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tic 3níiine.
HISTORIA
GENERAL Y NATURAL DE LAS INDIAS,
ISLAS Y TIERRA-FIRME DEL MAR OCÉANO,

POR

EL CAPITÁN GONZALO FERNANDEZ DI OVIEDO Y VALDÉS,


PRIMER CRONISTA DEL NUEVO MUMDO.

PUBLÍCALA LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA,


COTEJADA CON EL CÓDICE ORIGINAL, ENRIQUECIDA CON LAS ENMIENDAS Y ADICIONES DEL AUTOR,
É ILUSTRADA CON LA VIDA Y EL JUICIO DE LAS OBRAS DEL MISMO

POR

D. JOSÉ AMADOR DE LOS RÍOS,


Individuo da Número da dicho Cuerpo, Catcdritico de Ampliación de la Literatura Espaüola ea la Universidad de esta Carie, etc.

TOMO SEGUNDO DE LA SEGUNDA PARTE,


TERCERO DE LA OBRA.

MADRID.
IMPRENTA DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA,
l tiBüO DH JOSÉ B Ü G B I & H E 2 , CULLR D E 3\H T Í C E N T E B,WA, PCM, T-í.

1853.
ÍNDICE GENERAL.

Tabla del segundo volumen de los nueve libros de la segunda parte de la Natural y
general historia de Indias, en que sumariamente se hace memoria de lo que (rada
cada libro destos.

Págs. P¿9i.

LiBRO I, que es X de la II." parte y XXIX de rio Hermoso é sus provincias, que son dos
la General historia de las Indias, que tracta rios grandes que juntos enlran en la cosía
de la provincia y gobernación de Castilla del Norte; é assimesmo se tracta del rio de
del Oro, que comunmente se suele llamar las Palmas, que está más al Oriente subien-
Tierra Firme i do por la dicha costa la vuelta de la pro-
LIBRO II, que es XI de la 11.a parte y XXX. vincia que llaman La Florida; é tracla có-
de la General historia, que tracta de la go- mo se perdió el capitán Pampbilo de Nar-
bernación de Cartago é sus anexos 176 vaez é su gente, que fueron á poblar
LIBRO 111, que es XII de la 11.a parle y XXXI aquellas provincias é rios 579
de !a General historia , que tracta de las LIBRO VIII, que'es XVII de la 11.a parle y
provincias é gobernaciones del Cabo de XXXVI de la General historia, que tracla
Higueras é Puerto de Honduras é de Yuca- de la gobernación de la provincia llamada
tán : é después loma á dexar á Yucatán é La Florida, ques en la Tierra-Firme á )a
se junta con Guatimala, é por tanto este li- parte de Norle, y está Norte Sur con la isla
bro es más anexo é dedicado á la goberna- de Cuba é puerto della, que llaman la Ma-
ción de Honduras . 1E lanea (¡19
LIBRO IV, que es XIII de la 11.a parte y LIBRO IX, que es XVIII de la 11.a parte y
XXXII déla General historia, que tracla de XXXVII de la General historia, que tracta
la provincia é gobernación de Yucatán 221 de la gobernación de la provincia llamada
LIBRO V, que es XIV de la 11.a parte y Chieora (é más propriamente dicha Gualda-
XXXIII de la General historia, que tracta pe) en la Tierra-Firme, á la parle del Nor-
de la provincia é gobernación é conquista te , que fué á poblar el licenciado Lúeas
c población de la Nueva España, por el Vázquez de Ayllon , vecino destacibdad
capitán Goncato Fernandez de Oviedo y de Sánelo Domingo de la Isla. Española,
Valdés, capilan de la forlaleca de Saneto oydor de Su Magestad en el Audiencia é
Domingo y coronisla del Emperador y Rey, Cnancillería Real que aqui reside, cavallero
nuestro señor ,.. 25g de la Orden militar del Apóstol Sanetiago. 624
LiBRO VI, que es XV de !a 11.a parte y LIBRO X, que es XIX de la II.* parte y
XXXIV de la General historia, que tracta XXXVIII.de Ja General historia, el qual,
de la provincia é gobernación llamada la aunque no compete á las Indias, es al pro-
Nueva Galicia, é que los indios é natura- póssito de la continuación de la tierra sep-
les llaman Xalisco, en la parle ocidental de tentrional, que basta el fin del libro prece-
la Tierra-Firme 557 dente se ha continuado, pues se continúa la
LiBRO VII, que es XVI de la 11.a parte y tierra, é se cree ques toda una, segund ade-
XXXV de la General historia, que tracta lante se d i r á . . , . . . . , , . , , C34
de la gobernación del rio de Panuco é del

Tabla particular con cada uno de los libros susodichos.

LIBRO XXIX. Prohemio CAPITULO II. De lo que subcedió á Vasco Nu-


CAPITULO I. Cómo fué provehido Pedrarias ñez de Balboa después que se ganó el Da-
Dávüa de la gobernación de Castilla del Oro, rien, y cómo descubrió el rio grande de
que tenia VascoNimcz de Balboa, y otras Sanct Johan, que en Ira en el golpbo de Ura-
cosas que convienen á la h i s t o r i a . . . . . . . . bá, y otras cosas neseessarias al processo
TOMO III. 81
G42 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs. I'áas.

de ia historia 6 CAPITULO XI. Cómo el veedor Goncalo Fer-


CAPITULO III. Cómo Vasco Nuñez de Balboa nandez de Oviedo fué á España á buscar el
descubrió la mar del Sur y fué el primero remedio de la Tierra-Firme, ó desde á p o -
hombre que la enseñó á los chripslianos, y cos días que llegó á Castilla llevó Dios al
de los caciques que hieo de paz, é otras co- Rey Cathólico á su gloria; é cómo continuó
sas concernientes á la historia 9 su camino é fué á Flandes á dar noticia al
CAPITULO IV. De la segunda possesion quel Rey don Carlos, nuestro señor; é cómo fué
capitán Vasco Nufíez de Balboa tomó de la proveydo por gobernador de Tierra-Firme
mar def Sur, é quáles chripslianos fueron Lope de Sosa, »n cavallero de Córdova, é
los primeros que con él navegaron en eila, su muerte £12
e de las primeras perlas que vieron de aque- CAPITULO XII. De la muerte del adelantado
lla mar, é otras cosas notables é neseessa- Vasco Nuñez de Balboa, d Andrés de Val-
rias al discurso de la historia 14 derrábano, é Fernando de Arguello, é Luys
CAPITUTO v. Cómo el gobernador Vasco Nu- Bolello, é Fernán Muñoz, que fueron en
ñez de Balboa tornó a! Darien desde la mar una hora degollados en la villa de Acia, en
del Sur, y cómo en ciertas provincias hico Tierra-Firme S6
los caciques de paz 17 CAPITULO XIII. Cómo el licenciado Gaspar de
CAPITULO VI. Bel viage del gobernador P e - Espinosa, alcalde mayor de Pedrarias, fué
drarías Dávila á la Tierra-Firme, llamada por su teniente general por la mar del Sur
Castilla del Oro, en la qual estaba por ca- con los navios que avia hecho el adelanta-
pitán Vasco Nuñez de Balboa 21 do Vaseo Nuñez de Balboa, é de lo que hi-
CAPITULO vil. Cómo estando con el armada co en el viage, é otras cosas antes desto,
en el puerto de Sancta Marta el general Pe- en que este licenciado se avia h a l l a d o . . . . tii
drarias Dávila, salló la segunda vez en tier- CAPITULO XIV. Cómo el capitán Gil Goncalez
ra con gente, y entró la tierra adentro hasta de Ávila fué á la Tierra-Firme con el piloto
tres leguas, é fueron pressos é muertos a l - Andrés Niño, para yr desde Panamá á des-
gunos indios é indias; é de lo que subeedió cubrir por la mar del S u r , por mandado
en aquel puerto , é qué se contenia en el del Céssar; é cómo el auetor destas histo-
requirimiento que se mandó hacera los i n - rias volvió á Castilla del Oro, é de la forma
dios antes de romper guerra con pilos; é que tuvo Pedrarias para despoblar el D a -
otras cosas que Convienen al discurso de la rien 65
historia. 27 CAPITULO XV. Cómo el conmista quedó por
CAPITULO vra. Cómo el gobernador Pedra- capitán é teniente de gobernador en el Da-
rias Dáviia llegó á la cibdad de Sancta Ma- rien ; é cómo los indios del cacique de Bea
ría del Antigua del Darien, donde estaba mataron al capitán Martin de Murga é á
por gobernador el capitán Vasco Nuñez de otros chripslianos: é cómo por aviso é i n -
Balboa, é tomó la possesion del offieio, é dustria del dicho capitán, auetor destas his-
se entendió en la residencia de Vasco N u - torias, se pacificaron muchos caciques é in-
ñez , é fué enviado el teniente Johan de dios caribes é flecheros de la costa, é se
Ayora é otros capitanes con gente á poblar metieron en el Darien muchos pessos de
a la otra costa de la mar del Sur 33 oro por rescates 72
CAPITULO IX. Cómo el teniente Johan de CAPITULO XVI. Cómo el auetor hico justicia
Ayora é otros capitanes fueron enviados de los caciques de Corobari é Guaturo, que
con gente á poblar la costa de la mar del Sur; se avian rebelado del servicio de Sus Ma-
y cómo el Rey Calhólico le envió é hico gestades, é cómo envió presso á España al
merced á Vasco Nuñez del título de a d e - bachiller Diego de Corral, é otras cosas, que
lantado de la mar del Sur y de la goberna- compelen á la historia 78
ción de las provincias de Coyba é Panamá: CAPITULO XVII. De la forma de la residencia
é cómo Pedrarias tuvo forma que no usas- de Pedrarias Dávila é su alcalde mayor el
se de tales mercedes; é de las parios quel licenciado Espinosa; é cómo no cansados
gobernador é officiales llevaron de las e n - los enemigos de fatigar al auetor de aques-
tradas, que fué una de las principales cau- tas historias, acordaron de le matar á tray-
sas de acabarse, ó al menos disminuyrse cion, é fué muy mal herido ffi
los indios é asolarse la lierra, etc. 36 CAPITULO xvm. Del pregón que se dio en
CAPITULO X. En que se relatan algunas e n - Acia para la residencia del gobernador P e -
tradas que diversos capitanes hicieron, por drarias é sus officiales; é cómo se fixó aquel
mandado del gobernador Pedrarias Dávila, pregón en un poste de la placa , é lo rasgó
en su gobernación 43 un caballo que fué del adelantado Vasco Nu-
DE INDIAS ÍNDICE. 6i3
Págs.

nez de Balboa; é cómo e! juez de residencia CAPITULO XXV. Que tracta de la gobernación
la tomó a! auelor destas historias, é conde- de Pedro de los Rios en Caslilla del Oro, é
nó al que lo avia acuchillado á que fuesse de otros gobernadores é jueces que le s u b -
ahorcado, y en otras penas. 86 cedieron hasta el año de mili é quinientos é
CAPITULO XIX. Cómo fué presso el traydor quarenta y un años 122
de Simón Bernal e se hico justicia d e l . . . . . 88 CAPITULO XXVI. De las costumbres é m a n e -
CAPITULO XX. Cómo e! auclor se partió de ras de vivir viciosas de los indios de la pro-
Acia, fingiendo que se yba á Panamá, don- vincia de Cueva é de sus ydolalrias; é otras
de el gobernador estaba, á se quexar dé!, é cosas particulares de la gobernación de Cas-
se fue á España á pedir justicia contra P e - tilla del Oro é de sus provincias 12o
dradas; é cómo ei Emperador, nuestro s e - CAPITULO XXVII. El qual tracta de los p u e -
ñor, le mandó oyr, é fué proveydo por nue- blos principales de los chripstianos en esta
vo gobernador para Castilla del Oro Pedro gobernación de Castilla del Oro, é de las ca-
délos RÍOS, un cavallero de Córdova; é sas é moradas de los indios, é de sus m a -
Otras particularidades se traclan convinien- trimonios é algunas de sus c,erimonias é cos-
les á la historia 94 tumbres ...., , VJ\
CAPITULO xxr. Que tracla de algunas cosas CAPITULO xxvnt. De otras muchas particu-
notables que passaron en la Tierra-Firme laridades de los indios de la gobernación de
entre e! gobernador Pedrarias Dávila y e! Caslilla del Oro en la provincia de la lengua
capitán Gil Goncalez Dávila é otros capita- de Cueva é otras p a r t e s . . , . 13S
nes, en tanto que yo estuve en España ne- CAPITULO XXIX. De algunas particularidades
gociando la yda del nuevo gobernador P e - de Casulla del Oro é sus provincias, allende
dro de los Rios, para que Pedrarias fuesse de las que se han dichoen los capítulos pre-
removido, é la relación de lo que descubrió cedentes , , , 14t
el capitán Gil Goncalez en la mar é costa CAPITULO XXX. De las minas del oro é perlas
austral de la Tierra-Firme, é porque es lar- c riquecas de la provincia de Cueva é Cas-
ga la narración de lo uno é de lo otro, yrá tilla del Oro, é del viage de la Especiería
este capítulo diviso en ocho párrafos...... 97 desde Panamá á las islas de Maluco, é de la
CAPITULO XXU. De la total despoblación de Puente admirable, é otras cosas que perte-
la eibdad del Carien, é de las diferencias neseen á la consecuencia historial., 143
que tuvieron el obispo, fray Vicente Pedra- CAPITULO XXXI. En el qual se tracta de las
9a, y el licenciado Salaya, alcalde mayor obsequias é cerimonias de los indios, quan-
con Pedrarias; é del origen é principio del do se muere algún señor ques tiva ó que-
descubrimiento del Peni por los capitanes ví ó saeo, é es principal, en la provincia de
Francisco Picarro c Diego de Almagro , á Cueva é en algunas partes de la goberna-
su costa, y en compañía del maestrescuela ción de Castilla del Oro 153
Fernando de Luque; é de lo que acaeseió al CAPITULO XXXII. De algunas particularidades
gobernador Pedro de Jos Rios en la isla Do- de los indios de Cueva, é también se haije
minica , quando yba á tomar la goberna- mención de algunas cosas en general de
ción de Caslilla del Oro; é otras cosas Hi aquella provincia, que se añaden é ponen,
CAPITULO xxni. Cómo el nuevo gobernador acrescenlando el género dellas en los libros
Pedro de los Rios, envió cierta gente á p a - de la primera parle de aquestas historias.. 1 59
cificar el cacique Trota; c cómo fueron ven- CAPITULO xxxnt. En que sumariamente se
cidos é desbaratados los chripstianos; é c ó - tracla del subcesso é fin que hicieron los
mo vino nueva que Pedrarias avia degolla- capitanes particulares, que ha ávido en la
do en Nicaragua á su teniente Francisco gobernación de Caslilla del Oro en tiempo
Hernández; é cómo vino el capitán Diego del gobernador Pedrarias Dávila, é antes é
de Almagro á Panamá, é iruxo noticia del después del hasta el tiempo pressenle..... Ifd
descubrimiento del Perú; é por qué via el CAPITULO XXXIV. En quel historiador culpa
capitán Diego de Almagro, é por qué pres- y desculpa á los gobernadores é officiales,
cio echó fuera de su compañía en las cosas y en descargo de los capitanes, y en repro-
¿ interesses de) Perú á Pedrarias Dávila... 117 che de ¡os soldados é d e los indios é natu-
CAPITULO xxiv. De la residencia que hico rales de la gobernación de Caslilla del Oro. 170
Pedrarias ante el licenciado Johan de Sal- LIBRO XXX. Prohemio 175
merón, alcalde mayor de Pedro de los Rios, CAPITULO 1. Cómo Diego Gutiérrez, goberna-
nuevo gobernador de Castilla del Oro; é có- dor de la provincia de Carlago é sus ane-
mo Pedrarias y el nuclor destas hislorias se xos, fué bien rescebido é obedeseido de los
concertaron, é con qué condición i20 caciques é indios de la tierra; é otras parli-
644 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Pjgs. l'ojs.

cularidades al discurso de la historia con- CAPITULO VI. Cómo Andrés de Qereceda que-
vinienles , 178 dó por gobernador después de la muerte
CAPITULO H. Del sub9esso del gobernador del gobernador Diego Albitez, é de algunas
Diego Gutiérrez, é de su cobdicia é mal cosas que subcedieron después , é lo quel
evento, é cómo le mataron los indios á él é Qereceda eseribió á esta Audiencia Real,
á quantos españoles consigo tenia, excep- que reside en esta cibdad de Sancto Do-
to siete hombres 179 mingo, del estado de aquella tierra é g o -
CAPITULO IIÍ. En que se hace relación del bernación de Honduras hasta el año de mili
mal subceso del armada quel almirante en- é quinientos é treynta y tres, mediado el
vió á poblar su ducado de Veragua.. 183 mes de junio, .... 211
LIBRO XXXI. Prohemio 184 CAPITULO vn. Cómo el gobernador Andrés
CAPITULO Í. En que se Iraeta del descubri- de Qereceda fué á poblar el valle de Naco,
miento del Cabo de Higueras é puerto de é cómo estando la tierra perdida enviaron
Honduras , é de Jos capitanes é gobernado- á pedir socorro al adelantado don Pedro de
res que allí ha avído , é otras cosas concer- Alvarado , gobernador de Guatimala, é fue
nientes á la historia ... 187 en persona á pacificar la tierra é pobló la vi-
CAPITULO II. De lo que subeedió al goberna- lla de Sanct Pedro, é después fué á España,
dor Diego López de Salcedo, pocos dias é cómo Sus Magestades mandaron juntar es-
antes que de León de ¡Nicaragua se parliesse ta gobernación de Honduras con la de Yuca-
para yr á Honduras, en la venida del capi- tan , que estaba á cargo del adelantado don
tán Diego Albiiez, é ef concierto que se dio Francisco Montejo, é otras c o s a s , . . . , , . . , 914
enlrellos , é la muerte de Diego López, des- CAPITULO vm. De la fertilidad de la tierra é
pués en su gobernación, é las contiendas y provincia de Honduras é de aquella gober-
escándalos que por su muerte ovo sobre nación , é de algunas particularidades della
quién avia de gobernar, é otras cosas que é de los indios naturales de allí 216
son anexas al discurso de la historia 190 CAPITULO IX. Cómo las provincias de Yuca-
CAPITULO IU. De la elación de los nuevos go- tan é de Honduras se juntaron por manda-
bernadores puestos por la república de la do de Qéssar é de su Real Consejo de In-
villa de Truxilto, que fueron el contador dias, é se dio cargo dellas al adelantado
Andrés de Qeregeda é Vasco de Herrera, é don Francisco de Montejo, que primero era
cómo después esto vieron desconformes, é gobernador de Yucatán 217
cómo los indios mataron á algunos chrips- CAPITULO X. En el qual se iracta de cierto
lianos é se rebelaron en parle de la tierra, trueco é conviniencía entre los adelantados
é cómo el Diego Méndez de Hinestrosa ma- don Pedro de Alvarado é don Francisco de
tó alevosamente á Vasco de Herrera , é los Montejo, por donde esta gobernación de
escándalos é forma que en ello se t u v o . . . . 192 Higueras é Honduras se tornó á dividiré se
CAPÍTUIO IV. De lo que Diego Méndez de Hi- apartó de la de Yucatán, é se juntó con la
nestrosa hieo con el favor de sus secaces, de Guatimala 218
después que ovo muerto á Vasco de Her- CAPITULO xt. De otras cosas é particularida-
rera ; é cómo , continuando sus desatinos, des de la gobernación de Honduras, é de
prendió después al gobernador Andrés de las minas ricas de oro é plata, que en aque-
Qereceda; é cómo después el Qereceda le lla tierra hay. 219
prendió al Diego Méndez é le hico hacer LIBRO XXXII. Prohemio 221
quartos, é se dio fin á su tiranía. 201 CAPITULO I- En que sumariamente se tracta
CAPITULO V. Cómo el gobernador Andrés de lo que hace al propóssito de la historia é
Qereceda , después de la prission é castigo gobernación é descubrimiento de Yucatán
del tirano Diego Méndez de Hinestrosa, é hasta el año de mili c quinientos é quarenta
castigados los que mataron á Vasco de Her- y un años. 222
rera, perdonó á los demás; é cómo Die- CAPITULO IE. El qual tracta del discurso des-
go Diaz de Herrera tenia amotinada la gen- ta historia de Yucatán é de muchas parti-
te para yrse de la tierra; é cómo, viniendo cularidades é nuevos é maravillosos nota-
por gobernador Diego Albitez, dio al través bles que á esta historia competen : é hácese
en la costa, é assi se ahogaron veynte y relación de los caños, que se hallaron en la
cinco hombres é cinco mugeres , é salió el mar, de agua dulce, é otras cosas muy di-
gobernador á nado , é desde á nueve dias nas de oyr. ,,, , , 223
que fué rescebido por gobernador murió, c CAPITULO IIÍ. De lo que subeedió al adelan-
dexó por gobernador al mesmo Andrés de tado don Francisco de Montejo, desde que
Cereceda 208 salió con los españoles, que le quedaban
DE INDIAS. ÍNDICE. 643
Ptigs* i'UIJS.

del pueblo de Conil, é de la república é jus- de la conquista de la Nueva España desde


ticia del pueblo llamado Cachi, é de los á r - el tiempo del capitán Hernando Cortés , é
boles del eneienso é su contractaeion, é de del rico pressente, que envió al Emperador
la grandísima población llamada Chuaca, Rey, nuestro señor; é cómo se apartó por
é de otras cosas que subcedieron en aquella esquisitas formas de la obidienciaé amistad
conquista 229 del adelantado Diego Velazquez, su supe-
CAPITULO IV. Del subcesso del adelantado rior, por cuyo mandado avia ydo á aquella
don Francisco de Monlejo, después que tierra: é decirse han otras cosas, que con-
estovo en Tavasco, é cómo fué en deman- viene primero que se declaren para la inte-
da de la eibdad de Acalan, é de las vistas ligencia del discurso de la historia 2.38
de entre él y el capitán don Johan Enriquez CAPITULO II. Cómo el capitán Hernando Cor-
de Guzmati, é de una nueva invención é tés determinó de yr á México, é cómo pri-
nunca antes oyda ni vista, que los españo- mero dio al través con los navios, en que
les inventaron para llevar sus caballos en fué á la Nueva España, temiendo que la
canoas, é cuentanse otras cosas concernien- gente que dexaba en la villa de Veracruz, ú
tes al discurso de la historia 235 otros, se le amotinarían ; é cómo en el ca-
CAPITULO v. De la extraña é nueva puente mino supo que ciertos navios del capitán
que los indios llamaban de Malinche, que Francisco de Garay andaban en la cosía, é
hico el marqués don Hernando Cortés, por del gentil ardid que tuvo para aver lengua
la qual passó con más de quince mili hom- dellos; é cómo tomó siete hombres, é la
bres c muchos caballos; é de la que des- información que dellos tuvo; é cómo ovo
pués hico hacer quassi por el mesmo lugar noticia del rio de Panuco é del señor del; é
el capitán Alonso Dávila, por donde avia cómo su amistad con él fleo, etc.. 26i
de passar con los caballos é gente, que con CAPITULO m. Cómo el capitán Hernando Cor-
él yba en demanda de la eibdad de Acatan; les prosiguió su camino para yr á ver á
c de oíros muchos írabaxos é trances por Montecuma , señor de México , é del buen
que passaron hasta que llegaron á Cham- acogimiento que le fué hecho en las ¡ierras
poton..., , 241 de su señorío, é cómo se apartó desíe ca-
CAPITULO VI. Cómo el adelaníado don Fran- mino por consejo de los indios de Cempual,
cisco de Monlejo fué á poblar al pueblo de sus amigos, para yr á ver é contraer amis-
Lácaro, que los indios llaman Campeche, tad con Tascalleele , é como en fin se hico
é fundó una villa que se llamó Salamanca; el amistad é confederación con ellos 264
é del mal subcesso de los españoles en esta CAPITULO IV. De la embaxada quel príncipe
jornada, é de muchos trances que se s i - Montecuma envió al general Hernando Cor-
guieron en ella 244 tés , ofresciéndose por vassallo é tributario
CAPITULO vn. En que se tracta cómo et t e - del Emperador, con tanto que no fuesse á
niente Alonso Dávila é sus compañeros su tierra ; é cómo los embajadores procu-
ovieron otro recuentro é batalla con los in- raron desavenir al general con los de la pro-
dios del pueblo de Coehua, que avian vincia de Tascalteca ; é cómo los de la pro-
muerto los chripstianos que llevaban el vincia avisaron á Cortés déla gente, que
pressente del oro al adelantado; é cómo tenía Montecuma de guarnición é de guerra,
los españoles fueron mallraclados en este esperándole . 273
fecho de armas, é otras particularidades no- CAPITULO V. Cómo el capilan general Her-
tables que passaron estos militantes é (raba- nando Cortés se partió de Churulíecal con
xados varones, hasta que lomaron el pueblo determinación de ver á Montecuma é la
de Chitemal 248 grand eibdad de Temistltan; é lo que passó
CAPITULO VIII. Cómo el capitán Alonso Dá- con los embaxadores de Montecuma; é de
vila é los españoles que con él estaban, lo que en este camino le intervino; é cómo
desampararon é despoblaron aquella villa é se vido con Montecuma en aquella su grand
assiento que avian fecho en Chitemal, é eibdad ; é de la traycion que contra los e s -
se fueron en canoas duplicadas por poder pañoles se tracto por un principal señor, lla-
llevar los caballos de la forma é usanca mado Qualpopoca, vassallo de Monlezuma,
nuevamente é por ellos inventada , é de los é otras cosas anexas al discurso de la his-
írabaxos extremados é (ranees que les toria. 278
acaescieron , con que se da fin á esta rela- CAPITULO VI. En el qual se tracta cómo el
ción del comendador don Alonso de Luxan. 251 capitán Hernando Cortés prendió al grand
LIBRO XXXIII. Prohemio 256 príncipe Montecuma cautelosamente; é có-
CAPITULO I. En que se tracta del principio mo fué hecha justicia de Qualpopoca, se-
616 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págt. Págs.

ñor de Nantecal, é otros señores principales México se avian aleado contra los españo-
que con él fueron quemados, porque mata- les que allí avian quedado en guarda de
ron sobre seguro ciertos chripstianos 287 Montecuma, é del oro é joyas; é fué allá, é
CAPITULO vn. En que la historia Irada de las después de entrado, tovo mucha guerra con
minas de oro de la Nueva España, é de los indios de la cibdad; é de Ja muerte de
otras particularidades de ciertas provincias; Montecuma: é cuenta la historia algunas
c cómo el príncipe Tuchintecla vino á la particularidades notables en el c a s o . . . . . . . 317
obídieneia de Sus Mageslades é á la amis- CAPIULOT XIV. En el qual se trac ía cómo des-
tad del capilan Hernando Cortés, é dio li- pués que Cortés é los españoles salieron de
qanq'm que los chripstianos poblassen en su la cibdad de Temistilan, llegado á la cibdad
tierra 290 de Tacuba, é prosiguiendo en su fuga, é
CAPITULO VUI. Cómo fué presso el principe los indios en su alcance, haciendo todo el
Cacamaein, señor de Aculuacan, porque se daño que podían, le mataron los hijos de
rebeló después de se aver ofreseidopor vas- Montecuma é á los otros pressos principa-
sallo del Rey, nuestro señor, é también se les que los chripstianos tenian ; é cómo se
apartó de la amistad de Montecuma, su se- recogieron Cortés é su genle á la provincia
ñor, é fué puesto un hijo suyo del dicho de Tascallecle ; é otras cosas dinas de la
Cacamaein por señor de su estado 294 historia. 325
CAPITULO IX. En el qual se cuenta la relación CAPITULO XV. Eu el qual cuenta la historia
quel grand príncipe Montecuma dio de su cómo los señores é principales varones de
origen á sus vassaüos en una pública au- la provincia de Taseálteca é de Guaxoeingo
diencia , en que les habló é mandó que obe- vinieron á visitar ai capilan Hernando Cor-
deseiesseh é sirviessen al Emperador don tés é á los españoles , condoliéndose de lo
Carlos, nuestro señor, como á Rey de Cas- que les avia acaescido con los de Temisli-
tilla é su nalural señor, é después del per- tan; é cómo se les ofreseteron para la ven-
petuamente á ios Reyes de Castilla é de ganca é castigo de los eonlrarios; é cómo
León, sus subeessores. 295 conquistó é ganó Hernando Cortés la pro-
CAPITULO X. En el qual se tracla cómo el ca- vincia de Tepeaca, ques gente de la liga é
pitán Hernando Cortés persuadió á Monte- confederación de los de Culua; é cuéntanse
ruma que enviasse por sus tierras á pedirá otras cosas notables 330
los principales señores é vassaltos que sir- CAPITULO XVI. Cómo el señor de la cibdad
viessen con oro al Emperador Rey, nuestro de Guaeachula envió sus mensajeros á Her-
señor, é lo hicieron en cantidad de más de nando Cortés, ofreseiéndose al servicio dei
ciento é noventa y dos mili pessos, allende Emperador ; é cómo por su aviso é indus-
de otros cient mili pessos de valor é joyas; tria fueron desbaratados más de treynla niill
é de algunas particularidades de la Nueva hombres de los de Culua, enemigos de los
España 297 españoles; c cómo Hernando Corlé* tomó é
CAPITULO XI. En el qual se traeta de la ydo- paeificó la cibdad de Izeuean con otras po-
iatria é diabólicos sacrificios de los indios blaciones, é vinieron á se confederar con
de la Nueva España , y en especial en la los chripstianos mucho número de indios
grand cibdad de Temislilan ; é de otras par- contra los de Culua é Temislitan; é de la
ticularidades á la historia prénsente permi- información que se ovo de un prisionero del
tidas , en continuación de la relación quel estado de la grand cibdad; é del subcessor
capitán Hernando Cortés envió al Rey, en el señorío de Montecuma, llamado Gua-
nuestro señor, 304 timacin, señor de Iztapalapa , hermano de
CAPITULO XII. Cómo por mandado del ade- Montecuma, é otras particularidades con
lantado Riego Velazquez fué por capitán é que se dará fin á la relación de la carta que
teniente suyo á la Nueva España el capitán Hernando Cortés escribió al Emperador,
Pamphilo de Narvaez, con revocación de nuestro señor, desde la villa de Segura de
tos poderes que dicho adelantado avia dado la Frontera, en la Nueva España, á los
al capitán Hernando Cortés ; é del recuen- treynla de otubre de mili é quinientos y
tro que entre eslos dos capitanes ovo; é có- • veynte años.... 336
mo fué presso Pamphilo de Narvaez, é que- CAPITULO XVII. Desde el qual Iraeta la histo-
dó Hernando Cortés muy más apoderado é ria el subcesso de la conquista de la Nueva
absoluto capitán después desta victoria 308 España, é la recuperación de la grand cib-
CAPITULO XIII. En que se traeta como des- dad de Temislitan, é oirás cosas anexas al
pués de presso el capitán Pamphilo de Nar- verdadero discurso de la relación é lergera
vaez , supo Cortés que los de la cibdad de carta que al Emperador Rey, nuestro se-
DE INDIAS. ÍNDICE. 647 '
Pdgs. Págs.

ñor, Cortés le envió, dándole cuenta é r a - loria; é cómo fue cercada la grand cibdad
con de lo subcedido después de todo lo ques de Temistitan, é fué combatida mucha par-
dicho hasta fin del capítulo precedente.... 344 te della é por muchas partes; é cómo fué en
CAPITULO XVIII. En que se tracla lo que Her- socorro de los españoles la gente de don
nando Cortés dexó proveydo para la difini- Hernando, señor de Thesayeo, con más de
eion de los bergantines, que se hacían para einqüenta mili hombres, con los quales eran
combatir por la laguna la grand cibdad de y a más de eiento é treynta mili indios los
Temistitan; é cómo se partió contra ella é amigos que en nuestro exércilo estaban en
ios de Cutua; é de la victoria que ovieron favor é ayuda de los españoles contra T e -
contra los de la cibdad de Izlapalapa, que mistitan 382
fué un hecho muy notable, é glorioso prin- CAPITULO XXIV. En que se tracla cómo la se-
cipio para esperar el fin victorioso que gunda vez combatió el general Hernando
desta guerra adelante se c o n s i g u i ó . . . . . . . 347 Cortés é los españoles é confederados ami-
CAPITULO XIX. Cómo la cibdad de Otumba é gos suyos la grand cibdad de Temistitan,
otras quatro vinieron á la amistad de los é sé hico mucha malanga y estrago en los
chripstianos; é cómo hicieron lo mesmo los contrarios, é de algunos fechos notables que
de Chalco é otras provincias, é cómo Her- aquel dia é otros acaescieron 390
nando Cortés hico traer á Tezcuco por tier- CAPITULO XXV. En que se tracla de otros
ra diefc é ocho leguas los trece bergantines combates que Hernando Cortés é los espa-
ó fustas, que avia mandado hacer para e n - ñoles é confederados indios, sus amigos,
trar por la laguna á Temistitan, é otras c o - dieron á la cibdad de Temistilan; é de algu-
sas dignas de la historia. 353 nas cosas señaladas que intervinieron en
CAPITULO XX. Cómo el capitán Hernando tanto que aquel cerco turó 393
Cortés salió en campo muy poderosamente, CAPITULO XXVI. Cómo otro día él general
á causa de la grand compañía de los ami- Hernando Cortés tornó á entrar en la cib-
gos confederados, é dio sobre una pobla- dad de Temistitan é ovo victoria; é cómo
ción que se dice Xalfoca, donde se hico los enemigos desbarataron al capitán Alva-
mucho daño en los enemigos, é lo mesmo rado; é cómo después por vengar aquello,
hico en la cibdad de Tacaba é otros p u e - se acordó de combatir la cibdad por divers-
blos 360 sas partes, é fué desbaratado el general
CAPITULO XXI. En el qual se tracla del socorro Hernando Corle's é le hirieron á él en una
é ayuda que Hernando Cortés envió á los pierna; é de oirás cosas que acaescieron en
amigos confederados de la provincia de Cal- esta mala jornada. E también se tracta de
co; é cómo otros pueblos vinieron á la obi- otros trances victoriosos y en favor de los
dieneia de Sus Mageslades; é cómo se tomó chripstianos , en continuación del cerco de
por mucha ventura la inexpugnable pobla- Temistilan 386
ción de Guamanaca, é vino á la obidieneia CAPITULO XXVH. Cómo los amigos confede-
de Sus Magesfades el señor della; é cómo rados de Guarnaguacor vinieron á pedir so-
tomó é destruyó la cibdad de Suchimitco, corro al general Hernando Cortés, é se lo
é otras cosas notables que Cortés é sus cor- envió; é de la victoria quel capitán Andrés
tesanos milites hicieron, con mucha victo- de Tapia é los españoles ovieron eontra los
ria é prósperos subcessos 364 indios de Marinalco; é déla victoria que con-
CAPITULO XXII. En el qual se (ráela de una tra los de Temistilan ovo un capitán, hom-
carta que un hidalgo llamado Barrientos es- bre principal é señor de los de Tascalteca,
cribió al general Hernando Cortés desde la que se llamaba Chichimecatecle, el qual era
provincia que llaman Cliinianla; é de cómo uno de los amigos confederados de los
se acabaron los bergantines é se echaron al chripstianos; é otras cosas que compelen á
agua para cercar á Temistitan; é cómo el la historia 403
general envió adelante ciertos capitanes é CAPITULO XXVIII. En el qual la historia cuen-
gente á poner guarniciones cerca de ia ta cómo se dieren á la cibdad de Temistilan
grand cibdad de Temistitan; é assimesmo ciertos combates, é se le hico mucho daño,
se Iraelan otras cosas conviníentes á la his- en que escotaron bien los contrarios la vic-
toria 376 toria que avian ávido, de que se tracto en
CAPITULO xxm. Cómo el general Hernando el capítulo XXV, é cuéntanse assimesmo
Corles entró en la laguna con los berganti- algunos trances é cosas señaladas concer-
nes, © combatió é tomó el peñón de Izlapa- nientes á la hisloria 4Ü7
lapa; é cómo rompió é desbaratóla flota de CAPITULO XXIX. Cómo ei general Hernando
las canoas de los enemigos eon mucha vic- Cortés acordó de proseguir en los combates

i
618 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs. Púgs.

de ía cibdad por su parle, é lo mesmo hacia Hernando Corles al Emperador de las cosas
el comendador. Pedro de Alvarado por la de la Nueva Esapña 433
suya e los oíros capitanes; é cómo se ganó CAPITULO XXXIV. Continuándose la historia
el mercado, placa principal de Temistitan; de la Nueva España, conforme á la quaria
é cómo en olro dia, prosiguiéndose e! com- relación que et gobernador Hernando Cor-
batimiento, se ganó olro barrio; é de otras tés envió al Emperador, nuestro señor, con
cosas notables é convinientes al discurso de otras relaciones que otros capitanes particu-
la historia 412 lares le enviaron á Cortés después de los
CAPITULO XXX. En que se traeta cómo el g e - subcessos que la historia ha contado; é trác-
neral Hernando Corles combatió la grand tase de oirás provincias que conquistó é pa-
cibdad en la parte que estaban retraydos, é cificó, é otras cosas notables, , 437
murieron en un dia más de quarenla mili CAPITULO XXXV. En que se contiene un ca-
personas de los enemigos; é cómo olro dia pítulo á la letra, que el capitán Hernando
siguiente mataron otros muchos, é fué t o - Cortés entre otras cosas escribió al Empe-
mada é ganada la cibdad de todo punto, é rador, nuestro señor, en esla su quaria re-
quedó Temislilan por de Sus Magcslades, é lación, quejándose del obispo de Burgos, é
fué presso el señor della, llamado Gualimu- otras cosas; é más adelante se traeta de la
$in, con otros capitanes é principales 418 victoria que ovo contra los indios de la
CAPITULO XXXI. El qual traeta del valor del grand población llamada Ayuluscolaeian', é
despojo que se ovo en la expugnación é l o - de la eonquisla de las lagunas de Panuco,
ma de la grand cibdad de Temisiitan; é de é victoria que ovo con essos é otros pue-
cómo el señor de la grand provincia de Me- blos, é otras cosas que convienen al dis-
chuaean envió por sus embaxadores á se curso de la historia 441
ofcescer por vassallos del Rey de España, CAPITULO XXXVI. En el qual se (raeta la p a -
nuestro señor; é de la noticia que ovo el ge- cificación de la provincia de Coliman é de
neral Hernando Cortés de la mar del Sur ó otras á ella cercanas, é de cierta relación
austral en la cosía de la Nueva España m e - que le fué fecha al general de una isla p o -
ridional, é otras victorias é.provincias que blada de mugeres, é de la yda del adelanta-
se conquistaron por capitanes de Hernando do Francisco de Caray al rio ó provincia de
Cortés; é tráetanse assimesmo otras parti- Panuco, é cómo murió después en la grand
cularidades notables. • 424 cibdad de Temistitan, é otras cosas concer-
CAPITULO XXXU. Cómo el general Hernando nientes á la historia 440
Cortés é los españoles acordaron de reede- CAPITULO XXXVII. El qual traeta cómo el ge-
ficar la grand cibdad de Temistitan é hacer neral Hernando Cortés, certificado de la re-
su assiento proprio é población para los belión de la provincia é indios del rio P a -
ehripstianos en elia; é de cómo el señor de nuco, envió á socorrer á los vecinos de la
la provincia de Coantepcque, cuyo señorío villa de Santisteban del Puerto, é del seña-
cjurisdiijion es á lámar del Sur; dio por lado é grand castigo que se hico en los
sus embaxadores la obidieneia á Sus Ma- principales indios rebelados en aquella pro-
gestades; é de cómo Chripstóbal de Tapia, vincia é culpados en la muerte del adelan-
veedor que fué de las fundiciones del oro tado Francisco de Garay, 455
en esla lsía Española, fué por capitán é go- CAPITULO xxxvm. Cómo el general Hernan-
bernador de la Nueva España é no fué r e s - do Cortés tornó á continuar el propóssito
cebido ni admitido al officio. E también se que primero tuvo de enviar á poblar el
Inician en este capítulo oirás cosas que al puerto de Higueras é cabo de Honduras con
estilo é continuación de la historia son nes- e! capitán Chripstóbal deOlit, segund se to-
eessarias 428 có en el capítulo XXXV, é le despachó é
CAPITULO XXXIII. Cómo el eapilan general proveyó de navios é gente é todo lo n e s -
Hernando Cortés envió al comendador P e - cessario: é cómo despachó assimesmo al
dro de Alvarado á conquistar ta provincia capitán Pedro de Alvarado por tierra con
de Teantepeque é la pacificó é llegó á la muy gentil gente de pié é de caballo á las .
mar del Sur é lomó la possesion della por cibdades de Iclaclan é Gualimala, como an-
Sus Mageslades, é de las grandes muestras tes lo tenia propuesto 4S8
de oro é perlas que halló; é cómo ei gene- CAPITULO XXXIX. En que se traeta cómo el
ral hieo hacer navios en la cosía del Sur gobernador Hernando Corles envió al eapi-
para descobrir por aquellas mares, con lo lan Rodrigo Ranjel á conquistar las provin-
qual, con oirás particularidades, se dá íin á cias de los capotecas é de los mixes, ques
la relación de la tercera carta, que escribió gente belicosa é puesta en tierra muy á s -
DE INDIAS. ÍNDICE. 649
Pági. Púgs.

pera é fragosa é tal que la gente de caba- CAPITULO XLVI. En el qual se tracta de la
llo no puede servir ni aprovechar parala manera del estado é servicio é sacrificios
guerra de tales provincias é conquista 460 é ritos é ydolatria de Monteeuma, é de la
CAPITULO XL. En que el gobernador Hernan- forma de su casa, é de los animales é aves
do Cortés dá su desculpa en la dilación de que tenia en sus palacios; é la forma con
ciertos navios que hico hacer en la costa de que se hico señor de México é Temislitan,
la mar del Sur; é assimesmo cuéntala his- é destruyó e' mató con engaño en un con-
toria la forma de la reedificación de la grand vite una de dos parcialidades que allí avia:
cibdadde Temislitan por la industria del di- é dase relación de las mugeres é hijos que
cho gobernado r . . . . . . . . 462 tenia; é otras cosas que conciernen é son
CAPITULO XLI. En el qual se tracla cómo el adherentes al discurso é verdad de la his-
general Hernando Cortés hico hacer ciertas toria. 501
piecas de artillería, é cómo buscando los CAPITULO XLVII. En que se tracta cómo Mon-
materiales para ello, se hallaron minas de teeuma dixo a Hernando Cortés que se fues-
estaño é vena de hierro, é mucho salitre se él é los españoles de su tierra , prome-
para hacer pólvora, é assimesmo aeufre; é tiéndoles de les dar tanto oro que fuessen
cómo envió una media culebrina de metal ricos , é de la prudente respuesta de Her-
rico de oro é plata á Su Majestad Calhóli- nando Cortes: é cómo llegó á la tierra Pam-
ca, que escribió que le avia costado veynte philo de Narvaez, é fué presso , é se tornó
y siete mili pessos de oro el metal é la he- Cortés á México, de donde los indios lo
ehura; é decirse han otras cosas que escri- echaron á él é á los españoles; é déla
bió en su relación, con que se dará fin á muerte de Monteeuma, é otras cosas con-
ella, sin que se dexe cosa de lo substancial, vinientes al discurso de la historia ó rela-
puesto que se dirá con menos palabras.... 464 ción assaz diferente en algunas cosas á lo
CAPITULO XLU. En el qual se tracta una rela- que se contó hasta el fin del capítulo XLIII. 506
ción quel capitán Alvarado envió al gober- CAPITULO XLVIII. En el qual se tracta cómo
nador Hernando Cortés desde la eibdad de fué cobrada la grand eibdad de Temistitan,
Uclacan, á once días de abril del año de mili y el señor della fué presso; é otras particu-
é quinientos é veynte y quatro, la qual en- laridades. E dase fin con este capítulo á es-
vió el gobernador al Qéssar juntamente con ta relación que, como es dicho, fué sacada
la otra, de que se ha Iractado en los capí- de muchas informaciones de testigos que en
tulos precedentes 475 aquella conquista se hallaron SIS
CAPITULO XUU. En que se tracta de otra re- CAPITULO XUX. En el qual se contiene una
lación fecha por el mesmo capitán Pedro de relación de diverssas cosas de la Nueva Es-
Alvarado al gobernador Hernando Cortes paña , quel chronista escribe por informa-
desde la cibdadde Sancliago de Guatimala, ción del reverendo padre vicario fray Diego
á ocho de julio de mili é quinientos é veyn- de Loaysa, de la sagrada Orden de los Pre-
te y quatro años: la qual relación, por evitar dicadores ; é decirse há con más brevedad
prolijidad, se dirá conforme á lo substan- de la que este religioso le dio in scriptis,
cial é sentencia de lo que contiene 480 firmado de su nombre 522
CAPITULO XLIV. Donde se tracta otra relación CAPITULO L. En que el chronista escribe , ó
fecha por el capitán Diego de Godoy al go- mejor diciendo, copia una breve relación
bernador Hernando Cortés, la qual, con las que le fué enviada desde la eibdad de Ve-
relaciones que la historia ha contado, envió necia , adonde la avia enviado el señor vi-
al Emperador, nuestro señor; é decirse ha lo sorey don Antonio de Mendoca á su herma-
substancial por evitar prolixidad, sin que se no el señor don Diego de Mendoca, emba-
dexe de expresar todo lo ques notable é con- xador de la Cessárea Mageslad en, la dicha
víniente á la historia 487 Venecia; é pénese á la letra el capítulo que
CAPITULO XLV. En el qual se tracta otra in- en esto habla, é dice después el chronista su
formación que de algunos cavalleros é mili- parescer en el mesmo caso 531
tes que se hallaron en la conquista de la CAPITULO LI. En el qual se tracta una suma-
Nueva España se ha sabido por la diligen- ria relación , en que se relata la forma que
cia del chronista, en que muehas cosas hay en la Nueva España tenian los indios en pa-
conformes con lo que queda dicho ; é tam- gar los tributos á Monteeuma é á sus seño-
bién se dirán otras particularidades que no res , antes que allá fuessen los chripstianos,
son de preterir ni se dexar de memorarlas, porque agora ya assi en lo que se dirá co-
porque todas ellas son muy dignas de la mo en otras cosas, hay otras costumbres é
pressente historia, é suyas 494 novedades; é demás de lo que toca á los
TOMO ffl. 82
650 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs. Págs.

tributos ó agricultura , se dirán otras cosas CAPITULO III. En el qual se tracla una rela-
en que Ja historia hasta aquí no ha fecho ción quel historiador destas materias ovo
mención, que son notables é dignas de se después de un hidalgo llamado Francisco
oyr 535 de Arzeo , é de otros que se hallaron con
CAPITULO LII. En que se traeta una cierta é Ñuño de Guzman, quando fué á conquistar
notable relación quel visorey don Antonio é poblar la Nueva Galicia , é cuéntase más
de Mendoea por su carta mesiva escribió al apuntada é particularmente que lo que está
historiador destas materias, en respuesta de dicho en los capítulos precedentes 562
otra quel auetorle avia escripto para su in- CAPÍTULO IV. Cómo el principal señor ques
formación ; é por ser nescessaria é al pro- dicho, llamado Caeonci, avia fecho falsa
póssito del discurso destas historias, se po- relación al general Ñuño de Guzman, é có-
ne aqui á la letra 539 mo después dixo que no sabia la tierra, le
CAPITULO LHI. En que se contiene una carta hico un processo c lo mandó quemar: é
quel historiador envió al visorey de la Nue- cuéntanse otras cosas que passaron des-
va España , respondiendo á la letra del ca- pués , élos sacrificios é los que quemaban
pítulo precedente , en que se tocan algunas los indios en los hornos.. 564
cosas concernientes á estas historias 541 CAPITULO V. Cómo e! general Ñuño de Guz-
CAPITULO LIV. En el qual el auelor dá racon man conquistó la provincia llamada Cuys-
por qué cessó su camino é yda á España; co , é la que se dice Tómala, é otra que
é hace relación de otras cosas é subcessos nombran Nuchisclan, é otras que se llaman
de la Nueva España, é dice algunas parti- Maxalpa, Suchipila y Elteve , é otros pue-
cularidades que á su noticia han venido, blos ; é oirás cosas notables que convienen
las quales son del jaez de las que la historia al discurso de la historia 566
ha contado, é para más verificación é ver- CAPITULO vi. Cómo el exército é gente del
dad de algunos pasos que quedan escripfos general Ñuño de Guzman fueron acogidos de
de otra forma, no le aviendo tan puntual- paz en la provincia é pueblo que llaman Te-
mente informado, como agora se dirá. E pique; é de una señalada batalla quel gene»
cuéntanse otras cosas del jaez destas mate- ral venció con muy pocos españoles contra
rias, assi enmendando algunas cosas hasta muchos indios en los campos de la provin-
aqui apuntadas, como declarando é perfi- cia, que se dice Gentiquipaque. , 570
cionando otras de que hay nescessidad que CAPITULO vu. Cómo el general Ñuño de Guz-
los le lores sean advertidos 545 man é su exército fueron á la abundantíssi-
CAPITULO LV. Con que en pocas palabras el ma provincia de Iztuclan, é la hallaron des-
auctor dá conclusión á este libro XXXIII de poblada é sin gente; é de un grand huracán
la segunda parte 553 que se pensaron perder con todo su exér-
CAPITULO LVI. En que se tracla de la muerte cito, é murieron desta causa las tres partes
del marqués del Valle, don Hernando Cor- de los indios amigos que en compañía del
tés 554 exército chripsliano yban; é fué neseessario
CAPITULO LVII. Con que se dá fin é se con- de enviar por gente de españoles é indios
cluye la materia de la Nueva España, de amigos para rehacerse el campo, como se
que se ha íractado hasta aqui, 6 dase no- hico, é otras cosas tocantes á la historia... 573
ticia de una nao que vino en fin deste año CAPITULO VIII. En que se traeta de la provin-
de mili é quinientos é quarenta y ocho años cia é pueblo llamado Ciguatan, que los es-
áEspaña, cargada de plata 555 pañoles llamaron Amaconas, é cuéntanse
LIBRO XXXIV. Prohemio 557 otras particulares cosas en adornamiento é
CAPITULO I. Cómo fué proveydo Ñuño de verdadera relación, é lo que allí p a s s ó . . . . 576
Guzman por capitán general é gobernador CAPITULO IX. En que se traeta de la nueva
de la Nueva España, dende la qual fué á Audiencia que Su Cessárea Magestad pro-
conquistar é poblar la provincia de Xatisco veyó para la gobernación de Xaliseo ó Nue-
é otras con ella comarcanas, de las quales va Galicia...., 578
después fué gobernador, é aquello todo se LIBRO XXXV. Prohemio 579
llama agora el reyno de la Nueva Galicia; CAPITULO I. De la relación que hicieron los
é también se dirán otras cosas anexas al que escaparon de la desventurada armada
discurso de la historia 559 del capitán Pamphilo de Narvaez, é lo que
CAPITULO II. En que setractan algunas par- les acaescióen la costa é tierras septentrio-
ticularidades de la Nueva Galicia é provin- nales. . . . 582
cias de Xaliseo , é de su fertilidad , é de la CAPITULO II. En el qual se traetan muchos
provincia de Culuaean , é otras cosas 56 ( trabaxos é nescessidades quel gobernador
DE INDIAS. ÍNDICE. 651
Pútjs.

Pamphilo de Narvaez y estas gentes pades- de Vaca: las quales cosas son del mesmo
e/ieron; é cómo hicieron cinco barcas para jaez é propria historia é tierra, donde se
yr á buscar dónde pudiessen poblar; é có- perdió el dicho Pamphilo de Narvaez é su
mo hirieron a! gobernador de una pedrada; gente - BU
é cómo se vieron martas de muy finas ce- LIBRO XXXVI. Prohemio 619
bellinas; é cómo se partió é desvió de la CAPITULO I. En el quat se tracta del armada
compañía el gobernador con su barca, é se que! adelantado Johan Ponce de Leonhi-
perdieron las dos dellas é se ahogaron el co , con que fué á poblar é conquistar en
veedor é oíros; é cuénlanse oirás cosas de la Tierra-Firme, á la parle del Norte, la
mucha lástima 587 provincia que llaman La Florida, qué! avia
CAPITULO III. En que se traetan otros nue- antes descubierto , é cómo le desbarataron
vos trabaxos de aquesta genle, é cómo se los indios é le hirieron de una flecha, de
perdió el capitán Pamphilo de Narvaez, é que vino á morir á la isla de Cuba, alias
cómo estos pecadores españoles vinieron á Fernandina; é assimesmo se tractan oirás
tanta nesecssidad que enlrellos ovo de co- particularidades dessa tierra. 621
mida que los unos fueron manjar de los CAPITULO ¡I. En el qual se tracta deeierlo
otros; é otras desaventuras se cuentan nun- animal ó vacas monlesas, que hay en la
ca oydas ni padescidas, ni tan largas é con- Tierra-Firme á las espaldas de la provincia
tinuas como aquesta genle tuvo, con que de la Florida ó parte septenirional de la mar
los más ó quassi todos se acabaron 5EU del Norte 623
CAPITULO IV. En el qual se cuentan otros LIBRO XXXVII Prohemio 624
trabaxos é cautiverio que padescieron es- CAPITULO I. En que se tracta el subcesso de
tos hidalgos Alvar Nuñez Cabeea de Vaca la mal encaminada empressa de la gober-
é Andrés Dorantes é Alonso del Castillo é nación é armada del licenciado Lúeas Váz-
un negro; é cómo se juntaron todos quatro quez de Ayllon, que fué á la Tierra-Firme
é determinaron de morir ó salir de, entre á la parte que nos es opuesta á la parle del
aquella mala generación de indios á buseaf Norte, dende la villa del Puerto de Piala
tierra de chripstianos, é lo que les subce- desta Isla Española; é cómo é dónde murió
dió, procurando de seguir su buen desseo. 597 el licenciado é la mayor parte de la gente
CAPITULO V. En el qual se tracta la conti- que llevó 627
nuación de! camino questos tres chripstia- CAPITULO II. En que se tracta de la tiranía ó
nos y e! negro hacían, buscando cómo sal- motin de Ginés Doncel é Pedro de Bacán,
drían á tierra de chripsíianos; é cómo hi- é cómo fué presso este Ginés Doncel é se
cieron miraglos, sanando á muchos indios hico. justicia del Pedro de Bacán. É tam-
enfermos con solamente los santiguar; é bién cuenta la historia cómo trayendo el
cuéntanse cosas notables é nescessarias al cuerpo del licenciado Ayllon muerto á esta
discurso de la historia 603 Isla, lo echaron en la mar 620
CAPITULO VI. En el qual se dá fin á la rela- CAPITULO III. En que se Iractan algunas par-
ción deslos hidalgos Alvar Nuñez Cabeea ticularidades de la provincia de Gualdape
de Vaca, Andrés Dorantes é Alonso del en la tierra del Norte, donde mu rió el li-
Castillo; é se cuenta el discurso de su pe- cenciado Lúeas Vázquez de Ayllon 630
regrinación é trabaxoso camino, é otras co- CAPITULO IV. De otras particularidades de
sas que por ellos passaron hasta llegar á pescados, que* se vieron por nuestros espa-
•un pueblo de chripstianos en la goberna- ñoles en aquella tierra, donde murió el li-
ción de la Nueva Galicia 608 cenciado Ayllon, é otras eosas que compe-
CAPITULO vit. En quel auelor destas histo- ten á la historia 633
rias cuenta algunas cosas que en la relación LIBRO XXXVIII. Prohemio 934
sussodicha no cuentan, las quales después Sumaria relación de la parle septentrional, en
en España, año de mili e' quinientos é qua- la qual el chronista destas historias dá á
renta y siete años, en la corte del Príncipe entender lo que deslas materias nuevamen-
don Felipe, nueslro señor, en Madrid, le te ha sabido 635
contó é dixo el mesmo Alvar Nuñez Cabeea
ADVERTENCIA.

V^omo dejamos notado en el tomo anterior, compréndense en el presente los


nueve últimos libros de la segunda parte de la Historia general de Indias, cuyo
volumen justifica la formación de uno y otro. Pero esta división no es hija sola-
mente de la necesidad de sujetar á formas regulares la obra de Oviedo en está
edición, única completa de dicha historia: el mismo autor hubo de reconocer que
era imposible encerrar en un solo volumen toda la segunda parte, cualquiera que
fuese la impresión de ella, y no vaciló en darle una división conveniente, que es
por cierto la ahora adoptada. Se han cumplido en consecuencia los deseos del pri-
mer cronista de Indias, respecto de este punto, conforme al códice autógrafo que
ha servido de texto, al cual debia extrictamente ajustarse la Academia.
En este segundo tomo se sigue el mismo orden que hemos reconocido ya en el
anterior sobre la manera de exponer los hechos. Mas si presentando los que cons-
tituyen la historia especial de cada gobernación, logra el cronista tener abier-
ta siempre la narración, para acumular nuevos acontecimientos, se vé forzado
con frecuencia á recorrer el mismo espacio, quitando á su obra la trabazón y
enlace propios de este linaje de tareas. Verdad es que ni hubiera podido Ovie-
do llevarlas á cabo de otra manera, con los medios que tenia á su alcance, ni á
haberlo pretendido, se ofreceria al estudio la Historia general de Indias con la
claridad que hoy presenta, abarcando tantos y tan varios sucesos, narrados por
un actor y testigo, y careciendo por tanto de aquella cohesión y unidad que so-
lo pueden tener los trabajos históricos, cuando ha trascurrido ya el tiempo su-
ficiente para juzgar los hechos por sus naturales resultados y bajo un punto de
vista verdaderamente sintético. La gran ventaja del método de Oviedo consiste á
pesar de todo en que, si no puede esta parte de su obra ser considerada como
una historia que llene todas las condiciones del arte, conserva todo el interés de
unas memorias contemporáneas, donde hablan los mismos personajes y explican
Por sí los acontecimientos en que intervienen, pues que solo en las cartas, real-
VI ADVERTENCIA.
ciones é informes de los gobernadores, capitanes, religiosos y magistrados se fun-
da esta peregrina narración histórica.
Conforme á este método, abraza pues el libro XXIX, primero de este volu-
men , todo lo ocurrido en la gobernación de Casulla del Oro desde que Vasco
Nuñez de Balboa se alzó con el dominio de Nuestra Señora de la Antigua del Da-
rien hasta que pasó á aquellas regiones, para tomar residencia al licenciado Pero
Vázquez, el doctor Robles. La parte más principal de este libro es sin duda la
concerniente al mando de Pedrarias Dávila, uno de los capitanes que más desa-
ciertos é injusticias cometieron en el Nuevo Mundo, y único despoblador de Santa
Maria de la Antigua. Con las de este desatentado gobernador están estrechamen-
te enlazadas las aventuras de Oviedo, durante la época en que aparece como ac-
tor en la conquista. De las penalidades y desgracias que le sobrevienen, como
inevitable consecuencia de la enemistad del Pedrarias, queda ya hecha opor-
tuna mencionen la Vida y escritos del primer cronista de Indias, trabajo que pre-
cede á ia presente publicación. Tras la narración de los hechos relativos á la con-
quista, se dan curiosos é importantes pormenores, asi respecto de las minas de
oro y pesquerías de perlas, como délas costumbres, funerales, ceremonias, su-
persticiones y creencias de aquellos indios, que tan de cerca estudió Oviedo. El
libro termina con la noticia de los capitanes particulares, que siguieron las hue-
llas del Pedrarias, Pedro de los Ríos y otros gobernadores, hallando desastroso
íin en pago de sus tiranías y crueldades.
El siguiente trata de la gobernación de Cartagena desde la empresa malha-
dada de Diego Gutiérrez hasta la no más afortunada expedición que en 1546 en-
vió el almirante don Luís Colon á dicha provincia, bajo ia conducta de Cristó-
bal de Peña. El cronista pensó continuar esta parte de su historia con la sucesiva
relación de los acaecimientos que fueran llegando á su noticia, según en su lu-
gar vá advertido (pág. 183).
La gobernación de Honduras es objeto del libro XXXI, más extenso que el
anterior y mucho más interesante por los peregrinos datos que en él recogió
Oviedo respecto de los primeros pobladores de la ciudad de Trujillo, y sobre todo
de las disensiones y sangrientos disturbios que en ella ocurrieron entre Vasco de
Herrera, Diego Méndez y Andrés de Cereceda. La descripción de esta comarca,
cuya gobernación se reunió con la de Yucatán por mandado del Consejo Real de
las Indias en 1559, la enumeración de sus minas de plata y oro, asi como de los
animales, aves, plantas especiales y otros productos de la naturaleza forman los
últimos capítulos, donde se narra también la avenencia tomada por los adelan-
tados don Francisco de Montejo y Pedro de Alvarado, últimos capitanes que
hasta el año en que Oviedo da fin á su libro, entendieron en aquella conquista.
La de Yucatán, unida como va dicho á la de Honduras, se refiere en el XXXII,
ampliando lo dicho en el XVII de la primera parte, relativo al descubrimiento de
aquella comarca, y recogiendo nuevas y más peregrinas noticias respecto de su
riqueza y variedad grande de producciones. Las aventuras del adelantado don
ADVERTENCIA. YU
Francisco Montejo, hasta poblar á Salamanca y Ciudad-Real, y el mal éxito de las
expediciones de Alonso Dávila, su teniente, son materia de la mayor parte de
este libro, donde, como en toda la Historia de Indias, aparece de relieve el he-
riosmo de los españoles, cuyo sufrimiento raya en los límites de lo inverosímil.
El libro XXXIU está exclusivamente destinado á la Nueva España, formando
la parte principal de este tercer volumen. Válese Oviedo, para trazar la historia de
aquella extraordinaria conquista, de diferentes documentos, cuyo distinto origen
manifiesta el afán que tenia por decir la verdad, á despecho de cuantos intereses
pugnaran por estorbarlo. Las cartas de Hernán Cortés, dirigidas al Emperador y
publicadas hasta nuestros dias diferentes veces, son las primeras fuentes á que acu-
de Oviedo, llevado de aquel propósito; y ampliadas dichas relaciones con las de
Alvarado, uno de los más distinguidos capitanes de la Nueva España, Diego Godoy,
no menos informado de lo que en su conquista acaece, y otros caballeros é hidal-
gos, actores también en aquellos memorables sucesos, recurre el cronista á otro
linaje de testigos, tales como fray Diego de Loaysa, de la Orden de Predicado-
res, don Antonio de Mendoza, primer virey de Méjico (con quien sostiene curio-
sa correspondencia, de que ofrece en dos cartas interesante muestra) y el hidalgo
Juan Cano, marido de doña Isabel de Motezuma, y vecino de la capital de Nueva
España. De esta diversidad de informaciones que amplia á otras particulares, cu-
yos autores no menciona por sus nombres, pretende Oviedo sacar la luz históri-
ca que ha menester pora acallar su conciencia, siendo en verdad de suma im-
portancia, aun después de los estudios hechos sobre el imperio mejicano , la mul-
titud de noticias y los contradictorios juicios sobre la conquista, que acopió
en esta parte de sus historias. No puede negarse que el libro XXXIII, por re-
producirse una y otra vez la narración de unos mismos sucesos, carece de la
unidad necesaria á esta manera de trabajos; pero si bajo este punto de vista me-
ramente literario es Oviedo digno de censura, lo es asimismo de alabanza por la
solicitud con que atiende á inquirir la exactitud histórica, punto principal á donde
encaminaba todos sus pasos. Justo es por tanto dejar asentado que la conquista de
la Nueva España recibe nuevas y muy claras ilustraciones con la publicación de
este libro.
El XXXIV habla de la gobernación do Nueva Galicia, llamada por los natu-
rales Xalisco. Fué esta comarca conquistada por Ñuño de Guzman, gobernador de
Méjico, célebre en la historia de Indias, no tanto por su valor como por sus
crueldades. Sus expediciones y las de sus tenientes ocupan los ocho primeros ca-
pítulos de este libro, ofreciendo el IX, último de todo él, noticia de los licen-
ciados Lebrón, Sepúlvcda y Contreras, que fueron á poner enmienda en los desa-
ciertos de Ñuño de Guzman, por mandado de la Audiencia de Santo Domingo.
Dase en el libro XXXV conocimiento de la gobernación del rio de Panuco, cu-
yas lagunas fueron pobladas por disposición ó industria de Hernán Cortés; y se
refieren menudamente las desventuras de Panfilo de Narvaez y los que le siguie-
ron en su malhadada expedición al rio de las Palmas. Pero esta relación no pre-
VIH ADVERTENCIA.
sentó en tiempo de Oviedo la novedad que las de otros sucesos, por haber sido
dublicados ya, cuando escribió este libro > los Naufragios de Alvar Nuñez Cabeza
de Vaca, tesorero de la armada de Panfilo de Narvaez, y uno de los que más
padecieron entre los indios. Inserta en el tomo I de los Historiadores primitivos
de las Indias Occidentales formada por Barcia, no ofrece tampoco en nuestros
dias mucho interés para los que conozcan aquella colección; y sin embargo con-
viene observar que Oviedo añadió algunos pormenores y circunstancias impor-
tantes, trasmitidos por Alonso del Castillo y Andrés de Orantes, compañeros de
Cabeza de Vaca en sus penalidades é infortunios.
El libro XXXVI trata de la gobernación de la Florida, cuyo descubrimien-
to narró ya Oviedo en el XVII, comprendiendo en el mismo las memorables ex-
pediciones de Hernando de Soto, hasta «u desastrosa muerte. Por esta causa se
contrae el cronista a presentar en esta parte algunos pormenores, que si bien dan
mayor esclarecimiento á la historia, sirven más principalmente para la prosecución
del método por él establecido en la manera de esponerla. Este libro comprende
solo dos capítulos.
Cuatro son los que encierra el XXXVII, que tiene por objeto la provincia de
Chicora ó Gualdape, cuyas soñadas riquezas arrastraron al licenciado Lúeas
Vázquez de Aillon á una perdición segura. Solo el conocimiento de algunas
producciones naturales fué el fruto obtenido por los que siguieron al deslum-
hrado Aillon en su mal trazada empresa, cuya relación trasmitieron á Oviedo
fray Antonio Montesino, fray Antonio Cervantes, fray Pedro de Estrada, todos
de la Orden de Predicadores, el capitán Francisco Gómez, el piloto Pedro de
Quexo y otros soldados que lograron escapar casi milagrosamente.
El libro XXXVIII es una disertación geográfica, escrita con motivo de la re-
ciente publicación de Olao Gotho y Juan Magno, obispo Upsalense. Apoyado en
sus tablas, apunta Oviedo la hipótesi de que era posible la unión de los continen-
tes europeo, asiático, africano y americano, hipótesi racional, á que le llevaba
la claridad de su investigador talento.
Tal es, pues, la extensión de las materias contenidas en el presente volumen.
Este es el libro décimo de la segunda parte, y es el vigéssimo- nono de la General y
natural Historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del rn.ar Océano, el qual tracta
de la provincia y gobernación de Castilla del Oro, que comunmente se suele llamar
Tierra-Firme.

PROHEMIO.

transado quedará el letor de algunas ma- para sustrabaxos y muerte, y ya que la


terias de las que hasta aquí avrá leydo, si ovo de tal manera, es de pensar el que
su legión ha sido continuada, y aun indi- aquella penitencia y exilio mortal proce-:
nado con los que tractaron la muerte al dio de la clemengia divina en parte satis*
general Diego de Nicuesa, segund se ha fatoria de sus culpas para yr mas apare-
dicho en el libro pregedento; pero en este xado en la vía de salvación; y téngolo por
verá la'justicia de Dios, y la cuenta que cierto, porque de personas que se halla-
tuvo para punir en esta vida á todos los ron pressentes supe que le oyeron decir
que fueron en se la quitar; y assi se debe en su partida, con lágrimas, llamando á
presumir que como justo y misericordioso Dios: Ostende faciem tuam, el salvi eri-
se ovo Dios con los delinqücntes, y con el mus. Muéstranos, Señor, tu rostro, y se-
que padesció, sin lo merescer á los que tan remos salvos.
cruda y desapiadadamente le echaron en Vasco Nuñez de Balboa, Martin de
un bergantín con otros trece hombres por Camudio, Lope de Olano, Diego Ribe-
la mar, donde nunca mas parescieron, ni ro, el bachiller Diego de Corral, Die-
se supo del ni dellos cosa cierta ^ Entién- go Albitez, Johan de Ezcaray, Luis de
dolo yo desta manera. Á Diego de Nicue- Mercado, Alonso Pérez de la Rúa, Her-
sa, como hombre, no le faltarían pecados nando de Arguello, escribano, Luis Bo-
TOMO IH. 1
2 HISTORIA. GENERAL Y NATURAL
tollo, Hernando Muñoz, Andrés de Yal- fué por juez de residencia el licenciado
derrábano, y Francisco Picarro, que des- Pedro Vázquez, al qual subcedió el dotor
pués fué marqués por su mal, y le mata- Robles. De todos estos gobernadores- se
ron en el Perú, como se dirá en la terce- tractará en este libro XXIX, y de otras
ra parte destas historias, y Esteban Bar- particularidades desta provingia de Casti-
rantes,, y otros que quedan nombrados, lla del Oro, y del primero descubrimiento
de quien justa querella podrá tener Diego de la mar del Sur,- y.de los ritos y geri-
de Nicuesa, y que todos fueron en le des- monias de los indios, y de sus manteni-
truir , todos ovieron mal fin en este. siglo mientos , y otras muchas cosas convivien-
para que assimesmo tuviessen menos que tes al discurso destas historias: de las
purgar en la otra vida: eXgepto sino fué, quales algunas con brevedad están por mí
como Sanct Gregorio dice en sus Morales, escriptas en aquel Reportorio Sumario que
comengar á pagar acá lo que acullá en el se imprimió en Toledo, año de mili ó qui-
infierno nunca se acaba de padesger. Pe- nientos ó veynte y ginco años; pero mas
ro como está enmedio la sangre de Jes.u- largamente se repetirán aqui, y demás
Chripsto, á él avrá placido que en esta dellas se dirá todo lo que allí se dexó de
vida hayan pagado el mal que hicieron, escrebir, por no se aver sabido algunos en
porque mediante la divina misericordia, aquel tiempo, como agora se saben, y la
pudiessen conseguir acullá la gloria eter- expiriengia lo ha mostrado.
na. Esto verá en su lugar apuntado quien También se hará mengion del pringipio
continuare la legión de los dos libros pre- del descubrimiento del Perú, fecho por
cedentes, y en aqueste-llegare al cabo. los capitaues Frangisco Pigarro y Diego
Desta provingia de Castilla del Oro fué de Almagro; y mediante el divino favor
et primero salteador el, capitán' Johan de se. dirá todo lo que á esta gobernagion fue-
ia Cosa, y el segundo las reliquias del ar- re competente, porque en-esta provingia
mada y gente de Alonso de Ojcda, entre yo fuy veedor de las fundigiones del oro
lo» quales quedó por capitán primero y éiofigial de Su'Magostad algunos años, y
alcalde en aquella tierra Vasco Nuñez de tengo notigia particular, como testigo de
Balboa, el qual fué un hombre hidalgo na- vista, de la mayor parte de quanto aqui se
tural de Jerez de Badajoz, criado de don . tractare. Tenga por aviso y verdad el Ie-
Pedro Puerto-Carrero," señor de Moguór, tor, questa poblagion de Castilla del Oro
el Sordo. Después de Vasco Nuñez, go- ' es el pringipio y fundamento do todo lo
bernador y capitán general, Pedrarias que en la Tierra-Firme, assi en la costa
Dávila, natural de Segovia; al qual sub- del Norte como en la del Sur, está des-
cedió en la dicha gobernación un eavalle- cubierto y poblado.de chripstianos: eri el
ro de Córdova, llamado Pedro de los qual pringipio pensó Vasco Nuñez, con sus
Uios, al qual tomó residencia y quedó en cautelosas formas, quedar grand señor,
el oficio el licenciado Antonio de la Ga- viéndose capitán pringipal de los prime-
ma : al ligengiado d e . la Gama subce- ros pobladores desta gobernagion, porque
dió un cavallcro dé Soria, llamado Fran- sin dubda él trabaxó mucho en aquella
cisco de Barrionuevo, del qual se tracto tierra. Pero como dige Ciro 1 , rey de los
en la primera parte, en el libro V, so- Persas, sin dubda los hombres estiman
bre la rebelión del cacique don Enrique. que sea grande cosa adquirir el imperio;
Después de Francisco de Barrionuevo, mas giertamentc muy mayor es conser-

1 Xctjofonte, li!j. V.
DE INDIAS. LD3. XXIX. 3
vario, después ques adquirido, porque superior celestial, al qual ni se puede
quanto mas los hombres poseen ¿ tanto mentir sin que lo entienda, ni lisonjean-
mayor envidia y envidias soportan, y ma- do ganar su gragia,..mostrando uno en'la
yor copia de enemigos han, máxime aque- lerfgua.y guardando en el ánimo lo con-
llos que, como nos, por tuerca á los subdi- trario, que publican.
tos señorean. El que sube á' algún seño- En el libro antes deste se dixo la forma
río mas por acaso é favor de la fortuna que Vasco Nuñez ovo para salir desta cib-
que por prudencia y virtudes, ó por frau- dad de Sancto Domingo, escondido en-
des é mañas, sin méritos, no puede mu- vuelto en la vela cogida en la entena de
cho permancsger en tal estado. Vicio es la nao en quel bachiller Martin Fernan-
de natura que siempre averno* mucha dez de Engiso fué á buscar á Hojeda; y
confianca en las cosas no probadas. Assi cómo se les perdió aquella nao gerca de
lo dige aquel grand Julio César en sus Co- la punta de Caribana; y cómo estando en
mentarios '., y aun assi le acónteselo á él ío aquel trabaxo topó con ellos el capitán
uno y lo otro, si quisiéredes oyr á Io£--que Frangisco Pigarro, después que ovo des-
su vida y obras notaron; pero en fin, toda amparado el assiento de Urabá, que en
la vida es trabaxo en tanto que en esta car* dos bergantines, con la gente que que-
ne mortal estamos. No ignoraba esto aquel daba de Hojeda ló venia á buscar á esta
sancto Job, quando dixo : Militia est vita cibdad; y cómo juntos los que llevaba En-
hominis super terrean,?. Asdrubal Gripho, giso y los que traia Pigarro ganaron el Da-
embajador de los Cartagineses ¿ dixo á rien ; y cómo Vasco Nuñez fué elegido al-
Cípion: «Son los pueblos naturalmente in- calde, é prendió al bachiller Engiso y lo
clinados á lo peor, y aquello ques mas envió á España; y cómo envió á llamar al
grato á la moititud, há lugar mas ayna K» capitán Diego de Nicuesa para que gobcr-
Y assi subgedió la mudanga del estado de nasse, y la manera y falsedad, que contra
Vasco Nuñez de Balboa, y aun de otros él ovo para lo echar de la'tierra donde se
gobernadores que después del goberna- perdió con otros trege hombres; y cómo
ron esta provingia; porque los hombres, fueron enviados por procuradores á Es-
por la felicidad nuevamente adquirida, paña , de parte de Vasco Nuñez é de la
mas soberbios y menos cautos suelen ser comunidad del Darien, el veedor Johan
de Quigedo y el capitán Rodr-igo de Col-
las mas veges. El saber no viene de los
menares ; y cómo por otra parte le fué lle-
hombres, mas de Dios, como se dice en el
vada una gédula del Rey Cathólico á Vas-
Ecclesiástico .primo: Omnis sapientia a Do-
co Nuñez para que fuesse capitán y go-
mino Deo est: Aristóteles nó ignoraba esta
•bernasse aquella provingia del Darien en
verdad, pues dixo: Sapientia non est hu-
tanto que su real voluntad fuesse. Queda
mana , sed divina possesio s. La sapiengia
ahora de degir lo que después subgedió,
no es humana, sino divina possesion. Assi
y degirlo he, desde quando aquel pueblo
que, pues de Dios el saber es y el poder,
del Darien se ganó á los indios, porque la
et sine ipso factum est nihüz, no sé yo có-
historia vaya fundada desde su pringipio,
mo los chripstianos, á quien Dios pone en
y subgesivamente se diga lo que progedió
lugar altó y con adrainistragion de otros deahí adelante hasta el tiempo pressente;
hombres, sobre quien les da poder y ju- y e s de aquesta manera.
risdicion, se olvidan y desacuerdan de su
i Lib. II. 4 Lib. i.Meteor. e.i.
2 Cnp. 7- 5 San Juan, cap. 1.
rj Apiano.
4 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO I.
Como fue provehido Pedradas Dávila de la gobernación de Castilla del Oro, que tenia Vasco Nufiez de
Balboa, y oirás cosas que convienen á la historia.

A^n el libro precedente se dixo cómo el fué el primero conde de Puñocnrostro:


bachiller Martin Fernandez de Enciso fué por thessorero para la hacienda real Alon-
echado de la Tierra-Firme por Vasco Nu- so de la Puente, natural de la Parra, cer-
ñez de Balboa, y enviado presso á Casti- ca de Cafra; por contador Diego Márquez,
lla , donde Uegó y se quexó de Vasco Nu- natural de Toro, criado 'del obispo Fon-
ñez y de Bartolomé Hurtado, su compa- seca; por factor Johan de Tabíra, repos-
ñero. Assimesmo se dixo cómo el veedor tero de estrados del Rey, natural de Oca-
Johan de Quicedo y el capitán Rodrigo de ña , y por veedor de las fundiciones del
Colmenares fueron por procuradores dé oro aquel Johan de Quicedo ques dicho
la comunidad de la villa del Darien, que que fué procurador del Darien. Este, des-
ya le llamaban Sancta María de la Anti- pués que volvía de la corte ¿ allegado á
gua ; y cómo fué el alcalde Martin de Ca- Sevilla, murió hinchado, y tan amarillo
mudio por parte de Vasco Nuñez á infor- como aquel oro que anduvo á buscar: en
mar de lo que a su propóssito era. Pero el qual comencó Dios á punir los que echa-
como entre las otras culpas que le impo- ron á Nicuesa del mundo; y el Rey Ca-
nían á Vasco Nuñez se hacia memoria de thólico me higo merged, á mí el chronis-
la forma que tuvo en echar de la tierra ó ta, de aquel oficio de veedor, por fin de
Diego de Nicuesa-tan cruda y desapia- Johan de Quicedo. Assi que, acordó el
dadamente , no bastaron disculpas por Rey que se higiesse una armada de tres
parte de Vasco Nuñez: antes se enojó de mili hombres, y se proveyesse muy cum-
manera el Rey Cathólico, sabida la ver- plidamente , y que fuesse Pedrarias por su
dad , que tuvo nescessidad el Camudio de capitán general y gobernador, y inqui-
huyr secretamente de la corte, y los se- riesse las culpas y méritos de Vasco Nu-
ñores del Consejo de las Indias le manda- ñez de Balboa, y gobernasse y conquis-
ron prender, y no pudo ser ávido. Y el tasse y poblasse aquella tierra, señalán-
Rey acordó de enviar gobernador á aque- dole por gobernagion desde el Cabo de la
lla provincia, y mandó que la Uamassen Vela hasta Veragua, y desde estos lími-
Castilla del Oro, porque degian qué efa tes, que son en la costa del Norte, cor-
muy rica tierra, y nombró por obispo á riendo la tierra adentro hacia la parte aus-
fray Johan do Que vedo , de la Orden de tral , todo aquello que oviesse de mar á
Sanct Francisco, predicador de su capilla mar, con. las islas que en ello concur-
real. El obispo de Paleneia, don Johan riessen. Y porque los vecinos del Da-
Rodríguez de Fonseca, era presidente del rien eran, unos mas antiguos que otros en
Consejo de las Indias, y capellán mayor la tierra, proveyó el Rey y su Consejo
y privado del Rey, y á su suplicación y que en los repartimientos y caballerías y
por su respecto fué elegido por goberna- mercedes y solares, después de aver cum-
dor y capitán general un cavallero de Se- plido primeramente con sus oficiales,
govia, llamado Pedranas Dávila, her- fucsscn los primeros gratificados los que
mano de Jaban Arias Dávila, que después fueron de la compañía del capitán Alonso
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. I. 5
de Hojeda, porque estos ganaron aquella ra diré, porque aunque ovo muchos des-
villa, y tras estos los que oviesse del ca- pués, eran hechos por Pedrarias; pero los
pitán Diego de Nicucsa, y después á los del número real eran Luis Carrillo, Gon-
demás, segund su antigüedad en la tierra. calo Fernandez de Lago, Contreras, Fran-
Ydos Pedrarias y el obispo y oficiales cisco Vázquez Coronado, Diego de Bus-
á Sevilla, se comengó á juntar la gente, y tamañte, Atienca, Johan de A y ora, her-
por ser entrado el invierno y no ser tiem- mano del chronista Goncalo de Ayora; es-
po de navegar, se tardó el viage todo lo te fué por teniente de capitán general.
restante de aquel año de mili é quinientos Otros muchos se llamaron capitanes, allen-
y trece años, y aun parte del año siguien- de de aquestos seys, y tuvieron gente/y
te ; en el qual tiempo se allegaron muchos Pedrarias se la encomendó por los honrar y
cavalleros ó hidalgos, y mucha gente de aprovechar; assi como Gaspar de Morales,
bien y muchos artesanos de diversos ofi- primo del general; Pedrarias el Mancebo,
cios ; y assimesmo muchos labradores pa- sobrino del general; el capitán Francisco
ra la agricultura y labor del campo, que Dávila; el capitán Meneses,* el capitán An-
para hacer este viage de unas parces é tonio Tellez de Guzman; el capitán Ga-
otras siempre ocurrían á la fama deste- marra, y el capitán Rodrigo de Colmena-
oro. Y como el general Pedrarias era bien res, que vino por procurador del Darien.
hablado, y decia muchas cosas de aque- Y otros lo fueron después, andando el tiem-
llas tierras, que aun él no sabia, ó el obis- po y durante la conquista; porque una de
po fray Johan de Quevedo en sus predi- las principales hagiendas ó aparejo para
caciones contaba cosas inauditas, y para ganar es este nombre de capitán, como
mover á los cobdiciosos prometia galar- adelante se verá en el discurso destas his-
dones y thessoros de que ninguna certeñi- torias: Por alcalde mayor de Pedrarias fué
dad ni verdadera información avia, mas el ligengiado Gaspar de Espinosa; y des-
de la buena esperanca;' assi nunca ces- pués , desde á mucho, se llamaron capi-
saban de venir de toda España, y aun de tanes Gongalo de Badajoz, Diego Albitez,
fuera della, hombres que. desseaban ver Johan de Ezcaray, Francisco Hernández,
essas maravillas y grandíssimas riquecas Hernando de*Soto, Francisco Campañon,
.quel obispo y Pedrarias pregonaban, y HernandPonge de León, y Chripstóbal Ser-
por su mandado otros capitanes inferiores. rano, antes que muchos de aquestos, por-
Deque se siguió que ovo muchos que ven- que" fué desde aquesta cibdad enviado con
dieron los patrimonios y rentas y hacien- gente en socorro de Yasco Nuñez, y de
das que tenian y heredaron de sus padres; los primeros pobladores del Darien. Assi-
y otros, algo menos locos, las empeña- mesmo se llamaron capitanes y lo fueron
ron por algunos años, dexando lo cierto Frangisco Pigarro, Diego de Almagro, Ga-
por lo dubdoso-: otros dexaron á sus se- briel de Roxas, Andrés de Garavito, Jo-
ñores y perdieron el tiempo que los avian han de Cárdenas, Bartolomé Hurtado, y
servido, no teniendo en nada el galardón otros que en su tiempo y lugar serán nom-
que esperaban, en comparación de lo que brados. Y no paresca supérfluo aver nom-
avian de adquirir y ganar en este ca- brado aquestos capitanes, y tenga memo-
mino. ria y cuenta el letor con ellos, y sabrá
Y porque dixe de" susso de los predi- adelante grandes particularidades y cosas
cadores ó capitanes inferiores, digo que de sus personas.
solamente fueron nombrados por capita- Por manera que allegada la gente de
nes del Rey en esta armada los que ago- la armada en Sevilla, esperando el via7
6 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
g e , gastaban lo que. tenían y buscaban- aqui adelante desta tierra, parésceme que
mas para se sostener, á causa de la di- es bien que se diga primero lo que inter-
lagion de la partida, hagiendo cuenta vino á Vasco Nuñez de Balboa, después
que comentado el viage no avian de des- quél y los primeros conquistadores gana-
pender nada, porque el Rey higo mer- ron aquella villa del Darien; y adelante,
ced á todos de les dar pasage franco y en su lugar proprio, se dirá el viage que
el matalotage para "el camino, y man- higo Pedradas Dávila, y quándo llegó á
dólos.dar de comer un mes después que aquella tierra, y de lo que subgedió de
fuessen llegados al Darien, y assi se higo allí adelante en esta gobernación de Cas-
y cumplió. .Mas pues ya se tractará de tilla del Oro.

CAPITULO II.
De lo que subeedió á Vasco Nuñez de Balboa después que se ganó el Darien, y cómo descubrió el río
grande de Sancí Johan, que entra en el golpho de Urabá , y otras cosas nescessarias al processo de ¡a
historia.

JLlíxose en el libro XXVII cómo Vasco En el qual tiempo se' higieron algunas
Nuñez de Balboa, porque no le detuvies- entradas la tierra adelante adentro, y se
sen sus acreedores en esta cibdad de o vieron en veges mas de trcynta mili pes-
Sancto Domingo, salió escondido envuel- aos de oro, allende de otros trege mili que
to en. la vela de Ja nao.en que yba e! ba- se tomaron, quando aquel assiento se ga-
chiller Engiso á buscar al gobernador nó: Mas porque seria cansangio degirse
Alonso de Hojeda á Urabá, y también se los trabaxos y nésgessidades y hambres
dixo que esta nao se perdió en los baxos que en aquellos pringipios estos primeros
de la punta de Caribána, y que se topa- conquistadores padesgieron, diré sola-
ron allí con el capitán Frangisco Pigarro, mente la entrada que Vaseo Nuñez higo,
que después fué gobernador del Perú, y quando descubrió el rio de Sanct Johan,
entonges era teniente de Hojeda en Ura- en este capítulo; y en el siguiente diré có-
bá,. y la dexaba desamparada y venia á mo descubrió la mar del Sur opuesta á la
esta cibdad de Sancto Domingo á buscar parte del Mediodía de la otra costa de la
á Hojeda; y con los bergantines- en que Tierra-Firme, que fué un servígio muy se-
Pigarro venia y con otros dos quel Enciso ñalado. Y sin ofensa de ningún capitán de
llevaba, se salvó la gente; y juntados es- q-uantos después del almirante, don Chrips-
tos españoles, constreñidos de la nesges- tóbal Colom, primero descubridor destas
sidad y falta de bastimento, dieron en la Indias, han passa.do á estas partes, esta
provingia de Cemaco y ganaron el pueblo fué una de las mas importantes y señaladas
del Darien, lo qual mas largamente se di- cosas que acá se han hecho. Y en la ver-
xo en el capítulo íll del libro XXII. Y lue- dad Vasco Nuñez tuvo valerosa persona,
go estos chripstianos higieron alcaldes or- y era para "mucho mas que otros: ni tam-
dinarios , porque no quisieron obedesgur poco le faltaban cautelas ni .cobdigia ; pe-
al bachiller Engis.o ni á Pigarro; y uno ro junto con esso era bien partido en los
destos alcaldes fué Vasco Nuñez, y el otro despojos y entradas que hagia. Tenia otra
un vizcayno, llamado Martin de Camudio; cosa, espcgialmentc en el campo, que si
pero como el Vasco Nuñez era muy ma- un hombre se le cansaba y adolesgia CÜ
ñoso, y tenia mas persona, él era el todo. qualquier jornada quél se hallasse, no lo
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. II.
desamparaba: ante's si era nesgessario, yba llevó mas de doscientas personas, en que
con una ballesta á le buscar un páxaro ó avia bien giento é ginqiienta hombres de
ave, y se la mataba y so la-traia; y le cu- polea, y en otros navios avian ydo otros.
raba , como á hijo ó hermano suyo, y lo Assi que ya aquella villa estaba mas po-
esforcaba y animaba. Lo qual ningún ca- blada: con los quales primeros conquista-
pitán de quantos hasta hoy, que. estamos dores, antes que Colmenares ni Serrano
en el año de mili é quinientos ó quarenta fuessen, se avian juntado los que queda-
y ocho años, han venido á Indias, en las ron del armada del capitán Diego de Ni-
entradas y conquistas que se hallaron no cuésa, como-se.dixo en el libro pregeden-
io ha hecho mejor, ni aun tan bien como te. Y en este camino descubrió Va'seo Nu-
Vasco Nuñcz. ñez el rio Grande, que entra en la culat;
Yo me maravilló de la geguedad de al- ó ancón y golpho- de Urabá; y es causa
gunos capitanes secos y desapiadados con la mucha agua y velocidad de su curso,
la gente, que aunque vean morir de ham- que con la jusénte ó baxa mar se torna
bre un chripstiano no le dan. un jarro de dulge aquel golpho en doge leguas ó mas
agua, ni hagen mas chripstiandad con los de longitud, y séys ó siete de latitud. Yo
enfermos que si fuessen piedras; pues ya he metido muchas veges un jarro de pla-
que no tengan misericordia del próximo, ta, Colgado de una cuerda, allí estando
debiéranlo hager por su proprio interés, en una nao surta en ocho bragas de fon-
pues que faltando la gente falta el oficio do , y saqué el agua dulge y potable; y
y la capitania, y ya que'totalmente no se aquesto mesmo después en barcas y ca-
. les acabe,[.faltando algunos, á lo menos noas lo he probado muchas veges en el
enflaquésgese y dcsfallesce en parte su mesmQ golpho, y está de beber el agua
poder.del capitán quanto menos hombres en aquel golpho, quando la mar está'men-
* tiene á quien mande. Assi que, en este guante. Entra allí este rio por siete ú ocho
caso ventaja higo á quantos yo por acá he bocas, segund algunos digen, y al mesmo
visto. Tornemos á nuestra historia. Vasco Nuñez oy degir muchas veges que
Después que los procuradores del Da- son diez estos bragos deste rio, quando lle-
ñen partieron para España, quedando gan á la mar, y los seys dellos no meno-
Vasco Nuñez .por capitán y alcalde en el res quel rio de Guadalquevir. Yo no he
Darien, y aviéndole ya llevado una cédu- visto destas bocas sino la questá mas ve-
la del Rey, en que le hico su capitán y cina al Darien, y no me paresgió menos
gobernador de aquella tierra en tanto que quel Vio de Tajo ó Guadalquivir; pero es
fuesse su real voluntad, acordó de yr la muy notoria su grandega y muy señalada
tierra adentro, porque se hallaba ya con en la cosmographia y pintura del mundo.
mas gente: que los primeros chripstianos Estas bocas están en siete grados y medio
que ganaron aquella villa, que serian has- pocos minutos mas ó menos unas que
ta trescientos, eran muertos do hambre otras, donde entran en la mar,, desta par-
mas de la mitad, y después avian ydo el te de la líñia equinogial: el Darien está- en
capitán Rodrigo de Colmenares con una los mismos grados. Corre este rio con tan
nao, ó tocó en Gaira, debaxo de Sancta grande ímpetu de Ja parte del Mediodía
Marta, y matáronle los indios caribes mas contra Septentrión, y. es tan veloge la fu-
de treynla hombres por su mal recabdo; ga que trae, que todo lo que una ligera
y de allí se fué al Darien con los que le caravela navegare á todas velas con prós-
quedaron, que eran mas de giento. Des- pero viento el rio arriba en diez dias, lo
pués fué el capitán Chripslóbal Serrano, y basará ó tornará á andar hacia, la mar
8 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
donde entra, en un dia sin vela alguna; rio grande de Sanct Johan, se ovo algún
por tanto ño es de maravillar de la velo- oro que se halló en poder de cagiques de
cidad que escriben del curso de aquel la comarca, é se ovieron algunos indios,
grand rio Tigris. salteándolos segund costumbre de gente de
Este rio Grande, de quien aquí se trac- guerra; pero después de ávidos, hágíalos
ta, por sus crescientes sale fuera de ma- tractar bien Vasco Nuñez, y daba á los
dre, é se extiende en muchas é grandes cagiques hachas y otras cosas para los ani-
vegas y cabanas, á causa de lo qual en mar y traer á la amistad de los chripstia-
sus costas hay muchos anegadizos; y en- nos. Y los mismos cagiques daban á los
tran otros muchos ríos por diversas par- españoles algunos indios que entre ellos
tes y esteros ó arroyos en el rio princi- tienen por esclavos, y se sirven dellos,
pal, y salen del muchas lagunas ó esta- que los han ávido en la guerra, la qual
ños , en espegial hacia la parte del Oriente nunca falta entre los indios unos con otros;
y hacia la provincia que llaman dei Da- y al ques esclavo Ilámanle paco, y cada
baibe. Á este rio poderoso puso nombre cagique tiene sus esclavos herrados-con
Vasco Nuñez- rio de Sanct Johan , porque su señal diferenciada en el braco ó en la
en tal dia le vido él, á' veynte. é quatro cara, y algunos tienen por señal sacarle
de junio de mili é quinientos y diez de la al esclavo un diente de los delanteros de
natividad de Chripsto, nuestro Redemptor. la boca.' También los cagiques se pintan á
En algunas partes de la costa deste rio sí y á sus indios y gente, y tienen sus di-
hay poblaciones dentro del agua, y están visas é invengiones de pinturas para esto
fundadas las casas sobre muchas palmas de otra manera, muy diferengiadas de las
altas y juntas y gruessas: y hay buhío que usan poner á los esclavos, y hagen
destos que tiene ginqüenta y sessenta aquellas labores con un gierto carbón mo-
palmas; y tienen sus escalas hechas de be- lido, que llaman thyle, que echan sobre lo
xuco, por donde suben y desgienden, y que han cortado con unas navaxas sutiles
allá en lo alto está hecha la casa y habi- de pedernal, ó pungándolo con unas espi-
tación de los indios, y al pié de las palmas nas de tunas que sacan sangre, en la qual
tienen sus canoas, con que salen á pescar se empapa aquel carbón, y quédales fija
y á labrar la tierra y sembrar sus mahi- la pintura y señales para quanto vivan,
gaíes en lo que está enjuto y apartado del que es negro y de aquella manera que
rio. Estas son muy fuertes y seguras ca- en Berbería se acostumbran pintar entre
sas ó moradas contra el fuego, y sin te- los moros. Aquel polvo negro que assi se
mor de sus enemigos y de los tigres y echan en lo cortado, de que quedan pin-
otras bestias fieras, y pocos hombres bas- tados, que-se llama thyle, es muy pres-
tan á defender una casa destas contra mu- giado éntrelos indios; y es buen rescate
chos , aunque sea uno en resistir á ciento. para su tracto.
Peste camino en que se descubrió este
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. III. 9

CAPITULO III.
Cómo Vasco Nuñez de Balboa descubrió la mar del Sur y fué et primero hombre que la ensenó á los ebrios*
líanos, y de los caciques que hice- de paz, é otras cosas concernientes á la historia.

