ortografía. Asimismo, que el fallo es
una unidad, por lo cual la identificación de las partes, si bien
debería estar en la parte narrativa ello, no quita que pudiera
estar en la parte motiva o dispositiva”.

En el caso de autos, la Sala estima que la recurrida sin lugar a
dudas debió ser más cuidadosa, ya que es esencial que la iden-
tificación de las partes en el proceso sea exacta, para que se
pueda  fácilmente  determinar el  alcance  de  los  efectos  de  la
decisión. No obstante, pese a que la identificación de las par-
tes no está en la parte inicial del fallo, la Sala estima que aun
con las deficiencias antes expuestas el fallo sí nombra a las
partes intervinientes en el proceso y cumple con los requisitos
exigidos en el ordinal 2° del artículo 243 del Código de Proce-
dimiento Civil...’

De la jurisprudencia precedente transcrita se desprende que la infrac-
ción del ordinal 2º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil,
sólo podría producirse en el supuesto de que el sentenciador de alzada
no  haya  nombrado  a  las  partes  o  a  una  de  ellas  en  la  sentencia;  por
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 339

tanto, si el Juez Superior los menciona, bien en la parte narrativa, moti-
va o dispositiva, no es posible alegar la violación de tal precepto, en
atención al principio de unidad procesal del fallo que rige en nuestro
sistema jurídico”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 181
de 25/04/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial Nº 4, en sentencia
N° 479 de 20/12/02, N° 234 de 30/04/02 y N° 05 de
30/04/02. Igualmente, esta Doctrina ha sido expues-
ta en la publicación “Doctrina de la Sala de Casación
Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia,
Colección  Doctrina  Judicial  N° 1,  en  sentencia  N°
397 de 30/11/00.

6. LA NULIDAD DE LA SENTENCIA DEFINITIVA POR EL


TRIBUNAL QUE CONOZCA EN GRADO DE LA CAUSA
NO SERÁ MOTIVO DE REPOSICIÓN, Y ÉSTE
DECIDIRÁ EL FONDO DEL ASUNTO

Casación
Sentencia: N° 139 de 04/04/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 81 de 30 de marzo de 2000.
Caso: Berta Celina Ramírez y otros c/ Fabio Germán
Duque y otra. Expediente 99-312.
CPC: Artículo 209

“La Sala estableció lo siguiente:

‘...De  acuerdo  al  artículo  209  del  Código  de  Procedimiento


Civil, la nulidad de la sentencia definitiva de la instancia infe-
rior  se hace  valer mediante  la  apelación; la declaratoria del
340 SENTENCIA

vicio de la sentencia por el Tribunal que conozca en grado de
la causa, no será motivo de reposición, y éste decidirá el fondo
del asunto.

En la legislación derogada, tal declaratoria conducía a la nulidad
de la sentencia de primera instancia, y a la consiguiente reposi-
ción de la causa, al estado de que el a quo dicte nueva senten-
cia. Esta decisión era el contenido de una sentencia definitiva
formal, inmediatamente recurrible en casación. Al modificar el
legislador el sistema, y establecer que la existencia de vicios en
la decisión apelada no conduce a la reposición, restringió la po-
sibilidad de nulidad a la existencia de quebrantamiento de for-
mas procesales, cometidos en el íter que conduce a la sentencia;
por tanto, carece de trascendencia en el curso del proceso el
examen  que  al  respecto  realiza  el  Superior.

Si bien, en nuestra legislación, y en la mayor parte de los orde-
namientos procesales, está inmerso en el recurso de apelación
el antiguo recurso ordinario de nulidad, el objeto de la sentencia
pronunciada en grado de apelación no es la sentencia apelada,
sino la controversia, de nuevo sometida a decisión de un juez,
por el efecto devolutivo del recurso, y a ello debe referirse la
Casación, a menos que el recurso no se interponga contra una
sentencia que resuelva el fondo de la apelación, sino contra una
decisión de reposición  al estado de que se  vuelva a practicar
alguna actividad procesal, ello dejando a salvo el control de la
casación sobre la  reposición preterida.  Por no tener en este
caso trascendencia para la resolución de la apelación el
examen de la sentencia apelada, en cuanto a los vicios
que ésta pudiese contener, carecería de propósito útil el
examen de esta Corte acerca de la apreciación realizada
por el Juez sobre esa sentencia.

Al establecer el legislador que la nulidad de ésta no im-


pediría a la Alzada resolver sobre el fondo, quiso poner
punto final al examen de los requisitos de forma de la
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 341

sentencia apelada, lo cual conduce a que no debe esta


Corte examinar la denuncia planteada...”.

7. LOS REQUISITOS DE LA SENTENCIA SON DE


ESTRICTO ORDEN PÚBLICO

Casación
Sentencia: N° 60 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 102 de 06 de abril de 2000.
Caso: Delia del Valle Morey López c/ Franklin Gue-
vara Tillero. Expediente 99-356, y Doctrina de sen-
tencia Nº 168 de 22 de junio de 2001. Caso: Emilia
Martínez  Rodríguez  c/  Francisco  García  Ocaña  y
otras. Expediente 00-347.
CPC: Artículo 243, ordinal 4º

“A  tales  efectos,  considera  la  Sala  pertinente,  esbozar  las  siguientes
consideraciones: establece el artículo 243 del Código de Procedimiento
Civil, los requisitos que debe contener toda sentencia, los cuales como
se ha instituido en numerosos fallos de esta Sala, son de estricto orden
público; entre ellos  el ordinal 4º de  la norma citada señala:  ‘4º) Los
motivos de hecho y de derecho de la decisión...’

Sobre esta materia, la Sala estableció lo siguiente:

‘...De un detenido estudio y análisis en relación a los porme-
nores  suscitados  en  el  caso  a  resolver  esta  Sala,  considera
necesario corregir violaciones de orden público que ha detec-
tado en el mismo, para lo cual y a objeto de apoyar su aprecia-
ción, se permite transcribir doctrina jurisprudencial referente a
la materia del orden público.

Así encontramos que la Sala ha venido delimitando el área en
el campo del orden público, y en tal sentido en sentencia de
fecha 8 de julio de 1999, en el juicio de Antonio Yesares Pérez
342 SENTENCIA

contra Agropecuaria El Venao, C.A. y otro, expediente Nº 98-
505, sentencia Nº 422, señaló:

(...)  La  jurisprudencia  de  la  Sala  de  Casación  Civil  ha  ido
delimitando esas áreas que en el campo del proceso civil in-
teresan al orden público, y en tal sentido ha considerado que
encuadran dentro de esta categoría, entre otras, las materias
relativas a los requisitos intrínsecos de la sentencia, a la com-
petencia en razón de la cuantía o la materia, a la falta absolu-
ta de citación del demandado y a los trámites esenciales del
procedimiento’.

