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Difícil tarea es de presentar con objetividad el significado de tiempo Cronológico ya que solo el

significado de tiempo tiene diferentes categorías en la cual yo presentare la de tiempo


cronológico, la que me limitare a explicar como se manifiesta en los tiempos actuales, como se
relaciona con el hombre y si tiene que ver con la historia, para finalmente dar una conclusión a
mi trabajo expuesto.

El tiempo cronológico lo podemos relacionar con la perspectiva de la historia como una medida
de valorar los hechos. Ya que es un tiempo que esta catalogado como tiempo vivido o tiempo
Vivido y que tiene que ver o se relaciona con las matemáticas como el tiempo Proyecto o
Concebido dándole una objetividad más formal. Pero aun así no hay coordenadas o alguna
referencia conceptual (sigue siendo abstracta) definida.
Este tiempo cronológico se relacionada con el tiempo Real (mas adelante se dará un ejemplo).
Como vida cotidiana. El tiempo cronológico se caracteriza porque es una de las maneras de la
percepción del tiempo ya que se caracteriza por la sucesión de hechos y consecuencias de la
realidad.

Podemos decir que el tiempo cronológico es “ Del hecho de la medición del tiempo, es decir,
explicito hacerse publico del tiempo de la ocupación, se funda en la temporalidad. ” Que se
quiere decir con esto. Los hechos o acciones por ser este tiempo cronológico podrá ser medible
como por ejemplo con el reloj se podrá presentar o manifestarse este tiempo (cronológico) de
forma clara y formal. Por medio del reloj es que la temporalidad será el carácter de lo que
existe y en que la vida cotidiana estará contenida en el tiempo cronológico. Al manifestarse se
le dará una categoría de publico ya que será conocido por el pueblo, que culturalmente lo hará
propio, haciéndolo regir en sus vidas como por ejemplo medir a la hora que llega al trabajo y a
que hora sale, etc (esto seria el tiempo real) vida cotidiana. A esto el tiempo cronológico pasa y
tiene un carácter universalista.

También se pude rescatar que este tiempo cronológico tiene o es regido por un tiempo natural (
por tiempo natural podemos entender como por ejemplo la posición del sol). De esto podemos
distinguir la conexión entre el uso del reloj en que la temporalidad que se toma tiempo. En que
cada reloj de diferentes países podrán tener diferentes horarios dependiendo de este caso de
la posición del sol y que en la temporalidad dará una estructura a la existencia del ser humano.
En que vemos claramente las diferentes horas a escala mundial como por ejemplo cuando se
apreciaba en la televisión con la situación de Roma y Chile con una diferencia de seis horas.
Con los acontecimientos ocurridos en el Vaticano por lo acontecido por el Papa.

Y es en este tiempo cronológico que comprende que periodo durante el cual tiene lugar a una
acción o acontecimientos, A esto se puede desprender a las fechas históricas que expresan los
acontecimientos ocurridos y tiene un valor en su contenido tanto en lo colectivo como lo
personal. Un ejemplo seria el dieciocho de septiembre de 1010. con un significado al país las
fiestas patrias y con sentimiento de nacionalidad. Dando así a la historicidad en tendemos por
la necesidad de tener unas categorías temporales ( como el tiempo cronológico) para concebir
el ser ya que sin esta no podríamos dar un análisis e interpretación de los hechos que se
encuentran dentro de un contexto así permitiendo su estudio. Y es por eso que el tiempo debe
parcelarse por que también es continuo y es por que se necesita un orden, es por eso que esta
este tiempo cronólogo. Pero el tiempo esta caracterizado como una categoría humana en que
se encuentra el tiempo Lineal, Cíclico y Espiral. Esto da origen como origen el historicismo.

Con todo esto se puede dar un ejemplo en que el hombre de la posmodernidad se caracteriza
por funcionar bajo el imperio del cronos (tiempo) ya que el hombre postmoderno le gusta el
control, la eficacia, él logra, la urgencia o gobernar el tiempo, su tiempo. Por que este tiempo se
remite al orden, coherencia, secuencialidad, etc. y es por eso que lo aplica a la vida cotidiana.
En que el hombre sé vera como un preso del tiempo.

La valoración del tiempo dependerá de cada cultura y también cada persona como por ejemplo
en Londres que ellos aprecian llegar y hacer las cosas a su tiempo y así lograr hacer un orden
en su vida cotidiana, en cambio en Chile nuestra cultura no esta tan acostumbrada a seguir los
patrones del tiempo y a la final dejamos todo para ultima hora o todo a medias, en esto de
desprende la relación causa y efecto catalogándose de determinista o puede existir un
condicionamiento (ósea que no necesariamente es determinante).
En podemos decir que el tiempo también esta unido a los factores culturales, ósea todo el que
hacer del hombre en que lo podemos relacionar con el tiempo Psicológico en la cual se
manifiesta o se representa con el tiempo vivido.

