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El joven etnógrafo que ya as trabajar sobre el terreno
el sentido de los hechos y de sus relaciones mutuas, así debe estar, enterado de cuanto se Sabe. sobre SU Materia,
como el de las proporciones y las conexiones. para poder sacar a la superficie, con su trabajo, lo que
La intuición no tiene cabida en la ciencia etnológica: todavía se ignora 4.
es una ciencia de constataciones y estadísticas. La So- Los hechos sociales son, ante todo, históricos, irre-
ciología y la Etnología descriptiva exigen que se sea, versibles e inexcusables. Por ejemplo, en la retirada
al mismo tiempo, archivero, historiador, técnico estadís- de un ejército: el número de soldados, lo que han hecho,
tico y hasta novelista, capaz de evocar la vida de una el papel de los jefes, el de la tropa, etc. El fenómeno
sociedad entera. No es que la intuición, por una parte, y
la teoría, por otra, resulten inútiles; pero su uso ha de social, además, tiene parte de hecho y parte de ideal,
hacerse con limitaciones: es preciso tener en cuenta de norma. Por ejemplo: en la manufactura de Sévres
que poseen un valor y, al mismo tiempo, representan se desechan nueve jarrones de cada diez; en otros
un peligro. sitios, en cambio, de cada diez vasijas se conservan las
La teoría desempeña su verdadero papel al incitar a diez. Sólo en este último caso no hay diferencia entre el
la investigación, mediante la cual ha de ser comprobada. hecho y la norma.
Pero la ciencia tiene también modas que cambian, pero La estadística permite alcanzar una certidumbre que
permiten comprender mejor los hechos. La teoría no se ha conocido jamás en la historia. Si actualmente
ofrece un valor «heurístico», un valor para descubrir aún ignoramos la cifra de esclavos que tuvo Roma, sin
documentos; así, los falsos a priori de la Escuela de embargo sabemos cuántos hay en Tombuctú 5 .
Viena nos han proporcionado una fértil cosecha de Debemos añadir que la Etnografía no es una ciencia
datos 3 . histórica propiamente dicha, en el sentido de que los
las selvas del Camerún y del Congo (pigmeos) poseen un arco
hechos no se presentan para ella en el orden cronoló-
que se dice muy primitivo; pero de hecho es una máquina, no gico. Pero consta de una parte que consiste en estable-
una herramienta simple, y ello supone un estadio ya muy elevado. cer la historia de la población humana de las razas
Los moi de la península de Anam, en Indochina, son ya arcai-
cos y protohistóricos. El conjunto del Asia septentrional posee negra, amarilla, etc. Historia que la Etnología no está,
una gran civilización: la esquimal y la mogol. (Nota de Mauss.) por el momento, en condiciones de trazar más que
El terna de quiénes son los «verdaderos» primitivos es muy dentro de límites estrechos, y nuestra ciencia no tiene
El P. W. Schmidt pensaba que los más primitivos eran los
fueguinos y los pigmeos. Su colega F. Graebner incluía a los aus- ves poblacionales concretos (pigmeos de Africa y fueguinos, res-
tralianos. Posteriormente se ha pensado en los tasmanios, extin- pectivamente) con fines de investigación concreta. En este caso
guidos a finales del siglo xix. En todo caso, como puede obser- se trataba de demostrar que el monoteísmo existía en las fases
varse, el único criterio en que cabe basar esta calificación es el más antiguas de la humanidad, y que la Revelación no hacía sino
puramente tecnológico y político y a base de unos estadios recordar esta verdad universal. Tales a priori, como dice Mauss,
europeos (Paleolítico, Neolítico), pues en aspectos como la len- permitieron recoger .una hermosa cosecha de datos». (N. del T.)
gua, el parentesco, el ritual y hasta la mitología, los pueblos así 4 Con ello no hace Mauss sino reafirmar y limitar, por otra
llamados han desarrollado un sistema tan complejo como el parte, el papel de la teoría. Es tanto como decir que el etnó-
nuestro. Hoy día, en Antropología cultural no tiene cabida este grafo debe conocer el cúmulo de teorías ya verificadas, que debe
tipo de clasificación puramente tecnológica, y es sintomático que estar al día en la bibliografía sobre el pueblo que vaya a estudiar.
