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Por qué dar a leer obras literarias para enseñar en la carrera de Derecho

MARISA SOTO ROSALES1

PRIMERA LLAMADA

Donación del pensamiento

Vivimos en una época que no permite las acciones gratuitas. No hay forma de concluir si
esto es bueno o malo. Podemos, sí, entrar en discusiones, pero debemos aceptar de
antemano que con ellas no lograremos consenso, sino conocer y aportar argumentos,
teorías, técnicas didácticas y (¿por qué no?) abonar a la manifestación de una filosofía
de la enseñanza del Derecho, cuya corriente humanística se referencie con bases
literarias y cuya argumentación lingüística provenga de poética y narrativa o bien con los
análisis que de la literatura se han formulado desde hace siglos; asimismo, una filosofía de
la enseñanza de la literatura en escenarios no solo jurídicos, sino de las tres licenciaturas
que conforman nuestra Facultad; por último, y extensiva a cada facultad de esta, nuestra
Alma Máter, una filosofía de vida profesional que se nutre con literatura.

SEGUNDA LLAMADA

Donación del ejercicio

Sí, vivimos en una época que detesta el esfuerzo gratuito; sin embargo, hacer algo, estar
ocupado, entretenido, provoca el cansancio que convierte en un deleite el descanso.
Solaz donde se aquilatan los resultados, se recuerdan los procesos y, muy importante, se
siente… se vive la satisfacción. La satisfacción auténtica tiene como ingrediente
indispensable el esfuerzo y la conclusión de la tarea; en un mundo que ha olvidado algo
tan básico de la conducta de nuestra especie, se cree que es mejor obtener más con
menos. Claro, esto funciona en el mercado, pero no en la experiencia de ser quien cada
persona es. En este sentido, la literatura placentera (no por ello fácil), coadyuva a
reencontrar el sentido humano, que se empeña en desentrañar los misterios y las
implicaciones en una trama literaria. Devuelve a los estudiantes ese don humano (de
primate juguetón y alegre) que tuvo de niño, cuando no quería parar de hacer cosas
(travesuras, dibujos, peroratas…) le regresa ese poder activo, ese dinamismo. Lo saca de
la inmovilidad que es indefensión.

TERCERA LLAMADA

Donación de la hidalguía

1
Licenciada en Lenguas Modernas, Modalidad Español. Docente de la Licenciatura en Ciencias de la
Seguridad de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro.
Esta es la época en que construimos, con verbalizaciones poco razonadas, la ambición
desmedida. Se desea lascivamente la posesión del bien, aunque sobra decir que no hay
bienes suficientes para satisfacer la ambición lasciva de todos; allí está el opérculo por
donde supura el mal de la civilización: pus formado por los problemas que han dado al
traste con la paz. ¿Y para qué poetas en tiempos de penuria (para qué libritos ahora que
la violencia y la corrupción nos ahogan)? Pregunta Hölderlin2 y Heidegger contesta: “Esa
época de la noche del mundo es el tiempo de penuria, porque, efectivamente, cada vez
se torna más indigente. Con dicha falta, el mundo ha quedado privado del fundamento
que él mismo funda”3. Para devolvérselo, la literatura inyecta hidalguía en las venas de los
estudiantes, para abrir el panorama de su visión en busca de la realización que no exige
simples bienes, sino bien de todos. Acometerán sus estudios y luego ejercerán con
inteligencia, audacia y justicia.

COMENZAMOS

PRIMER ACTO Lo gratuito

Propósitos

Que el estudiante logre su emancipación como aprendiz. Enseñar a leer es educar en la


libertad y la autorregulación de las responsabilidades.

Que el estudiante consiga desarrollar un organismo lector: concentración profunda por


más tiempo, cuidado de los ojos, adquisición de la postura adecuada para lecturas
largas. Este propósito se consigue mediante consejos, toda vez que surjan quejas sobre el
ejercicio. Es intencional que cada estudiante desarrolle sus propias estrategias de
optimización de los recursos corporales, pues cada uno posee distintas historias y habita
distintos ambientes donde lee.

Que el estudiante desarrolle gusto por la literatura. Para ello, las cuentas que se pidan de
la lectura deben comenzar por ser orgánicas, en una charla amena que no observe más
administración de clase que la asistencia y la participación, dejando en claro que en esas
sesiones no existen parámetros para poder considerar cosa alguna como correcta o
incorrecta. Antes que el reporte o la ficha de lectura se facilita el placer de leer literatura.

Aprendizajes esperados

El encuentro consigo mismo, la identificación de problemas (y soluciones) de la vida


personal y la catarsis, tal vez la más grande y perfecta de las razones por las cuales leer en
la universidad y en cualquier lugar.

