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Ricardo Duarte Jáquez
Rector
*
David Ramírez Perea
Secretario General
*
Manuel Loera de la Rosa
Secretario Académico
*
Érick Sánchez Flores
Director del Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte
*
Ramón Chavira
Director General de Difusión Cultural
y Divulgación Científica
El espacio
interior
y el usuario
Teoría y diseño del interiorismo
Introducción
Fausto Enrique Aguirre Escárcega....................................................................................................... 15
Tendencias en el interiorismo
Ivette Nohémi Alvarado García........................................................................................................ 253
El espacio no es una suerte de
espectador de actividades: es un
factor influyentísimo y puede tener
un papel determinante en el ánimo
de la gente que está dentro de él.
E
s indudable reconocer que el
diseño de interiores es una
disciplina con una evolución
continua y constante. El
humano siempre ha tenido
la necesidad de identificarse
con el espacio que habita, y aun cuando
en un inicio se refiere meramente a una
“necesidad”, cada vez está más consciente
de las ventajas de tener un espacio bien
diseñado, bajo criterios de ergonomía,
psicología del color, antropometría, diseño
de iluminación, entre otros aspectos, de los
cuales el más importante es que el espacio
hable de la personalidad y aspiraciones de
los usuarios. 11
El avance que se ha manifestado a lo largo de la trayectoria del
ejercicio del diseño de interiores obedece a un creciente compromi-
so por parte de las escuelas de diseño, el cual consiste en ofrecer ca-
rreras con alta calidad académica y responsabilidad social, en aras
de fomentar el desarrollo de los futuros profesionales en el ámbito
nacional e internacional. Además, existe la obligación de equiparlos
con las herramientas necesarias para ser competitivos, eficientes y
eficaces, con el criterio, estrategias y técnicas exigidas para respon-
der a los retos de un mundo cambiante y global. Y es esta misma
sociedad, en permanente transformación, la que demanda espacios
más adaptables a las nuevas tecnologías y sistemas de comunica-
ción, espacios que faciliten la comunión íntegra con los aspectos
más básicos de su ser, enfocándose en una mayor espiritualidad, ar-
monía, identidad y comodidad. Tal como sugiere Gibbs, es necesario
preparar estudiantes para el mundo profesional de manera que de-
sarrollen sus intereses y aspiraciones mediante la combinación de
aspectos teóricos y técnicos.
Se proyecta que el diseño de interiores siga evolucionando,
que se convierta en una sólida columna cimentada en la disciplina,
los valores y, sobre todo, en el propósito de sensibilizar a la sociedad
en cuanto a la importancia del estudio de los espacios interiores, ya
que afectan –directa o indirectamente– todas las actividades físicas,
psicológicas, sociales y productivas de los seres humanos.
Otro aspecto a destacar en el futuro del diseño de interiores es
el enfoque holístico del conocimiento, así como la trascendencia de
alcanzar una perspectiva abierta sobre sus alcances en otras ramas
del diseño y disciplinas.
El Cada vez se trabaja de forma más profunda en la colabora-
espacio ción colegiada con otras instituciones educativas, abriéndonos así
interior nuevos horizontes y posibilidades de crecimiento. En este proceso,
y el la formación del cuerpo académico de registro interno ha brindado
usuario
Teoría sus primeros frutos. Un ejemplo son los foros de investigación rea-
y diseño lizados recientemente, así como el éxito y alcance de los mismos.
del
interiorismo Es un hecho que en la visión del programa aún hay muchas
cosas por realizar. Sin embargo, es nuestro firme propósito construir
12 bases sólidas para dar continuidad al programa, y esto solo se con-
seguirá garantizando egresados altamente calificados, con un perfil
emprendedor, autónomo y comercial que abra nuevas oportunida-
des y horizontes para los profesionales del diseño interior.
Presentación:
una
visión
del
diseño
de
interiores
13
Introducción
E
s primordial entender el
diseño de interiores como
una disciplina generadora de
conocimiento y no sustentada
solamente en la praxis.
Como grupo de profesores
investigadores e integrantes del Cuerpo
Académico de Registro Interno Teoría
y Diseño del Interiorismo, buscamos
fomentar el diálogo desde tradiciones
del pensamiento que rompan con los
esquemas que limitan al diseño en
cuanto a su potencialidad como campo de
generación de conocimiento, donde se vea
beneficiada la relación entre los espacios
interiores y el usuario. Este diálogo se
ha realizado con la participación de
investigadores, así como estudiosos en el
15
área del diseño nacional e internacional,
creando así una red de conocimiento entre diferentes
universidades.
El diseño no se reduce a una tecnificación de la práctica del di-
señar, sino a un escenario que exige la reconstitución del andamiaje
teórico-conceptual y metodológico-procedimental con la finalidad
de cimentarlo dentro de la actividad teórica. El teórico Marco Diani
(1989) propone, incluso, la necesidad de una ciencia del diseño que
sea capaz de proveer la organización tanto de procesos inmateria-
les como de objetos materiales. Según Diani, es indispensable una
ciencia arquitectónica del diseño que integre la investigación desde
diversas disciplinas para “manejar la arquitectura de la compleji-
dad, que es uno de los elementos más importantes y vulnerables de
la sociedad”.
Todo esto porque, en la actualidad, el diseño de interiores no
puede ser visto desde una perspectiva meramente estética, sino que
debe tomar en consideración las necesidades del usuario y las ac-
tividades que realiza dentro del espacio. En concordancia, Annette
Stelmack, de la Sociedad Americana de Diseñadores de Interiores –
ASID, por sus siglas en inglés–, apunta que las responsabilidades del
diseñador deben estar orientadas a satisfacer una de las necesida-
des más personales del usuario: la expresión de los espacios donde
se desenvuelve.
En otras palabras, el interiorista contemporáneo parte desde
la función del espacio, integrando o plasmando los requerimientos
propios de quien lo habita. Así lo sugiere la International Interior
Design Association –IIDA– al señalar el impacto de los profesiona-
les del diseño en la salud, la seguridad y el bienestar del ocupante,
El balanceando la pasión por el buen diseño con una inteligente estra-
espacio tegia para mejores prácticas de negocios.
interior Hoy en día el diseño de interiores debe partir desde una vi-
y el sión integral, donde no intervenga una sola disciplina. Puesto que
usuario
Teoría su práctica deriva y entra en interacción con otras, no es inusual que
y diseño el interiorista trabaje con espacios diseñados por otros y, posible-
del
interiorismo mente, para un propósito diferente al que ahora debe satisfacer. Así,
disciplinas como la Arquitectura, el Diseño Industrial y la Ingenie-
16 ría, así como las nuevas tecnologías, entre otras áreas, se ven ínti-
mamente ligadas al quehacer del diseñador contemporáneo. Por lo
tanto, es importante la definición de nuevos puntos de contigüidad
para facilitar una mayor y óptima colaboración entre los diversos
tipos de profesionales del diseño.
Es indudable que el diseño de interiores se ha convertido en
una profesión reconocida, pero la industria que genera es aún com-
pleja y extraña, como afirma Jenny Gibbs (2006). El proceso del di-
seño, desde el contacto inicial con el cliente hasta la finalización del
proyecto, comprende varias fases e incluye trabajos y áreas de es-
pecialización muy variados. El trabajo de un interiorista es polifa-
cético. Para hacer frente a esta circunstancia, el diseñador necesita
ser eficiente y disciplinado, desarrollar habilidades comerciales, así
como ser flexible, creativo y poseer una aguda sensibilidad artística.
El interiorismo es un sector orientado al público, lo que implica la
colaboración no solo con los clientes, sino con otros profesionales,
especialistas y proveedores, por lo que es vital que el diseñador sea,
además, un buen comunicador. De igual manera, el panorama actual
del diseño plantea que el diseñador profesional debe trabajar con un
enfoque sustentable como parte de sus compromisos sociales.
Esta publicación reúne textos de diversos investigadores que
en su quehacer han echado luz sobre algunas de estas cuestiones.
En “Reconquista de la práctica del interiorismo mediante la aten-
ción al diseño de sus elementos fundamentales”, Nerea Feliz realiza
una reflexión sobre la metodología del diseño de interiores, y com-
parte una serie de proyectos que ilustran cómo la consideración mi-
nuciosa del pavimento, el techo, las cortinas y las puertas pueden
proporcionar claves que condicionan, y a la vez posibilitan, nuevas
prácticas y protocolos de habitabilidad del espacio.
Por su parte, Ma. Elena Villar, por medio de “Poesía del espacio
habitable: correspondencias entre diseño y poesía”, señala que la
poética del diseñador se proyecta en el resultado, ya que toda obra
es consecuencia de su momento histórico. También menciona que
la poética se plantea como las propiedades y procesos inherentes a Introducción
cada disciplina, a partir de las cuales se crea un concepto y se pro-
yecta en función de las necesidades del usuario.
17
Leticia Jacqueline Robles, en “La experiencia sensible del espa-
cio doméstico: la función semiótica del habitar”, dice que el espacio
domestico está compuesto de elementos que permiten al ser huma-
no desarrollar el sentido de su propio ser, de tal forma que la casa es
moradora del cuerpo y depositaria de experiencias vivenciales de
referente memorial. Este efecto se traduce no solo en las maneras
de configurar el espacio de manera estética y funcional, sino tam-
bién predefiniendo maneras de ser y de hacer.
Por medio de “La experiencia del confort: aspectos físicos,
emocionales y conceptuales”, Hilda Castro menciona la manera en
que los interioristas procuramos proponer diseños confortables que
satisfagan necesidades funcionales y estéticas adecuadas al usua-
rio. Sin embargo, satisfacer el confort del usuario no conlleva solo
reproducir una receta al pie de la letra para obtener un resultado
garantizado, ya que la interacción usuario-espacio es algo más com-
plejo que los meros aspectos técnicos: es hablar de una experiencia,
de algo que se vive, se experimenta y se interpreta. Por ello, dise-
ñar para el confort es crear toda una experiencia agradable para el
usuario, satisfaciendo de forma global sus necesidades.
El trabajo de Juan Luis Higuera, Ma. Carmen Llinares y Antoni
Montañana, “Identificación de directrices de diseño basadas en la
experiencia del usuario”, los autores exponen un método para iden-
tificar los factores afectivos-emocionales tras la evaluación de los
espacios por parte de sus usuarios, y proponen directrices de diseño
acordes. El trabajo se estructura en dos fases: la primera, detectar las
necesidades estéticas y funcionales de los usuarios mediante focus
groups; la segunda, identificar los parámetros de diseño de relevan-
El cia en la evaluación del espacio mediante la ingeniería kansei.
espacio En “El hábitat y su habitabilidad a través del análisis espa-
interior cial de una vivienda de interés social en la zona metropolitana de
y el Guadalajara 2010-2014”, Laura Ibarra y Jessica López presentan una
usuario
Teoría definición de la relación de los conceptos del buen habitar y lo con-
y diseño traponen con la realidad de la forma de habitar en la vivienda de
del
interiorismo interés social, esto a través de un análisis gráfico de la función de los
espacios que componen la vivienda de interés social en la ZMG, su
18 vinculación, proximidad y metros cuadrados.
Los investigadores Mario Esparza y Fausto Aguirre, por medio
de “Sustentabilidad habitativa: acotación profunda del interiorismo
arquitectónico”, señalan que construir la espacialidad para habitar
es una experiencia primaria e ineludible del ser humano. Esta acti-
vidad ha permitido conformar espacios trascendentes en la vida de
muchas personas, venciendo obstáculos proporcionados por la cul-
tura del consumismo y mercantilismo que, hoy en día, predomina
con modelos de comercialización de productos de consumo masivo
para el equipamiento del espacio interior, los cuales pretenden la
delimitación de un usuario generalizado, encausado a seguir patro-
nes estándar de comportamiento y, por ende, de vida.
“Hacia un diseño emocional en la arquitectura: beneficios en
los espacios sanitarios”, de Jaime Guixeres, Juan Luis Higuera y Anto-
ni Montañana, propone una metodología global que permita evaluar
integralmente la respuesta inconsciente-emocional de los usuarios,
con el objeto de desarrollar proyectos cuyo diseño garantice la res-
puesta emocional esperada. La metodología supondrá un beneficio
substancial en los espacios sanitarios, donde los usuarios se encuen-
tran en una situación delicada. El trabajo se basa en evidencias cien-
tíficas sobre la importancia del ambiente hospitalario en la salud.
María del Carmen Zetina, en “¿Por qué debería de cambiar la
tecnología de manejo del agua doméstica a un modelo más susten-
table? Una propuesta para el diseño de interiores”, presenta algunas
alternativas para solucionar el problema de deterioro ambiental
que provocan las aguas negras y grises, considerando a la sociedad
y al usuario como parte fundamental en el proceso de planeación
de alternativas sustentables en el diseño de interiores. El énfasis re-
cae en el caso de las aguas negras, donde el diseñador de interiores
podría promover el uso de tecnologías que requieran menor consu-
mo de agua, con el objetivo de aprovechar al máximo los recursos
naturales del lugar donde se ubican las casas que van a intervenirse.
