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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS


ESCUELA DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

MONOGRAFÍA: El sentido del olfato en las especies

domésticas.

CURSO: Anatomía Animal.

ALUMNA: Toribio Vásquez, Nataly.

DOCENTE: Ramírez Reyes, Raquel.

CICLO: II

2018

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Índice:
1. Introducción………………………………………………………………..3
2. Capítulo I: Anatomía del órgano del olfato……………………………..4
2.1. Epitelio olfativo……………………………………………..……4
2.2. Órgano vomeronasal……………………………………………5
2.3. Mucosa Olfatoria……………………………………..-…………6

3. Capítulo II: Características del sentido del olfato según especies….7


3.1. Caninos…………………………………………………………..7
3.2. Felinos…………………………………………………………....7
3.3. Rumiantes………………………………………………………..9
3.4. Equinos…………………………………………………………..10

4. Conclusiones………………………………………………………………12
5. Anexos……………………………………………………………………..13
6. Referencias Bibliográficas………………………………………………..15

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1. INTRODUCCIÓN:

El sentido del olfato de todos los mamíferos conserva ciertas similitudes


en la cavidad nasal, tales como su localización y asociación con las vías
respiratorias superiores. El aparato respiratorio incluye los pasajes que
conducen, controlan, modifican y sacan utilidad al aire a medida que éste
pasa desde los ollares hasta los alveolos pulmonares. Además de la
conducción y el intercambio gaseoso, estos órganos también están
involucrados en la olfacción. Concretamente en esta monografía vamos a
centrarnos en el sentido del olfato, su fisiología, características según
especies y por último algunas enfermedads que afecten a este sentido.

Existen diferencias muy grandes en el tamaño relativo de las estructuras


olfatorias y en la capacidad para detectar olores entre las especies.
Animales muy sensibles, como los perros, se denominan macrosmáticos
mientras que animales que detectan olores, pero son mucho menos
sensibles, como algunas especies de aves, se llaman macrosmáticos.
Algunos animales, como los mamíferos marinos carecen por completo de
un aparato olfatorio, no pueden oler y se les denomina anómicos.

El sentido del olfato es sumamente importante para la adaptación del


animal a su medio ambiente, y presenta varias funciones por ejemplo es
fundamental para la percepción de algunos sabores, participa en la
comunicación entre animales de la misma y de diferente especie, teniendo
un papel en la regulación de la reproducción y del comportamiento social
de numerosas especies de mamíferos.
La repulsión hacia ciertos olores desagradables permite evitar, en algunos
casos, la ingestión de sustancias potencialmente venenosas

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2. CAPÍTULO I: ANATOMÍA DEL
ÓRGANO DEL OLFATO
El olfato es uno de los sentidos más desarrollados en los mamíferos.
Resulta fundamental para la relación del individuo con el medio
ambiente y con sus semejantes: les permite encontrar su comida,
detectar la presencia de potenciales depredadores, establecer
relaciones sociales (reconociendo a los miembros del grupo, las
madres a sus crías y viceversa, el estado de receptividad sexual de la
pareja), delimitar sus territorios, entre otras cosas más. Está
conformado principalmente por el Epitelio olfativo, órgano vomeronasal
y el órgano septal.

2.1. Epitelio Olfativo:

El epitelio olfativo (figura 1) está formado por neuronas que


poseen receptores que son estimuladas por las moléculas
olorosas y que agrupan sus axones en el nervio olfativo (nervio
I). Este nervio cruza el cráneo por la denominada placa cribosa
y sus axones llegan al bulbo olfativo, parte rostral del encéfalo.
Aquí, los axones de este nervio se dividen en grupos y
terminan formando unas estructuras denominadas glomérulos
olfativos, donde se transmite la información olfativa primaria a
otras neuronas, sobre todo a las células mitrales. (Salazar,
2009, pg. 9)

El epitelio olfatorio contiene, además de células sensoriales, las


glándulas de Bowman (figura 2) que producen una secreción que cubre

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la superficie de los receptores. Esta es una secreción acuosa que
contiene mucopolisacáridos, inmunoglobulinas, proteínas (como la
lisozima) y varias enzimas (como peptidasas).

