Sei sulla pagina 1di 7

Mem Inst Oswaldo Cruz, Rio de Janeiro, Vol. 109 ( 7): 849-855, noviembre de 2.

014 mil 849

Estado actual de la Paragonimus y paragonimiasis en Ecuador

Manuel Calvopiña 1 / +, Daniel Romero 1, Byron Castañeda 1,


Yoshihisa Hashiguchi 1,2,3, Hiromu Sugiyama 4
1 Centro de Biomedicina, Universidad Central del Ecuador, Quito, Ecuador 2 Proyecto Prometeo, Secretaría Nacional de Educación Superior,

Ciencia, Tecnología e Innovación, Quito, Ecuador 3 Departamento de Parasitología, Facultad de Medicina de Kochi, Universidad de Kochi, Kochi, Japón
4 Departamento de Parasitología, Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, Tokio, Japón

Una revisión de publicaciones nacionales e internacionales sobre paragonimiasis en Ecuador, registros epidemiológicos del Ministerio de Salud Pública y
datos inéditos de investigación se realizó para resumir el estado actual del parásito / enfermedad. El propósito de la revisión es para educar a los médicos,
responsables políticos y profesionales de la salud sobre el estado de la enfermedad y para estimular a los investigadores científicos para llevar a cabo más
investigaciones. Paragonimiasis fue diagnosticado por primera vez en Ecuador hace 94 años y es endémica de ambas regiones tropicales y subtropicales en
19 de las 24 provin- cias en las regiones de la Costa del Pacífico y del Amazonas. Paragonimus mexicanus es la única especie conocida en el país, con el
molusco colombiensis Aroapyrgus y los cangrejos Moreirocarcinus emarginatus, chilensis Hypolobocera y

aequatorialis Hypolobocera siendo los anfitriones intermedios primarios y secundarios, respectivamente. Estudios recientes encontraron
P. mexicanus metacercarias en Trichodactylus faxoni cangrejos del norte de la Amazonía. nimiasis parago- pulmonar crónica se diagnostica erróneamente
comúnmente y se trata como la tuberculosis y aunque los estudios han demostrado la eficacia de praziquantel y triclabendazol para el tratamiento de
infecciones en humanos, ninguno de los fármacos está disponible en Ecuador. Los datos oficiales registrados a partir de 1978-2007 indican una planta anual incidencia
de 85,5 casos a lo largo de las 19 provincias, con un estimado de 17,2% de la población en riesgo de infección. No hay datos actuales sobre la incidencia /
prevalencia de la infección, ni existe un programa nacional de control.

palabras clave: Paragonimus - paragonimiasis - opinión - epidemiología - zoonosis - Ecuador

Paragonimiasis, una enfermedad zoonótica causada por varias especies de Paragonimus,


85,5 casos por año (Fig. 1) hasta el año 2007. Esta prevalencia es menor de lo
es un trematodiasis transmitidas por los alimentos considerada por la esperado, lo que puede atribuirse a Adjunto de informes ya que las infecciones
Organización Mundial de la Salud (OMS) para ser una de las enfermedades humanas se producen en zonas tropicales rurales y remotas, donde los
tropicales más desatendidas (Savioli y DAUMERIE 2010). Paragonimus trematodos pacientes infectados son pobres y los servicios de salud son insuficientes. Por
pueden infectar a animales salvajes y domésticos, además de los seres humanos otra parte, los datos disponibles en el MSP son de registros pasivos, mientras
después de la ingestión de metacercarias infecciosa se encuentra en ciertos cies que se ha demostrado en varios estudios que perform- ing búsqueda activa en
espe- de cangrejo de agua dulce y cangrejo de río. Las infecciones humanas las comunidades revela mayores tasas de diagnóstico (Calvopiña et al. 1994,
están presentes en África, Asia y América, incluyendo Estados Unidos de 1995).
América, México, Costa Rica, Guatema- la, Honduras, Nicaragua, Panamá,
Colombia, Perú, ventures ezuela y Brasil (Acha y Szyfres 2003). Ecuador tiene la
Distribución geográfica y la prevalencia de las infecciones humanas - Ecuador
mayor prevalencia de paragonimiasis humana en las Américas y la enfermedad
está situado en la región noroccidental de América del Sur y está
se considera oficialmente un problema de salud pública (Díaz et al., 1991). En
atravesado transversalmente por la línea del ecuador y de norte a sur por
1972, tras el análisis de los informes epidemiológicos semanales, el Ministerio de
el cinturón de los Andes, que proporciona tres regiones naturales: la zona
Salud Pública (MSP) hizo obligatorio para informar agonimiasis par- como una
costera del Pacífico, el Amazonas hacia el este y la región andina en el
enfermedad contagiosa. Un informe de la OMS 1994 calcula que el 21% de la
centro. Las dos primeras regiones, que comprenden 64% del país, tienen
población estaba en riesgo de infección sobre la base de un dictamen pericial
climas tropicales y subtropicales, mientras que la región Andino superior
sobre la prevalencia actual de la paragonimiasis en Ecuador (Toscano et al.,
es fría con cálidos valles interandinos (Fig. 2).
1994). Las estimaciones de 1998 indican que aproximadamente 500.000
ecuatorianos podrían estar infectados (OMS 2011); Sin embargo, los informes
ficiales OF- del MSP han estimado un promedio de
paragonimiasis Humano en Ecuador fue primero se des- cribe en un
paciente de la región costera de Chone- Manabí (Heinert 1922). Sobre la
base de casos clínicos y estudios epidemiológicos reportados, 511 casos
habían sido documentados en 1969 a partir de cinco costera y dos
provincias amazónicas (Montalván 1968). A partir de 1972-1976, 316 casos
fueron diagnosticados a partir de cuatro provincias costeras (Arzube y
Voelker 1978). En 1980, Urrutia informó de más de

2.000 casos en las provincias amazónicas (Toscano et al.