El diseño centrado en la persona ha sido una prolífica corrien-
te de investigación sobre diseño durante las últimas décadas, y es Introducción
por eso que Bruno Cruz y Julieta Villazón, en “Diseño de interiores
centrado en la persona: el caso de los espacios laborales en la Uni-
versidad Motolinía del Pedregal”, mencionan que factores como los 19
requisitos técnicos, la eficiencia, los intereses estéticos o corporati-
vos, los costos, el marketing o la moda han hecho que la labor del di-
señador no siempre vaya en armonía con las necesidades humanas
de cada caso. El human-centered design pretende redireccionar a los
creativos hacia el verdadero objetivo de su quehacer.
En la investigación “La iluminación natural y el color en espa-
cios interiores”, de Perla Zambrano y Laura Ibarra, se afirma que la
iluminación natural es una estrategia de diseño en espacios inte-
riores que aporta múltiples beneficios al usuario. Este trabajo ana-
liza el factor de iluminación natural –DLF, por sus siglas en inglés–
mediante simulaciones virtuales con el software Autodesk Ecotect,
considerando diversos coeficientes de reflexión de distintos colores
aplicados a muros, techos y pisos. También se realiza una compa-
ración con distintas orientaciones de luz, con el fin de determinar
cómo estos factores afectan o benefician el espacio interior en tér-
minos lumínicos.
Mónica Cuvelier, David Rincón y Abril Arreola, autores de “El
liderazgo en el interiorismo”, analizan, clasifican y señalan nuevos
conceptos particulares del liderazgo asociado al interiorismo. Con
el objetivo de conocer la situación laboral del diseñador en Ciudad
Juárez, este análisis aporta a los profesionistas de esta área aptitu-
des para aumentar el éxito en su vida laboral.
“La visión artística desde el diseño de interiores”, de Gema
Guzmán y Laura Mesta, dice que el diseño necesita de una base fi-
losófica más fuerte para mejorar la investigación, educación y prác-
tica de mejor manera. La definición es el primer paso para estable-
cer estas bases, ya que la palabra “diseño” es altamente ambigua, y
El parte de las tareas del diseñador es ayudar a clarificarla. Las nuevas
espacio definiciones del diseño no le dan prioridad al rol tradicional de los
interior diseñadores –la unión entre forma y función– y la evolución del di-
y el seño ha llevado al desarrollo de conceptos abstractos por parte de
usuario
Teoría muchos diseñadores actuales. El resultado es que los espacios pre-
y diseño sentan un discurso subjetivo con una visión unidireccional, y que el
del
interiorismo usuario no identifica el límite entre diseño y arte.
El trabajo de Ana Elizabeth Aguirre y Vanessa Gutiérrez, “La
20 influencia de los medios de comunicación en el diseño de interio-
res”, expone que los medios de comunicación son una de las mayores
influencias en la sociedad actual, ya que para algunas personas la
televisión es la única fuente informativa y cultural. Este hecho ha
provocado que los diseñadores de interiores trabajen de cerca en
áreas relacionadas con la publicidad y el marketing para adentrar-
se en un mundo globalizado. Esto ha tenido como consecuencia que
diseñadores de prestigio nacional e internacional busquen crear su
marca y generar tendencias para que sus propuestas de diseño sean
aceptadas, lo cual, a su vez, ha generando nuevos nichos de mercado
en el diseño de interiores.
Por último, Ivette Alvarado, en su texto “Tendencias en el in-
teriorismo”, apunta que las tendencias se conciben desde variadas
temáticas, por ejemplo, aquellas ligadas a los estilos decorativos.
Asimismo, puede intentar resolver un problema actual o contem-
poráneo, como buscar solución a las diversas problemáticas que se
engloban en la reducción de los espacios domésticos; o bien enfo-
carse en la necesidad constante de capacitación para el uso de me-
dios tecnológicos en la lucha por mantenerse actualizados y compe-
titivos en el campo laboral.
Así, encontramos que los diseñadores de interiores deben ser
profesionales provistos de un aparato crítico y teórico, a la par de
un panorama global del futuro del campo profesional del diseño, el
cual le permita integrarse a la práctica de su quehacer de manera
eficaz y responsable. Los textos integrados en la presente antolo-
gía se destacan por ser un referente a nivel nacional e internacional
de la generación de conocimiento sobre el interiorismo, cada uno
de ellos proponiendo procesos y tendencias innovadoras, así como
análisis de dinámicas sustentables en proyectos interioristas que
han contribuido a elevar la calidad de vida de la sociedad.
Introducción
21
Reconquista de la práctica
del interiorismo mediante
la atención al diseño de sus
elementos fundamentales
F
undamentals, el nombre de
la XIV edición de la Bienal
de Arquitectura de Venecia
–de la que fue comisario
Rem Koolhaas–, dedicó un
tercio de la exposición y una
publicación a los denominados elementos
de arquitectura: pavimento, muro, techo,
tejado, puerta, ventana, fachada, balcón,
pasillo, chimenea, urinario, escalera,
escalera mecánica, ascensor y rampa, de los
cuales, cabe destacar, once pertenecen al
interiorismo. Durante los dos años previos
23
a la inauguración de la Bienal, los alumnos
de la Maestría en Arquitectura de la universidad de Harvard –
bajo la tutela de Rem Koolhaas y con la colaboración de otros
profesionales y académicos– investigaron exhaustivamente cada
uno de estos elementos, dando lugar a una taxonomía de carácter
genealógico que ilustra su evolución en el tiempo. La muestra y
la publicación asociada ignoran las relaciones entre los distintos
elementos y ponen de manifiesto cómo la transformación de
cada uno de ellos transcurre a distinta velocidad en el tiempo,
de manera independiente, producto de diferentes factores
culturales y ciclos tecnológicos. Al mismo tiempo, la selección
refleja la manera en que el proceso del desarrollo tecnológico
y la estandarización que han experimentado estos elementos,
en muchos casos, han suscitado una creciente banalización y
homogeneización de los mismos. A menudo, el diseño de estos
componentes ha pasado de las manos de diseñadores a las
manos de fabricantes especializados, reduciendo la práctica del
interiorismo a la elección sobre catálogo de componentes estándar.
Como metodología de diseño en el marco académico, es im-
portante seguir cuestionando la sintaxis de los elementos que con-
forman el espacio interior. Es posible que su examen crítico abra
paso a un plano de expresión material y de reconquista espacial del
interiorismo, pues es a través de las distintas revisiones y manifes-
taciones específicas de estos elementos que el espacio arquitectóni-
co, de por sí genérico, se doblega para formar parte de la retórica del
espacio interior habitado.
A continuación se presentan cuatro proyectos que, de distinta
manera, interrogan y replantean la esencia de cuatro componentes
El básicos del espacio interior: pavimentos, techos, cortinas y puertas.
espacio Son proyectos elaborados por Nerea Feliz Studio, con carácter espe-
interior culativo y no han llegado a construirse. La narración de cada proyec-
y el to explica la adecuación de estos elementos a las particularidades
usuario
Teoría espaciales de su ubicación, marco social y cultural, y a un contexto
y diseño específico de requisitos funcionales.
del
interiorismo
24
Pavimento: Suelos domésticos, diseño especulativo de solado
Reconquista
de la
práctica del
interiorismo
mediante
la atención
al diseño
de sus
elementos
fundamentales
27
Figura 1. Diagrama de circulación en una unidad de Lake Shore
Apartments, en Chicago, diseñados por Mies van der Rohe.
El Fuente: Nerea Feliz Studio, 2014.
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
28
Figura 2. Suelos domésticos.
Fuente: Nerea Feliz Studio, 2014.
Figura 4. Templo-Casa 2.
Fuente: Nerea Feliz Studio, 2011.
Reconquista
de la
práctica del
interiorismo
mediante
la atención
al diseño
de sus
elementos
fundamentales
33
Figura 6: Armario ambulante.
Fuente: Nerea Feliz Studio, 2013.
El
espacio
interior Figura 7. Espacio inquieto.
y el Fuente: Nerea Feliz Studio, 2013.
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
38
Figura 8. Espacio inquieto 2.
Fuente: Nerea Feliz Studio, 2013.
Conclusión Reconquista
de la
práctica del
Estos cuatro proyectos ilustran cuatro situaciones puntuales donde interiorismo
el pavimento, el techo, las cortinas y las puertas proporcionan cla- mediante
ves que condicionan, y a la vez posibilitan, nuevas prácticas y pro- la atención
al diseño
tocolos de habitabilidad del espacio. La práctica del interiorismo en-
de sus
traña la capacidad de relación de una gran pluralidad de elementos elementos
heterogéneos. Sin embargo, la ambición del diseñador por contro- fundamentales
lar, anticipar y dar respuesta a todos los detalles de la cotidianidad,
39
de generar una obra de arte total, puede entrar en conflicto con la
capacidad de expresión de los deseos individuales del morador.
El propósito de este artículo no ha sido el de elaborar una me-
todología de interiorismo totalitaria, sino el de compartir una serie
de proyectos que ilustran la consideración minuciosa de cada uno
de los elementos mencionados por separado, sin pretender resolver
todos los aspectos que constituyen un espacio. Se trata, pues, de una
metodología de trabajo que podría encuadrarse dentro de lo que
Michael Meredith (2008) ha denominado “micro-utopías contem-
poráneas”, un modo de operar que pretende ser comprensivo, pero
no universal; que no persigue una teoría de diseño unificadora, sino
que abraza el eclecticismo; un modelo de práctica de diseño que en-
tiende el interiorismo como el resultado de la acumulación de inter-
venciones diversas, y el interior como una materialidad inconclusa
y abierta que los usuarios construyen y reconstruyen en el tiempo.
Referencias bibliográficas
Benedikt, Michael. “Curtains for Architecture”. Center 19: Curtains. Ed. Mi-
chael Benedikt. Austin: Center for American Architecture, 2014.
Koolhaas, Rem. “Elements of Architecture”. Elements. Ed. James Westcott.
S/c: Marsilio, 2014.
Meredith, Michael. “Whatever Happened to ‘Whatever Happened to To-
tal Design?’? The Momentary Utopian Jouissance of the Bouroullec
Brothers.” Harvard Design Magazine. Núm. especial What About the
Inside? 29.f/w (2008) : s/pp.
Sandler, Michael y Jessica Lee. Barefoot Walking: Free Your Feet to Minimize
El Impact, Maximize Efficiency, and Discover the Pleasure of Getting in
espacio Touch with the Earth. New York: Harmony, 2013.
interior “General Guidance for Pedometer Use”. National Institute of Health. The
y el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases.
usuario
Teoría S/f. Web. Dic. 14 2014. <http://dnrc.nih.gov/move-health/pedome-
y diseño ter-use.asp>
del
interiorismo Weinthal, Lois. “The Draw of a Curtain”. Center 19: Curtains. Ed. Michael
Benedikt. Austin: Center for American Architecture, 2014.
40
Poesía del espacio habitable:
correspondencias entre diseño y
poesía
“
Poesía, poema, obra
Poética
53
Nuestra alma es una morada. Y al acordarnos de las “casas”, de los
“cuartos”, aprendemos a “morar” en nosotros mismos […] las imá-
genes de la casa marchan en dos sentidos. Las imágenes de la casa
están en nosotros como nosotros en ellas […] hay una estética de lo
oculto. Está la dialéctica de lo interno y de lo externo, de lo abierto
y lo cerrado.
A manera de conclusión
Hay una relación intrínseca entre poesía y diseño, relación que ha-
bría que reforzar, que tendríamos que re-conocer y reconocer, acep-
tarla como necesaria para provocar y desatar la creatividad en nues-
tros estudiantes. Hay una poética en cada creativo con experiencia
que se da a conocer a través del lenguaje y la docencia. A pesar de
estar en pleno momento de avances tecnológicos, se sugiere no re-
nunciar al trabajo que se hace con las manos: como la escritura o el
dibujo, esculpir con cincel, pintar con un auténtico pincel. Ese es el
principio que conecta con la psique creadora con el alma humana.
La poesía es sustancia, el poema es sublimación de la sustancia en
imágenes construidas a través lenguaje. Diseño es transfiguración
y sublimación de la sustancia en obra, en edificios, objetos e ideas Poesía
de comunicación, en poema, porque también la poesía se diseña. El del espacio
habitable:
poema se diseña. Las dos prácticas con principio artístico apuntan
correspondencias
hacia diferentes satisfactores: el diseño es la proyección de la poesía entre diseño
en el objeto que interactúa con el cuerpo que contiene el alma; el y poesía
poema es la proyección de la poesía en el lenguaje. La poética es “el
57
hacer”, la práctica, la experimentación a través de toda una época
que permite estas proyecciones y descansa en el lenguaje.
Referencias bibliográficas
58
La experiencia sensible del
espacio doméstico:
la función semiótica del habitar
L
a palabra habitar suele traducirse
como la manera en que las
personas, a lo largo de la historia,
hemos dado respuesta a la
forma de resguardarnos, o al
encuentro con un lugar en el cual
podemos identificarnos y organizarlo para
ocuparlo ante las necesidades básicas de
un núcleo social, brindando, así, no solo
protección y estatus social, sino también
un sitio para relacionarnos y llevar a cabo
actividades cotidianas. En la más sencilla
de las interpretaciones, habitar es vivir en
un lugar, lo cual nos lleva al significado 59
histórico de la palabra “habitar”, que deriva del latín habitare y
significa “ocupar un lugar” o “vivir en él”.
