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Arte y educación

Colección dirigida por Roser Juanola Arthur D. Efland


1. A. D. Efland - Una historia de la educación del arte Una historia de la educación
2. J. Matthews - El arte de la infancia y la adolescencia
del arte
Tendencias intelectuales y sociales en la
enseñanza de las artes visuales
Título original: A History ofArt Education Sumario
Publicado en inglés, en 1990, por Teachers College Press, Nueva York

Traducción de Ramón Vila Vernis

Cubierta de Mario Eskenazi

Prefacio 11

CAPÍTULO 1: LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA: CONTEXTO SOCIAL 15

Los sistemas de control 17


El contexto social de las artes 19
Plan de la obra 22

CAPÍTULO 2: EL ORIGEN DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA EN


OCCIDENTE 25
La educación artística en la época clásica 25
La enseñanza de las artes durante la Edad Media 41
La enseñanza de las artes visuales durante el Renacimiento 51
La época absolutista y la Academia francesa 61
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, La educación artística durante la Ilustración 70
bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por
cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, Conclusiones 77
y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
CAPÍTULO 3: LAS ARTES VISUALES Y LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL 81
© 1990 by Teachers College, Columbia University
© 2002 de la traducción, Ramón Vilá Vernis El origen de las transformaciones del siglo xix 82
© 2002 de todas las ediciones en castellano, La educación artística profesional 85
Ediciones Paidós Ibérica, S.A.,
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona, Las artes visuales en la universidad 100
y Editorial Paidós, SAICF, Conclusiones 112
Defensa, 5 9 9 - Buenos Aires
http://www.paidos.com
CAPÍTULO 4: LA REINVENCIÓN DEL ARTE EN LAS ESCUELAS

ISBN:84-493-1237-X COMUNES 115


Depósito legal: B-6.631/2002 El movimiento de la escuela común en Estados Unidos 115
Impreso en Gráfiques 92, S.A.
Av. Can Sucarrats, 91 - 0 8 1 9 1 Rubí (Barcelona)

Impreso en España - Printed in Spain


Sumario
Una historia de la educación del arte 8

CAPÍTULO 8: LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA DESDE LA SEGUNDA GUERRA


Los orígenes europeos de la pedagogía de la escuela común 120
MUNDIAL HASTA EL PRESENTE 329
Los inicios de la enseñanza del dibujo en las escuelas públicas 123
El impacto del método de dibujo de Pestalozzi en Estados El arte americano durante la posguerra 330
Unidos 133 Las artes en la educación superior americana 331
El movimiento en favor del dibujo industrial 141 El crepúsculo de la era progresista 334
Conclusiones 170 La enseñanza del arte durante y después de la guerra: la corrien-
te reconstruccionista 338
CAPÍTULO 5: LA CORRIENTE DEL IDEALISMO ROMÁNTICO
La enseñanza del arte durante la posguerra: la corriente expre-
EN LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA 173
sionista 343
E1 impacto de la Guerra Fría sobre la educación artística 348
El trascendentalismo de Nueva Inglaterra y la educación 174
Tendencias rivales dentro de la educación artística: 1965-1975 353
Froebel y el movimiento de los jardines de infancia 181
La evaluación de los resultados y la investigación cualitativa
William Torrey Harris y el idealismo 193
La influencia de Ruskin sobre la educación artística 198 como movimientos rivales: 1972-1980 364
El arte en la educación de las mujeres en la América del siglo xix 211 La excelencia y la teoría crítica como movimientos rivales:
La mejora del ambiente escolar y el estudio de la imagen 216 los años ochenta 369
Conclusiones 217 Innovaciones introducidas en la educación artística durante la
posguerra 374
CAPÍTULO 6: EL DARWINISMO SOCIAL Y LA BÚSQUEDA DE LA BELLEZA 221 El estatus de la educación artística 378
El arte americano del cambio de siglo 224 Conclusiones 381
El movimiento británico de las artes y los oficios 226 Hacia una confluencia armoniosa 384
La influencia de la ciencia sobre los filósofos de la educación 233
Los movimientos educativos del cambio de siglo 238 Bibliografía 387
La enseñanza artística antes de la Primera Guerra Mundial 254 índice analítico y de nombres 409
Conclusiones 274

CAPÍTULO 7: EL EXPRESIONISMO Y EL RECONSTRUCCIONISMO EN EL


CAMPO DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA 277
El arte americano en la época de entreguerras 278
El movimiento para la educación progresista 279
La enseñanza del arte: la corriente expresiva 288
La enseñanza del arte: la corriente reconstruccionista 300
El estatus de la enseñanza artística en las escuelas 310
La Bauhaus alemana 312
Las artes visuales en la enseñanza superior 321
Estudios sobre el arte en Estados Unidos 323
Conclusiones 326
Prefacio

En 1961, mientras realizaba mis estudios de doctorado en la Universi-


dad de Stanford, descubrí que la educación artística tenía una historia.
En las estanterías de la Biblioteca Cubberley se podían encontrar la te-
sis doctoral de Harry Beck Green y la obra de Fred Logan Growth of
Art in American Schools. Llegué entonces a la conclusión de que la his-
toria de la enseñanza del arte ya se había escrito, que quedaban pocas
cosas por descubrir, y que la tarea de las historias futuras consistiría en
corregir la imagen de progreso que habían transmitido Logan, Green y
otros.
Desde 1955, fecha de la aparición del libro de Logan, han sucedido
muchas cosas que han contribuido a alterar el carácter de la enseñanza
del arte. Desde su perspectiva, Logan podía ver un progreso en línea
recta desde los ejercicios rígidos y mecánicos del siglo xix hasta las for-
mas más libres de expresión que entonces defendían Ziegfeld, Lowen-
feld y D'Amico. A partir de aquel momento los profesores de arte han
vuelto a prácticas y contenidos previamente abandonados. Ejemplo no-
table de ello es el interés que existe actualmente en la enseñanza de la
ipreciación del arte.
¿Se mueve la historia en línea recta o es más bien cíclica, es decir,
que las tendencias dominantes en un determinado momento dejan paso
inevitablemente a otras tendencias alternativas en otro momento? Y si
es así, ¿cómo se explican estos cambios? ¿Se basan en la realidad social
de la época en la que se producen, o son simplemente el resultado de un
cambio de moda en el campo de la pedagogía? Logan y Green no plan-
tearon estas preguntas; lo que les preocupaba a ellos era establecer un
U n a historia de la educación del arte I3 Prefacio
12

registro del pasado, mientras que mi interés se dirige más bien a la ela- Massachusetts, me envió un escrito original del decano sobre la historia
boración de una perspectiva interpretativa más satisfactoria. del colegio. Cuando fui a dar una conferencia sobre los regalos y tareas
Cuando Green y Logan escribieron sus historias no conocían los de Froebel en la Universidad de Illinois recibí algunas copias de los ca-
frutos de las exploraciones que se han venido realizando en los últimos tálogos de Milton Bradley Co. de una persona cuyo nombre no consigo
diez o veinte años. Mi historia debe mucho a personas como Robert recordar. Margery Cohn, del Museo de Arte Fogg, tuvo la amabilidad
Saunders, gracias a quien conocemos mejor las actividades de Horace de prestarme algunas notas sobre la correspondencia entre Prang, Per-
Mann y Elizabeth Peabody en el siglo xix. También ha sacado a la luz kins y Smith correspondiente a la época de su controversia sobre los li-
nueva información acerca del Proyecto Owatonna. Diana Korzenik, que bros de texto. Jean Shields, bibliotecario de la Biblioteca Administrati-
comparte mi pasión por el episodio de Walter Smith, ha ampliado enor- va del Consejo Escolar de Boston, me prestó una gran ayuda a la hora
memente nuestra apreciación del impacto social del movimiento del di- de localizar las actas del comité en el período de 1870-1880. Don Soucy
bujo industrial, y también ha contribuido a darnos una imagen más com- me ha enviado regularmente copias de tesis doctorales y artículos, y ha
pleta de la vida y la carrera de Smith. Paul Bolin ha investigado la aportado numerosas sugerencias. También ha contrastado algunas citas
compleja regulación legislativa del dibujo industrial en Massachusetts, largas con las fuentes originales. Debo un agradecimiento especial a la
mientras que Mary Ann Stankiewicz ha contribuido a aumentar nuestro ya fallecida Jacqueline Sisson, bibliotecaria de bellas artes de la Univer-
conocimiento del movimiento en favor de la decoración de las aulas y el sidad Estatal de Ohio, que lo conservó todo, y a su sucesora Susan
estudio de pinturas, así como de las actividades de algunas heroínas Wyngard, que lo encuentra todo. Las dos becas de desplazamiento que
anónimas en el cambio de siglo. Foster Wygant y Peter Marzio nos han me ha concedido el Comité de Investigación de la facultad de Arte para
permitido conocer mejor los manuales de dibujo del siglo xix. Wygant trabajar en otras bibliotecas han hecho posible este libro. También
también ha contribuido a ampliar mi comprensión del trabajo de Dow debo un agradecimiento a los estudiantes de mi seminario de doctora-
en el facultad de Ciencias de la Educación de Columbia. El estudio de do sobre la historia de la enseñanza del arte, que me han enseñado mu-
David Baker sobre la tendencia romántica y el trabajo de Purdue sobre cho más de lo que yo podía enseñarles a ellos. También estoy agradeci-
el movimiento de las artes y los oficios me han ayudado a reconocer la do al equipo editorial de Teachers College Press, que dieron grandes
presencia de tendencias en conflicto dentro de la enseñanza del arte. facilidades para la publicación de este libro.
Asimismo, estoy en deuda con Stuart Macdonald y Clive Ashwin Quiero expresar mi agradecimiento a la ya desaparecida Hermine
por sus estudios sobre la enseñanza del arte en Inglaterra y en el conti- Floch por su aliento afectuoso y por las claves que me dio para la com-
nente, que han inspirado tendencias parecidas en este país. También prensión del clima artístico y político de su Viena natal; ella me ayudó a
debo reconocer mi deuda intelectual con Raymond Callahan por su comprender las contribuciones de Franz Cizek, que fue su profesor, y
Education and the Cult o/Efficiency, que ha sido una referencia impor- de Viktor Lowensfeld, que fue su amigo y compañero de estudios.
tante para mi sexto capítulo, y con Lawrence Cremin, cuya Transfor- Agradezco también el apoyo del ya fallecido Frederick Fraenkl, y el in-
maron of the School ha tenido una gran influencia sobre mi concepción cansable aliento de Liselott Fraenkl. Por último, también debería men-
del panorama educativo durante el período de entreguerras. Class Bu- cionar a mi hijo David, que ha tenido que soportar mis trances de tra-
reaucracy and Schools, de Michael Katz, ha clarificado la política del Co- bajo y cuyo sentido del humor me ayudó cuando las cosas se pusieron
mité Escolar de Boston en la década crucial de la introducción del di- difíciles, y a mi esposa Jenny, que no ha dejado que olvidara el arte que
bujo en las escuelas de esta ciudad. hay detrás de la enseñanza del arte.
Algunas personas me han ayudado prestándome materiales de refe-
rencia difíciles de encontrar. Ben Hopkins, de la facultad de Arte de
1

La educación artística: contexto social

Desde que existen las artes, los artistas, los intérpretes y los miembros
del público han sido educados para desempeñar sus papeles respecti-
vos. Cada cultura ha diseñado una serie de formas de seleccionar y pre-
parar a los individuos para desempeñar estos papeles. Este libro se ocu-
pa de la enseñanza de las artes visuales a lo largo de la historia de la
educación, tanto antes como después de la aparición de la enseñanza
pública. Esta evolución de conjunto nos permite comprender las co-
rrientes sociales que llevaron finalmente a la introducción de las artes
en la escuela como asignaturas convencionales. Aunque la atención está
centrada en la educación artística en Estados Unidos, también se tratan
los movimientos europeos y británicos relacionados con ella.
La forma en que se enseñan las artes visuales en la actualidad ha ve-
nido condicionada por las creencias y los valores relacionados con el arte
de aquellos que promovieron su enseñanza en el pasado. Muchos de es-
tos partidarios tempranos eran individuos socialmente poderosos que in-
fluyeron sobre las políticas educativas de su tiempo. Para ellos, la ense-
ñanza del arte no era algo caprichoso o accidental, sino que tenía que ver
con la consecución de ciertos objetivos sociales, morales y económicos.
La enseñanza de las artes visuales viene asociada a ciertas tenden-
cias elitistas. Muchas escuelas contemplan las artes como materias es-
peciales reservadas a unos pocos dotados de privilegios o talentos espe-
ciales. Para comprender de dónde provienen estas actitudes, debemos
ir a los orígenes de la educación en la cultura occidental. Sólo después
de estudiar la enseñanza del arte en épocas anteriores podremos enten-
der el papel que desempeña en la educación actual.
Una historia de la educación del arte 16 17 La educación artística: contexto social

Una cuestión central para la educación artística, así como para la en clases colectivas del tamaño que sea. Si la diversidad es lo que carac-
educación en general, es el acceso a la enseñanza. En épocas muy tem- teriza actualmente el acceso a las artes, no fue siempre éste el caso.
pranas las artes se enseñaban a través de una serie de rituales de grupo
que formaban parte integral de la liturgia, o bien se enseñaban a una
minoría selecta a través de un arduo aprendizaje. Algunas sociedades Los sistemas de control
veían el dominio de las artes como un privilegio reservado a una élite
social, mientras que otras las consideraban materias aptas únicamente Fueron los miembros poderosos de cada sociedad los que determina-
para los esclavos y los hijos de los artesanos. En el siglo xix, las mujeres ron los fines a los que debían servir las artes y crearon las instituciones
europeas de clase trabajadora podían estudiar artes decorativas, pero el adecuadas para llevar a cabo estas tareas. Fueron estas instituciones las
estudio de las bellas artes estaba reservado a los hombres, excepto en que determinaron qué recursos podían destinarse a la producción de
circunstancias altamente inusuales. A lo largo de la historia de la edu- obras de arte y a las representaciones artísticas, a quién se podía reclu-
cación artística el acceso a la enseñanza ha venido marcado por consi- tar para el adiestramiento, quién podía servir como profesor y qué se
deraciones de clase y de género, así como por el estatus social general de podía enseñar. En resumen, las artes eran controladas por tres vías: el
las artes visuales como objeto de estudio. mecenazgo, la educación y la censura (Kavolis, 1974).'
Con la alfabetización universal del siglo xix llegaron los primeros El mecenazgo remite a la organización de los recursos humanos y
esfuerzos para introducir el arte y la música en la enseñanza pública, a materiales para la producción de arte. Un sistema de mecenazgo define
pesar de las objeciones de ciertos sectores de la sociedad. La introduc- una serie de relaciones entre los intérpretes y las audiencias o entre los
ción de estas artes era presentada habitualmente como una reforma artistas y los consumidores. La educación se refiere al adiestramiento
educativa, como un privilegio que la escuela otorgaba a los jóvenes den- teórico y práctico de los eventuales artistas y miembros del público. Un
tro de la enseñanza pública gratuita; pero el hecho de tener un estatus sistema educativo define una serie de relaciones sociales entre los pro-
privilegiado acarrea ciertos costes sociales. Las artes quedaron aparta- fesores y los estudiantes o entre los maestros y los aprendices. La cen-
das del reino de las necesidades. Descubrir por qué las artes son tan vul- sura influye sobre aquello que se expresa en las obras de arte y sobre
nerables, incluso hoy en día, es una de las funciones de este libro. quién tiene permitido acceder a ellas. En los sistemas de censura las au-
A medida que se vaya desplegando esta historia quedará claro que toridades actúan como filtro entre el objeto de arte y la sociedad en con-
la enseñanza de las artes se ha organizado alrededor de una serie de junto.
marcos institucionales. En la Edad Media era controlada por el alto cle- Estos tres sistemas de control sobre las artes aparecen a menudo in-
ro, al que pertenecían los mecenas, los educadores y a veces los propios terrelacionados. Por ejemplo, los Medici de Florencia no sólo eran acti-
artistas. En la baja Edad Media, la enseñanza del arte era regulada por vos a la hora de encargar obras de arte sino que también contribuyeron
los gremios artesanales. En los siglos xvi y xvn fue la corte secular la a patrocinar una serie de academias de arte que promocionaban las teo-
que patrocinó las academias artísticas y musicales que entonces comen- rías del arte favorables a la clase de expresión que ellos buscaban en sus
zaban a tomar forma. En nuestra época, la instrucción en las artes se encargos. En la Francia del siglo xvii, la Academia del arte establecida
transmite a través de una compleja red de instituciones formales e in- durante el reinado de Luis XIV realizaba las tres funciones. En la ac-
formales: escuelas profesionales de arte, museos y escuelas de museo,
colegios de artes liberales, publicaciones, medios de comunicación, en- 1. Kavolis trata los sistemas de mecenazgo y censura juntamente con los sistemas
señanza obligatoria. Tanto el aficionado como el profesional pueden de difusión q u e se encargan de hacer llegar el arte hasta sus diversos públicos. La edu-
acceder a la instrucción, sea en clases privadas con un solo estudiante o cación aparece tratada como uno de estos sistemas. Véase también Kavolis ( 1 9 7 3 ) .
Una historia de la educación del arte 19 La educación artística: contexto social
18

tualidad, la Fundación Nacional para las Artes, inicialmente concebida con sus métodos que durante la Edad Media o durante los siglos poste-
para promocionar el mecenazgo, está también profundamente involu- riores al Renacimiento, y sus descubrimientos fueron difundidos por las
crada en un programa de «artistas en las escuelas» que pretende fami- primeras academias de arte. De modo parecido, los siglos xix y xx vie-
liarizar a los alumnos más jóvenes con las artes. ron el nacimiento del mecenazgo de las clases medias, que acompañó al
En todas las sociedades, los sistemas de mecenazgo, educación y desarrollo de las fortunas personales y la filantropía privada. Durante
censura están controlados por los poderosos. Ello resulta evidente en este período, la educación artística se volvió también más accesible. Au-
los ejemplos de la Iglesia medieval o de Luis XIV, pero también se pro- mentaron de forma espectacular las oportunidades educativas tanto
duce en la sociedad contemporánea, aunque sea más difícil identificar para los aficionados como para los profesionales (Wittkower y Wittko-
2
los canales actuales del poder, dada la mayor complejidad de las insti- wer, 1963).
tuciones y las redes institucionales. Esta creciente complejidad se refle- En otros lugares y momentos históricos, como por ejemplo la Fran-
ja en el cambio de significado que ha experimentado la palabra mecenas cia del siglo XVII, el mecenazgo estaba centralizado en el Estado, y el arte
desde el Renacimiento. Entonces designaba a aquellas personas que pa- debía adaptarse a los modelos estatales. Los métodos para enseñar el
trocinaban, protegían, mantenían o realizaban encargos al artista. En la arte también se estandarizaron, y los recientes descubrimientos del Re-
actualidad se refiere a cualquier persona que forma parte del público nacimiento sirvieron de base para un sistema formal de reglas para la
receptor de las artes.* creación artística. El acceso a la educación artística también estaba con-
El mecenazgo puede estar en manos de una única institución, como trolado por la academia (Pevsner, 1973).'
por ejemplo la Iglesia o el Estado, o bien puede proceder de una amplia
gama de fuentes. Cuando prevalece esta última situación, es probable
que los métodos usados para enseñar las artes sean más variados. Pue- El contexto social de las artes
de darse el caso, por ejemplo, de que se enseñe a pintar de formas
distintas en lugares distintos; ello permite la aparición de diferencias es- Estas observaciones preliminares sugieren que los sistemas de mece-
tilísticas. Un mecenazgo diversificado crea unas condiciones que pro- nazgo difieren en su grado de diversificación y control, y que una ma-
mueven una cierta competición entre los artistas, lo cual a su vez fa- yor diversidad viene acompañada por un aumento de las oportunidades
vorece que el artista refuerce su propio estilo individual. Cuando educativas y también de la variedad artística. Las artes mismas son un
prevalece un clima experimental, los artistas tratan de descubrir las po- reflejo de la sociedad en la que aparecen, y lo mismo sucede con el sis-
sibilidades expresivas y los límites de sus medios artísticos. A medida tema de educación artística que se encarga de su enseñanza. El hecho
que los artistas transmiten estos descubrimientos a sus alumnos, se de- de que el sistema limite el acceso a las artes o las haga ampliamente ac-
sarrollan diferentes tradiciones educativas.
En el Renacimiento, el mecenazgo se convirtió en un sistema más 2. En el segundo capítulo, los Wittkower comparan la relación entre el artista y
diversificado de lo que había sido durante la Edad Media. A menudo el mecenas durante la Edad Media y el Renacimiento. También examinan los efectos

los mecenas tenían que competir entre ellos para obtener los servicios que tuvo la competición entre los mecenas por conseguir los servicios de los artistas.
Se puede encontrar un estudio parecido también en Hauser ( 1 9 5 1 ) , volumen 2, capí-
de artistas renombrados. Por otro lado, los artistas experimentaban más
tulo 3.
3. Pevsner es la fuente secundaria más importante sobre las academias italianas de
* La palabra mecenas sustituye aquí al término inglés patrón. El término castella- arte del Renacimiento y la Academia francesa. Si se quiere encontrar un análisis de los
no, sin embargo, no ha experimentado la evolución a la q u e alude el texto, y se ha que- cambios que experimentaron los métodos de enseñanza en el siglo xix, véase Boime
dado en su acepción original de persona protectora de las artes o los artistas. (N. del t) (1971); véase también Brown University ( 1 9 8 4 ) .
Una historia de la educación del arte 20 21 La educación artística: contexto social

cesibles nos informa acerca del carácter de una determinada sociedad. solver los problemas técnicos asociados con la realización del objeto.
La antigua Esparta era un Estado militarista y limitaba todas las activi- En la época renacentista, los mecenas habían comenzado a dejar en ma-
dades artísticas a la glorificación de la guerra. Atenas, en cambio, era un nos del artista las decisiones artísticas, aunque el artista escogido por el
Estado de navegantes que comerciaba con otros pueblos de las costas mecenas compartía habitualmente sus mismas creencias. En nuestra
del Egeo y el Mediterráneo. Los atenienses estaban abiertos a ideas pro- época el artista forma parte habitualmente de una élite social e intelec-
cedentes de todos los rincones del mundo conocido, y estaban igual- tual que a menudo excluye al mecenas. Tales mecenas compran el arte
mente abiertos a su arte. como signo de un estatus que la mera riqueza o el poder social no pue-
Las artes no constituyen reinos autónomos de actividad, ajenos a la den conferirles (Wolfe, 1975).
influencia del contexto social. Dependen del mecenazgo para su man- Otro aspecto que debe formar parte de cualquier estudio sobre las
tenimiento, de la educación para su difusión, y se ven controladas por artes son las diversas concepciones de la realidad, por lo que entiendo un
la censura; el carácter de tales sistemas dice mucho acerca de la socie- sistema general de creencias o un tipo especial de conciencia que carac-
dad a la que pertenecen. Este libro se ocupa principalmente de los sis- teriza una época particular. En ocasiones, esta conciencia queda recogi-
temas educativos relacionados con las artes visuales. da en los escritos filosóficos de un individuo particular o en las grandes
En nuestro intento de descubrir relaciones entre el pasado y el pre- obras de arte de la época. En Arquitectura gótica y pensamiento escolás-
sente, nos fijaremos en cuestiones tales como la estructura social de tico, por ejemplo, Panofsky (1957) señala una serie de paralelismos en-
una determinada sociedad, las ideas acerca de la realidad que compar- tre los escritos de Tomás de Aquino y la arquitectura de las catedrales
te una determinada cultura, las políticas culturales que conforman su de la época. Tomás de Aquino sostenía que la fe se podía encontrar tan-
sistema educativo, los sistemas institucionales que implementan sus po- to en la razón como en la revelación divina. Panofsky muestra cómo se
líticas (por ejemplo gremios, academias, escuelas públicas) y los méto- refleja esta idea en los rasgos arquitectónicos de las catedrales góticas.
dos educativos que se usan para la enseñanza (por ejemplo la copia de De modo parecido, el Renacimiento recibió la influencia de los huma-
modelos, la expresión personal). nistas y su renovación de los estudios clásicos. El racionalismo cartesia-
La estructura social de una sociedad consiste en una red de roles so- no resume el espíritu de la cultura francesa en el siglo xvii. Algunas ve-
ciales. Un rol social es una forma de comportarse en relación con otras ces las concepciones de la realidad que prevalecen en una sociedad son
personas que tienen a su vez sus propios roles que desempeñar. Cada las propias de las élites gobernantes; otras veces son ampliamente com-
uno de estos roles es una especie de norma de comportamiento. En el partidas por todos los sectores de la sociedad, y ofrecen un mismo mar-
reino de las artes, términos como maestro, aprendiz, principiante, artis- co de referencia tanto para el mecenas como para el artista. Sirven de
ta, genio, artesano, mecenas, consumidor, aficionado, profesional, critico, fundamento para las políticas culturales y la filosofía social que van a in-
coleccionista, filántropo y miembro del público identifican roles sociales. fluir sobre las artes y la educación. Tales concepciones de la realidad
Tales roles adquieren un determinado estatus social dentro de una es- generan el clima social que hace posibles las obras de arte de una época.
tructura social específica. El estatus social está vinculado al poder so- El término política cultural se refiere al uso de las artes para promo-
cial. Dependiendo del entorno social, los mecenas pueden tener un es- cionar los valores de una sociedad. Como ejemplo de esta clase de po-
tatus mayor o menor que los artistas a los que patrocinan, o puede ser líticas se pueden señalar el uso del arte para promover la fe religiosa en
que ambos roles tengan la misma importancia. Por ejemplo, un mece- la Edad Media, o la construcción de Versalles para aumentar el prestigio
nas medieval típico, como un obispo o un cardenal, habría tenido un de Luis XIV, o, en nuestra propia época, el uso del arte como propa-
papel activo a la hora de determinar la forma, el contenido y los rasgos ganda política o como publicidad. Las políticas culturales pueden coin-
estéticos de las obras que encargaba. El rol del artista se limitaba a re- cidir con las políticas económicas, como por ejemplo cuando las socie-
Una historia de la educación del arte 22 2} La educación artística: contexto social

dades industriales usan el arte para promocionar el turismo o para hacer ver en qué medida reflejan el carácter de la sociedad y la naturaleza del
que los productos industriales sean más competitivos en el mercado gra- arte enseñado.
cias a un mejor diseño. El término también se aplica a la forma en que las Los capítulos 3, 4 y 5 se concentran en la evolución de la educación
creencias sociales promueven o inhiben la expresión artística, como en el artística durante el siglo xix. En este período se produjeron grandes
caso de la prohibición del arte figurativo en las culturas islámicas, o la transformaciones sociales tanto en Europa como en América, que ge-
prohibición de los desnudos en la época de la Contrarreforma. neraron una serie de sistemas de enseñanza pública. Las revoluciones
Las sociedades crean sistemas institucionales específicos para desa- políticas que tuvieron lugar en muchos países europeos pusieron fin a
rrollar sus políticas culturales. Las diversas instituciones que han influi- las monarquías absolutistas y dieron paso a sistemas de gobierno parla-
do sobre la educación artística incluyen el sistema gremial de la Edad mentarios. La Revolución Industrial cambió la naturaleza del trabajo y
Media, el sistema de las academias de arte que surgieron en los siglos transformó unas sociedades rurales y basadas en el trabajo manual en
XVII y xviii, y, más recientemente, las escuelas de comercio para artesa- sociedades urbanas e industriales. Por último, el movimiento románti-
nos, los museos, y las escuelas públicas y privadas. Cada una de estas co dio origen a la creencia de que la expresión artística contribuye a la
instituciones abraza un cierto tipo de estrategias pedagógicas para la evolución moral de la sociedad. Cada una de estas revoluciones tuvo su
enseñanza de las artes. La imitación de la naturaleza y la copia fueron influencia sobre la educación y sobre el lugar que ocupaban las artes en
métodos prácticamente universales en la antigüedad. En épocas poste- ella, y cada una de ellas desarrolló un aspecto distinto de la educación.
riores ha sido un método común en las épocas en que el control institu- El capítulo 3 explora la organización de la educación artística en las
cional de las artes era especialmente fuerte. En las sociedades donde el academias para artistas, el desarrollo de escuelas de comercio especiali-
artista disfrutaba de un mejor estatus social, en cambio, se privilegiaba zadas para trabajadores industriales, y los estudios teóricos de arte en
la expresión individual, como por ejemplo durante el Renacimiento y el las universidades y colegios universitarios. El capítulo 4 está dedicado al
período romántico del siglo xix. Pero el énfasis en la expresión indivi- surgimiento de las escuelas comunes como respuesta a la Revolución
dual también puede ser un signo de que existe escaso interés por las ar- Industrial y al modelo de educación artística de su currículo, que daría
tes, por lo que el artista es abandonado a sus propios medios. En este origen al movimiento en favor del dibujo industrial en la década de
sentido los métodos de enseñanza que se privilegian en un momento 1870. El capítulo 5 pone de relieve la influencia del romanticismo en
determinado revelan tanto acerca de la sociedad como las obras de arte manifestaciones tales como el movimiento de los jardines de infancia, el
mismas. papel de las mujeres en la educación, y los movimientos para la mejora
del ambiente escolar y para el estudio de la imagen.
Los restantes capítulos cubren la evolución de la educación artísti-
Plan de la obra ca a lo largo del siglo xx. El capítulo 6 describe el período anterior a la
Primera Guerra Mundial, y discute el impacto que tuvieron el movi-
El capítulo 2 repasa las prácticas educativas desde la época clásica has- miento para la educación infantil y el darwinismo social sobre la educa-
ta el siglo xviii. Veremos que los acontecimientos políticos, culturales, ción artística. También trata el impacto del movimiento de las artes y
científicos y económicos que dieron forma a la sociedad también influ- los oficios sobre las prácticas educativas. El capítulo 7 cubre el período
yeron sobre las artes. También veremos la influencia que tuvieron las comprendido entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y traza la
diferentes políticas culturales sobre las prácticas educativas en el terre- historia de la autoexpresión creativa y del reconstruccionismo dentro
no de las artes y sobre la creación de las instituciones destinadas a su en- de la educación artística, que es tratada en el contexto del movimiento de
señanza. También examinaremos los propios métodos educativos, para Educación Progresista. El capítulo 8 resume la evolución desde el final
Una historia de la educación del arte 24

de la Segunda Guerra Mundial hasta el presente y trata la educación ar-


tística en relación con una serie de movimientos educativos, que inclu-
yen el movimiento de la educación para la vida, las reformas curricula-
res centradas en las disciplinas, y el movimiento de la evaluación de los
resultados, correspondiente a la década de 1970. El estudio termina con
un examen de la situación del arte en la década de 1980. El capítulo
concluye con el desarrollo de una perspectiva interpretativa basada en
la idea de que hay varias corrientes que han influido sobre la educación
artística y que se siguen desplegando como movimientos rivales, a me-
nudo en abierto conflicto entre sí. El predominio de estas corrientes, a
su vez, se debe a la existencia de diversos grupos y movimientos socia-
les, y a sus intereses y aspiraciones.
Los temas que se desarrollan en cada capítulo pueden extenderse a
lo largo de un siglo o incluso un período mayor. Así, el desarrollo del
arte de la escuela común (capítulo 4) tiene lugar a comienzos del siglo
xix y vincula la enseñanza de una serie de métodos de dibujo geométri-
co al dibujo industrial, que será influyente en la década de 1870. El ca-
pítulo siguiente se ocupa del impulso romántico en la educación artísti-
ca. La historia regresa una vez más al comienzo del siglo xix y lo recorre
hasta llegar al siglo xx. El lector debe tener presente que el impulso ha-
cia una educación artística industrial y el idealismo romántico eran ten-
dencias simultáneas y contradictorias. A lo largo de los tres capítulos
que cubren el siglo xx, las corrientes de influencia en conflicto emergen
en formas distintas a medida que recorren los tres períodos tempora-
les en los que se ha dividido el siglo. Espero que esta forma de organi-
zar los temas permita al lector actual concentrarse en los debates que
han tenido lugar a lo largo del siglo xx y que todavía hoy constituyen el
telón de fondo de una serie de temas y circunstancias que influyen so-
bre la enseñanza del arte.
Una historia de la educación del arte 24

El origen de la educación artística en Occidente

D u r a n t e la mayor parte de la historia de la civilización occidental, la


educación estaba limitada a los hijos de las familias que poseían riqueza
o poder. Y, sin e m b a r g o , los temas relacionados con la educación han
sido objeto de discusión seria p o r parte de filósofos y estadistas duran-
te prácticamente los últimos 2.500 años. La cultura occidental tuvo su
origen en G r e c i a , y sus grandes filósofos, Platón y Aristóteles, no sólo
escribieron s o b r e educación sino también s o b r e el lugar q u e o c u p a n las
artes dentro de ella; en consecuencia, aquí es d o n d e d e b e comenzar la
historia de la educación artística.
En el intervalo posterior seremos testigos del a u g e y la caída de
R o m a , de la E u r o p a medieval, del Renacimiento italiano, del descubrí
miento y la conquista del N u e v o M u n d o , y de la fundación de los Esta-
dos U n i d o s .

La educación artística en la época clásica

H a y otras civilizaciones q u e también abordaron la cuestión de las artes


y la educación, pero las discusiones de los griegos tienen una relación
directa con nuestra historia, ya q u e sus actitudes en relación con las ar-
tes y con el lugar q u e o c u p a n en la educación continúan influyéndonos
incluso hoy. L o s comentarios de Platón y Aristóteles s o b r e el arte y la
educación aparecen en sus escritos políticos, pues se trata de cuestiones
graves que afectan a la supervivencia de la c o m u n i d a d . En estas discu-
siones las artes no eran valoradas p o r sus cualidades estéticas sino por
Una historia de la educación del arte 26 27 El origen de k e d u c a c i ó n artística en O c c i d e n t e

su impacto educativo c o m o instrumentos para la conservación de la En la época helenística, cuando Alejandro el G r a n d e y Tolorneo
cultura. ejercían de mecenas de los poetas, los fíLósofos y los. artistas de la corte,
A pesar del valor que se concedía a las artes, en ocasiones muy ele- la idea de coleccionar obras de arte y manuscritos valiosos se convirtió
v a d o , nos ha llegado escasa información acerca de los m é t o d o s concre- en una práctica habitual (Taylor, 194S>. La cultura helenística se p u s o
tos de educación u s a d o s para el adiestramiento de los futuros músicos, de m o d a en R o m a hacía el 2 0 0 a. de C., y la posesión de objetos de arte de
escultores, arquitectos y artesanos. La razón es que se consideraba que alta calidad convertía a sus propietarios en hombres refinados y cultos;
las artes eran ocupaciones p o c o dignas, impropias de los hijos de las sin e m b a r g o , el autor de tales objetos siguió siendo un mero artesano,
mejores familias. La pintura y la escultura eran consideradas ocupacio- La situación era diferente en el c a s o de la música y la poesía. Para
nes inferiores, comparables al trabajo común, y por lo tanto sólo tenían comprender p o r qué los griegos distinguían estas artes de las artes vi-
un papel menor en la educación formal de la progenie de los aristócra- suales d e b e m o s examinar las tempranas prácticas educativas de las an-
tas. Aquellos que se ganaban la vida c o m o alfareros, tejedores, pintores tiguas E s p a r t a y Atenas.
o grabadores aprendían sus oficios en los talleres familiares, d o n d e el
p a d r e transmitía sus habilidades a los hijos. En ocasiones se introducían
personas ajenas a la familia c o m o aprendices. En la última é p o c a del LA EDUCACIÓN EM ESPARTA
Imperio R o m a n o , el emperador promovía el estudio de la arquitectura
con la concesión de un estipendio a los estudiantes de mayor talento, En el 800 a. de C, E s p a r t a era un puebLo primitivo del llano laconio,
gracias a lo cual la carrera adquirió un estatus algo más elevado {Enci- pero un siglo m á s tarde se había convertido en el centro de una sofisti-
r
clopedia oj World Art [EWA], 1959-1968, vol. 4, cois. 5 5 7 - 5 7 1 ; vol. 8, 1
cada cultura. Según Castle, « s u s ciudadanos eran reconocidos c o m o
cois. 141-143). los líderes de G r e c i a , y a ellos acudían los artistas, los poetas y los músi-
A pesar de la escala grandiosa que a m e n u d o alcanzaban los pro- cos de los e x t r e m o s más alejados de G r e c i a en busca del reconocimien-
yectos de los mecenas en el m u n d o clásico, los artistas no disfrutaban de to y el é x i t o » ( 1 9 6 1 , p á g . 14). P e r o hacia eL 5 5 0 a de C. E s p a r t a había
la clase de reconocimiento y valoración que merecerían sus h o m ó l o g o s invertido el signo de su evolución cultural y ya no patrocinaba las artes.
en la é p o c a renacentista. Se ha c o m p a r a d o a veces a Pericles, q u e g o - S ó l o cultivaba el arte de la guerra.
bernó en Atenas durante la construcción de la Acrópolis, con L o r e n z o Castle sugiere que el cambio en la política cultural espartana se pro-
de Medici, un gran mecenas del arte renacentista. Tales comparaciones dujo tras d o s guerras en las q u e la c i u d a d - E s t a d o se vio atrapada en una
son sólo parcialmente válidas, ya q u e L o r e n z o no se limitó a encargar lucha a vida o muerte contra los m e s e m o s . C u a n d o E s p a r t a se alzó con
obras, también animó a los artistas jóvenes a desarrollar sus talentos la victoria, su clase gobernante se convirtió en una aristocracia militar
(Wittkower y Wittkower, 1963). íntimamente implicado en la funda- terrateniente y la gente bajo su gobierno se vio reducida al estatus de
ción de academias y bibliotecas, también estaba interesado en aprender una servidumbre campesina, de cuyo trabajo dependía la subsistencia
los principios del arte. Probablemente ni Pericles ni sus aristocráticos material de los espartanos. E s p a r t a se había convertido en un E s t a d o
contemporáneos demostraron un interés c o m p a r a b l e p o r la educación militar g o b e r n a d o por ciu da da nos-sol d a d o s profesionales, u n a casta
de los artistas ni el mismo tipo de curiosidad p o r los principios del arte. gobernante que se veía s u p e r a d a en número en una proporción de diez
Un artista c o m o Fidias era un hábil artesano, con un estatus social bajo.
El principal a b a n d e r a d o de su o b r a fue Pericles, que también ejerció
1. Castle (1961) ofrece una lúcida perspectiva general sobre La educación griega y
c o m o protector y a b o g a d o suyo cuando sus obras escultóricas ofendían romana. Castle se basa en el estudio de H. 1 Marrou sobre el mismo período, que es
a sus contemporáneos (Wells, 1922). más detallado pero de lectura menos amable
Una historia de la educación del arte 28 29 El origen de la educación artística en Occidente

a uno por una casta de siervos q u e a m e n u d o se hallaba en estado de re- La práctica educativa espartana fue un tema q u e trataron tanto Pla-
belión. T o d o aquello que los había mantenido en pie durante la guerra tón c o m o Aristóteles, quienes elogiaron sus virtudes, aunque recono-
era valorado, mientras que las artes y t o d o lo que pudiera contribuir a cieron también sus deficiencias. D e s d e el punto de vista de Platón, su
embellecer la vida era dejado a un lado. Castle describe a los espartanos debilidad residía en q u e el niño era « e d u c a d o no con influencias ama-
c o m o personas «violentamente conservadoras, llenas de odio hacia bles sino p o r la fuerza», ya q u e los espartanos ignoraban la razón y la fi-
cualquier extraño que se presentara a sus puertas, enemigas de t o d o co- losofía y honraban más la gimnasia q u e la m ú s i c a » (La República, V I L
2
mercio con los extranjeros, fuera en forma de bienes que hicieran la 5 4 8 ) . Para Aristóteles, el error de la educación espartana era q u e se ba-
vida m á s confortable, en forma de artes q u e hicieran la existencia m á s saba en una única virtud. E r a crítico con « l o s p a d r e s q u e consagran a
agradable, o en forma de ideas que pudieran alterar las convicciones es- sus hijos a la gimnasia y descuidan la educación necesaria, [pues lo q u e
tablecidas» ( 1 9 6 1 , pág. 17). hacen] en realidad es vulgarizarlos», al hacerlos útiles por una única
A pesar de sus numerosos esclavos, los espartanos no tenían una cualidad (Castle, 1 9 6 1 , pág. 2 6 ) .
vida fácil. Es m á s , sentían desprecio por la blandura; consideraban que
la severidad autoimpuesta era una virtud. La educación consistía en un
largo p r o c e s o de condicionamiento que comenzaba en cuanto se nacía. LAS DIFERENCIAS ENTRE A T E N A S Y ESPARTA

El recién nacido era presentado ante un g r u p o de jueces expertos en re-


conocer la aptitud física, y si lo consideraban enclenque o de constitu- A diferencia de los espartanos, los atenienses miraban más allá de los
ción débil lo condenaban a ser a b a n d o n a d o en las montañas. C o n estos confines de su ciudad. En una fecha tan temprana c o m o el 800 a. de C,
m é t o d o s la s o c i e d a d espartana eliminaba a sus miembros potencial- los navegantes y los comerciantes de Atenas habían alcanzado los rin-
mente m á s débiles. A la e d a d de siete años comenzaba la instrucción es- cones m á s lejanos del Mediterráneo. L o s viajeros y los extranjeros eran
tatal, o agogé, que d u r a b a trece años. Entre los siete y los once años de bienvenidos entre ellos. Desarrollaron una forma de gobierno b a s a d a
e d a d los niños vivían en casa y asistían a clases para practicar juegos y en el gobierno del pueblo, o demos, en conjunción con una aristocracia
entrenarse físicamente. Entre los d o c e y los quince años de e d a d aban- hereditaria q u e tenía unas responsabilidades especiales de naturaleza
d o n a b a n su casa y entraban en lo q u e venía a ser un internado espar- religiosa. D e s d e la é p o c a de Solón, la mayoría de los atenienses se gana-
tano, d o n d e se les imponía un tratamiento aún m á s duro, tras el cual ban la vida por m e d i o de la artesanía y el comercio, y a pesar de las di-
recibían cuatro años de instrucción militar formal. Terminada su ins- ferencias q u e pudieran existir en relación con la riqueza y el prestigio,
trucción, los nuevos soldados comenzaban a servir al E s t a d o , una res- eran iguales ante la ley. En el período que va de Solón a Pericles, la so-
ponsabilidad que duraba hasta los cincuenta y tres años (Castle, 1961).
La instrucción se centraba en la preparación física y militar, con 2. [Dado el número de ediciones existentes de La República de Platón, no citaré
asignaturas tales c o m o ejercicios militares, caza, natación, equitación, ninguna en concreto. Las referencias a los escritos de Platón se remiten a números de
exploración y espionaje, aunque también se les enseñaba algo de lectu- libros y párrafos, que son iguales en todas las traducciones.] Se pueden encontrar estu-

ra y escritura, así c o m o los p o e m a s de Tyrtaeus, las canciones naciona- dios de los escritos de Platón dedicados a la educación en I. E. Adamson, The theory
ofeducation in Plato's Republic (Londres, S. Sonnenschein, 1903); véase también R. L.
les, y también música y danza en la m e d i d a en que indujeran al espíritu
Nettleship, The theory of education in the Republic of Plato (Chicago, University of
marcial. L a s matemáticas eran ignoradas p o r q u e estaban relacionadas Chicago Press, 1906) y R. Barrow, Plato and education (Londres, Routledge & Kegan
con el comercio, y la enseñanza de la retórica estaba prohibida. El arte Paul, 1976). Sobre la teoría estética de Platón véase 1. Murdock, The fire and the sun
no estaba prohibido en la educación, pero era e m p l e a d o c o m o un me- (()xford, Clarendon Press, 1977) y E. Schaper, Prelude lo Aesthetics (Oxford, Oxford
dio para alcanzar un fin. El amor por lo bello hubiera sido impensable. University Press, 1968).
Una historia de la educación del arte 30 31 El origen de la educación artística en Occidente

ciedad ateniense estaba unida por un espíritu ético común, la comuni- bierno de la chusma si el E s t a d o no era capaz de encontrar nuevos líde-
d a d de la polis, q u e tenía su origen en la religión griega. Creían q u e la res cuya excelencia intelectual y moral les permitiera ocupar el lugar de
riqueza de un h o m b r e no era únicamente para uso p r o p i o , sino que era la vieja aristocracia. Surgió una nueva concepción de la educación cuyo
un recurso potencial para el bien de la comunidad. Aquellos q u e po- objetivo era « l a buena v i d a » , q u e se b a s a b a en el desarrollo completo de
seían menos medios contribuían con los talentos o labores que estuvie- la personalidad, incluidos sus aspectos físicos, intelectuales, estéticos y
ran a su alcance, con idéntica solicitud, a la construcción de los monu- morales. El m o d e l o educativo reflejaba un cuidadoso equilibrio entre la
mentos que adornaban la Acrópolis. gimnasia y la música. La gimnasia era la educación de la fuerza y la gra-
En el 4 8 0 a. de C. los atenienses derrotaron a quienes habían sido cia del cuerpo, mientras que la música lo era del alma. A diferencia de lo
sus enemigos durante largo tiempo, los persas; en el p r o c e s o , sin em- que sucedía en Esparta, el E s t a d o no proporcionaba las escuelas sino
b a r g o , su ciudad fue reducida a cenizas. Bajo el liderazgo de Pericles que estipulaba las condiciones que se debían cumplir para abrir escuelas
emprendieron la reconstrucción de Atenas, y concentraron sus esfuer- privadas, entre las cuales estaban los horarios de apertura y cierre, así
zos en la Acrópolis, q u e era al m i s m o tiempo su centro cívico y religio- como los medios para garantizar la seguridad y la supervisión moral.
so. En su biografía de Pericles, Plutarco describe los esfuerzos que rea- El término griego para la música, mousike, tenía un significado dis-
lizaban los artesanos de la é p o c a para superar la calidad de los tinto del q u e tiene la moderna palabra música. Entonces se refería a
materiales y del diseño con la belleza de su arte. Lo cual era realmente cualquiera de las artes y las ciencias que se hallaban bajo el dominio de
a p r o p i a d o , pues en la cima de la Acrópolis se encontraba el Partenón, las m u s a s . T a m b i é n se usaba en referencia a la unidad formada por el
el templo a la diosa Atenea. A d e m á s de la diosa del saber y la protecto- texto cantado y el a c o m p a ñ a m i e n t o instrumental, q u e se consideraba
ra de Atenas, era también la guardiana de las artes. Tal c o m o señala un elemento necesario dentro de las habilidades de todo h o m b r e naci-
Castle (1961), no había « n a d a vulgar, ni llamativo, ni meramente inge- do libre. Buena parte de la educación griega giraba alrededor del
nioso en ninguna de estas obras; pero sí había veneración p o r la polis, la aprendizaje de las obras de los grandes poetas, y la música que acom-
ley y los d i o s e s » (pág. 3 5 ) . Así p u e s , v e m o s que tanto la religión c o m o pañaba al texto p r o p o r c i o n a b a el ritmo y la atmósfera necesarios para
la Constitución q u e servía de b a s e al G o b i e r n o según leyes, así c o m o los darle carácter. T a m b i é n encarnaba el tono o el sentimiento predomi-
festivales, el teatro y las obras de los artistas atenienses, reforzaban, nante en la c o m u n i d a d , lo que se llamaba el ethos. En consecuencia, la
cada uno a su manera, los mismos valores y tendencias culturales; cada música formaba parte integral de la experiencia educativa griega, lo que
uno contribuía a un m i s m o m o d e l o de vida comunal, la polis. llamaban paideia, es decir, el sentimiento que tenía el individuo de iden-
tidad con la cultura (Castle, 1961).

La educación en Atenas
El dibujo en la Grecia helenística
Durante el período que separa a Solón de Pericles, dominaban los viejos
5

valores aristocráticos centrados en el deber y la obligación. Hacia el 4 5 0 Según Marrou ( 1 9 5 6 ) , las artes visuales también estaban representa-
a. de C, el G o b i e r n o del E s t a d o ateniense comenzó a pasar a manos de das, a través del dibujo, y comenzaron a gozar de una mayor estima du-
sus mercaderes, artesanos y profesionales. Éstos no eran los herederos
naturales de las antiguas tradiciones que habían respetado los griegos 3. Marrou da una gran credibilidad a las pruebas que sugieren que el dibujo había
durante siglos. C o n la subida al poder de esta clase nueva y opulenta, sido aceptado como una parte de la educación en la época helenística. Véase también
hubo la sensación general de que la democracia degeneraría en un go- Jaeger (1943-1945), volumen 2, pág. 228.
Una historia de la educación del arte 32 33 El origen de la educación artística en Occidente

rante la é p o c a helenística. L a s primeras clases de dibujo tuvieron lugar d e m o s t r a d o su c a p a c i d a d para gobernar a través de una completa inte-
en Sición, en el siglo iv a. de C, gracias a la influencia de Panfilo, uno gridad, que hubieran c o n t e m p l a d o personalmente el Bien y lo hubieran
de los maestros de Apeles, y d e s d e allí se extendió al conjunto de G r e - tomado c o m o m o d e l o para el ordenamiento correcto del E s t a d o y del
cia. Aristóteles las clasificó c o m o una asignatura extra q u e los alumnos individuo {La República, VII: 5 4 0 ) .
añadían a su currículo normal de literatura, gimnasia y música, pero un Platón se interesó por las artes en la m e d i d a en q u e formaban parte
siglo m á s tarde el profesor de dibujo aparecía c o m o un m i e m b r o regu- integral de la educación a d e c u a d a para estos guardianes, pero antes de
lar del personal educativo. Durante el siglo n a. de C, el dibujo apare- poder interpretar sus opiniones acerca de la educación artística debería-
cía clasificado c o m o una de las asignaturas de los exámenes de las es- mos comprender el motivo de su escasa consideración p o r las artes.
cuelas de T e o s y Magnesia del M e a n d r o . Ello no sólo nos permitirá c o m p r e n d e r por qué terminó valorando m á s
M a r r o u señala q u e se s a b e muy p o c o de la forma en q u e se enseña- la música que la poesía y las artes visuales, sino q u e también nos ayuda-
ba entonces el dibujo, pero se cree q u e los niños aprendían a dibujar rá a comprender el destacado papel q u e reservaba a la razón en los
con el carbón y a pintar s o b r e una tabla de madera de boj, y q u e la ac- asuntos del E s t a d o .
tividad principal consistía en dibujar modelos del natural. Según Aris- Para Platón, la realidad última debía b u s c a r s e en las « f o r m a s idea-
tóteles ( L o r d , 1982), el principal objetivo de la enseñanza del dibujo era les», que son eternas y sólo p u e d e n ser aprehendidas a través de la edu-
convertir a los estudiantes en jueces de la belleza de la forma humana. cación del poder de la razón. En el libro décimo de La República Platón
ilustra esta creencia p o r medio del ejemplo de las tres camas. La idea de
la cama es eterna y es obra de D i o s , p o r lo q u e constituye la verdad en
L A E D U C A C I Ó N A R T Í S T I C A E N L A REPÚBLICA D E P L A T Ó N grado s u m o ; la cama del carpintero es algo que vemos en el m u n d o de
las apariencias; y por último tenemos la cama tal c o m o aparece en una
En la é p o c a posterior a Pericles, Atenas se vio todavía m á s a g o b i a d a por pintura. La cama del carpintero p o s e e actualidad pero es una imitación
las guerras y p o r la desintegración de su sociedad en grupos rivales do- del ideal, que no p o d e m o s ver. L a s imágenes de las camas que aparecen
minados p o r la desconfianza y los enfrentamientos. Surgió una clase de en las pinturas son, entonces, «imitaciones de imitaciones», y al estar se-
maestros, llamados sofistas, q u e trataban de preparar a los jóvenes para paradas por d o s g r a d o s del ideal proporcionan un conocimiento m e n o s
el liderazgo político a través de disciplinas c o m o la retórica, el arte de la fiable. La pintura presenta la cama tal c o m o aparece, no tal c o m o es ac-
persuasión. La adquisición de habilidades lingüísticas p a s ó por delante tualmente, y tales apariencias son engañosas, ya que en la imagen faltan
del estudio de los poetas antiguos, mientras que el objetivo de buscar muchos de los atributos del arquetipo al q u e imita. P o r lo tanto, todas
« l a buena v i d a » , con su énfasis en la polis y en el ethos, perdió fuerza. Se las pinturas son engañosas c o m o fuentes de conocimiento, pues no nos
vio suplantado p o r un objetivo parecido a nuestro concepto actual de dicen toda la verdad, y por extensión t o d o arte está sujeto a error, in-
éxito material. S ó c r a t e s y Platón se inquietaron ante este a b a n d o n o cluso el arte de grandes poetas c o m o H o m e r o . Así pues, las artes son
de la formación especial para la ciudadanía. metafísicamente s o s p e c h o s a s c o m o m o d o s de conocimiento (La Repú-
4

F u e esta deficiencia la que impulsó a Platón a escribir La República, blica, X: 5 9 7 ) .


q u e era una p r o p u e s t a para reformar la sociedad a través de la educa- ¿ P o r qué le parecía importante a Platón la cuestión de si el arte de-
ción de los guardianes de la República. Lo que b u s c a b a Platón era un cía la verdad, y por q u é le parecía necesario demostrar q u e no era así?
E s t a d o que estuviera g o b e r n a d o exclusivamente por los más aptos. L o s
mejores no se encontraban ni entre la aristocracia hereditaria ni entre 4. Mi exposición de la estética de Platón se basa en Beardsley (1966) y en Schaper
los ricos, sino q u e debían proceder de una élite instruida que hubiera (1968).
Una historia de la educación del arte 35 El origen de la educación artística en Occidente
i4

La respuesta hay que buscarla en el hecho de que a lo largo de su vida En resumen, las artes se hallaban bajo sospecha p o r q u e eran imita-
se produjeron cambios importantes en la cultura griega. Antes del na- ciones de imitaciones. E s t o era tan cierto en el caso de las estatuas y las
cimiento de Platón, los grandes poetas c o m o H o m e r o fueron conside- pinturas c o m o en el de la poesía. U n a s e g u n d a p r e o c u p a c i ó n era el pe-
rados durante cientos de años c o m o las principales fuentes de la sabi- ligro que representaban para el decoro público. S ó l o una de las artes, la
duría y la verdad. A través de H o m e r o uno aprendía c ó m o vivir una música, e s c a p a b a a esta sanción; c o m o no imitaba a la naturaleza sino a
b u e n a vida y c ó m o gobernar con justicia. El h o m b r e instruido era las virtudes mismas, se la consideraba m á s p r ó x i m a a las « f o r m a s idea-
aquél que p o d í a recitar largos pasajes de la Iliada y la Odisea de m e m o - les». Por este motivo se atribuyó a la música un lugar m á s elevado en la
ria, habilidades q u e los sofistas perfeccionaban en sus alumnos a cam- educación del que se atribuía a las otras artes.
bio de unos honorarios. A u n q u e los antiguos valores aristocráticos pa- A pesar del peligro potencial que representaban, Platón no defendía
recían estar seguros dentro de esta tradición, Platón y Sócrates se la eliminación de las artes de la educación, p u e s no era ningún esparta-
dieron cuenta de q u e un político ambicioso p o d í a utilizar tales habili- no. U n a s artes del tipo a d e c u a d o podían ser un recurso indispensable
dades para simular una falsa virtud, del m i s m o m o d o q u e se podría de- para el desarrollo del niño. Platón se dio cuenta de q u e las capacidades
cir otro tanto de algunos políticos actuales que enarbolan la bandera racionales del niño no eran lo suficientemente fuertes c o m o para permi-
del patriotismo con discursos fáciles. Platón pretendía refundar el E s - tirle tratar con las formas mismas. L a s artes q u e imitan estas formas pue-
t a d o s o b r e nuevas bases, gracias al arte de la investigación racional, y den desempeñar p o r lo tanto una función útil, ya q u e pueden entrar en
convertir a los guardianes e d u c a d o s para emplear la razón en el funda- el alma a través de los sentidos m u c h o antes de que m a d u r e el p o d e r de
mento de la justicia de su G o b i e r n o . la razón. C o m o las impresiones formadas durante la infancia son indele-
bles y duraderas, la educación moral p o d í a iniciarse con la exposición
A lo largo de toda La República, Platón sostiene q u e el arte supre-
del niño a buenas o b r a s de arte. Así pues, proclamó: « D e j a d que sean
mo es el arte de gobernar, y concibe al estadista a la vez c o m o un edu-
nuestros artistas los q u e tengan el talento de discernir la verdadera na-
cador y c o m o un legislador. Entre las materias q u e deben p r e o c u p a r al
turaleza de lo bello y lo elevado; gracias a ello nuestra juventud habitará
estadista se halla el i m p a c t o de las artes s o b r e la polis. Platón señala
en el terreno de la salud, entre vistas y sonidos a d e c u a d o s , y percibirá el
q u e escuchar p o e s í a y contemplar bellas esculturas y o b r a s arquitectó-
bien en todas las c o s a s » {La República, III: 4 0 0 - 0 1 ) .
nicas se hallan entre los mayores placeres que tienen a su alcance los
c i u d a d a n o s , p e r o q u e tal placer no es un test suficiente para valorar la
eficacia del arte. A Platón le inquietaba el hecho de que m u c h a s obras
de teatro dramático retratan a las personas en estados de alta intensidad E L A R T E Y L A E D U C A C I Ó N E N L A POLÍTICA D E A R I S T Ó T E L E S

emocional, q u e a su vez evocan una respuesta emocional en la audien-


cia. L a s obras de teatro s o b r e personalidades sabias y serenas no des- El m o d o de ver el arte de Aristóteles se b a s a b a en una concepción de la
pertaron d e m a s i a d o interés en la G r e c i a antigua, c o m o t a m p o c o lo realidad diferente de la de Platón, y en consecuencia llegó a conclusio-
despertarían en una audiencia televisiva actual. P e r o un d r a m a s o b r e nes distintas en relación con el arte y la educación. Para Aristóteles no
una m a d r e que se ve arrastrada p o r la furia de los celos a asesinar a sus existía ningún m u n d o s e p a r a d o de las formas. T o d a s las cosas de la na-
hijos ( M e d e a ) , o s o b r e una e s p o s a que planea el asesinato de su mari- turaleza encarnan ciertos «universales», que pueden ser conocidos di-
do (Clitemnestra), no p o d í a satisfacer a la parte racional del alma. Por rectamente a través de los sentidos. L o s atributos universales son aque-
este motivo, Platón concluyó q u e « e s t á justificado q u e nos n e g u e m o s a llas cualidades que comparte un objeto con otros de su misma clase.
admitir a tales dramaturgos en el E s t a d o bien g o b e r n a d o » {La Repú- Aristóteles creía también que todos los objetos poseían ciertos atributos
blica, X: 6 0 5 ) . «accidentales». En el caso de los seres h u m a n o s , estas cualidades acci-
Una historia de la educación del arte 36 37 El origen de la educación artística en Occidente

dentales dan origen a la individualidad de cada persona. U n a persona reforzar la virtud moral y la prudencia. Según L o r d (1982), Aristóteles
p u e d e tener la nariz m á s larga que la media, o una piel m á s oscura, o un concebía la cultura, dentro de la cual incluía el teatro, la literatura y la
pelo m á s rizado, y seguir siendo reconocida c o m o un m i e m b r o de la música, c o m o un vehículo para la educación cívica y al m i s m o tiempo
especie humana. Aristóteles rechazaba la idea de Platón de q u e la p o e - como el elemento central de un tipo de entretenimiento que tiene un
sía y las otras artes eran inferiores c o m o fuentes de conocimiento, p u e s papel esencial en cualquier orden político, ya q u e sirve precisamente
al presentar los universales de la experiencia el poeta se centra en el as- para moderar las reivindicaciones políticas.
pecto realmente importante del conocimiento (Schaper, 1968). En resumen, la Poética de Aristóteles defendía el estatus cognitivo
Para Platón, el proceso artístico significaba copiar algo que poseía del drama y por extensión también el de las otras artes, consideraba q u e
una existencia anterior, y que no p o d í a ser nunca plenamente reprodu- los efectos morales y sociales eran beneficiosos c u a n d o la obra propor-
cido por la copia. La obra del artista está condenada a quedarse corta cionaba al mismo tiempo el placer de una imitación convincente y el im-
en su aspiración a la verdad total: los artistas « i n s p i r a d o s » son mera- pulso de aprender. F u e en su Política, sin e m b a r g o , d o n d e explicó en
mente los instrumentos de las m u s a s y no poseen un verdadero conoci- detalle la importancia educativa de las artes, s o b r e t o d o en el octavo li-
miento de sus propias acciones. Para Aristóteles, el artista era una per- bro, q u e constituye uno de los alegatos más antiguos en favor de la in-
sona hábil en la realización de imitaciones. Un d r a m a presentaba clusión de las artes en la educación.
imitaciones de personas que no existían en la vida real, aunque podrían En la Política, Aristóteles distinguió cuatro ramas en la enseñanza,
haber existido y todavía podían existir en el futuro. A pesar de imitar a a saber, la lectura y la escritura, los ejercicios gimnásticos, la música, y
la naturaleza, la obra es completamente única. El arte no es una imita- en ocasiones el dibujo. La lectura, la escritura y el dibujo se justifican
ción de una imitación, tal c o m o lo concebía Platón, es m á s bien el lugar por su utilidad en la vida; el entrenamiento gimnástico p o r su capaci-
d o n d e p u e d e n tener lugar las verdaderas representaciones. Crear arte d a d de infundir coraje. ¿ P e r o p o r q u é incluyeron también nuestros an-
significa conocer la dinámica de la naturaleza y la psicología de las ac- tepasados, se p r e g u n t a b a Aristóteles, el estudio de la música? Para en-
ciones humanas. El adiestramiento artístico va más allá del simple do- contrar la respuesta se a p o y ó en una distinción q u e tal vez resulte
minio del medio: los artistas también deben conocer lo que son las cau- difícil de c o m p r e n d e r para una mentalidad del siglo x x , ya q u e en
sas y los efectos en la naturaleza y los motivos y las consecuencias en las nuestra é p o c a dividimos las actividades humanas en d o s categorías: el
acciones humanas. De otro m o d o , serían incapaces de producir repre- trabajo y el juego. El trabajo incluye t o d o lo q u e hacemos p o r necesi-
sentaciones convincentes. dad, mientras q u e el juego engloba nuestras actividades recreativas. A
Aristóteles también se interesaba por los efectos del arte. Advirtió estas categorías Aristóteles añadió una tercera, a saber, el ocio. El ocio
que el público encuentra un placer evidente en los dramas, a pesar de no consiste ni en la ausencia de trabajo, ni en la mera actividad recrea-
que representan sucesos espantosos o dignos de lástima, y que de algún tiva implicada en el juego. A diferencia de t o d o ello, el ocio es aquello
m o d o el espectador descarga sus emociones violentas, lo cual le produ- que hacemos p o r la satisfacción intrínseca que p r o d u c e , y en lo que po-
ce una sensación placentera de desahogo. En realidad, éste podría ser d e m o s encontrar la mayor de las felicidades. Tal es la naturaleza de la
precisamente el objetivo del teatro: purgar a las personas de las emo- música, pues se trata de una actividad intelectual q u e se valora por sí
ciones destructivas y restaurar así el orden en la polis. misma. Según sus palabras: « Q u e d a , pues, el u s o de la música para el
Aristóteles consideraba que la música y la poesía eran esencialmen- goce intelectual en el ocio; lo cual es de hecho evidentemente el moti-
te educativas en un sentido moral; es más, no limitaba su papel educati- vo por el q u e fue introducida, siendo c o m o es una de las formas de pa-
vo a la enseñanza de los jóvenes sino que lo extendía también a la cul- sar los ratos de ocio a d e c u a d a s para un h o m b r e libre [...] Es evidente,
tura de los ciudadanos maduros. La tragedia catártica tenía por objeto pues, que hay una clase de educación en la q u e los p a d r e s deberían for-
Una historia de la educación del arte 38 39 El origen de la educación artística en Occidente

mar a sus hijos, no por ser útil o necesaria, sino por ser liberal y n o b l e » helenística p a s ó a R o m a , habían dejado de ser elementos importantes
(1952, págs. 2 0 9 - 2 1 0 ) . del currículo.
Al concluir que la música merece ser practicada « p o r el mero pla- E s t a circunstancia p o d r í a explicar el motivo p o r el cual los escritos
c e r » , c o m o un g o c e intelectual, Aristóteles coincidía con la opinión de romanos relacionados con la educación dedican relativamente escasa
la mayoría de sus contemporáneos. Pero el g o c e y el placer c o m o razo- atención a las artes visuales o la música. Según G w y n n (1926), el dis-
nes para la educación musical eran vulnerables ante ciertos ataques, es- curso educativo r o m a n o e m p l e a las palabras ars o artes, q u e p u e d e n re-
pecialmente en la educación de los jóvenes. U n a defensa más fuerte re- ferirse a cualquier práctica profesional. G w y n n observa q u e Varrón in-
queriría algo m á s sustantivo que el placer. En este punto, Aristóteles cluyó nueve artes de este tipo en sus Disciplinae, a saber, la gramática,
p a s ó a enumerar los beneficios de la música, el primero de los cuales era la dialéctica, la retórica, la geometría, la aritmética, la astronomía, la
el recreo y la relajación, y el s e g u n d o ofrecer un p a s a t i e m p o para el música, la medicina y la arquitectura. G a l e n o , q u e escribió acerca de
ocio. Aristóteles descartó que estas razones fueran suficientes para jus- la educación m é d i c a en el siglo ii a. de C, elaboró una lista de las artes
tificar la educación musical, y finalmente p r o p u s o q u e el verdadero fin que incluía la medicina, la retórica, la música, la geometría, la aritméti-
de tal educación es la virtud. El g o c e y el juicio p u e d e n limitarse en un ca, la dialéctica, la astronomía, la literatura y el derecho; incluyó la es-
primer nivel a la estética de la propia música, pero en un nivel superior cultura y el dibujo en la lista c o m o estudios optativos. Séneca enume-
son el g o c e y el juicio de « l o s admirables rasgos de carácter y las nobles ró las m i s m a s artes, con la e x c e p c i ó n de la escultura y el dibujo, y fue
acciones que la música sea capaz de representar» (citado en L o r d , 1982, su lista la que terminó p o r i m p o n e r s e c o m o la lista de las artes libera-
pág. 75) los que le dan su importancia educativa. les. Séneca clasificó las artes visuales dentro de las « a r t e s frivolas», q u e
5
también incluían el baile y el canto. Vitruvio, q u e escribió s o b r e la
educación de los arquitectos, e l a b o r ó una lista q u e incluía entre los es-
LA D E C A D E N C I A DE LA M Ú S I C A Y LA G I M N A S I A EN LA ÉPOCA HELENÍSTICA tudios b á s i c o s la literatura, el dibujo, la geometría, la óptica, la aritmé-
tica, la historia, la filosofía, la música e incluso la medicina, el derecho
T a n t o la Política de Aristóteles c o m o La República de Platón eran tra- y la astronomía.
tados educativos conservadores q u e intentaban atajar la erosión de los
valores tradicionales en la vida griega. D e s d e su perspectiva, este
a b a n d o n o debilitaba el orden social. A m b o s pretendían volver a las LAS ARTES EN LA EDUCACIÓN R O M A N A
virtudes sencillas de los tiempos homéricos, que se conservaban en la
música tradicional y en la gimnasia. Aristóteles rechazaba con vehe- En la é p o c a de Cicerón, un romano bien e d u c a d o era alguien que tenía
mencia la creciente profesionalización de la instrucción musical de los una formación griega. En fecha tan temprana c o m o el 267 a. de C, un
jóvenes a cargo de profesores de música privados. La instrucción gim- grupo de griegos cultos fueron llevados a R o m a c o m o esclavos. U n o de
nástica también había e x p e r i m e n t a d o un p r o c e s o p a r e c i d o de profe- estos griegos fue Livio Andrónico, el cual, tras obtener la libertad, se
sionalización: el atletismo se estaba convirtiendo en un espectáculo, convirtió en profesor de griego para los jóvenes romanos. T a m b i é n tra-
con lo q u e perdía b u e n a parte de su significado original c o m o entre-
namiento p a r a infundir valor en el alma (Marrou, 1956). No era q u e la
5. Tanto Marrou como Gwynn citan el De Architectura de Vitruvio para ilustrar
música y la gimnasia hubieran p e r d i d o importancia en la vida griega
la idea de que los romanos mantenían diferentes concepciones de las artes liberales. La
en calidad de valores, sino que habían p e r d i d o su estatus c o m o m e d i o s
Idea de las siete artes liberales no fue codificada al parecer durante la época romana
para la educación de los jóvenes; de este m o d o , c u a n d o la educación sino al comienzo de la Edad Media.
Una historia de la educación del arte 40 41 El origen de la educación artística en Occidente

dujo a H o m e r o al latín, con lo que hizo accesibles la Ilíada y la Odisea dro y un árbol en la naturaleza comparten la misma « f o r m a » , pero la
para los estudiantes romanos. En las generaciones posteriores no era in- versión del artista inspirado p u e d e capturarla de forma m á s completa.
frecuente que los romanos viajaran a centros de la cultura griega c o m o En consecuencia, para Plotino el arte no es una mera imitación, a dife-
Atenas, Alejandría y R o d a s para estudiar retórica y filosofía. rencia de lo q u e p e n s a b a Platón, también es una revelación.
En opinión de Castle ( 1 9 6 1 ) , el D<? Oratore (El orador) de C i c e r ó n La belleza p a s ó a definirse c o m o la encarnación de las formas idea-
es importante d e s d e el p u n t o de vista histórico p o r q u e representa el les, y era vista c o m o algo más q u e una fuente de placer, también consti-
triunfo de la influencia griega en la práctica educativa romana. S e g ú n tuía una forma de aprehensión intelectual, p u e s el arte hace q u e las for-
Cicerón, la finalidad de la educación es p r o d u c i r un buen h o m b r e , do- mas sean accesibles a los sentidos. A u n q u e esta idea parece sugerir q u e
t a d o de habilidad oratoria y p o r lo tanto c a p a z de prestar un servicio las artes tenían un lugar a s e g u r a d o en la educación, no parece q u e fue-
práctico al E s t a d o . El v e r d a d e r o o r a d o r d e b e poseer un buen carácter ra éste el caso en los últimos años del Imperio. L l a m a la atención la es-
en el sentido moral, una amplia cultura y la c a p a c i d a d de hablar de casa presencia que tienen las artes visuales en las discusiones romanas
forma convincente. La retórica c o m o p r e p a r a c i ó n p a r a el servicio cívi- sobre educación.
co o c u p a b a un lugar central en el tratado de Cicerón, a u n q u e en é p o -
cas posteriores el c o n c e p t o p e r d i ó fuerza y la educación retórica se
m a n t u v o únicamente c o m o un artificio para la exhibición personal. Lo La enseñanza de las artes durante la Edad Media
q u e era un p r o g r a m a educativo riguroso d e g e n e r ó en un vacío forma-
lismo. La ciudad de R o m a fue a b a n d o n a d a c o m o capital del Imperio r o m a n o
La tradición aristocrática de coleccionar obras de arte que antes re- de Occidente p o r el emperador H o n o r i o en el 402 d. de C, tras sufrir
conocíamos entre los griegos en la é p o c a helenística también se intro- repetidas invasiones y saqueos p o r parte de los visigodos y los vándalos,
dujo en la s o c i e d a d romana. En realidad, había muchos escultores en cayó finalmente en el 4 7 6 d. de C. É s t a es la fecha q u e utilizan m u c h o s
R o m a q u e se ganaban la vida haciendo copias de las estatuas griegas. historiadores para señalar el fin del Imperio R o m a n o y el comienzo de
A l g u n o s textos relativos a los últimos días del imperio hablan de empe- l a E d a d Media.
radores que habían aprendido a dibujar y a pintar, aunque no a esculpir Tras la caída de R o m a , la actividad secular en el c a m p o de las artes
(Dill, 1919). En la biografía del general romano Emilio Paulo, Plutarco visuales q u e d ó virtualmente paralizada, al igual q u e el comercio y la co-
afirma q u e empleó a griegos para que enseñaran a sus hijos a pintar y a municación. La agricultura se mantuvo c o m o la principal actividad eco-
moldear, entre otras muchas materias. nómica. El mecenazgo de los artistas, los m ú s i c o s y los poetas llegó vir-
H a c i a la última é p o c a del Imperio romano, las ideas de Aristóteles tualmente a su fin. C o n la extensión del caos económico, los talleres de
estaban ya p a s a d a s de m o d a . L a s de Platón eran más conocidas, en es- los artesanos fueron desapareciendo gradualmente. L a s ciudades, que
pecial aquellos aspectos de sus enseñanzas q u e invitaban al misticismo. dependían del comercio, se fueron marchitando hasta caer en la ruina.
En el siglo m d. de C, Plotino, el fundador de la tradición neoplatóni- C o n el auge del sistema feudal, E u r o p a se convirtió en un m o s a i c o de
ca, desarrolló una filosofía de la belleza b a s a d a en la concepción plató- feudos hereditarios, cada uno de los cuales constituía una entidad eco-
nica de la inspiración. Según Plotino, el artista inspirado es capaz de en- nómica autosuficiente, incluidas las c o m u n i d a d e s monásticas enmarca-
carnar las formas platónicas en los materiales de este m u n d o gracias a das dentro de la Iglesia. La economía feudal funcionaba sin dinero, sin
un p o d e r que le confiere la actividad de su alma. D i c h o artista no se li- los beneficios derivados del comercio y sin sistema de préstamos. Per-
mita a representar objetos naturales tal c o m o son, sino que también es seguir la riqueza significaba caer en el p e c a d o de la avaricia, mientras
capaz de añadir aquello que falta en la naturaleza. Un árbol en un cua- que prestar a cambio de un interés (usura) era considerado un p e c a d o
Una historia de la educación del arte 42 43 El origen de la educación artística en Occidente

p o r la Iglesia. C a d a feudo disponía de talleres para elaborar los utensi- pálmente reclutados entre las clases aristocráticas, y, tal c o m o explica
6
lios necesarios para la vida diaria. I lauser, no era infrecuente q u e el hijo de un noble, que « d e otro m o d o
La Iglesia se esforzó activamente por eliminar t o d o s los vestigios de no habría manejado nunca un pincel, un cincel o una paleta, [entrara]
la cultura pagana. T a n t o las artes c o m o la propia enseñanza entraron en en contacto directo con las a r t e s » (pág. 168).
un período de decadencia. Sin e m b a r g o , algunos elementos de la cultu-
ra pagana fueron conservados por los monjes y los escribas, muchos de
los cuales habían sido e d u c a d o s en la tradición clásica. Escritores c o m o LAS ESCUELAS M O N Á S T I C A S , L O S SCRIPTORIA Y L O S T A L L E R E S
san Agustín estaban familiarizados con el estoicismo, así c o m o con la fi-
losofía de Platón, Aristóteles y Plotino, y se d a b a n cuenta de q u e estas II descenso en los niveles de alfabetización hizo necesario un mayor
doctrinas tenían m u c h o en común con las revelaciones de las Escritu- u s o de las artes para guiar a los creyentes hacia D i o s . H a c í a la é p o c a del
ras. En opinión de san Agustín, no se p u e d e alcanzar el conocimiento papa G r e g o r i o el G r a n d e , a p r o x i m a d a m e n t e d o s siglos d e s p u é s de san
exclusivamente a través del ejercicio de la razón. Al contrario, es nece- Agustín, se podían usar pinturas y estatuas para ilustrar las enseñanzas
sario tener fe para p o d e r alcanzar el conocimiento. T o d o s los aspectos d é l a fe, aunque G r e g o r i o advirtió que no se debían adorar las imágenes
de la vida estaban directamente relacionados con la fe y las verdades del en sí mismas, sino que debían emplearse para guiar el alma hacia Dios.
Evangelio. L a s artes y las ciencias, así c o m o t o d o pensamiento y acción, I [acia el final del siglo vm (787 d. de C.) el Concilio de Nicea suprimió
emanaban de la misma concepción religiosa del m u n d o , según la cual el i s l a condición impuesta por G r e g o r i o al afirmar que la adoración q u e
significado de todas las cosas q u e d a b a e x p r e s a d o y e x p l i c a d o en térmi- prestan los creyentes a las imágenes se transmite al sujeto representado
nos del m u n d o p o r venir (Hauser, 1951). en ellas. Ello p r o m o v i ó un u s o m á s extendido de las artes c o m o medio
La clave para comprender la sociedad medieval es la tierra. La tie- para propagar la fe (Beardsley, 1966).
rra le había sido entregada al h o m b r e por D i o s , para q u e pudiera tra- El fin q u e perseguían las primeras escuelas monásticas coincidía
bajar por su salvación eterna. El trabajo estaba siempre directa o indi- |on el fin último de la vida monástica: la salvación de las almas. Benito
rectamente relacionado con las labores del c a m p o , y su objeto no era ( I N I ) 543) estableció una serie de reglas para guiar la vida en el monas-
conseguir riqueza sino conservar la posición en la que uno había nacido u n o , conocidas c o m o la Regla Benedictina. La regla 43 declaraba que
hasta que llegara el m o m e n t o de pasar al otro m u n d o . La función de los | l.i ociosidad es el mayor enemigo del alma, por lo cual todos los mon-
clérigos era enseñar las verdades acerca del m u n d o p o r venir y admi- I i deben mantenerse o c u p a d o s en t o d o m o m e n t o , sea en labores ma-
nistrar los sacramentos, a través de los cuales todas las personas podían nuales o en lecturas s a g r a d a s » (citado en Wilds y Lottich, 1962, pág. 119).
obtener la gracia. La función de la jerarquía medieval era defender la I i regla especificaba m á s adelante q u e siete horas del día debían dedi-
tierra frente a los p a g a n o s y los saqueadores para q u e tanto los siervos i irse a labores manuales, mientras q u e la lectura de literatura sagrada
c o m o los nobles pudieran labrar su destino para entrar en el otro mun- I H uparía otras dos. L o s monjes s e convirtieron e n hábiles artesanos d e
do. El trabajo era al mismo tiempo una forma de penitencia y una for- li madera, el cuero, los metales preciosos y el vidrio. Se convirtieron en
ma de ennoblecer la vida. L o s monjes de los monasterios eran princi- granjeros y transmitieron información a los campesinos s o b r e cuestio-
nes agrícolas. En los conventos para mujeres había estipulaciones pare-
I li las en relación con las labores manuales, c o m o tejer ropa y bordar el
6. Perrine (1937) es mi segunda fuente principal en relación con la historia eco-
nómica de Europa. Arnold Hauser (1951) también se basa en Perrine. Lo he utilizado p i ñ o tlel altar. El deber de lectura hizo que en las bibliotecas del m o -
por su coherencia con Hauser, mi referencia principal sobre el tema de la enseñanza nasterio se conservaran colecciones de manuscritos y q u e se realizaran
artística en los gremios y las academias. II >| das para el intercambio con otros monasterios. El trabajo en el scrip-
Una historia de la educación del arte 44 45 El origen de la educación artística en Occidente

torium iba a cargo de aquellas personas que no estaban capacitadas rojo para dar vida a la página escrita. El pigmento rojo se conocía con el
para formas más duras de trabajo manual. nombre de minium, y por este motivo el artista q u e lo aplicaba recibía
En las primeras escuelas monásticas el contenido educativo era el nombre de miniatore. El término actual miniatura proviene de las
m u y rudimentario y se dirigía únicamente a la preparación de los mon- pinturas que se realizaban en siglos posteriores, c u a n d o el arte del libro
jes para los deberes esenciales de la vida monástica. Se exigía a los no- había alcanzado un desarrollo m á s completo.
vicios q u e aprendieran a leer para que pudieran estudiar los textos sa- La participación de cada m i e m b r o se b a s a b a en su g r a d o de cono-
g r a d o s , a escribir p a r a que pudieran copiar los manuscritos, a cantar cimiento y destreza. En lo alto de la jerarquía se hallaba el maestro, en
p a r a q u e pudieran tomar parte en las actividades litúrgicas diarias, y la virtud de sus superiores habilidades, seguido por sus asistentes. P o r
aritmética necesaria p a r a calcular la fecha de las celebraciones religio- otro lado, estaban los monjes del scriptorium, q u e adquirían sus habili-
sas. En una é p o c a posterior el currículo consistía en las siete artes libe- dades « s o b r e la m a r c h a » bajo la guía del maestro, y entre los cuales p o -
rales. día estar el p r o p i o a b a d . La calidad del resultado se juzgaba en función
La educación monástica también concedía importancia a la gramá- de la fidelidad de la copia. En la m e d i d a en que la copia de manuscritos
tica c o m o introducción a la literatura. L o s estudios de retórica consis- se realizaba para transmitir los textos s a g r a d o s , la originalidad de la eje-
tían en gran parte en la elaboración de composiciones escritas, aunque c I I C ion no se consideraba un atributo m á s importante de lo q u e pudie-
también incluían algo de historia de la Iglesia y de derecho canónico. La ra haber sido una reinterpretación de los textos m i s m o s . A pesar de
dialéctica tenía un papel menor en las escuelas monásticas, aunque se Ello, la calidad de los libros iluminados experimentó una mejora cons-
convirtió en el principal objeto de interés en el movimiento escolástico tante a m e d i d a q u e se descubrían nuevas técnicas y aumentaban los es-
de la baja E d a d Media. La escuela monástica era la única institución I . I m i a r e s d e exigencia.

educativa que o p e r a b a a principios de la E d a d Media, y aunque su fun- El hecho de que la Regla Benedictina prescribiera tanto el trabajo
ción principal era preparar a los monjes, también admitía a algunos jó- manual c o m o el intelectual determinó q u e en los primeros m o m e n t o s
venes, que en la mayoría de los casos eran los hijos de los nobles. leí desarrollo de la O r d e n se diera gran importancia a las ocupaciones
El trabajo s o b r e los libros tenía lugar principalmente en el scripto- manuales. Tales actividades estaban consagradas a la mayor gloria de
rium, que consistía en una gran sala con numerosos escritorios. A veces I >ios y no se practicaban c o m o una forma de expresión individual o
los scriptoria estaban divididos en celdas, llamadas « c u b í c u l o s » , en los I iara la obtención d e una ganancia personal. L a Regla también estipula-
que cabía el escritor, su mesa y una estantería para la tinta y los colores. lía que « s i hubiera artistas en el monasterio, permítase q u e ejerciten sus
El trabajo en el scriptorium era considerado equivalente al trabajo en el . i i u s con toda la humildad y reverencia, en caso de que el a b a d los hu-
c a m p o . Para demostrar esto último A d d i s o n se remite a la Regla de san I llera ordenado. P e r o si alguno de ellos estuviera orgulloso de la destre-
Fereol del siglo vi, que contiene la siguiente cláusula: « A q u e l que no la- .i que mostrara en su arte, en razón de que creyera ganar algo para el
bre la tierra con su arado, que escriba en los pergaminos con sus d e d o s » monasterio, que sea apartado de él y no se le permita practicarlo de
(Addison, 1908, p á g . 3 2 8 ) . n u e v o » (citado en A d d i s o n , 1908, p á g . 4 ) .
H a b í a m u c h o s artesanos distintos implicados en la elaboración de Sin e m b a r g o , algunos monasterios habían c o m e n z a d o a desarrollar
un libro. El primero era el escriba, que trazaba las letras negras del tex- solislicados talleres que merecen el n o m b r e de escuelas de arte monás-
to. M á s adelante venía el pintor, que no sólo era un experto dibujante i li as. Alfredo el G r a n d e de Inglaterra importó monjes-artistas de tálen-
sino que debía saber c ó m o preparar el mordiente, aplicar una capa do- lo del continente para establecer una escuela de este tipo en Athelney.
rada y darle brillo. L u e g o llegaba el encuadernador. Al principio, las \ . M I describe a l rey c o m o una persona que practicaba activamente l a
ilustraciones estaban limitadas a las letras mayúsculas, y se empleaba el artesanía y que, a pesar de las frecuentes guerras en las q u e se vio invo-
47 El origen de la educación artística en Occidente
Una historia de la educación del arte 46

LA E D U C A C I Ó N ARTÍSTICA EN LOS G R E M I O S
lucrado, mantuvo la costumbre de instruir a sus orfebres y artesanos de
todas las clases. H a u s e r comenta el renombre que habían alcanzado al-
C o n la llegada de la baja E d a d M e d i a habían aparecido nuevas clases
gunos talleres monásticos p o r la calidad de sus obras.
profesionales, lo q u e llevó al desarrollo de nuevas instituciones. Entre
estas últimas se encontraban los gremios artesanales para los diversos
En numerosos monasterios —como por ejemplo en Fulda y Hildes-
heim— se abrieron talleres de artesanía destinados principalmente a fi- oficios, q u e pasaron a o c u p a r una parte importante del p a n o r a m a edu-
nes educativos, los cuales proporcionaban un flujo constante de artistas cativo. L o s gremios unieron a las personas q u e trabajaban en el m i s m o
jóvenes a los monasterios y catedrales, así como a las casas feudales y las oficio y establecieron los derechos que tenían unos respecto a otros, así
cortes. El monasterio de Solignac, que fue fundado por san Eligió, el fa- como sus obligaciones en relación con sus patrones. Intervenían en de-
moso orfebre del siglo vil, alcanzó un nivel especialmente destacado en fensa de los artesanos implicados en disputas legales y ofrecían asisten-
sus labores educativas. (1951, págs. 171-172.) cia a la familia de los miembros c u a n d o éstos se hallaban enfermos o ne-
cesitados. L o s gremios también sirvieron para equiparar la distribución
Según A d d i s o n (1908), la ciudad alemana de Hildesheim debía su de las comisiones. Tales organizaciones o p e r a b a n bajo licencias otorga-
reputación c o m o centro románico de educación artística a san Bern- das por autoridades civiles o eclesiásticas; a c a m b i o de tal reconoci-
ward, que sirvió allí como a b a d entre 992 y 1012. Bernward se dedicó miento, se encargaban de imprimir una rigurosa disciplina y mantener
al estudio del arte durante toda su vida, y en tiempos de guerra sirvió el control entre sus miembros (Perrine, 1937).
c o m o comandante en jefe de las fuerzas de Hildesheim. Sus viajes a Pa-
rís y a R o m a le convirtieron en un h o m b r e de amplia cultura para su
época. F u n d ó y dirigió una escuela de orfebrería que se hizo famosa en El sistema del aprendizaje
toda E u r o p a . Se le describe c o m o un excelente calígrafo, un buen pin-
tor y c o m o un experto no sólo en las artes liberales sino también en las La función latente del gremio era controlar la oferta profesional a tra-
mecánicas. Asimismo, su espíritu coleccionista le llevó a establecer un vés de una drástica limitación del n ú m e r o de aprendices q u e p o d í a n
m u s e o para la educación de los estudiantes que acudían a él. F u e cano- acceder a la formación y de aquellos q u e p o d í a n impartirla, p u e s to-
nizado en 1194 p o r el p a p a Celestino III. mar aprendices era un privilegio q u e c o r r e s p o n d í a únicamente a los
H a c i a el fin del siglo x i , las fuerzas sociales que habían favorecido maestros. P o r lo común, los aprendices iniciaban su p e r í o d o de apren-
el desarrollo del movimiento monástico comenzaron a experimentar dizaje a la e d a d de trece o catorce años. En algunos c a s o s , la familia
cambios. En medio de los feudos y los monasterios comenzaron a le- debía p a g a r al m a e s t r o p o r sus enseñanzas, a u n q u e en otros casos los
vantarse y florecer pueblos y ciudades. L o s viajes se volvieron m á s fáci- aprendices percibían una p a g a . Un aprendiz con talento tenía m u c h a s
les y seguros: los peregrinos recorrían los caminos hacia los lugares don- más p r o b a b i l i d a d e s de recibir una retribución por sus servicios en Ita-
de se encontraban las reliquias sagradas, los estudiantes viajaban a los lia q u e en el norte de E u r o p a (Bleeke-Byrne, 1984). T r a s un p e r í o d o
centros de enseñanza (las escuelas catedralicias y las universidades) y tic cinco o seis años, el aprendiz recibía habitualmente un certificado,
los caballeros hacían largas rutas para luchar en las Cruzadas. Pero el y tras pasar un test oficial, q u e a m e n u d o incluía la elaboración de una
desarrollo del comercio fue m á s importante que ningún otro factor a la « p i e z a m a e s t r a » , estaba en condiciones de obtener el rango de maes-
hora de promover un nuevo orden social y la creación de nuevas posi- tro. Un maestro p o d í a abrir su p r o p i o taller y tomar aprendices. El
bilidad es para el artista. proceso para llegar a ser maestro era largo y a r d u o , y p o c o s alcanzaban
este estatus.
Una historia de la educación del arte 48

En su tratado s o b r e la pintura, Cennino Cennini (1360-1437) acon-


sejaba que un aprendiz dedicara seis años a «trabajar con los colores; y
a aprender a hervir la cola y moler el yeso; y a conseguir experiencia en
las labores de pintar, embellecer con mordientes, aplicar capas de oro,
así c o m o a adquirir práctica en el trabajo sobre la p a r e d » (1933, págs. 64-
6 5 ) . A lo largo de este período de intenso adiestramiento técnico, el jo-
ven aprendiz debía acatar las estrictas normas del gremio local. Tales
normas estaban relacionadas con la preservación de los secretos del ofi-
cio; también limitaban el derecho del aprendiz a vender objetos de su
p r o p i a elaboración (Bleeke-Byrne, 1984).
El taller estaba organizado siguiendo una jerarquía en la que el maes-
tro supervisaba la labor de sus asistentes, los cuales, a su vez, supervi-
saban la de los aprendices. La enseñanza se realizaba a través de la imi-
tación del maestro o de los asistentes, y el resultado se j u z g a b a en
términos de la exactitud de la imitación. Tal c o m o vimos antes, el siste-
ma no estaba p e n s a d o para estimular la originalidad artística sino m á s
bien para asegurar la transmisión de un alto nivel de calidad artesanal,
y en este sentido cumplía muy bien su función.
El g r a b a d o de T h e o d o r Galle The Invention of Oil Painting (figu-
ra 2.1) ilustra lo que era el taller de un artista a finales del siglo xvi (ha-
cia 1580). A u n q u e retrata una escena renacentista, incluye ciertos ras-
gos sociológicos que también estaban presentes en los talleres
medievales. Por ejemplo, las figuras que aparecen a la derecha visten de
forma tosca, a diferencia del maestro y los aprendices, que exhiben una
indumentaria más refinada. A propósito de este detalle, Bleeke-Byrne
sugirió q u e los niños p o b r e s procedentes de familias q u e no podían pa-
gar los gastos de formación se q u e d a b a n probablemente toda la vida en
labores menores, mientras que un aprendiz con talento podía alcanzar
el rango de asistente o maestro de taller.

Tratados de taller

Durante la E d a d Media algunos artesanos escribieron tratados sobre


los p r o b l e m a s relacionados con la producción artesanal de objetos.
A u n q u e la mayor parte de la educación artística tenía lugar por trans-
Una historia de la educación del arte 50
51 El origen de la educación artística en Occidente

misión oral o a través de la copia, tales recopilaciones escritas servían


La enseñanza de las artes visuales durante el Renacimiento
c o m o complemento. E s t o s escritos consistían en una serie de prescrip-
ciones para la « e l a b o r a c i ó n » de las obras o bien en una serie de m o d e -
El Renacimiento italiano m a r c ó uno de los c a m b i o s cruciales en la his-
los a seguir (Barasch, 1985). La aparición de buena parte de estos escri-
toria cultural de Occidente, ya que estableció las bases para la concep-
tos se debía a que la producción de ciertos bienes era cada vez m á s
ción m o d e r n a de las artes. La separación de las bellas artes respecto de
compleja y diferenciada, y exigía mayor especialización y destreza. El
la artesanía iba a tener profundas consecuencias para la enseñanza del
taller se convirtió por lo tanto en un lugar d o n d e se recogía y codifica-
arte. En cuanto el artista se elevó a la posición de genio, se plantearon
ba esta clase de información para hacerla accesible a los profesionales.
nuevas preguntas en relación con la educación, pues ¿ c ó m o se educa a
Barasch describe uno de estos primeros tratados, Heraclius on the un genio? ¿Resulta a p r o p i a d o formar a un genio potencial c o m o si fue-
Colors and the Arts of the Romans, c o m o un texto escrito en diversos lu- ra un m o d e s t o aprendiz?
gares y momentos, posteriormente reunidos. El escritor anima al lector
a ensayar algunas de las técnicas, y asegura que la p r u e b a de sus indica-
ciones demostrará que son ciertas. Ello sugiere que los artesanos no se
EL H U M A N I S M O RENACENTISTA
limitaban a copiar los modelos establecidos en el p a s a d o , sino que tam-
bién experimentaban con nuevas técnicas. El tratado estudia principal-
Un g r u p o de h o m b r e s de letras conocidos c o m o humanistas reservaron
mente la preparación de colores para la escritura e iluminación de ma-
un lugar respetable para la o b r a de arte al señalar su parecido con la li-
nuscritos, la manipulación del vidrio, el corte de piedras semipreciosas
teratura o la historia. El h u m a n i s m o no era tanto un sistema unificado
y algunas técnicas para el tratamiento del oro.
de creencias c o m o una filosofía de la educación que privilegiaba los es-
U n o de los tratados más importantes se titula De Diversis Artibus tudios clásicos. Se centraba en el estudio de la literatura de la antigüe-
(Sobre las diversas artes), y es obra de Theophilus Presbyter. Constituye d a d , incluida la historia, la filosofía y la poesía. L o s humanistas desa-
una de las mejores fuentes sobre la tecnología del período medieval, y rrollaron la práctica de acudir a los d o c u m e n t o s originales de las
fue c o m p u e s t o en la primera mitad del siglo xii por un monje, proba- fuentes clásicas y bíblicas. Leían a Platón en el griego original y no en
blemente m i e m b r o de la O r d e n benedictina. El tratado no sólo contie- traducciones de segunda y tercera mano. P o r encima de t o d o , los hu-
ne una de las primeras referencias al papel en la E u r o p a occidental, sino manistas difundieron el ideal de q u e la educación general, en y p o r sí
que también ofrece descripciones sobre la fundición de c a m p a n a s y la misma, era valiosa para t o d o el m u n d o , y que no debería estar limitada
construcción de órganos. Sus descripciones de los procesos técnicos de a los clérigos o a los médicos.
fundición, amartillamiento y soldadura sirven para documentar el esta-
La educación humanística triunfó gracias al establecimiento de
do de los conocimientos y las prácticas en el siglo x i .
nuevas escuelas que supieron atraerse mejor a los jóvenes q u e las escue-
Teophilus describe también la correcta ordenación del taller, los las monásticas o catedralicias de é p o c a s anteriores. E s t a s nuevas es-
b a n c o s en los que debían sentarse los herreros y los procedimientos que cuelas se p r e o c u p a b a n especialmente p o r la recuperación de la heren-
debían seguirse para elaborar las herramientas para esculpir, raspar y cia intelectual clásica. El resultado fue un nuevo m o d e l o de escuela
amartillar. El artesano debía elaborar personalmente todas las herra- secundaria q u e habría de dominar la educación europea durante varios
mientas del oficio. C o n Sobre las diversas artes, los frutos de la tradición siglos. L a s primeras escuelas secundarias de estudios clásicos fueron las
monástica se transmitieron a los talleres de é p o c a s posteriores (Barasch, escuelas de la corte en Italia, s o b r e cuyo m o d e l o se diseñaron los gim-
1985). nasios alemanes, los liceos franceses y las escuelas de gramática latina
inglesas. Tales escuelas fueron fundadas p o r los príncipes y los d u q u e s
Una historia de la educación del arte 52 53 El origen de la educación artística en Occidente

que gobernaban las c i u d a d e s - E s t a d o . H u b o escuelas famosas en Flo- oradores y diplomáticos; como especialistas en mitología, tumbas, ins-
rencia, Venecia, P a d u a y Verona, pero una de las más influyentes fue la cripciones y arquitectura clásicas; como poetas de corte e historiadores.
escuela de Mantua, dirigida por Vittorino Da Feltre. R e c o n o c i d o eru- Tenían un papel activo en el servicio de los Estados y los poderosos.
dito en textos clásicos, desarrolló el currículo y los m é t o d o s para im- (EWA, 1959-1968, vol. 8, cois. 175-716.)
partir las nuevas enseñanzas (Kristeller, 1961; Wilds y Lottich, 1962).
L a s escuelas de los humanistas se distinguían de sus predecesoras
LA D O C T R I N A N E O P L A T Ó N I C A Y SU I N F L U E N C I A S O B R E LAS A R T E S
medievales p o r su mayor uso de los textos impresos, en lugar de las lec-
turas propias de las escuelas anteriores. L a s composiciones escritas sus-
tituyeron a las disputas orales tan comunes en la educación medieval. En el último tercio del siglo xv, un reducido círculo de humanistas se
Un hecho que tuvo gran importancia para las artes fue q u e los repre- reunieron en Florencia bajo el patrocinio de C o s i m o y más adelante de
sentantes del humanismo también estudiaron los aspectos literarios y Lorenzo de Medici. Al frente de este grupo se hallaba el filósofo Marsi-
artísticos de la herencia clásica. L o s estudiantes aprendieron a apreciar lio Ficino, que tradujo al latín muchos de los diálogos de Platón —en
la belleza de la literatura, la arquitectura, la poesía y el teatro del pasa- particular el Timeo, el Ion y El Banquete— y elaboró extensos comenta-
do. Por primera vez se dio importancia a la educación estética, un ele- rios sobre estas obras. Su original interpretación de las doctrinas plató-
mento completamente ausente de la educación medieval (Wilds y Lot- nicas sobre el amor y la belleza, altamente alegórica c o m o todos sus co-
tich, 1962). mentarios sobre textos clásicos, tendrían una influencia especial sobre
El mayor éxito de estos hombres de letras fue convencer a la socie- las artes y su valor dentro de la experiencia humana (Kristeller, 1961).
d a d laica a c o m o d a d a de la importancia de los studia humanitatis, en es- Maestros c o m o Ficino contribuyeron a abrir el camino hacia la
pecial de la importancia de estos estudios en el terreno moral y cívico, aceptación del artista c o m o un m i e m b r o de la élite cultural, a diferencia
p o r cuanto las humanidades contienen todas las grandes verdades de la de la concepción medieval del artista c o m o mero artesano cualificado.
experiencia humana. A d e m á s de eso, supieron desarrollar un fuerte Ahora se le veía c o m o un individuo con unas dotes únicas para partici-
sentido de la identidad cultural: el sentimiento de que uno d e b e ser par en labores creativas cuasidivinas.
consciente de la p r o p i a é p o c a y cultura en relación con las propias tra-
diciones en el p a s a d o y las de otras personas. P o d e m o s encontrar esta
actitud en expresiones c o m o las que utilizaba Petrarca al describir la LA TEORÍA DEL ARTE RENACENTISTA

E d a d M e d i a c o m o los « a ñ o s o s c u r o s » y su propia é p o c a c o m o un « r e -
nacimiento» que tendría lugar gracias a la recuperación de las enseñan- L a s ideas de los humanistas quedaron reflejadas en una nueva arquitec-
zas, las formas estéticas y los valores políticos del p a s a d o . tura b a s a d a en el estudio de los m o n u m e n t o s de la antigüedad clásica.
La centralidad del h o m b r e se hace evidente en pinturas c o m o La Es-
cuela de Atenas de Rafael, y q u e d a explícitamente enunciada en trata-
Las cuatro últimas décadas del Quattrocento vieron un humanismo ple-
dos c o m o el Della Pictura de Alberti, de 1435. T r e s de los principios de
namente establecido en la corte y en los círculos literarios de todas las
Alberti reflejan claramente las enseñanzas de los humanistas:
partes de Italia, no sólo en la Florencia de los Medici, en la curia papal y
en la corte de Alfonso V en Ñapóles, en el Milán de los Sforza y en Ve-
necia, sino en cortes menores como la de los Gonzaga en Mantua, los 1. U n a pintura d e b e evocar una sensación de realismo espacial e
Este en Ferra. [...] Los humanistas tenían un papel activo como tutores histórico gracias a una combinación de la perspectiva y de un sis-
privados y profesores en las escuelas y universidades; como secretarios, tema de proporciones y escalas b a s a d o s en la figura humana.
Una historia de la educación del arte 54 55 El origen de la educación artística en Occidente

2. U n a pintura d e b e tener una istoria, o tema, una situación dra- tarde Miguel Ángel hizo q u e accedieran a un estatus de menor depen-
mática o episodio histórico t o m a d o de la literatura clásica o de la dencia respecto a los gremios. El hecho de que el artista hubiera termi-
Biblia. nado por o c u p a r una posición respetable en las cortes de los príncipes
3. El tema escogido d e b e representarse por m e d i o de un uso ade- y los p a p a s aumentaba la necesidad de una concepción más amplia de
c u a d o del color, la luz, la proporción y la composición, de m o d o la educación artística q u e la q u e p o d í a ofrecer el sistema medieval.
que transmita al espectador un drama vivo y plástico capaz de T a n t o L e o n a r d o c o m o Miguel Ángel estaban c o m p r o m e t i d o s con
edificarlo, aterrorizarlo, deleitarlo o instruirlo. las principales ideas de su é p o c a , y pertenecían a los círculos intelec-
tuales d o n d e tales ideas eran m o n e d a corriente. A m b o s exhibieron una
L o s principios de Alberti son un ejemplo de la preferencia huma- activa curiosidad científica, y a m b o s lograron imprimir el sello único de
nista por los contenidos literarios o históricos. Su insistencia en el uso su personalidad a sus o b r a s . No fueron únicamente reconocidos c o m o
de los medios técnicos a p r o p i a d o s p u e d e ser equiparada al interés hu- unos maestros d o t a d o s de unas habilidades superlativas, sino c o m o ge-
manista p o r una retórica elocuente capaz de enunciar verdades impor- nios cuyo talento tenía un origen divino. T a n pronto c o m o el arte co-
tantes de forma rigurosa y elegante. Por último, el p r o p ó s i t o de la obra menzó a ser visto d e s d e esta perspectiva, todo el p r o g r a m a educativo de
se alcanza cuando despierta en el espectador la a d e c u a d a intuición mo- los gremios, con su sumisión servil al maestro local, se vio en peligro. El
ral o religiosa. L a s obras que alcanzan este objetivo encarnan la verda- maestro gremial sólo p o d í a transmitir las habilidades que él m i s m o p o -
dera concepción humanística del arte (Blunt, 1963). seía, no p o d í a alimentar el genio de otro.
En consecuencia, la educación artística en el Renacimiento requería
un planteamiento educativo q u e estuviera m á s en consonancia con el
LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA RENACENTISTA concepto de genio. Resultado de ello fueron las academias, d o n d e los
profesores y los alumnos podían desarrollar y compartir el conocimien-
L a s ideas de teóricos c o m o Alberti o L e o n a r d o hicieron que se cues- to de la teoría y la filosofía de la práctica artística, b a s a d a en la b ú s q u e -
tionara la validez de una educación artística controlada exclusivamen- da del saber artístico universal.
te p o r los gremios. N a d i e ponía en d u d a q u e tal formación práctica era
necesaria para alcanzar niveles altos de destreza técnica, pero el taller Leonardo fue el primero en cuestionar la rutina típica del taller, que po-
no p o d í a ofrecer a los maestros potenciales la educación humanista nía la práctica por encima del trabajo de libre interpretación. «Estudia
primero el saber, y luego sigue la práctica que dicta este saber.» Miguel
que Alberti consideraba tan necesaria para la formación integral del
Ángel se hizo eco de la misma idea cuando dijo «Uno pinta con la men-
artista.
te, no con la mano», y al considerar que la escultura era una «scienza stu-
El nuevo estatus social del artista en centros c o m o Florencia hizo diosa» (una ciencia culta, no un arte mecánico o servil). Dentro de esta
que m u c h o s cuestionaran la necesidad de que estuviera vinculado a un concepción del arte el único vínculo posible entre el maestro y el alum-
gremio para p o d e r practicar su arte. T r a s el éxito de figuras c o m o L e o - no era la academia, un lugar de estudio puramente especulativo donde la
nardo o Miguel Ángel, los artistas se preocuparon más por expresar su relación entre los miembros se basaba en la libre experimentación sin
visión personal y buscaron la libertad de escoger a sus patrones igual ninguna autoridad explícita. (EWA, 1959-1968, vol. 8, col. 151.)
c o m o hacían los humanistas, los cuales podían moverse de una ciudad
a otra y de una corte a otra. L a s regulaciones tradicionales de los gre- L a s primeras academias no eran escuelas de arte en el sentido mo-
mios ponían restricciones a esta clase de desplazamientos. Por fortuna, derno, con currículos formales dirigidos p o r profesores. Tales acade-
la admiración que despertaron en su é p o c a tanto L e o n a r d o c o m o más mias renacentistas consistían m á s bien en g r u p o s de artistas de e d a d e s
Una historia de la educación del arte 56

diversas, algunos neófitos y otros artistas c o n s u m a d o s , q u e se reunían


para dibujar o para contemplar las demostraciones q u e hacían otros de
técnicas o principios novedosos, o bien para discutir teorías del arte y
otras tendencias culturales de carácter general. Se trataba de círculos fi-
losóficos informales reunidos bajo los auspicios de un mecenas impor-
tante, c o m o C o s i m o o L o r e n z o de Medici, o tal vez un príncipe de la
Iglesia. El currículo, si p o d e m o s llamarlo así, consistía en una serie de
teorías desarrolladas p o r los p r o p i o s artistas contemporáneos, relacio-
nadas con la fundamentación matemática de las artes, la anatomía o la
investigación humanística de la antigüedad. Pevsner (1973) considera
que el inspirador del movimiento fue L e o n a r d o , p u e s t o q u e sus refle-
xiones teóricas se encuentran en la b a s e de todos los sistemas posterio-
res de educación artística académica.
L a s ideas de L e o n a r d o acerca de la enseñanza del arte se encuen-
tran en su tratado sobre la pintura. D i c h o tratado constituye m á s bien
una colección de preceptos escritos en distintos momentos sin seguir
ningún orden especial. La intención de L e o n a r d o era o r g a n i z a d o s en
una doctrina m á s comprehensiva en un m o m e n t o posterior de su vida,
aunque no vivió lo suficiente para llevarla a cabo. D e j ó indicada la pro-
gresión educativa que habría de convertirse en el cuerpo central de la
práctica académica de las generaciones siguientes:

Primero de todo, copiar dibujos realizados por un buen maestro a partir


de la naturaleza y no como ejercicios; luego, copiar a partir de un relie-
ve, teniendo cerca un dibujo realizado a partir del mismo relieve; luego
a partir de un buen modelo; y todo esto debería servir como práctica (Da
Vinci, 1958, pág. 899).

