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Intervención por invitación. Claves de la política exterior colombiana • Arlene B. Tickner
Resumen
Este artículo desarrolla la tesis de que la internacionalización del conflicto interno
de Colombia se ha realizado a través de un esquema denominado “intervención
por invitación”, por medio del cual los gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro
Uribe han intensificado la asociación colombiana con Estados Unidos y han
solicitado la injerencia de ese país en asuntos domésticos relacionados con la lucha
antidrogas y contrainsurgente. Para ello la autora discute una serie de marcos
conceptuales que permiten situar esta estrategia y examina la evolución de la
política exterior de Colombia durante los dos períodos señalados.
Abstract
This article develops the thesis that the internationalization of the Colombian
armed conflict has been carried out using a strategy denominated “intervention by
invitation”, by which the governments of Andrés Pastrana and Álvaro Uribe
intensified Colombia’s association with the United States and requested greater
involvement by that country in domestic affairs related to counternarcotics and
counterinsurgency. The author discusses a series of conceptual frameworks that
allow her to situate this strategy, following which she examines the evolution of
Colombian foreign policy during the two periods identified.
E
ntre las tendencias históri- los intereses nacionales dio lugar a la
cas de la política exterior doctrina del respice polum (Drekonja
colombiana, la cercanía a 1983; Pardo y Tokatlian 1989). A pesar
los Estados Unidos es, sin duda, una de de la existencia de otro directriz en
las más sobresalientes. Desde la perdida política exterior – denominado respice
de Panamá, Colombia ha buscado satis- similia por su énfasis en el fortalecimien-
facer sus objetivos diplomáticos princi- to de las relaciones latinoamericanas
palmente por medio de la asociación como mecanismo de autonomización –
con el país del norte. La convicción este nunca alteró sino parcial y esporádi-
generalizada de las elites políticas y camente la alineación colombiana con
económicas de que la proximidad era Estados Unidos. Así, además de ser un
* Pregrado en Artes Liberales, Middlebury College, Estados Unidos; Maestría en Estudios Latinoamericanos, Universidad de
Georgetown , Estados Unidos. Ph.D. en Relaciones Internacionales, Universidad de Miami, U.M.S., Estados Unidos. Profeso-
ra Titular del Departamento de Ciencia Política, Universidad de los Andes; y Profesora Asociada, Departamento de Ciencia
Política, Universidad Nacional de Colombia. Correo Electrónico atickner@uniandes.edu.co
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1 Aunque la gran mayoría de los análisis del caso colombiano coinciden en afirmar que en política internacional no existen polí-
ticas de estado sino solamente de gobierno, la aplicación reiterada de este principio en las relaciones de Colombia con los Esta-
dos Unidos sugieren todo lo contrario.
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ción constituye la forma más idónea de Europa durante los primeros años de la
defender los intereses nacionales de la postguerra, Geir Lundestad (1986) ilus-
periferia dado que suele ser correspon- tra que en situaciones de extrema crisis
dida por Estados Unidos con beneficios económica y/o inseguridad la asocia-
materiales. Escudé es enfático en señalar ción dependiente puede ser insuficien-
que el desarrollo económico es el único te para satisfacer los intereses
medio que permitiría a los países peri- domésticos, dando lugar a una redefini-
féricos competir en el sistema interna- ción de lo que constituye un grado
cional hacia el futuro. Empero, el tipo “aceptable” de involucramiento con la
de interacción subordinada que su potencia. En particular, el autor exami-
modelo sugiere perpetúa y profundiza na las formas en las que los países euro-
la dependencia de los países de la peri- peos ejercieron presión para que
feria y todas las tergiversaciones inter- Estados Unidos interviniera directa-
nas que ella engendra (Tickner 2002: mente en el continente. Esta estrategia,
60). Asimismo, el autor parte de la falsa denominada “imperio por invitación”,
premisa de que las actitudes sumisas consistió en la aceptación de la supre-
ante la potencia garantizan su compro- macía militar, política y económica
miso con los países que las desarrollan. estadounidense y la convocatoria a que
Justamente en el caso argentino, para el ese país tuviera una fuerte presencia en
cual fue desarrollado el realismo perifé- la zona, a cambio de la preservación de
rico, la relación “carnal” que existió la autonomía europea y la participación
entre el gobierno de Carlos Menem y de sus estados en los procesos de toma
Washington no obstó para que el de decisiones. Según Lundestad (1986:
segundo recusara a la Argentina cuando 268), si bien la aceptación del imperio
su sistema financiero entró en crisis limitaba temporalmente los márgenes
entre 2000 y 2001. Este y otros ejem- de maniobra de Europa, ya que muchas
plos de relaciones “especiales” con Esta- veces sus acciones requerían del con-
dos Unidos – como el de Nicaragua sentimiento de Washington, a mediano
luego de la destitución del gobierno plazo posibilitó la reconstrucción del
sandinista – sugieren lo efímeras y peli- continente y la reformulación de la
grosas que son las estrategias de alinea- relación en términos más equitativos.