Pero entender el espacio habitable va mucho más allá de en-
tender el significado de la palabra. Implica llegar a interpretaciones
más profundas y sensibles que se traducen en la experiencia y me-
moria de los habitantes, de tal forma que habitar no solo responde
a necesidades físicas de resguardo y ocupación, sino que también
se convierte en una prueba real de sentimientos y emociones, ma-
neras de ser y de hacer que construyen realmente el habitar, dotan-
do de gran valor la organización, amueblamiento y ornamentación
de cada espacio. Este término se refiere, por lo tanto, a las formas
de apropiación de los habitantes, a la dotación de valores estéticos,
materiales y experienciales para, de esta manera, atribuir al espacio
habitable un nombramiento de representante de personalidades
individuales, familiares, culturales y contextuales.
En su texto de 1951 Heidegger profundiza, de manera inva-
luable, en el concepto de habitar como la totalidad de la existencia,
inspirando al pensamiento y reflexión sobre el término desde una
dimensión extraordinaria y trascendental. Se refiere al construir,
habitar y pensar como principios fundamentales para la dotación
de sentido a la existencia humana con relación a su espacio. Habitar
concierne a la acción de hacer y, en consecuencia, de construir expe-
riencias de vida. “Los mortales habitan en la medida en que condu-
cen su esencia propia” (Heidegger 6).
De esta forma, la experiencia de habitar se torna sensible y
se carga de simbolismos donde la arquitectura, como encargada
de proyectar, conceptualizar y edificar, responde a la naturaleza
El de contextos sociales como reflejo de la experiencia vivencial de
espacio una sociedad en determinado tiempo y espacio, llevándonos, por
interior consiguiente, a la configuración del espacio interior que, a su vez,
y el también habrá de responder al contexto y será el traductor de las
usuario
Teoría experiencias específicas de sus ocupantes.
y diseño Las personas experimentan y expresan su identidad local
del
interiorismo en su sentido de pertenecer. Esto significa formar parte de lo que
constituye un núcleo social donde se promueve la preservación de
60 la cultura, la promoción y resguardo de los valores sociales y, por
su puesto, las tradiciones. Esto dota de características específicas al
espacio doméstico: la casa, como una entidad espiritual de los seres
humanos.
Cada espacio de la domesticidad está sujeto, por lo tanto, a
una gran variedad de componentes que estructuran estas cualida-
des. Estos componentes representan signos y símbolos directamen-
te relacionados con la identidad de sus ocupantes, quienes son una
manifestación tangible de la experiencia humana, del espacio habi-
tado o vivido, adjudicando sentido y significación.
Este sentido del espacio habitado toma relevancia cuando se
entiende desde la semiótica. Saussure, precursor de la semiología,
la definió como la ciencia que estudia la vida de los signos en el
seno de la vida social. La aplicación de este sistema de los signos
atañe a todo hecho significativo de la sociedad, y por esta razón es
directamente aplicable a las funciones del habitar para analizar los
códigos de la vida doméstica y, por lo tanto, de su espacio.
La semiótica
El objeto mueble
Referencias bibliográficas
71
Zambrano, M. “La casa, el patio”. Le Corbusier pixelado. Enrique Naranjo.
Dic. 13 2012. Web. Ago. 15 2013. <http://lecorbusierpixelado.blogspot.
mx/2012/12/la-casa-el-patio-de-maria-zambrano.html>
El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
72
La experiencia del confort:
aspectos físicos, emocionales y
conceptuales
D
iseñar para la comodidad
es crear toda una
experiencia agradable para
el usuario, satisfaciendo
sus necesidades
físicas, emocionales y
conceptuales. Tal como argumentan Press y
Cooper: “Ya no se producen sillas, se crea la
experiencia de sentarse” (32). Sin embargo,
al estudiar el confort encontramos que
se ha indagado bastante acerca de las
necesidades físicas,1 las cuales son, sin duda,
74
aún no es suficiente, pues hay mucho campo que investigar.
La pregunta está en saber si, como diseñadores, estamos
conscientes de qué experiencias creamos con nuestros diseños, qué
emoción le produce al usuario un sillón ergonómico, un muro de co-
lor azul, un corredor al aire libre, un objeto de textura suave, etcéte-
ra. Según Eric Chan, “Como diseñadores debemos plantearnos que
el usuario debe disfrutar de la experiencia de lo que esté haciendo,
no del objeto” (ctd. en Press y Cooper 84).
Pero para crear experiencias agradables se requiere conocer
por completo las necesidades del usuario. Bien dice Weinschenk que
no basta con comprender el perfil demográfico de nuestro usuario,
también es necesario conocer el psicográfico (27), pues como argu-
mentan Pinheiro y Vasconcelos:
Experiencia de confort
79
PROCESO DE LA PERCEPCIÓN DEL CONFORT
Constructo de confort
La experiencia
del confort:
aspectos
físicos,
emocionales
y conceptuales
81
Aspecto
emocional
Constructo
de confort
Aspecto Aspecto
físico conceptual
Aspectos físicos
Aspectos emocionales
Aspectos conceptuales
88 4 El primero en emplear el término “modelo mental” fue Kenneth Clark en los años ochenta
(Weinschenk 27).
mentales y estereotipos “provienen de sus experiencias previas con
productos similares, de sus asociaciones, de lo que han oído de otras
personas y de la práctica directa” (76). La raíz de esta conciencia co-
lectiva es que el humano es un ser gregario, “una persona que, junto
con otras, sigue ciegamente las ideas o iniciativas ajenas” (DRAE).
Esto significa que aprendemos en sociedad a percibir el mundo que
nos rodea. Entonces, se puede diferenciar que los estereotipos son
colectivos; los modelos mentales, no necesariamente.
Tomemos el caso de un templo católico: cómo es que inme-
diatamente nos imaginamos cómo es, qué elementos contiene, qué
símbolos, qué mobiliario, qué imágenes, etcétera. Incluso tenemos
una idea de todas estas características sin tener que profesar la reli-
gión, o sin siquiera haber asistido realmente a uno. Igualmente, los
modelos mentales y estereotipos crean parámetros: “La gente tiene
un modelo mental de lo que quiere ver y dónde quiere verlo” (We-
inschenk 27), por lo que propician en el usuario ciertas expectativas:
frente al modelo mental de un salón de baile, el usuario no esperará
entrar en un hospital, sino que esperará que la iluminación general
sea tenue o casi nula y con aditamentos de luces en colores llamati-
vos. Un ejemplo más es la narración de Flores en Al sur del silencio:
Conclusión
Referencias bibliográficas
La experiencia
del confort:
aspectos
físicos,
emocionales
y conceptuales
91
Identificación de directrices de
diseño basadas en la experiencia
del usuario
Juan Luis Higuera Trujillo, Ma.
Carmen Llinares Millán y Antoni
M o nt a ñ an a i Av i ñ ó
Universitat Politècnica de
Va l è n c i a
M
uchas de las
exigencias de los
usuarios del espacio
construido no son
siempre satisfechas.
Para lograr esto,
hay que pasar por un diseño que cumpla
con sus necesidades físicas y utilitarias,
apoyando, además, las emocionales.
Aunque las primeras son de incuantificable
importancia y existen estudios al respecto
en diferentes ambientes, las emocionales 93
han sido objeto de menor atención.
En este sentido, el presente artículo expone un método para
identificar los factores afectivos-emocionales que hay tras la eva-
luación de los espacios por parte de sus usuarios, y proponer direc-
trices de diseño acordes. Se estructura en dos fases: la primera para
detectar las necesidades estéticas y funcionales de los usuarios me-
diante focus groups; y la segunda para identificar los parámetros de
diseño de relevancia en la evaluación del espacio mediante inge-
niería kansei. Ambos sistemas –cualitativo y cuantitativo– resultan
complementarios en el análisis de la respuesta del usuario, y el mé-
todo puede resultar de interés a arquitectos y diseñadores.
Las exigencias de los usuarios del espacio construido no son
solo de carácter físico y utilitario, sino también emocionales (Ulrich,
1984). En este sentido, existen trabajos que demuestran que los ele-
mentos físicos y psicosociales del ambiente interactúan sobre la
sensación de bienestar (Evans, Johansson y Carrere, 1994), pudien-
do atenuar o agravar el estrés psicológico existente (Leather, Beale,
Santos, Watts y Lee, 2003). Esta relación espacio-emoción, que en
ocasiones puede permanecer tácita, resulta explícita y trascenden-
tal en los espacios sanitarios debido a la delicada situación en que
se encuentran sus usuarios, lo cual es una de las razones de que el
evidence-based design se haya desarrollado especialmente en este
campo (Edelstein, 2007). Así, por ejemplo, encontramos que el es-
trés en este tipo de espacios interfiere negativamente en todos sus
usuarios: no se limita a los pacientes, en cuya curación puede inter-
ferir (Sklar y Anisman, 1981), sino que se extiende a acompañantes
y personal sanitario (Suter y Baylin, 2007). De esta forma, el estrés
asociado a la estancia no procede solo de la propia enfermedad
El (Cohen y Lazarus, 1979) y los procedimientos médicos involucrados
espacio (Haltman, Coakley, Annese y Bouvier, 2012).
interior Sin embargo, si bien las necesidades físicas y utilitarias han
y el sido consecutivamente abordadas con el avance de las ciencias y
usuario
Teoría técnicas al servicio de la construcción –quedando reflejadas en nu-
y diseño merosos estándares, protocolos y normas técnicas–, las más pura-
del
interiorismo mente emocionales han sido, por tradición, objeto de menor aten-
ción, aun siendo de considerable importancia. Por lo tanto, un dise-
94
ño adecuado cumple con las necesidades físicas y utilitarias, siendo
posible y esencial apoyar, además, las emocionales.
Existen numerosos trabajos centrados en abordar la cuestión
emocional y relacionarla con directrices de diseño. Sin embargo,
suelen evaluar las impresiones de los pacientes a través de cuestio-
narios o test cuyos atributos generalmente proceden de expertos o
literatura específica, lo que implica que el esquema mental de quien
no es experto puede deformarse o no tomarse en cuenta. Este riesgo
existe incluso al utilizar dimensiones definidas mediante estímu-
los diferentes o en otros contextos geográfico-temporales. Con todo,
aunque indiscutiblemente plausibles en resultados, deben comple-
tarse con trabajos basados en o adaptados a la estructura mental
afectiva-emocional de usuarios concretos.
En particular, este es el objeto del estudio: exponer un método
para identificar los factores afectivos-emocionales que hay tras la
evaluación de los espacios por parte de sus usuarios, y proponer di-
rectrices de diseño acordes, sin incurrir en las limitaciones descritas.
Técnicas
Focus group
Semántica diferencial
Ingeniería kansei
96
2. Identificación cuantitativa de las relaciones entre las res-
puestas subjetivas y las características de diseño (Naga-
machi, 1989).
Conclusión
Agradecimientos
Referencias bibliográficas
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El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
106
El hábitat y su habitabilidad a
través del análisis espacial de
una vivienda de interés social
en la zona metropolitana de
Guadalajara 2010-2014
Laura Edith Ibarra Gutiérrez y
Jessica López Sánchez
Universidad de Guadalajara
E
l presente documento muestra
un modelo de vivienda de
interés social construida en
2010 en la zona metropolitana
de Guadalajara. El objetivo de
esta investigación es realizar
un análisis de habitabilidad basado en
la metodología del diseño centrado en el
usuario, con el apoyo de dos herramientas:
la representación gráfica de la función de
las zonas de la vivienda, la cual analiza su
correcta vinculación, así como la relación 107
entre función y metros cuadrados; la segunda herramienta es
un análisis antropométrico que estudia la relación entre las
dimensiones del espacio y las necesidades físicas del habitante;
finalmente, se compara con el ideal filosófico del buen habitar.
El Dr. Eloy Méndez (2009) plantea que el problema radica en
la reproducción masiva de vivienda de interés social con espacios
pequeños y precarios. Por consiguiente, las subdivisiones interiores
se tornan más difíciles de resolver a medida que el número de me-
tros cuadrados se va reduciendo (Boils, 1995, p. 27).
El caso de estudio
El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño Figura 1. Ubicación satelital del fraccionamiento.
del
interiorismo Fuente: Google Maps, 2010.
112
La figura 1 muestra la ubicación del fraccionamiento, situado
al oriente de la ciudad, cerca de dos principales arterias viales: el pe-
riférico y la avenida Tonaltecas. Los terrenos más económicos para
las constructoras se encuentran alejados del centro de la ciudad.
Existe una ruta de autobús para el acceso, y automóvil particular.
El hábitat
y su
habitabilidad
a través
del análisis
espacial
de una
vivienda
de interés
social
en la zona
metropolitana
de
Guadalajara
2010-2014
Figura 3. Fraccionamiento visto desde una azotea. Detrás de las casas se
observa la barranca, la cual colinda con el fraccionamiento. Fotografía 113
tomada el 7 de abril, 2014.