En un g r a b a d o de Pierfrancesco Alberti (figura 2.2) quedan clara-


mente ilustrados varios aspectos de la educación artística en el Renaci-
miento. En la esquina inferior izquierda un estudiante aprende a copiar
e s q u e m a s de varias partes del cuerpo, en este caso el ojo. En la parte su-
perior izquierda un g r u p o de estudiantes dibujan una pierna a partir de
un m o l d e de yeso. El arte de la arquitectura aparece representado al
fondo del estudio, mientras que en la parte inferior central hay un gru-
po q u e está siendo instruido en los principios geométricos del dibujo en
Una historia de la educación del arte 58 59 El origen de la educación artística en Occidente

perspectiva. En la parte inferior derecha hay un g r u p o que dibuja el es- nos, publicado por O d o a r d o Fialetti en 1608. El manual ilustra partes
queleto, mientras que a su derecha se p u e d e ver un g r u p o de estudian- del cuerpo h u m a n o c o m o ojos, orejas, torsos y piernas.
tes q u e trabajan en una escultura. Detrás de ellos hay un g r u p o q u e está P o d e m o s encontrar otra representación de c ó m o era la educación
realizando la disección de un cadáver. S o b r e la pared están representa- artística en el Renacimiento en el retrato que hizo Agostino Veneziano
dos los principales géneros pictóricos: paisajes, retratos y obras de tema de la academia patrocinada por Baccio Bandinelli en R o m a (figura 2.4).
religioso. El p r o c e s o formativo parece seguir la misma progresión q u e Según R o m á n (1984), tanto Alberti c o m o L e o n a r d o insistieron en que
p r o p u s o L e o n a r d o , según la cual sólo se debía pasar a trabajar s o b r e los estudiantes realizaran dibujos de esculturas a la luz de velas, pues con
m o d e l o s tridimensionales una vez alcanzado el dominio del dibujo en ello los planos q u e d a b a n definidos de tal m o d o que el estudiante podía
dos dimensiones. aprender a dominar el relieve. R o m á n también discute el significado
Por este motivo, el maestro disponía habitualmente de una colec- simbólico implícito del g r a b a d o de Veneziano, y sugiere que la pequeña
ción de dibujos y moldes para ayudar a los alumnos en su aprendizaje.
L o s aguafuertes de ojos que aparecen en la figura 2.3 proceden de uno
de los primeros manuales de dibujo dirigido a los artistas y a sus alum-

Figura 2.3. Odoardo Fialetti, «Ojos», de // vero modo et ordine per dissegnar tutte le partí
et membra del corpo humano, Venecia, 1608, hoja 4. Colección de ilustraciones de la Divi- Figura 2.4. Agostino Veneziano, La Academia de Baccio Bandinelli, 1 5 3 1 , grabado de Bac-
sión de Arte Miriam e Ira D. Wallach, Ilustraciones y Fotografías, Biblioteca Pública de Nue- ( IO Bandinelli. Centro de Arte Davison, Universidad de Wesley, Middletown, CT. Reproduci-
va York, Fundaciones Astor, Lennox y Tilden. Reproducido con autorización. do con autorización.
Una historia de la educación del arte 60 El origen de la educación artística en Occidente

escultura que aparece a la derecha de la vela es probablemente A p o l o , el eran conscientes del declive en la calidad de la pintura italiana d e s d e los
cual, al estar situado cerca de la fuente de luz, se presenta c o m o la fuen- días del p a p a L e ó n X y esperaban detener esta tendencia « n o a través
te de la inspiración. La vela también es el símbolo del estudio nocturno, de nuevos descubrimientos sino a través de la imitación inteligente de
y reflejaría la naturaleza erudita de la exploración artística. las obras que crearon los maestros del Renacimiento. Para ellos « [ . . . ] la
La primera academia formal de arte, la A c c a d e m i a del D i s e g n o , fue pintura era una ciencia que podía enseñarse a partir de una serie de re-
fundada por G i o r g i o Vasari en 1562. Sus miembros eran inicialmente glas fijas, y tales reglas podían descubrirse a través del estudio del ejem-
una selección de treinta y seis artistas distinguidos, de los cuales treinta plo de los buenos m a e s t r o s » (Blunt, 1963, pág. 137).
y dos residían en Florencia. La iniciativa de crear la academia vino es- H a c i a finales del siglo xvi, las academias habían dejado de ser los
p o l e a d a por el sentimiento de que la é p o c a de grandeza estaba tocando focos de entusiasmo intelectual q u e habían sido en las últimas d é c a d a s
a su fin, y que el tiempo de los grandes maestros y los grandes descu- del siglo x v , lugares en los que se discutían, demostraban y difundían
brimientos se iba igual c o m o había venido. L e o n a r d o y Rafael habían los nuevos descubrimientos artísticos tanto entre los artistas c o m o en-
muerto, y Miguel Ángel era un h o m b r e viejo que había realizado ya sus tre los mecenas. En generaciones posteriores, el m o d e l o de enseñanza
grandes obras. Vasari intentaba desvelar las reglas del arte sobre la b a s e artística q u e se escogería para Francia estaría b a s a d o en las academias
de los descubrimientos realizados por estos gigantes. Tales reglas pro- de R o m a y Bolonia. La enseñanza había r e d u c i d o el arte a un conjun-
cedían pues del arte mismo más que de la naturaleza, c o m o sucedía an- to de reglas absolutas fundadas en la autoridad indiscutida de los ge-
tes, con lo que el arte p a s a b a a construir su propia disciplina a partir de nios del arte del alto Renacimiento.
m é t o d o s ya establecidos de experimentación y enseñanza.
C u a n d o Vasari empleó el término de maniera, se refería literalmen-
te a trabajar de la misma manera que los maestros del alto Renaci- La época absolutista y la Academia Francesa
miento. P o d í a jactarse de que mientras a Miguel Ángel le costó seis
años terminar una obra, con su sistema de reglas era posible terminar La actitud de confianza tan característica de la é p o c a renacentista,
seis obras en un solo año (Fleming, 1968). Tal c o m o lo e x p r e s ó Blunt, cuando la h u m a n i d a d medía todas las creaciones según su propia ima-
la pintura había dejado de tener la intensidad y la seriedad que había te- gen, había dejado p a s o a la d u d a y el cuestionamiento. El cisma de la
nido para L e o n a r d o y Miguel Ángel: se había convertido en cambio en Iglesia, las guerras y las agitaciones sociales marcaron el fin del Renaci-
« u n juego de habilidad que apelaba a un gusto p o r lo ingenuo y no in- miento. Pero ya no era posible volver al modelo espiritual de la E d a d
quietaba las facultades racionales» (1963, pág. 91). Media. Asaltada p o r las d u d a s , la s o c i e d a d optó en c a m b i o p o r el abso-
En 1593 abrió sus puertas en R o m a la A c c a d e m i a di S. L u c a , fun- lutismo político, por la razón y la ciencia. En el siglo xvn fue t o m a n d o
d a d a p o r Frederico Zuccari bajo los auspicios del cardenal B o r r o m e o . íorma una nueva conciencia que habría de influir sobre la enseñanza de
A p r o x i m a d a m e n t e al m i s m o tiempo los hermanos Caracci establecie- las artes hasta finales del siglo x i x .
ron una academia en Bolonia. Su institución se distinguía por el hecho
de ser un establecimiento privado, sin el patrocinio de ningún príncipe
o clérigo. L a s academias privadas se convirtieron en algo común en Ita- LAS ARTES Y LAS C I E N C I A S EN LA E D A D DE LA R A Z Ó N

lia hacia finales del siglo xvi y principios del x v n . Su existencia se pue-
de considerar una evidencia de que la vocación de artista había g a n a d o Ya en el siglo xvn el sistema aristotélico de enseñanza había sido des-
en respetabilidad d e s d e los días del primer Renacimiento. L o s Caracci hancado por el auge de las ciencias empíricas. La correlativa pérdida de
destacaban p o r el eclecticismo de su teoría educativa. También ellos estatus de las artes p u e d e verse en los escritos de filósofos c o m o Roger
Una historia de la educación del arte 62
63 El origen de la educación artística en Occidente

B a c o n y J o h n L o c k e , quienes insistieron en la necesidad de formas de lucho de que les confíe aquello que m á s aprecio en este m u n d o , q u e es
discurso rigurosas para transmitir la objetividad de la ciencia. L a s alu- mi gloria» (citado en Isherwood, 1973, pág. 158). La arquitectura, la mú-
siones poéticas de los humanistas, antes el modelo mismo de la erudición sica, la pintura y la escultura no habían sido creadas para gratificar la
intelectual, eran vistas ahora c o m o simples concesiones al capricho, ina- imaginación del rey o para embellecer su entorno: eran usadas sistemáti-
decuadas para la comunicación de un conocimiento proposicional. El camente para construir una imagen de gloria y grandeza. La grandeza
lenguaje de la ciencia se distinguía a un tiempo del lenguaje ordinario y era la estrategia empleada para expresar la legitimidad divina de los re-
del lenguaje de la literatura y el arte, algo que hubiera resultado incom- yes y al mismo tiempo situar a Francia en una posición de liderazgo en-
prensible para L e o n a r d o . tre las demás naciones de Europa. E s t e liderazgo debía darse en el terre-
no de las artes y en el del comercio, al igual que en el c a m p o de batalla.
El arte en Francia era propaganda política en el m i s m o sentido en que el
LA IDEOLOGÍA ABSOLUTISTA arte de la Contrarreforma era p r o p a g a n d a en favor de la Iglesia.
La idea de que el arte era un instrumento p o d e r o s o para influir en
Descartes encontró su absoluto en la duda. Pero las ideas absolutistas los espíritus y en los corazones se hallaba implícita en las actas del C o n -
también parecían encontrar su confirmación en la ciencia. L a s leyes del cilio de Trento del siglo xvi, según el cual el papel de las artes era re-
Universo no conocían excepciones, y Copérnico p r o c l a m ó que « e l Sol forzar la fidelidad de los creyentes a la Iglesia Católica. La novedad del
gobierna la familia de las estrellas que se mueven a su alrededor c o m o reinado de Luis X I V fue el grado en q u e llegó a institucionalizarse tal
un rey sentado en el trono real». De forma parecida, el rey era el centro política en el aparato de las academias instauradas p o r el G o b i e r n o para
del E s t a d o francés, y guiaba a sus subditos con la luz de su majestad. No controlar el mecenazgo, la censura y la educación.
fue p u e s ninguna casualidad que L u i s X I V fuera llamado le roi du soleil,
o rey Sol. El símbolo solar aparecía en las monedas, en las decoraciones
de Versalles, en los emblemas y en las inscripciones de los documentos LOS C A M B I O S INTRODUCIDOS EN LA EDUCACIÓN GENERAL
oficiales (Fleming, 1968).
Para las artes, el principio del absolutismo significaba que su papel La Reforma protestante del siglo xvi había difundido la idea de la es-
principal era reafirmar el poder y el prestigio del E s t a d o . En el caso de cuela clásica humanista por los E s t a d o s germánicos protestantes. Phi-
L u i s X I V , él era el estado: «L'etat, c'est moi». A tal fin, Francia estable- lipp Melanchthon, un colaborador cercano de Martín Lutero, fue el
ció una serie de academias para las diversas artes, las ciencias y la litera- responsable del establecimiento de las escuelas de Sajonia, el primer sis-
tura. La A c a d e m i a de Lenguaje y Literatura fue establecida durante el tema escolar controlado por el E s t a d o de la historia. D i s e ñ ó un sistema
reinado anterior, en 1635; la A c a d e m i a de Pintura y Escultura fue esta- dividido en tres fases que consistían en la escuela primaria vernácula, la
blecida en 1648; la Academia de Arquitectura comenzó a existir en escuela secundaria clásica, y la universidad, destinada a la formación de
1671 (Pevsner, 1973). gobernantes y profesionales. En la actualidad todavía se p u e d e encon-
trar este m o d e l o educativo en muchos países europeos.
H a c i a el fin del siglo xvi, sin e m b a r g o , los métodos de los maestros
LA P O S I C I Ó N DE LAS ARTES EN EL E S T A D O ABSOLUTISTA de escuela habían comenzado a degenerar en una especie de formalis-
mo lingüístico, b a s a d o en ejercicios que se centraban en la repetición de
En un discurso dirigido a la Academia francesa en 1663, Luis X I V dijo: palabras y la memorización rutinaria. La educación secundaria había
« P u e d e n juzgar ustedes, señores, la mucha estima que les tengo por el q u e d a d o reducida al aprendizaje de las reglas, las declinaciones y las
Una historia de la educación del arte 64 El origen de la educación artística en Occidente

conjugaciones de la gramática latina y a la memorización de largos pa- curso de dibujo del natural. En ningún lugar fuera de la academia esta-
sajes de los clásicos (Wilds y Lottich, 1962). El h u m a n i s m o de amplia ba permitida la enseñanza de esta clase de dibujo. L o s círculos privados
b a s e que había t o m a d o el protagonismo durante el Renacimiento, y que de dibujo del natural fueron p r o h i b i d o s en los estudios de t o d o s aque-
pretendía convertirse en un suelo fértil para un renovado interés secu- llos artistas q u e no eran m i e m b r o s de la A c a d e m i a (Pevsner, 1973).
lar por las artes, no se había mantenido a la altura de esta promesa. El pintor Charles Le Brun fue n o m b r a d o premier peintre du roi y
canciller de la A c a d e m i a . En 1663 t o d o s los pintores de la corte estaban
obligados a ingresar en la A c a d e m i a , y no hacerlo significaba la pérdida
LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA EN LA A C A D E M I A FRANCESA de los beneficios del mecenazgo; ahora bien, los m i e m b r o s de la Aca-
demia g o z a b a n de un enorme prestigio, y el hecho de ser m i e m b r o se
La Academia Francesa de Pintura y Escultura fue fundada en 1648. Sur- consideraba m á s un privilegio q u e una obligación. C o m o sus reglas va-
gió c o m o resultado de una revuelta de los artistas franceses contra las lían c o m o si fueran leyes y se esperaba q u e fueran cumplidas por t o d o s
regulaciones gremiales por las q u e se habían regido los pintores y los es- los miembros en sus actividades de educación artística, la A c a d e m i a te-
cultores de París desde el siglo xiii. Ya en el reinado de E n r i q u e IV nía una capacidad para dictar cánones estéticos q u e habría a s o m b r a d o
(1589-1610) la monarquía había reconocido que los gremios estaban y escandalizado a L e o n a r d o y Miguel Ángel. L o s artistas formaban par-
obstruyendo el establecimiento de nuevas industrias y los planes para el te ahora del aparato del E s t a d o , y los detalles de su arte eran supervisa-
embellecimiento de París, pero en 1622, durante el reinado de L u i s dos por los ministros del rey.
X I I I , los gremios lograron obtener la reconfirmación de sus privilegios. L o s profesores de la A c a d e m i a debían escoger el m o d e l o , propor-
Podían prohibir las importaciones de objetos artísticos y también im- cionar dibujos para q u e fueran c o p i a d o s por los principiantes y corre-
pedir la entrada de artistas extranjeros. En aquel momento, los gremios gir los esfuerzos de los estudiantes. Prestaban su servicio de forma ro-
se esforzaban por mantener el arte y los artistas italianos fuera de París. tativa, de m o d o q u e cada mes se n o m b r a b a un instructor distinto, con
L o s artistas de la corte q u e no eran m i e m b r o s del gremio idearon lo cual se difuminaba la influencia q u e pudiera tener el estilo de cual-
un plan para escapar a sus normas, a saber, la creación de una acade- quier artista individual s o b r e los estudiantes.
mia. Elevaron una instancia a la corona para q u e creara una institución El programa de la Academia estaba dividido en una clase de nivel su-
de este tipo. Su solicitud contenía un e s b o z o del p r o g r a m a de educa- perior y otra de nivel inferior. L o s estudiantes de nivel inferior debían co-
ción artística que se desarrollaría en la A c a d e m i a , q u e incluía enseñan- piar los dibujos de los profesores, mientras que los de nivel superior di-
zas de arquitectura, geometría, perspectiva, aritmética, anatomía, astro- bujaban directamente a partir del modelo. H a b í a un nivel intermedio que
nomía e historia. consistía en que los estudiantes dibujaran a partir de moldes de yeso, aun-
La reunión fundacional de la nueva academia tuvo lugar en febrero que no está claro si ello formaba parte del curso superior o del inferior.
de 1648, y en ella se establecieron sus reglas. La A c a d e m i a estaba en- La progresión de dibujar primero a partir de dibujos, luego a partir de
cargada de transmitir los principios del arte a sus m i e m b r o s por m e d i o moldes y finalmente a partir de modelos sería vista como el corazón y la
de conferencias y lecciones impartidas a los estudiantes a través de di- esencia del método desde finales del siglo xvii hasta finales del siglo x i x .
bujos t o m a d o s del natural. Igual c o m o hacían las academias de R o m a y La A c a d e m i a se concentraba en proporcionar a los estudiantes los
Florencia en el siglo anterior, cada mes se designaba un nuevo profesor, conocimientos teóricos a través de las lecciones académicas, mientras
que era el encargado de escoger el m o d e l o . D o s horas al día estaban re- que la formación técnica corría a cargo de los talleres de los académi-
servadas a la clase de dibujo del natural. La cuestión más importante cos. Así pues, el sistema educativo conservaba algunos elementos del
para garantizar el éxito de la institución era asegurarse el m o n o p o l i o del anterior sistema de aprendizaje. La C o r o n a se aseguraba su m o n o p o l i o
Una historia de la educación del arte 66 El origen de la educación artística en Occidente

de la educación artística p o r medio del control del acceso a la teoría del alto de la escala estaba la representación de acontecimientos históricos
arte, y se mostraba en cambio menos interesada en limitar el control so- importantes. El s e g u n d o tratado influyente fue el Balance des Peintures
b r e los aspectos técnicos del medio. Sólo se interesaba p o r aquellos as- de 1708, en el que Roger de Piles evaluaba a los pintores más famosos
pectos que garantizaban el mantenimiento del estilo «oficial» y de la en función de su g r a d o de conformidad con las reglas de la academia,
ideología del reino. La instrucción académica también ofrecía al estu- por medio de un sistema de puntos en una escala de cero a ochenta. No
diante de arte un repertorio de temas, mitos y alegorías a los que p o d í a es ninguna sorpresa que Le Brun o c u p a s e un lugar elevado dentro de la
recurrir para desarrollar una imaginería a p r o p i a d a para respaldar el re- lista, en la que aparecía inmediatamente por debajo de Rafael y Rubens,
lato oficial y p o r lo tanto para q u e resultara aceptable p a r a la C o r o n a . mientras que Miguel Ángel y D u r e r o tenían una puntuación inferior.
U n o de los temas q u e más se resistía al análisis racional era la ex-
presión. T r a s retirarse c o m o director de la A c a d e m i a , Le Brun desarro-
Las clases de la Academia llo una teoría de la expresión b a s a d a en la psicología cartesiana. Pre-
sentó su Expresión des Passions en 1698. Si un estudiante quería retratar
Naturalmente, se concedía gran importancia a las lecciones s o b r e pers- a una persona en un estado de cólera o remordimiento, p o d í a observar
pectiva, geometría, anatomía y sobre t o d o al análisis de pinturas, a par- tales rostros en el ensayo de Le Brun y fijarse en las arrugas de la fren-
tir del cual se formulaban las reglas del m é t o d o . E s t a s reglas o préceptes te, en las aletas levantadas de la nariz y en el cabello d e s o r d e n a d o . De
positifs debían ponerse p o r escrito para beneficio de los aspirantes a ar- este m o d o q u e d a b a estipulada la forma de representar cada una de las
tistas. Según Pevsner (1973), ninguna é p o c a en la historia del arte ha pasiones humanas (Rogerson, 1953). U n a traducción inglesa del tratado
m o s t r a d o una fe tan inquebrantable en las reglas claras y matemática- de Le Brun p u b l i c a d a en 1703 incluía un dibujo de la expresión ade-
mente demostrables y en los argumentos accesibles a la razón c o m o la cuada para estas pasiones (figura 2.5).
e d a d de oro del absolutismo.
L a s clases de la Academia tenían c o m o objetivo familiarizar a los es-
tudiantes con los principios del arte. L o s cuadros de la colección real Las manufacturas reales
eran analizados a partir de las diversas categorías de juicio identificadas
por Fréart D e C h a m b r a y en su tratado de 1662, L'Idée de la perfection de La A c a d e m i a no sólo determinaba las reglas del arte y las condiciones
la peinture. Tales categorías eran la invención, la proporción, el color, la del mecenazgo, sino que también era responsable de la supervisión de
expresión y la composición. Le Brun había ideado un conjunto similar las manufacturas reales, d o n d e se elaboraban los objetos para la deco-
de categorías, que empleaba con gran éxito en sus análisis de los cua- ración de la residencia real y los edificios públicos. La factoría real de la
dros de Poussin. En años posteriores aparecieron dos nuevos tratados porcelana estaba emplazada en Sévres, en el exterior de París, mientras
que influyeron sobre la Academia. El primero fue el tratado de 1666 de que el centro de la tejeduría, el tapizado y la producción textil se en-
A n d r é Félibien Entretiens sur les Vies et sur les Ouvrages des Plus Exce- contraba en G o b e l i n s . Le Brun y otros académicos p r o p o r c i o n a b a n los
llens Peintres Anciens et Moderns, que establecía una jerarquía entre los diseños de los objetos que debían elaborar los artesanos que trabajaban
distintos géneros pictóricos. L a s naturalezas muertas ocupaban el último en estas manufacturas. Le Brun también era responsable de la educa-
lugar y los paisajes se hallaban p o r encima de las naturalezas muertas, ción artística de los artesanos, y e m p l e a b a con ellos esencialmente el
seguidos p o r las escenas de la vida animal. Ya dentro del reino de los se- mismo sistema de enseñanza que con los artistas. Así pues, la A c a d e m i a
res humanos, las personas eran m á s importantes que los animales, los era algo m á s que una escuela de arte: formaba parte de los planes para
nobles m á s importantes que los campesinos, y así sucesivamente. En lo el desarrollo económico de Francia p o r medio de las artes. En ese m o -
69 El origen de la educación artística en Occidente

mentó, el país se había convertido en uno de los principales e x p o r t a d o -


res de artículos de lujo para el resto de E u r o p a . El uso de la A c a d e m i a
de pintura para p r o m o v e r la industria nacional estableció un m o d e l o
educativo que garantizaría a los franceses una posición económica do-
minante durante los siglos posteriores, un m o d e l o q u e se extendería al
comienzo de la Revolución Industrial, a finales del siglo xviii.

LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA PARA AFICIONADOS

En las primeras d é c a d a s del siglo xvii, los ideales cortesanos de Casti-


glione se convirtieron en el modelo del buen caballero. El cortesano era
un libro muy leído en el continente y fue traducido al inglés p o r H o b y
en 1561. A u n q u e se consideraba que el dominio de las artes visuales era
un rasgo caballeresco, al estilo de la danza, no era visto c o m o una afi-
ción seria. En Pensamientos sobre la educación, J o h n L o c k e señalaba
que era deseable q u e un caballero aficionado a los viajes tuviera un cier-
to conocimiento del dibujo, pero añadía rápidamente q u e no aconseja-
ba que « s u hijo se convirtiera en un perfecto pintor», pues eso restaría
tiempo a « o t r o s progresos de mayor importancia». A continuación se
ofrece el pasaje d e d i c a d o al dibujo:

Cuando sepa escribir bien, y rápido, pienso que no sólo sería adecuado
que continuara ejercitando la mano en la escritura, sino que mejorara aún
más su dominio de ella a través del dibujo, algo que puede ser de gran uti-
lidad para un caballero en algunas ocasiones, y muy especialmente si via-
ja, ya que puede permitir expresar, con unas cuantas líneas bien pergeña-
das, lo que un escrito de una hoja entera no conseguiría representar y
hacer inteligible. ¿Cuántos edificios puede ver un hombre, cuántas má-
quinas y hábitos puede reconocer, cuya idea quedaría más fácilmente re-
presentada y se podría comunicar mejor gracias a un poco de habilidad
en el dibujo, que si en cambio fuera confiada a las palabras correría el
riesgo de perderse, o cuando menos resultar incompleta, por muy deta-
llada que fuera la descripción? Piso no quiere decir que aconseje que su
hijo se convierta en un perfecto pintor; alcanzar eso en un grado acepta-
Figura 2.5. «Dibujar las pasiones», de The Elements of Drawing in All Its Branches, lámina
ble requeriría más tiempo del que un joven caballero puede restar a otros
4, aguafuerte y grabado de Charles Le Brun. Centro de Arte Británico de Yale, Colección Paul
progresos de mayor importancia (Locke, 1693/1964, pág. 118).
Mellon. Reproducido con autorización.
Una historia de la educación del arte 70 /1 El origen de la educación artística en Occidente

L o c k e p e n s a b a que las ideas de la mente se p o d í a n transmitir con LA C O N C E P C I Ó N DEL M U N D O EN EL SIGLO XVIII

mayor precisión a través de las imágenes que del lenguaje, ya q u e éste


contiene necesariamente un cierto g r a d o de imprecisión. De este m o d o Aunque N e w t o n escribió los Principia en el siglo x v n , no fue hasta el
p o d í a justificar la enseñanza del dibujo sobre una b a s e cognitiva. Su re- siglo x v m c u a n d o sus implicaciones culturales comenzaron a ser com-
chazo a considerar la pintura c o m o una carrera válida sugiere q u e atri- prendidas. La concepción o r d e n a d a del universo de N e w t o n era para
buía un valor relativamente bajo a la actividad artística. el siglo x v m lo q u e la Summa Theologica de T o m á s de A q u i n o había
sido para el siglo x m , y lo que la filosofía de Aristóteles había sido para
la é p o c a helenística. En el siglo x v m el universo era c o m p a r a d o con un
La educación artística durante la Ilustración gigantesco reloj, y D i o s era su autor. D i o s había creado el sistema de las
estrellas y los planetas, así c o m o las leyes q u e g o b e r n a b a n su movi-
A comienzos del siglo xviii, el espíritu científico q u e había surgido en el miento. La religión del siglo x v m debía b a s a r s e en principios raciona-
siglo anterior estaba comenzando a introducir cambios en la civiliza- les accesibles p a r a las p e r s o n a s e d u c a d a s , y no en una revelación di
ción europea, ya que la ciencia había originado una serie de mejoras en vina dirigida sólo a unos p o c o s o en un sistema de d o g m a s institucio-
la c a p a c i d a d tecnológica que a su vez dieron pie a la Revolución Indus- nalizados.
trial. P o r otra parte, la ciencia había generado nuevas actitudes en rela- El hecho de que D i o s hubiera creado la naturaleza y sus leyes de-
ción con lo sobrenatural. Si D i o s era verdaderamente el creador del mostraba que era bueno, y la h u m a n i d a d en estado natural también lo
universo y sus leyes, ¿ a c a s o no estaba obligado a respetarlas? La idea de era, pues obedecer las leyes de la naturaleza significaba obedecer las le-
una prerrogativa divina de suspender las leyes de la naturaleza, c o m o en yes de D i o s , en la m e d i d a en q u e eran las mismas. L a s acciones humanas
los « m i l a g r o s » , ponía a p r u e b a la credulidad de los pensadores ilustra- realizadas de acuerdo con estas leyes también eran intrínsecamente m o -
dos. P o r otro lado, los seres humanos habían recibido una mente que rales. L a s personas se corrompían al obedecer las leyes artificiales de la
les permitía reconocer tales leyes p o r sus p r o p i o s medios. E s t a s ideas sociedad en lugar de las leyes de la naturaleza. L a s instituciones creadas
s o b r e la naturaleza de lo divino llevaban en último término al cuestio- por el h o m b r e parecían arbitrarias, corruptas y crueles: en una palabra,
namiento de premisas c o m o el derecho divino de los reyes. A su d e b i d o irracionales. En la naturaleza se veía la posibilidad de un bien ilimitado,
tiempo, las revoluciones políticas alteraron el orden en las principales mientras que la raíz de los p r o b l e m a s de la humanidad se b u s c a b a en la
naciones de E u r o p a , y hacia el fin del siglo terminó el reinado de los artificialidad de las instituciones sociales (Schneider, 1965).
B o r b o n e s en Francia. E s t a idea fue e x p r e s a d a con vehemencia hacia el fin de la Ilustra-
El absolutismo fue reemplazado por sistemas de gobierno parla- ción por J e a n J a c q u e s R o u s s e a u , s o b r e t o d o en su novela Emilio, que
mentario. E s t o s cambios se producían en ocasiones de forma pacífica, constituye una crítica a la corrupción de la s o c i e d a d civilizada. En su
c o m o en el caso de Inglaterra y H o l a n d a . En Francia hizo falta la violen- época, Emilio también fue leída c o m o un tratado p e d a g ó g i c o : en efec-
cia de una revolución para traer el cambio. A lo largo del siglo siguiente to, era el catalizador de una serie de reformas educativas b a s a d a s en el
los frutos de la investigación científica hicieron posibles una serie de me- aprendizaje a través de los sentidos q u e culminarían en el siglo poste-
joras en la tecnología que sentaron las bases para la Revolución Indus- rior en el trabajo de Pestalozzi y F r o e b e l (Baker, 1982).
trial. El progreso técnico y el aumento de las libertades constitucional- Surgieron nuevas políticas económicas para favorecer la expansión
mente garantizadas señalaron sin d u d a este período c o m o una é p o c a de del comercio y la acumulación de riqueza privada. A d a m Smith, p o r
progreso. ejemplo, formuló la teoría de q u e la división del trabajo surge de forma
natural entre los individuos no p o r q u e unos estén mejor d o t a d o s que
73 El origen de la educación artística en Occidente
Una historia de la educación del arte 72

cuentra en funcionamiento hoy en día y goza de la distinción de ser la


otros, sino p o r q u e la educación y la experiencia les permite desarrollar
más antigua entre las escuelas secundarias « l i b r e s » , es decir, no finan-
sus talentos hasta un g r a d o m á s elevado. Algunos individuos se con-
ciadas con donaciones, no sectarias, de los E s t a d o s U n i d o s ( H o l m e s ,
vierten naturalmente en mejores productores de bienes que otros, y una
1935).
s o c i e d a d bien equilibrada permite que sus miembros desarrollen al má-
x i m o sus talentos y compitan en una situación de libre m e r c a d o en la L o s primeros colonos de B o s t o n eran puritanos q u e habían aban-
que prosperarán aquellos que ofrezcan los mejores bienes, en detri- d o n a d o Inglaterra en b ú s q u e d a de la libertad religiosa. La mayoría de
mento de los malos productores. En una sociedad de este tipo t o d o s se ellos habían recibido una b u e n a educación en las escuelas de gramática
benefician del desarrollo de las mejores tendencias. La política econó- de Inglaterra, y la E s c u e l a Latina de B o s t o n era su intento de reprodu-
mica del laissez-faire comenzó a reemplazar las conservadoras políticas cir un m o d e l o educativo con el que estaban familiarizados. P e n s a b a n
mercantilistas del siglo anterior. que la educación clásica, centrada en las lenguas antiguas, constituía el
fundamento de su Iglesia y de su E s t a d o . El objetivo de la enseñanza era
La fe en el progreso, en la economía del laissez-faire, en la ética de-
garantizar un cuerpo de hombres de letras y pastores cultos q u e p u d i e -
mocrática, en la c a p a c i d a d del individuo para procurarse su p r o p i a fe-
ran estudiar las Escrituras en sus lenguas originales, gracias a su cono-
licidad: todas estas nociones tuvieron su auge durante el siglo x v m .
cimiento del latín, el griego y el hebreo. En 1642 la Corte General de
F u e r o n factores importantes a la hora de configurar las ideas america-
Massachusetts Bay C o m p a n y a p r o b ó una ley por la que todos los muni-
nas s o b r e la educación. La idea de que la s o c i e d a d debía garantizar la
cipios debían tomar m e d i d a s para q u e los niños aprendieran a leer y a
educación de t o d o s sus miembros también tuvo una gran influencia, no
escribir, y fueran capaces de c o m p r e n d e r los principios de la religión y
sólo en las sociedades m á s liberales, sino también en los estados abso-
las leyes del país. T a m b i é n estipulaba la imposición de multas p o r in-
lutistas. F e d e r i c o el G r a n d e dijo en 1772 que « e l verdadero bienestar y
cumplimiento. D i c h a ley fue la p r i m e r a dentro del m u n d o de habla
la gloria de un E s t a d o requieren que las personas estén tan bien educa-
inglesa en ordenar q u e se enseñara a leer a todos los niños. E s t a s leyes
das y sean tan ilustradas c o m o sea p o s i b l e » (citado en Wilds y Lottich,
sobre escolarización representaban el primer intento de establecer un
1962, p á g s . 2 6 3 - 2 6 4 ) . F u e dentro de este espíritu q u e los gobernantes
sistema escolar universal, b a s a d o en impuestos y controlado por el E s -
de los estados germánicos fueron pioneros en la organización de Reals-
tado, en la América colonial.
chulen y Burgherschulen, así c o m o de nuevas academias para la ense-
ñanza del arte q u e respondieran a las necesidades de las industrias. En A la tradición de las escuelas latinas no le faltaban críticos, y entre
los estados protestantes del norte las oportunidades para la educación ellos se incluían Milton y L o c k e , cuyos escritos influyeron s o b r e Benja-
se habían ampliado enormemente, aunque la enseñanza obligatoria no mín Franklin c u a n d o en 1749 redactó su p r o p u e s t a para establecer una
apareció hasta comienzos del siglo x i x . academia en Filadelfia. En The Tractate of Education, Milton había ata-
cado la árida formación q u e se ofrecía en las escuelas de gramática clá-
sica de la Inglaterra del siglo xvii, para luego p r o p o n e r un m o d e l o de
academia q u e sirviera a la vez a fines « p r á c t i c o s » y a los fines académi-
LA EDUCACIÓN EN LA A M É R I C A COLONIAL
cos que tradicionalmente perseguían las escuelas de gramática tradicio-
nales. Milton p e n s a b a q u e una academia equilibrada debía ser algo m á s
L o s ingleses fundaron sus primeros asentamientos en el N u e v o
que una escuela para la formación lingüística, que es en lo que se habían
M u n d o a principios del siglo x v n . J a m e s t o w n , Virginia, fue fundada en
convertido las escuelas de gramática. Entre otras p r o p u e s t a s , quería
1607; Plymouth, Massachusetts, en 1620; y B o s t o n diez años m á s tarde.
que las academias se p r e o c u p a r a n p o r la educación de la salud corpo-
La primera escuela de gramática latina fue fundada en B o s t o n en abril
ral, una idea que se remontaba a los griegos (Sizer, 1964).
de 1635. Se trataba de la Escuela Latina de Boston, que todavía se en-
Una historia de la educación del arte 74
El origen de la educación artística ec Occidente

En su propuesta para abrir una academia en Filadelfia, Franklin re- A m e d i a d o s de siglo, sin embargo, los americanos comenzaron a ser
c o m e n d a b a que se impartieran asignaturas prácticas c o m o p o r ejemplo más receptivos a las m o d a s sobre arquitectura, m u e b l e s , ropa, música y
inglés, idiomas m o d e r n o s , aritmética, navegación y dibujo. A nosotros baile que se originaban en E u r o p a . L o s objetos de m o d a procedían de
nos interesa el sorprendente hecho de que ni siquiera se planteara el la importación antes q u e de la manufactura local, y h u b o q u e esperar
tema del dibujo. hasta finales de siglo para ver la primera academia de arte estadouni-
dense, con la apertura de la A c a d e m i a de Bellas Artes de Pennsylvania
Franklin tuvo éxito a la hora de obtener el apoyo económico de ciu-
en 1791. D u r a n t e el siglo x v m , la mayor parte de los estudiantes de
d a d a n o s prominentes de Filadelfia, pero obtuvo una respuesta clara-
arte americanos iban a formarse al extranjero, y las mejores expectativas
mente menor a la hora de asegurarse el respaldo para los aspectos prác-
de mecenazgo hacían q u e algunos se quedaran allí, c o m o en el caso de
ticos de su propuesta, y p o c o d e s p u é s de la fundación de la escuela el
Benjamin West.
currículo volvió a los estudios clásicos. Describiremos en detalle su pro-
puesta m á s adelante en el presente capítulo.

LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA PROFESIONAL EN EL SIGLO XVIII

LA POSICIÓN DE LAS ARTES EN EL SIGLO XVIII


A lo largo del siglo x v m la Academia francesa sirvió c o m o m o d e l o p a r a

La idea de que el arte era un artículo que se podía comprar y vender en el las escuelas de arte en t o d o el continente. Según Pevsner, en 1720 había

mercado ganó una amplia aceptación. En Francia, los salones privados y diecinueve academias en el conjunto de E u r o p a , incluidas las de Flo-

los conciertos comenzaron a atraer la atención de los periódicos, y pasa- rencia, R o m a , Bolonia, Milán y Viena. H a c i a 1740 habían abierta otras

ron a identificarse cada vez más con la clase media en lugar de la corte o la seis academias, entre las cuales estaban la de San Petersburgo (1724),

aristocracia. En marcado contraste con Francia, Inglaterra nunca tuvo Toulouse (1726) y E d i m b u r g o (1729), Finalmente, las primeras acade-

una política desarrollada de mecenazgo estatal, y ésta tampoco perseguía mias de arte de las Américas se establecieron en M é x i c o en 1 7 8 5 , y en

conscientemente la clase de objetivos políticos a los que servía en Francia. Filadelfia en 1791 (Pevsner, 1973).

La mayor parte del mecenazgo en Inglaterra era de naturaleza privada y A diferencia de la institución francesa, la mayoría de estas nuevas
tendía a tratar las artes como artículos de lujo que por lo común se im- academias y escuelas de arte no fueron fundadas por motivos políticos,
portaban del Continente. L o s caballeros completaban su educación con el sino más bien p o r motivos económicos. En toda E u r o p a e s t a b a aumen-
grand, tour* que tenía por objeto ampliar su cultura, y coleccionar souve- tando la d e m a n d a de trabajadores y artesanos con nociones de dibujo y
nirs en forma de antigüedades u obras de arte formaba parte del proceso. diseño entre las nuevas industrias q u e habían c o m e n z a d o a aparecer en
la primera mitad del siglo x v m . En 1779, por ejemplo, las autoridades
Al igual que los ingleses, los americanos del p e r í o d o colonial no te-
municipales de H a g u e promovieron la reorganización de la academia
nían ninguna política consciente en relación con las artes. El puritanis-
«para que las industrias pudieran crecer y aumentara la p r o s p e r i d a d de
mo era fuerte en N u e v a Inglaterra, el calvinismo en N u e v a A m s t e r d a m
los c i u d a d a n o s » . En Dublín se estableció una escuela de dibujo « p a r a
y el cuaquerismo en Filadelfia. T o d a s estas culturas tenían en c o m ú n el
mejorar las manufacturas y las artes y las ciencias útiles». El discurso
desprecio por la ornamentación artística en lugares de culto.
inaugural de la academia de G l a s g o w reconocía q u e el dibujo era extra-
ordinariamente «útil en las manufacturas», mientras que en F r a n c i a la
* En el original inglés Grand Tour, nombre con el que se conocía el largo viaje por
idea de que las bellas artes eran algo distinto de la artesanía estaba tan
la Europa continental que formaba parte habitualmente de la educación de los jóvenes
implantada que L u i s X V I declaró que el arte debía contribuir a la per-
aristócratas británicos. (N. del t.)
Una historia de la educación del arte 76 77 El origen de la educación artística en Occidente

fección de las artes de la industria y a la p r o m o c i ó n del comercio. La es- presar mejor sus ideas, incluso ante los p r o p i o s paisanos, q u e con la len-
cuela de dibujo de G i n e b r a q u e d a b a justificada c o m o escuela de co- gua. Y m u c h o s entienden de este m o d o una figura que no captarían a
mercio « p a r a mejorar el trabajo en las manufacturas m á s comunes en el través de una descripción hecha con palabras, p o r muy bien escogidas
comercio y la vida cotidiana» (Pevsner, 1973, p á g s . 140-145). que estuvieran. T o d o s los niños sienten una temprana inclinación hacia
este aprendizaje, y comienzan a hacer figuras con animales, barcos, má-
quinas, etc., tan pronto c o m o aprenden a utilizar un lápiz, pero a falta
EL ARTE DENTRO DE LA EDUCACIÓN GENERAL de una mínima instrucción en esta fase habitualmente se desaniman y
abandonan el esfuerzo.
Antes vimos que Franklin p r o p u s o la idea de una academia q u e pro- El dibujo no es menos útil para un artesano q u e para un caballero.
porcionara a sus estudiantes una educación clásica y también estudios Algunos oficios parecen requerirlo, c o m o la carpintería, la construcción
prácticos c o m o el inglés, la navegación y el dibujo. Franklin defendía el de barcos, el g r a b a d o , la ebanistería y la jardinería, entre otras activida-
dibujo p o r todas las razones q u e había planteado L o c k e en el siglo an- des. C o n un p o c o de destreza, el artesano p u e d e perfeccionar la idea
terior. que tiene del objeto q u e desea hacer antes de comenzar a trabajar, y
mostrar un e s b o z o para dar confianza y satisfacción a su patrón, (págs.
Por lo que respecta a sus estudios, sería bueno que se les pudiera ense- 158-159)
ñar todo cuanto fuera útil, y todo cuanto fuera ornamental; pero el arte L o s aspectos innovadores de la propuesta de Franklin nunca llega-
exige tiempo, y el suyo es breve. Se propone por lo tanto que aprendan ron a ser implantados, y sus ideas generales s o b r e la orientación prácti-
aquellas cosas que probablemente vayan a encontrar más útiles y orna-
ca de la educación no hicieron mella hasta el siglo posterior. D u r a n t e la
mentales. Todo ello teniendo en cuenta las diversas profesiones para las
primera mitad del siglo x i x las academias privadas se convirtieron en
que están pensadas.
los principales centros de educación secundaria, y en algunas de estas
Todos deberían aprender a escribir con una buena caligrafía, y con
escuelas se enseñaba dibujo.
rapidez, lo cual siempre es útil. Y junto a ello se debería aprender algo
de dibujo, a partir de la imitación de ilustraciones, así como algunos de
los principios básicos de la perspectiva (Franklin, 1794/1931, pág. 158).
Conclusiones
E s t e breve pasaje venía complementado con d o s notas al pie, ade-
m á s del pasaje de L o c k e anteriormente citado. La primera habla del ca- Hemos iniciado nuestro estudio de la historia de la educación echando
rácter universal del dibujo c o m o lenguaje. El argumento de Franklin una mirada a sus raíces en la cultura occidental y realizando un repaso
llama la atención p o r el hecho de reconocer la tendencia prácticamente a la evolución de la enseñanza de las artes visuales hasta el p e r í o d o co-
universal q u e tienen los niños hacia el dibujo, una tendencia que se lonial en E s t a d o s U n i d o s . N o s h e m o s remontado a la antigua G r e c i a
frustra con el a b a n d o n o . En la otra nota, Franklin iba m á s lejos que para investigar el origen de la idea de q u e las artes visuales no deben ser
L o c k e y afirmaba que el dibujo no interesa únicamente al caballero sino un elemento común dentro de la educación general. H e m o s visto que
también al mecánico. A diferencia de L o c k e , cuyas propuestas educati- las artes visuales tuvieron unos orígenes p o c o p r o m e t e d o r e s en la edu-
vas estaban limitadas a las clases superiores, las ideas que proponía cación americana, con el fracaso de la p r o p u e s t a de Franklin de incluir
Franklin tenían un horizonte igualitarista. el dibujo en el currículo.
El dibujo es un tipo de lenguaje universal, q u e comprenden todas H e m o s visto q u e m u c h a s de las posturas que se mantienen hacia las
las naciones. C o n un lápiz de p l o m o o un p o c o de tiza u n o p u e d e ex- artes visuales tuvieron su origen en las circunstancias sociales específi-
Una historia de la educación del arte 78
79 El origen de la educación artística en Occidente

cas q u e se dieron en la sociedad griega, harto distintas de las actuales. genio, y aparecieron nuevas formas de educación artística más acordes
Entonces la profesión artística g o z a b a de escasa reputación p o r q u e la con este nuevo estatus de los artistas, Nació la idea de una academia
sociedad ateniense se b a s a b a en una economía de esclavos, en la q u e los d o n d e los artistas pudieran estudiar los aspectos teóricos de su activi-
artesanos o c u p a b a n un lugar sólo ligeramente superior a éstos en la pi- dad. El arte era visto corno una disciplina teórica por derecho propio,
rámide social. Por este motivo nunca se animaba a los hijos de los aris- igual en muchos aspectos a la literatura. A lo larga del Renacimiento la
tócratas a convertirse en artistas, aunque en la é p o c a de Aristóteles ha- mayoría de los artistas continuaron recibiendo su formación práctica en
bía c o m e n z a d o a introducirse una cierta formación en dibujo. Incluso el taller, mientras que la formación teórica corría a cargo de la academia.
así, el dibujo sólo recibía un tratamiento indirecto; la música, en cam- En general, los artistas poseían una mayor cultura clásica durante el Re-
bio, era defendida con firmeza. nacimiento que durante la E d a d Media.
L a s artes visuales resultaban sospechosas también en razón de su A m e d i d a que las b e J a s artes comenzaban a separarse de los oficios
estatus cognitivo c o m o formas de conocimiento, un p r o b l e m a que fue artesanales, la educación artística para aficionados procedentes de las
planteado por Platón. A pesar de q u e éste defendía la exposición a un élites sociales p a s ó a ser también socialmente aceptable. En la medida
arte bello de un estilo a p r o p i a d o , cuando el m o d e l o griego de enseñan- en q u e el arte requería conocimientos de típo literario y científico, los
za p a s ó a los romanos la educación general estaba dominada por los es- aristócratas podían considerar q u e había suficiente dignidad en el estu-
tudios literarios. L o s romanos, a su vez, pusieron el énfasis en las artes dio de materias c o m o el dibujo.
liberales, que excluían específicamente las artes visuales. No se conside- A diferencia de las academias renacentistas, la Academia francesa
raba q u e éstas formaran parte del cuerpo de conocimientos teóricos trató de organizar los descubrimientos del p a s a d o en una doctrina ra-
que cabía esperar de los ciudadanos cultos. cional b a s a d a en una serie de « r e g l a s » para la práctica y la enseñanza de
La tendencia romana a excluir las artes visuales de los estudios libe- las bellas artes. El sistema francés fue ampliamente imitado en toda Eu-
rales se transmitió a la E d a d Media. Sin embargo, a pesar de que la prác- ropa.
tica de las artes visuales se considerada un mero trabajo manual, la Regla A u n q u e el dibujo no llegó a ser un elemento común dentro de la
benedictina hizo que el trabajo mismo comenzara a ser visto c o m o algo educación general durante el siglo xvn, c o m e n z ó a ser visto c o m o una
ennoblecedor y c o m o una forma de penitencia; en consecuencia, mu- parte necesaria de la educación de los caballeros, en la m e d i d a en q u e
chos monjes de origen noble se dedicaban a las artes visuales. no tuviera el aspecto de una preparación para La profesión artística.
En la baja E d a d Media, las artes liberales, que seguían excluyendo las L a s primeras instituciones públicas para la educación general de la
artes visuales, todavía constituían el fundamento de la educación general. América colonial fueron diseñadas según el m o d e l o de las escuelas de
El esclavismo de los griegos, que había sido la fuente original de la falta gramática latina de Inglaterra, La propuesta de Franklin de introducir
de estima por el artista profesional, mantenía de este m o d o su influencia el dibujo en la educación generaL se basaba en una sugerencia de L o c k e
sobre los modelos educativos casi 1.500 años después de Pericles. planteada más de medio siglo antes, p e r o las actitudes americanas hacia
Durante la baja E d a d Media, el aumento de la sofisticación tecno- el dibujo venían configuradas por un rechazo general hacia las artes que
lógica relacionada con las artes visuales se vio reflejada en el largo hundía s u s raíces en la Reforma protestante. Por otro lado, la educación
aprendizaje requerido para dominar las técnicas necesarias. A s i m i s m o artística dirigida a personas que no fueran artistas profesionales termi-
comenzaron a aparecer documentos escritos que facilitaron la produc- nó por verse c o m o un lujo inútil.
ción artística y la formación de los artistas. A lo largo de La historia de la educación en estos siglos, las artes vi-
C o n la llegada del Renacimiento se extendió una concepción funda- suales eran vistas c o m o una ocupación demasiado baja c o m o para ser
mentalmente nueva del artista, a medida que ganaba fuerza la noción de digna de las personas socialmente prominentes, o bien c o m o una activi-
Una historia de la educación del arte 80

d a d ociosa a la que sólo los ricos podían dedicarse. El cambio funda-


mental en el estatus del arte que se había p r o d u c i d o durante el Renaci-
miento había tenido p o c o o ningún efecto a la hora de acercar el estu-
dio de las artes a la mayoría de los niños. Simplemente cambió las
razones por las que no se les introducía en las artes visuales. C o n la lle-
g a d a de la Revolución Industrial, las circunstancias que llevaban a esta
exclusión comenzaron a experimentar cambios. De ellos nos ocupare-
m o s a continuación.
Una historia de la educación del arte 80

Las artes visuales y la Revolución Industrial

Aunque a veces se describe el siglo xix como una era de confianza y


progreso, también es cierto que fue una era plagada de contradicciones.
Fue una época de materialismo científico, ateísmo y codicia, pero tam-
bién de despertar religioso y reforma social. Fue una época en que la
naturaleza era vista como una máquina que avanzaba hacia un futuro
predeterminado y carente de sentido, aunque también era vista como
un misterio y un refugio trascendental. Fue el siglo en que el poeta She-
lley proclamó que el artista era el legislador no reconocido de la raza, a
pesar de lo cual muchos artistas languidecían o pasaban hambre. Schi-
Iler y Goethe identificaron el progreso de la espiritualidad humana con
el progreso de las artes, pero las artes se vieron marcadas por una vul-
garización del gusto a través del espectáculo público y de la producción
en masa. Fue una época de comercio internacional, pero marcado por
el nacionalismo y la explotación colonial. Fue un siglo que vio cómo los
estándares de vida se elevaban hasta niveles desconocidos hasta enton-
ces, cómo el número de personas educadas era más elevado que en nin-
guna otra época anterior, pero que estuvo marcado por una bárbara ex-
plotación de los trabajadores pobres.
El presente capítulo está dedicado a la progresiva separación de la
educación de los artistas profesionales y la de los diseñadores artesana-
les. Por otro lado, describe la introducción del arte como materia de es-
t udio en las universidades y colegios universitarios.
82 83 Las artes visuales y la Revolución indusí mil
Una historia de la educación del arte

El origen de las transformaciones del siglo xix Palace de 1851 (Pevsner, 1960). A pesar de que Gran Bretaña lideraba
el mundo en tecnología industrial, su producción fue juzgada artística-
A finales del siglo xviii se produjeron tres revoluciones que transfor- mente inferior a la de sus rivales del Continente. La Casa de los Comu-
maron radicalmente el mundo occidental. La primera fue la Revolución nes se preocupó por la relación de las artes con la industria, pues esta-
Industrial. La segunda fue la lucha política contra la forma autocrática ba en juego la capacidad británica de competir de forma eficaz en el
de gobierno de los monarcas, que se expresó en la violencia de las re- mercado internacional.
voluciones americana y francesa. La tercera fue la revolución cultural Cada nación abordó de una forma distinta el problema de la educa-
conocida como romanticismo. Cada una de ellas comenzó en las últi- ción artística profesional, y cada una de estas soluciones reflejaba unas
mas décadas del siglo xviii, aunque fue en el siglo xix cuando sus con- determinadas ideas acerca de la naturaleza del arte y su rol en la socie-
secuencias llegaron hasta la educación general. dad. Francia estableció una serie de academias provinciales de arte
adaptadas a las necesidades de las industrias locales. En Alemania con-
fiaron en la fundación de politécnicos (Gewerbeschulen) y, más ade-
LA INDUSTRIALIZACIÓN
lante, escuelas de artes y oficios (Kunstgewerbeschulen). Tras examinar
las opciones francesa y alemana, los británicos escogieron seguir un ca-
1

A comienzos del siglo xix el taller artesanal se había visto sustituido por mino propio (Bell, 1963; Sutton, 1967).
la factoría. Los hábiles artesanos del pasado fueron reemplazados gra- A excepción de Francia, la mayoría de las naciones consideraron
dualmente por máquinas que podían ser operadas por trabajadores no oportuno separar la enseñanza de las bellas artes y la de los oficios arte-
cualificados. Mientras los gremios habían controlado la producción y la sanales. Las ideas románticas sobre el papel cultural del artista como
formación de los nuevos artesanos, se había mantenido una provisión garante del progreso de la civilización interferían con los esfuerzos por
suficiente de artesanos cualificados, dado que la educación en el diseño conseguir que la educación artística fuera útil a la industria.
formaba parte integral de la formación en un oficio artesanal. Sin em-
bargo, el maestro de taller de la época medieval había sido reemplaza-
do por un emprendedor que contrataba a trabajadores no cualificados LA CONCEPCIÓN DEL MUNDO
para operar su maquinaria, sin necesidad de largos procesos de apren-
dizaje. Y a medida que los viejos artesanos se fueron muriendo, las in- El optimismo de la Ilustración terminó bruscamente con la Revolución
dustrias se fueron quedando sin sustitutos. A pesar de su mayor efi- Francesa. Este acontecimiento político puso fin a la autoridad absoluta
ciencia, el sistema industrial no había sido capaz de producir los de la monarquía como institución. La revolución se basaba en las pre-
diseñadores necesarios (Mumford, 1952). misas de la Ilustración, en la idea de que los seres racionales podían
La falta de diseñadores cualificados se había hecho evidente en la crear una sociedad feliz y justa a través del conocimiento científico y del
última mitad del siglo xvm, lo cual, tal como vimos en su momento, era método racional, sin recurrir a ninguna intervención divina ni depender
una de las razones que se alegaban para la fundación de las academias
de arte (Pevsner, 1973). El síntoma más evidente era la disminución de
1. Los estudios de Bell (1963) y Sutton (1967) sobre las escuelas de diseño ingle-
la calidad artística de los bienes manufacturados. En Gran Bretaña la sas se basan en dos informes parlamentarios fundamentales. El primero es el Report
crisis del diseño se dejó sentir en fecha tan temprana como 1836, cuan- ¡rom the Select Committee on Arts and their Connexion with Manufactures (Britisb
do se fundó la primera escuela de diseño financiada por el Gobierno, y Scssional Paper, IX, 1836), mientras que el segundo es el Report {rom the Select
se hizo dolorosamente evidente durante la Gran Exposición de Crystal Committee on the Scbool of Design (Britisb Sessional Paper, XV1JI, 1849).
Una historia de la educación del arte 84 85 Las artes visuales y la Revolución Industrial

de ninguna autoridad. Sin embargo, la Revolución generó un reinado LA POSICIÓN DE LAS ARTES
del terror que en muchos sentidos superaba los peores excesos de las
monarquías borbónicas. En los siglos anteriores el mecenazgo de las artes se podía resumir en
unos pocos individuos poderosos. A lo largo del siglo xviii había gana-
do importancia el mecenazgo de la clase media, y en el siglo xix, con el
EL NACIMIENTO DEL ROMANTICISMO arranque de la industrialización, comenzaron a aparecer nuevos públi-
cos consumidores de arte. No sólo hubo una gran expansión en el nú-
Después de casi dos siglos de predominio de la interpretación científica mero de coleccionistas privados, sino que también se desarrolló un
de la realidad, las artes volvieron a ser reivindicadas como una fuente mercado masivo de objetos más modestos, como muebles, diseños tex-
importante de penetración espiritual, necesarias para el bienestar de la tiles, partituras musicales, instrumentos musicales, litografías y graba-
sociedad. El artista era visto ahora como el creador de símbolos unifi- dos en acero. El sistema de mecenazgo controlado por el Estado, u ofi-
cadores dentro de una civilización que de otro modo carecería de uni- cial, dio paso a un sistema basado en el mercado. El arte se había
dad. «Sólo la belleza puede conferirle un carácter social. Sólo el gusto convertido en un artículo comercial.
puede traer armonía a la sociedad, en la medida en que promueve la ar-
monía en el individuo» (Schiller, 1795/1967, pág. 215). Si el papel de
los artistas era aportar intuiciones y percepciones nuevas, tenía poco o La educación artística profesional
ningún sentido imponerles reglas para controlar su actividad creativa.
Si los artistas debían guiarse a través de alguna regla, tales reglas debían Lo que distinguía la educación artística profesional del siglo xix res-
surgir del propio proceso creativo. pecto a la del siglo xvm era la conciencia de que la educación académi-
A medida que este punto de vista iba ganando aceptación, se plan- ca en bellas artes no podía proporcionar diseñadores para la industria,
teaban cuestiones acerca del sentido de la enseñanza, ya que si los ar- a pesar del hecho de que en muchos casos habían sido fundadas con tal
tistas encontraban en sí mismos las reglas para el arte, ¿por qué habrían propósito. La formación del diseñador artesanal era reconocida como
de necesitar academias que les impusieran tales reglas a través de la en- un problema específico que exigía un tipo específico de institución edu-
señanza? Una generación antes, Kant había afirmado que «el genio es el cativa. Las distintas naciones europeas experimentaron varios sistemas
talento de producir aquello para lo cual no puede darse ninguna regla» para satisfacer las necesidades de la industria, aunque hubo que esperar
(Kant, 1790/1964, pág. 314). hasta la fundación de la Bauhaus alemana, ya en el siglo xx, para en-
La originalidad se convirtió en el valor primario en el arte. Este nue- contrar una solución satisfactoria al problema (Pevsner, 1960).
vo valor generó un nuevo estilo conocido como romanticismo, que Al comienzo del siglo xix, las academias de arte todavía mantenían
puso fin al neoclasicismo del siglo xviii. Los artistas comenzaron a ser las tradiciones educativas diseñadas en la época en que su principal ra-
vistos como personas con un poder de imaginación que les confería una zón de ser era el mecenazgo aristocrático y cortesano. El mecenazgo de
la corte había desaparecido virtualmente tras la Revolución Francesa;
capacidad de comprensión inmediata, superior a la ciencia; en conse-
por otro lado, la Academia se enfrentaba al problema de la creciente de-
cuencia, el arte era visto como una forma de conocimiento cultural-
manda de libertad artística derivada del movimiento romántico. En un
mente relevante.
momento en que el arte y la belleza se identificaban con la actividad au-
tónoma de los artistas más que con un proceso guiado por reglas, era
inevitable que se cuestionaran las antiguas tradiciones de la Academia.
Una historia de la educación del arte 86
87 Las artes visuales y la Revolución InduM n a l

En París, donde el legado de Le Brun, Felibian y DePiles tenía hondas


Un estudiante que pretendiera ser admitido en un taller artístico
raíces, los cambios en las doctrinas educativas fueron muy leves. Las re-
debía presentar un dossier al maestro, y si éste lo aprobaba comenzaba
formas académicas consistieron en una liberalización de los procedi-
a dibujar o pintar con modelo. El nivel intermedio entre la aprobación
mientos de admisión a los salones oficiales, y en la eliminación de las
y el rechazo directo consistía en una prueba temporal durante la cual
desigualdades que favorecían a unos estudiantes sobre otros. La ins-
debía dibujar a partir de moldes. Los anciens (estudiantes ya estableci-
trucción académica, sin embargo, sí experimentó cambios.
dos) del estudio también estaban implicados en el proceso selectivo, y
podían vetar a un recién llegado.
El típico estudio tenía una rutina establecida. El lunes por la maña-
LOS TALLERES ARTÍSTICOS na a primera hora el massier (un estudiante que hacía de monitor) fija-
ba la pose del modelo, y los estudiantes trataban de llegar tan pronto
Tradicionalmente, el término atelier se refería al taller o estudio de un como podían para conseguir un buen sitio en la habitación para el res-
artista. Posteriormente, cuando ciertos talleres destacaron por la exce- to de la semana. Se dibujaba o pintaba por la mañana, y por la tarde se
lencia de su instrucción, comenzó a referirse también a los seguidores o hacían visitas al Louvre para copiar obras maestras. Una vez a la sema-
alumnos del académico que dirigía un determinado taller artístico. Este na el patrón visitaba el estudio para ofrecer críticas, y se detenía ante
académico recibía el nombre de patrón en el sentido original del térmi- cada caballete para hacer correcciones y explicarlas. Las personas que
no, como padre. El alumno era atraído a un taller artístico en concreto observaron estudios en el siglo xviii comentan a menudo que cuando
por la fama del patrón y de sus lecciones. estaba presente el maestro era tal vez el único momento en que el taller
Los grandes talleres artísticos de finales del siglo xvm eran los que estaba en silencio. El resto del tiempo era un lugar de camaradería e in-
habían abierto David y Gros, en los cuales se promovía un arte de esti- tensas discusiones sobre arte.
lo neoclásico, que era también el estilo de la Academia Francesa. Talle-
res posteriores, como el de Gleyre en la década de 1860, fueron el pun-
to de partida de los pintores impresionistas, como Monet, Renoir y LAS CLASES MAGISTRALES DE LAS ACADEMIAS ALEMANAS
Sisley, mientras que los postimpresionistas Vang Gogh y Tolouse Lau-
trec estudiaron en el taller de Cormon. Los pintores fauvistas Matisse y
En Alemania, donde la tradición académica no era tan antigua, varios
Roualt estudiaron con Gustav Moreau.
escritores se quejaron ya desde 1819 de que las academias existentes no
Los primeros talleres artísticos se mantuvieron dentro de los límites enseñaban a los artistas principiantes a «confiar en el espíritu de su pro-
del estilo tradicional de la academia. Después, gradualmente, ciertos es- pia actividad». La enseñanza se había vuelto impersonal. Lo que falta-
tudios tendieron a ser algo más experimentales. El laborioso proceso de ba era «una verdadera escuela con un gran maestro y una relación per-
definir la luz y la sombra en los dibujos por medio de un entramado dejó sonal íntima entre él y sus alumnos [...] a la manera de los antiguos
paso gradualmente a técnicas más rápidas como el carboncillo o el lápiz maestros» (Pevsner, 1973, pág. 209), una situación caracterizada por el
conté, y la obtención de los diversos tonos por medio del difuminado. cuidado paternal en oposición a la rutina académica. En 1808, Schelling
También se exigía a los estudiantes de arte que llevaran cuadernos para instó a los profesores de arte a no imponer «ningún mecanismo unifor-
hacer esbozos rápidos de personas y escenas naturales. Con ello se pre- me [regla], sino dejar al alumno tanta libertad como fuera posible para
tendía complementar las sesiones tradicionales de dibujo o pintura con que demostrara su talento particular y las cualidades especiales de su
modelo, que tenían lugar en el estudio. Las poses tradicionales dejaron manera de mirar los objetos e imitarlos» (pág. 211). En respuesta a es-
paso a escenas informales de la vida cotidiana (Boime, 1971). tas propuestas, academias como la de Dusseldorf, dirigida por Wilhelm
Una historia de la educación del arte 8<S 89 Las artes visuales y la Revolución Industrial

Schadow, establecieron lo que iba a llamarse «clases magistrales». De LAS ESCUELAS FRANCESAS DE ARTES DECORATIVAS
acuerdo con este programa, el estudiante, al completar los estudios pre-
liminares, escogía un profesor para que supervisara sus estudios supe- Por una serie de razones que se remontaban al siglo xvii, la separación
riores; dicho profesor sería su mentor hasta que el estudiante completa- de las bellas artes y la artesanía no representó ningún problema en
ra su formación. Francia. Los franceses habían liquidado sus gremios artesanales bajo
El modelo de profesor magistral que Schadow tenía en mente no Luis XIV, en el siglo xvii, y los trabajadores de las manufacturas reales
eran Le Brun o David sino los maestros de los talleres medievales. En el seguían una formación específica bajo la supervisión y los métodos de la
siglo xix la vida de los aprendices medievales era vista bajo una luz al- Academia. A lo largo del siglo xviii se implantaron academias provin-
tamente idealizada que hacía imaginar la relación maestro-aprendiz ciales en una serie de centros importantes de actividad industrial. A
como una relación de cooperación, en la cual el maestro y los aprendi- partir de 1789 y durante el régimen de Napoleón se implantaron escue-
ces creaban arte dentro de un espíritu de esfuerzo comunal. La idea de las de arte adicionales para agilizar la formación de artesanos cualifica-
que el aprendiz medieval era poco más que un servidor ligado por un dos. A medida que la Revolución Industrial iba modificando los modos
contrato les era completamente extraña (Pevsner, 1973). de producción, los franceses también adaptaron su sistema de enseñan-
El problema de las ideas de Schadow era que la influencia secular de za para prevenir la posible carencia de diseñadores artesanales. De he-
la academia había conseguido levantar el artista al nivel social de un eru- cho, en la década de 1830 Francia tenía más de ochenta escuelas de este
dito o un poeta; en consecuencia, nadie estaba dispuesto a considerar se- tipo en funcionamiento. Esta política hizo que Francia se convirtiera en
riamente la idea de volver a la servidumbre del artesano medieval. Este la envidia de las demás naciones industriales.
hecho, combinado con la pasión decimonónica por la libertad artística, A lo largo de este proceso de adaptación, que comenzó con el
hacía imposible un retorno a los métodos de enseñanza de la Edad Me- aprendizaje gremial y terminó con las escuelas de artes decorativas,
dia. El artista romántico era demasiado individualista como para con- Francia puso siempre un gran énfasis en el dibujo del natural, que era la
vertirse en un mero servidor de la Iglesia, de un príncipe o de los empre- esencia de su programa formativo. Aunque el propósito expreso de una
sarios industriales que entonces comenzaban a aparecer. El currículo de determinada escuela fuera favorecer las manufacturas de las industrias
las academias alemanas, que había sido importado de Francia, no tardó locales, los estudios especializados se construían sobre una base ya exis-
en recibir las primeras críticas. El espíritu de racionalismo que impreg- tente de dibujo académico. Bowring, un miembro del parlamento que
naba la doctrina francesa era incompatible con el idealismo que emana- prestó testimonio ante el Comité Selecto de las Artes y la Industria de la
ba de los escritos de Kant, Schiller y Goethe. El espíritu individualista Casa de los Comunes británica, describió esta política de un modo es-
del siglo xix podía anticiparse ya en la descripción que el artista alemán pecialmente claro. La escuela francesa que más le había impresionado
Carsten hacía de sí mismo ante su mecenas en 1794: era la Académie des Beaux Arts de Lyon, que describió en los siguientes
términos:
Debo decirle, excelencia, que no soy propiedad de la Academia de Ber-
lín, sino de la humanidad, que tiene derecho a reclamar el máximo desa- Su propósito era ofrecer una formación elemental en arte con el objeti-
rrollo posible de mis capacidades [...] mis capacidades me han sido con- vo de mejorar las manufacturas de seda en Francia. Sin embargo, su
fiadas por Dios. Debo ser un servidor esmerado, de modo que cuando se campo de utilidad se había ido ampliando con el tiempo y en la actuali-
me pida: «Cuáles son los resultados de tu servicio», no tenga que res- dad estaba dividida en seis departamentos principales, a saber, I. Pintu-
ponder, Señor, «el talento que recibí de vos lo he enterrado en Berlín» ra; I. Arquitectura; III. Ornamentación, y mise en carte (que se refiere a
(Citado en Vaughn, 1980, pág. 35). los medios empleados para trasladar un modelo o un dibujo en papel so-
Una historia de la educación del arte 90 91
Las artes visuales y la Revolución Industrial
bre un tejido o una manufactura). También dispone IV. de un departa-
tivo, dado que un estudiante capaz de dibujar La figura humana sería ca-
mento botánico; V. un departamento de escultura; y, por último, un de-
paz de dibujar también cualquier otra cosa. La industria francesa, sos-
partamento añadido hace uno o dos años, el de Grabado (British Sessio-
tenía, mantenía su posición de superioridad precisamente porque Fran-
nal Papers, 1836, págs. 2-4).
cia ocupaba el primer lugar entre las naciones en cuanto a méritos
artísticos; puesto que los artesanos eran formados como artistas, la in-
Bowring pasaba luego a describir cada uno de estos departamentos 5
dustria francesa sacaba su inspiración del arte mismo (Efland, 1983b).
en detalle, poniendo un énfasis especial en el departamento de pintura.
Este se hallaba dividido en tres secciones, una de las cuales estaba de-
dicada al dibujo con modelo. En la segunda se dibujaba a partir de mol-
LAS ESCUELAS DE COMERCIO EN LOS ESTADOS GERMÁNICOS
des o del natural, mientras que la tercera introducía los principios de la
pintura. La escuela de arte de Lyon basaba por lo tanto su programa en
el dibujo figurativo. En los primeros estadios del aprendizaje sólo había Por motivos relacionados con el elevado estatus del artista en la época
una diferencia mínima entre los estudios propios de los estudiantes de romántica, algunos estados germánicos como Prusia y Bavaria encon-
bellas artes y los de una persona que estudiara diseño textil. La res- traron ventajoso preparar a los artesanos en escuelas de comercio (Ge-
puesta francesa al problema de la industria de la decoración fue efecti- werbenchulen) o en politécnicos, claramente separados de las academias
vamente adaptar el programa tradicional de la Academia a este propó- de arte. El doctor Waagen, director del Gewerbe Institut de Berlín, des-
sito, conservando el núcleo de dichos estudios, basado en el dibujo del cribió ante el Comité Selecto de las Artes y La Industria el tipo de edu-
natural. Esta política se había mantenido desde los tiempos de Le Brun, cación que se impartía en las escueLas de comercio en la década de
y durante la primera mitad del siglo xix fue vigorosamente defendida 1830. Su escuela berlinesa admitía gratuitamente a estudiantes de todo
2
en un informe dirigido por Félix Ravaisson (1857) al ministro francés el país. En el primer año de formación, los alumnos estudiaban dibujo,
de Enseñanza Pública. El informe llevaba también la firma de artistas de modelado y otras áreas de especialización. El mismo testimonio tam-
gran renombre como Delacroix e Ingres. Ravaisson afirmaba que el di- bién dejó claro que el dibujo de modelos del natural no formaba parte
bujo de la figura humana facilitaba el aprendizaje de la técnica de la re- del currículo básico, aunque los alumnos que así lo escogieran podían
presentación gracias a que los errores eran mucho más reconocibles en reaLizar estos estudios en la Academia de Berlín; sin embargo, la ense-
la imitación de ésta que en la de ningún otro objeto. Más adelante decía ñanza del dibujo que ofrecía este instituto escapaba casi por completo a
que la figura humana era la mejor cosa que se podía proponer como pri- las tradiciones educativas que habían predominado desde la fundación
mer objeto de estudio, tanto por su valor espiritual como por el forma- délas primeras academias de arte (Britisb Sessional Papers, 1836).
Los estudiantes de clase trabajadora que acudían a las escuelas de
comercio se habían formado previamente en la Volkschule y la Mittles-
2. Cuando Henry Barnard publicó el informe de Ravaisson en el Barnard's
chule, mientras que el típico estudiante decíase media o alta proseguía
American Journal of Education, añadió la siguiente nota sobre la fuente del texto, sin
dar la fecha del original: «Este artículo fue traducido originalmente para el Dublin
su formación en la Realschule, o gimnasio. Muchas escuelas de comer-
Journal of Industrial Progress del Bulletin de la Société d'lincouragement pour ¡'Industrie cio ofrecían una formación a tiempo parcial por las noches, de modo
Nationale (sec. 2", n° 5). Forma parte de un informe dirigido al ministro de Educación que los estudiantes pudieran trabajar en la industria durante el día. Ha-
Pública francés, realizado por una comisión integrada por los señores Eelix Ravaisson bía escuelas de comercio en Breslau, Lvonigsnerg, Danzig y Colonia,
(inspector general de Enseñanza Superior), Brongiart, Ingres, Picot, Simart, Belloc,
Eugene Delacroix, Hippolyte Flandrin, Meissonier, Jouffroy, Duc, y Pillet: el informe
iba firmado por Ravaisson». 5. Algunas partes de este capítulo están basadas en mi artículo «School Arl and its
Social Origins» ( 1 9 8 3 b ) .
Una historia de la educación del arte 92 93 Las artes visuales y la Revolución Industrial

mientras que en Berlín había una escuela central para la formación de escuelas para formar a los diseñadores artesanales de cara a la pro-
avanzada. Los currículos de estas escuelas de comercio tenían una ducción industrial. Tal como hemos señalado antes, los franceses tenían
orientación marcadamente técnica, que incluía el dibujo a mano alzada unas ochenta escuelas de artes aplicadas, mientras que los politécnicos
basado en ejercicios de copia, así como estudios de matemáticas y físi- alemanes llevaban casi veinte años en funcionamiento.
ca. En Bavaria también había escuelas de comercio (Macdonald, 1970). En el curso de sus actuaciones, el comité selecto examinó las acade-
En la década de 1860 apareció un nuevo tipo de escuelas de comer- mias de bellas artes que habían aparecido en la última mitad del siglo
cio, conocidas como Kunstgewerbeschle. Aunque también se centra- xviii, incluida la Real Academia Británica. La formación en el arte del
ban en la aplicación industrial de las artes, eran algo más que escuelas diseño formaba parte de la lista de objetivos de esta institución, pero
de comercio. Trataban de compensar la excesiva preocupación por los sus principales actividades estaban más centradas en la promoción de
aspectos técnicos prestando mayor atención al diseño y a la cultura ar- las bellas artes que en las artes aplicadas o decorativas (Pevsner, 1973).
tística. Una forma de conseguirlo era establecer vínculos con museos de En el informe del comité selecto de 1836 se analizaba a fondo el sistema
artes decorativas, que habitualmente contenían muestras de obras de de academias, prestando una atención especial a la Real Academia
otras culturas y de épocas pasadas. En Berlín, por ejemplo, el Gewerbe- como recurso potencial para resolver el problema de la formación de
Museum estuvo asociado con el Gewerbe-Institut desde su apertura; en diseñadores artesanales. Sin embargo, su conclusión abogaba en contra
Viena, el Museo Austríaco del Arte y de la Industria, fundado en 1864, de esta solución.
estaba vinculado a la Vienna Kunstgewerbeschule, fundada en 1867. En
Holanda también se impusieron prácticas parecidas de asociar museos Al parecer, las academias fueron diseñadas originalmente para evitar o
con escuelas de artes o oficios, mientras que en Inglaterra el ejemplo retrasar la supuesta decadencia del arte elevado. Los economistas políti-
más notable fue la vinculación de la Escuela de Diseño de South Ken- cos han negado las ventajas de esta clase de instituciones, y los propios
sington al Museo Victoria y Alberto (Macdonald, 1970). artistas han mostrado algo más que dudas acerca de ellas en los últimos
años. A la vista de las declaraciones de algunos de los testigos, parece
que M. H. Vernet, el renombrado director de la Academia Francesa de
Roma, ha recomendado la supresión de este tipo de establecimientos. El
LAS ESCUELAS DE DISEÑO EN INGLATERRA
doctor Waagen sostiene que el llamado sistema académico da una rele-
vancia artificial a la mediocridad, y que las restricciones de las reglas aca-
En 1835 y 1836 la Casa de los Comunes organizó un comité selecto para démicas impiden que los artistas atrapen el sentimiento y el espíritu de
estudiar la viabilidad de fundar escuelas de diseño para la formación de los grandes maestros que estudian [...] Cuando las academias van más
los obreros británicos. Aunque Gran Bretaña era líder mundial en tér- allá de su terreno propio, degeneran en el manierismo y encadenan el ge-
minos de tecnología y producción industrial, iba a la zaga de sus rivales nio; y cuando asumen un carácter demasiado exclusivo y oligárquico mi-
europeos en cuanto a la calidad del diseño de sus productos, especial- nan la independencia moral del artista y estrechan la base necesaria para
mente en el área textil. Los productos británicos no sólo habían caído la excelencia intelectual y la libertad espiritual.
por debajo de los estándares artísticos de los productos continentales, Parece probable que el principio de la libre competencia aplicado al
sino que también eran de una calidad visiblemente más baja que los arte (al igual que en el comercio) termine por triunfar sobre todas las ins-
productos británicos de generaciones anteriores. La época del mobilia- tituciones artificiales. (British Sessional Papers, 1836, pág. viii.)
rio de Chippendale y Hepplewhyte y la cerámica de Wedgewood había
quedado atrás. Este declive fue atribuido al hecho de que Gran Breta- Así pues, las academias fueron criticadas con argumentos de dos ti-
ña era el único país industrializado que no había establecido un sistema pos. El primero correspondía a la idea romántica de que las reglas de la
94 95 Las artes visuales y la Revolución Industrial
Una historia de la educación del arte

academia ahogaban la independencia moral del artista. En el caso de al- de comercio de los estados germánicos. Dyce tenía la impresión de que
gunos artistas alemanes, esto se tradujo en una voluntad de ser abando- el curso sobre decoración era más importante que el de dibujo figurati-
nados a sus propios medios, y quedar libres de cualquier obligación de vo, y que en muchas áreas de las artes aplicadas el estudio de la figura era
implicarse en las cuestiones mundanas del comercio o los negocios. Los una pérdida de tiempo. Basándose en una práctica que había observado
británicos no llegaron a la misma conclusión, pero fueron efectivamen- en las escuelas artesanales prusianas, trató de dar una orientación más
te críticos con las academias por su tendencia a cultivar un esnobismo práctica a la escuela de diseño enseñando a los alumnos a construir ma-
intelectual. Richard Redgrave se quejó años más tarde del riguroso pro- quetas y modelos de trabajo para que comprendieran los procesos in-
ceso de admisión en la Real Academia, que tenía el efecto de hacer que dustriales a los que debían aplicarse los diseños. Aunque Dyce no consi-
sus estudiantes «consideren que tienen el rango de artistas, y como sólo guió que esta innovación encontrara demasiada aceptación, sí consiguió
pueden estudiar aquellos que han superado con éxito el largo proceso apartar la escuela del enfoque académico del dibujo, y hacer que la en-
probatorio antes mencionado, los estudiantes cultivan el exclusivismo y señanza del diseño fuera más accesible para la clase trabajadora que la
formación en bellas artes dirigida a las clases altas (Bell, 1963).
desprecian a aquellos que no comparten sus mismos privilegios» (1857,
pág. 158). La labor de Dyce como director se vio distorsionada por la presión
Una segunda crítica dirigida contra las academias era que restrin- de otros puntos de vista rivales dentro de la propia escuela sobre la en-
gían la libertad del artista en un sentido económico, al suprimir la com- señanza el diseño, que contribuyeron a disminuir la eficacia general del
petición entre artistas y hacer que se conformaran a una serie de reglas programa. Por otro lado, su intento de emular las prácticas educativas
y convenciones establecidas. Lo interesante del informe del comité se- alemanas no tenía en cuenta el hecho de que en las escuelas de prima-
lecto era que aprovechaba el sistema económico inglés del libre comer- ria alemanas se enseñaba dibujo, de modo que los estudiantes que ac-
cio como argumento en favor de la libertad artística. A partir del estu- cedían a la escuela de artesanía ya tenían un nivel bastante alto en este
dio realizado por el comité selecto sobre las soluciones francesa y campo y estaban por lo tanto preparados para un trabajo más avanza-
alemana al problema de la formación de artesanos, Gran Bretaña optó do. Antes de que el sistema pudiera cosechar resultados parecidos en
por una solución propia con la fundación en 1837 de la primera escue- Gran Bretaña, se tendría que introducir el dibujo también en las escue-
la de diseño financiada por el Gobierno. El consejo que gobernaba la las primarias británicas, un proceso que se inició en 1857.
escuela tomó prestados algunos aspectos del currículo de las escuelas En 1849 se organizó un segundo comité selecto para determinar el
de comercio alemanas, y otros de las escuelas de arte francesas, como motivo por el cual las escuelas de diseño no cumplían con su objetivo
por ejemplo la que dirigía Bowring en Lyon. A diferencia de esta última de formar artesanos. Una de las personas que prestaron declaración
escuela, que ponía en primer lugar el dibujo figurativo y sólo posterior- ante el comité fue el reputado artista Benjamin Haydon, que denunció
mente introducía el estudio de la decoración, la escuela británica con- Las carencias del currículo en relación con el estudio de la figura. Los
virtió la decoración en su primera prioridad, sin incluir prácticamente partidarios de Dyce defendieron el mantenimiento de su programa,
ningún estudio de la figura humana. que minimizaba este aspecto. Dos años más tarde, en la Gran Exposi-
La persona encargada de establecer y dirigir el currículo fue William ción de Crystal Palace de 1851, los productos industriales británicos
Dyce, que había realizado un estudio de los diferentes sistemas de ins- fueron clasificados entre los peores. Uno de los efectos de esta ver-
trucción empleados en el Continente. Algunos de los sistemas que exa- güenza fue la reorganización de las escuelas de diseño liderada de
minó fueron el francés, el prusiano y el bávaro, y a pesar de que Francia Henry Cole (Bell, 1963).
tenía claramente el liderazgo en el campo de las artes decorativas, no fue Cole no se limitó a reformar el currículo, sino que contribuyó a in-
el francés el sistema que le pareció más admirable, sino el de las escuelas troducir una asignatura de dibujo de ámbito nacional en las escuelas de
Una historia de la educación del arte 96

primaria de Inglaterra, y un programa para la formación de maestros de


dibujo. El resultado fue una nueva escuela, conocida como la Escuela de
Diseño de South Kensington, actualmente la Facultad Real de Arte. In-
cluía un departamento de Ciencia y Arte, encargado de la preparación
de los profesores de dibujo para las escuelas británicas. El proyecto de
Cole era que todos los niños de las escuelas británicas aprendieran a di-
bujar dentro de sus estudios básicos. Cuando algunos de estos alumnos
accedieran más adelante a las escuelas de diseño, estarían preparados
para un nivel de formación más avanzado del que se podía ofrecer antes.
South Kensington se iba a convertir en la escuela central encargada de
preparar al cuerpo docente de las escuelas provinciales de arte y diseño;
también iba a convertirse en el lugar donde se formaría a algunos maes-
tros de dibujo para trabajar en las escuelas como inspectores de dibujo.
De acuerdo con el proyecto de Colé, Richard Redgrave preparó un
curso nacional de dibujo para las escuelas británicas. Implementado en
1857, pretendía ofrecer a los alumnos «la capacidad de realizar una imi-
tación fiel y refinada a partir del simple conocimiento de los elementos
de la geometría práctica y de la capacidad de dibujar los propios objetos»
(Macdonald, 1970, pág. 160). En la figura 3.1 aparece uno de los ejerci-
cios que formaban parte del programa de las escuelas elementales. El cur-
so nacional se mantuvo en funcionamiento durante el resto del siglo xix.
Gran Bretaña resolvió el problema de la formación de diseñadores
artesanales por medio de un sistema de educación artística profesional
dividido en dos etapas. La enseñanza de bellas artes tenía lugar en la
academia, donde el dibujo del natural seguía siendo el núcleo del con-
tenido educativo. El diseñador artesanal, en cambio, se formaba en la
escuela de diseño, donde los cursos se construían alrededor del estudio
de las formas decorativas. En cierto sentido, estos dos itinerarios tradu-
cían la estructura de las clases sociales en Gran Bretaña al sistema de la
educación artística. El problema de las distinciones de clase y sus efec-
tos negativos sobre la formación de los artesanos fue reconocido por
Redgrave como un problema grave al comparar la Real Academia de
Londres con la Escuela de Bellas Artes de París:

El verdadero propósito de realizar una comparación entre las dos aca-


demias de bellas artes es demostrar hasta qué punto el sistema parisino
Una historia de la educación del arte 98 99 Las artes visuales y la Revolución Industrial

tiende a una unión entre el estudiante de bellas artes y el decorador, ya mación de los artesanos. Sin embargo, sostenía que los intereses de la
que los alumnos de las diversas escuelas de diseño de París [...] pueden
industria se verían mejor defendidos por un individuo que estuviera al
entrar libremente y estudiar por las noches junto a aquellos que siguen
nivel de los estándares de las bellas artes, ya que la industria recibía su
estudios específicos de bellas artes [...] De este modo se evita la distin-
inspiración del arte, y la superioridad de los bienes manufacturados
ción de clase que predomina en nuestras escuelas, y los jóvenes no per-
ciben ninguna pérdida de dignidad en el hecho de trabajar indistinta-
franceses debía mucho a la superioridad del arte francés. El artista Ben-
mente como decoradores o como artistas (Redgrave, 1857, pág. 159). jamin Haydon defendió en Gran Bretaña argumentos parecidos, y tam-
bién fueron desatendidos. Lo que hicieron los británicos, en cambio,
Es posible que Redgrave haya exagerado el grado en que la distin- fue organizar el currículo de las escuelas de diseño a partir de cursos de
ción de clases estaba ausente en París. Redgrave atribuía el origen del diseño (Bell, 1963).
problema al acceso a la enseñanza, sin darse cuenta de que las dife-
rencias de clase también se reflejaban en los contenidos. El hecho de
eliminar el estudio de la figura humana en las escuelas de diseño bri- LAS ACADEMIAS DE ARTE EN LOS ESTADOS UNIDOS
tánicas tuvo el efecto de imponer una estructura clasista a los currícu-
los de educación artística. Dyce no se dio cuenta de que la práctica de En fecha tan temprana como 1794 se abrió una academia de arte en Fi-
ofrecer a los estudiantes una base artística común elevaría las artes de- ladelfia, promovida por un grupo de artistas y mecenas. Parece que su
corativas al estatus de las bellas artes antes que provocar el efecto in- mayor éxito fue organizar en 1795 la primera exposición de artistas
verso, ya que la figura humana no era ningún objeto neutral, sino el americanos en el Independence Hall, un evento que pretendía conver-
objeto principal sobre el que se habían centrado los estilos artísticos tirse en anual. Por otro lado, organizó clases en estudio para practicar
en Europa desde el primer Renacimiento. El informe de Ravaisson el dibujo de molde y de modelo, y hacía planes para abrir una escuela
que vimos antes tipifica del siguiente modo la actitud francesa hacia la de arte. Las disensiones internas, sin embargo, terminaron prematura-
cuestión de la figura: mente con la academia. En 1807 se fundó la primera academia ameri-
cana estable, conocida como la Academia de Bellas Artes de Pennsylva-
Creado entre todos los cuerpos para servir de morada e instrumento del nia, para la cual se construyó un edificio y se adquirió una colección de
alma, para obedecer su voluntad y expresar sus afectos, el cuerpo hu- moldes. En 1811 ya se ofrecían exposiciones anuales, y la Academia se
mano refleja a un tiempo la mayor variedad y la mayor unidad en sus convirtió en la sede de la primera sociedad nacional de artistas.
movimientos, en sus formas y en todas sus proporciones (Ravaisson, En 1802 se fundó en Nueva York una segunda academia de arte,
1857, pág. 4 1 9 ) . aunque sus estatutos no fueron aprobados hasta 1808. Su director era el
artista Jonathan Trumbull, a pesar de lo cual el control de la Academia
Sería un error concluir que los franceses defendían el dibujo de la no estaba tanto en manos de los artistas miembros como de un comité
figura por su importancia espiritual, ya que, tal como vimos, Ravaisson integrado por personas ajenas a las artes. En 1825 un grupo de estu-
también señaló que era una de las formas más difíciles de dominar y que diantes disidentes rompieron con la Academia de Nueva York para
el estudiante que conseguía hacerlo estaba preparado también para en- formar un grupo conocido como la Sociedad para el Progreso del Di-
frentarse a las formas más sencillas de los motivos ornamentales, como bujo, que ya en 1826 recibía el nombre de Academia Nacional de Dise-
las flores. Su informe se dirigía contra los métodos de enseñanza del di- ño. La nueva academia estaba bajo la dirección de Samuel F. B. Morse,
bujo basados en la geometría, a pesar de que concedía que el dibujo geo- que basó su gestión en el modelo de la Real Academia de Gran Bretaña
métrico podía responder razonablemente bien al problema de la for- (Fink y Taylor, 1975).
Una historia de la educación del arte 100 101 Las artes visuales y la Revolución Industrial

En 1875, un grupo de estudiantes descontentos con los principios de introducir el estudio de las bellas artes en el entorno universitario del
conservadores de la Academia Nacional de Diseño se entrevistaron con mundo de habla inglesa, Las universidades alemanas habían introducido
el profesor Wilmarth en su estudio y fundaron un grupo conocido la historia del arte como área de estudio a finales del siglo xviii y princi-
como la Liga de Estudiantes de Arte. Un mes más tarde emitieron una pios del xix, sobre la base de los estudios arqueológicos y de antigüeda-
declaración de propósitos dirigida a los estudiantes de la Academia Na- des, pero habían rehuido la enseñanza de la práctica artística.
cional. Algunos de sus objetivos eran «promover el máximo desarrollo El primer titular de la cátedra de Oxford fue John Ruskin, que se
en los estudios artísticos, alentar un espíritu generoso entre los miem- encargaba de las clases de bellas artes en la universidad y que también
bros, transmitir cualquier información valiosa acerca del Arte que esté preparó un curso de dibujo para una institución conocida como la Es-
en conocimiento de alguno de sus miembros» (Landgren, 1940, pág. 17). cuela de Dibujo Ruskin. A pesar de los esfuerzos de Ruskin, Jas bellas
El descontento con la Academia Nacional no era el único motivo para artes nunca llegaron a afianzarse en las universidades británicas. Sin
la fundación de la Liga de los Estudiantes de Arte. En un ajuste econó- embargo, sus esfuerzos sí tuvieron fruto en las universidades america-
mico temporal, la Academia Nacional había cerrado su escuela de di- nas. Hoy en día, por ejemplo, la mayoría de las universidades americanas
bujo del natural y había decidido no renovar el contrato de Wilmarth, disponen de un departamento de Arte que ofrece cursos de historia del
el profesor de dibujo del natural. Por otro lado, los estudiantes estaban arte y prácticas en estudio, sea dentro de su programa educativo gene-
indignados por el hecho de que se les negara el acceso a libros de arte y ral o dentro de los estudios de humanidades.
colecciones de obras artísticas. En el contexto de la época posterior a la
Guerra Civil, los estudiantes aspiraban a una mayor libertad, motivo
por el cual se fundó la primera escuela de arte independiente (Land- LA INTRODUCCIÓN DE LA FORMACIÓN ARTÍSTICA
gren, 1940). EN LAS UNIVERSIDADES AMERICANAS
Estas primeras instituciones imitaban las academias de arte euro-
peas, y al igual que sus equivalentes europeos no ofrecían ninguna for- La idea de que se podía incluir el estudio de las artes visuales como una
mación relativa a la aplicación de las artes a la industria. En la última parte integral de las artes liberales comenzó a ganar aceptación en los
parte del siglo apareció un nuevo tipo de escuelas profesionales de arte Estados Unidos tras la Guerra Civil. Trataremos con más detalle la in-
que tenía el doble objetivo de promover el desarrollo industrial y pro- fluencia general de Ruskin sobre la educación artística americana en el
porcionar formación en el campo de las bellas artes. Entre estas escue- capítulo 5. Nuestro estudio de los orígenes de ta enseñanza del arte en
las estaba la Cooper Union, el Instituto Pratt y la Escuela de Diseño de las universidades americanas se centrará aquí en la educación artística
Rhode Island. en Harvard, Yale y Princeton.