\¿uatro años avia que los chripstianos es- garon, como fueron todos juntos, apartó
taban en la Tierra-Firme: militaban de- el capitán Vasco Nuñez los que le pares-
baxo de la gobernación del capitán Tasco ció que debía de llevar, y dexó en aquel
Nuñez de Balboa, y tenia hechos de pa- puerto los que avian de guardar el galeón
ces algunos caciques, en espegial al de y las canoas, y partióse la tierra adentro
Careta, questá en la costa del Poniente, á los seys dias de aquel mes: y desde á
veynte leguas del Darien, más al Ociden- dos dias adelante allegó al cagique de Pon-
te, y el cacique de Comogre, que ya el ca por camino muy áspero y de mucho
uno y el otro se avian baptigado. Y el ca- trabaxo y sierras, y hallaron al cagique y
cique de Careta se decia Chima y llamá- su gente que avian huydo al monte.
ronle don Fernando, y tenia hasta dos mili Antes que se progeda adelante, quiero
indios de guerra: el cacique de Comogre quel que me escuchare sepa que la villa,
era mayor señor, y su proprio nombre era que agora los chripstianos llaman Acia,
Ponquiaco, y en el baptismo le llamaron es y está fundada en aquel puerto de Ca-
don Carlos: tenia mas de tres mili hombres reta. Assimcsmo quiero hager memoria
de guerra, y era señor de mas de diez de un perro que tenia Vasco Nuñez que
mili personas. Estos caciques estaban ya se llamaba Leongico, y que era hijo del
tan mansos, que enviaban sus mensageros perro Begerrico de la isla de Sanct Johan,
y canoas, y yban y venian ai Darien muy y no fué menos famoso quel padre. Este
domésticamente á ver los chripstianos, y perro ganó á Vasco Nuñez en esta y otras
como amigos se comunicaban con ellos. entradas mas de mili pessos de oro, por-
Con esperanga de los avisos que destos que se le daba tanta parte como á un com-
indios ya tenia Vasco Nuñez sabido y en- pañero en el oro y en los esclavos, quando
tendido en mucho secreto por sus len- se repartían, Assi, yendo Vasco Nuñez,
guas , acordó de se partir un jueves pri- dábanle á ól sueldo é parte, como á otros
mero dia del mes de septiembre, año de capitanes; y el perro era tal que la meres-
mili é quinientos y trece años, y salió de gia mejor que muchos compañeros soño-
la villa de Sancta María do la Antigua con lientos , que presumen de ganar holgando
ochocientos hombres, y embarcóse en un lo que otros con sus sudores y diligengias
galeón y nueve canoas con esta gente, só allegan. Era aqueste perro de un distinto
color de buscar minas y inquirir los secre- maravilloso, y assi conosgia el indio bra-
tos de la tierra. Y el domingo siguiente, vo y el manso como le conosgiera yo ú
á qualro dias de aquel mes, llegó de esta otro que en esta guerra anduviera, é tu-
armada á Careta con las canoas la mitad viera ragon: é después que se tomaban é
de la gente, porque el galeón quedó atrás rancheaban algunos indios é indias, si se
con los restantes; y allí se desembarcó soltaban de dia ó de noche, en digiendo
Vasco Nuñez, y el cacique don Fernando al perro: «ydo es, búscale,» assi lo ha-
lo resgibió á él y á toda la gente muy gia; y era tan grand ventor, que por ma-
bien, assi á los que fueron en las canoas ravilla se le escapaba ninguno que se les
como á los del galeón. Después que Ile- fuesse á los chripstianos. Y cómo le al-
TOAJO III. 2
10 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
caneaba, si el indio estaba quedo, asíale xo en secreto muchas cosas á Vasco Nu-
por la muñeca ó la mano, é traíale tan ce- ñez , quél holgó de saber, de los secretos
ñidamente , sin le morder ni apretar, co- c riquegas de la tierra; y entre las otras
mo le pudiera traer un hombre; pero si le dixo, que giertas jornadas de allí avia
se ponía en defensa, hacíale pedagos. Y otro pechry, que en aquella lengua quie-
era tan temido de los indios, que si diez re degir mar, é higo pressente á Vasco
chripstianos yban con el perro, yban mas Nuñez de algunas piegas de oro muy bien
seguros y hacían mas que veynte sin el. labradas é finas. Y porque algunos com-
Yo vi este perro, porque quando llegó pañeros avian adolesgido, quedaron allí
Pedrarias á la tierra, el año siguiente de doce chripstianos, para que se tornassen
mili é quinientos y catorce, era vivo, y al puerto de Careta.
le prestó Vasco Nuñez a algunas entradas Á los veynte de aquel mes se partió Vas-
que se hicieron después, y ganaba sus co Nuñez de la tierra deste cagique con
partes como he dicho; y era un perro ber- giertas guias que Ponca le dio hasta que
mejo , y el hocico negro y mediano, y no llegasse á tierra del cagique Torecha, con
alindado; pero era recio y doblado, y te- el qual tenia guerra Ponca; y á los veyn-
nia muchas heridas y señales de las que te é quatro dias de aquel mes, dio de no-
avia ávido en la continuagion de la guer- che sobre el cagique Torecha y su gente,
ra , peleando con los indios. Después por questá diez leguas adelante de Ponca, de
envidia, quien quiera que fué, le dio al mal camino é de rios, que passaron los
perro á comer, con qué murió. españoles en balsas y á mucho peligro. Y
Algunos perros quedaron hijos suyos, allí se tomó alguna gente y algún oro y
pero ninguno tal como él se ha visto des- perlas, y se informó mas largamente Vas-
pués en estas partes. Plinio, en su Natural co Nuñez de las cosas de la tierra adentro
historia', dice grandes cosas de algunos é de la otra mar del Sur. É allí en Torecha
perros particulares y famosos; y entre las dexó parte de la gente, é partióse con has-
otras cosas de tal animal, dice queste ani- ta septenta hombres; é á los veynte é gin-
mal solo conosce á su señor, y que en- co de aquel mes, el mesmo dia que partió,
tiende quál no es doméstico, y entiende llegó á los buhíos é assiento del cagique,
su nombre, y entiende la voz doméstica, y llamado Porque, y avíase absentado; y
acuérdasele qualquier camino ó senda que no curó del, sino passó adelante, siguien-
haya andado, aunque haya mucho tiem- do su viage, en busca de la otra mar. Y
po que no la vido, y dice que no hay ani- un martes, veynte é cinco de septiembre
mal , excepto el hombre, que tenga ma- de aquel año de mili é quinientos y trege,
yor memoria. Estas cosas conoscidamente á las diez horas del dia, yendo el capitán
se vian en este perro Leoncico, y no higo Vasco Nuñez en la delantera de todos los
poca falta en la tierra, después que le ma- que llevaba por un monte raso arriba, vido
taron maliciosamente. Passemos adelante. desde engima de la cumbre del la mar del
Después de lo ques dicho, a los troce Sur, antes que ninguno de los chripstianos
de septiembre, vino el cacique de Ponca compañeros que allí yban, y volvióse in-
asegurado por el capitán Vasco Nuñez, y continente la cara hágia la gente, muy ale-
él le higo mucha honra, y le dio camisas y gre, algando las manos y los ojos al gielo,
hachas, y le contentó en lo que pudo: el alabando á Jesu-Chripsto y á su gloriosa
qual cogique, viéndose bien tractado, di- madre la Virgen, Nuestra Señora; y luego

i Lib. VIII, cap. 40.


DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. III. II
hincó ambas rodillas en tierra y dio muchas alegre devogion, diciendo: Te Deum luu-
gracias á Dios por la merced que le avia damus: Te Dominum confitemur, etc. Y
hecho, en le dexar descubrir aquella mar, porque yo conoscí y vi y hablé muchas
y hacer en ello tan grand servicio á Dios veces á todos los que allí se hallaron, por-
y á los Cathólicos y Sereníssimos Reyes de que, como tengo dicho, en el siguiente
Castilla, nuestros señores, que entonces año fuy á aquella villa del Darien, quando
era el Cathólico Rey don Fernando, quinto Pedradas Dávila fué á tomar aquella go-
de tal nombre, que ganó a Granada é go- bernación , y á mi poder vinieron todas
bernaba á Castilla por la Reyna doña Joha- las escripturas de Vasco Nuñez., y después
na, su hija, madre de la Cessárea Magos- que murió tomé la cuenta de sus bienes
tad del Emperador don Carlos, nuestro por mandado del Emperador, nuestro se-
señor, é á todos los otros reyes sus sub- ñor ; diré aqui quién fueron los que se ha-
gessores. Y mandó á todos los que con él llaron en este descubrimiento con el capi-
yban que assimesmo se hincassen de ro- tán Vasco Nuñez, porque fué servigio muy
dillas y diessen las mesmas gracias á Dios señalado, y es passo muy notable para
por ello, y le suplicassen con mucha de- estas historias, pues que fueron los chrips-
voción que les dexasse descubrir y ver los tianos que primero vieron aquella mar,
grandes secretos é riquecas que en aque- segund daba fée de ello Andrés de Val-
lla mar y costas avia y se esperaban para derrábano, que allí se halló, escribano real
ensalce mayor é aumento de la fée chrips- é natural de la villa de Sanct Martin de
liana, y de la conversión de los naturales Valdeiglesias, el qual testimonio yo vi
indios de aquellas partes australes, é pa- é leí, y el mismo escribano me lo enseñó.
ra mucha prosperidad é gloria de la silla Y después quando murió Vasco Nuñez,
Real de Castilla é de los príncipes della, murió aqueste con él, y también vmieron
pressentes é por venir. Todos lo higieron sus escripturas á mi poder, y aquesta de-
assi muy de grado y gogosos, y en con- cía desta manera:
tinente higo el capitán cortar un hermoso «Los cavalleros ó hidalgos y hombres de
árbol, de que se hico una cruz alta, que bien que se hallaron en el descubrimien-
se hincó é fijó en aquel mesmo lugar y to de la mar del Sur, con el magnífico y
monte alto, desde donde se vido primero muy noble señor el capitán Vasco Nuñez
aquella mar austral. Y porque lo primero de Balboa, gobernador por Sus Altecas
que se vido fué un golpho ó ancón que en- en la Tierra-Firme, son los siguientes:
tra en la tierra, mandóle llamar Vasco Nu- «Primeramente el señor Vasco Nuñez, y
ñez golpho de Sanct Miguel, porque era él fué el que primero de todos vido aque-
la fiesta de aquel arcángel desde á quatro lla mar é la enseñó á los infrascriptos.
dias; y mandó assimesmo que todas las Andrés de Vera, clérigo.
personas que allí se hallaron con él, fues- Francisco Pigarro.
sen escripf os sus nombres, para que del Diego Albitez.
y dellos quedasse memoria, pues que fue- Fabián Pérez.
ron los primeros chripstianos que vieron Bernardino de Morales.
aquella mar; los quales todos cantaron Diego de Texerina.
aquel canto de los gloriosos sanctos doto- Chripstóbal de Valdebuso.
res de la Iglesia, Ambrosio y Augustin, Bernardino de Cienfuegos.
assi como un devoto clérigo, llamado An- Sebastian de Grijalba.
drés de Vera, que en esto se halló, lo Frangisco de Avila.
cantaba con ellos con lágrimas de muv Johan de Espinosa.
12 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

Johan de Velasco. Johan Gargia Marinero.


Benito Buran. Johan Gallego.
Andrés de Molina. Francisco de Lentin, siciliano.
Antonio de Baracaldo. Johan del Puerto.
Pedro de Escobar. Francisco de Arias.
Chripstóbal Daca. Pedro de Orduña.
Francisco Pesado. Nuflo de Olano, de color negro.
Alonso de Guadalupe. Pedro Fernandez de Aroche.
Hernando Muñoz. »Andrés de Valderrábano, escribano de
Hernando Hidalgo. Sus Altecas en la su corte y en todos
Johan Rubio de Malpartida. sus rey nos ó señorios, estuve pressente
Alvaro de Bolaños. é doy fée dello, é digo que son por todos
Alonso Ruiz. sessenta y siete hombres estos primeros
Francisco de Lucena. chripstianos que vieron la mar del Sur,
Martin Ruiz. con los quales yo me hallé é cuento por
Pasqual Rubio de Malpartida. uno dellos: y este era de Sanct Martin de
Francisco Goncalez de Guadalcama. Valdeiglesias.n
Francisco Martin. Hecha la oración por Vasco Nuñez y los
Pedro Martin de Palos. que con él yban, en la manera que se ha
Hernando Diaz. dicho, prosiguieron su camino hasta unos
Andrés García de Jaén. buhíos gerca de la mar del Sur, en tierra
Luis Gutiérrez. del cagique Chape, de los quales se avian
Alonso Sebastian. absentado los indios; y aposentáronse allí
Johan Vegines. estos españoles, esperando á los otros com-
Rodrigo Vclazquez. pañeros que avian quedado en los buhíos
Johan Camacho. del cagique Torecha. Y ó los veynte é nue-
Diego de Montehermoso. ve de aquel mes, día de Sanct Miguel,
Johan Matheos. tomó Vasco Nuñez veynte c seys hombres
Maestre Alonso de. Sanctiago. con sus armas, los que le paresgió que
Gregorio Ponce, estaban mas dispuestos, c dexó allí en
Francisco de la Tova. Chape los restantes, é fuese derecho á la
Miguel Crespo. costa del mar Austral al golpho quól avia
Miguel Sánchez. nombrado de Sanct Miguel, que podia es-
Martin Gargia. tar media legua de allí. Y en unos gran-
Chripstóbal de Robledo. des ancones y llenos de arboledas, donde
Chripstóbal do León, platero. el agua de la mar cresgia é menguaba en
Johan Martines. grand cantidad, llegó á la ribera á hora
Valdenobro. de vísperas, é el agua era menguante; y
Johan de Beas Loro. sentáronse él y los que con él fueron, y
Johan Ferrol. estuvieron esperando quel agua cresgies-
Johan Gutiérrez de Toledo. se, porque de baxa mar avia mucha lama
Johan de Portillo. é mala entrada; y estando assi, cresgió la
Johan Gargia de Jaén. mar á vista de todos mucho y con grande
Matheo Locano. ímpetu. Y cómo el agua llegó, el capitán
Johan de MedeHio. Vasco Nuñez, en nombre del Sereníssiino
Alonso Martin, esluriano. é muy Cathólico Rey don Fernando, quin-
DE INDIAS. LIB. XXÍX. CAP. III. 13
to de tal nombre, é de la Reyna Serenís- real patrimonio, é agora é en lodo tiem-
sima é Cathólica doña Johana, su hija, é po en tanto quel mundo turare hasta e!
por la corona é ceptro real de Castilla, to- universal final juicio de los mortales.» E
mó en la mano una bandera y pendón real assi higo sus autos de possesion sin contra-
de Sus Altecas, en que estaba pintada una digion alguna y en forma de derecho; y
imagen de la Virgen Sancta María, Nues- como no ovo ni paresgió contradicion al-
tra Señora, con su prescioso Hijo, Nues- guna , lo pidió por testimonio, ageptando
tro Redemptor Jesu-Chripsto, en bracos, la possesion é señorío é jurisdigion real é
y al pié de la imagen estaban las armas corporal é autoral con su mero é mixto im-
reales de Castilla é de León pintadas; y perio é absoluto poderío real, en nombre
con una espada desnuda y una rodela en de Sus Magestades, libremente, sin reco-
las manos entró en el agua de la mar sa- nosgimiento alguno en lo temporal, de la
lada, hasta que le dio á las rodillas, é co- mar austral é golpho de Sanct Miguel, 6
niengóse á passear, diciendo: «Vivanlos en aquella parte, por sí é por todo lo res-
muy altos é muy poderosos Reyes don tante expresado ó por expresar de las di-
Fernando é doña Johana, Reyes de Cas- chas Indias, islas é Tierra-Firme é sus ma-
tilla é de León é de Aragón, etc., en cu- res , assi en lo descubierto como en lo por
yo nombre ó por la corona real de Casti- descubrir. Y hechos sus autos é protesta-
lla tomo ó aprehendo la possesion real ó giones convinientes, obligándose á lo de-
corporal é actualmente destas mares é fenderán el dicho nombre, con la espada
tierras ó cosías é puertos é islas austra- en la mano, assi en la mar como en lu
les , con todos sus anexos é reynos é pro- tierra, contra todas é qualesquier perso-
vincias que les pertenescen, ó pertenes- nas, pidiólo por testimonio. É todos los
cer pueden en qualquier manera é por que allí se hallaron respondieron al capi-
qualquier racon ó título que sea ó ser pue- tán Vasco Núñez de Balboa, quellos eran,
da , antiguo ó moderno, é del tiempo pas- como él, servidores de los Reyes de Cas-
sado é pressente ó por venir, sin contra- tilla é de León, y eran sus naturales vas-
dicen alguna. JÉ si alguno otro príncipe ó salios, y estaban prestos ó aparexados
capitán, chripstiano ó infiel, ó de qual- para defender lo mismo que su capitán de-
quier ley ó secta ó condición que sea, pre- gia, é morir si conviniesse sobrello, contra
tende algún derecho á estas tierras é ma- todos los reyes é príngipes é personas del
res , yo estoy presto é aparexado de se lo mundo, é pidiéronlo por testimonio. É ios
contradecir é defender en nombre de los que allí se hallaron son los siguientes:
Reyes de Castilla, pressentes ó por venir, El capitán Vasco Nuñez de Balboa.
cuyo es aqueste imperio ó señorío de Andrés de Vera, clérigo.
aquestas Indias, islas é Tierra-Firme sep- Frangisco Pigarro.
tentrional é austral con sus mares, assi en Bernardino de Morales.
el polo ártico como en el antartico, en la Diego Albitez.
una y en la otra parto de la línia equino- Rodrigo Velazquez.
gial, dentro ó fuera de los trópicos de Cán- Fabián Pérez.
cer é Capricornio, segund que mas cum- Frangisco de Baldenebro.
plidamente á Sus Magestades é subcesso- Frangisco González de Guadalcama.
res todo ello é cada cosa é parto dcllo Sebastian de Grijalba.
compete é pertenesce, é como mas larga- Hernando Muñoz.
mente por escripto protesto que se dirá ó Hernando Hidalgo.
se pueda decir ó alegar en favor de su Alvaro de Bolaños.
14 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Ortuñó de Baracaldo, vizcayno. y Hijo y Espíritu Sancto, tres personas y
Frangisco de Lucena. un solo Dios verdadero, en cuyo nombre,
Bernardino de Cienfuegos, esturiano. por Castilla é por los Reyes Sereníssimos
Martin Ruiz. pressentes é por venir della, tomó la pos-
Diego de Texerina. sesion. É luego todos los que allí estaban
Chripstóbal Daga. higieron muchas cruges en otros árboles,
Johan de Espinosa. é cortaron algunos con las espadas, con-
Pasqual Rubio de Malpartida. tinuando la possesion. É lo pidió el capitán
Francisco Pesado de Malpartida. Vasco Nuñez por testimonio, é se volvió
Johan de Portillo. a los buhíos del cagique Chape, donde
Johan Gutiérrez de Toledo. avia dexado la otra gente, y allí vinieron
Francisco Martin. los otros españoles que quedaron en la
Johan de Beas. tierra é buhíos del cagique Torecha. Y en
Estos veynte é seys, y el escribano An- tanto que allí descansaba, procuró el ca-
drés de Yalderrábano, fueron los prime- pitán Vasco Nuñez de hager de pages la
ros chripstianos que los pies pusieron en tierra; é para esto enviaba sus mensage-
la mar del Sur, y con sus manos todos ros é lenguas á unas partes é á otras, para
ellos probaron ei agua é la metieron en animar los indios é traerlos á su amistad.
sus bocas, como cosa nueva, por ver si era Y assi vino allí un indio pringipal, herma-
salada como la destotra mar del Norte : ó no de una india,que era señora de aquella
viendo que era salada, ó considerando é tierra, porque el cagique Chape era muer-
teniendo respecto á donde estaban, die- to ; y aqueste truxo gierto oro é algunas
ron infinitas gracias á Dios por ello. perlas é lo pressentó al capitán Vasco Nu-
Aquel golpho de Sanct Miguel junto á ñez, y él lo tracto con toda cortesía é lo
tierra está en siete grados desta parte de dio rescate é cosas de las de España. Allá
la equinocial, algunos minutos mas ó me- ovo el capitán informagion de muchos se-
nos en parte del dicho golpho; é allí ha- cretos de la tierra, y este indio le divo
ciendo Vasco Nuñez sus autos, higo con que cerca de allí se pescaban las perlas,
un puñal que traia en la cinta una cruz en y ofresgióse quél daría siete ó ocho canoas
un árbol, en que batia el agua de la mar, para que fuesse ó enviasse á donde se eo-
por señal de la possesíon que assi se apre- gian muchas perlas, é dixo quél yria á lo
hendió : 6 higo otras dos cruges en otros mostrar: y assi acordó Vasco Nuñez de
dos árboles para que fuessen tres, en re- yr á un cagique questa gerca de Chape,
verengia de la Santíssima Trinidad, Padre para passar á donde las perlas se cogen.

CAPITULO IV.
De fa segunda possesion quel capitán Vasco Nuñez de Balboa lomó de la mar del Sur, é quáles chripsüa-
nos fueron los primeros que con é! navegaron en ella, d de las primeras perlas que vieron de aquella
mar , é otras cosas notables é nescessarias al discurso de la historia.

A. los siete dias de otubre del mesmo año los capítulos pregedentes, en ocho canoas
de mili é quinientos y trege partió el ca- pequeñas que dio aquel indio pringipal,
pitán Vasco Nuñez de Balboa de la tierra hermano del cagique de Chape: é la no-
del cagique de Chape con hasta sosscnta che siguiente se desembarcó gerca de la
hombres de los que se han nombrado en tierra de un cagique llamado Cuquera, é
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. IV. 15
fueron por tierra tres leguas de camino otros chripstianos á buscar los buhíos de
trabaxoso hasta donde estaban los buhíos los indios, y llegó á ellos á media noche;
del cacique; y estando á poco espacio de- y aunque se pusieron en defensa tomaron
llos , al quarto de las dos fueron sentidos mucha gente, sin que fuesse muerto n¡
de los indios, y apellidándose, huyeron. herido peligrosamente algún chripstiano;
Y quando fué de dia claro, después que y el cacique huyó. Allí se tomó algún oro
ovieron puesto en salvo las mugeres é su que se halló en los buhíos, y oviéronse
ropa, se juntaron ciertos indios con sus muchas perlas gruessas y menudas y al-
armas y esperaron' á los chripstianos has- jófar , y en el buhío del cagique se halla-
ta que llegaron muy cerca unos de otros, ron muchas conchas nácares de las ostias,
pensando que eran los nuestros otros in- en que se crian las perlas, y estas con-
dios sus comarcanos; y cómo vieron hom- chas eran grandes; y assimesmo hallaron
bres vestidos y con barbas crescidas, y ostias vivas en sus conchas frescas, cogi-
con tanta voluntad y denuedo se les acer- das y pescadas en la mar el dia antes; y
caban, espantados de cosa tan nueva á dixeron los indios que las pescaban cerca
ellos, se pusieron en huyda. Pero siguié- de allí en unas isletas pequeñas, questán
ronlos y tomaron algunos; y el capitán cerca de la Tierra-Firme, y las vian des-
Vasco Nuñez higo soltar uno dellos, des- de el buhío del cacique. É cómo Vasco
pués de le aver halagado é asegurádole, ó Nuñez no era amigo de gastar el tiempo
dicho por medio de la lengua ó intérpetro en ociosidad, y su solicitud era mucha,
que fuesse á llamar al cacique, é le dixes- envió luego algunos indios, que coito, á
se que no oviesse temor y viniesse á los llamar al cagique, asegurándole; é vino
chripstianos é que seria muy bien tracta- de paz desde á dos ó tres dias, é fué muy
do é ávido por amigo: y el cacique vino bien tractado é asegurado. Ovóse del in-
aquel mesmo dia, é truxo é pressentó a formación de las cosas de la tierra, é
Vasco Nuñez algún oro é perlas, é decla- dixo que en la provincia, en que estaban
ró muy largamente dónde y cómo se pes- era suya é se llamaba Chitarraga, á la
caban , y quedó muy amigo de los chrips- qual tierra Vasco Nuñez mandó llamar la
tianos : y el capitán le dio cuchillos y una provincia do Sanct Lúeas, porque se tomó
hacha y otras cosas de Castilla. é ganó el dia de Sanct Lúeas en la noche,
Y hecho esto, con sus compañeros se y el mesmo nombre se puso á un golpho
volvieron en las canoas á los buhíos de que en la mesmacosta ó provincia está.
Chape, donde avia dexado la otra gente, y É para mas validagion de la possesion
allí aderescó su viage para yr en demanda queste capitán tomó de aquellas mares, y
de la isla de las Perlas, y escogió entre en continuación dclla, á los veynte é dos
los españoles que consigo tenia sessenta dias de aquel mes de otubre quiso salir á
hombres que le paresció que estaban mas la costa brava de la mar, é pidió al cagi-
dispuestos para .el camino. Y á los diez é que una canoa, porque las otras en que los
siete de otubre, en las canoas ya dichas, chripstianos avian salido de Chape, estaban
fué navegando por la mar del Sur dos dias de la otra parte de aquella ensenada ó an-
á mucho peligro, porque la mar andaba cón en lacosta. Luego el cagique higo traer
alta y el tiempo no era al propóssito; y el remos de los quellos usan para navegar
segundo dia en la noche desembarcaron canoas, é dio una canoa grande; y en las
en la costa, cerca del assicnto del cacique cabegasde los remos avia en algunos dellos
que se dice Tumaca. Y dexando guarda algunos granos do aljófar y perlas peque-
en las canoas, fuese Vasco Nuñez con los ñas, engastadas y assentadas en la made-
40 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ra de los remos. Y maravillado desto Vas- isla de las Perlas, que desde allí se pa-
co Nuñez, y conjeturando de la riqueca resce hágia la parte del Poniente, á la
de aquella mar, donde tal se usaba, lo pi- qual los indios llaman Toe, y algunos Te-
dió por testimonio, é higo testigos dello rarequi. É Vasco Nuñez le puso por nom-
á Alonso Nuñez de Madrid y á Martin bre isla Rica; porque todos aquellos in-
Martínez y Esteban Barrantes é á Chrips- dios , que halló, ie dixeron que allí avia
tóbal de Valdcbuso, é á todos los demás grandíssima cantidad de perlas, é muy ri-
chripstianos que allí se hallaron; porque cas é muy gruessas; y porque la mar an-
todos vieron é tomaron en las manos es- daba brava, no entró Vasco Nuñez á aquel
tos remos, que .los indios llaman nahes.É isleo. Y hechos sus autos, lo pidió por tes-
partiéronse de allí á los veynte é nueve timonio á Andrés de Valderrábano (que
do otubro , en aquella canoa, este capitán era escribano real y proveedor por absen-
con algunos compañeros para salir á la gia de Johan de Quicedo, y estuvo pres-
mar, y fué por unos anegadizos ó estaños sente á todo desde el dia que Vasco Nu-
ó esteros, guiado por los indios: é salido ñez y estos españoles salieron del Darien)
á la mar en la costa brava,. salió en tier- y él se-lo dio assi por fée. É los testigos
ra el gobernador , é fué hasta una playa que puso en este testimonio, que estuvie-
llana a la punta del golpho de Sanct Lú- ron pressentes, fueron aquestos:
eas, junto á un isleo questá allá cer- Bartolomé.Hurtado, alguagil mayor.
ca de la Tierra-Firme, al qual los indios Frangisco Pigarro.
llaman Crucraga, y Vasco Nuñez le puso Martin de los Reyes, piloto.
nombre isleo de Sanct Simón. Allí tomó Esteban Barrantes.
la bandera ó pendón real de Castilla en la Martin Ruiz.
mano y una espada desnuda, y con una Fernando Hidalgo.
rodela embragada se entró en la mar, has- Andrés de Vera, presbítero.
ta que le dio el agua á la rodilla; y estan- Hernando Muñoz.
do assi. pidió en altas voges que le dies- Diego Cavallero.
sen por testimonio cómo él, como capitán Alonso Martin, de Don Benito.
é vassallo de los muy altos é muy pode- Francisco de Lugena.
rosos Príncipes el Rey don Fernando y la Frangisco Gongalez de Guadalcama.
Reyna doña Johana, su hija, Reyes de Rodrigo Velazquez.
Castilla é de León, etc., é por sus sub- Diego Albitez.
cessores, tomaba é tomó é aprehendió la Alvaro de Bolaños.
possesion real é corporal é actualmente, é Hernando Díaz.
la jurisdigion é señorío de la mar del Sur Diego de Valdcnebro.
ó austral, por la corona é geptro real de Frangisco Pesado.
Castilla, é por el Rey é Reynas, ya dichos, Chripstóbal Daga.
é sus subgessores. É higo todos los autos, Frangisco de la Cossa.
que en tal caso se requieren, como los
Frangisco de Miranda,
avia hecho en el golpho de Sanct Miguel,
Chripstóbal de Robledo.
añadiendo possesion á possesion é auto á
Andrés de Valderrábano, escribano
auto: é aquella continuando sin contradi-
real, ante quien passó todo lo que se ha
cion alguna , c para mas firmega é fuerga
dicho, como escribano.
del derecho real de Castilla , señaló por
Estos veynte é tres hombres, con su
coto é padrón aquel isleo de Sanct Simón,
capitán Vasco Nuñez, fueron los que mas
que allí está en el pasage é frontero de ta
entraron en la mar por entonges; y por-
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. IV. 17
quél dcsseaba mucho ser informado de dentro en la mar, se cogían las perlas
aquella Isla Rica y de otras cosas, man- grandes y en cantidad, y que las ostias,
dó á aquel escribano Andrés de Valder- en que se hallaban, eran tres veces mayo-
rábano, porque era hombre cuerdo y de res que aquellas que sacaron en aquella
mucha habilidad, que con veynte indios isleta, donde estaban. Y aquella isla que
y seys chripstianos fuesse en una canoa, los indios degian es la quellos llaman Toe,
quel cacique Tumaca dio, á una isla ques- á quien Vasco Nuñez puso Isla ilica, al
tá cerca de la Tierra-Firme, en la mar del tiempo que tomó la possesion del mar del
Sur, para que allí los indios sacassen os- Sur, y nombró al isleo Sanct Simón, co-
tias de las que crian las perlas, para que mo está dicho de susso. Y porque la mar
diesse fée dello. É assi partieron postrero andaba brava y no tenían comisión para
de otubre, y llegaron á la isleta; y los in- yr adelante, se tornaron el Valderrábano
dias se echaron á nado algunos dellos de- é todos los ques dicho, y con tanto peli-
baxo del agua, y sacaron hasta tres es- gro , que muchas veces pensaron ser ane-
puertas de ostias, é abrieron algunas de- gados : é sacaron mas de una espuerta de
llas para ver si tenían perlas y no hallaron aquellas ostias, para quel gobernador é los
alguna. É dixeron los indios que en otra chripstianos las viessen.
isla grande, questá quatro leguas de allí,

CAPITULO V.
Cómo el gobernador Vasco Nuñez de Balboa lomó al Dañen desde la mar det Sur , y cómo en derlas pro
vinejas hico los caciques de paz.

t i ueves tres dias de noviembre de mili é des raudales que en él hallaron; y otro
quinientos y trece años, el capitán Vasco día siguiente por la mañana llegaron á la
Nuñez de Balboa, con toda la gente que tierra del cacique llamado Thevaca, ques-
consigo tenia, se partió de la provincia y tá cerca de aquel rio, y fué salteado y to-
golpho de Sanct Lúeas en las canoas en mado el cacique, sin que oviesse senti-
que avia allí llegado, y llevó consigo un miento ni sospecha que los chripstianos
hijo del cacique Tumaca (que de su vo- yban, hasta que dieron sobrél. Pero ha-
luntad se quiso yr con él á demostrar otro ciendo virtud de la nescessidad, se ase-
cacique), por un brago de mar, muy cer- guró é mostró que holgaba con los espa-
cado de arboledas, nasgidas dentro del ñoles , é dióles de comer de lo que tenía,
agua en ambas costas; y en partes algu- é quedó de paces, é higo pressente de oro
nas se juntaban las ramas y alcanzaban fino de muy hermosas piegas, é también
de la una parte á la otra, y era nescessa- díó algunas perlas; é quedó muy seguro
rio cortarlas con las espadas é puñales pa- é amigo de los chripstianos, á lo que mos-
ra passar, y en otras partes era muy an- traba.
cho , hasta que entraron por una boca de Y porque podría alguno pensar queste
un rio grande. Estos árboles por la ma- oro que aquí se llama fino, fuesse de ley
yor parte son mangles, de los quales se de veynte é quatro quilates ó de onga,
higo relación en el libro IX, capítulo VI, digo que no era assi; mas porque los in-
en la primera parte destas historias. Assi dios acostumbran labrar oro de muchas é
que, por este rio grande arriba subieron diversas leyes, llamaban los chripstianos
con harto trabaxo, á causa de los gran- en esta sazón fino á lo que era de veynte
TOMQ III. 3
18 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
(jiiilates ó de allí adelante, y á lo que era tos, porque en tal dia llegó á ella. y en
de medio oro abaxo, que no le hallaban la lengua de los indios &c llama Pacra;
ley por las puntas y el toque, llamaban pero yo la llamara la tierra de lodos los
guanin. males, pues que tan nefando pecado allí
Desde allí el gobernador envió las ca- se usaba por el señor dclla.
noas , en que avia mandado lo que se lia Allí llegó la otra gente, que avia que-
dicho cifc los capítulos de susso, é man- dado en Chape, y avian tomado en el ca-
dóles tornar á la provincia de Chape, don- mino un cagique que se degia Bonanima-
de estaban los otros chripsüanos que allí na, del qual ovieron gierto oro que tru-
avía dexado: las quales canoas llevaron xeron, porque este era el pringipal inten-
diez españoles y ciertos indios con aquel to questos pagificadores traían, y en lo
pringipal de Chape, que con el gobernado que se exergitaban, y en tomar indios é
avia andado. Y assimesmo envió al hijo indias, de que se sirviessen. Algunos les
del cacique Tumaca, para que lo dexassen daban los cagiques pringipales, sin los que
en el camino en la tierra de su padre; y se tomaban los españoles; y con este go-
envió á mandar á los chripsüanos , que bierno, andaban hombres de los mas suel-
avian quedado en Chape, donde se avian tos é hábiles que se pudieran hallar en el
tomado las canoas, que se fuessen todos mundo, para el exergigio que traian; pues-
por tierra hasta un cacique, á donde el go- to que en los memoriales y escripturas de
bernador se yba por tierra á los esperar. Vasco Nuñez todo lo que he dicho halló
Ydespedidas las canoas, se partió del ca- escripto y signado, y lo que mas diré has-
cique de Thevaca á los cinco de noviem- ta queste viage se acabe. Allí no estaban
bre; y aquel dia llegó el gobernador á un dichas crueldades; pero muchas ovo, y
cacique, que se llama Pacra, al qual halló muchos indios higo atormentar, y á otros
absentado, y enviólo á buscar,asegurán- aperrear en este camino, para que le dies-
dole y vino de paces, y dio cierto oro de sen oro. Ya á unos se tomaban las muge-
pressente; porque todos los otros cagiques, res , ya á otros las hijas; y cómo Vasco
en que avian estado los chripsüanos, avian Nuñez hagia lo mesmo, por su cxemplo ó
dicho certificadamente queste cacique Pa- dechado sus milites se ocupaban en la mes-
cra cogia oro en su tierra, y que tenia mi- illa labor, imitándole.Y de aquí viene la
nas ricas, Y Vasco Nuñez le rogó mucho culpa y delicto ser mayor en el que manda
y le halagó porque se las mostrasse, y que en los inferiores; porque es la causa
nunca lo quiso hacer: sobre lo qual le hi- del mal que se ha ge y la enseña á otros é
go . atormentar hasta la muerte, y en fin consiéntelo por el opóssito, quando el ca-
nunca se lo higo decir. Y todos los indios pitán ó el príngipe enseña buenas costum-
é indias destc cagiquc confesaron que se bres, siempre aquellas se continúan, y el
echaba con tres ó quatro mugeres que te- señor es mas diño de gloria, y los ense-
nía, é que usaba con ellas extra vas debí- ñados no quedan sin galardón. Passemos
htm, contra natura; y que quando fué mo- á nuestra historia.
go , en la juventud usaba lo mismo con Estando Vasco Nuñez y los chripstianos,
indios machos. Este pecado es muy usa- que con él estaban, en la provingia de To-
do en algunas partes de la Tierra-Firmo, dos los Sanctos, truxéronlcs pressentes de
y á los indios pagientcs en tal delicto lla- oro los cagiques Mahe y Tamao Othoque
man en aquella lengua de Cueva camayoa. y un hermano del cagiquc Pacra, que se
Á esta tierra mandó llamar el gobernador degia Thcnora; y primero dia del mes de
Vasco Nuñez la provincia de Todos Sanc- diciembre se partió de allí y se fué a los
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. V. 19
buhíos del cagique Bochertboca, donde tellanos en la feria de Medina del Campo.
llegó á los ginco de diciembre y hallólo al- Y cómo el cagique mostraba mucho con-
gado. Y tres dias después llegó á los bu- tentamiento de aquello que le dio Vasco
híos del cagique Pocorosa y hallólo alga- Nuñez, pensó que todo lo que quisiesse
do; pero á los trege de aquel raes, que saber del, se lo diría; y con esta confian-
fué desde á ginco dias que allí llegó, vino ga le preguntó por las minas, y él no qui-
de paz este cagique Pocorosa y íruxo con- so confesar que las avia en su tierra. Mas
sigo pressente de oro, y se le dieron al- díxole grandes secretos é nuevas de oro
gunas hachas y otras cosas de rescate, y é perlas que hallaría gerca de allí; y no
quedó de pages. Otro dia siguiente llega- se saíisfagiendo desto el gobernador,man-
ron dos indios, mensageros del cagique dó secretamente, sin quel cagique lo su-
Chuyrica, y truxeron de pressente algún piesse, que catassen giertos arroyos é ríos,
oro para el gobernador; y deste cagique y en todos ellos hallaron oro (sin tener
ninguna notigia tenían los chripstianos, y espagio ni aparexos convinicntes) en tres
él de su grado se comidió á enviarles oro. veges que lo fueron á buscar giertos es-
Y á los diez é seys dias del mes llegó alU pañoles á quien se cometió, y á un quar-
un cagique que se degia Paruraca, y tam- to de legua ó menos del buhío, donde el
bién truxo pressente de oro y se le die- gobernador estaba con el cagique: é co-
ron cosas do rescate, con que fué conten- gieron un pesso é ginco granos de oro me-
to c quedó por amigo de los chripstianos- nudo. Y en todas las bateas que lavaban,
Después desto, un domingo diez é ocho salia algún oro, aunque en poca cantidad;
del mes, dos horas antes del dia, el go- y aquesto era tentado en partes, que no
bernador Vasco Nuñcz, con ochenta hom- mostraban aver manera de hallarse oro
bres, tomó el buhío del cagique Tubana- en ellas.
ma, y fué presso el cagique c muchos de De allí se partió el gobernador Vasco
su gente, y tomóse algún oro en esta tras- Nuñez, contento con la esperanga de las
nochada. Y cómo fué de diaclaro, vinie- minas y catas que se avian dado, después
ron giertos indios del cagique asegurados de passada la pascua. porque la gente an-
y hablaron con él; y luego fueron á pu- daba ya cansada y avia algunos enfermos,
blicar por aquella provingia que truxessen y aun el gobernador estaba flaco y no sa-
oro, para rescatar con ios chripstianos y no , y fatigado mucho de lo que en esto
redimir al dicho cagique de la prission. Y camino trabaxó. Y fuésse desde allí con
desde aquel dia diez é ocho hasta los los españoles á los buhíos del cagique Po-
veynte é uno, que fué dia de navidad, ca- corosa , donde estaba toda la otra gente
da dia vinieron indios é pressentaban pie- quél avia allí dexado; y desde allí se fue-
gas de oro para comprar á su señor, unos ron poco á poco á la villa de Sancta Ma-
con una patena, y otros a dos y á tres, ría del Darien ó Antigua, y en el camino
otros ginco y otros ocho, y otros á doge llegó al buhío del cagique don Carlos, hi-
y mas, é indio ovo que truxo quinge pa- jo del cagique de Comogre, que era muer-
tenas de oro: y ovo en todo lo que tru- to. Y estuvo allí desde el dia de año nue-
xeron treynta marcos de oro y algunas vo , primero dia de enero de mili é qui-
perlas. Y hecho aquesto, aseguró el go- nientos y catorge años, descansando hasta
bernador al cagique y halagóle é hígole su quatro dias adelante; y allí le dio gierto
amigo, é dióle cosas de rescates, cas- oro de pressente este cagique don Carlos,
cabeles é qüontas de vidrio é cuchillos é el qual cagique estaba ya de antes de paz
cosas, que todo ello valia poco entre cas- y muy amigo de los chripstianos, porque
20 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
quando por allí avian passado, viviendo después de partido de allí Vasco Nuñez,
su padre, se baptigaron ambos é queda- llegó á una provingia que se dige Caro-
ron de paces. ca, y el cagique della se llamaba Tore-
Desde allí passó Vasco Nuñez á Ponca, cha, y púsosele en defensa y matáronle
donde él y los españoles fueron resgebi- en la guagábara á él y algunos indios su-
dos del cagique con mucho placer; y allí yos; y allí se halló un hermano suyo, ves-
se supo cómo avian llegado una nao y una tido como müger, con naguas, y usaba
carabela desta Isla Española al puerto del como rnuger, con los hombres, y otros
Darien con alguna gente y bastimentos, dos indios de la mesma manera, que usa-
de que todos ovieron mucho placer. Des- ban como mugeres y assi con naguas : y
de allí se fué el gobernador al puerto de los tenia el cagique por mangebas. Y esto
Careta, de donde avia salido á los seys se hagia en aquellas partes pringipalmcn-
de septiembre del año antes de este, y te entre los cagiques é otros indios, é se
llegó allí á los diez é siete de enero de presgiaban de tener tres é quatro, y aun
mili é quinientos y catorce. Otro dia si- veynte indios, para este sugio y abomi-
guiente en la noche se embarcó en el ga- nable pecado. Y en aqueste viage higo
león que allí avia dexado (porque no ha- Vasco Nuñez quemar é aperrear quassigin-
cia tiempo para meterse en el mar con qiienta destos, y los mismos cagiques se los
canoas), y fuésse al Darien con hasta veyn- traían sin se los pedir, desque vieron que
te hombres de los españoles y hasta dos- los mandaba matar, lo qual hagia porque
cientos naborías indios é indias, y con les daba á entender que Dios en el gielo
mas de dos mili pessos de oro, y dexó los estaba muy enojado con ellos, porque ha-
otros chripstiános con hasta otros seys- gian tal cosa, y por esso caian tantos ra-
cientos naborías en el cacique de Ponca. yos é tan espantables truenos; é por esso
Y cómo el gobernador llegó al Darien, no les quería dar Dios el mahiz y la yuca.
que fué á los diez é nueve de enero, en- Y deste temor, porque Dios aplacasse su
vió el galeón y la carabela, questaban en ira, le llevaban aquellos camayoas pa-
el puerto del Darien, y avian ydo desta g¡entes en tal delicio. Y á la verdad era
Isla Española, al puerto de Careta por los cosa temerosa y espantable los rayos y
españoles ques dicho; y los llevaron al truenos que avia en aquella tierra, y que
Darien ricos é bien servidos de muchos yo oy aquel mesmo año do catorge que
indios é indias, y con mucha ropa de llegó el armada, y los que fuimos con el
mantas y hamacas de algodón de lo que gobernador Pedrarias DávÜa, porque que-
con otras pressas avian ávido en este via- maban buhíos y mataban hombres; y á
ge y descubrimiento de la mar del Sur. mí y á otros acaesgió estar durmiendo en
Y después de llegados, se higo el repar- la cama, v del terrible sonido del ravo é
timiento del oro é perlas que se avian trueno caer de la cama abaxo en tierra.
ávido en este camino. Y es verdad que aquellos indios de la len-
Pero porque es notable delicio é vigío gua de Cueva, en la qual cae el Darien,
destos indios, y por donde es bien em- tienen questá Dios en el gielo, é ques el
pleada su perdigion, digo que hallé es- que cria ó hage todas las cosas; pero pien-
cripto, y supe de muchos de los que san ellos queste Dios es el sol, é ques su
fueron con Vasco Nuñez en este viage ya muger la luna, é assi lo digen ó creen, é
dicho, que después que llegó á Careta, quostos les dan los mantenimientos, é la vi-
el qual cagique ya era amigo de los da c se la quitan. É oíros errores muchos
chripstiános, luego otro dia siguiente, tienen é idolatrías, como se dirá adelante.
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. V. 21
Creyóse que en esto camino avia ávido deste descubrimiento de la mar del Sur,
Vasco Nuñez mucho mas oro de lo que se y ser el primero de los chripstianos que
repartió: de lo qual no es de maravillar, la vido, y con grandíssima diligencia que
poi-que estos capitanes han tenido ojo á la buscó y halló, á solo Vasco Nuñez se
cumplir primero consigo que con los com- debe este tropheo; y él fué el primero que
pañeros ; pero en la verdad, como tengo en ella navegó, y el que primero puso
dicho, uno de los mejor partidos capita- navios en ella de todos los chripstianos,
nes que a estas Indias han passado, fué como está dicho en los capítulos preceden-
Vasco Nuñez, en su tiempo, dexando tes. É grandes fueron los trabaxos quél y
aparte el Perú y la Nueva España, donde los otros españoles padesgieron en aque-
se ha hallado mas cantidad de oro que no llos principios; y de aquella escuela de
le vino á las manos á Vasco Nuñez: lo Vasco Nuñez salieron señalados hombres
qual si él repartiera, se puede creer que y capitanes para lo que después ha subce-
lo que higo en esso que pudo, que mejor dido en la Tierra-Firme, como se dirá
lo hiciera en lo mucho. Pero este servicio adelante en su lugar.

CAPITULO VI.
Del viage del gobernador Pedrarias Dávila á la Tierra-Firme, llamada Castilla del Oro, en la qual estaba
por capitán Vasco Nuñez de Balboa,"

. t o r Jas quexas que al Sereníssimo y Ca- ciones del oro^ (este murió allí en Sevilla,
thólico Rey don Fernando avia dado el é yo el chronista, Goncalo Fernandez de
bachiller Engiso contra Vasco Nuñez, en- Oviedo y Valdés,fuy provehydo por el Rey
tre las quales siempre hacia memoria de Cathólico de aquel oficio de veedor); por
su injusta prission y destierro, y de la alcalde mayor de Pedradas fué el bachi-
crueldad que avia usado contra Diego de ller Gaspar do Espinosa, que después se
Nicucsa; y por la relación que después hi- llamó licenciado, natural de Medina de
cieron los procuradores del Darien, el Rioseco; y por teniente de capitán gene-
veedor Johan de Quicedo y el capitán Ro- ral de Pedrarias fué un hidalgo de Córdo-
drigo de Colmenares, y las cartas que ba, llamado Johan do Ayora, hermano del
contra él escribieron el bachiller Diego del chronista, Goncalo de Ayora; y por capi-
Corral é Goncalo de Badajoz, teniente que tanes de cada gícn hombres Luis Carrillo,
fué de Diego de Nicuesa, é Luis de Mer- Frangisco Dávila, Antonio Tellez de Guz-
cado é Alonso Pérez de la Rúa, a los qua- man, Diego de Bustamante, Contreras,
les tenia pressos Vasco Nuñez, acordó el Frangisco Vázquez Coronado do Valdés,
Rey de enviar á Pedradas Dávila con una Johan de Corita, Gamarra, Villafañe,
hermosa armada á conosger de las culpas Atienga, Gaspar de Morales, primo del go-
de Vasco Nuñez de Balboa, é á gobernar á bernador, Pedrarias, el mangebo, que yba
Castilla del Oro en la Tierra-Firme. Y jun- por capitán del artillería, el qual era so-
táronse para esto tres mili hombres ó mas brino del gobernador, Gongalo Fernandez
en Sevilla, y fueron allí los oficiales quel de Llago y el capitán Meneses. Los quales
Rey envió para su hacienda, Alonso de la he nombrado, porque de todos ó de los
Puente por thessorero, Diego Márquez por mas dellos, y de otros que en la tierra ya
contador, Johan de Tabira por factor, Jo- estaban, y de otros que después se llama-
han de Quicedo por vee or de las fundi- ron capitanes ó lo fueron, resultaron ade-
d
22 HISTORIA GENERAL Y ANTURAL
lante cosas, que convienen á la historia y del Estado y pacificación de los indios y
son notables. poblagion de la tierra. Pero salió al revés,
En lo espiritual fué el obispo don fray porque desto que se proveyó para bien y
Johan de Quevcdo, de la Orden de Sanct provecho común de todos, se formaron
Francisco, el primero prelado que passó dos bandos y parcialidades que fueron
á la Tierra-Firme, con título de obispo de muy dañosas; y unos seguían al goberna-
Sancta María de la Antigua é de Castilla dor y otros al obispo apasionadamente.
del Oro; y la cabeca de aquel obispado Assi los oficiales que los avian de templar,
fué aquella villa que he dicho Sancta Ma- y procurar que entrellos oviesse mucha
ría do la Antigua del Darien, que ganaron conformidad, se mezclaron on las mesmas
Vasco Nuñez y los que quedaron del ar- diferencias, como se dirá mas largamente
mada del capitán Alonso do Hojeda. La en su lugar.
qual, después de la ereciondeste obispado, Aparcxada el armada, dilatóse la par-
por mandado del Papa é del Rey Cathóli- tida á causa de los tiempos; y por nuevos
co se llamó cibdad, que fué metropolita- avisos que de la Tierra-Firme fueron, el
na y cabega, como es dicho, del obispa- Rey mandó despedir la mitad de la gente,
do de Castilla del Oro, porque es gente y que no fuessen sino mili ó quinientos
noble, para lo que adelante se siguió. Digo hombres; y assi despidieron á los demás,
que entre las ordenanzas y capítulos quel después de aver hecho un hermoso alarde
Rey Cathólico proveyó é mandó á Pedra- en Sevilla, y el gobernador, con los mili
rias, su gobernador, que tuviesse espe- é quinientos, fué á Sanct Lúcar do Barra-
cial cuidado, fueron estas quatro cosas: meda. Pero todavia cresció el numero de
la primera, que con mucha atengion y vi- la gente y passaron bien dos mili hombres
gilancia entendiesso en la conversión y ó mas por las grandes nuevas, que se de-
buen tractamiento délos indios: la segun- cían de aquella tierra; y esta fué una de
da , que no passassen letrados ni oviesse la mas hermosa gente y escogida que lia
abogados ni procuradores en aquella tier- passado á estas Indias: y aunque no fue-
ra , porque se.tenia expiriencía desta Isla ran sino quinientos hombres, se agertara
y otras partes que son perjudiciales á la en ello para lo que subgedíó. Y con veyn-
tierra, y como maestros de litigios y con- te é dos naos é carabelas so higo el arma-
tiendas, inventan mas de lasque suele aver da á la vela, llevando por piloto mayor á
sin ellos; sino que simpliciter y de plano, Johan Serrano, el qual mataron después
sin dar lugar á cabilaciones maliciosas, se con el capitán Fernando de Magallanes en
determinassen los pleytos brevemente, el descubrimiento del Estrecho grande é
haciendo justicia á las partes: la tercera, viage de la Espegicria, Gomo se dixo en
que se hiciesse á los indios cierto requi- el libro XX, capítulo I. Y aquesta armada
rimiento, antes que se les rompiesse la salió con muy buen tiempo del puerto de
guerra, el qual adelante se dirá: la quar- Sanct Lúcar de Barrameda , domingo de
ta , que en todas las cosas de importancia carnestolendas, año de mili é quinientos
se diesse parte al obispo y oficiales, y se y catorge; y después que la nao capitana
(omasse su paresger. En todas estas cosas estaba quatro ó ginco leguas en la mar,
se verá la intención del Príncipe, que lo saltó el tiempo al contrario y ovo de dar-
proveyó, santa y buena, pensando quel go- se la vuelta. La postrera nao, que salió del
bernador y prelado siempre serian confor- puerto ora aquella en que yo yba, y aun
méis en el servicio de Dios y del Rey, y quedaba otra surgida, en quel contador
en la buena gobernación y administración Diego Márquez estaba, que nunca se qui-
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. VÍ. 23
so desamarrar, porque uu piloto della, hacer á la vela está armada, é siguió su
llamado Pedro Miguel, tuvo mejor conos- via con buen tiempo. Y desde á ocho ó
cimiento que todos, y vido quel tiempo nueve dias tomó puerto en la isla de la
no era bueno y se estuvo quedo: el qual Gomera, donde nos detuvimos veynte dias
tiempo saltó en vendabal, que otros lla- tomando refresco de carnes y de pesca-
man poniente maestro, é muy regio. Y dos , é quesos, y agua, é leña, é lo que
como los pilotos del- rio avian dexado yr convino para la jornada : é de allí se pro-
las naos fuera en la mar, y se avian tor- cedió adelante con muy buenos tiempos.
nado a Sanct Lúcar en sus barcos, y la Y un sábado, tres dias del mes de junio,
mar andaba brava, forzosamente hico tor- víspera de pasqua de Espíritu Sancto, sur-
nar el tiempo el armada al rio; y la nao gió esta armada en la isla Dominica, en
en que yo yba, assi como avia salido la una aguada donde hay un buen rio, y sal-
postrera, ovo de entrar la primera; y al tó la gente en tierra y estuvo al'í tres dias
entrar por la barra dio giertos golpes en assentado real aparte de aquel.rio; y el
tierra, y nos oviéramos de perder por fal- siguiente día, después que llegamos, fué
ta del piloto, y quiso Dios ayudarnos por domingo de pasqua, é se dixo missa so-
su misericordia, y que quassi pendiendo el lemne y con mucha alegría de todos. Y
un bordo por el agua surgimos dentro del mandó el capitán general Pedrarías que se
rio de Guadalquivir, de donde aviamos ílamasse aquella ensenada Bahía de Fon-
salido. Y de una en una las otras naos é seca, como si él fuera el primero que la
carabelas del armada hicieron lo mesmo; descubría entonces.
y estuvimos en el puerto dos dias, que Esto es de lo que yo burlo y muchos
ni podiamos salir á tierra por el mucho se ríen; y en algunos lugares en estas
tiempo, ni en el rio podían estar quedas historias lo reprendo, y nunca alabaré
las naos, garrando unas é travesándose á nadie que tal haga, si no fuere príncipe,
otras, de manera que toda via comamos y aviendo justa causa para aniquilar eí
tormenta; pero en fin el tiempo abonancó, nombre primero. Aquella bahía, descu-
é porque no se gastassen los bastimentos, bierta estaba algunos años antes, y mu-
se desembarcó el general é toda la gente, chos' pilotos y marineros de los que allí
para esperar en la tierra el tiempo que estaban, la avian visto y sabido y entra-
fuesse al propóssito nuestro. Y cómo avia do allí otras veces. Mas parésceles á los
mucho que esperábamos esta navegación, gobernadores y capitanes que nuevamen-
estaban todos muy gastados y empeña- te vienen á estas partes ques bien mudar
dos, y mucho mas lo estuvieron los que los nombres á los puertos é rios é mon-
perseveraron hasta la segunda partida; y tes é promontorios y á todo lo que se les
muchos mudaron de propóssito y dexaron antoja, porengrandescer sus hechos y po-
el camino y se fueron á sus casas ó donde ner en olvido lo que hicieron los prime-
les plugo, y no fueron essos los peor li- ros: lo qual no entiendo yo sufrir en mis
brados. Y assi estuvimos toda aquella qua- historias, ni quitar á ninguno sus méritos.
resma, haciendo penitencia voluntaria, co- Bien sé yo quel obispo de Palencia, don
miendo muchos las capas en el mesón, y Johan Rodríguez de Fonseca, Presidente
aun otros capas y sayos y lo demás, hasta del Consejo Real de Indias en aquella sa-
que quiso Dios en la Semana Sancta traer cón, fué causa queste gobernador fuesse
el tiempo que esperábamos; y el martes elegido para este ofigio; y assi por se con-
santo, que se contaron once dias de abril graciar con él, le paresció á Pedradas que
demiíl é quinientos y calofce, se tomó á era bien plantar el apellido de Fonseca en
24 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
aquella bahía; pero yo no dexaré de de- de Sancta Cruz, porque estaba muy atras-
cir la verdad, y desengañaré de tales mano aquella isla, y en desproporción del
nombres do quiera que los topare é viere viage.
que injustamente los muda quien no de- Muchas veges después, andando el
be, como fiel escriptor.Assi que, este an- tiempo y platicando en este consejo que
cón é puerto se llama el Aguada, y está allí se tomó, he visto ser murmurado y
en aquella isla Dominica, á la parte del reydo con otros de los que allí nos hallá-
Hueste, en catorge grados desta parte de bamos, y acordándonos de tan grande
la línia equinocial. Allí ovo el gobernador disparate,como era dar créditoé que fues-
su acuerdo con el obispo y oficiales é pi- se creydo aquel capitán Rodrigo de Col-
lotos, y con el bachiller Engiso, que fué menares, para tal acuerdo; pues quél con-
por alguacil mayor de aquella goberna- fesaba que en Gaira le avian muerto treyn-
ción , y con el capitán Rodrigo de Colme- ta hombres, quando por allí passó, yendo
nares, como hombres que decian que sa- desta cibdad de Sancto Domingo al Da-
bían aquella costa de la Tierra-Firme, so- rien con una nao, y no negaba que avia
bre la manera que se debia hacer el viage salido de allí, por no ser parte para ofen-
de allí adelante. Porque el Rey mandó ó der á los indios, y mas que de passo se
Pedrarias, que sin estorbo de su derrota é avia recogido á la nao y se avia ydo. Yea-
camino para el Darien, si se pudiesse ha- mos con qué salvo conducto y debaxo de
cer , tocasse en ciertas islas é puertos de qué palabra avian quedado los otros onge
caribes, assi como Sancta Cruz, y Gaira, chripstianos, quél pensaba questaban vi-
y Cartagena, y Caramari, y Codego, y vos!.. Destas y otras vanidades muchas se
las islas de Barú y Sanct Bernardo, y Is- han predicado en Castilla por algunos de
las de Arenas y Isla Fuerte, questaban poco saber, porque ven que los que los
declarados por esclavos mucho antes, por escuchan, no los entienden. Finalmente,
racon que comen carne humana en todas por aquella consulta y acuerdo, el dia si-
essas islas é puertos ques dicho, é por el guiente, por mandado del general, todos
daño que avian hecho á chripstianos é á se embarcaron en aquel puerto de la Do-
ios otros indios vassallos del Rey; y mu- minica ó Aguada ques dicho; é porque
chas veges passando los españoles á estas faltaban algunos de los compañeros, man-
partes tocando, allí los avian muerto. Y dó que se tirassen algunas lombardas,
acordaron quel armada fuesse á reconos- porque si algunos se avian entrado la tier-
cer el cabo del Aguja á Sancta Marta, ra adentro se viniessen á recoger: é para
ques en la costa de la Tierra-Firme, para este efeto quedó aquella noche en tierra
saber si eran vivos once chripstianos, que el teniente Johan de Ayora con gierta
decía el capitán Rodrigo de Colmenares guarda de gente y con las trompetas, ha-
que quedaron allí, quando le mataron mas ciéndolas tocar de quando en quando. Y
de otros treynta, é para ver la disposi- assi algunos mancebos se recogieron, é
ción de la tierra é hacer en ella una for- de los postreros vino uno, que avia muchos
talega, que era muy nesgessaria para ase- años que servia al gobernador, é se llama-
gurar los navios, que despuesviniessen; y ba Sanct Martin, y porque venia tarde,
que después desde allí el armada passasse tratóle mal do palabra el teniente; y eno-
á Cartagena é Codego, é á las islas de jado desto el Sanct Martin, dixo que no se
Barú é isla Fuerte (pues questaban en el quería embarcar é que se quería quedar
camino derecho'quel armada debia hager allí en aquella playa; pero no se debe
para el Darien), é que se dexasse la yda creer que su intención era de hacerlo assi
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. VI. r¿
como lo respondió con enojo de verse mal- llegó el armada al puerto de Sánela Mar-
tractado con palabras injuriosas: y el Jo- ta, ques en la costa de Garra en la Casti-
han de Ayora, aviendo respecto que era lla del Oro, y desde allí comengaba la go-
del gobernador, fuéle á degir lo que aquel bernagion de Pedrarias. É á las diez horas
su criado decia. Por lo qual Pedrarias del dia estaban todas las naos é carabelas
enojado, sin mas atender, envió allá al surgidas ó echadas áncoras en aquel puer-
capitán Gaspar de Morales, su primo é to ; é por la playa andaban muchos indios
criado, é mandóle que, sin oyr ni atender flecheros en tierra, de unas partes á otras,
palabra, le higiesse encontinente ahorcar de con muchos penachos y embixados, y
un árbol; y assi salieron ciertos alabarde- sus arcos y carcaxes de flechas, muy or-
ros de la guarda del gobernador con este gullosos. Y acordaron el gobernador y el
capitán, é se ejecutó lo mandado é fué obispo y ofigialcs de aver su consejo con
ahorcado aquel pecador. Verdad es que los otros capitanes, y determinóse quel
desde á ginco ó seys meses después en el teniente Johan de Ayora é otros capitanes
Darien se le higo progesso, culpándole de saliessea con tres barcas, equipadas con
desobediente; mas lo que muchos sospe- toda la gente que en ellas cupiesse, muy
charon y murmuraron desta agelerada jus- bien armados, é á los indios se les requi-
ligia, é del galardón, quel gobernador dio riesse que viniessen á Ja obediengia de la
á aquel su criado, fué atribuirlo á alguna Sancta Madre Iglesia, y en lo temporal re-
cuenta vieja ó desagrado que del tenia de conosgiessen al Rey é Reyna, nuestros se-
algún tiempo atrás. ñores, é á Ja corona é geptro real de Cas-
tilla , como á sus Reyes é señores natura-
Desde á una hora / estando yo con el
les. É que para este requirimiento llevas-
mesmo gobernador en su nao, vino allí de
sen consigo un indio que avia ydo á Es-
parte u6Í obispo un honrado clérigo, lla-
paña, é era de la provingia de Cueva, en
mado Cantado, su capellán, é dixo al ge-
la Tierra-Firme, c al capitán Rodrigo de
neral quel obispo, su señor, le pedia por
Colmenares por hombre platico en aquellas
mcrged que diesse ligengia para que en-
costas (pues que degia él que entendía algo
terrassen á aquel hombre, pues erachrips-
de la lengua de aquellos caribes) por ma-
tiano, y que no quedasse colgado allí pa-
nera de interpelares; é asegurassen á los
ra que los indios lo comiessen; y el go-
indios é les dixessen que aquella armada
bernador dixo que se higiesse assi. É
no yba á les hager mal ni daño alguno, y
aquel mesmo clérigo é otros, acompaña-
que si quisiessen la paz. no les seria hecha
dos de algunos soldados, salieron á tier-
guerra, c que serian tractados como bue-
ra é lo enterraron al pié del mesmo árbol
nos vassallos de los Reyes, nuestros se-
en la mesma playa do Ja bahía. Esta justigia
ñores, é les serian hechas mcrgedes; y si
cruel é agelerada dio á muchos temor; é
lo contrario higiessen, que se usaria con
sospecharon quel gobernador que llevába-
ellos, segund sus obras lomeresgiessen. É
mos avia de ser muy rigoroso, é que avia
mandó el general á su teniente, é á los
de hager otras cosas de hecho, sin atender
que con él yban, que no fuessen agreso-
derecho ai progessos, y que convenia ca-
res ni les higiessen daño,' y que sufriessen
da uno mirar cómo assentaba el pié, pues
su grita todo lo que pudiessen, porque no
que en sus criados comengaba á mostrar
oviesse rompimiento con ellos, hasta tanto
cómo avia de castigar á otros.
que no fuesse ragon de se dexar ofender
Tornando á nuestro camino, partimos ni maltractar ó los chripstianos, que con él
de la isla Dominica un dia después de pas- yban. Y mandó el gobernador que vo v
qna: á los dogo días de junio, un lunes,
TÜ',10 ITI. •
n HISTORIA GENERAL Y NATURAL
otras personas señaladas fuéssemos en timonio cómo él ni los chripstianos no eran
aquellas tres barcas, que partieron todas los agresores, é que convidaban á los in-
tres de la nao capitana para tierra,* y la dios con la paz y no la querian: antes ellos
que yba mas acerca de la costa llevaba movian la guerra é procuraban de ofen-
yo con hasta veynte hombres, y la otra der é matar á los nuestros, non.obstante
que yba á par desta, mas en el agua, lle- los requirimientos que se les hagian,' en
vaba el teniente Johan de Ayora con veyn- descargo de la real congiengia de nuestros
te é ginco hombres, y la tercera, mas Príncipes é sus capitanes é milites, y que
desviada, llevaba el capitán Rodrigo de el daño que se siguiesse, fuesse á cargo de
Colmenares con hasta quince hombres, los indios, é no de los chripstianos.
con aquel indio lengua; y todas tres bar- É viendo ya el teniente que sus pala-
cas á la par, con poco intervalo una de bras é amonestagiones eran desechadas ó
otra. Luego vinieron hacia las barcas, cor- no entendidas, é que las saetas allí son
riendo al luengo de la playa por tierra de pongoñosíssima hierba é volaban entre
Á se poner enfrente, donde les paresció nosotros, como lluvia muy espesa, y que
que queríamos desembarcarnos, hasta gien estábamos á peligro, estando allí quedos,
indios á nos rescebir con mucha osadia, y volver atrás era vergongoso; envió un
con hermosos penachos en las cabecas, y batel que se avia juntado con nosotros á
las personas y caras embixadas, tan co- hager saber al gobernador lo que passa-
lorados como sangre todos ellos, y con ba. Pero como nos daban priesa é pares-
sus arcos y flechas, y con muy gentil de- gia ya poquedad tanta pagiengia, se les
nuedo , mostrando que nos avian de re- tiraron dos tiros pequeños de pólvora, quo
sistir la salida. É estando ya tan cerca yban en las barcas y passaron por alto; y
unos de otros, que nos podiamos bien en- mandó el teniente que las proas, ^usiésse-
tender (si nos entendiéramos con ellos), el mos gabordando en tierra, é assi se higo
indio é el Colmenares á altas voces, le? de- con mucha diligengia, é saltamos todos
gian muchas palabras, y los caribes estu- en tierra dentro del agua; pero tan pres-
vieron callando un poco, escuchando; pe- to ó mas fué la fuga de los indios á se po-
ro en la verdad no los entendian más que ner en salvo. É ya el gobernador con otros
se entendiera un vizcayno en su vascuen- bateles y gente yba la vuelta de la costa,
ce con un tudesco ó arábigo, ó otro mas donde le atendimos en tierra, porque nos
extremado Icnguagc. Estonce los indios avian hecho señas, capeando, para que cs-
no curaron mas de lo que les decian, ni perássemos é no siguiéssemos los indios.
de las señas que en vano el Rodrigo de
Después quel general salió á tierra, lle-
Colmenares y el indio hagian: antes pen-
gamos á un buhío que allí gerca estaba,
sando ofendernos, se llegaron con mucho
é luego, su espada desnuda en la mano,
ímpetu y mucha grita á la orilla del agua,
comengó á cortar ramas de aquellos árbo-
tirando muchas flechas, que alcanzaban
les que ahí avia,hagiendo autos de posse-
á nuestras barcas, ó algunas passaban
sion y continuándola en nombre de Sus
adelante por alto; y algunos dellos se me-
Altegas y como su capitán general, y en
tian hasta la cinta dentro del agua á tirar.
nombre de la corona é ceptro real de Cas-
Lo qual visto por Johan de Ayora, comen-
tilla , é corroborando el derecho é posse-
gó á hager protestaciones é degia a los es-
sion real que los Reyes de Castilla tienen
pañoles que no les tirassen con ballesta ni
destas Indias, islas é Tierra-Firme del mar
arcabuz ni otra cosa , y que se cubriessen
Ogéano; é si nesgessario era, tomándola
con las rodelas é aguardasscn:é pedia tes-
de nuevo, é como tierras de su señorío ó
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. VI. 27
patrimonio real, protestando de tractar higo; é en dos lugares pequeños de hasta
bien é gobernar 6 tener en justigia, assi quinge ó veynte buhíos, á donde llegaron
á los indios é gentes naturales de aquellas gerca del mesmo puerto, á media legua ó
tierras que quisiessen obedesger nuestra poco mas, los hallaron despoblados: é to-
sancta fée cathólica, é víniessen á la obe- máronse en la playa é arenales de aquel
diencia de la corona real de Castilla é de puerto quatro ó cinco chinchorros y redes,
los Reyes, nuestros señores, ésussubces- questaban tendidas á enxugar, muy genti-
sores, como á todos los demás de sus vas- les de algodón torcido (parapescar). É por
salios, en la mcsma justicia é su protec- la tierra adentro se hallaron algunas hama-
ción. E que aquellos que lo contrario hi- cas, que son las camas en que duermen
ciessen, los castigarla como rebeldes é in- los indios; é las dexaban entre las matas
obedientes; é como contumages progederia é arboledas, por huyr mas sueltos é su-
contra ellos, scgund hallasse por fuero é birse á las montañas é sierras.
por derecho, é como le era mandado por É desde á tres ó quatro horas quel go-
Sus Allegas. É higo assentar por éscripto bernador estuvo en tierra, mandó tocar
todos sus autos, é pidiólo por testimonio. las trompetas para recoger la gente á los
É viendo la desobediencia de los indios, navios, é higo tirar algunos tiros de pól-
mandó al teniente que con tresgientos hom- vora , para quel teniente y los que avian
bres entrasse una ó dos leguas la tierra con él ydo se tornassen al puerto: é assi
adentro, é procurasse de tomar algunos lo higieron, y se embarcaron todos, é nin-
indios vivos é sin leshager mal: é se tor- gún chripstiano fué herido, ni algún indio
nasse luego, porque le queria esperar, muerto ni presso aquel dia.
como le esperó, allí en la costa. É assi se

CAPITULO VIL
Cómo estando con el armada en el puerto de Sánela María'el general Pedradas Dávila, saltó la segunda vez
en tierra con gente, y entró la tierra adentro hasta tres leguas, é fueron pressos é muertos algunos indios
é indias ; y de lo que subcedió en aquel puerlo, é qué se contenía en el requirimiento que se mandó h a -
cer á los indios antes de romper guerra con ellos; é otras cosas que convienen al discurso de la historia.

U e s p u e s de lo que se dixo en el capítu- Pedrarias Dávila, sobrino del gobernador,


lo precedente, martes trece de junio, ávi- capitán del artillería, con hasta tresgien-
do el gobernador acuerdo con el obispo é tos hombres; é que si se nallassen hom-
ofigiales, mandó que yo, el chronista, co- bres indios, se les notificasse el requiri-
mo veedor de minas é de las fundiciones miento que Sus Magestades mandaron ha-
del oro, saliesse en tierra con los fundi- gerles, é se procurassen de aver algunas
dores é algunos hombres diestros, é con lenguas indios, si posible fuesse, sin les
. todo el aparexo que era nesgessario, pa- hager mal ni daño. É mandó el goberna-
ra que en los nasgimientos é costas del rio dor que yo llevasse el requirimiento in
que entra en aquel puerto, é donde pares- scriptis que se avia de hager á los indios,
giesse, se catassen las minas; é que fucs- é me lo dio de su mano, como si yo en-
semos hacia unas sierras que se paresgian tendiera á los indios, para se lo leer, ó tu-
la tierra adentro, tres ó quatro leguas de viéramos allí quien se lo diera á entender,
allí, donde se pensaba que nascia aquel queriéndolo ellos oyr; pues mostrarles el
rio: é que.para esto fuesse con nosotros papel, en que estaba éscripto, poco hacía
28 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
al caso; pero porque, quando adelante se mas aparejado para regir el mundo; mas
hable en estos requirimientos, es bien que también le permitió que pudiesse estar é
se sepa lo que se les requería, quiero de- poner su silla en qualquier otra parte del
cirlo aqui á la letra. Y es aquesto: mundo, ó juzgar é gobernar á todas las
gentes, chripstianos, é moros, é judios,
EL nEQUIRIMIENTO QUE SE MANDÓ HACER Á é gentiles, é de qualquier otra secta 6
LOS INDIOS. creengia que fuessen.
«I. De parte del muy alto 6muy pode- »IV. A esto llamaron Papa, que quie-
roso é muy cathólico defensor de la Igle- re degir Admirable, mayor padre c guar-
sia, siempre vencedor y nunca vencido, dador; porque es padre é guardador de
el grand Rey don Fernando (quinto de tal todos los hombres.
nombre), Rey de las Españas, de las Dos »V. A este Sanct Pedro obedesgieron
Seguías, é de Hierusalem, é de las Indias, é tuvieron por señor é rey é superior del
islas y Tierra-Firme del mar Ogéano, etc., universso los que en aquel tiempo vivian:
domador de las gentes bárbaras; é de la é assimesmo han tenido á todos los otros
muy afta é muy poderosa señora la Rey- que después, del fueron al pontificado ele-
na doña Johana, su muy cara é muy gidos; é assi se ha continuado hasta ago-
amada hija, nuestros señores: Yo Pedra- ra é se continuará hasta que el mundo se
rias Dávila, su criado, mensagero é ca- acabe.
pitán, vos notifico é hago saber, como * VI.. Uno de los Pontífices passados, que
mejor puedo, que Dios, Nuestro Señor, uno en lugar deste subgedió en aquella silla c
é trino crió el cielo 6 la tierra, é un hom- dignidad que he dicho, como príngipe é
bre é una muger, de quien vosotros é señor del mundo, hizo donagion destas is-
nosotros 6 todos los hombres del mundo las é Tierra-Firme del mar Ogcano á los
fueron ó son desgend¡entes é procreados, dichos Rey é Reyna é á sus subcessores
é todos los que después de nos han de en estos reynos, nuestros señores, con
venir. Mas por la muchedumbre que de todo lo que en ellas hay, segund que se
!a generación destos ha subgedido des- contiene en giertas escripturas, que sobre
de cinco mili años y mas que ha que el ello passaron. que podéis ver, si quisiére-
mundo fué criado, fué nescessario que dcs. Assi que, Sus Allegas son Reyes é se-
los unos hombres fuessen por una parte y ñores destas islas ó Tierra-Firme, por vir-
otros por otras, é se dividiessen por mu- tud de la dicha donagion. É como á tales
chos reynos é provincias, que en una so- Revés ó señores destas islas é Tierra-Fir-
la no se podian sostener ni conservar. me , algunas islas é quassi todas (á quien
»II. De todas estas gentes Dios, Nues- esto ha sido notificado) han resgebido á
tro Señor dio cargo a uno, que fué llama- SusAItegas, é los han obedesgido é obe-
do Sanct Pedro, para que de todos los desgen é servido é sirven, como subditos
hombres del mundo fuesse príncipe, señor lo deben hacer; c con buena voluntad ó sin
é superior, á quien todos obedesgiessen, é ninguna ressisteneia, luego sin dilación,
fuesse" caboca de todo el linage humano, cómo fueron informados de lo sussodicho,
donde quicr que los hombres viviessen y obedesgieron ó resgibicron los varones ó
estuviessen , y en qualquier ley, secta ó religiosos que Sus Allegas enviaron, para
creencia: ó diólo todo el mundo por su rey- que les predicassen é enseñassen nuestra
no é señorío é jurisdigion. sancta fée cathólica á lodos ellos de su li-
»III. Y como quier que le mandó que bre é agradable voluntad, sin premia ni
pussiesse su silla en Roma, como en lugar condición alguna, ó se tornaron ellos chrips-
DE ÍNDIAS. LB. XXIX. CAP. VIÍ. 2Í)
tianos é lo son, é Sus Altecas los rescri- ré vuestros bienes, é vos haré todos los
bieron alegre é benignamente, é assi los males é daños que pudiere, como á vas-
mandan tractar, como á los otros sus sub- sallos que no obedescen ni quieren resce-
ditos é vassallos, é vosotros sois tenidos bir su señor, é le resisten é contradicen.
é obligados á hacer lo mesmo. É protesto que las muertes ó daños que
JVII. Por ende, como mejor puedo, dello se recrescieren, sean á vuestra culpa
vos ruego é requiero que entendáis bien é no á la do Sus Altegas, ni mia, ni des-
esto que vos he dicho, é tomos para enten- tos caballeros que conmigo vinieron. É de
derlo é deliberar sobre ello el tiempo que como lo digo é requiero pido al presscnte
fuere justo; é reconozcays á la Iglesia por escribano me lo dé por testimonio signa-
señora é superiora del universso, é al Su- do. —Episcopus Palentinus, comes.«F.
mo Pontífice, llamado Papa, en su nombre; Bernardus, Trinopolitanus episcopus.=F.
é al Rey é la Rcyna en su lugar, como a Thoraas de Matienzo.=F. Al. Bustillo, imi-
señores é superiores é Reyes destas islas é gister. = Licenciatus de Sanctiago. = El
Tierra-Firme, por virtud de la dicha do- Doctor Palacios Rubios. =Licenciatus de
nación ; é consintays é deys lugar questos Sosa.=Gregorius,' licenciatus.» .
padres religiosos vos declaren é predi- Esto es lo que contenia aquel requiri-
quen lo sussodicho. miento, con el qual el miércoles siguiente
•VIII. Si assi lo higiéredes, hareys bien catorce de junio de mili é quinientos y ca-
é aquello que soys tenidos y obligados, é torce, poniendo en efeto lo que el gene-
Sus Altecas ó yo en su nombre, vos reci- ral mandó, salimos en la playa mas de
birán con todo amor é caridad; é vos dc- trescientos-hombres muy bien armados (en
xarán vuestras mugeres é hijos é ha- esclaresgiendo), y entramos por la tierra
ciendas libremente, sin servidumbre, pa- adentro con el capitán Pedrarias, sobrino
ra que dellos é do vosotros hagays li- del gobernador, que yba por su teniente,
bremente todo lo que quisióredes é por é los capitanes Vil!afane, é Gaspar de Mo-
bien toviéredes; éno vos compelerán á que rales, é yo, é otros con la orden dada. E.
vos tornes chripstianos, salvo si voso- para' efetuar lo que es dicho, si Dios lo
tros, informados de la verdad, os quisió- permiíiesse (puesto que ios religiosos pre-
redes convertir á nuestra sancta fée cathó- dicadores, quel requirimiento dice, se
lica, como lo han hecho quassi todos los quedaron en los navios hasta ver cómo
vecinos de las otras islas. É allende desto, subcedian las cosas), llegamos bien dos
Sus Altecas os darán muchos previlegios leguas apartados del puerto; y cu el ca-
y exenciones, é vos harán muchas mer- mino hallamos tres pueblos pequeños, é
cedes. los indios avíenlos desamparado é huy-
»IX. Si no lo higiéredes y en ello ma- do al monte é á las sierras: é por donde
liciosamente dilación pussicredes, certifi- yban huyendo, dexaban algunas hamacas
cóos que con el ayuda de Dios yo entraré é mantas, c aun oro se halló en piceas la-
poderosamente contra vosotros, é VQsharé bradas escondido éntrelas matas;y en un
guerra por todas las partos ó maneras que pueblo destos, el mas cercano al puerto,
yo pudiere, é vos subjectaré al yugo ó se hallaron muchos ó muy hermosos pe-
obidteneia de la Iglesia é á Sus Altecas, nachos de plumas de papagayos é de di-
é tomaré vuestras personas 6 do vuestras versas colores. É passados adelante, la
mugeres é hijos, é los haré esclavos, ó gente nuestra yba muy desmandada 6 sin
tomo tolos los venderé, é disporné deüos orden algiína, por culpa de los capitanes,
como Sus Altecas mandaren; é vos toma- é yban los chripstianos tendidos, como si
30 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
anduvieran á caza de liebres, porque los grita muy grande, acometieron á basar
indios que huyeron, dcxaban aquellas co- algunos de los indios hacia nosotros. Y
sas que he dicho apartadas unas de otras, allí me hirieron un hombre de los mios,
y assi los nuestros, por las topar, se der- que se decía Hernando de Arroyo, mon-
ramaron. Yo yba por un lado, y llevaba á tañés é valiente hombre, como lo dixe en
cargo ciertos mineros é plateros é perso- el libro XXIII, cap. X, é le dieron con una
nas, que habiau de dar las catas para bus- flecha en la espinilla de una pierna estan-
car las minas, é otros quince hombres de do á mi lado; é fué tan poca la herida,
mis amigos é criados, que por todos se- que en dándole la flecha, se cayó ella en
riamos hasta trcynta personas. Subcedió tierra; pero la hierba era tal, que al mo-
que en cierto passo, á la subida de un mento desmayó é se vido que era mortal.
monte ó gerro pelado, salieron algunos É yo le hige sacar de allí á otros dos hom-
indios con mucha grita é súbita; é cómo bres mios, para que le llevassen á la nao,
la gente yba despartida, cada qual tiró donde le curaron, é se hicieron con él todas
por su parte. É estonces Pedradas, el las diligengias que fué possible por reme-
mancebo, como buen caballero, con muy diarle; pero al tercero dia murió rabiando.
pocos hízoles rostro por la una parte del Finalmente, continuándose nuestra ba-
cerro, y juntóse con el capitán Villafañe talla, ganamos el monte por fuerga de
muy presto; y con los pocos que acudie- armas, é quedaron muertos tres indios
ron á estos capitanes comentaron por de escopetados, ó fueron, pressas diez
aquella parte á combatir. Y yo con essos mugeres é una cacica ó muger principal
pocos que tenia, hallóme al oteo lado del de entrellas. É passamos adelante, en se-
monte, é cómo ybamos mas juntos que guimiento de nuestro camino, é los indios
los otros, cargaron mas indios sobre no- apartados hacian rostro de quando en
sotros, ó cómo la cuesta era alta y rasa, quando, assi como yban desviados; é baxa-
é los indios tenían lo alto, desde allí sol- dos dé la otra parte de aquel gerro á unos
taban galgas muy grandes de piedrasque llanos, seguíamos hágia un hermoso rio,
con mucho ímpetu vinieron rodando, sin que de léxosnos convidaba la sed de to-
se poder tener ni nosotros amparar de- dos y el sol que era grande á no parar
Has, é al que topaban delante, lo maltrac- hasta llegar á él: y aun porque aquellos in-
taban. í¡ gierto fué obra de Dios, segund dios se retraían hacia aquella ribera , y por
eran muchos, no matar algunos chripstia- muy hermosos mahicales que por aquella
nosfpero ovo hartos descalabrados de- vega se mostraban. É ybamos ya en me-
Has. Todavía porfiando los que con Pedra- jor orden de la que primero se avia tray-
rias y Villafañe se hallaron y los que con- do; porque quando subimos en la cumbre
migo estaban, los que de los nuestros se de aquel gerro ques dicho, paramos allí
habían retirado, viendo el ánimo de los á descansar é comer parte de las mochi-
delanteros, ovieron vergüenca, y essos y las, é baxamos con orden. É estando va
los que atrás quedaban nos socorrieron á cerca del agua, nos alcangaron dos men-
buen tiempo; y subimos el monte arriba, sageros del general, con quien nos envió
é estando ya quassi en la mitad del altu- á degir que él venia gerca é que le aten-
ra del, donde ya nos podían alcancar los diéssemos, é assi se hizo: é quando llegó
indios con sus flechas, no á mas tirar sino á nosotros, fué á par de aquel rio, y éra-
á liro gierto, nos tiraron muchas, é deja- mos ya, assi de los primeros que avia-
ron de tirar las piedras, porque les falta- mos salido por la mañana, como de los
ban ya; y exergitando sus arcos con una que el general truxo á se juntar con no-
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. VII. 31
sotros, mas de mili é trescientos hombres. campo á rescebir los indios en el mesmo
Passado aquel rio, entramos en un pue- camino, é ordenó su gente en otro bata-
blo de hasta veynte bunios; y estaba des- llón, estando á menos trecho de doscien-
poblado sin persona alguna, y en una ca- tos passos los unos de los otros: é mandó
sa de aquellas se entró el general con to- que ningún escopetero ni ballestera tiras-
dos aquellos capitanes que allí se hallaron, se, é que se pusiesse en tierra un tiro de
é con el contador ó factor é alcalde ma- pólvora de bronce pequeño, de hasta dos
yor, el licenciado Espinosa, y el teniente quintales de pesso que allí teníamos, é
Johan de Ayora, y en pressengia de to- que dos lebreles, que do sus dueños eran
dos yo le dixe:—«Señor: parésceme que muy loados, á quien por mucho correr no
estos indios no quieren escuchar la teolo- se escaparían los indios, se pusiessen en
gía deste requirimiento, ni vos tenes las alas ó lados de nuestra batalla, .é que
quien se la dé á entender: mande vues- quando el general diesso la señal que se
tra merced guardalle, hasta que tengamos tirasse el tiro, se higiosse; é en el instan -
algún indio destos en una jaula, para que te, con una grita y todo junto', se soltas-
despagio lo aprenda é el señor obispo se sen los perros é cada uno arremetiesse á
lo dé á entender.» E díle el requirimien- los enemigos é hiciessen de valientes hom-
to, v él lo tomó con mucha risa del é. de bres.
todos los que me oyeron. Estando toda la Quisiera yo que aquel requirimiento se
gente repossando en aquellos buhios, es- les hiciera entender primero; pero como
perando que el sol fuesse mas baxo, hacia cosa excusada ó por demás, no se tracto
las dos horas después del medio día, Jos dello: y de la mesma manera, andando
nuestros dieron alarma, porque venianpor el tiempo, por este dechado y forma quel
un camino muy ancho y hermoso, orlado general ovo en esta entrada suya para ha-
de muchos árboles á los lados \ plantados cer essa diligencia cathólica con los in-
por adornamiento suyo, mas de mili in- dios, que se le mandó que lo higiesse an-
dios flecheros, con mucha grita y sonan- tes de les romper la guerra á los indios;
do unos caracoles gruessos que también de essa mesma manera y peor lo hicieron
se llaman cobos, é se oyen desde muy después los particulares capitanes en mu-
lexos: é venian en mucho congierto he- chas entradas, como se dirá adelante en
chos un esquadron, con sus penachos é la continuación de la historia. Yo pregun-
pintados de aquella bixa que usan, que té después, oí año de mili c quinientos é
es muy mas fina color que un bermellón,
1 diez y seys, al dotor Palacios Rubios, por-
é píntanse toda la persona ó las caras, que él avia ordenado aquel requirimiento,
que paresco que están hechos un fino car- si quedaba satisfecha la conciencia do los
mesí; y aquella tinta assiéntanla concier- chripstianos con aquel requirimiento; é
ta mixtura de gomas, é pégaseles para díxomc que sí, si se higiesse como el re-
muchos dias. Ha todos estos efetos: lo uno quirimiento lo dige. Mas parésgeme que
aprieta las carnes é dá mas vigor á la se reia muchas veges, quando yo le conta-
persona; lo segundo paíésgeles á ellos que ba lo desta jornada y otras que algunos
están muy gentiles hombres é fieros assi capitanes después avian hecho; y mucho
pintados; é lo tergero, aunque sean heri- mas me pudiera yo reyr del y de sus le-
dos é les corra mucha sangre, noparesge tras (que estaba reputado por grand va-
tanta quanta es, por estar todo el indio ron, y por tal tenia lugar en el Consejo
colorado. Real de Castilla), si pensaba que lo que
El general ¿alió presto del pueblo al dige aquel rcquiriüiiento lo avian de en-
3* HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tender los indios, sin discurso de años é de la nao aquel dia; pero porque era buen
tiempo. É pues en el capítulo VII se les piloto é diestro de la costa, é el general
dá lugar ó se les promete en aquel requi- le ovo lástima, y era gruesso é pessado,
rimiento que tomen el tiempo que fuere á todos dio cuydado de volverle al puerto
justo, para entender aquellos capítulos, é otro dia. Passada la noche, seyendo he-
que puedan deliberar sobre ello, qué tan- cha buena guarda, otro dia jueves, dia
to ha de ser este tiempo quisiera yo que de Corpus-Chripsti, dixéronle al goberna-
allí se expresara; pero si se les guardara dor los hombres de la mar, y en especial
ó no, no me determino en esso. Adelante aquel piloto Pedro de Ledesma, que ya
se dirá el tiempo que los capitanes les da- la hierba se le yba passando, que el tiem-
ban , atando los indios después de saltea- po era bueno para proseguir nuestro vía-
dos, y en tanto leyéndoles toda aquella ge y que se debia yr á embarcar, é assi
capitulación del requirimiento. Tornemos se hizo: ó dio Iigencja que la gente fuesse
á la historia. despartida con sus capitanes, é que to-
Digo que de la manera que el general dos se fuessen á hallar temprano en el
ordenó que esta batalla se diesse á aque- puerto á tal hora que so pudiessen em-
llos indios que páresela que nos venían á barcar. En ésta vuelta se hallaron en el
echar de aquel pueblo, assi se aparexó é campo é por donde tornamos alguna ropa
pusso á punto todo; pero dada la señal é de mantas é hamacas é siete mili pessos
pegado fuego al tiro, passó por alto y no de oró ó mas, en diversas piecas, labra-
mató ninguno, y e'ii soltando los perros, do , escondido entre las malas en cinco ó
arremetió el uno al otro é comentaron á seys partes, puesto en sus havas ó cestas.
se morder, sin curar de yr tras los indios. Aquel dia entré yo en un pueblo de qua-
É cómo los enemigos estaban desviados renta bullios ó mas, é hallóle despoblado,
de nosotros lo que he dicho, é sabían me- é hige pegar fuego á una casa de aque-
jor los passos, pussiéronse en huyda, é llas que estaba llena de arcos é flechas é
salidos de aquel camino ancho, como to- pelotas de hierba, é debia ser casa'de
do lo otro fuera del era boscajes cerra- munición. En aquel pueblo se halló un ga-
dos, ningún indio fué tomado ni muerto, fir blanco y grande, é se ovo una manta
sino encontinenti desaparescieron de allí. con ciertas plasmas de esmeraldas é otras
Passamos bien una legua adelante, é por piedras: lo qual todo, con otras particu-
donde ybamos salían de través muchos laridades de aquel puerto, se dixoron en
venados, y cómo en nuestro exércjto ha- el libro XXYI, hablando desta provincia
bía buenos lebreles, conosgian mejor de Sancta Marta, y no es nesgessario tor-
aquella montería que la de los indios; y narlo aqui á repetir.
matáronse aquel día cinco ó seys vena- Assi que, este dia jueves quinge de ju-
dos, que se comieron essa noche en el nio se embarcó el general con toda su
real donde fuymos a parar, gerca de un gente, é essa mesma noche, antes que
rio. É estando allí se dixo que estaba he- fuesse de dia, nos hegimos á la vela. No
rido el piloto Pedro de Ledesma, y que se dexó de dar mucha culpa al general,
lo avian herido aquel dia los indios de una por se a ver y do de Sancta Marta con tan
Hecha; y yo le fuy á ver y tenia un vó- poco fructo, como allí se hizo, y con mu-
mito, é vilo im rascuño cu una cadera, é cha ragon; porque después por su defeto,
parescióme mas obra de sus uñas que de é no aver él poblado aquel assiento, que
la hierba: é luego se sospechó que su mal lo pudiera fácilmente íiager, pues sobra-
era avérselo acabado cierto vino que sacó ba gente, se le quitó aquello de su go-
DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. Vil. 33
bcraacion. Assi que, salida el armada de ral, é tomaron muchos gestos de sal del
aquel puerto de noche, la nao capitana tamaño de aquellos que se traen á Casti-
yba adelante é llevaba su farol, y tras lla con los besugos de la mar cantábrica
ella, siguiendo, todas las otras naos y cara- é septentrional de España, y se llevan á
belas : y el viento se esforzó mucho, y la Burgos y por Castilla; pero estos gestos
mar se ensoberbosgió tanto, que quando de sal eran muy mejor hechos, ó la sal
fué de día, nos hallamos tan ensenados 6 muy hermosa é blanca, é se hago allí del
metidos en tierra debaxo de Gayra, un agua de la mar. É los indios cómo vieron
puerto que assi se dice, que peusamos dar desde léxos tantas naos, huyeron en sus
todos al través. Sin dubda, si la claridad canoas é se passaron á la Tierra-Firme.
del dia se tardara dos horas mas, nos Aquesta isla es llana y baxa, é bojará
viéramos en tanto peligro, que no esca- ocho leguas ó monos, y está en algo me-
para hombre , si no fuera por miraglo. Y nos de diez grados desta parte de la línia
assi con mucho trabaxo, y pringipalmen- equinogial: é estuvo allí el armada el dia
te por la bondad y clemengia de Dios, que llegó y el siguiente, y el tergero se
podimos salir mas á la mar y seguir nues- partió para el Darien, é llegó al surgidero
tro viage. É fué el armada á Isla Fuerte, de aquella cibdad, en el golpho de Urabá,
que está dos leguas y media, poco mas ó á los veynte y nueve días del mes de ju-
menos del Cenú; é allí salieron ciertos ca- nio de mili é quinientos y catorge años.
pitanes con gente, pormaudado del gene-

CAPITULO VIII.
Cómo el gobernador Pedrarias Dávila llegó á la cibdad de Sánela Maria del Antigua del Darien, donde
estaba por gobernador el capitán Vasco Nuñez de Balboa, é tomó la possesion del offieio, é se entendió en
la residencia de Vasco Nuñez, é fué enviado el teniente Johan de Ayora é otros capitanes con gente á po-
blar á la otra costa de la mar del Sur.

j \ . los treynta de junio de mili é quinientos rio del Darien, é no el que en el li-
y catorge años de la natividad del Redemp- bro XXVII el Iigengiado Vadillo llama rio
tor nuestro, saltó Pedradas en tierra é en- del Darien, é este viene de la parte del
tró en la cibdad de Sancta Maria del An- Hueste, y el quél dige es un brago del rio
tigua del Darien con toda la gente que de Sanct Johan, que entra en la culata
llevaba del armada, que eran dos mili del golpho de Urabá, como la historia ya
hombres ó mas, é muy bien aderesgados lo ha dicho. Tornemos á la historia.
é armados, é el obispo é offigiales y ca- Luego pressentó Pedrarias sus provi-
pitanes, y en muy buena orden todos, que siones, y fué resgebido por gobernador,
era cosa que en todas partes parosgía bien. con mucho plager de los que allí estaban
É Vasco Nuñez, que allí gobernaba, co- é de los que nuevamente yban, exgepto
mo es dicho, lo resgibió con quinientos é del Vasco Nuñez y sus amigos é los que
quinge hombres que estaban allíaveginda- esperaban dar cuenta, puesto que también
dos, é tenían fechas mas de gient casas ó mostraban plager de nuestra yda. É el go-
buhíos: c estaba muy gentil poblagion, é bernador tomó las varas de la justigia, y
con un hermoso rio que passa pegado á las cada uno comengó á exerger su ofñgio, se-
casas de la cibdad, de muy buena agua gund yban proveydos dellos, é los que ovo
é de muchos buenos pescados. Este es el de proveer el gobernador, los proveyó.
TOMO DI.
34 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Avia entre aquellos pobladores prime- que el Vasco Nuñez mostró contentamien-
ros mas de mili é quinientos indios é in- to, y respondió quél bcssaba los reales
dias naborías, que servian á los chripstia- pies al Rey, nuestro señor, por loque de
nos en sus haciendas é casas; pero porque parte de Su Altega le avia dicho, y a él
adelanfe se tocará algunas veges este le tenia en merged la voluntad que le
nombre de naborías, es bien que aquí se ofresgia; é que en todo lo quél supiesse é
declare. Naboría es el que ha de servir á pudiesse avisarle é servir á Sus Altegas,
un amo, aunque le pesse; é él no lo pue- lo diría su paresger con verdad y volun-
de vender ni trocar sin expresa ligengia tad entera de hagerle servigio; é que pa-
del gobernador; pero ha de servir hasta ra aquello era menester recoger su me-
que la naboría ó su amo se muera. Si la moria, é daria su respuesta con obra,
naboría se muere, acabado es su captive- dándole notigia de lo quél supiesse gerca
rio ,* y si muere su señor, es de proveer de lo quel general le mandaba é requería,
de tal naboría al gobernador, y dala á porque fué por auto todo esto dicho y es-
quien él quiere. É estos tales indios se lla- cripto.
man naborías de por fuerga é no esclavos; E assi, después del dia siguiente, que
pero yo por esclavos los avria, quanto á fueron dos dias de julio, le dio la respuesta
estar sin libertad. por escripto, la qual contenia muchas co-
La gente que fué con Pedrarias, se sas bien dichas y convinientes; y entre
repartieron é apossentaron con los po- otras declaró los ríos é quebradas ó par-*
bladores, que allí estaban en compañía tes señaladas, donde se avia hallado oro é
de Vasco Nuñez; é dióseles de comer é lo avian visto é cogido los chripstianos
ragion á todos muy cumplidamente un hasta estonges. É dixo que de tres años
mes después de llegada el armada, ó so- antes hasta que Pedrarias llegó, avia he-
braron de la hagienda del Rey muchas cho de pagos aquestos cagiques: Careta,
pipas de vino ó harina é otras provisio- Ponca, Careca, Chape, Cuquera, Juana-
nes , que fuera mejor que también se co- ga, Bonanimana, Tecra, Comogre, Po-
mieran , como se dirá adelante. corosa, Pucheribuca, Chuyrica, Otoque,
Lo primero quel gobernador higo otro Chorita, Pacra, Teaoca, Thenoca, Tamao,
día después que llegó, fué apartar á Tas- Tamaca, Tubanama é otros; é avia des-
co Nuñez en secreto, en mi pressengia cubierto la mar del Sur en el año de mili é
(porque yo yba por escribano general en quinientos ytrege,éla Isla Rica de las per-
nombre del secretario Lope Conchillos, é las, é avia en persona afravessado la tier-
llevaba comisión de proveer por el secre- ra de mar á mar, é en todo dixo verdad.
tario , en nombre del Rey, todos los otros Desde á pocos dias se pregonó la resi-
escribanos del audiengia del gobernador dengia contra Vasco Nuñez é sus offigiales,
y del alcalde mayor y otros juzgados); y la qual le tomó el Iigcngiado Gaspar de
díxole quel Rey le avie mandado que lo Espinosa, alcalde mayor: é por otra par-
tractasse muy bien, por lo que le avia ser- te el gobernador con un largo interroga-
vido en aquella tierra, é en todo lo que torio, é secretamente comengó á hager la
oviesso lugar, le favoresgiesse ó gratificas- pesquisa secreta contra Vasco Nuñez, sin
se; é se informasse del del estado é cosas quel alcalde mayor lo supiesse, ó porque
de la tierra, é qué indios avia de paz é quá- no se liaba del, ó porque no tenia expi-
les de guerra, é en todo le dixo que en- riengia ni avia tenido cargo do justigia
tendía tomar su paresger. É á este pro- (antes aquel era el primero que tuvo, y
póssito le dixo muchas palabras dulces, de poco antes avia salido del estudio de Sa-
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. VIII. 35
lamanca) ó porque le paresgió que assi de la tierra, é otras culpas. É en fin el
convenia, puesto que en la cédula qucl al- gobernador le dio lo que estaba escripto,
calde mayor tenia del Rey Cathólico, man- y no progedió ni habló en ello, mas de lo
daba a Pedrarias que no usasse con otro quel obispo y el licenciado Espinosa qui-
juez en las cosas de justigia, sino con es- sieron : é diéronle á entender que aquellos
te licenciado Espinosa, su alcalde mayor. testigos eran enemigos de Vasco Nuñez.
Pero antes quél lo supiesse, se tomaron al- Mas el gobernador quisiérale enviar á Es-
gunos testigos de aquellos primeros pobla- paña, y á una voz quassi todos estuvie-
dores, que avian quedado de la gente é ron conformes para que en grillos le lle-
armadas de los gobernadores Alonso de vassen, porque los testigos se rectificaron
Hojeda c Diego de Nicuesa, los cuales sa- en los dichos. É cómo el obispo era sa-
bían muy bien ía verdad de todo lo pas- gaz , procuró de dar lugar al tiempo ó que
sado, é la vida del Vasco Nuñez; en el tal determinagion se sobreseyesse; por-
qual tiempo, en la residengia pública le que el obispo é Vasco Nuñez eran ya com-
pedian muchos, é se dieron contra él mu- pañeros en las grangerias de las hagien-
chas sentencias de las cosas que avia to- das del campo ó en las naborias é indios,
mado é debia á personas particulares; y é pensaba aquel perlado ser muy rico por
con algunos se concertó. É en estos prin- la industria de Vasco Nuñez. É dio á en-
cipios páresela quel alcalde mayor tenia tender al gobernador, que si lo enviaba á
voluntad de hager justigia á todos; pero Castilla, que en la hora que entuviesse en
desde á pocos dias favoresgió claramente la corte, avia de saber el Rey que avia
á Vasco Nuñez, y creyóse que la causa descubierto la otra mar, y avia hallado el
era por contentar al obispo fray Johan de passo ó estrecho que hay de tierra de mar
Quevcdo, que favoresgia á Vasco Nuñez, á mar, é que avia hallado muchas minas
y representaba muy á menudo sus servi- de oro, é que avia andado la tierra por
cios y el descubrimiento do la mar aus- su persona, é hecho de pages muchos ca-
tral, é que avia sido el primero chripstia- giques: é que en ésta cibdad de Sancto
no que la vido, é que halló el estrecho Domingo, el thessorero Miguel de Pasa-
que hay de la costa del Norte á la del Sur, monte era á quien el Rey daba mas crédi-
é lo anduvo por su persona: é publica- to que á hombre de quantos avia en estas
mente decia que era digno de grandes partes, y hagia por Vasco Nuñez, é seria
rnergedes. causa que lo enviasse luego honrado é
Al gobernador pessábale destos loores. gratificado, é le darían la parte quel Vas-
y era de otra opinión; mas como el obis- co Nuñez quisiesse escoger de la gober-
po é ofíiciales eran coadjutores en las co- nagion de Castilla del Oro, lo qual él sa-
sas de la gobernación, é se ovo notigia bría muy bien señalar, pues sabia la tier-
de la pesquisa secreta quel gobernador ra : é que lo que le convenia á Pedrarias
tomaba, sintiólo por injuria el alcalde era disimular é tener en palabras é pley-
mayor porque se avia fecho sin él; é so- tos á Vasco Nuñez, y en continua nesges-
bre esto pasaron otras muchas cosas é sidad, é que en tanto el tiempo le diria
palabras que no son para la historia. Pe- lo que se debia hager. Y lo mismo degia
ro redundó dello quel alcalde mayor se al alcalde mayor,
determinó en le ayudar, por deshager la A Pedrarias no le paresgió que se de-
pesquisa, en la cual se probaba la muer- bria desechar este consejo: antes acordó
te de Diego de Nicuesa, ó aquel desapia- de lo tomar, y desde á pocos dias se le
dado exilio, con que lo echó Vasco Nuñez restituyeron á Vasco Nuñez los bienes que
3G HISTORIA GENERAL Y NATURAL

por inventario le estaban secuestrados, y bres. É diéronle cierta instrucion é capí-


poco tiempo después, por medio del obis- tulos , é mandáronle que passasse á la otra
po , se le daba parte en los negocios de mar del Sur y poblasse con aquella gente
la gobernaron. É ovo mas lugar esto,por- en la otra costa, en la parte della que me-
que el gobernador adolesció y estuvo muy jor lo paresciesse, é que tuviesse especial
enfermo muchos dias, é dio poder al obis- cuydado do hacer entender á los indios
po é oficiales para gobernar en su lugar, aquel requirimicnto, que se dixo en el ca-
como él lo pudiera hacer. pítulo antes deste, para satísfacion de la
Antes que Pcdrarias llcgasse al Darien, real conciencia del Rey é Reyna é de los
avia ydo allá un hidalgo, vecino de Bil- chripstianos; é mándesele que en ninguna
bao, llamado Pedro de Arbolancha, y era cosa los españoles fuessen agresores, ni
curial é conoscjdo en la corte y hombre consintiesse hacer mal ni agravio á los in-
de negocios: al qual Vasco Nuñez dio car- dios sin mucha causa, é dándoles térmi-
tas é testimonios de sus servigios, é que no é placo para que respondiesson al rc-
higiesse saber al Rey Cathólico cómo avia quirimiento ques dicho: el qual fué orde-
descubierto la otra mar é descubierto mi- nado é firmado por teólogos, é á los in-
nas é pacificado mucha parte de la tierra, dios les era leydo en lengua, que no en-
y esperaba de dia en dia ser respondido. tienden, é seyendo gente salvage, ornán-
En tanto que turó la residencia, é aun dosele que no les hiciesse guerra, sin que
dias después adolesció mucha gente del los indios se determinassen y cscogiessen
armada; é cómo no les daban ya de co- la paz ó la negassen. Mas hablando la ver-
mer , morian muchos de hambre, é para dad , el fin desto era, que aunque el Rey
excusar essas muertes é comencar Pcdra- supiesse que Vasco Nuñez avia descubier-
rias á poblar la tierra de la otra costa, te- to la otra mar, é enviasse algún favor
miendo que le avia de venir al Vasco Nu- para él, estuviesse poblada la costa por
ñez algún despacho en su favor, é por Pedrarias, é impedir á Vasco Nuñez el
ocupar la gente en algo, é comentarse la efetto de qualquier merced que se le hi-
destruyeron de la tierra (á que ellos llama- ciesse, é oponerse á ella Pedrarias, ale-
ban pacificación é conquistar), acordaron gando que por su industria lo avia pobla-
de enviar al teniente lohan de Ayora por do , é que Vasco Nuñez no avia hecho sino
capitán general, con los capitanes Her- verlo, maltractando los indios, para lo
nando de Meneses é Francisco Davila é lo qual tenia Pedrarias fechas algunas in-
Gamarra c otros, con quatrocientos hom- formaciones contra él.