cualquier antropólogo se excuse de seguir empleando el término En esto parece Mauss mucho más sensato que la escuela americana
«primitivo» de cara al gran público. Cf. nota 8 del cap. 6. de Franz Boas, con la que tiene tantos parecidos. Boas prohibía
(N. del T.) la lectura previa cuando se iba al campo, para evitar prejuicios
3 La Escuela de Viena está formada por el P. Wilhem Schmidt y para obligar a recoger todo otra vez. (N. del T.)
y el P. Koppers, con discípulos tan importantes como Schevesta 5 Parece haberse hecho caso a esta observación en la escuela
y Martín Gusinde. Son todos misioneros, a quienes interesan es- histórica francesa (Ludien Febvre, Marc Bloch, Ernest Labrousse,
pecialmente los aspectos religiosos, aunque sin limitarse a temas Fernand Braudel, Pierre Vilar, etc.), en lo que respecta a la im-
o regiones, como puede verse en su prestigiosa revista Anthropos. portancia de los cuadros estadísticos y económicos, frente a la
Hay traducción de una Historia de las religiones, de Koppers, en casuística y al detallismo de la escuela alemana (Ranke, Momm-
la B. A. C., y de Los esquimales, de Gusinde, en la Editorial sem, Huizinga, Meyer, etc.), dedicada, por otra parte, a construc-
Labor. Cuando Marcel Mauss dice «falsos a priori» se está refi- ciones de tipo político, institucional o ideológico. Efectivamente,
riendo a su teoría de los círculos culturales (kulturkreise), según estos historiadores franceses han asistido a las explicaciones de
la cual la civilización habría nacido en alguna parte del Asia cen- Mauss, han ido al campo, a la campiña francesa, conocen las
tral, extendiéndose de allí a distintas áreas y formando grupos teorías sociológicas modernas, y una historia de la antropología
culturales distintos a partir de los cuales habrían quedado for- francesa como la de Mercier (Editorial Península) no se aver-
madas las culturas actuales. Y se propusieron demostrarlo, re- güenza de incluirlos, aunque sea de pasada. (N. del T.)
uniendo el material que recibían de los misioneros de todo el
mundo, o enviando a algunos, como Schevesta o Gusinde, a encla-
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porvenir sino a condición de seguir un método seguro de aquí viene a ser legítimo afirmar que todo el perí-
y prudente 8. metro del Pacífico ha conocido una civilización común.
La Etnología comparada, en efecto, sólo tendrá valor
si se funda sobre comparaciones de hechos y no de
culturas 7 . El criterio puro del hecho arqueológico, que DIFICULTADES DE LA ENCUESTA ETNOGRÁFICA
hallarnos inscrito en los estratos del suelo terrestre,
otorga por sí mismo un valor a los criterios culturales, Dificultades subjetivas.—La pbserva.ción superficial
lingüísticos, etc. Por ejemplo, la existencia de la flauta es peligrosa. No hay que «creer». No hay que creer
de Pan en todo el perímetro del Pacífico (criterio cul- que se sabe porque se ha .visto; no hay que asumir
tural) sólo permite afirmar una comunidad de civili- ningún prejuicio moral. Ni asombrarse. Ni dejarse
zación en tanto que es corroborado por las vasijas arrebatar por el aburrimiento. Hay que intentar vivir
comunes descubiertas (criterio arqueológico); a partir dentro y en la base de la sociedad indígena. Hay que es-
coger con cuidálo los testimonios. Debe desconfiarse de
6 Esta misma postura prudente ante la historia se mantiene las «lenguas francas»: el medio-negro, el medio-inglés,
en un discípulo suyo tan importante como C. Lévi-Strauss. Véase el chapurreo, etc. (Ahí están los inconvenientes de
.Historia y etnografía», el cap. I, págs. 1-28, de su libro Antro- usar palabras como «fetiche», «tam-tam», etc.) 8 . Pues
pologfa estructural, Edit. Eudeba, 1968. Tal postura hay que en-
tenderla relacionada con los excesos cometidos por los antropólo- muchos términos específicos llegan a ser intraducibles.
