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LA
SOCIEDAD FUTURA
POR
JUAN GRAVE
TRADUCCIÓN poi; BL
1.11111111a5---
MADRID
LA ESPAÑA MODERNA
Cuesta de Santo Domingo, 16.
ES PROPIEDAD
c9114.441'06.
DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN
LA REVOLUCIÓN Y EL DARWINISMO
WMIori.1•11.4111011nfflm.•
1
Sociedad intuya.
III
(1) P
róximos á salir á luz coleccionados en un tomo.
(2) Editor Douin, calle del Odeón.
(3) Un tomo; editor Alean, bulevar San
Germán, 108.
POR JUAN GRAVE .59
LA REVOLUCIÓN Y EL INTERNACIONALISMO
Sociedad futura.
VII
FATALIDAD DE LA REVOLUCIÓN
les asustan así que logran por fin llegar á ser los amos
del cotarro.
Una vez en el poder, se desengañan de las ilusiones
que contribuyeron á propagar entre aquellos de quie-
nes se han hecho instrumentos. Y combaten las refor-
mas antes pedidas por ellos, con el mismo calor que en
otro tiempo empleaban para reclamarlas , con igual
tenacidad que sus antecesores.
La visión cambia con el punto de vista: tal cosa que
parecía lógica y normal cuando se estaba entre la tur-
ba de pordioseros, hácese enorme y subversiva cuando
se tiene la misión de velar por la buena marcha del
orden de cosas establecido. Asusta la insaciabilidad del
rebaño de los gobernados, témese suscitar nuevas exi-
gencias si se cede en los puntos controvertidos ; y por
eso se ve siempre á los hombres políticos triunfantes
hacer fusilar á mansalva, de vez en cuando, á las mu-
chedumbres que tienen la candidez de presentarse á
exigir la realización de las promesas de antafio.
Y sin embargo, si fuesen inteligentes, si tuviesen
clara visión de los intereses de su casta, ¡cuán fácil les
sería dar la entretenida á esos pobres papanatas de
electores! ¡Cuántas reformas se les podrían ir largan-
do gradualmente, sin perjuicio de otras nuevas y tan
negativas que se les pudieran inventar, sin escatimar
ningún beneficio ni disminuir privilegio ninguno, sin
comprometer el edificio en nada!
Por fortuna, el miedo no razona; y la burguesía
tiene miedo y se queda estupefacta ante las reclama-
ciones de los trabajadores. Por fortuna1 la necesidad
de consolidar y defender el estado presente le impide
ver lo que sería preciso para fortificarlo contra los ata-
ques futuros. D esmantela un ángulo para reforzar
otro, se sirve de los materiales que tiene á mano sin
POR JUAN GRAVE 119
fijarse en si serían más útiles en otra parte, y el edifi-
cio queda así restaurado para algún tiempo; pero las
grietas se hacen cada vez más grandes y pronto llega-
rá el momento en que, siendo ya imposible toda recom-
postura, se hará necesaria la demolición completa, con
el fin de facilitar la construcción de un nuevo edificio.
Por su
puesto, ya es hora de que acontezca ese cata-
clismo sal
udable ; por interés de la evolución, urge
ya que int
ervenga la revolución. Todos los días ex-
tiende el Estado sus t
entáculos en las' relaciones socia-
POR JUAN GRAVE 121
Sociedad futura. 9
LA SOCIEDAD' FUTURA
130
XI
LA SOCIEDAD FUTURA
186
ticos» para disfrazar su carácter seco, mezquino y
zafiamente egoísta.
Pero egoísta, no en el sentido de la conservación
individual, con la inteligencia de su situación en me-
dio de la vida y de sus relaciones con los demás seres,
sino ese egoísmo codicioso y feroz que impele al indi-
viduo á no pensar en el mundo más que en sí mismo,
á no ver sino competidores en sus iguales. Véase lo
que nos presenta la selección de la sociedad actual.
Este egoismo es lo que ha conducido al hombre á ha-
cerse el centro del universo, y quien lleva á ciertos
individuos, si no á creerse los centros de la humanidad,
por lo menos á imaginarse con pedantería que son
mejores y más inteligentes que los otros.
