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A veces las personas cuando tiene diabetes dicen que tienen “un poquito alto el
azúcar” o que tienen “prediabetes”. Estos términos nos hacen pensar que la
persona realmente no tiene diabetes o que su caso es menos grave. Sin embargo,
todos los casos de diabetes son graves.
Diabetes tipo 2
Diabetes gestacional
Para el año 2015, 30.3 millones de personas en los Estados Unidos, es decir, el
9.4 por ciento de la población, tenían diabetes. Más de 1 de cada 4 de estas
personas no sabían que tenían la enfermedad. La diabetes afecta a 1 de cada 4
personas mayores de 65 años de edad. Alrededor del 90-95 por ciento de los
casos en adultos corresponden a la diabetes tipo 2.1
Con el tiempo, los niveles altos de glucosa en la sangre causan problemas como:
1) DIABETES TIPO 1
Las personas con diabetes tipo 1 necesitan tomar insulina todos los días.
Los expertos creen que la diabetes tipo 1 es causada por genes y factores
ambientales, como ciertos virus, que podrían desencadenar la enfermedad. Los
investigadores están trabajando para identificar las causas de la diabetes tipo 1 a
través de estudios como TrialNet (en inglés).
Por lo general, los profesionales de la salud revisan a las personas para ver si
tienen diabetes tipo 1 si presentan síntomas evidentes de diabetes. Los
profesionales de la salud utilizan con mayor frecuencia la prueba de glucosa
plasmática aleatoria para diagnosticar la diabetes tipo 1. Este análisis de sangre
mide la concentración de glucosa en la sangre en un solo momento. Algunas
veces, los profesionales de la salud también usan el análisis de sangre A1C para
averiguar cuánto tiempo se ha tenido un nivel alto de glucosa en la sangre.
Aunque estas pruebas pueden confirmar que tiene diabetes, no pueden identificar
de qué tipo es. El tratamiento depende del tipo de diabetes, por lo que es
importante saber si tiene diabetes tipo 1 o tipo 2.
Para saber si tiene diabetes tipo 1, el médico puede hacerle un análisis de sangre
para ver si tiene ciertos autoanticuerpos. Los autoanticuerpos son anticuerpos que
atacan a sus células y tejidos sanos por error. La presencia de ciertos tipos de
autoanticuerpos es común en la diabetes tipo 1, pero no en la diabetes tipo 2.
Ya que la diabetes tipo 1 puede ser hereditaria, su médico tal vez les haga la
prueba de autoanticuerpos a sus familiares. “Type 1 diabetes TrialNet”, una red
internacional de investigación, también ofrece pruebas de autoanticuerpos a
familiares (en inglés) de personas diagnosticadas con la enfermedad. La
presencia de autoanticuerpos, incluso sin síntomas de diabetes, significa que el
familiar tiene más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 1. Si tiene un
hermano o una hermana, un hijo o su padre o madre tienen diabetes tipo 1, es
posible que quiera hacerse una prueba de autoanticuerpos. Las personas de 20
años o menos que tienen un primo, prima, tía, tío, sobrina, sobrino, abuelo, abuela
o medio hermano o media hermana con diabetes tipo 1, tal vez también quieran
hacerse la prueba.
Si tiene diabetes tipo 1, debe tomar insulina porque su cuerpo ya no produce esta
hormona. Los diferentes tipos de insulina comienzan a actuar a una velocidad
diferente y los efectos de cada una duran un tiempo diferente. Es posible que
necesite más de un tipo de insulina. Puede tomar insulina de varias maneras. Las
opciones más frecuentes incluyen una aguja y una jeringa, autoinyectores tipo
bolígrafo o una bomba de insulina.
