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Movimientos Migratorios

Desde y Hacia
La República Dominicana

TOMO II
Movimientos Migratorios
Desde y Hacia
La República Dominicana

TOMO I
Isis Duarte

Milka Cuello
Felipe Santos
Bridget Wooding
Alicia Sangro
Jaime Aristy Escuder
Ramonina Brea
Joel Arboleda

TOMO II
Raymundo González
Josefina Zaiter
Mónica González

Liliam N. García Márquez


Victor Ml. Brens Paulino
Frank D´Oleo Ramírez
Francisco I. Cáceres Ureña
Francisco B. Báez Evertz
César A. Caamaño Díaz
Alejandro Martínez
Alicia Sangro
MINISTERIO DE ECONOMÍA,
PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE


Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

TOMO II
ISBN: 978-9945-8696-6-8
Editor:
Roberto E. Liz
Co-editores:
Lucas Vicens
Natacha Féliz Franco
Diseño y Arte Final:
Katherine Cocco
Portada:
Stefannie Cedano
Impresión:
Editora Alfa y Omega
Impreso en República Dominicana
Printed in the Dominican Republic
Santo Domingo, República Dominicana
Marzo, 2011
Contenido general

TOMO I

PRESENTACIÓN. Roberto E. Liz


PRÓLOGO. Juan Temístocles Montás
INTRODUCCIÓN. Wilfredo Lozano

LA MANO DE OBRA HAITIANA EN LA CONSTRUCCIÓN:


CARACTERÍSTICAS, VALORACIONES Y PRÁCTICAS.
Isis Duarte

COSTOS Y BENEFICIOS DE LA MANO DE OBRA HAITIANA.


SJRM-CENTRO BONÓ. Milka Cuello y Felipe Santos

LA PRESENCIA DE LAS MUJERES MIGRANTES HAITIANAS EN EL


SERVICIO DOMÉSTICO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA.
FLACSO: Bridget Wooding y Alicia Sangro.

IMPACTO DE LA MIGRACIÓN HAITIANA SOBRE EL MERCADO LABORAL


Y LAS FINANZAS PÚBLICAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA.
Jaime Aristy Escuder.

REMESAS, POBREZA Y DESIGUALDAD: UNA PERSPECTIVA DESDE


LOS HOGARES Y LAS REGIONES DE LA REPÚBLICA DOMINICANA.
PUCMM/PARETO: Ramonina Brea y Joel Arboleda.

5
TOMO II

PRESENTACIÓN. Roberto E. Liz


PRÓLOGO. Juan Temístocles Montás
INTRODUCCIÓN. Wilfredo Lozano

LA MIGRACIÓN Y SUS REPERCUSIONES EN LA ESCUELA: ANÁLISIS


DE LA SITUACIÓN Y DE LAS PERCEPCIONES DE CAMBIO SOCIAL.
POVEDA: Raymundo González, Josefina Zaiter y Mónica González.

INCLUSIÓN DE NIÑOS INMIGRANTES HAITIANOS EN EL SISTEMA


ESCOLAR DOMINICANO: ESCUELAS PÚBLICAS Y PRIVADAS DE ZONAS
URBANAS DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, PUERTO PLATA
Y DAJABÓN.
PUCMM- Recinto Santiago de los Caballeros: Lilian N. García
Márquez y Víctor Ml. Brens Paulino.

LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS HAITIANOS EN LA REPÚBLICA


DOMINICANA. Frank D´Oleo Ramírez

LA OTRA MIGRACIÓN: ESTUDIO SOBRE LAS CORRIENTES DE


INMIGRACIÓN DE PROCEDENCIA EXTRA-INSULAR Y LA
INTEGRACIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA DE LOS INMIGRANTES
DE LAS PRINCIPALES COMUNIDADES ETNO-NACIONALES.
PRO-FAMILIA: Francisco I. Cáceres Ureña,
Francisco B. Báez Evertz y César A. Caamaño Díaz.

MIGRACIÓN A ESPAÑA Y REMESAS.


JRM-CENTRO BONÓ: Alejandro Martínez y Alicia Sangro.

6
Indice

Indice general...................................................................................... i
Presentación de los editores,
Roberto E. Liz, Director Ejecutivo del FIES .......................... ix
Prólogo de Ing. Juan Temístocles Montás,
Presidente del FIES ................................................................... xv
Introducción: Las rutas de inmigración
Wilfredo Lozano,
Miembro del Consejo Directivo del FIES ......................... xxvii

MIGRACIONES Y EDUCACIÓN
La migración y sus repercusiones en la escuela:
análisis de la situación y de las percepciones de
cambio social .............................................................................. 43
Raymundo González, Josefina Zaiter, Monica Gonzalez
Centro Cultural POVEDA
Inclusión de niños inmigrantes haitianos en
el sistema ecolar dominicano ................................................... 91
Liliam N. García Márquez, Victor Ml.Brens Paulino
PUCMM, Recinto Santiago de los Caballeros
Los estudiantes universitarios haitianos en la
República Dominicana ............................................................ 149
Frank D´Oleo Ramírez

7
OTRAS MIGRACIONES Y REMESAS
La otra migración: estudio sobre las corrientes de
inmigración de procedencia extra-insular ............................ 203
Francisco I. Cáceres Ureña, Francisco B. Báez Evertz,
César A. Caamaño Díaz, PROFAMILIA
Migración a España y Remesas.............................................. 281
Alejandro Martínez, Alicia Sangro
SJRM-Centro Bonó
Nota biográfica de los autores .................................................... 371

8
Presentación de los Editores

En nombre de los editores de este libro me place hacer la presentación


formal del mismo, destacando lo que ha sido su proceso de concepción,
elaboración y conclusión de este volumen, el cual es el primero de una serie
de publicaciones que se realizarán como resultado de las investigaciones
auspiciadas por el Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y
Social (FIES).

El FIES fue creado por el antiguo Secretariado Técnico de la Presiden-


cia dentro del Programa de Reforma y Modernización del Poder Ejecutivo
(PRO-REFORMA) que con apoyo del Banco Interamericano de Desa-
rrollo –BID- fue ejecutado en los últimos años. El FIES está dirigido por
un Consejo Directivo que preside el Ministro de Economía, Planificación y
Desarrollo, e integrado por otros seis (6) representantes del sector público y
cuatro (4) del sector privado y un Secretario que es el Director Ejecutivo del
Fondo, tal y como se establece en el artículo 10 de la ley 496-06 que crea el
Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.

El FIES, además de contar con un Director Ejecutivo, está asistido por


la Unidad Técnica de Apoyo (UTA), responsable de la gerencia y monitoreo
de sus actividades.

El propósito del Fondo es promover la investigación en temas relacionados


con la política económica y social en la República Dominicana, a través del
desarrollo y financiamiento de acciones que estimulen investigaciones relevan-
tes para respaldar los procesos de toma de decisiones de políticas públicas.
IX
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Al mismo tiempo, los estudios sobre aspectos económicos y sociales pre-


tenden responder a objetivos del desarrollo nacional y contribuir directa o
indirectamente a la estabilidad macroeconómica, crecimiento económico sos-
tenible, equidad distributiva, bienestar y cohesión económica, social y terri-
torial. Igualmente, se procura elevar el capital humano y social en un marco
de equidad, integralidad y sostenibilidad. En cada convocatoria, los temas de
estudio son priorizados por el Consejo Directivo (CD).

La intención del Fondo es también fortalecer los procesos de toma de


decisiones en materia de políticas públicas e impulsar el desarrollo de una
cultura de investigación que contribuya, a través del análisis, generación de
propuestas y promoción del debate, a un mejor diseño e implementación de
políticas que eleven la efectividad de la gestión pública.

La presente obra, que por su extensión se decidió publicar en dos tomos,


ha implicado un complejo proceso que nos ha llevado hasta este resultado
final. Para fines de ilustración, pasaremos a enumerar las diferentes etapas
por las que hemos atravesado hasta llegar a la presente publicación que a su
vez son explicativas del proceso operativo del FIES:

La primera fase se refiere a todas las gestiones que preceden a la elabora-


ción de las investigaciones en cuestión. Se trata de la etapa de contratación
de la investigación misma. Para ello se parte de i) la definición y aprobación
de temáticas de la convocatoria que es el resultado de uno o varios debates
al interior del Consejo Directivo del FIES, en donde en base a criterios de
pertinencia y relevancia, son seleccionados los temas de la convocatoria, tra-
tando siempre de que exista, al menos, un tema económico y otro social; ii)
se procede así al Lanzamiento Público de la Convocatoria de Investigación
mediante la publicación de los Términos de Referencia de la misma; iii) una
vez cumplido el plazo, se reciben todas las propuestas; iv) Se constituyen
paneles de evaluación integrados por cinco (5) especialistas de cada tema,
regularmente expertos de la Unidad Asesora de Análisis Económico y
Social (UAAES) del Ministerio. Cuando se hace necesario se generan con-
trataciones Ad-Hoc de especialistas para integrar o completar la integración
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TOMO II

de los paneles de evaluación; v) Al final del proceso estrictamente riguroso de


evaluación se procede a la selección de las propuestas que superaron el umbral
del mínimo de la puntuación requerida; vi) La Dirección Ejecutiva y la
unidad de Apoyo Técnico del FIES, someten finalmente el resultado de estas
evaluaciones a la consideración del Consejo Directivo que aprueba, enmienda
o rechaza las recomendaciones de los paneles de evaluación.

Cumplida esa primera fase que termina con la contratación de las in-
vestigaciones, la cual implica la firma de un contrato formal que establece
los compromisos y responsabilidades de cada una de las partes durante el
proceso, se pasa a la segunda fase de elaboración de las investigaciones, en
la cual se desarrolla i:) un proceso de seguimiento y desembolsos de las
investigaciones y entregas parciales de resultados el cual dependiendo de si se
trata de una investigación de gabinete o de campo puede durar entre cuatro
(4) meses a un año y tener varios desembolsos de acuerdo a la dinámica
misma de la investigación. Esto culmina con ii) la recepción de los informes
finales, pasando luego a la dinámica de la aprobación de los informes finales
de investigación.

Esta nueva fase de aprobación implica una serie de procesos como son : i)
La realización de un taller de discusión sobre los resultados de los informes
finales de las investigaciones en donde un grupo de expertos (pares) de cada
tema se les encomienda hacer una evaluación crítica del trabajo presentado
y luego los mismos son sometidos a un proceso de discusión entre todos los
participantes, estas sugerencias y observaciones sirven de base a los autores
para introducir las enmiendas, aclaraciones o ampliaciones que se consideren
necesarias; ii) Una vez se cumple este proceso la versión final de los informes
de investigación recibe la aprobación final, lo que implica a su vez la auto-
rización para el otorgamiento del último desembolso y la decisión de si dicho
trabajo termina ahí o entra en la fase de publicación.

Como se puede observar, hemos agotado una serie de etapas hasta cul-
minar con la publicación de este libro, las cuales han significado el tiempo y
recursos de un conjunto de personas muy valiosas y dedicadas a las que les
XI
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

debemos una mención, siendo la primera al Presidente del Consejo de Direc-


tores del FIES, el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, In-
geniero Juan Temístocles Montás, un enamorado de la investigación
y principal ideólogo y promotor del FIES, dedicándole su limitado tiempo y
mucho esfuerzo.

A los integrantes del Consejo Directivo del FIES: el Dr. Rafael Al-
burquerque en su condición de Vicepresidente de la República y jefe del
Gabinete Social y a la Lic. Susana Gámez, Coordinadora Técnica
de dicho gabinete y quien ejerce la labor de suplente del Señor Vicepresi-
dente; asimismo, al Lic. Enrique Ogando, suplente. A la Lic. Li-
gia Amada Melo Vda. Cardona, Ministra de Educación Superior
Ciencia y Tecnología; al Dr. Marcos Villamán Director Ejecutivo de
PRO-REFORMA y CONARE y suplente del Presidente; a la Dra.
Magdalena Lizardo, Coordinadora de la UAAES; Al Dr. Max
Puig, Ministro de Trabajo y su suplente, el economista Lic. Manuel
Robles; al Dr. Francisco Cueto, Presidente de la Facultad Latinoa-
mericana de Ciencias Sociales (FLACSO); al Dr. Wilfredo Lozano
López, Director Ejecutivo del Centro de Investigación Económica y Social
(CIES); y al Dr. Rafael Emilio Yunén, Director General del Centro
Cultural Eduado León Jimenes (Centro León).

Una mención especial a nuestro Director Fundador, el Padre José


Luis Alemán, quien se alejó físicamente, pero permanece entre nosotros a
través de su valioso legado intelectual, científico, cultural y, sobre todo moral.
Por igual, también nuestro reconocimiento al relevo de Alemán, Ingeniero
Ramón Flores.

La dedicación y esfuerzo intelectual del equipo de investigadores y especia-


listas de la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social (UAAES),
responsables de la delicada y ardua tarea de evaluación de las própuestas de
investigación debe ser reconocida en las personas de Rodrigo Jáquez, Juan
Monegro, Leopoldo Artiles, Antonio Morillo; Maritza García; María Al-
tagracia Mendoza; Ilsa Nina; Alexis Cruz; Luz Patria Bonilla, Manuel
XII
TOMO II

Mejía; Ángeles Calzada; Martín Francos; Yudy Estrella y Dagmar Ro-


mero.

No podemos dejar de mencionar al equipo de PRO-REFORMA, res-


ponsable del surgimiento y desarrollo inicial del FIES, en el que intervinie-
ron actores como la Dra. Yocasta Guzmán; Dr. Julio Sánchez Maríñez;
Dr. Ayacx Mercedes; Lic. Rossana Hernando y todo el equipo de apoyo.

Mención especial merecen los ejecutivos del Ministerio de Economía, Pla-


nificación y Desarrollo, especialmente el Lic. Aníbal Taveras, Viceministro,
y los Licenciados Raysa Facundo y Manolo Caba de las áreas administra-
tiva y financiera, respectivamente; Hepzy Zorrilla y a todo al personal de
Ministerio.

Debemos también dejar aquí expresada nuestra gratitud a todo el equipo


de la Editora Alfa y Omega quienes asumieron como suyo este proyecto, en
particular a su Directora General Minerva de Cocco y a la Coordinadora
Katherine Cocco a quien le toco la ardua tarea de bregar con diez autores
y un equipo de editores. Felicitamos a la artista Stefannie Cedano por el
diseño de la hermosa portada y valoramos la excelente labor de revisión y co-
rrección de Luis Beiro. Estamos en deuda con este grupo de profesionales.

Finalmente, debemos destacar la participación del economista Lucas Vi-


cens y la periodista Natacha Féliz Franco, como co-editores. A esta última
le correspondió, además, prestar una estrecha colaboración en la coordinación
con el equipo de la UTA- FIES, Cristóbal Jáquez; José Casado; Rocío
Montás y Yiselis Portes. A todos, el reconocimiento por su apoyo.

Roberto E. Liz
Director Ejecutivo del FIES y Responsable de la Edición

XIII
XIV
Prólogo

Nos complace presentar la primera de una serie de obras que recogen un


conjunto de investigaciones financiadas por el Fondo para el Fomento de la
Investigación Económica y Social (FIES), con un triple propósito; primero,
conocer con mayor profundidad nuestra realidad como sociedad; segundo,
contribuir a la formulación y puesta en marcha de un conjunto de políticas
públicas orientadas a mejorar nuestro quehacer como nación y, tercero, apo-
yar el gran esfuerzo nacional en que estamos involucrados en darnos una
Estrategia Nacional de Desarrollo que, como Plan de Nación, contribuya a
trazar esa carta de ruta por la que debemos guiarnos con visión de futuro.

El tema que nos ocupa: “Los movimientos migratorios desde


y hacia la República Dominicana” fue concebido de manera am-
plia, buscando estudiar las características de dichos movimientos, tanto en la
inmigración como en la emigración, tratando de escudriñar en las complejida-
des y características de estos desplazamientos y asentamientos humanos.

Este libro se encontraba en la imprenta cuando nos sorprende el te-


rrible terremoto en el hermano vecino país de Haití, razón por la cual se
interrumpe su publicación. Ante el impacto de la catástrofe, los esfuerzos
de todos los dominicanos, gobernantes y gobernados, se orientaron a aportar
cada cual su cuota de contribución para ayudar a mitigar el efecto que, sobre
la población haitiana, ha significado esta grave situación.

En la presente edición se incorporán diez trabajos de investigación escogidos


como los de mayor aporte y contribución al tratamiento de la temática. Todos
ellos constituyen textos originales con fuentes inéditas de información, los cuales
XV
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

o han desarrollado una fuente primaria mediante el levantamiento de encuestas,


sondeos, entrevistas de profundidad y grupos focales, o han sido capaces de en-
riquecer algunas encuestas y cuantificaciones previas con nuevas informaciones
complementarias que aportaron novedosos datos para enriquecer el análisis.

Sin embargo, lo más relevante aquí es destacar que, las diez investiga-
ciones constituyen un nuevo enfoque en el tratamiento de un viejo problema
y con un nivel de profundidad, análisis y riqueza de información que, sin
duda, harán una contribución al debate que, sobre las migraciones, debe
mantenerse en la agenda de discusión de la sociedad dominicana. Debemos
señalar el esfuerzo de los autores en resumir sus investigaciones en un tercio
de su extensión para cumplir con las normas de la publicación.

Dada la amplitud del material y la extensión de los trabajos de inves-


tigación, los editores, con el propósito de facilitar la lectura y el manejo de
los mismos, decidieron publicarlos en dos tomos. En el tomo I se incorporan
cinco (5), cuatro (4) de ellos relativos a la mano de obra haitiana en la cons-
trucción y en el mercado laboral, y las mujeres en los quehaceres domésticos,
así como un último (1) trabajo sobre pobreza y desigualdad.

En el tomo II se incorporan las otras cinco (5) investigaciones; dos (2)


referidas a la participación de inmigrantes haitianos en la educación básica,
una (1) sobre los haitianos en la educación superior, y las otras dos (2) refe-
ridas, una (1) a la emigración de dominicanos a España, y la otra (1) a la
inmigración de múltiples nacionalidades extranjeras no insulares al país.

Siete de estos trabajos constituyen el resultado de estudios avalados por


universidades y reconocidos centros de investigación, dirigidos por profesionales
de larga tradición. Los restantes, corresponden a participantes individuales,
ampliamente reconocidos como estudiosos de las ciencias sociales en el país.

El discurrir de la historia de los pueblos del mundo está ligado a los movi-
mientos de grandes contingentes humanos que han ido poblando y repoblando
territorios, movidos por diferentes causas y razones, ya sean estas políticas,
XVI
TOMO II

económicas, geográficas o a consecuencia de grandes crisis o catástrofes natu-


rales o creadas por el hombre.

La República Dominicana, aún siendo una nación insular, ha recibido


corrientes de inmigrantes de diferentes naciones, aunque la de mayor cuantía
proviene de la vecina República de Haití, la cual ha aumentado de forma
sustancial en las últimas décadas. Este incremento se ha debido a condiciones
propias de la inestabilidad política, económica y social que ha experimenta-
do dicho país, unido a determinadas circunstancias del mercado de trabajo
dominicano, principalmente en algunas áreas de baja productividad, como el
azúcar, las construcciones y ciertas labores agrícolas.

Sin embargo, en los últimos años, esa población inmigrante se ha ido expan-
diendo por casi todas las demás actividades del quehacer económico-social de
la nación.

Algunas coyunturas históricas han sido causantes de generar movimientos


de emigración (inmigración desde y hacia la República Dominicana). Entre
estas coyunturas que ejemplifican el resultado de ciertas políticas migratorias
en el pasado, podemos citar el albergue ofrecido por el Dictador a determina-
dos grupos poblacionales afectados por acontecimientos históricos y políticos,
como lo fueron la acogida de españoles cuando la guerra civil republicana; la
de judíos-alemanes en ocasión de la persecución nazi, y la de japoneses para
impulsar asentamientos agropecuarios.

De igual modo, el desarrollo del turismo en la República Dominicana


durante las últimas décadas ha traído consigo un número importante de in-
migrantes de múltiples nacionalidades, principalmente europeos, los cuales se
han establecido en el país, muchos de ellos bajo un estatus de ilegalidad.

Cuatro trabajos se enfocan en el estudio de la incidencia de la mano


de obra haitiana en el mercado laboral dominicano: el de la profesora Isis
Duarte y el del Centro Bonó, a cargo de Milka Cuello y Felipe Santos,
sobre la mano de obra haitiana en el sector construcción; el trabajo de la Fa-
XVII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

cultad Latinoamericana de Ciencias Sociales –FLACSO-, realizado por


Bridget Wooding y Alicia Sangro, que estudia la participación de la mujer
haitiana en el servicio doméstico, y el de Jaime Aristy Escuder más referido
al mercado laboral en su conjunto.

La construcción se ha consagrado como polo de atracción de la nueva inmi-


gración haitiana, ya que hasta hace algo más de una década, la mayoría de la
fuerza laboral en este sector era dominicana (77%) y provenía de corrientes
migratorias internas originadas en las zonas rurales del suroeste y norte del
país, mientras solo un 23% era de nacionalidad haitiana.1

No obstante, a partir de los fuertes movimientos migratorios de la mano


de obra dominicana para Puerto Rico, Nueva York y otros destinos, en el
sector construcción: “…se ha venido verificando una escasez de esta mano
de obra nativa que se acentúa a partir de la década de los 90, ya que, a
partir de las condiciones laborales imperantes en el sector y bajo el efecto de la
migración dominicana hacia el exterior, la mano de obra nativa desarrolla
nuevas estrategias laborales y de reproducción”.2

El obrero haitiano que en la actualidad labora en la construcción no


forma parte de un flujo migratorio circular de tipo estacional que en tiempo
muerto se desplaza a esta actividad, para luego retornar al sector azucarero;
por el contrario, ingresa a la sociedad receptora para buscar trabajo en las
principales ciudades dominicanas, básicamente en el sector construcción y
disfruta...“de mayor movilidad laboral y territorial, incluyendo el retorno
esporádico a su país de origen”. 3

En relación a la inmigración haitiana, el trabajo del Centro Bono4 pone


de relieve la existencia de una clara segmentación en el uso de la mano de

1. “La mano de obra haitiana en la construcción: características, valoraciones y prácticas”,


Duarte, Isis.
2. Ibídem.
3. Ibídem.
4. Costos y beneficios de la mano de obra haitiana, SJRM-Centro Bonó: Cuello, Milka;
Santos, Felipe.

XVIII
TOMO II

obra en la construcción, de tal manera que la mano de obra local se utiliza


en los trabajos de mayor nivel de calificación y, por tanto, de mejores salarios;
mientras que la mano de obra haitiana es utilizada en los trabajos más
fuertes y peores pagados, demostrándose que no existe efecto desplazamiento
alguno. Por igual, a la mano de obra haitiana no se le otorgan los beneficios
de la seguridad social, la legislación de accidentes de trabajo ni otras compen-
saciones consignadas en las leyes laborales del país.

La migración femenina ha aumentado de manera significativa a nivel


mundial en las últimas décadas, a tal punto que, según el estudio realizado
por las investigadoras5, constituye aproximadamente la mitad de la pobla-
ción de 190 millones de migrantes globales. Fuentes consultadas revelan
que en todas partes del mundo la mujer migrante ha experimentado varias
formas de discriminación y exclusión.

¿Cómo se caracterizan y cuál es la situación de las mujeres migrantes


haitianas que se desempeñan en el servicio doméstico en las ciudades de Santo
Domingo, Santiago de los Caballeros y Dajabón? El 16.1% de las mujeres
migrantes trabajadoras haitianas estaban ocupadas en el servicio doméstico,
y de estas, un 22% se encuentran en Santo Domingo y Santiago.

El estudio pone de manifiesto el proceso de feminización de la migración


haitiana, las diferencias en términos de derechos laborales adquiridos, en el
caso dominicano en relación al haitiano, así como la naturaleza y caracterís-
ticas de esta migración en términos socieconómicos y culturales.

Las investigadoras han presentado un estudio que se destaca no solo por la


rigurosidad analítica y empírica, sino por la profundidad del carácter cualita-
tivo y el formato de presentación de los resultados en una matriz original en
la que incluyen las conclusiones, recomendaciones y actores responsables para
la puesta en ejecución de nueve componentes que estiman esenciales. A la
vez, cabe resaltar el hecho de que el estudio establece con claridad el rol de los
5. La presencia de las mujeres migrantes haitianas en el servicio doméstico en la República
Dominicana, FLACSO: Wooding, Bridget; Sangro, Alicia.

XIX
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

diferentes protagonistas de la sociedad haitiana en la búsqueda de soluciones


a la problemática planteada.

¿Cuál es el impacto de la inmigración haitiana sobre el mercado laboral


y las finanzas públicas en la República Dominicana?6 Según el resultado
de las investigaciones y cuantificaciones realizadas por el autor, se evidencia
que los empleadores contratan mano de obra haitiana porque eleva la renta-
bilidad de sus operaciones de construcción o comerciales. En sentido general,
se puso de manifiesto que el beneficio de los negocios se incrementa al usar la
oferta laboral inmigrante.

Resulta novedosa la utilización de ejercicios de estimación econométrica


para establecer algunas relaciones causales de vital interés para el estudio del
mercado laboral, a saber: la reacción del retorno de capital invertido como
una función de la inmigración haitiana y la relación de sustituibilidad entre
mano de obra dominicana y haitiana y su impacto en las remuneraciones e
ingresos.

Los resultados arrojados por la investigación determinaron que un incre-


mento de un 10% en la inmigración, provocaría que el salario promedio de
los trabajadores dominicanos se reduzca en un 3.7%. Esto significa que la
inmigración haitiana eleva el grado de desigualdad del ingreso en el país; es
decir, aumenta la remuneración del capital y de la mano de obra calificada y
reduce los ingresos laborales de los trabajadores menos calificados.

Tres de estos trabajos se refieren a la inmigración y la educación en sus


diferentes manifestaciones, desde el que trata sobre los estudiantes haitianos
en la educación superior presentado por el profesor Frank D´Oleo; hasta
los interesantes análisis sobre la inmigración haitiana y la educación bá-
sica, como son los presentados por Lilian N. García Márquez y Víctor
Ml. Brens Paulino de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra
6. Impacto de la migración haitiana sobre el mercado laboral y las finanzas públicas de la
República Dominicana, Aristy, Escuder, Jaime.

XX
TOMO II

— PUCMM— a través del CEUR,7 y el de Raymundo González, Jose-


fina Zaiter y Mónica González del Centro Cultural Poveda.

En relación a la presencia de niños haitianos en la escuela básica, ambos


trabajos se fundamentan en algunos estudios, a través de herramientas cualita-
tivas y cuantitativas; a partir de las cuales se plantean un conjunto de hallazgos
e interrogantes que arrojan resultados de interés para la problemática, y sugie-
ren retos para nuevos aportes de mayor profundidad, entre los que destacan la
importancia numérica, la erogación presupuestaria del Estado, la documenta-
ción requerida para fines de inscripción, y el rendimiento escolar, entre otros.8

En los resultados de estos estudios se advierte además una convivencia


escolar positiva entre alumnos haitianos y dominicanos. No hay indicios de
discriminación en cuanto el alumno percibe la actitud del maestro, y no hay
evidencia de rechazo a los niños haitianos por razones de exclusión. Asi-
mismo, existe una gran deserción escolar que se manifiesta principalmente
después de dos o tres meses de iniciadas las clases en agosto y luego de las va-
caciones de Navidad. El alumno haitiano deja de asistir a clases con mayor
frecuencia que el dominicano.

Contrario a los estudios sobre educación básica, el de educación superior9


refleja algunos hallazgos contradictorios. Por un lado, se evidencian patrones
de integración y comunicación entre estudiantes de ambas nacionalidades
y por otro lado, se puso de manifiesto la percepción de algunos grupos de
estudiantes haitianos sobre ciertos tratos discriminatorios de parte de sus
compañeros.

7. Centro de Estudios Urbanos y Regionales.


8. Inclusión de niños inmigrantes haitianos en el sistema escolar dominicano: escuelas públicas y
privadas de zonas urbanas de Santiago de los Caballeros, Puerto Plata y Dajabón, PUCMM-
CEUR: García Márquez, Lilian N., Brens Paulino, Víctor Ml.; La migración y sus re-
percusiones en la escuela: análisis de la situación y de las percepciones de cambio social, Centro
Cultural Poveda: González, Raymundo; Zaiter, Josefina; González, Mónica.

9. Los estudiantes universitarios haitianos en la República Dominicana, D´Oleo, Frank.

XXI
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

La realidad es que tanto la universidad pública como las privadas están


recibiendo en sus aulas un número cada vez más creciente de estudiantes
haitianos, con una participación heterogénea en cuanto a las ramas profe-
sionales, y un desempeño académico que no refleja diferencias con respecto al
estudiante de origen dominicano.
Los otros tres trabajos se refieren a temas novedosos y especializados
tal como el de Francisco I. Cáceres Ureña, Francisco B. Báez Evertz y Cé-
sar A. Caamaño Díaz presentado por Pro-Familia sobre los movimientos
migratorios de procedencia extrainsular; el que se refiere a la migración a
España a cargo de Alejandro Martínez y Alicia Sangro, del Centro Bonó,
y el de Ramonina Brea y Joel Arboleda presentado por la Pontificia Uni-
versidad Católica Madre y Maestra –PUCMM–, recinto Santo Tomás de
Aquino en Santo Domingo, a través del CUEPS,10 y el Grupo de Consul-
toría Pareto, sobre remezas, pobreza y desigualdad.

La Otra Migración,11 es un estudio sobre la corriente de inmigración


de procedencia extra-insular que analiza, con datos de carácter cuantitati-
vos y cualitativos, los niveles de inmigración procedentes de naciones euro-
peas, latinoamericanas, árabes y asiáticas; en la que destacan los perfiles

socioeconómicos y culturales, los patrones socio-históricos, los niveles de inser-


ción social y económica, y el rol integrador que han venido desempeñando en
las diferentes comunidades etno-nacionales donde se han concentrado.

Con excepción de la haitiana, la población inmigrante no insular en la


República Dominicana es bastante reducida, no excediendo el cinco (5) por
ciento de la población total del país, siendo los grupos más representativos
los venezolanos (21%), norteamericanos (13%), puertorriqueños (12%),
españoles (10%), e italianos (10%), quedando los demás inmigrantes por
10. Centro Universitario de Estudios Políticos y Sociales.
11. La otra migración: estudio sobre las corrientes de inmigración de procedencia extra-insular
y la integración social y económica de los inmigrantes de las principales comunidades etno-na-
cionales, PROFAMILIA: Cáceres Ureña, Francisco I; Báez Evertz, Francisco B.;
Caamaño Díaz, César A.

XXII
TOMO II

orden de importancia en los nacionales provenientes de Cuba, Alemania,


Colombia, China, y Francia.

Todos los grupos de inmigrantes se han integrado a la sociedad dominica-


na y desarrollan actividades económicas, sociales y culturales sin ningún tipo
de limitaciones; por el contrario, se reporta que un alto porcentaje de ellos
reciben de las diversas fuentes institucionales más apoyo y facilidades que sus
homólogos dominicanos.

El trabajo del Centro Bonó12 estudia los movimientos migratorios de do-


minicanos a España y analiza las características de nuestra diáspora en esa
nación europea, la cual resulta de gran interés por la creciente importancia
que ha venido cobrando esta emigración.

República Dominicana se caracteriza por ser un país tanto receptor como


emisor de migrantes. El Informe Nacional de Desarrollo Humano (2005)
para República Dominicana estimó que en el año 2000, la emigración do-
minicana alcanzó casi el millón de personas, estimación que para algunos
resulta moderada. De esta cantidad, un 5% reside en España, país que
ocupa el tercer lugar entre los receptores de emigrantes dominicanos luego de
Estados Unidos (73%) y Puerto Rico (8%). Al igual que otras naciones de
Europa, esta población presenta un alto índice de feminidad.

España comenzó a ser un importante destino de migración de dominicanos


luego de que Venezuela dejó de ser opción por la crisis económica presentada
en la década de los años 80 y porque Estados Unidos fue aumentando los
requisitos de documentación para entrar a su territorio. A mediados de la
referida década, España experimenta una situación de bonanza económica,
factor que se fortalece con la incorporación de este país receptor a la Comu-
nidad Europea.

12. Migración a España y Remesas, SJRM-Centro Bonó: Martínez, Alejandro; San-


gro, Alicia.

XXIII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

En el caso de la emigración a España, las provincias de Barahona y


Bahoruco se caracterizan por el flujo de mujeres migrantes hacia ese país.
Ambas provincias están ubicadas en la región más empobrecida de nuestro
territorio, en la frontera con el vecino Haití.
Las remesas enviadas por la diáspora tienen un impacto de primera
importancia en la economía de República Dominicana.13Al momento del
estudio el 10.2% de los hogares eran receptores de remesas, las cuales se
destinaban a alimentación (75%), salud (4%), educación (5%), vivienda
(7%) y a otras necesidades (8%).
Como parte de los resultados de este estudio, se indica que tanto el nivel
de legalidad como el educativo es mayor que en otras migraciones. En efecto,
en la última década, la población dominicana en España se ha multiplicado
por cinco, de la cual el 69% poseía tarjeta de residencia. En la actualidad,
un tercio del total de residentes está nacionalizado español; el 10 % de los
trabajadores tiene estudios superiores, mientras aproximadamente el 45 %
tiene estudios medios, técnicos o mayores al nivel básico.
Finalmente, incorporamos un trabajo de investigación14 que si bien no per-
tenece directamente a esta materia, sino a la relacionada con la apertura co-
mercial, ha sido incluida por su vinculación con la temática del libro. Se trata
del resultado de un esfuerzo conjunto entre el Grupo de Consultoría Pareto y
la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, a través del CUEPS.
En ese trabajo se hace una muy interesante relación entre el comporta-
miento de los grupos sociales de emigrantes y cómo los mismos se diferencian,
dependiendo de las características propias de las regiones de donde proceden y
de la condición socioeconómica de dichos migrantes.

13. Para el año 2003, al país ingresaron por remesas familiares US $2,060.5 mi-
llones, lo cual representó 10% del PIB, mientras para el año 2009 ingresaron por
este concepto US $3,041.5 millones, lo que significó un 6.5% del PIB.
14. Remesas, pobreza y desigualdad: una perspectiva desde los hogares y las regiones de la
República Dominicana, PUCMM –CUEPS/ Grupo de Consultoría Pareto: Brea,
Ramonina; Arboleda, Joel.

XXIV
TOMO II

En arreglo a consideraciones y patrones de similitud en los comportamien-


tos, características socioeconómicas y culturales, el indicado trabajo hace una
clasificación de los grupos de emigrantes dominicanos, según la incidencia de
categorías tales como, la pobreza de ingresos, grado de urbanización, con-
centración urbana y el peso de la mujer en la migración. Para tales fines, se
destacan los efectos en al menos cuatro de las dimensiones estudiadas: las con-
diciones de la vivienda, la estructura familiar, la ocupación de los miembros
y la condición de pobreza de ingresos en el hogar.

Tal y como indica el referido estudio, es evidente que el impacto de la


migración en general, y de las remesas en particular, tiene un sabor agridulce
en las comunidades de origen. Se evidencia que las remesas parecen actuar
como un fondo salarial compensatorio para los hogares que ven mejorar su
situación, sobre todo aquellos de regiones menos favorecidas económicamente.
Si bien es cierto que los hogares receptores de remesas destinan una porción
mayor de sus ingresos a la salud y la educación, su impacto no puede con-
siderarse significativo ni en términos de salud preventiva e incorporación a
una mayor protección social (seguros médicos), si no más bien a ofrecer una
respuesta puntual y coyuntural. Asimismo, tampoco se traduce en cambios
cualitativos en materia educativa.

Por otro lado, es importante considerar que el perfil de las comunidades ha


cambiado interna y externamente en los últimos veinte años. Es muy notorio
el desarrollo inmobiliario, la aparición de negocios relacionados con la migra-
ción, como ferreterías, dealers de carros y motocicletas, centros de diversión,
comercios de alimentación, entre otros.

La presente publicación “Los movimientos migratorios desde


y hacia la República Dominicana” constituye un primer esfuerzo
del FIES en materia de migración que, además de abrir las puertas al de-
bate y la discusión amplia, franca y plural, evoca la antesala de una serie de
estudios, análisis y ponderaciones sobre la problemática económica y social
del país. Esperamos que tanto las discusiones y debates que generarán estas
investigaciones, como las próximas por venir, permitan que los dominicanos
XXV
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

profundicemos el estudio de nuestras realidades económicas y sociales y poda-


mos ofrecer una mejor respuesta como nación.

Ing. Juan Temístocles Montás


Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo
y Presidente del Consejo Directivo del FIES

XXVI
Introducción:
Las Rutas de la Inmigración
La presente publicación reúne, en dos tomos, los principales resultados de las
investigaciones realizadas en torno a la inmigración en República Domini-
cana, presentados en el marco de la primera convocatoria del FIES, en su
programa de estímulo a la investigación socioeconómica en torno a la agenda
de desarrollo dominicano. Dichos estudios resumen los principales hallazgos
y presentan un perfil bastante completo de cada una de las investigaciones
realizadas en la primera convocatoria.

Los resultados de las investigaciones son más que halagadores. De hecho,


bien miradas las cosas, constituyen un hito en la escasa tradición de investiga-
ción empírica en ciencias sociales en el país y, a su vez, la estimulan. Estable-
cen un hito puesto que, por primera vez, se ha emprendido un programa tan
vasto de estudios de un tema harto delicado como el de la inmigración, sobre
todo de trabajadores haitianos. Estimulan, porque sus hallazgos y reflexiones
no solo aclaran y responden interrogantes, sino porque nos retan con nuevas
inquietudes que de seguro moverán a nuevas investigaciones, siendo esta una de
las principales virtudes de toda buena investigación: interrogarnos y dudar.

No es que hasta este momento no existiera en el país un acopio de estudios


empíricos de calidad. Todo lo contrario, esos esfuerzos existen, han dado fru-
tos importantes y, de hecho, han definido el marco orientador de los esfuerzos
de investigación de los que aquí se reúnen sus principales resultados. Esta
tradición de investigación previa se hace evidente en el caso de la inmigración
haitiana, la cual a lo largo de más de cincuenta años se ha estudiado desde
ópticas diversas.

XXVII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Con el fin de ubicar al lector en el contexto que orienta los resultados de las
investigaciones reunidas en ambos textos, presentaremos un breve resumen
del tratamiento que históricamente ha tenido el tema inmigratorio en el país
desde los años sesenta de la pasada centuria a nuestros días. A seguidas,
reflexionaremos acerca del alcance y valor de los hallazgos alcanzados en los
estudios que se comentan, para concluir con un par de notas acerca de los
retos futuros que estos estudios nos plantean.
La evolución del debate migratorio nacional
Tras la destrujillización del país en los años sesenta, y durante toda la déca-
da de los setenta, la llamada “cuestión haitiana” fue abordada por la moder-
na y emergente historiografía nacional, con contribuciones decisivas al estudio
de las relaciones inter/estatales domínico-haitianas, por historiadores como
Hugo Tolentino Dipp, Franklyn Franco, Emilio Cordero Michel y Frank
Moya Pons, entre otros. Esos estudios concentraron sus esfuerzos en torno
a la cuestión nacional. En los setenta, los esfuerzos de investigación fueron
más de alcance antropológico y sociológico, distinguiéndose las contribuciones
pioneras de Andrés Corten, Isis Duarte, Magda Acosta y Frank Marino
Hernández. Ya en los ochenta, y sobre todo en los noventa, la investigación
empírica se profundizó con modernas técnicas de encuestas y procedimien-
tos cuantitativos de medición. Es esencial destacar aquí que estos estudios
concentraron su “mirada” en torno a la realidad del batey, la economía y
el sistema de plantación azucareros, puntos de articulación del sistema de
inmigración de jornaleros haitianos desde principios del siglo XX.
En torno a la cuestión de la inmigración se produjeron en esos años estudios
fundamentales, hoy referencias clásicas, como los libros de Báez Evertsz1,
de Martin Murphy2 y de Moya Pons3. A partir de esa tradición, se fue
1. Báez Evertsz, Franc (1986): El Bracero Haitiano en la República Dominicana. Edi-
tora Taller, Santo Domingo.
2. Murphy, Martin (1986): Dominican Sugar Plantation: Production and foreign Labour
Integration. Praeger Publishers, N.Y.
3. Moya Pons, Frank, et al. (1986): El Batey. Estudio socioeconómico de los bateyes del
Consejo Estatal del Azúcar. Fondo para el Avance de las Ciencias Sociales. Impre-
sión Amigo del Hogar, Santo Domingo.

XXVIII
TOMO II

articulando en los años noventa una nueva agenda, cuyo punto de inflexión
lo marcó la reflexión del seminario de 1991 organizado por la FLACSO4.
En ese encuentro se pasó balance a la cuestión inmigratoria, apreciándose
que los déficits de investigación iban más allá del tema de la cuantificación de
inmigrantes; se adentraban en la cuestión del sistema inmigratorio; exigían
la profundización de su antropología; reconocían el déficit en la incorporación
de la cuestión de género, y plantearon la problemática de las políticas de in-
migración, cuyos ejes centrales se concentran en la acción estatal.

Ahora bien, la dinámica misma de la inmigración estaba cambiando, y este


nuevo proceso se inició con la orientación de los flujos que, en los años no-
venta, serían claramente visualizados. En este sentido, ya a mediados de los
ochenta, Báez y Lozano5 analizaron la presencia de la inmigración haitiana
en la cosecha cafetalera y en 1998 Lozano6 analizaría la inmigración en la
cosecha arrocera.

Con el declive de la industria azucarera la dinámica de la inmigración no


solo redefinió sus flujos hacia otros cultivos agropecuarios como el arroz y el
café, sino que se reorientó hacia la economía urbana. Con ambos cambios,
la inmigración pasó a conectarse a la dinámica y racionalidad económica de
los mercados de trabajo de base, impactando la economía informal urbana y
recomponiendo la oferta de trabajo rural, resolviendo de hecho los problemas
de escasez estacional de trabajadores rurales provocados, entre otros factores,
por la crisis del minifundismo precarista de base campesina.

4. Lozano, Wilfredo (editor) (1992): La cuestión haitiana en Santo Domingo. Migración


internacional, desarrollo y relaciones inter-estatales entre Haití y la República Dominicana.
Programa FLACSO-República Dominicana-Centro Norte-Sur Universidad de
Miami. Santo Domingo.
5. Lozano, Wilfredo (1990): Lozano, Wilfredo y Franc Báez Evertsz: Migración
internacional y economía cafetalera. Estudio sobre la migración estacional de trabajadores hai-
tianos a la cosecha cafetalera en la República Dominicana. CEPAE, impreso por Editora
Taína. Santo Domingo, 1985.
6. Lozano, Wilfredo (1998): Jornaleros e inmigrantes. Instituto Tecnológico de Santo
Domingo.

XXIX
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

A estos cambios en la base económica y laboral se asociaban cambios de


carácter sociopolítico que redibujaron la coyuntura migratoria de los noventas
hasta nuestros días. Por lo pronto, la visibilidad del fenómeno migratorio
lo colocó como objeto de atención de la opinión pública. En una tradición
política autoritaria y tradicionalista como la dominicana, el debate político
pronto asumió la visibilidad de la cuestión migratoria. Sin embargo, con esa
asunción emergían a su vez fenómenos poco debatidos a nivel nacional y que
se mantenían como coto privilegiado de la reflexión académica. De esta ma-
nera, la generalización del fenómeno inmigratorio haitiano pronto visibilizó
la condición de exclusión social y de violaciones de derechos humanos en que
reiteradamente se encontraban envueltos dichos inmigrantes, sobre todo los
indocumentados o irregulares, así como hizo visible la problemática de la
adscripción nacional de sus descendientes.

En esta nueva situación hizo bandera en sectores políticos y, en general, pro-


dujo debates acalorados que si bien tuvieron la virtud de plantear la cuestión
inmigratoria en su dimensión política, subjetivizó en muchas ocasiones los
términos mismos de la discusión, oscureciéndola en ocasiones, partidarizando
en otras las dimensiones del debate y, en general, provocando una reacción
defensiva de las élites ante las críticas internacionales que se abrían paso.

De todos modos, ya desde el seminario CIES/FLACSO del 20087, se


vio claro que otros asuntos eran, si no iguales en importancia, al menos
merecían tanta atención como la inmigración en lo relativo al tema de las
relaciones con Haití. De esta forma, esfuerzos inter-estatales como el de la
Comisión Mixta Bilateral se visibilizaron como mediación necesaria para
el acercamiento de los dos estados en la discusión de su compleja agenda; la
frontera se hizo un fenómeno visible en su importancia política y económica,
a partir de la coyuntura de los noventa; el desarrollo sostenible y el desarrollo
local se asumieron como objetivos necesarios para el desarrollo fronterizo, y,
en general, el tema inmigratorio quedó envuelto en una agenda más amplia,
7. Lozano, Wilfredo y Wooding (2008): Los retos del desarrollo insular. Desarrollo sos-
tenible, migraciones y derechos humanos en las relaciones domínico-haitianas en el siglo XXI.
Santo Domingo: FLACSO-CIES.

XXX
TOMO II

relativa a las relaciones entre ambos estados, las conexiones entre las dos
economías y las articulaciones societales entre los dos pueblos.

El inicio del siglo XXI replanteó el tema inmigratorio. Esta vez, atrapado
en la compleja agenda que la globalización como fenómeno planetario im-
ponía al país. Por lo pronto, ya desde los años ochenta y, sobre todo en los
noventa, se asumía que la República Dominicana era una nación migratoria
por doble partida, pues no solo la inmigración se había generalizado en sus
impactos económicos debido al ingreso periódico de miles de trabajadores
haitianos, sino que otras nacionalidades estaban incidiendo en esta dinámica,
como eran los casos de la inmigración china, cubana, colombiana y europea,
entre otras. A esto se añadía el ingreso anual de miles de turistas, en torno
a una economía turística que se había constituido en el eje central de nuestras
exportaciones de servicios como economía abierta. La otra dimensión del fe-
nómeno migratorio era la emigración de dominicanos. Los Estados Unidos
fueron el centro de esa emigración, pero en los noventa, Europa, Puerto Rico y
Venezuela concentraron también importantes núcleos de dominicanos emigran-
tes. Con la emigración se abrió una nueva carpeta de impactos en la economía y
la sociedad: de un lado, se apreció la creciente importancia de las remesas como
fuente de divisas, mientras, por otro lado, se había creado un verdadero sistema
de relaciones transnacionales entre la comunidad dominicana en el exterior (la
diáspora) y el país, constituyendo así verdaderas comunidades transnacionales,
como temprano advirtiera Portes en un libro pionero8.

De alguna forma, la transnacionalización del país ha obligado a reconocer,


con nuevos lentes, el fenómeno inmigratorio que nos ocupa, apreciando que el
mismo no es patrimonio exclusivo de la nación, sino que forma parte de los
cambios en el orden global, donde las migraciones internacionales ocupan un
lugar destacado. Por otro lado, la globalización demostró que la inmigración
no solo producía impactos económicos sino que su gobernabilidad estaba
condicionada por un sistema de compromisos del Estado con instituciones del
sistema internacional, que ponía en la agenda el tema de los derechos huma-
8. Portes, Alejandro y Guarnizo, Luis (1991): Capitalistas del Trópico. Santo Do-
mingo: FLACSO

XXXI
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

nos de los migrantes como requisito del funcionamiento mismo de


los sistemas migratorios. Esto, unido a los impactos de la emigra-
ción ya destacados, ha tenido consecuencias en la agenda política,
en parte debido a la creciente participación de la diáspora domini-
cana en los debates nacionales y su poder de apoyo y financiación
al sistema de partidos dominicanos, en parte por la importancia
adquirida por el tema de los derechos humanos en la globalización
que incide directamente en el manejo de las políticas migratorias
del estado. Por ambos caminos, aunque en vertientes distintas, el
contexto de la globalización en que se mueve la República Domi-
nicana, como economía abierta y sociedad transnacionalizada, ha
introducido en la agenda política el tema migratorio, sobre todo en
su dimensión inmigratoria.

De esta forma, el tema de las políticas migratorias se ha ido abrien-


do paso y como consecuencia de ello, en gran medida, unido a la cre-
ciente importancia del comercio haitiano como segundo destino de
nuestras exportaciones, y las crisis políticas recurrentes del vecino
país, la cuestión de la inmigración ha venido incidiendo en el debate
político en torno a las relaciones con Haití, planteando a su vez la
discusión acerca de sus impactos y consecuencias para el desarrollo.
Es de esta manera cómo una nueva carpeta de interrogantes en tor-
no a la inmigración se ha abierto paso: los costos de la inmigración
y sus impactos en materia de desarrollo económico y social.

En la actual coyuntura, y sobre todo tras la tragedia del terremoto


en Haití en enero del pasado 2010, la cuestión migratoria se recon-
textualiza en el país. Por lo pronto, ha replanteado las relaciones
entre el Estado y el sistema de organizaciones de la sociedad civil
que trabajan la cuestión de los derechos de las minorías inmigran-
tes, los derechos humanos y, en general, la cuestión migratoria. Ha
abierto espacios de diálogo y compromisos entre estos actores con el
Estado y sus relaciones con el estado haitiano, fortaleciéndose lazos
de cooperación y entendimiento recíprocos. El Estado dominicano

XXXII
TOMO II

se ha visto, a su vez, obligado a introducir en su agenda la cuestión


de las políticas migratorias en un marco de derechos humanos como
requisito sine quanon de su eficacia en materia de políticas; aunque
dicho sistema permanece disperso en su gestión, y su andamiaje legal
entraña un incierto porvenir, como es el caso de la ley de migración
285-04. La prensa y los medios de comunicación han ido también
apreciando un cambio en el tratamiento del tema: de reacciones xe-
nófobas unas veces, tradicionalistas otras, y temerosas la mayoría de
ocasiones, ha venido comprendiendo el fenómeno migratorio en su
dimensión global y en su naturaleza ligada al desarrollo.

Queda mucho por recorrer en esta materia, pero del rechazo puro
y simple de la realidad de la migración como fenómeno ligado al
desarrollo y a la argumentación del tema ideológico de las invasio-
nes silenciosas, el país ha venido reconociendo la importancia de
estudiar objetivamente sus impactos; analizar los problemas que
genera, y crear las condiciones institucionales adecuadas para su
manejo. El camino ha estado poblado de escollos, pero visto de esta
manera, hoy estamos situados en una perspectiva más cercana a un
mejor trato de los inmigrantes y sus descendientes; hoy estamos en
mayor capacidad de reconocimiento de que nuestros emigrados mere-
cen mejor trato en sus destinos y que en ambos casos, el país requiere
coherencia de las políticas de Estado para gobernar con eficacia un
fenómeno a todas luces complejo, pero que llegó para quedarse como
un capítulo importante de la agenda global del desarrollo.

Comentando los hallazgos

Es este el contexto en que deben ubicarse los dos volúmenes que pu-
blica el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. Si lo
apreciamos no solo considerando la calidad de los hallazgos que po-
demos reconocer desde la perspectiva académica, sino también enten-
diendo su significado desde el punto de vista del compromiso estatal
con las buenas políticas públicas.
XXXIII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

No nos proponemos resumir el contenido de los diversos trabajos


reunidos; de alguna manera el interesante prólogo del ministro Te-
místocles Montás me ha ahorrado esa tarea. Nos concentraremos
solo en algunos aspectos de tipo analítico.

Por lo pronto, ambos libros revelan cómo el tema de la migración


como fenómeno social es complejo y diverso. Esto se aprecia en la
diversidad temática que abordan los autores, y sus estrategias metodoló-
gicas. En primer lugar, se aprecia que el fenómeno inmigratorio, principal-
mente, no se reduce a la inmigración haitiana, puesto que, como demuestra
el estudio de Cáceres y Báez Evertsz, otras inmigraciones tienen un impacto
significativo en la economía y en la sociedad. El otro asunto es el tema de
la exclusión social de los migrantes y sus descendientes. La condición de ex-
clusión de los migrantes es abordado desde diversas perspectivas y enfoques:
desde la propiamente socioeconómica en los ámbitos laborales, como revelan
los estudios de Duarte, de Cuello y Santos y de Aristy Escuder, hasta los ni-
veles vinculados a la educación y los procesos de inclusión social en la escuela,
como los estudios de González, Zaiter y González.

Un aspecto novedoso del presente libro es el reconocimiento de la dimensión


de género del fenómeno migratorio, no sólo en el sentido de reconocer la cre-
ciente importancia de la mujer migrante en la dinámica de los flujos, sino en
apreciar que la mujer ha sido el gran invisible en el estudio de tales procesos,
ya que la misma desempeña un rol central en la articulación de los circuitos
y dinámicas de la inmigración. Este es un asunto sobre el que debe insis-
tirse. El estudio de Wooding y Sangro coloca bien el acento al visibilizar el
problema del enfoque de género, bajo la discusión de la feminización de la
migración, aunque vale la pena comentar que la feminización que las autoras
descubren no es la demográfica, ya que la inmigración haitiana al país sigue
siendo un modelo clásico de ingreso periódico de mano de obra masculina,
joven y soltera. La feminización de la que hablan las autoras es más com-
pleja e interesante: se trata de la dimensión social del fenómeno en el que la
mujer desempeña un rol de primer orden en la articulación de los sistemas
migratorios. A su vez, ciertamente, las autoras descubren la creciente impor-
XXXIV
TOMO II

tancia de la mujer, ahora como sujeto económico, en circuitos específicos como


el pequeño comercio y la economía informal.

Un aspecto relevante de los estudios, sobre todo en los trabajos de Duarte y


Aristy Escuder, es la preocupación por el análisis del impacto demográfico de
la inmigración; los resultados no son concluyentes, como reconoce claramente
el segundo, pero todos los autores parecen estar de acuerdo en un punto: la
inmigración haitiana, al generalizarse a todo el contexto nacional e impactar
áreas del mercado laboral con demanda masiva de mano de obra como las
construcciones y la agropecuaria, no solo se ha hecho visible a las élites y
medios de opinión, sino que, muy posiblemente, su peso demográfico es hoy
creciente.

En el análisis de los flujos, Duarte reconoce que los mismos se orientan


hoy hacia otros circuitos productivos y laborales, como las construcciones y
la agropecuaria de exportación. Aprecia que esto rompe la dinámica de
movimiento circular que fue propia del circuito productivo que ligaba la
producción azucarera dominicana a la mano de obra campesina haitiana.
Su apreciación es en general correcta, y otros estudios que la han precedido
ya lo han apuntado, como es el Báez y Lozano del 2008, pero debe hacerse
la salvedad de que el abandono de la circularidad migratoria a que la autora
alude no implica que por ello el carácter circular del sistema de inmigración se
haya roto o desaparecido. De hecho, los datos que la misma Duarte maneja
indican que el grueso de los inmigrantes laborales haitianos mantienen lazos
periódicos con sus comunidades de origen y que esa conexión mantiene un
lazo circular en su dinámica, combinando ahora no a las azucareras domi-
nicana y campesina haitiana, sino a economías urbanas y regionales de Haití
con circuitos laborales dominicanos en las ciudades como Santo Domingo y
Santiago y en ámbitos regionales específicos como la Línea Noroeste. De esta
forma la circularidad lo que ha hecho es cambiar su orientación, dimensión
e impactos, integrando espacios urbanos y regionales a nivel binacional, en
dinámicas periódicas de movilidad del trabajo a escala insular. De todos
modos, su trabajo aprecia, con brillantez, las complejidades del mundo del
trabajo en el sector construcción y precisa con meticulosidad su dinámica.
XXXV
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Aristy Escuder completa el análisis que proporciona Duarte, aportando


un estudio de índole económica acerca de los impactos de la integración del
trabajo inmigrante en los mercados laborales urbanos, específicamente en las
construcciones. Sus tesis no son concluyentes aunque sí sugerentes, indicando
que dicha integración rinde muchos beneficios a los empresarios del sector,
tiende a generar efectos negativos del trabajo de base al mercado laboral en
el sector construcción y frena el cambio tecnológico. Sus tesis deben llamar
la atención a los planificadores de nuestra economía, ya que establecen reco-
mendaciones pertinentes para frenar las tendencias negativas de los impactos
migratorios, sobre todo en materia de políticas sociales y sugieren estrategias
para el mejor aprovechamiento de sus impactos positivos. En este último
sentido, los resúmenes reunidos en estos dos tomos se esfuerzan por presentar
no solo conclusiones de tipo general, sino que derivan de las mismas útiles
recomendaciones de política migratoria, de gestión laboral y modernización
del sistema educativo, de inclusión social, así como el adecuado manejo de una
política migratoria respetuosa de los derechos humanos.

Hay dos aspectos relevantes que, finalmente, es necesario destacar. El prime-


ro es relativo a la diversidad de estrategias metodológicas manejadas por los
autores y las autoras. Se distinguen así, metodologías cuantitativas apoyadas
en encuestas por muestreo, como se detallan en los trabajos de Duarte, Brea,
Arboleda y Aristy Escuder. Metodologías cualitativas en base a entrevistas
dirigidas y estrategias de observación de tipo etnográficas, como los trabajos
de Wooding y Sangro de González y Sangro. Estudios documentales como
los de D’Oleo y García y Brens. Análisis econométricos (Aristy Escuder)
y socio demográficos. En casi todos los trabajos se combinan también las
técnicas y análisis cuantitativos con estrategias cualitativas. En fin, se trata
de una rica gama de maneras de abordaje que enriquecen mucho el ejercicio
comparativo y el perfil general que se deriva de estos trabajos.

El último aspecto a destacar tiene que ver con el señalamiento de algunos


autores, sobre todo de Aristy Escuder, cuando plantean que en el campo de
estudio migratorio hay muchas lagunas informativas, datos poco sistemati-
zados y series cuantitativas poco o nada sistemáticas, relativas a cuestiones
XXXVI
TOMO II

centrales como la movilidad estacional de ingreso de trabajadores, series sa-


lariales, información sobre acuerdos laborales, etc. Es importante que en
estas líneas no solo se estimulen nuevos estudios que continúen enriqueciendo
el acervo de conocimientos, sino que se tomen medidas institucionales que
permitan al Estado producir información estadística periódica en materia
migratoria. En la ley 285-04 se prevé la creación de un Instituto Nacional
de Migración que podría pasar a ser un espacio idóneo para generar este tipo
de información estadística.

Los retos de la investigación futura

El único estudio presentado en este libro que aborda el tema de la emigración


dominicana es un interesante trabajo sobre la emigración a España, el cual
nos brinda un panorama esclarecedor de ese proceso. Destaca en este análisis
los impactos de la emigración en materia de remesas y en las lógicas de inclu-
sión a la sociedad española del migrante dominicano. A esto debe añadirse
el estudio de Brea y Arboleda sobre el impacto de las remesas recibidas en
los hogares de las familias de los emigrantes.

En esta convocatoria primaron los trabajos sobre la inmigración. Queda


pendiente un análisis sistemático como el que en este libro se presenta en ma-
teria inmigratoria, relativo a la emigración. En esta tarea debería estimular-
se experiencias de cooperación con universidades norteamericanas y españolas
que se encuentran analizando la inmigración dominicana en dichos países, y
esto podría constituirse en un objetivo del Fondo FIES. Asimismo, se debe-
rían estimular estudios acerca de los impactos de la emigración dominicana
en nuestra sociedad y en la economía en ámbitos como las remesas, el capital
cultural, el transnacionalismo económico y, naturalmente, los impactos socia-
les negativos. Un campo particularmente interesante es el estudio comparati-
vo de los costos y beneficios en materia inmigratoria y emigratoria en lo que
tiene que ver con el desarrollo humano y el crecimiento económico.

De la lectura de los trabajos reunidos se desprenden muchas interrogantes e


inquietudes que, como las que acabo de enunciar respecto a la necesidad de
XXXVII
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

mayores estudios sobre la emigración, permitan precisar ámbitos específicos


de las dinámicas migratorias como el relativo a sus impactos regionales, la
estacionalidad de la demanda, las políticas de control de ingreso de trabaja-
dores, las articulaciones de redes y los procesos de articulación de los flujos en
cadenas de movilidad espacial y en términos de grupos primarios (familias,
amigos, organizaciones de la sociedad civil y religiosas) e intermediarios, en-
tre otros. Asimismo, los hallazgos de este libro deberían estimular nuevos
estudios sobre el papel de la mujer en las experiencias migratorias contem-
poráneas, el cual es cada vez más importante en mercados laborales flexibles
y economías altamente informales. También deberían analizarse en estudios
comparativos a nivel regional la articulación entre el pequeño comercio, las ló-
gicas de reproducción familiar y el género de los y las inmigrantes. Particular
interés debería tener la región fronteriza en sus conexiones con otras regiones
como el Cibao Central, el Sur y provincias como Barahona y Pedernales.

La experiencia de investigación cuyos hallazgos principales se presentan en


este libro constituyen un verdadero estímulo a la reflexión. Brinda esperan-
zas de que es posible en nuestro país producir políticas más racionales en esta
materia, que ayuden a un mejor manejo de las migraciones y a dignificar a
los migrantes, desde el punto de vista de los derechos que les asisten, sean
haitianos en Santo Domingo o dominicanos en New York. Estudios de esta
naturaleza son la base para la construcción de buenas políticas instituciona-
les y de buenas decisiones que hagan gobernable el fenómeno migratorio.

Debemos felicitar la iniciativa del Ministerio de Economía, Planificación y


Desarrollo por la creación del FIES, por su apoyo a estos estudios y –nos
consta- por la completa libertad que en tan delicado asunto se aseguró de
brindar a los investigadores, respetando su independencia de criterio, meto-
dologías y enfoques. Experiencias como esta deberían estimular en nuestro
sistema universitario el apoyo a programas de investigación e invito a las
autoridades del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo para
que, conjuntamente con el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tec-
nología y las universidades dominicanas, aúnen esfuerzos de cooperación en
pos del fortalecimiento de un sistema de investigación científico y tecnológico
XXXVIII
TOMO II

a nivel nacional que multiplique aportes similares para enfrentar los retos a
los que se enfrenta el país en materia de desarrollo.

Wilfredo Lozano
Miembro del Consejo Directivo del FIES.

XXXIX
XL
MIGRACIONES Y EDUCACIÓN
42
CENTRO CULTURAL POVEDA
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN SOCIOEDUCATIVA
-INSE-

LA MIGRACIÓN Y SUS REPERCUSIONES


EN LA ESCUELA: ANÁLISIS DE LA
SITUACIÓN Y DE LAS PERCEPCIONES
DE CAMBIO SOCIAL

INFORME FINAL

Investigador responsable:
RAYMUNDO GONZÁLEZ

Equipo de Investigadores/as
Josefina Záiter
Mónica González
Raymundo González

SANTO DOMINGO,
25 DE AGOSTO DE 2008

43
44
Introducción

El Informe Nacional de Desarrollo Humano. República Dominicana


2005, dedica un capítulo al fenómeno migratorio que ha llamado
la atención del Centro Cultural Poveda en términos de sus
consecuencias para el ámbito escolar. Dicho informe señala:
“…desde la perspectiva del desarrollo humano, la acción
migratoria de las personas emerge de diferentes formas de
privaciones de sus libertades que traducen grados diversos de
exclusiones e inequidades. Las personas migran para ‘expandir
las libertades reales’ o bien ‘para poder llevar el tipo de vida que
valoran’…”1 Se trata de una situación paradójica, puesto que si
bien es cierto que la nuestra es una emigración que mayormente
obedece a la incapacidad por parte de los sectores económicos y del
Estado de ofrecer una vida digna a las dominicanas y dominicanos
dentro de su territorio, no es menos cierto que la decisión de migrar
depende también de la voluntad y de las energías que supone para
las familias esbozar y echar adelante un proyecto migratorio, con
toda la incertidumbre que pueda incluir.

Por otro lado, la población inmigrante haitiana de larga data


en el país y las familias que han procreado, así como la que
1. Informe Nacional de Desarrollo Humano, República Dominicana 2005: Ha-
cia una inserción mundial incluyente y renovada, Oficina de Desarrollo Huma-
no-ODH, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD, 2005,
p.119.

45
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

ingresa en forma irregular a territorio dominicano en busca de


empleo, constituye un “problema” que aparece la mayoría de
las veces envuelto en pasiones que afectan su interpretación,
a veces referidas a conflictos históricos entre ambas naciones
vecinas, muchos ya superados –como es el caso del conflicto
fronterizo, por poner un ejemplo–, e ideologías nacionalistas y
no-nacionalistas que lo hacen un objeto difícil de abordar desde
perspectivas de consenso, de derechos humanos y de correcta
aplicación del principio de la soberanía del Estado dominicano.

Así las cosas, la escuela, en cuanto institución que sirve a la


transmisión de valores y representaciones clave para hacer posible
la reproducción social y cultural, es a la vez un espejo de lo que
se produce y se experimenta en la sociedad como resultado de la
acción humana bajo condiciones generalmente heredadas. En tal
sentido, la escuela puede reflejar el fenómeno de la migración en
sus dos vertientes de inmigración y emigración, y puede también
actuar sobre ella, circulando ideas, representaciones e ideologías
relacionadas con el fenómeno. Como también se convierte en
lugar de encuentro de diversas experiencias migratorias ya de
parte de educadores como de educandos, cuyos padres/madres
han emigrado, donde se reproduce el drama de la migración y sus
consecuencias.

A través de la investigación realizada hemos alcanzado algunos


resultados en torno a tres ejes que se refieren a: primero, la
repercusión de la migración en el ámbito familiar y escolar, donde
se ha puesto de relieve la importancia de la familia y en particular
de parientes mujeres (abuelas, tías) para el cuidado de los hijos e
hijas; ha sido muy limitada la referencia a aportes de remesas en
la población entrevistada; fue importante, en cambio, lo referente
a los estudiantes sobre el rendimiento escolar, la formación de
identidad y otras habilidades sociales que remiten a la “cohesión
social”. En segundo lugar, el impacto de la migración haitiana en
46
TOMO II

el ámbito escolar, donde destaca la experiencia significativa del


Centro Puente en Dajabón que constituye un antecedente para
la elaboración de propuestas temáticas en el futuro inmediato.
Por último, en referencia al currículo encontramos que el actual
currículo para los maestros y maestras expresa una imagen que no
concuerda con la experiencia vivida en la actualidad; también hay
una amplia disposición en el magisterio para trabajar la temática
articulada a otras temáticas de relevancia (medioambiente,
salud, etc.), así como la pertinencia de disponer de instrumentos
curriculares que permitan abordar la situación migratoria en
referencia a la construcción de procesos de ciudadanía crítica,
partiendo de la experiencia de “ciudadanía intercultural”.2

No obstante, debemos llamar la atención sobre la dificultad


del objeto abordado y la necesaria limitación de los objetivos
de este estudio. Como señala Herrera Carassou,3 es preciso
evitar “que se proyecten los resultados obtenidos de recortes
pequeños del objeto investigado a la totalidad de la que forman
parte, porque se corre el riesgo de darla por abarcada en toda su
dimensión, cuando solamente se han avanzado unos pocos pasos
en su conocimiento. De esta manera puede darse erróneamente
por concluida la labor de investigación cuando apenas ha
comenzado”. Con esta precaución presentamos los resultados
que siguen.
El estudio que presentamos en las páginas siguientes se ha
efectuado en el marco de la Primera Convocatoria del Fondo para
el Fomento de la Investigación Económica y Social (FIES), bajo
el tema: “Las Corrientes Migratorias desde y hacia la República
Dominicana”, realizada en mayo de 2007.
2. Al respecto véase: Margarita Bartolomé Pina, “Educar para una ciudadanía
intercultural”, en: M. Bartolomé Pina (coord.), Identidad y ciudadanía. Un reto a la
educación intercultural, Madrid, Narcea, 2002, pp.131-161.
3. Roberto Herrera Carassou, La perspectiva teórica en el estudio de las migraciones,
México, Siglo XXI, 2006. p.11.

47
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

1. LOS PROCESOS MIGRATORIOS EN LA SOCIEDAD DOMINICANA:


PERSPECTIVA TEÓRICA Y METODOLÓGICA

Durante las últimas cuatro décadas, la movilidad internacional


de poblaciones y el proceso migratorio dominicano experimentan
apreciables transformaciones y un acelerado dinamismo. En
efecto, las tasas de movimiento internacional global de personas,
medidas en términos del total de entradas y salidas con relación
a la población del país, se elevó de 1.9% en 1960 a 48.5% en
2002. La tasa de salida de nacionales respecto a la población
del país, ascendió de 2.8 por mil a 105.7 por mil en ese mismo
período. A partir de los años 60 y 70 del siglo XX comenzó un
proceso creciente de movilidad de la población dominicana a
nivel interno, como también hacia y desde el exterior. Con la
caída de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo en 1961 se
inician cambios institucionales importantes, en particular para la
movilidad de la población rural. El proceso migratorio ha pasado
por dos etapas: la de diversificación migratoria (1961-1979) y la
de consolidación y expansión (desde1980 hasta la actualidad).
En los últimos años se aprecia una tendencia al incremento de
la emigración irregular e indocumentada, a la diversificación de
destinos, al aumento de las redes migratorias.

Dentro de la problemática migratoria dominicana, adquiere


relevancia la consideración de las remesas que envían los y las
dominicanas desde el extranjero, siendo que las remesas captadas
por República Dominicana representan una importante fuente
de divisas para el país. Lo cual implica que el volumen de
remesas anuales representa 93 veces la asistencia oficial para el
desarrollo, así como también más de cinco veces el volumen de
la inversión extranjera directa. Según cálculos de la CEPAL, las

48
TOMO II

remesas ayudan a reducir los niveles de pobreza e indigencia en la


República Dominicana. Sin embargo, en el marco de un modelo
de sociedad marcada por el consumismo, apenas tan sólo entre el
15% y el 20% de las remesas se destinan a la inversión, el ahorro
y la educación, por lo que se hace fundamental la búsqueda
de mecanismos y alternativas para que estos flujos de fondos
se vuelvan productivos y puedan contribuir efectivamente al
crecimiento económico de los países receptores de remesas.

El salir del país representa para una gran mayoría de dominicanos


y dominicanas un proyecto de búsqueda de mejoría significativa
en sus condiciones de vida. Se plantea como el proyecto de
futuro más viable. La migración trae consigo cambios sociales
y culturales relevantes. La migración interna y externa ha traído
como consecuencia cambios relevantes en la estructura familiar y
en la identidad social de las personas que la viven. A diferencia de
los fenómenos como la pobreza y la desigualdad, cuyos efectos
estructurales se padecen sin la posibilidad de sustraerse de ellos
de manera individual y familiar, la migración, en muchos casos,
representa un proyecto familiar en el cual se activa la solidaridad
familiar. La migración, por razones económicas encierra
una decisión personal, y tiene unas dimensiones humanas y
socioafectivas. Se convierte en una estrategia familiar para escapar
de la pobreza y dar respuesta a las desigualdades sociales. En la
sociedad dominicana, el emigrar, se presenta como una alternativa
para los sectores populares “salir” del lastre de la precariedad de
vida. El proyecto de emigrar alcanza en el imaginario popular y
en el discurso cotidiano un lugar privilegiado de perspectiva de
avance social. En el imaginario colectivo las remesas representan
también una dimensión de vínculo del proyecto de emigrar con un
proyecto familiar de salir de la pobreza y las limitaciones sociales.

49
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

LA FAMILIA DOMINICANA Y LOS PROCESOS MIGRATORIOS

Al abordar las repercusiones de los procesos migratorios que


se desarrollan en la sociedad dominicana actual, es importante
considerar la relación que se establece entre familia, escuela y
migración; ya que el fenómeno migratorio tiene una influencia
compleja, y específica, tanto en la familia dominicana como en
la integración a la actividad educativa de los hijos y las hijas de
migrantes.

En la sociedad dominicana, la familia, para la mayoría de


la población se constituye, como grupo primario, a partir de
relaciones que se establecen mediante la unión libre. Esta manera
de relación entre las parejas conlleva el que la mujer se constituye
en responsable de sus hijos e hijas. En las últimas décadas, aparece
con mayor relevancia la figura de la mujer como jefa de familia,
esto sobre todo en los sectores populares de la población.

La forma de familia, con la madre como responsable principal de


la crianza de los hijos e hijas, se corresponde con una desvinculación
de la figura paterna en lo concerniente a la crianza y desarrollo
de los hijos e hijas. La importancia y responsabilidad de la mujer
como jefa de hogar, se complejiza y dificulta en una realidad
social como la dominicana, en la que las instituciones sociales, las
políticas y programas sociales tienen una gran fragilidad en cuanto
a su continuidad, su cobertura y eficiencia, con lo cual el problema
de la pobreza se agudiza en la población femenina, siendo que la
precariedad y las limitaciones sociales son más extremas cuando
la familia está conformada por una mujer trabajadora pobre y sus
hijos e hijas.

