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la cuestión suponía un estimulante recordatorio de que el fervor con que Es precisamente esta novedad la que hace de los nuevos medios un
la mayoría de los norteamericanos (y yo incluido) abrazamos los orde- Jugar interesante para la obra de los productores culturales, al represen-
nadores y las redes a mediados de los noventa no constituía una situa- tar una frontera en constante movimiento para la experimentación y la
ción global. exploración. Aunque se piensa en los nuevos medios de la misma mane-
En el momento en que Manovich escribió «Sobre la interactividad ra que se piensa en los viejos, la verdad es que son medios que están li-
totalitaria», había en curso un debate en la lista de correo de Rhizome. bres, al menos hasta cierto punto, de las restricciones tradicionales. El
Los europeos -que tal vez fueran por detrás en tecnología pero que a trabajo con estas nuevas herramientas necesita de la innovación y alien-
la hora de la teoría llevaban ventaja- estaban a la ofensiva, y nos echa- ta un espíritu como de principiante; esto es algo que hay que entender.
ban en cara a los americanos nuestra «ideología californiana» (un cóc- Los nuevos medios atraen a los innovadores, a los iconoclastas y a las
tel letal de optimismo ingenuo, tecnoutopía y esa política neolibertaria personas que se arriesgan, de modo que algunas de las mentes creativas
que popularizara la revista Wired). En medio de aquel debate superpo- más activas emplean su tiempo jugueteando con unas nuevas tecnolo-
larizado, la voz expatriada de Manovich, alguien que poseía «experien- gías que apenas entienden. En este sentido, los artistas de los nuevos me-
cia vivida» de los dos extremos ideológicos, resultaba de lo más refres- dios tienen mucho en común con los videoartistas de principios de los
cante. Su trayectoria le había llevado del mundo surreal de la Rusia de setenta. Mano_vicll_haJl@Q.im¡:to!!antes_cgnJrill!!.QioQ""s i!l!!!!.<;_<!.<;1oJu!!!e-
Leonidas Breznev al universo hiperreal de la California de Walt Dis- 'LQS.. w.~QjQ~~~~Lmismg,_~!tlL§!!ª-.J~IQY~~t~~- ..R~ª-J!!..!~4-lA!MK1Y!gy[~s-"y
ney. Manovich, que se ha formado en Rusia y ha completado su educa- Fre!ff!~Lissitzslcy!J(lyjgqtgr. Los nuevos medios, por su propia novedad,
ción superior en Estados Unidos, donde vive y trabaja desde entonces, queda!' ligeramente fuera del alcance de las instituciones establecidas y
ve el mundo con los ojos de lo que él llama un «sujeto poscomunista», de sus burocracias. Es el caso del Net Art, o Arte de la Red. Aunque a fi-
aunque también podríamos decir, siendo iguahnente precisos, que lleva nales de los noventa los museos comenzaron a entender que Internet era
puestas un par de gafas del nuevo mundo. un medio artístico y empezaron a coleccionar, encargar y exhibir obra
Manovich ha estudiado teoría del cine, historia del arte y teoría lite- hecha para la red, la mayoría de los artistas por Jos que se interesan se hi-
raria, y ha trabajado él mismo en los nuevos medios como artista, diseña- cieron un nombre fuera de la matriz de museos y galerías. La comunidad
dor, animador y programador, por lo que su enfoque es a la vez teórico y de Net Art de finales de los noventa poseía una cualidad anárquica de
práctico. Esta hibridación a varios niveles -al mismo tiempo poscomu- meritocracia empresarial notablemente distinta de la del resto del mundo
nista y capitalista tardfo, académico y práctico a la vez- brinda a sus del arte, donde la palabrería de las galerías y la habilidad para producir
ideas una riqueza y complejidad que es realmente poco usual en un cam- objetos vendi!lles siguen siendo los determinantes principales del éxito.
