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CONTAMINACIÓN POR SALES

INTRODUCCIÓN
Uno de los problemas clásicos de degradación de la tierra que ha tenido que
enfrentar el hombre, ha sido el de controlar, prevenir o mejorar los suelos
afectados por la salinidad.
La sal en química y en la ciencia de los suelos, no significa NaCl sino más bien son
los compuestos iónicos conformados de cationes y aniones. Los principales
constituyentes catiónicos de las sales solubles en los suelos salinos son el sodio,
calcio y magnesio, y los aniónicos más significativos son el: sulfato, cloruro y
bicarbonato.
La salinidad es la consecuencia de la presencia en el suelo de sales más solubles
que el yeso. Por sus propias características se encuentran tanto en la fase sólida
como en la fase líquida, por lo que tienen una extraordinaria movilidad.
La salinidad de los suelos, en algunas de sus manifestaciones, ha sido la causante
de la reducción en la capacidad productiva de los suelos de muchas regiones en el
mundo.
Estudios de las naciones unidas indican que debido a la salinización (proceso de
acumulación de sales en suelos con predominio del Ca y Mg) existe hoy 1.5 veces
más tierras improductivas ya que la forma de riego no es la correcta. La salinidad
es un fenómeno asociado a condiciones climáticas de aridez y semiáridez en
donde la evapotranspiración excede a la precipitación y es necesario recurrir a la
irrigación para satisfacer las necesidades de agua de los cultivos. También se puede
desarrollar en regiones húmedas bajo condiciones de alta demanda evaporativa,
nivel freático superficial y actividad humana.
Un estudio reciente indica que cerca de las 2/3 partes de todos los terrenos de
riego del mundo (aproximadamente 70 millones de hectáreas) presentan
problemas de salinidad.

OBJETIVOS
 Se tratará en este tema de los suelos que adquieren la salinidad por acción
antrópica, en la gran mayoría de las situaciones como resultado del regadío
y sólo se considerarán de pasada a los suelos salinos naturales, como los
Solochaks y los Solonets que son suelos que se encuentran en equilibrio
con su medio ambiente y que han sido ya considerados en la asignatura de
Edafología.

 Se delimitará el término de sales solubles, se considerarán las causas de la


contaminación por sales, su importancia, sus efectos sobre las plantas, su
medida y terminará el tema tratando de su manejo y posible remediación.
MARCO TEÓRICO
SALINIDAD
La salinización de los suelos es el proceso de acumulación en el suelo de sales
solubles en agua. Las sales presentes en suelos salinos, son el cloruro sódico
(NaCl), el cloruro magnésico (MgCl2), el sulfato magnésico (MgSO4) y sulfato
sódico (Na2SO4). Entre estas sales, las tres primeras son las predominantes en el
agua del mar, y la cuarta puede aparecer como resultado de las anteriores.
Se distinguen dos situaciones, con morfologías, propiedades, génesis y usos de los
suelos muy diferentes, según que el catión predominante en el complejo de
cambio sea el Na+ o el Ca++.
Si el catión predominante es el Ca++, las sales solubles son muy abundantes en el
suelo. El perfil se encuentra muy poco diferenciado, pero su estructura tiende a
ser estable, como resultado de la acción floculante del Ca++. La alta presión
osmótica de la solución del suelo es la responsable de la baja productividad. A
estos suelos se les denomina suelos salinos (o suelos halomorfos). El suelo
representativo es el solonchak.
Cuando es el Na+ el catión dominante se produce la dispersión de las arcillas, lo
que lleva a una destrucción de la estructura. Por otra parte, la hidrólisis de las
arcillas sódicas conduce a la alcalinización del perfil, y esta provoca intensa
alteración mineral. El perfil queda bien diferenciado desde el punto de vista
morfológico. A estos suelos se les llama suelos sódicos (en ocasiones alcalinos) y
su clase representativa es el solonetz.
Por otra parte cuando existe un alto contenido en sales y estas son sódicas, el sodio
predomina en el complejo de cambio y los suelos son salino-sódicos.
1. TIPOS
Las tres características que regulan la toxicidad de la salinidad en los suelos son:
La forma o estado de presentación es variable y estacional. Dependiendo de la
humedad (y de la temperatura) del suelo las sales pueden encontrase disueltas en
la disolución del suelo, adsorbidas en el complejo de cambio (parcialmente
retenidas en la superficie de las partículas del suelo, fundamentalmente arcillas y
materia orgánica) y precipitadas formando cristales minerales de naturaleza muy
diversa. Existe un equilibrio entre las tres fases y el paso de una a otra se realiza
rápidamente.
La naturaleza de las sales es muy diversa, pero predominan claramente
determinados cationes y aniones. Y una tiene efectos tóxicos más fuertes que otras.
Así se considera como muy tóxicas al carbonato y bicarbonato sódicos, al sulfato
y cloruro magnésicos; en menor grado se citan al cloruro y sulfato sódicos y al
cloruro cálcico; y de toxicidad baja son el cloruro y sulfato potásicos.
La solubilidad es un parámetro fundamental desde el punto de vista de la
movilidad y por tanto de su posible toxicidad. Por ejemplo, un compuesto de baja
solubilidad es muy difícil que cree problemas de toxicidad pues por muy
abundante que sea sólo una pequeña parte se encontrará activa en la disolución
del suelo, mientras que otra sal, aunque se encuentre en muy pequeña cantidad
puede ser muy peligrosa al encontrarse toda ella disuelta en la disolución del suelo.
Se consideran sales tóxicas todas aquellas cuya solubilidad en agua a 20 °C sea
mayor de la del yeso (CaSO4 .2H2 O).