En los flujos migratorios que se dan en la población dominicana,


cada vez más la mujer asume un rol activo; ya que para ella
migrar se presenta como una posibilidad de buscar mejores
50
TOMO II

condiciones de vida para su familia. Un alto porcentaje de familias


dominicanas están vinculadas a la migración externa; los niños,
niñas y adolescentes que asisten a las escuelas dominicanas tienen
a algunos de sus parientes viviendo y trabajando en el extranjero.
Los vínculos afectivos en las familias dominicanas, relacionadas a
los flujos migratorios, están mediados por la realidad del fenómeno
migratorio. En este sentido, y situándonos en la relación migración-
familia-escuela, cabe destacar el hecho de los niños, niñas y
adolescentes que quedan al cuidado de las abuelas y de parientes
cercanos a la madre, cuando esta sale en busca de mejorar su
situación laboral y de generación de ingresos. La migración implica
procesos relevantes de contacto con ámbitos culturales nuevos y
diferentes, con lo que la apertura a flujos migratorios trae consigo
formas de intercambio cultural, a través de modelos y estilos de
comportamientos, valores culturales los cuales interactúan con
los valores y estilos propios del contexto original de pertenencia.
Esta situación de intercambio cultural también, pasa a jugar un
rol importante en los procesos de socialización que se dan en la
familia y en la escuela.

Por otra parte, también es relevante considerar los efectos que a


nivel de las relaciones psicoafectivas tiene el hecho de que uno de los
progenitores esté fuera del país en los niños, niñas y adolescentes,
considerando el papel que los progenitores tienen en el desarrollo
psicoafectivo. La relación familia –escuela, considerando a la familia
y a la escuela como agentes socializadores de gran trascendencia,
es necesario que sea atendida y comprendida para procurar un
adecuado desarrollo. Las condiciones y las implicaciones de la
migración no deben ser ignoradas en la actividad educativa de
la escuela dominicana. Ya que es una realidad de las familias
dominicanas que mediatiza no solo la relación familia-escuela;
sino que también las condiciones psicoafectivas de los hijos y
las hijas de migrantes, en su participación en los procesos de
enseñanza aprendizaje que realiza la escuela. Asimismo, la
51
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

migración internacional ha significado para las personas, y los


colectivos sociales, cambios relevantes en la autopercepción y en
la construcción de su identidad social.

LA ESCUELA Y LA MIGRACIÓN

La escuela, como parte de la organización social, se vincula


y refleja el fenómeno de migración, ya que abre posibilidades
a la integración social y cultural; así como también para el
diálogo de saberes y el intercambio cultural. La escuela como
sitio de convivencia y participación, a través de las relaciones
escuela–comunidad, se acerca y acerca a la familia, facilitando el
acercamiento entre padres, madres, alumnos, alumnas, maestros
y maestras.

La escuela se vincula a la problemática de la migración tanto


en todo lo que implica la emigración cuando los y alumnas
pertenecen a familias en las que uno o los progenitores están
viviendo fuera del país; como con la inmigración integrando a los
hijos y las hijas de inmigrantes que residen en el país. En la escuela
se propician acercamientos, intercambios de ideas, de valores, de
saberes y de haceres. La escuela tiene un rol de orientación y
acompañamiento tanto con las alumnas y alumnos, que al tener
a su padre o su madre viviendo en otro país, requieren apoyo
en lo psicoafectivo como con los alumnos y las alumnas que
vienen de otro país con elementos culturales diversos y requieren
intercambio e integración al nuevo contexto cultural.

MÉTODO

El presente estudio explora el sentido que le atribuyen


educadores, estudiantes y madres y padres al fenómeno
migratorio y sus relaciones con el ámbito familiar y escolar, a
través de las percepciones expresadas en una entrevista grabada.
En su conjunto, fueron cuatro escuelas investigadas: una en un
52
TOMO II

barrio popular de la Provincia de Santo Domingo y tres bateyes


de San Pedro de Macorís. Aunque la provincia de Dajabón no
fue incluida originalmente en el estudio, durante la realización
de la misma el equipo constató la conveniencia de incluir una
referencia a la experiencia allí realizada de “escuela binacional”
que patrocinó el Centro Puente en esa localidad, por tratarse de
un antecedente relevante de la propuesta que pretende avanzar el
presente estudio.

En los meses de agosto y septiembre, se completó el


diseño de un guión de entrevistas con los mismos acápites de
la propuesta de investigación, diferenciado en función de tres
tipos de sujetos; a saber: a) maestras y maestros; b) estudiantes;
c) padres, madres y tutores; el diseño fue ajustado después de
entrevistas realizadas a visitantes de la biblioteca del Centro
Poveda con las características de cada uno de los sujetos. En
entrevistas individuales semiestructuradas se entrevistó a
doce educadores (10 maestras y 2 maestros), dos especialistas
(promotora y abogada, respectivamente); en entrevistas grupales
semiestructuradas se interrogó a 36 estudiantes en cuatro
grupos, y otros tantos grupos con 37 madres, padres y tutores.
Las personas entrevistadas convergen en tres provincias (Santo
Domingo, San Pedro de Macorís y Dajabón). Con excepción de
las de Dajabón, que se llevaron a cabo entre los meses de febrero
y marzo de 2008, todas las entrevistas fueron hechas entre los
meses de octubre de 2007 y enero de 2008.4

En el análisis de las entrevistas se utilizaron procedimientos


cualitativos para la elaboración de los datos, tratando de
delimitar en sus mismas expresiones los conceptos y estructuras
argumentativas de los entrevistados. Siguiendo a Taylor y
Bogdan, para quienes “el análisis de los datos es un proceso en
4. Las entrevistas individuales tomaron entre 40 y 60 minutos cada una. Los gru-
pos focales se extendieron entre 90 y 120 minutos aproximadamente.

53
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

continuo progreso en la investigación cualitativa”,5 hemos ido


sucesivamente releyendo las entrevistas realizadas y derivando
distintas aproximaciones a los complejos imaginarios de maestros,
estudiantes y madres|padres. Al momento presente este es un
proceso todavía en curso.

2. EL IMPACTO DE LA EMIGRACIÓN EN EL ÁMBITO FAMILIAR


Y ESCOLAR

“Trabajo, trabajo y trabajo”

Estaban presentes seis madres del barrio Sabana Perdida de


la provincia Santo Domingo. Todas tienen hijos e hijas en esta
escuela, desde el cuarto grado hasta el segundo de bachillerato; esto
es, son estudiantes del segundo ciclo de primaria y de la secundaria.
Ninguna de las madres es oriunda del barrio, ni de la ciudad; lo
mismo que sus compañeros y esposos. Sus historias migratorias son
diversas, aunque convergen en cuanto al motivo y la proximidad
geográfica de los sitios de procedencia, pues cinco de las seis
madres provienen del Cibao oriental (dos de Cotuí, dos de Salcedo,
una de San Francisco de Macorís) y solo una del Sur (El Cercado,
San Juan de la Maguana). Después de presentar brevemente sus
historias migratorias, se les preguntó por las causas que provocaron
la decisión de emigrar desde sus pueblos hacia la ciudad capital. La
respuesta general fue: “Trabajo, trabajo y trabajo”, como expresó
una de las madres. Todas las demás coincidieron en que ésta fue
la causa primordial, además de señalar entre sus motivaciones las
desventajas del lugar de origen y la “búsqueda de mejor vida”.
5. S. J. Taylor y R. Bogdan, Introducción a los métodos cualitativos de investigación. La
búsqueda de significados, Barcelona, Paidós, 1998, pp.158 y ss; en el mismo sen-
tido, véase: Miguel Beltrán Villalva, Perspectivas sociales y conocimiento, Barcelona,
Anthropos | Universidad Autónoma Metropolitana (México), 2000, especial-
mente el capítulo vii: “La producción de los datos en la investigación social”,
pp.143-172.

54
TOMO II

Las madres de Sabana Perdida llevan muchos años en el barrio,


entre 9 y 18 años. No todas llegaron a residir aquí directamente,
sino que llegaron primero a otros barrios de la capital. Tampoco
la decisión de migrar fue tomada por ellas. Vinieron con sus
esposos o con sus padres. Participaron de la decisión, apoyando
la decisión de los hombres que hacían las veces de jefes de
hogar. Una fue enviada a trabajar para apoyar el grupo familiar y
luego se casó aquí. Algunas ya tenían familia cuando vinieron a
establecerse en la capital. En algunos casos han vivido un tiempo
en otros barrios. Pero ahora, la mayoría tiene su casa propia y
tienen muchos años aquí en el barrio. Se han establecido. Vinieron
a buscar

“…mejor vida para acá. El campo está muy atrasado


y a veces uno quiere algo y allá no lo puede conseguir.
Mejor vida… Eso es como uno que se va para otro país…”

El paralelo entre la migración interna y externa está claramente


establecido por esta madre de Sabana Perdida. La emigración es
una decisión propia de la familia que marca sus vidas. Si no da
resultado en un sitio, saben que lo más probable será seguir el
camino hacia otros destinos hasta encontrar el lugar adecuado
para sobrevivir en mejores condiciones. Esta movilidad es
aceptada como una necesidad. No obstante ello de la migración
se habla positivamente, sea cual sea el resultado: “Aquí estamos,
viviendo”, expresó una de las madres. Puede tratarse de una
espera o de una resignación. Pero es más seguro lo primero.

En relación con la decisión de migrar de sus familias, en


los bateyes Cachena, Los Chicharrones y Alejandro Bass en la
provincia de San Pedro de Macorís, las personas entrevistadas
señalaron motivos socioeconómicos. Las historias migratorias de
los tres bateyes citados parecen repetirse en cuanto al impulso
socioeconómico que las motivan. Pero esta historia se completa
55
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

con la pregunta sobre si tienen otros miembros de la familia que


están fuera del país ¿Dónde?, ¿qué tipo de vínculo mantienen?
Las respuestas son variadas. Joselyne, tiene tres primos en el
extranjero; uno de ellos en Nueva York y el otro en la zona del
Caribe; Rosa, tiene dos hermanos varones y una hembra en isla
San Martín; Rosalina, varios hermanos en Haití; Clara, su madre
y dos hijas se encuentran en Haití. También en el batey Alejandro
Bass mencionan que “tiene una hermana y una tía en San
Martín”; también “un hijo de crianza está en las islas del Caribe,
en Tortola”; “un hermano mío está en Anguila”. Las experiencias
migratorias son múltiples y los vínculos son antiguos. “Viene con
regularidad”.

El trabajo como medio de sustento para la familia; en general,


gira en torno a la actividad de la siembra y el corte de la caña
Algunos son pensionados, en general ambos trabajan aunque la
mujer atienda un pequeño “negocio” en la casa. Por supuesto, los
ingresos mínimos.

POBREZA: DESEMPLEO, FALTA DE SERVICIOS Y VIOLENCIA

La pobreza de ingresos es el dato más importante de la situación


socioeconómica de sus familias, de acuerdo con las madres
entrevistadas. Para las familias de Sabana Perdida sus ingresos
provienen del autoempleo a través de microempresas establecidas
en el barrio (dos casos: un ventorrillo y cuidado de niños pequeños)
o fuera de él, como sucede con el resto. El alto costo de la vida, la
falta de agua, la falta de luz, de calles y los tapones que dificultan el
transporte. Más recientemente se le agrega la inseguridad producto
de las drogas y sus secuelas: la violencia delincuencial e intrafamiliar
cuyos episodios se viven cotidianamente en el barrio. El gasto
principal está dado por la alimentación, junto con los alquileres
y el transporte. También el gas para cocinar, las medicinas y la
educación (uniformes, útiles escolares). Son necesidades que no
llegan a cubrir con sus ingresos sino de manera precaria. Siempre
56
TOMO II

falta, “nunca alcanza”, hay que sacrificar algo o endeudarse.


Muchas tienen la tarjeta de “Solidaridad” del gobierno, pero no
está vigente todavía, “no funciona”.

Hablamos sobre sus familiares en el extranjero: una de las


mamás tiene dos tías en España; otra, su papá y sus tíos están
en Estados Unidos. Otra, una tía y cuatro primos en Estados
Unidos y Puerto Rico. Otra dice que su cuñada vive en Estados
Unidos. Recuerda otra que una prima se fue en yola y le dejó una
hija por cuatro meses para que la cuidara. La última dice no tener
familiares en el extranjero, pero recuerda un caso de una vecina.
Ninguna de ellas recibe remesas regulares. Solo ocasionalmente
y rara vez. Pero para diciembre casi siempre vienen a visitar a la
familia y les “traen tenis, pintalabios y otros regalitos”.

LA ESCUELA: DISCIPLINA PREVENTIVA, DESPUÉS “PROGRESO”

La escuela tiene una importancia relativa en el proyecto familiar.


Es parte de su preparación, pero no es vista como la garantía para
conseguir el bienestar, aunque no se descarta esa posibilidad. En
realidad, cuando se les preguntó por lo que esperan de la escuela
para sus hijos e hijas, las expresiones se dirigían a las cualidades
formativas: “Que sean formales, corteses, disciplinados”, piden
que actúen de “acuerdo y comprensión hacia las madres”, “que
quiera progresar”. Después, se valora la función preventiva de la
educación: “Que haya menos delincuentes en el barrio”, pues los
“tígueres” influyen en el comportamiento de los más pequeños. Y
se añade aun otra aspiración: “Que cambie el barrio.” Finalmente,
quieren que sus hijos “vayan a la universidad.”

En la visión de las madres populares participantes del grupo


focal, la educación juega un papel marginal en la búsqueda del
bienestar material. En todo caso, el valor de la educación se
mostraría en un momento segundo. En lo inmediato son las

57
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

urgencias del diario vivir lo más importante. Pero eso no quiere


decir que descarten la escuela; al contrario, les preocupa que sus
hijos vayan a la escuela. Piensan en un proyecto migratorio para
sus hijos “en el futuro, sí; más adelante”. Ahora, la prioridad es
que estudien y se preparen. Por eso, las madres contribuyen a
la educación de sus hijos cuidando que cumplan los deberes.
Cuando van a la clases, señalan: “Revisamos la mochila, a ver
si tienen tarea”. Además “hacen caso” a los llamados de los
profesores y profesoras para venir a las reuniones.

En cambio, con relación a la Asociación de Madres, Padres y


Amigos de la Escuela señalan que “la gente es remisa a venir” a
las reuniones; aunque sí van a “los viajes que se organizan con
los muchachos… en unión con la dirección de la escuela”. A la
pregunta sobre si la escuela se relaciona con otras organizaciones
del barrio, indicaron en particular “con la Junta de Vecinos”.

En cuanto al tiempo libre de los hijos en el barrio señalan


que “no hay play ni cancha”, “todo es pagado”. “Mi hijo va al
fútbol”, dice una de las madres, le paga a un profesor. Hay poco
tiempo libre de los padres/madres: aparte del trabajo de todos
los días, asisten “a la iglesia”, desde ahí también se “ayuda en
la comunidad, visitando y asistiendo a enfermos”. También las
“invitan a reuniones y paseos…”

HIJOS E HIJAS SIN RECONOCIMIENTO LEGAL

Los grupos de madres y padres de los bateyes destacaron


que el problema más preocupante es que sus hijos no logran
el reconocimiento legal, por lo cual tienen serias dificultades
para continuar los estudios y para integrarse a actividades
laborales. Todo esto por ser dominico-haitianos, es decir,
hijos y descendientes de haitianos nacidos aquí en República
Dominicana. Tienen problemas con la legalización de los hijos.
58
TOMO II

Sin embargo, este problema no es a nivel local de la escuela. A


la inversa. Plantean que no se sienten discriminados en la escuela.
Que se integran, a través de la asociación de padres y madres en
tareas de apoyo a la escuela y la educación de los hijos.

En ese punto fue reforzado por nuestro informante clave de la


zona de San Pedro de Macorís, quien señaló que este problema
afecta a la población en general y no solo a los dominicanos
de origen haitiano. El tema abunda en la literatura que hemos
recopilado en nuestra revisión bibliográfica, aunque en particular
referido a estos últimos. No hace mucho que una resolución
de la Junta Central Electoral autorizó la apertura de los “libros
rosados” para inscribir a los descendientes de haitianos nacidos
en el país, lo que complica aún más el estatuto legal de este grupo
social.

PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN APOYO A LA ESCUELA

En el batey Cachena tratan de compartir cariño entre sus


hijos, aunque “los corrigen a través de pelas...” Participan en
la labor de la escuela revisándole los cuadernos a los hijos y
perteneciendo a la asociación de padres, madres y amigos de la
escuela. Además, establecen relación con las maestras. Apoyan
actividades de la escuela. Por ejemplo, se ocupan de la higiene
y de la preparación del desayuno escolar. En general, se trata de
una participación limitada sobre todo a suplir las carencias de
la escuela para dar un regular servicio: ayudar con el desayuno
escolar, cocinar cuando es necesario y hay gas, buscar agua para
la limpieza de la escuela y los baños, así como vigilar para que
los niños no se vayan lejos de la escuela. La participación en
el batey Los Chicharrones se reduce a otro tanto. En cuanto al
funcionamiento de la Asociación de Padres, Madres y Amigos de
la Escuela, expresan que hay reuniones “de vez en cuando”; otra

59
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

persona recuerda que la reunión es cada quince días. Dicen que


asisten todos. La asamblea reúne de 20 a 27 personas. Allí: “Nos
dicen qué hay que hacer y nos dan orientaciones”. Colaboración
en la cocina y vigilancia de los niños. No hay agua ni luz… tienen
que salir afuera a buscarla. “Tenemos que mirar por la escuela.”
Valoran positivamente la Asociación: “Es necesaria”. Pero dicen:
“Algunos sí trabajan. Otros no pueden”

Las madres conocen a los maestros y maestras de sus hijos


e hijas y refieren tener buena relación con ellos. La valoración
del trabajo de los maestros es muy positiva: “Ayudan mucho a
los niños.” A la pregunta: ¿Les requieren sus hijos apoyo para
realizar sus tareas? ¿Cómo se lo dan? Sí, se les ayuda a realizar las
tareas. Las madres se ocupan más. Se sienten muy apoyados por
los maestros.

El grupo entrevistado en el batey Alejandro Bass quiere más


oportunidades de estudio para sus hijos: “Falta una escuela de
inglés o de informática”, “que se hagan cursos técnicos”, así se
puede formar “gente honrada y profesional”, para “que no sean
delincuentes ni caigan en drogas”. También las personas adultas
quieren estudiar de noche, pero que no hay escuelas para ellos.
La escuela no tiene luz eléctrica, solo se puede dar clases con la
luz del día.

En el grupo focal de los Chicharrones, las abuelas y madres


se expresaron también en torno a la dimensión psico-afectiva.
¿Echan de menos al padre/madre que está fuera? Se abre un
pequeño debate sobre la figura de los abuelos. Algunos reconocen
su labor más que otros.

“Mis hijos me dicen que les hago falta. A mí me afecta. Me siento sola y
me gustaría compartir con ellos.” Otra:“Mis hijas me dicen que quieren

60
TOMO II

hablar conmigo y que desean verme”. Una abuela dice: “La mamá del
varón está. Trabaja en casa de familia y va y viene. El papá no vive con
ellos.” Otra: “Afecta a mis nietos porque todo niño requiere de su papá
y mamá aunque vivan con sus abuelos”.

REFLEXIONES SOBRE LOS RESULTADOS

La migración (interna o externa) es un fenómeno social de


mucha importancia en la vida de las familias en el territorio
dominicano. Es, junto a la pobreza y la desigualdad social, uno
de los fenómenos a los que mayor peso y significación se les
atribuye en el discurso cotidiano. En nuestro país constituye
además uno de los mejores distribuidos a todos los niveles de
la sociedad, tanto en lo que se refiere a las migraciones internas
como también en lo que atañe a las migraciones al exterior.

Aunque cuenta con una historia larga, particularmente en el


Caribe6, la migración también presenta facetas relativamente
recientes en relación con los procesos económicos y políticos
seculares que originalmente la impulsaron.7 Hay a lo largo del
último siglo un proceso de urbanización creciente de la población
como puede observarse en una tabla de crecimiento intercensal
a partir del primer censo nacional de 1920 hasta el más reciente
6. La historia de las Antillas se puede representar como un binomio de azúcar y
migración, tanto en lo que se refiere a la población esclava forzada como a la que
más tarde continuó en función del “trabajo libre”. Cfr. Antonio Lluberes Navarro,
“El Caribe, azúcar y migración, 1789-1943”, Eme-Eme. Estudios Dominicanos, Vol.
vii, No.39, noviembre-diciembre 1978, pp.3-44.
7. Franc Báez Evertsz, “Migración internacional dominicana y política de
migración: viejos enfoques y nuevas tendencias”, Síntesis. Caribe: Pensamiento.
Política. Economía. Relaciones Internacionales, No. 17, mayo-agosto (Madrid) 1992, pp.
51, y ss., se refiere a cuatro tendencias del comportamiento de la migación haitiana
a partir de 1971, cuando comenzó a crecer y una década después a acelerarse,
impulsada por la debacle institucional y económica del vecino país; a ello se añaden
los ciclos de migraciones de dominicanos y extranjeros en el país.

61
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

del 2003. Sin embargo, pueden establecerse algunos cortes y


variantes, como es la emigración de grandes contingentes hacia
el extranjero.

Es así que a partir de los años 60 y 70 del pasado siglo XX,


comenzó un proceso creciente de movilidad de la población a nivel
interno, como también hacia y desde el exterior. Para entonces,
todavía el cambio estructural se cifraba en una acción colectiva
de gran alcance social y político, que luego de más de una década
de gobierno dictatorial tuvo su relevo en una democratización
política sin los efectos esperados o valorados de justicia social, que
mejoraran los niveles de empleo, ingresos, vivienda, educación,
salud, servicios de agua potable y electricidad, seguridad, entre
otros. La caída de la dictadura de Trujillo en 1961 supuso cambios
institucionales importantes, en particular para la movilidad de la
población rural. Desde entonces, la población se ha movilizado,
hacia las grandes ciudades o hacia otros países, por variados
motivos que confluyen en su mayoría en la búsqueda de mejores
condiciones de vida y oportunidades que les eran negadas en sus
lugares de origen.

A diferencia de fenómenos como la pobreza y la desigualdad,


cuyos efectos estructurales se padecen sin que los esfuerzos
individuales o del núcleo familiar puedan vencerlos o sustraerse
a ellos, la migración constituye, en muchos casos, incluso cuando
se vea obligado a ello, en un proyecto familiar, colectivo, donde se
resignifica la solidaridad del grupo familiar. Pero más importante
aún es que depende de las fuerzas propias; posee dimensiones
humanas, por tanto, constituye una manera de intervenir su
realidad para cambiarla por sí mismo: se convierte en su una
estrategia familiar para enfrentar la pobreza y la desigualdad. Con
mucho, es el medio más a mano para “resolver” los problemas
del empobrecimiento que padecen los sectores populares. La
educación en sí misma no constituye un valor primordial, en
62
TOMO II

cuanto no se articula con las soluciones urgentes, aunque se la


valora como una oportunidad de crecimiento personal. El otro
camino implica acudir a la política clientelista, que por lo regular
es una respuesta precaria y provisional o, incluso, a la delincuencia.
En consecuencia, el proyecto migratorio está siempre presente
como una realidad latente. Así lo expresaron muchas de las
personas entrevistadas. Se ha experimentado o se le ha visto de
cerca en los vecinos y familiares, se está en espera o se lo prepara.
A veces, con grandes riesgos y en silencio, si se trata de un “viaje
en yola”. El efecto demostración es de gran importancia, pues
son numerosos los casos exitosos o que pueden pasar por tales.
Los fracasos tienen también su explicación particular, y casi no
cuentan a la hora de las decisiones.

La importancia que se acuerda a la migración en el discurso


cotidiano puede verse mejor en el lugar que esta ocupa en el
imaginario social de los sectores populares -y no tan populares-
en los que se identifica la emigración con la solución a los
problemas materiales y no pocos espirituales. En este imaginario
vivir fuera y tener un trabajo allí es todo lo que se necesita para
estar bien. Quienes viven fuera se “sacrifican” dedicando largas
horas al trabajo y tienden a verse a sí mismas como personas
realizadas cuando se dan estas dos condiciones. Se sigue de lo
anterior al envío de remesas a sus familiares, para el sustento
de sus hijos e hijas, para sus padres, para construir una casa o
poner un negocio. La salida del país se puede convertir en un
reto cuando se hace por medios no legales, pero siempre es una
posibilidad de mejora. El riesgo vale la pena. Para quienes ya
tienen parientes cercanos allá, se espera en muchos los casos que
les “pidan” los que ya se han establecido en el exterior; también
se buscan mecanismos para lograr vencer las dificultades para
conseguir el visado o la residencia a través del “matrimonio por
conveniencia” con un residente o un ciudadano de ese otro país;
o en la minoría de los casos que “lo firmen”, lo que no está
63
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

totalmente ausente en San Pedro de Macorís, donde pudimos


entrevistar a una maestra que tenía dos hijos, uno de los cuales
había sido “firmado” (para jugar en los Estados Unidos en los
equipos de triple A) y el otro esperaba por su contrato.

La migración interna y externa ha traído como consecuencia


cambios importantes en la estructura familiar y en la identidad
social de las personas que la componen. Los cambios en la
estructura familiar no se deben sólo a la migración, pero no debe
descartarse la importancia que tienen los que derivan de ella. En
cambio, la migración internacional ha significado para las personas
y los colectivos un importante cambio en la autopercepción de
sí mismas y mismos. Esto pone de relieve el tema de la identidad
como un elemento importante en la formación de la persona.
Este es un punto que trataremos con más detalle en la tercera
parte de este informe.

3. IMPACTO DE LA INMIGRACIÓN HAITIANA EN EL ÁMBITO


ESCOLAR

Según las estadísticas oficiales, dadas a conocer a finales del


año pasado, en las escuelas públicas hay inscritos unos 19,446
estudiantes haitianos; en total son unos 20,767 si se añaden los que
estudian en colegios privados, los cuales suman 1,321 estudiantes.
La cifra es solo indicativa, ya que las mismas autoridades oficiales
señalan que “ese número no incluye a los de origen haitiano,
sino a los que ostentan la nacionalidad plena del país vecino”8.

8. Degnis de León, “Más de 20 mil haitianos estudian preuniversitarios”, El Día,


28 de diciembre de 2007, p.18. Según esta información, la distribución de dichos
estudiantes en las regionales de educación es como sigue: Barahona: 1,725; San
Juan de la Maguana: 963; Bahoruco: 644; Azua: 818; San Cristóbal: 553; Cotuí:
199; La Vega: 311; Duarte: 172; Nagua: 347; Santiago: 687; Mao: 620; Puerto Plata:
1,586; regional 10 de Santo Domingo: 2,052; regional 15 de Santo Domingo:
1,389; Monte Plata: 1,120; San Pedro de Macorís: 2,830; Higüey: 2,750.

64
TOMO II

Tenemos que imaginar los otros miles de estudiantes dominicanos


de ascendencia haitiana que asisten a la escuela y que no han
sido inscritos por carecer de documentos de nacimiento; estos
forman una “población flotante” sin precisar.

Todavía más grave es que esa situación induce a la autoexclusión,


empeorando la marginación. En efecto, muchas familias ni siquiera
los envían porque han escuchado “lo importante que son los
papeles” y como “no los tienen ni se los dan” prefieren dejar las
cosas así. Por suerte, en las entrevistas se nota que esta actitud pasiva
y negligente parece disminuir, precisamente por el incremento de
los esfuerzos por resolver la situación de los indocumentados tanto
de los hijos de haitianos, como de los descendientes de domínico-
haitianos e incluso de familias dominicanas que también han sido
remisas a declarar sus hijos e hijas en las oficinas de las oficialías
del Estado Civil. Aparte de estas campañas, hay que señalar los
llamamientos que hacen a los padres los mismos maestros y
maestras de la localidad, así como también las facilidades que desde
hace algunos años ha dado la Secretaría de Estado Educación para
que se acepten a los niños y niñas indocumentados sin importar su
nacionalidad. Con todo, la dificultad persiste, y en particular esta
encierra una cuestión de violación a los derechos humanos.

Los informantes clave y las entrevistas realizadas destacan las


ausencias con relación a las políticas educativas que refuerzan la
exclusión de la población inmigrante haitiana. A eso se añaden
las múltiples trabas para su ingreso en las escuelas, algunas de
las cuales se han atenuado en los años recientes. Desde luego,
la problemática de la inmigración haitiana debe abordarse de
manera integral y no solo desde el ángulo de la educación. Se
trata de una cuestión que involucra muchos otros aspectos más
allá de lo estrictamente educativo. En general, se ha tratado de
resaltar diversos aspectos concurrentes, incluyendo la apatía de
los padres y familiares, no siempre excusable.
65
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Algunos cambios recientes en la inmigración haitiana, como


su concentración en zonas urbanas9, otros todavía discutibles,
ratifican el hecho de la exclusión y pobreza extrema en que
se desenvuelve la mayoría de estos inmigrantes. Esta es una
realidad insoslayable y no deja de incidir en las condiciones de
la educación. Otra cuestión que afecta el funcionamiento de la
educación se refiere al tema de la discriminación racial el cual no
puede separarse de la cuestión del antihaitianismo. Se trata de
un binomio prejuicio-ideología que funcionan como argumentos
que se refuerzan recíprocamente. El Centro Poveda ha trabajado
recientemente en una investigación y luego ha preparado un
material didáctico para trabajar contra la discriminación en el
ámbito escolar. Estos materiales servirán de referentes para
la preparación de las propuestas que se deriven del presente
estudio.

La provincia de Dajabón no había sido incluida en el diseño


original de la investigación. El argumento de que los lugares
menos cercanos a la frontera casi nunca se tomaban en cuenta
para tratar el tema de la migración haitiana, tampoco debía ser
leído como un impedimento. En fin, la inclusión se debió a la
existencia en esta provincia de algunas experiencias concretas
que pueden ser relevantes para los fines de nuestro estudio.

9. “En esa distribución, se advierte que la concentración de trabajadores es


esencialmente urbana, siendo predominantes en la construcción, las obras públi-
cas y el turismo”. Cfr. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Encuesta
sobre inmigantes haitianos en República Domincana, Santo Domingo, FLACSO
| OIM, 2004, p.13.

66
TOMO II

EXPERIENCIA PEDAGÓGICA INTERCULTURAL

En la Escuela San Martín de Porres surgió una experiencia


intercultural en el desarrollo de programas ecológicos radiales.
Este era un tema binacional que traía aparejada la necesidad de una
educación igualmente binacional. Dicha experiencia se extendió “a
los clubes infantiles para la formación de niños/as desde lo que son
sus derechos y protección a nivel de salud y VIH”. Se organizaron
entonces “campamentos binacionales, que ha sido una experiencia
de 10 años.” En conclusión dicen las educadoras participantes:
“Lo que uno saca es que los niños/as no tienen problema de
frontera, no tienen problema de raza… son los adultos los que
proyectan eso. Cuando los niños dominicanos comparten con los
haitianos, ellos mismo dicen que ‘son niños como nosotros’. Sin
embargo, los propios adultos y también la escuela a veces predican
lo contrario… tener un niño haitiano es una caridad…Si vienen
niños de otros lugares, en cambio, es un privilegio.”

PROBLEMA DEL ESTATUS LEGAL DE LOS INMIGRANTES HAITIANOS

“En la frontera, el hecho es que hay muy poca población


haitiana residiendo… No te puedo decir aquí, en la zona [de
Dajabón], pero si hay un problema: Si nace un niño/a haitiano
en un hospital dominicano, en el hospital le entregan una tarjeta
rosada. Cuando lo van a declarar saben que es hijo de haitianos y
si no tiene los documentos no pueden entrar. Es un mecanismo
que tiene el mismo sistema para que los niños/as no ingresen en
la escuela.

A veces lo admiten en inicial, pero luego es el problema. En el


caso de San Martín de Porres, los niños haitianos van a la escuela
en Haití y por la tarde vienen a esta escuela. Me imagino que
tendrán el acta de nacimiento.”
67
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

“La tarjeta rosada es para que vayan a la oficialía civil para


registrar al niño. Otro dato interesante es si los padres de los
niños no tienen documentos. El problema es que el Estado
no facilita el que un haitiano pueda tener su residencia aquí. El
trámite lleva tiempo y dinero. Hemos de tener en cuenta además
que los que cruzan la frontera no son precisamente los ricos sino
la gente pobre…Hay haitianos que tienen grandes propiedades y
grandes comercios…”

Máxima relata a continuación una experiencia en una escuela de


Santiago donde había niños/as haitianos. Tuvieron que negociar
cómo ir dando pasos para dotarlos con la documentación
necesaria.

Nos dice que en relación a la población de niños y estudiantes


haitianos de este lado de la frontera: “Son situaciones bastante
complicadas y a la hora de hacer un censo... no se puede valorar.
Cuando se habla de población, alfabetización… no se sabe
porque hay un grupo que son los hijos de nadie.”

Arcadio, del Centro Puente, nos aporta su visión. Para él,


el problema de la documentación no es exclusivamente de los
inmigrantes haitianos: “En República Dominicana, existe el
problema de la declaración de hijos e hijas. Ahora te permiten
inscribir a los niños pero luego te exigen los papeles. Hay muchas
personas que no acceden por ello. Esto se ve mucho en la frontera
donde existe mucha morosidad. Además los procesos son muy
caros. Hay mucha burocracia. Es costoso porque hay que buscar
[un] abogado y empezar todo un proceso legal.”

“Con la población haitiana es peor todavía. A nivel dominicano


es muy propenso que dominicanos se casen con haitianas y
tengan hijos e hijas. Problema. La ley dominicana dice que para
68
TOMO II

poder declarar a un hijo/a los padres deben de tener una cédula


dominicana. Eso es un problema porque los haitianos no tienen
documento. Aunque el padre o la madre sea dominicano… tienen
que tener cédula [dominicana] los dos.”

Pero el hecho es que “la mayoría de las escuelas tienen niños/


as de ascendencia haitiana. Es un problema grande” porque
no pueden tener papeles. “Hay otro tema: haitianos que son
declarados como hijos biológicos ni siquiera como adoptivos.
Ello ha dado la oportunidad de que puedan acceder al sistema.”

Por su parte, Marinis, asesora legal del Centro Puente, nos


aporta su visión sobre la cuestión planteada por las dificultades
para obtener documentos de los inmigrantes, las adopciones y el
Libro Rosado: “…si la persona está interesada en declarar a un
niño tardío, uno le explica los pasos que hay que hacer. Primero,
hay muchas madres que aunque dan a luz aquí no los declaran…
cuando un niño nace debe inscribirse entre 60-90 días aportando
una documentación. Con los documentos van a la oficialía y se
inscribe al niño. En el caso de los haitianos es un problema. El
niño nace aquí pero el hospital no le da los papeles y los padres
no los reclaman. Lo veo mal aunque en el caso de los nacionales
haitianos, la falta de documentos les limita al estar en una
situación ilegal…El niño se queda ilegal. (…) El trámite jurídico
es complicado porque además el gobierno no quiere colaborar.
Recientemente, ha llegado a la Oficialía un libro rosado en el que
se inscriben los niños, hijos de haitianos, que nacen aquí.”

Aunque también ha sido un factor de confusión: “Conozco


una persona nacional haitiana pero tiene su pasaporte, luego
obtuvo la residencia... Tuvo un niño con un dominicano y yo le
dije que debía de inscribirlo y que no hace falta la asistencia del
padre… pero todavía lo inscriben en el Libro Rosado pero como
nacional dominicana. Hay por tanto, una migración legal que
69
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

puede adquirir la residencia que se puede renovar: provisional,


definitiva, nacionalidad. [También] lo económico encarece mucho
(honorarios de abogado…)” También refiere que conoce “casos
escasos de [adopción de] niños haitianos. El procedimiento de
adopción es muy costoso.” “El Libro Rosado…Es una buena
contribución pero en cualquier caso han de conseguir sus propios
papeles…Hay padres que [los] tienen pero cuando buscan más
allá encuentran la ascendencia haitiana…” Y con esto retornan
al punto de origen. Nos encontramos otra vez al principio del
camino y sin solución.10

“EL SISTEMA EDUCATIVO ES MUY TRADICIONAL”

Desde la realidad de la frontera y desde el sistema educativo


dominicano, ¿cómo se realiza aquí la labor educativa? Arcadio,
nos dice: “Primeramente hay un asunto a nivel de escuela. Desde
el Centro Puente hemos querido impulsar este tema. Hasta ahora
el sistema educativo es muy tradicional. Nosotros queríamos
cambiar el tipo de educación. En los últimos años el Plan Decenal
ha mejorado un poco aunque no funcionó como se pensó.”

En cuanto a la aceptación de los inmigrantes haitianos en


las escuelas, señala: “Los maestros trabajan con naturalidad la
integración en las aulas pero hay que hacer un trabajo grande
de sensibilización.” En realidad, nos dice, “hay profesores
que trabajan pero otros no. El rechazo se da también a nivel
de escuela. En este aspecto hay actitudes de discriminación.
Cuando veo una experiencia como la escuela de Los Arroyos
con esa sensibilidad… si los directores fueran así y la Secretaría
también, la cosa sería diferente.” Pero no es así: “Hay escuelas
10. En tal sentido, son pertinentes las reflexiones de Pedro Ubiera, en cuanto a
que “la Constitución se ha de bastar a sí misma”. Al respecto, véase su trabajo:
“Derecho y políticas de migración: la inmigración haitiana en República
Dominicana”, Estudios Sociales, Vol.xxx, No.108, abril-junio 2007, pp.84-85.

70
TOMO II

que nos dicen que no aceptan haitianos. Eso es un problema. En


Santiago de la Cruz, que es donde tenemos experiencia, tenemos
dificultad con la directora más que con los/as maestros/as. A
veces tenemos que hacer presión para que te admitan a algún
niño haitiano. Hubo un niño de padre dominicano y madre
haitiana. Yo tuve que hablar con la directora y eso facilitó. Pero
hay que hacer un trabajo con las escuelas para ver también lo que
se da dentro. Las actitudes a nivel escolar a veces no son lo más
diáfano. Actitud de algunos profesores, niños y niñas… A nivel
de escuela, la no aceptación de un niño porque es haitiano… es
la principal actitud de discriminación.”

Al respecto, resulta de interés lo que refiere: “Cuando hay


actitudes negativas de un niños, los padres dicen qué será lo que
le están enseñando en la escuela, los profesores no están haciendo
nada… Hace falta mucho en ese aspecto.” Al preguntarle por
las experiencias que conoce sobre integración de los estudiantes
migrantes, nos dice:

“Hay una parte importante. Hay un problema serio: la


adaptación al medio, conozco una familia… la familia no llega
completa. Viene el papá, se instala, viene la mamá y poco a
poco llega la familia hasta que se instala. El proceso se va dando
paulatinamente. En esta zona la persona que viene no es muy
estacionaria porque normalmente vienen a trabajar y regresar…
[Se trata de una] familia haitiana que vino a trabajar a una finca. Se
instalan por un tiempo pero regresa… No hay una integración fuerte
a nivel comunitario. Se mantienen rezagados, medio escondidos…
[Esto es lo que] normalmente pasa a nivel de las comunidades… Es
un fenómeno a nivel de la frontera. Son familias itinerantes y esos
hijos/as no van a la escuela. [Existe una] concepción transitoria de
su proyecto migratorio. Hoy estoy aquí pero mañana no sé dónde
estaré. En la frontera hay mucha ida y venida. Muchos vienen y
regresan en el día. Excepción: la ganadería”.
71
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

ACEPTACIÓN Y RECHAZO ENTRE COMUNIDADES NACIONALES

“No pienso que hay rechazo entre haitianos y dominicanos, a


nivel de frontera hay armonía. Muchas veces el rechazo viene de
los medios de comunicación. En la realidad hay una actitud de
colaboración muy cercana. Como migrantes se van a otro país y
son más las actitudes [negativas]…”

En cambio: “A nivel de las autoridades, es un tema espinoso


porque siempre se ha querido hablar de los legales y de lo que
se ha llamado la invasión pacífica de haitianos hacia República
Dominicana. Pero es la retórica de lo políticos… Cuando hay un
problema social fuerte que se da por una ley del gobierno y que va
a provocar rechazo en la población, siempre se utiliza la población
haitiana como algo que lo contrarresta… Nacionalismos... A
nivel de autoridades va a haber ese stop ante esta realidad.”

Por otra parte, ese ambiente genera en los propios niños


actitudes ambiguas, como señala en ciertos casos: “A nivel de
escuela, veo niños y niñas que vienen de Haití que saben hablar
cróele y que luego no lo hablan. Las mismas actitudes que ven
les hacen rechazar su propia identidad… Es una realidad que
vivimos a nivel cultural. Prefieren no hablar cróele. Hay una
asimilación, no una integración.”

En tal sentido propone cambios: “Hay una inquietud… que


esa barrera que existe a nivel de educación que no exista para los
niños/as. Cuando uno encuentra la realidad de que no pueden
continuar sus estudios... educación tiene que cambiar pero
también a nivel de leyes… para que eso se dé… No tener acta
de nacimiento no debería de ser un problema. En el caso de
los haitianos, sus hijos no son de nadie. Problema burocrático,
excesivo coste… Todavía falta mucho en este aspecto.” “Quizá
como familia no he tenido mucha oportunidad… Sí me ha llamado
72
TOMO II

la atención el proceso en el trabajo con los jóvenes. Cuando yo


llegué se decía que la gente de Partido era muy racista. Con los
jóvenes se vio el crecimiento en la relación, aceptación, pasar el
tiempo juntos, trabajar juntos cuando se hacia una actividad en
un taller que el grupo era solo de haitianos… los dominicanos
reclamaban estar juntos. Hay varios indicadores que muestran
que cuando se trabaja son capaces de aceptar y valorar la otra
cultura. Los dominicanos/as veían la cultura haitiana como
inferior… y descubrir que no es así, es de valorar. Agradezco la
oportunidad de verlos crecer en esa relación cercana. Antes creo
que eso no se daba…”

En la conversación con las madres de Sabana Perdida se


abordaron cuestiones relativas a las relaciones en el barrio con
la gente de otras nacionalidades y en particular con los haitianos.
Conocen extranjeros en el barrio, especialmente a las familias
haitianas. Según nos dicen se les da el mismo trato que a toda
la gente. Una de las madres dice: “Son inquilinos. Los tengo de
inquilinos y los trato como familia”. Pero en general están aparte,
“viven allá” y la conversación da vueltas y no profundiza.

En el mismo barrio, explica la profesora de lengua, “la principal


actividad de los inmigrantes haitianos es la de vendedores
ambulantes, desde esta actividad se relacionan con la población
del barrio… Sí como en el compartir espacios de vivienda, sin
embargo no se integran a las organizaciones que participan en el
barrio.”

Por otra parte, señalan que la presencia de estudiantes de


origen haitiano en la escuela es baja. En cuanto a las relaciones
de los estudiantes de origen haitiano presenta dificultades con los
estudiantes dominicanos “porque son objeto de relajos, [quieren]
involucrarlos en ‘pelas’ lo cual dificultad su integración.” Para
73
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

contrarrestar esta actitudes “en el centro existe una tendencia a


procurar integrarlos y a destacar su valor como seres humanos y
el respeto a sus derechos, sin embargo el proceso de convivencia
se matiza con actitudes de significar las diferencias…”

En cuanto a la presencia de personas de otras nacionalidades


en la población escolar, no es alta aunque sí en la comunidad
existen grupos de personas de origen chino y haitiano. Los chinos
se dedican a la actividad comercial y de venta de comida. Por
lo general fuera de esta actividad no interactúan con población
dominicana. Para los haitianos su principal actividad es la de
vendedores ambulantes, desde esta actividad se relacionan con
la población del barrio, así como en el compartir espacios de
vivienda, sin embargo no se integran a las organizaciones que
participan en el barrio.

En el centro educativo, los estudiantes con padres ausentes


no son la mayoría. En cambio, los estudiantes procedentes
de migración interna, constituyen aproximadamente, 30%
procedentes del Cibao. Destaca que los estudiantes que vienen del
interior presentan dificultad para adaptarse, presenta deserción,
es necesario integrarlos y darle seguimiento. En general, en
el centro educativo hay apertura para recibirlos, existe una
conciencia en la dirección y los maestros.

CAMBIO EN LAS CONDICIONES DE SUBSISTENCIA DE LOS


INMIGRANTES

La población extranjera en el batey Los Chicharrones de la


provincia San Pedro de Macorís la componen algunas familias
haitianas. Señalan que vivían antes de la caña, pero que: … “Todo
se relaciona porque el mismo problema de no poder formarte
profesionalmente limita las posibilidades de uno. Ahora muchos
se dedican a la construcción ante el fracaso de los ingenios…
74
TOMO II

Buscan en la construcción un sustituto del trabajo de la caña.”


Por supuesto que siguen trabajando en la caña, pero hay cada vez
menos trabajo. “Ahora se les ha dado unos terrenos y siembran
productos. Agricultura, construcción, hoteles… así mantienen
su familia.”

Rigoberto, profesor de la escuela de uno de los bateyes, expresa:


“Este batey y en la zona son los haitianos la gran concentración.
Sus ingresos vienen de cortar caña donde Khalil Haché, también
en los campos del Central Romana, otros viven de su parcela
conuco y los que no, [trabajan] en [la] Zona Franca. Viven normal,
no apartados. Participan de Juntas de vecinos y tienen un Club
que lo dirige Norma.” Las profesoras consideran que son parte
de la comunidad, “participan. Hay una integración.” No obstante,
también hay “discriminación… Comentarios siempre existen. A
veces entre los propios haitianos: que vinieron primero, su léxico
es mejor…Pero a nivel general, hay una integración real.”

BREVE REFLEXIÓN

En este capítulo hemos podido constatar experiencias que


desmienten la tesis del rechazo esencial entre dominicanos y
haitianos. Hemos podido constatar las diferencias en las relaciones
interétnicas en las condiciones de la ciudad capital, los bateyes del
Este y la frontera, que pueden considerarse situaciones tipológicas.
En relación a los inmigrantes haitianos en la ciudad capital se
vive una situación que puede describirse, siguiendo a Franc Báez,
como “una realidad más compleja y fragmentada que aquella que
sugeriría un esquema de no-relación, y consiguiente rivalidad
y sentido negativo, entre colectivos; (…) dichas informaciones
apuntarían a relativizar la visión del aislamiento regulado, asociado
a la segregación social y a los enclaves socio-culturales (…). La
situación anteriormente resumida apunta a un vigoroso proceso
de interacción social en la relación de vecindad entre miembros
75
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

de ambos colectivos.”11 Para concluir: “Se tendría un 70% que


mantiene distancia y bloqueo en la interacción comunicativa o
relaciones cordiales de vecindad. Si se retiene que se trata de la
perspectiva del vecino (vicinus, cercano, próximo, inmediato), en
un espacio en que se impone la co-presencia en la cotidianeidad,
la imagen primaria más descriptiva de la situación podría ser,
quizás, más que la imagen de rivales en el espacio de vecindad
o la de vecinos solidarios que habitan en un mismo lugar, la de
vecinos y extraños”12. Una especie de indiferencia activa.

En cambio, la situación de los bateyes es completamente


diferente: “aquí no hay extranjeros”, decía una de las maestras
entrevistadas. La comunidad está fuertemente unida, pese a las
diferencias culturales que las personas mismas reconocen hay
entre ambos conglomerados. La convivencia cercana y cotidiana,
marca las relaciones interétnicas con la solidaridad aunque las
diferencias son remarcadas desde afuera también cotidianamente.
Por fin, en el ambiente fronterizo las cosas tienen otro cariz.
Allí, las relaciones interétnicas parecen estar más expuestas a las
variabilidad de las tensiones políticas, pese a que en lo primordial
se vive un espíritu de tolerancia y comprensión, propias del
intercambio comercial entra ambas naciones que caracteriza la
provincia de Dajabón.

Los cambios en la sociedad dominicana, en parte producto


de las migraciones que se han acelerado desde la década de los
80, han creado un nuevo panorama más propicio para el cambio
de mentalidad. El diálogo intercultural por el que aboga este
estudio, tomando como base la experiencia de los procesos
11. Franc Báez Evertsz, Vecinos y extraños. Migrantes y relaciones interétnicas en un
barrio popular de Santo Domingo, Santo Domingo, Servicio Jesuita a Refugiados,
2001, p.126.
12. Idem, p. 127. Negritas y cursivas en el original.

76
TOMO II

migratorios experimentados por la sociedad dominicana, “quiere


abrir la posibilidad de transformar estructuras de pensamiento
dominantes”.

La inmigración haitiana está cambiando, conforme cambia


la demanda de la economía dominicana, de acuerdo al sector
o sectores que dan trabajo a estos inmigrantes, puesto que es
su mercado más cercano. Pero a la vez, es parte de un proceso
global de las migraciones internacionales desde los países con
exceso de mano de obra relativa, como es el caso de Haití y de la
República Dominicana.

La escuela se encuentra, además, ante otros desafíos: el de ser


lugar de ejercicio de los derechos humanos y de potenciarlos,
incluso más allá del ámbito propiamente escolar y expresarse en
el campo de la lucha contra la pobreza y del reconocimiento del
estatus legal para los indocumentados dominicanos e inmigrantes.
Esta es una manera de contribuir a también a la cuestiones
cruciales como la cohesión social y al desarrollo humano.

4. IMPACTO DE LA MIGRACIÓN EN EL CURRÍCULO

De acuerdo con la visión del magisterio, la problemática de


la relación escuela migración no se aborda de manera formal en
la programación ni en la práctica docente. No se contempla en
los cursos de formación docente. Sin embargo, en las escuelas
de Santo Domingo Este, existe un alto porcentaje de alumnos
y alumnas cuyos padres, madres están fuera del país buscando
mejores condiciones de vida y recursos económicos, así como
también se da el traslado a otros barrios y otras regiones del país.
Considera que el fenómeno migratorio afecta el rendimiento
escolar, pues influye en la adaptación, en la integración y en
la participación. Los hijos de padres migrantes son los más

77
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

dificultosos y sensibles en cuanto al rendimiento escolar. La


región de las que más son oriundos los y las estudiantes es de la
región norte y del Cibao. En cuanto a la presencia de personas
de otras nacionalidades en la población escolar no es alta, aunque
sí en la comunidad existen grupos de personas de origen chino
y haitiano.

En el centro educativo se acoge a los estudiantes, considerando


sus estilos culturales. Recuerda como ejemplo un caso de un
estudiante procedente de Colombia. En el centro educativo los
estudiantes con padres ausentes no son la mayoría. Estudiantes
procedentes de migración interna, estima que un 30% provienen
del Cibao. Destaca que los estudiantes que vienen del interior
presentan dificultad para adaptarse, presenta casos de deserción,
es necesario integrarlos y darle seguimiento. En el centro
educativo hay apertura para recibirlo, existe una conciencia en la
dirección y los maestros.

Con relación al perfil de los estudiantes de este centro, destaca


lo siguiente: “En cuanto al rendimiento académico, es bueno;
los estudiantes participan en las actividades de formación y
aprendizaje. No existe el problema de la sobre-edad, ya que en
el centro se inscriben por edad. La repitencia es baja (los envían
a otro centro). El 90% de los estudiantes termina su formación.
Asimismo, la asistencia es muy buena”.

En San Pedro de Macorís, nos dice una maestra: hacemos una


planificación: “Pretendemos formar sujetos capaces, críticos
creativos, conscientes de su realidad y deseo de poder aportar
alternativas de solución a los problemas que se presentan en el
diario vivir.” si tienen algún problema con los estudiantes tanto
de comportamiento como de aprendizaje: “Nos reunimos y
entre todas, buscamos la solución. Si tenemos que involucrar
a la comunidad, también lo hacemos”. Se le pregunta si estas
78
TOMO II

reuniones se hacen normalmente: “…debemos de reunirnos


una vez al mes pero no siempre es posible.” Las reuniones entre
las maestras son valoradas por su aporte en producir mejoras
y revisar su práctica, pero no sienten lo mismo con respecto
a las relaciones con la comunidad escolar, a quien demandan
mayor implicación: “En parte, pero yo a veces siento que cuando
reunimos a la comunidad, pueden aportar más. Siento que se
cohíben y puede dar más de lo que dan.”

Una situación preocupante: “las muchachas que se casan muy


temprano. El embarazo de adolescentes es preocupante. Tengo
una niña de 5º grado que está con un barrigón. Son madres
golpeadas que no tienen preparación… El embarazo en la
adolescencia aquí es muy frecuente.” Esta es una causa de que
abandonen la escuela y de que dejen la educación: “Tampoco
aprenden un oficio técnico del que puedan vivir.” Asimismo,
considera que “el índice repitencia no es tan alto o al menos
ha mejorado un poco ahora.” Aunque le preocupa la sobredad;
eso “sí es importante”. Lo que confirma otro profesor de otra
escuela de la zona que añade: “La deserción es porque necesitan
trabajar.”

Los profesores reconocen que el currículo oficial es la base


de su trabajo: “Claro, pero siempre adaptado a las necesidades
del aula.” Piensan sin embargo que debe mejorar: “El currículo
oficial aunque es flexible y abierto debe de realizarse desde las
bases, partiendo desde las necesidades de los centros educativos.
Muchas veces, se implementan programas que no tienen una
permanencia. Uno se mantiene todo el tiempo en ese desnivel
que particularmente no me gusta.” En tal sentido, dice que
se debe “mejorar la calidad de la educación y la calidad de las
escuelas para que sean lugares acogedores donde los niños se
sientan bien. Las aulas son muy pequeñas. Es necesario, mejorar la
infraestructura.” Nos dice que el tema de la migración lo conoce:
79
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

“Como líder comunitario… he participado en varios talleres de


capacitación. El tema de la migración está en el tapete. Pero es en
las organizaciones, no desde la Secretaría de Educación.”

Otro problema que afecta al desarrollo curricular en la zona


de los bateyes se refiere a que: “Algunos de mis alumnos se
van a mitad de curso y luego regresan. Esto afecta mucho al
aprendizaje…” Para esta profesora los haitianos que residen en
los bateyes no deben considerarse como inmigrantes de otro
país: “Aquí no hay extranjeros. Viven aquí”.

El profesorado abunda sobre el problema de la falta de apoyo


de los padres y madres en la educación de sus hijos: “La relación
con los padres y madres no está al 100%, es difícil. Hay que
usar artimañas para que vengan... Si mañana hay una reunión,
yo les digo que traigan su cédula que les van a pagar [el subsidio
escolar]. Entonces, se llena de personas una fila inmensa. Pero
si le digo que hay un problema con sus hijos, y entonces tienen
que hacer muchas cosas en la casa.” Es distinto si se habla del
desayuno: “Con el PAE real, hay seis madres que vienen 3 en la
mañana y 3 en la tarde.”

No obstante, para este profesor: “La migración no afecta los


estilos de aprendizajes. Todo depende de la enseñanza del maestro
en el centro y la aceptación que reciba. (…) Tengo un estudiante
que se fue a Bávaro y trabaja tres meses y gana dinero…y dijo
que no estudiaba más. El estuvo aquí ayer, pero le dije que ya no
había tiempo.”

En cuanto a los aportes que puedan hacer los estudiantes,


señala: “Algo nuevo ellos traen y se nutren… Los estudiantes
son los que más reciben.” Refiere también las actividades de
integración que se realizan en el aula: “En abril celebramos el día

80
TOMO II

panamericano. Y se le asigna a cada estudiante una nación. Yo


invito a personalidades, médicos, maestros, padres de familia, un
equipo de la Cruz Roja, trabaja con los estudiantes.”

En relación a cuáles cosas cambiarías de lo que actualmente


hace, pide: “Sería interesante reconocer la interculturalidad y la
diversidad en el aula. Nosotros hicimos una propuesta para que la
gente aprendiera la lengua pero la situación sigue igual. Trabajar la
diversidad nos lleva a plantearnos lo que entendemos por diversidad
y quiénes son los que son diversos. Hay planteamientos muy serios a
nivel de educación. Percibo una inquietud pero a la vez una retranca
sobre los que son diversos. La cultura haitiana se concibe como
inferior… eso no se puede mantener… ambas son ricas.”

“La presencia de los niños haitianos es una riqueza para las


escuelas pero Educación debe de dar un giro muy grande…
una política de Estado donde se tome más en cuenta esta
presencia. Todavía hay mucho camino por andar. Pienso que
hay instituciones que van haciendo su trabajo y ayuda pero hay
que buscar alternativas porque el tema de las migraciones es una
problemática mundial… es el grito del mundo. El mundo está
hablando. Se tiene que plantear.”

“Las políticas de gobierno tienen que plantearse el tema


migratorio, la interculturalidad y la diversidad. Y en este caso
cómo la conciben. ¿Hay respeto a la diversidad? Cómo trabajar la
diversidad entendida desde el impacto de las personas migrantes
dentro de país, manifestaciones religiosas… Hay una práctica y
una concepción que no se entiende.”

81
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

BREVES REFLEXIONES ANTES DE CONCLUIR

Si bien es cierto, como señala Úrsula Klesing-Rempel, que


“la temática de la interculturalidad en América Latina todavía
no dispone de un fundamento teórico definido”, ya que “aún
faltan elementos que orienten hacia una idea más precisa del
significado que tienen los conceptos de interculturalidad y
sociedad multicultural”13, no es menos cierto que se requiere abrir
los espacios de diálogo intercultural donde se haga posible la
construcción de estas perspectivas realmente interculturales. De
ahí la importancia que le otorgamos a la escuela en la dirección
de construir una reflexión crítica y autocrítica de nuestra
propia cultura y realidad, tomando como punto de partida los
cambios que nos plantean como desafío a la escuela los procesos
migratorios en la sociedad dominicana.

La presencia de la diversidad cultural a través del estudiantado


de las escuelas es un hecho cada vez más importante. Casi no
hay nadie que no la haya percibido a través de los medios de
comunicación, pero la experiencia directa por haber residido en
otra región o ser de otro país, como también la indirecta por
contar con algún familiar en otro país o región, siempre resulta
más significativa para el sujeto. Estas son experiencias en que
se pone en juego nuestra identidad cultural, social y nacional.
Esto pone de relieve el tema de la identidad como un elemento
importante en la formación de la persona.

También la realidad del país implica prestar atención a las


migraciones. Los cambios producidos por las migraciones son
hoy más que nunca importantes. ¿Cuántas familias no viven

13. Úrsula Klesing-Rempel, “Perspectivas de la interculturalidad y sociedad


multicultural”, La Piragua. Revista latinoamericana de educación y política, CEAAL,
No.15 (México), 1999, p.41.

82
TOMO II

hoy de las remesas de los emigrados? Estas forman el subsidio


directo más importante que reciben las familias de estratos
pobres y medios y, en menor medida, los pobres extremos. Con
estos recursos pueden reproducir su existencia a determinado
nivel y en algunos casos preparar el acumulado (una vivienda,
un negocio) necesario para el retorno de los emigrantes. La
experiencia en el exterior, sin embargo, representa un cambio
radical en el imaginario de los sectores que también tiene sus
implicaciones diferenciadas.

No obstante esas realidades que acabamos de señalar, la


cuestión de la identidad étnica, cultural, social y nacional, apenas
es trabajada en los primeros niveles de la educación básica de
una manera muy elemental, sin que vuelvan a retomarse los
problemas complejos que plantea la identidad en un mundo
globalizado, en los cursos más avanzados. Parece que el tema
de la identidad es cosa de niños y no de jóvenes y adultos.
Tienen razón, pues, los maestros y maestras cuando señalan
que el currículo es deficiente en lo que se refiere al tema de las
migraciones.

Las maestras y los maestros tienen también sus propias


historias migratorias. Podemos considerar que estas historias
bien pueden incidir directamente en el currículo “oculto” de
la escuela, ya que sus portadores son los mismos educadores.
Sobre todo, los maestros que han vivido en el exterior parecen
estar más sensibles y abiertos al tema.

Esto se refiere igualmente a la cuestión de la formación de


la ciudadanía. Lo que algunos autores han llamado educación
intercultural está unido a la formación de ciudadanía. En el caso
de los inmigrantes haitianos, ya lo hemos visto cómo se relaciona
con toda la cuestión de los derechos humanos, puesto que al
perpetuarse este inmigrante en condición de indocumentado
83
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

durante años y años, se facilita no solo la explotación sino el


que se le considere un paria dentro de la sociedad que lo admite.
Más grave es la situación de los indocumentados dominicanos
y domínico-haitianos (dominicanos de ascendencia haitiana),
grupos poblacionales que tienen en común el hecho de pertenecer
a los estratos más empobrecidos de la sociedad. Los primeros por
desconocimiento y descuido y, los segundos, por impedimento
de las autoridades, no consiguen obtener los documentos para
sus hijos y llegan a adultos sin que hayan sido registrados en
ninguna oficialía. Recientemente, el Libro Rosado creado por la
Junta Central Electoral quiere dar una respuesta a la situación,
aunque para muchos no parece ser la más adecuada por estar al
margen del ordenamiento constitucional dominicano.

Tomando en cuenta la compleja realidad de los procesos


migratorios y su impacto en la vida de las familias y las escuelas,
parece comprensible que se le preste atención no cualquiera
al tema. Eso sí, al hacerlo debe abordarse de manera integral,
tratando de que se vean sus diferentes aristas y que proporcionen a
la vez, medios para dinamizar las relaciones entre el estudiantado,
entre maestros y estudiantes, entre maestros y padres y mares,
entre escuela y comunidad en general.

Los criterios de elaboración de estas propuestas se pueden


resumir en los principales elementos expuestos arriba por
madres-padres, maestras-maestros y estudiantes. Estos acuerdan
mucha importancia a los componentes que contribuyen a la
“cohesión social”, a través de sus múltiples elementos, en los
que entran desde el reconocimiento de la diversidad cultural,
el sentido de pertenencia, la solidaridad social, así como el
ejercicio de la ciudadanía y el reconocimiento del estatus legal
de los ciudadanos.

Se trata antes que nada de que las escuelas puedan constituirse


84
TOMO II

en espacios de aprendizaje y de construcción de una ciudadanía


crítica, mediante el diálogo intercultural que involucra de forma
amplia a la comunidad educativa. Esta es, a nuestro entender,
la forma de asumir el reto que plantean hoy a la escuela los
procesos migratorios.

5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Las siguientes conclusiones son proposiciones, si no provi-


sorias, al menos incompletas. Nuestro intento pretende resu-
mir aquí algunos de los alcances más relevantes del estudio, en
la fase de elaboración en que se encuentra, y derivar de ellas
algunas propuestas de recomendaciones aplicables al currículo
escolar.

1. Las migraciones son un fenómeno social masivo que afecta


a muchas familias y a muchos estudiantes de nuestras escuelas.
Es, por tanto, un fenómeno relevante que salta a la vista en el
aula a través de la ropa, las costumbres, los gustos, la lengua
y otras influencias culturales. Pero también es notorio por los
cambios en el comportamiento, el rendimiento escolar y, a veces,
en el aspecto físico del alumnado.

2. La población estudiantil incluye tanto la afectada por


procesos migratorios internos como internacionales. Entre
estos últimos se cuentan no solo aquellos cuyos padres y
madres han emigrado al exterior en busca de trabajo y mejores
condiciones de vida, sino también aquellos que, igualmente en
busca de trabajo y mejor suerte, han llegado a nuestro país hace
muchos años o que han inmigrado recientemente. Un grupo
creciente de estos últimos que asiste a las escuelas públicas son
los inmigrantes haitianos cuantificados en el año 2007 en cerca
85
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

de 20,000 estudiantes. La mayoría está recibiendo una educación


de muy baja calidad en condiciones muy deficientes.14

3. Junto a dichos inmigrantes haitianos se halla un grupo más


significativo en número, pero también en términos de su condición
política, formado por descendientes de inmigrantes haitianos o
hijos y nietos de estos, documentados e indocumentados, cuya
condición nacional resulta imprecisa ante las autoridades de
la Junta Central Electoral, pues han resuelto registrarlos en el
llamado “Libro Rosado”. Todavía hay que agregar a estos dos
grupos, un tercer grupo que pertenece a los estratos más bajos
de la población de los barrios y las zonas rurales, el cual por vivir
en condiciones de marginalidad extrema, se ha descuidado por
tradición del registro de nacimiento de sus hijos e hijas, ya sea
por falta de orientación o porque no siente hasta mucho después
la necesidad de tener ese documento.

4. Abordar el tema de las migraciones de forma integral es hoy


por hoy una necesidad sentida en las escuelas. El modo como
el mismo se aborde puede conducir a una mayor articulación
escuela y comunidad, así como también a un mayor acercamiento
y colaboración con los madres, padres y tutores de los niños y las
14. Según la Encuesta socioedemográfica y sobre VIH/SIDA en los bateyes estatales de
la República Dominicana (realizada por CESDEM/ USAID / CERSS, entre el 31
de julio y el 8 de agosto de 2007), “el 25% de la población de seis años y más
de los bateyes carece de educación y un 61% tiene algún grado aprobado de
primaria”. La reseña periodística de Ubaldo Guzmán, refiere que “el 42% de
los niños entre 6 y 9 años no tiene educación”; asimismo, el analfabetismo para
la población de 10 años y más en los bateyes es de 30%, el triple de la media
nacional, siendo mayor en las familias con menores ingresos. Lo mismo sucede
en cuanto a las bajas tasas de asistencia y las tasas de repitencia en los primeros
grados de primaria. En relación a las actas de nacimiento, “el 22% de la
población de los bateyes no posee el acta de nacimiento. Alcanza el 48% de los
niños de 0 a 4 años y el 30% de 5 a 9 años”, frente al promedio nacional de un
5%. U. Guzmán Molina, “25% habitantes bateyes carece de educación, según
estudio”, Hoy, edición del 10 de agosto de 2008.

86
TOMO II

niñas que asisten a la escuela. Esta colaboración debe centrarse


en torno a la experiencia del estudiante, desde la familia a la que
pertenece, pero el acercamiento debe hacerse de modo más
general a la experiencia de la escuela donde también cada familia,
a través del representante que escoja, asume responsabilidades.
Las familias, como hemos dicho más arriba, han sido afectadas
ellas mismas como resultado de los procesos migratorios; en tal
sentido, la escuela puede trazarse una estrategia de acercamiento
y colaboración con ellas, que incluya la consideración del tema de
las migraciones, aunque no únicamente, sino como un punto de
entrada para trabajar los derechos sociales y políticos incluidos
en los procesos de formación ciudadana.

5. Los procesos y experiencias migratorios se viven de diferentes


maneras en los ámbitos que han sido objeto de exploración en
el presente estudio. En relación a los inmigrantes haitianos en la
ciudad capital se vive una situación que puede describirse como
de “indiferencia activa”, se habla de “ellos que están allá” en el
mismo barrio o, como lo expresa certeramente Franc Báez, se
trata de “vecinos y extraños”. En cambio, la situación de los
bateyes es completamente diferente: “aquí no hay extranjeros”,
decía una de las maestras entrevistadas. La comunidad está
fuertemente unida, pese a las diferencias interétnicas que las
personas mismas reconocen tener. La convivencia es cotidiana
y entre prójimos, aunque las diferencias son remarcadas desde
afuera también cotidianamente. Por fin, en el ambiente fronterizo
las cosas tienen otro cariz. Allí las relaciones interétnicas parecen
estar más expuestas a las variabilidad de las tensiones políticas,
pese a que en lo primordial se vive un espíritu de tolerancia y
comprensión, propias del intercambio comercial entra ambas
naciones que caracteriza la provincia de Dajabón.

6. Lo que algunos maestros y maestras entrevistados


describen como “una inquietud” en torno a las migraciones
87
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

y sus repercusiones en la escuela, no debe disiparse en el aire,


sino más bien traducirse en acciones concretas. De esta forma,
resulta pertinente el esfuerzo educativo de la escuela binacional
“San Martín de Porres” y otras de la zona fronteriza, en la ciudad
de Dajabón y el municipio de Partido de la misma Provincia.
Tomando en consideración las diversas situaciones que convergen
en los procesos migratorios señalados en este estudio, han de
esbozarse programas de intervención y estrategias didácticas que
permitan iniciar un tratamiento adecuado del tema en las escuelas,
para abrirlas a la experiencia del diálogo intercultural, como
método para la construcción de experiencias de una ciudadanía
democrática abierta a lo diferente, sin sentir superioridad ni
inferioridad, sino enriquecerse por medio y gracias a la diversidad
humana.

En referencia a estas conclusiones, queremos hacer las siguientes


recomendaciones desde la óptica educativa. Ya la Conferencia
de El Cairo15 (1994) llamaba la atención sobre la necesidad de
integrar los problemas de la población a la educación formal con
las siguientes palabras:

“la migración generalizada, los traslados forzados de población


provocados por conflictos violentos y guerras, la urbanización, la
pobreza, los desastres naturales y otras causas de desplazamiento
han provocado mayores tensiones en la familia porque a menudo
ya no se dispone de la asistencia de la red de apoyo que era la
familia ampliada” (Capítulo V. La familia, sus funciones, derechos,
composición y estructura, 5.1)

“El aumento de la emigración laboral y los movimientos de


refugiados son otras fuentes de tensión y desintegración familiar
15. Organización de las Naciones Unidas (ONU), Informe de la Conferencia
Internacional sobre la Población y el Desarrollo. Resoluciones aprobadas, El Cairo, 5 a 13
de septiembre de 1994. Documento en línea: http: //www.derechos.org/ddhh/
mujer/cairo.html.

88
TOMO II

que han contribuido a aumentar las responsabilidades con que


se enfrentan las mujeres. En muchos medios urbanos, millones
de niños y jóvenes quedan abandonados a sus propios medios al
romperse los vínculos familiares, por lo que cada vez están más
expuestos a riesgos como el abandono de la escuela, la explotación
laboral, la explotación sexual, los embarazos no deseados y las
enfermedades de transmisión sexual.”16

En ese marco general y tomando en cuenta otros estudios


sobre la pobreza, la desigualdad y el poder hechos recientemente
en nuestro país, se recomienda:

1. Trazar estrategias para la educación a partir procesos que


formen para una ciudadanía intercultural desde el espacio
de la escuela. Estos deben plantearse en una perspectiva
amplia de las relaciones interétnicas y de género, que son
las principales afectadas por los procesos migratorios,
con vistas a disminuir las causas de la desigualdad y de
las diferencias basadas en la discriminación y el prejuicio.
De esta forma, se contribuirá a la creación de una cultura
crítica y solidaria, que pueda hacer de la educación un
factor de desarrollo humano y del diálogo intercultural,
abierto a la construcción de un futuro de paz y justicia.
2. Se trata de acciones concretas, verificables, de interacción
de los estudiantes con sus respectivas comunidades,
siendo mediados por maestros y maestras a través de
dispositivos curriculares o co-curriculares, que cuenten
con la participación de los miembros de la comunidad,
especialmente de padres, madres y tutores. Comenzando
por el conocimiento compartido (incluido de las
experiencias migratorias), su tratamiento en el aula y la
adecuación de enfoques para relacionar ese conocimiento
16. Ídem, Párrafo 5.7.

89
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

con los conocimientos acumulados que están presentes


en la enseñanza. Dichas estrategias podrían encaminarse
a resolver los problemas cotidianos de la escuela y la
comunidad sobre la base de los consensos y el diálogo,
como ejercicio para la formación de una ciudadanía
intercultural. Las experiencias concretas deberán
sistematizarse para que se conviertan en contribuciones
específicas de la reflexión latinoamericana al respecto.
(Los criterios básicos para esas estrategias están siendo
desarrollados en el presente estudio).
3. Las condiciones de extrema pobreza y marginalidad,
que afectan a nacionales y extranjeros en los bateyes y
focos de miseria extrema en barrios populares, deben
ser compensados por medio de programas específicos
(focalizados) para estas poblaciones, coordinados con
las escuelas, que incluyan no sólo intervenciones para
subsidio de vivienda y alimentación, sino, además, planes
de investigación, registro tardío y conmutación de penas o
incluso amnistía para los que hayan incurrido en multas (o
acumulación de multas) por falta de declaración a tiempo
(hasta 90 días después) del nacimiento de sus vástagos.

90
POINTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA
MADRE Y MAESTRA
RECINTO SANTIAGO DE LOS CABALLEROS

INVESTIGACIÓN DE NIÑOS INMIGRANTES


HAITIANOS EN ESCUELAS DE LAS PROVINCIAS
DE SANTIAGO, DAJABÓN Y PUERTO PLATA

Investigadores:
LILIAM GARCÍA DE BRENS
Y VICTOR BRENS

91
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

92
Introducción

La escuela dominicana está sujeta a una serie de situaciones


relacionadas con la dinámica cambiante del contexto social del
país. Uno de los aspectos en el escenario educativo es la diversi-
dad cultural en las aulas con la presencia de alumnos inmigrantes
haitianos. La investigación realizada en este marco, se propuso
estudiar la integración escolar de los niños haitianos que residen en
comunidades urbanas de las provincias de Santiago, Puerto Plata
y Dajabón. La base metodológica integra el enfoque cuantitativo
y el cualitativo, empleándose diversas técnicas de recolección
de datos, tales como la etnografía, la entrevista colectiva y el
cuestionario. Los informantes se escogieron entre los alumnos
haitianos y dominicanos, los maestros, los directores de escuelas,
los directores de distritos y los directores regionales del Sistema
Educativo Dominicano. El análisis de la información se basó
en los métodos estadísticos, el uso del porciento y la media. Los
resultados principales destacan el interés y actitud positiva de los
docentes hacia la inclusión de esta población, proceso que resulta
difícil por la falta de coherencia de los actores educativos sobre
las normativas institucionales y la carencia en la escuela de un
sistema que ofrezca informaciones precisas y confiables sobre
esta problemática.