¡Cuántas sandeces ha hecho decir á los sabios ofi-
ciales esa igualdad reclamada por los socialistas!
¡Cuántas vaciedades han amontonado los sabios bur-
gueses para demostrar lo imposible de una sociedad
igualitaria! Y (¡ilogismo superlativo!), demostrando
que no todos los individuos alcanzan igual grado de
evolución, piden una regla común para todos. Compa-
gine ambos extremos quien quiera; nuestros sabihon-
dos no se curan de ello. Poco les vale que sus argu-
mentos se enlacen y sean irreductibles. Por eso no les
exigen sino un apoyo momentáneo y para puntos es-
peciales.
«La misma Naturaleza es quien produce las des-
igualdad es,—dicen:—por más medios de desarrollo
que p ongáis á disposición de cada uno, el resultado no
será, igual en todos, y tendréis individuos que sepan
apropiarse ciertos conocimientos mejor que otros in-
dividuos.»
E n uno de los capítulos anteriores hemos visto, se-
gún una cita de Büchner, que la organización social,
POR JUAN GRAVE 187
(1) Esos muchos tontos de capirote son mulos de reata que si-
guen á unos cuantos pillos de remate, á quienes les conviene po
ner argumentos bufos en boca de sus adversarios y derribarlos
con un soplo.—(N. DEL T.)
~no. , • •~In••••• ,
(1) Entre los planetas Marte y Júpiter giran 350 planetas te-
POR JUAN GRAVE 207
EGOÍSMO Y ALTRUÍSMO
4"--,~1.0100
pero como no está solo en la tierra, y el derecho del
último que llega es tan imprescriptible como el del
primero que vino al mundo, es evidente que sólo ha-
bía dos soluciones para que se ejercitasen esos diver-
sos derechos, la guerra ó la asociación.
Pero el espíritu humano rara vez opta por las deci-
siones categóricas. Además, las circunstancias arras-
tran á los individuos antes de que tengan tiempo de
explicarse ellos mismos sus propios actos, y sólo des-
pués de realizados es cuando se trata de inquirir y
extraer su filosofía.
Estalló el conflicto entre esos derechos diversos,
conflictos mezclados con tentativas dé solidaridad. Los
hombres han entrevisto que les seria provechoso ha-
cerse solidarios entre sí; pero el feroz egoísmo de al-
gunos que sólo ven su beneficio presente sin calcular
el mal que en lo futuro causan á los demás, ha impe-
dido á la humanidad evolucionar francamente con
tendencia á una solidaridad completa. Mantúvose el
estado de lucha en las sociedades que eran un comien-
zo de prácticas solidarias. Y (para no hablar sino del
período histórico) centenares de siglos ha que perdura
ese estado mixto de lucha y de solidaridad; miles de
años en que, por voluntad de una minoría, única en
aprovecharse de tal estado de cosas y que quisiera
perpetuarlo, luchamos unos contra otros mientras se
forjan hermosos sueños de fraternidad; cientos de si-
glos, millares de aros en que las clases posidentes ex-
plotan á las clases por ellas desposeídas, á la vez que
predican la solidaridad, la abnegación y la cari-
dad (1).
(I) Los dones gratuitos de la beneficencia, de la filantropía y
de la caridad (si no encubren un cálculo egoísta y una torpe es-
peculac i en vida á con un propósito que se extiende hasta más
LA SOCIEDAD FUTURA
218
Pero los que sufren han llegado á preguntarse por
qué han de seguir manteniendo á parásitos, por qué
han de pedir como limosna lo que es producto de su
trabajo. Se les ha desarrollado el cerebro, han refle-
xionado acerca de las causas de su miseria y han com-
prendido que para salir de ella debían solidarizar sus
esfuerzos, y que la dicha de cada uno sólo era reali-
zable por la dicha de todos, mediante una completa
práctica de la solidaridad.
También han comprendido que esa autoridad que se
les había representado como una salvaguardia tutelar
entre los intereses antagónicos para impedir una lucha
más feroz, por el contrario, sólo era un medio para los
parásitos de eternizar el conflicto y perpetuar así su
parasitismo; por eso, al mismo tiempo que proclaman
el derecho á la vida para cada individuo, proclaman
también su más completa autonomía, no concibiendo
lo uno sin lo otro, pues la existencia no puede ser
completa sin su corolario, la libertad.