gos evolucionistas y difustonistas, que se dedicaron a elaborar Si tenemos que acudir a los intérpretes, conviene utili-
la «historia de la humanidad» con medios y datos evidentemente zar al máximo el método filológico, haciendo escribir la
insuficientes. La reacción contra esos excesos ha sido general,
dentro de la antropología: F. Boas y su escuela en U. S. A., misma frase al intérprete aunque sin recurrir a un
Malinowski y su escuela en U. K., Durkheim y su escuela en sistema convenido previamente. Un buen ejemplo es el
Francia, etc. Actualmente se comienza a reaccionar contra esta de los trabajos de Callaway sobre los amazulu: este
actitud meramente «defengiva», especialmente en los Estados
Unidos. Otra vez se vuelven a plantear hipótesis evolucionistas método proporciona documentos en estado bruto, pero
generales, basadas en apuntes del mismo K. Marx, no publicados susceptibles de un estudio más detenido, en el propio
hasta hoy, y en las investigaciones de discípulos suyos como despacho.
K. Wittfogel. En U. S. A. esta tendencia es dirigida por J. H. Ste-
wart (evolucionismo multilineal). No obstante, en el continente
europeo las posiciones de los antropólogos ya no son tan nega- Dificultades materiales. Estas deben ser superadas:
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tivas, como puede verse en la misma postura prudente, no ne- 1) Acudiendo a informantes conscientes, que tengan
gativa, de Lévi-Strauss y en Radcliffe-Brown y su escuela en
Inglaterra (vid. Evan-Pritchard, Antropología social, Ed. Nueva memoria de los acontecimientos; se les puede encontrar
Visión, 1957). En Francia se acepta hoy, entre las enseñanzas entre las capas de funcionarios (jurídicos o religiosos):
oficiales de la Sorbonne, la asignatura de Etnohistoria, a cargo sacerdotes, hechiceros, heraldos...
de H. Deschamps, asignatura ya vigorosa en U. S. A., consistente
en manejar los documentos históricos con hipótesis propias de 2) Coleccionando y catalogando objetos. El objeto es,
la antropología y para desvelar en muchos casos la historia de en muchos casos, la prueba mejor de un hecho social;
pueblos sin escritura, pero de quienes se trata en las conser- y un catálogo de instrumental mágico es uno de los me-
vadas por los pueblos que los visitaron o colonizaron. (N. del T.)
7 Parece referirse Mauss a dos cosas a la vez, según el ejemplo jores medios para elaborar una buena clasificación de
que pone a continuación. Por una parte, a la citada prudencia ritos.
ante las comparaciones audaces de los evolucionistas, que com-
paraban culturas distintas, sin haber desmenuzado cada uno de 8 «Lingua franca» es la utilizada entre dos pueblos que no
los elementos de que se componían y muchas veces sacándolos hablan el mismo idioma. Está generalmente compuesta de térmi-
de su contexto. Lo prudente en este caso es comparar previa- nos de una y otra lengua, y de estructura gramatical muy pobre,
mente cada uno de los elementos culturales de que se trate, y de manera que los miembros de ambos pueblos puedan hablarla
por niveles diferentes (económico, moral, jurídico, religioso, etc.) cómodamente. Es lo que sucede con el «pichinglis» de los puertos
con los mismos elementos de otras sociedades; en suma, com- andaluces, en que se chapurrea malamente el inglés; fenómeno
parar lo comparable, lo que tenga el mismo valor en dos socie- bastante corriente en el Pacífico en los distintos puertos de las
dades distintas. Por otra parte, en segundo lugar, se refiere islas visitadas frecuentemente por ingleses y norteamericanos.
Mauss al valor superior de un hecho cuando éste ha sido inducido En otro sentido, se emplea el término «lingua franca» para aludir
por medio de una ciencia comparativa, es decir, comprobado por a un idioma culto compartido por otras poblaciones, pero que no
varias disciplinas especializadas (arqueología, etnología, etc.). Es lo hablan internamente entre sí: es el caso del español hablado
el principio de Durkheim, de que vale más un buen caso, com- por muchos indígenas de América, o del portugués hablado en
probado suficientemente, y del que se puedan sacar conclusiones la selva brasileña (.lingos geral»), o del francés en zonas del
generales, que no un conjunto de hechos, poco seguros, y del que interior del Norte de Africa. Tales idiomas son absolutamente
no cabe inducir nada general, si no es con ayuda de «conjeturas». inútiles parh desvelar el pensamiento y la cultura indígena,
(N. del T.) puesto que no proceden de ella. (N. del T.)