En esta investigación se evidencia que las situaciones asociadas


a la exclusión educativa afectan tanto a los niños haitianos como

93
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

a los dominicanos. Cobertura, repitencia, sobriedad, integración


familiar y anomalías en la documentación requerida para formalizar
el estatus del estudiante, aparecen como las causas más evidentes
de la exclusión de los niños de ambos grupos. Hay similitudes
respecto a características etéreas, en cuanto al rendimiento esco-
lar y en cuanto a la aceptación intercultural que se observa en la
escuela.

94
La presencia de niños haitianos en escuelas dominicanas es un
acontecimiento familiar en la zona de incidencia de este estudio.
Lo que preocupa, como tema de investigación, no es la ocurrencia
de este hecho, que es normal en un contexto donde la migratoria
de grupos foráneos es notoria. Lo que inquieta es la sospecha
de que no estén todos los niños que debían estar en las aulas y
que el riesgo de esta ausencia sea indiferente para la convivencia
de los habitantes de un mismo territorio. De esta manera, en el
relato sistemático de los informantes consultados, se refleja un
desconcierto, una nebulosa que hace difícil captar los límites de
este tema. Por un lado, se piden controles legales, por el otro se
apela a consideraciones humanitarias.

Los docentes tienen diferentes opiniones sobre las normas para


el ingreso y permanencia del alumno haitiano en las aulas, pero
todos están de acuerdo en cuanto a que el Estado Dominicano
realiza una cuantiosa inversión en la educación de la población
infantil haitiana que habita en este territorio. Este asunto pasa
inadvertido y no es sujeto a regulación o planificación alguna que
pudiese hacer más eficiente la inversión social en el ámbito de la
inclusión escolar de este grupo de alumnos. Un argumento de con-
senso se refiere a que la inclusión escolar debe supeditarse al tema
jurídico y legal sobre la definición de la nacionalidad de los niños
de padres haitianos que nacen en territorio dominicano, ya que
la principal discriminación la padece este sector. En los hallazgos
de este estudio se advierte una convivencia escolar positiva entre
alumnos de ambos países. Los docentes aprecian la disciplina de
este tipo de alumno y la atención que los padres haitianos prestan

95
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

a la dinámica de la escuela. La exclusión se manifiesta en opinión


de los informantes, en la cobertura y la deserción. Aunque no hay
registro de la cantidad, por la falta de documentación que valide el
derecho a su escolaridad, muchos niños no tienen la posibilidad
de ingresar al sistema y cuando lo hacen, la permanencia es muy
fortuita debido a la movilidad de la población haitiana emigran-
te, a la pobreza que empuja al trabajo infantil y a dificultades de
orden institucional.

El propósito de la inclusión es contrarrestar la discriminación,


facilitar mediante la cultura el entendimiento y bien vivir entre
todos los sectores y elevar los niveles de la igualdad social con-
tribuyendo a la equidad. Con este estudio se pretende contribuir
a esclarecer la situación real de parte de los actores educativos,
quienes manejan el día a día de la cotidianidad de las aulas. En este
sentido, los datos recopilados aportan elementos para encontrar
respuestas y focalizar la actuación pedagógica más acorde con la
justicia social y la eficacia del aprendizaje colectivo. Se recogen
informaciones que sirven de base para estudios posteriores de
mayor amplitud como aporte para el fortalecimiento de las insti-
tuciones, sobre todo de la escuela dominicana.

El estudio se divide en dos aspectos, indagación secundaria


de fuentes documentales y primarias de campo. Iniciándose la
primera en agosto 2007 y la segunda en octubre 2008, ambos
aspectos concluyeron en mayo 2008. Los objetivos que guiaron
el desarrollo de la pesquisa se encaminaron a conocer la forma en
que se lleva a cabo el proceso de ingreso de los niños haitianos en
las escuelas urbanas de las provincias de Santiago, Puerto Plata y
Dajabón; así como también apreciar si se evaden los requerimien-
tos legales para el ingreso a las escuelas, cuantificar la cantidad de
niños haitianos inscritos y su situación escolar en comparación
con los niños dominicanos y ponderar las actitudes y prácticas de
los docentes con relación a ambos grupos.
96
TOMO II

Múltiples interrogantes esperan respuestas en este marco, lo cual


indica que se abre un campo de posibilidades para este tipo de
estudio que fundamentan las políticas que pautan las inversiones
en el campo social y, especialmente, el ámbito educativo. Atender
problemas y situaciones que son consecuencia de un hecho social
como el de las migraciones, contribuye a focalizar y aprovechar
mejor los recursos destinados a educación. Es un reto para los
ciudadanos incrementar la eficiencia del sistema, en actitud con-
ciliatoria pero siempre firmes en defensa de la identidad cultural
y normativas legales y sociales.

En términos de las hipótesis de esta investigación, las conclu-


siones se organizan para:
• Demostrar la significativa presencia cuantitativa de es-
colares haitianos en nuestro país, tomando de referencia las
escuelas urbanas de las provincias de Santiago, Puerto Plata
y Dajabón.
• Establecer los mecanismos que permitan el manejo con-
veniente de una situación educativa inclusiva, para que se tome
en cuenta en los currículos de las carreras de pedagogía.
• Motivar a los legisladores y autoridades educativas a que
revisen la legislación vigente en la materia para adaptarla a los
requerimientos de la situación actual.
• Deslindar científicamente lo que solo es rumor de lo que
tiene un basamento objetivo, en términos de la presencia de
niños haitianos que residen en nuestro país y acuden a las
escuelas.

MIGRACIÓN HAITIANA Y EXCLUSIÓN EDUCATIVA

La frontera domínico haitiana es extensa, tiene 360 kilómetros,


de modo que es difícil de manejar en cuanto al control migrato-
rio. Se estima que cada año cruzan miles de haitianos en busca
de mejores condiciones de vida. Esta migración tiene diferentes
97
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

motivos, el económico fue el prioritario durante mucho tiempo


(Baud, 1993), en la actualidad se añade el educativo y el político.
Esta migración tiene diferentes formas, temporal, permanente y
también de tránsito.

La dinámica del intercambio migratorio desafía el discurso po-


lítico y la actitud etnicista que ha tratado de marcar la nacionalidad
e independencia, la identidad cultural y el control sobre la pobla-
ción de las dos naciones (Vega, 1993; Baud, 1993). De manera
que mientras para el dominicano deja de existir un motivo para
incursionar en territorio haitiano, para este último ha aparecido
un nuevo motivo como lo es la educación. De tal suerte que en
las escuelas dominicanas lindantes con la frontera, la presencia de
niños haitianos es evidente, situación que se extiende a los polos
más atractivos en la zona norte, como es el caso de las provincias
de Santiago y Puerto Plata. En el difícil control del acceso del
niño haitiano a la escuela, aparte de lo reñido con los derechos
humanos y nuestra propia Constitución, están las razones sociales
de raíz histórica. El maestro consultado afirma que por razones
de humanidad no puede dejar sin inscripción a un niño haitiano
y transgrede las difusas órdenes, promoviendo en la comunidad
que algún bienhechor declare al alumno sin “papeles” para que
no se quede fuera del sistema y, aun declarándolo como hijo pro-
pio (Testimonios orales, 2007). Como expresa Baud (1993:14)
“Se originó una sociedad fronteriza fuera de control de los dos
Estados, la cual seguía su propia lógica y obedecía a su dinámica
interna”.

Desde la perspectiva de la Educación para Todos en el 2015, el


informe de la UNESCO (2007) establece paridad entre el tráfico
infantil, y lo considera entre las perores formas de trabajo infantil
y la exclusión educativa, sobre todo en niños que pertenecen a las
minorías más vulnerables en la Región. De esta manera se entiende
que la diversidad de la población escolar es un reto para alcanzar
98
TOMO II

esa meta, tomando en cuenta que se aspira a conseguir, al mismo


tiempo que todos los niños y jóvenes, sea cual sea su medio social
de procedencia, puedan tener acceso a una educación de calidad,
con el propósito de, por lo menos, universalizar la educación
básica, tema de la inclusión. Pero uno de los obstáculos, según
la UNESCO (2007) para lograr esta meta, es el desafío ante el
problema del trabajo infantil y sus peores formas. El tráfico de
niños haitianos es una situación que converge en la exclusión en
el sistema escolar de este grupo. De acuerdo a una investigación
desarrollada en las ciudades de Plaisante y Pilate (UNICEF, 2001-
2002): “…de 2 mil a 2.5 mil niños del Norte de Haití, cruzan la
frontera anualmente”.

Aparentemente la mendicidad que es notaria en este grupo, se


realiza en zonas urbanas aledañas o cercanas a la frontera y se trata
de niños de 5 a 12 años de edad. Aparte de mendigar en las calles,
afirma la investigación citada (UNICEF, 2001) que las niñas en
edades de 7 y 12 años “…trabajan como domésticas en familias
dominicanas o haitianas que viven en la República Dominicana”
y los niños, entre 5 y 12 años, “... trabajan lustrando zapatos”.
Los niños mayores pueden entrar al área de la construcción, al
comercio de las calles o a empresas agrícolas.

Una de las repercusiones del trabajo infantil es el ausentismo


escolar. Según Informe UNESCO (2007), todavía hay en el mundo
218 millones de niños que trabajan y que, por lo tanto, ven merma-
das sus posibilidades de educación. Se hace difícil la aplicación de
las leyes que en los países regulan este asunto, cuando la pobreza
es el factor determinante para que los niños trabajen. En inves-
tigación realizada por OITE/PUCMM (2006:15), se menciona
que el trabajo infantil en sus perores formas, con su correlato de
exclusión educativa también tiene otro problema preocupante. Se
trata de las conductas disfuncionales que pueden acarrear, como
es la delincuencia. Sobre el tema de las peores formas de trabajo
99
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

infantil se han realizado varias investigaciones en el país conside-


radas en la fuente que citamos (OITE/PUCMM, 2006: 21).

Aunque la legislación de la República Dominicana no prohíbe a


los niños indocumentados asistir a clases, en la práctica a muchos se
les ha impedido de forma rutinaria la escolaridad por este motivo,
a pesar de los esfuerzos de las autoridades. El Director Regional
de Educación en la Zona Norte, Pedro Diep, (Clave Digital, 2007)
impartió instrucciones a los profesores de los centros educativos
públicos y privados para que en el año escolar, que iniciaba en
agosto 2007, admitan a los niños haitianos sin importar si nacie-
ron en República Dominicana o en Haití. El presidente Hipólito
Mejía (2000-2004) dispuso en 2001 que todos los niños domini-
canos de ascendencia haitiana asistieran a las escuelas aunque no
tengan partidas de nacimiento. Sin embargo, la propuesta recibió
críticas de varios sectores, que la consideraron “un peligro para la
nacionalidad dominicana”.

El 1 de julio de 2001, la Vicepresidenta y Secretaria de Estado


de Educación, Milagros Ortiz Bosch, anunció que en las escuelas
ya no se exigiría a los alumnos la presentación de papeles de ma-
ternidad (Human Rights Watch, 2002), esto así porque también
en muchas escuelas se exigía, y aún se exige en algunas, este papel
como evidencia de que nacieron en territorio dominicano. Nacidos
en la República Dominicana, como afirma Ferguson (2003) estos
niños viven en estado de ilegalidad permanente y no son ciudada-
nos de ningún país. Los trabajadores de la caña con frecuencia no
registran los nacimientos debido a la pesada burocracia, el difícil
transporte y la ignorancia sobre la importancia de los documentos
(Wcker,1999). En entrevista etnográfica en la Zona Norte del
país, en algunos bateyes visitados, se ha verificado esta realidad.
De manera que, como expresa Ferguson, (2003), sin pruebas de
identidad, estos niños tienen acceso reducido a educación y salud.
Por otra parte, la haitiana en territorio dominicano es una inmi-
100
TOMO II

gración extremadamente pobre, los adultos tienen bajo nivel de


escolaridad y son personas carecen de documentos de identidad
puesto que el flujo migratorio se produce básicamente de manera
ilegal. (Etnografía, Proyecto GDT, PUCMM/2002-2006) Suele
suceder que el primero en venir sea el padre y una vez asentado en
un lugar trae consigo a su familia. Sin embargo, en estos casos la
pobreza conlleva que los niños tengan también que salir a trabajan
para ayudar a la familia, con el consiguiente descuido o abandono
de la escuela si han logrado ingresar a esta institución.

Read Vittini (2007:74) en su anecdótico libro Trujillo de Cerca,


estima que para 1937 había una “cantidad de familias mixtas, cuyos
descendientes eran denominados arrayanos”. El problema es que
los hijos de estas uniones, aunque nacidos en República Domi-
nicana, dice el autor, son considerados ciudadanos haitianos por
concepto de la Legislación de aquel país. Ferguson (2003) afirma
que los emigrantes haitianos son una carga para los servicios de
salud y educación. En el 2002, el gobierno dominicano pasó una
legislación que previene a extranjeros ilegales el uso de servicios
del Estado, aparte de emergencias de salud. Pero el asunto para
fines de la escuela es definir quiénes son haitianos, teniendo de
frente la realidad de la legislación citada, más prejuicios y percep-
ciones de los dominicanos. Para la admisión de un niño haitiano
a la escuela, la Ley General de Educación 66’97, en el Titulo I de
las Consideraciones Generales, Capítulo I, Del Objeto y Alcance
de la Ley y en el Capítulo II, Principios y Fines de la Educación
Dominicana, establece que en ningún caso las leyes y reglamen-
taciones que rigen la escuela dominicana admiten interpretaciones
de exclusión a personas por concepto de raza o nacionalidad.
Para enfatizar la ausencia de exclusión en las normativas escritas,
especifica el Reglamento Orgánico de las Instituciones Educativas
Públicas, Ley 66’97, Capítulo IX derechos y deberes de los estu-
diantes, acápite 30.2.- que se debe exhibir un comportamiento
sin discriminación racial o sexista, esto aplica tanto a los docentes
101
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

como a los estudiantes. La inclusión escolar de los migrantes en-


cuentra apoyo también en la declaración universal de los derechos
humanos, (ONU, 1948) Entre los derechos sociales están los de
la educación, como expresa Ceballos ( 2003:13-17).

Según el informe de la UNESCO (2007), los niños de minorías


étnicas tienen menos posibilidades de ingresar en la escuela primaria
y más riesgo de repetir curso cuando están escolarizados. La inclu-
sión educativa demanda reducir las disparidades entre las etnias. Los
datos acopiados en diez países de América Latina muestran que, en
lo referente al nivel de estudios alcanzados, las disparidades eran más
acusadas por este motivo que las disparidades debidas al sexo o el
lugar de domicilio. La lengua de enseñanza también desempeña un
importante papel en este sentido, segun el estudio citado (UNES-
CO, 2007) Estas conclusiones aplican a la situación de los niños
inmigrantes haitianos en territorio dominicano, sobre todo aquellos
que recién llegados no dominan el idioma español.

Los directores de distritos entrevistados a propósito de esta


investigación (9 de octubre 2007), opinan que en el contexto
de las escuelas de la zona de Dajabón y municipios aledaños, se
comparten los recursos destinados a los escolares carenciados con
incontables niños haitianos que, aún no inscritos en el plantel,
se las ingenian para venir a disfrutar del desayuno escolar; o que
inscritos y beneficiados de la repartición de libros y uniformes,
al poco tiempo abandonan la escuela. Esta es otra faceta del
problema de la inclusión. Hoy los niños que asisten a las escuelas
esporádicamente por la movilidad de las familias que transitan por
períodos laborales y aquellos que no asisten a los centros escolares
porque los padres indocumentados no los envían por temor a que
ellos sean rastreados y deportados. Esta situación de la movilidad,
opinan los informantes, se verifica por la deserción después de
dos o tres meses de iniciadas las clases en agosto y luego de las
vacaciones de Navidad.
102
TOMO II

Retomando el aspecto histórico, encontramos que después de


unas relaciones más o menos cordiales entre haitianos y dominicanos,
más tarde estas cambiaron con la dinámica de trabajo que introdujo
la economía de la caña de azúcar y la ocupación norteamericana en
1915. Desde esa época, el reclutamiento de miles de haitianos que
eran trasladados a República Dominicana para el corte, constituyó la
mayor fuerza laboral en la economía azucarera (Baud, 1993: 21-22).
Estos obreros vivieron desde el principio en aislamiento dentro de
la sociedad dominicana”(Baud, 1993:22) El área doméstica era otra
ocupación para estas personas, así como también el oficio de buho-
neros en los mercados rurales y urbanos (Baud, 1993:22). Los hijos
de estas gentes se pasaban el día merodeando por los alrededores,
sin escolaridad corrieron peor suerte que sus progenitores. Estos
antecedentes vienen al caso, como expresa Maesschalck (1994:18-
19), ya que un hecho social hay que considerarlo en su marco, en su
“historización”, de lo contrario “no tendría sentido sino se inscribe
en su historia y en las condiciones materiales de existencia”. La
discriminación como causa de la exclusión educativa del haitiano,
citando a Maeschalck (1994) “toma consistencia como etapa histó-
rica en un proceso social de afirmación cultural y política de grupos
excluidos de las decisiones concernientes a su propio destino”. El
aspecto histórico de las relaciones sociales del haitiano en territorio
dominicano, devela que la exclusión escolar no es un hecho aislado,
sino el resultado de un proceso donde entran en juego prejuicios
y subjetividades), es el producto del “encuentro de una situación
concreta con su memoria y sus aspiraciones, sus fuerzas actuales,
así como sus debilidades” (Maesschalck,1994:19).

La migración haitiana en territorio dominicano provee bá-


sicamente mano de obra, codiciada por los empleadores que
encuentran en este grupo un recurso más económico y de mayor
disponibilidad. Si esta situación persiste, la escuela dominicana,
sobre todo en el sector público a que acude el grueso de esta
población, tendrá que tomar en cuenta lo que ocurre en otros
103
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

países con poblaciones infantiles de lenguas diferentes. Una de


las preocupaciones de los maestros es el asunto del idioma, no
tanto porque sea necesario para impartir la enseñanza, sino para
manejar los demás aspectos que componen el currículo escolar.
En estos casos, la UNESCO (2007) pone de ejemplo lo que
ocurre en Guatemala y México donde han mejorado los resul-
tados escolares de los niños pertenecientes a las comunidades
indígenas, no sólo por el asunto del idioma sino también porque
estos programas exigen la producción de material pedagógico
en las distintas lenguas vernáculas y una formación especial de
los docentes. Menciona también esta fuente las dificultades con
que tropiezan los niños de comunidades nómadas, que también
podrían aplicarse a los haitianos por la movilidad a que están
sujetos. Los escollos con que tropiezan estos escolares se han
resuelto en algunos países, como el caso de Mongolia y Etiopía,
proporcionando a las escuelas instalaciones para el alojamiento e
internado de los alumnos. Otro ejemplo que trae a colación esta
fuente (UNESCO, 2007), es la estrategia implementada por los
gobiernos en Europa Central y Oriental que en las escuelas han
logrado superar la discriminación a que eran vulnerables los gita-
nos a través de compensaciones e “incentivos financieros para las
escuelas y los educandos y la designación de mediadores escolares
para ayudar a los niños y sus familias”. Aunque no todos los casos
son iguales y posiblemente en la República Dominicana sea difícil
implementar ciertas estrategias, es un referente a tomar en cuenta
la manera como se trabaja el tema de la inclusión educativa en
otros países, cuando el asunto étnico está de por medio.

La exclusión de los niños inmigrantes haitianos en la Repúbli-


ca Dominicana no solo se relaciona con la manera en que son
tratados en el ámbito escolar, sino que esta situación tiene mayor
repercusión como un hecho social. Según un artículo aparecido en
Gramma (2005), pese a la labor de entidades privadas y estatales de
protección infantil, los niños haitianos en este país carecen del be-
104
TOMO II

neficio de esos programas, refiriéndose a la protección que dichas


entidades brindan. Estos niños, sigue diciendo la fuente, trabajan
como adultos y habitan en casas abandonadas o en construcción.
Semejante opinión que tienen diversos promotores comunitarios
que laboran por la solidaridad y el servicio para los refugiados y
migrantes haitianos en la frontera (Martínez, 2007; entrevista) lo
más grave según los informantes, es que las instituciones para
ayudar y rescatar a niños sin amparo legal ni social, no incluyen a
los pequeños inmigrantes en sus planes de asistencia. A los haitia-
nos “no los tienen en cuenta porque no están identificados como
gente”, refiriéndose a que carecen de la documentación pertinente
que acredite su permanencia en el país.

Hay entidades que en la actualidad trabajan en este marco de


protección a los inmigrantes haitianos. Hay escuelas para haitianos,
en idioma creol, que funcionan en algunos bateyes de la provincia
de Puerto Plata, patrocinadas por entidades sociales y religiosas
preocupadas por la situación. Corresponde a las Regionales de
Educación analizar el tipo de programas educativos que estas
entidades llevan a cabo y si cuentan con el aval de las instancias
que norman la educación en el territorio dominicano (Etnografía,
Bateyes Monte Llano, 2007).

El asunto de la nacionalidad es un tema vertebral en el mar-


co de la inclusión del haitiano en la escuela dominicana. Baud
(1993:24) expresa que “La constitución dominicana consideraba
ciudadanos a todos los niños nacidos en suelo dominicano, pero
cuando se trataba de niños haitianos de padres haitianos se apli-
caba otro criterio”. Los rasgos distintivos más importantes para
diferenciar la dominicanidad frente a la haitianidad son la lengua
y el color de la piel, pero lo es más el contexto social, la pobreza
es suficiente para disminuir su valía (Baud 1993:24). A pesar de
las disputas y desacuerdo con relación a los derechos que puedan
otorgársele a los haitianos por residir en territorio dominicano,
105
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

en la escuela de la frontera, según testimonio de los informantes


de esta investigación (2007-2008), la convivencia entre escolares
haitianos y dominicanos se deja sentir, como también afirma Read
Vittini (2007:73) en “…las costumbres, los valores, la lengua y el
sentido nacional de los habitantes de la zona fronteriza”. Coinciden
las afirmaciones del autor citado (Read Vittini, 2007) con las ase-
veraciones de los maestros entrevistados (Regional de educación
013, 2007-2007): prácticas y nombres se habían haitianizado y
arraigado en las costumbres. Estos eventos no son acontecimien-
tos del pasado, como atestiguan los informantes de la Regional
consultados, hay vocablos castellanos que se van sustituyendo por
vocablos del creol en comunidades fronterizas y, afirman, que se
trata de un “sincretismo lingüístico”. Estos docentes se percatan
de que algunas costumbres van cambiando y se introducen usos
que no eran propios de los dominicanos.

En cuanto al perfil del alumno haitiano, cunde la opinión de que


este es un estudiante que se adapta bien a la escuela, es inteligente y
disciplinado. Sin embargo, con base a las informaciones objetivas
recogidas en la investigación, en los aspectos escolares, no existe
diferencia entre alumnos haitianos y dominicanos. Maesschalck
(1994) habla de la “la inteligencia de la astucia” refiriéndose a
la cultura haitiana. Read Vittini por su parte (2007:74-75) dice
con relación a la población haitiana de la frontera con la cual le
tocó relacionarse mientras era Agente Cultural, que pudo apre-
ciar que era gente de “aguda inteligencia, astuta capacidad y fina
percepción de las cosas, aguzadas por las dificultades de la vida
desamparada, abandonada a la propia habilidad y a una tortuosa
lucha por la supervivencia. La mayoría de los adultos era bilingüe,
pues hablaban fluidamente el creole y sorprendentemente bien un
español puro, casi castizo, de los más claros y correctos que había
oído en el país, con excepción del que se hablaba en Azua”. Los
informantes (Docentes Regionales 8,11 y 13-04,05,06, 2007) de
esta investigación comentan que el alumno haitiano destaca por
106
TOMO II

su dedicación a las labores escolares y que es buen estudiante.


En términos generales este alumno es cortes, aunque distante,
retraído y callado. Generalmente aislado se mantiene apartado
de los compañeros dominicanos, y de los otros haitianos busca
la protección cuando se encuentra en problemas. En conversa-
ciones con alumnos dominicanos (Escuelas Regionales 8,11 y 13
2007-2008), estos afirman que se llevan bien con los compañeros
haitianos pero que estos se agrupan entre sí y hablan creol en el
recreo con lo cual marginan a los dominicanos; algunos piensan
que se comunican entre sí mediante su idioma y, de esta forma, se
ríen y burlan solapadamente de sus compañeros dominicanos.

Afirma Castillo Esquea (2006) que aunque no hay estadísticas


confiables, se habla de un millón de haitianos en territorio domi-
nicano. Con frecuencia se escucha de casos de haitianos vincula-
dos con hechos delictivos y algunos participan en bandas que se
ocupan del crimen organizado (De Brens, 2009). En los centros de
reclusión de adolescentes hay casos de haitianos relacionados con
delitos como violación y drogas. Pero los más trabajan en labores
agrícolas, en la construcción y algunos, sobre todo mujeres y niños,
se dedican a la mendicidad. Viven recluidos en edificios en cons-
trucción o duermen en parques. En labores agrícolas se acumulan
en ranchos de conuco. También están aquellos inmigrantes que
vienen al país por razones de estudios superiores, en este caso es
usual que en grupos vivan en apartamentos de alquiler. Según datos
aportados por la OIM, los estimados para el 2005 de la inmigración
haitiana en dominicana era de unos 500,000 aproximadamente
y los haitianos nacidos en este país unos 500,000. De allí que se
habla de un millón de inmigrantes haitianos que, en su mayoría,
comparte la pobreza de los marginados de la República Domi-
nicana. El estimado para los bateyes es de un 65% de población
haitiana, según esta fuente citada. La concentración de haitianos
es mayor en los poblados y campos de la franja fronteriza, sobre
todo en la región noroeste del país. Narra Grimaldi (2007) con
107
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

relación a una entrevista realizada a César Herrera, que en 1937


en un recorrido por la frontera realizado por Trujillo, refirió el
propio Jefe que “de lado y lado, y en lo que se llamaba la línea
dominicana, lo que había eran haitianos, haitianos, haitianos, hai-
tianos en todas partes. No veía dominicanos sino haitianos”. En
este misma sentido, Grimaldi continúa recogiendo lo expresado
por Herrera, que en el pueblo de Restauración, “el censo de 1935
arrojaba 16,500 habitantes”, mientras que en el “censo de 1940,
después de la matanza de los haitianos…, tenían 1,500 habitantes
nada más. ¿Qué pasó ahí? Puede ser que muchos dominicanos
abandonaran el sitio o puede ser que la mayoría de los pobladores
de Restauración fueran haitianos”. Los maestros entrevistados para
esta investigación afirman que la mayor concentración de haitianos
está en la zona rural de los municipios de la provincia de Dajabón.
Se estima que en la actualidad en la República Dominicana vive
alrededor de un millón de haitianos, en su mayoría indocumenta-
dos que trabajan principalmente en la zafra de la caña de azúcar
y en la construcción (SEE,2007; Clave Digital 2007).

El batey es el lugar de mayor concentración de haitianos, allí


la vida es difícil, duras las condiciones de trabajo, precarias las
viviendas, falta de agua, goteras, mosquitos, malaria...(Griffin
1995). Castillo Esquea (2006) afirma que las condiciones que
afectan a los inmigrantes haitianos son precursoras de problemas
para los dominicanos, como son la pobreza, la baja escolaridad,
la cultura de violencia, la frustración de la población, y la margi-
nalidad. Read Vittini (2007: 98), refiriendo las condiciones de vida
en tiempo del dictador Trujillo, dice que en “las plantaciones y
factorías azucareras, los peones y empleados vivían en bateyes, en
barracones comunes, destartalados y sucios, en donde, como en el
campo, los niños andaban corrientemente desnudos y la mayoría
de la gente descalza. Se hacían las necesidades en el campo, en
el monte, como se decía, o en letrinas comunes pestilentes. En
algunos casos funcionaba una bomba de agua manejada manual-
108
TOMO II

mente o con un molino de viento, que proporcionaba el agua al


través de una o dos plumas colectivas”. Actualmente, la vida en
el batey no ha cambiado mucho a como se describe en el pasado
(Visita de terreno y entrevistas a testigos clave realizadas para
esta investigación, 2008). Tres características principales se unen a
la inmigración haitiana y dificultan la inclusión educativa: pobreza,
falta de educación y tendencia a la delincuencia. Castillo Esquea
(2006) considera que la inmigración desordenada, galopante y fur-
tiva constituye o construye “una clase profundamente desventajada
y afectada por una extrema exclusión socioeconómica y política”.
En estas condiciones hay duda de que los inmigrantes logren una
“adaptación adecuada y menos para que los haitianos tengan tiempo
de empezar a vivir con cierta dignidad en un país afectado por una
escasa movilidad social, donde los mismos dominicanos ven pasar
los mejores años de su vida productiva sin un cambio significativo
en su nivel y calidad de vida”. En este sentido, con el tema de la in-
clusión educativa se espera elevar la calidad de vida de los individuos
y grupos sobre la base de las características que los diferencian.
Refiriéndose a este tema, Castillo Esquea (2006) dice que es:
“... un serio problema humanitario y social de unos seres humanos que se
ven empujados a emigrar a una nación que históricamente los ha visto con
recelo y desconfianza, una nación también afectada por elevados niveles de
pobreza, una nación a la que vienen a vivir en deplorables condiciones de
hacinamiento, de marginalidad extrema, de falta de educación e identidad
y por demás de falta de derechos civiles y políticos y que llegará el tiempo en
que más que la voz usarán la fuerza para reclamar en un país ajeno lo que
se les ha negado”.

No hay redes comunitarias entre los haitianos que faciliten


y mantengan la comunidad (Fletcher y Millas 2004), es otro
asunto que dificulta la inclusión escolar. Los haitianos viven ais-
lados en los bateyes, en edificios en construcción o en el propio
predio agrícola en que laboran. Pierden contacto con familiares
y amigos ya que no tienen facilidad de teléfono y otro medio de
109
comunicación. No se organizan ni participan en grupos, ni en
asociaciones o gremios. No obstante, en la escuela cuando un
niño haitiano tiene problemas busca el refugio de sus iguales, se
agrupan y se defienden, como afirman los alumnos dominicanos
entrevistados (2007-2008). El país es solidario con la situación de
precariedad del pueblo haitiano y tolera niveles de compartir con
esta población. Muchos de los servicios sociales acogen servir a
los inmigrantes haitianos. En salud y educación el país invierte su
cuota de solidaridad con este pueblo. Los inmigrantes haitianos
tienen puerta franca en los hospitales y en la escuela, sobre todo en
el nivel básico y en la universidad. Aparte de los vaivenes históri-
cos, el pueblo llano acoge a los haitianos, como narra Read Vittini
(2007:227-228) a propósito de una de las experiencias contadas
por el propio Trujillo, en un recorrido realizado a caballo: “ ...hasta
Rinconcito, en la misma orilla de la frontera, en cuyo poblado había
una escuela a la que llegamos mientras la maestra daba su clase.
Entré al curso y observé que la mayor parte de los muchachos
eran haitianos...” Niños acogidos por la maestra y las autoridades
del pueblo, aún a sabiendas del castigo que les sobrecogió por
desobedecer las órdenes del tirano que prohibía aceptar alumnos
haitianos en las escuelas dominicanas. Igual pasa en la actualidad
en la zona fronteriza donde, apelando a razones de humanidad,
directores de escuelas acogen a los alumnos haitianos a riesgo
de la desaprobación social y la sanción institucional cuando hay
órdenes de limitar la inscripción de estos alumnos. Así también,
instituciones religiosas reclaman que es de justicia inscribir a los
niños hijos de haitianos que viven en territorio dominicano (Mar-
tínez, 2007, entrevista con sacerdotes, linea noroeste, 2008).

En cuanto a la política social, en República Dominicana desde


1930-2007 se menciona la preocupación por este tema pero se
cuestiona si los esfuerzos caben en un concepto de inclusión o
puro asistencialismo (Cañete-Dotel, 2007).

110
Metodología

La inclusión educativa de los niños haitianos en edad escolar


que viven en territorio dominicano y asisten a escuelas en la zona
urbana de las provincias de Santiago, Puerto Plata y Dajabón, se
expresa en términos de forma de ingreso a la escuela, de cobertura
y de situación escolar como edad, rendimiento, repitencia, deser-
ción y discriminación de parte del sistema, incluidos los docentes y
compañeros estudiantes. En este sentido, se plantean los siguientes
objetivos: (1) Conocer si existe violación de los procesos legales
para el ingreso de los niños haitianos en las escuelas; (2) determinar
la cobertura escolar de niños haitianos en las escuelas urbanas; (3)
esclarecer si la situación escolar de los alumnos haitianos en las
escuelas es similar a la de los alumnos dominicanos en cuanto a
edad, estructura familiar, nivel educativo, asistencia, permanencia,
deserción, rendimiento académico y repitencia; (4) comprobar si hay
discriminación en el Sistema Escolar Dominicano para la inclusión
de los niños haitianos en las zonas urbanas de las Regionales 08 y 11
de las provincias de Santiago y Puerto Plata y los distritos escolares
04, 05, 06 de la regional 13 de la provincias de Dajabón.

Se consideran la modalidad de las variables de las hipótesis


durante el año académico 2007-2008, en la población inscrita para
ese año lectivo, correspondiendo a una investigación descriptiva y
exploratoria. Se indaga en fuentes primarias y en fuentes secunda-
111
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

rias. En el primer aspecto, como estudio de campo se va al terreno


de la escuela y la cotidianidad de los alumnos, ajustándose al ritmo
de la dinámica escolar y, en el segundo aspecto, como estudio
secundario, se recurre a las fuentes documentales aportadas por
el sistema educativo y la revisión bibliográfica que constituye el
tema relativo al estado del arte. En cuanto a la metodología, se
utilizan dos enfoques: (a) Inferencial-cuantitativo y (2) etnográ-
fico-cualitativo. El primer enfoque incluye la recogida de datos a
través de cuestionarios, revisión de documentos y registros esco-
lares; mientras que el segundo enfoque incluye otras técnicas de
recogida de información, tales como entrevistas, observación y
visita de terreno. Como investigación descriptiva se utiliza, para
el análisis de los datos cuantitativos, el porciento, la mediana y
el índice de Likert y los datos cualitativos se analizan (reducen)
según una matriz lógica que contiene categorías, subcategorías e
indicadores.

En cuanto a la población y la muestra, el área geográfica que


cubre esta investigación está definida por las zonas urbanas de las
provincias de Santiago de los Caballeros, Puerto Plata y Dajabón,
correspondiente con las Regionales de Educación 08 y 11 y los
Distritos Escolares 04, 05, 06 de la Regional 13. La primera po-
blación incluye a los estudiantes dominicanos y haitianos del año
escolar 2007-2008, zona urbana. Para estimar la población nos
basamos en los datos proporcionados por las Regionales de Edu-
cación sobre la matrícula de alumnos del año escolar 2007-2008,
discriminada por escuelas y nacionalidad dominicana, haitiana y
otra. Estos datos fueron verificados vía telefónica con cada uno
de los Distritos Escolares y, en algunos casos, directamente con
las escuelas. La segunda población que se trabajó corresponde a
maestros y directores de las escuelas en que se ubica la población
de alumnos objeto de estudio.

112
TOMO II

ESTUDIANTES ZONA URBANA AÑO ESCOLAR 2007-2008


Regionales Matricula DominicanosHaitianos Regionales Maestros Directores Escuelas
Distritos Distritos
08 Santiago 39,457 39,093 364 08 1,039 51 51
11 Puerto
Plata 22,674 22,017 659 11 658 31 31
Dajabón
13-04,
05 y 06 4,640 4,494 146 13-04-05-06 144 11 11
Total
General 66,773 65,604 1,169 1,841 1,841 93 93

ALUMNOS MATRICULADOS DISTRITOS EDUCATIVOS


REGIONALES 08,11 Y 13
Distritos H D Distrito H D Distrito H D

08-01 3 1,182 11-01 503 5,511 13-01 0 0


08-02 0 0 11-02 99 11,599 13-02 0 0
08-03 106 14,690 11-03 38 1,434 13-03 0 0
08-04 124 12,984 11-04 3 741 13-04 17 1,558
08-05 45 3,545 11-05 3 401 13-05 88 2,324
08-06 32 3,280 11-06 8 1,301 13-06 41 612
08-07 54 3,412 11-07 5 1,030 0 0 0
TOTAL 364 39,093 TOTAL 659 22,017 TOTAL 146 4,640

H=Haitianos D=Dominicanos

En el enfoque inferencial-cuantitativo, se utilizó el método de


muestreo finito y estratificado, indicado cuando la población a
estudiar no es homogénea o cuando se poseen estratos o grupos
que tienen un interés analítico.

Se trabajó la muestra con un nivel de confianza de 95%. Error


muestral de 0.05%. Z=1.96 para un error =0.05. Con respecto a
P y Q del tamaño muestral de la población de alumnos haitianos,
8.3 correspondiente a p de los matriculados son hijos de inmi-

113
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

grantes haitianos y 1.7 correspondiente a q de los matriculados


son inmigrantes haitianos. Con relación a la variabilidad de los
alumnos dominicanos vamos a considerar a p y q igual a 0.5, dado
que la única variabilidad contemplada es el sexo. En el caso de los
maestros se encuestaron aquellos que tenían en sus aulas niños
haitianos seleccionados en la muestra. Los directores encuestados
fueron aquellos que tenían a su cargo escuelas con niños haitianos
matriculados seleccionados en la muestra.

Cálculo para la población haitiana: N= tamaño de pobla-


ción o universo = 1,169; Z= Variable normal estándar=1.96;
p=Probabilidad; de ocurrencia=8.3=83%; q=1-P =1.7=17%; e=
Error permitido=5%; n= Tamaño de la muestra=275.

POBLACIÓN Y MUESTRA PROPORCIONAL ALUMNOS HAITIANOS


REGIONAL O8 REGIONAL 11 REGIONAL 13

Total Total Total


Distrito Alumnos Muestra Distrito Alumnos Muestra Distrito Alumnos Muestra
Haitianos Haitianos Haitianos Proporcional

08 01 3 1 11-01 503 110 13-01 0 0


08 02 1 0 11-02 99 24 13-02 0 0
08 03 106 26 11-03 38 9 13-03 0 0
08 04 124 33 11-04 3 1 13-04 17 4
08 05 45 11 11-05 3 1 13-05 88 19
08 06 32 9 11-06 8 3 13-06 41 9
08 07 54 13 11-07 5 2 0 0 0
TOTAL 365 93 659 150 146 32

Cálculo para la población dominicana: N= Tamaño de pobla-


ción o universo = 65,604; Z= Variable normal estándar=1.96;
p=Probabilidad de ocurrencia=0.5; q=1-P =1-p=0.5%; e= Error
permitido=0.05%; n= Tamaño de la muestra=364
114
TOMO II

POBLACIÓN Y MUESTRA PROPORCIONAL ALUMNOS DOMINICANOS


REGIONAL O8 REGIONAL 11 REGIONAL 13

Total Total Total


Distrito Alumnos Muestra Distrito Alumnos Muestra Distrito Alumnos Muestra
Doms. Doms. Doms. Proporcional

08 01 1,182 7 11-01 5,511 31 13-01 0 0


08 02 0 0 11-02 11,599 65 13-02 0 0
08 03 14,690 81 11-03 1,434 8 13-03 0 0
08 04 12,984 71 11-04 741 4 13-04 1,558 9
08 05 3,545 19 11-05 401 2 13-05 2,324 13
08 06 3,280 19 11-06 1,301 7 13-06 612 3
08 07 3,412 19 11-07 1,030 6 0 0 0
TOTAL 39,457 216 22,017 123 Total 4,494 25

Los instrumentos de recogida de información, incluyendo los pro-


cedimientos cuantitativo y cualitativo, consistieron en entrevistas con
informantes claves como párrocos, directores regionales, directores
de distritos y técnicos de educación; documentos proporcionados
por las Regionales de Educación y las escuelas donde asisten alumnos
haitianos; investigaciones y literatura relacionada con el tema; diario
de campo; cuestionarios con preguntas estructuradas y semi estruc-
turadas aplicadas a los directores de distritos, a los directores de las
escuelas, a los maestros de las aulas donde correspondía encuestar a
alumnos haitianos; cuestionarios con preguntas estructuradas aplica-
das a alumnos haitianos y dominicanos seleccionados en la muestra.
En el caso de los dominicanos, la muestra fue seleccionada de entre
los compañeros de aula de los alumnos haitianos.

La recogida de la información a través de los enfoques citados


incluyó etnografía, observación de terreno, entrevistas abiertas a
testigos clave con base a una guía de preguntas abiertas y entre-
vistas colectivas, también con base a una guía de preguntas. Se
utilizó grabadora y todo el proceso se documentó con fotografías.
Para las observaciones de terreno se llevó un diario de campo y se
utilizó cámara fotográfica. Para la recogida de los datos del enfoque
115
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

inferencial-cuantitativo con directores de distritos, directores de


escuelas, maestros, alumnos haitianos y dominicanos se utilizaron
cinco variantes de un cuestionario con preguntas cerradas y preco-
dificadas y algunas abiertas. Tanto las guías de entrevistas como los
cuestionarios se elaboraron según los indicadores de las variables
consideradas. Todas las entrevistas siguieron un mismo formato.
La aplicación de los cuestionarios se realizó en horario escolar, en
un mismo día por escuela y a la misma vez a todos los informantes:
directores, maestros, alumnos haitianos y dominicanos. Al director
y a los maestros se les entregaba el formato con las explicaciones
correspondientes y se recogía al terminar el trabajo con los alum-
nos. A los alumnos se les ubicaba en un salón, al grupo completo
de haitianos y dominicanos; luego de distribuir el formato se les
explicaba el procedimiento y se les pedía que procedieran a llenar el
cuestionario, quedando el facilitador a disposición para responder
preguntas si había dudas. Con alumnos muy pequeños fue necesario
trabajar con cada uno, leyéndoles las preguntas y en algunos casos
escribiendo las respuestas. Siempre hubo buena colaboración de
los maestros.

Diseño y plan de análisis de los datos. Apreciando las características


de la población, se considera el universo como el total de los alum-
nos de los salones de clases donde hay haitianos en las escuelas
urbanas de Santiago, Puerto Plata y Dajabón. Los segmentos de
población, como unidades de análisis, son en cuanto a los alumnos:
(1) los haitianos en un salón, (2) los dominicanos en el salón de
clases donde hay haitianos, (3) segmento de los alumnos como
totalidad en una escuela, (4) segmento de los alumnos dominicanos
de los salones donde concurren haitianos como totalidad en una
escuela. En cuanto a los docentes: (1) los directores regionales, (2)
los directores de distritos, (3) los directores de las escuelas donde
hay haitianos, (4) los maestros de los salones de clases donde hay
alumnos haitianos.

116
TOMO II

En su aspecto descriptivo, en las originales hipótesis convertidas


luego en objetivos, se determina el grado de incidencia de los valores
de las variables. En su aspecto correlacional, se determina el grado
de coherencia entre las variables relacionadas. Para los datos obte-
nidos por técnicas cuantitativas, se utilizó el programa SPSS, el e%,
la media e índices. Para los datos obtenidos por técnicas cualitativas
se trabajó en un marco lógico con base a categorías, variables e
indicadores. Se realizaron triangulaciones sobre las informaciones
obtenidas a través de las diferentes técnicas cualitativas y cuantitati-
vas, lo cual se manifiesta en la interpretación de los datos.

Limitaciones principales. Se relacionó este aspecto con la recogida


de la información estadística respecto al número de alumnos hai-
tianos. En primer lugar, las Regionales no disponían del registro
correspondiente, por lo cual ordenaron a los Distritos recopilar
estos y enviarlos, en unos casos, directamente a los investigadores,
en otros a través de la propia Regional. Al detectar que algunos
Distritos reportaban datos no actualizados, sino que enviaban los
del año anterior, hubo que solicitar directamente el dato de cada
escuela y cruzar estos con los proporcionados por los Distritos.
Cuando hubo mucha discrepancia se optó por el dato oficial, so-
licitando a la Regional que ratificara los resultados. Otra dificultad
se presentó en ciertas escuelas al momento de llegar a realizar las
encuestas y solicitar al director que nos permitiera trabajar con los
niños haitianos; con cierta frecuencia, este negaba que hubiera allí
este tipo de alumno, no obstante haberse registrado en los datos
oficiales. Esta situación obligaba a verificar con la Regional. Hubo
casos en que el director actuaba por desconocimiento y pedía ayuda
a otro personal de la escuela para ubicar a los alumnos haitianos,
se recurría al secretario docente o a los maestros que dominaban
mejor la situación. A veces el director lucía temeroso y había que
convencerlo de la buena fe de la investigación. También sucedía
que se armaba una polémica entre el director, el secretario do-
cente que había proporcionado las estadísticas y los maestros a
117
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

causa de la discrepancia de atribuir la nacionalidad a un niño. Con


frecuencia, hubo que realizar varias visitas a las mismas escuelas
hasta que se lograba ubicar a los alumnos haitianos, o porque la
escuela había suspendido la docencia el día acordado para la reco-
gida de los datos. También dilataron el proceso los alumnos que
no leen español, a los cuales se les administraba el cuestionario
de manera individual.

PRINCIPALES RESULTADOS

En cuanto a los niveles generales de aceptación y rechazo de


los estudiantes haitianos, se trató de determinar si existe viola-
ción de los procesos legales para el ingreso de los niños haitianos
en las escuelas urbanas de Santiago, Puerto Plata y Dajabón. Se
observa que las reglamentaciones escritas para la inscripción
son las mismas para todos sin importar la nacionalidad. Los do-
cumentos requeridos son el acta de nacimiento y el registro de
notas cuando se trata de un traslado de escuela. No obstante, el
12% de los directores de distritos dicen que existen reglamentos
para la inscripción de niños haitianos, mientras que el 6% de los
directores de distritos y el 4% de los directores de escuelas dicen

LEYES Y REGLAMENTACIONES F %
Si existen 2 12
No existen 6 38
No contestaron 8 50
TOTAL 16 100

CONOCEN Directores Directores


LEYES de Distritos de Escuelas

F % F %
Sí 1 6 4 4.3
No 9 56 79 85.9
No contestó 6 38 9 9.8
TOTAL 16 100 92 100

118
TOMO II

que conocen leyes o reglamentos especiales para la inscripción de


niños inmigrantes haitianos. Este dato fue reiterado en las entrevis-
tas colectivas realizadas a los directores de distritos y técnicos de
las Regionales, quienes afirman que se les suele pedir a los niños
haitianos el registro de nacimiento del hospital. No se encontró,
sin embargo, evidencia escrita de estas regulaciones especiales
para la inscripción de niños haitianos.

Ocurren anomalías legales en la inscripción de niños inmi-


grantes haitianos, según la sospecha del 13% de los directores de
distritos y el 20% de los directores de escuelas. Entre otras, se
citan actas de nacimiento falsificadas, 13% y quienes presentaban
al niño no eran los padres legítimos, 6%. Esta última parte solo
fue contestada en el cuestionario por los directores de distritos de
la Regional Montecristi-Dajabón; pero en las entrevistas colectivas
con estos informantes de las otras dos Regionales, se comentó
ampliamente sobre dicha violación. Tampoco hay control efectivo
de las regulaciones para ingresar a las escuelas, cuando hay una
alta ocurrencia de inscripción provisional sin documentos que
acrediten la identidad del niño haitiano, como se desprende de
las afirmaciones del 44% de los directores de distritos y el 55 %
de los directores de escuelas.

La presencia de alumnos haitianos en las escuelas urbanas de


Santiago, Dajabón y Puerto Plata es apenas proporcional al 2%
de la matrícula total de los estudiantes matriculados en las escuelas
de las Regionales 08, 11 y los distritos escolares 013-04,05 y 06.
En cuanto a la distribución por regional, de la población total,
son alumnos haitianos en la provincia de Santiago el 0.9%, en la
provincia de Puerto Plata 3% y en la provincia de Dajabón el 3%.
Estos datos fueron proporcionados por escrito directamente por las
Regionales de Educación, reconfirmados por regional y verificados
vía telefónica, escuela por escuela y, en algunos casos, de manera
presencial, con el maestro del aula. En las entrevistas colectivas, los
119
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

SOSPECHA DE Directores Directores INSCRIPCIÓN Directores Directores


ANOMALÍAS Distritos Escuelas PROVISIONAL Distritos Escuelas
F % F % F %
Sí 2 13 18 20 Si 7 51
No 12 75 59 64 No 8 32
No contestó 2 12 15 16 No contestó 1 9
Total 16 100 92 100 Total 16 92

docentes de la provincia de Dajabón afirman que el grueso de los


alumnos haitianos están en escuelas rurales; así también dicen que
continúan admitiendo alumnos haitianos por asunto de humanidad.
Además, en estas entrevistas los informantes opinan que los padres
haitianos muchas veces no envían a sus hijos a las escuelas porque
temen que desde allí ubiquen a sus familiares para deportarlos. Se
deduce que hay muchos niños haitianos en edad escolar que están
fuera del sistema educativo. Entre los alumnos haitianos y domini-
canos existen diferencias en las proporciones correspondientes al
sexo. Según la muestra, en ambas poblaciones el mayor porcentaje
corresponde al sexo femenino; entre los dominicanos, la diferen-
cia es de 8.3%, entre los haitianos solo de un 3%. Es posible que
los niños haitianos tengan mayor apoyo para ingresar a la escuela
por la posibilidad de adopciones. En los testimonios orales de los
informantes sobre el tema no se mencionan adopciones de niñas.
INSCRITOS SEXO DE
REGIONALES TOTAL D H LA MUESTRA D H
08 Santiago 39,457 39,093 364 Masculino 159 44.3 119 43.4
11 Puerto Plata 22,674 22,017 659 Femenino 189 52.6 127 46.4
13-04/05/06 4,640 4,494 146 No contesto 11 3.1 28 10.2
TOTAL 66,773 65,604 1,169 TOTAL 359 100 274 100
D= Dominicanos H=Haitianos

En cuanto a las proporciones en edad, en el rango de 8 a 10 años


no hay mayor diferencia, pero en el rango de 11 a 13 años hay
un 10% más de alumnos haitianos; mientras que por el contrario,
las proporciones en el rango de edad de 14 a 16 son a los alumnos
dominicanos a quienes les corresponde un 10% por encima de los

120
TOMO II

haitianos. Entre las edades de los dominicanos y los haitianos se


tiene una media relativamente similar. Los estudiantes domini-
canos tienes una media de 12.46 y los estudiantes haitianos es de
12.43. Si comparamos las edades con el grado y nivel en que se
ubican, en ambos grupos se identifica sobreedad, partiendo de que
la correspondencia de 1ero. a 4to. grado sea de 7 a 10 años De
inicial a 4to. el porcentaje de sobreedad está en un 13.1% entre
los dominicanos y entre los haitianos está en 17.5%.
EDADES D H GRADO D H
F % F % F % F %
8 a 10 76 21.1% 54 19.7 Inicial a 4to.Básica 118 32.8 102 37.2
11 a 13 149 41.5% 141 51.5 5to. a 8vo. Básica 135 37.6 105 38.3
14 a 16 123 34.3% 64 23.4 1ero.a 4to. Media 44 12.2 39 14.2
17 y más 11 3.1% 15 5.4 No contestaron 6 1.7 28 10.2
TOTAL 359 100% 274 100 TOTAL 359 100 274 100
D=Dominicanos H=haitianos

En promedio, el 14% de los haitianos obtiene calificaciones por


debajo de 60 en las diferentes asignaturas y en esta situación solo
se encuentra el 5.4 % de los dominicanos; mientras que el 20% de
los haitianos obtiene calificaciones por encima de los 90 puntos
en las diferentes asignaturas y solo el 18.3 % de los dominicanos
está en este rango. Realizando comparaciones entre ambos grupos
con base a la clasificación en tres niveles (bajo, medio y alto) de
las calificaciones obtenidas, tenemos que el rendimiento escolar es
similar entre alumnos haitianos y dominicanos. La opinión de los
maestros en un 71 % es de que los alumnos dominicanos sacan me-
jores notas, no obstante en las entrevistas colectivas los directores
de distritos y técnicos de las regionales opinan que los estudiantes
haitianos tienen mejor aprovechamiento que los dominicanos, es
posible que se refieran al comportamiento en el aula. Las medias
de las calificaciones obtenidas por los estudiantes dominicanos es
ligeramente superior a la de los estudiantes haitianos.

121
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

MEDIAS DE D H NIVELES D H
CALIFICACIONES CALIFICACIONES*
Español 76.4 73.3 % %
Matemáticas 75.5 70.5 Menos de 60 5.5 14.6
Sociales 78.7 74.7 61-70 20.23 16.3
Naturales 74.9 81.8 71-80 30.0 20.3
Inglés 79.6 82.9 81-90 25.9 28.3
Francés 77.6 78.7 91-100 18.3 20.0
MEDIA 77.57 76.8 * Clasificación de las notas en tres niveles:
GENERAL bajo=70 y menos, medio=71-80, alto=81y más

La mayoría de los alumnos de esta investigación, tanto haitianos


como dominicanos, pertenecen a familias de estrato social bajo,
partiendo de la ocupación de los padres. El 57.7 % de los haitia-
nos y el 44.6 % de los dominicanos son vendedores ambulantes
y obreros de la construcción. El oficio de agricultor del 42.3% de
los haitianos, es una de las ocupaciones que atraen en la actualidad
la inmigración haitiana. De acuerdo al testimonio de personas
consultadas con incidencia directa en estos menesteres, estos
trabajadores ubican a sus familias en las ciudades, mientras ellos
viven en grupos en las propias fincas. De allí que alumnos hai-
tianos de escuelas urbanas informen que sus padres desempeñan
este tipo de trabajo que no es propio a los padres de los alumnos
dominicanos de estas escuelas.

Un alto porcentaje de los padres de los alumnos no viven juntos,


46% de los haitianos y 48 % de los dominicanos, es de notar que
aunque vivan juntos el papá y la mamá, no siempre el niño vive
con ellos, de manera que vive con los dos padres el 34 % de los
haitianos y el 41 % de los dominicanos; solo con la madre vive el
28 % de los haitianos y el 31 % de los dominicanos respectiva-
mente. El 9 % de los haitianos y el 6 % de los dominicanos vive
solo con el progenitor. El 29% de los niños haitianos y el 22 %
de los dominicanos vive con otra persona distinta a sus padres
naturales. La proporción de las personas con quien vive el alumno
es similar entre los haitianos y dominicanos.

122
TOMO II

OCUPACIÓN DE LOS PADRES DOMINICANOS HAITIANOS


F % F %
Empleado privado 41 11.4
Empleado público 68 19.0
Negocio propio 3 0.8
Electricista 16 4.4
Peluquero 6 1.6
Camarero 8 2.2
Mecánico 4 1.1
Chofer 31 9.0
Policía 2 0.6
Motoconchista 19 5.3
Vendedor ambulante/chiripero 118 32.6 62 22.6
Obrero constructor/albañil 43 12.0 96 35.1
Agricultor 116 42.3
TOTAL 359 100% 274 100.0

El alumno haitiano deja de asistir a clases con mayor frecuen-


cia que el dominicano, como lo demuestra el 7.7% vs. 1.9%. De
cualquier modo la frecuencia de alumnos que dejan de asistir a
clases es alta en ambos grupos, 52.5% el alumno haitiano y 42.6%
el dominicano. En inasistencia es constante la mayor frecuencia
entre los haitianos. Opinión que se repite en las entrevistas co-
lectivas, cuando los directores de distritos dicen que la presencia
de este alumno en la escuela fluctúa dependiendo de las épocas
de trabajo de los padres. El alumno ausente del salón de clases
significa que sale del aula a deambular por la escuela por motivos
no relacionados con la clase o que, incluso, se retira antes de la
hora de salida. La frecuencia de estos casos es mayor entre los
haitianos, 28.8%, que entre los dominicanos 19.2%. Esta situa-
ción no se corresponde con la opinión de los docentes de que
el haitiano es más disciplinado, está más atento en clases y sigue
mejor la rutina de la escuela que el dominicano.

Ha reprobado curso alguna vez el 30 % de los alumnos haitianos


y el 29 % de los dominicanos, ambos grupos son coincidentes
en este aspecto.

123
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

PAPÁ Y MAMÁ VIVE CON D H


VIVEN JUNTOS D H F % F %
F % F % Los dos padres 146 40.7 93 33.9
Si 173 48.2 117 42,7 Solo con papá 20 5.6 25 9.1
No 173 48.2 126 46,0 Solo con mamá 112 31.2 77 28.1
No contestó 13 3.6 31 11,3 Padres adoptivos 3 0.8 11 4.0
D=Dominicanos H=Haitiano Los abuelos 28 7.8 8 2.9
Un hermano 10 2.8 10 3.6
Un tío 10 2.0 16 5.8
Otro familiar 7 1.9 4 1.5
Otros 2 0.6 5 1.9
No contestó 21 5.8 25 9.1
TOTAL 359 100.0 274 100,0
TOTAL 359 100 274 100
D=Dominicanos H=Haitiano

SE AUSENTA NO ASISTE REPROBADO


DEL SALÓN D H A CLASES D H CURSO D H
% % % % % %
Muchas veces 1.9 5.1 Muchas veces 1.9 7.7 Una vez 19.5 19.3
A veces 17.3 23.7 A veces 40.7 44.5 Dos veces 5.8 8.0
Nunca 76.8 62.0 Nunca 53.9 39.1 Más de dos veces 3.9 3.3
No contestó 3.9 9.1 No contestó 3.6 8.8 Nunca 67.4 58.0
No contestó 3.3 11.3
TOTAL 100 100 TOTAL 100 100 TOTAL 100 100
D=Dominicanos H=Haitiano

No hay evidencia del rechazo de los niños haitianos por razones


de exclusión, tomando en cuenta la respuesta de los directores de
escuelas a las preguntas de si fueron aceptados todos los niños
que solicitaron inscripción: dice que no fueron aceptados todos
en el caso de los dominicanos el 31.5% y el 27.2% en el caso de
los haitianos. La desproporción a lo esperado puede deberse a que
las preguntas no estuvieron igualmente formuladas. Un indicio
del dominio del director sobre la procedencia de sus alumnos se
evidencia en la abstención a las respuestas, con mayor cautela en
los casos que tienen que ver con haitianos. La documentación es
la razón más importante del rechazo de la admisión de un niño, sea
haitiano o dominicano, de acuerdo a la opinión de directores de
distritos y de escuelas. La falta de documentos es referida por el
124
TOMO II

50 % y 23.9 % de los informantes; anomalías en la documentación


es referida por el 6 % y 9.8 % de estos docentes. Estas razones
también son las de mayor frecuencia para el rechazo de los niños
dominicanos, quienes en un elevado 31 % y 19.6% no entran a las
escuelas por falta de documentos y, estos, son básicamente actas de
nacimiento. 6% y 7.6% de los informantes refieren anomalías en
la documentación de los solicitantes dominicanos. Estas referen-
cias pueden significar residencia ilegal entre los haitianos que por
temor a ser ubicados y deportados no realizan las declaraciones
de sus hijos, alteran los documentos. La cobertura, que se refiere
a la disponibilidad de espacio, es otra de las razones a tomar en
cuenta sobre todo entre los niños dominicanos, cuando se trata de
dejarles sin escolaridad, refiere el 6% y el 10.9% de los directores.
Esta es una razón aludida para los haitianos solo por los directores
de distritos en un 13%. La cobertura no es una razón aparente
para un director de escuela negar la inscripción a un haitiano. La
sobre edad del niño haitiano es razón importante para que este
se quede fuera de las aulas, según lo refiere el 12 % y el 14.1% de
ambos informantes, como también lo es para el niño dominicano
dice el 12% de los directores de escuelas.

En los contextos de marginalidad, los niños propenden a en-


trar y a salir con mucha frecuencia de las escuelas, sea porque se
dedican a trabajar, o por descuido de los padres, o porque se dan
a la vagancia o a los vicios (Mejía, 2006; García de Brens, 2008-
2009). Le falta un represente (padre o tutor) al niño haitiano cita
el 6 % y el 4 % de los informantes. Pero más dramático son los
porcentajes para los niños dominicanos, dice el 13% y el 9.8%
de los directores. Un adolescente perteneciente a un grupo de
apoyo para la prevención comunitaria (García de Brens, CND,
2004) refiere que a eso de los 10 años vagando por las calles de
su barrio, decidió por su cuenta gestionar su acta de nacimiento
y presentarse a la escuela por si solo ya que no sabe quién es su
padre, su madre reside en Suiza y su abuela, con quien vive, se
125
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

pasa todo el día fuera de la casa como empleada domestica. Sobre


la base de estos datos no se concluye que los niños haitianos son
excluidos del sistema escolar, aunque la nacionalidad para el 5.4%
de los directores de escuelas es razón más frecuente para rechazar
la admisión a la escuela.
D H ACEPTADO D H
RAZÓN DEL Director Director Director Director Director
RECHAZO Distrito Escuela Distrito Escuela Escuela
F % F % F % F % % %
Documentos 5 31 18 19.6 8 50 22 23.9 Todos 68.5 72.9
Cobertura 1 6 10 10.9 2 13 No todos 26.1 0
Anomalías 1 6 7 7.6 1 6 9 9.8 Muchos 0 10.9
Indisciplina 2 13 15 16.3 1 6 9 9.8 Algunos 0 6.5
Representante 2 13 9 9.8 1 6 4 4.3 No contestó 5.4 9.8
Sobre edad 1 6 11 11.9 2 12 13 14.1 TOTAL 100 100
Idioma 7 44 4 4.3 2 12 8 8.7
No vive allí 5 5.4 5 5.4
Faltan
butacas 6 6.5 4 4.3
Falta de aulas 19 20.7 12 13.0
Faltan
maestros 5 5.4 2 2.2
Repitencia 4 4.3 7 7.6
Nacionalidad 1 1.1 5 5.4
No contestó 5 31 2 2.2 5 31 5 5.4
TOTAL 16 100 92 100 16 100 92 100
D=Alumno Dominicano H=Alumno Haitiano

Aunque el niño haitiano haya nacido en territorio dominicano


hay renuencia a reconocerle la nacionalidad. No hay cabida para
este ser, ni en función de los Derechos Humanos ni en función de
los Derechos Civiles de la Constitución Dominicana. Hay dispo-
sición por parte de los docentes a concederle el disfrute de ciertos
beneficios sociales como la educación, pero basado en razones
de humanidad no por obligación. Estos argumentos también
se expresan en las entrevistas colectivas realizadas. Es tema muy
controversial. La polémica entre los docentes reflejadas en las
entrevistas la fundamenta, el propio docente, aludiendo al basa-
mento de la Constitución Haitiana en este asunto (jus sanguinis)
126
TOMO II

y a la Constitución Dominicana que aparentemente apela a este


principio (Consulta Castellanos, V.J, 2008).
IDENTIFICACIÓN DE Directores Directores Maestros
NIÑOS HAITIANOS Distritos Escuelas
F % F % F %
Los dos padres son haitianos 11 68.9 40 43.5 125 54.3
Solo su padre es haitiano 2 12.5 5 5.4 20 8.7
Solo su madre es haitiana 3 18.8 4 4.3 20 8.7
Nació en territorio haitiano 9 56.2 33 35.9 119 51.7
Nació en territorio dominicano
de padres haitianos 6 38 26 28.2 74 32.1
Nació territorio dominicano,
un padre es haitiano 1 6.3 10 10.9 27 11.7
Habla el español
como los haitianos 1 6.3 2 2.17 3 1.3
Por la constitución haitiana 0 0 14 15.2 38 16.5
No contestó 2 12.5 5 5.4 3 1.3
TOTAL 16 100.0 92 100.0 230 100.00

Cuando los informantes son los propios alumnos, la evidencia


de exclusión es proporcional al 9.2 % de los alumnos dominicanos
que nunca juegan con niños haitianos y al 5 .1% de los haitianos
que nunca juegan con los dominicanos. En términos de esta varia-
ble se aprecia un mayor rechazo de parte del grupo dominicano;
sin embargo, los alumnos de tercer grado de la muestra dominicana
de la escuela Melida Girard de Santiago, tanda matutina, con los
cuales trabajamos el cuestionario de forma oral, conversaron so-
bre la actitud de rechazo del alumno haitiano hacia ellos, quienes
les hacen burlas en su idioma y se agrupan para jugar, aunque los
datos cuantitativos dicen lo contrario.

El niño dominicano dice que el haitiano no le invita a sus juegos


(31.8 %), mientras que solo en el 13.5 % de los haitianos dice que
el dominicano no le invita. Estas informaciones son apoyadas en
las entrevistas, los docentes afirman que los alumnos haitianos
son muy reservados, se agrupan para el recreo, se protegen mu-
tuamente y permanecen aislados del grupo de los dominicanos.
La prohibición de los padres adquiere importancia en este marco
127
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

CON QUIENES JUEGAN Niños Niños


LOS ALUMNOS Dominicanos Haitianos
F % F %
Solo juegan con niños haitianos 7 1.9 19 6.9
Solo juegan con niños dominicanos 148 41.2 57 20.8
Juega con niños haitianos y dominicanos 153 42.6 156 56.9
Nunca juegan con esos niños 53 9.2 14 5.1
No contestó 18 5.0 28 10.2
TOTAL 359 100 274 100

en el 9.7 % de los dominicanos y el 2.9 % de los haitianos, pero


muy significativo es la abstención en esta pregunta, 40.7 % de los
dominicanos y 68.2 % de los haitianos.

No hay indicios de discriminación en cuanto el alumno percibe


la actitud del maestro, quien trata bien a todos; incluso mejor
(muy bien y bien) a los haitianos partiendo de las respuestas del
89.1% de los informantes haitianos y el 77.8% de los dominicanos.
En cuanto al maestro, el porcentaje de tratamiento muy bien y
bien es de 89.1 % y el de rechazo, con un tratamiento mal y muy
mal, es de 1.2; el porcentaje neutro, ni bien ni mal, es de 5.6%.
Al alumno dominicano el maestro le otorga un tratamiento de
aceptación en el aula de 77.8 %. El porcentaje de tratamiento
neutro por parte de los maestros hacia los alumnos dominicanos
es de 10.6 % y el mal tratamiento es de 4.4 %. Al utilizar el índice
Likert, los alumnos dominicanos obtuvieron una puntuación de
4.2 y los alumnos haitianos un índice de 4.4; un 0.2 en la escala de
diferencia en las respuestas de ambos grupos. Le resulta agradable
y muy agradable al 62.6 % de los maestros trabajar con alumnos
haitianos. Estas impresiones se recogen también en las entrevis-
tas colectivas, donde el docente habla de trato humanitario, de
oportunidades que hay que proveerles, que son mejores alumnos
en cuanto al rendimiento y que los padres están más atentos a la
situación escolar de sus hijos. Sin embargo, en cuanto a los datos
cuantitativos recogidos mediante cuestionario, el rendimiento de
los dominicanos es mayor. Utilizando una puntuación tipo Likert

128
TOMO II

de 1 a 5, los maestros que tienen niños haitianos en sus aulas obtu-


vieron una puntuación de 3.9 que los sitúa en un nivel de agradable
a ni agradable ni desagradable enseñar a niños haitianos.
EL MAESTRO
LE TRATA Dominicanos Haitianos ENSENAR A NINOS
HAITIANOS
F % F % F %
Muy bien 118 43.1 185 51.5 Muy agradable 52 22.6
Bien 95 34.7 135 37.6 Agradable 92 40.0
Ni bien, ni mal 29 10.6 20 5.6 Ni agradable
ni desagradable 61 26.5
Mal 4 1.5 2 0.6 Desagradable 1 0.4
Muy mal 8 2.9 2 0.6 Muy
desagradable 1 0.4
No contestó 20 7.3 15 4.2 No contestaron 23 10.0
TOTAL 359 100 274 100 Total 230 100
Escala Likert = Niños Dominicanos = 4.2 Niños Haitianos = 4.4

NOTA: Para establecer los niveles de aceptación y rechazo se utilizaron


preguntas con cinco ítems y espacios aparentemente iguales, dos preguntas
positivas de aceptación, dos preguntas negativas de rechazo y una pregunta
neutra.

Como se podrá observar, en la escala de Likert los niños do-


minicanos obtuvieron un índice de 4.3 que indica que sienten
que los compañeros le tratan de bien hacia muy bien. Con 3.9 de
índice, los alumnos haitianos sienten que los compañeros los tratan
bien hacia ni bien ni mal con 3.9. Lo cual indica que los alumnos
dominicanos en 0.4 tienden a una actitud más favorable hacia el
tratamiento de sus compañeros.

PRINCIPALES CONCLUSIONES POR REGIONALES


08,11 Y 13 DISTRITOS 04,05 Y 06 ESCUELAS URBANAS
PROVINCIAS SANTIAGO, PUERTO PLATA Y DAJABÓN.

Los directores de escuelas de la provincia de Dajabón en mayor


frecuencia, 9.1%, que los de otras provincias son quienes dicen co-

129
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

COMO LE TRATA Niños Niños


EL COMPAÑERO Dominicanos Haitianos
Frecuencia Porcentajes Frecuencia Porcentajes
Muy bien 151 42.1 90 32.8
Bien 146 40.7 96 35.0
Ni bien, ni mal 38 10.6 47 17.2
Mal 6 1.7 12 4.4
Muy mal 3 0.8 10 3.6
No contestó 15 4.2 19 6.9
TOTAL 359 100 274 100
Escala Likert = Niños dominicanos = 4.3 Niños Haitianos = 3.9

nocer leyes y reglamentos para la población específica de los niños


haitianos, pero cuando la pregunta se refiere a las restricciones el
porcentaje de los que afirman es similar para las tres provincias,
Santiago 10 %, Puerto Plata 9.7 % y Dajabón 9.1 %.
DIRECTORES DE ESCUELAS
CONOCEN LEYES Y REGLAMENTOS AFIRMAN O NIEGAN
PARA INSCRIPCIÓN DE RESTRICCIONES
NIÑOS HAITIANOS
REGIONALES REGIONALES
08 11 13=04-05-06 08 11 13=04-05-06
F % F % F % F % F % F %
Sí 2 4 1 3.2 1 9.1 Si 3 10 3 9.7 1 9.1
No 47 94 25 80.6 7 63.4 No 43 86 27 87.1 9 81.8
No contesto 2 2 5 16.1 3 27.3 No contesto 2 4 1 3.2 1 9.1
TOTAL 50 100 31 100 11 100 TOTAL 50 100 31 100 11 100

Los datos siguientes confirman la presencia de alumnos haitia-


nos en las escuelas urbanas, según el 92% de los directores de
Santiago, el 87 % de los de Puerto Plata y el 73 % de Dajabón.
Tomando en cuenta que los datos corresponden a las escuelas
que se incluyen en la muestra de alumnos haitianos, los directores
evidencian desconocimiento de la situación en proporción al
6% de la Regional 08, 6.5% Regional 11 y 9.1% Regional 13-04-
05-06. Los niños haitianos fueron aceptados en mayor medida
en las escuelas de Santiago 86 % y Dajabón 73 %, en Puerto
Plata fueron aceptados en menor medida, 52 %, no obstante
esta provincia registra una mayor cantidad de alumnos haitianos
en escuelas urbanas, lo que puede indicar, posiblemente, una
130
TOMO II

mayor concentración de inmigrantes haitianos en esta zona y,


en consecuencia, una demanda por escolaridad que deslinda las
posibilidades de la escuela.
DIRECTORES DE ESCUELAS
SEGÚN TENGAN ALUMNOS HAITIANOS CANTIDAD NIÑOS ACEPTADOS
REGIONALES 08 11 3=04-05-06 REGIONALES 08 11 13=04-05-06
F % F % F % % % %
Sí 46 92 27 87.1 8 72.7 Todos 86 51.6 72.7
No 3 6 2 6.5 1 9.1 Muchos 6 16.1 18.2
No contestó 1 2 2 6.5 2 18.2 Algunos 8 32.3
No contestó 9.1
TOTAL 50 100 31 100 11 100 TOTAL 100 100 100

Razones legales relacionadas con la falta de la documentación,


es lo prioritario para el rechazo de un alumnos en las escuelas
de Santiago, como indica el 32 % para los haitianos y el 22%
para los dominicanos; esta razón también es la mas frecuente
para el 12.9% de los haitianos en Puerto Plata y para 16.1% de
los dominicanos; en cambio, es razón secundaria en Dajabón,
tanto para los haitianos, 18.1% como para los dominicanos,
18.8. La cobertura y la sobreedad es lo principal para el rechazo
del haitiano en el 36.4% y 27.3% de acuerdo a los directores de
Dajabón y la falta de aulas para el dominicano 27.2%. En con-
versaciones informales con los directores cuando se les visitaba
para la aplicación de los cuestionarios, la supuesta orden superior
de no admitir niños haitianos en las escuelas de la Regional Mon-
tecristi-Dajabón se basa en que hay muchos niños dominicanos
que se quedan fuera de las aulas porque la población haitiana va
en aumento (recordamos que de esta orden se habló siempre de
manera verbal, sin que se pudiera conseguir ningún documento
escrito). En Santiago es donde se inscriben mayor cantidad de
niños haitianos sin documentación, 64 % y en Dajabón donde
menos se inscriben sin este requisito, 18 %. En Puerto Plata se
inscriben sin documentación el 32 % de los demandantes.

