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Pregunta: "¿Quién fue Lucas en la biblia?

"

Respuesta: Se sabe muy poco acerca de Lucas, el autor de los libros de Lucas y Hechos
en la biblia. Sabemos que él era un médico y el único gentil que escribió una parte del
nuevo testamento. La carta de Pablo a los colosenses establece una distinción entre el
evangelio de Lucas y otros compañeros de la "circuncisión", es decir, los judíos
(Colosenses 4:11). Lucas es el único escritor del nuevo testamento que claramente se
identifica como un no-judío.

Lucas fue el autor del evangelio de Lucas y el libro de los Hechos. Lucas no se nombra a
sí mismo en sus dos libros, pero Pablo lo menciona en tres epístolas. Tanto Lucas como
Hechos se dirigen a la misma persona, Teófilo (Lucas 1:3; Hechos 1:1). Nadie sabe
exactamente quién fue Teófilo, pero sabemos que el propósito de Lucas para escribir los
dos libros complementarios, era para que Teófilo supiera con certeza sobre la persona y
obra de Jesucristo (Lucas 1:4). Quizás Teófilo ya había recibido los fundamentos de la
doctrina cristiana, pero aún no había sido totalmente afianzado en ellos.

Lucas era un amigo cercano de Pablo, quien se refirió a él como "el médico amado"
(Colosenses 4:14). Quizás el interés de Lucas en la medicina es la razón por la cual su
evangelio da una gran relevancia a las sanidades que Jesús realizó.

Pablo también se refiere a Lucas como un "colaborador" (Filemón 1:24). Lucas se unió a
Pablo en Troas, en Asia Menor, durante el segundo viaje misionero de Pablo (Hechos
16:6-11). Algunos eruditos especulan que Lucas fue el "varón macedonio", a quien Pablo
vio en su sueño (Hechos 16:9). Lucas se quedó en Filipos durante el segundo viaje
misionero (Hechos 17:1) y lo recogieron nuevamente para unirse a Pablo en el tercer
viaje (Hechos 20:5). Lucas acompañó a Pablo en su viaje a Jerusalén y Roma y estuvo
con él allí durante su encarcelamiento (2 Timoteo 4:11). La clara descripción de Lucas
de sus viajes con Pablo en Hechos 27, parecen indicar que él había viajado mucho y
tenía mucho conocimiento en la navegación.

Los estudiosos han observado que Lucas tenía un excelente manejo de la lengua griega.
Su vocabulario es extenso y rico, y su estilo a veces se enfoca en un griego clásico, como
en el prólogo de su evangelio (Lucas 1:1-4), mientras que en otras ocasiones parece
bastante semítico (Lucas 1:5-2:52). Lucas estaba familiarizado con la navegación y tenía
una pasión especial para registrar detalles geográficos. Todo esto indicaría que Lucas fue
un escritor bien educado, observador y cuidadoso.
San Pablo de Tarso
(Saulo de Tarso, también llamado San Pablo Apóstol; Tarso, Cilicia, h. 4/15
- Roma?, h. 64/68) Apóstol del cristianismo. Tras haber destacado como
furibundo fustigador de la secta cristiana en su juventud, una milagrosa
aparición de Jesús convirtió a San Pablo en el más ardiente propagandista
del cristianismo, que extendió con sus predicaciones más allá del pueblo
judío, entre los gentiles: viajó como misionero por Grecia, Asia Menor, Siria
y Palestina y escribió misivas (las Epístolas) a diversos pueblos del entorno
mediterráneo.

San Pablo (óleo de El Greco)

Los esfuerzos de San Pablo para llevar a buen fin su visión de una iglesia
mundial fueron decisivos en la rápida difusión del cristianismo y en su
posterior consolidación como una religión universal. Ninguno de los
seguidores de Jesucristo contribuyó tanto como él a establecer los
fundamentos de la doctrina y la práctica cristianas.

