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Unidad 19

Las Medidas De Seguridad. Nociones Generales. Principios Fundamentales. Distintas


Medidas De Seguridad. Medidas De Seguridad Para Inimputables: Menores Y
Enajenados. Sistema Del Código Penal. Fundamento, Tiempo De Duración Y Extinción
De La Medida. Medidas De Seguridad Para Imputables. Las Medidas De Seguridad En
La Ley De Estupefacientes (Ley N°23.737)

a. Las Medidas De Seguridad: “Concepto”

Son instrumentos coercitivos del Estado basado en un carácter preventivo especial. Se


aplican a dementes, menores, reincidentes, etc., es decir a personas proclives a
cometer delitos por su estados peligrosos y se los priva de sus derechos, en algunos
casos para tutelárselos.

En general terminan al cesar la situación de peligro.

Hemos visto que la pena consiste en una prevención tendiente a evitar la delincuencia
“Protegiendo la seguridad de la sociedad”; y en la retribución de un mal, a quien ha
delinquido.

Pero si un delito es cometido, por ejemplo, por un menor o por un demente ellos no
pueden ser retribuidos con una pena, porque son inimputables.

Además existen los delincuentes reincidentes; personas perfectamente imputable,


pero respecto de los cuales la pena no es eficaz, porque ni la amenaza ni la aplicación
de la pena parece inhibir sus impulsos delictivos, ya que suelen volver al camino del
delito.

Ante la posibilidad de aplicar la pena “En caso de los menores y dementes” o ante la
inutilidad de su aplicación “En el caso de los reincidentes”, el Estado recurre a otros
medios; la denominadas “Medidas de Seguridad”.

Sobre ellas existen teorías basadas en su finalidad:

a) Teorías Unitarias “Positivismo”: No hacen diferencia entre las penas y las


medidas de seguridad, unifican ambos conceptos por considerar que en ambas
el fin perseguido con su aplicación, es la protección de la seguridad y la
reeducación el delincuente;
b) Teorías Dualistas: Consideran la existencia de penas y también de medidas de
seguridad. Es la posición sostenida por la mayoría;

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b. Nociones Generales: “Noción De Medidas De Seguridad”

Puede afirmarse que las medidas de seguridad son aquellas que tienen como
presupuesto la peligrosidad del sujeto y que suponen, por ende, un enfoque
prospectivo. Así las cosas una primera diferenciación sería la siguiente:

Criterios Pena Medida De Seguridad


La pena tiene como presupuesto la culpabilidad La medida de seguridad tiene como
“Entendimiento, al menos, como posibilidad de presupuesto la peligrosidad “Entendida
Presupuesto
reprochar. como probabilidad de un futuro actuar
delictivo”.
Principalmente retroactiva; el sujeto es culpable Principalmente prospectivo; el sujeto es
por el hecho que ocurrió. No obstante, para peligroso para los futuros actos que
Enfoque
quienes propugnan la prevención especial positiva puedan cometerse “En virtud del
“Abanico de ideologías “Re”; resocialización, cometido”.
reeducación, reinserción, repersonalizacion,
reincorporación”, la pena tiene fines hacia el futuro.
A mata a B de un tiro, dolosamente sin tener A mata de un tiro a B, pero resulta que
trastornos mentales, sino por decisión libre y sin se trata de una persona que padece
Ejemplos
condicionamientos. trastornos mentales graves que le
impiden racionalizar lo que ha hecho.

Todo ello pone en evidencia que existe una doble vía; penas para el culpable, medidas
de seguridad para el peligroso. De modo sintético y brillante expresa Claus Roxin que la
diferencia entre las penas y las medidas de seguridad radica en lo siguiente: “Toda
pena presupone culpabilidad del sujeto cuando cometió un hecho en el pasado, y en
cambio toda medida de seguridad presupone una continuada peligrosidad del sujeto
para el futuro”.

De modo concordante advierte Muñoz Conde que “Al igual que la pena, la medida de
seguridad se justifica por ser un medio de lucha contra el delito. La diferencia
fundamental con aquella radica en que mientras que la pena atiende sobre todo al
acto cometido y su base es la culpabilidad o responsabilidad del sujeto, en la medida
de seguridad se atiende a la peligrosidad de este”.

No obstante advierte Terragini que “Para que esta orientación, que es la correcta, se
mantenga, es preciso tener muy claro que la medida no debe tener un contenido
penoso, no puede implicar para el sometido a ella la disminución de un bien jurídico.
Por ello las características de las medidas, la forma de su aplicación concreta y
fundamentalmente su duración, tienen que estar totalmente desvinculadas de la
magnitud del injusto y atender solamente a la necesidad de proteger al sometido a ella

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y a la sociedad. Hacer lo contrario significa una manifestación de la fuerza del Estado,
que se impone a costa de los derechos individuales y violando abiertamente el
principio de legalidad.

c. Principios Fundamentales: “Fundamentos, Finalidades Y Criticas”

Así como las penas se fundamenta en la culpabilidad del sujeto y la medida de


seguridad en su peligrosidad, en una tesis dualista han aparecido como ya dijimos,
propuestas de unificación por considerar que era la medida de seguridad y no la pena
la consecuencia “Útil” del delito “Positivismo”, hoy se ha vuelto a proponer esa
unificación, reivindicando la unidad de la finalidad (La “Corrección” del delincuente por
medio del cual se cumple el fin de defensa social y en parte, negando la distinta
fundamentación) “A partir de la revisión del libre arbitrio como base del elemento
culpabilidad”, no obstante esta propuesta de unificación tampoco ha tenido éxito.