...Omissis...

En  ese  orden  de  ideas,  la  Sala  en  desarrollo  de  su  función
pedagógica  jurídica,  reitera  lo  que  debe  entenderse  por  los
“motivos de hecho y de derecho de la decisión”; siendo opor-
tuno señalar que, la función judicial de sentenciar, no puede
ser producto del arbitrio del juez, por ello la ley ampara a los
justiciables del abuso en que aquéllos pudieran incurrir. Una
de estas formas de protección, está reflejada en la obligatorie-
dad exigida a los jurisdicentes, de expresar en sus decisiones
el fundamento fáctico y jurídico de su máxima decisión proce-
sal,  esto  quiere  significar  que  la  sentencia  debe  resultar  un
juicio lógico, basado en el derecho y en aquellos elementos de
hecho establecidos en el decurso del proceso...’.

...Omissis...

Esta Sala, referente al requisito de la motivación en la sentencia, así
en sentencia Nº 102, de fecha 6/4/2000, expediente Nº 99-356, en el
juicio de Delia del Valle Morey López contra Franklin Guevara Tillero,
se expresó:

‘...El criterio sostenido por este Supremo Tribunal, acerca de la
motivación en la sentencia, ha sido reiterado, pacífico y consoli-
dado. En una de sus últimas decisiones, establece lo siguiente:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 343

‘...en relación con la infracción del artículo 243, ordinal 4º, del
Código de Procedimiento Civil, la Sala observa que el requisito
de motivación impone al juez el deber de expresar los motivos
de  hecho  y  de  derecho  de  la  decisión.  El  fin  perseguido  es
permitir el conocimiento del razonamiento del juez, pues ello
constituye el presupuesto necesario para obtener un posterior
control sobre la legalidad de lo decidido.

Los motivos de hecho, están conformados por el establecimien-
to de los hechos con ajustamiento a las pruebas que los demues-
tran, y los motivos de derecho, en la aplicación de los principios
y las normas jurídicas a los hechos establecidos en el caso con-
creto. Es claro, pues, que el examen de las pruebas forma parte
de la motivación de hecho que el juez debe expresar en su fallo.
‘Sentencia de la Sala de Casación Civil del 27 de octubre de
1999, en el juicio de Levis Antonio Castillo Peña contra Audio
Video Dip C.A. y unos ciudadanos, sentencia Nº 645’.

En este orden de ideas, es oportuno señalar que para dar cum-
plimiento al requisito de la motivación, es menester que el sen-
tenciador  realice  las  siguientes  operaciones:  1.-  resumen,
análisis y comparación de los elementos probatorios; 2.- esta-
blecimiento de los hechos que se dan por probados; 3.- cita de
las disposiciones legales aplicadas; de cumplirse con estas pre-
misas, el fallo reflejará fielmente el resultado del proceso, bas-
tándose así misma la decisión, logrando así que su texto sea un
instrumento de convicción. Las razones de hecho consisten,
entonces, en la comprobación de las alegaciones de las partes
y de las pruebas producidas por ellas a lo largo del desarrollo
del proceso, para luego constatar que tales elementos probato-
rios  evidencian  esos  hechos.  Las  razones  de  derecho  están
constituidas por el encuadramiento de las de hecho, en las nor-
mas jurídicas aplicables al caso de que se trate.

Lo establecido anteriormente no implica que deben expresarse
en la sentencia, todas y cada una de las incidencias y alegatos
producidos en el transcurso del juicio; puede hacerse de ellas
344 SENTENCIA

una relación sucinta, pero siempre que sea informativa, en con-
secuencia, aun cuando la motivación sea exigua, ella debe ser
suficiente fundamento del dispositivo de la decisión, para así
evitar que la sentencia adolezca de uno de sus requisitos fun-
damentales, cual es la motivación, corriendo el riesgo de per-
mitirse una arbitrariedad judicial”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 93
de 24/03/03. Asimismo, la Doctrina aquí ratificada ha
sido expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala
de Casación Civil 2002” del Tribunal Supremo de Jus-
ticia, Colección Doctrina Judicial Nº 4, en sentencia
N° 267 de 30/05/02 y N° 24 de 24/01/02.

8. MOTIVACIÓN

a. Configuración  del  vicio

Casación
Sentencia: N° 57 de 27/02/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 116 de 13 de abril de 2000.
Caso: Salvador Ramírez Campos c/ Rosalba Colom-
bo de Vivenes y Cruz Antonio Vivenes García. Expe-
diente 99-108.
CPC: Artículo 243, ordinal 4º

“La Sala en sentencia de 6 de agosto de 1986, criterio reiterado en fallo
dictado el 13 de abril de 2000, caso Salvador Ramírez Campos contra
Rosalba  Colombo  de Vivenes  y  Cruz Antonio Vivenes  García,  expe-
diente N° 99-108, sentencia N° 116, con ponencia del Magistrado que
con tal carácter suscribe ésta, señaló:

‘...El artículo 243, ordinal 4º, del Código de Procedimiento Ci-
vil, exige al Juez señalar los motivos de hecho y de derecho en
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 345

que fundamenta su decisión. La Sala en fallo del 6 de agosto
de 1986 y reiterando criterio de vieja data, precisó lo que se
entiende por motivación:

‘...El señalamiento de los diversos motivos y argumentaciones
que el juzgador ha tenido en cuenta para llegar a la conclusión
que configurará la parte dispositiva de la sentencia.

La ley exige al juzgador que exponga el proceso lógico me-
diante el cual concluirá en su decisión, con el fin de garantizar
que no serán dictadas sentencias arbitrarias, y con el propósito
de permitir a las partes, mediante la reconstrucción de dicho
proceso lógico, la apreciación de las  razones  de hecho y de
derecho que ha tenido en mente el sentenciador para pronun-
ciar la correspondiente declaración de certeza’.