Algunas personas que tienen dificultad para alcanzar sus nivel de glucosa en la
sangre solo con insulina podrían también necesitar otro tipo de medicina para la
diabetes que funcione con la insulina, como la pramlintida . La pramlintida, que se
da en forma de inyección, ayuda a evitar que los niveles de glucosa en la sangre
suban demasiado después de comer. Sin embargo, pocas personas con diabetes
tipo 1 se inyectan pramlintida. Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus
siglas en inglés) recientemente financiaron un gran estudio de investigación para
evaluar el uso de pramlintida en conjunto con insulina y glucagón en personas con
diabetes tipo 1. Otra medicina para la diabetes, la metformina, puede ayudar a
disminuir la cantidad de insulina que necesita tomar, pero se necesitan más
estudios para confirmarlo. Los investigadores también están estudiando otras
pastillas que las personas con diabetes tipo 1 podrían tomar junto con la insulina
para tratar su diabetes.
2) DIABETES TIPO 2
La diabetes tipo 2, el tipo más común de diabetes, es una enfermedad que ocurre
cuando el nivel de glucosa en la sangre, también llamado azúcar en la sangre, es
demasiado alto. La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía y
proviene principalmente de los alimentos que se consumen. La insulina, que es
una hormona producida por el páncreas, ayuda a que la glucosa entre a las
células para que se utilice como energía. En la diabetes tipo 2, el cuerpo no
produce suficiente insulina o no la usa bien. Por lo tanto, se queda demasiada
glucosa en la sangre y no llega lo suficiente a las células.
Hay varios factores que pueden causar la diabetes tipo 2. Estos incluyen:
el sobrepeso y la obesidad
la falta de actividad física
la resistencia a la insulina
genes
Muchas personas con diabetes tipo 2 también tienen la enfermedad del hígado
graso no alcohólico. Perder peso, si usted tiene sobrepeso u obesidad, puede
mejorar esta enfermedad. La diabetes también está relacionada con otros
problemas de salud como la apnea del sueño, la depresión, algunos tipos de
cáncer y de demencia .
3) DIABETES GESTACIONAL
¿QUÉ ES LA DIABETES GESTACIONAL?
Muchas mujeres con diabetes gestacional pueden controlar sus niveles de glucosa
en la sangre siguiendo un plan de alimentación saludable y haciendo actividad
física. Algunas mujeres también pueden necesitar tomar medicinas para la
diabetes.
¿QUÉ ES EL VPH?
El VPH es la infección de transmisión
sexual (ITS) más común. El VPH es
un virus distinto al
del VIH y VHS (herpes). El VPH es
tan común que casi todos los
hombres y todas las mujeres
sexualmente activos lo contraen en
algún momento de su vida. Hay
muchos tipos distintos de VPH.
Algunos tipos pueden causar
problemas de salud como verrugas
genitales y cánceres. Pero hay una
vacuna que puede evitar que estos problemas de salud ocurran.
El VPH puede causar cáncer de cuello uterino y otros cánceres como el de vulva,
vagina, pene o ano. También puede causar cáncer en la parte de atrás de la
garganta, como en la base de la lengua y las amígdalas (llamado cáncer
orofaríngeo).
El cáncer generalmente puede tardar años en aparecer —incluso décadas—
después de que una persona haya contraído el VPH. Los tipos de VPH que
pueden causar verrugas genitales no son los mismos que los que pueden causar
cáncer.
Usted puede hacer varias cosas para reducir su probabilidad de contraer el VPH.
Hágase una prueba de detección del cáncer de cuello uterino. Las pruebas de
rutina en las mujeres de 21 a 65 años pueden prevenir el cáncer de cuello uterino.
Si usted es sexualmente activo:
Use un condón de látex en forma correcta cada vez que tenga relaciones
sexuales. Esto puede reducir sus probabilidades de contraer el VPH. Sin
embargo, el VPH puede infectar zonas que el condón no cubre, de modo
que los condones pueden no ofrecer una protección total contra el VPH.
Tenga una relación mutuamente monógama o solo tenga relaciones
sexuales con una persona que solo tenga relaciones sexuales con usted.