La solubilidad de las sales está muy influenciada por la temperatura (aunque unas
mucho más que otras). Por ello presentan un comportamiento muy dinámico,
presentando importantes variaciones estacionales (unas determinadas sales se
encontrarán precipitadas en invierno y solubles y móviles en el verano; además la
composición de la disolución del suelo será distinta en la estación fría de la de la
estación cálida).
Un suelo puede tener su disolución con una baja concentración en invierno (y
bastante homogénea en todos sus horizontes; las lluvias disuelven, movilizan y
redistribuyen) y muy concentrada en verano (al desecarse el suelo precipitan las
sales y por efecto de la evaporación tienden a subir hacia la superficie). En un
mismo suelo varía pues la concentración, el tipo de sales disuelto y su distribución
en profundidad a lo largo del año.
2. ORIGEN DE LA SALINIDAD DEL SUELO
Las sales presentes en el suelo pueden presentar orígenes muy diversos, podemos
diferenciar dos importantes grupos: sales de origen natural y sales de origen
inducido o producidos por el hombre.
Los suelos salinos se caracterizan por presentar niveles tóxicos de cloruro de sodio
y sulfato de sodio. Los valores de conductividad eléctrica en extractos saturados
de suelo salino oscilan alrededor de 4.0 dS/m

a. Origen natural: El análisis de la salinidad natural nos ayudará a comprender el


