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Desde diferentes tendencias estéticas, la arquitectura y la ciudad se presentan como testimonios de una ciudad en proceso de

cambio y se convierten en objeto de la mirada fotográfica de aficionados, profesionales, reporteros, documentalistas casuales y
viajeros.

Durante el período 1950-1960, período clave para el desarrollo urbano y arquitectónico de Corrientes, años en que la ciudad
incorporó servicios e infraestructura, y cuando además se demolieron y construyeron edificios que cambiaron notablemente su
imagen física.

Los años 50´ y 60´ son sinónimos de desarrollo económico y transformación urbana. La adscripción acrítica a la modernidad
significa la integración a un mundo cosmopolita, acorde con los tiempos y el desinterés implícito por los valores culturales
locales.

La arquitectura orgánica, también llamada "organicismo", nació en EU cerca del año 1940 cuando se produjo una crisis del
racionalismo, aunque acepta muchas de las soluciones técnicas aportadas por éste.

Fue una forma de ir en contra la escuela de Bauhaus. Para la arquitectura orgánica, las construcciones no deben desafiar a la
naturaleza, sino que ser una proyección de ésta. Los materiales utilizados son fundamentalmente naturales (arcilla, piedra,
madera) y, ojalá, del mismo lugar en donde se hace la obra. La idea es utilizar materiales en su estado más natural posible. Si no
es el caso, la opción es elementos reciclados o que hayan demandado un bajo nivel de energía en su fabricación.

Frank Lloyd Wright: Para muchos es el precursor de la arquitectura orgánica, pues reaccionó con fuerza contra
la arquitectura funcional y racional, fundando el movimiento organicista. Una de las grandes influencias que tuvo el arquitecto
fue durante un viaje a Japón. Esto queda de manifiesto en el uso que hace de los espacios interiores: deben ser amplios y
continuos, con los materiales en su estado natural. Su obra más representativa es “La casa de la Cascada”.

Ludwig Mies van der Rohe: Su consagración se produjo en 1929, cuando realizó el pabellón de Alemania para la Exposición
Internacional de Barcelona, considerado su obra maestra y una de las obras arquitectónicas más influyentes del siglo XX.

· Le Corbusier: Es considerado como uno de los más claros exponentes de la arquitectura moderna (que engloba a
la arquitectura orgánica) y uno de los más influyentes del siglo XX.

Oscar Niemeyer: Este arquitecto transmite en su obra el espíritu de la existencia y de la búsqueda de mutaciones prodigiosas.
Una de sus más famosas obras es la Casa das Canoas, su residencia familiar. Para los expertos, la casa es la síntesis de
la arquitectura moderna de libre creación autoral.

La característica más particular de su obra es la fusión de la arquitectura orgánica y la arquitectura minimalista. Se atrevió a
romper con la monótona racionalidad imperante por los años 40. Destaca en su obra la originalidad de su trazo y su imaginación
a la hora de proyectar los edificios, siempre sinuosos y revolucionarios, como su propia personalidad.

Frank O. Gerhy: Este arquitecto es conocido por las innovadoras y peculiares formas de los edificios que diseña. Una de sus
obras maestras es el Museo Guggenheim de Bilbao, donde se destacan las formas retorcidas y curvas deformadas por exteriores
de titanio que le dan una forma de arquitectura orgánica característica.

Arquitectura Orgánica.
Características invariantes

La arquitectura inorgánica tuvo como sus máximos exponentes a F. L. Wright y Alvar Aalto.
Se ha hablado de organicismo con mucha anterioridad a Wright. Toda la crítica y la teórica de la arquitectura europea de finales del siglo
XIX y comienzos del siglo XX está impregnada de organicismo. La arquitectura orgánica constituye un actitud cultural peculiar y autónoma,
cuyos signos se manifiestan antes, durante y después del periodo racionalista.
La orgánica es una arquitectura como producto intuitivo, una arquitectura en la búsqueda de lo particular, que tiende a la forma múltiple.
Es dinámica e independiente de la geometría elemental.
Es significativo que para hablara de arquitectura orgánica deba siempre tomarse como referencia el parámetro racional. Los arquitectos
orgánicos sostienen así su tendencia, y tratan de poner en duda la tradición del pasado como la de lo moderno. Aparecen en la escena
internacional culturas más jóvenes, como la americana y la escandinava.
La arquitectura orgánica actúa contra el modelo clásico y racional. Pero no lo hace en el plano lingüístico, porque la arquitectura orgánica,
al rechazar todo tipo de clasificaciones, sistematizaciones, normas, no supo ofrecer un léxico ni una metodología operativa. Cuando la
arquitectura orgánica se inserta en la crisis del racionalismo, al final de la segunda guerra mundial, propone una mayor libertad geométrica,
la recuperación de los valores individuales y una modalidad de intervención urbana tan diferente de la ciudad del siglo XIX como de la
racionalista, cuando señala el desarrollo regional como el único modo de resolver la congestión de la metrópolis. Desde el punto de vista
lingüístico la arquitectura orgánica aparece más como una tendencia del gusto con formas libres, ángulos diferentes de 90º, variedad y
riqueza de materiales, un naturalismo mimético, que como un código estilo.
Puede considerarse surgido con la revolución industrial, formando parte del sector de discrepancia que acompañó siempre al desarrollo
tecnológico.