AUTORIDAD Y ORGANIZACIÓN
EL VALOR
1
236 LA SOCIEDAD FUTURA
LA DICTADURA DE CLASE
LOS HOLGAZANES
1
POR JUAN GRAVE 327
COMUNISMO Y ANARQUÍA
(1) Si al an
arquismo se le quitan dos cosas accidentales (los
atentados por medio de
los explosivos y la irreligiosidad de sus
POR JUAN GRAVE 331
HARMONÍA Y SOLIDARIDAD
LA MUJER Y EL MATRIMONIO
Sociedad futura.
354 LA MOCIEDAD FUTURA
POR JUAN GRAVE 369
n
POR JUAN GRAVE 399
En la sociedad actual vemos ya producirse ese mo-
vimiento de aproximación voluntaria de las afinidades
comunes. Ya hemos citado los orfeones, las bandas de
música de aficionados, las sociedades corales: son lo
que les hace ser el nivel medio. ¿Por qué lo posible en
las bajas esferas del arte, por medio del común acuer-
do libre, no ha de serlo en el arte más trascendente?
Son incontables los intentos de asociación para orga-
nizar las representaciones teatrales con arreglo á una
estética dada. Hay dos dignas de citarse por su valía:
el Teatro libre y la Obra.
En la sociedad actual encuentran obstáculos en la
cuestión económica, y aun dejan mucha margen á la
jerarquía. Obligados los iniciadores á recurrir al ca-
pital tanto ó más que á las buenas voluntades, vense
en la precisión de agruparse según las circunstancias,
más que según las aficiones comunes. A pesar de todas
esas trabas, sabidos son los buenos resultados que dan
esas iniciativas.
En. la sociedad futura podrá prescindirse de la cues-
tión económica y apelarse tan sólo á las buenas vo-
luntades; siendo libres para obrar los individuos, será
más fácil la selección. Siempre habrá personas á quie-
nes les dé la tarantela de escribir obras para el tea-
tro, y á otras de interpretarlas: esos individuos se bus-
carán unos á otros y asociarán sus aptitudes. ¿Qué
mal habría en que, quienes tengan afición á los espec-
táculos, contribuyesen cada uno según su respectiva
aptitud, haciendo las decoraciones, los trajes ó cual-
quiera otro accesorio para la dirección de escena?
Si cada espectador pudiera hacerse útil á su modo
para la ejecución de la obra á la cual fuese llamado á
asistir, aumentarlase su goce intelectual. Pudiera ha-
ber importunos; pero más fácil seria librarse de ellos
400 LA SOCIEDAD FUTURA
LA TRADICIÓN Y LA COSTUMBRE
1'
'
FIN
J
,
I.— Después de la revolución.
PÑge.
SUMARIO : ¿Cuánto durará la revolución? — Transformación
progresiva de la sociedad. — Ineficacia de las revoluciones
politices desde el punto de vista del resultado, aun cuando
sirvan de punto de partida para ideas más claras.—Evolución
y revolución.—Las trabas puestas á la evolución son causas
de revolución.—Fatalidad de la revolución.—Mínima parte
de influencia que los oradores y =escritores tienen sobre los
movimientos de su genera ción.—Lo largo del período revo-
lucionario, y sus alternativas de reveses y triunfos.—La
fuerza destruye, pero no edifica.—Es necesaria para resis-
tirse á la esclavitud.—Sólo los ambiciosos se proponen el em-
pleó de la fuerza para edificar una sociedad nueva.—La
iniciativa individual asegurará el triunfo de la revolución.—
Solidaridad entre los trabajadores de las ciudades y los tra-
bajadores del campo.—Inestabilidad de la sociedad actual... 7
PfigH.
el mundo antiguo.— Efectos perturbadores que producirla el
triunfo de las ideas nuevas en medio de la sociedad antigua.
—Las asociaciones cooperativas no son más que escuelas de
explotación.—Las persecuciones no pueden destruir las ideas.
—La evolución engendra á la revolución .
VII.—Fatalidad de la revolución.
SUMARIO :
Errores de los sociólogos pasa los. —La sociedad no e$
un organismo, en la verdadera acepción de la palabra.—La .
