Sei sulla pagina 1di 30

SEPARACION Y OBEDIENCIA

Whitcomb Ministries, lnc.


6147 Hythe Rd.
Indianapolis, IN 46220
(317) 849-2166
www.whitcombministries.org
S E P A R A C I O N y O B E D I E N C I A

Durante la mayor parte de estos mil novecientos año s , el Cri s t iani smo Evan­
gélico ha e s tado profundamente conciente del mandamiento del Señor de que su pue­
blo debe permanecer completamente s eparado de l o s fal s o s maes tros y de sus peli­
grosas doctrinas .
La trad i c i 6n evangélica e s una hi s toria de s eparaci6n de ve rdadero valor . A
lo largo de los s iglos d e o s curant i smo , suces ivos g rupos de ' separat i s tas ' mantu­
vi eron en alto la luz d el Evangelio ant e la implacable persecuc i6n de la Igles ia
Cat 6li co-Romana .
La Ref orma es la hi storia de la defensa heroica de Martín Lutero por las doc­
trinas b íblicas de la salvaci 6n del alma , y del ' noble e jé rcito de mártires ' , que
e s tuvieron di s pue s t os a defender esas doctrinas con sus vidas .
La his t oria pos terior del evangelicali smo es la cr6ni ca de los peregrinos del
' Mayflowe r ' , de los di s ident es , de los pur i t ano s , y de tantos otros que amaron al
S eñor y su Palab ra más que a sus propias comodidades y , por lo tanto , contendi eron
por la fe que ha sido una vez dada a l o s santos .
No obs tant e , durante la s egunda mi tad del s i glo diecinueve , los evangéli cos
bajaron la gua rdia y empezaron a dejar que sus denomi naciones y colegi o s teol6gi­
cos fuesen inf i l t rado s por homb res que criticaban la Biblia .
A medida que las denomi naci ones abs o rbían mayores cant idades d e fals o s mae s­
tros , algunos evangéli c o s las abandonaban para fundar igles ias independiente s . Du­
rante algún tiempo , l o s que decidi e ron mi l i tar dentro de las denominaci ones , c on­
tinuaron manteni éndose apartad o s del erro r , convir t i éndose en comunidades en orden
de batalla , fo rmadas po r ' mi l i tante s ' que resent ían a los falso s maes tros y se opo­
nían a ellos con todas sus fuerzas .
Pero en los filt im o s t reinta años ha habido o t r o cambi o--un cambi o tan serio
y t rágico que exige la atenci 6n y preocupaci6n d e todos los evangéli c o s. Numero­
s o s evangélico s en las vi e j a s denominaci ones han s id o persuadidos a creer la men­
ti ra de que las personas pueden converti rse en ' cri s tianos salvados ' sin pasar por
una experienc ia de conve rs i 6n evangélica , y que a Cat 6licos y liberales deben con­
s iderárs elo s c omo verdaderament e salvos no imp orta lo que ellos crean .
Veamos , por e j emplo , la po s ic i6n en la I gles ia de Inglaterra , donde años a­
trás había numerosos evangélicos que se c ons ideraban a s í mi smos como los ' rebel­
des de adentro ' y se oponían a las falsas enseñanzas . Ellos mi raban a los Anglo­
Cat ólico s y liberales c omo a enemigos de la fe , que no tenían derecho , porción ni
parte en la Igles ia de Inglaterra .

Revolución de Pensamientó

Pero para 196 7 , t od o es to es taba cambiando , porque en ese año , una conferen­
cia importante que se convoc ó en la Univer s i dad d e Keele , reuni ó a la mayoría del
clero evangéli c o Angli cano , quiene s prom e t i eron p er s onalmente adoptar una acti tud
t o talmente d iferent e hacia s u denominaci ón. Hab ían empezado a dudar del valor y la
validez del mandami ent o de Di o s de mantenerse ale j ad o s de las fal sas enseñanzas.
Decidieron que ya no conti nuar ían mi rando a la I glesia de Inglaterra como a una
denominación mayorme nt e apóstata , lamentand o su declinación y repudiando a los An­
glo-Cat6lico s y a los obi spos libe ral e s .
Se comprome t ieron a adop tar una nueva act i tud por la cual ellos considerarían
a t oda la Iglesia de Inglaterra como una igle s ia válida en el favor de Dios . Mien­
t ras-que , como evangélicos , bus carían de influi r la hacia una posi ci6n ' má s sana ' ,
ya no se cons iderarían más a s í mismos como lo s úni cos poseedores de vida espi ri­
tual .
Desde e s e mome nt o había t ocado claramente la trompeta para anunciar una nue­
va era en la cual las enseñanzas no.evangéli cas serían reconocidas como verdadera­
mente cr is tianas , y la naturaleza exclus iva del cami no de la salvaci6n , revelada
en la Bibli a , s er ía d e jada de lad o .
'Los Cat611cos s on verdader o s Cristiano s '

En 19 7 7 , l o s Anglicanos evangélicos convocaron otra conferencia especial


en Nottingham, y allí redactaron lo que s e conoce como la Declaraci6n de Not­
tingham . Este d ocumento re sultó s er tan radical que muchos evangélic os, al oir­
lo citar, apenas pueden cre e r lo que oyen . En una part e el documento declara,
en e stas palab ras, que todo s l o s Cató lico s Romanos s on verdaderos Cri stiano s--
"Al verno s a nos otro s mismos y a l o s Cat6licos Romanos como Cristianos
iguales, nos arrepentimos d e las actitude s que hayan parecido negarlo . "
Este punto s e repite e n una declaraci6n resumida para que s e haga perfec­
t ame nte claro d e que esto es exactamente lo que los Anglicanos evangélicos
piensan ahora . La declaraci6n dice que todo s los Cat6licos Romanos s on verda­
deros cristianos aunque care zcan de luz y expe riencia evangélica . ( En otra par­
te admite de que puede s e r pos ib l e que lo s hombres se s alven mediante otras re­
ligiones, sin oir el nombr e de Cri st o . )
La Declaración de Nottingham también deja bien claro que la unidad con la
Iglesia de Roma e s el d e s e o y la meta de los Anglicanos de hoy, y de que ellos
aprueban el movimiento carismático por su contribuci6n positiva en e ste sentido .
No existe ninguna duda d e que nosotros hoy consideramos al clero evang éli­
co dentro de la Iglesia de Ing laterra como a los ' rebeldes de adentro ' . Esto s
hoy han concedido reconocimiento a un punto de vista d e l a salvaci6n que e s to­
talmente diferente a la conve r si6n evangélica , y anhelan aceptar a Roma tan
pronto como sea posible .

No e s el único camino

La Declaraci6n de Nottingham niega la naturaleza exclusiva del Evangelio


como el único camino de la salvaci6n y revela el cambio de punto de vista más
dramático que pudiera imaginarse de parte de los que pretenden ser evangélicos .
¿ Qué d eb emos pens ar d e e sta nueva posición doctrinal s ostenida por los An­
glicanos evangélicos, y muchos otros d e puntos de vista similares en las deno­
mina ciones que han trans igido doctrinalmente? ¿Cómo pueden los hombres afirmar
que creen en la conversión evangélica propia y, al mismo tiempo , decir que los
libe rales y Católicos también son verdad eramente ' salvo s ' sin que hayan tenido
una expe riencia igual ? ¿ Cuál e s el verdadero punto de vista de e sto s ' evangéli­
c o s ' ? ¿Tienen siquiera convicciones evangélicas genuinas ?
E l mismo problema surge con cie rtos evangelistas que o rganizan sus campa­
ñas s ob re una bas e ecuménica . Si tale s evangelistas predican la justificación
por la fe solamente como el único camino de la salvaci6n y al mi smo tiempo acep­
tan a Cat6lico s c omo a Cristianos verdaderos, ¿ qué e s lo que en realidad creen?
¿ Cuán s inceros son? ¿ Qué debemos pens ar de ell o s ? ¿Cómo pod emos evaluarlos a la
luz de esas evidentes cont radicci�ne s ?

LA CAMPANA DE SATANAS -- SEMBRAR CONFUSlON Y ERROR EN LA S IGLESIAS

La gran campaña de S atanás e s c ontaminar a las iglesias de Cristo en el


mundo y llevarlas al caos doctrinal y espiritual . Satanás desea con ansias
hacer que las iglesias que han mantenido un testimonio pod e roso s e sumerjan
en una confusi6n total , y e stá d etrás de todos los esfuerzos por infiltrar
con herejías a las congregacione s doc trinalmente sanas .

Satanás fomenta todo pas o fals o que el pueblo de Dios pueda tomar en
dirección al c ompromiso e cuménico, y alienta toda forma de evangelismo super­
ficial que pudiera introducir conve rtido s fal s o s y engañado s a las iglesias .

- 2 -
Pablo nos advierte--"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestade s, contra los gobernadores d e las tinie­
blas de e ste mundo, contra huestes es !rituales de maldad en las re iones ce­
l e stes Efesios 6 : 1 2 ) .
En los prime ros capítulos de la Biblia s e nos da una introspecci ón al mé­
todo más exit o s o que el enemigo de las almas haya usado alguna vez para llevar
a cabo la caída d el pueblo de Dios--
" Pero la s erpiente • • • dijo a la mujer : ¿Conque Dio s o s ha dicho : No comáis
de todo !rbol del huer to ? " (Génesis 3 : 1 ) .
El principal subterfugi o de Satanás para s ocavar al pueblo de Dios fue usa­
do por primera vez cuando tentó a Eva para que dudara del mandamiento de Di os de
que ella y Adán debían abstenerse de tocar algo . El mismo mé todo s e usa hoy pa­
ra persuad i r a las iglesia s doc trinalmente sana s, a que abran sus puertas a los
fal sos maestros, falsas d octrinas, fal s o s conver tido s y falsos métod o s .

Satanás odia la ' separación '

Satan4s busca continuamente de fomentar la duda en la mente del pueblo de


Dio s en cuanto a l o s mandamientos divinos de que no t oquen ciertas cosa s . Si em­
pre que Di o s dice, ' Manténganse s eparado s de la religi ones falsas y la mundanal i­
dad ; no tengan nada que ver con ellas ' --entonces el diablo inmediatame nte susu­
rra, ' Bueno, ¿ pero di j o Dios eso en realidad ? '
Con e sta e strat egia Satanás, en épocas pasadas , ha mutilado a grupos ente ­
ros d e igle s ia s de un solo g olpe, y no e s una declaración exageradamente modes ta
decir que la mayor parte de la Biblia se concentra en e s ta s ola maniobra parti­
cular . El Antiguo T e s tamento es extenso como lo es debido a que lleva tiempo re­
gistra r las repetidas veces que ha o currido e s ta obra maes t ra de fals edad satá­
nica .
Una y otra ve z el pentateuco enfoca la atención s obre la negativa del pue­
blo ' t ípico ' de D i o s en su desobediencia a un mandamiento divino de que no debe
tocar algo que Dio s l e s ha prohibido . Todas las dificul tades surgieron de sus in­
tentos por c ombinar la Verdad con la fal sedad, la obediencia con la desobedi encia,
la ado ración pura con la adoración falsa . Cuando D i o s les mandó que no tuvi eran
nada que ver c on los cananeos, se unieron en matrimoni os con ellos y pronto conta­
mi naron la ve rdade ra fe con la adoración idólatra .
Si e studiamos el llbro de Jueces y t ratamos de explicar esos ciclos de pros ­
peridad y bendición seguidos po r periodos de opresión y desesperación, ¿cuál es
el probl ema que encont ramos ? Todas las veces fue la idolatría : el e sfuerzo por
mezclar la verdadera fe con los dio s e s fals os .
Desde la época de Samuel has ta la de Nehemías pod emos descubrir los mismos
problemas de transigencia, coalici one s con los enemigos de Dios, matrimonio s con
personas de distintas naciones, e t c . Es un desfil e interminable de alianzas pro­
hibidas .
Si continuamos e studiando a los profetas, descub riremo s que el primordial
g rito de sus corazones e ra para advert i r al pueblo acerca de sus c ompromi sos con
las cosas prohibidas .
Todos los c reye ntes hemos o íd o la voz del enemigo que, en conexi ón con al­
guna fruta prohibida, nos susurra, " Bueno, ¿di ce Dio s eso en realidad'?" Las Es­
c rituras nos mandan que nos mantengamos s eparad o s de ciertas diversiones carna­
l e s, de la codicia y de las falsas enseñanzas, sin embargo, en tod os los casos la
voz s usurra, " ¿Dice Dios eso en realidad ? ¡ Pi ense cómo se beneficiaria ust ed si
f ue s e tolerante en cuanto a esto ! "
Igualmente, cuando venimos a la cuesti on d e la s eparaci6n de las falsas en­
s eñanzas, el diablo le d i ce a los pas tores y ancianos de la igles ia, " ¿Acaso Dios
ha dado un mandami ento de que no nos unamos a las cruzadas evangelís t i cas que

- 3 -
s o n organi zadas por denomi naci ones apó s t�tas o ecuménicas ? U s t ed no se va a la­
mentar s ino que va a pro sperar . Su tes t imoni o f l o rece rá , y log rará oportunidades
q ue j amás podría cons eguir en el desierto de la i ndepend encia . "
Este t ema es tanto más importante en la época actual porque parece haber
una act ividad sumamente i ntens i f icada de parte de Sataná s para traer al pueblo
de Dios a un es tado ext r emo de compromi s o . Nos e s tá d i ci endo más persuas ivamen­
t er que nunca , " ¿ Co nque Di o s ha di cho e s o ? ¿Es j us t o que seamo s tan negativos
y c ínico s , y que juzguemos a los demás ? Seguramente que e s algo terrible ocas io­
nar d ivi s i ones en tre el pueblo de Dios . ¿ Cómo puede algui en ser tan arrogante
c omo para imaginars e que p o s ee el monopoli o de la Verdad ? "

¿ A qui én debemos escuchar ?

E l diablo ha susurrado exi tosamente en muchí s imos oídos es tas palabras ,


" ¿Conque Di os ha d i cho r ealment e : No toquen e s o ? ¿No s ha dado Dios un manda­
mient o a la separaci ón ? ¿ Se limi ta la experiencia cri s tiana realmente sólo para
los que poseen la expe riencia evangélica del nuevo nacimien t o ? ¿Es realmente
necesario desenmascarar a la d octrina catól i corromana como errónea y al libera­
lismo c omo menti ra ? ¿No podemos ver lo bueno en e s ta s cosas y cooperar con esa
gent e? "
E l diablo odia l a d o ct rina b íblica de l a s e paraci ón de las falsas religi o­
nes , porque su método más exi t os o de herir a las iglesias evangélicas s i empre
ha s i d o el introduci r fal s o s ' cri s t ianos ' , herej ías y confus i ón , y nunca ha en­
fat i zado más es ta e s t rat egia que en nue s t ra época actual .
La cue s tión ant e nos o t ro s es si , como creyentes individuales o como igle­
s ias , vamos a es cuchar a Dios cuando nos manda que no nos mezclemo s con ciertas
cosas, o si vamos a e scuchar los argume ntos sutiles y l i s onjeros del diablo .