ción explícita. La lección básica que se Uno de los corolarios más
deduce es que por lo general tienen sugestivos del esquema de “imperio
mayor peso los objetivos del lado domi- por invitación” es que, aunque las pre-
nante, de manera que cuando cambian siones ejercidas por países “menores”
los intereses que habían justificado una no pueden obligar a Estados Unidos a
relación “especial” con un socio menor hacer algo que no quiere, éstas ayudan
ésta pierde su carácter extraordinario. a moldear el carácter y los términos de
La subordinación o sumisión su injerencia (Lundestad 1986: 272).
intencional y explícita ante las reglas del En particular, las diferentes formas en
hegemón constituye un patrón de con- que se estimula el interés de la poten-
ducta que algunos estados han adopta- cia en involucrarse más activamente en
do en sus relaciones con actores más el mundo son determinantes. Asimis-
fuertes. Sin embargo, en su análisis sobre mo, y en contraste con el patrón de
las relaciones entre Estados Unidos y interacción sugerido por el realismo
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2 México, por ejemplo, ha sido un crítico acérrimo del proceso de certificación estadounidense y de sus políticas militarizadas,
mientras que Bolivia, a pesar de cooperar parcialmente con las estrategias antidrogas de Washington, nunca ha accedido a la
fumigación química de los cultivos ilícitos ni a la erradicación total de la hoja de coca, dado su arraigo en la cultura indígena.
Inclusive, Afganistán, cuyo gobierno actual es un títere de los Estados Unidos, dio su negativa este año a la petición de Was-
hington de fumigar sus cultivos de amapola.
3 En contraste con mi argumento, John Dugas (2005) afirma que el anti-americanismo tiene hondas raíces entre algunos miem-
bros de la elite colombiana, en particular la elite intelectual.
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4 Para un análisis comprehensivo de la carrera diplomática y el servicio exterior de Colombia, ver Tickner, Pardo y Bel-
trán (2006).
5 Entrevista personal confidencial con funcionario de la Oficina de Planeación del Ministerio de Relaciones Exterio-
res, Bogotá, 10 de junio de 2007.
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7 En este punto es interesante observar que adjetivos similares son utilizados por los gobiernos (y académicos) del norte para
caracterizar a los estados periféricos a partir de sus carencias o incapacidades, lo cual afianza las asimetrías de poder existentes
entre ellos.Ver Doty 1996.
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9 Entrevista personal confidencial con asistente legislativo de la Comisión del Hemisferio Occidental de la Cámara de Repre-
sentantes de los Estados Unidos, Bogotá, 3 de abril de 2005.
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10 Además del hecho de que el embajador de Colombia en Washington, Luis Alberto Moreno, uno de los ideólogos principales
de la estrategia, permaneció en su cargo.
11 Inclusive antes, la entrega no autorizada del entonces embajador, Alfonso Valdivieso, a la misión de Estados Unidos en New
York del informe sobre las armas en Irak demostraba el alto nivel de alineación colombiana con Washington.
