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ATENCIÓN AL PACIENTE AGITADO

La agitación Psicomotiz es un estado de alteración motora (inquietud


motora exagerada, gesticulación, deambulación, etc…) compuesta por
movimientos automáticos o intencionales que carecen de un objetivo concreto.
Además esta conducta puede suponer un riesgo para quien la presenta, el
personal que le atiende y/o el entorno en donde se produce.

Este tipo e conducta, se puede dar en sujetos con patología orgánica o


psíquica, en este caso, nos interesaremos en estudiar la que se da en
pacientes con Patologías psiquiatritas. Los pacientes de este tipo, pueden
mostrar agitación psicomotriz, tanto en instituciones sanitarias como en su
entorno cotidiano. Si la conducta la presentan en su entorno, es más que
posible, que bien la familia o las fuerzas de seguridad lo “acompañen” a
Urgencias, más que a un dispositivo ambulatorio. Por ello la incidencia de
agitación psicomotriz siempre es mayor en entornos hospitalarios que en los
ambulatorio.

Presentada la agitación, el objetivo fundamental del personal sanitario,


será siempre el de su contención.

La actuación siempre es recomendable que la realice personal entrenado,


pero en todo caso, se adapta a una pauta secuencial que se aplicará es este
orden:

1. CONTENCIÓN VERBAL
2. CONTENCIÓN FÍSICA
3. CONTENCIÓN FARMACOLÓGICA
1. CONTENCIÓN VERBAL.

Es siempre el primer paso de la secuencia y para procurar que


resulte exitoso y no haya que pasar a los siguientes es preciso repasar
ciertas consideraciones.

1.1 Tener elegido de antemano un lugar para realizar esta intervención;


será espacioso, tranquilo, discreto y agradable. La disposición del
mobiliario ha de ser tal que facilite la salida en caso necesario, no ha
de tener cerrojos ni cerraduras y ha de haber un dispositivo de
llamada, para que quien atiende, pueda reclamar ayuda del resto del
equipo en caso necesario.

1.2 La actitud de los profesionales que intentan reducir verbalmente la


agitación psicomotiz ha de ser capaz de trasmitir tanto verbal como
gestualmente la intención de proteger y ayudar al paciente en
cuestión, sin que eso sea obstáculo, para manifestar al mismo
tiempo firmeza y control en lo que se hace o dice.

1.3 Nunca mostrar miedo y si este existe por parte del personal, se
puede mitigar previamente, teniendo claro lo que hay que hacer y
habiendo creado las condiciones que garanticen la seguridad de los
intervinientes. Si aún si existe miedo, es mejor encargar la tarea a
otro miembro el equipo.

1.4 Desarrollo de la actuación:

 Presentarse explicar lo que se va a hacer y al mismo tiempo,


mantener una distancia de seguridad, que permita que estemos
tranquilos y evite al mismo tiempo la invasión del espacio vital del
paciente.
 El contacto visual será cordial, pero no tan directo que intimide al
paciente.
 Tono de voz calmado, neutral y respetuoso
 Permitir que el paciente se exprese y de este modo al sentirse
escuchado igual diminuye ya su agitación.
 La entrevista trascurrirá sin que se parezca a un interrogatorio y
jamás se discutirá con el paciente.
 Evitar emitir juicios de valor sobre la conducta que presenta el
sujeto agitado.
 Empleo de frases empáticas tipo “comprendo que…., me pongo
en tu lugar….”

2. CONTENCIÓN FISICA

De resultar infructuosa la contención verbal, hay que pasar a la


contención física, que no es otra cosa que aquella técnica que permite
limitar y/o anular los movimientos erráticos del paciente agitado. Esta
contención será temporal y su duración ha de ser hasta que remita la
conducta agitada.

Recurrir a la contención física se va hacer necesario, tanto en el


en el ámbito hospitalario, como en el ambulatorio, si bien, siempre será
mas frecuente en el hospital y es por ello que la actuación suele estar
protocolizada (como en el ejemplo que adjunto).

En todo caso cuando que hay que recurrir la contención física, hay
que tener en cuenta algunas cuestiones:
 Tener acordado de antemano en el equipo, quien y como
intervenir
 Realizar la técnica con un mínimo de 4 ó 5 personas; una para
cada uno de los miembros más otro que se ocupará del cabeza.
Muchas veces, una presencia numerosa de personal es
suficientemente disuasoria como para que el paciente ceda en su
conducta.
 El paciente ha de ser advertido de que se le va a hacer y por qué.
 Una vez inmovilizado el paciente, se le pondrá boca arriba
(siempre mejor sobre una cama o similar).
 Se le administraran los fármacos pertinentes en estos casos
(explicados mas adelante).
 Si la contención se realizo en el ambulatorio, se avisara al servicio
de emergencias, para que en caso de que no ceda, se proceda a
su traslado al hospital y mientras se le mantendrá inmovilizado
 Si la agitación y su consecuente reducción se produjo en el
hospital, se llevará al paciente a su cama y en ella se le aplicará
contención mecánica y se seguirá el protocolo establecido a tal
efecto.

3. CONTENCIÓN FARMACOLÓGICA

Es el último paso de la secuencia y se realiza inmediatamente después


de la contención física
Según el origen de la agitación psicomotriz, se utilizaran unos fármacos
u otros.

a. Agitación por causa somática demostrable.- En este caso, además de


tratar etiológicamente el cuadro en cuestión, da resultados la aflicción de
psicofármacos, que no detallamos al no ser esta agitación propia del
entorno de la salud mental.
b. Trastornos psiquiátricos de causa psicógena o reactiva, pero sin
sintomatología psicótica ni deterioro de conciencia con predominio de
ansiedad.- Suele ser suficiente la contención verbal y si acaso favorece
la desaparición de la agitación el uso de benzodiazepinas por vía oral o
mejor sublingual el alprazolan y el lorazepan son muy socorridos en
estos casos (trankimacin y orfidal). Si lo que predomina es angustia la
agitación toma un carácter mas grave y en este caso el uso de clotiapina
(etumina) en dosis de 20-40 mg. dará buenos resultados, en el caso del
predominio de la angustia, se evitará el uso de benzodicepinas, ya que
tienen un efecto paradójico y pueden desinhibir más al paciente.
c. Pacientes con agitación endógena y sintomatología psicótica.- el uso de
psicofármacos es absolutamente necesario, el más usado es el
haloperidol normalmente por vía intramuscular y en dosis que van de la
media ampolla a las dos ampollas cada 30 ó 60 minutos hasta que ceda
la agitación, una vez desaparecida esta no se empleará más a no ser
que se produzca una nueva agitación. El máximo será de 100mg./día.
La clotiapina también es útil en este tipo de cuadro de agitación y la
dosis máxima es se 360mg./día.
Si la agitación es extrema, se puede asociar al haloperidol, prometacina
(frinova), o bien diazepan, que e aplicará de modo intramuscular y a
dosis e 10 mg.

BIBLIOGRAFÍA:
 Kaplan,H.I, Sadock, B.J. , y Grebb, J.A . “Sinopsis de psiquiatría”.
Madrid: Editorial Medica Panamericana.1996
 Hidalgo, M.I y. Díaz, R. J. “Psiquiatría Clínica” (Aspectos clínicos y
terapéuticos de los trastornos mentales). Madrid: Grupo Aula Médica,
S.A. 1998
 Hyman,S.E.”Urgencias Psiquiátricas”.Barcelon. Editorial Salvat 1989.

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