La Biblia nos enseña que debemos mantene rnos e s trictamente separados de cual­
quie r forma de reli gión que contradiga o s ocave las d oc t rinas esenciales de la
fe Cristiana en cuanto a la salvación del alma . E s t e es un mandamiento primor­
d ial y obligat o rio de la Palabra que e s dado en numerosos pas a j es , ninguno de
l o s cuale s podría cons iderarse ni remotament e nebul o s o o conf lictivo .

' Salid • • • • apart aos '

El mandamiento a la sepa raci ón está categóricamente expresado en 2ª Co­


rint i o s 6 : 1 4- 1 7 ,
"Nos o s unái s en yugo d e s i gual con los i ncrédulos ; porque ¿qué compañeris­
mo tiene la jus ti c i a con la in jus t icia ? ¿Y qué comunión la luz con las t inie­
blas ? ¿Y qué concordia Cri s to con Belia l ? ¿O qué parte el creyente con el incre­
dul o ? ¿Y qué acuerdo hay entre e l templ o de D i o s y l o s ídolos ? Porque vosotros
s o i s el templo del Dios vivient e , como Dios d i j o: Hab i taré y andaré ent re ellos ,
y seré su Dios , y ellos s e rán mi puebl o. Po r l o cual , salid de en medio de ellos ,
y apartao s , dice el Seño r . " L

La palabra apartaos viene d e la palabra griega aforizo , que e s tá relacio­


nada con la palabra hor i zonte , y signi f i ca ' señalar por f ronte ras . ' Pablo nos
dice que debemo s separarn o s en el sent id o en que se e s tablece o f i ja un lindero
que nunca debemos c ruzar . Los falsos maes t ro s y sus errores deben estar fuera
de l ímites para nos o t r o s; más allá del horizont e . No debemos nunca tener comu­
nión con los falsos rel i g i oni s tas a ningún nive l . E l apóstol usa las palabras
más fuertes que tiene a su d i s po s ición para o rd enarnos que nunca tengamos comu­
ni 6n con ningún maes tr o rel i g i o s o ni con denominaci ones que nieguen la Palabra
de D i o s o s o s t engan falsas d o c trinas .

- 4 -
Como e s 16gico , nunca debemos ' unirnos en yugo ' , lo que significa que nun­
ca debemos trab ajar con los que no s on creyentes ni con los falsos maes tros en
c onso rcios espirituales de ninguna clas e . P o r e s t e mandamien to se nos prohibe
formar parte de comités , compartir platafo rmas o desempeñarnos en equipos pas to­
rales con ellos . Asimi smo , se nos dice que nunca debemos unirnos con ellos en
a s ambleas de iglesias o denominacione s . El ' yugo ' es el vínculo del se rvicio .
En lo qúe respecta a Dio s , los falsos maestros que niegan los fundamentos
d e la fe nunca d eben recibir reconocimiento e s piritual , ni debemos reconocer a
sus iglesias como iglesias válidas a la vis t a de Dios .
Por supue s t o , deb emos s entir conmiseración y preocupación por las personas
que e s tán atrapadas en el error y t ratar de s acarlas como a brazas del fuego , pe­
ro la regla de la E scritura es que deb emos aborrecer "aun la ropa contaminada por
su carne . " Cie rtamente podemo s t ratar de alcanzarlas como a ' ext raño s ' , pero de­
b emos ser escrupulosamente cuidad o s os de no hacer o decir nunca nada que tolere ,
alague, dignifique o recono zca sus falsas d octrinas .

'Que os fi j éis • • • y que os apa rt éis '

En Romanos 16:17 , Pablo manda a las iglesias "que os fij éis en los que causan
divisiones y tropiezos en contra de la doct rina que vosotros habéis aprendido ,
y que os apartéis d e ello s . " E s te vers ículo s e refiere a los falsos maes tros que
c rean nuevas e scuelas de pensamiento s contrarios a la sana d oct rina y hacen que
las persona s t ropiecen y pas en por alt o la Verdad . E s t o se aplica a la Iglesia
Católica Romana , la cual s e s eparó d el cris tianismo b íblico hace muchos siglos ,
y s e ha expandido has ta alcanzar g randes proporciones , enseñando lo opues to a
las doctrinas de la salvación dadas en la Biblia . Se refiere a los liberales ,
quienes han introducido una nueva religión , c ontraria a la Verdad de Dio s . Am­
b o s movimientos engañan a las almas d e millone s d e pe rsonas .
No e s d� s o rprender que e l apó s tol denuncie a es tos maestros y movimientos
con las palab ras fuertes que él usa en este pas a j e . De sde el punto de vis ta de
los ve rdaderos creyentes , dich o s movimi ento s s on tan ofensivos a Dio s que deben
ser evitados completamente .

¿Es obedecido • • • ?

¿ E s obedecido e s t e mandami ento cuand o los evangelistas invi tan a falsos


mae s tros a participar en sus r eunione s ? ¿ Es obedecido cuando los organizadores
de campañas refieren las ave riguaciones a las iglesias de falsos maestro s , para
s er ins t ruidas por ellos ? ¿ E s obed ecido por los pas to res evangélicos que tra­
bajan en e s trecha relación con f al s o s maes tros en denominaciones , sesiones de
c omi t é s y comparten es trechament e las numerosas actividade s ?

lª C o rintios 5 : 9-13 e s o t ro pasaje en el cual s e ordena la separación. Es te


pas a j e particular trata p rincipalmente de varios pecados pers onales , pero inclu­
ye el pecado de idolatría , lo cual �ue e l primer compromis o religioso de aque­
llos d ía s . Los que practican cualquier f o rma o método de religión falsa deben
s e r expuls ados y el puebl o de Dio s no debe tener nada que ver con ellos , y ni
siquiera comer con ello s .
Los fal s o s maes tros s o n l o s enemigo s de la cruz de Crist o , según Pablo l o
expresa en Filipens es 3 : 18 . ¿ Cómo e s posible que l o s evangélicos puedan frater­
nizar e identificarse con ello s ?
E n Gilatas 1 : 8 el apó s t ol Pablo advierte que el error es tan sutil que a
veces el falso maestro puede venir dotado de grandes dones y de una manera per­
sonal sumamente at ractiva . Pued e que tenga un espíritu bondadoso y cariñoso , y

- 5 -
una simpat ía considerable , per o si representa enseñanzas falsas ( como las que
representan l o s liberal e s y Cat6lic os ) , no debemo s , de ningún modo , brindarle
nue s tro compañerismo . Pablo dice :
"Mas s i aun nos o t ro s , o un ángel del cielo , os anunciare o tro evangelio di­
ferente del que os hemos anunciado , sea anatema . "
La palabra anatema literalmente significa que debe ser excomulgad o , y t ra­
tado c omo enteramente inaceptable . La ens eñanza fal s a e s tan peligrosa , y tan
ofensiva a Dio s , que Pablo dic e que aun si él mi smo , o cualquier miembro de su
g rupo , predicara un Evangelio dif erente , que debía ser anatema ( "maldi t o" ) .
Es te tema revi s t e tal importancia que el ap6 s t o l e s inspirado por el Es.pí­
ritu Santo para que repita la advertencia , y en Gálatas 1 : 9 , nos dice :
" Como ante s hemos dicho , t ambién ahora lo repi t o : Si alguno os predica di­
fere nt e evangelio del que habéis recibido , sea anatema . " Es decir , excomulgado ;
colocado lejos d e la aceptaci6n y coope raci6n ;. t o talmente rechazado ; t ratado
c omo un perfe c t o ext raño .

' No l o recibái s '

Juan , el discípulo del amo r , fue usado del Espíri tu Santo para dar uno de
l o s mandami ent o s más claros acerca de la s eparaci6 n que encontramos en toda la
Biblia . En 2ª Juan 6 -11 , s e nos dice que no t engamos comuni6n con los fal s o s
mae s tros baj o ninguna circuns tancia .
Juan empieza es t e pasaje recordándole a los l ectores de que el amor por el
S eñor s e aemues t ra en la obediencia y fidelidad a la Palabra revelada por Dios. :
" Y es t e e s e l amo r , que andemo s s egún sus mandamientos . Este es el manda­
miento : que andéis en amo r , como vos otros habéis o íd o desde el p rincipio" ( 2ª
Juan 6 ) .
Habiendo e st ablecido así el tema , como el de la lealtad al Evangelio autén­
tico y original , Juan prosigue diciendo que mucho s engañadores han salido por el
mundo • • •
"que no confiesan que Jesucris to ha venido en carne • • • Cualquiera que se
extr avía , y no pers e ve ra en la doctrina de Cris t o , no tiene a Dios • • • Si algu­
no viene a vos o tro s , y no trae e s ta d oc t rina , no l o recibáis en casa , ni le di­
gáis : ¡Bienvenido ! " (l Juan 7 - 1 0 ) .
Aquí Juan dice que cualquiera que no cree en la doctrina ( que significa
enseñanz a ) de Cris t o , no tiene a Dio s , y si cualquier maes t ro viene a nos o t ros
y no t rae la enseñanza de Cris to , no debemos tener comuni6n con él ni darle re­
conocimiento , ni alentarlo , y tampoco debemos tolerar l o o aun saludarlo en el
nombre de Cris t o .
La enseñanza de C ris to e s la enseñanza que el S eñor ha dado acerca de s í
mi smo y d e s u obra en e l Calvario para l a salvaci 6n d e los pecadores . Incluye
la propia enseñanza del S eño r acerca del arrepentimiento y la conversi6n . Di­
cha enseñanza e s , en s ínte si s , las d oc t rinas del Evangelio que salvan el alma ,
las cuales han sido o s curecidas , negadas y atacadas con tanta ferocidad por la
...i g lesia Cat 6 li co-Rom.ana y por l os liberales que niegan la Biblia .
En lª Timo teo 4 : 1 , s e nos recue rda que la falsa enseñanza es la obra del
diablo y sus d emonio s : "Pero el Espíritu dice claramente que en lo s pos trero s
tiemp o s algunos apos tatarán de la fe , escuchando a e spíri tus engañadores y a
d o c trinas de d emonios . " Una de las principales tareas de las hues tes satánicas
en la actua lidad es a t raer y engañar a la gente hacia las falsas doct rinas , y
de ninguna manera debemos dar recono cimiento ni coop e rar con los que son pro­
pagadores de las doct rinas d e demoni o s .
¿Es tá algún lect o r involucrad o en una alianza d enominacional en la que se
está identificando con fal s o s mae s tros , les está otorgando reconocimient o , y

- 6 -
l os e s tá alentand o ? ¿Es tá alguno cooperando con los tal e s maes tros en algún
programa evangelís t ic o ? La separaci ón de los fals o s maes tros no es la opini ón
d e l o s hombres s ino lo que Di o s exige de nosotros; y s i vamos a serles fieles
debemos obedecerle .
En 1ª Timoteo 4 : 2 , Pablo dice que muchos d e los que enseñan lo contrari o a
la Verdad revelada de Dios hablan po r la hipocrec ía de ment irosos . Aparent emen­
t e , muchos de e s t os mae s tr o s saben lo que es tán haciendo . Ellos saben que no
hay poder y ve rdad reales en las cosas que dicen. Ello s saben que s on manipula­
dores de la verdad y que no s on s inceros en sus puntos de vi sta .

' Apárt ate • • • y evi ta '

En 1ª Timo teo 6 : 3-5, una vez más s e nos manda que nos apartemos de los que
no ens eñan las palabras y doctrinas de nues tro Señor Jesucri s to , y en 2ª Timo teo
2 : 1 6 -21, s e nos dice que evi t emos las palabrer ías vanas y profanas de los que
t i enen apariencia de piedad pero niegan la ef icacia de ella.
E s t e es un principio fundamental que se enseña en t oda la Biblia , de que no
debemos participar de las obras inf ruc tuosas de las t inieblas , s ino que más bien
d ebemos reprenderlas ( Efes i o s 5 : 1 1 ) .
De t extos tales como �s tos debería hacerse evid ente de que es de sobedien­
c i a b íblica de la clase más seria el extender recono cimi ento espiri tual a los
que enseñan otro ' evangeli o . ' Podemos amar a los individuo s que es tán en esos
e rrores en el s ent ido d e t ratar de ganarlos; podemos tener compas i ón por los
que e s tán en esas tinieblas d octrinales y podemo s e s fo rzarnos por alcanzarlos
c omo a extraños , pero jamá s debemos tolerarlos y reconocer sus enseñanzas , por­
q ue e s t o es un gran crimen contra la Palabra de Dio s . El S eñor manda que su pue­
b l o no tenga compañeri smo con los fal s o s mae s tro s .

- 7 -
S E P A R A C I O N S E C U N D A R I A

¿Deberíamos s epararnos de evangélicos quiene s intencionalmente y entus ias ­


t amente t ienen compañeri smo y cooperan con f�ls o s maes tros tales como los l ibe­
rales y cat 6licos r omanos ?

Nume ros o s evang élicos que personalment e mant ienen s eparaci 6n bíbl ica de los
que repud ian el verdadero Evang el i o , se s i enten perpl e j os acerca de c6mo deberían
considerar a· otros evang élicos que h acen e s fuerzos especiales para cooperar con
e s t o s falsos mae s t r o s . ¿Debe rían romper el compañerismo con ellos tambi én? ¿Es
lo que se llama ' se paraci6n secundaria ' algo correcto o incorrecto ?
La respuesta a esta pregunta s e aclara b i en una vez que logramos apreciar la
fuerza del mandami ento d e mantenernos e s trictamente separados de toda rel igi6n
falsa , y d e la cant i dad de veces que s e rep i t e en las Escrituras . Como hemos vi s­
t o , es uno d e los mandami ento s más fundame ntales y más· serios del Nuevo Testamen­
t o. Es un mandami ent o imperat ivo , vi tal y primari o , no la porci ón de un cons e j o
opcional s obre un asunto de importancia relat ivame nt e menor , y es abs olutamente
obl igatorio para tod o s l o s cri s t ianos creyent e s .