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ejemplos variados de decisiones en que se hayan tenido
PRINCIPIOS DE OBSERVACIÓN en cuenta tales prohibiciones 11.
Ha de intentarse la objetividad tanto en el relato como n Y al relatar los hechos observados debe buscarse la
claridad y la sobriedad. Unos cuantos planos, gráficos,
en la observación misma. Debe decirse «lo que se sabe, estadísticas, etc., pueden sustituir con ventaja muchas
todo lo que se sabe y nada más que lo que se sabe», páginas de texto. Para cuestiones de parentesco, por
evitando, como ya apuntamos, las hipótesis históricas, ejemplo, hay que dar referencias de los árboles genea-
o de cualquier otro tipo, que además de peligrosas lógicos y anotar la nomenclatura de los parentescos
sean inútiles. mutuos. Solamente en el terreno de las pruebas es don-
Un buen método de trabajo es el filológico, que con- de debemos mostrarnos elocuentes: multiplicar los tes-
siste en lo siguiente: cuando se trata de estudiar una timonios, no temer la anécdota ni el detalle sobre los es-
leyenda, primero recoger todas las variantes (al estilo fuerzos desplegados en la observación. Cada hecho
de la primera edición de los cuentos populares de citado, por otra parte, tiene siempre que estar localizado
Grimm) 9 ; luego prestar atención a las tradiciones par- (nombre del pueblo, de la familia, del individuo obser-
ticulares de cada poblado, de cada clan, incluso de vados) y fechado; y, como regla general, hay que rela-
cada familia. Es un trabajo normalmente pesado y muy cionar todas las circunstancias en que se desenvuelve la
complejo. En todo caso, deben anotarse las condiciones observación, salvo en el caso de una estancia prolongada
en que se hace: las investigaciones que han podido en la región por parte del observador.
quedar acabadas y las que no, así como las dificultades
que se hayan encontrado al respecto a escala indivi-
dual lo.
Exhaustividad. No hay que descuidar ningún detalle;
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METODOS DE OBSERVACION
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mente condensado por otra parte, resulta hoy insu- I) Morfología social. Cualquier sociedad consta, en
ficiente 1 . primer lugar, de una masa de gentes. El estudio de
Las normas aquí contenidas están destinadas a per- esta masa, en tanto que masa humana y en cuanto que
sonas desprovistas de formación profesional. Son ins- presenta una forma adaptada al terreno, es a lo que
trucciones para el desbroce, que permiten realizar un llamamos morfología social. Comprende la Demografía
trabajo intermedio sobre el estudio intensivo y el exten- y la Geografía Humana, cuya importancia ,,es evidente-
sivo de la población contemplada; normas en las que se mente capital. A la Geografía Humana se añade la Tec-
respetan las proporciones de los diversos fenómenos ' nomorfología.
sociales. II) La Fisiología social estudia los fenómenos en
Los trabajos etnográficos ofrecen, demasiado a me- sí mismos y en sus movimientos, ya que no en la masa
nudo, el aspecto de una caricatura: así, quien se interesa material en que se inscriben. Clasifico aquí, según su
por la museografía descuida cuanto no sea cultura grado de materialidad, las técnicas, es decir, todas las
material; el especialista en religiones ve únicamente artes y oficios de la producción, sin excepciones; así,
cultos, santuarios y magia; otros se ciñen a observar la guerra, que es un arte de destruir, una industria,
la organización social, y no hablan más que de clanes una técnica. Las técnicas alcanzan su máximo nivel en
y totems; otros, finalmente, sólo buscan los fenómenos las ciencias: no hay sociedad de las llamadas primitivas
económicos. que se halle completamente desprovista de ciencias.
El observador ha de respetar, ante todo, las propor- La Estética la encontramos todavía en un plano ma-
ciones de los diferentes fenómenos sociales. El plan de terial; pese a su apariencia de irrealidad, aquí la esté-
estudio de cualquier sociedad debe contener los siguien- tica plástica se diferencia poco de la técnica. Progre-
tes apartados: sando en un sentido cada vez menos material, lo econó-
mico—dirigido aún por representaciones colectivas muy
categóricas—nos ofrece la moneda, que se encuentra
PLAN DE ESTUDIO DE UNA SOCIEDAD en toda Africa y América en fase de despegue. Sobre
lo económico, y rigiéndolo, están el Derecho, es decir,
Demografía los fenómenos jurídicos y morales. Y por encima, la
I) MORFOLOGÍA SOCIAL Geografía Humana Religión y la Ciencia, que volveremos a encontrar.