Biografía
Las fuentes fundamentales acerca de la vida de San Pablo pertenecen todas
al Nuevo Testamento: los Hechos de los Apóstoles y las catorce Epístolas que se
le atribuyen, dirigidas a diversas comunidades cristianas. De ellas, diversos
sectores de la crítica bíblica han puesto en duda la autoría paulina de las
llamadas cartas pastorales (la primera y segunda Epístola a Timoteo y
la Epístola a Tito), en tanto que existe una práctica unanimidad en considerar
la Epístola a los hebreos como escrita por un autor diferente. Pese a la
disponibilidad de tales fuentes, los datos cronológicos de las mismas
resultan vagos, y cuando existen divergencias entre los Hechos y
las Epístolas se suele dar preferencia a estas últimas.

Saulo (tal era su nombre hebreo) nació en el seno de una familia


acomodada de artesanos, judíos fariseos de cultura helenística que poseían
el estatuto jurídico de ciudadanos romanos. Después de los estudios
habituales en la comunidad hebraica del lugar, Saulo fue enviado a
Jerusalén para continuarlos en la escuela de los mejores doctores de la Ley,
en especial en la del famoso rabino Gamaliel. Adquirió así una sólida
formación teológica, filosófica, jurídica, mercantil y lingüística (hablaba
griego, latín, hebreo y arameo).

No debía, sin embargo, residir en Jerusalén el año 30, en el momento de la


crucifixión de Jesús de Nazaret; pero habitaba en la ciudad santa seguramente
cuando, en el año 36, fue lapidado el diácono Esteban, mártir de su fe. En
concordancia con la educación que había recibido, presidida por la más
rígida observancia de las tradiciones farisaicas, Saulo se significó por
aquellos años como acérrimo perseguidor del cristianismo, considerado
entonces una secta herética del judaísmo. Inflexiblemente ortodoxo, el
joven Saulo de Tarso estuvo presente no sólo en la lapidación de Esteban,
sino que se ofreció además a vigilar los vestidos de los asesinos.
La conversión
Los jefes de los sacerdotes de Israel le confiaron la misión de buscar y
hacer detener a los partidarios de Jesús en Damasco. Pero de camino a
esta ciudad, Saulo fue objeto de un modo inesperado de una manifestación
prodigiosa del poder divino: deslumbrado por una misteriosa luz, arrojado a
tierra y cegado, se volvió a levantar convertido ya a la fe de Jesucristo (36
d. C.). Según el relato de los Hechos de los Apóstoles y de varias de las
epístolas del propio Pablo, el mismo Jesús se le apareció, le reprochó su
conducta y lo llamó a convertirse en el apóstol de los gentiles (es decir, de
los no judíos) y a predicar entre ellos su palabra.
La conversión de San Pablo (óleo de Caravaggio, c. 1600)

Tras una estancia en Damasco (donde, después de haber recuperado la


vista, se puso en contacto con el pequeño núcleo de seguidores de la nueva
religión), se retiró algunos meses al desierto (no se sabe exactamente
adónde), haciendo así más firmes y profundos, en el silencio y la soledad,
los cimientos de su creencia. Vuelto a Damasco, y violentamente atacado
por los judíos fanáticos, en el año 39 hubo de abandonar clandestinamente
la ciudad descolgándose en un gran cesto desde lo alto de sus murallas.

