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ENSAYO

AFRODITA ARQUETIPO DEL AMOR

POR

CLAUDIO ANDERSEN LUIS

 
CURSO: MITOLOGÍA GRIEGA

PROFESORA: MARGARITA OVALLE V.

DICIEMBRE 2014

PROGRAMA MAGISTER EN HUMANIDADES

RED CULTURAL

UNIVERSIDAD FINIS TERRAE

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AFRODITA ARQUETIPO DEL AMOR

INTRODUCCIÓN

La primera vez que apareció Afrodita en mi subconsciente, fue en mi juventud, cuando


visitando la Galería Uffizi en Florencia, Italia, pasando de una sala a la siguiente, me
encuentro frente a un cuadro que al verlo por primera vez, me deja absorto, impresionado,
casi paralizado, no tanto por la pintura misma que refleja la maestría de Sandro Botticelli en
su pintura, sino por la belleza de la mujer que aflora de la concha marina, donde sus
hermosos ojos y mirada llegaron al fondo de mi corazón.
Busqué en forma inconsciente sin pensarlo, ni saberlo, durante mucho tiempo esos ojos y
esa mirada, cada vez que alguna mujer atravesaba mi camino, hasta que un día volvieron
aparecer en otro encuentro sorpresivo, esta vez en forma real, produciéndose una
transformación inmediata en mi vida, donde volvía a renacer esa Venus dormida que existía
en mi interior.
Desde ese mismo momento toda mi vida cambió, nada podía impedir este encuentro y todo
lo demás no tenía significado, había llegado a mi vida el amor verdadero, en ese instante lo

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demás quedaba en el pasado, todo lo construido hasta ese momento perdía todo valor, esos
ojos y esa mirada me cautivaron para toda la vida.
Al tomar el presente curso sobre mitología griega, en proyección a la obtención de un grado
Académico en Humanidades, no esperaba encontrarme nuevamente con la presencia de
Afrodita, haciéndome recordar la mas importante etapa de mi vida, donde me encontré con
mi interioridad verdadera, por ello no he dudado de escoger este tema para este trabajo, ya
que representa una fuerte motivación, en descubrir los orígenes de su mitología.

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ARGUMENTACIÓN

Primeramente volviendo al cuadro de Botticelli, que expresa fielmente en forma simbólica


este episodio mítico, y que gráficamente es más fácil de interpretar.
Tomando como base un análisis acabado que hace la comentarista de arte Marisol Román1,
podemos apreciar a la diosa Venus o Afrodita para el mundo griego, transportada sobre las
aguas en una concha gigantesca. Afrodita se encuentra en el centro, vemos a la izquierda
una pareja formada por Céfiro y su consorte Cloris, y a la derecha la Hora Primavera.
Céfiro representa el viento del oeste, él es hijo de la diosa Aurora ( Eos ) y Astreo. El soplo
de Céfiro representa la suave brisa de la primavera que impulsa la concha con Afrodita
hacia la orilla, el fuerte soplo de Céfiro dibujado en líneas blancas bien marcadas hace
levantar el pelo de Venus, incluso llega hasta la túnica roja que trae la Hora Primavera para
colocar sobre los hombros de Venus al recibirla.
Cloris, era la Ninfa de la Brisa que fue secuestrada por Céfiro en el jardín de las
Hespérides, enamorándose de ella y haciéndola su esposa; con ello la ninfa subió su rango a
diosa representando el perpetuo dominio sobre las flores, por eso vemos que con su soplo
también llegan las rosas representadas en la pintura, ya que de acuerdo a la mitología, la
rosa fue creada al mismo tiempo que el nacimiento de Afrodita. La rosa con su exquisita
fragancia y belleza, es también el símbolo del amor y sus espinas hacen recordar que el
amor puede ser doloroso si no se sabe tomar con delicadeza y cuidado.
Una de las Horas hijas de Zeus y Temis sería la diosa Primavera que significa la estación
del renacer, y las flores representadas en su ropaje, también la identifican como tal. Ella era
una de las tres gracias, que fueron las tradicionales compañeras de Venus, en su vestimenta
se representan los símbolos de Venus, traje blanco de la pureza bordados de acianos (flores
primaverales), un cinturón de rosas rodea su cintura (la flor de Venus), y en su cuello lleva
una guirnalda de mirto ( planta de Venus), y la túnica roja bordada de rosas para recibirla.
El nacimiento de Venus (Afrodita), representa el alma en el camino de la encarnación de
los reinos espirituales. Venus sobre la concha, representa el acto mismo de la encarnación y
esperar ser cubierta por la diosa Primavera con la túnica roja, simboliza que obtendrá un
cuerpo material.
                                                                                                               