proceso de salinización y a evitar repetir el comportamiento de la naturaleza, sobre
todo en zonas especialmente sensibles. Además, nos permitirá la recuperación de
los suelos salitrosos ya existentes, pues el tratamiento a efectuar estará en relación
con el origen de las sales en cada caso.
Un buen conocimiento de los efectos generados por nuestras acciones siempre
resulta indispensable para evitar la degradación del medio afectado por ellas, por
este motivo es necesario analizar en detalle como inducimos la salinización del
suelo para procurar evitar el empleo de técnicas que lo favorezcan.
Usualmente las sales de los suelos naturales proceden del material original aunque
en su acumulación excesiva participen otros mecanismos que, en la mayor parte
de las veces, están relacionados con el transporte de sustancias lo que equivale a
decir con los movimientos del agua.
Las sales pueden proceder de algunas rocas fundamentalmente de tipo
sedimentarias que contienen sales como minerales constituyentes; también
pueden llegar a originarse estas sales por alteración de los minerales que
conforman la roca madre. En las zonas costeras, los fenómenos naturales como
los huracanes también pueden introducir a la tierra una considerable cantidad de
sales provenientes del mar. Por otra parte las sales disueltas en el agua pueden
formar acumulaciones salinas por evaporación, siendo esta una de las principales
causas de la salinidad. El viento proveniente de regiones áridas también puede
contribuir al proceso de salinización, arrastrando gran cantidad de sales,
principalmente carbonatos, sulfatos y cloruros que se encuentran en suspensión.
Los suelos no muy profundos pueden además tomar una parte de las sales del
manto freático, que ascienden por capilaridad. Otra vía por la cual puede
incrementarse los niveles de sales en el suelo, constituye la descomposición de
residuos de plantas a partir de sus tejidos, otras veces las plantas contribuyen a la
descomposición de minerales relativamente insolubles y a partir de ellos se forman
sales. Sin embargo, el aporte en sales por esta vía carece de importancia de manera
global, al comparar la salinidad de los suelos con o sin vegetación.

b. Contaminación por el hombre:

 Riego
 Sobreexplotación de los acuíferos
 Fertilizantes
 Actividades industriales

Eliminación de sales impedida

 Mal drenaje
 Clima árido
El regadío es la causa principal de contaminación por sales. La puesta en regadío
de una zona, sin un estudio previo de planificación del suelo, del agua, de la
geomorfología e hidrología ha sido la responsable de la salinidad de extensas áreas
agrícolas en todo el mundo.

El agua muy frecuente aporta directamente las sales al suelo. Como es sabido en
la naturaleza no existe el agua pura y al añadir sistemáticamente agua durante largos
periodos conduce a una acumulación no deseada de sales en el suelo. Pero los
problemas se vuelven realmente graves cuando se utilizan aguas para el riego con
altas concentraciones en sales. Aparte por el efecto del mojado se pueden producir
modificaciones negativas como serían la liberación de sales del propio suelo y de
su material original, así como procesos de alteración mineral que liberarían iones
que pueden recombinarse para formar sales solubles. Por otra parte, el riego en
zonas altas puede provocar la salinización de suelos en cotas más bajas.
Sobreexplotación de acuíferos y salinización de las aguas por bajada de los niveles
freáticos y contaminación con aguas salinas más profundas (caso de Almería).
También por el caso contrario de elevación del nivel freático.

El empleo de elevadas cantidades de fertilizantes, especialmente los más solubles,


más allá de las necesidades de los cultivos, es otra de las causas que provocan
situaciones de altas concentraciones de sales, que contaminan los acuíferos y como
consecuencia los suelos que reciben estas aguas. Finalmente, la actividad industrial,
en ocasiones, puede acarrear situaciones serias de acumulación de determinadas
sales en los suelos situados bajo su zona de influencia, por medio de la
contaminación atmosférica o mediante las aguas que discurren por su cuenca
hidrográfica.
3. EFECTOS
 Relaciones hídricas
El primer efecto es el estrés hídrico. La planta no puede extraer agua del suelo al
presentar la disolución del suelo una alta concentración de sales. La piel de la raíz
actúa como una membrana semipermeable que en condiciones normales deja
entrar el agua del suelo (el agua pasa del medio mas concentrado hacia el menos
para tratar de buscar un equilibrio; pero en los suelo salinos no ocurre así, sino a
veces el efecto contrario ¡la planta cede su agua al suelo!, efecto conocido como
plasmolisis. Como resultado gran parte del agua de un suelo salino no es
absorbible por las plantas.
 Balance de energía
Otros efectos de la salinidad se manifiesta en la relaciones energéticas. Las plantas
para adaptarse a este medio hostil consumen más energía, también cambia el
balance nutricional (aparecen concentraciones de determinados iones que ser
tornan tóxicos) y en definitiva la morfología de estas plantas (llamada halofíticas)
es diferente de las normales. Las plantas retardan su nascencia y crecimiento,
menor desarrollo, menor desarrollo foliar, etc. En general la etapa de germinación
es más tolerante a la salinidad que la posterior etapa de crecimiento. Los efectos
de la sodicidad son numerosos y aún mucho más perjudiciales.
4. MEDIDA DE LA SALINIDAD / SODICIDAD
La salinidad de un suelo se mide con un coductivímetro (a 25ºC), de una manera
indirecta, por la relación que hay entre la concentración en sales de una solución
y su facilidad para transmitir la corriente eléctrica (la manera más directa sería
extraer la disolución de los poros del suelo, evaporarla en estufa a 110ºC y pesar
el residuo; pero no se opera así porque la extracción de la disolución de los poros
es muy compleja).
RAS concentraciones en pasta saturada de suelo/agua medidas en
meliequivalentes por litro. Se expresa por la concentración de Na+ dividido por la
raíz cuadrada de la suma de las concentraciones de Ca ++ y Mg ++ dividida por
dos. CCC= capacidad de cambio de cationes.
5. CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS AFECTADOS POR SALES
Los suelos afectados por sales pueden ser caracterizados como salinos, salino
sódico y sódicos, y para ello se emplea la medición de tres parámetros:
conductividad eléctrica del extracto de saturación, porcentaje de sodio
intercambiable y pH.