Pero el tiempo cronológico también esta unido a un espacio físico. Y como se relaciona con el
tiempo cronológico. A lo largo de la historia citando Aristóteles en que para el tiempo
cronológico es .“Por que el tiempo es lo numerado en el movimiento que comparece en el
horizonte de lo anterior y posterior” . Es por eso que el hombre quiere tener el gobierno del
tiempo y así moverse a sus anchas y con comodidad otorgando el concepto cronológico del
tiempo. En que esto tendría a marcar y aportar a la historicidad en que ya se ha dado un
ejemplo. Esto se puede dar en el pasado, el presente y el futuro. Y eso es lo que quiere el
hombre saber el tiempo pasado, dominar el presente y predecir el futuro. En pocas palabras
para moverse a sus anchas en este tiempo
cronológico. Considerándola lineal.
En el tiempo cronológico se encuentra el movimiento que se caracteriza por ser de accidente
propio (ósea es el hecho del hombre) según la filosofía de Aristóteles. En que el ente (la
persona) esta constituido por una sustancia (lo que le es propio) y en que el accidente es
dependiente de la sustancia para existir y que el accidente es la sustancia. Pero este tiempo
cronológico puede ser de alguna manera conservada gracia a la memoria ya que algunas
veces las formas físicas (como por ejemplo la escritura) son algunas veces casi imposibles de
conservar ya que la memoria registra el tiempo (pasado) y lo hace presente.
Con lo que se ha mencionado sobre el tiempo cronológico en que el hombre se desenvuelve, la
vida social, cotidiana, etc. En que podemos destacar la interacción del tiempo cronológico, el
hombre, el espacio (medio físico). Dando lugar a la historia (que se enfoca a la acción del
hombre). A esto podemos citar.“Que el espacio y el tiempo son categorías básicas de la
existencia humana” . A opinión personal es que debe existir el hombre para que exista este
tiempo cronológico y este necesita un medio o espacio para así lograr la historicidad (historia).
Ya que con estos puede existir la historia y con esto la historicidad. Sea más que un
cronometro el tiempo cronológico y se convierta en un valor en que por lo tanto se le crean
normas, convenciones internacionales de usos de horarios, acuerdos,etc. que nos permiten
tener y respetar este tiempo cronológico, como una variable sin la cual no se cumplirían
objetivos o metas que le son comunes. Un ejemplo contrario a esto seria los desajustes de los
ciclos, la falta de previsión y coordinación, ya que todo el proceso tiene un principio y un fin,
inicio y conclusión, como por ejemplo, la jornada diaria de trabajo. En que estar en él significa
tiempo que la podemos calcular y medir ya que podemos contar con ella. Es por eso que
aparece el tiempo cronológico. Y es por eso que algunas veces podemos decir que no tengo
tiempo por estar haciendo otras cosas. De esto podemos inferir que el hombre dispone de
tiempo,la distribuye y en cierta forma la controla.

Otra característica es que por esto el hombre para apropiar este tiempo cronológico le tiende a
marcar o a registrar el tiempo como por ejemplo en segundo, minutos, horas, etc. Dando así
aun tiempo artificial u objetivo. En que nos desenvolvemos diariamente y que va pasando a la
historia. Ya que la sociedad se va articulando en este tiempo (cronológico). Podemos inferir de
esto que el uso productivo de este tiempo cronológico se basa en una decisión personal que
pueden ser los actos diarios los que determinaran el actuar y los logros de objetivos
propuestos. Marcando así la historicidad. Ya que el tiempo cronológico era cambiando de
sentido como por ejemplo el tiempo Antiguo.
Como a modo de conclusión a lo mencionado en este trabajo citare el concepto que más se
acerca a lo explicado “ Como su nombre indica este concepto se utiliza para hablar del tiempo
cronológico, del tiempo lineal y secuencial” . En que el hombre moderno y pos modernista al
tener el tiempo marcado por el tiempo cronológico le da un orden a su vida cotidiana (o tiempo
real) dándole así un carácter universalista con una ley formando la legalidad, permitiendo así
predecir los acontecimientos futuros ya que solo este orden lo da.