2
En su Elegía “Pan y Vino”
33
En “Caminos del bosque”
La belleza, ese entramado espiritual que relaciona la vida del lector, las artes, los anhelos
el reposo mental en la contemplación, el enriquecimiento del silencio, el acceso
razonado a la vida interior para cultivarla como un jardín.

SEGUNDOACTO Lo formal

Propósitos

Que el estudiante logre establecer un modo de trabajo (rutina, técnica, metodología)


que optimice sus esfuerzos4.

Que el estudiante consiga desarrollar un estilo de la interpretación del Derecho. Este


propósito se consigue mediante ejercicios para encontrar una técnica (que entre los
participantes presenta pequeñas variantes, si es que en verdad estamos promoviendo
aprendizaje divergente que no es otra cosa que facilitar el edukare: que surja el que hay
en el interior)

Que el estudiante desarrolle inquietudes por las ciencias del lenguaje relacionadas con la
interpretación. Para ello, las fichas de lectura deben estar diseñadas para la organización
y capitalización de saberes del estudiante y no como mero instrumento de fiscalización
del profesor5.

Aprendizajes esperados

El encuentro con el potencial de sí. Cada lector que estimulamos a serlo resulta una
persona más apta para desprenderse de los colectivos: imaginarios, mitos y presupuestos,
para convertirse en la versión más fortalecida de su ser individual.

El orden; una forma de ser mesurada e incansable que ha dejado atrás la pueril
comodidad y acomete, con disciplina y voluntad las encomiendas del intelecto;
conociendo los atajos, mas, recorriendo por principio ético todos los caminos del bosque.

Los estudiantes deben crear su estilo y normas de interpretación bajo la estricta vigilancia
y guía del docente. Su originalidad no puede estar exenta de rigor y vinculación a la
hermenéutica y la semiótica.

TERCER ACTO Lo académico

Propósitos

4
Toda vez que haya adquirido gusto por esforzarse y haya encontrado el sentido del esfuerzo, está maduro
para crear modos de trabajo.
5
Es mucha la energía que el docente pierde en este vigilar y castigar; energía que se precisa en las áreas de
análisis de la producción del principiante y de guía del yo-intérprete/yo-descubridor/ que forjamos en el
lector literario.
Que el estudiante logre la integración de saberes en la comparación de un texto literario
y uno jurídico. Para ello, se ofrece un dossier de lecturas literarias y jurídicas intercaladas,
donde previamente el docente haya identificado el fenómeno del Derecho que ha de
mostrar al estudiantado. Se marca, mediante el trazo del análisis literario, el asunto similar
al que se ha de resaltar en el jurídico y se conducen los objetivos de lectura desde la clase
y se revisan en las fichas o reportes de lectura.

Que el estudiante compruebe que el sistema de interpretación que conoció desde niño
es aplicable a su vida profesional. Solo se necesita sistematizar los procesos, darle nombre
a las fases de esos procesos y razón argumentada a cada elección de paso en cada una
de esas fases.

Aprendizajes esperados

El encuentro con la literatura como aliada en el campo profesional. La mente del futuro
abogado se habrá adaptado a la función interpretativa propia del Derecho entrenando
y desarrollando esta habilidad en la lectura literaria.

Esta es la razón por la cual resulta positivo y apropiado utilizar obras dramáticas, poemas,
cuentos y novelas en la enseñanza del Derecho.

ABAJO EL TELÓN

Es oportuno aclarar que seleccioné propósitos y aprendizajes esperados para esta


propuesta genérica, debido a que con ello, más que con el cronograma o la descripción
de la unidad didáctica, se aprecia el tejido superficial y las entretelas de la filosofía de la
educación que practico6.

6
Coincidentemente, filosofía que armoniza mi formación docente con la técnica de actuación de Konstantin
Stanislavski conocida como el Método ("método de las acciones físicas") donde el actor experimenta las
emociones similares del personaje interpretado, y en este caso, mis estudiantes y el rol previsto y
controlado en las clases; hago el papel de director de la puesta. Igual que en “El Método” se estimula la
respuesta inmediata, la reproducción de emociones conocidas, la claridad en la emisión verbal, la memoria
de los cinco sentidos del ser humano, un primate, un animal que recuerda, asocia, simula, siente, expresa:
actúa “como si”. Es totalmente orgánica. Esto no significa la renuncia del intelecto sino la integración de
cada parte del organismo: el cuerpo entero, cerebro incluido; las intenciones, anhelos, experiencias. Ser
humano en todas sus dimensiones.

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