1.1. Suelo Salino

Con conductividad eléctrica mayor a 4 mmhos/cm a 25 °C con un PSI menor de


15 y generalmente pH menor de 8.5.
Se reconocen por la presencia de costras blancas de sal en su superficie, llamadas
“álcali blanco o solonchacks”.
El tipo y cantidad de sales es muy variable. Los cloruros y sulfatos son los
principales aniones solubles, el contenido de bicarbonatos supera la suma de Ca
+ Mg pero las relaciones de adsorción de sodio no son elevadas. Puede estar
presentes sales de baja solubilidad cono el sulfato de calcio (yeso) y carbonatos de
calcio y magnesio (caliza).
La cantidad de sales solubles controlan la presión osmótica de la solución del suelo
y si es alta perjudica el crecimiento vegetal.
Los suelos salinos casi siempre están floculados por el exceso de sales y la falta de
alto sodio intercambiable. En consecuencia, la permeabilidad es igual o mayor a
la de suelos similares no salinos.
El mejoramiento del suelo salino se logra mediante el simple lavado, siempre que
se cuente con drenaje adecuado.
Alta concentración de sales solubles. Buena estructura. Buena permeabilidad.

1.2. Suelo Salino-Sódico

Este tipo de suelo se forma como resultado de los procesos combinados de


salinización y acumulación de sodio. Su conductividad eléctrica mayor a 4
mmhos/cm a 25 °C con un PSI mayor de 15. El pH rara vez es mayor de 8.5
cuando hay exceso de sales y el suelo está floculado. Baja concentración de sales
solubles.
El lavado elimina sales solubles, provoca elección del pH, deflocula el suelo, y se
vuelve desfavorable para la entrada de agua y las labores de labranza. El retorno
de sales solubles baja el pH y flocula de nuevo el suelo.Tiene que eliminarse el
exceso de sales y sodio intercambiable para mejorar las condiciones físicas del
suelo.
La incorporación de yeso y lavado pueden mejorar este tipo de suelos. Si el suelo
contiene yeso, solo es necesario el lavado y luego el drenaje.
Alta concentración de sales solubles. Estructura algo dispersa. Permeabilidad algo
afectada. Aireación algo afectada.