Figura 4. Fachada de vivienda. Figura 5. Interior vivienda
Fotografía tomada el 7 de abril, 2014. deshabitada. Se muestran las zonas
de sala, comedor y cocina.
Análisis espacial
El Análisis antropométrico
espacio
interior Herramienta de análisis 2: relación de medidas antropométricas la-
y el tinoamericanas y medidas de muebles para identificar deficiencias
usuario
Teoría de dimensiones espaciales y función de actividades en la vivienda.
y diseño En la representación gráfica de las zonas por función, se ana-
del
interiorismo liza un plano esquemático con el uso de bloques rectangulares para
cada zona de la vivienda, líneas rectas con flechas para indicar la
114 vinculación y los flujos, con el fin de observar la organización espa-
cial. La ventaja de este esquema es que permite entender el funcio-
namiento y eficiencia espacial de acuerdo con el tipo de actividades.
En la siguiente tabla es posible ver un ejemplo de aplicación
de una de las viviendas del fraccionamiento caso de estudio.
Patio
Habitación
Cocina
Comedor
Baño
Estancia
Habitación
Ingreso
El hábitat
y su
habitabilidad
a través
Tabla 1. Plano arquitectónico y vinculación espacial. del análisis
Fuente: elaboración propia. Julio, 2014. espacial
de una
En el plano de zonificación –esquema derecho– se observa un vivienda
de interés
ingreso central, mismo que se vincula de manera directa con los es- social
pacios de servicios comunes como la estancia, el comedor, la cocina en la zona
y el baño. Del lado izquierdo se localizan las habitaciones. Su ilu- metropolitana
de
minación y ventilación natural provienen de la fachada y del patio
Guadalajara
trasero. Podemos decir que su división es clara: el área privada a la 2010-2014
izquierda; espacios de servicio a la derecha. Esto divide la vivienda
en dos partes equilibradas: el área de día y el área de noche. Sin em- 115
bargo, esto puede presentarse como una desventaja en el área de
noche o dormitorios, puesto que desde el área pública es posible ver
al interior de las habitaciones, presentándose como un problema de
privacidad e incomodidad por parte de los habitantes.
El tercer paso del análisis consiste en elaborar una zonifica-
ción espacial para ver a través de una gráfica los porcentajes de los
espacios privados y sociales. El objetivo principal de este gráfico es
categorizar los espacios de acuerdo con sus funciones y característi-
cas. Por ejemplo: la zona privada debe caracterizarse por tener ma-
yor privacidad y aislamiento, ya que sus espacios son destinados,
principalmente, a leer, descansar, dormir, vestirse, ver televisión y
estudiar; como su nombre lo indica están construidos para lograr
mayor privacidad, iluminación, ventilación y protección. La zona
social se caracteriza por su accesibilidad, articulación y confort. Los
espacios son principalmente para convivir, escuchar música, comer,
entre otros. Por último, la zona de servicios generales debe brindar
acceso, iluminación, ventilación y articularse directamente con los
espacios sociales. Para este análisis se elaboran planos a través de
geometrías en diversos colores y se completan con gráficas donde
se observa que la zona privada tiene un menor porcentaje en com-
paración con los espacios de servicios; a continuación, se observa
este análisis de zonificación de la vivienda.
En el siguiente ejemplo podemos observar que dice “Etapa 0”,
lo cual se refiere al estado de la vivienda inmediatamente después
de haber sido entregada por los constructores.
El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
116
Servicios privados
Zona
privada
Zona
Servicios social
privados
Etapa 0
Zona
privada 30
20
Mt2
117
Sugerida Dimensión
por Prado y espacial
Ávila (74) Etapa 0
Tipo de espacio
Dimensión
Dimensión
promedio
Altura
Altura
(mt2)
(mt2)
Sala de estar .50 2.40 .99 2.43
Comedor 6.50 2.40 5.37 2.43
Cocina .00 2.40 5.66 2.43
Recámara 1 7.50 2.40 9.30 2.43
Recámara 2 6.00 2.40 9.30 2.43
Espacio de lavado 1.70 2.40 4 2.43
Servicio sanitario 4.00 2.40 3.58 2.43
Conclusiones
Referencias bibliográficas
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del
interiorismo
126
Sustentabilidad habitativa:
acotación profunda del
interiorismo arquitectónico
E
l espacio interior en el que
desarrollamos nuestras
actividades cotidianas
es algo que intencional o
intuitivamente configuramos
con base en una necesidad
condicionada a diversas circunstancias
y factores. Dicha configuración, tangible
o intangible, es factor determinante en
la construcción de nuestro habitar y, en
consecuencia, de la forma en que somos 127
y nos desenvolvemos en la sociedad
familiar, laboral, espiritual, etcétera, y en la que nos relacionamos
con el medio ambiente, acción que debido a su importancia,
obligatoriamente, necesitaría ser considerada y valorada con
objetividad: somos lo que vivimos. “Construir la espacialidad para
habitar es experiencia primaria e ineludible del ser humano”
(Flora, 2007, p. 23). Esta idea ha permitido la conformación
de espacios trascendentes en la vida de muchas personas,
venciendo obstáculos generados por la cultura del consumismo
y mercantilismo que predomina hoy en día con modelos de
comercialización de productos de consumo masivo para el
equipamiento del espacio interior, los cuales pretenden delimitar
a un usuario generalizado, encausado en patrones estándares
de comportamiento y, por ende, de vida. En la actualidad, ¿son
“habitables” los espacios donde vivimos? ¿Cómo se relacionan
los conceptos de “habitabilidad” y “sustentabilidad”? ¿Cuál es la
responsabilidad del diseñador de interiores en la configuración de
un espacio en relación con sus habitantes?
El tema de sustentabilidad habitativa es parte del proyecto de
investigación INTERIORES: una visión teórico-práctica sobre la dis-
ciplina del Diseño de Interiores y su pertinencia en el habitar con-
temporáneo.5 Este proyecto pretende, de manera general, construir
un discurso o manifiesto disciplinar del interiorismo arquitectónico
en un sentido social-filosófico: definición, pertinencia y repercusión
en el habitar cotidiano de la gente. El concepto que se trata en este
escrito hace referencia a la importancia del sentido del habitar y su
experimentación integral, en un proyecto de configuración espacial
en relación con el binomio usuario-entorno sin agredir, comprome-
El ter o afectar comunidades, recursos, usuarios ni, por supuesto, al
espacio medio ambiente. Se trata de abordar el término de la sustentabili-
interior dad vista desde dicha perspectiva.
y el Diversos estudiosos del tema han tratado el interior arquitec-
usuario
Teoría tónico con un sentido de trascendencia habitativa. Alain de Botton
y diseño
del
interiorismo
5 Proyecto de investigación coordinado por el Dr. Mario Esparza Díaz de León, supervisado por
la Dirección General de Investigación y Posgrado de la UAA, a través del Departamento de
128 Apoyo a la Investigación, y financiado por el Programa para el Desarrollo Profesional Docente
para el Tipo Superior (PRODEP) de la Secretaría de Educación Pública.
(2008), en su estudio La arquitectura de la felicidad, menciona que
“la arquitectura consigue hacer visible lo que podríamos ser” (p. 14).
Steen Eiler Rasmussen (2012) hace referencia a que la arquitectura
“crea el marco de nuestra vida” (p. 15), resaltando la profundidad de
la espacialidad en el habitar, el límite de una experiencia tan impor-
tante como es la acción de vivir, de ser, de estar. Finalmente, Mario
Praz (2004), en La casa de la vida, describe una experiencia en el
sentido de la configuración del espacio interior como una historia
de su propia vida: espacio, objeto y significado, es decir, espacios ha-
bitativos que “trascienden” ya sea por su contenido o por su misma
configuración espacial (fig. 1).
Lo anterior –así como muchos otros discursos sobre el habi-
tar y el interiorismo– ha permitido la conformación de espacios
trascendentes en la vida cotidiana de personas que han tenido que
vencer los obstáculos de la cultura consumista y mercantilista pre-
dominante con modelos de comercialización de productos de con-
sumo masivo para su equipamiento –interior arquitectónico–, los
cuales pretenden delimitar a un usuario generalizado y encausado
en patrones o estándares de comportamiento y, por ende, de vida.
Como menciona María Melgarejo Belenguer (2011), “se ha ignorado
tanto la vida en el interior de esa arquitectura que el habitante, en
la mayor parte de las ocasiones, ni siquiera aparece” (p. 11).
Sustentabilidad
habitativa:
acotación
profunda
del interiorismo
arquitectónico
129
Figura 1. Casa en Ercolano. 2014. Campania, Italia.
Fuente: Mario Esparza Díaz de León.
Habitabilidad y sustentabilidad
El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo Figura 2. Zaguán. 2014. Luis Moya, Zacatecas, México.
Fuente: Mario Esparza Díaz de León.
132
Toda vivencia cotidiana nos induce constantemente a expe-
rimentar las relaciones entre el espacio interior y exterior creados
a partir de la arquitectura. Muchas son las situaciones en las cuales
nuestro habitar se concretiza en esta relación que, en términos fi-
losóficos, podemos definir como dialéctica. En principio, el espacio
habitable se entiende como algo existente que debe responder a
la existencia misma del ser –cosmovisión–, la exploración de sen-
timientos en cuanto a una realidad; una materialidad que se rela-
ciona con el mundo y es capaz de suscitar sensaciones, emociones,
de crear atmosfera: “un ámbito interior no puede ser conocido e
integrado en la naturaleza del mismo usuario hasta que no es vi-
sualizado en la cotidianeidad de su experiencia material, mental y
espiritual” (Esparza, 2012, p. 23).
Descubrir y reconocer que el espacio interior interacciona
con el ser humano denota, antes que todo, proyectar relaciones.
Por lo tanto, “proyectar el interior arquitectónico” significa descri-
bir los motivos y las razones que empujan a ese ser humano a do-
tarse de espacios y, en consecuencia, adaptarlos según una forma
significante, además de analizar la manera en la cual será capaz
de usarlos. Esta actitud no significa ubicarse al borde que separa el
interior del exterior arquitectónico, sino que direcciona más bien a
considerar integralmente el hábitat del hombre, jerarquizando sus
comportamientos a partir de la esfera de lo privado y hasta la de las
amplias relaciones públicas y sociales. Así, el espacio de la ciudad
no se percibe como distinto del interior donde vive el hombre, sino
como una lógica expansión de sus necesidades y aspiraciones. En
el interior arquitectónico vivimos de modo natural los momentos
de transición de una realidad espacial a otra, sobre todo, cuando la
configuración es sabiamente predispuesta a favorecer dicho pasaje
o trascurso. Se trata de un nodo central, un ámbito de interacción Sustentabilidad
espacial en todo evento habitativo: del modo y nivel en que esto se habitativa:
acotación
concretiza, depende la cualidad del espacio construido. “Ejemplos
profunda
fundamentales de ámbitos de intercambio espaciales podrían ser del interiorismo
el hortus conclusus de la tradición clásica, el patio mediterráneo y arquitectónico
latinoamericano y muchos ejemplos más que van desde el balcón,
el pergolado, el pórtico, etc.” (Esparza, 2012, p. 23). 133
El interior arquitectónico no mantiene intacta su fisionomía
en el tiempo: la arquitectura tiene, más bien, que presentarse dis-
ponible a la renovación y progresiva valoración de las condiciones
que ella prepara para la acogida de los hombres y su mundo de re-
laciones. El interior se transforma a medida que el hombre se va
encontrando en este mundo, se identifica con, se relaciona con, se
interioriza para después exteriorizarse: el hombre como protago-
nista del espacio. Rossana Cassigoli (2011) expone, por ejemplo, que
“la casa representa la familia, el microcosmos donde se expresa el
patrimonio, la herencia y la edificación; la morada, concierne al re-
cogimiento y lo íntimo” (p. 23).
La configuración del espacio interior es determinada por el
tipo de actividades que sus usuarios desarrollen –el cómo y el dón-
de– más allá de la funcionalidad y materialidad y más aproximado a
temas de perceptibilidad: la construcción de una serie de relaciones
entre el hombre, el objeto, la memoria y la espacialidad interior que,
de cierta manera, lo protegen de un entorno, protección no solo en
un sentido de seguridad, sino también de pertenencia; una relación
estrecha de carácter existencial más que material entre el hombre
y la configuración de su hábitat. Debido a esto, es necesario –o in-
dispensable– conocer, comprender y precisar los requisitos a los que
un proyecto debe responder adecuadamente, como lo comenta la
diseñadora de interiores Isabel López Vilalta (2015): “la vivienda es
uno de los encargos de mayor responsabilidad de nuestra profesión.
De algunas de nuestras decisiones puede depender la felicidad de
nuestros clientes” (s/p).