Las artes visuales en la universidad Harvard

Desde el nacimiento de las universidades en la Edad Media, las artes vi- La educación artística llegó a Harvard con la contratación de Charles
suales no habían sido nunca incluidas en los programas de estudio. Esta Eliot Norton en 1874 (Vanderbilt, 19591 Norton nació en Cambridge,
situación no cambió hasta el último tercio del siglo xix. En 1868 se esta- Massachusetts, en 1827. hijo de una familia de religiosos de Nueva In-
blecieron tres cátedras de bellas artes por iniciativa de Felix Slade en las glaterra. Su padre era Andrews Norton, un unionista conservador que
universidades de Oxford, Cambridge y Londres. Era el primer intento daba clases en la Escuela Teológica de Harvard. Charles se graduó en
Una historia de la educación del arte 102 103 Las artes visuales y la Revolución Industrial

Harvard en 1846 e inició una carrera literaria como redactor y editor de los hombres de la Acrópolis, así como de las moradas en las que habita-
la North Atlantic Review, The Atlantic Monthly, y The Nation. Una en- ban. Mi mayor interés es conseguir que comprendan que los mismos
fermedad le obligó a abandonar su carrera periodística durante una lar- principios subyacen en todas las formas de expresión humanas, y que no
ga convalecencia en Europa. Fue durante este período cuando entró en puede haber buena poesía, ni buena pintura, escultura o arquitectura, a
menos que se tenga algo para expresar que sea el resultado de un largo
contacto con John Ruskin y la cultura europea. Estudió el arte y la ar-
adiestramiento del alma y los sentidos en la nobleza de la conducta y en
quitectura italianos, y durante más de cuarenta años mantuvo una ex-
la verdad del pensamiento (Norton, 1913, págs. 34-35).
tensa correspondencia con Ruskin. Volvió a Boston en 1873 y ese mis-
mo año recibió una invitación de su primo Charles William Eliot,
presidente de Harvard, para ingresar en el cuerpo docente de la uni- Según Vanderbilt, el programa de bellas artes de Norton en Har-
versidad. Norton lo hizo al año siguiente, a la edad de cuarenta y seis vard tenía un triple objetivo: «Mostrar la importancia de las bellas artes
años. En una carta a Ruskin decía: «Quiero ser profesor en esta univer- como expresión de las condiciones morales e intelectuales del pasado»;
sidad, lo cual puede significar mucho trabajo para mí, y la posibilidad contrastar esto con «la esterilidad de la experiencia americana, que ado-
de entrar en estrecha relación con jóvenes a los que puedo tratar de ins- lecía hasta el momento de una falta de espíritu creativo»; y por último
pirar el amor por las cosas que hacen que la vida sea bella y generosa» «refinar la sensibilidad de los jóvenes de Harvard» (1959, págs. 124 -
(Norton, 1913, pág. 29). 125). Norton siguió durante veintitrés años el programa que le había
Inicialmente, su título académico era Lector Anual en «Historia de descrito a Ruskin. Sus lecciones sobre las dimensiones estéticas y mora-
las artes de la construcción y el diseño, y su relación con la literatura»; en les del arte estaban muy en la línea de las que impartía Ruskin en Ox-
1874 su título académico había pasado a ser el de Profesor de Bellas Artes. ford, y al igual que en el caso de Ruskin sus esfuerzos se vieron comple-
Las ideas de Norton sobre el papel de las bellas artes dentro de la mentados con la contratación de un profesor de dibujo y acuarela.
educación procedían en gran medida de sus amistades inglesas, sobre Dicho profesor, Charles H. Moore, impartía un curso titulado «Princi-
todo Ruskin y John Stuart Mili. En su discurso inaugural ante la Univer- pios del diseño en la pintura, la escultura y la arquitectura». Moore y
sidad de St. Andrews, en concreto, Mili sostuvo que el cultivo de los sen- Norton se conocían desde muchos años antes de trabajar juntos, y ha-
timientos y la imaginación era esencial para los fines de la escuela, y Nor- bía cartas entre ambos fechadas en 1866 (Mather, 1957).
ton pensaba lo mismo en relación con las escuelas americanas. Ruskin Norton centró sus enseñanzas en las épocas doradas de la historia
había informado por carta a Norton de sus planes de enseñanza en Ox- del arte: la Atenas clásica, el estilo gótico italiano de la arquitectura ve-
ford (una carta que no se ha podido encontrar), y en su respuesta Nor- neciana y la Florencia del primer Renacimiento. En realidad, el Renaci-
ton elogiaba el proyecto de Ruskin de convertir el arte en una parte in- miento era el punto final de su repaso a la historia del arte, pues consi-
tegral del currículo en Oxford (Vanderbilt, 1959). Norton, a su vez, deraba que no se habían creado grandes obras de arte después de 1600
describió sus propios proyectos en la siguiente carta dirigida a Ruskin: (Vanderbilt, 1959). En este punto discrepaba de Ruskin, que en los pri-
meros años de su carrera había defendido las obras de Turner y de sus
contemporáneos prerrafaelitas. Igual que el Ruskin de Las p i e d r a s d e
Mi plan es ofrecer a mis alumnos en primer lugar un breve esbozo del lu-
Venecia, sin embargo, Norton señalaba algunos contrastes entre las ci-
gar que ocupan las artes en la historia de la cultura, así como de sus pri-
vilizaciones antiguas y la americana moderna. En su opinión, la diferen-
meros desarrollos, y luego llevarlos a la Acrópolis de Atenas para que la
estudien en detalle, hasta que se hayan formado una idea, por leve que
cia podía verse en la pérdida del sentido de la elegancia personal, refle-
sea, de las maravillas únicas que contiene, e ilustren sus libros de Esqui- jada en los artículos de uso común, y en la incapacidad para discriminar
lo y Demóstenes y todos sus libros griegos con imágenes de los dioses y lo bello de lo feo.
105 Las artes visuales y la Revolución Industrial
Una historia de la educación del arte 104

En primer lugar, proporcionar una escuela de formación técnica para


El curso de Norton se hizo inmensamente popular, y eran muchos
aquellos que pretenden dedicarse profesionalmente al arte como pinto-
los estudiantes de licenciatura que lo escogían, pero la intención de
res, escultores o arquitectos; en segundo lugar, ofrecer cursos de confe-
Norton era que el estudio de la historia del arte se viera complementa-
rencias sobre la historia y la crítica del arte en todas sus ramas, adapta-
da también con una formación en la práctica del arte. Sin embargo, la dos a las necesidades de los estudiantes de licenciatura y de los que
mayoría de los estudiantes no optaban por el trabajo en el taller. Los tienen una orientación profesional; y en tercer lugar, ofrecer exhibicio-
cursos de dibujo y pintura de Moore no atraían al mismo número de es- nes temporales y colecciones permanentes para acercar el arte, en la me-
tudiantes que los de Norton. En 1895 Harvard adquirió el Museo Fogg, dida de lo posible, a la comunidad en general, incluida la universidad y
y Moore fue su primer director. Bajo su impulso comenzó a tomar for- la ciudad (1928, págs. 44-45).
ma un programa de cursos de taller artístico, aunque Harvard evitó
convertirse en una escuela profesional de arte. En un comentario sobre
las mejoras introducidas en Harvard en 1928, Duffus señalaba que: La donación de Street partía del supuesto de que el estudio de las
bellas artes entraba dentro del terreno propio de la universidad, una
idea que no gozaba de una aceptación general en las instituciones euro-
Del mismo modo que la escuela unipersonal de bellas artes de Norton peas ni tampoco en las americanas. El edificio fue terminado en 1867, y
tuvo un éxito nunca soñado, los cursos de taller artístico de Harvard se recibieron nuevas donaciones por valor de ochenta y cinco mil dóla-
marcan la anexión de otra gran parcela de territorio educativo. No es res para financiar los diversos cargos académicos, que incluían un di-
que [...] Harvard se esfuerce por formar artistas acabados. Los profeso-
rector, un profesor de pintura y diseño, y un profesor de historia y crí-
res de arte se sentirían prácticamente horrorizados ante la idea de hacer
tica del arte. En 1871 se recibieron nuevos fondos para establecer una
tal cosa en unos estudios de licenciatura. El estudiante realiza los ejerci-
plaza de profesor de dibujo. La colección de cuadros de Trumbull se
cios requeridos de dibujo y pintura igual que realiza sus composiciones
vio complementada por la adquisición de la colección privada de J a m e s
y sus temas en redacción inglesa. No se le anima a creerse un genio [...]
Si el estudiante no se siente satisfecho con este sistema, eso no hace sino Jackson Jarves sobre maestros del primer Renacimiento. En la época en
demostrar que su lugar no es Harvard sino probablemente una escuela que Yale la compró, se trataba de la mayor colección de pinturas italia-
profesional de arte (Duffus, 1928, págs. 33-34). nas que había en los Estados Unidos.
El primer director de la escuela fue John Ferguson Weir, que dio
una gran importancia al aspecto práctico de la educación artística, in-
Yale cluida la formación artesanal. A pesar de que en Yale el curso dedicado
a los principios de la historia y la crítica del arte formaba parte de los es-
tudios de artes liberales, no consiguió el mismo impacto que tuvieron
El interés de Yale por las artes visuales se hizo evidente ya en 1 8 3 1 con
las lecciones de Norton en Harvard. La escuela de arte tenía la particu-
la adquisición de una colección de pinturas de tema histórico, obra del
laridad de que estaba abierta a las mujeres, a diferencia del resto del
artista americano Jonathan Trumbull. Aunque ya se enseñaba dibujo
campus; de hecho, el número de alumnas fue muy superior al de los
como asignatura técnica en la Escuela Científica de Sheffield, no se co-
alumnos hasta finales de siglo. Tal como lo expresó Duffus, las jóvenes
menzó a impartir una formación específica en bellas artes hasta 1 8 6 3 ,
señoritas de New Haven estudiaban arte durante un año o dos y
cuando Y a l e recibió una donación de doscientos mil dólares de un
«aprendían a pintar porcelana como preparación para las responsabili-
alumno llamado Augustus Russell Street para la construcción de una es-
dades del matrimonio» ( 1 9 2 8 , pág. 38). La identificación de las bellas
cuela de bellas artes. Las obras comenzaron en 1 8 6 4 con la colocación
artes como una ocupación femenina imponía limitaciones a la partid-
de la primera piedra. Según Duffus, el objetivo de esta escuela era:
Una historia de la educación del arte 107 Las artes visuales y la Revolución Industrial
106

pación masculina. Sin embargo, y a pesar de las presiones sociales, la ca- El estudiante de Princeton no aprende a dibujar o a pintar, a menos que
lo haga por sus propios medios, o a menos que se matricule en alguno de
lidad de la instrucción de la escuela de arte de Yale se ganó un recono-
los cursos profesionales sobre arquitectura. Lo que aprende son los di-
cimiento sólo superado por el de la Academia Nacional de Diseño.
bujos, las esculturas y los edificios que han hecho otras personas, los le-
gados culturales del pasado. No aprende a «apreciarlos» porque eso, en
opinión de Princeton, no se puede enseñar. La «apreciación» es el nom-
Princeton
bre de algo que ocurre dentro de la persona que aprecia, como resulta-
do de sus experiencias y pensamientos personales, y que reflejan el tipo
Aunque Yale y Harvard impartían cursos formales de educación artís- de persona que es. Es algo que puede ser imitado, como las buenas ma-
tica con anterioridad a la entrada de Princeton en este campo, en esta neras en la mesa. Pero eso no es arte. Lo único que puede enseñarse son
última universidad se ofrecía un curso de antigüedades romanas desde los hechos (1928, pág. 62).
fecha tan temprana como 1831, y entre 1843 y 1868 se enseñaba arqueo-
logía como complemento a los cursos de estudios clásicos. Por otro Si comparamos los programas iniciales de Harvard, Yale y Prince-
lado, entre 1832 y 1855 se habían ofrecido una serie de conferencias so- ton vemos que configuraban tres modelos distintos de formación. Har-
bre la historia de la arquitectura (Duffus, 1928). La educación artística vard trataba de combinar la práctica del arte con la historia del arte.
se desarrolló en Princeton bajo la égida de otros departamentos. La crea- Yale, en cambio, se centraba en los cursos de taller artístico, mientras
ción de un departamento de bellas artes no tuvo lugar hasta 1882, cuan- que Princeton se dedicaba a la historia del arte. Las demás universida-
do los administradores de la universidad adoptaron la sugerencia de des adoptaron alguno de los modelos de educación artística desarrolla-
William C. Prime de fundar un departamento de Historia del Arte. En dos inicialmente en estas tres escuelas. El departamento de Bellas Artes
el mismo año, el presidente de la universidad invitó a Alian Marquand de la Universidad de Siracuse, por ejemplo, parece haber seguido el
a compartir con Prime las clases del departamento y a impartir un cur- programa de Yale; de hecho, Yale y Siracuse aparecen tratados conjun-
so sobre filosofía del arte. Marquand había enseñado en Yale, y su pa- tamente en un buen número de informes sobre las bellas artes en la edu-
dre había desempeñado un papel importante en la fundación del Mu- cación superior. Según Green (1948), el Comisario de Educación de
seo Metropolitano de Arte de Nueva York. A pesar de compartir los Estados Unidos señaló en 1915 que tanto Yale como Siracuse declara-
gustos de su padre, sus intereses personales se inclinaban más hacia la ban que la finalidad de sus programas de bellas artes era «el de una es-
arqueología, razón por la cual en 1882 fue nombrado responsable de es- cuela normal de bellas artes» (pág. 371), mientras que ya en 1874 Clar-
tos estudios en Princeton. ke (1875) se había referido a la existencia de departamentos especiales
Marquand dirigió el incipiente departamento en una época en que de Arte en Yale y Siracuse.
la arqueología y la historia del arte habían comenzado a separarse de los
estudios clásicos. A diferencia de Norton, que sabía atraer el interés de
los estudiantes de licenciatura, Marquand interesaba sobre todo a los LA EXTENSIÓN DE LOS DEPARTAMENTOS DE ARTE
estudiantes de doctorado, ya comprometidos con la investigación en el EN LAS UNIVERSIDADES AMERICANAS
campo académico. Dichos estudiantes se convirtieron en misioneros de
la idea de un trabajo académico riguroso en otras universidades. Las be- A finales de siglo, Harvard, Yale y Princeton eran sólo tres de las apro-
llas artes se desarrollaron con Marquand como parte de las humanida- ximadamente cuarenta y siete escuelas y universidades de los Estados
des. Duffus describió la orientación del programa de Princeton del si- Unidos que ofrecían algún tipo de curso de bellas artes. Frederick ela-
guiente modo: boró un informe especial para la Asociación Nacional de Educación so-
Una historia de la educación del arte 108 109 Las artes visuales y la Revolución Industrial

bre todas las escuelas y universidades de los Estados Unidos. Dicho in- arte que realizaban Ruskin y otros, tal como veremos, tuvo un papel im-
forme excluía explícitamente las escuelas profesionales de arte, pero in- portante a la hora de introducir esta nueva concepción del arte en la
cluía todas aquellas instituciones cuya finalidad entraba dentro de la conciencia social. Ruskin no consiguió institucionalizar los estudios ar-
tradición de las artes liberales. Según él, la enseñanza artística se tradu- tísticos en Oxford, aunque sus discípulos americanos tendrían más éxi-
cía en una amplia diversidad de prácticas, pero en términos generales to. En varias universidades estadounidenses comenzaron a aparecer in-
señaló dos tendencias principales: cipientes departamentos de Arte, más orientados hacia las artes liberales
que hacia un enfoque profesional de los estudios artísticos.
Dentro de la primera clase, el objetivo de los estudiantes es adquirir co- En sus estudios sobre el arte en las instituciones de educación su-
nocimientos acerca de las bellas artes, unos conocimientos completos y perior del siglo xix, ni Frederick ni Duffus trataron la introducción de
sistemáticos, sin pensar en ninguna aplicación inmediata. El objetivo de la enseñanza artística en las escuelas normales para la formación de pro-
este tipo de universidades es desarrollar esta elevada forma de pensa-
fesores, un tema que trataremos en el próximo capítulo. Tampoco estu-
miento en el estudiante —este estudio de las bellas artes puras, si usamos
diaron las instituciones que comenzaban a ofrecer una formación especial
el término como cuando hablamos de las matemáticas puras— en un
para los artistas profesionales y los diseñadores industriales. Afortuna-
contexto lo más alejado posible de los asuntos prácticos de la vida.
damente, en 1897 apareció el tercer volumen del Art and Industry de
Dentro de la segunda clase, centrada en el estudio de los aspectos
prácticos del arte, el objetivo del estudiante es adquirir el conocimiento Clarke, que describía la oferta de estudios profesionales de arte en el
más amplio posible de los aspectos técnicos del arte, para aprovecharlos país en la década de 1880.
directamente en sus estudios y para conseguir una preparación más
completa de cara a su carrera profesional (1901, págs. 696-697).
LA IMPORTACIÓN DE LA HISTORIA DEL ARTE DESDE LAS UNIVERSIDADES
Frederick señalaba más adelante que cinco mil ciento cuarenta y seis ALEMANAS
estudiantes asistían a cursos de arte, de los cuales mil doscientos seis no
estaban matriculados y sólo se les permitía la entrada en los colegios para En su ensayo acerca de la historia del arte en Estados Unidos, Panofsky
asistir a los cursos de arte, tal como vimos en el caso de las mujeres que recuerda cómo el hijo de Charles Eliot Norton describía las enseñanzas
estudiaban arte en Yale. Según sus estimaciones, en las cuarenta y siete de su padre como una serie de «conferencias sobre la moral moderna
instituciones examinadas al menos uno de cada tres estudiantes entraría ilustradas con el arte de los antiguos» (1955, pág. 324). Las lecciones de
en contacto con un profesor de bellas artes, y la influencia de éste sería Norton sobre historia del arte, que sirvieron como fase introductoria
importante y duradera ( 1 9 0 1 , pág. 696). A finales de siglo, sólo dos uni- para la educación artística en las universidades americanas, seguían la
versidades, Yale y Stanford, otorgaban títulos de bellas artes. Yale me- tradición de Ruskin. El modelo de estudios que se implantó en Prince-
recía una mención especial por el hecho de ser la única que ofrecía un ton, en cambio, recordaba la evolución de la historia del arte como dis-
currículo esencialmente idéntico al de las escuelas profesionales de arte. ciplina en la Alemania de finales del siglo xviii. Y era esta tradición ale-
La introducción de las bellas artes en las escuelas de artes liberales mana anterior la que iba a sustituir el enfoque de Norton. Panofsky
fue una de las consecuencias del romanticismo, el cual influyó más que describe del siguiente modo esta tradición historiográfica alemana:
ningún otro movimiento cultural sobre el estatus del artista en el mun-
do de la cultura. El artista se había convertido en un generador de nue- A pesar de estar enraizada en una tradición que se remonta al Renaci-
vos valores, y el estudio del arte del pasado se había convertido en una miento italiano y, más allá, a la antigüedad clásica, la historia del arte
ocupación de la que podían extraerse lecciones morales. La crítica de —es decir, el análisis histórico y la interpretación de objetos realizados
Una historia de la educación del arte 110 111 Las artes visuales y la Revolución Industrial

por la mano del hombre a los que atribuimos un valor que va más allá del Winckelmann describió lo que consideraba los principios unifica-
utilitario, diferente de la estética, la crítica, el gusto y la «apreciación», dores en los que se basaban el estudio y el desarrollo de los estilos artís-
por un lado, y de los estudios puramente de antigüedades por el otro—
ticos. Introdujo cuatro divisiones en el arte griego: un período arcaico
constituye un añadido comparativamente reciente a la familia de las dis-
que cubriría la época anterior a Fidias; el período de lo sublime, que in-
ciplinas académicas. Y ése es el motivo de que, tal como dijo un estu-
cluía a Fidias y a sus contemporáneos; posteriormente, el período de lo
dioso americano, «su lengua nativa sea el alemán» (1955, pág. 322).
bello, que incluía a artistas como Praxiteles; y finalmente un período de
imitación, que llevaba a la muerte del arte griego. Al identificar una
La historia del arte comenzó a configurarse como disciplina a fina-
evolución parecida en el desarrollo del arte renacentista, inauguró la
les del siglo xviii y principios del siglo xix, cuando, según la moda inte-
tendencia a las construcciones históricas abstractas que iba a ser típica
lectual del momento, la comprensión de las ideas, los objetos y los even-
de la historia del arte alemana.
tos comenzó a remitir al conocimiento de su historia. La perspectiva
histórica constituye una forma de conocimiento por derecho propio Una de las principales figuras que se preocuparon por las grandes
desde hace tan sólo ciento cincuenta años. Lukács señala que: cuestiones acerca de la cultura y la posición de las artes dentro de la es-
tructura de la civilización fue Jacob Burckhardt, cuya obra La cultura del
Durante el siglo xix, las ideas sobre la historia como ciencia reemplaza- Renacimiento en Italia fue considerada como una lectura esencial por casi
ron gradualmente la práctica anterior de la historia como literatura. Has- todos los estudiantes cultivados en el mundo de habla alemana. La obra
ta cierto punto, esto era consecuencia del proceso por el cual el pensa- proporcionaba un esquema a partir del cual se podían ubicar las obras de
miento alemán comenzaba a reemplazar la preeminencia de Francia en arte en el contexto de la política, la religión y la filosofía de su época.
la historia cultural de Europa al comienzo de la revolución romántica La primera cátedra dedicada exclusivamente a la historia del arte
(Lukács, 1968, pág. 19). fue establecida en 1813 en Góttingen, y su titular fue Johan Dominic
Fiorillo. Su Geschichte der Ziechenden Kunste resumía la historia del
La historia del arte en un sentido moderno aparece por primera arte en Europa a partir de un amplio abanico de fuentes literarias. La
vez en la obra de Johann Joachim Winckelmann. Fue el primero en primera cátedra de Historia del Arte en Berlín fue ocupada por Gustav
emplear la expresión historia del arte en su Historia del arte en la anti- Friedrich Waagen, cuyo libro Kunstwerke und Künstler in England und
güedad (Panofsky, 1955, pág. 323). En períodos anteriores, esta histo- Varis destacó en su tiempo por el hecho de que basaba su estudio en un
ria tendía a ser una historia de los artistas, como en el caso de Vasari examen directo de los objetos mismos más que en las fuentes literarias
durante el Renacimiento, pero la historia del arte antiguo de Winckel- que los describían. También se establecieron cátedras de Historia del
mann era una historia de lo bello, centrada en la evolución de la forma. Arte en Basilea, Suiza, y en Viena, Austria.
Este enfoque le vino impuesto por el carácter anónimo del arte antiguo La historiografía romántica concebía el arte como una expresión de
en cuanto tal, pero la cuestión importante es que se «centró en el mo- la evolución espiritual de una cultura, pero en décadas posteriores del
numento mismo, que se convierte para él en el objeto de la historia y siglo x i x algunos positivistas como Hipólito Taine tendieron a analizar
que interpreta no sólo a partir de su contenido sino también de su for- la función del arte en términos de su contexto inmediato, rompiendo
ma» (EWA, 1959-1968, vol. 8, cols. 519-520). Winckelmann concebía con la idea de que fuera un estadio dentro de una evolución más amplia.
el objeto de su estudio como la revelación de los principios subyacen- Taine estudiaba la obra de arte no sólo como fenómeno artístico sino
tes que explicarían el desarrollo orgánico de los estilos de una época a como expresión de la raza, el clima y el período particulares en los que
otra, o, en otras palabras, la evolución formal del arte como expresión había tenido su origen. El carácter de la obra venía determinado por es-
cultural. tos factores antes que por la libertad del artista. El arte era explicado en
Una historia de la educación del arte 112 113 Las artes visuales y la Revolución Industrial

términos de causas materiales más que en términos de creatividad artís- capacitados para ejercer como artistas o como diseñadores industriales.
tica. Aunque eliminara la mística romántica de las obras de arte, el mo- Posteriormente aparecieron en escena escuelas profesionales de arte in-
vimiento positivista contribuyó a establecer una base científica para cla- dependientes, como el Instituto Pratt y la Escuela de Diseño de Rhode
sificar las obras desde una base empírica, en especial las obras de autor Island, para formar a los diseñadores e ilustradores industriales.
desconocido. Por otro lado, los positivistas ayudaron a clasificar la evi- Las nuevas instituciones que se desarrollaban en Europa y Estados
dencia documental necesaria para determinar la fecha de origen o de Unidos reflejaban un grado de diversificación cada vez más grande, que
atribución de la obra en cuestión. reflejaba a su vez las necesidades específicas de las sociedades indus-
La historia del arte tal como la conocemos actualmente en las uni- triales.
versidades nació en gran medida en el siglo xx; trataremos esta cuestión
en el capítulo 7.

Conclusiones

A lo largo del siglo xix se crearon en Europa una serie de politécnicos,


escuelas de comercio y escuelas de diseño para preparar a los artesanos
para la industria, puesto que las academias de bellas artes se revelaron
deficientes en este aspecto. Las academias de arte europeas también co-
menzaron a desarrollar tradiciones educativas distintas, con diferencias
pronunciadas entre las instituciones alemanas y francesas. Este hecho
respondía a las concepciones románticas del arte, que reclamaban for-
mas más libres de expresión.
A diferencia del estudio del arte en Europa y Gran Bretaña, donde
se hacía una marcada distinción entre las artes visuales y las liberales, las
instituciones americanas tendían a experimentar con varios modelos
curriculares. Algunas, como la Academia Nacional de Diseño, se cen-
traban únicamente en las bellas artes tradicionales, tomando como mo-
delo las academias europeas.
Otras, como Harvard, experimentaron con la posibilidad de tratar
las artes visuales como un tipo de artes liberales, lo cual suponía com-
binar la formación en taller artístico con lecciones de historia del arte.
Harvard puso en práctica un programa de educación artística basado
en los principios de Ruskin; éste había intentado hacer lo mismo en Ox-
ford, aunque de forma infructuosa.
Otras universidades, como Yale y Siracuse, desarrollaron los pro-
gramas propios de una escuela profesional de arte; sus alumnos estaban
4

La reinvención del arte en las escuelas comunes

En las primeras décadas del siglo x i x , el movimiento en favor de la en-


señanza pública recibía el nombre de movimiento de la escuela común.
En la incipiente era industrial, la capacidad de leer y escribir se había
convertido en una necesidad práctica. La industria necesitaba mano de
obra que fuera capaz de seguir instrucciones escritas y llevar registros,
un grado de alfabetización que incluía también ciertos aspectos de las
artes. Los carpinteros y los constructores tenían que poder leer los pla-
nos de los clientes, y tal como vimos en el capítulo anterior, las indus-
trias necesitaban diseñadores.
El presente capítulo se centra en el desarrollo de la enseñanza del di-
bujo. El dibujo se había convertido en una habilidad básica, y sin em-
bargo tardó en ser aceptado como elemento obligatorio del currículo es-
colar. Horace Mann, uno de los primeros defensores del dibujo, empleó
tres argumentos para convencer a sus contemporáneos en nueva Ingla-
terra de sus virtudes: a) contribuiría a mejorar la caligrafía, b) era una ha-
bilidad esencial para la industria, c) era una influencia moral. Examina-
remos en detalle estos argumentos más adelante en este capítulo.

El movimiento de la escuela común en Estados Unidos

Además de satisfacer las necesidades de la sociedad industrial, la escue-


la pública contribuyó a compensar las consecuencias más injustas de la
Revolución Industrial. Los obreros pobres se concentraban en número
cada vez mayor en los suburbios de las ciudades industriales. El crimen,
Una historia de la educación del arte 116 117 La reinvención del arte en las escuelas comunes

la prostitución y el alcoholismo se convirtieron en serios problemas ur- marcaba las tendencias en materia educativa. En 1838 había comenza-
banos. En Gran Bretaña, esta miseria de nueva aparición fue atribuida do a introducir la música vocal en el currículo escolar, un ejemplo que
a menudo a la bajeza moral y a la ignorancia de los pobres. Educadores fue pronto seguido por otras ciudades (Rich, 1946). 1

británicos como James Kay-Shuttleworth veían en la educación el re- En la década de 1830, la ciudad había desarrollado un buen sistema
medio tanto de la pobreza como de la criminalidad (Kay-Shuttleworth, escolar, que consistía en una serie de escuelas primarias de una o dos
1862; Tholfsen, 1974). habitaciones para chicos y chicas de edades comprendidas entre cuatro
En Estados Unidos, Horace Mann y Henry Barnard también veían y ocho años. Los niños que demostraban aptitudes académicas acce-
en la educación un factor moral que garantizaría el comportamiento or- dían posteriormente a las escuelas de gramática inglesa, donde termina-
denado de la sociedad. Sostenían que un populacho ignorante e insatis- ba la educación para muchos de ellos. Unos pocos niños llegaban a la
fecho era una presa fácil para los demagogos. En la década de 1840 la escuela preparatoria para la universidad, que en el caso de Boston sig-
educación de las facultades morales era uno de los argumentos princi- nificaba habitualmente Harvard. La escuela de gramática inglesa era el
pales en favor de la escuela común. Esta preocupación por la educación corazón del sistema, dado que eran pocos los estudiantes que iban a la
moral se fue intensificando a medida que aumentaba el número de in- escuela latina (Wightman, 1860).
migrantes que llegaban a Estados Unidos, trayendo consigo modelos Los orígenes del dibujo en Boston remiten a las carreras de William
distintos de comportamiento y exacerbando los problemas sociales de Bentley Fowle y Horace Mann. A ellos nos dedicaremos a continuación.
las ciudades abrumadas por la explosión urbana (Kaestle, 1983; Spring,
1986).
La música vocal y el dibujo eran defendidos como formas de elevar W I L L I A M B E N T L E Y FOWLE
los estándares morales. Mann declaró: «El dibujo va de la mano de la
música, lo mismo sucede con el cultivo de las bibliotecas y el cultivo del 2
Fowle nació en Boston el 17 de octubre de 1795. Siguiendo la tradición
gusto por la lectura, etc. Todo gusto puro implantado en la mente de los de su época, ingresó en la escuela cuando aún no llegaba a los tres años
jóvenes se convierte en una barrera para resistir ante las tentaciones de (probablemente en una escuela femenina). Fue un estudiante brillante
la sensualidad» (Mann, 1841, pág. 186). a lo largo de sus años formativos, y se graduó en la escuela latina de Bos-
La exposición que viene a continuación describe la introducción ton con la intención de ingresar en la universidad; las dificultades fi-
del dibujo en el sistema escolar de Boston. Aunque había sido introdu- nancieras de la familia, sin embargo, le impidieron acceder a ella. Fow-
cido con anterioridad en otras ciudades, el estatus de Boston como co- le entró a trabajar entonces como aprendiz con un librero llamado
razón del movimiento de la escuela común hacía que sus acciones fueran Caleb Bingham. Éste había trabajado anteriormente como profesor, y
especialmente significativas. Las prácticas que encontraban aceptación
allí eran pronto emuladas en otras ciudades. En realidad, Boston se ha- 1. Para comparar la introducción de la música vocal en 1838 con la introducción
bía retrasado un poco en la adopción de un programa de dibujo en sus del dibujo en la década de 1870, véase también mi artículo « T h e lntroduction of Music
escuelas. Baltimore, Filadelfia, Cleveland y Cincinatti habían estado ex- and Drawing in the Boston Schools: T w o Studies of Educational Reform», en B. Wilson

perimentando con esta posibilidad unos veinte años antes de su im- y H. I loffa (comps.), History oj Art Education: Proceedings of the Penn State Conference
(Reston, VA, National Art Education Association, 1985, págs. 113-114).
plantación general en Boston, que comenzó en 1871, mientras que
2. Mi exposición sobre Fowle está basada en C r e e n (1948), quien a su vez se basa
Nueva Haven y Hartford lo habían introducido a finales de la década
en Clarke (1885) y en el artículo biográfico del Barnard's American Journal of Education
de 1860. A lo largo del siglo x i x , sin embargo, Boston no sólo fue la ca- de 1861. Todavía no existe ningún estudio reciente sobre Fowle basado en fuentes ori-
pital cultural y literaria de Estados Unidos, sino también la ciudad que ginales.
Una historia de la educación del arte 118 119 La reinvención del arte en las escuelas comunes

su librería se había convertido en un centro de debates educativos, don- dibujo sistemático que ofrecía el manual de Francoeur y lo que llamaba
de se discutían ávidamente las teorías y las prácticas de innovadores el dibujo « d e fantasía» de las escuelas privadas, que tenía en baja estima.
como Joseph Lancaster y J o h a n n Heinrich Pestalozzi.
Este entorno tuvo una gran influencia sobre Fowle, que en 1821 fue
Es lamentable que en las escuelas públicas raramente o nunca se enseñe
elegido para formar parte del Comité de las Escuelas Primarias de Bos-
[dibujol, a pesar de que una proporción muy elevada de nuestros niños
ton. En aquella época, dicho comité escolar había planeado abrir una no reciben otra educación que la que ofrecen estas escuelas. Incluso en
escuela por cada doscientos alumnos pobres, en la cual se emplearía el las escuelas privadas donde se enseña dibujo es habitual que no se pres-
método monitorial de Lancaster. De acuerdo con este sistema, el profe- te atención a los principios geométricos de los que depende. (Fowle,
sor formaba a un pequeño grupo de buenos estudiantes —los «monito- 1825, Introducción no paginada.)
r e s » — que a su vez enseñarían la misma lección a un grupo de estu-
diantes menos avanzados. De este modo se podían aprovechar los
Esta afirmación revela que ya en 1825 las distinciones de clases en-
servicios de un solo profesor para formar a un número muy superior de
tre las escuelas públicas y privadas eran bastante acusadas. Las escuelas
alumnos de los que habrían sido posibles por los métodos ordinarios,
privadas enseñaban dibujo prescindiendo de cualquier método basado
con el consiguiente ahorro en salarios.
en principios geométricos, lo cual sugiere que era visto como un lujo
Con este objetivo se contrató a un profesor con una formación es- educativo. En la introducción a la edición de 1866 de su manual (pu-
pecializada, pero éste no se presentó en la fecha indicada. Fowle se blicada postumamente), Fowle se refería a esta forma de enseñar el arte
prestó voluntario para realizar el trabajo de forma temporal, siguiendo como «dibujo de fantasía, apenas sujeto a ninguna regla fija». Como ar-
el método monitorial. Lo que debía ser una dedicación temporal se pro- tículo de lujo, el dibujo de fantasía fue aceptado como una habilidad fe-
longó el resto del año, y su trabajo fue valorado muy positivamente por menina (Sigourney, 1837). Las preferencias de Fowle se inclinaban cla-
todo el mundo. Fowle había descubierto su verdadera vocación. ramente hacia la enseñanza del dibujo a través de un método
Al año siguiente un grupo de ciudadanos le pidió que aceptara un intelectualmente riguroso, y pensaba que las niñas debían ser educadas
cargo en una «escuela de una clase más elevada», que habría de llamar- exactamente del mismo modo que los niños. En este aspecto Fowle se
se la Escuela Monitorial Femenina. La reputación de Fowle como edu- adelantaba a su época.
cador no paró de aumentar, a medida que iba introduciendo nuevas in-
novaciones. Algunas de ellas fueron las pizarras, las lecciones de
geografía basadas en el dibujo de mapas sobre la pizarra, el dibujo li- HORACE MANN
neal, la impresión, los ejercicios físicos, la costura y la música. Por otro
lado, suprimió los castigos corporales. En 1842 renunció a su trabajo en Al igual que Fowle, Horace Mann no inició su carrera como educador.
la escuela por motivos de salud, y pasó a ser editor del Common School Era abogado en ejercicio, graduado universitario, miembro destacado
Journal hasta que dejó de publicarse en 1851. del Partido Liberal y miembro de la Iglesia Unitaria. A excepción del
A lo largo de su vida Fowle escribió más de cincuenta libros de tex- hecho de que había estudiado en Brown en lugar de Harvard, era en to-
to sobre diversas materias escolares, incluyendo uno sobre dibujo line- dos los sentidos un miembro de la élite de Boston, educado a la mane-
al (Fowle, 1825) que era la traducción del que había preparado Louis ra antigua (Mann, 1867). Al igual que Mann, la mayoría de los hombres
Benjamín Francoeur en 1822 para las escuelas monitoriales de París. El de clase alta de Boston se preparaban para la universidad en la escuela
libro tuvo bastante éxito, y se hicieron tres ediciones sucesivas. En la in- latina de Boston o en una academia privada. Al igual que Mann, algu-
troducción, Fowle destacaba claramente la diferencia entre el tipo de nos habían cuestionado el valor de esta forma tradicional de educación.
Una historia de la educación del arte 120
121 La reinvención del arte en las escuelas comunes

Cuando Mann aceptó el cargo de secretario del Consejo de Educa-


marcados por una serie de fracasos en sus intentos de abrir escuelas que
ción de Massachusetts en 1837, veía en la escuela común el vínculo que
promovieran los ideales educativos de Rousseau. En su novela Eienhard
mediaba entre él, como miembro de la pequeña minoría privilegiada
und Gertrude (1785/1977) expuso su filosofía educativa a través del
que ostentaba el poder en Boston, y las masas incultas. Pensaba que la
personaje de Gertrudis, una madre pobre que se esfuerza por educar a
escuela, sometida a la autoridad del Estado, era un instrumento para la
sus hijos. Los éxitos de sus prácticas educativas en Burgdorf comenza-
universalización de la ilustración. A menudo se le describe como un
ron a proporcionarle un cierto reconocimiento internacional como
cruzado que trabajaba para crear una nación de ciudadanos cultos y
principal reformador de la educación de principios del siglo x i x .
3
bien educados. Mann viajó por toda Europa junto a su esposa, Mary,
Pestalozzi trató de encontrar métodos de enseñanza que permitie-
para conocer de primera mano los métodos que se empleaban allí para
ran desarrollar el potencial de todos los niños. Convencido, al igual que
implantar la escuela común, unos métodos que diferían bastante de los
Rousseau, de que la naturaleza era la mejor maestra, pensaba que el fun-
medios tradicionales de las escuelas de gramática y latinas. En su opi-
damento de todo aprendizaje humano había de buscarse en las impre-
nión, las escuelas estatales y los métodos avanzados desarrollados por
siones sensibles (Anschauungen) que la mente recibía de la naturaleza.
Pestalozzi y por las escuelas normales prusianas estaban en condiciones
La naturaleza era la fuente de la verdad, y la verdad se obtenía a través
de crear una sociedad culta, moral, piadosa y trabajadora. Mann no en-
de los sentidos. Por otro lado, existe una progresión natural a través de
señó ni desarrolló ningún método de dibujo, pero era un ferviente de-
la cual el proceso de aprendizaje permite que la mente se relacione con
fensor de esta asignatura, tal como veremos más adelante en este capí-
los objetos del mundo. Así, en los primeros estadios el sujeto recibe una
tulo {Massachusetts Board of Education, 1845; Spring, 1986).
serie de impresiones sensibles de carácter vago, desorganizado y confu-
so. Posteriormente es capaz de encontrar orden y claridad en estas im-
presiones. Sobre la base de unas impresiones claras, la mente puede de-
Los orígenes europeos de la pedagogía de la escuela común sarrollar ideas claras y distintas; pero si estas impresiones son confusas,
el conocimiento resultante será deficiente (Pestalozzi, 1801/1898).
JOHANN HEINRICH PESTALOZZI
Habitualmente, la naturaleza se basta para guiar el desarrollo de la
mente, pero para la mayoría de los niños las circunstancias de su naci-
A finales del siglo x v m , Napoleón se convirtió en el máximo man- miento o bien la destrucción y la miseria que afligían Europa como con-
datario de Francia, y poco después el país entró en guerra con el resto de secuencia de las revoluciones y las guerras eliminaban cualquier espe-
Europa. Las guerras napoleónicas dejaron tras de sí una gran cantidad ranza de aprender por medios naturales. La naturaleza precisaba la
de huérfanos. Johann Heinrich Pestalozzi respondió a esta crisis con la ayuda del « a r t e » , con lo que Pestalozzi se refería al « a r t e de enseñar»
creación de una escuela para niños huérfanos en Burgdorf y más tarde (Silber, 1960).
en Yverdun, en Suiza. Durante su juventud, Pestalozzi había leído el
Emilio de Rousseau, cuya influencia fue suficiente para convertir la
educación en la labor de su vida. Los comienzos de su carrera se vieron
LA B A S E DEL MÉTODO DE P E S T A L O Z Z I

3. Spring (1986) cita una entrada del diario de Mann, fechada el 11 de junio de Pestalozzi pensaba que la gente aprendía por medio de los sonidos, tan-
1837, en la que describe un enfrentamiento callejero entre protestantes y católicos to hablados como cantados; por medio del estudio de la forma, que in-
irlandeses. Dicho incidente vino a reforzar su decisión de aceptar la plaza de secretario cluía la medición y el dibujo; y finalmente por medio del estudio de los
para el Consejo de Educación de Massachusetts.
números. En cada una de estas áreas se producía una progresión natu-
Una historia de la educación del arte 122 123 La reinvención del arte en las escuelas comunes

ral desde las meras impresiones sensibles hasta la abstracción. La medi- fue la primera nación que comprometió su futuro al poder de la educa-
ción tenía un papel crucial a la hora de clarificar las impresiones dentro ción. Wilhelm von Humboldt fue nombrado ministro de Educación
de las tres áreas. La medición del sonido nos lleva al estudio del ritmo Pública, y se le encargó la tarea de instaurar un sistema nacional de en-
en la música, mientras que la medición de la forma nos lleva a la geo- señanza. Durante algunos años, Prusia envió a sus mejores estudiantes
metría y al dibujo. M á s adelante compararemos el sistema de dibujo de de pedagogía a Pestalozzi para que aprendieran sus métodos, y a su re-
Pestalozzi con el método natural propuesto por Rousseau una genera- greso éstos abrieron escuelas normales para la formación de profesores.
ción antes. En general, los principios de su sistema se pueden resumir En 1825, los métodos de Pestalozzi habían sido introducidos en el con-
del siguiente modo: junto de Prusia.
Consciente de que el dibujo era una materia que generalmente se
• Agrupar todas las cosas esencialmente relacionadas enseñaba muy mal, Humboldt pidió consejo sobre esta cuestión a la Aca-
• Subordinar todas las cosas inesenciales demia de Berlín. Buscaba un método que ofreciera a los niños « l a prác-
• Ordenar todos los objetos en función de sus semejanzas tica necesaria de las facultades de observación y representación, un
• Reforzar las impresiones sensibles de los objetos importantes ha- conocimiento adecuado de las relaciones, en especial las del cuerpo hu-
ciendo que sean experimentados a través de diversos sentidos mano, la habilidad de trasladar los objetos de la naturaleza directamen-
• Ordenar el conocimiento según grados, de modo que las diferen- te sobre el papel, y por lo tanto la capacidad de emplear el dibujo como
cias que presenten las ideas nuevas sean pequeñas y casi imperceptibles un tipo de lenguaje» (citado en Ashwin, 1981, pág. 5 6 ) . Humboldt la-
• Alcanzar la perfección de lo simple antes de pasar a lo complejo mentaba que estuviera tan extendida la opinión de que el dibujo era un
lujo, ya que pensaba que debía tener un papel en el cultivo de la sensi-
bilidad y el juicio estéticos. El historiador del arte Alois Hirt respondió
LA DIFUSIÓN DE LA P E D A G O G Í A DE P E S T A L O Z Z I EN P R U S I A a las demandas de Humboldt en 1809, y propuso que todos los niños
alemanes siguieran un mismo programa de estudios de dibujo « b a s a d o
Mientras la educación había sido un privilegio y el número de estu- en los principios de Pestalozzi, en forma de ejercicios geométricos y
diantes había sido reducido, la eficacia de los métodos no era un gran prácticas de observación de formas creadas por el hombre, para pasar
problema, pero cuando las clases de alumnos pobres e indisciplinados luego a formas naturales como las plantas y los animales, y terminar con
alcanzaron cifras de hasta sesenta personas, la necesidad de una peda- la forma h u m a n a » (citado en Ashwin, 1981, pág. 56). Ashwin (1981) su-
gogía efectiva se hizo urgente. Pestalozzi se encontró exactamente en giere que Hirt estaba probablemente influido por el A B C der Ans-
estas circunstancias tras las guerras napoleónicas. Se vio forzado a en- chauung (1803) de Pestalozzi, publicado seis años antes.
contrar formas de enseñar que fueran eficientes, baratas, fiables y fáci-
les de aplicar por parte de profesores formados en poco tiempo. A me-
dida que las diversas naciones comenzaron a establecer sistemas de Los inicios de la enseñanza del dibujo en las escuelas públicas
enseñanza pública, se enfrentaron a circunstancias parecidas a las que
se habían encontrado Pestalozzi y sus asociados. Casi todos los métodos para enseñar dibujo a los niños que se desarro-
En 1809, tras su humillante derrota ante Napoleón, Prusia inició la llaron en los primeros años del siglo x i x estaban basados en una serie de
tarea de reconstruir su tejido social. Para alcanzar este objetivo era bá- ejercicios sobre figuras geométricas simples: líneas rectas y curvas, án-
sico el establecimiento de un sistema de enseñanza pública. Al tomar la gulos, formas llanas y sólidas, así como motivos decorativos sencillos.
iniciativa de instaurar escuelas comunes para todas las personas, Prusia La formación se limitaba habitualmente al dibujo de contorno. Los
Una historia de la educación del arte 124 125 La reinvención del arte en las escuelas comunes

ejercicios de sombreado eran mínimos, y la calidad del trabajo de los es- bujo» (1801/1898, págs. 116-119). Éstos eran los elementos más sim-
tudiantes se juzgaba en función de su exactitud y pulcritud. Los ejerci- ples en el vocabulario de las formas visuales.
cios progresaban siguiendo una línea rigurosa que iba de lo simple a lo Al principio Buss no estaba seguro de qué dirección tomar. A pesar
complejo. Se dejaba poco margen para la composición original o para la de que la idea de una pedagogía basada en las impresiones sensibles su-
expresión personal. El manual de dibujo de Fowle que se empleaba en gería que los estudiantes debían comenzar sus estudios a partir de obje-
Boston también estaba basado en la geometría. tos, Pestalozzi propuso, al contrario, que el proceso comenzara con el
estudio de líneas, y que estas líneas se usaran para describir y juzgar los
objetos percibidos. Aunque en la naturaleza percibimos directamente ob-
EL MÉTODO DE DIBUJO DE P E S T A L O Z Z I jetos, Pestalozzi pensaba que este método de dibujo facilitaría el proce-
so perceptivo al llamar la atención sobre las líneas. De esta forma el
Se puede hallar una descripción del primero de estos métodos en el aprendizaje natural se vería facilitado por el arte de la enseñanza. Pes-
tercer capítulo de How Gertrude Teaches Her Children (Pestalozzi, talozzi pensaba que las líneas, las curvas y los ángulos que configuran
1 8 0 1 / 1 8 9 8 ) , donde se relatan los esfuerzos del asistente de Pestaloz- las formas de los objetos podían leerse como un alfabeto de impresio-
zi, Johannes Christoff Buss. Pestalozzi le había encargado la tarea de di- nes sensibles, lo que llamaba el «A B C de la Anschauung». Más adelan-
señar un método sistemático para la enseñanza del dibujo que evitara te resumió este método de dibujo del siguiente modo:
los problemas de los métodos de prueba y error, que habían sido hasta
el momento la única manera de aprender a dibujar. Como preludio a la Se lo debemos presentar al niño del siguiente modo: le enseñamos las
introducción de su nuevo método, Pestalozzi describe las incertidum- propiedades de las líneas rectas, por sí mismas y sin conexión con otras,
bres de los cursos habituales. bajo diversas condiciones y en diferentes direcciones arbitrarias, y le ha-
cemos claramente consciente de los diferentes aspectos que presentan,
sin considerar sus usos futuros. Luego comenzamos a identificar las
El curso habitual de educación artística comienza con unas observacio-
líneas rectas como horizontales, verticales y oblicuas; describimos las lí-
nes inexactas y unas estructuras retorcidas, luego se desmonta y se vuel-
neas oblicuas como líneas que suben o bajan, y luego como líneas que
ve a montar diez veces la misma estructura retorcida hasta que por fin
suben o bajan hacia la derecha o hacia la izquierda. Luego identificamos
madura el sentido de la proporción. Entonces llegamos, por fin, a aque- las diferentes líneas paralelas como líneas paralelas horizontales, vertica-
llo con lo que debíamos haber comenzado, la medición. (Pestalozzi, les u oblicuas; entonces juntamos estas líneas e identificamos los ángulos
1801/1898, págs. 186-187.) principales como rectos, agudos y obtusos. Del mismo modo les enseña-
mos a reconocer y a nombrar los prototipos de todas las formas y medi-
Antes de que se emplearan líneas y figuras geométricas, los alumnos das: el cuadrado que obtenemos al juntar dos ángulos, así como su sub-
aprendían a dibujar copiando otros dibujos. Tal era el método básico división en mitades, cuartos, sextos y así sucesivamente; luego el círculo
que se empleaba en las academias de arte, pero en opinión de Pestaloz- y sus variaciones en formas alargadas, y sus diferentes partes (1801/
zi era un método demasiado lento e impredecible para usarlo con niños. 1898, pág. 191).
Por otro lado, las academias de arte comenzaban con el tema más difí-
cil de todos, la figura humana. Pestalozzi buscaba un método que co- La exposición pasaba entonces a describir la geometría del círculo
menzara con formas sencillas y avanzara gradualmente hacia otras más y sugería tres métodos para que los niños aprendieran a usar estas for-
complejas. A pesar de su falta de conocimientos de dibujo, sugirió que mas, como por ejemplo identificar las diversas proporciones posibles,
« l a s líneas, los ángulos y las curvas eran el fundamento del arte del di- aplicar estas formas a otras tareas, y dibujarlas (1801/1898, pág. 192).
Una historia de la educación del arte 126 127 La reinvención del arte en las escuelas comunes

Su método de dibujo fue publicado en 1803 bajo el título de A B C


der Anschauung, e incluía tres grabados en cobre que ilustraban un mé-
todo para subdividir las líneas y los cuadrados en unidades más peque-
ñas. La primera de estas ilustraciones (véase la figura 4.1) muestra las Figura 4.1. «Líneas
diversas subdivisiones de una línea recta. elementales» (Figura 1),
Se pedía a los estudiantes que estimaran las divisiones de estas lí- de Johann Heinrich
Pestalozzi, A B C der
neas sin la ayuda de reglas. Según Ashwin (1981), el sistema diseñado
Anschauung (H. Gessner,
por Buss no tuvo mucho éxito en el instituto de Pestalozzi. En 1804 Zurich, 1803).
Buss abandonó el círculo de Pestalozzi y su método fue sustituido en
4
1809 por el manual de dibujo de Joseph Schmid.

L A S A P O R T A C I O N E S DE LOS C O L A B O R A D O R E S DE P E S T A L O Z Z I

Según parece, el dibujo encontró otro defensor (probablemente dedi-


cado a su enseñanza) en uno de los colaboradores de Pestalozzi, Her-
mann Krusi. Este trabajó con Pestalozzi entre 1800 y 1817, momento en
que abandonó el instituto a causa de una disputa con Joseph Schmid.
En 1818 publicó una propuesta para una nueva institución educativa
infantil que habría de instalarse en Yverdun, lugar donde se hallaba la
escuela de Pestalozzi. Krusi esbozó un programa educativo basado en
principios pestalozzianos. A pesar de ser bastante breve, su propuesta
ofrece algunas indicaciones acerca de la posición que ocuparía el dibu-
jo en el conjunto del currículo, que se hallaba dividido en tres aparta-
dos: número, forma y lenguaje. La forma, el segundo medio de desarro-
llo según la terminología de Krusi, estaba dividida en «ejercicios sobre
la forma en relación con la verdad. (Geometría)» y «ejercicios sobre la
forma en relación con la belleza. (Dibujo)». El currículo de dibujo con-
sistía en «practicar el dibujo lineal, educar el ojo y la mano, y practicar
la imaginación, de acuerdo con una serie de reglas y buscando resulta- de la geometría y de la óptica». Una tercera sección del programa de di-
dos agradables a la vista». También introducía el estudio de la perspec- bujo estaba dedicada a la imitación de la luz y la sombra, mientras que
tiva « c o m o resultado de la observación» y « c o m o resultado de las leyes una cuarta consistía en «ejercicios progresivos con el dibujo del natu-
ral» (Barnard, 1906, pág. 351).
En la siguiente sección examinaremos un curso de dibujo diseñado
4. Ashwin (1981) ofrece un estudio detallado de al menos tres manuales basados
en principios pestalozzianos, lo que deja bastante claro que tanto Mann como Barnard por el hijo de Krusi, que fue publicado en Estados Unidos en 1872.
se equivocaban al atribuir a Pestalozzi el método de enseñanza de Peter Schmid. Otra exposición del método de dibujo de Pestalozzi, sin embargo, ha-
Una historia de la educación del arte 128 129 La reinvención del arte en las escuelas comunes

bía alcanzado mucho antes esas costas: el Sketch of a Plan and Method [...] Pronto seremos conscientes de los efectos de la luz y la sombra, y na-
of Education de Joseph Neef (1808; Gutek, 1978). Neef abandonó el turalmente trataremos de reproducirlos. Tampoco escaparán a nuestra
instituto de Pestalozzi en 1804 para trasladarse a París, y finalmente observación las leyes de la perspectiva. Tendremos que determinar y
emigró a Filadelfia. A continuación se describen algunas partes de su precisar las dimensiones del cuerpo humano, así como las de otros obje-
tos. Pero esto será suficiente, me parece, para nuestros propósitos ac-
curso de dibujo:
tuales (Neef, 1808/1969, págs. 46-47).

En cumplimiento de los deseos de [los estudiantes], le daré a cada uno


de ellos una buena pizarra y un magnífico lápiz; y a continuación debe- Lo curioso de la propuesta de Neef es que aunque pretende enseñar
remos esforzarnos por superarnos unos a otros en el dibujo de líneas ho- a dibujar a partir de la imitación de la naturaleza, propone al estudian-
rizontales. Pero no nos limitaremos a dibujar líneas muy perfectas y te una serie de ejercicios de geometría ajenos a la naturaleza. El método
horizontales, sino que también intentaremos dividirlas primero en dos de Neef se basaba en la idea pestalozziana de que « l a naturaleza necesi-
partes iguales, luego en cuatro y finalmente en ocho (Neef, 1808/1969, ta la ayuda del arte de la enseñanza», y puesto que Pestalozzi había en-
pág. 44). contrado en Rousseau la idea de basar la educación en la naturaleza,
será interesante ver cómo habría enseñado dibujo el propio Rousseau
Igual que en el A B C der Anschauung, el método de Neef comen- (1761/1976).
zaba con el dibujo de líneas horizontales y pasaba posteriormente a
subdividirlas en unidades más pequeñas. El objetivo de estos ejercicios Llevados por su inagotable afán de imitación, todos los niños intentan
de dibujo era educar las facultades mentales a través de la agudización de dibujar; y yo haría que Emilio cultivara también este arte; no tanto por el
las impresiones sensibles que se consigue con la medición. Neef tam- arte mismo, sino para dar precisión y flexibilidad a su mano [...] De
bién describió un procedimiento llamado dibujo « a l dictado»: modo que tendría buen cuidado de no ponerle ningún profesor de di-
bujo, el cual sólo le ordenaría hacer copias de copias y dibujos de dibu-
jos. Su único maestro sería la naturaleza, y sus únicos modelos las cosas.
Cada uno de nosotros, por turno, deberá expresar y describir lo que ha
Debería tener la cosa real ante los ojos, no su copia sobre papel. Que di-
hecho o construido sobre su pizarra en voz alta y clara, y con precisión.
buje una casa a partir de una casa, un árbol a partir de un árbol, un
Así, cuando la persona que dicta dice, por ejemplo, «dibujo una tercera
hombre a partir de un hombre; de modo que aprenda a observar con
línea horizontal [...]» cada uno de nosotros deberá dibujar una tercera lí-
precisión los objetos y su apariencia, y a no confundir las copias falsas y
nea, y darle dimensiones parecidas (Neef, 1808/1969, pág. 44).
convencionales con la verdad. (Pág. 108.)

Luego concluía diciendo:


Pestalozzi habría estado de acuerdo con Rousseau en que no se de-
bía enseñar dibujo « p o r el arte mismo». Ambos coincidían en que era un
Nuestros maestros de dibujo deben ser la naturaleza, los buenos modelos
instrumento esencial para la educación de las facultades de la mente y
y el sentido común. Pero ni al cultivar este arte ni al realizar ninguna otra
por lo tanto que tenía una relación directa con la tarea pedagógica de
actividad debemos desviarnos de nuestra preciada máxima, o perder de
promover el desarrollo intelectual. No tenía nada que ver con los méto-
vista nuestra regla inmutable. Así, debemos comenzar por lo más senci-
llo, y a partir de eso pasar a lo fácil, y de forma lenta y gradual irnos acer- dos usados para desarrollar la cultura artística, es decir, los métodos de
cando a lo difícil, y de forma todavía más gradual pasar a lo más difícil. la academia. Lo que Rousseau señalaba era lo que no le enseñaría a Emi-
Así, por ejemplo, nuestros primeros esfuerzos se dirigirán hacia los le, al no ponerle maestros de dibujo. Pestalozzi tampoco recomendaba
objetos más simples, como una escalera, una mesa, una silla, una casa profesores de dibujo, sino un método que pudiera ser empleado por un
Una historia de la educación del arte 130 131 La reinvención del arte en las escuelas comunes

profesor normal en una escuela común. Pestalozzi empleaba la geome- A este joven Whitacre [sic] [...] le gustó mucho mi curso de Dibujo In-
tría para enseñar la verdad acerca de la naturaleza, no la naturaleza mis- ventivo y me aconsejó que lo publicara con la ayuda —según sugirió—
ma, y aquí es donde discrepan Pestalozzi y Rousseau. de uno de sus patrones. Si entonces hubiera conocido su sanguíneo tem-
peramento visionario como habría de conocerlo más adelante, no habría
confiado en su proposición. Sin embargo, tuvo el efecto de incitarme a
EL DIBUJO INVENTIVO DE K R U S I
construir un curso cuidadosamente dividido por pasos, que más adelan-
te fue publicado como manual por un librero amigo mío, en cuyo for-
mato supongo que habrá llegado hasta algunas personas interesadas en
Antes hemos visto que Hermann Krusi había propuesto un programa
la educación artística (Pág. 92).
educativo que incluía un método para enseñar dibujo; no está claro si
había desarrollado personalmente el método que describía. Sin embar-
W h i t a k e r contribuyó a preparar el camino para la emigración de
go, en años posteriores el hijo de Krusi sí elaboró un método para ense-
Krusi a Estados Unidos, hecho que se produjo en 1853. Edward A.
ñar dibujo basado en los principios de Pestalozzi. Hermann Krusi hijo
Sheldon, director de la Escuela Normal de Oswego, le invitó a incor-
fue educado por su padre, que era director de una escuela normal en la
porarse al cuerpo docente de la escuela, donde se encargaría de impar-
localidad de Gais, en el cantón de Appenzell, Suiza.
tir las asignaturas de filosofía de la educación, matemáticas y dibujo.
Allí fue un profesor altamente respetado, y se retiró a los setenta años
Durante las largas tardes de invierno y durante las horas de ocio acos- (Dearborn, 1925; Hollis, 1898). 5

tumbraba a emplear mi tiempo en ejercicios literarios, que apelaban a mi


La primera parte del método de dibujo de Krusi se llamaba la serie
sentido de la originalidad y a mis facultades imaginativas. Entonces es-
sintética y estaba prevista para los cursos de primaria. Sólo trataba los
bocé (por primera vez) un curso de Dibujo Inventivo, que sin embargo
contornos de las formas y Krusi la presentaba como « e s p e c i a l m e n t e
modifiqué posteriormente, y reduje aún más a los elementos fundamen-
tales. (Krusi, 1907, pág. 62.) calculada para estimular las capacidades de observación, dar libertad
de movimientos y cultivar el gusto» (Krusi, 1872, Introducción). Una
segunda serie, llamada la serie analítica, estaba pensada para las escue-
Krusi hijo preparó este curso mientras todavía era un joven que
las intermedias y para aquellos que habían alcanzado cierta destreza en
daba clases en la escuela normal de su padre. Tras la muerte de éste, en
la imitación de formas. Aunque estos ejercicios también trataban con
1846, Krusi emigró a Inglaterra, donde enseñó en la Home and Colonial
los contornos de las formas, ponían un mayor énfasis en la proporción
School, una institución privada basada en los principios de Pestalozzi.
y en la precisión de las divisiones. Las partes tercera y cuarta se ocupa-
Fue aquí donde conoció a algunos visitantes americanos, entre los cua-
ban de las leyes de la perspectiva, de los principios del dibujo geomé-
les estaban William Whitaker y el profesor de música de Boston Lowell
trico y del sombreado. En la figura 4.2 se muestran algunos ejemplos de
Masón. El primero trató de convencerle para que preparara un libro de
ejercicios del manual de Krusi.
texto basado en su curso de dibujo inventivo. Como sea que Whitaker
Los alumnos de Oswego se establecieron en diversas partes del
publicó posteriormente en Estados Unidos un manual de estas caracte-
país, con lo que contribuyeron a la difusión del método. A finales de si-
rísticas firmado por él mismo, titulado A Progressive Course in Inventi-
glo esta clase de métodos paso a paso habían influido sobre los cursos
ve Drawing on the Principies of Pestalozzi (Whitaker, 1851, 1853), es
probable que se trate de un plagio de Krusi. Aunque éste nunca le acu-
5. En Sheldon, E. A., A manual of elementary instruction, Nueva York, Charles
só de plagio, sí habla de Whitaker en sus Recollections (1907) y parece
Scribner & Co., 1869, págs. 424-460, se p u e d e encontrar una versión del método de
tener algunas reservas acerca de él:
dibujo inventivo de Krusi.
133 La reinvención del arte en las escuelas comunes

de arte de muchas escuelas normales. Stark (1985), por ejemplo, señala


que había muchas similitudes entre el programa de dibujo del Departa-
mento de Enseñanza Pública de Nueva York en 1896 y los que apare-
cen en los manuales de Krusi.

El impacto del método de dibujo de Pestalozzi en Estados Unidos

El método de dibujo de Pestalozzi se introdujo en Estados Unidos por


diversas vías. El primer contacto y el más directo, tal como vimos, fue a
través de Joseph Neef, que introdujo la pedagogía de Pestalozzi en
1808. Sin embargo, Neef tuvo muy poca influencia sobre la pedagogía
americana. Poco después de emigrar a Filadelfia, se trasladó a un remo-
to asentamiento de la frontera americana —New Harmony, Indiana—
y el aislamiento resultante limitó la difusión de sus ideas. Mucho más
tarde, los graduados de la Escuela Normal de Oswego dieron una am-
plia difusión a los métodos de Krusi, pero éstos representaban un flore-
cimiento tardío de las doctrinas de Pestalozzi, que en la década de 1870
se habían convertido en un procedimiento formal y altamente ritualiza-
do, en el que los profesores hacían preguntas y los estudiantes repetían
como loros una serie de respuestas preestablecidas. Se había perdido el
espíritu innovador que había dado su vitalidad inicial al método educa-
tivo de Pestalozzi.

LOS I N F O R M E S SOBRE LAS ESCUELAS P R U S I A N A S

Después de Neef y antes de Krusi, la influencia de Pestalozzi llegó a Es-


tados Unidos a través de una serie de informes sobre las escuelas pru-
sianas elaborados por personas que viajaban a Europa, como William
dibujo (Figuras 32-37) de
Ejercicios de

Course. Nueva York, D.

Woodbridge, Henry Barnard, Horace Mann y Calvin Stowe. Estos es-


Hermán Krusi, Krusi's

Appleton Co„ 1872.


Drawing Manual for
Teachers, Inventive

critores difundieron sus admirativos informes sobre las escuelas prusia-


nas a través de diversas publicaciones sobre temas educativos. Wood-
bridge, por ejemplo, trabajó como editor de los Annah of Education,
Figura 4.2.

mientras que Mann fue editor fundador del Common School Journal en-
tre 1837 y 1842. Barnard fundó el Connecticut Common School Journal
Una historia de la educación del arte 134 135
La reinvención del arte en las escuelas comunes
y el reputado Barnard's American Journal of Education. Todas estas pu-
blicaciones incluían también traducciones de artículos de autores euro-
peos. Las ideas sobre el dibujo que circulaban en las escuelas continen- Figura 4.3. Grabado en cobre
de un ejercicio de dibujo del
tales se introdujeron de este modo en los debates sobre temas
manual de Peter Schmid, tal
educativos de todo el país.
como apareció en Common
Tales observadores informaban de las prácticas que habían encon- School Journal (1844), Vol. VI,
trado, entre ellas los métodos usados en las escuelas de Prusia. El estu- pág. 354.

dio de Ashwin (1981) sobre los métodos para enseñar dibujo emplea-
dos en la zona europea de habla alemana en el siglo x i x nos ofrece una
descripción detallada de lo que debieron ver Barnard, Mann y Stowe en
sus visitas a Berlín, y lo que vieron no siempre estaba basado en Pesta-
lozzi. Cuando Horace M a n n visitó Berlín en 1843, el método que goza-
ba de mayor aceptación había sido diseñado por Peter Schmid.

El método de dibujo de Peter Schmid

Mann (1844b) escribió un artículo sobre el método de Schmid en el


Common School Journal y reprodujo veinticuatro lecciones de su ma-
nual. La ilustración que aparece en la figura 4.3 formaba parte de ellas.
El mismo artículo ofrecía una biografía de Schmid y explicaba el origen
de su método. Éste se basaba en una serie de cubos y bloques rectan-
el comienzo de su formación; es decir, se enfrentaban al problema de
gulares codificados con una serie de letras para identificar cada bloque.
representar formas tridimensionales en una superficie bidimensional.
Cada una de las lecciones iba acompañada por un grabado que mostra-
El método de Schmid también se apartaba de Pestalozzi por ser un mé-
ba una determinada forma de colocar los bloques. Las instrucciones in-
todo de formación individual. Cada estudiante podía avanzar a su pro-
dicaban al estudiante los pasos que debía seguir para colocarlos igual
pio ritmo, con sólo leer y seguir las instrucciones. El profesor aportaba
que en el grabado. La lección enseñaba a reproducir la imagen a partir
las críticas y el estímulo, pero la formación en sí procedía del manual de
de una serie de puntos que debían marcarse sobre una pizarra o un pa-
Schmid.
pel. Los puntos correspondían a los ángulos de los bloques, mientras
que las letras identificaban el plano concreto del bloque que se estaba Los métodos ideados por los colaboradores de Pestalozzi, en cam-
dibujando. Una vez situados los puntos en su lugar, el estudiante debía bio, estaban pensados para la enseñanza en grupo, tal como vimos en el
ejemplo de Neef. Al parecer, Mann pensaba que el método de Schmid
conectarlos con una serie de líneas finas. De esta forma el alumno apren-
era una versión mejorada del de Pestalozzi, tal como lo demuestra el si-
día a dibujar diversas formas geométricas. Primero aprendía a dibujar
guiente pasaje:
formas geométricas planas, y luego formas con volumen (Mann, 1843).
A diferencia del A B C der Anschauung, que sólo se fijaba en el con-
Pestalozzi y su amigo Joseph Schmidt [sic] contribuyeron mucho a sen-
torno de las formas, los estudiantes trataban con volúmenes casi desde
tar las bases del método, pero fue el profesor Peter Schmidt [sic] el pri-
Una historia de la educación del arte 136 137 La reinvención del arte en las escuelas comunes

mero en perfeccionarlo. Más adelante pudimos verlo en funcionamiento Otro aspecto que me interesó fue el éxito universal y los beneficiosos re-
en uno de los mejores seminarios normales de Prusia, en el que se habían sultados de la introducción del dibujo, el diseño y la música vocal e ins-
adoptado las últimas mejoras introducidas en los diseños de bloques más trumental en las escuelas. Pregunté a todos los profesores con los que
simples. Este método era universalmente aplicado en todas las escuelas tuve ocasión de hablar si no se encontraban a veces con niños particu-
en que los alumnos tenían edad suficiente para comenzar a dibujar del larmente incapaces de aprender a dibujar y a cantar. Sólo me han dado
natural (y los ocho o diez años de edad no es demasiado pronto para co- una respuesta, y es que encontraban la misma diversidad de talentos na-
menzar a hacer dibujos con perspectiva si no se enseñan desde un enfo- turales en relación con estas actividades que en relación con las de leer,
que teórico sino práctico como éste) (Mann, 1844a, pág. 199). escribir y otras ramas de la educación; pero que nunca habían encontra-
do a un niño que fuera capaz de aprender a leer y escribir que no pudie-
ra aprender a cantar bien y a dibujar de forma competente, y eso sin pre-
El Joseph Smith del que habla Mann había desarrollado un método cisar una cantidad de tiempo que pudiera interferir en su progreso en los
de dibujo en el instituto de Pestalozzi, que fue publicado en 1809 (Ash- otros estudios, sino que más bien servía para promoverlo. (Stowe, 1838,
win, 1981), pero no tenía ninguna relación con el método diseñado por pág. 23.)
Peter Schmid, contra lo que había supuesto Mann. Sin embargo, Mann
observó los métodos de Peter en una de las escuelas normales más avan-
zadas de Prusia, conocida por su defensa de los principios de Pestaloz- M A N N , DEFENSOR DE LA I N T R O D U C C I Ó N DEL DIBUJO
zi, lo que sugiere que hacia 1843 se estaban introduciendo innovaciones
en el método. Henry Barnard, que visitó Prusia en 1836, incluyó los mé- En 1844, Mann estaba llevando a cabo un esfuerzo concertado para pro-
todos de Peter Schmid entre las principales ventajas del método de Pes- mocionar la enseñanza del dibujo, con argumentos que resaltaban tan-
talozzi (Barnard, 1906). to sus ventajas prácticas como sus virtudes morales.
Barnard entró en contacto con el método de Peter Schmid antes
que Mann, tal como lo demuestra un pasaje del Connecticut Common Ningún artesano y ningún departamento de trabajo mecánico puede de-
School Journal en el que describe un método que coincide sin duda con jar de beneficiarse de las ventajas de saber dibujar adecuadamente. Los
el de Schmid, aunque no lo identifica por su nombre (Barnard, 1839). ebanistas dedican importantes sumas de dinero a importar diseños para
Barnard observó este método en 1835 en la Royal Realschule de Berlín, nuevos muebles, e incluso los orfebres y los estampadores dependen de
dibujos para introducir mejoras estéticas. Tanto en Europa como en al-
lo que sugiere que Mann estaba en un gran error al suponer que el mé-
gunos lugares de este país hay personas que se ganan la vida exclusiva-
todo podía emplearse para enseñar perspectiva a niños de ocho y diez
mente con diseños de estampados, por los que cobran salarios elevados.
años.
Si se introdujera la asignatura del dibujo en la enseñanza pública, los jó-
venes saldrían de las escuelas parcialmente preparados para trabajar en
las diversas artes mecánicas. (Mann, 1842, págs. 209-210.)
El éxito de la enseñanza artística
En su Séptimo Informe Anual al Consejo de Educación de Massa-
Un tercer escritor que se refirió a la educación Prusiana fue Calvin Sto- chusetts, Mann destacaba la relación del dibujo con la caligrafía:
we, en un informe preparado originalmente para el parlamento de Ohio
en 1838. Más tarde fue publicado en el Common School Journal y en el Nunca había visto caligrafías tan excelentes como las que vi en las es-
Connecticut Common School Journal. El pasaje siguiente procede de cuelas prusianas. No encuentro la manera de poner el suficiente énfa-
esta última publicación. sis en este punto. Ni en Gran Bretaña, ni en Francia ni en nuestro pro-
Una historia de la educación del arte 138 139 La reinvención del arte en las escuelas comunes

pió país he visto ninguna escuela comparable con las suyas en este as- mentarse de forma completa. W y g a n t también se refiere a algunos in-
pecto. Antes dije que todos los niños disponían de una pizarra y un tentos tempranos de introducir la enseñanza del dibujo en las escuelas
lápiz. Aprenden a escribir o a grabar letras, y comienzan a aprender los de Cleveland, donde un tal «profesor J e h u Brainerd comenzó a ayudar
rudimentos del dibujo desde el momento de su ingreso en el colegio o a los profesores en sus clases sin pedir ninguna retribución» (pág. 4 1 ) .
poco después. Esto es lo que explica, en gran medida, su excelente ca- Sus esfuerzos encontraron una buena respuesta, a pesar de lo breves
ligrafía [...] Tal excelencia debe relacionarse en gran medida con la
que fueron.
práctica general de la enseñanza del dibujo, simultánea a la enseñanza
Wygant señala que la enseñanza del dibujo era habitual en los cur-
de la lectura y la escritura. Creo que el niño aprende a dibujar y a es-
sos de primaria de Cincinnati años antes de que encontrara aceptación
cribir antes y con mayor facilidad que si sólo aprendiera a escribir
(1844c, pág. 132). pública en las ciudades de la costa este. El hecho de que la asignatura
también tuviera aceptación en Cleveland nos invita a preguntar qué te-
Aunque Mann no llegó a ver la introducción del dibujo en las es- nían en común estas ciudades del interior que explique esta receptivi-
cuelas de Massachusetts durante el tiempo que fue secretario del Con- dad. Tanto Cincinnati como Cleveland eran centros de una fuerte in-
sejo, sus esfuerzos dieron fruto muchos años más tarde. John Philbrick, migración alemana, especialmente tras la Revolución de 1848. Estos
el segundo decano de las escuelas de Boston, recordaba que « u n o de los nuevos colonos procedían de un entorno en el que la enseñanza del di-
resultados del informe del señor Mann sobre la educación en el extran- bujo era una práctica aceptada. El hecho de que los informes de las es-
jero [el Séptimo Informe Anual] fue que en 1848 el comité escolar de cuelas de Cincinnati estuvieran generosamente salpicados con citas de
Boston introdujo la palabra "Dibujo" en el programa de estudios de las Stowe y Mann elogiando las virtudes de la educación prusiana sugiere
escuelas de gramática». Philbrick señaló también que « l a ignorancia de que la gente de Cincinnati en general era receptiva a la idea de que la
los profesores sobre esta rama era prácticamente total», y que no se enseñanza del dibujo era necesaria.
tomó ninguna medida para enseñarla {Boston School Committee, 1874b, Ciudades como Boston y Filadelfia, en cambio, habían sido funda-
pág. 2 5 6 ) . das hacía doscientos años y poseían tradiciones educativas bien asen-
tadas, basadas en las prácticas educativas inglesas. Prácticas originadas
en el mundo de habla alemana, como la enseñanza del dibujo, debían
L A I N F L U E N C I A D E L A INMIGRACIÓN A L E M A N A superar la oposición de la tradición puritana o la cuáquera, que com-
partían su desconfianza hacia las artes.
Una vía menos directa para la llegada del dibujo a esas costas fue la in-
migración de un gran número de alemanes. W y g a n t (1983) señala que
el dibujo fue introducido en las escuelas de Cincinnati en fecha tan tem- LOS C R U Z A D O S DEL A R T E DE LA ERA P R E B É L I C A
prana como 1842, y que se hablaba de él como « e l útil arte del diseño
en sus diversas aplicaciones, cuya implantación en algunos distritos du- Una última fuente de influencia pestalozziana procedía de un grupo de
rante el último año ha dado importantes señales positivas» (pág. 4 2 ) . En artistas que habían comenzado a afirmarse como un elemento cada vez
1847 el departamento de dibujo de la Escuela Central propuso ofrecer más importante dentro de la cultura americana. Algunos de estos artis-
un programa de estudios de cuatro años. Wygant indica que la Escuela tas trabajaban como profesores de arte o como autores de manuales de
Central sería el equivalente de un instituto de secundaria. Su departa- dibujo que podían ser usados como manuales de autoayuda por el pú-
mento de dibujo consistía en un profesor, William B. Shattuck. Sin em- blico en general. Peter Marzio describe a estas personas como «cruza-
bargo, éste fue apartado de su cargo y el programa nunca llegó a imple - dos del arte» porque su objetivo era desarrollar una forma democráti-
Una historia de la educación del arte 140 141 La reinvención del arte en las escuelas comunes

ca de arte apta para una sociedad democrática. Tanto en sus manuales Los cruzados del arte tomaban muchas de sus ideas de Reynolds y Pes-
de dibujo como en sus enseñanzas sostenían que el dibujo era una ha- talozzi, aunque ambos se contradecían con frecuencia. El naturalismo
bilidad que estaba al alcance de todos aquellos que estuvieran dispues- del educador suizo despreciaba las instrucciones formales y tradiciona-
tos a aplicarse a los ejercicios con un cierto grado de diligencia. Uno de les de la enseñanza inglesa. Su mayor discrepancia se refería al significa-
los manuales más influyentes fue The American Drawing Book, de John do de la belleza. Pestalozzi definía la belleza como una actividad de la
mente; era una función de la percepción o un proceso de perceptualiza-
Gadsby Chapman (1847/1858). El libro comenzaba con la declaración
ción. La belleza no consistía en una serie de preceptos pasivos sobre for-
de que TODO AQUEL QUE PUEDE APRENDER A ESCRIBIR PUEDE APRENDER
mas predeterminadas, sino una herramienta para construir una «visión
A DIBUJAR (véase figura 4.4). Tras estudiar más de ciento veinte manua-
del mundo». (Marzio, 1976, pág. 26.)
les de dibujo publicados entre 1820 y 1860, Marzio observó que esta-
ban basados en dos doctrinas educativas. Una de ellas eran los Dis-
Los cruzados razonaban que un arte democrático necesitaba reglas
courses on Art de Sir Joshua Reynolds, la otra era el método de dibujo
que todo el mundo pudiera comprender, y las encontraban en el «gran
de Pestalozzi.
estilo» de Reynolds, mientras que en Pestalozzi encontraban métodos
prácticos para enseñarlo. A través del método de dibujo de Pestalozzi y
de un aprendizaje de las proporciones basado en la división de formas
geométricas, el estudiante comenzaba a adquirir gradualmente la capa-
cidad de dibujar las formas ideales de Reynolds. Para aprender a dibu-
jar cabezas, por ejemplo, se podían aprovechar los ejercicios que usa-
Figura 4.4. Primera página ban los académicos con sus alumnos principiantes para practicar el
de The American Drawing
dibujo de partes concretas del cuerpo (véase figura 4.5).
Book, de John Gadsby
Chapman (Nueva York, J. S. Muchos de estos artistas trataron de introducir el dibujo directa-
Redfield, 1847/1858). mente en las escuelas comunes, como por ejemplo William Bartholo-
mew, un profesor de arte de la Escuela Secundaria Femenina de Bos-
ton, que publicó una serie de manuales destinados a las escuelas de
Boston. A pesar de los esfuerzos que hicieron por erradicar la idea de que
sólo unas pocas personas con talento podían beneficiarse de las leccio-
nes, su intento de introducir el dibujo en las escuelas públicas no tuvo
éxito. Todavía se veía el dibujo como un lujo reservado a aquellos que
podían pagarse las lecciones, y no como una asignatura que mereciera
un gasto público.

El movimiento en favor del dibujo industrial

La reticencia de los poderes públicos a apoyar el dibujo comenzó a


cambiar en los años posteriores a la Guerra de Secesión. En 1870 la
asignatura del dibujo fue impuesta por ley en Massachusetts, treinta y
Una historia de la educación del arte 142 143 La reinvención del arte en las escuelas comunes

L O S F A C T O R E S E C O N Ó M I C O S QUE PROMOVIERON EL DIBUJO INDUSTRIAL

Los años de la Guerra de Secesión fueron años de recesión económica


Figura 4.5. «The Human para las industrias textiles de Massachusetts, debida a la interrupción de
Head», imagen para ilustrar los suministros de algodón procedentes del Sur. En tiempos de guerra
el dibujo de rostros, de los precios de los productos eran altos, pero los beneficios se veían li-
John Gadsby Chapman, The
mitados por la falta de materias primas. Tras la guerra, la recuperación
American Drawing Book
(Nueva York, J. S. Redfield, de estas industrias se vio obstaculizada por los bajos precios del merca-
1847/1858, pág. 41). do textil y la falta de capital de inversión. Las páginas económicas del
Daily Advertiser y el Evening Transcript de Boston estaban llenas de
anuncios sobre oportunidades de inversión en los ferrocarriles y los te-
rritorios del Oeste, lo que sugiere que estas oportunidades estaban atra-
yendo inversiones que de otro modo podían haber servido para finan-
ciar las industrias locales. Las industrias de Nueva Inglaterra no sólo
competían con las nuevas industrias del interior de Estados Unidos,
sino también con las europeas.
La Exposición de París de 1867 hizo que los estadounidenses toca-
ran de pies en el suelo. Quedó claro que los textiles de Nueva Inglate-
rra no podían competir en absoluto por una cuota del mercado inter-
nacional; de hecho, los artículos europeos estaban compitiendo con
éxito con los productos americanos en nuestros propios mercados do-
siete años después de que Mann instara a sus conciudadanos a conside- mésticos, de modo parecido a como lo hacían los automóviles japoneses
rar los méritos del dibujo para formar parte de la educación pública. en la década de 1980. Algo tenía que hacerse si habían de sobrevivir las
En los años posteriores al Séptimo Informe Anual de Mann, Massa- industrias textiles locales y, al igual que en otras crisis sociales del siglo
chusetts había pasado de una economía agrícola a una floreciente eco- x i x , la solución se buscó en la escuela.
nomía industrial, en la que destacaban las prósperas empresas textiles y
Hacia 1867 la calidad de los textiles británicos había mejorado no-
de zapatos. Sus ciudades más importantes estaban unidas por el ferro-
tablemente en relación con los que se habían visto en la Exposición de
carril, y en 1870 Boston se había convertido en una ciudad de doscien-
Crystal Palace de 1851. Los artículos americanos, en cambio, seguían
tos cincuenta mil habitantes en plena expansión. Aunque los tiempos
estando abajo de todo. Los industriales de Boston estaban ansiosos por
habían cambiado, la educación continuaba siendo vista como un ins-
conocer el secreto del éxito británico.
trumento que podía corregir los defectos de la sociedad (M. Green,
1966; Handlin, 1969). La introducción del dibujo era un intento de fa-
cilitar el acceso de las masas a las ventajas de la Revolución Industrial,
LAS PERSONAS C L A V E DEL MOVIMIENTO
igual como se había hecho en Europa unas cuantas generaciones antes.

La historia de la respuesta americana a esta situación comienza con la


intervención de tres individuos: un rico bostoniano, Charles Callahan
Una historia de la educación del arte 144 145 La reinvención del arte en las escuelas comunes

Perkins; el decano de las escuelas de Boston, John Dudley Philbrick; y La carta del señor Perkins sugiere un cambio radical en nuestra educa-
un maestro de dibujo inglés, Walter Smith. Perkins fue la figura central, ción normal, pero parece ser un cambio absolutamente necesario si que-
ya que supo convencer a sus contemporáneos de Boston sobre la nece- remos ocupar un lugar destacado dentro del movimiento que comienza
sidad de enseñar dibujo en las escuelas. a sentirse por todo el país. Hasta ahora no teníamos ningún método,
nuestros profesores no habían recibido ninguna formación, y ya es hora
de que nos pongamos a trabajar: ¿queremos tener algún plan o lo hare-
mos todo al azar? ¿No será mejor invitar a un profesor mejor que los que
Charles Callahan Perkins tenemos en este país para que abra una escuela donde los profesores
puedan convertirse en alumnos por cierta cantidad de dinero? La tarea
Se puede encontrar una extensa biografía de Perkins en Drawn to Art de formar a nuestro amplio cuerpo de profesores no es pequeña. En al-
6
(1985), de Diana Korzenik. Perkins había vivido mucho tiempo en el gunos aspectos es más dura que la educación de los niños, pero cuando
extranjero, durante el cual tuvo ocasión de familiarizarse con el sistema se haya realizado adecuadamente, su influencia penetrará en todas nues-
educativo que Colé estaba implantando en Gran Bretaña. En 1869 re- tras escuelas. El Estado nos pide que demos formación en dibujo; que
gresó a Boston, y un año más tarde el Comité Escolar de Boston se diri- sea la mejor que pueda permitirse nuestro país. Los Estados Unidos es-
gió a él cuando buscaba consejo sobre la enseñanza del dibujo. A con- tán aprendiendo un nuevo lenguaje, y debemos aprenderlo bien, co-
tinuación se ofrece un fragmento de su respuesta: menzando por nuestras escuelas primarias (Boston School Committee,
1871, pág. 328).
Me siento muy halagado por su petición de que ofrezca mi opinión acer-
ca del mejor modo de mejorar la eficiencia de la educación en las escue-
las públicas [...] Enseñar a los niños a dibujar es igual de fácil que ense- John Dudley Philbrick
ñarles a escribir, en la medida en que se les enseñe del modo adecuado,
siguiendo un método cuya excelencia esté absolutamente contrastada
En 1856 Philbrick se convirtió en el segundo decano de las escuelas de
[...] El primer objetivo, entonces, es que los profesores aprendan de un
Boston, cargo que conservaría durante 18 años (Clarke, 1892; Dunton,
maestro con una formación intachable, de modo que el aprendizaje de
1888). En 1874 hizo un repaso a la historia del dibujo en su informe
su método les haga capaces a su vez de enseñar a través de él. Natural-
anual para el comité escolar (Boston School Committee, 1874a). Señaló
mente preguntaréis dónde se puede encontrar una persona así, y mi res-
puesta a esta pregunta es que entre los graduados de la Escuela Normal que había adquirido, a sus expensas, un conjunto de modelos y copias
de South Kensington (Boston School Committee, 1871, págs. 323-327). procedentes de Inglaterra para la enseñanza del dibujo. Posteriormen-
te contrató a William Bartholomew, maestro de dibujo de la Escuela Se-
Perkins se había tomado también la libertad de escribir a Henry cundaria Femenina, para que ocupara el cargo de profesor especial de
Colé, decano de South Kensington, para que se informara sobre los nive- dibujo en la escuela primaria y en la de gramática. Las «Tablas y piza-
les salariales y pidiera consejo sobre posibles candidatos. Según Perkins, rras de dibujo de Boston» fueron diseñadas por Bartholomew para sus
se podía conseguir un maestro de dibujo adecuado por quinientas libras. clases de primaria. En 1867, Philbrick instó a Bartholomew a preparar
El informe del comité sobre el dibujo continuaba del siguiente modo: una serie de manuales de dibujo para las escuelas de gramática. Phil-
brick pretendía haber tomado estas iniciativas «simplemente porque en
aquel momento no existía la más mínima infraestructura para la ense-
6. También se pueden encontrar biografías de Perkins en el Dictionary of American
ñanza del dibujo en las escuelas primarias, que es donde habían de po-
biography (12, págs. 464-465), y en Clarke (1892), págs. xxxviii-xli. Véase también
Justin Winsor, Memorial history of Boston (Boston, J. R. Osgood & Co., 1880). nerse los fundamentos» {Boston School Committee, 1874b, pág. 257).
Una historia de la educación del arte 146 147 La reinvención del arte en las escuelas comunes

En 1868 Boston ya contaba con un programa progresivo de dibujo supervisor de educación artística del estado de Massachusetts. Además
que comenzaba en los cursos de primaria con las pizarras y las tablas, de ejercer estos cargos, Smith fue el fundador y el primer director de la
continuaba en los cursos de la escuela de gramática y terminaba en las Escuela de Arte Normal de Boston, actualmente la Facultad de Arte de
escuelas superiores y las normales con las clases de profesores especia- Massachusetts. Desde estas tres posiciones, Smith influyó profunda-
les de dibujo. mente sobre la enseñanza de lo que llamaba el «dibujo industrial». No
Por más que hubiera un sistema, había muy pocos profesores pre- sólo desarrolló un método para la enseñanza del dibujo, sino también
parados para dar clases de dibujo, si es que había alguno. Philbrick des- para el reciclaje de profesores de dibujo. También estableció el primer
cribió la situación del siguiente modo: « C o m o la ignorancia de los pro- programa del país para la formación de profesores para escuelas profe-
fesores sobre esta materia era prácticamente absoluta, y no se había sionales de arte.
tomado ninguna medida para facilitar su enseñanza, sea en forma de un Cuando en 1885 apareció el primer volumen del monumental estu-
programa, libros de texto o profesores especiales, la iniciativa no tuvo dio de Isaac Edwards Clarke Art and Industry, Smith ya había regresa-
prácticamente ningún resultado» (Boston School Committee, 1874b, do a su Inglaterra natal, derrotado. Aunque probablemente no fuera
pág. 256). A instancias de Philbrick, el Comité Escolar de Boston nom- ésa la intención de Clarke, su libro fue durante muchos años la princi-
bró un comité permanente para el dibujo encargado de coordinar la en- pal obra empleada por los estudiosos para valorar el trabajo de Smith.
señanza. Su formación también pretendía anticiparse a la inminente le- Art and Industry fue el resultado de una resolución del Senado de Esta-
gislación que haría obligatoria la enseñanza del dibujo. En su primer dos Unidos por la que se pedía al secretario de Interior que elaborara
informe, el comité señaló que « e n todos los niveles de nuestras escuelas « u n informe que contuviera toda la información a su alcance sobre el
públicas, el dibujo exhibe los más pobres resultados» [Boston School desarrollo de la enseñanza del dibujo orientado a la industria o a las be-
Committee, 1871, pág. 323). El informe de 1870 del comité del dibujo llas artes» (CongressionalRecord, 1880, pág. 647). En la época en que se
terminaba con dos resoluciones del Comité Escolar en conjunto. Una emitió la resolución, Clarke trabajaba en la Oficina de Educación de
era abrir escuelas nocturnas de dibujo para los artesanos; la otra era lle- Estados Unidos y fue el encargado de recabar los documentos, compi-
var adelante la contratación de un profesor de arte normal procedente lar los datos estadísticos y redactar el informe. Su propósito era infor-
de South Kensington. mar sobre la enseñanza artística en todo el país. En opinión de Clarke
el trabajo de Smith en Massachusetts era ejemplar, y los apéndices del
volumen contienen varios centenares de páginas de documentos relati-
Walter Smith vos a Smith y al proyecto de Massachusetts.
En 1966, Harry Green se refería a Smith como «el hombre olvida-
La tercera persona clave en la historia del dibujo industrial fue un d o » en un artículo basado en su propia tesis doctoral de 1948; los datos
maestro de dibujo profesional llamado Walter Smith. Antes vimos que biográficos sobre Smith se limitaban en aquel momento al panegírico
Perkins había preguntado a Henry Colé acerca de la posibilidad de en- conmemorativo que escribió Clarke en el prefacio del volumen 2 de Art
7
contrar un maestro de arte que pudiera traer a Boston un conocimien- and Industry. La obra de Diana Korzenik Drawn to Art (1985), basada
to de primera mano de los 'métodos de enseñanza artística británica.
Colé por su parte recomendó a Smith, y en el verano de 1871 tuvo lu-
7. La información biográfica sobre Smith se vio ampliada por el estudio de
gar una entrevista y éste aceptó el trabajo. En otoño del mismo año Korzenik (1985) sobre la primera etapa de la vida y el trabajo de Smith en Inglaterra,
Smith emigró a Estados Unidos para convertirse en el primer supervi- antes de su inmigración en los Estados Unidos. Green (1948, 1966) ofrece un estudio
sor de arte de Boston. Al mismo tiempo desempeñó el cargo de primer detallado de las controversias en las que se vio implicado Smith desde 1879 hasta que
Una historia de la educación del arte 148 149 La reinvención del arte en las escuelas comunes

en los archivos familiares de los descendientes de Smith y que estudia low, que producían brocados, encajes y alfombras. La petición también
t a m b i é n los comienzos de la carrera de Smith en Inglaterra, ha sacado a iba firmada por él.
la luz nuevos datos. Más adelante en este capítulo se ofrecerá la historia Bolin (1986) realizó un estudio sobre las relaciones que existían en-
completa de los logros de Smith. tre los catorce signatarios. Descubrió que la mayoría de ellos estaban
vinculados a la industria textil, que la mayoría se habían graduado en la
Universidad de Harvard, que su afiliación religiosa predominante era
L A S I N N O V A C I O N E S LEGISLATIVAS PREVIAS A LA L E Y DEL D I B U J O unitarista, y que políticamente eran defensores de los viejos ideales li-
berales. A u n q u e el Partido Liberal había dejado de ser activo desde la
El 34° Informe Anual del Consejo de Educación del Estado de Massa- década de 1850, estos hombres apoyaban la idea de un gobierno central
chusetts (1871) ofrece la exposición pública más completa de las cir- fuerte y activo en la implantación de políticas comerciales que prote-
cunstancias de fondo que llevaron a la Ley del Dibujo de 1870. El in- gieran las industrias americanas frente a la competencia internacional.
forme, preparado por Joseph White, secretario del Comité, señala que Erastus Bigelow, por ejemplo, era un activo panfletista en favor de la
un g r u p o de catorce ciudadanos distinguidos, la mayoría del área de imposición de aranceles protectores para la industria textil (Bigelow,
Boston, elevaron una petición al Parlamento en demanda de una ley 1877). Puede decirse pues que representaban en todos los sentidos la
que hiciera obligatoria la enseñanza del dibujo a los hombres, las muje- estructura del poder industrial en Massachusetts y Nueva Inglaterra.
res y los niños de todas las comunidades del estado cuya población ex- El 34° Informe Anual del Consejo de Educación de Massachusetts
cediera las cinco mil personas. El informe también señala que los insti- (1871) incorporaba el texto en el que reclamaban que la enseñanza del
gadores del proceso fueron probablemente Francis Cabot Lowell hijo, dibujo se hiciera accesible de forma gratuita en todo el estado, en los si-
y E d w a r d Everett Hale. guientes términos:
Lowell y Hale eran algo más que ciudadanos con vocación pública.
Ambos estaban íntimamente relacionados con la industria textil. Lowell A la Honorable Corte General del Estado de Massachusetts.
era descendiente del primer Francis Cabot Lowell, que reinventó el te- Sus peticionarios respetuosamente expresan que todas las ramas de
lar mecánico en Estados Unidos, basándose en los esquemáticos dibujos la industria a las que se dedican los ciudadanos de Massachusetts re-
de esta clase de máquinas que había visto en Inglaterra. Hale era un des- quieren, en razón de los detalles de los procesos asociados a ellas, cierto
tacado pastor unitarista, hijo de Nathan Hale, director y editor del Bos- conocimiento del dibujo y de otras artes del diseño por parte de obreros
competentes.
ton Daily Advertiser. Hale también era un escritor popular, cuya novela
En el momento presente no se ha tomado ninguna resolución gene-
más recordada en la actualidad es The Man Without a Country.
ral dirigida a la enseñanza del dibujo en las escuelas públicas.
El padre de Hale era amigo del doctor Jacob Bigelow (Holloway,
En consecuencia, nuestras industrias compiten en desventaja frente
1956), otro de los firmantes de la petición. El hijo de Bigelow, Erastus
a las industrias europeas, pues en todos los países industriales de Euro-
Brigham Bigelow, era el fundador y el propietario de las fábricas Bige-
pa se ha destinado una gran cantidad de fondos a enseñar dibujo a los
trabajadores de todas las clases. En la actualidad, prácticamente todos
nuestros mejores dibujantes se han formado en el extranjero.
fue destituido en 1881 y 1882. Green, que tiende a atribuir los problemas de Smith a
Durante los últimos diez años, en Inglaterra se han realizado impor-
su personalidad, se basa en las noticias periodísticas del Daily Advertiser de Boston.
Mis lecturas del Evening Transcript de Boston me hacen pensar que estaba bajo la
tantes incrementos en las inversiones, que ya antes eran muy generosas,
influencia de un fuerte sentimiento antibritánico. Véase el editorial del 24 de febrero para ofrecer a los obreros una formación pública gratuita en dibujo. Sus
de 1881 titulado « A n Unamerican System». peticionarios están convencidos de que a la edad de diciséis años tanto
Una historia de la educación del arte 150 151 La reinvención del arte en las escuelas comunes

los niños como las niñas poseen una gran competencia en dibujo indus- do en la resolución pretende abarcar todas aquellas disciplinas aplica-
trial y otras artes del diseño. bles a las artes productivas o industriales» (pág. 164). La circular solici-
También estamos convencidos de que tanto los hombres como las taba información acerca de las ventajas « q u e se podrían esperar como
mujeres que han participado durante un largo período en los procesos resultado de este tipo de formación en dibujo mecánico o industrial,
industriales aprenden de forma rápida y gustosa buena parte de las artes [...] el curso y los métodos de enseñanza adecuados para las materias en
del diseño, que les serán de gran ayuda en su trabajo.
cuestión, [...] los modelos, moldes, patrones y otros materiales que de-
Por estos motivos pedimos al Consejo de Educación que presente a
berían adquirirse, [...] la forma de organizar y supervisar las escuelas de
la próxima corte general un plan concreto y detallado para la introduc-
dibujo propuestas, [...] y los mejores medios para promover el interés
ción de escuelas o programas de dibujo gratuitos y dirigidos a todos los
de la gente en la educación artística» (págs. 164-165).
hombres, mujeres y niños, en todas las ciudades del Estado que tengan
más de cinco mil habitantes. La circular suscitó numerosas respuestas de personajes tan destaca-
Y sus peticionarios no cesarán de rogar. dos como C. O. Thompson, director de la Escuela Técnica de Worces-
ter; William Ware, profesor de arquitectura del Instituto de Tecnología
Jacob Bigelow John Amory Lowell de Massachusetts; el profesor Louis Bail de la Escuela Científica Shef-
J. Thos. Stevenson E. B. Bigelow field, en la Universidad de Yale; y William Bartholomew, profesor de di-
William A. Burke Francis C. Lowell bujo en Boston. Tal vez el testimonio más notable fuera el de Henry Bar-
James Lawrence John H. Clifford nard, recientemente retirado de su cargo de Comisario de Educación de
Edw. E. Hale Wm. Gray
los Estados Unidos. Estas cartas fueron publicadas en el apéndice del in-
Theodore Lyman F. H. Peabody
forme anual del secretario del Consejo de Educación Joseph White.
Jordán, Marsh & Co. A. A. Lawrence & Co.
El comité de investigación mantuvo entrevistas con Edward Everett
Hale y Francis Lowell el 9 de marzo de 1870, y en su informe al Parla-
Boston, Junio, 1869 (págs. 163-164).
mento recomendó « u n a resolución que implantara la enseñanza de di-
bujo en todas las escuelas públicas del estado». El 16 de mayo de 1870,
El 12 de junio de 1869, el Parlamento, claramente impresionado el parlamento aprobó la primera ley del país que convertía en obligato-
por el estatus de los firmantes, aprobó una resolución por la que orde- ria la enseñanza del dibujo. A continuación se ofrece el texto de la ley:
naba al Consejo de Educación del estado que considerara la viabilidad
de «tomar medidas legales para proporcionar una formación gratuita Una Ley relativa a la enseñanza gratuita del dibujo. Sea aplicada [...] en
en dibujo mecánico a hombres, mujeres y niños, sea en las escuelas exis- los siguientes términos:
tentes o en otras que se pudieran establecer con tal propósito» (pág. 163), Sección 1. La primera sección del capítulo 38 de los Estatutos Ge-
con instrucciones de que entregara al Parlamento un informe con un nerales queda por la presente modificada para que incluya el dibujo en-
tre las ramas de la enseñanza que según dicha sección deben enseñarse
plan concreto en la siguiente sesión. Al recibir la resolución, el Consejo
en las escuelas públicas.
organizó un comité de investigación integrado por John Philbrick, D.
Sección 2. Todas las ciudades o pueblos tienen derecho, y todas las
H. Masón, G. G. H u b b a r d y Joseph White.
ciudades y pueblos con más de diez mil habitantes están obligadas, a
El 27 de diciembre de 1869, dicho comité de investigación emitió destinar fondos anualmente para proporcionar formación gratuita en di-
una circular en la que solicitaba la opinión de todos aquellos que estu- bujo industrial y mecánico a todas las personas de más de quince años de
vieran familiarizados con las industrias mecánicas. El texto de la circu- edad, sea en clases diurnas o nocturnas, y bajo la dirección del comité es-
lar declaraba: « S e presume que el término "dibujo mecánico" emplea- colar.
Una historia de la educación del arte 152 153 La reinvención del arte en las escuelas comunes

Sección 3. Esta ley será efectiva desde el momento de su aprobación términos significaban la clase de dibujo técnico que se realiza con la
[Aprobada el 16 de mayo de 1870] (Massachusetts Board of Education, ayuda de instrumentos. Para otros significaban el dibujo a mano alzada
1871, pág. 134). con el que se realizan los diseños o motivos decorativos de los artículos
manufacturados. Incluso el comité de White, que había recomendado
La ley del dibujo no llegó a satisfacer los deseos de los peticionarios, la ley, no estaba seguro de su significado exacto. En la circular de di-
ya que se aplicaba únicamente a poblaciones de diez mil habitantes en ciembre de 1869 se presumía que el término dibujo mecánico pretendía
lugar de los cinco mil solicitados. No contenía disposiciones para facili- « a b a r c a r todas aquellas disciplinas aplicables a las artes productivas o
tar o reforzar la aplicación de la legislación. Tampoco destinaba fondos industriales» (Massachusetts Board of Education, 1871, pág. 164).
a la contratación de profesores de dibujo o a la adquisición de manua- Así las cosas, en 1872 Smith dio doce conferencias ante el Instituto
les, moldes, pizarras y otros materiales; un año más tarde, sin embargo, Lowell para definir el dibujo industrial y concretarlo en un programa
se destinaron fondos para la creación de una plaza de supervisor estatal de formación. M á s adelante en el mismo año dichas conferencias apa-
de dibujo. recieron en forma de libro bajo el título de Art Education Sholastic and
Joseph W h i t e se sintió evidentemente satisfecho por la extraordina- Industrial (Smith, 1872a). Iba dedicado a John Armory Lowell, primer
ria respuesta que encontró esta legislación en todo el estado. Aunque se administrador del Instituto Lowell y uno de los signatarios de la peti-
quejaba de que las clases estaban masificadas y de que faltaban profe- ción de 1869. Smith describía el dibujo industrial en los siguientes tér-
sores cualificados, tendía a minimizar estos problemas. También pudo minos:
informar de que la respuesta del público era extremadamente favora-
ble. Las clases nocturnas de dibujo estaban al completo en todo el esta- La clase de dibujo que el estado de Massachusetts requiere que se haga
do, dada la gran cantidad de trabajadores que intentaban mejorar sus accesible a sus ciudadanos se llama «dibujo industrial»; y es sabio por su
cualificaciones [Massachusetts Board of Education, 1871). parte llamarlo así, porque en ello reside la justificación de la interven-
Evidentemente, la Ley del Dibujo tocó una cuerda sensible en un ción pública en la materia.
estado en el que veintitrés ciudades y pueblos estaban obligados a pro- Según entiendo, se emplea esta descripción para distinguirlo de las
porcionar formación gratuita en dibujo. En la introducción de Drawn ramas más decorativas o profesionales del arte, a las cuales las personas
se dedican más bien por entretenimiento o gratificación, o bien como
to Art, Korzenik explica que en las últimas décadas del siglo los ameri-
profesión lucrativa, pero que no constituyen un elemento importante
canos se sentían como un pueblo sin arte, y que sin embargo sentían
dentro del comercio o ¡a industria (1872a, pág. 42).
« u n a pasión por aprender a dibujar. Esta actividad absorbió en exclusi-
va toda la intensidad de su sueño, capturó y comprimió las necesidades
Hacia el final de su actividad pública en Boston, Smith se esforzó
y los deseos de toda una cultura» (1985, pág. 2 ) .
por enfatizar el grado en que el dibujo constituye una disciplina inte-
lectual:

LA DEFINICIÓN DEL DIBUJO INDUSTRIAL S E G Ú N SMITH


La verdadera función del dibujo en el marco de la educación general
consiste en desarrollar la fidelidad de la percepción y ejercitar la imagi-
En el momento en que Walter Smith asumió sus funciones en Boston, nación, lo cual tiende a despertar el amor por el orden y a alimentar la
había escaso acuerdo acerca del tipo de dibujo que correspondía a la originalidad.
definición de «dibujo industrial». La propia legislación especificaba Desde el punto de vista educativo el dibujo debería ser visto como
que se trataba de «dibujo industrial o mecánico». Para algunos, estos un vehículo para el estudio de otras materias, como la geografía, la bis-
Una historia de la educación del arte 154 155 La reinvención del arte en las escuelas comunes

toria, la mecánica y el diseño. En general, la educación debe ser vista En opinión de Smith, el término industrial no debía identificarse de
como una herramienta útil, no como un elemento decorativo. forma reductora con el trabajo en las fábricas. Antes bien, estaba rela-
La práctica del dibujo es necesaria para que el trabajo industrial se cionado con la virtud de la laboriosidad. El dibujo ordinario se conver-
realice con gusto y destreza, y es por lo tanto un aspecto de la educación tía en industrial cuando el énfasis pasaba a la ciencia, interpretada en el
que sirve tanto para el desarrollo de la capacidad de disfrutar de lo bello sentido de «fidelidad de la percepción», claridad y precisión.
como para llevar una vida práctica provechosa.
Por otro lado, el dibujo industrial no era ciego a la belleza. En los
El buen arte industrial incluye un elemento científico además del ar-
escritos de Smith lo bello era un término referido al arte de la antigüe-
tístico: la ciencia garantiza la necesaria calidad y duración de la manu-
dad clásica, y en la práctica educativa el alumno entraba en contacto
factura, el arte se encarga de las cualidades de la belleza y el atractivo.
con la belleza a través de moldes, o más frecuentemente de ilustracio-
Así pues, el estudio de las artes prácticas a través del dibujo debería
abarcar tanto la exactitud de la ciencia, a través del uso de instrumentos nes (Smith, 1872b). Copiar estas formas ayudaba a desarrollar la fa-
en disciplinas como el diseño y el dibujo geométrico, como el conoci- cultad del buen gusto. Otro rasgo que hacía que su dibujo fuera in-
miento de lo bello y la habilidad manual en la expresión, a partir del di- dustrial era que se trataba de dibujo de contorno. La figura 4.6
bujo a mano alzada basado en obras maestras históricas y en cualesquie- muestra una de las ilustraciones que Smith proponía a los alumnos
ra formas naturales (Citado en Clarke, 1885, pág. 264).