La contribución de Wright

La cultura americana estuvo siempre influenciada por en espíritu orgánico.


A este línea se sitúan las obras de su primera época, las casas Winslow (1893), Hickok (1900), Willitts, la primera Praire House (1902),
Roberts (1908), Robie (1909), las obras maestras es este género de la residencia unifamiliar. No es difícil de reconocer en estas obras las
características del estilo: el sentido orgánico de expansión de la planta cruciforme, el acento en las líneas horizontales, la verticalidad de los
elementos nodos, el uso de los materiales, la dinámica de las líneas, las pesadas cubiertas de protección, las chimeneas simbólicas, las
texturas de los muros, aludiendo en el interior al espacio exterior. Concede mayor valor a la espacialidad de la arquitectura, entiende la
elaboración desde el interior hacia el exterior, de la misma manera que lo hace el movimiento orgánico.
También tiene obras que se ubican en el protorracionalismo. El Larkin Building de Buffalo de 1904 y el Templo Unitario de Oak Park de
1906, edificios simétricos de rígida geometría, como exige una construcción para el trabajo, con la máxima articulación el segundo, como
exige una iglesia. Pero este contacto de Wright con el protorracionalismo adquiere un acento especial. Esta visto el final de esta tendencia
atascarse en las formas clasicistas al agotarse la inventiva, a tal punto que el pasaje al racionalismo se debió a los aportes de la vanguardia
figurativa. Por el contrario, el protorracionalismo de Wright encuentra en sus propios términos arquitectónicos y lingüísticos la capacidad
para liberarse del clasicismo.
Mientras que en Larkin predomina la invención tipológica, el gigantismo de la nave central, las aplicaciones técnicas de las instalaciones que
posibilitan el funcionamiento de un edificio que encuentra todo resuelto en el interior. El Templo Unitario es la obra maestra que demuestra
todo lo que podía obtenerse utilizando solo los recursos de arquitectura. Aquí, además de reunirse dos componentes principales del
lenguaje de Wright, el sentido de la abstracción y la continuidad espacial, existe toda una gama de instrumentaciones arquitectónicas: la
volumetría exterior, severa pero articulada, de ahí el sentido del bloque, la descomposición en el interior del volumen en planos, la
articulación de estos en líneas, su posterior segmentación en ángulos, en trazos rítmicos, en juegos lineales, proporcionan un ritmo a las
paredes, se convierten en elementos de decoración. Por estas razones, y por ser un edificio compacto y simétrico pero no clasicista, es un
edificio de gran importancia para la investigación arquitectónica moderna.
A pesar de estas anticipaciones, la vanguardia figurativa europea no dejó de influir en el estilo de Wright. En los años treinta pueden
reconocerse tres familias morfológicas en sus obras, las representadas por el rectángulo, por el triángulo y por el círculo, recuerdan en
diversas formas el cubismo, el purismo, el neoplasticismo y el arte abstracto. La casa de la Cascada, construida entre 1936 y 1939, no se
explica sin la intención de una geometría más pura y sin la intención de desarticular de manera programática y asimétrica los volúmenes y
los espacios, exigencias que son el mayor aporte de las vanguardias figurativas a la arquitectura. Por otra parte, ni la configuración espacial
y la inserción en el paisaje de esta casa habrían sido posibles sin el particular interés por la naturaleza, por las características de los
materiales que fundamentan la poética orgánica. Esta obra maestra constituye el punto de mayor confluencia entre la tradición europea y la
americana.
Al mismo periodo pertenece el conjunto de oficinas Johnson en Racine, Wisconsin, que marca un nuevo giro en el estilo de Wright: la
adopción de una morfología de elementos curvilíneos y a la alusión de una dimensión utópica. Este edificio se relaciona con el edificio
Larkin construido treinta años antes.
Wright realiza en el Racine uno de los espacios más libres e imprevistos de toda la arquitectura contemporánea, utilizando columnas con
forma de hongo y un gran techo luminoso. Este edificio es el inicio de las obras desarrolladas sobre la morfología curvilínea, que representa
otra de las contribuciones de Wright a la arquitectura orgánica.
A esta corriente también se asocia el Museo Guggenhein, construido entre 1946 y 1959. Por otra parte, esta familia morfológica de carácter
curvilíneo representa el momento menos orgánico de la carrera de Wright. No es casual que estas obras presenten el uso monótono de un
solo material.
Las formas curvilíneas de Wright carecen de fluidez, son rígidas, abstractas, preconcebidas. Se salvan por la fluidez espacial en su conjunto.
Es decididamente más orgánica la familia morfológica del triángulo que, con su arraigo al terreno, con el uso rico de materiales diversos,
con sus estructuras compuestas, han dado lugar a obras que se insertan admirablemente en el paisaje, que reúnen esa síntesis de
naturaleza y artificio. El edificio más emblemático de esta categoría es la casa estudio de Taliesin West, cerca de Phoenix, de 1938.
Resumiendo la aportación lingüística de la obra de Wright a la arquitectura orgánica, y con ella su activa crítica al racionalismo, y su
contribución al Movimiento Moderno, podemos señalar:
• la creación tipológica de una arquitectura basada en la abstracción, que se inserta en la cultura del Einfuhlung
• la adhesión al protorracionalismo, pero desde un punto de vista anticlasicista
• la prefiguración de términos plásticos luego elaborados por la vanguardia figurativa
• utilizar los logros del racionalismo
• la utilización de una morfología planimétrica y espacial curvilínea
• la anticipación de la dimensión utópica en la arquitectura
• Wright crea un código individual y propio para poder articula sus admirables obras. Y en esta irrepetibilidad radica su mayor grandeza.