1  http://marisolroman.com/2012/03/03/el-nacimiento-de-venus-1485/

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Respecto a la concha, siempre ha sido considerada como símbolo de fertilidad femenina, el
dorso de la cáscara se asemeja al vientre de embarazada, y la parte interior de la misma, se
asemeja al sexo femenino. La concha, como símbolo de Afrodita, significa el renacer de
una persona, se puede ver también como una superación del egoísmo o egocentrismo para
dar paso al auténtico yo, sencillo y humilde, lo que en buenas cuentas es “ el amor”.

El nacimiento de Afrodita en una concha ilustra el lazo místico entre la diosa y su principio,
pues éste símbolo del nacimiento y de la regeneración era lo que inspiraba la función ritual
de las conchas. Las ceremonias de iniciación implican una muerte y una resurrección
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simbólica, por lo tanto las conchas pueden significar un acto de nacimiento espiritual.

Finalmente una observación de la Venus misma representada en la tela, nos muestra unos
ojos soñadores y tímidos que miran hacia el vacío, su mente parece estar en otra parte como
recordando algún lugar lejano de donde proviene. Está completamente desnuda porque
acaba de nacer, como diosa y adulta a la vez, y por ser sobrenatural, nada puede lastimarla,
como lo haría el frío o alguna otra cosa que afecte a los humanos.
Botticelli quiso mostrarnos en la expresión soñadora de Venus, que no basta con reconocer
su hermosura, sino también tenemos que entender que su belleza viene de otro mundo, un
mundo que no podemos conocer o entender, donde todo debe ser perfecto como lo es ella
en este cuadro.
Según frase del mismo Karl Kerényi 3este cuadro tiene tanta mitología viva como el himno
homérico dedicado a Afrodita, aunque se debe considerar que el nombre de nacimiento de
Venus es poco apropiado para el cuadro, ya que según el himno Homérico representa la
llegada de Afrodita a Chipre.
Por otra parte, Kerényi, también argumenta, que tanto el himno Homérico como el cuadro
de Botticelli, no considera lo rudo y conmovedor de su origen, apartándose de la mitología
titánica de sus antiguos comienzos, cuando Cronos en rivalidad con su padre Urano mutila
sus viriles atributos para arrojarlos al mar, y de donde emergería Afrodita, como resultado
de esa procreación entre el seno materno del agua y la fertilidad de Urano. Así según
                                                                                                               
2  Mircea Eliade “El simbolismo de las conchas” extraído de Síntesis ideas claves autores citados… de
Margarita Ovalle
3  C.G. Jung, Karl Kerényi , “Introducción a la Esencia de la Mitología”, Ed. Ciruela, Madrid, pp. 129-130