1994). Posteriormente, los focos de infección se identificaron en las
doi: 10.1590 / 0074 a 0276140042
+ Correspondencia: manuelcalvopina@gmail.com Recibido el 5 de febrero comunidades costeras de Casacay, Pasaje y Piñas-El Oro,
de 2014 29 aceptada de agosto de 2014 Caluma-Bolívar y Zapallo-Manabí (Palacios et al. 1978, Yokogawa et al.
1983).

en línea | memorias.ioc.fiocruz.br
850 Paragonimiasis en Ecuador • Manuel Calvopiña et al.

Fig. 1: el número de casos humanos registrados en 30 años por el Ministerio de Salud Pública. Hubo un marcado aumento de 23 casos reportados en 1978 a 156 en 1987 y luego un descenso
gradual a nueve casos en 2007. Los recuentos máximos de 1996 y 2006 se deben a la búsqueda activa de comuni- dades por grupos de investigación.

Dos búsquedas de campo activos de comuni- dades indígenas Chachi Guayaquil. Sin una notificación oficial, el MSP se detuvo la
en la provincia costera de Esmeraldas docu- mentado la presencia de Paragonimus
grabación obligatoria de casos clínicos de agonimiasis par- en 2007.
huevos en 7,1% y
30,3% de las muestras de esputo examinados (Paredes et al.
ciclo de vida - El parásito - Antes de 1971, fue gravada por BE- que el
1978, Guevara et al. 1999). De 1988-1991, el MSP registró 252 casos
infecciosa Paragonimus especies en CE- uador fue westermani
de varias localizaciones en la provincia de arriba (Vieira et al. 1992). En
Paragonimus ( Rodríguez 1963).
la región amazónica, se identificaron 124 casos en quichua y shuar
indígena y en las comunidades de colonos situados a lo largo de las
orillas del río Napo (Amunárriz 1991a).

Los estudios prospectivos y retrospectivos que dependen de ac-


búsquedas tivas y pasivas han identificado nuevos focos de transmisión. A
partir de 1976-1993, 98 casos de paragonimiasis pulmonar fueron
diagnosticados en el hospital regional de Latacunga, en la provincia de
Cotopaxi. Un posterior búsqueda activa de casos entre 1992-1993
documentado un adicional de 189 casos de tres cantones subtropicales: La
Maná, Pangua y Sigchos (Calvopiña et al., 1995). En la provincia costera
de Manabí, 146 pacientes de los tres cantones de El Carmen, Chone y
Pedernales eran ed trata- en el hospital regional de El Carmen de 1983
hasta 1993 (Calvopiña et al. 1994). De acuerdo con una revisión clínica
(búsqueda pasiva) de 92 casos ingresados ​en el Hospital Eugenio Es- pejo
en Quito, los pacientes procedían de co- munidades en ambas regiones
costeras y Amazonia (Peñafiel et al. 1981). En estudios activos posteriores
de algunas de estas comunidades, se documentaron 216 nuevos casos de
sis paragonimia- pulmonar (Calvopiña et al. 1998, 2003). Ac- cording a la
presencia de la infección humana, los focos endémica en Ecuador se
encuentra por lo tanto en las zonas rurales tropicales y subtropicales en las
seis amazónica y cinco provincias costeras, con extensiones a cinco
provincias andinos (Amunárriz 1991a, Calvopiña et al. 1995).

Fig. 2: mapa de Ecuador. La franja central de color marrón Andes marca el Ande- una
región. Las regiones costeras del Amazonas y el este del Pacífico con las áreas tropicales
La incidencia de paragonimiasis a partir de 1978-2007 AC- cording a los
climático están en verde. El color amarillo corresponde a las estribaciones de las montañas
registros de la MSP se proporciona en las figuras 1,
con clima subtropical. Los casos de nimiasis parago- humana se han reportado en todas las
3, con el la incidencia a partir 1998 hasta 2007 se muestra por región. Es importante
provincias excepto Islas Galápagos (no mostrado), Santa Elena (5), Carchi (7), Imbabura (8)
tener en cuenta que estos datos representan solamente pa- cientes diagnosticados en y Tungura- hua (12). área total del país es de 283.560 km 2. Según el censo de 2010, hay una
las clínicas y hospitales del MSP que buscaron asistencia médica (búsqueda pasiva); población total de 14.483.499 de los cuales 7.236.822 viven en la región costera, 6.449.355
casos diagnosticados en las clínicas y hospitales privados y los casos activos que en el Andino, 739.814 en el Am- Azon y el resto en las Islas Galápagos (INEC 2010). 1:

fueron encontrados específicamente en áreas remotas no se consideran. Casos Esmeraldas; 2: Manabí; 3: Los Ríos; 4: Guayas; 6: El Oro; 9: Pichincha; 10: Santo Domingo
de los Tsáchilas; 11: Cotopaxi; 13: Bolívar; 14: Chimborazo; 15: Cañar; 16: Azuay; 17: Loja;
todavía están siendo diagnosticados en los hospitales dentro de las áreas endémicas,
18: Sucumbíos; 19: Napo; 20: Orellana; 21: Pastaza; 22: Morona Santiago; 23: Zamora
con casos raros migratorios observados en los hospitales ferral re- en zonas no
Chinchipe.
endémicas, tales como Quito y
Mem Inst Oswaldo Cruz, Rio de Janeiro, Vol. 109 ( 7), noviembre de 2.014 851

Fig. 3: el número de casos globales de los 1998-2007, en las tres regiones geográficas registradas por el Ministerio de Salud Pública. Hubo un promedio nacional anual de 53,5 (9-190 rango)
de los casos. Basándose en el tamaño de la distribución de la población, la mayor incidencia de casos fue en la región amazónica. En 2006, 166 de los 190 pacientes procedían de la
provincia de Sucumbíos.