Es importante considerar los factores de índole práctica: la
El poca o nula adecuación a las exigencias de la vida cotidiana, para
espacio no caer en proyectos de subordinación del usuario a los acabados o
interior a la tecnología: no tocar, tener cuidado con, se puede descomponer,
y el etcétera. Además, configurar un interior significa facilitar el uso del
usuario
Teoría espacio con el equipamiento necesario para potencializar las fun-
y diseño ciones y actividades del ser humano, donde objeto y espacio gene-
del
interiorismo ren un efecto que vaya aún más allá del aspecto práctico de las ne-
cesidades elementales. Los espacios, finalmente, son portadores de
134 imágenes que constituyen fragmentos de la memoria del ser huma-
no: un espacio interior que trasciende, porque finalmente el diseño
del interior arquitectónico no consiste solo en cubrir lo prescrito por
el usuario, sino, como menciona Louis Kahn (1996), “Es la creación
de espacios que evoquen el sentimiento de su uso adecuado”.
Pero, ¿qué te hace sentir el espacio donde te encuentras?
¿Cómo transmitir el influjo que la arquitectura interior ejerce en la
vida de la gente? Estudios interesantes, como la exposición Sensing
Spaces: Architecture Reimagined –celebrada en la Royal Academy of
Arts en Londres, Reino Unido, del 25 enero al 06 de abril de 2014–,
pretenden explorar estas cuestiones de percepción y sensaciones
espaciales mediante ejercicios efímeros. Anatxu Zabalbeascoa
(2014) lo describe como un acto no de descripción, sino de experi-
mentación e interpretación, de abandonar el espectáculo de la for-
ma para recuperar la vivencia de los sentidos, considerando los ele-
mentos tangibles del espacio, pero también los intangibles como el
sonido, la luz, el color, etcétera. Para hablar y configurar el espacio
interior, hay que vivirlo, experimentarlo, conocerlo, identificar su
evolución, su historia, entre otras tantas cosas: el interior arquitec-
tónico es experimentación que se traduce en la construcción del ha-
bitar cotidiano.
En cuanto al concepto de sustentabilidad, remontándonos al
origen mismo de la palabra y según el DRAE, su significado implica
algo que puede sostenerse por sí mismo y con razones propias. De
igual manera, al hablar de lo sostenible hay que hablar de las condi-
ciones económicas, sociales o ambientales que lo permiten sin ayu-
da exterior y sin mermar sus recursos existentes. Ambos términos
se pueden referir a la característica de poder mantenerse sin afectar
o comprometer a la generación actual o futura, ser perdurable en
el tiempo sin mermar los recursos integrales actuales. Leff (2000)
refiere el concepto de sustentabilidad a una reflexión filosófica del Sustentabilidad
equilibro entre la construcción de un futuro y un reconstrucción so- habitativa:
acotación
cial fundamentada en una nueva racionalidad.
profunda
Para que una propuesta de diseño habitable sea sustenta- del interiorismo
ble o sostenible en el área ambiental, debe reunir ciertas condicio- arquitectónico
nes, entre las que destacan: el equilibrio en la relación consumo y
regeneración, donde la primera no puede ser mayor que la segun- 135
da; los contaminantes no se pueden producir a un ritmo mayor que
el proceso requerido para reciclarlos, neutralizarlos o para que se
biodegraden; los recursos no renovables no deben aprovecharse a
mayor velocidad para luego ser sustituidos por recursos renovables
sustentables. Esto quiere decir que debemos aprender a aprovechar
con mesura los recursos no renovables y cuidar también los reno-
vables. Por ejemplo, el uso de energías renovables no compromete
el medio ambiente de nuestra generación ni de las futuras. Pero no
solo este factor es importante o definitivo en la configuración de un
proyecto de diseño de interiores, sino que hay que abordar el rubro
técnico-tecnológico, pero no el tema funcional-social.
Actualmente, podemos observar la creciente expansión de las
ciudades mediante fraccionamientos que carecen de infraestructu-
ra adecuada y suficiente, además de contener viviendas de cuestio-
nable calidad constructiva. Estas construcciones son, también, poco
estudiadas en sentidos tangibles e intangibles del espacio habita-
ble: en lo tangible, por ejemplo, la reglamentación oficial del Código
de Ordenamiento Territorial, Desarrollo Urbano y Vivienda para el
Estado de Aguascalientes indica un mínimo de 38 metros cuadra-
dos (COTDUVEA, 2013, p. 439), independientemente del número de
habitantes y sus condiciones, sin importar sexo, edades, etcérera; en
lo intangible, la situación personal de sus habitantes: condiciones
de salud, economía, consecuencias psicológicas, etcétera. Es decir,
el planteamiento de la sustentabilidad contemporánea pretende
establecer criterios y políticas de respeto y protección al medio am-
biente, pero ¿ dónde queda el ser humano? ¿De qué sirve equipar
la vivienda popular masificada con calentadores solares o muebles
El sanitarios con ahorro de agua en descarga si la mayoría son espa-
espacio cios que poco se apegan a las necesidades básicas ergonómicas con
interior características nulas de accesibilidad y diseño universal, sin men-
y el cionar la intimidad, la individualidad, el pudor, etcétera?
usuario
Teoría Como se menciona anteriormente, la sustentabilidad es de-
y diseño fenderse con sus razones, pero no se habla solamente en un sentido
del
interiorismo de proveer o conservar para, sino también de sostener en sentido
de permanencia y, a final de cuentas, el espacio habitable es por y
136 para el hombre, y sin él, prácticamente, no tiene razón de ser. Es el
mismo ser humano quien sustenta el espacio habitable y, entonces,
¿por qué no buscar su bienestar al igual que el bienestar del medio
ambiente?
El estudio y atención de factores funcionales, culturales y so-
ciales que inciden en el desarrollo de un proyecto de diseño de inte-
riores es indispensable para abordar el tema de la sustentabilidad y
medio ambiente a cabalidad, ya que de lo primero depende la viabi-
lidad de la sostenibilidad ambiental: de nada sirve tener tecnología
y aprovechar los recursos naturales si los proyectos son poco o nada
habitables, donde el usuario no aprovecha o no potencializa el re-
curso porque simplemente no puede vivir o lo intenta, generando
así condiciones que, a la larga, generan problemas físicos y sociales,
lo cual, a su vez, limita la construcción de una conciencia de respeto
al ecosistema. Esto es un círculo vicioso en donde los intereses eco-
nómicos –en este caso el costo de la tierra y el beneficio económico
de las constructoras con el coste de las viviendas– se sobreponen
a propuestas que permitan una habitabilidad integral y, en conse-
cuencia, la construcción de mejores seres humanos.
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Sustentabilidad
habitativa:
acotación
profunda
del interiorismo
arquitectónico
139
Hacia un diseño emocional en
la arquitectura: beneficios en los
espacios sanitarios
T
radicionalmente, arquitectos
y diseñadores proyectan los
espacios intuitivamente.
Aunque el proceso habla
de la validez del arte como
forma de aproximarse a la
complejidad del mundo (Wagensberg,
2003) y sobre cómo el artista vislumbra y
prevé el proceso perceptual involucrado en
la experiencia espacial, es en cierta medida
ineficiente en cuanto a su aproximación
a la dimensión emocional del usuario. 141
Los estudios que han tratado de analizar esta respuesta, aunque
suponen un avance, resultan insuficientes ante el complejo
espectro de reacciones emocionales que genera el espacio.
Este trabajo propone una metodología global que permite
evaluar integralmente la respuesta inconsciente-emocional de los
usuarios. Combina técnicas propias de focus group, ingeniería kan-
sei, realidad virtual y neurofisiología, con el objeto de desarrollar
proyectos cuyo diseño garantice la respuesta emocional esperada
en el usuario.
La metodología supondrá, por ejemplo, un beneficio especial-
mente substancial en los espacios sanitarios, en los que sus usuarios
se encuentran en una situación delicada, esto con base en eviden-
cias científicas sobre la importancia del ambiente hospitalario en la
salud y el bienestar. Con todo, su aplicación permitiría alcanzar una
arquitectura sanitaria más humana y que redundara en una mejora
de la calidad de vida.
Desde sus inicios, la arquitectura ha sentado sus bases en los
tres pilares definidos por Vitruvio: solidez constructiva, funcionali-
dad y belleza. Sin embargo, la experiencia del espacio, bien sea en
entornos naturales, urbanos o interiores, también es una experien-
cia emocional, de forma que subyace otro aspecto fundamental: la
respuesta emocional del usuario, íntimamente relacionada con el
bienestar.
Ser conscientes de este hecho fue lo que llevó, en 1953, al ar-
quitecto alemán Goeritz a acuñar el término “arquitectura emocio-
nal” en su manifiesto homónimo (1954), donde se mostraba partida-
rio de estudiar el proyecto desde el punto de vista de las emociones
El que despierta en el usuario, más allá de la arquitectura funcionalis-
espacio ta imperante en su tiempo.
interior Hasta el momento son muchos los estudios que han tratado
y el de analizar la respuesta emocional de los usuarios ante el entor-
usuario
Teoría no construido en el ámbito de la psicología ambiental. Así, existen
y diseño trabajos sobre la reacción emocional de los observadores a los di-
del
interiorismo ferentes estilos arquitectónicos (Fusch y Ford, 1986; Nasar, 1989), a
la forma de la cubierta (Sanoff, 1991; Stamps, 1991; Stamps, 1993), al
142 diseño de fachadas (Nasar, 1983; Stamps, 1999; Akalin, Yildirim, Wi-
lson y Kilicoglu, 2009) o a cómo el envejecimiento de los edificios
afecta la evaluación por parte de los usuarios (Herzog y Gale, 1996;
Hull, 1992; Stamps, 1994). Sin embargo, la mayoría de estos trabajos
presentan las siguientes tres limitaciones metodológicas:
Ingeniería kansei
Realidad virtual
147
Metodología
Agradecimientos
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un diseño
emocional
en la
arquitectura:
beneficios
en los
espacios
sanitarios
155
¿Por qué debería de cambiar la
tecnología de manejo del agua
doméstica a un modelo más
sustentable? Una propuesta para
el diseño de interiores
A
finales del siglo XX se
incrementó el interés
en el cuidado del medio
ambiente debido a la
toma de conciencia de la
degradación ambiental
provocada por los seres humanos. En
las ciencias sociales y las aplicadas, se
realizaron diversos estudios para analizar
la problemática relacionada con este 157
tema. Por su parte, disciplinas como la
arquitectura y el diseño de interiores han puesto en marcha
alternativas sustentables para el cuidado del ambiente.
Desde la perspectiva del diseño, se han creado diferentes ver-
tientes interesadas en promover el cuidado del ambiente, entre las
que se pueden citar el diseño responsable con el medio ambiente,
el llamado diseño verde y la sustentabilidad. La primera corriente
pugna por una visión global que tiene como objetivo el bienestar
de las personas a través de la protección del ambiente y la salud hu-
mana, con el objetivo de preservar el entorno natural mundial para
las generaciones futuras. Por otro lado, el diseño verde se enfoca en
soluciones a menor escala, las cuales también se orientan a cuidar
el medio (Jones, 2008:4).
Dentro del diseño se ha generado una vertiente encaminada
a la sustentabilidad, la cual pugna por retribuirle a la naturaleza en
la medida que se obtiene de ella (Hernández, 2008:18-24), a pesar de
que algunos economistas consideran que es imposible regresarle al
entorno lo que se le extrae (Leff, 2004). Sin embargo, la sustentabili-
dad representa una posibilidad para aminorar el deterioro ambiental.
Algunas propuestas desde el diseño de interiores y la arqui-
tectura han promovido estrategias para provocar menor impacto
ambiental. Entre ellas, puede citarse el cambio en los materiales
que se utilizan para la construcción y el diseño de los interiores, con
el objetivo de disminuir el deterioro. Además, se han enfocado en
el ahorro de recursos naturales y energía (Hernández, 2008:18-24).
Aparte, existen también visiones holísticas que no solo in-
volucran los factores tecnológicos y materiales, sino que conside-
ran de igual manera a los actores sociales como parte esencial del
El cambio para el cuidado del medio ambiente (Blasco y Albarracín,
espacio 2004:19-24).
interior Cabe señalar que, desde la perspectiva sustentable, se ha ge-
y el nerado el interés en el uso de elementos para el diseño y la construc-
usuario
Teoría ción “amigables” con el ambiente (Moxon, 2012). Sin embargo, otros
y diseño estudios han demostrado que el empleo de esos productos eleva el
del
interiorismo costo de los diseños, y no todos los usuarios tienen posibilidades de
acceder a ellos (Bracco, Angiolini y Jerez, 2010).
158
Independientemente de la vertiente que tomen los diseña-
dores de interiores y arquitectos, ambos profesionales deben estar
comprometidos a realizar acciones que contribuyan a detener o dis-
minuir el deterioro ambiental. Puesto que van más allá de lo proyec-
tual, ambas disciplinas están encaminadas a generar cambios en la
vida de las personas.
Desde las perspectivas del diseño de interiores y la arquitec-
tura, se han explorado nuevas aristas de la problemática ambiental
en la búsqueda de soluciones, las cuales están encaminadas a fre-
nar el deterioro ambiental. Por ello, es indispensable que quienes la-
boran en las disciplinas proyectuales conozcan el grado de deterioro
ambiental que enfrentan las regiones en las que habitan.
Las ciudades y su crecimiento han propiciado la generación
de espacios irrigados con agua negra, pues, mayormente, los recur-
sos hídricos contaminados se arrojan a las periferias, áreas en las
que se usan para irrigar sin un tratamiento previo, lo cual propicia
contaminación del suelo y la biota. Ciudad Juárez no es la excepción
a este tipo de práctica agraria, ya que al igual que sucede en otras
urbes, el agua negra es empleada por los regantes.