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ras rondas del proceso la estrategia del largo del primer mandato de Uribe, se
equipo colombiano partía ingenua- logró que Washington apoyara desde el
mente del supuesto de que la relación punto de vista político una estrategia
“especial” entre los dos países constituía de mano dura y que se involucrara de
el punto de partida natural de las nego- forma más directa en el conflicto arma-
ciaciones. Sin embargo, ante la renuen- do. Si bien no se puede desconocer que
cia del equipo estadounidense de la progresiva intervención de Estados
vincular seguridad con comercio y de Unidos en Colombia obedeció a los
negociar con base en otro planteamien- nuevos intereses estratégicos creados
to que no fuera el suyo, los representan- por los ataques del 9/11, en particular
tes colombianos, presionados en gran el aumento de su perímetro de seguri-
medida por el mismo presidente Uribe, dad más allá de Norteamérica y el
comenzaron a acoplarse a las exigencias Caribe, la invitación a hacerlo fue ini-
de la potencia. Hasta incluso, el presi- ciativa del propio gobierno colombia-
dente colombiano anunció pública- no. La “prueba reina”, según el
mente su intención de suscribir el TLC gobierno colombiano, de que ésta fue
con Estados Unidos a como diera lugar, una estrategia sensata es que entre 2000
lo cual debilitó severamente la posición y 2006 Colombia recibió más de
negociadora de Colombia al explicitar US$4,000 millones de ayuda militar,
ante la contraparte su afán de llegar a un económica y social estadounidense13.
acuerdo12. Sin duda, el entusiasmo con el
que algunos han celebrado los niveles de
4. Debilidades y riesgos de la penetración estadounidense al país
intervención por invitación durante los últimos años debe sopesarse
Entre los gobiernos de Andrés con una evaluación más sistemática de
Pastrana y Álvaro Uribe, Colombia los costos y peligros de esta relación
experimentó con tres matices distintos “especial” con la potencia. A diferencia
de internacionalización de su conflicto del esquema de “imperio por invita-
interno que giraron en torno a los pro- ción” planteado por Lundestad (1986),
blemas de la paz, el narcotráfico y el que buscaba garantizar la recuperación
terrorismo, respectivamente. Durante europea y fortalecer su autonomía por
este lapso, la intensificación de la crisis medio de la presencia estadounidense, la
de seguridad del país dio lugar a una “intervención por invitación” que
reevaluación de lo que constituía un ejemplifica el caso de Colombia en el
nivel admisible de cercanía con los período analizado combinó la acepta-
Estados Unidos y de influencia suya en ción de la primacía política, económica
el contexto doméstico. En la última y militar de los Estados Unidos – un
etapa de la terrorización, que nació rasgo histórico de la política exterior de
durante los últimos meses de la presi- Colombia -, la convocatoria a que el
dencia de Pastrana y se perfeccionó a lo país del norte tuviera una fuerte presen-
12 Los artículos de Laura Silva y de Cecilia López en este número de Colombia Internacional tratan en detalle el proceso de
negociación del TLC.También, ver Pulecio (2005).
13 Ver http://www.ciponline.org/colombia para una información actualizada de la ayuda anual que recibe Colombia de
Estados Unidos.
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14 Entrevista personal confidencial con funcionario del Ministerio de Defensa, Bogotá, febrero 20, 2007.A diferencia de Colom-
bia, México ha sido renuente a aceptar la oferta de Washington de poner sus radares al servicio de la lucha contra el narcotrá-
fico en ese país, justamente porque ello significaría ceder el control sobre el manejo de la inteligencia.
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15 Para un análisis de Plan Colombia II, ver el artículo de Diana Rojas en este número de Colombia Internacional.
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16 En efecto, desde finales de 2006 el gobierno colombiano había contratado a varias firmas consultoras en Estados Unidos para
realizar esfuerzos de lobby en el Congreso, en particular con el partido demócrata, para asegurar la ratificación del TLC.
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Santos, Theotonio dos. 1968. “El Tokatlian, Juan Gabriel. 2000. “La
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der: Rowman and Littlefield Publishers, Universidad Michoacana de San Nicolás
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