1.3. Suelo Sódico

La conductividad eléctrica del extracto de saturación es menor a 4 mmhos/cm a


25 °C con un PSI mayor de 15 y el pH varía entre 8.5 a 10. Se les llama “álcali
negro o solonetz”. La materia orgánica se dispersa y disuelta se deposita en la
superficie debido a la evaporación provocando un obscurecimiento.
El sodio dispersa las arcillas que se transportan hacia el subsuelo donde se
acumulan, se compactan y provocan baja permeabilidad.
Aquí si hay carbonatos junto con cloruros, sulfatos y bicarbonatos. El sodio es
mucho mayor que el Ca + Mg.
Su mejoramiento implica el uso de mejoradores químicos como el yeso agrícola o
el ácido sulfúrico según haya ausencia o no de carbonatos de calcio y magnesio en
el suelo.
Mala estructura. Reducción de la permeabilidad. Reducción de la
aireación.Formación de costra.
6. CONSECUENCIAS DE LA SALINIDAD DEL SUELO

 Deteriora la calidad de los suelos


 Limita el desarrollo de las plantas y el rendimiento de las cosechas
 Reduce la gama de cultivos posibles
 En algunos casos, puede conducir a la sodificación del suelo, con las
consiguientes consecuencias negativas de degradación estructura del
suelo
 Pone en riesgo la viabilidad técnica y económica de los regadíos dando
lugar, incluso, al abandono de tierras
 Induce graves problemas medioambientales (salinización de aguas
subterráneas y superficiales como ríos, lagunas).

7. MANEJO DE SUELOS SALINOS Y SÓDICOS

El objetivo de la evaluación de los suelos salinos y sódicos es conseguir un manejo


adecuado de los mismos, de manera que permita obtener cultivos rentables, por
un lado, y su posible recuperación y regeneración, por otro. Una vez evaluada la
magnitud e intensidad de la salinidad se pueden tener diferentes alternativas para
su manejo:

 Método físico: Los métodos físicos involucran intensidad de labranza;


rastreo, barbecho o cinceleo o nivelación.
En terrenos compactados en el subsuelo se recomienda el cinceleo, siempre y
cuando el manto freático no sea superficial.
Si la salinidad se acumula en la capa arable y el subsuelo está libre de sales o su
nivel de salinidad es menor se debe barbechar, no obstante que el subsuelo sea
más pobre en materia orgánica. En situación contraria con mayor salinidad en el
subsuelo entonces solo es conveniente efectuar rastreos.
La nivelación con criterio agronómico debe contemplar el nivel de materia
orgánica en suelo y subsuelo para decidir la profundidad de cortes y rellenos.

 Método hidrotécnicos: La lámina de sobreriego y la calidad del agua de


riego son factores importantes para un suficiente lavado de sales, sin olvidar
la frecuencia.
Los suelos salinos solo requieren lavado sin aplicación de mejoradores químicos.
Los suelos sódicos necesitan que las aguas de lavado tengan fuertes cantidades de
calcio y con conductividades eléctricas de 1000 a 2500 microhos/cm o más. Si es
posible se regará con agua salada para que adquiera el suelo condición salina o
salino-sódica e implementar en ese caso una rehabilitación más rápida y efectiva

 Métodos biológicos: Aquí se incluyen la incorporación de abonos


orgánicos, substancias húmicas, compostas, así como la incorporación de
residuos de cosechas. La labranza de conservación llamada “cero labranza”
no debe implementarse en suelos salinos compactados, pero una vez
rehabilitados es conveniente adoptar la labranza de conservación con la
intensidad que demande la relación suelo/planta.
La incorporación de abonos orgánicos como estiércol o gallinaza debe efectuarse
2 o 3 meses antes de establecer el cultivo sobre todo si se trata de leguminosas, el
maíz y el algodón responden bien a aplicaciones recientes de abonos orgánicos.

 Métodos químicos: Se justifican plenamente en suelos sódicos la clave está


en calcular la cantidad de mejorador necesario para corregirlo (necesidad
de azufre) y que se den las condiciones para que se infiltre en los estratos más
afectados, para ello es necesario el uso de subsuelo vibratorios o inyección de aire
asi como el uso de resinas (policramida), para aumentar la penetración del agua
de riego.
Para un suelo sódico hasta la profundidad de 1.20 m su recuperación sin
restricciones de lavado requiere 93 ton/ha de yeso, 53 ton/ha de ácido sulfúrico o
17 ton/ha de azufre lo cual es antieconómico y por lo general se acostumbra
mejorar por año o cultivo espesores de 30 cm, el rendimiento sigue siendo malo
y se dice que el producto químico no sirve cuando lo que realmente pasa es que
la cantidad aplicada es insuficiente.
Lavado y aplicación de mejoradores requieren drenaje.