En este trabajo se explorarán los orígenes del uso del agua
negra para la irrigación en el contexto mundial. Posteriormente, se
abordarán las consecuencias negativas que trae consigo este tipo
práctica. Al final se mencionarán algunas posibles alternativas para ¿Por qué
eficientar el uso del agua cristalina que nos llega a las casas. Cabe debería de
cambiar
señalar que dada la complejidad política y social que implica la ge- la tecnología
neración y distribución del agua negra, este trabajo no pretende de manejo
proponer una solución global a la problemática, sino enunciar sola- del agua
doméstica
mente algunas alternativas para la disminución en el consumo de
a un modelo
recursos hídricos. más
El agua que nos llega todos los días proviene de hace millones sustentable?
de años, pues se localiza en los mantos freáticos bajo la tierra. Dada su Una propuesta
para el
condición invisible y su relativa abundancia, desde las primeras dé-
diseño
cadas del siglo XX en México se han sobreexplotado los mantos acuí- de
feros. Dicha circunstancia ha traído consecuencias negativas, tales interiores
como el hundimiento del suelo y la contaminación de los depósitos.
159
El uso indiscriminado del agua cristalina propicia la genera-
ción de un mayor volumen de aguas negras, a las cuales se unen
las resultantes de la industria, lo que provoca mayor contaminación
en los espacios irrigados con estas aguas. Disminuir el volumen de
agua negra que generan las ciudades podría propiciar la búsqueda
de alternativas más eficientes y menos contaminantes para irrigar
la periferia de las ciudades. A continuación se expondrán los oríge-
nes de la irrigación con agua negra.
161
El recuento de los daños
Los resultados de los estudios que se han hecho sobre los efectos
dañinos del uso de agua negra para la agricultura son diversos, pero
en términos generales apuntan a la degradación del suelo, la conta-
minación de los mantos freáticos, así como la generación enferme-
dades gastrointestinales entre los regantes y consumidores de los
productos producidos en esas regiones agrarias.
Para calcular el daño y el riesgo que ofrece la irrigación con
aguas negras, se han creado estándares de calidad del agua potable
que definen las cantidades aceptables de bacterias y metales pesa-
dos que puede tener ese recurso. El supuesto es que a partir de ello,
se puede calcular el daño a futuro.
En 1958 se publicaron por primera vez los estándares interna-
cionales del agua para beber. Desde entonces, la guía ha sido mo-
dificada. Las actualizaciones tienen que ver con el resultado de in-
vestigaciones posteriores que muestran los riesgos potenciales a la
salud humana por el uso de agua negra y el consumo de productos
irrigados con ellas (The Newsletter of the International Program-
mer on Chemical Safety, 2003).
En el caso del agua negra, cuando se sobrepasa la cantidad de
huevos de helmintos y coliformes fecales, existe la posibilidad de
contraer enfermedades gastrointestinales entre los regantes y quie-
nes consumen los productos contaminados (Feenstra et al. 2000).
Cabe señalar que el uso del agua negra también puede provocar pro-
blemas en las uñas y la piel de los agricultores (Jaiswal, 2007).
Otra de las problemáticas es que las aguas negras se mezclan
El con las que provienen de las industrias. Ello ha propiciado que la
espacio contaminación del suelo y los productos agrarios sea mucho mayor.
interior Esto puede causar daño al suelo, al agua del subsuelo y las plantas
y el que se cultivan (Hoek et al. 2002).
usuario
Teoría Para el caso de Ciudad Juárez, puede señalarse que en algu-
y diseño nas áreas de la ciudad no existe conexión al drenaje, por ello, las
del
interiorismo aguas residuales corren por canales abiertos tierras abajo, en donde
se emplean para la agricultura mezcladas con aguas del río Bravo y
162 subterráneas (Vázquez 1999:39-41).
En Ciudad Juárez, al igual que en otras ciudades mexicanas,
el agua negra se mezcla con las residuales provenientes de las in-
dustrias, circunstancia que afecta las características tóxicas de ese
recurso y los efectos negativos que su empleo puede traer a la agri-
cultura (Vázquez, 1999:39-41).
Respecto a la contaminación que se genera a partir de las
aguas negras producidas en Ciudad Juárez, se han realizado varios
estudios. En ellos, se han analizado diferentes aspectos sobre la con-
taminación, entre los que se puede citar la presencia de arsénico
en las aguas residuales empleadas para la irrigación en el Valle de
Juárez (Hernández, 2012).
En ese mismo contexto, también se ha analizado el suelo del
Valle de Juárez, el cual ha sido contaminado por metales pesados a
raíz de que las aguas negras también trasladan las de los procesos
industriales resultantes de las maquilas (Contreras, 2000).
Algunos otros trabajos sobre de los productos agrícolas del
Valle de Juárez han estudiado la presencia de metales pesados en
plantas, por ejemplo, en el caso de las investigaciones para deter-
minar la presencia de metales pesados en huertos de nogal (Pérez,
2010) y de pistacho (Mendoza, 2010).
Finalmente, otro de los efectos negativos de la irrigación con
agua negra es la contaminación del subsuelo y, con ello, el deterioro
del agua de los mantos freáticos debido a la elevada concentración ¿Por qué
de nitrato y metales pesados que traslada ese recurso. Todas las cir- debería de
cambiar
cunstancias que se citaron son nocivas para el desarrollo de la vida la tecnología
humana (Scott et al. 2000:5). de manejo
Para los gobiernos locales de países como México, resulta be- del agua
doméstica
neficioso el empleo de las aguas negras para irrigar, pues se desha-
a un modelo
cen de ellas sin ningún costo y, aparentemente, generan un bene- más
ficio para quienes las utilizan. Sin embargo, a largo plazo podrían sustentable?
redundar en daños mayores al suelo y agua y, por ende, a los seres Una propuesta
para el
humanos.
diseño
de
interiores
163
A modo de conclusión
164
Referencias bibliográficas
167
Diseño de interiores centrado
en la persona: el caso de
los espacios laborales en la
Universidad Motolinía del
Pedregal
T
Diseño centrado en la persona
Diseño
de interiores
Figura 1. Propuesta de directrices sobre diseño de interiores en empresas centrado
en la persona:
o instituciones.
el caso
Fuente: Julieta Villazón, 2015.
de los
espacios
Las investigaciones sobre interiores de oficinas que se han re- laborales
en la
visado confirman que la problemática comentada es un hecho, so-
Universidad
bre todo cuando hay que tomar decisiones sobre la conveniencia de Motolinía
tener oficinas cerradas o abiertas. Las últimas han proliferado desde del Pedregal
que las empresas han visto la necesidad de estimular el trabajo en
equipo, la flexibilidad, la competencia, el control, el ahorro de espacio 173
y la disminución de jerarquías, no siempre con beneficios para los
miembros de las empresas. Hay autores que muestran cómo ambas
soluciones, el modelo abierto y el cerrado, pueden tener efectos posi-
tivos o negativos, según el contexto (Ferguson, 1997). Zagreus (2004)
reporta que, en su investigación sobre un caso de estudio, al pasar
a open offices los empleados tuvieron y expresaron menor satisfac-
ción. Evans y Johnson (2000) encontraron que en un escenario de
oficina abierta el ruido es visto como un factor negativo que influye
en la productividad y la salud. En Brooks y Kaplan (1972), en cambio,
se registró que los usuarios tuvieron mayor satisfacción al pasar a
open office, pues se vincula a la ganancia en comunicación. McCus-
key y Shepley (2009) exponen un caso de estudio en una empresa de
cine que remodeló sus oficinas, focalizando el análisis en la apertura,
flexibilidad, generación de comunidad y grado de satisfacción gene-
ral. Se constató que hubo mayor satisfacción con las nuevas oficinas
respecto a las antiguas. Las nuevas tienen estaciones de trabajo y
están expuestas a menos luz, son más flexibles –es más rápido pasar
de una estación a otra– y hay más sentimiento de apertura –se ve
más gente desde la estación–. Se valoraron las áreas comunes com-
plementarias –sala de estar, cocina, esquinas, espacio para equipos,
estaciones de trabajo– que generan comunidad y se detectó cierta
preocupación sobre la falta de privacidad en un espacio abierto, así
como el alto nivel de ruido, que aumentó, sobre todo, en los puestos
ejecutivos que anteriormente tenían oficinas cerradas.
Como antecedente en el estudio de uso y nivel de satisfacción
en el uso de oficina, también cabe destacar el trabajo de Julia Day
(2012), en el que se ofrece una interesante revisión de la literatu-
El ra sobre evaluación de posocupación en oficinas –post-occupancy
espacio evaluation– y un caso de estudio sobre los efectos de iluminación
interior natural en oficinas perimetrales –efectos positivos y negativos–, te-
y el niendo en cuenta la orientación, el calor y la posibilidad de control
usuario
Teoría de la luz. Más del 50% de los empleados reportan obstrucciones en
y diseño el manejo de las persianas debido a la disposición de los muebles,
del
interiorismo por lo que se echó de menos una aproximación integral al diseño
–integrated design approach– que contemplara el uso, clima, luz, ca-
174 lor y disposición de muebles.
Por su parte, Vithayathawornwong (2003) y sus colegas estu-
diaron dos condiciones sociopsicológicas que promueven la crea-
tividad, el dinamismo y la libertad, y se plantearon cómo el espa-
cio laboral puede promoverlas. En cuanto a la libertad, el espacio
puede ofrecer espacios no estrictamente funcionales, alternativos,
inspiradores y privados –capacidad de controlar el ambiente–. Para
promover el dinamismo, el autor señaló que es bueno fomentar el
intercambio, la comunidad y los entornos estimulantes.
Los datos que arroja la encuesta nos permiten formular las siguien-
tes conclusiones. En primer lugar, hay menos privacidad que la
requerida, aunque la distancia entre ambas no es grande. La cali-
ficación en privacidad es 6.4, la segunda calificación más baja de la
encuesta, aunque el dato hay que entenderlo en el contexto de que
la privacidad requerida no puede ser total, pues el promedio de pri-
vacidad que se necesita, según los encuestados, es de 7.2. Si conside-
ramos este requerimiento como un 100%, el nivel de cumplimiento
es un notable 88% (fig. 2).
Figura 2. Privacidad.
El Fuente: Cruz-Villazón, 2015.
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
176
Figura 3. Área de trabajo abierta.
Fuente: Julieta Villazón, 2015.
Diseño
de interiores
centrado
en la persona:
el caso
de los
espacios
laborales
en la
Universidad
Motolinía
Figura 8. Personalización del espacio de trabajo en el Centro de del Pedregal
Formación.
Fuente: Julieta Villazón, 2015. 179
Figura 9. Imagen institucional y personalización del espacio de trabajo.
Fuente: Cruz-Villazón, 2015.
El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del Figuras 10 y 11. Elementos gráficos de la imagen institucional.
interiorismo
Fuente: UMP.
180
Conclusiones
Referencias bibliográficas
El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
182
La iluminación natural y el color
en espacios interiores
L
a iluminación natural es
una estrategia de diseño que
aporta múltiples beneficios al
usuario y considerables ahorros
energéticos. El ciclo circadiano,
por ejemplo, contribuye a un
mejor estado de ánimo y a una mayor
productividad en el trabajo (Boyce, Hunter
y Howlett, 2003). Sin embargo, en ocasiones
en el diseño de un espacio no se estudia
el recurso de la iluminación natural, por
lo tanto, se crean espacios deficientes,
carentes de un ambiente lumínico
adecuado o, en el caso contrario, edificios
con excesivas áreas de vidrio, otorgando 183
iluminación abundante, pero poca o ninguna atención al impacto
sobre el confort visual y térmico (Laforgue citado por Pattini,
Villalba, Córica, Ferrón y del Rosso, 2009). Debido a la localización
geográfica de la ciudad de Guadalajara, México, la mayor parte del
año se cuenta con iluminación natural suficiente para iluminar
un espacio interior en casi la totalidad de las horas laborales, a
diferencia de otros países. Si la iluminación natural se aprovechara
de forma eficiente, se obtendrían beneficios para el usuario y la
sustentabilidad.
Bodart y De Herde (2002) mencionan que pueden obtenerse
reducciones de entre 50 y 80% del consumo de iluminación artifi-
cial en edificios de oficina. En este documento de investigación se
analizó, por medio de 24 simulaciones virtuales, las iluminancias
disponibles en distintos escenarios en un espacio destinado a ofi-
cina, se consideraron las fachadas norte y sur como único ingreso
de la luz natural y se valoraron diversos coeficientes de reflexión
aplicados a muros y techos. Los objetivos fueron comparar la dispo-
nibilidad de la iluminación natural, según la orientación por donde
ingresa la luz, así como determinar el aumento de la iluminación
natural según el coeficiente de reflexión de muros y techos, con el
fin de brindar información útil para el proceso de diseño lumínico
en espacios interiores.
Iluminación natural
El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
186
Figura 2. Colores y valor aproximado de reflexión de la luz.