Sin embargo, una especie diferente fue descrito en 1971, cuando se En primer huésped intermediario - Un estudio realizado en 1984 en el
observaron metacercarias no enquistadas en cangrejos de un área caracol colombiensis Aroapyrgus capturado en la zon región ama- reveló que
subtropical costera, Caluma-Bolivar (Yokogawa et al. 1971). Estos era el primer huésped intermediario de Paragonimus. Un total de 2.350
metacercarias fueron similares a los descritos en el Perú por Miyazaki et muestras se microscópicamente examinó utilizando dos técnicas. Los
al. (1969) y en Mex- ico por Miyazaki y Ishii (1968). En 1979, Voelker y primeros 1.000 muestras se colocaron en placas Petri con agua y ob- sirven
Arzube (1979) describen una nueva especie, ecuadoriensis microscópicamente cada 12 h para redias liberado y cercarias. Las
Paragonimus, después de tener morfologías observadas ovario y muestras restantes se comprimieron entre dos placas de vidrio y después se
testículo y el tamaño y forma de huevo que variaban de los descritos examinan camente microscopi-. Se observaron redias y cercarias, lo que
para Paragonimus Inca, Paragonimus mexicanus y peruvianus indica una tasa de infección de 0,042% en los caracoles (Amunárriz 1991b)
Paragonimus. Otros estudios comparativos, sin embargo, reveló que P. y las características morfológicas características redias exhibido de P.
sis ecuadorien- y P. peruvianus eran idénticos a P. mexicanus mexicanus ( Malek et al. 1985). Por el contrario, ninguna de las Hemisinus
maculatus Se encontraron moluscos capturados en una región subtropical de
la provincia de Bolívar a ser infectados (Yokogawa et al. 1971).
(Brenes et al. 1980, Miyazaki et al. 1980) y P. doriensis Ecua- y P.
peruvianus se describen como parte de P. mexicanus en publicaciones
posteriores (Acha y Szyfres
2003). parásitos adultos obtenidas de ratas, perros y gatos infectados
Segundo huéspedes intermediarios - En la costa, no encyst- ed
experimentalmente con metacercarias obtenidas a partir de chilensis
metacercarias encontrado en capturado H. aequatorialis de Jipijapa, provincia
Hypolobocera en Nalpe-Manabí exhib- ited carac- terísticas morfológicas
de Manabí fueron nombrados inicialmente P. ecuadoriensis ( Arzube y Voelker
y morfométricas similares a los de P. mexicanus ( Waikagul et al. 2003).
1978). En con- Caluma en la provincia de Bolívar, no enquistadas identificado
Un estudio filogenético molecular llevada a cabo por sequenc- ing la
como metacercarias P. mexicanus fueron aisladas de eigenmanni Strengeria ( después
citocromo c oxidasa subunidad 1 y el segundo genes espaciadores
transcritos internos reveló que metacercarias aislado de aequatorialis referido como Pseudotelphusa chilensis)

Hypolobocera de Concordia-Esmeraldas pertenecía a P. mexicanus. Este


hallazgo fue confirmado más tarde en gusanos adultos obtenidas de (Yokogawa et al. 1971). Entre H. aequatorialis mens speci- recogidos de 45 ríos

gatos infectados experimentalmente (Iwagami et al., 2003). En la diferentes en cuatro cantones de la provincia de Esmeraldas, se encontró que
42,6% de los cangrejos de estar infectados con P. mexicanus ( Vieira et al.
Amazonia, estudios de metacercarias de Mo- reirocarcinus emarginatus confirmado
1992). En P. chilensis ( En la actualidad se hace referencia como H. chilensis) capturado
la presencia de P. mexicanus. Una publicación reciente estudio Paragonimus
en Nalpe-Manabí y H. aequatorialis recogido en Concor- dia-Esmeraldas,
16,1% y 68,5% especímenes, LY respective-, se encontró que eran puerto P.
mexicanus ( Iwagami et al.
especies de Mexico utilizando enfoques Lar morfológicas y molecu-
identificaron tres especies distintas siguientes comparaciones con las 2003, Waikagul et al. 2003). En la Amazonía, P. mexicanus metacercarias se
secuencias de ADN de las especies encontradas en Ecuador encontraron en 96,1% de la M. emarginatus ( anteriormente conocido como Zilchiopsis
(López-Caballero et al. 2013). Los au- thors de la publicación, por tanto, ecuadoriensis) individuos examinados. Estos cangrejos fueron capturados en
sugirieron resucitar el nombre P. ecuadoriensis para las especies en las mismas corrientes, donde in- fected A. colombiensis No se encontraron
Ameri- Sur ca. Sin embargo, se necesitan más estudios utilizando, moluscos. Por el contrario, ninguna de las faxoni Trichodactylus ( anteriormente
microscopía electrónica de barrido molecular y técnicas morfológicas conocido como Trichodactylus maytai) cangrejos capturados fueron parasit- ised
antes de aceptar esta sugerencia. (Amunárriz 1991b).

Además, una pequeña metacercarias enquistadas, que fue nombrado


tentativamente napensis Paragonimus, se encontró en la región amazónica Las metacercarias se han encontrado en diversos órganos de cangrejos.
del norte (Amunárriz 1991b). También se necesitan estudios de taxonomía Entre el Hypolobocera las especies examinadas,
molecular futuros para aclarar la identidad de esta especie. P. mexicanus metacercarias infestado los creas hepatopan- en 14,4%
(Vaca et al. 1989). En H. chilensis desde
852 Paragonimiasis en Ecuador • Manuel Calvopiña et al.