CAPITULO IX.
Cómo el teniente Johan de Ayora é otros capitanes fueron enviados con gente á poblar la costa del mar
del Sur ; y cómo el Rey Calhólico le envió 6 liizo merced á Vasco Nuñez del título de adelantado de la
mar del Sur y de la gobernación de las provincias de Goyba é Panamá : é cómo Pedrarias tuvo forma que
no ussase de tales mercedes ; é de las partes que el gobernador é offieiales llevaron de las entradas, que
fué una de las principales causas de acabarse, ó al menos dismínuyrse los indios é asolarse la tierra , etc.

" i c h o se há cómo en llegando Pcdra- xole verdad, é aconsejóle muy bien, como
rias al Darien, se informó do Vasco Nuñez muy mas largamente en el capítulo do sus-
del estado de la tierra, ó supo del quales so queda dicho. Mas el gobernador no le
caciques estaban de paz é quáles de guer- dio crédito: antes pensó que le engañaba,
r a , é dióle por escripto su parescer ó dí- é determinóse en enviar á su teniente
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. IX. 37
Johan de Ayora con otros capitanes y dos. Pero cómo los ofliciales querían po-
gente, que he dicho, ala otra mar: éfue- ner recabdo en la hacienda real, y a ellos
ron parte del camino la costa abaxo al no les faltaba de comer, tuvieron poca
Ogidente hasta el puerto de Sancta Cruz, missericordia con los demás; y para po-
que es en tierra del cacique de Comogre. ner mejor custodia en la hagienda de Sus
É hizo allí un pueblo, en que dexó hasta, Magestades, higieron hager un buhío
ochenta hombres, todos ó los mas de- grande en la costa á par de la mar , á la
líos enfermos, y por capitán é alcalde qual casa llamaron el Toldo. É allí se des-
desta gente á un mancebo, llamado Hurta- cargó la hagienda, é metieron muchas
do, hombre de ninguna expiriengía (é aun pipas de vino é harina, é la mayor parte
quassi no conoscido), é de los que nueva- de los bastimentos: é desde allí llevaban
mente fueron en el armada. Desde allí poco á poco á la cibdad lo que querían é
passó adelante, y dexó poblando en la lo ponían en la casa de la contractagion,
provincia de Tamao al capitán Fernand en que estaba el factor Johan de Tavira.
Pérez de Meneses, é haciendo un pueblo: Viendo Dios el poco servigio que él y el
é fué parte de la gente con el capitán Rey resgebian de aquellos bastimentos,
Francisco Dávila á la costa de Panamá de permitió que, pues con ellos no eran so-
la banda del Sur; pero muy poco vido de corridos los pobres , é se caian los hom-
la mar au stral, é por otros caciques de aque- bres muertos de hambre por las calles,
llas comarcas se desparció toda la gente. que se pegasse fuego á aquella casa del
En este camino Johan de Ayora, no Toldo, donde estaban los bastimentos; é
solamente dexó de hacer los requirimien- assi se quemó quanto en ella avia , y se
tos é amonestaciones, que se debían ha- perdió todo lo que pudiera dar remedio y
cer á los indios, antes de les mover la excusar muchas muertes de los que, por
guerra; pero salteábanlos de noche , é á falta de comer, murieron: á los quales, si
los caciques é indios pringipales atormen- se diera aquella harina y vino, el Rey ga-
tábanlos, pidiéndoles oro, é unos assaban, nara muchos dineros, é pudiera ser que
é otros hacían comer vivos de perros, é los que padesgieron, tuvieran vida. Pero
otros colgaban, é en otros se hicieron no me aparto de la sospecha que muchos
nuevas formas de tormentos, domas de tuvieron, que quissieron degir que los ma-
les tomar las mugeres é las hijas, é ha- yordomos que en la hagienda entendían
cerlos esclavos é prissioneros, é repartir- é la guardaban por el factor, fueron el
los entre sí, segund é de la manera que á mesmo tigon que engendió aquel fuego,
Johan de Ayora le paresció é á cada uno de para que, só color de aquellas llamas, se
los otros capitanes, pordonde anduvieron. quemassen diez pipas é se hurtassen gien-
É en esta caga ó montería infernal se to, por dar la cuenta á carga gorrada, en
detuvo esta gente algunos meses: en el nombre de caso fortuyto.Qucdessc áDios
qual tiempo ó sacón en el Darien anda- este juigio, é pluguiérale á él que otros
ba tanta modorra y enfermedades por mayores daños no ovieran acaesgido en
los chripstianos, y en especial por los que aquella tierra. Pues cómo las muertes y
nuevamente avian ydo á la tierra en aque- enfermedades eran muchas, y la hambre
lla armada, que cada dia murien quince intolerable, muchos de los que fueron en
ó veynte, é algunos dias mas; y en poco aquella armada huyeron de la tierra, y
tiempo murieron mas de quinientos hom- algunos se volvieron á España, y otros se
bres, é los mas dellos por falta de bastí' passaron á esta nuestra Isla Española, é
mentos, puesto quel Rey los tenia sobra- Cuba, é Jamáyca é Sanct Johan; y en
38 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
espacio de siete ú ocho meses eran mas para evadirle de ella ó disimular sus obras,
los muertos ó ydos que los que quedaron que eran assaz dignas de castigo, acordó
en la tierra; y en aquellos que vivieron, la industria del obispo, por lo que le to-
avia tanto descontentamiento, que ningu- caba de la amistad de Vasco Nuñez, de
no estaba de su voluntad, y aun el go- dar á entender al gobernador ó officiales
bernador, y obispo, y officialcs desampa- que era bien que se enviasse a saber qué
raran la tierra , si con buena color é sin avia fecho Dios del teniente Johan dcAyo-
vergüenca lo pudieran hacer. É todos es- ra é de la gente é capitanes que con él
crebieron que era aquella cibdad é assion- avian ydo la tierra adentro é á la costa
to muy enfermo, é dieron á entender al del mar del Sur (de los quales ninguno
Rey é á los de su Consejo que era la mas avia tornado ni se sabia cosa alguna). Y
mala tierra del mundo, é la infamaron por porque este Bartolomé Hurtado era hom-
la peor cosa que avia en la Tierra-Firme, bre suelto é platico en la tierra, assi se
siendo la verdad en contrario; porque higo; é le enviaron con veynte compañe-
aquellas enfermedades fueron una agí- ros á buscar á Johan de Ayora, porque
dental modorra, é faltar los bastimentos este avia passado á la otra mar, quando la
de España, y también los de la tierra, á descubrió Vasco Nuñez, é sabia quáles
causa de tanta langosta que vino, é pa- cagiques avian quedado de pages é quáles
resgia que cubrie el aire, é destruyó los no. É es verdad que los indios que en
mahigales. Pero passada aquella fortuna, aquella sagon avia en aquella gobernagion,
estuvo muy sana la tierra, é acudieron passaban de dos millones, ó eran incon-
las labrancas mucho abundantes: é las mi- tables; é avia de pages muchos cagiques
nas del oro tiene á tres é á quatro leguas é otros neutrales y en dispusigion ó apa-
de la cibdad, é la ribera muy buena é de rejo grande de servir é ser amigos de los
muchas pesquerías, é muy grandes mon- chripstianos é venir á la obidiengia, é la
terías de puercos, é venados é otras sal- tierra toda muv rica; é avia mucho oro
vaginas, é no pueden dexar do conoscer labrado en poder de los indios, é los
los que perseveraron quel Darien era la chripstianos que estaban con Vasco Nuñez
mejor cosa de la Tierra-Firme. Yolvamos vivían sin nesgessidad, é tenian aparejo
á nuestra historia ó materia, de que de para ser ricos presto, por la dispusigion
susso trocíamos. que avia en la tierra para ello.
Y es assi que, estando las cosas del En fin, esto Bartolomé Hurtado halló á
Darien tan aborrescidas, como he dicho, Johan do Ayora, é le dio las cartas del
comunmente de todos, el gobernador Pe- gobernador é del obispo é offigiales, ele
dradas tentó de se yr y volver á España, dixo lo que le mandaron, 6 tornó con la
é aquella cibdad de Sancta María del An- respuesta, é dixo que desde á pocos días
tigua del Darien no se le consintió, c lo vernia al Darien, y que la gente toda es-
dixeron claramente que no so avia de yr, taba buena. Mas puesto que se avie sus-
sin hager residencia, é que lo mandasse el pendido ó dilatado la conclusión de la re-
Rey primero: á causa de lo qual le quedó sidengia deste Bartolomé Hurtado, no por
tanta enemistad con aquella cibdad, que cssoera acabada ni él dado por libre; é
no holgó hasta que después la despobló, para ganar las voluntades al gobernador
como se dirá adelante. é obispo ó ofligialcs, procuró de traer de
En esta sagon turaba la residengia de camino algunos indios, que repartió entre
Bartolomé Hurtado, alguagil mayor é com- ellos, no aviendo por inconvin¡ente aver-
pañero que avia seydo de Vasco Nuñez; 6 íos salteado y sor los mas indios do paz,
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. IX. 39
aunque avia llevado el requirimiento quel calde mayor llevaron, sin las ganar ni
Rey les mandaba hager. Y de vuelta, que a ver causa para que se les diessen. Y en
venia con mas de gient piceas, llegó al tal hora lo comengaron, que se quedaron
cagique de Careta (pringipal cagique é en costumbre de las llevar de allí adelan-
verdadero é primero amigo que loschrips- te (á lo menos el gobernador é offigiales).
tianos tuvieron en aquella provingia), é Quando este Bartolomé Hurtado pagó el
díxole que, porque aquellos indios quél quinto al Rey, entregó al thessorero de
traía, venían cansados con las cargas, que ginco indios uno, é assi al respecto de to-
le rogaba que le diesse algunos indios de dos los que truxo (é dio por quinto el
los suyos que se las ayudassen á llevar pringipal é indios de Careta, que dixe de
hasta el Darien, que está veynte y quatro susso que le avia prestado el cagique de
ó veynte y ginco leguas de allí, é que lue- Careta, para le ayudar á traer las cargas,
go se tornarían. É demás de le hospedar é que eran amigos é de paz): los quales
al Hurtado é darle de comer á él é su luego fueron vendidos en almoneda é her-
gente é indios, con mucho plager é buen rados , é los mas dellos se sacaron de la
acogimiento, mandó que fuessen con el tierra por mar, é los llevaron á otras par-
Hurtado hasta doge ó quinge indios de los tes. É no faltó quien le diesse notígia al
suyos, parales ayudar á llevar las cargas, gobernador deste fraude é maldad, é le
é que fuesse con ellos un pringipal suyo, fué dicho en la barba; pero ni lo castigó,
para que les mandasse lo que avian de ni curó dello. Pero esta ofensa é injustigia
hager, é que se tornasse con ellos; é assi no la olvidó el cagique de Careta, como se
fueron al Darien. Con la llegada del qual dirá adelante, pues pagaron otros chrips-
Hurtado resgibieron grandíssimo plager el tianos la culpa de Bartolomé Hurtado.
gobernador é obispo é offtgiales é todos Assi como el gobernador é obispo c
generalmente, en saber que Johan de ofñgiales é alcalde mayor ovieron resgebi-
Ayora é los otros capitanes é gente esta- do aquel pressente ó parte de los indios,
ban buenos, é que presto vernían; é en venido á dar cuenta particular del viage,
prcsgio é gratiücagion destas nuevas, fá- é de cómo avia fecho las diligengias y el
cilmente se concluyó la residengia de Bar- requirimiento quel Rey mandaba hager á
tolomé Hurtado, 6 se olvidaron sus cul- los tristes indios, antes que fuessen prés-
pas, en tanta manera que á él le pessaba, eos ni se les moviesse guerra; paresgió
porque no avia tenido mas, é á otros se que avian seydo salteados, é que prime-
dio exemplo para cometer otros delictos, ro fueron atados que les dixessen ni su-
con esperanga que no serian castigados. piessen que avia Papa, ni Iglesia, ni cosa
E un dia, juntados el gobernador é de quantasel requirimiento degia: é des-
obispo é offigiales é alcalde mayor, des- pués de estar metidos en cadena, uno les
pués que estuvieron quintados los indios leia aquel requirimiento, sin lengua ó'in-
que este Hurtado avia robado é salteado térprete, é sin entender el letor ni los in-
por donde fué, llevó allí hasta treynta é dios ; é ya que se lo dixeran con quien
tantas piecas de indios, hombres é muge- entendiera su lengua, estaban sin libertad
res , de buenas dispusigiones, é dio al go- para responder á lo que se les leía, y al
bernador é obispo cada seys, é al thesso- momento tiraban con ellos aprisionados
rero é contador é factor é alcalde mayor adelante, é no dexando de dar de palos
cada quatro piegas, que se llevaron á sus á quien poco andaba, y hagiéndoles otros
casas: é estas fueron las primeras partes muchos ultrages, y fuergas y adulterios
quel gobernador é obispo éoffigialeséal- con mugeres extrañas y apartadas de la
40 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
fée. Y tampoco ovo castigo ni reprehen- avia hallado lugar para no ser punido (á
sión en esto, sino tan larga disimulagion, causa de los indios que les pressentó),
que fué pringipio para tantos males, que simplega é notorio peligro fuera atender á
nunca se acabañan de escrebir. que los mas que atrás quedaban Uegassen
Desde á pocos días llegó Johan de Ayo- al Darien, que bien sospechaba que entre
ra, é dio cuenta de su viage é de las di- tantos algunos avian de decir cosas, que
ligencias que avia hecho con los indios, é diessen ocasión á que se tornasse á reveer
dióla tan mala ó peor que la que avia da- su cuenta. É assi procuró de aver licen-
do Bartolomé Hurtado, é tan digna ó mas cia é yrse presto de la tierra; ó quiso su-
do castigo; pero cómo avia dado otros in- dicha que avia una caravela en el puerto
dios al obispo, fuéle tan favorable que del Darien, yfingiendoque estaba enfermo
todo se disimuló, é por sentencia 6 pares- y que se yba á curar á España, no aten-
ger del alcalde mayor fué admitido, é aun dió mas é vínose á esta gibdad de Sancto
loadas sus obras, puesto que higo extre- Domingo de la Isla Española, é desde aquí
madas crueldades é muertes en los indios se fué á Castilla, sin se detener.
sin causa, aunque se le venian á convidar Desde á pocos dias después que Johan
con la paz, é los atormentaba é robaba. de Ayora partió del Darien, llegaron los
É degia que en Adamuz, donde tenia su otros capitanes que con él avian ydo la
casa, en tierra do Córdova, avia de vivir tierra adentro, ó halláronle ydo; é luego
é hacer su vida, é no en Tierra-Firme, é se comengaron á publicar las obras y cul-
que no avia de ver mas á esta gente, é pas de Johan de Ayora (en tiempo que no
que juraba á Dios quel oro que tenian ó tenian remedio). É túvose por gierto que
el coragon le avian de dar. É assi higo mo- avia llevado una gcand suma de oro roba-
rir muchos con nuevas crueldades y tor- do y escondido, sin lo quintar é regis-
mentos , é comer perros vivos á otros; é trar; y por presto quel gobernador y offi-
dexó de guerra toda la tierra algada, é cíales pudieron proveer y enviar á esta
dio pringipio tan diabólico en el crédito cibdad tras él, ya era ydo.
de los indios contra los chripstianos, que Essotros capitanes dieron su cuenta, y
nunca le salió del pecho la indignagion, y en lo del mal tractamiento de los indios,
una entrañable enemistad contra el nom- algunos lo hicieron menos mal que otros,
bre chripstiano, y con muy justa quere- y al que mejor lo higo se hallaba poco que
lla. Y como quier que los ánimos culpa- agradesgerle: antes higieron exgcssos y
dos no tienen reposo, ni pueden vivir sin crueldades muchas. Mas cómo avian seydo
sospechoso temor los que han errado, co- absueltos Hurtado y Ayora, paresgiera mal
nosgiendo quel mas cierto testigo de sus condenar á los que, en comparagion des-
obras se era el mesmo Johan de Ayora, é sos, no avian peccado, aunque no les falta-
que- essas no eran de calidad para confiar ban culpas; y cómo daban partes é presen-
en aquella sentengia quel ligengiado Espi- taban indios al gobernador é obispo é offi-
nosa avia dado en su favor, y que llegaba ciales, todos eran absueltos; y estaba esto
á tiempo que estaban divisos en dos par- en tanta costumbre, que quassi por ley lo
cialidades el gobernador y obispo y offi- tenian todos los capitanes. É desta causa, é
cialcs en lo intrínseco, porque el obispo y por el interesse destas partes, que se daban
el alcalde mayor é Yasco Nuñez estaban á los gobernadores 6 obispo é ofíiciales en
á una, é el gobernador é el thessorero ó los indios, y al gobernador en los indios
el contador é el factor al oppósito: é pues y en el oro de cada entrada, y en llevar.
en discordia de los unos é de los otros les sus mogos y negros y perros, y darles
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. IX. 41
las ,n ejores partes en los repartimientos de cessos é diligencias que avian hecho los
los indios que se tomaban, continuaron á capitanes, y sabia lo que en sus viages
enviar capitanes á unas partes é á otras avian hecho, por fée de los escribanos,
de la tierra, é dábanles el requirimiento que yo avia enviado con cada capitán. Y
guel Bey mandó que se higiesse á los in- como quier que yo no avia llevado aque-
dios , y con él una instruciqn bien ordena- llas partes, se pregonó mi residencia por
da, É yban por tiempo limitado á la pro- sessenta dias", en el qual tiempo ninguno
jftncia ó parte que los enviaban; y quan- me pidió cosa alguna, ni el gobernador
ÍG> tornaban, cargados de oro y de indios me dexó de prometer é ofrescer que me
que avian tomado para esclavos, daban ayudaría, é temía manera cómo fuesse ri-
al gobernador dos partes en todo, é los co en breve tiempo; é que pues avia tra-
officiales avian sendas en los indios. É co- baxado é passado enfermedades y otras
metíase el processo de las diligencias al nescessidades, que no me fuesse en el
alcalde mayor Espinosa, é aunque muchos tiempo que avia de ser aprovechado. Lo
errores ó faltas avia en los capitanes, y qual él degia, porque sabie que yo avia
avian excedido en las ínstruciones, y no visto todos los processos de aquellos sus
avian hecho el requirimiento, segund de- capitanes, y era testigo de las obras de
bían , eran dados por libres ; y los indios todos, é avia de decir verdad al Rey é
por esclavos. Destas sentencias también á los señores de su Consejo; pero yo da-
dio hartas el bachiller Diego de Corral, ba á entender que la tierra me era con-
al. qual algunas veces el gobernador é offi- traria , é que quería yr á curarme a Espa-
ciales cometían el conoscimiento de tales ña é volver con mi muger, é que sin ella no
processos de entradas, por ausencia del al- quería estar allí ni en otra parte, é por
calde mayor, é todas estas sentencias otras racones á mi propóssito é honestas.
eran aprobadas (por injustas que fuessen) Quando el gobernador vido que no po-
del gobernador é offigiales; porque de otra dia hacer otra cosa, ni dexar de darme
forma fuera nescessario volver las partes licencia, él me ía dio, mostrando que le
que llevaban. Este bachiller fué uno de pessaba de mi partida; porque digie que
los mcnsageros que por parte del Darien perdía yo mucho en ello, y porque digie
que me tenia buena voluntad, é que qui-
fueron á llamar al gobernador Diego de
siera que yo fuera con hagienda, y no
Nícuesa, para que gobcrnasse aquella tier-
aviendo perdido el tiempo é aviendo gas-
ra, é después no le quisieron rescebir, co-
tado mas que otros. E dióme sus cartas é
mo se dixo en el capítulo III, libro XXVIII.
memoriales, en que degia del obispo quán-
Passando des I a manera las cosas de
to estorbo era para la buena gobernagion,
Tierra-Firme, acorde de me yr á España,
é quán cobdigioso é roto de su lengua, y
por dar notigia á mi Rey, é por vivir en
sus clérigos quán exentos é deshonestos.
tierra mas segura para mi conciengia é
É cómo el obispo vido que yo estaba de-
vida; y el gobernador procuró de me es-
terminado de me yr, hígose mucho mi
torbar la yda, digiendo que yo avia de
amigo, y encargóme la congiengia para
hacer residencia primero, porque en nom- que diesse notigia al Rey de los defetos de
bre del secretario Lope Conchillos, que Pedradas, é de su cobdigia é inconstan-
era escribano general en aquella tierra, cia, é de las faltas é robos de los offigia-
yo proveía los escribanos del juzgado del les é del alcalde mayor. É rogóme muy
gobernador y del alcalde mayor, y los afettuosamente que dixesse quán hábil y
que yban á aquellas entradas: los quales, buen servidor del Rev era Vasco Nuñez
tomados dolías, me entregaban los pro-
TOMO III.
42 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de Ralboa, é dióme un grand memorial publicar é quexarsc del gobernador, di-
destas y otras cosas, como le paresció: ciendo que era ragon, que pues todos eran
el qual yo tomó, y le prometí de decir libres é vassallos del Rey, que libremen-
verdad, si fuesse oydo; y la mesma res- te pudiessen escrebir á España é resgebir
puesta di á Pedrarias, quando me dio el las cartas que les viniessen. Y aun públi-
suyo. camente el obispo predicaba que era grand
Pocos dias antes de mi partida, anda- captiverio hagerse otra cosa contra la vo-
ban ya muy claras las diferencias de en- luntad y servigio de Dios y del Rey, y
tre el gobernador y el obispo, é fiaban que se le daria noticia desto, pues que as-
poco el uno del otro; é assi cada uno dc- si al Rey como á sus subditos se le quita-
Uos me cargó de memoriales, para que di- ba la libertad, tomándole sus cartas. Por
xesse al Rey Cathólico quán poco hacia n lo qual Pedradas acordó de dar parte á
en su servicio: é diciendo lo mesmoque- los offigiales é alcalde mayor, é que se
llos me encargaban , el Rey supiera que viesse en consulta y diessen sus votos si
era verdad todo esso y más, c que avia le debían dar las provisiones á Vasco Nu-
bien materia é justas causas para remo- ñez , ó no.
verlos , y echar al uno y al otro de la tier- Este consejo dio á Pedrarias el alcalde
ra , por muy limitado que yo lo quisiera mayor, que ya avia dado la vuelta é de-
decir, é por aquellas sus memorias se po- xado la pargialidad del obispo, é yo por
dia mostrar firmado de sus nombres. E mi mano escrebí los votos de cada uno
yo fuy á España é besé las manos del dellos; é el thessorero Alonso de la Puen-
Rey Cathólico en Plasencia, que yba de te, y el contador Diego Márquez dixeron
camino para Sevilla; é dióme licencia pa- que no se le debían dar las provisiones,
ra que fuesse á Madrid é visitasse mi casa hasta que se diesse al Rey notigia de la
é á mí muger, é mandóme que luego me residengia de Vasco Nuñez, que nunca se
fuesse á Sevilla, donde me oyria é se pro- acababa, aunque avia diez meses que se
veería todo lo que conviniesse al bien de comengó, porque Pedrarias y el alcalde
aquella tierra. Y desde á doge ó quinge mayor querían que no tu viesse fin (é aun
dias, continuando su camino, llevóle Dios el obispo se lo avia dado por consejo,
á su gloria ; é assi higo poco fructo mi tra- quando una vez lo querían enviar presso
baxo. á España): el factor dixo que ni él era
Estando yo para me embarcar en el Da- de paresger que se le diessen ni se le de-
ñen , ocho ó diez dias antes, llegaron unas toviessen, y que él se conformaría con lo
provisiones del Rey Cathólico para Vasco que tocios higiessen en conformidad, é no
Nuñez, las quales le enviaba despacha- de otra manera; porque él no era letrado
chadas aquel su amigo Pedro de Arbolan- ni sabia quál era lo mejor. El alcalde ma-
cha , de quien se higo mención en el ca- yor dixo que era ragon quel Rey supies-
pítulo precedente; é la una era el título se primero los méritos ó progesso de la
de adelantado de la mar del Sur, y la otra residengia, con el paresger del goberna-
el título de gobernador y capitán general dor é de todos.
de las provingias de Coyba é Panamá. E Después quel obispo los ovo oydo,
como Pedrarias tuvo siempre aviso en to- quedó muy bravo, é dixo que era muy
mar las cartas que de España yban, ovo mal ponerse ellos en disputas para lo
este despacho á las manos; pero no fué quel Rey mandaba, é que solo averio
tan secreto que Vasco Nuñez y el obispo pensado era género do desleallad ó des-
dexassen de lo sentir, c eomencaron á lo obediencia , en espegial expresándose en
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. IX. 43
aquellas provisiones las causas é servi- muy poca cosa entre aquello é Veragua
cios de Vasco Nuñez, é el descubrimien- (que era de la jurisdicion del almirante); é
to de la mar del Sur, y haciéndole mer- que siendo Vasco Nuñez adelantado de la
cedes , y descargando su real conscien- mar del Sur é gobernador de las provin-
cia, no querían ellos por sus passíones y gias de Coyba y Panamá, lo que restaba
envidias que se cumpliesse. É á este pro- á Pedrarias é su gobernación era poca co-
póssito dixo otras cosas, é yo lo escrebí sa, é que los interesses quél é los officiales
de mi mano, é cada uno firmó lo que esperaban de la tierra cessaban, si Vasco
avia dicho é votado: y el gobernador que- Nuñez fuesse admitido, tomaron por me-
dó tan espantado del obispo, que dixo dio, quando le dieron las provisiones é
que lo paresgia bien lo que el obispo de- títulos que es dicho, de tomar seguridad
cía (aunque en la verdad quisiera lo con- del que no usaría de la gobernación quel
trario). Y en fin, se acordó allí que se le Rey le daba, sin licengia é voluntad de
díessen sus títulos el día siguiente, porque Pedrarias: é demás desto propusieron de
esta consulta duró hasta quassi media no- no te dar un hombre para ello, ni consen-
che ; y luego se llamó Vasco Nuñez ade- tir que armasse. Al obispo é Vasco Nu-
lantado de la mar del Sur, del qual título ñez, con la calor del título é nombre de
ningún bien le vino. Porque viendo el go- adelantado, les paresció que por estonge
bernador que desde el Darien á la parte bastaba esto, y aver sacado las provisio-
del Levante los indios son caribes é fle- nes de las uñas de Pedrarias é de los offi-
cheros en aquella costa hasta el Cabo de ciales é alcalde mayor, é que adelante se
la Vela, en la gobernación quél tenia de haría lo demás con el tiempo. É assi que-
Castilla del Oro, é áspera gente, é que á dó en este término esta negociación, de
la parte del Poniente, á veynte y quatro ó la qual resultaron adelante, con el tiem-
veynte é cinco leguas, estaba Careta, y po , muchas cosas é alteraciones que se
entraba de ahí adelante lo que se le daba siguieron sobre el falso fundamento é
al Vasco Nuñez en Coyba é Panamá del odioso que llevaban, como se dirá en su
Sur é parte del Mediodía, é le quedaría lugar.

CAPITULO X.
En que se relatan algunas entradas que diversos capitanes hicieron, por mandado del gobernador Pedra-
rias Dávüa, en su gobernación.

ÍL<ansancio es, y no poco, escrebirlo yo agraviádolos avria, si callasse á otros que


y leerlo otros, y no bastaría papel ni tiem- ovo tan culpados, ó podría ser mucho mas
po á expresar enteramente lo que los ca- que no ellos; porque como se dixo en el
pitanes hicieron para assolar los indios é capítulo de susso, essas partes quel go-
robarlos é destruyr la tierra, si todo se di- bernador é officiales llevaban en las entra-
xesse tan puntualmente como se higo; pe- das, los-tenían muy cebados en ellas, y el
ro, pues dixe de suso que en esta gober- thessorero Alonso de la.Puente ordenaba
nación de Castilla del Oro avia dos millo- las instruciones é capítulos que llevaba
nes de indios, ó eran incontables, es me- cada capitán, é una de las primeras cláu-
nester que se diga cómo se acabó tanta sulas que ponia, era, que se le díessen al
gente en tan poco tiempo. Y pues de al- gobernador dos partes en el oro y en los
gunos capitanes se ha dicho de susso, indios que se tomassen, é sendas al con-
ii HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tador ó thessorero é fattor, no en el oro, noa Nueva; é mas adelante entra el río
sino en los indios; é assi se guardaba y efe- del cagique Tutibra, é mas adelante entra
tuaba. Verdad es que en el oro los offigia- el rio del cagique Toto, hijo del cagique
les no llevaban partes, sino en los indios, Ocra. En la tierra adentro, sobre la ma-
como he dicho; pero cada uno dellos pro- no siniestra, están en la sien-a el cagique
curaba quel capitán, que avia deyr, fuesse Tapicor, y el cagique Penaca, y el cagi-
su amigo é quien le llcvasse sus mogos á que Pororc: lo qual todo es tierra alta y
ganar partes: é assi se proveían muchos muy poblada de sierras é montes, é hay
capitanes, que después quando tornaban, en ella muchos rios é quebradas de oro.
aunque hubiessen fecho mili dessatinos é Paresgerá al letor que llamarse cagique
crueldades, eran defendidos con el favor del Suegro uno, y decir á otro el cagique
de los mismos officiales. Quemado, questos nombres no son de in-
Por manera que después que fué envia- dios (ó assi es la verdad), y es bien que
do el teniente Johan de Ayora á la mar antes que á mas se progeda, aquesto se sa-
del Sur, é los capitanes que tengo dicho tisfaga. El Suegro se llamó aquel cagique,
que con él fueron la tierra adentro, so porque llegados allí los chripstianos le to-
proveyeron otros para otras partes, por- maron (ó él les dio de temor), tres ó qua-
que no quedasso ninguna provingia ni par- tro hijas que tenia a los capitanes: é por
te de la tierra sin dolor. Y fueron estos: este hospedage é adulterios de los yernos,
Fué por capitán Frangisco Begerra, con quél no quisiera, le llamaron el Suegro;
favor del thessorero, porque era de su tier- mas su proprio nombre era Mahe. Al otro
ra ó su pariente; y este era uno de los cagique que llamaron Quemado, fué por-
soldados antiguos ó primeros en la tierra que de hecho é sin causa le quemaron,
y en estas islas, é conosgia mejor la sim- porque no daba tanto oro como le pedían.
pligidad de los indios, é higo mas cruelda- Tornemos á la historia.
des que ninguno de los passados. É no fué Oy degir á este capitán é á otros que
reprehendido ni castigado, porque timo con él se hallaron en este su primero vía-
seys ó siete mili pessos de oro é mas de ge , que los animales que avian visto, fue-
tresgientos indios é indias en cuerda, en ron leones rasos bermejos é muy armados
que tuvieron buenas partes el gobernador de uñas é dientes, é de talle de galgos.,
é obispo é offigiales, y esto bastó para es- pero mayores, de los quales he yo visto
cusa de sus delictos y aun para ser loado algunos; ó llamólos rasos, porque no tie-
y no reprehendido ni castigado, aviendo nen aquellas barbas, que los leones reales
hecho machos insultos: antes, desde á po- do África. Vieron muchos tigres, aunque
co que tornó, fué enviado con mas faus- no afirmo si lo son, porque no tienen la
to é gente á otras partes, donde pagó lo velogidad que del tigre se escribe : estos
que debía é otros muchos, que con él se que en aquella tierra hay, son hermosos y
perdieron. Mas en su primera entrada la ñeros animales, bermejos é pintados de
tierra adentro corrió por el rio del cagi- manchas negras. Muchos giervos, puer-
que, que llaman del Suegro, é fué por él cos de aquellos que se llaman baquiras,
hasta entrar en el golpho de Sanct Miguel raposas ó gorras negras, dañinas, si lo
en la mar del Sur. En aqueste rio se jun- son; los chripstianos las llaman assi, por-
tan otros muchos, assi como el rio del ca- que el cuero dellas es muy gruesso: a es-
gique Tocagre, y el del cagique Quema- to animal llaman los indios beori. Estos é
do : é mas adelante entra el rio del cagi- otros animales son comunes en la Tierra-
que Qucracha, que otros llaman de la Ca- Firme. E porque el libro XII habla partí-
DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. X. 45
cularmente en ellos, volveré á lo que más avia en la tierra. E como tiene Dios tanta
vído este capitán en lo que anduvo. cuenta con todo, é no le avian castigado
Desde el cacique de Penaca, volviendo de sus excesos, él ni hombre de quantos
á la mar del Sur, es tierra llana é de her- fueron con él en este otro segundo viage
mosas cabanas é ríos; é llegado este capi- tomó, ni se supo del ni dellos, y allá aca-
tán é su gente al golpho de Sanct Miguel, baron las vidas y sus malas ganangías.
siguió la costa arriba al Oriente» y fué al En la niesma sagon fué enviado por ca-
cagique Jumeto, que está en la ribera de pitán Frangisco de Vallejo al mesmo gol-
un hermoso rio, que entra en aquel gol- pho de Urabá, hágia la parte donde avia
pho : é de allí passó al rio del cagique Chi- poblado el gobernador Alonso de Hojeda.
ribuca, é subió por él arriba hasta otro Y en el mesmo tiempo fué el capitán
cagique que se degia Topogre, é á otro Gaspar de Morales á la mar del Sur; é
que está mas arriba en la sierra, que se di* mandóle el gobernador que passasse á la
ge el cagique Chucara. É desde allí fué al isla de las Perlas, que descubrió el ade-
cagique Canachine, donde se hage una lantado Vasco Nuñez.
punta ó promontorio en aquel golpho, En el mesmo tiempo fué el capitán Jo-
ques cosa muy señalada; y desde allí se han de Escudero á otra provingia.
vía adelante una tierra alta, donde el ca- El capitán Gongalo de Badajoz fué á
gique Jumeto dixo que vivia gierta gente otra parte.
que eran negros (pero la verdad desto no El capitán Antonio Tellez de Guzman
se supo, ni este capitán passó á la punta fué á otra provingia. El adelantado Vas-
de Canachine); y desde allí vido la isla de co Nuñez de Balboa fué á la provingia del
las Perlas, que descubrió el adelantado Dabayde.
Vasco Nuñcz de Balboa, como en otra par- Por el rio grande, llamado el rio de
te queda dicho. Desde Canachine tornó Sanct Johan, fué el fattor Johan de Tavi-
atrás este capitán hasta el cagique Toto, ra con giertos navios é armada, é poco
donde avía estado primero; é de allí atra- antes fué á la provingia de Abrayme el
vesó á la otra costa del golpho de Sanct capitán Luis Carrillo.
Miguel, y fué al rio del cagique de Cha-
Assimcsmo fueron otros capitanes á
pe; é de allí por la costa arriba del golpho
otras partes é provingias.
fué al rio del cagique Tunaca; é de allí
Mas porque esto seria grand laberin-
passó al cagique é costa de Thamao, ó
to é quassi infinito, ó á lo menos muy
vido la costa de Panamá, pero no llegó á
enojoso degirse tantas crueldades como
Panamá; y de allí de Thamao se tornó
usaron los mas dcstos capitanes contra
al Darien con el oro é indios que tengo
los indios, diráse algo dello con breve-
dicho, lo qual ovo como pudo y no como
dad ; y porque no ignore alguno quán
de ragon se avia de aver.
justo es Dios, si atento estuviere el letor
Después de quintado é fundido este oro, en esta historia, por ella verá cómo pa-
é dadas las partes al gobernador é offigia- garon sus delictos los que los cometie-
les, é repartido lo restante entre el capi- ron, por mostrar la justigia divina á los
tán Frangisco Begerra é la gente que avie ojos mortales quán verdadera es aquella
llevado consigo, fué proveydo para que sentengia del glorioso dotor de la iglesia
fuesse al golpho de Urabá con dosgientos Sanct Gregorio:1 «En vano presume de la
hombres ó mas é de la mejor gente que esperanga el que en sus obras menospre-

1 Mora!., lib. XXIX, sobre el cap. 28 de Job.


40 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cia el temor de Dios.» Assi que con ahora distinguiendo con estos capitanes
atención se mire el discurso destos capi- con brevedad.
tanes. Porque Luis Carrillo era mancebo y
Dicho tengo que, quando el teniente hermano de doña María Niño, muger del
Johan de Ayora passó por el puerto de secretario Lope Conchillos, mandó el go-
Sancta Cruz, ques en la provincia de Co- bernador que fuesse por su coadjutor
nsogre, dexó allí un pueblo con hasta Francisco Picarro, teniente que avia sey-
ochenta hombres debaxo de la capitania do del gobernador Alonso de Hojeda en
de un alcalde, llamado Hurtado, el qual y Urabá, y es aquel que fué después mar-
los demás en el tiempo que allí estuvieron qués y gobernador en el Perú; é estos fue-
traefaron muy mal á los indios, tomándo- ron á las provingias de Abrayme y Teruy,
les quanto tenian, y las mugeres é hijos, á donde los indios tienen sus moradas,
é hagiéndoles otras muchas vejaciones. como aves oydo, en los árboles, dentro
É los indios sufrían todo, porque los en muy grandes lagunas y estaños de pa-
chripstianos que avian entrado con Johan dules, é de allí salen á sus mabicales é co-
de Ayora la tierra adentro avian de vol- nucos á tierra enjuta con canoas, é están
ver por allí al Darien, é no osaron aque- fuertes en estas moradas, y seguros del
llos indios de Comogre alterarse para ven- fuego é de sus enemigos. Desta tierra é
gar sus injurias hasta que vieron que otras partes truxeron Luis Carrillo é Pi-
Johan de Ayora é los otros capitanes é carro é los que con ellos fueron muchos
gente eran tornados al Darien. Estonces indios y esclavos, é muy buen oro: é tam-
los indios de Comogre no dexaron á vida bién usaron sus crueldades con los indios,
á hombre chico ni grande de todos aque- porque ya esta mala costumbre estaba
llos del assiento del puerto de Sancta muy usada, é la sabia de coro el Picar-
Cruz, para lo qual se juntó también el ca- ro, é la avia él usado de años atrás.
cique de Pocorosa: en pena de lo qual el El capitán Escudero lo higo muy peor
gobernador hipo hacer grande castigo en donde fué é truxo poco oro; pero él é los
los indios destos dos caciques, é fueron que con él fueron hicieron comer á per-
pronunciados por esclavos, sin aver res- ros dos caciques ó indios pringipales: é
peto á que los indios no fueron agresores, después que volvió al Darien, como no
ni hicieron muerte en chripstiano que no truxo de qué pudiesse dar partes al gober-
se la tuviesse aquel é otros primero muy nador y offigiales, fué presso. Pero el juez
bien merescida. le absolvió é dio por libre, porque al tiem-
Otro capitán, llamado Lope de Olano, po questo partió, para yr á aquella entra-
y era el mesmo que higo la deslealtad que da, avia dexado á guardar gierto oro al al-
se dixo en el capítulo I del libro XXVIII calde mayor que lo scntcngió.É fueron tan
al gobernador Diego de Nicucsa, pares- públicos é feos los horrores deste y los fa-
ciendo al gobernador Pedrarias que es- vores de quien le juzgó, que se sospechó
tarían en grand sitio é muy buen puerto que se avia quedado con aquel oro, que le
para la costa del Norte é para la contrac- tenia en guarda; porque meresgiendo un
tacion de la mar del Sur una fortaleza é público castigo, fué absuelto é no peniten-
pueblo en la provincia de Careta, ó que giado,sino lo fué en la pecunia, para quien
esto era hombre diligente, cometiólo este no la avia de aver, sino el fisco.
odeficio é fundación; é fué con cierta gen- El capitán Frangisco de Valle-jo, des-
te é higo la fortaleca é pueblo, émandóle pués que passó á estotra parte del golpho
llamar Pedrarias la cibdad de Acia. Vamos de Urabá, ovo tres mili pessos de buen
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. X. 47
oro fino rancheado; pero juntáronse los crueldades é mas públicas, é fué favores-
indios é fuéle forgado retraerse, pero no gido del contador Diego Márquez. É lo que
tan descarada é vergonzosamente é con un offigial quería en este caso, los otros lo
tan poco tiento, como lo higo, porque él aprobaban por causa de las partes, que
se pudiera salvar con toda su gente, si co- se les daban en los mejores indios é in-
mo hombre de buen ánimo é diestro lo in- dias : é assi se quedó sin castigo ni puni-
giera. Mas fué tanto su miedo, que no cu- gion, porque á la verdad el gobernador
ró de atender la compañía: é junto con su disimulaba en todo lo que via que los offi-
Cemor cresgieron los rios mucho, ó con giales querían muy claramente; y como
algunos chripstianos metióse en giertas él gogaba de aquellos despojos su parte,
balsas de cañas y maderos por un rio, hu- si reprehendiera lo quél hagia, pudiera
yendo, é dexóse allá mas de septenta ser respondido como pringipal tirano.
hombres perdidos, que todos murieron El adelantado Vasco Nuñez de Balboa
por su poquedad, y los pudiera muy bien fué á la provingia del Dabaybe con muy
salvar, si los atendiera: muchos delosqua- buena gente é armada, y en el camino los
les quedaban colgados de las ramas de los indios le desbarataron, y él volvió mal
árboles en la costa del rio, é passaba él herido, y la gente maltractada; y el capi-
con sus balsas, é pudiéndolos rescebir y tán Luis Carrillo, que con él yba, truxo un
recoger, ninguna piedad tuvo dellos, an- varazo por los pechos, de que murió des-
tes se passó de largo y los desó. É con de á pocos días que tornó al Darien, é
este buen recabdo se tornó al Dañen, pagó lo que avia hecho en el viagc, que
donde ningún capitán fué hasta estonge se dixo que fué á Teruy é Abrayme.
punido de cosa que mal hiciesse, á causa El capitán Gongalo de Badajoz fué la
de las partes quel gobernador é offigiales tierra adentro por la costa del Sur, y este
llevaban destos viages, porque como ellos é los que con él fueron, vieron primero
los elegian y favoresgian para quel gober- que otros chripstianos las islas de Taboga,
nador los eligiesse, quando yban á entrar, é otras questán enfrente de la cibdad de
ellos mesmos los defendían después de Panamá, á dos é tres é quatro é ginco le-
sus errores é maldades. Y porque lo ques- guas é seys dentro en la mar del Sur, é
te capitán Frangisco de Vallejo higo fué llegó hasta Nata é á Escoria. É hasta este
tan público é tan mal hecho, é por su cau- cagique de Escoria avia tomado á los in-
sa é negligengia tan cobardemente perdió dios mas de veynte mili pessos de oro, é
tantos chripstianos, la pena que se lo dio muchos indios é indias que traia en cuer-
fué que por sentengia se mandó é determinó da : é aunque con alguna templanga se
que no pudiesse ser capitán en algún tiem- ovo en las crueldades contra los indios,
p o ; é assi desdo á poco se fué de la tier- no quedó tan sin culpa que caresgiesse del
ra con lo que avia robado. Después, quan- error de los otros capitanes en algunas co-
do el Emperador, nuestro señor, higo go- sas. É llegado al cagique de Escoria, ovo
bernador de Sancta Marta al capitán Ro- del hasta nueve mili pessos de oro, quel
drigo de Bastidas, fué por gobernador con cagique de su grado le quiso dar, en pa-
él este Vallejo, é volvió á morir en la go de lo qual le tomó una hija ó sus mu-
Tierra-Firme. geres, una de las quales era hermana de i
El capitán Antonio Tellez de Guzman cagique de Paris, questaba adelante y
fué la tierra adentro la vuelta del mar del era uno de los mas poderosos é ricos de
Sur, é corrió mucha tierra, é higo lo que gente é oro, que avia en todas "aquellas
los otros ó peor, é fué infamado de mas provincias. E cómo vido el cagique Esco-
48 HISTORIA GENERAL Y NATURA L
ria que le llevaba su hija é mugeres, sa- quiere degir asno, ó por este nombre es
lió tras él. rogándole que le diesse su hija figurada la luxuria, segund da testimonio
é sus mugeres, e fué mas de una legua, el propheta Egechiel, digiendo: «Las car-
importunándole por ellas; pero el capitán nes dellas serán assi como carnes de as-
no lo quiso hacer: antes lo amenacó é di- nos. 2» Si este clérigo ovo alguna notigia
xo que si no se volvía á su casa, llevaría de Sanct Pablo, oydo avria que ni los for-
á él ó le mataría. É desque aquesto ei ca- nicarios, ni los que sirven á los ydolos, ni
cique vido, algaba las manos é los ojos al los adúlteros, posseerán el reyno de Dios.3
cielo, y quexándose á Dios, dexóse caer El prudente indio disimuló su injuria, y
en tierra desesperado, ó mordia la tierra otro dia por la mañana, con gentil sem-
é paresgia que rabiaba: y el capitán y su blante , mostrando mucho plager, se des-
gente, riéndose de verle hacer vascas, se pidió del capitán con sus cuernos, llevan-
passaron de largo é lo dexaron allí tendi- do su muger consigo; é con mucha dili-
do, llorando su desaventura. gengia fuesse á donde el cagique Paris es-
Este cacique dio luego noticia dosto á taba , é díxole que aquellos chripstianos
su cuñado el cagique de París, y rogóle eran villanos y mala gente, é contóle su
que le ayudasse: el qual le envió á decir trabaxo. É por esto quedó muy indigna-
que á él no le avian hecho mal los chrips- do , é por lo que avia intervenido á su cu-
tianos, ni les queria hacer daño: antes ñado el cagique Escoria, y juntó presto su
proveyó en que sus mugeres del mesmo gente é otros cagiques de la comarca que
París le enviaron un pressente de seys con él fueron á dar en los chripstianos: é
mili pessos de oro, y envióle á decir que alcangáronlos en un pueblo de su tierra
aquello le enviaban sus mugeres del mes- del Paris, donde estaban apossentados. y
mo París, é quél queria ser amigo suyo entráronle por fuerga de armas á los po-
é de los chripstianos. É tras aquesto en- cos chripstianos, que en él hallaron en
vió un principal suyo, para que viesse al guarda de nueve habas ó gestas grandes
capitán Badajoz 6 su gente, el qual in- de oro que avian hasta estonce ávido por
dio llevó consigo á su muger, que ora pri- donde avian andado, en que tenían quas-
ma ó hermana del cagique Paris, y era si ginqüenta mili pessos, émuchos indios
moca y de gentil dispusicion, é higo pros- pressos y encadenados que traían de otras
senté al capitán de tres mili pessos de oro, partes; é pegaron fuego en muchas casas
é resgibióle muv bien. Esta noche mesma é partes, é mataron é hirieron algunos
un devoto clérigo queste capitán llevaba chripstianos, é ninguno quedara con la
consigo (porque era costumbre que con vida, si un poco mas, durando la batalla,
los mas de los capitanes que salían á en- se tardara el socorro. En el qual tiempo
trar yba un clérigo); é el que aqueste ca- algunos españoles de buen ánimo salva-
pitán llevaba, aquella noche higo echar de- ron del fuego siete habas ó gestas de las
baxo de su hamaca al pringipal, ó tomó nueve de oro, é sacáronlas del pueblo,
en la hamaca á su muger é durmió con que ya ardía todo, é pusiéronlas en un
ella , ó mejor digiendo no la dexó dormir gcrrillo gerca de ahí, é los otras dos se
ni estar sin entender en su adulterio. Por quedaron en el fuego ó se quemaron allí.
gierto este tal clérigo mejor se pudiera lla- Durante la batalla, llegó el capitán Gon-
mar ono-centauro*; porque en griego onos galo de Badajoz, con la mayor parte de

i Moral., lib, VII, sobre el cap. 6 de Job. 3 I. AdCwinlli. VI.


2 Ezechiel, XXIII.
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. X. 49
la gente, que por otra parte avia y do á diendo testimonios en nombre de Sus Al-
buscar al mesmo cacique de Paris, é dio tegas é del gobernador Pedrarias Dávila;
en los indios ó mató muchos dellos, é ces- é mudó el nombre á la isla, é llamóle Is-
sando la batalla, los puso en huyda. Pero la de Flores, porque assi se lo avia man-
en tanto avian ya llevádose las siete ha- dado el gobernador. É con mucho oro é
bas de oro, que estaban en el cerrillo que perlas é esclavos, tornándose rico, llegó
he dicho. Luego se rehigo de gente el ca- á la provingia del cagique de Chochama:
cique de Paris para tornar con mayores é teniendo assentado su real en la ribera
fuergas y exérgito sobre los chripstianos; de un rio, vieron mucha gente de indios
pero ellos y su capitán Badajoz quedaron que venian de guerra á cobrar, si pudie-
tales, que acordaron de salirse de la tier- ran, sus mugeres é hijos é parientes, que
ra del cacique de Paris, perdido el oro é este capitán les llevaba robados: y el ca-
muchos indios prissioneros (que sin lásti- pitán ovo su consejo con Andrés de Val-
ma no se puede oyr, porque como esta- derrábano ó con un mangebo, que se de-
ban encadenados no se pudieron huyr del gia el capitán Peñalosa, pariente de la
fuego, ni los otros indios valellos, y se muger de Pedrarias, é acordaron de de-
quemaron todos). El capitán se acogió á gollar en cuerda todos los indios que es-
un rio, é de ventura halló ciertas canoas taban pressos é atados, no perdonando
en quél é su gente se salvaron, é fueron muger ni niño chico ni grande de todos
huyendo; porque si atendieran, ningún ellos, imitando la crueldad herodiana, pa-
chripstiano de todos ellos se escapara, ra que los indios que venían de' guerra
porque el cagique Paris y Escoria yban contra ellos se detuviessen allí, viendo é
tras ellos con mucha gente, é todas aque- contemplando aquel crudo espectáculo; é
llas comarcas estaban apellidadas é juntas assi se puso por la obra, é degollaron des-
y en conformidad contra los chripstianos. ta manera sobre noventa ó gient personas.
Salido el capitán Gongalo de Badajoz de Pero en fin, este crudo ardid fué causa de
ia tierra de aquel cagique de Paris, dio quedar ¡os chripstianos con las vidas; por-
la vuelta para el Darien, en la qual tomó que entre tanto que los indios se detuvie-
en otras partes quassi veynfe é dos mili ron á mirar ó llorar los muertos, é tan
pessos de oro, con las partes de los qua> extraño caso, el capitán Gaspar de Mora-
les é de los indios que llevaron que les les con su gente se puso en salvo, é se
cupo al gobernador é officiales, se solda- fué su camino á mas que andar. En fin,
ron c perdonaron las culpas y errores de él llegó al Darien, donde fué tractado é
este capitán, é no se habló en crueldad dissimulado con él, por primo é criado
que oviesse fecho, aunque fueron muchas del gobernador, sin castigo ni pena, ni
é no falló quien las dixo. otra reprehensión, de cosa que mal ovies-
se fecho cu su viage, en el qual ovo mu-
El capitán Gaspar de Morales, criado ó
chas perlas, é entre ellas una de hechura
primo de Pedrarias, que fué á la mar del
de pera, que pessó treynta é un quilates;
Sur é á la Isla Rica de las Perlas, passó
por la qual, puesta en almoneda, dio un
á ella é ovo muchas perlas allí, é mucho
mercader, llamado Pedro del Puerto, mili
oro en las provingias é cagiques, por don-
é dosgientos pessos de oro, é fué suya. É
de anduvo. É por escuregcr el descubri-
la tuvo una noche ó dos, é con mucho
miento, que avia fecho de aquella mar é
trabaxo; é acordándose que avia dado
islas Vasco Nuñez de Balboa, comengó á
tanto por ella, no hagia sino sospirar, é se
tomar possesiones por auto de escribano,
assi en las islas como en otras partes, pi- tornó quassi loco. É cobdigiándola el go-
TOMO III. 7
so HISTORIA GENERAL Y ANTURAL
Lernador, tuvo forma do le dar por ella eran pequeñas caraveletas) que le costaran
los mcsmos dineros, puesto que algunos tres naos en Vizcaya, aunque fueran de
quisieron decir que todo avia seydo cau- porte de cada dosgientos toneles. Con las
tela. Esta perla es aquella mesma que se quales é con giertas canoas, é con hasta
dixo en el libro XIX, capítulo VIII, que la dosgientos hombres, fué al rio Grande
Emperatriz, nuestra señora, de gloriosa que he dicho, é subieron por él septenta
memoria, la compró después á doña Isa- ó ochenta leguas, en lo qual estuvieron
bel de Bovadilla, muger del gobernador mas de otros tantos días, á causa de la
Pedrarias Dávüa. grandíssima corriente: é en las costas del
Este Gaspar de Morales, sintiéndose rio hallaron muchas poblaciones en bar-
enfermo ó rico, se fué después á España bacoas ó casas muy altas, fechas é arma-
á su casa, la que tenia en Mojados, don- das sobre postes de palmas negras fortís-
de vivió poco tiempo después; é plega á simas é quassi inexpugnables, á causa del
Dios que fuesse conosciendo sus culpas. sitio é riberas grandes donde están fun-
El capitán Peñalosa se passó á la isla de dadas, é por la forma y edefigio dellas son
Cuba ó Fernandina, é en ella le mataron invengibles mucho mas de lo que sin ver-
los indios. las se puede considerar, é viéndolas, es
El Andrés de Valderrábano, adelan- cosa mucho para admirar.
te se dirá la fin que ovo, que fué con- Una destas casas fué combatida por los
forme al consejo, que dio para que fues- españoles en la provingia de Tatuma, y
sen degollados en prission los indios que eran mas de dosgientos hombres á la com-
es dicho, salvo que quando á él le dego- batir é no la pudieron tomar: é al cabo de
llaron, fué con pregón de la justigia real dos dias que estuvieron trabajando en
por traydor, y á mi parescer sin culpa ó averia, fué una noche desamparada de los
sin ser traydor; pero assi como los indios indios, é se salieron por entre los chrips-
quél higo degollar tampoco tcnian culpa tianos, sin ser sentidos,é se fueron á otras
para morir, assi quiso Dios quél murics- barbacoas ó casas semejantes, donde se
se é padesciesse por las culpas deste é salvaron: de que se colige que los que as-
otros consejos. si se fueron é la defendían, eran muy po-
El factor Johan de Tavira, estando ya cos , pues no fueron sentidos ni pressos,
rico é teniendo mas de quinge mili pes- quando se yban. Otro dia los españoles
sosde oro, no se contentando con esso, tomaron la barbacoa, porque ninguno se
ni se acordando que tres años atrás no lo resistió; c subidos en ella hallaron tres
tenia mas que una espada é una capa, ó quatro indios muertos del artillería y es-
é viendo quán presto los capitanes cres- copetas, con que los avian tirado los nues-
gian en hacienda, parescióle que confor- tros : y en sola aquella barbacoa ó casa
me á gierta noticia falsa que le avian da- estuvieron todos los chripstianos apossen-
do del rio de Sancl Johan (que también tados y cabian muy bien, aunque eran
le llamaban rio Grande, que entra en el mas de dosgientos hombres de pelea.
goipho de Urabá), armando para allí, en Salidos de allí, prosiguiendo su viage
breve tiempo haria tanta hagienda que hi- el rio arriba, quanto mas subían, mas po-
giesse ventaja á los mas veginos de la vi- deroso los paresgia é de mas agua; é quan-
lla de Ocaña, de donde él era natural. do tcnian nesgessidad, saltaban en tier-
Puesto en esto desseo, é teniendo ligcn- ra á buscar de comer, é matábanlos los
gia del gobernador para ello, armó ó higo indios. De manera que constriñidos de la
fres naos, que le costaron mas (aunque nesgessidad, se morían de hambre en los
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. X. 51
navios, é no ossaban salir á tierra muchas era natural, le mataron allí, para que pa-
veces. gasse los que por su mal recabdo murie-
Un dia, queriendo el fattor passarse á ron en el Cenú.
otro navio en una canoa, se trastornó, é Assi que, este subgesso que he di-
abragóse con él un hidalgo que se llama- cho en breves renglones, fué el de es-
ba Johan Navarro de Virués, é estaba en tos capitanes, á los quales pido de gra-
esta armada por thessorero; é assi abra- cia me hayan por excusado en lo que
cados se hundieron é ahogaron, é nunca les parescicre agravia mi historia, é se
mas paresgieron. Á causa de lo qual el acuerden que escribo en tiempo de testi-
armada se tornó al Darien con mucha pér- gos de vista, é que en mi pressencia se
dida é muertes é enfermedades de mu- fundieron, como ante veedor, todos essos
chos dolía; é el fattor gastó en esto sus thessoros que ovieron en sus entradas, é
bienes ó la mayor parte dellos , y en los que de mi mano se ponian todos los escri-
que le quedaban se entregó el Rey, por ra- banos que con ellos yban, en nombre del
con del officio é cuenta del fattorage. É secretario Lope Conchillos, é que los pro-
assi pagó aquella harina é vino que se gessos de sus obras é méritos venían á mi
quemó en la casa del Toldo, donde esta- poder, é los vi, é ley é vi lo demás de sus
ban los bastimentos, sin los dar á los po- residencias; é yo les ruego que me agra-
bres chripstianos é nescessitados , que se dezcan lo que les quito é callo, é no me
caian muertos por las calles, segund atrás perdonen lo que les levanto. Y si en esto
se dixo. tovieren consideración é respecto con mi
Pocos dias antes que yo saliesse de pluma, verán que los he tractado como
aquella tierra, teniendo yo licencia del amigos, é no con passion alguna: que en
gobernador para mi partida, vino Pedre- verdad no la tengo en este caso. Antes
rías Dávila, el mancebo (sobrino del go- quisiera hablar, hallando que loar en sus
bernador) de la provincia del Cenú, que obras, porque fuera mas dulce la loción,
es en la costa de Cartagena, donde el ba- y para mí mas aplacible exercigio la ocu-
chiller Enciso decía que avian de hallar pación destas materias; pero, como tengo
grandíssimos thessoros de oro. Y él fué dicho en otra parte, he de dar raeon por
allá, y el capitán Diego de Bustamante é dónde esta tierra ha llegado á estar quas-
otros hidalgos é compañeros, en número si yerma, sin indios: y el fundamento é
de doscientos hombres; é diéronse tan principal causa es lo que tengo dicho. Y
buen recabdo, que mataron al capitán también escribiré adelante un capítulo en
Bustamante é á otros chripstianos, é los que se resuma lo que se ha tocado des-
demás tornaron perdidos y enfermos, é tos capitanes, y de otros, de quien ade-
truxeron tan poco oro, que les cupo de lante se ha de tractar, porque no se pue-
parte á menos de un pesso de oro á cada da decir que excuso los unos y que des-
hombre. É al mesmo Pedrarias, después alabo los otros; sino que doy á cada uno el
que tornó á la cibdad de Ávila, de donde nombre que meresce.
52 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XI.
Cómo el veedor Goncalo Fernandez de Oviedo fue á España á buscar el remedio de la Tierra-Firme , é.
desde á pocos dias que ¡legó á Castilla llevó Dios at Rey Calhólico á su gloria; é cómo continuó su camino
é fué á Flandes á dar noticia al Rey don Carlos, nuestro señor; é cómo fué proveydo por gobernador de
Tierra-Firme Lope de Sosa, un cavallero de Córdova, é su muerle ' .

Uespues que yo tuve licencia de Pedra- yo entendí el secreto de sus negociacio-


rias para salir de la Tierra-Firme, como se nes, no dexé su comunicación é familia-
di so en el capítulo IX, me embarqué en ridad , é hasta esta cibdad de Sancto Do-
una caravela del Rey, de que era maes- mingo de la Isla Española venimos en com-
tre é piloto Andrés Niño: é assimesmo en pañía é á una mesa é manteles.
aquella venían el provincial de la orden Desde aqui el Colmenares se fué pri-
de Sanct Francisco, llamado fray Diego mero en giertas naos que estaban á la
de Torres, persona reverenda é muy buen colla, é llegó mucho antes que yo á Se-
religioso, é otro frayle de su orden, su villa. El frayle, como era mas entendi-
compañero, llamado fray Andrés de Yal- do, no quiso salir del monesterio de su
dés, que al pressente está en la cibdad orden, que aqui hay, hasta que yo me par-
de Sancto Domingo, donde estoy. Assi- tí , desde á mas de dos meses después que
mesmo venia aquel capitán Rodrigo de el Colmenares, por no me perder de vista.
Colmenares, que avia ydo por procurador Tuvo una astucia é aviso Pedrarias, é
del Darien, quando Pedrarias fué provey- con mucho cuydado: é fué que nunca
do por gobernador de Castilla del Oro. É consintió que en aquella cibdad del Da-
cómo veníamos en un navio, y el largo rien oviesse regidores sino puestos por su
camino é la mesa descubren muchas ve- mano, de criados suyos é personas del
ces las voluntades é propóssito de los hom- aficionados é parciales, é no fechos al
bres, alcancé á saber que el fray Diego propóssito de la república, sino para que
de Torres yba por contraseño de mi em- en aquel concejo no se tractasse ni higies-
baxada, enviado por el obispo á España, se ni se escríviesse cosa alguna sin que
só color de otros negocios de su orden; él lo supiesse; por lo qual el Rey ni su
porque estos padres, á la sombra de su
Real Consejo nunca supieron mas do aque-
hábito, suelen darse buena maña en otras
llo que el gobernador queria que se su-
muchas negociaciones. El capitán Rodrigo
piesse por lengua de aquella cibdad. Pero
de Colmenares yba enviado por Pedra-
por otras vias é cartas de personas parti-
rias , temiendo que yo avia de decir, sin
culares é principales, é aun de los mes*
respeto de alguno, lo que fuesse verdad.
mos officiales (aunque conmigo no esta-
É temían bien el uno y el otro. É aunque
ban bien, porque yo decia que llevaban

i Debe notarse aqui que Oviedo modificó el é desde á pocos dias que llegó á Castilla llevó Dios
epígrafe del presente capitulo, después de puesta en al Rey Calhólico á su gloria, é cómo continuó su ca-
limpio esta segunda parle , pareciendo dignas de mino é fué á Flandes á dar noticia al Rey don Car-
ser conocidas las cláusulas, que en el suprime. En los , su nieto é subcessor en los reynos; <; cómo fué
Ja primera redacción decia: «Cómo el veedor Gon- proveydo por gobernador de Tierra-Firme Lope de
calo Fernandez de Oviedo, autor é historiador des- Sosa, un cavallero de Córdoba, el qual llegado al
tas materias, fué á España á buscar el remedio de puerto del Darien murió en la nao, queriéndose
la Tierra-Firme, como procurador é regidor de desembarcar, é otras cosas que pertenescen al dis-
la cibdad de Sancta Maria del Antigua del Darien, curso de la historia.
DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. XI. 53
injustamente aquellas partes de las entra- que hacían al proposito de la goberna-
das}, cada uno dellos cscrivió, ó assi to- ción é de su servició quiso entenderlas
dos me daban crédito, é todos estaban ya despacio, é assi me dixo que en Sevilla,
escandalizados con el gobernador é obis- para donde yba, me oyrlaédespacharía.
po : é con ellos mesmos é otros se proba- É yo le supliqué que me diesse ligencia
ba , por sus cartas, mucho mas de lo que para yr á Madrid á visitar mi casa é mu-
yo pudiera decir. ger, que avia quassi tres años que avia
Por manera que el frayle salió desta salido della: é Su Alteca lo ovo por bien,
cibdad do Sancto Domingo en una nao, de é me dixo que, pues le decia que conve-
que yo fui por capitán, é llevé ciertos mi- nia á su servicio que me oyesse, que en
llares de pessos de oro para Sus Mages- llegando á Sevilla, se entendería en ello,
tades, que aquí me dieron el thessorero é que entre tanto dexasse al secretario
Miguel de Passamonte é officiales. É demás Conchillos una memoria de todo lo que
de esso el thessorero, como era antiguo fuesse nescessario proveerse, entre tanto
criado del Rey Cathólico, é aragonés, é que yo tornaba á la corte á entender en
tenia con él mucho crédito é con Johan Ca- lo demás. É assi lo hice, é me fui á mi ca-
brero, el camarero, é con el secretario Lo- sa á Madrid.
pe Conchillos (que todos eran aragoneses é É desde á pocos dias que allí llegué,
privados é amigos de este thessorero), pa- luego el siguiente mes de enero de mili é
ra todos me dio cartas é crédito, y envió quinientos é diez y seys años, yendo el
seys indios é seys indias muy bien dis- Rey Cathólico á Sevilla, murió en Madri-
puestos (ellos y ellas caribes), é muchos galejos, aldea de la cibdad de Truxillo.
papagayos, é seys panes de acucar, é Assi como yo supe que Dios avia llevado
quince ó veynte cañutos de cañafístola: al Rey Cathólico á su gloria, me partí pa-
que fué el primer acucar é cañafístola que ra Flandes á dar noticia al nuevo Rey, don
el Rey vido de aquestas partes, é lo pri- Carlos, nuestro señor, de las cosas de la
mero que á España fué destas partes é isla. Tierra-Firme, sin me cansar, non obstan-
É después que llegué á Sevilla, fuy á te , el largo camino que desde la Tierra-
buscar al Rey, é hállele muy enfermo en Firme yo hagia, ni el trabaxo é costa pro-
la. cibdad de Plasencia, en el mes de di- pria.
ciembre, año de mili é quinientos é quin- Aquel padre fray Diego de Torres,
ce , é yba de camino á Sevilla: é allí le quando ybamos á España, arribamos al
besé las manos, é le di las cartas é creen- Funchal, que es una villa de la isla de la
cias de todos aquellos que le escrivieron Madera del rey de Portugal; ó hasta allí
de Tierra-Firme, é del thessorero Miguel aviamos llevado muy trabaxosa navega-
de Passamonte. É holgó mucho de ver ción de tiempo é mar, é aviamos tardado
aquel pressente é indios; porque avia Su septenta é chico dias desde aquesta cib-
Alteca escrito al thessorero que desseaba dad de Sancto Domingo : é creyendo que
ver qué gente eran estos caribes, que co- la nao nuestra se detuviera mas en aquel
men carne humana: los quales eran délas puerto, salió á tierra aquel reverendo pa-
islas Dominica, Matinino yCibuqueyra,que dre con otro compañero, é ciertos mari-
los chripstianos llaman Sancta Cruz, é de neros , é dos ó tres passageros, para to-
otras islas próximas á estas que he dicho. mar algún refresco é dos ó tres pipas de
É el Rey me oyó, é me preguntó lo que fué agua: que ya no teníamos sino una por
servido saber de mí en cosas generales é beber (y éramos mas de noventa perso-
del camino é de aquella tierra; pero las nas). É de caso aquella noche, passada la
54 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
primera guarda, saltó tanto viento al Sur tan caro é mas que aquí le bebemos: te-
(que es allí travesía), que nuestra nao ni nían un .poco de harina, de que haciemos
otras muchas naos é caravelas que allí es- unas tortillas que cocíamos en el rescoldo ó
taban, no se pudieron sostener; é todos cenica: otra cosa de comer no la tenía-
salimos del puerto huyendo, por no dar mos; pero avia conejos, é algunos ba-
al través en aquella costa brava: é nos M- llesteros de la nao mataron algunos. Y en
gimos á la vela la noche siguiente al mes- esta penitencia, estovimos ocho días ó diez,
mo dia que allí llegamos, é todos los esperando el tiempo; é víamos desde allí
otros navios se fueron á guarescer á una la ysla de Inglaterra é seys ó siete lugares;
isla que se dice Puerto Sancto, é no- é si por caso no pudiéramos aferrar aque-
sotros seguimos nuestro viage para Espa- llas ysletas, fuéramos la vuelta de Islanda,
ña , aunque con aquella poca agua que es é pudiera ser que desde á un año no vol-
dicho; pero essa nos bastó, é los fraylcs viéramos á Flandes.
quedaron en la isla. Mas después, desde Plugo á Dios que volvió tal tiempo, co-
á pocos dias, se fueron en otra nao, y en mo le aviamos menester, é tornamos á la
el camino adolesció el padre fray Diego Canal, é fuymos á desembarcarnos á las
de Torres, é llegó á morir dentro en la Dunas, dos ó tres leguas debaxo de Do-
bahía do Cádiz, sin se desembarcar. Pien- bra : é desde allí nos fuymos los passage-
so yo que era tan buena persona, que no ros al puerto de la villa de Dobra, é la
dexara de decir verdad, si llegara á la nao se fué á Lóudres. Desde Dobra atra-
corte, é donde debiera decirla. vessamos aquella canal hasta Cales, é des-
Ydo yo en Flandes, é llegado quassi á de Cales fuy por tierra á Bruselas, donde
la costa de Bretaña, nos vino el tiempo hallé al Rey. Y es verdad que estuve en
contrario; é cómo aviamos salido de Por- este camino quassi quatro meses, é gasté
tugalcte, vinimos a tomar puerto en La- é trabaxé mas que si dos veces viniera
rodo , ó desde allí volvimos á la navega- desde Sevilla á esta cibdad de Sancto Do-
ción ; ó estando ya quassi á medio cami- mingo, Á la vuelta torné desde Gelanda á
no, é en el parage de la isla do Uxente, Portugalete en tres dias y medio.
nos vino tanto tiempo é recio Nordeste, Después que en Bruselas besé las ma-
que ovimos de dar la vuelta (alijando é pi- nos al Rey, nuestro señor, mandóme oyr
diendo á Dios misericordia) á España, c á su grand chanciller de Borgoña; é assi
corrimos hasta el puerto de la Corana. É se higo. É después de oydo, porque los
desde allí fuymos en romería algunos á mas de su Real Consejo eran extrangeros,
visitar la casa del Apóstol glorioso Sanc- é los señores, que entre ellos avia españo-
tiago, é dentro de tercero dia tornamos á les, tenían poco curso de semejantes nego-
la Corana, é seguimos la via de la Canal cios, fuy remitido por Su Alteca á España
de Flandes; y estando ya dentro delta, nos á sus gobernadores, que eran el Cardenal
dio tiempo contrario é nos sacó fuera, é arcobispo de Toledo, fray Francisco Xüne-
con mucho trabaxo é mayor ventura po- nez de Cisneros, y el Cardenal de Torto-
dimos tomar las islas de Sorlinga. Y en sa, que después fué Papa Adriano: á los
una dellas estovimos ocho dias, haciendo qualcs mandó el Rey que, juntamente con
vida peor que ¡a de las Indias, porque no las otras personas, que tenían á cargo las
avia allí sino una fortaleca ruinada ó yer- ' cosas de las Indias, me oyessen é viessen
ma del rey do Inglaterra é quatro ó cinco el memorial que yo avia dado á Su Ma.
chocas pajicas, y no tales como los bullios gestad, que yba señalado do su secreta-
de acá con mucho: con todo avia vino, y rle ligo de Urries, señor de Aycrve, é
DE INDIAS. LIB. XXIX- CAP. XI. o5
después de visto lo despachassen, como mingo, prior de Sanct Johan de Ortega,
conviniesse a su real servicio é bien de la é fray Bernaldino de Mancanedo, prior de
Tierra-Firmo; é que en lo que tocaba á mí Montamarta (reverendas personas, y es-
persona, yo fuesse gratificado é pagado de cogidos para remediar estas cosas de
mis gastos é servicios, como criado de su aquel Nuevo Mundo), para que estos pa-
real casa, teniéndosse por servido de mí. dres tornassen á él é gobernassen esta
Con esta remisión volví á España, éal cibdad é las Indias. É con muy grandes
tiempo que me partí Ae la villa de Bruse- é largos poderes vinieron á esta cibdad
las, vi acaso al Rodrigo de Colmenares en- de Sancto Domingo é residieron en ella:
fermo é pobre, é rogóme que por amor é su venida en la verdad fué útil é prove-
de Dios le llcvasse conmigo á Castilla; é chosa á esta ysla, assi por su exemplo é
assi lo hice, é aun le presté dineros que dottrina, como en ser causa de algunas
él me pagó mal: el qual me dixo que lo grangerias, assi como en los árboles de la
quél avia dicho é negociado era en pro e cañafístola , y en los ingenios del acucar,
utilidad de la Tierra-Firme, é también é otras cosas, en que no me detengo, por-
traia una remisión para los Cardenales que algo desto se tocó en la primera par-
gobernadores. te en el libro IV, capítulo ü. Mas quanto
al remedio de la Tierra-Firme poco ó nin-
Llegados á Madrid, donde los gober-
guna cosa aprovecharon, ni la vieron.
nadores estaban, el capitán Colmenares,
Quiero volver á mi camino é trabaxos.
como no fué respondido á su propóssito,
que no pararon en lo que está dicho.
fuésse á Ñapóles (aunque después tornó á
Tierra-Firme, mas de an año después que En aquella sacón estaba en la corte el
yo allá estaba, que fueron quatro años almirante don Diego Colom, pleyteando
después que partimos de Flandes ó que con el fiscal real sobre sus previlegios. Al
tornamos á España). qual el Rey, nuestro señor, después que
Yo les di á aquellos reverendíssimos vino á reynar en España, le despachó pa-
Cardenales la remisión é memorial que ra que se tornasse á su casa á esta cib-
he dicho, c les supliqué que me oyes- dad, é mandó que se fuessen los Hieróni-
sen , como el Rey , nuestro señor, lo mos religiosos á Castilla. Esto fué en e^
mandaba; pero nunca fuy dellos res- año de mili é quinientos é diez y siete: é
pondido ni oydo ni despachado en cosa aquel mesmo murió el Cardenal don fray
que tocasse á aquella tierra, ni á la paga Francisco Ximencz, é yo volví á mis ne-
de mis gastos é gratificación, que Su Ma- gocios , é me turaron hasta el año de mili
gestad toando hacerme; y assi la tierra é quinientos é diez y nueve, quel Rey fué
se quedó con sus trabaxos é otros que se á Barcelona, donde le vino la nueva de la
augmentaron cada dia,é yo con los mios, elecion de Rey de Romanos é futuro Em-
é con más de dos mili castellanos menos, perador. É allí fuy oydo de nuevo, pues-
que gasté en aquellos viages. Sea Dios to que avia ya cinco años que me turaba
servido de todo. la porfía en los negocios con muchos tra-
La causa de no ser yo oydo ni aver baxos é costas, é no llevando ya remedio
muchas cosas de las que debieran averse
cfetto la remisión real, fué quel Car-
remediado en la Tierra-Firme: antes es-
denal de España estaba puesto en en-
taban algunos males é robos continuados,
viar , como envió, tres frayles del Orden
é puestos tan en la costumbre, que no te-
de Sanct Hicrónimo á esta isla, y estos
nían cura.
eran fray Luys de Figueroa, prior de la
Mejorada, é fray Alonso de Sancto Do- Allí en Barcelona proveyó Su Magestad
56 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de gobernador de Castilla del Oro á un se á Tierra-Firme; y en echando el ánco-
cavallero de Górdova, llamado Lope de ra en el puerto del Darien , donde llegué
Sosa, que vivía en Grand Canaria (don- de noche, supe de una nao que allí hallé,
de avia seydo gobernador), persona tal quel gobernador Lope de Sosa avia llega-
qual convenia al bien de la Tierra-Firme; do á aquel puerto, é que estando para sa-
é yo fuy despachado para volver allá con lir en tierra, le llevó Dios sin desembar-
él. É al tiempo que me quise partir de car. Lo qual fué qnassi la total perdición
Barcelona, supe que el obispo, don fray de aquella tierra, porque era hombre que
Johan de Quevedo, era llegado á Espa- tenia buena consqiencia é larga expirien-
ña : el qual me escribió que le atendiesse cia en las cosas de gobemagion, y era va-
en la corte, é assi lo hice, porque me hol- ron muy recto é con quien se remediaran
gara yo mucho do decir en su pressencia mucho las cosas de aquellas partes: é yo
lo que avia dicho en Flandes y en el Con- me hallé confuso é arrepentido de mi dili-
sejo ; é llegó á la corte, é desde á muy gencia, é sospeché luego que me avia de.
pocos dias murió cerca de Barcelona. En yr mal, porque el gobernador Pedrarias
el qual tiempo llegó nueva cómo el gober- estaba mal conmigo, é la yda de Lope de
nador Pedrarias avia degollado al adelan- Sosa é removerle á él del cargo creyó que
tado Vasco Nuñez de Balboa é otros por lo avia yo soligitado, ó túvome por ene-
traydores, é confiscado sus bienes para migo; é parescióseme bien adelante en
la cámara é fisco de Su Magestad. E el sus obras y en mi persona y hagienda,
Emperador, nuestro señor, me mandó por puesto quél me mostró buen acogimiento
sus cédulas reales que yo cobrasse sus é que holgaba de mi yda. Pero cómo yo
bienes de aquellos sentenciados, que era llevaba mi muger é mis hijos, que eran
fama que tenian mas de cient mili pessos niños, no pude dexar de atender é poner-
de oro. E con este é otros despachos salí me á lo que me viniesse, como se dirá
de Barcelona é fuy á Madrid, donde to- adelante.
mé mi muger é hijos, é fuy á Sevilla, pa- Mas es bien que se diga primero la
ra desde allí yr á la Tierra-Firme; é assi causa de la muerte del adelantado Vas-
al principio del siguiente año de mili é qui- co Nuñez de Balboa, é otros pecado-
nientos y veynte, partí de España é fuy á res que con él padescieron con título de
la isla de Grand Canaria, é hallé quel go- traydores; pero aunque yo cobré sus bie-
bernador Lope de Sosa ya yba adelante. nes , en nombre de Su Magestad, para su
É do aquella isla vine á esta, y estuve en cámara é fisco, no me determino si lo fue-
esta cibdad de Sancto Domingo ocho dias ron ó no.
con mi muger é dos hijos, c de aqui pas-

CAPITULO XII.
De la muerte del adelantado Vasco Nuñez de Balboa, é Andrés de Valderrábano, é Fernando de Arguello,
é Luys Botello, é Fernán Muñoz , que fueron en una hora degollados en la villa de Acia, en Tierra-
Firme.