En cuanto a la ausencia de las aulas una vez inscritos, los


131
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

alumnos haitianos, con relación a los dominicanos, son los que


en mayor medida se ausentan de las clases en las escuelas de
Santiago, 62.4% entre muchas veces y a veces; pero también los
dominicanos son los que tienen mayor ausencia en las escuelas
urbanas de Santiago, 45.4% entre muchas veces y a veces. Salvo
en los distritos escolares de Dajabón donde hay más alumnos
haitianos, 35%, que no han repetido cursos frente a un 16%, de
los dominicanos, en las otras dos regionales los alumnos haitianos
repiten cursos en mayor medida que los dominicanos, como se
observa en el siguiente cuadro.
ALUMNOS QUE
REPRUEBAN CURSOS Estudiantes Haitianos Estudiantes Dominicanos
Regionales 08 11 Distritos 08 11 Distritos
04-05-06 04-05-06
F % F % F % F % F % F %
Una vez 23 24.7 29 19.3 1 3.2 40 18.5 18 15.3 12 48.0
Dos veces 11 11.8 8 5.3 3 9.7 9 4.2 8 6.8 4 16.0
Más de 2 veces 3 3.2 2 1.3 4 12.9 6 2.8 5 4.2 3 12.0
Nunca 55 59.1 93 62.0 11 35.5 157 72.1 81 68.6 4 16.0
No contestaron 1 1.1 18 12.0 12 38.7 4 1.9 6 5.1 2 8.0
TOTAL 93 100 150 100 31 100 216 100 118 100 25 100

El nivel de satisfacción de los alumnos con relación a cómo es


tratado por el maestro en las distintas Regionales es similar; entre
muy bien y bien, el alumno haitiano siente menor satisfacción con
una diferencia en Santiago de 8.6%, en Puerto Plata de 6.0% y en
Dajabón de 4%. En Santiago el alumno dominicano no reporta
mal trato por parte del maestro por el contrario el 5.4% de los
haitianos dice que se le trata mal y muy mal. En Puerto Plata un
1% de haitianos se siente peor tratado y en Dajabón el 4%.

Los maestros de Santiago tienen un punto de apreciación


neutro que nos permite enunciar que el 41.9% no establece dife-
rencia entre alumnos por su etnia. A la mayoría de los maestros
le resulta agradable y muy agradable enseñar a este grupo, 47.4 %
en Santiago, 77.1% en Puerto Plata y 56.3% en Dajabón. Hubo
132
TOMO II

una abstención muy marcada en esta pregunta, sobre todo en


Dajabón.
EL MAESTRO
TRATA A Estudiantes Haitianos Estudiantes Dominicanos
SUS ALUMNOS Regional Regional Regional 13 Regional Regional Regional 13
08 11 Distritos 08 11 Distritos
04-05-06 04-05-06
F % F % F % F % F % F %
Muy bien 117 54.2 59 47.9 9 36 50 53.8 57 38.0 11 35.5
Bien 85 39.4 42 34.1 8 32.0 29 31.2 57 38.0 9 29.0
Ni bien ni mal 8 3.7 9 4.2 3 12.0 3 3.2 19 12.7 7 22.6
Mal 0 0 2 1.6 0 0 2 2.2 1 0.7 1 3.2
Muy mal 0 0 1 0.8 1 4.0 3 3.2 4 2.7 1 3.2
No Contestaron 6 2.8 10 8.1 4 16.0 6 6.5 12 8.0 2 6
TOTAL 216 100 123 100 25 100 93 100 150 100 31 100

CONCLUSIONES E IMPLICACIONES EDUCATIVAS

1. Las conclusiones finales de este trabajo destacan los aspec-


tos esenciales en los que se basa la identidad del proceso y la
dinámica escolar, y los aspectos circunstanciales sobre los que se
puede intervenir para lograr una mejor integración de los alumnos
haitianos.
ENSEÑAR A NIÑOS
HAITIANOS ES: Regional 08 Regional 11 Regional 13
Distritos 04-05-06
F % F % F %
Muy agradable 22 23.7 23 21.9 7 21.9
Agradable 23 23.7 58 55.2 11 34.4
Ni agradable,
ni desagradable 39 41.9 14 13.3 8 25.00
Desagradable 1 1.1 0 0 0 0
Muy desagradable 0 0 1 1.9 0 0
No contestaron 8 8.6 9 8.6 6 18.8
TOTAL 93 100 105 100 32 100

2. Si existen o no leyes o reglamentos para la inscripción de niños


inmigrantes haitianos en escuelas dominicanas, no es determinante
para la exclusión ya que hay falta de conocimiento y confusión
133
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

respecto al tema, tomando en cuenta la respuesta del 50% de los


directores de distrito que no contesta a esta interrogante; el 56%
y es 85.9% de los directores de distrito y de los directores de es-
cuelas que admite desconocimiento sobre el asunto.

3. El desconocimiento y la confusión de parte del docente sobre


la legislación educativa, en cuanto a la admisión a la escuela de
niños extranjeros, ocasiona una falta de normativa y coherencia en
el proceso cuando se trata de niños haitianos. En las entrevistas
telefónicas con maestros de la Regional 08 y en entrevista colec-
tiva presencial, hay maestros y directores de distrito que afirman
que los directores de escuela admiten a los niños haitianos a su
discreción.

4. Mientras que en las entrevistas cualitativas unos afirman


que no hay restricciones para la inscripción de niños inmigrantes
haitianos, otros consideran que existen estas restricciones expre-
sas de las autoridades educativas correspondientes, aunque no se
consiguieron pruebas de este mandato.

5. La inclusión de los niños haitianos en la escuela dominicana


es un asunto de humanidad más que de derecho, según la opinión
de los informantes en las entrevistas cualitativas. El docente con-
sultado indica que en ocasiones, por asunto de humanidad, incluso
transgrede las normas de la escuela con este alumno incluyéndole
en las listas de distribución de libros y desayuno escolar; así como
también permitiéndole inscribirse sin los documentos requeridos.
Algunos docentes afirman haber declarado como hijos suyos a
alumnos haitianos desprovistos de actas de nacimientos para que
se les permitan tomar las pruebas nacionales.

6. Hay limitación para la admisión de niños al sistema escolar,


como se colige de las respuestas de los directores de las escuelas
quienes afirman que de los niños que solicitan inscripción solo son
134
TOMO II

aceptados el 72.8% de los haitianos y el 68.5% de los dominicanos.


Esto se debe, basicamente, a la falta de cupo.

7. La razón más significativa del rechazo de la admisión de un


niño haitiano a las escuelas de las regionales investigadas es para el
50% de los directores de distrito y para el 20.2% de los directores
de escuelas, la documentación. De las entrevistas cualitativas se
desprende que este documento se refiere básicamente al acta de
nacimiento.

8. La distribución de las escuelas, en cuanto al espacio geográfi-


co, parece una de las razones del rechazo de la inclusión de niños
al sistema, ya que no siempre las edificaciones se corresponden
con la densidad y demanda de la población. De esta manera, so-
bran aulas en algunos lugares, mientras que en otros las escuelas
están abarrotadas. Entre las razones para el rechazo de la admisión
en ambos grupos, dominicanos y haitianos, la falta de aulas es la
segunda causa 16.4% y 11.9%. En las entrevistas cualitativas los
informantes dicen que el rechazo se debe a razones de cobertura,
lo que afirman también los directores de distrito, 13% en el caso de
haitianos y 6% en el caso de los dominicanos. Para los directores
de escuela esta causa solo aplica a los haitianos, 8.6%.

9. La anomalía en la documentación es otra de las razones


mencionadas para el rechazo de un niño a la escuela, 8% entre
los haitianos y 6% entre los dominicanos. El 50% de los direc-
tores de distritos encuestados dice que las anomalías detectadas
se relacionan con padres no legítimos; el 100% menciona acta de
nacimiento falsificada. En las entrevistas cualitativas también se
mencionan estas anomalías, como es el caso de los niños haitianos
que son declarados como hijos por supuestos padres dominica-
nos, de manera que estos puedan inscribirse en la escuela o que
puedan presentar las pruebas nacionales. En visita a los bateyes de
Puerto Plata, se constató que hay individuos haitianos encargados
135
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

de declarar como hijos suyos a los propios de padres ilegales. La


adopción también es una situación notoria entre alumnos haitia-
nos, 8.8%, mientras que en los dominicanos solo es de 3.1%; no
contestaron este asunto el 17.2% de los alumnos haitianos y el
8.1% de los dominicanos.

10. Se admiten niños haitianos provisionalmente sin la docu-


mentación requerida, afirman el 44% de los directores de distritos
y el 55.4% de los directores de escuelas. El testimonio recogido
en las indagaciones cualitativas dan cuenta de que esta medida
transitoria se convierte en permanente y el alumno pasa de un
nivel a otro sin poder presentarse, en su momento, a las pruebas
nacionales.

11. De los alumnos de escuelas urbanas de la Regional 08 de


Santiago de los Caballeros, año escolar 2007-2008, el 10% son
alumnos haitianos; mientras que en la Regional 11 de Puerto Plata
el 3% de los alumnos son niños haitianos y en la Regional 13, Dis-
tritos 04,05 y 06 de Dajabón, son haitianos el 3% de los alumnos
de zona urbana. Las entrevistas cualitativas arrojan la información
de que en las escuelas de zona rural es mucho mayor el número
de alumnos haitianos inscritos en las escuelas dominicanas.

12. Aunque hay una presencia significativa de niños haitianos


en escuelas urbanas de las Regionales 08, 11 y 13, un promedio de
2.5%, los docentes entrevistados dan testimonio de que muchos
niños haitianos que viven en territorio dominicano no asisten a
la escuela porque sus padres, inmigrantes ilegales, tienen temor
de que sean ubicados por esta vía y repatriados.

13. Los niños que no asisten a la escuela, tanto dominicanos


como haitianos, deambulan por las calles y se involucran en acti-
vidades de alto riesgo como delincuencia, violencia, uso y tráfico
de drogas, aberraciones sexuales, entre otros problemas que tendrá
136
TOMO II

que enfrentar la población dominicana, según el parecer de los


entrevistados.

14. Respecto al sexo, las variaciones entre dominicanos y hai-


tianos tienen tendencia y comportamiento similar, masculino, el
44.3% y el 43.4%; femenina el 52.6% y 46.4%. En ambos casos,
la población femenina supera a la masculina.

15. En cuanto a la edad, las medidas son significativamente


similares. Hay mayor proporción entre la población haitiana de
11 y 13 años, decreciendo en años sucesivos, 14 a 16 años, un
28%, mientras que la dominicana solo decrece en este rango de
edad un 7.2%.

16. Las proporciones de cada grupo, según el grado, dentro de


la curva normal, tienen similares comportamientos. También en
la comparación entre distribución por edad y grado hay indicios
de sobredad escolar en ambos grupos, más acentuada entre los
haitianos. De inicial a 4to de básica hay una diferencia de 12%
entre edad y nivel que correspondería a sobreedad entre los domi-
nicanos y de 13% entre los haitianos; de 5to. a 8vo. una diferencia
de 4% para la sobreedad entre los dominicanos y de 13% entre
los haitianos

17. Respecto a las notas obtenidas por asignaturas entre los alum-
nos haitianos y dominicanos, podemos observar que las medias se
sitúan entre los dominicanos en 77.57 y entre los haitianos en 76.8.
El dominicano tiene una ligera calificación superior en 0.77.

18. Los maestros, en la respuesta del cuestionario un 71.3 %,


consideran que el alumno dominicano obtiene mejores calificacio-
nes que el alumno haitiano; mientras que la apreciación subjetiva
de los informantes en las entrevistas, situa al alumno haitiano con
mayor rendimiento que el dominicano, porque este es más dócil,
137
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

disciplinado, realiza mejor sus tareas y sus padres se implican mejor


en la dinámica escolar.

19. En cuanto a la ocupación de los padres, los haitianos en


un 100% solo se dedican a oficios de agricultura, obreros de la
construcción y chiriperos; mientras que los dominicanos tienen un
espectro mayor de variedad de trabajos; sin embargo el 100% de
ambos grupos correspondió a trabajos de baja calificación social.

20. La población investigada en su mayoría se sitúa en los estra-


tos sociales bajos, aunque dicha variable no fue contemplada en
esta investigación, en la realidad nos encontramos que la mayoría
de niños haitianos se ubican en escuelas donde concurren alum-
nos de baja extracción social. El 95% de la muestra de alumnos
haitianos correspondió a escuelas públicas de sectores populares;
mientras que solo el 5% correspondió a colegios privados.

21. La integración familiar de los alumnos dominicanos es tan


pobre como la de los haitianos, sobre la base de que el 48.2% de
los padres de los alumnos dominicanos viven juntos, mientras que
en el caso de los haitianos viven juntos 42.7% y de que el 53%
de los alumnos dominicanos y el 57% de los haitianos no vive
con sus dos padres o vive con otras personas. Por su parte, en las
entrevistas colectivas los docentes afirman que los padres de los
alumnos haitianos se implican más en la dinámica escolar, aunque
muchos no son capaces de comunicarse por asunto del idioma.

22. Aunque el absentismo es muy alto en ambos grupos, 52.2%


en los alumnos haitianos y 42.6% en los dominicanos, las conse-
cuencias educativas tienen mayor afección entre los haitianos ya
que este deja de asistir a clases y se ausenta del salón durante las
clases un 10% más que el dominicano. Los docentes de la Regional
13, consultados en entrevista, dicen que hay una gran deserción de
alumnos haitianos en los primeros meses de iniciadas las clases.
138
TOMO II

23. La repitencia es alta y similar en ambos grupos, 31% de los


haitianos ha repetido al menos una vez y un 29% de los domini-
canos; mientras que el 58% de los haitianos nunca repitió, no lo
hizo el 67% de los dominicanos; de manera que hay un 9% menos
de repitencia entre los dominicanos, por tanto, la afección para el
grupo haitiano es mayor

24. No hay diferencia en el tratamiento del maestro a los alum-


nos haitianos y dominicanos. Respecto al rechazo de los primeros
con base al índice de 1 a 5, desde el 1 como muy desagradable al
5 como muy agradable, el maestro se situó en 3.9 muy cercano a
agradable. En términos generales, en las entrevistas cualitativas el
docente manifiesta simpatía por su alumno haitiano.

25. El alumno haitiano, respecto al tema del rechazo del maestro,


en la escala de 1 a 5, se situó en un índice de 4.4 entre el punto
medio de bien y muy bien. El dominicano se situó más cerca de
bien, con una puntuación de 4.2.

26. Hay una actitud más positiva del alumno dominicano hacia
el haitiano que de este hacia el dominicano El grupo de dominica-
nos siente que los compañeros le tratan mejor que lo que siente el
grupo de los haitianos. En una escala de 1 a 5, correspondiendo el
uno a muy mal y el 5 a muy bien, el haitiano se situó en 3.9 muy
cercano a bien, y el dominicano en 4.3, entre bien y muy bien.
En entrevistas con alumnos dominicanos de nivel básico, algunos
manifestaron que se sentían menospreciados por el compañero
haitiano porque no le podía entender en su idioma, fortaleza que
el haitiano aprovecha a su favor.

CONCLUSIONES GENERALES

1. Situaciones asociadas a la exclusión educativa afectan, tanto


a los niños haitianos como a los dominicanos. Cobertura, repi-
139
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

tencia, integración familiar y anomalías en la documentación, son


elementos comunes en cada caso.

2. La falta de documentación y cupo, relativo a la capacidad


acogida de la escuela, aparecen como las causas más evidentes de
la exclusión de los niños, tanto haitianos como dominicanos.

3. Se hace prioritario establecer las reglamentaciones pertinen-


tes para determinar la situación legal de los niños con vínculos
parentales con inmigrantes haitianos.

4. Existen similitudes entre los grupos de estudiantes domini-


canos y haitianos respecto a características etáreas, rendimiento
escolar y la aceptación intercultural que se observa en la escuela.

5. Hay una población significativa de niños haitianos partici-


pantes del sistema escolar dominicano, beneficiarios de este bien
social y adecuadamente integrados a la comunidad educativa.

6. Hay violación a las reglamentaciones del sistema educativo


para la incorporación de niños al sistema escolar, pero las moti-
vaciones más que por violación a la norma, obedecen a asuntos
de humanidad.

RECOMENDACIONES PARA EL ESTABLECIMIENTO DE POLÍTICAS

1. Elaborar un breve y expreso documento, por parte de la


Secretaría de Estado de Educación, dirigido a los directores de
escuelas, declarando el derecho que tiene todo niño que se en-
cuentre en territorio dominicano de asistir a una escuela y que por
tanto no se le limite la inscripción.

2. Realizar un censo, o un levantamiento de las disponibilidades


de aulas, ubicación territorial y concentración de niños en edad
140
TOMO II

escolar en la zona de influencia de esas disponibilidades, de manera


de planificar mejor la ubicación de edificaciones para hacer más
eficiente los espacios.

3. Generar un sistema estadístico que ofrezca datos confiables


en tiempo real y que contemple las variables que se incluyen en
este estudio a fin de contar con informaciones objetivas para la
toma de decisiones y lograr una mejor distribución de los recursos
destinados a la educación.

4. Revisar el contenido de las áreas que en la formación de maes-


tros se refieren a la legislación educativa, enfatizar el desarrollo
del pensamiento crítico que incida en la correcta interpretación
de las normativas.

5. Incluir en el currículo de formación docente temas relativos


a la ética de la profesión docente, en el marco del cumplimiento
de las normativas institucionales.

6. Establecer las reglamentaciones pertinentes de modo de


aclarar la situación legal de los niños con vínculos parentales con
inmigrantes haitianos.

7. Definir los mecanismos legales pertinentes para que cualquier


niño en edad escolar nacido en territorio dominicano y residente
en el mismo territorio, pueda obtener los documentos requeridos
para la inscripción en la escuela.

8. Dado de que hay una población significativa de niños inmi-


grantes haitianos en territorio dominicano de padres residentes
ilegales, el Consejo Superior de Educación emitirá una resolución
prohibiendo la entrega de información de niños haitianos matri-
culados en el sistema escolar a cualquier estamento externo que lo
solicite, a menos que esté debidamente acreditado a tales fines.
141
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

9. Que el FIES recomiende a las autoridades educativas elabo-


rar un documento que recoja la política del Estado Dominicano
relativa a los niños inmigrantes en edad escolar, el cual precise las
leyes, las normas y los reglamentos con base a los que se debe
regir la situación de este alumno.

10. El Estado Dominicano debería cuantificar la inversión en


educación que se realiza con niños nacionales haitianos, lo cual
corresponde al 2.5% de la matrícula urbana en las Regionales 08,
011 y 013, incluyendo, además de la escolaridad, también al apoyo
en alimentación (desayuno escolar), uniformes y libros de textos.

11. Poner atención al destino de los niños haitianos entre 14 a


16 años según rango de edad de menor frecuencia en la escuela,
para saber a qué se dedican los habitantes haitianos en territorio
dominicano a esa edad como manera de mejorar la dinámica de
la inclusión educativa en ese período.

12. Fuera conveniente que las Regionales de Educación de-


sarrollen actividades dirigidas a la formación del docente en el
tema de la inclusión educativa, donde haya un contenido dirigido
al perfil de los alumnos con el fin de contrarrestar los prejuicios
en contra de algunos grupos.

13. Ofrecer formación a los docentes sobre inclusión educativa,


enfatizando el aspecto de la educación en la diversidad étnica,
así como de grupos geográficamente cercanos y culturalmente
diferentes.

14. Divulgar en la comunidad de directores y profesores de las


escuelas las similitudes entre los grupos de estudiantes domini-
canos y haitianos en cuanto a características etáreas, rendimiento
escolar y la aceptación intercultural que se observa en las escuelas
incluidas en este estudio.
142
TOMO II

15. En los eventos nacionales que tratan el tema de la pobreza,


contemplar la cuestión de la inclusión educativa, ya que la presencia
de niños inmigrantes haitianos es más significativa en escuelas que
se ubican en estado sociales de precarias condiciones.

16. Enfatizar el aprendizaje del francés en la escuela domini-


cana y en la zona de mayor concentración de niños inmigrantes
haitianos, para favorecer la inclusión vía una comunicación efec-
tiva. Algunos docentes, por ejemplo, el orientador escolar debería
aprender el creol, para facilitar la comunicación fuera del aula,
cuando el caso lo requiera dentro del aula o para comunicarse
con los padres del escolar.

17. Realizar un estudio a nivel nacional para determinar las


actitudes de los docentes utilizando la escala de Likert, de manera
de generar un índice del grado de aceptación en el proceso de
inclusión del niño inmigrante haitiano.

18. Ampliar la investigación para profundizar las causas de la


exclusión escolar de los grupos más vulnerables de nuestra socie-
dad, tanto dominicanos como haitianos.

143
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148
LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
HAITIANOS EN LA REPÚBLICA DOMINICANA:
RACISMO Y COMPLEJIDAD DE
LAS RELACIONES INTERCULTURALES

Investigador responsable:
FRANK D´OLEO

Noviembre 2009
Santo Domingo, República Dominicana

149
150
Introducción

En las últimas décadas, el flujo migratorio de nacionales hai-


tianos se ha incrementado de manera considerable hacia el país,
quienes se desplazan, con la finalidad de incorporarse al mercado
de trabajo en las diferentes áreas de la economía nacional.

A partir de la última década, se observa una notoria y signifi-


cativa presencia de jóvenes haitianos que estudian en las universi-
dades del país, y cuyas características relevantes hasta la presente
investigación, no habían sido estudiadas, razón por la cual deseo
expresar mi agradecimiento al Fondo de Investigación y Estu-
dios Sociales, FIES, por acoger esta propuesta de investigación.

Es de conocimiento que en el país predomina, en amplios


sectores de la población, una cultura de rechazo, prejuicio y dis-
criminación en contra de los haitianos que se sustenta en una
plataforma ideológica antihaitianista. Tomando en consideración
esta cultura, es relevante estudiar la dimensión, expresión, ca-
rácter y manifestación de los mecanismos ideológicos del racis-
mo en contra de los estudiantes universitarios de procedencia
haitiana, a los fines de que, tanto el Estado dominicano como
las universidades, dispongan de informaciones primarias que les
permitan orientar sus políticas educativas, en relación a los estu-
diantes universitarios de nacionalidad haitiana.

151
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Bajo este contexto, nuestras principales preocupaciones y pro-


blemáticas objeto de estudio giran en torno a las siguientes in-
quietudes: ¿Cuántos son los estudiantes haitianos que estudian en
el país? ¿En cuáles universidades se concentran principalmente?
¿Cuáles son las principales carreras que estudian? ¿La ideología
antihaitiana que prevalece en la Republica Dominicana se repro-
duce en la universidad? ¿Han experimentado y soportado los es-
tudiantes universitarios de procedencia haitiana los mecanismos
ideológicos de discriminación y segregación racial? ¿Manifiestan
la práctica de los docentes y el comportamiento de los estudian-
tes dominicanos en las aulas rasgos de discriminación y rechazo
a los estudiantes haitianos? ¿Cuál es el nivel de integración en
la universidad que se manifiesta entre estudiantes dominicanos y
haitianos? ¿Estudian juntos? ¿Se apoyan? ¿Es percibido el estu-
diante universitario haitiano como peligroso para la preservación
de la identidad nacional? ¿Son considerados los estudiantes uni-
versitarios haitianos como inferiores? ¿Se han suscitado conflic-
tos de naturaleza racial entre estudiantes universitarios haitianos
y dominicanos? ¿Cómo se manifiesta y expresa el prejuicio en las
universidades del país?

¿En las universidades del país se vulneran los derechos hu-


manos de los estudiantes de procedencia haitiana? ¿Cuál es la
política del Estado Dominicano frente a los estudiantes de pro-
cedencia haitiana que estudian en nuestras universidades? ¿Los
estudiantes de procedencia haitiana pretenden regresar a su país
de origen cuando culminen sus estudios? ¿Cuál es el nivel so-
cio-económico de los estudiantes universitarios de procedencia
haitiana? ¿Cómo se perciben en las universidades los estudiantes
de procedencia haitiana? ¿Se excluyen ellos mismos? Si ellos se
excluyen, ¿cuáles factores inciden en esta auto-exclusión?

El presente resumen da cuenta de los principales hallazgos, re-


sultado de la investigación cuantitativa que, a partir de una mues-
152
TOMO II

tra ampliada, aplicamos en las principales universidades del país,


en las que se concentran la mayor cantidad de estudiantes haitia-
nos. Estudiamos la población de estudiantes en las universidades
Utesa, (Recinto Santiago de los Caballeros y Santo Domingo), la
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, recinto Santia-
go de los Caballeros, el Instituto Superior de Agricultura, ISA, en
Santiago de los Caballeros, la Universidad Nacional Evangélica,
Santiago de los Caballeros, la Universidad Apec, la Universidad
Católica de Santo Domingo, la Universidad Autónoma de Santo
Domingo, UASD y la Universidad 0&M, Sede Central, donde
se efectuaron 338 entrevistas directas a estudiantes universitarios
haitianos, quienes a través de un cuestionario específicamente
diseñado para la investigación respondieron de manera directa y
completando cada cuestionario de manera personal e individual.

Por igual, procedimos a realizar entrevistas a profundidad a


estudiantes haitianos, docentes y estudiantes dominicanos. Al-
gunas valoraciones se encuentran incorporadas en este resumen,
guardando sus opiniones mucha relación y concordancia con los
resultados de la investigación cuantitativa.

La primera parte de este informe presenta, desde nuestra pers-


pectiva epistemológica, una explicación teórica del nuevo flujo
migratorio que se desarrolla en el país, ofreciendo una rica mira-
da al tema de la migración a partir de un enfoque teórico sobre
el proceso de la globalización y los derechos humanos. De igual
forma, avanzo ideas en lo que respecta a las controversias teóricas
derivadas de la ideología antihaitianista, con referencias a algunas
ideas relacionadas con el multiculturalismo e interculturalidad y
la importancia que desde las universidades se desarrollen polí-
ticas educativas en esta dimensión. La segunda y tercera parte
presentan una serie de datos relacionados con la investigación
cuantitativa y valoraciones de las entrevistas cualitativas, dando
evidencia de la cantidad de estudiantes universitarios haitianos
153
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

matriculados en las universidades del país, las carreras que es-


tudian, el carácter y significado de las relaciones entre los prin-
cipales actores del quehacer educativo, destacándose elementos
relacionados con la percepción de racismo, prejuicio y discrimi-
nación racial.

La cuarta y última parte, -presentada a modo de conclusión,-


trata sobre el tema de la Educación Intercultural, concibiéndola
como un aspecto fundamental, a partir de la cual debe articularse
un nuevo curriculum de la educación superior dominicana. In-
cluidas en esta parte, además, algunas recomendaciones puntua-
les que ayudarían a centrar la acción educativa en el marco de los
Derechos Humanos.

154
PRIMERA PARTE: MIGRACIÓN Y GLOBALIZACIÓN.
DIMENSIÓN TEÓRICA DE UN NUEVO PROCESO
CULTURAL EN LAS UNIVERSIDADES DOMINICANAS.

En esta parte del resumen se ofrece una visión teórica a partir


de los cambios de paradigmas que se han producido en las Cien-
cias Sociales en relación al fenómeno migratorio, situando las
perspectivas epistemológicas referenciales desde las cuales abor-
damos el estudio sobre los estudiantes universitarios haitianos en
las universidades nacionales.

1. GLOBALIZACIÓN Y MIGRACIÓN.

Globalización significa los procesos en virtud de los cuales los


Estados nacionales soberanos se entremezclan e imbrican me-
diante actores transnacionales y sus respectivas probabilidades
de poder, orientaciones, identidades y entramados varios, (Beck,
1998a; 29). Por otro lado sostiene que, globalización significa la
perceptible perdida de fronteras del quehacer cotidiano en las
distintas dimensiones de la economía, la información, la ecolo-
gía, la técnica, los conflictos transculturales y la sociedad civil,
(Beck, 1998a; 42).

Globalización y migración son dos fenómenos que están afec-


tando, en su misma raíz, a la sociedad desarrollada y menos de-
sarrollada, a los individuos de una y otra frontera, en todos los
155
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

planos: político, económico, social y cultural. Es lo que aparenta


que está sucediendo en las relaciones entre Republica Domini-
cana y Haití.

Los movimientos migratorios en la época de la globalización


aparecen como una respuesta al deterioro de la situación econó-
mica y política de regiones todavía lejanas de conseguir los nive-
les de vida de los países desarrollados, (Juárez, Ruiz y Cabello,
2008; 68). Es el caso de Haití, nación caracterizada en extensos
períodos de su vida política por la inestabilidad, la fragilidad de
sus instituciones, la pobreza de la gran mayoría de sus nacionales,
quienes debido a esta situación, ven en Republica Dominicana
la principal vía económica para la inserción en el mercado de
trabajo y reproducción de su vida material y social.

El impacto que está provocando la globalización en la socie-


dad dominicana es tan potente que las fronteras se están fractu-
rando de forma vertiginosa y los espacios de comunicación se
ensanchan, especialmente es el caso de Dominicana y Haití.

Entender la globalización requiere explorar, analizar cómo es-


tán cambiando en el país los imaginarios respecto a los ciuda-
danos haitianos. Sobre este particular refiere Canclini que, en la
medida en que llegar a la globalización significa para la mayoría
aumentar el intercambio con los otros más o menos cercanos,
sirve para renovar la comprensión que teníamos de sus vidas. De
ahí que las fronteras se vuelvan laboratorios de lo global. Por eso
buscaremos comprender cómo se modula lo global en las fron-
teras, en la multiculturalidad de las ciudades y en la segmentación
de públicos mediáticos, (2001a; 34).

La presencia cuantitativa y cualitativa de nacionales de otros


países, como es el caso de haitianos, cubanos, estadounidenses,
españoles, italianos, franceses, colombianos, peruanos, árabes,
156
TOMO II

asiáticos, brasileños, evidencia que las relaciones sociales se de-


sarrollan en un contexto cada vez más multicultural, con la con-
secuente eliminación de barreras espaciales en la comunicación,
el respeto a la biodiversidad cultural y el desarrollo de un pensa-
miento crítico y humanizador. Este fenómeno de las migracio-
nes no debe evaluarse como negativo, sino como una posibilidad
de enriquecimiento mutuo, no solo principalmente económico,
de parte y parte, sino como un enriquecimiento cultural, que be-
neficie a las dos partes. La historia de las civilizaciones es la his-
toria de las migraciones humanas (Buezas, 2005; 32).

La expandida presencia de estudiantes haitianos en las univer-


sidades del país, no se percibe como una pérdida o enajenación
cultural, sino como “una tenue mezcla compleja, ambigua, que
no se experimenta como trastorno drástico, sino que, por el con-
trario, se integra rápidamente y se interpreta”, (Tomlinson, 2001;
152). Los estudiantes universitarios haitianos en la Republica
Dominicana resignifican este concepto de hibridación cultural,
provechosa para destacar las nuevas identificaciones culturales
del espacio cultural tradicional.

2. MIGRACION, DERECHOS HUMANOS, POLÍTICA MIGRATORIA


Y UNIVERSIDAD.

En los últimos años, se ha producido una progresiva preocu-


pación a nivel internacional por la protección y respeto a los de-
rechos humanos de todas las personas migrantes, tomando en
consideración las dificultades derivadas de la vulnerabilidad y
discriminación en sus diferentes manifestaciones.

La presencia y consolidación de flujos migratorios, en su ma-


yoría de ciudadanos haitianos y de otras nacionalidades, plantea
una realidad compleja, muy especialmente, cuando esos flujos
muestran altos niveles de pobreza, heterogénea participación en
157
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

el mercado de trabajo, bajos niveles de escolaridad, mayores pro-


blemas de vivienda y, en general, una situación de exclusión re-
forzada por un proceso de estigmatización y discriminación por
parte de la sociedad en su conjunto, (CEPAL, 2006; 8).

Desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos,


adoptada por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciem-
bre de 1948, la legislación internacional en este campo (pactos,
convenciones, protocolos y declaraciones) es significativa, por lo
que puede señalarse que, desde el punto de vista de la defensa
y protección de los derechos de los migrantes, existe suficiente
legislación, muy en especial, para quienes tienen un estatus mi-
gratorio regular y donde el inmigrante indocumentado no debe
ser discriminado de sus derechos básicos fundamentales como
son el trabajo, la educación y la salud.

Dentro de la lógica normativista y de un contexto de legitima-


ción del poder, los derechos humanos están llamados a brindar
la protección social de las naciones y los migrantes, apelando a su
normativa interna e internacional para cumplimiento, resultando
imprescindibles los derechos para asegurar que todos los ciuda-
danos sean tratados con genuina igualdad. A juicio de Kymlicka,
la verdadera igualdad exige, no sólo un tratamiento idéntico, sino
más bien un tratamiento diferencial, que permita acomodar ne-
cesidades diferenciadas, (Kymlicka, 1996; 161).

En el contexto de la concepción liberal, se postula por la igual-


dad de derechos para los individuos y respeto a las personas, en
tal sentido, en coherencia con esta concepción adquiere perti-
nencia y relevancia la Declaración Universal de los Derechos Hu-
manos (1948), que de manera taxativa señala que toda persona
tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el
territorio de un Estado (art. 13.1) y no ser objeto de ningún tipo
de discriminación. Este es un derecho que ha sido reclamado
158
TOMO II

permanentemente, y reivindica la libertad de toda persona a tras-


ladarse desde un país a otro sin limitaciones.

No obstante, resulta de conocimiento que tanto la coexistencia


como la convivencia entre personas de diferentes nacionalidades,
son problemas graves y complejos, más aun, cuando se trata
de países como Haití y República Dominicana, cuya historia se
encuentra dominada por una permanente situación conflictiva.
Pero a pesar de las dificultades, hay que afirmar la posibilidad
de una posible convivencia democrática en tolerancia e igualdad,
con el respeto a los derechos humanos.

Como sostiene Mármora, en un mundo cada vez más inter-


dependiente, ni la economía, ni las comunicaciones, ni el medio
ambiente pueden ser sostenibles en espacios nacionales cerrados.
Tampoco las migraciones. No hay desarrollo sostenible sin desa-
rrollo humano. No hay desarrollo humano sin libertad humana.
No hay libertad humana si las fronteras no logran transformarse,
de barreras en puntos de convergencia e integración, (Mármora,
2004; 28).

3. RACISMO: CARÁCTER Y COMPLEJIDAD DE SU COMPRENSIÓN.

Cada cultura transmite una serie de paradigmas, valores soli-


darios, de igualdad, libertad, responsabilidad, así como, diversos
patrones de rechazo, recelo, discriminación ante los extraños y
los otros, estableciendo niveles diferenciados de afecto-rechazo
ante los seres humanos, tanto con sus connacionales como de
otras naciones.

Comprender a profundidad el significado, sentidos de este


tipo de conducta, implica reconocer que es un fenómeno com-
plejo y que requiere de múltiples perspectivas teóricas, debido
a que intervienen muchas variables, causas diversas y se conju-
159
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

gan muchos factores, tanto sociológicos, psicológicos, culturales,


económicos, históricos, demográficos, lingüísticos, religiosos.

La diferencia entre “blancos” y “negros” es algo entitativo y


objetivo, es un dato independiente de la conciencia ideológica de
los individuos: pero la construcción de una “minoría racial” con
unas relaciones asimétricas entre blancos y negros, en que estos
sean discriminados, es un fenómeno social, una construcción ar-
tificial-histórica-cultural, y por lo tanto no natural, no objetiva,
no entitativa. Lo anterior quiere decir que en el análisis de las
minorías étnicas, no debemos considerar la etnicidad como un
dato entitativo substancialmente dado para siempre, sino como
un proceso histórico, que debemos situar dentro de una cultu-
ra determinada y de un sistema productivo específico, (Buezas,
2005; 158-159).

Partiendo del principio de que “el racista se hace no nace”, las


elites dominantes, reiteradamente presentan en su discurso una
visión y estrategia de presentación negativa del otro y de auto
presentación positiva, asumiendo la táctica del discurso antimi-
gratorio, que consiste en afirmar o mostrar que la política contra
la inmigración es buena para nosotros o para vuestra gente, (Van
Dijk, 2003a, 40).

El racismo, concebido como una compleja variedad de pre-


juicios, discriminaciones, asocia el hecho de ser blanco con unas
cualidades y unos valores más positivos, como la inteligencia, la
habilidad, la educación, la belleza, la honradez, la amabilidad,
mientras que los otros son relegados a rangos inferiores y a expe-
rimentar condiciones de subordinación, marginación, desprecio,
desvalorización, inferioridad y exclusión.

Este sistema de discriminación o de racismo cotidiano se fun-


damenta y se legitima mediante una ideología del racismo que
comprende muchos conceptos, normas, valores y actitudes sobre
160
TOMO II

las jerarquías de raza, color, (Van Dijk, 2003a; 102). Por tanto, el
racismo se aprende, se enseña, y no surge de forma espontánea.
El racismo es construido a partir de percepciones sociales deriva-
das del color, olor, lenguaje, religión, costumbres, desconfianza,
recelo.
En la construcción, enseñanza y reproducción del racismo, las
elites simbólicas (políticos, periodistas, escritores, académicos,
religiosos, artistas) a través de su discurso, son las fuentes y es-
pacios de mayor significación, al igual que la familia, la escuela,
los medios de comunicación, las instituciones del Estado y otros
mecanismos informales que acentúan y determinan las conductas
racistas en la mente de “seres que se consideran superiores”.
4. IDEOLOGÍA ANTIHAITIANISTA Y CONTROVERSIAS TEÓRICAS.
Desde el proceso de colonización, la historia dominicana se ha
desarrollado dentro de un patrón fuertemente prejuiciado; prime-
ro contra el indio, después contra el negro, dos etnias marginadas
por una discriminación racial que escondía otra más poderosa, la
social, y que estimuló rebeliones y alzamientos de indios y de ne-
gros, quienes a menudo se vieron forzados a imitar lo que hacían
animales salvajes, especialmente los puercos, que se alzaban en los
montes para escapar a un lugar donde se vieran libres de opresión,
(Rosario Candelier, 2004; 446). Continúa indicando el autor, que a
raíz de la conquista de América, hubo un proceso de “desindiani-
zación” de la cultura aborigen, y luego una “transculturación” de la
europea, proceso que se repitió a la llegada de los negros africanos
para establecer sin trabas la cultura europeo-occidentales mediante
la implantación de la lengua y las demás expresiones socioculturales
de los conquistadores (Rosario Candelier, 2004; 447).
Este patrón característico del proceso de colonización en
América y el masivo flujo de nacionales haitianos, sirvieron de
soporte para que en República Dominicana se fuera conformando
desde los grupos de poder dominante una vigorosa ideología an-
161
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

tihaitianista, que ha marcado la relación entre los dos países, dan-


do como resultado una persistente y enconada controversia entre
políticos nacionales y haitianos, investigadores sociales, académi-
cos y organizaciones de la sociedad civil.

Las relaciones entre República Dominicana y Haití están pre-


cedidas de una serie de conflictos y antagonismos políticos, terri-
toriales, sociales y culturales que se remontan al siglo XVII, las
cuales, históricamente, han generado un sentimiento antihaitia-
no y antidominicano entre los nacionales de ambos países. Las
conflictivas relaciones entre dominicanos y haitianos registran una
secuencia de luchas sangrientas, invasiones y matanzas de haitia-
nos a dominicanos y de dominicanos a haitianos. En esa horrible
secuencia de hechos trágicos aparece la matanza ordenada en el
1937 por el tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Estas conflictivas y antagónicas relaciones han generado situa-


ciones de violencia, maltratos, crímenes entre ciudadanos de ambas
naciones que acentúan el racismo, prejuicio racial, y discrimina-
ción tanto, por su origen étnico-nacional, como por su condición
de clase.

El contexto teórico de la ideología antihaitiana, como producto


de la clase dominante, se revela de forma ostensible, en los siguien-
tes planteamientos de Manuel Arturo Peña Batlle (1902-1954):
“Los haitianos no pueden representar para nosotros incentivo ét-
nico ninguno; desarrollado en un medio precario y desposeído de
medios de subsistencia, sin poder adquisitivo,…no puede constituir
un factor apreciable en nuestra economía. Mal alimentado y peor
vestido, es débil, aunque muy prolífico por lo bajo de su nivel de
vida; lleno de vicios y de enfermedades endémicas”. “(Peña Batlle,
1954ª; 65)”.

Por otro lado, Joaquín Balaguer (1906-2002), expresa lo siguien-


162
TOMO II

te: “El inmigrante haitiano ha sido también en Santo Domingo un


generador de pereza. La raza etíope es por naturaleza indolente y
no aplica su esfuerzo a ningún objeto útil… El negro que emigra
a Santo Domingo es un ser tarado por lacras físicas horrorosas”
(1947a: 102-104). Por otro lado, Balaguer, introduce sutilmente la
imagen de pertenencia a un rango aun inferior en la evolución, el
mundo vegetal, cuando sostiene: “Mientras en la República Domi-
nicana la población disminuía o evolucionaba con impresionante
lentitud, en Haití, por el contrario, gracias a las condiciones primi-
tivas en que, desde su origen, se debate aquella sociedad subdesa-
rrollada, tendía a aumentar constantemente y se desenvolvía, no
con el ritmo propio de la vida humana, sino con la violencia casi
de las especies vegetales” (1975b: 138).

Bajo estos mismos paradigmas ideológicos, se inscriben los jui-


cios controversiales y polémicos del Dr. Manuel Núñez Asencio,
sustentados en su obra El Ocaso de la Nación Dominicana, en la cual
resalta las diferencias entre las dos naciones, sostiene que, “la
forma más rígida de la oposición entre haitianos y dominicanos
es la cultura”, (Núñez Asencio, 1990; 90). Por otro lado señala,
que debemos defender a toda raya los rasgos de nuestra cultura,
que se nutre de hispanidad y la africanía en una simbiosis peculiar
que fue gestándose desde la aurora de nuestra existencia colonial,
por lo cual la meta de nuestra emancipación intelectual es la de
preservar los valores, creencias y las normas en los que se fragua
la nacionalidad, y consecuentemente, desarrollar los mecanismos
de reflexión que puedan darle autonomía al sujeto, de tal suer-
te que este trascienda las mancuernas de la dominación (Núñez
Asencio, 1999; 166).

La ideología del antihaitianismo resalta las diferencias que exis-


ten entre dominicanos y haitianos, alerta sobre propósitos de ab-
sorción nacional, peligrosidad, constituye a la vez, el universo
ideológico que sostiene la segregación de los haitianos, interio-
163
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

rizándose la imagen de inferioridad, subordinación y distancia


social entre amplios segmentos de la población dominicana.

Refiriéndose a la configuración del Estado-nación, lo cual


constituye uno de los núcleos centrales de las diferencias entre
haitianos y dominicanos, merece destacar el siguiente plantea-
miento de Van Dijk, “en tanto que orientado a la conformación
de la nación, el relato hegemónico operó como patrón para la
homogeneización y para la generación de diferencias y de dife-
rentes. El enunciador legítimo principal –el varón blanco y civili-
zado– se convirtió en parámetro de referencia. Otros conceptos
que buscó incluir y excluir simultáneamente de la nación fueron
“pueblo” y república como dimensión política de la nación (Van
Dijk, 2007b; 37).

SEGUNDA PARTE: ESTUDIANTES HAITIANOS EN LAS UNIVERSIDADES


DOMINICANAS: DIMENSIÓN DE UNA NUEVA REALIDAD.

En esta parte, se exponen los hallazgos más significativos en


relación a la presencia de estudiantes extranjeros que estudian
en las universidades, muy especialmente sobre los estudiantes
haitianos y sus principales características socio-demográficas. Se
presentan una serie de datos primarios, a partir de los cuales,
podrán derivarse otros estudios, tomando en consideración que
esta es la primera investigación realizada en el país sobre este
importante tema.

2.1. CARÁCTER Y SIGNFICADO DE LA PRESENCIA


DE ESTUDIANTES HAITIANOS.

La significativa presencia de estudiantes haitianos en las uni-


versidades del país constituye una nueva realidad, en el marco de
las controversiales relaciones políticas, económicas y culturales
entre República Dominicana y Haití. Lo que anteriormente no

164
TOMO II

llamaba la atención, hoy se está constituyendo en una tendencia


impresionante, con repercusiones positivas para ambas naciones.

La formación de profesionales haitianos en el país, resulta ser


una importante contribución, para que Haití consolide un proce-
so de despegue de superación de sus condiciones sociales, polí-
ticas y económicas. Por otro lado, las relaciones entre nacionales
haitianos y dominicanos en las aulas universitarias repercutirán
en el proceso de conformación de una nueva cosmovisión en
las relaciones entre ambos países, que supere la percepción ne-
gativa predominante en el país, sobre los nacionales haitianos.
¿Cuántos son? ¿Qué estudian? ¿Dónde estudian? Son partes de
las preguntas que se responden a continuación.

Fuente: SEESCyT: Informe General sobre Estadísticas de


Educación Superior, 1989 - 2005.

Los datos muestran al 2005, una matrícula de 4,696 estudian-

165
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

tes extranjeros, de los cuales, los estadounidenses son la mayoría


en un 49%, seguido por los de nacionalidad haitiana, que consti-
tuían el 41%. Los estudiantes extranjeros en las IES dominica-
nas representan el 1.3% de la matricula total, de los cuales, según
la información para el año 2004, la Universidad Católica Madre
y Maestra (PUCMM) es la que cuenta con el mayor número de
estudiantes extranjeros (1,084 estudiantes); es decir el 26.6% del
total. Las otras universidades con el mayor porcentaje de estu-
diantes son: la Universidad Nacional Iberoamericana (UNIBE),
con el16.1%; la Universidad Tecnológica de Santiago (UTE-
SA), con el 12.7%; la Universidad Central del Este (UCE), con el
12.6%; la Universidad Autónoma Santo Domingo, con el11.0%; la
Universidad Nacional APEC (UNAPEC), con el 6.1% y la Univer-
sidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, con el 2.3%.
De conformidad a los datos que obtuvimos en los Departa-
mentos de Registro y Cómputos de las Universidades, se revela
la presencia de 3,806 estudiantes de origen haitiano, a septiembre
del 2008, para un incremento de un 99 %, en relación a los datos
contenidos en el informe de la SEESCyT.

Fuente: Departamentos de registro, informática de las universidades dominicanas.

166
TOMO II

Conforme se aprecia en el siguiente grafico, las IES que con-


centran la mayor cantidad de estudiantes haitianos matriculados
son las siguientes: Universidad Tecnológica de Santiago (UTE-
SA), con una cantidad de 1831 (48%) estudiantes, le siguen la
Pontificia Universidad Catolica Madre y Maestra (PUCMM) con
660 ( 17%), Universidad APEC tiene 358 (9%) incluidos los es-
tudiante del programa de Español, Universidad Catolica de Santo
Domingo (UCSD) con 215 (6%), la Universidad Autonoma de
Santo Domingo (UASD) tiene 167 (4%).

Fuente: Departamentos de registro, informática de las universidades dominicanas.

Por otro lado, los datos estadísticos revelan, de acuerdo a lo


que se establece en la siguiente gráfica, que los estudiantes haitia-
nos que estudian en las Universidades UTESA y la PUCMM, la
mayoría realizan sus estudios en Santiago de los Caballeros, sede
central de ambas universidades. En UTESA y la Madre y Maestra
estudian 1428 y 521 respectivamente.
Con relación a la distribución por sexo de los estudiantes hai-
tianos matriculados en las IES nacionales, los datos revelan que
167
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Fuente: Departamentos de registro, informática de las universidades dominicanas.

1780 (46.8%) pertenecen al sexo masculino y 1416 (37.2) al sexo


femenino. De los datos recabados en las universidades a 610
estudiantes el sexo no fue identificado.

Fuente: Departamentos de registro, informática de las universidades dominicanas.

Las informaciones estadísticas evidencian que los estudiantes


están matriculados en todos los programas académicos, especiali-

168
TOMO II

dades, según las áreas del conocimiento que más se resaltan en el


país. La siguiente tabla muestra que el área de conocimiento que
más estudiantes haitianos concentra es la de Ciencias de la Salud
(50.70%), seguida del área de Ciencias Básicas y Tecnológicas,
para un 21.70%. De igual forma, las informaciones resaltan que
la mayoría de las estudiantes del sexo femenino prefieren estudiar
carreras vinculadas al área de Ciencias de la Salud y los del sexo
masculino se concentran en su mayoría en carreras del área de
Ciencias de la Salud, Básicas y Tecnológicas.
CANTIDAD DE ESTUDIANTES HAITIANOS POR ÁREA DE
CONOCIMIENTO/JULIO 2008
Áreas del
Masculino Femenino Sin especificar Porcentaje
conocimiento
Ciencias básicas y
690 83 50 21.70%
tecnológicas
Ciencias de la
792 941 194 50.70%
salud
Ciencias
filosóficas y 90 53 267 10.80%
humanidades
Ciencias sociales 208 339 86 16.60
No especificada 0 0 13 0.20%
Total 1,780 1,416 610 100%
Participación % 46.80% 37.20% 16.00%
Fuente: Departamentos de registro, informática de las universidades dominicanas.
En relación a las principales carreras que cursan los estudiantes
haitianos, acorde a los datos, se revela que las nueve carreras de
preferencia de los estudiantes haitianos son: medicina, administra-
ción de empresas, Sistemas/Informática, Español (como segunda
lengua), Electromecánica, Administración Hotelera/Turismo, In-
geniería Industrial, Ingeniería Civil y Lenguas Modernas.

Esta creciente matriculación de estudiantes extranjeros y en


particular de estudiantes haitianos, se inscribe en el marco del
169
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

proceso de internacionalización de la Educación Superior, de


importancia fundamental para el país y para las IES, como una
respuesta a las demandas tanto nacionales como internacionales
dentro de una perspectiva de globalización. Esta tendencia im-
pulsa a las IES a producir cambios significativos en diferentes es-
feras, a romper con su paradigma tradicional de funcionamiento,
pero muy especialmente en el marco del respeto a los derechos
humanos y en la necesidad de ofrecer una formación profesional
centrada en los principios filosóficos y sociológicos de la diversi-
dad cultural, la interculturalidad y el multiculturalismo.

2.2. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS DE LOS ESTUDIANTES


UNIVERSITARIOS HAITIANOS EN REPÚBLICA DOMINICANA

Como resultado de los cuestionarios aplicados a una mues-


tra ampliada de estudiantes de procedencia haitiana, distribuida
entre las principales instituciones de educación superior en las
que se encuentran matriculados, se presentan a continuación una
serie de informaciones primarias relacionadas con las principales
características sociodemográficas

1. LUGAR DE NACIMIENTO:

En relación al lugar de nacimiento, la encuesta arrojó que el


37.6% de los estudiantes responde haber nacido en la ciudad de
Puerto Príncipe, le siguen en orden porcentual Cabo Haitiano
13.3%, Jacmel 8.3%, Les Cayes 7.4% y Gonaives 6.5%.

Los estudiantes haitianos en Santo Domingo proceden en su


mayoría de Puerto Príncipe con un 43.1%, un 9.2% procede de
Gonaives y 7.5% de Cabo Haitiano. Quienes estudian en Santiago
tienen su procedencia en un 31.7% para Puerto Príncipe, 19.5%
de Cabo Haitiano y 12.2% menciona haber nacido en Jacmel.

170
TOMO II

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades de Santo


Domingo y Santiago de los Caballeros durante el período de abril.

2. SEXO DEL ENTREVISTADO:

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades de Santo


Domingo y Santiago de los Caballeros durante el período de abril-junio 2008.

171
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

En relación al sexo de los entrevistados las informaciones re-


velan que, el 58.9% de los estudiantes entrevistados son hom-
bres, complementado por el 41.1% de las representantes del sexo
femenino.

Más de la mitad (53.8%) del segmento masculino haitiano


estudia en la ciudad de Santo Domingo, mientras que para el
segmento femenino, el 51.8% recibe docencia en la ciudad de
Santiago.

En lo que respecta al grupo masculino, el mayor porcentaje


(21.1%) estudia en UTESA recinto Santiago y en segundo lugar
en UTESA Santo Domingo con un 20.6%, para un total de un
41.7%.

En lo que se refiere al segmento femenino un 30.9% estudia


en la PUCMM en Santiago y un 19.4% en la UCSD, totalizando
un 50.3%.

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades de Santo


Domingo y Santiago de los Caballeros durante el período de abril-junio 2008.

172
TOMO II

En relación a la edad de los entrevistados, los datos revelan


que el grupo de edades con mayor incidencia en esta investiga-
ción es de 20-25 años con un 71%, y el segmento comprendido
entre 26 y 30, con un 29%.

4. ESTADO CIVIL DEL ENTREVISTADO:

Cuestionados sobre su Estado Civil, el 93.5% de los entrevis-


tados manifiesta estar soltero, le siguen un 5.0% que dice estar
casado, divorciado y viudo reflejan porcentajes de apenas 0.9% y
0.6%, respectivamente.

Referente a la pregunta con quienes residen, casi la mitad de los


entrevistados, un 47.0%, responde residir con amigos haitianos,
aspecto característico entre los estudiantes, quienes por razones
económicas y de estudio deciden alquilar viviendas y repartir los
gastos. Tanto en Santiago de los Caballeros, como en la ciudad de
Santo Domingo, constatamos esta situación, y observamos que
una vivienda la comparten un promedio de 7 estudiantes.

5. FINANCIAMIENTO DE LOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS


DE LOS ENTREVISTADOS:

En relación al financiamiento de sus estudios, los padres con


un 75.7%, son los que principalmente financian los estudios, se-
guido de los “familiares” que representan el 27.5%, le siguen “él
mismo” con 6.8% y “beca” con 1.8%; entre otras respuestas que
no alcanzan el 1.0%. Es importante resaltar que los estudiantes
que financian sus estudios se dedican a la venta de mercancías
en el país y también en Haití.

173
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades de Santo Do-
mingo y Santiago de los Caballeros, durante el período abril-junio 2008.

6. LUGAR DE RESIDENCIA DE PADRES Y/O FAMILIARES QUE FINAN-


CIAN LOS ESTUDIOS DE LOS ENTREVISTADOS:

El 75.9% de los padres y/o familiares quienes financian la esta-


día de los estudiantes universitarios haitianos entrevistados residen
en Haití. Un 41.8% está establecido en Estados Unidos, un 9.3%
en Canadá y el 4.3% en Francia. Otras respuestas fueron expre-
sadas, pero sus porcentajes pueden ser considerados como poco
significativos.
7. FRECUENCIA DE ENVÍO DE DINERO:
Los estudiantes que respondieron esta pregunta, la mayoría
respondieron en un 66.8% de los casos, que recibe el dinero men-
sualmente.

174
TOMO II

El siguiente gráfico presenta la frecuencia de recepción de


dinero:

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en la ciudad


de Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, durante el período abril - junio 2008.

8. CANTIDAD APROXIMADA DE DINERO QUE RECIBE EL ENTREVIS-


TADO (EN US$)

Veamos un ordenamiento de los tres porcentajes más representa-


tivos obtenidos como respuestas en este aspecto de la investiga-
ción:

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades de


Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, durante el período abril – junio 2008.

175
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

TERCERA PARTE: LOS ESTUDIANTES HAITIANOS EN


LA UNIVERSIDAD DOMINICANA: RACISMO Y COMPLEJIDAD
DE LAS RELACIONES INTERCULTURALES.

Esta parte del estudio se destina a presentar y analizar los ha-


llazgos más relevantes del grado de reproducción y/o expresión
de la ideología antihaitianista y racista, históricamente imperan-
tes en amplios segmentos de la sociedad dominicana, muy espe-
cialmente entre los grupos conservadores tradicionales.

Constituye, a nuestro juicio, una de las partes más interesantes


de la investigación, en la medida que revela informaciones pri-
marias con relación a la percepción de los estudiantes haitianos
en relación a las diferentes variables establecidas en la encuesta,
al igual, que se presentan percepciones de estudiantes haitianos a
quienes se les aplicaron entrevistas a profundidad.

De otra parte, el estudio recoge impresiones de docentes y es-


tudiantes dominicanos, acompañados de nuestra percepción ob-
tenida a través de la observación en algunas de las universidades
donde se concentran la mayor cantidad de estudiantes haitianos.

Los prejuicios en contra de los haitianos combinados con una


gran variedad de prácticas discriminatorias fueron reproducien-
do un estatus inferior y otras formas de exclusión y desigualdad
social con respecto a las elites dominantes. Mucho del racismo
imperante en amplias esferas de la sociedad, los prejuicios e ideo-
logías que lo sostienen, se adquiere, se confirma y se ejerce por
el discurso, que se establece a través de la educación y los medios
de comunicación.

Es pertinente establecer que el racismo se aprende y reprodu-


ce, en gran medida, a través del discurso dominante, construido
y reiterado por las élites simbólicas: políticos, periodistas, escri-
176
TOMO II

tores, profesores, religiosos, académicos, que dominan los espa-


cios de poder para su divulgación y condicionamiento de gran
parte de la población.

Complejidad y pluralidad son los principales ejes articuladores


de la nueva realidad que se vive en las universidades dominicanas.
Complejidad por el elevado grado contaminante de una ideología
racista, que históricamente ha primado entre las elites simbólicas
de poder y que se ha transmitido a través de la educación entre
la población.

Pluralidad, porque en el actual contexto y con independencia


de compartir una misma isla y de exhibir reales diferencias eco-
nómicas, las sociedades mundiales y especialmente la dominicana
es un abanico de múltiples colores, donde los haitianos forman
parte importante de ese colorido y su presencia en las universi-
dades demanda del Estado y de la sociedad nuevos códigos de
comportamientos frente a la diversidad.

3.1. MECANISMOS DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN RACIAL.

La discriminación racial se manifiesta de diferentes formas y


en distintos niveles en las aulas de las universidades dominicanas,
constituyendo relaciones sociales diferenciadas y excluyentes en-
tre actores nacionales y haitianos, relaciones de carácter pasivas,
que hasta el momento no generan violencia ni conflictividad,
como si acontece en el ámbito nacional.

En relación a la existencia en el país de prejuicio y discrimi-


nación racial hacia los haitianos, el 60.9% de los estudiantes en-
trevistados considera que existe “mucho” prejuicio y discrimina-
ción contra los haitianos, mientras que un 34.0% considera que
existe “poco”. Otras respuestas fueron “nada” con un 3.8% y
“no sabe/no responde” con un 1.2%.
177
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades


de Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, durante el período abril-junio 2008.

3.2. UNIVERSIDAD, AMBIENTE ACADÉMICO E INTEGRACIÓN


DE LOS ESTUDIANTES HAITIANOS.

Frente a las manifestaciones ostensibles y conductas extendidas


de racismo, prejuicios y discriminación que existen en amplios
segmentos de la sociedad dominicana, la opinión de la mayoría
de los estudiantes encuestados y la de los informantes califica-
dos, a quienes se les aplicó la entrevista a profundidad, es la de
que, estos fenómenos no se reflejan en idéntica proporción en las
universidades nacionales, en las cuales estudian aproximadamente
una cantidad de cuatro mil (4,000.00) estudiantes procedentes de
Haití. La universidad dominicana, en gran medida de carácter plu-
ral, abierta y democrática, está construyendo y fortaleciendo un
espacio propicio que facilita la integración y profesionalización
de miles de estudiantes haitianos. El ambiente académico no es
hostil a los estudiantes, no es lo suficientemente positivo, pero
tampoco es altamente negativo para afectar su integración en la
universidad y, por ende, sus estudios.
178
TOMO II

El ambiente académico prevaleciente en la universidad es un


elemento determinante que contribuye positiva o negativamente
a ese proceso de integración. En este aspecto, los datos del es-
tudio revelan que el 63 % considera que el ambiente académico
en la universidad donde recibe docencia es regular, un 34. % lo
considera como bueno, un 2.4% malo y un 0.9% no responde.

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades


de Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, durante el período abril-junio 2008.

TRES PRINCIPALES OBSTÁCULOS QUE SE LE HAN PRESENTADO


AL ENTREVISTADO DURANTE SUS ESTUDIOS

No obstante, reconocer la existencia de diferencias entre los


estudiantes haitianos y los dominicanos y ciertos niveles diferen-
ciadores por parte de los docentes, en su generalidad, consignan
que el ambiente académico que impera en las universidades es
propicio para el desarrollo de los estudios, razón por la cual, las
universidades del país, en gran medida, no son centros gene-
radores de conflictos y mayores niveles de contradicción entre
estudiantes haitianos y dominicanos.

179
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades de


Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, durante el período abril – junio 2008.

En lo referente a la percepción sobre si se producen manifes-


taciones de prejuicios y discriminación en la universidad contra
los haitianos, los datos indican que la mayoría (47.9%) de los
estudiantes haitianos encuestados manifestaron no saber si se
producen manifestaciones de prejuicios y/o discriminación ha-
cia los estudiantes de esta nacionalidad. Un 26.0% manifiesta su
creencia de que estos prejuicios y/o discriminaciones se produ-
cen en la universidad donde reciben docencia; paradójicamente
un idéntico 26.0% responde negativamente en este aspecto.
Por otro lado, para el 26.0% de los entrevistados que mani-
festó la existencia de prejuicios y/o discriminación racial hacia
los estudiantes haitianos en la universidad, la principal fuente re-
sultaron ser los estudiantes con 64.8% de los casos, seguido por
los profesores con un 59.1%, los empleados con un 19.3% y las
autoridades con 13.6%.

Con relación a la calificación de los niveles de prejuicios y


discriminación, bajos es la respuesta que refleja el mayor por-
180
TOMO II

centaje, seguida por muy de cerca con medianamente altos con


un 25.1%, luego le sigue muy bajos con 16.6%, un 14.8% no
responde, 12.4% los considera altos y, finalmente, un 4.4% los
define como muy altos.

3.3. ESTUDIANTES DOMINICANOS: ¿RACISTAS Y DISCRIMINADORES?

La sociedad global en el siglo XXI, se configura como un mo-


saico pluricultural, multiétnico, con formas de vida y costumbres
diferentes, lo cual hace necesaria la convivencia y coexistencia
entre todas las personas en nuevos espacios, con principios y
valores basados en la igualdad humana, la solidaridad, equidad y
el respeto a la diversidad.

República Dominicana, culturalmente construida sobre la base


de una ideología conservadora y racista hacia la nación haitia-
na, cada vez más, está compelida a construir una nueva sociedad
superadora de antivalores encarnados en prejuicios, discrimina-
ción y profundos sentimientos de rechazo a los nacionales de ese
país.

Una sociedad es auténticamente democrática cuando es in-


clusiva, respeta a las minorías, reconoce y asume los derechos
fundamentales de los inmigrantes, y es capaz de convivir en la
tolerancia activa y diálogo abierto con los diferentes.

Si bien es cierto que en las universidades existen rasgos y ma-


nifestaciones de exclusión, racismo, discriminación, no menos
cierto es, que se está iniciando un proceso de coexistencia y con-
vivencia pasiva entre estudiantes, docentes dominicanos y los
estudiantes haitianos, que aparenta construirse en el marco de
nuevos valores sustentados en el respeto a los diferentes, la tole-
rancia y la paz, de conformidad a los resultados de la investiga-
ción en esta parte del estudio.
181
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

La siguiente expresión, voz de uno de los estudiantes haitia-


nos entrevistados de la Universidad Católica de Santo Domingo,
reconoce que existen comportamientos discriminadores, pero la
importancia que le asigna no es muy relevante, resaltando como
es la opinión de muchos de los estudiantes entrevistados, que en
su imaginario social las manifestaciones raciales aunque existan,
no le confieren mucho valor.

“Sí, yo creo que existe, hay casos que yo propiamente no con-


sidero, porque para mí una persona que tenga algún comporta-
miento puede ser alguien que tenga sus problemas. Hace poco
en la asociación de estudiantes de diplomacia de la Universidad
Católica han querido un grupo de estudiantes haitianos ser parte
de la administración o sea de la presidencia de jóvenes y un día
venía un grupito, uno de los estudiantes de diplomacia dijo, ahí
viene el presidente de los monos. Para mí sí es un caso de com-
portamiento racista o discriminación”.

Respecto a los niveles de relación entre los estudiantes hai-


tianos y los dominicanos, en cuanto a la frecuencia con que los
estudiantes haitianos se relacionan con los estudiantes dominica-
nos, los datos del estudio revelan que el 46.2% indicaron que a
veces se relacionan, el 25.7% respondieron que siempre, el 24.9%
expresaron que pocas veces lo hacen.

Por otro lado, las relaciones entre los estudiantes haitianos


y dominicanos son consideradas normales por el 60.2% de los
entrevistados. Un 19.9% las considera buenas, un 13.5% muy
buenas, 3.1% muy malas y 2.4% se refiere a ellas como malas,
resultando de estos datos, que la convivencia entre estudiantes
haitianos y dominicanos no están signadas por esas relaciones de
conflictividad que domina el ambiente nacional.

182
TOMO II

Consultados sobre su percepción de rechazo de parte de los


estudiantes dominicanos poco menos de la mitad de los entre-
vistados (47.3%) considera que pocos estudiantes dominicanos
rechazan a los estudiantes haitianos entrevistados en esta inves-
tigación. Adicionalmente, respondieron muy pocos con 23.1%,
la mayoría 14.2%, ninguno 11.2% y 4.1% no responde.

En el marco de los procesos migratorios y de integración


de los migrantes en el país receptor, es de conocimiento que
puede lograrse con mayor facilidad si estos no ponen mayo-
res niveles de resistencia. Se advierte un lento proceso de rela-
cionamiento e integración, que parece explicarse conforme al
55.3% por actitudes de ellos mismos.

Respecto al nivel normalidad en sus relaciones, es que más


de tres cuarto de los encuestados, es decir un 78.4% menciona
nunca haber tenido algún conflicto con estudiantes dominica-
nos. El restante 21.6% responde haber tenido algún conflicto
por haber sido discriminado por los estudiantes dominicanos
de su universidad.
183
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades de Santo


Domingo y Santiago de los Caballeros, durante el período abril – junio 2008.

No obstante, conocer que el nivel de interrelación, comuni-


cación no es muy intensa entre estudiantes haitianos y domini-
canos, la percepción lograda en conversatorios con estudiantes
dominicanos es muy similar a la arrojada en el estudio. Tenemos
constancia del respeto y relaciones positivas que se producen
fundamentalmente en las aulas. Percibimos a estudiantes domi-
nicanos y haitianos participar conjuntamente en la organización
de ferias tecnológicas, especialmente en el Instituto Tecnológi-
co de Santo Domingo (INTEC), así como, desarrollar prácticas
conjuntas en los hospitales.

El nivel de interacción que se está produciendo en las uni-


versidades entre los estudiantes dominicanos y haitianos resulta
evidente cuando el 48.5% de los estudiantes entrevistados res-
ponde haber participado ocasionalmente en algún tipo de fiesta
y convivencia conjuntamente con estudiantes dominicanos. El
37.9% responde que nunca ha participado en este tipo de activi-
dades, mientras que un 12.1% manifiesta que siempre ha partici-
pado. El 1.5% restante no responde ante esta pregunta.
184
TOMO II

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades de


Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, durante el período abril – junio 2008.

En el marco de esa dinámica relacional, los entrevistados ma-


nifiestan en un 59.2% que a veces realizan trabajos conjuntos, un
25.4% responde que siempre realizan conjuntamente este tipo
de trabajo, le siguen casi nunca con 10.7%, nunca con 3.8% y no
responde un 0.9%.

Las cinco principales manifestaciones de prejuicio y discrimi-


nación racial que exhiben los estudiantes dominicanos frente a
sus compañeros de estudio, probablemente sean además, otras
de las causas por las cuales el nivel de interrelación, convivencia
no sea mayor, a saber:

1. Hablan mal de su país 66.0%


2. Les hablan mal 42.6%
3. Los tratan como inferiores 33.4%
4. Los rechazan por el color 31.7%
5. Los tratan a distancia 29.6%

185
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Frente a actitudes de discriminación, ofensas, etc., el 73% de


los estudiantes haitianos indicaron que nunca han comunicado a
las autoridades universitaria su caso, el 24. % responde que “a
veces” lo han comunicado, mientras que apenas un 3% siempre
ha comunicado la situación. Por otro lado, el 60.4% de quie-
nes responden que nunca han comunicado a las autoridades de
la universidad los casos de discriminación que han sufrido dice
que no se van a tomar acciones. El 20.8% considera que no les
pondrían atención, 9.4% dice que no lo denuncian para no ser
identificados, un 7.5% opina que “son los mismos”.

En relación a los elementos relevantes del nivel de relación


entre estudiantes haitianos y dominicanos, deseo expresar que la
preocupación mayor que despierta este nuevo proceso en las uni-
versidades del país, es que estudiantes de ambas nacionalidades
logren a aprender a vivir juntos, más aún, cuando este encuen-
tro no es organizado para propiciar convivencia, los prejuicios y
otras actitudes negativas pueden dar lugar a relaciones interper-
sonales e intergrupales latente o explícitamente indeseables.

4.4. NIVEL DE RELACIÓN DE LOS DOCENTES CON


LOS ESTUDIANTES HAITIANOS.

En el marco del actual proceso de Internacionalización de la


Educación Superior Dominicana que impulsa la formación al
más alto nivel de los talentos nacionales en el exterior y, que a la
vez, favorece la inserción de estudiantes extranjeros en las uni-
versidades del país, los docentes desempeñan un rol significativo
para la creación de espacios y nuevas relaciones encaminadas a
la aceptación y acogida de manera favorable a los inmigrantes.
El diálogo con el otro, la búsqueda de la convivencia y la tole-
rancia no son posibles sin el esfuerzo constante de los docentes,
considerando que la relación más relevante es de carácter ética,

186
TOMO II

que se traduce en una actitud de acogida y compromiso con los


educandos. En los actuales momentos, educar es y supone algo
más que la aplicación de estrategias o conducción de procesos
de aprendizaje, (Soriano Ayala, 2007; 41).

Los docentes en las universidades del país estaban acostum-


brados a educar bajo un ambiente de homogeneidad cultural.
Hoy la realidad es diferente, en las aulas de las universidades
y en algunas carreras, la presencia de los estudiantes haitianos
es significativa, y afloran signos evidentes de contradicciones
en la interpretación de hechos históricos producidos entre am-
bos países. Con relación a los docentes, las narraciones de los
estudiantes haitianos, evidencian desconocimiento de elemen-
tos característicos de la pedagogía moderna, muy especialmente
cuando se enseña con criterios de parcialidad e irrespeto a la
diferencia.

Las entrevistas y los resultados de las encuestas indican que,


la mayoría del cuerpo docente de las universidades ofrece un tra-
tamiento normal a los estudiantes haitianos. Frente a la pregun-
ta de si han recibido trato discriminatorio por parte de algún
profesor, en un 61.2% de los casos, los entrevistados responden
que nunca han sufrido un trato discriminatorio por parte de los
profesores que imparten docencia en los centros donde estudian.
Un 19.8% responde que a veces ha recibido este tipo de trato dis-
criminatorio por parte del profesorado, el restante 18.9% men-
ciona haber recibido trato discriminatorio. Los datos revelan que
en la Universidad donde nunca reciben trato discriminatorio, es
en el Instituto Superior de Agricultura, ISA, ubicado en la ciudad
de Santiago de los Caballeros.

En relación a su consideración sobre el trato igualitario a estu-


diantes dominicanos y haitianos por parte de los docentes, más

187
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

de la mitad de los entrevistados (un 55.9%) responde que los


profesores los tratan a veces igual que a los estudiantes domini-
canos. Un 25.4% responde que siempre los tratan de la misma
manera, y un 12.7% afirma que nunca los tratan de la misma
manera. Un 5.9% prefiere no responder la pregunta.

A juicio de los estudiantes haitianos, las manifestaciones más


ostensibles de trato discriminatorio, por parte de los docentes
que incurren en esta práctica, son las siguientes:

1. Hablan mal de su país 56.5%


2. Lo perjudicó en la calificación 48.1%
3. Le habla mal 43.5%
4. No le ponen atención 42.7%
5. En aula establece diferencias
entre haitianos y dominicanos 37.4%

Si la sociedad dominicana y la educación están en proceso de


transformación, con ciertas tendencias favorables al tratamien-
to hacia los haitianos, en consonancia a las normas internacio-
nales de respeto a los derechos humanos, “la formación de los
profesores universitarios debe cambiar, o debe perfeccionarse y
complementarse, facilitándoles la sensibilidad, las coordenadas
ideológico-axiológicas, los contenidos informativos sobre otros
pueblos y culturas y el acceso a material didáctico intercultural
adecuado, para poder desempeñar eficazmente su rol de maestro
en la nueva escuela de la era de la globalización y de las gran-
des migraciones. Es imprescindible una Formación Intercultural
para todos los maestros (tengan o no inmigrantes en sus aulas)
y para todos los alumnos que se encontraran cada vez más con
jóvenes de otras etnias” (Calvo Buezas, 2005; 244).

188
TOMO II

CUARTA PARTE: EDUCACIÓN INTERCULTURAL PARA LA CONVIVEN-


CIA ENTRE HAITIANOS Y DOMINICANOS EN LAS UNIVERSIDADES.