Fuente: elaboración propia a partir de la información de una página web de pinturas.
La
iluminación
natural
Figura 4. Planta sin escala. Trazo de retícula en el plano de trabajo a 75 cm y el color
en espacios
del n.p.t, con valores de iluminancias correspondientes a la combinación 1.
interiores
Fuente: elaboración propia con datos obtenidos de Desktop Radiance, a través de Ecotect.
191
Grupos Combinación Elemento Reflexión Elemento Reflexión
(%) (%)
Grupo 1 1 Muros 10 Techo 90
Grupo 1 2 Muros 30 Techo 90
Grupo 1 3 Muros 60 Techo 90
Grupo 2 4 Muros 10 Techo 60
Grupo 2 5 Muros 30 Techo 60
Grupo 2 6 Muros 60 Techo 60
Grupo 3 7 Muros 10 Techo 30
Grupo 3 8 Muros 30 Techo 30
Grupo 3 9 Muros 60 Techo 30
Grupo 4 10 Muros 10 Techo 10
Grupo 4 11 Muros 30 Techo 10
Grupo 4 12 Muros 60 Techo 10
Resultados
Iluminancias promedio
192
Figura 5. Iluminancias promedio con orientación norte.
La
iluminación
natural
y el color
en espacios
interiores
La
iluminación
natural
y el color
en espacios
interiores
195
Figura 8. Disminución de iluminancias por distancia en combinaciones
del grupo 2, con techo a 60% de reflexión y orientación sur.
196
Figura 10. Disminución de iluminancias por distancia en combinaciones
del grupo 4, con techo a 10% de reflexión y orientación sur.
197
Figura 12. Disminución de iluminancias por distancia en combinaciones
del grupo 2, con techo a 60% de reflexión y orientación norte.
198
Figura 14. Disminución de iluminancias por distancia en combinaciones
del grupo 4, con techo a 30% de reflexión y orientación norte.
Conclusiones
Referencias bibliográficas
202
El liderazgo en el interiorismo
E
l diseño de interiores es
una disciplina humanística
y científica que debe ser
considerada esencial en todo
el mundo por la trascendental
contribución que brinda a la
existencia de los seres vivos. No es una
práctica moderna, ni caprichosa, ni de
pasatiempo, sino una actividad que se
desempeña desde principios del siglo XX
en Europa. Aunque surge en el ámbito de
la decoración, el diseño supo evolucionar
abarcando la gestión de ambientes
203
funcionales, tanto en interior como en
exterior, así como extenderse por el mundo. Sin embargo, en
Ciudad Juárez, Chihuahua, como en gran parte de la república
mexicana, aún se subestiman las actividades que ejerce un
interiorista.
El interiorista egresa de la universidad con conocimientos
elevados acerca de la construcción de ambientes, con base en un
mecanismo donde se analiza un programa de necesidades a través
de planes que fomentan la protección, salud y óptimo desempeño
de las actividades de los seres vivos que interactúan con el espa-
cio, siempre en conjunto con la consideración de ideas visualmente
agradables y sostenibles. Así mismo, el interiorismo tiene una estre-
cha relación con la arquitectura y la ingeniería, al ubicar el contexto
del espacio donde va a intervenir. Para esto, investiga una serie de
factores necesarios para un buen diseño, donde lo primordial es que
el espacio cumpla con los requerimientos funcionales y legales en
un lugar personalizado e innovador.
Ahora bien, ser un interiorista creativo, tener conocimiento de
materiales, costos, solución de carácter práctico y estético, así como
una buena representación, ya no es suficiente para el éxito en el
interiorismo. Los aportes teóricos sobre liderazgo y aptitudes proce-
dentes del mismo, constituyen la precisa valoración e implicación
de los rasgos de un líder en el interiorismo.
Por esta razón, el presente documento enuncia de manera
descriptiva los diferentes conceptos, habilidades y aptitudes de li-
derazgo que se deben aplicar de manera plena en el ejercicio pro-
fesional del diseñador de interiores. La base es Daniel Goleman,
quien a lo largo del tiempo ha desarrollado el tópico de una manera
El humana y con perspectiva de crecimiento y desarrollo de manera
espacio práctica y sencilla. El liderazgo, generalmente, lo relacionamos con
interior el poder, el éxito y una capacidad superior para cambiar mentalida-
y el des, influir y mandar a las personas que están a nuestro alrededor
usuario
Teoría para cumplir con ciertos objetivos, pero este concepto ha venido
y diseño evolucionando. Hemos transitado por el liderazgo autocrático, au-
del
interiorismo toritario, democrático y liberal –donde una persona dirige y manda
con cierta autoridad–, hasta un modelo actual participativo, coope-
204
rativo, situacional y carismático que promueve el aspecto empresa-
rial, emprendedor y una orientación cercana al cliente.
Cada uno de los modelos anteriores tiene características espe-
ciales que lo convierte en una manera de actuar y conseguir resul-
tados con ayuda de un equipo de personas inspiradas por una idea,
proyecto, causa o situación, y que colaboran de manera ardua por
conseguir un objetivo en común, lo cual los motiva, compromete y
alienta. Esta influencia puede demostrarse de manera tanto positi-
va como negativa, y generalmente es para lograr un objetivo colec-
tivo o particular (Ramos, 2005, pp. 9-10). La persona que tiene en su
mente un propósito debe de administrar, coordinar y dirigir, con un
esfuerzo sostenido, de tal manera que propicie el proceso integral
de liderazgo e incluya aspectos como visión, habilidades de comu-
nicación, delegación de tareas, reconocimiento de talento, sentido
de oportunidad y conocimiento del entorno, esenciales para el éxito
de un proyecto. Además, como complemento perfecto del valor y
uso de las experiencias anteriores, el haber consolidado proyectos
integrales de diseño interior.
Un líder es aquella persona que tiene la capacidad de influir
y conducir, comunicar y ejecutar, descubrir y desarrollar talento.
Tiene la misión de mantener un ambiente de trabajo de confianza,
armonía, de promover la competencia y el desafío. Derivado de la
definición anterior, podemos identificar que la persona al frente del
proyecto deberá contar con los atributos necesarios para la puesta
en práctica de los conceptos ya mencionados, y contar con la capa-
cidad para expresarse de manera clara y precisa, resaltando de esta
forma dos características: habilidad de comunicación y capacidad
de interacción.
Ahora bien, Selman (2008) define el liderazgo como un fenó-
meno social y lingüístico, y establece que es la pericia humana para
forjar el contexto y adoptar la condición en que se cohesiona con las
circunstancias (pp. 7-8). Es decir, el líder de un proyecto de diseño,
El liderazgo
el visionario, la persona que comparte una idea, tiene que estar al en el
tanto de su alrededor. En este sentido, nos preguntaremos, ¿qué ele- interiorismo
mentos o características importantes le aporta el liderazgo al ejer-
cicio del diseño de interiores? A lo largo del texto se mencionarán 205
y aplicarán conceptos que, sin lugar a dudas, enriquecen la profe-
sión y deben ser considerados para mejorar personal y profesional-
mente. Lo anterior implica que un diseñador de interiores tiene la
maravillosa posibilidad de crear, incorporar y adaptar, con base en
las necesidades de un cliente, deseos, necesidades y experiencias
que involucren una visión compartida para concretar obras con un
equipo de trabajo bajo su supervisión, organización, dirección y eje-
cución, actuando de manera coordinada con información precisa y
objetivos claros.
El liderazgo, en un primer momento, es un ejercicio individual
de capacidad, aptitud, interacción y comunicación, y debe perseguir
siempre un resultado, generalmente, positivo. En un segundo mo-
mento debe fundamentarse en el respeto y la inspiración, lo cual
debe transmitirse a los colaboradores para desarrollar ideas y ma-
terializarlas en proyectos. Lo anterior produce impacto personal y
profesional, es un efecto multiplicador que se comparte y divulga
a través de acciones que cuentan con el reconocimiento de todo un
grupo y trascienden con sus efectos –aprendizaje, experiencia, de-
sarrollo de comunicación, desarrollo de aptitudes, etcétera–.
La capacidad de cada individuo para desarrollar el liderazgo
en cualquier ámbito de su vida estará medida por el proceso de asi-
milar y aplicar aprendizaje, entender y plasmar en un proyecto lo
que dará respuesta al cliente, el grado de influencia con su equipo
de trabajo y la interacción con el entorno, así como el resultado fi-
nal. Podemos comentar que el líder y el diseñador de interiores tie-
nen en común el desarrollo de un profundo espíritu de servicio y
capacidad creativa, lo cual favorece el deseo de conseguir efectos
El multiplicadores en momentos y situaciones variadas, construyen-
espacio do proyectos diferentes, integradores y flexibles. Los líderes marcan
interior diferencias, sobresalen, son estrellas solitarias que en algún instan-
y el te de su vida encuentran un motivo que los haga persuadir, influir
usuario
Teoría y reunir a un grupo de individuos con capacidades y talentos que
y diseño compartan una visión, sueño, idea y, sobre todo, una responsabili-
del
interiorismo dad compartida.
El límite para el desarrollo de un proyecto de diseño de inte-
206 riores y la obtención de resultados depende de: 1) guía; 2) talento
–habilidades, aptitudes y capacidades–; 3) comunión con la idea;
4) capacidad para transmitir y crear un ambiente de armonía; y 5)
creatividad. Por esto, es importante compartir, educar con el ejem-
plo y asumir la responsabilidad de conducir día con día el proceso
de transformación integral de las personas involucradas en el pro-
ceso creativo del interiorismo, para así lograr concretar, satisfacer y
crear experiencias con los espacios conceptualizados.
Por su parte, Goleman (2013) asegura que para ejercer el li-
derazgo se requiere de un alto nivel de inteligencia emocional (IE),
donde se incluye la autoconciencia, la autogestión, la motivación,
la empatía y las habilidades sociales. El liderazgo no es equivalente
a dominio, sino a la experiencia de generar influencia en la gente
para que contribuya con un objetivo común. Un líder eficiente re-
percute en gran escala en las personas que lidera: marca estrate-
gias, motiva, precisa una misión e instaura una cultura (p. 32), por lo
que el liderazgo requiere de la integración, formación y desarrollo
de colaboradores a través del aprendizaje continuo para favorecer
ambientes creativos e innovadores y concretar, así, las ideas que se
tienen para resolver un proyecto.
El liderazgo es un tema esencial para quienes desean alcanzar
objetivos, lo cual resulta útil para la disciplina del diseño de inte-
riores. Goleman (2013) destaca como componente esencial la IE, la
cual se concentra en características y cualidades personales. Todos
tenemos la posibilidad de fungir como líderes, y ser líder implica
autoconocimiento –capacidades, habilidades, aptitudes–. El tiempo
en que nos tocó vivir exige estar atentos a las demandas y el entor-
no, por lo cual el líder deber tener visión y establecer los objetivos y
metas que aspira lograr a través de elementos y factores que favore-
cen el liderazgo como la disciplina, la comunicación, la motivación,
la negociación y la influencia –este último, permitirá al diseñador
persuadir a su equipo para trabajar de manera ordenada en lograr
las metas establecidas: liderar es el arte de cultivar nuevos líderes–.
El liderazgo
El líder no predica, actúa desde su dimensión humana, dialoga y es- en el
cucha desde la humildad y la acción coherente. Cada persona tiene interiorismo
la capacidad de trascender. Al comunicar, compartir y actuar debe-
mos encontrar el punto de inflexión en el cual podemos y debemos 207
hacer más a través de la puesta en práctica de los talentos humanos,
así como de interpretación y aprendizaje de la realidad. El diseña-
dor, como líder con IE, es más factible que logre posicionarse como
prestador integral de servicios y hacedor de productos –proyectos
integrales de diseño– porque cuenta con habilidades sociales, in-
telectuales y de dirección, con capacidad para expresar y solventar
situaciones con clientes, proveedores y colaboradores, utilizando la
empatía como principal herramienta.
Los autores sobre liderazgo clasifican varios estilos, tipos, apti-
tudes y características para determinar cuáles son más convenien-
tes. Al interiorista, con la finalidad de ser un líder en su ámbito, le
conviene conocer dichas clasificaciones.
Tipos de líderes
Inteligencia emocional
La autoconciencia
La autogestión
El La empatía
espacio
interior La empatía suele ser la característica más reconocida de la IE. Se ma-
y el nifiesta e identifica a través de la identidad y consideración que se
usuario
Teoría puede tener con los sentimientos de los colaboradores con respecto
y diseño a sus propios sentimientos, sobre todo, cuando se relacionan con la
del
interiorismo toma de decisiones promoviendo la participación abierta, la since-
ridad y cooperación (Goleman, 2012, pp. 44-48) Así mismo, Martínez
214 (2011) analiza la empatía como la aptitud para comprender, median-
te una conversación, cómo se sienten las otras personas, así como
de verlos en forma de individuos emancipados con quienes puede
interactuarse de manera amistosa y cuidadosa.
Goleman (2012) resalta la importancia de la empatía por tres
razones:
Capacidad social
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Covey, S. (1989). Los 7 hábitos de la gente eficaz: la revolución ética en
la vida cotidiana y en la empresa. México: Paidós.