Nalpe-Manabí, metacercarias también mostró una preferencia por el En cuanto al género, no se han encontrado diferencias
hepatopáncreas (Waikagul et al. 2003). Sin embargo aunque H. significativas. Sin embargo, existen variaciones dependiendo de
aequatorialis de Quinindé-Esmeraldas mostró una preferencia por el la ubicación geográfica de los pacientes. En los grupos indígenas
hepatopáncreas, IAE metacercar- También se encontraron en los músculos y colonos Quichua y Shuar de la Amazonía, junto con el río Napo,
y otros órganos (Vieira et al. 1992). Se encontró que el metacercarias en las mujeres exhiben tasas de infecciones ción del 51,2%
cangrejos de Caluma- Bolívar a preferir el hepatopáncreas sobre el músculo (Amunárriz 1991a) y 52,8% (Cal-vopiña et al., 2003),
(Yokogawa et al. 1971). Se desconoce si estos lugares están asociados con respectivamente. En los pacientes tratados en hospitales de
el parásito o host in- especies termediate, como en Asia, donde varias Latacunga-Cotopaxi y Quito-Pichincha (zonas no endémicas), los
familias de moluscos determinar qué subespecie de P. westermani está machos exhiben tasas de infección de 52% y 57,7%,
presente (Blair et al. 1997). Cangrejos, tanto masculinos como femeninos, respectivamente. De los 45 pacientes ingresados ​en el hospital
se encontraron a ser infectados sin ninguna predilección existente, aunque de la ciudad costera de Guayaquil, había 21 hombres y 24
una tasa de infección más alta se informó en cangrejos machos de mujeres (Fernández, 1990). Se observaron las diferencias más
Nalpe-Manabí (Waikagul et al. 2003). grandes de género en los pacientes tratados en un hospital
regional costera en El Carmen-Manabí y las de los Chachi
indígena (provincia de Esmeraldas),
En 2013, los autores (SA, MC y DR) estudiaron 35 T.
faxoni cangrejos capturados de un pequeño arroyo en la región amazónica
norte-ern: Nuevo Rocafuerte, en la provincia de Orellana. De estos 35 1999). La variación en la relación de la edad y el género de la infección
cangrejos, 13 (37,1%) fueron positivos para P. mexicanus. Sin embargo, en la depende no sólo de la localidad específica y la región geo- gráfica, sino
región costera, ninguno de los 153 Hypolobocera spp de cangrejos capturados también de las costumbres locales y los hábitos re- lated a la preparación de
en áreas previamente consideradas como endémica se encontraron para ser crustáceos.
parasitadas por P. mexicanus. Metacercarias que aún no han sido identificados formas clínicas - Sobre la base de todas las publicaciones, informes,
también se han encontrado (datos no publicados). En Ecuador, cangrejos registros clínicos y estudios disponibles, 3.822 casos fueron documentados
infectados se han encontrado en evations El- van desde 150-2,000 m. en Ecuador desde 1921, de los cuales 99,7% eran infecciones pulmonares.
Hubo 12 casos de paragonimiasis simul- Cu- en la misma familia,
presentando signos de inflamación migratorio, dolor localizado y la
Varios de los pacientes, tanto de la zon las regiones ama- costa y no informó presencia de gusanos adultos confirmó usando histopatología (Carvajal et
de la historia clínica de la ingestión de cangrejo crudo, pero comieron el cangrejo al. 1979). Una forma hepática de la enfermedad se presenta con una lesión
de río (Fernández 1990). cangrejos de agua dulce también podría ser un huésped tumoral en el lóbulo izquierdo del hígado (Peñafiel et al. 1981).
secundario en Ecuador, como se documenta en otros países (Acha y Szyfres
2003). Se necesitan estudios de confirmación de estos crustáceos.

Los síntomas pulmonares incluyen una tos productiva con esputo de


hospedadores definitivos - En los mamíferos salvajes capturados de la región color óxido en 70-100% de los CAS- ES, seguido de dolor en el pecho en el
costera, adulto Paragonimus trematodos se recuperaron de los pulmones de un Nasua 80%. Los síntomas fueron leves y peri ódica en pacientes con una
Nasua ( Coati o tejón), mientras que no hay casualidades fueron encontrados en evolución clínica a corto y / o un recuento bajo de huevo en su esputo
examinada Didelphis marsupialis (Peñafiel et al.
o marmosas ( Arzube y Voelker 1978). En la Amazonía, quistes 1981, Calvopiña et al. 1994). La mayoría de los pacientes mostraron una
pulmonares que contiene adulto Paragonimus fueron encontrados en buena salud general y el estado nutricional. Sin embargo, en el grupo étnico
digenous in- Chachi de Canandé-Esmeraldas River, pérdida de peso y
capturado D. marsupialis, pardalis Felis ( mucha o oce- tigrillo), N. nasua y Tayassu
pecari (pécaris) diaforesis se documentaron en 60% de los casos con una prevalencia del
(Vaca et al. 1989, Amunárriz 1991b). Los gatos infectados con 30% de la fiebre (Guevara et al. 1999). Los casos complicados que implican
perimentales recuento de metacercarias H. aequatorialis derrame pleural, se informó de pleuritis exudativa y emphysaema en 19% de
capturado en las provincias costeras de El Oro y Aldas Esmer- desarrollado los pacientes remitidos al hospital Eugenio Espejo en Quito (Peñafiel et al.
nódulos pulmonares que contienen P. mexicanus 1981). Entre 124 pacientes en el hospital de Nuevo Rocafuerte en la región
trematodos (Palacios et al. 1978, Vieira et al. 1992). La infección en perros amazónica,
y gatos, Rattus rattus, pero no en hamsters, se logró con metacercarias
obtenidas a partir de H. chilensis 12,5% presentó fiebre y disnea, y se encontraban en mal estado de salud
en Nalpe-Manabí (Waikagul et. al 2003). (Amunárriz 1991a). La duración de la enfermedad varió de tres meses a
12 años un caso duró 14 años antes de que se hace un diagnóstico
Las infecciones humanas - Edad y género - En Ecuador, paragonimiasis (Peñafiel et al. 1981).
se diagnostica generalmente en adolescentes y adultos jóvenes, pero los
casos clínicos se han documentado en los individuos que van desde Los hábitos alimenticios en relación con paragonimiasis - grupos Indig- enous