En 1881, Smith reiteró la importancia del dibujo para la educación


en una conferencia que dio en la Escuela Secundaria Femenina dirigida
a profesores de escuelas de gramática. En esta ocasión caracteriza el di-
bujo como una disciplina relacionada con los procesos mentales:
Figura 4.6. Ilustración
(Lámina 184) de Walter
Lo que intentamos conseguir en nuestras lecciones es que los niños Smith, The Standard
aprendan a dibujar, no a hacer dibujos; y espero que comprendan el sen- Book of Graphic
Reproductions and
tido de la distinción. Y la principal razón por la que deben dibujar es
Designs (Boston, James
que el proceso de dibujar revela la ignorancia; es una crítica que lleva-
Osgood & Co., 1872).
mos a cabo nosotros mismos sobre nuestras percepciones, y nos propor-
ciona una evidencia física acerca de si pensamos de forma correcta o no,
o incluso si no pensamos en absoluto. La razón es que un dibujo malo o
incorrecto no es nunca un accidente; es un incómodo y fiel espejo de
nuestros pensamientos, que refleja el estadio en que se encuentra nues-
tro desarrollo mental y el grado de civilización al que hemos llegado. Las
pinturas, sean buenas o malas, no se hacen nunca de forma involuntaria;
existieron en la mente con toda su belleza y deformidad antes de que pa-
saran a través de los nervios y los dedos hasta el papel o la tela. Lo mis-
mo sucede con los dibujos; si un niño dibuja con un estilo diabólico, no
debemos preocuparnos tanto por modificar el dibujo de su cuaderno
como por cambiar el proceso mental que tiene lugar en su cabeza (Cita-
do en Clarke, 1885, págs. 564-565).
Una historia de la educación del arte 156 157 La reinvención del arte en las escuelas comunes

avanzados que habían completado los ejercicios formales de su pro- Antes de la llegada de Smith, el comité del dibujo había decidido
grama de dibujo. que la enseñanza del dibujo debía correr a cargo de los profesores ordi-
narios, como todas las asignaturas ordinarias. Esta política se justifica-
ba a partir del coste excesivo que representaría contratar a profesores
LA C O N C E P C I Ó N DE SMITH DE LA E D U C A C I Ó N ARTÍSTICA especiales de dibujo, por no hablar de su escasez; a partir de las prácti-
cas de otros países, y a partir del éxito que había tenido la introducción
El proyecto de educación artística de Smith abarcaba todos los niveles, de la música una generación antes. En el siguiente pasaje Smith expre-
desde los cursos de primaria hasta los de secundaria. E iba más allá de sa un punto de vista parecido:
las escuelas públicas y las escuelas nocturnas de dibujo, ya que se preo-
¿Quién debe ser el encargado de enseñar dibujo en las escuelas públi-
cupaba por mejorar el gusto artístico público.
cas? [...] Sólo puede darse una respuesta a esta pregunta, y es la siguien-
te: no se puede enseñar el dibujo como una materia especial, del mismo
Debemos educar a tres sectores de la población: los niños, los adultos que modo que no se enseñan la escritura o la aritmética como materias sepa-
se dedican a la artesanía, y el público en general que no entra en ninguna radas; son los profesores generales mismos los que deben aprender y en-
de las dos divisiones anteriores. A continuación describiré brevemente señar los rudimentos del dibujo a los niños, igual como les enseñan las
cómo se han alcanzado estos objetivos en la mayoría de los estados euro- demás materias. Sólo podremos enseñar a dibujar a todos los niños si te-
peos. En el caso de los niños, los rudimentos del dibujo forman parte de nemos a un profesor de dibujo en todas y cada una de las clases de todas
la educación general en la mayoría de las escuelas públicas; en el caso de las escuelas del país; y esto sólo se puede conseguir haciendo que los
los artesanos adultos, se han establecido escuelas y clases nocturnas en profesores generales incluyan el dibujo entre las materias que imparten
casi todas las ciudades y poblaciones importantes; y en el caso del públi- (1872a, págs. 44-45).
co en general, se están generalizando los museos, las galerías de arte y los
ciclos de conferencias públicos sobre temas relacionados con el arte. Pue-
Smith desarrolló un programa educativo escalonado que comenza-
de haber importantes diferencias de opinión en relación con el valor
ba en los cursos de primaria, continuaba a lo largo de los cursos de la
comparativo de estas diferentes medidas; pero hay un punto sobre el que
escuela de gramática, y culminaba en los institutos de secundaria. A lo
existe un acuerdo general, a saber, que para que sea posible una educa-
largo de 1872, introdujo clases de dibujo a mano alzada, de modelo y de
ción artística nacional, ésta debe comenzar en las escuelas públicas con
los niños [...] Abrir escuelas de arte y galerías de arte antes de que la co- memoria en los cursos de primaria.
munidad aprendiera a dibujar era como abrir una universidad antes de En las clases de dibujo de contorno, el profesor realizaba un dibujo
que la gente conociera el alfabeto; pero instaurar ambas instituciones en previamente establecido en la pizarra delante de los niños. Los primeros
conjunción con, o como continuación de, la enseñanza del dibujo en las dibujos consistían en líneas verticales, oblicuas y horizontales en diversas
escuelas públicas constituía algo parecido a una secuencia lógica, un or- combinaciones, como ángulos, cuadrados y triángulos. Los alumnos más
den racional que sigue una progresión sin rupturas: del brote a la rama, y jóvenes reproducían estos dibujos en sus pizarras, y cada semana debían
de la rama a la flor, en un proceso natural de crecimiento educativo. dedicar cuatro sesiones de treinta minutos al dibujo. En la figura 4.7 se
muestra un ejemplo de un típico ejercicio de dibujo a mano alzada.
Smith se planteaba dos objetivos principales: crear un plan de ense- Entre los alumnos de los cursos superiores de primaria se introdu-
ñanza de dibujo que fuera específicamente industrial, y formar a los cía el dibujo de modelo. Los modelos a dibujar consistían en objetos
profesores ordinarios para que lo pudieran enseñar como parte de su con todos sus lados iguales, como un cilindro, un cono o un vaso sin
trabajo escolar ordinario, sin necesidad de instructores especiales. asa. Como todos estos objetos iniciales eran simétricos, el profesor po-
Una historia de la educación del arte 158

Figura 4.7. Ejercicio de


«Dibujo a mano alzada»
tomado de Walter Smith,
The Teacher's Companion
to the American Drawing-
Slates (Boston, James
Osgood & Co., 1872,
pág. 26).

día emplear una línea central al dibujarlos. Al igual que en las clases de
dibujo a mano alzada que describíamos antes, el profesor iniciaba la cla-
se dibujando el modelo en la pizarra. En Art Education Scholastic and
Industrial (1872a), Smith explicaba cómo se enseñaba dibujo de mode-
los en la Cooper Union (véase la figura 4.8). En los cursos de primaria
también se introducía el dibujo de memoria. En este ejercicio los niños
reproducían de memoria algún objeto que ya habían dibujado anterior-
mente. « L a piedra angular de todo nuestro entramado era el uso de la
pizarra», la cual « e s a la enseñanza lo que el vapor es al transporte» (ci-
tado en Clarke, 1885, pág. 558).
También se usaban tarjetas de dibujo para complementar las de-
mostraciones hechas por el profesor. Tales tarjetas contenían copias de
Una historia de la educación del arte 160 161 La reinvención del arte en las escuelas comunes

las demostraciones que se habían hecho en la pizarra, impresas sobre dibujo le elogió por su «concienzudo trabajo de dirección» (Boston
tarjetas de 3" X 5" en líneas blancas sobre fondo negro, simulando una School Committee, 1874a, pág. 209). En 1874, Perkins, presidente del
pizarra. Cada niño recibía un pequeño paquete que contenía un juego comité del dibujo, terminó su informe expresando el deseo de que las es-
de doce tarjetas. cuelas siguieran contando durante mucho tiempo con los servicios de
El programa de las escuelas de gramática estaba construido sobre los Smith (Boston School Committee, 1874c), y en 1878 Perkins dijo que «te-
fundamentos establecidos en los cursos de primaria. De nuevo se ejerci- nemos razones para estar agradecidos a nuestro competente director, el
taba el dibujo de modelo, pero esta vez con ejercicios más complejos que señor Walter Smith, el cual, gracias a su amplio conocimiento de las vir-
introducían las reglas elementales de la perspectiva. Para introducir a tudes y los defectos de los sistemas extranjeros, ha organizado y confi-
los alumnos en los problemas de la composición, se les presentaba una gurado [el programa de dibujo de Boston] para que se adapte a nuestras
determinada combinación de objetos, como en una naturaleza muerta. peculiares circunstancias» (Boston School Committee, 1878, pág. 6).
Las primeras clases de arte de reciclaje para profesores tuvieron lugar Sin embargo, el entusiasmo ante los esfuerzos de Smith estaba lejos
en la Escuela Primaria Appleton, en cuyos pisos superiores se había esta- de ser unánime. Había personas que seguían pensando que el dibujo no
blecido una escuela de dibujo provisional. Allí se reunió una colección de tenía lugar en las escuelas, con independencia del método que se em-
moldes (algunos de ellos donados por Perkins). Smith procedió entonces a pleara para enseñarlo. Otros consideraban que el método mismo era
formar un pequeño cuerpo de profesores integrado por instructores espe- deficiente, por falta de orientación artística. La principal protesta inter-
ciales de dibujo. Antes de la llegada de Smith en 1871, estas personas ense- na procedía de los propios profesores afectados, que se veían obligados
ñaban dibujo en los institutos de secundaria, pero ahora se hallaban bajo su a ir cada dos semanas a la escuela de Appleton Street para asistir al si-
dirección y pasaron a trabajar para el programa de reciclaje. El informe del guiente ejercicio del programa de Smith. No era tanto el esfuerzo de ca-
comité del dibujo en 1871 los identificó como Mr. Charles Furneaux, B. F. minar hasta Appleton Street lo que les molestaba. Era más bien el he-
Nutting, Henry Hitchings, Mr. Barry y la señorita Mercy Bailey {Boston cho de que Smith era un profesor exigente. Los exámenes para sus
School Committee, 1872, pág. 305). En 1874 se les añadieron dos nuevos certificados, se decía, « e r a n más sistemáticos e inflexibles que los de
instructores, con lo que el número se elevó a siete. Estos especialistas ense- ningún otro departamento, a excepción del de música» (Boston School
ñaban a su vez las lecciones de Smith a los profesores ordinarios de las es- Committee, 1875a, pág. 2 8 ) . Philbrick había comentado con anteriori-
cuelas primarias y de gramática. La participación en estas lecciones era vo- dad que « e r a natural que hubieran algunas quejas, ya que siempre hay
luntaria. En 1880, Smith podía decir que de los mil cuarenta y cinco personas reticentes a cualquier esfuerzo extra o a cualquier interrup-
profesores que entonces trabajaban en las escuelas públicas, más de mil ción de la rutina establecida» (1873b, págs. 225-226). Poco tiempo des-
cuarenta habían asistido a las lecciones normales, fuera en las clases nor- pués pedía paciencia, señalando que « l a introducción de una mejora
males que se habían ofrecido de forma extraordinaria, en la escuela normal tan importante traería inevitablemente una satisfacción extra». Dos
de su ciudad o en otras escuelas normales (Boston School Committee, 1881). años más tarde, Philbrick admitía que « s e habían hecho grandes pro-
gresos, pero no sin fricciones ni dificultades, debidas a los conflictos de
intereses económicos, el gasto producido y las exigencias adicionales
LA RESPUESTA A LOS ESFUERZOS DE SMITH
que se habían tenido que imponer sobre el tiempo y las energías de los
profesores» (Boston School Committee, 1874b, pág. 261).
Durante los primeros años de servicio del comité escolar de Boston, sus Smith organizó una serie de exposiciones anuales en el Horticultu-
documentos estaban llenos de elogios hacia los vigorosos esfuerzos de ral Hall, en las que se mostraban las obras de los estudiantes. Por pri-
Smith por implementar el programa de dibujo. En 1873, el comité del mera vez el público podía ver los resultados del programa y reconocer
162 163 La reinvención del arte en las escuelas comunes
Una historia de la educación del arte

cuáles eran las escuelas que estaban haciendo progresos y cuáles no. sores de arte, al tiempo que reservaba una parte de un edificio de Pem-
Este hecho demostró ser una fuente de disgusto entre los profesores, berton Square, en Boston, para el uso de la escuela propuesta. La escue-
que tenían la impresión de que sus esfuerzos estaban siendo juzgados. la abrió oficialmente sus puertas el 6 de noviembre de 1873 (Dean, 1924).
Tanto el Consejo de Visitantes que supervisaba los asuntos relacio-
nados con la nueva escuela como el propio Smith reiteraron en nume-
EL ESTABLECIMIENTO DE LA E S C U E L A N O R M A L DE A R T E rosas ocasiones la misión de la escuela. El propio Smith realizó los si-
guientes comentarios en relación con la escuela:
A pesar de que el comité del dibujo de Boston suscribía la idea de que
debían ser los profesores ordinarios quienes enseñaran dibujo, igual El objetivo de la escuela es simplemente producir artistas o bien a los pro-
como sucedía con las otras materias, desde el primer momento Smith se fesores de los artistas. Cualquier persona que observe una muestra de
nuestras manufacturas pertenecientes a la categoría de las que requieren
vio en la necesidad de utilizar a profesores de arte con una formación
gusto y cultura artística para su producción, puede darse cuenta del tra-
especial para que le ayudaran a implementar su programa. Pronto se
bajo y la técnica que se han destinado a un diseño cuya falta de belleza re-
hizo evidente que Smith no podía hacer solo su trabajo, si tenía que tra-
sulta evidente y preocupante. Mientras los productos extranjeros que
tar con casi mil quinientos profesores y cuarenta mil alumnos, por no puedan recibir la influencia del arte resulten artísticos, y los nuestros no,
hablar de las escuelas nocturnas de dibujo. no habrá ningún sistema de protección que pueda garantizar su éxito
La solución que se propuso fue establecer una escuela normal de en la competencia. Así pues, la tarea de nuestra escuela, sentar las bases
arte, especializada en la formación de profesores de arte más que en la para la formación de artesanos que también sean artistas, apela directa-
formación de artistas o diseñadores. No existía ninguna institución de mente a los intereses comerciales más prácticos. No podemos permitir-
estas características en Estados Unidos; de hecho, el Departamento nos pasar sin ellos (Massachusetts Board of Education, 1874, pág. 7).
de Ciencias y Artes de South Kensington ya era una novedad en este
sentido. La idea de que un profesor de arte precisara una formación dis- El éxito de la escuela normal de arte tuvo una amplia repercusión.
tinta de la de un artista resultaba una propuesta radical, ya que durante Muchas personas que habían obtenido el certificado o el graduado de
siglos habían sido los artistas quienes habían dado lecciones de arte, di- la escuela ocuparon plazas docentes en los estados vecinos, con lo que
rigidas a su vez principalmente a futuros artistas. Que alguien que no difundieron las ideas de Smith más allá de las fronteras de Massachu-
fuera un artista pudiera enseñar arte constituía un concepto radical setts; pero la máxima publicidad para la escuela vino con la exhibición
dentro de la historia de las ideas. de las obras de sus alumnos en la Exposición del Centenario de 1876 en
El primer intento de crear una institución de este tipo tuvo lugar en Filadelfia. A pesar de que la escuela sólo llevaba tres años en funciona-
la primavera de 1872, cuando Philbrick, como miembro del Consejo de miento, y de que sus instalaciones eran aún provisionales y estaban sa-
Educación del estado, presentó una propuesta para una escuela normal turadas, su exposición atrajo la atención internacional. Los comisarios
de arte al comité legislativo sobre la educación. Perkins, Smith y el secre- franceses de educación, en particular, escribieron lo siguiente en el in-
tario Joseph White se sumaron a Philbrick en su insistencia para que el forme que remitieron a su Gobierno:
comité legislativo propusiera un proyecto de ley al Parlamento, pero la
opinión pública no estaba preparada para tanto. Al año siguiente, sin em- Las escuelas públicas de Massachusetts ofrecieron una exposición colec-
bargo, el Consejo de Educación recomendó de forma unánime el proyec- tiva extremadamente interesante, la más completa de todas y la más me-
to. El parlamento aprobó que se destinara la suma de siete mil quinientos tódica en cuanto a su organización. Estas obras demuestran la excelencia
dólares (la mitad de la que se había pedido) para la formación de profe- de su método. Si tenemos presente que son el resultado de unos pocos
Una historia de la educación del arte 164 165
La reinvención del arte en las escuelas comunes
años, debemos admitir que nunca antes se habían conseguido unos resul-
tica, ya que se basa en la geografía y tiene una naturaleza absolutamente
tados tan notables en un período tan reducido. Cuando la Escuela Nor-
práctica. Constituye una base igualmente indispensable tanto para el
mal de Arte de Massachusetts haya tenido tiempo de dar frutos, predeci- tipo de conocimientos necesarios en todas las industrias como para la
mos un nuevo desarrollo y un brillante futuro para las artes industriales clase de conocimiento superior que requieren las artes del diseño. De
en Massachusetts (citado en Dean, 1924, pág. 10). acuerdo con la naturaleza de nuestras escuelas públicas, el dibujo es
abordado desde el punto de vista utilitario, y sólo mezclamos lo estético
con lo puramente práctico en un grado muy limitado. (Boston School
L A S C R I T I C A S AL DIBUJO INDUSTRIAL Committee, 1877, pág. 232.)

En fecha tan temprana como 1873, sin embargo, la posición del dibujo En 1879 Perkins resumió los problemas del comité del dibujo en
industrial en las escuelas estaba comenzando a deteriorarse. Tras el Pá- términos de los tres grupos que se enfrentaban al programa de dibujo.
nico de 1873 habían venido tiempos de crisis para la economía, y ha- Más adelante describía la intención del comité de tomar un camino in-
bían cambiado las actitudes del electorado. Ansioso por reducir los cos- termedio. Uno de los grupos criticaba el programa porque pensaba que
tes de formación y aumentar la eficiencia, el comité escolar había las escuelas no deberían enseñar bellas artes, otro criticaba los elevados
anunciado planes para reducir, y si era posible eliminar, el personal de- costes del programa, el tercero criticaba el carácter mecánico y poco ar-
dicado a asignaturas especiales como el dibujo. tístico del programa. Según Perkins:
Un segundo factor que iba en contra del movimiento en pro del di-
bujo industrial era el auge del movimiento de la educación vocacional, En el caso del dibujo, por el contrario, no hay paz. Algunas personas cri-
que había tenido sus orígenes en la Exposición del Centenario de Fila- tican su enseñanza, ignorando la importancia que tiene para la industria.
delfia, donde los educadores americanos habían entrado en contacto Lo ven como una habilidad relacionada con las bellas artes, y por lo tan-
con la educación vocacional que se practicaba en el extranjero. A pesar to impropia de la enseñanza pública. Otros declaran la guerra a la ense-
de los elogios que había recibido la exposición de Smith dedicada al di- ñanza del dibujo a causa del gasto que supone, que según ellos no queda
bujo industrial, éstos se vieron ensombrecidos por el informe de John adecuadamente compensado. Todavía hay un tercer grupo que denun-
cia el método de enseñanza empleado por ser mecánico, poco artístico y
Runkle al Consejo de Educación de Massachusetts acerca del elemento
peor que inútü. Si pudieran rehacer las cosas más a su gusto convertirí-
manual en la educación. Lo más destacable del informe era una amplia
an las clases en talleres artísticos, multiplicarían el número de instructo-
descripción de la escuela vocacional rusa, que había demostrado con
res especiales, y adquirirían moldes, pinturas y reproducciones, así como
éxito el aspecto intelectual de la enseñanza vocacional (Runkle, 1877).
color, carboncillo y otros materiales artísticos para cincuenta mil niños.
Otra de las dificultades a las que se enfrentaba Smith era una opi- Resulta fácil ver que la posición que ocupa el comité del dibujo entre es-
nión pública escasamente convencida, en ocasiones bastante contesta- tas tres críticas no es precisamente envidiable.
taria. El encargado de redactar los informes para el comité del dibujo
entre 1872 y 1883 era Perkins, que en numerosas ocasiones sintió la ne-
La oposición también tomó la forma de una crítica dirigida tanto
cesidad de defender el programa.
contra los libros de texto como contra el programa mismo. En 1874, la
editorial de Smith, J a m e s Osgood & Co., se vio envuelta en una dispu-
La clase de dibujo que enseñamos no es un entretenimiento, ni una rama ta con Woolworth Ainsworth & Co., la editorial de los libros de texto
especial de la cultura, ni tampoco requiere ninguna aptitud artística es- de Bartholomew. Éste había preparado sus libros para que fueran usa-
pecial. Sería más adecuado llamarla ciencia gráfica que educación artís- dos en las escuelas de Boston, pero su dimisión como profesor de dibu-
Una historia de la educación del arte 166 167 La reinvención del arte en las escuelas comunes

jo en la Escuela Secundaria Femenina poco antes de la llegada de Smith error residía en la doctrina de que el diseño se podía enseñar de forma
abrió la puerta para que éste introdujera su propia serie de libros de eficiente por medio de reglas, como una rama más de la actividad de
texto. No está claro si los libros de Bartholomew habían llegado a ser manufacturación. En su opinión, la forma de conseguir diseños artísti-
adoptados en Boston, pero el hecho era que había perdido un mercado cos era « e d u c a r a los hombres como artistas, no enseñar el arte como un
lucrativo. Era inevitable que se desatara una guerra entre las dos edito- aspecto de la manufacturación», idea que discutiremos más amplia-
riales. En 1874 apareció una circular que proclamaba en grandes letras mente en el próximo capítulo. A diferencia de las descalificaciones del
que EL DIBUJO EN LAS ESCUELAS PÚBLICAS basado en los libros de Smith editor de Bartholomew, este argumento tenía una base intelectual que
estaba ACABADO. El método de Smith fue criticado porque sus lecciones no podía desecharse fácilmente.
no avanzaban de lo simple a lo complejo, porque daba definiciones in-
Los artículos de The Nation cuestionaban que un sistema basado en
correctas de términos artísticos y de otros términos propios de la ense- un enfoque mecánico del diseño pudiera ser efectivo a la hora de mejo-
ñanza de la geometría, y porque los manuales eran nulos desde el pun- rar los diseños de las manufacturas.
to de vista artístico. Osgood se apresuró a publicar una réplica en forma
de circular que se titulaba simplemente El dibujo en las escuelas públi-
cas. La empresa cuestionaba las credenciales de Bartholomew, su capa-
LA DESTITUCIÓN DE SMITH DE S U S C A R G O S EN LAS E S C U E L A S DE B O S T O N
cidad para derivar una práctica adecuada a partir de sus teorías, e in-
cluso su adecuación a la legislación de 1870. Citaba los informes
Durante los dos años en que Samuel Eliot (1878-1879) desempeñó el
publicados del comité escolar para insinuar que Bartholomew no era
cargo de superintendente se creó un comité investigador especial para
competente para dirigir el programa de dibujo.
examinar todos los aspectos del sistema escolar con el objetivo de re-
En la víspera de la celebración de la Exposición del Centenario, el cortar costes mediante la eliminación de los programas que fueran poco
sistema de educación artística en Massachusetts recibió otro ataque en eficientes o demasiado gravosos. El programa de dibujo y su director
forma de dos artículos publicados en The Nation (1875, 1876). A u n q u e eran las víctimas naturales de este « C o m i t é de los cinco», tal como se lo
Clarke (1892) atribuía estos artículos a una hostilidad hacia las escuelas conocía, ya que estaban en el centro de una controversia pública cre-
públicas gratuitas y por lo tanto hacia los esfuerzos de Smith por dar ciente. Durante los primeros meses de 1880 y de nuevo en 1881 apare-
una mayor utilidad a estas escuelas, poco se dice en estos artículos que cieron numerosos editoriales y cartas al editor en los periódicos de la
sugiera una hostilidad hacia la educación pública per se. mañana y de la tarde con quejas sobre Smith. Hubo un agrio intercam-
El primer artículo atacaba la confusión entre la educación artística bio de cartas entre Louis Prang, editor de Smith desde 1875, y el pro-
orientada a la industria y la educación artística orientada a fines de ex- pio Smith en las primeras páginas del Daily Advertiser y el Evening
presión artística. Los diseñadores necesitaban una formación « d e tipo Transcript de Boston; Prang calculaba que la fecha de aparición de sus
puramente artístico, imposible de conseguir a menos que el elemento cartas coincidiera con la víspera de las reuniones del comité escolar. El
mecánico no entre a formar parte de ella» {The Nation, 1875, pág. 425). problema era que éste había introducido ciertos cambios en los libros
El elemento mecánico era precisamente lo que Smith y Perkins habían de texto —con el añadido de «puntos c l a v e » — que desde el punto de
llamado la «ciencia gráfica», un elemento que impregnaba todo el siste- vista de Smith eran inaceptables.
ma de Massachusetts. Este argumento no era nuevo. Durante su ejerci- Toda esta publicidad negativa se cobró su precio. A comienzos de
cio como primer Profesor de Arte Slade en Oxford (1869-1877), Ruskin la primavera de 1881, el comité escolar se reunió para acordar su reso-
se había opuesto vehementemente a la enseñanza del dibujo industrial lución anual sobre la persona que debía ocupar el cargo de director del
que practicaba la Escuela South Kensington, convencido de que su programa de dibujo. Como presidente del comité del dibujo y de la mú-
Una historia de la educación del arte 168 169 La reinvención del arte en las escuelas comunes

sica, Perkins tenía la intención de proponer el nombre de Smith para el Otra posible explicación podría residir en el hecho de que en 1881
nombramiento el 22 de marzo, pero otro miembro intervino para pos- los métodos de Walter Smith comenzaban a parecer «pasados de
poner la votación hasta la siguiente reunión. De los quince miembros moda». El método de comenzar con la línea recta y avanzar progresiva-
del comité, seis votaron a favor de Smith, cinco emitieron votos en blan- mente con los distintos elementos de la geometría venía funcionando
co, y tres votaron por otras personas. Al parecer, uno de los miembros desde finales del siglo x v m . Pero se acercaba el fin del siglo x i x . En
se abstuvo. Puesto que hacían falta trece votos para renovar a Smith en Gran Bretaña, el movimiento de las artes y oficios, animado por los es-
su cargo, la elección quedó aplazada hasta la siguiente reunión. critos de Ruskin y Morris, estaba cambiando las actitudes hacia las ar-
En la reunión del 29 de marzo, Perkins leyó un comunicado de tes y su relación con la industria. En Francia, los impresionistas habían
Smith en relación con el tema de los libros de dibujo. Puesto que Prang comenzado a revolucionar la pintura; había comenzado la era del arte
había hecho pública su disputa con Smith a través de los periódicos de moderno. Por encima de todo, los cambios habían comenzado a afectar
Boston y de su declaración del mes anterior ante el comité escolar, es al carácter de la sociedad misma. La opulencia había creado una nueva
probable que el informe de Smith pretendiera ser una réplica. Antes de clase media más numerosa, cuyos valores y aspiraciones comenzaban a
la votación, Perkins propuso que la reunión se hiciera a puerta cerrada, influir sobre la educación pública. Es dudoso que estos valores pudie-
pero su moción no fue aceptada. Al comienzo de la votación Smith re- ran estar de acuerdo con una concepción de la educación artística de
cibió siete votos, mientras que ocho fueron a otras personas. Como no orientación industrial.
se había alcanzado ninguna decisión, se acordó realizar una nueva vota- Un ejemplo significativo de este rechazo se puede encontrar en un
ción en la siguiente reunión. El 5 de abril los partidarios de Smith pu- editorial del Boston Evening Transcript aparecido el 24 de febrero de
dieron reunir diez votos favorables, el máximo número que iba a reci- 1881, titulado « U n sistema antiamericano».
bir, pero todavía insuficientes para renovar su cargo. El 12 de abril se
realizaron cuatro nuevas votaciones, en las cuales fue creciendo el apo- A vuestro educador inglés le parece adecuado clasificar desde el princi-
yo hacia un candidato alternativo, Henry Hitchings, el profesor de arte pio a los alumnos de las escuelas públicas entre aquellos que «irán a la
de la Escuela Secundaria Inglesa. Finalmente, el 26 de abril, tras varios universidad» y aquellos que «aspiran a trabajar en la industria». Una vez
intentos más, los partidarios de Smith cedieron y dieron su apoyo a asumida la existencia de estas clases, sus demás convicciones se deducen
Henry Hitchings, un profesor leal a Smith y a su programa. Tras recibir fácilmente [...] No tenemos ninguna clase que «aspire a trabajar en la in-
dustria». Todos y cada uno de los alumnos de las escuelas americanas as-
catorce votos favorables, Hitchings se convirtió en el segundo director
piran a entrar en el Senado de los Estados Unidos. Si no es así, ¿cuáles
de dibujo de Boston. Smith fue apartado de su cargo, un amargo final
son los que se quedan fuera? ¿Hay alguien dispuesto a entrar en las es-
para sus diez años de trabajo (Boston School Committee, 1881).
Años después de estos hechos, Clarke sugirió que Smith había per-
dido la votación a causa de la ausencia accidental de uno de sus parti- cia de sus partidarios en el comité. Mi interpretación de las dificultades de Smith se ha
darios, pero las actas del comité indican otra cosa. Su fracaso a la hora visto influida por Katz (1971). Éste explica q u e un grupo reformista dentro del comi-

de obtener la reelección no fue un mero accidente. Smith estaba en el té escolar, liderado por Brooks A d a m s , se había rebelado contra el burocratismo del
estilo administrativo de Philbrick. La destitución de Philbrick en 1878 contribuyó pro-
centro de una controversia, y para recuperar la armonía era necesario
8
bablemente a hacer más vulnerable políticamente la posición de Smith. Corno director
despedirlo.
del comité del dibujo, Perkins había intentado aplacar a esta facción del comité recor-
tando el número de los asistentes de Smith en 1879, pero cuando Smith comenzó a
8. He tratado con gran detalle la cuestión de la destitución de Smith para corre- ampliar el programa de dibujo con su e q u i p o reducido sus problemas se vieron multi-
gir las versiones de C r e e n (1948) y C l a r k e (1892), según las cuales se debió a la ausen- plicados por la hostilidad de los profesores de secundaria.
Una historia de la educación del arte 170 171 La reinvención del arte en las escuelas comunes

cuelas públicas de Quincy y señalar a aquellos niños que «irán a la uni- para la enseñanza del dibujo en favor de estilos que reflejasen las ten-
versidad», y separarlos de aquellos que deben ir a la clase de artesanos dencias románticas. En las academias de arte se generalizó el dibujo to-
del señor Walter Smith? (Pág. 4.) nal al carboncillo, mientras que la enseñanza del arte destinada a los ni-
ños se mantuvo fiel al dibujo de contorno. El arte que se enseñaba en las
En opinión de este editorialista, la educación artística industrial era escuelas comunes tampoco prestaba una atención especial a la figura
el resultado de una sociedad clasista, como efectivamente lo era. humana.
Una vez aceptado el vínculo entre la industria y la enseñanza artís-
tica en las escuelas comunes, ésta quedaba justificada como materia es-
Conclusiones colar financiada con dinero público, aunque no fuera una asignatura
que tuviera demasiada aceptación popular. A medida que Smith im-
El método de dibujo que se empleaba en las escuelas comunes fue di- plantaba su programa curso tras curso, iba encontrando una resistencia
señado inicialmente en el instituto de Pestalozzi. Su objetivo era desa- cada vez mayor en la opinión pública, sobre todo entre las clases me-
rrollar la facultad de la percepción por medio de ejercicios relaciona- dias. H a y pruebas de que las escuelas nocturnas de dibujo, que conti-
dos con la medición de formas geométricas. Tales ejercicios no tenían nuaron en funcionamiento hasta 1905, gozaban de cierta aceptación
por objetivo despertar la expresión individual o desarrollar un senti- popular. Sin embargo, parece claro que el dibujo industrial no habría
do de lo bello, sino estimular las facultades racionales de la mente. De podido introducirse sin el apoyo de una minoría rica y poderosa que
este modo los niños aprenderían a formarse impresiones sensibles trataba de promover sus propios intereses económicos.
precisas, como base para desarrollar ideas claras y distintas. Esta pe- Podríamos especular sobre el motivo por el cual la enseñanza artís-
dagogía reflejaba la filosofía ilustrada del siglo x v m , que contemplaba tica de las escuelas comunes, ideada por Pestalozzi para fines pura-
el poder de la razón como un medio para mejorar la vida y alcanzar la mente intelectuales, terminó por convertirse en esclava del sistema in-
felicidad. dustrial a la llegada de la Revolución Industrial. Tanto las industrias
Los métodos de Pestalozzi también tendían a reducir el dibujo a un como el dibujo pestalozziano eran producto de un reduccionismo pa-
alfabeto lineal integrado por líneas rectas y curvas. Incluso el título del recido, según el cual las tareas complejas debían dividirse en unidades
manual de Pestalozzi, ABC der Anschauung, aludía a la idea de alfabe- más simples y luego ordenarse para conseguir que los procesos pro-
to. Pestalozzi fue el primero en señalar el paralelismo entre aprender a ductivos y de aprendizaje fueran más eficientes (Ellul, 1967). Cuando
dibujar y aprender a escribir, una idea que sería repetida en muchas se hacía así se producía una ganancia en la eficiencia productiva, a cos-
ocasiones a lo largo del siglo. ta de una pérdida correlativa en las cualidades estéticas de los bienes
La educación artística de las escuelas comunes insistía en que el producidos, pues el proceso ya no estaba guiado por la sensibilidad ar-
talento no era una condición necesaria para el aprendizaje, y que cual- tística de artesanos bien formados. Y a medida que la producción in-
quier persona que pudiera aprender a escribir podía aprender a dibu- dustrial iba perdiendo sus cualidades estéticas inherentes, los métodos
jar. Por otro lado, cualquier persona que pudiera enseñar las asignatu- educativos iban reduciendo paralelamente las cualidades estéticas del
ras ordinarias podía ser profesor de dibujo. arte que enseñaban.
El arte que se enseñaba en las escuelas comunes estaba en abierta Sin embargo, hubo muchas personas que criticaron abiertamente
contradicción con las tradiciones estéticas en el campo de las bellas ar- esta nueva tendencia del sector industrial de la sociedad, tal como vi-
tes. A lo largo del siglo, las academias de arte fueron abandonando gra- mos que hizo Schiller. De hecho, la revolución cultural conocida como
dualmente las tradiciones lineales y neoclásicas de finales del siglo x v m romanticismo puede ser vista como una respuesta al racionalismo cien-
Una historia de la educación del arte 172

tífico que tuvo su auge en el siglo x i x . E igual que las pedagogías racio-
nalistas de Pestalozzi tenían su origen en las ideas de la Ilustración, las
alternativas románticas de Froebel y otros tenían su origen en el idealis-
mo filosófico de Kant y Hegel. El próximo capítulo se centra en esta co-
rriente de la historia de la educación.
Una historia de la educación del arte 172

La corriente del idealismo romántico


en la educación artística

A lo largo del siglo x i x una corriente de idealismo romántico influyó so-


bre la teoría y la práctica educativa. En muchos sentidos surgió como
reacción frente a los métodos de enseñanza pública masificada que se
asociaban con las escuelas comunes. En manos de los maestros prusia-
nos, los métodos pedagógicos de Pestalozzi habían adquirido una seve-
ridad espartana. Nuevas filosofías vinieron a cuestionar estos métodos.
La concepción kantiana de la mente como proceso activo quedó refle-
jada en los jardines de infancia de Froebel. Hacia el cambio de siglo, la
«actividad autónoma» dejó paso a la «expresión personal» como méto-
do para la enseñanza de las artes. Las ideas románticas de Ruskin sobre
la percepción artística como capacidad para la belleza moral también
debían mucho a una serie de ideas basadas en la filosofía del idealismo
alemán, las cuales darían origen a su vez al movimiento romántico en li-
teratura y arte.
El idealismo se introdujo en el ideario educativo por dos vías prin-
cipales. Una de ellas fue la influencia de los trascendentalistas de Nue-
va Inglaterra, cuyas ideas quedaron reflejadas en las teorías y las prácti-
cas de Amos Bronson Alcott y Elizabeth Peabody. La otra fue la
interpretación de Hegel que propuso William Torrey Harris. En reali-
dad, fue la influencia de Alcott sobre el joven Harris la que marcó el ca-
mino de su inmersión en la filosofía hegeliana.
El pensamiento idealista impulsó la transformación de las artes des-
de meras ramas «ornamentales» de la « b u e n a educación» a materias
plenamente imbuidas de sentido moral. Mientras el arte fue considera-
do como algo meramente ornamental, constituía un lujo deseable pero
Una historia de la educación del arte 174 175 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

prescindible, adecuado sobre todo para las hijas de los ricos. Su posi- car una respuesta en la naturaleza, mientras que Alcott intentó fundar
ción se hizo más sólida en cuanto comenzó a ser visto como un medio una comunidad utópica llamada «Fruitlands». De modo parecido, y al
para elevar la moral pública. ver que sus ideas eran objeto de controversia, Emerson se trasladó de
Boston al pueblo de Concord, donde tenía la esperanza de reconciliar
sus ideas con la realidad de una sociedad establecida.
El trascendentalismo de Nueva Inglaterra y la educación Al igual que Kant, estos ciudadanos de Nueva Inglaterra pensaban
que nuestra conciencia de la naturaleza es posible gracias a la facultad
El trascendentalismo fue un movimiento religioso, filosófico y literario de la percepción. Tales percepciones son posteriormente articuladas a
dentro de la historia del pensamiento americano. Desde el punto de vis- partir de los conceptos de espacio, tiempo, causa, efecto, totalidad y
ta religioso era postunitarista, su filosofía era kantiana, y su literatura continuidad; gracias a ello podemos comprender nuestras percepcio-
era a la vez romántica e individualista (Boller, 1974). nes. Tal como advirtió Kant, sin embargo, el hecho de que la mente co-
La creencia puritana en el pecado original y en la predestinación fue mience su trabajo a partir de «percepciones» y no de «objetos en sí mis-
perdiendo fuerza en las primeras décadas del siglo, y fue sustituida por mos» significa que nunca podemos alcanzar un conocimiento
la fe en una deidad benevolente y en la perfectibilidad humana a través completo. Ninguna cantidad de percepciones puede hacernos cons-
de los esfuerzos del propio individuo. En las décadas de 1830 y 1840, cientes de la presencia de Dios. A pesar de lo cual podemos alcanzar un
sin embargo, los intelectuales se sentían cada vez más alienados por la cierto conocimiento de lo divino gracias a que somos capaces de «tras-
sociedad en que vivían, como en el caso de Emerson, Thoreau y Ripley. cender» estos canales sensoriales ordinarios a través de las facultades
Las discrepancias entre la concepción de la democracia agraria de los intuitivas de la mente.
Padres Fundadores y la sociedad industrial que comenzaba a tomar for- Esta concepción trascendental de nuestra naturaleza espiritual tam-
ma resultaban profundamente inquietantes. A pesar de la riqueza ma- bién servía para explicar el origen de nuestras ideas morales, ya que los
terial que generaba, la industrialización también traía consigo un au- trascendentalistas, igual que Kant, aseguraban que la existencia de la
mento de la población urbana y de la miseria humana. Tales eran los ley moral no se puede explicar a partir de los datos del mundo sensible,
signos exteriores de la crisis, pero Emerson se preocupaba también por y que tales conocimientos son intuitivos (Emerson, 1843/1950).
los signos interiores en un discurso de 1838: Los trascendentalistas se tomaron este argumento como una licen-
cia para ir más allá de las doctrinas de Locke y Hume, según las cuales
todo nuestro conocimiento y comprensión se limita a aquello que se nos
El espíritu de este país, adiestrado para perseguir fines bajos, se come a
presenta a través de la percepción sensible. Muchos trascendentalistas
sí mismo [...] Hombres jóvenes que prometen grandes cosas y comien-
zan su vida en nuestras costas, empujados por los vientos de las monta- creían que Dios era inmanente a la naturaleza, que el universo era el
ñas, iluminados por todas las estrellas de Dios, descubren que la tierra producto de un espíritu universal, y que todos los espíritus finitos po-
que tienen debajo no está en consonancia con ellas, y se inhiben de ac- dían entrar en comunión con este espíritu universal.
tuar por el rechazo que inspiran los principios que gobiernan los nego- Esta clase de revelaciones venían acompañadas por el sentimiento
cios, y se entierran en un trabajo gris o mueren de disgusto, algunos de de lo sublime, y estos momentos eran considerados como la única ex-
ellos por suicidio (Emerson, 1950, pág. 68). periencia verdaderamente religiosa. Por otro lado, las revelaciones de
lo divino eran más poderosas en unos espíritus que en otros. Por ejem-
Los sentimientos antisistema de esos trascendentalistas adoptaban a plo, se consideraba que las mujeres eran en general más intuitivas que
menudo formas extremas. Thoreau « r e n u n c i ó » a la sociedad para bus- los hombres, lo cual explica por qué los trascendentalistas acostum-
Una historia de la educación del arte 176 177 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

braban a promover los derechos de las mujeres y pensaban que la par- Peabody estaba profundamente comprometida con el trascenden-
ticipación de las mujeres en la toma de decisiones políticas llevaría a talismo (al igual que el propio Alcott), y le pareció que había encontra-
una mejora social. Los trascendentalistas también pensaban que era do la manera de liberar el talento oculto de los niños. Para Alcott, estas
más fácil alcanzar momentos de inspiración en un entorno natural, palabras escritas por los niños eran la prueba directa de la verdad de las
donde no hubiera artefactos producidos por el hombre ni nada que ideas trascendentalistas, de acuerdo con la creencia de que los niños es-
fuera artificial. taban más cerca de lo divino. La biografía familiar de Bedell (1980) so-
bre los Alcotts habla de ello con escepticismo:

L A S TEORÍAS EDUCATIVAS DE A L C O T T Inevitablemente, las ideas que Bronson extraía de sus alumnos no eran
otras que las suyas propias. Desde su sublime e inocente arrogancia, era
En 1834 Boston rebosaba de ideas nuevas. La teología liberal, los dere- completamente incapaz de ver la influencia que tenía sobre la mente de
chos de las mujeres, la creciente oposición a la esclavitud y las embria- sus alumnos; pensaba que sus declaraciones platónicas no hacían más
que confirmar la verdad divina de sus propias ideas. Y ciertamente los
gadoras doctrinas del trascendentalismo estaban en el aire. Era un mo-
métodos que empleaba para extraer estas ideas eran tan ricos, tan in-
mento propicio para que Amos Bronson Alcott fundara una nueva
trincados, tan intelectualmente seductores, que incluso el lector moder-
escuela basada en los principios trascendentales. Algunas personas ha-
no se siente atraído cuando lee los archivos de la escuela.
bían comenzado a cuestionar la calidad de las escuelas existentes. Algu-
nos se quejaban de la concentración de los estudios clásicos antiguos en
En la época en que se conocieron, Peabody quedó completamente
la educación secundaria, argumentando que no todos los estudiantes
fascinada por Alcott. En su opinión, Alcott estaba «destinado [...] a
iban a la universidad. En 1821 el Comité Escolar de Boston fundó la Es-
marcar una época en la sociedad [...] le expresé mi deseo de que inten-
cuela Secundaria Inglesa para satisfacer la demanda de una buena edu-
tara abrir una escuela aquí y me dijo que estaba de acuerdo» (citado en
cación en lengua inglesa, matemáticas y filosofía natural. Dos años más
Bedell, 1980, pág. 91). Pocas horas después de su primera entrevista
tarde abrió la escuela monitorial femenina de Fowle, con una impresio-
ella comenzó a buscar alumnos para la escuela; en pocos días había reu-
nante oferta académica. Todo ello indica que comenzaban a desarro-
nido más de seis alumnos, la mayoría procedentes de familias distingui-
llarse algunas alternativas a la educación tradicional.
das de Boston. Como Alcott no enseñaba las asignaturas tradicionales,
Durante su juventud, Amos Bronson Alcott trabajó como maestro
como latín, francés y aritmética, Peabody se convirtió en su asistente
en la localidad de Cheshire, Connecticut, y algo más tarde dirigió en Fi-
para complementar el programa en estos campos.
ladelfia una escuela privada llamada Escuela para la Cultura Humana.
En la escuela de Alcott y Peabody las materias estaban organizadas
A pesar del éxito que tuvo esta escuela, se vio obligada a cerrar como
en tres apartados, que servían respectivamente a lo que él llamaba la fa-
consecuencia de la muerte de su rico benefactor. Alcott se trasladó en-
cultad racional, la facultad imaginativa y la facultad espiritual. El obje-
tonces a Boston, con la esperanza de encontrar una escuela parecida.
tivo de la escuela era desarrollar estas facultades. Dicha división era un
En el verano de 1834 conoció a Elizabeth Peabody y le mostró algunas
reflejo directo de las ideas trascendentales de Alcott, de acuerdo con las
cartas y revistas que habían escrito sus alumnos de la escuela de Fila-
cuales la facultad espiritual era la que merecía mayor atención. La es-
delfia. Eran el resultado de un método de enseñanza basado en «con-
cuela impartía lecciones de lectura, escritura, aritmética, pronuncia-
versaciones» que había desarrollado Alcott, por medio del cual hacía
ción, redacción, literatura, biología, dibujo, retórica y conversación.
surgir ideas en sus alumnos; cosa extraordinaria, tales ideas eran puras
ilustraciones de las creencias trascendentalistas.
Una historia de la educación del arte 178 179 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

LA I M P O R T A N C I A D E L E N T O R N O DE LA ESCUELA construyera los pupitres y las sillas, así como para comprar libros de
texto, cuadros, estatuas y otros materiales. Todo lo «material y externo»
Como la mayoría de los trascendentalistas, Alcott pensaba que las in- estaba dispuesto en armonía con la «serenidad espiritual de la infancia
tuiciones del espíritu universal se presentaban con mayor facilidad en y la juventud inmaculadas» (citado en Bedell, 1980, pág. 92).
un entorno natural, lejos de la fealdad de las ciudades. En consecuen- La escuela, que ocupaba dos habitaciones del Templo Masónico de
cia, el emplazamiento perfecto para una escuela sería un lugar de una la calle Tremont, frente al parque público de Boston (lo cual explica el
gran belleza natural. En su artículo «Academic Groves», Alcott afirma nombre de «Escuela del T e m p l o » ) abrió sus puertas a dieciocho alum-
que « l a s ciudades, a pesar de todas sus ventajas, tienen algo que las hace nos el 22 de septiembre de 1834. En el prefacio a la segunda edición de
poco adecuadas para la educación liberal, a causa de las sutiles tenta- Record of a School (1836/1969), Peabody explica las diferencias entre
ciones que asaltan abiertamente los sentidos desde todas las direccio- los métodos de Alcott y los de sus contemporáneos, así como su justifi-
nes» (citado en Haefner, 1937/1970, pág. 48). A pesar de lo cual las es- cación desde el punto de vista trascendental:
cuelas experimentales de Alcott siempre estuvieron ubicadas en
ciudades, pues allí era donde estaban los alumnos.
En lugar de investigar primero la naturaleza Externa, y después el Espí-
Peabody explica que al preparar las habitaciones de la Escuela del ritu, el señor Alcott los guía en primer lugar a la contemplación del Es-
Templo, según el nombre que empleaba Alcott para referirse a la insti- píritu tal como se manifiesta en cada uno de ellos. En su opinión, no hay
tución, éste adornó la clase con objetos bellos « q u e atrajeran y cultiva- ninguna dificultad intrínseca para conseguir esto, y el niño lo hace con la
ran la imaginación y el corazón» para compensar la falta de un entorno misma facilidad con que percibe e identifica el placer, el dolor, el amor,
adecuado. En el primer capítulo de Record ofa School, Peabody descri- la furia, el odio y cualquier otro movimiento del alma, a los que él mis-
be el aula donde Alcott impartía sus clases: mo está sujeto, e igual como puede ver los objetos que tiene ante los ojos,
lo cual le permite alcanzar un comprensión vivencial de aquella parte del
lenguaje que expresa las ideas morales e intelectuales, y que exige el es-
En las cuatro esquinas de la habitación dispuso unos pedestales con los
tudio de los sentimientos y de la ley moral en su propia conciencia. La
bustos de Sócrates, Shakespeare, Milton y sir Walter Scott. Sobre una
naturaleza externa sólo se utiliza como metáfora para que el niño expre-
mesa, situada frente a la gran ventana gótica que iluminaba la habita-
se la vida interior que experimenta (Págs. iv-v).
ción, la Imagen del Silencio, «con su dedo levantado, como si les dijera
que tuvieran cuidado». En el lado opuesto a la ventana estaba su mesa,
de unos diez pies de largo y cuya parte frontal forma un arco de circun- Las realidades espirituales tenían por lo tanto un papel preponde-
ferencia, adaptada con una serie de pupitres para comodidad de los es- rante en las labores educativas de Alcott, pero una vez que los niños ha-
colares. Sobre ella situó una pequeña escultura de un niño con la mirada bían reconocido el espíritu dentro de ellos mismos como parte de su
levantada. Detrás había una gran librería, con armarios en la parte de constitución, les permitía acceder al estudio de la naturaleza. Peabody
abajo, una tabla negra en la parte superior y dos estanterías llenas de li- lo describía del siguiente modo:
bros. Había una pequeña imagen de Cristo en bajorrelieve fijada a la
librería de modo que apareciera ante los alumnos justo encima de la ca-
Pero el señor Alcott no apartaba a los niños de la Naturaleza, ni siquie-
beza del profesor. La librería misma estaba coronada por un busto de
ra mientras duraba este estudio preparatorio del espíritu. Se sentiría
Platón (1836/1969, pág. iii).
agradecido de poder transmitir al espíritu de sus alumnos todas las pre-
ciosas influencias de la vida en el campo, los trabajos rurales, las activi-
Para poder preparar las clases, Alcott pidió prestadas grandes su- dades saludables, los bellos paisajes. En su opinión, nunca es demasia-
mas de dinero a su familia política para contratar a un ebanista que do pronto para introducirlos en las formas de la naturaleza, ni se puede
Una historia de la educación del arte 180 181 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

demostrar demasiado amor por ellas, en cuanto ofrecen los decorados cisión, temas que se consideraban inadecuados para las conversaciones
de la imaginación, y apelan a los sentimientos de asombro y admiración de los adultos, ya no digamos las de los niños.
por la belleza, y proporcionan deleite a la vista y modelos para el dibu- Cuando la escuela iba a entrar en su tercer año, Peabody presentó
jo. Como sustituto de todas estas realidades, que naturalmente no pue-
su dimisión, en gran medida para anticiparse a las furias que pensaba
den encontrarse en Boston, les lee textos especialmente escogidos acer-
que levantaría la publicación de las Conversations with Children on the
ca de la naturaleza para que estimulen su imaginación y su corazón.
Gospels de Alcott. Su predicción demostró ser acertada, y Alcott se
También los rodea con estatuas y cuadros en el aula, y hace que todos
convirtió en objeto de la censura y el ridículo públicos. Aunque algunas
sus alumnos aprendan dibujo de la mano de un caballero que probable-
familias se mantuvieron imperturbablemente fieles, la mayoría sacaron
mente ha captado el espíritu del Arte de forma más completa que nin-
a sus niños de la escuela, con lo que dejaron a Alcott y a su familia sin
gún otro profesor que jamás haya enseñado en este país (1836/1969,
págs. xxi-xxii). ingresos y hundidos en deudas.
En la escuela de Alcott se enseñaba dibujo, aunque tenía un papel
El profesor de dibujo al que se refiere Peabody era Francis Graeter. menor dentro del currículo. Las ideas trascendentalistas quedaron re-
En una nota de su prefacio a Record o/a School añadía que Graeter te- flejadas de forma más explícita en la preocupación de Alcott por la ca-
nía « l a intención de publicar una obra que desarrollara el arte del dibu- lidad visual del entorno de la escuela, que le llevó a emplear cuadros y
jo en conjunto, y especialmente el dedicado a la naturaleza, igual como estatuas. En esto se anticipó cincuenta años al movimiento para la me-
ha hecho a menudo de forma oral ante los alumnos que han tenido oca- jora de las aulas y los edificios escolares de las décadas de 1890 y 1900.
sión de beneficiarse de sus enseñanzas» (pág. x x i i ) . Graeter también ha-
bía enseñado dibujo en la escuela de Colonade Row que Peabody había
dirigido junto a su hermana Mary entre 1828 y 1834. En 1836 mencio- Froebel y el movimiento de los jardines de infancia
nó su nombre en una carta dirigida al crítico musical John Sullivan
Dwight (Ronda, 1984). Friedrich Froebel nació en 1782 en Oberwissbach, Alemania. Su madre
murió siendo él muy joven, y fue educado inicialmente por su padre.
Como niño fue extremadamente introvertido y durante la adolescencia
L A S CRÍTICAS C O N T R A LA E S C U E L A DEL TEMPLO trabajó como aprendiz de guardabosques. M á s tarde estudió agricultu-
ra y cristalografía. En 1805 se convirtió en el tutor privado de los hijos
El primer año de funcionamiento de la escuela fue un éxito extraordi- de una familia distinguida. Tres años más tarde fue a Suiza junto a sus
nario, y al comienzo del segundo año tenía más de cuarenta alumnos alumnos para estudiar dos años con Pestalozzi. A pesar de ser un admi-
matriculados. Al año siguiente, sin embargo, Peabody fue perdiendo rador de Pestalozzi, pensaba que su metodología carecía de organiza-
gradualmente su entusiasmo. Comenzó a preocuparse cuando las «con- ción. El servicio militar interrumpió la dedicación de Froebel a las acti-
versaciones» de Alcott empezaron a versar sobre los Evangelios. Sentía vidades educativas, aunque posteriormente volvió a ellas y en 1817
que sus constantes referencias a la santidad de los niños dañaría « l a mo- fundó la Institución Educativa Universal Alemana.
destia y la inconciencia de los buenos niños, al hacerlos reflexionar de- En 1826, Froebel publicó su tratado más importante, La educación
masiado sobre su presente superioridad respecto a los demás» (citado en del hombre (1826). Su filosofía de la educación se basaba en la idea de
Bedell, 1980, pág. 122). También se sintió incómoda cuando las conver- que el mundo constituía una unidad orgánica antes que un mero agre-
saciones comenzaron a sondear los misterios del amor, el nacimiento y gado de partes independientes. Por más que el universo tenga partes se-
la muerte, incluyendo cuestiones tales como la concepción y la circun- paradas, sigue siendo un único universo. Para Froebel, esta unidad den-
Una historia de la educación del arte 182 183 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

tro de la diversidad era el principio espiritual de Dios. Cada elemento forma de expresión personal, que revelaba la naturaleza del espíritu del
de la naturaleza o de la vida de los hombres debe ser visto a la vez como niño. Para Froebel el juego constituye el medio principal para el desa-
independiente y autosuficiente, y como parte de un todo más grande al rrollo de los niños y revela cómo serán sus vidas futuras. De este modo
que pertenece. Aunque en el mundo existan tendencias opuestas, tam- el crecimiento y la educación de los niños tiene lugar a través de sus
bién existe una unidad superior, que Froebel llamaba la « u n i d a d de los propias actividades.
opuestos» (MacVannel, 1905). El educador, igual que el jardinero, debe aportar las condiciones
Froebel concebía el desarrollo como la tendencia que tienen todas adecuadas para el crecimiento, y el jardín de infancia es el lugar don-
las entidades a diferenciarse, a la vez que retienen su unidad. Esto es de se crean estas condiciones. Froebel diseñó una serie de materiales de
algo que puede observarse en la vida de las plantas, en los animales, juego que consideraba ideales p a r a realizar actividades i n d i v i d u a l e s
en el crecimiento de las personas y en la sociedad. A través del desa- y de grupo. Muchos de estos materiales didácticos tuvieron una in-
rrollo, el yo se diferencia de y al mismo tiempo se integra en la comu- fluencia directa sobre la historia de la educación artística porque sig-
nidad. nificaron la introducción de ciertos medios artísticos en el entorno
En la medida en que el desarrollo requiere procesos activos, como escolar.

la diferenciación y la integración, Froebel propuso el «principio de la


actividad»: «Aquello que deba ser el yo, debe alcanzarlo por sí mismo».
Para Froebel, por lo tanto, el rasgo esencial de la mente es la actividad. LOS «REGALOS Y DEBERES»

La mente no es algo que exista antes de poder realizar ninguna activi-


dad. Consiste más bien en el proceso de realización de las actividades. Tal vez los materiales didácticos más originales diseñados por Froebel
De hecho, Froebel describía las lecciones como «actividades»; Pesta- fueron los «regalos y deberes», en los que trabajó entre 1835 y 1850 y
lozzi las había llamado «ejercicios». que aparecen descritos en sus cartas sobre los jardines de infancia. Su
El desarrollo mental estaba guiado por fines internos, y su sentido objetivo era ayudar al niño a descubrir la unidad detrás de la diversidad
no era la representación del entorno sino la realización personal. El de- de las formas y los diseños de las cosas, y a comprender los principios
sarrollo mental interno sale al exterior como expresión del yo, y lo ex- matemáticos que expresan la armonía del universo (Froebel, 1904).
terior vuelve al interior como realización del yo. Froebel y en general to- El primer regalo consiste en una caja con seis pelotas blandas de
dos los idealistas veían la vida del individuo como un proceso de lana de seis colores distintos, tres primarios y dos secundarios. Los ni-
autoconocimiento que tenía lugar a través del conocimiento del mundo ños las comparan y contrastan entre ellas. Ello los familiariza con los
objetivo. conceptos de similitud y diferencia. También descubren que los colores
intermedios, o secundarios, combinan las propiedades de los colores pri-
marios: por ejemplo, que el naranja es una síntesis del rojo y el amarillo.
LA IDEA DE LOS J A R D I N E S DE INFANCIA La pelota, uno de nuestros juguetes preferidos desde la cuna hasta la
edad adulta, se presta además a los más diversos juegos.
Froebel desarrolló sus métodos de enseñanza algunos años después de El segundo regalo consiste en tres objetos duros de madera: una es-
escribir La educación del hombre. Llamó a su escuela «jardín de infan- fera más grande que las bolas de lana del primer regalo, un cubo y un
cia» (Kindergarten) y elaboró un currículo basado en el principio del cilindro. De las tres formas, la esfera es la única que había aparecido an-
juego. Froebel veía en el juego una representación activa de la vida in- tes (las pelotas de lana). Los niños comparan la dureza y la lisura de la
terior del yo, libre de necesidades e impulsos. El juego era también una esfera de madera con la blandura y la aspereza de las pelotas de lana.
Una historia de la educación del arte 184 185 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

También comparan si son ligeras o pesadas y los diferentes sonidos que


producen cuando se dejan caer. Después de esto, comienzan a compa-
rar la esfera con el cubo. La esfera es redonda y puede rodar; el cubo no
es redondo, tiene varios lados, y sólo se mueve por deslizamiento. Fi-
nalmente, encuentran el cilindro, que combina algunas cualidades de la Figura 5.2. «Séptimo regalo,
ordenación de tablillas»
esfera y del cubo.
(Lámina XXVIII), tomado de
Los regalos que van del tres al seis consisten en una serie de bloques Edward Wiebe, The Paradise of
subdivididos en partes cada vez más pequeñas. Se introduce de este Childhood: A Manual for Self-
modo la noción de un todo integrado por partes, y al dar a los cubos el lnstruction in Friedrich
Froebel's Educational
nombre de «ladrillos» se despierta el espíritu constructivo de los niños.
Principies (Springfield, MA,
El tercer regalo (figura 5.1) es un cubo subdividido en seis cubos más Milton Bradley Co., 1869).
pequeños, lo cual permite jugar con los bloques.
El séptimo regalo introduce a los niños en el concepto de superficie
(véase figura 5.2). Se utilizan maderas rectangulares y triangulares de
colores distintos para generar distintas formas. Algunas versiones utili-

Figura 5.1. «Tercer Regalo»,


juego de bloques (Lámina I), zan una amplia variedad de colores en lugar de los colores naturales de
tomado de Edward Wiebe, The la madera clara y oscura. Con este regalo se pueden reproducir todos
Paradise of Childhood: A
los diseños de parquet posibles.
Manual for Self-lnstruction in
Friedrich Froebel's Educational Los regalos octavo y noveno consisten en pequeños palos o listo-
Principies (Springfield, MA, nes en un caso y anillos o arcos semicirculares en el otro, que se usan
Milton Bradley Co., 1869). para hacer dibujos. Una posible variación del octavo regalo consiste
en una serie de pequeños guisantes reblandecidos con agua con los
que se pueden unir los palos para formar construcciones tridimensio-
nales.
El décimo regalo (figura 5.3) es una pizarra para dibujar. En uno
de sus lados la pizarra tiene grabada una cuadrícula de líneas que ayu-
da al niño a medir y comparar posiciones y tamaños y que le permite
encontrar el centro y los lados de las formas que está dibujando. Des-
pués del dibujo sobre pizarra viene el dibujo sobre papel, también cua-
driculado.
Una historia de la educación del arte 186 187 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

jardín de infancia, según la concepción actual, aunque en su momento


estas actividades eran vistas como una fuerza liberadora en la educación
de los niños.

Figura 5.3. «Décimo regalo,


materiales de dibujo» (Lámina
LA DIFUSIÓN DEL MOVIMIENTO DE LOS J A R D I N E S DE I N F A N C I A
XLV), tomado de Edward
Wiebe, The Paradise of
Childhood: A Manual for Self- Como resultado de la revolución de 1848, Alemania entró en un perío-
Instruction in Friedrich
do de intenso conservadurismo político. Dentro de este clima social, la
Froebel's Educational Principies
(Springfield, MA, Milton Bradley
más pequeña desviación de las prácticas educativas habituales levanta-
Co., 1869). ba sospechas. Los jardines de infancia, que habían proliferado durante
los 15 años anteriores, fueron clausurados. Esto significó un duro golpe
para Froebel, que en parte fue culpable de su prematura muerte en
1852. A pesar de todo, la causa de los jardines de infancia encontró nue-
vos defensores en un grupo de mujeres de clase alta. La Baronesa von
Bülow se convirtió en la portavoz del movimiento en Alemania. Su po-
sición social y sus conocimientos de idiomas le permitían asumir este li-
derazgo en toda Europa. Tras fracasar en su intento de obtener la revo-
cación de la prohibición de los jardines de infancia en su patria natal,
viajó a Francia, Holanda, Bélgica, Gran Bretaña, Italia y Rusia para dar
a conocer los métodos de Froebel. Su éxito fue especialmente notable

Los diez regalos restantes, que reciben el nombre de tareas, inclu- en los Países Bajos y en Gran Bretaña.

yen actividades tales como la de perforar, que consiste en pinchar con


una aguja sobre un papel marcado para crear una serie de formas pre-
determinadas. Otra consiste en coser sobre una tarjeta, de modo que los El movimiento de los jardines de infancia en Estados Unidos
diferentes colores de los hilos introduzcan la idea de belleza. Otras ta-
reas son cortar papeles y montar estructuras con ellos. Posteriormente La historia de los jardines de infancia en Estados Unidos comienza con
se introduce el trenzado, el tejido sobre una tabla, el doblado de papel, un grupo de «intrépidas mujeres» (Snyder, 1972) que abrieron las pri-
el trabajo con guisantes y el modelado con arcilla. Al llegar a la arcilla el meras escuelas de este tipo, por lo general con dinero privado, y que
niño se reencuentra con la esfera que había recibido antes en el primer trabajaron para que fueran aceptadas como parte de la enseñanza pú-
regalo. blica. Los fundadores de los primeros jardines de infancia fueron inmi-
Lo que distingue un regalo de una tarea es que esta última implica grantes de lengua germánica que habían entrado en contacto con ellos
generalmente algún tipo de transformación sobre el material, mientras en el viejo mundo; el primero de estos jardines de infancia fue fundado
que en el caso de los regalos el material siempre puede volver a su for- en 1855 por la señora Carl Schurz en Watertown, Wisconsin. Elizabeth
ma original. Muchas de las tareas exigen un nivel de destreza y preci- Peabody tuvo la primera noticia de la existencia de esta escuela en
sión que excede las capacidades propias de los niños en edad de ir al 1860, durante una visita a Boston en la que conoció a la señora Schurz
Una historia de la educación del arte 18X 189 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

y a su hija. Este suceso transformó los últimos años de la vida de Pea- miento. El trabajo de Wiggin recibió el apoyo de un grupo de mujeres
body, ya que la puso en contacto con los principios educativos de Froe- filantrópicas de la costa oeste, como Leland Stanford, Sarah Cooper y
bel. M á s tarde conoció los escritos de Froebel, y poco después abrió el Pheobe Hearst. Gracias a su ayuda financiera se pudo organizar en
primer jardín de infancia en lengua inglesa de los Estados Unidos en la 1879 la Asociación de Jardines de Infancia Golden Gate, que en 1884
calle Pickney de Boston (Snyder, 1972).' se convirtió en sociedad. En su quinto año de funcionamiento la aso-
En 1867, Peabody se trasladó a la ciudad europea de Hamburgo para ciación había abierto ocho clases de jardín de infancia y había contri-
estudiar los métodos de Froebel junto a Emma Marwedel, cuya influen- buido al establecimiento de otros cuarenta y cuatro jardines de infancia
cia sería determinante. Peabody recuerda que fue entonces, a sus casi se- en Bay Área {Golden Gate Kindergarten Association, 1884).
tenta años, cuando decidió dedicar lo que le quedaba de vida a los jardi- Los defensores de los jardines de infancia en Estados Unidos hacían
nes de infancia. A su regreso a Boston fundó una revista para difundir hincapié en la idea de que los regalos y deberes podían servir como fun-
los principios del movimiento, y en este sentido desempeñó en Estados damento para una educación orientada a la industria. En el segundo vo-
Unidos el mismo papel que la Baronesa von Bülow había llevado a cabo lumen de Art and Industry (1892) Clarke se hizo eco de esta propuesta
en Europa. Aunque el jardín de infancia de Peabody era una empresa y se apoyó en algunos alegatos de Elizabeth Peabody y Emma Marwe-
privada, las escuelas públicas de Boston pusieron en marcha en 1870 un del. Reprodujo una circular publicada originalmente por Peabody, titu-
programa experimental de jardines de infancia, que se vio interrumpido lada The Identification of the Artisan and Artist, y que consistía en un
ocho años más tarde por culpa de un cambio en la economía. sermón del cardenal Wiseman (1869), junto a Plea for Froebel's Kinder-
M á s éxito tuvo el jardín de infancia que Susan Blow consiguió abrir garten (1869), un texto en el que Peabody sostenía que el jardín de in-
en San Luis, Missouri. Sus esfuerzos contaban con el apoyo de W i l l i a m fancia era una escuela primaria de arte y que constituía el fundamento
Torrey Harris, Superintendente de las Escuelas de San Luis, cuyo apo- adecuado para una educación artística industrial. El alegato de Marwe-
yo financiero hizo posible que Blow viajara a Nueva York para estudiar del se basaba en su conocimiento tanto de las prácticas educativas ale-
con madame Kraus Boelte, toda una autoridad en relación con los mé- manas en relación con el arte industrial como del programa de dibujo
todos de Froebel. A su regreso, en la primavera de 1873, Blow abrió la industrial desarrollado por Walter Smith (véase capítulo 4) en Massa-
primera escuela de formación para profesores de jardín de infancia en chusetts:
Estados Unidos. Algunos años más tarde tenía bajo su supervisión cin-
cuenta y ocho clases de este tipo en San Luis (Snyder, 1972). Este método de Froebel incita al niño desde muy pronto a copiar la na-
Blow fue la responsable de que Emma Marwedel viniera a Estados turaleza: el dibujo sobre cuadrícula [del décimo regalo] hace que la
Unidos para formar a profesores de jardín de infancia y contribuyera a mano gane control y dirección; gracias a él se aprende a dibujar por fa-
la apertura de nuevas instituciones de este tipo. Marwedel ayudó a po- ses, se entrena gradualmente el ojo en la localización de puntos para es-
ner en marcha el primer jardín de infancia de la costa oeste, que incluía tablecer simetrías en las formas, y el niño se va familiarizando con los
también una escuela para la formación de profesores de jardín de in- nombres científicos de la líneas y los ángulos, así como de las figuras geo-
fancia. Uno de sus primeros alumnos fue Kate Douglas Wiggin, que métricas, las cuales constituyen las lecciones preliminares del programa
más adelante se convertiría en una voz importante dentro del movi- de Dibujo Industrial que el profesor Walter Smith ha preparado de for-
ma tan competente y convincente. (Citado en Clarke, 1892, pág. 663.)

1. El estudio de Robert Saunders (1961) sobre Elizabeth y M a r y P e a b o d y y


Horace Mann ilustra el papel que desempeñó el movimiento de los jardines de infan- Hay que llamar la atención sobre el hecho de que la aprobación de
cia dentro de la historia de la educación artística. la Ley del Dibujo de Massachusetts y la introducción de los jardines de
Una historia de la educación del arte 190 191 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

infancia en las escuelas de Boston tuvieron lugar en el mismo año, 1870. cesarios para que las escuelas pudieran poner en práctica sus enseñan-
Los promotores del dibujo eran industriales, banqueros, editores y co- zas. Froebel inventó los regalos, pero fue Bradley quien resolvió el pro-
merciantes. Todos ellos eran personas que tenían acceso a los centros blema de su producción.
del poder en Boston y que podían usar este poder para introducir cam- En 1869, Bradley publicó The Paradise of Childhood, de Edward
bios en las escuelas en función de sus intereses. El movimiento de los Wiebe, un manual para profesores dedicado a los regalos y deberes. Las
jardines de infancia, en cambio, tenía a sus defensores entre las mujeres setenta y cuatro láminas que acompañaban la edición original fueron to-
de clase media, cuyo acceso al poder estaba limitado a la filantropía pri- madas de Goldammer's Kindergarten, publicado unos años antes en Ale-
vada. Las diferencias en las vías de promoción de los dos movimientos mania. En 1887 y 1888 aparecieron nuevas ediciones revisadas. En 1896
reflejan claramente el estatus subordinado que tenían las mujeres en la Bradley publicó una edición especial para el veinticinco aniversario, de
sociedad americana en el último tercio del siglo x i x . Peabody y Marwe- la que hizo sucesivas reimpresiones en 1899 y 1903; una nueva edición
del apostaron el futuro de los jardines de infancia al creciente interés de 1910, en conmemoración del cincuenta aniversario de la empresa, fue
que suscitaba la educación vocacional. seguida de nuevas reimpresiones en 1913, 1923 y 1928. El manual estu-
vo por lo tanto disponible de forma regular durante cincuenta y nueve
años. W e b b e r señala que durante buena parte de este tiempo «todos es-
La distribución comercial de los regalos y deberes tos esfuerzos fueron llevados adelante gracias a la fuerza de sus [de Brad-
ley] convicciones y a su amor por la causa, a pesar de la intensa oposi-
Los veinte regalos y deberes requerían un conjunto de materiales di- ción de sus socios comerciales, que se daban cuenta de su inutilidad
dácticos que no habían sido utilizados anteriormente en las escuelas. desde un punto de vista comercial» (Webber, 1911, pág. 489).
Hasta entonces los juguetes de los niños habían sido principalmente Los catálogos comerciales de Bradley sobre materiales educativos
imitaciones en miniatura de los objetos utilizados por los adultos en la estaban organizados alrededor de los regalos. Para cada regalo acos-
vida diaria. Antes de la llegada de Froebel era infrecuente encontrar tumbraba a haber una versión que se ajustaba al modelo original de
objetos abstractos, como por ejemplo bloques, y nunca se habían usa- Froebel y una serie de versiones nuevas del producto que a menudo se
do en las escuelas. Antes de poder introducir estos materiales hacía presentaban como «mejoras». El hecho de que Bradley fabricara una
falta organizar su producción y distribución. Froebel había intentado amplia gama de productos que se desviaban de las versiones originales
fundar una empresa en Blankenburg que habría integrado un jardín de Froebel sugiere que disponía de un mercado estable y que la afirma-
de infancia y una escuela de formación, así como una fábrica y una edi- ción de W e b b e r de que actuaba únicamente por « a m o r a la causa» era
torial destinadas a producir materiales para jardines de infancia. La seguramente una exageración. Es más que probable que la empresa de
empresa debía financiarse con las acciones que pudieran suscribir las Bradley sacara beneficios de la venta de los regalos y deberes, ya que
mujeres alemanas, pero era un proyecto demasiado visionario y fraca- continuó vendiéndolos años después de la muerte de Bradley.
só (Graves, 1929).
Peabody criticó la comercialización de los materiales de jardín de
Una de las primeras empresas que se dedicó a la producción de es- infancia diseñados por Froebel en los siguientes términos: «El interés
tos materiales en Estados Unidos fue la Compañía Milton Bradley, fun- de los fabricantes y los comerciantes de los regalos es una trampa. Se
dada en 1860 en Springfield, Massachusetts. Según escribió W e b b e r puede decir que ya ha corrompido la simplicidad de Froebel en Euro-
(1911) en su elogio conmemorativo a Bradley, éste se sintió inicialmen- pa y América, pues su intención era utilizar exclusivamente formas ele-
te atraído por las ideas de Froebel a raíz de un encuentro con Elizabeth mentales y materiales simples, y que en la medida de lo posible fueran
Peabody, tras lo cual se entregó a la tarea de producir los materiales ne- elaborados por los propios niños» (citado en Barnard, 1890, pág. 15).
Una historia de la educación del arte 192 193 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

La Compañía Milton Bradley no era la única que se dedicaba a los tipo y Froebel. « L a forma», decía, « e s una extensión del objeto: afecta
regalos y deberes. La Compañía E. Steiger también los vendía. En los a todas las cosas visibles e invisibles, desde la pelota de lana hasta el glo-
archivos de Frank Lloyd Wright se encontró una copia de 1876 del ca- bo terrestre» (Hicks, 1891, pág. 7 9 6 ) . La pelota de lana era una clara re-
tálogo de Steiger, lo cual da credibilidad a la historia de que la madre de ferencia al primer regalo de Froebel. En la conferencia Hicks compara-
Wright utilizó esos materiales para su educación (Kaufman, 1982). ba las escuelas normales, que basaban su enseñanza en formas
La Compañía Educativa Prang, una tercera empresa dedicada a la geométricas abstractas, con las escuelas que introducían las formas a
venta de estos materiales, promovía la introducción de la enseñanza ar- través de una miscelánea de objetos. En su opinión, este último método
tística en los cursos elementales a través de un programa educativo im- obstaculizaba la capacidad del niño para desarrollar una comprensión
pregnado de ideas derivadas de Froebel. Louis Prang, un reconocido clara del objeto como ejemplo de una forma universal. El ejemplo que
editor de litografías en color que empleaba habitualmente para la fabri- puso fue el de un niño que compara una esfera con un cubo.
cación de tarjetas de felicitación, publicó las primeras reproducciones
en color de obras de arte por medio de un proceso conocido como Entonces descubre algo así como el tipo en la manzana, en la naranja y
«cromolitografía». Prang también publicaba manuales para enseñar di- en todos los objetos que le resultan agradables y bellos. Va pasando de
bujo en las escuelas públicas. Uno de sus primeros autores fue Walter una forma-tipo a otra; tras el grupo de tres que propone Froebel, la es-
Smith, director de dibujo de las escuelas de Boston. fera, el cubo y el cilindro, aparecen otros grupos a través de actividades
Tal como se explica en el capítulo 4, la colaboración entre Prang y como ordenar tablas, ordenar palos, cortar papeles o dibujar, con lo cual
Smith terminó en 1880 a causa de una disputa sobre un manual, tras lo se amplía todavía más su mundo de formas. A medida que estudia una
forma-tipo estudia todas las formas que tiene a su alrededor, y su mente
cual Prang contrató a otros autores para preparar sus currículos de arte
recoge las imágenes de todas estas formas llevadas a su perfección gra-
para el mercado educativo. Algunos de ellos fueron John Spencer
cias al estudio de los tipos. (Hicks, 1891, pág. 803.)
Clark, Bonnie Snow, Arnold Dodel y Mary Dana Hicks. Esta última se
convirtió más tarde en la segunda esposa de Prang, y es en sus libros
donde se ve con más claridad la influencia que tuvo Froebel sobre Las formas-tipo quedaron de este modo identificadas con los rega-
Prang. los de Froebel, aunque los detalles del método por el que se introducían
estas formas geométricas eran bastante distintos del de Froebel. La idea
principal, sin embargo, es que el programa artístico de Hicks se basaba
DE LOS REGALOS Y DEBERES A LAS A C T I V I D A D E S ARTÍSTICAS en una psicología de la percepción parecida a la que hay detrás de los
regalos y deberes. En una palabra, Hicks convirtió los regalos y deberes
Mary Dana Hicks acudió a Boston para trabajar con Prang en 1879, en actividades artísticas.
poco después de que Smith y Prang rompieran sus relaciones. Antes ha-
bía sido supervisora de dibujo en las escuelas públicas de Siracuse,
Nueva York. En 1891 dio una conferencia en la convención de la Aso- William Torrey Harris y el idealismo
ciación Nacional de Educación (NEA) sobre el uso de las formas-tipo
en la educación. Las formas-tipo eran modelos tridimensionales, habi- William Torrey Harris nació en 1835 en North Killingly, Connecticut.
tualmente hechos de madera, en forma de cubos, cilindros, esferas y co- En 1844 su familia se trasladó a Providence, Rhode Island, donde asis-
nos; se usaban como objetos de naturalezas muertas en los ejercicios de tió a las escuelas locales, tras lo cual estudió en diversas academias pri-
dibujo. En su opinión se podía encontrar una relación entre las formas- vadas de Nueva Inglaterra. En 1854 ingresó en Yale y en su primer año
Jna historia de la educación del arte 194 195 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

conoció a Amos Bronson Alcott, que habría de convertirse en un ami- de la Razón como realidad suprema: la Razón era «espontánea, auto-
go y una fuente de inspiración para el resto de su vida. Fue Alcott el pri- creada, libre». Esta libertad era una libertad trascendental que se halla-
mero que le introdujo en el trascendentalismo. M á s tarde Harris recor- ba por encima de las leyes físicas, y cuya motivación principal era mo-
daría que el trascendentalismo le había permitido ir más allá de las ral. Un ser humano, por más que sea un ser autónomo destinado a un
superficies y las ilusiones de la experiencia sensible común. progreso moral infinito, es incapaz de comprender por sí mismo todo
este potencial; de ahí surge la necesidad de las instituciones. Los indivi-
duos nacen sin principios éticos; deben adquirirlos para participar de
1 DESARROLLO DE LA FILOSOFÍA DE H A R R I S las ventajas de la vida civilizada. Hacer que los seres humanos sean éti-
cos significa prepararlos para vivir bajo las instituciones que ha genera-
Harris abandonó más tarde el trascendentalismo de Alcott, Thoreau y do la civilización y poder participar por lo tanto de sus frutos. Un indi-
Emerson para abrazar el idealismo absoluto de Hegel. Tras mudarse a viduo solo, aislado de la comunidad, no puede levantarse por encima
San Luis conoció a Henry Conrad Brockmeyer; juntos fundaron en del estado salvaje; pero en la medida en que la humanidad participa en
1866 la Sociedad Filosófica de San Luis. Harris se entregó al estudio de las instituciones se ahorra la agonía de tener que reinventar cada vez la
los cuatro gigantes del idealismo alemán: Kant, Fichte, Schelling y He- rueda (McClusky, 1958).
gel. En 1868 Harris se convirtió en el superintendente de las escuelas de Harris identificó las cuatro grandes instituciones en la familia, la so-
San Luis, y en 1889 fue nombrado Comisario de Educación de los Es- ciedad civil, el Estado y la Iglesia. La escuela constituye una transición
tados Unidos, cargo que ocuparía hasta su retiro en 1906. entre la familia y los otros tres. Por un lado, la escuela no monopoliza la
McClusky describe del siguiente modo el ambiente intelectual del educación; por otro, no es justo esperar que las escuelas transmitan
movimiento de San Luis: aquello que deben proporcionar las demás instituciones juntas.
Harris consideraba que la Iglesia era la más alta de las instituciones,
La mejor manera de comprender el Movimiento de San Luis en filoso- porque revelaba el principio más elevado, el del Creador del mundo. El
fía es considerarlo como una fase más dentro de la amplia disputa entre Estado es la siguiente en importancia, ya que hace posible el respeto
el naturalismo y el idealismo, con el telón de fondo del siglo xix en los por uno mismo y la individualidad a través de un gobierno libre en el
Estados Unidos. Muchos pilares de la vieja ortodoxia religiosa se esta- que todos los ciudadanos participan en la elaboración de las leyes. La si-
ban tambaleando bajo el impacto del naturalismo spenceriano y el evo-
guiente dentro de la jerarquía es la sociedad civil, cuyo papel educativo
lucionismo darwinista. Había un miedo generalizado a que la nueva
es preparar al individuo para una determinada vocación o profesión.
ciencia eliminara todo lo valioso, y sólo dejara «las evoluciones sin sen-
Por último, la familia enseña las formas adecuadas de comportamiento
tido de la materia, determinada por un mecanismo inconsciente». Al-
hacia los iguales y los superiores, así como los hábitos de la limpieza, las
gunas personas vieron en Harris a un nuevo Noé que venía a salvar a su
gente del diluvio del materialismo y el agnosticismo que estaba inun- buenas maneras y el sentido del bien y el mal.
dando el mundo de los creyentes. Tal vez lo que pedían era demasiado, Según Harris, las escuelas deberían dar mucha importancia a la dis-
pero tenían razón al cifrar sus esperanzas en Harris como figura estra- ciplina y a la educación moral, lo cual incluye comportamientos tales
tégica dentro de la reacción que debía preservar los valores tradiciona- como ayudar a los propios compañeros y a los profesores, ser puntual,
les (1958, pág. 116). ser aplicado en el estudio, y obedecer de buen grado a la autoridad le-
gítima.
Harris basó su defensa de los valores tradicionales en la filosofía he-
geliana de las instituciones. Hegel tomó como punto de partida la idea
Una historia de la educación del arte 1% 197 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

IMPLICACIONES PARA LA EDUCACIÓN A R T Í S T I C A la belleza de la naturaleza, una concepción del arte no muy distinta de la
de Ruskin. Desde la perspectiva de Harris, la gran mayoría de las per-
Harris también sostenía que la moral, la religión y la estética estaban re- sonas apenas son capaces de apreciar la belleza en la naturaleza porque
lacionadas entre sí, y que los estilos artísticos estaban vinculados a idea- no la han estudiado a través de las interpretaciones que ofrece el arte. El
les religiosos, una idea que había sacado de Hegel. Este distinguía tres arte debe enseñarse « p a r a que los hombres sean capaces de apreciar la
tipos de religión, cada una de las cuales tenía su forma de arte correspon- belleza y producirla» (Pág. 2 7 0 ) .
diente. La primera forma de religión es la «religión natural», que situaba
lo divino en los cuerpos celestiales, en las plantas y en los animales. Esta La finalidad de la educación artística en las escuelas es desarrollar en el
forma incluiría todas las religiones primitivas, entre ellas la religión del niño el amor por la belleza y la capacidad de producir objetos bellos.
antiguo Egipto. Los egipcios construían moradas para el reposo eterno Si le falta este amor y esta capacidad, el hombre es insensible a la be-
de las almas: su arquitectura y sus sarcófagos contenían literalmente el lleza de su entorno. Para ser más concretos, debemos enseñar pintura
alma. La segunda forma de religión es lo que Hegel llamaba la «religión por tres motivos distintos: primero, para que seamos capaces de retra-
tar sobre el papel de forma clara e inteligente aquellos objetos que la
del arte», cuyo ejemplo son los griegos, que literalmente rendían culto a
mente percibe mejor a través del ojo que a través de las palabras, sea
la belleza. Su preocupación era desarrollar un cuerpo bello. El tercer es-
con objeto de facilitar la tarea de nuestra propia memoria o para trans-
tadio es el de la religión revelada, lo cual para Hegel significa el cristia-
mitir ideas bien determinadas a otras personas. Segundo, enseñamos
nismo. El arte propio de este estadio de la cultura es lo que Hegel lla- dibujo para que podamos obtener percepciones más penetrantes de las
maba el arte «romántico». bellezas de la naturaleza, y para que podamos conservar lo que el señor
Harris consideraba que las artes eran importantes porque consti- Ruskin llama las verdaderas imágenes de los objetos bellos que deja-
tuían una de las tres vías a través de las cuales el pensamiento humano mos atrás, o que nos vemos obligados a abandonar. Tercero, enseña-
se acercaba a lo divino. La primera es la religión, la segunda es el arte, y mos a pintar para que —y en este punto expreso las ideas del señor
la tercera la filosofía. El arte puede ser definido como la piedad de los Ruskin en unas palabras que se acercan tanto a las suyas como me per-
sentidos, la religión como la piedad del corazón, y la filosofía como la mite la memoria— podamos comprender la manera de pensar de los
piedad del intelecto. grandes pintores, y seamos capaces de valorar su obra de forma since-
ra. (1897, págs. 270-271.)