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Hesíodo, la niña nace de la blanca espuma, y por ello su nombre que se deriva de la palabra
griega “Afro” (αφροç), que significa “espuma”. Hesíodo confirma la veracidad de esta
interpretación basado en un cuadro mitológico más antiguo, en el cual se representa la
imagen de Anadiómena, que es la diosa que emerge de las olas. Este antiguo cuadro al que
hacemos referencia, fue realizado por Apeles, inspirado en Friné, una hetaira o mujer de
compañía, famosa en Grecia por su gran belleza, siendo elegida también por el escultor
Praxíteles, como modelo para sus esculturas femeninas. Se cuenta que Friné fue sometida a
juicio por hacer representaciones privadas, simulando ser sacerdotisa de Afrodita,
ofendiendo de esa manera según los jueces a los dioses. En el juicio cuando le pidieron que
explicara las razones de su comportamiento, ella sin decir palabra alguna se quitó la túnica
mostrando toda su desnudez, y con ello mostró el mejor argumento posible en su defensa,
los jueces no pudieron mas que declararla inocente de un delito que pocos años antes le
costó la vida al mismo Sócrates.
A finales del siglo V a.C. los filósofos hicieron una separación de Afrodita en dos diosas
diferentes, una Afrodita Urania nacida de la espuma, producto de la castración de Urano
por Cronos, y otra Afrodita Pandemos, que sería la Afrodita común “de todo el pueblo”,
nacida de la unión de Zeus con Dione, como lo relata Homero en el libro V de la Ilíada,
siendo Dione, la diosa oracular en Dódona, su nombre Dione significa “diosa” y también es
un equivalente a Gea la diosa “Madre Tierra”. Afrodita Urania figura como la Afrodita
celestial, representando el amor del cuerpo y el alma, mientras que la Afrodita Pandemos,
representa solo el amor físico carnal. Por esto según Platón Afrodita es dos diosas, la vieja
procedente de Urano y la joven de Zeus.
El principal centro de adoración de Afrodita estuvo en Pafos al suroeste de Chipre, donde
esta diosa del deseo, también había sido adorada desde tiempos remotos, como Ishtar y
Atarté . También algunos autores consideran que Afrodita pudo haber sido hija de Talasa la
diosa primordial del mar , y personificada como mar Mediterráneo, puesto que al caer los
genitales de Urano al mar se unieron para dar vida a Afrodita.
Así como la suave espuma que transporta a Afrodita, es un símbolo de su nacimiento,
según el himno Homérico, en sus orígenes, la concha proviene de diversas
representaciones, como si Afrodita hubiese crecido dentro de ella , eso si, una concha de
tipo diferente a la que se representa en la obra de Botticelli. La concha representa en

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general la expresión de la relación de Afrodita con su esencia húmeda. En la obra de
Botticelli, nos indica que la concha forma parte de ella misma, y en el caso de Afrodita
Anadiómena, ésta, la deja tras de si, llevada por los vientos y recibida por la diosa Tierra,
vestida de vivos colores. Es a esta diosa a la que hay que evocar si se quiere comprender a
las diosas de los griegos, ella es quien se encuentra más cerca del origen.
El arquetipo de Afrodita es el amor, porque Afrodita lleva el amor consigo según Kerényi

“ …la gran diosa es la razón cósmica y convierte la idea evidente de sus obras en posibles e
imperiosas. Cuando Afrodita se convierte en una realidad psíquica, el amor es una
evidencia ineludible”. 4

Afrodita es una Core, es decir una doncella divina, como lo son Perséfone, Hécate,
Artemisa, Atenea, quienes son destacadas en el orden olímpico, desplazando incluso a las
grandes diosas madres de las épocas anteriores, así por ejemplo Palas Atenea es más
reconocida en el mundo griego que la propia diosa Hera que tiene el poder junto a Zeus,
llegando incluso a ser venerada como “Atenea Madre”, en los estados de Ática, siendo ella
solo Core y Partenos o sea doncella y virgen.
La idea de doncella divina, como destino femenino, se les apareció a los griegos como una
idea de gemación o brote en flor, de allí se origina el nombre de “Core”. La diosa Core,
tiene la facultad de desarrollarse y formar un universo singular convirtiendo en algo
perceptible una idea mitológica original como en una gemación o brote, de modo que
debemos capturar la estructura escondida en ese “abismo nuclear”, sin perder la imagen de
Anadiomena, que sería la garantía de la fidelidad de nuestro entendimiento, cuando esa
estructura espiritual, tal y como la concebimos, permanece conciliable con la imagen de esa
diosa, como lo expresa textualmente Karl Kerényi. 5