' Part icipa en sus malas obra s '

La Palabra de D i o s ens eña que los que rehúsan de plano obedecer este manda­
mient o se convie rten en ayudantes y par t icipantes de las malas obras de los fal­
s o s maes tro s . Puede s er que no s e den cuenta o no quieran aceptar esto , pero , a
pesar de ello , la Biblia les advi erte de que e s t o e s verdad . Ayudan a la causa
del Ant icris t o y , por lo tant o , se colocan a s í mi smo s baj o las reglas de censura
y s eparac i ón que deben s e r aplicadas por las igles ias que s on fi eles a la volun­
t ad del S eñor . El pasa j e d e 2ª Juan 9 - 1 1 e s muy enfático s obre e s t e asunt o :
" Cualquiera que se extrav ía , y no persevera en la doctrina de Cri s to , no t ie­
ne a Dios • • • Si alguno viene a vos o t ro s , y no trae esta doctrina , no lo recibáis
en cas a , ni le digái s : ¡Bienvenido ! Porque el que le dice : iBienvenido ! participa
en sus malas obras . "
Tan pronto como cualquier cri s tiano verdadero desobedece este mandamiento fun­
damental de Dio s y s e a s ocia con los enemi g o s de Cri st o , el tal participa (compar­
te el compañerismo ) en por lo menos cuatro f o rma s diferentes :

( a ) Dicho creyent e ase s ta un g olpe terrible a la naturaleza exclus iva


del mensa j e del Evangeli o . Cuando se lo observa que transige al punt o de
vi s ta d e los no evangélicos y que acepta sus pret ens iones a la vida espi­
ri tual , la clara enseñanza de la Palab ra es s ocavada . La línea entre la
Verdad y el error . se hace . c onfusa , y la d i s tinci ón entre 'salvo ' y ' no
s alvo ' queda el imi nada . Lo s creyent e s comunes que obs ervan estas cosas
pronto de jan de pensar en la ' co nve r s i ón' en término s evangélicos preci­
sos. ( Es tas consecuencias se han mani f e s tado en una escala terrible en
las décadas recient es . )

( b ) D icho creyente ayuda al diablo a lograr uno d e sus principales ob­


j e t ivos -- causar tal confusi6n que el mundo ya no vea más un cris tianis­
mo b íb lico di s t int o , ubicado claramente apart e del error Ca t6lico y libe­
ral . Le comunica al mundo que todas las llamadas igles ias cri s t ianas tie­
nen mucho en común ; y no hay nada que s ea más nocivo al verdadero testi­
monio del evangeli smo que esa declarac i 6 n . ( En el s iglo diecinueve , has ta

- 8 -
el hombre de la calle conocía los argumentos Protes tantes en cont ra
del dogma Católico , pero los evangéli co s t rans igentes han abandonado
hace mucho ese luga r en el conocimient o general que el público t iene
de ellos . )

( c ) Dicho creyente ba j a la guardia del pueblo de Dios y lo expone


al pel igro extr emo de que s ea infiltrado por los fals o s mae s tros y
la fals a doctrina . Una vez que las personas siguen el e jempl o d e
s u s pas t o re s trans i gentes y aprenden a aceptar ' otros puntos de vi s­
ta ' y ' o tros maestros ' , entonces no t ranscur re mucho tiempo para que
se experimente el colaps o de una doctrina importante . Los liberales
y Ca t6licos jamás podrían infil trar las igles ias evangélicas sin la
' ayuda de adentro ' . Neces itan un ' pase ' para poder ent rar en la fami-
lia de D i o s , que s 6 l o un ' colaborador ' evangélico les puede dar , cuan­
d o les brinda c redulidad , reconoc imi ent o y oportuni dad .

( d ) D i cho creyente alienta a los fal s o s maes tros en su infidelidad


y pecad o , y los fortalece en sus obra s . El surgimient o y dominio del
l iberalismo en las denominaci ones desde los 1 88 0 has ta los 1 9 3 0 , fue
financiado t otalmente por los evangélicos . Cuando los enemigos del
Evangelio que r ían adqui rir influencia , s implement e se hacían cargo de
colegi os evangélicos e ins ti tuciones publici tarias , y los evangélicos
t onto s continuaban pagando las cuentas y f inanciándolo s . Lo mi smo es­
tá sucedi endo en la actualidad en las denominaci ones donde los evan­
gélicos dan dinero para apoyar mi s iones nacionales y ext ranjeras que
e s tán f o rmadas principalmente por personal no evangél i co . No sólo que
el evangélico t rans ig ente apoya a los fal s os maes tros a nivel prác ti­
c o , s i no que tamb i én los sella en su decepción al no desaf iarlos acer­
ca de sus p o s i cione s doctrinales.

Es tas son las c ons e cuencias de la des obedi encia a Dios : Satanás se regoci ja ,
el Espíri tu Santo se entr i s tece , y el Salvador es herido mucho más de lo que las
palabras pudieran expresar . Si el comprometedor es un pas t or o clérigo , su con­
g regaci ón verá que su l íder espiritual es tá d e j ando de lado una importante área
de enseñanza bíblica y , po r cons igui ente , la autoridad de la Biblia se verá más
s ocavada t odav ía . Para ellos se ampliará más la brecha entre lo que la Biblia
d i ce y lo que los Cr i s t ianos deben realmente hacer .

Las palabras de 2ª Juan 1 1 son las propias palabras del Señor para condenar
la transigencia . Dichas palabras ind ican que la persona que se coloca a sí mi sma
del ' lado ' del enemigo debe ser cons iderada como culpable de un grave pecado con­
t rq, el S eñor y su obra . El comp rome tedor se hace copart ícipe del mal cometido por
los fals o s maes tros ; por l o tant o, defini t ivamente hay culpabilidad por as ociación.

'Todo hermano que ande d e s ordenadamente '

La t ri s te neces idad y deber de la separac16n secundaria están también af irma­


das en 2ª Tesalonicense s 3 : 6, 1 4 y 1 5 , dond e el após tol Pablo indica que el rechazo
i nt encional de los d eberes fundamentales d e la vida c ri s tiana deben enf rentarse con
las críticas s everas de la d i sc i pl ina y la separaci 6n de la igles i a .
E n e s te capítul o , Pab lo t rata parti cula rme nte del problema d e algunos miem­
bros de la iglesia que no quieren t raba jar .

- 9 -
Pero antes de tratar de e sta ofensa e s pecífica , Pablo estable ce el princi­
p i o que gobierna toda la d i sci plina y s eparaci ón de la igle s ia .
Este princ ipio e s d e importancia vital para e ste estud i o porque gobierna la
s e parac ión s ecundaria : el fundamento s obre el cual uno debe s eparars e a veces de
l o s que son compañeros creyentes . El apóstol dice :
' ' Pero o s ordenamos� hermano s , en el nombre del S eñor Je sucri sto , que os apar­
_
t�i s d e todo hermano que ande d e sordenadamente , y no según la ens eñanza que reci­
b i steis de nosotros . "
La ' tradici6n ' c ons istía en todas las d octrinas y deberes vi talmente impor­
tantes que l o s ins p irado s apóstoles predi caron y regi straron . Incluía , como e s ló­
g i c o , l o s mandami entos esenciales de manteners e separado s de las religiones fal­
s a s a toda costa . ( Pablo usa la mi sma palabra en el cap ítulo anterior , v . 1 5 , don­
de e stá c laro que s e refiere a todas las doctrinas y deberes fundamentales de la
f e , y no sólo a la obligación de traba jar para vivir . )
Cualquiera que era revoltoso o i nsubordi nado , y que ignoraba e stas instruc­
c iones apostóli cas , deb ía s er advertido , y s i no s e arrepentía , d eb ían ' s epararse
se !.l . '

Mucho peor que ' oc i o s idad '

El hecho de que Pabl o apl ica este principio a la ocios idad i ndica cuán im­
portante e s el aplicar la mi sma d isciplina a ofensa s más s erias . S i la iglesia
d ebe expuls ar a un hombre por vivir a expensas de lo s demás creyentes , entonces
cuánto más debería ejercitar s e esta di sci pl ina en el cas o de un creyente que se
s ale de lo normal para fav orecer y ayudar a los enemig o s del S eñor .
S i la igle sia debe dis c i plinar a un hombre por haraganería pers onal , cuánto
más deberá e jercitarse la di s cipl ina por el pecado de adulterio e spiritual .
S i un hombre d ebe s er d i s c iplinado por s er un lastre f inanc i ero para su con­
gregaci 6n , cuánto más deberá s er disciplinado un hombre que intenci onalmente me­
nos prec i a un mandamiento primordial , lo cual conduce a la traición del Señor , al
s aqueo de la V erdad , y a la i nfecci6n de la salud espiritual de la congregaci6n .

La alianza de J osafat

El juicio sobre los que transigen con los enemig o s de Dios ·es exactamente
i gual al que s e ens eña en otra parte de la palabra d e Dios . En 2 Crónicas 1 9 : 2 ,
D i o s reprendi 6 al p iadoso rey Josafat de Judá por el pecad o de hacer una alian­
za con Acab , r ey de Israel , a un nivel tanto personal como milita r . Cuando Acab
l e pid i 6 a Josafat que fuera a la guerra con �l , le respond i ó : " Yo s o como tú ,
y mi pueblo como tu pueblo ; i remos contigo a la guerra" ( 2ª Crónicas 18 : 3 . Esta
e s exactamente la pos i c i ón tomada por los evangéli c o s ecuménicos d e hoy en sus
relac ione s con los no evangél i co s . Pero D i o s condenó a Josafat y l e envió un
prof eta que le di j o :
; ' ·Al im ío das ayuda , amas a los Jehová ? Pues ha salido
de la pres encia de Jehova i ra contra ti por e sto 2 Cronicas 19 : 2 •
A pesar d e que más tarde Josafat reformó su conducta ( durante la invasión
de l o s moabitas ) , no obstante su ami stad y alianza con Acab le costó la pérdida
d e tod o s sus hi j o s por mano de su h i j o mayor , y la pos teri or e je cución de todos
sus nieto s .
El principio s e hace peno s amente claro de que cuando el pueblo de Dios se
compromete con los enemig o s del Señor , c omete un pecado tan s erio que exige la
intervenc i ón divina para salvaguardar el honor y la obra del Señor .

- 10 -
Las plagas de Babilonia

El pri nc i p i o conteni d o en Apocali ps i s 18 : 4 e s tambi �n muy claro . A medida que


s e describe la c orrupc i6n y f orni caci 6n de Babilonia , leemo s :
"Y oí otra voz del cielo , que decía : Salid de ella , pueblo mío , para que no
s eái s partícipes de sus pecad o s , ni recibáis parte de sus plagas . "
Algunos d i cen que Babil onia representa l a Igles ia d e Roma . Otros dicen que re­
pre s enta la s oc i edad pecadora d e todas las épocas . De cualqui er forma el principio
es el mi smo ; s i el pueblo cri stiano hace alianza s con los que son enemig os del Señor ,
participa en l o s pecados de ell o s , se c ontami na con sus enfermedade s y se hace pas i ­
b l e a l a d i s c i pli na d e Dios .
Ningún evangélico trans igente t i ene la intenci6n de entus iasmar a los enemig o s
de Cri s to , pero e l Señor mi smo dice que e s o e s preci samente lo que hacen . Cuando Di o s
prohibe e stas ali anza s , s us hi j o s no deben desestimarlo jamás .
Los evang é l i co s que cooperan con los falsos maes tros s on definitivamente culpa­
bles de un mal t erribl e , según las E scrituras lo aseve ran repe tidas veces . Por lo
tanto , el s e pararnos de tod o s los que andan desordenadamente y des obedecen al Señor
en un asunto tan esencial y primo rdial como � s t e , es un deber de vi tal importancia
a pesar de que a menudo es alg o personalment e difícil y muy tri s te .

"A ALGUNOS QUE DUDAN , CONVENCEDLOS"

Evidentemente , cuando hablamo s de d i s c i plina no debemo s olvidarnos de que mu­


chos creyentes o fenden por ignorancia a los mandami entos de Dios , y debe haber una
s i ncera y c omp a siva preocupaci 6n por " ganarlo s" ant es de hablar de separaci6n .
Numero s o s evangél icos han s ido guiad os err6neament e por o tros a identificarse
con liberale s y Cat6licos , y neces i tan aclaracione s sobre el asunto . La mayoría de
las pers onas naci das de nuevo se s i enten instintivamente inc5modas con respecto a
la trans igencia , pero quizás hayan s id o alentadas hacia el error po r mi ni s tros en
qui enes t enían c onf ianza .
También hay muchos evangélicos que no e s tán muy apercibidos del alcance has ta
el cual sus pas tore s y denominaciones e stán comprome t idos . Tenemos el deber de ayu­
dar a esos creyente s para que vean lo que e stá mal y , s ensiblement e , guiarlos a que
enfre nten s eriamente la cue sti 6 n .
Qui zás cono z camos a pastores j 6venes que e s tán en denomi nacione s comprometidas
y quiene s rec ién ahora e s tán empezando a pensar bien en sus s i tuaci ones . O quizás
c onozcamos a pastores ancianos que tienen cargo s pastorales en lugares relativamen­
te ai s lad o s , y a pesar de que s us i gl e s ias e s tán asociadas con denominaci ones ap6 s ­
tatas , e l l o s p er sonalmente s e han ' desviad o d e l cami no tri llado ' y alejado del con­
tacto directo con la apo s tas ía de sus denominaciones . En tales cas o s , debemos cui ­
darnos de n o j uzgar a l o s hombres s i n comprender s u s s i tuacione s . Debemo s s i empre
e star ans i os o s por alcanzar , ganar y ayudar a o tros creyentes cuando ellos tienen
q ue enfrentar e stas cuestione s d oc trinales .

Los que s o n obcecad o s

No obstante , en e s t o s día s trág i c o s y dese sperantes , hay tambi�n muchos pasto­


re s y clérigos profundamente c omprometido s , quiene s ya han tenido m!s que oportuni-
'¡ dad suf i c iente para cons iderar detenidament e las cues t i one s doctri nales . Otros pas­
tores les han hablado de su trans igencia , les han reconvenido , y has ta han orado por
ellos . Pero a pesar de e s tos e s fuerz o s , continúan indi ferentes a los claros manda­
mi entos del Señor . Parecen estar intencionalmente determinados a desobedecer a Dios
y alentar a sus congregacione s a que hagan lo mi smo . No hay duda de que debemos s e­
pararnos de tales ind ividuos en obediencia a 2 ª Tesalonicenses 3, y orar de que , por
la gracia de D i o s , se avergllencen de lo que es tán haciendo .

- 11 -
Cuando hablamos de s eparaci6n deb e hacers e �nfas is d e que estamos pensando
en hombres o muj e re s obcecado s que han rechazado el mandamiento del Señor .
En 2ª Te sal oni cens e s 3 : 1 4 el tema es expresad o en e stas palabras : "Si algu­
no no obedece a l o que decimos por medi o d e e sta carta, a � s e s eñaladlo, y no os
j unt�is con �1, para que se avergUence . "
Pablo enfati z a la forma de s eparaci6n en el versícul o s igui ente : "Mas no l o
tengái s por enemig o, sino.amonestadle.como a.hermano . " La s upos ición e s que el in­
d ividuo que anda d e s o rdenadamente es un ve rdadero evang �l i c o . ¿Modi f ica esto el
nivel de la s e pa raci ón? De ninguna manera, porque el no tene r compañía con alguno
no e s algo que puede efectua rse en dif erentes g rado s ; s iempr e d ebe s ignif icar una
s e pa raci ón d e f i nida .