Igualmente, se ha indicado que el fallo debe estar constituido por las
razones de hecho y de derecho que dan los jueces como base del dispo-
sitivo. En este sentido, el fundamento de las razones de hecho parten
del establecimiento de los mismos, tomando en cuenta las pruebas de
autos que los demuestren; y las razones de derecho están basadas en la
aplicación a los hechos, de los preceptos legales pertinentes”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 116 de
13/04/00.
346 SENTENCIA

b. Configuración  del  vicio  de  inmotivación

Casación
Sentencia: N° 122 de 03/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez

“La Sala ha sostenido en numerosos fallos, de manera reiterada y pací-
fica, que para que se configure el vicio de inmotivación se requiere que
la sentencia carezca en absoluto de fundamentos, pues no debe confun-
dirse la escasez o exigüidad de la motivación con la falta de motivos”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia Nº 277
de 12/06/03 y N° 90 de 13/03/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del
Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 4, en sentencia N° 480 de 20/12/02, N° 358
de 30/07/02, N° 318 de 10/07/02, N° 273 de 30/05/
02, y N° 149 de 07/03/02. Igualmente, esta Doctrina
ha sido expuesta en la publicación “Doctrina de la
Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Su-
premo de Justicia, Colección Doctrina Judicial N° 1,
en sentencia N° 370 de 15/11/00.

En este sentido, la sentencia N° 123 de 03/04/03, ratifica el criterio en
los términos siguientes:

“Esta Sala, respecto al vicio de inmotivación, ha sostenido de manera
reiterada y pacífica el criterio establecido en su sentencia de fecha 16
de mayo de 1996, Nº 129, juicio Miguel Ángel Hurtado y otros contra
Libia María Castro viuda de Chacón y otros, en la que expresó:

‘...La inmotivación o falta de fundamentos es el vicio que pro-
voca la omisión de uno de los requisitos fundamentales de la
sentencia, consagrado en el ordinal 4º del artículo 243 del Códi-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 347

go de Procedimiento Civil, que ordena que la sentencia deberá
contener los motivos de hecho y de derecho de la decisión.

...Omissis...

Hay falta absoluta de fundamentos, cuando los motivos del fallo,
por ser impertinentes o contradictorios, o integralmente vagos e
inocuos, no le proporcionan apoyo alguno al dispositivo de la sen-
tencia, que es la finalidad esencial de la motivación...”.

c. Deber  del  juez  de  expresar  en  la  sentencia  los  motivos
de  hecho  y  de  derecho  que  sustentan  la  decisión

Casación
Sentencia: N° 67 de 27/02/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 391 de 13 de noviembre de
1996. Caso: Lucila Galaviz Roa c/ Isaías Yldegordis
Olivares Meléndez. Expediente 95-423.
CPC: Artículo 243, ordinal 4º

“El requisito de motivación impone al juez el deber de expresar en la
sentencia los motivos de hecho y de derecho que sustentan lo decidido.
Esta exigencia tiene por objeto: a) controlar la arbitrariedad del senten-
ciador, pues le impone justificar el razonamiento lógico que siguió para
establecer el dispositivo; y b) garantizar el legítimo derecho de defensa
de las partes, porque éstas requieren conocer los motivos de la decisión
para determinar si están conformes con ellos. En caso contrario, podrán
interponer los recursos previstos en la ley, con el fin de obtener una
posterior revisión sobre la legalidad de lo sentenciado. Las razones de
derecho están conformadas por las normas que el juez aplicó para re-
solver la controversia.

Así, este Máximo Tribunal estableció lo siguiente:
348 SENTENCIA

‘...El legislador en el artículo 243, ordinal 4º, del Código de Pro-
cedimiento Civil (sic) exige que el Juez en la sentencia debe
señalar los motivos de hecho y de derecho en que fundamenta
su decisión. La Sala en fallo del 6 de agosto de 1986 y reiteran-
do criterio de vieja data, precisó qué se entiende por motivación:

‘...El señalamiento de los diversos motivos y argumentaciones
que el juzgador ha tenido en cuenta para llegar a la conclusión
que configurará la parte dispositiva de la sentencia.

La ley exige al juzgador que exponga el proceso lógico me-
diante el cual concluirá en su decisión, con el fin de garantizar
que no serán dictadas sentencias arbitrarias, y con el propósito
de permitir a las partes, mediante la reconstrucción de dicho
proceso lógico, la apreciación de las  razones  de hecho y de
derecho  que  ha  tenido  en  mientes  el  sentenciador  para  pro-
nunciar la correspondiente declaración de certeza’.

Igualmente se ha indicado que el fallo debe estar constituido por
las  razones  de  hecho  y  de  derecho  que  dan  los  jueces  como
base del dispositivo. En este sentido, el fundamento de las razo-
nes de hecho parte del establecimiento de esos hechos en con-
cordancia  con  las  pruebas  de  autos  que  lo  demuestren;  y  las
razones de derecho están basadas en la aplicación por el sen-
tenciador, a los hechos de los preceptos legales pertinentes...’.

Del mismo modo, la Sala de Casación Civil en sentencia de fecha 9 de
diciembre de 1998, en el caso que siguió GIORGIO SORTINO FOR-
TUNATO  y  otro  contra  INVERSIONES  EL  COMIENZO,  C.A.  Exp.
Nº 98-038, expresó lo siguiente:

‘...Constituye jurisprudencia pacífica y reiterada de esta Sala
que la motivación exigua no constituye inmotivación. En tal
sentido se puede citar, entre otros fallos, sentencia de fecha 18
de febrero de 1992:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 349

‘Ha sido jurisprudencia consolidada y constante de este Alto Tri-
bunal, que el vicio de inmotivación existe cuando la sentencia ca-
rece en absoluto de fundamentos, pues no debe confundirse la
escasez o exigüidad de la motivación con la falta de motivos.

Hay falta absoluta de fundamentos, cuando los motivos del fallo
por ser impertinentes o contradictorios o integralmente vagos o
inocuos, no le proporcionan apoyo alguno al dispositivo de la sen-
tencia que es la finalidad esencial de la motivación’.

Ahora bien, la finalidad procesal de la motivación del fallo con-
siste en permitir el control de legalidad por el Juez superior, o
en el caso, por esta Corte, al decidir el recurso de casación. Si
la expresión de las razones por el Sentenciador permite el con-
trol de legalidad, aun cuando la motivación sea exigua, no pue-
de considerarse inexistente.