En nuestro derecho no cabe duda de que el criterio dualista está muy bien delineado;
en principio, las medidas de seguridad se aplican por la peligrosidad a sujetos que
jurídicamente están incapacitados para ser receptores de la pena, precisamente
porque faltan en ellos los requisitos de la culpabilidad. El delito deja de ser el origen de
la medida para convertirse en una circunstancia ocasional de imposición. Y en las
medidas de seguridad para los imputables, su fundamento y medida radica en su
peligrosidad que se adiciona a su culpabilidad.

Si bien las medidas de seguridad no constituyen un mal impuesto por violar la ley,
como se dice en las penas, restringen o privan de derecho básicos de las personas y en
ciertas circunstancias, como por ejemplo en la reclusión del delincuente, son lo
suficientemente graves como para asemejarse en la práctica a los efectos de las penas.

Si a la pena se la asigna solo la función de retribución, lógicamente las medidas de


seguridad no la tienen, pero es real que ambas poseen las funciones de protección de
la sociedad y de prevención especial, siendo el fin específico de la medida la
prevención especial.

Pero a diferencia de las penas, las medidas no se imponen como realización de una
amenaza legal prevista para reforzar un mandato o prohibición dirigida a los
ciudadanos. Las medidas es un tratamiento que no responde a los mecanismos de
conminación legal, norma imperativa e infracción.

Las penas y las medidas no se diferencian en el fin sino en la limitación. Las penas
deben estar ligadas a la culpabilidad y respetando el principio de reserva penal con la
afección que le dan origen, son indeterminadas, es así que el código penal, al referirse
a su cese exige que haya “Desaparecido el peligro de que se dañe a sí mismo o a los
demás, o hasta que se comprobase la desaparición de las condiciones que lo hicieren
peligroso”.

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Ante la ausencia de fundamentación de la potestad del Estado para aplicar esta
importante consecuencia, Roxin recurre al principio de ponderación de bienes. Para
este autor, el principio de proporcionalidad fluye del Estado de derecho no
permitiendo el exceso.

En general, todas las medidas de seguridad tienden a la prevención especial pero en


particular cada medida posee una función, como por ejemplo las educativas, llamadas
también tutelares, deben completar la educación del menor y en ciertos casos
propender a su reeducación; las curativas, son eminentemente terapéuticas “Como la
internación en un nosocomio o un tratamiento ambulatorio” cuyo fin es la curación o
mejoramiento de su salud mental, aunque en ciertos casos puede tener una finalidad
asegurativa “Casos de incurables peligrosos” y las medidas eliminatorias “Reclusión
accesoria por tiempo indeterminado” se aplican a reincidentes y habituales que
tienden a lograr un mejoramiento de la conducta del interno. Todas consideran la
protección de la sociedad y buscan además, un beneficio para el destinatario de ellas.

d. Distintas Medidas De Seguridad: “Clasificación De Las Medidas De Seguridad”


1) Curativa: Se aplican a los alineados, a los alcohólicos, a los toxicómanos, etc.
Consisten en recluir al individuo, en un establecimiento especial, con el fin de
aislarlo “Para que no se dañe a sí mismo ni a terceros” y especialmente de
someterlos a un tratamiento médico, y curarlo, por eso su duración es
indeterminada “Dura hasta que cesan las causas que no permitieron al sujeto
adaptarse a la sociedad”.

Estas medidas son:

a) Reclusión Manicomial: Se aísla al individuo en un manicomio. Se aplica a


dementes y alineados y a los que padecen “Insuficiencia o alteraciones
morbosas de sus facultades mentales”

La aplicación de la medida, es facultativa para el Juez porque la ley dice “Podrá


ordenar”.

La medida cesa “Y el individuo puede salir” con autorización judicial e intervención del
Ministerio Publico previo dictamen de peritos médicos, que declaren que ha
desaparecido la enfermedad o el peligro de que el enfermo se dañe a sí mismo o dañe
a los demás.

b) Reclusión En Establecimiento Especiales: Se aplica a individuos que padecen


estados de inconsciencia “Ebrios, toxicómanos, etc.”.

La medida está establecida en el art.34, Inc.1ª, 3ª Párrafo. Esta medida es de


aplicación obligatoria para el Juez, la ley dice “Ordenara”.

Estas son las únicas medidas que se aplican concretamente en nuestro país.

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2) Curativa: Se aplican a los menores con el objeto de educarlos y corregirlos,
evitando así su desvió moral.