2.2. Órgano Vomeronasal:

“Dentro de la cavidad nasal se encuentra también el órgano


vomeronasal o también llamado Jacobson (figura 3 y 4), íntimamente
relacionado con el olfateo. Este órgano está formado por dos conductos
angostos, se sitúa en el cuerpo del paladar duro, junto al tabique nasal.”
(Yllera, 2006, pg. 18)

Está cubierto parcialmente por mucosa olfatoria. Aunque el extremo


caudal de los conductos es ciego, rostralmente desembocan en el
conducto incisivo que comunica las cavidades nasal y oral. Interviene
en la conducta sexual ya que facilita la captación de feromonas.

Las feromonas son componentes volátiles elaborados en distintos


puntos del organismo que se encuentran presentes en los fluidos
corporales de todos los mamíferos, tienen un papel importante en la
comunicación animal, y los casos más comunes en los animales que
más conocemos son el gato, perro, caballos, ovejas, insectos,
roedores, serpientes, etc. En el caso de los carnívoros las feromonas
se hallan en la orina, exudado vaginal, glándulas de la piel, glándulas
anales, interdigitales y sobre todo en el gato son importantes las de la
cabeza, en el mentón, alrededor de la boca y en canales auditivos.

Cuando un macho localiza una hembra que libera feromonas


desencadena una serie de comportamiento de cortejo estereotipado,
en cambio cuando un macho no tiene OVC (órgano Vomeronasal)
funcional son incapaces de detectar y responder adecuadamente a las
señales de la hembra.
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2.3. Mucosa Olfatoria:

La denominada mucosa olfatoria está limitada a una pequeña área de


la porción dorso caudal de la cavidad basal a islotes de epitelio olfatorio
en el cornete medio. El área y número de células receptoras que
contiene la mucosa olfatoria depende de la especie animal. En la
mucosa olfatoria se describe la presencia de tres tipos de células: las
células receptoras u olfatorias, las células basales responsables de la
regeneración de las células receptoras y las células de sostén o
compactación. Las células olfatorias son de tipo neuronal bipolar que
emiten por su extremo apical una dendrita que contiene un cilio que se
proyecta hacia la cavidad nasal y por su extremo basal un axón
amielínico que se proyecta hacia el bulbo olfatorio a través de la lámina
cribosa del etmoides en la base del cráneo.

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3. CAPÍTULO II: CARACTERÍSTICAS
DEL SENTIDO DEL OLFATO SEGÚN
ESPECIES:
3.1. Caninos:
Se calcula que el perro tiene entre 200 y 300 millones de receptores
olfativos. -El hombre tiene cinco millones-. La morfología de su hocico le
permite tener este sentido tan desarrollado. En las fosas nasales del perro
se encuentran unas estructuras óseas en forma de espiral, llamadas
cornetes, que están recubiertas por una mucosa dotada de muchos
pliegues. Estas características anatómicas le proporcionan una mucosa
olfatoria de hasta 200 cm2 de superficie, en cambio el hombre tiene 3 cm2.
Estas cifras pueden dar una idea de la amplitud de este sentido. Cuando
el perro está concentrado en un olor pone toda su atención en él para
obtener la máxima información, por lo que seguramente será difícil que
atienda una orden. Se sabe que, para algunos olores, el perro tiene una
sensibilidad un millón de veces mayor que el ser humano.

3.2. Felinos:
Los gatos tienen un olfato mucho más desarrollado que el nuestro, el
cual les permite explorar el ambiente de una forma que puede
resultarnos difícil de entender. El porqué es que, gracias a su sistema
olfativo, los gatos analizan no solo los olores que nosotros percibimos,
sino también otras señales químicas, llamadas feromonas.

Estas últimas son mucho más que olores. De hecho, son mensajes que
se transmiten entre individuos de la misma especie y que se captan

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tanto en la mucosa olfatoria como en un órgano especial, llamado
vomeronasal, y que está ubicado entre paladar y fosas nasales.

Los gatos producen feromonas en diferentes partes de su cuerpo como,


por ejemplo, alrededor de la boca, en la región temporal, en las mejillas,
entre las almohadillas plantares, en la base de la cola y cerca de las
glándulas mamarias.