En el caso bajo decisión, las expresiones de la Alzada, arriba
transcritas, permiten el control de legalidad en el aspecto de-
nunciado, pues de no ser acorde lo decidido con el contenido
del Decreto Legislativo en cuestión, podría el recurrente for-
mular la pertinente denuncia de infracción de ley...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 224
de 19/05/03, Nº 162 de 11/04/03, Nº 137 de 03/04/03,
Nº 116 de 03/04/03 y Nº 106 de 03/04/03. Asimismo,
la Doctrina aquí ratificada ha sido expuesta en la pu-
blicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina
Judicial N° 4, en sentencia N° 501 de 20/12/02 y N°
229 de 30/04/02. Igualmente, esta Doctrina ha sido
expuesta en la publicación “Doctrina de la Sala de
Casación Civil 2000-2001” del Tribunal Supremo de
Justicia de la Colección Doctrina Judicial N° 1, en
sentencia N° 241 de 19/07/00.
350 SENTENCIA

d. Debida  Motivación.  Extremos  exigidos

Casación
Sentencia: N° 193 de 25/04/03
Ponente: Adán Febres Cordero

“...los motivos no pueden ser simples afirmaciones, repertorio de datos
tomados o transcritos de los mismos autos, sino razonamiento lógico, de
suficiente peso jurídico, para que expliquen suficientemente las decla-
raciones hechas en la recurrida. La motivación debe recaer tanto sobre
las cuestiones de hecho básicas como de derecho fundamental, porque
un fallo absolutamente fáctico, como mero relato histórico, acompaña-
do de ninguna fundamentación jurídica, es ciertamente nulo. Moderna-
mente, fruto de la evolución de la casación, una adecuada motivación es
aquella que alcanza todas las cuestiones propuestas en la controversia,
ya  que  a  cada  pretensión  o  defensa  debería  corresponder  un  razona-
miento íntegro, total y exacto sobre las mismas”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
2000-2001” del Tribunal Supremo de Justicia, Colec-
ción Doctrina Judicial N° 1, en sentencia N° 120 de
26/04/00.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 351

e. Motivación  acogida.  Noción

Casación
Sentencia: N° 270 de 12/06/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 231 de 30 de abril de 2002.
Caso: Nory Raquel Quiñónez y otro c/ Instituto Au-
tónomo de Policía del Estado Yaracuy y otro. Expe-
diente 01-180.
Abandona: Doctrina de sentencia Nº 404 de 01 de noviembre de
2002. Caso: Danira Riserda España Oropeza c/ Lidia
Susana González García. Expediente 00-829
CPC:  Artículo 243, ordinal 4º

“En relación a la ‘motivación acogida’ como lo denomina la doctrina,
ésta debe ser realizada por el juez de alzada mediante la transcripción
de los motivos expuestos por el a quo, a fin de que las partes conozcan
el proceso lógico realizado por el juez y, a su vez, la sentencia de alzada
se baste a sí misma.

En este sentido, la Sala, ratificó el siguiente criterio:

‘Además de las modalidades de inmotivación, tenemos un caso
especial que no configura como tal el referido vicio de inmoti-
vación, caso éste que ha sido denominado por la doctrina como
‘motivación acogida’ y según el cual puede el sentenciador de
alzada  hacer suyos los motivos que sustenten la decisión
de primera instancia, siempre que transcriba cuáles son
éstos, de forma que queden expresadas las razones que
fundamentan la decisión. En el caso bajo análisis, la recurri-
da, efectivamente, como bien señala el formalizante, estable-
ció  textualmente  lo  siguiente:  ‘En  cuanto  a  las  perenciones
alegadas por la parte demandada en el presente juicio, las mis-
mas no prosperaron por ser improcedentes, y así se declara’,
omitiendo exponer las etapas del proceso donde fue solicitada,
así  como  las  razones  que  sustentan  su  decisión  al  respecto.
352 SENTENCIA

Tampoco el sentenciador de alzada hace suya ni reprodu-


ce la decisión que sobre el particular haya podido realizar
el tribunal que conoció de la causa en primera instancia,
pasando por alto con su proceder un elemento esencial
de la sentencia, incumpliendo de ese modo el deber de
motivar lo correspondiente, de conformidad con lo dispuesto
en el ordinal 4° del artículo 243 del Código de Procedimiento
Civil, el cual en consecuencia, infringe...’. 

No obstante que la Sala abandonó el criterio sobre la motivación acogi-
da,  en  sentencia  N°  404  del  1°  de  noviembre  de  2002,  caso  Danira
Riserda España Oropeza contra Lidia Susana González García, expe-
diente N° 00-829...”

9. PRINCIPIO DE EXHAUSTIVIDAD DE LA SENTENCIA

Casación
Sentencia: N° 95 de 24/03/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina  de  sentencia  Nº  348  de  31  de  octubre  de
2000. Caso: Luis Juan Diéguez Urbina c/ Linda Nas-
sour Homsy. Expediente 99-987.
CPC: Artículos 12, 15 y 243, ordinal 5º

“Ha sido criterio imperante en la doctrina de la Sala, que los alegatos
esenciales esgrimidos en los informes que pudieran tener influencia de-
terminante en la suerte del proceso, tales como la confesión ficta, cosa
juzgada sobrevenida u otras similares, deben ser analizados por el sen-
tenciador, a los fines de cumplir con el principio de exhaustividad de la
sentencia, que constriñe al juez a pronunciarse sobre todo lo alegado y
solamente sobre lo alegado, bajo pena de incurrir en la infracción de los
artículos 12, 15 y 243 ordinal 5º del Código de Procedimiento Civil”.

Comentario: La  Doctrina  aquí  ratificada  ha  sido  expuesta  en  la


publicación “Doctrina de la Sala de Casación Civil
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 353

2002” del Tribunal Supremo de Justicia, Colección
Doctrina Judicial N° 4, en sentencia N° 433 de 15/
11/02, N° 274 de 31/05/02 y N° 233 de 30/04/02.

En este sentido, la sentencia Nº 102 de 27/03/03, ratifica el criterio en
los términos siguientes:

“...estima la Sala pertinente reiterar el criterio que se ha sostenido, res-
pecto a cuándo puede considerarse que una sentencia se encuentra in-
ficionada  del  vicio  de  incongruencia  y  sobre  el  asunto,  su  doctrina
constante y pacífica, ratificada en decisión Nº 237, de fecha 2/8/2001,
en el juicio de Seguros Horizonte, C.A. contra Reaseguros Alianza, S.A.,
expediente Nº 01-023, expresó:

‘...La doctrina enseña que ‘el principio de exhaustividad’ de la
sentencia, impone a los jueces el deber de considerar y resolver
todas y cada una de las alegaciones que constituyen el problema
judicial debatido entre las partes, cuya violación se traduce en
una omisión de pronunciamiento. Parafraseando los conceptos
que expone al respecto Prieto Castro, podíamos decir que hay
omisión de pronunciamiento, cuando la sentencia prescinde de
otorgar o negar la tutela jurídica solicitada sobre alguna de las
alegaciones o peticiones de las partes, a menos que por alguna
causa legal el Juez esté eximido de ese deber.