S eparaci6n más advertenc ia

No obstante, a causa de que el o fens o r e s un evang él i co profesante, tenemos


la obligaci ón de hacer algo además de separarnos--debemos amonestar a esa pers ona .
Las palabras d e Pablo no s ig ni f ican que of i c ialmente nos s eparemos pero que ex­
traofi cialmente c o nt i nuemos teniendo relaci one s ami stosas . S ignif i can que no'SS'e­
paremos, c on un s eri o e sfuerzo de adverti r al ofenso r del error de sus cami nos .
Debemos c ompl ementar nuestra separación con la amonestac ión.
Amone stamos--d e l g riego· NOUTHETEO-- ' po nemo s e n mente ' y ' advertimo s ' a l ofen­
s or del e rro r d e sus cami no s . La d i sciplina de la Biblia s e ha d i s eñado tanto pa•
ra proteg e r la V erdad c omo para reformar, en el caso de s er pos ible, a aquell o s

q u e puede n ser rescatad o s d e su erro r .


Si todos l o s evang él i c o s f ieles obedecieran a las E s c rituras y no tuvieran
c ompañía con l o s hermano s que c omprometen la doctrina, los trans i gentes pronto se
avergonzarían y c amb iarían sus camino s . Pero lo s que trans igen con la doctrina a
veces continúan g ozand o de cons iderable cordialidad y respeto por parte de aque­
l lo s que procuran mantener la separac i 6n e scritura! . Cuando sus libros rec iben ca­
lurosas r e s eñas y sus puntos de vista son c itado s conti nuamente, ¿ e s probable que
alguna vez s e s ientan avergonzado s de su conducta?

- 12 -
ARGUMENTOS EN CONTRA DE LA SEPARACION DEL ERROR

A muchos cri stiano s creyentes sinceros s e les ha ens eñado que rechacen la
s e paraci6n sob re las bas e s que s e dan a conti nuaci6n. E sto s d i ez "argumentos" ,
s egún hemos o íd o , s on los que se expresan más a menudo .

La mayo ría d e e stos argumentos s e tratan en más detall e e n libros tales co­
mo Biblical Separati on Defended , por el D r . Gary Cohen ( Presbyterian and Reformed
Pub li s hing Company ) , y Biblical Separation : the Struggle for a Pure Church , por
e l Dr. Ernest Pickering ( Regular Bapti st P re s s ) .

l. Deberíamos hacer cualquier cosa que


logre oportunidade s para el Evangeli o

"No puede haber nada malo en cooperar con los no eva ngélicos en las cruza­
das evangelísticas y en denominaciones d octrinalmente me zcladas cuando esto crea
opo rtunidades para el Evangeli o . Si el evangeli sta puede obtener un mayo r núme­
ro de oyentes cuando unimos es fuerzos con los moderni stas y los Cat6li cos , enton- ·

ces debe ser bueno . "

Res puesta : Esta forma de pensar descansa en la idea de que el fi n justifica


l o s med i o s . Si anda bien---debe ser correcto . Los re sultado s valen más que la pu­
reza de los método s que usamos . Si un evangeli sta parece estar ganando almas , en�
tonces Dios debe estar con él , y el predicado r no puede e star equivocado .
Sin embargo , l a Bibl ia condena la actitud que dice : "Hagamos males para que
vengan bienes " ( Romanos 3 : 8 ) . Un creyente j amás debe ignorar las reglas de la Bi­
b lia ( en el asunto de la s e paraci6n o en cualquier otra cue sti 6n) por el mero he­
cho de que su plan de acci6 n parece func i onar .
El Seño r , en s u mi sericordia y g racia , a menudo continúa usando a su pueblo
a pesar d e que hac en lo mal o y entristecen a Dios , pero todavía tienen el deber
de hacer que sus métod o s s e conforme n a la Palabra de D i o s .

La desaprobaci6n de Dios

Moi sé s d e sobedeci6 a D i o s cuando ( en la s egunda ocas i6n) g olpe6 la roca para


c onsegui r agua para el pueblo de Israel ( Números 2 0 : 7 - 1 3 ) . No obstante , a pesar
de su desobediencia , Dios honr6 e sa acci6n y hubo agua para el pueblo . Sin embar­
g o , Moi sés hi zo mal , y más tarde tuvo que pagar por su desobedi encia .
Dios cond ena a l o s de su pueblo , que s e desvían "••• para tomar cons e jo , y no
d e mí; para c obi jarse con cub ierta , y no de mi espí ritu••• Que s e apartan para
d e s cender a Egipto , y no han preguntad o de m i boca ; para f o rtalecerse con la fuer­
za de Fara6n••• ¡ Ay de los que descienden a Egipto por ayuda! _::( I saías 30 : 1 - 2 ; 31 : 1 ) .
Los cri stianos no deberían nunca aprovecharse de las bendiciones que reciben
d e Dios para i nterp retarlas como un p e rmi s o para hacer l o que le s place . Las bendi­
cione s jamás nos eximen d e la obligaci6n de autoexami narnos , de ser obedi entes y
d e ref o rma rno s . ( Ve r , por e j emplo , Romanos 6 : 1 -2 y Hebreos 3 : 7- 1 0 ) .
La obedie ncia es primordial en la vida del Cri s tiano . El Señor ama la obedien­
cia más que el sacri f ic i o . El Señor dice : "S i me amái s , guardad mis mandamientos "
(Juan 1 4 : 1 5 ) . Y el ap6s tol Juan di ce : "••• no amemos de palabra ni de lengua , sino
de hecho y en verdad" ( ! Juan 3 : 1 8 ) .
La Biblia no s da reglas muy defini da s , tanto para decidi r con qui�nes podemos
tener c omuni ón c omo con quiénes no debemos cooperar en el evangelismo . Dios no quie­
re que usemos la ayuda de sus enemig o s para reunir multitud e s . Dios no neces ita la
cooperaci6n de l os moderni stas y Cat61ic o s . Dios llama a su pueblo a que trabaj e in­
d�pendientemente de l o s fals o s maestros y que dependa úni camente del formidable po­
der del Señor .

- 13 -
2 . El S eñor Jesuc ri sto nunca s e
s epar6 d e l o s fals os mae stros

"Est! bien cooperar y tener compañeri smo con los que no son del punto de vi s­
ta evangéli c o p orque Jesús lo hizo as í . Jesús acept6 las ins i nuaci one s e invita­
cione s d e los fari s e o s y l íderes j ud í o s cuando habl6 en el Templo y las s inagogas ,
y nunca s e sepa r6 a s í mi smo de los fal s os- mae stros de su día . "

Res puesta: Este argumento-es tan contra r i o a l simple peso d e l o s hechos que
nos s orprend e muchís imo de que s ea presentado s iqui era . El Señor tenía el deber de
entrar al T emp l o y las s inagogas d e los j ud í o s porque era el legítimo Rey de ello s .
Pero una vez que e stuvo en e s os lugares , Jesús , s in titubeo alguno se opus o , expus o
y d e nunci6 a l o s líderes religio s o s , c o n e l resultado d e que hubo una hostilidad
c onstante por pa rte d e ell o s y hasta var ios intentos por quitarle la vida .
Todos en I s rael en e s o s d ía s e staban b i en apercibidos de la g ran s ima que s e­
paraba al S eñor y los líderes judíos . Compáres e la conducta del Señor con la de los
evangéli c o s ecuménicos de hoy . Cuando e l Salvador vi s it6 el Templo , ¿tuvo compañe­
ñer i smo con los i nc rédul o s far i s eo s y or6 c o n ell o s ? ¿Dio l a impre s i ón pública de
que había una unidad e s piritual e i nt ercamb i 6 s alud o s cord ial es con ellos ? ¿ Trabaj 6
con ellos e n c omités y esfuerzos conjunt o s ?
La respue sta e s que J e sús conden6 p úb l i came nte a la mayoría de los mae stros j u­
d í o s c omo hi pócrita s c i eg o s y los llam6 g eneración de víboras . Los acusó de cerrar
el Re ino d e los Ci elos a los hombres , y l e s declar6 que el Reino tamb ién estaba ce­
rrado para ell o s . Se ref irió a las o raci ones de ellos como un pretexto hipócrita y
conden6 todas s us pr&cticas relig io sa s . L e s d i j o que ellos eran los que destruían
el verdadero mens a j e de D i o s y que ( sin arrepentimient o ) no escaparían de la conde­
nac i 6n del inf ierno .

Todo e sto puede leerse en Mateo 2 3 : 1 3-3 3 . En un discurso , e l S eño r pronunci6


por lo menos o cho ayes s obre l o s l íderes j ud ío s a o ídos abi er�os de la multi ud . En
muchos otros d i s cur sos J e sfls di j o cosas s imi lares .

D i sociaci6n c onstante

Todo el mi ni sterio del S eño r J e suc risto e stuvo opuesto a las falsas enseñanzas
de l os líderes jud í o s , y e sto fue ( humanamente hablando ) la bas e del odio de ellos
c ontra él lo que conduj o a la Cruz del Calva ri o . En cas i tod o s sus d i s cur sos púb li­
c o s el Salvado r hac e alguna referencia para d i sociarse a sí mi smo de los líderes
j ud í o s y los faris eo s .
N i nguna persona que lea s eriamente los Evangelio s podr! dejar de ver la conde­
nación del Señor contra los f al s o s maestros ( y el resultado ) en cas i todas las vi s i­
tas que hiz o al Temp l o y las s i nagoga s . Todas excepto una de las vi s itas del Señor
al Templo resultaron en una c onf rontación c on los judíos y dos veces trataron de ma­
tarlo . Las vi s itas a las s inagogas también produj eron hostilidad y antagonismo , con
dos atentado s más contra su vida .
¿Ti ene todo e sto algún parecido con la conducta de los evangélicos ecuménicos
d e la actualidad cuand o e stán en presencia d e los que ni egan el Evangelio ? Cuando
los evang él i c o s de hoy tienen compañeri smo y cooperan con los no evangélicos están
hac iend o exactamente lo contrario a l o que h i z o el Salvador : est�n rechazando el
e j empl o del S eño r , y jamás pod r�n justi f icarl o .

- 14 -
3 . A los corintio s y g!latas nunca
se les d i j o que se separaran

"Pabl o nunca l e s d i j o a los miembros ' sano s ' de la ig lesia de Corinto que
renunciaran de la cong regaci6n , a pesar de que e sa iglesia e staba llena de pro­
blema s terribles . Pablo tampoco aconsej 6 a los creye ntes ' sano s ' de las igle­
s ia s en Galacia a que que s e fueran , a pesar de que esas iglesias vi rtualmente
habían abandonado la fe . "

Res puesta : A p e sar de sus defectos , la iglesia de Corinto afortunadamente


no estaba inf estada de her e j ías doctrinale s fundamentales , y sus problemas po­
dían s e r corregid o s . Un problema serio era que toleraban a un ofens or moral .
C omo es 16gico , Pablo no acons ej6 que esa persona renunciara de la iglesia ,
porque les estaba o rdenando que expulsaran al mi embro culpable . En cierto senti­
d o , por lo tanto , Pablo estaba definitivamente aconse jando la separaci6n.
As í e s , e n 1 ª Corintios 5 : 9- 1 1 , Pablo ens eña muy clarame nte el deber de la
expuls i6n o s epara c i 6n para toda una gama de ofensa s . Les d i ce a los corintios
que aunque tenían que continuar relacionándose con gente pecadora en el mundo ,
d eb ían separarse d e los que prof esaban ser Cristiano s y c omet � an estas s erias
ofensa s . Debían s epara r s e de los fo rnicar i o s , avaros , id6latra s ( i . e . , transi­
gentes relig i o so s ) , maldic ientes , borrachos y ladrones . Ad em!s , debían evitar a
d i chos of ens ores a un nivel s ocial también y ni s i quiera debían comer con ellos .
En su segunda carta a los corintios , Pablo da el poderoso mandami ento de
separarse de las falsas religione s , lo cual ya ha s ido cons iaerado en e stas pá­
g i nas . ¡ La s cartas a l o s corintios están tan llena s de instruc ciones acerca de
la separaci 6 n , que nos deja perplejos que la s ituaci6n en Corinto se haya usado
c omo una justi f i caci6n para opone rse a la s eparaci 6n!
En el cas o de las igl e s ia s de Galac ia , esas eran igle sias j 6vene s que ha­
bían s id o vi s itadas y perturbadas por fal s o s mae stro s . Pablo sabía muy b i en que
l o s mi embros de e stas igle s ias eran gente verdaderamente convertida , por lo tan­
to lo s reprende , y apela poderosamente para que ellos vuelvan a la Verdad .
Al mi smo t i empo. le s manda que no tengan nada más que ver con los fal sos
maestros . En Gálatas 1 : 8-9 , Pablo declara que los fals os maestros deben s er
anatemati zado s ( excomulgad os ) . En Gálatas 5 : 1 2 , Pablo refuerza esto diciendo
que lo s fal s o s maestros deben ser cortad o s , lo cual , literalmente s ig nif ica
' amputado s' , y denunc ia a tale s mae stros en los término s más s everos .
S6lo nos resta repeti r , que a la luz de la vehemencia de sus mandami en­
tos de s eparars e d e l erro r en las epístolas a los corinti os y gálatas , es com­
pl etamente desconcertante que l o s que s e oponen a la s eparaci6n hayan escogido
d i chas epístola s para just i f i car el punto de vi sta de ellos .

4. Los profetas de la antigUedad se quedaron


en las -comunidades descarriadas

"La separaci6n está mal porque los profetas de la antigUedad fueron llama­
dos a quedarse y ministrar dentro de I s rael a pesar de que esa nac i6n era deso­
b ediente y e staba l e j o s d e D i o s . El e jemp l o de ellos mue stra que uno puede pre­
d i car contra el error de una c omunidad mientras permanece dentro de ella . "

Res puesta : Este argume nto e s tan sorprendente como e l anteri or , porque los
profetas no podrían haber s ido más independ ientes del s i stema religioso e stabl e­
cido de lo que lo fue ron , ni tampoco podrían haberse di sociado a s í mi smos más
claramente de l o s malvado s l íderes y de l o s fal s o s mae stros .