Por otro lado, estas feromonas no tienen toda la misma función.


Algunas sirven para marcar el territorio, otras tienen funciones
sexuales, o para apaciguar y para transmitir mensajes de alerta. Por
ejemplo, las que los gatos depositan cuando se rascan con las uñas o
cuando se frotan con la cara en las esquinas de los muebles, en las
puertas o en otros individuos que viven en casa, sirven tanto para
comunicarse con otros gatos como para reconocer su entorno y sentirse
seguros.

La presencia de feromonas u olores que suponen una amenaza para el


gato o la imposibilidad de dejar sus marcas olfativas tranquilizadoras en
el ambiente pueden provocar la manifestación de conductas
inadecuadas como el marcaje con orina, el rascado inadecuado o
pueden favorecer el desarrollo de enfermedades relacionadas con el
estrés (Ellis et al., 2013). Por esta razón habría que prestar especial
atención en no alterar las señales olfativas y químicas que un gato
deposita en su ambiente, y también cuando se introducen nuevos
olores en el entorno del gato.

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3.3. Rumiantes:
El olfato completa la información visual y contribuye al reconocimiento
de los individuos, a construir la relación entre la madre y la cría e influye
en la organización social del grupo. Asimismo, interviene en la
reproducción y es fundamental para la comunicación entre los
miembros del grupo (principalmente a través de las feromonas).
Las vacas son muy sensibles a los olores derivados del estrés, tanto
directamente del animal estresado como de su orina: al olerlo, los
bóvidos lo interpretan como una señal de peligro y se muestran
nerviosos, disminuyendo incluso su capacidad para aprender (Bouissou
et al, 2001). Esto es algo que deberían tener en cuenta los ganaderos
cuando conduzcan o trasladen sus animales de un lugar a otro: el
manejo violento de un solo animal puede provocar el miedo de todos
sus compañeros al percibir su estrés y hacerles que rehúsen o eviten
obedecer (Mounaix et al, 2014).
El ganado vacuno utiliza el olfato, junto con la vista y el gusto, para
elegir la comida, razón por la que la adición de aromas ayuda a
incrementar la ingesta. También hay olores que rechazan como el del
estiércol, siendo capaces de identificarlo incluso en la hierba de prados
abonados con él hasta un mes antes (Dohi et al, 1991).
Existe cierta controversia acerca de si reconocen a las personas por su
olor o utilizando la vista. Los estudios realizados al respecto no han
demostrado que puedan diferenciar a los seres humanos por su olor,
aunque muchos ganaderos afirman que sí lo hacen, distinguiendo a sus
cuidadores de los extraños, y que incluso reconocen a los veterinarios
por su olor a medicamentos (Mounaix et al, 2014).
Posiblemente el olfato sea el sentido más desarrollado en los caprinos
ya que es fundamental en la comunicación con otros individuos de su
especie y, en consecuencia, para su supervivencia. Además de todas

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las funciones ya comentadas, les sirve para reconocer su territorio
(Miranda- de la lama, 2009).
El olfato de las ovejas no ha sido muy estudiado, aunque sí se sabe
que la superficie ocupada por el epitelio olfativo y la cantidad de
terminaciones cerebrales que lo alcanzan son similares a las de
animales como los roedores, el perro y el gato. En los óvidos, se han
descrito unos 1000 tipos de receptores diferentes que, combinados
entre sí, les permitirían discriminar entre miles de olores diferentes
(Kendrick, 2008). Se podría entonces pensar que con este sentido les
basta para sobrevivir, que es fundamental para su vida cotidiana. Sin
embargo, su falta no impide a los animales establecer unas relaciones
sociales normales, ni afecta a su capacidad para seleccionar el
alimento. Pueden distinguir por su olor entre varias muestras de lana,
heces, saliva, secreciones de las glándulas interdigitales, inguinales e
infraorbitarias. Parece ser que es el sentido más importante para que
las ovejas aprendan a reconocer sus corderos, hecho que se produce
en las primeras una o dos horas postparto (Baldwin and Meese, 1977;
Baldwin et al, 1977).