El aporte de Alvar Aalto

Una de las principales características de la obra de Aalto es el carácter nacional de sus edificios, como en el pabellón finlandés de la
Exposición de París de 1937 y el interior de la Feria Mundial de Nueva York de 1939.
Otra de las constantes de Aalto podría ser el del tipo morfológico, considerando aquellos rasgos que superando el rigor geométrico
racionalista, lo convirtieron en un arquitecto orgánico, en un paralelo europeo de Wright. La villa Mairea (1938), la Baker House (1947) y la
Casa de la Cultura de Helsinki (1955-58) comparten una libertad geométrica y una fluencia formal ajena a los racionalistas.
El uso de los materiales y su presencia expresiva, otro aporte a la arquitectura orgánica, representan otra constante del estilo de Aalto. La
naturaleza de los materiales parece estar además en la base de su actividad de diseño. Pero Aalto utiliza los materiales tanto en su manera
natural como materiales elaborados por la técnica industrial.
Una constante en su arquitectura es la presencia determinante del ambiente. Sus obras urbanísticas, que se inician con el complejo de
Sunila.
Tanto la fabrica como el núcleo residencial de los empleados están concebidos en función del ambiente natural. Toda la urbanística de Aalto
recoge un esquema análogo de relaciones entre centro de producción, zona residencial, formados en general por bosques y lagos, con
independencia de la escala de la intervención.

Las obras de la arquitectura organica

La casa Robie

La casa Robie, construida por Wright en 1909 en Chicago, completa el ciclo de las obras conocidas como Praire Houses o casas de las
praderas.
Resume muchos de los aspectos de las casas unifamiliares.
La característica más repetida de esta tipología es la tendencia a las líneas horizontales, acentuada por el uso de la cubierta con grandes
faldones volados. La planta cruciforme parte del concepto de considerar la planta no como construida mediante una serie de espacios
paralelepípedos, sino como un espacio articulado y continuo. Dispone la chimenea en el centro de la planta, y articula los ambientes en
torno a este núcleo central.
El rasgo más destacado de esta casa es la de ser una villa urbana. No tiene planta en forma de cruz que se extiende entre la vegetación,
sino una planta que se extiende a lo largo de una calle urbana. Consta de una planta baja, de un primer piso, y de n segundo que se
desarrolla perpendicularmente al volumen formado por los dos anteriores. El valor de la obra proviene de aspectos particulares. La planta al
nivel del terreno presenta un único núcleo central, con la chimenea rodeada por dos ambientes simétricos, el del billar y el de la sala de
juego. Dos escaleras situadas en los lados opuestos lo unen al terreno, dos bow-windows se abren en los dos testeros. En el piso superior,
este núcleo conserva inalterable sus características, pero intervienen aquí los demás elementos para convertir la planta en dinámica. A
estas composiciones simétricas se adosan elementos que la convierten en asimétricas.
En síntesis, la casa Robie aparece como un organismo en el que tanto en el interior como en el exterior ha sufrido una profunda
modificación: de un orden fijo y simétrico pasa a otro dinámico y original.

La casa de la Cascada

Construida entre 1936 y 1939, es la obra más emblemática de toda la arquitectura orgánica. Se ubica en una ladera, justo al lado de una
cascada. Debe observarse que los voladizos de la construcción no se extienden sobre una gran superficie de agua, sino que tratan de
alcanzar idealmente la orilla, como si fuera un puente entre ambas márgenes. Esto muestra que se relaciona con la naturaleza sin violencia
y sin buscar efectos vertiginosos.
Los tres pisos de la casa se van retranqueando progresivamente hacia el macizo rocoso, y por la forma de las plantas, de manera que las
terrazas de cada uno resultan en su dimensión mayor perpendiculares a las del cuerpo inferior. Así, manteniendo el punto de giro en la
chimenea, construida en piedra del lugar, la sucesión de planos equivale al cruce continuo de unos volúmenes sobre otros. El esquema
cruciforme de las Prairie Houses se convierte en una encrucijada espacial. Pero aparte de los cruces de las terrazas hay otras lógicas
compositivas. El de una forma de proyectar que procede desde el interior hacia el exterior, y la integración del edificio con un entorno
natural determinado. Los dos principios dan lugar a una profunda tensión entre el máximo grado de libertad de los elementos artificiales y
el máximo sometimiento de los naturales. La asimetría de los bloques, el desplazamiento de los volúmenes y los pisos, responden a una
unidad conformadora figurativa, pero reflejan y exaltan también el desorden orgánico propio del lugar.