Se aplica no solo cuando cometió un delito, sino también cuando sea víctima de un
acto ilícito, o estuviera abandonado.

La medida abarca desde su internación en un establecimiento especial hasta dejarlo


con su familia, pero bajo un régimen de vigilancia.

3) Eliminatorias: Se recluye o aísla al individuo que demuestra un alto grado de


peligrosidad, en virtud de que ha hecho de la delincuencia, una especie de
profesión, o trabajo.

Se aplica a los delincuentes habituales y reincidentes. Por ejemplo aplicar “Reclusión


por tiempo indeterminado” como accesoria de la ultima condena, en los casos de
reincidencia múltiple.

Su duración es indeterminada y el Juez puede aplicarla o no.

e. Medidas De Seguridad Para Inimputables: “Menores Y Enajenados”


1) Menores: “El Régimen De Menores – Análisis De Las Distintas Categorías”

Es a través de la acción del cristianismo que se produjo una suavización de las


costumbres y un fortalecimiento de la institución familiar, asentado “En el hogar la
fuerza modeladora del hombre y una fuente de estabilidad social y fundaron
paralelamente instituciones jurídicas y sociales para acoger a los niños y jóvenes en
estado de indefensión y para quienes excepcionalmente presentaban desordenada
conducta que no hallaba cauce en el medio familiar”.

En la escuela clásica, Carrara, considerando las causas que influyen sobre la


imputación, menciona en primer lugar a la edad, que divide desde un punto de vista
jurídico en cuatros periodos.

Periodos
Irresponsabilidad El de irresponsabilidad absoluta comprende la infancia “Desde el nacimiento hasta los
Absoluta siete años” y la impubertad próxima a la infancia “Desde los siete años hasta los doce
años” en estos casos existe una presunción Iure Et De Iure de inimputabilidad.

Responsabilidad El de responsabilidad condicional o menos plena; impubertad próxima a la minoridad


Condicional O “De doce a catorce años” y la minoridad “De catorce a los dieciocho años cumplidos”;
Menos Plena en este periodo al menor se le somete a juicio presumiendo su capacidad Iuris Tantum,
si actuó sin discernimiento se lo absuelve, caso contrario se lo condena pero menos
severamente que al adulto.

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Periodos
Responsabilidad El de responsabilidad plena “Desde los dieciocho años en adelante, se lo considera
Plena mayor de edad”.

Responsabilidad El de responsabilidad modificable en sus resultados “La vejez y la decrepitud”.


Modificable En
Sus Resultados

El menor que delinque es considerado, a partir de la escuela positiva, una víctima del
abandono moral y material de las personas encargadas de su educación, se considera
predominantemente un problema social. Al evolucionar estos conceptos, se establece
que el tratamiento de los menores que han realizado ilícitos se asienta en su
personalidad, educación, medio familiar y social en el cual se desenvuelve.

Esta forma de delincuencia es un enfoque criminológico, más que de causas, puede


emerger de la suma de diversos factores, se mencionan el factor biológico ya que el
sujeto no adquirido la plenitud psicofísica; la genética, vinculada a la evolución
glandular que diferencia el funcionamiento hormonal; el desarrollo biológico
retardado, disminuido o truncado, sea por deficiencias alimentarias, complicaciones
infecciosas, etc., las disposiciones heredadas que tornan más probable que el menor
delinca; el factor psíquico infanto – juvenil, es decir las especiales características de la
personalidad psíquica del menor; la teoría de la asociación diferencial y anomia “De
Durkhein y Merton”, que encuentran su origen en la diferencia existente entre los
fines señalados culturalmente y el acceso socialmente organizado a tales fines por
medio legítimos, lo cual determina la internalización de objetos específicos de éxito a
los que no es posible acceder.

También se alude al factor social, referido especialmente a las fallas del control social,
ya mencionadas en la teoría diferencial, al igual que la escasa posibilidad de acceso o
metas culturales definidas y legítimas reconocidas por los otros individuos.

El grupo familiar, condicionante de la personalidad minoríl en formación, las carencias


afectivas, el deterioro familiar, el divorcio, la educación familiar, el estado de pobreza,
las carencias educativas y el impreciso status del adolescente en el cual se advierten
las importantes transformaciones de su personalidad, son otros factores que producen
la delincuencia del menor.

Las disposiciones que regulan la situación de este menor constituyen un autentico


derecho tutelar en el cual cede la retribución para dar lugar a la búsqueda del logro de
otros objetivos y que se asientan en una problemática criminológica particular.

Resumiendo, según Soler, este sistema deriva de ciertas consideraciones como;

a) La necesidad de educación del menor;


b) Su inculpabilidad;

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c) El reconocimiento que influyen en su comportamiento los factores sociales;
d) Las relaciones que existen entre la delincuencia adulta y su estado de abandono
previo;
e) Razones de simpatía humana que llevan a la necesidad de protección del
menor;
f) La influencia de factores patológicos en algunos de ellos;

Contemporáneamente, se observa el incremento de la criminalidad precoz,


considerándose que sus causas son los efectos de las guerras y la forma en que se
desarrolla la vida en ese periodo y en el presente, las mujeres se alejan del hogar con
la necesidad de trabajar afectando a las familias, núcleo primero de contención del
menor.