El Tiempo: Una mirada desde el existencialismo


Kierkegaard
Claudio Vergara G. EPIS. 06
El concepto tiempo ha sido analizado desde diversas perspectivas, todas ellas han estado
influenciadas por su contexto más inmediato, por lo que las elaboraciones que se han
realizado sobre este concepto se insertan – y deben comprenderse- dentro de la época en
la que se han construido. De esta manera, el pensar con respecto del tiempo ya lo
podemos encontrar en los filósofos de la Grecia Clásica, como Pitágoras, Platón y los
estoicos, quienes asociaron al tiempo con el movimiento ordenado de la esfera celeste,
esta concepción se extiende hasta finales de la Edad Media, momento que surge una
interpretación científica, pero que continua siendo influenciada con el pensamiento
clásico, dentro de esta perspectiva podemos encontrar a Isaac Newton. Con
posterioridad nace una nueva forma de interpretación del tiempo que, principalmente,
surge a partir de la fenomenológica de Husserl, en ella el tiempo es experimentado
como una situación subjetiva que parte de la propia individualidad del sujeto.
Imagen
Martín Heidegger
Durante el siglo XIX y comienzos de siglo XX emerge una nueva vertiente de la
filosofía que es denominada como existencialismo, la que es asociada a gran parte de
los filósofos del siglo XX. Alguno de sus representantes son Pascal, Kierkegaard, Sartre
y Heidegger. Resulta complicado elaborar una definición del existencialismo, puesto
que existen diversas posiciones acerca del núcleo central de su análisis. Uno de los
primeros en hacer publico su interés por esta filosofía fue Jean Paul Sartre, para quien el
existencialismo es un huamanismo, a esto agrega como principio fundamental que “el
hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y
como se concibe después de la existencia, como se quiere después de la existencia,
como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa
que lo que él se hace” . Como vemos, el énfasis en el análisis del existencialismo esta
puesto en la existencia individual concreta, la cual surge como consecuencia de las
mismas condiciones intrínsecas del ser humano, por esto el hombre es lo que es y de
esta forma afirma la originalidad de la existencia humana. De esto se desprende, de
igual manera, que para el existencialismo no existe esencia, sino que sólo existencia, por
lo que el ser humano es lo que se hace.
Pero cuál es la concepción de tiempo que se elabora en la filosofía existencialista.
Tomaremos como representantes de esta tendencia de pensamiento a dos filósofos que
podemos enmarcar dentro del existencialismo: Heidegger y Sartre
Imagen
Sartre
A partir de este supuesto, Sartre da dos características para la temporalidad: en primer
lugar el tiempo se definiría como lo indefinible y en segundo lugar, señal sin embargo,
que es un sucesión de multiplicidad ordenada a través de una relación antes-despúes.
Esta relación estructura al tiempo como una irreversibilidad, es decir, los términos serán
considerados en un sólo sentido. Pero esta relación entre antes y después sería
sustancialmente una separación, puesto que establece un distanciamiento entre el yo y
yo, en palabras de Sartre”el tiempo me separa de mí mismo, de lo que yo he sido, de lo
que quiero ser, de lo quiero hacer, de las cosas y de los demás”. La estructura que
sustenta a toda la noción temporal será, entonces, el instante, que ocupa su lugar antes
de otros instantes y después de otros, por lo tanto, el instante no es un antes ni un
después, sino algo indivisible y temporal. En este punto Sartre se encuentra con un
problema, si el tiempo del mundo es una sucesión de instantes, cómo puede existir un
pasaje de un instante a otro, es decir, todos los instantes se encuentran separados por una
nada. Sartre resuelve esta disyuntiva a través de Descarte, Kant y Bergson, de esta
manera llega a concluir que “la temporalidad es una fuerza disolvente, pero en el seno
de un acto unificador”.
Pero aquí corremos otro peligro, ya que si ponemos en primer lugar la unidad del
tiempo perderemos de vista la sucesión irreversible del tiempo como sentido de esa
unidad. Por el contrario, al considerar en primer lugar el carácter desintegrante de la
temporalidad no podremos comprender la existencia de un tiempo. En una palabra, non
hay ninguna prioridad entre la unidad y la multiplicidad. Sartre plantea que debemos
entender la temporalidad como una unidad que se multiplica, por lo tanto, el tiempo se
conforma en una relación del ser con el mismo ser y no viene dada por ninguna relación
de prioridad. Entonces la temporalidad define al ser mismo que antes y al ser mismo que
es después, la temporalidad sólo puede establecer la infraestructura de un ser que debe
llegar a ser lo que es. De este modo, la temporalidad es el ser del para-sí, por lo que la
temporalidad no es, pero el para-sí se temporaliza existiendo.
Heidegger y Sartre son dos de los más importantes exponentes de la filosofía
existencialista. En ellos podemos encontrar algunos puntos que nos permiten concluir
con este apartado. En primer lugar, la temporalidad es una propiedad esencial del estar-
en-el mundo, esto es una consecuencia de la propia condición del Hombre como un ser
arrojado al mundo. Como segundo punto, como forma de analizar el tiempo, no nos es
posible abordar una división de este, sino que debemos comprenderlo de acuerdo con su
unidad y multiplicidad.
Entonces, ¿Qué es el tiempo? Y ¿Qué es el tiempo existencial?. Sólo podemos decir, no
de una manera definitiva y como una forma bastante aventurada, que es la propia
existencia del Hombre en su estar-en-el-mundo.