La Torre Price

Es la obra más vertical de Wright. Y lo es tanto por su altura real, como por su configuración de formas agudas, de láminas en punta,
apuntando todos hacia lo alto.
La Price Tower consta de 19 pisos y 56 metros de altura. En los dos primeros pisos se disponen, aprovechando un cuerpo de fábrica que
sobresale del perímetro, un grupo de oficinas, la vivienda del guarda y el garaje. A partir del piso 3 se repite una planta tipo que presenta
un perímetro cuadrado donde hay una cruz girada 15º de las diagonales. Estas forman esquinas de hormigón armado donde se ubican los
ascensores y la estructura portante del edificio. Los forjados apoyan en voladizo en toda esta estructura. La planta esta dividida en cuatro
trapecios, tres dedicados a oficinas y el cuarto es un duplex. La forma diferente de la planta de la vivienda respecto al de oficinas no solo
permite un espacio interno más adecuado a su función, sino que permite reflejar los forjados en el exterior. Además de esta diferencia con
los espacios contiguos de oficinas, el módulo de dos pisos se ve reforzado por un elemento vertical que vuelve dinámica toda la volumetría
externa.

La biblioteca Viipuri

Esta obra emblemática fue construida por Aalto en 1935. La volumetría de este edificio presenta dos bloques adosados pero desplazados.
Se observa también lo que constituirá un factor recurrente en el estilo de Aalto, y en general, de la arquitectura orgánica, como es la
sección libre, es decir, la articulación en dos o más niveles del espacio interno de una volumetría compacta.
El ambiente de la biblioteca está completamente cerrado, hay una separación del mundo exterior para lograr la máxima concentración del
lector. Otros aspectos característicos de esta obra, y signo del alejamiento de Aalto del racionalismo, son a nivel lingüístico, una plástica
fluida que, especialmente en el interior, se opone a las leyes de las dimensiones.

El sanatorio de Paimio

Construido por Aalto entre 1929 y 1933. Este edificio consta de tres cuerpos. El primero cuenta con las habitaciones de los pacientes y tiene
seis pisos; el segundo alberga los comedores y los salones; el tercero se destina a cocinas y servicios. El sanatorio se inspira en dos
premisas: la de respetar el trazado del terreno y la de aprovechar al máximo las orientaciones. En los extremos de cada uno de los pisos del
bloque de habitaciones existen balcones, con funciones específicas, que enriquecen notablemente los testeros, y se convierten en la parte
más emblemática del edificio.
Aalto obtuvo aquí su calificación de arquitecto orgánico, diseñando en el interior todos los elementos móviles y fijos, buscando una calidad
propia de la artesanía.
El pabellón finlandés en la Exposición de Nueva York.
El arquitecto construyó una gran pared ondulada que, unida al espacio, formaba una banda casi diagonal del rectángulo de la planta. Esta
banda determinaba dos zonas triangulares, una dedicada a las exposiciones y otra al restaurante y el bar. La pared ondulada central,
formada por listones de madera, era el elemento que caracterizaba toda la composición.
Aalto invierte la técnica expositiva de los racionalistas: manteniendo el interés por los objetos expuestos, sustituye los soportes sutiles por
uno que por forma y material ya tiene un significado: un emblema del material más usado en Finlandia.