- 15 -
En los d ías del Antiguo Te stamento , Dios l o s llam6 a permanecer dentro de Is­
rae l porque el país era una combinaci6n conj unta d e Estado e i gl e s ia . Pero parte
del mensa j e de ellos era advert i r a I s rael de que D i o s pronto po nd ría f in a este
arreglo porque era o f ens ivo para él ( ver , por e j emplo , Jeremías 3 1 : 3 1- 3 4 ) . Los pro­
f etas pr edi j e ro n que en lo s días del Nuevo Testamento la verdadera igl e s ia s ería
llamada a salir del Estado de I s rael y s ería s eparada . Los evangél icos ecuménicos
de hoy qui eren hacer que la cronología vuelva a los días del Antiguo Te stamento .
Debe subrayar s e que los prof etas jam!s cooperaron con l o s fal s os mae stros .
Los pro f etas denunciaron a los que ado raban ídolo s , y se pus ieron en contra de los
r eyes malvado s . Podemos pensar en Elías , Jeremías y Ezequiel , y en el suf rimiento
q ue estos profetas tuvieron que s oportar por mantener sus pos i ci ones independientes .
Todo s l o s prof etas de la ant igUedad s e pus ieron en c ontra de l o s male s pre­
valecientes del pueblo y sufr ieron las c onsecuencias . N i nguno d e ellos hizo las
pac e s con l o s l íderes impíos ni con los profetas de Baal , y la idea de que tuvie­
ron compañeri smo e s p iritual con tales� personas , o de que cooperaron de alguna for­
ma , no puede c ons iderars e como una exposici6n s eria del mensa j e de la Bibli a .

s. L a B iblia hace de l a creencia e n l a deidad


de Cri sto la única prueba del compañeri smo

"La Biblia autoriza la separaci6n s 6l o cuando la d eidad de Cr i sto es negada .


2 ª Juan 7 define al falso maestro como alguien que ni ega que Jesucristo ha venido
en carne . Todos los que reconocen que Je suc ri sto ha veni d o e n carne son acepta­
b l e s para la c omuni6 n y cooperac i6n , s i n tener en cuenta sus puntos de vi sta s o­
bre otras doctri nas . "

Res pue sta: Según e ste punto de vi sta de 2 ª Juan 7 , no debemos s epararnos de
l o s liberal e s ( que ni egan la i nfalibi l idad de la Biblia ) ni de los Cat6li cos ( que
n i egan las d octrinas e s encial e s y evangéli cas d e la Biblia) , ni cons iderarlos co­
mo fals o s mae stros mientras ellos crean en la deidad d e Cri sto . ¿Es e ste un enten­
d imi ento correcto de 2 ª Juan 7 , que d i ce :
"Porque muchos engañadores han salido por el mundo , que no conf iesan que Je­
sucr isto ha venido en carne . Quien esto hace es el engañador y el anti cristo . "
El hecho e s que 2ª Juan 7 ha s id o arrancado del contexto y usado para justif i­
c ar el c ompañerismo que e s llanamente condenado tanto en el Antiguo como el Nuevo
T e stamento ..
La declaraci6n de Juan debe tomarse en f o rma seria y 16gica . ¿Qué implica
realmente la aceptaci6n de la deidad de Cri sto? S i una persona realmente entiende
y cree que un mi emb ro de la Divinidad vi no al mundo en la carne , i nevi tablemente
c reer! en las c onsecuencias de ello . Creer! que cada palab ra que Cri sto habl6 es
i nfalible y debe obedec..erse . Creer! implícitamen�e en la impecabilidad de Cri sto ,
en s u poder , sus mil agro s , y su propia explicación de s u mi s i 6 n .

Cínicos i ncrédulos

¿C6mo puede alguien realmente creer que Cri s to era D i o s· y , al mismo tiempo ,
pens ar que él e s fal i bl e y est! equivocado en alg o ? ¿ C6mo puede alquien realmente
c omprender que Cri sto e ra D i o s y hacer caso omi s o a sus propias palabras que ex­
plican el s ignif icado de su muerte ? S i , por consi gui ente , s omos conf rontado s por
alguien que es teol6gicame nte liberal y que niega la i nf alibilidad de las palabras
de Cristo , que no cree en los milagro s y rechaza la expiac i ón de Cri sto , no debemos

- 16 -
deci r , "Limitemos nuestros requi s itos a lo mínimo y simplemente pregunt�mosle s i
cree e n la deidad de Cri sto . "
No hace falta que nos molestemos en preguntarle sus puntos de vi sta sobre la
d eidad de Cristo porque su inc redulidad habla más elocuentemente que sus palabras .
No puede creer ser iamente y verdade ramente que Je sucri sto ha venido en carne , y de
ni nguna manera debemos b rindarle nuestro reconoc imi ento y aprobación espi rituales .
Si mi ramos más detenidamente lo que d i ce Juan , notaremos que el ap6stol no s 6-
lo otorga al S eñor su . nombre terrenal , s i no también su título . Juan condena a tod os
e so s maestros "que no conf i e san que J esu-CRI STO ha venido en carne . "
� l térmi no Cristo , o s ea el ungido , s iempre s e usa en la Escritura para indi­
car al Mes ías que salvaría a los hombres d e sus pecad o s . Cada vez que se menciona
la palabra Cri sto e s c omo el doblar de una hermosa campana que anuncia la obra que
el Salvador consum6 en el Calvario .

L a suf i ciencia total de Cristo

Por lo tanto , Juan incluye en su c la s if icaci6n de falsos maestros a los que


no creen que ya ha venido el que Dios des ign6 para que llevara nuestros pecados ,
el que consum.6 la prop iciaci6n perfecta po r todos nue stros pecados y nuestro úni co
Sacerdote . Cua lquiera que pretende s e r Cri stiano pero no cree que en el Calvario
Jesucri sto logr6 la satis facci ón completa po r el pecado y que su obra es el único
fundamento para el perdón d e todos los pecad o s , no está enseñando la Verdad .
Aquí nos recordamos que la pos i ci6n o f i cial de la Igle s ia Cat6li ca Romana e s­
tá totalmente opuesta a di cha ens eñanza evangélica .
La doctrina cat6l i corromana contradice llanamente lo único que es suficiente
d e la obra de Cristo y la justi f i cación por la fe s olamente , pero e s s obre e ste
punto que el ap6 stol Juan i ns i ste con vehemenc ia .
Juan no quie re decir con eso de que nos otros debemo s pregunta r , como mera co­
sa técnica , " ¿ Cree usted que Je suc ri sto vino en carne ? " Juan nos da una prueba efi­
c iente y adecuada del credo de un hombre . Juan quiere que nosotros formulemos la
pregunta s igui ent e : " ¿ Cree usted que el i nfalible reali zador de milagros , el Ri j o
de Dios , vino para sufr i r y mor i r en el Calvario para d e llevar nuestros pecados y
para ser nuestro único y omni suf iciente Sacerd ote y Mediador? ¿Cree usted que por
conf iar solamente en é l ( y no en usted mi smo ni en su iglesia o en ningún sacramen­
to ) s us pecados s er!n g ratuitamente lavad o s y que su alma ser& instantáneamente sal­
vada ? "
S i dicha pregunta no puede ser contestada pos itivamente , entonces nuestr� de­
ber s er& mostrarl e a esa persona , tan car iñosa y tiernamente como podamos , el mara­
vil l os o amo r de D i o s en Cri sto , pero no brindarle nue stro reconocimi ento y compañe­
r i smo . Nuestro deber e�mostrar a hombres y muj eres las implicacione s cabales de
la deidad de nuestro S eño r , no s ellarlos en la oscuridad de sus almas al darles la
aprobaci6n e sp iritual .

Una f órmula evas iva para la transigencia

A la pregunta de prueba de Juan s e la ha tergiversado para que sea una pregun­


ta evas iva y superf i c ial carente de sus implicaciones 16gicas . Pero esta es la téc­
nica que mucho s evangélicos han adoptado con el f i n de justificar su trans igencia y
coope raci 6n c on los falso s maestros .
¿Qué se imagi nan los evang€licos ecuménicos que Juan quiere dec i r con las pala­
bras que s iguen a e ste s éptimo y muy abusado vers í culo , "Cualquiera que • • • • no

- 17 -
per s evera en la doctrina d e C ri s to , no tiene a Dios " ( 2ª Juan 2 : 9 ) ? ¿Qu� qui ere de­
c i r Juan con " la doctrina de Cri s t o" ? Evident emente quiere decir toda la doctrina :
que Cri st o vino en carne , s uf ri6 y muri6 en el Calvario po r los pecadores , y se
convi r t i 6 en el Med iador y Salvador perfec t o y omni suf iciente para los que vi enen
a D i o s por é l .
La expr es i6n doctrina de Cris to i ncluye t oda la ve rdad acerca de su pers ona
inma culada , su infalibilidad , su conocimi ent o y ens eñanza pe rfecto s , sus milag ros ,
y su autoridad completa s obre su iglesia por todos los siglos . Juan dice que s i un
hombre rechaza la doctrina - de Cri s to , e s e hombre no debe ser cons iderado como ver­
dadero Cr i s tiano y la gente d ebe ser advertida de que el tal e s un falso maes t ro .
La cooperaci 6n con l o s moderni s ta s y Cat6licos es cont rario a la Biblia y muy
d ol oro s o para D i o s , y el u s o que los evang élicos ecum€nicos han hecho de 2 ª Juan 7 -
9 e s t a n superf icial y f al t o de e rudici6n que puede cons iderarse c omo una imi taci6n
bur lesca de la exég e s i s seria y hone s ta d e la S ag rada P alabra d e Dio s .

6 . La separaci6n es el pecado
de f omentar un c i sma

"La separaci6n e s mala po rque e s el pecado c i smático que e s condenado e n l ª


Cor i nt i o s 1 : 10 , donde Pablo o rdena ' y que n o haya ent re vos o t ro s divis iones ' ( d el
grieg o ' schi sma ' ) . P o r lo tanto , baj o ninguna circuns tancia debemos dividi r o per­
turbar a la Iglesia de D i o s . "

Res pues ta : La prime ra respue s ta a este argumento es simplemente completar la


ci t a de i ª Cori nt i o s 1 : 10 . Pablo ruega " que habl�i s todos una mi sma cosa , y que no
haya entre vos ot ro s divi s iones , s ino que es t€is perfectamente unido s en una mi sma
mente y en un mi smo parecer . "
Debemos preguntarno s , ¿ e s taba el ap6 s tol Pablo de acuerdo con los id6latras a
quienes l lam6 " i nc r �d ul o s i ni cuo s " ? ¿Es taba perfectamente unido en una mi sma ment e
y en un mi smo parecer con l o s j udai zantes ( a qui enes &l c onden6 ) , con los fal s o s
maes t r os 1ncr€dul o s ( d e quienes o rden6 l a separaci6n) o los f ornicari o s ( a quienes
excomulg 6 ) ?

Es evident e que el E s p í ri tu Sant o ( hablando por med i o de Pablo ) exige la uni­


dad entre los que puede n uni rse en mente y parecer , po rque aman y creen el mismo
Evangelio . E s t & mal aplicar el versículo para promover la unidad con fal sos mae s­
tros pue s t o que se nos manda que no e s t emo s de acuerdo con ell o s .
Debemos aclarar un pun t o adiCional acerca de las divi s i one s . Cisma es un t &r­
mino que cubre cualquie r f o rma de divi s i 6n que sea t o talmente injus tificada , tal
como la que es causada po r rencillas sin impo rtancia , el mal t empe ramento , un espí­
ritu que no perdona , el buscar el b i en propi o , el orgullo , l o s celos , un espíritu
parcial , la falta d e amor � e t c . Cualquier s eparaci6n que s e haga en obediencia al
clar o mandamiento de la E scritura ( debido a la falsa doct rina o algún otro error
serio) de ninguna manera puede cons idera rse como el "pecad o del cisma . "

7 . El t rigo y la c i zaña
d eben crecer juntos

"Es nue s tr o deber quedarnos en las denominaci one s , no importa cu&n malas lle­
guen a s er , y tamb i én c ooperar en nue s t ro evangeli smo con los que no comparten nues ­
tros punt os de vi s t a evangéli c o s , po rque el S eñor nos d i ce que s u Igles ia , tarde o
t emprano , va a contener e l ementos buenos y malos has ta el D ía del Juicio . La parábo­
la del trigo y la cizaña nos dice que no hagamos esfuerzos por asegurar una Igles ia
pura , s i no que d e j emo s que l os dos crezcan juntos has ta la si ega . "

- 18 -
Respue s ta : Los que usan e s t e argument o a favor del inclus ivi smo no tienen en
cuenta la i nt e rpretaci6n que el mi smo S eñor nos da de su parábola . Aparentemente ,
piensan que el campo en el cual el t rig o y la ci zaña crecen juntos representa la
I g l es i a . Por l o tanto , llegan a la conclus i 6n de que la parábola e s tá hablando'Cfe
la I g l e s ia cuando dice que los Cr i s tiano s y l o s que no son salvos continuarin vi­
vie nd o j unt os has ta la s iega .
S i n embargo , en Mateo 1 3 : 38 el Seño r nos dice que el campo representa el mun­
d
--o , no l a Igl e s ia . La parábo la no habla de la Iglesia en abs olut o .
Es t e error elemental en la expos ici6n de la par&bola ha conducido a una ense­
ñanza que contrad ice mucho s pasa j es del Nuevo Testamento . Versí culo t ras versículo
nos ins tan a que nos cui demos d e las falsas enseñanzas , a mantenerlas fuera de nues­
t ras congregaci ones y a rechazar a lo s que s on responsables de las mi smas .

8 . El S eño r o r5 po r la unidad entre todos


los creyentes , no po r la separac i 6n

' Es t& b i en t rabajar con los que profesan s e r Cr i s tiano s , ya sean evang�l i cos
cat6 l icorromano s , porque e l S eñor or6 por d icha unidad en Juan 1 7 : 2 1 . El S eñor
Jesuc r i s t o or6 : "Para que todos s ean uno ; para que el mundo crea que tii me envi as­
t e . " La s eparaci6n s i empre d ivid e y e s , por lo tanto , lo opue s t o a lo que el Salva­
dor d e s ea y po r lo que El o ra . '

Res pue s ta : ¿Por quiene s oraba el Salvador? ¿A qui�nes quería ver unidos en
perfecta unidad el S eño r Jes ucr i s t o ? ¿ Oraba por tod o s lo s que d icen s e r Cri s tiano s ?
Evident emente el S eñor n o o raba por los que " profesan ser C r i s tianos" , quienes
le d i rán en el D ía del Juic i o : "Seño r , S eñ o r , ¿ no prof e t i zamos en tu nombre • • • y
en tu nombre hicimos muchos milagro s ? " , porque les dir& , "Nunca os conocí ; apar­
taos d e mí , hacedores de maldad " (Mateo 1 7 : 22-2 3 ) .
Cuando leemo s la o raci6n del Salvador e n Juan 1 7 , descub rimo s que oraba espe­
cíf icamente por los que t ienen vida eterna y conocen a D i o s ( v . 3 ) ; que han venido
a Cr i s to y guardan su Palabra ( v . 6 ) ; que han recibido la Verdad ( vv . 7-8 ) ; que no
s on del mund o (vv . 1 4 y 1 6 ) ; que s on uno con la Divinidad ( v . 2 1 ) ; _ que han gus tado
de la g loria de D i o s ( v . 2 2 ) ; q ue son habi tados po r Cr i s to ( v . 2 3 ) ; que def ini tiva­
mente i rán al Ci elo ( v . 2 4 ) ; y que tienen el amo r del S eño r en ello s ( v . 2 6 ) .