Este principio bajo análisis, se encuentra implícito en el de con-
gruencia, considerándose como una simple derivación del mis-
mo, encontrándose consagrado en el hoy ordinal 5º del artículo
243 del Código de Procedimiento Civil, como ayer se encon-
traba previsto en el artículo 162 del Código derogado.

En el derecho patrio, el procesalista Ramón F. Feo, ya había
advertido que el principio de exhaustividad estaba comprendi-
do en el de congruencia, cuando afirmó: ‘...Sí es ilegal, y por
tanto radicalmente vicioso, no atenerse a lo pedido en las res-
pectivas pretensiones de las partes, y dar a una de ellas más
de lo que pidió, lo es igualmente el dejar de decidir puntos que
354 SENTENCIA

han sido controvertidos en el proceso, bien sean propuestos en
el libelo, o bien en la contestación o defensa; porque la misión
de la justicia es dar a cada uno su derecho, y nada más; por lo
cual  la  Ley  que  trata  de  la  sentencia  previene  que  ella  sea
congruente  con  las  pretensiones  de  las  partes,  para  impedir
que deje de atenerse a algunas de ellas, omitiendo el decidir
sobre todas sus pretensiones...”.

10. PRINCIPIO IURA NOVIT CURIA

a. Los  jueces  pueden  sin  suplir  hechos  no  alegados  por


las  partes,  elaborar  argumentos  de  derecho  para  funda-
mentar  su  decisión

Casación
Sentencia: N° 90 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 02 de 17 de febrero de 2000.
Caso: Robert Watkin Molko c/ Humberto Quintero.
Expediente 96-789.

“...la Sala tradicionalmente en doctrina constante y pacífica a través de
su larga existencia ha dicho: ‘...Conforme al principio admitido iura
novit  curia,  los  jueces  pueden  sin  suplir  hechos  no  alegados  por  las
partes, elaborar argumentos de derecho para fundamentar su decisión,
pues a ello se contrae su deber: Aplicar el derecho alegado o no por las
partes a los hechos que sí deben ser siempre alegados por éstas.

Consecuente con estos principios doctrinarios la Sala estableció:

‘...Respecto de lo expresado en el fallo, esta Sala ha indicado
que: ‘...conforme al principio admitido ‘iura novit curia’ los
jueces pueden, ‘si no suplir hechos no alegados por las partes’,
sí elaborar argumentos de derecho para fundamentar la deci-
sión,  pues  a  ello  se  contrae  su  deber  jurisdiccional...’.  Con
relación a la soberanía del juez respecto de la calificación jurí-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 355

dica,  necesariamente  la  subsunción  se  debe  efectuar  de  los


hechos alegados por las partes a la norma. Según Chiovenda,
lo que la regla prohíbe es la sustitución de hechos constitutivos
tales que individualicen una nueva acción o una nueva excep-
ción a aquellos que se hacen valer por las partes, porque tanto
la acción como la excepción, se individualizan por el hecho y
no por la norma. Por consiguiente, si un mismo hecho cae bajo
diversas normas, el cambio del punto de vista jurídico está per-
mitido al juez, pero los hechos deben haber sido correctamente
alegados...”.

11. REQUISITOS INTRÍNSECOS DE LA SENTENCIA.


ORDINAL 3º DEL ARTÍCULO 243 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTO CIVIL

Casación
Sentencia: N° 226 de 20/05/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 68 de 05 de abril de 2001.
Caso: Humberto Colls Rivas c/ Asociación Coopera-
tiva de Transporte Larense de Responsabilidad Limi-
tada . Expediente 00-218.
CPC: Artículo 243, ordinal 3º
Voto Salvado: Franklin Arrieche Gutiérrez

“Ha sido criterio pacífico y reiterado en la doctrina de la Sala, que el
precepto normativo contenido en el ordinal 3º del artículo 243 del Códi-
go de Procedimiento Civil, obliga a los jueces a indicar cómo ha queda-
do planteada la controversia, de manera tal, que antes de entrar a motivar
el fallo, mediante el establecimiento de los hechos y la fundamentación
del derecho, deberán exponer con sus palabras en qué sentido y cómo
quedó trabado el problema judicial a resolver; exposición que a su vez
deberán formular a través de una síntesis clara, precisa y lacónica.

Al respecto el precedente jurisprudencial antes indicado señala:
356 SENTENCIA

‘...sí  es  censurable  y  acarrea  la  violación  del  ordinal  3º  del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, cuando en la
decisión se transcriban prácticamente todos los actos del pro-
ceso  que se deja de cumplir con la referida norma adjetiva,
cuando no tengan mayor relevancia. Seguir aceptando la vi-
ciada práctica de permitir extensas narrativas en los fallos, es
dejar sin efecto y sin sentido el requisito establecido (...) pues
no contribuyen a una síntesis precisa y lacónica de la contro-
versia, la transcripción por parte del Juez de todos los actos
del Juicio...’.

De lo anterior se infiere que en principio, es innecesario que en el fallo
se transcriban todos y cada uno de los actos del proceso, pues ello no
constituye síntesis clara, precisa y lacónica de los hechos, no obstante
tal exceso en sí no acarrea la nulidad de la sentencia, pero puede deter-
minar el incumplimiento de dicho requisito por parte del Juez, que ade-
más  de  excederse,  no  concluye  en  señalar  el  resumen  sobre  el
planteamiento concreto de la síntesis controversial con lo cual induda-
blemente infringe el ordinal 3° del artículo 243 del Código de Procedi-
miento Civil”.

Voto Salvado: El Magistrado Franklin Arrieche Gutiérrez salva su


voto  al disentir de la mayoría sentenciadora en los
términos siguientes:

“Ahora bien, esta Sala ha establecido de forma reiterada que el fin per-
seguido por el artículo 243 ordinal 3º del Código de Procedimiento Civil,
“...no  es  otro  que  la  descripción  del  asunto  planteado  por  las  par-
tes,  por  lo  que  en  los  casos  en  que  dicha  finalidad  sea  cumplida
por  el  fallo,  no  será  procedente  afirmar  la  existencia  del  vicio  en
comentario...”. (Sentencia de fecha 07 de marzo de 2002, caso: Luis
Rafael Guevara c/ Dinorah Trujillo Ortiz).

Por consiguiente, estimo que el juez superior sí expresó los términos en
que quedó trabada la controversia, y aun cuando su exposición puede
calificarse como extensa y detallada, ello no determina el incumplimien-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 357

to del requisito exigido en el artículo 243 ordinal 3º del Código de Proce-
dimiento Civil”.