”ARQUITECTURA ORGANICA”
La radical originalidad de Frank Lloyd Wright condena de antemano a la esterilidad todo intento de adscribirlo a una escuela a de establecer
comparaciones entre su arquitectura y las demás manifestaciones artísticas contemporáneas. Se ha hablado en ocasiones de la semejanza
entre la libertad con que trataba ya desde sus primeras casas los planos de los muros y los techos, y las composiciones de los arquitectos
neoplásticos. A su vez, el intenso decorativismo geométrico prodigado por Wright en muchas de sus obras y diseños tiene un sugestivo
parentesco con ciertos motivos que aparecen en los diseños Arts and Crafts y en la obra de Macintosh. Pero esto debe verse corno una
reelaboración posterior que hace Wright en función de sus raíces celtas -comunes con aquéllos- y siempre evocadas por él. Este arquitecto
constituye un exponente de un fenómeno artístico que sólo pudo haber tenido lugar en el ámbito de la dinámica cultura estadounidense,
libre de los dogmatismos culturales y la rigidez conceptual del pensamiento europeo. Creó -trabajando desde un ámbito alejado de las
influencias culturales europeas- propuestas que se anticiparon en muchos años a los hallazgos de las vanguardias europeas. Esta suerte de
creatividad, a la vez pujante y virgen de los condicionamientos de la cultura europea, posibilitaron en este artista anticiparse a los
desarrollos europeos y aun ir más lejos en cuanto a la libertad presente en sus obras. Es por ello que la elección del tema de este trabajo
fue este gran arquitecto que interpretó de una forma distinta y peculiar el arte de crear el hábitat humano.
La revolución industrial le proporciono los medios necesarios para construir los edificios que creo su fértil imaginación; el trasfondo
trascendental le dio el sentido permanente de los valores humanos. Es esta una paradoja sorprendente: herramientas y métodos
industriales, valores humanos y un profundo amor por la naturaleza. Ambos elementos fueron esenciales para su trabajo; no podía
imaginarse el uno sin el otro.
Cuando Wright escribió su autobiografía, gran parte de esta está dedicada a su formación, no en la escuela, sino en el trabajo de la granja
de su tío. Esos años eran considerados por él como los años de su vida que más lo habían instruido y formado.
Podemos inferir de ahí su gran amor por la naturaleza, y su búsqueda constante de convivencia entre sus construcciones y el entorno
inmediato. “Vivimos en la pradera. La pradera tiene una belleza muy caracteristica. Nosotros debemos reconocer y acentuar esta belleza
natural, su tranquila extension. De ahí los tejados de ligera pendiente, las pequeñas proporciones, las apacibles siluetas, las chimeneas
macizas, los saledizos rotectores, las terrazas bajas y ls muros adelantados que limitan pequeños jardines”
“Amaba la pradera de modo instintivo por su extraordinaria sencillez: los arboles, las flores, el mismo cielo, un contraste excitante. Me daba
cuenta de que, en la pradera, cualquier pequeña altura parece muy grande: cualquier saliente cobraba una saliente enorme, mientras que
la anchura era menos importante….. Yo tenía la idea de que los planos horizontales de las casas formaban parte del suelo. Y comence a
poner por obra esta idea”

El Principio

La línea horizontal larga y prolongada, las bajas proporciones, estrechamente relacionadas con el suelo, los amplios saledizos y los techos
de ligera pendiente son las características más destacables de los primeros proyectos de Wright.
El primer paso en esta dirección se desarrollo de un modo natural a partir de la planta de la casa: Espacios abiertos delimitados unos de
otros mas por trucos arquitectónicos que por particiones o puertas lo que, a partir de entonces se llegaría a conocer como “PLANTA
ABIERTA”. Otro desarrollo fue la integración del edificio con el paisaje.
Las primeras casas de Wright se construyeron en barrios periféricos, en una época en que estos apenas estaban habitados, cuando el
paisaje aun no estaba tan fuertemente urbanizado. Él estaba convencido de que, en este paisaje plano y extenso había que “LEVANTARSE
DEL SUELO” para conseguir una mejor vista. Por ello elevó el sótano al nivel de la planta baja sirviendo así de basamento para la planta
principal. En el nivel superior, comenzó a ver los muros exteriores como mamparas; los muros se levantan inmediatamente desde la base o
desde “EL NIVEL DE LAS AGUAS SUBTERRANEAS”. Las ventanas del segundo piso forman una franja continua por debajo del alero,
quedando así protegidas del sol y el viento.

Arquitectura Orgánica

“Independientemente de cuando haya sido construido, un edificio orgánico siempre armoniza con el presente, con el entorno y con el
hombre”
Con las ideas y principios citados: espacio interior que determina la forma exterior, materiales y métodos, naturaleza y entorno, Wright
desde el principio al fin trabaja con un elemento importante y constante que sería el principio supremo en su reflexión: los valores
humanos.
Cuando Wright proyecto la casa WINSLOW, en el año 1893, apareció, tal vez, la primer característica particular, y es que los muros
exteriores se elevan directamente desde una base de piedra encofrada que él denominó “NIVEL DE AGUAS SUBTERRANEAS”.
Alrededor del edificio, la vegetación era poco abundante, lo que favorecía la unidad entre la casa y el terreno.
Tanto en esta casa como en las casas de la pradera(willitis, la primera 1902), Wright estaba ligado aún con la corriente abstracta del
einfühlung, que había adquirido años antes con la pedagogía de froebel, que su madre le había inculcado. Y lo más importante a resaltar es
que esta corriente era netamente EUROPEA.

Contexto

La búsqueda intensa de la unidad entre el terreno y la vivienda estaba clara en sus formas, volúmenes que entraban y salían, pendientes
muy chicas y grandes aleros que determinaban que la unión entre el edificio y el entorno fuese mas que una mera pared que divide el
interior del exterior, algo solo logrado en nuestra opinión por Aalto y Wright.
Cuando Wright diseña en 1899 la casa de susan lawrence dana, desarrolla un sistema de aventanamientos de colores de forma tal que
cuando alguien se encontrase en el exterior de la casa no pudiese ver hacia el interior, pero que aquellos que se encontrasen en el interior
si pudiesen contemplar el entorno exterior. De esta forma se evitaban las cortinas, elemento que Wright consideraba un obstáculo por dos
cosas. Por empezar impedían el vinculo interior-exterior tan buscado por el autor, mientras que por otro lado se perdía visión del detalle del
aventanamiento.