El esfuerzo por darle formas visibles o audibles se traduce en las diver-


sas ramas de las bellas artes y de la literatura; el intento de explicar el Harris se basaba en este punto en la obra de Ruskin Modern Pain-
mundo a partir del concepto de lo divino y comprender la verdad última ters. Su manera personal de enfocar la educación artística consistía en
es la filosofía. De este modo vemos que el arte y la literatura se ocupan utilizar las obras maestras del arte para enseñar a los alumnos las belle-
del mismo tema que la religión y la filosofía. La idea de que la escultura, zas de la naturaleza. Pero en último término no era la belleza artística lo
la pintura, la música y la poesía no tienen otro uso que el entretenimien- que consideraba importante: pues Harris, al igual que Ruskin, pensa-
to debe dejar paso a una concepción que las sitúe entre las ocupaciones ba que el arte era una fuente de verdades espirituales. Ambos compar-
más serias y valiosas del alma humana. (1897, pág. 262.) tían la idea de que el arte de épocas históricas pretéritas refleja las con-
diciones morales predominantes en aquellos momentos; Harris tendía a
En el mismo discurso Harris trataba la belleza no como algo creado ver una especie de evolución moral en la historia del arte, dentro de la
por el arte sino como algo que es entregado a la humanidad por el Crea- cual el arte de su propia época (el arte romántico) representaba el nivel
dor, y que es celebrado por el arte. El gran arte es aquel que interpreta más alto de realización espiritual.
Una historia de la educación del arte 198 199 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

La finalidad de la educación artística, tal como lo entendía Harris, Poco después de graduarse en Oxford, Ruskin inició una carrera
era desarrollar en el niño un profundo respeto por aquellas institucio- pública que se extendería durante más de la mitad del siglo x i x , y que
nes sociales que imponen un cierto grado de control sobre la acción comenzó con la publicación de varios libros sobre pintura y arquitec-
personal. Harris veía el arte romántico como una evolución espiritual, tura, concretamente Modern Painters, Las siete lámparas de la arqui-
en la cual reconocía a su vez una señal de una evolución moral de la so- tectura, y Las piedras de Venecia. Tales libros estaban escritos en un es-
ciedad contemporánea; transmitir una apreciación por este arte signifi- tilo literario que el público Victoriano encontraba a la vez informativo
caba al mismo tiempo inspirar respeto por el status quo. Visto de este y moralmente edificante. A u n q u e sus temas pudieran ser la arquitec-
modo, el arte era una fuerza conservadora. En la medida en que la apre- tura de los edificios italianos o franceses, siempre terminaba por ex-
ciación del arte introduce a los niños en los ideales morales de su épo- traer una lección moral que se podía aplicar perfectamente a la Gran
ca, podía ser utilizada por los educadores para fines de control social. Bretaña de su tiempo. De este modo hizo ver a la clase media británi-
A diferencia de Ruskin, cuyo caso será tratado con más detalle en la ca que las artes de una nación reflejan las condiciones morales de su
siguiente sección, Harris era un educador guiado por un sistema filosó- tejido social y constituyen « e l signo visible de la virtud nacional» (vol.
fico idealista. No era un crítico de arte como Ruskin (tal vez el crítico de 19, pág. 164). 2

arte más influyente del siglo). Harris no trataba con la realidad del arte Recientemente el historiador del arte sir Kenneth Clark ha señalado
del siglo x i x , sino sólo con la idea del arte en abstracto. Si lo hubiera he- que hacia finales de siglo los signos de respetabilidad imprescindibles
cho, probablemente habría llegado a la misma conclusión que Ruskin: en los hogares ingleses de clase media eran un libro de Ruskin y los
que la pérdida de valores orgánicos de la arquitectura y la decadencia Idylls ofthe King de Tennyson (Clark, 1964). Ruskin vio como se hacían
en la calidad del diseño de las manufacturas industriales eran reflejo de varias reimpresiones de sus libros a lo largo de su vida, realizó giras de
las condiciones morales de la sociedad industrial del siglo x i x , ator- conferencias, publicó un gran número de artículos en periódicos y re-
mentada por las desigualdades sociales. De ningún modo podía encon- vistas, y prestó testimonio ante el Parlamento; por todas partes flore-
trar Ruskin algún indicio de que el arte de la era victoriana era un ejem- cían las sociedades lectoras de Ruskin.
plo de progreso moral. Más bien al contrario: su crítica del arte se
convirtió en la base de su crítica social.
C O N C E P C I Ó N DEL ARTE

La influencia de Ruskin sobre la educación artística Las ideas de Ruskin sobre el arte y la educación no resultan difíciles de
detectar y comprender; sin embargo, debido a la extensión de su obra,
La sociedad industrial del siglo x i x se regocijaba de su propio éxito ma- son extraordinariamente difíciles de resumir. The Works of Ruskin
terial. Sin embargo, algunos críticos sociales señalaban que se estaba (1903-1912) tiene treinta ocho volúmenes, más un volumen trigésimo
produciendo un cisma entre las necesidades materiales y las espirituales noveno dedicado al índice general. Afortunadamente Edward T. Cook,
tanto en el tejido de la sociedad como en la personalidad de los indivi- autor de una biografía de Ruskin y editor de su antología, preparó una
duos. En Estados Unidos, tal era el tema principal de Emerson y Tho- síntesis concisa y penetrante de sus ideas principales en Studies in Ruskin
reau. En Inglaterra, John Ruskin era uno de los críticos que planteaban (Cook, 1890). En el primer capítulo Cook describe la concepción del
estas cuestiones. Emerson y Thoreau respondieron a esta crisis a través
de un retorno a la naturaleza; Ruskin acudió al arte, en el que veía el me-
2. Salvo otra indicación, las referencias a las obras de Ruskin corresponden a la
dio para mantener un equilibrio entre el progreso material y el espiritual. edición de Edward T. Cook y A l e x a n d e r W e d d e r b u r n (1903-1912).
Una historia de la educación del arte 200
201 La corriente del idealismo romántico en la educación artística
arte de Ruskin como « l a expresión del goce racional y disciplinado del
hombre ante las formas y las leyes de la creación de la que forma parte» Por este motivo se puede afirmar que el arte es una fuente de morali-
(pág. 5 ) . Ruskin veía el arte como una imitación de la naturaleza, con la dad y de penetración espiritual, y que es importante por lo tanto para
salvedad de que tal imitación debía estar marcada por el goce. Y sin el progreso humano. En contraste, el arte que busca únicamente el pla-
embargo la imitación y el goce, por más que sean necesarios, resultan cer lleva a la decadencia. La crítica de arte de Ruskin también era críti-
insuficientes. Las grandes obras de arte también deben tener una finali- ca social. En su libro Las piedras de Venecia localiza en la transición del
dad moral. Esta finalidad se hace efectiva cuando el arte ensalza a Dios estilo gótico al renacentista lo que consideraba una decadencia de la fe
y a sus creaciones. El arte griego era una alabanza de la más noble crea- religiosa (Cook, 1890).
ción de Dios, la forma humana. Ruskin era un defensor del estilo gótico, y los argumentos que em-
Como resulta difícil conseguir una buena representación, Ruskin pleaba en su defensa iban más allá del aspecto físico; también preten-
pensaba que los artistas debían dedicar su tiempo únicamente a los te- día promover la restauración de una vida social basada en los ideales de
mas más nobles. La vida es demasiado corta y el aprendizaje del oficio la comunidad medieval, tal como él la concebía. En su opinión, el arte
demasiado largo como para gastar tiempo «en pintar un patán en lugar gótico era un arte moral porque estaba basado en la naturaleza, y era a
de un caballero, o una "impresión" de una bailarina de ballet en lugar de un tiempo bello, memorable y útil porque reflejaba al creador. No sólo
una visión de los coros angélicos» (citado en Cook, 1890, pág. 8). En Mo- aspiraba a la contemplación de la belleza, sino también a la satisfacción
dern Painters, Ruskin declara que «el arte más grandioso es el que trans- de las necesidades de la comunidad de los creyentes. Como estaba
mite a la mente del espectador, por el medio que sea, el mayor número comprometido con una finalidad espiritual, era naturalmente bello; en
posible de ideas grandiosas» (Ruskin, vol. 3, pág. 92). Estudiar las gran- cambio, buena parte de la arquitectura de la época de Ruskin estaba
des obras de arte significa entrar en contacto con estas grandes ideas. comprometida con el materialismo económico, y era por lo tanto an-
tiestética. En su obra crítica dedicada a la arquitectura, Ruskin concibe
Ruskin también pensaba que « l a esencia del arte es la belleza, y la
el arte como un contrapeso que debía tratar de orientar las metas de la
esencia de la belleza consiste en la atracción que ejerce sobre los senti-
sociedad inglesa hacia fines superiores. En gran medida, Ruskin pensa-
dos». La belleza es algo « q u e es creado por un espíritu noble, y que es
ba que la redención social de Inglaterra dependía de que recuperara lo
percibido y sentido por otro de parecida o igual nobleza» (Ruskin, vol.
que había perdido. En ningún momento se hizo tan evidente esta idea
15, pág. 4 3 8 ) . La capacidad intuitiva de los artistas les permite encon-
como en su discurso inaugural en Oxford.
trar la verdad y la belleza en la naturaleza y convertirlas en el funda-
mento de su arte, pero el crítico capaz de percibir el contenido espiri-
tual en la obra del artista también se halla embarcado en un ejercicio de La Inglaterra que es dueña de medio mundo no puede seguir siendo un
imaginación parecido. montón de cenizas, pisoteadas por muchedumbres miserables y enfren-
Para Ruskin, el arte no era una forma de recreación o de entreteni- tadas; debe volver a ser la Inglaterra que fue una vez, con toda su belle-
za. (Ruskin, vol. 20, pág. 43.)
miento. Aunque el verdadero objeto artístico evoca placer, el fin último
del arte es manifestar el espíritu creativo del universo. En consecuen-
cia, todo el gran arte es al mismo tiempo religión, y el verdadero artista
C O N C E P C I Ó N DE LA E D U C A C I Ó N A R T Í S T I C A
debe ser necesariamente religioso, aunque el sentido que daba Ruskin
a la religión poco tenía que ver con la teología establecida o con los
dogmas confesionales. Todo arte se basa en las leyes de las formas or- La filosofía de Ruskin sobre la educación artística estaba basada en sus
gánicas que surgen en la naturaleza tal como fueron creadas por Dios. ideas acerca de la sociedad y de la naturaleza moral del arte. En su opi-
nión, la creación y la apreciación del arte dependían de dos cuestiones,
Una historia de la educación del arte 202 203 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

a saber, la «percepción» y la «invención». Pocos reciben el don de la ca- gran medida el principal elemento que debe introducirse no sólo en la
pacidad de invención, y es algo que no se puede enseñar porque es un Universidad sino en todos los niveles de la educación nacional. (Vol. 20,
don divino. La percepción, en cambio, sí puede enseñarse. La función pág. 35.)
de la educación artística es ayudar a las personas a percibir las bellezas de
la obra divina en el universo material (vols. 14 y 15). Mientras que algu- La idea de integrar otras materias dentro de la enseñanza artística
nos individuos poseen un talento natural para percibir tales bellezas, no era nueva para Ruskin en la época en que enseñaba en Oxford, ya
otros que carecen de este talento pueden mejorar su capacidad de per- que dieciséis años antes había expuesto la misma idea en una carta diri-
cepción gracias a actividades como el dibujo. En la medida en que el di- gida a sir Henry Colé, aunque en ese caso su atención se centraba en la
educación de los niños:
bujo contribuye a mejorar la percepción, también eleva el gusto del in-
dividuo.
Pienso que sería mucho más razonable considerar el dibujo como una
Según Ruskin, el dibujo también produce beneficios prácticos y por
materia que se puede enseñar en gran medida en concurrencia con otras
ello debería formar parte de la educación general. Pensaba que a través
ramas de la educación. La geografía, por ejemplo, debería incorporar
de la enseñanza artística se podía enseñar todo. En su artículo «Educa- mapas y perfiles de montañas. La botánica, las formas de las hojas. La
tion in A r t » escribió: historia, las formas de los utensilios domésticos, etc. Pienso que podría
enseñar a dibujar a un niño sin dedicar ninguna clase específica al dibu-
Pero por más que sea una cuestión difícil, depende de los mismos prin- jo, y al mismo tiempo conseguiría que aprendiera todo lo demás de forma
cipios que la utilidad de la lectura y la escritura; pues el dibujo, en la me- más rápida gracias a la introducción de un elemento gráfico. (Vol. 36,
dida en que está al alcance la mayoría, debe ser visto antes que nada pág. 136.)
como un medio para obtener y comunicar conocimientos. La persona
que es capaz de representar adecuadamente la forma de un objeto, y re-
producir su color, posee una capacidad de descripción y notación supe-
LA C Á T E D R A EN O X F O R D
rior en la mayoría de los casos a la de las palabras; y la ciencia de la no-
tación debería ser vista simplemente como una ciencia dedicada al
registro de las formas, igual como la aritmética se ocupa del registro de La Universidad de Oxford es la más antigua del mundo de habla in-
los números. (Vol. 14, pág. 143.) glesa, y al igual que todas las universidades fundadas en la Edad Me-
dia, hasta el momento no había incluido nunca las artes visuales en su
Por otro lado, los usos prácticos del dibujo no se limitan a la ense- currículo. Ruskin era consciente de esto y consideraba que su nombra-
ñanza de los niveles primarios. El discurso inaugural de Ruskin en Ox- miento como Profesor de Bellas Artes Slade era un acontecimiento sin
ford proponía un plan de enseñanza artística en el que los estudios de precedentes dentro del proceso de promoción del arte en la cultura in-
glesa (vol. 20, págs. xviii-xx). La labor de Ruskin en Oxford adoptó
historia y de ciencias naturales quedarían integrados en el estudio del
tres formas distintas. La primera y probablemente la más influyente
arte.
fueron las clases de arte, en las que se dirigía a amplias audiencias; se-
Aunque no enseño personalmente estas materias, os orientaré de forma gún la versión de Cook, contaban con una buena asistencia. En algu-
muy clara en esos ejercicios hacia la historia natural y al paisaje; no sólo nas cartas escritas mientras preparaba sus clases, Ruskin comentó que
porque dentro de estas dos ramas estoy seguramente en condiciones de dicha tarea le estaba resultando extremadamente difícil. En opinión de
mostraros verdades que tal vez serán ignoradas por mis sucesores; sino Cook, la elaboración de las clases de Oxford le llevó más esfuerzo que
porque pienso que el vital y gozoso estudio de la historia natural es en ninguna otra cosa que hubiera hecho antes, y en consecuencia se sintió
Una historia de la educación del arte 204 205 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

decepcionado por el hecho de que no fueran más ampliamente leídas y tas clases recién enriquecidas tenían una obligación especial de demos-
citadas (vol. 2 0 ) . trar buen juicio en el gusto.
Su segunda labor consistió en fundar una colección de obras de arte Como maestro de dibujo Ruskin designó a Alexander Macdonald,
que pudiera ilustrar las cualidades del buen arte, mientras que la terce- que siguió un currículo elaborado por el propio Ruskin. Según Cook,
ra supuso el establecimiento de un curso de dibujo. Ruskin comenzó a Ruskin propuso la creación del curso de dibujo para llevar a la práctica
organizar la colección de arte prácticamente desde el momento en que sus «teorías especiales sobre la educación artística». Quería reemplazar
aceptó el cargo de profesor, dado que sus clases y sus enseñanzas de- el método de South Kensington que se empleaba en Oxford en aquel
pendían de la disponibilidad de ilustraciones adecuadas. El curso de di- momento, al igual que en la mayoría de ciudades del país. Quería que
bujo fue propuesto y aprobado dos años más tarde, en 1871. su escuela de dibujo ejemplificara valores que se hallaban ausentes en el
método rival (Cook, 1890).
Pienso que la función de mi labor como profesor [...] es establecer una
escuela de Bellas Artes a la vez práctica y crítica para los caballeros in- Tras considerar detalladamente el funcionamiento del método de Ken-
gleses: práctica, de modo que si se dedican en alguna medida al dibu- sington para la enseñanza artística que se aplica en todo el país, y tras ob-
jo, aprendan a dibujar correctamente, y crítica, de modo que se dirijan servar durante dos años sus resultados sobre varias clases de estudiantes
a aquellas obras de arte cuyo estudio será más fructífero para ellos, y en Oxford, llegué finalmente a la conclusión de que no alcanzaba sus ob-
que sepan disfrutar con el ejercicio del mecenazgo en favor de artistas jetivos en más de un aspecto; en consecuencia, he obtenido permiso para
actuales, por ser conscientes de su justicia y por el hecho de otorgarlo establecer un curso independiente de dibujo vinculado a la cátedra de
únicamente a aquellos que lo merecen, para inmenso beneficio de su arte de Oxford; también se abrirán nuevas escuelas elementales en las
país. galerías de la Universidad el próximo mes de octubre, cuyos métodos es-
El objetivo de mi enseñanza aquí no consiste principalmente en al- tarán diseñados para alcanzar objetivos que no habían sido contempla-
canzar grandes logros, sino en la disciplina; los jóvenes no son enviados dos por el método de Kensington. (Vol. 27, pág. 159.)
a las universidades (al menos hasta ahora) para aprender un oficio, y ni
siquiera para formarse en una profesión; el objetivo ha sido siempre más Ese mismo año Ruskin escribió a Charles Eliot Norton acerca de
bien formarse como caballeros y como hombres cultos [...] Para que los sus planes para una nueva Escuela de Dibujo:
convirtamos en todo eso, si es posible hacer de ellos alguna de esas co-
sas. (Vol. 20, págs. 18-19.) Tras un año y medio de ejercer como profesor en Oxford, pensé que ha-
bía llegado el momento de declarar abiertamente hostilidades contra
La época en que Ruskin ocupó su cátedra estuvo marcada por una Kensington, y solicité de los delegados que me asignaran un aula para es-
importante afluencia de personas de clase media a Oxford, que hasta tablecer una escuela separada basada en un método distinto. Todos estu-
entonces había sido la ciudadela de los privilegios de las clases superio- vieron de acuerdo conmigo y pienso equipar la nueva aula con monedas,
res. Ruskin consideraba que era importante que las clases medias emer- libros, dibujos catalogados y grabados, así como tus vasijas griegas; sólo
gentes adquiriesen un conocimiento suficiente del arte para que pudie- el acondicionamiento me costará trescientas o cuatrocientas libras (Rus-
ran ejercer el mecenazgo con buen juicio, y se mostró preocupado por kin, 1904, pág. 33).
la posibilidad de que un mecenazgo bienintencionado pero incompe-
tente se viera fácilmente engañado por las cualidades más superficiales. El método de Ruskin para la enseñanza del dibujo difería del de
Un mecenazgo necio era destructivo para el arte. Aunque deseaba que la South Kensington tanto en los medios como en los objetivos. La princi-
educación artística llegase a todo el mundo, Ruskin consideraba que es- pal diferencia entre ambos, tal como señaló Cook, era que Ruskin ense-
Una historia de la educación del arte 206 207 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

naba a los alumnos a distribuir primero masas y colores, para introdu- generación y falsedad del que tardará veinte años en recuperarse (vol.
cir más tarde los detalles, mientras que South Kensington enseñaba a 29, pág. 154).
los alumnos a dibujar primero los detalles. El método de South Ken-
sington era principalmente un curso para el diseño de ornamentaciones La profecía de Ruskin era optimista, ya que la influencia de South
para la industria. Kensington no comenzó a remitir hasta 1895, cuando Ebenezer Cooke
En opinión de Cook, la escuela de dibujo de Ruskin no fue ningún preparó su Alternative Illustrated Syllabus of Instruction in Drawing in
éxito. Tuvo pocos estudiantes masculinos de licenciatura, aunque sí con- Elementary Shools. Siendo joven, Cooke había asistido a clases de dibu-
tó con una buena asistencia de las «jóvenes damas de Oxford» (1890, jo de Ruskin en el Working Men's College, y toda la vida conservaría su
pág. 67). La escuela de dibujo nunca fue enteramente admitida como admiración por las ideas de Ruskin sobre la enseñanza artística. Cooke
una rama de los estudios de artes liberales de Oxford con estatus regular, también pensaba que extender los métodos de Froebel más allá del jar-
pero en muchos aspectos la combinación del programa de clases de Rus- dín de infancia representaría una mejora para la enseñanza.
kin, la colección de obras de arte y la cátedra de dibujo proporcionaron Aunque no procediera directamente de Ruskin, el Alternative Sylla-
un modelo para la enseñanza artística que comenzó a ser seguido en las bus eliminaba virtualmente el enfoque geométrico del dibujo basado en
universidades americanas, en especial en Harvard (véase el capítulo 3 ) . las líneas rectas, que era la característica principal del método anterior.
Introducía el pincel y reconocía la necesidad de los niños de tener un
margen de actividad espontánea, una idea que reflejaba la influencia de
LA OPOSICIÓN AL MÉTODO DE SOUTH K E N S I N G T O N Froebel. Por otro lado, había más lecciones dedicadas al dibujo de la na-
turaleza. Una cuestión de gran importancia era que el Alternative Syllabus
Para Ruskin, el defecto principal en el método de South Kensington era también permitía que las escuelas diversificaran sus programas de dibujo.
la idea de que se pudiera enseñar diseño eficazmente por medio de re- El método anterior imponía el mismo currículo a todas las escuelas, y la
glas, como si fuera un aspecto más de la manufacturación. Ruskin sos- evaluación de los estudiantes se realizaba a partir de exámenes estándar
tenía en cambio que la forma de obtener diseños artísticos para las administrados por los inspectores de dibujo de South Kensington. El Al-
manufacturas era « e d u c a r a los hombres como artistas, en lugar de en- ternative Syllabus superó con éxito este sistema al convertir el examen es-
señar el arte como si fuera una rama de la manufacturación [...] Intenta tándar en opcional. Disminuyó el dominio de South Kensington, y en este
primero fabricar un Rafael, y luego deja que Rafael dirija tu fábrica» sentido se puede decir que la crítica de Ruskin había hecho su trabajo.
(vol. 16, pág. x x i x ) . Naturalmente, enseñar diseño era tan imposible
como fabricar un Rafael. Las escuelas de diseño estaban envueltas en
una falacia: South Kensington confundía el arte aplicado a la manufac- EDUCACIÓN ARTÍSTICA PARA TRABAJADORES
turación con la manufacturación misma. Años más tarde (1877) Ruskin
escribió, con evidente ánimo de insultar: En los años previos a su ingreso en Oxford, Ruskin ejerció la docencia
durante cinco años (1855-1860) en el Working Men's College. Enseña-
La súbita aparición de la idea luminosa de que el arte podía ser una ocu- ba a dibujar con un método basado en la observación de la naturaleza.
pación lucrativa hizo que Inglaterra se sometiera a cualquier tipo de en- El curso y sus objetivos quedaron descritos en un memorándum.
señanza disponible orientada a tal fin: como consecuencia, las labores
docentes de sir Henry Colé en Kensington han corrompido el sistema de El profesor de dibujo de paisajes desea que quede claro para todos sus
enseñanza artística en toda Inglaterra, y lo ha llevado a un estado de de- alumnos que sus lecciones no pretenden convertirlos en artistas, ni me-
Una historia de la educación del arte 208 209 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

jorar de forma directa su competencia en los oficios que realicen en LA QUIEBRA DE LA C O N C E P C I Ó N MORAL DEL ARTE DE R U S K I N
aquel momento. Se les enseña dibujo, en primer lugar, para que dirijan
su atención hacia la belleza de la creación divina en el universo material; Hacia la mitad de la década de 1870, el «arte por el arte» se había con-
y, en segundo lugar, para que puedan reproducir con un cierto grado de vertido en un eslogan de moda; el movimiento esteticista daba sus pri-
verosimilitud las formas y los colores de los objetos, cuando tal repro-
meros pasos en Londres. En sus fases iniciales constituía un intento de
ducción pueda resultar útil. (XVI, pág. 471.)
dejar atrás la sordidez de la era industrial. Los primeros héroes del mo-
vimiento fueron William Morris y Edward Burne-Jones. Tal como ex-
Ruskin elaboró sus Técnicas de dibujo sobre la base de las lecciones
pondremos con más detalle en el capítulo 6, la iniciativa de Morris de
que impartía en el Working Men's College; su objetivo principal era
producir tejidos, libros y otros artículos de alta calidad hechos a mano
enseñar dibujo a través de la percepción. Según la concepción de Rus-
fue un éxito, pero los métodos de la artesanía tradicional no podían
kin, el arte dependía a la vez de la percepción y de la invención, pero
competir con la maquinaria moderna y su capacidad de inundar el mer-
sólo se podía enseñar la primera. Lo que distinguía un método o es-
cado con productos baratos y antiestéticos. Como se trataba de bienes
cuela de dibujo de otro era el grado de refinamiento que cultivaba en
extremadamente caros, Morris se dedicó a producir objetos que sólo es-
la percepción.
taban al alcance de personas ricas y sofisticadas. El evangelio de Morris
Si comparamos estas ideas sobre educación artística con las que de- para la redención a través de los gremios degeneró en la doctrina del
sarrolló en el período de Oxford nos damos cuenta de que sus objetivos arte por el arte. A diferencia de Morris y Ruskin, los estetas rechazaban
educativos eran virtualmente los mismos: mejorar el gusto a través de la en general que la moral fuera el fin del arte.
percepción.
En 1877 se produjo un hecho inusual que significó el comienzo de
un enfrentamiento entre Ruskin, máximo representante de la concep-
ción victoriana del arte como empresa moral seria, y el pintor J a m e s
LA PROMOCIÓN DE LA D E C O R A C I Ó N EN LAS E S C U E L A S
McNeill Whistler, para quien la tarea principal del artista era producir
arte. En una exposición Ruskin encontró algunos cuadros de Whistler
Ruskin pensaba que las cualidades estéticas del entorno en el que se en- que consideró altamente ofensivos. Respondió a ellos con una crítica in-
contraba una persona eran un factor importante en el desarrollo del sultante: « H a b í a visto y oído hablar mucho acerca de la impudicia lon-
gusto, que para él significaba « l a preferencia instantánea que sentimos dinense antes de hoy, pero nunca había pensado que oiría a un fatuo
por el objeto noble frente al innoble, la cual constituye un requisito in- pedir doscientas guineas a cambio de arrojar un bote de pintura a la
dispensable para que una persona o una nación pueda considerarse va- cara del público» (citado en McMullen, 1973, pág. 183).
liosa» (vol. 16, pág. 144). El desarrollo del gusto era un elemento de im-
Whistler demandó a Ruskin por difamación, y a pesar de las ganas
portancia crucial en la educación del niño para convertirlo en un adulto
que tenía éste de presentar batalla se vio incapacitado para asistir al jui-
civilizado.
cio a causa de una enfermedad. Tuvo que pedirle a Edward Burne-Jo-
En relación con el uso de pinturas en las escuelas, Cook recuerda el
nes que testificara en su nombre. El abogado de Whistler trató de de-
apoyo que prestaba Ruskin a las actividades de la Asociación por el
mostrar que éste era un artista reconocido cuyas pinturas habían sido
Arte en las Escuelas, que tenía un papel activo en la producción y dis-
ampliamente expuestas y que había recibido numerosos encargos antes
tribución de grabados. Ruskin fue el presidente de esta asociación, fun-
de que su reputación se viera dañada por las críticas de Ruskin. Éste in-
dada en 1883 por Mary Christie (vol. 27).
tentó demostrar que Whistler era un vago excéntrico que estafaba al
público con sus «nocturnos», que pintaba en cosa de días y luego ven-
Una historia de la educación del arte 210 211 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

día a precios exorbitantes. Whistler se defendía exponiendo sus ideas El arte en la educación de las mujeres en la América del siglo xix
sobre el arte por el arte.
A diferencia de la educación que recibían los niños en la primera parte
Tal vez mi intención haya sido más bien reflejar un interés exclusiva- del siglo x i x , la educación de las niñas acostumbraba a incluir algún
mente artístico en mi obra, y haya desnudado la pintura de cualquier in- tipo de contacto con las artes; de hecho, el «refinamiento» artístico o
terés externo que de otro modo pudiera relacionarse con ella. La pintu- 5
musical era visto como una virtud moral. A principios de siglo, las es-
ra consiste antes que nada en una disposición de líneas, formas y colores;
cuelas comunes habían asumido la tarea de elevar la moralidad públi-
y utilizo cualquier posibilidad que me ofrecen para obtener un resultado
ca, y hacia la década de 1860 un gran número de mujeres había ingre-
simétrico. (Citado en McMullen, 1973, pág. 188.)
sado en la profesión docente. Sólo recientemente, sin embargo, los
textos de historia de la educación artística han reconocido el importan-
A Whistler se le reconocieron daños por valor de un cuarto de pe-
te papel que tuvieron las mujeres en la promoción de este tipo de ense-
nique (en su demanda exigía mil libras), y ambas partes tuvieron que
ñanza, en virtud de su mayor tendencia a poseer algún tipo de conoci-
pagar sus gastos procesales. Ruskin veía este incidente como una derro-
miento sobre las artes. En la década de 1890 estas mujeres recurrían al
ta, y poco tiempo después dimitió de su cátedra en Oxford. La defensa
arte para transmitir enseñanzas morales, sobre todo a través de los mo-
que había hecho Whistler de su obra como «antes que nada una dispo-
vimientos para la mejora del ambiente escolar y para el estudio de la
sición de líneas, formas y colores» fue la primera salva que escuchaba la
imagen, pero antes de que pudieran desarrollarse estas corrientes de
opinión pública británica en honor de una nueva concepción del arte
apreciación artística era necesario que cambiaran las actitudes de la
que comenzaba a tomar forma en el Continente. Aunque no formaba
gente hacia las artes.
parte de la revolución pictórica que estaba teniendo lugar en París,
A comienzos de siglo la gente pensaba en general que las clases de
Whistler formuló uno de sus principales dogmas: que la pintura podía
dibujo eran un lujo para chicas jóvenes de clase alta: un «refinamiento»,
existir de forma autónoma, sin asumir ningún cometido moral o narra-
una señal de estatus y respetabilidad. El arte como «refinamiento» en-
tivo.
contró poco o ningún apoyo por parte de las instituciones públicas,
La concepción moral del arte se derrumbó también a causa de otro
aunque era bastante común en la enseñanza privada. Pronto aparecie-
tipo de embestidas. Entre los contemporáneos de Ruskin se hallaban
ron referencias despectivas a la tradición de los «refinamientos» en los
Darwin y Marx. A pesar que ser un hombre religioso, Darwin ofreció
escritos de Fowle (1825) y en los artículos de Mary Ann Dwight (1859).
una explicación puramente material de la diversidad de la naturaleza,
Durante los primeros años del siglo, las mujeres tenían en general
con lo que eliminó la necesidad de un principio divino, mientras que el
escasas oportunidades de acceder a la educación, y menos aún a la edu-
materialismo dialéctico de M a r x fue usado para justificar una solución
cación artística. Las escuelas para señoritas, casi siempre a cargo de mu-
revolucionaria al mismo tipo de amenaza industrial que Ruskin se es-
jeres que trabajaban en su propia casa, preparaban a las niñas para la es-
forzaba inútilmente por remediar a través de un socialismo gremial.
cuela primaria. Aunque algunas de las niñas accedían más tarde a estas
Para Ruskin, el arte era religión, pero una religión necesita creyentes, y
escuelas, antes de las décadas de 1830 y 1840 era raro que continuaran
hacia finales-de siglo el arte había sido desbancado por la ciencia como
hasta la escuela de gramática. En su historia de las escuelas primarias,
panacea frente a todos los males de la humanidad.
Wightman (1860) señala que en 1819 se comenzaron a contratar maes-

3. Parte de esta sección está basada en mi artículo «Art and Education for W o m e n
in Nineteenth Century Boston» (1985).
Una historia de la educación del arte 212 213 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

tras, lo cual indica que se estaban tomando algunas medidas para la Femenina en 1842. Bartholomew elaboró un programa de dibujo para
educación de las mujeres. M á s allá de Boston y su entorno, la mayoría la escuela, aunque también se introdujeron otros cursos de educación
de las chicas eran educadas por la familia, aunque a menudo las hijas de artística.
las familias más ricas ingresaban en escuelas privadas.
En las primeras escuelas privadas para mujeres, dirigidas a las hijas
de las familias ricas, se enseñaba canto y dibujo como una especie de E N S E Ñ A N Z A PÚBLICA Y P R I V A D A
formación «superior», dentro de la cual se incluían también algunas
clases de retórica, literatura y francés. Las chicas aprendían tales cosas En la época anterior a la guerra, la escuela pública era vista como un
ante todo como preparación para el matrimonio. Los primeros esfuer- medio para garantizar la armonía social a través de una enseñanza de
zos por ofrecer una formación de calidad a las chicas vinieron del reve- orientación práctica y moral. En la época posterior a la guerra, la clase
rendo Joseph Emerson, « q u e se entregó con gran perseverancia a la in- media emergente tuvo un papel cada vez más activo en el diseño de las
gente tarea de reformar y elevar el sistema de la educación femenina» políticas educativas. Sus integrantes no estaban satisfechos con los es-
(McKeen y McKeen, 1880). Emerson consiguió ampliar el currículo de tudios prácticos, y exigían unos programas educativos que ofrecieran
la educación femenina de la época, a pesar de la oposición de un buen mayores oportunidades para el progreso social. En el capítulo 4 vimos
número de personas que sostenían que la mente de las mujeres era in- cómo las diferencias de clase se traducían en el terreno de las políticas
capaz de acceder a la alta cultura. educativas en un enfrentamiento entre una minoría de clase alta, que
promovía el dibujo industrial, frente a la clase media, que se oponía a
esta idea por considerarla una enseñanza destinada a una clase trabaja-
A L G U N O S EXPERIMENTOS EN EL CAMPO DE LA E D U C A C I Ó N FEMENINA dora a la que ellos no aspiraban.
Las escuelas públicas debían demostrar que podían proporcionar
Tres iniciativas destacables dentro del proyecto de extender la educa- oportunidades de progreso social, y lo hicieron a base de ofrecer los
ción a las chicas fueron la fundación de la Escuela Monitorial Femeni- mismos estudios culturales que las escuelas privadas. Este proceso co-
na de Boston, en 1823; de la Academia Femenina Abbot de Andover, menzó en las décadas posteriores a la Guerra Civil, y hacia 1900 la ma-
Massachusetts, en 1829; y de la Escuela Secundaria y Normal para Chi- yoría de los alumnos de clase media se preparaban para la universidad
cas de Boston, en 1852. A nosotros nos interesan desde el punto de vis- en institutos públicos antes que en academias privadas.
ta de la enseñanza artística.
La Escuela Monitorial de Fowle, que ya vimos en el capítulo 4, fue
importante porque demostró que las chicas podían aprender con los El arte en la Academia Abbot
mismos métodos educativos que se empleaban con los chicos. Fowle
preparó un curso de dibujo basado en principios geométricos que al pa- En un libro conmemorativo del décimo aniversario de la Academia Ab-
recer obtuvo buenos resultados con las chicas. La Academia Abbot bot, McKeen y McKeen (1880) describían su nuevo departamento de
aplicó a las chicas la misma educación académica rigurosa que Milton Arte como « e l último añadido importante al programa de estudios»
había propuesto para los chicos casi dos siglos antes. El arte era visto (pág. 81). El departamento comenzó siendo un club « p a r a el estudio de
como una vía de acceso a los grandes ideales humanistas de las civiliza- la historia de la pintura, la escultura y la arquitectura» (pág. 86). El fun-
ciones antiguas. La Escuela Secundaria y Normal para Chicas se creó dador del club era el profesor Edward A. Park, que a lo largo de varios
para llenar el hueco que había dejado el cierre de la Escuela Monitorial inviernos mantuvo reuniones en su casa dedicadas al estudio del arte.
Una historia de la educación del arte 214 215 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

En 1873 se introdujo formalmente la historia del arte en el programa de za del dibujo en la geometría, pero también destacaba la importancia del
estudios. Los autores describen el curso del siguiente modo: dibujo como medio para agudizar la percepción de la belleza de la natu-
raleza. El dibujo constituía un estudio a la vez cultural y práctico.
Nuestro método general de estudio es el siguiente: después de hacer un En 1871, la escuela recibió un valioso regalo: una colección de mol-
rápido repaso de la materia en Asia y Egipto, dedicamos tanta atención des donados por la Asociación Americana de Ciencia Social. Perkins,
a la arquitectura y el arte plástico en Grecia e Italia como nos permite el que más tarde se convertiría en el director del comité del dibujo en el
tiempo. La historia de la pintura se inicia en el siglo xm, y se señalan las Comité Escolar de Boston, fue el encargado de seleccionar y ordenar
causas de su florecimiento y su decadencia, así como las influencias que dicha colección, pensando ante todo « e n la cultura estética de las jóve-
recibe del clima, la nacionalidad, el gobierno y la religión. En la medida nes damas de la escuela» {Boston School Committee, 1872, págs. 310-
de lo posible se dan a conocer las vidas y las obras de los grandes maes- 11). La descripción detallada de los veintidós moldes que había recibi-
tros, tanto de las escuelas del norte como de las del sur (McKeen y
do la escuela ocupaba cuatro páginas dentro del informe del comité.
McKeen, 1880, págs. 81-82).
Entre ellos había una cariátide del friso del Partenón, que Elgin había
llevado a Inglaterra en 1814; Diana, Venus y Polymia del Louvre; y
En una lista de los materiales que se destinaban a la enseñanza ar- otras obras del Museo Británico y el Museo del Vaticano.
tística McKeen y McKeen incluyeron cuatrocientas cincuenta fotogra- Es probable que el regalo estuviera motivado por la idea de que el
fías, ciento diecisiete aguafuertes, doscientos doce heliotipos, doscien- arte resultaba adecuado para la educación cultural de las mujeres, en es-
tos cincuenta y siete grabados y treinta y un moldes. Por otro lado, la pecial para aquellas que se disponían a entrar en la profesión docente.
escuela disponía de copias al óleo de la Madonna de Corregió, así como Hacia la década de 1870 la enseñanza se había convertido en buena me-
copias en alabastro de las estatuas de los museos del Louvre y del Vati- dida en un oficio femenino. Las mujeres jóvenes que se preparaban
cano. La importancia y el valor cultural que se reconocía a la historia del para enseñar debían ser damas de una elevada moralidad, y la compe-
arte constituye el primer indicio de que tras la guerra la idea de que el arte tencia en el campo artístico o musical era vista habitualmente como una
correspondía a las etapas finales de la educación estaba siendo sustitui- prueba de que se habían alcanzado tales niveles de moralidad. Si com-
da por una conciencia mucho más profunda de su importancia cultural. paramos este regalo con la lista de reproducciones de arte de la Acade-
(Resulta interesante señalar que la Academia Abbot introdujo la ense- mia Abbot vemos que la intención de los donantes era equipar a las es-
ñanza artística un año antes que Harvard). cuelas públicas de Boston con las mismas ventajas culturales que tenían
las academias privadas.
El curso de historia del arte en la Academia Abbot y la colección de
Las artes en la Escuela Secundaria y Normal Femenina moldes en la Escuela Secundaria y Normal para Chicas indican que
la formación artística había comenzado a ser aceptada como parte de la
El dibujo que se enseñaba en la Escuela Secundaria y Normal Femenina educación secundaria femenina, aunque tales ejemplos no son repre-
no correspondía ni a la tradición de los «refinamientos» de las escuelas sentativos de las prácticas educativas de la década de 1870. Durante las
privadas superiores ni tampoco a la tradición geométrica propia de las décadas de 1870 y 1880 el dibujo industrial seguía siendo el modelo ofi-
escuelas comunes. Se quedaba más bien en un punto medio. Su currícu- cial de la educación artística en las escuelas de Boston, una situación
lo había sido elaborado por William Bartholomew, que fue maestro en que no cambiaría hasta la década de 1890.
la escuela entre 1852 y 1871. Sus manuales de dibujo guardan cierto pa-
recido con la tradición de las escuelas comunes, que basaba la enseñan-
217 La corriente del idealismo romántico en la educación artística
Una historia de la educación del arte 216
de pinturas. La progresiva feminización de la enseñanza, junto al desa-
La mejora del ambiente escolar y el estudio de la imagen rrollo del papel de las mujeres como guardianas de la cultura, fueron fac-
tores que contribuyeron a que [la escuela se convirtiera] en un museo de
En 1892 surgió un movimiento que pretendía mejorar el ambiente es- la virtud (pág. 61).
colar a través de la introducción de reproducciones de obras de arte,
cuyo objetivo era promover la cultura artística. Su primera manifesta-
ción fue la Liga Artística de las Escuelas Públicas de Boston, fundada Conclusiones
por un artista de Salem llamado Ross Turner. En otras ciudades del país
surgieron organizaciones parecidas. En 1896, el Instituto de Artes y La identificación del arte con la elevación moral se basaba en argu-
Ciencias de Brooklyn preparó una exposición de obras que podían ser mentos que habían aparecido inicialmente en los escritos de los filóso-
usadas en las escuelas (Stankiewicz, 1984). Los objetivos de la Liga de fos idealistas alemanes, y que habían influido gradualmente sobre las
Boston eran muy parecidos a los de la Asociación por el Arte en las Es- artes a través del movimiento romántico. El romanticismo alteró de
cuelas que presidía Ruskin. modo radical la noción de mente, que pasó de ser un receptor pasivo
En el cambio de siglo comenzaron a hacerse clases prácticas dedi- de impresiones aleatorias a convertirse en un activo organizador de la
cadas al estudio de la imagen, una actividad que se extendió a lo largo percepción para hacer comprensible el mundo. La mente era un poder
de la primera década del siglo x x . En 1899 apareció la Perry Magazine, capaz de reconstruir imaginativamente el m u n d o en otras formas alter-
que dejó de publicarse en 1906. La revista contenía artículos sobre la nativas, y a través de ello crear belleza y elevar el sentido moral. De
forma de usar reproducciones de arte en las aulas acompañados por acuerdo con esta idea, las artes comenzaron a ser vistas como fuentes
anuncios de las Láminas Perry. En 1908, Bailey publicó las actas de su de profundas intuiciones morales en lugar de meros refinamientos or-
simposio sobre el estudio de la imagen, en el que participaron catorce namentales.
supervisores de escuelas de arte en ciudades importantes (Bailey, 1908).
La idea de que la mente podía acceder a un conocimiento intuitivo
Los argumentos que usaban algunos de estos supervisores estaban im-
que iba más allá de los límites de la percepción dio lugar al trascenden-
pregnados de las ideas de Ruskin. Stankiewicz (1984) concluyó que los
talismo en Nueva Inglaterra. Dicho movimiento contribuyó a cambiar
«partidarios de ambos movimientos creían que los grandes artistas eran
el estatus intelectual de las mujeres: el hecho de que las consideraran su-
ejemplos de grandeza moral, y que el contacto con las obras de arte
periores a los hombres en cuanto a su capacidad de penetración intuitiva
contribuiría a que los estudiantes desarrollaran virtudes prácticas y es-
o espiritual hacía que también las juzgaran superiores como guardianas
pirituales» (pág. 61). Los educadores artísticos americanos de esta épo-
de la moral. A medida que los objetivos morales ganaban importancia
ca pretendían vincular el estudio del arte con el desarrollo de las virtu-
dentro de la educación general, la enseñanza se iba convirtiendo en una
des americanas, sobre todo en el caso de los hijos de los inmigrantes.
profesión principalmente femenina, aunque también hubo factores
Stankiewicz llegó al extremo de asociar estos movimientos relacionados
económicos que contribuyeron a esta feminización.
con la enseñanza artística con el papel de las mujeres en la educación
La concepción del niño también cambió. Hasta entonces, los niños
como guardianas de la moral:
eran vistos como criaturas nacidas en el pecado o bien como animales
sin domesticar que debían ser civilizados por medio de la enseñanza. La
Después de que Ruskin y otros escritores Victorianos atribuyeran a las difusión del idealismo romántico hizo que los niños comenzaran a ser
mujeres el deber de refinar las vidas de las personas que las rodeaban, és- percibidos como criaturas divinas por nacimiento, inocentes en el mo-
tas tomaron un papel activo en la organización de sociedades para la en- mento de nacer pero sujetas a la corrupción del mal. La Escuela del
señanza artística, con el objetivo de promover la distribución y el estudio
Una historia de la educación del arte 218 219 La corriente del idealismo romántico en la educación artística

Templo de Alcott fue un intento frustrado de basar la enseñanza en el La labor de Ruskin en apoyo de la Asociación por el Arte en las Es-
idealismo de los principios trascendentales. cuelas en Inglaterra sirvió como ejemplo para actividades parecidas en
La concepción froebeliana de la mente como actividad autónoma Estados Unidos. Sin embargo, su contribución más importante y dura-
dio origen a una innovación educativa: los jardines de infancia. La or- dera fue la de marcar un rumbo completamente nuevo para la educa-
ganización de los materiales educativos que propuso Froebel en los re- ción artística, ajeno tanto a las reglas de las academias artísticas como al
galos y deberes daba pie a diversas actividades destinadas a estimular el diseño industrial, que seguía más bien en la línea de las artes liberales.
desarrollo de la mente, con lo que la educación artística dejó de consis- El legado de Ruskin puede verse todavía hoy en el hecho de que mu-
tir en u n a serie de ejercicios estériles de dibujo y se convirtió en un con- chas universidades ofrecen algún tipo de formación para la apreciación
junto rico y variado de actividades sobre diversos materiales. También del arte dentro de su currículo básico.
es importante señalar que la combinación de la imaginación y la activi-
dad autónoma presagiaban la aparición, ya en el siglo x x , del movi-
miento de la expresión personal.
El hecho de que los partidarios de los jardines de infancia fueran
mayoritariamente mujeres significaba que carecían del poder social su-
ficiente para orientar las escuelas en la dirección humana que propug-
naban. El movimiento tuvo que aceptar compromisos y asociarse en
ocasiones con los valores del vocacionalismo y de la educación artística
industrial, que en aquella época eran defendidos por hombres social-
mente poderosos, a pesar de que tales valores poco tenían que ver con
Froebel.
El idealismo hegeliano de Harris aportaba un argumento profunda-
mente conservador en favor de la introducción del arte, la música y la li-
teratura en la educación general. Harris consideraba que constituían una
fuente de aprendizaje moral y una defensa para las instituciones sociales.
La enseñanza artística que recibían los niños era marcadamente dis-
tinta de la que recibían las niñas. Podemos caracterizar el arte que se
enseñaba en las escuelas comunes, con su énfasis en las estructuras geo-
métricas, como una educación artística masculina. La educación artísti-
ca femenina, en cambio, tendía a promover la enseñanza del arte como
alta cultura. Tal era la enseñanza que se ofrecía en las escuelas privadas
para mujeres, y que posteriormente se extendería a las escuelas públicas,
cuando estas mujeres se convirtieron en profesoras.
A medida que fueron cayendo bajo el dominio de la clase media, las
escuelas públicas comenzaron a imitar las instituciones educativas pri-
vadas. Este hecho tendió a acelerar la introducción de la enseñanza ar-
tística en los currículos de las instituciones de secundaria.
6
El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

A lo largo del siglo x i x , el cambiante mundo industrial originó la apari-


ción de un gran número de instituciones nuevas dirigidas a la enseñan-
za artística. Tales instituciones fueron estructuradas y reestructuradas a
medida que se identificaban nuevas necesidades sociales. Hacia el cam-
bio de siglo, las demandas de reforma social se habían extendido al con-
junto del país. En las zonas rurales de Estados Unidos surgió el movi-
miento populista, mientras que en las ciudades industriales se desataron
los conflictos laborales con la aparición de los primeros sindicatos. Las
mujeres reclamaban el derecho al voto. Se organizaron centros de asis-
tencia para ayudar a los inmigrantes a adaptarse a su nuevo país. Los
factores que impulsaban las iniciativas de reforma social también con-
tribuían a modificar el carácter y el objetivo de las escuelas. Las escue-
las experimentaron cambios a medida que las nuevas teorías sobre el
desarrollo infantil y el aprendizaje influían sobre la manera de enseñar.
La ciencia comenzaba a transformar la enseñanza, que durante tanto
tiempo había sido considerada un arte.'
En este capítulo trataremos la influencia de la ciencia sobre la edu-
cación al comienzo del siglo x x . También examinaremos el auge de la
psicología como ciencia y sus aplicaciones en el aprendizaje infantil, en

1. Cremin (1964) y Callahan (1962) han sido mis principales fuentes secundarias
para este capítulo. Mi exposición sobre la ciencia se basa ante todo en el cuarto capí-
tulo de Cremin, y mi examen de las figuras de Parker y Dewey en el quinto. Mi idea de
las contribuciones de Parker a la educación artística también se ha visto influida por
Korzenik (1984, 1985).
Una historia de la educación del arte 222 223 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

la evaluación de la inteligencia, y en el estudio del arte infantil. El dar- El descubrimiento del inconsciente
winismo social, surgido en el siglo x i x , se convirtió en la justificación ra-
cional del movimiento para la eficacia social que apareció a comienzos El descubrimiento del mundo interior de la mente, de los impulsos in-
de este siglo. Las demandas de eficacia planteaban preguntas filosóficas conscientes y los miedos ocultos, hizo que los artistas abandonaran el re-
básicas acerca de la utilidad práctica de las materias incluidas en el cu- alismo de las apariencias cotidianas y se centraran en la realidad más pro-
rrículo, entre ellas las artes. funda de los estados psicológicos internos. Como consecuencia de ello
La influencia científica también llegó a través de la teoría de Dewey surgieron estilos como el expresionismo y posteriormente el surrealismo
2
sobre la resolución de problemas, que a su vez influyó sobre el movi- (Fleming, 1968).
miento progresista. Según Dewey, las teorías educativas debían ser va-
loradas a través del método científico. La influencia de la ciencia tam-
bién se dejó sentir en el movimiento en favor del estudio de la El primitivismo y el relativismo cultural
naturaleza, que sostenía que los contenidos de la enseñanza debían ex-
traerse de observaciones cotidianas de la naturaleza, como por ejemplo El cuestionamiento de las antiguas tradiciones del arte académico hizo
el cambio de las estaciones o la fauna salvaje, antes que de los libros. que los artistas comenzaran a buscar nuevas fuentes de inspiración en el
Pero la influencia de la ciencia sobre el arte también adoptó formas di- arte de los pueblos llamados primitivos (Goldwater, 1938/1986). El arte
rectas. A continuación se describen algunas de estas vías de influencia. africano influyó sobre Picasso, mientras que en los cuadros de Klee se
puede reconocer la imaginería primitiva del arte infantil. Al tiempo que se
producían estos desarrollos en el campo del arte, algunos antropólogos,
Los cambios en la tecnología como Ruth Benedict, comenzaron a sugerir que la vida, las costumbres y
los valores de otros grupos culturales no eran más que formas distintas de
La invención de la fotografía en la década de 1840 fue una de las in- ver la realidad, y subrayaron que la cultura occidental no tenía ningún
fluencias más explícitas de la ciencia sobre el arte. Hacia 1860 la foto- monopolio sobre la verdad.
grafía se había convertido en el principal método para documentar imá-
genes. En cierto sentido, esto liberaba a los artistas de la necesidad de
prestar servicios como pintores de retratos. Sin embargo, su efecto más La abstracción y el reduccionismo científico
importante fue el de modificar la forma que tenían los artistas de ver su
mundo. La invención de los tintes de anilina y otros pigmentos quími- La gran exposición retrospectiva de Cézanne en 1907 sugirió a toda una
cos amplió la paleta disponible para los pintores, del mismo modo que generación de pintores la idea de que todas las formas visuales podían re-
los nuevos materiales y técnicas de construcción introdujeron cambios ducirse al cono, el cubo y el cilindro. A través de sus análisis de las for-
en la arquitectura. Las nuevas teorías sobre los efectos de la luz y del co- mas pictóricas, Cézanne trataba de descubrir alguna verdad oculta. Ha-
lor, sumadas a la paleta más brillante que la química había hecho posi- cia 1911, pintores como Braque y Picasso habían asimilado la lección de
ble, influyeron sobre los cuadros de los pintores impresionistas (Gros-
ser, 1956).
2. Grosser destaca el impacto de las innovaciones tecnológicas, mientras que
Fleming señala también la influencia de ciencias sociales como la antropología y la psi-
cología como factores que contribuyeron a modificar la concepción del proceso artís-
tico y del lugar que ocupa en la vida social.
Una historia de la educación del arte 225 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

Cézanne y lo demostraron inventando un nuevo estilo pictórico que re- ban teniendo lugar en París, Viena y Roma. Artistas como Maurice
ducía la imagen a sus unidades constitutivas, que luego podían ser reor- Prendergast y Childe Hassam estaban asimilando en privado las leccio-
denadas a voluntad para producir nuevas realidades. De este modo nacía nes de los impresionistas y los postimpresionistas, pero el modelo aca-
el cubismo. Otros artistas, como Kandinsky y Malevich, abandonaron démico del arte, que había caído en el descrédito en Francia, todavía
completamente la imagen y trataron de descubrir los principios del arte dominaba el arte americano. A pesar de que los negocios y la industria
en el análisis de la forma pura. Vitz y Glimcher vieron un paralelismo en- experimentaban un dinámico crecimiento, y que la construcción del ca-
3
tre esta manera de entender el arte y el reduccionismo científico. nal de Panamá había despertado un sentimiento de triunfo del hombre
sobre la naturaleza, el progreso artístico todavía se medía en términos
Como planteamiento intelectual, esta actitud supone que la comprensión de una estricta adecuación a las convenciones académicas. La Acade-
de un determinado fenómeno requiere, en primer lugar, el descubrimien- mia Nacional del Diseño mantenía una tradición basada en los buenos
to de otro nivel de realidad más fundamental que se halla por debajo o por acabados y en el sombreado meticuloso, así como en los retratos realis-
detrás del nivel de conocimiento que nos resulta familiar, y en segundo lu- tas y en los paisajes sentimentales. Había un grupo de pintores conoci-
gar, que este nuevo nivel fundamental puede ser analizado o descom-
dos como « L o s O c h o » que cuestionaban estas convenciones, pero po-
puesto en subsistemas, elementos, relaciones, procesos y demás, los cuales
cos marchantes de arte estaban dispuestos a exhibir su obra.
describen y explican las observaciones del nivel familiar. (1984, pág. 12.)
La única forma que tenía un aspirante a artista de ser aceptado era
exponer en las exhibiciones anuales de la Academia Nacional del Dise-
Aunque los artistas no buscaban explicaciones para los fenómenos,
ño para que pudieran juzgarlo sus académicos. La Exhibición Interna-
sí existía el convencimiento generalizado de que todo arte estaba basa-
cional de Arte Moderno de 1913, hoy conocida como el Armory Show,
do en una serie de elementos y principios, los cuales constituían lo que
significó el fin de la hegemonía de la Academia Nacional del Diseño.
se consideraba el fundamento definitivo para el estudio y el análisis de
Schwartz (1984) explica que el Armory Show fue en realidad dos expo-
los estilos del pasado y de la evolución de los nuevos estilos. Se consi-
siciones dentro de una. La sección americana pretendía mostrar los pa-
deraba que el diseño era la base de la formación artística. Ejemplo de
ralelos entre el arte americano y el europeo; la sección europea, mayori-
ello fue la pedagogía artística de Arthur Wesley Dow y Denman Ross, y
tariamente francesa, estaba organizada cronológicamente para mostrar
más tarde la de los maestros de la Bauhaus alemana. A lo largo de todo
de forma continua la evolución desde Ingres y Delacroix hasta el post-
el siglo los cursos de diseño recibían nombres como «Fundamentos del
impresionismo y el cubismo.
Diseño» o «Estudios fundamentales».

Es raro que se pueda señalar un acontecimiento específico como pun-


to de inflexión en la historia del arte. Los cambios dentro de este cam-
El arte americano del cambio de siglo po son lentos y el carácter de una época sólo parece mostrarse con el
paso del tiempo. No fue éste, sin embargo, el caso del Armory Show.
La primera década del siglo encontró a los artistas americanos en un es- En 1913, poco más de una década después del comienzo del siglo xx,
tado de inocencia casi total en relación con los movimientos que esta- el Armory Show cristalizó la situación de los artistas americanos y cla-
rificó la relación entre el arte americano y la pintura y la escultura de
3. Ello no quiere decir que el reduccionismo científico sea necesariamente bueno Europa occidental. La filosofía que subyacía bajo la exhibición era que
o malo, sino que forma parte de la concepción del mundo propia del siglo xx y que eso «el arte debe estar vivo», que aparecen nuevas actitudes ante la vida y
puede explicar por qué ha sido el arte abstracto antes que ningún otro estilo el que se que lo nuevo puede parecer extraño al principio pero que finalmente
ha desarrollado en este siglo. será aceptado y se convertirá en los viejo, y que éste es el movimiento
Una historia de la educación del arte 226 227 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

inevitable de las revoluciones y las continuidades en la tradición. (Sch- L A E V O L U C I Ó N DEL M O V I M I E N T O E N G R A N B R E T A Ñ A


wartz, 1984, págs. 68-69.)
Los ideales del movimiento tuvieron su origen en los escritos de Carly-
Aunque hubo un gran escándalo y ridiculizaciones del arte moder- le y Ruskin, aunque tal como vimos en el capítulo 5 fue William Morris
no en la prensa popular, era evidente que el arte americano resultaba quien llevó a la práctica estos ideales. Morris insistió en que no deseaba
llano, afectado y subdesarrollado. Dicho brevemente, la exhibición sig- un arte destinado a unos pocos, como tampoco deseaba una educación
nificó un punto de inflexión en el arte americano. Estimuló la apertura destinada unos pocos o una libertad destinada unos pocos. Morris y
de numerosas galerías nuevas, creó una nueva generación de coleccio- otros líderes del movimiento se habían hecho socialistas, ya que desde
nistas más arriesgados, y puso en circulación un nuevo conjunto de va- su punto de vista el arte no podía tener una vida y un desarrollo autén-
lores y modelos estéticos para el juicio artístico. Por encima de todo, ticos bajo el sistema del «mercantilismo y la búsqueda del beneficio»
tuvo una profunda influencia sobre los artistas americanos. Stuart Da- propio de su época. Para Mórris, el resurgimiento de la artesanía era
vis decía que el Armory Show fue la «única y mayor influencia que ex- algo más que una empresa destinada a restaurar la belleza: era una for-
perimenté a lo largo de mi obra. Todos mis esfuerzos posteriores se di- ma de reformar la sociedad. Otra figura central en el movimiento de las
rigieron a incorporar las ideas del Armory Show en mi obra» (citado en artes y los oficios fue Walter Crane, que también adoptó el socialismo.
Schwartz, 1984, pág. 75). En su opinión, « e l trabajador moderno, como clase, se ve implicado en
Aunque este nuevo arte iba a tener una profunda influencia sobre la una gran batalla económica —una guerra industrial, tan real y a veces
enseñanza artística en Estados Unidos, no tuvo prácticamente ningún tan terrible en sus resultados como una guerra militar— para elevar su
efecto antes de la Primera Guerra Mundial. La enseñanza profesional nivel de vida o incluso para mantenerlo frente a las fluctuaciones del
estaba basada en los estudios académicos profesionales, mientras que la mercado, y por lo general no está en posición de cultivar el gusto artís-
4

enseñanza artística de las escuelas públicas estaba bajo la influencia del tico» (Crane, 1905, pág. 2 8 ) .
movimiento británico de las artes y los oficios. El impacto del Armory Los protagonistas del movimiento despreciaban los medios mecáni-
Show está bien documentado en los anales de la historia del arte, pero cos de producción, al igual que despreciaban la insinceridad que veían
a menudo se pasa por alto en la historia de la educación artística ameri- en el uso excesivo y arbitrario de la ornamentación característico de la
cana. Por este motivo lo examinaremos con cierto detalle. época victoriana. Según proclamaban, la belleza se debía buscar en la
simplicidad antes que en la complejidad. El sistema industrial debía ser
abandonado para restaurar el sistema gremial de producción y educa-
El movimiento británico de las artes y los oficios ción. Si los aprendices fueran educados por maestros, el diseño artesanal
pasaría a ser una parte integral del proceso formativo, y la competencia
El movimiento de las artes y los oficios fue algo más que un movimien- en el diseño sería una consecuencia natural del dominio del oficio. Los
to artístico; también fue una empresa social destinada a remediar los
males de la Revolución Industrial. Era un intento de mejorar la calidad
de vida de los hombres y las mujeres trabajadores, de hacer accesible la 4. Lo irónico en relación con el movimiento de las artes y los oficios es que a pesar
cultura a todo el mundo y no sólo a unos pocos, y de restablecer la uni- de sus simpatías hacia el socialismo, tendió a convertirse en un estilo artístico propio de
los ricos y no en un arte destinado a la gente común. No entro en el tema de la relación
dad del arte y la artesanía, perdida desde el Renacimiento.
entre el movimiento de las artes y los oficios con el socialismo político porque el pensa-
miento socialista no llegó a arraigar entre los educadores artísticos americanos. Purdue
(1977) examina el rechazo de la influencia socialista en la educación artística americana.
Una historia de la educación del arte 228 229 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

escritos y las conferencias de Morris llevaron a algunos artistas jóvenes a cincel sobre la madera son preferibles al acabado mecánico que produ-
dedicar sus vidas a la artesanía. ce la maquinaria industrial.
Entre 1880 y 1890 se establecieron en Inglaterra cinco sociedades En la década de 1890, la Escuela de Arte de South Kensington pasó
dedicadas a la promoción de la artesanía artística. Entre ellas estaba el a llamarse Academia Real de Arte, y Walter Crane fue nombrado su di-
Gremio del Centenario, fundado por Arthur H. Mackmurdo en 1882. rector. Durante su gestión se introdujeron cursos de artesanía, muchos
En 1884 se fundó el Gremio de los Trabajadores Artísticos, integrado de ellos a cargo de miembros del Gremio de los Trabajadores Artísti-
por arquitectos, pintores, diseñadores, escultores y artesanos de todas cos. Crane también contribuyó a convertir el estudio del diseño en una
las clases. El mismo año apareció la Asociación Nacional de las Artes materia básica para la formación de artistas y diseñadores.
y las Industrias, que se dedicaba a organizar clases de talla de madera,
alfarería, forja u otros oficios artesanales en los pueblos. En 1888 se fun-
daron el Gremio y Escuela Artesanal de C. R. Ashbee, y la Sociedad INFLUENCIA EN ESTADOS UNIDOS
para la Exhibición de Arte y Artesanía de Walter Crane. A medida que
se extendía el movimiento, sus principios comenzaron a ser aceptados Los objetos hechos a mano se pusieron de moda entre las clases más
en la mayoría de las escuelas de arte destinadas a la educación de arte- acomodadas. De hecho, los clientes de Morris tenían que ser ricos por-
sanos (Crane, 1905). que los objetos hechos a mano no eran baratos. Por otro lado, el movi-
Los cuatro principios del movimiento eran la atención al material, la miento ejerció una profunda influencia sobre la arquitectura, tanto en
atención al uso, la atención a la construcción, y finalmente la atención a la Inglaterra como en Estados Unidos. Sus principios estéticos quedaron
herramienta. Morris dijo lo siguiente acerca del primer principio: reflejados en las casas diseñadas por H. H. Richardson y Frank Lloyd
Wright, y fueron promovidos por Gustav Stickley en su libro Craftsman
Nunca olvidéis el material con el que estáis trabajando, e intentad utili- Homes, publicado en 1909, que explicaba cómo podía aplicarse el mis-
zarlo siempre para aquello que puede hacer mejor; si te parece que el mo estilo a las casas de clientes menos pudientes. Aunque el movimien-
material con el que estás trabajando constituye un obstáculo en lugar de to se originó en Inglaterra en la década de 1880, su popularidad en Es-
una ayuda, todavía no has aprendido tu oficio. (Citado en Zueblin, 1902, tados Unidos alcanzó su punto álgido en la primera década de este siglo
pág. 284.) (Stickley, 1909).
Algunas figuras destacadas del movimiento hicieron giras de confe-
El segundo principio afirma que la forma, el diseño, el material o la rencias por Estados Unidos para defender los ideales del movimiento.
decoración de un objeto no deben sufrir daños o perjuicios a conse- Walter Crane visitó el país en 1890, y Charles y Janet Ashbee hicieron
cuencia del uso para el que ha sido elaborado, como tampoco deben viajes regulares durante la década de 1890, incluida una visita a la Hull
constituir una molestia o una incomodidad para el usuario. La orna- 1 louse de J a n e Addams en Chicago. Asimismo muchos americanos que
mentación del mobiliario, por ejemplo, debe ser adecuada para su uso. habían viajado a Gran Bretaña volvieron dispuestos a propagar el mo-
Esta misma idea será expresada más adelante con la expresión de que la vimiento en Estados Unidos. Elbert y Alice Hubbard fundaron en 1895
forma debe estar supeditada a la función. El principio de la construc- una comunidad artesanal conocida como los Roycrofters en East Auro-
ción exige que la estructura del objeto se valga por sí misma y sea la ra, Nueva York, tras realizar un año antes una visita a la Editorial
fuente de su belleza. El principio de la atención a la herramienta afirma Kelmscott de Morris. Ambos contribuyeron a popularizar en su propio
que el trabajo con una herramienta debe ser expresivo y transmitir de- país los ideales del manual de artesanía de Morris. De modo parecido,
leite. Las marcas de las manos del alfarero, o las marcas naturales del Pilen Gates Starr puso en marcha el programa de artesanía en la Hull
Una historia de la educación del arte 230 231 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

House tras aprender su oficio en la Encuademaciones Doves de Ingla- La influencia del movimiento de las artes y los oficios se dejó sentir
terra (Callen, 1979). en las escuelas profesionales de arte a medida que fueron abriendo de-
partamentos de artesanía, sobre todo en las especialidades relacionadas
con las principales industrias. La carrera de Charles Fergus Binns ilus-
La creación de cursos y empresas de artesanía tra esta tendencia, al igual que la fundación en 1901 de la Facultad Es-
tatal de Cerámica de Nueva York, en Alfred.
En Estados Unidos cada vez había más mujeres de elevada posición so-
cial entregadas a la tarea de fundar empresas artesanales, algunas de las
cuales también tuvieron consecuencias en el campo educativo. En Cin- La cerámica en la Universidad de Alfred
cinnati, Ohio, se creó una escuela de diseño, y a mediados de la década
de 1870 se había convertido en uno de los primeros centros de promo- Antes de 1900 no existía prácticamente ninguna institución en Estados
ción de la pintura sobre porcelana china. En 1874, la escuela programó Unidos que ofreciera una educación formal en cerámica. La Universi-
un curso sobre esta técnica como pasatiempo para mujeres de buena dad Estatal de Ohio había abierto en 1895 el primer departamento de
posición. Una de estas mujeres fue Mary Louise McGlaughlin, que más Ingeniería Cerámica, pero centraba su atención en los aspectos técnicos
tarde exhibió su cerámica vidriada decorativa en la Exposición del Cen- e industriales del proceso más que en los artísticos. En la década de
tenario de Filadelfia (Callen, 1979). 1870, algunos productos americanos, entre ellos los artículos textiles,
En la Exposición del Centenario McGlaughlin aprendió la técnica no habían podido competir en el mercado con los productos extranje-
de decoración del bajo vidriado, y posteriormente desarrolló una técni- ros, y muchas fábricas habían tenido que contratar a diseñadores y téc-
ca propia bastante buena. Estas nuevas técnicas se enseñaban en el nicos del otro lado del océano, ya que no encontraban personal local
Club de Cerámica de Cincinnati, y allí acudían mujeres de numerosas con formación. Este fue seguramente el motivo por el que Charles Fer-
partes del país para aprender decoración de cerámica. María Long- gus Binns fue a Estados Unidos.
worth Nichols era otra mujer prominente en Cincinnati, y con la ayuda Binns nació en Inglaterra en 1857; su padre era director del Factoría
de su padre fundó Cerámicas Rookwood. En octubre de 1881 puso en Real de Porcelana de Worcester. A la edad de catorce años ingresó como
marcha la Escuela de Decoración de Cerámica Rookwood, que ofrecía aprendiz en la Factoría Real de Worcester, donde aprendió todas las fases
clases de vidriado y bajo vidriado, aunque pronto quedaron interrum- del proceso productivo, al tiempo que estudiaba química en Birmingham.
pidas. Cerámicas Rookwood continuó produciendo artículos de cerá- También escribió algunos artículos sobre aspectos técnicos de las arcillas
mica hasta su cierre durante la Gran Depresión. y los esmaltes. En 1893 viajó a Estados Unidos como expositor en la Ex-
Aunque estas mujeres procedían de las clases superiores, sus iniciati- posición Colombina, y en 1897 se decidió a inmigrar (Perkins, 1956).
vas también inspiraron a mujeres de posición menos elevada en la esca- El programa de Binns en Alfred era único en su tiempo porque tra-
la social. En las últimas páginas de Keramic Studio aparecieron docenas taba la cerámica tanto desde el punto de vista técnico como desde el es-
de anuncios de clases de pintura sobre porcelana china y otras formas de tético. En 1902 se incorporó una clase normal sobre el uso de la arcilla
decoración de cerámica, lo cual indica que estaba teniendo éxito entre las en la enseñanza. La universidad continuó preparando a profesores de
mujeres. A medida que las mujeres estudiaban diseños y modelos para arte para obtener el certificado del estado de Nueva York hasta 1933.
pintar, también interiorizaban los principios estéticos del movimiento de Vemos pues como las ideas artísticas que se habían originado en Gran
las artes y los oficios; y como la mayoría de estas mujeres también eran Bretaña durante la década de 1880 se iban introduciendo gradualmen-
profesoras de arte, introdujeron estos mismos principios en las aulas. te en las aulas americanas.
233 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza
Una historia de la educación del arte 232

La publicación de revistas

Las revistas jugaron un papel único dentro del movimiento de las artes
y los oficios en Estados Unidos. El hecho de que se pudieran distribuir
Figura 6.1. Portada de
por correo hacía que tuvieran un papel educativo mucho más impor- The Craftsman (revista,
tante que en los países europeos, donde las distancias eran mucho más hacia 1902), que refleja la
pequeñas. Hacia finales de la década de 1890 la reproducción fotome- influencia estilística de la

cánica ya era técnicamente posible. En 1896 apareció The House Beau- Editorial Kelmscott de
William Morris.
tiful. En 1899, Adelaide Alsop Robineau y su marido compraron la re-
vista China Decorator, que reapareció bajo el título de Keramic Studio.
Adelaide estudió con Charles Binns en la Universidad de Alfred y se
convirtió por méritos propios en una reconocida ceramista. Keramic
Studio era una publicación mensual con distribución de ámbito nacio-
nal que ofrecía a sus lectores unas magníficas reproducciones fotográfi-
cas de cerámicas, muchas de ellas en color. Los primeros números des-
cribían la escuela de cerámica que se había abierto en Alfred, Nueva
York, y reproducían las lecciones de diseño de profesores tan reconoci-
dos como Arthur Wesley Dow. Números posteriores trataban también
otras técnicas artesanales, como la pirografía, la encuademación y la
metalistería. En 1901 comenzó a publicarse también The Craftsman
(véase la figura 6.1).
En 1901 aparecieron dos nuevas publicaciones educativas: Applied
Arts Book, que más tarde se convertiría en School Arts Book, y Manual
Training Magazine. Si uno compara las ilustraciones que aparecen en
La influencia de la ciencia sobre los filósofos de la educación
estas dos publicaciones educativas con las de Keramic Studio o The
Craftsman, se da cuenta del grado de infiltración que había alcanzado el
El interés por la vida de la mente como actividad autónoma, tan carac-
estilo de las artes y los oficios en la educación pública. Más adelante en
terístico de las filosofías idealistas del siglo xix, fue reemplazado por
este capítulo nos ocuparemos con detalle del School Arts Book y de su
una filosofía basada en el racionalismo científico. Este movimiento in-
fundador, Herny Turner Bailey. La influencia del movimiento de las ar-
telectual sostenía que todos los problemas filosóficos podían ser resuel-
tes y los oficios sobre los productos elaborados en las escuelas puede
tos a través de los métodos de la ciencia, y declaraba que los métodos de
verse en los ejercicios de diseño tomados del Applied Arts Book que
la filosofía tradicional ya no eran viables. La naturaleza del universo, el
aparecen en la figura 6.2, que también reflejan la influencia de la tradi-
ción japonesa. origen de la vida, la evolución de la conciencia: todo eso podía expli-
carse a partir de la acción de leyes naturales. No era necesario acudir a
los conceptos de Dios, la mente y el espíritu para explicar la naturaleza
humana o para justificar sus acciones.
Una historia de la educación del arte
234 235 El darwinismo social v la búsqueda de la belleza

hay que empezar por enseñar a los estudiantes aquellas actividades que
están directamente relacionadas con la supervivencia. Luego se debe
pasar a aquellas que responden a las necesidades de la vida, y poste-
riormente a aquellas relacionadas con la crianza y la educación de los
Figura 6.2. Ilustración
que refleja una influencia hijos. Por último, se deben enseñar aquellas que promueven las ade-
japonesa, tomada de cuadas relaciones sociales y políticas, incluidas aquellas orientadas a la
Applied Arts Book gratificación del gusto y los sentimientos. Las artes quedaban incluidas
1902), 2, 332.
dentro de este último grupo. La teoría de la evolución servía como base
racional para determinar la importancia relativa de las distintas mate-
rias en el currículo, y en opinión de Spencer, a las artes les correspon-
día un papel menor.
Esta clase de reflexiones spencerianas iban a fomentar un utilitaris-
mo agresivo para el que todos los aspectos de la educación debían valo-
rarse en función de sus beneficios prácticos y visibles. Sin embargo,
otros aspectos del pensamiento de Spencer iban en una dirección que
tenía implicaciones positivas para la educación artística. Macdonald
(1970) señala que Spencer no se oponía a la educación artística, aunque
sí mostró un violento rechazo por la clase de enseñanza del dibujo que
promovía el departamento de Arte y Ciencia de South Kensington. En
realidad, Spencer utilizaba la teoría evolucionista para justificar el di-
bujo, basándose en la naturaleza del niño.

HERBERT SPENCER
Si los profesores se hubieran dejado guiar por las señales de la naturaleza
no sólo a la hora de convertir el dibujo en parte de la educación, sino a la
hora de escoger la forma de enseñarlo, lo hubieran hecho todavía mejor.
Un representante típico de este movimiento fue el filósofo y educador ¿Qué es lo primero que intentan representar los niños? Cosas grandes,
inglés del siglo x i x Herbert Spencer. Según Cremin (1964), Spencer fue cosas que les resultan atractivas por el color, cosas redondas que invitan
la principal vía de acceso del darwinismo social a Estados Unidos. a asociaciones placenteras, seres humanos que les han transmitido toda
Spencer veía la historia como « l a adaptación progresiva de la constitu- clase de emociones; vacas y perros que interesan por los muchos fenóme-
ción a las condiciones [...] la adaptación del carácter humano a las cir- nos que protagonizan; casas que ven a cada momento y que destacan por
cunstancias de la v i d a » (citado en Cremin, 1964, pág. 93). En 1861 su tamaño y por el contraste entre sus partes. ¿Y cuál de estos procesos
Spencer planteó la siguiente pregunta: « ¿ C u á l es el conocimiento más de representación es el que produce mayor deleite? Colorear. El papel y
valioso?» (Spencer, 1861/1966). Según Spencer, aquello que debe de- el lápiz sólo son buenos en defecto de algo mejor; pero una caja de pin-
turas y un pincel: eso son tesoros. (Citado en Macdonald, 1970, pág. 321.)
terminar el lugar que ocupa una materia específica en la educación es el
grado en el que contribuye potencialmente a la supervivencia del indi-
Macdonald señala que este pasaje de Spencer fue escrito cuatro
viduo. Como el objetivo de la educación es la preparación para la vida,
años antes de las teorías de Darwin, y que sus ideas sobre la enseñanza
Una historia de la educación del arte 236 237 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

se basan en Lamarck, para quien «el arte temprano de los niños expre- primeros en defender, sobre la base de la evidencia científica, que la
sa necesidades que deben ser satisfechas para generar nuevos hábitos y mente del niño es diferente de la del adulto, y que las prácticas educati-
modificar el desarrollo de la mente», y que pensaba que « l a cuestión no vas deberían reflejar estas diferencias.
es si el niño está produciendo buenos dibujos. La cuestión es más bien
si está desarrollando sus facultades» (pág. 322). Spencer concluyó que
la satisfacción de las necesidades expresadas por el niño a través del arte WILLIAM JAMES
eran necesaria tanto para su propia evolución como para la «perpetua
evolución del homo sapiens», y que «todo lo que reprime la naturaleza En 1890, William James publicó sus Principios de psicología, que guar-
heredada en el niño constituye un obstáculo para la evolución» (pág. daban cierto parecido con las teorías de Spencer en su pretensión de
322). No es extraño que Spencer rechazara el currículo de dibujo esta- explicar el fenómeno de la mente a partir de la doctrina darwinista de la
blecido por South Kensington. evolución. Recordemos que Spencer veía en la mente un instrumento
que permite al individuo adaptarse al entorno y mejorar por lo tanto sus
perspectivas de supervivencia; sin embargo, en opinión de Spencer la
GRANVILLE STANLEY HALL educación no podía aspirar a mejorar la especie, ya que los procesos
evolutivos producen cambios a lo largo de grandes períodos. En conse-
Al igual que Spencer, G. Stanley Hall estaba fuertemente influido por cuencia, la educación no podía constituir en ningún caso una base im
Darwin. Según Cremin (1964), Hall había obtenido en 1878 el primer portante para el progreso de la civilización. Como máximo podía ayu-
doctorado en psicología de Harvard. Tras realizar varios años de estu- dar a los individuos a adaptarse a sus circunstancias.
dios complementarios en Alemania, volvió a Estados Unidos y aceptó Por el contrario, J a m e s pensaba que la función de la inteligencia no
un cargo de profesor en la Universidad Johns Hopkins. En 1889 fue consistía únicamente en adaptarse a las circunstancias, sino también en
nombrado presidente de la Universidad Clark de Worcester, Massa- modificarlas. Según Spencer, la ciencia revelaba un mundo determims
chusetts. Durante la década de 1890, Hall se convirtió en una de las fi- ta gobernado por las leyes de la causalidad, mientras que para J a m e s la
guras más destacadas en el campo de la psicología. Su tesis básica, que inteligencia humana era un instrumento a través del cual los individuos
llamaba la « l e y general de la psiconomía», era que la máxima de la bio- podían crearse vidas mejores. Dewey retomaría la tradición de J a m e s al
logía según la cual « l a ontogenia recapitula la filogenia», es decir, que el sostener que la ciencia era un método para adquirir la clase de conoci-
desarrollo del individuo reproduce el modelo de la evolución de la es- mientos del mundo capaces de incrementar las perspectivas de supervi
pecie, también es aplicable al desarrollo psicosocial de los seres huma- vencia.
nos: en el proceso del crecimiento, el niño pasa por todos los estadios
que separan al salvaje del hombre civilizado. Si queremos comprender
la evolución de la humanidad, debemos estudiar el desarrollo del niño JOHN DEWEY
(Cremin, 1964).
Bajo la iniciativa de Hall se comenzaron a realizar observaciones se- La filosofía de John Dewey tuvo un impacto revolucionario y duradero
rias sobre los niños; de hecho, hacia el cambio de siglo los educadores sobre la educación. Según la concepción de Dewey, el individuo no exp-
veían a Pestalozzi y a Froebel como observadores inspirados pero toda- perimenta el mundo desde una mente en blanco, sino que lo percibe a
vía precientíficos. En 1883, Hall publicó The Content of Children's través de un filtro de conocimientos previos adquiridos en encuentros
Minds, y en 1891 fundó la revista Pedagogical Semmary. Fue uno de los anteriores con el mundo. De este modo, ciertos aspectos del entorno
Una historia de la educación del arte 238 239 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

pueden tener un efecto determinante sobre aquello que será considera- como se manifestó en las escuelas que dirigían Francis W. Parker y
do interesante en una situación nueva. Cada vez que obtenemos una John Dewey.
nueva experiencia estamos reconstruyendo ciertas predisposiciones
para percibir el mundo de un determinado modo, y la inteligencia revi-
sa constantemente sus propias concepciones de la realidad. El conoci- EL ESTUDIO DE LA I N F A N C I A
miento nuevo amplía la capacidad del individuo para cambiar.
Al rechazar el determinismo de Spencer, Dewey sustituyó la imagen Tal como se ha señalado antes, la psicología como ciencia se vio pro-
que convertía a los seres humanos en espectadores pasivos de un mun- fundamente influida por la teoría de la evolución de Darwin. La ley psi-
do cuyo futuro estaba predeterminado por la de unos sujetos en cons- conómica general de Hall sostiene que el niño atraviesa una serie de es-
tante interacción con un entorno extremadamente complejo. Como tadios en su desarrollo que corresponden a los estadios que atravesó la
este entorno es cambiante, los individuos deben modificar su compor- raza humana en su progreso desde el estado salvaje hasta la civilización.
tamiento a partir de experiencias capaces de generar conocimiento y Dicha creencia sugiere claramente que las razas que han desarrollado
comprensión. Dewey identificaba las operaciones que realiza la inteli- una cultura civilizada ocupan un lugar superior dentro de la escala evo-
gencia para generar conocimiento con el método científico, cuyo obje- lutiva respecto de las otras. Las artes tribales eran vistas como primiti-
tivo era garantizar la supervivencia del individuo. Dewey se resistía a la vas, al igual que el arte de los niños, razón por la cual no sorprenden las
idea de que hubiera leyes absolutas en el campo de la ciencia, y prefería frecuentes comparaciones que se hacían entre ambos. Este tipo de com-
ver los nuevos conocimientos como unas herramientas más adecuadas paraciones eran comunes entre los primeros estudiosos del arte infantil,
para enfrentarse a situaciones cambiantes. Tales ideas influyeron sobre tal como vemos en el siguiente comentario de James Sully (1890):
la enseñanza del arte que se practicaba en la Escuela Laboratorio de
Dewey en la Universidad de Chicago, de la que nos ocuparemos más Buena parte de esta manifestación de sentido estético en bruto por par-
adelante en este capítulo (Jones, 1952). te del niño muestra puntos de contacto con las primeras manifestaciones
del gusto dentro de la raza. Es sabido que la fascinación por los objetos
brillantes, por los tonos alegres, por los fuertes contrastes de color, así
Los movimientos educativos del cambio de siglo como por ciertos tipos de movimiento, como el de las plumas —el ador-
no personal preferido—, son característicos del salvaje, lo cual confiere
En lo que sigue nos ocuparemos de una serie de movimientos en el a su gusto un aire infantil a los ojos del hombre civilizado (pág. 299).
campo de la educación general que influyeron sobre la enseñanza del
arte. Uno de ellos es el movimiento en favor del estudio de la infancia,
que comenzó en la década de 1880 con Hall pero cuyo impacto sobre James Sully
la educación artística no comenzó a sentirse hasta 1900; el movimien-
to en favor de la eficacia social, cuyo impacto se notó entre 1910 y Entre 1890 y 1905 algunas personas comenzaron a estudiar los dibujos
1918; y el movimiento para la introducción de las manualidades, que que realizaban los niños de forma espontánea. James Sully era profesor
comenzó a finales de la década de 1870 pero cuya influencia sobre la de psicología y filosofía en el Colegio Universitario de Londres. En sus
enseñanza del arte se dejó sentir en mayor medida entre 1900 y 1920. Studies in Childhood realizó una de las primeras clasificaciones del arte
También examinaremos el movimiento para el estudio de la naturale- infantil basadas en las diversas fases de su desarrollo. Publicado tanto
za, y finalmente las primeras fases del movimiento progresista, tal en Gran Bretaña como en Estados Unidos, el libro tuvo algunas reseñas
Una historia de la educación del arte 240 241 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

en periódicos americanos como el Journal of Childhood and Adolescen- ban símbolos fonéticos para formar un alfabeto: «Aprenderemos a ha-
c e . Sully citaba a menudo la obras de Hall y de Earl Barnes, con lo que cer que la afición de los niños por el dibujo les lleve directamente a la
demostraba el carácter internacional del estudio de la infancia como escritura; y de este modo pondremos el dibujo en el lugar que le co-
movimiento, y en particular el interés que despertaba la evolución del rresponde como arte expresivo» (Barnes, 1902, pág. 7 6 ) . La expectati-
dibujo como manifestación del desarrollo de la mente del niño. va de que hubiera una conexión entre el dibujo y la escritura era una
Sully utilizó dibujos tomados de muchas fuentes. Caracterizó los manifestación más de la doctrina de la recapitulación.
dibujos garabateados de los niños de dos y tres años como «imitaciones
del juego». Según Sully, los niños se ponen a dibujar y simulan estar di-
bujando algo en concreto cuando en realidad lo único que hacen es Goerg Kershensteiner
garabatear. A propósito de una imagen dibujada por una niña de cua-
tro años, Sully observó que era « m u y parecida al simbolismo del len- En 1905, Georg Kershensteiner, superintendente de las escuelas de la
guaje», ya que la representación había sido escogida arbitrariamente ciudad de Munich, en Alemania, publicó los resultados de sus investiga-
como símbolo del objeto y no por su parecido con él. Sully fue uno de ciones sobre el arte infantil, realizadas a una escala mucho más amplia
los primeros en utilizar la expresión « e l niño como artista», que era el que Sully o Barnes. Inicialmente buscaba una serie de principios en los
título de uno de los capítulos de Studies in Childhood. que basar la enseñanza del dibujo a los niños, pero terminó realizando
un estudio empírico gigantesco dirigido a establecer cómo se desarrolla
la expresividad gráfica de los niños desde sus inicios. Recogió práctica-
Earl Barnes mente medio millón de dibujos de los cincuenta y ocho mil niños que ha-
bía entonces en las escuelas de Munich, intentando incluir únicamente
Otra figura que contribuyó al movimiento para el estudio de la infan- los dibujos realizados sin intervención del profesor. Luego los clasificó
cia fue Earl Barnes, quien publicó dos volúmenes de artículos bajo el en función de la edad, el sexo y la clase social de los niños que los habían
título de Studies in Education (1896-1897, 1902). El primer volumen realizado. Su conclusión fue que la evolución de la capacidad de los ni-
integraba los estudios que habían realizado Barnes y sus estudiantes ños para dibujar se dirige de forma natural y regular hacia la reproduc-
en California entre 1890 y 1897. El segundo volumen reunía estudios ción de la realidad visible en el espacio (Werckmeister, 1977).
parecidos realizados por investigadores de Inglaterra y Estados Unidos.
El primero contenía estudios de la evolución pictórica de una persona,
análisis de ilustraciones de historias hechas por niños, dibujos que se Ebenezer Cooke
presentaban como prueba del carácter fragmentario del pensamiento
infantil, y un estudio de las actitudes de los niños hacia los problemas Lo que estos primeros investigadores vieron claramente fue que el desa-
de la perspectiva. rrollo de la habilidad para el dibujo era un proceso gobernado por una
Los artículos del segundo volumen contenían habitualmente una serie de reglas, no muy distintas de las que gobiernan el aprendizaje del
ilustración realizada por un niño seguida por un análisis de la manera lenguaje o de la escritura. A pesar de que estos estudios eran en princi-
de pensar de éste basado en el contenido del dibujo. Uno de los artícu- pio descriptivos, pronto comenzaron a aparecer prescripciones acerca
los, «Children's Hieroglyphics», sostenía que los niños preferían dibujar de los métodos adecuados para enseñar arte a los niños. En Inglaterra,
símbolos antes que representar los objetos tal como aparecen, y el autor Ebenezer Cooke fue uno de los primeros en cuestionar la labor de las au-
esperaba poder observar en alguna ocasión cómo los niños desarrolla- toridades anteriores a la luz de lo que estaban revelando los nuevos es-
Una historia de la educación del arte 242 243 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

tudios sobre la naturaleza de la infancia. En relación con las ideas que redactó el informe final para el comité (Harris, 1894). El informe cues-
habían guiado la enseñanza artística en el pasado, recordó que el direc- tionaba la eficacia de la educación clásica basada en el latín y el griego
tor de la Escuela de Arte de South Kensington había anunciado oficial- como preparación para la vida, y consideraba en cambio más valioso el
mente que los principios del color no se podían enseñar, mientras que estudio de la ciencia y de las lenguas modernas. Como podía esperarse,
su mentor, Ruskin, había declarado que el pincel era «demasiado difícil el tema del arte recibía escasa atención. El extenso informe le dedicaba
para los principiantes». Cooke declaró que estos primeros pronuncia- un único párrafo:
mientos se basaban en prejuicios pero que ahora «la ciencia los estaba
poniendo en cuestión» (Cooke, 1912, pág. 96).
La omisión de la música, el dibujo y la oratoria en los programas propues-
En el campo de la educación artística, Cooke anticipó el movimien- tos por el comité no pretendía implicar que no se debería prestar ninguna
to en favor de la expresión personal, pero su postura también destaca atención sistemática a estas materias. Simplemente se consideró más ade-
por el hecho de buscar el fundamento de los métodos de enseñanza en cuado dejar que fueran las autoridades escolares locales las que determi-
observaciones basadas científicamente antes que en las autoridades del naran cómo debían introducirse estas materias en los programas, como
pasado, con lo que demostraba que la ciencia tenía una influencia di- complemento a las materias que se han tratado en las conferencias, sin nin-
recta sobre las ideas de la gente acerca de la educación, incluida la edu- guna sugerencia por parte del comité {Commitee of Ten, 1895, pág. 1442).
cación artística.
El virtual silencio del comité declaraba implícitamente que las artes
eran un tema que no merecía comentario, una simple cuestión de elec-
LA EFICACIA SOCIAL ción local. Este informe iba a influir sobre las políticas relacionadas con
la enseñanza secundaria durante los siguientes veinticinco años, lo cual
En el capítulo 5 examinamos el idealismo romántico de William Torrey condenó a las artes al estatus de materias optativas. Las recomendacio-
Harris, que fue un baluarte de defensa frente a la marea creciente del nes del comité también contribuyeron a estandarizar los requisitos para
materialismo científico defendido por figuras como Herbert Spencer. la admisión en las universidades; y como el tema de las artes no apare-
En la medida en que las doctrinas conservadoras de Harris pusieron cía por ninguna parte, no se hizo ninguna recomendación acerca de la
coto a esta clase de materialismo, los clásicos, la literatura, las artes vi- preparación artística como requisito para el ingreso a la universidad.
suales y la música tuvieron asegurada su posición en el currículo escolar En 1895, el informe afectaba a pocos estudiantes, ya que la mayoría
en su calidad de fuerzas morales. Sin embargo, las ideas de Spencer ga- abandonaban la escuela tras completar los cursos de la escuela de gra-
naban cada vez más aceptación popular. mática. Pocos ingresaban en la escuela secundaria, y menos aún com-
Un ejemplo dramático de este proceso puede verse en el Report of pletaban sus cursos. Sin embargo, hacia el final del primer cuarto del si-
the Committee o/Ten de 1895 para la reforma de la educación secun- glo x x , el informe comenzaba a tener un impacto importante sobre la
daria. En 1892, la Asociación Nacional de Educación escogió a diez des- enseñanza artística. En aquel momento había un porcentaje mayor de
tacados educadores para que desarrollaran un currículo para la ense- estudiantes que accedían y terminaban la enseñanza secundaria, y fue
ñanza secundaria. Al igual que Spencer, se hicieron preguntas como: entonces cuando se dejó sentir el impacto del modelo de currículo esta-
« ¿ C u á l es el conocimiento más valioso?»; y su respuesta no fue muy dis- blecido en la década de 1890. En 1918, una comisión para la reorgani-
tinta de la de Spencer. El comité fue dirigido por Charles W. Eliot, pre- zación de la enseñanza secundaria emitió el informe Cardinal Principies
sidente de Harvard, un hombre que había comenzado su carrera aca- of Secondary Education, que conservaba en lo esencial las ideas de Spen-
démica en el campo de la química. Al parecer, también fue él quien cer, y relegaba las artes al papel de ocupaciones ociosas.
Una historia de la educación del arte 244 245 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

John Spencer Clark (1894), autor de libros de texto para la Prang res americanos pronto comenzaron a utilizar los métodos propios de la
Educational Company, realizó un extenso comentario sobre el Report ciencia y de la empresa para aumentar la eficacia de las escuelas me-
of the Commitee of Ten, en el que afirmaba que «su espíritu y sus mé- diante la eliminación de las materias y los procedimientos improducti-
todos son admirablemente científicos, pero [...] tienen muy poco en vos, e incluso de los estudiantes que se consideraban demasiado ineptos
cuenta la imaginación y los sentimientos; dedica comparativamente de- para beneficiarse de la educación. Hacia 1912 se había generado toda
masiada atención a los hechos y demasiado poca a los ideales» (pág. una literatura dedicada a la gestión científica de la educación; los admi-
3 7 5 ) , y que no encontraba «ningún reconocimiento del arte, ni como nistradores de las escuelas comenzaban a verse a sí mismos como ejecu-
herencia histórica ni como expresión personal inspiradora» (pág. 376). tivos dentro del negocio de la educación (Callahan, 1962).
Su conclusión era que: Espoleados por las crecientes críticas que recibían las escuelas en la
prensa, estos administradores trataron de medir la eficacia de los profe-
Dejar el arte fuera de nuestros planes para la educación de los jóvenes sores, la productividad de los currículos, y la inteligencia de los niños.
significa negarles a las mentes que se están formando la poderosa fuente Una vez obtenidos estos datos, intentaron aprovechar al máximo el po-
de inspiración que constituye la conciencia de la capacidad creativa del tencial de los alumnos mediante su distribución en cursos donde sus ca-
hombre. Usar el arte sabiamente como medio para la educación es hacer pacidades pudieran ser desarrolladas científicamente. Si los tests deter-
que la mente en formación entre en contacto con el desarrollo de la raza minaban que un niño era demasiado limitado para sacar provecho de la
(pág. 381). educación, se le aplicaba una enseñanza adecuada a sus capacidades in-
natas.
La defensa del arte que proponía Clark estaba enteramente basada El desarrollo del primer test de CI (coeficiente intelectual) por par-
en criterios culturales y morales derivados de los razonamientos pro- te de Alfred Binet proporcionó un patrón común para la medición de la
pios del idealismo romántico, que todavía eran populares en la década inteligencia, basado en el supuesto de que los niños de un mismo grupo
de 1890. Sin embargo, los escritos de Spencer sobre la educación ha- de edad pueden exhibir diferencias en su capacidad intelectual y que
bían comenzado a liberar el campo de la educación de sus anclajes filo- mediante el procedimiento adecuado se puede mostrar el nivel de inte-
sóficos. La ciencia había comenzado a adquirir el mismo tipo de autori- ligencia natural del niño. En los años posteriores numerosos psicólogos,
dad canónica que antes habían tenido la filosofía y la teología, razón por entre ellos el propio Binet, comenzaron a darse cuenta de que los niños
la cual las demandas de Clark no fueron escuchadas. procedentes de clases sociales más pobres obtenían unos resultados más
A comienzos del siglo xx había otros aspectos del darwinismo so- bajos en los tests de CI que los niños de clases más altas, aunque eso no
cial que comenzaban a influir sobre la educación. William Graham hizo que se cuestionara el test. Curiosamente, el test de inteligencia se
Sumner sostenía que los individuos que ostentan el poder dentro de la había convertido en lo que algunos críticos marxistas, como Gilbert
sociedad lo han conseguido por el hecho de ser los « m á s aptos». La su- Gonzales, llamaban «el criterio principal para justificar la desigualdad
pervivencia del hombre de negocios dentro de una sociedad competiti- socioeconómica» (Gonzales, 1982). Así pues, los miembros ricos y po-
va como la capitalista era vista como un testimonio de su superioridad derosos de la sociedad, que hasta el momento habían justificado su éxi-
y de su aptitud para el liderazgo. Así pues, la ciencia confirmaba que el to a partir de su duro trabajo y su sentido del ahorro, podían remitirse
hombre de negocios era el más apto para el gobierno. Tras recibir la ahora a una inteligencia superior recibida por herencia genética.
bendición de la ciencia, los estándares de eficacia del mundo de los ne- Poco después del cambio de siglo se hizo evidente que los profeso-
gocios se convirtieron en los criterios con los que se debía juzgar la efi- res de arte ya no podían apoyarse en los argumentos que defendían el
cacia de las instituciones gubernamentales y educativas. Los educado- arte como una forma de transmitir cultura y moralidad. A pesar de que
Una historia de la educación del arte 246 247 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

tales argumentos habían justificado la introducción de las actividades EL ADIESTRAMIENTO MANUAL


de dibujo en la enseñanza, las cuales gozaban de una cierta popularidad
como actividades artísticas, muchos de estos profesores exigían alguna El primero que propuso la idea de introducir las manualidades como
clase de evidencia científica en la que basar tales argumentos. Signo evi- un elemento de la educación general, ya en 1876, fue J o h n D. Runkle,
dente de ello es el artículo « T h e Waning Powers of A r t » , de David presidente del M.I.T. En la Exposición del Centenario de Filadelfia,
Snedden (1917). Snedden, un sociólogo educacional miembro del Tea- Runkle vio una exposición rusa sobre la educación en la Escuela Técni-
chers College, en Columbia, cuestionaba el postulado tradicional de ca Imperial de Moscú. La muestra presentaba una serie progresiva de
que las artes eran importantes, señalando ante todo que tal postulado ejercicios manuales que demostraban dos principios: que las manuali-
procede habitualmente de «civilizaciones distintas de la nuestra y que dades podían transmitir cierta disciplina mental necesaria de una forma
representan estadios distintos de evolución». Snedden se preguntaba si accesible para todos los niños, y que podía preparar a los estudiantes
no habíamos alcanzado un estadio de desarrollo en el que el arte era para participar en ciertos sectores de la actividad industrial.
menos necesario y determinante para la vida que antes: Runkle propuso que las manualidades se convirtieran en un ele-
mento común dentro de la educación general, argumentando que el
Tal vez las funciones del arte en relación con la satisfacción de las nece- adiestramiento manual sirve también como adiestramiento mental.
sidades primarias de la sociedad ya no son las mismas que antes, y como Runkle abrió varios talleres artísticos en el M.I.T. y puso en marcha una
consecuencia de ello la sociedad se niega a tomar el arte en serio, ya que escuela de secundaria vinculada al instituto que daba clases de manua-
no le sirve como medio para alcanzar los fines más serios y valiosos de la lidades. Su informe The Manual Element in Education (Runkle, 1877),
vida, aunque pueda seguir dispuesta a dedicarle libremente sus energías que fue publicado por el Consejo de Educación de Massachusetts, sos-
y sus recursos. Los hombres poderosos se niegan a convertir la produc- tenía que las manualidades eran esenciales para que las escuelas pudie-
ción de obras de arte en su carrera, aunque estén dispuestos a ver cómo ran responder a las necesidades de una sociedad industrial en expan-
sus hijas siguen esta vocación mientras se dediquen a ella con modera- sión. Sus argumentos fueron desarrollados por Calvin M. W o o d w a r d ,
ción y por un tiempo limitado (pág. 805). quien en 1880 abrió la Escuela de Manualidades de la Universidad
Washington, en San Luis.
Snedden realizaba posteriormente un repaso a los diversas funcio- Runkle y W o o d w a r d tuvieron que maniobrar entre una concepción
nes que tenía el arte en las sociedades del pasado, como por ejemplo el de las manualidades que veía éstas como una formación para los traba-
uso de la música para incitar a los hombres al culto, o a hacer el amor jadores industriales y otra que las veía como una educación cultural que
(lo cual contribuye a la perpetuación de la especie), o a trabajar en ar- debía formar parte integral de la enseñanza. Según ellos, las manualida-
monía. « S i tuviéramos los datos suficientes [...] probablemente descu- des educaban la mente a través de la mano, lo cual las convertía en un
briríamos que muchas formas de arte tuvieron un gran «valor de su- método liberal e intelectual de enseñanza. W o o d w a r d argumentaba
pervivencia» durante los largos períodos en los que mantuvieron una también que las manualidades enseñaban los valores morales de la pre-
gran vitalidad social» (pág. 806). Pero luego se preguntaba si en la so- cisión, la lógica, la diligencia y la economía (Lazerson y Grubb, 1974).
ciedad moderna existían todavía necesidades parecidas a las que había En 1899 comenzó a publicarse The Manual Training Magazine, que
en las sociedades primitivas. Su conclusión era que el arte conservaba sirvió como órgano del movimiento. En 1918 la revista pasó a llamarse
todavía un lugar en la vida moderna, pero que no era tan relevante The Industrial Education Magazine, una señal indicativa de que el movi-
como la ciencia para la supervivencia y la expansión de las sociedades miento había pasado a formar parte de otro movimiento más amplio y
civilizadas. agresivo, partidario de la educación vocacional.
Una historia de la educación del arte 248 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza
249

En sus primeras fases, el movimiento en favor del adiestramiento W a y l a n d Parker. Straight murió en 1886, pero su labor fue retomada
manual ponía el énfasis en las virtudes de la artesanía y compartía mu- por W i l b u r S. Jackmann, que publicaba unos panfletos bimensuales ti-
chos de los objetivos de los educadores artísticos. Se creía que ambas tulados «Outlines in Elementary Science». Estos panfletos fueron reedi-
disciplinas tenían en común la utilidad y la belleza. John Frieze pensa- tados en 1891 bajo el título de Nature-Study for Common Schools* y
ba que « u n a característica importante de esta enseñanza es el desarrollo éste ha sido el término que se ha usado desde entonces. En la Escuela
de la idea de que la evolución de la utilidad es a menudo paralela a la Normal de Bridgewater, Massachusetts, y en el Teachers College, Co-
evolución de la belleza» (1926, pág. 116). lumbia, tuvieron lugar otras iniciativas relacionadas con el estudio de la
naturaleza. En 1905 comenzó a publicarse The Nature-Study Review, y
en 1908 se fundó la Sociedad Americana para el Estudio de la Natura-
EL ESTUDIO DE LA N A T U R A L E Z A leza, que tenía la anterior revista como órgano oficial (Bailey, 1920).