 Técnicas especializadas de manejo: Se refieren a una manera muy peculiar


de establecer los surcos, emplear siembras a doble hilera, aumentar la densidad
de siembra, acortar la longitud de surcos y aplicar riegos alternados, etc.

8. RECUPERACIÓN DE SUELOS AFECTADOS POR SALINIDAD

Desde el punto de vista de la recuperación, siempre es mucho más sencillo


mejorar los suelos salinos que aquellos con características sódicas. Mientras que
los primeros pueden recuperarse con lavados, los sódicos precisan a su vez una
enmienda que provea calcio. De todas maneras, para recuperar tanto un suelo
salino como uno sódico es necesario contar con un sistema de drenaje que
garantice la eliminación de las sales del perfil del suelo.
Algunas de las medidas que podemos adoptar para recuperar suelos afectados por
sales son enumeradas a continuación.

 Lavado

El lavado de suelos es un tratamiento generalmente ex situ en el que el suelo


excavado es previamente separado físicamente por tamizado, densidad o gravedad
para eliminar las partículas de grava más gruesas, con poca capacidad de adsorción,
de la fracción fina y seguidamente lavado con extractantes químicos que permitan
desorber y solubilizar los contaminantes. Después del tratamiento químico, el
suelo se vuelve a lavar con agua para eliminar los contaminantes y agentes
extractantes residuales y se devuelve a su lugar de origen. La eficacia de esta técnica
depende del grado de adsorción del contaminante, controlado por una serie de
propiedades del suelo como el pH, la textura, la capacidad de intercambio
catiónico, la mineralogía o el contenido en materia orgánica y otros factores como
el tiempo que hace que el suelo está contaminado o la presencia de otros
elementos tóxicos.
El lavado de suelos se utiliza fundamentalmente para suelos contaminados con
compuestos orgánicos semivolátiles, hidrocarburos derivados del petróleo y
substancias inorgánicas como cianuros y metales pesados, y es menos eficaz para
tratar compuestos orgánicos volátiles y pesticidas.
Las substancias extractantes utilizadas pueden ser ácidos, bases, agentes quelantes,
alcoholes, surfactantes y otros aditivos como sales. Se ha visto que agentes
quelantes como el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA), el ácido cítrico y el
ácido nitrilotriacético (NTA), y otros ácidos como el ácido clorhídrico son eficaces
a la hora de eliminar Cu, Pb y Zn de suelos contaminados. Asimismo, los
surfactantes (compuestos con una parte hidrofóbica y una parte hidrofílica de
naturaleza catiónica, aniónica y biológica) son eficaces a la hora de separar los
compuestos no acuosos de fase líquida del agua y compuestos derivados del
petróleo.