Comentario: Esta  Doctrina  ha  sido  ratificada  en  sentencia  289


de 12/06/03 y Nº 135 de 03/04/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002”
del Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctri-
na Judicial Nº 4, en sentencia Nº 435 de 15/11/02 y
N° 02 de 05/02/02.

12. SENTENCIA DEFINITIVA FORMAL

a. El  recurso  de  casación  como  control  de  legalidad  de


estas  sentencias.

Hecho
Sentencia: N° 12 de 28/02/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 89 de 19 de marzo de 1998.
Caso: Banco Provincial C.C. c/ Banesco. Expedien-
te 97-395.
CPC: Artículos 209 y 245

“Sobre el particular, la Sala estableció que ‘...estas sentencias de repo-
sición, dictadas en la oportunidad que establece la ley para las senten-
cias definitivas, tienen pues, como éstas, el poder de anular las sentencias
inferiores, circunstancias y efectos más propios de las sentencias defi-
nitivas –sentencias formales– como las denominó ya la Corte Federal y
de Casación en un fallo en que asienta la doctrina que hoy se sigue, por
cuanto, como se ha dicho, se dictan en la oportunidad de las sentencias
definitivas,  ocupan  su  lugar  y  tienen  de  ellas  el  efecto  trascendental
expuesto que en ningún caso sería el de las sentencias interlocutorias...’.
(Sentencia 24 de abril de 1998, caso: CVG. Siderúrgica del Orinoco,
C.A. contra Enfriadores y Congeladores Venezolanos, C.A.)
358 SENTENCIA

De acuerdo con la jurisprudencia de esta Sala de Casación Civil de
fecha 12 de agosto de 1999, en el caso de Carlos Vicente Pinto con-
tra la Gobernación del estado Apure, para que una sentencia pueda
considerarse como definitiva formal, ésta debe cumplir con los si-
guientes requisitos:

‘... a) que se produzca en la oportunidad en que deba dictarse
la sentencia definitiva de la última instancia, es decir, ya sus-
tanciado el proceso en su conjunto y, b) que no decida la con-
troversia sino que ordene dictar nueva sentencia a la instancia
correspondiente, dejando sin efecto la sentencia de la instan-
cia inferior que se había dictado sobre el fondo del asunto...’.

El anuncio del recurso extraordinario de casación constituye la única
oportunidad de controlar la legalidad de estas sentencias, pues el artícu-
lo 245 del Código de Procedimiento Civil, si bien hace reserva expresa
sobre el supuesto contenido en el artículo 209 eiusdem, admite la posi-
bilidad jurídica de que la sentencia “...se limite a ordenar la reposición
de la causa, por algún motivo legal, al estado que en la propia sentencia
se  determine...”.

13. VICIO DE FALTA DE SÍNTESIS. CONFIGURACIÓN

Casación
Sentencia: N° 190 de 25/04/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 269 de 03 de agosto de 2000.
Caso:  Antonio  Ramón  Ávila  c/  La  Venezolana  de
Seguros C.A. Expediente 00-098.

“La Sala estableció lo siguiente:

‘...El vicio de falta de síntesis en la decisión se comete cuando
el juez obvia indicar, con sus palabras, cómo quedó trabada la
controversia, de conformidad con lo alegado por las partes;
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 359

por lo que si el juez da cumplimiento a tal requerimiento a pe-
sar de transcribir todos los actos del proceso, no procede ca-
sar el fallo recurrido de conformidad con tal denuncia por falta
de síntesis…’”.

14. VIOLACIÓN DE LA FORMALIDAD PREVISTA EN EL


ORDINAL 3º DEL ARTÍCULO 243 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTO CIVIL

Casación
Sentencia: N° 87 de 13/03/03
Ponente: Carlos Oberto Vélez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 12 de 17 de febrero de 2000.
Caso: Claudia Beatriz Ramírez c/ María de los Án-
geles Hernández de Wohler. Expediente 99-417.
CPC: Artículo 243, ordinales 3º y 4º

“En relación a la falta de síntesis clara, precisa y lacónica de los térmi-
nos en que ha quedado planteada la controversia, esta Sala de Casación
Civil, en sentencia se ratificó el siguiente criterio:

‘...Debe la Sala, expresar en primer lugar que en la formaliza-
ción se denuncia equivocadamente el ordinal 4º del artículo
243 del CPC, cuando en realidad se trata del ordinal 3º, lo que
se califica como un error material que no amerita el rechazo
de la Sala por este motivo.

Ha sido reiterada la posición asumida por esta Sala en relación
al vicio acusado y en tal sentido se ha dejado sentado que la
finalidad que se persigue con la implantación del extremo con-
tenido en el ordinal 3º del artículo 243 del Código de Procedi-
miento Civil, no es otro que la descripción del asunto planteado
por las partes, por lo que en los casos en que dicha finalidad
sea cumplida por el fallo, no será procedente afirmar la exis-
tencia del vicio en comentarios.
360 SENTENCIA

Así  en  anteriores  fallos,  como  el  de  fecha  18  de  marzo  de
1998, esta Sala ha indicado sobre el particular que:

‘Lo sustancial de la disposición legal cuya infracción se de-
nuncia, consiste en el deber del juez de establecer en forma
previa a su decisión cuáles son los límites de la controversia
planteada. Para ello deberá hacer una síntesis de lo demanda-
do, y de la contestación dada; si en tal tarea considera necesa-
rio el juez transcribir algún alegato de las partes, no por ello
infringe la disposición en cuestión.

El vicio se configura cuando el juez se limita a transcribir las
actuaciones  de  las  partes,  sin  determinar  en  qué  términos
quedó planteada la controversia, lo cual no sucede en el caso
bajo decisión’.

Como puede apreciarse si en el presente caso el juez resolvió ser un
poco  más extenso  de lo  que realmente  era necesario,  tal cuestión  no
implica la violación de la formalidad prevista en el ordinal 3º del artículo
243 del Código de Procedimiento Civil, en vista de que se cumplió con la
finalidad formal de la norma, como es dejar determinado el asunto de-
batido en forma clara”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 361

Tercería

1. DETERMINACIÓN DEL INTERÉS PRINCIPAL DEL


JUICIO. JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

Hecho
Sentencia: N° 46 de 16/05/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 86 de 31 de marzo de 2000.
Caso: Fabiola Espitia de Ramírez c/ Nancy Josefina
León y el tercero opositor Nelson Ibrahim Gozaine
Agüero. Expediente 99-926.