Se recomiendan también para los hombres hasta los 21 años que no la hayan
recibido antes y para las mujeres hasta los 26 años, si no se vacunaron cuando
eran menores.
No hay una prueba para determinar si una persona tiene o no el VPH. Tampoco
existe una prueba del VPH aprobada para determinar si hay VPH presente en la
boca o en la garganta.
Existen pruebas del VPH que se pueden usar para detectar el cáncer de cuello
uterino. Estas pruebas se recomiendan solo para la detección en mujeres de 30
años o más. No se recomiendan para la detección en hombres, adolescentes o
mujeres menores de 30 años.
La mayoría de las personas con el VPH no saben que están infectadas y nunca
presentan síntomas o problemas de salud por el virus. Algunas personas
descubren que tienen el VPH cuando presentan verrugas genitales. Las mujeres
pueden enterarse de que tienen el VPH cuando obtienen un resultado anormal de
la prueba de Papanicoláu (al hacerse una prueba de detección del cáncer de
cuello uterino). Es posible que otras solo lo averigüen una vez que presentan
problemas más graves por el VPH como cánceres.
Los problemas de salud relacionados con el VPH incluyen las verrugas genitales y
el cáncer de cuello uterino.
Verrugas genitales: Cerca de 360 000 personas en los Estados Unidos tienen
verrugas genitales cada año.
Hay otras afecciones y otros cánceres causados por el VPH que ocurren en
personas que viven en los Estados Unidos.
Cada año, cerca de 21 000 cánceres relacionados con el VPH podrían prevenirse
con la vacuna contra este virus.
¿Me pueden tratar el VPH o los problemas de salud causados por este virus?
No existe tratamiento contra el virus mismo. No obstante, existen tratamientos
para los problemas de salud que puede causar el VPH:
1. Las verrugas genitales pueden ser tratadas por usted o por su médico. Si
no se tratan, las verrugas genitales pueden desaparecer, quedarse igual o
aumentar en tamaño o cantidad.
2. El precáncer de cuello uterino puede tratarse. Las mujeres que se hacen
en forma periódica la prueba de Papanicoláu y tienen un seguimiento
adecuado pueden identificar problemas antes de que aparezca el cáncer.
La prevención es siempre preferible al tratamiento. Para más información,
visite
3. Otros tipos de cáncer asociados al VPH también se pueden tratar más
fácilmente si se diagnostican y tratan en las etapas iniciales. Para más
información, visite
El VPH se contagia fácilmente por contacto piel a piel cuando tienes sexo con
alguien que lo tiene. Te contagias cuando tu vulva, vagina, cuello uterino, pene, o
el anoentra en contacto con los genitales o la boca y la garganta de otra persona,
normalmente durante el sexo. El VPH puede propagarse incluso sin que haya
eyaculación y sin que el pene penetre en la vagina, el ano o la boca.
El VPH es la ETS más común, pero la mayoría de las veces no representa un gran
problema. Suele desaparecer por sí mismo y la mayoría de las personas ni
siquiera saben que alguna vez lo tuvieron. Recuerda que la mayoría de las
personas que tienen relaciones sexuales se contagian del VPH en algún momento
de sus vidas. No te sientas avergonzado ni tengas miedo.
No existe un examen que detecte los tipos de VPH de alto riesgo que causan
infecciones en la vulva, el pene, el ano o la garganta, y estas infecciones no
provocan síntomas por sí mismas. Si se convierten en cáncer, entonces sí es
posible que aparezcan algunos síntomas.
La infección por VPH no tiene cura, pero por lo general el cáncer tarda varios años
en aparecer, lo que permite detectar y tratar las células anormales del cuello
uterino antes de que se conviertan en células cancerosas. La gran mayoría de las
infecciones por VPH son temporarias y no son graves, de modo que no dediques
mucha energía a preocuparte por si tienes o no VPH. Simplemente asegúrate
cumplir con tus chequeos de salud periódicos, que deben incluir la citología
vaginal o del VPH.
