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A menudo escuchamos en los medios de comunicación que tal o cual deportista está muy ansioso, está
bloqueado o que le puede la presión. Al estar ansioso, su rendimiento disminuye, por lo que empieza a
preocuparse (ej: ¿qué me pasa?, ¿por qué fallo tanto?), aumentando su ansiedad y, generando un círculo
vicioso.
Pero ¿qué es realmente la ansiedad deportiva? Y sobre todo, ¿cómo puede remediarse?
El nivel de activación de las personas varía a lo largo de un continuo que va desde el sueño profundo a la
excitación intensa. Cuando estamos dormidos, nuestra activación es baja, por lo que no podemos responder
a cualquier estímulo (ej: mantener una conversación). A medida que nuestro sistema nervioso autónomo
segrega adrenalina al torrente sanguíneo, nos vamos activando (aumenta la frecuencia cardíaca, la
respiración, la tensión muscular, etc.) y, por tanto, nuestra capacidad de respuesta aumenta, por ejemplo,
defender un contraataque. El problema viene cuando, ante una situación determinada, nuestro sistema
nervioso autónomo sigue segregando más adrena lina de la necesaria, generando un grado de activación tan
alto que bloquea la capacidad de respuesta. El rendimiento baja y empiezan las preocupaciones, por tanto, se
incrementa el grado de activación.
De acuerdo con Lander y Broutcher (1986), el grado de activación y la capacidad de respuesta o rendimiento
de una persona se relacionan en forma de “U” invertida. A niveles bajos de activación, el rendimiento es bajo.
A medida que aumenta la activación del deportista, lo hace también el rendimiento, hasta llegar a un punto
óptimo de nivel máximo de ejecución. Si se sigue incrementando el nivel de activación, el rendimiento
disminuirá.
Pero, ¿cuál es el grado óptimo de activación para tener un máximo rendimiento deportivo? Depende de los
siguientes factores:
En primer lugar, cada actividad requiere unos niveles de activación diferentes. Por ejemplo, cuando un jugador
de tenis está al resto o cuando un jugador de fútbol o baloncesto está defendiendo necesitan estar alerta para
poder reaccionar rápido; es decir, su nivel de activación debe ser alto. En cambio, en el saque de tenis, o al
lanzar un tiro libre, los jugadores necesitan mayor precisión en la ejecución, por tanto, tienen que tener un
grado de activación menor. En definitiva, es importante que los deportistas conozcan su deporte y sepan en
regular su grado de activación según la tarea a realizar para que su rendimiento sea óptimo.
En segundo lugar, las personas diferimos unas de otras. Hay personas que requieren un alto grado de
activación para rendir al máximo y, en cambio, otras personas pueden rendir de igual manera con menor
grado de activación. Por este motivo, es necesario que cada deportista identifique cual es su grado óptimo de
activación; anotando en un registro su nivel de activación (en una escala de 0 a 10) y su rendimiento (escala
de bajo, medio y alto rendimiento), analizando qué grado de activación se relaciona con un rendimiento alto.
En tercer lugar, hay características personales y de la tarea que generan ansiedad y es importan te conocerlas.
• Importancia del evento: A mayor importancia mayor es el grado de ansiedad. Cuando se juega una
final o una eliminatoria, el grado de ansiedad en los deportistas aumenta. También puede ser importante una
jugada dentro de un partido, ya que puede decantar el resultado a favor o en contra. Ej: patada de
conversion,…
• Incertidumbre: A mayor grado de incertidumbre mayor es el nivel de ansiedad. Cuando lo s partidos
o la competición está muy igualada, se desconoce quien va a conseguir la victoria por lo que el grado de
ansiedad aumenta.
• Escasez de tiempo: Afecta a aquellos deportes cuya duración está determinada. Por ejemplo:
balonmano, fútbol, baloncesto, rugby, etc. Cuando queda poco tiempo para el final, empiezan las prisas, las
decisiones precipitadas; en definitiva, aumenta la ansiedad.
• Cambios en la rutina: Somos animales de costumbres. Desde pequeños aprendemos a realizar una
serie de hábitos que si nos lo modifican nos trastoca. Para los deportistas, las rutinas son muy importantes,
favorece que se vayan metiendo en competición, por lo que las variaciones en alguna de ellas les genera
ansiedad.
Pero ¿qué puede hacer un deportista para que eso no ocurra, para regular el grado de activación?
Existen varias estrategias para reducir la ansiedad (técnicas de relajación, parada de pensamiento, auto
instrucciones, etc.). La elección de unas u otras dependen de qué es lo que causa la ansiedad. Si es debido a
la alteración de patrones fisiológicos, lo mejor es utilizar técnicas de relajación y de visualización. Si se debe a
factores cognitivos, a interpretaciones erróneas, será más conveniente usar técnicas de reestructuración
cognitiva, solución de problemas, parada de pensamiento o auto instrucciones.
La ansiedad precompetitiva es un estado negativo, que ocurre durante las 24 horas anteriores a una
competición. La ansiedad precompetitiva resulta de un desequilibrio entre las capacidades percibidas y l as
demandas del ambiente deportivo. Cuando las demandas percibidas están equilibradas con las capacidades
percibidas, se experimenta un estado óptimo de (alerta/vigilancia). La ansiedad precompetitiva resulta
cuando la destreza y la habilidad del deportista no son percibidas como equivalentes a las del contrincante.
Con respecto a los factores personales -situacionales, existen algunas situaciones características que
contribuyen a convertir un estímulo en una situación de ansiedad; entre ellas se citan: los cambios en la
situación habitual, información insuficiente o errónea, sobrecarga en los canales de procesamiento,
importancia del evento, inminencia del estímulo, falta de habilidad para controlar la situación, autoestima,
etc.
Con respecto a la percepción del rival, este apartado se podría relacionar con la ansiedad precompetitiva.
Cuando un deportista sabe con el rival que va a competir, desde ese momento empieza su preocupación si
sabe que es superior a él. No está relajado con lo que tendrá muchas preocupaciones que harán disminuir su
rendimiento notablemente.
Ningún deportista siente todos estos síntomas a la vez, pero en ocasiones un síntoma puede desencadenar
otro. Así el hecho de que, cuando supera un síntoma, puede superar más, pues muchos síntomas son
provocados por los mismos factores físicos.
Tomado de:
https://psicologiadeportivaa.blogspot.com/2011/04/la-ansiedad-deportiva.html
http://www.efdeportes.co m/efd95/ansiedad.h tm