Tiempo Histórico
La concepción de tiempo, para estos efectos, es inseparable de la explicación de un
acontecimiento histórico, pero ¿Qué es un acontecimiento histórico?, siguiendo la
explicación de Jaques, se puede inferir que:
"…se trata del cambio, en un objeto, del estado 01 al estado 02 que situamos en el lugar
S1 y luego en S2, en el Tiempo T1 y en el tiempo T2…"
Por lo tanto, el tiempo histórico no es el mismo que el tiempo cronológico. El tiempo de
los historiadores es el que viven los individuos, el de su organización social y
económica. La permanencia o evolución de unas determinadas estructuras en un
espacio, es lo que determina los períodos históricos y su configuración.
Íntimamente relacionada con esta definición aparece la noción de sucesión. En realidad,
un proceso histórico constituye una secuencia ordenada de acontecimientos, es decir,
una serie de cambios que a su vez generan otros cambios.

De la definición anterior se desprende la necesidad del cambio para entender toda


sucesión: para definir un acontecimiento o proceso tenemos que suponer que las cosas
siguen existiendo a partir de una interacción, antes o después de una causa.

Imagen
art
Es precisamente, por la experiencia de cambio y continuidad de las cosas, que se podrá
definir el concepto tiempo. En una primera aproximación, es posible asociar el cambio y
la transformación con el tiempo, cabe mencionar también que estudiosos del tema (por
ejemplo historiadores) no "perciben" ni "observan" el tiempo, sino que lo crean al
intervenir científicamente en el mundo. Pero aunque el “Tiempo” sea inobsérvable, es
fundamental a la hora de configurar la representación del mundo. Es un concepto que
permite explicar toda experiencia, toda acción humana.

De esta forma las categorías de tiempo se derivan de nuestra organización cognitiva del
mundo físico, según las cuales medimos, determinamos y situamos la extensión y
posición de puntos y de objetos.
Así, la historiografía tradicional ha dividido el tiempo pasado en edades. Existen dos
períodos básicos: la Prehistoria, tiempo anterior a los documentos escritos, y la Historia.
La Prehistoria se divide en: Paleolítico y Neolítico. Por su parte la Historia se divide en:
Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea.
También podemos citar a Braudel , quien afirma la multiplicidad de los tiempos
históricos agrupándolos en tres tipos:
• Corta duración. Es el tiempo propio de los acontecimientos, dura la vida de un
hombre.
• Duración media. Es el tiempo de las “coyunturas”, que dura varios decenios.
• Larga duración. El tiempo propio de las “estructuras”, un tiempo que dura siglos, “casi
inmóvil”.

Por ello nos dice:


“Reconstituir con tiempos diferentes y órdenes de hechos diferentes la unidad de la
vida, constituye nuestro oficio y también nuestro tormento; el oficio de nosotros los
historiadores, que junto con los sociólogos, somos los únicos en tener derecho de
mirada sobre todo lo humano” .
También podemos encontrar una alternativa un poco diferente a la división tradicional.
La concepción marxista basada en el materialismo histórico , nos dice que la historia se
divide en modos de producción, los cuales pueden convivir en el tiempo y en distintas
partes del mundo. Pero lejos de establecer unos modos de producción inmutables en el
marxismo se ha discutido cuáles son y cómo se suceden, incluso si todas las sociedades
han de pasar por todos ellos. Los modos de producción básicos son: Tribal, Comunal-
Estatal o Antigua, Feudal y Capitalista.
Imagen
Haymakers Resting
De lo anterior se desprende que la imagen del Tiempo no es unívoca, sino multiforme.
Según Barcelo ,

“El tiempo histórico no es una cosa, no es una escala, sino la experiencia que
historiadores e historiadoras tenemos de la continuidad y la sucesión.”

Pero, quedémonos y veamos en líneas generales la concepción de tiempo de Braudel.