cuatro-67 años de edad (Calvopiña et al., 1998, 2003). Entre los pacientes en Ecuador y los migrantes a regio- nes tropicales práctica de la caza y la pesca,

tratados en los hospitales de Latacunga y Guayaquil, los individuos más incluyendo cangrejos de río y cangrejos, para su abastecimiento de alimentos

afectados oscilaron entre 11-30 años de edad (Fernández básicos. Ciertas creencias y prácticas es probable que aumenten las tasas de
infección, tales como la idea de que el consumo de cangrejos crudos es benefi- cial

1990, Calvopiña et al. 1995). En los grupos indígenas Chachi de para la resaca y el zumo recién preparado a partir de cangrejos crudos (hecho de

Canandé-Esmeraldas río, la mayoría de las personas eran fected AF 11-30 los órganos internos) se utiliza tradicionalmente como medicina para tratar la fiebre

años de edad (Guevara et al. 1999). Durante los registros de campo al ( Vieira et. al 1992). Ciertas comunidades amazónicas preparan el “jugo” de
activos, las infecciones se encuentran más frecuentemente en niños de cangrejos crudos para aumentar la producción de leche en las madres lactantes.
seis y 12 años de edad (Calvopiña et al. 1998). Eso
Mem Inst Oswaldo Cruz, Rio de Janeiro, Vol. 109 ( 7), noviembre de 2.014 853

Es habitual que las familias o grupos de vecinos para pescar los ríos para pacientes remitidos al hospital Eugenio Espejo en Quito, el hallazgo
cangrejos y cangrejos de río y luego consumirlos en la sopa, frito, cocido o radiológico más común fue infiltrados difusos y nodulares (54%), con 11%
crudo. Los niños juegan y los peces en los ríos durante su tiempo libre y come presentando pleuresía, emphysaema y derrame pleural y 11% presentando
cocido, frito o cangrejos crudos y cangrejos de río (Fernández, 1990). En áreas radiografías normales (Peñafiel et al. 1981). De los pacientes tratados en
endémicas, 94% de los pacientes informó de cangrejos que comen y 99% los hospitales de Nuevo Rocafuerte-Orellana y en Guayaquil, formación de
informó de comer cangrejo de río (Calvopiña et al. 1994). A medida que estos imágenes cal 77% y 85,2% exhibido normales radiológicamente (Fernández
hábitos alimenticios implican a toda la familia, varios miembros de la misma 1990, Amunárriz 1991a). En el primer hospital, 13% mostró pleuritis
familia pueden infectarse, como se observa en Chachi (Paredes et al., 1978), en exudativa, linfadenopatía y cavernas hiliar (Amunárriz 1991a). En pacientes
la Amazonía (Amunárriz 1991b) y entre los colonos costeras (Calvopiña et al., identificados durante las búsquedas activas, 46% ed presente- con difusa y
2003). nodular infiltrados, mientras que 39% no mostró anormalidades
radiográficas (Calvopiña et al. 1998, 2003). No se encontraron imágenes
infiltrativas para resolver después del tratamiento, pero no hay cambios
Diagnóstico - En Ecuador, un caso de nimiasis parago- pulmonar se define
radiológicos se observaron en pacientes con lesiones nodulares, derrame
como una persona que se presenta con una tos con expectoración tivo
pleural o lazos cavi- (Calvopiña et al. 1998). No hubo lesiones radiológicas
productividad-marrón oxidado o manchado de sangre, acompañada por una
patognomónica asociados con sis paragonimia-. No hay informes están
historia de consumo de cangrejos de agua dulce crudo o mal cocinado o
disponibles mediante tomografía computarizada o estudios de imagen por
cangrejos de río y la presencia de los óvulos característico de Paragonimus en
resonancia magnética.
el esputo y / o muestras de heces (Díaz et al. 1991). El método diagnóstico
recomendado y utilizado es el la observación microscópica de los huevos en
el esputo y las heces. No hay métodos de concentración se utilizan y no
serológico y / o métodos moleculares están disponibles. huevos de Paragonimus
en el esputo se han identificado después de la tinción de Ziehl Neelsen El diagnóstico diferencial y la asociación con losis tubercu- (TB) y / o
(Calvopiña et al. 2003). La detección de los huevos en el material fecal puede micosis pulmonar - En general, el 10,8% de los pacientes referidos tratados en
alcanzar hasta 13,6%, especialmente en niños, debido a su hábito de tragar el pital Eugenio Espejo hos- presenta con TB pulmonar (Peñafiel et al. 1981),
esputo (Fernández mientras que sólo uno (1,5%) pacientes con TB se encontró en el hospital de
Nuevo Rocafuerte-Orellana (Amunárriz 1991a). No se encontró asociación en
pacientes remitidos a los hospitales en El Carmen-Manabí y Francisco de
1990). detección fecal también puede ocurrir durante paragonimiasis Orella- na (Vaca et al. 1989, Calvopiña et al. 1994). Durante los estudios de
intestinal, una enfermedad que se diagnostica en Ecuador y rara vez se búsqueda activa de las comunidades La Maná-Cotopaxi, el 12,9% de los
producen en todo el mundo (Liu et al. 2012). Más del 50% de los pacientes pacientes tenían o estaban en tratamiento para la tuberculosis pulmonar.
hospitalizados mostró hipereosinofilia o leucocitosis (11,000-15,000 / l) con
niveles normales hemo- globina y hematocrito (Peñafiel et al., 1981).
croscopy Mi- es específico, pero la sensibilidad depende de la cantidad y la Los pacientes con paragonimiasis pulmonar generalmente exhiben una
frecuencia de la expectoración, que es inconsistente en pacientes con buena salud y el estado nutricional. Los episodios de tos fueron esputo
enfermedad leve y moderada. El uso de antígenos solubles obtenidos de periódica y color óxido con moptysis hae-, como en TB, rara vez se produjeron
adulto Paragonimus, el- se encontraron niveles evated de IgG e IgM en (Calvopiña et al. 2003). Ninguno de los casos se asociaron con myco- ses
pacientes con paragonimiasis pulmonar de acuerdo con la presencia de pulmonares a pesar del hecho de que la paracoccidioidomicosis es endémica
huevos en el esputo, con el anticuerpo subclase IgG4 siendo el más en estas regiones tropicales (Severo y Fernández 2004).
dominante (Guevara et al. 1995, 1999). En 43 pacien- tes, los niveles de
IgG e IgE determinados por ELISA y hemaglutinación indirecta se mantuvo
tratamiento - De acuerdo con el Manual para Paragonimi- control asis
elevada después de seis meses de haber sido tratados con praziquantel
en Ecuador, publicado en 1991 por el MSP (Díaz et al. 1991) y por la OMS
(PZQ) (Knobloch et al. 1984). Estas pruebas se llevaron a cabo sólo para
(2011), PZQ es el fármaco de elección para el tratamiento de
fines de investigación.
paragonimiasis pulmonar. La dosis reco- mienda para el tratamiento de
paragonimiasis es tres administraciones por un total de 75 mg / kg / día
durante dos días. El tratamiento de los pacientes de la costa y giones
Amazon re- con PZQ fue eficaz en 95-100% de los casos, con efectos
antígenos crudos de P. westermani y Paragonimus heterotremus se utilizaron
adversos mínimos y transitorios (Calvopiña et al.
para la prueba de dérmica retrasada persensitivity hi- en residentes de zonas
endémicas, con casos tivos reacciones se encuentran en niños y adolescentes
1998). Una tasa de curación del 100% se observó en pacientes trata- ed con PZQ
(Palacios et al., 1978); sin embargo, la prueba se suspendió debido a reacciones
a 50 mg / kg / día durante tres días (Fernández
graves de sensibilidad y baja especificidad (Díaz et al., 1991). Los ensayos de
1990). En los años 1970 y 1980, el tratamiento con Bitionol fue efectiva en
inmunotransferencia se realizaron utilizando gens anti de P. heterotremus, con
el 80% de los pacientes, pero el tratamiento abandono ción era común
cuatro de siete niños que se presentaron con tos crónica, pero fueron negativos
debido a efectos adversos graves, espe- cialmente gastrointestinal. Bitionol
para los huevos en sus esputos que muestran resultados positivos (Waikagul et
fue eficaz en trata- ing 62 de 64 pacientes en el hospital regional Amazon de
al., 2003). Los estudios que utilizan antígenos crudos de diferentes espe- cies
Nuevo Rocafuerte, con efectos adversos tolerables / manejables bajo un
conllevan el riesgo de resultados falsos negativos.
régimen de paciente interno (Amunárriz 1991a). Una combinación de
emetina más cloroquina fue eficaz en solamente 18,2% de los pacientes
tratados (Peñafiel et al. 1981). Actualmente, no existen directrices oficiales
Estudios de imagen - imágenes radiológicas se per- formada sólo en refirió en Ecuador, lo que ha llevado a una falta de conocimientos médicos en
pacientes hospitalizados de los centros de salud rurales debido a la falta de relación con la gestión actual y la terapia recomendada.
disponibilidad de métodos de diagnóstico y / o drogas o debido a gravedad de
la enfermedad. En
854 Paragonimiasis en Ecuador • Manuel Calvopiña et al.