El hecho de nacer del agua también es un punto importante de considerar, el agua como
principio de vida, también el agua representa los sentimientos y el alma, el inconsciente
mismo de donde surge el amor y la sensualidad. Afrodita aparece como mujer adulta,

                                                                                                               
4  C.G. Jung, Karl Kerényi , “Introducción a la Esencia de la Mitología”, Ed. Ciruela, Madrid, p.142
5  C.G. Jung, Karl Kerényi , “Introducción a la Esencia de la Mitología”, Ed. Ciruela, Madrid, p. 133

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directa para amar, inesperadamente, bruscamente, no en forma gradual sino cuántica, por
ello simboliza tan perfectamente la forma como aparece el amor en nosotros mismos.
Afrodita, apenas surgida de la espuma marina, los Céfiros la llevaron primero a Cítera, y
luego a las costas cercanas de Chipre, que son sus regiones predilectas, y donde se
encuentran sus santuarios célebres. En Chipre fue recibida por las Horas o Gracias que
representan “las Estaciones”, quienes la vistieron y engalanaron conduciéndola a la morada
de los Inmortales.
Las leyendas sobre Afrodita, reúnen elementos muy diversos, por ello es necesario conocer
algunas de sus facetas para formarse una idea global sobre su importancia en la mitología
griega6.
Uno de sus episodios más conocido es su relación con Hefestos, quien era hijo de la diosa
Hera con Zeus, aunque otras versiones dicen haberlo traído al mundo ella sola sin la
intervención de ningún principio masculino, por despecho del nacimiento de Atenea, que
fue nacida de la cabeza de Zeus. Según la Ilíada cuando Hera se peleaba con Zeus a causa
de Heracles, Hefestos salió en defensa de su madre, entonces Zeus enojado lo agarra de su
pie lanzándolo desde lo alto de Olimpo, cayendo éste en la isla de Lemnos, desfalleciente,
pero como era inmortal, sobrevivió, sufriendo como consecuencia de quedar cojo para
siempre. La leyenda nos presenta a Hefestos como un artesano divino siempre dispuesto a
ejecutar un trabajo con la ayuda de los Cíclopes forjadores, así fabricaba joyas y armas
encargados por los dioses.
Aunque deforme por su cojera y fealdad, era amante de la belleza y siempre se unió a
mujeres de gran belleza, como Cárite conocida como la Gracia por excelencia, Aglae,
también la más joven de las Cárites, por eso mismo se interesó en la más bella de todas,
Afrodita. Aquí la leyenda tiene dos versiones, una que Zeus por temor a que Afrodita por su
belleza fuera causa de disputa entre los dioses, la ofreció en matrimonio a un malhumorado
dios del fuego y de la fragua, Hefestos. La otra versión, cuenta que Hera lo arrojó del
Olimpo por feo y deforme, pero Hefestos se vengó de ella, al fabricarle un trono magnífico,
que ella al usarlo la atrapó, entonces Hefestos exigió a cambio de su liberación la mano de
Afrodita.