Aprovechó la ocasión para marchar a Jerusalén y ponerse en contacto con


los jefes de la Iglesia, San Pedro y los demás apóstoles, no sin dificultades,
porque estaba todavía muy vivo en la Ciudad Santa el recuerdo de sus
actividades como perseguidor. Le avaló en el seno de la comunidad
cristiana San Bernabé, que lo conocía bien y quizá era pariente suyo.
Regresó después a su ciudad natal de Tarso, en cuya región residió y
predicó hasta que hacia el año 43 vino a buscarlo Bernabé. A consecuencia
de una carestía que atacó duramente a Palestina, Pablo y Bernabé fueron
enviados a Antioquía (Siria), ciudad cosmopolita donde eran numerosos los
seguidores de Jesús (allí se les había dado por primera vez el sobrenombre
de "cristianos"), para llevar la ayuda fraternal de la comunidad de Antioquía
a la de Jerusalén.
El apóstol de los gentiles
En compañía de San Bernabé, San Pablo inició desde Antioquía el primero de
sus viajes misioneros, que lo llevó en el año 46 a Chipre y luego a diversas
localidades del Asia Menor. En Chipre, donde obtuvieron los primeros frutos
de su trabajo, abandonó Saulo definitivamente su nombre hebreo para
adoptar el cognomenlatino de Paulus, que llevaba probablemente desde niño
como segundo apellido. Su romanidad podía parecer oportuna para el
desarrollo de la misión que el apóstol se proponía llevar a cabo en los
ambientes gentiles. En adelante, sería él quien llevaría la palabra del
Evangelio al mundo pagano; con Pablo, el mensaje de Jesús saldría del
marco judaico, palestiniano, para convertirse en universal.

A lo largo de su predicación, San Pablo iba presentándose sucesivamente


en las sinagogas de las diversas comunidades judaicas; pero esta
presentación terminaba casi siempre en un fracaso. Bien pocos fueron los
hebreos que abrazaron el cristianismo por obra suya. Mucho más eficaz
caía su palabra entre los gentiles y entre los indiferentes que nada sabían
de la religión monoteísta hebraica. En este primer viaje recorrió, además de
Chipre, algunas regiones apartadas del Asia Menor. Creó centros cristianos
en Perge (Panfília), en Antioquía de Pysidia, en Listra, Iconio y Derbe de
Licaonia. El éxito fue notable; pero también fueron numerosas las
dificultades. En Listra escapó de la muerte sólo porque sus lapidadores
creyeron erróneamente que ya había muerto.

Entre el primer y el segundo viaje, San Pablo residió algún tiempo en


Antioquía (49-50 d. C.), desde donde marchó a Jerusalén para asistir al
llamado "Concilio de los Apóstoles". Las cuestiones que iban a tratarse en el
concilio eran de una gravedad difícilmente concebible en nuestros días.
Había que dilucidar la licitud de bautizar a los paganos (algunos judeo-
cristianos se oponían aún a tal iniciativa), y, sobre todo, establecer o
rechazar la obligatoriedad de los preceptos judíos para los conversos que
procedían del paganismo. El éxito de su labor evangelizadora permitió a
San Pablo imponer la tesis de que los cristianos gentiles debían tener la
misma consideración que los judíos; profundo expositor del valor de la Ley
mosaica y de su importancia histórica, San Pablo defendió que la redención
operada por Cristo marcaba el definitivo ocaso de dicha ley y rechazó la
obligatoriedad de numerosas prácticas judaicas.
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San Pablo curando a un lisiado en Listra (óleo de Karel Dujardin, 1663)


El segundo viaje evangélico (50-53) comprendió la visita a las comunidades
cristianas de Anatolia, fundadas unos años antes; luego fue recorriendo
parte de la Galatia propiamente dicha, visitó algunas ciudades del Asia
proconsular y marchó después a Macedonia y Acaya. La evangelización se
hizo particularmente patente en Filippos, Tesalónica, Berea y Corinto.
También Atenas fue visitada por San Pablo, quien pronunció allí el famoso
discurso del Areópago, en el que combatió la filosofía estoica. El resultado,
desde el punto de vista evangelizador, fue más bien exiguo. Durante su
estancia en Corinto, donde estuvo en contacto con el gobernador de la
provincia, Gallón (hermano de Séneca), inició al parecer San Pablo su
actividad como escritor, enviando la primera y segunda Epístola a los
tesalonicenses, en las que ilustra a los fieles acerca de la parusía o segunda
venida de Cristo y de la resurrección de la carne.