Al menor se lo puede considerar como autor o como victima de un delito; en este


desarrollo nos referimos al primero.

La delincuencia de menores ha sido enfocada desde diferentes criterios para fundar su


imputabilidad:

a) El Criterio Psicológico: En el cual se verifica el discernimiento del sujeto de


forma pericial o judicial con las dificultades que ello implica. Se suelen citar
como ejemplo, en el derecho anglosajón;
b) El Criterio Biológico: En el cual se establece un límite de edad dentro del cual el
sujeto es inimputable. En este caso se dispone una irresponsabilidad In
Abstracto que puede no coincidir con la capacidad del sujeto. Por ejemplo es el
derecho penal argentino, en el que son inimputables, Iure Et De Iure, hasta los
16 años de edad;
c) Criterios Combinados: Se observan tanto en la doctrina como en el derecho
comparado;
2) Enajenados: “Reclusión Del Enajenado”

Cuando el autor del delito es inimputable por enajenación mental, el Tribunal podrá
ordenar su reclusión en un manicomio, aunque no sea judicial “art.34, Inc.1ª,
Apartado 2ª del C.P.”.

Según el concepto legal, es enajenado el delincuente que en el momento del hecho no


pudo comprender su crimininalidad o dirigir sus acciones por insuficiencia o alteración
morbosa de sus facultades, “art.34, Inc.1ª, Apartado 1ª”.

El ejercicio de la facultad a que se refiere el Apartado 2ª, presupone que la persona ha


sido autora o participe de un delito y que existe el peligro de que el enfermo se dañe a
si mismo o a los demás. El daño amenazado puede ser a la persona o bienes del agente
o a la persona o bienes de los terceros.

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El juicio de peligro no es un juicio limitado a la peligrosidad en relación a daños no
delictivos. Aunque la ley no lo establece de manera expresa, como por el contrario lo
hace respecto del egreso del manicomio, tratándose de una materia que requiere
conocimientos especiales, el juicio de peligro supone la observación siquiátrica del
individuo, “arts.231 y 523 del C. P.P. de Córdoba y art.253 y 511 del C.P.P.N”.

La conclusión afirmativa del juez, no la de los peritos, con los que aquel puede
discrepar, vuelve obligatoria la reclusión;

 Por un lado el “Podrá” de la ley tiene en cuenta el simple “Caso de


enajenación”;
 Por otro, la ley obliga a mantener la reclusión mientras exista el peligro del
daño propio o de terceros;

El concepto de manicomio como establecimiento destinados a la internación del


enajenado, ya no puede interpretarse como establecimiento destinado al alojamiento
y atención de los locos alineados, sino como el establecimiento destinado a la
internación de enfermos mentales, cualquiera que sea su afección mental.

El recluido no podrá salir del manicomio sino por resolución del juez que decreto la
medida, con audiencia del Ministerio Publico y previo dictamen de peritos que
declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a si mismo o a los demás.
El juicio pericial tampoco obliga aquí al juez. La liberación es definitiva e irrevocable.

 Reclusión Del Inconsciente: En los demás casos en que se absolviere a un


procesado por las causales de presente Inciso, dice el Apartado 3ª, Inc.1ª del
art.34, el Tribunal ordenara la reclusión del mismo en un establecimiento
adecuado hasta que se compruebe la desaparicion de las condiciones que le
hicieren peligroso”.

A pesar de la generalidad de sus términos, el Apartado 3ª comprende únicamente a los


autores de un delito inimputables por su estado de inconsciencia principalmente por
ebriedad o toxicomanía, desde que ellos y no los delincuentes inculpables por error o
ignorancia, son susceptibles de presentar las condiciones de peligrosidad que
fundamentan la reclusión.

Comprobadas por el Juez, con la ayuda pericial, las condiciones que hicieren peligroso
al autor del delito en estado de inconsciencia, es obligatoria su reclusión en un
establecimiento adecuado. Este no tiene que ser necesariamente un establecimiento
especializado, como son los para bebedores o toxicómanos, sino que basta que sea
adecuado para el tratamiento pertinente. La peligrosidad puede ser delictiva o referida
a daños de otro carácter, en perjuicio del propio sujeto o de terceros.

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La reclusión debe terminar una vez que el juez con ayuda pericial, compruebe la
desaparición de las condiciones que hacían peligroso el recluido.

f. Sistema Del Código Penal:


1) Menores: “Legislación Argentina”

En el periodo español, la legislación vigente en las colonias consideraba eximido de


responsabilidad al menor de diez años y medio, criterio que se mantuvo hasta la
sanción del Código Penal de 1886 que al igual que el de 1922, las Leyes Nrs.10.903,
14.394 y 22.278, mantuvieron al menor en el sistema penal con un régimen especial.