                                                                                                               
6  Pierre Grimal, “ La mitología griega”, Ediciones Paidós Ibérica, 1989, pp.48-53

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Esta unión con Hefestos duró muy poco porque Afrodita no tardo mucho tiempo en
enamorarse de Ares, dios de la guerra y hermano de Hefestos. Helio el dios Sol que todo lo
ve, informó rápidamente a Hefestos del adulterio de Afrodita, éste no dijo nada pero
preparó una red invisible que tendió alrededor del lecho de su esposa, para cerrarla cuando
ambos amantes estuvieron nuevamente juntos. Hefestos convocó a todos los dioses para
que vieran este espectáculo, avergonzándolos públicamente, siendo así risa de todos.
De la unión ilícita de Afrodita y Ares, nacieron dos hijos, Eros y Anteros cuyos arquetipos
son el amor, y el amor recíproco, representados generalmente en el arte, por formas
infantiles como ángeles alados. La pintura de Pompeya ha popularizado, el amor castigado,
el amor herido, donde Eros aparece como un niño travieso, junto a una Afrodita maternal.7
Otro mito clásico de Afrodita son sus amores con Adonis, el cual nos señala al mismo
tiempo el origen de algunos cultos relacionados con la diosa.
La leyenda cuenta que el rey de Siria, llamado Tías, tenía una hija llamada Esmirna o
Mirra, la madre de Mirra tuvo la mala idea de afirmar que su hija era más bella que la
afamada Afrodita, esta afirmación, provocó la cólera de la diosa, y en venganza de ello
Afrodita, castiga a Mirra haciéndola sentir una fuerte lujuria hacia su padre. Con la ayuda
de su nodriza, Mirra se introduce en la alcoba de su padre disfrazada de prostituta
uniéndose a él durante doce noches. En la última noche Tías descubre el engaño, y persigue
a Mirra para darle muerte con un cuchillo. Mirra en su huida invoca y pide misericordia a
los dioses para que la protejan, la que es escuchada por los dioses, siendo en el acto
transformada en un árbol llamado en adelante Mirra. Su padre al no poder encontrarla
termina suicidándose para limpiar el honor de la familia.
Tiempo después producto del incesto con su padre, la corteza del árbol de Mirra se abre y
nace un niño que recibe el nombre de Adonis. Al pasar Afrodita junto al árbol vio al niño
quedando absorbida por su belleza, entonces lo recoge llevándolo al Hades, para que
Perséfone se haga cargo de el y criarlo en secreto.
El niño creció hasta hacerse un hombre extraordinariamente atractivo, por ello cuando lo ve
Afrodita lo reclama nuevamente para ella, pero Perséfone no desea desprenderse de el
queriendo conservarlo en el inframundo. Finalmente Zeus tuvo que resolver el conflicto

                                                                                                               
7  Pierre Grimal, “ La mitología griega”, Ediciones Paidós Ibérica, 1989, p. 51

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arbitrando entre ambas diosas, tomando la decisión de que un tercio del año estuviera con
Afrodita y otro tercio con Perséfone, y el tercer tercio con quien quisiera de libre voluntad.
Resulta que Adonis tomó la decisión de pasar dos tercios con Afrodita y solo un tercio en el
reino de los muertos, siendo así regular durante algún tiempo, pero luego Afrodita debe
partir para no descuidar sus deberes. Como Adonis le apasionaba la caza, Afrodita al partir
le advierte de no atacar a animales que no le teman.
Ares, celoso de esta nueva relación de su amada Afrodita, se transforma en un monstruoso
jabalí de afilados colmillos con la intención de atacar a Adonis. Éste olvidándose de las
advertencias de Afrodita, ataca al jabalí, pero saliendo herido mortalmente por el, muriendo
desangrado. Afrodita regresa apresuradamente con la intención de salvarlo pero ya es
demasiado tarde, llorando sobre su cadáver, hace que de la sangre que surge de su cuerpo
crezcan las anémonas y con ello funda una fiesta fúnebre en memoria de su amado, fiesta
que es celebrada por la mujeres sirias cada año en primavera. En esta fiesta se plantaban
semillas en un frasco, regadas con agua tibia para un crecimiento acelerado, pero con ello
también las plantas así como crecen también mueren rápidamente, estas plantas llamadas
jardines de Adonis, representan el destino que el joven amado por Afrodita había padecido,
con ello las mujeres en esta celebración lloran y se lamentan en conjunto. También en esa
temporada del año el río llamado Adonis y que pasaba por la ciudad de Biblo, tomaba un
color rojo, como si la sangre de Adonis lo tiñera.
En estas leyendas, se recuerda a una Afrodita temible, con maldiciones célebres, por
ejemplo cuando produjo en Eos ( la Aurora) un amor irresistible con Orión, como castigo
por haber cedido al deseo de Ares. En otra ocasión castigó el desprecio que las mujeres de
Lemnos le demostraban a ella, produciendo en ellas un olor tan insoportable que
prontamente sus maridos las abandonaron por esclavas tracias. También castigó a las hijas
de Cíniras en Pafos, inspirándoles el deseo de prostituirse a los extranjeros.
El poder de Afrodita se hizo más de manifiesto en lo que da inicio a la guerra de Troya.
Todo comenzó cuando Eris la diosa de la disputa, molesta por no haber sido invitada a las
bodas de Peleo y Tetis, a la que habían sido convidados todos los dioses, boda que se
celebraba en la cueva de Quirón en el monte Pelión. Eris pensó en que forma vengarse para
sembrar la discordia entre los invitados, para ello fue al lugar donde se estaba celebrando la