En dos ensayos clínicos-terapéutico, 216 pacientes con paragonimiasis 1991a Amunárriz M. Paragonimiasis. Clínica y Patología. En Estudios

pulmonar de la costa y Amazon fueron tratados con triclabendazol (TCB). Se Sobre patologías tropicales en la Amazonía Ecuatoriana, 1ª ed., CICAME, Quito, p.

obtuvo una eficacia de 100%, incluso en pacientes resistentes a PZQ (Cal- 77-90. 1991b Amunárriz M. Los huéspedes intermediarios de Paragonimus en el este

vopiña et al. 1993). Usando tres regímenes de dosis diferentes: 5 mg / kg


una vez al día durante tres días, una sola dosis de 10 mg / kg o dos dosis de región amazónica de Ecuador. Trop Med Parasitol 42: 160-164. Arzube ME, Voelker

10 mg / kg durante un solo día, los 62 pacientes se curaron, tanto clínica J 1978. Sobre la incidencia de la paragonimiasis
como parasitológicamente. En un segundo estudio, 154 pacientes fueron en el Ecuador 1972-1976. Rev Ecuat Hig Med Trop 31: 73-76. Blair D, Agatsuma T,
tratados con 10 mg / kg dos veces al día o una sola dosis de 10 mg / kg, con
T Watanobe, Okamoto A, Ito Un 1997. geográfica
eficacias de 90,9% y 84,4%, respectivamente, y todos los pacientes se
estructura genética dentro de la uña de pulmón humano, Paragonimus WES- termani, detectada
curaron siguiente repetición del tratamiento (Calvopiña et al.
a partir de secuencias de ADN. Parasitology 15: 411-417. Brenes RR, Zeledon R, Rojas G