III) Fenómenos generales. Después de aa engua
Técnicas vienen de nuevo los fenómenos morfológicos. Por ejem-
Estética plo, la sociedad en general, los fenómenos nacionales,
Economía que suponen una mínima permeabilidad de la tribu y,
II) FISIOLOGÍA
FISIOLOGÍA Derecho finalmente, los fenómenos internacionales: el nomadis-
Religión mo, para no ir más lejos, supone que una sociedad
Ciencias puede enviar sus carneros a pacer en un territorio que
no le pertenece, a través de tribus extranjeras, lo cual
Lengua implica una paz internacional, a menudo a grandes dis-
Fenómenos nacionales tancias. La civilización es un fenómeno internacional.
III) FENÓMENOS GENERALES Fenómenos internaciona- El estudio de los fenómenos de civilización lleva con-
les sigo, pues, el estudio de la internacionalización de cier-
Etnología colectiva tas costumbres, de ciertas herramientas. Por fin, vienen
los fenómenos propiamente generales: la Etnología co-
1 Frank Hamilton Cushing, discípulo de J. W. Powell, el fun-
dador del Bureau of American Ethnology de Washington, dedicó cado funcionamiento del ritual y de la vida social zufii. Cf. Antro-
casi su vida entera, y murió en ello, al estudio del complicado pología estructural, de Lévi-Strauss, caps. XI y XV.
ritual religioso de la tribu zurii, una de las cuatro llamadas glo- El caso del matrimonio Stevenson, especialmente la esposa, que.
balmente con el nombre de indios pueblos, en el área SO. de los volvió en 1904 a estudiar la tribu zurii, es probablemente menos
Estados Unidos. Lévi-Strauss le rinde homenaje, frente al olvido interesante, pero ilustra el interés que esta tribu ha tenido para
oficial en que le tiene la escuela americana, reconociéndole su los antropólogos norteamericanos: las antropólogas Parsons y Be-
influencia en la formación metodológica de sus maestros Dur- nedict y los antropólogos Bunzel, Lowie, Eqgar y Kroeber le han
kheim y Mauss. Su tan atacada división de la sociedad zurii dedicado extensas páginas. Todo ello puede verse en el cap. XI de
en 7, como número clave al estilo pitagórico, no es sino un in- Lévi-Strauss, ya citado, y en El hombre y la cultura, Ed.
tento de explicar, en forma de modelo matemático, el compli- americana, de Ruth Benedict, 1939. (N. del T.)
lectiva, o estudio del carácter, la psicología política na- los diversos estratos de civilización, se suelen clasificar
cional y sus relaciones con los fenómenos psicológicos todavía dentro de la museografía.
personales y, aun, con los fenómenos biológicos; por Como rama de la Etnografía descriptiva, la museo-
ejemplo, la relación entre la limpieza y la mortalidad, grafía registra los productos de una civilización; todos
o la no-mortalidad. Se hallarán aquí cierto número de los productos y bajo todas sus formas. Establecer co-
instrucciones museográficas a propósito de la morfolo- lecciones de objetos tiene una importancia simultánea-
gía social, por una parte, y de la técnica y de la estética, mente práctica y teórica. Importancia práctica porque
por otra. El inventario de los objetos económicos, del las colecciones son esenciales para conocer la economía
derecho y de la religión completará el plan de un estudio del país: la tecnología puede ponernos sobre la pista
museográfico, que estas páginas contienen implícita- de las industrias mejor que cualquier otra investigación,
mente. La museografía de una sociedad consiste en el de modo que hay que demostrar el ingenio de cada
establecimiento de sus archivos materiales, pues los invención, la clase de ingenio que en ella observamos.
museos son archivos. Importancia teórica por la presencia de instrumentos
susceptibles de caracterizar un cierto tipo de civiliza-
ción: las colecciones de los museos son, hoy por hoy,
MÉTODOS DE OBSERVACIÓN el único medio para escribir la historia 2 .