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boda, y lanzó sobre la mesa donde se estaba realizando el banquete, una manzana dorada
del jardín de las Hespérides como un regalo “para la más bella”.
Atenea, Hera y Afrodita, quisieron disputarse la manzana entre ellas provocando una gran
confusión, entonces Zeus decide intervenir ordenándole a Hermes que condujera a las tres
diosas al monte Ida en Tróade, y a la vez encontrar a Paris, hijo de Príamo rey de Troya,
para que juzgara quien merecía la manzana. Zeus pensó en Paris dado que vivía alejado,
separado del mundo y de las pasiones humanas, lo que daba garantía de ser absolutamente
imparcial en este juicio.
Comenzado el juicio, las diosas trataron de sobornar a Paris, así Hera le prometió a su juez
el reino universal, y todo el poder que quisiera desear, Atenea por su parte le promete
hacerlo invencible en la guerra, sabiduría y vencer todas las batallas a las que tuviere en
adelante, sin embargo Afrodita, se contentó solo con ofrecerle el amor de la mas bella
mujer del mundo.
Paris toma su decisión y elije a Afrodita como la ganadora del juicio. Afrodita enciende en
su pecho entonces el amor de la mas bella mortal representada en Helena esposa de
Menelao rey de Esparta.
Así comienza la historia mítica escrita por Homero, la Ilíada, donde Paris de visita en el
reino de Menelao, rapta a Helena llevándosela a Troya y dando lugar a una larga guerra de
la cual todos conocemos su historia.
Por consiguiente podemos decir que Afrodita fue la causante directa en su concepción de
“temible”, de las consecuencias que ella provocó. Durante la guerra misma Afrodita
intervino siempre a favor de los Troyanos, salvando a Paris en el campo de batalla, a Eneas
del ataque de Diomedes e inclusa ella misma fue herida en la lucha.
Este relato puede ser analizado como una serie de causas y consecuencias que ha sido
desarrollado para encajar dentro de un marco temporal humano y para explicar un momento
de epifanía que ocurre fuera del tiempo en un momento suspendido que los artistas
intentaron recapturar en un ícono representado por Paris, un mortal, muy afortunado ya que
se enfrenta a una trinidad de hermosas diosas para intercambiar un regalo trascendente que
es la manzana. Este es un ejemplo de inversión mítica, en el que la manzana pasa a ser de
Paris para recompensar a una diosa. Se puede relacionar este relato con el nivel cultural
arcaico anterior al relato como la granada que la diosa ofrece en los sellos minoicos