INDICE
443
Pes,
queza de unos engendra la miseria de los demás.- El espíritu
de asociación se pierde en la oscuridad de los tiempos.-La aso- - —
ciación es quien ha salvado al hombre.-Lo antiguo de la opre-
sión no la legitima.-El especialismo en los insectos.-La aso-
ciación en los rumiantes.-La esclavitud en las hormigas.-
Todo prueba el espíritu de independencia.-La sociedad es un
ente de razón de los burgueses.-La sociedad debe amoldarse
á las necesidades de los individuos.-Autoritarismo de los so-
cialistas que se dicen científicos.-La mano ha preservado al
hombre de la especialización de los insectos.-La solidaridad y
la autonomía proclam g das por los burgueses.- La agrupación
debe constituirse de lo simple á lo compuesto.-La inconscien-
cia de las células es lo que les hace ser d e pendientes.-La es-
pecialización sólo se desarrolla á causa de ese indiferentismo
por tal ó cual oficio. - La especialización supone solidaridad,
pero no sujeción.-EI ideal de la economía política_ E1 indi-
viduo tiene siempre derecho á separarse de la sociedad que qui-
siera oprimirle...-. ............... ....... ........ ....... 161
XII.-Egoísmo y altruismo.
Págs.
ca la fraternidad.— La conciencia del yo despierta el espíritu
de independencia.—La burguesía es consciente de lo injusto
de sus privilegios.—Respet a ndo la libertad ajena es como el
individuo har5 respetar la suya propia.—Falso concepto for-
mado del hombre. 211
X1V. — El valor.
ÍNDICE
445
Págs.
summuo: Cómo se conduce á las muchedumbres.—¿Qué es
la dictadura de clase?—La autoridad anónima. -El primer
trabajo de los nuevos gobernantes. —Trabajo cerebral y tra-
bajo manual. — Lo que nos mata. — Un arma de dos filos. —
La centralización es forzosamente opresora.— Evolución ó
revolución.—La violencia trae consigo la vio lencia.--Escamo-
teo de 1189. — Cristalización de las instituciones y de los indi-
viduos. — ¡Rompamos las barreras! — Desaparición de las cla-
ses sociales .. 263
XVIII.—Los halgazanes.
Págs.
para sí mismo?—La liebre y el jardinero.—No hay verdadera
holgazanería.— Señalados con el dedo.—De cómo se diezma
una población. — L os holgazanes legales . 298
XX . — Harmonía y solidaridad.
SUMARIO: La inferioridad de
la mujer. —Error del movimiento
feminista.—La riqueza es la gran emancipadora.—Inferioridad
ÍNDICE 44,
Págs.
de la mujer ante la Iglesia y ante la ciencia.-Lo que constitu-
ye el cerebro.-Loa errores «ce atricos».-La generación.-
¿,su-perioridad é inferioridad?-Antigüelad de la esclavitud Urna-
' nina.-Por derecho de conquista. -Las relaciones sexuales.
-Eroacá,verda culá.-Eadulterioyaherncia.-L on
sagración religiosa y luego la de la autoridad.- El infntici-
dio.-Desuso de las ceremonias religiosa y civil.-La indisolu-
bilidad del matrimonio.-La autoridad paterna. -Elección li-
bre.-La sociedad actual engendra el libertinaje.-Impotencia
de los medios coercitivos.-Resistencias ferneninas.-Causas
de disensiones en el matrimonio actual-La lacha por la cona-
tancia.-E1 matrimonio legal sólo es el esclavizarniento de la
mujer.-La mujer y el proletario 352
Págs.
SumAmo.—La sociedad y el individuo.—Las leyes naturales.—
Su sanción está en ellas mismas.—Lo que deben ser las leyes
sociales.—Las afinidades químicas.—Papel de los anarquistas.
—Creación de los monstruos.—La ciencia no es infalible.—Los
individuos y los autoritarios.—La autonomía humana progre-
sa con su evolución.—El espacio y el tiempo conquistados por
los descubrimientos del hombre.—EI espíritu de indisciplina.
—Compresión del cerebro humano.—La lucha por el bienestar.
—Solidaridad 416
Conclusión 428