“Sobre este punto se pronunció esta Sala, estableciendo lo siguiente:

‘...De allí que no concibe esta Sala el hecho de que la estima-


ción del valor en una demanda de tercería pueda producir la
incompetencia del juez que viene conociendo de lo principal.
Este hecho adquiere superlativa importancia si se toma en cuen-
ta que según el artículo 38 del Código de Procedimiento Civil,
el actor estimará el valor de su acción cuando el valor de la
cosa demandada no conste, pero sea apreciable en dinero; vale
decir, cuando no sea posible determinar el valor principal de la
362 TERCERÍA

causa, de acuerdo a las reglas contenidas en los artículos 28 y


siguientes del Código de Procedimiento Civil. Luego si la ter-
cería es accesoria, debía presentarse ante el Juez de la prime-
ra instancia, tramitarse en cuaderno separado y acumularse a
la causa principal para que un pronunciamiento abrace a am-
bos, debe concluirse que el interés principal en materia
de tercería tiene que ser el mismo de la causa principal.

Este razonamiento tiene además su soporte en el artículo 3 del


Código de Procedimiento Civil, donde se consagra la perpe-
tuatio jurisdictionis al señalar que: “La jurisdicción y la com-
petencia se determinan conforme a la situación de hecho
existente para el momento de la presentación de la demanda, y
no tienen efecto respecto de ellas los cambios posteriores de
dicha situación, salvo que la ley disponga otra cosa”, y en el
artículo 50 del mismo código, donde se consagra la excepción
prevista en la norma anterior y según el cual “Cuando por vir-
tud de las solas pretensiones del demandado, como en los ca-
sos de oponer de compensación o de intentar reconvención, el
Tribunal haya de decidir sobre una cosa que por su valor co-
rresponda al conocimiento de un Tribunal Superior, será éste el
competente para conocer de todo el asunto, aunque el Tribunal
ante quien se la haya propuesto lo fuese para conocer de la
demanda sola”, es decir, que la excepción sólo opera en pre-
tensiones ejercidas por la parte demandada, por lo cual se con-
cluye que, aun y cuando se haya producido la estimación de la
demanda de tercería en una suma mayor a la de la causa prin-
cipal, tal estimación de ninguna manera puede alterar el inte-
rés principal de aquélla en lo relativo a la jurisdicción y
competencia y, por tal razón, el proceso debe mantenerse como
de menor cuantía, desde luego que su valor principal no exce-
de de Bs. 5.000.000,00...”.

Comentario: Esta Doctrina ha sido ratificada en sentencia N° 286


de 12/06/03 y Nº 40 de 24/03/03. Asimismo, la Doc-
trina aquí ratificada ha sido expuesta en la publica-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 363

ción “Doctrina de la Sala de Casación Civil 2002” del


Tribunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Ju-
dicial N° 4, en sentencia N° 57 de 06/11/02, N° 275
de 31/05/02 y N° 136 de 07/03/02. Igualmente, esta
Doctrina ha sido expuesta en la publicación “Doctri-
na de la Sala de Casación Civil 2000-2001” del Tri-
bunal Supremo de Justicia, Colección Doctrina Judicial
N° 1, en sentencia N° 86 de 31/03/00.

2. EL TERCERO AFECTADO POR LA MEDIDA RECAÍDA


SOBRE BIENES DE SU PROPIEDAD, DEBE
INTERVENIR EN EL PROCESO MEDIANTE DEMANDA
TERCERÍA

Casación
Sentencia: N° 256 de 12/06/03
Ponente: Franklin Arrieche Gutiérrez
Ratifica: Doctrina de sentencia Nº 73 de 24 de marzo de 2000.
Caso: José Domingo Medina Saldivia c/ Víctor Mu-
ñoz Sánchez y otros. Expediente 99-676.

“En este sentido, la Sala dejó sentado lo siguiente:

‘Si la medida precautelativa que recae sobre bienes de un ter-


cero es un secuestro, o prohibición de enajenar y gravar bie-
nes inmuebles, o alguna de las medidas complementarias de
que trata el primer aparte del artículo 588 del Código de Pro-
cedimiento Civil, o alguna de las medidas innominadas o atípi-
cas a que se refiere el párrafo primero del mismo artículo, ese
tercero que se sienta afectado, de acuerdo a lo dispuesto por
los artículos 370, ordinal 1º y 371 eiusdem debe proponer de-
manda de tercería contra las partes contendientes ante el Juez
de la causa en primera instancia. (…).
364 TERCERÍA

Estas actuaciones deben realizarse, siempre, de la forma pre-


vista sin que se pueda variar, por expresa prohibición del artí-
culo 7º del Código de Procedimiento Civil, desde luego que a
las partes no a los jueces les está dado subvertir las reglas de
procedimiento y, en caso de hacerse, todo lo que se realice
estará viciado de nulidad, no susceptible de convalidación, ni
siquiera con el consentimiento expreso de las partes, por man-
dato del artículo 212 eiusdem. (Sentencia Sala de Casación
Civil, de fecha 20 de octubre 1994”.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 365

Títulos Valores

1. CHEQUE. PRESENTACIÓN OPORTUNA PARA SU


COBRO

Casación
Sentencia: N° 99 de 24/03/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CCOM: Artículos 431, 442, 491, 492 y 493

“1.- Caducidad de acuerdo al artículo 493 del Código de Comercio

Disponen los artículos 492 y 493 del Código de Comercio lo siguiente:

‘Art. 492: ‘El poseedor del cheque debe presentarlo al librado
en los ocho días siguientes al de la fecha de la emisión,
si el cheque es pagadero en el mismo lugar en que fue
girado; y en los quince días siguientes, si es pagadero
en un lugar distinto. El día de la emisión del cheque no está
comprendido en estos términos’.

Art.  493:  ‘El poseedor de un cheque que no lo presenta


en los términos establecidos en el artículo anterior  y  no
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exige el pago a su vencimiento, pierde su acción contra los


endosantes. Pierde asimismo su acción contra el librador si
después de transcurridos los términos antedichos, la cantidad
de giro ha dejado de ser disponible por hecho del librado’.

De acuerdo a la recurrida, el cheque fue presentado al cobro el 2-10-
1997, aproximadamente siete meses después de su emisión (21-03-1997).

La falta de presentación oportuna, en líneas generales, sólo produce la
caducidad de los derechos del portador legítimo contra los endosantes.
Además, puede generar la pérdida de las acciones contra el librador, cuando
transcurrido el término de presentación (8-15 días) la cantidad del giro ha
dejado de ser disponible por hecho del librado (Banco). Por ejemplo, pro-
ducto de la intervención del ente financiero por parte del Estado’.