Jlíl Rey Cathólico don Fernando, quinto dor de las provincias de Coyba 6 Pana-
de tal nombre, a viendo respecto á los ser- má, como mas largamente lo he dicho: y
vicios de Vasco Nuñez de Balboa, le hico assimesmo dixc cómo Pedrarias le quiso
adelantado de la mar del Sur é goberna- detener las provisiones; é también se hi-
DE INDIAS. LiB. XXIX. CAP. XIf. 57
co mengion de lo quel obispo, fray Johan que les paresgió. Y oscrivió luego Pedra-
do Quevedo, trabaxó é higo basta que rias al Rey ó á los señores del Consejo de
le fueron dadas. Resultó desto una ene- Indias, que este casamiento avia hecho de
mistad é odio perpetuo en el gobernador, su hija, porque todos sirviessen mejor é
é offigiales, é alcalde mayor, el ligenciado mas derechamente á Dios é Sus Magesta-
Espinosa, contra Vasco Nuñez, é nunca des. Para mí tengo yo creydo é por muy
pudieron olvidar el odio entrañable, que averiguado que si el obispo estuviera en
le tenian. la tierra, que el adelantado no muriera;
Cómo el obispo era sagaz, é conos- pero él pensó que quedaba seguro, con
c;ia la dispusieron destos ánimos, por yr aquel assiento del casamiento, de las cau-
conosciendo malicias é cautelas, é usan- telas del gobernador y de las del thesso-
do él de otras mayores, por salir con rero Alonso de la Puente, que era el que
su desseo, que era. ver señor en todo a mayor odio le tenia, como lo mostró bien
Vasco Nufícz; viendo que! gobernador era adelante.
hombre de mucha edad, é estaba enfer- Assi que, después quel obispo dexó
mo , é tenia hijas, é era cobdicioso, mo- concertado este debdo, é dadas las ma-
vió este perlado á Pedrarias que casasse nos, como es dicho, é que el gobernador
una de sus hijas con el adelantado Vasco le favorescia, él so partió desde á poco
Nuñez, que era mancebo é de buena dis- para España, é se fué la corte á Bargelo-
pusícion para trabaxar, porque seria á su na, é murió desde á muy pocos días, co-
propóssito: lo uno, porque Vasco Nuñez le mo lo dixo en el capítulo de susso, en-
serviría, como hijo: ó lo otro, porque era trante el año, ó digiendo mejor el postre-
hombre hijodalgo é tenia ya título de ade- ro dia del año de mili é quinientos é diez
lantado , y él casaba muy bien su hija, é y nueve, que fué víspera de la Natividad
seria su teniente, é descuydaria en las co- de Chripsto , veynte y quatro de diciem-
sas de la guerra, é serviría muy bien al bre; é por su muerte fué elegido por per-
Rey, c acresgentaria su honra é hacienda, lado de Castilla del Oro fray Vigente Pe-
ó demás desso cessarian las parcialidades raga , de la orden de Sancto Domingo el
é passiones de los offigiales, y el gober- qual fué el segundo obispo de aquel obis-
nador ternía mucho descanso. E deste te- pado.
nor le dixo otras muchas palabras en el Tornando á la historia, estando el ade-
caso, é lo mesmo dixo é persuadió á do- lantado Vasco Nuñez muy en gfagia de su
ña Isabel de Bovadilla, su muger, la qual suegro, acordó de yr á la mar del Sur,
estaba bien con el Vasco Nuñez, y él se con su Vigencia, y en ella hager giertos
avia dado mucho á la contentar é servir. navios, para descubrir aquellas costas é
En lo qual el gobernador é su muger vi- mares, é saber los secretos é riquegas de
nieron, é se higicron los capítulos matri- la mar austral; de lo qual el gobernador
moniales, é le tomó por hijo é yerno fué muy contento, é aun tuvo manera que
(puesto que para la conclusión deste casa- de la hagienda del Rey se le prestassen
miento estaba la hija, que Pedrarias lo dineros, para hager el armada. Con los
ofresgió en España, é quedó que dentro quales y con los que el adelantado tenia,
de gierto tiempo la llevarían al Darien); ó é ayudándole con su hagienda toda un su
assí comencó a llamar hijo al adelantado, amigo, llamado Fernando de Arguello
é á honrarle é favoresgerle, y en nombre (natural de la Torre de Lobaton, que íué
de su hija, se desposó é dio la mano por aquel escribano que en el capítulo III del
ella, é passaron las oscripluras é firmecas libro XXVIIÍ se dixo que avia assentado el
TOMO III.
58 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
juramento que en el Daricn hicieron los mató quinientos indios, hagiéndoles acar-
que con Vasco Nuñez se conjuraron, para rear cables é áncoras é jargias é otros ma-
no rescebir á Diego de Nicuesa), luego teriales é aparejos de una mar á otra, por
el adelantado comencó á dar orden en su sierras é montes é asperíssimos caminos,
despacho, para se yr á la otra costa del y passando muchos rios, para efetuar la
Sur. obra de los navios. É entre tanto que esta
En este tiempo estaba ya hecha la for- labor se hagia, envió capitanes por las co-
taleca é pueblo de Acia, é puesto en ella marcas , é tomaron muchos indios, como
por alcayde el capitán Lope de Oíano: é quier que los pudiessen aver, leyéndoles
assi por el mal tractamiento que los chrips- aquel requirimieuto que es dicho, en tanto
tianos, que con él estaban, hagian á los que los ataban, é no guardándoles cosa
indios é al cacique de Careta (en cuya alguna que se les prometiesse; é parte de
tierra é puerto estaba aquella fuerza), estos, assi pressos é captivos, ocupaban
como porque el cacique no tenia olvi- en el trabaxo de los navios, é los otros
dada la maldad del capitán Bartolomé enviaban á vender al Darien por mano de
Hurtado, que dio por quinto é higo escla- aquel Hernando de Arguello ques dicho,
vos el principal é indios de paces, que le sin que se declarasse si eran esclavos ó
prestó este cacique para le llevar las car- no.É todo se disimulaba, só color de aque-
gas, quando volvía de buscar al teniente llas bodas quel gobernador con su hija
Johan de Ayora, como porque la muerte avia ofresgido al adelantado, sin mirar ni
de Nicuesa é la maldad é traycion queste tener respecto que se deservían Dios y el
Lope de Olano le avia fecho, no estaban Rey, ó que era todo aquello la total deso-
ante Dios en olvido; no pudiendo ya el lación de la tierra c de los naturales della,
cagique sufrir los adulterios é robos é sin- porque turó aquella labor é obras mucho
ragones que so le hagian, acordó de ma- tiempo.
tar á este Lope de Olano; é assi lo higo Passóse aquel tiempo limitado é ligen-
con hasta otros doce ó quinge chripstianos» gia quel gobernador avia dado al ade-
que con él estaban. En enmienda de lo lantado para yr á aquel viage, que pensó
qual se higieron otras crueldades, é se hager por la mar del Sur; é diéronle á
dieron por esclavos los indios de Careta, entender á Pedrarias, que pues el adelan-
sin a ver considoragion á la mucha ragon tado no venia ni enviaba á dar ragon do
que este cagique tenia, para se vengar de sí é de su tardanga, que debía estar alga-
sus enemigos, que tantas ofensas le avian do é se querría yr por la mar del Sur, con
fecho. En fin, que allí quedó aquel pue- aquellos navios que avia hecho, á poblar
blo, el qual agora se llama la cibdad de en otras partes, donde fuesse señor é no
Acia, y es pequeña poblagion al pressente obedesgíesse al Rey ni al gobernador. Lo
en la costa del Norte, en aquella goberna- qual Pedrarias creyó; é los émulos del
gion de Castilla del Oro. adelantado, que eran los offigiales y el
Assi que, el adelantado Vasco Nuñez bachiller Con al, viendo la dispusigion
fué allí por mar, é desde allí passó á la quel tiempo les mostró en la voluntad del
otra costa é higo giertos navios con mucho gobernador, para engender mas su sospe-
trabaxo é grandes gastos; é á fucrga de cha, é quitar el crédito á Vasco Nuñez,
bragos con la gente que le siguió, y él por siempre le degian palabras de mas indig-
su persona, traia la madera á cuestas des- nación. É estando las cosas en este esta-
de el monte hasta el astillero, donde se do é opinión, llegaron cartas del adelan-
hagian, para seguir esta empressa; pero tado, dando sus excusas al gobernador do
DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. XII. 59
la lardanga, á causa de la dilación é tiem- dor de Tierra-Firme»; ó le diessen giertas
po que se avia gastado en la labor de los cartas, en que paresgiesse que le yba el avi-
navios hasta los echar al agua', é supli- so delío. Lo qual él hagia é fingía, porque
cándole que le prorogassc el término para si 4a gente supiera que avia gobernador
efetuar su viage. La qual petición le fué nuevo en la tierra, no la pudiera tener é se
denegada, porque los ofíiciales é aquel le tornarían al Darien, ó también, porque
bachiller Corral decian que en ninguna si gobernador nuevo oviera, sospechaba
manera el gobernador le debía dar tal pro- que le quitaría el cargo, por le dar á algún
rogacion: é assi el gobernador no le res- pariente ó amigo suyo, ó le delernia, y
pondió , é dilataba, sin congedér ni negar, él perdería su tiempo é trabaxo, é lo que
sino dando respuestas equívocas á los so- avia gastado: é que si este mensagero que
licitadores, entreteniendo los negocios. avia de yr á Acia no hallasse nueva de la
De esto todo le avisó aquel Hernando venida del nuevo gobernador, dixesse
de Arguello por una carta, que le costó la que no avia otro gobernador, ni nueva
cabeca, en la qual le escrivió que no le del, sino Pedrarias Dávila, ó que estaba
querían dar mas término ni prorogacion, muy bueno é alegre en aver sabido del
é que le aconsejaba que no curasse dello, adelantado Vasco Nuñez, é que le envia-
ni dexasse de hacer su viage; é que hi- ba la prorogagion que le avia enviado á
ciesse lo que los padres hierónimos (que pedir.
gobernaban desde aquesta cibdad de Estas cartas y espías fueron tomadas
Sancto Domingo las Indias, como supe- por un Frangisco Benitez, escribano que
riores), en aquella sacón le avian escripto era allí en Acia, ó dio aviso encontinentí
á Vasco Nuñez, que era que hiciesse el á Pedrarias: el qual escrivió luego muy
viage, pues tanto con venia al servicio de sabrosamente, como padre, al adelanta-
Dios é del Rey: ó que esto le acordaba el do, é lo envió á llamar desde Acia, á don-
Hernando de Arguello que hiciesse, é no de se avia ydo; é luego, como hijo obe-
se curasse de lo quel gobernador é ofíi- diente, vino allí á ver al gohernador, é
ciales hiciessen ó dixessen, pues que avia saber lo quél quería mandar, pensando
gastado en la empressa é navios su ha- que estaba en su gragia, como era ragon.
cienda, é la de sus amigos, con tanto Pero assi como llegó, le higo prender, é
tiempo c traxos. assimesmo fueron pressos el capitán An-
Esta carta vino á manos de Pedradas; drés Garavito é Luis Botello é Fernán
y en esta sacón avia ya nuevas en la tier- Muñoz é Andrés de Valderrábano é Her-
ra que por mi solicitud é las informacio- nando de Arguello, porque avia escripto
nes quel Emperador, nuestro señor, tenia la carta que se dixo de susso al adelanta-
de la Tierra-Firme, se aviaproveydootro do. Estando assi pressos, fué aconsejado
nuevo gobernador en lugar de Pedrarias; el Garavito que descubriesse lo que sabia
é con esta sospecha, el adelantado Vasco deste negogio, é pidiesse misericordia é
Nuñez se concertó con Andrés de Valder- merged de la vida: é assi io higo, é dixo
rábano é con el capitán Andrés Garavito c al gobernador é juró lo que es dicho; é
Luis Botello é Fernán Muñoz, que se en- por esta su confession ó declaragion le fué
viasse a saber en Acia qué nueva avia de remitida ó perdonada la culpa ó parte que
la venida del nuevo gobernador, é que si le cabía en el congierto que es dicho, pues
oviesse venido gobernador, el mensagero avia descubierto aquella traygion, que se
tornasse digiendo: «Albrigias! albrigias! les imputaba al adelantado é sus consor-
quel adelantado Vasco Nuñez es goberna- tes. É mandó el gobernador á su alcalde
00 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mayor, el licenciado Espinosa, que con quél mesmo las ordenó é las higo firmar
mucha diligengia ontendiesse luego en la á aquellos diputados de la compañia.
residengia, ó la higiesse pregonar contra Hecho esto, se dio la sentengia, de la
Vasco Nuñcz; 6 mandó que se le acumu- qual apeló el adelantado Vasco Nuñez pa-
lasse la primera que se le avia comenga- ra el Emperador, nuestro señor, é su
do a tomar, ginco años ó mas avia, é nun- Real Consejo de Indias; y el alcalde ma-
ca se avia acabado; ó todos los crimines yor envió á un Chripstóbal Muñoz, que
y exgessos que del adelantado se pudies- era el escribano ante quien passaba la cau-
sen saber, con la muerte del capitán Die- sa , á notificar al gobernador la apelagion
go de Nicuesa, é que todo se le truxesse para que se higiesse lo que mandasse, é
a conseqüengia: ó que assimesmo que en dixesse si se le otorgaría la apelagion por
el tiempo que Vasco Nuñcz avia goberna- ragon del título de adelantado, ó si se le
do la tierra (antes que Pedrarias allá fues- denegaría; y el gobernador respondió por
se), avia tomado una marca real de mar- escripto que no lo remitiesse ni se la otor-
car, oro al veedor Silvestre Pérez, é lo gasse, sino que higiesse justigia. Aquel
avia hecho morir de hambre, é otros de- auto quel alcalde mayor mandó notificar
lictos. á Pedrarias, é su respuesta, todo lo or-
En esta nesgessidad puesto el adelanta- denó el ligengiado Espinosa, é lo escre-
do Vasco Nuñez, los offigiales, el thessorc- vió Antonio Quadrado, su criado, é lo fir-
ro Alonso de la Puente y el contador Diego mó Pedrarias. É assi fué executada por
Márquez, é con ellos el bachiller Diego pregón público la sentengia, é deseabe-
de Corral, vinieron muy de grado conger- gados el adelantado é Fernando de Ar-
tados, ó pusiéronle una larga é criminal guello é Luis Botello é Hernán Muñoz é
acusagion, la qual, firmada de todos tres, Andrés de Valderrábano en la plaga de
pressentó aquel bachiller, su antiguo ene- Acia, é fué absuelto el capitán Andrés
migo ; é al alcalde mayor no le faltó vo- Garavito, por descubridor de la traygion.
luntad para progeder en este progesso, é Y fué hincado un palo, en que estuvo la
finalmente los sentengió á todos á ser de- cabega del adelantado muchos dias pues-
gollados por traydorés, é confiscados sus ta: ó desde una casa, que estaba diez ó
bienes para la cámara ófiscode Sus Ma- doge passos de donde los degollaban (co-
gostados. mo carneros, uno á par de otro) estaba
Antes que esta sentengia se diesse, tu- Pedrarias, mirándolos por entre las cañas
vo forma el alcalde mayor con giertos di- de la pared de la casa ó buhío.
putados de la compañía que avian hecho Desta manera acabó el adelantamiento
los navios, que higiessen un pedimento al de Vasco Nuñcz, descubridor de la mar
gobernador, en que le suplicassen é pi- del Sur, é pagó la muerte del capitán Die-
diessen que mandasse abreviarla residen- go de "Nicuesa; por !a qual é por otras
gia de Vasco Nuñez, y enviasse al alcal- culpas permitió Dios que oviesse tal muer-
de mayor, el ligengiado Espinosa, por su te , é no por lo quel pregón degia , por-
teniente general é capitán, digiendo que que la que llamaban traygion, ninguno la
á él querían é no á otro: c aun elogian tuvo por tal.
que no avia otro que mejor lo higiesse, E assi pagó Hernando de Arguello aquel
porque no se acabassen de perder tantos testimonio é juramento del Daricn con-
hombres, esperando aquel viage é deter- tra Nicuesa; é Andrés de Valderrábano
minación ; ó á este propóssito otras pala- pagó aquel consejo que dio para quel ca-
bras en favor del alcalde mayor, seguml pitán Gaspar de Morales degollasse en
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XII. 61
cuerda tantos indios é indias é niños, las¿ mirando la fiesta; é como llegó cerca
quando venían de la isla de las Perlas. dellas, dixo: «Señoras, tornaos moras,»
El capitán Peñalosa, que fué en el mes- é otros desatinos. É loando la secta de
mo consejo herodiano, después lo mataron Mahoma, cavó súbitamente muerto, que
iüdios en la isla de Cuba. no habló mas palabra.
Luis Botello y Hernán Muñoz, pues eran El Francisco Benitez, escribano de Acia,
daqucllos primeros conquistadores é tan que se dixo que avia descubierto las es-
familiares amigos del adelantado, que se pías del adelantado, é que avisó al go-
avian hallado en aquellas entradas que he bernador , después mas de tres años, es-
dicho, no temían tan limpias las manos tando en Panamá, murió súbito; é lo ha-
de sangre humana, que le faltassen méri- llaron muerto echado en su hamaca,
tos para la fin que ovieron. aviéndose acostado la noche antes muy
El capitán Andrés de Garavito, des- sano.
pués de algunos años, én León de Nica- Por manera que assi ovieron térmi-
ragua, para un juego de cañas, él é otros no las vidas destos pecadores. Plega á la
se disfracaron é vistieron como moros, y misericordia de Dios que con sus ánimas
él é otro de caballo arremetieron hacia se haya ávido piadosamente, pues que á
donde estaban giertas mugeres españo- á los cuerpos no faltó su castigo.

CAPITULO XIII.
Cómo el licenciado Gaspar de Espinosa, alcalde mayor de Pedrarias, fué por su teniente general por la
mar del Sur cort los navios que avia hecho el adelantado Vasco Nuíicz de Balboa, é de lo que Meo en el
viage , é otras cosas antes desto, en que este licenciado se avia hallado.

i l n t e s do la muerte del adelantado Vas- no hallando allí rastro del cagique, acordó
co Nuñez de Balboa, el licenciado Espi- de enviar al capitán Diego de Álbitez ade-
nosa, alcalde mayor, estaba muy infor- lante con cient hombres, y él quedó én la
mado é instruydo ó diestro en las cruel- retoguarda con las yeguas é caballos que
dades que los otros capitanes acostumbra- llevaba, que serian quince ó diez y seys.
ban haper contra los indios: é aun en aque- Pero no me puedo acordar de lo que
llas avia él acresgentado otras cosas, por- agora, diré, sin reyrme de las señas que los
que avia hecho un viage, como teniente de indios daban deste capitán, quando venían
capitán general, é avia ydo á la costa del de donde andaba; porque cómo les pre-
mar del Sur, ó de camino ayia hecho mu- guntaban por el licenciado, para dar á
chas muertes en los indios de Comogre é entender que le avian visto é dónde an-
Pocorosa é Chiman, só color de castigar á daba, rebuznaban ó se esforgaban á decir
los que avian muerto á los chripstianos lo que sabían, roznando como asnos, por-
del pueblo é puerto de Sancta Cruz. É que nunca se avia visto tal animal en
passó á Nata, é llegó á la provincia de aquellas partes, y este licenciado Espino-
Paris, en busca de aquel oro que avia sa traía uno en su compañía. É viendo
perdido el capitán Goncalo de Badajoz; é que los indios tenían temor de oyrle, dá-
después que algunos días estuvo en tierra banles á entender que pedia oro para el
deste cagique, con doscientos hombres Rey é sus capitanes, é no dexaban algu-
escogidos, hallóse en los llanos que dicen nos de darlo, por amor del asno é por le
de Paris muy dentro de aquella tierra, é contentar.
62 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Tornando á nuestra historia, yendo tomado el cagique, é lo demás todo esta-
Diego de Albitez adelante, halló al caci- ba allí quanto á Badajoz se le tomó.
que en Ja costa de un rio , é peleó con él, Con este oro é otro que tomó el alcalde
é matóle ginqüenta ó sessenta indios, é mayor en aquel viage, volvió al Daríen
fueron heridos algunos chripsüanos; y el muy orgulloso é próspero; é desde eston-
alcalde mayor le socorrió, y el cagique é ge quedó en reputagion de hombre que
su gente se pussieron en huyda é se fue- sabia muy bien el arte de la guerra é de
ron á rohager de mas gente, como lo hi- las sinragones que se usaban hager contra
gieron. En essa sagon llegó el capitán los indios, é aun fué inventor de una
Hierónimo de. Valengucla con otros gient crueldad no vista en aquellas partes hasta
compañeros que Pedrarias envió en socor- aquel tiempo, é fué aquesta. Atado un in-
ro del alcalde mayor; é cómo los chrips- dio de los de Chiman (que él condenó á
üanos eran ya trescientos hombres, de muerte por castigo de los chripsüanos, que
hecho paresgiéndole al cagique que no los mataron en el pueblo é puerto de Sancta
podría echar de la tierra, sin daño della é Cruz) arrimado á un árbol, higo assentar
de sus indios, usó de la cautela que diré. un tiro de pólvora á diez ó doge passos
Envió dos indios, que se dexassen prender, del, é mandóle tirar, é dióle por mitad de
hágia el real de los chripstianos, é man- los pechos, é por donde entró la pelota,
dóles que les enseñassen el oro quel ca- que seria tamaña como una nuez, higo el
gique avia tomado al capitán Gongalo de agujero de aquel tamaño, é por donde sa-
Badajoz é á los españoles: tomados estos lió en las espaldas del indio higo mayor
dos indios, interrogólos Diego de Albitez abertura é Haga quel bulto de una grande
para que dixessen dónde estaba el cagi- botija de media arroba. Esto fué cosa de
que de París, é no quisieron dar notigia mucho espanto á los indios, é notado por
del, é degian que estaba on otra provin- mucha crueldad entre los chripstianos,
gia: é preguntándoles por el oro, dixo el que lo vieron.
uno dcllos quel oro él lo mostraría á los De esta expiriengia é otras tornó de
chripstianos dónde estaba, é quel cagique aquel viage con treynta é tantos mili pes-
quería que lo tomassen é se fucssen en sos de oro é muchos indios en cuerda: é
buen hora de su tierra. Y cómo aver oro por tanto hallaban los diputados de la
era el pringipal intento que esta gente compañia que lo debian pedir por capitán
nuestra llevaba, mas que de hager al ca- de los navios del adelantado Vasco Nu-
gique su amigo ni le convertir a la fée, ñez, lo qual el gobernador les congedió,
por aviso deste indio fué Diego Albitez con largos poderes que le dio para yr á
donde el oro estaba, y en una arroyada tomar la gente é navios ó proseguir el via-
le mostró un buhío, como pequeño ran- ge , que avia de hager el mal afortunado
chuelo, é allí hallaron diez habas ó gestas, adelantado Yasco Nuñez.
en que avia hasta treynta mili pessos de Llegado á la mar del Sur, con título de
oro. É no faltaba cosa alguna de quanto teniente de capitán general, entró en los
se le avia tomado al capitán Badajoz, si- navios, é corrió la mar é tierra de la cos-
no los seys mili pessos, que las mugeres ta del Sur hágia el Oci dente; é ovo deste
del cagique de Paris le avian enviado al segundo viage del cagique de Paris qua*
Badajoz, é los tres mili pessos que le avia renta mili pessos de buen oro, é los
dado aquel indio pringipal, que tornó cor- veyntc mili pessos dellos higo enterrar en
nudo, por la bondad de aquel devoto clé- Panamá, dentro de la cibdad, gerca de la
rigo. Estos nueve mili pessos de oro avia costa, é dexó allí por teniente al capitán
DE INDIAS. Lffi. XXIX. CAP. Xllí. 63
Goncalo de Badajoz. É los otros veynte Desde la punta de Sancta María hasta la
mili pessos hígolos llevar á la cibdad del punta de Burica se corren otras veynte le-
Darien, donde el gobernador é officiales guas al Sudoeste; y está aquella punta de
residían, para que se quintassen todos los Burica en seys grados y medio desta par-
quarenta mili pessos é fundiessen la resta, te déla equinocial. Esta es muy buena co-
para proveer dellos á la gente de algunas marca , fértil é abundante de los manteni-
cosas, de que tenían nescessidad. Y el li- mientos de los indios, de mucho mahiz é
cenciado con los navios se tornó por la yuca é de las fructas de la tierra, é de mu-
costa abaxo desde Panamá la via del Po- cha montería de puercos é venados, ó de
niente en continuación del descubrimien- muchas pesquerías de buenos pescados, é
to , é llegó á la punta de Chame, que es- buenas aguas, é muy hermosos é grandes
tá veynte y cinco leguas la costa abaxo al mameys, é muchas palmas de los cocos
Hueste, en la qual ya avia estado primero. grandes , y es una de las mayores provin-
. Esta punta ó promontorio está en siete cias de aquella costa é de mejor gente.
grados y medio de la equinocial, á la par- Entre estas dos puntas de Sancta Maria é
te de nuestro polo. É desde allí fué á re- Burica están las islas, que llaman de Bena-
conoscer la punta de Güera, que está mas matia.
al Ocidente veynte leguas, y está en seys Desde la punta de Burica al cabo de
grados y medio desta parte de la equino- Sancta Maria se hace un golphete ó en-
cial : entre aquestas dos puntas de Chame senada de diez ó doce leguas, que llaman
é Güera está un golphete, que se llama gol- el golpho de Osa, y está el dicho cabo en
pho de París, porque todo aquello seño- seys grados y un tercio mas al Ocidente,
rea el cacique de París. Desde la punta é desta parte de la línia equinocial. Cor-
de Güera fué mas al Poniente otras veyn- riendo desde dicho cabo de Santa Maria
te leguas basta la punta, que se llama de al Ocidente otras veynte leguas, está cer-
Buena Vista, la qual está en seys grados ca de la costa la isla del Caño, la qual es-
y un tercio desta parte de la equinocial. tá en algo mas de seys grados y medio
Desta punta de Buena Vista hasta la desta parte de la equinocial. Llámase esta
punta de Sancta María se corren al Hueste isla del Caño, porque allí está una fuente
otras veynte leguas, y en este espacio se muy buena, é de una peña sale un caño
entra la mar á la vuelta del Norte mas que cae de lo alto, é dentro de las cara-
de otras veynte leguas, y en aquella en- velas, é sin peligro dellas, las pueden
senada hay muchas islas, y están las is- acostar á quel agua del caño cayga , si
las de £ebaeo, donde está enterrado el quieren, dentro en los navios, tan gruesso
cosmógrapho Codro, veneciano, que por como la muñeca del braco ó poco menos,
yerro en la impresión primera en la pri- é de muy buena agua.
mera parte, en el libro X, capítulo III, se Desde la isla del Caño hay diez ó doce
avia dicho que en las de Corobaro; pero leguas hasta las islas, que están cerca de
no murió sino en estas de Cebaco'. Y en la punta de Sanct Lácaro, la qual punta
esta ensenada está otra isla mayor, que está en siete grados y medio desta parte
se dice isla de Sancta María; y en lo mas de la equinocial.
puesto al Norte está el puerto de Ponuba. Desde estas islas de Sanct Lácaro fué

I Parece con veniente manifestar aqui que no se sa que Codro murió «(erca de las islas de Qoróbaro
corrido este error en el lugar citado por Oviedo, (ó Cerebaro) é del puerto de Ponuba.» La enmien-
sin duda por no haberse acordado de retocar aque- da aqui introducida no puede, por tanto, ser mas
lla parle dei mencionado capitulo , donde se expre- oportuna.
U HISTORIA GENERAL Y NATURAL
el licenciado con los navios é gente que en que mostraba quél quería que gobor-
llevaba obra do otras quince ó veynte le- nasse aquella tierra, é no otro, por eston-
guas mas al Ocidonte, é llamó aquello ges. Pero pues con determinación de ha-
golpho de Sanct. Lúcar, é otros le dicen blar verdad en todo se comencó esta his-
de Sanct Lúeas; pero no entró en la en- toria , no se le debe negar á Pedrarias su
senada grande que está adelante, entre buen comedimiento é crianga, que lo sa-
el cabo Blanco é la punta del. puerto de la bia muy bien hager, como cortesano vie-
Herradura, ni lo vido. É todo lo quél vi- jo , quando él quería: é assi á su hijo de
do é navegó é pudo testificar desta costa Lope de Sosa, llamado Johan Alonso de
fueron hasta giento y ochenta leguas, po- Sosa, como á todos sus criados é á los que
co mas ó menos, porque do allí adelante con él venían, los tracto muy bien, é les
del golpho de San Lúeas hasta el puerto ayudó é favoresgió. E entre todos los otros
dé la Posessíon, é mas adelante hasta la por quien él mas higo, é á quien él me-
bahía de Fonseca, Gil Gongalez de Avila y jor gratificó, fué al ligengiado Johan Ro-
el piloto Andrés Niño lo descubrieron, co- dríguez de Alarcongillo (que Lope de So-
mo se dirá en su lugar. Todo esto ques sa traía para ser su alcalde mayor); pero
dicho, está en la costa de Panamá al Oxí- no se dexó de sospechar que lo higo por
dente , en la mar del Sur. el respecto é para el efetto, que adelante
Andando el licenciado Espinosa con se dirá.
esta armada, que oran tres-ó quatro na- En este camino, que en la mar del Sur
vios, llegado el año de veynte, sobre mili higo el ligengiado Espinosa, está é se des-
é quinientos, en el mes de mayo, llegó al cubrió aquel golpho que se llama de las
puerto del Daríen el gobernador Lope de Culebras; porque hay inumerables, que
Sosa, de quien atrás se dixo que yba por se andan sobreaguadas en la mar, de tres
mandado del Emperador á gobernar á palmos é poco mas luengas, todas negra*
Castilla del Oro, é tomar residengia á* Pe- en los lomos, y en lo de abaxo de las
drarias é sus ofAgíales. É assi cómo fué su barrigas todo amarillo, é de lo negro ba-
nao surgida é se comencó á vestir para xan unas puntas, é de lo amarillo suben
salir en tierra, é acabó de dar orden en otras que se abragan unas con otras, co-
la manera de su salida á tierra, luego ex- mo quien entretexiesse los dedos de las
piró é dio el ánima á Dios, dentro en la manos unos con otros, assi estas dos co-
nao, sin salir á tierra. É cómo el gober- lores se juntan: las mas gruessas delias
nador Pedrarias le avia hecho aparejar el son mas gordas quel dedo pulgar del pié
rescibímiento, assi le higo sacar honrada- ó como dedos de la mano juntos, é de ahí
mente , y enterrar en la yglesia mayor y mas delgadas otras.
episcopal, en el lugar mas preheminente En este viage fué por piloto mayor Jo-
della, delante del altar mayor, al pié de las han de Castañeda, buena persona é dies-
gradas, mostrando mucho dolor é senti- tro en las cosas de la mar; v esto es lo
miento de su muerte; pero no sin mucha que navegaron estos chripstianos en la mar
alegria de su coracon, paresciéndole que del Sur hasla el año de mili é quinientos
esto era un miraglo é voluntad de Dios, é diez v nueve años.
CAPITULO XIV.
Cómo el capitán Gil González de Avila fué & la Tierra-Firme con el pilólo Andrés Niño, para yr desde Pa-
namá á descubrir por la mar del Sur, por mandado del Céssar; é cómo el auclor destas historias volvió
á Castilla del Oro, c de la forma que tuvo Pedrarias para despoblar el Darien.

i \ v i a andado en la Tierra-Firme un pi- gestad, fué á la parte de la mar del Sur


loto, llamado Andrés Niño; y este, cómo á hacer cierto descubrimiento con ciertos
vi do presso al adelantado Vasco Nuñez, navios é gente, c que en él tomó é ovo
sintió que de su prission no podia resultar algunas cosas, é que al pressente el Vas-
sino su perdición, ó que pudiendo aver co Nuñez estaba presso, é porque Su Al-
aquellos navios quél tenia hechos, se es- teca enviaba á Gil Gongalez de Avila é An-
peraba con ellos saber grandes cosas, é drés Niño con cierta armada al descu-
descubrir grandes riquecas en la mar del brimiento de la mar del Sur; por tanto
Sur. Esta invención fué del thessorero mandó que en resgibiendo *su cédula, pro-
Alonso de la Puente, el qual, con un criado veyesse cómo se entregassen á Gil Gon-
suyo, llamado Andrés de Cereceda, que. calez todos los navios é fustas quel Vasco
envió á España con este piloto, se pu- Nuñez llevaba é quedaron de su armada,
so entre ellos por movedor de la cosa. para que con los demás, que de España
Llegados en España ala corte, el Andrés llevaba, pudiesse hacer el dicho descubri-
Niño intentó la negociación, é cómo no miento é viage, por ante un veedor que
halló tanto crédito para que se le Gasse el para ello el gobernador de Castilla del Oro
cargo, puesto que era diestro piloto y ex- nombrasse, que le higiesse cargo de todo
perimentado en las cosas de la mar, jun- por inventario, é que lo proveyesse luego
táronse él y el Cereceda con Gil González el gobernador, como cosa que mucho to-
de Ávila (contador del Céssar en esta cib- caba á su servigio real.
dad de Sancto Domingo é Isla Española), Esta cédula yo la vi é se despachó
que estaba en aquella sacón, el año de en Barcelona á diez é ocho dias de ju-
mili é quinientos é diez y ocho, en la cor- nio de mili é quinientos ó diez y nue-
te. El qual avia seydo criado del obispo ve años: é no habla con gobernador se-
de Patencia, don Johan Rodríguez de Fon- ñalado, porque estonces se tractaba de
seca, Presidente del Consejo destas In- enviar á Castilla del Oro otro, é quitar
dias: é diéronle aviso de la prission de el cargo á Pedrarias Dávila. É assi en
Vasco Nuñez, é concertados con él, pidió la mesma Barcelona' fué proveydo de
el Gil Gongalez el descubrimiento, ó ob- aquel officio é gobernagion, desde á po-
tuvo la merced, por causa del obispo, para cos dias, Lope de Sosa; pero quando el
quel Gil Gongalez é Andrés Niño, con sus Gil Gongalez llegó á la Tierra-Firme, ya
dineros é los do otros armaran, tomando avia passado lo que se ha dicho en el ca-
Sus Magestades la parte que fuessen ser- pítulo pregedente del viage del ligengiado
vidos de tener en esta armada. É fecha Espinosa. É pocos dias antes que Lope de
su capitulación, diósele una cédula, en Sosa muriesse, llegaron al Darien el capi-
quel Rey mandó á su lugar teniente gene- tán Gil Gongalez de Ávila y el piloto An-
ral é gobernador de Castilla del Oro, por- drés Niño, para entender en su descubri-
que era informado que Vasco Nuñez de miento , en el año de mili ó quinientos y
Balboa, sin licencia especial de Su Ma- vevnte, poniendo Su Magestad gierta can-
TOMO III. 9
60 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

lidud, 6 armando en su real compañía An- Cosa el despacho; é assi Gil Goncalez le.
drés de líaro, húrgales, 6 Iosmesmos ca- movió un partido algo donoso, é fué que
pitán Gil Goncalez é piloto Andrés Niño, le vendiesse Pedrarias un negrillo que te-
y el Andrés de Cereceda que dixe de siis- nia volteador, c que le daría por él tres-
so que yba proveydo por thessorcro, c cientos pessos, ó que aquellos los tuviesse
otros particulares que también ponían su Pedrarias en el armada, é gogasse lo que
parte en el armada. E luego Gil Goncalez, della progediesse por rata lo que le cu-
desde Acia, comcngó á entender en su piesse, por racon de los trescientos pessos.
despacho, y en hacer ciertos navios en Con esto, luego entró é vendió el negro
el rio que llaman de !a' Balsa, que va á en el presgio que he dicho, ó se assentó
dar á la mar del Sur, en el golpho de aquella cantidad en el caudal por Pedra-
Sauct Miguel; porque aunque pressentó rias, como armador é partícipe de la com-
la cédula que he dicho, é requirió con ella pañía de aquella armada, como si de otra
á Pedrarias, aprovechó poco, porque á cosa no tuviera tanta nesgcssidad como de
aquellos navios de Vasco Nuíícz opusié- un muchacho que volteasse, que aun pa-
ronse muchos, diciendo que eran de com- ra grumete no era: é con esto luego le co-
pañía. E á tender á esto estaba Pedra- mengó á favoresger el gobernador, é díó
rias muy puesto en estorbar á Gil Goncalez, lugar á su despacho, puesto que á la ver-
y esta contención no se acabara sin estar dad, aunque lo disimulaba, todavía le
primero podridos los navios, y á esta cau- pessaba en el ánima deste descubrimien-
sa fuera mas aparejarlos que hager otros. to, el qual se higo de la manera que se
lí'n esta armacon entraron el thessorc- dirá en el siguiente capítulo.
ro Alonso de la Puente y el contador Die- Desde á pocos dias que murió Lope de
go Márquez, offigiales de Castilla del Oro, Sosa, ó algunos meses antes que Gil Gon-
por cuyo respecto Gil Goncalez é sus con- galez se paríiesse á descubrir, llegué yo
sortes la pudieron sacar á luz; porque do al Darien con mi muger é dos hijos, cre-
otra forma fuera imposible, porque al go- yendo hallar gobernando la tierra á Lope
bernador le pessaba desta armada, é le de Sosa, é llegado al puerto de Sanct Jo-
paresgia que demás de ser en vergüenca han, en la noche veynte ó quatro de ju-
suya yr á su gobernación á armar otro, nio del año de mili ó quinientos é veyn-
con licencia del Rey, le era grand cargo te, hallé allí otra nao, do la qual supe la
é ofensa, é se apocaba su crédito, é no muerte de Sosa, que yo sentí en el áni-
desseaba que por manos de otro se hicios- ma ; porque luego me hallé é tuve por mas
se ni se supiesse cosa alguna de aquella presso que si me viera en tierra de mo-
mar del Sur. E assi, en quanto él podia, ros, porque en la verdad yo avia procu-
por diversas formas, daba desvíos a la rado y hecho todo lo que en mí fué para
expedición y aviamiento de Gil Goncalez que Pedrarias fuesse removido. E túveme
con muchas cautelas. por perdido, é no me engañé en ello, ni
Sentido esto por el capilan Gii Gonca- me desembarcara, si no fuera por mi roa-
lez, c entendido en parte la condición é ger é hijos; pero como no pude hacer otra
cobdigia del gobernador, é por aviso de cosa, atendí á me encomendar á Dios y
los officiales el thessorcro Alonso do la esperar su socorro: que otro no le tenia.
Puente y el contador Diego Márquez, que E luego por la mañana , el día siguiente,
de mas días é mejor le tenían conosgido, envié un hombre á fierra é di notigia al
se acordó de meterle en compañía en el gobernador de mi llegada: el qual me en-
armada, porque por esta vía seria fácil vió á decir que holgaba mucho de mi ve*
DE INDÍAS. Lili. XXLX. CAP. XIV. G7
nida, é quo saliesse en buen hora: qué! me dado á entender á Su Magestad que va-
tenia por amigo ó buen servidor de Su lían los bienes, que le avian aplicado á su
Magestad, é entendía ayudarme é honrar- cámara é fisco en las condenaciones del
me , como si fuesse su hijo ó hermano, on adelantado Vasco Nuñcz de Balboa é sus
todo lo quél pudiesse. Y en fin, aunque consortes; y volverme sin cumplir el man-
yo creía otra cosa, salí con mi compañía, damiento del Céssar, pues que estaba ya
é allí luego á la costa vinieron á me visi- en la tierra, fuera notable error, y allen-
tar é acompañar el bachiller Diego de Cor- de desso yo yba gastado. Todas estas
ral é Diego Maldonado: los quales, de causas me hicieron que me detuviesse,
parte del gobernador, medixeron loque puesto quo yo tenia por gierto quel go-
es dicho é otras muchas palabras de amor. bernador avia de procurar dedestruyrme,
É llegado á la cibdad, fu y á le hacer reve- porque tenia aviso que en España no avia
rencia; é mostró holgarse mucho de mi hablado bien del, é que avia procurado
venida, segund de los actos exteriores se la yda de Lope de Sosa, é porque pedí la
podía entender: é luego e¡ gobernador fué gobernación de Sancta Marta para mí, co-
á visitar á mi muger á la posada, ó la ha- mo era verdad, 6 me fué concedida, é
bló con mucha cortesía. porque no se me otorgaron cient hábi-
En este camino yo avia tocado en esta tos de Sanctiago para cient hombres hi-
cibdad de Sancto Domingo, é supe aqui josdalgo, como ya lo dixe en el li-
cómo doña Isabel de Bovadilia, muger de bro XXVI, en el capítulo I y en el III, de-
Pedrarias, avia hecho escala en la Yagua- xé aquella empresa (lo qual se lo quitaba
na, que es un puerto que está en esta Is- á Pedrarias, é se le quitó de su jurisdi-
la , al Ocidente, é la enviaba el goberna- cion después). É principalmente yo temía
dor á Castilla con mucho oro é perlas (se- quél me avia de hacer malas obras, assi
gund fama) por se hallar mas desocupado por lo que es dicho, como por las que el
para la residencia, que esperaba que le me avia fecho; é á muchos avia dicho que
avia de tomar Lope de Sosa, é por tener me tenia por enemigo. Demás de lo qual,
la hacienda puesta en cobro: que es una le pessaba en el ánima, porque yba por
de las cosas que en estas partes mucho se receptor de Su Magestad para cobrar los
usa entre gobernadores é jueces, quando bienes del adelantado é sus consortes é de
se les acaba el ofíicio, que huyen con el todas las penas de la cámara real: ó sin
dinero antes de la cuenta, ó la esperan, esso llevé á cargo la escribanía general
teniendo aleada la pecunia. del secretario Lope Concbihos, y el ofticio
de la fundición, allende del que yo me
Desde á dos meses después que llegué
tenia de veedor, v en todo avia de tener
al Darien, me llevó Dios uno de mis hijos,
mano. É lo que mas daño me hacia en la
en edad de ocho años, é junto con este
opinión de Pedrarias, era pensar el que yo
pessar lo que sentí de la muerte é falta
sentía algo é traia el regimiento perpetuo
del gobernador Lope de Sosa, muchas
de aquella cibdad del Darien para mí é
veces estuve determinado de me tornar
sendos para los otros ófficiales, éotro pa-
on la mesma nao que fuy, si la nescessi-
ra aquel bachiller Diego de Corral, los
dad é la vergüenca no me forgáran, por-
quales todos yo negocié, aunque de todos
que yo yba cargado de casa é muger, é
ellos ni ove las gracias, ni aun me paga-
muy de assiento. É lo que mas me obligó
ron los derechos del despacho de las pro-
a esperar lo queviniesse, fué porque, por
visiones : lo qual yo hice é procuré, assi
mandado del Emperador, yo avia de co-
por los honrar, como principalmente por-
brar cient mili pessos de oro que avian
68 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que era servicio de Dios é del Rey excu- Mas cómo Pedrarias vido el tiempo
sar que cada año Pedrarias hacia regido- dispuesto, é yo pressenté aquellas cé-
res á sus criados é amigos en aquella cib- dulas é provisiones que he dicho, él de-
dad, lo qual él sintió. gia maravillas en mi favor, loando lo
Demás de lo que está dicho, llevé una que avia hecho por aquella tierra: ó por
cédula para que el gobernador gobernasse otra parte dixo á los officiales que le
solo sin los officiales; y desta manera, perdonassen, quél no quisiera gobernar
aunque era en su favor, yo no la gané si- sin ellos; pero que yo avia traydo aque-
no pensando quel gobernador era Lope lla cédula que lo prohibia, é la otra pa-
de Sosa. Llevé otra para que los officiales ra que no tractassen. É lo uno é lo otro
no tractassen, y otra para quel goberna- sintieron mucho, porque les era grand
dor pusiesse las puntas y el toque, con que estorbo para sus cobdicias, é se les quita-
sequilatabael oro en quilatador, que dies- ba el mando é grandes interesses de ha-
so fiangas: quel oro que quüatasse y en gienda; pero disimularon é tuvieron su
España paresciesse de menos ley, quél é cuenta conmigo, para dañarme en lo que
sus fiadores lo pagarían. Llevé las ordo- pudiessen.
naneas é fueros de la casa de la fundición; Desde á pocos dias el gobernador acor-
llevé merced por quatro años para la tier- dó de yrse á Panamá á esperar al licen-
ra de la franqueca de los derechos del al- giado Espinosa, alcalde mayor, que avia
moxarifazgo. Llevé más: quel primero año dos años que andaba en la costa del Sur
después que yo Uegasse, se pagasse el con los navios de Vasco Nuñez, adqui-
diezmo del oro de minas al Rey, y el riendo lo que podia, como hombre que se
segundo año después el noveno, y el otro quería yr á España y no perseverar en la
siguiente el octavo; é assi discurriendo, fierra.
hasta quedar en el quinto. É otras merce- Cómo yo vi quel gobernador se yba
des é franquezas llevé para la tierra é po- ó la otra mar, lúcele cierto requirimien-
bladores della, que generalmente á todos to, dándole á entender que era despo-
fueron útiles é provechosas, é á mí solo blar aquella cibdad, dexándola él en tal
dañosas; porque demás de no me aver tiempo; porque los officiales se yban con
dado nadie, para gratificación de mi tra- ó!, y él y ellos con determinación de as-
baxo é gastos, un real ni valor del, aun- sentar en Panamá en la costa del Sur, é
que , como en otras partes he dicho, fuy algunos deltos en el Nombre de Dios en
á Flandes, é gasté de mi hacienda Ja ma- essotra costa: é expresé muchas ragones,
yor parte, buscando el remedio de aquella por las quales el gobernador no debia yr;
tierra, como todo 1© que yo hice era ápro- pero no lo dexó de hacer por csso é lle-
póssito de la comunidad y de todos, ningún vó consigo al thessorcro Alonso de la
particular me lo agradesció. Antes de al- Puente, é al contador Diego Márquez, é
gunas cosas se resabiaron el gobernador é al fattor Miguel Johan de Rivas. É porque
officiales, é todo el fructo que saqué, fue- el thessorero y el contador eran regidores
ron muchos trabaxos é perder el tiempo é del Darien, é no volviessen á aquella cib-
hacienda proprta, como adelante se dirá, dad , dióles repartimientos de indios que
puesto quel gobernador é todos mostra- los sirviessen en Panamá, ques ochenta
ron mucho contentamiento en aver yo leguas del Darien: é aquí se vido clara-
tornado á la tierra ó aver traydo tan se- mente quel gobernador quería despoblar
ñaladas mercedes para aquella cibdad é el Darien, assi porque la avia ganado é
loda la provincia. poblado Tasco Nuñez. su yerno, á quien
DE INDIAS. LlB. XXIX. CAP. XIV. 69
avia degollado, como porque una vez que sión al mesmo ligenciado Alarconcillo, pa-
desde allí se avia querido yr Pedrerías á ra que tomasse residengia al gobernador,
España, sin hager residencia, el regimiento su amo, é al ligenciado Espinosa, é á los
de aquella cibdad le detuvo. Y también se que avian tenido cargo de justigia por Pe-
quiso yr á Panamá, por hallarse pressen- drarias. En tanto que estas provisiones
te al recoger de los despojos, que espera- llegaban, estaban en Panamá el goberna-
ba que avia de traer el alcalde mayor de dor , y el thessorero, y el fattor; y en el
3a costa del Sur, é porque en lo que su Darien estábamos el contador Diego Már-
gobernación tenia en estotra costa del quez é yo, que era veedor, con nuestras
Norte todo estaba hollado en lo que no mugeres, é por teniente Martin Estete,
avia flecheros (porque donde los avia, no que era casado con una criada de su mu-
le paresció ser á su propóssito): é junto ger de Pedrarias, hombre de ninguna ex- -
con esto se decía quel alcalde mayor y el piriengia en letras ni en armas.
capitán Badajoz avian ya vuelto á la otra Poco tiempo antes desto avia salido del
costa con mucho oro. Assi que, por es- Darien el bachiller Diego de Corral por
tas causas aprovecharon poco mis pala- capitán con gierta gente, por' mandado
bras ni las de otros muchos que decían lo del gobernador, á pagificar é visitar la
mesmo. comarca á la parte del Abrayme é Cara-
Determinado de se yr, higo una diligen- nura é otras provingias; é de lo que higo
cia donosa, por manera de cumplimiento adelante se hará mengion.
é abono suyo: é fué que aquel ¡icengiado Assi que, estando las cosas en este es-
Alarconcillo, que avia ydo con el gober- tado, vino á Panamá el Iigengiado Espi-
nador Lope de Sosa, hícole Pedradas su nosa con treynta y tres mili pessos de oro
alcalde mayor é teniente, é hico prego- é más, que avia ávido de indios salteados
nar residencia contra sí mesmo por treyn- é despojados por la costa del Poniente.
ta dias en el Darien. La qual hico á su Estos demás ó allende de los otros veyn-
placer, porque como se quedaba en el te mili, que se ha dicho que tenian allí en-
officio é hagia su juez á su teniente, todo terrados. Luego el gobernador envió á re-
aquello era publicar congiencia, de lo qual querirnos al contador Diego Márquez é á
muchos se reian, é ninguno que tuviesse mí, que estábamos en el Darien, que
quexa del no le osó pedir nada. fuéssemos á Panamá ó enviásemos nues-
Esta residengia fraudosa envió á la cor- tros tenientes, para que aquellos ginqüén-
te en tiempo que se aprovechó mucho de- ta é tantos mili pessos, con otros que por
lía , porque en aquel tiempo el Rey, nues- rescates é otros de las minas se avian
tro señor, ,no estaba en España, ni sus allegado, se fundiessen é quintassen, é Sus
gobernadores en dispusigion de entender Magestades tomassen sus quintos é dere-
en mas de pagificar las Comunidades: en chos, é lo restante se diesse á quien lo
lo qual el rcvcrendíssimo Cardenal de debia aver; y en especial fuy yo reque-
Tortosa, que después fué Papa Adriano, rido (porque á mi cargo estaba la fundi-
VI de tal nombre, y el condestable de gion, é tenia yo las marcas é cuños rea-
Castilla don Iñigo de Vclasco, y el almi- les del oro, é á mi cargo era de cobrar
rante de Castilla don Fadriquo Enriquez, los bienes del adelantado Vasco Nuñez
que eran los que gobernaban, importuna- de Balboa ó sus consortes por la cá-
dos do doña Isabel de Bovadilla, muger mara é fisco) só giertas protestagioncs,
de Podrarias, é de un Francisco de Li- que contra mí protestó un procurador de
gaur, su procurador, le enviaron comi- Pedrarias. É viendo esto el contador Dic-
70 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
go Márquez é yo, determinamos de yr a En este tiempo quel bachiller Corral y
donde el gobernador estaba: é Diego el teniente se dieron el mal recabdo que
Márquez fuésse de arrancada, é llevó su es dicho en el Daricn, so fundió en Pana-
suuger consigo, con determinación do no má el oro que es dicho; é assimesmo el
volver al Daríen, ó yo dexé la mia allí, capitán Gil Goncalcz de Avila, con el ar-
non obstante que cada dia los vecinos se did de la venta del negrillo volteador, é
yban, porque el gobernador les prometía parte que por el prescio del se le dio al
é daba indios de repartimiento é otros gobernador en aquella armada, se acabó
provechos á quantos dexaban aquella de despachar é siguió su descubrimiento;
cibdad. É assi cómo otros la desampara- porque antes no pudo, assi porque los pri-
ban , comencé yo á labrar é dexé la traca meros navios que higo en el rio de la Bal-
é dineros á mi muger para que higiesse sa se le pudrieron de! sol é lluvia, é con
mi casa: é hícola tal, que ninguna hasta los estorbos del gobernador, como por-
aquel tiempo avia en la Tierra-Firme co- que si el negrillo no tomara, nunca de allí
mo ella. saliera.
Con esto la cibdad tenia alguna espe- En fin, año de mili é quinientos é veyn-
ranga, porque aunque los otros officialcs te y dos, partió é fué la via del Ociden-
del Rey la avian desamparado, yo no lo te, 6 descubrió lo que adelante so di-
avia hecho: é la cibdad me dio su poder, rá ; é poco antes yo me partí de Panamá
para que hiciesse sus negocios con el go- para el Nombre de Dios, año de mili ó
bernador. quinientos é veynte y uno, ó de allí para
Después que llegué á Panamá, en mi el Daríen, por mar, en una cara vela mía.
pressencia se desenterraron los veynte É al tiempo de mi partida requerí a! go-
mili pessos de oro de París, que el alcalde bernador , en nombre del Darien, todo
mayor avia traydo de su primero viage, lo que me paresgió: é allí le dixe cómo á
quando dexó allí en guarda de esse oro al su causa aquella cibdad se perdía, é to-
capitán Goncalo de Badajoz con poca gen- mé mis testimonios contra él. É cómo le
t
te, é de temor de los indios lo avian se- pessaba que aquestas cosas anduviessen
pultado. Este oro, é lo quel licenciado por escripto, acordó de rogarme que qui-
traía, é lo que se avia sacado de las mi- siesse encargarme del Darien é su provin-
nas de Panamá é Capira é Juanaga por los cia, é touiasse la vara do su teniente;
vecinos del Nombre de Dios é Panamá, se- porque decia él que yo me daría tan buen
ria todo septenta mili pessos de oro. recabdo, que la cibdad ó toda la tierra se
En este tiempo llegó al Dañen el Bar- sosternia, é daba ragones para ello, por?
tolomé Corral, perdido él c los que con que él no podia quitarse al pressente de
él fueron, é aviendo hallado de paces la aquella mar del Sur. Yo no quería acep-
tierra por donde anduvo, dexóla de guer- tar el cargo, assi porque me tenia por mas
ra en virtud de sus letras ó poca maña. honrado con ser ofíicial del Rey, que no
Para la enmienda desso fué luego á entrar con ser teniente suyo, como porque no
el tenienc Martin Estctc, é con ciertas ca- quería yo (al cavilado: é díle por excusa
noas por agua: ó hícolo muy peor, ó cada que siendo ofíicial del Rey, no avia de te-
uno dellos fué(harta parte para el alcamien- ner offieio por él, é que caería en alguna
ot é rebelión de los indios cdessolacion de pena, pensando que servia nial en ello. Fi-
aquella cibdad, la qual en aquella sacón nalmente, rogándomelo él é otros, acor-
era la mayor é mejor población que dándome que aquella cuidad se despobla-
chripslianos tenían en la Tierra-Firme. ría , é yo perdería mi hacienda, si no avia
DE INDIAS. LIB. XXíX. CAP. XIV. 71
quien della se doliessc, acepté el cargo, sentido, viendo muerta á mi muger, que
y el gobernador me lo mandó de parte de yo amaba mas que á mí, estuve para per-
Sus Magostados, sin embargo de mis offi- der el sesso; porque demás do tan dulce
cios de veedor de las fundiciones de aque- compañía, é ser mi desseo vivir en el es-
lla gobernación é regidor de aquella cib- tado matrimonial, como chripstiano, no
dad é receptor general do la cámara é fis- era acostumbrado á las mancebas que
co por Sus Magostados, é porque assi de- mis vecinos tenían (é aun algunos dupli-
cía el gobernador que convenia al servicio cadas).
de Sus Magestadcs. É assi me lo dio fir- Este trabaxo mió plugo á los que me
mado de su nombre, é yo lo acepté, por- desamaban, porque como luego me puse
que tenia en el Darien mi muger é mi ca- con la vara de justicia en castigar los pe-
sa, é me avia allí heredado por mi mal, cados públicos (en que muchos avia en-
ó porque assi lo tenia Dios ordenado. vejescidos), presto fuy aborrescido, por-
En la hora que se me dio la provisión, que no consentí que se pesasse carne los
por la qual avia de gobernar aquella cib- sábados, como hasta estonces lo hacían é
dad é ser capitán de aquella provincia, la confian: lo segundo mandé pregonar
dixo Peclrarias á algunos que por mi mal que no tuviesse ninguno manceba pública,
avia tomado aquel cargo, (ó assi fué ello); é como sabían que lo avia de castigar, se
porque mi condición de hombre libre no apartaron los que las tenían públicamente á
pudo comportar cosas feas é torpes, pues pan é cuchillo: lo tercero quité los juegos é
querer hacer justicia entre gentes acos- hice quemar públicamente en la placa todos
tumbradas á estar sin ella ó á mal vivir, los naypes que avia en el pueblo: lo quar-
no podia ser sin mucho riesgo de mi per- to, castigué las blasfemias: lo quinto, á
sona, en especial estando tan aparejada un escribano tirano que robaba aquel pue-
en el superior en la tierra la mala volun- blo , condénele en ciertos quatro tantos é
tad que contra mí tenia. Y aunque no ig- suspendíle del officio por un año. En ca-
noraba esso, por no ver perder la cibdad da cosa de las que prohibí, fuy constante
ó mi casa ó assicnto, abaxó la cabeca, en castigarlos transgresores, é defendí que
fiando en Dios, que es sobre todo, é vol- no se cargassen las indias, que se servían
ví al Darien, de donde avia salido en el dolías los chripstianos como de asnos. É
mes de agosto: é volví un sábado nueve assi hige otras cosas, en que yo pensaba
que servia á Dios é al Rey, é que eran
de noviembre del mesmo año de mili é
en pro é utilidad del común: é todo fué
quinientos é veynte y uno. É otro dia lue-
para mis trabaxos la yesca que los encen-
go siguiente, que fué domingo, enterré á
dió en las voluntades de los que me pu-
mi muger, que avia diez dias que estaba
sieron en la extremada nescessidad, en
enferma: ó con el dolor de perdida tan
que me vi.
triste para mí, transportado 6 fuera de
72 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XV.
Cómo el coronisla quedó por capitán é teniente de gobernador en el Darien; é cómo los indios del caci-
que de Beá mataron al capitán Martin de Murga é á otros chripsliartos: é cómo por aviso 6 industria del
dicho capitán, auctor dcslas historias, se pacificaron muchos caciques é indios caribes i ilecheros de la
costa, é se metieron en el Darien muchos pessos de oro por rescates.

Wuando pressenté la provisión de Pedra- otras personas, sinoá mi costa propria, di


rias en el cabildo é regimiento de la cih- pringipio á los rescates con los indios bra-
dad de Sancta María del Antigua del Da- vos é á la pacificagion dellos, no porque
rien, fuy resgebido por su teniente con yo fuy el primero rescatador que aques-
mucho placer de todos, porque vían quel to comengó, porque como en otras par-
gobernador miraba con enemistad las co- tes he dicho, el capitán Chrípstóbal Guer-
sas de aquella cibdad, é que los otros offi- ra é Johan de la Cosa, Bastidas, Johan de
giales del Rey se avian desavecindado de Ledesma, Hojeda é otros muchos avian
allí, é passádose á Panamá el thessorero antes corrido todo aquello, é los mas de
Alonso de la Puente y el contador Diego essos, só color de rescates, robando é al-
Márquez, y el fattor Miguel JobandeRivas terando. Pero lo que yo hige fué rescatar,
al Nombre de Dios, é que yo avia querido pagificando é amansando lo alterado, é
perseverar é no hacer la mudanca que- rescaté é ove en pocos meses mas de sie-
llos. Antes compré las casas del contador te mili pessos de oro. A causa de lo qual,
é otras, y en lo mesmo que las pagaba de é por mi exemplo, los veginos del Darien
contado las vendí fiadas á otros, é com- compraron navios, é algunos ios higieron
pré vacas é puercos, é di carne abasto de nuevo; é continuándose la mesma gran-
al pueblo, el qual hasta allí nunca la tu- geria, se metieron en aquella cibdad en
vo de" propria crianga ó cosecha. breve tiempo mas de cinqüenta mili pes-
En toda aquella jurisdicion hice una bue- sos de oro, de paz é sin riesgo, ni matar
na quadrilla de esclavos é negros para sa- ni enojar á indio, como se dixo mas lar-
car oro de las minas. Congerie todas las gamente en el capítulo III del libro XXVI,
diferencias que pude entre los vecinos so- é en el capítulo IV del mesmo libro. Lo
bre sus debdas, y en algunas puse de mi qual fué causa de mucha reformagion é
casa mas que palabras por congertar é remedio de aquella cibdad, é se favores-
avenir las partes. Hice muchas ordenan- gió é ayudó mucho á causa de mi industria.
gas y estatutos para pro ó utilidad de la Junto con esto fuy temido juez,, por
república. Pero, comodixe de susso, no no aver disimulado los peccados públicos,
todas estas cosas plagian, sino las menos ni dexado de hager justigia (aunque tem-
dellas, por la mala costumbre é soltura plada fuesse); ó cada uno sabia que no te-
en que vivían. Hige en espegial una cosa nia nada en mí para se quedar sin pena ó
muy útil é provechosa á la cibdad é á mí moderada correegion, si culpado fuesse.
é á todos en general, que fué aquesta. Do lo qual no poca indignagion contra mí
Provey una caravela mia de gente é vi- formaron algunos: porque al que yo cas-
tuallas , é bien armada de paz é de guer- tigaba, si apelaba, le absolvía el goberna-
ra, y envióla á la parte de Levante á los dor é le daba dineros; é cómo estaban á-
caribes de Cartagena é isla de Codego é su lado el thessorero y el contador, é no
otras partes; é sin me ayudar el Rey ni tcnian olvidadas aquellas cédulas que lie-
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XV. 73
vé para que no tuviessen voto en las co- lo docia algunas veces, me tomaron en
sas do la gobernación, ni tractassen como mala opinión los que quisieran que yo ovíe-
primero lo avian hecho, estos eran ios ra seguido el camino de los otros juegos.
que íavoresQtan los que yban quexosos, Agercándosc. mi penitengia, siguióse
aunque justamente yo los oviesse penado. que un vecino del Daricn, llamado el ca-
Y desta forma en poco tiempo estuve mal pitán Martin de Murga, vizcayno, era vi-
quisto de los tálese do sus parciales; pe- sitador do los indios, por Pcdrarias, de
ro con los buenos é con los que estaban la provincia é repartimiento del Dañen:
sin passion estaba en su gragia. Mas es- el qual me pidió ligcncia para yr á visitar
tos no eran parte para me ayudar, quando el cacique do Bea, que le estaba enco-
me vieron en nescessidad. Antes fueron mendado á "él, c vivía en las lagunas,
pocos los que osaron mostrarse por mis cerca del rio Grande; é yo no se la quiso
amigos, porque vían notoriamente quel dar, é le di se que no fuosse allá, porque
gobernador me era contrario c que habla- me avian dicho que aquel cacique ó todos
ba mal en mí, é muchas veces avie dicho los de la tierra estaban aleados, desde
estas palabras: «Yo conozco que otro quel bachiller Corral é Martin Este te, só
baria mejor lo que toca á la buena go- color de visitar la comarca, la avian le-
bernación destas partes; é informado vantado; é que en ninguna manera le da-
el Emperador, nuestro señor, desto, avía ría Ucencia, porque yo no quería que lo
proveydo a Lope de Sosa, que haya matassen á él é á los que con él fuessen.
gloria, que era buen cavallero é lo hi- Desta respuesta se quexaba á muchos de
ciera muy bien, é porque el veedor Gon- mí, é no faltó quien me lo dixo, é mandóle
zalo Fernandez de Oviedo no faltó de llamar, é díxele: «Martin de Murga, di-
lo acordar é solicitar. Yo holgara de cho me han que os quexays de mí, é no
verme libre ó retraerme ya, si Dios no fue- tenes racon, porque si no os doy licencia,
ra servido de me tener en estos trabaxos es porque no os mate vuestro cagique, é
é fatigas, que tengo en la substentacion querría yo qué quando fuósscdes, fuosse
destas partes, con tantos gastos de mi ha- de manera que tuviéssedes segura la vuel-
cienda é con tan pocos intcresses, é con ta, é no quedássedes allá muerto. Por
tantas enfermedades écon avérseme muer- vuestra vida que no murmures de mí, ni
to en esta .tierra uno de mis hijos.» É assi digays que os echoá perder é que no quie-
entonado á este propóssito, decia otros ro que medres, é por mi causa no vays
muchos cargos que echaba á Dios é al por mil pessos, que decís que os ha pro-
Rey con su persona', los quales los que le metido vuestro cacique. Yo no lo hago sino
escuchaban, aceptaban, é decían que sin por ló que os cumple; é si otra cosa ú vos
dubda Dios quería quél gobernasse c no os paresge, traed un escribano é reque-
otro. E assi passaban tiempo con lagote- ridme lo que quisiéredes: que yo daré mi
rías é cosas que tenían en contrario bien respuesta, para que en todo tiempo pa-
clara la respuesta, porque él é sus minis- rezca mi descargo con Dios é con el mun-
tros é capitanes assolaron é destruyeron do todo>»
la tierra con robos é crueldades, sin los Estonces el Martin de Murga dixo que
castigar, como en parte lo cuenta la his- me bessaba las manos, porque le daba M-
toria ; é lo quél y ellos llamaban pacificar, cengia que me requiriesse, é que me pe-
era yermar é assolar é matar é destruyr dia por merged que no me pessasse del
la tierra de muchas maneras, robando é requirimiento. Yo le repliqué que no me
acabando los naturales della. E porque yo pessaria, sino que holgaría dcllo. En fin,
TOMO III. ' 10
74 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
me requirió é protestó quinientos pessos otras cosas de aquella tierra: é estando
contra mí, si no le daba licencia para yr á descuydados comiendo y en mucho piar
su cacique Rea; porque decie que le avia ccr, les dieron sendos hachacos por de-
enviado á llamar para le dar aquellos mili trás en las cabegas á todos quatro, que se
pessos ó más de rescate, é quel cacique las hendieron, é no tuvieron sentido para
no estaba aleado, sino muy pacífico. Alo pelear ni se defender; porque tras el pri-
qual yo respondí que públicamente se sos- mer golpe heridos, acudieron con más é
pechaba que aquel cacique estaba aleado, o más golpes en el instante, é más indios,
que me parescia é le aconsejaba no fuesse ó presto los acabaron do matar. É ataron
allá, puesto que para yr ét no tenia nes- á los mas de los indios mansos, para los
cessidad de mi licencia, pues" que era visi- herrar por esclavos: ó algunos dellos se
tador de los indios del Daricn, ó sin ella escaparon en tanto que mataban los chrips-
podía yr donde quisiesse; pero que si to- tianos, é se tornaron al Darien.
davía quisiesse mí consentimiento, que Fecho aquesto, el cacique de Bea, pa-
yo le daba licencia con tanto que fuesse ra solcmpnicar su traycion, púsose un cin-
comió era racon, ó de manera quél é los to de oro é un collar de lo mesmo, é jun-
que con él fuessen no resgibiessen daño, tados sus indios, ataron una cuerda á los
ni fuessen á peligro. pies al capitán Martin do Murga, é tiran-
Passado aquesto, el capitán Murga se do por ella, lo llevaron rastrando un quar-
partió, sin le ver yo ni saber más en ello; to de milla apartado del buhío, é lo de-
é llevó consigo en dos canoas a un Ruy xaron allá para que las aves se lo comies-
López de Talavera, é á un Johan López scn. Por donde lo llevaron rastrando, yban
de Llerena, é á un Johan de Mcdcllin é muchos indios é indias é muchachos, con
diez ó doce indios mansos, que bogaban. mucho placer é risa, cantando su areyto;
E llevó camisas é hachas c otras cosas, pa- é el cacique, de quando en quando, con
ra dar al cagique ó á sus mugeres é in- una macana guarnescida de oro, le daba
dios. un golpe en la boca, ó decia: «Chica oro,
Aquella gente de Bca está metida en chica oro, chica oro,» que quiero degir:
unas lagunas, gerca del rio Grande, lla- «come oro, come oro.»
mado Sanct Johan, que entra en el gol- Hechas estas obsequias á la muerte é
pho de Urabá; y es tal el assiento del ca- imprudencia dcste capitán, tomaron los
cique ó de sus' indios, que en algunos cuerpos de los otros Iros españoles, é as-
tiempos del año es muy peligrosa la en- simesmo, arrastrándolos, los echaron en
trada , y en especial en el tiempo. de las el campo. De los indios mansos que avian
aguas; y es cerca del Darien. ydo con essos peccadores chripstianos,
Llegado este capitán Murga é los que desde á tres óqualro dias después, tor-
he dicho á Bea, fueron muy bien resce- naron algunos al Darien, é dentro de ocho
bidos, é abracólos á todos el cacique'; y dias los más dellos, de losquales se supo
el capitán le dio gentiles camisas á él é á lo que es dicho. E lomada la información,
sus mugeres é algunos do sus indios prin- determiné de yr ó enviar á castigar aquel
cipales, é les dio hachas vizcaynas ó otras cacique Bea, é apercebí gente para ello.
cosas: é para ver cómo cortaban, las pu- Y porque á ninguno de los milites
sieron luego en astiles. E el cacique higo deslas parles (pie mal han acabado falta
luego dar de comer al capitán é chrips- culpa para su casligo. por una ó por otra
tianos ó á los indios mansos, que con él via, es de saber que esle Murga avia sey-
yban, do muchos é buenos pescados é do alguacil é ministro de las crueldades
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XV. 7o

que avia hecho el alcalde mayor Espino- Diego de Corral quo aquesta gente fuesse,
sa en los viages, que avia hecho por la porque se avia de saber cnterameute la
tierra desta provincia de Cueva. culpa quól tenia de la rebelión é ajamien-
Teniendo yo aparejada la gente que to de la tierra, por donde él avia andado,
avia de yr contra Bea (assi porque en la só color de la visitar; é porque aquel ca-
cibdad avie poca gente, como porque ca- cique Bea era pariente de la india Elvira,
da dia éramos menos, porque el gober- su manceba, o de los hijos que en ella te-
nador, á quantos yban á donde estaba, nia, comencé á poner grandes inconvi-
los halagaba é daba repartimientos por nientes en la yda de aquella gente, é de-
allá, é los menos volvían al Darien), de cía públicamente que yban á mucho peli-
temor de lo acaescido á aquel Murga, é gro, y á esse propóssito otras palabras
porque se sospechaba que otro cacique, escandalosas, atemorigando los que esta-
llamado Guaturo, se avia confederado con ban nombrados é apercebidos para el via-
el de Bea é con otro, que era notorio ene- ge, É cómo regidor de aquella cibdad,
migo de los chripstianos (é muy varón) me d i m muchas cosas para removerme
que se llamaba Corobari, é aleado anda- de mi buen propóssito, diciendo que ya
ba dias avia, é tenia dentro en la cibdad, yo via quán sola quedaría aquella cibdad,
en casa del bachiller Corral (al qual esta- si enviada aquel capitán ó hombres que
ba encomendado por repartimiento) la ma- tenia acordado, é si alguna nescessidad
dre é la muger é los hijos, é era cercano sobreviniesse al pueblo en absencia de
pariente de una india quel bachiller tenia aquellos, no quedaban otros tantos que
por manceba, en la qual tenia hijos: y defendiessen aquella república; é si se
deste Corobari, como de ladrón de casa, erraba el viage, ó algún siniestro los
temamos grand recelo, porque estaban ocurriesse, que yo era digno de mucha
dentro en el pueblo parte de sus indios, culpa, é que yo apocaba las fuercas que
é cada dia le podían avisar de la poca nos quedaban, quo eran ya reducidas á
gente é vecindad que ya éramos; con tan poco número de hombres; quo yda
todas estas sospechas é indicios, que esta gente, otros caciques de la comarca
cada cosa dellas eran de temer, luco se atreverían á venir á pegar fuego á la
armar é poner á punto tres canoas é una cibdad, ó que de todo el daño quo vinies-
barca é bastimentos, é aun la mayor par- se á los quo yban é á los que quedábamos,
te di de mi casa ó se pagaron con mis di- yo era el ministro, si no mudaba, mi vo-
neros. É acordé que fuesse con un man- luntad é tomaba su consejo. Y á este pro-
damiento mió el capitán Johan de Ezcaray póssito suyo dixo otras cosas, en que no-
a prender el cacique Bea é los mas indios, toriamente para entre gente común é ba-
que pudiessen averse de los culpados, é xa é do poco entendimiento parescia quo
llevasse consigo hasta quarenta hombres, su raconamiento era lleno do buen celo,
é los diez dellos ballesteros, é que llevas- é quo en lo que decía echaba cargo á la
se por guias dos ó tres indios de los mes- cibdad, ó que & los que yo mandaba yr
mos'quel capitán Murga llevó, quando le los excusaba de un notorio y evidente pe-
mataron; é yo quedé á guardar la cibdad. ligro , é que yo me movia á esto con mal
Estando en esta determinación, para consejo, é como hombre acelerado é no
que otro dia siguiente el capitán Johan de llegado á racon.
Ezcaray é la gente que es dicho, oyendo A esta plática estaba la mayor parto
primero una misa de Espíritu Sancto, se del pueblo escuchando ó notando, é co-
partiessen, pessándole mucho al bachiller mo vo estaba determinado de enviar a
76 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
castigar á los delinqücnles, por ser muy que sobro averie perdonado dos veces sus
conviniente para excusarse otros atrevi- deslealtadcs, y averse baptigado, y lla-
mientos , dixe contra lo quol bachiller de- marse chripstiano, anda la tercera aleado,
cía desta manera; «Señor bachiller, pé- y es el mas perjudigial enemigo que esta
same, porque vuestras palabras me cons- cibdad tiene, é do quien mas se debe guar-
triñen á que os responda en pública pla- dar por vuestro respecto; pues que en
ga ; pues que en ella aveys querido dar á vuestra casa están su madre, ó muger, é
entender á estos señores vecinos é amigos hijos, é otros indios con quien se debe
una cosa tan desviada de lo cjerto é tan entender; é también es debdo de vuestra
perjudicial a todos, é que debaxo de Elvira é de vuestro hijo. El fin que yo
vuestras cautelas fictas y enderesgadas á tengo en esto mostrará con la obra cómo
vuestro interesse, haya otro entendimiento tengo por pringipal bien el de todos, é
en la verdad, corno le hay, muy al revés que otra cosa no me mueve ni otro inte-
de lo que querríades que se os creyesse. resse sino que se sirvan Dios é Sus Mages-
Claro está que si el atrevimiento é tray- tades y esta cibdad se conserve, en la
cion, que Bea ha cometido en la muerte quál pues, yo tengo tanto que perder
del capitán Martin de Murga y essotros pec- como el que más de los que en ella vivi-
cadores, que con él mató, so disimulasse, mos , é la pudiera dexar como la dexaron
que nascerían de esso otros daños mayo- los otros offigiales de Su Magostad, é con
res ; y- aun el mcsmo Bea ternía mucha mucha ventaja de repartimiento é otros
causa para venir á quemar nuestras casas ofresgimientos quel gobernador me daba,
é aun nuestras personas con Otros sus si yo quisiera desampararla é mudar as-
confederados, porque sabe que en vuestra siento. Por aqui veres si mi deseo es sus-
casa están los ligones, do tiene sus espías tentar esta cibdad é vivir ó morir en ella.
é debdos en vuestro hijo Perico y en »Cada dia nos faltan indios de los que
vuestra Elvira, de quien lo-ovistcs, quo nos sirven en nuestras casas, é muertos
os su prima de Bea. Y á vos peor que a ni vivos no paresgeu: si fuessen tigres los
ninguno os está hablar en esto-, y al que que nos los quitan, no podría ser sin se
mas lo conviene este castigo de Bea soys aver entendido. Todos los que hay en es-
vos, salvo si no pensays que lenes en ta cibdad sospechan, é yo con ellos, que
él las espaldas seguras porlos debdos que esfos traydores cagiques Corobari y Bea,
lie dicho. Todos essos hiconvinicnlcs que parientes de vuestro hijo, nos los liurtau;
vos poneys son excusados, y estos hidal- é cómo el ladrón y espía está en casa,
gos, que yo envió con el capitán Johan de sentimos el daño é no vemos por do se
Ezcaray son tan buenos, é tan leales, ó remedie, aunque no del todo giegos, ni
tan experimentados, quo bastan á mayor hay ninguno tan ignorante que dexe de
cosa que la que yo les encomiendo; é á entender quel remedio es cortar los tron-
cada uno dcllos le va en esto tanto, que cos é gepas de cssa mala simiente, que
aunque el número de sus personas es po- son estos cagiques de Bea é Corobari. Y
co , el valor dellas es mucho para que to- tened por gierto que en lauto que á mi
do se haga muy bien, é como Dios c Sus cargo fuere el bien ó procDmun de todos,
Magostados se sirvan v esta cibdad so que aunque me cueste lo que tengo é la
asegure. Y yo quedo acá para la velar c vida con ello, yo sacaré destos escrúpu-
guardarla de las espías é debdos de Bea los é sospechas á lodos. El castigo, que
é de vuestro Corobari, que sabes é sa- convenga en esto caso de Murga se ha de
bemos todos que es un grand porro, é hager, é no me hablo ninguno en otra co-
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XV. 77
sa. E será mejor que nos digays en qué assentado, mandé que lo firmasse, y él lo
parle os desastes dos ó tres chripstianos firmó, é luego le mandé por aucto que
vivos de los compañeros, que Hevastes, entendiesse en buscar aquellas firmas, que
quando fuysles la tierra adentro, que de degia ante mí hasta otro día á vísperas, so
cansados y enfermos se quedaron, pu- pena de cient mili maravedís para la cáma-
diéndolos vos traer, porque si por caso ra de Sus Magestades; porque si assi co-
fuesscn vivos, se eobrassen.» Oydo esto, mo decía fuesse, yo me reportaria á me-
el bachiller se tornó tan pálido é de color jor consejo é parescer, para que se higies-
como muerto. se aquello que paresciesse ser mas prove-
Es verdad que yo tenia antes infor- choso é con viniente.
mación que, hincados de rodillas, con En esse punto el bachiller fué á buscar
muchas lágrimas, pidiéndote socorro é aquellas firmas entre los clérigos é frayles
misericordia al bachiller, le rogaron que é personas que no avian de dar voto en
los ayudasse é no los dexasse entre sus la guerra, é de aquellos que poco podían
enemigos á morir; é él les dixo que an- entender qué era aquello que firmaban; é
duviessen, que de bellacos, porque los tru- no pudiendo juntar en todas diez, é aque-
xessen acuestas, se hagian malos. É uno llas de sus parciales é de hombres de poco
dellos le dixo á él é á otros: «Señor y se- crédito é adherentes suyos;, aquella mes-
ñores, pues que assi os vays, rogad á ma noche amotinó la mayor parte de todos
Dios por mi alma.» É él mandó passar los que avian de yr, para que rehúsassen
adelante la gente, é siguió su camino, é el camino de Bea. É assi cómo fué de dia,
los dexaron, é tornó con dos ó tres com- vino á mí el capitán Johan de Ezcaray, é
pañeros á un buhío, donde quedaba un me dixo: «Señor, espantado estoy de
vizcayno (que era el último que no pudo tanta mudanca ó de tan poca vergüenca,
seguir Ja compañía) é díxole: «¿Vos por como hay en esta cibdad; porque ayer to-
qué no andays?••» Y el pobre compañero dos estaban de buen propóssito, y en es-
estaba echado en una hamaquiila ó los ta noche passada han mudado la voluntad,
pies muy hinchados, é dixo: «Señor ca- é paresce que los llevan á la horca, c no
pitán, ya veys que no puedo seguiros: veo hombre en dispusicion de yr conmi-
acordaos que soy chripstiano », saliéndole go. » Luego yo sentí la maldad del bachi-
las lágrimas de los ojos; pero ninguna pie- ller, é comencé á aver información contra
dad tuvo del ni de otros dos que dexaba él, é se ovo bien bastante del motín y es-
mas atrás, ó so fué. Y es verdad que traía torbo quél daba en que no fuesse la gen-
en hamacas sus indias, quando se le can- te; y esto no pudo ser tan secreto quél no
saban. oviesse temor, é de su consciengia igno-
Finalmente, quando el bachiller me oyó rasse la culpa que tenia. É viéndose perdi-
hablar en los que avia dexado morir, por do, concertóse con el deán Johan Pérez
su culpa, en aquella su entrada, muy tur- Zalduendo (hombre sin letras, c que de
bado dixo: ( Señor, para que veays que largo tiempo eran amigos) contra mí.
no conviene que aquesta gente vaya a Algunos meses antes yo avia tomado
donde la enviays, yo os daré cient firmas cuenta á un escribano, llamado Chripstó-
de hombres los mas principales del pue- bal Muñoz, ante quien avia passado el
blo, que dirán que no conviene hacerse progesso de la muerte del adelantado Vas-
lo que queros que se haga.» Estonces yo co Nuñez de Balboa é sus consortes , en
mandé á un escribano que assentasse lo cuyo poder estaba; é le pedí aquel pro-
quel bachiller decia, é assi se assentó: é cesso para tassar los derechos del por lo
78 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que tocaba al secretario Lope Conchillos, las de la señal de mi firma, porque no so
en cuyo nombre le tomaba la cuenta, que pudiesse hurtar hoja ni aucto, sin que se
era escribano mayor é general, é aun pa- viesse la falta por el cuento que le pus-
ra ver si por aquel progesso paresgeria se. Este progesso fué después llevado por
tener el adelantado é sus consortes más el escribano que he dicho á Panamá; é
bienes de los que yo sabia, para que, co- cómo el gobernador y el alcalde mayor
mo rcgcptor que yo era de la cámara é vieron aquel cuento ó rubricas mias, sos-
fisco, los cobrasse. É venido este proges- pecharon que yo avia notado las faltas é
so á mis manos, tú vele en mi poder al- méritos del progesso en daño 'dellos. É
gunos dias, é ley le todo, é pússele cuen- por esto sospeché que avian dado orden
to á todas las hojas por letras, é rubriqué- en mi muerte é trabaxos.

CAPITULO XVI.
Cómo el auctor hfyo justicia de los caciques de Corobari é Guaturo, que se avian rebelado del servicio de
Sus Magestades, e cómo envió presso á España al bachiller Diego de Corral, é oirás cosas, que compelen
á la historia.

i s , causa de las Comunidades é alteracio- partígipes en ella, é venia absuelto, ó


nes que avia en España en aquel tiempo, volvió á la tierra.
muchos meses passaron que no yban na- El ligengiado Salaya traia poderes del
vios al Darien, é quiso Dios que llegó al nuevo obispo, fray Vigente Pcraga, para
puerto de aquella cibdad una cara vela, tomar la possesion de la iglesia episcopal
martes primero dia de julio de mili é qui- é remover los offigialcs é provisores, ó po-
nientos é veyntc y dos años, víspera de la ner los que les paresgiesse: é lo primero
Yisitagion de la Madre de Dios á Sancta que higo fué tomar la possesion por el obis-.
Isabel. En aquel navio fueron la justigia po, é luego removió de provisor al deán
eclesiástica é seglar en dos personas: el y eligió al argediano Rodrigo Pérez; é los
uno fué el ligengiado Sancho de Salaya, dos secretamente inquirieron en los méri-
que yba por alcalde mayor de la costa é tos de algunos veginos, porque ya los
mar del Sur, en nombre de las Cessáreas hombres podían hablar libremente por
é Cathólicas Magestades, y el otro era el descargo de sus consgiengias, é informa-.
argediano Rodrigo Pérez, al qual avia en- ron de la verdad, é de quán perjudigial
viado presso en grillos á España el mesmo era aquel bachiller Corral á aquella "cib-
deán, por partígipe en la culpa é traygion dad. E cómo vieron el bachiller y el deán
del adelantado Vasco Nuñez é los que con que avia justigia en la tierra, ó me tcnian
él padesgieron, persuadido el deán por por regio , é creían que avia de procurar
Pcdrarias Dávila y el ligengiado Gaspar de de me satisfager dellos é del motin, roga-
Espinosa, su alcalde mayor. E volvió ab- ron al ligengiado Salaya é á giertos reli-
suelto, é traia mandamiento de Sus Ma- giosos de Siinct Francisco que nos hícics-
gestades é del perlado, para que se le res- sen amigos, é á su ruego yo les hablé
tituyossen sus bienes. muy bien donde adelante,(mando nos to-
Ved, letor, que tal debiera ser la cul- pábamos ; pero no prometí de olvidar mi
pa ó traygion del infelige adelantado, pues enmienda : antes dixc que , non obstante
que este arcediano era uno de los mas que les hablases, no dexaria de seguir mi
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XVI. 79
justicia en el tiempo que me conviniesse, é mandé llevar é ambos á aquella nao.
pues avian seydo causa quel cacique de En fin, hechos á la vela, navegaron é vi-
Boa no fuesse castigado; é con este adi- nieron á esta cibdad de Sancto Domingo,
tamento se contentaron los terceros. E có- é desde aqui fueron á'España.
mo los culpados tarde ó nunca dexan de Esta yda deste' bachiller sintió mucho
sospechar su castigo, é recelarse de sus Pcdrarias, porque ovo temor que en Es-
proprios méritos, aunque andaba la cor- paña le seria contrario é diría mal del.
tesía en los bonetes, no era la comunica- Estando las cosas en este estado, vino
ción ni habla tan sociable como antes la nueva al Darien, por aviso de un indio
ovo, ni en mas de aquello que yo no po- que avia seydo de chripstianos é andaba
día excusar por mis officios: é por esso en compañía del cacique Corobari, ene-
no faltaban en el pecho passiones escul- .migo de nuestra cibdad, cómo aquel ca-
pidas con letras diamantinas» cique estaba en una sierra, siete ó ocho
Estando ya mas informado el licenciado leguas del Darien, é' ofrescíase á le dar
Salaya de la persona } vida é pargialida- en las manos de los chripstianos. El qual
dcs del bachiller Corral, consejóme que indio fué presso ó traydo ante mí, y exa-
lo eChasse de la tierra é lo enviasse á Cas- minado , dixo dónde el cagique estaba, é
tilla, donde tenia su muger, sin la qual que la causa de su venida era porque avia
estaba onge ó doge años avia, é público dos dias quel cagicnie le avia muerto á su
amancebado, é que con la información de muger, que era chripstiana, é se llamaba
sus excesos se fuesse, por hombre perju- Cathalina, porque ella avia dicho que los
dicial é no conviniente á la república. É chripstianos eran buenos; é demás de esso
yo le respondí que higiesse él el interro- avian hecho otras muchas muertes en in-
gatorio é so tomasse la información: é dios mansos chripstianos; ó ofresgióse de
que tomada, si le paresciesse que era llevar los chripstianos á donde estaba.
bastante é que convenia, que yo baria lo Pues cómo este cacique era de quien más
quél me consejasse é dixesse que era jus- nos recelábamos, é no sabíamos dónde an-
ticia. É luego el licengiado tomó tinta é daba, después que me ove bien informa-
papel, é higo de su mano un interrogato- do del indio, prevey con treynta é ginco
rio , é por las preguntas del se tomaron chripstianos de un capitán, hombre cuer-
los testigos, los q'uales las hincheron, é do , é mándele que Hevassc este indio por
decían abominaciones del. Tomada esta guia, é assi lo higo; é fueron á dar en el
información por consejo del licenciado, le cagique una noche, é prendiéronle con
b¡Cc ochar unos grillos, e le mandé meter parte de su gente, é traydo al Darien, con-
en una nao que estaba de partida para fcssó espontáneamente ser verdad que
España, é con él un Luis de Córdova, es- avia muerto la india Cathalina é otros in-
peciero- é vogino de Sevilla, al qual tenia dios muchos chripstianos, é que era ene-
presso por perjudicial á la república, é migo de los chripstianos; é que aviéndose
porque avia mucho tiempo que estaba sin algado dos voges, avia seydo perdonado
su muger, 6 tenia allí en el Darien dos ambas, ó se avia rebelado la tercera, é
mangebas públicas. IÍ por cédula de Su apartádose del servicio de Sus Magesta-
Magostad los officiales de la casa de la des, é hecho otras muchas maldades. É
Contractagion de Sevilla me enviaron una entre las otras cosas confcssó que sabia la
caria requisitoria, para que se lo enviasse muerte del capitán Martin de Murga, é
presso á la casa de la Contractagion, para que se lo avia dicho el bachiller Corral en
le hager que higiesse vida con su muger, una cstanga, que tenia media legua de la
80 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cibdad, é que allí se avian visto é comí- sentí la cosa, viendo el peligro notorio en
do juntos algunas veces el bachiller y es- que la cibdad estaba, acordé de yr en
te cagique: lo quai era en tiempo que se persona á buscar al cagique con hasta qua-
velaba la cibdad, por temor del mesmo renta hombres, dexando en la cibdad el
Corobari é del cagique* de Bea, después mejor recabdo que pude: é porque ya ge-
de la muerte del capitán Martin de Mur- saban las sospechas del bachiller Corral é
ga. Por lo qual dixo públicamente el li- de su cagique Corobari, do quien se avia
cenciado Sala ya, que si el bachiller Cor- hecho justigia, é no osé Car este viage de
ral no fuera partido, que públicamente otro capitán alguno, porque aquel áquien
meresgia ser quemado con su cacique Co- este cagique Guaturo servia no me enga-
robari , por traydor enemigo de los chrips- ñasse, porque él harto excusaba al cagi-
tianos: é consejóme que mandasse quemar que, dígiendo que no estaba algado, é
á este cagique, é assi se higo; y él licen- para satisfagerme á mí é á él, llevóle con-
ciado , de su mano, ordenó y escribió la migo , de lo qual lo pessó mucho, é degia
scntengia, é yo la firmé, é fué quemado. que yo tomaba demasiado trabaxo, é quél
AI qual yo mandé ahogar primero, porque me traería el cagique á la cibdad. Pero
quiso morir chripstiano y era baptigado. yo, no fiando de palabras, partí del Da-
Esta muerte se le dio, porque los indios rien ; ó llegado á las sierras de Guaturo,
temen mucho el fuego, é todas las otras diez é ocho leguas del Darien, hallé al-
maneras de morir no las temen. gado el cagique é ydo al arcabuco ó mon-
Fecho aquesto, el licenciado Salaya se tes, é desfecho su assiento; é plugo á
fué a Panamá, donde el gobernador Pe- Nuestro Señor que me di tal recabdo que
dradas estaba, y en aquella sacón le en- le prendí á él é á su muger é dos hijos
vió doña Isabel de Bovadilla, su muger, suyos, muy niños, éá un indio principal,
desde Castilla, aquella grangeada residen- que se llamaba Gongalo, que era su ca-
cia que le mandaron tomar los goberna- pitán, é por cuyo consejo se gobernaba.
dores y el Papa Adriano, que estonces É tomáronse hasta quarenta personas de
era Cardenal de Tortosa, é asistía con ellos su gente , é pressos confessaron su rebe-
assimesmo en la gobernación de los rey- lión , é ser amigos é naturales de Cemaco,
nos de España, para que se la tomassael que fué un cagique señor del Darien (el
mesmo licenciado Alarconcilfo que le avía qual é su gente é valedores é amigos es-
tomado la otra, quél por su plager avia he- taban dados por esclavos por el Rey Ca-
cho ; é que assimesmo tomasse residencia thólico); é confessó que yba á juntarse con
al licengiado Espinosa é á todos los que el cagique de Rea para venir con él a dar
avian tenido cargo de justigia por Pedra- una noche en nosotros, é pegar fuego á
nas. Esto fué negogiado por la muger del la cibdad é matar los chripstianos. É con-
gobernador é por aquel Frangisco do Li- forme é sus confissiones é mal propóssi-
cao, que primero se dixo. to, se higo justigia del cagique ó su capi-
En este tiempo tomé yo gierfas espias tán : é mandé que los indios que se toma-
del cagique de Guaíuro que servia ¡i un ron algados fuessen repartidos por los
vegino del Darien, el qual se avia algado compañeros que conmigo fueron, é lo mes-
é avia acordado de se juntar con el cagi- mo hice con los de Corobari que primero
que de Rea, que avia muerto al capitán le avia jusligiado. Y en el camino, vol-
Murga é á otros chripstianos, para malar viendo de Guaturo, encima del gorro de
a todos los que estábamos en el Darien, é Ruenavisla, ques á siete leguas del Da-
pegar fuego ó aquella cibdad. E cómo yo rien. y enginra de las lagunas de Rea, don-
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XVI. 81
de avian muerto al capitán Murga, se luco estándose velando la cibdad é velando el
una horca mas alta que una lauca de armas, bachiller, quando le cabia la guardia, por
ó allí fué ahorcado el capitán Gongalo, pa- recelo de su cacique Corobari y el de Bea,
ra que los indios de Beá lo pudiesseu ver se via él é se entendía con Corobari, co-
desde las lagunas, que estáu debaxo de mo lo avia confessado el mesmo cacique,
aquel cerro bien legua y media ó dos. É quando del mandé hacer justicia; é que yo
desde allí, ydo al Darien, assi como en- conoscia que avia hecho falta á mi persona
tré de camino como yba, quedó ahorca- en aver seydo teniente de Pedrarias; pe-
do en la plaga el cacique de Guaturo: con ro que no lo avia aceptado, sino porque no
lo qual é con la justicia que se avia hecho se despoblassc aquella cibdad, como lo
pocos días antes del cacique Corobari, avia procurado. É dicho aquesto, arrimé
quedó aquella cibdad é provincia muy se- la vara en aquel consistorio, é pússcla en-
gura. cima de la silla principal, sobre que yo es-
Pero quando torné de Guaturo, hallé taba é presidia en su lugar del goberna-
en la cibdad ciertas cartas quel gober- dor , é passéme á otra silla mas baxa, é
nador Pedradas respondia á la cibdad, á dixe: «Este es mi lugar, quel Céssar me
lo que le avian escripto en tanto que yo dio, é desde aqueste serviré yo á Sus Ma-
estaba absenté, é por las palabras de su geslades, como su official, éno como te-
respuesta se entendía quel bachiller Cor- niente del señor gobernador; y en todo
ral , como regidor, con los alcaldes y un lo que yo le pudiere contentar al señor
escribano del consejo, que no avian que- gobernador con mi persona, é lo que yo
dado mas del regimiento, y estos eran alcancare que sea en ser vigió de mi Rey
mis enemigos, le avian escripto al gober- y en pro é utilidad desta república, lo ha-
nador lo que quisieron; y él, creyendo ré como lo tengo jurado é soy obligado.»
quel bachiller estaba allí, é no sabiendo É hice juramento de nunca tomar vara de
que yo lo avia enviado á España, é pen- justigia por Pedrarias ni por otro, si no
sando que aun no era yo tornado, les da- fuesse por Sus Magestades, con su expre-
ba gracias de muchas mentiras que le so mandado ó de su Real Consejo; é pe-
avian escripto contra mí, é decia que se dílo por testimonio, é assi lo hice assen-
lo tenia en merced, ó dábales á entender tar por aucto.
otras cosas á su beneplácito, é revocaba Ved qué gracias é remuneraciones pa-
el poder que yo tenia suyo, é dábale al ra quien acababa de librar la tierra de tan
bachiller Corral. É la primera vez que nos capitales é tan grandes enemigos, como
juntamos en el cabildo de la cibdad, des- tenia en los caciques de Guaturo é Coro-
pués que torné de Guaturo, me enseñaron bari!
estas cartas; pero como todo era falsedad Junto con aquellas cartas de Pedrarias
é mentira aquello á quel gobernador res- avia ydo un mandamiento suyo, en que
pondía, yo dixe en el regimiento, que mandaba que la cibdad eligiesse procura-
bien páresela por aquellas cartas quel go- dor que fuesse á Panamá á la junta gene-
bernador respondie á las falssedades, que ral quél degia que quería hager, para pro-
le avien escripto desde aquel cabildo el veer cosas importantes a aquella goberna-
bachiller Corral, viéndose solo sin otro ción , é para elegir procuradores de cor-
regidor, é su* amigos: é que yo holgara tes para enviar á España. Esta invención
quel bachiller estuviera pressente c toma- era, porque el ligengiado Espinosa se que-
ra la vara en buen hora, porque tal juez ría yr ó Castilla, é porque llevasse sala-
avia menester aquel pueblo como él, que rios de lospeccadores é de la comunidad,
TOMO NI. 11
82 HISTOMA GENERAL Y NATURAL
é yr á cosía agena á negociar lo quel go- miento reclamassen del poder que la cib-
bernador y él quisiesscn. dad me avia dado; c assi se juntó el ca-
Lcydo este mandamiento, todos quan- bildo y el procurador del congojo, que
tos se hallaron de la cuidad en aquel era primo del deán, é dixo en nombre de
ayuntamiento, se levantaron en pié con la cibdad que muchos veginos della pedian
ios bonetes en las manos, ó dixeron que que se recogiesse é que no so me diesse
me pedían por merced, que pues yo era á mí aquel poder, porque me tenian por
veedor de Sus Magestadcs, é regidor, é hombre apassionado: é pidió é requirió á
vecino de aquella cibdad, é no avia otro los alcaldes é regimiento que se pusiesse
que assi lo higiesse, ni la cibdad tenia di- en votos, é que con mas deliberagion é
neros para pagar á quien fuesse, que me acuerdo el poder se diesse al que oviesse
suplicaban que por amor de Dios, é por- de yr á loques dicho, en nombre de aque-
que aquella cibdad y ellos no se acabas- lla cibdad. É leyda esta petición en regi-
sen de perder, quisiesse aceptar el poder miento y en mi pressengia, dixe que bien
é procuración de aquella cibdad, assi pa- paresgia que todo aquello era fabricado
ra yr á Panamá, como para enviar á Es- por el deán; pero que non obstante que
paña; pues que me tenian por padre, é no avia por donde me desistir del poder,
yo avia sustentado aquella república, que ni porque debiesse dar lugar á ello , que
no la quisiesse desamparar en tal sacón, por convonger maligias, yo era contento
é lo podií» é sabria hacer. Y en la verdad, que se tornasso á ver, é que todo el pue-
aunque en algunos de los que esto decían blo votasse en el negogio y elegion, para
no avia méritos para que yo me movies- quel poder se diesse á quien mas votos
se á hager lo que me rogaban, avia otros tuviesse; é assi dixe que lo pedia é re-
de sana intención: é viendo con la nes- queríale assi se higo, é se votó por todo
cessidad que estaban, las lágrimas de al- el pueblo. É cómo aquestos questo hagían,
gunos , ó porque yo era uno de los que eran pocos é de poca auctorídad, tuve yo
mas allí tenian, ó mi hagienda se perdía muchos mas votos que ninguno, éassi de
como la de todos, lo acepté sin salario al- nesgessidad é contra voluntad de mis ene-
guno , é me otorgaron luego el po'der to- migos é de aquella pargialidad del bachi-
dos ellos en conformidad. ller Corral é del deán, se me ovo de dar
el poder é instrugion para yr á Panamá á
Aquella noche el Darien anduvo tem-
la junta, quel gobernador Pedrarias quería
pestando , porque el deán é sus parientes
hager: é dióseme facultad de sostituyr ó
é amigos del bachiller Corral tuvieron mu-
yr en persona ó nombrar á quien yo qui-
cha pena desta elecion, paresciéndoles
siesse ó me paresgiesse que se debia en-
que yo les podría hacer daño, é no olvi-
viar á España; é comengé á aderesgarmi
dando la enemistad que me tenian; é por-
partida, é fleté un barco, para yr hasta el
que desde la prission del bachiller esta-
Nombro de Dios, porque lo demás avia de
ban en sospecha é temor de mí, luego
ser por tierra hasta Panamá, donde el go-
entendieron en convocar é juntar algunos
bernador Pedrarias estaba.
del pueblo , para que otro dia en el regi-
lili INDIAS. Lili. XXIX. CAP. XVII. 83

CAPITULO XVII.
De la forma de ia residencia de Pedrarias Dávila é su alcalde mayor el licenciado Espinosa; 6 cómo no can-
sados los enemigos de fatigar a! auclor de aquestas historias , acordaron dele malar á liayciun , c fue
muy mal herido.

