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¿Tienes un alumno con autismo?

Entonces debes leer esto


autismodiario.org/2016/10/01/alumno-autismo-debes-leer/

Daniel Comin 1/10/2016

El futuro de un país se decide en la educación infantil y primaria, es la base de una sociedad. Aquellos que han
decidido ser docentes han de ser conscientes de ese reto inmenso.

Un desafío humano y profesional que deberá luchar sobre todo contra un sistema educativo mal diseñado, lleno de
objetivos absurdos. Un sistema que se va a empeñar en que los alumnos acaben sus estudios con mala
comprensión lectora, con faltas de ortografía, sin haber aprendido a tener pensamiento crítico, a poder ser con
unos valores incorrectos, pero sobre todo, que esos alumnos acaben sus estudios siendo ciudadanos obedientes y
sin creatividad. A este inmenso desafío se enfrentan los docentes. Y es que como una vez dijo un sabio, los niños
aprenden a pesar de la escuela.

Como en todas las profesiones, habrá buenos y malos, esto es obvio, pero lo importante es que los buenos sean
más. Hace un tiempo conocí a un maestro de primaria que me dijo: “Yo acabé de maestro porque, como fui mal
estudiante, no había otra carrera que me admitiera. Sencillamente me hice maestro porque era fácil, o eso pensaba
yo. Pero al poco tiempo descubrí que enseñar es la cosa más alucinante que me podía pasar. Descubrí que ser
capaz de influir en las mentes de esos niños, de motivarlos, era algo mágico. Tuve una vocación sobrevenida, mi
vida es fantástica, y eso se lo debo a todo lo que mis alumnos son capaces de enseñarme a mi cada día”. Este
maestro descubrió una pasión que tenía oculta, quizá la que el propio sistema se había empeñado en quitarle.
Afortunadamente, y al igual que miles y miles de docentes, se siente afortunado por tener una profesión tan
apasionante y difícil a la vez. Pero antes de seguir, quiero que dediquen los próximo 7 minutos y medio a ver el
siguiente vídeo (En inglés con subtítulos en español).

Y si enseñar a niños de infantil y primaria es un reto, si su alumno tiene autismo, vaya preparándose, es quizá un
reto mayor, ya que le obligará a usted a ser, sin lugar a dudas, la/el mejor maestra/o del planeta. Si realmente
desea ese mérito, puede hacerlo. Ahora bien, no es fácil, no es rápido, puede ser muy frustrante y agotador, le
obligará a trabajar 4 veces más, y deberá estudiar cosas de las que nunca oyó hablar antes. Y cuando vea que su
alumno con autismo empieza a superar sus dificultades, cuando vea que su alumno con autismo avanza en esas
competencias curriculares (muchas veces absurdas), cuando vea eso, empezará a descubrir que todo lo que
aprendió durante ese difícil recorrido, no solo mereció al pena, se preguntará ¡por qué no se lo enseñaron antes!

Pero además descubrirá técnicas educativas que, aplicadas al resto de niños, aumentarán la capacidad de
aprendizaje de todos, sin excepción. Descubrirá que haciendo las cosas de otra forma, obtendrá resultados
diferentes. Créame cuando le digo que será el mejor aprendizaje de su vida, sí, ese niño con autismo al que todos
suspendieron de antemano, del que nadie esperaba mucho, ese al que había que enseñar aparte.

Hemos escrito mucho sobre educación en Autismo Diario, sobre alumnos con autismo de alto funcionamiento,
sobre qué cosas explicar a un/a maestra/o sobre el autismo, sobre cómo entender a un alumno con autismo ,
incluso de cómo usar el arte para mejorar la lectoescritura, realmente hemos escrito bastante sobre educación.
Pero no podemos escribir sobre la pasión, o incluso sobre la pérdida de la misma. Sabemos que el sistema ayuda
mucho a sentirse frustrado, o solo, o sin la motivación suficiente. Pero ya sabe, es en la adversidad donde damos
lo mejor de nosotros mismos.

Pero tal y como dice Rita Pierson en su charla, encontrará en su carrera a niños que no le gusten, afortunadamente
nadie lo notará, seguramente el peor de los niños que usted conozca siempre será mil veces mejor que cualquier
diseñador público de planes educativos. Sí, esos tipos que le amargan la vida y le complican el trabajo. Son esas
personas que crean modelos exclusivos para niños con autismo, son quienes deciden que nada mejor que enseñar
a parte, eso sí, les enseñaremos aparte pero en el mismo colegio, así crearán la falsa sensación de que a ese niño
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se le permite ir al mismo colegio que a los demás. Aunque usted, estimado docente y yo sabemos que esto no es
cierto. Cuando un niño, por motivo de dictámenes técnicos que -por supuesto- persiguen el interés del menor,
acaba en un aula específica, siguiendo planes específicos, con materias específicas y adaptaciones curriculares
específicas, se acaba convirtiendo en un niño específico, siendo más específico que niño. Toda esta especificidad
está encaminada a dejar claro que el niño NO PUEDE. Y el niño no puede porque el sistema está convencido de
que usted, docente, NO PUEDE. Y de un plumazo, alumno y docente se convierten en satélites del sistema,
incapaces de decidir sus propias órbitas.

Sí, ya sé que el sistema está así montado, ya sé que es muy difícil cambiar las cosas, ya sé que en algunos
colegios sus compañeras y compañeros, al igual que el propio sistema, se pondrán en su contra cuando intente
dejar claro que usted SÍ PUEDE, y que su alumno TAMBIÉN PUEDE. Esto lo tengo claro. Pero la verdad, esa que
tanto yo como usted sabemos, es que SE PUEDE. Lo único que necesitamos es esa pizca de rebeldía, de arrojo,
incluso de locura, para ir contra el sistema, que generalmente nos gana por miedo. De ahí la importancia de tener
ese toque de locura, ya sabe lo que dicen por ahí: ¡Ojo a los locos, que son capaces de hacer lo que dicen!

No vea al alumno con autismo como algo diferente, sino como un alumno del cual va a aprender más que de los
demás, y que gracias a todo lo que va a aprender, usted será sin duda, mejor docente.

Necesitará caerle bien, pero caer bien no es ser condescendiente, no es dejar hacer, no es tratarlo mejor que a los
demás. Caer bien implica entender, tener empatía, implica ser humilde, decir lo siento me equivoqué, implica
conectar por dentro. Si usted le cae bien a sus alumnos, ellos le devolverán más de lo que espera, y en el caso del
niño con autismo también. Jamás cuestione al niño que no aprende, cuestione cómo le enseña.

Si usted siente pasión por su trabajo, si cree que parte del futuro de su país tiene que ver en cómo hace las cosas,
no lo dude, no tenga miedo al autismo, sienta la necesidad de saber, en la misma medida que sus propios
alumnos. Si usted es capaz de sentir lo que sus niños sienten, en ese momento descubrirá que un alumno con
autismo es solo un alumno. A usted le pagan (generalmente mal) no por dar una clase, le pagan por crear futuros. Y
recuerde, la educación no es un lugar, no son cuatro paredes, la educación es enseñar a vivir.

Reproductor de vídeo
https://autismodiario.org/wp-content/uploads/2016/10/juicio-a-la-educacion.mp4
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