Materialidad
Demás está decir que el manejo de las masas y su combinación con materiales como la madera por parte de Wright era excelente. Él creía
fehacientemente que no había que abusar de la combinación de los materiales, así que optaba por manejar sus edificios o todos revocados
o todos en ladrillos, pero si necesitaba combinarlos lo hacia de forma repartida, para así lograr una homogeneidad en la masa del edificio,
como lo hace en la casa ROBIE de 1906, donde crea un zócalo de revoque, mas arriba un muro de ladrillo visto, terminando con un remate
una vez mas en revoque. En otras tantas obras Wright manejo la madera, la piedra y el metal, pero eso se refiere mas a sus construcciones
en Arizona, en el desierto, como puede ser el estudio en scottsdale, Arizona del año 1937/38 donde utilizo, cristal, madera piedra y hierro
para darle mayor consistencia y mimetizarse con el entorno.

Forma

No podemos asegurar que los edificios de Wright respondan a una forma determinada. Eso es algo claro si recordamos que empezó
trabajando con rectángulos, pasando por los triángulos y hexágonos hasta terminar con los círculos, como lo fue el guggenheim, o sin ir
mas lejos su ultima obra, la casa lykes en Arizona.
Existe si, una relación entre las casas de la pradera, o entre el templo unitario, el edificio larkin o el johnson, pero eso responde mas a los
diferentes programas de cada edificio y a las diferentes etapas de Wright.
Mientras que en las casas de las praderas no existía un limite contundente, para un mejor manejo del entorno, en el edificio larkin, su autor
se cierra completamente detrás de formas puras hacia su entorno lateral y se abre definitivamente por un tema funcional en el techo, de
esta manera existen menores complicaciones y una mayor facilidad en el manejo de los espacios interiores. “Toda la luz proviene del techo
y es regular en todos los puntos, no existen mejores y peores orientaciones” decía su autor. En cambio, en sus construcciones en el
desierto no determina el cerrarse o abrirse completamente, sino que debido a las temperaturas y vientos constantes de un lado opta por
cerrarse de un lado (generalmente el norte, el sur para ellos debido a la ubicación relativa del sol en el hemisferio norte) y abrirse del otro
tanto con volumen como por aventanamientos.
En la casa kauffman, o casa de la cascada como se la conoce, wright da un paso mas en la forma, con esos volúmenes y balcones que
vuelan y solo necesitan verter agua para que se transformen en una caida mas de agua.

Función

Es imposible decir que la función era un aspecto secundario para Wright, cuando él fue uno de esos arquitectos que iniciaron la idea de
diseñar de adentro hacia fuera. Para una mejor idea hay que recordar que en la casa ROBIE, Wright diseño por primera vez desde los pisos
hasta las sillas para que todos los elementos estuviesen en completa armonía. Con muebles que hoy nos recuerdan mas a Macintosh que a
Wright, esta casa poseía una homogeneidad única y una armonía perfecta en su interior. De ahí en mas Wright resolvió prácticamente en
todas sus obras el mueble interior. Pasando por el edificio larkin, con sus puestos de trabajo con silla incorporada, realizados íntegramente
en madera, hasta las alfombras de la casa de David Wright en 1950, Arizona.
A modo anecdótico podemos agregar que hoy día a Wright se lo condenaría de anti-ecologista por el gran uso de la madera en sus obras,
cosa que en cierto modo lo condenó, ya que gran parte de sus obras realizadas se han incendiado hasta reducirse a cenizas.
Resumiendo la aportación de Wright a la arquitectura orgánica, y con ella su activa critica al racionalismo, y su contribución a la lengua
general del movimiento moderno, podemos señalar:
1. La creación tipológica y morfológica de una arquitectura basada en la abstracción, que se inserta y desarrolla en la cultura del einfühlung
2. La adhesión al espíritu y la letra del protoracionalismo, pero revisado en un sentido anticlasicista.
3. La prefiguración de unos términos plásticos elaborados mas tarde por la vanguardia figurativa
4. La capacidad de recoger y de apropiarse de los logros del mejor racionalismo
5. La adopción de elementos arquitectónicos basados en unidades modulares con ángulos de 30 y 60 grados
6. La utilización de una morfología planimetrica y espacial curvilínea
7. La anticipación de la dimensión utópica de la arquitectura y escena urbana.

