Sei sulla pagina 1di 5

NATURALEZA DEL MÉTODO

El estudio integral de comunidad es el método de aproximación global a la


realidad mediante el cual los problemas (o problema) sobre la naturaleza,
interrelaciones, dinámica y dialéctica de la conducta y actitudes son explorados en
contraste o dentro del contexto de otras conductas y actitudes que caracterizan la vida
de una comunidad particular. Es un método naturalista y comparativo. Está dirigido al
estudio de la conducta y actitudes como "objetos in vivo” a través de la observación,
más que in Vitro mediante el aislamiento y abstracción, o en una muestra por medio del
experimento.

La importancia de este método radica en el hecho de que en la ciencia en


general, y en las sociales en particular, habrá siempre necesidad de describir nuevos
sucesos, verificar nuevas hipótesis cotejándolas con la realidad, probar modelos
experimentales, etc. Siempre serán necesarios acercamientos a datos empíricos
sociales, psicológicos y culturales allí donde el científico pueda observar seres humanos
actuando y sintiendo en situaciones libres, "fuera de laboratorio". Necesitará que le sea
posible investigar los datos aún no analizados, de primera mano y ordenarlos tal cual
ocurren en la realidad, y fundamentalmente una realidad que debe ser rescatada
"desde el vamos" y no dada por supuesto. Tal vez veamos aquí la mayor importancia de
este método para el llamado "tercer mundo", puesto en marcha por "indígenas" del
tercer mundo. El EIC nos aparece así como necesario para establecer las verdaderas,
más que las meramente supuestas, concurrencias lógicas en la conducta "en
comunidad". El EIC es un método de observación y exploración, comparación y
verificación. No es el estudio de una comunidad o comunidades. Si bien esto ha sido un
objeto delineado, y que puede considerarse legítimo, todos aquellos que así lo hacen
estudian comunidades para ver cómo son, cómo trabajan, cómo utilizarlas y cómo
modificarlas. Este nuevo método integral de la nueva ciencia social general no hace
esto, excepto incidentalmente o "subsidiariamente". Más bien es considerar la
comunidad como la escena para la exploración, descubrimiento o verificación de
interrelaciones entre hechos y procesos sociales y psicológicos. Creemos que esta
distinción es muy importante. El EIC es, por lo tanto, y como ya hemos dicho, simple
instrumento para aprehender los hechos sociales y psicosociales "en bruto". Y como
todo herramental, su efectividad está en relación directa con la circunstancia: en ciertos
momentos es apropiado y en otros no.

En consecuencia, y al igual que otros instrumentos, el EIC tiene también sus


características. El basamento lógico de su propósito -estudiar condiciones sociales y
psicosociales in vivo, en su marco y reacciones de vida completamente naturales-fuerza
al científico social a tener en cuenta algunas consideraciones para el uso:

a) Al penetrar una comunidad a través del "estudio integral", un científico social


debe echar mano de numerosas técnicas de observación y recolección de datos:
entrevista profunda, observación participante, técnicas sociométricas, técnicas
proyectivas, relevamiento de genealogías, estudios de casos, análisis de contenido,
etc., para mencionar sólo algunas de las técnicas que han sido usadas frecuentemente
en este tipo de estudio. Pero es el material y no el problema el que requiere un múltiple
y flexible uso de técnicas. En el estudio integral de comunidad el ajuste entre la
penetración a la realidad y las técnicas a utilizar debe ser libre. Investigar las bases
naturales y reales de un problema implica necesariamente ataques concurrentes sobre
todos los factores relevantes contemporáneamente: el momento de la observación.
Estudiar "integralmente" una comunidad significa que el investigador debe tratar sus
gentes, los miembros de la comunidad, y entenderse con todas las facetas de sus
vidas. Debe focalizar sobre los factores inmediatos relativos al problema o problemas
que se le presentan solamente después que ha descubierto el orden de inmediatez
entre todos los factores, hasta donde pueda concebirlos en su integridad. En este
sentido se ha argumentado en contra del EIC "que no puede estudiarse todo" y que
esta meta es un imposible. Pero la naturaleza de exploración "in vivo", frente a la
realidad no supuesta sino asumida paso a paso, es justamente lo que no perjudica el
descubrimiento de factores relevantes por aislamiento previo o prematuro. El trabajo
reside en establecer las prioridades de relevancia en una realidad descubrible y no
descubierta. Lo importante no es el agotamiento de detalles sino la amplitud del punto
de vista. El trabajo consiste en usar suficientes técnicas y suficientes investigadores que
las empleen.

b) Estas "ideas" técnicas deben tener ubicación en una escena determinada. Esa
escena es la comunidad. Definir una comunidad plantea un problema hasta ahora no
resuelto. Esa no resolución radica, básicamente, en la carencia de un código
estructurado y estructural sobre lo que debe entenderse por comunidad. Si repasamos
las verbalizaciones, ya que no definiciones, de comunidad dada por diferentes autores,
nos encontramos que esas "verbalizaciones" tienen un alcance dado por el peso mayor
o menor de circunstancias descriptivas (espacio, tiempo, lengua, participación,
identificación, alcance de los servicios, etc.). Para ello, la mayor parte de los estudios
han considerado la comunidad como si fuera una tribu "primitiva", esto es, como un
sistema (estructural y funcionalmente) autocontenido que pueda entenderse en sus
propios términos. Se sabe perfectamente bien que cualquier comunidad actual es una
parte dependiente -por elección o por imposición- de una unidad mayor. No obstante
esto, los estudios de comunidades no han tomado en cuenta este gran marco de
referencia.