En cierto sentido el estudio de la naturaleza era un movimiento com-


plementario con el de las manualidades. También pretendía superar la LOS INICIOS DE LA E D U C A C I Ó N PROGRESISTA
concentración excesiva de las escuelas en los libros, contra la que se le-
vantaban cada vez más críticas. Aunque se dice que el lema del movi- En su historia de la educación progresista, Cremin (1964) dedica un
miento — « e s t u d i a la naturaleza, no los l i b r o s » — procede del reconoci- capítulo a algunos pioneros de la pedagogía a los que considera pre-
do naturalista de origen suizo Louis Agassiz, éste no tenía una relación cursores del movimiento. Entre ellos merecen una mención especial
directa con el movimiento en favor de la introducción del estudio de la Francis W a y l a n d Parker y John Dewey. Será instructivo comparar los
naturaleza en las escuelas. Agassiz consiguió una enorme popularidad logros educativos de estos dos hombres, ya que sus ideas sobre las ar-
como conferenciante, viajó por todos los Estados Unidos y despertó en tes y el lugar que les corresponde en el currículo anticiparon prácti-
muchos adultos el interés por las ciencias naturales y la geología. cas que habrían de convertirse en comunes durante la época progre-
Al parecer, el estudio de la naturaleza se introdujo como sustituto sista.
para las clases dedicadas a objetos, que fueron introducidas por prime-
ra vez en la Escuela Normal de Oswego. Las clases sobre objetos pre-
tendían hacer que todos los sentidos de los niños participaran en el Francis Wayland Parker
aprendizaje, pero fueron criticadas a causa de la escasa o nula relación
que mantenían las diversas lecciones entre sí. El conocimiento que se Korzenik (1985) describe los inicios de la carrera de Parker como profe-
transmitía no era más que una colección de hechos aislados. H. H. sor en la Escuela de Gramática del Norte en Manchester, New Hamp-
Straight, que había recibido la influencia de Agassiz, se dio cuenta de shire. Parker nació en Bedford, Nueva Hampshire, en el otoño de 1837.
las limitaciones de este planteamiento y comenzó a relacionar las mate- Tanto su abuelo como su madre eran profesores. Tras la muerte de su
rias de estudio con observaciones de fenómenos naturales que los niños padre, trabajó en una granja para pagarse su propia educación en una
pudieran realizar por sí mismos, como por ejemplo el crecimiento de las academia privada durante los meses de invierno; a los dieciséis años ya
plantas en primavera, o la migración de los pájaros en otoño. era maestro en un pueblo. Tras servir en el ejército durante la Guerra de
En 1883, Straight se incorporó al cuerpo docente de la Escuela Nor-
mal de Cook County, Chicago, donde se esforzó por convertir las cien- * El estudio de la naturaleza en las escuelas comunes. Ta! como dice el autor a con-
cias en una parte integral del currículo escolar, con la ayuda de Francis tinuación, dicho título dio nombre al movimiento. (N. del t.)
Una historia de la educación del arte 250 251 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

Secesión, trabajó como profesor en Manchester, New Hampshire. Lue- artista dentro de ellos; les encanta modelar objetos con arena o arcilla
go se marchó al extranjero durante dos años para conocer las escuelas [...] Dale a un niño un trozo de tiza, y verás cómo su imaginación entra
de Prusia, Suiza y Holanda, donde aprendió los métodos de Pestalozzi en erupción: aparecen personas, caballos, casas, ovejas, árboles, pájaros,
y otros reformadores. A su regreso se convirtió en el director de la pri- todo gracias a la valiente autoconfianza de la infancia. De hecho, el niño
ejercita desde el principio todas las formas de expresión excepto la es-
mera escuela normal de Dayton, Ohio. En 1873, cuando su reputación
critura: canta, actúa, moldea, pinta, dibuja y expresa pensamientos por
como renovador de la educación estaba firmemente asentada, fue nom-
medio de todas las formas posibles de expresión, con aquella única ex-
brado superintendente escolar en Quincy, Massachusetts. Allí fue don-
cepción» (Korzenik, 1984, pág. 290).
de abandonó el currículo estándar basado en los manuales tradicionales
y en el aprendizaje rutinario. Bajo su supervisión, los profesores apren-
En la escuela de Parker, las artes eran vistas como una forma de dar
dían a usar los periódicos y a idear otros materiales para enseñar len-
significados al mundo. Esto es algo que puede verse en el programa de
guaje y lectura. La geografía se enseñaba a través de viajes al campo, y
ciencias de Parker, que comenzaba con el estudio de la naturaleza. Los
se introdujo el dibujo para desarrollar la habilidad manual y la expre-
niños hacían excursiones por el vecindario y por los lagos de Chicago
sión individual. Tras ejercer algunos años como supervisor en las es-
para realizar observaciones y dibujos, con lo que sus estudios de cien-
cuelas de Boston, donde sus ideas se consideraron demasiado polémi-
cias quedaban vinculados con los de lenguaje y arte.
cas, en 1880 le ofrecieron el cargo de director de la Escuela Normal de
Cook County, Chicago (Cremin, 1964).
Korzenik (1984) explica que la tesis principal de la filosofía educa-
La escuela laboratorio de Dewey
tiva de Parker es que los niños sólo pueden aprender aquello que tiene
sentido para ellos en su vida cotidiana, y que el significado que tienen
John Dewey creó la Escuela Laboratorio de la Universidad de Chicago
las cosas encuentra sus raíces en la propia experiencia. Los profesores
« p a r a descubrir la forma de convertir una escuela en una comunidad
pueden ayudar a los niños por medio de experiencias que les inciten a
cooperativa y al mismo tiempo fomentar el desarrollo de las capacida-
prestar atención a los objetos de su entorno y animándoles a expresar la
des propias de los individuos y la satisfacción de sus necesidades a tra-
interpretación que hacen de ellos. La atención y la expresión eran por
vés de la administración, la selección de las materias, los métodos de
lo tanto la esencia de su método.
aprendizaje, la enseñanza y la disciplina» (citado en Cremin, 1964, pág.
La atención remite a los sentidos. Prestamos atención al mirar, al
136). Se basaba en la siguiente idea:
escuchar y al tocar. Parker también pensaba que la atención estimula
«intensos actos de la imaginación» y que despierta el deseo de expre-
Las experiencias básicas dentro de la educación deberían proceder de la
sarse, al tiempo que la expresión despierta el deseo de prestar más aten-
propia vida, y en especial de aquellas ocupaciones y asociaciones que es-
ción al entorno. Los medios de expresión eran el gesto, la voz, el dis-
tán al servicio de las necesidades sociales de los hombres, para que el
curso, la música, la acción, el modelado, la pintura, el dibujo y la
aprendizaje pueda ser en gran medida un subproducto de la actividad
escritura. En consecuencia, las artes tenían un papel central en el currí-
social; para que el principal test del aprendizaje sea la capacidad de los
culo de Parker. Korzenik describía el planteamiento de Parker del si- individuos para resolver situaciones sociales novedosas a partir del hábi-
guiente modo: to de una acción social razonada; y para que una enseñanza comprome-
tida con los esfuerzos cooperativos por un lado y con los métodos cien-
Para Parker, la educación del niño exige que éste pueda expresarse a tra- tíficos por el otro constituya una influencia beneficiosa para el progreso
vés de diversos medios. Según dijo: «Todos los niños llevan en parte a un social (Cremin, 1964, pág. 136).
Una historia de la educación del arte 253 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

La Escuela Laboratorio se abrió en una casa privada en enero de y el manejo inteligente de los números» (pág. 26). Los niños se dedican
1896, con dieciséis alumnos y dos profesores. Katherine Camp Mayhew a aquellas actividades por su atracción intrínseca, pero ¿hasta qué pun-
y Anna Camp Edwards (1936/1966), dos hermanas que enseñaron en la to se pueden usar para que el niño aprenda a leer, a escribir y a realizar
escuela durante sus años de formación, publicaron un estudio retros- operaciones matemáticas?
pectivo sobre la escuela. En octubre de 1896, la escuela tenía treinta y dos La última pregunta de Dewey consistía en averiguar si la mano y los
alumnos y su cuerpo docente estaba integrado por tres profesores per- otros órganos motores, en conexión con el ojo, « p o d í a n usarse para
manentes, uno de los cuales enseñaba manualidades. En 1898, la escuela ayudar al niño a adquirir experiencia y entrar en contacto con los mate-
fue trasladada a unas dependencias más espaciosas y adoptó una organi- riales y los procesos familiares de la vida cotidiana [...] La carpintería, la
zación de tipo departamental. Se añadió un departamento especial den- cocina, la costura y la tejeduría requieren diferentes tipos de habilida-
tro de la primaria para los niños de cuatro y cinco años. En un cobertizo des y representan, a su vez, algunas de las industrias más importantes
para carruajes adyacente se instalaron las aulas destinadas a la gimnasia del mundo exterior actual» (citado en Mayhew y Edwards, 1936/1966,
y las manualidades, mientras que las aulas para la formación artística y pág. 2 7 ) . Todos ellos ejercen una cierta fascinación sobre los niños y les
textil ocupaban las grandes habitaciones de la buhardilla. En 1902, la es- ayudan a formar hábitos de trabajo y pulcritud así como de cuidado por
cuela tenía ya ciento cuarenta alumnos y veintitrés profesores. Dewey las herramientas y los utensilios.
llevaba la dirección, mientras que su esposa ocupaba el cargo de rectora. Dewey veía en estas actividades intrínsecamente interesantes los
Dewey veía la escuela como un experimento para encontrar las res- instrumentos que podían generar una rica vida intelectual, y la escuela
puestas de cuatro problemas o interrogantes. El primero era si se podía estaba organizada alrededor de estas actividades más que en asignatu-
integrar la escuela en el hogar y en el barrio. En su opinión, las escuelas ras formales. De modo parecido, las artes no se enseñaban como asig-
tradicionales estaban aisladas del mundo de la experiencia. Si los niños naturas separadas sino que estaban integradas en aquellas actividades.
se interesaban por los juegos y las actividades que realizaban en casa y Mayhew y Edwards describen del siguiente modo la educación artística
en el barrio, ¿por qué no habría de pasar lo mismo en el colegio? (May- que se ofrecía en la escuela:
hew y Edwards, 1936/1966).
Su segunda pregunta era la siguiente: El niño entraba en contacto con materiales de muchos tipos distintos y
gozaba de libertad para darles forma de acuerdo con sus propios planes.
¿Cómo se deben introducir la historia, la ciencia y el arte para que ten- Bajo una guía externa, los resultados se iban convirtiendo en unos pro-
gan un valor positivo y una importancia real dentro de la experiencia ac- ductos cada vez más acabados y dotados de mayor significado y valor ar-
tual del niño? [...] ¿Qué parte de las experiencias del mundo que le ro- tístico (1936/1966, pág. 341).
dean son realmente valiosas para el niño: hasta dónde tiene que llegar su
experiencia de primera mano con las fuerzas del mundo y su conoci- Dewey veía el arte como
miento de su evolución histórica y social para que pueda desarrollar la
capacidad de expresarse a través de varias formas artísticas? (Citado en
una actitud espiritual, un estado mental que exige para su satisfacción y
Mayhew y Edwards, 1936/1966, pág. 25.)
cumplimiento que se dé una forma nueva y más significativa a la materia.
Sentir el significado que tiene lo que se está haciendo y recrearse en él,
La tercera pregunta pretendía determinar hasta qué punto los de- unir en un único acto el desplegamiento de la vida interior y el desarro-
más estudios y actividades podían contribuir a las «ramas simbólico- llo ordenado de las condiciones materiales: esto es el arte. (Citado en
formales del aprendizaje, es decir, el dominio de la lectura, la escritura Mayhew y Edwards, 1936/1966, pág. 348.)
Una historia de la educación del arte 254 255 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

Esta definición del arte, formulada en 1936, recuerda las ideas de ofrecen una referencia fácilmente accesible acerca del tipo de activida-
Art as Experience, publicada en 1934. Mayhew y Edwards observaron des artísticas que recomendaban los supervisores de arte y los profeso-
que « l a escuela parecía tener una fe ciega en la posibilidad de que las ar- res. Otra fuente importante es el estudio de la educación artística ela-
tes manuales fueran capaces de despertar una expresión artística genui- borado por J a m e s Parton Haney (1908).
na y transmitir su significado espiritual a muchos de los procesos de la
vida cotidiana» (1936/1966, pág. 348). Ello hubiera sido coherente con
la idea de Dewey de que el arte no constituye un mundo aislado de ac- P R U E B A S DEL C A M B I O
tividades sino que es una cualidad que da valor a ciertas experiencias.
Las escuelas que dirigieron Parker y Dewey fueron precursoras en Antes de tratar estas fuentes ofreceremos un breve retrato biográfico de
muchos aspectos de lo que sería habitual con la llegada del movimiento Bailey para mostrar el alcance de sus actividades a lo largo de las últimas
progresista, que floreció tras la Primera Guerra Mundial, pero las prác- décadas del siglo x i x y las primeras del x x .
ticas de estas escuelas no eran en absoluto comunes en las escuelas pú- •

blicas del cambio de siglo. La idea de expresión de Parker se anticipó


casi dos generaciones a la filosofía de la autoexpresión creativa que ten- Henry Turner Bailey
dría su auge durante el período de entreguerras. La concepción de De-
wey de las actividades recordaba las ideas de Froebel, pero las suyas es- Nacido en Scituate, Massachusetts, el 9 de diciembre de 1865, Bailey
taban vinculadas a las tareas cotidianas del mundo real y a una asistió a la Escuela Normal de Arte de Massachusetts en la época en que
psicología de los intereses de los niños más que a las formas ideales de todavía dominaban las ideas de Walter Smith. Enseñó en las escuelas
Froebel. nocturnas de dibujo de Boston hasta el año escolar 1884-1885, y duran-
Ni Parker ni Dewey eran partidarios de enseñar las asignaturas por te el año escolar 1886-1887 combinó estas tareas con las de supervisor
separado. Ambos trataron de sintetizar elementos de los distintos mo- de dibujo en las escuelas públicas de Lowell, Massachusetts. En 1887
vimientos de reforma educativa de su época por medio de actividades se graduó en la Escuela Normal de Massachusetts y en el mismo año se
centradas en el estudio de la naturaleza y en las manualidades. convirtió en delegado para el dibujo industrial del Consejo de Educa-
ción del Estado de Massachusetts, en sustitución de Charles Carter, que
pasó a ser supervisor de arte en Denver, Colorado. Ejerció el cargo, por
La enseñanza artística antes de la Primera Guerra Mundial lo tanto, sólo cinco años más tarde que Walter Smith. Su primer informe
anual, en 1888, contenía una propuesta para un programa de estudios de
ocho años de dibujo industrial, basado en las ideas de Smith (Bailey,
Entre el año 1900 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial se pro-
1889). En 1901 Bailey dimitió para convertirse en editor de Applied Arts
dujo una transición desde una formación básica en dibujo a una educa-
Book, una revista que en 1903 pasó a llamarse School Arts Book.'' En
ción más completa. Esta transición está bien documentada en los infor-
mes anuales de Henry Turner Bailey para el Consejo de Educación de
Massachusetts, así como en los de su sucesor, Walter Sargent. Este últi- 5. A lo largo de sus casi noventa años de historia, School A r t s ha cambiado varias
veces de nombre. Apareció inicialmente como A p p l i e d A r t s Book (vols. 1 y 2, 1901-
mo también escribió el apartado dedicado a la educación artística para
junio de 1903); luego pasó a llamarse School A r t s Book (vols. 3-11, septiembre de 1903
el estudio bianual de la Agencia de Educación de Estados Unidos co-
junio de 1912); y luego School A r t s M a g a z i n e (vols. 12-34, septiembre de 1912-junio de
rrespondiente al período 1916-1918 (Sargent, 1921). Los primeros vo- 1935). El título School A r t s apareció por primera vez en septiembre de 1935 y se ha
lúmenes de School Arts Book, inicialmente editados por Bailey, también mantenido hasta el presente.
Una historia de la educación del arte 256 257 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

1916 abandonó el cargo de editor para dirigir el Instituto de Arte de Cle- dentes de las escuelas gratuitas nocturnas de dibujo y la Escuela Nor-
veland, donde trabajó hasta su retiro en 1930. mal de Arte. Las observaciones que realiza Bailey en su informe anual
acerca de la exposición revelan las grandes diferencias que la separaban
de las exposiciones que había preparado Smith en la década de 1870.
Informes anuales
En la última década se ha generalizado el uso del color en las escuelas
Los sucesivos informes anuales de Bailey documentan un cambio de públicas. ¡Qué gris y fantasmagórica parecería una exposición de hace
orientación respecto al dibujo, que ve inicialmente como una habilidad quince años al lado de ésta! Ésta tenía el aspecto fresco y rosado de un
industrial y posteriormente como un medio para conocer los principios niño rubio vestido con ropas alegres. Tal vez los colores sean a menudo
de la belleza. Cuando comparamos su primer informe (Bailey, 1889) demasiado chillones y toscos (la madre del niño carecía de gusto y el
con el del período 1896-1897 (Bailey, 1897), vemos que el último está niño estaba jugando [...]), pero transmitía una salud, una libertad y un
ilustrado con obras maestras del arte, además de contener diagramas placer de estar vivo desconocidos hasta el momento en los dibujos que
sobre composición y preguntas que debían emplear los profesores para se realizaban en nuestras escuelas públicas. (Bailey, 1900, págs. 416-17.)
guiar a los niños en el estudio del tema y el significado. El primero, en
cambio, comienza con un estudio de las formas geométricas y los deta- El informe estaba ilustrado con algunos ejemplos de dibujos de mo-
lles de estas formas, a la manera de Smith (Bailey, 1897). delo realizados por estudiantes, composiciones pictóricas, composicio-
El informe anual de Bailey correspondiente a 1897 muestra que la nes decorativas con motivos naturales que demostraban una fuerte in-
distancia entre su concepción original del dibujo industrial y la que sos- fluencia japonesa, diseños para ventanas de cristales de colores,
tenía entonces era cada vez mayor, ya que promovía la liberalización de productos textiles y obras de metalistería.
los planteamientos educativos para incluir el dibujo de la naturaleza y
de la figura humana, así como la pintura de retratos. De hecho, Bailey
pensaba que «cualquier ejercicio que tienda a desarrollar una percep- Informes sobre tendencias
ción más aguda de la belleza, un gusto más crítico, es valioso para la in-
dustria» (Bailey, 1897, pág. 334). Su último informe (1903) defiende Por muy impresionante que fuera la exposición, sería erróneo concluir
enérgicamente los ideales del movimiento de las artes y los oficios, e in- que tipificaba todas las prácticas educativas existentes en Estados Uni-
cluye referencias a las obras de Ruskin Modern Painters, Prosperina, y dos. Massachusetts era atípico en muchos sentidos, ya que era el único
Laws of Pesóle. estado que disponía de una escuela normal de arte, y un alto porcentaje
de las personas graduadas en ella eran contratadas por los distritos esco-
lares del estado. El informe anual de Bailey registraba que ciento sesen-
La Exposición de 1899 ta y siete ciudades y pueblos habían contratado supervisores de dibujo,
de los cuales ciento dieciséis se habían graduado en la escuela normal de
Bailey organizó una exposición de dibujo en las escuelas públicas de arte. En conjunto, había doscientas setenta y nueve personas que traba-
Massachusetts que ofrecía una muestra del tipo de arte que se presen- jaban en la enseñanza del dibujo en 1899 (Bailey, 1900). Bailey también
taba bajo el nombre de dibujo industrial en 1899. La exposición incluía examinaba la situación del dibujo industrial en las escuelas de secunda-
más de nueve mil dibujos, entre los cuales había obras procedentes de ria. De los doscientos doce distritos escolares del estado, noventa y seis
las escuelas primarias, secundarias y normales, así como obras proce- exigían un año de estudios de dibujo, cincuenta y cinco lo consideraban
Una historia de la educación del arte 258 259 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

una asignatura optativa de un año, mientras que sesenta y uno no daban por los temas que más podían vender. La mayoría de los artículos esta-
ninguna formación en dibujo. Había otros estados del este que también ban dedicados a actividades manuales y temas de temporada. Probable-
se esforzaban por promover la enseñanza del arte, en especial Connecti- mente las manualidades y los proyectos vacacionales eran temas popula-
cut y Nueva York, aunque sin llegar a los niveles de Massachusetts. res entre los suscriptores, lo cual sugiere que constituían una parte
En un número de 1914 de School Arts Magazine, Bailey publicaba importante de las actividades artísticas que se ofrecían en las escuelas.
un artículo en el que documentaba los cambios que se habían produci- Los editoriales de Bailey no siempre reflejaban el contenido efecti-
do en el período comprendido entre 1885 y 1895, y señalaba que antes vo de la revista. Bailey dedicaba por ejemplo un alto porcentaje de sus
de 1885 « n o había dibujo ilustrativo, ni dibujo de la naturaleza, ni di- editoriales al estudio de la imagen, la mejora del ambiente escolar y la
bujo de objetos comunes, ni trabajos manuales, ni color» (1914, pág. 1). apreciación de la belleza en la naturaleza; pero por lo general los ar-
Después de 1895 era más fácil encontrar esta clase de actividades. tículos de la revista tendían a tratar el cambio de las estaciones y otros
En 1921, Sargent redactó el artículo dedicado a la educación artística temas parecidos como fenómenos naturales, en lugar de usarlos como
en el Estudio hianual sobre la Educación del Consejo de Educación co- fuente de inspiración o de experiencias estéticas.
rrespondiente al período 1916-1918. Dicho artículo realizaba un repaso La distribución geográfica de los colaboradores de la revista sugiere
al estado de la educación artística en el conjunto de la nación. Sobre el que la mayoría eran profesores o bien supervisores en las ciudades y los
tema de la enseñanza artística en las escuelas primarias, Sargent observa- barrios residenciales del este, o que eran profesores de escuelas norma-
ba que « s e ha generalizado en el país durante los últimos años», que se les. También estaban representados los profesores y los supervisores de
enseñaba para ilustrar otras materias, y que mantenía « u n a relación es- ciudades de mayor tamaño situadas en otras zonas, como San Luis y
pecialmente estrecha con las artes manuales». Finalmente, se prestaba Chicago. Pocas procedían de comunidades rurales, aunque una parte de
«mayor atención al desarrollo de la apreciación del arte pictórico y de las los artículos que escribían los redactores de la revista o los profesores de
grandes muestras del diseño constructivo y decorativo». En la enseñanza las escuelas normales estaban dirigidos precisamente a este público.
secundaria se observaban tendencias parecidas (Sargent, 1921, pág. 237).

A S I G N A T U R A S D E A R T E Q U E S E E N S E Ñ A B A N E N LAS E S C U E L A S
La revista School Arts Book
Las clasificaciones por materias de los artículos del School Arts Book
Siendo aún supervisor de arte del estado, Bailey fundó la revista Ap- (1903-1912) nos permiten hacernos una idea aproximada de lo que se
plied Arts Book en colaboración con otros dos supervisores de arte de enseñaba en las clases de arte de la época. Publicaciones como Manual
Massachusetts, Fred H. Daniels y James Hall. La revista apareció con Training Magazine ofrecían una lista parecida de actividades, en espe-
este nombre entre septiembre de 1901 y junio de 1903. El número de cial en las áreas de las manualidades y el dibujo.
junio de 1903 anunciaba que en el número de septiembre pasaría a lla-
marse Shool Arts Book.
No se puede determinar con exactitud si las páginas de esta publica- Apreciación de la belleza
ción reflejan fielmente las prácticas educativas de las escuelas, aunque
las muestras artísticas que aparecían en las ilustraciones de la revista re- Fomentar el estudio y la apreciación de la belleza era una cruzada que
cordaban las que se habían visto en la exposición de 1899. También está exigía trabajar en muchos frentes. La estrategia más directa eran las ac-
claro que el contenido de la revista venía determinado en buena medida tividades de estudio de la imagen o los proyectos de mejora del am-
Figura 6.3. «Estudio de pinturas 7, peregrinos», tomado de School Arts Magazine (1920), 20 (3), 130, que corresponde a Peregrinos camino de la
biente escolar, que se justificaban a partir de la creencia en la influencia
moral del arte, de acuerdo con el idealismo romántico del siglo x i x . En
1908, Bailey publicó un simposio sobre el estudio de la imagen en School
Arts Book en el que una serie de profesores y supervisores de arte ha-
cían un resumen de sus lecciones (Bailey, 1908). En el capítulo anterior
vimos que la Perry Magazine era una de las principales defensoras del
estudio de la imagen, aunque dejó de publicarse en 1906. Tal como se
puede ver en la figura 6.3, los temas de los cuadros que aparecían en
School Arts Magazine a menudo correspondían a celebraciones patrióti-
cas o a fiestas del calendario escolar.
Algunas fuentes tienden a crear la impresión de que los movimien-
tos para el estudio de la imagen y para la mejora del ambiente escolar
(Stankiewicz, 1984) marcaron las principales tendencias relacionadas
con el arte desde la década de 1890 hasta la Primera Guerra Mundial,

iglesia, obra de George Henry Boughton, cortesía de la Sociedad Histórica de Nueva York.
pero si la revista School Arts Book refleja de forma fiable la proporción
de lecciones de este tipo en comparación con otras asignaturas, resulta
más razonable suponer que el estudio de la imagen era como máximo
una actividad ocasional.

El dibujo de la naturaleza

La apreciación de la belleza también debía cultivarse a través del dibu-


jo de la naturaleza. Este quedaba integrado a menudo en el estudio de
la naturaleza, que tal como vimos antes constituía en sí mismo un movi-
miento muy activo. Las actividades de dibujo se presentaban como una
forma de agudizar la percepción que tiene el niño de su entorno natu-
ral, así como su apreciación de la belleza. Algunos libros y artículos de
esta época llaman la atención sobre la doble finalidad del programa de es-
tudio de la naturaleza, tal como podemos ver en el siguiente pasaje.

El estudio de la naturaleza lleva gradualmente a una comprensión de las


clasificaciones científicas, del orden sistemático y las leyes que gobiernan
el mundo; en resumen, lleva en último término a la percepción del dise-
ño y la sabiduría que impregnan la naturaleza. Llegamos pues hasta el
umbral de la religión. Los intereses estéticos y los gustos que se cultivan
Una historia de la educación del arte 262 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza
263

a través del estudio de la naturaleza, la percepción de la belleza, de la Una tercera razón que explica la popularidad de las manualidades
grandeza y la armonía, son algunas de las influencias educativas más
en los programas de arte y de artes manuales era el propio movimiento
fuertes que se derivan del estudio de las ciencias. Hay quien afirma in-
de las artes y los oficios, que se encontraba entonces en la cima de su po-
cluso que la enseñanza de la naturaleza es esencialmente moral, y todos
pularidad en Estados Unidos. Este movimiento significó una revolución
estaremos de acuerdo, al menos, en que se pueden reforzar de forma in-
directa muchas cualidades morales a través de un programa inteligente importante en los gustos populares, sobre todo entre las clases medias.
de estudios científicos. (McMurry, 1899, pág. 14.)

El dibujo de modelo y de objetos


Muchas de las lecciones de dibujo de la naturaleza eran también
lecciones de diseño, ya que las formas de las plantas se utilizaban a me-
En las listas de asignaturas que aparecen en School Arts Book vemos que
nudo para decorar objetos. En consecuencia, la atención dedicada al es-
las actividades de dibujo de modelo y de objetos no eran tan numerosas
tudio de la naturaleza era coherente con la orientación estética del mo-
como las manualidades. Dichas lecciones parecen ser herederas de las
vimiento de las artes y los oficios.
clases de dibujo de modelo y de objetos que introdujo Walter Smith en
la década de 1870. Hasta cierto punto se basaban en las clases sobre ob-
jetos que se habían generalizado en las últimas décadas del siglo x i x . En
Las manualidades
muchas de estas clases se usaban las mismas formas-tipo que había in-
troducido Mary Dana Hicks en la década de 1890 (véase el capítulo 5 ) .
El principal grupo de actividades recogidas en School Arts Book eran las A través de ellas los niños aprendían a distribuir los objetos en natura-
artes aplicadas, las artes manuales o las manualidades. Hay varios moti- lezas muertas y a reproducir objetos tridimensionales sobre una super-
vos que explican su éxito. Por un lado era el resultado directo de los es- ficie de dos dimensiones. Entre 1900 y 1910 las formas-tipo geomé-
tudios científicos sobre los intereses de los niños y el renovado énfasis tricas habían dejado paso a objetos sencillos de cerámica o estatuas en
que ponían los reformadores educativos en la necesidad de introducir diversas composiciones.
actividades en las que predominara el aprendizaje visual y manual.
Un segundo motivo era el énfasis en el aspecto práctico del apren-
dizaje que había introducido el movimiento para la eficacia social. La El color y el diseño
idea del arte por el arte no habría encontrado demasiada aceptación po-
pular en una época dominada por la eficacia y el sentido común. Los El índice del School Arts Book presentaba el color como una asignatura
términos manualidades y artes aplicadas se empleaban a menudo de for- separada del diseño. En estas lecciones se introducían los diversos tér-
ma indistinta, y los escritores de esta época expresaban con frecuencia minos asociados al estudio del color, como armonía, monocromático,
la opinión de que la enseñanza de las manualidades contribuiría a hacer tono, valor e intensidad. Las lecciones de diseño se dividían en dos ca-
que se apreciara la importancia de la belleza en la elaboración de obje- tegorías. La primera, el diseño aplicado, incluía materias como el es-
tos de uso corriente. Se trata de una idea que ya aparecía en John Frie- tampado de contornos o de relleno, que se presentaban como distintas
ze, que contemplaba la cuestión desde la perspectiva del movimiento formas de decorar objetos; el arte comercial y el diseño de interiores; y
para la enseñanza de las manualidades, pero que resulta igualmente evi- los procedimientos de convencionalización de formas naturales como
dente en la obra de Walter Sargent Fine and Industrial Arts in Elemen- las plantas y los animales. La segunda categoría, la teoría del diseño, in-
tary Schools (1912). cluía los elementos, los principios y las « l e y e s » del diseño. Esta última
Una historia de la educación del arte 264 265 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

categoría tenía menos presencia en la revista que el diseño en sus formas mentó tenía a su cargo las colecciones japonesas, una parte importante
aplicadas. de las cuales había sido reunida por él mismo en Japón [...] Inmediata-
mente prestó su más cordial apoyo a mi investigación, ya que también
era consciente de las deficiencias de la enseñanza moderna del arte. De-
fendía con gran energía una concepción radicalmente distinta, basada en
EL DESARROLLO DE LA TEORÍA DEL DISEÑO
principios sintéticos, igual como sucede en la música. Creía que la músi-
ca era, en cierto sentido, la clave para comprender las otras bellas artes,
Hubo muchas influencias que contribuyeron al desarrollo de la teoría ya que su esencia era la belleza en estado puro; también creía que el arte
del diseño. Una de ellas fue la creciente hostilidad hacia las aproxima- espacial debería llamarse «música visual», y que debería ser estudiado y
ciones académicas al arte que basaban su estudio en la habilidad para el criticado desde este punto de vista. Convencido de que esta concepción
dibujo figurativo. Otra fue la creciente atención que se prestaba al arte era una forma más razonable de entender el arte, dediqué mucho tiem-
procedente de culturas distintas de la occidental. Las amplias coleccio- po a preparar junto al profesor Fenollosa una serie progresiva de ejerci-
nes de arte decorativo del Museo Victoria y Alberto de Londres, por cios sintéticos (1899/1913, pág. 5).
ejemplo, hicieron posible un estudio más sistemático de la decoración
propia de lugares y períodos históricos muy distintos, con lo que facilita- El método de Dow tuvo éxito en Boston. Posteriormente Dow fue
ron enormemente la elaboración de obras como la enciclopédica The invitado al Instituto Pratt, donde enseñó dibujo del natural, pintura, di-
Grammar of Ornament (1856/1982) de Owen jones. Del mismo modo, seño y arte para escuelas normales, así como un curso para profesores
Arthur Wesley Dow se inspiró en las colecciones de arte oriental del Mu- de jardín de infancia. En 1900 abrió una escuela de verano en Ipswich,
seo de Bellas Artes de Boston para preparar Composition (1899/1913). Massachusetts, con « e l objetivo de conseguir un mejor conocimiento de
Dada la importancia de las contribuciones de Dow al estudio del diseño la relación entre el arte y la educación manual y artesanal» (1899/1913,
en Estados Unidos, describiremos con más detalle sus ideas. pág. 5 ) . En 1904 fue nombrado director del departamento de Bellas Ar-
tes en la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Co-
lumbia, a la que llegó el mismo año que Dewey.

La educación artística sintética de Dow Según el método de Dow, había tres elementos básicos en el diseño:
la línea, el notan (la luz y la sombra), y el color. La línea define los lími-
tes de las formas y a las interrelaciones entre las líneas y los espacios. La
Dow describió sus ejercicios sintéticos en Composition, un libro inno-
belleza de la línea es el resultado de una armonía construida a partir de
vador en el campo del arte que continuaría editándose hasta 1940. Su
diversas combinaciones de líneas. El notan, una palabra japonesa que
método se distingue de los demás métodos de dibujo y pintura por el
significa luz/sombra, se refiere a las concentraciones de tonos de dife-
hecho de basarse en una serie de elementos y principios del diseño.
rentes valores. La belleza del notan consiste en la armonía que resulta
Dow explica que, sintiéndose «completamente insatisfecho» tras estu-
de la combinación de los espacios de sombra y de luz en los edificios,
diar durante cinco años la teoría académica del arte en Francia, desa-
los cuadros o la naturaleza. El color se refiere a la calidad de la luz. En-
rrolló su propio sistema:
tre los tres elementos existe una jerarquía. Un buen color depende de
un buen notan, y un buen notan depende de una buena organización
En mi búsqueda de algo más vital inicié un estudio comparativo del arte
de todas las naciones y épocas. Mientras me encontraba entregado al es- del espacio, que viene determinada por la colocación de las líneas. Así
tudio de la pintura y el diseño orientales en el Museo de Bellas Artes de pues, desde su punto de vista tenía sentido comenzar el estudio del di-
Boston, conocí al ya fallecido profesor Ernest Fenollosa. En aquel mo- seño con la línea. En las figuras 6.4 y 6.5 se muestran algunos de los ejer-
Una historia de la educación del arte 266 267 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

Figura 6.4. «Paisaje en tres proporciones» (Ejercicio n° 37), tomado de Arthur Wesley Dow,
Composition (1899; Nueva York, Doubleday Doran Co., 1913).

cicios de Dow de composición paisajística basados en el empleo de la lí-


nea.
Además de estos tres elementos, Dow postulaba cinco principios
para la composición: la oposición, la transición, la subordinación, la re-
petición y la simetría. Todos ellos dependen, a su vez, de lo que llama-
ba el gran principio general de la proporción, o la buena organización
del espacio. Dow ilustraba cada uno de estos elementos y principios
con reproducciones de obras de arte de la arquitectura, la pintura, la es- Figura 6.5. Composiciones paisajísticas de claroscuros (Ejercicio n° 47), tomado de Arthur
Wesley Dow, Composition (1899; Nueva York, Doubleday Doran Co., 1913).
cultura y la artesanía, para demostrar que eran universales.
Dow puso el nombre de «sintética» a su teoría del diseño, ya que
pensaba que sus elementos y principios eran los bloques con los que se
habían construido todas las formas artísticas del pasado, así como las La figura 6.6 aparecía en una serie de Hammocks (1909) llamada The
del presente y el futuro. El hecho de que su libro se mantuviera en im- Manual Arts for Elementary Schools. Las formas de la flor y el fruto re-
prenta durante más de un tercio de este siglo sugiere que fue amplia- velan un sorprendente parecido con las obras de los alumnos de Dow
mente utilizado p a r a l a enseñanza. (Hook, 1985; Mock-Morgan, 1985). que aparecen en la figura 6.7.
Una historia de la educación del arte 268 269 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

Figura 6.6. Motivos


florales basados en el
estudio de la naturaleza
y el estilo compositivo
japonés, tomada de C. S.
Hammock y A. G. Hammock,
The Manual Arts for
Elementary Schools: Seventh
Year (Nueva York, D. C
Heath & Co., 1909, pág. 4).

Denman Ross y su Teoría del diseño puro

contemporáneo al método de Dow fue el método del «diseño p u r o »


Figura 6.7. «Composición de líneas, clase júnior, facultad de Ciencias de la Educación, Nue-
desarrollado por Denman Ross, un profesor de pintura y diseño de va York» que refleja la influencia de las enseñanzas de Dow; tomado de J. Pl Haney, Art Edu-
Harvard. Al igual que Dow, Ross proponía una serie de elementos y cation in the Public Schools of the United States (Nueva York, American Art Annual, Inc.,
principios; pero a diferencia de Dow, no los deducía de obras de arte pág. 301).

existentes ni ilustraba con ellas sus textos. Ross partía del elemento más
simple, un punto, y luego construía relaciones a partir del estudio de la
La pintura es una práctica científica. Es una forma de hacer cosas que
posición, la dirección, la distancia y el intervalo. Del punto pasaba a las
debe ser comprendida y dominada. La vida que el pintor expresa a tra-
líneas, luego a los contornos de las formas (figuras), y luego al tono y al vés de la pintura, cuando posee el dominio del arte, puede ser intensa-
color. En cada uno de estos pasos definía los términos y los postulados mente emocional y personal, o bien puede ser severamente intelectual y
como lo haría un científico visual. Y ciertamente trataba el diseño como no contener nada personal. Sólo cuando el orador o el escritor domina
una ciencia: el lenguaje por medios científicos, a través del análisis de muestras y de
Una historia de la educación del arte 270 271 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

la práctica experimental, puede proceder a hablar o a escribir (Ross, cación de Massachusetts había publicado un informe sobre la educa-
1912, pág. 9). ción industrial y técnica que era especialmente crítico con la educación
manual (Lazerson y Grubb, 1974).
Ross no tuvo el mismo impacto que Dow sobre la enseñanza del di- El informe recomendaba que las escuelas públicas enseñaran los
seño en las escuelas públicas, en gran medida a causa del hecho de que principios básicos de la formación industrial y las ciencias mecánicas, y
no era un profesor de profesores. Por otro lado, el método de Dow pa- que para complementar esta formación elemental se crearan escuelas
recía más adecuado para explicar lo que hace que una obra de arte sea industriales específicas separadas del resto del sistema de la enseñanza
visualmente efectiva, con lo que hacía más fácil su aplicación a la ense- pública. Si a lo largo de la década de 1880 los industrialistas habían es-
ñanza. tado entre los máximos defensores de la educación manual, ahora exi-
gían una educación dirigida de forma más específica a la industria. Los
fines de los profesores de manualidades coincidieron con los de los pro-
L A ESCISIÓN E N T R E E L A R T E Y L A E D U C A C I Ó N V O C A C I O N A L fesores de dibujo mientras aquellos conservaron un vínculo con el mo-
vimiento de las artes y los oficios; pero gradualmente se produjo una se-
En 1910, Bailey escribió que se estaba abriendo una fractura cada vez paración entre estos dos grupos, tal como lo demuestra la aparición de
más grande entre la educación artística y la educación industrial/voca- dos organizaciones separadas para ambos tipos de profesores.
cional, y animaba a los profesores de arte a mantenerse fieles a sus idea-
les y a poner el énfasis en la apreciación de la belleza.
E L S U R G I M I E N T O D E LAS A S O C I A C I O N E S D E P R O F E S O R E S D E A R T E
Como profesores de dibujo debemos mantenernos firmes en nuestros
ideales de belleza. Nuestro lema debería ser: «Haz que todo sea bello».
La primera organización profesional de profesores de arte de los Esta-
Y debemos demostrar aún más firmeza en estos días en que aumenta el
dos Unidos fue fundada en 1874 en Massachusetts, bajo la dirección de
clamor en favor de la «educación industrial». (1910, pág. 32.)
Walter Smith. Según Bennet (1937), dicho grupo era «esencialmente
una asociación de estudiantes de la Escuela Normal de Arte de Massa-
Bailey llegó al extremo de sugerir que los promotores de la educa-
chusetts, y dejó de funcionar al cabo de unos años». En 1882 se formó
ción industrial carecían de los ideales necesarios para el progreso, y que
en Boston una segunda organización, conocida como la Asociación de
deberíamos crear artistas, no técnicos. Lanzaba la siguiente advertencia:
Profesores de Arte Industrial. « S u objetivo era estimular la libre discu-
sión de temas profesionales de vital importancia en una reunión que
Si nuestra educación industrial no abre las mentes de los trabajadores a
tendría lugar cada año» (Bennet, 1937, pág. 493). En 1883 la Asocia-
las bellezas del mundo, a las glorias de los logros artísticos, a los princi-
pios eternos del arte, tendremos que seguir robando nuestros diseños de ción Nacional de Educación también abrió un Departamento de Edu-
Alemania y Francia, y toda nuestra formación industrial sólo habrá ser- cación Artística, que se reunió por primera vez en 1884.
vido para crear loros y monos inteligentes (1910, pág. 33). En la Exposición Colombina de 1893 se formó una nueva asocia-
ción, la Asociación de Profesores de Educación Manual de América. Su
Evidentemente, la reacción de Bailey se dirigía contra la creciente primera reunión anual tuvo lugar al año siguiente en el Instituto Drexel
demanda de una educación vocacional adaptada a la era industrial. Por de Filadelfia. En 1895, la asociación cambió su nombre por el de Aso-
todas partes se oían voces que exigían una oferta educativa que cum- ciación Americana de Educación Manual, para permitir la incorpora-
pliera con los criterios de la eficacia social. En 1906, el Consejo de Edu- ción de miembros que no fueran profesores. En 1899, la asociación vol-
Una historia de la educación del arte 272 273 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

v i o a cambiar su nombre, esta vez por el de Asociación de Educación LAS ESCUELAS N O R M A L E S DE A R T E


Manual del Este. Hacia 1900 los profesores de arte de los estados del
éste habían formado una organización bajo el liderazgo de figuras como Tal como vimos en el capítulo 4, la comunidad de Massachusetts esta-
Solón P. Davis, que fue su primer presidente. Otras personas destaca- bleció en 1873 la primera escuela normal de arte. Era la primera escuela
das dentro de esta organización fueron Fred Daniels, Walter S. Perry, de arte del país financiada por el estado y dirigida exclusivamente a la
George Bartlett y Arthur W. Dow. En 1909, este grupo se unió a la Aso- formación de especialistas en arte; de hecho, sería la única escuela que se
ciación de Educación Manual del Este para formar la Asociación de crearía jamás con tal propósito. Bajo financiación privada se abrieron
Profesores de Arte y Educación Manual del Este. En 1915, en su reu- otras escuelas profesionales de arte, pero no se dedicaban exclusivamen-
nión anual de Buffalo, el grupo redujo su nombre a Asociación de Ar- te a la formación de profesores de arte. Entre ellas estaban el Instituto
tes del Este. Pratt y el Instituto de Arte de Cleveland, ambas fundadas en la década
Había un segundo grupo que también debía su nacimiento a la Ex- de 1880. Las escuelas de este tipo poseían departamentos normales de
posición Colombina de Chicago. El 10 de agosto de 1893, un g r u p o Arte, cuyo objetivo era formar profesores y supervisores de arte. El pro-
de profesores de arte se reunieron en la Escuela de Educación Manual de grama de estudios para los especialistas en arte variaba de una escuela a
Chicago para fundar la Asociación de Profesores de Dibujo del Oeste, otra. En 1908, por ejemplo, el programa en el Pratt era de dos años,
y eligieron como primer presidente a Ada M. Laughlin. Su primera reu- mientras que en el Cleveland duraba cinco (Haney, 1908, págs. 325-351).
nión anual tuvo lugar en Milwaukee, Wisconsin, en 1894. Cuando en
1899 la Asociación de Profesores de Educación Manual de América de-
cidió convertirse en una asociación regional en lugar de un grupo na- E L S U R G I M I E N T O D E L A F I G U R A DEL S U P E R V I S O R A R T Í S T I C O
cional, dejó a los profesores de educación manual del medio Oeste sin
ningún tipo de afiliación profesional. En 1903, un comité de la Asocia- Tras la llegada de Walter Smith a Boston en 1871, los distritos escolares
ción de Profesores de Dibujo del Oeste dirigido por Bonnie Snow re- urbanos y los departamentos estatales de educación comenzaron a con-
comendó que tras la reunión de 1904 la asociación cambiara su nombre tratar a especialistas en arte para supervisar la enseñanza del dibujo y el
por el de Asociación para el Dibujo y la Educación Manual del Oeste. creciente número de asignaturas relacionadas con el arte que posterior-
En 1919 el grupo pasó a llamarse Asociación de Artes del Oeste (Ben- mente se introducirían. Muchos de estos supervisores se habían gra-
nett, 1937). duado en las escuelas normales de arte. Así, el primer supervisor de di-
Las Asociaciones de Artes del Este y del Oeste se convirtieron en las bujo de Chicago, Mrs. E. M. Dimmock, se había graduado en la Escuela
dos únicas asociaciones de profesores. Una generación más tarde, tras Normal de Arte de Massachusetts. Antes señalábamos que el informe
el fin de la Segunda Guerra Mundial, los dos grupos habían juntado sus anual de Bailey para el Consejo de Educación de Massachusetts corres-
fuerzas para convertirse en la Asociación Nacional de la Educación Ar- pondiente al período 1898-1899 llamaba la atención sobre la importan-
tística. cia de la Escuela Normal de Arte para la provisión de profesores y su-
Así pues, durante los años posteriores a la Primera Guerra Mundial pervisores de arte para las ciudades y pueblos de Massachusetts. Ahora
los profesores de arte dejaron de identificarse con la enseñanza dirigida vemos que sus graduados también ocuparon cargos en otros estados.
a fines industriales, aunque tales fueran los fines para los que se había En 1908, Haney presentó una larga lista de supervisores de arte que
creado inicialmente su asignatura. Perdida su finalidad original, el arte habían participado en el comité de cooperación que le ayudó en la pre-
había pasado a enseñarse por motivos culturales. paración de su Art Education in the Public Schools of the United States.
La lista incluía supervisores de arte procedentes de ciudades como
Una historia de la educación del arte 274 275 El darwinismo social y la búsqueda de la belleza

Nueva York, Utica, Buffalo, Denver, Hartford, New Britain, Trenton, El movimiento conocido como educación progresista se desarrolló
Newark, Boston, Springfield, Worcester, North Adams, Newton, West a partir del trabajo de Parker y Dewey. Ambos basaron el currículo de
Newton, Washington D.C., Oakland, San Francisco, Los Angeles, Fort sus proyectos experimentales en Chicago en estudios científicos sobre
Worth, Chicago, Milwaukee, Nueva Orleans y Providence. los intereses naturales del niño. Ambos dieron vida al currículo a través
del estudio de la naturaleza y las actividades manuales, y ambos reco-
nocían que las artes tenían un papel importante a la hora de estimular
Conclusiones las capacidades de observación y los intereses del niño.
A pesar de los obstáculos a los que se enfrentaba la educación artís-
Entre la década de 1890 y la Primera Guerra Mundial la educación ar- tica en el cambio de siglo, se dieron algunos pasos importantes. Así lo
tística experimentó varias transiciones. La primera significó que pasara demuestra el número de ciudades y pueblos que contrataron a especia-
de ser una asignatura limitada a la enseñanza del dibujo a ser una asig- listas y supervisores de arte para trabajar con los profesores ordinarios
natura que abarcaba una noción más completa de arte, dentro de la cual en la enseñanza del arte. También lo demuestra el surgimiento de aso-
se incluían la apreciación artística, el diseño y la artesanía. ciaciones profesionales para los profesores de arte y de educación ma-
La propia educación industrial se convirtió en educación vocacio- nual, así como el aumento de las publicaciones profesionales, como el
nal, y a la llegada de la Primera Guerra Mundial se había divorciado de School Arts Book.
la educación artística, aunque la finalidad original de promover la in- En el próximo capítulo veremos cómo el racionalismo científico
dustria sobrevivió a través de las manualidades y de los ideales del mo- que comenzó en la década de 1890 se manifiesta como el movimiento
vimiento de las artes y los oficios. científico de los años de entreguerras. En la misma época surgió un mo-
Como movimiento social, el movimiento de las artes y los oficios no vimiento contrapuesto que iba a cambiar el futuro de la educación ar-
alcanzó su objetivo de reformar los procesos productivos. Sin embargo, tística. Igual como había sucedido con el científico a finales del siglo
sí tuvo un éxito notable a la hora de cambiar los gustos del público. Al x i x , el artista de vanguardia iba a convertirse en un nuevo tipo de héroe
igual que el estudio de la imagen y la mejora del ambiente escolar, su cultural, y bajo la bandera de la autoexpresión creativa cambió el signo
papel estaba limitado al cultivo del gusto y la apreciación de la belleza. de la fortuna para la educación artística.
Perdida su finalidad industrial, los profesores de arte adoptaron la
enseñanza y la apreciación del arte y de la belleza natural como su razón
de ser. Esta falta de finalidad utilitaria tendió a rebajar la importancia de
la asignatura, tal como lo demuestra el hecho de que fuera relegada al
estatus de materia optativa en la educación secundaria.
Sin embargo, a pesar del declive de las artes por lo que se refiere a
su importancia general dentro de la educación, había más estudiantes
que tenían acceso a esta clase de estudios, ya que comenzaban a asistir
a las escuelas secundarias, donde muchos escogían los estudios de arte.
En el cambio de siglo, casi el cuarenta por ciento de los pueblos y ciu-
dades de Massachusetts exigían un año de estudios formales de arte en
la educación secundaria. El objetivo de que el arte sea un estudio obli-
gatorio todavía está por cumplir en nuestra propia época.
7

El expresionismo y el reconstruccionismo
en el campo de la educación artística

El período de entreguerras se abrió con un espíritu de optimismo origi-


nado por la victoria en la guerra que se había librado para convertir el
mundo en un lugar seguro para la democracia. Era una época marcada
por la rebeldía ante las actitudes y las represiones victorianas. La psico-
logía freudiana daba cobertura racional a la eliminación del puritanis-
mo de la vida americana, una causa que muchos educadores habían in-
troducido en el movimiento progresista.
El optimismo de los años veinte se desvaneció con el crack bursátil
de 1929 y con la grave crisis económica subsiguiente. A medida que se
extendía la depresión, se evaporaba el sueño de haber eliminado la po-
breza de la vida americana. Los marxistas anunciaron la caída del capi-
talismo, mientras que nuevas ideologías como el comunismo, el nazis-
mo y el movimiento América Primero atrajeron nuevos seguidores
entusiastas. La parálisis económica alteró dramáticamente el talante y la
orientación de la educación progresista, lo cual también tuvo una in-
fluencia duradera sobre la enseñanza artística.
En Europa, la guerra puso fin a las antiguas autocracias de Ale-
mania, Austria y Rusia. En algunos casos abrió la puerta a formas de-
mocráticas de gobierno, aunque no eliminó las rivalidades naciona-
les que la habían originado. La derrotada Alemania aprobó una
constitución democrática e instauró la República de Weimar. Su de-
sarrollo se vio arruinado por el caos económico y por las fuerzas na-
cionalistas conservadoras que llevaron finalmente al gobierno totali-
tario del Partido Nazi. Sin embargo, en el caótico período anterior a
la subida de Hitler al poder, Alemania fue la cuna de la Bauhaus,
Una historia de la educación del arte 278 279 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

uno de los avances más importantes en la educación artística del si- Había otros museos que también exhibían arte moderno. En 1934
glo xx. el Ateneo Wadsworth de Hartford, Connecticut, fue el primer museo
En el presente capítulo examinaremos tres corrientes de influencia de Estados Unidos en ofrecer una exposición centrada exclusivamente
que actuaron sobre la educación artística. La primera es el movimiento en la obra de Picasso. El Club de Arte y el Instituto de Arte de Chica-
científico en el campo de la educación general, que desarrolló tests para go, así como los museos de Boston, Cleveland y Filadelfia, fueron los si-
evaluar la competencia y la excelencia académicas, así como métodos guientes en presentar los estilos más vanguardistas de los artistas euro-
científicos para diseñar el currículo. Me referiré a la segunda como co- peos y americanos (Porter, 1971). Muchos educadores progresistas,
rriente expresiva, ya que dio origen al método educativo de la autoex- estrechamente identificados con la vanguardia artística e intelectual de
presión creativa. La tercera, la corriente reconstruccionista, tuvo su auge los años veinte, como Harold Rugg, propusieron reformas educativas
durante la Gran Depresión, cuando la crisis económica del país exigía inspiradas en la rebelión de los artistas frente al rigor académico.
reformas sociales. Todas estas corrientes estaban vinculadas al movi- Entre 1933 y 1943, la Administración de Progreso del Trabajo
miento de Educación Progresista, y todas ellas dejaron sentir su in- (WPA) del New Deal comenzó a interesarse por los artistas. Sus pro-
fluencia sobre la educación artística. 1
gramas de apoyo, orientados inicialmente a prestar ayuda a los artistas
en paro, pronto hicieron posible que algunos artistas ajenos a la acade-
mia obtuvieran importantes encargos para realizar murales y esculturas
El arte americano en la época de entreguerras en edificios gubernamentales. La WPA, sin embargo, financiaba mu-
chos otros proyectos: el «índice del diseño americano», dedicado a do-
El Armory Show dio a conocer las vanguardias europeas a los artistas cumentar el arte primitivo americano, como por ejemplo la alfarería en
americanos, una influencia que puede reconocerse en la obra de Milton loza y veletas; un programa de educación artística altamente efectivo
Avery, John Marín, Stuart Davis, Ben Shahn, Arthur Dove, Charles para las escuelas públicas y centros de asistencia, implementado gracias
Sheeler y Charles Demuth. Sin embargo, el arte americano siguió sien- a un «programa de préstamos a artistas» que permitía enviar a artistas
do por lo general conservador y estrecho de miras. En los años que se- con experiencia a regiones culturalmente subdesarrolladas; exposicio-
paran el Armory Show de la Gran Depresión, los influyentes museos del nes itinerantes que circulaban por una red de galerías de arte federales;
Este «se habían pasado a una ortodoxia del arte por el arte» (Marling, y centros artísticos públicos que llevaban obras de arte originales y cla-
1974, pág. 7). Las principales galerías exhibían los estilos modernistas ses de arte a rincones aislados del país. Y todo ello en una época de cri-
del Armory Show o bien los antiguos maestros. sis financiera (O'Connor, 1972).
Dentro del mes siguiente al crack de Wall Street, apareció un nuevo
museo que introdujo el modernismo de forma definitiva en la vida ame-
ricana. El Museo de Arte Moderno de Nueva York se instaló inicial- El movimiento para la educación progresista
mente en unas cuantas habitaciones de un edificio de oficinas de la
Quinta Avenida con una exposición sobre Cézanne, Gauguin, Seurat y Antes de la Primera Guerra Mundial, los educadores se habían guiado
Van Gogh. Durante su primera década, más de un millón de personas por la idea de alcanzar la eficacia social a través de métodos científicos
vieron sus colecciones permanentes. de administración, desarrollo del currículo, examen y estudio. Se supo-
nía que tales métodos debían mejorar la educación, aunque también lle-
1. Mi idea de las tres corrientes se basa en parte en el estudio de Cremin (1964)
varon a una estandarización de las prácticas educativas y a un correlativo
sobre el progresismo. encorsetamiento de la innovación en la enseñanza pública. Con algunas
Una historia de la educación del arte 280 281 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

notables excepciones, todos los experimentos educativos innovadores En 1922, Eclwarcl L. Thorndike escribió que «todo aquello que
tuvieron lugar bajo iniciativa privada. John y Evelyn Dewey describen existe, existe en una determinada cantidad» (pág. 16), y que conocer
algunos de estos experimentos en Las escuelas de mañana (1915). A pe- algo de forma completa significa conocer tanto su cualidad como su
sar de su espíritu innovador, tales experimentos representaban un re- cantidad. Los cambios que introduce la educación pueden observarse
torno por parte de los autores a la tradición de Rousseau, Pestalozzi y en las cosas que se hacen, las palabras que se dicen, en las acciones que
Froebel. se realizan y similares. Es posible medir todas estas cosas, y Thorndike
Estas escuelas tenían una serie de principios en común, entre ellos pensaba que la pedagogía podía convertirse en una ciencia si aprove-
la idea de que el proceso de enseñanza y aprendizaje debería estar ba- chaba el conocimiento generado por estos tests y mediciones.
sado en el desarrollo natural del niño, y que la educación debería fun-
darse en experiencias reales, orgánicamente relacionadas con la vida so-
cial de la comunidad. Los programas de actividades de estas escuelas Los estudios psicológicos de la aptitud artística
reflejaban las circunstancias de la vida real. Dichas escuelas atribuían
una gran importancia a los intereses del niño, que convertían en el cri- La aplicación de la ciencia a la enseñanza artística, que tanto había tar-
terio principal para seleccionar las experiencias escolares, y denuncia- dado en llegar, vino representada principalmente por una serie de estu-
ron unánimemente la preocupación por abstracciones vacías que había dios psicológicos orientados a determinar la relación de las capacidades
terminado por tipificar la práctica educativa estándar. artísticas con la inteligencia general. Los primeros tests de inteligencia
Las escuelas de mañana fue un presagio de la necesaria reforma de incluían típicamente tareas relacionadas con habilidades verbales y de
la educación americana, y sus principios se vieron ampliados en el tex- razonamiento matemático; las habilidades relacionadas con las artes,
to clásico de Dewey, Democracia y educación (1916/1953). Con la en- como el dibujo o el gusto para el diseño, raramente estaban representa-
trada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial los proyectos das en el catálogo de rasgos que se empleaba para caracterizar la inteli-
de reforma como los que defendía Dewey fueron dejados de lado. La gencia humana. No resulta sorprendente, pues, que los investigadores
propia guerra también reveló algunas de las limitaciones de las escuelas llegaran a la conclusión de que el arte no guardaba demasiada relación
nacionales, entre ellas el número vergonzosamente elevado de reclutas con la inteligencia general.
que obtenían calificaciones bajas en los Tests Alfa del ejército. Tal Dicha conclusión quedaba claramente demostrada en un estudio de-
como quedó demostrado durante la crisis bélica, las escuelas le habían dicado a estos primeros análisis de las capacidades artísticas. Zimmer-
fallado a la nación. man (1985) señala que «algunos estudios intentaban demostrar que la
aptitud para las artes visuales dependía principalmente de unos talentos
especiales más que de una capacidad intelectual general» (pág. 269).
EL MOVIMIENTO CIENTÍFICO También observa que estos estudios tendían a definir la aptitud artística
como una habilidad figurativa en el dibujo. Zimmerman refiere que en
En la época de la posguerra hubo un grupo de educadores progresistas 1919 II. T. Manuel, que estudiaba el papel del talento en la capacidad
que intentó basar la reforma escolar en la investigación científica. La la- para el dibujo, concluyó que la habilidad artística «era independiente, o
bor de este grupo no tuvo una influencia directa sobre la enseñanza del parcialmente independiente, de la inteligencia general» (pág. 270).
arte, pero sí estableció las bases para el desarrollo de métodos de inves- El estudio de Zimmerman incluye a psicólogos como Florence Goo-
tigación encaminados a estudiar la naturaleza del talento en las artes y denough, que en 1926 informó de la relación que existe entre la capaci-
su relación con la inteligencia general. dad mental general y los resultados obtenidos en los tests de dibujo, en
Una historia de la educación del arte 282 283 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

particular su test de «dibujar a un hombre». Según Goodenough la in- jo no era muy necesario para la mayoría de las personas, éstas sí necesi-
teligencia general se podía determinar por medio de un análisis de los tan ejercitar el juicio artístico a la hora de elegir su vestuario y el mobi-
dibujos de personas realizados por los niños. También afirmaba que su liario para la casa. Los críticos de Bobbitt señalaron rápidamente que
test no medía el talento para el dibujo en sí, sino más bien los detalles este enfoque definía los objetivos de la educación en términos de la vida
que el niño observaba e introducía en sus dibujos de personas. Así, la tal como es actualmente, sin fijarse en cómo podría ser (Cremin, 1964).
posesión o no de una habilidad especial para el dibujo no afectaba a A pesar de la popularidad de la que gozó en general el movimiento
la validez del test como medida de la capacidad intelectual. científico entre los educadores, no parece que haya tenido el mismo im-
Entre 1929 y 1939 Norman C. Meier realizó una serie de estudios pacto sobre la enseñanza del arte que había tenido el movimiento para
sobre la psicología del arte con la ayuda de sus alumnos de la Universi- el estudio de la infancia en el cambio de siglo. El intento de medir y pre-
dad de Iowa. Zimmerman considera especialmente digno de mención decir el desarrollo del alumno a partir de tests tendía a debilitar la posi-
el estudio de Tiebout y Meier. Dicho estudio examinaba la relación en- ción de las artes dentro de la educación, ya que las habilidades artísticas
tre la capacidad artística y la inteligencia general, rompiendo con la teo- no parecían estar relacionadas con la inteligencia general. Igual que las
ría generalmente aceptada que relegaba el arte a la posición de un don ideas de Thorndike sobre la objetivación del aprendizaje, el resultado
especial. Estos investigadores descubrieron que los artistas de éxito se parecía reforzar la antigua creencia de que la aptitud artística era un
caracterizaban por poseer una inteligencia superior a la media, lo cual don especial; y en la medida en que era vista como algo especial, su lu-
les llevó a concluir que la inteligencia general es un factor que, en con- gar dentro de la educación general era vulnerable.
currencia con otros, contribuye en gran medida al éxito de un artista
(Zimmerman, 1985).
LA IDEOLOGÍA EXPRESIVA
Pocas o ninguna de estas investigaciones psicológicas llegaron a in-
troducirse en los debates pedagógicos de los profesores de arte. Aun-
que el Anuario n" 18 (1919) de la NSSE incluía el estudio de Ayer sobre Para comprender el origen del movimiento de la autoexpresión creati-
las capacidades para el dibujo, no era un material que estuviera dirigido va, es importante recordar el clima intelectual de Estados Unidos en los
de forma específica a los profesores de arte. años posteriores a la guerra. En su vivida descripción de la vida en Green-
wich Village durante los años veinte, Malcolm Cowley (1934/1951) hace
un repaso de las creencias dominantes en la época. Una de ellas era «la
Propuestas científicas para la elaboración del currículo idea de la salvación a través de la infancia. Al nacer, cada uno de noso-
tros posee unas potencialidades especiales que van siendo lentamente
En 1924, Franklin Bobbitt publicó Hoto to Make a Curriculum. En su aplastadas y destruidas por una sociedad estandarizada y por unos mé-
opinión, el objetivo de la ciencia educativa era construir un modelo ge- todos mecánicos de enseñanza». Otra era «la idea de la expresión per-
neral para todas las actividades educativas, basado en «una visión gene- sonal. La finalidad de cada hombre y cada mujer en la vida es expresar-
ral de la vida humana» (citado en Cremin, 1964, pág. 199). En la medi- se a sí mismo, realizar de forma completa su propia individualidad a
da en que la educación es una preparación para la vida adulta, la tarea través del trabajo creativo y de una vida bella en un entorno bello».
del educador es clasificar todo el abanico de la experiencia humana con Otro era «la idea de la libertad. Todas las leyes, convenciones o reglas
vistas a elaborar un currículo que prepare para ella. El proceso de aná- del arte que impiden la expresión personal deberían ser infringidas y
lisis trataría de descubrir «las actividades reales de la humanidad» (ci- abolidas» (págs. 69-70). El puritanismo era el gran enemigo. A la lisia
tado en Cremin, 1964, pág. 199). Bobbitt concluía que aunque el dibu- de creencias de Cowley podríamos añadir «la doctrina de la salvaí ¡ón ,i
Una historia de la educación del arte 284 285 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

través de las artes, la embriagadora idea de un grupo de artistas-líderes represión son contrarias a los más recientes descubrimientos de la biolo-
capaces de liberar las verdaderas fuerzas espirituales en la vida ameri- gía, la psicología y la educación. Tenemos que descubrir formas de ca-
cana» (Cremin, 1964, págs. 205-206). nalizar y controlar la fuerza vital de la infancia hacia un trabajo cons-
tructivo y creativo» (citado en Cremin, 1964, págs. 210-211).
Naumberg pensaba que los principios generales de la psicología
Influencia sobre los educadores psicoanalítica le permitirían «ir más allá de las limitaciones, las repre-
siones y la mala orientación de los métodos masificados de Horace
El expresionismo impregnaba todas las artes de la época, tal como lo Mann y John Dewey, para desarrollar una pedagogía que preservara la
demuestran la danza de Isadora Duncan y Martha Graham, la pintura vitalidad de cada nueva promoción de niños que ingresa en la escuela»
de Max Weber y John Marin, y la fotografía de Alfred Stieglitz; todos (Cremin, 1964, pág. 212). Cremin señala que según Naumberg «en
ellos eran artistas que expresaban verdades hondamente sentidas sobre aquellos momentos no se podía hacer nada con los grupos sociales tal
el mundo a través de formas visuales novedosas. Cremin piensa que este como existían [...] pero sí se podía hacer algo con los individuos». Por
mismo credo expresionista estaba presente también en el jardín de in- lo tanto, la escuela no debería concentrarse en la acción social sino com-
fancia de Caroline Pratt en Greenwich Village: prometerse «en la transformación del individuo» (pág. 212).

Veía a los niños como artistas, veía en cada uno de ellos un intenso de-
seo de expresar e interiorizar lo que habían visto, oído, sentido, cada La educación centrada en el niño
uno desde su propia percepción personal de la realidad. Una vez escri-
bió que un artista comienza con una idea, pero que la clarifica a través El libro de Harold Rugg y Ann Shumaker The Child-Centered School
de un método que le es propio. «Está dominado por un deseo de clarifi- (1928) constituye probablemente la referencia más citada en relación
car la idea para sí mismo. A estos efectos es accidental si la clarifica tam- con la autoexpresión creativa como credo para la reforma educativa.
bién para otros» (1964, pág. 205). Los autores basaron su libro en el programa y la filosofía de la Escuela
Lincoln del Teachers College, en la Universidad de Columbia, aunque
Escribiendo desde un punto de vista más sociológico que literario, el libro hacía un repaso a las prácticas educativas progresistas de diver-
Ware (1935) propuso la idea de que la pedagogía de las escuelas pro- sas escuelas, entre ellas la Escuela de la Ciudad y del Estado, así como
gresistas de Greenwich Village era una respuesta a los cambios experi- la Escuela Walden. Sus páginas estaban generosamente ilustradas con
mentados por la comunidad intelectual urbana, sobre todo al aumento el arte de los niños de las clases de Florence Cañe en la Escuela Walden.
de la clientela de clase media y con una buena educación. Rugg y Shumaker sostenían que los antecedentes de la educación
La autoexpresión creativa recibió su carta de naturaleza científica a centrada en el niño tenían que buscarse en los esfuerzos de Parker y
través de la psicología freudiana. La teoría freudiana postula que la par- Dewey en el cambio de siglo. Sin embargo, existe una diferencia fun-
te inconsciente de la mente es la verdadera fuente de la motivación en los damental entre la versión de estos autores de la enseñanza centrada en
hombres. Al asumir esta idea, los educadores pensaron que el verdadero el niño y las escuelas que se describen en Las escuelas de mañana (De-
cometido de la educación no era reprimir las emociones del niño sino su- wey y Dewey, 1915). Los Dewey veían la escuela como una comunidad
blimarlas a través de canales socialmente útiles. Margaret Naumberg, de aprendizaje que estimulaba tanto el desarrollo individual como la
fundadora de la Escuela Infantil, más tarde llamada Escuela Walden, es- cooperación comunitaria a través de actividades de grupo. Reclama-
cribió que «todas las prohibiciones que llevan a la tensión nerviosa y a la ban una escuela más próxima a la vida que la rodeaba, que preparase a
Una historia de la educación del arte 286 287 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

los alumnos para comprender la sociedad, para vivir de forma inteli- LA IDEOLOGÍA RECONSTRUCCIONISTA

gente dentro de ella y para cambiarla de acuerdo con su concepción de


una vida mejor (Cremin, 1964). La educación centrada en el niño, en La idea de la reconstrucción social se remontaba a los orígenes del movi-
cambio, estaba más preocupada por liberar al niño de las fuerzas so- miento progresista, que hundía sus raíces en el progresismo político del
ciales y psicológicas que según se creía limitaban su desarrollo perso- cambio de siglo. En aquella época la educación progresista iba acompa-
nal. Tal como vimos anteriormente, Naumberg no tenía ningún interés ñada por varios movimientos de reforma que pretendían mejorar la vida
en situar a los grupos sociales en la base de la enseñanza. Para ella la del individuo, y surgía del mismo impulso que había hecho nacer el po-
respuesta se encontraba en la transformación individual del niño (Cre- pulismo en la América rural, el sufragismo femenino, y el movimiento
min, 1964). para los centros de asistencia. Durante su estancia en la Universidad de
Cremin (1964) explica que «la clave de la educación progresista Chicago, Dewey se vio fuertemente influido por Jane Addams, que a su
estaba para los Dewey en su relación con el reformismo social, mien- vez era próxima al reformismo educativo. En Dcmocracy and Social Ethics
tras que Rugg y Shumaker la asociaban con la batalla histórica del ar- (1902/1964) Addams escribió: «Nos impacientan las escuelas que cen-
tista contra la superficialidad y el mercantilismo de la civilización in- tran toda la atención en la lectura y la escritura, ya que sospechamos que
dustrial» (pág. 183). Cremin llega a decir que para ellos la clave «era parten de la premisa de que todos los conocimientos e intereses deben lle-
el triunfo de la expresión personal, tanto en la educación como en el gar al niño a través de los libros» (pág. 180). Para remediar la situación la
arte» (pág. 183). También señala que Rugg formaba parte del círculo escuela debería «integrarse en el mundo real tal como han hecho los cen-
de artistas y literatos que se reunió alrededor de Alfred Stieglitz en tros de asistencia» (Cremin, 1964, pág. 62). La Escuela Laboratorio de
Greenwich Village, «inspirado por el vino embriagador de la protesta Dewey organizaba las prácticas educativas alrededor de las experiencias
bohemia frente al puritanismo, el convencionalismo, y la cultura me- de la vida comunitaria, una reforma que reflejaba este mismo espíritu.
canizada» (pág. 182). A partir de la década de 1890, el grupo de educadores progresistas
Rugg y Shumaker ponían al artista como modelo para la reforma de a los que se identifica como reconstruccionistas, en el que se hallan Geor-
la educación: ge S. Counts y William H. Kilpatrick, reformuló muchas de las ideas de
Dewey. Según ellos, la educación debía «preparar a los individuos para
Para comprender el sentido de las escuelas centradas en el niño, hay que modificar de forma inteligente sus condiciones de vida, hacerles com-
comprender los esfuerzos del artista creativo por romper la gruesa capa prender las fuerzas que intervienen, equiparlos con las herramientas
de imitación, superficialidad y mercantilismo que ha aprisionado las ar- prácticas e intelectuales que les permitan canalizar tales fuerzas» (Kil-
tes durante los tres primeros siglos del industrialismo (1928, pág. v). patrick, 1933, pág. 71).
George S. Counts dio una expresión radical a la propuesta recons-
Rugg y Shumaker también declaraban que «se está descubriendo al truccionista en su manifiesto Daré the School Build a New Social Order?
artista que hay en el niño que todos llevamos dentro», y que «se está (1934/1978). Counts se quejaba de que la educación progresista «tiene
quitando la mordaza de la represión al niño que hay dentro del hombre tan claros sus objetivos como un niño agitando un sonajero» (pág. 6).
común para que éste pueda realizarse de forma completa» (págs. 62- Denunciaba que no tenía ninguna teoría del bienestar social, a menos
63). Sin embargo, si Ware tiene razón al concluir que las escuelas pro- que fuera la anarquía o un individualismo extremo. Luego pasaba a ata-
gresistas estaban siendo promocionadas por la clase media adinerada, car las actitudes liberales de la clase media, que mandaba a sus hijos a
estas entusiastas declaraciones resultaban estar lejos de la realidad. escuelas progresistas al ver que éstas ponían «un énfasis desmesurado
en el niño y en sus intereses» (pág. 8). Finalmente decía:
Una historia de la educación del arte 288 289 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

Si la educación progresista quiere ser genuinamente progresista, debe rrollo constante del gusto en relación con la forma, el tono y el color,
emanciparse de la influencia de esta clase, afrontar abierta y valiente- desde el jardín de infancia hasta la escuela secundaria». (1928, pág. 217.)
mente todas las cuestiones sociales, comprometerse con la realidad en
toda su dureza, establecer una relación orgánica con la comunidad, de- Más adelante explicaban que el objetivo de Dow era la apreciación
sarrollar una teoría realista y completa del bienestar [...] En una palabra, antes que la expresión creativa. Por el contrario, ellos declaraban que «a
la Educación Progresista no puede depositar su confianza en la educa- nosotros [...] nos interesa la historia del arte creativo en las escuelas. Nos
ción centrada en el niño (págs. 9-10). preocupa la forma en que los protagonistas del arte emplean sus mate-
riales para la expresión personal» (Rugg y Shumaker, 1928, pág. 217).
Rugg y Shumaker hacían notar que la educación artística de las es-
La enseñanza del arte: la corriente expresiva cuelas centradas en el niño no procedía de profesores de educación ar-
tística como Dow, sino de «artistas-profesores». De hecho, la mayor
Aunque el estudio de la infancia había comenzado en la década de parte de la enseñanza artística expresiva, tal como ellos la describían y
1880, hasta el momento nadie había visto el arte de los niños «como defendían, corría a cargo de artistas profundamente comprometidos
arte». Se decía que era parecido al arte de los salvajes primitivos, lo cual
con la idea de que existía una afinidad entre la actividad del artista y la
significaba que no era considerado arte en el sentido convencional de
expresión gráfica del niño.
Occidente. Cuando los artistas comenzaron a descubrir que el arte «pri-
mitivo» poseía cualidades estéticas dignas de consideración, el arte in-
fantil también empezó a ser tomado en serio. Franz Cizek, un artista
EL D E S C U B R I M I E N T O DEL A R T E I N F A N T I L
vienes, fue el primero en afirmar que el arte realizado por niños tenía un
valor intrínseco.
En el capítulo 6 vimos que G. Stanley Hall y otros pensaban que para en-
Franz Cizek en Viena, Marión Richardson en Inglaterra y sus ho- tender la evolución de la humanidad se debía estudiar el desarrollo del
mólogos en Estados Unidos sentaron las bases de una pedagogía del niño. El proceso de su crecimiento reproducía el drama de la evolución
arte basada en la premisa de que los niños son artistas y de que su arte, cultural. Wilhelm Viola creía que lo inverso también era cierto, es decir,
igual que todo arte, posee un valor intrínseco. Sin embargo, se trataba que «la mejor forma de comprender el Arte Infantil [era] estudiar el arte
de un arte vulnerable, fácilmente corruptible por las influencias adul- primitivo» (Viola, 1936, pág. 14). Tal como hemos visto, el arte infantil
tas. Esta nueva pedagogía recibió el nombre de expresión libre. En los había sido frecuentemente comparado al arte de los pueblos primitivos.
Estados Unidos fue llamada autoexpresión creativa. En su crítica a También era un hecho que los artistas de vanguardia del cambio de siglo
Dow (véase el capítulo 6) Rugg y Shumaker explicaban las diferencias habían comenzado a admirar las cualidades estéticas del arte primitivo.
entre esta nueva pedagogía artística y la anterior. Desde su punto de vista, primitivo no significaba menos civilizado; más
bien identificaba un estilo artístico que se encontraba en sus primeras fa-
Al elaborar sus teorías, publicadas por primera vez en 1899, Dow no en- ses, un estilo que era potencialmente susceptible de desarrollo.
focaba la enseñanza del dibujo desde el punto de vista tradicional de
Por el contrario, muchos artistas contemporáneos pensaban que el
enseñar a los niños a dibujar, sino desde el punto de vista de los principios
arte figurativo occidental era una tradición pictórica decadente, que se
que subyacen en el arte, los fundamentos del diseño que se aplican por
igual a las composiciones abstractas, el diseño de modas, la decoración acercaba a su final. Algunos manuales de historia del arte comenzaban a
doméstica o la manufactura de una taza de té. Su objetivo era organizar afirmar que el arte occidental se hallaba en decadencia desde el final del
el trabajo en el campo del arte para que diera como resultado «un desa- Renacimiento. Para las vanguardias, tanto el estilo abstracto como el
Una historia de la educación del arte 290 291 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

expresionista constituían intentos de establecer una nueva tradición es- a su institución, en la que se mantuvo hasta el retiro de Cizek en 1938,
tética que abriera la puerta a nuevos desarrollos comparables a los que a la edad de setenta y tres años. A pesar de su creciente ceguera, siguió
se atribuían al arte primitivo. Macdonald (1970) señala que una de las dando algunas clases hasta 1941; murió en 1946.
formas de arte primitivo que comenzó a ganar reconocimiento fue el En un escrito de 1936, Viola recordaba que Cizek había encontra-
arte de los niños. Uno de los primeros en postular las virtudes estéticas do una fuerte oposición entre los profesores convencionales de arte de
del arte infantil fue Franz Cizek. su tiempo, algunos de los cuales pidieron al ministro de Educación que
evitara tal «corrupción de la juventud». Sin embargo, la reputación de
Cizek se extendió a otros países. Viola, que había buscado refugio en
Franz Cizek
Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, informó de que Cizek
no era apreciado en su propio país, y que sin el apoyo de Inglaterra y
Nacido en 1865, Cizek ingresó en la Academia de Bellas Artes de Vie- Estados Unidos la clase de arte infantil dejaría muy pronto de existir.
na a la edad de veinte años. Siendo todavía un estudiante de arte trabó Sin embargo, los recuerdos de los estudiantes de Cizek sí sugieren
relación con un grupo de arquitectos, diseñadores y pintores pertene- que gozaba de una cierta reputación local. En 1981, Mimi Fraenkl re-
cientes al movimiento conocido como la Sezession, la versión vienesa cordaba que entre 1918-1919 o 1919-1920, realizó una ilustración en
del Art Nouveau. Sus modelos arquitectónicos y decorativos estaban papel cortado bajo la guía de Leopoldine Seidl, una asistente de Cizek.
fuertemente influidos por las tendencias simbólicas y antirrealistas de Seidl enseñaba arte en el Liceo Universitario y combinaba el método de
Gustav Klimt, el miembro más conocido del círculo. Cizek con el suyo propio, que incorporaba el dibujo de la naturaleza y
Según Viola (1936), Cizek realizó su trascendental descubrimiento la perspectiva. Fraenkl no asistió a la clase de arte infantil, aunque reci-
del arte infantil cuando aún era un estudiante de arte novel. Los hijos del bió su influencia de modo indirecto. El hecho de que la reputación de
carpintero en cuya casa se alojaba entraron en su habitación y le dijeron Seidl como profesora de arte se basara en su labor junto a Cizek sugie-
que querían dibujar y pintar. Cizek les dio papel y lápiz, pinturas y pin- re que éste gozaba de un reconocimiento local. En 1924, Fraenkl se
celes a medida que los iban pidiendo. Observó que los niños se ponían a apuntó al curso de decoración de la Kunstgewerbeschule, con lo que
trabajar y producían los resultados más insólitos, aunque siempre del también fue alumna de Cizek. 2

mismo tipo, lo cual sorprendió a Cizek, ya que reconoció en sus creacio-


nes una proximidad a un estilo artístico que hasta el momento nadie ha-
bía advertido. Cizek observó también los graffiti que hacían los niños en
Los métodos de Cizek
las calles de Viena. De nuevo encontró un buen número de parecidos en
sus obras. Vio en ello la prueba de que se trataba de un arte que sólo po-
Se ha comparado a Cizek con Rousseau por su insistencia en evitar cual-
dían realizar los niños y que debía ser admirado por sí mismo.
quier influencia adulta, pero en cierto sentido Cizek era más radical.
Cizek mostró a sus amigos del grupo de la Sezession el arte infantil Rousseau reconocía la necesidad de una cierta guía por parte de los adul-
que había recogido, y entre todos desarrollaron la idea de crear un nue-
vo tipo de educación artística basada en el arte infantil. El grupo animó
a Cizek a abrir una escuela privada de arte dedicada al arte infantil. Al 2. Mimi Fraenkl estudió diseño con Cizek en 1924, siendo ya una joven. En 1981
principio las autoridades educativas le negaron el permiso, pero en regaló a su nieto (mi hijo) un trabajo manual que había hecho cuando era una adoles-
cente (1918-1919 o 1919-1920). Estaba confeccionado a base de papeles coloreados y
1897 logró obtenerlo. En 1904 el director de la Escuela de Artes y Ofi-
pegados. Al dorso del papel escribió algunas líneas sobre su profesora, la señora Seidl,
cios (Kunstgewerbeschule) de Viena incorporó la clase infantil de Cizek
y sobre el contenido del propio trabajo.
Una historia de la educación del arte 292 293 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

tos, mientras que en la clase de Cizek no se enseñaba en el sentido habi-


tual del término. Francesca Wilson, que hizo mucho por divulgar las
ideas de Cizek en Gran Bretaña, elaboró una serie de manuales sobre sus
métodos, y lo que se describía en ellos llevó a un crítico a la conclusión
Figura 7.1. «Fruta y
de que «no había ninguna insistencia en la técnica, ni ningún método or-
composición decorativa»
denado de estudio [...] El método, el material, el tema, el fin, todo se de- (Lámina 4), tomado de Franz
jaba a la libre elección del niño» (citado en Macdonald, 1970, pág. 345). Cizek, Children's Cut Paper
A pesar de esta filosofía de no intervención, algunos escritores in- Work (Viena, Antón Schroll
Co., 1927).
gleses y estadounidenses llamaron la atención sobre lo que Macdonald
consideraba una paradoja dentro del método de Cizek. Éste explicaba
a los observadores que su método consistía en «levantar la tapa», mien-
tras que la mayoría de los profesores lo que hacían era sujetarla con más
fuerza. Y sin embargo insistía en que «un profesor debe transmitir a sus
alumnos ideas estrictamente correctas, si quiere que tengan una base
sólida para trabajar» (citado en Macdonald, 1970, pág. 346). En ocasio-
nes Cizek sí permitió a sus alumnos que usaran conceptos adultos sofis-
ticados, a condición de que produjeran el tipo de cualidades decorati-
vas que consideraba más adecuadas al arte infantil. Pero no transmitía a
los niños el tipo de conceptos adultos que consideraba inadecuados
para ellos, como por ejemplo técnicas realistas en el trato del color. Sa- go, en opinión de Francesca Wilson «es maravilloso que niños tan jóve-
bía cuál era el aspecto que debía tener el arte infantil, y sabía cómo con- nes posean una técnica como la que muestran muchas de estas pintu-
seguir que los niños lo produjeran. ras» (citado en Macdonald, 1970, pág. 345). Macdonald concluye que
Wilson y Wilhelm Viola «se entusiasmaron tanto con la filosofía de la
Tras leer la filosofía de Cizek y observar las imágenes del arte in-
actividad autónoma y la expresión libre de Cizek que fueron incapaces
fantil, puede ser que estemos de acuerdo con las ideas de Macdonald
de ver los rígidos métodos que utilizaba con sus alumnos» (pág. 345).
(1970) sobre el arte infantil de Cizek:
De hecho, cuando uno lee en Child Art (1946) las transcripciones ta-
quigráficas hechas por Viola de las lecciones de Cizek, se sorprende
Lejos de reflejar la libertad y la fluidez del arte infantil con toda su au- ante el carácter altamente directivo de sus enseñanzas. 3

dacia, imaginación y maravillosa crudeza, el arte que se nos muestra es


Es manifiesto que las clases de arte de Cizek no eran tan libres como
extremadamente sofisticado, extremadamente competente, y muy influi-
Viola y Wilson creían, y podemos muy bien preguntarnos si merece el
do por el arte popular adulto y por las ilustraciones de cuentos infantiles
hechas por los adultos. Muchas de las obras, sobre todo los complicados
modelos para las figuras talladas en madera y en papel, exigen un traba- 3. Peter Smith (1987) ha examinado algunas de las críticas recibidas por Cizek en
jo muy preciso de medición y cálculo (págs. 344-345). el mundo de habla inglesa y presenta indicios de que las tendencias estilísticas de los
propios críticos pueden haber deformado la imagen que tenemos de los métodos de
Cizek. Sin embargo, las ilustraciones que aparecen en Cizek (1927) están entre las más
La obra de papel cortado hecha en los años veinte que aparece en la problemáticas, dado que fueron seleccionadas por el propio Cizek para su publicado»
figura 7.1 vale como prueba de la conclusión de Mcdonald. Sin embar- y presentan signos muy evidentes de ser el resultado de una instrucción directa.
Una historia de la educación del arte 294 295 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

nombre de padre de la expresión libre. Sin embargo, sería un error ne- obras de los alumnos de un determinado profesor. Por mucho que los
garle a Cizek sus méritos, ya que la libertad es un término relativo, y en profesores liberaran a los niños del arte que se enseñaba en las escuelas
comparación con los estándares vigentes en su tiempo en las escuelas convencionales, todos influían sobre la obra de sus alumnos con sus
vienesas, la suya era una pedagogía relativamente libre. propias preferencias e inclinaciones.

EL ARTISTA-PROFESOR Marión Richardson

Entre las décadas de 1920 y 1940 varios artistas-profesores se dedicaron En su autobiografía, Richardson (1946) explica que creció en una fami-
a desarrollar un método de autoexpresión creativa. La mayoría de estos lia pobre y numerosa. Obtuvo una beca para estudiar en la Escuela de
profesores enseñaban en escuelas progresistas privadas, aunque en al- Arte de Birmingham (Inglaterra), y en su último año fue alumna de Cat-
gunos casos trabajaban en escuelas públicas. Raramente enseñaban en terson Smith, director del colegio. Smith le inculcó la idea de que uno
universidades, y si lo hacían era de forma ocasional o a tiempo parcial. debía confiar en sus propias capacidades de observación antes que en
Todos contribuyeron a su manera a desarrollar esta pedagogía, y a me- su habilidad manual, y que nunca se debía comenzar un dibujo antes de
nudo consiguieron llevar a la práctica la filosofía de la enseñanza no in- tener una visión clara del tema. Según explica Richardson, Smith mos-
tervencionista inicialmente propugnada por Cizek. Forman parte de traba una diapositiva a sus alumnos durante unos momentos, tras lo
este grupo Marión Richardson, Florence Cañe, Natalie Colé y Víctor cual retiraba la imagen; a continuación se hacía lo siguiente:
D'Amico, de quienes nos ocuparemos más adelante. Todos suscribían
la idea de que el niño es un artista con un deseo innato de expresarse, y Cerrábamos los ojos y mientras los teníamos cerrados hacíamos un rápido
que esta expresión natural se ve obstaculizada por los métodos forma- esbozo de la imagen. Esta técnica de dibujo «a ojos cerrados» fue tal vez la
les de enseñanza propios de los adultos. También sostenían que un mayor contribución del señor Catterson Smith a la educación artística. Era
buen profesor de arte debe ser un individuo dotado de una elevada sen- una forma magnífica de clarificar y focalizar la imagen, para tenerla pre-
sibilidad y que sea a su vez un artista. Peppino Mangravite (1932), otro sente cuando nos poníamos a trabajar con los ojos abiertos (1946, pág. 12).
miembro de este grupo, formula claramente esta idea:
Esta técnica, pensada para desarrollar una imagen mental vivida del
tema antes de comenzar a dibujar o pintar, reapareció más tarde en las
Creo que es absolutamente imposible que alguien que no sea un artista
consiga enseñar arte. El profesor de arte hecho por encargo depende de enseñanzas de Richardson. Su versión consistía en describir con lenguaje
métodos estandarizados más que de su propia sensibilidad. Nadie que expresivo un paisaje, un cielo, una verdulería, el ballet ruso o un grupo de
no sea un artista posee la delicada intuición necesaria para reconocer gente en un vagón de tren, y luego pedir a los niños que visualizaran estas
aquello que otra persona está tratando de expresar (1932, pág. 33). imágenes a su manera. Muchas de estas descripciones correspondían a la
localidad de Dudley, en Inglaterra, donde se hallaba la escuela secunda-
Igual que Cizek, Mangravite pensaba que los niños poseían una ver- ria de Richardson; cuando los niños aprendieron a utilizar la técnica por
dadera intuición creativa, pero que el contacto con libros infantiles ilus- sí mismos traían a la escuela dibujos hechos en casa.
trados y con el arte de los museos la echaba a perder. Sin embargo, cada
uno de estos profesores influía en los niños de una manera específica, Tal como he dicho antes, sabía que los niños obtenían sus mejores resul-
tal como se puede ver en la proximidad estilística que muestran las tados cuando pintaban a partir de una imagen mental; esta técnica re-
Una historia de la educación del arte 296 297 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

sultaba rica y fructífera para la mayoría, pero algunos de ellos eran inca- A continuación abordaba el libre uso del cuerpo. Los niños debían
paces de escoger en su cambiante y caleidoscópico catálogo interior. Yo ir bien erguidos para que su andar fuera más ágil: «Uno debería ser ca-
misma tenía una tendencia natural a fantasear, y descubrí que los niños paz de dramatizar un gesto, igual como lo haría un bailarín o un actor»
se interesaban por las descripciones que inventaba; a medida que habla- (1932, pág. 45). Cane explicaba que cuando le había dado los materia-
ba algo ocurría entre nosotros, y todo aquello que tenía para mí una ge- les al niño, le permitía «hacer lo que quisiera y le dejaba seguir dibujan-
nuina cualidad pictórica poseía una especie de incandescencia que yo do o pintando mientras siguiera teniendo interés» (1932, pág. 45).
era capaz de comunicar. (1946, págs. 14-15.)
Para los niños de más de diez años el programa era distinto. Se cam-
biaba el aula por el taller artístico. El trabajo de estos niños «ya estaba
más diferenciado e iba más allá del impulso espontáneo» (1932, pág.
Florence Cane 45). En esta fase Cane introducía materiales más exigentes, como pin-
turas al óleo, tintas de color, linóleo, madera o arcilla. También dirigía
La labor de Florence Cane recuerda en muchos sentidos la de Richar- actividades relacionadas con las artes aplicadas. Insistía en que nunca
son, aunque para ella no sólo se trataba de conseguir que los niños pro- sugería temas concretos, y que éstos quedaban siempre a elección del
dujeran arte creativo. Cane pensaba que la expresión artística era im- alumno, dado que su interés decaía en cuanto el tema «no les resultaba
portante porque contribuía al desarrollo psicológico. Viktor Lowenfeld realmente cercano» (1932, pág. 46). Cane publicaría la versión definiti-
maduraría esta idea a finales de los años cuarenta, pero ya en 1932 Cane va de su filosofía educativa en un momento muy posterior de su carre-
escribía: ra, en The Artist in Each of Us (1951).
Se pueden encontrar ilustraciones de la obra de los alumnos de
La calidad de la pintura aumenta inevitablemente si el niño se desarrolla Cane en algunos números de Progressive Education, a la que realizaba
como individuo, del mismo modo que su desarrollo como pintor contri- frecuentes contribuciones, en The Child-Centered School (1928), de
buye a su crecimiento. En consecuencia, mis enseñanzas se han dirigido
Rugg y Shumaker, y en Creative Expression (1932/1972), de Hartman y
siempre a la liberación y el crecimiento del alma del niño a través del jue-
Shumaker. Aunque sus alumnos en el Walden eran libres de escoger los
go, el trabajo y la autodisciplina que exige la pintura (1932, pág. 42).
temas que quisieran, se puede reconocer un aire de familia en el estilo
de sus obras. A diferencia de los alumnos de Richardson, que demos-
Cane era maestra de pintura en la Escuela Walden de Nueva York,
traban una preferencia por el color local, la obra de los alumnos de
y su hermana Margaret Naumberg era la directora de la escuela. Ambas
Cane mostraba una marcada preferencia por los temas que bordeaban
estaban profundamente influidas por las ideas freudianas acerca de la
la fantasía y lo sobrenatural.
represión y las formas en las que ésta puede desembocar en un com-
portamiento neurótico. Cane resumió su método del siguiente modo:

Natalie Cole
Comienzo por darle al niño unos materiales cuidadosamente escogidos,
que respondan bien. Los lápices deben ser lo bastante blandos como
La carrera de Cole fue en cierto sentido atípica, pues sus alumnos no
para que marquen con facilidad, sin necesidad de presionar, pero no tan
blandos como para que dejen borrones. El papel debe tener la suficien- eran habitualmente los niños de clase media-alta de las escuelas progre-
te calidad como para que aguante y recoja bien los trazos [...] Las acua- sistas privadas que Counts criticaba (véase más arriba), sino niños po-
relas deben ser húmedas para que respondan bien. Los pinceles deben bres de origen mejicano, japonés y chino. El libro que publicó en 1940,
ser grandes para que den libertad al trabajar (1932, pág. 44). The Arts in the Classroom, fue ampliamente utilizado como manual.
istoria de la educación del arte 299 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística
298

Cole pensaba que era preciso motivar a los niños con ánimos y con- fue director del departamento de Bellas Artes de la Escuela Ética de
sejos: "Es necesario estimular la mente y las emociones del niño hacia Cultura de Nueva York. Posteriormente se convirtió en director del
alguna cosa y que tenga ganas de pintar antes de que pueda hacerlo Departamento de Educación y Centro de Arte Popular en el Museo de
bien"(1940, págs. 3-4). A diferencia de Cane, que se inclinaba por las Arte Moderno, y trabajó como profesor a tiempo parcial en la facultad
conversaciones individuales con cada niño, Cole prefería las discusio- de Ciencias de la Educación de Columbia. Fue él quien se encargó de la
nes de grupo. Basaba el tema de sus lecciones en experiencias reales de planificación y la organización de la muestra de educación artística
americana que se presentó en la Exposición Internacional de Bruselas
los niños como por ejemplo una excursión escolar a una fábrica de ma- de 1960, y hacia el final de su vida enseñó arte en East Hampton, Long
carrones, o un almuerzo en la cafetería de la escuela: «Cuando el niño Island. Su Creative Teaching in Art (1942/1953) tuvo siete reimpresio-
está lleno de ideas, la pintura termina por salir. El trabajo del profesor nes. D'Amico aceptaba la premisa de que el niño es un creador, pero
consiste en ayudarle a sacarla dispensándole ánimos y elogios» (1940, consideraba que era un error compararlo con el artista.
pág. 5). Los profesores no deberían indicar a los niños lo que deben ha-
cer. Tal vez ahora sea más necesario que nunca marcar claramente la dife-
En el momento mismo en que el profesor dibuja en la pizarra o rencia entre el niño creativo y el artista profesional. Si el niño es como el
sobre un papel, el niño queda inválido y cohibido» (1940, pág. 9). artista, el parecido entre ambos se encuentra en la atención que prestan
En realidad, C a n e pensaba que «los niños poseen genio, ciertamente, al diseño por sí mismo y a su capacidad de subordinar el tema y la histo-
ria a los elementos de la forma, la línea y el color. (1942/1953, pág. 1.)
pero el profesor tiene que cavar para encontrarlo. Nunca es fácil sacar
el oro a la superficie» (1940, pág. 10).
Cane intentaba estimular ciertas cualidades en la pintura de los ni- El método de D'Amico para la enseñanza artística tenía dos aspec-
ños, pensaba que sus pinturas debían ser grandes —«Así es como tra- tos. El primero consistía en ayudar a los niños a reconocer una fuente
bajan los niños espontáneamente»— y los animaba a que las imágenes de inspiración en sus propias experiencias, como la vida familiar, los
chocaran con los bordes» del papel: «No queremos ver ninguna pin- viajes y las vacaciones. La segunda era ayudar al niño a reconocer los va-
tura pequeña, rácana y cobardica. Haz una pintura tan grande que cho- lores artísticos. Mientras que el niño utiliza la línea y el color de forma
que con los bordes» (1940, pág. 12). Pensaba que era mejor que los ni- casi intuitiva, el adolescente los ve como medios para traducir una idea
ños comenzaran pintando contornos: «Creo que comenzar por un en una forma visual. A medida que los adolescentes se hacen conscien-
contorno hace más fácil la pintura tanto para el profesor como para el tes de la técnica, pueden aprender todo lo que necesitan saber, pero el
niño (...) De esta forma limitamos al niño para darle más libertad. Los profesor debe establecer un vínculo entre esta formación y las necesi-
niños aceptan esta manera de hacer las cosas y pronto se dan cuenta de dades e intereses del niño. Éste se sentiría confundido ante una ense-
que es adecuada e inteligente» (1940, pág. 13). También en este caso ñanza demasiado intensiva o demasiado centrada en la técnica, que no
sorprenden las similitudes estilísticas de las imágenes que producían los guardara relación con ninguna necesidad sentida.
niños bajo su influencia. D'Amico dividió su libro en capítulos dedicados a técnicas como la
Victor D'Amico pintura, la escultura, la cerámica, las artes gráficas, el collage y el diseño.
De hecho, su texto fue uno de los primeros en introducir el collage en
las escuelas. Lo que atrajo a los futuros profesores de arte era el énfasis
Durante los años treinta y cuarenta, las enseñanzas y los escritos de Vic-
que ponía en los problemas prácticos de la enseñanza en el taller artís-
tor D'Amico fueron una de las principales influencias en el campo de la
tico, así como la atención que prestaba a la técnica, un aspecto que bri-
educación artística. Inició su carrera como profesor de arte, y más tarde
Una historia de la educación del arte 300 301 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

Haba por su ausencia en los escritos de los artistas-profesores, centrados LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA DURANTE LA G R A N DEPRESIÓN

de forma casi exclusiva en la motivación y el estímulo.


Justo antes del crack de 1929, Royal Bailey Farnum realizaba la siguien-
te predicción llena de optimismo sobre el futuro de la educación artís-
La enseñanza del arte: la corriente reconstruccionista tica:

En esta sección examinaremos la influencia del reconstruccionismo so- La educación artística en los Estados Unidos nunca ha gozado de una
bre la educación artística. El pensamiento reconstruccionista deriva de posición tan sólida como la que tiene ahora. Encara el futuro con la se-
la concepción deweyana de la experiencia como aquello que hace posi- guridad que da saber que durante los últimos diez años sus valores so-
ble la reconstrucción del conocimiento y, en último término, las propias ciales, económicos y educativos se han visto demostrados, reconocidos y
instituciones sociales. Dewey abordó igualmente el tema del «arte como llevados a la práctica de forma generalizada ( 1 9 3 2 , pág. 2 9 7 ) .
experiencia», y concluyó que las experiencias artísticas también podían
servir para reconstruir el conocimiento. El arte en este sentido es algo Bailey concluía diciendo que «el escenario está listo para una labor
más que una forma de expresión personal; también es un medio para más intensa y efectiva que reportará importantes beneficios en la próxi-
transformar la vida del individuo y de la sociedad. ma década, o incluso en los próximos dos años» (pág. 322). El destino
Otros veían el arte como un recurso que podía contribuir a resolver había reservado un futuro distinto para las instituciones y las personas
los problemas de la vida diaria en casa, en la escuela o en la comunidad. que se dedicaban a la enseñanza de las artes. El crack de 1929 hundió al
La apreciación del arte en este sentido significaba el reconocimiento de país en la crisis económica más profunda de su historia. Comenzó du-
su poder para resolver problemas. Este punto de vista dejaba escaso rante la administración Hoover, y aunque se tomaron algunas medidas
margen para la contemplación de las obras maestras en toda su grande- económicas correctoras hubo que esperar hasta el New Deal de Roose-
za e indiferencia. El énfasis ya no correspondía al arte aislado de la vida, velt para recuperar algo parecido a la confianza nacional. Aunque hacia
sino al arte como parte integral de la actividad humana. La historia del el segundo mandato de Roosevelt había evidentes signos de recupera-
arte mostraba cómo el arte se había relacionado con el culto, el gobier- ción, la Gran Depresión se extendió durante toda la década.
no y la producción, además de la expresión personal; y en la medida en Más de dos millones doscientos ochenta mil niños no pudieron acu-
que constituía una parte integral de la vida, los reconstruccionistas con- dir a las escuelas porque estaban cerradas, sobre todo en las zonas rura-
sideraban que tenía sentido integrarlo en el currículo. La enseñanza del les del país, donde en 1933 hubo dos mil escuelas en veinticuatro esta-
arte no debía estar separada de los demás estudios. dos que no pudieron abrir. Muchas ciudades y estados redujeron la
Este cambio de intereses desde el arte como expresión personal al duración de sus cursos escolares; los sueldos de los profesores sufrieron
arte dentro de la sociedad era en parte el resultado de la presión econó- repetidos recortes, hasta equipararse con los niveles salariales de los tra-
mica de la Gran Depresión. Por mucha importancia que se diera al bajadores no cualificados. En 1933, el profesor medio cobraba setecien-
equilibrio psicológico del niño, la supervivencia de la sociedad era in- tos cincuenta dólares por año, a excepción de algunos profesores negros
dudablemente una prioridad. en zonas rurales del sur del país, que cobraban menos de cien dólares
por año. Los sueldos eran algo mejores en los centros urbanos, aunque
sufrieron un descenso continuado desde las elevadas cifras de 1929,
cuando los profesores mejor pagados recibían tres mil dólares por año;
en 1934 los ingresos máximos anuales habían bajado a dos mil dólares.
Una historia de la educación del arte 302 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística
303

A medida que bajaban los sueldos, el número de alumnos en las es-


Características
cuelas secundarias aumentaba de forma espectacular, sobre todo en las
ciudades. La Administración de Socorro Nacional aplicaba rigurosa- Si la principal preocupación de los años veinte fue liberarse de la repre-
mente las leyes contra el trabajo infantil para mantener a los adolescen- sión puritana, la de los años treinta fue la reforma de la sociedad. En la
tes fuera del mercado laboral; la consecuencia fue que las escuelas reci-
introducción de Harold Benjamín a The Integrated School Art Program,
bían una cantidad de alumnos sin precedentes. Los institutos se
de Leon Winslow, encontramos una clara exposición de la concepción
convirtieron realmente en una escuela secundaria para todo el mundo,
reconstruccionista de la educación artística.
y no sólo para los pocos que se preparaban para la universidad. Con
más estudiantes matriculados y menos dinero disponible, no era extra-
Para una escuela que tenga por objetivo ofrecer una cultura intemporal
ño encontrar aulas con cuarenta o cincuenta alumnos. tal vez resulten adecuadas o incluso indispensables ciertas actividades
En un estudio de la Oficina de Educación de Estados Unidos reali- que se han ido divorciando de la vida y los objetivos comunitarios, pero
zado en 1933, se pidió a setenta ciudades que informaran de los efectos no lo son para la escuela como comunidad viva.
de la Depresión sobre la música, el arte, la educación física y las artes in- El arte como culto, como experiencia esotérica para devotos pri-
dustriales. Treinta y cinco ciudades informaron de que habían elimina- vilegiados, puede ser el arte que necesita una escuela del primer tipo.
do por entero los programas de arte, mientras que sesenta y siete habían El arte como servicio a los individuos que comparten una vida en co-
reducido la formación artística. En consecuencia, un total del 14,6 % mún, el arte como medio para alcanzar los objetivos comunitarios, es
de los distritos escolares sometidos al estudio habían eliminado o redu- ciertamente necesario en la escuela moderna. (En Winslow, 1939,
cido sus programas de arte. Sin embargo, no sabemos cuántas de las es- pág. viii.)
cuelas de las setecientas ciudades enseñaban arte previamente con re-
gularidad, lo cual puede afectar a estos resultados, pues los distritos que El arte como medio para resolver los problemas vitales reemplazó
no enseñaban arte no podían informar de un recorte como consecuen- a la búsqueda de belleza por sí misma, una actitud apropiada para una
cia de la Depresión, aunque les pudiera haber obligado a cancelar pla- época que exaltaba las virtudes del hombre común. Una generación
nes para implantar nuevos programas. antes, la idea de una enseñanza útil orientada a la artesanía y la edu-
Un estudio paralelo realizado por la Conferencia Nacional de Edu- cación manual había contado sin duda con el apoyo de Dow y Sar-
cadores Musicales (1934) dio resultados parecidos, a saber, que la ma- gent, pero el énfasis general de la época se había dirigido hacia la en-
yoría de los distritos escolares no habían eliminado sus programas de señanza de los principios de la belleza por sí mismos. En estos
música y arte, aunque algunos fueron recortados. Una excepción fue- momentos el énfasis había pasado a los problemas de la vida cotidia-
ron los programas de música instrumental, que experimentaron fuertes na, una idea que Melvín Haggerty formuló explícitamente en Art, a
recortes. Ambos informes demuestran que la Depresión no significó la WayofLife (1935):
drástica eliminación de programas de arte y música que han sugerido al-
gunos historiadores de la educación, como Connell (1980). Es más El arte como culto puede ser un obstáculo antes que una ayuda para el
exacto decir que hubo recortes en tales programas, y en algunos casos arte como forma de vida, y claramente así sucede en muchas ocasiones.
fuertes reducciones del número de profesores especiales o supervisores El profesor de arte debe mirar hacia las amplias y pobladas avenidas de
la vida, hacia el hogar, la empresa y el mercado. Si el arte pretende ocu-
de música y arte. Dichas artes se vieron afectadas en la misma medida
par el lugar que le corresponde en las escuelas como instrumento desta-
que el conjunto de la educación.
cado y vital para la educación cultural, esta es la idea que debemos es-
forzarnos por clarificar y resaltar (pág. 43).
Una historia de la educación del arte 304 305 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

Una segunda característica dominante dentro de la educación artís- formación especializada de unos pocos o debe ser en cambio el cultivo
tica reconstruccionista era el énfasis en la integración de las asignaturas. del gusto de todos? (Citado en Ziegfeld, 1944, pág. 4.)
Las unidades didácticas debían abarcar más de una materia. Debían
consistir en varios temas cuidadosamente interrelacionados para crear El proyecto debía implementarse en una comunidad americana tí-
un rico entorno formativo. Se esperaba del profesor de arte que vincu- pica. La definición de lo que era una comunidad típica establecía que
lara la formación artística a campos como la historia, la geografía, los es- debía tener una población de entre cinco mil y ocho mil personas, sin
tudios sociales, las artes del lenguaje, la ciencia, las matemáticas y las ar- ningún grupo dominante en el ámbito racial, religioso o económico. Las
tes industriales. La tendencia era ir hacia una experiencia escolar comunidades que dependieran de una única industria o universidad no
unificada y alejarse de las tradicionales fronteras entre asignaturas. Los se consideraban típicas. También debía ser una comunidad que no con-
profesores planificaban sus programas en colaboración con otros pro- tara con ningún programa de arte en sus escuelas públicas.
fesores, en un intento de romper las barreras que habían venido frag- El proyecto tenía tres fases. La primera consistía en estudiar la co-
mentando el currículo. «Dentro de un programa educativo de este munidad para determinar el papel que desempeñaba el arte dentro de
tipo», explicaba Winslow, «el arte debe funcionar como una parte inte- ella, y en qué partes del currículo debía ponerse más énfasis. La segun-
gral, la parte creativo-apreciativa, de los currículos de las escuelas pri- da era desarrollar un curso de estudios artísticos para las escuelas. La
marias y secundarias» (1939, pág. 33). tercera exploraba las posibilidades de introducir el arte en la vida coti-
Una tercera característica era el énfasis en la comunidad. El escena- diana de la comunidad (Ziegfeld, 1944, págs. 4-6).
rio adecuado para realizar actividades era la comunidad que había fue-
ra de las puertas de la escuela. Un ejemplo extremo de esta idea puede
verse en el proyecto de educación artística que se aplicó durante cinco El programa artístico para las escuelas de Owatonna
años en Owatonna, Minnesota, entre 1933 y 1938.
Durante el primer año, los profesores de las clases de primaria enseña-
ban arte bajo la supervisión de Ziegfeld y otros miembros del equipo
El proyecto de educación artística de Owatonna del proyecto. Se trataba de realizar actividades creativas libres, como
por ejemplo ejercicios de ilustración, modelado y construcción. Se en-
En su informe sobre el proyecto de educación artística de Owatonna, señaba a los profesores la forma de relacionar estas actividades con
Ziegfeld (1944) recuerda que la idea nació en 1931, cuando Melvin otras asignaturas de la escuela. En el otoño del segundo año el equipo
Haggerty planteó las siguientes preguntas ante un grupo de profesores del proyecto tenía ya algunos resultados del estudio realizado en la co-
de arte en una conferencia celebrada en Minneapolis: munidad, sobre los cuales diseñaron un nuevo proyecto para la ense-
ñanza artística:
¿Qué pueden hacer los profesores de bellas artes para preparar a los jó-
venes para enfrentarse a la amenaza del aburrimiento, el agotamiento de Habían descubierto que, si bien es cierto que el arte impregna todas los
los juegos, la demoledora monotonía de unos días que se repiten mecá- aspectos de la vida, adquiere su máxima relevancia y significado cuando
nicamente? ¿Acaso el programa de formación artística de las escuelas se acerca a aquellas áreas a las que la gente dedica la mayor parte de sus
está preparado para elevar el gusto de la comunidad en todas aquellas actividades diarias, en otras palabras, cuando se relaciona estrechamen-
materias que definen los aspectos visuales de la vida americana? ¿Acaso te con la experiencia diaria. Así pues, si el arte debía convertirse en un
el principal cometido de la enseñanza artística en las escuelas debe ser la medio de expresión útil, debía enseñarse en relación con los aspectos
Una historia de la educación del arte 306 307 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

fundamentales de la vida. Por ejemplo: la propia persona y los propios Las actividades que se realizaban eran muy variadas, e incluían el
problemas constituyen el aspecto más importante de la experiencia para dibujo, la pintura y el esbozo. Los alumnos tenían oportunidad de
todas las personas, sean jóvenes o viejas. A continuación viene la propia aprender el uso expresivo del color y la forma, así como los principios
casa, tal como quedó demostrado de forma inapelable en los resultados básicos del diseño. Los profesores empleaban el arte para ilustrar el
del estudio realizado en la comunidad. A continuación, en el caso de los contenido de otras asignaturas, como la historia, la literatura y la geo-
niños, viene la escuela, y luego la comunidad en su conjunto. (Ziegfeld, grafía. Buena parte de las actividades artísticas que se hacían en clase es-
1944, pág. 62.) taban relacionadas con problemas que se planteaban en el entorno co-
tidiano. Los estudiantes diseñaban casas o elaboraban modelos a partir
Ziegfeld consideraba que las materias debían organizarse en fun- de ellas; proyectaban interiores y paisajes. Decoraban los escaparates de
ción de estas áreas de actividad, e identificó nueve grandes divisiones en las tiendas locales, diseñaban las etiquetas de las conservas que produ-
las materias del currículo. Estas incluían el arte en el comercio, en la in- cía la fábrica local y trabajaban en proyectos relacionados con el diseño
dustria, en la impresión y en el recreo, así como los principios básicos industrial. Dentro de la escuela se desarrollaban proyectos complemen-
del diseño y el color. Ziegfeld pretendía ayudar a los estudiantes a rea- tarios a medida que el arte se iba integrando en la enseñanza de otras
lizar juicios inteligentes y adquirir una visión amplia del campo del arte. asignaturas.
Durante el segundo año se marcaron los siguientes objetivos para el
proyecto:
La influencia del proyecto

• Desarrollar una personalidad equilibrada e integrada Haggerty murió inesperadamente el 7 de octubre de 1937, y Ziegfeld
• Experimentar la actividad creativa dentro de varios campos artís- fue el encargado de dirigir el proyecto durante el año que faltaba. Para
ticos y a partir del uso de diversas herramientas y materiales Haggerty y su equipo la forma de evaluar los resultados obtenidos no
• Llamar la atención sobre los elementos artísticos que aparecen en consistía en reunir un conjunto de datos estadísticos. En lugar de eso el
el entorno cotidiano y desarrollar la capacidad para apreciarlos informe de Ziegfeld señalaba varios indicadores del éxito del proyecto.
• Desarrollar la capacidad para resolver problemas cotidianos rela- El primero era que las escuelas públicas de Owatonna habían manteni-
cionados con el arte do el programa de arte una vez terminada la financiación de Carnegie.
• Desarrollar un interés por la mejora del entorno a través de la re- La fundación aportó fondos para publicar el informe final y resúmenes
solución razonada de problemas relacionados con el arte de los cursos, algunos de los cuales aparecieron durante la Segunda
Guerra Mundial. Otros indicadores eran la gran cantidad de peticiones
• Desarrollar la sensibilidad hacia las diferencias de mérito entre los
que había recibido el equipo del proyecto para dar conferencias sobre
productos artísticos
temas relacionados con el arte, así como para dar clases nocturnas. El
• Adquirir conocimientos que puedan ayudar a la apreciación de
director de la biblioteca local señaló que había aumentado la circula-
objetos artísticos o a la resolución de problemas relacionados con el
ción de libros sobre arte. Los elogios directos de los residentes también
arte
indicaban que el proyecto estaba bien considerado.
• Desarrollar actitudes progresistas y abiertas hacia el arte
• Desarrollar una mayor creatividad en relación con las actividades En 1938 el currículo de la escuela secundaria de Owatonna fue in-
y aficiones del tiempo de ocio troducido en la Escuela Secundaria de la Universidad en Minneapolis,
• Dar una oportunidad para demostrar un talento inusual a cargo de un profesor que había sido miembro del equipo del proyec-
Una historia de la educación del arte 308 309 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

to. Las numerosas conferencias que dieron Haggerty y el equipo del pro- das y las creativas. Las actividades dirigidas son aquellas que implican
yecto, sumadas a los textos que publicó la University of Minnesotta controles, dictados, calcos, copias, críticas, ejercicios repetitivos, lectu-
Press, contribuyeron a darle publicidad. Hay que destacar que la labor ras, demostraciones y sugerencias por parte del profesor. Las actividades
de Haggerty llevó a la elaboración del primer anuario de la Sociedad Na- creativas suponen libertad, originalidad, experimentación, imaginación,
cional para el Estudio de la Educación dedicado a la educación artística: inspiración, emoción, expresión y apreciación. Dentro de las actividades
Art in American Life and Education (NSSE, 1941). El editor de este his- creativas el profesor puede hacer hablar a sus alumnos sobre los objetos
tórico documento debía haber sido Haggerty, pero su muerte hizo que y los episodios que más les interesen para ayudarlos a recrear sus expe-
la tarea pasara a manos de Thomas Munro. (Más adelante trataremos riencias, mientras que en los ejercicios dirigidos el profesor llama la aten-
con más detalle este anuario.) Los principios básicos del proyecto sobre- ción sobre problemas específicos que deben ser resueltos artísticamente.
vivieron en Art Today, de Faulkner, Ziegfeld y Hill (1941), un reconoci-
do libro de texto del que se hicieron cuatro ediciones entre 1941 y 1987.
El programa de artes industriales en la Escuela Fieldston

L A I N T E G R A C I Ó N DEL A R T E E N O T R A S A S I G N A T U R A S Desde la época en que fue fundada por Félix Adler, en 1878, la Escuela
Fieldston de Nueva York demostró una fuerte orientación social, que re-
La obra de Winslow The IntegratedSchool Art Program (1939) resumía flejaba su vinculación a la Sociedad de Cultura Etica, también fundada
muchas de las principales innovaciones educativas que definían la edu- por Adler. En teoría, la elaboración del currículo no era ajena a las gran-
cación progresista. Era un enérgico defensor de la expresión creativa, des cuestiones sociales. La enseñanza artística estaba asociada a otras ma-
pero también sostenía que la enseñanza del arte debía orientarse a una terias. El profesor de artes industriales planeaba su programa en coordi-
finalidad cultural en sentido amplio, y que en este sentido podía fun- nación con otros miembros del personal docente de la escuela, y las
cionar como un importante agente integrador en el currículo. Winslow actividades estaban diseñadas para relacionarse con temas tratados en
pensaba que la educación estética mejoraba las perspectivas sociales del otras ramas de estudio. Si una clase de tercer grado estaba estudiando la
niño, al tiempo que enriquecía su vida. vida de los indios en los bosques del Este, sus actividades artísticas gira-
Su modelo de currículo se basaba en un equilibrio entre la informa- rían alrededor de las formas de elaborar útiles a partir de los materiales
ción general y la técnica. Winslow entendía por información general el que se podían encontrar en el entorno local. Los niños estudiarían los ob-
conocimiento derivado del conjunto de las asignaturas del currículo, jetos que se sabía que habían elaborado las culturas locales y trabajarían
como la geografía, la historia, el lenguaje, la ciencia, la aritmética, la me- sobre objetos parecidos, como por ejemplo mocasines, artículos de ves-
dicina y la música. Una buena enseñanza, en su opinión, se construye a tir, objetos ceremoniales y otros por el estilo. Los niños que estudiaban la
partir de estas materias generales, ya que son las fuentes de los proble- vida de los primeros colonos blancos aprenderían a tejer y teñir ropa a
mas o cuestiones que constituyen el tema del arte o los motivos que lle- partir de la lana, a hacer jabón, velas y herramientas de madera, etc.
van a la producción de las obras de arte. El aspecto técnico del currícu-
lo, integrado por el arte mismo, consistía en una serie de técnicas
artísticas y consideraciones estéticas relacionadas con la forma, la línea, Críticas a los programas integrados
la masa, el color, el diseño, la representación, el diseño de letras, la in-
tegración, el medio y la armonía. Revistas como Art Education Today, que comenzó a publicarse en los
Winslow también creía en un equilibrio entre las actividades dirigi- años treinta, veían favorablemente los programas integrados de arte. En
Una historia de la educación del arte 310 311 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial aumentaron las críti- La gran cantidad de bellos resultados que da la expresión infantil no se
cas dirigidas contra estos programas. En general, se extendió la idea de obtiene por medio de la crítica, o del dictado de lecciones, sino que es el
que el arte había pasado a ser esclavo de otras asignaturas, que no era va- resultado de la comprensión empática y el sentido común del profesor.
lorado por sí mismo. Una segunda crítica era que dicho método sólo po- El buen maestro se esfuerza por estimular los rasgos de la originalidad,
día funcionar con profesores extremadamente competentes versados en la iniciativa y la expresión creativa que resultan tan evidentes entre los
todas las materias del currículo, o en un entorno en el que los profesores niños jóvenes. Cualquier intento de imponerles los estándares adultos en
pudieran poner en común sus conocimientos específicos a través de una este estadio es pernicioso para su desarrollo. [ClevelandBoard of Educa-
enseñanza en equipo. Las escuelas públicas raramente poseían la flexibi- tion, 1936, pág. 39.)

lidad administrativa necesaria para permitir este tipo de programas.