Una oraci6n " exclus iva"

En o tras palabras , s e hace perfectament e claro que �a g ran oraci 6n de nues tro
S eñor e ra exclus ivament e para las personas que han nacido de nuevo que le conocen
y le ama n , y que creen impl íci tame nt e e� su Palabra . En Juan 1 7 , el S eñor def i ni ti­
vamente no hiz o petici one s a favo r de te6logos liberale s , etc . Jesús no o r6 por los
s uc es o re s espiri tuales d e Judas , el hi j 9 de perd ici6n ( v . 1 2 ) , ni po r ni ngún otro
que ni ega al S eñor o su Palabra .
La unidad por la que or6 e l S eño r Jesuc ri s to es una unidad que s 6l o puede exi s­
t i r ent re creyentes , porque el S eñor o ra---para que su pueblo sea uno , de la mi sma
f o rma que e l Pad re , el Hi j o , y el Es píri tu Sant o son uno . Orand o , Jesús pidi6 " para
que s ean uno , así como nos o t ro s s omos uno " ( v . 22 ) . Los miembros de la Deidad estiñ'
unido s en la V erdad y en la vida e s p i r i tual . L o s miembros de la gloriosa Divi nidad
j amá s pod rían encontrars e c r eyendo cosas diferentes ni repres entand o puntos de vis ­
t a d i f e rentes .
S i s omos Cri s t ianos Evang�l i c os s6lo podemos tener uni6n e spiritual con los que
e s t&n con noso tros en la Verdad , y j amás deb emo s pretender de que hay alguna unidad
e spiri tual entr e nos otros mi smos y los que no han encontrado a Cris to o los que ni e­
gan s u Evangelio . La unidad espiritual debe s e r exclus ivament e "en la Verdad . "

- 19 -
9 . El S eño r nos di j o que no
juzguemos a l o s demás

"No podemo s separarnos de otros que profe s an s e r Cri s t ianos porque el Seño r
d i j o que no debemos juzgar a los demás . Los que s on sepa ratistas pos een un espí­
r i tu c ensurado r y condenan a los demás d e una manera que el Señor nos prohibi6
cuando d i j o , ' No juzguéi s , para que no s eái s juzgados ' (Mateo 7 : 1 ) . "

Res pue s ta : Los que pre s entan e s t e argument o no han convenido con los nume­
rosos pas a j e s d e las Escri turas que nos mandan pract i car d i scernimiento a f in de
pro tegerno s contra los f al s o s ma e s tros . Por e j empl o , 1 ª Juan 4 : 1 dice : "Amados ,
no creái s a todo e s píritu , s i no probad los espíri tus si s on de D i o s ; porque mu­
chos fal s o s profetas han salido por el mund o . " Tambi én Romanos 1 6 : 1 7 dice : "Mas
os ruego , hermanos , que os f i j éi s en l o s que causan d ivi s i ones y tropiezos en con­
tra de l a doctrina que vos o tro s habéis aprend id o , y que o s apartéi s de ello s . "
En Mateo 7 , el Señor e s tá hablando acerca de la censura hipócri ta . Jesús en­
foca la a t enci 6n particularmente s obre los individuo s que cri tican a los demás por
hacer cosas que e ll o s mi smos hacen , y que no logran dar s e cuenta de la viga que
e s tá en el propio o j o de ello s . El S eñor no e s t& habland o aquí de nues tra obliga­
c i ón de e jerci tar d i scernimi ent o .

"Guardaos de l o s fal s o s profetas"

Los que usan Mateo 7 : 1 para proscribi r el d i scernimi ento Cr i s tiano deberían
c ontinuar l eyend o has ta l o s versícul o s 1 5 al 2 3 en el mi smo capítul o . En el v . 1 5
e l Seño r manda que nos cuidemos � e 1-os fal s o s pro f etas que vi enen a nosotros con
ves tidos de oveja s , pero po r dentro s on lobos rapaces . ¡ Jamás debemos permitir que
los l obos l l eguen a las ove j a s !
Luego el S eñor dice que podremos d i s cerni r a los fals o s maestros por sus f ru­
t os , dándono s una guía en cuant o a c6mo deb emos d i scerni r a los que son lobos . Los
liberales publi can mucho ' f ruto ' e n forma d e libros que niegan la f e . Los Cat 6l i­
cos celebran la Mi s a , etc .
En Ma teo 7 : 2 1- 2 3 el S eñor nos advi e r t e acerca d e muchos que pretenden hacer
cosas en su nombre , pero que son obradores de i ni quidad , y él no tiene absolutamen­
te nada que ve r con ellos . ¿Pod ría el Salvado r mandar que su pueblo s iguiera una
polít i ca cont raria? Si los q �e usan el argumento ci tado anteriormente tan s i quie­
ra l eyeran t od o el capí tulo 7 de Ma teo , d e scub ri rían que , t r!gi came nte , han enten­
dido mal las palab ra s del Salvador y han hecho que enseñe lo opue s t o a lo que él
enseña a lo largo del res to de d icho capítulo .

10 . A la Sard i s muerta , el Señor


le d i c e , a f i rma las cosas

"Apocal i ps i s 3 : 2 nos d i c e que nos quedemos en nues t ra s denominac ione s no im­


porta l o s punt os teológicos decadentes de la mayoría de los pas tores e igles ias
que haya en ella s . Nue s tr o deber e s s o s t ener en alto la Verdad en los lugares más
o s cur o s , y as í ' af i rmar las cosas . ' Es ta s palab ras fueron dirigidas a Sard i s , que
en sí mi sma era una igl e s i a mue rta . S e nos llama a vivi r el resto de nues tras vi­
das c omo una mino ría f i el , si es necesar i o . "

Res pue s ta : Lo s que prese ntan e s t e argumento supo nen que la igle s ia de Sardis
e s taba doctrinalmente muerta . Pero la iglesia de Sard i s parece habe r sido de creen­
cias ortodoxas . No había negad o las doctrinas fundamentales de la f e que salvan el
alma , y gozaba de una reputac ión d e ser s ólida .

- 20 -
Sardi s fue reprobada po rque la cong regaci6n , a pesar de ser nomi nalment e sana ,
es t aba vi rtualme nt e muerta en t érminos de vida y vi talidad espi ri tuales . Las perso­
nas estaban f i rme s , pero f i rmemente dormidas . A Sard i s no s e le di j o que disciplina­
ra a los her e j e s y que ref o rmara su posici6n doctrinal ; se le d i j o , ' ¡ Despiertate ! '
El mandami ento--"Af i rma las o tras cosas"--quiere deci r : "Muevan las b rasas de
la vida espiritual que se es tán apagando ; prediquen el Evangeli o y caminen con el
Seño r . Acaben con e l f río f o rmali smo y l a reincidenc ia . "
Es par t i cularment e s igni f icativo que a la iglesia de Sardis s e l e haya dado s6-
l o un breve ti empo para arrepent i r s e y c onverti rse en una congregaci6n ve rdaderamen­
te s eria y dedi cada .
El hecho de que a una i g l e s ia t �c ni came nte ' sana ' s e le haya dado un breve t i em­
po para arrepent i rs e , d i f íc i lmente sea de alient o pa ra que los Evangélicos se pasen
toda la vida (y mi ni s terios ) e n igles ias completamente ap6s tatas .

El mandamiento a la acci6n urgente

La s c ar tas a las o tras ig les ias en Apocal i p s i s 2-3 , i nd ican que el Señor exig e
que se le dé atenc i 6n i nmediata a l a s falsás doctrinas en sus igles ias . A l a s igle­
s ia s se las reprend e s eve rame nte por t olerar a fal s o s maes tros por cualquier período
d e t i empo . ¿Es es to cons ecuente con la idea de que los creyentes deberían quedarse
el res t o de sus vidas en un medi o ambi ente ap6 s tata?
La f ras e en Apocalips i s 3 : 2 --"Af i rma las o t ras cosas "--con toda s eguridad que
nunca tuvo la i ntenci6n de jus t i f i car la t rans igencia . D icho s ea de paso , el sacar a
e s t e versículo del contexto para usarlo de esa manera s ería como caminar en punta de
pies por un campo de mi nas exp l o s ivas , r�presentad o por los ve rsículos ci rcundant es ,
todos los cual es proclaman la más s eve ra censura por parte de Dios con re specto a una
s i tuaci 6n doctrinalmente confusa en sus iglesias .
Cualquier lect o r que con una mente imparcial evalúe los argumentos en cont ra d e
la separaci6n , pronto e s tar� d e acuerdo en que cons ti tuyen un caso sorprendentement e
débil y mal c ons iderad o . Cuando pas tores capaci tados y talentosos se ven obligados a
recurr i r a argumentos c omo los antedicho s , e s to s i rve para mo s t rar que la Biblia e s
consecuent emente clara e n su i ns i s tencia c o n respect o al deber de l a separación .

LA SEPARACION ES POSITIVA--NO NEGATIVA

Para muchas personas el mandami ento a la s eparación cons t i tuye un requisito muy
negativo , pero en r eali dad e s uno de los aspectos más p o s i t ivos de la obedi encia en
la vida C r i s t iana .
La separación píb lica puede defini r s e muy simplemente como la obediencia a los
g randes textos de "no t ocar" de las Escr i turas . Es pos i tiva porque garanti za la se­
gur idad y pur eza d o;c trinales de las igles ias , así como tambi�n sus bendicione s en el
s e rvic i o del Señor .
La s eparaci6n puede ver s e en una luz más pos i t iva cuando cons ide ramos algunos
t�rmino s e quivalent es , o s i n6 nimo s . En vez de la palabra s eparación , podemos usar la
palabra devo ci 6 n , la cual habla d e que es tamo s exclusivamente comprome tidos a algui en
algo . Es un s i n6nimo razonable , porque s eparaci6n s igni f i ca que estamos exclusiva­
mente del lado del Señor y que no pre s tamo s s e rvic i o de ninguna clase a sus enemig o s .
E s t amo s verdaderamente dedicad o s a él .
La palabra devoc i 6n c omuni c a una hermo s a y po s i tiva f idel idad al S eño r , y esto
es exactamente lo que s igni f i ca s eparac i 6n.
O t ro s s in6nimos d e s eparac ión ayudarán a resal tar el aspecto pos itivo de este
t é rmi no . Podemos pensar en compromet imiento , lealtad , f idelidad y legitimidad . Todas

- 21 -
e s tas palabras d e sc riben c6mo los maridos y las esposas deberían amarse y cuidarse
unos a o t r o s , manteni énd o s e f i el e s mutuament e y exclus ivamente el uno para el otro .
Dichas palabras s o n también s in6nimo s perfectos de separaci6n para el Seño r . Sepa­
raci 6n s ig ni f i ca que amamos al S eñor , y le vamos a obed ecer y servi r con tod o nues­
t ro coraz6n , a lma y fuerza . Nos vamos a mant ener alejad o s d e las cosas que �l odia
y pe rmanecer f i eles a él , no impo rta las ins i nuaci ones y propues tas que nos hagan
l o s fal s o s mae s tros .
El mandami ento a la s eparac i6n en 2ª Corint io s 6 , termi na con e s ta prome sa ( vv .
1 7- 1 8 ) --"Y yo os recibiré , y s eré para vosotros por Padre , y vosotros me seréi s hi­
j o s e hi jas , d i c e el S eñor Todopodero s o . "
En r ealidad , e l Señor d ic e : ' Qui ero recibirlo s , quiero que sean exclus ivament e
mío s . Est oy avergonzado de las alianza s d e us t edes . No puedo moverme entre us tede s
y b endecirlos c omo qui siera . No puedo manif e s tar mi presencia entre us tedes . Ansío
moverme e nt re las congregaciones de us tedes y bendecir a t odas sus familias d e una
manera pod e ros a • '

Mot ivo de a f l i c c i 6n al Espíritu

' U s tedes les rin4en homenaj e a l o s que son mi s enemi g o s , y buscan la ayuda de
los que odian mi Palabra . Tocan la mús i ca de un mundo caído y les sonríen a los que
s o n totalmente mundanos . Me han hecho sal i r avergonzad o de mi s propias igles ias y
han afli j i do a mi E s píritu has ta ahuyentarlo .
' Quiero ama rlos y abraza rlos y moverme entre us ted e s pero no puedo hacerlo de
una fo rma i nt eg ral has t a que s e s eparen de las cosas que me son ofens ivas . Cuando
demues t ren que verdaderament e me aman , yo voy a veni r a us t edes . '
¿ C6mo podemos trabajar y cooperar con l o s que des preci an la Palab ra y rechazan
la suf icie nc i a del Calvario? La separaci 6n del error es el único ac to pos i tivo y
real de verdad e ro c ompromet imiento y leal tad al S eñor y su propia Palabra .

* * * * * * * * * * * * * *

Ar tículo d e l SWORD & TROWEL


por el Dr . P e t e r Ma s t ers
Pas tor del Met ro poli tan Tabernacl e
Supleme nto pub l i cado e imp r e so po r
The Metropoli tan Tabernacle
El ephant & Ca s tl e
Lond re s SE ! 6 SD , Inglaterra .
P a ternidad L i terari a 1 9 83

Vers i 6n cas t ellana de


Dante N . Ro s so
Ago s t o d e 1 9 84

- 22 -
EN EL EVANGELISMO O LAS ASOCIACIONES DE IGLES IAS , ¿DE BERIA LA UNIDAD ESTAR ANTES
QUE LA VERDAD ? ¿ES EL AMOR MAS IMPORTANTE QUE LA DOCTRINA?

Es evidente que los escritores neo-evang él i c o s más promi nentes en el mundo


evangélico c reen que nues tra meta principal d ebe s e r eliminar las d i s tinciones
doctrinales y enfat i za r la unidad ent re los que d icen s e r Cris tianos .