Para él un historiador jamás sale del tiempo de la historia, ese tiempo esta pegado a su
pensamiento, aunque sueñe con escapársele. Para el historiador todo comienza y
termina en el tiempo.

Braudel
Dentro de sus tres concepciones de tiempo, Braudel nos explica que la historia
tradicional esta muy atenta al tiempo breve, al individuo, al acontecimiento, pero afirma
que este es un relato precipitado y de corto aliento, que:

“Con su abusiva humadera, llena la conciencia de los contemporáneos, pero casi no


dura, su flama apenas logra verse” .

De esta manera, afirma que el acontecimiento y por consiguiente, el tiempo corto es por
excelencia el tiempo del cronista o del periodista, pero no necesariamente el tiempo del
historiador, ya que el tiempo corto se encarga de los individuos, de la vida cotidiana (un
crimen, una obra teatral, etc.). Por lo tanto, estos acontecimientos no constituyen toda la
realidad, no constituyen un espesor tal que permita al historiador hacer una reflexión
crítica totalmente seria. Sin embargo, en los últimos cien años se ha trabajado a partir
del tiempo corto.

Luego describe otro tipo de tiempo, el de mediana duración. Este se constituye como un
nuevo modo de relato histórico, el “recitativo de la coyuntura” que propone un tiempo
que se basa en una cantidad de años, por ejemplo una docena años o cuarto de siglo.
Acá el historiador dispone de un tiempo más amplio, a la altura de una explicación mas
seria y en donde claramente se pueden hacer comparaciones.

Por ultimo, habla de la larga duración y la asimila con la palabra “estructura”. En ella
los observadores de lo social entienden una organización, una coherencia, relaciones
entre realidades y grupos sociales, es decir se permite una visión mas amplia que
permitiría una reflexión mas compleja, pero completa a la vez.

“Para nosotros los historiadores, una estructura es sin duda ensambladura, arquitectura,
pero mas que nada, una realidad que el tiempo usa mal y transporta ampliamente.
Algunas estructuras, al vivir largo tiempo, se vuelven elementos estables de una
infinidad de generaciones: abarrotan la historia, la obstruyen: por lo tanto, ordenan su
transcurso””

Es a partir de la larga duración que la investigación histórica a podido generar grandes


logros, por ejemplo comprender las características del capitalismo en Europa
Occidental.

Así la larga duración se presenta, para Braudel, como algo complicado, pero para el
historiador equivale a asumir un cambio de estilo, de actitud, a una esfera distinta y
radical de pensamiento, es decir ver de otra forma lo social. Equivale también a
familiarizarse con un tiempo de marcha lenta, pero que traerá muchos beneficios, ya que
permitirá enfrentarse a la disciplina histórica con otras inquietudes y distintas preguntas.

“Todos los niveles, todos los miles de niveles, todos los miles de estallidos del tiempo
de la historia, se comprenden a partir de esta profundidad, de esta semiinmovilidad;
todo gravita en trona a ella”.
TIEMPO LINEAL
La concepción lineal del tiempo, aparece con el judeo-cristianismo y plantea el fluir de
la historia como una línea siempre ascendente que uniría un estadio ante-histórica
(paraíso original) y un estadio pos-histórico (reino de Dios en la tierra).
La existencia en el paraíso era armónica hasta que el hombre cometió una falta (pecado
original hereditario), por lo que fue expulsado del paraíso y entró en la historia (valle de
lágrimas). Existe no obstante la posibilidad de salvación individual tras la segunda
venida del Mesías a la tierra. Después del juicio final se volverá a la situación original
de paraíso y será el fin de la historia.