¿as fuercas de cada uno no se manifies- mente no tuviera adverssarios; mas por-
tan sino por las adversidades: assi lo dice que tuvo los caminos de la vida, halló
Sanct Gregorioi. Yo confie sso questas fuer- siempre desseadores de su muerte. 3» La
cas, con que se ressistieron mis trabaxos otra ragon es, porque los quesíe trabaxo
entre mis adversidades, no fueron mías, me dessoaron, fueron los amigos de aquel
sino de quien me libró dellos, que fué la bachiller Corral, inventor de todo ello, 6
omnipotencia de Dios. uno de los embaxadores de Vasco Nuñez
Algunos amigos mios, á quien he co- á Diego de Nicucsa, quando lo fruxeron á
municado lo que escrivo, me han queri- la desapiadada muerte que le dieron, é un
do estorbar que no hiciesse mención en escribano á quien yo suspendí del offigio
estas historias de mis trabaxos, é yo de escribania, c le hige pagar giertos
soy de otro parescer,. por todas estas ra- quatro tantos de derechos demassiado.s,
cones : lo primero, porque por hacer porque públicamente robaba aquella cib-
yo lo que debia é hacer justigia, se jun- dad con su péñola; 6 otro, que porque yo
taron contra mí los que la tienen aborres- no quise de offigio progeder contra su mu-
gida, é acordaron de me hacer matar á ger, que depia él que lo ponía los cuer-
traygion: lo otro, porque Sanct Pablo fué nos, se me tornó enemigo. Pero en fin de
sin comparación mejor que yo ^ é no ne- quedar por los que eran, les víhager mal
gaba sus acotes: AJudmis quinquiés,qua- fin á todos ellos; porque tiene Dios cuy-
dragenas, una minús accepi 2 : lo tergero, dado de suplir los defettos de la justigia,
porque Chripsto, Nuestro Redemptor, es ques administrada por los hombres, é
Dios, é no se despreció de su passion, desde el gielo castiga, quando le plago, á
puesto questas comparaciones son muy cada uno, segund él vé que conviene.
altas é desproporcionadas, porque Chrips- Tornando á nuestra materia de susso,
to no podia peccar, ni tuvo culpa alguna; estando para partirme del Darien, llegó
pero enseñónos á sufrir, é Sanct Pablo fué de aquella cibdad un Pedro de Barrera,
vaso de elegion é alumbrado por Dios é escribano, que por mandado del ligengia-
padesgia por su amor, é yo soy y he sido do Alarcongiilo, juez de residengia, venia
peccador; pero no permitió la bondad di- de pregonar en la villa de Acia lo que hi-
vina que mis enemigos saliessen con su go pregonar assimesmo en el Darien, que
intención. Pero nunca se me desacordará todos los que algo quisiessen pedir al go-
lo quel glorioso dotor de la Iglesia, Sanct bernador Pedrarias Dávila, é al ligengia-
Gregorio, dice por el Sancto Job en estas do Espinosa, su alcalde mayor, pares-
palabras: «Si alguna vez con silencio con- giessen en Panamá dentro de gierto tér-
sintiera é los que haejan cosas injustas, ó mino , é serian oydos é les guardarían su
no los contradixera con justigia, gierta- justigia. Pero cómo todos conosgian ques-

* Moral., lib. XXI11, cap. 31 sobre los caps. 31 2 Ad Corinf. II, cap. \\, vers. 24.
tí 32 de Job. 3 Moral., lib. XXII, cap. 14 sobre o) 31 doJ<
84 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ta residencia era grangcada por Pcdra- sas no me avia parescido que se debía
rias, c que passada, se avia de quedar en hacer tal elocion do alcalde semejante,
el mesmo officio de gobernador, comen- puesto que era rico.
caron los cuerdos á burlar é murmurar de En Gn, al tiempo que yo me quise en-
tal cuenta, porque les parescia que era trar, como los otros, en la iglesia, me di-
mejor disimular sus qucxas ó agravios xo: «Señor, óygame vuestra merced una
que no trabaxar é andar caminos en val- palabra, en tanto que se viste el clérigo.»
de, gastando dineros, si allí fuessen;pues É assi me detuve é nos quedamos el al-
no confiaban de tal manera de juzgado, calde é yo en la calle, passeandonos delan-
ni á ninguno convenia pedir ni enojar al te de la iglesia, en la qual sacón llegó un
que se avie de quedar mandando la tier- mancebo, llamado Simón Bernaí, boticario,
ra , porque después no le destruyesse por hijo de aquel Luis de Córdoba, que tengo di-
tal causa; é assi ninguno ovo tan falto de cho que envié presso á España en compañia
sesso que se pusiesse en tal jornada, pues del bachiller Corral: el qual Simón Bernal
avie de ser tiempo perdido. Pero cómo yo avia seydo criado del deán, é pocos dias
tenia que pedir al gobernador é alcalde antes se avia despedido del, é con algu-
mayor muchas cosas, en nombre del Rey nas personas me avia enviado á rogar que
é de su hacienda real, é por aquella cib- lo rescibiesse por mió, digiendo que me
dad del Dañen, como regidor della, con la desseaba servir, porque via que tractaba
qual avia de cumplir, pues me avia en- é ayudaba muy bien á mis criados, é á
cargado su poder, é por mi proprio inte- los que á mí se allegaban. Mas cómo yo sa-
resse, acordé de yr á Panamá, é un vier- bia que aquel mancebo avia seydo criado
nes diez y nueve de septiembre de mili é del deán, mi enemigo, é porque no que-
quinientos ó veynte y dos años, estando ría meter en mi casa hombre sospechoso,
en mi casa aderescando mi partida (ta- é porque demás desso avia enviado pres-
ñeron á missa de la confradia de Sanct Se- so á España á su padre, no le quise res-
bastian , de que todo el pueblo eran con- cebir; y envíele a decir que yo le agra-
frades é yo uno dellos), entró un alcalde descia la voluntad que degia que me tenia,
ordinario de los de la cibdad, é díxome: é que assi la temía yo muy buena para
A Señor, ¿quiere vuestra merced yr á hacer por él lo que pudiesse, ofresgién-
missa de la confradia?» É yo le dixe: «Sí dolo'el tiempo.
por cierto.» É assi él é yo é otros nos Quando este llegó donde el alcalde é yo
fuymos á la iglesia, que era en cabo nos paseábamos, delante de la iglesia,
é fuera de la cibdad: á la puerta de la quitóse el bonete acatándome, é yo abaxé
qual estaban los mas del pueblo, esperan- la cabeca, como quien dige: «Bien seays
do al clérigo, que aun no era venido á venido», é arrimóse á una pared frontero
degir missa, é cómo vino, se entraron to- de la iglesia. Y el alcalde, en esta sagon,
dos tras él. me rogaba que diesse la vara del algua-
Notad, letor, é ved lo que se me si- giladgo de aquella cibdad á un hombre de
guió de venir este alcalde a me convidar bien (porque yo tenia poder para proveer
para yr á missa, el qual era amigo espe- de aquel officio, quando conviniesse, en
cial del bachiller Corral; é le avia dicho nombre del alguacil mayor el bachiller
(jue quando el regimiento le nombró por Engiso, por su absengia, que estaba en
alcalde, yo lo avia querid» estorbar; é as- España, y era mi amigo); é dixe al alcal-
si era verdad, porque era hombre vil é de que me plagia de hager lo que me ro-
avía seydo gapatero, ó por esta é otras can- gaba . porque rn«' paresgia que era buena
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XVII. 83
persona aquel para quien me pedia la va- varon á mi casa, é pedí á mucha priessa
ra del alguagiladgo. Y en este instante lle- un confessor, porque conosgí bien el pe-
gó por detrás el Simón Bernal con un pu- ligro en que estaba; é venido un barbero
ñal luengo muy afilado (aunque traia otra cirujano, como me vido, no me queria
espada geñida), é dióme una grand cuchi- curar, é dixo que para qué avia de curar
llada en la cabega, é descendió cortando á un hombre muerto: é con importunagion
por debaxo de la oreja siniestra, é cor- de los que ende allí estaban, me curó,
tóme un pedaco grande de la punta é sin* esperanga de todos los que me vieron,
huesso de la quijada, y entró hasta media que pudiesse vivir tres horas. É yo no
mexilla; é fué tan grande é honda la he- sentí la cura ni hablaba, é desde á mas de
rida , que me derribó é dio conmigo en quatro horas que estaba curado y echado
tierra, é al caer, dióme otras dos cuchilla- en la cama, volví á tener algún sentido,
das sobre el hombro izquierdo, é todo tan é torné á pedir el confessor, é me con-
presto, que antes quel alcalde le viesse, fessé, é dixe por aucto ante un escribano
ni yo me reconosgiesse, era fecho lo que que perdonaba é perdoné á quien me avia •
es dicho. É el malhechor echó á huyr la muerto, é á todos los que en ello avian
calle adelante, no queriéndose acoger á seydo, porque Dios me perdonasse á mí,
aquella iglesia, á par de donde estába- pues se pusso en la cruz por mi redemp-
mos , porque si allí se entrara, fuera pres- gion é de todos los peccadores: lo qual yo
so; sino fuésse á la iglesia mayor, don- hige con entera voluntad, é lo guardara
de el deán é otros clérigos, sus amigos é siempre, si me dexáran. É de allí adelante
valedores, le atendian para le favoresger, entendí en mi salud, la qual, al paresger
como lo Ingiero». de los hombres, me dio Dios de poder
Assi como cay en tierra atordido, di- absoluto, porque ninguno de quantos me
xe regio: «Válgame la Madre de Dios,» vieron herido pensó que podia vivir ni sa-
é miré atrás é víle aleado el puñal; é dán- lir de aquel dia; mas paresge ser que me
dome priesa á levantarme, dixe: «Oh tenia Dios guardado para otros trabaxos.
traydor, ¿por qué me has muerto?» é pu- En fin, sané en breve tiempo ó quedé
se mano á la espada, que tenia geñida de- libre, puesto que con alguna poca de feal-
baxo de una loba cerrada que tenia vesti-' dad de.la herida. É desde á ocho ó nuevo
da, tomando el pomo por encima de la dias que aquel mal aconsejado mangebo
ropa, medio sin sentido é tal, que no co- me acuchilló, le dieron de mano é le echa-
noscí bien al que me hirió por la turbación ron de la iglesia los clérigos secretamen-
de la vista. É cómo el traydor no se de- te , por respecto del deán.
tuvo , aunque salieron muchos de la igle- Yo no me desacordaba questos traba-
sia , é algunos comengaron á correr tras xos me venían de la mano de Dios por mis
él, y el alcalde assimesmo, como era man- méritos, pues que dige Sanct Gregorio:
gebo é tenia buenos pies, fuésse á la igle- «Quando en esta vida padesgemos lo que
sia mayor: é luego los alcaldes comenga- no queremos, nesgessario es que incline-
ron á hagor requirimientos al deán é clé- mos los estudios de nuestra voluntad á la
rigos , para que les entregassen el malhe- de aquel que ninguna cosa injusta puede
chor ; pero diéronse poco por sus auctos é querer'. > Grand consolagion es en lo que
pregones, con que le gitaban. nos desplage pensar que todo se hage por
Estando desla manera herido, me lle- la dispusigion de Dios, al qual ninguna

1 Mora!., lib. II, cap. J8 sobre e! cap. \,° de Job.


80 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cosa sino lo justo aplace. Non obstante es- lexos passan estas cosas é otras semejan-
la auctoridad del glorioso dotor que tengo tes en Indias. En el puerto que se prego-
alegada, sospechaba yo que por industria nó la residengia, luego otro día, ó desde
de Pedrarias se acomulaban mis traba- á dos 6 tres, pregonaron el gobernandor
dos ; é assi por esto como por cumplir con y el alcalde mayor la reformagion de los
lo que debia, desde á dos ó tres dias que indios, pues como no avia ninguno que no
fuy acuchillado, higo llamar á aquel escri- quisiesse ser mejorado é que le diessen
bano Pedro de Barreda, que avia ydo á mas indios, ó el que estaba sin ellos tenia
pregonar la residencia de Pedrarias, 6 pe- esperanga de averíos, é otros de trocar
díle por testimonio qual estaba, ó protes- los que tenian, é otros de los traspasar ó
té que si no me pudiesse hallar en la resi- vender, y esto avia de ser por mano del
dencia, que no parasse perjuicio á la ha- gobernador é de su alcalde mayor, por
gienda de Su Magestad ni á la mia, para no los enojar é tenerlos contentos para la
poder pedir después al gobernador é su reformagion de los indios, ninguno les pi-
alcalde mayor diez mili pessos de oro en dió cosa que mal oviesse fecho ó se le de-
los cargos que yo tenia de Sus Magesta- biesse, é assi se acabó la residengia; pe-
des é de mi propria hacienda. Dcsta pro- ro no dexaron d e hager en essa reforma-
testación fueron luego avisados el gober- gion lo que les paresgió.
nador y el alcalde mayor, é se encona- Fecho esto, se fué á España el ligengia-
ron mas contra mí, diciendo que, aun- do Esjpinosa con diez mili pessos dé oro,
que estaba muerto, pensaba fatigarlos. segund fama; pero porque se ofresge aquí
En este tiempo que yo me curaba, hi- un caso notable del pregón que se dio en
gieron su residengia muy á su sabor, é Acia para la residengia del gobernador
para que ninguno les pidiesse cosa algu- Pedrarias é del ligengiado Espinosa, su
na, usaron esta cautela que agora diré, por- alcalde mavor, decirlo he en breves ren-
que contales manase con estar el Rey tan glones.

CAPITULO XVÍII.
Del pregón que se d¡ó en Acia para la residencia del gobernador Pedrarias é sus olTjeiales ; é cómo se íixó
aquel pregón en un poste de la placa, é lo rasgó un caballo que fué del adelantado Vasco Nuñez de Bal-
boa*; e cómo el juez de residencia la tomó al auctor desfas historias, é condenó al que lo avia acuchillado
á que fuesse ahorcado, y en otras penas.

ü í l pregón que se dio en la villa de Acia, que allí era teniente por Pedradas; é lle-
para que fuessen á pedir los que quisics- gado á la puerta de su posada, que tam-i
sen al gobernador é alcalde mayor Espi- bien era en la plaga, paróse á hablar coti-
nosa á la cibdad de Panamá, donde avian los que allí estaban, en lanío que se ha-
de hacer residengia, fué íixado en un pos- gia hora do comer. Y estando assi, entra-
te en la plaga; y estando allí puesto, aeacs- ron por la otra parte de la plaga quingeó
gió un domingo, que los del pueblo que veynte rogines ó yeguas, é comentaron &
salían de missa se fueron muchos dellos, pastar giertas hierbas que en la plaga avia
acompañando a! capitán Andrés Gara vilo, en harta cantidad (porque como los pue-
* En este epígrafe supri'nió el autor l;i siguiente Balboa , con mucha admiración de lodos ios que lo
cláusula, que se lee en su primer MS.: «E lo rasgó vÁcron c supieron: lo >¡ual dio cama á mucha ?w«r-
un caballo, que l'uii del adelantado Vasco Nuaez de mitrítcion de la justicia temporal.»
DE INDIAS. LÍB. XXIX. CAP. XVIII. 87
blos son nuevos en sus fundagiones, hay bro en mi persona, porque no me fucsse
hierba en las calles é placas, por ser tan de la tierra, sin hager residengia: é escri-
húmeda la tierra, si no las limpian con bióme Pedrarias que ninguno se avia ha-
mucha ó continua diligencia). É estando llado tan mi amigo para aquello como
aquellas bestias Lien apartadas, se salió aquel, é que me rogaba que si me pidies-
de entre ollas un caballo, que avia seydo se fiangas ó me pusiesse alguna cargele-
del adelantado Vasco Nuñez de Balboa, ria, que oviesse pagiengia, que todo se
6 alta la cabega, á passo tirado é sin pas- haria bien. Todo aquello era pensando es-
ger ni entenderse á dónde yba, después pantarme é que avia de huyr (ó para in-
de aver andado mas de cientpassos, desde gitarme á que huyesse) é grangeado por
donde dexaba las otras bestias, llegó al él; porque sabia que aquel Carballo esta-
poste, donde estaba el pregón ó edicto afi- ba mal conmigo, á causa que por gierto
xado, é con los dientes assió del papel delicio suyo le hige dar veynte pessos pa-
dos ó tres veges é hígolo pedagos: é fe- ra comprar un indio ó esclavo, que fuesse
cho aquesto, passo á passo, sin se detener verdugo cu el Darien. É á este higo dar
en pasger ni en otra cosa, se tornó á las Pedrarias la vara, para que fuesse á me
bestias, de donde avia partido primero, ó molestar con ella, como lo higo: que lue-
allí comengó con ellas á pasger. go que llegó, me pidió diez mili pessos de
El capitán Garavito é los otros que con ñangas, ó los depositasse para la seguri-
él vieron aquesto, lo notaron por miste- dad que no mo huyria ni saldría de la cib-
rio, é comengaron á murmurar de la re- dad , é que haria residengia é pagaría lo
si dengia, é degir, que pues aquel rogin que fuesse juzgado, é si no que avia de
reclamaba della, que qué debrian hager poner recabdo en mi persona. É cómo yo
los hombres, é que de allí se debía cole- no tenia hecho por qué temiesse de la jus-
gir y esperar en Dios que la verdadera tigia, ni tenia tanto que depositar, díxele
residengia avia do venir del gielo. Y á la que yo no tenia tanta hagíenda ni fiado-
verdad paresgió cosa esta para dar qué res, como me pedia, ni méritos para huyr:
hablar á todos, porque aquel caballo, co- que higiesse lo que quisiesse. En fin, él
mo es dicho, era del adelantado Vasco me echó unos grillos á los pies en mi ca-
Nuñez, al qual le fué cortada la cabega a sa , é desde á dos ó tres dias dixo que me
diez ó dogo passos de donde el edicto fué los quería quitar, porque estaba flaco y
rasgado. Esto ques dicho, fué notado enfermo, si depositasse mili pessos de oro
por muchos, no solamente en aquel pue- é higiesse unaobligagionque pagaría otros
blo, donde ello passó, pero donde quie- ginco mili para la cámara, si no guar-
ra que se supo; é no faltó después quien dasse la cargeleria de mi casa ,• é todo se
se ofresgió á lo probar en España ante higo como lo quiso, é como era mi enemi-
los señores del Consejo de Indias con- go , é hombre de poca suerte é mal cria-
tra el mesmo Pedrarias é su alcalde do, me higo otras descortesías, porque
mayor. pensaba que servia en ello á Pedrarias.
Después que fuy sano, tomé mas gente Estando en este trabaxo llegó el juez
é púsenie en mas costa, poique temía que de residengia é la pregonó contra mí, para
no se avían de acabar las trayciones con- que dentro de trcynla dias me pidiessen
tra mi en la ques dicho. É aquel ligengiado todos los que quisiessen civil ó criminal-
Alarcongillo, juez do residengia, envió al mente , é yo no falté dia algung de las au-
Darien, en tanto quél yba, por su teniente diengias, é de todo quanto se me pidió
a un Johan Carballo, para que pusiesse co- fuy absuelto por el juez de residengia, ex-
8S HISTORIA GENERAL Y NATURAL
gepto que en nombre del bachiller Diego Finalmente, di ñangas quo pagaría lo-
de Corral, que yo envié presso á España, do lo que en el Consejo Real do Indias se
se me pidieron sessenta marcos de oro, sentenciasse en racon de las remisiones
porque avia negado dos apelaciones que que tengo dicho, é de la prission del ba-
de mí se avian interpuesto para Pedradas .* chiller Corral; é luego pedí al juez que
Destos sessenta marcos de oro remitió el por quanto los alcaldes ordinarios del Da-
juez la causa á Sus Magostados. É assi- rien avian condenado al traydor, que me
mesmo fuy acusado por parte de una mu- hirió, en rebeldia que le cortassen la ma-
ger, que mandé agotar é sacarle ciertos no derecha y el pié izquierdo, y en per-
dientes, porque acusó á su marido de dimiento de la mitad de sus bienes para
muerte é no le probó el delicto; y esto la cámara é fisco, y en las costas: é por-
remitió assimesmo el juez al Consejo Real que en essa sentengia avian seydo favo-
de Indias. É condenóme en veynte pessos rables al malhechor en no aver mirado
de oro de todas é qualesquier culpas que la calidad de mi persona é de la traygion
contra mi rcsultassep, los diez para escri- é asechanca, é que era juez e offigial de
vir á mi costa la residengia en limpio (por- Sus Magestades, é otras calidades que
que la pagasse quien no tuviesse culpa) é concurrían en mi persona, que me man-
los diez para la cámara, porque no pa- dasse desagraviar é higiesse justigia. El
resciesse que yo estaba ó salía sin culpa juez resgibió mi querella, é higo progesso
desta cuenta. Y en todo lo demás fuy ab- contra el traydor, é sentcngiólo á que
suelto, é me fué aleada la cargeleria é fuesse ahorcado, y en perdimiento de to-
tornados los mili pessos de oro que aquel dos sus bienes, y en las costas en rebel-
Carballo me avia hecho depositar, non dia. É fecho aquesto, el juez se fué á la
obstante quél no dexó de pedirme aque- villa de Acia á tomar residengia al tenien-
llos veynte pessos del verdugo; pero asst te Andrés Garavito é al teniente Gabriel
fuy 'dado en esso por libro como en lo de Roxas, é yo me quedé en el Darien,
demás. Ved, letor, que tan amigo mió curando de mi persona é alistando é po-
era este Carballo, que me avia escripto niendo en orden las cuentas de mis car-
Pedrarias que se le avia encargado la vara,
gos, y en vela con mis enemigos el deán
porque era el más mi amigo que se halló.
é sus pargiales.

CAPÍTULO XIX.
Cómo fué presso el traydor de Simón Bern.il é se hico justicia del.

unque estas cosas no son aplagibles al nar! , por absengia de los superiores ó dis-
que lee , como son competentes á curiosi- tancia grande que hay hasta ellos, é por
dad de litigios, no dexando de ser nesges- los grandes gastos que so han de hager
sarias para entender é sentir lo que se pa- hasta ser oydo del príngipe: pero porque
desge en estas partes con los que gobier- esto es cosa que toca al auctor. no se di-
En esta parle se lee en el MS. original, aun- Bmarón c los repartí por la compañía, que tos avian
que borrado por el autor: «La u¡ia [apelación] que «lomado, é fué por parte del bachiller apelado para
»no quise otorgarle íil bachiller, qunndo le prendí, «ante el gobernador.» Siendo es-tas cláusulas de no
»qne pedia ser remitido á Pedradas (é lo envié n poca importancia para la buena inteligencia do la
«España al Consejo Rea! de Indias); é la otra que, historia, lia parecido oportuno ponerlas aqui, res-
nquando mandé quemar al cacique Corob.iri, ad- petando no obstante, comoes debido, la voluntad
judiqué por esclavos sus indios que con él se to- de Oviedo, y conservando la integridad del texto.
DE IÍNDIAS. L1B. XXJX. CAP. XIX. 80
rán aqui tan particularmente algunas co- echado en casa.» É todos admirados de
sas , porque no parezca que se jacta de la lo que degia, se sentaron (6 un poco an-
Vitoria, con que plugo á Dios librarme de tes avisó al que la carta avia hallado, é
mis enemigos, y por qué via é rodeo fué mándele que se entrasse en otra cámara é
castigado aquel que á traycion me acu- pusiesse por escripto los nombres de los
chilló, que ningún favor le aprovechó pa- que allí estaban, é assi lo higo). Sentados,
ra huyr ni salvarse de la pena que la jus- ley la carta, é oyda, se movió altercagion
tigia le dio; ó passó assi. entre todos: é degian unos quel que aque-
Después que hige residengia, vendí llo escribía no era entero amigo, pues cla-
parte de mi hagienda, ó hige cantidad de ramente no me avisaba del peligro, en que
dineros, con pensamiento que teniendo la carta degia que estaba mi persona:
tiempo, me yria á España á pedir justigia otros degian que era de pensar quel que
contra Pedrarias é su alcalde mayor, el li- tal aviso daba, lo hagia por me desvelar é
gengiado Espinosa, que ya era ydo á Gas- dar mala vida, é que siempre estuviesse
tilla , é para dar relagion del estado de la en sospecha é cuydado puesto; é otros
tierra, y entender en el remedio de aque- degian que creían quel que aquello escri-
lla cibdad, por no acabar de perder mi bía, no se osaba enemistar coa mis advers-
hacienda. É un dia de fiesta, viniendo de sarios, é que por esso callaba su nombre;
missa (con ginco ó seys hombres míos que ó otros degian otras cosas. É assi á pro é
á la continua me aguardaban con sus ar- á contra altercaban sobre las palabras de
mas) , se fueron conmigo algunos veginos la carta, lo qual todo oia muy bien quien
amigos é personas honradas del pueblo la escribió, aunque ninguna cosa este
hasta mi casa, é uno dellos dexó caer una degia. É yo, después que todos dixeron
carta pequeña é gerrada, en el sobrees- sus parésgeres, dixe assi: «Señores: yo
cripto de la qual degia: a Al señor veedor creo quel que esta carta me escribe, es mi
Gongalo Fernandez de Oviedo.» É uno de amigo, é le pessa de verme en trabaxo;
mis criados la tomó; pero no vido quién porque sabe questa cibdad se acabara de
la echó: é cómo leyó el sobreescripto, dió- despoblar, si yo la oviera dexado, como
mela, ó yo le pregunté que cuya era, y lo higieron los otros regidores ó offigiales
él replicó que allí la avia hallado en tierra; de Sus Magestades, ó conosge en quanto
é abríla, é degia assi: «Señor, porque cargo me es esta república, assi en lo de
soy vuestro servidor, os consejo que mi- los rescates, como en otras cosas que yo
res por vos é por vuestra persona: -que he fecho por todos; y en pago desto ha
andays en mucho peligro, é tenes mu- visto las maldades que contra mí han pas-
cha nesgessidad dello.» sado hasta aqui, é debe tener notigia de
Esta carta no tenia firma ni se nombraba otras que de nuevo se deben fabricar ó se
quien la escribió: la letra della era muy me aparejan, é péssale dello, porque de-
luenga, porque no se conosgiesse cuya era: be ser chripstiano é hombre de buena
é cómo la ley é avia tan poco que me avian consgiengia: é junto con esto será amigo
descalabrado, gierto me escandaligé; pero también de algunos de mis enemigos, ó
con alegre semblante disimulé é hige sen- por no se enemistar con nadie, no osa ha-
tar los que allí estaban, creyendo que en- blar claro, ó por otros respectos; pero co-
tre ellos estaría el que avia echado la car- mo quier que ello sea, yo se lo agradez-
ta , é dixe: «Señores, sentaos por me co al que lo escribió, y en la verdad yo
hager merged, é vcreys lo que me escribe le tengo por muy amigo é conozco bien
qualquier ques aquel questa carta me ha esta letra, y él me dirá lo demás, é yo
TOMO III. 12
90 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nunca se lo desconosccré ni le seré ingra- hijodalgo, é nopodeys faltar á quien soys:
to. » Pero la verdad era que yo no sabia é aveys visto muy bien que en todo lo que
cuya érala letra ni quién la escribió, pe- yo he podido honraros é aprovecharos lo
ro díxelo artificiosamente é á cautela, é he hecho de buena gana, y he desseado
salióme á bien. E en esto cessó la plática, daros á entender que tenes en mí un buen
é cada uno se fue á comer, ó yo me que- amigo. E pues lo tenes conosgido, degid-
dé en mi casa con los mios, 6 en mucho me qué peligro tiene mi persona, é avi-
cuydado é régelo puesto, ó temia como sadme de lo gierto; porque demás de ser-
hombre; pero acordándome siempre de virá Dios en ello, me pagays como amigo
lo que dice aquel glorioso dotor de la Igle- la buena voluntad, que siempre os he te-
sia ; «Jesu-Chripsto se ha hecho todo nues- nido c tengo, y en esto avrá todo el se-
tro remedio; si tienes calenturas, él es creto que se requiere para vuestro honor
fuente de refrigerio; si eres llagado, él es é persona.» É desta manera le dixe todas
e! médico; si temes la muerte, él es la las dulgcs palabras, que yo supe dcgirle: y
vida; si te hallas desfavorecido, él es la este era un vogino de aquella cibdad, á
fortaleca; si quieres comer, él es mante- quien yo avia fecho buenas obras, é pes-
nimiento ó manjar» '. sábale de mis trabaxos.
De allí adelante salia pocas veces de E cómo yo acabé de hablar é le ove he-
casa y mas acompañado, é velábame, cho mi exortagion, él replicó assi: «Señor,
porque , aunque de la residencia quedaba si yo no viesse tan enferma la justigia, no
quassi libre, tanto mas quedaban mis ene- me penaría nada que se supiesse que yo
migos menos satisfechos, é se regelaban os aviso; pero veo que anda el tiempo de
do roí. otra manera , é aveysme de tener secre-
Siguióse que aquel dia mesmo en la no- to, pues en lo que diré, vereys lo que os
che temprano entró en mi casa un hom- va en ello. Lo que yo sé en este caso es
bre de bien, é apartóme en secreto, é di- que ha tres noches que venían del campo
xo: « Señor, mas verdad dixistes vos hoy á media noche aquel Simón Bernal que os
que ninguno de los que decían que no era acuchilló é Julián Gutiérrez, criado del
vuestro amigo el que claramente no os bachiller Diego de Corral, é junto á la
avisaba en aquella carta; porque quien la iglesia de Sanct Sebastian habló á Johan
escribió yo fuy, ó si querés saber si es Rodríguez Ortolano, el qual por la calor
üssi. catad otra tal como aquella, que os se estoba á la puerta de la cárcel, donde
tenia escripia, para que si aquella no vi- está presso: é cómo estos llegaron, le ha-
niesse á vuestras manos, viniesse esta otra; blaron , y el Simón Bernal traia una ba-
é yo me determino de degiros lo que pas- llesta armada con un rallón puesto en ella,
sa, para que pongays recabdo en vuestra y el Julián una espada en la mano, que se
vida.» A lo qual yo le respondí assi: venian á la cibdad; y el Johan Rodríguez
«Amigo, yo bien conoscí luego vuestra le dixo: « Mirad cómo andays é que es-
letra é cay en la verdad: y esperaba que tays sentenciado á muerte, é mirad lo que
fuesse mus de noche para enviaros á lla- aves fecho, é que tardarán mas en toma-
mar, ó para yrme yo á buscaros; é bien sé ros que en poneros en la horca; é acor-
que vos no me aves de decir sino verdad, daos que no veynte passos do donde te-
é sé que soys perfeto amigo é que soys nes los pies, heristeis al veedor.» A lo qual
i S. Ambrosio. Sus palabras son : Onmia nobis (a cst: si auxilio imliycs, virhu esl; si cibum qwc-
fidus c$i Christus ; si fdnibus atsttias, fo»s cst; ri$, (ilimenlum cst.
si t'HÍHua habes, mediata esl; si tiwrlem times, rí-
(
DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. XIX. J1
el Julián Gutiérrez dixo: «Juro ó Dios que mal, dissimulé 6 dixe al Johan Rodríguez
assi se lo tengo yo dicho esso muchas ve- que si aquel por allí andaba, por ventura
ces, y él lo debe mirar é apartarse de sus peccados le traían al pagadero. Assi
aqui.s Estonces el Simón Bernal dixo: que, señor, este es el caso, de que tenes
«Ya yo sé que estoy sentenciado á muer- nescessidad de ser avisado: proveed en no
te; pero juro a Dios queste harpon que os parar á aquella ventana de noche, y
traygo puesto en esta ballesta ú otro le en lo que más os paresciere para vuestra
tengo de echar al veedor por los pechos, salud, s
estando parado á aquella ventana de su Estonces yo le dixo: «Pues aves fecho
casa una noche.» É diciendo esto, seña- lo mas, é por los amigos se ha de hacer
laba con el dedo la ventana que se Via todo lo que los buenos son obligados, ha-
desde allí, y era la cámara donde yo dor- ced por amor de mí una cosa, é sea esta:
mía , é muchas veces de noche me para- decid á Johan Rodríguez que me distes
ba allí desnudo, por la calor. Y el Johan noticia desto que me aves dicho, é que ya
Rodríguez replicó: «Mal decis: mejor se- él sabe que siempre le he tenido por ami-
rá enmendaros. Catad que essa soberbia go , é que yo he sabido que está presso
es tentar á Dios, y no veo que os arre- por doscientos pessos de oro, que le pide
pentís do lo mal fecho, é no sabes dónde Diego Rodríguez de líuelva, que también
os traerán vuestros peccados: quanto mas es mi amigo: que yo quiero entender en-
que lo aves con hombro que tiene que tre ellos ó concertarlos, ó quiero pagar
gastar é puede seguiros. Mirad lo que ha- qualquiera quiebra ó alcance que se le ha-
ceys é cómo andays. s El Simón repli- ga é ponerlos en paz; é si quiere, luego
có: «Venga lo que viniere: que si yo le porné una barra de oro de minas en su
mato, todo se hará bien.» É assi volvió poder, é se la daré graciosa, que pesse
las espaldas él y el Julián, ó se entraron doscientos castellanos, para lo que he di-
en la cibdad, y el Johan Rodríguez so cho, con tanto que Johan Rodríguez me
quedó allí, é desde á poco, como yo lle- avise, guando viere á Simón Bernal, ó me
gué, me contó lo que he dicho, é dixo: lo enseñe cómo lo pudiesse ver desde
Yo no os dixera cosa de lo que os diré qualquicr parte que fuesse.» E aquel mi
que agora poco ha passado, hablando con- amigo prometió de se lo decir, é se lo di-
migo Simón Bernal, sino porque lo veo xo, é tornó con la respuesta: é dixo que
mal determinado contra el veedor, ó con Johan Rodríguez decía quél haría todo lo .
propóssito de perseverar en sus traygio- que en éí fuesse por amor mío, sin inte-
nes: sabed que passa esto é aquesto; ó resse alguno, porque le pessaba de mis
contó lo ques dicho, é dixo mas. Si yo no frabaxos é me lo debia.
estuviesse presso, yo le avisaría del caso, De allí adelante yo anduvo mas sobre
porque me paresce ques mucha consgien- aviso, ó determiné con mayor diligencia
cia no lo hacer, porque desde aquí le veo de buscar á este que tan désseoso estaba
muchas noches parado á aquella su ven- de mi muerte; é para esto cada dia ó de
tana , é fácilmente aquel traydor le puede tercer á tercer noche salía de la cibdad,
matar é dar una saetada, y es grand car- después de sosegada la gente, 6 yba una
go de conseiencia no le avisar. Assi que, ó dos leguas en derredor por las estancias
señor, aviendo yo sabido esto, é viendo é hagicndas de mis contrarios, assi como
la parte que este traydor tiene en el deán la del bachiller Corral é del deán ó de sus
y en vuestros enemigos, é conosciendo socaces, é buscaba aquel malhechor: é
ques público que! gobernador os quiere ofra noche salia el capitán Johan de Ez-
93 IIISTORÍA GENERAL Y NATURAL
caray, íntimo amigo mió, á le buscar con en casa del deán, é sin dubda fueran bien
algunos fieles criados ó amigos mios; pe- resistidos, si lo comencaran. É assi, en un
ro no pudo esto ser secreto, y el Simón bergantin que yo fleté, le llevaron á Acia
algunas veges me vido á mí é á los que le el alcalde y el capitán Johan de Ezcaray,
buscaban, por lo qual se rctruxo á la cib- con la guarda conviníente, é yo fuy en el
dad, y en casa del deán é de sus amigos mesmo bergantín á proseguir mi justicia.
é parientes se recogía ó allegaba, é assi Finalmente, él confessó su delicto, é ser
estuvo algunos dias secreto. hecho sobre asechanga é sobre pensado,
En este tiempo ,• una caravela de la is- é dixo que quando avia procurado de vi-
la de Jamáyca estaba en el puerto del Da- vir conmigo, era por me matar durmien-
rien, é se aprestaba para so partir; ó yo do ó como mejor le paresciesse, é conde-
tuve manera que al tiempo de la partida nó á un clérigo del salto, que dixo que le
la fuessen á catar un alcalde y el capitán avia puesto en ello, al qual, siendo yo
Johan de Ezcaray é otros mis amigos é juez, le tuve presso por ladrón, é le cas-
algunos criados mios, llevando un man- tigara, si no huyera á la iglesia.
damiento que yo tenia del juez de resi- Concluido el processo, el juez revocó
dencia, para prender á aquel traydor: é la sentengia de muerte que en rebeldía
de ventura halláronle metido en una pipa avia dado contra él, é mandóle cortar la
arrimada con otras, é sobre ella cables é mano derecha y el pié izquierdo, é con-
otras cosas, 6 goteando agua, para que denóle mas en destierro perpetuo de la
paresciesse que era de brevage, porque tierra é Indias, é confiscó sus bienes á la
el escondido vertia agua de quando en cámara real, é condenóle en costas. La
quando por ciertos agugeros; é acaso un qual sentencia él consintió é yo assimes-
criado mío dio un golpe en la pipa é sonó raOj é fué execuíada en la persona del
hueca, é dixo: «Aquí podría estar aquel malhechor, é le tornaron & la cárgel por
bellaco.» Y el capitán y el alcalde la hicie- las costas; y en un palo, que estaba hin-
ron desfondar, ó hallaron dentro al malhe- cado en la plaga, clavaron el pié c la ma-
chor , ó atado le íruxeron á la cibdad, é no, y era aquel mesmo palo donde avía
lo pusieron en la cárcel, é aquel día se estado puesta la cabeca del adelantado
cumplieron siete meses é medio que fuy Vasco Nuñez de Balboa, como atrás se
herido. No sintió menos que la muerte el dixo. Y esta justicia se higo un sábado, é
deán esta prission. luego otro dia siguiente, domingo, salien-
La justicia mandó qucl capitán Johan do de missa el juez é yo é otro con él pas-
de Ezcaray tuviesse en guarda é á mi sanios por la plaga é á par de aquel palo
costa el presso, é luego yo envié á avi- llegados, llegó un mensagero de Pedradas
sar al juez de residencia, y él mandó á grand priessa, é dixo en alta voz: «Ca-
que lo Hevassen á Acia; é para sacar- vallcros é los que estays pressentes, sed
le de allí ovo muchas contradiciones por testigos cómo pressento este mandamien-
parte del deán é sus socaces, dicien- to del señor gobernador Pedradas Dávila,
do que era contra los previlegios de la teniente general, al señor licengiado Johan
cibdad, pensando de lo salvar ó poner Rodrigucz de Alarconcillo, juez de resi-
la cosa en haraxa. Pero aprovechóles po- dencia ,» é pidiólo por testimonio á un es-
co ; porque con la voz de la justicia é con cribano que allí se halló. El licenciado,
mis amigos no ovó parte que se atrevics- viendo aquella furia é aueto assi público,
se á tentar el remedio de las armas, aun- paróse en la plaga 6 leyó el mandamien-
que algunas veces se juntaron para ello to, é dixo al que le truxo: «Reposaos,
DE JNDIAS. UB. XXIX. CAP. XIX. 93
pites os aveys dormido en el camino é ra quél lo viesse é higiesse justigia, y ad-
aves llegado tarde;» y el mensagero di- vocaba a sí el conosgimiento desto, é sus-
xo: sSi me he dormido ó no, mande pendía al iicengiado é a otro qualquier
vuestra merced que se me dé por testi- juez para que no se progediesse en la cau-
monio á qué liora llego aqui, porque pue- sa con giertas penas. Á lo qual el ligengia-
den ser tres ó quatro horas que amanes- do dixo por aucto, quél se daba por ynhi-
ció, é después de vísperas partí de Pana- bido deste negogio, é que si no lo oviera
má.» Assi que, por esta racon páresela sentengiado é antes llegara el mandamien-
que en menos de dos días, ó en poco mas to, quél se ynhibiera; y en lo demás, to-
de uno é medio, avia andado quarenta cante al malhechor é á estos negogios, lo
leguas ó mas, é de mal camino. remitia al gobernador. É yo pedí por tes-
Estonges volvió á mí el juez, é díxo- timonio aquella respuesta é remisión, é
nie: «Señor veedor, aveys visto esto que dixe que yo no le avia pedido justigia con-
dice este mancebo é lo que trae en este tra aquel traydor é sus secages, como a
mandamiento?..» é cómo yo yba á su la- teniente del gobernador, sino como á juez
do, ley en tanto quel juez Ieia, é dixe: de residencia é juez do Sus Magestades,
«Señor, visto he lo que dige; pero mirad é que como tal avia entendido él en esta
dónde os toma este mandamiento, á qua- causa, y era muy agena del conosgimien-
tro ó ginco passosdessa picota ó palo, don- to de Pedrarias, é que yo avia gastado c
de hicistes ayer -poner aquella mano é pié perdido de mi hagienda, á causa de aquel
del traydor de Simón Berna!, para que traydor, mas de dos mili pessos de oro,
conozcays é conozcamos la ventaxa que é que protestaba de los cobrar del gober-
hay de aquel Juez Soberano á los de la nador é del ligenciado Alarcongillo, si no
tierra, é cómo no lia sido en vuestra ma- le tuviesse presso ó á buen recabdo hasta
no dexar de hacer justicia, ni en la de que yo cobrasse mis gastos é pérdidas: é
Pedrarias el procurar do la impedir, é que claro le constaba que, si la justigia no
dar á conoscer quán notorio enemigo mió fuera executada en la persona de aquel
es en quanto puede, ó cómo quisiera sa- traydor, é oviera efetto el mandamiento
caros de las manos este negocio, por es- de la suspensión en este, yo fuera noto-
capar este traydor. Pero yo me partiré riamente agraviado en la dilagion. É pues
mañana ó cssotro dia á Panamá, é le en- quel juez se avia ynhibido, é al pressente
tiendo decir delante de ca valleros é hidal- no avia juez ni me convenia seguir mi
gos , muy bien dicho, lo que lia hecho é justigia contra los culpados é partígipes en
hago conmigo.» E luego el licenciado di- la traygion, que yo lo resgibia por agra-
xo al escribano que leyesse públicamente vio : é protesté que si se fuessen ó absen-
el mandamiento, por el qual en efetto de» tassen ó transportassen é vendiessen sus
gia Pedrarias, que porque era informado bienes, do manera que dcllos é de sus
que Simón Bernal me avia acuchillado, y personas yo no alcancasse justigia, que lo
estaba presso, que mandaba al licencia- pudiesse pedir é demandar al gobernador
do Alarcongillo, su teniente, éá otro juez é Hgengiado é á sus bienes, é ó quien con
qualquiora que de la causa conoscíesse, derecho debiesse pedirlo en su tiempo,
que visto aquel su mandamiento, noenten- lugar é forma, é ante quien dello pudies-
diesse mas ello, é se le remitiessen pa- se conosger; 6 pedílo por testimonio.
94 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XX.
Cómo ei auctor se partió de Acia, fingiendo que se yba á Panamá, donde el gobernador estaba, á se
quexardét, c se fué á España á pedir justicia contra Pedrarias; é cómo el Emperador, nuestro señor,
le mandó oyr, é fué proveydo por nuevo gobernador para Castilla del Oro Pedro de los Ríos, un cava.
tlero de Córdova; é otras particularidades se tractan convinienles á la historia.

i x los tres de julio de mili é quinientos é á los cinco de noviembre del mesmo año.
veynte y tres, me embarqué en aquel ber- Llegado en Sevilla, supe ailí de cartas
gantín en que avia llevado á Acia aquel que hallé do la Tierra-Firme, que aquel
traydor desde el Daricn, é fingí que yba traydor de Simón Bernal, desde á (res ó
á Panamá á qucxarmc del gobernador á quatro dias que yo salí de Acia, era muer-
él mesmo, de quán notoriamente por to c se pasmó. Plcga a Dios que su muer-
aquel su mandamiento se avia mostrado te fuesse en estado que su ánima se sal-
contra raí'en me impedir mi justicia: é de vasse, pues que tanto mal higo ó sí é &
hech'o, después que salí del puerto de mí! En Sevilla estuve pocos dias, é me
Acia, el día siguiente, concertado secre- fuy á la corte é halló en Burgos el Conse-
tamente con el maestre del navio, le hice jo Real de Indias, que desde á poco se
mudar Ja derrota é venir la vuelta de las fué á la cibdad de Vitoria, donde el Cés-
islas de Cuba é Jamáyca é de aquesta Is- sar estaba, á la sacón que tenia cercada
la Española- Y en el camino adolcscí de su condestable, don Iñigo de Velasco, la
fiebres continuas ó otras passiones, é lle- villa de Fuenterrabía, donde los franceses
gué á tanto peligro 6 tan flaco, que no estaban desde el año de mili ó quinientos
pensaba que podia salir vivo ni llegar á é veynte y uno ó veynte y dos, quando
tierra; pero plugo ó Dios que á los diez 6 las Comunidades se alteraron.
siete dias de aquel mes aporté á la cib- Allí informé á Su Ma gestad Cessárea, é
dad de Sanctiago, puerto do la isla de á los señores do su Real Consejo de In-
Cuba, ó allí fuy muy festejado del ade- dias, de mis trabaxos, é me quexc de Pe-
lantado Diego Velazquez, é me cossaron drarias é hice relación de las cosas de
las calenturas é me sentí mejor; ó desde Tierra-Firme, é por virtud de los poderes
allí tornó á la mar é vine al puerto de la que tenia de la cibdad del Daricn, procu-
Yaguana, en esta Isla Española', desde á ré que Su Magostad proveyesse de go-
ocho dias que partí de Cuba, é desde la bernador para aquella tierra. Y en esto
Yaguana vine por tierra ochenta leguas me detuve algún tiempo, porque aquel
hasta aquesta cíbdad de Sancto Domingo, bachiller Corral que yo avia enviado pres-
en la qual repossé quince ó veynte dias, so, estaba ya de la parto de Pedradas é
é hallé al señor almirante don Diego Co- se quexaba de mí, diciendo que no le de-
lom, que tenia tres naos aparejadas é a biera enviar ni sacar de la (ierra, é que
punto para se partir á España, porque el no le avia querido remitir al gobernador.
Emperador, nuestro señor, le avia enviado Finalmente, fuy condenado en cient mili
á mandar que fuesse a su corto. El qual maravedís de costas (que le pagué en Es-
almirante se holgó mucho conmigo é me paña) y en que le pagasse los daños que
luco yr en su nao: é salió dcste puerto á los por mi causa oviesse reseibido en su ha-
diez ó seys de septiembre, é llegamos á cienda, para la qual averiguación divinos
Sanct Locar de Barrameda, en España, remitidos á la Tierra-Firme al juez nuevo
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XX. 95
que yba para la residencia, non obstante que yo pensé que eran acabados los pley-
quel bachiller no fue absuelto de sus de- fos entre él é mí con aquellos gient mili
udos, por donde yole envié presso. Y co- maravedís que le pagué, sin se los deber,
mo en la corte andaba doña Isabel de Bo- é porque desde la hora que yo le hablé,
vadilla, muger de Pedrarias, ó otros sus me determinó de noentender en sus crí-
procuradores con el bachiller Corra!, es- menes y excessos, si él no innovasse las
torbándome é procurando que Pedrarias cosas passadas por atender á las de Pe-
no fuesse removido, duraron mis litigios drarias. Y el bachiller sintió, como yo, la
mas de dos años con ellos: en el qual pérdida de su casa é hagienda del Darien;
tiempo Pedrarias, enojado del poder que ésindubda, si en conformidad pidiéramos
la cibdad del Darien me avia dado, fué ó Pedrarias nuestros daños, él pagara har-
allá é de hecho la despobló, como hasta tos dineros al uno é al otro é á otros mu-
agora está despoblada, siendo el mejor chos ó al Rey,. tantos que no le bastara
pueblo é assiento de chripstianos que avia quanto tenia. Pero llevaba pensado el ba-
en Tierra-Firme en aquel tiempo: la qual chiller Corral cobrarlo de mí mas fágilmen-
cibdad él la avia infamado é escripto que te; é cómo saltamos en tierra en el Nom-
era enferma, é no siendo assi, sino por bre de Dios, luego desde á ginco ó seys
la destruyr, por ei odio que le tenia, co- dias me puso una demanda de ocho mili
mo la historia lo ha contado. Lo qual él pessos ante el juez de residengia, digien-
higo, assi porque la avia poblado el ade- do que por le aver presso y enviado á Es-
lantado Vasco Nuñcz, como por acabar paña avia perdido su hagienda: é demás
de destruyrme; é assi perdí mi casa é mu- desso incitaba é ayudaba ó una muger
cha parte de mi hacienda. (madre de laque yo mandó agotar é sacar
En fin, por mucha contradicion que tu- los dientes porque acusó á su marido fal-
ve , c por mucho favor que Pedrarias é su samente), la qual causa fué conclusa en
muger buscaron, no se pudo excusar quel España ante los señores del Consejo, é
Emperador, nuestro señor, dexasse do remitieron la degision y sentengia al jue
proveer de gobernador de Tierra-Firme, de residengia el ligengiado Johan de Sal-
en lugar de Pedrarias, á un cavallcro de merón. Y el bachiller, como he dicho,
Córdova, llamado Pedro de los Rios; é érame contrario también en lo ageno co-
mandó Su Magostad que fuesse por su al- mo en !o proprio; é cómo en este litigio
calde mayor ó juez de residencia el licen- no avia mas que altercar, yo fuy absuelto
ciado Johan de Salmerón. É assi, en el é dado por libre quanto á lo de aquella
año de mili é quinientos é veynte y seys muger: é respondí al bachiller que pidics-
años, se despachó en Sevilla este gober- se su hagienda á Pedrarias, que avia dos-
nador , llevando consigo á su muger doña poblado al Darien, é á él le pedí por re-
Cathalina de Saavcdra, para que le ayu- convengion veynte mili pessos que yo avia
dasse á allegar hagienda; é con dos naos perdido , por aver seydo él el fundamen-
é una caravela, é hasta doscientos hom- to , con el deán, de mis trabaxos, é por
bres, fué á Tierra-Firme, é yo con él, pa- aver él amotinado la gente que yo envia-
ra pedir mi justigia contra Pedrarias é los ba contra el cagique de Bea, que avia
que me eran en cargo. É acaso fuymos en muerto al capitán Martin de Murga é á
un navio aquel bachiller Corral é yo: que otros chripstianos, é porque velándose la
ya nos avian hecho amigos, ó á lo menos cibdad de los indios, é siendo el mayor
nos hablábamos, é desde España hasta la enemigo de todos su cagique Corobari,
Tierra-Firme comimos á una tabla, por- que yo por tal mandé quemar, él se en-
06 HISTORIA GENI 4L Y NATURAL
tendía con él, é se hablaban en su estan- bachiller Corral ni en mí no ovo la pru-
cia fuera de la cibdad, como el cacique lo dencia que escribe Sanct Antonio, ar-
confessó antes de su muerte espontánea- Cobispo de Florencia, que tuvieron dos
mente , por lo qual él avia incurrido en el milites, llamados Guillermo de Brindiz é
mesmo crimen é traycion, é debia ser Raymundo Guaseo, se yendo pressos por
punido como el dicho cacique lo fué; é los tártaros, los quales querían que se
por su causa se avia despoblado el Da- matasse el uno al otro} por fiesta é plager
ñen, porque en ella estaba su manceba de los miradores crueles, diciéndoles quel
Elvira, en quien tenia un hijo, la qual vencedor quedaría vitorioso é lo loarían
era muy cercana deudo del cacique de mucho después. Pero como aquellos cava-
Bea; é Corobari é su casa estaba llena do Ueros eran buenos chripstianos, é sabían
espías contra los chripstianos en los indios que después que oviessen peleado, avian
que le servían de Corobari, que eran de de matar al vencedor (porque nunca guar-
quien principalmente aquella cibdad se dan verdad los tártaros), estos cavalleros
velaba, é con quien él tenia tracto é amis- cathólicos habláronse el uno al otro, é di-
tad é conversación; é recelándose dellos xeron que mejor era que aquel combati-
se avian ydo muchos vecinos á vivir á miento se convirtiesse contra los tártaros
otros pueblos é avian desamparado la cib- infieles; é assi unánimes dieron en los que
dad , por el notorio peligro é vecindad de allí avia, mirando la fiesta, é mataron
su casa del bachiller, é avian perdido sus quinge é hirieron muy mal otros treynta.
haciendas, é yo la mia, que era mucho Assi lo cuenta aquel sancto dotor que ten-
mayor é mejor que la suya. É andando go dicho 1 .
en estos litigios, por medio de algunas Digo, pues, que si el bachiller Corral
buenas personas que se metieron enme- é yo nos juntáramos contra Pedrarias é
dio, venimos en concierto, é de consen- sus cautelas, quél no fuera parte para
timiento de partes, assi lo quel bachiller deshacer el Darien en tanto que nuestros
me pidió, como lo que yo le pedia por la litigios pendían en la corte y estábamos
reconvención, lo comprometimos en el absentes; é si él supiera que estábamos en
mesmo juez de residencia, para que por conformidad, no lo tentara, é ya que lo
justicia ó arbitrariamente, como él qui- hiciera , nuestras haciendas no se perdie-
siesse, lodeterminasse. El qual lo dio todo ran ni las de otros. É assi pensaba yo que
por ninguno, para que en ello mas no se aquel bachiller, viendo perdida su casa,
hablasse, con graves penas; é assi lo pro- viniera en mi amistad enteramente por su
nunció por su sentencia con la pena del interesse; pero figúresele que mejor co-
compromiso, pues como el uno y el otro brara de mí lo que avia perdido que no
estábamos gastados, aunque cada qual del gobernador, é al cabo paró en que me
pensaba ser agraviado, este fin tuvo quedó á mí solo la pendencia con Pedra-
aqueste litigio; é con el silencio se aca- rias, é de la del bachiller yo salí de la
bó , no sin mucha pérdida de ambas manera que tengo dicho.
partes. Pero la verdad es que ni en el

1 El Antonio de Florencia, líl. XIX, cap. 8, §. 14.


m INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXI. 1)7

CAPITULO XXI.
Que [ráela de algunas cosas notables que passaron en la Tierra-Firme entre el_ gobernador Pedrarias Dávila
y el capitán Gil Gonealez Dávita é otros capitanes , en lanío que yo esluve en España negociando (a yda
del nuevo gobernador Pedro de losRios, para que Pedrarias íuesse removido , á la relación de lo que des-
cubrió el capitán Gil Gonealez en la maré costa austral de la Tierra-Firme, e porque es larga la narración
de lo uno é de lo otro, yrá este capítulo diviso en ocho párrafos.

Acordárseos debe, lelor, si aves conti- guna muy grande, que se pensaba que
nuado la legión, cómo de aver seydo re- era mar dulce, en la provincia de Nica-
movido Pedradas del offigio de la gober- ragua , é avia convertido é baptizado
nación de Castilla del Oro, ó á lo menos muchos millares de indios; é que torna-
proveydo Lope de Sosa en su lugar, le do á Panamá se fundieron noventa é tan-
quedó mucha indignación contra mí: é tos mili pessos del oro que truxo, é apar-
también avrés visto por qué via é rodeo tado el quinto de Su Magestad para en-
se tractaron mis trabaxos, é fuy acuchi- viarlo á Espaüa, quísoselo embaragar
llado á traygion, é cómo é con quánta ra- Pedradas, digiendo que Gil Gongalcz que-
con ó causa acordé de gastar quanto te- ría venir á esta cibdad de Sancto Do-
nia, siguiendo mi justicia en España, ó mingo con el oro del Rey, ó que si algund
pidiendo gobernador contra Pedrarias ; é desastre ó caso siniestro lo acaesgiesse, á
cómo en fin Su Cessárea Magestad, como él seria cargo, si no pusiesse recabdo en
justíssimo Príncipe, proveyó de aquel offi- ello, para que se enviasson seguros á
gio é gobernación do Castilla del Oro a Su Magestad quinge mili pessos é más,
Pedro de los Rios. Y pues está dicho quel que eran de aquel oro el quinto. Gil Gon-
año de mili é quinientos é vcynte y seys galez degia quél lo avia ganado en el ar-
fué á Tierra-Firme, é .yo con él á pedir mada, que estaba á su cargo, é los que con
mi justicia, y en lo que paró parte dello, él avian ydo con mucho trabaxo, é con
antes que á mas se proceda, conviene á la langa en la mano lo avia sacado de las
ia historia que se digan algunas cosas no- manos de sus enemigos é infieles, que me-
tables que passaron en Tierra-Firme, des- nos seria llevarlo por tierra é mares de
de el año de veynte y tres hasta el de Sus Magestades é de los amigos, é quél lo
vcynte y seys, que estuve absenté, entre pornía en recabdo é daria cuenta dello, 6
Pedrarias y el capitán Gil GongalezDávi- si nesgessario fuesse, yría en persona á la
la o otros capitanes, porque son cosas corte á lo llevar á Sus Magestades é ó dar
notables é del inesmo jaez desta hisloria. ragon de su viage é camino. Todo es-
§ I. En el capítulo XIV se dixo cómo to contradegia Pedrarias é ponia inconvi-
Gil Gongalcz avia ydo á descubrir en la nientes para qiacl oro quedasse en su po-
mar del Sur con una armada, de la qual der ó en la persona quél mandasse; pero
fué por piloto mayor Andrés Niño: el qual en fin, Gil Gongalez se partió con el oro,
viage higo, 6 al tiempo que yo me partí é vino á la cibdad é puerto del Nombre
do Acia para yr á España, como se dixo de Dios; ó después de partido, cayó en
en el capítulo pregedenle, llegó á Panamá mayor arrepentimiento Pedrarias, por le
de vuelta de su viage el capitán Gil Gon- aver dexado yr, é luego se puso en cami-
zález con el oro é ragon de lo que avia no tras él para le prender é tomar el oro.
descubierto, é cómo avia hallado una Ia- É quando Ileso al Nombre de Dios, halló-
T0A10 III. 13
08 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
le embarcado y hecho á la vela: ó assi se do Espinosa é Johan. de Castañeda des-
vino Gil Gongalez á esta cibdad de Sancto cubrieron fué hasta ver el embocamiento
Domingo de la Isla Española, é desde aqui del golpho de Sanct Lúcar (que mas gicr-
envió á España al tliessorero Andrés de to se llama do Orotina), pero no entraron
Cereceda con el oro del quinto de Su Ma- en él: la (pial ensenada está entro ol pro-
gestad, ó para que hiciesse relación del montorio ó punta de la Herradura y la
descubrimiento, porque se avia hallado punta ó promontorio del Cabo Blanco, é
pressente a ello. Lo qual diré aqui con la de allí no passaron. E hasta allí hay cien-
brevedad que supiere decirlo, porque es to y ochenta leguas, pocas mas ó menos,
cu parte que conviene a la historia. aunque nuestros pilotos las llaman dos-
§ II.- Dicho tengo quel primero que des- cientas, c assi lo serian ó mas por la cos-
cubrió la mar del Sur á los chripstianos fué ta, tierra á tierra: é do allí adelante so atri-
ei adelantado Vasco Nuñez de Balboa; é buye á estotra armada, de que fué por ca-
assimesmo ho escrito cómo con sus navios pitán Gil Goncaíez de Avila. É todo lo que
fué (después que le degollaron) enviado Andrés Niño anduvo más quel licenciado
por capitán á descubrir por la mar del Sur Espinosa, fueron hasta gient leguas é quan-
el licenciado Espinosa, alcalde mayor é do mas ciento é veyntc hasta la bahia de
teniente de Pedrarias, é lo que de aque- Fonscca, puesto que tierra á tierra por la
lla mar é costas vido en el capítulo XIIIlo costa serian algunas mas; pero no las que
dixe, conforme á las alturas é grados en Gil Goncaíez é Andrés Niño se jactaban,
que está la costa ó islas, de que en su via- que les daban nombre de seysgientas y
ge se tuvo notigia, seyendo piloto mayor cinq lienta leguas desde Panamá á donde
en aquel camino Johan de Castañeda. El avia Andrés Niño llegado. É Gil Goncaíez
tercero que de los españoles navegó en decia que por tierra avia él caminado
la mar austral fué el capitán Fernando de trescientas y veynte leguas, desde donde
Magallanes, quando descubrió aquel me- tornó con ciento y doce mili pessos que le
morable é grande Estrecho el año de mili dieron caciques, é mas de la mitad dello
é quinientos y vcynte, por el qual entró de oro muy baxo: é á mí me escribió que
por la boca que tiene al Oriente, é fué se avian baptigado treynta y dos mili áni-
por la mar del Sur é por alta mar á las is- mas ó más de su voluntad é pidiéndolo
las de Maluco é Especiería, lo qual tam- los indios; pero parósgeme que aquellos
bién queda dicho en el libro XX. El quar- nuevamente convertidos á la fée la enten-
to capitán é descubridor en la costa aus- dieron de otra manera, pues al cabo lo
tral fué el capitán Gil Goncaíez Dávila y convino al Gil Goncaíez é su gente salir
el piloto Andrés Niño, é lo que se acres- de la tierra mas que de passo. Hallaron
gentó por su industria en la moderna grandes poblaciones, é descubrieron una
cosmographia, decirlo he como la carta grandíssima laguna, que pensaron que era
enmendada lo platica é yo la he visto de mar dulge, en las costas de la qual viven
la mano del cosmógrapho Alonso de Cha- grande multitud de pueblos é gentes de
ves , al qual no culpo en aquello quél no indios, lo qual yo vi después muy mejor,
o viere visto en la discrepancia délos gra- quando fuy á aquella tierra, é se sabe
dos , porque soy tan obligado á creer, ó mas puntualmente. É quando se hable
mejor diciendo, testificar lo que mis ojos adelante en particular de aquella gober-
vieren, como á lo que otros que no lo nación de Nicaragua, se dirán muchas mas
navegan quisieren significarme. cosas, allende de las que estos armadores
vieron, á los qualcs no se les debe negar
Yo dixe que lo último quel ligoncia-
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXf. 99
el loor de su trabaxo. Pero tornemos al délos ministros dolía sea el mayor cuyda-
camino, que en la verdad fué harto me- do, sino el mayor intento dolos armadores.
nos de lo que Andrés Niño é Gil Goncalez Assi que, caminando Gil Gongalez la tierra
le pintaron, é no fué menos de lo que yo adentro hacia el Poniente, algunas veces
aqui les atribuyré. se halló tan apartado de la costa, que se
§ III. Gil Goncalez higo quatro navios en vido arrepentido; pero dexó mandado á
el rio que llaman de la Balsa, que no estu- Andrés Niño, que quedaba con los na-
vieron para navegar é se perdieron todos, vios , que venida la pez, é adobados los
y en esto gastó mucho tiempo é dineros, navios, y hecha lu vasija, se fuesse la
é tuvo mucho trabaxo. Después hico otros costa abaxo al Poniente, é que andando
quatro en la isla de las Perlas, que está ochenta ó cient leguas, si Uegasse mas
en el golpho de Sanct Miguel, é de allí se presto, le esperasse en el mejor puerto
partió esta armada á los veynte y un dias que por la comarca hallassc, porque assi
de enero de mili é quinientos é veynte y lo haría él, si primero llcgasse.
dos años, é después que navegaron hasta Yendo Gil Goncalez por la tierra aden-
cient leguas al Ogidentc, dixeron los mari- tro, sosteniéndosse é baptizando muchos
neros que toda la vasija del agua estaba cagiques é indios, le subgedió que ácausa
perdida, é que no se detenia en ella el de passar los rios muchas veces á pié é
agua ni se podia remediar sin hacerse sudando, le sobrevino un tullimiento de
otra, é también hallaban ya los navios to- una pierna, que no podia dar un passe á
cados de mucha broma; épor esso les fue pié, ni dormir de noche ni de día del do-
forcado sacar en tierra todo lo que lleva- lor, ni caminar á pié ni á caballo : é por
ban donde mejor dispusicion hallaron, ó esto le llevaban en una manta atada en
poner á monte los navios para los adobar. un palo, muchas veges en hombros de in-
Lo qual lloró algunos años después el caci- dios é de chripstianos, é de aquesta ma-
que de Burica, porque este adobo se higo nera fué hartas jornadas. Mas porque el
en su tierra é muy á su costa é de su gente, caminar era assi muy dificultoso, como
é les hico hartas fuercas é sinraconcs An- por las muchas aguas que entonces hacia,
drés Niño é sus marineros; ó assi después ovo de pararse en casa de un cagique
lopa§ócon su cabcca, y le mataron indios, pringipal, aunque con harto cuydado do
como se dirá en su lugar. Desde allí envia-
velarse (el qual cacique tenia su pueblo
ron un bergantin á Panamá por pez para
en una isla que tenia diez leguas de longi-
brear é por otras cosas, é cómo la gente
tud c soys de latitud, la qual hagia dos
no se podia sostener allí, donde los navios
bragos de un rio muy poderoso); é apos-
estaban, por falta de mantenimientos, é
sentóse Gil Gongalez en la casa del cagi-
porque se guardasse el bastimento, que
que, que era tan alta como una mediana
era para el camino de la navegagion, fué
torre, é de hechura de un pabellón, arma-,
nescessario quel capitán Gil Goncalez, con
da sobre postes, ó cubierta de paja, y en
cient hombres se cntrassela tierra adentro
medio dolíale higicron una cámara, por la
para so sostener, en tanto que la pez venia
humedad, sobre postes, é tanto alta como
é la vasija so hacia é los navios se adoba-
ban^ también para comencar á grangear dos estados. Desde á quinge dias que allí
oro? que era lo que pringipalmente busca- estaban, llovió tanto ccresgieron los rios de
ban; porque de armada hecha por muchas tal forma, que anegaron é cubrieron toda
bolsas no se puede sospechar quel desseo la isla, y en la casa donde el capitán es-
de henchirlas es poco, ni que la cobdicia taba, que era lo mas alto, llegó el agua
á dar á los pechos de los hombres: 6 de
'lOO HISTORIA GENERAL Y NATURAL

. ver aquesto los españoles, pidieron licen- hasta que fué de día, no cessando en to-
cia al capitán, para yrsc á valer fuera del da la noche de llover mucho é con muchos
pueblo en los árboles, y él se la dio, é se truenos é relámpagos; é desta forma es-
quedó allí en aquella grand casa con la tuvieron hasta quel agua gessó é mengua-
gente mas de bien, esperando lo que Dios ron los ríos é tornaron á su curso. É te-
quisiesse hacer, é pensando que no bas- miendo que podría tornar á les acaescer lo
taría el agua á la derribar, é conjecturan- mesmo, hicieron sobre los árboles con va-
do en esta sospecha, é temerosos de ver ras c ramas ciertos sobrados é cámaras cu-
crescer el agua sin saber hasta quando. biertas con hojas, é de tal manera que te-
Con este cuydado tenían en lo alto de la nían fuego en ellos: en los quales sobra-
casa puesta una imagen de Nuestra Seño- dos se socorrieron otras dos veces por
ra é una lámpara de accyte que la alum- otras crescicntes, huyendo de las otras
braba , é cada hora se venian allí mas casas baxas. Después quedó la tierra tan
compañeros de los que no se hallaban á llena de lama é gieno ó de árboles quel
su propóssito de fuera y en otras partes: rio truxo, que á gran pena podían andar
ó á media noche se quebraron todos los por allí.
postes, c cayó la casa sobre los que esta- En este trabaxo se les perdieron algu-
ban dentro, é derribó la cámara donde nas espadas é rodelas é vestidos, é resci-
estaba el capitán, é quedó sobre dos mu- bieron mucho daño, á causa de lo qual
letas de pies encima de la cámara, el agua higieron daragas de algodón bastado, en
á los muslos, c llegaron las varas de la lugar de las rodelas que perdieron; y có-
techumbre al suelo, é quedaron los com- mo el agua les llevó los mantenimientos,
pañeros el agua á los pechos. Plugo á fuéles forgado yr á buscar de comer há-
Dios que con quaatos golpes dio la casa gia la costa, que era su intento, de la qual
sobre el agua vino poco á poco al suelo, estaban desviados diez leguas ó mas, é
sin dar golpe en tierra é sin hacer fuerca por tierra no podían, é por esto higieron
para que la lámpara se muriesse: que fué balsas de madera é árboles atados unos á
muy grand socorro no quedar sin lumbre, otros: é assi pusieron engima dellos su
para hallar manera con que saliessen do fardage c sus personas con los indios que
allí é no se ahogasson, que estaban como traían ó les servían, c fueron por "él rio
los páxaros que so toman (ó ratones) con abaxo hasta llegar á la mar, aunque eran
11 losilla, puestos todos debaxo de una so- mas de quinientas ánimas los que en esta
brecopa. É assi rompieron con una hacha flota de balsas yban. É cómo algunos com-
la techumbre de la casa, é por allí salie- pañeros llegaron de noche, arrebatólos la
ron los compañeros que con el capitán se corriente del rio é sacólos á la mar á me-
avian quedado, é á él le sacaron en los dia noche, metiéndolos la resaca muchas
hombros, porque los demás se avian con veges debaxo del agua; é otro día, desde
tiempo acogido, con licencia de Gil Gon- la costa, los vían essotros dos leguas
zález, á los árboles, ccon ellos los indios •dentro en la mar, é como la menguante
mansos que tenían de servigio: é desta los avia apartado de la tierra, la cresgien-
manera le llevaron, dando voces para que tc los volvía después. Pero el capitán,
los compañeros y el capitán se pudiessen viéndolos en tal peligro, mandó entrar en
juntar, lo qual se higo con mucha fatiga. otras balsas pequeñas á algunos compañe-
Después que fueron juntos, colgaron una ros sueltos nadadores, é fueron allá é los
hamaca ó manta de un árbol á otro, en truxeron: á los quales hallaron tales, que
quel capitán fué puesto, é assi estuvieron ya se dexaban de ayudar, rendidos á la
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXI. 101
muerte ó desanimados del cansancio é fa- ávido; é Andrés Niño fué con los otros
tiga; pero plugo á Dios que ninguno se navios adelante á descubrir, é Gil Gonga-
perdió. Mas es de creer que se acordaron lez prosiguió por la tierra: é acordóse que
muchas veges con quánto menos peligro al mesmo puerto se tornassen á recoger.
ganaban de comer, estándose en su patria. Este golpho de Sanct Vigente, si yo no
En fin, estas cosas los hombres han de lo tengo mal entendido, está en la punta
hacer, é no lodos, sino aquellos que son ó promontorio que está próximo á la isla
para mas que otros. del Caño, la qual punta dista de la equi-
Recogida esta gente ó su capitán, cami- nogial ocho grados é medio á la banda de
naron ñor la costa de la mar al Poniente, nuestro polo; é de allí adentro es el an-
ó llegaron á un golphcte, que se dice Sanct cón ó golpho, é lo que del es mas septen-
Vigente, donde hallaron á Andrés Niño, trional en la costa está en nueve grados
que acababa de llegar con los navios ade- de la línia del equinogio, é dentro desta
resgados, é con la vasija del agua hecha. ensenada están algunas islas pequeñas.
É una vez pensó el capitán Gil Gongalez § IV. Dada la orden ques dicho, en el
de se meter en la mar c hager su descu- camino de la mar é de la tierra, por donde
brimiento con los marineros, porque no yba el capitán Gil Gongalez, se baptigaban
tenia piernas para andar por tierra á pié muchos cagiques é indios de su voluntad:
ni á caballo, é quiso doxar en tierra un é llegó á un cagique llamado Nicoya, el
teniente con los hombres que llevaba. É qual le, dio catorge mili pessos de oro, y
cómo la gente ovo conosgimicnto desto, él con seys mili personas ó mas se baptt-
comengaron á murmurar é quexarse del, garon é tornaron chripstianos, é quedaron
porque dexaba su compañía, é porque tan amigos de los chripstianos, nuestros es-
ya avian comengado á topar mayores ca- pañoles, que en diez dias que allí estuvie-
giques, y el esperanga de enriquesger se ron, quando se quiso partir Gil Gongalez,
aumentaba, y en la tierra avia mas apa- le dixo el cagique, que pues que no avia
rejo que en la mar para hallar oro: é as- de hablar ya con sus ydolos, que se los
si por esto como por el contentamiento llevasse. É no le diera él tantos quantos
de los soldados, é porque con su pres- el capitán tomara de buena voluntad s é
sengia se harían mejor las cosas que to- assi le dio seys estatuas de oro tan gran-
caban á la paz 6 á la guerra, acordó de des como un palmo, é algunas algo ma-
quedar en tierra-, é con gient hombres é yores; é rogóle que le dexasse algún
quatro caballos proseguir adelante. É man- ebripstiano de los nuestros que le dixesse
dó que un teniente suyo, con Andrés Ni- las cosas de Dios, lo qual no osó hager
ño é otros dos pilotos juramentados, mi- Gil Gongalez, por no le aventurar é por-
diessen é assentassen las leguas que se que llevaba poca gente.
anduviessen en el descubrimiento de lo Degíame Gil Gongalez que desde aquel
que viessen, é assi por mar como por golpho de Sanct Vigente hasta Nicoya an-
tierra se conlinuasso el viage la via del duvo ginqüenta leguas (pero harto menos
Poniente, con intengion de hager pages é camino hay), é no me maravillo, porque
con buen tractamiento á todos los cagi- estonges no se sabia la tierra.
ques ó señores que hallasscn, é á los que Allí tuvo notigia del cagique de Nicara-
por bien no quisiessen la paz, se les higies- gua, é muchos indios pringipales, que con-
se la guerra. É quedaron allí dos navios é sigo llevaba, le consejaron que no fuesse
parte de la gente en guarda de quarenta allá, porque era muy poderoso, é aun los
mili pessos de todos oros, que ya avian españoles le degian lo mesmo; pero el ca-
102 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
pitan no quiso temer sin ver de quién, é é quemáronse ellos mesmos, que fueron
prosiguió su camino. É una jornada antes tres, lo qual dio mucha turbagion á los de-
de su pueblo envió las lenguas que lleva- más todos, por ser en víspera de tal jor-
ba c seys indios principales de los que con nada como la que esperaban otro dia. Y
él yban, y envióle á decir lo que á otros el capitán, como era cavatlero é de gen-
caciques acostumbraba, y era esto: «Quél til ánimo, les habló é dixo lo que era ra-
era un capitán del grand Rey de los chrips- gon para que no temiessen ni oviesse fla-
tianos , que por su mandado yba á aque- quoga en ninguno, pues que eran españo-
llas partes á hacer saber á todos los caci- les é de patria donde tan valerosos cora-
ques principales ó señores delios, que en gones se crian. Degíalcsque se acordassen
el gielo, mucho mas alto del sol, hay un que quando el conde Fcrnand Gongalez
Señor que higo eí sol é la luna é gielos avia querido dar la batalla á los moros é
y estrellas, é á los hombres é animales é á su rey Almangor, que la tierra se abrió
aves é la mar é los ríos é los pescados é é tragó á un cavallero chripstiano, é por
todas las otras cosas; é los que esto creían esso no dexó de ser vengedor el conde,
é lo tenian por Señor, son los chripstia- é quedó mas victorioso *; é que assi espe-
nos, é quando mueren, van arriba donde el rassen que lo serian ellos, si á las armas
está é gozan de su gloria; y los que no son viniessen, é que aquello cada dia acacs-
chripslianos, van quando mueren, á un §ia á los que tractaban la pólvora (quan-
fuego que está debaxo de la tierral penar to mas que aquellos vivirían). É assi á es-
para siempre:. é que todos los señores ó te propóssito les higo.un gentil ragona-
caciques ó principales, á quien en aque- miento, con que quedaron de voluntad é
lla lengua llaman .calachuní, que atrás ánimo aparejados á todo lo que pudiesse
quedaban hágia donde el sol nasce, lo sa- subgederles.
bían ya, y él é otros capitanes se lo avian Allí dexó el capitán los tres escopete-
dicho é lo creían assi, é tenian por señor ros á curarse é otro hombre con ellos, y
ai Rey de Castilla, cuyos eran aquellos el dia siguiente llegó á una legua del pue-
chripstianos y el capitán, é se avian he- blo é topó quatro indios pringipales con los
cho chripstianos é quedaban por vassallos otros quél avia enviado; é aquellos quatro
del Rey de Castilla. É quél yba á lo degir dixeron á Gil Gongalez qucl calachuní le
á los otros calachunis é príngipes de há- esperaba en su pueblo de paz c como ami-
gia donde el sol se pone, porque Dios as- go. Y en llegando, apossentó al capitán ú
si lo manda; á que le rogaba que fe aten- á los españoles en una plaga é casas de
diesse en su pueblo con sus indios é gen- al rededor de ella, é luego le pressentó
te toda, é que no oviesso miedo; é quél parte dequinge mili pessos, que en todo le
le diría otras cosas muy grandes deste dio: é Gil Gongalez le dio una ropa de
mesmo Dios, con que avria mucho plager, seda é una gorra de grana é una camisa
sabiéndolas; é que si esto no quisiesse ha- de Holanda delgada é otras cosas de Cas-
ger, ni ser vassallo del grand Rey de los tilla. É en dos ó tres dias que se le habló
chripstianos, que se saliosse al campo de de las cosas do Dios, dixo que quería ser
guerra, que otro dia seria con él.» chripstiano él é sus mugeres é indios, y
Aquel mesmo dia, en la tarde, gtertos en un dia se baptizaron mas de nueve mili
escopeteros, probandola pólvora, pusie- personas, con tanta voluntad, a l o que
ron fuego á su posada é á la del capitán, mostraban, que de plager é devoción 11o-

Chrónica del Conde Fent;in Gongalez.


DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. XXÍ. 103
raban algunos de nuestros soldados, dan- man al oro en aquella lengua); é uno de-
do gragias á Dios de lo que vían. llos, llamado Diriajen, vino á ver á Gil
Allí estuvieron el capitán é su gente Gongalez, é llevó • consigo hasta quinien-
ocho días, é se pusieron dos cruges, co- tos hombres, é cada uno con un pavo ó
mo lo acostumbraban hacer en los otros pava ó dos en las manos, é detrás dellos
pueblos; c puso una muy grande en un diez pendones ó banderas pequeñas sobre
montón de tierra grande de gradas, -y en sus astas, é todas blancas, é detrás des-
cada placa tienen uno destos montones de tos pendones diez é siete mugeres, todas
üerra, que parcsce que los meemos mon- quassi cubiertas de patenas de oro, é dos-
tones piden la cruz; c dexó otra en su cientas é tantas hachuclas de oro baxo,
mezquita, quel mesmo calachuni la llevó que pessaba todo mas de diez é ocho mili
en sus bracos, é quiso que allí se pu- pessos. E mas atrás, cerca del calachuni
siesse. é de sus principales, venían cinco trom-
Esto destos montones.no lo entendió petas, ó mejor diciendo pifaros, é gerca
Gil Goncalez ni los cliripstianos estonces de la possada del capitán Gil Goncalez to-
para qué efetto los tienen; y es para sa- caron un rato; é acabado de tañer, entra-
crificar é matar hombres, -como so dirá ron á verle con las mugeres y el oro. E
en su tiempo adelante, quando se hable mandóles preguntar que á qué venían,, é
desta gobernación de Nicaragua (la qual dixeroñ que á ver quién eran: que les
gente es de la mesma lengua de México avian dicho que era una gente con armas
é de la Nueva España). que andaban encima de unas animalias de
Desdo á ocho dias que Gil González allí quatro pies: que por ver quién eran é lo
estuvo, passó á otra provingia, seys le- qué querían, los venían á ver. Estonges el
guas do allí, é halló seys pueblos á legua capitán Gil Goncalez hícoles hacer aquel
é á legua é media ó dos uno de otro, de su sermón que se higo á Nicaragua, y él
cada dos mili vecinos cada uno dellos; é acostumbraba hager á los indios con las
después que les ovo enviado sus mensa: lenguas á la soldadesca (después de a ver
geros, se apossentó en un pueblo destos, puesto en recabdo el oro), é respondieron
é los señores le fueron á ver, é le pres- que querían ser chripstianos. Pregúntese-
sentaron oro y esclavos, é dieron de co- les que quóndo se querían baptigar, é di-
mer á los chripstianos. E cómo sabían que xeroñ que desde ó tres días vernían á
Nicaragua é sus indios se avian baptiza- ello.
do, dixeron que también querían ser ellos Es de pensar questos que nuestra cathó-
chripstianos; ó vino cada señor con su lica fée predicaban á estos indios, no pu-
gente á rescibir el baptismo, é cada día blicaban ni les degian la pobrega que
de otros pueblos enviaban á pedir á Gil Chripsto é sus Apóstoles observaron, con
González que les enviasse el capellán que tanto menospregio del oro é de los bienes
los bapticasse é les dixesse las cosas de temporales, teniendo pringipal intento á
Dios. É assi se hacían é madrugaban los la salvación de las ánimas, ni traían cu-
de un pueblo ó de otro para quál Ucvaria chillo , ni pólvora, ni caballos, ni essotros
antes el clérigo. aparejos de guerra y de sacar sangre.
Estando en medio desta buena obra, pa- Mirad lo quel Apóstol Sanct Bartolomé hi-
resce ser que otros caciques grandes, que go, quando le cupo en suerte la predíca-
estaban adelante, ovieron noticia destos gion de Lycaoniay en la India Oriental, y
nuestros españoles, é también sabrían co- por consiguiente los otros Apóstoles, dó
mo les pressentaban iaguizle (que assi lla- quiera que se hallaron, que si solamente el
104 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
comer, otra cosa no tomaban -1; poro nues- unos é los otros con el mayor esfuerco que
tros convertidores tomábanles el oro, é podia ser: y estuvo la batalla quassi me-
aun las mugeres é los hijos é los otros bie- dio quarto de hora en pesso,sinquc se
nes, ó dexábanlos con nombres de bapti- conosciesse cuya avia de ser la victoria.
zados , é sin entender el bien de tan alto É después de aver herido ó derribado en
Sacramento los que lo rcscibian. Pluguie- tierra seys ó siete españoles, llevábanse
ra á Dios que de cada millar dellos, assi otro vivo en pesso, sin lo querer matar, á
baptizados, quedaran diez que bien lo su- lo que mostraban: é cómo los de caballo
pieran. arremetieron é anduvieron un rato en-
Como quier que ello fucssc, este nom- tro los enemigos revueltos, tropellando é
bre cliripstiano no place al diablo, ni quie- alanceando, ellos pusiéronse en huyda; é
re la salvación de los hombres; y e s de siguiendo el alcance, animando á los de
pensar quél apartarla del propóssito del pié, los echaron á lanzadas fuera del pue-
baptismo aquellos indios, é también ellos blo. Y en el campo, cómo el capitán es-
vieron el poco número de nuestros espa- taba en el mejor de los tres caballos, aun-
ñoles , y al tercero dia que dixeron (avien- que mal aderescado de jaez, yba de los
do ydo el clérigo en el mejor caballo de delanteros esforzando los nuestros, é ha-
quatro que tcnian, y dos valientes hom- giondo, como buen capitán, su deber : é
bres con él, á prediear á unos pueblos no desque se ovo cansado de alancear á los
léxos), estando los españoles descuydados que á una parte é á otra topaba de los
de la guerra, sábado diez c siete de abril, enemigos, paresciendole que era error
á medio dia, é con grandíssima calor, die- dexar tan atrás su gente, dio la vuelta,
ron sobre el capitán Gil Gongalez 6 su en la qual fueron tantas las varas ó Hechas
gente hasta quatro mili indios armados á é piedras que los indios le tiraron, que
su guisa, con unos jubones ó coracas sin passó mayor peligro que quando de la
mangas, de algodón bastados, é arma- placa los echaron.
duras de cabeca, de lo mesmo, é rodelas En fin, como llegó á los delanteros de
y espadas de palo recias, é muchos de- los compañeros que seguian el alcance fue-
llos con arcos é flechas (puesto que no tie- ra del pueblo, no consintió que procedies-
nen hierba) é otros con varas para tirar. sen adelante, assi por su desaventaja del
É quiso Dios que a u n tiro de ballesta an- poco número, como porque los indios no
tes que llegassen al lugar, un indio del le tuviessen en poco ó sospechassen que no
pueblo dó estaban los chripstianos, los vi- eran más los que quedaban en el lugar,
do venir é dio aviso, é lo mas presto que é no se atreviessen á volver sobre ellos é
pudieron cabalgó el capitán en un caballo renovassen la batalla, y aun porque en la
de los tres, é recogidos los compañeros possada se quedaba el oro solo é que los
en la placa, delante de su possada, puso del pueblo no tentasson otra ruindad,
la tcrcja parte de su gente á las espaldas viéndolos fuera, é los robasson. Y assi lo
á al rededor, porque como oran muchos mas presto que pudieron, se recogieron
los contrarios, temieron que los cercassen con la victoria , dando gracias á Dios, é
é les pusiessen fuego. É con grandíssimo se pusieron en orden, esperando la se-
ímpetu, llegados á la placa, arremetieron gunda batalla, si se la diessen: lo qual no
á los chripstianos, y ellos contra los in- hicieron por recoger los heridos ó muer-
dios, de manera de torneo peleando los tos é no los dexar en el campo.

\ Chronicar. ab inüio muñdi, ais. theulonica.


DE INDIAS. Lili. XXIX. CAP. XXI. 405
En este tiempo aun el clérigo é los com- hombres los que estaban sanos, y hecho
pañeros que con él fueron no eran torna- un esquadron, metió dentro en él el oro
dos; é cómo el pueblo donde fueron, era ó la gente flaca é las cargas de la comida
hágia la parte de donde vinieron los in- é hacienda que llevaban, é á los quatro
dios que es dicho, pensóse que los avrian comísales ó esquinas yban los quatro de
muerto. É luego el capitán les escribió en caballo que tenían, é quatro escopeteros.
breves renglones, con un indio del pueblo, Y desta manera passaron por el pueblo á
que se viniessen luego, diciendo lo que las once horas del dia, é ya que estaban
avia acaesgido: é vino luego el capellán é fuera de la población, comencaron indios
los dos hombres, sin aver topado quien los de salir en su rasti-o, é decían á los indios
enojasse. Allí se acordó que diessen la que les llevaban las cargas, que las desas-
vuelta á buscar los navios, é se tornassen sen ó se huyessen con ellas: é assi cami-
á la costa, assi porque hasta allí la gente nando, los sufrían, por no quebrar con
avia ydo contra su voluntad, como porque ellos; é algunos se atrevían á entrar entro
todos se lo consejaron al capitán, y él los nuestros asacarlos indios, con las car-
conosció é vido que no debia hacer otra gas, del esquadron. É viendo esta osadía
cosa contra el parescer de todos, é por po- el capitán, mandó á los ballesteros que íes
ner en cobro lo que hasta estonces avian tirassen, é cómo hirieron algunos, súbi-
ganado. É assi se lo requirieron los officia- tamente comencaron á salir del pueblo
les é algunos otros de los principales espa- muchos indios de guerra. Estonces pares-
ñoles, porque vieron quel capitán essa no- cióle á Gil Goncalez que no se podia excu-
che tenia en voluntad de dar en los con- sar de pelear, é mandó al tiiessorero An-
trarios por los respectos ya dichos; é por- drés de Cereceda é á los que llevaban la
que la gente estaba cansada, y algunos guarda del oro que caminassen todo lo
compañeros heridos, é otros enfermos, ó que pudiessen, é assimesmo los indios que
por no aventurar el oro que tenían allega- llevaban las cargas del bastimento é ropa;
do, é demás desso que de los de aquel pue- y el capitán con los otros tres de caballo
ble no tenían mucha seguridad, dieron la é algunos sueltos peones é ballesteros é
vuelta con pensamiento que llegados á rodeleros é quatro espingarderos, que to-
tierra de chripstianos, aunque estaban bien dos serian hasta diez y siete, se quedó en
léxos della, podrían con mas gente é ca- la recaga. É la gente que salia del pueblo,
ballos é con mas propóssito volver á cas- era innumerable, é muchos dellos fleche-
tigar é hacer de paz aquella gente, é á ros.* é comeacaron á se allegar con mu-
saber los secretos de ia tierra, porque cho denuedo é grita muy grande, tirando
ella es tal, que ninguno la puede ver sin flechas, é los de caballo hagian algunas
que le parezca muy bien. vueltas sobre los enemigos, é otras veces
§ V. Como el cacique Nicaragua su- los escopeteros é ballesteros, hiriendo á
po que Gil Goncalez se tornaba, é que avia los que se acercaban. Peroquando los de
peleado con el cacique Diriajen é sus va- caballo volvían, era tanta la priessa del
ledores , é supo que llevaban los españo- huyr dellos los indios, como la que suelen
les cantidad de oro, pensó de tomárselo hager los peones en mi tierra de aquellos
amatarlos, como después lo enseñó !a bravíssiraos toros de la ribera de Xarama;
expiriencia, é assi lo sospecharon Jos ó alangeaban algunos, con mucha risa de
nuestros, al passar de su pueblo: con la ver el temor que avian á los caballos. A
qual sospecha el capitán Gil Goncalez or- los indios les parescia grand novedad los
denó su gente, que serian hasta sessenta hombres á caballo, porque nunca tales
TOMO III. 14
106 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
animales avian visto, é no era para ellos guerra de otra manera, porque los chrips-
menor espanto que el de los centauros en tianos no se cansan, ni han menester
las bodas de Perithoo, en aquella batalla yaat, ques gierta hierba que los indios
1
que Hércoles ovo con ellos ; pero non obs- traen en la boca, con la qual digen ellos
tante -el miedo que los indios avian de los que no se cansan tanto como no teniéndo-
caballos, era tan grande la muchedumbre la , sin comparagion. A lo qual no supie-
dellos como enxambres de abejas. ron los indios responder ni replicaron más
El cansangio que los nuestros ovieron en ello, sino volviendo las espaldas yban
en esta jornada, fué muy excesivo; pero digiendo: teba, teba , leba, ecuya; quiero
mezclado su temor con su esfuerco é con degir teba bueno, é oouya vete, como
la prudente diligencia de su capitán, no quien díge: bien lo diges ó bueno eres;
cessaron de trabaxar valerosamente basta vete en buen hora. E hablando á los otros
quel sol se quiso poner por una hermosa indios, yban digiendo estos pringipales:
vega: é lo que mayor fatiga les fué era toya, taya muchas veges. que quiere de-
el passar de algunos arroyos, por no " gir anda ó aguija; é assi lo hagian to-
desamparar los dolientes y passar los de dos, tornándose hágia su pueblo. Plugo á
la regaga adelante, y en cobrar los indios Dios que ningund hombre ni oro perdie-
que les dexaban las cargas. ron los nuestros, ni ovo alguno herido de-
Finalmente, cómo vieron los contrarios llos, exgepto un caballo de una flecha,
que perdían gente, é no ganaban nada pero no peligró.
en seguir á los chripstianos, quando el Essa noche repossaron en un gerro, que
sol se puso, dixeron que querían paz, y avia en su derecho camino, hagiendo
el capitán Gil González se la otorgó: é de- buena guarda; pero perdióseles mucha ro-
xadas las armas, tres indios pringipales pa á los compañeros, porque los indios
mandaron que se quedasse atrás toda la que íes llevaban las cargas, eran los mas
otra gente, é vinieron á hablar con los de los de Nicaragua, que se los avian
nuestros, desculpando á Nicaragua é los prestado á la passada primero, é cómo
suyos: é decian que aquello avian fecho vian que á la vuelta los llevaban de su
Ja gente de otro cacique, que estaba tierra, dexaron las cargas unos, é otros se
aquel dia en su pueblo, que se llamaba las llevaron. É desta causa quedaron al-
Zoatega, que los españoles no le avian gunos de los compañeros sin vestido, é
visto, quandola primera vez por allí avian otros sin comida, por atender á guardar
passado. A lo qual Gil Gongalez respondió el oro é no dexar á los dolientes, é por
quél avia visto é conoscido algunos indios no salir de su ordenanga: é los indios que
pringipales aquel dia en la batalla, é que les quedaron, eran mas orientales (é har-
assi lo dixessen á su teyte (que quiere tosdela lengua de Cueva), é como volvían
degir lo mesmo que calachuni ó señor) é hacia su tierra é no entendían á los de
que le hagia saber que los chripstianos to- Poniente, essosno higieron mudanga: an-
dos quél traia eran tapaligves (que assi tes algunos dellos pelearon muy bien,
llaman en aquella tierra al hombre expe- ayudando á los chripstianos. Después que
rimentado , é al que ha muerto á otro de ovieron repossado ginco ó seys horas,
cuerpo á cuerpo dígenle tapaligue); pero passada la media noche é salida la luna,
quél era contento de la paz, é que si ellos tornaron á caminar, por passar antes del
otra cosa quisiessen, quél les haria la dia un mal passo, al qual por otro camino

i Ovíd. Melham., lib. IX.