Componen el derecho tutelar de menores las Leyes Nrs.10.903, Promulgada el 21 de


octubre de 1919 que regula el Patronato de Menores “Ley Agote” estableciendo el
régimen aplicable a los menores delincuentes y victimas de delitos Modificada por el
Decreto Ley N°5286 del 20 de mayo de 1957 y en nuestra Provincia la Ley N°8498 del
21 de septiembre de 1995 Modificada por las Leyes Nrs.8523, 8632 y 8708.

En el ámbito nacional, las leyes nacional, las Leyes Nrs.22.278 dictada el 25 de agosto
de 1980 y su Modificatoria la Ley N°22.803 del 9 de mayo de 1983, que Modifica la
edad llevándola de 14 años a 16 años, regulan la situación del menor autor de delitos y
siguen los lineamientos de la Ley N°14.394, Reformada por la Ley N°21.338.

Esta ley posee un marcado carácter tutelar, que se manifiesta en el conocimiento de la


pena a la previa declaración de responsabilidad penal y civil, al cumplimiento de los 18
años y prorroga hasta mayoría de edad, cumplidos estos requisitos podrá imponerse
una sanción si el juez lo considera necesario.
Según La Edad Se Observan Tres Regímenes Diferentes
El art.1ª de la Ley N°22.278 determina la total irresponsabilidad penal de este menor,
considerándolo no punible. Hasta esta edad son absolutamente inimputables, sin que se admita
prueba en contrario. El juez tomara intervención cuando existiese imputación contra algunos de
ellos, procede a la comprobación del delito, a tomar conocimiento directo del menor, de sus
padres, tutor o guardador y a ordenar los informes y peritaciones conducentes al estudio de su
Menores personalidad y de las condiciones familiares y ambientales en que se encuentre, de acuerdo con
de 18 los resultados de ello puede internar al menor en un establecimiento adecuado.
años
Si se comprobase que el menor se halla abandonado, falto de asistencia en peligro material o
moral o presenta graves problemas de conducta, el juez lo dispondrá definitivamente, por auto
fundado, previa audiencia de los padres tutor o guardador. Caso contrario si el delito no es grave y
los estudios e informes demuestran que el menor posee una familia bien constituida que lo cuida y
contiene se puede suponer que el ilícito fue un episodio en la vida del menor, el juez previa
audiencia con sus progenitores, tutor o guardador, resolverá fundadamente y el menor
permanecerá con su familia aunque puede disponer restricciones ya que la ley le otorga poderes
de inspección y de vigilancia.

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Según La Edad Se Observan Tres Regímenes Diferentes

En esta categoría encontramos dos situaciones:

a) No son punibles cuando el delito imputado es de acción privada o esta amenazado con
pena privativa de la libertad menor de 2 años en su máximo, con multa o inhabilitación,
Mayores
quedando sometidos al mismo régimen que los que no han llegado a los 16 años;
de 16
b) Los que no estén sometidos a la excepciones antes mencionadas, se lo somete a proceso y
años
se lo dispone provisionalmente con el fin de analizar la personalidad y el ambiente donde
se encuentra el menor;

Si se comprueba que el menor se encuentra abandonado, falto de asistencia en peligro material o


moral o presenta problemas de conducta, el juez dispondrá definitivamente. Luego de la
declaración de responsabilidad antes de dictar sentencia definitiva, el juez deberá esperar que
haya cumplido 18 años y que haya estado la sentencia condenatoria aplicando una pena que
podrá ser reducida en la forma prevista para la tentativa. También puede considerar innecesario
condenarlo y absolver al imputado.
Estos menores son punibles, es decir plenamente responsables, están asimilados a los mayores,
pero la ejecución de las penas privativas de la libertad se cumplirá en establecimientos
especializados hasta que lleguen a la mayoría de edad, pasando luego a los establecimientos para
adultos.

Pueden mencionarse otras disposiciones importantes de la ley, como por ejemplo;

Mayores a) Los delitos cometidos antes de los 18 años no se computan para la reincidencia, pero si fue
De 18 juzgado por delitos cometidos después de cumplir aquella edad, las sanciones impuestas
Años Y podrán o no ser tenidas en cuenta a los efectos de considerarlo reincidente;
Menores b) Cuando el menor de 18 años incurriere en un delito, el juez podrá declarar la perdida de la
De 21 patria potestad o la suspensión de su ejercicio o la privación de la tutela o guarda;
Años c) Las penas privativas de la libertad deben cumplirse en institutos especiales, si alcanzaren la
mayoría de edad deberán completarla en establecimientos para adultos;
d) La aplicación de este régimen se aplica también a los emancipados;

La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de 1989, Ratificada por la Ley N°23.849,
considera que la situación de abandono hace victima al menor que lo padece debiendo el Estado
adoptar las medidas para lograr la recuperación física y psicológica y la reintegración social de ese
menor.

2) Enajenados: “Las Medidas De Seguridad En El Derecho Penal Argentino”

En nuestro derecho positivo, de acuerdo con su fin especifico, se distinguen; medidas


de seguridades educativas, curativas y eliminatorias.

