La violencia de género o violencia contra la mujer es un fenómeno social que se
ha manifestado a lo largo de la historia, en todas las sociedades y culturas. Se hace presente en todos los grupos sociales y étnicos, cabe resaltar que este tipo de violencia no está relacionado con la clase social, el nivel cultural, o con la “raza”. En nuestro país, vivimos bajo una ideología machista y misógina. Esta se refleja día a día con la aceptación de la “superioridad” masculina con respecto a la mujer, creando falacias acerca del lugar que "debería" ocupar cada uno en la sociedad, justificando así la violencia hacia la mujer y simultáneamente minimizando la culpabilidad del varón. Ese es el punto principal de la violencia de género que vivimos en la actualidad. La familia, según nuestra constitución, es el núcleo de la sociedad y como tal su deber es educar a las futuras generaciones. Sin embargo, con todos los problemas sociales que nos acontecen, ciertas actitudes machistas que adopta gran porcentaje de las familias peruanas puede empeorar, incluso destruir el entorno de igualdad de género que el Estado trata de construir, junto a organizaciones que protegen a la mujer y a su entorno vulnerado.
Como consecuencia de esta sociedad machista y misógina ya explicada, se
minimiza a la mujer, llevándola a ser dependiente del varón, tanto sentimental como económicamente. Gran porcentaje de la población masculina, no está dispuesto a aceptar que la mujer está dotada de la misma capacidad que ellos. Rechazan tajantemente el empoderamiento de la mujer, económica y socialmente. Si bien es cierto vivimos en un país que poco a poco se ha adecuado a la liberación femenina pero aún nos falta aceptarla al 100% porque aún seguimos escuchando frases como “Mas me pegas, más te quiero”, “Tu lo provocas porque llevas esa ropa”, “Las mujeres independientes y de mente abierta parecen prostitutas” “Debes aprender a comportarte como una señorita”. Son frases que yo las he escuchado de varones y mujeres que lamentablemente incitan a la violencia de todo tipo contra la mujer.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) revela que la
principal forma de violencia es psicológica (61.5%) mediante insulto y calificativos que denigran la esencia de la mujer, seguida por la violencia física (30.6%) en los que se mencionan los empujones, sacudidas, cachetadas y puñetes, por ultimo la violencia sexual (6.5%) cuando a la mujer se le obliga a tener relaciones sexuales y cuando se le obliga a realizar actos sexuales que ellas no aprueban. Entre las razones expresadas por las mujeres víctimas de violencia para no buscar ayuda, el 43% declaró que no era necesario; mientras que el 16% dijo sentir vergüenza; y el 12.7% dijo no saber a dónde ir/o no conoce los servicios. Es así que con las alarmantes cifras del anterior párrafo se promulga la ley N° 30364, la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, dicha ley como dice el mismo título está basada en la protección de la mujer y los integrantes de la familia contra todo tipo de violencia que los afecte con el fin de garantizar un vida pacífica y libre de violencia. Para evidenciar un caso en el cual existe naturalización de la violencia contra la mujer podemos utilizar como ejemplo una historia comentada por una amiga que fue espectadora de los hechos vivos a continuación: Una señora de 35 años con tres hijos y su esposo, siempre su esposo era el que sostenía económicamente el hogar mientras que la señora se dedicaba al cuidado de su casa y de su familia, como se dice, una familia tradicional, pero cuando la señora decide ser un poco más independiente y trabajar es cuando comienzan los problemas con su esposo, pese a eso ella se mantuvo en su decisión de trabajar, como la señora no tenía instrucción académica profesional buscó algún tipo de trabajo que le permita ayudar a su familia. La señora luego de unos días comenzó a trabajar en el puerto del Callao limpiando pescados, ella estaba contenta con su nuevo trabajo pese a que su horario era de 11pm a 4am, pero aun así la señora se organizaba para cuidar a su familia y continuar trabajando, sin embargo su esposo continuo de manera más fuerte el maltrato psicológico con respecto a su trabajo, así pasaron los meses con maltratos psicológicos cada vez más denigrantes como: ¿Tu lugar está en la casa para cuidar a tu familia?, ¿Qué clase de mujer sale a trabajar a esas horas?, ¿Seguro ya tienes un amante? Entre otros calificativos que solo la denigraban como madre, esposa y mujer. Un día en medio de una discusión entre la pareja el señor llego a maltratarla físicamente, primero un jalón, luego una chateada y hasta aventarle la comida, la señora cansada de todos los maltratos quería irse con sus hijos pero su esposo la amenazaba con quitarle a sus hijos y contar que era un señora de mal vivir (prostituta) por el horario de su trabajo. Ella con miedo a que su esposo le quite a sus hijos decidió callar y renunciar a su trabajo, volver al cuidado de su familia a tiempo completo pero los maltratos psicológicos y físicos continuaron raras veces. En este caso que presenté podemos notar la violencia psicología en los insultos, la violencia física cuando el esposo la golpeó y la violencia económica o patrimonial cuando la señora es forzada a perder su trabajo haciéndola dependiente económicamente de su esposo. Así como este caso hay muchos que se viven en nuestro país y lamentablemente solo los casos que llegan a extremos como el feminicidio son los que se muestran en la presan, es por ello que toda mujer que sufre algún tipo de maltrato debe denunciar el hecho, entiendo que muchas mujeres maltratadas psicológicamente no logran denunciar por la dependencia y la normalización creada en dicha relación pero es ahí cuando las personas que son testigos de esta violencia entran en juego, ellos también pueden denunciar, no podemos quedarnos callados ante tanta violencia, las personas que sufren violencia necesitan ser ayudados y asesorados para poder salir del episodio que viven. Este ensayo no solo es para que tomemos conciencia de los que sucede a nuestro alrededor sino también para que actuemos, nosotros como simples ciudadanos y futuros abogados podemos denunciar y hablar con la persona violentada para poder influir y motivar a que reciban ayuda profesional y hacerle entender que el Estado mediante la ley N° 30364 les brinda protección como víctima de violencia y sanciona al que violenta. Como conclusión es de vital importancia que la sociedad tome realmente consciencia a través de programas de atención y charlas de sensibilización para la población vulnerable, hacer entender de que no existe desigualdad alguna entre ambos sexos, solo de esta manera se podrá lograr una sociedad basada en el respeto la tolerancia y la igualdad, libre de amenazas y de machismos.