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procede de las diosas. Alternativamente visto esto puramente como narrativa, según la
Mitología de Bulfinch, se considera como un episodio amoral en el que la causa de la
sangrienta guerra de Troya, gira en torno a una aventura trivial, para deshonrar a los
griegos.
Hay otras historias relacionadas con Afrodita que la apartan de su fuerza primordial,
convirtiéndose en poco más que el relato de sus aventuras amorosas.
Afrodita aparte de sus hijos anteriores con Ares, Eros y Anteros, tuvo otro hijo, Eneas,
quien fue posteriormente muy famoso en la guerra de Troya, además del inicio de una
genealogía posterior que llegó hasta Roma.
Anquises quien pertenecía a la familia real, primo del rey Príamo de Troya, mientras
pastoreaba en el monte Ida cerca de Troya, Afrodita lo encuentra enamorándose de el solo
al verlo, luego engañosamente le hace creer que ella es una mortal, hija del rey de Frigia,
que Hermes había transportado allí y que posteriormente había sido abandonada en el
bosque. Se une a Anquises y producto de esta relación nace Eneas, pero le hace jurar a
Anquises de que nunca revelaría este secreto de su amor, sin embargo Anquises no lo
cumple revelando el nombre de la madre de su hijo, Afrodita entonces reacciona ante el
hecho, dejándolo ciego al pasar un rayo cercano a el.
Eneas nace en el monte Ida, y Afrodita lo confía a las Ninfas y al Centauro Quirón, quienes
lo criaron en el monte hasta la edad de cinco años, devolviéndoselo posteriormente a su
padre Anquises para que siga educándolo.
Eneas se convirtió en el más valeroso de los héroes troyanos después de Héctor. Fue
auxiliado y favorecido por los dioses en varios combates, según la narración de Homero en
La Ilíada, fue herido por Diomedes pero a sus vez salvado por Afrodita, saliendo ella herida
también. El dios Apolo envuelve a Eneas en una nube llevándolo a Pérgamo donde
Artemisa y Leto sanan sus heridas. En otra batalla estuvo a punto de ser herido por Aquiles,
pero esta vez es Poseidón quien lo salva.
Posteriormente una vez derrotada Troya, gracias a la astucia de Odiseo, Afrodita,
recomienda a su hijo que huya y no de su vida en Troya que ya está acabada y que fuera se
le había reservado un futuro. Así Eneas huye junto a su padre Anquises, su hijo Ascanio y
su esposa Creúsa, quien era una de las hijas del rey Príamo, en esta huida Creúsa se pierde
y muere.

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Luego de muchas aventuras y viajes por distintos lugares, Eneas desembarca en la costa de
Lacio en la península Itálica, remontando el río Álbula, que posteriormente se llamaría
Tiber, e instalándose en esa región, donde desarrollará su vida en adelante. Se casa con
Lavinia hija del rey de los Latinos llamado Latino. De esta unión nace un hijo Silvio, y su
posterior descendencia, llega hasta Rea Silvia quien sería la madre de Rómulo y Remo los
fundadores de Roma.

CONCLUSIONES

Se ha pretendido cubrir lo más posible relatos míticos relacionados con Afrodita en sus
diferentes facetas, marcando lo más relevante en cada una de ellas a objeto de entregar una
visión de la importancia de esta diosa en la mitología clásica y arcaica donde también está
presente como en la antigua Sumeria donde está representada por Inanna quien era también
diosa del amor aparte de diosa de la guerra y protectora de la ciudad de Uruk,
posteriormente esta diosa con la llegada de los Acadios se transforma en la diosa Ishtar en
Babilonia y en Fenicia y Anatolia es conocida como Astarté, en Egipto es Isis y en Chiloé
podría perfectamente estar representada por la Pincoya.
Afrodita también representa principios cíclicos como belleza-amor-fertilidad-pasión,
presentes en cualquier relación entre hombre y mujer. Así cualquier mujer interpretada por
Afrodita como arquetipo, se enamora con frecuencia y facilidad, a través de ella fluye la
atracción, la unión, la fertilización y el nacimiento de una nueva vida, lo cual completa el
ciclo, representando así también un proceso de creación. Conocer su patrón arquetípico es
muy importante para una mujer tipo Afrodita, pues le ayudará a conocer su naturaleza, y
sus cualidades de enamorarse fácilmente, sentir atracción erótica, y poseer fuerte impulso
sexual que otras mujeres no tienen y por lo tanto podrá a su vez saber controlar sus
impulsos mediante la meditación e introspección.
Afrodita es considerada también una diosa alquímica, una calificación adecuada para el
proceso mágico o de transformación que ella posee, su presencia hace que los mortales y
las deidades se enamoren y conciban nueva vida, ella inspira la poesía y los discursos
persuasivos, simbolizando el poder transformador y creativo del amor.