DE INDIAS. LID, XXIX. CAP. XXI. 107
podían yr á él desde el lugar, é tomán- pia de rios que allí entran, que vengcn
dole los indios primero, les pudieran ha- á la salobre agua de la mar *. Todo es-
cer mucho daño á los chripstianos; pero to es deste auctor; pero ya tengo dicho
no hallaron impedimento en lo passar., é cómo en el golpho de Urabá con baxa mar
assi caminaron el resto de aquella noche está dulge el agua, é assi podría ser esso
é los dias siguientes hasta que llegaron al que vido Alexandro ó vio Pompeo, y me-
golpho de Sanct Vigente, donde se avian nos es ser dulge la laguna de Nicaragua,
departido, quando Andrés Niño fué ádes- porque su assiento ó sitio es baxo, é acu-
cubrir desde allí, el qual era tornado ocho den á ella infinitos rios.
dias avia, é decia que avia descubierto Ya he dicho en otra parte que, después
trescientas é ginquenta leguas al Poniente que Gil Gongalez estuvo en Nicaragua, yo
desde allí; pero él se engañó mucho en la fuy á aquella tierra, é vi esta é otras
cuenta dessas leguas. Por la falta de los grandes lagunas, é muchas cosas otras
navios, éaun del agua, no passaron ade- que dexo para las degir adelante en su
lante. lugar.
A mí me escribió una carta Gil Gonca- Tornando al propóssíto de Gil Gonga-
lez, que dige que de aquel pueblo deste lez, digo que después que llegó al golpho
cagique de Nicaragua la tierra adentro de Sanct Yigcnte, halló quel mayor de los
tres leguas de la costa de la mar del Sur, navios no estaba para navegar ni tenerse
junto á las casas de la otra parte, está sobre el agua, y en los otros y en canoas
otra mar dulge, que cresge é mengua, é se embarcó con su- gente para Panamá:
quél entró á caballo en ella, é tomó la pos- Pero quiero yo agora degir la forma de la
sesion en nombre del Emperador, é que costa, é lo que navegó Andrés Niño hasta
se via una isla dos leguas dentro ó apar- la postrera parte que llegó, é también di-
tada desta costa desta agua dulge pobla- ré aquella ensenada del golpho de Sanct
d a , ^ quel tiempo no le dio lugar á saber Lúcar, que otros llaman golpho de Nica-
mas en esto; pero que mandó entrar á al- ragua (ó otros le digen golpho de Oroti-
gunos chripstianos en una canoa media le- ña, é otros golpho de Güetares), ó qual-
gua dentro-, para ver si el agua corria há- quiera destos dos nombres postreros es
gia alguna parte, pensando que fuesse su nombre proprio. É pintarle hé como yo
rio, aunque no vian la otra costa de hágia le vi, é no como le hallo en las cartas de
el Norte; é los que entraron no conosgie- nuestros cosmógraphos puesto, hasta el
ron que oviesso corriente. É sus pilotos pressente año de mili c quinientos c qua-
porfiaban que salia aquel agía á la mar renta y ocho; é diré las pringipales islas
del Norte; pero él y ellos hablaban por que hay en esta ensenada, la qual, aun-
conjecturas é á tiento. que está en el camino queste piloto nave-
Bien se me acuerda que hablando Pli- gó, no la vido ni entró en este golpho de
nio en la gente de Scythia, dige que Orotiña ó de los Güetares, quel iigengiado
Alexandro Magno dixo que aquel mar es Espinosa y el piloto Johan de Castañeda
dulge, é que Marco Varron escribe que llamaron golpho de Sanct Lúcar (desdo
lo mesmo fué mostrado á Pompeo, quan- fuera), pero tampoco entraron en él. E sá-
do en la guerra de Mitridate era allí ve- bese de pressente que se pobló después
gino ó estaba gerca dosta mar dulge; ó de chripstianos alguna parte de aquella
que aquesto progede por la grand co- gobernagion por el capitán Frangisco Her.

i Plin., lib. VI,cap. 17.


108 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nandez, teniente de Pedrarias. É diréas- qual avia, quando Gil Goncalez por allá
simesmo desde allí al Poniente la costa é anduvo, mas de quinientos hombres de
sus altaras, segund la carta moderna ó guerra, sin viejos ni mugeres ni niños é
nueva corrección della. Y porque dixe de otras edades. É la isla que nuestros es-
que desde las islas de Sanct Lágaro nave- pañoles llaman isla de Ciervos, es la que
gó otras veynte leguas al Poniente el li- los indios llaman Cachoa; pero en essa y
cenciado Espinosa y el piloto Johan de en las otras hay innumerables giervos ó
Castañeda, digo que desde aquellas islas puercos, y es menor, y está entre la de
de Sanct Lágaro hasta el puerto de la Her- Chira é la de Chara en la banda del Nor-
radura'; la costa ábaxo al Ogidcnte, al te , en la Tierra-Firme. En frente de la is-
Hueste quarta del Norueste, se ponen la Cachoa está la gente é provingia de Oro-
veynte leguas, é allí comienca la boca tiña, é mas al Leste está la gente é pro-
deste golpho de Güetares, quel Espino- vingia de Cborotega, é á las espaldas, mas
sa llamó de Sanct Lúcar, é se hage una mas al Norte é al Nordeste, están las sier-
ensenada de diez y ocho ó veynte le- ras ó gentes llamados Güetares. Entre la
guas de longitud, que tiene en partes nue- isla de Cachoa é la costa, hágia el Sur,
ve de latitud, é mas é menos; dentro del está otra isleta que se dígc Yrra; é mas al
qual hay gentiles islas é muy fértiles é po- Leste' está otra pequeña que se dige Ur-
bladas. É de la otra parte deste golpho, co; é mas al Oriente adelante otra isleta
frontero del puerto de la Herradura, está que se dige Pocosi, gerca de tierra, á la
la punta del Cabo Blanco (é llámase assi, parte austral del golpho. Estas tres peque-
porqués terreno blanco, é sin esso tiene ñas islas están entre la Tierra-Firme é la
un farallón gerca déla punta muy blanco); isla de Ciervos, dicha Cachoa. Deste gol-
entre el qual é la Tierra-Firme ó punta pho sube tres leguas la marea por el rio
puede entrar sin peligro una caravela de llamado Capandi, que está en la culata ó
ochenta ó gient toneladas. Está el puerto fin deste golpho; callí hay un cagique, que
de la Herradura en ocho grados desta tiene el nombre del rio, é se llama assi-
parle de la línia equinogia], y el dicho Ca- mesmo Capandi; é á par del, ai Noroes-
bo Blanco está en siete grados y medio, te , está otro cagique que se llama Coro-
segund el cosmógrapho Alonso de Chaves bigi. Los Güetares son mucha gente, avi-
ó los que le informaron; é porque mejor ven engima de las sierras del puerto de
se entienda este goipho, pongo aquí la fi- la Herradura, é se extienden por la costa
gura del (Lám. 1.a, (ig. l.3J, si lo supe en- deste golpho al Poniente de ía banda del
tender todavía, só enmienda de quien más Norte basta el confín de los Chorotegas.
particularmente lo oviere comprehendido. Al opóssito, en la otra costa del mesmo
§ VI. Pues he pintado la figura del gol- golpho, de la banda del Sur, el mas ger-
pho de Orotitía 6 de los Güetares, que co- cano al rio de Qapandi es Cange, y mas
munmente suelen llamar de Nicaragua, y al Leste está otro que se digo Paro. En la
en las cartas de navegar, ó por no estar in- tierra deste cagique de Cange, y en la del
forma'dos los cosmógraphos que las hacen, cagique Niquia, y en el de Nicoya (que
ó por no lo aver visto ellos, no lo ponen todos son veginos deste golpho) hay mu-
tan puntualmente, quiero passar á lo de- cho brasil, de lo qual hallé yo algunos le-
más que deste golpho estos descubridores ños en la isla de Chara, con que las indias
no dixeron, é que yo vi; y es assi. La is- tiñen e* dan color al algodón é á lo que
la de Chira puede bojar siete ó ocho le- quieren teñir. Y los españoles que allí se
guas, y es muy poblada c fértil: en la hallaron conmigo, por brasil lo juzgamos;
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXL 109
pero el cagique, señor de la isla, llamado ge que por algún inconviniente ó nes-
Nari, me dixo que eran árboles de una gessidad guardan aquel voto de Semíra-
braga ó poco mas de alto, ó llamábanlo mis, que no se quiso acabar de coger los
nanzi; de los quales árboles hay muchos cabellos, quando se le rebeló Babilonia,
en tierra de Nicoya y en Masaya y en Te- hasta que la ovo sobjuzgado ó vuelto á su
coatega y en muchas partes de Nicara- obediengia: é assi estas indias, quando
gua. É deste árbol é su fructa se hallará alguna nesgessidad ó servigio de su señor
mas particular mención en el libro IX, ca- ó marido les ocurre, primero proveen á
pítulo XX. aquello que á la gala de sus trangados. É
Hay en la isla de Chira muy buena loga assi via yo algunas dellas con un tranga-
ó vedriado de cántaros é jarros é todo lo do fecho é otro suelto: é assi Semíramis
que se suele hager de barro: la qual pa- no se quiso acabar primero de congertar
resce proprio agavache en la tez é color sus cabellos hasta restituyr su cibdad á su
negro; y es muy hermosa'cosa de ver las obediengia'. Con esta auctoridad de aque-
vasijas dello, é yo he traydo desde allí lla corónica del mundo concuerda un ter-
algunas picgas gentiles desta loga hasta geto de Frangisco Petrarcha en el Trium-
esta ^cibdad de Sancto Domingo. pho de la Fama, donde di ge: «Después vi
La isla de Chara es la que los chripstia- la magnánima reyna, que una parte de la
nos llaman Sanct Lúcar, é allí y en la de crencha cogida ó la otra despargida, cor-
Chira y ossotras deste golpho traen las in- rió á la babilónica ruyna 2.» E mas lar-
dias unas bragas pintadas, que son'un pe- gamente toca esta historia de Semíramis
dago de tela de algodón de muchas labo- Justino, el qual dige que un dia, curan-
res é colores, cogido en un hilo que se do de sus cabellos é crencha, é aviendo
giñen; ó esta tela es tan ancha como dos cogido la una parte é atádola, le fué di-
palmos, c por detrás baxa desde la pinta cho que Babilonia se le avia rebelado, por
6 mótenla entre ambas piernas é passa lo qual tomó las armas súbito contra aque-
delante, é alcanga á cubrir el ombligo é llos rebeldes, o no so quiso coger la otra
ponerse debaxo del mesmo hilo ó ginta, parto délos cabellos, hasta'que ovo redu-
é assi cubren todas sus partes vergongo- gido á su obediengia la cibdad 3.
sas: todo lo demás de las personas traen Tornando á nuestra historia, estas mu-
descubierto é desnudo. Los cabellos pár- geres que he dicho deste golpho de Nico-
tenlos las mugeres por mitad de la cabe- ya é sus comarcas, é los hombres, son
ga derechamente por la crencha, desde gente bien dispuesta. Ellos traen cogidos
media frente al colodrillo, é de la una mi- los cabellos con una ginta de algodón, he-
tad hagen un trangado que viene á quedar chos todos -los cabellos un trangado de-
engima sobro la una oreja al un lado é de trás, y es'tan luengo como un palmo ó
los otros medios cabellos hacen otro tran- menos al colodrillo: otros los cogen para
gado al otro lado, é muy tiestos, é tan arriba, y el trangado sube derecho sobre
luengos como son los cabellos. Y es gen- la coronilla de la cabega. El miembro ge-
te muy bien dispuesta, assi los hombres nerativo traen atado por el capullo, ha-
como las mugeres. Algunas veges acaes- ciéndole entrar tanto adentro, que á algu-

1 Nec priüs decorem eapillorum redegil in ordi- 2 Poí vidi.la magnánima reyna,
ncm quam lantam urbem in suam polestalem resli- Che una treccia rivolla ó l'altra sparsa
tuit. {Ckronkar. abinitio mundi alsíChronica (m- Corso á la babilónica rapiña.
thonica.) (lYiumpfco de la Fama, cap. II.)
3 Just. De bello exl., lib. I.
110 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nos no se les paresge de tal arma sino la los quales también se hallan perlas; é de
atadura, que es unos hilos de algodón allí las conchas destos hagen palas para sus
revueltos. Preguntándoles yo la causa lavores, é también hagen dellos nahes ó
por qué andan assi, decian que porque remos para sus canoas ó balsas; pero en
aquello era su usanca, y era mejor traer- estas islas de Chara é Pocosi no tienen ca-
lo assi que no suelto, como los indios de noas , sino balsas de quatro ó ginco ó seys
la isla de Chira ó como nuestros caballos. maderos atados á los cabos y en medio á
En la isla de Chira vi una niña do has- otros palos mas delgados atravessados: ó
ta dos años que mamaba, é llorando por la ligadura es de tomigas de esparto de
su madre, que andaba entendiendo en su aquella tierra, ques como lo de Castilla é
casa, degia mama muchas veces; é pre- mas luengo, pero no tan regio; mas bas-
guntando yo al cacique que qué degia, me ta para esto é para atar é liar la paja en
dixo que llamaba á su madre. Estos indios la cobertura de las casas ó buhíos. Hay
de Chara son de otra lengua diversa, y junto con estas grandes pesquerías é per-
entiéndense algo con la de Cueva, por- las destas islas (en espegial en la de Po-
que con la plática que tienen con los chrips- t o s í , en que yo me detuve algunos dias,
tianos, la han aprendido. Boj ara la isla de á causa do reparar allí una caravcla que
Chara en su gircunferengia qaatro leguas. se nos yba á fondo) otra manera de tra-
baxo, que para mí fué cosa nueva é muy
En estas islas hay .perlas, é yo las vi
enojosa, de muchas chinches en los bu-
en las islas de Chara é Chira é Pocosi, é
híos , con alas: ó no paresgen de dia, ni
las saqué de algunas hostias que los indios
avia pocas de noche, é son mas diligentes
nos traían para comer. La isla de Pocosi
é prestas y enojosas que las de España, é
es pequeña, é puede bojar hasta una le-
pican mas é son mayores que aludas gran-
gua , é yo la he andado por su costa á la
des : é si se ensugian, lo qual hagen muy
redonda. Es alta é muy singular puerto,
á menudo, ó las matays, rodeándoos en la
y está un tiro de escopeta de la Tierra-
cama, se despachurran sobre la hamaca
Firme , ó poco más, é tiene un pueblo pe-
ó sábana, é dexa una mancha tan gran-
queño do indios, y es abundantíssima de
de como la uña de un dedo, é tan negra
pesquerías. Hay en estas islas un pescado
como tinta de escribir é muy peor, por-
que llaman los chripstianos pié de burro,
que nunca sale de la ropa con jabón ni
que son como unos hostiones muy gran-
iejia hasta qué sale todo el pedago de la
des ó muy gruessos, é también se hallan
tela, tan grande como fué la mangilla que
perlas en algunos dellos. Afirman los hom-
higo; pero no hieden. Y estas chinches en
bres de la mar que es el mas exgelcnte
toda la provingia é islas de Nicaragua las
pescado de todos: de las conchas dellos
hay. Comen los indios en estas islas mu-
hagen los indios qüentas para sus sartales
chos venados é puercos, que los hay en
ó puñetes, quellos llaman chaquira, muy
grandíssima cantidad, é mahiz, c fésoles
gentil é colorado, que paresgen corales, é
muchos é de diversas maneras, é muchos
también morado é blanco; é cada color es
é buenos pescados, é también sapos: é
perfecta en las qüentas que hagen dcstas
yo les he hallado atados en las casas de
conchas del pié de burro, é assaz duras;
los indios, é so los he visto comer assa-
é son tan grandes estos pies de burro co-
dos; é ninguna cosa viva dexan de comer*
mo la cabega de un hombre, é de ahí pa-
por sugia que sea. Tienen muchas fructas,
ra abaxo algo menores.
en las quales no me quiero aquí detener,
Hay assimesmo de aquellos nacarones
porque quando se dé notigia de las otras
que so dixo en el libro XIX , cap. IX, en
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXI. H1
cosas de Nicaragua se dirá de lias, en es- hablan allí los hombres llorando uorando,
pecial de aquella que llaman paco, ques porque es mal passo de navegar. Está la
cosa mucho de notar *. isla de Moya en siete grados é medio des-
Xos indios de Nicoya é de Orogi son de ta parte de la línia equinogial; y está jun-
la lengua de los Chorotegas, c traen ho- to á la punta de Cathalina otra isleta, y
radados los begos baxos, é puestos sen- esta punta está en ocho grados é un ter-
dos huessos blancos redondos del tamaño gío diez é ocho ó veynte leguas de la isla
de medio real ó mas, como lo traen los de Moya. Desde la punta de Cathalina has-
indios en la Nueva España. Son flecheros ta la punta de Nicaragua hay treynta le-
é valientes hombres, é llámanse chrips- guas, y en la mitad deste camino se hage
tianos desde que Gil Goncalez anduvo por gierta ensenada, que llaman golpho de
allí; pero yo creo que hay pocos dellos Sanctiago. Esta punta de Nicaragua está
que lo sean. Son ydólatras é tienen mu- en nueve grados é medio, é siempre desde
chos ydolos de barro é de palo en unas el Cabo Blanco, poco á poco la costa aba-
casillas pequeñas é baxas que les hagen xo al Ogidente, se va la costa enarcando
dentro del pueblo, allende de sus casas é metiéndose hágia nuestro polo ó Norte.
principales de oración, que llaman ¿eyopa Desde la punta ó promontorio de Nica-
en lengua de Chorotegas, y en la de Ni- ragua hasta el rio ó puerto de la Posse-
caragua archilobo. Es tierra Nicoya de mu- sion hay diez leguas, el qual rio, segund
cha miel é cera, é las abejas no pican, é las cartas modernas del cosmógrapho
son desarmadas ó tan pequeñas, como mos- Alonso de Chaves, está en diez grados é
cas de España, é negras. Hay abispas muy medio. Este puerto tiene en la entrada de
malas, pequeñas, é que pican é dan muy la boca del rio una isla alta (é llana en lo
grand dolor. Todos los indios de Nicoya, alto della), que bojará un quarto ó algo
en especial los pringipales é sus mugeres, mas hasta media legua en redondo, assi
traen pintados los bracos de aquella pin- que hage el rio dos bocas; é por la del
tura negra que se ha ge con la sangre pro- Leste pueden entrar navios pequeños, y
pria é carbón, cortando é debuxando pri- por la del Hueste entran las naos é mayo-
mero con navaxas de pedernal, é la de- res navios. Yo he estado dos dias sur-
visa son tigres, que estos Chorotegas lla- to en este embocamiento, é se mataron
man nambue, y en lengua de Nicaragua se muchos peges de los que llaman roncado-
dige teguam, y en lengua de Cueva ochi. res, porque roncan, é son bien armados
§ VIL Desde el Cabo Blanco, baxando de dientes y es buen pescado: llámase es-
la costa al Poniente, gerca de tierra, está te puerto é rio de la Possesion, porque
una isla que se llama Moya, y está mas al allí higo giertos auctos de possesion el pi-
Ocidente de Cabo Blanco veynte leguas; loto Andrés Niño en este descubrimiento.
pero antes está el puerto que llaman de Pero midan él é Gil Gongalez, como qui-
las Velas. É desde el dicho Cabo Blanco sieren , essas sus seysgiehtas é ginqüenta
adelante hasta el puerto de la Possesion leguas, que dixeron que avian descubierto
hay gient leguas, poco mas ó menos, yen- por la mar: que en muchas más de la mi-
do en alta mar al Poniente: é todo aque- tad se engañaron, porque desde aqueste
llo se llama golpho del Papagayo, é no es puerto de la Possesion á Panamá, no hay
improprio nombre, porque acaesce que sino tresgientas leguas, segund lo que se

i Ya en el libro VIII dedicó Oviedo el capítu- Árbol, como puede verse en la pág. 322 del tomo I
lo XXXI á tratar de la madera y de la fruía de este de estas historias.
«12 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
platica al pressente, pocas mas ó menos; go mas de medio grado. Está la punta del
é yo lo he navegado dos veces con pilo- Cabo Blanco, ques la boca del dicho gol-
tos diestros en aquella navegación. pho, á la parte austral, mas al Poniente,
Entre aqueste rio de la Possesion é la en siete grados é medio. Está la boca del
punta de Nicaragua, que se dixo de sus- dicho rio é puerto de la Possesion, en tre-
so, hay otro rio que se dice rio de Mesa. ce grados desta parte de la línia equino-
Verdad es que Andrés Niño baxó mas al ccial indubitadamente. Por manera que lo
Poniente veynte leguas que hay hasta la que Andrés Niño vido, é descubrió mas
bahía de Fonseca, el qual nombre le pu- adelante aquel piloto Johan de Castañeda,
so por echar cargo al presidente del Con- fué desde el golpho de Orotiña é Cabo
sejo Real de aquestas Indias, que á la sa- Blanco hasta la bahía de Fonseca, que
cón era don Johan Rodríguez de Fonseca, pueden ser ciento é veynte leguas, poco
obispo de Patencia (que después lo fué mas ó menos, puesto que para descubrir-
de Burgos), cuyo criado fué Gil González las se navegarían mas; porque, como dice
Dávila ; é á una isla que está dentro de la aquel proverbio vulgar,«el camino que no
bahía llamóla Petronila, por otra vanidad se sabe, mas largo es al que nunca le vido.»
que yo no digo, é que á aquel piloto la- Entre aquel rio de la* Possesion é la
gotero se le antojó. Querría yo que ya bahía de Fonseca está otro rio, que se llama
puestos descubridores no saben dar nom- rio de Sanct Pedro. La punta mas ogiden-
bres apropriados al puerto ó al rio ó gol- tal de la bahía de Fonseca se llama Cabo
pho ó promontorio, que procurassen de Hermoso, en el qual quiero hacer punto
saber de la gente natural de la tierra el por agora á la cosmograpbia desta costa,
nombre proprio que tiene la cosa. La bo- hasta que tornemos á ella; porque me pa-
ca desta bahía de Fonseca está en algo resce ques tiempo que volvamos al discur-
menos de once grados desta parte de la so de Gil Goncaloz é Pedrarias Dávila en
equinocial, segund el cosmógrapho ale- lo que subcedió deste descubrimiento ó
gado ; en lo qual, y en todo lo ques di- oro, quando volvió á Panamá, que fué á
cho desta costa desde Panamá, yo creo los veynte é ginco de junio.de mili é qui-
que le fué hecha falsa relación, Y por tan- nientos é veynte y tres años, donde se
to , para que! Chaves é los otros cosmó- fundió aquel oro; é fué mucho menos el
graphos de Céssar enmienden sus pa- valor quel bulto dello, porque la mayor
trones é pinturas de sus cartas de nave- parte era de muy baxos quilates, é harto
gar , si me quisieren creer, diré io que sin ley, puro cobre. Pero escapado Gil
hallo en mis memoriales, que escribí, to- Goncalez de Castilla del Oro é de los im-
mando por mi persona con el astrolabio pedimentos de Pedrarias, como está di-
las alturas en las partes que agora diré, cho, vínose á esta cibdad de Sancto Do-
en tierra é sosegadamente, é muchas ve- mingo desta nuestra Isla Española, é tor-
ces. Está Panamá en ocho grados é me- nó á armar aqui de nuevo é volvió con
dio : la isla de Chira, dentro del golpho muy buena gente é navios á la Tierra-
de Orotiña ó de Nicaragua, está en diez Firme , mas al Poniente, donde les pares-
grados. Está la isla de Chara, que otros ció á él é al piloto Andrés Niño que po-
llaman de Sanct Lúcar, en nueve grados é dría responder el parage de la grand la-
treynta é ocho minutos, que son dos ter- guna dulge quellos pensaban que desagua-
cios de grado menos dos minutos. Está la ba ó entraba en este mar del Norte. É
isla de Pocosi mas al Leste dos leguas, é fueron á desembarcar al cabo ó puerto
mas metida al Sur en nueve grados é al- que se dice de Higueras; é púsole nom-
DE INDIAS. LIB. XXIX.'CAP. XXI. US
bre Gil Gongalez Puerto do Caballos. ras, ó púsose en la costa con su arma-
§ VIII. Allí se les murió un caballo da, cerca del otro pueblo de Sanct Gil,
(y esto no era causa suficiente para mudar donde estaba Gil Gongalez, é pobló allí.
su nombre al puerto, que otros avian É cómo tuvo notigia de Gil Gongalez Dá-
mucho tiempo antes descubierto), é hígolo vila y el Gil Gongalez de Chripstóbal de
enterrar secretamente, no por hagerle ob- Olit, por sus cartas é mensajeros se con-
sequias ni honrarle con scpoltura, como federaren é quedaron muy amigos, para se
Alexandro Magno á Bucéphalo *, su caba- ayudar é hager el uno por el otro: é assi
llo (c otro caballo higo assimesmo enter- se visitaban por letras , é al paresger te-
rar Octaviano Augusto, emperador, y el nían mucha conformidad, porque su fin
Cid Ruy Díaz mandó enterrar á Babieca, dellos era hager sengillos sus enemigos é
su caballo); pero hícolo Gil Goficalez, por- asegurarse de sus émulos; porque, como
que los indios no lo viessen ni supiessen tengo dicho, Gil Gongalez tenia por con -
que los caballos eran mortales, á los qua- trario á Pedrarias á las espaldas, é avia
les mucho temen, porque allí no los avian enviado á poblar á Nicaragua á su tenien-
visto. É á otro puerto mas adelante llamó te Frangisco Hernández con otros capita-
Puerto de- Honduras, é hizo un assiento é nes é gente, lí'Chripstóbal de Olit temía-
pueblo, é llamólo Safict Gil de Buena-Vis- se de Hernando Cortés: que les basta-
ta, é dexó allí algunos españoles, y en- ban competidores poderosos , sin que los
tróse con la mayor parte de la gente la dos contendiessen entre sí. No es agora
tierra adentro, ó pússose diez ó doce le- conviniente degirse lo que Cortés higo en
guas de aquel puerto de Sanct Gil, en la esto, porque quando se tráete desta go-
parte que le paresció mas apropriada pa- bernagion de Honduras, se dirá.
ra su descubrimiento é conquista. Tornemos á Pedrarias, que cómo fué ydo
En el tiempo que Gil Gongalez vino á Gil Gongalez de Panamá, en tanto quél
esta Isla, ó hacía su segunda armada en estuvo armando en esta cibdad de Sancto
esta cibdad de Sancto Domingo, súpolo Domingo para volver á Tierra-Firme, cob-
Hernando Cortés, que estaba en la Nueva digiando Pedrarias juntar lo que Gil Gon-
España, é proveyó de dos armadas con- galez avia descubierto al Poniente de Pa-
tra Gil Goncalez, porque no tomasse namá en la provingia de Nicaragua con lo
aquel puerto de Higueras (que decían que quél tenia, envió una armada á lo ocupar
era cosa rica); y envió la una por tierra con su teniente general, el capitán Fran-
con el capitán Pedro de Al varado, y otra gisco Hernández, é con él a los capitanes
por mar con el capitán Chripstóbal de Gabriel de Roxas é Frangisco Campañon,
Olit, hombres de guerra y experimenta- y Hernando de Soto, é otros. Y estos fue-
dos capitanes. Y el Chripstóbal de Olit fué ron é poblaron en la provingia de Nagran-
con sus navios á la isla de Cuba, é cómo do, á par de la grand laguna, donde
allí tocó, luego se algo contra Cortés, é agora está la cibdad que llaman León
dixo que no yba por él, sino por sí pro- (la qual fundó por su mal aquel teniente
prio, é quería también un pedago de la Frangisco Hernández); é desde allí envió
Tierra-Firme, que le pertenescia tan bien la tierra adentro al capitán Gabriel de
como a Cortés lo que tenia dolía. É desde Roxas con gente, é topó acaso con Gil
aquella isla atravesó á la costa de la Tier- Gongalez, donde estaba poblando, é Gil
ra-Firme, é salió en el puerto de Higue- Gongalez le dixo quél no tenia qué hager

1 FliiiiOjlib. VIII, cap. 42.


TOMO III. 15
\ ii HISTORIA GENERAL Y NATURAL
en aquella tierra ni Pedrarias; que se que ya tenían. É desde á dos ó tres días
tornasse en buen hora a Francisco Her- los soltó sobre cicrtojuramentoépleytesía
nández, é que por su persona del capitán é les higo tornar su oro é armas, c se tor-
Roxasallí temía toda la parte quel quisies- naron á su capitán ó teniente Frangisco
se; pero que como capitán de Pedrarias, Hernández.
a él ni á otro avio de consentir que an- Ávida esta vitoria Gil Goncaloz contra
duviesse por aquella tierra. E con al- el capitán Soto, se fué á donde estaba
gunas buenas palabras de cortesia el ca- Chripstóbaldo Olit, su amigo, el qual lo
pitán Roxas se fué, porque no tenia tanta prendió. É porque ya esto de aqui adelan-
gente que fuesse parte para hacer otra co- te seria fuera de la historia de Nicaragua,
sa , é aun díxose que prometió de no tor- é no quiero tractor sino del gobernador
nar. CómoRoxas llegó al capitán Francisco Pedrarias, vuelvo á el, é digo que cómo
Hernández, é le dio noticia de Gil Gonzá- llegó al puerto del Nombre de Dios, é no
lez , envió luego con mas gente al capitán pudo alcangar al Gil Goncalez, para le de-
Hernando de Soto en busca de Gil Gonzá- tener é tomar el oro que truxo de Nicara-
lez, el qual estaba en vela é sospechoso gua , como queda dicho de susso, supo
quel capitán Roxas é otros capitanes de allí quel nuevo obispo de Tierra-Frme,
Pedrarias tornarían sobre él. É ovo aviso llamado fray Yicente Pcraga, de la Orden
de los indios de la tierra cómo el capitán de Sancto Domingo, subcessor al obispo
Hernando de Soto é muchos chripstianos fray Johan de Que vedo, avia desembar-
yban: é sabido esto, madrugó é salteólos, cado en la cibdad de Sancta María del
dando sobre ellos en un lugar donde es- Antigua del Darien; é assi para dar orden
taban, de noche; ó pelearon los unos con- en que allí no parasse, como para acabar
tra los otros, y en fin el capitán Soto é los de destruyr é despoblar aquella cibdad,
que con el yban, fueron pressos é desar- se embarcó é fué al Darien, á se ver con
mados é algunos muertos, é los despo- el obispo, de las quales vistas resultó lo
jó é quitó el oro baxo, que era harto lo que se dirá en el capítulo siguiente.

CAPITULO XXII.

He la total despoblación de la cibdad del Darien, é de las diferencias qoe tuvieron el obispo, fray Vicen-
te Pedraca , y el licenciado Salaya , alcalde mayor, con Pedrarias; é del origen é principio del descubri-
miento deí Perú por los capitanes Francisco Picarro ó Diego de Almagro , á su costa, y en compañía del
maestrescuela Fernando de Luque; é de lo que acaesció al gobernador Pedro de los Ríos en la isla Domi-
nica, quando yba á (ornar ía gobernación de Castilla del Oro; c otras cosas.

Lie gado el gobernador Pedrarias á la las otras poblaciones los avia, é todos es-
cibdad del Darien, después que se ovo taban ricos, 6 quél los enriquescoria más;
visto con el nuevo obispo, díxole mucho é volvióse á Panamá éJ y el obispo.
mal de aquella cibdad, é loóle mucho a Desde á dos ó tres meses adelante se
Panamá: é assi le sacó de allí, y en pú- despobló el Darien por el mes de septiem-
blico é secreto procuró con los vecinos que bre del año do mili é quinientos é veynte
se fuessen a Panamá é a Acia, diciendo y quatro, ó salidos los vecinos de Ja cib-
que allí estaban perdidos ó que no avia dad, quedaba de los postreros aquel Die-
allí indios que les pudiesse dar, é que en go Rivero, que se dixo en el capítulo II
DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. XXII. 115
de! libro XXV, que se te avia ydo ó alga- y el ligcngiado replicó é dixo assi: «Quien
do al gobernador Diego de Nicuesa con me oviere de cortar la cabega ha de saber
la barca, ó lo dexó perdido en la isla del más que yo, é poder más que yo, é ser
Escudo. É sus propdos indios deste Diego mejor que yo; y este no soys vos, ni hay
de Rivcro, é otros que con ellos se jun- quien esso haga en la tierra: ó hartas ca-
taron , le mataron; é á un hijo suyo, de begas aveys cortado sin causa ni justígia,
edad de ocho ó diez años, le ahorcaron é no aveys dado cuenta de ninguna. Por
de la cumbrera de su proprio buhío, é esso mirad lo que degis: que no me en-
mataron a la madre de aquel niño é otros vió acá el Emperador sino á mirados á las
tres ó quatro chripstianos enfermos, ó manos, é no dexaros ya hager mas muer-
quemaron la mayor parte de aquella cib- tes injustas de las que aveys fecho.» É con
dad, y entre las otras casas la mia, que estas palabras é otras tales se despartie-
era tal como en otra parte he dicho: en ron ; pero desde á pocos dias fueron muy
la qual y en mis heredades é hacienda amigos, é le dió el gobernador indios ó
perdí mas de seys mili castellanos. otras cosas, é le aseguró: é desde á po-
Todo lo que á mí me toca y he dicho co adolesgió el ligcngiado ó se murió, é
de mis trabaxos é diferencias con Pedra- se dixo que le avian echado tanta esca-
das, 6 con aquel ligcngiado Diego de Cor- monía en una purga, que le acabó. É aun-
ral, fué la causa pringipal por dó se des- que Pedradas no fuesse en cargo de su
pobló el Darien; porque en la verdad muerte, como avia poco que era passada
aquella cibdad se sostuviera, si yo no fue- la rengilla ques dicho, quisieron algunos
ra primero destruydo é perseguido por la degir que do las palabras quel ligcngia-
forma que está dicho. De manera que do avia dicho desacatadas al gobernador,
aquella poblagion turó desde el año do subgedió su muerte.
mili ó quinientos y nueve hasta el de mili Después desto, estando on Nicaragua
é quinientos é veynte y quatro; é no fué el teniente Frangí seo Hernández, fueron á
menos deservigio á Dios é al Rey dexada se quexar del giertos capitanes, é diéronle
perder Pedradas, de quanto fué muy se- á entender que estaba algado contra él; é
ñalado é grande averia ganado Engiso é determinó de yr allá, é llevó toda la mas
los que con él se hallaron; ni seria menor parte de la gente, é dexó muy poca en
bien restaurarla é reedificarla, por la fer- los pueblos de Acia y el Nombre de Dios,
tilidad 6 riquega de su assiento é comar- que están en la costa del Norte é aun
cas. Volvamos á la amistad del nuevo per- en los de la costa del Sur, que son Pana-
lado ó del gobernador. má é Nata, á causa que en la mesma sagon
Llegado el gobernador y el obispo á Pa- avian ydo con ligengia de Pedrarias a des-
namá, estuvieron un poco de tiempo con- cubrir por la mar del Sur con dosgientos
formes; pero después, sobre pierto juego hombres é giertos navios los capitanes
de naypes, riñeron, y el obispo le tracto Frangisco Pigarro é Diego de Almagro,
mal de palabra, poro poco vivió después. compañeros del maestrescuela Fernando
Edíxose que lo avian dado con que murics- de Luque, en la qual compañía se dió una
sc, é otra tal opinión ovo de la muerte parte al mesmo gobernador Pedradas,
del ligcngiado Salava, su alcalde mayor porque viniesse en darles la ligengia, sin
de Pedradas; porque un dia públicamen- poner nada de su casa, puesto que en la
te le dixo algunas palabras regias, á las capitulagion avia de contribuir en los gas-
q nales le dixo el gobernador que se me- tos. E aqueste fué el origen é pringipio del
surasse, si no que le cortaría la cabega; descubrimiento de) Perú, de donde tan.
ÍI6 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tos thessoros han resultado. Desta ma- dar allí; pero como era hombre pessado
teria so tractará mas enteramente en su y gruesso, hicímosle embarcar á él é al
lugar. Por manera que quassi dexó Pe* bachiller Diego de Corral, é que nos en-
drarias solos é despoblados en parte viasse luego los bateles, para que los que
aquellos quatro pueblos, aunque él los quedábamos en tierra, nos embarcásse-
llama cibdades, y en todos los quatro mos.
no avia una mediocre aldea; c partió en Ya yo yba proveydo de gobernador é
el mes de enero de mili ó quinientos é capitán general de la provincia é gober-
veynte^y seys para Nicaragua desde Pa- nagion de Cartagena é sus islas é anexos,
namá. É aquel mesmo año partió de Es- como se dixo, tractando de aquella pro-
paña el postrero dia de abril, desde Se- vingia en el libro XXVI, capítulo III, é
villa , el gobernador Pedro de los Ríos; yba á entregar los bienes del adelantado
é á los treynta é uno de mayo llegó á la Vasco Nuñez de Balboa é sus consortes
Gomera, donde se tomó refresco, é con- (que avian hecho degollar Pedrarias é so
tinuó su camino é fué á hacer escala en alcalde mayor, el licenciado Espinosa) pa-
la isla Dominica, y estuvo allí tres dias é ra la cámara de Sus Magestades, é á pe-
medio, tomando agua é leña é reparando dir justigia contra Pedrarias, para me yr
una nao que se lo avia descubierto un á servir á Sus Magestades en la dicha go-
agua en el viage, ó aun fué misterio po- bernación de Cartagena.
der llegar hasta allí, ó vino á fuerca de Assi que, puestos los que allí quedába-
bombas. É en aquel puerto del Angla del mos á la resistencia de los indios, aunque
aguada se reparó la nao; en el qual tiem- eran muchos más que nosotros, no osa-
po que allí estuvimos, algunos compañe- ron allegar tan gerca que pudiéssemos pe-
ros so desmandaron á coger palmitos de lear con ellos. E cómo el sol se yba ya á
muchas palmas que hay en la costa de esconder, nos embarcamos é faltó el tiem-
aquella isla; ó cómo allí hay indios cari- po para la batalla.
bes é flecheros, mataron á dos chripstia- El dia siguiente tornamos á la navega-
nos: el uno se degia Cogollos y eí otro ción ó llegamos al puerto del Nombre de
Vargas. Dios, lunes treynta de julio de mili é qui-
É fecho aquesto, como gente vitoriosa, nientos é vcynte y seys años. Otro dia
se mostraron en la playa muchos indios de luego siguiente, el gobernador Pedro de
guerra, cmbixados é con sus arcos é fle- los Ribs y el ligengiado Johan de Salme-
chas é vocinas do caracoles grandes, é rón , su alcalde mayor, tomaron en aquel
otro español escapó con dos flechacos. pueblo las varas de la justigia é la posse-
Luego nuestra gente so puso en orden, é sion de sus ofíigios. Allí se supo quel go-
se embarcaron las mugeres c muchachos bernador Pedrarias avia siete meses que
é gente inútil que avian salido en tierra era ydo á Nicaragua á castigar á su tenien-
aquel dia á lavar la ropa ó refrescarse, y te Frangisco Hernández, que degian que
el gobernador se embarcó con ellos, é so le avia algado, é avíase llevado consi-
quedamos en tierra haciendo rostro á los go Pedrarias la mayor parto de la gente,
enemigos el licenciado Johan de Salme- como he dicho, do los chripstianos, é mu-
rón, alcaide mayor, é Diego Gutiérrez de chos indios mansos de servicio de la len-
los RÍOS , sobrino del gobernador, é yo ó gua de Cueva.
un hermano bastardo del gobernador, lla- É desde á vcynte ó ginco dias quel nue-
mado Egas, é otros cavallcros é hidalgos. vo gobernador Pedro de los Rios llegó al
Verdad es quel gobernador quisiera que- Nombre de Dios, se passó por (ierra á Pa-
DE INDIAS. Lili. XXIX. CAP. XXIII. 117
naniá, para esperar á Pedrarias que vi- a entender en el estado, en que hallaba la
niesse á hacer residencia, é a comencar tierra ó cosas de la gobernación.

CAPITULO XXIII.
Cómo el nuevo gobernador, Pedro de ¡os Rios , envió cierta gente á pacificare! cacique Trota; é cómo
fueron vencidos é desbaratados los chripstianos; é cómo vino nueva que Pedrarias avia degollado en Ni-
caragua á su teniente Francisco Hernández; é cómo vino el capitán Diego de Almagro á Panamá, é truxo
noticia de! descubrimiento del Perú *; é por qué via el capitán Diego de Almagro, é por qué prescio echó
fuera de su compañía en las cosas é interesses del Perú á Pedrarias Dávila.

U e s d e á pocos días quel nuevo gober- considerar la forma é ser de los nuestros,
nador Pedro do los Rios üegó á Panamá, é con qué orden promedian; é fueron to-
assi porque avía falta de bastimentos co- mados é no bien guardados, porque des-
mo por ocupar los nuevos soldados en al- de á dos dias se fueron por mala guarda.
gún buen excrcicio, acordó de enviar Después vinieron algunos indios pringipa-
parte dellos al pueblo de Nata,.ques treyn- les del cagique Trota é de otros cagiques
ta leguas la costa abaxo de Panamá, assi de las comarcas, diciendo que querían
porque allí avia mas aparejo de comida ser amigos de los nuestros, é fingiendo
para se sostener, como porque algunos una húmil é aplacible paz, miraron bien
caciques de la comarca andaban altera- las dispusiciones é poco número de los
dos , y en especial uno que se degia Tro- españoles. É fingiendo la amistad que pu-
ta. É después que allí estuvieron, dióse blicaban, consideraron é vieron el mal
orden que fuesse á entrar é pacificar aquel aparejo de armas que llevaban los chrips-
cacique un hidalgo, llamado el capitán tianos , é notaron que yba enfermo el ca-
Alonso de Vargas: é llevó consigo hasta pitán Alonso de Vargas, del qual, aun-
diez españoles de los veteranos soldados que tenían notigia é sabían que era va-
que allí estaban primero, c otros treynta liente hombre, no les paresció quél esta-
de los que con el gobernador avian ve- ba para pelear: é assi con disimulación
nido de Castilla, que por todos serían has- tractando do la paz, vino al real un in-
ta quarenta hombres. Esto fué en el mes dio pringipal de aquel cagique que esta-
de enero de mili ó quinientos 6 veynte y ba en ,el campo encomendado á Pedro
siete años. É llevaban consigo un cacique de Plasencia, el qual cagique se degia
de paces,„quc estaba encomendado á un Pocoa, é con aquel indio venia otro del
Pedro de Plasencia, vecino de Nata, pa- cagique Trota. "É paresgióles al capitán
ra que como amigo de los chripstianos, é á los chripstianos que era bien que
fuesse intervenidor é medianero, para quel aquel cagique Pocoa fuesse intervenidor
cacique Trota se asegurasse c viniesse á é movedor do la paz, é que para efet-
concordia con los españoles, sin rompi- tuatia por su mano, diesse assiento é con-
miento ui batalla. clusión en el nogogio: lo qual el cagi-
Entrados en la tierra adentro una ó dos que Pocoa ageptó, mostrando tener muy
jornadas, vinieron dos indios espías para buena voluntad en ello. Ediósele crédito,

* En el MS. origina! que nos sirve de lexto, se volvió allá con alguna gente que le dio el goberna-
Ice aquí !a siguiente clásula, si bien borrada por dor Pedro de los Rios.» Pareciéndonos de algún in-
el mismo Oviedo; uE venia por gente para socorrer terés, se ha juzgado oportuno conservarla.
ásu compañero, el capitán Francis<o Pifarro, c
118 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
porque el Pedro de Plasengia, su amo, los oíros que mataron fué uno aquel Pe-
lo loaba mucho de bueno ó leal hombre, dro de Plasengia, alqual, huyendo fuera
é degia quel pornía su cabega quo este de la batalla grande espagio de tierra. lo
cagique los serviría muy bien é que no siguió el cagique Pocoa é le mató, para le
haria ruindad; pero en la verdad él se dio pagar el beneügio ó mal tractamiento que
manera á que no fuesse sola la cabega del le avia hecho en tanto que le tuvo de pa-
Pedro de Plasengia la que allí se perdies- ges en'su.casa.
se. Assi que, enviado por los chripstianos Después de passado esto bien avie tres
con aquellos dos indios á tractar de las meses, vino á Panamá en un navio el ca-
pages con Trota é otros cagiques de la co- pitán Diego de Almagro, de donde en la
marca, el siguiente dia ó el tergero adelante costa austral él y el capitán Frangisco Pi-
que este cagique salió del real, al quarto garro, su compañero, estaban descu-
del alba, de sobresalto llegaron sobre los briendo en la costa del Perú nueve meses
chripstianos quinientos indios ó más de avia, por mandado del gobernador Pe-
guerra, y el cagique Pocoa el delantero, dradas Dávila. De lo qual holgó mucho el
con una grand patena de oro en los pe- gobernador Pedro de los Rios é todos,
chos, é sus varas para tirar en las manos. porque no se sabia cosa alguna destos ca-
Porque es costumbre en aquellas partes pitanes. E truxo hasta tres mili possos de
que los cagiques é hombres príngipales oro de diez y seys é diez y siete quilates,
Iraygau en la batalla alguna joya de oro é alguna plata en qüentas menudas, ó
en los pechos ó en la cabega ó en los otras cosas; é dixo que avia mucho oro
bragos, para ser señalados é conosgidos en aquella tierra, ó quól pudiera traer
entre los suyos ó aun entre sus enemigos. gient mili pessos dello, é que lo dexó,
También venia allí el cagique Trota; ó pensando que era muy baxo mas de ley
con grande ímpetu ó una grita que todos de lo que en los tres mili pessos paresgió
aquellos valles resonaban, dieron en los que era, é que por esso lo avia dexado.
nuestros, tirándoles tanta multitud de va- É después que algunos dias el capitán
ras, que paresgia una lluvia dellas. Los Diego de Almagro estuvo en Panamá, des-
españoles, aunque no pensaban que tal cansando é visitando sus hagiendas é
respuesta les avia de traer su amigo Po- grangerias (que eran buenas las quél é
coa , pelearon al pringipio animosamente su compañero el capitán Frangisco Pigarro
contra los indios, é mataron hasta vcynte tenían en aquella cibdad é su comarca),
y ginco ó Ireynta dellos; pero en conclu- volvió á buscar á Pigarro con quarenta ó
sión , no bastando sus Juergas á tanta ro- ginqüenta hombres quel gobernador Pe-
sistengia, fueron rotos é vengidos, é su dro de los Ríos le dio: é llevó seys caba-
capitán Alonso de Vargas muerto con llos, á los quales los indios de aquellas
otros quatro ó ginco de los rnas esforga- partes donde avian andado los chripstia-
dos soldados viejos ó pláticos compañe- nos con estos capitanes, temían mucho, y
ros, é de los otros que eran nuevos en la en toda aquella costa del*Perú. Dixo este
tierra é avian ydo con el gobernador Pe- capitán Almagro que tenían notigia de un
dro de los Ríos, doge ó trege: de manera cagique llamado Coco, muy rico é pode-
que por todos fueron diez y nueve espa- roso, ó quel capitán Pigarro é los chrips-
ñoles los que murieron en esta guagábara tianos que con él quedaban, estaban en la
con su capitán, é los domas escaparon, costa de un rio muy hermoso é grande,
huyendo por los montes, 6 desde á algunos quo llaman rio de Sanct Johan, delante
días, espargidos volvieron á Nafa. Entre del Perú: la costa y embocamiento del
DE INDIAS. Lili. XXIX. GAP. XXIII. 119
qual está en dos grados dcsta parte de la de Nata, donde supo del nuevo goberna-
línia equinogial, á la banda de nuestro dor, é hícolc un mensagero con quien le
polo ártico. É otras muchas cosas é parti- escribió; y él vino después á los tres de
cularidades dixo de aquella tierra, que se hebrero de mili é quinientos é veynte y
dirán mas largamente, quando se tráete siete, é á los seys dias do aquel mes se
delta en la tercera parte destas historias; pregonó su residencia, de la qual se dirá
pero es muy gentil notable el que agora en el capítulo siguiente. En el qual tiempo
diré de Pedrarias é deste capitán Alma- yo tuve ciertas cuentas con Pedrarias, é
gro , é por qué via se salió de la compa^ hagiendo la averiguagion dellas en su ca-
nia, que con estos capitanes tenia en las sa, donde nos juntábamos á cuentas, en-
cosas del descubrimiento del Perú, en que tró el capitán Diego de Almagro un dia, é
tenia su tercia ó quarta parte en todo, é le dixo: «Señor, ya vuestra señoría sa-
lo ovicra cabido de su parte á Pedrarias é be que en esta armada é descubrimiento
sus herederos mas de un millón de pessos del Perú teneys parte con el capitán Fran-
de oro, segund la opinión de muchos. Pero gisco Pigarro é con el maestrescuela don
quiso Dios que, assi como él no avia metido Fernando de Luque, mis compañeros, é
en el caudal é gastos del descubrimiento conmigo; é que no aves puesto en ella co-
sino palabras, que con ellas fuesse satisfe-> sa, alguna, é que nosotros estamos perdi-
cho, é no le quedasse mas de lo que Diego dos é avernos gastado nuestras hagiendas
de Almagro le dio para sacarle del juego é las de otros nuestros amigos, é nos
y echarle fuera de tan grande negociación; cuesta hasta el pressente sobre quinge
ó fué desta manera. mili castellanos de oro: é agora el capitán
En el mes de diciembre de aquel año Frangisco Pigarro é los chripstianos que
de mili é quinientos é veynte y siete * con él están, tienen mucha nesgessidad de
vino á Panamá un navio de Nicaragua, é socorro, ó gente, é caballos, é otras mu-
súpose que Pedrarias verníapresto, c que chas cosas, para proveerlos; é porque no
avia degollado al capitán Francisco Her- no nos acabemos de perder ni se pierda*
nández, su teniente de la provincia de tan buen pringipio como el que tenemos
Nicaragua, en que Pedrarias se avia in- en esta empresa, de que tanto bien se es-
truso, alargando los límites de su go- pera, suplico á vuestra señoría que nos
bernación por su interesse, á causa del socorrays con algunas vacas, para hager
oro que de allí avia visto llevar al capitán carnes , é con algunos dineros para com-
Gil Goncalez Dávila é por le hager daño. prar caballos é otras cosas, de que hay
Este navio venia sin pensamiento de ha- nesgessidad, assi como jargias é lonasépez
llar justicia nueva en la tierra de otro go- para los navios: que en todo se terna bue-
bernador, sino creyendo que Pedrarias na cuenta é la hay de lo que hasta aquí so
no estaba removido del officio: é traiamu- ha gastado, para que assi goge cada uno
chos indios de Nicaragua, para los vender é contribuya por rata, segund lamparte que
é para se servir dellos los veginos de Pana- tuviere. É pues soys partígipe en este des-
má, que los enviaban á quien los com- cubrimiento, por la capitulagion que teñe -
prasse. É desde á pocos dias vino Pedra- mos, no seays, señor, causa quel tiem-
rias en otro navio, é salió en tierra cerca po se haya perdido é nosotros con él,

* Asi está en el códice original; mas debe en- natural de los sucesos, que va Oviedo narrando;
tenderse diciembre de 1526, pues que pocas líneas adviríiéndose por tanlo que es solo error de pluma;
después habla del mes de febrero de Í527, lo cual no rectificado por involuntario descuido.
no puede ser en modo alguno, atendido el orden
120 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ó si no quereys atender al fin deste nego- mill pessos.s É Almagro dixo: «Todo lo
cio , pagad lo que hasta aqui os cabe por que nos debeys os soltamos, é dejadnos
rata, é dexémoslo todo.» Á lo qual Pe- con Dios acabar de perder ó de ganar.»
dradas, desque ovo dicho Almagro, res- Cómo Pedradas vido que ya le solta-
pondió muy cnoxado é dixo: «Bien pa- ban lo quél debia en el armada, que á
resce que dexo yo la gobcrnagion; pues buena cuenta eran mas de quatro ó ginco
vos decís esso: que lo que yo pagara, si mili pessos, dixo: « ¿ Qué me dareys de-
no me ovieran quitado el officio, fuera más desso?» Almagro dixo: «Daros he
que me diérades muy estrecha cuenta do tresgientos pessos » (muy enoxado, ¿ju-
los chripstianos qae son muertos por cul- raba á Dios que no los tenia; pero quél
pa de Picarro é vuestra, é que aves des- los buscaría, por se apartar del é no le pe-
truydo la tierra al Rey: é de todos essos dir nada). Pedradas replicó ó dixo: «É
desórdenes é muertes aves de dar racon, aun dos mili me dareys.» Estonges Alma-
como presto lo vereys, antes que salgays gro dixo: «Daros he quinientos.» «Mas de
de Panamá.» Á lo qual replicó el capitán mili me dareys», dixo Pedradas. É con-
Almagro, é le dixo: £ Señor, dexaos des- tinuando su enoxo Almagro, dixo: «Mili
so : que pues hay justicia é juez- que nos pessos os doy, é no los tengo; pero yo
tenga en ella, muy bien es que todos den daré seguridad de los pagar en el término
cuenta de los vivos é de los muertos; é no que me obligare.» É Pedrarias dixo que
faltará á vos, señor, de que deys icuenta, era contento. É assi se higo cierta escrip.
é yo la daré é Pigarro de manera quel Em- tura de congierto, en que quedó de le pa-
perador, nuestro señor, nos haga muchas gar mili pessos do oro, con que se salies-
é grandes mercedes por nuestros ser vicios. se, como se salió, de la compañía de Pe-
Pagad, si quereys gogar desta cmpressa, drarias, é algo la mano de todo aquello;
pues que no sudays ni trabaxays en ella, ni ó yo fuy uno do los testigos que firma-
aves puesto en ello sino una ternera que mos el assicnto é conviniengia, é Pedra-
ños distes al tiempo de la partida, que po- rias se desistió é renungió todo su dere-
día valer dos ó tres pessos de oro, ó al- cho en Almagro é su compañía. É desta
gad la mano del negogio, é soltaros he- forma salió del negogio, é por su poque-
mos la mitad de lo que nos debeys en lo dad dexó de atender, para gogar de tan
que se ha gastado.» A esto replicó Pedra- grand thessoro, como es notorio que se ha
das, riéndose de mala gana, c dixo: «No ávido en aquellas partes. Tornemos á la
lo perderíedes todo é me dariédes quatro residengia.

CAPITULO XXIV.
De la residencia que hico Pedrarias atile el licenciado Johan de Salmerón , alcalde mayor de Pedro de loa
Paos, nuevo gobernador de Castilla del Oro; é cómo Pedrarias y el auctor deslas historias se concertaron,
é con qué condición.

W regonada la residencia de Pedradas, é do Johan Rodríguez de Alarcongillo: la


ydo el ligengiado Espinosa dias avia á Es- qual no fué residengia, sino burla, por-
paña , envióse una cédula de Su Magos- que aquel juez era su offlgial primero, ó
tad para que no se les pidiesse cosa algu- gratificado por Pedrarias, é pedido por su
na de lo que oviesse passado antes de la parte. Estas son las mañas c cautelas, con
residengia que les avia tomado el ligengía- que la justicia es defraudada y el Rey
DE INDIAS. L1B. XXJX. CAP. XXIV. it\
pierde sus vassallos. Hay otra cosa en es- suyo, por causa de aquella cédula que so
tas residencias, por donde los gobernado- dixo de susso. Yo no la vi; pero el mesmo
res se quedan con sus culpas é los agra- licenciado Salmerón me dixo que la avia,
viados con sus daños é ofensas que dellos y en ciertas cosas que yo le denunció me
hanrescebido; y es que, como los que pol- 'dixo quél no queria conoscer de cosa al-
aca en estas partes andan son hombres de guna, que oviesse passado hasta la resi-
passo 6 no arraygados, é vienen con in- dengia que le tomó á Pedradas el ligen-
tención de. dexar la tierra é de no estar giado Alarcongilío, ni me oyria sino en
mas en ella de quanto tengan dineros, c mis cosas proprias, é dexando aparte las
ávidos yrse á heredar á sus patrias, no so- que cumplían al Rey é á la república.
siegan. Otros, por ser nuevos é no bien En este tiempo de la residencia yo le
complexionados, ó por otras causas, se puse catorce ó quince demandas, en que
mueren: otros se van, é otros echan sin tuve creydo que, guardándome jusligia,
causa los gobernadores e los destierran; yo le condenara en mas de ocho mili pes-
é assi quando se les toma la cuenta, falta sos de oro. Y estando la mayor parte de
la mayor parte de los dañineados, quanto ios procesos conclusos, y en tanto que tu-
masque los que dessean ó procuran array- raban los litigios, fueron muchas personas
garse é perseverar en la tierra, á essos las que se atravesaron á nos poner en paz
son los que les pessa quel gobernador no é congertarnos ; é no pudieron, porque yo
haga lo que debe, y essos son los quél tenia creydo que me avian acuchillado con
tiene mas aborresgidos. Y demás desto, el favor é consejo de Pedrarias, y estaba
por la mayor parte, estos jueces que vie- sentido desto. Pero sospeché del juez que
nen acá á desagraviar los ofendidos, vie- le era favorable, é pensé que no me avia
nen pobres é adeudados 6 con desseo de de guardar justigia, é aunque me la hi-
no aver navegado tantas leguas solamente giesse, acordábame que avia quatro años
por amor del alma, sino para sacar de y más que la avia ydo á buscar á España,
nescessidad ó pobreca su persona lo mas é con morirse "un Rey é venir otro de tan
presto quellos puedan* y esto no puede léxos á heredar, é las mudangas de las
ser sino por prescio del que ha goberna- Comunidades, é otras novedades de aque-
do antes: el qual no dá nada de lo suyo, llos tiempos, me dieron grandes estorbos
sino do lo ques obligado á restituyr, no é dilagiones, con muchos gastos, demás de
al que le tomó la cuenta, sino á quien él otros trabaxos que padesgí. É viendo que
tomó la capa. délas sentengias, queste juez diesse en fa-
No digo que Pcdrarias hiciesse nada vor de Pedrarias ó mió, avian de ser ape-
desto, ni creo quel ligengiado Salmerón ladas por él ó por mí, para tornar á Espa-
tomara tal hacienda; pero sé que usó una ña desesperado del remedio; ove de con-
muy sutil cautela, é fué que, só color de certarme con Pedrarias, é dióme sepfe-
poblar á Nicaragua é castigar ó aquel su gientos pessos de oro é dos marcos de
teniente Francisco Hernández, despobló perlas, por ragon que avia mas de tres
quassi á Castilla del Oro,, é se llevó acu- años que me avia embargado dos mili
llá la gente ó la mayor parte de todos pessos de oro, que me tuvo detenido has-
aquellos, que le avian de molestar en su ta aquella residencia. Pero fué este con-
residencia. Con todo, no faltaron algunos cierto é amistad contraydo con esta con-
que le pidieron muchas cosas civil é cri- dición: que jurasse Pedrarias c higiesse
minalmente ; pero los mas fueron excluy- pleyto homenage é lo firmasse de su nom-
dos é perdieron su derecho, y el Rey el bre, que no avia seydo en dicho, ni hecho
TOMO III.
122 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ni consejo para que yo fuesse ofendido. É su poder absoluto, sin méritos míos, por
assi juró é firmó que nunca tal supo ni dio su bondad é misericordia, é á todos mis
consentimiento ni paresger en tal cosa: émulos me ha dexado ver, que son fue-
antes dixo que le avia pessado dello, é ra dcsta miserable vida. Plega á él que
yo lo tengo assi firmado de su nombre? en la otra haya piedad de sus ánimas é
pues como para entre buenos yo quedó los perdone.
satisfecho del en este caso. Quedábame Assi que, acabada la residencia de Pe-
mi recurso contra aquel deán, é yo lleva- drarias , este bachiller Corral se fué á Es-
ba provisión por que fuesse con él oydo paña á ciertos negocios, quél anduvo enhi-
á justicia *, é quando en ella quise enten- lando, é yo me fuy á la provincia de Ni-
der, se murió: é quiso Dios que la cuenta caragua á ver al gobernador Diego López
que yo pensaba pedirle, la diesse allá ante de Salcedo é ver aquella tierra, como lo
Su Divina Magestad, á la qual plega aver- diré, quando della se tráete: á la qual fué
ie perdonado: que en verdad él me higo después por gobernador Pcdrarias Dáviia
mucho daño, é como era hombre ydiota é le proveyeron della (é aun antes que se
é sin letras, él se movió por consejo de supiesse ni se viesse en España su resi-
aquel bachiller Corral r para me hager ma- dencia), é quedó en Castilla del Oro por
tar á traygion, como he dicho. Do todos gobernador Pedro de los Rios.
estos trabaxos me quiso librar Dios de

CAPITULO XXV.
One tracta de la gobernación de Pedro délos Rios en Casulla del Oro, c de otros gobernadores é jueces
que le subeedieron hasta el año <le m¡U é quinientos é quarenta y un años.

LFespues que me congerie con Pedra- nar aquella tierra Pedrarias, donde no me
das, por reformar mi consgiengia é aca- faltaron trabaxos é pendencias nuevas con
bar de contender, é porque dosseaba ve- él, á causa del gobernador Diego López
nirme á esta cibdad de Sancto Domingo de Salcedo, que era mi amigo, é su mu-
é sosegar con mi muger ó hijos, conos- ger é la mia primas, hijas de dos herma-
ciendo la poca justicia que avia en la Tier- nas. Desto se dirá el subgesso, quando de
ra-Firme, é viendo las provisiones favo- Nicaragua se tráete, que hay mucho que
rables que se avian llevado á Pedrarias, degir de las cosas notables de aquella pro-
de consenso de ambos se higo una escrip- vincia. É de allí torné á Panamá, donde
tura de concordia, con pena de dos mili estuve mas de un año, en el qual tiempo
pessos de oro, quél no -fuesse contra mí hico residencia Pedro de los Rios, porque
ni yo contra él; é assi se assentó, é cada se dieron del é de su muger tantas quexas
parte tomó signado este assiento. É yo me en el Real Consejo de las Indias, que no
fuy á ver con el gobernador de Nicara- le turó el offigio tres años. Y en la ver-
gua, Diego López de Salgedo, donde es- dad él era cavallero é de buena casta; pe-
tuve gierto tiempo, hasta que fué á gober- ro no para gobernar tierra tan nuevamen-

* La siguiente cláusula, inleresaníe para la me- simo Cardenal arcobispo de Sevilla , don Alonso
jor ilustración de estos hechos, aunque borrada de Manrique, inquisidor general, que me dio Fran-
mano de Oviedo, nos parece digna de ser conoci- cisco Villegas,- escribano del Consejo de la Saneta
da. Dice asi: «Yo llevaba provisión del revereudis- general Inquisición, ele.»
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXY. 123
te poblada, porque lo tenían por cobdi- Frey Nicolás de Ovando, que fuesse ú
gioso, é la cobdigia do su muger insacia- aquella tierra ó la pusiesse en paz é qui-
ble (por la qual el gobernador se go- tasse aquellas behetrías é contenciones de
bernaba). Ved qué tales estañan los que cssos capitanes c otros. É quando fué á
debaxo de su parescer é ordenación vi- Honduras, halló que Cortés era vuelto á
viessen. la Nueva España, é que á Chripstóbal de
Lo primero queste cavallero higo, en Olit le avian muerto los capitanes Fran-
llegando á aquella tierra, fué tomarse los cisco de las Casas é Gil Goncalez Dáviia,
depóssitos y embargos de dineros do par- é que después el Frangisco de las Casas
ticulares, é hacerse á sí caxa é posseedor avia presso al Gil Goncalez é Ilevádolo á
de haciendas ajenas: é pidió otros dine- México.
ros prestados, é assi en lo uno y en lo Desde Honduras se fué Diego López á
otro, aquel primero año que allá fué, re- León de Nicaragua, é llegaron á uña sa-
cogió giertos millares de oro, para pagar gon él é Pedro de los Rios, c pressenta-
sus fletes y enviar á España para lo que le ron sus provisiones en el regimiento de
cumplia. É sólo esto de vista, é porque de aquella cibdad, é resgibieron por goberna-
aquellos dos mili pessos que Pedradas me dor á Diego López, y excluyeron á Pedro
avia tenido embargados tres años avia, de los Rios; é assi se tornó á Panamá muy
como he dicho, destos me tomó Pedro de mal contento, aviendo gastado el tiempo
los Rios mas de los mili ó ciento y cin- é dineros sin provecho. Después, quando
qiienta: por manera que estas mudancas llegó su residengia, se la tomó por man-
de gobernadores es saltar de la sartén en dado de Sus Magestades el ligengiado An-
las brasas, ó cortar la caboca á la hidra tonio de la Gama; y en la verdad no dio
para que salgan dos, como mas largo des- la cuenta como á él conviniera, é fuesse
ta serpiente lo cuenta Ovidio L á España en seguimiento de su justigia, ó
Desde á pocos dias que Pedrarias higo dexó allí á su muger. É por ruego de aque-
residengia, so fué Pedro de los Rios á Ni- lla cibdad, como yo estaba para me ve-
caragua (antes que yo allá fuesse}; por- nir á esta de Sánelo Domingo (después
que pensó que Pedrarias se avia entrado que volví do Nicaragua á Panamá), fuy
en aquella tierra que también le pertenes- importunado que fuesse á España: é agep-
cia á él, que le avia subcedido en la go- té el poder é vine á esta cibdad, donde
bernación de Castilla del Oro. estuve pocos dias, é me partí en segui-
Seyendo Su Magestad avisado que en el miento de Pedro de los Rios. É llegados
Cabo de Honduras avia contenciones de en Ávila, supliqué en el Consejo Real de
capitanes, é que Hernando Cortés avia Indias que se viesse su residengia, é ví-
ydo desde la Nueva España á buscar á dosc é fué relatada en pressengia dé! é
Chripstóbal de Olit, que se le avia al- mía. Lo que resultó della fué, que le qui-
eado y estaba en el puerto de Hondu- taron el ofligio é le mandaron que se fues-
ras, é que Gil Goncalcz pretendia tener se á su casa, é no volvió mas á las Indias;
aquello ó lo do Nicaragua, é que Pedra- é fué condenado en gierta suma de pessos
rias Dáviia entendia en lo mesmo; mandó de oro. E su muger nunca quiso salir de
á Diego López de Salcedo, vecino dcsta Panamá ni yrse á Córdova á su marido,
cihdad do Saucto Domingo, sobrino del digiendo que si él no yba por ella, no avia
comendador mayor de Alcántara, don de yr con otro; pero mas lo hagia, porque

i Melli.Jib. IX.
424 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
á causa del Perú corría en Panamá mucho que serán de mejor gusto oydas que todo
oro, é con ciertas vacas é otras grange- lo que está dicho, desta gobemagion de
rias se hallaba bien, porque era amiga de Castilla del Oro. Pero no sé si se agerta-
resgebir dineros; y entendiendo en los rá á conformar mi pluma con el desseo
allegar, se le acabó la vida allí en Panamá. que la mueve, en darlo á entender como
E el licenciado de la Gama, juez de resi- ello es, é"saberlo degir con la fagilidad é
dencia , se quedó en algún tiempo en la ornamento é dulgedumbre que suelen usar
gobernación, hasta que del enojados los los que son diestros y eloqUcntes escrip-
de la tierra por su cobdigia, pidieron otro tores; porque me acuerdo que dige Chris-
juez. É fué por gobernador Francisco de tóphoro Landíno, en aquel comento que
Barrionuevo, del qual se tracto en el li- higo á la Comedia del Danthe, estas pala-
bro V, capítulo V, de la primera parte bras: «Cosa es entre los hombres mirabi-
destas historias: y deste tampoco faltaron líssima la eloqüengia : de manera que dos
en poco tiempo querellosos, por lo qual le cosas son proprias al hombre, de las qua-
fué á tomar residengia el ligengiado Pero les ningún otro animal parligipa, que son
Vázquez, que lo higo peor que los passa- sapiengia y eloqüengia, é muchos mas ha
dos, ó le turó poco el offigio, hasta que ávido sabios que eloqüentes. Maravilla
fué el dotor Robles, que le tomó residen- giertamente estupenda, que siendo la ora-
gia. Y no fué menos cobdigioso ni mas jus- gion común á todos los hombres, raríssi-
to en su offigio que los passados, 6 por mos son aquellos que son en ella exgelen-
esso le removieron del cargo, estando ya tes; é la eloqüengia es reyno de los hom-
cargado de oro. bres, é quando es conjunta con la probitá
De todas estas mudangas de goberna- é con la verdadera virtud, es utilíssima
dores é del remover indios é otras cosas sobre todas las cosas'. s Todo es del auc-
no bien hechas, ha resultado que en Cas- tor alegado, é á mi paresger bien dicho,
tilla del Oro, desde el año de mili é qui- é todo esso me falta. Blas en confianga de
nientos y catorge hasta el do mili é qui- Dios, é de la verdad que uso en estas ma-
nientos é quarenta y dos, faltaron mas de terias, espero que lo que he dicho é se
dos millones de indios. Parte (y mucha díxere en estas historias, es y será á su
para este daño) han seydo los gobernado- loor é conforme á buen exergigio é pro-
res é los cobdigiosos é descongelados vecho del que lo leyere, arrimándome á
conquistadores: é mucha más causa, que- aquella auctoridad del psalmista : «Abor-
rer Dios castigar las ydolatrías é sodomía resgiste á todos los que obran la iniquidad:
é bestiales vigios ó horrendos é crueles destruyrás todos los que hablan la -menti-
sacrifigios é culpas de los mesmos indios, ra á.»
élas mezcladas nasgionesque alláhan pas- No sé yo con qué sesso los que esto sa-
sado de levantiscos é extrangeros. ben se ocupan en estos tractados vigiosos
Y pues se ha dicho de los gobernado- é noveleros é ágenos de toda verdad que
res alguna parte de sus culpas, é no tan- de pocos tiempos acá se componen é pu-
to quanto con verdad se podría decir é blican, é andan tan derramados ó favo-
queda en mis memoriales, por no hagcr resgidos, que sin ninguna vergüenca no
aborresgible á los oydos humanos tal le- falta quien los alegue é acote, como si fucs-
gión, diré agora otras particularidades, sen historias veras; porque ni solo el com-
1 Véase el «capítulo que Irada de las excelen- 2 Odisti omnes qui operantur iniquiialctn: per-
cias de Florencia é de los Florenlines en la Vida del des omnes qui loquuntur mendacium. (Psalmo V,
Danlhe.í vers. 7.)
DE INDIAS. Lili. XXiX. CAP. XXV W>
ponedor de tales novelas sea culpado, ni manera por otras causas á que aprove-
los que los alegan queden sin pona, pues chan, aunque seria mayor provecho que
está escripto: «¡ Ay de los que pensays co- no peccassen.
sas inútiles! '» É Sanct Gregorio nos amo- Conviene, dice este dotor sagrado, que
nesta que tengamos por dinero prestado haya hereges, para que seyendo proba-
el entendimiento que nos es concedido; dos, sean manifiestos*. No quiero nombrar
porque quanto mas se fia aquello de no- los libros ni los auctores que reprehendo,
sotros por benignidad, tanto mas debdo- pues que dice Sanct Pablo: «Cada uno de
r.es somos obligados en la obra 2. Pues nosotros dará á Dios racon de sí5.» Plcga
aquesto es assi, no se puede pagar tal á él por su misericordia que con la ver-
debda con mentiras 3; é como el mesmo dad que sigue mi pluma estas historias,
dolor nos acuerda, Dios no ha menester al sean acompañadas de su gracia, para que
mentiroso, porque la verdad no quiere ser á su alabanca se influya é tenga tanto con-
guarnescida del socorro de la falsedad. tentamiento el que las leyere, como ú mí
Pero también me paresgc á mí que en al- me quedará, si le satisfago 6. Y si no le
guna manera es de tolerar ó se disimula satisficiere, ya yo sé que las hiervas que
con tales tractados, como con las malas substentanáunos animales, matan á otros;
tnugeres, ó que convienen tales libros va- y aun he muchas veces visto quel buen
nos , no al que compone, porque ya aquel manjar no pierde su crédito, porque el do-
pecca, pues á sabiendas miente, ni al que liente lo aborrezca, y he visto que la sen-
los lee, porque pierde el tiempo é hinche tencia que unos llaman injusta, otros la
su cabega de viento, é aquella ocupación alaban: é sé que todo esto avrá en mis
que allí gasta la podria mejor emplear; renglones, porque los gustos no son uno
mas satisfacen al que los vende, c mucho mesmo, ni los juicios de los hombres si-
mas á la auctoridad y estimación de las guen un paresger, ni son do igual ingenio
letras y escripturas,quc contienen verdad, ni inclinación. Solo Dios es el justo y el
para que se tengan en lo que merescen. que puede é sabe justamente juzgar á to-
É assi lo que dixe de las mugeres no bue- dos , porque ninguna cosa le es oculta, y
nas, las sufren las repúblicas en alguna es impassíbie.

CAPITULO XXVI.
De las costumbres é maneras de vivir viciosas de los indios de la provincia de Cueva é de sus ydolsitrins;
é oirás cosas particulares de Ja gobernación de Casulla del Oro é de sus provincias.

or no dar pessadunibre á los letores, assi digo, que en quanto á la religiosidad


repitiendo algo de lo que está dicho, so ó costumbre de ydolatrar en la provincia
tocarán en suma en este libro XXIX algu- de Cueva, es entre los indios en Castilla
nas materias que en los libros preceden- del Oro muy ordinaria cosa adorar al sol
tes se ovieren memorado, declarando las ó la luna, é tener en mucho crédito é ve-
diferencias que oviere de lo que está di- neración al diablo: é assi para sus ydola-
cho en la primera parte, á lo que se dice trías é sacrificios tenían hombres deputa-
en esta segunda en cosas semejantes. É dos é reverenciados, los quales comun-

1 Micli., cap. II. vers. I. 4 Moral., lib. XXIX, cap. XXXH.


2 Moral, I ib. XXII, cap. VI. £ Ad Rom. XIV.
3 Ib., lib. XI, cap. Xl!l. 6 Moral., lib. XXX, cap. VI.
12G HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mente eran sus médicos, é conoscian mu- son señoras de la tierra é mandan ó capi-
chas hiervas, de que usaban, y eran apro- tanean su gente. Demás do las barras que
piadas á diversas enfermedades, que por he dicho, usan muchas águilas ó patenasde
largo curso tenían experimentadas en par- oro, assi las mugeres como los hombres,
te, no tan dignas de crédito totalmente al- y hermosos penachos. Quando las mugeres
gunas en sus efcttos quanto aprobadas con principales salen en campo, é assimesmo
la auctoridad que les quería atribuyr aquel los señores desta gente, como no tienen
su médico ó maestro, llamado tequina, caballos, ni bestias, ni carros que los lle-
(puesto que en algunas decían verdad, 6 ven acuestas, usan otra manera de caba-
son excelentes). llería, que es desta manera que agora di-
Estos indios de Cueva, quanto á su ré. Siempre el señor, cacique, ó saco, ó
dispusicion de las personas, son algo ma- varón pringipal, tiene una docena ó dos
yores que los destas nuestras islas por la de indios de los mas recios, diputados pa-
mayor parto, ó mas varones, é de la mes- ra sus andas, en que van de camino echa-
ma color. Andan desnudos, y en su miem- dos en una hamaca, la qual va en un palo
bro viril un caracol de pescado ó un ca- largo puesta, que de su natura es muy li-
ñuto de madera, é los testigos do fue- viano , é los extremos de aquel palo pues-
ra ; é aquel caracol ó cañuto con un hi- tos sobre los hombros de aquellos indios,
lo asido é geñido trabado de dos agujeri- é van corriendo ó medio trotando en ga-
cos. Las mugeres traen naguas, que son lope con el señor acuestas. Quando se
mantas pequeñas de algodón, desde la cansan los dos que lo llevan, sin so pa-
guita hasta la rodilla ó mas alto, rodeadas rar, se ponen en el mesmo lugar otros dos
al cuerpo: ó las señoras é mugeres prin- dellos que allí van por respecto vagios pa-
cipales (espaves) traen estas naguas ba- ra lo mesmo, é continúan su camino: é un
xas hasta los tobillos; ó en las cabecas día, si es en tierra llana, andan desta ma-
ellos ni ellas ninguna cosa, ni en toda la nera quince ó veynte leguas, teniendo
persona, mas de lo ques dicho. Verdad postas puestas en paradas de tales indios
os que algunos señores, entrcllos de los para se remudar. É los indios que para
mas principales, traían en lugar de cara- este ofíigio tienen, por la mayor parte son
col un cañuto de oro torcido ó liso, de esclavos ó naborías, que son quassi escla-
muy fino oro, ó las señoras espaves, que vos é obligados á servir; y estos indios
son mugeres muy principales, por ador- que en lo ques dicho sirven de las hama-
namento é porque las tetas (de que mu- cas , búscanlos que sean corales. É para
cho se prescían), estoviessen altas ó mas que se entienda qué cosa es carate, digo
tiestas, é no se les caygan, se ponían una que carate se llama el indio que natural-
barra de oro atravessada en los pechos, mente tiene toda la persona ó la mayor
debaxo de las totas, que se las levanta, parte della como descostrado, levantados
y en ella algunos páxaros é otras figuras los cueros á manera do empeynes. Ellos
de relieve, todo de oro fino: que por lo parescen feos, mas comunmente son re-
menos pessaba ciento é cinqüenta ó aun cios é de mejores fucrcas, é parescen fri-
doscientos pessos una barreta destas. sados, é aquella frisa es dolengia que se
Esta invengion destas barras de oro, pa- acaba, quando ha acabado de les andar
ra levantar las tetas, es primor é usanca todo el cuerpo toda aquella comecon ó en-
do las mugeres principales del golpho de fermedad é han mudado todo el cuero do
Urabá: las qualcs mugeres van á las ba- la persona.
tallas con sus maridos. é también quando En algunas partes desta tierra son beli-
DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. XXVI. mi
cosos los indios, é en otras no tanto: no nás sea antiguo astrólogo, conosce los
son flecheros, é pelean con macanas é con movimientos naturales del tiempo, é gie-
langas luengas y con varas que arrojan, co- los, é planetas, ó del zodiaco, é influen-
mo dardos con estóricas (que son cierta cias de arriba, ó vé dónde van las cosas
manera de avíenlos) de unos bastones bien guiadas naturalmente; é assi, por el efetto
labrados, como aquí está pintado (-Lámi- á que van referidas en su conclusión, da
na 7.a, jigs.H^y ttl*), con los quales arro- él notigia de lo que será adelante. É háde-
jan las varas, quedando siempre la estórica les entender que por su deidad, é como
en la mano: é ponen la punta de la estó- señor é movedor ó disponedor de todo lo
rica en la punta de la vara, ó sacúdenla ques ó será, sabe las cosas que están por
muy regia é derecha c léxos, ó cerca, venir; ó dígeles quél atruena é hage llo-
bien guiada, como buenos punteros. Al- ver , é guia los tiempos, é les dá ó quita
gunas varas destas van silvando en el ay- los fructos en las plantas é hiervas é árbo-
re, á causa que les hacen cerca del extre- les, y en todo lo que substenta las criatu-
mo cierta oquedad ó poma redonda, é ras. Pues como muchas veges ven que en
por la oquedad de aquella é agugeros que efetto assi acaesce, como se lo ha pronos-
tiene, assi como la echan y es tocada del ticado algunos dias antes, dánle crédito
ayre, assi va luego por lo alto con ruydo en todo lo demás é sacrifícanle en muchas
silvando. Y estas tales que silvan, usan é diversas maneras, en unas partes con
dellas en las fiestas, quando bracean por sangre é vidas humanas, y en otras con
gentilcga, é no en la guerra, porque las sahumerios aromáticos é de buen olor é
tales, con aquel sonido ó silvato avisan al de malo también. É quando Dios dispone
enemigo, é quando en la guerra de un lo contrario quel diablo ha dicho al tequi-
real á otro las tiran, ó de noche, es como na y el tequina á otros, é les miente, da-
en caso de menosprecio de los contrarios. les á entender que ha mudado la senten-
Los hombres que dixo que tienen los cia por algún enojo ó achaque que á él le
indios en veneración, llámanlos para se paresce, como aquel ques sufigiente maes-
consejar con ellos para comencar sus tro de engaños con los mortales, en espe-
guerras, é para todas las otras cosas que cial con gente que tan pobre c desaper-
son de importancia. Deste nombre te- cibida está de defensas contra tan grande
quina se hage mucha diferencia; por- adverssario, al qual ellos llaman tuyra. Y
que á qualquiera ques mas hábil y ex- este mesmo nombre en aquella lengua de
perto en algún arte, assi como en ser me- Cueva dan los indios á los chripstianos,
jor montero ó pescador, ó hager mejor porque los tienen por sagaces ó por tales
una red ó una canoa ú otra cosa, le lla- como el diablo, pensando que en decirles
man tequina, que quiere degir lo mesmo tuyras, los honran é loan mucho. Questas
que maestro: por manera que al ques gentes se gobiernen, formando alguna opi-
maestro de las responsiones é inteligen- nión de religiosidad é crédito que dan á
cias con el diablo, llámanle tequina en sus tequinas no me maravillo, pues tal
aquel arte, porque aqueste tal es el que tergero anda por medio como el tuyra.
administra sus ydolatrías é gerimonias é Mucha fué la prudencia e gobierno de
sacrificios, y el que habla con el diablo, los antiguos romanos é cartagineses entre
segund ellos dicen, é á él dá sus respues- todas lasnasgiones; pero oyd á Tito Livio
tas ; é le dice que diga á los otros lo que ó sabreys del el crédito que daban á sus
han de hager, é lo que será mañana ó arúspiges ó adcvinos, á cuyos errores é
desde á muchos dias, porque como Sata- vanidades é congecturas estaban subjetos
VM HISTORIA GENERALY NATURAL
6 á sus locos sacrificios; é interviniendo tándomc la quietud que se requería para
en ellos el diablo, algunas veges acerta- 3a calidad de las cosas que allí dixe: c de-
ban é decian algo de lo que después el más desso hálleme descuydado de mis li-
tiempo y efetto les mostraba, sin saber bros é memorias particulares, é aun es-
dolió cosa alguna ó certinidad más de. lo tonces no avia assi comprehendido algu-
quel común adverssario de natura huma- nas particularidades é otras novedades,'
na les enseñaba, para los traer á su per- quel tiempo me las ha enseñado. É acuer-
dición é muerte corporal y espiritual. É dóme que me referí á esta General Histo-
assi por consiguiente , quando el sacrifigio ria, que aunque no estaba copiada regla-
faltaba é salia defettuoso, se excusaban é damente en las minutas é memorias que
ponían cautelosas y equívocas respuestas, yo tenia de aquestas cosas, no careseia
diciendo que sus dioses que adoraban es- en mi desseo la esperanga do traerla á es-
taban indignados, como el tequina lo dige te estado que agora está; y es bien que
á estos indios por el tuyra, á quien tienen se cumpla lo que prometí. Y assi yré dis-
por su Dios. curriendo por lo que allí escribí en algu-
Escuchad á Valerio Máximo, é veres nos passos, que estovicren por decir en lo
con quánta prontitud de religión ó cuydado que hasta aqui se ha dicho: los quales, si
especial estos antiguos atendían en todas quisiere alguno espiar, para acusar mi ne-
las cosas que emprendían, que de importan- gligengia (si le paresgiere que alguno ol-
cia fuessen, por medio de sus agoreros ó vido), le quiero avisar quo no los topará
arúspiges. Grande es el pueblo quel uni- aquí á reo como allí los puse, pero estarán
verso contiene debaxo de tan diabólicos en sus lugares convinientes; porque á la
errores, é grandes tiempos é millares de verdad aquel sumario fué mas breve que
años han turado é nunca faltarán entre los su título, porque le llamé: OVJEDO : De la
que no fueren alumbrados é socorridos de Natural historia de las Indias, é compre-
Dios, Nuestro Señor: é tanto mayor es la hende mucho menos de lo que avia de te-
obligación de los chripstianos paraconos- ner debaxo de tal nombre. Pero fué aquel
ger la misericordia quel Rcdemptor usó en tractado como mensagero ó signiflcador
comunicarles su passion ó redimirlos, é destos, que agora tracto en esta General
muy justíssima la condenación de los in- Historia destas partes, ó como una com-
gratos que tal dosconoscen, y de sus áni- posta que llaman los que hagen conserva
mas en el amor de Dios se descuydan. del agúcar é diversas fructas, que en un
En aquel sumario que escribí el año de vaso mezclan diferentes géneros dolías; y
mili c quinientos é veynte y seys *, que por la mayor parte las unas ocupan é im-
fué impresso por mandado del Céssar en piden á los otras, é se embaragan , ó no
la muy real cibdad de Toledo, yo tráete se dexan ni pueden gustar tan distinta-
allí de diversas materias, no tan ordena- mente, como si cada una dolías, gogando
mente ni tan apartado de otros cuydados de su almivar, estovicsse sola en su bote
como quisiera, á causa de otras forgosas ó vaso configionada; y assi híge yo en
ocupaciones, que en esta sagon tuve, fal- aquel sumario, que muchas cosas de las
* Asi se lee en el MS. original que tenemos de- «El año que passó de ¡a Nalividad de Chripsto .de
lante ; pero es equivocación de pluma. El Sumario »m¡ll é quinientos é veynte y cinco arios yo escri-
de la Natural historia de las Indias, como va no- »bí una relación sumaria de parte de lo que aqui se
tado en la III.* Parle de la Vida y escritos de Oviedo »eonliene ; d de aquella fué su título: OVIEDO: De
(pág. Lli del l, i), que se escribió en í 323 y se pu- nía Natural historia de las Indias (p%. 5, col. i.a
blicó el siguiente año de d526. Asi lo dijo el mismo »del t. 1).»
cronista en la introducción del lib. I de la 1.a Parle:
13E INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXVI. 129
que allí se acumularon no se entiende menos estiman; ni hay plcyto ni diferen-
puntualmente donde están. gia entrcllos en que ture tergero dia la
Y pues de susso comencé en las armas contengion, ni mas de quanto el seuor la
con que pelean, é dixe de las varas que sepa é mande lo que en tal debate se de-
tiran con las estóricas, háse de entender be hager, é justo ó injusto lo que manda,
questa manera de armas se usan en esta assi se cumple inmediaté. Verdad es que
provincia de Cueva, y en otras particulares como ci hurto entre aquesta gente le tie-
provincias, que son aquellas varas de pal- nen por el mayor delicio que se puede
mas negras é de otros árboles de muy bue- cometer, cada uno tiene ligengia de. cor-
nas maderas, é las puntas delgadas é agu- tar ambas manos y echárselas al cuello
das, que passan un hombro de parte á par- colgadas al ladrón que toman dentro en
te, sí le aciertan por lo hueco. É algunas ha- mahigaí ó heredamiento, si solo un espiga
cen de cañas de ciertos carrigos, que son hallan que ha cortado sin ligengia de su
muy derechasé sin ñudo alguno, tan grues- dueño.
sas como el menor dedo de la mano ó más El pringipio de la guerra mejor funda-
delgadas, é ligeras é lisas: en las quales do é sobre questa s gentes riñen é vienen
engastan al cabo en lugar de hierro un á batalla es sobre quál terna mas tierra é
palmo é medio ó dos de otro palo de pal- señorío, é también sobre otras diferen-
ma negra, muy bien labrado é con mu- gias; é á los que pueden matar matan, é
chas lenguas; é á algunos ponen huesos á los que prenden, los hierran é se sirven
de animales é de pescados por hierros, ó dellos por esclavos, ó cada señor tiene su
son enconados. É las langas luengas, que hierro conosgido, é algunos los hagen sa-
usan algunos destos indios, hágenlas assi- car un diente de los delanteros al que to-
mesmo de palmas é de xagua ó de otras man por esclavo, é aquella es su señal, é
buenas maderas; é traen macanas de una le llaman paco al esclavo. El pringipal se-
é de dos manos, y en algunas provingias, ñor sé llama queví, y en algunas partes
assi como en Esquegua, é Urraca, é Bóri- saco', é aqueste nombre cagique no es de
ca, é Paris, tienen langas tan luengas ó la Tierra-Firme, sino propriamente desta
mas que picas, de palmas muy regias é Isla Española, ó como fué esto lo primero
hermosas ó negras como agabache. que poblaron é ganaron los chripstianos,
Sus guagábaras ó peleas son muchas ve- ellos han dado este nombre cagique á los
ges sin propóssito; pero no sin darles el dia- señores de otras partes por donde en es-
blo causa, porque son gente que aunque tas Indias han discurrido. En la lengua de
tienen diferengias é passiones un señor con Cueva, de que aqui se íracta, el nombre
otro, las menos veges son movidos con del señor es queví, y en algunas provin-
ragon, é las mas son voluntarias é indugi- gias de Castilla del Oro se llama tiba, y
dos por el tuyra ó su tequina, dándoles á en otras partes della se dige jura, y en
entender ques divinamente intentada la algunas guaxiro; pero este nombre gua-
guerra que les conseja. Pero entre la gen- xiro hánle tomado de los caribes, que no
te de un mosmo tiba ó señor pocas veces es proprio de Cueva, sino allegado y ex-
riñen ni vienen á las armas, ni es assi li- trangero. Assimesmo en Cueva, al ques
viana la obediencia que tienen á sus ma- hombre pringipal, señor de vassallos, si
yores, como la de otras gentes; porque es subjecto á otro mayor, llámanlc á este
assi dispone el cagique ó señor ó tiba de tai pringipal saco; é aqueste saco tiene
las vidas de sus indios, como entro los otros indios á él subjectos, que tienen
chripstianos se dispone de las cosas que tierras élusares, é llámanlos cabras, que
TOMO ni. 17
130 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
son como cavalleros ó hijos-dalgos, se- van con sus penachos é embixados ó pin-
parados de la gente común, é son mas tados de xagua, é llevan iusignias señala-
pringipales que los otros del vulgo, é das para ser conosgidos en las batallas,
mandan á los otros. Pero el cacique ó sa- assi como joyas de oro ó penacho ú otra
co é el cabra cada uno tiene su nom- devisa. Tienen una particularidad ó cos-
bre, é assimesmo las provincias é rios é tumbre entre sí inviolable, y es que aun-
valles é lugares é assientos donde viven, que prendan á las espías é las hagan pe-
é los árboles ó aves é animales é peces dacos, á tormentos que les den, ni por pro-
tienen sus nombres proprios é particula- mesas que se les hagan, no confessarán
res ; non obstante que assi como nosotros mas verdad ni mentira de lo que les es
decimos en general pescado, dicen ellos ordenado por el capitán, tiba ó señor, que
haboga. los envia, ni en daño de su gente. Por la
La manera cómo un indio ques de la mayor parte sus empresas se fundan so-
gente baxa ó común ó plebea sube á ser bre una bebdera é areyto: ó después que
cabra, é alcanga este nombre é hidalguia está acordado lo que se ha de hager, lo
para preceder á los otros comunes, es cantan aquel dia de la determinación ó el
quando quier que en una batalla de un siguiente, é luego se pone por obra todo
señor contra otro se señala é sale herido, lo que en el areyto se ha cantado. Esto e3
peleando animosamente, aquella sangre como para testimonio ó consultagion con
son las letras del previlegio ó título é prin- el vulgo, después quel señor ó los mas
cipio de su nobleca: 6 el señor cuyo es, le ageptos á él é su tequina han consultado
llama cabra, é le dá gente que mande, é la cosa que quieren emprender; y esta
le da tierra ó muger, ó le hage otra mer- orden tienen en las guerras voluntarias los
ced señalada por lo que obró aquel día en que son agresores, porque el que defien-
su pressengia, porque si el príngipeno está de, muévese acaso él, como le subgede la
pressente, no se gana tal honor. É dende nesgessidad.
en adelante es mas honrado que los otros En las cosas de la justigia tienen sus
é separado ó apartado del vulgo é gente executores, que son como alguaciles, é
común; é sus hijos varones deste subge- aquestos prenden é matan á quien el prín-
den en essa mesma hidalguia, é se lla- gipal señor manda que muera de los ple-
man cabras, é son obligados á seguir la beos; pero si es hombre el que ha de
miligia é arte militar de la guerra. A la padesger que sea saco ó cabra, no ha de
muger del cabra, demás de su nombre poner en él las manos ninguno de la co-
proprio, le llaman espave, que quiere de- munidad ó plebeo, sino el señor de to-
gir señora ó mas príngipal muger que las dos ; é aquel le mata por sus" manos con
comunes ó plebeas mugeres: el qual tí- una macana, ó le echa una ó dos langas ó
tulo ella adquiere inmediaté que su marido varas primero, ele hiere, é remítelo á que
es cabra; é assimesmo á las mugeres de lo acabe sü.executor, si de aquellos pri-
los quevís ó sacos ó cabras llaman espaves. meros golpes no le mata; porque aquel
Quando van á la guerra, llevan sus pringipio quel señor dio á la execugion de
caudillos ó capitanes: estos son sacos ó la justigia es como desgraduarle é quitar-
cabras, é son ya hombres de expiriengia le de ser cabra ó persona noble.
en las cosas de las armas quellos usan, ó
DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. XXVII. 131

CAPITULO XXVII.
El qual tracta de los pueblos principales de los chripslianos en esta gobernación de Castilla del Oro, é de
las casas é moradas, do los indios, é de sus matrimonios 6 algunas de sus cerimonias c costumbres.