El Guggenheim Y Las Luces

Por ultimo recordaremos a modo introductorio para el guggenheim de New York el manejo de la iluminación por parte de este maestro.
Desde las casas de las praderas, donde por medio de esos aleros otorgaba luz pareja a todo el interior, pasando por Larkin, donde lo hacía
de forma cenital, luego en el edificio johnson, con sus hongos en el techo que difusaban la luz que ingresaba por el techo, o mismo en la
torre de laboratorios johnson, donde la luz se filtra por unos tubos que hacen las veces de parasoles.
En el guggenheim se vuelve a lucir una vez mas el ingenio de Wright para con el manejo de la luz.
Las paredes levemente inclinadas para una mejor visualización de las obras, la luz que entra por una continua raja cenital que rodea al
edificio en todo el recorrido de la rampa, sin incidir sobre las obras ni sobre los ojos del espectador, son las dos características
fundamentales, además de la volumetria de este innovador edificio, que hacen una vez más una obra única.
Arquitectura Orgánica.
Frente al funcionalismo, arquitectos importantes como Frank Lloyd Wright en Norteamérica, Henry van de Velde, Eric Mendelshon y Alvar
Aalto, en europa, se han esforzado por conseguir una arquitectura que se pareciera en forma o carácter a un organismo natural y que
tuviese la misma unidad.
Pese a que el organicismo es una tendencia propia del siglo XX, ya Vasari y Miguel Angel hablaban de una arquitectura de proporciones
orgánicas con el cuerpo humano. Los arquitectos modernos conciben la arquitectura orgánica como la fusión de las diferentes partes o
elementos de un edificio en un todo orgánico que imita la naturaleza y se inserta en ella como parte integrante de la misma.
En esto ha insistido Frank Lloyd Wright: un edificio no debe estar sobre una colina, sino formar parte de la colina, como si hubiera nacido
de la tierra.
Frank Lloyd Wright, uno de los principales maestros de la arquitectura del siglo XX. Nació el 8 de junio de 1867 en Richland Center
(Wisconsin). Estudió ingeniería civil en la Universidad de Wisconsin y en 1887 viajó a Chicago para trabajar como dibujante en el estudio de
Adler&Sullivan. Uno de los socios de esta compañía, Louis Henri Sullivan, ejerció una importante influencia en la obra de Wright, que
siempre le consideró su maestro. En 1893 abrió su propio estudio de arquitectura en Chicago. Wright acuñó el término de arquitectura
orgánica, cuya idea central consiste en que la construcción debe derivarse directamente del entorno natural. Desde los inicios de su carrera
rechazó los estilos neoclasicistas y victorianos que imperaban a finales del siglo XIX. Siempre se opuso a la imposición de cualquier estilo,
convencido como estaba de que la forma de cada edificio debe estar vinculada a su función, el entorno y los materiales empleados en su
construcción. Este último siempre fue uno de los aspectos donde demostró mayor maestría, combinando con inteligencia todos los
materiales de acuerdo con sus posibilidades estructurales y estéticas.
Otra de sus aportaciones fundamentales a la arquitectura moderna fue el dominio de la planta libre, con la que obtuvo impresionantes
espacios que fluyen de una estancia a otra. Este concepto es evidente en las llamadas prairie-houses (casas de la pradera), entre las que
destacan la Martin House en Buffalo (Nueva York, 1904), la Coonley House en Riverside (Illinois, 1908) y la Robie House en Chicago (1909).
Wright fue el pionero en la utilización de nuevas técnicas constructivas, como los bloques de hormigón armado prefabricados y las
innovaciones en el campo del aire acondicionado, la iluminación indirecta y los paneles de calefacción. El Larkin Building en Buffalo (Nueva
York), proyectado en 1904, fue el primer edificio de oficinas en disponer de aire acondicionado, ventanas dobles, puertas vidrieras y
muebles metálicos. Entre sus innovaciones estructurales destaca el sistema antisísmico desarrollado en el enorme Hotel Imperial de Tokio:
para ganar flexibilidad, empleó una estructura de voladizos apoyada en unos cimientos que flotan sobre un lecho de barro. El edificio se
concluyó en 1922 y no sufrió ningún daño en el terrible terremoto del año siguiente.
Entre 1909 y 1910 se autoexilió en Europa, acosado por problemas personales y enemistades profesionales. A su regreso se estableció en
Taliesin, donde construyó su propia casa y un estudio-escuela inspirado en las relaciones maestro-discípulo. Poco a poco fue obteniendo el
merecido reconocimiento internacional, aunque los encargos más importantes tardaron en llegar. En 1959 concluyó el edificio helicoidal
para el Museo Solomon Guggenheim en Nueva York.
Entre sus aportaciones también destacan sus numerosos escritos, entre los que se incluyen An Autobiography (Autobiografía, 1932,
revisada en 1943), An Organic Architecture (Arquitectura orgánica, 1939), y Natural House (Casa natural, 1954). Wright murió el 9 de abril
de 1959 en Phoenix (Arizona).
Alvar Aalto, arquitecto y diseñador finés, uno de los más destacados del siglo XX, logró dotar al racionalismo puro, tanto en sus edificios
como en sus muebles, de un encanto y calidez poco comunes.