 Las educativas, llamadas también tutelares, se aplican a los menores,


consistiendo en su internación en un establecimiento de corrección “Ley
N°22.278”;

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 Las curativas que se encuentran en el art.34 Inc.1ª del C.P., hacen referencias a
enajenados e inconscientes;
 Las eliminatorias destinadas a multirreincidentes, en el art.52 del Mismo
Cuerpo Legal;

Para Zaffaroni, las medidas de seguridad prevista en el Código Penal, son; la


internación Manicomial y la internación en establecimiento especial, ambas
contenidas en el art.34, Inc.1ª. Respecto de los menores considera que “Opera en su
favor una causa personal de exclusión de pena, que reserva todo su régimen a una
disciplina diferente de la nuestra, con una problemática especial en razón de la imagen
necesariamente mas acabada del hombre que debe guiarla”, entiende que en razón de
su naturaleza tutelar, no constituye una pena. Y en cuanto a las medidas para
reincidentes y habituales, se pronuncia por considerarla una pena y agrega “La pena,
en el derecho penal argentino, es una medida de seguridad, desde que las cárceles son
para seguridad “art.18 de la CN”.

Mas adelante concluye en que la “Llamada medida del art.52 es una pena y que las del
Inc.1ª del art.34 tienen carácter administrativo y no penal, salvo en un sentido
meramente formal”.

 Las Distintas Hipótesis Del Art.34, Inc.1ª Del C.P.: “Análisis”


 Las Medidas De Seguridad Curativas: Aun cuando el autor de un hecho típico y
antijurídico se encuentre sustraído por falta de salud mental a un juicio de
reproche, debe analizarse el juicio de atribuibilidad.

Es así que para poder aplicar una medida curativa “Al igual que todas las otras” es
necesario que el delito haya sido cometido por el agente al cual se le impondrá esta, el
hecho le debe pertenecer, respetándose el principio de legalidad que es el origen de
toda consecuencia jurídica.

El fundamento particular es el peligro de que el enfermo se dañe a si mismo o a los


demás, debiendo permanecer en un manicomio hasta que se declare desaparecida la
causa que motivo la decisión del tribunal, siendo el fin de la medida; la cura y la
seguridad.

Al estudiar las condiciones y consecuencias de la imputabilidad, se hizo referencia a la


falta de salud mental, sea por insuficiencia mental, sea por insuficiencia de sus
facultades mentales o por la alteración morbosa de ellas y al estado de inconsciencia.
El autor que en el momento del hecho, por alguna de esas causas, no pudo
comprender la criminalidad del acto ni tuvo la posibilidad de dirigir sus acciones; no
será punible pero se le puede aplicar una medida que es la internación con fines
terapéuticos.

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El juicio de peligro no lo hace referencia a la peligrosidad del agente, sino que puede
relacionarse a daños de otros caracteres en perjuicio del propio sujeto o de terceros.

El carácter que los autores le asignan a estas medidas oscila entre considerarlas
estrictamente administrativa o jurisdiccionales.

En el Código Penal Argentino encontramos dos tipos de medidas de seguridad


curativas;

a) La Internación Manicomial: El art.34, Inc.1ª, 2ª Párrafo “En caso de


enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusión del agente en un
manicomio del que no saldrá sino por resolución judicial, con audiencia del
Ministerio Publico y previo dictamen de peritos que declaren desaparecidos
el peligro de que el enfermo se dañe a si mismo o a los demás”.

Es una medida facultativa del juez, quien puede considerar no necesaria la imposición,
cuando el enajenado no presenta un peligro para si o para los demás que es el
fundamento de la decisión. Si bien, de acuerdo a la ley no necesita para imponerla el
dictamen de un perito, si lo requiere para hacerla cesar, pero el juez deberá apoyarse
en un diagnostico serio al aplicarla.

Respecto del lugar de internación, la doctrina ha propuesto tres sistemas:

a) Alojarlos en manicomios criminales;


b) En los hospitales comunes para otros alineados;
c) En secciones especiales de manicomios comunes, que es el utilizado en nuestro
país;

Núñez considera que el concepto de manicomio ya no puede interpretarse como


establecimiento destinado al alojamiento y atención de locos o alineados, sino a los
destinados a la internación de enfermos mentales, cualquiera sea su afección mental.

La ley no exige que se trate de manicomios criminales, pudiendo ser recluidos en


comunes, ya sean estatales o no, mientras el Estado conserve los poderes de ejecución
penal. El tratamiento tiende a hacer desparecer el peligro.

La medida cesara por resolución judicial con audiencia del Ministerio Publico y previo
dictamen de los peritos que declaren desaparecidos el peligro de que el enfermo se
dañe a si mismo o a los demás de lo que surge que tiene una duración indeterminada.

Esta liberación es definitiva e irrevocable.

b) La Internación Es Un Establecimiento Adecuado: El art.34, Inc.1ª, 3ª Párrafo


“En los demás casos en que se absolviese a un procesado por las causales del
presente inciso, el tribunal ordenara la reclusión del mismo en un

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establecimiento adecuado hasta que se comprobase la desaparición de las
condiciones que lo hicieren peligroso”.