S egún la opini 6n d e ello s , debe habe r una reducción al mínimo de las diferen­
cias d octrinales para darles a los Cr is t iano s un f rente unido que impres ione al
mundo y así asegurar que le pres ten atenc i 6 n .
Es ta pos ición , n o impo rta cuán atract iva e impres ionante s ea exteriorment e al
obs e rvador super f i cial , e s un desas tre cuando se la mi ra a la luz de la Escri tura .
La g ran comi sión d e nue s tr o S eñor J e suc r i s t o tiene un énfas is muy d i ferente , que
e s tá en c ontradicci6n t otal a la filos of ía del evangel i smo ecuménico .
La g ran comi sión � dice , ' Hagan di scípulo s de todas las naciones po r cuales­
quie r medios o método s que se le s pueda o curri r . ' Nue s t ro S eñor fue mucho más espe­
cíf ico en cuanto a cómo d ebía hacerse su obra en e s te mundo .
La g ran c omis i�ambi én contiene el mandami ento d e t raer a los convertidos
i nmediatame nte a un prog rama de enseñanza . Nót e s e cuán def init ivamente s e enfatiza
e s t o en las palabras del S eñor Jesús : "Enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado" ( Ma teo 2 8 : 2 0 ) .
En o tras palabras , la Escritura entera e s la base de es ta ins t rucción , y e s t e
d eb e ser e l énfas i s supremo de l a g ran comi s ión en cuant o a pri oridades . Es una
r e s po nsab ilidad vi tal i c ia que s e le as igna al pas tor/mae s tro , baj o el Es pí ritu de
D i o s , de inst rui r al nuevo convertido en todo el cons e j o de la Verdad que Dios nos
ha revelad o .

L a comi s i6n de Dios minimizada

Es ta es la g ran tarea que , en el evangeli smo e cuménic o mod erno , ha s ido mini­
mi zada hasta el punto de desaparece r to talmente . La nueva meta es guiar a la perso­
na a Cris to y luego deja rla i r para que ' e s c o ja una iglesia de su el ecci6n ' ( o ni n­
guna i glesia , s i a s í lo p re f iere ) .
Al ' conver t id o ' s e lo deja al cuidado del E s pí r i tu Sant o . El neo-evangélico
ha hecho su t raba j o de evangelizar al mundo med i ante las técnicas fáciles de la
me todología del s ig l o ve int e .
Una de las ideas bás icas de la f il o s o f ía actual del evangeli smo ecuménico es
que el amor es realmente más importante que la doctrina . Los es cri tore s neo-evan­
gélicostiOs" di cen q ue la doctrina divide , mi ent ra s que el amor uni fica .
¿Qué d i ce la Bibl ia con res pecto a e s t o ? ¿Es realmente cierto que en el Nuevo
Tes tame nto el amo r e s más importante que la doctrina , o la Verdad ? En el llamado
capítulo del ' amo r ' de l ª Corint i o s 1 3 , se nos d i ce lo s iguiente :
"Y ahora permane cen la f e , la e speranza y el amor , estos t res ; pero el mayor
de ellos es el amo r " ( agape ) .
Algunos di cen , " ¡ Es o lo r esuelve t odo--el amo r es supr emo ! " Pero cuando exa­
minamos más deteni damente e s e capítulo , de s cubr imo s que la Verdad también es tá men­
cionada en el mi smo . En el ver sículo 6 s e nos d i ce que , el amor se goza de la ver­
dad . En o t ras palabra s , la f e , la e speranza y la verdad son vi rtudes pero la Verdad
t"I'ene una pos ici6n to talmente di ferent e . Es el marco de refer encia , el fundamento ,
la atmó s fera s i n las cuale s las virtudes tale s c omo el ,!!!!2! no pueden existir de
ninguna mane ra .
E l amo r s e goza d e la verdad . ¿ Por qué ? P orque sin la Verdad para def inirlo ,
para int erpretarlo , para pro tegerlo , para guiarl o , para canal i zarlo--el amor puede
converti rse en un d e sa s t re to tal . No nos at revemos a colocar la Ve rdad en el mi smo
nivel de las virtude s . Las vi rtudes s e marchi tarían y mo rirían si no fuera por la
V erdad .
- 23 -
Es d i f ícil imagi nar que la vida en es t e planeta pudi era exi s t i r sin el agua .
El agua es abs o lu�amente imp re scindible para la vida , mi ent ras s e mantenga dentro
de los conduct o s apropiad o s , d ent ro de sus canales , acueduc tos y tuberías corres­
p ondi entes . Pero cuando el agua se sale del c ont rol , se convi erte en la segunda ma­
yor cat!s t rofe que puede ocurri rle a e s t e plane ta , con el fueg o en prime r lugar .
Por una part e , e s una bendición esencial abs oluta , pero por otra puede convertirse
en un desas t re cas i t otal . As í es tamb i én c on el amo r .

La definición que D i o s . da del amor

El amor s i n la def ini c i ón divina ( lo s canale s revelados por Dios dentro de los
cuales debe flui r ) se convi erte en la cosa más horrible del mund o . Puede des trui r
a mi llones de s e re s hYmanos , y puede s e r reducido a un s entimentali smo sat!ni co .
Obs érves e lo que suced e d entr o de un hogar cuando una madre o ·padre muestran
amo r hacia un hi j o r ehus ánd o s e a d i s c i pl i narl o . En el nombre del amor el hi j o e s
d e s t ruido , c omo el l i b r o de Proverb i o s lo expli ca clarament e .
Según l o define D i o s , e l amor hace por una persona aquello que e s lo me j or pa­
ra ella a la luz de la eternidad , no importa cuál s ea el cos t o . As í es como lo de­
f ine D i o s .
De alguna mane ra , cuando se trata del evangeli smo mundial , mucha gente se ha
olvidado de las def inici one s divinas y ha caíd o en e l sent imentali smo . Debemos con­
s id e rar alguno s pasaje s clave s de las E s c r i turas para ilus t rar la d i f erencia ent re
e l amor - � la Verdad .
.
"Di j o entonces Jesús a lo s jud íos que habían creído en él : Si voso tros perma­
neciere i s en mi palabra , s eréi s verdaderamente mi s d i s c ípulos ; y conoceréi s la ver­
dad , y la verdad o s hará libres " ( Juan 8 : 3 1 ) .
El S eñor Jes uc ri s t o d i j o que la libertad f inal sólo puede lograrse mediante la
s umi s ión total y la rend i c i ón incondici ona l a la Verdad . Aquí no hay nada con res­
pecto al amo r .

E l amor obedece a la Verdad

Hay muchos que hablan de un mod o vehemente de su amor por Jesuc r i s t o y por los
perdidos . Leamos la declaración c ortante que nue s t ro Señor da en los versículos 1 5 ,
2 1 , 2 3 y 2 4 de Juan 1 4 , cuando hace énf a si s en que la obedi encia a la Verdad es la
me j o r f o rma del amor :
" S i me amái s , guardad mi s mandamient o s • • • El que t iene mis mandamiento s , y los
guardá , é s e es el que me ama • • • El que me ama , mi palabra guardar! ; y mi Padre le
amará , y vend remos a él , y har emos morada con él . El que no me ama , no guarda mi s
palabras . n :
Es to :e s lo que podemos llamar la prueba de fuego del amor-- ¿Ob edece la persona
l o s mandamient o s del Seño r Jes ucri s t o ? En realidad no hace ninguna diferencia que
hablemos mucho de nue s t ro amor si no e stamo s obedeci endo a Cri s to . ¿No es es to una
t ragedia en los hogare s , cuando o ca s i onalment e , los hi j o s le di cen a la madre o al
padre , ' Te amo ' , y le e s c ri ben es tas palabras en una tar j e ta de cumpl eaños o para
navidad ?
S i n embargo , mucho s padres s i enten verdade ra aflicción porque durante todo el
año , o por lo menos durante larg o s per íodos de t i empo , e so s mi smos hi jos muestran
muy poca obedi encia o respe t o , y esas palabras s entimentales , por lo tanto , signi­
f i can muy poco o nada .
La obediencia es l o que val e , no las palabras . La obedi encia s in amor es teóri ­
cament e pos ible , pero el amor s i n obedi enc ia es impos ible . Es un subs t i tuto satáni­
c o del plan de D i o s .

- 24 -
En Juan 2 1 s e nos da un e j empl o de algui en que decía mucho acerca d e su amo r
p o r Jesús , pero cuand o tuvo que demos t rarl o , la obedi encia brillaba por su ausen­
cia . Es a persona , por supue s to , s e llamaba Ped ro . Ins i s ti6 en que su fidel idad ja­
más vacilaría , d i ci endo : ' Aunque tod o s l os d i s cípulos t e t raici onen , yo permaneceré
f i el . Tú puedes c ontar conmig o . '

El amor enseña la Verdad

P e ro cuando vino la pres i6n , su resoluci 6n se desvaneci6 , neg 6 a su Seño r , y


cuand o Jesús lo mir5 en el pati o , Pedro sal i 6 d el lugar y llor6 amargament e . De s ­
pués de l a resur recc i 6n , e s tand o a orillas d e l mar de Galilea , e l S eño r Jesuc ri s to
enf rent 6 a Pedro , muy cariñosamente , pero en verdad , y le d i j o :
"Sim6n , hi j o d e Jon!s , ¿me amas m&s que é s t o s ? "-- ¿me amas realmente más que
e s tos o tros d i scípulo s ?-- "Le respondi6 : S í , Seño r ; tú sabes que te amo . El le di j o :
Apacienta mis c o rderos • • • Pas t o rea mis ovejas • • • Apaci enta mis ovejas" ( Juan 2 1 : 1 5 -
17) .
¿ C6mo expresamos amor al S eño r Jesuc ri s to , s egún la lecci6n que nos da e s ta
confr ontaci6n? Apacentand o sus oveja s , c omo tamb i én lo orden5 en la g ran comi s i6n:
Ins truye ndo a su pueblo y adi e s t r&ndolo e n t od o el cons e j o de D i o s , "enseñAndoles
que guarden t odas las cosas que os he mandado . "
Hechos 2 0 provee un buen ejempl o d e un ap6 s tol que obedeci6 la gran comi s i6n
del S eñor Jesucri s t o .
A pe sar d e que no dice nada del amor po r e l pueblo efesio e n e s te pasaje , Pa­
blo mos tr5 el amo r supremo de cualquier d i sc ípul o hac ia esos creyentes . ¿Qué hi zo
po r ello s ? ¿Les d i j o , ' Lo s amo , los amo , los amo ' ? Hechos 2 0 : 2 6 y 27 nos dan la
respue s ta :
"Por tant o , yo o s protes to en el día de hoy , que e s toy limpio de la sangre de
t od os ; porque no he rehuid o anunciaros todo el cons e j o de Dios . "
Pablo había e s tado predi cando po r tres me s e s , y después que alguno s habían ha­
blado en c ont ra de su mens a j e , decidió separarse con los d i scípulos para continuar
reuniénd o s e en la e sc uela de Ti rano . En e s t e luga r , por dos años , ins truyó a ese
g rupo en todo el c ons e jo de Dios . Tratemos de imagina r el adie s t ramiento prolonga­
d o , i nt ens ivo y profundo que eso s ancianos e f e s i o s deben haber expe rimentado a t ra­
vés de Pablo .

El amor no excluye nada

El resul t ad o fue , " • • • que t od o s los que habi taban en As ia , judíos y griegos ,
oyeron la palabra del Señor Jesús . " Todos en la provi ncia oyeron el ve rdad ero men­
s a j e acerca d e Cri s to porque Pablo basaba su evangeli smo en las ins t rucc iones doc­
t rinale s claras y sanas de e s a banda d e pione ro s . Esa es la clave divi na para el
evangeli smo mund i al .
El evang el i smo moderno al e s ti l o ecum�nico habría llegado a la ciudad de Efe­
s o , habría proclamado un mensa j e s impli ficad o , no conflictivo y pulid o , y luego hu­
biera s alido apresuradame nte para i r a otra ciudad .
No e ra fácil para Pablo predi car el mat erial doctrinal que enseñaba a e s o s
creyentes e n Efeso . Pablo t ra t 6 de doctrinas que e ran conflictivas , ofens ivas y
divi s iva s , por lo cual les d i j o , ' no he rehuido anunciaros • • ' Reco rdemos las pa­

labras de G&l a ta s 1 : 6 -8 :
"Es to y maravillado de que tan pronto os hay41 s ale jad o del que os llam6 por
la gracia de C ri s to , para s egui r un evang el i o d i f erent e . No que haya o t ro , s i no
que hay algunos que o s perturban y quieren perver t i r el evangelio de Cri s to . Mas
s i aun nos o t ro s , o un &ngel del cielo , o s anunciare o t ro evangeli o d i ferente del
que os hemos anunc i ad o , s ea anatema . "
¿Por qu� s er tan bru sc o y qui zás poner en peligro la cariños a relaci6n que
� l g ozaba con esa igles i a ? S e hacía necesari o el rie sg o de convert irse en el ene­
mig o de el los , c omo Pablo nos dice en Gálatas 4 , a f i n de decirle s la Verdad .
Un pas a j e e n Efe s ios 4 nos dice c6mo lograr el equil ibrio perfec t o . N6tense
l o s d o nes que D i o s ha dado a la verdadera I g l e s ia , el cuerpo de Cri s to , para el
s e rvicio y mini s t e r i o en e s ta época .
"Y �l mi smo cons t i tuy6 a uno s , ap6 s tole s · a o tros , rofeta s ; a o tros evan e­
l i s ta s ; a otros , pas t ores y maes tros E f e s i o s 4 : 1 1 •
Cada uno de e stos done s en la forma �e una persona es una persona doctrinal .
T odas ellas e s tán totalment e involucradas en la Ve rdad . Todas e s taban to talmente
i nvoluc radas en predi car , enseñar y d i s c i plinar a la luz d e la Verdad revelada .
En el Nuevo Testamento no hay ni nguna cla s e de enseñanza que sug ie ra que el amor
e s más importante que la doc trina o la Verdad .
En e s t e pasa j e , el ver s í culo 1 5 se refi ere al amor cuando dice , "sigui endo
la verdad en amor . " El amo r e s la forma y el m€todo de hablar o s eguir la Verdad .
E l amor es el s ie rvo de la Verdad . Hace que sea más fác i l de recib i r , absorber y
digeri r . Pero j amás debe permi tí rsel e que ecl ipse o ponga a un lado la Verdad .
La Verdad de Dios no puede c ambiar j amá s , pero la Verdad de Dios en las ma­
nos d e mensaj e ro s humano s e s una cosa muy deli cada y frág i l . O s e la proclama y
d e f iende vigorosamente o tiende a evapo rarse en el transcurso d e una gene raci6n.
La Verdad no puede perpe tuarse med iant e la t rans igencia , y la t rans igencia
no puede evi tar s e s i n la separac i 6 n . Es t e principio bás i c o ha s ido ilust rado una
y o tra vez en la h i s t oria de grupos d e igles ias , i ns t i tuci ones cris tianas de edu­
caci6n superior , s o c i edad e s mi s i oneras , e tc . , e tc . , durante los s iglos .
P odemos nombrar g rupo t ras g rupo y o rgani zaci6n t ras o rgani zaci6n que comen­
zaron con el profundo deseo d e honrar a Jesucri s t o y su preciosa palabra . Pero en
el t ranscurs o de una , d os o a lo más tres generacione s , fracasaron como ins trumen­
t o s del Espíri tu Sant o porque no hubo determinaci6n ni cora j e para poner en vigor
la s e paraci6n bíb li c a de los eleme nt os que envenenaban , contami naban y destruían
el t e s t imonio ese ncial .