po dominado, de un lado, por los tecnoutópicos, y del otro, por los teóri- Pero esta libertad tiene su coste. Aunque puedan parecer poco acti-
cos hiperpolitizados de torre de marfil. Mi propio interés por los nuevos vos, las galerías y los museos cumplen una importante función interpre-
medios se ha centrado en Internet y en su potencial como un instrumento tativa. Focalizan la atención de los críticos y del público, sitúan la obra
y un espacio para la práctica artística. El arte siempre ha estado estrecha- en un contexto histórico y asignan un tiempo y un espacio para que ex-
mente ligado a la tecnología, y los artistas siempre son de los primeros en perimentemos y reflexionemos sobre ella. En las fronteras tecnológicas
adoptar las nuevas tecnologías cuando surgen. Nos ponemos a toquetear- de la práctica artística, allí donde los museos no se atreven a entrar, el
las y tratamos-de ver qué pueden hacer; queremos hacer cosas que a los diálogo crítico se vuelve lo más importante. Pero la novedad de los nue-
ingenieros nunca se les ocurrierori, entender qué podríamos decir con vos medios hace especialmente difícil escribir sobre ellos, o al menos
ellas, reflexionar sobre sus efectos, empujarlas más allá de sus límites y decir algo útil. La mayoría de los escritores caen en la futurología o se
romperlas. Pero algunas tecnologías parecen albergar muchas más pro- quedan atascados en una teoría carente de fundamento. Y he aquí lo que
mesas para los artistas que otras, e Internet es especialmente propicio hace que este libro de Lev Manovich sea algo tanto más insólito e im-
para permitir nuevos tipos de producción en colaboración, distribución portante. Se trata. del primer .análisis ctetel1adox.glgl?.i!li!l~.!lg!..9&1~.E.~!é
democrática y experiencia participativa. tica vi1)_ual_Q~JQ$Jfl:J~yg~ __l}ly_Q!.R~.,Jo_s_ 9!lªJ~~~-$iDJ~t9:_~n1LQ_fl~J'l ~§lq_ria dt
16 EL LENGUAJE DE LOS NUEVOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
l132] Cien años después del nacimiento del cine, las maneras
cinematográficas de ver el mundo. de estructurar el tiempo, de na-
rrar una historia y de enlazar una e,xperiencia con !a siguiente se
han vudto la forma básica de acceder a los ordenadores y de rela-
cionarnos con todos los datos culturales. En este sentido, el orde-
nador cumple la promesa del cine en cuanto esperanto visual; un
objetivo que preocupaba a muchos críticos y artistas cinematográ- 2
ficos de los años veinte. de Griffith a Vertov. De hecho, hoy en dfa
millones de usuarios de ordenador se comunican entre sr a través [ 138] La incorporación de controles de cúmara virtual en el
de la misma inte1t'az de ordenador. Y a diferencia del cine, donde propio hurdware de las videoconsolas es un auténtico aconteci-
la mayor parte de los «USU<lrios» son capaces de entender e! len- miento histórico. Dirigir la cámara virtual se vuelve tan importan-
guaje cinematogrúfico pero no de hablarlo (es decir. de hacer pdí- te como controlar las acciones del protagonista. !... !["En los video-
culas), todos los usuarios de ordenador saben hablar e! lenguaje de juegos!. la percepción cinematográfica funciona como un sujeto
la interfaz. Son usuarios activos de la interfaz, y la emplean para por derecho propio, sugiriendo el retomo del movimiento de la
realizar muchas tareas, desde enviar correo electrónico a organizar '<nueva visión» de los mios veinte (de Moholy-Nagy. Rodchenko.
archivos, ejecutar aplicaciones varias, etcétera. Yertov y otros). que ponía en primer plano la nueva movilidad de
la cámara de cine y de fotos, y hada de los puntos de vista poco
convencionales un aspecto clave de su poética.
20 EL LENGUAJE DE LOS NUEVOS ;v1EDIOS DE C'OlviUN!CAClÓN PRÓLOGO: EL CONJUNTO DE DATOS DE VERTOV 21
Cuando se reúnen unas fotografías en una revista o en un no- [236] La modernización va acompañada de la alteración dd
ticiario, ya no se tienen en cuenta ni la localización singular ni la espacio físico y de la materia, un proceso que privilegia los signos
escala de los objetos, con lo que se responde a la demanda de la intercambiables y móviles por encima de los objetos y las relacio-
sociedad de masas de una «igualdad universal de las cosas». nes originales. r...
El concepto de modernización se conesponde igualmente
bien con lo que Benjamin dice cid cine y Virilio, de las telecomu-
nicaciones. aunque estas últimas representan una etapa müs avan-
zada en e! continuo proceso de convertir los objetos en signos mó-
viles. Antes. los diferentes lugares físicos se encontraban en una
doble página ele revista o en d Nodo; ahora lo hacen en una única
pantalla electrónica.