El tercer viaje (53-54-58) se inició con la visita a las comunidades del Asia
Menor y continuó también por Macedonia y Acaya, donde San Pablo Apóstol
estuvo tres meses. Pero como centro principal fue escogida la gran ciudad
de Éfeso. Allí permaneció durante casi tres años, trabajando con un grupo
de colaboradores en la ciudad y su región, especialmente en las localidades
del valle del Lico. Fue un apostolado muy provechoso, pero también lleno
de fatigas para San Pablo: culminaron éstas con el tumulto de Éfeso,
provocado por Demetrio, representante de los numerosos comerciantes que
explotaban la venta de las estatuillas-recuerdo de Artemisa. San Pablo,
refiriéndose a un episodio anterior, habla de una lucha con las fieras; es
casi seguro que la expresión es metafórica, pero convergen muchos indicios
en favor de la hipótesis de una auténtica prisión.

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San Pablo Apóstol (detalle de un retrato de Rubens, c. 1611)


Desde Éfeso escribió la primera Epístola a los corintios, en la que se
transparentan muy bien las dificultades encontradas por el cristianismo en
un ambiente licencioso y frívolo como era el de la ciudad del Istmo.
Probablemente se sitúa en la misma ciudad la redacción de la Epístola a los
gálatas y la Epístola a los filipenses, en tanto que la segunda Epístola a los
corintios fue escrita poco después en Macedonia. Desde Corinto envió el
apóstol la importante Epístola a los romanos, en la que trata a fondo la
relación entre la fe y las obras respecto a la salvación. Con ello pretendía
preparar su próxima visita a la capital del imperio.
Últimos años
Sin embargo, los hechos se desarrollaron de un modo distinto. Habiéndose
dirigido Pablo a Jerusalén para entregar una cuantiosa colecta a aquella
pobre iglesia, fue encarcelado por el quiliarca Lisia, quien lo envió al
procónsul romano Félix de Cesarea. Allí pasó el apóstol dos años bajo
custodia militar. Decidieron embarcarlo, fuertemente custodiado, con
destino a Roma, donde los tribunales de Neróndecidirían sobre él. El viaje
marítimo fue, por otra parte, fecundo en episodios pintorescos (como el del
naufragio y la salvación milagrosa), y durante el mismo el prestigio del
apóstol se impuso al fin a sus guardianes (invierno de 60-61).
De los años 61 a 63 vivió San Pablo en Roma, parte en prisión y parte en
una especie de libertad condicional y vigilada, en una casa particular. En el
transcurso de este primer cautiverio romano escribió por lo menos tres de
sus cartas: la Epístola a los efesios, la Epístola a los colosenses y la Epístola
a Filemón.
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San Pablo escribiendo sus epístolas (óleo atribuido a Valentin de Boulogne,