Los debates políticos que en torno a las relaciones entre Hai-


tí y República Dominicana se han suscitado en el país, siempre
han partido del supuesto de la existencia de una cultura superior,
muy diferente a la haitiana, razón por la cual resulta inviable para
los sectores conservadores la coexistencia y convivencia social
entre ambas naciones. Pero sucede, que en el territorio nacional
siempre han existido e interactuado diferentes y genuinas cultu-
ras societales que habitan en un mismo territorio, aunque dicha
convivencia sea conflictiva y desigual.
Frente al hecho de que, una mayoría de migrantes haitianos se
desplazan al país a pesar de la persistencia de las barreras para su
ingreso, se pone de relieve la incompatibilidad existente entre las
posturas restrictivas y un mundo que avanza hacia una creciente li-
beralización de otros flujos. Esta inconsistencia, es en gran medida,
responsable del gran incremento de la migración indocumentada
que se registra en el país, a la vez que deja espacio a graves delitos
que atentan contra los derechos humanos. La globalización conlle-
va direcciones contrapuestas: se generalizan las expectativas de mo-
vilidad pero se endurecen las restricciones para el desplazamiento.
La protección de los derechos humanos fundamentales de los
migrantes en los países de destino es un asunto de gran preocu-
pación en la actualidad. La constatación de abusos, hostilidades
y tratos discriminatorios de que son objeto los haitianos y, en
muchos casos los estudiantes universitarios, conduce a recono-
cer la necesidad de impulsar sustanciales cambios en la educa-
ción dominicana. Cambios que deben ser urgentes, imposibles
de postergar si tomamos en consideración la percepción más vi-
sible, que a juicio de los estudiantes haitianos tienen sobre ellos
los estudiantes dominicanos y la población.

189
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Más grave aún, es la concepción que tienen varios grupos de


estudiantes universitarios, constituidos a los fines de apreciar su
percepción sobre los haitianos y en particular sobre los estudian-
tes.

Fuente: Encuesta aplicada a estudiantes universitarios haitianos en las ciudades de


Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, durante el periodo abril-junio, 2008.

Las expresiones e imágenes predominantes entre estudiantes


dominicanos esencialmente de clase media, media alta y alta son
las siguientes:
“Los haitianos delinquen y hacen cosas horribles.” “Si le va-
mos a dar la nacionalidad vamos a ser haitianos todos”.
“Tenemos que proteger nuestra nación, no podemos permitir
que se llene de haitianos.” “Tenemos que controlar las barreras
fronterizas.” “No podemos cargar con los haitianos”. “Tenemos
que ayudarnos primero.” “Los haitianos son extranjeros en RD.”
“Los haitianos arrabalizan.” “Si nacen aquí, no son nacionales
dominicanos.” “Que estudien y se vayan a su país”
Son las expresiones de la mayoría entre tres grupos de estu-

190
TOMO II

diantes. Valoraciones que tienen su raíz en toda la plataforma


ideológica antihaitianista que históricamente ha formado parte
del proceso de socialización y educación de los dominicanos.
Los resultados de este estudio, revelan que el diálogo con el
otro, la búsqueda de la convivencia y la tolerancia, indispensables
en una sociedad plural, no son posibles sin el esfuerzo de acoger
al otro en su realidad, lo cual no significa compartir sus ideas o
estilos de vida. En este sentido, los actores del proceso educati-
vo, especialmente los docentes tienen la obligación de estimular,
propiciar y desarrollar una cultura de respeto y tolerancia frente
a los estudiantes haitianos, a razón de que, la relación más origi-
naria que se establece entre docentes y alumnos es una relación
ética que se traduce en una actitud positiva de acogida y un nuevo
compromiso con el educando.
Las críticas de parte de los estudiantes universitarios haitianos
a actitudes que asumen docentes, estudiantes y algunas autori-
dades universitarias, adquieren relevancia, a los fines de iniciar
un proceso superador de la simple relación profesoral-técnica,
de estudiantes y autoridades con los haitianos, ya que el núcleo
de la acción y significado educativo, es la relación ética. Esto
debe ser ampliamente comprendido por docentes, estudiantes y
autoridades, cuando se educa no se ve al educando con prejuicio,
como simple objeto de conocimiento, no se discrimina, y mucho
menos como una relación de poder, tal y como se evidencia en
el estudio.
Los docentes en las universidades son los actores educativos
y agentes socializadores fundamentales por excelencia, son los
protagonistas en la creación de un ambiente y clima propicio
que favorezca el desarrollo de actitudes cooperativas y solidarias.
Ahora bien, los docentes deben ser los primeros en interiorizar
y sentir esas actitudes y valores solidarios interculturales, estando
motivados para aplicar los nuevos contenidos curriculares que
demanda la formación educativa en el contexto de la globali-

191
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

zación. En el marco de una nueva concepción de la educación


superior en el país, es necesario hacer posible, a manera de reco-
mendación, los siguientes aspectos.

En primer lugar, hay que resaltar la necesidad de una formación


intercultural del profesorado, que responda a la nueva realidad
sociológica de la República Dominicana, en el contexto de un
mundo globalizado. El docente universitario dominicano estaba
preparado para educar en una sociedad homogénea. La realidad
actual se caracteriza por una presencia cuantitativa y cualitativa
considerable de estudiantes haitianos. El desafío que se plantea
a los docentes es cómo lograr la integración sociocultural entre
haitianos y dominicanos en las aulas universitarias, con la preser-
vación y desarrollo de la propia identidad cultural.

En segundo lugar, la Secretaría de Estado de Educación Superior


Ciencia y Tecnología, y las universidades, a través de sus unidades
de formación docente deben desarrollar programas específicos
orientados a la preparación explícita del profesorado en educa-
ción intercultural.

En tercer lugar, orientar la enseñanza de la historia dominicana


desde una visión más objetiva y respetuosa de la interpretación,
que sobre la historia de ambos países tienen los historiadores
haitianos, en el entendido, de que los textos escolares domini-
canos, la ideología que expresan son una significativa muestra
para el análisis de la creación de estereotipos negativos, como
históricamente ha sucedido frente a los haitianos. En este esce-
nario puede ser posible la articulación de proyectos educativos
binacionales para la enseñanza de la historia.

En cuarto lugar, ejercitar desde las aulas universitarias el desarro-


llo de una cultura de la paz entre Haití y República Dominicana,
192
TOMO II

como un valor humano incuestionable, que debe enseñarnos a


resolver los posibles conflictos que surjan y que potencialmente
pueden ser fuente de enfrentamientos y de intolerancia, pero que
pueden ser superados por el conocimiento, el dialogo, la coope-
ración y la participación democrática.

En quinto lugar, desarrollar una acción educativa hacia los estu-


diantes universitarios en la dimensión del reconocimiento de los
derechos humanos de todos los seres humanos y muy en espe-
cial, a los estudiantes haitianos.

En el sexto lugar, que las autoridades universitarias teórica y me-


todológicamente hagan posible la creación de espacios de con-
vivencia, de interacción y de dialogo que facilite la comprensión
de la realidad social, económica, cultural de ambos pueblos y la
superación de visiones estáticas de la cultura y de la identidad.
En el caso de la educación universitaria a estudiantes haitianos, la
necesidad de centrar su educación en espacios donde predomine
un nuevo contexto, una nueva visión, resulta ser en extremo re-
levante, pertinente, importante, debido a toda la historia negativa
que frente a los haitianos se ha desarrollado en el país y que aún
predomina.

La nueva relación educativa que debe imperar en las aulas uni-


versitarias es la de la aceptación de los estudiantes haitianos en
su realidad concreta, con su tradición y cultura, valorado en su
dignidad inalienable de persona. Cuando hablamos de estos va-
lores interculturales y de la enseñanza de los mismos, conside-
ramos que es una responsabilidad de todas las instituciones que
integran el Sistema Nacional de Educación Superior, para de una
vez por todas, centrar el curriculum educativo en valores, como
el reconocimiento de la libertad personal, la responsabilidad, la
solidaridad, la tolerancia, la igualdad, en fin, en la formación de
193
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

nuevos ciudadanos con capacidad de coexistir con los haitianos


sin prejuicios ni discriminación.

Finalmente, se trata del reconocimiento de todos sus derechos


humanos: legales, sociales, culturales, que hagan posible que los
estudiantes universitarios haitianos logren su profesión sin ex-
perimentar trabas algunas, y que, tanto autoridades, estudiantes
y docentes se relacionen con ellos sin ofensas, respetando como
es de rigor, en un régimen de derechos, el carácter y dignidad de
su persona.

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199
200
OTRAS MIGRACIONES
Y REMESAS
202
INSTITUTO DE ESTUDIOS DE POBLACIÓN Y DESARROLLO (IEPD),
AUSPICIADO POR LA ASOCIACIÓN DOMINICANA
PRO BIENESTAR DE LA FAMILIA (PROFAMILIA)

LA OTRA MIGRACIÓN:
ESTUDIO SOBRE LAS CORRIENTES DE INMIGRACIÓN
DE PROCEDENCIA EXTRA-INSULAR Y LA INTEGRACIÓN
SOCIAL Y ECONÓMICA DE LOS INMIGRANTES
DE LAS PRINCIPALES
COMUNIDADES ETNO-NACIONALES

Investigadores:
FRANCISCO I. CÁCERES UREÑA
FRANCISCO B. BÁEZ EVERTZ
CÉSAR A. CAAMAÑO DÍAZ

Santo Domingo, República Dominicana


Noviembre 2009

203
204
Introducción

Durante las últimas décadas se ha verificado un sostenido in-


cremento de la inmigración internacional en la República Do-
minicana. Este influjo inmigratorio ha estado dominado por la
inmigración procedente de Haití la cual, por obvias razones de
su volumen e implicaciones, regularmente concentra la atención
pública y las acciones, a menudo reactivas, gubernamentales. La
concentración en la inmigración laboral haitiana tiende a opacar,
sin embargo, la existencia de una realidad mucho más amplia y
compleja. En efecto, la inmigración procedente de otros países
ha mostrado un relativo dinamismo, se ha diversificado a lo lar-
go del período señalado y, sobre todo, constituye un fenómeno
sustancialmente diferenciado de la mayoritaria inmigración labo-
ral haitiana, tanto en sus perfiles socioeconómicos como en las
formas de incorporación en los sectores económicos y mercados
de trabajo y en las modalidades de integración en la sociedad
dominicana, como revela el presente estudio.
Los procesos de globalización contemporánea han abierto
una nueva etapa en la migración internacional a escala mundial,
reflejada en la intensificación de su dinámica, diversificación de
países emisores y receptores, el reforzamiento de antiguas y nue-
vas tendencias y cambios apreciables en los patrones migratorios
(Castles y Miller, 2004). En el contexto de la globalización se han
incrementado las tradicionales migraciones laborales, los asenta-
mientos definitivos de migrantes así como los flujos de exiliados
y refugiados, a tiempo que el cambio de país de residencia por

205
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

parte de profesionales y técnicos de alta calificación ha ido co-


brando una progresiva importancia.

La migración de personal de alta calificación se ha expandi-


do por efecto de múltiples factores, pudiendo destacarse dos de
ellos. De una parte, los cambios tecnológicos y económicos en
marcha, entre ellos el desarrollo en las tecnologías de informa-
ción, han incrementado la demanda por trabajadores de alto gra-
do de calificación e impulsado en diversos países políticas de mi-
gración que facilitan y estimulan la entrada de este tipo de mano
de obra. Así, por ejemplo, en los Estados Unidos las cuotas de
visado HIB introducidas en los años noventa han facilitado la
inmigración de personal altamente calificado, especialmente del
sector de la tecnología de información y comunicación. Varios
países de Europa, como Inglaterra, Alemania y Francia, han pro-
piciado medidas para el ingreso de personal calificado (OECD,
2003). Recientemente, la Comunidad Europea adoptó estrategias
de estímulo a la inmigración de profesionales y técnicos de alta
calificación, a la vez que disponía una normativa que establece
drásticas medidas contra la inmigración irregular, medidas estas
últimas que han provocado protestas y preocupación en los paí-
ses emisores de migrantes de América Latina.

De otra parte, los cambios en la división internacional del tra-


bajo y expansión de las empresas transnacionales han dado un
fuerte impulso a la migración de personal de alta calificación y
a la intensificación de sus patrones de circulación. Allan Findlay
(1993: 151), a partir de los tipos de circulación identificados por
Gould, señala cuatro formas de migración del personal califi-
cado: a) trabajadores temporales calificados; b) migrantes que
realizan labores profesionales por cuenta propia; c) técnicos y
gerentes de compañías transnacionales que efectúan migracio-
nes de corto tiempo; y d) movimiento internacional del personal
dentro de las compañías multinacionales entre plantas y países.
206
TOMO II

Aunque esta clasificación podría ser reformulada o ampliada, en


todo caso revela los complejos patrones de la circulación interna-
cional de trabajadores calificados en el contexto de la globaliza-
ción contemporánea, los que implican movimientos migratorios,
tanto entre países del tercer mundo o periféricos, de estos hacia
los países centrales o industrializados, como migraciones desde
los países de mayor grado de desarrollo a los de menor grado de
industrialización o periféricos. Estas modalidades contemporá-
neas de la migración de personal calificado han conducido a una
rediscusión en torno a la denominada “fuga de cerebros” o “emi-
gración de competencias”, conforme fue debatida en las décadas
del 60 y 70 del pasado siglo (Findlay, 1993; Pelegrino, 2000).

Los movimientos internacionales en despliegue involucran, ade-


más, el incremento de otras corrientes importantes, como las de
inversionistas, estudiantes y jubilados (OECD, 2003 y 2007; OIM,
2003). El cambio de país de residencia entre los retirados origi-
narios de países industrializados ha cobrado relevancia, constitu-
yendo corrientes de personas orientadas a lugares con situaciones
climáticas favorables, de condiciones que aventajen sus ingresos
disponibles, –en busca de entretenimientos y que muestran patro-
nes de hipermovilidad, mezclándose con –y frecuentemente deri-
vándose de– las corrientes turísticas. En Europa, España, Portugal
y Grecia han sido destinos preferentes de las corrientes de jubila-
dos. Asimismo, jubilados estadounidenses y canadienses migran,
a menudo estacionalmente, sobre todo hacia los estados del Sur
de los Estados Unidos, hacia México y Panamá (Dixon, Murray y
Gelatt, 2006), así como hacia países del Caribe.

Las nuevas tendencias en la migración internacional han ge-


nerado un prolífico debate y renovaciones en las teorías sobre
el fenómeno migratorio, alentando también las tentativas de en-
foques más integrales (Massey, Arango, Hugo, et.al. 1994). Las
dimensiones relacionadas con el proceso migratorio y la inte-
207
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

gración social de los inmigrantes han sido de las más debatidas,


sobre todo, respecto a lo último, en referencia al modelo clásico
de la asimilación socio-cultural.

El relativo dinamismo de la inmigración procedente de países


no insulares hacia la República Dominicana se ha efectuado en el
contexto general de los procesos de transición socio-económica
del país, que consolidaron los ejes expansivos de las zonas francas,
turismo y economía de servicios, y en el marco general mundial,
antes referido, de la nueva etapa migratoria abierta por la globali-
zación contemporánea, que ha intensificado la migración y circula-
ción de poblaciones a escala mundial. Las expansiones de las zonas
francas, el turismo y la economía de servicios, junto a la relativa
estabilidad política del país y una estrategia de puertas abiertas a
los flujos de población no insulares, han incentivado la radicación
de inmigrantes y la diversificación de sus procedencias. Como re-
vela el estudio, se trata primordialmente de inmigrantes de perfi-
les educativos elevados, dentro de los tipos señalados antes, que
se incorporan en términos ocupacionales, económicos y sociales
sobre todo en los niveles medios y medios-altos de la estructura
social dominicana. Aunque los procesos migratorios difieren entre
las comunidades de origen de los migrantes y entre los tipos de
inmigrantes al interior de éstas, destacan los roles que desempeñan
los nexos de relaciones sociales, la incidencia de la circulación y las
vinculaciones transnacionales con las sociedades de prodecencia.

Pueden señalarse dos conjuntos de razones concretas que han


servido de fundamento a una investigación sobre el tema acerca
del cual versa este informe. La primera se relaciona con los va-
cíos de información y con los escasos antecedentes de estudios
sobre la temática de la inmigración procedente de otros países en
la época contemporánea. En efecto, hasta el momento de la rea-
lización de la presente investigación no existía ningún anteceden-
te de estudio detallado y con orientación aplicada que ofreciera
208
TOMO II

un panorama de conjunto de la inmigración de procedencia no


insular en la época actual, aunque existían unos pocos trabajos
que abordaban el tema. Los trabajos de investigación existentes
sobre algunas comunidades etno-nacionales de inmigrantes re-
gularmente han tenido un carácter histórico, concentrándose en
varios colectivos, tales como los canarios (Hernández, 2007; Dei-
ve, 1988), españoles republicanos (Llorens, 1975; Vega, 1984),
afro-estadounidenses (Puig, 1978; Hoetink, 1994), migrantes de
las Antillas inglesas, francesas y danesas (del Castillo, 1979), ára-
bes (Inoa, 1999), japoneses (Gardiner, 1975) y judíos centro-eu-
ropeos (Gardiner, 1975).

Sobre la inmigración de estos grupos y de otros de proce-


dencia no insular en la época contemporánea son muy escasos
los trabajos existentes. No obstante, han sido publicados varios
estudios sobre algunos colectivos, entre ellos, sobre los cuba-
nos (Casaña Mata, 2001), los españoles (Romero Valiente, 1999;
Báez, 2001) y los chinos (Sang, 2004). Conforme a lo señalado, el
presente trabajo, por lo menos en su vertiente de estudio aplica-
do a partir de una encuesta a inmigrantes de diez comunidades,
constituye una investigación de carácter exploratorio y pionero,
que ofrece informaciones y conocimientos que podrían ser valio-
sos sobre esta temática, contribuyendo a la ampliación del acerbo
bibliográfíco y documentación existente al respecto.

En segundo lugar, se tuvo por orientación a partir de los pro-


pósitos de la entidad auspiciadora que el estudio pudiera contri-
buir de algún modo a las políticas públicas en el ámbito de las
migraciones, específicamente en lo relativo a la inmigración de
procedencia extrainsular. El aporte de conocimientos e informa-
ciones es, sin duda, un aspecto indispensable para la identifica-
ción y las formulaciones de políticas coherentes y adecuadas, o
por lo menos, bien orientadas y fundamentadas. Asimismo, en
el presente informe se presentan algunas recomendaciones con-
209
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

cretas de políticas de migración en torno a estos colectivos, sus


procesos migratorios e integración económica y social que, es
de esperar, podrían ser de utilidad dentro de los diseños de las
políticas sociales al respecto.

1. METODOLOGÍA UTILIZADA EN LA INVESTIGACIÓN

La investigación se centra en diez comunidades de inmigrantes


representativas, tanto por la importancia en cuanto a las magni-
tudes como por las diferencias de procedencia regional y conti-
nental, a saber: alemanes, colombianos, cubanos, chinos, espa-
ñoles, italianos, estadounidenses, franceses, puertorriqueños y
venezolanos.

La estrategia metodológica utilizada en el abordaje del objeto


de estudio combinó los procedimientos técnicos de la investiga-
ción cuantitativa y cualitativa. Se realizó una amplia recopilación
y subsiguiente análisis de la información secundaria disponible y
una extensa e intensiva investigación aplicada, de acuerdo a los
términos del FIES de una investigación de gabinete y una de
campo, basada en una encuesta donde se entrevista a personas de
las diez comunidades de interés y una serie de entrevistas semi-
dirigidas a informantes claves.

1.1 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN DISPONIBLE

Se recopilaron y analizaron las principales informaciones deriva-


das de la bibliografía identificada, documentación, bases de datos
e informaciones disponibles sobre la inmigración de procedencia
extrainsular. El tratamiento de estas informaciones involucró in-
dagaciones respectivas que comprendieron diversos tipos fuentes,
entre ellas: 1) bibliografía sobre el tema y sobre las comunidades de
inmigrantes estudiadas; 2) bases de datos de los censos nacionales
de 1981 y 2002; 3) encuestas de cobertura nacional que incluían
210
TOMO II

la variable país de nacimiento, entre ellas las Endesa-91 y ENDE-


SA-96, la ENHOGAR-2006 levantada por la Oficina Nacional de
Estadística y otras encuestas; 4) las informaciones de la Dirección
General de Migración, entre ellas, el registro de extranjeros por na-
cionalidad, permisos y renovaciones de residencias; 5) las informa-
ciones de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores sobre
las estadísticas de emisión de visados para nacionales de los países
considerados; 6) informaciones de las embajadas y consulados
sobre sus nacionales radicados en el país.

1.2 ENTREVISTAS SEMI-DIRIGIDAS

Se efectuaron diversas entrevistas abiertas semi-dirigidas a perso-


nas relacionadas con ámbitos diversos de los inmigrantes, entre ellas:
1) personas acreditadas de las embajadas o consulados; 2) directivos
de asociaciones, clubes, entidades empresariales, de comercio u
otros, de las comunidades de inmigrantes; 3) líderes destacados o
reconocidos de esas comunidades: 4) personal técnico acreditado
de los organismos dominicanos relacionados con la migración.

1.3 LA ENCUESTA

El estudio se fundamenta sobre todo en una encuesta a miem-


bros de diez comunidades de inmigrantes con radicación en el
país, basada en los procedimientos del muestreo no probabilísti-
co del tipo intencional y por cuotas. Para cada uno de los grupos
de inmigrantes se realizaron 30 entrevistas, a personas cuyo re-
quisito de inclusión en el estudio fue que hubiese inmigrado a la
República Dominicana siendo adulto. De este modo se confor-
mó una muestra de 300 inmigrantes. La estrategia de este diseño
de la encuesta posibilitó, en consecuencia, obtener una muestra
del conjunto de las diez comunidades que se juzgaron más rele-
vantes dentro de la inmigración de procedencia no insular, que
permite un tratamiento cuantitativo de conjunto, a tiempo que,
211
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

de otra parte, ofrece abundante información para el estudio cua-


litativo de cada uno de los grupos de inmigrantes, a partir de los
casos respectivos entrevistados. El instrumento utilizado en la
encuesta focalizó los perfiles sociales de los inmigrantes así como
los procesos migratorios y percepciones de los inmigrantes.

Las entrevistas fueron realizadas por un equipo de diez perso-


nas altamente calificadas a quienes se les capacitó en técnicas de
entrevista y sobre los contenidos del cuestionario a ser aplicado.
Uno de los criterios de selección de estos técnicos fueron los
conocimientos sobre las comunidades de inmigrantes, así como
los vínculos sociales con estos grupos. Esto último fue de vital
importancia para lograr el abordaje de las personas a ser entre-
vistadas y así obtener información sobre una submuestra de 30
personas en cada uno de los 10 colectivos.

2. DIMENSIONES DE LA INMIGRACIÓN A LA
REPÚBLICA DOMINICANA1

Las dimensiones del fenómeno de la inmigración internacio-


nal en este caso es abordada desde tres perspectivas: a) los volú-
menes de inmigrantes, b) las corrientes migratorias y, c) las carac-
terísticas de la población inmigrante no insular. Para este último
aspecto se toman en cuenta la localización geográfica, así como
el perfil demográfico y socioeconómico de los contingentes pro-
cedentes de los 10 países estudiados.
1. Para el análisis se utiliza información procedente del VI y VIII Censo Nacional
de Población y Vivienda de 1981 y del 2002, respectivamente. Además, se recurre
a datos provenientes de la Encuesta Demográfica y de Salud de 1991 y 1996
(ENDESA-96), así como de la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos
Múltiples del 2006 (ENHOGAR-2006). En forma adicional recurrirá a estadísticas
generadas por las entidades gubernamentales relacionadas con la inmigración y
se consultarán otras fuentes como la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo
levantada por el Banco Central de la República Dominicana.

212
TOMO II

2.1 VOLÚMENES DE INMIGRANTES


Entre los distintos problemas que enfrenta el estudio de la inmi-
gración internacional, la subestimación de los volúmenes se consti-
tuye en uno de los principales. A pesar de que, en ocasiones, los ex-
tranjeros que residen legalmente en el país prefieren ser ignorados
por los conteos derivados de los censos y las encuestas, gran parte
de la omisión deviene de la marcada tendencia de la población
indocumentada a no dejarse contabilizar en los registros, censos y
encuestas. A esta situación no escapan los países industrializados
receptores de inmigrantes, por tanto, no habría que esperar que en
la República Dominicana se verifique un escenario diferente.
El VI Censo Nacional de Población y Vivienda del 1981 re-
gistró un total de 88,642 extranjeros residentes en la República
Dominicana, de los cuales 23,603 correspondían a las 10 nacio-
nalidades estudiadas. Mientras tanto, el VIII Censo Nacional de
Población y Vivienda del 2002 daba cuenta de 96,229 inmigran-
tes al país, de los cuales 22,856 eran originarios de los países de
interés (ver Cuadro 1).
CUADRO 1
POBLACIÓN INMIGRANTE A LA REPÚBLICA DOMINICANA
EMPADRONADA EN LOS CENSOS DE POBLACIÓN
DE 1981 Y 2002, SEGÚN PAÍS DE ORIGEN

Población inmigrante
País de origen Censo de 1981 Censo del 2002
Alemania 226 1,680
China 1,193 1,192
Colombia 404 1,552
Cuba 1,536 2,255
España 2,739 2,430
Estados Unidos 11,369 3,012
Francia 229 834
Italia 448 2,300
Puerto Rico 4,577 2,897
Venezuela 882 4,704
Haití 60,162 61,863
Resto del mundo 4,591 11,510
Total 88,356 96,229

213
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

Si se toman en cuenta las limitaciones de los censos en cuanto


a la medición de la inmigración, podrá tenerse certeza de que las
cifras precedentes subestiman de manera sustancial el número
de nacionales de otros países residiendo en la República Domi-
nicana.

A partir de algunas de las encuestas levantadas en el país desde


los inicios de la década del 90 se ha tratado de medir la inmigración.
Resultados provenientes de la ENDESA-91 permiten inferir una
cifra cercana a los 120,000 extranjeros residiendo en el país, unos
140,000 según la ENDESA-96 y alrededor de 210,000 de acuerdo
a la ENHOGAR-2006. De esos volúmenes totales de inmigrantes,
para el conjunto de quienes forman parte de las 10 nacionalidades
estudiadas se estiman cifras del orden de 32,000 en 1991, 33,000 en
1996 y 47,000 alrededor del 2006. Sin embargo, por las razones es-
grimidas al inicio de esta sección, estos valores también subestiman
los verdaderos números de inmigrantes en el país.

Las estadísticas oficiales, de la Dirección General de Migra-


ción (DGM), por su parte, dan cuenta de que en la actualidad
(2008) en la República Dominicana residen unos 41,519 inmi-
grantes procedentes de las 10 naciones consideradas en este estu-
dio. A su vez, de acuerdo a los datos sobre población extranjera
residente en el país proporcionados por la Secretaría de Estado
de Relaciones Exteriores (SERE), los inmigrantes procedentes
de esos 10 países ascienden a 43,949 personas. Sin embargo, de
acuerdo a estadísticas del Departamento de Estado de los Es-
tados Unidos, para 1999 en la República Dominicana residían
82,000 norteamericanos, cifra que para el 2008 era estimada por
la misma fuente en unas 100,000 personas, muchos de los cuales
tienen doble nacionalidad.

Considerando la diferencia entre el número de estadouniden-


ses que de acuerdo a esta última fuente residen en la República
214
TOMO II

Dominicana y el que se deriva de los censos, además del que se


infiere de las encuestas, habrían razones más que suficientes para
suponer que lo mismo puede ocurrir con los inmigrantes de los
demás países. En consecuencia, las cifras derivadas tanto de los
registros de inmigrantes, como aquellas provenientes de censos
y encuestas distan mucho de la realidad, por lo cual a lo sumo
pueden ser utilizadas para obtener aproximaciones de la estruc-
tura de los inmigrantes, según nacionalidad y una aproximación
al análisis de algunos atributos.

Si se obvia el problema de la subestimación de los volúmenes


de inmigrantes se percibe que, cualquiera sea el año considera-
do, los haitianos constituyen el grupo más importante desde la
perspectiva cuantitativa. No obstante, para el año 2002 se ponía
de manifiesto que los mayores contingentes de extranjeros no
haitianos residentes en el país provenían de los 10 países consi-
derados en este estudio. Esto es, Venezuela (4,704), Estados Uni-
dos (3,012), Puerto Rico (2,897), España (2,430), Italia (2,300),
Cuba (2,255), Alemania (1,680), Colombia (1,552), China (1,192)
y Francia (834). Ya en el año 1981, con la excepción de México,
Japón e Inglaterra, estas nacionalidades constituían los grupos
poblacionales extranjeros no insulares numéricamente más im-
portantes en la República Dominicana. Encuestas como la EN-
DESA-96 y la ENHOGAR-2006 también proporcionan infor-
mación en relación a la importancia relativa de la inmigración
proveniente de los 10 países incluidos en el estudio.

2.2 CORRIENTES MIGRATORIAS

Si se utiliza el volumen poblacional en función del año de lle-


gada al país como indicador de la intensidad de las corrientes
migratorias se perciben tres patrones básicos.

El primero corresponde a un grupo de comunidades cuyo nú-


215
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

mero de efectivos se ha incrementado de manera importante y


que ya para 1981 estaba consolidada o relativamente establecida.
Es el caso de los alemanes, españoles, franceses e italianos.

El segundo patrón corresponde a un conjunto de grupos na-


cionales que también han crecido durante las décadas recientes.
Este conglomerado está constituido por las colectividades de in-
migrantes colombianos, cubanos y venezolanos.

El tercer prototipo está compuesto por dos subgrupos. En


el primero de estos se encuentra la comunidad de origen chino,
la cual no parece haber crecido durante las últimas décadas, sin
embargo, su corriente migratoria mantiene un flujo periódico
que le permite renovarse en el tiempo. El segundo subgrupo está
formado por las comunidades de origen norteamericano y puer-
torriqueño, las cuales al parecer tienen tendencia a disminuir su
número de efectivos con el tiempo.

2.3 CARACTERÍSTICAS DE LOS INMIGRANTES

Esta sección apunta a establecer una caracterización de los in-


migrantes a partir de tres tipos de atributos: a) la localización geo-
gráfica, como forma de determinar su patrón de asentamiento
en el espacio nacional, b) las características demográficas, como
factores asociados a la composición de la población en relación a
factores asociados con su estructura y crecimiento, c) algunas ca-
racterísticas socio-económicas como forma determinar las even-
tuales ventajas de los inmigrantes frente a la población nativa en
el mercado de trabajo.

216
TOMO II

2.3.1 LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA

a) Zona de residencia
En el año 1981, apenas el 53% de la población dominicana se
asentaba en las ciudades, no obstante, 93% de los inmigrantes se
localizaban en la zona urbana. Habiendo transcurrido dos déca-
das, en el 2002, aunque no pueda hablarse de un proceso de rura-
lización de la inmigración, sí se percibe una tendencia a que una
parte de los extranjeros que vienen a residir en el país se vayan al
campo. Para ese año, cuando la población nativa residente en el
campo alcanzaba la proporción de 36%, el 16% de los inmigran-
tes procedentes de los 10 países estudiados vivían en el campo.
b) Región de residencia
En función de lo postulado por la literatura sobre migración,
una parte importante de los desplazamientos poblacionales se debe
a razones de naturaleza económica, por tanto, habría de esperarse
que los inmigrantes de las 10 comunidades nacionales estudiadas
tiendan a localizarse en las regiones con mayor potencial para el
desarrollo de sus actividades. Esto en cierto modo se verifica, dado
que en 1981 más de la mitad (54%) fijó su residencia en Santo Do-
mingo, mientras que más de un cuarto (26%) lo hizo en el Cibao.
Esto es, el 80% se concentró en las dos regiones de mayor grado
desarrollo. En el 2002 esta forma de distribución de los inmigran-
tes a nivel territorial no había experimentado cambio, el 56% vivía
en Santo Domingo y el 27% en el Cibao, es decir, el 83% residía
en estos dos contextos espaciales (ver Mapa 1).

217
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

MAPA 1
DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LOS INMIGRANTES
DE LAS 10 NACIONALIDADES ESTUDIADAS SEGÚN REGIÓN
DE RESIDENCIA, 2002

2.3.2 CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS


Las personas que dejan su país para residir en otro, normalmente
tienen características diferentes de aquellas que deciden quedarse.
Por esta razón se considera que la migración es selectiva en función
de algunos atributos demográficos de los individuos como el sexo,
la edad y el estado conyugal, así como de acuerdo a algunas carac-
terísticas socio-económicas tales como el grado de escolaridad, la
ocupación y la categoría ocupacional.
a) Sexo
Si la composición por sexo de los inmigrantes es comparada
con la de la población nativa, habría que admitir que se verifica la
hipótesis plateada previamente en relación al predominio masculi-
no entre los migrantes. Independiente de la fuente de que se trate,
los residentes nativos se distribuyen en forma igualitaria por sexo,

218
TOMO II

a lo largo del tiempo, sin embargo, sistemáticamente alrededor del


60% de los extranjeros son de sexo masculino (ver Cuadro 2). A
pesar de ese sesgo masculino de los inmigrantes, se perciben algu-
nos contrastes importantes entre nacionalidades.

CUADRO 2
COMPOSICIÓN PORCENTUAL DE LA POBLACIÓN DE LAS 10
PRINCIPALES COMUNIDADES DE INMIGRANTES NO INSULARES
A LA REPÚBLICA DOMINICANA, POR FUENTE Y SEXO,
SEGÚN PAÍS DE ORIGEN

Fuente
País de origen Censo de 1981 ENDESA-96 Censo del 2002 ENHOGAR-2006
Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Alemania 58 42 * * 58 42 * *
China 62 38 * * 55 45 * *
Colombia 42 58 * * 50 50 * *
Cuba 61 39 62 38 55 45 60 40
España 72 28 79 21 63 37 61 39
Estados Unidos 58 42 55 45 52 48 62 38
Francia 38 62 * * 60 40 * *
Italia 87 13 * * 70 30 54 46
Puerto Rico 53 48 40 60 44 56 31 69
Venezuela 47 53 * * 52 48 54 46
Total 59 41 60 40 55 45 59 41
Pob. Nativa 50 50 50 50 50 50 50 50

* No se calculó el porcentaje debido a que el número de casos es nulo o muy reducido.

b) Edad
Si la hipótesis de que entre las personas que abandonan su país
para residir en otro predominan los jóvenes fuese evaluada por el
peso relativo que presentaba el grupo de inmigrantes menores de
15 años en 1981, entonces parecería no verificarse. El 46% de los
extranjeros residentes en el país tenía menos de 15 años, mientras
que esa proporción era de 41% en el caso de la población nativa
(ver Cuadro 3). Sin embargo, la importancia relativa del grupo
de personas con edades entre 0 y 14 años estaba altamente in-
fluenciada por los inmigrantes de origen estadounidense, entre

219
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

quienes el 72% tenía menos de 15 años de edad y el 87% estaba


por debajo de los 25 años, en un contexto donde este grupo
representaba el 40% de los inmigrantes de las 10 comunidades
estudiadas, en su conjunto.
Para el 2002 se había producido un cambio importante en la
estructura por edad de los inmigrantes. Los menores de 15 años
habían reducido su peso relativo hasta situarse en un 26% mientras
aumentó la importancia porcentual de la población de 35 años y
más, pasando de 27% en 1981 a 45% en el 2002.
Tanto en 1981 como en el 2002, los grupos de inmigrantes
donde la población menor de 15 años tenía mayor peso relativo
eran los procedentes de los Estados Unidos (72% en 1981 y 51%
en el 2002), Venezuela (42% en 1981 en 1981 y 34% en 2002) y
Puerto Rico (35% en 1981 y 34% en 2002). A su vez, los grupos
nacionales que, conforme a los resultados de los dos censos con-
siderados, habían presentado la mayor proporción de población
con 35 años y más de edad son los provenientes de Italia (82%
en 1981 y 63% en 2002), España (78% en 1981 y 77% en 2002)
y Alemania (74% en 1981 y 68% en 2002).
c) Estado conyugal
Las cifras derivadas del censo de 1981 muestran que para esa
época la propensión a la soltería era mayor en los inmigrantes que
entre los nativos, 46% frente 38%, respectivamente. Sin embar-
go, esto está asociado a que la población que aún no se encuentra
en edad de casarse o unirse (0-14 años) era mayor entre los in-
migrantes. Así, si entre los inmigrantes se excluyen los menores
de 15 años se obtiene una proporción de solteros (38%) igual a
la de los nativos. De igual manera se obtiene una proporción de
casados y unidos (54%) muy cercana a la de la población nativa
(52%).

220
TOMO II

CUADRO 3
COMPOSICIÓN PORCENTUAL DE LA POBLACIÓN DE LAS 10
PRINCIPALES COMUNIDADES DE INMIGRANTES NO INSULARES A LA
REPÚBLICA DOMINICANA, POR AÑO Y GRUPOS DE EDADES,
SEGÚN PAÍS DE ORIGEN, 1981 Y 2002

Grupos de edades
País de origen 1981 2002
Total 0-14 15-24 25-34 35 y más 0-14 15-24 25-34 35 y más
Alemania 100.0 5 5 16 74 12 6 14 68
China 100.0 17 7 17 59 10 16 19 55
Colombia 100.0 22 12 49 17 17 12 24 47
Cuba 100.0 0 34 16 50 13 10 15 62
España 100.0 8 1 13 78 8 5 10 77
Estados Unidos 100.0 72 15 6 7 51 18 8 23
Francia 100.0 20 3 8 69 22 6 14 57
Italia 100.0 5 0 13 82 24 4 9 63
Puerto Rico 100.0 35 28 14 24 34 12 12 42
Venezuela 100.0 42 26 20 12 34 43 8 15
Total 100.0 46 16 11 27 26 17 12 45
Pob. Nativa 100.0 41 22 14 25 34 19 16 31

* No se calculó el porcentaje debido a que el número de casos es nulo o muy reducido.

2.3.3 CARACTERÍSTICAS SOCIOECONÓMICAS


a) Escolaridad
Los resultados obtenidos tanto a partir del censo de 1981 como
del levantado en el 2002 muestran que los inmigrantes siempre
presentan un nivel de educación formal muy superior al de la po-
blación nativa. Hacia 1981 apenas el 6% de los dominicanos con
20 años o más de edad habían alcanzado el nivel superior, mientras
que entre los inmigrantes de las 10 comunidades estudiadas, en su
conjunto, casi la mitad (47%) había frecuentado las aulas universi-
tarias (ver Cuadro 4). A su vez, en el 2002 la proporción de perso-
nas nativas adultas con nivel universitario casi se había triplicado
(17%), no obstante, aun así no alcanzaba a ser la tercera parte del
porcentaje de inmigrantes que habían cursado estudios de nivel
superior (57%).

221
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

b) Ocupación
Como se esperaba, los inmigrantes se insertan en actividades de
mayor estatus que la población nativa. Hacia 1981, más de la mitad
(55%) del conjunto de extranjeros miembros de las comunidades
analizadas laboraba en actividades que los tipificaban como emplea-
dos de cuello blanco, 26% como gerentes administradores y emplea-
dos en categoría directiva, 17% como profesionales en diferentes
áreas y 12% como empleados de oficina (ver Cuadro 4). Mientras
tanto, solo el 18% de la población nativa se desempeñaba en la
categoría de empleados de cuello blanco y dentro de estos, apenas un
2% laborada en las actividades de mayor posicionamiento, esto es,
gerentes, administradores o empleados de categoría directiva.

Para el año 2002 la proporción de inmigrantes ocupados como


gerentes, administradores y personal en categoría directiva había
disminuido casi a la mitad, pasando de 26% en 1981 a 15%. A su
vez, la proporción de empleados de oficina experimentó un ligero
incremento, al pasar de 12% en 1981 a 16% en el 2002. No obstan-
te, el cambio positivo más importante se verificó en el porcentaje
de personas ejerciendo como profesionales en las diferentes áreas
del saber. Esta categoría pasó de solo 17% en 1981 a 41% en el
2002.
c) Categoría ocupacional
Los inmigrantes, además de laborar en actividades más especia-
lizadas que la población nativa, también tienen mayor relación con
la propiedad del establecimiento para el cual trabajan. En 1981, el
11% de las personas pertenecientes a los 10 grupos nacionales es-
tudiados eran empleadores, mientras esa proporción era de apenas
2% en el caso de los nativos (ver Cuadro 4).

222
TOMO II

CUADRO 4
DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LA POBLACIÓN INMIGRANTE
Y NATIVA, POR AÑO, SEGÚN NIVEL DE INSTRUCCIÓN2, OCUPACIÓN
Y CATEGORÍA OCUPACIONAL, 1981 Y 2002

Población
Característica Inmigrante Nativa
1981 2002 1981 2002
Nivel de Instrucción
Ninguno 6 3 28 13
Primario 21 10 54 44
Secundario 26 30 12 25
Universitario 47 57 6 17
Ocupación
Gerentes, administradores
y empleados
en categoría directiva 26 15 2 3
Profesionales 17 41 6 14
Empleados de oficina 12 16 10 15
Comerciantes, empleados
del comercio y vendedores 19 14 14 26
Agricultores y propietarios
agropecuarios 11 2 43 9
Trabajadores manuales 11 10 17 25
Otros 6 2 8 8
Categoría ocupacional
Empleador 11 17 2 7
Empleado a sueldo o salario 69 58 55 65
Trabajador por cuenta propia 18 13 38 21
Trabajador familiar no
remunerado 1 3 3 4
Otro 1 9 2 3
Total 100 100 100 100

El trabajo de los inmigrantes que no son empleadores se desa-


rrolla en un ambiente de más formalidad que el de los trabajado-
res nativos. Una muestra de esto último lo constituye el hecho de
que el 69% de los inmigrantes eran empleados a sueldo o salario,
mientras que esa proporción era de 55% al tratarse de la población
nativa. En contraste, solo el 18% de los inmigrantes trabajaba por

2. Se refiere a la población de 20 años y más de edad

223
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

cuenta propia, mientras el 38% de los nativos laboraba en esa con-


dición.

Durante los 21 años posteriores al censo de 1981 se produje-


ron cambios importantes en cuanto a la forma como se relacio-
nan los inmigrantes con el establecimiento para el cual realizan
su trabajo. La proporción de quienes contratan mano de obra se
incrementó de 11% a 17%, pero disminuyó la importancia rela-
tiva del trabajo asalariado, de 69% en 1981 a 58% en el 2002, así
como la de las actividades por cuenta propia, de 18% en 1981 a
13% en el 2002.

3. PERFILES DE LOS INMIGRANTES Y PROCESOS MIGRATORIOS


Los perfiles de los inmigrantes fueron evaluados a partir de
los datos recolectados mediante la encuesta a los 300 informan-
tes de las 10 comunidades (i.e., 30 informantes de cada comu-
nidad). Esta información permite describir el grupo de inmi-
grantes estudiado, de acuerdo a sus características demográficas
y educativas; a los aspectos relacionados con derechos; a sus
características económicas; y a los perfiles sociales y procesos
migratorios.

3.1 CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS Y EDUCATIVAS

Los entrevistados que estaban casados o unidos al momento


de la encuesta representaban el 48%, mientras que los solteros
constituían el 37%. Estas personas proceden de movimientos
migratorios recientes. El 75% de esas personas llegaron al país
a partir del año 1997, mientras que la mitad ingresó a partir del
año 2002, por lo cual tenía alrededor de seis años residiendo
en el país al momento de realizarse el estudio. Estos resultados
concuerdan con los derivados de los censos de población ana-
lizados, especialmente en lo relativo a que algunos grupos de
inmigrantes aumentaron su llegada al país a partir de la década
224
TOMO II

de los 90 (e.g., desde Estados Unidos, Alemania, China, Italia y


Venezuela).

La escolaridad de los entrevistados guarda un alto grado de


semejanza con el patrón esperado conforme a la literatura sobre
migración, toda vez que los inmigrantes entrevistados poseen un
mayor grado de formación como recursos humanos que la po-
blación nativa. El 99% de los entrevistados sabe leer y escribir, el
54% ha concluido estudios universitarios (41% a nivel de gradua-
ción y 13 con graduación y postgraduación), al mismo tiempo
que apenas el 2.% solo cursó estudios del nivel primario.

3.2 ALGUNOS ASPECTOS RELACIONADOS CON LA VIVIENDA

Cerca de la mitad (49%) de los inmigrantes vive como inquilino


en la unidad habitacional que ocupa, seguidos por aquellos que
son propietarios de la vivienda y ya la han pagado (31%). En la
mayoría de los casos, las viviendas son apartamentos (64%); con
granito, mármol o cerámica en el piso (77%); con blocks o con-
creto en las paredes (99%); y con techo de cemento (96%). Sin
incluir cocina ni baños, el 27% de estas viviendas tiene tres habi-
taciones, mientras que el 54% tiene más de tres cuartos. Mientras
tanto, tres de cada cuatro hogares (76%) utilizan agua del acue-
ducto dentro de la vivienda para lavar, cocinar y bañarse.

Si se toma en cuenta que para el país en su conjunto, de acuer-


do a la ENHOGAR-2007, solo el 25% de las viviendas tiene piso
de granito, mármol o cerámica, el 72% tiene paredes de blocks
o concreto, apenas el 37% tiene techo de concreto y el 42%
usa agua para lavar, cocinar y bañarse proveniente del acueducto
dentro de la vivienda, se puede inferir que este grupo de inmi-
grantes posee condiciones de vida sustancialmente mejores que
las de la población nativa.

225
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

3.3 PROCESOS MIGRATORIOS E INTEGRACIÓN SOCIAL

Para exponer mejor los resultados sobre los procesos migra-


torios y la integración social se han organizado en dos subtemas:
a) La integración social, la cual incluye aspectos relativos a cómo
se sienten los inmigrantes y sus hijos sobre distintos aspectos de
la República Dominicana, y si mantienen una vinculación con
parientes y con su sociedad de origen. b) Los aspectos relacio-
nados con derechos, los cuales incluyen información respecto a
la doble nacionalidad, ejercicio del derecho al voto y la conside-
ración sobre si las personas nacidas en la República Dominicana
son dominicanos.

3.3.1 INTEGRACIÓN SOCIAL

De acuerdo a los resultados del estudio, los entrevistados en


su gran mayoría (96%) se sienten aceptados en la República Do-
minicana y uno de cada cinco (22%) dice tener tres amigos de
confianza. Del mismo modo, el 94% expresa que sus hijos se
sienten muy bien o bien viviendo en la República Dominicana.

El 23% tiene hijos en la escuela y el 90% de estos manifiesta


que sus hijos se sienten bien o muy bien en la escuela, mientras
que un 99% piensa que sus hijos son aceptados por los demás
niños en la escuela. A su vez, el 96% de los inmigrantes entrevis-
tados se siente aceptado en el barrio o comunidad donde viven.

Como otro aspecto asociado a la integración social, el 60%


informó que existe alguna forma de agrupación que integra a
personas de su mismo país. Sin embargo, solo el 21% admite
pertenecer a algún tipo de asociación, gremio, club u organiza-
ción religiosa.

226
TOMO II

En lo relativo a la vinculación de los entrevistados con parientes


y con la sociedad de origen, el 82% ha visitado su país de origen,
el 92% habla por teléfono con personas que están en su país de
origen y el 79% utiliza la internet para comunicarse con ellas.

3.3.2 ASPECTOS RELACIONADOS CON DERECHOS

Conforme a los resultados de la encuesta, una baja proporción


(16%) de los inmigrantes tiene la nacionalidad dominicana. Sin
embargo, cerca del 92% de los que la tienen mantienen la doble
nacionalidad. Lo más relevante es que un poco más de la mitad
(51%) de los que tienen la nacionalidad dominicana ha ejercido
su derecho al voto. Otro aspecto importante en relación a de-
rechos alude al hecho de que el 82% considera que los hijos de
personas extranjeras nacidos en la República Dominicana son
dominicanos.

4. PERCEPCIONES Y OPINIONES DE LOS INMIGRANTES

La perspectiva o visión de los inmigrantes reviste particular in-


terés, tanto por traducir las representaciones de los sujetos sobre
sus comunidades étnicas y relaciones establecidas, como porque
aporta una necesaria visión comparativa en torno a la sociedad
de acogida, debido a la singular posición que ocupan éstos, la
cual fue enfatizada en los análisis sociológicos clásicos del ex-
tranjero y en la actualidad es rediscutida a partir de los enfoques
contemporáneos del transnacionalismo, las diásporas y los pro-
cesos de integración social.

En esta parte del informe se sintetizan algunas informaciones


que resultaron del estudio en lo referente a las percepciones y
opiniones de los inmigrantes, abordando cuatro aspectos bási-
cos: las opiniones sobre las propias comunidades de inmigrantes,

227
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

las valoraciones de las relaciones de los inmigrantes con los do-


minicanos, las percepciones sobre servicios públicos, vida insti-
tucional y otros aspectos del país y, por último, las percepciones
sobre elementos de las políticas y procedimientos públicos rela-
tivos a la inmigración.

4.1 PERCEPCIONES SOBRE LAS COMUNIDADES DE INMIGRANTES

La visibilidad social de un determinado grupo de inmigrantes


está relacionada, en principio, con el número de miembros de
la comunidad étnica, de modo que si esta es muy pequeña será
escasamente identificada y solo al aumentar en volumen se tor-
na socialmente visible, generando reacciones sociales, positivas o
negativas, en las sociedades de recepción (COPI, 1998). Es claro,
sin embargo, que el volumen demográfico y distribución territo-
rial de los inmigrantes constituye solo la condición más elemental
de los grados de visibilidad social, influyendo múltiples factores,
tales como el rol de los medios masivos de comunicación, las
formas de integración económica y social de los migrantes, las
“marcas” y atributos socio-culturales que les diferencian de los
nativos, las relaciones históricas conformadas con los colectivos
y entre los países, entre otros.

En la República Dominicana, tanto el volumen de la inmigra-


ción haitiana como la excesiva atención pública en ella, ya que es
debatida de forma permanente en los medios masivos de comu-
nicación, acentúa la visibilidad social de esas personas, tornando
relativamente invisible la presencia de los otros grupos de in-
migrantes. Algunos de estos últimos grupos sólo reciben cierta
atención de los medios en coyunturas específicas, generadas por
situaciones de conflictos en que eventualmente se involucran
personas de esos orígenes nacionales.

228
TOMO II

En todo caso, lo anteriormente señalado se refiere a las co-


munidades de inmigrantes desde la perspectiva de la sociedad
receptora y sus nacionales. Una perspectiva sustancialmente dife-
rente es aquella que se centra en los propios inmigrantes. ¿Cómo
consideran estos la presencia en el país de los grupos originarios
de sus países? ¿Qué piensan sobre cómo valoran los dominica-
nos a los miembros de estas comunidades étnicas? ¿Cómo perci-
ben el proceso de integración social y adaptación socio-cultural de
los inmigrantes en la sociedad dominicana? ¿Cuáles son sus repre-
sentaciones de las contribuciones que tales inmigrantes realizan a
la sociedad dominicana y sobre el reconocimiento social de estos
aportes? En este apartado son tratados estos aspectos, teniendo por
base las principales informaciones sobre la materia aportadas por la
encuesta de inmigrantes de las comunidades étnicas estudiadas.

4.1.1 PERCEPCIÓN DE LOS INMIGRANTES SOBRE LAS MAGNITUDES


Y TENDENCIAS DE LA INMIGRACIÓN

Los resultados revelan que, contrario a lo que podría esperarse


a partir de los supuestos imperantes de comunidades de inmi-
grantes reducidas, la mayoría de los inmigrantes cree que exis-
ten “muchas” personas de sus países residiendo en la República
Dominicana y que dicha inmigración ha ido en aumento. Los
inmigrantes más recientes, correspondientes a la cohorte de ra-
dicación en el país durante los años 2006-2008, consideraron en
mayor proporción que los de mayor antigüedad que hay “pocas”
y “muy pocas” personas de sus países de procedencia, lo que
podría relacionarse con el más limitado conocimiento y relación
con sus connacionales debido a la muy reciente estadía.

Sobre las tendencias de la inmigración, la mayoría opinó que


ha ido en aumento, aunque las apreciaciones aparecen más frag-
mentadas, ya que si bien el 60% estimó que la inmigración pro-
cedente de los países de referencia se encuentra en aumento, una
229
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

quinta parte de los inmigrantes consideró que dicha inmigración


se ha estancado y un 16% opinó que ha disminuido.
Respecto a las comunidades más numerosas, los inmigrantes
consideran que después de los haitianos aparecen los españoles,
seguidos por los chinos, los italianos, los estadounidenses y los
cubanos (ver Gráfico 1).
GRÁFICO 1
GRUPOS DE INMIGRANTES MÁS NUMEROSOS RADICADOS EN LA
REPÚBLICA DOMINICANA, SEGÚN EL PORCENTAJE DE INMIGRANTES
ENTREVISTADOS QUE ASÍ LO CONSIDERA, 2008
Porcentaje

4.1.2 PERCEPCIONES SOBRE LA VALORACIÓN DE LOS INMIGRANTES


ATRIBUIDA A LOS DOMINICANOS

La mayoría de los inmigrantes considera que los dominicanos


valoran positivamente a los integrantes de las diez comunidades
estudiadas, lo que refleja una percepción generalizada de que esos
grupos nacionales son vistos de forma positiva por la población
dominicana y constituye, sin duda, un sentimiento de base favo-
rable para su recepción e integración en la sociedad dominicana.
230
TOMO II

Como muestran los resultados del estudio, la creencia de los


inmigrantes sobre cómo consideran los dominicanos a las diez co-
munidades estudiadas es mayoritariamente positiva (bien), aunque
traducen también una jerarquía según colectivos, con muy reduci-
das proporciones de los mismos que señalan una valoración nega-
tiva (mal) (ver Cuadro 5).

CUADRO 5
PORCENTAJE DE INMIGRANTES QUE JUZGAN QUE LOS DOMINICANOS
VALORAN POSITIVAMENTE A LOS INMIGRANTES, POR CUALIFICACIÓN DE
LA VALORACIÓN, SEGÚN PAÍS DE PROCEDENCIA

Cualificación de Valoración
País de
Procedencia Total Mal Regular Bien No sabe No Responde
Alemania 100.0 1.3 23.3 70.0 4.1 1.0
China 100.0 5.7 34.3 49.7 10.3 0.0
Colombia 100.0 3.0 26.7 60.7 9.3 0.3
Cuba 100.0 3.0 23.3 62.2 11.3 0.7
Estados Unidos 100.0 0.7 9.7 86.7 2.7 0.3
Italia 100.0 0.7 14.3 78.0 6.3 0.7
Puerto Rico 100.0 1.7 24.0 64.0 9.0 1.3
Venezuela 100.0 1.3 23.0 65.3 9.3 0.7
Francia 100.0 3.7 23.0 68.0 4.7 0.7
Haití 100.0 61.3 34.3 2.7 1.7 0.0

Sobre los haitianos, en cambio, la mayoría de los inmigrantes


piensa que son valorados de forma negativa por los dominicanos
(el 61% mal), con apenas alrededor de un 2.7% que señaló que
son valorados de forma positiva (bien).
4.1.3 PERCEPCIONESSOBRE LA INTEGRACIÓN SOCIAL Y APORTES
DE LAS COMUNIDADES DE INMIGRANTES

La integración social y adaptación socio-cultural de los inmi-


grantes a la sociedad dominicana es calificada como buena y muy
buena por el 69% de los entrevistados. En contraste, a apenas el
2% de los entrevistados califica como mala la integración social
(ver Cuadro 6).
231
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

CUADRO 6
DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LOS INMIGRANTES ENTREVISTADOS, POR
SEXO Y PERÍODO DE LLEGADA A LA REPÚBLICA DOMINICANA, SEGÚN
OPINIONES SOBRE CÓMO CALIFICAN LA ADAPTACIÓN E INTEGRACIÓN
SOCIAL DE LOS MIEMBROS DE SUS COMUNIDADES ÉTNICAS, SOBRE EL
ESTATUS MIGRATORIO Y LA EXTENSIÓN DE LOS PROCESOS
DE NATURALIZACIÓN, 2008
Sexo Período de llegada al país
Opiniones Hombres Mujeres Antes de 1990 2000 2006 Total
1990 1999 2005 2008
¿Cómo calificaría
usted la adaptación
e integración social y 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
cultural de las
personas
procedentes de
(país de origen)
en el país?
Muy buena 19.3 17.9 28.2 15.7 19.4 15.2 18.7
Buena 48.9 52.8 41.0 57.1 50.0 50.0 50.5
Regular 30.1 26.0 23.1 22.9 30.6 33.3 28.4
Mala 1.7 2.4 5.1 4.3 0.0 1.5 2.0
Muy mala 0.0 0.8 2.6 0.0 0.0 0.0 0.3
Diría usted que las
personas procedentes
de (país de origen)
que viven en el país... 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
En su mayoría tiene
residencia legal 53.1 59.3 53.8 60.6 58.1 47.0 55.7
Una parte tiene
residencia legal y
otra parte no 37.3 27.6 35.9 32.4 31.5 36.4 33.3
La mayoría no tiene
residencia legal 7.9 8.9 10.3 7.0 6.5 12.1 8.3
No sabe 1.1 4.1 0.0 0.0 3.2 4.5 2.3
No respuesta 0.6 0.0 0.0 0.0 0.8 0.0 0.3
A su juicio, diría
usted que la mayoría
de las personas
procedentes de
(país de origen) 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
La mayoría se ha
naturalizado
dominicano 6.2 8.9 5.1 12.7 7.3 3.0 7.3
Una parte se ha
naturalizado
dominicano 19.2 26.8 17.9 35.2 16.9 21.2 22.3
Solo unos pocos se
han naturalizado
dominicano 59.9 57.7 64.1 46.5 62.1 63.6 59.0
Ninguno 7.9 0.8 7.7 4.2 7.3 0.0 5.0
No sabe 4.5 5.7 5.1 1.4 4.8 9.1 5.0
No respuesta 2.3 0.0 0.0 0.0 1.6 3.0 1.3
Fuente: Encuesta de inmigrantes, 2008.
232
TOMO II

Poco más de la mitad de los entrevistados manifestó creer que


la mayoría de los inmigrantes de sus países de origen disponía
de residencia legal, mientras un tercio de los mismos consideró
que una parte disponía de esta y otra no, y el 8% que la mayoría
no tenía residencia legal. Estos resultados estarían indicando, en
consecuencia, que una parte de los inmigrantes entrevistados cree
que los patrones de irregularidad migratoria se encuentran rela-
tivamente extendidos entre los colectivos estudiados, percepción
que contrasta especialmente con las tratadas anteriormente, sobre
el estatus legal de los propios entrevistados, pero que es compar-
tida por amplios sectores de la opinión pública dominicana.

Los entrevistados señalan diversas contribuciones a la sociedad


dominicana efectuadas por los integrantes de sus comunidades
étnicas, relacionadas con aportes económicos, contribuciones en
calificación, conocimientos y aportes culturales. En general, los
inmigrantes piensan que estos aportes son suficientemente reco-
nocidos en la sociedad dominicana (86%), mientras que sólo el
11% expresó la creencia de que estos aportes no son reconoci-
dos en el país. En lo que respecta al grado de reconocimiento de
estos aportes, el 56% de los entrevistados estimó que son muy
reconocidos, el 39% considera que en parte y apenas el 5% pien-
sa que los aportes son poco reconocidos.

4.2 OPINIONES SOBRE LAS RELACIONES DE LOS INMIGRANTES CON


LOS DOMINICANOS

A juzgar por los resultados del estudio, las opiniones de los


inmigrantes sobre sus relaciones con los dominicanos en el con-
texto del trabajo y de la vecindad y sobre el trato recibido por
estos son predominantemente positivas, lo que indica valoracio-
nes y actitudes de parte de los inmigrantes muy favorables a las
interacciones sociales interétnicas con los nativos en la vida co-
tidiana. Así, el 73% de los inmigrantes calificó como buenas o
233
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

muy buenas las relaciones con los dominicanos en el trabajo, el


90% como buenas o muy buenas las relaciones con los vecinos
dominicanos, el 91% consideró que los dominicanos tratan bien
o muy bien a los inmigrantes en el país, el 93% calificó de bueno
o muy bueno el trato que los dominicanos les dan a los inmigran-
tes de sus respectivos países de origen y similar porcentaje que el
anterior calificó de bueno o muy bueno el trato que les dan los
dominicanos.

Con los propósitos de medir las preferencias en cuanto a la in-


teracción social en el espacio del trabajo y la vecindad se preguntó
a los entrevistados si preferían, en cada contexto, a personas de
su país, a dominicanos, a personas de otros países o a cualquiera
de los anteriores. En términos de sistematización de esas prefe-
rencias, en tanto tipos de orientación de la interacción social de
los inmigrantes, podría establecerse que la primera definiría una
orientación intra-étnica, la segunda y tercera una orientación in-
terétnica, de dos vías (hacia los dominicanos y hacia otros grupos
étnicos, excluidos dominicanos y el colectivo propio) y la cuarta
una orientación cosmopolita o universalista.

La orientación intraétnica y la orientación universalista son las


más frecuentes, lo que en todo caso cabría esperar, en principio,
entre los inmigrantes internacionales.

Entre los inmigrantes más antiguos, radicados antes de 1990,


las preferencias intraétnicas (“de su país”) son más reducidas (se-
ñaladas por el 13% de los entrevistados) y más frecuentes las
preferencias universalistas (“cualquiera”, señaladas por el 51%),
mientras que la primera, la orientación intraétnica, tiende a ser
más firme (el 38% de los entrevistados) y la segunda menor (el
29%) entre los inmigrantes más recientes radicados entre el 2006
y el 2008.

234
TOMO II

Respecto a la orientación interétnica hacia los dominicanos,


que podría englobarse en el esquema antes referido, puede seña-
larse que tendería a ser relativamente más probable con los pro-
cesos de integración social y adaptación socio-cultural de los in-
migrantes, de modo que a mayor tiempo de radicación en el país,
como revelan los datos, aumenta la preferencia a tener domini-
canos como compañeros de trabajo y vecinos. Aún así, resulta
un tanto curioso el hecho de que la orientación interétnica hacia
miembros de otros grupos étnicos (“otros países”), especialmen-
te como vecinos, sea relativamente mayor que la preferencia de
dominicanos entre los inmigrantes recientes.

4.3 OPINIONES SOBRE DIMENSIONES DE LA SOCIEDAD


DOMINICANA

Los inmigrantes internacionales, debido a su procedencia de


contextos sociales y nacionales diferentes, asumen perspectivas
valorativas sobre las sociedades de recepción de naturaleza ne-
cesariamente comparada. Simmel (1972), en su conocida digre-
sión sobre el extranjero, denomina este rasgo como actitud de
“objetividad crítica” del extranjero, caracterizada por la peculiar
combinación de proximidad y alejamiento de este respecto a la
sociedad de recepción, condicionada por la singular posición del
mismo como miembro del grupo y a la vez como “fuera y en-
frente” del grupo nacional. En la literatura contemporánea esa
singular posición del inmigrante ha sido rediscutida a partir de
los enfoques del transnacionalismo y de las diásporas, que enfati-
zan los vínculos simultáneos de los inmigrantes con las socieda-
des de origen. La visión del inmigrante, en consecuencia, no está
exenta de prenociones valorativas y a menudo traduce fuertes
contenidos etnocéntricos, aportando en todo caso la perspectiva
o mirada del “otro” que está presente y comparte las realidades
de los contextos nacionales.

235
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

GRÁFICO 2
PORCENTAJE DE INMIGRANTES, POR OPINIONES SOBRE EL
FUNCIONAMIENTO, SEGÚN TIPO DE SERVICIO BÁSICO

4.3.1 OPINIONES SOBRE LOS SERVICIOS PÚBLICOS

Las calificaciones evaluativas más negativas corresponden a


los servicios de transporte de electricidad y del seguro social.
Sobre el transporte, el 56% de los entrevistados consideró que
dichos servicios son malos o muy malos. Respecto a los servicios
de electricidad y alumbrado público, el 41% de los entrevistados
consideró que el funcionamiento de estos servicios es malo o
muy malo (ver Gráfico 2). Finalmente, en torno al seguro social
el 31% de los entrevistados calificó su servicio como malo y muy
malo, frente a 11% que estimó que era bueno o muy bueno.
En contraste con los servicios de transporte, electricidad y se-
guridad social, el abastecimiento de agua potable, la educación,
salud y la recogida de basura son los que reciben la calificación
más elevada. El abastecimiento de agua aparece con la propor-
ción más elevada de entrevistados que consideró su funciona-

236
TOMO II

miento como bueno o muy bueno (37%), pero al mismo tiempo


que casi un tercio de los entrevistados (31%) lo considera malo
o muy malo.

En relación a los servicios de recogida de basura y de salud


también se observa una división en cuanto a las opiniones de los
inmigrantes. El 30% considera muy bueno o bueno al primero,
pero al mismo tiempo, un 32% lo juzga como malo o muy malo.
A su vez, en el caso de la salud, estas proporciones son 25% y
27%, respectivamente.

1.1.2 OPINIONES ACERCA DE LAS INSTITUCIONES Y LA SEGURIDAD


CIUDADANA

Las informaciones derivadas de la encuesta revelan que los


inmigrantes, por lo general, comparten la visión de que estas ins-
tituciones funcionan de modo precario. Así, la mitad de los inmi-
grantes piensa que las instituciones públicas funcionan de modo
regular, el 16% bien o muy bien y la tercera parte mal o muy mal
(ver Cuadro 7).

Respecto a la justicia dominicana, las opiniones de los inmi-


grantes son más críticas; solo el 9% juzga que esta instancia del
Estado funciona bien o muy bien, frente al 41% que piensa que
opera mal o muy mal. El rasgo más destacado, no obstante, se
relaciona con la extendida criticidad entre los inmigrantes en lo
que respecta a los partidos políticos dominicanos, pues el 62% de
los entrevistados considera que funcionan mal o muy mal.

237
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

CUADRO 7
DISTRIBUCIÓN DE LOS INMIGRANTES, SEGÚN SUS OPINIONES ACERCA
DE LAS INSTITUCIONES Y LA SEGURIDAD CIUDADANA

Opiniones sobre las instituciones Número de inmigrantes


Absoluto Relativo
¿Cómo considera usted que funcionan las instituciones
públicas del país?
Muy bien o Bien 47 15.6
Regular 151 50.3
Mal o Muy mal 96 32.0
No sabe 3 1.0
Sin información 3 1.0
¿Cómo considera usted que funciona la justicia dominicana?
Muy bien o Bien 28 9.3
Regular 128 42.7
Mal o Muy mal 122 40.6
No sabe 8 2.7
Sin información 14 4.7
¿Cómo considera usted que funcionan los partidos políticos?
Muy bien o Bien 22 7.4
Regular 78 26.0
Mal o Muy mal 185 61.7
No sabe 5 1.7
Sin formación 10 3.3
¿Qué tan seguro se siente usted al caminar por la calle?
Muy seguro o Seguro 81 27.0
Algo seguro 116 38.7
Inseguro o Muy inseguro 102 34.0
Sin información 1 0.3
¿Qué tan seguro se siente usted al andar en vehículos?
Muy seguro o Seguro 111 37.0
Algo seguro 116 38.7
Inseguro o Muy inseguro 68 22.6
No sabe 1 0.3
Sin información 4 1.3
¿Qué tan seguro se siente usted e su casa?
Muy seguro o Seguro 211 70.3
Algo seguro 58 19.3
Inseguro o Muy inseguro 30 10.0
Sin información 1 0.3
Total 300 100.0

Sin embargo, lo que quizás pueda parecer más sorprendente


de estos datos es que traducen extendidos niveles de percepción
de la seguridad, o bien, reducida o moderada inseguridad ciuda-

238
TOMO II

dana entre los inmigrantes. Dado el incremento en los homici-


dios, violencia, asaltos y criminalidad en general que se ha ve-
rificado en la última década en la sociedad dominicana, podría
considerarse que las percepciones del riesgo e inseguridad entre
los inmigrantes de las comunidades estudiadas tienden a ser más
frecuentes e intensas. De este modo, el que dos terceras partes de
los inmigrantes manifiesten sentirse algo seguros o muy seguros
caminando por la calle, el 76% transitando en vehículo y el 90%
en el hogar, resulta un hallazgo de cierto interés.

La importancia de estos porcentajes se evidencia de forma cla-


ra si se contrastan con algunos resultados derivados de la EN-
HOGAR-2005. Conforme a este estudio, un 66% de las perso-
nas se sentía algo seguro o muy seguro caminando por la calle,
mientras que 82% sentía ese grado de seguridad en el hogar. Si se
toma en cuenta que el problema de la inseguridad afecta a todos
los espacios geográficos, independientemente de su estratifica-
ción social, entonces no cabría la hipótesis de que la mayor segu-
ridad sentida por los inmigrantes podría deberse a que residen en
lugares menos permeados por los problemas de seguridad. En
consecuencia, habría que postular que los inmigrantes realmente
se sienten más seguros que los nativos.

4.3.3 PERCEPCIONES SOBRE LA DESIGUALDAD SOCIOECONÓMICA


Y EL RACISMO

La percepción generalizada de los inmigrantes entrevistados


es que en la República Dominicana existe una muy alta desigual-
dad socioeconómica entre ricos y pobres. Así piensa, el 77%,
mientras que un 21% cree que la desigualdad es moderada, baja
o muy baja (ver Cuadro 8). Esta percepción sobre la muy alta
desigualdad social en el país presenta escasas variaciones al con-
siderar el sexo, la escolaridad y la categoría ocupacional de las
239
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

personas entrevistadas. En este sentido, solo puede señalarse que


dicha percepción en torno a la elevada desigualdad prevaleciente
es ligeramente menos frecuente entre los inmigrantes con niveles
educacionales de Primaria (69%) y Secundaria (73%) y entre los
trabajadores por cuenta propia (70%).

Las diferencias más marcadas a este respecto se presentan


entre los inmigrantes más antiguos, radicados antes de 1990, y
aquellos llegados al país en forma más reciente. Entre los prime-
ros el 92% consideró que existe una muy alta desigualdad social,
mientras que el 58% de los inmigrantes más recientes manifestó
que la desigualdad era muy alta, el 18% que era moderada y el 21%
que era baja o muy baja. Estas diferencias podrían atribuirse, en
general, como se ha anotado para otros aspectos, al mayor tiempo
de permanencia y subsiguiente conocimiento de la sociedad do-
minicana por parte de los inmigrantes más antiguos frente a los
más recientes. Estos últimos tienen, en mayor proporción, interac-
ciones sociales focalizadas y orientadas al propio colectivo, lo que
podría influir en el horizonte de sus representaciones sociales.

La indagación de las opiniones de los inmigrantes sobre la ex-


tensión en el país de las actitudes y prácticas racistas resulta de
particular relevancia y pertinencia actual, ya que si bien el tema
del racismo ha estado siempre presente en las controversias, ha
tomado centralidad recientemente con las denuncias formuladas
a escala internacional. En efecto, en octubre del 2007 dos relato-
res especiales de las Naciones Unidas, integrantes de la relatoría
contra el racismo, la discriminación y formas conexas de intole-
rancia, visitaron el país en misión de estudio sobre el racismo y
produjeron un documento preliminar.

La visita y el informe de los relatores avivaron la controversia

240
TOMO II

pública y el documento generado motivó que posteriormente,


en febrero del 2008, una delegación oficial dominicana tuviese
que acudir a la reunión del comité contra la discriminación racial,
celebrada en Ginebra, a fin de responder a los cuestionamientos
en esa materia. ¿Qué piensan los “otros” inmigrantes sobre la
extensión de las actitudes racistas en la sociedad dominicana?

Las percepciones de los inmigrantes sobre el grado de exten-


sión de las actitudes y prácticas racistas aparecen relativamente
fragmentadas. El 44% de los entrevistados manifestó que las ac-
titudes racistas estaban muy extendidas en el país, mientras el
30% expresó que esas actitudes racistas estaban parcialmente
extendidas y una cuarta parte (25%) de los inmigrantes opinó
que las actitudes racistas estaban poco o nada extendidas. Podría
suponerse como probable, aunque no se dispone de información
adecuadamente comparable en su medición2, que las opiniones
de los inmigrantes sobre esas dos dimensiones –la desigualdad y
las prácticas racistas– tienden a ser menos críticas que las de la
población nacional, especialmente respecto a la extensión de las
actitudes racistas.

3. La encuesta Latinobarómetro 2007 registró que el 88% de los entrevistados dominicanos consideró
que el conflicto entre ricos y pobres en el país era “fuerte-muy fuerte”, ocupando el segundo lugar
a este respecto, detrás de Ecuador, entre los países de América Latina que abarcó la encuesta. A su
vez, el 64% consideró como “fuerte-muy fuerte” el conflicto entre personas de diferentes razas.
Ver, Corporación Latinobarómetro, Informe Latinobarómetro 2007. Banco de datos en línea. Santiago
de Chile, noviembre 2007.

241
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

CUADRO 8
COMPOSICIÓN PORCENTUAL DE LOS INMIGRANTES ENTREVISTADOS, POR
TIPO DE OPINIÓN SOBRE LA DESIGUALDAD SOCIO-ECONÓMICA EN LA
REPÚBLICA DOMINICANA Y SOBRE LA EXTENSIÓN DE LAS ACTITUDES
RACISTAS, SEGÚN ALGUNAS CARACTERÍSTICAS

Característica y categoría Desigualdad socioeconómica Actitudes racistas


de respuesta Muy alta Moderada Baja y muy Baja Muy Parcialmente Poco o
Exten- Nada
didas
Sexo
Hombres 78.0 10.7 10.2 46.3 26.0 27.1
Mujeres 76.4 13.8 7.3 39.8 36.6 22.8
Nivel de escolaridad
Primario 68.8 12.5 18.8 31.3 43.8 25.0
Secundario 73.3 11.1 12.2 40.0 27.8 32.2
Universitario 79.0 14.8 5.6 48.8 32.1 17.9
Técnico vocacional 84.4 0.0 12.5 34.4 21.9 43.8
Categoría Ocupacional
Empleado o
Trabajador 82.6 13.8 2.9 44.9 32.6 22.5
Cuenta propia 70.0 10.0 16.7 40.0 33.3 26.7
Empresario o
patrón 89.6 7.5 3.0 50.7 31.3 17.9
Otros 66.7 16.7 16.7 16.7 16.7 66.7
Período de llegada a la
República Dominicana
Antes de 1990 92.3 5.1 2.6 25.6 33.3 41.0
1990-1999 83.1 9.9 5.6 45.1 32.4 22.5
2000-2005 79.8 12.1 6.5 50.0 27.4 22.6
2006-2008 57.6 18.2 21.2 40.9 31.8 24.2
Total 77.3 12.0 9.0 43.7 30.3 25.3
*Se han omitido las columnas correspondientes a los totales de las filas.