U e las casas é moradas destas gentes se fuesse por tierra llana, por ciertos escalo-
ha dicho en otras partes destas historias, nes hechos de bexucos nascidos é revuel-
é de sus camas, que son las hamacas que tos é atados al árbol, y el terreno de aba-
se dixo en el libro V, capítulo II; pero xo cubierto de agua é paludes baxos é á
aun en essas hay diferencias, porque las partes hondos; é de allí salen en canoas
de Tierra-Firme en esta gobernación de á la tierra enjuta, donde hagen sus labran-
Castilla del Oro la manta de la h-amaca no zas é conucos. Esta manera de pueblos
es hecha red, sino entera é muy gentil te- hacen por estar seguros del fuego éde sus
la delgada é ancha, é tan luenga como enemigos é de las bestias-fieras, é por-
conviene. Hay otras, que la manta es do que están-mas fuertes. En las otras partes,
paja texida é de colores é labores; é des- donde los indios pueblan, por la mayor
tas hay muchas en Nata y en otras partes: parte es despargidos en valles é laderas é
y esta paja está hecha como cordón sobre costas de los rios é donde les paresce, ó
hilos de algodón, é son cosas de ver é también en las sierras {á la manera do
muy frescas é gentiles en la vista. Todo lo nuestras montañas de España y en Vizca-
demás que toca á estos fechos está dicho ya é Galicia) pueblan, como en barrios,
en el lugar alegado; pero no todos los in- unas casas desviadas de otras; pero mu-
dios las tienen, 6 los que no las aloancan, chas dellas é grand territorio debaxo de
duermen en barbacoas, que son bancos la obediencia de un cacique ó tiba ó saco
hechos de cañas, ó en otro armadijo que ó que vi ó señor principal, porque estos
esté dos ó tres palmos altos ó más de tier- nombres, como tengo dicho, usan los se-
ra, por la humedad: é los que mas no ñores en diferentes provincias. Este nom-
pueden, échanse en aquel común colchón, bre queví en arábigo quiere decir grande;
ques el suelo, sobre paja ú hojas de pal- é assi al que en la lengua de Cueva llaman
mas ó lo que hallan. queví, es mas señor é de mas estado ó
De los buhíos é casas tráete en la pri- gente quel tiba ni él saco.
mera parte, en el capítulo I del libro Vi, Hay otra manera de buhíos ó casas en
é dixe qué tales son en estas islas é otras: Nata redondos, como unos chapiteles muy
y también se dixo en el capítulo X deste altos, é son de mucho apossento é segu-
libro XIX de las barbacoas de las provin- ros, porque el viento de la brisa, que allí
cias de Ábrayrae é Teruy, donde los in- corre mucha parte del año con mucho ím-
dios viven é tienen sus moradas en los ár- peto, no los puede assi coger como á los
boles, ó assimesmo de las barbacoas so- que son quadrados ó de otra forma. Son
bre muchas palmas juntas, en que los in- de regia é buena madera, é mas hermo-
dios viven en la costa del rio grande, que sos de dentro que todas las maneras de
entra en el golplio de Urabá, la qual pro- casas que se ha dicho; ó ponen en la pun-
vincia se llama Tatuma, é son de mucha ta del chapitel una cosa de barro coci-
admiración, é allí tienen sus moradas: 6 do á manera de candelero, y el cuello al-
sube una mugor por el árbol arriba con to, y en la forma questá aquí pintado
el hijo en bracos tan sueltamente como si 'Lám. II.*, ñg. I.'A ^ paja. con queseen-
m HISTORIA GENERAL Y NATURAL
brc es muy buena, é las cañas de las pa- dispusicion para grangerías del campo,
redes gruesas, é por de fuera .é de den- porque es tierra áspera, montuosa é cer-
tro forradas las paredes con caña delga- cada de arboledas.
da muy bien puesta é con muchos apar- Acia era mayor pueblo que ninguno de
tamientos. El assiento deste pueblo es los ques dicho, é después se ha disraitiuy-
muy gentil é de hermosas vegas, é muy do, y el puerto no es muy bueno; pero
llano ó dispuesto para ganados é todas hay ancones ó isletas de seguros puertos.
grangerías; é hay muchas vacas ó puer- É desde allí fué por tierra á descubrir la
cos é yeguas, y es tierra de mucha ca- mar del Sur el adelantado Vasco Nuñez de
ca é montería, porque gerca hay mon- Balboa, quando la descubrió.
tañas é boscages en tierra alta. El mayor ó mejor é mas fértil pueblo
Avia en este pueblo, quando yo le vi el fué la cibdad de Sancta María del Anti-
año de mili é quinientos ó veinte y siete gua del Darien, en la qual no es menes-
hasta quarenta y cinco ó cinqüenta buhios, ter hablar, pues que está despoblada.
y está dos leguas de la mar un rio arriba, Otros pueblos ha ávido, donde se han
y creo sin duda que mengua allí la mar labrado minas; pero como essos se hagen
en la costa dos leguas y más. En este rio é se" dexan, segund anda el oro, no hay
hay tantos lagartos ó cocatriges grandes, para qué memorarlos por poblaciones,
que son innumerables los que cada dia se pues no permanesgen é se passan los mi-
ven por la costa echados en tierra al sol, neros de rio en rio, ó donde les acude
de los quales en su lugar se dirá. mejor la grangeria y exercicio de las mi-
Panamá tiene mal assiento y es peque- nas; y assi se mudan, segund supropóssi-
ña población é no sano; es estrecho é to, al modo de los alárabes en África, quo
luengo el pueblo, é de la parte del Me-, traen sus mugercs é hijos consigo, é todo
dipdia llega la marea hasta cerca de las lo que tienen, de provincia en provincia:
casas, é de la parte del Norte á las espal- ó aun en la provingia do Cueva suelen ha-
das está lleno de paludes é ciénegas, é á cer lo mésmo los indios en algunas par-
la parte del Este está el puerto, donde tes, que se mudan con todo el pueblo de
los navios é caravclas entran hasta gerca un rio ó valle á lo alto é sierras, ó de las
de las casas, é con la menguante 'quedan montañas á los llanos, é donde les plage;
en seco, ó basa la mar más de legua y pero dentro ele su señorío, porque tienen
media. Por causa deste puerto é contrac- poco que hacer en ello. Sus casas son sin
tacjon del Perú, é por aver allí residido cimientos é de madera é paja, y essos ma-
Pedradas é los otros gobernadores, ha teriales á dó quiera que se van, los tienen.
estado en mas reputación, y en el tiempo Sus bienes muebles son pocos, é ligera co-
que yo dexé aquella tierra, que fué el sa llevar la hamaca ó él arco é sus perso-
año de mili é quinientos ó veynte y nue- nas: los heredamientos, donde mejor acu-
ve, nunca hasta estonces llegó hasta sep- den las simenteras del mahiz é de las otras
tenta bullios. Es tierra seca y estéril; pe- cosas de su agricultura, allí se hallan me-
ro en las comarcas es fértil é de buenos jor ; é si en esta provingia se va cansan-
pastos é hartos ganados. do ia tierra, hallan otra holgada, é assi se
El Nombre de Dios assimesmo por el andan mudando.
puerto se sufre, á causa de Ja contrata- Tienen una costumbre los indios desta
ción de la otra mar austral é del Perú é provingia de Cueva, ques muy sogiable é
destas islas para las cosas de Tierra-Fir- obligatoria á los comunes con su señor en
me ; y es de menos población ó de peor el comer; y es que! capitán ó señor prin-
DE INDIAS. LÍB. XXIX- CAP. XXVII. 433
gipal, ora sea en el campo 6 en su assien- be ques forzosamente de su generación:
(o é casa, todo lo que hay de comer se assi quel hijo de mi hermana indubitada-
le pone delante, y él lo reparte á todos, mente es mi sobrino é nieto de mi padre;
é manda dar á cada uno lo que le plage. pero el hijo ó hija de mi hermano puéde-
É tiene hombres deputados para que le se poner en dubda.
siembren el mahiz é la yuca, é para sus Ya tengo dicho en el libro V, capítu-
lavores del campo, c otros para que lo lo III, que esto assimesmo se usó en esta
monteen é maten puercos é ciervos é otras Isla Española; pero lo mas común en la
salvaginas, ó otros que pesquen; ó él por subgession es quedar por señor el que mas
.su persona algunas veges en todas estas puede de los que pretenden la herengía,
cosas por su plagcr se ocupa, cm tanto que al modo de Turquia, y al modo que ha
no tiene guerra. Al comer no le sirven passado muchas veges entre chripstianos,
hombres, sino mugeres: aquellas comidas donde han ávido mas favor las armas que
que dixe de susso, no son con todo el la justicia, por culpa del tiempo é de las
pueblo, quaudo el señor reparte la comi- malas consgiengias de los hombres.
da ; pero con los principales é mas seña- Algunas veces dexan las mugeres que
lados ó aun algunos otros, estando en el tienen, ó toman otras, é aun las truecan
campo, á la continua ; y estando en paz, unas por otras ó las dan en presgio de
todas las fiestas, é algunos dias, aunque otras cosas: c siempre le paresge que ga-
no sea fiesta. na en el trueco al que la toma mas vieja,
En sus matrimonios hay cosa de notar, assi porque tiene mas assentado el juigio
assi como que ninguno se casa con su ma- é le sirve mejor, como porque de las ta-
dre ni con su hija ni con su hermana, ni les tienen menos gelos. Esto hagen sin que
han acceso carnal con ellas en estos gra- mucha ocasión pregeda, sino la voluntad
dos , y en todos los otros sí; ó si alguno del uno ó de entrambos, en espegiaí quan-
lo hace en estos grados, no es tenido por do ellas no paren; porque cada uno acu-
bueno, ni les paresge bien á los otros in- sa el defetto de la generagion ser del otro,
dios. El liba ó señor principal tiene tantas é desta causa, si desde á dos años ó an-
quanlas mugeres quiere; pero todos los tes no se hago preñada, presto se acuer-
otros sendas, é algunos de los ricos dos dan en el divorgio. Y esta separagion se
é tres, si les puede dar de comer. É es- ha de hacer estando la muger con el mes-
tas mugeres no las toman de lengua é truo ó camisa, porque no haya sospecha
gente extraña, é los señores las procuran que yba preñada del que la repudia, ó él
de las aver que sean hijas de otros seño- la dexa.
res, ó á lo menos de linage de hombres Comunmente en la lengua de Cueva son
principales ó sacos ó cabras, ó no ple- buenas mugeres de sus personas, aun-
beos, salvo si no es alguna tan bien dis- que no faltan otras que de grado se con-
puesta que, como señor, siendo su vassa- geden á quien las quiere, é son muy ami-
31a, la quiera. El primero hijo que han gas de los chripstianos las que con ellos
varón, aquel subgede en el estado; é fal- han ávido alguna conversación; porque di-
tándole hijos, heredan las hijas mayores, cen que son amigas de hombres valientes,
é aquellas casan sus padres con los prin- é ellas son más inclinadas á hombres de
cipales vassallos suyos. Pero si del hijo esfuergo que á los cobardes, é conoscen
mayor quedaron hijas é no hijos, no he- la ventaja que hagen á los indios. E quie-
redan aquellas, sino los hijos varones de ren mas á los gobernadores é capitanes
la segunda hija, porque aquella ya se sa- que á los otros inferiores, c se tienen por
134 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mas honradas, quando alguno do los tales das las cosas y exergigios que hacen las
las quiere bien. É si conoscen á algún mugeres, assi en hilar como en barrer la
chripstianocarnalmente, guárdanle lealtad, casa y en todo lo demás; y estos no son
si no está mucho tiempo apartado ó absen- despreciados ni maltractados por ello, ó
té , porque ellas no tienen fin á ser viudas llámase el paciente camayoa. Los tales ca-
ni castas religiosas. ma y oas no se ayuntan á otros hombres sin
También hay en estas mugeres de Cue- ligengia del que los tiene, é silo ha gen, los
va algunas, que públicamente se dan á mata; é por la mayor parte en este error
quien las quiere, é á las tales llaman yra- son los ptingipales, no todos, pero algu-
chas, porque por decir muger dicen yra; é nos. Estos bellacos pagientos, assi corno-
la ques de muchos ó amancebada dícenla incurren en esta culpa, se ponen sartales
yracha (como vocablo pluralitér que se y puñetes de qüentas é otras cosas que por
extiende á muchos). Hay otras tan amigas arreo usan las mugeres, é no se ocupan
de la libídine, que si se hagen preñadas, en el uso de las armas, ni hagen cosa que
toman cierta hierva, conque luego mue- los hombres exerciten, sino como es di-
ven é langan la preñez; porque digcn ellas cho en las cosas femimles de las mugeres.
que las viejas han de parir, que ellas no Bellas son muy aborresgidos los cama-
quieren estar ocupadas para, dexar sus yoas; pero como son las mugeres muy
plageres, ni empreñarse para que en pa- subjectas á sus maridos, no osan hablar
riendo, se les afloxen las tetas, de las qua- sino pocas veces, ó con los chripstianos;
les se prestan en extremo, é las tienen porque saben que les desplage tan conde-
buenas. Pero quando paren, se van al rio nado é abominable vigió.
muchas dellasé se Iavan.la sangre ópurga- . Bien he visto que algunas cosas de las
gion é luego les cessa; é pocos dias dexan que he dicho y estos indios usan, las es-
de hacer exercigio en todo, por causa de cribe de los tártaros el Sancto Antonio,
a ver parido: antes se gierran de manera, argobispo de Florengia, tan al proprio,
que segund he oydo á los que á ellas se que paresge que los indios á los tárta-
dan, son tan estrechas mugeres en esso ros lo enseñaron, ó que de Tartaria vi-
caso, que con pena.de los varones consu- nieron á la Tierra-Firme los tequinas ó
man sus apetitos; ó las que no han pari- maestros de sus vigios; porque dice es-
do, aunque hayan conoscido varón, están te auctor que son ydólatras é sodomitas,
que parescen quassi vírgines. Dicho he ó que tienen quantas mugeres pueden
cómo traen sus partes menos honestas cu- sostener, y en todos los grados de con-
biertas , pero también en algunas provin- sanguinidad que sean, no guardan cosa
cias ninguna cosa se cubren. A la muger, alguna: é si se muero la muger, no de-
como dixe, llaman yra, é al hombre chuy; xan do tomar su propria hija ó hermana
pero en la proviagia de Abraymc, ques en su lugar. Verdad es que también dige:
desta gobernación, le llaman orne al hom- «Persono? tres tantúm ab corum ecceludunt
bre. matrimonio; scüicet mater, filia, sóror; et
Hay assimesmo en esta provincia de omnes alias personas, sibi vel uxorlbm,
Cueva sodomitas abominables, é tienen quas habent vel habuerunt alilér aumen-
mucliachos con quien usan aquel nefando tes, accipiunt uxores *.» No repudian la
delicto, é tráenlos con naguas ó en hábito muger que tienen, si congibe ó pare; mas
de mugeres: é sírveusc de los tales en to- si es estéril, déxanla si quieren. Son muy

i El Antonio, (i!. XIX, cap. 8, g {, é § 3.


DE INDIAS. LUÍ. XXIX. CAP. XXVII. 135
crueles, é no tienen reverencia á los viejos, é comen otro caballo por su ánima, é ha-
ni han misericordia de los niños: huélganse cen planto sobre el tal muerto treynta días,
de verter sangre humana mucho, ó de co- é quales más é quales menos, é assimes-
mer la carne de los hombres se deleytan, é mo uno de sus esclavos vivo ponen en el
de beber la sangre de los que matan. Son sepulcro del tal principal tártaro, é aquel
mas dolosos ó llenos de fraude que de for- él le escoge antes que muera, é le señala
talega, é ninguna verdad guardan: comen para ello. Alguno destos tártaros, avien-
la carne humana assada ó cruda, como do en fastidio á sus padres por su vejez,
leones '. Digo mas este auctor: que quan- dánles de comer colas gruessas de carne-
do alguno muere, entierran con él una ye- ro é cosas con que fágílmente se puedan
gua con un potrico é un caballo con su si- ahogar; é muerto, le queman el cuerpo ó
lla é freno, é una tienda, porque en el guardan los polvos por cosa presgiosa, é
otro mundo tenga todo aquello que con él cada dia después, quando comen, echan
entierran, é para que allá en la otra vida en sus manjares de aquellos polvos a .
se pueda todo aquello multiplicar. É si es Todo lo susso dicho es desté sancto de
señor ó persona magnífica el tártaro que tor en la tergia parte historial suya. Assi
muere, con hábito pregiosíssimo le sepul- que, quiero degir que quien leyere esta mi
tan, pero en remoto é ascóndito loco, por- General historia de Indias, muchas cosas
que no le despojen: é assi entierran con hallará conforme á las costumbres de los
el tal principal un caballo muy adornado, tártaros.

CAPITULO XXVIII.
De otras muchas particularidades de los indios de la gobernación de Caslilla del Oro en la provincia de la
lengua de Cueva é oirás parles.

.Cístas gentes destas partes comunmente geres, que tienen mas diligencia é aviso
son sin barbas ó lampiños, puesto que al- para que en tales lugares no se les crie,
gunos indios he visto, pero pocos, que las ni haya polvo ni lana. Verdad es que ger-
tienen, assi en las caras como en las otras ca desta provingia, en la del Cenú, ellos
partes que los nuestros hombres en nues- con barbas, y ellas y elios con todas las
tra España ó Europa. É queriendo yo mas otras partes secretas que allí traen pú-
particularmente entender aquesto, averi- blicas, no- tienen diferengia ni menos
güé en esta provincia -de Cueva (de quien que nosotros; y en este caso, quando en
aqui se tracta), que también temían bar- otras gentes destas Indias se hable, se di-
bas como los chripstianos; mas assi como rá lo demás, ques muy diferente dé lo
íes nasgen, se las pelan, é de habituarse á. • que está dicho.
aquello é á untarse con algunas hiervas Tienen por costumbre, assi los indios
é otras cosas quellos saben, ningunas les como las indias, de se bañar tres ó quatro
nasgen, ó si nasgen, no les turan; pero veges al día, por estar limpios é porque
en sus vergiiengas y en los sobacos, mu- digen que descansan en lavarse, é por de
chos indios en muchas partes desta tierra mañana que las indias vayan al rio ó fuen-
tienen tantos pelos, como los chripstianos te por agua, .primero que de allá vengan,
6'qualquiera otra nascion, excepto las mu- se lavan é aún nadan un poco, en lo qual

1 El Antonio, til. XIX, cap. 3 , f í. Ü ídem, til. XIX, cap. 8, J 7.


436 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
son muy diestros: y este lavarse tornan á (quellos llaman barbacoas) é la lumbre de-
hacer á medio dia é á la tarde, é por lo baso ; porque, como la tierra está en cli-
menos una vez al dia ellos, é las indias ma que naturalmente es calurosa, presto
mucho mas. Y os verdad quo estando un se daña el pescado ó la carne, que se as-
dia ó dos sin se lavar, como acaesce, ó sa elmesmo dia que muero.
por andar camino ú otras causas, que na- Allende de la carne é pescados, tie-
turalmente huelen á monte, ó un mal olor nen muchas é diversas fructas: su pan,
como él de los negros de Guinea, que en como tongo dicho, es malñz é yuca.- To-
algunos es insoportable. dos por la mayor parte beben agua, pe-
Donde quiera que hay mar é rio hay ro á ninguno desplace el vino: antes son
pescados é pescadores; y estos indios de muy amigos del, é aqueste hacen del
Cueva son muy dados á este exercicio de mahiz, segund la cantidad que quie-
las pesquerías, de todas aquellas maneras ren hacer de chicha, que assi llaman
que se dixo en el capítulo I del libro XIII; á su vino, é para hacerlo tienen esta for-
porque á la verdad esta gente tiene en es- ma. Ponen el mahiz en remojo, é assi es-
ta provincia por pringipal mantenimiento tá hasta que allí en el agua comienga á
suyo el pescado, assi porque son muy in- brotar por los pegones, é se hincha, é sa-
clinados á ello, como porque con mas fa- len unos cogollicos por aquella parte quel
cilidad lo pueden aver en abundancia é á grano estuvo pegado en la magorca que
menos trabaxo que las sal vaginas de puer- se crió; é desque está assi sagonado, cué-
cos é venados, que también matan é co- genlo en buen agua, é después que ha da-
men. É assi en la pesquería como en la do giertos hervores é menguado la canti-
montería, se aprovechan mucho de las re- dad que ya ellos saben qües menester,
des, que hacen de henequén é cabuya é apartan del fuego la olla ó tinajuela, en
assimesmo de algodón, que tienen mucho que lo cuegen, é repóssase é assiéntaso
é bueno, de que natura los ha proveydo, é abaxo el grano. É aquel dia no está para
hay boscages é matas grandes como árbo- beber; pero el segundo dia está mas as-
les dello. Y yo por árboles tengo alguna sentado, é comiengan á beber dello, aun-
manera de algodón que hay en estas islas que está algo espesso: é al tergero dia es-
y en la Tierra-Firme, pues turan muchos tá bueno é claro, porque está de todo
años é son altos, puesto que la madera es punto assentado, y el quarto dia muy me-
feble ó floxa é vana assaz: é lo que los jor, é la color dello es como la del vino
indios quieren hager mas blanco é mejor, cogido blanco de España, y es gentil bre-
cúranlo é plántanlo en sus assientos y he- vage. El quinto dia se comienga á agedar,
redamientos é cerca de sus casas. También y el sexto más, y el séptimo es vinagre
sin redes matan é montean los animales é no para beberse; pero no lo dexan Ile-
que he dicho, é otros á Janeadas y en ge- • gar á esse término, é desta causa siempre
pos que les arman, é á veces en oxeo con hagen la cantidad que les paresge, por-
cantidad de gente, ó los atajan é reducen que no se pierda ni dañe: é assi antes
á lugares estrechos. Después que los han que aquello' no esté para beber, tienen
muerto, como no tienen cuchillos para los otro, que se va hagiendo de la manera
desollar, quartéanlos, hácenlos partes con ques dicho. A mi paresger es de mejor
piedras de pedernales é con hachuelas de sabor é mas substangia que la sidra ó vi-
piedra que tienen enhastadas; é assan la no de manganas que se hage ó beben en
carne sobre unos palos, que ponen á ma- Vizcaya, ó que la gervega ó biara que
nera de trévedes ó parrillas en hueco beben los ingleses é en Flandes (que to-
DE INDIAS. LIJ3. XXIX. CAP. XXVIII. í37
do lo uno ó lo otro he probado é bebido). Una cosa de las que mas se han espan-
Este vino es sano é templado, é tiéncnle tado los indios de quantas han visto entre
los indios por presciado é gentil manteni- los chripstianos son las letras, 6 que por
miento, é tiénclos gordos. También se ellas nos entendamos con los ausentes. É
hage muy buen vinagre del mahiz en esta assi, quando algún chripstiano escribe á
manera. Tuestan los granos del mahiz al otro qu-j está algunas leguas de allí, é al-
fuego, é después muélenlos é hádenlos gún indio es el mensagero, quedan espan-
harina, la qual mezclan con agua, ó dán- tados que en la carta digan acullá lo que
le ciertos hervores, é apartan ía olla co- se ha fecho acá, que aquel indio ha visto
mo está, é pássanla donde esté repossada hacerse, ó lo que se entiende hacer; 6 116-
hasta otro dia, que la tornan a cocer assi vanla con tanto respecto é temor ó guarda
como está: é después del segundo coci- que les paresce que también sabrá degir la
miento cuélanlo, é lo que ha salido limpio, carta lo que! indio piensa ó hago, como
hecho agua ó vinagre, pénenlo al sol dos él mesmo, é aun algunos piensan que
ó tres días. É al tiempo que lo comiencan tiene ánima la carta, é ya se ha platicado
á poner al sol, échanle un poco de agua entre ellos para lo experimentar. É espe-
limpia, para que se haga mas fuerte; y en cialmente un cagique en aquella tierra de
fée de aquellos tres dias que ha estado al Cueva mandó á un indio suyo que á una
sol, queda hecho buen vinagre é tura mu- carta de su amo, que avia de llevar á cier-
chos dias, que no se daña é corrompe ni ta parte á otros chripstianos, le preguntas-
afloxa de su ser que tuvo, quando mejor se en el camino á la carta el que la llevaba
fué. algunas cosas que le mandó, é assi lo hi-
Dixe en el capítulo XXVI de susso que go : é dada la carta, volvió con otra en
por la mayor parte los indios desta pro- respuesta de aquel á quien yba, é des-
vincia de Cueva fundan sus empresas so- pués aparte el cagique dixo á su indio si
bre una bebdera ó areyto. Y qué cosa soa avia fecho lo que le mandó, é dixo que
este areyto largamente se dixo en el li- sí; pero que la carta no le avia querido
bro V, capítulo I; é de aquellas maneras responder á nada, é que creia'que mali-
que allí dixc é otras muchas que dexé de ciosamente la carta no quería hablar sino
degir, por evitar prolixidad, se usan en es- con los chripstianos, é que ella avia dicho
ta provincia de Cueva. Y porque, cómo á su amo lo que le avia el indio pregunta-
quedan borrachos, los monos se acuerdan do ; por lo qual el cacique, de temor des-
otro dia de lo que allí se tracto cantando, to, huyó é so algo. Desde á pocos dias
siempre quedan algunos, como deputados fué presso, é preguntándole la causa por
é viejos, que no andan en el bayle ó arey- que se avia huydo, pues que no se le avia
to : con los quales luego otro dia siguiente fecho sinragon ni mal tractamiento alguno,
se comunica el cantar de la noche ó día de dixo quél sabia que la carta le avia dicho
antes, é lo que allí se ordenó con los ca- lo que su indio le avia preguntado á la
pitanes; é lo ponen por obra, como si carta, é que aquel indio era bellaco, por-
quedassen obligados por un firme é bas- que el cagique no se Jo avia mandado , é
tante contracto ó juramento é pleytesia in- quél lo avia muerto después para lo casti-
violable. Y también hay algunos de tan gar , c quél seria bueno; dando á enten-
buenas cabecas, que por mucho que be- der quél creia que fa carta avia dicho por
ban, no se descuerdan ni caen embriagos. dónde á el le viniesse daño. El que esta
Estos areytos, como en otra parte tengo expiriengia higo, fué el capitán Gongalo de
dicho, son sus letras ó memoriales. Badajoz, el qual le dixo al cagique que la
TOMO m. 18
138 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
verdad era que la carta se lo avia dicho jas de pedernales, que cortan como bue-
todo y él lo sabia, é que las cartas todo nas tisseras.
lo entienden quanto se conseja ó se tracta Dicho tengo que los indios tienen los
contra los chripstianos, y ellos les tienen cascos de la cabega gruessos, y he mira-
mandado quellas no hablen con los in- do en ello muchas veges, y es assi ver-
dios ni les descubran ningún secreto. É dad, ques quatro tanto gruesso el casco
assi se lo creyó este cagique, é de astu- de un indio quel de un chripstiano; é assi
to el capitán quiso dexarle en esta sos- por esto, quando pelean con ellos los
pecha. chripstianos, tienen aviso en no darles cu-
En las cosas de la guerra he visto des- chilladas en la cabega, porque se han vis-
ta gente que se presgian mucho; é quan- to quebrar muchas espadas, porque de-
do salen en campo, llevan caracoles gran- mas de ser gruesso el casco, es muy re-
des fechos boginas, que suenan mucho, é gio en sí.
también alambores ó muy hermosos pena- Assimesmo he visto é notado destos
chos , é algunas armaduras de oro en los indios de Cueva, que quando van á ca-
pechos, é patenas é bracales é otras pie- mino é" se cansan, conosgen que les sobra
cas en las cabegas é otras partes de la sangre; é para descansar, ellos mesmosse
persona; é de ninguna manera tanto como sajan las piernas é los bragos con giertos
en la guerra se presgian de parescer gen- pedernales delgados, que traen consigo
tiles hombres é yr lo mas bien aderesga- para este efelto; é algunas veges hagen
dos quellos pueden. Destos caracoles estas sangrías con colmillos de víboras muy
grandes se hagen unas contegicas blancas delgados, ó con unas cañuelas.
de muchas maneras, é otras coloradas, é También he dicho de sus pinturas de la
otras negras, é otras moradas, é cañuti- bisa é de la xagua é de otras maneras,
cos de lo mesmo: é hagen bragaletes en assi en guerra como en paz ellos y ellas;
que con estas qüentas mezclan otras, é pero en espegial en la guerra se acostum-
olivetas de oro que se ponen en las mu- bran ó pintar mas á menudo los indios, é
ñecas y engima de los tobillos é debaxo les paresge que no es hombre militar el
de las rodillas por gentilega: en espegial que no lo hage. Algunos quieren degir
las mugeres, que se presgian de sí é son que no es solamente por la gala tal pintu-
pringipales, traen todas estas cosas en las ra , sino porque se hallan mas sanos, pin-
partes que he dicho é á las gargantas, é tándose con tales cosas; y por esso no de-
llaman a estos sartales cachira é á las co- xan de usar de tales pinturas perpetuas,
sas desta manera. Traen assimesmo gargi- que no turan menos que sus vidas, ni se
llos de oro en las orejas, é horádanse las les acaban sino con pudrirse la carne pin-
nariges hecho un agugero entre las ven- tada. Y esta tal pintura úsanla de dos ma-
tanas , é cuelgan de allí sobre el labio al- neras: la una es como marca en gierta
to otro gargülo, ó se ponen allí un palillo forma. é con esta tal hierran al paco, que
de oro tan gruesso como una péñola de quiere degir esclavo: la otra es por gen-
escribir. Algunos indios se tresquilan, tilega, que significa gala é libertad, é ca-
puest© que comunmente ellos y ellas tie- da una destas se ponen en lugares depu-
nen buen cabello muy llano é negro ó se tados en la persona; porque en la cara de
presgian dello: é las indias lo traen luen- la boca abaso, aunque alcange á las ore-
go hasta la mitad de las espaldas , é bien jas , y en los bragos é pecho, es gala de
cortado igualmente ó por engima de las hombres é mugeres libres, é de la boca
* Qejas, y en lugar de tisseras tienen nava- arriba en la cara es captiverio. É aquella
DE INDIAS. Lili. XXIX. CAP. XXVIII. 439
señal, que traen los libres vassallos é cria- raciones de la natura por la dispensación
dos é aceptas personas al señor, son de del Maestro della.
una manera, tan justamente, sin tener Ved la soberbia del león, é la fortaleca
uno mas que otro, que no paresge sino del elephante, é la crueldad del tigre, é
que por estampa está hecho de molde: y la poncoña de la víbora é del áspide, y
en aquella pintura no menguan ni eres- cómo qualquier mosca ó mínimo mosquito
gen , porque como he dicho es devisa ó los enoja é molesta. Y assi entre los otros
como una librea conosgida del tiba ó que- trabaxos que á los hombres en Tierra-Fir-
ví, en cuyo señorío é obediencia viven los me molestan é inquietan en muchas partes,
que assi están pintados. Y el mesmo saco por donde passan por los campos, hay uno
ó tiba ó príucipe trae la mesma pintura; inevitable para dexarde incurrir en él; yes
la qual pintura ó devisa escoge el señor, que, á causa do aver muchas aguas, ó an-
quando hereda la casa é estado, é la ha- dan en piernas ó con garahuelíes arreman-
ce diferente de la que usó su padre, para gados , é péganseles de las hiervas tantas
que se conozca quáles sirvieron al uno ó garrapatas, que les cubren las piernas, y
quáles al otro. Otros hay que aunque he- tan chiquitas que la sal molida es poco
redan la casa j no mudan la devisa que su mas menuda: é después que están llenos
padre tenia; é por esta causa los que han desta mala compañía é llegan donde han
de heredar no se pintan, porque tienen de parar á descansar aquella noche, en
esperanca de mudar la devisa ó tomar la ninguna manera se las pueden quitar ni
que les paresgiere. É estos tales son siem- despegar de las carnes, sino untándose con
pre odiosos á sus padres, porque no so ageyte: é después que un rato están un-
pintan de su devisa, é los que toman la tadas las piernas ó partes donde las tie-
marca ó devisa del padre, en sus días, nen, se mueven y engruessan algo, é
quiérelos mucho; é después no la puede ráenlas con un cuchillo, é assi las quitan
mudar ni menguar ni cresger en ella, por- los chripstianos; pero los indios, que no
que lo temían por malo é mentiroso á su tienen ageyte, chamúsCanlas con pajas ar-
padre, é no le darían crédito en nada. diendo, é sufren mucho trabaxo para se
A estas gentes tampoco les falta plaga Jas quitar. Y desto queda, en qualquier
ó coxixos que los molestan é produce la manera que las quiten, tanto escogimiento
natura, para que entiendanquánpequeñas donde han estado, que no se olvida ni de-
é viles cosas son bastantes para los ofen- xa de dar pena esse dia é algunos más;
der é inquietar é dar enojo: de lo qual el y en la jornada que las ha traydo el hom-
hombre de racon debe considerar su po- bre á cuestas, no pudo ser sin grande eno-
co ser,, para no descuydarse del officio jo , sin lo poder excusar. Y estas garra-
principal para que fué formado, ques co- patas no se ha de' entender que las topan
noscer á su Hagedor, dándole continuas en todas partes; pero acaesce hartas ve-
gracias de los beneficios rescebidos, é an- ges lo ques dicho.
dar por el camino derecho de su salva- Son los indios grandes maestros de ha-
ción , pues tan abierta ó clara tienen la via ger sal del agua de la mar, é tan diestros
los chripstianos todos, que quieren abrir que no pienso yo que les hagen ventaja
los ojos del entendimiento á conosger su los que en tal exergigio entienden (en el
Hacedor. É aunque algunas cosas destas Dique de Jelanda, gerca do la villa de
sean asquerosas ó no tan limpias para oyr Mediolburque); porque la de los indios es
como otras, no son menos dignas de no- tan blanca quanto puede ser la nieve, y
tar para sentir las diferencias ó varias ope- es mucho mas fuerte ó no se deshago lan
140 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
presto, como la que he dicho. Yo he visto partes que se habla su lengua, es tierra
muy bien la una é la otra, é la he visto templada, y en sus tiempos ordenados
hager á los unos é á los otros, y he comi- Hueve, porque hay invierno é verano;
do de ambas. pero al contrario que en España, por-
Quando-los indios no tienen guerra, to- que en Castilla lo mas regio del invierno
do su exercicio os tractar é trocar quanto es diciembre y enero, assi en velos como
tienen unos con otros; é assi de unas par- en pluvias é frios, yol tiempo de mas ca-
tes á otras los que viven en las costas de lor es el de Sanct Johan é adelante en julio
la mar ó por los rios, van en canoas á é agosto; é por el opóssito en Cueva é
vender de lo que tienen complimiento é Castilla del Oro el verano é tiempo mas
abundangia, é á comprar de lo que les enjuto é sin aguas es por navidad é un
falta. É assimesmo tractan por la tierra, é mes antes é otro después, é aun parte de
llevan sus cargas á cuestas de sus escla- hebrero; y el tiempo de las aguas es por
vos: unos ¡levan sal, otros mahiz, otros Sanct Johan, é un mes antes é otro mes
mantas, otros hamacas, otros algodón hi- ó mes é medio después. E aquello llaman
lado ó por hilar, otros pescados salados; los españoles invierno en aquella tierra,
otros llevan oro (al qual en la lengua de no porque estonges haya mas frió ni por
Cueva llaman yrabra). En fin, aquello que digiembre mas calor: antes el tiempo to-
les falta á los indios es lo que mas esti- do el año es quassi de una manera; pero
man , é aun algunos venden los proprios porque en aquella sagon de las aguas no
hijos. É todas estas cosas é otras se dan se vec el sol assi ordinariamente é la gen-
unas ó trueco de otras, porque no tienen te anda mas encogida, ó sin que haya frío
moneda ni gierto prescio, é assi acaesgen les paresge tiempo frío, obscuro é menos
en esta manera de cambiar muchos enga- aplagible. Verdad es que en las montañas
ños , é que se dan cosas que valen poco, ó sierras no dexa de aver frió, é sabe
por las que valen mucho más. bien la compañía del fuego; é los indios
En la provingia ó puerto del Ccnú (que é aun los chripstianos ponen brassa deba-
un tiempo fué desta gobornagion de Cas- xo de las hamacas de noche é se cubren
tilla del Oro, é agora es de la de Carta- con mantas de algodón para dormir.
gena) , el año de mili é quinientos y quin- Porque en otras cosas muchas desta go-
ge, fueron allí giertos capitanes* é gente bernagion se podría gastar tiempo en degir
por mandado del gobernador Pedradas sus particularidades, no nos detengamos
Dáviia, é hallaron muchos gestos (del ta- en ellas, pues que algunas están tocadas
maño de aquellos que se llevan de la mon- ó son comunes á otras provingias (de quien
taña é de Vizcaya a Castilla con besugos): se ha cscripto en los libros pregedentes),
los quales estaban llenos de gigarras é gri- assi como el sacar lumbre los indios con
llos c langostas de las que saltan: ó degian los palillos (segund se dixo en el libro VI,
los indios que fueron allí pressos, que te- capítulo V de la primera parte), porque lo
nían aquellos gestos para llevarlos á otras mesmo se hage en- Tierra-Firme, en esta
tierras c partes dentro de la tierra é léxos gobernagion, y en todas las otras provin-
de la mar, donde no tienen pescado é se gias que hasta agora se saben. Y assi con
estima mucho aquel manjar, para lo co- el ludir ó fletar de los tres palillos engien-
mer , é les dan por ello oro é otras cosas, den fuego; poro no traen aquel palo liso,
de que essotros tienen penuria ó nesgessi- para torgerle sobre los dos que están en
dad, con que vuelven cargados á sus casas. tierra, sino de lo mesmo son todos tres,
Esta provingia de Cueva, en todas las ó se engiende mucho bien, é de quales-
DE INDIAS. IJB. XXIX. CAP. XXVIII. Ul
quier maderas, con tanto que buscan las que tiene, si lee un capítulo é falla ade-
mas ligeras para ello, por penar menos en lante otros muchos; ni puede juzgar de
lo sacar, é que essas no sean huecas. alguna causa derechamente el que algu-
De las niguas y de la enfermedad de nos artículos ó partes dexasse de exami-
las bubas, de que se tracto en el libro II, nar en el volumen del processo. Y los que
capítulo XIV, digo que esta enfermedad leen de arremetida, como digo, no son
es muy común en todas las partes de la los que saber dessean, ni á quien aprove-
Tierra-Firme, ó en algunas hay el palo cha el estudio, sino los que están emba-
guayacan, con que sé curan, é con hiervas ragados con otros cuydados, para olvidar
ó otras maneras de medecinas, que aun aquel, ó para volver al mesrao, toman un
no son bien entendidas por los chripstia- libro en la mano, con que se duerman ó
nos, y la passion de las niguas assi se cu- arrullen, buscando su sueño; é á los tales
ra, como se dixo en el lugar alegado. Pe- también se les passa la vida soñando. Y
ro hay otra, ques notable passion, con los dessos querría yo que, quando topassen
murciélagos, é desta yo tráete en el re- con estas historias, trocassen sus costum-
pertorio que se escribió en Toledo, lo qual bres é me diessen un poco de atención, si
aquí no repetiré porque lo dexo escripto presumieren hagerse jueges ó reprehenso-
en el libro XIV, capítulo VII. res dellas, para considerar questos trac-
Porque los capítulos proltxos cansan á los tados se fundan pringipalmente en loor de
Ietores que son de arremetida, diré en el Dios, que do tantas novedades é diversi-
siguiente otras particularidades de otras dad de cosas es el Hagedor, é que se di-
cosas notables de aquesta gobernación de gen para que le demos de todo gragias 6
Castilla del Oro. Y dixe Ietores de arreme- mejor le conozcamos; y lo segundo, por-
tida, porque son como unos caballos que que la clemengia de Céssar quiere que por
para ruar ó remeterlos en una calle ó corta su mandado se sepan é comuniquen al
carrera parescen bien é passan; pero para mundo todo; y lo tefgero, porque es un
pelear é seguir el campo é la guerra no va- grand contentamiento á los hombres, de
len ni son suficientes. El que ha de leer no qualquier estado que sean, oyr cosas nue-
se ha de cansar ni dexar imperfeta la ma- vas, seyendo, como son estas, verdade-
teria, ni puede entender cumplidamente el ras y escripias y publicadas en tiempo de
intento del auctor, ni la traga é orden del muchos millares de testigos.
libro, ni ver cómo quadra con el título

CAPITULO XXIX.
De algunas particularidades de Castilla del Oro é sus provincias, allende de las que se han dicho en los
capítulos precedentes.

I a en la primera parte, en el libro V é han en costumbre, é digen ellos ques sa-


capítulo II, tengo dicho qué cosa son ta- na cosa. Los quales sahumerios ellos usan,
bacos 6 ahumadas que los indios desta é después que han genado y están hartos,
otras islas usan; pero en esta provincia de para se dormir por medio de aquel hu-
Tierra-Firme, en Castilla del Oro, usan mo que desde el fuego resgibian é lo olian;
echar en el fuego ciertas hiervas é gomas con el qual, luego en poco espagio, so-
de ciertos árboles, que todo ello hiede y breviene un profundo ó pcssado sueño, 6
es incomportable sino á los indios, que lo tanto mas grave é para mas tiempo quan-
U2 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
to más el fuego tura de consumir aquella porque paresge que al tal muerto le pri-
materia. É quando tura un qtiarto de ho- van de la dignidad é mayoría que tenía á
ra el humo, dicen que les tura el sue- los hombres plebeos, pues que en aque-
ño quatro ó cinco horas después á los in- lla provingia de Cueva, por la mayor par-
dios , é assi á proporgion ellos echan en te , no se entierran sino ios pringipales é
el fuego lo que les paresee que les debe señores; é toda la gente común, quando
de bastar ó quieren estar sin despertar. se quiere morir alguno, él mesmo se sale
En los areytos ó cantares usan los mes- al campo é se mete en el arcabuco ó bos-
mos alambores, que dixe, de palo huecos que , á donde se acaba de morir; y si él
en el V libro, é también otros que hagen no se va, porque no puede, Hévanle su
encorados de cueros de venados é de otros muger é hijos é otros indios á donde él di-
animales: é hágenlos sobre caxas de ma- ge que se quiere yr á morir, é déxaníe
dera de un pedaco ó tronco cóncavo de allí una calabaga con agua é algún bollo
un árbol, tan gordo é tan grande como lo ó magorcas do mahiz, ú otra cosa de co-
quieren. É hagen unos portátiles, que los mer , é no curan mas del; é allí acaba, ó
puede llevar un hombre como un tambo- se lo come algún tigre ú otro animal, ó las
rino ó alambor, é otros tan grandes que aves.
son menester cinco ó seys hombres á lle- Quanto á los mantenimientos de la pro-
var de una parte á otra: é aquestos tales vingia de Cueva, digo que lo pringipal es
tiénenlos colgados en la casa del tiba ó mahiz ó yuca; pero la yuca de allí no ma-
saco, é allí los tañen en una de dos ma- ta, como la de aquestas islas: antes so co-
neras. Ó en los areytos é fiestas é borra- me assada é cogida, como'las batatas é
cheras que hagen, ó quando el cagique ajes, que también hay muchos. Tienen
quiere por su mano matar algún pringipal, mucho axí é de muchas maneras; calaba-
tañen primero aquel grande atambor, pa- gas muchas de las mesmas de España, sin
ra que se junten todos los del pueblo á que las llevassen allá los chripstianos, é
ver su justicia, é sirven como de campa- son naturales de la Tierra-Firme en mu-
na de congejo; é primero que lo- mate, di- chas provingias: bihaos, assi como se di-
ge allí sus culpas é delictos el señor, é la xo en la primera parte, los hay innume-
causa que tiene para le castigar, y el que rables en Tierra-Firme, é de las corte-
padesge las otorga, ques aquesto como gas dellos hagen muy lindas gestas y es-
una satisfagion ó cuenta que se dá al vul- puertas con sus tapadores, que los indios
go , como señor justo, para que no le ten- llaman habas, é otras cosas. Assimesmo
gan por acelerado é malo. É después de hay muchas yracas, que son diversas
hecho este cumplimiento, dale con una hiervas que comen, é de que hagen pota-
macana en la cabega uno ó dos golpes; é jes : pinas hay muchas, mayores é mejo-
después que ha caydo, mándale allí acabar res que Jas destas islas nuestras, de que
de matar en su pressengia por mano de se tracto en el capítulo XIII *, libro VII, y
uno de aquellos que allí están pressentes, en algunas partes se hage vino dellas, y
ó hágelo echar en el campo á que lo co- es bueno é de buen gusto. De los árboles
man aves, ó no le dan sepoltura á este que se han llevado de España, digo que hay
tal, aunque sea pringipal. É aquesta tienen naranjos é limase limones é gidras, higue-
por mayor pena que la mesma muerte; ras , granados, palmas de dátiles algunas,

* Asi se lee en el MS. original; pero no habló que en. esle lugar cita, como so puede ver en el lo-
el aulor de las pifias sino en el cap. XIV del libro mo I, pág. 280.
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXIX. 143
é algunos cañafístolos, plátanos de los que libro IX; pero eo la verdad yo no tengo
aqui llaman plátanos é no lo son, sino mu- por terebinthos los de aqui ni de Tierra-
sas : de los naturales de la tierra hay ho- Firme. Hay ceybas, que son árboles gran-
bos, caymitos (como los desta isla quanto díssimos; é lo que prometí en la primera
al árbol, pero la fruota es mayor é redon- impression, gerca de la grandeva deste
da), higueros muchos, xaguas, guacuma, árbol, en el libro IX, capítulo XI, ya lo
guama, hicacos, yaruma, guiabara, co- tengo dicho, é allí lo verá el letor. Hay
pey, cibucán, guanábano, anón, guaya- muchos manzanillos de aquellos, con que
bo: todos estos son proprios árboles ó se hace la hierva de los caribes flecheros,
fructas de la Tierra-Firme, é mejores que assi en el golpho de Urabá como en la
los destas calidades en estas islas. Ma- costa del Darien é de Acia, y en muchas
mey: estos mameyes son mejores é ma- ísletas de por allí; é ya deste mal árbol
yores é de mas suertes en la Tierra-Fir- (en esta enmienda de la primera parte pa-
me, y en espegial en la provincia de Bó- ra la segunda impression, yo añadí lo que
rica , ques desta gobernación de Castilla mas quedaba que decir). Hay muchos ár-
del Oro, que son tamaños como buenos boles de los que llaman taray, alias coha-
melones de Castilla é de muy buen gusto. ba, de los quales se tracto en el capítu-
Carcamoras, cardones, en que nasgen las lo XIII, libro IX, é de los del helécho. En
pitahayas, cardones de los altos ó dere- el brasil no hay mas que decir de lo di-
chos, mayores que langas de armas, qua- cho, porque es muy común en muchas
drados y espinosos, que los chripstiauos partes de la Tierra-Firme más que en las
llaman gtrios, todas estas fructas é árbo- islas ,* pero lo que se dixo cíela broma de
les hay en Cueva, ó no hay para qué de- las maderas desta Isla Española, el mes-
cirlos aquí, pues que en el libro VIII de mo defetto tienen en la Tierra-Firme, é
la primera parte se dixeron, é assimesmo assimesmo en esto está dicho agora de
de las parras é uvas. Y demás dejo gue nuevo, en el libro IX, lo que más se ha
se dixo en la primera impression, yo he podido entender.
después añadido é acrescentado para la Otros árboles salvages, que hay en la
segunda los que demás de aquellos hay Isla Española y en Tierra-Firme, demás
en esta provincia de Castilla del Oro. de los que se pusieron en la primera im-
Quanto á los árboles salvages, digo que pression, son sin número y es menester
hay espinos, é de los nogales desta Isla atender el tiempo para comprehender más
Española, é de todas las maneras de pal- su ser, é assi con el mesmo tiempo yr
mas que se dixo en el libro IX, capítulo IV, aumentando la materia: lo qual yo haré
é muchos árboles de los del xabon. É sin en tanto que yo pueda hacerlo.
essos, hay jertas rayces que también sir- En lo que toca á los árboles é plantas me-
ven de xabon, é alean tanta espuma ó decinales, de que se tracta en el libro X,
mas; pero la ropa que se usa lavar con es- allí se verá lo ques acresgentado después
tas rayces, por tiempo se torna amarilla, de la primera impression, é allí lo bus-
é se gasta é rompe antes que la que se la- que quien lo quisiere ver. Pero en suma
va con xabon. Hay gedros; pero yo no digo, que hay muchos árboles en la Tier-
los tengo por gedros, aunque nuestros ra-Firme de aquellos que llaman de las
carpinteros assi los llaman, é son como soldaduras, ó de aquellos que aqui llaman
los desta Isla Española. Hay assimesmo del bálsamo, de quien se tracto "en el li-
de los robles que aqui hay, é de los tere- bro X, capítulo IV; é assimesmo hay mu-
binthos, que se tracto en el capítulo X del chos de los que llevan las avellanas ó man-
144 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
canillas para purgar. Hay mucho algodón, muchos caballos, ó yeguas, é asnos, ó
higueras de infierno, cañas é carritos, é vacas, é ovejas, é puercos, é perros: é
de los juncos para báculos de los hombres los animales que hay naturales de la tier-
viejos, é otras cosas que se hallarán ra, assimesmo se hallarán en el libro XII;
acresgentadas después de la primera im- é assimesmo de las sierpes é lagartos é
pression. lagartijas. E assimesmo digo que en el li-
Quanto á la hortalica que en Tierra- bro XIII, que tracta de animales de agua,
Firme en esta provingia de Cueva hay, la se hallarán cosas acresgentadas y enmen-
mayor parte es trayda la simiente de dadas sobre la primera impression, é con
España, como lechugas, rábanos, agel- mas informagion de vista de ojos é gerti-
gas, hiervabuena, peregil, bergas, na- ficagion bastante, añadido por mí. El li-
bos, pepinos, melones, fosóles (y estos bro XIV, que tracta de las aves se halla-
fésoles también son naturales á Tierra- rán assimesmo acresgentadas en algunas
Firme, é los hay en mas cantidad é de cosas é otras enmendadas; y en la Tierra-
mas maneras que en partes del mundo se Firme hay mas aves que las que se dixe-
pueden aver), apio de lo de España hay ron, quando se tracto desta Isla: é también
mucho, é llevada la simiente de Castilla. hay de Jas que han llevado de España,
Hay culantro de la simiente que se llevó assi como gallinas, palomas, pavos, ána-
de Sevilla, é hay otro ques de la tierra, des é ánsares, y en lo que se dixo en el
las hojas anchas; pero es el mesmo en el IV capítulo de los papagayos, libro XIV,
sabor. Hay mastuerco de muchas hojas é digo que hay tantos en la Tierra-Firme, é
natural de la Tierra-Firme; ganahorias é de tantas maneras é diferengias de pluma-
nabos se hagen, pero son de la simiente ges, é tan grandes é tan chicos, que sola
de Castilla. Pero de todas las hiervas que esta manera de aves avria menester un
se hage mengion en el capítulo II, libro XI, grand volumen para se expressar ó degir
hay mas copia en Tierra-Firme. Hay de particularmente; é á mi paresger digo
la hierva Y mucha. que las diferengias de los papagayos des-
Si en la Tierra-Firme avíe, ó hay tas islas é de la Tierra-Firme passan de
aquellos animales que dixe en el libro XII giento.
que ovo en esta Isla Española, assi co- Quanto á lo que dixe en la primera par-
mo hutia, quemi, mohuy ó cori, yo no te de los animales insettos, en el libro XV
los he visto en Tierra-Firme; pero en se hallará lo que toca á esta provingia de
aquel mesmo libro XII se han acres- Cueva; y assi en cada uno de los otros li-
gcntado los que en Castilla del Oro hay, bros lo que se pudo saber hasta el pressen-
de que hasta el pressente yo tengo no- te tiempo, por no yr despargiendo las ma-
tigia, porque el letor no ande á buscar terias, é que se halle junto el jaez de cada
en diversos libros de animales lo que género de cosa, para mas descanso é sa-
ovicre sabídose dellos. De los que de Esr tisfagion del letor.
paña se han llevado á Castilla del Oro, hay
Dli INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXX. 145

CAPITULO XXX.
De las minas del oro é perlas é rtquecas de ta provincia de Cueva é* Castilla del Oro, e del víage tle la Es-
peciería desde Panamáá las islas de Maluco, é de la Puente Admirable, é otras cosas que perlenesccn ala
consecuencia historial.

Jun el VI libro, capítulo VIII de la pri- lieos enviaron á Pedro Colom con treynta
mera parte dcstas historias se dixo de los y cinco naos é con grand número de gen-
metales é minas de oro de la isla Españo- tes á descubrir otras islas, mayores mucho
la s é de la forma que! oro se coge; 6 por que las de Canaria; que tienen minas do
esso no hay nescessidad de repetir aqui la oro, ó se saca mucho en ellas ó muy bue-
forma que se tiene en este exereigio ó no; ó que cómo navegó sessenta días, llegó
grangeria. Pero puedo yo mejor que otro finalmente á tierras muy apartadas de Es-
testificar en essa materia, como veedor paña , en las quales todos los que de acá
que fuy de las fundiciones del oro algunos van, afirman que hay antípodas debaxo de
años en esta gobernación de Castilla del nuestro hemispherio. Y quanto á estos er-
Oro, que en muchas partes se sacaba oro, rores, digo que no fué Pedro, sino Chrips-
é lo vi sacar, é aun tuve algunas quadri- tóbal el almirante Colom; é quanto á las
llas do indios esclavos mios ocupados en caravolas fueron tres, é quanto al viage,
esto, é sin duda alguna es rica tierra. Éá yo le escribí en la primera parte desta
quatro leguas del Daricn, é á tres é mas General historia de Indias. Pero lo que yo
é menos desviados de la cibdad (¡infelice!) mas. le culpo es que dige que porque des-
de Sancta María del Antigua del Daricn, tas islas muchos han escripto en latin 6
se cogia oro é muy bueno, do vcyntc y romance, no hay nescessidad quél escri-
dos quilates é algo menos, 6 nunca falta- ba; pero una cosa que no es dina de de-
ba á los que ea esto se ocupaban. Pero xar por olvido la dirá, de la qual, segund
pues venimos á hablar en las minas del él piensa, otros quo destas regiones escri-
Daricn, como en parte que conviene, bieron, no hicieron mengion. É por gierto
quiero desengañar á los que o vieren dado tampoco él debiera hacerla de tan grand
crédito al conmista Lucio Marineo en lo falsedad, y es que dige assi: «Assi es que
que dixo en aquella su obra de las Cosas en una región que vulgarmente se llama
memorables de España, en el libro XIX, Tierra-Firme (de donde era obispo fray
en el capítulo que quiso hablaron estas In- Johan de Qucvedo, do la orden de Sanct
dias, sin verlas, no se contentando de aver Francisco) fué hallada una moneda, con el
dicho tantas cosas en lo de España (mal in- nombre é ymágen de Céssar Augusto, por
formado), en especial quando quiso tractar los que andaban en las minas á sacar oro:
do algunas particulares genealogías, en la qual ovo don Johan Rupho, argobispo
las quales se apartó de lo cierto. Vino á de Cosengia, y como cosa maravillosa, la
las indias entre sueños; y diso entre sue- envió á Roma al Summo Ponfífigc: la qual
ños, porque aunque durmiendo hablara, cosa á los que en nuestros tiempos se jac-
no pudiera decir tan al revés de la verdad taban de aver hallado las Indias é ser los
loque dixo: é por esso es menester que el primeros que á ellas avian navegado, qui-
que escribe lo que no vé, mire bien de quién tó la gloria é fama, que avian alcancado.
se informa. Él dice que los Reyes Cathó- Por aquella moneda consta que los roma-
TOMO III. 19
HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nos avian llegado grande tiempo avia á diluvio, é quinientos diez y seys después
los indios '.» de fundada España; é antes que Troya se
Todo esto es de Lucio Marineo, é la edificasse ciento é septenta y un años , ó
mayor falsedad del mundo; porque en antes que se fundasse la cibdad de Roma
aquella mesma tierra queste señala, no seyscientos y tres años, é mili é seysgicn-
como eosmógrapho, sino como novelero, tos é ginqüenta y ocho antes que Jesu-
dice dónde el fray Johan de Que vedo fué Ghripsto encarnasse *. Todo esto está mas
obispo. Ved qué paralelo é certificación largamente dicho en el libro II, capítu-
de la altura é grados ó señas tan donosas lo III de la primera parte desta Historia
de la tierra. General de Indias. Y porque sepa Lucio
Pero cssa que quiso decir es Sáne- Marineo Sículo quál es aquella tierra don-
la María del Daricn, cabeca de Castilla de fué obispo fray Johan do Quovcdo, di-
del Oro, de la qual aqui yo tracto; y yo go ques la cibdad que he dicho atrás que
fuy allí, quando esse obispo fué, por vee- despobló Pedrarias Dávila, é se llama
dor de las fundiciones c de las minas del Sancta Maria de! Antigua del Daricn; por-
oro, ó residí en la tierra hasta que el que Darien se llama el rio que por allí pas-
obispo se murió é después algunos años: sa, el qual entra en el golpho de Urabá, é
ó si essa medalla ó moneda paresgiera, yo estaba aq uolla cib dad en siete grados é qua -
era uno de aquellos á quien primero so renta minutos, que son dos tercios de un
avia de dar noiigia della, por mi ofíicio é grado desta parte "de la línia equinogial, á
porque yba pena de la vida al que eticu- la parte de nuestro polo ártico. Tornemos
briesse tal cosa. É si el arcobispo tal no- á nuestra historia.
vedad é moneda envió al Papa, al argo- En esta provincia de Cueva, en el rio
bispo engañó quien se la dio y él al Papa; que llaman del Pito, ovo buenas minas, é
y este auctor áquantos tal desatino hanoy- anduvieron assaz quadriílas, é se sacó
do, si le creen. Quanto mas quél cuenta es- mucho oro en el tiempo que yo estuve en
te disparate calificado, en desprecio de los aquella tierra: y en otros muchos ríos 6
españoles é del almirante don Chripstóbal arroyos é quebradas se ha hallado, de-
Colom, é quiere dar el premio á los roma- más de aquellos rios que está dicho que
nos , ques otra menestra ó manera de la- se ha cogido, é gerca do Panamá, á
gotería muy falsa. Ni los romanos nunca tres é quatro leguas, en otros; pero por-
supieron destas partes, ni el Sículo tal ha que assimesmo lo hay é se halla en el rio
visto escripto: los españoles sí, antes que do la Puente Admirable (que assi Je di-
oviesse romanos, porque como tengo di- gen porque el edefígio della no os de hu-
cho estas islas son las Hespérides, assi lla- manos) é de aquella ya se dixo en la rc-
madas de Héspero, que fué duodécimo Rey lagion que escribí en Toledo, tornaré aqui
de España, é subgedió á HércolcsEgipcio á memorarla, porque no falte á la historia
en el año veynte de Mameto, seyscien- general, de que tracto, una cosa tan se-
tos é cinqiienta y ocho años después del ñalada,

1 Lucio Marineo Sieulo, lib. XIX, fól. 161. lejos en su error que hasta llegó á equivocare! nom-
* Oviedo se esfuerza en este pasage por soste- bre de Cristóbal Cotón , lo cual es por cierto nota-
ner una opinión, que no puede admitirse, según ble, pues debió sin duda conocerle en la eóile de
dejamos ya notado en su Vida y escritos {pág. XG los Reyes Católicos. Verdad es que, despojándole
del t. í); pero no por esto es menos reprensible el de la inmarcesible gloria de descubridor del Nuevo
empeño de Lucio Marineo Sículo, que engañado Mundo, no era ya importante el conservar la exac-
torpemente por algún embaydor, no tuvo criterio titud histórica de su nombre.
bastante para rechazar aquella patraña; yendo tan
DE INDIAS. LUÍ, XXIX. CAP. XXX. 147
Fué opinión del almirante primero don como es presto el cresgimiento de los rios,
Chripstóbal Colom y de otros cosmógra- á causa de las muchas acogidas é arroyos
phos modernos que hay estrecho de agua que se multiplican, en poco espacio de
desde aquesta mar, que acá llamamos del tiempo crescen tanto, que se suelen aho-
Norte (en la costa de Tierra-Firme) á la gar algunos, en especial los que por-
del Sur ó austral, é aquel que hay ya le fían á caminar é yr por el rio todavía,
halló el capitán Hernando de Magallanes, porque en cessando de llover, desde á
como se dixo en el libro I, capítulo II poco desmenguan los rios; y el remedio
desta segunda parte, ques libro XX de la desto es que assi como se viere quel agua
General historia de las Indias. Pero acá en cresce ó llueve, se dexe de caminar, é
estas otras costas de la Tierra-Firme no se salgan del agua, é se suban á lo enxu-
se sabe que le haya, sino estrecho de to en la una ó en la otra costa del rio,
tierra é no de agua; y este es el passo ó donde mejor dispusieron pudieren aver,
traviesa que hay del Nombre de Dios á hasta quel tiempo abonance, para conti-
Panamá, ó desde Careta á Acia, al gol- nuar el viage.
pho de Sanct Miguel, por donde el ade- En este camino se ponen de mar á mar
lanto Vasco Nuñez de Balboa descubrió diez y ocho leguas, é »yo las tengo por
la mar del Sur. É assimesmo se sabe que veynte cumplidas, porque aunque el ca-
desde las fierras de Esquegua é Urraca mino no sea sino diez y ocho, es mas ma-
(que están entre la uña é la otra mar) lo de andar que si fuessen veynte y qua-
puestos los hombres en las cumbres de- tro en tierra llana, é más tiempo se gasta
ltas , si miran á la parte septentrional, se en ello. Yo he caminado dos veces á pié
vee el-agua é mar del Norte de la provin- esta traviessa de mar á mar, en los prin^
cia é costa de Veragua, é mirando al cipios antes que lo pudiessen andar ca-
opóssito, á la parte austral ó del Medio- ballos, é después lo he andado á caballo
día, se vee la mar é costa del Sur é pro- algunas veges; é hallo yo que desde el
vincias que tocan en ellas de aquestos dos Nombre de Dios al ca pique é assiento que
caciques de Esquegua é Urraca. É aques- llaman Joanaga, alias Capira, se ponen
to es lo mas estrecho que hasta el pres- siete leguas é aun quassi ocho; desde Ca-
sente se sabe desta costa de Tierra-Fir- pira al rio de Chagre se ponen otras ocho
me. Pero es tan doblada é áspera la tier- ó más; assi que, son diez y seys leguas, é
ra por allí, que para lo andar los hombres, allí se acaba el mal camino; é desde allí
seria muy mas largo é trabaxoso camino á la Puente Admirable hay dos leguas, é
quel de Panamá al Nombre de Dios, pues- desde la Puente otras dos á Panamá.
to que este otro es assaz áspero é malo ó
Verdad es queste fué el primero cami-
de muchos montes é boscages é cumbres
no, que llaman el camino viejo, é que al
muy dobladas, é muchos valles é rios y
pressente no curan de yr por aquella puen-
espesíssimas arboledas, é tan dificultoso de
te é la dexan á la mano derecha, é se
andar, que sin mucha fatiga no se puede
ataja camino, é pueden ser las diez y
hacer. É lo mejor deste camino es lo que
ocho ó diez y nueve leguas que otros di-
se camina por dentro de los mesmos rios,
cen; pero á mí me parescen veynte, é no
é algunas veges con mucho peligro, por
chicas, las que "puede aver en esta tra-
las súbitas crescientes, porque hay parte
viessa de mar á mar, poco mas ó menos.
en que sin salir del agua, han de yr una
É pues tantas leguas he andado peregri-
legua y media ó aun dos entre dos mon-
nando por el mundo, é tanto he visto del,
tañas altas; ó si en aquel tiempo llueve,
no es mucho que yo acierte en la tasación
148 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de tan corto camino, como el que he di- con algunos raudales primero é segun-
cho que por allí hay de la una á la otra do dia; mas puédense passar al remo é á
mar. la sirga, é para lo que oviere de ser sir-
Si como se espera* adelante que con la gado , hay buenas márgenes é dispusigion
voluntad de Dios ha de venir por allí la en la costa para lo passar. Estaba con mu-
Especiería á Panamá, como es muy pos- chas maderas é gruessas embaragado el
sible, digo ques muy grande el aparejo é rio en algunas parles; pero puédese lim-
dispusigion que hay para la traer á esto- piar.
tra mar del Norte, non obstante las difi- Tentóse este descubrimiento en el tiem-
cultades que de susso dixe deste camino, po que menos aguas llevaban los ríos
como hombre que muchas veges lo he vis- en aquella provingia, y en año que la se-.
to é andado; porque hay maravillosa dis- ca fué grande: de manera que en todo el
pusicion é facilidad para andar é passar otro tiempo del año suele llevar mucha
la dicha Especiería, como agora diré, mas agua. La boca del rio es de un tiro de
después que se ponga en Panamá. Por- piedra, que un hombre buen bragero la
que desde allí hasta el rio de Chagre hay puede Iangar de siete ú ocho ongas de
quatro leguas de buen camino, é que muy pesso, que al paresger deste piloto debían
á placer lo pueden andar carretas carga- de ser más de dosgientos passos el anchu-
das, porque aunque hay algunas subidas, ra. En lo más baxo del rio, ^erca de la
son pequeñas, é tierra desocupada de ar- boca, hay braga 6 media, y esto á las ori-
boleda é llana, é todo lo más destas qua- llas; pero á medio freo, ó'por la canal
tro leguas es raso. É llegadas al rio las de medio rio, hay tres bragas de hondo; é
carretas, allí se podría embarcar la espe- quanto mas va subiendo el rio arriba con-
ciería en barcas, porque el rio sale á esta tra su curso es tanto más hondable, has-
mar del Norte doce leguas abaso ó más al ta ginco ó seys bragas é más. Pueden su-
Ocidente del puerto del Nombre de Dios, bir cara velas de gient toneles de porto
é donde allí entra en la mar, le llaman rio diez ó doge leguas el rio arriba á la vela,
de Lagartos, porque hay muchos dellos, y en la una é otra costa del hay mny bue-
como en otra parte lo tengo dicho. na tierra é dispusigion para poblar, é mu-
El año de mili é quinientos é veynle y chas é muy hermosas maderas, para hacer
siete de la natividad de Chispto, en el casas é navios, 6 muy fértil toda la co-
mes de abril, envió el gobernador Pedro marca para heredamientos de pan é otras
de los RÍOS Ú catar este rio ó ver qué na- grangerias. Y es tierra de muchas mon-
vegagion é curso tiene muy particular- terías de puercos é dantas ó vacas de la
mente, é qué salida é dispusigion de tierra, que llaman los indios beori, é mu-
puerto en su embarcamiento á la mar, chos giervos é gamos é otros animales, ó
para lo que fueron elegidos yn hidalgo, mucha caga de pavas é ánsares é de las
llamado Fernando de la Serna, y el pilo- otras aves que suele aver en la Tierra-
to Pedro Corgo. É la notigia que tru- Firme ; é el rio es de muy buen pescado
xeron desto, fué que higieron una ca- é bueno de manatíes é otras muchas ma-
noa en la costa del rio, en que entraron neras ; é todo el fundamento del rio muy
á los quatro de abril, y él sexto dia ade- limpio é de buenos surgideros.
lante , que se contaron diez de aquel mes, Assi que, en seys dias lo navegaron, ó
llegaron á la boca del río, donde entra en tornaron á andar lo mesmo el rio arriba
esta mar, á la banda del Norte, é halla- en otros ocho hasta el proprio lugar don-
ron honda ble é buena navegagion, pero de avian entrado en él con aquella canoa,
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXX. 449
que fué á scys leguas de Panamá; é lo que agua. Desde la boca que tiene á la mar
fueron por agua son veynte é ginco leguas, (que hasta el pressente se ha llamado rio
ques por todo treynta c una leguas, poco de Lagartos) hay ginco leguas hasta Puer-
mas ó meuos. De manera ques una pe- tobelo, é desde allí una á la isla de Bas-
queña jornada desde Panamá al rio de timentos, donde, aunque es muy peque-
seys leguas é de buen camino, é han de ña , hay muy buenos reparos de puertos;
yr mas baxo de la Puente Admirable quas- é desde allí al Nombre de Dios hay otras
si dos leguas, por desechar el camino ma- seys leguas. Es todo muy buena tierra,
lo é algunos rios; pero desde donde se como tengo dicho, de la una é de la otra
comengó á navegar el rio hasta la boca banda del rio, ó hay muy buena dispusi-
del, después que esté limpio, que como gion para se hager una torre ó fortalega
es dicho se puede bien limpiar, se tarda- en la boca del rio, donde entra en la mar,
rá un dia ó medio ó dos en navegarle has- para guarda é defensa del puerto, é mu-
ta la mar: é como he dicho, hasta la mi- cha piedra qual conviene para ello: lo
tad del camino pueden subir caravclas el qual sin dubda paresgc ques todo assi apa-
rio arriba. rejado por la Providencia Divina, para
Los raudales que primero se dixo, no que con fagilidad é menos trabaxo de bus-
los han de subir las cara velas el rio arri- car los materiales se puedan edificar los
Ba, ni han de llegar tan alto hasta ellos; pueblos ó fortalcgas, quando convenga.
y el mas cercano al paradero de los na- Es de notar que esto rio Chagre nasge á
vios, que por el rio entraren de la mar del dos leguas de la mar del Sur, é viene á
Norte, está mas de cinco leguas de allí. meterse en la del Norte, puesto que cor-
Entran en este rio otros dos pequeños é re muy regio y es ancho é poderoso é hon-
de buena agua. La boca é puerto deste dable, é tan apropriado para lo ques di-
rio es muy conosgida cosa, porque hay cho , que no se puedo degir ni imaginar
dos farallones junto á la costa é un gentil ni dessear cosa semejante tan al propós-
ancón ó ensenada, donde puede poner el sito para el efetto que he dicho.
navio el prohiz en tierra. É cada farallón Todo esto se ha traydo aquí á consc-
es tamaño como un navio: el uno dellos cuengia del título deste capítulo, ques de
lleno de arboleda, y el otro raso. É á la las riquegas desta provingia de Cueva; ó
entrada está una punta de tierra como no tengo este rio por la menor dolías, si-
piedra blanca ó callea, 6 otras señales é no por una de las mayores. Pero porque
marcas muy conoscidas, por donde no lo de susso toqué en la Puente Admirable,
puede errar ni desconosger el navio que dígase qué cosa es, pues quel nombre lo
fuere en demanda del rio, con tanto que pide, y es assi.
lo haya visto una vez primero el piloto. Al tiempo que hombre llega á esta
Fuera de la boca deste rio, ó la entrada puente sin sospecha de tal edefigio, yen-
do la mar, hay mas de tres bragas de do de acá liágia Panamá, é sin la poder
agua, y en espagio de una legua é á la ver hasta tener los pies engima dolía, as-
parte del Nombre de Dios é de Vera- si como comienga la puente, mirando so-
gua, de cada parte, hay muy buena dis- bre la mano derecha ó á la parte de Po-
pusigion para poblar é pura la agricultura niente , se vee el hombre debaxo de sí
é sementeras: ó de fuera del rio, en la un rio, que desde donde están los pies
una parte y en la otra, hay grande apa- á pie ó á caballo hasta el agua, hay dos
rejo para hagcrse dos pueblos, é hay sen- langas de armas ó mas espagio en hondo
dos arroyos pequeños de muy singular ó de altura desde el agua á engima de la
130 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
puente; y es pequeña agua el rio que de- por este otro camino, segund la racon de
baxo desta puente passa, no mas honda la cosmographia; porque segund la noü-
que hasta la rodilla en la mayor parte ó á gia de las cartas modernas é correctas,
medio muslo: esto á lo ordinario, ó no desde Panamá hasta Gilolo é Galigara mili
a viendo aguas de pluvias para que crezca. é seysgicntas leguas se ponen, pocas mas
Y es muy boníssima agua, y es muy gra- ó menos, é Gilolo confina y es muy gerca
ciosa toda la ribera de aqueste río; é cor- de las islas é provincia de Maluco. É pues
re de la parte de.Mediodia hasta la parte esto es assi, yo pienso que no me alargo
de Septentrión, basta que so va á meter en la tasagion quo digo.
y entra en el otro rio, ques dicho Chagre. Verdad es que no me han faltado no-
Estando sobre esta puente, mirando á bles amigos, que desde Italia me han
la parte siniestra, está Heno do árboles, é avisado de alguna poca de monnuragiou
no se vee el agua de la espesura de las en este caso, 6 de que personas dotas so
ramas é hiervas; pero la puente está en pararon á pensar, después que ovieron
lo que se passa ó atraviessan sobre ella visto aquel reportorio, que se imprimió
tan ancha como quince passos, é tendrá en Toledo, donde hice mengion deste
de longitud septenta é cinco ú ochenta. grand atajo é abreviagion, que yo doy
Mirando á la parto por donde debaxo de- al camino é viage de la Espegieria, pues
lia passa el agua, está hecho un arco de que en todo lo quel mundo boja en su
piedra é peña viva, é tan natural ques gircunferengia no se ponen sino seys
cosa mucho de ver ó para maravillar to- mili leguas, repartidas en tresgientos é
dos los hombres del mundo deste edeíi- sessenta grados, dando á cada grado diez
gio, fecho por la mano de aquel Sobera- ó seys leguas é dostergios de legua. Otros
no Maestro del universo. De la mitad de ponen diez é siete leguas por grado: otros
la puente hasta lo mas alto del hueco del diez ó siete y media; é si se ponen diez
arco, hay mas de dos estados de mágico » y siete, avrá en la redondez seys mili ó
en la peña; y es tanto mas hermosa puen- giento y veynte leguas; é si fueren diez
te que las otras todas que los hombres é siete y media, avria en el universo, en
hagen, que ninguno la puede ver, sin se su mayor gircunferengia, seys mili é tres-
admirar; y de aqui se le dio el nombre de gíentas leguas.
Admirable, é assi es cosa para admirar. Yo no quiero reprobar ninguna opinión
Paresge ques toda la peña una piedra ó to- destas, sino remitir la degision al muy en-
da la puente assimesmo. señado é dotíssimo varón Hierónimo Fra-
Tornando al propóssito de la Espegie- castor, médico veronés, el qual en nues-
ria, digo, que quando á Nuestro Señor tros tiempos es famosíssimo astrólogo, é
le plega que por aquella via de Pana- uno de los que mas alta ó sotilmentc han
má se trayga (ques muy posible) é desde escripto del movimiento de los cielos. Pe-
allí después en carros é por tierra hasta ro paresge ques cosa regia, aunque se to-
el rio de Chagre, é después por él se pon- me la mayor parto, ser mayor el atajo
ga en estotra mar del Norte, donde he que yo digo que toda la redondez; y no
dicho, 6 desde allí en España, mas de consintió el magnífico señor Johan Baptis-
siete mili leguas de navegación se gana- taRamusio, secretario de la ilustríssima
rán, ó con mucho menos peligro del que señoría de Vcnccia, que se me diesse cul-
al pressente so navega por los portugue- pa do tal error, si le avia, sino como no-
ses que van á la Especiería. Y de tres ble é doto, atribuyendo la culpa al im-
partes del tiempo se abreviarán las dos pressor, quiso responder por mí con mu-
DE INDIAS. LIQ. XXIX. CAP. XXX. 151
cha gracia ó dotrína, fundando que yo que no sea notoria á los que tovieren no-
avia dicho bien. Y junto con esta huma- tigia é plática de la navegación deste ca-
nidad (é sin eonosgerme) me escribió, dán- mino de acá; pues que con mili é ocho-
dome noticia de lo que en el estudio de cientas leguas, pocas mas ó menos de ca-
Padua, entre varones de mucha ciencia é mino , podría ser conducida la dicha espe-
cavalleros é otras personas en esto caso gieria é navegada desde Maluco hasta esta
se avia altercado, y pidiéndome que yo cibdad é puerto de Sancto Domingo dcsta
le escribiesse assimesmo cómo sentía lo Isla Española, si la pintura destas moder-
que he dicho, con muchas palabras de nas cartas é la relación de los que nave-
amicicia que desseaba aver con mi per- gan no nos engañan; é caso que se en-
sona, en un su estilo no mediocre, sino gañen, será en poca cantidad. Otra com-
de excelente orador. Y en este caso yo he paración en el mesmo propóssito (y esta
satisfecho á aquel prudente varón éá otros es para los que por acá en estas Indias
señores, pues mis letras llegaron á sus ma- navegan). Digo, que sí desde el Nombre
nos ; y porque será muy posible aver otros de Dios partiesse una nao para yr á Pa-
muchos dubdosos en el mesmo caso, namá , é oviesse derecha traviessa de un
quiero satisfacer con la mesma racon, que braco de mar para que la tierra que hay
en esto tengo dada, y es esta. en medio fuesse agua, que aquellas diez
Si desde España partiesse una nao de é ocho ó veynte leguas que son del cami-
la isla de Cádiz, entrando por el estre- no, no seria mucho que en un dia se an-
cho de Gibraitar por el mar Mediterrá- duviessen; pero a viéndose de yr por mar
neo , para yr á la cibdad de Yenecia, é avia de subir desde el Nombre de Dios la
andadas trescientas leguas, pocas mas ó via del Oriente á buscar el Cabo de Sanct
menos, hasta llegar á Liguria en Geno- Augustin, é de allí avia de yr en deman-
va , 6 desde allí aquello que hay de tra- da de aquel grand rio de Paraná, alias de
viessa derecha por tierra hasta Yenecia la-Plata, é de allí al Cabo de las Yírgines,
oviesse un grand rio navegable ó mar, que está en el embocamiento del famoso
por donde esta nao atravesasse por de- é grande Estrecho de Magallanes, é pas-
recha vía, cierto es que acabaría su ca- sarle la via del Poniente hasta el Cabo
mino hasta Yenecia con pocas mas le- Dcsseado. Y hasta allí avria navegado dos
guas. Pero porque conviene desde Geno- mili ó seyscientas y quarenta leguas (se-
va dar la vuelta á toda Italia (é por no gund lo tengo mas particularmente dicho
aver tal passo ó atajo por la mar), des- en el I libro desta segunda parte, ques
pués ha de entrar por el faro de Mesina libro XX desta General historia destas In-
é yr á buscar el mar Adriático, y en el dias); pues entrando el Estrecho desde el
fin del ha do yr á Yenegia, se le dobla el Cabo Desseado-hasta Panamá, mas de
viage, é ha de navegar doblado camino. otras mili leguas es nescessario que haya
Assi, pues, desta manera, óámi propóssi- en lo que está por apuntar é descubrir
to trayendo el viage que los portugueses desde el dicho Estrecho en la mar Aus-
hacen al pressentc para la Especiería, en tral hasta Panamá. Por manera que tres
la yda é vuelta hasta tornar á España, es mili é seyscientas y quarenta leguas, por
roas luengo que toda la circunferencia del lo menos", se atajarían con aver el dicho
universo; y el que yo digo, por la via de passo por agua desde el Nombre de Dios
Panamá, mucho más ó la'mitad ó dos par- á Panamá, para excusar tan grandíssimo
tes menos. E no digo yo en aquel suma- rodeo como el que está dicho.
rio, donde este passo se me acotó, cosa Pero dexemos la comparación que he
152 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dicho qucs notoria, porque no satisfará destas Indias, demás de las otras particu-
assi á los antiguos- cosmógraphos: prime- laridades expresadas, ó por degir, que son
ro la porné en el Levante, que les es mas de grandíssima calidad cada una dellas.
notorio y usado á ellos. Visto está que La una la brevedad del camino ó aparejo
quien partiere de la punta, ó mejor di- que hay desde la mar del Sur para la con-
ciendo, de la ensenada del golpho de Pa- tractagion de la Espegiería, é de las in-
iras, desdo la Roxa ó Estira, para yr por numerables riquegas de los reynos é se-
mar á la isla que se llama Legina, que ñoríos que con ella confinan de diversas
ha de navegar muchos días, é aun me- lenguas é nasgiones extrañas: la otra con-
ses , porque ha de rodear la Acaya é la siderar qué innumerables thessoros han
Morca y el Nésus, é otras muchas pro- entrado en España por causa destas In-
vincias: la qual navegagion, si se cortas- dias, é qués lo que cada dia entra o lo
so aquella poca tierra que hay en la en- que se espera que entrará, assi de oro ó
senada de Eximilia, todo el camino seria perlas y esmeraldas, como en otras cosas
viage de un dia ó menos desde la cu- é mercancías que destas partes continua-
lata de Pairas hasta.la dicha isla Legina. mente se llevan, antes que de ninguna ge-
Por manera quel assiento que tiene la nerasgion extraña sean vistas ni tractadas,
tierra é las entradas é promontorios que sino de los vassallos de Ccssar españoles.
hage en la mar, esso es lo que acorta é Lo qual no solamente hage riquíssímos á
cresge la navegagion. Y no me maravillo los reynos de Castilla é de León, cuya es
que aquellos señores del estudio de Padua, aquesta hagienda, é cada dia lo serán
ni del de París ó el de Boloña, ni aun el de mas; pero á toda España é á los gircuns-
Salamanca, que está mas á propóssito pa- tantes reynos extraños redunda tanto pro-
ra hablar con los testigos que van destas vecho é utilidad, que no se podría degir
Indias, se maravillen que les parezca no- sin muchos renglones é mas desocupación
vedad lo que dixe en aquel reportorio; de la que tenia quando aquesto dixc; é di
porque una cosa es medir el mundo por por testigo aquellos ducados ó doblones
el esphera é su graduagion, é otra cosa que la Cessárca Magestad por el mundo
os navegarlo, porque los unos lo miden despargia ó sembraba, 6 que salieron do
por el ayre ó el cielo, é yo por el agua é España 6 nunca á ella tornaron; porque
por el suelo é tierra, é Ja una é la otra como es la mejor moneda que por el mun-
cuenta es gierta é so puede saber ó con- do corre, assi como entra en poder de
tar con mucha verdad- Ya en este caso extrangeros, jamás dellos sale, é si áEs-
que se me avia acotado, é pringipalmente paña torna, es en hábito disimulado, aba-
por el hteratíssimo é reverendíssirao señor xados los quilates 6 mudadas las armas 6
cardenal Bembo, su señoría reverenclíssi- cuños de Ccssar, é puestas otras insignias.
ma me higo saber por su carta que mi La qual moneda, si este peligro no tuvies-
respuesta satisílgo á la dubda ques dicho: ;se é no la deshigiessen en otros reynos

lo qual yo tuve en señalada merged á la (por lo que en ella ganan) de ningún prín-
humanidad é bencvolcngia, con que su se- gipe del mundo se hallaría tanta cantidad
ñoría reverendíssima me escribió. Passc- de oro en moneda con grandíssima parlo
mos á las Perlas. 6 diferencia 6 ventaja de millones de oro,
En aquel sumario que escribí en Tole- de lo qual todo son causa estas nuestras
do dixe en el capítulo LXXXIX é penúlti- Indias.
mo que avia que colegir dos cosas muy Esto toqué y escribí en el año de mili
de notar de aqueste imperio ogidontal ó quinientos 6 veyntc y seys; pero en es-
DE INDIAS. Lili. XXIX. CAP. XXX. -!Ü:Í

tos veynte y dos años que han passa- mar del Sur, á quien los indios llaman
do después hasta el prcssentc de mili é Terarequi, que está á quince leguas de
quinientos é quarcnta y ocho * se han lle- Pauamá: en la qual digo que se han ha-
vado tantos millones de oro á España desta llado muchas é buenas perlas, é desta is-
Tierra-Firme, é salido por el puerto del la fué aquella grande perla que dixe que
Nombre de Dios en esta provincia de Cue- ovo Pedrarias Dávila, en el libro XIX, ca-
va, á causa del Perú é descubrimiento de pítulo VIII, de pesso do treynta é un qui-
los capitanes Francisco Picarro ó Diego lates , que después compró la Emperatriz,
de Almagro, ques cosa incontable, é de nuestra señora, de gloriosa memoria, y
tanta admiragion que no basta pluma ni también la otra perla redonda, que yo tu-
tiempo para expresar esto tan particular- ve de veynte é seys quilates. É otras mu-
mente é al proprio como passa en efetto. chas é grandes perlas se avrian allí ávido,
Pero adelante en la tercera parte destas sino que se sacan en mar mas profundo y
historias se hablará en aquello más parti- entre peñas, é con mayor trabaxo mucho
cularmente, é aqui concluyamos este ca- qne en estotra isla del Norte ó Cubagua,
pítulo con las perlas, de las quales se ha- Y no dubde alguno que en esta isla que
bló en el libro XIX, en la primera parte, digo, y en las otras próximas á ella, que
en el descubrimiento quel almirante pri- son muchas é pequeñas islas, se halla can-
mero , don Chripstóbal Colom, hico de la tidad de perlas, é son mucho mayores
isla de las Perlas, llamada Cubagua, en que las desta otra costa ó mar del Norte:
esta mar é costa del Norte, cerca de la é digo mas, que en !a costa abaxo del-
Tierra-Firme. É allí se dixo mas particu- Poniento ó Panamá también las hay; pero
larmente lo que me paresció que bastaba, como es grangcria mas dificultosa que el
assi en la manera de sacar é pescar las andar tras el oro é otras grangerias, no
perlas, como.en ofras cosas anexas á la es exercitada por sus dificultades é hon-
materia; ó por tanto no hay aqui qué se duras del mar, ques mucha mas en la
pueda repetir de lo dicho. Y assimesmo, banda ó costa del Sur que desta otra par-
te del Norte. Y en su lugar se dirá, quan-
en este libro XXIX, dixe cómo el adelan-
do so hable de la gobernación de Nicara-
tado Vasco Nuñez de Balboa descubrió es-
gua, dónde se hallan assimesmo perlas.
ta otra isla, que llamamos de Perlas en la

CAPITULO XXXÍ.
En el qual se tracta de las obsequias é cerimonias de los indios, quando se muere algún señor ques liba ó
quevi ó saco, é. es principal, en la provincia de Cueva c en algunas parles de la gobernación de Castilla
del Oro

í u e s se ha tractado de las gentes é vi- ñera de su vivir bestial é de infieles. Y


das destos indios de la gobernación de ante todas cosas es de notar, que si un
Castilla del Oro, tráctese agora de sus indio ó india, por algún descontentamien-
muertos é fin, ques semejante é á la ma- to que tenga, ó sin causa, se determina

* Oviedo alteró sucesivamente estas fechas des- retocar en los últimos años de su vida, incurrió de
de 1540 en adelante, viniéndose en conocimiento nuevo en el descuido , notado ya en otro lugar, di*
de que en el expresado año lanía ya puesta cr» ciendo que escribió en 1326 el Sumario déla histo-
limpio esta segunda parte de la Historia General ria natural, el eúal se imprimió dicho año en la
de indias. Kn este pasage, que volvía sin duda á ciudad de Toledo.
TOMO III. 20
154 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
morir, é dice morirme quiero, es como cogerlo, que por gogar de aquella prero-
verlo hecho, porque assi se muere deter- gativa se matan é hagen enterrar consigo
minadamente; é aborresgen el comer é un poco de mahiz é una macana pequeña;
todo lo demás que les pueda dar vida, ó é digen los indios que aquello se lleva pa-
se secan é desmayan; ó ayudándoles á ra que si en el cielo faltare simiente, no le
ello el diablo, en breves dias se mueren, falte aquella poca para pringipio de su
sin saber ni entender de su dolencia otra exergigio, hasta quel tuyra (que todas es-
cosa, sino que fué su voluntad morirse. tas maldades les dá á entender) les pro-
En Panamá é Nata é Pacora, é otras vea de mas cantidad de simiente.
provingias de la lengua de Cueva, en la Esto experimenté yo en las sierras de
costa del mar del Sur é por allí cerca, se Guaturo, donde prendí al tiba ó cagique
acostumbra, en muñéndose el cacique (ó de aquella provingia , que se avia revela-
señor principal), que" todos los familiares do del servigio de Sus Magestades: 6 pre-
é domésticos criados é mugeres de su ca- guntóle que giertas sepulturas que estaban
sa, que continuamente le servian, se ma- dentro de un buhto cuyas eran, é dixo que
tan. Porque tienen por opinión, é assi se de unos indios que se avian muerto ellos
lo tiene dado á entender el diablo (alias mesmos, quando el cagique viejo, padre
tuyra) quel que se mata, quando el caci- deste Guaturo, murió. Y porque muchas
que mucre, que va con él al cielo, é allá vegos suelen enterrarse con mucha canti-
le sirve de darle de comer ó á beber, y dad de oro labrado, hige abrir dos sepul-
está allá arriba para siempre exergitando turas, 6 hallóse dentro dcllos el mahiz é
aquel mesmo ofíicio que acá , viviendo, macana, que de susso se dixo; é pregun-
tenia en casa del tal cacique; é quel que tada la causa, el cagique é otros de sus
aquesto no hace, que quando muere por indios dixeron que aquellos que allí avían
otra causa ó de su muerte natural, que seydo enterrados eran* labradores, perso-
también mucre su ánima como su cuerpo; nas que sabían muy bien sembrar é coger
é que todos los otros indios é vassallos el pan, y eran sus criados é de su padre;
del señor muerto, quando se mueren, que é porque no muriessen sus ánimas con los
también se mueren sus ánimas con el cuerpos, se avian muerto ellos, quando se
cuerpo; é assi se acaban c convierten en murió su padre, el cagique viejo; é tenian
ayre ó en no ser cosa alguna (como el aquel mahiz ó macanas para lo sombrar
puerco ó el perro ó una ave ó el pescado en el gielo. A lo qual yo le repliqué que
ó otra qualquier cosa animada); é que mirasse cómo el tuyra los engañaba, é
aquesta preheminengia tienen é gogan so- todo lo que les daba á entender era men-
lamente los criados ó familiares que ser- tira, pues que aquellos muertos nunca
vian al señor ó que vi ó tiba principal, en avian llevado el mahiz ni la macana y es-
su casa ó en algún servicio señalado. Lo taba allí podrido, é que ya no valia nada
qual persuade é induce á tanta cobdicia ni avian sembrado nada en el gielo: á esto
á los indios é indias de ser familiares é dixo el cagique, que si no lo avian llevado,
criados del señor, que les paresce, quan- seria por aver hallado mucho en el gielo,
do lo alcancan, que tienen adquirido to- é assi no avria nesgessidad de aquello. A
do el bien desta é de la otra vida, quan- este error se le dixeron muchas cosas,
do el señor los resgibe é tiene por nabo- las que aprovechan poco para sacarlos de
rías (id est, criados de su casa). É de sus errores, en espegial quando ya son
aquesta falsa opinión viene que también hombres de edad, segund el diablo los
los que entienden en el sembrar el pan 6 tiene ya enlaeados. En fin, ellos creen
DE INDIAS. L1B. XXIX. CAP. XXXI 453
que muerto eL cacique, de los indios que tado , é quál fué hijo del otro ó le subge-
se matan por su amor, al uno dá el offi- dió en el señorio, segund la orden subce-
cio de pincerna ó copero, como los poe- siva en que están puestos. Bueno es de
tas dicen de Júpiter é Ganimedes ' , é creer quel que de los caciques murió en
otro á otro, ó que en la otra vida hacen alguna batalla de mar ó de tierra, é que
los offigios, que aqui les dio su señor. quedó en parte que los suyos no pudieron
El auctor destos dolidos, ques el tuyra, tomar su cuerpo é llevarle á su tierra, pa-
de la manera que les aparesge quando les ralo poner con los otros caciques, que fal-
habla por su tcquina, de aquella mcsma taron del número en tales assientos; é pa-
forma le pintan de colores é de muchas ra esto allí, dó avia de ser puesto, está
maneras, é tal le hagen de oro de relie- vacuo, é hacen pausa ó desan tanto es-
ve , ó entallado en madera, muy espan- pacio, como el cuerpo avia de ocupar en
table é feo, é tan diverso como lo suelen aquella rengle. É para suplir la memoria
acá pintar nuestros pintores á los pies de é falta de letras (pues no las tienen), lue-
Sanct Miguel Archángel ó del Apóstol go hacen que sus hijos é la comunidad é
Sanct Bartolomé, ó en otra parte, donde vassallos que mandaba, aprendan é sepan
mas temeroso lo quieren figurar. Assimes- de coro la manera de la muerte de los que
rao quando el tuyra los quiere espantar, murieron. En fin, digen que no pueden ser
promételes el huracán, que quiere decir allí puestos, é assi lo cantan en sus can-
tempestad ó tormenta de agua é viento, taros, que los indios llaman areytos. Es-
la qual hace tan grande que derriba ca- tos cagiques assi puestos se usa en las pro-
sas é arranca muchos ó grandes árboles, vingias de Comogrc é Chiman, y en otras
é les hace mucho daño eu sus heredades partes de la lengua de Cueva.
é fructos. También tienen otra forma algunos; y es
É assimesmo en esta gobernación de que quando se muere el cagique, después
Castilla del Oro, en algunas partes della, que está enxuto por el fuego, segund es di-
quando algún señor muere, toman su cho , lo envuelven en ginco ó seys man-
cuerpo é assiéntanle en una piedra ó le- tas ó mas, é lo echan en una hamaca que
ño; y en torno del, muy cerca, sin que está colgada on el ayre, é lo ponen en la
la brasa ni la llama toque en la carne del cámara, donde les paresge que está me-
defunto, tienen muy grand fuego ó muy jor, ó donde él acostumbraba á dormir.
continuo, tanto que toda la grasa é hu- La manera de las muertes, que los cria-
medad lo sale por las uñas de los pies é dos é servidores suyos se dan para matar-
de las manos é so va en sudor é so enju- se , es que juntos, y hecho su areyto, ó
ga, do manera quel cuero se junta con los ca'ntando primero la vida é obras de aquel
huessos, é toda la pulpa ó carne se con- su señor defunto, tienen assi puesta una
sume ó destila. É desque assi está enjuto, grande toreba (que quiere degir olla) ó
sin lo abrir, ni es menester, lo ponen en una concha de una ostia ó un calabagillo
cierta parte que para aquello tienen en su ó cuello de calabaga, do que se sirven do
casa cleputada. junto al cuerpo de su pa- cuchara, é toman un trago de la pongoña,
dre del tal cacique, que de la mosma ma- ó dos, que está en aquella olla; y encon-
nera está puesto: ó assi, viendo la canti- tinenti caen muertos, segund es grande
dad ó número de los muertos, se conosge la potengia de aquel veneno pongoñoso.
qué tantos señores ha ávido en aquel Es- É algunos llevan allí sus hijos pequeños é

i Ovid. Mclham., lib. X.