c. 1619)
Puesto en libertad, ya que los tribunales imperiales no habían considerado
consistente ninguna de las acusaciones hechas contra él, reanudó su
ministerio; pero a partir de este momento la historia no es tan precisa.
Falta para este período la ayuda preciosa de los Hechos de los Apóstoles,
que se interrumpen con su llegada a Roma. San Pablo anduvo por Creta,
Iliria y Acaya; con mucha probabilidad estuvo también en España. De este
período datarían dos cartas de discutida atribución, la primera Epístola a
Timoteo y la Epístola a Tito; también por entonces habría compuesto
la Epístola a los hebreos. Se percibe en ellas una intensa actividad
organizadora de la Iglesia.
En el año 66, cuando se encontraba probablemente en la Tréade, San Pablo
fue nuevamente detenido por denuncia de un falso hermano. Desde Roma
escribió la más conmovedora de sus cartas, la segunda Epístola a Timoteo,
en la que expresa su único deseo: sufrir por Cristo y dar junto a Él su vida
por la Iglesia. Encerrado en horrenda cárcel, vivió los últimos meses de su
existencia iluminado solamente por esta esperanza sobrenatural. Se sintió
humanamente abandonado por todos. En circunstancias que han quedado
bastante oscuras, fue condenado a muerte; según la tradición, como era
ciudadano romano, fue decapitado con la espada. Ello ocurrió
probablemente en el año 67 d. C., no lejos de la carretera que conduce de
Roma a Ostia. Según una tradición atendible, la abadía de las Tres
Fontanas ocupa exactamente el lugar de la decapitación.
El pensamiento paulino
De forma imprudente se ha exagerado en ocasiones la significación de la
obra de San Pablo: algunos lo consideraron como el auténtico fundador del
cristianismo; otros lo acusaron de ser el primer mixtificador de las
enseñanzas de Jesucristo. Es cierto que trabajó más que los demás
apóstoles y que, en sus cartas, sentó las bases del desarrollo doctrinal y
teológico del cristianismo. Pero su realmente meritoria labor, de la que él
mismo se sentía con razón orgulloso, reside en el hecho de haber sido
intérprete e incansable propagandista del mensaje de Jesús.
A San Pablo se debe, más que a los otros apóstoles, la oportuna y neta
separación entre el cristianismo y el judaísmo; y es falso que tal separación
se alcanzara mediante la creación de un sistema religioso especial, que
habría sido elaborado bajo la influencia de la filosofía griega, del
sincretismo cultural o de las numerosas religiones de misterios. En el curso
de sus viajes evangelizadores, San Pablo propagó su concepción teológica
del cristianismo, cuyo punto central era la universalidad de la redención y la
nueva alianza establecida por Cristo, que superaba y abolía la vieja
legislación mosaica. La Iglesia, formada por todos los cristianos, constituye
la imagen del cuerpo de Cristo y debe permanecer unida y extender la
palabra de Dios por todo el mundo.
El vigor y la riqueza de su palabra están atestiguados por las catorce
epístolas que de él se conservan. Dirigidas a comunidades o a particulares,
tienen todos los caracteres de los escritos ocasionales. En ningún caso
pretenden ser textos exhaustivos, pero siempre son una poderosa síntesis
de la enseñanza evangélica expresada en sus más claras verdades y hasta
sus últimas consecuencias. Desde el punto de vista literario, debe
reconocérsele el mérito de haber sometido por primera vez la lengua griega
al peso de las nuevas ideas. Su educación dialéctica asoma en algunas de
sus argumentaciones, y su temperamento místico se eleva hasta la
contemplación y alcanza las cumbres de la lírica en el famoso himno a la
caridad de la primera Epístola a los corintios.
Los escritos de San Pablo adaptaron el mensaje de Jesús a la cultura
helenística imperante en el mundo mediterráneo, facilitando su extensión
fuera del ámbito cultural hebreo en donde había nacido. Al mismo tiempo,
esos escritos constituyen una de las primeras interpretaciones del mensaje
de Jesús, razón por la que contribuyeron de manera decisiva al desarrollo
teológico del cristianismo (debido a la inclusión de sus Epístolas, se
atribuyen a San Pablo más de la mitad de los libros que, junto con los
Evangelios, componen el Nuevo Testamento).

Proceden de la interpretación de San Pablo ideas tan relevantes para la


posteridad como la del pecado original; la de que Cristo murió en la cruz
por los pecados de los hombres y que su sufrimiento puede redimir a la
humanidad; o la de que Jesucristo era el mismo Dios y no solamente un
profeta. Según San Pablo, Dios concibió desde la eternidad el designio de
salvar a todos los hombres sin distinción de raza. Los hombres descienden
de Adán, de quien heredaron un cuerpo corruptible, el pecado y la muerte;
pero todos los hombres, en el nuevo Adán que es Cristo, son regenerados y
recibirán, en la resurrección, un cuerpo incorruptible y glorioso, y, en esta
vida, la liberación del pecado, la victoria sobre la muerte amarga y la
certeza de una futura vida feliz y eterna. También introdujo en la doctrina
cristiana el rechazo de la sexualidad y la subordinación de la mujer, ideas
que no habían aparecido en las predicaciones de Jesucristo.

