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ACTO JURÍDICO
REQUISITOS DE VALIDEZ DEL ACTO
JURÍDICO
CICLO : III
AÑO : 2019
DEFINICIÓN: Se ha señalado que todo acto jurídico requiere los siguientes elementos
básicos o de existencia: voluntad, objeto y en algunos casos cierta forma solemne.
Se considera testamento por acto público a aquel acto de última voluntad que es emitido con intervención
de un notario público mediante escritura pública revestida con las solemnidades previstas para tales
instrumentos por los arts. 299 y siguientes del ordenamiento civilista. Esta clase de testamentos debe
emitirse frente a un escribano público –la ley veda actualmente la figura de intervención de cualquier otro
oficial público- solo pueden ser emitidos con intervención de escribanos.
No es necesario que las disposiciones sean dictadas en el momento al notario autorizante por parte del
testador, pueden ser entregadas previamente por escrito a fin que redacte el citado instrumento el notario,
también puede darse por escrito las disposiciones que contiene el testamento y agregarse al acto escriturario
o bien dictársela en el momento a viva voz.
De todas estas circunstancias deberá el escribano dar fe en el contenido del acto público puesto que deberá
dejar expresa mención de cuál de las formas optó para la redacción de las cláusulas donde dispone su
voluntad. Las instrucciones brindadas al escribano por escrito, verbalmente o cualquier otra forma nunca
podrán ser invocadas contra el contenido de la escritura pública.
Finalizado el acto testamentario de redacción de las cláusulas del testamento, deben ser leídas por el
escribano frente al testador y los testigos y finalmente serle ratificadas por el testador en su totalidad, de
todo lo cual deberá dar fe en el cuerpo escriturario.
Finalmente deberá ser firmado el acto por parte del testador y los testigos, estos últimos deberán estar
presentes desde el comienzo hasta el fin del acto, debiendo también dejar constancia de tales hechos el
notario interviniente.
Los testigos de dicho acto no requieren ser personas que conozcan al testador sino que deben ser personas
capaces simplemente de lo cual deberá dejar constancia el escribano. Los testigos solo deberán observar que
el acto testamentario por su importancia se realice de manera adecuada.
La firma del acto deberá ser realizada por el testador y los testigos en presencia del escribano, si cualquiera
de ellos no pudiere firmar por algún impedimento transitorio, deberá dejarse expresa constancia de tal
situación, manifestándose cuál es la incapacidad para firmar transitoria.
En caso que fuere el testador el que no puede transitoriamente firmar deberá dejarse mención de cuál es la
causa, sin necesidad de utilizar términos médicos o sacramentales, pero sí que expresa de manera puntual,
sin hacer uso de términos abstractos o que puedan prestarse a dudas o confusiones, de cuál es el
impedimento que no le permite firmar al testador. Ello permitirá evitar futuras nulidades por falta de
expresión de causa. En este caso podrá firmar a ruego del testador uno de los testigos u otra persona a su
pedido. Si firmare alguno de los testigos a ruego por el testador los dos testigos deben saber firmar.
Si el testador no sabe firmar podrá hacer uso de la firma a ruego, si sabiendo firmar expresare lo contrario y
no hubiere impedimento alguno temporal el acto será nulo. Los testigos del acto pueden ser todas las
personas capaces al tiempo de otorgarse el acto, quedando prohibido ser testigos a los enunciados en el art.
295 y en particular a los ascendientes, descendientes, cónyuges, conviviente del testador, albacea, tutores o
curadores designados en el testamento, ni ninguno de los beneficiarios de las disposiciones testamentarias.
Si el testador no sabe firmar podrá hacer uso de la firma a ruego, si sabiendo firmar expresare lo contrario y
no hubiere impedimento alguno temporal el acto será nulo. Los testigos del acto pueden ser todas las
personas capaces al tiempo de otorgarse el acto, quedando prohibido ser testigos a los enunciados en el art.
295 y en particular a los ascendientes, descendientes, cónyuges, conviviente del testador, albacea, tutores o
curadores designados en el testamento, ni ninguno de los beneficiarios de las disposiciones testamentarias.
Si en el testamento hubiere algún testigo incapaz, y excluyéndolo del total de testigos intervinientes no
quedare el número de dos, el acto testamentario será considerado inválido, igual suerte correrán aquellos
actos que tuvieren testigos inhabilitados para ser tales.