Para ser específico, el científico social que estudia integralmente una comunidad
debe elegirla de tal manera que sea una "totalidad", "una vida local completa". Debe
tratar de encontrar una comunidad en la que pueda, por lo menos, hacer un "corte
transversal" o sacar una "muestra" de la sociedad y los hombres que exponen la
conducta social y psicosocial o de los problemas en los que está interesado.
Básicamente "la comunidad" para este tipo de estudio debe aparecer como pasible de
un tratamiento en totalidad y pasible de comparación con otras.

A partir de lo dicho, consideramos el "cinturón de miseria" como "una totalidad"


problemáticamente y concretamente delineada (espacial y temporalmente). Por su
"totalidad" es propia para un estudio integral, como una "vida en comunidad". Es posible
su comparación tanto dentro de sí misma como en relación con un universo más amplio
(América Latina: villas miserias, cayampas, favelas, etc.). Dentro de esta totalidad,
asumida como supuesto problemático y operativo, es posible recortar, también
operacionalmente, otras totalidades: los barrios. Esto indica que nuestra comunidad, a
partir de la premisa anterior, es visualizable geográfica y ecológicamente. Dentro de la
"totalidad-totalidad" -el cinturón de miseria-, ubicamos los barrios como una totalidad
"recortada" y que se legitima por su temporalidad (nuevo o viejo) y por su especialidad
(límites concretos, toponimia y organización ecológica).

c) La tercera, entre las características especiales y específicas del EIC, es la


necesidad de poner entre paréntesis critico los datos ya existentes sobre la comunidad
bajo estudio. Muchas veces los críticos del EIC no han comprendido esta característica.
La crítica permanente de los datos previos, proviene del intento de estudiar condiciones
in vivo. Esto no significa que se deba ignorar la información existente, pero es claro -
especialmente en la ciencia social latinoamericana- que hay demasiados supuestos
sobre la realidad. Esto se ha evidenciado especialmente en el estudio de las
sociedades "complejas", en las cuales la investigación social ha tendido a la "economía
del esfuerzo" por razones de adecuación técnica y por sostener el falacioso empirismo
de decir que la sociedad es lo que la gente dice que es. La técnica del EIC requiere
que la tradición de la "focalización" (largo detenimiento en los datos económicos,
estadísticos, registros, etc.) se transforme en el intento de referir estos datos a otras cir-
cunstancias que no sean abstracciones derivadas de la vida local de la comunidad. Esta
necesidad de reelaboración ha sido bien aclarada por C. Levi-Strauss en su discusión
21
sobre los modelos para los fenómenos culturales . Prácticamente (Levi-Strauss lo
logra de manera muy parcial), el EIC puede obtener un más eficiente modelo de las
interrelaciones de los factores, o por lo menos un conocimiento más profundo y/o
inesperado de la realidad, significando aquí realidad la prioridad en la relevancia de un
factor sobre otros hechos en un problema.

Este comentario lleva necesariamente a recordar algo que frecuentemente se


olvida en ciencias sociales, especialmente en los últimos tiempos en los que el ya
mencionado planless empiricism ha teñido la investigación en nuestras disciplinas. En
el EIC, el ajuste empírico entre una actitud y la conducta, una creencia y una pauta
cultural, una norma institucionalizada y una costumbre o sanción, es de mayor interés
que el número de personas que expresan la actitud o practican la conducta o que el
promedio de una cualidad estadísticamente representativa de estas cosas. Hasta la
fecha hay muy pocas manifestaciones explícitas sobre el interés en la cuantificación
estadística. En este sentido los EIC hasta el presente, no han explicado
adecuadamente su interés por lo cualitativo y sólo han pretendido justificarse ante los
críticos que, obviamente, surgen de esa tradición que hemos apuntado anteriormente y
que ha significado el sacrificio de la metodología en el altar del instrumento o del
intermedio.

d) La cuarta característica especial del EIC vuelve un poco al momento de


introducción de la que hemos llamado "perspectiva antropológica o etnográfica": intento
de descubrir culturas "desconocidas" y "totalidades" sociales. Si una "totalidad" de vida
local condiciona la interacción , expresión y aspiraciones, y la evaluación de la
experiencia ( de manera comparativa tanto en el tiempo como en el espacio) humana,
esta "totalidad" debe entenderse como problemática originadora, a partir de la cual
debería surgir un diseño. Por tanto, entendemos que aislar variables particulares o
desarrollar operaciones técnicas para el tratamiento de rasgos particulares de la
experiencia social, cultural o psicosocial, si bien legítimas, no es la primera operación.
De manera similar, se puede decir que las actitudes son menos significativas, o por lo
menos "interesantes" en sí mismas, como objetos para ser aislados, estudiados y
cuantificados. De igual modo, la naturaleza de procesos psicosociales y sociales
particulares (como los mecanismos de evasión o la formación de patotas) constituyen
un problema menos inmediato que la dialéctica de las interrelaciones (o si alguien
quiere estructura, o también, topografía). Como ejemplo: importa más que estudiar la
naturaleza del pensamiento mágico, el "sentido" de las actitudes religiosas como
recíprocas de un marco económico determinado, o el "sentido" de los mecanismos de
evasión como defensa de los grupos institucionalizados (interesante tema conectado
con la participación) o no formales.

______________________

21
Levi-Strauss, C. Social Structure. En: Anthropology Today, Viking Fund Publications, 1953
(Este trabajo, originalmente escrito en inglés, constituye el cap. XV de la obra del autor
Anthropologie Structurale).

Potrebbero piacerti anche