En llamativo contraste con su juventud de fariseo intransigente, cerrado a


toda amplia visión religiosa y celoso de las prerrogativas espirituales de su
pueblo, San Pablo dedicaría toda su vida a "derribar el muro" que separaba
a los gentiles de los judíos. En su esfuerzo por hacer universal el mensaje
de Jesús, San Pablo lo desligó de la tradición judía, insistiendo en que el
cumplimiento de la ley de Moisés (los mandatos bíblicos) no es lo que salva
al hombre de sus pecados, sino la fe en Cristo; en consecuencia, polemizó
con otros apóstoles hasta liberar a los gentiles de las obligaciones rituales y
alimenticias del judaísmo (incluida la circuncisión).
Los Diezmos
Versículos Más Relevantes
Génesis 28:22
Versículos Conceptos
Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me des, te daré el
diezmo.
Malaquías 3:10
Versículos Conceptos
Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a
prueba en esto --dice el SEÑOR de los ejércitos-- si no os abriré las ventanas del cielo, y
derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Levítico 27:30
Versículos Conceptos
``Así pues, todo el diezmo de la tierra, de la semilla de la tierra o del fruto del árbol, es del
SEÑOR; es cosa consagrada al SEÑOR.
Génesis 14:18-20
Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; él era sacerdote del Dios Altísimo. Y
lo bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra;
y bendito sea el Dios Altísimo que entregó a tus enemigos en tu mano. Y le dio {Abram} el
diezmo de todo.
Hebreos 7:1-2
Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de
Abraham cuando {éste} regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo. Abraham le
entregó el diezmo de todos {los despojos, cuyo nombre} significa primeramente rey de
justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz,
Números 18:26
También hablarás a los levitas y les dirás: ``Cuando recibáis de los hijos de Israel los
diezmos que de ellos os he dado por vuestra heredad, ofreceréis de ello una ofrenda al
SEÑOR, el diezmo de los diezmos.
Nehemías 10:38
Versículos Conceptos
Y un sacerdote, hijo de Aarón, estará con los levitas cuando los levitas reciban los diezmos,
y los levitas llevarán la décima parte de los diezmos a la casa de nuestro Dios, a las cámaras
del almacén;
Malaquías 3:6-10
Porque yo, el SEÑOR, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido
consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos y no los
habéis guardado. Volved a mí y yo volveré a vosotros --dice el SEÑOR de los ejércitos.
Pero decís: `` ¿Cómo hemos de volver?" ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me
estáis robando. Pero decís: `` ¿En qué te hemos robado?" En los diezmos y en las
ofrendas.Leer más.
Lucas 11:42
Versículos Conceptos
Mas ¡ay de vosotros, fariseos!, porque pagáis el diezmo de la menta y la ruda y toda {clase
de} hortaliza, y {sin embargo} pasáis por alto la justicia y el amor de Dios; pero esto es lo
que debíais haber practicado sin descuidar lo otro.
Génesis 47:24-26
Al {tiempo de} la cosecha daréis la quinta parte a Faraón, y cuatro partes serán vuestras
para sembrar la tierra y para vuestro mantenimiento, para los de vuestras casas y para
alimento de vuestros pequeños. Y ellos dijeron: Nos has salvado la vida. Hallemos gracia
ante los ojos de Faraón mi señor, y seremos siervos de Faraón. Entonces José puso una ley
respecto a la tierra de Egipto, {en vigor} hasta hoy: que Faraón {debía recibir} el quinto;
sólo la tierra de los sacerdotes no llegó a ser de Faraón.
Hebreos 7:1-3
Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de
Abraham cuando {éste} regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo. Abraham le
entregó el diezmo de todos {los despojos, cuyo nombre} significa primeramente rey de
justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz, sin padre, sin madre, sin
genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de