L A S U P E R V I S I Ó N A R T Í S T I C A E N LAS E S C U E L A S

El estatus de la enseñanza artística en las escuelas


A lo largo de los años veinte y treinta las principales ciudades del país
Antes vimos el impacto que tuvieron el expresionismo y el reconstruc- contrataron a supervisores de arte para controlar la formación artística
cionismo sobre la enseñanza artística en las escuelas públicas. En los in- en primaria. Tales supervisores no acostumbraban a dar clases de arte,
formes escolares de los años treinta se puede detectar un cambio en el sino que más bien orientaban a los maestros de escuela. Era raro que
lenguaje, que pasa de una preocupación por la apreciación del arte hubiera profesores de arte en la escuela primaría, y sólo se podían en-
como estudio de obras maestras a una preocupación por el arte en la contrar en algunos barrios residenciales de la costa este y en escuelas
vida diaria. En 1927, por ejemplo, el programa artístico de primaria en privadas (Farnum, 1932). La mayoría de los niños de las escuelas pri-
Cleveland, Ohio, era descrito del siguiente modo: marias aprendían de maestros ordinarios guiados por las sugerencias de
un supervisor de arte. Estos últimos tuvieron una gran importancia a la
El arte, igual que la música, se enseña con la mirada puesta en los valo- hora de mantener vivo el arte en las escuelas durante la Depresión, ya
res de la apreciación. La observación y la experiencia demuestran que que era frecuente que los distritos escolares mantuvieran un único car-
aquel que intenta crear belleza consigue una apreciación más viva de las go de supervisor antes que un cuerpo entero de profesores especializa-
obras de los demás a través de su propia experiencia. Por este motivo se dos en su esfuerzo por mantener la asignatura en el currículo.
enseña dibujo en el conjunto del sistema escolar. Los ejercicios de dibu- William Whitford, un profesor de educación artística de la Univer-
jo proporcionan un medio de expresión para los niños que lo necesitan, sidad de Chicago, propuso en 1929 que el currículo de arte cubriera
y se ha descubierto que muchos de ellos poseen un genuino talento crea-
cuatro categorías: el dibujo, para proporcionar experiencia gráfica; el
tivo (Cleveland Board of Education, 1928, pág. 113).
diseño, para la experiencia decorativa; la construcción, para la expe-
riencia motora-constructora; la apreciación, para la experiencia intelec-
Hacia mediados de los años treinta estaba comenzando a cambiar el tual. Mirando los años treinta retrospectivamente, Barkan (1962) decía
lenguaje con el que se describían los programas de educación artística. que los recursos para la enseñanza artística estaban en gran medida li-
Los informes presentaban la integración social y el desarrollo de rasgos mitados a los lápices duros, el papel de formato pequeño, los lápices de
deseables de personalidad como objetivos de la educación artística. El colores, la tinta china, las acuarelas transparentes y el carboncillo de vid
lenguaje de la autoexpresión creativa se había introducido en las escue- para los alumnos avanzados. Esta lista sugiere que el currículo de este
las públicas. período se limitaba en general a las dos dimensiones, de modo que no
Una historia de la educación del arte 312 313 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

parece que se adoptara la prescripción de Whitford. A juzgar por las ac-


tividades que aparecen en School Arts Magazine, las actividades cons-
tructivas tridimensionales se limitaban habitualmente a la cartulina o al
cartón duro. Estas actividades estaban a menudo vinculadas a los estu-
dios sociales. A lo largo del período de entreguerras, el estilo art déco
tuvo una importante influencia sobre las actividades de diseño de esta
revista, en sustitución del estilo «artes y oficios» de la época anterior a
la Segunda Guerra Mundial (véanse las figuras 7.2 y 7.3).

EL A R T E EN LAS E S C U E L A S S E C U N D A R I A S J Ú N I O R Y S É N I O R

Tras la Primera Guerra Mundial la escuela de gramática de ocho cursos


comenzó a ser sustituida por la escuela secundaria júnior, que estaba or-
ganizada en departamentos en función de las asignaturas. La departa-
mentalización del currículo generó muchas oportunidades para crear
nuevas plazas docentes para la enseñanza artística. A lo largo de los
años treinta se ampliaron los programas de arte de las escuelas de se-
cundaria, ya que la mayoría de los estudiantes continuaban en la escue-
la hasta que se graduaban. En décadas anteriores los alumnos abando-
naban la escuela secundaria tan pronto como se lo permitía la ley para
trabajar en la industria, pero ahora que no había puestos de trabajo se
quedaban en la escuela (Efland, 1983 a). Por primera vez los institutos
funcionaban como verdaderas escuelas secundarias para la mayoría de
los estudiantes del país, y este aumento de la asistencia también signifi-
caba que se matriculaba más gente que nunca en los cursos de arte de
estas escuelas.

La Bauhaus alemana
Figura 7.2. Actividad artística de diseño de una tienda que refleja una influencia art déco,
tomada de School Arts (1938), 37 (10), 319. Reproducida con autorización.
Para la mayoría de los estudiantes americanos de arte y arquitectura de
los años veinte y treinta, el arte alemán contemporáneo estaba identifi-
cado con el expresionismo de Max Beckmann, Franz Marck, Ludwig
Kirchner y Emil Nolde. La arquitectura alemana era la estilizada Torre
Einstein de Mendelson, mientras que El gabinete del doctor Caligari de
autorización.
con

334-335.
Reproducido

de School Arts
(1939), 38 (10),

déco, tomado
influencia art
DeLemos, con

aplicaciones de
abstracto y
Esther

diseño
Lecciones de
Figura 7.3.
315 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

Wienes trasladaba el estilo expresionista al cine. A la vista del predomi-


nio de las tendencias expresionistas en el arte alemán posterior a la Pri-
mera Guerra Mundial, resulta sorprendente que la escuela de arte co-

Y
nocida como Bauhaus fuera a convertirse en «la única escuela del
mundo donde los problemas del diseño moderno eran tratados de for-
ma realista en una atmósfera moderna» (Barr, 1959, pág. 5).
La Bauhaus fue fundada en 1919 en la ciudad de Weimar. La opi-
nión pública alemana estaba dividida en dos facciones extremas en rela-
ción con el arte, igual como sucedía con la política. Unos veían «el signo
de un programa ideológico en cada novedad» (pág. 9). Según Dorner:

Ya en 1919 se hablaba del «bolchevismo artístico, que debía ser elimi-


nado», y ya entonces se hacían llamados al «espíritu nacional alemán» de
los artistas que debían «rescatar el arte maduro». Estas distinciones
drásticas entre lo viejo y lo nuevo revelaban una nación febril y ator-
mentada, para la que era imposible un desarrollo pacífico (1959, pág. 9).

Los primeros en protestar ante la fundación de la Bauhaus fueron


los partidarios de las viejas academias de arte, un arte que conservaba «la
tradición de la arquitectura ecléctica, de los monumentos y retratos he-
chos en el gran estilo, la representación de la gloria histórica» (Dorner,
1959, págs. 9-10). Todas las vanguardias artísticas europeas se oponían a
la academia, pero más allá de esta oposición tenían poco en común. El
expresionismo y el dadaísmo, los dos movimientos dominantes en Ale-
mania, eran vistos como vestigios del romanticismo del siglo anterior.

La marea del romanticismo estaba alcanzando nuevas cotas en el perío-


do posbélico. Bajo el nombre de expresionismo, todavía era el mismo ro-
manticismo que había estado cortejando el individualismo durante un
siglo en su lucha contra las tradiciones académicas. El objetivo de esta
lucha había sido enriquecer el arte y ampliar sus horizontes. Sin embar-
go, los genios creativos del siglo xix y comienzos del xx tuvieron que ha-
cer su camino en solitario, a causa de su aislamiento de la vida y sus exi-
gencias prácticas. (Dorner, 1959, pág. 10.)

El esbozo histórico de Dorner tiende a crear la impresión de que la


Bauhaus era ante todo un intento de dar un fundamento racional a la
Una historia de la educación del arte 316 317 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

formación de los artistas, los artesanos y diseñadores, para liberarlos a Con diferencia, el curso más influyente era el que se conocía como
un tiempo del legado agonizante de la academia y de los excesos de las «curso de fundamentos» (Vorkurs). Los alumnos eran admitidos ini-
tendencias dadaístas y expresionistas de la época. Marcel Franciscono cialmente por un período de prueba de seis meses, durante los cuales
(1971) nos ofrece una imagen bien distinta en su historia de los prime- asistían a este curso, que pretendía liberar «la capacidad creativa del
ros años de la Bauhaus. En su opinión, los profesores de la Bauhaus sos- alumno, transmitirle una cierta comprensión de los materiales de la na-
tenían numerosas tendencias ideológicas y estilísticas enfrentadas, entre turaleza, y familiarizarlo con los materiales básicos que están en la base
las cuales el enfoque racional del diseño industrial por el que se recuer- de todas las actividades creativas en el campo de las artes visuales»
da principalmente la escuela no era sino una más. (Dorner, 1959, pág. 34). Sobre la base de los resultados obtenidos en
El programa por el que se conoce a la Bauhaus tenía algunos prece- este curso, los profesores decidían si el alumno estaba capacitado para
dentes. En 1907, Hermann Muthesius había fundado la Deutsche acceder al programa. Los estudiantes realizaban estudios detallados de
Werkbund. Aunque se inspiraba en William Morris y en el movimien- la naturaleza y sus materiales a partir del dibujo de formas naturales y
to inglés de las artes y los oficios, lo que Muthesius buscaba era una sín- de ejercicios de composición con materiales comunes, con los que se
tesis entre el «estilo industrial» y la «cultura artesanal» de Morris. Sin pretendía desarrollar el tacto y la comprensión subjetiva de los materia-
embargo, la Werkbund no consiguió asimilar «el espíritu de la ingenie- les. Otros ejercicios incluían el dibujo de materiales contrastados.
ría al arte» (Dorner, 1959, pág. 11), una síntesis que sí se conseguiría en Al terminar el curso preliminar, los estudiantes eran admitidos pro-
los últimos años de la Bauhaus. visionalmente en uno de los talleres, donde trabajaban con un único
La Bauhaus pretendía combinar el currículo teórico de las acade- material. El estudiante que superaba con éxito un segundo período de
mias de arte con el currículo práctico de las escuelas de artes y oficios, prueba de seis meses era admitido en el taller como aprendiz. Tras rea-
en un intento de unificar todas las enseñanzas en el campo del arte y el lizar un aprendizaje de tres años, el alumno estaba cualificado para ac-
diseño. El objetivo último era la obra de arte colectiva, «el edificio en ceder al examen de oficial.
el que no existen barreras entre las artes constructivas y las decorativas» Según Franciscono (1971), el curso preliminar no formaba parte
(Dorner, 1959, pág. 23). del programa original de la Bauhaus, sino que había sido implantado
para proporcionar a los alumnos una base común de experiencias. La
versión inicial del curso fue desarrollada por Johannes Itten, invitado a
CURRÍCULO Y MÉTODOS Weimar por Walter Gropius en 1919. Recordando la época en que en-
señaba en Viena, Itten escribió:
El currículo de la Bauhaus estaba dividido en dos fases. La primera se ocu-
paba de las técnicas artesanales (Werklehere), y requería un período de Trabajábamos con formas geométricas y rítmicas, con problemas de
formación en el taller de artes como la escultura, la carpintería, la metalis- proporción y composición pictórica expresiva. Los ejercicios con textu-
tería, la cerámica, la vidriería en color, la pintura mural y la tejeduría. La ras y formas subjetivas eran algo nuevo. Además del estudio de contras-
segunda estaba dedicada a los problemas formales (Formlehere), e incluía tes polares, tuvieron un enorme éxito los ejercicios de relajación y con-
la observación, el estudio de la naturaleza y el análisis de los materiales. Un centración de los estudiantes. Descubrí que el automatismo creativo era
segundo grupo de problemas formales estaba orientado a la representa- uno de los factores más importantes en el arte (1964, pág. 8).
ción, e incluía la geometría descriptiva, las técnicas de construcción, el di-
bujo de planos y la construcción de modelos. Un tercer grupo de proble- Franciscono llamó la atención sobre las semejanzas que había entre
mas formales trataba la teoría del espacio, el color y el diseño. los métodos de Itten y los que empleaba Cizek en la Kunstgewerbes-
Una historia de la educación del arte 318
319 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

chulé de Viena. Al igual que Cizek, Itten había enseñado arte a niños. una búsqueda de la armonía universal. Para Itten era una búsqueda de
En ambos casos, su planteamiento pedagógico para los adultos se diri- la capacidad expresiva.
gía a liberar las capacidades creativas de los alumnos, para lo cual trata- La labor de Itten en la Bauhaus se vio marcada por su enfrenta-
ban de estimular su confianza en sus propias experiencias y descubri- miento con Gropius. Este último era partidario de un tipo de educación
mientos personales. artística más racional y tecnológica, mientras que el planteamiento de
Itten era de carácter expresionista y ponía un gran énfasis en la indivi-
Mis enseñanzas pretendían apelar a los talentos individuales del alumno dualidad y en la producción idiosincrática. En 1922, Itten abandonó la
para ayudarlo a desarrollar los medios necesarios para la expresión artís- Bauhaus, y el curso preliminar fue asumido por Lazlo Moholy-Nagy y
tica, y generar una atmósfera de creatividad en la que fuera posible rea- Josef Albers. Sus planteamientos eran más estructurados que los de It-
lizar un trabajo original. Se esperaba de cada estudiante que se realizara ten. Albers, por ejemplo, iniciaba su curso con una serie de experimen-
«a sí mismo», y que sus obras fueran «genuinas» (Itten, 1965, pág. 105). tos que trataban directamente con diversos materiales, comenzando
con un número limitado de herramientas a las que posteriormente se
Itten iniciaba cada unidad didáctica con «ejercicios de relajación, res- iban añadiendo nuevas herramientas y materiales.
piración y concentración para alcanzar un estado espiritual y físico ade-
cuado para el trabajo intensivo» (1965, pág. 105). También daba conse-
jos sobre dieta y salud, para que el estudiante pudiera entrenar «el EL IMPACTO DE LA B A U H A U S

cuerpo como instrumento del espíritu» (pág. 105), lo cual le parecía esen-
cial para el artista creativo. Los medios para la expresión artística eran Cuando accedió al poder en 1932, el régimen nazi ordenó el cierre de la
presentados a través de una serie de ejercicios con contrastes visuales. Bauhaus, lo cual significó la dispersión de su cuerpo docente. Un nú-
mero importante de sus miembros se instalaron en los Estados Unidos.
Las formas y los colores eran presentados a través de una serie de con- Moholy-Nagy enseñó en el Instituto de Diseño de Illinois, mientras que
trastes polares. Tales contrastes pueden traducirse en conceptos intelec- Albers enseñó en la Escuela Black Mountain y más adelante se convir-
tuales: grande-pequeño, largo-corto, ancho-estrecho, grueso-delgado, tió en director de la Escuela de Arte de la Universidad de Yale. Gropius
claro-oscuro, recto-curvo, afilado-romo, mucho-poco, duro-blando, dirigió el departamento de Arquitectura de Harvard, mientras que Ke-
suave-áspero, ligero-pesado, transparente-opaco, constante-intermiten- pes se unió al cuerpo docente del Instituto Tecnológico de Massachu-
te; por otro lado están los siete contrastes cromáticos y las cuatro direc- setts. Cada vez que estos profesores cambiaban de lugar, reformaban la
ciones del espacio. Los estudiantes debían presentar estos contrastes por enseñanza de las bellas artes, el diseño industrial, la arquitectura y los
separado y en diversas combinaciones, de forma que pudieran ser perci-
oficios artesanales de acuerdo con las líneas marcadas por la Bauhaus.
bidos de modo convincente por los sentidos. Explicaba tres formas de
entender la forma y el color: como cualidades y cantidades que pueden Hacia finales de la Segunda Guerra Mundial el estilo arquitectóni-
ser reconocidas a través de los sentidos, comprendidas intelectualmente, co de la Bauhaus era conocido como el estilo internacional, y el currícu-
o sentidas de un modo emocional. (Itten, 1965, pág. 105.) lo de diseño industrial de la mayoría de las escuelas profesionales de arte
estaba influido por los programas de la Bauhaus. Las actividades ex-
Esta exploración de los contrastes polares tenía como objetivo au- perimentales del curso de fundamentos de la Bauhaus eran accesibles
mentar la percepción que tenía el alumno del poder expresivo de los a través de manuales como Vision in Motion, de Moholy-Nagy (1947) y
elementos básicos del diseño. Ello representaba una ruptura radical Language of Vision, de Gyorgy Kepes (1944). El curso de dibujo del na-
con las enseñanzas de Crane, Dow y Ross, para quienes el diseño era tural, que tradicionalmente había sido el núcleo del currículo de todas
Una historia de la educación del arte 320 321 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística

las escuelas profesionales de arte, se vio sustituido ahora por un curso tu humanos. Sólo en los últimos años del siglo los arquitectos y los di-
de diseño básico, principios del diseño, o lo que algunas escuelas lla- señadores industriales se han comenzado a apartar de la negación es-
maban su año de estudio de fundamentos. partana del ornamento y la decoración en el entorno social. Pero por
Uno se siente tentado de comparar estos dos enfoques altamente más que el estilo de la Bauhaus pierda aceptación, su misma ubicuidad
sistemáticos y racionales del diseño con los que habían propuesto Dow es prueba de su éxito. Es más, el legado pedagógico de la Bauhaus per-
o Ross a comienzos de siglo. Lo que tenía en común la Bauhaus con es- vive en las escuelas de arte profesionales y en las clases de arte de las es-
tos proyectos pedagógicos previos era la convicción de que los funda- cuelas públicas.
mentos del diseño estaban en la base de todas las artes, y que por lo tan-
to el diseño debía ser el núcleo de la enseñanza del arte. Para Dow el
estudio del diseño tenía como objetivo capacitar al estudiante de arte Las artes visuales en la enseñanza superior
para comprender los principios de la belleza. Desde la perspectiva de la
Bauhaus, la concepción de la belleza que proponía Dow hubiera pare- En la década posterior a la Primera Guerra Mundial hubo un aumento
cido una versión sentimentalizada del romanticismo del siglo xix. Lo espectacular en el número de cursos de artes visuales que se ofrecían en
que ellos veían en el diseño, en cambio, era una exploración que permi- los colegios y universidades. En algunos colegios de artes liberales era
tía descubrir los principios de la visión. Los rudimentos del diseño eran habitual encontrar una oferta básica de formación artística que consis-
una serie de descubrimientos fundamentales que uno realizaba en el tía en un curso introductorio a los estudios de taller artístico o bien en
curso de su estudio de los materiales. A partir de estos fundamentos se un curso general sobre la apreciación o la historia del arte. En 1925 la
podían crear formas tanto funcionales como expresivas. mitad de los colegios y universidades del país daban cursos de arte. Ha-
cia 1941 el porcentaje se acercaba a los dos tercios; casi todas las facul-
tades femeninas, la mitad de las masculinas y dos terceras partes de las
LAS CRÍTICAS C O N T R A LA B A U H A U S instituciones mixtas ofrecían esta clase de cursos.

El programa educativo de la Bauhaus era un intento de desautorizar to-


dos los estilos artísticos previos; en cierto sentido, estaba en contra de LOS ESTUDIOS PROFESIONALES
los estilos per se. La obra de arte debía ser una consecuencia directa
de su función y de la forma que le hubiera dado su diseñador. Sin em- Una segunda novedad importante fue la introducción en las universi-
bargo, por más que pretendiera liberar al estudiante del legado del arte dades de departamentos de arte con orientación profesional. En el cam-
del pasado, su rechazo a la tradición y su sesgo funcionalista imponían bio de siglo era raro encontrar departamentos profesionales de arte
una ortodoxia propia. Itten veía el diseño como una respuesta intuitiva como el de la escuela de arte de Yale. Se podía acceder a esta clase de
e imaginativa del artista a una necesidad socialmente definida, pero formación en las escuelas profesionales de arte, como el Instituto Pratt
otros profesores tendieron a estandarizar la solución de los problemas o la Escuela de Diseño de Rhode Island, pero raramente se podía en-
de diseño. Como consecuencia de ello, la mayor parte del diseño indus- contrar en la universidad. En las grandes universidades y en colegios de
trial posee una cierta homogeneidad, de modo que el microondas actual artes liberales de menor tamaño comenzaban a generalizarse los peque-
se parece a un equipo de televisión. Análogamente, la estética funcio- ños departamentos de una o dos personas destinados a dar clases de
nalista de la arquitectura de la Bauhaus generó un entorno urbano mar- apreciación del arte, así como algunos cursos de taller artístico. Habi-
cado por una eficiencia impersonal que anula el sentimiento y el espíri- tualmente se trataba de cursos generales para especialistas en artes libe-
Una historia de la educación del arte 323 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística
322

rales o para futuros profesores. Tras la Primera Guerra Mundial, sin La mayoría eran tesinas de licenciatura, y sólo unas pocas eran tesis
embargo, las universidades subvencionadas del medio Oeste comenza- doctorales. Las personas que se graduaban en estos programas accedían
ron a implantar departamentos de arte más grandes y completos, que habitualmente a plazas de directores de museos o profesores en cole-
ofrecían titulaciones en arte, programas completos de estudios artísti- gios de artes liberales.
cos profesionales, y en algunos casos de historia del arte. Aunque la historia del arte ya comenzaba a ser reconocida como
La fundación de la Escuela de Arte en la Universidad Estatal de una disciplina académica por derecho propio, su progreso lento pero
Ohio es un ejemplo típico de este proceso. El estudio y la investigación constante se vio acelerado en los años treinta por la inmigración de his-
en el campo de disciplinas aplicadas como la agricultura y la mecánica toriadores de arte alemanes que huían de los nazis. Erwin Panofsky
era central para los objetivos de esta universidad. Los estudios aplica- (1955) lo describe como el «gran éxodo». Como el mundo de habla ale-
dos estaban acompañados por algunos cursos de artes liberales, y en mana era el más desarrollado en el campo de la historia del arte, las uni-
1890 el departamento de Griego de la universidad comenzó a ofrecer versidades americanas se convirtieron en beneficiarías de este saber. Pa-
cursos de apreciación del arte griego antiguo. Los primeros cursos de nofsky, que era también un emigrado alemán, señala que muchos de sus
dibujo estaban orientados a estudiantes de ciencias aplicadas como la compañeros académicos tenían dificultades para encontrar reconoci-
ingeniería, tras lo cual se implantaron cursos normales de arte para pro- miento en las universidades americanas, donde su disciplina no gozaba
fesores. La Escuela de Arte fue instaurada tras la Primera Guerra Mun- de una plena aceptación (1955).
dial, y ofrecía estudios universitarios de segundo y tercer ciclo en el
campo de las bellas artes.
Estudios sobre el arte en Estados Unidos

LA HISTORIA DEL A R T E DIVERSAS PERSPECTIVAS

Otra novedad fue la implantación progresiva de la historia del arte Durante el período de entreguerras se llevaron a cabo algunos estudios
como disciplina académica por derecho propio. En un estudio publica- sobre la situación de las artes en la vida americana. Algunos de estos es-
do en 1934 sobre la enseñanza de la historia del arte, Hiss y Fansler do- tudios, como el informe de Hiss y Fansler (1934) sobre la investigación
cumentaban una progresiva introducción de la enseñanza académica de en el ámbito universitario, se centraban en un aspecto concreto; otros
esta materia en las universidades americanas, siguiendo el ejemplo de cubrían un marco de temas más amplio. The Arts in American Life (Kep-
Princeton, que había fundado el primer departamento dedicado a la pel y Duffus, 1933), encargado por el Comité de Tendencias Sociales del
historia del arte en 1882. Por lo general, al principio eran los departa- presidente Hoover, estudiaba las condiciones económicas necesarias
mentos de estudios clásicos o arqueología los que se encargaban de en- para el desarrollo de las artes en la vida americana, en la arquitectura, en
señar historia del arte. Hiss y Fansler registraban que en el período entre la publicidad y en el diseño comercial, así como para el desarrollo de la
1876 y 1932 se escribieron unas cuatrocientas cincuenta tesis relaciona- educación artística en las escuelas; también incluía algunos capítulos de-
das con temas artísticos; entre ellas había setenta y nueve dedicadas al dicados a la música, la danza, el teatro y el cine. El capítulo dedicado a
arte y la arqueología de Grecia, cincuenta y cuatro al arte medieval, la educación artística documentaba el desarrollo de la enseñanza artísti-
cincuenta y dos al arte renacentista, cuarenta y nueve a la arqueología ca en los colegios y universidades entre 1920 y 1930. Buena parte de es-
americana, treinta y dos al arte y la arqueología romanas, veinticuatro a tos datos estadísticos estaban sacados del informe de 1931 sobre educa-
temas del siglo xix y xx, dieciséis al arte primitivo, y diez a la estética. ción artística de la Oficina de Educación de Estados Unidos.
Una historia de la educación del arte 324 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística
325
Art, Artist and Layman: A Study of the Teaching of the Visual Arts Estaba convencido de que la concepción del arte que tenían las escue-
(1937), de Arthur Pope, analizaba la enseñanza de las artes visuales en las estaba completamente equivocada, que los profesores de arte esta-
las escuelas públicas y las universidades, así como el carácter de la en- ban mal preparados, y que en pocos años se haría necesario un re-
señanza recibida por los artistas y diseñadores profesionales. The Visual planteamiento general y una nueva orientación del campo de la
Arts in General Education, elaborado por la Asociación para la Educa- educación artística, si se quería reconocer adecuadamente el lugar que
ción Progresista (1940), se fijaba en el papel que podía jugar la edu- ocupa el arte como agente social que afecta a las vidas de todos.
cación artística en la enseñanza secundaria. Robert Goldwater (1943) (NSSE, 1 9 4 1 , pág. xii.)
realizó un estudio de la enseñanza del arte en cincuenta colegios y uni-
versidades, y concluyó que el curso introductorio a la historia del arte se Al año siguiente Haggerty presentó una propuesta para un anuario
había generalizado en este nivel educativo, y que dichos programas se sobre educación artística, y el consejo destinó la suma de quinientos dó-
podían dividir en dos grupos en función de si procedían de forma cro- lares para cubrir con los gastos de una conferencia para preparar el pro-
nológica o no. También comprobó que hacia 1940 la mayoría de los yecto. Además de Haggerty, asistieron a dicha conferencia Alón Be-
cursos de historia del arte clásico corrían a cargo de profesores de his- ment, Royal Bailey Farnum y León Winslow. Entre todos diseñaron un
toria del arte más que de profesores de estudios clásicos. proyecto general y seleccionaron a los colaboradores. En 1937 la Fun-
dación Carnegie para la Promoción de la Enseñanza aportó cinco mil
dólares, con la condición de que la NSEE añadiría otros mil quinien-
EL A N U A R I O N° 40 tos dólares. A la muerte de Haggerty, en octubre de ese año, las tareas
de edición pasaron a Thomas Munro, del Museo de Cleveland.
La publicación de Art in American Life and Education, el anuario n° 40 El resultado fue un enorme volumen de ochocientas diecinueve pá-
de la Sociedad Nacional para el Estudio de la Educación (NSSE, 1941) ginas divididas en las cuatro grandes secciones que había indicado Hag-
fue un hito importante para la educación artística: era la primera vez gerty en su proyecto inicial. La Sección I, «El arte en la vida america-
que se prestaba una atención sistemática a esta materia. El hecho de que na», incluía artículos dedicados al trasfondo social del arte americano,
dicho anuario y los demás informes mencionados fueran redactados du- el urbanismo, la arquitectura pública, las composiciones florales, la ar-
rante la Depresión o los años inmediatamente posteriores señala que la tesanía, las artes industriales, las artes escénicas, la fotografía, el cine y,
educación artística gozaba de una posición sólida y que se había con- sorprendentemente, la televisión. La Sección 11, «La naturaleza del arte
vertido en una parte integral del escenario educativo desde las escuelas y clases de experiencias relacionadas», trataba cuestiones como los es-
primarias hasta la universidad, a pesar de los obstáculos que había en- tudios de psicología del arte y de la creatividad, el análisis de la forma
contrado en el camino hacia su plena aceptación. en el arte, y el arte en la sociedad. La Sección III se ocupaba del tras-
Según Guy Whipple, editor general de la Sociedad Nacional para el fondo institucional de la educación artística, mientras que la Sección IV
Estudio de la Educación, en el Consejo Directivo de la NSSE no había estaba dedicada a la formación de los profesores de arte. Cada una de
acuerdo sobre la viabilidad de publicar un anuario dedicado a la ense- las cuatro secciones consistía en una serie de artículos cortos escritos
ñanza de las bellas artes. La falta de un editor adecuado para el anuario por personas de diversa procedencia, entre las cuales había personal de
paralizó el proyecto durante algunos años. En 1935 el nuevo presiden- museos, supervisores de arte de distritos escolares urbanos, y personas
te del consejo de la NSSE, Melvin Haggerty, distribuyó el manuscrito dedicadas a la enseñanza en colegios y universidades.
Art, a Way ofLife y defendió la necesidad de preparar un anuario sobre El anuario salió el mismo año que América entraba en la Segunda
arte. Guerra Mundial. El próximo capítulo describe la educación artística
Una historia de la educación del arte 326
327 El expresionismo y el reconstruccionismo en la educación artística
durante los años de la guerra, pero baste señalar que para muchos estu-
tentó de reestructurar el currículo alrededor de problemas vitales rela-
diantes que accedieron a la educación artística en la posguerra, como yo
cionados con la escuela y la comunidad.
mismo, el anuario n° 40 era la piedra angular de los estudios profesio-
Mientras se levantaban las nubes de tormenta de la Segunda Gue-
nales de enseñanza artística.
rra Mundial, la educación artística americana se vio influida por el gran
éxodo de inmigrantes procedentes del mundo de habla alemana. Mu-
chos maestros de la Bauhaus se instalaron en universidades e institutos
Conclusiones
de tecnología americanos. Los pintores trajeron los estilos modernistas
a los estudios y aulas americanos, y los historiadores del arte contribu-
Tras la Primera Guerra Mundial los artistas comenzaron a asimilar los
yeron mucho a enriquecer el escenario intelectual.
diversos estilos del arte moderno. Los museos y las galerías continuaron
Aunque la nación se hallaba todavía bajo el impacto de la Gran De-
mirando hacia Europa, aunque durante los años treinta los proyectos
presión, y se hallaba al borde de la guerra, era evidente que la educación
artísticos de la WPA pusieron por primera vez a los artistas en el centro
artística se había convertido ya en una parte integral del panorama edu-
del escenario americano.
cativo.
La libertad artística era la metáfora que se empleaba para hablar de
la emancipación de otras instituciones del peso de la tradición, sobre
todo en el campo de la educación. La educación centrada en el niño era
un lugar para la autoexpresión creativa donde el niño era visto como un
artista. Bajo la bandera del freudismo, la metáfora de la libertad incluía
la liberación de las inhibiciones y represiones sociales. La educación ar-
tística había terminado por identificarse con la autoexpresión creativa,
y estaba estrechamente asociada a la educación progresista.
Las prácticas más conocidas de la autoexpresión creativa fueron de-
sarrolladas por unos cuantos artistas-profesores. Aunque habitualmen-
te se la define como un método para evitar la imposición de ideas adul-
tas sobre el niño, lo normal era que los profesores estimularan la
imaginación de los niños a través de imágenes evocadas con palabras o
a través de experiencias visuales o táctiles, o bien ayudándoles a recor-
dar experiencias.
Entre los años treinta y la Segunda Guerra Mundial la educación
progresista fue abandonando su preocupación exclusiva por la autoex-
presión creativa y comenzó a reestructurar la educación alrededor de ob-
jetivos vinculados a la comunidad y a la vida social. El proyecto de edu-
cación artística de Owatonna, promovido por la Corporación Carnegie,
fue el experimento más importante en esta dirección dentro del campo
de la educación artística.
La idea de integrar el arte con otras asignaturas iba asociada al in-
8

La educación artística desde la Segunda


Guerra Mundial hasta el presente

En algunas historias se utiliza la Segunda Guerra Mundial como línea


divisoria entre el pasado reciente y el lejano, y es también una fecha im-
portante en los debates sobre educación artística. El mundo anterior a
la guerra desapareció para siempre. Los Estados Unidos y la Unión So-
viética se convirtieron en las superpotencias dominantes. La guerra
cambió también el paisaje cultural, y Nueva York se convirtió en el cen-
tro del mundo del arte. La guerra terminó con la creencia de que la hu-
manidad estaba evolucionando hacia niveles superiores de civilización.
La magnitud de las atrocidades perpetradas por el Tercer Reich de Hit-
ler y el nuevo horror desatado por la bomba atómica destruyeron cual-
quier confianza en que el futuro tuviera que ser necesariamente mejor
que el pasado y el presente. La novela de George Orwell 1984 transmi-
tía ciertamente una imagen bastante alejada de las anteriores utopías
optimistas sobre el futuro.
W. H. Auden bautizó esta época como « l a era de la ansiedad», y el
arte se convirtió en « e l objeto de la ansiedad» (Rosenberg, 1964/1973).
Dentro de las artes visuales la ansiedad se hacía evidente en las pinturas
de Francis Bacon, en las que los rostros de los seres humanos aparecían
vacíos y sin rasgos. Las esculturas de Giacometti reducían la forma hu-
mana a una delgadez esquelética, mientras que las figuras de Armitage
se veían impedidas por unos miembros inflexibles, incapaces de con-
trolar su entorno. El arte de posguerra era una pesadilla existencialista.
El malestar de la posguerra, sin embargo, no se veía reflejado en la
economía americana. Era una época de prosperidad que duraría hasta
bien entrada la década de 1970. Tras las restricciones que habían im-
Una historia de la educación del arte 330 331 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial..

puesto la Depresión y la guerra sobre las condiciones de vida de los ni- cionados, acompañado por un aceleramiento general del ritmo de los
ños y la vida familiar, los americanos se trasladaron a los barrios resi- cambios en el arte. Finalmente, a principios de los años ochenta se im-
denciales y criaron familias numerosas. Había comenzado un baby puso de nuevo la corriente neoexpresionista.
boom. Los críticos sociales denunciaron el aumento del consumo y el de-
terioro del medio ambiente. Thomas Griffith (1959) llamaba a América
« l a cultura de la cintura alta»: se había convertido en una cultura de con- Las artes en la educación superior americana
sumidores. Otras voces hablaban de la sociedad como una «multitud so-
litaria» (Riesman, 1950), compuesta por «hombres de la organización» A su regreso, millones de soldados emplearon sus pagas para ingresar
(Whyte, 1956) cuyos hijos «crecían en el absurdo» (Goodman, 1960). en colegios y universidades. Instituciones que antes de la guerra eran
poco más que academias para profesores crecieron rápidamente hasta
convertirse en universidades de pleno derecho con estudios de licencia-
El arte americano durante la posguerra tura. A medida que aumentaba el porcentaje de la población que acce-
día a la educación superior, se produjo una correlativa expansión de los
El final de la guerra también se vio marcado por la emergencia del mun- departamentos de Arte universitarios. Las personas que se habían gra-
do artístico de Nueva York. La comunidad de artistas e intelectuales duado en los departamentos instaurados durante los años de entregue-
que antes había dado la supremacía intelectual a París se había disper- rras ocuparon plazas docentes en universidades más pequeñas que tam-
sado con la guerra, y la ciudad ya no conseguiría recuperar su posición bién veían aumentar su número de alumnos.
de influencia. Una nueva comunidad de artistas convergió sobre Nueva En los primeros años de la posguerra, el típico departamento de
York, entre ellos Piet Mondrian, M a x Ernst, Arshile Gorky, W i l l e m de Arte estaba integrado por personas con formaciones diversas: artistas,
Kooning, Marcel Duchamp y Hans Hofmann. A pesar de las divergen- educadores de arte, historiadores de arte y diseñadores industriales. El
cias existentes entre los estilos de estos artistas, su influencia comenzó a hecho de que estas personas procedieran de especialidades diferentes
dejarse sentir entre los artistas americanos más jóvenes, como Jackson y representaran compromisos profesionales diferentes explica que
Pollock y Clyfford Still. Lo que surgió fue una escuela de pintura de mantuvieran puntos de vista distintos sobre el arte y la enseñanza; las
Nueva York. Paralelamente, la ciudad se convirtió en el punto de en- fricciones dentro de los departamentos eran algo habitual. En institu-
cuentro internacional de los críticos y los marchantes de arte, y en el ciones de mayor tamaño estas especialidades tendían a organizarse en
centro de las publicaciones sobre temas artísticos. áreas o departamentos separados dentro de una escuela o una facultad
La explosión de la Weltangst posbélica que aparecía en las pinturas de Arte.
de Gorky, Hofmann y de Kooning iba más allá del expresionismo eu-
ropeo. El nuevo arte, que celebraba la acción en cuanto opuesta a la
contemplación y recibía el nombre de action painting, era un estilo que LOS PROGRAMAS EDUCATIVOS PARA PROFESORES DE ARTE
se basaba en el impulso intuitivo. Pronto aparecieron otros estilos artís-
ticos, harto distintos del expresionismo abstracto. Algunas de sus ma- Tras la guerra había una acuciante escasez de profesores de arte, una si-
nifestaciones fueron las reproducciones de latas de conserva y cajas de tuación que se prolongaría hasta mediados de los años sesenta. Pocas
jabón Brillo de Andy Warhol, las abstracciones perceptivas de Bridget personas habían entrado en la profesión docente durante los años de la
M e y , y el minimalismo de Ad Reinhardt y J i m Dine. Hacia los años se- Depresión y la guerra, de modo que hacia finales de los años cuarenta
tenta el arte conceptual había ocupado el lugar de los estilos antes men- había escasos sustitutos para aquellos que se retiraban. Las escuelas de
Una historia de la educación del arte 332 333 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

magisterio ofrecían habitualmente un curso básico sobre la enseñanza historia del arte. Ello hizo que comenzaran a multiplicarse los progra-
del arte para futuros profesores de primaria. mas de posgrado, y a principios de los años sesenta había un buen nú-
mero de nuevos departamentos en funcionamiento. A principios de los
años setenta había treinta y cinco instituciones en Estados Unidos que
LOS ESTUDIOS DE POSGRADO EN EL CAMPO DE LA ENSEÑANZA ARTÍSTICA ofrecían un doctorado en Historia del Arte.

A comienzos de la posguerra, los estudios de posgrado en el campo de la


educación artística estaban limitados al título de máster, al que se acce- LOS ESTUDIOS DE POSGRADO EN EL CAMPO DE LAS BELLAS ARTES
día a través de un departamento de arte o educación. Las personas que
se graduaban en estos programas se dedicaban normalmente a la ense- Con algunas excepciones, la mayoría de los profesores de arte de los co-
ñanza o ejercían como supervisores de arte. Sólo unas pocas escuelas legios habían obtenido un M.A.** en una escuela profesional de Arte
de doctorado, como las de la Universidad de Nueva York, la facultad de como el Instituto Pratt o la Escuela de Diseño de Rhode Island, aunque
Ciencias de la Educación de Columbia, la Universidad de Chicago y la Universidad de lowa había otorgado ya a mediados de los años trein-
Stanford, ofrecían títulos de Ed..D. o Ph.D.* La mayoría de las personas ta el primer Máster en Bellas Artes (M.F.A.). Tras la guerra, el M.F.A.
que se graduaban en estos programas ocupaban plazas en programas reemplazó al M.A. como titulación final para acceder a las plazas de los
universitarios, que estaban comenzando a expandirse a causa del au- departamentos de Arte universitarios. Los requisitos para obtener este
mento general del número de estudiantes en los colegios y universida- título cambiaban de una institución a otra. En algunas escuelas era in-
des. A medida que aumentaba el cuerpo docente dedicado a la enseñan- distinguible del M.A., aunque gradualmente el M.F.A. se fue convir-
za artística en el nivel universitario, los estudios de posgrado fueron tiendo en un posgrado de dos años que incluía una tesis y una evalua-
orientándose cada vez más hacia la investigación. El Ed.D., considerado ción de méritos académicos, mientras que el M.A. representaba un año
más que nada como un título orientado a la enseñanza, comenzó a verse de estudios de posgrado. Por otro lado, algunas escuelas profesiona-
sustituido por el Ph.D., más orientado hacia la investigación. les de Arte, como la Academia de Arte Cranbrook y la Escuela de Be-
llas Artes de Yale, pusieron en marcha un programa de doctorado para
el que se requería el título B.F.A. y una evaluación del trabajo realizado
LA EXTENSIÓN DE LOS PROGRAMAS DE HISTORIA DEL ARTE hasta el momento. Los nuevos graduados en M.A. y M.F.A. encontra-
ron plaza hasta mediados de los años sesenta gracias a la expansión de
Hacia 1942 la historia del arte era generalmente reconocida como una los departamentos de Arte, momento en que las plazas docentes queda-
disciplina académica por derecho propio. A finales de la guerra, sin em- ron saturadas.
bargo, eran pocas las universidades americanas que ofrecían un docto- El estudio de Eisner (1965a) sobre el arte y la educación artística en
rado en Historia del Arte. Tales programas se ofrecían en Princeton, la educación superior da una orientación fiable en cuanto al número y
Yale, Harvard, Columbia y en la Universidad de Nueva York. Sin em- al tipo de programas de posgrado que había a comienzos de los años se-
bargo, al tiempo que aumentaba el número de estudiantes en la ense- senta. De las cuatrocientas siete instituciones con estos programas que
ñanza superior, también lo hacía la demanda de personas formadas en

M.A., Master of Arts (Master en Artes). En el sistema universitario anglosajón,


* Ed.D., Doctor of Education (Doctor en Educación); Ph.D., Doctor of Philosopby título que se obtiene tras 1-2 años de estudios posteriores al título de Bachelor (3-5
(Doctor en Filosofía). (N. del t.) años). (N. del I.)
335 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial
Una historia de la educación del arte 334

aparecen en listado de la edición de 1961 del American Art Directory, teratura en favor de los programas de educación para la vida estaba lle-
trescientos cincuenta y siete respondieron al cuestionario de Eisner, lo na de una fraseología que apelaba a « l a salud física, mental y emocional»
que representaba una respuesta del 87,7 %. De éstos, ciento veinte in- de los estudiantes, a la necesidad de que las escuelas se concentraran « e n
dicaban que ofrecían un programa de master en arte y ochenta y seis en los problemas actuales de la juventud, así como en su preparación para
educación artística; catorce ofrecían un programa doctoral en Arte y su futuro en la vida», a la importancia de las «satisfacciones y logros per-

dieciséis en Educación Artística. También comprobó que se generaban sonales de cada individuo dentro de los límites de sus capacidades», y a
una educación que «ponga el énfasis en los logros activos y creativos» así
más doctorados de Educación Artística en las facultades de Ciencias de
como en « l a adaptación a las condiciones existentes».
la Educación que en los departamentos de Arte.
Todos estos valores y aspiraciones parecían de lo más deseables,
pero Bestor veía en esto un rechazo de la función primaria de la escue-
El crepúsculo de la Era Progresista la, que era proporcionar una formación intelectual. Según él, esta for-
mación sólo podía transmitirse a través de las disciplinas académicas
Aunque el movimiento de Educación Progresista tuvo su auge durante que « s e han desarrollado históricamente como métodos sistemáticos
los años treinta, sería erróneo suponer que en aquel momento no tenía para resolver problemas» (citado en Spring, 1986, pág. 292). Dicho de
ninguna oposición, ya que a menudo fue objeto de ardientes debates. la forma más suave, lo cierto es que Bestor no gozaba de mucha estima
Durante la guerra se moderaron los signos de discordia, y a su término entre el profesorado, aunque hacia 1960 la idea de basar la reforma
la opinión pública se distanció rápidamente del progresismo. Los gru- educativa en las disciplinas tenía una amplia aceptación.
pos de derecha pretendían reconocer una conspiración comunista en los A pesar de las sonoras críticas contra los contenidos, nadie propug-
permisivos métodos de enseñanza de los progresistas, especialmente a naba un retorno a los métodos anteriores al progresismo; las clases au-
medida que se agravaba la Guerra Fría. Alien Zoll, por ejemplo, lideró toritarias de la década de 1890 no tenían ningún defensor. Algunas in-
un grupo llamado Concilio Nacional para la Educación Americana, cu- novaciones progresistas, como que el mobiliario de las aulas se pudiera
yos panfletos llevaban títulos como « L o s comunistas van detrás de tus cambiar de lugar, se convirtieron en prácticas habituales tras la Segun-
hijos» y « L a educación progresista aumenta la delincuencia juvenil». Al- da Guerra Mundial. Asignaturas como las ciencias sociales siguieron te-
gunos grupos locales los utilizaron para movilizar a la gente en favor de niendo un espacio propio en el nuevo proyecto. Se continuaron hacien-
consejos escolares favorables a los valores escolares tradicionales. do excursiones. Y la autoexpresión creativa, antes la preocupación
central de las escuelas progresistas, pasó a ser el nombre por el que se
Las críticas contra el progresismo no sólo llegaban desde la derecha
conocían las actividades artísticas.
política. En los años cincuenta había un buen número de académicos
que cuestionaban las prácticas progresistas. En 1952 Arthur Bestor en- La lectura de los manuales de educación artística que se usaban en-
cabezó este ataque en un discurso pronunciado ante la Asociación His- tre 1945 y 1960 revela una lealtad continuada hacia los ideales de la
tórica Americana que llevaba por título «El antiintelectualismo en las es- educación progresista y hacia los objetivos de la educación para la vida.
cuelas: un reto para los intelectuales». En Educational Wastelands (1953) En Creative and Mental Growth (1947) Lowenfeld identifica como fines
Bestor llevaba más lejos su premisa de que los educadores profesionales de la educación artística el desarrollo físico, mental, social y emocional.
de orientación progresista habían minado gravemente la calidad intelec- Art Today (Faulkner, Ziegfeld, y Hill, 1941), que fue ampliamente utili-
tual de la educación americana. En particular, se oponía al «programa de zado como libro de texto en el nivel de secundaria, resaltaba la habili-
educación para la vida» que iba a poner en marcha la División de Edu- dad para resolver problemas y la preparación para la vida futura. Ex-
cación Vocacional de la Oficina de Educación de Estados Unidos. La li- ploring Art (1949), de Kainz y Riley, ponía el acento en el desarrollo de
Una historia de la educación del arte 336 337 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

una personalidad saludable, del buen gusto y de « u n a activa y honesta rior a la Segunda Guerra Mundial. Este hecho era en gran medida el re-
producción de objetos adecuados para la vida cotidiana» (pág. 111). sultado de la mecanización de la agricultura y la correlativa eliminación
En esta época había abundantes muestras de antiintelectualismo en de puestos de trabajo en el campo, una de las pocas áreas laborales ac-
el campo de la educación artística. Kainz y Riley (1949), por ejemplo, cesibles a los negros. A medida que cambiaba la composición de los ba-
rechazaban los métodos de enseñanza artística basados en « u n a preo- rrios tradicionalmente blancos del Norte, el racismo y el miedo a la
cupación por los logros del pasado» (pág. iv). En su opinión, los educa- pérdida de valor de la propiedad hizo que muchos blancos se traslada-
dores no deberían basar la apreciación en la historia del arte, sino que ran a los barrios residenciales.
ésta debería ser el resultado de la aplicación del arte a las tareas de la A medida que los barrios residenciales se convertían en vecindarios
vida cotidiana. Describían el arte como « u n a actividad en desarrollo y de clase media blanca, tendieron a ofrecer programas educativos adap-
no como un cuerpo de conocimientos» (NAEA, 1949). La literatura de tados a los valores de la clase media, que en gran medida coincidían con
la época dedicada a la educación artística le habría proporcionado a los de los educadores progresistas. Recordemos que Counts (1934/1978)
Bestor abundantes ejemplos de antiintelectualismo. había cuestionado la viabilidad de una educación progresista centrada
en el niño precisamente porque estaba bajo la influencia de las familias
de clase media.
LA PERIFERIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA Por otro lado, las prácticas educativas permisivas contaban con el
apoyo de los psicólogos de la infancia, que aconsejaban a los padres que
Durante la posguerra aparecieron nuevas oportunidades para los profe- criaran a sus hijos para que fueran independientes y que se expresaran
sores de arte recientemente formados. Tal como vimos antes, los viejos libremente. La disciplina permisiva, la libertad y la expresión personal
profesores formados entre los años veinte y treinta se estaban retirando, que se practicaban en las escuelas progresistas estaban de acuerdo con
lo cual derivó en una escasez de profesores de arte, por primera vez des- este consejo. La pedagogía de la educación artística, que estimulaba el
de la Depresión. Por otro lado, en la sociedad americana de posguerra se desarrollo personal a través de la expresión personal, formaba parte in-
produjeron algunos cambios demográficos que reforzaron la educación tegral de las prácticas progresistas. Curiosamente, esta situación era la
en los centros destinados a las clases privilegiadas, mientras que la ha- misma que se había producido en el siglo x i x , cuando la enseñanza ar-
cían caer en un cómodo abandono en las escuelas de los pobres. Uno de tística se consideraba adecuada para las clases privilegiadas, pero no
estos cambios fue el crecimiento acelerado de los barrios residenciales para los pobres.
en los años cincuenta y sesenta. Este hecho fue el resultado de la expan- Los programas de arte, música y educación física quedaban inclui-
sión económica que se produjo tras la guerra al amparo de programas dos en los ideales de la clase media, y las escuelas de los barrios resi-
como la G.I. Bill of Rights, que habilitaba a los veteranos de la Segunda denciales acostumbraban a disponer de especialistas para enseñar estas
Guerra Mundial para recibir becas e hipotecas con intereses moderados. asignaturas (de hecho, la contratación de tales especialistas ya era habi-
Tales factores no sólo generaron una expansión de la clase media, sino tual en algunas comunidades residenciales antes de la Segunda Guerra
que hicieron que ésta se desplazara a los barrios residenciales. Mundial). Con ello emulaban a las escuelas privadas de día y a las es-
Por otro lado, el desplazamiento a los barrios residenciales era un cuelas modelo de las facultades de Magisterio. La Escuela Laboratorio
fenómeno limitado en gran medida a la clase media blanca. La emigra- de Dewey, por ejemplo, había introducido esta práctica en 1897; otras
ción de gente de color desde los estados del sur hacia las ciudades del la introdujeron tras la Primera Guerra Mundial, entre ellas la Escuela
norte se venía produciendo desde el final de la Primera Guerra Mun- W a l d e n , la Escuela Tower Hill y la Escuela Fieldston. A pesar del de-
dial, pero experimentó una importante aceleración en el período poste- clive el progresismo, algunas de sus innovaciones, como la contratación
Una historia de la educación del arte 338
339 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

de profesores especialistas, habían sido aceptadas, sobre todo en las co-


EL ARTE COMO PARTE DEL ESFUERZO BÉLICO
munidades de la costa este y del medio Oeste.

Durante la guerra, la educación artística era vista como un medio para


preservar y defender la democracia, y la civilización occidental misma.
LA REDUCCIÓN DEL NÚMERO DE SUPERVISORES DE ARTE EN EL CENTRO
En 1942 la publicación anual de Art Education Today (Teachers Colle-
DE LAS CIUDADES
ge, 1942) declaraba que «el ataque dirigido contra nosotros es tan cul-
tural como militar», y que « e l fascismo encuentra necesario "silenciar"
Durante la posguerra también comenzó a disminuir el número de pla-
a los artistas creativos en todos los lugares a los que accede al poder»
zas de supervisores de arte. Eisner (1979a) señala, por ejemplo, que en
(pág. 2 ) . Los escritores identificaban a «los enemigos de la democracia
1967 había cuatrocientos ocho supervisores de arte en el estado de Ca-
y de la cultura democrática, que intentarán utilizar la situación actual
lifornia, que en 1973 el número había bajado a ciento quince, y que en
para redoblar sus ataques» (pág. 2 ) . Los enemigos en cuestión no eran
1979 eran menos de cincuenta. Los centros de las ciudades más impor-
los alemanes y los japoneses, sino los viejos y familiares enemigos de la
tantes se enfrentaban a graves problemas económicos a medida que las
educación progresista: las voces que defendían la austeridad, la mode-
familias más adineradas se trasladaban a los barrios residenciales y eran
ración económica y el recorte de los gastos, pero ahora en nombre del
reemplazadas por familias más pobres. Los distritos escolares economi-
sacrificio por el esfuerzo bélico.
zaron a base de recortar el personal que operaba en dichos distritos, y
La guerra representaba un reto especial para los educadores artísti-
dieron mayor importancia a la formación de los directores de colegio
cos, que debían demostrar que el arte estaba ideológicamente compro-
para las funciones curriculares y de supervisión.
metido con la lucha para preservar la libertad y la democracia, la misma
libertad que hacía posible la autoexpresión creativa. Para conseguirlo
debían desautorizar ciertos aspectos problemáticos del arte, como sus
La enseñanza del arte durante y después de la guerra:
tendencias «escapistas»: « L a cultura no se salvará con una retirada a
la corriente reconstruccionista
Shangri-La, sea real o imaginaria»; « L o s artistas escondidos y el arte de
evasión no son ni culturalmente sanos ni valiosos como fuerzas socia-
Durante la Gran Depresión, las preocupaciones sociales tuvieron prio-
les» (Teachers College, 1942, pág. 2 ) . Este rechazo del escapismo re-
ridad dentro de la educación artística. El arte era visto como una forma
cuerda el desprecio que sentía Haggerty por el arte como «culto sepa-
de reforzar la comunidad y mejorar la vida de las personas p o r medio de
ratista» (1935, pág. 3 9 ) .
la aplicación del diseño al urbanismo, los interiores y la ropa. Con la en-
Aunque la expresión personal del artista era vista como una forma
trada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, los objetivos
de libertad de expresión, estos defensores de la educación artística con-
sociales del arte se ampliaron a las cuestiones que estaban en juego en la
sideraban que no merecía sobrevivir a menos que se excluyera el «arte
guerra; al término de ésta, el arte infantil fue usado para promover la
escapista». La defensa de la libertad política requería abandonar ciertas
paz y el entendimiento internacional.
formas de expresión artística. Los autores no detectaron esta evidente
laguna lógica, aunque para ser justos debemos decir que el artículo fue
escrito cuando las pasiones del momento estaban exaltadas al máximo.
El número de 1943 de Art Education Today (Teachers College,
1943) proponía una serie de actividades artísticas pensadas para pro-
mover el esfuerzo bélico. Había artículos dedicados al arte escolar en
Una historia de la educación del arte 340

Inglaterra durante la guerra, a proyectos para exposiciones sobre temas


relacionados con la guerra, al cartelismo y al diseño y construcción de
taquillas para vender bonos de guerra. Otro tema tratado con frecuen-
cia eran las actividades artísticas propias del tiempo de guerra. Los car-
teles que promovían el esfuerzo bélico, como los que aparecen en la fi-
gura 8.1, eran reproducidos a todo color en School Arts para inspirar la
producción de carteles en las clases de arte. Al describir la literatura re-
lacionada con la educación artística de los años de la guerra, Freedman
(1987) señala que actividades como el cartelismo servían para cultivar el
nacionalismo americano.

Las imágenes de hombres jóvenes, fuertes y apuestos ilustraban las con-


vicciones acerca de la bondad inherente de los países aliados. Los retra-
tos de mujeres y niños aliados pretendían despertar la compasión por los
inocentes y los indefensos. El aspecto de las personas pertenecientes a
las naciones que luchaban contra Estados Unidos, en cambio, adoptaba
rasgos inhumanos. Los alemanes eran representados como figuras es-
pectrales, oscuras y esqueléticas, sin rostro ni identidad, (pág. 19.)

EL MOVIMIENTO «ARTE PARA LA PAZ»

Herbert Read (1943), un inglés que escribía en la época en que los bom-
bardeos alemanes eran una experiencia diaria en el país, comparaba los
aspectos universales de la imaginería del arte infantil con los símbolos ar-
quetípicos de la psicología de Jung, unos símbolos que según se suponía
existían en un inconsciente colectivo compartido por todos los seres hu-
manos y que estaba en la base tanto de la integración de la personalidad
como de la armonía social. Tales imágenes aparecen en el arte infantil
« c u a n d o se permite o se estimula que se produzca esta integración del
inconsciente, lo cual se consigue notablemente a través de la actividad
imaginativa: la tendencia a. soñar despiertos, la fantasía espontánea, la
expresión creativa a través del color, la línea, los sonidos y las palabras»
(pág. 193). En su opinión, este proceso natural de integración personal y Figura 8.1. «Pósters de la victoria», reproducidos para promover el esfuerzo bélico, toma-
comunicación se había visto distorsionado por la sofisticación de la civi- dos de School Arts (1942-1943), 42 (4), láminas en color entre las páginas 128-129. Repro-
lización moderna, incluida la educación moderna. Si la humanidad que- ducido con autorización.
Una historia de la educación del arte 342 343 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

ría recuperar la integración que había perdido y que era lo único que po- arte infantil. Con esta finalidad se celebró en 1951 un seminario inter-
día garantizar la armonía individual y social, antes tendría que recuperar nacional sobre la enseñanza del arte dentro de la educación general en
«el funcionamiento integral de los sentimientos del organismo» (1943, Bristol, Inglaterra. Asistieron cuarenta representantes de diecinueve
pág. 197). Desde el punto de vista de Read, una educación artística des- países, lo que significaba aproximadamente un tercio de los países que
tinada a este objetivo constituiría un factor importante en favor de la paz formaban parte de la UNESCO. Fue en esta reunión donde se fundó la
y la armonía social. En un pasaje memorable expresaba una fe honda- Sociedad Internacional para la Educación a través del Arte. Su primer
mente sentida en la relación que existe entre la expresión creativa del presidente fue Ziegfeld, que se encargó de dirigirla durante su primera
arte y las perspectivas de construir una sociedad sana: década de existencia (Rhoades, 1985).

Las gigantescas catástrofes que nos amenazan no son sucesos de natura-


La enseñanza del arte durante la posguerra:
leza fundamentalmente física o biológica, sino que son eventos psíqui-
cos. Nos enfrentamos a amenazas horribles derivadas de unas guerras y la corriente expresionista
unas revoluciones que no son más que epidemias psicológicas [...] El se-
creto de todas nuestras enfermedades colectivas debe buscarse en la su- A pesar de la atmósfera de crisis permanente que dominó toda la Gue-
presión de la capacidad del individuo para la creación espontánea [...] rra Fría, la educación artística tendió a abandonar el reconstruccionis-
Las tendencias destructivas son el resultado de una vida no vivida! (Read, mo en favor del expresionismo. Es probable que nunca se consiga ex-
1943, págs. 201-202). plicar de forma satisfactoria el motivo de este cambio de tendencia. En
el campo de las bellas artes era indudable que el expresionismo abs-
Tras la guerra, Read trabajó para crear un movimiento pacifista en tracto se había convertido en el estilo artístico dominante en Estados
el campo de la educación artística, un esfuerzo en el que también parti- Unidos, pero hasta entonces las prácticas escolares raramente se habían
cipaban personas como Trever Thomas y Edwin Ziegfeld. Según Rhoa- inspirado en las tendencias del arte contemporáneo. Tal vez sucedió
des (1985), la perspectiva de promover el entendimiento internacional que tras dos décadas de preocupación por cuestiones sociales de peso,
a través del arte fue debatida en la primera reunión de la Organización había llegado el momento de devolver a los niños y a su desarrollo per-
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura sonal el lugar central que les correspondía en la educación. El énfasis en
(UNESCO), que tuvo lugar en 1947 en la ciudad de México. Se adop- la individualidad y en la singularidad se había conservado en el campo
taron una serie de resoluciones para poner en marcha un estudio sobre de la educación artística hasta mucho tiempo después de que fuera
la posibilidad de promocionar el entendimiento internacional a través abandonado como objetivo de la educación general. Ciertamente, entre
de la educación artística. Al año siguiente se reunió un grupo de exper- las causas que contribuyeron a este cambio hay que citar el impacto de
tos en París para discutir esta idea. La persona encargada de presidir el Education through Art (1943), y de Creative and Mental Growth (1947),
comité fue Reid, y el acta fue redactada por el estadounidense Thomas de Lowenfeld. También es necesario comprender y apreciar el impac-
Munro. Dicho comité recomendó el establecimiento de un comité na- to de las ideas de Viktor Lowenfeld sobre la educación artística en los
cional, integrado por representantes de todos los países de la UNES- Estados Unidos.
CO, para facilitar el intercambio cultural en el campo de las artes.
En la quinta Sesión General de la UNESCO, que tuvo lugar en
1950, se aprobó el mantenimiento de un intercambio continuado de in-
formación sobre las artes visuales, incluido el intercambio de obras de
Una historia de la educación del arte 344
345 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

LA V I D A Y LA C A R R E R A DE V I K T O R L O W E N F E L D
mental también tenía consecuencias sociales. En la segunda edición de
Creative and Mental Growth (1950) introdujo un comentario personal:
Nacido en Linz, Austria, en 1903, Lowenfeld fue miembro durante su
adolescencia de Blau und W e i s (Azul y Blanco), una organización sio-
Tras experimentar los efectos devastadores del rígido dogmatismo y de
nista juvenil. En 1921 ingresó en la Kunstgewerbeschule de Viena y es-
la falta de respeto por las diferencias entre los individuos, sé que la fuer-
tudió con Franz Cizek; Saunders (1960) sugiere, sin embargo, que Lo-
za no es lo que resuelve los problemas y que la base de las relaciones hu-
wenfeld no era un seguidor de Cizek, y que si éste tuvo alguna
manas se construye habitualmente en los hogares y en los jardines de in-
influencia sobre él, fue negativa. Lowenfeld se graduó en la Kunstge-
fancia. Estoy profundamente convencido de que sin la disciplina
werbeschule en 1925, en la Academia de Bellas Artes de Viena en 1926, impuesta por la vida familiar y las escuelas alemanas habría sido imposi-
y en la Universidad de Viena en 1928. Sus estudios le habían propor- ble la aceptación del totalitarismo (Pág. ix).
cionado un estrecho conocimiento de las artes y del movimiento euro-
peo del estudio de la infancia (Michael, 1982).
Lowenfeld nunca había contemplado el arte infantil como un fin en
Entre 1926 y 1938 Lowenfeld enseñó en la Institución Hohe W a r -
sí mismo. Era crítico con su anterior profesor Franz Cizek, que tendía a
te, y allí comenzó a desarrollar sus ideas sobre los usos terapéuticos de
destacar los aspectos estéticos del arte infantil. Esta idea « e s en buena
la actividad creativa en las artes, que sería el tema de dos libros escritos
medida contraria a nuestra filosofía, y creo que también a las necesida-
en alemán y de su primera publicación en inglés: The Nature of Creati-
des de nuestra época». El objetivo de la educación artística « n o es el
ve Activity (1939). La invasión alemana de 1939 obligó a Lowenfeld y a
arte en sí mismo, o el resultado estético, o la experiencia estética, sino
su familia a huir de Austria hacia Inglaterra, desde donde se trasladaron
más bien que el niño crezca de una forma más creativa y sensible y que
más tarde a Estados Unidos. Durante los años de la guerra enseñó psi-
aplique su experiencia con las artes a todas las circunstancias de la vida
cología en el Instituto Hampton de Virginia.
en las que ésta sea aplicable» (citado en Michael, 1982, pág. x i x ) .
Según Hollingsworth (1988), Lowenfeld fue el responsable directo
Creative and Mental Growth de Lowensfeld tuvo siete ediciones
del establecimiento del departamento de Arte de Hampton. Lowenfeld
sucesivas, las últimas cuatro a cargo de su alumno Lambert Brittain.
encontró allí muestras de racismo hacia los negros; como judío austría-
Su éxito se debía al hecho de que proporcionaba una base para com-
co con experiencia de primera mano sobre los extremos a los que podía
prender el arte infantil en términos de un desarrollo. Lowenfeld des-
llevar la intolerancia, lo consideró profundamente ofensivo. En 1946
cribía estos estadios con palabras accesibles y los ilustraba con ejem-
fue invitado a unirse al cuerpo docente de Penn State, donde abrió un
plos de dibujos y pinturas realizados por niños. También prescribía
departamento de Educación Artística. En 1947 publicó Creative and
actividades artísticas adaptadas psicológicamente a estos estadios de
Mental Growth, que se convirtió en el manual de educación artística
desarrollo.
más influyente de la época de la posguerra.
De este modo, un profesor con un conocimiento mínimo de arte
Las opiniones de Lowenfeld sobre el arte infantil se basaban en las
podía dar clases de educación artística si aprendía a motivar a los niños
teorías psicoanalíticas. Consideraba que la expresión libre era necesaria
y si tenía unas expectativas razonables sobre lo que los niños eran capa-
para el crecimiento saludable y el desarrollo del niño. Cuando ésta se
ces de hacer en cada etapa de su desarrollo. Lowenfeld hizo probable-
veía frustrada por una falta de confianza o por la imposición de ideas de
mente más que ningún otro individuo de su siglo por dar confianza a los
los adultos, el resultado era un trastorno emocional o mental. La estimu-
profesores para enseñar arte. Otros textos que le hacían la competencia,
lación de las capacidades creativas de los niños minimizaba estos tras-
como Children Are Artists (1953/1963), de Mendelowitz, estaban en
tornos. En opinión de Lowenfeld, sin embargo, el cultivo de la salud
buena medida basados en su libro. Lowenfeld fue la influencia intelec-
Una historia de la educación del arte 347 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.
346

tual dominante en el campo de la educación artística hasta su muerte en disposiciones se podían explicar a partir de modelos educativos y que
1960, a la edad de cincuenta y siete años. desde el punto de vista de la enseñanza artística era necesario estimular
ambas formas de percepción.
Elliot Eisner representa una tercera tradición académica, basada en
FIGURAS INFLUYENTES EN LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA DESPUÉS DE LOWENFELD las innovaciones que estaban introduciendo en la teoría del currículo fi-
guras como Joseph Schwab, Ralph Tyler y Benjamin Bloom, en la fa-
A lo largo de la época de la posguerra tomaron forma nuevas tradiciones cultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Chicago. Eis-
académicas, y aparecieron nuevas figuras que se mostraron críticas con ner criticó a lo largo de toda su carrera la idea de q u e el arte debía
las ideas de Lowenfeld. Una de ellas fue Manuel Barkan, que obtuvo su enseñarse simplemente para estimular a los niños a expresarse y ser crea-
título de doctor en la Universidad Estatal de Ohio en 1952. Cuando to- tivos, frente a lo cual defendía activamente la propuesta de un currícu-
davía era un estudiante de doctorado, la facultad de Ciencias de la Edu- lo basado en los materiales. Su libro Educar la visión artística (1972) fue
cación de la Universidad Estatal de Ohio era un centro de influencia de- en buena medida el resultado de los esfuerzos realizados por él mismo
weyana. Guiado por intérpretes de Dewey como Boyd Bode y Ross y sus alumnos de doctorado para preparar una estructura curricular só-
Mooney, Barkan veía la realidad social en términos deweyanos, es decir, lida desde el punto de vista teórico para la enseñanza del arte, basada en
como el lugar donde el niño interactúa con otros, unos encuentros que los materiales. Al igual que Barkan, Eisner contribuyó a cambiar el cen-
determinan su desarrollo como ser social. Esta idea contrastaba clara- tro de atención en este campo desde una preocupación centrada exclu-
mente con las de Read y Lowenfeld, que veían el entorno social como sivamente en la expresión personal de los niños, hacia un énfasis en los
una fuente potencial de influencias corruptoras, y que instaban a los pro- contenidos que debían enseñarse en las clases de arte.
fesores a proteger a los niños de los efectos represores de la influencia so-
cial y a liberar la expresión personal. Barkan no consideraba que el fin de
la educación artística fuera la expresión personal. La veía más bien como L A E N S E Ñ A N Z A DEL A R T E C O M O F O R M A D E P R O M O V E R L A C R E A T I V I D A D
un medio para estimular a los niños a relacionarse con otras personas. Su
obra A Foundation for Art Education (1955) es única en los anales de la En octubre de 1957 los soviéticos lanzaron los primeros satélites artifi-
educación artística por no contener ninguna ilustración de arte infantil. ciales, los Sputnik. Los educadores americanos entraron en un período
En lugar de ello, ofrecía una explicación razonada sobre los objetivos de replanteamiento de sus valores profesionales que dio como resulta-
que debería perseguir esta clase de enseñanza, y utilizaba abundantes do un gran movimiento de reforma del currículo, sobre todo en el cam-
conceptos procedentes de la psicología y las ciencias sociales. po de la ciencia y las matemáticas. Una vez más las asignaturas como el
Una segunda persona que planteó dudas acerca de las opiniones de arte se vieron en la necesidad de defenderse. Los viejos argumentos ba-
Lowenfeld fue J u n e K. McFee, cuyos estudios de la percepción la lleva- sados en la expresión personal y en la reconstrucción social habían per-
ron a cuestionar la teoría de Lowenfeld de los «estadios de la expresión», dido su valor tras la caída en desgracia de la educación progresista.
sobre la base de que eran insuficientes para explicar la variabilidad hu- Entre los profesores de arte hubo dos grandes reacciones. La pri-
mana. Al proponer su modelo de la «delincación de la percepción» (Mc- mera era sostener que el arte era importante porque promovía el desa-
Fee, 1961), planteó algunas dudas sobre la dicotomía vista-tacto de Lo- rrollo de habilidades creativas para la solución de problemas mucho an-
wenfeld. Éste creía que los individuos heredaban una disposición a tes de que pudieran desarrollarse en otras áreas de la educación. Tal era
percibir la realidad a través del sentido de la vista o bien del tacto. Ba- el camino que había escogido Lowenfeld. Éste pensaba que la finalidad
sándose en pruebas experimentales recientes, McFee sostenía que tales del arte era desarrollar la creatividad y que el beneficio que representa-
Una historia de la educación del arte 349 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial..
348

ba para las demás esferas de la creatividad humana quedaba demostra- culo de las Ciencias Biológicas y el Comité para el Estudio de la Ciencia
da por el hecho de que la creatividad es la misma en todas las áreas. Ci- Física, entre otros.
taba en su apoyo la obra del psicólogo J. P. Guilford, según el cual los En El proceso de la educación (1960), Jerome Bruner informaba so-
individuos creativos se distinguían en todos los campos por una serie de bre esta conferencia y trataba problemas como la selección y la organi-
rasgos específicos (Lowenfeld, 1958). zación de los contenidos con una desarmante sencillez que se hallaba
La segunda reacción en el campo de la educación artística fue par- ausente en los demás teóricos del momento. La clave del rompecabezas
ticipar en el movimiento de reforma curricular basado en la estructura del currículo, según Bruner, se hallaba en « l a estructura de las discipli-
de las disciplinas. La siguiente sección está dedicada a este movimiento. nas». El problema del currículo escolar, sostenía, era que estaba dema-
siado atiborrado de asignaturas, debido a que los hechos y las técnicas
se habían organizado en función de la enseñanza. La ortografía y la arit-
mética eran asignaturas que existían en las escuelas y prácticamente en
El impacto de la Guerra Fría sobre la educación artística
ningún otro lugar. Las disciplinas, en cambio, eran los campos de in-
vestigación a los que se dedicaban los científicos profesionales y los aca-
En 1949 la Unión Soviética rompió el monopolio nuclear americano al
démicos en la vida adulta.
hacer explotar una bomba atómica. Se plantearon entonces preguntas
incómodas sobre la capacidad defensiva de los Estados Unidos, que lle- Bruner sostenía que tales disciplinas debían presentarse a los alum-
varon inevitablemente a cuestionar la calidad de la educación america- nos de una forma intelectualmente honesta en todos los niveles de la en-
na y la capacidad de la nación para mantener su potencial defensivo. La señanza, y que esta introducción temprana generaría una disposición
inquietud sobre el sistema educativo llevó al Congreso a aprobar la Ley que haría posible que los alumnos se implicaran en formas posteriores
de Cooperación en la Investigación de 1954 para mejorar la educación y más complejas de aprendizaje. Creía que las disciplinas eran la esencia
a través de la investigación básica. La Oficina de Educación de los Es- del currículo, ya que cuanto más fundamental o básica fuera la idea que
tados Unidos fue la encargada de aplicar la ley, cuyo objetivo era desa- aprendía el estudiante, « m a y o r sería su amplitud y su aplicabilidad a
rrollar nuevos conocimientos sobre los problemas de la educación y nuevos problemas» (pág. 18). Estas ideas debían ser desarrolladas por
descubrir nuevas aplicaciones para los conocimientos existentes (Hof- las mejores mentes dentro de cada disciplina. « S ó l o si dedicamos nues-
fa, 1970). De modo parecido, el lanzamiento del Sputnik sirvió como tras mejores mentes al diseño de los currículos haremos llegar los frutos
catalizador de la reforma del currículo. de la investigación y el saber al alumno que comienza sus estudios»
(pág. 19).
La Conferencia de Woods Hole de 1959 fue un hito para el movi-
miento de reforma que surgió a continuación. Varios grupos, entre los Dos años después de que Bruner planteara su idea, la educación ar-
que se encontraban la Academia Nacional de Ciencias, la Asociación tística comenzó a verse influida por las disciplinas. En 1962 Manuel
Americana para el Progreso de la Ciencia, la Corporación Carnegie y la Barkan dirigió un discurso a la Asociación de las Artes del Oeste en su
Fundación Nacional para la Ciencia, habían unido sus fuerzas para pro- reunión bianual de Cincinnati. Tras realizar un repaso a la historia de la
mover esta conferencia, dedicada a los diversos proyectos curriculares educación artística en los últimos treinta y cinco años, concluyó que el
que se habían puesto en marcha en el campo de la ciencia y las mate- campo todavía se hallaba anclado en concepciones ideológicas anticua-
máticas. La financiación corrió a cargo de la NSF, la Oficina de Educa- das, y comenzó a citar a Bruner: « L a idea dominante en las personas [...]
ción y las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, así como de la Corpo- que se dedican a preparar y enseñar nuevos currículos [...] es hacer
ración Rand. La conferencia examinó los avances realizados por el comprender a los estudiantes la estructura fundamental de aquella ma-
Grupo de Estudio de las Matemáticas Escolares, el Estudio del Currí- teria que hayan escogido enseñar» (Bruner, 1960, pág. 11). Barkan ex-
Una historia de la educación del arte 350 351 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

plicaba que «Bruner no niega que se puedan encontrar valores positivos


importante. Denunciaba la falta de tests publicados sobre esta materia,
para el desarrollo en el estudio de una asignatura. Todo lo que dice es
lo cual hacía difícil introducir cambios inteligentes en el currículo, y
que la clave de la tarea educativa es transmitir a los estudiantes una
describía un estudio que había realizado para establecer lo que sabían
comprensión de la estructura fundamental de la materia que hayamos
de arte los estudiantes de octavo curso. Descubrió que los términos ar-
creído adecuado enseñar [...] [y si] lo aplicamos a la enseñanza del arte
tísticos más básicos, como valor, saturación, tono, contorno y simetría,
eso significa que hay una materia que enseñar en el campo del arte, y que
eran comprendidos por menos de la mitad de los estudiantes que habí-
es importante enseñarla» (1962, pág. 13).
an respondido al test, en algunos casos menos del diez por ciento. En
los programas que habían escogido estos estudiantes la actividad domi-
nante era la producción de arte, a pesar de lo cual menos del veinticin-
EL ANUARIO N° 64
co por ciento comprendía el significado del término medios artísticos.
Eisner también señalaba una nueva tendencia: el «interés en poner
Que la educación artística se hallaba en un proceso de transición era un
en contacto a los estudiantes con el arte visual de artistas importantes»
tema que se repetía a lo largo del Anuario n° 64 de la NSSE (1965). El
(pág. 322). Se refería a esto como « l a nueva apreciación del arte», una
volumen estaba dividido en tres secciones principales. La primera se
expresión que no hizo fortuna, a pesar de su parecido con « l a s nuevas
ocupaba del trasfondo de la educación artística en la segunda mitad del
matemáticas». Con todo, Eisner tenía razón en su predicción de que la
siglo; la segunda estaba dedicada al lugar que ocupaba el arte en los pro-
tendencia para el futuro eran los programas de arte centrados en la
gramas escolares y hacía un repaso de las principales filosofías que ha-
apreciación de artistas destacados.
bían guiado la práctica de las escuelas; la tercera proporcionaba las lí-
neas maestras del futuro desarrollo de la educación artística.
El artículo inicial de James Schinneller examinaba los acontecimien-
EL INFORME DE LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA
tos recientes en el mundo del arte, mientras que el artículo de Keel deta-
llaba los sucesos que se habían producido desde la publicación del Anua-
La Asociación Nacional para la Educación Artística nombró un comité
rio nº 40, incluidas « l a guerra, la paz recelosa, el átomo, la opulencia, la
para examinar los problemas a los que se enfrentaba dicho campo. Has-
televisión, los barrios residenciales, los nuevos conceptos sobre el arte y
ta cierto punto era una duplicación del Anuario nº 64, y repetía muchos
la naturaleza humana, las nuevas formas de enseñanza, el existencialis-
de sus temas. El artículo « T h e Visual W o r l d T o d a y » de Irving Kaufman
mo, la participación americana en el cambiante mundo internacional del
estaba construido a partir de fragmentos de su libro Art Education in
arte», todo lo cual « h a transformado nuestros fines, nuestras aspiracio-
Contemporary Culture. Al igual que el artículo de Schinneller en el
nes y buena parte de nuestro sentido de lo que es posible» (pág. 36).
Anuario nº 64, trataba la importancia del arte contemporáneo para la
Los capítulos que escribieron John A. Michael y Pauline Johnson enseñanza del arte. Schinneller se concentraba en las transformaciones
mantenían su compromiso con la educación artística expresionista, estilísticas del arte de posguerra, mientras que Kaufman se dedicaba a
mientras que el capítulo de McFee sobre el arte para los marginados su influencia sobre la cultura. Ambos sostenían que los problemas plan-
desde el punto de vista social y económico planteaba problemas desde teados por las artes contemporáneas debían desempeñar un papel más
una perspectiva reconstruccionista. Fue en el capítulo dedicado a las importante a la hora de determinar los contenidos de la educación ar-
necesidades del futuro donde Elliot Eisner planteó las bases para una tística, lo cual respondía ciertamente a la idea de Bruner de que la re-
nueva agenda en el campo de la educación artística. Para Eisner, el es- forma del currículo debía comenzar por la disciplina.
tatus de los currículos de arte en las escuelas públicas era un problema
Una historia de la educación del arte 352 353 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial..

LA EXPERIENCIA ESTÉTICA EN LA EDUCACIÓN GENERAL Tendencias rivales dentro de la educación artística: 1965-1975

A comienzos de los años sesenta, términos como experiencia estética o LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA ORIENTADA A LAS DISCIPLINAS
educación estética aparecían cada vez con mayor regularidad. Barkan
(1962) hablaba de « l a vida estética» como si fuera una realidad tanto A partir de 1957 fue la ciencia la que aportó el modelo para la reforma
para los teóricos como para los profesores y los estudiantes. Eisner curricular en el conjunto de la educación general, incluida la educación
(1965b) describía la educación estética como « l a educación humana del artística. La definición de disciplina venía del campo de las ciencias y se
hombre a través de las artes» (pág. 5 8 ) , mientras que Lanier (1963) con- remitía a características tales como poseer un cuerpo organizado de co-
sideraba que la experiencia estética visual era un valor de vital impor- nocimientos, unos métodos específicos de investigación, y una comuni-
tancia para la vida de los hombres. dad de investigadores que habitualmente estén de acuerdo sobre las
El año 1966 fue crucial para la educación estética, ya que se publi- ideas fundamentales de su campo. El método para la reforma del currí-
có una importante antología sobre este tema. Se trataba de Aesthetics culo también vino del campo de las ciencias, ya que fue modelado sobre
and Criticism in Art Education, de Ralph Smith. También en 1966 la base de proyectos como el Grupo de Estudio de las Matemáticas Es-
Smith fundó la revista Journal of Aesthetic Education, que se ha conti- colares, en el que los matemáticos se habían encargado de identificar las
nuado editando desde entonces. Algunos de sus colaboradores se han ideas principales de su campo y luego los expertos en teoría del currícu-
centrado en la estética filosófica como fuente de contenidos y valores lo habían desarrollado materiales para enseñarlas.
para la educación general. Según Smith (1987a), el término educación A medida que las disciplinas se fueron convirtiendo en el eje de la
estética tiene al menos dos significados. Por un lado se refiere a una ten- reforma del currículo, se estableció una jerarquía que elevó ciertos es-
dencia dentro de la educación artística que pretende ampliar el marco tudios al estatus de disciplinas y relegó otros al estatus de meras asig-
de los contenidos a través de la incorporación de actividades críticas, naturas. Tal como proclamaba Philip Phenix: «Todo el contenido del
históricas y de apreciación a las actividades de producción artística. currículo debe estar basado en las disciplinas, o dicho de otra forma,
Por otro lado se usa para «remitirse a un concepto más amplio que las [...] sólo los conocimientos integrados en las disciplinas son apropia-
artes visuales y englobar también la música, la literatura, el teatro y la dos para el currículo» (1968, pág. 2 ) . Dentro de este nuevo marco las
d a n z a » (pág. 2 3 ) . En este segundo uso es algo más que un término ge- materias como las artes debían convertirse a su vez en disciplinas o
nérico para el estudio de las diversas artes, dado que la educación esté- bien perder su legitimidad. En 1961 Bruner especulaba con la posibi-
tica « g e n e r a una curiosidad hacia las propiedades y las funciones co- lidad de encontrar en los estudios sociales y en las h u m a n i d a d e s es-
munes de las artes, así como un interés por las formas posibles de tructuras de conocimiento parecidas a las de las ciencias, idea que tra-
organizar las artes para la enseñanza» (pág. 2 4 ) . Harry Broudy (1972; dujo en 1965 en un programa de estudios sociales conocido como
Broudy, Smith, y Barnett, 1964) también definía educación estética Man: a Course of Study. Se trataba de un currículo organizado a partir
como un término más amplio que educación artística; según él, consti- de conceptos procedentes de disciplinas como la lingüística, la antro-
tuía un resultado deseable de la educación general, y como tal no se li- pología, la economía y la sociología. El estudio de cualquier materia
mitaba a la educación artística. sobre el modelo de la disciplina se había convertido ya en canónico
(Bruner, 1965).
La influencia de la ciencia sobre las artes vino impulsada en el te-
rreno político por el propio Comité Asesor Científico del presidente.
En 1961 el presidente Kennedy incorporó a este comité un grupo de ex-
Una historia de la educación del arte 354 355 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial..

pertos en investigación y desarrollo educativo, presidido por Jerold Za- cadores. El tema más tratado en el seminario fue que el arte era una dis-
charias, del M.I.T. (Murphy y Jones, 1978). Dicho grupo de expertos ciplina por derecho propio, con fines que deberían defenderse en tér-
expresó su preocupación por « e l desequilibrio entre el apoyo federal a minos de su capacidad para ayudar a los estudiantes a participar de for-
las artes en comparación con las ciencias», y se preguntaba si « l a refor- ma independiente en una investigación sistemática en el campo del arte.
ma de currículo que se había llevado a cabo en la educación científica Esta idea fue defendida con gran energía tanto en el artículo de Barkan
podía ser aplicada a la educación en el campo de las artes» (pág. 3 ) . (1966), « C u r r i c u l u m Problems in Art Education», como en el conjunto
de la conferencia, en la que participaban intelectuales destacados como
el artista Alan Kaprow, el historiador de arte Joshua Taylor y el crítico
El programa de artes y humanidades de arte Harold Rosenberg, junto a importantes educadores artísticos
como Barkan, Kenneth Beittel, McFee y J e r o m e Hausman. También
había un grupo de expertos en diversas metodologías de investigación,
En 1962 el presidente Kennedy nombró comisario de Educación a
como Asahel Woodruff en el campo de la elaboración y evaluación de
Francis Keppel. Este, a su vez, designó a Kathryn Bloom para la plaza
currículos, Dale Harris en el de la psicología de la enseñanza, y Melvin
de asesora de Artes y Humanidades en julio del año siguiente. Bloom
Tumin en el de la sociología (Efland, 1984).
se encargó de dirigir la División de Artes y Humanidades de la Oficina
de Educación de los Estados Unidos, cuya plantilla se amplió en años En su artículo, Barkan se preguntaba si las artes visuales y las hu-
posteriores a siete personas, y accedió al estatus de programa (Hoffa, manidades tenían estructuras parecidas a las de las ciencias físicas, y
1970). daba la siguiente respuesta:
Dicho programa financió diecisiete conferencias sobre artes entre
octubre de 1964 y noviembre de 1966. La primera conferencia en el ¿Acaso la ausencia de una estructura formal de teoremas interrelaciona-
campo de las artes visuales fue el Seminario de Educación para la Ense- dos, formulada en un sistema de notación universal como sucede en el
ñanza Primaria y Secundaria de 1964. Dirigido por Howard Conant y campo de la ciencia, significa que la rama de las humanidades conocida
acogido por la Universidad de Nueva York, el seminario se centró prin- como las artes no son disciplinas, y que las investigaciones artísticas no
cipalmente en dar recomendaciones sobre la forma de mejorar la selec- están articuladas? Pienso que la respuesta es que las disciplinas artísticas
1 pertenecen a otro orden. La investigación artística no carece de articula-
ción y la formación de los profesores.
ción, aunque proceda de modo analógico y metafórico, y no se base en
la estructura formal del conocimiento ni contribuya a ella (Barkan, 1966,
págs. 244-245).
El Seminario de Penn State

Un año más tarde el Seminario de Penn State (Efland, 1984) propició La influencia que ejercía la ciencia sobre los intentos de Barkan de
un encuentro más influyente entre investigadores profesionales y edu- resolver los problemas del currículo iba más allá del terreno político;
planteaba también un profundo desafío intelectual, pues aunque las ar-
tes carecieran de la estructura formal de las disciplinas científicas, sus
1. Hoffa (1970) explica que esta conferencia de tres días degeneró en una discu- actividades sí poseían una cierta articulación; es por ello que los artistas
sión a gritos entre artistas profesionales y profesores universitarios de arte. El semina- pueden servir como modelo para la investigación en el campo de la edu-
rio de educación musical que se celebró en Yale en 1963 también fue notorio porque
cación artística, del mismo modo que los científicos sirven como m o d e -
sus organizadores tendieron a excluir a los educadores musicales, a los que culpaban
lo para la investigación en el campo de la educación científica.
del bajo nivel de la educación musical en las escuelas.
Una historia de la educación del arte 356 357 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial..