Figura 11.
Lavado de
suelos
Tabla 5. Clase de suelo y su recuperación
SUELO RECUPERACIÓN
Solo existe un procedimiento para hacer descender el contenido de
sales de la solución del suelo hasta niveles tolerados por los cultivos,
este es el lavado de sales. Hay una serie de técnicas auxiliares como
los subsolados, mezclas de suelos y otros y algunas prácticas agrícolas
que aminoran el efecto de las sales, como ciertas prácticas de riego,
elección de fertilizantes, etc., pero la única manera de eliminar las
sales del suelo es mediante su lavado. El lavado consiste en hacer
SALINO pasar a través del suelo una cierta cantidad de agua que arrastre
consigo las sales. Puede tener dos finalidades diferentes:
1. Reducir la elevada salinidad inicial del suelo (lavado de
recuperación)
2. impedir que el suelo se resalinice como consecuencia de los
aportes de sales de agua de riego, napa freática, etc., (lavado de
mantención)
El lavado de sales no arrastra el sodio absorbido. En cambio puede
ser contraproducente porque disminuye la concentración de sales
disueltas, lo que aun facilita más el efecto dispersante. La
recuperación de un suelo sódico exige disminuir el PSI hasta valores
SÓDICO aceptables, o lo que es lo mismo, reemplazar parte del sodio
adsorbido por otros cationes, generalmente calcio. Esto se consigue
de diversas formas, pero todas ellas tienen en común la adición de
calcio, bien en forma de enmiendas de yeso, cloruro cálcico, etc., o
bien mediante la movilización del que pueda haber en el suelo en
forma poco soluble.
En estos suelos hay que rebajar el PSI por medio de la adición de
SALINO- calcio y eliminar las sales disueltas por medio de lavados. Es
SÓDICO fundamental realizar la recuperación por el orden descrito; de esta
forma el suelo pasa de salino- sódico a salino con la adición de calcio
y de salino a un suelo normal con el lavado. Si se invierte el orden y
se aplica lavados antes de rebajar el PSI, se pasaría de la situación
inicial de suelo salino-sódico a la de suelo sódico, y en esta nueva
situación, al no haber sales disueltas en cantidad suficiente, el efecto
dispersante del sodio puede disgregar la estructura de forma que se
desarrollarían con dificultad por la baja permeabilidad del suelo sin
estructura y, aunque pudieran lavarse las sales, permanecerá el
problema de la perdida de estructura.
Es tan prioritario evitar el deterioro de la estructura del suelo, que
existe una técnica de recuperación de suelos salino-sódicos mediante
el empleo de lavados con disoluciones sucesivas de agua muy salina
y de RAS (relación de adsorción de sodio) relativamente bajo. De
esta forma la floculación se mantiene y el sodio adsorbido ya siendo
reemplazado por los cationes divalentes presentes en el agua de
lavado.

 Prácticas agrícolas contra la salinidad: La solución definitiva del problema


de la salinidad, consiste en la recuperación de los suelos afectados mediante
la aplicación de enmiendas químicas y/o la aplicación de técnicas de lavado.
Sin embargo, existen una serie de prácticas agrícolas que ayudan a disminuir
los efectos nocivos de las sales y que son de aplicación en los suelos no
recuperados o en la fase de recuperación, que a veces dura varios años.
Estas prácticas en su conjunto constituyen toda una técnica agrícola
características de las áreas salinizadas, hasta el punto que se puede hablar
de una verdadera agricultura de suelos salinos. Entre estas prácticas se
pueden mencionar las siguientes:

 Elección de cultivos: La siguiente tabla 6 constituye una


relación de cultivos con indicación de su tolerancia a la
salinidad. Este listado permite seleccionar las especies que se adapten a cada
condición en particular.
En esta tabla se puede comprobar que en general, suelen ir unidas las
características de alta resistencia y baja sensibilidad, es decir, que el cultivo que
tolera altos valores de conductividad eléctrica, generalmente se ve menos afectado
por las variaciones de la salinidad.
Aparte de la resistencia a la sal, una característica muy interesante de algunos
cultivos es su capacidad de absorción de las sales de suelo. Entre estas plantas cabe
destacar la maravilla, que además aporta gran cantidad de material vegetal al suelo,
mejorando su estructura. Asimismo, debido a su elevada evapotranspiración, hace
descender la napa freática, disminuyendo el aporte capilar de sales. Otros cultivos
que eliminan cantidades importantes de sales son la alfalfa (que puede extraer 25
kg. De sodio por hectárea), el apio y el puerro.

 Mejora de la resistencia de las plantas a la salinidad: Estas


mejoras atañen a los genetistas, en el sentido de obtener
variedades resistentes por medio de selección artificial, cruzamiento interparietal
e hibridación. Por otro lado, existen algunas técnicas que aumentan la tolerancia
de las plantas a la salinidad, no obstante, aún no llegan a constituirse en una
práctica agrícola normal. Entre estas se pueden mencionar las siguientes:
tratamientos de semillas con agua salada previa a la siembra, vernalización en
soluciones nutritivas y tratamientos con ciertos inhibidores de crecimiento, que
hacen a las plantas más resistentes a la acción toxica de las sales.