2.- Caducidad por aplicación analógica del artículo 431 del Códi-
go de Comercio, relativo a la letra de cambio

“La caducidad de igual forma se presenta frente al librador, si el pago
no es exigido en el lapso de seis meses desde su emisión. Este lapso de
caducidad de seis meses, deviene de la aplicación analógica y concate-
nada de una serie de normas del Código de Comercio, incluyendo las
disposiciones sobre la letra de cambio a un plazo vista, que se aplican a
la letra a la vista y por ende al cheque:

Art. 491: ‘Son aplicables al cheque todas las disposiciones acer-
ca de la letra de cambio sobre:

...Omissis...

El vencimiento y el pago...’

Art. 442: ‘La letra de cambio a la vista es pagadera a su pre-


sentación. Debe presentarse al cobro dentro de los plazos
legales o convencionales fijados para la presentación  a la
aceptación de las letras pagaderas a un plazo vista’.

...Omissis...
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 367

De acuerdo a lo expresado, el lapso de caducidad de seis meses a favor
del librador contados a partir de la fecha de emisión del cheque...”

2. CRITERIOS SOBRE LA ESTIPULACIÓN DE


INTERESES EN LOS PAGARÉS

Casación
Sentencia: N° 308 de 25/06/03
Ponente: Adán Febres Cordero
CCOM: Artículos 108, 414 y 487

“...¿es válida la estipulación de intereses en el pagaré? En efecto, de
conformidad con lo establecido en el artículo 414 del Código de Comer-
cio, sólo en las letras de cambio a la vista o a cierto término vista es
válida  la  estipulación  de  intereses  y  la  misma  se  considera  como  no
escrita en las otras  letras. Como la mayoría de los pagarés son a día
fijo, si fuera procedente la aplicación del artículo 414, la estipulación de
intereses contenida en pagarés con esa forma de vencimiento debería
tenerse como no escrita. Sin embargo, Muci estima que esa disposición
es inaplicable al pagaré, porque el artículo 414 del Código de Comercio
no  está incluido  expresamente  en la  remisión  que  ordena efectuar  el
artículo 487 ibíb; por tanto, no es posible considerar nula una determi-
nada cláusula inserta en el pagaré, o reputarla no escrita, si tal sanción
no ha sido expresamente dispuesta por el legislador. Ya antes expresa-
mos que acerca de la materia no es unánime la doctrina en nuestro país,
como veremos seguidamente en el desarrollo de esta denuncia. 

Corsi difiere del anterior punto de vista y considera que sólo es posible
estipular intereses, mediante cláusula, en el pagaré ‘a la vista’ o ‘a cier-
to tiempo vista’, en virtud de la aplicación analógica del artículo 414 del
Código de Comercio, por lo cual la estipulación debe tenerse como no
escrita en los pagarés ‘a día fijo’ o ‘a un plazo de la fecha’. Y según
este último citado autor, la analogía no es procedente en esta materia,
excluida por el legislador en la remisión efectuada por el artículo 487
del Código de Comercio. Es más, la naturaleza parcialmente prohibitiva
del artículo 414 impide su aplicación analógica en la materia comprendi-
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da en la prohibición, de acuerdo con las reglas de la hermenéutica. La
producción de  intereses de  pleno derecho es  la  regla  que se  aplica a
toda deuda mercantil líquida y exigible en Venezuela. Esa regla deriva
del artículo 108 del Código de Comercio, cuyo antecedente está en el
artículo 116 del Código de Comercio de 1904, el cual fue incorporado
tomándolo del artículo 41 del Código de Comercio Italiano de 1882, tex-
to legal en el cual fue introducido como derogatorio de la regla civil
según la cual los intereses sólo corren en presencia de pacto o de mora”.

3. PRINCIPIO DE INDEPENDENCIA DE LAS FIRMAS EN


LOS TÍTULOS VALORES

Casación
Sentencia: N° 99 de 24/03/03
Ponente: Antonio Ramírez Jiménez
CCOM: Artículos 417, 477, 490 y 491

“El artículo 491 del Código de Comercio, dispone que son aplicables al
cheque las disposiciones de la letra de cambio, entre otras, la del endo-
so, las de la firma de personas incapaces y las firmas falsas o falsifica-
das. Así, en este último grupo de normas, el artículo 477 del Código de
Comercio, aplicable tanto a la letra de cambio como al cheque, dispone
lo  siguiente:  ‘La falsificación de una firma, ya sea la del librador,
ya del aceptante, en nada influye sobre la validez de las otras fir-
mas contenidas en la letra’.  Este  principio  de  independencia  de  las
firmas en ambos títulos valores, garantiza al compromiso de pago de los
restantes signatarios del título, con un carácter autónomo, más allá de la
eventual falsedad de otra firma.

De esta forma, el título valor puede circular, con la seguridad jurídico-
mercantil de que cada uno de los firmantes garantiza al beneficiario el
pago del título, sin necesidad de una comprobación previa de la autenti-
cidad  de  las  firmas  cada  vez  que  el  cheque,  la  letra  de  cambio  o  el
pagaré circula de un portador a otro.

...Omissis...
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL 2003 369

Resulta contrario al sentido de estas disposiciones atinentes a la letra
de cambio, perfectamente aplicables al cheque por analogía, que el te-
nedor o portador legítimo del título no pueda intentar el cobro ante el
resto de los signatarios. Declarar la inexistencia del cheque por la falta
de una de las firmas conjuntas del librador, sería incurrir en una inter-
pretación  del  artículo  490  del  Código  de  Comercio  contraria  a  estos
principios mercantiles. A título meramente ilustrativo sobre la intención
del Legislador en regular estas situaciones, con una solución distinta a
la inexistencia o invalidez del título valor, el artículo 417 del Código de
Comercio dispone lo siguiente:

Art. 417: ‘Cualquiera que firme una letra de cambio en re-
presentación de personas que no tengan poder bastante para
hacerlo, se obliga a sí mismo en virtud de la letra. Esto es
aplicable al representante o mandatario que se excede de los
límites de su poder’.

Respecto al citado artículo 417 del Código de  Comercio, la doctrina
patria ha señalado al respecto lo siguiente:

Si bien este artículo 417 del Código de Comercio no es de aquellas dis-
posiciones aplicables directamente al cheque, por la analogía que per-
mite el artículo 491 eiusdem, sí permite observar que la intención del
Legislador no es la de sancionar con la inexistencia del título valor, en
razón de la falsedad, o inclusión de una firma no autorizada para com-
prometer a la sociedad mercantil”.

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