El amor res i s t e l o s venenos

La ciencia no conoce s i s tema orgánic o alguno , que pueda sobrevivir s in un


proc e s o i ntrincad o , comple j o y que s e us e cons tantemente , que purifi que al s i s­
t ema orgáni co de las sustancias t6xi cas que l o atacan. Y e sto tambi �n es cierto
en la Igl e s ia de Cri st o , en los e s fuerzo s por entender y perpetuar la Verdad de
D i o s . Es impo s ible que una o rgani zaci6n pueda sobrevivi r a menos que t enga un
s i s t ema que la puri f i que de las influencias noc ivas .
Necesi tamo s recordar de que e s tamos en . un medi o amb i ent e o atm6s f era suma­
ment e noc ivo . Es tamos i nmerso s en el mundo de Sataná s , y �l tiene acce s o cons­
t ante a cualquie r s iervo de D i o s a trav6s de su naturaleza caída .
S i n embargo , alguno s piens an que la meta de ganar pers onas para Cris to e s
mis importante que s o s tener f ielme nt e t odas las enseñanz a s de la Biblia .
"No os engañ�is ; Dios no puede s e r burlado : pues t od o lo que el hombre s em­
b rare , e s o tambi én s egará" ( G&latas 6 : 7 ) .
Toda la cue s t i 6n del �xi to en el mi ni s terio cri s t iano neces i ta reexaminarse
c ons tantemente . ¿ C5mo puede evaluars e el �xi to relat ivo de un mini s t erio cri s t ia­
no aparte de la i nfali bl e e i nerrable Palabra de D i o s ? ¿Qui�n puede determinar
lo que el �xi to s igni f ica?

- 26 -
El amor obedece l o s prec eptos divino s

¿ Fue un éxi to l a cruz de Cr i s t o ? Aparentemente e l mundo no l o piensa así . Lo


que cons ideramos un éxi t o en el mi ni s terio de un compañero creyente puede resultar
e n un horrendo fracaso en el Tr ibunal de C r i s to .
El juicio comenzará con la Igl e s ia , y cuando llegue e s e día descubri remos que
un hombre no ser! c oronado a menos que haya cont endid o leg í t imament e ( 2 ª Timo teo
2 : 5 ) . Los que c orren la carrera cri s t iana d eben correr de acuerdo con las reglas de
Cri s to si e speran recib i r un pr emi o . P o r cons iguiente , la cue s t i6n no es velocidad
y ruido sino obediencia humilde y dedicad a a su Palabra . Pablo dice : " Corred de tal
manera que l o obtengái s " ( ! ª Co rint i o s 9 : 2 4) .
No e s tamos sug i riendo , ni por un momento s iquiera , que la s eparaci6n bíblica
d ebiera conduci r a los extremos de a i slami ent o que a menudo s on dibujados como una
c aricatura de la pos i c i 6n s eparati s ta . D i o s no puede ser honrado po r la trans igen­
c ia ni por el a i slamiento . El S eñor Jes uc r i s t o nos d i o el e j emplo perfecto en su
relaci 6n con gent e t erribleme nt e pecad ora . Nos mos t r6 c6mo estar totalmente s epara­
d o s de los pecado s de ellos en todo momento , y aun a s í es tar involucrados con las
t ales pe rsonas d e manera q,ue puedan oir su mensaj e ..
La s eparaci6n e s el factor que d omi na las relaci one s de Dios con Is rael aun
ant e s d e Moi sés , en el llamamiento d e Abraham . P odríamos es tudiar las ref inadas ayu­
das visuale s del Tabernácul o , el Templo y el Sacerdoci o , los atrio s y las cortinas ,
y notar los horrend o s cas t ig o s que cayeron s obre las personas que de alguna forma
c omprometieron o contaminaron e l prec ios o e inf ini tamente delicado repos itorio de
l a Verdad revelada por Dios .
En el Ant iguo T e s tame nt o tenemo s un mi l enio y med i o de ayudas vi suales s obre
la doct rina de la s eparaci6n del error c omo antecedente necesario para la revela­
c i 6n del Nuevo T e s t ament o en cuanto a e s e t ema .
Qui s ie ra pre se ntar al má s g rande p redi cado r , al e s t ilo antiguotes tamentario :
Juan el Baut i s ta . ¿Qu� clase de trans igencia podemo s detectar en Juan el Bautis ta?
"Al ver él que muchos de los f ari s e o s y d e los saduceos venían a su bautismo ,
les decía : ¡ Generaci6n de víboras ! ¿Quién os ens eñ6 a hui r de la ira venidera? Ha­
ced , pue s , f ruto s d igno s de arrepentimient o • • • Y ya también e l hacha e s tá pue s ta a
la raí z de los árboles • • • " (Ma teo 3 : 7 , 8 y 1 0 ) .
Juan el Baut i s ta les dio dos alternat ivas a sus oyentes . O deb ían ser bautiza­
d o s con el E s pí r i tu Santo , o con fuego . O debían s e r inme rsos en el E s píri tu de D i o s
mediante la f e en e l Mes ía s , o deb ían s e r i nmersos e n el fuego d e un inf ierno e terno .
¿ C6mo sabemo s que e s t e pasaje s e ref iere al fuego del infierno ? Po rque el mi smo
versí culo s iguiente d i c e que Cristo "quemará la pa ja en fuego que nunca s e apagará . "
En e s ta predi caci 6n no hay ni un áp ice de t rans igencia , acomodo , neg ociaci6n o parti­
c i paci6n de las in.t r o speccione s religiosas con e s o s ap6s tatas religiosos .
¿Podemos decir que ese fue un enfoque cariños o de parte de Juan el Baut i s ta?
Ese e ra el único enfoque pos i ble . ¿De qué o tra manera pod ía expre sarse el ' amor '
verdade ro en el caso d e personas que e s taban en el borde del inf ierno eterno y que
s 6lo podían salvars e al s e r sacudidas para que reconocieran su depravada condici 6n
y el i nmi nente jui c i o de D io s ? Y e n mi opini 6n perso nal , fue s obre la bas e de es ta
predi caci 6n que leemos en el libro de Hechos que muchos de los fari seos creyeron .
Con la adve rtencia de Juan el Baut i s ta reson&ndoles en lo s oído s s e dieron cuenta
de la s ituaci6n en que se encontraban en la pre s encia de un Dios sant o .

El amor proteg e a l a g rey

¿Alent6 el S eñ o r J e suc r i s t o a sus d i scípulos para que e scucharan ben�volament e


a otros l íderes rel i g io s os de esa época? ¿Le s sugirió que tenían que exponerse a

- 27 -
l o s d i f erente s puntos d e vi s ta relig iosos a fin de que ampli aran su comprens i6n de
las opc ione s d i s poni bl e s ? La re spue s ta s e da en Mat eo 7 : 1 5 , donde el S eñor dice :
"Guardaos de l o s f al s o s profetas , que vi enen a vos ot ro s con ves tidos de ove jas ,
pero por dentro s on l obos rapaces . "
El S eñor Je sfis tambi én di j o , "Mirad , g uardaos de la levadura de los fari seos • • • "
( Mateo 1 6 : 6 ) . En o t ras palabras , ' No s e atrevan a s ometerse a la ens eñanza de ellos ,
po rque su influencia contami nante y venenos a es abs olutamente mor tal . ' Sin embargo ,
hoy los neo-evangélicos nos dicen que deberíamos tanto ens eñar c omo e s tudiar en uni­
ver s idades y coleg i o s d e t eología liberal e s ( o s emi-l iberales ) .
Pero ahora l eamos Mat eo 1 0 : 34 , donde el Salvador dice : "No pens é i s que h e veni­
do para t raer paz a la t i e rra . "
Hay una cosa que e s peor que la divi s i 6n y e s o e s la paz c on l a t rans igencia .
La Verdad e s inf i ni t amente más importante que la unidad .
" • • • No he venido para t raer paz , s i no e spada . Porque he venido para poner en
di s ensi 6n al hombre contra su padre , a la hi j a contra su madre , y a la nuera contra
su sueg ra ; y l o s enemig o s del hombre s erán l o s de s u casa11 (Mateo 1 0 : 3 4 - 36 ) .

El amor corrige el e rr o r

¿ P o r qué ? P orque p o r amo r a la Verdad , has ta l a familia ( la unidad más estre­


t rechamente vi nculada del mund o ) será dividida por la hos tilidad y la enemis tad , a
f i n de que po r lo menos alguien dent ro de e s a unidad pueda perpe tuar la Verdad de
Di o s . ¿ C6mo ed i f i ca rá e l S eñor Jesucri s to su iglesia? La edif icará mediante la s e­
paraci6n del error . Co ns id�rese Ma teo 1 8 : 1 5- 1 7 :
"Po r tant o , s i tu hermano peca cont ra ti , vé y repréndele e s tando tú y él so­
l o s ; s i te oyere , has ganado a tu hermano . Mas s i no te oyere , toma a(in contigo a
uno o d o s , para que en boca de dos o t re s t e stigos cons te toda palabra . Si no los
oyere a ell o s , dilo a la i gles i a ; y s i no oyere a la igles ia , tenl e por gentil y
publicano . "
Es to s ig nif ica que el erro r , ya s ea moral o doctri nal , debe s e r el imi nado del
cuerpo , o la igle s i a no puede c recer de la fini ca manera en que puede honrar a Dios .
En Romanos 1 6 : 1 7 , el ap6 s t ol Pablo di ce :
"Mas o s ruego , hermano s , que os f i j � i s e n l o s que causan d ivis i ones y tropie­
zos en contra de la doctrina que vos o t ro s habéi s aprendido , y que o s apartéis de
ello s . "
Debemos f i jarno s , vig ilar y obse rva r . Si honramo s y amamos al S eño r Jesucris­
t o , mantend r emos vig ilanc i a s obre cualqui er cosa que pueda des t rui r su Verdad . Evi­
taremo s a esas personas , y nos apartaremo s d e ellas .
E s muy s igni f i cat ivo que el tamaño de la compañía en erro r , o el balance ma­
yor itario o minori tari o , no s e di scuta aquí . Martín Lutero pud o marcar o discerni r
a lo s que causaban d ivi s i o ne s y t ropiezos en contra de la doc t rina que él había a­
prendido de las Sag radas E s c ri turas , y s e apart6 d e ello s . Por tant o , él excomulg6
a t oda la Iglesia Cat6li ca Romana . A t oda la vas ta mayoría de la cri s tiandad de Eu­
r opa O ccid ental le di j o : " ¡ ana tema ! " Alabad o sea D i o s po r esa d eci s i6n , que involu­
c r6 enorme coraj e .
Al t ratar con l o s corint i o s que habían f racasad o en excomul gar a un ap6 s tata
moral de su medio , Pablo di j o :
"Os he e s c r i t o por carta que no os j unt é i s c o n los f orni car i o s ; no abs oluta­
mente con los f ornicari o s de e s te mund o , o con los avaros , o con los ladrones , o
con l o s id6latras ; pues en tal caso o s s e r ía necesario sali r del mundo . �s bien
o s e s cribí que no os j unt �is con ni nguno que , llamándose hermano , fuere f orni ca­
rio , o avar o , o id6l a t ra , o maldi c i ent e , o borracho , o ladr6n; con el tal ni aun
comái s . Porque ¿ qu� raz6n tendría yo para j uz gar a los que e s t&n fuera? ¿No juz­
gái s vos ot r o s a l o s que e s t&n dentro ? "

- 28 -
N6t e s e es ta asombrosa declarac i6n de separac i 6n bíblica . No nos s eparamos de
pe r sonas i nmorales que no s on cri s tiano s creyent e s . Debemos asociarno s con publi­
cano s y pecadore s que s on los recipient es po tenciales de la obra d e convicci6n y
co nvers i6n del Esp íri tu Santo a través de nue s t r o tes t imoni o .
Pero el único g rupo del cual debemos separarnos son lo s Cri s t ianos inmo rales
o l o s que son here j e s doctrinales . Estas personas s on l a s que debemos excomulgar ,
o d e las que d ebemos s e pararno s . No debemos ni aun comer con ell o s .
¿Por qué no ? Porque s i un mundano o un cri s t iano j oven e indocto ve que e s ­
tamos teniendo compañerismo ( que es lo que enti end o que s igni f ica n i comái s ) con
ellos , di cha persona podría interpretar la f o rma externa de tal c ompañeri smo como
una aprobaci6n de la here j ía o mala conduc ta moral .

El resul tado de la t rans igencia

El ap6 s tol Pablo declara la raz6n . Y es para que el testimonio de la Verdad


pueda a t oda costa s er protegido del mal entendido por parte de observadores in­
doctos o carentes de ilumi naci 6n
En lª Corint i o s 1 5 : 3 3 , el ap6 s tol declara : " No e rréi s ; las malas conversacio­
nes corrompen las buenas cos tumbres . " Una buena f orma de vida , o buena doctrina ,
s i empre e s tá contaminada por un medi o amb iente malo o malas as ociaciones , mi entras
que una mera asociaci6n de lo bueno con lo malo jamás va a hacer que lo mal o s e
mej or e . Lo bueno s e empeora ; lo ma l o n o mej o ra . Lo mi smo sucede con la manzana po­
drida en un barr i l . La manzana podrida nunca me j o ra , s ino que las buenas manzanas
s e e chan a perder .
¿Es correcto que la pureza doctrinal es t € flag rant ement e sumergida por res pe­
to a la unidad ecles iás t i ca externa? Con toda s e guridad que esto es una negación
total de la Palabra del Es píri tu a t ravés d e las Esc ri turas .

* * * * * * * * * * * * * * *

Art í culo de SWORD & TROWEL


po r el Dr . John c . Whi tcomb
Pro f e s or de Ant iguo Testamento y
Di rector de E s tud i o s Doctorales d el
Grace Theological Seminary
Wi nona Lake , Ind iana 46 59 0
EE . UU .

Ver s i 6n cas tellana de


Dante N. Ros s o
Ago s to d e 1 9 84

- 29 -

Potrebbero piacerti anche