4.4 PERCEPCIONES SOBRE ATENCIÓN, SERVICIOS Y ELEMENTOS DE


LAS POLÍTICAS DE MIGRACIÓN

Los inmigrantes, en general, consideran de modo positivo el


trato que las autoridades dominicanas otorgan a los inmigrantes
de sus propias comunidades étnicas, así como el trato y las aten-
ciones ofrecidas por la Dirección General de Migración y los ser-
vicios ofrecidos por esa entidad. Respecto al trato dado por las
autoridades dominicanas a los inmigrantes, los resultados revelan

242
TOMO II

el predominio de percepciones positivas, así se infiere del hecho de


que un 82% de los entrevistados juzgan que las autoridades tratan
bien o muy bien a los miembros de sus respectivas comunidades.
A su vez, las atenciones y el trato recibidos por los inmigrantes en-
trevistados de parte de la Dirección General de Migración, aunque
calificados con una intensidad menor acusada respecto a la ante-
rior, también son valorados. Así se infiere del hecho que el 70%
piensa que la atención recibida por la institución ha sido buena o
muy buena. Finalmente, las opiniones sobre los servicios ofrecidos
por la Dirección General de Migración a los inmigrantes en sen-
tido general, aunque positivas, fueron las que recibieron la menor
valoración. El 65% de los entrevistados piensa que los servicios
ofrecidos por la institución a los inmigrantes son buenos o muy
buenos.

Esas valoraciones positivas de los inmigrantes sobre la aten-


ción y servicios de la Dirección General de Migración no deben
llevar a pensar que estos carezcan de objeciones. Por el contrario,
los cuestionamientos y señalamientos fueron abundantes y de
diversa índole. Los inmigrantes señalan numerosas dificultades
que son afrontadas al realizar los trámites, relacionadas con la
organización de la entidad, el personal, el sistema de informa-
ción, las carencias de intérpretes idóneos, la prevalencia de agen-
tes intermediarios y otras. Indican, por igual, serie de sugerencias
orientadas a que los servicios y procedimientos puedan ser más
eficientes y eficaces.

Asimismo, los inmigrantes manifestaron relativa conformidad


con la adecuación de una buena parte de los procedimientos de
control migratorio, tales como los trámites de entrada, obtención
de visado, residencia permanente, renovación de las residencias,
residencia de parientes y naturalización. De otra parte, las más
acentuadas objeciones se dirigieron a los costos de los trámites,
considerados como altos o muy altos por la mitad (51%) de los
243
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

entrevistados; y hacia el tiempo de duración de tales trámites,


tildados de largos o muy largos por el 40% de los entrevistados.

5. LAS COMUNIDADES DE INMIGRANTES

A diferencia del enfoque del análisis contenido en el capítulo


3, en esta parte se aborda cada una de las diez comunidades de
inmigrantes estudiados, de manera específica. Se trata, ante todo,
de síntesis necesariamente muy esquemáticas de los aspectos
contemplados en la encuesta y que son considerados centrales de
acuerdo a los objetivos de la investigación propuesta. No obstan-
te, dada la gran cantidad de información generada por el estudio
de la muestra de los 300 inmigrantes, en este caso solo se toma
en cuenta algunos aspectos considerados relevantes, en razón de
que un tratamiento más exhaustivo y sistemático sobre cada una
de las comunidades requería de mayores avances analíticos y de
una muestra de mayor tamaño.

Este capítulo está destinado a presentar los resúmenes más


característicos encontrados en cada comunidad de inmigrantes,
los cuales se han articulado en torno a tres áreas: a) los procesos
migratorios y vínculos con las sociedades de origen, b) los perfi-
les socio-económicos de los inmigrantes y c) las recomendacio-
nes de los inmigrantes sobre las políticas y los procedimientos
relacionados con la inmigración.

5.1 COMUNIDAD ALEMANA

De acuerdo a los resultados del VIII Censo Nacional de Pobla-


ción y Vivienda del 2002, este grupo poblacional se localiza mayo-
ritariamente (61%) en la región del Cibao. Al mismo tiempo, cons-
tituye el grupo nacional de menor presencia en Santo Domingo
(Distrito Nacional y provincia de Santo Domingo), pues apenas
alrededor de la cuarta parte (26%) reside en este lugar del país.
244
TOMO II

Los motivos más frecuentes señalados por los entrevistados


para salir de Alemania y radicarse en la República Dominicana
se relacionan con el clima en su país de origen, combinado con
señalamientos respecto a la forma de vida, estrés, agotamiento
laboral e impuestos (“Tenía mucho estrés, estaba muy agotado de tanto
trabajo y mucho frío”). Del país de acogida acentúan el clima, playas,
bellezas naturales y el trato de sus gentes (“…ya no quería vivir en
un clima tan frío, necesitaba un lugar con calor y playas”. “Me gustan las
playas, el idioma español y la gente es muy alegre”). Se trata, ante todo,
de jubilados o retirados. Otros patrones de radicación se relacio-
nan con la migración de personal de compañías transnaciona-
les, la migración del grupo familiar, la reunificación de familia y
la formación de familia. Respecto a los proyectos de radicación
definitiva los grupos más numerosos son aquellos que tienen in-
tenciones de radicarse definitivamente en el país y los que tienen
intenciones de re-migrar.

De acuerdo con los datos recolectados, los inmigrantes pro-


cedentes de Alemania no procuran la nacionalidad dominicana.
Sin embargo, su opinión está dividida respecto a si los hijos de
alemanes nacidos en la República Dominicana son dominicanos.
Una gran proporción de ellos entiende que sus hijos son domini-
canos por haber nacido aquí.

Entre el grupo evaluado, una proporción importante había


trabajado en una actividad económica durante los últimos siete
días antes del levantamiento de información, principalmente en
ocupaciones relacionadas con empresas e instituciones privadas;
trabajos por cuenta propia; y como patrones de empresas consti-
tuidas en sociedad. No obstante, ninguno realizó envío de dinero
desde su hogar en la República Dominicana hacia el extranjero
durante los últimos 12 meses, mientras una minoría recibió dine-
ro desde el extranjero en ese período.

245
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

5.2 COMUNIDAD CHINA

Hacia el año 2002, según los resultados del VIII Censo Na-
cional de Población y Vivienda, la comunidad china era la que
presentaba el mayor grado de concentración de sus integrantes
en Santo Domingo. El 78% de los inmigrantes de este origen
nacional vive en este contexto geográfico. Al mismo tiempo, son
precisamente los chinos los menos presentes en el Resto del Su-
reste (4%) y los segundos menos presentes en el Cibao (17%).
Esto puede estar relacionado con el hecho de que los chinos se
insertan, fundamentalmente, en actividades económicas relacio-
nadas con el comercio, y es Santo Domingo la plaza comercial
más importante del país.

La migración de chinos a la República Dominicana tuvo sus


inicios a partir de finales del siglo XIX. Entre los años sesenta
y primera mitad de los ochenta del pasado siglo, la migración
china mostró un apreciable dinamismo, especialmente de mi-
grantes procedentes de Taiwán y Hong Kong, tendencia que, de
modo mucho más atenuado, se mantuvo en las siguientes déca-
das (Sang, 2004).

Los entrevistados señalan fundamentalmente motivos econó-


micos y familiares para salir de China y para radicarse en la Re-
pública Dominicana. Entre los motivos económicos frecuentes
se señalan oportunidades de mejoría económica y motivos la-
borales (“me contrataron para trabajar aquí”). Destacan también los
casos de inversionistas. En el caso de dos de ellos tenían relacio-
nes previas de negocios de exportación, señalando uno de ellos
que: “empecé exportando desde China a República Dominicana, visité el
país y me gustó”. En otros casos, es tras la visita al país que se ar-
ticulan los proyectos económicos y de radicación, involucrando
a veces a familiares. Así, una entrevistada señala: “Mi hermana me
planteó poner un negocio después de unas vacaciones que tuvo en el país”. El
246
TOMO II

señalamiento de motivos familiares es muy frecuente (expresa-


dos por catorce entrevistados), en los cuales las decisiones de los
padres, esposos u otros parientes aparecen como cruciales en la
migración. Detrás de estas, no obstante, subyacen las razones re-
lacionadas con el trabajo, oportunidades económicas y negocios
y los procesos de reunificación familiar o migración de familias
completas. Así, un entrevistado cuya migración estuvo influida
por la decisión familiar de establecerse en el país relata que: “mi
papá vino para trabajar en la zona franca de Bonao en el 1994” lo que
definió la migración de la familia.

Los inmigrantes chinos, aún con la lejanía territorial, mantie-


nen vinculaciones frecuentes con sus parientes en China. De los
entrevistados, diecisiete señalaron que han visitado su país luego
de haberse radicado en la República Dominicana, veintisiete dije-
ron que hablaban frecuentemente por teléfono con parientes en
China y veintiuno que se comunicaban con estos por medio de
la internet.

En proporción importante, los inmigrantes chinos entrevista-


dos tienen la nacionalidad dominicana, y de estos, un gran nú-
mero tiene la doble nacionalidad. Sin embargo, de estas personas
con nacionalidad dominicana, son pocos los que han ejercido su
derecho al voto. Por otro lado, casi todos los entrevistados indi-
caron que son dominicanos los hijos de los inmigrantes chinos
nacidos en la República Dominicana.

Un grupo importante de los inmigrantes chinos había realiza-


do algún trabajo en los últimos siete días antes del levantamiento
de información, la mayoría en la categoría de patrón de empresas,
ya sean constituidas en sociedad o no constituidas en sociedad, y
como empleado de empresas privadas, y un poco más de la mitad
había enviado dinero al extranjero en el último año, generalmente
al padre o la madre del inmigrante, al mismo tiempo que poco me-
247
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

nos de un tercio indicó haber recibido dinero desde el extranjero


durante ese período.

5.3 COMUNIDAD COLOMBIANA

Los colombianos, conforme a los resultados del VIII Censo


nacional de Población y Vivienda, en el año 2002 constituían el
segundo grupo nacional de mayor presencia relativa en Santo Do-
mingo (71%). Mientras tanto, el 15% estaba residiendo en el Cibao
y el 11% se ha asentado en localidades del resto del Sureste.

Colombia es un país con una gran población de emigrantes ra-


dicados principalmente en Estados Unidos, Venezuela, España y
otros países de Europa. La migración de colombianos a la Re-
pública Dominicana había sido muy reducida hasta las dos últi-
mas décadas, cuando ha tenido un aumento relativo. Dentro de la
migración colombiana al Caribe insular, la República Dominica-
na constituye un destino de radicación importante, semejante en
magnitudes al constituido por Puerto Rico.

Los entrevistados señalaron fundamentalmente motivos econó-


micos, laborales y situaciones de inseguridad social y ciudadana
para salir de Colombia (“Mejores oportunidades”; “en busca de trabajo”;
“por la inseguridad que había en el país”). Para radicarse en la República
Dominicana son señalados motivos económicos, laborales y fami-
liares. Frecuentemente se señalaron las oportunidades de mejoría
económica y sobre todo motivos laborales.

Entre los patrones de migración se distinguen los asociados


a personal de las empresas de operación transnacional. Varios
entrevistados señalan que salieron de Colombia y vinieron al país
por medio de contrataciones o decisiones de su traslado plan-
teadas por las compañías (“fue una oportunidad que me dio la empresa

248
TOMO II

para la que trabajo”; “la compañía me trasladó”; la decisión de venir


“correspondió a la compañía que me contrató”; “no escogí donde venir, fue
un ofrecimiento de la empresa”).

Otros casos se asocian a las pautas de migración de técnicos,


profesionales y trabajadores calificados que llegaron al país de
modo independiente, buscando oportunidades de trabajo. En
estas modalidades, las más frecuentes, se advierten los roles ejer-
cidos por los nexos de relaciones sociales en el proceso de inicios
de la migración. Varios de estos entrevistados señalan que tenían
parientes que residían en la República, otros señalan que tenían
amistades en el país. Los motivos familiares señalados para el
inicio de la radicación en el país son también de importancia,
ilustrados en las modalidades básicas de migración de familias
(dos entrevistados señalan que vinieron con sus padres, una que
vino con su esposo) y reunificación familiar (una entrevistada
relata que su hija pasó a residir en el país y se casó, viniendo a
vivir con ella). La mayoría manifestó la intención de radicarse de
forma definitiva en el país y nueve señalaron que tenían pensado
irse y entre las razones argumentadas para la radicación definitiva
destacan motivos relacionados con el trabajo y negocios, el que la
familia reside con ellos y la tranquilidad y estabilidad del país.

Muy pocos de los colombianos entrevistados han optado por


la nacionalidad dominicana, aunque la mayoría de ellos entiende
que son dominicanos los hijos de inmigrantes colombianos que
han nacido en la República Dominicana.

Casi todos los entrevistados procedentes de Colombia in-


dicaron haber realizado algún trabajo en los últimos siete días
previos al levantamiento de la información, fundamentalmente
como empleados de empresas o instituciones privadas y, en me-
nor grado, como patrones de empresas constituidas en sociedad;
mientras poco menos de la mitad había enviado dinero al extran-
249
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

jero durante los últimos 12 meses, generalmente a la madre o al


padre, al mismo tiempo que muy pocos recibieron dinero desde
el extranjero en ese lapso.

5.4 COMUNIDAD CUBANA

Una elevada proporción de inmigrantes procedentes de Cuba


(66%) se concentra en Santo Domingo, al mismo tiempo que
más de la cuarta parte (26%) vivía en algún lugar del Cibao, 7%
vivía en el resto del Sureste y 1% en el Suroeste.

La inmigración de cubanos en la República Dominicana forma


parte de la diáspora cubana en el Caribe, constituyendo el segun-
do destino de radicación en el área, después de Puerto Rico. La
inmigración de cubanos al país, aunque en niveles modestos, data
de antiguo y a menudo se refiere el ciclo migratorio de cubanos
durante las décadas del 70 y 80 del siglo XIX, por la importancia
que tuvo entonces en la vida nacional y el despegue azucarero
moderno (Hoetink, 1972; Báez Evertsz, 1985). El país no fue un
destino atractivo durante las oleadas de la emigración cubana en
los años sesenta del pasado siglo orientadas sobre todo a Esta-
dos Unidos, y a Puerto Rico en el Caribe, aunque se efectuaron
algunas pequeñas corrientes, como se revela en el hecho de que
el censo de 1981 registrara 1,536 cubanos.

Sin embargo, el ciclo de la emigración cubana contemporánea


al país se abre a fines de los años ochenta, en el contexto de la
desaparición del bloque socialista y las condiciones críticas cubanas
del Período Especial. Por el lado dominicano, esta migración ha sido
favorecida por la renovación de las relaciones diplomáticas entre
ambos países y el acuerdo migratorio y de visados establecidos.

Los entrevistados llegaron a la República Dominicana a partir


de los años noventa: los más antiguos en 1992 y los dos más
250
TOMO II

recientes en el 2006 y 2007. Con la excepción de un inmigrante


que vivía antes en los Estados Unidos, los demás procedían de
Cuba. Es decir, que los entrevistados corresponden al ciclo de la
emigración cubana contemporánea que ha sido señalado; aunque
como resulta claro, no a aquella de más antigua radicación o pro-
cedente de terceros países.

Las razones económicas son las señaladas con mayor frecuen-


cia como causa para salir de Cuba. La elección de la República
Dominicana como destino migratorio se debe, según los entre-
vistados, a las afinidades socioculturales y los nexos históricos
entre los dos países, pero resaltan los dos elementos centrales
en este proceso migratorio: las oportunidades y facilidades para
migrar y los roles de los nexos familiares.

La estrategia de utilización del país como tránsito migratorio


hacia Estados Unidos y Puerto Rico es frecuentemente asociada
a la migración cubana, lo que se refleja en diferentes reportes
periodísticos referidos a cubanos involucrados en tentativas de
emigración irregular y clandestina. El estudio comprueba que no
se trata de una estrategia única y exclusiva, y que un sector de
los cubanos tiene propósitos claros de establecimiento definitivo.
Más de la mitad de los entrevistados tenía intención de radicarse
definitivamente en el país, básicamente por razones de éxito o
bienestar ocupacional o económico, así como motivos de adap-
tación sociocultural.

Los vínculos transnacionales de los inmigrantes con Cuba y


los familiares residentes en el país de origen son muy firmes. Así,
la mayoría de los entrevistados ha efectuado visitas a Cuba después
de estar radicado en el país (veintiséis frente a cuatro), se comunica
frecuentemente por teléfono con los parientes (veintisiete frente a
tres) y por vía de la internet (veinticuatro frente a seis).

251
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

Son pocos los cubanos que optan por la nacionalidad domi-


nicana, aunque levemente en mayor proporción que la mayoría
de las demás comunidades entrevistadas. Todos los cubanos que
tienen la nacionalidad dominicana mantienen la doble naciona-
lidad y poco más de la mitad de ellos ha ejercido el derecho
al voto en la República Dominicana. A su vez, casi todos los
entrevistados cubanos entienden que son dominicanos los hi-
jos de los inmigrantes de Cuba que han nacido en la República
Dominicana.

Una gran proporción de los cubanos entrevistados había rea-


lizado alguna actividad económica durante los siete días previos
al levantamiento de la encuesta, básicamente como empleados
de empresas o instituciones privadas. En este contexto, una pro-
porción importante había enviado dinero al extranjero durante
los últimos 12 meses, tanto al padre o madre, a los hermanos,
a los hijos y a otros parientes. Sin embargo, casi ninguno de los
entrevistados ha recibido dinero desde el extranjero durante ese
mismo período.

5.5 COMUNIDAD ESPAÑOLA

La comunidad española se presentaba en el año 2002 como


la tercera en cuanto a la concentración de sus efectivos en Santo
Domingo. El 68% de los españoles residentes en la República
Dominicana vive en este contexto geográfico. A pesar de que
esta población mantiene presencia en las demás regiones, no se
perciben aglomeraciones relativas que se destaquen con respecto
a las demás nacionalidades.

La migración española a la República Dominicana ha motiva-


do diversos estudios, especialmente en torno a las migraciones
de origen canario (Hernández, 2005; Deive, 1988) y relacionados
con personas llegadas al país como refugiados en la época de
252
TOMO II

la Guerra Civil Española (Leal, 1970; Vega, 1988). La migra-


ción ibérica de las últimas décadas se produce en el contexto de
las nuevas relaciones económicas entre España y la República
Dominicana, articuladas sobre todo a partir de las inversiones y
economía en el área del turismo y los flujos de turistas españoles
(Romero valiente, 1999; Báez E., 2001).

De los entrevistados, catorce llegaron al país antes de 1990,


siete entre 1990 y 1999 y nueve entre 2000 y 2007. Los entrevis-
tados forman parte, en consecuencia, de diferentes cohortes de
radicación de inmigrantes españoles, antiguos, intermedios y re-
cientes. De los entrevistados, veintiocho procedían directamente
de España, en tanto que uno procedía de Francia y otro de Ve-
nezuela. En el abordaje de los procesos migratorios que marcan
los inicios de las radicaciones de los españoles se hace preciso
retener la distinción entre las cohortes de radicación más anti-
guas y aquellas relativamente más recientes, debido a los contex-
tos cambiantes en ambos países. Así, entre los migrantes de más
antigüedad son frecuentes los relatos de motivos relacionados
con la búsqueda de trabajo y mejoría económica; como señala un
entrevistado, “el motivo para salir fue por trabajo, la situación estaba muy
difícil en España en esos tiempos”.

Entre los entrevistados de migración intermedia y reciente


se identifican procesos de radicación en parte relacionados con
corrientes comunes a otros colectivos. Entre ellas, la migración
de profesionales y técnicos que llegan al país de modo indepen-
diente, migración de personal de organizaciones y organismos
(un entrevistado integrante del personal de un organismo de co-
operación internacional), estudiantes universitarios (un entrevis-
tado). Los patrones de radicación a partir de las visitas turísticas
aparecen con frecuencia en los procesos migratorios más recien-
tes de los españoles (“vine de visita a la República Dominicana y me
quedé”; “estuve aquí de vacaciones, me encantó el país y decidí quedarme”).
253
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

Debe señalarse, sin embargo, que corrientes tales como la migra-


ción de personal de empresas transnacionales y de inversionistas,
especialmente en el área turística, asociadas a las nuevas relacio-
nes económicas de España con el país, así como de retirados, no
aparecen representadas entre los entrevistados lo que constituye
una de las limitaciones del estudio en estos aspectos.

Por último, la migración por motivos familiares mantiene su


constancia a través de las diferentes cohortes de radicación, tanto
de migración de familias (“vine con mi padre”; “llegué al país por mi
esposo” ; “vinimos por los familiares de mi esposa”), como de reunifi-
cación familiar (“vine a visitar a mi hija que daba a luz y me fuí que-
dando”). También aparecen los motivos asociados a las uniones y
formación de familias (“me casé con un dominicano”).

Los españoles entrevistados coinciden en que la mayoría no


tiene la nacionalidad dominicana, pero por el contrario, casi to-
dos expresan que los hijos de los inmigrantes españoles, que han
nacido en la República Dominicana, son dominicanos.

Casi todos los españoles entrevistados indicaron haber reali-


zado alguna actividad económica durante los siete días previos
al levantamiento de información, fundamentalmente como em-
pleados de empresas privadas; una minoría se desempeñó como
empleado de instituciones públicas. En este escenario, la gran
mayoría indicó no haber enviado dinero al extranjero durante los
últimos 12 meses, del mismo modo que la mayoría también indi-
có no haber recibido dinero del extranjero en el mismo período.

5.6 COMUNIDAD ESTADOUNIDENSE

Los inmigrantes de origen estadounidense constituyen uno de


los grupos de menor presencia relativa en Santo Domingo, pues
solo un 54% reside en esta demarcación geográfica. No obstan-
254
TOMO II

te, constituyen el tercer colectivo con mayor peso relativo en el


Cibao, donde reside casi la tercera parte (31%).

La migración de estadounidenses a la República Dominicana


ha sido poco estudiada, con la excepción de los trabajos dedica-
dos a la migración de afro-estadounidenses efectuada en el siglo
XIX (Puig Ortiz, 1978; Hoetink, 1994). De acuerdo con Martin
Murphy y J. del Castillo (1987: 60-61) la migración estadouniden-
se es significativa en términos cuantitativos, pero su característica
más destacada consiste en la naturaleza temporal de las estadías,
debido a que “la mayoría de esos migrantes, en el pasado y en el
presente, han desempeñado funciones transitorias en entidades
industriales, comerciales, financieras, religiosas y diplomáticas”.

Los entrevistados llegaron al país entre 1995 y el 2007, proce-


dentes de los Estados Unidos continental. Dado el período de
llegada, puede inferirse que este grupo de inmigrantes corres-
ponde a la cohorte reciente de migración, sobre todo la de los
últimos cinco años.

Del análisis de los motivos para salir de los Estados Unidos y


de dirigirse a la República Dominicana pueden identificarse, al
menos, seis tipos concretos de procesos migratorios relaciona-
dos con corrientes específicas. El primero está constituido por
personas que vienen a la República Dominicana por motivos
de trabajo en empresas, sobre todo multinacionales. El segundo
está formado por inversionistas que han establecido empresas
o negocios en el país. El tercero corresponde a migrantes que
pertenecen a organizaciones de carácter social, religioso u otros
fines. El cuarto grupo está formado por jubilados o retirados. El
quinto conglomerdo lo forman los migrantes que se desplazan
por motivos familiares, comprendiendo aquellos que llegaron al
país con sus padres o cónyuges, por reunificación familiar, moti-
vos de matrimonio u otros similares. Finalmente, el sexto grupo
255
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

está constituido por estudiantes. Entre los entrevistados, tres vi-


nieron a la República Dominicana a estudiar en universidades, en
sus casos la carrera de medicina.

En general, los migrantes estadounidenses mantienen sólidos


vínculos con sus parientes en los Estados Unidos y con su país.
De los entrevistados, veintisiete efectuaron visitas a los Estados
Unidos después de estar radicados en la República Dominicana,
casi todos, veintinueve entrevistados, hablan frecuentemente por
teléfono con los parientes y veintisiete se comunican con ellos
por vía de la Internet.

Una gran proporción de los inmigrantes estadounidenses tiene


la nacionalidad dominicana y todos tienen la doble nacionalidad.
La mitad de ellos ha ejercido su derecho al voto en la República
Dominicana. Sin sorpresa, se encontró que casi todos coinciden
en que los hijos de los inmigrantes de los Estados Unidos, naci-
dos en la República Dominicana, son dominicanos.

La mayoría de las personas entrevistadas informó no haber


enviado dinero al extranjero durante los últimos 12 meses. Sin
embargo, poco más de un tercio respondió que en su hogar se
había recibido dinero del extranjero durante igual período de
tiempo, enviado por el padre o la madre de la persona entre-
vistada.

7.7 COMUNIDAD FRANCESA

A pesar de que más de la mitad (57%) de los inmigrantes de


origen francés estaban radicados en Santo Domingo en el año
2002, constituían el grupo con mayor desconcentración a nivel
regional (13% en el Resto del Sureste, 23% en el Cibao y 7% en
el Suroeste).

256
TOMO II

Los entrevistados llegaron al país entre 1993 y el 2007, con la


mayoría (22) radicada entre el 2000 y el 2007, de modo que sobre
todo corresponden a las cohortes recientes de la migración fran-
cesa. Veinticinco entrevistados procedían directamente de Fran-
cia, mientras que los demás llegaron a la República Dominicana
después de residir transitoriamente en otros países, especialmen-
te del Caribe de colonización francesa: tres entrevistados proce-
dían de Saint Martín y uno de Martinica; el restante entrevistado
procedía de Costa Rica.

Los procesos migratorios de los entrevistados que motivan


las radicaciones se asocian a diversos patrones, entre ellos: a) la
migración de inversionistas, especialmente en el área del turismo
(“Había venido de vacaciones anteriormente y me interesó la idea de abrir un
restaurante aquí”; Vine al país para establecer negocios en zonas turísticas,
actualmente en Santo Domingo y en Martinica”). Pero también en otros
renglones, como el comercio, según relata uno de los entrevista-
dos: “Tengo un hermano y varios amigos que tienen muchos años viviendo
en la República Dominicana y vine aquí como socio para varios proyectos
comerciales”. b) Migración de personal de empresas transnaciona-
les (“La compañía para la cual trabajo fue contratada para realizar consul-
torías a empresas”). c) Migración de personal de organizaciones y
organismos (en el estudio, el caso de una entrevistada integrante
del personal de un organismo financiero de cooperación inter-
nacional). d) Migración de profesionales, especialmente en las
áreas de la enseñanza de la lengua francesa y en consultaría. e)
Migración por motivos familiares, sea por reunificación familiar
(los casos de una entrevistada que vino al país luego que su espo-
so se radicara y comenzara a construir un hotel, y de una madre
cuyo hijo tenía nueve años viviendo en el país) o por el proceso
de formación de parejas (“Vine a pasear y luego empecé a trabajar como
profesora… me enamoré y me quedé en el país.”).

257
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

Ninguno de los inmigrantes franceses entrevistados indicó el


tener la nacionalidad dominicana. Su opinión respecto a si los
hijos de franceses nacidos en territorio dominicano, son domi-
nicanos fue dividida, con una leve inclinación hacia la respuesta
de que no lo son.

Casi todos los entrevistados realizaron alguna actividad eco-


nómica durante los siete días previos a la entrevista, básicamente
como empleados en empresas privadas, además como patronos
en empresas (constituidas en sociedad y no constituidas), como
empleados en el sector público y como trabajadores por cuenta
propia. Sin embargo, la mayoría indicó no haber enviado dinero
al extranjero durante los 12 meses previos a la encuesta, al mis-
mo tiempo que la mayoría también manifestó no haber recibido
dinero del extranjero durante ese mismo período.

5.8 COMUNIDAD ITALIANA

Los italianos presentan un patrón de asentamiento territorial


muy parecido al de los franceses. No obstante, su presencia re-
lativa en Santo Domingo (53%) es menor a la de éstos últimos,
pero en términos porcentuales poseen un mayor peso en el Ci-
bao (23%) y el Resto del Sureste (13%).

Aunque la presencia de nacionales italianos tiene una larga his-


toria en la República Dominicana, en la época contemporánea
el relativo dinamismo que ha mostrado la migración de italianos
guarda relación con la expansión de las corrientes turísticas pro-
cedentes de ese país.

Entre los entrevistados, tres llegaron al país antes de 1990,


ocho entre 1990 y 1999 y diecinueve entre 2000 y 2008. La ma-
yoría forma parte de las cohortes de radicación relativamente re-
ciente de inmigrantes italianos. Veintitrés entrevistados procedían
258
TOMO II

directamente de Italia, mientras que tres procedían de Estados


Unidos, dos de Venezuela, uno de Colombia y otro de Alemania.
Del examen de los motivos y factores migratorios destacan va-
rios patrones asociados a las radicaciones, entre ellos:

a) Migración de personal de empresas transnacionales, espe-


cialmente en el área del turismo. Uno de los entrevistados refirió
que la empresa le envío para realizar labores de supervisión de
hoteles; dos entrevistados señalaron que licitaron y fueron con-
tratados en Italia en el área de diseño y construcción.

b) Migración de profesionales y técnicos que llegan al país de


modo independiente o con contratos de trabajo a través de la em-
bajada italiana. En la primera modalidad aparecen varios casos, en-
tre ellos el de una entrevistada que estuvo empleada como profe-
sora de música. Asimismo, dos entrevistados relatan que su hijo, en
un caso, y el esposo, en el otro, llegaron a la República Dominicana
por medio de un contrato de trabajo a través de la embajada. Entre
los inmigrantes que llegan para un trabajo temporal se producen en
ocasiones también las dinámicas normales de los establecimientos
subsiguientes (“Vine por un contrato de trabajo y como me gustó, me quedé”;
“vine por un trabajo, me enamoré, me casé y aquí formé mi familia”).
c) Jubilados y retirados, ilustrado en dos casos: en uno de ellos
el hijo que conocía el país trae a su padre a residir, en el otro
también median los a nexos familiares: “Vine a conocer a mi nieto y
me gustó el país y el clima”.

d) Migración por motivos familiares, especialmente de migra-


ción de familias (los casos ilustrativos de un entrevistado que
señala que su madre lo trajo, otra entrevistada que señala que el
esposo decidió migrar al país y el caso de una familia que la ma-
dre era dominicana y decidieron venir a radicarse).

259
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

e) La visita turística y la radicación. Es este un patrón muy


extendido en los orígenes de los procesos migratorios de los ita-
lianos. Ejemplifican bastante bien el proceso dos casos. El pri-
mero, el de un entrevistado que estuvo de vacaciones por quince
días en la República Dominicana, volvió a Italia, y según relata,
a la semana regresó al país ya para quedarse. El segundo es el de
un entrevistado que vivía en los Estados Unidos, vino de vaca-
ciones, conoció a la que sería su esposa, consiguió trabajo y se
quedó en el país.
En el proceso migratorio de los italianos los nexos de rela-
ciones sociales y familiares cumplen funciones relativamente im-
portantes. Once de los entrevistados tenían parientes residiendo
en el país antes de migrar, trece de los entrevistados llegaron al
país junto con sus familiares, seis entrevistados manifestaron
que ya estando radicados en el país, llegaron parientes suyos y
cinco señalaron que parientes contemplaban venir a vivir al país
en el futuro inmediato.
Casi ninguno de los italianos entrevistados en este estudio
informó poseer la nacionalidad dominicana, aunque casi todos
indicaron que los hijos de los italianos nacidos en la República
Dominicana son dominicanos.
Un tercio de los italianos inmigrantes entrevistados indicaron
que han enviado dinero al extranjero durante los últimos 12 me-
ses, y el receptor más frecuente fue el padre o la madre. Al mismo
tiempo, más de dos tercios indicaron que no habían recibido en-
vío de dinero desde el extranjero durante ese mismo período.

5.9 COMUNIDAD PUERTORRIQUEÑA

La colectividad de origen puertorriqueño es la segunda me-


nos concentrada en Santo Domingo, pues apenas el 45% de sus
efectivos residían allí en el año 2002. Al mismo tiempo, ocupa el

260
TOMO II

segundo lugar en cuanto a presencia relativa en el Cibao (39%) y


la tercera posición en cuanto al porcentaje de miembros residen-
tes en el Resto del Sureste (14%).

La migración puertorriqueña hacia la República Dominicana


ha recorrido varios ciclos en la historia de las relaciones entre los
dos países, siendo particularmente abordada en la bibliografía
disponible la expansión migratoria acontecida entre fines del si-
glo XIX y primeras décadas del siglo XX. En los años recientes,
la circulación entre ambos países y radicaciones de puertorrique-
ños se han mantenido, con procesos y perfiles cambiantes.

Casi todos los entrevistados llegaron a la República Dominicana


entre el 2001 y el 2007, con la excepción de uno que tenía una radi-
cación antigua, que data de 1960. Veinticuatro de los entrevistados
procedían directamente de Puerto Rico y seis de los Estados Uni-
dos. Casi la totalidad de entrevistados (28) vinieron a la República
Dominicana a realizar estudios universitarios, principalmente de
medicina, de modo que las caracterizaciones y perfiles derivados
del examen de estas entrevistas, que se presentan en este acápite
y en adelante, solo pretenden esbozar rasgos de este tipo particu-
lar de corriente puertorriqueña hacia el país y no de la migración
puertorriqueña, que comprende sin duda diversidad de procesos
migratorios.

En las decisiones de trasladarse a la República Dominicana


a cursar estudios universitarios, los estudiantes puertorriqueños
señalan de modo casi invariable factores económicos y de proxi-
midad geográfica. Un entrevistado señaló: “estaba entre México
y República Dominicana, creo que me decidí porque es más cerca”. Los
motivos económicos y de cercanía geográfica se mezclan, en los
relatos de los motivos para escoger el país como destino. Estos
mismos factores, asimismo, favorecen los procesos de circula-
ción de los migrantes entre su país de origen y el de recepción,

261
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

intensificando las relaciones con parientes y amistades. Así, la


totalidad de los entrevistados señaló que ha efectuado visitas a
su país de origen después de haber venido a la República Do-
minicana. Todos los entrevistados señalaron que se comunican
frecuentemente por teléfono con los parientes y veintisiete en-
trevistados expresaron utilizar la Internet como medio frecuente
de comunicación con los mismos.

Cuando se evaluó, en los inmigrantes puertorriqueños, si te-


nían la nacionalidad dominicana, todos respondieron que no la
poseen. Sin embargo, poco más de dos tercios de ellos entienden
que los hijos de los puertorriqueños que han nacido en la Repú-
blica Dominicana tienen la nacionalidad dominicana.

Muy pocos entrevistados informaron haber realizado una ac-


tividad económica durante los últimos siete días antes de la en-
trevista. Como consecuencia, ninguno de ellos ha enviado dinero
al extranjero durante los últimos 12 meses. Por el contrario, casi
todos han recibido dinero desde el extranjero, siendo el padre o
la madre quien casi siempre hace los envíos.

5.10 COMUNIDAD VENEZOLANA

Hacia el año 2002, los venezolanos constituían el grupo nacio-


nal con el mayor porcentaje de efectivos residiendo en el Resto
del Sureste (24%) y el segundo en cuanto a presencia relativa en
el Suroeste (5%). Al mismo tiempo, mantenía una presencia rela-
tiva en el Cibao (18%), similar a la de los españoles y superior a
la de los chinos y colombianos.

Los entrevistados llegaron al país entre 1998 y el 2007, de


modo que corresponden a las corrientes recientes de la migra-
ción venezolana. Todos procedían directamente de Venezuela,
señalando motivos económicos y políticos para salir de su país
262
TOMO II

(“La situación socioeconómica y política de mi país”; “no comparto las ideas


del gobierno”). Para radicarse en la República Dominicana son se-
ñalados motivos económicos, laborales y familiares. A través de
las entrevistas pueden ser identificados cuatro patrones específi-
cos en las radicaciones:
a) Inversionistas (se trata de un entrevistado que empren-
dió actividades comerciales y de tres que establecieron ne-
gocios, uno de ellos asociado con dominicanos). En estos
casos los entrevistados señalaron que contaban con las re-
laciones y contactos previos en la República Dominicana
para dedicarse a las actividades económicas.

b) Migrantes que forman parte del personal de empresas


transnacionales. Dos entrevistados señalaron que fueron
enviados a la República Dominicana por las empresas en
que laboraban y otros dos señalaron haber firmado contra-
to de trabajo con compañías que tenían filiales en el país.

c) Estudiantes universitarios. Es el caso ilustrado por un


entrevistado que vino a estudiar psicología en una universi-
dad dominicana.

d) Motivos familiares ilustrados en las modalidades de


migración de familias (“Mis padres tomaron la decisión de venir”;
“vine con mis padres”; “mis padres decidieron venir acá y yo los apo-
yé”) y de reunificación de familias (“mi hija nos invitó a Repú-
blica Dominicana y después de ahí decidimos irnos mi esposa y yo”).
En el proceso migratorio de los venezolanos los nexos de rela-
ciones sociales y familiares cumplen funciones decisivas. Cuatro
de los entrevistados tenían parientes residiendo en el país antes
de migrar y, como se señaló, una parte de los entrevistados tenía
amigos y conocidos en la sociedad dominicana. Se destaca el he-
cho de que veinticinco de los entrevistados llegaron al país junto

263
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

con sus familiares y cuatro entrevistados manifestaron que les


llegaron parientes al país estando ellos ya radicados.

Los propósitos de radicación definitiva en la sociedad domi-


nicana son frecuentes e intensos, según las razones formuladas.
De los entrevistados, veintitrés manifestaron que tenían pensado
radicarse de forma definitiva en el país y siete señalaron que te-
nían proyectado irse. Entre las razones que son apuntadas para
la radicación definitiva destacan motivos favorables relacionados
con los negocios y el trabajo, el que la familia reside con ellos y
el sentirse bien el país. Los entrevistados que manifestaron pro-
yectos de re-migrar exponen los deseos de retornar a Venezuela
y razones familiares para ello. Ninguno refirió estar realizando
gestiones para partir, con la excepción de una entrevistada casada
con un ciudadano estadounidense que señaló tener intenciones
de re-migrar a los Estados Unidos.

Casi todos los entrevistados informaron haber realizado algu-


na actividad económica durante los siete días previos a la entre-
vista, fundamentalmente como empleados de empresas privadas
y patronos en empresas constituidas en sociedad. No obstante,
apenas un tercio de los entrevistados informó haber enviado di-
nero al extranjero durante los últimos 12 meses, siendo, siendo el
padre, madre, los hijos, los nietos y otros no parientes los bene-
ficiarios. A su vez, muy pocos entrevistados manifestaron haber
recibido dinero desde el extranjero durante el último año.

6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

6.1 CONCLUSIONES

1. La inmigración de procedencia no insular se ha diversifi-


cado en cuanto a países de origen en las últimas décadas, en el
contexto de los cambios socioeconómicos y aperturas a los flu-
264
TOMO II

jos de población experimentados por la sociedad dominicana en


ese período. Dicha diversificación se evidenciaba a partir de las
informaciones del censo de 2002, el cual registró inmigrantes
originarios de más de cien países. No obstante, la inmigración de
procedencia no insular se encuentra bastante concentrada en tér-
minos de magnitudes, siendo los principales colectivos los diez
grupos de inmigrantes abordados en el presente estudio. Para el
año antes señalado se ponía de manifiesto que los mayores con-
tingentes de extranjeros residentes en el país, exceptuando los hai-
tianos, provenían de los diez países considerados. La importancia
de estos grupos nacionales ya había sido observada veinte años
antes, pues con la excepción de tres países, estas nacionalidades
constituían los grupos poblacionales extranjeros no insulares nu-
méricamente más importantes en la República Dominicana. Los
registros institucionales de la Dirección General de Migración y
varias encuestas levantadas tienden a la confirmación de estos
hallazgos. Esas comunidades, a su vez, representan las diversas
áreas regionales mundiales que conforman la inmigración no in-
sular: el Caribe (cubanos y puertorriqueños), Sudamérica (vene-
zolanos y colombianos), Norteamérica (estadounidenses), Euro-
pa (españoles, franceses, italianos y alemanes) y Asia (chinos).

2. En este estudio se presenta un análisis pormenorizado de


las cifras relativas al volumen de los diez colectivos de extranje-
ros, provenientes de los censos, encuestas y registros institucio-
nales. Este análisis conduce a establecer que a partir de las fuen-
tes disponibles, y debido a las omisiones, no puede determinar-
se, de modo fidedigno y concluyente, el número de inmigrantes
efectivos de los colectivos estudiados. De este modo, las cifras
derivadas tanto de los registros de inmigrantes, como aquellas
provenientes de censos y encuestas distan mucho de la realidad,
por lo cual a lo sumo pueden ser utilizadas para obtener aproxi-
maciones a la estructura de los inmigrantes según nacionalidad;
así como, en el caso de los censos y encuestas, como fuente va-
265
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

liosa para el estudio de las características socio-económicas de


los inmigrantes.

Las tendencias del volumen relativo de los miembros de los


diez colectivos extranjeros estudiados, en función del año de lle-
gada al país como indicador de las corrientes inmigratorias –y
con las debidas cautelas de acuerdo a lo ya señalado--permiten
identificar tres patrones. El primero corresponde a un conjunto
de comunidades cuyo número de efectivos se ha incrementado
de manera importante y que ya para 1981 estaba consolidada o
relativamente establecida. Es el caso de los alemanes, españoles,
franceses e italianos. El segundo patrón corresponde a un con-
junto de grupos nacionales que también han crecido durante las
décadas. Este conjunto está constituido por las colectividades de
inmigrantes colombianos, cubanos y venezolanos. Mientras que
el tercer patrón está compuesto por dos subtipos, el primero lo
constituye la comunidad de origen chino, que no parece haber
crecido durante las últimas décadas, sin embargo su corriente mi-
gratoria mantiene un flujo periódico que le permite renovarse en
el tiempo. El segundo subtipo está formado por las comunidades
de origen estadounidense y puertorriqueño, las cuales, a juzgar
por los datos censales, al parecer tienen tendencia a disminuir su
número de efectivos con el tiempo.

3. El análisis de las informaciones censales permite estable-


cer varias particularidades en los perfiles demográficos y socio-
económicos de los inmigrantes de los diez colectivos estudiados.
Primero, los inmigrantes se concentran en forma predominante
a nivel urbano y en las regiones Santo Domingo y el Cibao. Para
1981 más de la mitad (54%) de los inmigrantes fijó su residencia
en Santo Domingo, mientras que más de un cuarto (26%) lo hizo
en el Cibao, lo cual implica que el 80% se concentró en esas dos
regiones de mayor grado desarrollo. En el 2002, esta forma de
distribución de los inmigrantes a nivel territorial no había experi-
mentado cambios, el 56% vivía en Santo Domingo y el 27% en el
266
TOMO II

Cibao, es decir, el 83% residía en estos dos contextos espaciales.


Segundo, en términos del sexo de la persona se evidencia el pre-
domino masculino entre los inmigrantes de las colectividades es-
tudiadas. Los datos censales muestran que mientras la población
nativa se distribuye en forma igualitaria por sexo, a lo largo del
tiempo, sistemáticamente alrededor del 60% de los extranjeros
son de sexo masculino. Esto representa un índice de masculi-
nidad de 100% para la población nativa, mientras que entre los
inmigrantes era del orden de 140% a 150%.

Tercero, en cuanto a la edad los inmigrantes de las diez colec-


tividades estudiadas, en sentido general, son más viejos que los
miembros de la población nativa. Entre los primeros, el 53% de
las personas tiene menos de 25 años, mientras que entre los se-
gundos esa proporción es de 43%. En contraste, mientras el 29%
de los inmigrantes tiene más de 44 años de edad, esa proporción
es de solo 18% en el caso de la población nativa. Cuarto, una ele-
vada proporción de los inmigrantes mantenía relación de pareja.
Hacia el año 2002, el 62% de los inmigrantes estaba casado o
unido, mientras esa proporción era de 56% entre los nativos.

Quinto, la mayoría de los inmigrantes presenta elevados nive-


les de escolaridad. En el 2002, seis de cada 10 inmigrantes (57%)
con 20 años o más de edad tenía estudios universitarios, mientras
que en la población nativa esa relación era de apenas dos de cada
diez (17%). Sexto, la mayoría de los inmigrantes empleados se
concentra en ocupaciones intermedias y altas en la jerarquía ocu-
pacional y una apreciable proporción de inmigrantes está con-
formada por empleadores. La proporción de inmigrantes ocu-
pados, en el 2002, como gerentes, administradores y personal en
categoría directiva era de 15%, mientras que los empleados de
oficina constituían el 16% y quienes ejercían como profesionales
en las diferentes áreas del saber ascendían a un 41%. La partici-
pación relativa de la fuerza de trabajo nativa en esos tres grupos
ocupacionales era de 3%, 15% y 14%, respectivamente. En el
267
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

2002, el 17% de los inmigrantes ocupados contrataban mano de


obra, frente a solo un 7% en el caso de los nativos.

4. La encuesta sobre los diez grupos de inmigrantes, a pesar


de no haber sido realizada a partir de una muestra representati-
va, conduce a resultados aproximados a los antes referidos en
torno a los perfiles demográficos y socio-económicos de dichos
inmigrantes. Especialmente, el estudio aporta nuevas y actualiza-
das evidencias sobre la incorporación ocupacional y condiciones
económicas de los hogares que permiten establecer que la mayo-
ría de los inmigrantes de las comunidades estudiadas presentan
perfiles socio-económicos equivalentes a los de los sectores me-
dios y medios-altos de la sociedad dominicana.

5. El análisis de los procesos migratorios de los miembros de


las comunidades estudiadas revela algunos aspectos de interés. Pri-
mero, los migrantes proceden de manera directa de los países de
origen, siendo poco frecuente la procedencia de terceros países de
radicación previa. Segundo, los inicios de los procesos migrato-
rios, desde la perspectiva del país de acogida, reflejan patrones de
radicación asociados a los tipos de migrantes, entre ellos: migran-
tes profesionales y técnicos que llegan de forma independiente o
mediante contrataciones en el país, migrantes que forman parte
del personal de las empresas transnacionales y que son transfe-
ridos, inversionistas, jubilados y retirados, estudiantes y personas
que se radican por motivos familiares (migración de familias, re-
unificación familiar, formación de familias). Asimismo, un patrón
característico que se articula con algunos de los referidos, es el de
inicio de las radicaciones a partir de las visitas turísticas al país, lo
cual refleja la conexión de los flujos turísticos con la inmigración,
siendo más frecuente entre los miembros de colectivos con gran
presencia en el turismo dominicano (estadounidenses, italianos,
franceses, alemanes y españoles).

268
TOMO II

Tercero, destacan las funciones desempeñadas por los nexos


de relaciones sociales, especialmente los de tipo familiar, en los
procesos de radicación, roles que tienen común importancia entre
los miembros de las diez comunidades de migrantes estudiadas,
destacando sobre todo entre los cubanos, venezolanos y colom-
bianos. Cuarto, esas redes de relaciones sociales transnacionales
sirven a su vez a la vinculación permanente de los migrantes
con los parientes en las sociedades de origen, lo que se refleja en
las visitas a los países de procedencia y la comunicación regular
con los parientes y conocidos vía telefónica e Internet. Quinto,
las intenciones manifiestas de radicación definitiva se encuen-
tran asociadas de modo típico con el tiempo de permanencia
(y, por ende, con los establecimientos de hecho), la coexistencia
de familiares, la adquisición de la nacionalidad dominicana por
naturalización y con expresiones de conformidad con el trabajo,
negocios y vida en el país. De otra parte, los proyectos de retor-
no a los países de origen o de re-migración hacia otros destinos
suelen ser con frecuencia asociados a los patrones de radicación
previa caracterizados por la temporalidad, particularmente entre
miembros del personal de las empresas transnacionales y en el
caso de los estudiantes.

6. El estudio revela que, desde la perspectiva discursiva de los


inmigrantes, los procesos de integración y adaptación sociocultu-
ral a la sociedad dominicana se producen sin grandes obstáculos.
La mayoría de los inmigrantes expresó sentirse aceptado en la
sociedad dominicana y las opiniones sobre las relaciones con los
dominicanos en el contexto del trabajo y de la vecindad y sobre el
trato recibido por estos predominan el factor positivo, lo que in-
dica valoraciones y actitudes de parte de los inmigrantes favora-
bles a las interacciones sociales interétnicas con los nativos en la
vida cotidiana. La integración social y adaptación socio-cultural
de los inmigrantes de sus comunidades étnicas a la sociedad do-
minicana son calificadas como buena y muy buena por la mayo-
269
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

ría de los entrevistados. La mayoría de los inmigrantes considera


que los dominicanos valoran positivamente a los integrantes de
las comunidades estudiadas, lo que refleja una percepción gene-
ralizada de que las referidas comunidades son vistas de forma
positiva lo que constituye un sentimiento de base favorable, aún
con el carácter atribuido, para la integración social de los inmi-
grantes de las comunidades estudiadas.

Asimismo, los entrevistados señalan diversas contribuciones a


la sociedad dominicana efectuadas por los integrantes de sus co-
munidades étnicas, relacionadas con aportes económicos, contri-
buciones en calificación, conocimientos y aportes culturales. La
mayoría de los inmigrantes piensa que estos aportes son suficien-
temente reconocidos en la sociedad dominicana. En contraste con
las valoraciones sobre los dominicanos, las percepciones de los
inmigrantes respecto a algunas dimensiones o aspectos de la so-
ciedad dominicana resultan relativamente críticas, lo que se mani-
fiesta en las opiniones evaluativas sobre el funcionamiento de los
servicios públicos, sobre todo el transporte, electricidad, seguro
social; y en torno a algunas instituciones como la justicia y, sobre
todo, los partidos políticos dominicanos.

7. Las políticas dominicanas de migración estimulan la entrada


y radicación de inmigrantes de procedencia no insular, tanto las
políticas implícitas, por medio de la apertura a los flujos turísti-
cos, como las políticas explícitas que favorecen la radicación de
inversionistas, jubilados, rentistas e inmigrantes de alta califica-
ción. Estas políticas, si bien favorecen la radicación documenta-
da de inmigrantes, también tienen consecuencias inintencionadas
o no buscadas, mediante la apertura de espacios a las estadías
irregulares de extranjeros y la radicación de extranjeros no desea-
dos. Sin embargo, para la permanencia reglamentaria existe un
conjunto de procedimientos y trámites complejos institucionales
que deben ser llevados a cabo por los inmigrantes.
270
TOMO II

En el estudio se sintetizan las opiniones y sugerencias de los


inmigrantes sobre los procedimientos y prácticas relativas a la mi-
gración. En general, los inmigrantes consideran de modo positivo
el trato que las autoridades dominicanas otorgan a los inmigran-
tes de sus propias comunidades étnicas, el trato y las atenciones
ofrecidas por la Dirección General de Migración y los servicios
ofrecidos por esa entidad. Señalan, no obstante, numerosas difi-
cultades que son afrontadas al realizar los trámites y cumplir con
los procedimientos, las cuales se relacionan con la organización
de la entidad, el personal, el sistema de información, las carencias
de intérpretes idóneos, la prevalencia de agentes intermediarios,
entre otras. Asimismo, ofrecen diversas sugerencias para mejorar
los trámites y servicios, así como en torno a las políticas orienta-
das a la integración social de los inmigrantes.

6.2 RECOMENDACIONES

1. La República Dominicana mantiene una política selectiva


sobre la inmigración permanente, basada en los tipos y perfiles
de inmigrantes en términos de calificación profesional y de ofi-
cio, inversionistas, jubilados y retirados, además de que contem-
pla otros tipos y perfiles para la inmigración temporal y facilita
el cambio de categorías migratorias. Todo esto constituye una
matriz general de política migratoria que se juzga en principios
adecuada, pero que debe ser precisada a fin de evitar las discre-
cionalidades administrativas.

En este sentido, es urgente la definición reglamentaria, ya que


al cabo de cuatro años de promulgación de la ley no ha sido dic-
tado el reglamento de aplicación de la misma, en el que deben
ser especificados, entre otros importantes aspectos, diversos re-
quisitos según categorías migratorias. Asimismo, deben ser defi-
nidos los procedimientos e instrumentos consultivos orientados a
establecer los requerimientos de personal calificado, en los que se

271
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

sustenta, en principio, la política de admisión de inmigrantes por


calificación profesional y de oficio. En este caso tales definiciones
corresponden al Consejo de Migración, que de acuerdo a la ley
es el encargado del diseño de la política migratoria nacional, y
al Instituto Nacional de Migración, que sería su organismo de
apoyo técnico.

2. Uno de los retos cruciales que afronta el país en lo referente


a la inmigración de procedencia no insular consiste en conciliar de
manera armónica los propósitos de puertas abiertas a los flujos
turísticos e inversionistas extranjeros y los objetivos de regulación
y control migratorio debidos. Ha existido una política de incenti-
vo a la inmigración de procedencia no insular, por dos vías: una
implícita, por medio de la promoción y facilidades otorgadas al
acceso de turistas y otra de carácter explícito, relacionada con los
incentivos a la radicación de inversionistas. Esta estrategia, entre
otros aspectos, debe tomar en cuenta lo siguiente:

a) Toda vez que en ocasiones se generan situaciones conflic-


tivas y delincuenciales, debido a la presencia de extranjeros que
se dedican a actividades delictivas de diversos tipos, pone de ma-
nifiesto la necesidad de reforzar y hacer más eficaces los controles
de admisión y estadía así como los mecanismos de depuración de
la procedencia de los recursos de extranjeros admitidos como in-
versionistas.

b) Deben ser impulsadas, a su vez, acciones encaminadas a pro-


piciar una disminución de los patrones de irregularidad por pro-
longación de permanencia no documentada o por no renovación
de los permisos de residencia. Algunas recomendaciones que se
señalan en el punto 3 podrían contribuir a estos propósitos. En
adición, podrían ser formuladas medidas especiales que favorez-
can e incentiven la regularización reglamentaria de aquellos mi-
grantes radicados que se encuentran en situación de irregularidad
migratoria.

272
TOMO II

3. Sobre los procedimientos y los aspectos administrativos rela-


tivos a la regulación institucional de la inmigración destacan algu-
nos aspectos encaminados a generar renovaciones.

a) La Dirección General de Migración debe realizar esfuerzos


orientados a hacer más eficientes la realización de los trámites re-
lativos a la migración, especialmente en lo que respecta al tiempo
de duración de éstos. En particular, la entidad debería establecer
un sistema de información claro y preciso en torno a los diversos
procedimientos, los requisitos y los documentos necesarios. Dicha
información debe ser servida en los idiomas de los principales gru-
pos de inmigrantes que se radican en el país. Deben ser otorgadas,
asimismo, facilidades de traducción.

b) La Dirección General de Migración debe profundizar los


esfuerzos de desarrollo institucional y de impulsar renovaciones
organizativas orientadas a la atención a los inmigrantes. Asimismo,
deben realizarse esfuerzos para evitar la incidencia de agentes in-
termediarios no autorizados que en ocasiones acosan y engañan a
inmigrantes no informados.

c) Una de las sugerencias frecuentes de los inmigrantes es la


de extensión de los plazos de renovación de la residencia per-
manente o temporal. De aplicarse los términos de la nueva nor-
mativa migratoria esta demanda estaría satisfecha, en el caso de
los residentes permanentes. La ley de migración establece que
el residente permanente, luego de un año, debe renovar su car-
né de residencia cada cuatro años y en el décimo año obtendría
residencia definitiva, de modo que el proceso contempla básica-
mente dos renovaciones. Para los residentes temporales, la re-
novación es anual y cualquier recomendación de ampliación de
plazos, aunque pertinente, conllevaría reformas en la ley vigente.
No obstante, los residentes temporales pueden acceder al cam-
bio de categoría migratoria.

273
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

4. Como revela esta investigación, los inmigrantes de las co-


munidades estudiadas al parecer efectúan activos procesos es-
pontáneos de integración social y sin dificultades relevantes. De
todos modos, las políticas públicas pondrían contribuir a forta-
lecer tales procesos a través, por ejemplo, del apoyo a las asocia-
ciones naturales de los inmigrantes de las diversas comunidades.
Las asociaciones de los inmigrantes, así como organizaciones no
gubernamentales dedicadas al trabajo con los inmigrantes, pue-
den ser idóneos medios para concretar programas de informa-
ción, orientación e inserción social de los inmigrantes, así como
programas de asesoría y acompañamiento en los procedimientos
administrativos relativos a migración.

5. Las recomendaciones orientadas a viabilizar mejorías en la


generación y difusión para el uso público de las informaciones
sobre migración han sido frecuentes en los estudios sobre migra-
ción; recomendación que se reitera en este informe. En términos
específicos, se plantean tres tipos de recomendaciones.

a) La Dirección General de Migración, así como otras entida-


des relacionadas, deben hacer del uso público de modo ordinario
y periódico las estadísticas básicas sobre migración. Con tales
propósitos, la Dirección General de Migración debe realizar los
debidos fortalecimientos técnicos y recibir asesoría especializada,
en particular para la generación y explotación de las estadísticas
relativas a la inmigración que ofrece el registro de extranjeros es-
tatuido por ley, así como otros registros continuos instituciona-
les. Igual recomendación se hace para la Secretaría de Estado de
Relaciones Exteriores en lo que respecta a las estadísticas sobre
visas emitidas según tipos.

b) Para la próxima ronda del censos de 2010 se recomienda


que se diseñe y ponga en efecto un plan específico para aminorar
las omisiones sobre la población extranjera radicada en el país.

274
TOMO II

Este plan debería contemplar también un programa destinado a


sensibilizar a las poblaciones en cuestión para que contribuyan
con las obligaciones de proporcionar las informaciones y sobre
los beneficios que se derivan de ello para el país.

c) Deben ser fomentadas y apoyadas las iniciativas de investi-


gación sobre la inmigración en general y, particularmente, sobre
las corrientes y comunidades de migrantes de procedencia no
insular.

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PORTES, ALEJANDRO Y JÓSEF BOROCZ, 1998. Migración contempo-


ránea. Perspectivas teóricas sobre sus determinantes y sus modalidades de
incorporación”, en: Malgasini, Graciela (compliladora) : Cruzando
fronteras. Migraciones en el sistema mundial, Madrid, ICARIA.

279
280
SJRM-CENTRO BONÓ

MIGRACIÓN DOMINICANA
A ESPAÑA Y REMESAS:
ENTRE EXCLUSIONES, NOSTALGIAS
Y ESPERANZAS

Investigadores:
ALEJANDRO MARTÍNEZ
ALICIA SANGRO

Agosto 2008
Santo Domingo, R.D.

281
282
“(La migración) tiene su ventaja y desventaja,
o sea, muchas veces cuando se emigra de su país
a otro eso trae como consecuencia la separación
de la familia, la desintegración. Eso no es lo mis-
mo cuando, por lo menos, se va y se deja niños
de edades muy (pequeñas). Pero que principal-
mente, lo que se entiende por mejoría es mejorar
la forma de vivir, como ella ha dicho. Muchos
han logrado hacer su hogar aquí porque muchos
han venido después, y viven su vida normal aquí;
pero la desventaja que esto tiene es que en la
desintegración de la familia muchas cosas han
pasado así.”

GRUPO FOCAL TAMAYO

283
284
1. Introducción

República Dominicana se caracteriza por ser un país tanto re-


ceptor como emisor de migrantes. El Informe Nacional de De-
sarrollo Humano (2005) para República Dominicana estimó que
en el 2000 la emigración dominicana alcanzó casi el millón de
personas, estimación que para algunos resulta moderada. De esta
cantidad, un 5% reside en España, país que ocupa el tercer lugar
entre los países receptores de emigrantes dominicanos luego de
Estados Unidos (73%) y Puerto Rico (8%). Al igual que otros
países de Europa, esta población presenta un alto índice de femi-
nidad: 219.1 según el censo español del 2001.

Las provincias de Barahona y Bahoruco se caracterizan por el


flujo de mujeres migrantes hacia España. Están comunidades es-
tán ubicadas en la región más empobrecida del país, en la fronte-
ra con el vecino Haití. La falta de condiciones para tener una vida
digna, es el principal motor que propicia la migración. En este
sentido, se pueden ver tres factores específicos según el estudio
“Migración Dominicana a España”1. Estos factores son:

1. La Migración Dominicana Hacia España: Factores Condicionantes, Evolución


Y Desarrollo. Juan Manuel Romero Valiente. Departamento de Geografía - Uni-
versidad de Huelva. Facultad de Humanidades - Campus de “El Carmen” - Ave-
nida de las Fuerzas Armadas s/n - 21071 HUELVA. E-mail: valiente@uhu.es.

285
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

El factor Direccional: España comenzó a ser un importante


destino de migración de dominicanos/as luego de que Venezuela
dejó de ser opción por la crisis económica presentada en la déca-
da de los 80 y porque Estados Unidos aumenta los requisitos de
documentación para entrar a su territorio.

El factor de atracción, ya que a mediados de la década de los


80 España experimenta una situación de bondad en lo referente
a economía, factor que se fortalece con la incorporación de este
país receptor a la Comunidad Europea.

Al igual que para otros países de América Latina, como son


México, El Salvador, Ecuador, Paraguay, etc., las remesas envia-
das por la diáspora tienen un impacto de primera importancia en
la economía de República Dominicana. Para el año 2003, al país
ingresaron por remesas US$2,060.5 millones, lo cual representó
12.2% del PIB. De acuerdo a los datos del Censo Nacional del
2002 el 10.2% de los hogares reciben remesas. La repercusión de
las remesas en los ingresos de estos hogares llegó a alcanzar el
29.6% de sus ingresos, porcentaje que aumenta hasta el 58.4% en
los hogares más pobres (23.1%) (PNUD 2005, pág. 137).

De acuerdo a la Encuesta de Gastos e Ingresos del Banco


Central del 1998, los recursos provenientes de las remesas son
orientados a la alimentación (75%), salud (4%), educación (5%),
vivienda (7%) y a otras necesidades (8%). Podría esperarse una
diferencia en el uso de estos recursos de acuerdo al nivel familiar.
Pero cómo bien afirma el PNUD, no existen investigaciones es-
pecíficas al respecto. (PNUD. Pág.1).

Ante lo resaltado, el presente estudio levantó información sobre


la migración de dominicanos y dominicanas a España, haciendo
énfasis en la caracterización de esta población, su aporte a la eco-
nomía, el envío de remesas por parte de esta población, y el análisis
del uso que hacen sus familiares de las remesas enviadas.
286
TOMO II

Al momento del diseño del presente estudio, fueron diseñadas


nueve hipótesis de trabajo, las cuales luego de una exhaustiva re-
visión teórica y de estudios sobre la temática quedaron reducidas
a las siguientes: 1) Los/las emigrantes dominicano/as en España
son jóvenes cualificados lo que supone una pérdida importante de
capital humano para el país emisor. 2) La población migrante do-
minicana está insertada en el mercado laboral de forma muy desca-
lificada. 3) Las remesas son utilizadas por los destinatarios para el
consumo y en muy poca medida para el ahorro. 4) El flujo que ha
supuesto una mayor disponibilidad de dinero en manos de los/as
dominicano/as, no ha supuesto en paralelo un reforzamiento de
las instituciones financieras, es decir, las remesas no han generado
una mayor bancarización de los/as dominicano/as en el país.

1.1. Base Metodológica

Estudiar la población dominicana residente en España, perse-


guía los siguientes objetivos:
Tabla 1. Objetivos del Estudio.
General (es) Específico (s)

1.-Tamaño, ubicación y características 1.1.- Cuántos/as dominicanos/as res-


de la diáspora dominicana en España. iden en España y qué características
socio demográficas presentan (edad,
sexo, etc.).
1.2. Cómo se distribuyen en el territo-
rio español.
2.-Inserción en el mercado laboral. 2.1.-En qué sectores de actividad
económica está inserta la población
dominicana en España.
2.2. Cuáles son las características labo-
rales de su inserción (edad de los tra-
bajadores, sueldo, categorías, tipos de
contratos, etc.).
3. Volumen de las remesas enviadas. 3.1. Cuántas remesas envían los/as do-
287minicanos/as desde España.
3.2. Cuál es el comportamiento indi-
vidual de los/as dominicanos/as como
dominicana en España.
2.2. Cuáles son las características labo-
rales de su inserción (edad de los tra-
MOVIMIENTOS
MINISTERIO MIGRATORIOS
DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN
bajadores,
DESDE Y HACIA sueldo,
LA REPÚBLICA
Y DESARROLLO
categorías, tipos de
DOMINICANA
contratos, etc.).
3. Volumen de las remesas enviadas. 3.1. Cuántas remesas envían los/as do-
minicanos/as desde España.
3.2. Cuál es el comportamiento indi-
vidual de los/as dominicanos/as como
enviadores de remesas.

1.2. Tipo de estudio y metodología:

El presente informe corresponde a una investigación descrip-


tiva, ya que en la misma se interpretan datos presentes sobre
características de la diáspora dominica en España. Sin embargo,
este estudio pretende ir más allá de la descripción de estas ca-
racterísticas, ya que propone acciones concretas tanto al Estado
dominicano como a las organizaciones que trabajan el tema mi-
gratorio, para el trabajo con esta diáspora.
El presente estudio, también, responde al tipo mixto, ya que
los resultados del mismo fueron obtenidos por medio de consul-
ta documental, para trabajar los objetivos 1, 2 y 3. Para estos ob-
jetivos se recopilaron y emplearon las fuentes secundarias: esta-
dísticas de las instituciones oficiales españolas. Al mismo tiempo,
que fueron utilizadas fuentes secundarias como investigaciones y
publicaciones, tanto de organizaciones españolas, como de orga-
nizaciones dominicanos/as en España.
Para el trabajo con el objetivo No. 4, se realizó un levantamien-
to en el campo. Para este levantamiento se diseñó un instrumen-
to (ver anexo) mediante un grupo de discusión que aportó resul-
tados directos, como metodología cualitativa. El levantamiento
se concentró en las comunidades de Vicente Noble y Tamayo, en
la provincia Barahona2.
2. Estas comunidades son las principales receptoras de divisas desde España, así lo
demuestra el estudio “El País que vive de las Mujeres”, publicado por la revista Rum-
bo No. 365 en 2001. En este estudio, María Isabel Soldevila, resalta a Madrid como
la “Meca de las Mujeres del Sur” por la cantidad de emigrantes de esta zona.

288
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS DESDE Y HACIA LA REPÚBLICA DOMINICANA

En la comunidad de Tamayo se realizó un grupo de estudio y


en Vicente Noble fueron realizados dos. Para el desarrollo de es-
tos grupos se elaboraron preguntas guía para la discusión. Ade-
más de la información recolectada en grupos sobre el uso de las
remesas, sirvieron de fuente de información para identificar las
principales empresas remesadoras, a cuyos representantes pos-
teriormente se les entrevistó. Estos grupos focales se realizaron
con un efecto de onda expansiva, ya que los insumos resultantes
en el primer grupo focal, en Tamayo, fueron socializados en el
segundo, realizado en Vicente Noble y el de ambos en el tercero,
también realizado en esta comunidad. Cada grupo estuvo con-
formado por 8 personas.

En las comunidades resaltadas fueron entrevistadas dos per-


sonas que trabajan como encargadas en las remesadoras, y que
fueron consideradas por las demás personas participantes en los
grupos focales, como principales.

2. MARCO TEÓRICO

El presente capítulo está constituido en dos partes. La primera


sirve de base teórica como eje transversal de la investigación –la
teoría de las redes migratorias–, que nos permite visualizar la
dinámica migratoria desde una dimensión más relacional y de
convivencia entre personas y grupos.

En la segunda se expondrán, a fin de complementar lo ex-


puesto en la teoría de redes, el impacto de la migración y de las
remesas, tanto a nivel mundial como de América Latina. Estos
elementos nos permitieron visualizar el marco general en el que
está inserto el grupo estudiado y al mismo tiempo, servirá de
referente para el análisis de las informaciones levantadas en este
estudio.
289
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

2.1. Las redes migratorias

La teoría de las redes migratorias –que es la más específica-


mente relacionada con el tema de estudio– pretende dar respues-
tas, entre otras, a estas cuestiones. Expuesta inicialmente por
TAYLOR (1986)3 fue desarrollada y difundida por DOUGLAS
MASSEY (1989, 1993) quien personalmente o junto con otros
autores, propone que son las redes de contacto, entre los emi-
grantes y su entorno de procedencia, las que animan, orienta y
mantienen los flujos migratorios. MASSEY y otros (1993: 448-
449) las definen como “el conjunto de relaciones que conectan
–en áreas de origen y destino– a emigrantes existentes, emigran-
tes que ya retornaron, y no emigrantes; todo esto en base a rela-
ciones familiares, de amistad o de vecindad”.4

En su concepción más amplia, las redes concretas pueden te-


ner orígenes históricos provenientes de la época colonizadora,
debidos a vínculos culturales o por proximidad geográfica. En el
caso estudiado esta proximidad geográfica será tomada en cuenta
no sólo en el país de origen sino también en el receptor. Tras su
inicio suelen tener un desarrollo progresivo, fomentando la clá-
sica expresión de “emigración en cadena”, haciéndose cada vez
más densas por los efectos “imitación” en origen y “llamada” en
destino, que la red facilita.

3. Aunque es un concepto analítico sociológico fue traído ya al tema por el men-


cionado clásico libro de THOMAS Y ZNANIECKI (1920), que lo aplicó a estu-
diar los movimientos de los emigrantes polacos.
4. Las relaciones pueden ser simplemente interpersonales –con parientes que
permanecen en origen- o pueden adquirir carácter institucional con la crea-
ción de asociaciones tanto en las zonas de emisión, entre los familiares y vecinos
de los emigrantes, como especialmente en las zonas de llegada, por los propios
emigrantes. Las asociaciones, además de fomentar los movimientos, serían uno
de los agentes más importantes colaborando para que diásporas migratorias con-
tribuyan al desarrollo de sus zonas de origen.

290
TOMO II

La red en funcionamiento establece unos canales de apoyo


que suministra información, ayuda económica para la salida y
el establecimiento, ofertas de trabajo, etc., que hace que habi-
tantes de áreas migratorias de los países emisores se desplacen
a territorios específicos –generando verdaderas colonias– o que
se establezcan en los mismos sectores, tanto de residencia como
de actividad laboral (MARTÍNEZ, 1997). Esta red supone una
reducción de los riesgos que asume el emigrante lo que facilita la
toma de la decisión de emigrar y aumenta el número de los que
optan por este camino. Las redes son una forma de capital social
(COLEMAN, 1988) y supone la generación de externalidades
que mejoran la ecuación de decisión como bien ha estudiado
BORJAS (1995).

A lo largo del tiempo, las redes –que desde el punto de vista


del nivel de análisis se configuran como un espacio intermedio o
mesonivel (FAIST 1997)– generan espacios con cierta inmunidad
a las variables económicas, como señalan PORTES Y BOROCK
(1992: 24) “Mediante las redes (…), a lo largo del tiempo, el vo-
lumen y los lugares de destino del flujo migratorio son relativa-
mente indiferentes a las fluctuaciones del ciclo económico”. Las
redes son el principal mecanismo que convierte a la emigración
en un fenómeno que se perpetúa así mismo con independencia
de las causas que originaron el desplazamiento inicial, constitu-
yéndose de este modo (ARANGO 2000: 42) en “las mejoras in-
dicadoras de flujos futuros”.

La teoría de las redes, cuya actividad no suele ser controlada


por los Gobiernos, aporta, según MASSEY y otros (1993, 449-
450), aspectos como que el tamaño del flujo entre dos países
no esté tan relacionado con el diferencial de salarios o que los
riesgos de la existencia de paro en destino sea aminorados con
la cobertura que dan las redes. Un último y novedoso aspecto de
las redes es que constituyen el marco privilegiado para el funcio-
291
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

namiento y viabilidad de economías étnicas (ABAD 2004)5. Sin


embargo, el tema migratorio debe estar monitoreado por el Esta-
do, no solamente como país receptor de migrantes, sino también
como país de un flujo elevado de migraciones.

2.2. Impactos de la emigración en los países de origen:


flujos migratorios, remesas y familias.

La salida del país de personas con proyectos migratorios, tem-


porales o definitivos, hacia otras economías, genera efectos desde
el momento inicial, tanto en los países de destino como en los de
origen. En cuanto a los primeros, los estudios son unánimes res-
pecto a los impactos positivos globales en sus economías (NA-
TIONAL RESEARCH COUNCIL, 1998; TORNOS y otros,
2004; ONU, 2006), si bien con efectos negativos en ciertos sec-
tores sociales por las diferencias culturales, étnicas o religiosas, o
en ámbitos sindicales por las consecuencias sobre los mercados
de trabajo.