Esta visión lineal de la historia afectaría a cada existencia singular, puesto que no
concibe la idea de la reencarnación de las almas, por lo que todo hombre dispone de una
sola vida, comprendida entre el nacimiento y la muerte, y en esa única vida se juega y
edifica su destino.
Vemos entonces, que con la consolidación del cristianismo, la noción de tiempo
experimenta un importante cambio, ya que esta religión niega la posibilidad de un
tiempo cíclico. La pasión, muerte y resurrección de Jesucristo son hechos únicos,
irrepetibles, y dan un sentido a la existencia humana. De esta manera el tiempo aparece
como fundamentalmente lineal y orientado hacia el futuro.
La concepción cristiana del tiempo, en la medida en que está vinculada a la noción de la
Creación y de la venida del Mesías, es fuertemente deudora de la concepción judía,
(como se dijo anteriormente) pero, a su vez, en la medida en que el pensamiento
cristiano se edificó sobre la filosofía griega, expresa esta tensión entre ambas
concepciones del tiempo. En especial, se vincula a la concepción platónica interpretada
religiosamente a través del neoplatonismo, pues el tiempo de los hombres (el de la
historia), depende de la eternidad divina. Toda la historia de la humanidad no es más
que el camino hacia la segunda venida de Cristo, y está jalonada por diversas etapas o
edades del mundo.
Podemos considerar entonces que la concepción cristiana del tiempo es el resultado de
una síntesis entre la concepción judía, la platónica y la aristotélica. En efecto, parece
mantenerse la concepción de una eternidad constituyente del marco en el cual tienen
cabida los acontecimientos de límites definibles en el tiempo, pero sin que ello impida
que esa eternidad sea nuevamente apartada del mundo sensible para constituir un ámbito
trascendente. Tendremos, por tanto, el tiempo del mundo terreno, creado, por un lado, y
el tiempo de Dios, la eternidad, por otro. Llegar a concebir esta eternidad es cuestión de
fe.
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Para referirnos mejor a esta idea lineal del tiempo, tomemos como ejemplo a San
Agustín. Para él un tiempo cíclico es sinónimo de desesperación, solamente un modelo
lineal y progresivo del tiempo puede fundamentar la esperanza, ya que tanto ésta como
la fe se remiten a un futuro, y este no existiría si los tiempos pasados y venideros fuesen
meras etapas de un ciclo. Aborda de nuevo la aporética de un tiempo que es un fue que
ya no es, un ahora que no es, y un será que aún no es, lo que lo pone en contacto con el
planteamiento aristotélico.

Pero, según San Agustín, esta aporética desaparece cuando en lugar de querer entender
el tiempo como algo externo, lo situamos en el alma. Entonces el tiempo es una
distentio - intentio animi. Presente, pasado y futuro están en el alma como visión o
atención, memoria y expectación o espera. El tiempo es una distentio animi en el
pasado, el presente y el futuro, y una intentio hacia la eternidad, que es entendida como
una presencia simultánea, completamente heterogénea al tiempo .
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La historia, nos dice San Agustín, implica en realidad, el entrecruzarse de varias
historias. En primer lugar, y ante todo, pues éste, y no otro, es el proceso radical y
supremamente substantivo, la historia de la Ciudad de Dios, del progresivo formarse de
esa humanidad redimida que constituye la meta última y definitiva del acontecer. En
segundo lugar, y como reverso de la anterior, la historia del pecado, del desgarramiento
de la libertad cuando se aparta de Dios y rechaza su llamada. En tercer lugar, la historia
de los diversos reinos y ciudades terrenas.

Las dos primeras historias son historias místicas, trascendentes, en su substancia, a lo


empírico; se manifiestan, ciertamente, en la realidad concreta, de manera que cabe
detectar su presencia, pero sólo Dios conoce con claridad sus contornos y el hombre
debe esperar al momento definitivo, al juicio final, para poder percibirlos y captarlos
con total exactitud. La tercera es, en cambio, una historia empírica, susceptible de ser
estudiada y analizada por el hombre, que puede, en consecuencia, fijar sus contornos,
trazar sus líneas de desarrollo y, al menos en cierto grado, precisar sus leyes .

La historia culminará, en términos agustinianos, cuando se haya completado la


edificación de la Ciudad de Dios, es decir, cuando se haya realizado esa humanidad
plena que constituía, desde el principio, la finalidad a la que orientaba todas las cosas el
designio divino .

La historia en definitiva para la fe cristiana, es historia de salvación, historia que tiene


su meta más allá de ella misma, pero que desemboca en la eternidad
Para finalizar tomemos como ejemplo, que la idea de tiempo lineal ha sido laicizada por
el marxismo. El paraíso original fue recreado por los socialismos utópicos. El pecado
fue la división del trabajo, que supuso la propiedad privada, la apropiación de los
medios de producción, la dominación del hombre por el hombre, la dominación de unos
por otros y la lucha de clases. De esta manera el hombre entró en la historia, una historia
caracterizada por el conflicto, las relaciones de autoridad, etcétera, y cuyo motor
esencial es como se dijo anteriormente la "lucha de clases".
Sin embargo en cierto momento del devenir histórico, la clase más explotada toma
conciencia de su condición y a partir de entonces se erige en Mesías colectivo de la
humanidad. Desde entonces el hombre puede elegir el "buen camino" y contribuir a la
más rápida culminación de la lucha emprendida. Al fin de los tiempos, tras la "lucha
final", los buenos serán definitivamente separados de los malos. La sociedad sin clases
nos hará volver -con la abundancia como propina- a los felices tiempos del comunismo
original. Las instituciones perecerán y el Estado resultará ya inútil. Será el fin de la
historia.
El liberalismo hoy triunfante también se apropia de este concepto mediante la creencia
en el carácter de progreso continuo desde las cavernas hasta el desarrollismo
mundialista, el hombre debe vencer sus prejuicios propios de atavismos pasados
(pecado original) adaptarse a la selección del mercado (historia) para llegar a un estadio
de paz mundial (fin de la historia) cuando toda la humanidad tenga los mismos valores.