Dios, permanece sacerdote a perpetuidad.
Levítico 27:30-32
``Así pues, todo el diezmo de la tierra, de la semilla de la tierra o del fruto del árbol, es del
SEÑOR; es cosa consagrada al SEÑOR. ``Y si un hombre quiere redimir parte de su
diezmo, le añadirá la quinta parte. ``Todo diezmo del ganado o del rebaño, {o sea,} de todo
lo que pasa debajo del cayado, la décima {cabeza} será cosa consagrada al SEÑOR.
Deuteronomio 16:10
Versículos Conceptos
Entonces celebrarás la fiesta de las semanas al SEÑOR tu Dios con el tributo de una
ofrenda voluntaria de tu mano, la cual darás según el SEÑOR tu Dios te haya bendecido.
Éxodo 36:3
Versículos Conceptos
Y recibieron de Moisés todas las ofrendas que los hijos de Israel habían traído para hacer la
obra de la construcción del santuario. Y ellos {seguían} trayéndole ofrendas voluntarias
cada mañana.
Números 18:21-24
Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a
cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión. Y los hijos
de Israel no se acercarán más a la tienda de reunión, no sea que carguen con un pecado y
mueran. Sólo los levitas servirán en el ministerio de la tienda de reunión, y ellos cargarán
con la iniquidad del pueblo; será estatuto perpetuo por todas vuestras generaciones, y entre
los hijos de Israel no tendrán heredad.Leer más.
Hebreos 7:5
Y en verdad los de los hijos de Leví que reciben el oficio de sacerdote, tienen mandamiento
en la ley de recoger el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos son
descendientes de Abraham.
Deuteronomio 12:5-6
sino que buscaréis {al S{EÑOR}} en el lugar en que el SEÑOR vuestro Dios escoja de
todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su morada, y allí vendréis. Y allí
traeréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, la contribución de
vuestra mano, vuestras ofrendas votivas, vuestras ofrendas voluntarias, y el primogénito de
vuestras vacas y de vuestras ovejas.
Números 18:21
Versículos Conceptos
Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a
cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión.
Deuteronomio 14:22
Versículos Conceptos
Diezmarás fielmente todo el producto de tu sementera, lo que rinde tu campo cada año.
Lucas 18:12
Versículos Conceptos
``Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano."
Hebreos 7:9-10
Y, por decirlo así, por medio de Abraham aun Leví, que recibía diezmos, pagaba diezmos,
porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
Génesis 14:20
Versículos Conceptos
y bendito sea el Dios Altísimo que entregó a tus enemigos en tu mano. Y le dio {Abram} el
diezmo de todo.
Hebreos 7:2-6
Abraham le entregó el diezmo de todos {los despojos, cuyo nombre} significa
primeramente rey de justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz, sin padre,
sin madre, sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho
semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad. Considerad, pues, la
grandeza de este {hombre} a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del
botín.Leer más.
Levítico 27:30-33
``Así pues, todo el diezmo de la tierra, de la semilla de la tierra o del fruto del árbol, es del
SEÑOR; es cosa consagrada al SEÑOR. ``Y si un hombre quiere redimir parte de su
diezmo, le añadirá la quinta parte. ``Todo diezmo del ganado o del rebaño, {o sea,} de todo
lo que pasa debajo del cayado, la décima {cabeza} será cosa consagrada al SEÑOR.Leer
más.
Deuteronomio 12:6-7
Y allí traeréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, la contribución
de vuestra mano, vuestras ofrendas votivas, vuestras ofrendas voluntarias, y el primogénito
de vuestras vacas y de vuestras ovejas. Allí también vosotros y vuestras familias comeréis
en presencia del SEÑOR vuestro Dios, y os alegraréis en todas vuestras empresas en las
cuales el SEÑOR vuestro Dios os ha bendecido.
Deuteronomio 14:22-29
Diezmarás fielmente todo el producto de tu sementera, lo que rinde tu campo cada año. Y