El signo de los efectos en los países emisores es menos cla-


ro, como señala PELLEGRINO (2003: 25). “El balance en los
países de origen sobre los impactos económicos son más com-
plejos, ya que se trata de evaluar ausencias y de proyectar situa-
ciones (...): La relación entre migración y desarrollo ha sido defi-
nida como una relación no resuelta (the unsettled relationship). Los
gobiernos de estos países normalmente consideran positiva esta
salida de sus ciudadanos hacia el exterior –que actúa como una
verdadera “exportación” de mano de obra gracias a la entrada de
remesas– y es habitual que establezcan políticas de fomento.

5. La economía étnica en los países de destino supone la creación de un mercado,


apoyado en las redes, con productores en ambos países en el que los demandan-
tes son los emigrantes. Será este uno de los aspectos analizados en el estudio del
caso de esta investigación.

292
TOMO II

Los impactos más importantes de las salidas, en intensidad y


duración, se producen durante el período en el que los emigran-
tes están en el destino, principalmente, a través de las remesas
que transfieren a su país y otros flujos que impactan en las eco-
nomías de origen. El conjunto de todos ellos han sido engloba-
dos bajo la denominación “transnacional”, por la teoría que bajo
esa denominación se ocupa, como señala uno de sus principales
estudiosos, LUIS GUARNIZO (2004: 59-60) de “la gama de re-
laciones transfronterizas y prácticas que conectan a los migrantes
con sus sociedades de origen (...) las consecuencias intencionadas
y, quizás más importante, por las diversas consecuencias econó-
micas no intencionadas de la acción transnacional generada por
los migrantes.”

2.3. Movimientos migratorios en América Latina.

En América Latina, al igual que en el resto del mundo, los


movimientos migratorios han aumentado después de la Segunda
Guerra Mundial. Estos movimientos pueden ser vistos por tres
grandes patrones: 1) ultramar, 2) la intra-regional y 3) la migración
hacia el exterior de América Latina y el Caribe. El primer patrón
migratorio, el de ultramar, se desarrolló entre los siglos XIX y XX,
principalmente compuesto por personas provenientes del conti-
nente europeo. Esta migración trajo consigo la generación de em-
pleos con salarios superiores a los planteados en el continente eu-
ropeo, lo que ayudó a incentivar la atracción migratoria, al mismo
tiempo que facilitó una rápida movilidad social. Posteriormente, la
transformación económica que comenzó a experimentar Europa
contribuyó a la retención de su población de origen.

La vecindad geográfica y proximidad cultural, son dos carac-


terísticas que tradicionalmente han facilitado el flujo migratorio
intraregional, especialmente para aquellos países con mejor si-
tuación productiva, con mayores plazas de empleos. Estos mo-
293
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

vimientos migratorios aumentaron en la década de los 70, 80 y


principios de los 90 debido a los cambios estructurales y las si-
tuaciones civiles de los países de la región. En los años 90 por lo
menos dos tercios de los latinoamericanos residían fuera, en un
país de la región, teniendo mayor presencia en Argentina y Vene-
zuela, migración que se hizo más notoria tras la disminución del
flujo de los europeos. La principal atracción para migrar a Vene-
zuela fue la bonanza económica dada por el “boom” petrolero.

En lo que respecta a Centroamérica, la migración tuvo un ma-


tiz diferente por la situación socio política que para la década de
los 70 y 80 afectaba a los países que la componen. Costa Rica se
convirtió en el principal país receptor de nicaragüenses y salva-
doreños afectados por la guerra civil en sus países. Otra de las
características del flujo migratorio de esta zona de América, es
que sus países, especialmente México, sirven de puente para la
migración hacia Estados Unidos.

Desde los años 90, América Latina y el continente africano


comprenden los más amplios procesos migratorios a nivel mun-
dial. Está compuesto por diferentes flujos migratorios de distinto
sentido: Europa, África y el continente americano entre los propios
países latinoamericanos y en las últimas décadas, desde Latinoamé-
rica a Estados Unidos y Europa, fundamentalmente a España6.

Este fenómeno migratorio en las últimas décadas ha tenido


una tendencia importante, la denominada feminización de las
migraciones. Según Gabriela Agosto (Coppal 2007), este fenó-
meno se puede ver desde dos perspectivas: 1. Sentido Cuanti-
tativo: mayor cantidad de mujeres migrando y 2. El cualitativo:
teniendo en cuenta las razones por qué las mujeres migran, las
que muchas veces están atadas a acuerdos familiares para una
6. Agosto, Gabriella. Los Cambios de los nuevos proceso Migratorios. Revista de la
COPPAL. Pág. 91.

294
TOMO II

mejor condición de vida de este colectivo primario, aspecto en el


que se profundizará en lo adelante.

El tercer patrón viene dado por la migración hacia el exterior


de la región de América Latina y el Caribe, teniendo como prin-
cipales destinos Estados Unidos y Europa, en este último más
frecuente a España e Italia.

Este patrón extra-regional constituye un caso de migración


sur-norte, que entraña múltiples repercusiones para los países de
América Latina y el Caribe —como la eventual pérdida de re-
cursos humanos calificados y la exposición de los emigrantes al
riesgo de no lograr una inserción efectiva en los lugares de desti-
no— y se asocia tanto con la formación de comunidades y redes
transnacionales de migrantes-nodos germinales de una mayor
migración como con la generación de un potencial económico
asociado a las remesas que los emigrantes envían a sus lugares
de origen. También cabe indicar que parte de la emigración hacia
fuera de la región se asocia con el reconocimiento de la ciuda-
danía de nativos de la región que descienden de antiguos inmi-
grantes extra-regionales; ello origina una modalidad de retorno
diferido entre generaciones. (Villa, Miguel y Jorge Martínez).

2.4. REMESAS: Impacto de la migración en América


Latina y República Dominicana.

Las Remesas son el flujo de dinero que envían los emigrantes


a su país de origen –familia o grupo social de referencia–, fruto
del ahorro obtenido a partir de su trabajo en el país de destino.
Representan, normalmente, el objetivo buscado cuando se tomó
la decisión de iniciar el proyecto migratorio7. Suponen actos de
7 . También son receptores de remesas, otros miembros cercanos de la comuni-
dad, en pago de servicios anteriores, especialmente para devolver los préstamos
que se solicitaron para el viaje migratorio.

295
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

“solidaridad limitada” (en la terminología de PORTES, 1995), dado


que pretenden solo favorecer a las personas receptoras y no al con-
junto del país pero, los efectos indirectos benefician al conjunto, de
forma que se ha llegado a entender que de hecho “(el estudio de)
la vinculación entre la migración y el desarrollo (de los países se ha
centrado) en el cálculo de las remesas” (ESCRIBA Y RIVAS, 2004:
33), tanto en su cuantía como en el uso dado a las mismas. Y aun-
que la recepción de las mismas puede generar efectos negativos, en
términos generales se valora que su impacto sobre las economías
que las reciben, es positivo (ALONSO, 2004).

Las Remesas pueden ser monetarias –las más estudiadas y


cuantificadas– o en especie: envíos de bienes duraderos cuyo
pago se efectúa en el lugar de destino8, gastos en consumo o
servicios que son recibidos por los/as que permanecen en el país
de origen (GUARNIZO, 2004). También han sido consideradas
por un sector de la doctrina (LEVITT, 2001) como Remesas,
bajo el calificativo de “sociales”, los “envíos” por los emigrantes
de ideas, valores y comportamientos al país de origen.

El análisis de la importancia y significado de las Remesas pue-


de realizarse desde perspectivas macro y microeconómico, que
están lógicamente interrelacionadas. Así se ha estudiado: la im-
portancia de la entrada de divisas en el país, los efectos diferentes
según sean los canales utilizados para su envío y los grupos socia-
les destinatarios, los impactos en sectores económicos en los que
los/as destinatarios/as las usan o la incidencia de la actuación de
las instituciones públicas en su volumen y destino.

Desde el punto de vista macroeconómico (GAMMELTOFT


2002, ALONSO 2004, OIM 2005, BANCO MUNDIAL 2006),
8. Se ha ido desarrollando un sistema de compra mediante el que los emigrantes
adquieren en el país de residencia, electrodomésticos y otros equipamientos para
que sean entregados directamente a sus familiares en sus hogares.

296
TOMO II

las Remesas, por su volumen, son para los países en desarrollo,


una de las fuentes más importantes de financiación internacional,
solo superada por las inversiones extranjeras directas. En un nú-
mero importante de países de América Latina suponen más del
15 % del PIB (MORÉ, 2005)9. La significación positiva que estos
volúmenes de remesas en el desarrollo económico proviene de
que las mismas (OROZCO, 2004) suponen la llegada constante,
previsible y estable de cantidades elevadas de divisas internacio-
nales que palian o complementan las otras fuentes de financia-
ción. Este ahorro externo suple el exiguo interior, y permite la
financiación de importaciones. El análisis, a nivel micro, revela
un número importante de efectos de las remesas sobre el desa-
rrollo. El primero es que a diferencia de otros fondos exteriores,
estos llegan directamente a los ciudadanos, lo que supone una
mayor amplitud en los impactos sociales, así como que se eviten
gastos por intermediaciones.

En segundo lugar, el uso que los destinatarios hacen de estos


flujos puede ser en consumo inmediato que mejora los niveles de
subsistencia10, en inversión familiar (vivienda11, equipamientos
9. Las cifras que se manejan en estadísticas son siempre matizadas en el sentido
de que una parte muy importante de los flujos, por su informalidad, son opacos
a los sistemas de información o estos son de baja calidad, considerándose (PURI
Y RITZEMA, 1999; MORÉ, 2005, BANCO MUNDIAL, 2005, FREUND Y
SPATAFORA, 2005, BANCO DE ESPAÑA 2004 a 2006) que las cifras reales
pueden ser más del doble de las conocidas. El capítulo siguiente de esta Investi-
gación dedica un apartado monográfico a analizar los aspectos cuantitativos de
los flujos internacionales de remesas.
10. Esta utilización es coherente con el objetivo migratorio de diversificación de
fuentes de ingreso para cubrir, con estabilidad, las necesidades cotidianas de las
familias.”Estas remesas contribuyen al sostenimiento de numerosos miembros dependientes del
hogar familiar, que de otro modo, quedarían desamparados ante la escasez o inexistencia de
provisiones sociales” (ESCRIBA Y RIBAS, 2004: 36).
11. Esta es la inversión familiar a la que dedican más recursos los emigrantes,
siendo el caso de República Dominicana, el más señalado, ya que los residentes
en el extranjero representaban el 60 % del total anual de compradores del país,
según datos de la Cámara Dominicana de la Construcción (GUARNIZO, 2004).

297
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

del hogar, pago de sistemas sanitarios privados, o formación),


inversión productiva (creación de pequeñas empresas para posi-
bilitar el retorno, o adquisición de tierras en los migrantes rura-
les) o financiar nuevos proyectos migratorios de familiares. La
asignación a consumo o inversión que realizan los receptores,
afecta al impacto en el desarrollo económico del país. Los estu-
dios de casos manifiestan que las remesas se dedican a consumo,
fundamentalmente. Así, el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID, 2003) en una de sus más amplias investigaciones concluyó
que los ecuatorianos asignaban las remesas de la forma como se
muestra en la Tabla 212.

Tabla 2. Destino de las Remesas Monetarias

USO DE LAS REMESAS PORCENTAJE


Gastos diarios 61
Gastos superfluos o lujos 17
Ahorros 8
Educación 2
Inversiones en negocios 8
Compra de propiedades 4
Elaboración propia a partir de BID (2003: 24)

El mayor destino al consumo supone, en principio, un uso me-


nos productivo y, por tanto, resta capacidad de incidencia de las
12. Otros estudios citados por (OROZCO 2004: 130-131) sobre el uso de las re-
mesas en otros países como México, Nicaragua o El Salvador, ponen de manifies-
to porcentajes similares, representando los gastos entre el 75 y el 79 %. O el caso
marroquí (ZEKRI Y KHACHANI, 2005): el 59 % a gastos de subsistencia.

298
TOMO II

remesas sobre el desarrollo del país13. No obstante, como seña-


lan diversos estudios, el aumento de gasto tiene también efectos
positivos sobre el crecimiento económico14, tanto mediante el
aumento de la demanda interna (en bienes de primera necesi-
dad o incluso superfluos) como por la generación de empresas
productoras de dichos bienes, como señalan DURAND y otros
(1996: 425): “los estudios que cuestionan el valor productivo de
las remesas han ignorado los efectos que el gasto tiene sobre
la producción económica y el ingreso”. Algunas investigaciones,
como las citadas por ALONSO (2004: 57) sobre la economía
mexicana de ADELMAN Y TAYLOR (1990) o sobre la India
de DESSAI y otros (2001); estimaban que el multiplicador de
las remesas sea cual fuera su utilización estaba entre el 1,5 y 3,17
pesos por cada dólar recibido.

Un último aspecto, se refiere a cuáles son los canales a través


de los que los emigrantes hacen llegar las remesas a sus destina-
tarios. Las vías utilizadas son diversas, y se pueden agrupar en
cuatro: bancos, empresas especializadas (Remesadoras), servicios
postales y entregas personales (vía informal no recogida normal-
mente en las estadísticas oficiales). El canal más empleado es el de
remesadoras que, según los estudios, gestionan en torno al 70%

13. En todo caso, es una decisión libre de los particulares, sobre la que los respon-
sables políticos, solo pueden incidir fomentando que, por ejemplo, el uso como
consumo se dirija a determinados bienes o se favorezca fiscal y financieramente
el destino a ahorro o inversiones. Sobre esta base se han venido produciendo
iniciativas de autores e instituciones para aumentar la dedicación al ahorro o in-
versión (CORNELIUS, 1990; CENTER FOR DEVELOPMENT RESEARCH,
2002, CONGRESOS REMESAS 2005-2006, BANCO MUNDIAL 2006). Así
mismo, la mayor o menor inclinación de los emigrantes a invertir en sus países
está afectada por el nivel de confianza que les generen sus instituciones.
14. Además, determinados usos considerados gastos por las estadísticas, como
en educación o seguros sanitarios, son inversión en capital humano del que se
beneficiará la economía a medio y largo plazo.

299
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

del total15, debido fundamentalmente al muy bajo desarrollo ins-


titucional del sector financiero en los países, en los que, como en
“el caso de América Latina menos del 20% de los adultos tiene
acceso a cuentas corrientes bancarias y el ciudadano promedio,
especialmente el de bajo ingreso, carece de acceso a los servicios
bancarios” (OROZCO, 2004: 121). El que las empresas remesa-
doras canalicen la mayor parte de los flujos16 está también moti-
vado en los elevados costes que suponen estos envíos17.

3. TAMAÑO, UBICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE


LA DIÁSPORA DOMINICANA EN ESPAÑA

La investigación pretende, entre los objetivos generales de la


misma, levantar, analizar y extraer conclusiones de la informa-
ción existente sobre la migración de dominicanos y dominicanas
a España, haciendo énfasis en la caracterización de esta pobla-
ción que ha emigrado y reside actualmente en ese país.

Los resultados principales que se presentarán en este apartado,


son los referidos a las características demográficas de la diáspora
dominicana en el territorio español y, al dibujo del mapa de ubi-
15. El BID ha realizado diversos estudios sobre el tema. La investigación citada
(BID 2003: 20), mostraba que las remesadoras canalizaban el 67 %, y los bancos
el 17 %. En otro estudio sobre el conjunto de Latinoamérica (BID 2004 a: 20),
los porcentajes eran de 70 % por las remesadoras y 11 % por los bancos. En un
estudio de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA 2003: 10),
sobre las remesas enviadas por inmigrantes latinoamericanos en España, se con-
cluía que mediante empresas remesadoras transitaba entre, según los países, el 74
y el 82 % de las cantidades enviadas. Según el BANCO DE ESPAÑA (2005), las
remesadoras gestionaban el 85 % y los bancos y cajas el 16 %.
16. Existen publicaciones que analizan el conjunto de ventajas e inconvenientes
de cada una de las cuatro vías y, siendo las remesadoras el canal con más costes
económicos, tienen ventajas que las hacen las más atractivas, véase el estudio
sobre Marruecos antes citado (ZEKRI Y KHACHANI, 2005).
17. Estos envíos les cuestan a los emisores entre el 6 y el 12 % de cada importe
según el estudio del BID (2004 a), de los que más del 50 % del conjunto se gene-
ran por la utilización gravosa para el emigrante de las tasas de cambio.

300
TOMO II

cación territorial de la migración dominicana en España, resulta-


dos que se expondrán en cuatro partes.

La comunidad inmigrante dominicana en España es de la más


antigua en el proceso de llegada de extranjeros/as procedentes de
países de fuera de la Unión Europea, dado que junto a los proce-
dentes de Perú, comenzaron a llegar de forma significativa al país
receptor en los primeros años de la década de los 90. Sin embargo,
para fines de este estudio nos concentraremos en la última década.

Como se observa en la Tabla 3, la población dominicana era en


el año 1998, 21.700 y en el año 2007 eran cerca de 97.000, es decir,
ha tenido un gran crecimiento en el período y se ha multiplicado
casi por cinco veces en estos años. No obstante, su crecimiento ha
sido inferior al experimentado por otros colectivos de inmigrantes
en España.
3.1. Cuántos dominicanos/as hay en España. 1998-2007
EVOLUCIÓN DOMINICANOS/AS EN ESPAÑA, RESPECTO AL CONJUNTO DE
LA POBLACIÓN 1998-2007 (en miles)
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Total
Población 39.852,7 40.202,1 40.499,8 41.116,9 41.837,8 42.717,1 43.197,7 44.108,5 44.709,0 45.116,9

Total
Españoles 39.215,6 39.453,2 39.575,9 39.746,2 39.859,9 40.052,9 40.163,4 40.377,9 40.564,8 40.681,2

Total
Inmigrantes18(1) 637,1 748,9 923,9 1.370,7 1.977,9 2.664,2 3.034,3 3.730,6 4.144,2 4.519,5

% Inmigrantes
sobre total 1,60 1,86 2,28 3,33 4,73 6,24 7,02 8,46 9,27 10,00
de la Población
Nacidos en
América 311,1 339 414,2 672,9 1.007,5 1.365,7 1.590,6 1.832,1 1.940,1 2.066,4
Nacidos en
América 63,1 70,1 85,2 104,8 125,2 146,2 158,6 182,9 199 221,1
Central
Nacidos en
R. Dominicana 21,7 25,4 32,2 41,1 49,9 59,1 65,8 78 87,1 96,7
301
301
%Dominica-
nos/as total 3,41 3,39 3,49 3,00 2,52 2,22 2,17 2,09 2,10 2,13
de la Población
Nacidos en
América 311,1 339 414,2 672,9 1.007,5 1.365,7 1.590,6 1.832,1 1.940,1 2.066,4
Nacidos en
MINISTERIO63,1
DE ECONOMÍA,
MINISTERIO PLANIFICACIÓN
70,1 DE85,2
ECONOMÍA, Y DESARROLLO
104,8 PLANIFICACIÓN
125,2 146,2 Y DESARROLLO
158,6 182,9 199 221,1
América
Central
Nacidos en
R. Dominicana 21,7 25,4 32,2 41,1 49,9 59,1 65,8 78 87,1 96,7

%Dominica-
nos/as total 3,41 3,39 3,49 3,00 2,52 2,22 2,17 2,09 2,10 2,13

%Dominica-
nos/as América 6,98 7,49 7,77 6,11 4,95 4,33 4,14 4,26 4,49 4,68

%Dominicano/
as América 34,39 36,23 37,79 39,22 39,86 40,42 41,49 42,65 43,77 43,73
Central
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de España 2007. Elaboración propia.

El aumento de los/las emigrantes en España ha causado que


la población dominicana pase de representar el muy significativo
3,4 % del total de inmigrantes en 1998 –incluso subió en años
siguientes como el 3,5 % que alcanzó en el año 2000 (lo que le
hacía ser el 4º colectivo migratorio más importante en España
fuera de la Unión Europea, tras Marruecos, Perú y Argentina)– a
suponer en la actualidad el 2,1 % del total de extranjeros/as.

Si nos centramos en la comparación de los/las inmigrantes


dominicanos en España respecto a los procedentes del resto del
continente americano, observamos cómo eran en el año 1998 el
6,9 % para ser al final del 2007 de tan solo el 4,7 %. Esta dismi-
nución relativa se debe, lógicamente, al aumento de la emigración
procedente de otros países del continente, especialmente latinoa-
mericanos/as y, en posición muy destacada, los procedentes de
Ecuador –que pasan de ser prácticamente inexistentes en 1998– a
rondar el medio millón en estos últimos años.

3.2. Dominicanos/as en situación migratoria regularizada

Las cifras del apartado anterior se refieren a la población do-


minicana que figura incluida en el censo municipal de habitantes

302
TOMO II

pero, como se comentó más arriba, no todos/as dominicanos/as


que figuran en los datos del epígrafe anterior –96.700 en el año
2007– están en situación regularizada en España, es decir, con
tarjeta de residencia o permiso de trabajo.

Según los datos de la Secretaría de Estado de Emigración e In-


migración del Ministerio de Trabajo que obtiene la información
del Ministerio del Interior, en el 2007 había en España 3, 740,056
inmigrantes con tarjeta de residencia de los cuales el 2% eran de
nacionalidad dominicana.

No se puede hacer un análisis comparativo automático de


las diferencias, entre la cifra de la población dominicana em-
padronada en España en el año 2007, según los datos del apar-
tado anterior (96.672), y los que tienen tarjeta de residencia
(66.485) –lo que nos mostraría, aparentemente, que hay 30.187
empadronados/as que no tienen permiso de residencia–. Y ello
dado que, en primer lugar, el dato de empadronados/as lo es al
1ero. de enero de 2007 mientras que el de dominicanos/as con
permiso de residencia lo es a septiembre de 2007. Además, son
registros oficiales y estadísticos no conectados necesariamente,
de forma que puede haber empadronados/as que ya no residan
en España y no se hayan dado de baja en el padrón municipal
de habitantes.

Un último aspecto a observar en relación al número total de


dominicanos/as en España, es el referido a cuántos de los/as
que nacidos/as en República Dominicana y que han emigrado a
ese país han terminado nacionalizándose (obteniendo la doble
nacionalidad). Como se observa en la Tabla 4, ya en 1998 el nú-
mero era elevado; más de la cuarta parte de los/as dominicanos/
as habían obtenido la nacionalidad española, lo que confirma la
antigüedad de su estancia en España.

303
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

TABLA 4. DOMINICANOS/AS NACIONALIZADOS/AS ESPAÑOLES


Dominicanos/as Nacionalizados/as Españoles/as

1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Total Domini-
canos/as 21.660 25.438 32.206 41.073 49.918 59.077 65.777 78.028 87.111 96.672
Nacionalidad
española 5.670 6.287 8.415 10.761 13.019 15.807 18.899 22.301 27.061 32338
Nacionalidad
dominicana 15.990 19.152 23.791 30.312 36.898 43.270 46.878 55.727 60.050 64. 334
% nacionaliza-
dos 26,2 24,7 26,1 26,2 26,1 26,8 28,7 28,6 31,1 33,4

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Secretaría de Estado de Emigración


e Inmigración del Ministerio de Trabajo.

Durante estos 10 años, el número absoluto de dominicanos/as


en España ha ido creciendo hasta superar los 32 mil en 2007 el
total de dominicanos/as que residen en este país europeo. Este
elevado número de dominicanos/as –que en el año 2007 habían
obtenido la nacionalidad española– es, en términos comparativos,
uno de los más elevados del total de colectivos internacionales ya
que ocupan el 5º lugar dentro de los países no europeos cuyos emi-
grantes en ese país receptor han obtenido la nacionalidad española
(los anteriores son Marruecos, Argentina, Venezuela y Cuba).

3.3. Distribución de la diáspora dominicana en España,


según sexo

La población dominicana en España está muy feminizada,


desde la llegada de estos grupos migratorios. En el 1998, la po-
blación femenina abarcaba el 75.2% de la población dominicana
y el 2007 abarcan el 60.2%.

Al analizar detalladamente el conjunto de la inmigración, foca-


lizando el estudio en el caso de la población procedente de Amé-
304
TOMO II

rica, la composición por sexos es la contraria, esto es, son más


las mujeres que han emigrado a España que los hombres. En el
conjunto de la población americana, un 57 % corresponde a las
mujeres en 1998 y algo menos, el 54,3 %, en la actualidad.

Las mujeres dominicanas emigrantes en España representan


un porcentaje muy superior a los hombres de esta nacionalidad
en territorio español y la situación ha sido igual desde la década
de los noventa cuando la migración de este grupo aumentó.
GRÁFICA 1. COMPARACIÓN DE LA POBLACIÓN MIGRANTE
EN ESPAÑA, SEGÚN SEXO.

DISTRIBUCIÓN SEXOS INMIGRANTES


DISTRIBUCIÓN SEXOS TOTAL
DOMINICANOS
INMIGRACIÓN EN ESPAÑA

36% 53%
64% 47%

%Varones
%Mujeres %Varones %Mujeres

Fuente: Elaboración propia. INE 2007.

La tendencia es que, en el caso dominicano, y en el resto de


la emigración, el funcionamiento de las redes migratorias y el
efecto “llamada”18 al mercado laboral español, hace que fueran
aumentando el número de hombres y descendiendo el porcenta-
18. El efecto llamada se utilizará para nombrar, de manera simple, la necesidad de
mano de obra en el país receptor. Un llamado a que sean ocupados los puestos
de trabajo que los nacionales de ese país no están dispuestos a realizar por su baja
calificación y por ser forzados.

305
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

je de mujeres en el total, pero aún en el año 2007, como se puede


ver en los datos, las dominicanas representan el 64 % del total del
colectivo migratorio de su país en España.

En lo que respecta a la composición por edades, se tiene que el


colectivo dominicano tiene mayor presencia en el segmento 16 – 44
años, para un 70 % de la población total. Este grupo de edad, que
es dentro del tramo laboral el más productivo, absorbe en todos los
colectivos migratorios, –con cerca de un 65 % en el conjunto– es-
pecialmente, en los/as procedentes del conjunto de América.
GRÁFICA 2. TRAMO DE EDADES DONDE SE CONCENTRA
LA POBLACIÓN DOMINICANA EN ESPAÑA

25-29 11.8
Años

35-39 12.9

30-34 13.2

11 11.5 12 12.5 13 13.5


Fuente: Elaboración propia. INE 2007, elaboración propia.

También se destaca en el colectivo dominicano, el bajo por-


centaje de los mayores de 65 años, solo el 2 %, por un 5 % en el
conjunto de la emigración y que llega al 10 % en los procedentes
de la Unión Europea (muchos de ellos jubilados/as que se re-
tiran en España); o del más del 8 % de los nacidos/as en otros
países de América Central, -especialmente cubanos/as- que no
emigraron por motivos laborales.
306
TOMO II

Profundizando y focalizando en el caso dominicano, en ma-


yor detalle por edades y por sexos, se observan características
como:

En el conjunto la población dominicana, los/as niños/as y


menores de 16 años presentan una pirámide invertida, siendo
mayor el número cuanto más edad tienen. La explicación más
plausible es que son hijos/as de emigrantes que han viajado en
reagrupación familiar a España.

Dentro de las edades con mayor representación y por tanto, las


que agrupan el mayor número total de emigrantes, se encuentran
las personas entre las edades de 25 a 34 años como se muestra
en la gráfica 4.

La comparación entre las edades de hombres y mujeres, nos


muestra como aspecto más interesante, que las mujeres –además
de ser como vimos, más en número que los hombres– son de ma-
yor edad que ellos. La edad media de los hombres es de 29; mien-
tras que el de las mujeres es de 34 años, es decir, 5 años mayor.

El dato anterior se plasma en aspectos como que en la franja


de edad más importante, esto es, 30 – 39 años, están el 24 % de
los hombres, y 27 % de las mujeres. O, que en general, los hom-
bres están más representados en tramos más jóvenes y las muje-
res en los de más edad, por ejemplo, en el tramo 50 – 54 están el
3,3 % de los hombres y el 5,7 % de las mujeres.

3.4. Distribución de los/as dominicanos/as en


el territorio español. Comparación entre 1998 – 2007.

Según los datos reportados por el INE para esa fecha, en base
al número de dominicanos que todavía no han obtenido la nacio-
nalidad, la distribución por zona de residencia es la siguiente:
307
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

TABLA 5. COMUNIDADES DE RESIDENCIA DE LA POBLACIÓN


DOMINICANA EN ESPAÑA EN EL 1998.
Comunidad Dominicanos empadronados
Autónoma 1998 2007
Madrid 8.214 40.128
Cataluña 3.535 22.903
C. Valenciana 556 3.385
Galicia 545 3.106
Castilla La Mancha 526 2.634
Castilla León 515 5.108
Andalucía 472 3.355
Baleares 392 2.381
Canarias 388 2.939
Aragón 335 2.431

Fuente: INE 1998 y elaboración propia.

Como se puede observar en la Tabla 5, en un primer momento


la población dominicana que llegaba a España se fue asentando,
fundamentalmente en Madrid, donde vivía casi un 50 % del to-
tal y, en menor medida, en Cataluña; y, a más distancia, en otras
comunidades como muestra el cuadro anterior. La razón de la
elección preferente de Madrid y Cataluña para vivir y trabajar, en
un principio se debe a razones económicas y del mercado labo-
ral, dado que son las dos comunidades autónomas con un mayor
PIB dentro de España.

La población dominicana está concentrada en algunas pro-


vincias (nivel territorial que sigue a las comunidades autónomas)
de las comunidades autónomas que se resaltaron en la Tabla 5,
excepto en Baleares y Madrid que son uniprovinciales. Así, la
población dominicana está concentrada en Barcelona (Cataluña),
Alicante (en Valencia), a Coruña (en Galicia), Toledo (en Casti-
308
TOMO II

lla, la Mancha), a León (en León), a Cádiz (en Andalucía), Las


Palmas (en Canarias) y Zaragoza (en Aragón), en detrimento de
Alicante; en la Comunidad de Andalucía, ahora, la más impor-
tante provincia de asentamiento de dominicanos/as es Málaga,
en vez de Cádiz; y el último cambio se produce en Castilla, la
Mancha con el gran foco de atracción de Guadalajara, y la menor
importancia de Toledo.

Este aumento de la dispersión también se comprueba con el


dato de las 10 comunidades autónomas más importantes que en
1998 abarcaban el 93 % del total de los/las dominicanos/as, y en
2007 ese porcentaje disminuyó 2 puntos hasta el 91 %.

De la lectura de la Tabla 5, también se comprueba el creci-


miento, en términos absolutos y relativos, de la presencia de
dominicanos/as en las Comunidades de Cataluña (más de 2,5
puntos porcentuales), de Castilla León (más de 2 puntos) o, en
menor medida, de Andalucía.

En lo que respecta a la distribución en el territorio de la pobla-


ción emapadronada, la situación es la siguiente:
TABLA 6. COMPARACIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN,
EMPADRONADA Y CON DOCUMENTACIÓN EN REGLA, EN EL TERRITORIO.2007

% Dominicanos/as % Dominicanos/as
Comunidad Autónoma empadronados/as con documentación
sobre el total sobre el total en
en 2007 septiembre 2007
Madrid 41,5 34,4
Cataluña 23,7 26,9
Castilla León 5,3 7,5
C. Valenciana 3,5 2,8
Andalucía 3,5 4,1
Galicia 309
3,2 3,8
Canarias 3,0 2,9
Castilla la Mancha 2,7 2,8
en 2007 septiembre 2007
Madrid 41,5 34,4
Cataluña
MINISTERIOMINISTERIO
DE ECONOMÍA,
23,7
DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN
PLANIFICACIÓN
26,9
Y DESARROLLO
Y DESARROLLO
Castilla León 5,3 7,5
C. Valenciana 3,5 2,8
Andalucía 3,5 4,1
Galicia 3,2 3,8
Canarias 3,0 2,9
Castilla la Mancha 2,7 2,8
Aragón 2,5 3,0
Baleares 2,5 2,4
Asturias 2,2 2,5
Fuente: INE, SEEI 2007. Elaboración propia.

En efecto, en la Tabla 6, se compara la distribución por co-


munidades autónomas, entre la población empadronada y la que
está en situación legalizada, comprobándose como diferencia
más significativa (además de la presencia entre las comunidades
más importantes), el menor peso de la población residente en
Madrid, entre la que tiene documentos y la que solo está empa-
dronada. Las comunidades con mayor número de personas em-
padronados/as en comparación con las que tienen documentos
–como es el caso de Madrid– son las que tienen la mayor pre-
sencia de trabajadores/as en situación migratoria irregular. Así
como la presencia en sectores laborales (como veremos en el
capítulo siguiente de esta investigación) con situación más pre-
caria y con mayor facilidad para trabajar sin papeles, como es el
trabajo doméstico.

4. INSERCIÓN DE LOS/AS DOMINICANOS/AS


EN EL MERCADO LABORAL ESPAÑOL

“… y una sola persona trabajando no es fácil, para resolverle los proble-


mas a diez.” (GF Vicente Noble 2).

Según lo desarrollado en el capítulo anterior, la población do-

310
TOMO II

minicana que residía en España en el año 2007, de acuerdo con


el padrón municipal, eran 96.672; de los cuales, 83.677 tenían
una edad que estaba dentro del tramo 16-64, que en España es
la edad mínima y máxima respectivamente para poder trabajar.
Como ya se ha aclarado, estos datos que se pueden considerar
los más cercanos a la realidad, recogen los/las dominicanos/as
que residen en España y que pueden estar trabajando; ambas
situaciones (residencia y trabajo) puede que coexistan con una
situación de no legalización de su situación. Es decir, hay domi-
nicanos/as que están trabajando y, perfectamente integrados/as
en el mercado laboral español, no tienen los “papeles” en regla,
es decir, a estos efectos, no tienen ningún permiso de trabajo.

Los datos que serán objeto de análisis en este apartado de la


investigación se van a referir a los únicos que aportan las fuentes
oficiales españolas en relación a los/las trabajadores/as que están
en situación legal, con permiso de trabajo vigente y dados de alta
en la Seguridad Social española. Por lo que será, en cierto modo,
un análisis parcial, tanto de la población dominicana trabajadora
como de la que, en definitiva, es enviadora potencial de remesas,
dada la población que no tiene permiso de trabajo pero que está
ocupando un puesto laboral y obteniendo ingresos por él, y que
puede y de hecho realiza transferencias de dinero a sus lugares de
origen a través de las agencias de envío19 .

19. La utilización de agencias de envío es la principal manera entre la población,


ya que para poder hacer transferencias desde entidades financieras se requiere
tener los documentos personales en regla.

311
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

TABLA 7. TRABAJADORES/AS EXTRANJEROS/AS EN EL MERCADO


LABORAL ESPAÑOL (JULIO 2007)

Trabajadores % Mujeres Media edad

Total extranjeros 2.144.008 38,78 35


Latinoamericanos 809.679 50,89 35
Dominicanos 36.074 58,26 34

Fuente: SEIE 2007. Elaboración propia.

Como se ve en la Tabla 7, el porcentaje de mujeres sobre el


total de la población trabajadora, es del 58 % en el caso de las do-
minicanas, mayor que en el conjunto de la población trabajadora
extranjera y, también, superior a la población procedente de Lati-
noamérica. Igualmente, es algo diferente la edad media en el caso
de la población dominicana, un año más joven de edad que el resto
de la población extranjera inserta en el mercado laboral español.
GRÁFICA 3. DESGLOSE POR GRUPOS DE EDAD DE LOS
TRABAJADORES/AS DOMINICANOS/AS EN ESPAÑA

20.24
18.2 17.47
13.08 13.04

7.36
3.92 4.04
1.81 0.83

15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 Mas
de 59

Fuente: SEIE 2007. Elaboración propia.

Al analizar con algo más de detalle las edades de los/las traba-


jadores dominicanos/as, como se hace en la Gráfica 3, se puede
llegar a la conclusión que las edades dónde se concentra la ma-
312
TOMO II

yoría es en el tramo 25-34, aunque tienen una representación


muy significativa en los grupos de edad más avanzada, como los/
las que llegan hasta los 44 años que, probablemente, emigraron
con edades más jóvenes pero (como es alta ya su antigüedad en
España) han alcanzado aquí esas edades de grupos superiores.
Precisamente, es este aspecto de la antigüedad en España de la
emigración laboral dominicana, el que se va a analizar en el epí-
grafe siguiente.

4.1.1. Procedencia geográfica de zonas de la República


Dominicana de los/las emigrantes en España

Antes del análisis, es importante resaltar que no existen datos


estadísticos que den información directa de las provincias de
origen de los/las dominicanos/as que viven o trabajan en Es-
paña. Algunas de las pocas investigaciones realizadas en territo-
rio español sobre muestras del colectivo dominicano emigrado a
este país, da información sobre de cuál provincia proceden los
dominicanos que trabajan en España. La más completa y de re-
conocida calidad es la que en el año 2003 efectúo y publicó el
Servicio de Estudios de la Confederación Española de Cajas de
Ahorro (CECA) sobre los colectivos inmigrantes procedentes de
Ecuador, República Dominicana y Colombia.

En esta investigación de campo, realizada sobre una muestra


representativa de dominicanos/as mayores de 18 años en situa-
ción laboral activa (que vivían y trabajaban en Madrid y Cataluña
–en concreto en Barcelona), –recordemos que en estas dos ciu-
dades estaban empadronados/as y que luego trabajarán legal-
mente, más del 60 % del total de dominicanos/as emigrados/as
a España– se obtuvo la siguiente información sobre su origen
geográfico de provincias dominicanas:

313
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

TABLA 8. PRINCIPALES PROVINCIAS DE ORIGEN DE


EMIGRANTES DOMINICANOS/AS QUE TRABAJAN EN ESPAÑA.

Provincias Porcentaje sobre el


total en España
Santo Domingo 24,74
Barahona 11,58
Independencia 9,47
La Vega 7,37
Santiago 6,32
Azua 6,32
Salcedo 5,26
Neyba 4,74

Fuente: CECA (2003) y elaboración propia.

Los datos presentados en la Tabla 8 son corroborados con


la investigación realizada por el INSTRAW20 –por sus siglas en
inglés– en el año 2006, en la que destaca la región Sur del país,
luego de Santo Domingo, como la principal zona del país crea-
dora de migrantes, básicamente femeninas, hacia España.

Según el estudio realizado por la Instituto Internacional de


Investigación y Capacitación de las Naciones Unidas para la Pro-
moción de la Mujer -INSTRAW- (por sus siglas en inglés) en la
provincia de Barahona –especialmente la comunidad de Vicente
Noble– tiene la migración de mujeres hacia España como una de
las principales características de esta población; la cual profundiza-
remos en nuestro cuarto capítulo sobre utilización de remesas.

20. Consulta Regional sobre Migraciones, Género, Remesas y Desarrollo en


América Latina y el Caribe. INSTRAW. Julio 2006.

314
TOMO II

4.2. Sectores de actividad en los que trabajan


los/as dominicanos/as en España.

En este apartado, se analizarán aspectos específicos de los seg-


mentos del mercado laboral en los que se ubican los/las emi-
grantes laborales dominicanos/as en España. Recordemos a los
que se encuentran en situación legalizada.

Estos se integran a cuatro sectores económicos: Agricultu-


ra, Industria, Construcción y Servicios (fundamentalmente, en
nuestro caso, los servicios de hostelería y servicio doméstico).
La limitación estadística actual en España es que este dato es
aportado por el Instituto Nacional de Empleo (INEM) y que tan
solo aporta cifras sobre los contratos celebrados anualmente, y
no en su conjunto.

Según los datos del INE, como se muestra en la Tabla 9, de los


más de 3 millones y medio de contratos laborales (lógicamente
muchos de ellos de carácter temporal) celebrados en España con
extranjeros en el año 2006, 1.361, 190 lo fueron con latinoame-
ricanos/as; y de ellos, algo más de 56 mil tuvieron como con-
tratados/as a dominicanos/as. Los sectores de actividad en los
que se ubicaron, en términos porcentuales, esos contratos son
los que se reflejan adelante:
TABLA 9. SECTORES DE ACTIVIDAD LABORAL.
CONTRATOS CELEBRADOS EN EL 2006 (EN %).
SECTORES Total Extranjeros/as Iberoamericanos/as Dominicanos/as
Agricultura 14,4 6,7 1,2
Industria 5,4 4,5 3,6
Construcción 23,4 20,7 20,3
Servicios 56,7 67,6 74,9

Fuente: INEM 2006. Elaboración propia.

315
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Por otra parte, el trabajo de investigación realizado por la


CECA en la que se recoge la distribución de los sectores de ac-
tividad laboral donde se encuadraban los/las emigrantes domi-
nicanos/as en el año 2003, infiriendo los resultados a partir de
la muestra del trabajo de campo que se realizó en los términos
anteriormente ya expuestos.

En el sector de agricultura, trabaja un porcentaje exiguo de


los/las emigrantes dominicanos/as ( el 1 %) que contrasta con el
cerca del 7 % de los/las Latinoamericanos/as, y con el más del
14 % del conjunto de la inmigración en España.

En la industria española están trabajando tan solo entre el 2-


3 % de los/las dominicanos/as, que es un porcentaje similar,
aunque algo inferior, al de los/las emigrantes de otras naciona-
lidades.

Los emigrantes dominicanos están en un porcentaje ya más


importante en el sector de la construcción. Aunque nuestras dos
fuentes varían en el peso relativo, entre el 7- 20 % (aunque en esa
diferencia puede estar influyendo la mayor llegada de hombres
dominicanos a España, en los últimos años, que se hayan dirigido
a este sector claramente masculinizado).

En ambas fuentes se coincide en que el sector que absorbe el


trabajo de la mayor parte de los/las dominicanos/as, en mayor
proporción que el resto de los/las emigrantes en España, es el
sector servicios, en el que pesa notablemente el trabajo en la hoste-
lería y sobre todo el de las dominicanas en el servicio doméstico.

En lo que respecta a los/as dominicanos/as que viven en Es-


paña, trabajan por cuenta propia, es decir, en su propia empresa.
Este es un objetivo que se considera de interés en esta investiga-
ción sobre remesas, dado que los/as emprendedores/as presen-
316
TOMO II

tan una mayor potencialidad de obtener rentas económicas y, por


tanto, una mayor capacidad para el envío de dinero a sus familias
en República Dominicana. Pero además, los/las emigrantes em-
prendedores/as son generadores/as de posibles beneficios com-
plementarios para sus lugares de origen, de dos tipos:

• Creadores potenciales de canales económicos y redes de em-


presas entre los dos países.

• Transmisores de remesas intangibles (actitud de iniciativa,


valoración de la capacidad propia, capacidad de organización,
asunción de riesgos, fomento del ahorro y la inversión, etc.) que
son positivas para los procesos de desarrollo económico y hu-
mano.

Según los datos ofrecidos por el INE, el número de empren-


dedores/as entre los/las emigrantes dominicanos/as en España
está en torno a los 2.000 a principios del año 2007. De estos, el
6% está en situación legal. En el conjunto de la emigración en
España, un 14 % de las mujeres trabajadoras lo hacen en su pro-
pia empresa, mientras que sólo lo hace un 10 % de los hombres.

4.3. Categorías profesionales versus formación


de los/las trabajadores/as

En este apartado se van a analizar dos aspectos importantes,


para los objetivos del estudio en cuestión, sobre la actual emigra-
ción dominicana en España. Estos elementos se analizarán por
un lado, a partir de los grupos de cotización de los inscritos a la
Seguridad Social a principios del año 2007 (es decir, son datos
del stock o conjunto de trabajadores/as en ese momento), y por
otra, de los grupos de los contratos celebrados durante el año
2006 e inscritos en el Instituto Nacional de Empleo; en este caso,
es una variable, fruto de lo acontecido durante el año 2006. La
317
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

metodología utilizada y la terminología dada a las categorías o


grupos, por cada una de las fuentes oficiales anteriores, es dife-
rente y, por tanto, no automáticamente comparable.

Según la primera de las fuentes, los/las trabajadores/as do-


minicanos/as que estaban en el régimen general de la Seguridad
Social a principios de 2007, ocupaban las categorías que se es-
quematizan en la Tabla 10 .

Como se observa claramente, las categorías de más nivel (las


dos primeras) apenas representan el 1 % del total de los puestos
ocupados por los/las trabajadores/as dominicanos/as; las dos
categorías intermedias de puestos que requieren personal con
cierta cualificación suponen aproximadamente el 30% de los
puestos ocupados. Y son los niveles inferiores de la estructura
de puestos y, por tanto, los que implican menos categoría profe-
sional y menos retribuciones, los que ocupan un porcentaje más
elevado, el 69 % de dominicanos/as trabajadores/as en España.

TABLA 10. CATEGORÍAS PROFESIONALES OCUPADAS POR


LOS/LAS TRABAJADORES/AS DOMINICANOS/AS INSCRITOS
EN LA SEGURIDAD SOCIAL A ENERO DE 2007
CATEGORÍAS POR GRUPOS Trabajadores/as dominicanos/as
DE COTIZACIÓN número Importancia
relativa en %
Ingenieros y licenciados 137 0,47
Universitarios medios 39 0,13
Técnicos y Administrativos 1.569 5,38
Subalternos, auxiliares y oficiales 7.317 25,10
Oficiales 3ª, peones y aprendices 14.680 50,36
Empleados del hogar 5.408 18,55

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Seguridad Social- 2007.

318
TOMO II

La zona intermedia, aquí ocupada por los/las técnicos/as de


apoyo, administrativos/as y trabajadores/as cualificados, supu-
sieron el 22 % de los contratos celebrados en el 2006. Porcentaje
en cierto modo comparable con el 30 % de los/las trabajadores/
as cualificados/as de las categorías de la Seguridad Social.

La lectura de los datos de este apartado muestra un claro em-


plazamiento de los/las trabajadores/as en las categorías inferio-
res y menos cualificadas del mercado laboral –lo que supone me-
nos ingresos y, por tanto, menos capacidad potencial de enviar
remesas– pero ¿son éstas las categorías a las que pueden aspirar
según su calificación previa? Es esta la pregunta a la que pretende
responder el siguiente apartado de esta investigación.

Es importante tener en cuenta los niveles de instrucción de la


población trabajadora. Solo el 10 % de los/las trabajadores/as
dominicanos/as tienen estudios superiores; tan solo un escaso
1 % está contratado en las categorías correspondientes en fun-
ción de sus estudios. Aproximadamente, el 45 % de los/las do-
minicanos/as en España tienen estudios medios, técnicos o más
que básicos, pero sólo el 30 % del total están contratados en esas
categorías intermedias.

5. EL ENVÍO DE REMESAS POR LOS/LAS


EMIGRANTES DOMINICANOS/AS EN ESPAÑA

“Antes, la gente enviaba para que le construyan, le hagan casita, el pla-


tico… pero ahora le mandan para que la compren hecha, lo mandan al
banco y, cuando vienen, le ponen lo que traen a la casa y vuelven y se van;
cuando vuelven el próximo año, vuelven y le ponen otra vez; así garantizan
que no les van a engañar.” (Grupo Focal Tamayo).

Como se señaló anteriormente, uno de los aspectos en este


acápite de la investigación, es el referido a la cantidad monetaria
319
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

global que el conjunto de la emigración dominicana en España


envía a su país. Este objetivo concreto nos permitirá acercarnos
a la importancia que tiene esta transferencia que llega a la econo-
mía dominicana, y que junto con las remesas enviadas por la emi-
gración a otros países, especialmente a Estados Unidos, suponen
una inyección financiera imprescindible para la economía de la
República Dominicana, como lo es también para el conjunto de
los países en desarrollo.

En el año 2006, los/las dominicanos/as enviaron 388 millones


de euros (487 millones de dólares USA al cambio medio de ese
año, correspondiente a 1.25), lo que supuso un incremento del
43 %, respecto al 2005.

El volumen monetario total que envían los/las latinoamerica-


nos/as asentados/as en España es de 4.690 millones de euros,
que representa el 68,9 % del total enviado. Otra fuente para co-
nocer este dato es el estudio que realizó el BID en junio de 2007
mediante una encuesta con emigrantes latinos/as en España; se-
gún este estudio, la estimación del volumen total enviado es de
3.730 millones de euros (cifra que infravalora los datos de los re-
gistros contables de las fuentes oficiales del Banco de España).

En la Tabla 11, se recoge la información del Banco de España


referida al año 2006 sobre la distribución geográfica de las reme-
sas (aspecto no desglosado en el informe del BID), seleccionan-
do los 10 principales países del mundo receptores desde España
y comparando, en las dos últimas columnas, el porcentaje que
representa lo enviado a esos países sobre el total remesado con el
peso relativo que suponen los/las inmigrantes de esos países so-
bre el total de inmigrantes; lo que muestra un análisis interesante
sobre la mayor o menor propensión a enviar de unos colectivos
nacionales respecto a otros.

320
TOMO II

TABLA 11. PAÍSES PRINCIPALES RECEPTORES DE REMESAS


ENVIADAS DESDE ESPAÑA EN EL AÑO 2006.

Países Remesas % sobre total % sobre total


en millones de dinero enviado emigrantes
Colombia 1.340,9 19,7 6,4
Ecuador 1.157,2 17,0 9,6
Bolivia 735,2 10,8 4,4
Rumania 490,1 7,2 11,3
Marruecos 415,2 6,1 13,7
Rep. Dominicana 387,9 5,7 2,1
Brasil 306,3 4,5 2,5
Perú 231,4 3,4 3,0
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España e INE. 2006.

Como se muestra en la tabla anterior, en la lista de los diez


colectivos migratorios más remesadores desde España se en-
cuentran seis de origen latinoamericano, encabezados por los co-
lombianos, que enviaron durante el año 2006, 1.341 millones de
euros. El conjunto de los/las emigrantes dominicanos/as envia-
ron 388 millones de euros, ocupando el puesto 4º entre los/las
latinoamericanos y el 6º entre todos los colectivos mundiales que
tienen emigrantes en España.
En general, se observa una mayor concentración en los co-
lectivos nacionales que envían remesas respecto a la que existe
por su importancia poblacional. En efecto, los diez países del
cuadro suponen el 54 % del conjunto de la población inmigrante
en España, mientras que esos mismos colectivos envían a sus
respectivos países el 67 % del total de las remesas.
Lo anterior se debe a que la mayor parte de esos diez países
envían más remesas que lo que representan en términos de po-
blación (las excepciones son Rumania y Marruecos -que envían
bastante menos que lo que representan en términos de pobla-
ción– y Perú, que prácticamente tienen el mismo porcentaje en

321
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

remesas y en población). Los casos más llamativos, en los que


el porcentaje de envío de remesas es cerca del triple que el de
población, son Colombia, República Dominicana y Filipinas. En
el caso de los/las dominicanos/as, que representan el 2 % de la
emigración en España, envían cerca del 6 % del total de las reme-
sas transferidas al mundo.
Un último aspecto que se va a analizar en este apartado es el
referido a la importancia que tiene ese volumen de transferencias
monetarias para el conjunto de la economía, mediante la com-
paración que las mismas tienen sobre la macro magnitud más
habitualmente utilizada, esto es, el Producto Interior Bruto de la
República Dominicana.
En efecto, y como se observa en la Tabla 12 (en el que se
presentan las cifras en dólares USA para su comparación con
los datos en esa moneda del PIB según la información aportada
por el Fondo Monetario Internacional), en los últimos años de
los que tenemos datos (2005 y 2006) los emigrantes dominica-
nos/as en España aportaron un volumen económico de divisas
muy importante para el conjunto de la economía dominicana,
dado que las remesas que salieron de España supusieron cerca
del 1,5 % del PIB dominicano y, además, un ligero crecimiento
entre ambos años.
TABLA 12. REMESAS LLEGADAS A DOMINICANA DESDE ESPAÑA
EN RELACIÓN CON EL PIB DEL PAÍS

2005 en millones 2005 en


millones
Remesas enviadas 317 487
PIB 21.890 32.600
% que representan
las remesas sobre el 1,45 1,49
PIB
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España y FMI.

322
TOMO II

5.1. Comportamiento Individual en el envío de Remesas.

Como se señaló en el apartado anterior de esta investigación,


además se realizar un análisis de los aspectos macroeconómicos
de las remesas que envían el conjunto de los/las dominicanos/as
que están viviendo y trabajando en España, se iba a investigar y
a exponer los aspectos microeconómicos, es decir, determinados
aspectos concretos relativos al comportamiento individual de
los/las dominicanos/as como remisores de transferencias eco-
nómicas a sus respectivas familias.

Este ámbito del comportamiento microeconómico o indivi-


dual es sobre el que se pueden plantear actuaciones políticas que
fomenten, motiven y orienten positivamente a los/las dominica-
nos/as hacia comportamientos más beneficiosos para ellos mis-
mos, sus familias y para el conjunto del país.

En primer lugar, expondremos el resultado de nuestra investiga-


ción para conocer cuáles son los ingresos de los/las trabajadores
dominicanos/as en España. Lo haremos desde cuatro perspectivas
o fuentes: a través de los datos oficiales españoles sobre ingresos
salariales en los sectores de actividad en los que están encuadrados,
los datos de un estudio sobre los salarios que perciben los/las in-
migrantes por sectores, los datos de la mencionada investigación
de la CECA sobre inmigrantes dominicanos/as en España, y, por
último, el más reciente, y también antes citado, estudio del BID.

Los sueldos que perciben los/las dominicanos/as en España


están muy relacionados con el tipo de trabajo que realizan, su ca-
tegoría y los sectores en los que trabajan –dado que hay mucha
variación en las condiciones salariales entre unos y otros sectores-
y teniendo en cuenta que los/las dominicanos/as trabajan prefe-
rentemente en los sectores de servicios -y en especial el servicio
doméstico– y de la construcción.
323
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Pues bien, lo anterior implica que es plausible la hipótesis de


que sus ingresos estarán en torno a los salarios medios perci-
bidos por los/las inmigrantes de esos sectores que, según los
datos del INE, son los que figuran en la Tabla 13. No obstante,
como esos salarios son para todos/as los/las trabajadores/as,
españoles/as y extranjeros/as, habría que hacer una corrección
basada en dos aspectos: en primer lugar, el sueldo medio general
de los/las trabajadores/as extranjeros/as en España está, según
el mismo INE, por debajo del sueldo de los/las españoles/as; y,
en segundo lugar, los/las trabajadores/as extranjeros/as se ubi-
can, según vimos, en las categorías laborales inferiores en mayor
medida que los/las españoles/as, lo que supone lógicamente que
su ingreso medio esté por debajo del de los/las españoles/as.
En función de los dos aspectos anteriores, se estima en esta in-
vestigación que los sueldos medios del conjunto de los/las extran-
jeros/as que están en los sectores de actividad es un 35 % inferior
al de los/las españoles/as, como se refleja en la segunda columna
de la Tabla 13. Es decir, que en los dos sectores de mayor presencia
de dominicanos/as -construcción y servicios- (en los que trabajan
un porcentaje superior al 90 %) los sueldos medios que cobran
los/las extranjeros/as rondarían los 950 euros mensuales.
Una mayor precisión nos llevaría a distinguir, dentro del sector
servicios, los sueldos de las empleadas del hogar, en el que, como
vimos, se encuentra un elevado porcentaje de dominicanas y que
es uno de los trabajos menos retribuidos. Esta información no
nos la aporta esta fuente, pero sí algún estudio realizado sobre
los sueldos de los/las inmigrantes en España y que nos da nueva
información sobre este aspecto.

324
TOMO II

TABLA 13 INGRESOS MEDIOS PERCIBIDOS EN 2006 POR


LOS/LAS TRABAJADORES/AS EN ESPAÑA, SEGÚN LOS SECTORES DE ACTIVIDAD

Ingresos todos los/las Estimación ingresos de


Sector actividad Trabajadores/as (eu- los/las trabajadores/as
extranjeros/as
ros anuales)
(euros anuales)
Industria 21.988 14.292
Construcción 17.588 11.432
Servicios 18.071 11.746
Fuente: Instituto Nacional de Estadística 2006.

Los datos21 de la Tabla 13 muestran unos datos que están en


línea similar a los de la tabla anterior y, además, precisan que,
dentro del sector servicios, los/las peor pagados/as son los/las
trabajadores/as extranjeros/as del servicio doméstico, que co-
bran mensualmente, en promedio, apenas 600 euros.

GRÁFICA 4. SALARIOS MEDIOS MENSUALES PERCIBIDOS EN ESPAÑA


POR LOS/AS MIGRANTES, SEGÚN TIPO DE TRABAJO.

Salario mensual medio en 2004

Estimación salario mensual medio en 2007

989
877 920
859
785 815
752
600
747 763 860
654 683 709 800
521

Servicio Hostelería Oficios no Dueños de otros Agricultura Oficios Construcción


doméstico cualificados negocio cualificados

Fuente: Instituto de Estudios de las Migraciones de Comillas 2004. Construcción propia.

21. Recolectados de un estudio realizado por la Universidad de Comillas en Ma-


drid en el año 2004.

325
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Mientras que las dos fuentes anteriores se refieren a los suel-


dos del conjunto de los inmigrantes, la tercera fuente muestra la
información sobre los sueldos de los/las dominicanos/as, y es el
estudio de la CECA del año 2003 que señala que el sueldo medio
de los/las dominicanos/as por persona activa era en el año 2003
de 754 euros, con una alta concentración en el nivel más bajo de
salarios, dado que el 74,6 % de los/las trabajadores/as dominica-
nos/as en España cobraba menos de 900 euros mensuales. Para
actualizar esos datos al año 2007, habría que incrementarlos en
un 19 %, lo que supondría que el salario medio en 2007 de los/
las dominicanos/as sería de 897 euros, que confirma lo señalado
por los datos anteriores de este apartado.

Este estudio de la CECA mostraba un dato, añadido, intere-


sante: el número medio de personas que trabajan en cada hogar
de migrantes dominicanos/as era de 1,45, por lo que el ingreso
por hogar en 2007 sería de 1.300 euros, y el ingreso per cápita (al
vivir de media 2,9 personas por hogar) sería de 448,5 euros.

La última fuente es el reciente estudio del año 2007 realizado


por el BID, y no nos da cifras concretas de ingresos mensuales de
los/las trabajadores/as, sino que muestra que el 45 % de los/las
dominicanos/as ganan menos de 10.000 Euros anuales, en tanto
que el 48 % reciben más de 10.000 (el 7 % restante no aportó el
dato de su sueldo). Estos datos, en comparación con el resto de
los/las latinoamericanos/as, coloca a los/las dominicanos/as en
una baja posición, como se comprueba en la Gráfica 5.

Este estudio aporta algún otro dato destacable, como el de que


las mujeres inmigrantes latinoamericanas en España cobran me-
nos que los hombres, dado que un 65 % de los hombres cobran
más de 10.000 euros anuales, por sólo el 48 % de las mujeres.
Un último dato a destacar, de este estudio, es que la antigüedad
supone un factor positivo para el ingreso por el trabajo, ya que a
326
TOMO II

partir de los 3 años un 71 % cobra más de 10.000 euros, y entre


los que tienen menos de esa antigüedad solo superan ese volu-
men económico el 42 % de los/las emigrantes.

GRÁFICA 5. INGRESO ANUAL, DESGLOSE POR PAÍSES

Argentina 25% 62%


Colombia 30% 64%
Perú 33% 55%
Ecuador 33%
63%
Paraguay 34% 59%
República Dominicana 45%48%
Bolivia 40% 49%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70%

Menos de €10.000 €10.000 más

Fuente: BID, 2007.

En resumen, los/las trabajadores/as dominicanos/as cobran


de media, en el año 2007, entre 600 y cerca de 1.000 euros men-
suales (menos que el conjunto de los/las otros/as latinoamerica-
nos/as); el ingreso per cápita de los hogares de dominicanos/as
en España es de 448 euros; el conjunto de las mujeres cobran,
por promedio, cerca del 30 % menos que los hombres, especial-
mente si trabajan en el servicio doméstico; y, en términos ge-
nerales, cuanto mayor sea su antigüedad mayor es su progreso
económico y salarial.

5.2. Los gastos por vivir en España

Una vez conocido cuál es el ingreso de los/las dominicanos/


as que viven y trabajan en España, es importante analizar la se-
gunda parte de la ecuación, esto es, el importe económico que les
supone vivir en España, gastos que evidentemente implican una
reducción de los ingresos brutos que reciben y que, por tanto,
327
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

disminuyen su ahorro (que es la cantidad máxima que potencial-


mente podrían utilizar para enviar remesas a sus familias en la
República Dominicana).

Pues bien, no hay datos estadísticos sobre los gastos que la


vida en España le supone a los/las extranjeros/as en general o a
los/las dominicanos/as en particular, dado que esta información
sólo se obtiene a partir de estudios o investigaciones realizados
directamente con los/las emigrantes. La Secretaría de Estado de
Inmigración de España, a través de su Observatorio permanen-
te de la inmigración, promueve la realización de investigaciones
sobre diversos aspectos de la realidad migratoria, entre ellos el
tema de los gastos.

En el año 2005, este Observatorio publicó un estudio diri-


gido por C. Santamaría con el título “Consumo y ocio de los
inmigrantes latinoamericanos en España”, que indica que el pa-
trón de consumo –tipos de productos a los que dedica el gasto
o características de los espacios y contenidos del ocio– y el peso
relativo de los conceptos son muy similares a los de los hogares
españoles, aunque las cantidades absolutas gastadas, en consumo
y ocio, son inferiores a las de los/las españoles/as, dado que,
como vimos, los ingresos que perciben los/las trabajadores/as
inmigrantes son, en término medio, un 35 % inferiores a los de
los/las españoles/as.

Según el mencionado estudio, los conceptos más importantes


de gasto en los hogares de emigrantes son la vivienda, que supo-
ne un 35 % del gasto, y la alimentación y mantenimiento cotidia-
no de la familia, que representa un 28 % de los gastos totales.

Por su parte, el estudio que realizó la CECA (2003), ya con da-


tos referidos a los/las emigrantes dominicanos/as, señalaba que el
porcentaje medio del ahorro sobre los ingresos era muy elevado.
328
TOMO II

Como se observa en la Tabla 14, el 32 % muestra una actitud de


elevada austeridad, consecuencia de la estrategia migratoria, que
tiene como objetivo central el máximo ahorro posible para poder
enviar así el mayor volumen de remesas.
TABLA 14. ESTIMACIÓN DE LA PARTE DE SUS INGRESOS QUE AHORRAN
LOS/LAS DOMINICANOS/AS Y QUE PODRÍAN ENVIAR COMO REMESAS

Descripción posibilidad de gastos Estimaciones


Dominicanos en España que pueden ahorrar 95,1 %
parte de sus ingresos
Parte de los ingresos que pueden ahorrar, en 32 %
términos medios, los que sí ahorran
Ahorro del conjunto del colectivo, teniendo en 32 %
cuenta los que pueden ahorrar y los que no
Cantidad media mensual que potencialmente 192—320 Euros
podrían enviar como remesas (en función de
los ingresos estimados de 2007)

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Estudio de CECA.

Los datos de la investigación de la CECA muestran pautas de


comportamiento referidas al año 2003, pero se puede considerar
que, en términos generales, se mantienen en la actualidad. Para
estimar la cantidad monetaria que suponen esas pautas de aho-
rro, las ponemos en relación con los ingresos estimados especi-
ficados en la gráfica 4, y nos dan los datos que se recogen en la
Tabla 14, la última fila, es decir, la cantidad que un/una domini-
cano/a que trabaja en España puede enviar mensualmente como
remesa, alcanza la cifra potencial, por término medio, y para 12
meses al año, de 320 euros.

Pues bien, veamos en los apartados posteriores, cuál es la can-


tidad real que envían, así como otros datos referidos a ese proce-
so de transferencia de dinero desde España a sus familiares.

329
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

5.3. Importe de los envíos de remesas que hacen


los/las dominicanos/as a sus familias

En este apartado de la investigación, pretendemos analizar


cuál es el importe de dinero que envían, por término medio, los/
las dominicanos/as a su país. La cantidad que envía cada domi-
nicano/a es una cuestión que sólo se puede llegar a conocer me-
diante investigaciones de campo en encuestas cuantitativas. No
obstante, según los objetivos y metodología previstos para este
trabajo, vamos a acercarnos a conocer este aspecto del envío de
remesas desde España.

Por lo analizado y expuesto en un capítulo anterior, ya cono-


cemos la cifra global, es decir, los 387,9 millones de euros que
estima el Banco de España que transfirieron los/las emigrantes a
República Dominicana. En un primer momento, en base al dato
anterior y el total de emigrantes dominicanos en España, se esti-
mó, en esta investigación, que el envío “per cápita” era de 4.635
euros al año.
Otro acercamiento, más preciso, lo podemos realizar a partir
del análisis que hemos efectuado en el apartado anterior, en el
que se ha estimado que son 65.609 los/las dominicanos/as que
envían remesas a sus familias. Pues bien, si el conjunto de la diás-
pora dominicana envía 387,9 millones de euros, ahora el cálculo
indica que, per cápita, el importe es de 5.912 euros anuales, o
bien 492 euros mensuales.

La CECA, en su trabajo del año 2003, estimaba que el importe


medio de cada envío concreto que realizaban los/las dominica-
nos/as era de 421 euros, aunque señalan que dicha cantidad varía
en función de la periodicidad –aspecto que comentaremos en el
epígrafe siguiente– con que el envío se realiza, dado que los/las
que mandan dinero todos los meses realizan una transferencia
media de remesas de 419 euros cada vez.
330
TOMO II

El estudio del BID no informa sobre el importe que se envía


por nacionalidades, pero calcula que el 42 % del conjunto de la
emigración latinoamericana transfiere entre 100 y 200 euros cada
vez, el 22 % entre 200 y 300 euros, y el 19 % más de 300 euros
(y destaca que el 5 % remesa el elevado importe de más de 500
euros cada vez). El promedio para el conjunto es de 270 euros
por remesa individual.

La cuantía del envío es en función del nivel de ingresos, así


como es lógico, a mayor sueldo, mayor la cuantía individual de
las remesas; así el 29 % de los/las que cobran menos de 10.000
euros al año, transfieren más de 200 euros cada vez, mientras que
el 47 % de los/las que cobran más de 10.000 euros envían más
de 200 euros cada vez.

En resumen, se puede estimar que el importe medio que trans-


fieren cada vez los/las dominicanos/as a sus familias está entre
200 y 400 euros, aunque la mayor parte envían una cantidad más
cercana a los 200 euros. Pero lo importante es lo que envían
en el conjunto del año, por lo que, además de conocer el dato
del importe del envío individual, también es importante conocer
cuántas veces realizan transferencias de remesas a lo largo del
año; aspecto que trataremos en el apartado siguiente.

El número de veces que efectúan transferencias es, en la gran


mayoría de los casos, de un envío mensual, o bien 11 veces al
año.

5.4. Canales por los que envían el dinero y


coste de las transferencias

En este apartado, vamos a conocer por qué medio o canal


envían sus remesas los/las dominicanos/as desde España. Este
aspecto de su comportamiento remesador se analiza en esta in-
331
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

vestigación por un doble motivo. En primer lugar, para conocer


cuál es el coste que les supone el acto de enviar su dinero, lo
que implica que el importe neto o efectivo que les llegue a sus
familiares sea menor o mayor. En segundo lugar, para conocer
cuál es el proceso de inserción en el sistema financiero de los/las
dominicanos/as que han emigrado, dado que la bancarización
de las remesas supone –además de beneficios macroeconómicos
al contar con instituciones con mayor capacidad de contribuir al
desarrollo de las inversiones en el país– una mayor posibilidad de
que los receptores de las remesas las destinen en mayor propor-
ción a ahorro o actividades productivas.

Como se observa, el canal más utilizado por todos los colec-


tivos en este último período 2004-2007 es el de las empresas de
envíos o remesadoras. Según el resultado de la investigación rea-
lizada por la CECA en el año 2004, el 74 % de los/las domi-
nicanos/as utilizaban esta vía, frente al 12 % que utilizaba los
bancos y otras entidades financieras. Estos porcentajes, en líneas
generales, se mantienen en la reciente investigación del BID para
el caso de los/las dominicanos/as: las remesadoras canalizan el
77 % y los bancos el 10 %.

Pero estos datos del BID muestran que el comportamiento


de los/las emigrantes dominicanos que envían remesas es de una
menor utilización de los bancos que el conjunto de los latinos/as.
De hecho, el dominicano es el colectivo nacional que menos utili-
za los bancos y el que más utiliza las remesadoras (el estudio de la
CECA mencionaba que las más utilizadas eran, en este orden, RD,
Western Unión e Inter-envíos). De hecho, se observa en estos últi-
mos años una progresiva mayor utilización por los/las emigrantes
en España del canal bancario, tendencia que, como hemos visto,
no han seguido los/las dominicanos/as, de los cuales 3 de cada 4
siguen utilizando las remesadoras. Esto supone, en principio, un
menor fortalecimiento de las instituciones financieras.
332
TOMO II

TABLA 15. CANALES UTILIZADOS PARA EL ENVÍO DE REMESAS (%)


BANCOS Y
Origen de los datos REMESADORAS CAJAS DE OTRAS
AHORRO VÍAS
CECA 2004
(Dominicanos) 73,7 11,6 14,7

CAIXA CATALUÑA 2007


(conjunto 70- 80 20-30
migración en España)

BID 2007 (conjunto


latinoamericanos) 61 26 13

BID 2007 (dominicanos


que contestaron a 61 26 13
la pregunta)

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de CECA, CAIXA C. y BID.

La razón principal por la que, según la CECA, los/las domi-


nicanos/as hacen mayor uso de las remesadoras son la rapidez,
la confianza que inspiran, la seguridad y el costo de las comisio-
nes. Estos motivos son similares a los que el informe de Caixa
Cataluña señala como ventajas de las remesadoras respecto a los
bancos para el conjunto de la emigración: son más flexibles (en
requisitos para su uso por parte de los emigrantes y en cuanto
a horario), tienen una mayor presencia en el lugar de destino
(por ejemplo, oficinas más cercanas a los/las receptores/as), y la
mayor rapidez. Si se observa la diferencia más importante en el
caso de los/las dominicanos/as es que ellos, además, mencionan
que las remesadoras les inspiran mayor confianza, porque poseen
mayor dimensión, solvencia, etc.

El BID señala que en el caso de envíos a través de las remesa-


doras, en el 63 % de los casos el costo está entre 1 y 5 Euros por

333
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

cada transferencia y, en el 33 %, el costo es de más de 5 euros.


Pero si es a través de bancos, un tercio de los envíos (el 35 %) es
sin costo alguno, y el 45 %, de 1 a 5 euros; y más de 5 euros solo
al 13 % de los envíos.

En resumen, y desde el punto de vista del costo –que es un


factor a tener en cuenta para permitir que llegue más dinero neto
a los familiares de los/las emigrantes– se puede decir que es no-
tablemente más interesante para los/las emigrantes dominica-
nos/as en España el uso de las instituciones financieras.

Las remesadoras como entidades principales, están atadas,


además de los costos bajos, a la desconfianza que les tienen a los
bancos. Esto último, ligado a hechos acontecidos en la historia
reciente de la economía latinoamericana y, en particular, de la
República Dominicana, en los que se ha realizado una mala ges-
tión de las entidades del sistema financiero que mina la confianza
de sus clientes; y, por otra parte, en una estrategia de los bancos
para la captación de clientes caracterizada por estar alejada de las
clases populares y medias y dirigida a los segmentos altos de la
población y a determinados sectores empresariales.

5.5. Fines para los que se envía el dinero a la


República Dominicana

En este último apartado, se va a exponer el análisis sobre el


destino o uso que dan a las remesas los familiares de la persona
emigrante. Esta mirada será realizada desde el país receptor y
se analizará, de manera más detallada, estudiando los casos de
Vicente Noble y Tamaño, en el último capítulo de esta investi-
gación.

Los usos que los destinatarios hacen de estos flujos pueden


ser agrupados –como ya se anticipó al principio de este apartado
334
TOMO II

de la investigación, recogiendo las opiniones de la doctrina y el


resultado de los estudios empíricos– en tres grandes tipos:

Consumo inmediato que mejora los niveles de subsistencia. Esta


utilización es coherente con el objetivo migratorio de diversifi-
cación de fuentes de ingreso para cubrir, con estabilidad, las ne-
cesidades cotidianas de las familias. En este sentido, las remesas
permiten cubrir las necesidades cotidianas, incluso las básicas, de
los miembros dependientes de los hogares familiares de donde
ha salido la persona emigrante quienes, de otro modo, quedarían
desamparados ante la escasez o inexistencia de provisiones so-
ciales.

Inversión familiar. Una vez cubiertas las necesidades derivadas


del mantenimiento corriente, las familias receptoras de remesas
pueden dedicar parte de lo recibido a invertir en la mejora de su
situación: equipamiento del hogar, adquisición de carros, gastos
de sanidad o educación y adquisición o construcción de una nue-
va vivienda. Incluso, financiar nuevos proyectos migratorios de
otros miembros de la unidad familiar.