Para resumir la concepción lineal de la historia digamos que dota a esa historia de un
carácter unidimensional, de una necesidad (ineluctable: es impensable que la historia no
se desarrolle aparte todos sus accidentes y contingencias de acuerdo con la «revelación"
que el hombre ha tenido de ella ya sea en la Biblia o en “El capital” de Marx) y de una
finalidad. La historia tiene un sentido en la doble acepción del término: está dotada de
significación y va en cierta dirección.
En esta concepción lineal de la historia, la libertad del hombre se encuentra
estrechamente limitada. El hombre no es libre de hacer de la historia lo que quiera; no le
queda otro remedio que aceptar la revelación que le es hecha por medio de la más alta
autoridad posible dentro del sistema, “Dios” en el esquema judeocristiano y la “ciencia”
en el marxista.

Por otra parte, pasado, presente y futuro son percibidos como radicalmente distintos
entre sí: el pasado (en el seno de la historia) es lo que nunca volverá; el futuro, lo que
aún no ha ocurrido nunca; el presente, un punto de una línea cuyo comienzo y fin nos
sean conocidos aún cuando ignoremos su duración .

TIEMPO CICLICO
Podemos decir que el tiempo cíclico se enmarca dentro de una concepción de tiempo
que da cuenta de una repetición sucesiva de la historia y no de una concepción lineal en
donde no cabe la idea de la repetición, sino la que prima la idea de la continuidad del
tiempo.

Esta concepción cíclica esta presente en el desarrollo de las grandes civilizaciones de


nuestra antigüedad, como además en un sin fin de pueblos ágrafos. Es de esta forma que
en estos pueblos permanecía la creencia de que todo lo vivido ya había sucedido
anteriormente, estos pueblo necesitaban crearse un mito fundacional para auto validar su
existencia y año tras año este mito a través del rito se iba recreando, dando nacimiento a
un nuevo mundo, tras lo cual la vida misma se trasformaba en un eterno retorno del
tiempo, en estructuras que funcionaban principalmente de acuerdo a bases rituales y
religiosas, lo cual hacia de esta concepción cíclica una necesidad. De esta manera
podemos señalar que el tiempo concreto en estos pueblos se proyecta a un tiempo
sagrado, tiempo dado por los mitos y rituales tiempo el cual es de vital importancia para
la permanencia de la especie. Así, el hombre primitivo no hace más que repetir
infinitamente los gestos ejemplares o paradigmáticos y el acceso a la realidad se
adquiere por repetición o participación. Lo que no tiene un modelo ejemplar carece de
realidad. Todo momento vital (alimentación, reproducción, caza, guerra) inserta al
hombre en el tiempo sagrado. El resto del tiempo profano está desprovisto de
significado, es el mero devenir. De tal modo, el hombre primitivo vive un continuo
presente, un presente atemporal en la medida en que solamente repite el acto ejemplar
del arquetipo, es aquí donde se muestra en pleno la utilización de un tiempo cíclico.
Esto lo podemos reafirmar con la obra de Mircea Eliade, “el mito del eterno retorno”, en
donde señala, “el hombre arcaico no conoce ningún acto que no haya sido planteado y
vivido anteriormente por otro, otro que no era un hombre. Lo que el hace, ya se hizo. Su
vida es la repetición interrumpida por gestos inaugurados por otros” , todo mito
fundacional narra la creación del mundo en manos de las deidades creadoras,
representadas casi siempre por los fenómenos celestes y por las fenómenos naturales,
estas deidades le dan orden al mundo destruido y fundan los parámetros de conducta a
seguir por lo cual como plantea Eliade los hombres arcaicos solo repiten algo ya creado
por un arquetipo que en este caso son las deidades creadoras. Año a año concluido el
calendario de siembra, se vuelve a pedir por las cosechas y se vuelve a recrear el mito
creador dando origen al fin del mundo, pero días antes de este fin, surge un periodo de
epifanía en el cual se desordena todo lo creado para luego dar origen al fin del mundo,
donde vuelve a surgir el mito fundador, “toda creación repite el acto cosmogónico por
excelencia: la creación del mundo” , todo esto a través de una estructura de ritos que
varia de cultura en cultura, pero que sin embargo todas presentan la misma esencia, la
del “tiempo cíclico”, “debemos hacer todo lo que los dioses hicieron al principio, así
hicieron los dioses; así hacen los hombres. Este adagio Hindú resume toda la teoría
subyacente en los ritos de todos los países” . Tal es el caso de grandes civilizaciones
como la Maya que funcionaban con estructuras complejas que denotaban la
característica cíclica del tiempo, como lo eran sus calendarios, El calendario maya
cuenta el tiempo desde el 21 de agosto del 3114 a.C., y detendrá el conteo el 21 de
diciembre de 2012 d.C., terminando así su ciclo de tiempo e inmediatamente
comenzando uno nuevo; lo que ha provocado que surjan supersticiones que pronostican
el Fin del Mundo en el 2012 y el surgimiento de una nueva era, el calendario maya es
cíclico, porque se vuelve a repetir la cuenta de las mismas fechas y mismas series de
años y por otro lado en culturas de características mas triviales como perfectamente
podría ser la cultura Mapuche, vemos como un simple fin de siembra marca el fin e
inicio de un nuevo mundo.

