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2019
PRIGEPP
Índice
Introducción 3
2. La masculinidad Qom 5
2.1. Características de los varones Qom 5
2.2. Colonialidad, masculinidades hegemónicas y masculinidad Qom 7
3. Violencias y matrices simbólicas en la comunidad Qom 8
Conclusiones 9
Bibliografía 10
MOLINA 3
Introducción
Bajo esta premisa, ser hombre o mujer es un proceso de aprendizaje cuyo fin es
la formación de la identidad del sujeto bajo uno u otro género, partiendo de un núcleo
hegemónico binario, heteronormativo y patriarcal.
MOLINA 4
2. La masculinidad Qom
2.1. Características de los varones Qom
Hasta fines del siglo XIX, los qom eran grupos nómadas que migraban
estacionalmente a través de la región chaqueña, sus prácticas económicas se basaban en
la caza, la pesca y la recolección (Braunstein 1983). Cada “tribu” se conformaba a partir
de la alianza entre varias unidades sociales menores o “bandas”. A su vez, cada banda
estaba constituida por familias extensas que se consideraban parientes, era exógama,
con norma de residencia matrilocal.
Con la ocupación de sus territorios por fuerzas militares argentinas entre 1884
y 1912, y la colonización subsiguiente, los qom fueron violentamente forzados a
instalarse en forma sedentaria y a trabajar en obrajes madereros, en la agricultura,
ganadería y en ingenios azucareros. A principios del siglo XX fueron creadas misiones
religiosas y reservas estatales para sedentarizarlos, enseñarles las labores agrícolas y
transformarlos en mano de obra barata para los asentamientos de colonos y estancias
(Gómez 2017).
1
Dora Silvestre es una referente de la comunidad Qom del Barrio Toba, situado en la ciudad de
Resistencia, Chaco. También es docente intercultural bilingüe y activista de los derechos de las
comunidades indígenas.
MOLINA 7
Según Mariana Gómez, el orden simbólico que comparten los Qom “es un
dominio variable, dinámico y bastante caótico” (Gómez 2017) en donde conviven
asociaciones simbólicas y significados culturales provenientes del antiguo orden de
género qom, de los preceptos cristianos y de la perspectiva de género contemporánea.
Esta última permite una mayor autonomía de las personas (en especial de las mujeres) y
un proceso de individuación que, para muchas mujeres y varones, supone una ruptura
con las lógicas de parentesco de sus familias y el cuestionamiento de estereotipos de
género.
La feminista negra María Lugones, citada por Menjívar Ochoa (2017), sostiene
que género, raza y clase han sido pensadas como categorías, lo que esconde la
intersección entre ellas cuando “la separación categorial es la separación de categorías
que son inseparables” (p. 360). Así, el concepto de interseccionalidad desarrollado por
Kimberly Crenshaw (1991) resulta indispensable para comprender la lógica de los
dominadores (en términos de los qom, los roqshé, varones no qom, wichí ni moqoit),
quienes valiéndose no solo de la primacía de su género sino también de su posición de
clase y su situación racial, desarrollaron sistemáticamente un despliegue de violencia
hacia esta comunidad en territorio chaqueño, violencia que se orientó hacia el orden de
género despojando a los hombres “subalternos” de su hombría y atribuyendo a las
identidades femeninas características promiscuas y libidinosas.
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moderno en el cual las comunidades conviven en núcleos urbanos con otras culturas y
otros paradigmas.
En cuanto a la violencia de los roqshé hacia los varones Qom, refiere nuestra
entrevistada que aunque ese tipo de episodio sigue sucediendo en menor medida, ya los
miembros de la comunidad no se sienten inferiores en relación a estos, sosteniéndose
como principal atributo masculino la protección antes que la agresividad hacia otros
hombres. La prudencia forma parte del mandato de protección, descartando en muchos
casos la conveniencia de involucrarse en episodios violentos en general.
Conclusiones
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Los casos de violencia dentro de la comunidad poco tienen que ver con la
conformación de la masculinidad de los individuos, ya que la misma no se define en
función de la agresividad sino más bien de lo contrario, la prudencia. Las mujeres
valoran al hombre que protege, no al que expone a la violencia, y en este último caso, de
darse, hay una apertura paulatina a la exposición del conflicto y la emancipación
femenina.
Bibliografía
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Iñigo Carrera, V. (2007) “Programas sociales entre los tobas del este formoseño:
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Pp. 207-217.
MOLINA 12
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México, PUEG-UNAM.