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Comparando a Afrodita con las otras diosas, podemos apreciar similitudes y diferencias
importantes entre ellas, así aunque tiene algunas características comunes con las diosas
vírgenes y las diosas vulnerables, no pertenece a ninguno de estos dos grupos. Afrodita no
fue una diosa virgen, a pesar de que se parecía a Atenea, Artemisa y Hestia en hacer lo que
le placía, tampoco fue una diosa vulnerable, a pesar de que se parecía a Hera, Deméter y
Perséfone, en estar vinculadas a deidades masculinas y en tener hijos, sin embargo a
diferencia de ellas, Afrodita nunca fue escogida como víctima y tampoco sufrió como tal.
En todas sus relaciones los sentimientos de deseo fueron recíprocos, nunca fue víctima de
la pasión indeseada de un hombre.
Como diosa alquímica también tiene diferencias y semejanzas con las diosas vírgenes y
vulnerables. Las diosas vulnerables son comprometidas a largo plazo con las personas, para
Afrodita las relaciones son importantes pero no comprometidas, ella busca consumar
relaciones y generar nueva vida. El arquetipo se expresa a través de la relación física, o a
través de un proceso creativo. Lo que busca Afrodita difiere de lo que buscan las diosas
vírgenes, pero se parece a ellas en que es capaz de centrarse en lo que para ella tiene
sentido, su entorno no puede apartarla de la meta. Lo que ella valora es puramente subjetivo
y no puede medirse en términos de éxito o reconocimiento.
Cualquier persona que sea impregnada de belleza por Afrodita se hace irresistible, porque
se produce una atracción “magnética”, o una “química” especial entre dos personas y
ambos desean la unión por sobre cualquier otra cosa. Afrodita provoca el deseo de conocer
y ser conocido, y si este deseo conduce a la intimidad física, de ella sigue la fecundación y
una nueva vida. Si la unión es mente, corazón y espíritu, se crea un nuevo crecimiento, en
las esferas psicológicas, espiritual y emocional.8
Afrodita no solo tiene que ver con el amor y sexualidad, sino también tiene gran influencia
en el terreno artístico.
Así lo vemos en su relación con Hefestos, donde se simboliza la unión de la belleza con la
artesanía, desde donde nace el arte. No es raro encontrar esta deidad como musa de
escritores, poetas y escultores, como es el caso de Pigmalión, ella es una musa inspiradora
que acompaña la interacción entre el creador y su obra, como si fueran dos amantes, porque

                                                                                                               
8  Jean Shinoda Bolen “Las diosas de cada mujer” Editorial Kairós Barcelona 1984 ( pp. 48-302)

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el artista reacciona y se implica con cada uno de sus sentidos, solo para lograr dar pasos a
una nueva vida.
En el caso de Pigmalión, rey de Chipre, un escultor talentoso que se enamora de su obra, la
estatua de una mujer ideal, que solo le falta darle vida. En un festival en honor a Afrodita,
Pigmalión le pide a la diosa que le de una esposa similar a la estatua, a lo que Afrodita
responde transformando la estatua en Galatea. En este relato Afrodita representa la fe en la
realización de un sueño.
“Aquí la unión sexual simboliza la integración y el “conocer” en su intimidad y profundidad
psicológica, y lo femenino es un “ par o compañera” que acompaña desde una actitud activa
y con sus propios dones y estrategias, la imaginación de las aspiraciones, la alimentación de
las esperanzas, la identificación de las potencialidades y el despertar del lado creativo,
donde toda “ sustancia inferior” de la vida cotidiana puede convertirse en “oro” bajo la
influencia alquímica de Afrodita” 9

Para finalizar y volver al comienzo, en la influencia de Afrodita en mi persona, que me


inspiró a seguir la belleza hasta lograr encontrarla, y entregarme plenamente a ella, como
un destino inevitable, porque nada estaba dado para que así ocurriera, sin embargo en el
fondo de mi inconsciente si estaba presente, dándose la luz en el momento de ver la obra
clásica de Botticelli y un par de años más tarde cuando en una puerta de vaivén en un
choque involuntario me encuentro cara a cara con Afrodita, esta vez, viva y presente.

                                                                                                               
9  Jean Shinoda Bolen “Las diosas de cada mujer” Editorial Kairós Barcelona 1984 ( p.304)

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