Los demás casos a que hace referencia este artículo son los estados de inconsciencia y
el error o ignorancia de hecho. Este párrafo no exige interpretar que solo en los delitos
cometidos en estado de inconsciencia “Especialmente por ebriedad o toxicomanía”,
puede aplicarse la medida, no así en los casos de error o ignorancia ya que el agente
posee capacidad mental y no revela peligrosidad.

En estos casos, la imposición de la medida es obligatoria para el juez quien debe


mantenerla hasta que se compruebe la desaparición de las condiciones que lo hicieron
peligrosos.

El artículo nada establece sobre la forma de comprobar la cesación del peligro, pero se
deduce que ello debe verificarse por resolución judicial con audiencia del Ministerio
Publico y previo dictamen de peritos, como en el caso de la internación Manicomial.

En los casos de inexistencia de establecimientos adecuados, la jurisprudencia ha


manifestado que no es motivo suficiente para justificar la libertad de un declarado
inimputable por estado de inconsciencia.

g. Fundamento, Tiempo De Duración Y Extinción De La Medida: “La Ejecución De


Las Medidas De Seguridad”
1) Duración De Las Medidas Y Cese De Ellas: Las medidas de seguridad son, reglas
indeterminables. En nuestro derecho no existe un único término de duración
sino que cada medida posee una características particular por la que se
produce su cese.

Las medidas curativas dependen de la desaparición de la causa que le dio origen, debe
establecerse la desaparición de la causa que le dio origen, debe establecerse la
desaparición del peligro, no siendo necesario demostrar la total curación del enfermo
mental. Solo cesan por resolución judicial de la autoridad que impuso la medida.
Puede ser de oficio o a pedido de parte y con audiencia del Ministerio Publico y
dictamen de los peritos.

En las medidas educativas, la regla para que la medida cese el paso del autor del ilícito
de la minoridad a la adultez y lo dispuesto en la ley para los diferentes grupos etáreos,
además el Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba en su art.525 exige que el
tribunal para ordenar la cesación de una medida tutelar deberá oír al Ministerio
Publico, al interesado o cuando este sea incapaz a quien ejercite su patria potestad,
tutela o curatela, lo mismo que en su caso, al Consejo Provincial de Protección al
Menor.

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Las medidas eliminatorias presuponen el cumplimiento de la pena establecida en la
última condena y del transcurso de 5 años más con la especial consideración del grado
de peligrosidad del condenado en el cumplimiento de los requisitos establecidos en el
art.53 del C.P. el Código de 1922 estableció la perpetuidad de esta medida. Cumplidos
los 5 años mencionados puede accederse a la liberación condicional.

h. Medidas De Seguridad Para Imputables: “Medidas Alternativas Y


Ambulatorias”

En los casos de inimputabilidad por estados de inconsciencia, sea la causa el


alcoholismo o la drogadicción, los tratamientos pueden ser ambulatorios, de acuerdo
con la gravedad de la afección y la mayor posibilidad de recuperación del autor del
ilícito.

Respecto de la reclusión que establece el art.34, Inc.1ª, ella supone enajenación, que
son padecimientos psíquicos que causan una perturbación grave de la conciencia y
pueden tener carácter permanente o prolongado, o constituir cuadros episodios,
siendo la internación de tipo facultativa para el tribunal.

Además, del podrá ordenar de la ley, se deduce que no siempre será recluido,
pudiendo indicarse un tratamiento ambulatorio luego de ponderar el grado de
peligrosidad del enfermo, las posibilidades de éxito y seguridad de un adecuado
tratamiento ambulatorio y las garantías que ofrezca el curador designado.

 Los Derechos Del Interno Por Razones De Salud Mental: Los derechos de los
internos se ven asegurados por el control que realiza el juez de ejecución o juez
competente quien garantizara el cumplimiento de las normas constitucionales,
los tratados internacionales ratificados por la Republica Argentina y los
Derechos de los condenados no afectados por la condena o por la ley, reza el
art.3ª de la Ley N°24.660 de ejecución de la pena privativa de la libertad.

Estos principios generales contenidos en una ley complementaria del Código Penal,
reconocen que le cabe al tribunal, el control de las medidas de seguridad, es decir el
ejercicio de los respectivos poderes y deberes durante el tiempo que se verifica la
reclusión Manicomial, aunque el Código no lo diga expresamente y son las leyes
procesales las que legislan estos pormenores.

El Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, contiene disposiciones sobre


medidas de seguridad y tutelares a partir del art.521 que hace referencia a la
vigilancia, competencia otorgada al tribunal que dicto la medida el que impartirá las
instrucciones necesarias a la autoridad o al encargado de ejecutarla y los plazos en los
cuales deberá producir la información “art.522”. Ordenara la observación psiquiátrica
del sujeto en los casos de aplicación del art.34, Inc.1ª del C.P.