Sus primeros edificios famosos son las oficinas e imprenta de un periódico en Turku (1927-1930), célebre por las columnas afiladas que
sostienen el techo de la sala de prensa; la biblioteca de Viipuri, que se ha convertido en ejemplo de este tipo de edificios para la
arquitectura moderna; y el sanatorio antituberculoso de Paimio (1929-1933), donde, además de los avances tecnológicos, los pacientes
disfrutan de elementos arquitectónicos como los soleados balcones, abiertos hacia unas magníficas vistas. Para éste y para otros muchos
edificios, Aalto y su primera mujer, Aino Marsio, diseñaron la decoración y los muebles, casi siempre de madera laminada.
En 1935 fundaron la empresa Artek, que todavía hoy produce un mobiliario innovador. La reputación internacional de Aalto creció con una
serie de edificios anteriores a la II Guerra Mundial, todos ellos realizados con estructuras de madera, como el Pabellón de Finlandia de la
Exposición Internacional de París de 1937 o la Villa Mairea (1938-1939), construida para un cliente acomodado, en donde además consigue,
siguiendo los principios de la arquitectura racionalista, una sensación de lujo hasta entonces nunca lograda.
Llegó a los Estados Unidos en 1940 como profesor invitado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y allí permaneció ocho
años, durante los cuales proyectó la Baker House (1947), una sorprendente residencia cuya planta serpentea junto al río Charles.
Aalto regresó a Finlandia en 1948 para dirigir la Oficina de Reconstrucción de este país, después de la devastación producida por la II
Guerra Mundial. Ideó para Säynätsalo, una villa isleña, el Ayuntamiento (1950-1952), de ladrillo y madera, elevado sobre un podium. De los
edificios de Aalto en Helsinki, el más impresionante es la Casa de la Cultura (1967-1975), situada a la orilla del lago.
Henry van de Velde, diseñador y teórico belga. Se estrenó como arquitecto y como diseñador en 1895 cuando proyectó y construyó una
casa para sí mismo en Uccle, cerca de Bruselas. Con ella pretendía poner de manifiesto la síntesis suprema de todas las artes.
Van de Velde creía en la reforma de la sociedad mediante el diseño del entorno. Para él, la casa unifamiliar era el principal vehículo social
mediante el cual podían transformarse gradualmente los valores de la sociedad. Aunque se esforzaba por lograr una cultura de la forma
que fuese empática y vital, no era consciente, sin embargo, de la tendencia innata de todas las arquitecturas hacia la abstracción. En este
contexto, su sempiterno respeto por el Gótico puede considerarse como nostalgia por una arquitectura en la que la vitalidad inmediata de la
forma-fuerza llegaba a ser superada por la sublime abstracción estructural del conjunto.
Hizo una sutil distinción entre ornamentación y ornamento, afirmando que la primera, debido a que era aplicada, no tenía relación con el
objeto, mientras que el segundo, debido a que venía determinada funcionalmente, quedaba integrado en él.
La conversión apolínea de Van de Velde coincidió con el clímax de su carrera en Weimar, en 1904 fue nombrado profesor de la recién
creada Escuela de Artes y Oficios, diseño las nuevas dependencias de la escuela, el núcleo de lo que catorce años más tarde se convertiría
en la Bauhaus de Weimar. Sin embargo, este momento, el más triunfal de su carrera , estaba ensombrecido por profundas dudas interiores
con las que empezó a cuestionar la prerrogativa de los artistas para determinar la forma de los objetos.
Su mayor obra fue, quizás, el admirado teatro de la Exposición del Werkbund, última formulación de la estética de la forma-fuerza de Van
de Velde. Fundiendo a los actores con el publico y el auditorio con el paisaje, se presentaba como una singular expresión empática.
Eric Mendelshon, arquitecto alemán cuyos diseños curvilíneos y expresionistas representaron una alternativa al estilo funcionalista
imperante en el siglo XX. Llamó la atención en 1918 con una serie de bocetos que aportaban una nueva manera de hacer arquitectura. Se
basaba en la utilización expresionista de diseños curvos tanto en líneas como en volúmenes. Todo esto se comprueba en el observatorio de
Einstein en Potsdam (1921). Durante la década de 1920 una serie de encargos para tiendas y cines le ayudaron a evolucionar y afirmar su
expresión. Estos edificios muestran la influencia que tuvo Frank Lloyd Wright en su obra. Fachadas curvas, líneas marcadas y largos
ventanales horizontales. En el pabellón De La Warr (1935, Bexhill-on-Sea, Inglaterra) incluye una escalera de caracol encerrada en una
torre de cristal. Su material preferido fue un hormigón muy fluido que se ajustaba con precisión a su estilo expresionista.

La casa Robie…….Frank Wright (1910)

Casa de la cascada…..Frank Wright (1939)


La Torre Price…….Wright

La biblioteca Viipuri…….Alvar Aalto (1935)

El sanatorio de Paimio… Alvar Aalto (1933)


Casa Bloemenwerf……..Henry van de Velde (1896)

Observatorio de Einstein…….Eric Mendelshon (1921)

El pabellón de Alemania ……Mies van der Rohe


Casa das Canoas …….Oscar Niemeyer

Museo Guggenheim….. Frank Gerhy.

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