Debido a que las verrugas genitales se parecen a otros problemas cutáneos con
protuberancias, solo tu enfermera o médico puede diagnosticar y tratar este tipo
de verrugas. Afortunadamente, las verrugas no son peligrosas y no provocan
cáncer; por ello, a los tipos de VPH que causan verrugas genitales se los llama “de
bajo riesgo”. Sin embargo, pueden causar irritación y molestias, y puedes
transmitir el VPH que las causó a otras personas. Si crees que tienes verrugas
genitales, es importante que te hagas examinar de inmediato.
La verdad es que, a menos de que tengas un tipo del VPH de alto riesgo o
verrugas genitales, probablemente nunca sepas que tuviste el VPH. De modo que
la mejor manera de evitar el contagio es, en principio, no tener el virus, poniéndote
la vacuna contra el VPH.
A continuación te sugerimos algunas cosas que puedes hacer para prevenir una
infección por VPH.
La vacuna contra el VPH ayuda a protegerte contra ciertos tipos del VPH que
pueden provocar cáncer o verrugas genitales. La vacuna contra el VPH, también
conocida por el nombre de marca Gardasil 9, te protege contra:
Tipos 16 y 18 del VPH: los tipos que causan el 80% de los casos de cáncer
cervical.
Tipos 6 y 11 del VPH, que causan el 90% de los casos de verrugas
genitales.
Otros cinco tipos de VPH (tipos 31, 33, 45, 52 y 58) que pueden provocar
cáncer de cuello uterino, ano, vulva/ vagina, pene o garganta.
Las vacunas contra el VPH se suministran en una serie de inyecciones. Para las
personas entre 15 y 45 años, la vacuna tiene tres inyecciones separadas. La
segunda inyección es aplicada dos meses después de la primera y la tercera
cuatro meses después de la segunda. Por lo tanto, toma alrededor de seis meses
ponerse las tres inyecciones.
Para las personas entre 9 y 14 años, sólo son necesarias dos inyecciones. La
segunda inyección se aplica seis meses después de la primera.
Todas las personas de entre 9 y 45 años pueden vacunarse contra el VPH para
protegerse contra las verrugas genitales o los diferentes tipos del VPH que pueden
provocar cáncer. Se recomienda que los niños se vacunen a la edad de 11 o 12
años, para que estén completamente protegidos años antes de convertirse en
personas sexualmente activas.
Independientemente de tu edad, consulta con tu médico o enfermera para saber si
la vacuna contra el VPH podría beneficiarte.
Una de las razones por las que la vacuna contra el VPH es controversial es
porque previene una enfermedad de transmisión sexual, lo que hace que mucha
gente piense que no es apropiada para niños. La cuestión es que la vacuna
funciona mejor si se la aplica mucho antes de que la persona comience a tener
una vida sexual activa. Por ello, es aconsejable que te la apliques mientras eres
chico para no tener que preocuparte de ciertos tipos de cáncer más adelante.
Los estudios demuestran que la vacuna contra el VPH no lleva a las personas a
tener más sexo o a tener relaciones sexuales a una edad más temprana. Por lo
tanto, la aplicación de la vacuna contra el VPH no alienta a los niños a tener sexo.
Lo único que hace es brindarles protección contra las verrugas genitales y el
cáncer cuando sean adultos.
No. Si ya tienes una infección por VPH no podrás tratarla con la vacuna.
No obstante, puede protegerte contra otros tipos del VPH. Si tienes una infección
por VPH, consulta con tu médico o enfermero para saber qué pruebas o
tratamiento necesitas.
Sí. Las citologías vaginales siguen siendo una manera importante para detectar y
prevenir el cáncer cervical. La vacuna contra el VPH no protege contra todos los
tipos del VPH que pueden provocar cáncer. Por lo tanto, sigue siendo importante
que te hagas citologías vaginales/ pruebas de VPH para detectar cualquier cambio
celular que pueda causar cáncer cervical.