1980. ciclo biológico y taxonómico


posición de una Costa Rica Paragonimus y el estado actual de la
2003). TCB ahora se recomienda como fármaco alternativo de elección para
paragonimiasis del mundo. Brenesia 18: 353-366. Calvopiña M, FL Aguirre,
el tratamiento paragonimiasis y el primer fármaco de elección para la
fasciolosis (OMS 2011). Actualmente, PZQ y TCB no están disponibles en el Falcones MC, García VW, Guderian RH
1994. Paragonimiasis pulmonar en el Hospital de El Carmen, Manabí, Ecuador. Educ
Ecuador a pesar de su recomendación en el manual terapéutico nacional
2013. Méd Contin 44: 17-21. Calvopiña M, Guderian RH, Paredes W, Chico M, Cooper
PJ 1998.
Las medidas de prevención y control - En la actualidad, no existen estrategias
Tratamiento de paragonimiasis pulmonar humano con zole triclabenda-: tolerancia
para el diagnóstico, el tratamiento del paciente actualizada o medidas preventivas clínica y eficacia del fármaco. Trans R Soc Trop Med Hyg 92: 566-569.
en Ecuador. Un programa de control o eliminación nacional de la enfermedad es
inexistente.
Calvopiña M, Guderian RH, Paredes WY, Cooper P 2003. comparaciones

Observaciones finales - Paragonimiasis es endémica en las regiones hijo de dos regímenes de un solo día de triclabendazol para el trata- miento de
paragonimiasis pulmonar humano. Trans R Soc Trop Med Hyg 97: 451-454.
tropicales y subtropicales del Ecuador. Aunque la enfermedad se sabe que
está presente en varios lugares, los estudios epidaemiological siguen siendo
incompletos. ULTERIORES más, la falta de búsqueda reciente campo activo y Calvopiña M, W Paredes, Guderian RH, Poltera AA 1993. La eficacia de

los estudios seroepidemiológicos amplitud nacional evita la elaboración de una triclabendazol en refractario paragonimiasis pulmonar humano a la emetina,

estimación de la población infectada actual. El conocimiento de los huéspedes bitionol y praziquantel. Bol Chil Parasitol 17: 44-46. Calvopiña M, Paredes W,
intermediarios y embalses es limitado y no hay caracterización molecular Guerrero G, Guevara A, Sánchez, M, Gud-
comparativa de los parásitos. Para identificar posibles nuevas especies en la Erian RH 1995. Paragonimiasis en la provincia de Cotopaxi, CE- uador. Educ Méd
Amazonía, se necesitan métodos de identificación de ADN. Además, se Contin 49: 18-20. Carvajal L, Zerega F, Loaiza M, Borja A, Rumbea J 1979.
recomiendan las investigaciones para determinar el impacto que los cambios Paragonimi-
ecológicos y ambientales, tales como la agricultura, la aplicación de productos asis cutánea, clínica e histología, eosinofilia tropical o síndrome de helmintiasis
químicos en la palma de aceite y plantaciones de plátano, la construcción de parenteral. Rev Ecuat Hig Med Trop 32: 69-82. Díaz G, Calvopiña M, Guderian R,
presas y la deforestación con la desaparición de los reservorios animales y
Amunárriz M 1991. el control de
huéspedes intermediarios, puede tener sobre la enfermedad. Los programas La paragonimiasis en el Ecuador, Boletín Epidemiológico, Pro- grama
preventivos para educar e introducirá los cambios en los hábitos alimenticios Enfermedades Tropicales, Ministerio de Salud Pública, Quito, 18 pp.
de los residentes (sólo comer cangrejos o cangrejos de río bien cocidas) son
de suma importancia. Un programa de educación sanitaria continuada para el
Fernández T 1990. Paragonimiasis pulmonar. Aspectos Clínicos y
personal profesional, junto con asegurar la disponibilidad de medicamentos
Tratamiento Con el praziquantel. Rev Facultad Cien Med Guayaquil 2: 17-24.
para el tratamiento, es necesario atender a las personas afectadas por

Una Guevara, Vieira JC, Araujo E, M Calvopiña, Guderian RH, Carlier


Y 1995. isotipos de anticuerpos, incluyendo las subclases de IgG, en pacientes Ecuador-
Ian con paragonimiasis pulmonar. Mem Inst Oswaldo Cruz 90: 497-502.

Paragonimus. La falta de medicamentos recomendados para trata- miento es


Guevara GA, Vieira JC, Guachamin P, Villegas V, Murnam T, Lovato
de gran preocupación, ya que hace que los pacientes permanecen infectados,
R, T Mancero 1999. Paragonimiasis pulmonar en el rio Canandé, provincia de
con consecuencias epidaemiological, complicaciones y sufrimiento. El MSP
Esmeraldas. Vozandes 12: 46-49. Heinert JF 1922. Paragonimiasis pulmonar. Anales
debe adquirir los medicamentos y luego hacerlos fácilmente disponibles en los
centros de salud de zonas endémicas. de la Sociedad
Medico Quirúrgica del Guayas 2: 43-51. INEC - Instituto Nacional de

Estadísticas y Censos / Ecuador 2010.


EXPRESIONES DE GRATITUD
VII Censo de Población y VI de Vivienda. Disponible en: volver a
Para Ronald Guderian, para la revisión de este documento, y Ale- jandro Arteaga, datam.inec.gob.ec/cgibin/RpWebEngine.exe/PortalAction?&MO DE = PRINCIPAL Y
para proporcionar la capa del mapa. BASE = CPV2010 & Main = WebServerMain.inl. Iwagami M, Monroy C, Rosas MA,
Pinto MR, Guevara AG, Vieira
Referencias
JC, Agatsuma Y, Agatsuma T 2003. Un estudio ic phylogeograph- molecular
Acha P, Szyfres B 2003. Zoonosis y ENFERMEDADES transmisibles co- basado en secuencias de ADN de metacercarias individual de Paragonimus
munes al hombre ya los animales. En parasitosis, Vol. III, 3ª ed., OPS, mexicanus de Guatemala y Ecuador. J Hel- minthol 77: 33-38.
Washington DC, p. 158-164.
Mem Inst Oswaldo Cruz, Rio de Janeiro, Vol. 109 ( 7), noviembre de 2.014 855