Barkan sostenía que los historiadores y los críticos de arte también cas complementarias: actividades en taller artístico, historia del arte,
3
eran modelos para la investigación en el campo de la educación artísti- crítica de arte y estética (Efland, 1987).
ca, y que el currículo debería prestar atención por igual a los tres mo-
delos. Con el tiempo, esta concepción tripartita del contenido curricu-
lar se convirtió en la piedra de toque de la educación artística orientada Críticas a los currículos centrados en la disciplina
a las disciplinas. Consiguientemente, la importancia relativa de la acti-
vidad artística se veía reducida, ya que ahora el artista debía compartir A mediados de los años setenta la gran hipótesis de Bruner, según la
el escenario con otros dos actores, el crítico y el historiador del arte. cual cualquier materia puede enseñarse de forma efectiva e intelectual-
De hecho, el argumento básico de Barkan era que el predominio de las mente honesta a cualquier niño con independencia de su estadio de de-
actividades de taller artístico debía compensarse con una mayor pre- sarrollo, estaba siendo cuestionada, incluso por el propio Bruner. Por
sencia de la crítica y la historia del arte en el campo de la enseñanza otro lado, éste tendía a concebir la investigación dentro de las diversas
2
artística. disciplinas como algo que dependía del dominio de ciertas técnicas,
En la década posterior al Seminario de Penn State se pusieron en como por ejemplo el método hipotético-deductivo en el razonamiento
marcha varios proyectos de desarrollo del currículo, entre ellos el Pro- científico. Según afirman numerosos científicos y matemáticos, sin em-
grama de Educación Estética preparado por el Laboratorio Central bargo, no es éste el método que ellos emplean para desarrollar sus in-
Educativo Regional del Medio Oeste (CEMREL). Se trataba de un pro- vestigaciones. Su manera de pensar se parece más a la actividad imagi-
yecto dividido en dos fases, cuyas líneas maestras fueron diseñadas por nativa de los artistas, en la cual las imágenes, las analogías y las
Barkan y Chapman, con la ayuda de Evan Kern (Barkan, Chapman, y metáforas permiten comprender de forma intuitiva unas relaciones en-
Kern, 1970). En la segunda fase del proyecto, el equipo de CEMREL tre los fenómenos que luego pueden ser contrastadas mediante un exa-
preparó una serie de unidades didácticas bajo la dirección de Stanley men empírico. En otras palabras, había una tendencia a confundir los
Madeja. Entre los demás proyectos cabe señalar la elaboración de las procesos a través de los cuales el conocimiento era formalmente admi-
Guidelines for Elementary Art Instruction by Televisión (Barkan y tido en el canon con el proceso mismo de investigación.
Chapman, 1967). Un tercer proyecto, financiado por la Fundación Ket- Las estructuras de conocimiento de Bruner tendían a excluir los as-
tering y dirigido por Elliot Eisner, estaba orientado a la educación ar- pectos relacionados con los sentimientos. Daba por supuesto que la or-
tística en primaria. Por otro lado, aparecieron dos importantes series de ganización conceptual de los materiales formativos bastaba para hacer-
libros de texto. La primera era Art: Meaning, Method and Media (Hub- los comprensibles. Richard Jones identificó este problema en su crítica
bard y Rouse, 1981); más recientemente apareció otra serie de manua- de Man: a Course of Study. Jones observó que había ciertas similitudes
les, titulada Discover Art (Chapman 1987). El Laboratorio Educativo entre la estructura social de los esquimales y la nuestra que pasaban de-
Regional del Suroeste ( S W R L ) preparó un currículo progresivo de arte sapercibidas para los estudiantes de quinto y sexto curso, sobre todo
destinado a la enseñanza primaria basado en cuatro disciplinas artísti-
3. Mi artículo sobre precedentes curriculares (1987) repasa los proyectos de desa-
2. En mi artículo (1988) cuestiono esta conclusión de Barkan. Al destacar las simi- rrollo del currículo entre 1966 y 1980. Puede dar la impresión de que la iniciativa de la
litudes que existen entre las actividades de los artistas y de los científicos se puede per- educación artística basada en la disciplina de mediados de los años ochenta es el resul-
der de vista aquello que los distingue, y en el caso de Barkan ambas tendencias entra- tado lógico de un largo proceso de evolución, una idea que no comparto. Espero haber
ban en conflicto. A pesar de todo, el artículo de Barkan marcó los ejes del trabajo que dado una imagen más equilibrada al exponer algunas de las tendencias alternativas y
se realizaría sobre el currículo de la educación artística durante los siguientes veinte en parte enfrentadas de los últimos veinte o veinticinco años en el campo de la educa-
años. ción artística.
Una historia de la educación del arte 358 359 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

cuando interferían ciertas filmaciones sobre los esquimales que levanta- las protestas estudiantiles frente a la aparente irrelevancia de los estudios
ban fuertes emociones entre los estudiantes. Se hizo evidente que los ni- académicos, y la oposición a la guerra del Vietnam.
ños debían ser capaces de asimilar sus propios sentimientos antes de A finales de los años sesenta comenzó a aparecer un nuevo vocabu-
comprender el significado de lo que estaban aprendiendo (Jones, 1968). lario, que incluía términos como contracultura y generación del yo. El ac-
En tercer lugar, había una tendencia a imponer los métodos de de- tivismo del movimiento de los derechos civiles, que hablaba de liberta-
sarrollo curricular diseñados para las ciencias a otras áreas de estudio, des políticas y económicas, se tradujo en una retórica de la liberación
bajo el supuesto de que todas las disciplinas poseían una estructura aná- personal, en la que los individuos reclamaban emanciparse de los mo-
loga a la que se podía encontrar en las ciencias. Barkan aceptaba sin re- delos tradicionales, sobre todo en el campo del comportamiento sexual
paros la idea de que todas las materias, incluido el arte, poseían estruc- y en el uso de drogas alucinógenas. La libertad consistía en vivir de
turas características propias, aunque en buena medida subestimaba lo acuerdo con unos estilos de vida alternativos que se han convertido en
difícil que podía ser conseguir un acuerdo entre los expertos en artes y uno de los legados de esta década. Summerhill se convirtió en una lec-
humanidades sobre cuáles eran. tura popular entre los padres que deseaban unas experiencias educati-
También debería decirse que el movimiento trajo importantes me- vas naturales y no represivas para sus hijos. Silberman (1970) denuncia-
joras. Cambió el centro de interés en el campo de la educación artística, ba la férrea reglamentación de la enseñanza en las escuelas americanas
que estaba marcado por una excesiva preocupación por la expresión y buscaba una alternativa más humana en las escuelas infantiles británi-
personal. Mientras este planteamiento había sido dominante, los pro- cas. Ivan Illich (1970) cuestionaba la premisa básica de que las escuelas
blemas curriculares no habían sido abordados de forma sistemática, ya cumplieran la función de satisfacer una necesidad social y sugería una
que cualquier determinación de un contenido era vista como la imposi- alternativa establecida a partir de redes formativas de base comunitaria.
ción de «modelos adultos» ajenos al niño. El planteamiento centrado en
la disciplina rompió con este cuello de botella antiintelectual.
La filosofía del movimiento

EL MOVIMIENTO PARA LA EDUCACIÓN A TRAVÉS DE LAS ARTES Para los defensores del movimiento para la educación a través de las ar-
tes, el arte no era una disciplina. Era más bien « u n a experiencia», que
En 1960, año en que apareció el libro de Bruner El proceso de la educa- se obtenía al participar en el proceso artístico o al presenciarlo en la ac-
ción, Paul Goodman publicó Problemas de la juventud en la sociedad or- tuación del artista. Se oponían a la idea de un «currículo empaquetado»
ganizada. Goodman sostenía que la delincuencia juvenil en la América (Chapman, 1982, pág. 116). Dicha propuesta tenía su origen en el Pro-
de posguerra tenía mucho que ver con los beatniks de finales de los años grama de Artes y Humanidades de la Oficina de Educación de los Es-
cincuenta y con el «hombre de la organización» de William H. Whyte. tados Unidos, y su principal impulsora era Kathryn Bloom. Un anterior
Estos estereotipos sociales eran respuestas a una sociedad opulenta don- colega suyo la describió como una «estadista m a d u r a » dentro del movi-
de el esfuerzo y el trabajo del individuo parecían carentes de finalidad o miento para la educación a través de las artes (Remer, 1982, pág. xvi).
significado. Aunque la Segunda Guerra Mundial se vio seguida por una Anteriormente, el Programa de Artes y Humanidades se había atenido
década y media de creciente conservadurismo, en muchos frentes se le- al modelo de la disciplina, tal como lo demuestra el apoyo que prestó al
vantó una oleada de protesta general contra el status quo dominante, Seminario de Penn State, pero con la aprobación de la Ley de la Edu-
como la reacción contra el maccartismo de los años cincuenta, el movi- cación Primaria y Secundaria de 1965, cambió la dirección de la políti-
miento de los derechos civiles, el movimiento de la liberación femenina, ca federal de subvenciones hacia programas que tuvieran una fuerte
361 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial..
Una historia de la educación del arte 360

plan llamado Programa Artístico Integral. La J D R 3rd Fund había des-


orientación social, de acuerdo con el principio de la guerra contra la po-
tinado alrededor de doscientos treinta y dos mil dólares al desarrollo y
breza del presidente Johnson; sin embargo, con la escalada de la guerra
evaluación de la idea; el distrito aportó una suma adicional de doscien-
del Vietnam, el programa fue abandonado.
tos quince mil dólares. Se incorporaron nuevos miembros al personal
Bloom aceptó posteriormente el cargo de directora del Programa
para coordinar la aplicación de las artes a actividades interdisciplinares
de Educación a través de las Artes de la J D R 3rd Fund, que ocuparía
para integrarlas en la educación general. Ocasionalmente se contrata-
hasta que el programa se quedara sin fondos en 1979. La J D R 3rd Fund
ron artistas, profesores y educadores artísticos para dirigir talleres artís-
tuvo un papel activo en el área de la enseñanza pública entre 1967 y
ticos o para realizar ciertas tareas. A lo largo de los tres primeros años
1979, y distribuyó cinco millones y medio de dólares entre distintos de-
del proyecto se redactaron una serie de unidades didácticas para uso de
partamentos escolares, departamentos estatales de educación, consejos
los maestros de escuela dentro de la enseñanza académica convencio-
escolares y laboratorios educativos (Fowler, 1980).
nal. El informe final del proyecto ofrecía una lista de catorce unidades
didácticas relacionadas con el arte (Eddy, 1980).
Con el fin del proyecto, la J D R 3rd Fund financió una serie de ini-
El Proyecto de la Ciudad Universitaria
ciativas para contribuir a que el distrito integrara las actividades del pro-
yecto en su programa escolar normal. Stanley Madeja informó de que se
El primer proyecto que financió la J D R 3rd Fund fue el Proyecto de la
habían incorporado nuevas asignaturas optativas de arte y música; que
Ciudad Universitaria, que se convirtió en el prototipo de otros que ha-
se había producido un incremento en los cursos de arte de noveno curso,
bría de apoyar más adelante. Entre 1968 y 1971 el Distrito Escolar Ciu-
invirtiendo la tendencia de los años anteriores; que el 60 % de los estu-
dad Universitaria (un barrio exterior al oeste de San Luis, Missouri) fue
diantes de secundaria escogían ahora uno o más cursos de arte, a dife-
el emplazamiento escogido para un proyecto que tenía como objetivo
rencia del 3 0 % que lo hacían cinco años antes; y que había una pro-
« l a posibilidad de que las artes se conviertan en una parte fundamental
puesta para establecer un instituto especializado de secundaria que
de la educación de todos los niños en todos los niveles del sistema es-
convertiría las artes en el eje de su currículo. En el aspecto negativo hay
colar» (Eddy, 1980, pág. 25). Esto se debía conseguir a través de un am-
que decir que a partir de 1972 el programa perdió su capacidad de lide-
plio currículo que integraría diversas artes en la enseñanza de otras asig-
razgo y buena parte de su empuje.
naturas. Dicho distrito poseía una población estudiantil de ocho mil
personas y fue seleccionado por su tamaño relativamente manejable, así
como por su reciente historia de compromiso con el cambio y la inno-
vación. Otra razón que se dio para la selección de este lugar fue su cre- Características del movimiento
ciente complejidad racial. La comunidad había aprobado recientemen-
te una resolución para establecer viviendas de protección oficial y la Su rasgo principal era el énfasis en las artes en plural. La educación ba-
proporción de familias de color había subido del siete al quince por sada en las artes o a través de las artes eran expresiones típicas dentro de
ciento hacia 1968. En el distrito había especialistas en arte y en música, su vocabulario. A veces se empleaba educación estética como expresión
pero enseñaban estas asignaturas a la manera tradicional, como asigna- genérica para referirse al conjunto de las artes. El término interdiscipli-
turas aisladas, especiales. La esencia del proyecto era la idea de integrar nario aparecía a menudo en las descripciones de los programas de edu-
las artes en el currículo. cación a través de las artes; aunque esto pudiera sugerir una afinidad
con la idea de las disciplinas, se refería más bien al uso de las artes para
El proyecto se inició en el verano de 1968 con la apertura de dos ta-
enseñar otras asignaturas.
lleres de reciclaje para profesores, y terminó tres años más tarde con un
Una historia de la educación del arte 362 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.
363

Otra característica era la tendencia a buscar las soluciones de los los colegios»; buscar respuestas a las necesidades de grupos especiales,
problemas educativos fuera de la escuela, a contemplar la propia escue- como los superdotados o los minusválidos; e incluso utilizar las artes
la como parte del problema, y a utilizar instituciones comunitarias como como una estrategia general para promover un cambio en las escuelas
los consejos artísticos o los museos como recursos para los programas (Remer, 1982).
escolares. La colaboración entre los consejos artísticos y las escuelas in-
teresadas permitía implicar otros recursos humanos de la comunidad,
como los artistas locales, en la enseñanza de las artes. A través de la pu- Críticas al movimiento
blicidad y las campañas de recaudación de fondos las escuelas obtenían
los medios necesarios para contratar a artistas. A diferencia del movimiento centrado en la disciplina, que había tenido
Uno de los ejemplos más destacados del intento de organizar la im- su origen entre educadores universitarios insatisfechos con la forma en
plicación de la comunidad en las artes fue el Panel sobre las Artes, la que su materia estaba siendo enseñada, el movimiento para la educa-
Educación y los Americanos, presidido por David Rockefeller hijo, que ción a través de las artes nació en el mundo de las agencias federales y
llevó a la publicación de un libro que alcanzaría una amplia difusión: las fundaciones privadas. Su retórica característica recuerda las ideas
Corning to Our Senses (Arts Education and Americans Panel, 1977). Di- reconstruccionistas de los años treinta, sobre todo por su intento de in-
cho grupo estaba integrado por personalidades tan destacadas como tegrar las artes en el tejido de la vida escolar. Se pueden encontrar sor-
Raye Eames y J a m e s Michener, cuyo objetivo era atraer la atención del prendentes paralelismos entre el Proyecto Owatonna promovido por la
país hacia la importancia de la educación a través de las artes. A u n q u e Corporación Carnegie y el Proyecto C i u d a d Universitaria. Ambos re-
el esfuerzo era bienintencionado, no dejaba espacio para la participa- currieron a un equipo externo de expertos para implementar el proyec-
ción de los educadores en sus propuestas para resolver los problemas to, ambos prepararon unidades didácticas encaminadas a integrar las
de la enseñanza de las artes; como resultado, tendió a perder el apoyo de artes en otras asignaturas, y ambas hacían uso de los recursos de la co-
los grupos a los que pretendía ayudar. munidad. Sin embargo, el programa de educación a través de las artes
Una tercera característica de este movimiento es lo que podría lla- era hijo de su tiempo, tal como lo demuestra su fuerte tendencia anti-
marse su tendencia a privilegiar la acción. Aunque hay varias formas sistema, su retórica de activismo social, y su tendencia a rehuir las es-
posibles de aprender artes, como por ejemplo a través del estudio de su cuelas y los educadores en favor de los artistas y los intérpretes, con la
historia, la tendencia principal del movimiento era implicar a los estu- esperanza algo ingenua de que la simple presencia de estas personas
diantes en la producción o interpretación artística. Se daba prioridad a traería un cambio en las escuelas.
la acción sobre la contemplación, algo que queda especialmente claro A su favor hay que decir que el movimiento supo atraer la atención
en los informes anuales de la J D R 3 r d Fund, que estaban ilustrados con hacia las artes como aspecto descuidado en el currículo. Cuando a co-
escenas de acción, como ensayos de bailarines o músicos y actividades mienzos de los años setenta se comenzó a dejar sentir un movimiento
comparables en las otras artes. que exigía una mayor atención a los resultados, los programas de « a r t e
Una última característica era la tendencia de los proyectos de edu- en las escuelas» gozaban de una buena reputación, y servían para re-
cación a través de las artes a justificar sus actividades a partir de objeti- cordar que las artes tenían un lugar en la escuela. También contribuye-
vos tales como mejorar la autoimagen del niño; promover la enseñanza ron a proyectar una imagen de las artes que las convertía en una parte
interdisciplinaria mediante el establecimiento de vínculos entre las di- del programa escolar donde primaba la actividad participativa, con lo
versas artes y entre éstas o otras materias, como las ciencias sociales; im- que contrarrestaba la imagen de relación pasiva con el arte por el que se
plicar a la comunidad en la escuela mediante programas de «artistas en caracterizaban en ocasiones los currículos centrados en la disciplina.
Una historia de la educación del arte 364 365 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial..

La evaluación de los resultados y la investigación cualitativa Al tiempo que los resultados se convertían en la nueva consigna, la
como movimientos rivales: 1972-1980 preocupación por los contenidos dejaba paso a una búsqueda de ins-
trumentos eficaces para la evaluación y la medición. Popkewitz, Pitman
La sección anterior describía dos movimientos simultáneos pero rivales y Barry (1986) lo describen como el paso de una atención centrada en
que surgieron durante los años sesenta. La presente sección hace lo mis- los aspectos «productivos» del conocimiento, con el énfasis puesto en
mo en relación con los años setenta. El primero de ellos fue un movi- la investigación y el descubrimiento, a un interés por los aspectos « r e -
miento que exigía una mejor «evaluación de los resultados» a los pro- productivos» del conocimiento, centrado en el dominio de los datos
gramas educativos. Había un desencanto general hacia la reforma objetivos. Hacia finales de los años sesenta la retórica de los objetivos
curricular orientada a las disciplinas, tal como puede verse en el hecho pedagógicos estaba ya en todas partes, y a mediados de los años setenta
de que el programa de las « n u e v a s matemáticas» del Grupo de Estu- buena parte de la literatura sobre la educación artística estaba dedicada
dio de las Matemáticas Escolares fuera visto como un fracaso. En su a los objetivos pedagógicos, la formación de profesores basada en la
búsqueda de una comprensión integral de las matemáticas habían per- competencia, y la evaluación.
dido de vista la capacidad de cálculo.
Este nuevo movimiento reflejaba un retorno al conservadurismo
político. La necesidad de competencia científica, que tan apremiante pa- LOS OBJETIVOS CONDUCTUALES EN EL DESARROLLO DEL CURRlCULO
recía en 1957, resultaba menos urgente en 1969, después de que el pro-
grama espacial americano consiguiera llevar hombres a la Luna. Por El énfasis en la definición de objetivos conductuales como base para el
otro lado, en 1973 el embargo petrolífero de los árabes precipitó una desarrollo y la evaluación del currículo, común a casi todas las áreas te-
crisis energética que hizo pensar a mucha gente que la opulencia ameri- máticas a lo largo de los años setenta, también estaba extendido en el
cana había llegado a su fin, que las oportunidades económicas se esta- campo de la educación artística. En Behavioral Emphasis in Art Educa-
ban agotando y que los futuros estudiantes tendrían que competir por tion, un estudio encargado por la Asociación Nacional para la Educa-
las escasas posiciones que quedarían en la cima de la escala social. ción Artística, D. J a c k Davis (1969) sostenía que « e l énfasis puesto en los
Un factor importante que contribuyó a la exigencia de resultados resultados ha hecho que los educadores artísticos se den cuenta de que
fue la crisis continuada de los costes de la educación, a pesar del mar- deben agudizar su capacidad para definir y evaluar los objetivos espera-
cado descenso en la población escolar que se produjo tras el fin del baby dos de la enseñanza» (pág. 7 ) . Según Davis, el origen de las dificultades
boom de la posguerra. Los contribuyentes se mostraban cada vez más a las que se enfrentaba la educación artística era el hecho de que los pro-
reticentes a mantener programas educativos. Al mismo tiempo, los pa- fesores de arte no podían ofrecer pruebas concretas de si su programa de
dres estaban inquietos ante el descenso en los resultados de las pruebas formación daba como resultado cambios deseables en el comportamien-
de aprovechamiento*** y cuestionaban la eficacia de las escuelas. El to. Por este motivo Davis diseñó un método para clasificar diversos
empeoramiento de los resultados que se produjo entre 1964 y mediados comportamientos observables en ciertas situaciones características del
de los años setenta hizo que las demandas de resultados se convirtieran aprendizaje artístico. También ofrecía una muestra de objetivos posibles
en una exigencia social. que podían emplearse para la enseñanza artística y que ilustraban cómo
podían funcionar a la hora de planificar y evaluar la enseñanza.
Sería normal suponer que esta nueva manera de enfocar el currícu-
*** El texto se refiere al Stanford Achievement Test, un examen de ámbito nacio-
nal que se aplica en Estados Unidos para valorar las aptitudes del alumno, principal- lo encontraría resistencias, dado su énfasis en los objetivos descritos
mente en matemáticas y lectura. (N. del t.) con precisión, y ciertamente se produjo en obras como la antología de
Una historia de la educación del arte 366 367 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

Ralph Smith, Regaining Educational Leadership (1975). Por otro lado, d) demostrar conocimientos sobre arte, e) exponer y justificar juicios
dicha resistencia estaba anunciada ya en la definición que propuso Eis- sobre el mérito estético y la calidad de obras artísticas.
ner (1967) de los «objetivos expresivos» como medio para responder a Se subdividieron estos objetivos en unidades más pequeñas y se di-
las exigencias de resultados en situaciones educativas en las que no se señaron una serie de instrumentos de evaluación para determinar el
podían anticipar todos los resultados educativos susceptibles de produ- grado de competencia del alumno en relación con cada uno de ellos.
cirse antes del inicio de la enseñanza. Eisner pensaba que algunos de es- Tales instrumentos, que incluían diversos grados de dificultad, consis-
tos resultados sólo se podían descubrir una vez realizado el proceso de tían en tareas que habitualmente requerían comportamientos observa-
enseñanza, y que tales resultados eran importantes y que merecían ser bles. Fueron aplicados sobre una población de alumnos de nueve a tre-
tenidos en consideración. ce años de escuelas públicas, parroquiales y privadas, pertenecientes a
A pesar de estos intentos de frenar el movimiento, lo cierto es que al- una amplia selección de comunidades, desde grandes ciudades hasta
canzó un importante grado de aceptación en el campo de las artes. Una zonas rurales. Se realizaron dos evaluaciones relacionadas con el arte,
razón fue que muchos educadores se sentían atraídos por un modelo de una para el año académico 1974-1975 y la segunda para el año acadé-
aprendizaje que tendía a compensar la preocupación por volver a los fun- mico 1978-1979. Los resultados de estas evaluaciones serán tratados
damentos con una enseñanza de tipo oral. Otra era el hecho de que había más adelante en este capítulo.
una nueva generación de educadores artísticos que deseaban distanciar-
se del antiintelectualismo asociado con la autoexpresión creativa. Este
hecho puede verse en su adhesión generalizada a la investigación empíri- C R Í T I C A S A L M O V I M I E N T O P A R A L A E V A L U A C I Ó N D E LOS R E S U L T A D O S

ca en campos como la creatividad psicológica y la percepción visual. De-


finir los objetivos en términos conductuales era una forma de demostrar El movimiento para la evaluación de los resultados estaba basado en la
un compromiso con la racionalidad y la precisión. Un tercer factor que premisa de que gestionar la enseñanza a partir de objetivos conductua-
contribuyó a la adopción generalizada de los objetivos pedagógicos fue el les no era más que una aplicación de unos instrumentos neutrales y cien-
hecho de que los parlamentos de los estados ordenaban su aplicación. tíficos a los problemas de la educación. Se pensaba que este plantea-
miento técnico era un método eficiente para obtener información sobre
la eficacia educativa a un coste mínimo. Sin embargo, igual que sucede
LA EVALUACIÓN DE LA E N S E Ñ A N Z A ARTÍSTICA A ESCALA N A C I O N A L con todos los instrumentos, resultaban más adecuados para unos casos
que para otros. Las tareas de aprendizaje estandarizadas son más fáciles
En 1963 se propuso por primera vez la idea de desarrollar un censo de evaluar que las tareas singulares, idiosincráticas o expresivas que
educativo para determinar el grado de progreso educativo en varios probablemente encontraremos en la enseñanza del arte. Los instrumen-
campos. La Corporación Carnegie cubrió el coste de los estudios ini- tos tienden a imponer aquello que debe ser evaluado en base a aquello
ciales, y en 1969 el proyecto fue asumido por la Comisión de Educación que pueden medir mejor.
de los Estados Unidos, una organización que tenía como objetivo estu- Una segunda dificultad se debe a las exigencias del propio instru-
diar y coordinar problemas y actividades educativas. En el estudio se in- mento de evaluación, que requiere un análisis y una división del com-
cluyeron diez áreas temáticas, entre ellas el arte y la música. Se formu- portamiento en unidades pequeñas y específicas, necesarias para que
laron cinco grandes objetivos: desarrollar la capacidad para a) percibir cada comportamiento esté claramente identificado con vistas a su obser-
y responder al arte en sus diversas formas, b) valorar el arte como un as- vación y medición. Este reduccionismo tiende a centrar los objetivos del
pecto importante de la experiencia humana, c) producir obras de arte, currículo en detalles, con la consiguiente pérdida de visión de conjunto.
Una historia de la educación del arte 368 369 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

Aunque en muchos estados se impuso de forma obligatoria la eva- objetivos conductuales. Sin embargo, los reconceptualistas esperaban
luación a través de objetivos conductuales, los críticos del movimiento poder describir la vida en el aula como un todo significativo y no a par-
señalaron que estos métodos no llevaban necesariamente a una mayor tir de fragmentos. Otros investigadores educativos fueron más allá del
eficacia en la educación y que su función latente era controlar al profe- intento de evaluar la enseñanza y el aprendizaje, y adoptaron métodos
sor y al alumno. Para mantenerse en las escuelas los profesores de arte procedentes de la antropología para descubrir las realidades sociales
debían demostrar que las actividades artísticas eran reconducibles al que se escondían detrás de la vida en el aula.
mismo tipo de manipulación racional y técnica que se había desarrolla- Algunos estudiantes de doctorado en el campo de la educación ar-
do para el conjunto de la educación (Duchastel y Merrill, 1973). tística han empleado estos métodos cualitativos de investigación. Degge
(1975) estudió las interacciones entre un profesor de arte y sus estudian-
tes durante un largo período, y concluyó que los profesores no siempre
LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN EL CAMPO DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA son conscientes de los objetivos reales de sus enseñanzas, y que las acti-
vidades didácticas que utilizan no siempre son coherentes con los fines
En 1975, William Pinar identificó a un grupo de expertos en teoría del que persiguen. Un estudio de Sevigny (1977) señala que los estudiantes
currículo a los que dio el nombre de «reconceptualistas». En líneas ge- y los profesores interactúan entre ellos sobre la base de ciertas profecías
nerales rechazaban el empleo de objetivos conductuales para elaborar recíprocas que tienden a cumplirse en sí mismas.
el currículo. Algunas de las personas que incluyó en este grupo fueron A pesar de que la investigación cualitativa ha sido ampliamente
Philip Phenix, M a x i n e Greene, J a m e s Macdonald, Herbert Kliebard, adoptada como método de investigación en el campo de la educación
Ross Mooney y Paul Klohr. Aunque diferían en sus propuestas parti- artística, no ha tenido tanta influencia como la investigación basada en
culares en relación con el currículo, todos ellos mantenían concepcio- objetivos conductuales. Sin embargo, ha tenido el efecto de recordar a
nes holistas u orgánicas de las personas y de su relación con la natu- los evaluadores de la enseñanza que la vida en el aula es compleja y que
raleza, veían a los individuos como agentes que participaban en la la evaluación de la enseñanza artística se ve dificultada por la naturale-
construcción del conocimiento, valoraban o confiaban en gran medida za inherentemente ambigua de su tema, sin que pueda evidenciarse de
en el conocimiento personal, citaban una amplia gama de fuentes del inmediato cuáles son las respuestas correctas y cuáles las incorrectas.
campo de las humanidades, valoraban la libertad personal y los niveles
superiores de conciencia, así como la diversidad y el pluralismo (Schu-
bert, 1986). La excelencia y la teoría crítica como movimientos rivales:
Hacia mediados de los años setenta se produjo un salto importante los años ochenta
desde un modelo empírico de investigación a otro cualitativo. Inicial-
mente este enfoque recibió el nombre de investigación del participante- Al comienzo de los años ochenta surgió una renovada preocupación
observador. Más adelante comenzaron a utilizarse los términos investi- por la excelencia en la educación que volvió a centrar la atención pú-
gación cualitativa o estudio cualitativo. En The Educational Imagination blica en la calidad de la educación. Se presentaron una serie de infor-
(1976b), Eisner desarrollaba la idea de un conocimiento y una crítica de mes, entre ellos A Nation at Risk, un texto preparado por la Comisión
la educación basada en los métodos de la crítica del arte. Los métodos Nacional para la Excelencia en la Educación (1983) al que se dio una
cualitativos se hicieron populares como medio para evaluar las activi- amplia publicidad. Un segundo informe fue High School: A Report on
dades y los logros educativos, y sus fines eran nominalmente parecidos Secondary Education in America (Boyer, 1983). Ambos reflejaban las
a los que defendían aquellos que basaban sus métodos de evaluación en mismas preocupaciones que se habían planteado en los años cincuenta
Una historia de la educación del arte 370 371 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

tras el lanzamiento del Sputnik, aunque en este caso el interés por recu- nes tales valores son supuestamente irrelevantes, sobre todo cuando se
perar la excelencia venía motivado por la creciente competencia econó- trata de miembros de la clase trabajadora o de grupos étnicos. Un currí-
mica en los mercados mundiales. culo que busque la excelencia en el campo de la educación artística se ve
Aunque dichos informes expresaban su respeto por las artes, el tra- por lo tanto obligado a defenderse de la acusación de elitismo (Pág. 17).
to que les dedicaban era superficial. Para resolver esta deficiencia, la
Asociación Nacional para la Educación Artística encargó un informe En su opinión, « n o hay nada antidemocrático, ni esnob, ni elitista
propio, Excellence in Art Education: Ideas and lnitiatives (Smith, 1987a). en el intento de familiarizar la mente de los jóvenes con algunos de los
Smith señalaba que la idea de la excelencia gozó de un breve período de mayores logros de la raza humana», y más adelante argumenta que la
popularidad en los años sesenta y que entonces los debates se centraban excelencia se puede encontrar en todas las culturas y civilizaciones, que
en la mejora de la enseñanza de las materias científicas, matemáticas y «mientras se habla de calidad [...] no hay motivo para descalificar el
tecnológicas, mientras que los debates sobre la excelencia que tenían lu- arte de ningún grupo, sociedad o época» (pág. 17).
gar en aquel momento eran más equilibrados, tal como se reflejaba en al- Smith se siente cómodo con la idea de que es posible que un grupo
gunos informes que destacaban el ideal de « u n a educación común y ge- de expertos profesionales se ponga de acuerdo sobre cuáles son estas
neral que no sólo se ocupe de las ciencias y las matemáticas sino también cimas de la excelencia, aunque la lectura de lo que se ha escrito sobre la
de las artes, las humanidades y las lenguas extranjeras» (pág. 2 ) . relación del arte feminista y afroamericano con la historia del arte de-
En opinión de Smith, el objetivo general de la educación artística muestra que no son muchos los que comparten su confianza. En la ac-
era « e l desarrollo de una disposición a apreciar la excelencia en el arte, tualidad dichos temas siguen siendo objeto de controversia entre los
donde la excelencia en el arte significa dos cosas: la capacidad que po- críticos y los historiadores del arte.
seen las grandes obras de arte de intensificar y ampliar la experiencia
humana, y las peculiares cualidades de las obras de arte de las que de-
pende tal capacidad» (pág. 16). LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA BASADA EN LAS DISCIPLINAS
Según Smith, el arte debería ser tratado desde el punto de vista edu-
cativo como una de las artes liberales. Rechazaba la idea de que la pro- En 1982 el J. Paul Getty Trust mantuvo una serie de entrevistas con un
ducción de arte llevada a cabo por los niños tuviera que ocupar un lu- grupo de diecisiete educadores de arte con el objetivo de establecer un
gar central en la enseñanza artística, y no consideraba que la expresión centro de educación artística. Al año siguiente se fundó el centro, bajo
personal y la promoción de la creatividad fueran razones suficientes la dirección de LeiLani Lattin-Duke. El centro inició sus actividades
para justificar la enseñanza del arte. Es más, recomendaba que si los es- ofreciendo el primero de una serie de cursos de verano en el área de Los
tudiantes tomaban parte en la manipulación de materiales artísticos de- Ángeles para ayudar a los maestros de escuela a enseñar arte a los niños
bía ser para «ayudarlos a adquirir un cierto sentido del diseño artístico de primaria. El personal que daba el curso estaba dirigido por W. Dwai-
y a comprender ideas que puedan servirles en futuros encuentros con el ne Greer, quien acuñó la expresión educación artística basada en las
arte» (pág. 19). disciplinas (discipline-based art education, DBAE). Dwaine reconoció
En su definición de la excelencia, Smith niega que sea una idea eli- que la expresión derivaba de una serie de ideas que habían aparecido
tista: por primera vez en los años sesenta, aunque su teoría actual se apartaba
de aquellos antecedentes (Clark, Day y Greer, 1987). Se puede ver la
Se piensa que poner el énfasis en la calidad representa una imposición DBAE como una respuesta al reto de la excelencia, y al igual que el pro-
injustificable de valores estéticos tradicionales sobre personas para quie- pio movimiento en favor de la excelencia, repetía muchos de los temas
Una historia de la educación del arte 372 373 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial-

que habían aparecido por primera vez en los años sesenta, con las re- biera prometido reducir la intervención del Gobierno en la educación
formas curriculares centradas en las disciplinas. hacía que no estuviera en una posición demasiado fuerte para proponer
El Centro Getty hizo su debut en el terreno de las publicaciones remedios específicos para mejorar la educación. Mucha gente pensaba
con Beyond Creating: The Place for Art in America's Schools (1984). Al que las humanidades y el legado cultural de Occidente estaban siendo
igual que los currículos de arte centrados en la disciplina que se propu- utilizados como un velo para esconder objetivos económicos más vul-
sieron en los años sesenta, los contenidos que se sugerían en esta obra gares que se podían perseguir mejor mediante la enseñanza de matemá-
estaban basados en las actividades de taller artístico, la crítica y la his- ticas, ciencias e informática. Bennet era un gran defensor de las huma-
toria del arte. Añadía una cuarta disciplina, la estética, aunque la idea nidades como medio para la conservación de los valores tradicionales.
básica era la ya conocida propuesta de basar la enseñanza en nociones En este sentido no estaba muy lejos de la posición que mantenía W i -
representativas de las disciplinas incluidas dentro del arte. lliam Torrey Harris en el cambio de siglo.
Desde 1984 el interés por la DBAE ha aumentado rápidamente. Las Las críticas se han dirigido tanto hacia la educación artística basada
conferencias anuales de la Asociación Nacional para la Educación Ar- en las disciplinas, en la medida en que era identificada con el Getty
tística entre 1984 y 1988 reflejan un creciente interés hacia esta pro- Trust, como hacia la obra de Ralph Smith Excellence in Art Education
puesta, y se le dedican cada vez más conferencias. El Centro Getty ha (1987a), por el tono conservador de sus propuestas y por su tendencia
encargado algunas publicaciones para desarrollar el modelo DBAE y ha a concebir la educación artística como el estudio de los logros cultura-
financiado conferencias para promocionarlo. les del pasado avalados por expertos acreditados. Los críticos (véase
Una de las conferencias Getty más notables fue la que tuvo lugar en por ejemplo Burton, Lederman y London, 1988) han sostenido que la
Los Angeles en enero de 1987, bajo la dirección de Elliot Eisner y del DBAE y la iniciativa de la excelencia tienden a convertir la enseñanza
secretario de Educación William Bennett. Este último expuso las razo- del arte en una ocupación pasiva, tal como se refleja en la menor im-
nes por las cuales era importante que «los niños marginados conozcan portancia que asignan a las actividades en taller artístico. Tales cuestio-
las grandes obras y los artistas que forman parte de nuestra cultura co- nes siguen siendo actualmente objeto de un encendido debate.
mún». La primera idea era que « l a s grandes obras de arte constituyen
un registro incomparable del pasado, de la evolución de nuestra socie-
d a d » , que son « u n vehículo destacado para la transmisión [de nuestros LA TEORÍA CRÍTICA DENTRO DEL DISCURSO EDUCATIVO
valores más queridos] de generación en generación», que el arte es « u n
reto para el intelecto» y puede inspirar en nosotros « e l mérito e incluso A mediados de los años setenta hubo un grupo de historiadores y filó-
la grandeza», y finalmente que el arte es « u n o de los mejores productos sofos de la educación que cuestionaron la tendencia a ignorar las es-
de la civilización» (Centro Getty, 1987, pág. 31). tructuras socioeconómicas de clase y las formas en que los currículos re-
producen y mantienen tales estructuras. Como grupo intentaban poner
en evidencia las relaciones sociales basadas en la dominación de un gru-
CRÍTICAS AL MOVIMIENTO PARA LA EXCELENCIA po social sobre otro. Su método de análisis crítico tendía a ser marxista
o posmarxista. La instrucción escolar en la América capitalista (Bowles y
En el momento en que apareció A Nation at Risk, muchos vieron en Gintis, 1976) era un estudio dedicado al papel que tienen las escuelas
este informe un instrumento de la administración Reagan para culpar a en la perpetuación de la desigualdad. Ideología y currículo (Apple,
las escuelas de las dificultades que tenía el país para competir en los 1979) llamaba la atención sobre los fundamentos ideológicos no reco-
mercados mundiales. Sin embargo, el hecho mismo de que Reagan hu- nocidos y a menudo ocultos del currículo. «Social Class and School
375 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial..
Una historia de la educación del arte 374

Alexander Calder. Las figuras 8.2 y 8.3, extraídas de School Arts, mues-
Knowledge» (Anyon, 1980) examinaba las diferentes presentaciones
tran una serie de proyectos típicos de piezas artísticas hechas a partir de
que se hacían de un mismo currículo en escuelas dirigidas a diferentes
materiales corrientes. Son legados de la época de la Depresión, cuando
clases sociales, con objeto de mantener las distinciones de clase.
los profesores se veían forzados a ser imaginativos y a utilizar materiales
Al igual que la investigación cualitativa, la teoría crítica no ha teni-
de deshecho como medios artísticos.
do una influencia continuada en el campo de la educación artística. El
Consejo Político sobre Teoría Social en la Educación Artística, que si- Aunque el curso preliminar de la Bauhaus ya era conocido en este

multanea sus reuniones con las de la Asociación Nacional para la Edu- país desde finales de los años treinta a través de profesores como Mo-

cación Artística, ha tratado en ocasiones algunos temas que reflejan las holy-Nagy, fue durante la época de la posguerra cuando las escuelas y

preocupaciones de los teóricos críticos. Por ejemplo, ha sostenido que


muchos educadores tienden a imponer a los estudiantes concepciones
elitistas del arte, al tiempo que ignoran los aspectos multiculturales de
la enseñanza del arte. Sin embargo, no se han hecho análisis consisten-
tes de la estructura de las ideas dentro de la educación artística como
instrumentos ideológicos vinculados a grupos dominantes o subordina- Figura 8.2. Actividades

dos en la sociedad americana, como tampoco se han propuesto reme- artísticas: móvil construido
a partir de materiales
dios para emancipar los currículos de arte del control de los grupos so-
comunes, tomado de
cialmente dominantes. En vista del hecho de que la educación artística School Arts (1955), 58 (7),
ha estado históricamente identificada con los estratos privilegiados de 8. Reproducido con
la sociedad, hace tiempo que deberían haberse realizado tales estudios. autorización.

Innovaciones introducidas en la educación artística


durante la posguerra

L A A M P L I A C I Ó N D E LOS M E D I O S A R T Í S T I C O S

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial se han venido incorpo-


rando a la educación nuevos tipos de materiales artísticos. En las escue-
las influidas por la filosofía educativa progresista, sobre todo, los profe-
sores introdujeron los colores ricos, espesos y brillantes de la pintura al
temple, acompañados por grandes brochas; papel de periódico de gran
tamaño, suave y absorbente; arcilla para que pudieran amasar y moldear
vasijas y figuras de animales. Comenzaron a aparecer actividades como
el collage, siguiendo la tradición de Braque y Picasso.
A comienzos de los años cincuenta no era extraño ver actividades
como la construcción de móviles con colgadores de ropa a imitación de
Una historia de la educación del arte
376
377 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

LA INTRODUCCIÓN DE LOS NUEVOS MEDIOS

En 1966, Vincent Lanier realizó un estudio para determinar el poten-


cial educativo de los medios fotográficos y electrónicos. Sostenía que
los medios artísticos tradicionales significaban relativamente poco para
la generación más joven, que sus concepciones de la realidad se basaban
en imágenes generadas por la fotografía, el cine y la televisión, y que en
muchos sentidos los estudiantes contemporáneos estaban más familia-
rizados con las cámaras y los artilugios electrónicos que sus profesores
o sus padres. En su opinión, los profesores de arte debían conocer me-
jor estos nuevos medios.
Su consejo ha ganado fuerza a medida que se ha ido ampliando la
lista de los nuevos medios, con la inclusión de las cámaras de vídeo y las
cámaras cinematográficas portátiles. Por otro lado, es probable que los
ordenadores personales y el software que permite crear, manipular y al-
macenar imágenes revolucionen la concepción que tienen los profeso-
Figura 8.3. Ilustraciones de objetos artísticos hechos con materiales comunes, tomadas de res de arte sobre los medios artísticos (Lanier, 1966).
School Arts (1964), 64 (9), 37. Reproducido con autorización

los departamentos de Arte introdujeron cursos basados en este modelo. LA CUESTIÓN DE LOS NUEVOS CONTENIDOS EN LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA

En estos cursos los materiales eran valorados por sus cualidades únicas
y se empleaban sobre ellos diversas herramientas para producir una in- La disponibilidad de nuevos medios artísticos fue una de las vías de
finita variedad de formas visuales. La enseñanza artística en las escuelas introducción del arte moderno en las clases de arte, pero hubo otras in-
públicas imitaba este modelo de enseñanza tanto en los cursos de pri- novaciones en los contenidos que aparecieron como respuesta a cam-
maria como de secundaria. Algunos ejemplos de actividades de taller bios políticos y sociales. El movimiento de los derechos civiles generó
artístico basadas en el modelo de la Bauhaus serían la escultura en pa- un interés por el arte de las minorías étnicas, así como por el estudio de
pel, la elaboración de collages a partir de materiales de diversas textu- artistas vivos afroamericanos y americanos nativos, mientras que el mo-
ras, la reproducción de texturas al lápiz, el trabajo a partir de fotogra- vimiento feminista llamó la atención hacia la obra de las mujeres artis-
mas y el collage fotográfico. tas. Tales movimientos también estimularon una serie de estudios aca-
démicos que sacaron a la luz la obra de algunas mujeres y artistas
A comienzos de los años sesenta se podían ver muestras de la intro-
minoritarios que hasta el momento había sido ignorada. La compara-
ducción de ciertas nociones de historia del arte en las clases de educa-
ción artística. En School Arts se pueden encontrar algunos ejemplos de ción de la edición original de 1962 de la Historia general del arte d e j a n -
estas lecciones. Dicha revista también contenía anuncios de diapositivas son con ediciones más recientes da prueba de esta evolución. En las pri-
y reproducciones de arte, así como manuales sobre apreciación e histo- meras ediciones no aparecía la obra de ninguna mujer, y el arte no
ria del arte. occidental quedaba relegado a un epílogo. Las ediciones más recientes,
aunque siguen firmemente enraizadas en el arte occidental, dedican
Una historia de la educación del arte 379 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.
378

más atención a las obras de otras culturas; también tratan la obra de al- aproximadamente una quinta parte de los profesores, supervisores y
gunas mujeres artistas contemporáneas. La obra de Feldman Varieties profesores normales de arte del país.
of Visual Experience (1972), a diferencia de la de Janson, es más repre-
sentativa de la diversidad de culturas, religiones, regiones culturales, gé-
neros y movimientos sociales, con lo que demuestra una mayor sensibi- ESTUDIOS SOBRE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA

lidad hacia el clima social de los años setenta y ochenta.


En 1963 la Asociación Nacional de Educación realizó un estudio sobre
el estado de la enseñanza artística y musical en Estados Unidos (NEA,
El estatus de la educación artística 1963). Dicho estudio reveló que en el setenta y cinco por ciento de las
escuelas de primaria la enseñanza artística corría a cargo del maestro, y
LA FUNDACIÓN DE LA A S O C I A C I Ó N NACIONAL PARA LA E D U C A C I Ó N que sólo el veinticinco por ciento contaba con los servicios de un espe-
ARTÍSTICA cialista en arte. Chapman (1982) afirma que en 1979 sólo el dieciocho
por ciento de las escuelas de primaria disponían de un profesor de arte.
En 1987 la Asociación Nacional para la Educación Artística (NAEA) Si tenemos en cuenta el descenso del número de plazas de supervisor
celebró su cuarenta aniversario. La organización se formó a partir de la que veíamos antes, queda claro que la asistencia que recibían la mayo-
unión de cuatro asociaciones regionales de profesores con el Departa- ría de los maestros de escuela en relación con la enseñanza del arte era
mento de Educación Artística de la Asociación Nacional de Educación. escasa o nula. Según informa Chapman, un profesor de arte típico po-
Los orígenes de las Asociaciones de las Artes del Este y del Oeste se re- día dar clases a un número variable de entre quinientos y mil quinientos
montan al siglo pasado, tal como vimos en el capítulo 6. La Asociación alumnos, con unos horarios que hacían imposible que buena parte de
de Educación Artística del Sureste fue fundada poco después que la ellos recibieran algo más que una formación testimonial. Tal vez este
Asociación de las artes del Este, mientras que la Asociación de Artes del dato ayude a explicar por qué los conocimientos artísticos de la mayo-
Pacífico se formó durante la Segunda Guerra Mundial. ría de los niños eran tan limitados.

En 1947 se celebró en Atlantic City un congreso fundacional al que En el año académico 1974-1975 la Evaluación Nacional del Progre-
asistieron representantes de las cuatro asociaciones regionales así como so de la Educación (NAEP) realizó el primero de dos estudios sobre el
del Departamento de Educación Artística de la Asociación Nacional de nivel de los alumnos en arte. En esta primera evaluación no aparecían
Educación. Las cuatro asociaciones regionales habían votado a favor diferencias significativas en las categorías de dibujo y diseño entre el ni-
de la formación de una asociación nacional en sus congresos de prima- vel general de los alumnos que asistían a escuelas donde se enseñaba
vera, y en julio de 1947 sus líderes se reunieron en Cincinnati para sen- arte y el de aquellos que no. El estudio también reveló que entre los
tar las bases de la NAEA. La primera conferencia tuvo lugar en Atlantic alumnos de nueve años incluidos en el estudio « e l veintisiete por ciento
City en 1948, bajo la presidencia de Edwin Ziegfeld. Las organizaciones no piensa que expresarse a través del arte sea algo importante para ellos;
regionales no perdían su identidad, y seguirían celebrando conferencias el treinta y cuatro por ciento no realiza creaciones artísticas fuera de la
regionales en años alternos. La organización nacional se reunía cada dos escuela; [ y ] el cuarenta y seis por ciento no sabe qué responder a la pre-
años. A finales de los años sesenta dejaron de celebrarse las conferen- gunta « ¿ p o r qué es importante el arte?» (Chapman, 1982, pág. 65). La
cias regionales y la conferencia nacional pasó a ser anual. En el momen- segunda evaluación, realizada en 1979, ofreció unos resultados pareci-
to de su fundación la NAEA tenía tres mil quinientos miembros, mien- dos, con un apreciable descenso en el apartado de valoración del arte.
tras que en 1987 se acercaba a los once mil, un número que representa Chapman apunta que el único curso de arte obligatorio en la escue-
Una historia de la educación del arte 380 381 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

la secundaria júnior, que corresponde al séptimo u octavo curso, supo- Conclusiones


ne alrededor de noventa horas lectivas. Chapman también explica que
las evaluaciones de la NAEP para los estudiantes de la escuela interme- El presente capítulo describe algunos movimientos posteriores a la Se-
dia**** eran parecidas a las que se habían obtenido con los alumnos de g u n d a Guerra M u n d i a l en el campo de la educación artística, que se
primaria, es decir, demostraban que un año de estudios de arte no bas- han clasificado en tres corrientes de influencia reconocibles dentro de
taba para transmitir a los estudiantes un conocimiento suficiente de la todos los campos de la educación: la expresionista, la reconstruccio-
materia, y que pocos niños lo valoraban. nista y la racionalista científica. Las tres corrientes surgieron a partir
La descripción que ofrece Chapman de los programas de arte en las de una serie de influencias presentes tanto en este siglo como en el an-
escuelas secundarias resulta igualmente descorazonadora, aunque des- terior.
de la aparición de su libro en 1982 algunos estados han convertido en Con el nombre de corriente expresionista me refiero a un conjunto
obligatorio un año de estudios en alguna de las artes. En un informe ela- de creencias procedentes del idealismo romántico del siglo x i x que si-
borado por la Fundación Nacional para las Artes, Wilson (1988) afirma tuaban al artista en la vanguardia de la sociedad. Éste fue el impulso
que el porcentaje de alumnos matriculados en clases de artes es del die- que dio origen al movimiento de los jardines de infancia, que luego se
cinueve por ciento entre los estudiantes de noveno y décimo curso, y manifestó en la rebelión contra las reglas académicas, y que puede re-
del dieciséis por ciento entre los estudiantes de onceavo y doceavo cur- conocerse en los radicales estilos artísticos de las vanguardias así como
so. El informe también señalaba que en 1982 sólo el dieciocho por cien- en sus manifiestos de rechazo hacia las tradiciones artísticas muertas y
to de los distritos escolares del país establecían requisitos específicos en en favor de la libre expresión del artista. Esta corriente se ha traducido
el campo de las bellas artes, mientras que en la actualidad eran el trein- habitualmente en una pedagogía con menos restricciones sociales y ma-
ta y seis por ciento. Este cambio de tendencia es un signo alentador. yores posibilidades para la expresión personal. Sin embargo, el idealis-
Se han buscado muchas causas para explicar esta falta de calidad en mo romántico también ha dado pie a iniciativas conservadoras, tal
la educación artística, entre ellas algunos mitos persistentes como que el como vimos en el caso de Harris, que en la década de 1890 pretendía
arte está destinado únicamente a unas pocas personas con talento, o utilizar el arte para imponer la moral tradicional.
que se trata de una asignatura fácil, blanda y poco académica. Los cul- A lo largo del siglo x x , la idea del «niño como artista» se ha venido
pables de dicha falta de estima intelectual son en cierta medida los pro- asociando con la lucha del artista por alcanzar la libertad expresiva. El
pios educadores artísticos, a causa de su reticencia a enseñar aprecia- equivalente educativo de esta idea fue la educación centrada en el niño,
ción artística por miedo a obstaculizar la expresión personal. Sin cuyo objetivo principal era la autoexpresión creativa. En el siglo xx el
embargo, la tendencia a contemplar el arte como una materia inferior artista era visto como el redentor de la sociedad, como la persona que
desde el punto de vista intelectual también posee una larga carrera en la había de generar las formas que encarnaran la concepción colectiva de
historia de las ideas, pues se remonta hasta Platón. Se puede decir con la humanidad; el siglo xx ha querido ver en el niño artista al encargado
cierta razón que la historia de la educación artística consiste en la histo- de expresar tales verdades universales, a través de los símbolos unifica-
ria de las razones para no enseñar arte junto a la historia de los movi- dores del inconsciente colectivo, una expresión que había de promover
mientos que han conseguido introducirla en la educación general. el avance de la paz y la civilización. El niño artista recibió el papel de
salvador de la sociedad.
La corriente expresiva, que encuentra su mejor representación en
****En inglés middle school, a la que asisten niños de edades comprendidas entre
nueve y trece años. La escuela secundaria júnior (junior high school) incluye habitual- las ideas de Viktor Lowenfeld y Herbert Read, fue dominante entre
mente alumnos de entre doce y catorce años. (N. del t.) 1945 y 1960. La fe en la expresión personal ha ido perdiendo fuelle des-
Una historia de la educación del arte 382 383 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

de mediados de los años sesenta, aunque algunos elementos se conser- mos concluir a partir de estas circunstancias que tales movimientos eran
varon en el movimiento de « a u l a s abiertas» y de la escuela no-formal al- manifestaciones de una política conservadora?
ternativa. La respuesta no es un simple sí o no. El movimiento centrado en la
Con el nombre de corriente reconstruccionista me refiero a la creen- disciplina tuvo una influencia conservadora al limitar las propuestas de
cia general en que la educación es una fuerza capaz de transformar la so- reforma educativa y aplicar ese único modelo a materias para las que
ciedad. A lo largo del siglo anterior se manifestó en el ideal de la escue- podía resultar inapropiado. Sin embargo, su énfasis en el aprendizaje
la común, que veía en la escuela, en palabras de Horace Mann, « l a pieza por descubrimiento y la idea de que los alumnos pueden ser activos a la
que equilibra la maquinaria social» {Massachusetts Board of Education, hora de producir conocimiento constituían elementos liberales dentro
1849, pág. 5 9 ) . En el último capítulo hemos visto la misma idea reflejada de sus objetivos educativos. En los escritos de Jerome Bruner podemos
en el manifiesto de George Counts Daré the School Build a New Social encontrar paralelismos entre la ciencia y el arte, como por ejemplo en el
Order?, así como en el proyecto de educación artística de Owatonna. uso de palabras como hallazgo casual e intuición, habitualmente asocia-
A finales de los años sesenta y durante los años setenta la corriente re- das con el arte, para describir las actividades del científico. Ello dio la
surgió en el movimiento para la educación a través de las artes que veía esperanza a los educadores artísticos de que la enseñanza del arte se po-
el arte como una herramienta para revitalizar el ambiente de la escuela. día beneficiar si se adoptaba el camino propuesto por los educadores
Con el nombre de racionalismo científico me refiero no tanto a la científicos. Sigue abierta la cuestión de si tal camino era el adecuado
ciencia propiamente dicha sino a las ideologías que se amparan en ella, para la educación artística.
como el darwinismo social de finales del siglo x i x . Tras la Segunda El movimiento para la evaluación de los resultados también estaba
Guerra Mundial dicha corriente tomó la forma de un movimiento en fa- guiado por la ciencia, pero no en sentido puro. Es mejor definirlo como
vor de adoptar las disciplinas definidas en términos científicos como una aplicación de los instrumentos técnicos derivados de los métodos
base para la reforma del currículo. El aspecto técnico de la ciencia tam- científicos y preocupado por la observación, la medición y la cuantifi-
bién dio origen al movimiento para la evaluación de los resultados. cación objetivas. Dichos elementos no entraban dentro de la enseñanza,
El darwinismo social de finales del siglo x i x y comienzos del xx for- sino que eran más bien técnicas para evaluar a los estudiantes y valorar
muló una ideología conservadora que configuró el currículo escolar de los conocimientos que habían adquirido a través de la enseñanza. El én-
acuerdo con las preferencias del hombre de negocios. Ello nos lleva a fasis había pasado de la producción de conocimiento a su reproducción
preguntar si estas manifestaciones recientes de racionalismo científico en la mente de los estudiantes.
también se basan en una ideología conservadora. ¿Acaso la influencia Este paso a unos objetivos didácticos preestablecidos supuso un
científica que alimentó el movimiento en favor de las disciplinas se ba- cambio en la concepción del conocimiento: se convirtió en algo ya sabi-
saba en una ciencia interesada por el conocimiento en sí mismo, tal do por el profesor, en lugar de algo que podía ser el resultado de la pro-
como pretendería el científico puro, o depende más bien de los poderes pia actividad intelectual del alumno. El éxito académico se definía en
económicos y militares que subvencionan la investigación científica? En términos de la cantidad de conocimientos del profesor que habían pa-
1960 pocas personas habrían visto la Conferencia de Woods Hole sado al estudiante, no a partir de las intuiciones, invenciones o descu-
como la expresión partidista de lo que el presidente Eisenhower llama- brimientos de este último. La educación en este sentido es una forma de
ba « e l complejo militar-industrial», y sin embargo el movimiento cen- control social, y aunque el control es necesario para algunos objetivos
trado en la disciplina era una respuesta directa a las presiones de la humanos, su ejercicio es invariablemente conservador, dado que no se
Guerra Fría y a los intentos de las agencias federales de diseñar unas po- confía en que la libertad intelectual del alumno produzca ningún resul-
líticas educativas que pudieran hacer frente a la crisis nacional. ¿Pode- tado socialmente valioso.
Una historia de la educación del arte 384 385 La educación artística desde la Segunda Guerra Mundial.

Hacia una confluencia armoniosa momentos la educación artística ha tendido a emanciparse de las limita-
ciones pedagógicas, tal como lo demuestra la filosofía de la expresión
A lo largo de este siglo la educación artística se ha visto fuertemente in- personal que surgió tras la Primera Guerra Mundial y de nuevo tras la
fluenciada por ideas que han marcado la educación general. El predo- Segunda Guerra Mundial. Uno se pregunta si sería posible encontrar un
minio de las diversas corrientes variaba de una a otra época en respues- equilibrio entre estas dos tendencias, algo parecido a lo que buscaba Pla-
ta al clima social dominante, las circunstancias sociales o los grupos tón entre la música y la gimnasia de su época. Hoy en día deberíamos ha-
socialmente poderosos. A medida que cada corriente alcanzaba una po- blar de un equilibrio entre las artes, las ciencias y las humanidades.
sición preponderante, sus orientaciones adquirían un valor absoluto. Cuando predomina un determinado aspecto, tal como sucedió con
Sus objetivos, métodos y aspiraciones se convertían en canónicas, y se la ciencia durante la generación pasada, es fácil que perdamos de vista
les atribuía una validez tan evidente que estaban más allá de cualquier este equilibrio. Es importante tener presentes las diferencias que las se-
duda. No parece muy probable que ninguna corriente concreta pueda paran. Las artes poseen la virtud de la implicación afectiva y el aprendi-
predominar en todo momento y para todas las personas. zaje participativo, significan el triunfo de la vida de los sentimientos y la
imaginación. La virtud de la ciencia, en cambio, consiste en el distan-
A pesar de las idas y venidas de estas grandes corrientes, sus efectos
ciamiento objetivo y la precisión, supone el triunfo del pensamiento ra-
se mantienen mucho después de que el movimiento en sí mismo haya
cional, mientras que las humanidades poseen la virtud del interés por la
pasado a la historia. El progresismo dejó de ser el movimiento de van-
acción moral. C a d a uno de estos campos de estudios requiere sus pro-
guardia en los años veinte, por ejemplo, y sin embargo la mayoría de sus
pias formas de conocimiento y es esencial para completar la imagen de
innovaciones iniciales han pasado a formar parte de las prácticas comu-
la realidad. Las artes tienen un papel que desempeñar como parte de la
nes de la enseñanza.
educación general.
A menudo sucede también que los movimientos no terminan real-
mente; lo que hacen es adquirir formas distintas. El movimiento para la A lo largo de este siglo, el debate en el campo de la educación artís-
eficacia social de 1910 se convirtió en el movimiento científico de los tica se ha planteado en términos de aquellos que se concentran en la en-
años veinte y reapareció como el movimiento en favor de la evaluación señanza de los contenidos y aquellos que ven el arte como expresión
de los resultados de los años setenta. El movimiento para la excelencia personal. En nombre de esta última los niños han sido frecuentemente
de los años ochenta recuerda el movimiento centrado en la disciplina de abandonados a sus propios medios y se les ha negado el acceso a un co-
los años sesenta, mientras que la autoexpresión creativa de los años nocimiento que podría iluminar sus propias investigaciones en el cam-
veinte reaparece en los escritos de Read y Lowenfeld de los años cua- po del arte. Y sin embargo cuando se insiste en la enseñanza de las téc-
renta. Por último, el reconstruccionismo de la Depresión resurgió en el nicas artísticas, o de los nombres y las fechas de los estilos artísticos, o
movimiento para la educación a través de las artes. Todo esto no quie- de los elementos y los principios del diseño, es fácil perder de vista el
re decir que cada una de estas reapariciones sea idéntica a sus versiones sentido del arte como medio que poseen los seres humanos para reali-
anteriores, sino más bien que guardan suficientes parecidos como para zar su propio espíritu y destino a través de las acciones y los productos
que podamos establecer comparaciones entre las circunstancias actua- de su imaginación. Queda por ver cómo se resolverá en el futuro el dra-
les y las del pasado, y nos demos cuenta por lo tanto de los errores y las ma de la educación artística.
ocasiones perdidas del pasado.
La tendencia actual de la educación artística parece ser un formalis-
mo pedagógico derivado de las iniciativas del currículo centrado en la
disciplina, poniendo el mismo énfasis en el orden y la estructura. En otros
Una historia de la educación del arte 408

Ziegfeld, E., Artfor daily living: The story of the Owatonna art education pro-
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ABC der Anschauung (Pestalozzi), Agustín, san, 42-43


123,124-126, 128, 134, 170 Albers, Josef, 319
Academia Abbot, 212-215 Alberti, León Battista, 53-54
Academia de Bellas Artes de Pennsyl- Alberti, Pierfrancesco, 56
vania, 75, 99 Alcott, Amos Bronson, 173-181,
Academia de Berlín, 123 194
Academia Francesa, 64-69, 79, 86 — importancia del entorno de la es-
— clases, 66-67 cuela, 178-180
— educación artística en, 64-69 — teorías educativas, 176-177, 218
— y las manufacturas reales, 67-69 Alejandro III (el Grande), rey de Ma-
Academia Nacional de Diseño, 100, cedonia, 27
106, 112,225 Alemania:
Academia Real, 93, 96 — Bauhaus, 312, 315-321
Academia Real de Arte, 229 — clases magistrales en las acade-
Academias de arte, 99-100 mias de, 87-88
Academic Groves (Alcott), 178 — escuelas de comercio, 91-92
Accademia del Disegno, 60 — historia del arte en las universida-
Accademia di S. Luca, 60 des de, 109-112
Acrópolis, 30 — inmigración, 138-139
Addams, Jane, 287 — movimiento de los jardines de in-
A d d i s o n J . D., 44-46 fancia, 187-192
Adler, Félix, 309 Alfredo (el Grande), rey de Inglaterra,
Aesthetics and Criticism in Art Educa- 45
tion, 352 Alternative lllustrated Syllabus oflns-
Aficionados, educación artística para, truction in Drawing in Elementary
69-70 Schools (Cooke), 207
Agassiz, Louis, 248 American Art Directory, )34
Una historia de la educación del arte 411 índice analítico y de nombres
410

American Drawing Book, The (Chap- Arte infantil, descubrimiento del, Asociación Americana de Ciencia So- Barnett, J. R., 352
man), 140 289-294 cial, 215 Barr, A. H.,315
Andrónico, Livio, 39 Artes: Asociación de Jardines de Infancia Barry, A., 365
Annals ofEducation, 133-134 — como ocupaciones inferiores, 26 Golden Gate, 189 Bartholomew, William, 141, 145,
A n y o n J . , 373-374 — como parte del esfuerzo bélico, Asociación Nacional de Educación 151, 165-166,213,214
Apeles, 32 339-340 (NEA), 107-108, 192, 242, 271, Bauhaus, 312, 315-321, 327, 375, 376
Apple, M., 373 — contexto social de, 19-21 378,379 — críticas, 320-321
Applied Arís Book, 232 — durante la posguerra, 330-331 Asociación Nacional para la Educa- — currículo y métodos, 316-319
Aptitud artística, estudios psicológi- — en el estado absolutista, 62-63 ción Artística (NAEA), 272, 336, — impacto, 319-320
cos de, 281-282 — en la Edad de la Razón, 61-62 351,365,370-371 Beardsley, M., 43
Aristóteles, 2 5 , 4 2 , 78 — en la educación romana, 39-41, 78 — fundación, 378-379 Bedell, M., 177-180
— sobre el dibujo en la Grecia hele- Asociación para la Educación Progre- Behavioral Emphasis in Art Education
— en la Política de Aristóteles, 35-38
nística, 31-32 — en las universidades de Estados sista, 324 (Davis), 365
— sobre la educación en Esparta, 27- Unidos, 331-334 Asociación por el Arte en las Escue- Bell, Q., 83, 95, 99
29 — enseñanza, véase Profesores, ense- las, 208, 217-219 Bellas artes, estudios de posgrado en,
— sobre las artes y la educación, 35- ñanza Asser, 45 333-334
38 — Escuela Secundaria y Normal Fe- Atelier, 86-87 Belleza, apreciación de la, 259-260,
ArmoryShow de 1913,225-226,278 menina, 214-215 Atenas, 20 270, 352
Arquitectura, 30, 34, 56 — estudios de, 323-326 — comparada con Esparta, 29-30 Benito de Nursia, san, 43
Art and Industry (Clarke), 109, 147, — formación profesional en, 85-100 — educación en, 30-31 Bennett,C. A., 271-272
189 — importancia educativa, 37 Ayer, F. C, 282 Bennett, William, 372
Art as Experience (Dewey), 254 — influencia del neoplatonismo, 53 Bernward, san, 46
Art Education in Contemporary Cul- — roles sociales en, 20 Bacon, Roger, 61-62 Bestor, Arthur, 334
ture (Kaufman), 351 — socialmente controladas, 17-22 Bail, Louis, 151 Beyond Creating: The Place for Art in
Art Education in the Public Schools of — Spencer sobre, 234 Bailey, Henry Turner, 216, 249, 255- America's Schools, 372
the United States (Haney), 273 — vulnerabilidad, 16 260,270-271 Bigelow, Erastus Brigham, 148-149
Art Education Scholastic and Indus- Bailey, Mercy, 160 Bigelow, Jacob, 148
Véase también Artes específicas
trial (Smith), 153, 158 Baker, D. W . , 7 1 Binet, Alfred, 245
Artes visuales, 16. Véanse también
Art Education Today, 309,339 Bandinelli, Baccio, 59 Bingham, Caleb, 117-118
Dibujo; Pintura
Art in American Life and Education, Barasch, M.,50 Binns, Charles Fergus, 231
— en el Renacimiento, 51-61, 79
308, 324-326 Barkan, Manuel, 311, 346, 349, 352, Bleeke-Byrne, G., 47
— en las universidades, 100-112,
Art Today (Faulkner, Ziegfels, & 355-357 Bloom, Kathryn, 354, 359
321-323
HUÍ), 308, 335 Barnard, Henry, 116, 127, 133-134, Blow, Susan, 188
— y la Revolución Industrial, 81-113
Art, a Way o/Life (Haggerty), 303,324 151, 191 Blunt, A., 54, 60, 61
Artist in Each of Us, The (Cañe),
Art, Artist andLayman: A Study of the — sobre el método de dibujo de Bobbit, Franklin, 282-283
297
Teaching of the Visual Arts Smith, 136 Boime, A., 86
Arts in American Life, The (Keppel &
(Pope), 324 Barnard's American Journal ofEduca- Bolin, P. E., 149
Duffus),323
Art: Meaning, Method and Media tion, 134 Boller, P., 174
Arts in the Classroom, The (Colé), 297
(Hubbard & Rouse), 356 Barnes,Earl, 240-241 Boston Daily Advertiser, 143,148,167
Ashwin, C, 123, 126, 134
Una historia de la educación del arte 412 413 índice analítico y de nombres

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169 345 349,382 366
Bowles, S., 373 Cicerón, 39-41 Conferencia Nacional de Educadores — orientado a las disciplinas, 357-
Boyer, E. L., 369 Ciencia, 61-62 Musicales, 302 358
Bradley, Milton, Compañía, 190 — filósofos educativos influidos por, Congressional Record, 147 — y el Seminario de Penn State, 354-
Brainerd, Jehu, 139 233-238 Connecticut Common School Journal, 357
British Sessional Papers, 89-90 Civilización occidental: 133-136 Curriculum Problems in Art Educa-
Brockmeyer, Henry Conrad, 194 — en el Renacimiento, 51-61, 79 Connell, W. F.,302 tion (Barkan), 355
Broudy, Harry S., 352 — en la Edad Media, 41-50, 78 Consejo de Educación de Cleveland,
Bruner, Jerome, 349, 353, 357, 383 — en la época absolutista, 61-64 310-311 D'Amico, Victor, 294,298-300
Bülow, Baronesa von, 187, 188 — en la época clásica, 25-41, 78 Conversations with Children on the Daniels, Fred H., 258
Burckhardt, Jacob, 111 — en la Ilustración, 70-77 Gospels (Alcott), 181 Daré the School Build a New Social
Burne-Jones, Edward, 209 — orígenes de la educación artística Cook, Edward T., 199-201,203-207 Order (Counts), 287, 382
BurtonJ.,373 en, 25-80 Cooke, Ebenezer, 207,241-242 Darwin, Charles, 236, 239
Buss, Johannes Christoff, 124-125 Cizek, Franz, 288-295, 317-318, 344 Cooper Union, 158 Darwinismo social, 222
Clark, G.,371 Copérnico, Nicolás, 62 — y Hall, 236-237
Calder, Alexander, 375 Clark, John Spencer, 244 Cosimo, Piero di, 53, 56 — y James, 237
Callahan, R., 245 Clark, sir Kenneth, 199 Counts, George S., 287-288, 297, — y los movimientos educativos,
Callen, A., 230 Clarke, Isaac Edward, 107, 145-146, 337,382 238-254
Cañe, Florence, 294,296-297 154, 158, 166, 189 Cowley, Malcolm, 283-284 — y Spencer, 234-236
Cario Borromeo, San, 60 Colé, Natalie, 294,297-298 Craftsman Homes (Stickley), 229 Davis, D.Jack, 365
Carracci, Annibale y Agostino, 60-61 Colé, sir Henry, 95-96,203,206-207 Craftsman, 232 Davis, Solón P., 272
Castiglione, Fiovanni Benedetto, 69 Color y diseño, 263-264 Crane, Walter, 227-229, 318 Davis, Stuart, 226
Castle, D. B., 27-31, 40 Corning to Our Senses, 362 Creative and Mental Growth (Lowen- Day, M.,371
Celestino III, papa, 46 Comisión Nacional para la Excelen- feld), 335, 344-346 De Oratore (Cicerón), 40
Cennini, Cennino, 48 cia en la Educación, 369 Creative Expression (Hartman & Shu- Dean, M. S., 163
Censura, artes controladas por la, 17- Comité de las Escuelas Primarias de maker), 297 Dearborn, N . H , 131
19 Boston, 118 Creative Teaching in Art (D'Amico), DeChambray, Fréart, 66
Centro Getty para la educación artís- Comité Escolar de Boston, 138, 160, 299 Degge, R., 369
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Cerámicas Rookwood, 230 Common School Journal, 118, 133- Cremin, L., 234,250, 251, 282-287 Democracy and Social Ethics (Ad-
Chapman, John Gadsby, 140 134, 136 Cruzados del arte, 141 dams), 287
Chapman, L. H., 356, 359, 379 Compañía E. Steiger, 192 Cultura del Renacimiento en Italia, La Departamento de Enseñanza Pública
Chicago, Universidad de, Escuela La- Compañía Educativa Prang, 192, 244 (Burckhardt), 111 de Nueva York, 133
boratorio, 238,251-253,337 Compañía Milton Bradley, 192 Currículo: Dewey, Evelyn, 280,285
ChiliArt (Viola), 293 Composition (Dow), 264-267 — delaBauhaus,316-319 Dewey,John,222,285, 346
Child-Centered School, The (Rugg & Concilio de Nicea, 43 — enfoques científicos, 283 — influencia de la ciencia sobre, 237-
Shumaker), 285-289, 297 Concilio de Trento, 63 - integrado, 308-309, 326-327 238
Una historia de la educación del arte 414 415 índice analítico y de nombres

— movimiento de educación progre- Dibujo de la naturaleza, 260, 262 — en los Estados Unidos de la época — estado actual, 378-380, 384
sista, 249, 251-254, 275, 279-280, Dibujo de modelo, 157, 263 colonial, 72-74 — estudios de posgrado, 332
286,338 Dibujo de objetos, 263 — experiencia estética en, 352, 361 — estudios de, 379-380
— y la ideología reconstruccionista, Dibujo en las escuelas públicas, El, 166 — humanística, 51-53 — idea de Smith sobre, 155-160, 171
300 Dibujo inventivo, 130-131, 133 — teorías de Alcott sobre, 176-177, — ideas de Ruskin, 201-203
Dibujo: Dibujo mecánico, 151 217-218 — informes sobre tendencias, 257-
— Aristóteles sobre, 37 Dill, S., 40 — y el trascendentalismo de Nueva 258
— Bailey, 256 Disciplinae (Varrón), 39 Inglaterra, 173-181,217 — innovaciones durante la posgue-
— como disciplina mental, 154 Discourses on Art (Reynolds), 140 — y la Reforma protestante, 63 rra, 374-378
— cruzados del arte, 139-141 Discover Art (Chapman), 356 Educación artística: — integración de otros programas,
— de la naturaleza, 260, 262 Diseño puro, teoría, 268-270 — acceso a la enseñanza, 15 308-310,326-327
— de modelo, 157, 263 Dorner, A., 315-317 — asignaturas, 259-264 — investigación cualitativa, 368-369
— de objetos, 263 Dow, Arthur Wesley, 264-267, 272, — basada en las disciplinas, 371-372 — la filosofía de Spencer y, 235-236
— defensa de Franklin, 76-80 288-289,303,319-320 — como medio para un fin, 28 — la influencia de Ruskin sobre, 198-
— defensa de Mann, 137-138,141-142 Drawn to art (Korzenik), 144, 147, — contexto social, 15-22 210,219
— en la Academia Francesa, 64-66 152 — críticas al movimiento, 372-373 — movimiento de la evaluación de
— en la Grecia helenística, 31-32 Duchastel, P., 368 — desde la Segunda Guerra Mundial los resultados, 364-367, 384
— en las escuelas de diseño inglesas, Duffus, R. L., 104-109,323 hasta el presente, 329-385 — movimiento en favor de la exce-
96 Dunton, L., 145 — durante la Gran Depresión, 301-308 lencia, 369-373, 384
— en las escuelas de primaria, 145- Dwight, Mary Ann, 211 — el idealismo romántico de Harris, — nuevos contenidos, 377-378
148, 156-160,207 Dyce, William, 94-95 196-198,218 — orientada a las disciplinas, 353-
— en las escuelas públicas, 124-133 — el idealismo romántico en, 173- 358,384
— industrial, 141-170 Edad de la Razón, 61-62 219 — orígenes en Occidente, 25-80
— influencia de la inmigración ale- Edad Media: — el impacto de la Guerra Fría, 348- — para aficionados, 69-70
mana, 138-139 — enseñanza del arte, 41-50, 79 352,382 — para mujeres, 211-219
— influencia de Ruskin, 204-206 — escuelas monásticas, scriptoria y — en el Renacimiento, 19, 53-61, 80 — para trabajadores, 207-208
— inventivo, 130-131,133 talleres, 43-46 — en la Academia Francesa, 64-70 — periferización de, 336-338
— mecánico, 151 — gremios, 47-50 — en la época clásica, 25-41, 78 — separación de la educación voca-
— método de Pestalozzi, 124-126, — mecenazgo, 18, 41 — en la Ilustración, 70-77 cional, 270-271
133-141 — política cultural, 21 — en La República de Platón, 32-35, — sintética, 264-267
— método de Schmid, 134-136 — sistema institucional, 22 38 Educación artística basada en las dis-
— para mujeres, 214-215 EddyJ.,360 — en las escuelas secundarias júnior ciplinas (DBAE), 371-372
— propuesta de Krusi, 130-131, 133 Educación: y sénior, 312 Educación artística orientada a las
— y el movimiento de la escuela co- — artes controladas por, 17-19 — en las universidades americanas, disciplinas, 353-358, 384-385
mún, 115-172 — en Atenas, 30-31 101-109, 112-113 Educación artística sintética, 264-267
— y el movimiento del estudio de la — en el arte, véase Educación artística — en los gremios, 47-48 Educación artística, evaluación nacio-
infancia, 240-241 — en Esparta, 27-29 — en Roma, 39-41, 78 nal, 366-367
— y los colaboradores de Pestalozzi, — en la Edad Media, 44 — enseñanza de, véase Profesores, Educación centrada en el niño, 285-
126-133 — en la Política de Aristóteles, 35-38 enseñanza 286, 326
Una historia de la educación del arte 416 417 índice analítico y de nombres

Educación estética, 259-260, 270, Escuela de Artes y Oficios de Viena Escuelas primarias, dibujo en, 146, Exposición Colombina, 271-272
352,361 (Kunstgewerbeschule), 290, 317 156-160 Exposición de Crystal Palace, 143
Educación vocacional, escisión de la Escuela de Atenas, La (Rafael), 53 Escuelas públicas: Exposición de París, 143
educación artística, 270-271 Escuela del Templo, 178-181,217-218 — educación artística, 156-167, 170 Exposición del Centenario de Fila-
Educar la visión artística (Eisner), 347 Escuela Fieldston, programa de artes — enseñanza del dibujo, 123-133 delfia, 163, 166, 247
Education in Art (Ruskin), 202 industriales en, 309 — primeros esfuerzos por introducir
Education of Man, The (Froebel), Escuela Normal de Oswego, 131,248 el arte y la música, 16 Facultad de Arte de Massachusetts,
181-182 Escuela Primaria Appleton, 160 Escultura, 26 147
Education Through Art (Read), 343 Escuela Secundaria Inglesa, 176 Esparta, 20 Facultad de Ciencias de la Educa-
Educational Imagination, The (Eis- Escuela secundaria júnior, arte en, — comparación con Atenas, 30-31 ción, Universidad de Columbia,
ner), 368 312 — educación, 27-29 2 4 6 , 2 6 5 , 2 8 5 , 339
Educational Wastelands (Bestor), 334 Escuela secundaria sénior, arte en, Estados Unidos: Familia Medid, 17
Edwards, Anna Camp, 252 312 — academias de arte, 99-100 Fansler, R.,322
Efland, Arthur D. 91, 312, 354-357
( Escuela Secundaria y Normal Feme- — artes en las universidades de, 331- Farnum, Royal Bailey, 301, 311, 325
Eisenhower, Dwight, 382 nina, 214-215 334 Faulkner, R, 308, 335
Eisner, Elliot, 333-334,338,347,350, Escuelas: — educación artística en las universi- Federico II (el Grande), rey de Pru-
356, 366,368, 372 — centradas en el niño, 285-286, 326 dades, 100-109, 112 sia, 72
Eligió, san, 46 — de artes decorativas, 89-91 — en el cambio del siglo XX, 224-226 Feldman, E., 378
Eliot, Charles W.,242 — de comercio, 91-92 — en el periodo colonial, 72-74, 79 Félibien, André, 66
Eliot, Samuel, 167 — de diseño, 92-99 — en la época de entreguerras, 278- Feltre, Vittorino Da, 52
E l l u l J . , 171 — estatus de la enseñanza artística 279,325 Fialetti, Odoardo, 59
Emerson, Joseph, 212 en, 310-312 — en la posguerra, 330-331 Ficino, Marsilio, 53
Emerson, R. W., 174, 194, 198 — importancia del entorno, 178-180 — influencia del dibujo pestalozzia- Fidias,26, 111
Emilio (Rousseau), 71, 120 — mejora del ambiente en las, 208, no, 133-141 Filósofos de la educación, la influen-
Empresas artesanales, 230-231 216 — informes sobre las artes, 323-326 cia de la ciencia, 233-238
Encyclopedia of World Art (EWA), — monásticas, 43-46 — y el movimiento de las artes y los Fine and Industrial Arts in Elemen-
26, 52-53,55, 110 — supervisión artística en, 311-312 oficios, 230-231 tary Schools (Sargent), 262
Enrique IV, rey de Francia, 64 Véanse también Escuelas comu- — y el movimiento de los jardines de Fink, L.,99
Entretiens sur les Vies et sur les Ouv- nes; Escuelas normales de arte; infancia, 187-190 Fiorillo, Johann Dominic, 111
rages des Plus Excellens Peintres Escuelas públicas — y el movimiento en la escuela co- Fleming, W., 60, 62, 223
Anciens et Moderns (Félibien), 66 Escuelas comunes: mún, 115-120 Foundation for Art Education, A (Bar-
Época absolutista, 61-64 — en Estados Unidos, 115-120 Estoicismo, 42 kan), 346
— ideología, 62 — en Europa, 120-123 Estudio de la imagen, 216-217 Fowle, William Bentley, 117-119,
— posición de las artes, 62-63 — y el dibujo, 115-172 Estudio de la naturaleza, 248-249 124,211
Época clásica: Escuelas de mañana, Las (Dewey & Evaluación Nacional del Progreso de Fowler,C.,360
— educación artística, 25-41, 78 Dewey), 280, 285 la Educación (NAEP), 379 Fraenkl, Mimi, 291
— educación en Atenas, 30-31 Escuelas monásticas, 43-46 Excellence in Art Education: Ideas and Francia:
— educación en Esparta, 27-29 Escuelas normales de arte, 273 Initiatives (Smith), 370-372 — atelier, 86
— en Roma, 39-41,78 — establecimiento, 162-164 Exploring Art (Kainz & Riley), 335 — concepción de la realidad, 21
Una historia de la educación del arte 418 419 índice analítico y de nombres

— escuelas de artes decorativas, 89-91 Green, H a r r y B . , 107, 147 — y el movimiento para la eficacia Idealismo romántico:
— mecenazgo, 18-19 Green, M., 142 social, 242-243 — de Harris, 193-198,218
Franciscono, Marcel, 316,317 Greer, W. Dwaine, 371 Hartman, G., 297 — de Ruskin, 173, 198-210, 216
Francoeur, Louis Benjamin, 118 Gregorio I (el Grande), papa, 43 Hauser, A., 42, 46 — en la educación artística, 173-219
Franklin, Benjamin, 73, 76-80 Gremio de los Trabajadores Artísti- Haydon, Benjamin, 95, 99 — y el arte en la educación de las mu-
Frederick, F. F., 108 cos, 228 Hegel, Georg Friedrich, 173 jeres, 211-219
Freedman, K., 340 Gremios: — influencia sobre Harris, 194-195, — y el estudio de la imagen, 216-217
Frieze, John, 248,262 — educación artística en, 47-50 218 — y el trascendentalismo de Nueva
Froebel, Friedrich, 173,207, 236 — sistema de aprendizaje, 47-48 Heraclius on the Colors and the Arts of Inglaterra, 174-181,217
— regalos y deberes, 183-187, 190, — tratados, 4 8 , 5 0 the Romans, 50 — y Froebel y el movimiento de los
193,218 Griffith, Thomas, 330 Hicks, Mary Dana, 192-193, 263 jardines de infancia, 181-193, 218
— y el movimiento de los jardines de Gropius, Walter, 317-318 High School: A Report on Secondary — y la mejora del ambiente escolar,
infancia, 181-193,218 Grosser, M., 222 Education in America (Boyer), 208,216-217
Fundación Nacional para las Artes, Growing Up Absurd (Goodman), 358 369 Ideología expresiva, 283-286, 381
18,380 G r u b b , W . N., 247, 271 Hill, G., 308, 335 — artistas-profesores en, 294-300, 326
Furneaux, Charles, 160 Guerra Fría, 348-352, 382 Hirt, Alois, 123 — en la enseñanza del arte, 288-300
Guerras napoleónicas, 120, 122 Hiss, P., 322 — influencia, 284-285
Galeno, 39 Guidelines for Elementary Art Ins- Historia del arte, 109-112, 322-323, — y el descubrimiento del arte infan-
Galle, Theodor, 48, 49 truction by Televisión (Barkan y 332-333 til, 289-294
Geschichte der Ziechenden Kunste Chapman), 356 Historia del arte en la antigüedad — y el movimiento de Educación
(Fiorillo), 111 Gutek, G. L., 128 (Winckelmann), 110 Progresista, 283-286
Gimnasio, 38-39 Gwynn, A., 39 Historia general del arte (Janson), 377 — y la Bauhaus, véase Bauhaus
Gintis, H., 373 Hitchings, Henry, 160, 168 — y las escuelas centradas en el niño,
Glimcher, A., 224 Haefner, G. F., 178 Hoffa, H . , 3 4 8 285-286
Goldwater, Robert J., 223, 324 Haggerty, Melvin, 304-308, 324-325, Hollingsworth, C, 344 Ideología reconstruccionista, 278,
Gonzales, Gilbert, 245 339 Hollis, A. P., 131 287-288,381
Goodman, Paul, 330,358 Hale, Edward Everett, 148, 151 HollowayJ., 148 — características, 303-304
Gothic Art and Scholasticism (Pa- Hall, Granville Stanley, 236-237,289 Holmes, P., 73 — durante la posguerra, 343-348
nofsky), 21 Hall, James, 258 Homero, 33-34,40 — durante y después de la Segunda
Gran Bretaña: Hammock, A. G., 267, 268 Honorio, Flavio, emperador de Ro- Guerra Mundial, 338-343
— escuelas de diseño, 92-99 Hammock, C. S., 267, 268 ma, 41 — en la enseñanza del arte, 300-310
— movimiento de las artes y los ofi- Handlin, O., 142 Hook, D., 266 — y el movimiento de educación
cios, 169, 227-232 Haney, James Parton, 255, 273 Hoto to Make a Curriculum (Bobbit), progresista, 287
Gran Depresión, 301-308 Harris, William Torrey, 173, 373, 282 — y el proyecto de educación artísti-
Gran Exposición de Crystal Palace, 381 Hubbard, Elbert and Alice, 229 ca de Owatonna, 304-308
82-83,95 — y el idealismo romántico, 193, Hubbard, G., 356 — y la Gran Depresión, 301-308
Graves, F. P., 190 198,218 Humanismo, 51-53 Ideología y currículo (Apple), 373
Grecia helenística, 27, 31-32, 38-39. — y el movimiento de los jardines de Humboldt, Wilhelm von, 123 Iglesia, 41-46, 61
Véanse también Atenas; Esparta infancia, 188 Hume, David, 175 Ilíada (Homero), 34, 40
Una historia de la educación del arte 420 421 índice analítico y de nombres

Illich, Ivan, 359 Jones, Richard M., 358 Ley de Cooperación en la Investiga- Marling, K. A., 278
Ilustración: Jones, W. T., 238 ción, 348 Marquand, Alian, 106
— concepción del mundo, 71-72 Ley de la Educación Primaria y Se- Marrou, H. I., 31-32, 38
— educación artística profesional, Kaestle, K., 116 cundaria, 359 Marwedel, Emma, 189
75-76 Kainz, L. C, 335-336 Ley del dibujo de Massachusetts, 148- Marzio, Peter C, 139-141
— la educación artística en, 70-77 Kant,L, 175, 194 152, 189-190 Masón, D . H , 150
— posición de las artes, 74-75 Kaufman, E., 192 Lienhard und Gertrude (Pestalozzi), Masón, Lowell, 130
Imperio Romano, 39-41, 78 Kaufman, Irving, 351 121 Massachusetts Board of Education,
Inconsciente, descubrimiento del, 223 Kavolis, V., 17 Lienhard und Gertrude (Pestalozzi), 120, 163, 255, 270-271, 273, 382
Instituto de Arte de Cleveland, 273 Kay-Shuttleworth, James, 116 124 — Informe Anual n° 34, 148-152
Instituto de Artes y Ciencias de Bro- KeelJ.,350 Liga Artística de las Escuelas Públi- — Séptimo Informe Anual, 137-138,
oklyn, 216 Kennedy, John F., 353 cas de Boston, 216 142
Instituto Lowell, 153 Kepes, Gyorgy, 319 Locke, John, 62, 69, 73, 76, 79, 175 Mather, F.J., 103
Instituto Pratt, 273 Keppel, Francis, 323,354 London, P., 373 Mayhew, Katherine Camp, 252-253
Instrucción escolar en la América capi- Keramic Studio, 232 Lord, C, 32, 37 McClusky, N. G., 194-195
talista, La (Bowles & Gintis), 373 Kern, Evan, 356 Lottich, K., 43,52, 64, 72 McFee.June K., 346, 350
Integrated School Art Program, The Kershensteiner, Georg, 241 Lowell, Francis Cabot, Jr., 148, 151 McGlaughlin, Mary Louise, 230
(Winslow),303,308 Kilpatrick, William H., 287 Lowell, John Armory, 153 McKeen,P.,212
Invention of OH Painting, The (Ga- Korzenik, Diana, 144, 147, 152, 249- Lowenfeld, Viktor, 296, 335, 344- McMullen,R.,210
lle), 48 251 348,381,384 McMurry, C. A., 262
Investigación cualitativa, 368-369 Kristeller, P. O., 52 Luis XIII, rey de Francia, 64 Mecenazgo:
Isherwood, R., 63 Krusi, Hermann, 126-133 Luis XIV, rey de Francia, 18, 2 1 , 62, — control de las artes mediante, 17-
Italia, Renacimiento en, 51-61 Krusi, Hermann, Jr., 130-133 75,89 19
Itten, Johannes, 317-318 Kunstwerke und Künstler in England L u k á c s J . , 110 — de la clase media, 85
undParis (Waagen), 111 Lutero, Martín, 63-64 — en el Renacimiento, 18, 26
James Osgood Co., 165-166 — en la Edad Media, 18, 41
James, William, 237 LTdée de la perfection de la peinture Macdonald, Alexander, 205 — en la época clásica, 26
Janson, H. W., 377 (DeChambray), 66 Macdonald, S., 92, 96, 235, 290, Medici, Lorenzo de, 26, 52, 56
Jardines de infancia, movimiento de, La República (Platón), 29,32-35, 38 292 Medios artísticos, 374-377
181-193,218 Lancaster, Joseph, 118 M a c V a n n e l J . A., 182 Meier, Norman C, 282
— difusión, 187-192 Landgren, M., 100 Mangravite, Peppino, 294 Melanchthon, Philipp, 63
— en Estados Unidos, 187-190 Language of Vision (Kepes), 319 Mann, Horace, 115, 116, 119, 133- Mendelowitz, D. M., 345
— idea de, 182-183 Lanier, Vincent, 377 139,285,382 Merrill, P.,368
— regalos y deberes, 183-187, 190- Laughlin, Ada M., 272 — defensa de la introducción del di- Método de South Kensington, oposi-
193,218 Lazerson, M., 247, 271 bujo, 137-138, 142 ción de Ruskin, 206-207
Jarves, James Jackson, 105 Le Brun, Charles, 66-68 — sobre el método de dibujo de Sch- M i c h a e l j o h n A., 344, 350
J D R 3 r d Fund, 360-363 Ledermnan, A., 373 mid, 134-136 Miguel Ángel, 54-55,60, 65
Johnson, Pauline, 350 León X, papa, 61 Mann, Mary P., 120 Mili, John Stuart, 102
Jones, L., 354 Leonardo da Vinci, 54-60, 65 Manualidades, 262-263 Milton, John, 73,212
Una historia de la educación del arte 422 índice analítico y de nombres
423

Mock-Morgan, M., 266 Movimiento escolástico, 44 — y el movimiento de los jardines de


Nation at Risk, A, 369-371
Modern Painters (Ruskin), 197-199 Movimiento para el dibujo industrial, infancia, 187-190
Nation, The, 166-167
Moholy-Nagy, Lazlo, 319 141-170 Pedagogical Seminary, 236
Nature of Creative Activity, The (Lo-
Moore, Charles H., 103 — como producto de la clase media, Pensamientos sobre la educación (Loc-
wenfeld), 344
Morris, William, 209, 316 170 ke), 69
Naumberg, Margaret, 284-285, 296
— movimiento de las artes y los ofi- — críticas, 164-167 Pericles, 26, 30, 32
N e e f j o s e p h , 128-129,133, 135
cios, 226-229 — definición de Smith, 152-155 Periferización, 337
Neoplatonismo, 40,53
Movimiento «arte para la paz», 340- — factores económicos, 143 Perkins, Charles Callahan, 144-145
Newton, Isaac, 71
343 — legislación, 148-152 Perkins, D.,231
Nichols, Maria Longworth, 230
Movimiento científico, 280-283, 381- — personas clave, 143-144 Perrine, H , 4 7
Norton, Charles Eliot, 101-106, 109,
383 Movimiento para la educación a tra- Perry Magazine, 216, 260
205
— estudios psicológicos de aptitud vés de las artes, 359-363 Pestalozzi, Johann Heinrich, 118,
Nutting, B. F., 160
artística, 281-282 Movimiento para la eficacia social, 120-130, 133, 173, 181,236,250
— y el movimiento de educación 242-246 — contribuciones de sus colabora-
O'Connor, F. V., 279
progresista, 279-283 Movimiento para la evaluación de re- dores, 126-133
Ocio, 37
— y la elaboración del currículo, sultados, 364-368, 384 — difusión de su método pedagógi-
Odisea (Homero), 3 4 , 4 0
282-283 Movimiento para la excelencia, 369- co, 122-123
Oficina de Educación, 147, 254,
Movimiento de Educación Progresis- 373,384 — impacto de su método de dibujo,
258
ta, 249-254,275, 279-288, 326 Mujeres: 133-141
Oficina de Educación, 302, 323, 334,
— declive, 334-338 — en el movimiento de las artes y los — método de dibujo, 124-126, 133-
348
— y el movimiento científico, 280- oficios, 230-231 141
— División de Artes y Humanidades,
283 — en la educación artística, 211-219 — principios de su método, 121-122
354,359
— y la ideología expresiva, 283-286 — en la educación pública y privada, — y la pedagogía de las escuelas co-
Orden benedictina, 45, 50
— y la ideología reconstruccionista, 213 munes, 120-121, 170
Osgood, James, Co., 165-166
287-288 — experimentos en la educación de, — y los cruzados del arte en Estados
— y la periferización de la educación 212-213 Unidos, 139-141
Panel sobre las Artes, la Educación y
artística, 336-338 Mumford, L., 82 Petrarca, 52
los Americanos, 362
Movimiento de la Teoría Crítica, 373- Munro, Thomas, 308, 325, 342 Pevsner, N., 19, 56, 62, 66, 75, 82, 85-
Panfilo, 32
374 Murphy, J., 354 88, 93
Pánico de 1873, 164
Movimiento de las artes y los oficios, Música, 16 Phenix, Philip, 353
Panofsky, E r w i n , 2 1 , 109-110,323
169,226-232,274 — Aristóteles sobre, 36-38 Philbrick, John Dudley, 138, 145-
Paradise of Childhood, The (Wiebe),
— desarrollo, 227-229 — en Atenas, 31 146, 150, 161, 162
191
— en Estados Unidos, 229-231 — Platón sobre, 34 Piedras de Venecia, Las (Ruskin), 103,
Park, Edward A., 213
— principios, 228-229 — y el movimiento de la escuela co- 199
Parker, Francis Wayland, y el movi-
— publicación de revistas sobre, 232 mún, 116 Piles, Roger de, 67
miento de Educación Progresista,
Movimiento del estudio de la infan- Muthesius, Hermann, 316 Pinar, William, 368
249-251,254,275
cia, 239-242 Pintura, 33
Partenón, 30
Movimiento en favor del adiestra- Napoleón I, emperador de Francia, — en el Renacimiento, 54-61
Paulo, Emilio, 40
miento manual, 247-248 89, 120, 122 - en la Academia Francesa, 66-67
Peabody, Elizabeth P., 173, 177-180
Una historia de la educación del arte 424 425 índice analítico y de nombres

— en la Edad Media, 44, 48 — de la apreciación de la belleza, Record of a School (Peabody), 178- Rogerson, B., 67
— en la época clásica, 25-27, 33 259-260 180 Roles sociales, 20-21
— y el mecenazgo, 18 — de manualidades, 262-263 Redgrave, Richard, 94-96 Román, C , 5 9
— y la Revolución Industrial, 87 — durante la Segunda Guerra Mun- Reduccionismo, 223-224 Romanticismo, 84
Pitman, A., 365 dial, 338-343 Reduccionismo científico, 223-224 Ross, Denman, 268, 269-270,318
Platón, 25, 40-41,51-52, 78, 385 — en el Renacimiento, 51-61,78-79 Reforma protestante, 63-64, 79 Rouse, M., 356
— sobre la educación artística, 32- — en la Edad Media, 41-50, 78 Regaining Educational Leadership Rousseau, Jean Jacques, 71, 291
35,38 — en la posguerra, 343-348 (Smith), 366 — y Pestalozzi, 120-121, 129
— sobre la educación en Esparta, 27- — estatus, 310-312 Regalos y deberes, 183-187, 190-193, Roy alRealschule de Berlín, 136
29 — formación, 273 218 Rugg, Harold, 279,286,288-289,297
Plotino, 40-41 — organizaciones profesionales, 271- — actividades artísticas derivadas de, R u n k l e j o h n D., 164,247
Plutarco, 30, 40 272 192-193 R u s k i n j o h n , 101,102-103, 112,166,
Poesía, 36-37 — para la creatividad, 347-348 — distribución comercial de, 190- 169,256
Política (Aristóteles), 35-17 — programas universitarios para, 332 192 — cátedra en Oxford, 203-206
Pope, Arthur, 324 — y Bailey, 255-259, 270-271 Regla Benedictina, 43-45 — concepción de la educación artís-
Popkewitz, T., 365 — y la teoría del diseño, 264-267 Regla de san Fereol, 44 tica, 201-203
Porter, A., 279 Programa de artes industriales, 309 Relativismo cultural, 223 — concepción del arte, 199-201
Poussin, Nicolás, 66 Programas integrados, 308-310, 326- RemerJ.,359,363 — concepción moral del arte, 209-
Prang, Louis, 167,192 327 Renacimiento: 210
Prime, William C, 106 Progressive Course in Inventive Dra- — educación artística, 19,54-61, 79 — idealismo romántico de, 173,198-
Primitivismo, 223 wing on the Principies of Pestaloz- — enseñanza de las artes visuales, 51 - 210,216
Principia (Newton), 71 zi, A. (Witaker), 130 61,79 — influencia sobre la educación ar-
Principios de psicología (James), 237 Progressive Education, 297 — humanismo, 51-53 tística, 198-210,219
Proceso de la educación, El (Bruner), Proyecto de educación artística de — ideas sobre la realidad, 21 — oposición al método de South
349,358 Owatonna, 304-308, 326 — mecenazgo, 18, 26 Kensington, 206-207
Profesores, enseñanza: Proyecto de la Ciudad Universitaria, — sistemas institucionales, 22 — promoción de la mejora del am-
— antes de la Primera Guerra Mun- 360-361 — teoría del arte, 53-54 biente escolar, 208, 216
dial, 254-274 Prusia: Revolución Francesa, 83-84 — y Harris, 197
— clases de reciclaje para, 160 — difusión de la pedagogía pestaloz- Revolución Industrial:
— como artistas, 294-300,326 ziana, 122-123 — educación artística profesional, Sargent, Walter, 254, 258, 262, 303
— corriente expresiva, 288-300 — informes sobre los métodos de 85-100 Saunders.R.J., 344
— corriente reconstruccionista, 300- Pestalozzi procedentes de, 133- — y las artes visuales, 81-113 Schadow, Wilhelm, 87-88
310 141 Reynolds, sir Joshua, 140 Schaper, E., 36
— de arte separado de las materias RhoadesJ.,342 Schiller, F., 84
vocacionales, 270-271 Rafael, 5 3 , 6 0 Rich, A., 117 Schinneller, James, 351
— de color y diseño, 263-264 Ravaisson, Félix, 90, 98 Richardson, Marión, 288, 294, 295- Schmid, Joseph, 126
— de dibujo de la naturaleza, 260,262 Read, Herbert, 340-343,346,381,384 296 Schmid, Peter, método de dibujo de,
— de dibujo de modelo y de objetos, Reagan, Ronald, 372-373 Riesman, D., 330 134-136
263 Recollections (Whitaker), 130 Riley, O., 335 Schneider, I., 71
Una historia de la educación del arte 426 índice analítico y de nombres
427

SchoolArts Book, 255-263, 275 — y el establecimiento de una escue- Unión Soviética, 329, 347
Sully, James, 239-240
SchoolArts, 258, 312, 340, 375, 376 la normal de arte, 162-164 Universidad de Alfred, cerámica en
Sumner, William Graham, 244
Schubert, W. H., 368 Snedden, David, 246 la, 231
Supervisores de:
Schurz, Mrs. Cari, 187 Snyder, A., 187-188 Universidad de Góttingen, 111
— en las escuelas, 311-312
Schwartz, C, 225 Sobre las diversas artes (Teophilus), Universidad de Harvard, 149
— reducción del número de plazas,
Scriptorium, 43-46 50 — educación artística en, 101-104,
338
Seidl, Leopoldine, 291 Social Class and School Knowledge — surgimiento, 273-274 112
Seminario de Penn State, 356, 359 (Anyon), 373-374 Sutton, G., 83 Universidad de Oxford, cátedra de
Séneca, Lucio Anneo, 39 Sociedad, 170 Ruskin en, 203-206
Sevigny, M., 369 — concepción del mundo, 21 Taine, Hipólito, 111 Universidad de Princeton, educación
Shattuck, William B., 138 — estructura social, 20 Talleres artísticos, 43-46 artística en, 106-107
Sheldon, Edward A., 131 — la educación artística en el contex- Tarjetas de dibujo, 160 Universidad de Siracusa, 107, 112
Shumaker, Ann, 285-288, 297 to de, 15-22 Taylor, H , 2 7 Universidad de Stanford, 108
Siete lámparas de la arquitectura, Las — política cultural de, 22 Taylor,J.,99 Universidad de Yale, educación artís-
(Ruskin), 199 — sistemas institucionales, 22 Teatro, 34 tica en, 104-106, 112
Sigourney, L. H., 119 — y los fines de las artes, 17-19 Técnicas de dibujo (Ruskin), 208 Universidades:
Süber, K., 121 Sociedad Filosófica de San Luis, 194 Tecnología, cambios, 222 — artes en, 331-334
Silberman, C, 359 Sociedad Nacional para el Estudio de Teophilus Presbyter, 50 — artes visuales en, 100-113,321-323
Sistema del aprendizaje, 47-48, 49 la Educación (NSSE), 308 Teoría del diseño, 263-270 — en Alemania, 109-112
Sistema feudal, 41 — Anuario n" 18, 282 Test CI, 245 — en Estados Unidos, 101-107, 112,
Sizer, T., 73 — Anuario n° 40, 324-326 The Contení of Children's Minds 331-334
Sketch o/a Plan andMethod of Educa- — Anuario n° 64,150-351 — estudios de posgrado sobre bellas
(Hall), 236
tion (Neef), 128 Sociedad para la Exhibición de Arte y artes, 333-334
The Manual Element in Education
Slade, Félix, 100 Artesanía, 228 — estudios de posgrado sobre edu-
(Runkle),247
Smith, Adam, 71 Sócrates, 34 cación artística, 332
Tholfsen, T., 116
Smith, B. O., 352 Solón, 29 — estudios profesionales de arte,
Thomas, Trever, 342
Smith, Catterson, 295 Spencer, Herbert, 234-236 321-322
Thompson, C. O., 151
Smith, Ralph A., 352, 365-366, 370- — y el movimiento de la eficacia so- Tolomeo I, rey de Egipto, 27 — expansión de los departamentos
373 cial, 242 Tomás de Aquino, santo, 21 de arte, 107-109
Smith, Walter, 146-148, 189, 192, S p r i n g J . , 116, 120, 335 Trabajadores, educación artística — historia del arte en, 109-112, 322-
255,263,271,273 Stankiewicz, M. A., 216,260 323, 332-333
para, 207-208
— concepción de la educación artís- Stark, G. K., 133 Tractate of Education, The (Milton), — programas de formación de profe-
tica, 156-160, 171 Stickley, Gustav, 229 sores de arte, 331-332
73
— críticas, 164-167 Stowe, Calvin, 133 Trascendentalismo, 174-181,217
— definición del dibujo industrial, Straight, H. H . , 2 4 9 Vanderbilt, K., 103
Trascendentalismo de Nueva Inglate-
152-156 Street, Augustus Russell, 105 Varieties of Visual Experience (Feld-
rra, 174-181,217
— destitución, 167-170 Studies in Childhood (Sully), 239 man), 378
Tratados de taller, 48, 50
— respuesta a los esfuerzos de, 160- Studies in Education (Barnes), 240 Varrón, Marco Terencio, 39
Trumbull, Jonathan, 99, 104
162 Studies in Ruskin (Cook), 199 Vasari, Georgio, 60, 110
Turner, Ross, 216
Una historia de la educación del arte 428

Vaughn, R, 88 Whyte, William H., 330,358


Veneziano, Agostino, 59 Wiebe, Edward, 191
Viola, Wilhelm, 290-292 Wiggin, Kate Douglas, 188
Vision in Motion (Moholy-Nagy), 319 W i g h t m a n J . , 117,211
Visual Arts in General Education, Wilds, E., 43,52, 64, 72
The, 324 Wilson, B.,380
Visual World Today, The (Kaufman), Wilson, Francesca, 292
351 Winckelmann, Johann Joachim, 110
Vitruvio, 39 Winslow, León, 303, 308, 325
Vitz, P„ 224 Wiseman, cardenal N. P., 189
Wittkower, M., 19, 26
Waagen, Gustav Friedrich, 111 Wittkower, R., 19,26
Waning Powers of Art, The (Sned- Wolfe, T.,21
den), 246 Woodbridge, William, 133
Ware, C, 284 Woodward, Calvin M., 247
Ware, William, 151 Woolworth Ainsworth Co., 165
Webber, A. L., 191 Working Men's College, 207-208
Weir, John Ferguson, 105 Works ofRuskin, The (Ruskin), 199-
Wells, H. G., 26 200
Werckmeister, O. K., 241 Wygant, F., 138
West, Benjamín, 75
Whipple, Guy, 324 Ziegfeld, Edwin, 304-308, 335, 342,
Whistler, James McNeill, 209-210 378
Whitaker, William, 130 Zimmerman, E., 281-282
W h i t e j o s e p h , 150-152, 162 Zuccari, Frederico, 60
Whitford, William, 311 Zueblin, R. F., 228

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