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Desde otro punto de vista, Zaffaroni entiende que el sometimiento del sujeto a un
régimen institucional de tratamiento psiquiátricos, no puede privárselo de los pasos
que este demanda, incluyendo las salidas periódicas para su adaptación a la vida libre
“Ello podría constituir un derecho del mismo”, pero no es esta una posición
mayoritaria y choca con lo dispuesto por la ley. El art.34, Inc.1ª no autoriza la
liberación a prueba de un alineado, sino una liberación definitiva.

i. Las Medidas De Seguridad En La Ley De Estupefacientes “Ley N°23.737”: Las


Medidas Previstas En La Ley Estupefacientes N°23.737 (Arts.16, 17, 18, 19, 20,
21 Y 22)

Esta ley estableció medidas de seguridad para delincuentes que hicieren uso indebido
de estupefacientes o dependieran física o psíquicamente de ellos. Sea en forma
conjunta con la pena o reemplazándola.

Se observan las siguientes situaciones:

a) Si el condenado dependiere física o psíquicamente de estupefacientes, el juez


impondrá, además de la pena, una medida de seguridad curativa que consistirá
en un tratamiento de desintoxicación y rehabilitación. Durara lo necesario a
estos fines, cesando por Resolución Judicial, previo dictamen de peritos que así
los aconsejen “art.16”. la ejecución de esta medida será previa, computándose
el tiempo de duración de la misma para el cumplimiento de la pena. Respecto
de los procesados, el tiempo de tratamiento suspenderá la prescripción de la
acción penal “art.19”.

Este mismo articulo menciona que el lugar donde se llevara a cabo la medida es en
establecimiento adecuados que el tribunal determinara de una lista de instituciones
bajo conducción profesional reconocidas y evaluadas periódicamente, registradas
oficialmente y con autorización de habilitación por la Autoridad Sanitaria Nacional o
Provincial;

b) Para el caso de tendencia de estupefacientes “art.17”, si se acredita que es para


uso personal y que existe dependencia física o psíquica, declarada la
culpabilidad del autor, el juez puede prescindir de la aplicación de la pena y
someterlo a una medida de seguridad curativa por el tiempo necesario para su
desintoxicación y rehabilitación.

Si la medida tiene resultado satisfactorio se lo eximirá de la aplicación de la pena. Pero


si al cabo de dos años de tratamientos no se hubiere obtenido un grado aceptable de
recuperación por su falta de colaboración, el juez puede aplicar la pena y además
continuar con la medida de seguridad por el tiempo necesario o disponer
exclusivamente la continuidad del tratamiento curativo;

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c) También puede aplicarse un tratamiento curativo, con consentimiento del
imputado, acreditado por semiplena prueba que la tenencia es para uso
personal y que existen indicios suficientes a criterio del juez de la
responsabilidad del procesado con dependencia física o psíquica de
estupefacientes, suspendiéndose el trámite del sumerio “art.18”. Este
tratamiento no tiene carácter de medida de seguridad ya que aun no se ha
comprobado la existencia cierta de un delito. Si el tratamiento diere resultado
positivo, se dictara el sobreseimiento del imputado. Caso contrario, se
reanudara el tramite de la causa de la misma forma que la situación anterior;
d) El tratamiento de desintoxicación y rehabilitación podrá aplicarse
preventivamente al procesado “art.19” cuando prestare consentimiento para
ello o cuando existiere peligro de que se dañe a si mismo o a los demás;
e) Con el fin de lograr la orientación terapéutica mas adecuada, el art.20 de la Ley
dispone que previo de peritos, el juez deberá distinguir entre el delincuente que
hace uso indebido de estupefacientes y el adicto a dichas drogas que ingresa al
delito, que para el tratamiento sea establecido en función del nivel de patología
y del hecho cometido;
f) En los casos de tendencia de estupefacientes de escasa cantidad que
presumiblemente sean para uso personal, si el procesado no dependiere física o
psíquicamente de estupefacientes por tratarse de un principiante o
experimentador, el juez podrá por única vez sustituir la pena por una medida de
seguridad educativa en la forma y modo que determine. Esta puede consistir en
el cumplimiento de un programa especializado de, como mínimo tres meses
relativo al comportamiento responsable frente al uso y tenencia indebida de
estupefacientes. Si por falta de colaboración del condenado, el tratamiento no
hubiere dado un resultado satisfactorio, el tribunal hará cumplir la pena en la
forma fijada en lo sentencia “art.21”. Si las medidas de recuperación ha tenido
un resultado satisfactorio y luego de tres años de dicha verificación el autor
alcanzara una reinserción social plena, familiar, laboral y educativa, el juez
previo dictamen de peritos, podrá librar oficio para la supresión de la anotación
relativa al uso y tenencia indebida de estupefacientes en el Registro Nacional de
Reincidencia “art.22”;

Según la Organización Mundial de la Salud, se considera habitual, el que se convierte


en ello, por el placer que le causa el consumo de la droga, y que incorpora a su persona
produciendo una relativa dependencia psíquica; toxicómano es el sujeto que por
ciertos periodos o crónicamente posee una dependencia psíquica y física, con el
síndrome de abstinencia caracterizado por una invencible y compulsiva necesidad de
consumir el estupefaciente y conseguirlo de cualquier forma.

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