comerás en la presencia del SEÑOR tu Dios, en el lugar que El escoja para poner allí su
nombre, el diezmo de tu grano, de tu mosto y de tu aceite, y los primogénitos de tus vacas y
de tus ovejas, para que aprendas a temer siempre al SEÑOR tu Dios. Mas si el camino es
tan largo para ti, que seas incapaz de llevar {el diezmo} por estar lejos el lugar donde el
SEÑOR tu Dios escoja para poner allí su nombre, cuando el SEÑOR tu Dios te haya
bendecido,Leer más.
Deuteronomio 26:12-15
Cuando acabes de pagar todo el diezmo de tus frutos en el tercer año, el año del diezmo,
entonces lo darás al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, para que puedan comer en
tus ciudades y sean saciados. Y dirás delante del SEÑOR tu Dios: ``He sacado de {mi} casa
la {porción} consagrada y también la he dado al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda
conforme a todos tus mandamientos que me has mandado; no he violado ni olvidado
ninguno de tus mandamientos. ``No he comido de ella estando de luto, ni he tomado de ella
mientras estaba inmundo, ni he ofrecido de ella a los muertos. He escuchado la voz del
SEÑOR mi Dios; he hecho conforme a todo lo que me has mandado.Leer más.
Nehemías 10:37
Versículos Conceptos
También traeremos las primicias de nuestra harina y nuestras ofrendas del fruto de todo
árbol, del mosto y del aceite para los sacerdotes a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y
el diezmo de nuestro suelo a los levitas, porque los levitas son los que reciben los diezmos
en todas las ciudades donde trabajamos.
Amós 4:4
Versículos Conceptos
Entrad en Betel y pecad, multiplicad en Gilgal las transgresiones; traed vuestros sacrificios
cada mañana, vuestros diezmos cada tres días.
Hebreos 7:5-9
Y en verdad los de los hijos de Leví que reciben el oficio de sacerdote, tienen mandamiento
en la ley de recoger el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos son
descendientes de Abraham. Pero aquel cuya genealogía no viene de ellos, recibió el diezmo
de Abraham y bendijo al que tenía las promesas. Y sin discusión alguna, el menor es
bendecido por el mayor.Leer más.
Nehemías 12:44
Versículos Conceptos
Aquel día fueron designados hombres a cargo de las cámaras destinadas a almacenes de las
contribuciones, de las primicias y de los diezmos, para que recogieran en ellas, de los
campos de las ciudades, las porciones dispuestas por la ley para los sacerdotes y levitas.
Pues Judá se regocijaba por los sacerdotes y levitas que servían.
Nehemías 13:5
Versículos Conceptos
le había preparado un gran aposento, donde anteriormente se colocaban las ofrendas de
cereal, el incienso, los utensilios, y los diezmos del cereal, del mosto y del aceite prescritos
para los levitas, los cantores y los porteros, y las contribuciones para los sacerdotes.
Nehemías 13:12
Versículos Conceptos
Entonces todo Judá trajo el diezmo del cereal, del mosto y del aceite a los almacenes.
Nehemías 13:10
Versículos Conceptos
También descubrí que las porciones de los levitas no se {les} habían dado, por lo que los
levitas y los cantores que hacían el servicio se habían ido, cada uno a su campo.
Malaquías 3:8
Versículos Conceptos
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: `` ¿En qué te
hemos robado?" En los diezmos y en las ofrendas.
Mateo 23:23
Versículos Conceptos
¿Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del
eneldo y del comino, y habéis descuidado los {preceptos} de más peso de la ley: la justicia,
la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar
aquéllas.
Amós 4:4-5
Entrad en Betel y pecad, multiplicad en Gilgal las transgresiones; traed vuestros sacrificios
cada mañana, vuestros diezmos cada tres días. Ofreced también pan leudado en ofrenda de
gratitud, y proclamad ofrendas voluntarias, dad{las} a conocer, puesto que así os place,
hijos de Israel --declara el Señor DIOS.

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