El coleccionador se dedica a componer series lógicas,
Lo ideal sería que una misión de encuesta no saliera a reuniendo, si es posible, todas las muestras de un mis-
trabajar sin sus correspondientes geólogos, botánicos y mo objeto de acuerdo con sus dimensiones, formas, etc.,
etnógrafos; de este modo se reducirían los gastos gene- sin temer duplicados o triplicados. La localización, por
rales. Por otra parte, un antropólogo puede revelarse otra parte, es absolutamente necesaria; sin ella, el obje-
como un buen sociólogo, y todo el mundo está en condi- to no puede entrar en ningún museo. Hay, pues, que
ciones de llegar a ser un excelente museógrafo. Por determinar el área en que el objeto recogido está en
tanto, debieran partir muchos al mismo tiempo. USO.
Ya sobre el terreno es frecuente encontrar a gentes Cada objeto recibe un número, escrito en tinta, que
bien informadas acerca de la sociedad indígena: misio- remite a un inventario y a la ficha descriptiva corres-
neros, colonos, suboficiales (no forzosamente franceses), pondiente, y que proporciona información sobre el uso
que viven generalmente con los indígenas mucho más y la fabricación del mismo. La ficha descriptiva tiene
que los franceses de clase alta. Así se formó el Imperio otras adjuntas; en particular, una fotográfica y, si es
romano, gracias a los centuriones que vivían con los posible, otra cinematográfica. Se añade un dibujo cada
galos. vez que resulta necesario mostrar cómo se manipula
El primer método de trabajo consiste en iniciar un el objeto, o un detalle del movimiento de la mano o del
diario_de viaje en el que cada noche se apunta el tra- pie. Por ejemplo: para el arco y las flechas es importante
bajo realizado durante el día. En este diario, que cons-
tituye un repertorio de datos fácil de consultar, se 2 Esta afirmación, aparentemente exagerada, es bastante vá-
incluyen las fichas rellenadas de los objetos coleccio- lida todavía hoy. Efectivamente, los dos medios principales para
nados. hacer historia de la humanidad (arqueología y prehistoria) se
El encuestador, conforme va recogiendo objetos de procuran dedicar a obtener colecciones lo más completas posibles
de objetos y documentos del área y época estudiadas. Incluso la
colección, establece, además, un inventario. A todo etnohistoria, una ciencia tan reciente, debe dedicarse a escudri-
objeto recogido corresponde una ficha descriptiva, con- ñar documentos en los archivos. Por otra parte, la afirmación
feccionada por duplicado y bien detallada. Diario de hay que colocarla en 1939, fecha en que esta Introducción se es-
cribe, y en que se podía trabajar a placer con las magnificas co-
viaje, inventario y fichas constituyen, pues, el primer lecciones del Musée de l'Homme de París, del Museum für Volker-
elemento de trabajo. kunde de Berlín (destruido por los bombardeos de 1944) y el espe-
Para muchos viajeros, lo esencial del trabajo etnográ- cializado en América, American Museum of Natural History, de
fico residiría en la recogida de objetos y organización Nueva York. Hoy en día quizá hayan pasado de moda los estu-
dios de difusión de rasgos y complejos culturales, debido a la
de las colecciones correspondientes. Esto es sólo una presión occidental que sufren los pueblos objeto de estudio, y
parte de la museografía, que comprende también los han sido sustituidos por estudios de aculturación, fenómeno de
procedimientos de conservación y exposición de tales contacto cultural entre Occidente y el resto de las culturas. Por
ello la historia del cambio presente ya habría que estudiarla
objetos. Todos los estudios de propagación, a través de sobre el terreno. (N. del 1'.)