 Fertilización: El empleo como fertilizantes de sales muy


solubles, sobre todo potásicas, aumenta la concentración de sales de la solución
del suelo, con su correspondiente efecto nocivo. Por lo tanto, se deben preferir
abonos menos solubles. Entre el cloruro de potasio y el sulfato de potasio es
preferible utilizar el segundo, porque el ion sulfato es menos perjudicial que el
cloruro. Otra medida de fertilización conveniente es el empleo de abonos
orgánicos y abonos foliares.
La germinación, es una fase muy sensible al cultivo en la cual la planta aun exige
poca fertilización. Ante problemas de salinidad puede ser conveniente reducir las
primeras aplicaciones de fertilizantes. En el caso de cítricos, se puede aumentar la
resistencia al boro si el nitrógeno se mantiene un poco por encima de lo normal.

 Métodos y prácticas de riego


Se compararán tres métodos de riegos en función de la salinidad. Entre estos se
mencionan:
El riego localizado de alta frecuencia/ El riego gravitacional/ El riego por aspersión
En relación al riego por subirrigacion, éste está completamente vedado ante
problemas de salinidad.

El riego localizado de alta frecuencia


En general el régimen de sales en el suelo se ve afectado por la frecuencia y por la
localización de los riegos. Es por esto que después de la aplicación de u riego, las
sales que contenían la solución del suelo, más las aportadas por el agua de riego
se encuentran disueltas en el agua del suelo. A partir de este momento tanto la
evaporación como la transpiración disminuyen la humedad del suelo, mientras
que prácticamente no eliminan las sales disueltas. En consecuencia, la
concentración salina va aumentando hasta que se aplica el siguiente riego.
Cuanto mayor sea el intervalo entre riegos, mayor será la salinidad de la solución
del suelo. En estas condiciones, las sales disueltas aumentan la presión osmótica
de la solución, dificultando la absorción de agua por las raíces, situación que se
suma a la mayor dificultad de absorción debido a la disminución de humedad. Por
lo tanto la alta frecuencia en los riegos facilita la absorción de agua por el doble
efecto de mantener alta la humedad y baja la salinidad.
En un sistema de riego por goteo, la distribución de las sales en el perfil del suelo
se acumulan en la periferia del bulbo de mojamiento y sobre todo en la superficie
del suelo, que presenta una especie de corona circular blanca característica. En la
zona inmediatamente debajo del emisor queda una zona muy elevada, rodeada
por una zona de baja salinidad que coincide prácticamente con el volumen
ocupado por el bulbo húmedo. Las dimensiones relativas de estas zonas dependen
de la distribución de la humedad.
La distribución de las sales antes descritas presenta el efecto favorable de
concentrar las raíces en la zona de mayor humedad y menor salinidad, en cambio
en la periferia del bulbo se establece una barrera al desarrollo de las raíces, lo que
dificultad que éstas exploren la parte del suelo situada fuera del bulbo húmedo.
Todo ello intensifica la localización y hace al sistema más dependiente del riego.
Las peculiaridades del régimen de sales en los riegos localizados obliga a un
manejo especial de riegos y lavados.
Los lavados conviene que sean frecuentes; lo ideal es que cada riego lleve siu dosis
de lavado, es decir que se riegue con un cierto exceso, siempre y cuando se
disponga de agua suficiente.
Las principales ventajas de los lavados frecuentes son: la mantención de una baja
salinidad en el bulbo y el aumento del volumen de la zona de baja salinidad.

El riego por gravedad y por aspersión


El riego por gravedad en el caso de suelos o aguas salinas permite lavados más
activos. Por otro lado, la aplicación de aguas salinas sobre las partes aéreas, puede
causar severos daños. En cambio el riego por aspersión tiene la ventaja de
proporcionar al suelo una distribución del agua mucho más regular.
En general, el riego por gravedad puede provocar la salinización de los suelos con
más facilidad que el riego por aspersión. En cambio, es más efectivo en la
recuperación de suelos ya salinizados.

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