Gibbs, J. (2006). Diseño de interiores. Guía útil para estudiantes y
profesionales (2a ed.). España: Gustavo Gili.
Goleman, D. (2008). Inteligencia emocional. España: Kairós.
Goleman, D. (2013). Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional.
España: Ediciones B.
González, S. (2011). Habilidades de comunicación hablada: asertividad
+ persuasión + alto impacto. EE. UU.: Thomas Nelson.
Guilera, Ll. (2007). Más allá de la inteligencia emocional: las cinco
dimensiones de la mente. España: Paraninfo.
Ramos, A. (2005). Liderazgo y conducción de equipos. México: Trillas.
Ruiz, M. (2008). ¿Para qué sirve un líder? Lecciones de liderazgo
aplicadas a la empresa, la política y la vida. España: Díaz de
Santos.
Selman, J. (2008). Liderazgo. Argentina: Prentice Hall/Pearson
Education.
El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
218
La visión artística desde el
diseño de interiores
E
l diseño necesita de bases
filosóficas más fuertes para
mejorar la investigación,
educación y práctica, y su
definición es el primer paso
para establecer estas bases. La
palabra “diseño” es altamente ambigua y
es tarea del diseñador ayudar a clarificarla.
Inicialmente, las definiciones estaban
abocadas a la función y la estética, dejando
de lado su clasificación en las artes aplicadas
(applied arts). Así, la pregunta es: ¿el diseño
debe tener un enfoque artístico o estético?
219
Las nuevas definiciones del diseño no priorizan el rol tradicio-
nal de los diseñadores: la unión entre forma y función. En la actuali-
dad, el concepto es mucho más amplio, creando una crisis de identi-
dad para aquellas disciplinas que todavía se enfocan en los aspectos
estéticos de los artefactos, como la arquitectura, el diseño industrial,
de modas, gráfico y, principalmente, el de interiores.
La evolución del diseño ha llevado al desarrollo de la abstrac-
ción de conceptos por parte de muchos diseñadores contemporá-
neos. Ahora, los espacios presentan un discurso subjetivo con una
visión unidireccional en la que el usuario no identifica el límite en-
tre el diseño y el arte.
Marco conceptual
Análisis de caso
223
Figura 1. Fiore di Novembre.
Fuente: F. Novembre, 2009.
225
Figura 2. Villa Moda.
Fuente: M. Wanders, 2008.
La visión
artística
desde
el diseño
de interiores
Figura 3. Life in Expressionism.
Fuente: Brani & Desi, 2015. 227
La sala es la habitación por excelencia para conversar y rela-
jarse, las tonalidades utilizadas en las figuras son en verde, utilizan-
do el rojo en algún mobiliario y accesorios para generar equilibrio
con su color complementario.
El dormitorio es accesible a través de las escaleras en la sala de
estar. El espacio está dividido en pocas zonas: para dormir, trabajar,
leer, etcétera. Los colores azul, violeta y amarillo, y las formas con
que están compuestos, crean un ambiente relajante y fresco: “De
acuerdo al pintor Expresionista y teórico del arte Kandinsky ciertos
colores tienen afinidad por ciertas formas. Combinamos diferentes
colores y formas que impactan en el alma humana”.
229
El lunar tiene la forma del sol, que es símbolo de la energía del mun-
do y de nuestra vida, y tiene también la forma de la luna, que es
la quietud. Los lunares no pueden estar solos, como sucede con la
vida comunicativa de la gente, dos o tres o más lunares llevan al
movimiento. Nuestra tierra es sólo un lunar entre los millones de
estrellas del cosmos. Los lunares son un camino al infinito.
La visión
artística
desde
el diseño
de interiores
231
Figura 5. “Testing the Waters”. Diseño de aparador para Bergdorf
Goodman.
Fuente: A. Tsenkova, 2011.
El
espacio
interior
y el
usuario
Teoría
y diseño
del
interiorismo
La visión
artística
desde
el diseño
de interiores
235
Figura 7. Aparador de Chanel en Bergdorf Goodman.
Fuente: R. Pospisil, 2009.
El
espacio Otro elemento es la botella de perfume #5, que en la segun-
interior
da ventana está colocada en la parte superior derecha, en una di-
y el
usuario mensión de aproximadamente dos metros de altura. A su lado se
Teoría encuentran, de nuevo, los collares de perlas que cuelgan de un pren-
y diseño
del dedor y una pulsera en dimensiones similares. La parte inferior esta
interiorismo rematada con el símbolo de la marca en una dimensión de cuatro
metros de largo por dos de alto: “Odio las conversaciones intelectua-
236
les con otros intelectuales porque la única opinión intelectual que
valoro es la mía”.
242
La influencia de los medios de
comunicación en el diseño de
interiores
L
os medios de comunicación son
una de las mayores influencias
en la sociedad actual. Según los
datos del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI),
en México el 92.6% de los hogares
tiene un televisor. Hoy en día hay más
canales de televisión, revistas y páginas
de internet sobre diseño de interiores que
nunca antes.
El diseño existe desde la prehistoria:
las pinturas rupestres son unas de las de-
mostraciones artísticas más antiguas, em- 243
pezando en la era paleolítica. Posteriormente, cuando aparecen
nuevas civilizaciones –la egipcia, la griega y la romana– se persona-
lizan los interiores creando nuevos estilos. Estos interiores fueron
evolucionando en cuanto a su forma y funcionalidad, cambiando
la vida cotidiana del ser humano. Con el paso de las décadas pue-
den nombrarse otros avances estilísticos en la arquitectura y, por
lo tanto, en los interiores, por ejemplo, el bizantino, el gótico y el
renacimiento, en donde podían apreciarse varias disciplinas inte-
ractuando entre sí. Es así como, para la burguesía y las clases altas,
la decoración empezó a tomar importancia. Al principio buscaron
arquitectos para esta tarea, sin embargo, ellos no mostraron mucho
interés, ya que desde ese entonces veían con desprecio el diseño de
interiores.
Es hasta finales del siglo XIX que surge la figura del decorador
profesional, quien era contratado, principalmente, para coordinar
los elementos decorativos en los interiores. Estos primeros decora-
dores eran mujeres de familias adineradas que, por gusto y de for-
ma autodidacta, se hicieron de habilidades que empezaron a com-
partir con amigos y familiares. Algunas de estas mujeres fueron la
novelista estadounidense Edith Wharton, así como Elsie de Wolfe.
Pero no fue sino hasta el siglo XX que, gracias al trabajo de ellas,
se reconoció el diseño de interiores como profesión. Otras mujeres
reconocidas en esta época fueron: Anni Albers, Margaret Church,
Jane Drew, Florence Knoll y Noemi Raymond, aunque siempre fue-
ron vistas como decoradoras y no como diseñadoras de interiores, a
pesar de que ya existía una división entre ambas disciplinas, según
Mark Hinchan (2013). Incluso se recuerda a Florence Knoll (1964) por
El su frase “no soy una decoradora” (Hinchman, 2013, p. 11).
espacio La Revolución Industrial hizo posible que el diseño también
interior fuera accesible para las clases medias. Gracias a ello, la Bauhaus em-
y el pezó a abrirse camino en el diseño de interiores. Los diseñadores de
usuario
Teoría esta época comenzaron a trabajar el funcionalismo y la restricción
y diseño al mínimo en el uso del color, la ornamentación y los detalles arqui-
del
interiorismo tectónicos, lo que exigía una destreza considerable para conseguir
un diseño que resultase satisfactorio y funcional, algo que no había
244 logrado resolverse en épocas pasadas. En el siglo XX el diseño alcan-
zó nuevos niveles, llegando a los medios de comunicación. En los
ochenta surgieron publicaciones sobre el diseño de interiores que
fueron muy reconocidas. En los noventa emergieron programas te-
levisivos que hablaban de mejoras en la casa y nuevas tendencias.
Sin embargo, el mayor auge que logró el diseño de interiores fue en
el siglo XXI. En los inicios, se vio un crecimiento en la demanda de
la profesión, y cada vez más universidades europeas y americanas
se ajustaron a estos cambios y abrieron licenciaturas en Diseño de
Interiores.
La investigación de campo
Referencias bibliográficas
252
Tendencias en el interiorismo
E
n el campo del interiorismo
las tendencias se conciben
desde variadas temáticas.
Existen aquellas ligadas a los
estilos decorativos, otras que
buscan resolver un problema
actual –como solucionar las diversas
problemáticas que generan los reducidos
espacios en el entorno doméstico– o la
necesidad constante por capacitarse
en el uso de medios tecnológicos para
mantenerse actualizados y competitivos
en el campo laboral. No obstante, después
de comprender que por “tendencias en el
interiorismo” puede referirse a variados
paradigmas, en la siguiente presentación
253
nos adentraremos en exponer las
tendencias en el diseño interior enfocadas en los estilos decorativos.
Para entender desde un panorama general el tema expues-
to, es necesario conocer de manera particular cómo se conciben los
conceptos base. Para iniciar, es posible asimilar –si se piensa la sig-
nificación dentro de la arquitectura o el interiorismo– que estilo7
es la manera, forma o carácter peculiar que identifica la tendencia
artística de una época. Sobre esto, se menciona que “La clasificación
o definición de un estilo estuvo históricamente asociado a un con-
junto de criterios estéticos que reflejaban el gusto y la moda de una
época y un lugar en particular, básicamente en las residencias de
la clase alta” (Estilos de decoración, teoría y actualidad sobre estilos
decorativos, 2015, p. 4).
Entonces, al entenderse que en el interiorismo, característica-
mente los estilos decorativos han cambiado paulatinamente, con-
cibiéndose desde períodos, modas, localidades o capacidades eco-
nómicas de los propietarios de los espacios diseñados, se alude que:
254
7 Más adelante se profundizará respecto al tema del estilo desde la visión del interiorismo.
Por otra parte, una tendencia se puede comprender como
aquello con propensión o inclinación hacia cierto tema, elemento o
fin. Relacionado con esto, se comenta que:
256 9 Paisajismo es el arte cuyo cometido es el diseño de parques y jardines, así como la planifica-
ción y conservación del entorno natural.
del espacio10 y del concepto propuesto11, el diagnóstico12, el poten-
cial13 y el anteproyecto, donde se plantean las propuestas creativas
traducidas en elementos tangibles para el cliente.
Para cada proceso anterior, los profesionales en el campo se
apoyan en documentos gráficos de comunicación y construcción
como planos, detalles descriptivos, imágenes realistas, animacio-
nes, entre otros. Sobre esto, Vilchis (2002) menciona que “la metodo-
logía del diseño integra conjuntos de indicaciones y prescripciones
para la solución de los problemas derivados del diseño, ella determi-
na la secuencia más adecuada de acciones, su contenido y los proce-
dimientos específicos” (p. 41).
Tras entender lo que significan los términos “tendencia” e “in-
teriorismo”, así como la metodología que se sigue para su ejecución,
nos adentraremos en exponer el tema de tendencias en el interio-
rismo sobre estilos decorativos.
En primera instancia, en el diseño interior un estilo decorativo
puede comprenderse al separar las palabras: “estilo” se refiere a una
forma o manera particular de hacer algo, mientras que “decorativo”
se describe como la técnica o proceso para la combinación de los
elementos ornamentales. Entonces, estilo decorativo en el interio-
rismo puede describirse como el conjunto de características orna-
mentales que individualizan la tendencia hacia cierta temporali-
dad, como la alusión a cierta época. Coles y House (2008) dicen que
Tendencias
en el
interiorismo
10 El tema o uso.
11 Por ejemplo, un estilo decorativo y una alusión a cierta temática o personalización.
12 Con base en el estudio del usuario, características de cada zona que lo compone, etcétera. 257
13 Proceso mediante el cual se plantea una solución a los datos identificados en el diagnóstico.
En otros casos, las tendencias en los estilos decorativos en el
interiorismo se basan en la inclinación hacia cierta cualidad: ele-
mentos ornamentales, formas, colores o temáticas relativas a cierto
elemento. Es interesante ver que en las tendencias de este tipo es
común adoptar un estilo en particular, el cual es propuesto en repe-
tidas ocasiones por los profesionales en el campo del interiorismo
y por tiempos considerables. Coles y House (2008) comentan que
“una opción es crear contraste con los materiales y formas para que
lo nuevo y lo viejo resulten identificables y de manera honesta di-
ferentes” (p. 82).
Un ejemplo de ello es el estilo decorativo minimalista, el cual,
de acuerdo con expertos, nace en los años sesenta –a finales de,
para ser poco más exactos– y ha sido implementado en espacios
residenciales, corporativos, comerciales e incluso abiertos –como en
proyectos de diseño de paisaje– debido a la simpleza y elegancia
que proyecta su aplicación eficaz, respetando el espacio arquitectó-
nico y cuidando los elementos ornamentales con suma atención. Al
respecto, Pimentel (2007) afirma que
No es, para nada, un estilo o una moda; es mucho más que esto;
es una tendencia, una búsqueda que cada autor desarrolla con las
técnicas de su disciplina con un objetivo maximalista (conseguir la
máxima emoción estética y el máximo impacto intelectual con los
medios mínimos). (p. 2)
Referencias bibliográficas
Tendencias
en el
interiorismo
263