Como vemos desde la antigüedad se ha pensado en el tiempo como cíclico, Platón fue
un filosofo de un pensamiento sobre el tiempo cíclico, citado en varias oportunidades
por Eliade, Platón piensa que se debe abolir el tiempo profano del cual hablábamos
anteriormente para de esta forma, proyectar toda realización humana en un tiempo
mítico, tiempo el cual se valida en base a la repetición de los arquetipos. El “Timeo” es
uno de los últimos diálogos de Platón y está dedicado a exponer una cosmología donde
aparece su concepción del tiempo cíclico, señala que el tiempo es una imitación
imperfecta de la eternidad, que se revela en la perdurabilidad y el orden, el tiempo es
posible en definitiva gracias a los ciclos naturales que se repiten una y otra vez, “para
que el tiempo naciera se engendraron el sol, la luna y los otros cinco astros que se
denominan errantes, para la delimitación y vigilancia de los números del tiempo” , aquí
queda de manifiesto la dependencia del tiempo a aquello que es ciclico, que en
definitiva le da al tiempo su legitimidad.

En Paúl Ricoeur, encontramos presente al tiempo cíclico como “repetición” en su


relación con la narración. En la narración sobre todo de eventos ficticios se tiende a dar
por sentado una concepción lineal de sucesos transcurridos en el tiempo, pero Ricoeur
nos muestra que tal concepción de tiempo pierde su validez en cuanto la repetición
como parte del tiempo cíclico juega un rol importante dentro de la narración. Una
narración que esta en directa relación con el concepto de temporalidad, ya que la
narración es la expresión misma del lenguaje y el lenguaje a su vez tiene como referente
ultimo a la temporalidad. Dentro de la narración histórica seria egoísta pensar es una
sola concepción lineal de tiempo, ya que la narración es un juego entre pasado, presente
y futuro en donde no existe rigidez, ¿acaso la narración solo considera elementos que
nos muevan solo en una dirección lineal de temporalidad?, la respuesta a esto la
encontramos en Ricoeur, “el arte de contar no se limita, quizás, a preservar la intra-
temporalidad, modo de estar de estar nivelada con el tiempo medido, anónimo y
cosificado, sino que este arte estimula el movimiento de regreso hacia la temporalidad
fundamental y, antes que nada, hacia la historia como repetición” , esta repetición el
autor la llama “repetición narrativa”, en donde el tiempo no se lee en una sola dirección,
sino que se puede leer el apogeo de la historia en el comienzo, como el génesis de la
historia en el final, entonces esta narración ayudada por la memoria repite los
acontecimientos que escapa al orden lineal que es de principio a fin.
He intentado presentar distintas concepciones de tiempo cíclico, desde la propia de
pueblos arcaicos y de grandes civilizaciones que se han desarrollado en nuestro planeta,
como también concepciones filosóficas clásicas como la de Platón, como a la vez
concepciones de tiempo cíclico más contemporáneas como la de Ricoeur. En definitiva
el tiempo cíclico responde a una visión de mundo determinada que rompe con los
esquemas temporales occidentales en los cuales nos manejamos hoy en día, que es de un
tiempo “lineal”, cabe destacar que aun hoy en día subsisten cosmovisiones que radicar
en este tiempo “ciclito”, cosmovisiones que al entrar en el juego de la occidentalización,
quizás queden en un mero recuerdo del pasado.

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