3.4. Equinos:
Según Yllera y Cantalapiedra (2016):
El olfato es uno de los sentidos más desarrollados de los caballos,
no hay más que observar el cráneo de uno de estos animales y
ver el espacio que ocupa la "nariz". Desde el extremo del hocico
donde se encuentran los ollares, las fosas nasales, hasta la
inserción de los músculos nasales cerca de los ojos, el órgano
olfativo abarca gran parte del rostro.

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Los equinos se reconocen e identifican por el olor, no por la vista: las
madres y los potros, los miembros del mismo grupo que al revolcarse
en una misma zona adquieren un olor común. Cuando dos animales,
adultos o no, se encuentran se colocan en paralelo y se huelen
mutuamente la región de los ollares, los flancos, la región perineal y la
genital, recogiendo información de la identidad del individuo y de su
estado reproductor (Keiper, 1988; Deutsch, 2002)(. Asimismo, huelen
todo elemento nuevo de su ambiente para familiarizarse con él. Parece
ser que también es importante para ellos reconocer el olor de su
cuidador; es una de las razones por las que se recomienda manipular
desde pequeños a los potrillos para que se acostumbren al olor de sus
dueños.
La orina y los excrementos son elementos de conocimiento para otros
caballos, porque van unidos al sentido de la sexualidad y la
territorialidad. Por eso, por ejemplo, en las cuadras británicas, cuando
llega una yegua nueva, es costumbre “presentarla” al líder de la
manada. Pues bien, según como sean sus exhalaciones, ya se conoce
de antemano si hay un riesgo cierto de que se peleen por el liderazgo
o no.

Sobre el papel del olfato en la sexualidad, tenemos los casos como el


del semental, por ejemplo, el olfato ocupa un papel muy importante. Es
capaz de oler a una yegua en celo a una distancia próxima al kilómetro.

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4. CONCLUSIONES:

- El olfato es uno de los sentidos mas desarrollados en los


animales como los caninos, felinos, equinos y rumiantes.
- El sentido del olfato es sumamente importante para la adaptación
del animal a su medio ambiente ya que participa en la
comunicación entre animales de la misma y de diferente especie,
teniendo un papel en la regulación de la reproducción y del
comportamiento social de numerosas especies de mamíferos.
- El sistema olfativo en general, es de los mecanismos menos
estudiados, probablemente por su localización y por su dificultad
para reproducirse en un laboratorio. Como se ha descrito
anteriormente la capacidad olfativa del perro es muy superior a
la del hombre, son una especie que evolutivamente tiene un
olfato muy desarrollado, por todas las distintas conformaciones
anatómicas y fisiológicas que presentan.

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5. ANEXOS:
FIGURA 1: Epitelio Olfativo (subrayado)

FIGURA 2: Glándulas de Browman (subrayado)

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FIGURA 3: Órgano Vomeronasal (subrayado)

Figura 4:

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Referencias:

Hemerográficas:

- Salazar, I; Sánchez, P (2009). El riesgo de extrapolación en la


neuroanatomía: el caso del sistema vomeronasal de los
mamíferos. Frente. Neuroanat. 3:22.
- William, B (2014) Definición morfológica del epitelio sensorial
olfativo en los mamíferos. (Tesis de doctorado) Universidad de
Santiago de Compostela. Lugo, España.

Bibliográficas:

- Carlos Urroz. (1991). Elementos de Anatomía y Fisiología


Animal. Costa Rica: EUNED.
- Yllera, M; Camiña, M; Cantalapiedra, J. (2016). Comportamiento
y órganos de los sentidos de los animales. Monografías do
Ibader - Serie Pecuaria 2. Ibader. Universidad de Santiago de
Compostela. Lugo

Linkografía:

- http://www.dbbe.fcen.uba.ar/contenido/objetos/Teorica18Vomero
nasal.pdf
- http://www.adiestradorcanino.com/webdelperro/organos-de-los-
sentidos-del-perro/99
- https://es.dreamstime.com/bulbo-olfativo-image121326253
- https://www.fundacion-affinity.org/perros-gatos-y-
personas/tengo-un-animal-de-compania/curiosidades-que-no-
conocias-del-sentido-del

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- https://clubhipico.net/veterinaria/1075-olfato-del-caballo.html

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