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fijar el método de lanzamiento según sea la posición No hay encuesta sociológica buena que haga referencia
de los brazos y los dedos en los diversos momentos; el a menos de un año. Hay que hacer cartografía no sólo
proceso del tejido es incomprensible sin unos docu- de la sociedad, sino también de su contenido: no basta
mentos que muestren cómo funciona. con saber que tal o cual tribu cuenta con dos o tres mil
Se anotan también, de manera muy exacta, las fechas miembros; hay que situar a cada uno de estos tres mil.
de uso, ya que algunos objetos tienen una existencia Para lograrlo se acude al método del censo, indicándolo
puramente estacional; así, la podadera no se utiliza en sobre el mapa: inventario de las personas en cada lugar;
invierno. Por otra parte, un objeto puede que sea utili- tantas casas por pueblo, tantas chozas, tantos graneros.
zado sólo por los hombres o sólo por las mujeres. Por Lo cual supone elaborar la cartografía de dichos gra-
fin, se intenta explicar el objeto cuyo valor no es única- neros y casas. Una gran familia del Sudán suele ser
mente técnico, sino también religioso o mágico: una una familia indivisa, repartida alrededor de un patio;
decoración puede corresponder a una marca de pro- un clan suele vivir en un solo barrio. Observamos así
piedad, por ejemplo, a una marca de fábrica, etc. en seguida, materialmente, la aparición de estructuras
El levantamiento de mapas de distribución de ob- sociales muy elaboradas. A ser posible, conviene utilizar
jetos sólo se emprende al final de la encuesta, y mejor fotografías tomadas desde un avión.
aún ya de regreso, cuando se tiene la sensación de haber- La estadística geográfica y demográfica es indispen-
lo visto todo. Es la conclusión de un trabajo, no un sable; constituye la base de cualquier trabajo. Cada
método en sí mismo. Sin embargo, el encuestador puede asentamiento de cada gran familia de cada clan de los
proponerse una meta semejante a lo largo de su tra- que componen la nación se encuentra así aislado; en ese
bajo; por ejemplo, si visita sucesivamente dos fracciones momento cabe ya establecer el inventario de cada casa,
de un mismo grupo nacional. Semejante meta, para ser de cada santuario, desde los cimientos hasta el tejado;
alcanzada, supone la observación de todos los objetos M. Leenhardt descubrió así, en lo alto del tejado de la
de la tribu. Así, el profesor Maunier pudo establecer, choza canaca, el totemismo. Tal inventario debe ser
por pura estadística, que el patrón del techo de la kábila completo, con su localización exacta, según edades, sexo
es griego y no latino. y clase. El método del inventario comprende, también,
El método del inventario, empleado para elaborar una cartografía precisa de cada lugar donde se reúnen
colecciones de objetos, no es, en sí mismo, más que uno los objetos que sea: planos de casas, y aun de pisos si
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emplean para el estudio de la morfología social. - -
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gistrado en la memoria de los interesados; por tanto, ción, sino a la fijación de los individuos dentro de esas
debe hacerse el estudio de las historias de familia. Un masas. Tal conocimiento individual resulta de conside-
método superior es el método genealógico, que consiste rable utilidad.
en establecer la genealogía de cada individuo censado: El etnógrafo que trabaja de una manera extensiva
nombres de parientes y nombres de allegados surgen de no puede casi utilizar estos métodos. Todo lo más podrá
inmediato. Luego las historias individuales se van recor- hablar con algunos colonos o administradores que cola-
tando mutuamente, y así llega a saberse que en tal boren con él a distancia: en todo caso, podrán advertir
época, y no en otra, tal hombre llamaba a tal otro su hechos interesantes. Aparece aquí, de manera nítida, la
hermano. ventaja de una misión que conste de muchos miembros.
La comprobación, siempre indispensable, podrá ser
El método autobiográfico, que consiste en preguntar realizada con toda facilidad por tres o cuatro colegas,
su biografía a ciertos indígenas, lo ha utilizado Radin y que trabajen sobre momentos distintos de la vida
ha dado excelentes resultados 9. privada.
Las informaciones obtenidas por este medio son clasi- Toda observación, para ser precisa, debe ser com-
ficadas gracias a la estadística. Así es como las genealo- pleta: dónde, por quién, cuándo, cómo, por qué se hace
gías recogidas por Thurnwald en las islas Salomón hi- o se hizo tal cosa. Se trata de reproducir la vida indí-
cieron aparecer, en las cifras de mortandad, más del gena, no de proceder según nuestras impresiones; hay
ocho por ciento de muertes violentas 10. que establecer series y no panoplias.
Finalmente, y sólo en último lugar, se utiliza el inte-
rrogatorio 11.
El empleo simultáneo de estos diversos métodos per-
mite llegar no sólo a la fijación de las masas de pobla-
MORFOLOGIA SOCIAL
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