Knobloch J, Paz G, Feldmeier H, Wegner D, Voelker J 1984. Serum Rodríguez J 1963. contribution al estudio del ciclo evolutivo del Pensilvania-
niveles de anticuerpos en paragonimiasis humano antes y después de la terapia con westermani ragonimus. Rev Med Ecuat Cienc Biol 1: 20-34. Savioli L, D Daumerie

praziquantel. Trans R Soc Trop Med Hyg 78: 835-836. Liu CT, Chen YC, Chen TH, Barghouth 2010. Trabajando para superar el impacto global
T, CK Ventilador 2012. intestinal de las enfermedades tropicales desatendidas: primer informe de la OMS sobre enfermedades

paragonimiasis con úlcera de colon y hematoquecia en una mujer taiwanesa tropicales desatendidas, OMS, Ginebra, 172 pp. Severo LC, Fernández T 2004.

ancianos. Corea J Parasitol 50: 349-352. López-Caballero J, Oceguera-Figueroa A, Paracoccidiodomicosis. En T Fer-

León-Règagnon V 2013. dez, Tratado de medicina tropical, 3ª ed., Imprenta Mariscal, Guayaquil, p.
La detección de múltiples especies de humano Paragonimus de Mex- ico utilizando datos 299-312.
morfológica y códigos de barras moleculares. Mol Ecol Resour 13: 1125-1136.
Toscano C, Hai YS, Nunn P, Mott KE 1994. Paragonimiasis y
la tuberculosis - la confusión de diagnóstico: una revisión de la literatura. Disponible a

Malek E, M Ibáñez, Guerra Un 1985. Descripción de redia y cercarias de partir de: apps.who.int/iris/handle/10665/59147. Vaca O, Guderian RH, Blankespoor H 1989.
Paragonimus peruvianus de experimentación infectados colombiensis Aroapyrgus de Estudio de la ONU foco de
Condebamba Velley, Perú. J Parasitol 71: 253-256. Miyazaki I, Ibáñez N, Miranda H 1969. En un paragonimiasis pulmonar en el Oriente Ecuatoriano. Actualidad 14: 19-23.

nuevo golpe de suerte que se encuentra en Perú,


Paragonimus peruvianus sp. norte. (Trematoda-Troglotrematidae). Vieira JC, Blankespoor HD, Cooper PJ, Guderian RH 1992. Parago-
Japonés J Parasitol 18: 23-30. nimiasis en Ecuador: prevalencia y distribución geográfica de la parasitación de

segundas huéspedes intermediarios con Paragonimus mí- xicanus en la provincia de


Miyazaki I, Ishii Y 1968. Los estudios sobre las duelas pulmonares mexicanos con
especial referencia a la descripción de Paragonimus mexicanus sp. nov. Esmeraldas. Trop Med Parasitol 43: 249-252. Voelker J, Arzube ME 1979. Ein Neuer

(Trematoda: Troglotrematidae). Japonés J Parasitol 17: 445-453. Miyazaki I, Kifune T, Lungenegel aus der Kusten-
kordillere von Ecuador: ecuadoriensis Paragonimus norte. sp. (Gonimidae Para-:
Lamothe Argumedo-R 1980. taxonómica y
Trematoda). Tropenmed Parasitol 30: 249-263. Waikagul J, R Lazo, Cornejo E 2003. Paragonimus
estudios biológicos sobre las duelas pulmonares de América Central, oca- sional nº 2 de

publicación, Departamento de Parasitología / Facultad de Medicina / Universidad de infección en ped-


ernales, Ecuador. Boletín del Instituto Central de Investigación de la Universidad Fu- kuoka
Fukuoka, Fukuoka, 28 págs. Montalván JA 1968. Paragonimus en el Ecuador. Estudio
la Serie E interdisciplinarios Ciencias 1: 259-273. OMS - Organización Mundial de la Salud
clínico-
epidemiológico. Rev Facultad Cien Med Guayaquil 3: 1-48. Palacios M, L 2011. Informe del experto de la OMS
consulta sobre las infecciones por trematodos transmitidas por los alimentos y la teniasis /
Serrano, Barragán B, D Bravo 1978. Epidemiología de
cisticercosis, OMS, Ginebra, 59 pp. Yokogawa M, Inatomi S, Tsuji M, Kojima M, Hata H, Miranda
La paragonimiasis en la Cuenca del Río Jubones. Rev Facultad Cien Med
Guayaquil 2: 57-68. H, Ibáñez
N, Rumbea J 1983. Los estudios sobre patobiológicas paragonimiasis en Perú y Ecuador. Informe
Paredes L, Paulson G, Lazo R, Celleri W, Rumbea J, Borrero E, Plaza de los resultados de la investigación con el apoyo de subvención-en-Ayudas a la Investigación
L, Fernández T 1978. Investigación médico-ecológico y socio-Económico En
Científica (subvención-en-Ayudas a la Encuesta de la Ciencia en el extranjero) en 1982, Universidad
Una tribu Cayapa de la provincia de Esmeraldas.
de Chiba, Chiba, 20 pp. Yokogawa M, Montalván J, Rumbea J, Drouet W 1971. Unas metacer-
Rev Ecuat Hig Med Trop 31: 63-71.

Peñafiel W, Dávalos R, Coloma M 1981. Paragonimiasis pulmonar. Re- carias de Paragonimus Encontradas recientemente en la Repúbli- ca del Ecuador. Rev
Visión Clínica de Casos 92. Rev Fac Ciencias Médicas 6: 253-261. Ecuat Hig Med Trop 28: 75-82.

Potrebbero piacerti anche