Inversión productiva. Además de la inversión en el ámbito


doméstico, parte de las remesas se pueden dedicar a invertir en
emprendimientos empresariales –sea por los/las receptores/as o
por los/las propios emigrantes–. Este uso requiere, además del
excedente monetario necesario, como en el caso de inversiones
familiares, una predisposición y actitudes emprendedoras, dado
que este tipo de inversión supone asumir un riesgo económico
que se concreta en la creación de pequeñas empresas o adquisi-
ción de tierras en los/las migrantes rurales, pero también la op-
ción de conseguir –gracias al proyecto migratorio– objetivos de
alto valor estratégico para el futuro de la familia (como puestos
de trabajo para los familiares de los emigrantes o, incluso, para
facilitar, el retorno futuro de ellos mismos), o para el desarrollo
335
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

de su entorno socio-económico y del conjunto del país que toda


inversión empresarial reporta.

Respecto a este último aspecto, debemos señalar que el mayor


destino al consumo supone, en principio, un uso menos produc-
tivo y, por tanto, resta capacidad de incidencia de las remesas
sobre el desarrollo del país. No obstante, como señalan diversos
estudios, el aumento de gasto tiene también efectos positivos so-
bre el crecimiento económico (además, determinados usos con-
siderados gastos por algunas estadísticas, como en educación o
seguros sanitarios, son en realidad inversión en capital humano,
de la que se beneficiará la economía a mediano y largo plazo),
tanto mediante el aumento de la demanda interna (en bienes de
primera necesidad o incluso superfluos) como por la generación
de empresas productoras de dichos bienes.
.
6. USO DE LAS REMESAS POR PARTE DE LA PERSONA RECEPTORA

“En esos tiempos la gente llamaba “te mandé algo con fulanita”, así,
cuando venía alguien de allá, le traían.” (GF Vicente Noble 2).

Esta parte de la investigación pretende profundizar en las mo-


dalidades de recepción y uso de las remesas, actos de “solidaridad
limitada”, según Alejandro Portes, por parte de los y las familia-
res de las personas migrantes en España. Asimismo, se explora
la propensión al ahorro en los receptores así como su bancariza-
ción. De esta manera, se completan los datos analizados en los
anteriores capítulos desde la perspectiva de los migrantes emiso-
res de remesas.

Desde el inicio de la migración dominicana a España, los cana-


les a través de los cuales las personas emigradas envían remesas
a sus familiares se han diversificado. En los primeros años de la

336
TOMO II

migración masiva hacia España, se desarrollaron métodos creati-


vos de envío, como señalan Paiewonski y García, al afirmar que
en los años 80 y 90 las transferencias monetarias interoceánicas
se realizaban a través del flujo constante de personas entre Re-
pública Dominicana y España. Una vecina de Vicente Noble nos
relató cómo se realizaron los primeros envíos:

“Cuando se fue Malena,22 había un sacerdote aquí, amigo de


nosotros, y él se dio cuenta de ese movimiento, que la gente se
estaba yendo. Y una vez, él fue a España. Mi hija hacía dos meses
que se había ido, y también mucha otra gente. Entonces, todos/
as estaban tristes. Muchas que lloraban, se pusieron flacas. Y él
les dijo: si alguien quiere mandar algo, lo puede mandar conmigo.
Y mi hija cogió (cuando eso no eran euros, eran dólares) y los
dueños de la casa donde trabajaba le prestaron como tres mil dó-
lares para que aprovechara y lo mandara con esa gente confiable.
El padre vino y trajo una cantidad de dinero a toda la gente que
éramos de ahí, de la iglesia, y nos lo trajo. Y a mí me trajo tres mil
dólares. Que la dueña de la casa se lo prestó a mi hija para que mi
hija pagara, así fue como comenzó.” (GF Vicente Noble).

A principio de los noventa, este tipo de “entregas personales”,


todavía vigentes, fueron cayendo en desuso al irse consolidando
métodos formales de envío de remesas que evitaban los engaños
y “pérdidas” de la remesa en el camino. El testimonio de un in-
formante de Vicente Noble resume bien cómo nació el negocio
de las empresas especializadas en envíos –remesadoras– en esa
zona:

“En eso había gente que se quedaba con el dinero y decía que
se lo quitaron en el aeropuerto. Pero también había personas que
son muy responsables con eso y le traían a todo el mundo su
22. Nombre ficticio.

337
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

dinero, y volvían y se iban otra vez. Hacía un viaje casi mensual


y de aquí él se llevaba otra cosa; después de algunos viajes que
hizo así. Él compraba aquí productos, como el shampoo, Rinse.
Lo compraba aquí, lo vendía allá, luego hizo un salón de belleza
allá. Entonces, las remesas la traían unos muchachos jóvenes y él
les pagaba el pasaje. Después, esa misma persona abrió allá una
remesadora, y ahora tiene una oficina aquí. Entonces, al ver que
las remesas eran más fuertes en otros sitios, este negociaba las
remesas de aquí con otra agencia e inició su negocio para otras
partes.” (GF Vicente Noble 2).

Este testimonio confirma lo que Paiewonski y García anti-


cipaban en su estudio de 2006, en el que describen el flujo de
remesas y correspondencia constante entre Aravaca (Madrid) y
Vicente Noble, contribuyendo así a la consolidación de lo que
llaman “redes transnacionales”, que facilitan la integración de las
migrantes en los países de destino y mantienen lazos con el lugar
de origen (Paiewonski y García, 2006: 51). La necesidad de ma-
yor seguridad en los envíos fue aprovechada, entre otros, por un
comerciante oriundo de Vicente Noble para ir formalizando una
de las primeras agencias de envío de remesas, tal como nuestro
informante señaló.

Las remesadoras surgen, por tanto, a inicios de los años 90,


siguiendo el camino de los pioneros en el negocio entre Nueva
York y República Dominicana (Paiewonski y García. 2006: 51).
Al día de hoy, en Vicente Noble y Tamayo han operado al menos
ocho agencias remesadoras (que son también agentes de cambio
de divisas): Vimenca-Western Unión, Remesas Dominicanas (co-
nocida como RD) del grupo BHD, Caribe Express, Dominicana
Express, Unienvio, La Quisqueyana, Pronto Envío y Hemisferio.
Las tres últimas han sido adquiridas por Caribe Express, según
nos informa la oficina de esta entidad en Vicente Noble. Unien-
vio parece que cerró sus oficinas, según los grupos focales. Ría
338
TOMO II

Envía opera en Barahona y hace entrega diaria a domicilio en Vi-


cente Noble, modalidad que varios informantes dijeron utilizar.
Algunas entidades financieras han quebrado. Las razones para la
quiebra de una remesadora son varias, por ejemplo, la subida del
dólar o “el desfalco”.

Vimenca-Western Unión y Caribe Express controlan prácti-


camente la totalidad del negocio de remesas en Vicente Noble
(Paiewonski y García, 2006: 51). Sin embargo, el gerente de Ca-
ribe Express en Barahona nos informó que el flujo de remesas
vía su oficina no era muy elevado, ya que “la gente siempre anda
buscando donde le paguen mejor, se va siempre a la ciudad. Aun-
que nosotros tenemos los mismos precios (…). Creyendo que en
el campo los engañan, y por eso siempre se van del campo.”

Las remesadoras son el medio más usado por los dominica-


nos y dominicanas para enviar dinero. Los porcentajes de pre-
ferencia oscilan, según los estudios consultados. Como veía-
mos en los capítulos anteriores, la Confederación Española de
Cajas de Ahorros (CECA) en el 2004, estima que el 73,7% de
los dominicanos en España prefieren las remesadoras, frente a
un 11,6% que optan por los bancos y 14,7% por otras vías. En
este mismo sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo, en
el 2007, estimó en un 77% la preferencia por las remesadoras,
frente a un 10% por los bancos; y 11% por otras vías. Esto
contrasta con el estudio realizado en 2007 en Tamayo por la
Fundación CODESPA y el Voluntariado de Madres Domini-
canas (VOMADE), que cifra en 93% la preferencia en el uso
de remesadoras, en 5% los bancos y el resto en amigos (2%)
(Novalbos, 2007: 82).

Las razones de la preferencia por las remesas son de naturaleza


variada. Según los grupos focales son más rápidas, más cómo-
das, más seguras y confiables. La persona receptora ya tiene la
339
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

costumbre. De las razones expuestas para la preferencia por las


agencias de envío, la entrega a domicilio y las tasas de envío más
baratas han sido objeto de estudio. Lenora Suki (Suki. 2004: 18),
citada por Paiewonski y García, afirma que el 80% de los que
reciben remesas lo hace a domicilio, de forma gratuita, como la
gran mayoría de los consultados en los grupos focales. Sin em-
bargo, no todas las remesadoras ofrecen este servicio –Vimenca,
por ejemplo– y algunas otras lo restringen a cantidades inferiores
a 100.000 pesos. Estos datos complementan lo señalado anterior-
mente sobre la preferencia de los emisores por las resemadoras:
flexibilidad, proximidad, rapidez y confianza. En otro apartado,
discutiremos la bancarización de los receptores.

La cantidad y la periodicidad promedio de remesas que reci-


ben los/las familiares de las y los migrantes varía según las posi-
bilidades del mismo migrante, la cantidad de familiares migrados
que envían, los familiares (envejecientes y menores) a cargo del
que las recibe y la época del año. En Vicente Noble nos decían
que “El promedio está (…) entre los cinco y doce mil pesos. Es
el promedio ahora. Antes, cualquiera recibía diez, quince y veinte
mil pesos. Pero con el derroche, la gente se ha controlado. Inclu-
so hay gente que manda directamente al colmado a buscar una
compra.” (GF Vicente Noble 2).

En los tres grupos focales se apuntó a un mínimo de 2.000


pesos hasta un máximo de 20.000 pesos. Por lo general, aquellos
que admitieron recibir regularmente remesas, el monto era entre
7.000 y 12.000 pesos. Por otro lado, el estudio de CODESPA/
VOMADE (Novalbos, 2007: 80) da, como media, unos 10.000
pesos recibidos por los encuestados en Tamayo, República Do-
minicana. Respecto a las cifras expuestas en los capítulos anterio-
res, podemos decir que la tendencia en Tamayo y Vicente Noble,
según los grupos consultados, coincide con sus conclusiones,
es decir entre 200 euros (10.000 pesos) y 400 euros mensuales
340
TOMO II

(20.000 pesos). Como concluimos más arriba, los envíos se acer-


can más al límite inferior.

Asimismo, Novalbos, en el propio estudio, afirma que el 95 %


de los/las que envían remesas a sus hijos lo hacen con periodici-
dad mensual. Tan solo el 84% de los familiares no directos recibe
mensualmente algún tipo de remesa. Estos datos coinciden par-
cialmente con la periodicidad (11 veces por año) mencionada an-
teriormente. Evidentemente, se dan algunos casos excepcionales,
como el que nos refiere un informante en Vicente Noble:

“Antes mandaban cantidad de dinero, te digo porque yo mane-


jé eso. Mira, yo conocí una señora que las remesas le llegaban casi
semanales y le llegaban treinta y cuarenta mil pesos semanales,
yo no sé quién lo hacía, ella tenía como dos o tres personas allá,
pero eso era semanal. Y conocí otra que eso era varias personas
que le mandaban diario.” GF Vicente Noble 2.

Los familiares migrados no solamente envían remesas mone-


tarias. El envío de remesas en especies o regalos, según los gru-
pos focales consultados, es menos frecuente que en el caso de los
familiares en Estados Unidos. Algunos reportan haber recibido
ropa, calzado y electrodomésticos enviados desde España.

“Ha tomado más auge, ahora llaman a la familia y le dicen


te mandé un furgón, dos o tres maletas, gente que tiene familia
numerosa aquí que tiene que comprarle su ropa, mejor se la com-
pran allá y la mandan en un furgón. Mandan televisión, mandan
planta eléctrica y cosas así. Los furgones vienen y te los traen a tu
propia casa.” GF Tamayo.

Como afirmábamos más arriba, la recepción de remesas está


sujeta a variaciones a lo largo del año. Por ejemplo, el gerente de
Vimenca nos informó que “hay dos o tres fechas (más fuertes)
341
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

que es siempre en Semana Santa, para el Día de las Madres y en


Navidad. (La) fecha de Navidad (es) la más fuerte.” Lo que con-
firmaron los grupos focales.

Asimismo, las remesas aumentan en el caso de eventos excep-


cionales, como enfermedad del familiar en República Dominica-
na o ante desastres naturales, como las tormentas Olga y Noel
que asolaron la región a finales de 2007. En estos casos, parece
que el envío puede ser a solicitud del familiar o por propia inicia-
tiva del migrante.

El receptor de las remesas no es siempre el familiar del mi-


grante. El pago directo a los negocios de consumo es una cos-
tumbre que va en aumento, que le asegura al migrante que el
dinero que envía es usado en lo que se ha pactado. De esta ma-
nera, la directora del colegio privado de Vicente Noble nos dijo
recibir el pago de la inscripción de varios estudiantes vía la agen-
cia remesadora. Del mismo modo, colmados, supermercados y
ferreterías reciben remesas desde España para pagar el consumo
de los familiares del migrante.

Como señalan varios estudios sobre remesas, el uso principal


de las remesas (70% según el BID, como vimos en el capítulo
anterior), son para el consumo inmediato que mejora los niveles
de subsistencia, el día a día cotidiano: comida, vestido, calzado,
salud, agua, luz y teléfono. Una participante del primer grupo
focal de Vicente Noble nos decía que gasta la remesa “en mi
compra, teléfono, luz, agua y ahí se van.” El pago del colegio
o de los gastos escolares de los hijos e hijas, dejados a cargo
de un familiar, son parte importante del uso de remesas en la
subsistencia.

El pago del teléfono y de la luz es un gasto que muchos mi-


grantes siguen financiando a sus padres mayores aunque reduz-
342
TOMO II

can los envíos, como nos confiaron en Vicente Noble: “Cuando


uno recibe cinco o seis mil pesitos hace muchas cosas, hace su
compra y así, pero ya no me mandan eso. Me mandan el dinero
del teléfono y el de la luz que son como cincuenta euros”. El
estudio de CODESPA / VOMADE concluye que el principal
destino del uso de remesas es la alimentación, seguido, en este
orden, por vestido, educación, salud, construcción o mejora de
viviendas, compra de muebles o electrodomésticos, motores, ca-
rros, servicio doméstico, salón, diversión y, por último, inversión
en negocios (Novalbos, 2007: 87). Vemos que la inversión fami-
liar es también prioritaria en estas comunidades. Veremos más
adelante este tipo de remesas y las de inversión productiva.

Tanto en Vicente Noble como en Tamayo, muchos menores


de edad reciben remesas de sus progenitores migrados a España.
Los padres, vía el tutor o tutora, les envían directamente a sus hi-
jos e hijas para sus gastos. Un joven de unos 16 años, de Vicente
Noble, nos contó que gasta este dinero “en ropa y en salidas con
los amigos”, como sus amiguitos que lo hacen en “ropa de marca
y el dinero que se gasta en la escuela, y se dan sus tragos.”

En algunas ocasiones, parte de los envíos son dedicados a pa-


gar por ayuda doméstica, en general mujeres haitianas que hacen
las tareas del hogar. Paiewonski y García confirman este dato
y apuntan hacia lo que Arlie Hochschild bautizó como Global
Care Chains (Cadenas globales de cuidado) o aquellas “series de
vínculos personales entre personas a través del planeta basadas
en el trabajo de cuidado remunerado o no” (Hochschild 2000:
131).

La inversión familiar, que según el BID supone entre el 20%


y 25% de las remesas, se centra en la compra de una nevera, una
estufa, una cama y un abanico “para los calores”. Aunque, como
nos dijeron en Vicente Noble: “ya las cosas van modernizándo-
343
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

se. Compran Laptop, TV, nevera, cama, equipo de música, com-


putadoras, lavadora.”

El impacto del fenómeno ha cambiado el estilo de vida de


algunos familiares. La demostración ostentosa de riqueza es visi-
ble tanto en Tamayo como en Vicente Noble: jeepetas, casas de
arquitectura recargada, etc. Un vecino de Tamayo, al ser pregun-
tado sobre qué adquieren los familiares (o migrantes) que nunca
antes soñaron tener, nos respondió:

“Serían vehículos. Aquí hay casas que tienen vehículos que


uno se sorprende, todo lo que se le puede añadir. Hasta el status
social lo ha cambiado la gente. Mucha gente que cuando daban la
vuelta dicen ahí viene fulano, ya no. Ya es “Don fulano” porque
tiene hijos en España que le están mandando o porque tienen
una jeepeta. Que no le fiaban en los colmados, le cerraban las
puertas y ahora lo llaman para decirle mira ya tenemos un arroz
bueno.” GF Tamayo.
La relación migrante y familiar que recibe remesas es comple-
ja, respecto al manejo del dinero. No todos los envíos de efectivo
son considerados remesas por los beneficiarios ni son destinados
al beneficio del familiar. A este respecto, el pago de la deuda con-
traída para poder viajar no se considera parte de las remesas, así
como los envíos que son para el ahorro particular del migrante o
para la construcción, mejora o amueblamiento de su residencia.

6.1. La propensión al ahorro

“Ese es el caso de todas, porque yo por ahorrarme tres cheles no voy a


pasar hambre.” (GF Vicente Noble 1).

Tan solo el 5% de las remesas recibidas por familiares en Re-


pública Dominicana es destinado al ahorro (Bendixen, 2004).
En general, las respuestas de los integrantes de grupos focales a

344
TOMO II

la pregunta “¿usted puede ahorrar?” son negativas. Las razones


para no ahorrar son varias. Se alega que “todo está caro”, “por
ahorrarme tres cheles no voy a pasar hambre”.

El ahorro es, por tanto, casi simbólico y depende de factores


como la situación familiar o lo que se le envía. Como un infor-
mante dijo en Tamayo: “depende de la situación que haya en la
casa que estén.23” Es decir, “hay personas que ahorran, pero hay
otras (…) que no ahorran ni cinco pesos.” Efectivamente, las
personas que consultamos parecen coincidir:

“Algunas (personas) pueden ahorrar, las personas que le man-


dan suficiente, aquellos que le mandan para su consumo del mes
no pueden, pero al que le mandan su billete si pueden.” (GF
Vicente Noble 2).

Las formas de ahorro no se reducen a la acumulación en


una institución financiera. También son utilizadas modalidades
de ahorro colectivo propias de la cultura dominicana, como el
“San”24, en el que un grupo de personas se ponen de acuerdo
para aportar al fondo común una cantidad determinada con una
periodicidad predeterminada para recibir el total de lo recolecta-
do por turnos:

23. Grupo focal Tamayo.


24. La economista dominicana Miosotis Rivas Peña, consultada por la investiga-
dora, define el San como la modalidad de ahorro simple de carácter colectivo y
forzado. Existen varias modalidades. La más simple es aquella en que un grupo
de personas se ponen de acuerdo en aportar a un fondo común rotatorio, una
cantidad Y por un tiempo X determinado con el compromiso, por parte del
colectivo, de entregar ese fondo común rotatorio en un tiempo determinado, y
un compromiso de seguir pagando más allá del tiempo en que se recibe el total.
Todo lo relativo al fondo es coordinado por “quien abrió el San” por lo tanto,
asume la responsabilidad de pagar lo convenido en el tiempo determinado. Puede
cobrar o no por hacer este rol.

345
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

“En el caso de mi mamá, mi hermano y hermana se juntan


para mandarle y ella lo que hace es que se mete en un San, pero
eso es para ella.” (GF Vicente Noble 2).

De las remesas enviadas, en ocasiones se incluye una parte


explicita para el ahorro. Este es visto como un “colchón” para
amortiguar los efectos de enfermedades, catástrofes naturales,
muerte, etc. Se ahorra para gastar en momentos “difíciles”. Las
tormentas tropicales recientes fueron motivo de gasto para va-
rios de los/as informantes:

“Mucha gente que tenían su ahorro tuvieron que sacarlo para


comprarle cama a su familia y otras cosas que se habían dañado
y también para comprar alimento.” (GF Tamayo).

La titularidad del ahorro y la inversión es fundamental. Se hace


hincapié en que se ahorra o invierte por disposición y a nom-
bre de sus familiares migrados. Una líder comunitaria en Vicente
Noble nos relataba cómo había hecho de intermediaria de varios
familiares:

“A mí, ellos primero me mandaban cantidad y yo les com-


praba solares. Una tenía casi un millón de pesos y le compre en
Barahona una propiedad de doscientos veinte mil pesos. A mi
nieta, cuando el euro estaba a sesenta, ella hizo un préstamo allá
y me llegó a ochocientos mil pesos; los puse en el banco y le llegó
a un millón doscientos mil. Cuando vino se fue a la capital con
su esposo y sacaron un apartamento en la capital como de tres o
cuatro millones y ya lo pagaron.” (GF Vicente Noble 1).

La inversión del migrante sentida como más importante, y


a veces la única asequible, que incide en la vida del que recibe
remesas, es la construcción, adquisición o mejoramiento de la
vivienda familiar. Recordar que, según la CECA, el 34% de los

346
TOMO II

migrantes había decidido que las remesas fueran dedicadas a la


adquisición o mejora de la vivienda. Paiewonski y García afirman
que “dentro del imaginario de las migrantes, la vivienda es una de
las máximas prioridades a la hora de ahorrar dinero“. El proyecto
migratorio tiene como fin, en muchas ocasiones, la construcción
de la vivienda, como afirmaron en Tamayo:

“No es todo el mundo aquí –para poner específicamente en el


municipio de Tamayo– que puede construir una vivienda, si no
emigra de aquí a otro país.” (GF Tamayo).

Aunque como lo demuestran las investigaciones citadas, algunos


migrantes escogen comprar una vivienda en España con un crédito
hipotecario, nos centraremos en las inversiones en República Do-
minicana. Estas inversiones en vivienda permiten al migrante man-
tener el vínculo con su lugar de origen y mejorar las condiciones de
vida de sus familiares. Haremos especial hincapié en las modalida-
des de adquisición o financiación de la construcción o mejora.

Como vemos en este comentario de un vecino de Vicente No-


ble, la vivienda y el efecto demostración van de la mano en mu-
chas ocasiones:

“Hay gente que aunque no es mucho lo que traen, eso que


traen lo invierten en una casa, lo que traen es para su casa. Hay
gente que viene tirado a muerto, que cualquiera piensa que llegó
un Julio César con lo del clavado. Entonces, después empiezan
a construir y usted dice: pero esta persona llegó pelao y, cuando
viene a ver, está construyendo una tremenda casa.”

La manera de construir la vivienda ha ido evolucionando. En


general, existe una predilección por la construcción por etapas,
según las posibilidades económicas, más que por la compra de
una vivienda ya construida. Elegir una u otra forma depende en
ocasiones de la confianza o desconfianza en el familiar:
347
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

“Antes, la gente enviaba para que le construyan, le hagan casita,


el platico, pero ya ahora le mandan para que la compren hecha, lo
mandan al banco y cuando vienen le ponen lo que traen a la casa
y vuelven y se van, cuando vuelven el próximo año vuelven y le
ponen otra vez; así garantizan que no les van a engañar.”

La construcción por etapas o “chin a chin” es característica


en la sociedad dominicana. De los testimonios recogidos, vemos
que se opta por ir comprando el material en la ferretería local y
almacenando vía un familiar en RD.

Una segunda modalidad es tomar crédito personalmente o por


medio de un familiar con la ferretería, como nos señalaban en
Tamayo:

“Van con el dueño de la ferretería, llevan la cotización de


cuanto se lleva la casa y el dueño de la ferretería les da el material
que se lleva la casa y va pagándole al dueño de la ferretería.” (GF
Tamayo).

“Un representante de su familia va y se hace responsable en la


ferretería y a veces ni siquiera va con las manos peladas, va con
un deposito adelante.” (GF Tamayo).

La sobrevaluación de presupuestos y otros engaños son parte


de la realidad en el camino de construir el sueño de una vida
mejor. La compra de vehículos, ya sean de lujo, como jeepetas, o
como inversión productiva –pasolas o camiones de carga– son
comunes en las comunidades estudiadas. Por ejemplo, un solo
dealer de carros de Vicente Noble vendió 40 vehículos de lujo
(jeepetas) en diciembre 2007.

La confianza, las relaciones familiares y de amistad son funda-


mentales para mantener el vínculo del migrante con la comuni-
348
TOMO II

dad de salida. El deterioro de estos factores ha dado lugar a nue-


vas formas de relacionarse, ahorrar, enviar remesas e invertir.

6.2. Bancarización del dinero remesado por


los/as dominicanos/as que viven en España.

“Ella lo envía para que se lo ponga en el banco, porque ella dice que ella
quiere venir a República Dominicana, pero que ella no quiere venir así.
Tiene que tener una base, porque aspira a gastar dinero y ella dice que se
gastan rápido porque van saliendo y no van entrando, entonces ella dice que
si ella viene aquí los gastos que ella va a tener ¿quién se los va a cubrir?”
(GF Tamayo).

La bancarización en República Dominicana es relativamente


baja, como veíamos en el capítulo anterior. La media latinoameri-
cana está en el 40% en tanto que RD ronda apenas el 29%. Otros
estudios como el efectuado por Bendixen y Asociados para el
BID en el 2004, “Remesas y República Dominicana: Encues-
tas en República Dominicana y Estados Unidos”, afirman que
el 40% de la población en general tiene una cuenta bancaria, ba-
jando este porcentaje al 34% en la población que recibe remesas,
según la muestra encuestada.

La desconfianza en los bancos dominicanos se traduce en la


preferencia por endeudarse de manera privada por medio de
contratos de venta condicionada, para iniciar la aventura migrato-
ria, a pesar de los elevados intereses. Un vecino de Vicente Noble
nos confió que la diferencia es “muy importante. Muchas veces el
amigo o vecino te aguanta y entiende, pero el banco no entiende
que tú tuviste un problema por allá; el amigo te va a cobrar todo
ese tiempo, pero con el banco tú pierdes tu casa o un terreno.”

En los tres grupos focales realizados, compuestos por perso-


nas con un nivel educativo relativamente elevado, se hizo hinca-

349
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

pié en la actitud hacia los bancos en los municipios de Tamayo y


Vicente Noble, en relación con el envío de remesas. En primer
lugar, es importante precisar la aparición de entidades financie-
ras en estas localidades, teniendo en cuenta que el sistema ban-
cario dominicano conoce un auge reciente en las áreas rurales
(Paiewonski y García, 2006: 49).

La preferencia por un cierto banco está condicionada por la


presencia del mismo en el lugar de residencia. En la provincia de
Barahona están presentes siete instituciones financieras. Seis de
ellas tienen alcance nacional: el Banco de Reservas, Banco Po-
pular, Banco BHD, Banco Agrícola, Banco ADOPEM y Banco
ADEMI. La séptima -Asociación Barahona de Ahorros y Présta-
mos para la Vivienda- es de carácter local25.

Según los grupos focales, en la década de los 80 -inicio de las


primeras migraciones- no hay banco ni en Tamayo ni en Vicente
Noble, y se recurre a las sucursales de Barahona. En los noven-
ta, se instalan los primeros bancos. En 1993, abre su sucursal en
Vicente Noble la Asociación Barahona de Ahorros y Préstamos
para la Vivienda. En ese mismo año, el Banco de Reservas abre
en Tamayo26.

Según los informantes, la prosperidad económica de la agricul-


tura del plátano atrajo otras entidades financieras como el Banco
Popular y el Banco del Progreso, sin llegar a concretizarse su ins-
talación luego de la crecida del río Yaque del Sur en 1998, a causa
del Huracán Georges, que deprimió la región.

25. http://es.wikipedia.org/wiki/Barahona_(Rep%C3%BAblica_Domini-
cana)# Instituciones _bancarias y
www.supbanco.gov.do/main/publicaciones/potencial-barahona.pdf
26. Confirmado vía telefónica con la sucursal de Tamayo. Fecha de apertura de
operaciones: 2 de agosto 1993.

350
TOMO II

En la actualidad, en Tamayo operan el Banco Agrícola y el


Banco de Reservas. En Vicente Noble, en el 2004, se instaló la
sucursal “Banca a distancia” del Banco de Reservas, operando
dos días por semana. En el 2007, ya el servicio era diario. En la
actualidad, se ha designado y se encuentra en entrenamiento (en
Tamayo) la representante del Banco de Reservas, único requisito
faltante para ser considerada una oficina sucursal y brindar todos
los servicios bancarios27. También se encuentran la Asociación
Barahona de Ahorros y Créditos y la Cooperativa de Ahorro y
Crédito de Neyba (COOPACRENE), que curiosamente opera
en Vicente Noble y no en Tamayo, municipio que pertenece a la
provincia de Neyba.

El Banco de Reservas, banco de capital estatal, tiene fuerte


presencia en todo el territorio nacional. Este, en un primer in-
tento de captar el mercado de migrantes en España, firmó un
acuerdo con el Banco Popular Español (el acuerdo Trabex)28 por
el que “los envíos podrán pagarse en efectivo o con crédito a una
cuenta corriente o de ahorros”. Recientemente, según informa la
sucursal de Vicente Noble, se ha suscrito un convenio de cola-
boración con La Caixa, una de las Cajas de Ahorros con mayor
red en la geografía española. En el transcurso del grupo focal en
Tamayo, uno de los asistentes nos dijo que el Banco de Reservas
les “invitó a una reunión donde explicó el proceso de banco a
banco”. Esto es visto como un intento, por parte de los bancos,
de hacer “más efectiva” la comunicación con el público29.

Al momento de apertura de una cuenta -a nombre propio, aje-


no o junto con un familiar emigrado- se prefieren las cuentas de
ahorro con libreta. Las razones que se dan son varias; este tipo
27. Conversación telefónica con el oficial de caja, Sr. Cristian Omar Sánchez, de
la sucursal del Banreservas de Vicente Noble.
28. https://www.banreservas.com.do/fportal/default.aspx
29. Grupo focal Tamayo.

351
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

de cuenta fue de las primeras en llegar, son seguras, fáciles de


manejar, y se controla el gasto. La “tarjeta”, entendida como de
crédito, es vista como una tentación para “gastar”:

“El problema es que a la tarjeta hay que darle uso. Además,


con la tarjeta, uno siempre tiene dinero y gasta.” (GF Tamayo).

La titularidad de las cuentas no corresponde siempre a la titu-


laridad del dinero ahorrado. En general, los que migraron abren
cuentas de ahorro en el momento de la migración. Varias moda-
lidades son posibles:
• El/la titular de la cuenta es propietario/a del dinero aho-
rrado. La finalidad de la cuenta, en general, es para financiar el
trabajo agrícola o para “una fiebre” o “quebranto”, es decir, para
una emergencia.
• El/la titular de la cuenta no es propietario/a del dinero aho-
rrado.
• “La cuenta de mi mamá está a nombre de su hermano y la de
mi esposo está a nombre mío.” (GF Tamayo).
• El/la titular, de facto, hace los trámites, y le “guarda su reci-
bo” a un familiar que emigró a Europa y que envía de manera
periódica dinero para “ahorrarlo” o para “pagar la deuda”; tal
titular, en cambio, puede, en ocasiones, disponer del dinero para
alguna emergencia.

La cuenta está a nombre, conjuntamente, del dueño/a del di-


nero y de un familiar en República Dominicana. Este/a puede
ser el cónyuge, el/la hermano/a, sobrino/a, hijo/a o primo/a. Al
igual que en el segundo caso, los derechos del cotitular sobre la
cuenta dependen del acuerdo alcanzado con el familiar migrado.
Así, por ejemplo, en Vicente Noble nos decían:

La periodicidad de los depósitos, en el caso de los miembros


de los grupos focales, depende “de cuándo ella lo mande”, es de-
352
TOMO II

cir, de cuándo la migrante haga el envío. En general, es mensual.


En cuanto al retiro, se reduce al mínimo y para gastos extraordi-
narios relacionados con la salud, según las personas consultadas.

Los nuevos acuerdos entre entidades financieras españolas y


los bancos presentes en los dos municipios estudiados, pueden
incidir en la bancarización de los receptores de remesas y, sobre
todo, de los migrantes que muestran un interés por concentrar su
ahorro en su lugar de origen.

6.3. La transformación de la vida personal y comunitaria

La migración tiene su ventaja y desventaja, o sea, muchas veces


cuando se emigra de su país a otro eso trae como consecuencia
la separación de la familia, la desintegración. Ya no es lo mismo
cuando por lo menos se va y deja niños de edades muy pequeñas.
Pero que principalmente lo que se entiende por mejoría es cam-
biar la forma de vivir, como ella ha dicho. Muchos han logrado
hacer su hogar aquí, porque han llegado después y viven su vida
normal aquí, pero la desventaja que tienen es la desintegración
de la familia, que muchas cosas han pasado así.” (Grupo Focal
Tamayo).
El impacto de la migración, y de las remesas en particular, tie-
nen un sabor agridulce en las comunidades donde se sostuvieron
los grupos focales. Esta impresión de las ventajas y desventajas de
la migración ha sido recogida en otros estudios ya citados, como
el realizado por el INSTRAW en el 2006, en Vicente Noble. En
efecto, Paiewonski y García afirman que “la mayoría de los estu-
dios han constatado que el impacto de las remesas familiares sobre
el desarrollo local y comunitario es muy reducido” ya que “tienden
a cubrir las necesidades básicas” y “la inversión” en actividades
“productivas” es muy reducida. (Paiewonski y García, 2006: 70).
Evidentemente, el perfil de las comunidades ha cambiado en

353
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

los últimos veinte años. No solamente en la cara externa sino en


su interior. La transición de un entorno rural a uno semi urbano
es la huella más clara del impacto del proceso de modernización
(Paiewonski y García, 2006: 57). Los “ranchos de lodo” y las ca-
sas de palma han sido sustituidos por “buenas casas”. Cada uno
pone “su frente” “bonito, y ya eso contribuye a que la comuni-
dad se vea bonita”. Esta cita, del grupo focal de Vicente Noble,
nos evidencia que el desarrollo ha sido impulsado por el esfuerzo
de los y las migrantes, sin que esto necesariamente se traduzca en
beneficios para la comunidad.

El desarrollo espectacular de ciertos comercios que crecen al


ritmo de la migración es, junto al crecimiento inmobiliario, el
cambio más visible en la faz de estos dos municipios vecinos.
Igualmente, la cuadruplicación del número de ferreterías 30 desde
la década de los 80, la aparición de concesionarios (o dealers) de
carros de lujo, de motores, supermercados, etc. En cambio, la
proliferación de centros de diversión es motivo de preocupación
para algunos miembros de la comunidad:
“Lo otro que me sorprende es que los inversionistas de aquí no saben
invertir en cosas positivas; mayormente invierten en barras, colmadones y
discotecas.” (GF Vicente Noble 2).
La migración ha dinamizado el sector inmobiliario en estas comunida-
des rurales. Un verdadero boom “ha elevado el valor del inmueble, tanto
de un terreno como de una vivienda.31” Barrios enteros, que suelen llamar
“Las Españolas”, se han transformado:
“Vicente Noble ha dado un giro, tú no has estado en un barrio que se
llama la cuarenta; queda al otro lado, donde no había ni una casita de
30. Las ferreterías, que venden materiales de construcción, pertenecen a em-
prendedores locales de larga data que han aprovechado la euforia inmobiliaria
de los migrantes. En Vicente Noble, nos reportaron la existencia de 20, frente a
una sola en los años 80. El mismo caso se da en Tamayo donde operan 20 fer-
reterías.
31. GF Tamayo

354
TOMO II

block, todo era palma, roble, y ahora todas las casas son de blocks, de dos
millones; y aquí también ha pasado eso!” (GF Tamayo).
La construcción de locales comerciales, de “cabañas”, son sen-
tidas como un claro signo de progreso y modernización, conse-
cuencia de la migración masiva. En la comunidad de Tamayo, se-
gún los resultados del grupo focal, la infraestructura tiene valor,
resaltando la tenencia de cabañas y centros de negocios que ante-
riormente se concentraban en zonas turísticas o muy urbanas.
Sin embargo, la opinión del impacto de la construcción no es
unánime, ya que muchos opinan que “hay muchas casas bonitas,
pero la mayoría vacías.32” Los que se quedan, ven con amargura
cómo los beneficios de la migración no se traducen en aportes
para la comunidad, o sea, para la totalidad del pueblo. El co-
mentario que vemos a continuación, aunque hecho en un tono
jocoso, es significativo:
“El único chin que a mí no me gusta de la gente que se va a España es
que se llevan la llave; no deben llevársela, ¡qué la dejen conmigo!” (GF
Vicente Noble 2).
La inversión individual prevalece en detrimento de las nece-
sidades colectivas. La responsabilidad del bienestar colectivo no
siempre es vista como algo en que los y las migrantes deban
participar. Las infraestructuras son un deber del municipio, del
“gobierno”.
Aunque algunos reconocen que los que marcharon podrían
aportar:
“(…) cuando hablamos de que la comunidad cambia su as-
pecto físico. Bueno, en cuanto al aporte, por ejemplo, para una
escuela, un centro comunal, un cuartel de policía, un cuerpo e
bomberos… ya en ese aspecto la comunidad de Vicente Noble
debe invertir y unirnos para adquirir un cuerpo de bomberos. En
Vicente Noble, por ejemplo, para a la cantidad de personas que
32. GF Vicente Noble 2

355
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

vive en España, esto no es nada. En verdad no se invierte de esa


manera en la comunidad, se invierte en lo que es individual, en
lo personal.”

La transformación en lo personal del perfil de los y las habi-


tantes de estas dos comunidades sureñas, está ligada a la mejoría
en las oportunidades económicas que han dado lugar a cambios
de estatus social.

“Bueno, hay personas, podríamos decir, que dada su pobreza


no tenían un vinculo social con otras personas porque se sentían
menos que otras personas; pero ya ellos se sienten en el mismo
nivel que otras personas.” (GF Tamayo).

Sin embargo, una de las preocupaciones más grandes de las


comunidades visitadas es la de la “desintegración familiar” y, en
particular, la situación de los hijos e hijas menores de edad, de
los padres migrantes, ya que estos/as quedan muy afectados/as.”
(GF Vicente Noble 2).

Dejados/as al cuidado de un familiar cercano (abuelos, tíos,


padre, hermanos) –o de no familiares– los hijos e hijas reciben,
en muchas ocasiones, remesas que legalmente son entregadas al
tutor o tutora, quienes las emplean para su uso y consumo per-
sonal.

“Adolescentes, niños/as que reciben remesas compran paso-


las y andan como loquitos/as por las calles. Aquí todo el mundo
lo sabe; unos/as lo invierten en drogas, otros/as en alcohol,
otros/as en tabaco, sencillamente, en una mala inversión. No sé
si es que sus padres quieren pagarle con dinero el amor que no
pueden darles por la separación, y eso, más que bien, lo que les
hace es daño”. (Vicente Noble).

356
Conclusiones

• En la última década, la población dominicana en España se


ha multiplicado por cinco. En el año 1998, la población domini-
cana era de 21.700 personas, representando el 3.4 % del total de
extranjeros en ese país, y ocupando el cuarto lugar entre la pobla-
ción global de migrantes. Para el 2007, la población ascendía a
96.672, representando el 2.1% del total de extranjeros y pasando
al octavo lugar respecto al total. Es decir, ha habido un gran
crecimiento en el total de la población dominicana; sin embargo,
se registró una disminución respecto a la población migrante en
España, ya que otros grupos migrantes han aumentado su pre-
sencia en dicho país.

• Del total de dominicanos/as residentes en España, en el


2007, 66.485 poseían tarjeta de residencia. Esto implica que la
población restante, de 30.187 personas, está empadronada pero
no tiene el estatus de residente. En la actualidad, 32 mil domini-
canos, el 33% del total de residentes está nacionalizado español,
ocupando el quinto lugar respecto a los migrantes de otros países
que han adquirido esta nacionalidad. El 10% de los extranjeros
de todo el mundo, nacionalizados en España, había nacido en
RD.

• En la actualidad, una de las principales características del co-

357
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

lectivo dominicano es la de tener el mayor porcentaje de indivi-


duos entre las edades de 16 a 44 años; esto representa un 70 %
del total. Este grupo de edad es el más productivo, y predomina
en todos los colectivos migratorios –con cerca de un 65 % en el
conjunto–, especialmente en los/as procedentes del conjunto de
América. (Característica esta –al igual que al inicio– que sigue
estando “feminizada”).

• El 10 % de los/las trabajadores/as dominicanos/as tiene


estudios superiores. Aproximadamente, el 45 % de los/las do-
minicanos/as en España tienen estudios medios, técnicos o más
que básicos. Este hecho niega la hipótesis de que la población
dominicana en España está compuesta por jóvenes calificados, lo
cual supone una pérdida importante de capital humano para el
país. Los niveles de instrucción de la población dominicana van
de básica a media. La pérdida que supone al país esta migración
está en que la mayor parte de la población es joven, como se
describió anteriormente.

• Esta migración, desde sus inicios, se concentra en 10 pro-


vincias de España. Siendo las principales Madrid y Cataluña. En
la actualidad, la población dominicana en Madrid ha disminuido
8 puntos porcentuales en comparación con el 1998. Sin embar-
go, en Cataluña ha crecido 2.5 puntos porcentuales y en Casti-
lla León 2 puntos. Esta población procede básicamente, –un
24.72%– de la provincia Santo Domingo, seguido por un 11.58
% de Barahona y un 9.47% de Independencia.

• En sentido general, el/la trabajador/a dominicano/a cuen-


ta con Seguridad Social en España. El 78 % del conjunto de
personas que trabajan está en el régimen general de seguridad
social, que abarca los escalafones laborales más bajos. En el caso
de los/as dominicanos/as, la seguridad social es usada en mayor
proporción que en el global de la emigración en España.
358
TOMO II

• En el 2006, el 75% de los contratos celebrados corresponde


a la población dominicana en el sector de servicios, en el que
pesa notablemente el trabajo en la hostelería y, sobre todo, el
de las dominicanas en el servicio doméstico. A este le sigue el
sector de la construcción, con el 20%. Este dato comprueba lo
planteado en la hipótesis número dos: la población dominicana
se inserta en el mercado laboral de manera descalificada, es decir,
ocupa puestos de trabajo de baja calidad.

• Los/as trabajadores/as dominicanos/as cobraban en el año


2007 un promedio de 600 y 1.000 euros mensuales (menos que
el conjunto de latinoamericanos/as). El ingreso per cápita de
los hogares dominicanos en España es de 448 euros. El conjun-
to de las mujeres cobran un promedio de 30 % menos que los
hombres, especialmente si trabajan en el servicio doméstico. En
términos generales, cuanto mayor sea la antigüedad de la perso-
na mayor es su progreso económico y salarial, como se señaló
anteriormente.

• Cerca del 93% de los/las trabajadores/as migrantes domi-


nicanos/as ocupan puestos de auxiliares, peones o subalternos.
De estos/as, el 65% tiene niveles de instrucción bajos. El 44%
tiene un nivel de instrucción básico o ninguno, y el 21% restante,
menos del nivel medio.

• El 55% de las personas que envían remesas a RD son hom-


bres y el 45% mujeres. El 83 % están en edades de 25 a 49 años,
siendo este tramo el único que está sobre representado en rela-
ción al total de emigrantes, es decir, envían más que lo que repre-
sentan en el conjunto de la emigración. Un 11 % tiene entre 18
y 24 años (aunque prácticamente la totalidad de las personas se
encuentran más bien en los últimos años del tramo, esto es, más
de 20 años). Solo un 6 % de los/las que envían remesas tiene más
de 50 años.
359
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

• El 74% de los dominicanos/as utilizan las remesadoras para


hacer sus envíos. Los costos que suponían a los/las dominica-
nos/as enviar su dinero a sus familias era, en promedio, de 6,8
euros de cantidad fija, más un porcentaje según la cantidad envia-
da de una media del 1,3 %. Además del conjunto de costos ex-
plícitos, se producen unos costos implícitos, derivados del hecho
de aplicar las empresas unos cambios de moneda peores que el
cambio oficial, que suponían un costo añadido del 6,9 %.

• El 96,8 % de los/las dominicanos/as que enviaban remesas


desde España habían decidido que las mismas se dedicaran a fi-
nanciar el consumo de sus familias. El 34% también dedicaban
parte de las mismas a la adquisición o mejora de la vivienda. Y
tan solo el 4 % invertía parte de las remesas en nuevos o anterio-
res negocios.

• El ahorro es visto como un colchón para tiempos difíciles,


algo simbólico que depende de la situación y circunstancias de
cada hogar. Las formas de ahorro van desde la acumulación en
una entidad financiera a modalidades de ahorro colectivo como
el “San”, pasando por las inversiones en bienes inmuebles o ne-
gocios. La titularidad del ahorro no siempre es del que recibe,
sino del que actúa de intermediario del migrante, quien dispone
que parte o el total de la remesa sea para su ahorro personal.

• De los ingresos por remesas, menos de un 5% es dedicado


a la inversión productiva (compra de tierras y negocios). En ge-
neral, la inversión prioritaria (que motivó el proyecto migratorio)
es la compra, mejora o construcción de una vivienda en el lugar
de origen para la familia y/ o para el migrante. La construcción
puede hacerse por etapas, según los envíos, tomando crédito en
la ferretería o prepagando al ferretero. Otra inversión es la com-
pra de vehículos de lujo.

360
TOMO II

• En la República Dominicana, como en América Latina, la


bancarización es relativamente baja, (29%). La tardía y baja pre-
sencia de entidades financieras en las zonas rurales y la descon-
fianza son las causas de este fenómeno. Tanto los bancos espa-
ñoles como dominicanos intentan captar la clientela de migrantes
y receptores haciendo acuerdos entre ellas y facilitando procesos
a los/as usuarias/os. Sin embargo, las modalidades de titularidad
de cuenta bancaria son complejas, presentándose muchos casos
en los que propietario del dinero y titular de la cuenta no son la
misma persona.

• El impacto de la migración, y de las remesas en particular,


tiene un sabor agridulce en las comunidades donde se sostuvie-
ron los grupos focales. El perfil de la comunidad ha cambiado in-
terna y externamente en los últimos veinte años. Es muy notorio
el desarrollo inmobiliario, la aparición de negocios relacionados
con la migración, como ferreterías, dealers de carros y motocicle-
tas, centros de diversión, comercios de alimentación, etc. Aunque
este desarrollo no necesariamente es visto como benéfico por la
comunidad (síndrome de las casas bonitas pero vacías).

361
362
Recomendaciones

Las zonas de asentamiento de los/as dominicanos/as en Es-


paña facilitan la creación y fortalecimiento de las ya creadas orga-
nizaciones de migrantes dominicanos en el país receptor. En este
sentido, recomendamos que, desde la embajada de República
Dominicana en ese país –con el apoyo de las organizaciones de
la sociedad española que trabajan con el tema migratorio–, se or-
ganicen en cada región asociaciones de migrantes dominicanos,
que estén compuestas por grupos de las diferentes provincias del
país. La creación de este espacio ha de contribuir en:

Servir de fuentes de información y asesoría para la población


dominicana residente y recién llegada a ese país, contribuyendo así
al fortalecimiento de los lazos de solidaridad entre la diáspora.

Estas organizaciones han de ser las aliadas claves de las dele-


gaciones consulares del país, para brindar asesoría, tanto en ma-
teria migratoria en el país receptor como en las disposiciones y
trámites legales como ciudadanos dominicanos o directamente a
República Dominicana. Al mismo tiempo que servirán de cana-
les para difundir información oficial entre los/as dominicanos y
dominicanas (por ejemplo, procesos de cedulación, jornadas de
actas de nacimiento y procesos eleccionarios).

363
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

El accionar de estos grupos no ha de estar vinculado de ma-


nera exclusiva con la población dominicana en España, sino que
deberán trabajar también de manera mancomunada con organi-
zaciones que hagan vida en las diferentes provincias y regiones
en R.D., a fin de que, de manera conjunta, desarrollen iniciativas
a favor de sus zonas de origen.

Consideramos que un aspecto a potencializar es la capacidad


emprendedora de la población migrante. En este sentido, suge-
rimos al Estado dominicano la elaboración de una propuesta de
inversión productiva dirigida a la diáspora dominicana en sus
zonas de origen. Antes de la elaboración de esta propuesta se
sugiere la realización de un diagnóstico en las zonas de estudio
(Tamayo y Vicente Noble, como planes pilotos), a fin de identifi-
car qué tipo de inversión sería más sostenible y viable de acuerdo
a las características de las zonas.

Consideramos como un aspecto importante para tener en


cuenta en esa propuesta, la participación activa de actores, tanto
de la sociedad civil como del Estado. En este sentido, considera-
mos que el Consejo Nacional para las Comunidades Dominica-
nas en el Exterior (CODEX) ha de ejercer un papel importante
en la construcción y socialización de la propuesta con la diáspora
dominicana estudiada. Así mismo, consideramos que esta institu-
ción estatal ha de coordinar acciones con instituciones de la so-
ciedad civil ya instauradas en España, tales como el Voluntariado
de Madres Dominicanas (VOMADE).

Para el trabajo que esta propuesta supone en el territorio na-


cional, sugerimos que se tenga un igual nivel de articulación entre
el Estado y la Sociedad Civil. En este sentido, consideramos que
las autoridades locales, como ayuntamientos y dependencias es-
tatales que trabajan en el tema de empleo y producción, han de
estar integradas con las ONG de las zonas en cuestión.
364
TOMO II

En otro orden, consideramos que el Estado dominicano preci-


sa de un registro de la población dominicana en la diáspora, que
funcione de manera eficiente y sea actualizado constantemente.
Las informaciones recolectadas han de ser estadísticas confiables
que estén a disposición del público, tanto en las páginas electró-
nicas como en las memorias y estadísticas publicadas por el Es-
tado. Consideramos que esta propuesta ha de ser asumida por la
Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, vía las secciones
consulares, en coordinación con el Consejo Nacional de Domi-
nicanos en el Exterior y la Oficina Nacional de Estadísticas.

Respecto al tema de remesas, proponemos al Estado Domini-


cano concretizar y crear nuevos acuerdos con entidades banca-
rias españolas para que las transacciones de las mismas puedan
ser realizadas de banco a banco. Consideramos que esta puede
ser una medida que facilite el ahorro, tanto de la población en la
diáspora como de la receptora de remesas.

Establecer programas de prevención de la deserción escolar en


las zonas de mayor proporción de migrantes, así como el estable-
cimiento de centros de formación para adultos –y de educación
técnica– vinculados a los medios de producción, tanto existentes
como con potencialidades en la zona. Invertir en el desarrollo
de las capacidades de la población es una garantía económica y
social que redunda positivamente en las personas y en el país.

365
366
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370
Nota Biográfica de los Autores

371
372
CENTRO CULTURAL POVEDA. Es una institución de forma-
ción, investigación y asesoría socioeducativa orientada al cambio
que reclama la inclusión y la equidad social desde una metodo-
logía crítica y democrática. Es una organización de la sociedad
civil, sin fines de lucro, incorporada según las leyes dominicanas
mediante el decreto No.3016 del 30 de mayo de 1985. El Cen-
tro Cultural Poveda desarrolla e impulsa su misión garantizando
la especificidad de su propuesta socioeducativa y la vinculación
permanente con las necesidades del contexto, trabajadas desde
líneas estratégicas como la formación y el acompañamiento; la
incidencia en las políticas públicas socioeducativas; una gestión
institucional participativa y descentralizada y la incidencia en el
ámbito socioeducativo latinoamericano. En la praxis, el Centro
Poveda, a lo largo de sus 25 años, mantiene como ejes transver-
sales la ciudadanía crítica y los derechos humanos, equidad de
Género, interculturalidad, medio ambiente y educación para el
desarrollo sostenible. Esta institución, está articulada, de manera
sistemática, con plataformas y redes de la sociedad civil a nivel
nacional e internacional.

RAYMUNDO GONZÁLEZ. Nació en Santo Domingo en 1961.


Graduado de economía en el Instituto Tecnológico de Santo
Domingo (INTEC), en 1991. Obtuvo el Diploma de Estudios
Avanzados de la Universidad de Sevilla en 2003. Investigador
asociado del Instituto de Investigación Socioeducativa (INSE),
del Centro Cultural Poveda y profesor del Instituto Filosófico
Pedro Francisco Bonó, del Centro de Estudios Institucionales

373
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

de Teología y de la Maestría en Historia Dominicana de la Uni-


versidad Autónoma de Santo Domingo. Desde 2004 es miembro
de la Academia Dominicana de la Historia. Ha publicado varios
artículos sobre temas históricos y pensamiento dominicano en
revistas especializadas, además un libro titulado Bonó, un intelectual
de los pobres (1994) y una compilación sobre la reforma hostosia-
na del siglo XIX: Documentos para la historia de la educación moderna
en la República Dominicana 1879-1894, 2 tomos (2007); también
publicó, en colaboración con Roberto Cassá, Michiel Baud y Pe-
dro San Miguel: Política, ideología y pensamiento social en la República
Dominicana. Siglos XIX y XX (1999).

JOSEFINA ZAITER. Doctora en Psicología de la Universidad


Complutense de Madrid, Master en Psicología Social y Comuni-
taria de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Psicóloga
egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Profe-
sora Titular de Psicología de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo. Coordinadora de Post Grado en Psicología de la Uni-
versidad Autónoma de Santo Domingo. Miembro del Consejo
Directivo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO), programa República Dominicana. Investigadora
asociada del Instituto de Investigación Socioeducativa (INSE),
del Centro Cultural Poveda. Autora del libro Identidad Social y Na-
cional Dominicana. Un Análisis Psicosocial (1996). Investigaciones y
publicaciones acerca de la reforma educativa dominicana. Jefe
del Departamento de Salud Mental Comunitaria de la Secretaría
de Estado de Salud Pública y Asistencia Social, (1978-1981).

MÓNICA GONZÁLEZ NAVARRO. (Valladolid- España, 1975) es,


en la actualidad, Directora Gerente de NARCEA S.A. DE EDI-
CIONES, editorial española al servicio de la educación y especia-
lizada preferentemente en la edición de obras científico-técnicas
de psicopedagogía, sociología, humanidades, trabajo social, es-
tudios universitarios, estudios de género y obras de innovación
374
TOMO II

y actualización docente. Es también, desde 1997, Investigadora


Asociada del Instituto de Investigación Socioeducativa (INSE)
del Centro Cultural Poveda, Santo Domingo, República Domi-
nicana. Su formación académica básica es la licenciatura en De-
recho y Empresa, Especialidad E-1 (Letrada Asesora de Empre-
sas), por ICADE (Universidad Pontificia de Comillas, Madrid). A
esto se añade un constante y asiduo seguimiento de numerosos
cursos de postgrado relacionados con el mundo editorial y de la
empresa, los derechos de autor, edición y nuevas tecnologías,
educación y temas socioeducativos en general, ofrecidos desde el
ámbito universitario y profesional.

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA (PU-


CMM). Es la primera Universidad privada del país, fue fundada
por la Conferencia del Episcopado Dominicano el 9 de septiem-
bre de 1962, en Santiago de los Caballeros, en respuesta a las
necesidades que en materia educativa fueron surgiendo en el país
en su proceso de desarrollo económico y social luego de la caída
de la tiranía de Trujillo. Se le llamó Madre y Maestra en homenaje
a la gran encíclica social “Mater et Magistra” de Su Santidad Juan
XXIII, en cuyos principios fundamentales se inspira.

En virtud de la Ley No. 6150, del 31 de diciembre de 1962, el


Estado Dominicano le otorgó personalidad jurídica para conferir
títulos académicos. La PUCMM inició sus labores académicas
con las carreras de Derecho, Educación y Filosofía, bajo el rec-
torado del primer obispo de Santiago, Monseñor Hugo Eduardo
Polanco Brito, en una vieja casa de madera ubicada en la calle
Máximo Gómez, de la ciudad de Santiago. Más adelante, ocupó
el ala sur del Instituto Politécnico Femenino hasta su traslado al
campus definitivo, en el año 1967. Además de su primer rector,
han ocupado la rectoría de la Institución Monseñor Juan Félix Pe-
pén Solimán, Monseñor Roque Adames Rodríguez y Monseñor
Agripino Núñez Collado, quien ejerce el rectorado desde 1970
375
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

hasta la fecha. En 1987, año del Jubileo de Plata, la Universidad


recibió la erección Canónica y exhaltación Pontificia por Su San-
tidad Juan Pablo II, en virtud del decreto No. 1504/86/26, del
9 de septiembre de 1987, de la Congregación para la Educación
Católica. La institución desarrolla sus actividades en el Campus
principal, localizado en la ciudad de Santiago de los Caballeros,
el Recinto Santo Tomás de Aquino (RSTA), fundado en el año
1981, situado en la ciudad de Santo Domingo, y en la Extensión
de Puerto Plata, creada en el año 1971.

LILIAN N. GARCÍA M. Se inició como profesora auxiliar en


la PUCMM en el año 1969 y, desde entonces, ha combinado la
docencia y la investigación en el área de educación y filosofía.
En dicha Universidad ha desempeñado diferentes posiciones
académicas, como Directora del Departamento de Educación,
Decana de Ciencias y Humanidades y Directora del Centro de
Investigación y Formación para la Prevención Integral. Es auto-
ra del libro Filosofía de la Educación publicado por la PUCMM,
del libro Educación Natural y Cultura Indígena publicado por el
Banco Central y co-autora de varios libros publicados por la Fe-
deración Internacional de Universidades Católicas (FIUC), por
la CICAD-OEA, así como por la PUCMM. Fue miembro del
Consejo Nacional de Drogas de la República Dominicana y del
Consejo Directivo de Children Internacional de Santiago de los
Caballeros. Participa del Grupo Internacional de Investigación
en Toxicomanía de la FIUC. En la actualidad, es Presidenta de
la Mesa Panamericana de Mujeres de Santiago de los Caballeros,
Vicepresidenta de la Federación de las Mesas Nacionales y Pro-
fesora Titular de la PUCMM.

VÍCTOR ML. BRENS P. Licenciado en Trabajo Social y maestría


en Planificación Social. Es profesor-investigador en la PUCMM
en las áreas de sociología general, rural, jurídica, método de in-
vestigación y asesor de tesis. En la trayectoria académica se des-
376
TOMO II

empeñó como Director de la Carrera de Trabajo Social, Decano


de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas, Vicerrector
Administrativo y Secretario del Diálogo Tripartito. Sus investiga-
ciones se han desarrollado básicamente en el marco de la promo-
ción social y el fomento de la calidad de vida, sirviendo de base a
publicaciones en el ámbito nacional e internacional. Ha combina-
do su carrera universitaria con la labor social en el terreno de las
organizaciones comunitarias, como el Club Rotario y el fomento
de cooperativas de productores agrícolas. Desempeñó funciones
en el ámbito nacional siendo Subsecretario Administrativo de
Educación y Director de la Regional del Banco Central. Es asesor
de proyectos nacionales e internacionales en el campo de la gestión
social. Ha participado activamente en planes y programas de desa-
rrollo local, regional y nacional, como el Plan Sierra, entre otros.

FRANK D´OLEO. Licenciado en filosofía y derecho. Con post-


grados en Ciencias Sociales, mención Estudios Sociales Domi-
nicanos; Educación; Estrategias y Metodologías para el diseño y
ejecución de programas de Educación de Adultos; Enseñanza de
las Ciencias Sociales, construcción del conocimiento y actuali-
zación disciplinar; Pensamiento y Ciencias de la Complejidad. Y
maestrías en Sociología Rural y Gestión Universitaria.

Cuenta con diferentes publicaciones de textos académicos a


nivel de Educación Superior y temas particulares relacionados
con estudios especializados sobre Migración, Sociología Rural,
Globalización y Educación. Además, es responsable en la con-
ducción de diferentes investigaciones aplicadas, relacionadas con
problemáticas vinculadas a la sociedad dominicana.

Tiene un desempeño profesional en diferentes instituciones


gubernamentales y universidades con responsabilidades de ges-
tión y ha realizado consultorías para organismos nacionales e in-
ternacionales.
377
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

En la actualidad es Director de Planificación de UNAPEC y


profesor universitario.

PROFAMILIA. Consolidando el quehacer que por varios


años había estado desarrollando un grupo de religiosos, médicos
y profesionales agrupados en la Sociedad Amigos de la Planifica-
ción Familiar (PROFAMILIA) se funda en 1966 con el propósito
de promocionar y educar sobre la importancia de la planifica-
ción familiar y viabilizar el acceso a los métodos anticoncepti-
vos, principalmente entre mujeres y hombres de barrios urbanos
marginados y área rural, también para elevar la conciencia de los
grupos de decisión y opinión del país sobre la estrecha relación
del crecimiento poblacional y el desarrollo.

Es una institución privada, pionera en servicios de salud sexual


y reproductiva, a sus 44 años de existencia se ha convertido hoy
en una fuerte institución de salud integral que ofrece una am-
plia gama de servicios, consultas y procedimientos especializados
para el cuidado de la salud de la población.

Desde sus inicios PROFAMILIA fundamentó su trabajo en


la educación, piedra angular de sus acciones, bajo el lema de la
procreación consciente, la libertad de decisión y los derechos hu-
manos: el derecho a conocer, el derecho al acceso, el derecho a
la libertad, el derecho a la decisión, el derecho a la atención y el
derecho a la salud.

FRANCISCO I. CÁCERES UREÑA. Estadístico egresado de la Uni-


versidad Autónoma de Santo Domingo; con Maestría en Demo-
grafía del Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) y
posee el grado de PhD en Demografía de la Universidad Federal
de Minas Gerais, Brasil. Como parte de su quehacer laboral ha
sido profesor asistente de bioestadística en la Escuela de Enfer-
mería de la Universidad de Costa Rica; Asistente de Investigación
378
TOMO II

en el Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica; Consultor en


Estadística y Demografía en el Instituto Interamericano de Co-
operación para la Agricultura, Encargado del Departamento de
Estadísticas Demográficas Sociales y Culturales de la Oficina Na-
cional de Estadística de la República Dominicana y Subdirector
del Departamento de Investigaciones del Consejo Nacional de
Población y Familia. Además, es director del Instituto de Estu-
dios de Población y Desarrollo de PROFAMILIA; fue asesor de
la Oficina Nacional de Estadística para el levantamiento del VIII
Censo Nacional de Población y Vivienda; Encargado del Depar-
tamento de Encuestas de la Oficina Nacional de estadística, del
cual fue su creador, y es Encargado de la Gerencia de Censos y
Encuestas de la misma institución. En forma adicional, el Dr.
Cáceres tuvo a su cargo el diseño, montaje e implementación del
Sistema Integrado de Encuestas de Hogares, así como del IX Cen-
so Nacional de Población y Vivienda. Además, posee una amplia
experiencia en el diseño, implementación y análisis de encuestas
en los campos demográfico y de salud a nivel local e internacio-
nal. También tiene experiencia en el diseño e implementación de
encuestas en el área económica, sobre aspectos relacionados con
el comportamiento y en relación a una amplia gama de aspectos
de naturaleza social, así como en estudios agrícolas y pecuarios. Se
ha especializado en el estudio de diversos aspectos demográficos y
relacionados con la salud de la población, sobre lo cual ha desarro-
llado una amplia lista de investigaciones, ha publicado una serie de
artículos tanto en el país como en el exterior y ha publicado varios
libros. El Dr. Cáceres es miembro del Trans Caribbean HIV/AIDS
Research Initiative y de la International AIDS Society.

CÉSAR ANDRÉS CAAMAÑO. Psicólogo industrial egresado de la


Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), con
Postgrado en Gerencia de la Calidad y la Productividad del Insti-
tuto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y posee Diploma
de Estudios Avanzados (DEA) del doctorado en Cooperación y
379
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Bienestar Social de la Universidad de Oviedo en Asturias, España.


Como parte de su quehacer laboral ha sido docente-investigador
de la Escuela de Psicología en la UNPHU, docente de asignatu-
ras de investigación en la Pontificia Universidad Católica Madre y
Maestra (PUCMM) y profesor de maestría en Administración de
Recursos Humanos en INTEC. Fue Gerente de Recursos Hu-
manos de la empresa multinacional Lydia Ludic Santo Domin-
go, S.A.; Coordinador de Proyecto y Oficial Administrativo del
Programa de Transparencia y Gobernabilidad desarrollado por
Casals & Associates bajo los auspicios de la Agencia de los Esta-
dos Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID); también
Gerente de Análisis responsable del desarrollo de investigaciones
para Emevenca Dominicana y Gerente de Programas de Integral
Training Solutions (INTRAS). Además, fungió como Coordina-
dor Técnico en la Oficina Nacional de Estadística (ONE) para el
Proyecto de Mejoramiento de las Encuestas de Condiciones de
Vida de la República Dominicana (MECOVI-RD), bajo los aus-
picios del Banco Mundial; fue Director de la Oficina Coordina-
dora Interinstitucional de Recursos Humanos de la Presidencia
de la República; y Gerente de la implementación del Sistema de
Gestión de Calidad basado en ISO 9001:2000 para la ONE. Ac-
tualmente es Director del Centro de Investigaciones Psykhe. El
Lic. Caamaño posee una amplia experiencia en el desarrollo de
investigaciones a nivel local e internacional. Se ha especializado
en el estudio de diversas temáticas bajo el ámbito de asesorías a
tesis de grado en el área de la psicología. Ha publicado una serie
de artículos a nivel nacional y ha participado en la co-autoría de
varias publicaciones de estudios. El Lic. Caamaño es miembro
de la American Psychological Association (APA); de la American
Psychological Association of Graduate Students (APAGS); de
la Asociación Dominicana de Administradores de Recursos Hu-
manos, Inc.; y de The Society for Industrial and Organizational
Psychology (SIOP).

380
TOMO II

FRANCISCO BÁEZ EVERTSZ. Sociólogo egresado de la Univer-


sidad Autónoma de Santo Domingo; con Maestría en Sociología
de la Universidad Nacional Autónoma de México y estudios de
Doctorado en Sociología en la Universidad Nacional Autónoma
de México. Es acreedor de una amplia y fructífera carrera docente
como profesor de Sociología en la Universidad Autónoma de San-
to Domingo, donde también fue Director del Departamento de
Sociología; además ha sido profesor y en el Instituto Tecnológico
de Santo Domingo y ha impartido docencia en una variada serie
de cursos de postgrado realizados en la República Dominicana.
Como investigador académico, durante varios años, ha venido de-
sarrollando varios proyectos en la Facultad de Ciencias Económi-
cas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Además, en otras entidades ha conducido importantes proyectos
de investigación en las áreas agropecuaria, medio ambiente, desa-
rrollo rural y agroindustrial. Ha hecho importantes aportes al co-
nocimiento sobre la migración como fenómeno. En este aspecto,
ha desarrollado estudios sobre migración internacional y Econo-
mía Cafetalera; Migración de Trabajadores haitianos a la Economía
Azucarera Dominicana; Cambio Social y Migración en la Repúbli-
ca Dominicana; Migración y Remesas, entre otros temas. Ha publi-
cado varios libros y una amplia serie de artículos sobre: la industria
azucarera y la dependencia económica de la República Dominica-
na; la mano de obra haitiana en la República Dominicana; la mi-
gración y la economía vinculada a varios sectores de la producción
dominicana y sobre la migración internacional enfocada desde va-
rias perspectivas, entre otros temas. Ha participado en una amplia
gama de seminarios nacionales e internacionales sobre migración,
al mismo tiempo que ha dictado numerosas conferencias sobre el
tema, tanto en el contexto local como en el exterior.

EL SERVICIO JESUITA A REFUGIADOS/AS Y MIGRANTES (SJRM).


Es una organización internacional de la Compañía de Jesús, que
facilita la participación de individuos y comunidades en la ta-
381
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

rea de acompañar, servir y defender a refugiados/as y migrantes


forzados/as, promoviendo la cooperación regional y global. Su
visión es impulsar cambios orientados a mejorar las condiciones
socio-políticas y económicas de los/las refugiados/as y desplaza-
dos/as y sus descendientes en la República Dominicana y el Cari-
be, promoviendo el diálogo cultural, el respeto a los derechos hu-
manos, y la solidaridad entre los pueblos, desde una metodología
democrática y participativa, bajo la inspiración de la misión de la
Compañía: servicio de la fe y la promoción de la justicia.

Se funda en República Dominicana en 1995, respondiendo ini-


cialmente a las características especiales de los derechos huma-
nos de migrantes forzados/as y más adelante refugiados/as, en el
contexto de la región caribeña en general, y de Haití y República
Dominicana, en particular.

Actualmente desarrolla sus programas de trabajo a través de


una oficina en Santo Domingo (Centro Bonó), una oficina en la
frontera norte (Solidaridad Fronteriza, en Dajabón, una en San-
tiago de los Caballeros en las instalaciones del Centro de Forma-
ción Social Agraria (CEFASA) y una en la frontera sur (Servicio
Jesuita a Refugiados/as y Migrantes en Jimaní).

ALEJANDRO MARTÍNEZ. Nació en Madrid, el 12 de junio de


1956. Doctor en Economía y Sociólogo. Inició sus estudios pri-
marios en el Colegio San Isidro, una de las cunas de la intelec-
tualidad madrileña, donde asimismo logró su título de Bachiller
Superior. Obtuvo la Licenciatura en Economía con la especia-
lidad de Estructura Económica por la Universidad Compluten-
se de Madrid. Posteriormente, realizó en la misma universidad
los estudios de Sociología, obteniendo así mismo el grado de
Licenciado. Cursó el programa de doctorado en Economía In-
ternacional y Desarrollo, alcanzando el título de Doctor en Eco-
nomía. La tesis con la que obtuvo la calificación sobresaliente
382
TOMO II

cum laude, versó sobre las Remesas enviadas por los emigrantes
ecuatorianos en España y su recepción y uso por los familiares
de los mismos.

En su carrera profesional, ha desempeñado puestos técnicos


en áreas económicas y puestos directivos en Instituciones del Es-
tado, empresas públicas y empresas privadas, tanto españolas y
multinacionales.

Ha sido especialmente dilatada su actividad –siempre como


voluntario no retribuido– en el sector no lucrativo y de ONG´s.
Empezó en la década de los años 80 y la continúa hasta la actuali-
dad. En los primeros años se dedicó al sector del comercio justo,
en el que fue presidente de la Asociación Española por el Co-
mercio Justo y miembro de la Coordinadora Estatal. Posterior-
mente, fue elegido Presidente de la Fundación Economistas sin
fronteras. Ha colaborado con diversas ONG´s españolas como
Entreculturas, Spínola Solidaria o Pueblos Unidos (dedicada a la
atención de los emigrantes en España). Llegó a ejercer el cargo
de Presidente de la Federación de ONG para el desarrollo de la
Comunidad de Madrid.

Actualmente colabora con las organizaciones Instituto de Mi-


graciones de la Universidad de Comillas de la Compañía de Jesús,
con la Fundación Trabajo y Dignidad -dedicada a promover las
microempresas sociales de mujeres en África y Latinoamérica-, y
con la Fundación Acrescere que tiene como objetivo el apoyo a
la infancia en situación de vulnerabilidad.

Su actividad docente, investigadora y doctrinal ha sido muy


amplia. Así ha sido profesor, director, conferenciante o ponente
en cursos, congresos, masters, etc., en España y en varios países
europeos y latinoamericanos, en universidades y centros de for-
mación privados y públicos, en materias de gestión económica y
383
MINISTERIO DE ECONOMÍA, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

control, gerencia de entidades sociales, emprendimientos, migra-


ciones y otras.

Ha participado en numerosos proyectos de investigación his-


tóricos, sociológicos y económicos auspiciados por instituciones
privadas, estatales y académicas. Además de sus ensayos de inves-
tigación, tiene más de 40 publicaciones en artículos en la prensa
española, en revistas especializadas, así como libros sobre mate-
rias relacionadas con sus áreas de especialización.

ALICIA SANGRO BLASCO. Es Licenciada en Derecho por la Uni-


versidad Complutense de Madrid (1994), Especialista en Dere-
cho Internacional y Derecho Europeo por la Universidad Católi-
ca de Lovaina (1996). Ha completado su formación con estudios
de Desarrollo con concentración en América Latina en la UCL.
Es candidata a la Maestría en Género y Desarrollo de INTEC.
Luego de trabajar en las relaciones entre la Sociedad Civil y las
instituciones europeas en el área de Derechos Humanos, Ayuda
Humanitaria y Cooperación al Desarrollo, se traslada a República
Dominicana en el año 2000. Aquí se desempeña como JPO en
el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2000-2002)
en el area de Gobernabilidad y Acceso a la Justicia. Ha trabaja-
do para el Centro Juan Montalvo y el Centro Cultural Domíni-
co Haitiano. En el año 2006 desarrolla el Programa Inicial de
Formación para Fiscales de nuevo ingreso en la Escuela Nacio-
nal del Ministerio Público. Desde el año 2007, es investigadora
asociada de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en
su programa Migración y Derechos Humanos. En FLACSO, ha
participado en la creación del Observatorio Migrantes del Cari-
be. Ha colaborado en numerosas ocasiones con el Centro Bonó
a través del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes. Es docente
de Derechos Humanos en la Escuela de Graduados en Derechos
Humanos y Derecho Internacional Humanitario de las Fuerzas
Armadas. Sus temas de investigación son género y migración,
384
TOMO II

con especial interés en los procesos de migración sur-sur, que


afectan a la isla Hispaniola. En la actualidad, se desempeña como
Oficial Nacional en la Organización Internacional para las Mi-
graciones.

385
Este libro
Movimientos Migratorios desde y hacia
la República Dominicana
Tomo II
se terminó de imprimir en el mes de marzo del 2011
en los talleres de la Editora Alfa y Omega,
Santo Domingo, Ciudad Primada de América,
República Dominicana

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