156 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hacen primero beber aquello á los niños, llos otros hombres dándoles á beber: é"
é desque los veen muertos, se matan á sí también beben aquellas mugeres que es-
mesmos de la mesma manera, sin que en tán dentro del hoyo, é so embeodan, has-
ninguno haya lágrimas, sino mucho con- ta quellas caen sin sentido del poyo, ó se
tentamiento de tal fin. É assi se lleva cl quedan sentadas, sin sentir, embriaga-
diablo con cada cacique quarenta ó cin- das. Estonces, quando ellas están tales,
qiienta ánimas, é mas é menos, de los atraviessan maderos por engima é faxina
criados é familiares que le servían. é tierra, y échanles mili cargas della acues-
También en algunas partes se cntierran tas , é assi acaban: é á los que cantaban
de la forma que se dixo en cl libro V, ca- no se les acaba aquel dia el vino, é des-
pítulo III, 6 sus mugeres con ellos, é tie- piertan el siguiente, ó quando se les ha
nen esta forma. Muerto el que vi ó señor passado la bebdera. É assi se concluye la
principal, se juntan lodos los señores sus pompa funeral del diablo en essos sus mor-
amigos comarcanos dentro de un dia, y tuorios, é aquel mausoleo ó sepulcro que-
el segundo que murió lo entierran; é an- da como por un lugar sancto é acatado,
tes que muera, quando veen que no pue- é ponen en torno hermosas arboledas.
de vivir, se llegan los amigos para cele- En tanto que lo ques dicho se hace, el
brar estas obsequias. Hacen un hoyo de hijo que ha de subceder en el Estado es-
dogo ó quince pies de luengo é otros tan- tá pressente hasta que todo está hecho, é
tos de ancho, quadrado, é un poyo á la luego le dan la norabuena de la subces-
redonda; y esto hoyo es de braca é me- sion; é los viejos ó mas ancianos que que-
dia ó dos estados de hondo¡¡ é tienen allí dan en su Estado, llóvaníe de los bracos á
aparejada madera é rama para lo cobrir. una cámara, donde ha de dormir, y échan-
É assientan el cacique defunto en el poyo le en una hamaca. É allí vienen á le dar
sobre una manta muy gentil, pintada, en la obidiencia todos sus subditos, con car-
lagar de tapete, é con sus joyas de oro gas de pressentes de mahiz, é aves, é
puestas en su persona; y en el espacio puercos, é venados, é pescado, c cosas
quadrado de enmedio deste hoyo ponen de comer de las fructas é de todo lo que
algunas calabacas con agua ó mahiz, c hay en la tierra: é le hacen nuevos can-
algunas fractas ó flores: é luego vienen tares de placer, é beben, como es dicho,
¡as mugeres proprias del defunto que te- otros dos ó tres dias. En aquellos canta-
nia, no todas, sino lasque dellas lo quie- res lo dicen qué caciques é señores, con
ren ha^er é seguirle , enterrándose con ól sus parientes é toda su genealogía, c quá-
vivas, muy aderescadas de carcillos é lcs eran los amigos y enemigos de su pa-
axorcas de oro é de sus joyas, ó sién- dre , c por qué causas, para lo retiíicar en
tanse á los lados del muerto. É tura un dia la amistad ó enemistad, que con su padre
é dos el cantar en torno de aquel hoyo á el cacique defunto tenían. E luego questo
grand multitud de indios é indias, chicos es fecho, envía sus mensajeros á los ca-
c grandes, recontando las proecas y el ciques é quevís é señores, haciéndoles sa-
csfuerco, ia liberalidad é otras virtudes del ber que su padre es muerto, é que como
muerto, é loando mucho cl amor de aque- fué su amigo, él lo quiere ser assimesmo:
llas mugeres suyas, que con él se quie- é los otros le liaren sus embaxadas, ra-
ren yr al cielo é morir allí dentro. Y en tificando la paz é debdo é amor, é ofres-
este tiempo questo cantar tura, beben los cjéndoselc, como tales amigos. É la mes-
que cantan, é baylan continuamente de ma diligengia hacen con sus enemigos, éal-
rato en ralo, porque andan en torno de- gunosse reconcilian é quedan por amigos:
DE INDIAS. LID. XXIX. CAP. XXXI. 157
otros quedan por mas enemigos, épren- los chripstianos sin mucho cargo, en es-
den ó matan tales mensageros, para que pecial los perlados, si algún descuydo tu-
sea mas íijaé perpetua la guerra entrellos. vieren en poner la diligencia, que se re-
Son tantas é tan diferengiadas las cos- quiere que haya en sus ministros y en él
tumbres destas gentes, que no se pue- para redugir estas ovejas al verdadero cu-
den aun entender ni saberse, sin quel bil. Y no deys, reverendos padres, toda
tiempo dé lugar á ello é passen mas años. la culpa á los soldados: que su castigo no
Verdad es que en algunas partes desta go- les ha faltado á essos en lo que mal han
bernación é otras partes, de todo punto fecho, ni les faltará á los que mal hicie-
se han olvidado é peresc/ido sus gerimo- ren; y por los finos do algunos podeys
niaspor los pcecados é vicios destos indios, aver visto en estas historias cómo les ha
para que haya en ellos el efetto de aque- ydo en la demanda deste oro, é quán
lla sentencia de Job que dige: «La morada particular cuenta ha tenido Dios con ellos.
de los malos no pernianegerá»'. Sobre lo No creays que la mitra ni el báculo pasto-
qual dice el glorioso dotor de la Iglesia, ral se os dio para dormir á la sombra del
Sanct Gregorio, en sus Morales, en la ex- mando, que Dios os permitió: acordaos que
posigion deste passo contra los malos: dice San Gregorio: «Qualquier perlado
«Donde huelgan con la carne, allí entier- soberbio tantas veces cae en culpa de
ran el ánima, dándole la muerte 2 .»Y assi apostasía quantas, deleytándose en presi-
estos malaventurados, apartados de la dir sobro los hombres, se alegra de la
verdadera morada, no solamente para es- singularidad de su honra3.» É mas ade-
ta vida, pero para la eterna, siempre se- lante digo: « El Todopoderoso Dios, por
rán muertos en tanto que estén desviados sola la calidad de los meresgimientos exa-
de! conoscimíento de Dios verdadero. mina la vida de los hombres; pero mu-
Yo tengo hasta agora visto grandíssimo chas veges dá por allí mayor pena por
número destos indios en trcynta y cinco donde dio en ministerio de offigio estas
años que ha que tracto estas partes é veo cosas mayores, segund que la misma ver-
esta generación, é ninguno perfetto chrisp- dad dá testimonio digiendo A: Al que mu-
tiano he hallado entrellos do los que han cho es dado, mucho será demandado 5.>
ávido plática é conoscimicnto con los Por manera, señores perlados, que vues-
chripstianos (seyendo de edad); mas tengo tra carga no se descarga sino con trabaxo
creydo que do los niños que son dotrina- continuo é con la diligencia é obra, que
dos, se salvan muchos por la misericordia para la salvagion destas gentes conviene.
de Dios c diligencia de los cathólicos reli- Y este fué el intento de la Sanctidad
giosos chripstianos, que,en esto se ocupan del Papa é de la Cessárea Magestad, con
en estas partes: de lo qual resulta grand que os cometieron tan sancto cuydado é
bien para los méritos de nuestros prínci- las dignidades que os dieron, é descarga-
pes, por cuya voluntad muchos mas se das están sus consciencias con las vues-
salvarían (ó todos ellos, sin que ninguno se tras, y essa encomendays vosotros á
perdiesse); pero no puedo dexarse de vuestros vicarios, y ellos á los curas, y
complir en esto la providengia de Dios, essos curan do la manera que vemos el
que sabe ordenar lo que conviene. fructo. Assi que, va esto ensartado de uno
en otro á parar en un ydiota, que avria
Verdad es que en esto tampoco quedan
i El tqbcrnaculum impiorumnon subsistet. (Job, ,1 Alora!., üb. XXIV, sobre Job en el cap. 28.
cap. VIII, vers, 22. 4 Ib., üb, XXV, cap. I, sobre el cap. 31 de Job.
2 Moral, üb. Vlíí. 5 Evang. de S. Lúeas, cap. XII.
158 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
menester quien al tal le enseñasse. Y sos- lo tomaron é le mataron, sin se aver per-
pecho que desta negligencia ha de sub- dido mas de uno de los pollos.
ceder á algunos lo que á una vieja dili- Esta cuerda aves de entender ques la
gente é sin prudencia intervino en mi regla, á que los religiosos andan atados:
tierra, que por poner mejor recabdo en el árbol del olivo es la misericordia de
unos pollos, que andaban tras la gallina Dios, donde somos todos socorridos é li-
pequeños, ató el uno al otro, é otro al brados del común adverssario, é la vieja
otro, é assi todos diez ó doce, y el pos- es la Iglesia, que siempre trabuxa en nos
trero á la gallina, y la gallina ó una criar é dotrinar é librar del demonio, ques
silla, en que la vieja estaba assentada nuestro milano, é los muchachos ó niños,
hilando; y el pollo que estaba al cabo del que con ella yban en seguimiento de los
hilo, como estaba mas desviado de la si- pollos perdidos, son las inocentes é puras
lla , é la cuerda era luenga, arrebatóle el consgiencias de los devotos religiosos é
milano, é si no fué uno ó dos que esta- chripstianos, que la acompañan é aplacan
ban mas cerca de la gallina, por donde la yra del Señor, para nuestro socorro é
se quebró el hilo, todos los otros se llevó amparo de su misericordia, para que con
en su sarta pendientes uno do otro. la oliva llegue la buena nueva de la res-
Aplicando esto á nuestro caso, se ha de tauración é de ser passado el naufragio,
entender que la silla es de Sanct Pedro, y como lo envió á significar é anunciar á
essa no puede errar, porque su intención Noé con un ramo de tal árbol, estando en
os guardar sus pollos ú ovejas; ni puede el arca metido, para que viessen quel di-
el diablo, ques el milano, moverla de su luvio era passado, é que la paloma avia
lugar ni ofender á la gallina, ques el Prín- hallado tierra é paz en el Señor para sus
cipe, cuyos son estos pollos ó vassallos; criaturas.
porque Su Magestad está junto é confor- Torno á decir, muy reverendos obispos
me con la silla é no se aparta della; pero aperlados, que examineys bien vuestros
los otros que de allí abaxo andan aparta- ministros, porque á veces os engañays en
dos, essos son los.que tienen el peligro la clecfon é-os engañan. ¿Qucréyslo ver?
ques dicho del milano, ques diablo é nun- Mirad las bolsas á algunos, é los negocios
ca duerme. Assi que, aunque yo pague los particulares, y el caudal con que entra-
cinco sueldos por dar consejo donde no ron en sus grangerias; é veroys quán
se me pide, y siendo yo tan falto para apartado anda el exercigio del officio del
esto, no es en verdad soberbia la mia, sacerdocio, é quán fuera de cuydado, de
sino compasibilidad de ver acá estos mi- descuydaros, están é de quitaros de tra-
nistros , no todos, sino algunos, no ata- baxo, é cómo de passo en passo os llevan
dos en sarta como los pollos de la otra, de la mano, ó vosotros y ellos ó otros en
porque los que están atados ó unidos tie- una cuerda ensartados al infierno, sino
nen menos peligro, é aunque alguno se socorre Dios vuestras ánimas con otra oli-
lleve el milano, los otros todos se cobran va de misericordia, para que del mal sea
ó remedian; porque por aquella cuerda, lo menos, 6 lo pague solo aquel que no
que la vieja puso á sus pollos, el milano guarda lo que debe ó le teneys mandado.
que los llevaba se assió en un olivo, ó E para esto vuestro báculo cele sobre
comiendo el un pollo, la vieja é muchos ellos é todo el pueblo, que Dios os enco-
muchachos que seguían por lo baxo al mendó : ó ved vuestra cuenta é la de to-
malfechor, llegaron donde estaba tan tra- dos á menudo.
bado é atado por los pies con el hilo, que No quiero señalar perlado ni saeerdo-
DE INDIAS. Lili. XXJX. CAP. XXXI. 159
le, aunque algunos me han robado á mí ágenos, ni á emboscarse en grangerias'que
é á otros, porque no parezca que hablo impidan el sancto officio del sacerdocio.
con passion en esto; pero yo he dicho Junto con esto he paciencia con ver otros
verdad en todo, é assi, si no fuesse, ni religiosos tan benditos, tan suficientes,
meresceria crédito ni perdón. Las bur- tan humildes, é de tan perfetta vida y
las de la pecunia é de los bienes ágenos exemplo, ques para loar á Dios é darle
aun mas tolerables son (puesto ques mal gracias, porque nos hage dignos de su
que se hagan) que no las que se hagen compañía é comunicagion.
á sí mesmos; porque si yo pierdo par- Passeinos á otras materias, é desta de
te de la capa, quien me la quita pierde los religiosos é clérigos no se entienda lo
toda el ánima: y quanto mas honesto é ques dicho por los que están ó residen en
sancto es el hábito, mas quedas é limpias sus iglesias y monasterios, sino remítase
han de andar las personas y las manos, la cuenta á los que tienen canónicamente
que han de llegar al altar sin enconarse el cargo dellas: que yo fiador que á los ta-
ni buscar otra ocupación de seglares, si- les superiores les será acordado en su
no enseñando estas gentes bárbaras á sa- tiempo tan por menudo y mas que lo sien-
lir de sus errores é ritos diabólicos, pues ten los humanos; y ello passa conforme á
que para esto los envían acá, y no á here- la retitud de Ja divina justigia.
dar, ni encobrir ni transportar los bienes

CAPITULO XXXIL
De algunas particularidades de los indios de Cueva, é (ambien se hace mención de algunas cosas en ge-
neral de aquella provincia, que se añaden é ponen, aerescentando el ge'nero dellas en ios libros de la pri-
mera parle de aquesías historias.

JLm la primera parte desta General his- hallan en la provingia de Cueva é gober-
toria, en el libro VI, se tracto de diversas nagion de Castilla del Oro; y assi en esse
cosas, assi como de las moradas de los mesmo libro, y en el VIII, y en el IX, y
indios; y en esta materia en este li- en el X y XI y XII y XHIy XIV y en
bro XXIX se dixeron otras cosas dife- el XV, como en todos los demás de la pri-
renciadas. mera parte destas historias, se ha puesto
En el juego del batey y en los huraca- ó acresgentado lo que de tales materias
nes basta lo dicho y escripto. hay é se sabe desta gobernagion de Cas-
En lo de las canoas assi se usa lo mesmo tilla del Oro, é se enmendaron algunas
en esta isla como en la Tierra-Firme, salvo cosas después de la primera impression:
que aunque tienen canoas pequeñas, tam? é por esso no hay para qué se repita ün
bien las usan grandes é mucho mayores este libro, porque me paresge ques mejor
questas islas; porque hay canoa que lleva que esté junto lo ques de un jaez ó géne-
cinqtienta ó sessenta hombres é mas , é ro ó particular título de cada libro.
con sus árboles é velas de algodón, é son Quédame de degir que en aquesta len-
muy diestros en ellas, en especial los ca- gua de Cueva hay muchos indios hechige-
ribes. ros é en espegiaf un gierto género de ma-
En lo que toca & la agricoltura, todo lo los, que los chripstianos en aquella tierra
que se dixo en el libro VII é otras cosas llaman chupadores, que á mi paresger de-
muchas mas de legumbres é fructas se ben ser lo mesmo que los que en España
1G0 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
llaman bruxas y en Italia extrias. Estos el Darien, en Acia y en el Nombre de
chupan á otros hasta que los secan é matan, Dios, y en la costa de Tierra-Firme, que
é sin calentura alguna de dia en dia poco á mira á esta isla é llamamos del Norte, to-
poco se enfiaquescen tanto, que se les pue- todos los vientos, Nordeste, Norte é No-
den contarlos huesos, que se les parescen rueste son sanos, porque vienen sobre el
solamente cubiertos con el cuero: v el agua de la mar, y el Norte mas sano que
vientre se les tesuelve de manera quel esso tros ques dicho, porque viene mas li-
ombligo traen pegado á los lomos y espi- bro, sin tierra, é los que en donde he di-
nado, é se tornan de aquella forma que cho van del Sueste é Sur ó Sudeste son
pintan á la muerte, sin pulpa ni carne. enfermos, é mucho mas el de Mediodia ó
Estos chupadores, de noche, sin ser sen- austro, porque vá mas sobre tierra. Y es-
tidos , van á hacer mal por las casas age- tos que allí son enfermos, son sanos en Pa-
nas: é ponen la boca en el ombligo de namá y en aquella otra costa austral; y lo
aquel que chupan, y están en aquel exer- mesmo acaesge en esta Isla Española y
gicio una ó dos horas ó lo que les pares- cibdad de Sancto Domingo: que en la
ce, teniendo en aquel trabaxo al pacien- parte quosta costa mira al Austro, los vien-
te, sin que sea poderoso de se valer ni tos que vienen de Mediodia son sanos, y
defender, no dexando-de sufrir su daño el Norte es malíssimo é muy enfermo; é
con silencio. É conosce el assi ofendido, é por el contrario en ia costa questa isla tie-
vee al malhechor, y aun les hablan: lo ne hacia el Septentrión, estos vientos que
qual, assi los que hacen este mal como aquí son sanos son acullá dolientes y en-
los que le padescen, han confessado algu- fermos, c los que aqui son dañosos, en la
nos dellos; é digen questos chupadores otra costa son saníssimos.
son criados é naborías del tuyra, y quél • Los indios de la provincia de Cueva son
se los manda assi hacer, y el tuyra es, inclinados á juegos é ociosidad é aügiona-
como está dicho, el diablo. díssimos á hurtar: é assi en esta gober-
Son muy grandes hervolarios algunos nación de Castilla del Oro, como en las
indios en aquella provincia, é conoscen partes que he estado destas, he visto as-
muchas hiervas para diversas enfermeda- simesmo y es notorio que los indios do
des, en especial los señores é hombros poca edad, assi hombres como mugeres,
principales, é aquellos tequinas, é aun al- hasta llegar á trece ó catorce años, é que
gunas mugeres, en las quales es mas pe- so principie la edad de la adolescencia, y
ligroso el officio; porque todas aquellas se comience en ellos el desseo 6 calor li-
que se prescian de maestras de tal arte, bidinoso , é se ayunten carnalmente hasta
son unas viejas astutas é mal inclinadas, probar con efetto la luxuria, son hasta
é de mala proporción é vista, que se en- allí (en tanto que no la han gustado con
tremeten á adevinar, é hagon mas descon- obra) los mejores servidores é mas bue-
ciertos que los hombres de su officio. Y nos muchachos que se puede pensar ni
destas hay assimesmo chupadoras en mas aver visto en otras nascionos (si hasta lle-
cantidad que de hombres, que en esso en- gar á tal estado son corregidos é criados
tienden. entre honestos chripstianos);pero quando
Un notable caso me ocurre, é quicrolo son entrados en la edad adolescente, en
decir, aunque es apartado do las otras conosciendo mugcr, se tornan bestiales ó
materias de que se ha tractado, pues quel diabólicos ellos y ellas con el curso vené-
pressente capítulo he querido que sea de reo. E con este vigió so les pegan é jun-
cosas mezcladas 6 diversas. Y es que en tan otros, 6 olvidan lo que saben bueno é
DE INDIAS. Lili. XXIX. CAP. XXXII. 1G1
virtuoso, si assi lo han aprendido antes dtas se digen las vidas de los gobernado-
de buenas costumbres, ó las aborrescen res (y aun de algunos dellos ó de los mas
por la mayor parte; pero todavia quedan sus muertes), que se ponga aqui un capí-
mejores que sus padres é parientes. É as- tulo particular é penúltimo, resumiendo la
si es de creer que con el tiempo, median- relagion de los capitanes particulares é
te el favor divino, siempre serán mas inferiores, para acordarnos entre tanto nú-
aprovechados é aparejados para ser ebrips- mero dellos (en sola esta gobernagion do
tiauos é moresger tal nombre é la gloria Castilla del Oro) quán pocos son aquellos
del cielo, interviniendo la gragia de Dios que dexaron de morir mala muerte, avíen-
en ellos. do su pago en esta vida conforme á sus
Y pues andamos al cabo deste li- obras y quán raros los que dellos han
bro XXIX, será bien, pues en cada uno tornado á sus patrias.
de los libros desta General historia de In-

CAPITULO XXX1IÍ.
En que sumariamente se tracla del subeesso c fin que hicieron los capitanes particulares, que ha ávido en
la gobernación de Castilla del Oro en tiempo del gobernador Pedrarias Dávila, é antes é después del has-
elta tiempo pressente.

Jror. muy peor tengo no querer los hom- te le ocharon de la tierra por la mar en
bres bien obrar, que no no saberlo hacer. una barca, con otros trege hombres, y ét
Bien creo yo que algunos capitanes de los ni ellos nunca mas paresgieron), ved cómo
que en esta gobernación de Castilla del Oro después murió .este adelantado degollado
han andado, no supieron bien obrar, por.- por traydor, é con él fueron descabega-
que nunca lo aprendieron ni usaron; ó la dos aquel escribano Arguello, ó Andrés
culpa é falta questos tales han obrado acá, de Valderrábano, é Luis Botello, ó Her-
tanto y más se deben atribuyr al goberna- nandMuñoz, que eran de los mesmos con-
dor que los admitió á tal oflicio, como al que jurados , é assi acabaron con el mesmo tí-
mal le usó. Otros algunos dcstos capitanes, tulo de traydores.
que supieron hacerlo bien ó no lo hicie- II. El capitán Bartolomé Hurtado, al-
ron, cssos tengo por diabólicos; puesto guagil mayor de Yasco Nuñez, é uno de
que algunos otros (que fueron los menos los conjurados contra Diego de Nicuesa,
en número) son dinos de loor. Y assi con murió mala muerte.
los unos é los otros ha tenido Dios tan par- III. Frangisco Pigarro, que después
ticular cuenta é aviso, como sus fines é vi- fué adelantado é marqués é gobernador
das lo han mostrado; pero porque este jui- é capitán general en la tierra austral,
cio é castigo esté mas manifiesto para cor- é que tan poderoso ó rico se vio que
region de los pressentes é por venir, digo ha sido sonado y estimado por el mundo
assi. quanto por estas historias se puede ver,
I. El adelantado Vasco Nuñez de Bal- uno fué de los conjurados de Vasco Nu-
boa, que fué causa de la muerte del go- ñez contra Nicuesa. Y estando en la cum-
bernador Diego de Nicuesa, é de los que bre é mayor prosperidad que tuvo, mu-
con él se conjuraron ante Hernando de rió mala muerte el año passado de mili é
Arguello, escribano (para no le resgebir quinientos é quarenta y uno, ó le mataron
en el Darien por gobernador, é cruelmen- de una estocada por la garganta, é con
TOMO III. 21
IGá HISTORIA GENERAL Y NATURAL
él á un hermano suyo é otros cinco ó seys, VII. El capitán Francisco Becerra, con
porque no quedasse sin castigo ni vengan- doscientos españoles que yo vi yr (é nunca
za la muerte injusta de su compañero el volvieron) desde el Darien partió, por man-
infeÜce, é diño de infalible memoria, el dado de Pedrarias, é só opinión é título
adelantado don Diego de Almagro, ni las que era hombre solícito é se daba maña á
de aquellos peccadores, que mataron en robar indios é aperrearlos sin alguna mise-
aquella desvariada batalla. El castigo de ricordia, y porque desto se tenia expirien-
la qual ó de tan grandes delictos, con la cia de cierta entrada, de donde poco antes
mesma dilación é tiempo, ha mostrado la avia tornado con seys ó siete mili pessosde
justicia de Dios palpablemente, que nin- oro ó muchos indios mal ávidos, fué á la
guno, que perfetto juicio tenga, debe con- otra costa de Caribana. Mas allá le mata-
fiar de thessoros ni favor del mundo. ron á él é á quantos españoles llevó con-
IV. El capitán Johan de Ezcaray, uno sigo, sin que del ni de hombre de todos
de los conjurados con Vasco Nuñcz contra ellos alguno escapa'sse, ni se supiesse nue-
Diego de Nicuesa, estando ya rico, é yen- va alguna de cómo ni dónde murieron.
do desde Panamá á la villa de Acia, le Este capitán é gente ques dicho, partió
mataron sus indios é otros con quien se del Darien año de mili é quinientos y quin-
debieran entender^ é nunca se pudo sa- ce, y estamos en el de mili é quinientos é
ber dónde tenia sus dineros, que eran quarenta y ocho: assi que, pues han pas-
hartos, ó se creyó que los dexó ó los te- sado treynta y dos años, bien los pode-
nia enterrados. Otros hombres muchos mos contar con los defuntos, é rogar á
que fueron capitanes, é que entraron en Dios que estén en gloria.
aquella conjuración contra Nicuesa, no los VIII. El capitán Frangisco de Vallejo sa-
nombro; mas todos ó los mas dellos aca- lió del Darien, después que partió el capitán
baron con malas é diversas muertes. Becerra, por mandado assimesmo de! go-
V. El capitán Benito Hurtado, estando bernador Pedrarias Dávila, épassó álacos-
con cierta gente en un pueblo, que se llama ta, ques dicho, de Caribana, assi por saber
Villahcrmosa, quel gobernador Pedradas nuevas del capitán Becerra é su gente, co-
Dávila higo fundar en la gobernación de mo por ayudarle ó saber de los secretos de
Nicaragua, lo mataron los indios, con otros la tierra; mas el fructo que se sacó deste
muchos chripstianos, por su descuydo del viage, fué queste capitán volvió huyendo,
é de los otros españoles, porque sus ex- é se dexó allá quassi ochenta hombres. É
cessos no se pagassen todos en la otra venido al Darien, non obstante su mala
vida. desculpa, la pena que se le dio fué inha-
VI. El capitán Lope de Olano, que de- bilitarle c que no fuesse capitán en ningún
xó á su gobernador Diego do Nicuesa en la caso ni tiempo; é con este castigo piado-
mar, yendo ambos en sendos navios á so se pagaron las vidas de los muertos, y
buscar el puerto de Veragua, é le dio can- el Vallejo se fué de la tierra é se passó al
tonada é se volvió donde el exército que- gobernador Rodrigo de Bastidas á Sancta
daba, é se higo jurar por gobernador ó Marta, donde murió pobre é infamado de
teniente de gobernador, después de algu- cobarde.
nos años le pagó Dios de su traycion, ó IX. Johan Escudero fué enviado por
le mató con otros chripstianos el cacique capitán á cierta provincia, por mandado
de Carota, donde agora es la villa de de Pedrarias, á ruego del alcalde mayor
Acia, teniendo muymerescida la fin, quól el íicengiado Espinosa: este era un hombre
é otros hicieron en su compañía. desordenado é de ninguna experiencia, é
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXXIlt, fGíl
aunque higo cosas por donde mercscia ser via, como mas largamente la historia lo
bien castigado, no lo fué, sino porque él ha contado en este libro XXIX; porque de
tenia gana de yrse de la tierra, desterrá- la muerte deste subgedicron otros muchos
ronle della, porque tenia por amigo al que males é trabaxos á mí é á otros, é fué
le avia de juzgar. El caso fué tal, quefuó mucha causa de se rebelar aquel cagique
muy murmurado el delicio feo, é aquella ó otros, imitando al de Bea, porque este
entrada, é mucho mas la sentencia; por capitán cobdigioso le fatigaba, porque le
manera que los indios queste nuevo capi- diesse oro.
tán mató é ofendió, se quedaron con sus XII. El capitán Andrés GaraVito, uno
daños, y el delinqüente sin pena, é los de los consortes de aquella negogiagion,
que ío vieron é supieron, certificados de que le costó la cabega al adelantado Vasco
la poca justicia que avia, y aun certifica- Nufíez, este fué el que lo descubrió, por lo
dos que ningún maleficio avia de ser pu- qual el gobernador Pedrarias le relevó del
nido ni satisfecho, conforme á las leyes ni cuchillo. Pero como tenia essa é otras ma-
á la buena racon. yores culpas ante Dios, en un juego-de
X. El capitán ó alcalde Hurtado, que cañas se higo máscara en un día de fiesta
residía en el puerto é pueblo de Sancta en León de Nicaragua, é arremetió con
Cruz, era un mancebo de poco sesso é de el caballo hágia donde estaban giertas mu-
ninguna experiencia ni vergúenca, é muy geres. españolas mirando, é él les dixo:
desordenado é maltractador de indios é «Señoras, tornaos moras», é otros desa-
vigioso; pero como era antes criado del tinos, loando la secta de Mahoma *: é^úbi-
contador Diego Márquez, por su respecto tamonte se cayó del caballo abaxo muer-
fué hecho capitán, sin tener expiriengia, to , sin degir otra palabra alguna, sino tras
é alcalde sin letras, y tan moco que no las que en favor de Mahoma dixo se lo
avia veyntc y tres años; y conforme á es- acabó la vida. Loada muerte fuera aques-
ta edad é su maldad é deshonesto vivir, ta en Turquía, é no entre chripstianos,
todo su intento era luxuriar y tomar á los sino muy espantable é aviso para quel ca-
indios sus mugeres é indias, o dar lugar thólico esté apergebido para morir, como
que los otros españoles, que debaxo de su debe; pues ninguno sabe el dia ni la ho-
juzgado estaban, hiciessen essas é otras ra, en que será llamado para la otra vida.'
torpegas é sinrazones. Por lo qual, no pu- XIII y XIV.' El capitán Gaspar Morales,
diendo sufrir los naturales de la tierra las primo ó criado del gobernador Pedrarias,
insolengias de tal juez é de los demás, y el capitán Peñalosa, pariente de su mu-
quando los paresció quel tiempo era mas ger, doña Isabel de Bovadilla, volviendo
á propóssito para su venganga, mataron de la isla de las Perlas de la mar del Sur, é
a esle Hurtado con mas de ochenta chrips- trayendo giertos indios éindias, émuchos
tianos, é juntáronse para ellos los cagi- en cadenas é atados prissioneros, é no de
ques de Comogrc ó Chiman é Pocorosa. buena ó justa guerra salieron, por los co-
XI. El capitán Martin de Murga, que en' brar sus padres é parientes ó muchos in-
diversas partes ó tiempo avia muerto har- dios. Y por poder salvarse estos capitanes,
tos indios, indios le mataron á él ó á otros acordó Gaspar de Morales de hager dego-
tres españoles, estando seguros é genan- llar los pressos, é assi se higo por consejo
do en casa del cagique de Bea, que le ser- del Peñalosa é de Andrés de Valderrába-

* En el capitulo Xfl de esle mismo libro de- capitán , casi con las mismas palabras. Véase , en
ja ya referida Oviedo la peregrina muerte de este efecto , la p%. 61.
164 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
no, é huyeron en tanto que los indios que muchas é injustas crueldades contra los
assi venían á libertar los muertos, se pa- indios, diéronle ligencia para que se fués-
raron á los mirar con muchas lágrimas é se, como se fué: y cómo él mejor que otro
dolor, considerando tanta crueldad: é de- conoscia sus obras, partióse con la mayor
teniéndose en cssa trabajosa considera- diligencia quél pudo, é fuésse á España,
ción, el uno mirando el hijo, y el otro la donde murió desde á poco tiempo que
muger y el padre ó hermano, tuvieron llegó, dexando acuestas sus culpas sobre
tiempo los malhechores de escapar con el los hombros del obispo é del gobernador
oro é perlas que traían. É llegados al Da- é del alcalde mayor, que le favoresgieron,
ñen , no se halló culpa en el Morales ni en para que no le detuviessen ni díesse cuen-
el Peñalosa, por causa del debdo que te- ta de lo que avia fecho.
nían con el gobernador é su muger; mas XVII. El capitán Luys Carrillo fué con
aunque la tenían muy grande, no se casti- el adelantado Vasco Nuñez de Balboa á una
gó. Verdad es que, por muy cargado de entrada de la provincia deDabaydo, donde
perJas quel Gaspar de Morales desdo á po- le desbarataron é mataron algunos chrips-
cos dias, con ligeneja de Pedrarias, se fué tianos, é hirieron al adelantado, é al Luys
para Mojados, donde era vecino en Espa- Carrillo le dieron un varaco por los pe-
ña , le alcancé la muerte, 6 vivió poco chos, de que murió desde á pocos dias
tiempo después. Valderrábano , acordán- que tornaron al Dañen, donde pagó las
dose Dios de aquel consejo herodiano que crueldades que le mostró á hager Frangis-
dio para lo ques dicho, permitió que del co Pigarro en una entrada, que primero
se hiciesse justicia, é fué degollado des- avian fecho á la provingia del Abrayme,
pués con el adelantado Vasco Nuñez, co- llevando el Luys Carrillo como coadjutor
mo es dicho. El Peoalosa, que murió mas é ayo al Pigarro, porque Luys Carrillo era
tarde, lo fué á pagar á la isla de Cuba, muy mogo é nuevo en el offigio, é aun no
donde le mataron los indios. era diestro en saltear é matar indios. •
XV. Pedrarias el mancebo, sobrino XVIII. El capitán Antonio Tellez de Guz-
del gobernador, después que volvió al Da- man fué enviado á otra entrada, é truxo
ñen de aquel vlage que higo al Ccnú con el buen recabdo de indios, que repartió al
bachiller Engíso, por cuyo consejo se higo gobernador éoñigiales é algún otro, é me-
aquella mala jornada, en la qual mataron diante su diligengia y el favor del contador
de un flechago al capitán Diego de Bosta- Diego Márquez, aunque ovo quexas del,
mante é á otros chripstianos que allí de- todo se a tapó é quedó sin pena; porque la
xaron las vidas, é los demás tornaron po- costumbre bastaba para que no se le díes-
bres é con un poco de oro que no les cu- se ni se comengasse á usar con este cava-
po ni aun á pesso de oro, fuésse á España, llero otro nuevo estilo. Pero después higo
y en Avila, de donde él era natural, le penitengia en Sancta Marta, donde á la
mataron \ verdad sirvió bien á Su Magostad, puesto
XVI. El capitán Johan de Ayora, tenien- que le aprovechó poco por la tiranía del
te de capitán general de Pedrarias, enseñó gobernador Gargia de Lerma. Y después
á peccar é mal obrar á otros muchos; y de sus muchos trabaxos, estando en esta
después que volvió al Dañen con todo el cibdad, siguiendo su justigia en la Audien-
oro que pudo aver, é aviendo usado do gia Real contra Lerma, fué por estos se-

* Véase elcnpílulo X de. esle libro donde q u e - los mismos términos, pág-. 51.
da narrada Ja muerte de Pedrarias, el mozo, en
DE INDIAS. LU3. XXIX. CAP. XXXIII. 165
ñores enviado al Perú, é halló en tal dis- XX. El capitán Gongalo de Badajoz, si
pusieron trabada la discordia entre Pigar- se diera recabdo, avia ávido harto oro, é
ro é Almagro, que, mediante su buena por su poca prudengia se lo tomaron los
maña ; pudo tanto hacer, que los puso en indios del cagique de Paris. Y empléesele
paz (aunque turó poco entrellos); pero bas- bien, por los adulterios que disimuló de un
tó para quél baratasse del camino tanto capellán que consigo llevaba, é por los
oro, que se fuesse rico á la cibdad de To- quél no menos hacia con indias; é después
ledo, donde nasció: ó casóse allí para des- murió en Panamá pobre, é á Dios le haya
cansar é vivir entre aquellos cavalleros, plagido que fuesse en verdadera peni-
sus debdos en su patria, ó apartado des- tencia.
tas behetrías é peligros de Indias. É no XXI. El capitán Rodrigo de Colmena-
tengays, letor, en poco esta paz, en que res fué desde aquesta cibdad de Sancto
supo dar conclusión ó atajar las diferen- Domingo con una nao é genteal Darien, é
cias do los dos adelantados Picarro ó Al- cómo llegó á la costa dejTierra-Firme, sal-
magro , hasta que hayays leydo la tercera tó en Gayra, donde los indios le mataron
parte destas historias, doade hallares una parte de los españoles que llevaba, é otros
manera de letrados, que concurrieron des- se dexó vivos c perdidos entre aquellos ca-
pués entre los mesmos contendores, é ve- ribes , c con esta vergüenza se fué con los
res que ni bastaron a los poner en sosiego restantes al Darien. É nunca agertó en co-
ni pudieron, ó no supieron, ó no quisieron sa que cntendiesse, puesto que era hidal-
efettuar la concordia entre los que ho di- go é buena persona, é soldado veterano;
cho : de que se siguieron las muertes dc- pero no diestro en mandar gente, por ser
llos ó de otros muchos, ó tantas pérdidas descuydado, é porque ño todos los que
al Rey é sus vassallos é reynos, que no tienen habilidad, para pelear debaxo do
se podría decir sin muchos renglones. otros caudillos, son ellos para acaudillar
XIX. El capitán Diego Albitez fué uno ni gobernar la miligia.
de los capitanes é viejos pobladores de la XXII. El capitán Francisco Hernández,
Tierra-Firmo, y en estas historias está es- teniente general del gobernador Pedrarias
cripia su vida é muerte, la qual pudiera ser Dávila, y muy su agepto y querido, fué
más descansada é fuera del naufragio que por su mandado á Nicaragua, donde se
le acabó, si se contentara con lo que te- dio muy buena maña, y era gentil é hábil
nia, que era bastante á quél viviesse é poblador. Este fundó las cibdades de León
muriesse honrado é sin nescessidad, é te- é Granada, con sendas foítalegas en la
nía aparejo para tener rflucho mas; pero, costa de la grand laguna, é repartió y en-
desseando mandar, procuró la goberna- comendó los indios á los pobladores
ción de Honduras, después que murió el chripstianos; é estaba muy bien quisto co-
gobernador Diego López de Salcedo, é Su munmente de todos los españoles, excep-
Magostad le higo merced della: é yendo á to de algunos capitanes particulares, quo
ejercer el officio, é llegado á la costa, fué le enemistaron de tal manera con el go-
corriendo tal fortuna, que dio la nao al bernador Pedrarias, que fué desde Pana-
través, é perdió quanto llevaba, é se aho- má á le buscar, é lo higo un progesso á la
garon trcynta personas, y él salió á nado, soldadesca ( que son otros términos apar-
é tal, que desde á nueve dias murió en tados del estilo de los juristas), é le higo
aquella su gobernación, quél tanto des- cortar la cabega, é no sin pessar á los mas
seó, é sin la gobernar, épor ventura fué de su muerte é con plager de los particu-
mejor para su ánima. lares sus enemigos. Pero la verdad es
166 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
quél estaba tenido por crudo y de poca ble. Á esto dio harta causa la buena com-
consgiengia; y assi me paresce que se pañía y hermandad y estrecha amistad y
ovieron con él crudamente, puesto que amor, que tuvo con el capitán Esidro de
los méritos que ante Dios tenia para me- Robles, que después se fué á vivir en la
resger tal fin, no somos jueges delio. Mas tierra austral de la Nueva Castilla, é fué
en aquellas poblaciones, que he dicho, yo rico hombre , honesto ó virtuoso é pru-
vi después que muchos le suspiraban é dente, c que vivió teniendo cargos de jus-
loaban de buen poblador, é culpaban á tigía eu tiempo de Pedrarias, é dio bue-
sus émulos de maliciosos y envidiosos é á na cuenta dellos é de su persona.
Pedrarias de inconstante é agelerado é XXVI. El capitán Vil [afane fué uno de
mal juez. Perdone Dios á todos. los primeros capitanes, que vinieron al Da-
XXIII. Chripslóbal Serrano fué assi- rien coa Pedrarias: era valiente hombre
mesmo de los viejos capitanes de aquella por su persona é hidalgo, é del no se sabe
tierra é buen poblador: el qual fué por ca- que higiesse aquellos errores, que á otros
pitán en una nao é gente que con él se en- se -les imputan por estas historias. Vivió
vió.desde aquesta cibdad de Sancto Do- poco tiempo en estas partes, é dexó gier-
mingo al Darien, en socorro de Vasco Nu- tos hijos virtuosos, que consigo truxo de
ñez é de los otros españoles, y era buena España, muchachos, pero bien inclinados.
persona, aunque algo encogido; pero no XXVII. El capitán Hicrónimo de Valen-
hay del cosa notable en su ofensa. Estaba guela fué de los pobladores que acá llaman
ya rico é recogido é con buenos indios, de baquía, que quiere degir viejos é vete-
avecindado en la cibdad de Granada de ranos, ó militó con Pedrarias. Este, aun-
Salteba, a donde se fué á vivir desdo Pa- que era hidalgo, era de seca conversagion
namá , después que avia militado diez y é poca piedad, como lo mostró muchas ve-
seys ó diez y siete años en Castilla del Oro, ges; y en espegial con elfilósophoCodro,
é llevó á Nicaragua su muger é murió sin el qual el dia que se murió, emplagó para
hijos, éno sin heredero: que su muger lo ante Dios á este capitán, digiéndole quél
fue del é de otro marido que tuvo primero, era causa de su muerte, é riyéndose de
émuerto el segundo, tomó-por marido a la gítagion el Valenguela, é como por es-
un su criado, ques el tergero conyugado carnio, respondió é dixo: «Poneos del lodo
que la poseyó, que ella heredara como á é morios, quando quisicrdes:que yo daré
los otros ha hecho, si no la venciera de mi poder á mi padre ó abuelos, que os
dias el que tomó á la postre. responderán por mí en el otro mundo.» El
XXIV y XXV. El capitán Johan de caso es quel Valenguela no dexó por esso
Cárdenas murió teniendo ya de comer; pe- de morirse al plago quel Codro le puso.
ro no osándolo gastar, y tan limitado, que En lo que paró el juigio de Dios entrellos
no faltó á muchos que murmurar de su no se sabe; pero acá fué cosa notable á
mucho guardar: de lo qual yo no le culpo los hombres, é passó como es dicho: acu-
á él ni.á otro de que guarde su hagienda, llá yo creo que se le guardaría su jus-
si es coa buen propóssito, y en espegial á ticia. Dios perdono al uno é al otro.
los que con muchos trabaxos, como él pa- XXVIII. El capitán Martin Astetc, cria-
desgió, lo allegan. Él era hidalgo, é nunca do muy agepto de Pedrarias Dávila, hom-
oy degir del las crueldades que de otros, bre no tan hábil en la miligia quanto des-
que para donde anduvo, y con ser la con- dichado é floxo en la capitanía é cosas de
versación entre muchos faltos de buena la guerra, pero despierto en otras astugia's
consciengia, lo tengo por mejor c mas loa- y cautelas, desde el Darien salió con gen-
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXXIII. 167
te á pacificar la tierra, é dexóla mas alte- da y casa y manceba, se hico rico á la
rada que estaba antes. Desde León de Ni- sombra de los desatinos ó inquietud de su
caragua hico otras dos entradas por man- amo: el qual fué émulo y cuchillo del ade-
dado del Pedradas, é ambas sin prove- lantado Vasco Nuñez é sus consortes, con
cho, é volvió con menos honra é aun per- los quales tenia otras cuentas y litigios pa-
dió parte de la gente. Al gobernador Die- ra donde están él y ellos. Y es de creer
go López de Salcedo, que le honró ó que con mas rotitud son allá determinados
ayudó é favoresció, é lo hico su teniente, de la queste letrado determinaba acá los
pagóle con tanta ingratitud, que se le processos, que de algunos capitanes se le
amotinó é le puso en peligro de perder la remitían, quando volvian de las entradas,
vida. Después que murió Pedradas, fuésse en que los daba por libres, aunque mu-
al Perú, donde fué muy rico: é al tiempo chos indios oviessen muerto y truxessen
que mas tuvo destosbienes de fortuna, fué pressos contra racon é.justicia.
á dar cuenta de sus obras á la otra vida, XXX. Dos cavalieros capitanes se ofres-
doxando á su muger cargada de oro é gen á mi memoria, que en la verdad por
plata o joyas. Y ella desde á poco se casó ser enamorados, alguna equidad piden sus
con un cavallero de la opinión é amistad errores; pues no fueron en cargo de san-
del marqués don Francisco Picarro, que gre de indios maculados, ni es de creer
se dio buen tiempo con aquellos dineros que la sacaron de sus amigas: é no quie-
do Astete, é le mataron, quando mataron ro decir sus nombres, pues- bastarán
al marqués, quedándole ya pocos. Assi sus señas para los que son vivos é que
que, estefinhico Astete é sus dineros: que nos hallamos en aquella armada con Pe-
segund he oydo afirmar á personas de dradas , que fué al Darien, para que por
crédito eran mas de quarenta mili pessos loque agora diré, yo sea entendido y ellos
de valor en oro é plata lo que dexó Aste- sean conoscidos. Ambos fueron nombra-
te, quando dexó la vida é passó á la otra, dos por el Rey Cathólico. Y el uno era muy
donde está. Plega á Dios que esté salvo mancebo, y para su recreación y no pee-
de las penas infernales. car con indias, vinopeccando, y truxo con-
XXIX. El capitán é bachiller Diego do sigo una amiga, muy desigual compañía,
Corral no quiero repetir en su caso mas de porque él era cavallero é de noble sangre,
lo que la historia ha dicho, sino que estan- la qual faltaba en la señora: é empeñó é
do casado con una pobre é honesta é vir- vendió parte de su hacienda é patrimonio
tuosa dueña, llamada Johana de Gijon, hí- para venir acá, é mediante la industria de
jadalgo, la olvidó en Castilla por respecto aquella muger, él se tornó á Castilla per-
de una india, en quien tuvo ciertos hijos, dido y casado con ella, por navegar á la
é assi como fueron ávidos con mal título, vuelta con menos peccado y sin dinero.
assi fué el goco que ovo dellos y de sus XXXI. El otro capitán assimesmo por
bienes. Y conforme á'sus letras, volvióá sí é por sus parientes su casta es de nobles
España, después que sus diferencias é cavalieros, épuesto que llegaba en esta sa-
mias se acabaron, y buscando otras y su cón á la mitad del camino de nuestra vida,
desasosiego, murió en Sevilla, sin tener como dixo el Danthe en el principio de su
allá un real que gastar; y un su criado, á Comedia '-, truxo otra amiga é no convi-
quien encomendó en el Darien la hacien- niente á tal varón; porque en la verdad era

i Las palabras con que Danlhe comienca la Nel mezzo del cammin di nozlra vita
Divina Comedia son: Sii ritrovai, ele.
168 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hombre de honra, si no la aventurara en ha dicho en sus lugares apropriados á la
la amistad de una muger semejante ó des- historia.
proporgionada compañía con él. Y lo peor XXXYHI. El capitán Johan Tello. Este
es que ya que se determinó de ser ena- fué diestro en la guerra de los indios, ó
morado, fué de una vieja é muy fea hem- con daño delíos é de la consciencia del,
bra é de mala gracia, en la qual concur- puesto que en el mal tractamicnto, que se
rían todas aquellas qualro f f f f que á las les ha hecho, los mas de los capitanes han
tales se suelen atribuir, é á él la quinta f seydo culpados. Después que murió Pe-
de falto de sesso, por el mesmo caso. drarias, se passó este capitán Johan Tello
XXXII. Francisco Vázquez Coronado al Perú, donde le honró ó aprovechó é hi-
y de Yaldés fué uno de los capitanes, que go rico el marqués don Francisco Picarro,
vinieron con el gobernador Pedrarías, é é le dio cargo de teniente suyo en un pue-
hombre de buen linage, ó debdo de nobles blo de aquellos de la Nueva Castilla, don-
cavalleros: el qual, como vido en aquellos de murió, algún tiempo antes que matas-
principios que se moría mucha gente en sen al marqués.
el Darien, descontento de la tierra, se XXXIX. El capitán Alonso de Vargas
passó á la isla de Cuba, donde goberna- fué valiente hombre de su persona, é abo-
ba el adelantado Diego Yelazquez, y en nado por tal: é confiado de su sesso, fal-
aquella tierra se casó y heredó: é después tándole salud y enfermo, fué por manda-
fué á la Nueva España, é anduvo tempes- do del gobernador Pedro de los Ríos, á
tando, buscando la vida para sí é su mu- pagificar al cacique Trota, é matáronle
ger é los hijos que ovo, é después murió los indios con otros diez y ocho ó veynte
en aquella isla, segund he sabido, no ri- chripstianos, mediante la nescodaddeun
co, sino pobre, atenta la calidad de su vecino do'Nata, llamado Pedro de Plasen-
persona, el qual ni los dos enamorados cia, que abonó tanto á un cacique que le
que se dixo de susso no hicieron daño no- servia, llamado Pocoa, que aquel los ven-
table en los indios ni en la tierra, sino á dió é llevó á la muerte, é mató de su ma-
sí naesmos, é prestóse salieron del Darien. no al mesmo su amo Pedro de Plasengia,
XXXIII al XXXVÍI. El capitán Her- porque dio causa que del se fiassen \
nán Pérez de Mcncses, el capitán 'Fran- XL. El capitán Gabriel dcRoxas, con-
cisco Dávila, el capitán Gamarra, el ca- quistador é buen soldado, veterano en la
pitán Ationca, el capitán Johan de Cori- Tierra-Firme, hombre de honra y de expi-
ta , todos estos cinco fueron con Pedra- riencia, é que ha dado buena cuenta de
rías el año de mili é quinientos y cator- sí (el qual, si no se hallara en cierta en-
ce al Darien, ó se fueron de aquella trada que higo Astete desde León de Ni-
cibdad el siguiente de mili é quinien- caragua, no escapara chripstiano de quan-
tos y quince, ó dexaron aquella tierra; tos allá fueron, é por el esfuerco deste ca-
pero no sin aver padesgido muchos traba- pitán Roxas se detuvieron los enemigos é
xos, porque fueron á poblar la tierra aden- se salvaron los españoles), fué teniente de
tro é hacia la otra costa del mar del Sur, Pedrarsas en Acia, é de Diego López de
quando fué el teniente Johan de Ayora. É Salcedo en Granada de Salteva, é del ade-
por hablar mas al proprio, mas cierto fué lantado don Diego de Almagro en la cib-
su camino de todos ellos á despoblar y dad del Cuzco. El qual vivo y es hombre
espantar é alterar los naturales, como se para confiar del todo lo que de buen ca-

' Véase el capítulo XXIII del presente libro, pág, H7 y siguicnles.


DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXXIII. Í69
pitan se debe fiar; porque demás de ser puesto que de mejor conversación é crian-
valeroso por su persona é habilidad, es ga. Este capitán y el capitán Hernando
de buena casta, é gentil é conversable mi- de Soto y el capitán Hernán Pongo de
lite, é buen compañero é muy bien parti- León fueron compañeros en las hacien-
do é liberal. Cómo acabará, Dios lo sabe; das, é todos tres hijosdalgo é buenas
porque assi él como los mas de todos los personas: é mediante su compañia é bue-
susso dichos, é de los que adelante se di- na maña en Nicaragua, ó con darles el
rán , son en cargo de hartas vidas de in- gobernador Diego López de Salgedo muy
dios , é unos más que otros, y el officio buenos caciques ó indios que los sirvie-
de la guerra todo esso trae. Mas puédese ron, é con el favor deste gobernador,
sospechar de sus obras que merescc todo allegaron mucha hacienda. El Campañon
buen fin, é ha muy bien servido á Sus murió en León, en pocos días, de una
Magestades é trabaxado mas que otros violenta dolencia: Hernando de Soto,
que antes quél han seydo ricos: é allí á seyendo capitán de la guardia de Diego
donde él ha andado, assi por falta de su López do Salgedo, que era gobernador de
ventura, como por inadvertencia de la Nicaragua, se juntó con el teniente Martín
fortuna é de sus despenseros ,ó repartido- Astete é otros sus secages, é amotinaron
res deste oro, quella ha puesto en poder aquella república ó la mayor parte de la
de los que menos lo merescian. Y este cibdad de León, ó pusiéronle en tanta nes-
error quella ha usado en la distribución ógessidad que le oviera de costar la vida,
dispensación de muchos millares de pes- en pago de las buenas obras que del res-
sos de oro, si yo los oviera de gratificar orbieron. Las qualcs no ha olvidado Dios;
conforme á sus méritos é buena conscien- porque el Astete* murió, como se ha dicho
gia, muchos á quienes cargó ella de oro de susso; é quedando Hernando de Soto
é plata, cargara yo de leña ó paja, ó los en la compañia de Hernán Ponge, passar
higíera volver á los offigios de sus padres,
ron después á la tierra austral, donde me-
que tuvieron algunos muy apartados de diante los thessoros de Atabaliba hinche-
la militar disciplina. ron bien las manos, porque se hallaron
al repartir de aquellas grandes rique-
XLI. El capitán Bartolomé de Ocon fué
gas y en su prission. Después fué Her-
grande adalid é de mucho conosgimiento
nando de Soto á España, é muy rico; é
en el campo, é valiente hombre de su per-
fué fama que metió en Sevilla sobre gient
sona ; pero de áspera é grosera conversa-
mili pessos de oro, en oro y en plata, é
ción é de muy mala para los indios, é cru-
gastólos: de manera que quando volvió á
do. É con todo murió pobre é á la solda-
las Indias con la gobernación de la isla de
desca, porque aunque no le mataron, ni él
Cuba, é parte de la Tierra-Firme septen-
queria médico ni otro regalo, no llevó mas
trional hágia el Norte, ó provincia de la
limpias las manos destas cosas de indios
Florida, traía algunos millares de pessos
que sus veginos, puesto que con toda su
de oro de debdas, é muy empeñado, ó
robusticidad paresgió muchas veces que
volvió casado con una de las hijas de Pe-
pudiera hager mas daño del que higo en
drarias, llamada doña Isabel de Bovadi-
algunas cosas de la guerra, en que á la
11a, como su madre. Pues como este ca-
verdad era mañoso.
pitán fué buen hombre de su persona, é
XJUI, XLin y XLIV. El capitán Fran- • muy ocupado en esta monteria de matar
cisco Campañon fué un hombre muy hom- indios, é tiene hartos enviados al infier-
bre, é debdo deí susso dicho en sangre y no , no me maravillaría que le ovíessen sus
en algunas cosas semejante en la milicia,
TOMO III. 22
170 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
peccados comprehendido, porque * des- pues no quiso, como otros, embelessarse y
de Cuba passó á la Tierra-Firme é se per- buscar essos títulos de vana señoría, sino
dió é murió allá, é otros muchos se per- quedarse con la merced ques dicho, que
dieron tras su sesso, y él perdió la vida é le turará mas á donde está, é á sus sub-
lo que tenia. Écomo su muger lo supo, se cessores, si por su culpa no fuere.
tornó á Castilla, desde á tres ó quatro Porque conoscí é vi é tráete á todos los
años que le atendía. capitanes que he dicho, é al gobernador
XLV. El capitán Hernán Ponce, que no Pedrarias, é al reverendo obispo fray Jo-
llevó menos oro é plata á España que su han de Quevedo, ó al licenciado Gaspar
compañero, me paresce ques el que mejor de Espinosa, alcalde mayor, é ó los offi-
que otros ha entendido estas cosas de In- ciales el thessorero Alonso de la Puente, é
dias ; porque ydo á Castilla, se casó con al contador Diego Márquez, é al fattor Jo-
muger rica é de buena casta, é se heredó han de Tabira, tan engolphados en los in-
en Sevilla, donde vive muv honrado é á su teresses de aquellas partes, degirse ha con
placer, é donde podrá emplear muy bien el brevedad en el capítulo siguiente lo que
tiempo é gocar de lo que tiene, sirviendo comprehendí é vi de sus personas, para
á Dios como cavallero honrado. É con su alguna desculpa de los capitanes que pa-
persona ha alcancado lo que Dios le ha resgen culpados por estas historias; aun-
dado, ques lo que he dicho, y en buena que no será satisfacion tan entera para la
edad, para que con sus bienes temporales otra vida, como la o vieran menester.
pueda grangear los de la vida eterna;

CAPITULO XXXIV.
En quel historiador culpa y descuípa á los gobernadores é oFfieiales, y en descargo de los capitanes, y en
reproche de los soldados é de los indios é naturales de la gobernación de Castilla del Oro.

B i e n creo que avré olvidado pocos del diera ser muy posible que le fuera más
número de los capitanes inferiores ó par- seguro reposo que volver á las Indias, per-
ticulares en el capítulo de susso: é puede diendo sus ganancias é los hijos é la vida:
ponerse con ellos el bachiller Gaspar de la verdad es quél era hombre desseoso de
Espinosa, que fué á Tierra-Firme por al- honra, pero ni sé si le cuente por capitán
calde mayor de Pcdrarias, donde se higo ó por letrado.
rico con los trabaxos é sudores del ade- Desde el estudio de Salamanca salió con
lantado Vasco Nuñez de Balboa, qué! higo título de bachiller para yr con Pedrarias
degollar; é con sus navios, seyendo te- por alcalde mayor, y en Tierra-Firme usó
niente de capitán general, allegó todo el aquel offigio, é á temporadas el de capi-
oro quél pudo, con que se fué á Medina tán: é después que volvió á España fué
de Rioseco, de donde era natural. É pu- corregidor en Madrid, é cómo tal salario

* En elcódice original que tenemos á la vista, se »Dios quél y ellos vuelva!) con prosperidad.» La
leia en este pasage: «Porque ha mas de tres años muerte del gobernador Hernando de Soto la dejó ya
«que desde Cuba passó con mas de hombres á narrada el mismo Oviedo en el capítulo XXIX del li-
»la tierra ques dicho é hasta agora, questamos en bro XVil, añadido en su mayor parte á la primera
«el año de millé quinientos équarenta y ocho (an- y única impresión hecha por él , siendo verdadera-
«tes puso cuarenta y siete), ni se sabe del ni de mentesensible quenose haya encontrado dicho ca-
«hombre alguno de quantos con él fueron. Plega á pílulocomoen la pág-. 577del tomo I queda notado.
DE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXXIY. r,\
no h paresgió tan colmado como los inte- dad; pues en lugar de se enmendar los
resses de acá, dio la vuelta á las Indias culpados, lo hicieron después peor, é
con título de licenciado, é fué oydor en mostraron á peccar á muchos que no pec-
el Audiencia Real, que reside en esta cáran, con que vieran que avia justicia en
nuestra cibdad de Sancto Domingo de la más del nombre. É todo ó la mayor par-
Isla Española, é fué quassi absoluto é so- te procedió de aquellas partes que los ca-
lo presidente en ella. Después volvió á pitanes daban á este juez, é al goberna-
Tierra-Firme, donde le mataron los indios dor, é al obispo., é al thessorcro, é con-
su hijo mayor, é después murió él en el tador , é fattor en aquellas indevidas ga-
tiempo de las contenciones de Pigarro é nangias.
Almagro, aviendo ydo á ponerlos en paz La muerte de Pedrarias fué se'yendo
(si pudiera) en compañía de otros letrados de mucha edad, porque le oy degir á él
é personas, que en lo mesmo se quisieron mesmo que avia seydo page del Rey don
ocupar en valde; pues paró todo en rom- Johan el segundo, el qual murió año.de
pimiento é muerte de ambos gobernado- mili é quatrogientos ó cinqüenta y quatro,
res édo otros muchos, que se metieron en é Pedrarias murió en León de Nicaragua
sus passiones ó parcialidades. año do mili 6 quinientos y treynta; por
Escríbese de un grand músico, que no manera que passaron enmedio septenla y
sabiendo lo que se hacia, se dio á com- seys anos. Pues pónganse sobre essos los
poner versos, ó por ellos perdió el arte que al letor le paresciere que avria este
de la música, é no supo uno ni otro. Assi page, quando el Rey murió, é poco mas ó
acaesce á los que no repossan en su arte menos llegarán á los noventa años, é assi
principal ó primero. Parésgeme á mí que haciéndole decrépito avrán alguna excusa
los letrados, cuyo fin fué aprender dere- sus errores, si no fueran tan crueles. Pe-
chos, para tener offigios de justicia ó abo- ro yo creo qué! se engañaba é se hacia de
gar é ganar de comer con los litigantes, mas edad de la que tenia. É como es di-
que la paz les es aborrescible é no son cho, passó destavida en León de Nicara-
amigos della, en la qual su voto se debe gua, porque él y Francisco Hernández, que
tener por sospechoso: antes los juristas al paresger de muchos higo injustamente
en tales casos (no se entienda de todos) degollar, fuessen sepultados en una igle-
tienen alguna similitud de los clérigos cob- sia, é que desde aquel pueblo fuessen -á
diciosos, cuya ganangia está en la muer- la otra vida, si allá le ha de pedir cuenta
te de otros; é assi, quandounos se messan de su cabega; pero verdad es que tan
y lloran, ellos cantan é resciben ofrendas. presto van desde Roma como desde Je-
La verdad es que la paz de Picarro ó rusalem ó Sanctiago al cielo ó al purgato-
rio ó infierno, los que allá han de yr, como
Almagro nunca estuvo tan fija, viniendo
desde aquestas Indias, y assi no ternian
por causa de los terceros, como quando no
. mas camino que andar las ánimas de! ade-
conferian con letrados, por cuyo medio
lantado Vasco Nuñez é sus consortes, que
llegaron las cosas al termino en que es-
Pedrarias higo degollar en la villa de Acia
tán, ó ambos murieron malas muertes,
en Tierra-Firme, é le higo denegar la ape-
sin los quales estuvieran seguras sus vi-
lagion para ante el Emperador, nuestro
das é las de muchos.
señor; ni Johan de'Cuenca, que por un
Dexemos esto, é volvamos al licencia-
jubón de brite que hurtó de la hagienda
do Espinosa , que tantos delictos de capi-
del Rey, que entre una pared de cañas
tanes disimuló é dexó de castigar, que se
estaba la una manga en la calle, é pas-
puede tal piedad atribuir á notoria cruel-
172 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

sando el otro por allí acaso, assíó della ó tes, gobernador é obispo é offigiales é" al-
se lo llevó, que podría valer unpesso de calde mayor, é aquellos indios que os pres-
oro ó diez reales, fué fecho quatro quartos sentaron aquellos capitanes con quien di-
en el Darion; é por enseñanza de los mé- simulaste , perdonando sus culpas, ha-
dicos ó girujanos é industria del licenciado giéndolas vuestras: que ningún cuerdo
Barreda fecho natomía, mirándolo tales avrá que os haya envidia de tales partes
hombres é mugeres, que yo he verguen- ni de las que ganaron vuestros mocos y es-
ca de su desvergüenga cruel, que viendo clavos y perros, que enviábades á las en-
tal caso con atención estuvieron: é por es- tradas con essos capitanes, é os las daban
so no quiero nombrar tales miradores, sin que las meresciéssedes, en pago de la
por no avergonzar los vivos que con ellos disimulagion que tuvistes con sus errores,
tienen debdo. Mas he queste que assi pa- matando indios, é assando á otros, é ha-
desgió, no andaria mas leguas hasta el mas ciendo comer á canos los unos, é atormen-
alto tribunal que los ques dicho-, ni de las tando á muchos, ó usando de innumera-
que anduvo uno, llamado Sanct Martin, bles adulterios con mugeres infieles; pues
desde la isla Dominica, donde le higo lo supistes é no lo castigas tes, allá estay s
ahorcar el gobernador Pedrarias, su amo, todos, donde veres á cómo se vende el
sin le oyr ni dar tiempo que se confessas- pan en la plaga, é degiros han: ¡Ah fray!
se. Desde á seys meses le higo hager un quántos dineros!.. Y cotejares las hagien-
progesso en el Darion. Ni han tenido más das que adquiristes, con el reposo que allá
largas jornadas que caminar dos millones hallastes; pues acá no os alargaron la vi-
de indios que desde el año de mili é qui- da ni allá os excusarán la muerte eterna,
nientos y catorge que llegó Pedrarias á la si Dios por su misericordia no os perdona
Tierra-Firme hasta quól murió, en espa- vuestros peccados é tales ganancias.
cio de diez y seys años é algunos meses, Verdad es quel gobernador murió res-
son muertos en aquellas tierras, sin que cebidos los sacramentos, como cathólico,
seles diesse á entender aquel requirimicn- é plega á Jesu-Chripsto que fuesse man-
to quel Rey Cathólico les mandó hager an- ducando dinamente y en estado de gra-
tes de les romper la guerra. É no croo gia; é lo mesmo digo del obispo fray
que me alargo en la suma de los dos mi- Johan do Qucvcdo, que como la historia
llones que he dicho, si se cuentan, sin lo ha dicho, murió gerca de Bargelona,
los muertos, los indios que se sacaron de yendo á dar notigia á Céssar de otras co-
aquella gobernagion de Castilla del Oro é sas de la Tierra-Firme. É también creo
de la de Nicaragua en el tiempo que he que por descargo de su consciengia habla-
dicho, para los llevar por esclavos á otras ra en las que aqui he dicho, si no se lo es-
partes. torbara lo que le cupo de aquellas partes,
El caso os questas cosas son de tanto el thessorero Alonso de la Puente, que or-
pesso, que quien se acordare dolías, si denaba aquellas instruciones á los capita-
lo vido, no puede estar sin dolor, ni los nes , para que paresgiessen bien escriptas
que lo oyeren sin aver compasión ^escu- ó mal guardadas, é á él no se le pudies-
chando tales é tan grandes vertimientos se imputar que echaba su firma sino en
de sangro humana, ni el infierno está sin cosas bien dichas, encubriendo su saga-
mucho regogijo de verse tan multiplica- gidad: que era de los seys el mas aperci-
do, si algún género de plager allí siente bido é astuto para quel juego se andu-
aquella infernal universidad. viesse entrellos, y él como un fiel é hábil
Pues buena pro os hagan vuestras par- en negociaciones lo ordenasse por todos,
BE INDIAS. LIB. XXIX. CAP. XXXIV. 173
Quédame fijo en la mente, por lo que mi Magestad que hasta aquí: é que no meres-
flaco juigio alcanca , que si se le pregun- ciera perdón mi ánima si tales cosas ca-
tasse agora si supo que de quantas instru- llasse, é que están muchas provincias aso-
cioneshigo, ninguna se guardó, é si sabi- ladas é yermas en estas partes, ó que no
do, defendió é favoreseió á los transgres- puede aver disimulación tan terrible y es-
sores , ó á lo menos los que de su parte é pantoso daño. Ni penseys que lo que én
a su ruego yban por capitanes, y el obis- este caso aqui he escripto, ó la mayor
po los quéi encasaba, y el contador Die- parte dello, no lo he dicho en España, y
go Márquez á sus amigos, y el alcalde en el Consejo Real de Indias lo dixe mas
mayor todos los quél quería ayudar, y el ha de veynte y quatro años, y lo que se
fattor Johan de Tabira lo mesmo, é creo ha enmendado en estas cosas no ha seydo
que todos seys dirian é confessarian que poco, aunque no del todo; porque es me-
digo mucha verdad, assi porqué están en nester en algunos subcessos dar lugar al
parte que la mentira no les puede ser ya tiempo, y el largo camino desde acá has-
caudal para iuteressar con ella, como por- ta nuestro Príncipe es luengo é dificultoso.
que conmigo no ternian excusa, pues sa- Pero.no quiero ni soy de parescer que
ben que lo pudo saber muy bien ó viví se cargue toda la culpa á los seys ques di-
entrellos. El thessorero con muchos diñe-? cho : ni tampoco absuelvo á los particula-
ros se fué á España, después que Pedro res soldados, que como verdaderos mani-
de los Rios se fue á Tierra-Firme, ó no goldos ó buchines ó verdugos ó sayones
vivió mucho después que allá llegó; y era ó ministros de Satanás, mas enconadas es-
ya muy viejo. padas ó armas han usado, que son los dien-
El contador Diego Márquez, murió en tes é ánimos de los tigres é lobos, con di-
el Nombre do Dios, ó después sumuger, ferenciadas ó inumerables é crueles muer-
é con hartos dineros, ó también era muy tes que han perpetrado, tan incontables
viejo. como las estrellas (todavia sacando é do-
El fattor Johan de Tavira, yendo por xando aparte los virtuosos ó comedidos mi-
el rio grande que entra en el golpho de lites á quien estas exorbitancias nunca plu-
Urabá, se ahogó, como la historia lo lia guieron , é que en parte templaron é repre-
dicho. Plega á Dios que á todos ellos les hendieron á los culpados, eh quanto en ello
haya tomado la muerte con arrepenti- fué, é les pessó de todo lo mal fecho). Ni
miento de sus culpas, y en tal estado, se crea ni sospeche que los que males se-
que sus ánimas consigan la gloria del mejantes acometieron, lo fueron á pagar
cielo. al otro mundo; pues por no -tener allá tan-
Bien conozco que algunos me culparán en to que penar, ó porque su castigo ha de
lo que he escripto, en especial los que de permanescer para siempre sin fin, ó co-
los muertos quisieran oyr de otra color la mencaron aqui á padescer, para que acullá
historia, viendo que por ella se acuerdan como á tales carniceros sean tractados
cosas que fuera mejor que nunca fueran; desde la hora que acá mal acabaron, los
pero mirad, letor, que también he yo de mas de los malhechores, é muy pocos son
morir, é que me bastan mis culpas*sin que los que á su patria volvieron, en compa-
las haga mayores, si no cscribiesse lo ración de los que por estas mares é rios ó
cierto, y entended que hablo con mi Rey, arenales é montes é gerros é valles peres-
6 que le he de degir verdad. É lo aviso cjeron, unos ahogados, otros comidos de
para que provea en lo pressente é por ve- peces é cocatriges é grandes lagartos é ti-
nir , para que Dios sea mejor servido é Su burones , ó otros de tigres é bestias fieras,
174 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
é otros de aves, é otros de hambre, é ganos, é delinqüentes, salvo, que los mas
otros de sed, é otros de fríos y helados, é dellos hablan castellano, para que Dios y
otros á manos de los indios é de otras ma- el Rey sean deservidos, é los proprios é
neras. Pero ¿qué quereys que se esperasse verdaderos vassallos de la corona de Cas-
de tantas diferencias é gentes é nasciones tilla defraudados é dañineados. É los ene-
mezcladas é de extrañas condigiones co- migos de nuestra nasgion enriquescen é
mo á estas Indias han venido é por ellas apodéranse con sus cautelas de nuestros
andan?.. Tanto es aquesto perjudicial, que interesses é fructos desta tierra, con que
los buenos é virtuosos hidalgos, é los per- después hagan la guerra al señor della é
fettos españoles é gente de honra, que por á sus leales vassallos: é los que, por falta
estas partes están, viven é andan á mu- de habilidad, no pueden ó no saben con-
cho peligro. trahacer nuestro romance, é trompezando
Todo esto soñaba ó profetizaba aquella en lo que dicen se conosce, é claro, que
muy Cathólica é Sereníssima Reyna doña son portugueses, llámansc gallegos, é los
Isabel, de inmortal memoria, quando man- franceses llámanse flamencos, é los sui-
dó, ó se guardó después de mandado en*sus zos alemanes, élos italianos dícense. sici-
días, que no passassen á estas partes de lianos ó napolitanos. En fin, dando á en-
ninguna generación, sino sus vassallos de tender á quien no los entiende que son do
la corona de Castilla, cuyo es aqueste im- los señoríos de Céssar, passan como no-
perio ocidental, é aquessos dando prime- sotros. Pues griegos ó levantiscos é de
ro información cómo no era» sospechosos otras nasciones son incontables.
á la fée, ni hijos ni nietos de penitencia- Sentid é mirad entre estas genéraselo-
dos por la Santa Inquisición, ni extrange- nes é diferentes calidades de hombres si
ros. Después, por culpa de los tiempos é avrá peccadores", é no de los comunes as-
negligencia de quien lo pudiera excusar, saz , sino de los mas perversos é desecha-
muchas cosas se han hecho al revés de lo dos de sus proprias patrias, é de otras
que convenia hacerse; porque agora peor desterrados por sus méritos. Ni tampo-
está esta tierra quel arca de Noé, sin com- co es aquesto solo la causa de la des-
paración , porque allí avia solas ocho per- truyeron é assolacion do los indios, aun-
sonas , y essas sanctas, pues las escogió que harta parte para ello ha causado es-
Dios para restaurar la humana gencras- ta mixtura; mas juntos los materiales de
cion, é todo lo restante era lleno de ani- los inconvinicntos ya dichos con los mes-
males irracionales é bestias de diversos mos delictos ó sucias é bestiales culpas de
géneros, é acá hasta agora no veo otros los indios sodomitas, ydolátrias, é tan fa-
sanctos sino aquellos mártires religiosos miliares é de tan antiquíssimos tiempos en
que los indios mataron en Tierra-Firme, la obidiengia é servigio del diablo, é olvi-
como se dixo en el libro XIX, capítulo IIL dados de nuestro Dios trino é uno, pen-
Y también creo que están en la gloria los sarse debe que sus méritos son capaces
que baptizados ha llevado Dios en estas de sus daños, é que son el pringipal ci-
partes en la edad de la inocencia, é assi miento sobre que se han fundado é per-
lo estarán los que en ella fueron. Mas ¿qué mitido Dios las muertes ó trabaxos, que
diré dé los que saben peccar, que no hay han padesgido é padosgerán todos aque-
lengua en todo el mundo que acá no haya llos que sin baptismo salieron desta tem-
pássado, llamándose chripstianos? Mas poral vida. É aun no dexo de sospechar
queria yo un buenfiadorque me asegurasso que se perderán los mas de los que se
si lo son todos, ó infieles algunos, é pa- baptizaren de la manera questos nuestros
DE INDIAS, LIB. XXIX. CAP. XXXÍV. 175
negros se baptican, y como algunos capi- dios, ó como los plage tasarlos. Yo no lo en-
tanes han hecho baptigar á muchos indios. tiendo , é mas lo quiero pagar que dispu-
Y no doy tanto culpa al capitán como al tarlo , pues veo que no hagen menos con
sagerdote que tan alto sacramento admi- mis veginos, puesto que los oygo quexar-
nistra tan inconsideradamente, porque los se desta limosna.-Verdad es quel consue-
que tal baptismo han de resgebir, seria lo que nos dan en esto es degir que (tal
justo que imitassen al eunuco que dixo: moneda se allega para hager una custodia
«Hé aqui el agua; ¿quien me prohibirá que para el Sanctíssimo Sacramento de la Eu-
no me baptige?»* y quel sagerdote se con- caristía, é parésgeme sanctamente em-
formasse con lo quel Apóstol Sanct Felipe pleado ; pero ni sé si plage á Dios dello,
le dixo á esso: <¡ Si creáis eco tolo corde, li- ni si los esclavos de los clérigos é de los
cet.y> 2 Notorio es é infalible lo que dige la monesterios que en esta cibdad tienen es-
mesma verdad por la boca de su evange- clavos, pagan essas ligengias.
lista: «Que quien creyere é fuere bapti- Dexemos esta materia é hagamos fin á
gado, se salvará, y el que no creyere, será este libro XXIX, é passemos á la provin-
condenado.»3 Yo me remito en todo á los gia é gobernagion del puerto de Cartago
sagrados theólogos. é sus anexos, porque se continúe la orden
Con todo, no puede caber en mi enten- que hasta aqui se ha traydo en estas his-
dimiento que sean chripstianos, conforme torias,- pues lo que toca á la provingia de
á estas auctoridades, los negros ni los in- Veragua queda escripto, aunque mas agi-
dios que son adultos é de edad, porque dental que Castilla del Oro; pero escri-
hay en ellos, allende de lo que está di- bióse primero por las causas que la histo-
cho , que veo que allegan hoy muchos ne- ria ha expresado, que fueron la propria
gros al puerto desta clbdad por la mar, y nesgessMad que lo causó para llevar re-
en desembarcándolos, esse dia ó el si- gladas las materias, é aun porque todo lo
guiente luego, sin que entiendan co^a al- más de Castilla del Oro entró un tiempo
guna de la fée ni de lo que se les dige, é antes en la gobernagion de Diego de Ni-
los baptigan, sin quellos lo pidan ni co- cuesa, con Veragua.
nozcan el carácter que les invisten ó qui- Todas estas cosas que están dichas, no
sieron sus amos investirles; ó non obstante os espanten, letor, porque si aveys leydo
. la incredulidad é ignorangia de tales es- algunos tractados de guerras é conquistas
clavos , envejesgidos en sus ritos é ydola- de otras nasgiones, no os maravillareys de
trias é gircungisos. É que para estos tales lo que tengo dicho destos indios, donde
nuevos chripstianos é assi baptigados me grandes crueldades entre los orientales é
constringan á sacar una gédula, para que diversas nasgiones hay escripias; é la
puedan comer carne en la quaresma, sin guerra es la que causa y causará, dó
saber ellos qué cosa es quaresma, ni a ver quiera que la haya, grandes novedades é
entendido ni oydo qués la fée ni la Iglesia, notables eventos, en espegial, como he
é que por essa ligengia del provisor me dicho, donde se juntan ó concurren diver-
lleven un pesso de oro, ó medio, segund sas c diferentes maneras é costumbres de
la cantidad de los negros que» tengo, ó in- hombres á militar ó seguir la guerra.

i Las palabras del texto son: «Eece aqua, quid 3 San Marcos dice: «Qui crediderilel baplizalus
prohibct me baptizan?..» {Acíus aposlolorum, ca- fuerit; salvus erit: qniverónoncrediderit, condem-
pitulo VIH, vers, 36). nabttur.» (Cap. XVI, vers. 16.)
2 Id. id., vers. 37.
Este es el libro undécimo de la segunda parte, y es el trigéssimo de la General y na-
tural Historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Océano, de la corona é
ceptro real de Castilla é de los Reyes della, el qual tracta de la gobernación de Car-
tago é sus anexos.

PROHEMIO.

E JS tan copiosa ó quassi infinita la abun- ten la ley evangélica por medio del cep-
dancia de materias historiales, que cada tro castellano en todas aquellas partes, que
día se nos aparejan é -aumentan para el mas á este sancto propóssito convenga.
colmo é definición destos tractados de In- Ofréscese una nueva gobernación para el
dias, que ni es posible poderse escribir puerto é provincia que llaman Cartago en
todas en nuestra vida, ni se ha de perder la costa interior de la Tierra-Firme, que
esperanca de hallar mas é mas diversida- mira al Norte é sus anexos, con todo
des que acrcscentar ó memorar en esta aquello que la voluntad real ha mandado
General historia, para dar loores á Dios ó juntar con la tierra ques dicho: de la qual
delectablc ocupación á los letores de mas difussa ó enteramente se tractará en
aqueste tiempo é del que está por venir. este libro XXX de la segunda parte des-
É porque assi como la geographia é as- tas historias. Y ha dado cargo de esta ad-
siento de la tierra se va mejor entendien- ministración é capitania general á Diego
do , y ella mas palpable se nos manifies- Gutiérrez de Madrid, de quien Su Mages-
ta, assi va la Cessárea Magestad prove- tad quiso confiar la empressa, por su
yendo de perlados é nuevos gobernado- buen entendimiento é persona, puesto
res é officiales en favor de la república que de las cosas dcstas partes no tiene
cathólica é de su real servicio, y exerci- expiriencia; mas como su buen natural é
DE INDIAS. LUÍ. XXX. M i

prudencia para esso é mas le abonen en á sufrir, é pónganse en aquel cuydado é


el juicio de los hombres, é de quien le obra, con quel buen ballestero suele jugar
fué favorable ó intercesor alcancé crédi- la ballesta: que demás de traerla tal qual
to para ser proveydo de tal cargo en la debe ser para su exercicio ó puntería, son
voluntad real; y él se dispuso con la su- los lances é viras tan bien labradas, é las
ya muy enteramente á ocupar su vida é plumas assi ordenadas, y el braco tan so-
tiempo en lo que le fué mandado, para segado, é la vista tan viva é constante,
que la gente natural de aquellas provin- que poniendo los ojos, no solamente en
cias se conviertan á Dios, é la religión de el blanco á que tiran, mas en el fiel, en
los fieles chripstianos sea mayor y en más que dessean acertar, no yerran el tiro ni
partes é reynos aumentada. É con una pierden el tiempo ó ganan él prescio. Y
hermosa é armada nao, é bien acompa- assi en estotro juego del mundo, en que es-
ñado este gobernador de cavalíeros é hi- ios otros vienen á emplearse, deben traer
dalgos é lucida gente, aunque de poco sus armas é almas tan á propóssito del ca-
número, llegó á esta cibdad de Sancto mino que hagen, que por pensamiento no
Domingo de la Isla Española á los cinco lespasse, ni por obra jamás cometan, de
dias del mes de julio de la natividad de se apartar ni quitar los ojos y el coracon
Nuestro Redemptor, de mili é quinientos de aquel terrero glorificado é llaga del
ó quarenta y un años, donde se higo de costado de nuestra redempcion é huma-
mas gente é caballos é otras cosas á su nidad é divinidad de Jesu-Chripsto /Nues-
empressa nescessarias; é con hasta dos- tro Salvador, para que den en el fiel y
cientos hombres muy bien aderosgados é quede fiel el milite conquistador, y con-
proveydos, salió del puerto desta cibdad vertido é seguro el indio conquistado, y
el siguiente mes, á los cinco dias de agos- el soldado ó poblador no se aparte, por
to del año ya dicho, en la mesma nao que memoria de aquella presciosa sangre, de
vino, é con un bergantín, en continua- sacarla de ninguna otra criatura, en quan-
ción de su viage para la Tierra-Firme. É to posible le fuere. Porque yo os digo,
después, á los catorce dias de otubre, sa- que los que, sin este cathólieo fundamen-
lió otra caravela, que aqui dexó fletada, to, acá derraman la sangre desta gente
en su seguimiento con caballos ó otros salvage, poro prógimos nuestros, siem-
suplimentos para la empressa. pre les da Dios el pago que meresgen, é
Bien creo que no. faltarán fatigas á es- los menos vuelven á España; é por uno
tos nuevos pobladores, porque las cosas que acierte á enriquescerse destos bienes
destas partes, hasta estar los hombres temporales, muchos so pierden.
diestros y hechos al ayre f exercicio de Testigo soy de lo que digo, é por estos
la tierra, siempre los prueba alguna en- tractados lo podres mejor entender los
fermedad, demás de hacerles probar otras que desta lecion quisiéredes parte. Pien-
nescessidades quel tiempo dispone; pero so yo, por lo que se me figura de la per-
como dice el Apóstol: «El que no quisiere sona deste gobernador, que dessea acer-
trabaxar, no coma '.» Pues los mas de los tar á servir á Dios é á su Príncipe; é có-
que acá vienen es porque no tienen en su mo este sea su fin, assi será el quél hará
patria lo que avrian menester, tan copio- á propóssito de su salvación é honor de
samente como sus lindos desseos é méri- su persona, y el Espíritu-Sancto le dará
tos de sus personas lo piden, aparéxense gracia para ello. Y quando assi no fuesse,

4 A<1 Tliesalonicenscs. cap. 3.


TOMO III. 23
m HISTORIA GENERAL Y NATURAL
demás de quedar obligado con su ánima queste gobernador las haga tales, que al
ó vida á la paga que de Dios é á la justi- que las oyere, le dé desseo de imitarle, é
cia que del Rey espera, también hallará en haya de qué averie envidia los virtuosos,
mis renglones la medida de sus obras. y no dé que aver lástima de su subgesso
Plega á aquel, de quien todo bien procede, é gobernación.

CAPITULO I.
Cómo Diego Gulierrez, gobernador de la provincia de Carlago c sus anexos, fué bien reseebido é obedcs-
eido de los caciques é indios de la tierra • tí oirás particularidades al discurso de la historia convínienles.

i l u a n d o Diego Gutiérrez estuvo en esta empressa. É como ya tengo dicho, los mas
cibdad de Sancto Domingo, yo le comu- de los que acá vienen son hombres nes-
niqué , como amigo, é aun le dixe mi pa- cessitados, y este lo era mucho y en mu-
rescer, porque de años atrás nos conos- chos hijos. Mas pensaba que aunque assi
ciamos; é si yo supe entenderle, paresció- fuesse, podría mas la vergüenca ó cons-
me que su intento era sancto, é no incli- ciencia que los otros desseos de adquirir
nado ni dispuesto á malas ganancias, ni á dineros; pero no me descuydé tanto en
maltractar los naturales de aquella tierra este crédito, que dexassede sospecharlo
donde yba, sino aprovechar sus ánimas, contrario, acordándome cómo su padre,
é no ultrajar sus vidas ni robarlos. Y co- el thessorero Alonso Gutiérrez, allegó su
mo era hombre bien hablado y de buena hagienda muy desviadamente del arte mi-
crianca, ó mostraba ser celoso al servicio litar, en que su hijo con esta empressa se
de Dios é del Rey, yo pensé que assi co- quería ocupar. Pero también avernos ley-
mo lo decia, assi lo pusiera por obra; do que muchos grandes varones agertaron
aunque como en la introducion ó prohe- á tener tales personas, que dieron, seyen-
mio deste libro ya yo dixe quél no tenia do plebeos é baxos por sus predecesso-
expiriengia destas cosas de Indias, sé que res, grand resplandor é fama á sus des-
nunca falta un cabestro de los desalma- cendientes, é ilustraron sus linages; é
dos ó pláticos que por acá han andado, otros, por el contrario, que nasgieron é
que á los novigios ó nuevamente venidos se criaron con poderosos patrimonios y
á gobernar los enseñen á robar; y aque- encumbrados estados, hicieron tales obras
llos , assi por la dispusicion que hallan en que deshonraron á sí é á sus passados. De
el capitán que viene y en su pobrega, co- manera que a ninguno debemos juzgar
mo en la falta de providengia para se por; malo ni por bueno, hasta ver qué pin-
guardar de tales consejeros, dánles cré- tura é matiges él dispone é compone en su
dito é olvidan el buen propóssito é volun- vida c fin; é por esto dixe en el prohemio
tad del Príncipe que los envia, y el temor que mis renglones se conformarían con la
de Dios. É por enriquescer, presto vuel- medida de sus obras ( con la simplicidad
ven la hoja, é trocado el intento con quo é verdad que la historia requiere).
partieron de España, si bueno era, ó afir- Y antes de venir á essos términos (pues
mado en el cauteloso que en su pecho es- el tiempo nos lo ha de ensoñar y disponer),
taba callado, en poco tiempo manifiestan digoqueCartagoesuna provingia, assi lla-
las obras el contrario de las palabras, con mada á disparate por los primeros chrips-
que se ofrescieron á servir al Rey en tal tianos que allí anduvieron, é tiene un ancón
DE INDIAS. LIB. XXX. CAP. 1. 179
grande ó lleno de isletas: el qual está en ellos, como en gente desapercibida é
la costa de Tierra-Firme, entre las gober- apartada é sin defensa para su salvación,
naciones de Veragua ó Honduras, é pun- é sin conoscimiento de la fée é verdad de
tualmente aquel embocamiento está en ca- la passion de Chripsto, Nuestro Redemp-
torce grados é medio desta parte de la lí- tor; pero por su misericordia é con la con-
• nia equinocial. E diósele por términos versación de los chripstianos se conver-
desde allí abaxo al Ogidente hasta el río tirán, é querrá Dios que se salven é se le
Grande, é á la parte de Levante desde el quite á Satanás la jurisdicion que tiene allí
dicho puerto de Cartago hasta los confi- de tantos siglos usurpada, tragando tan in-
nes de Veragua, ques el ducado que se contables ánimas, si la cobdigia de los
dio, con título de Duque de Veragua, al que los han de enseñar la fée no se con-
ilustre almirante don Luis Colom, á quien vierte en los malos usos, que en otras par-
el Emperador Rey, nuestro señor, lo ha tes de aquestas Indias han usado los con-
concedido por mayorazgo para él é sus quistadores, que mejor se pueden decir
subcessores en esta gobernación, assi co- despobladores é disipadores de las tierras
mo es dicho, limitada á Diego Gutiérrez. nuevas, en que sus peccados los han tray-
Es muy fértil en parte, ó áspera en algu- do á hager mal fin, la mayor parte de los
nas parte», pero de muy ricas minas e tales milites. Plega á Nuestro Señor ques-
otros provechos, de queste gobernador é te gobernador se dé mejor recabdo del
sus milites podian ser aprovechados, si que en la dicha Veragua se dio Felipe Gu-
fueren para ello; ó es tierra sana é de tiérrez , su hermano, de donde salió con
buen ayre é buenas aguas. Y también hay poco honor é con mucha vergüenga suya
gente belicosa en los naturales: es tierra (como se dixo en el libro XXVUI desta se-
de mucha montería é de muchos é divers- gunda parte de la General historia de In-
sos animales, é andan los hombres desnu- dias), donde, demás de perder la mayor
dos é las mugeres, é son ydóíatras en di- parte que llevó, á los que le quedaban dio
verssas maneras é ritos. Pero comunmen- cantonada é los dexó en poder de los ene-
te en todas las Indias conosgen que hay un migos, y él se huyó é se fué cautelosa-
Dios todopoderoso, é aqueste por divers- mente de la tierra, é á ella é á ellos des-
sos nombres é diferentes maneras tractan amparó:- lo qual castigó Dios después muy
del, é sienten como ydóíatras y envueltos léxos de allí, en el Perú, donde fué á pa-
en inumerables errores, qucl diablo les da rar , como se dirá en la tercera parte des-
á entender: el qual tiene mucha parte en tas historias.

CAPITULO II.
Del subeesso del gobernador Diego Gutiérrez, é de su cobdicia é mal evento; é cómo le mataron los in-
dios á él é á quanto3 españoles consigo tenia , excepto siete hombres.

I. o temí siempre queste gobernador era Dios é á su Rey é á hager bien sus fe-
mejor hablado que apercebido para el chos; mas fué por el contrario, é degirlo
cargo que llevaba, é assi me paresge que he aquí con las menos palabras, que me
le subcedieron las cosas como él tuvo el sea posible, porque me paresge quél se
saber é maña- Assi salve Dios mi ánima dio tan mal recabdo, que quanto mas si-
como yo holgara quél acertara á servir á lencio yo tuviere, tanto mejor él libra, ó
ISO HISTORIA GENERAL Y NATURAL
su mala maña menos se sabrá. Pero no é este gobernador se quedó con seys hom-
callaré lo que en esta cibdad de Sancto bres solos en Veragua, é aquellos que se
Domingo yo entendí de un. hidalgo mon- le fueron, hallaron, llegados por tierra al
tañés, llamado Johan de Espiua, natural desaguadero, ciertos bergantines, que
de la villa de Laredo en la montaña (que los llevaron al Nombre de Dios. Pero aun-
al pressente, que estamos en fin de otu- que este gobernador estaba solo é con tan
bre del año de mili é quinientos é quaren- pocos chripstianos, como tengo dicho, no
ta y ginco *, está en esta cibdad de Sanc- dexaban los indios naturales de les dar de
to Domingo), el qual se halló á la muer- comer é oro, sin hacer mal ni daño á nin-
te de Diego Gutiérrez; y dice que desde guno de los nuestros. Pues viendo el go-
que salió Diego Gutiérrez dcsta cibdad, bernador que le convenia buscar mas
fué á la isla de Jamáyca, donde se le gente ó doxar la tierra, acordó de enviar
amotinó la gente é se le quitó el apa- un pariente suyo al Nombre de Dios, el
rejo para yr á su gobernación, á causa qual se llamaba Alonso de Pisa, con ocho-
de lo qual con muy pocos se fué desde cientos pessos de muy buen oro en águi-
Jamáyca al Nombre de Dios, pensando las é otras piecas de oro que le avian da-
desde allí continuar mejor la empressa, é do los indios, porque ya tenia dos caci-
adolesció y estuvo muy cerca de partirse ques de paz y hechos muy araigos. Con
desta vida. En el qual tiempo y enferme- aquel dinero el Alonso de Pisa bico cin-
dad se le fué el resto de la gente al Perú qüenta hombres, que llevó á Veragua,
é á otras partes, donde les paresció que con los quales, y en el número que tengo
harían mejor "sus fechos, é lodexaron so- dicho, fué esto Johan de Espina. Con esta
lo. Después que sanó, acordó de se yr gente el gobernador se holgó mucho, ó
desde el Nombre de Dios á Nicaragua, les dio hartas palabras é ofrescimientos;
con solos quatro órcinco hombres, é fué ó desde algunos dias tornó el gobernador
al desaguadero de las lagunas de Nicara- á enviar el mesmo Alonso de Pisa al
gua , que salen aquellas aguas á esta Nombre de Dios con otros mili é quinien-
nuestra mar, cerca del puerto que llaman tos castellanos, que se fundieron en Pa-
Cartago, é desde el desaguadero so fué á namá, é llevó otros troynta hombres. Á
Nicaragua, á donde halló otro cobdicio- ossos ochenta hombres ó pocos mas chrips-
so, llamado Baena, que venia del Perú tianos que ya eran, los indios íes daban
rico: é aqueste le prestó al gobernador muy bien de comer mahiz é carne de
Diego Gutiérrez tros mili castellanos, con monterías é pescado é todo lo que avian
que higo sessenta hombres, con que fué menester, é cada dia traían oro al gober-
á Nicaragua. Y el Diego Gutiérrez degia nador, el qual, como hombre de ninguna
que todo aquello era de su gobernación, espiriencia, prendió á uno de aquellos ca-
é higo pregonar que só pona de cient ago- ciques, que estaban de paz, que se de-
tes, ninguno Hamasse á aquella tierra Ve- cía el Cama (el qual era muy rico), por-
ragua , sino Cartago ó Costa Rica: é des- que no le daba tanto oro como este go-
pués que allí estuvo un año ó más, por- bernador le pedia: é sobre esto, é por le
q;ic fallaron los bastimentos, se le amoti- amedrentar, le hagia el gobernador fieros
na la gente é,se le tornaron á Nicaragua; é le amenacaba que le avia de matar, é

* Oviedo escribía en 1545 el presente capítulo: que fueran ocurriendo. Tal es en efecto el método
spgnn consta por el siguiente , proseguía este libro seguido por el constantemente, al escribir estas his-
en el de 15-Í7 , apareciendo, como se notará des- torias , como se habrá ya visto con la lectura de los
pués, que su proponia acrecentarlo con los sucesos lomos anteriores.
DE INDIAS. LID. XXX. CAP. II. 181
para mas le atemoricar, sacaba la espada que andaba tullido de gota é quatro ne-
desnuda el gobernador, é dábale á enten- gros le traían eehado en una hamaca, lo
der que le avia de matar é cortar la ca- qual le debiera bastar para ser mas pa-
beca, si no le daba quanto oro tenia. É ciente con los indios; pero como él lo ha-
acabado este fiero, hacia llevar allí donde gia, assi le dieron el pago ques dicho, é
el cacique estaba algunos lebreles é per- le tomaron á él é á los otros chripstianos,
ros denodados é bravíssimos, é hacíale que allí murieron, sobre gientmilí pessos
degir por la lengua ó intérpetre que aque- de oro, que en paz é de su grado los in-
llos perros le avian de comer é despeda- dios les avian dado: é todo lo llevaban
gar al dicho cacique, si no daba quanto le consigo, porque como la tierra que dexa-
pedían los chripstianos. El cacique, vién- ban atrás quedaba destruyda, tenian de-
dose tan molestado, soltóse una noche é terminado de poblar donde mas aparejo
apellidó la tierra, é confederóse con otros hallassen é fuesso á su propóssito; pero
caciques é indios de las comarcas, é que- los indios, como'gentes de guerras, lleva-
maron sus proprios pueblos é sus hacien- ban espías sobre ellos, é no daban passo
das é mahicales, ó passaron de la otra que no fuessen avisados por un indio que
parte de la tierra hacia el Sur, é dexaron era ladino, é servia al gobernador é su
en blanco á los chripstianos, sin quedar- gente de lengua ó intérpetre. Y este era
les de comer, y en tanta nescessidad, que el que los vendió á essos chripstianos é
les fué forcoso dexar su campo é assíento daba notigia é aviso á los indios dé todo,
é yr tras los indios: é a cierto passo, có- 6 por su industria los llevó á donde se
mo el gobernador no era diestro en las perdieron, aunque fué con muchas muer-
cosas de la guerra ó dormía en su cama tes de los indios. É los siete hombres que
de reposo, sin tener las velas el cuydado escaparon deste trange, fué porque se me-
que convenia, dieron sobre los chripstia- tieron la tierra adentro; ó otro día des-
nos, é mataron á ellos ó á su gobernador. pués de la batalla vieron la otra mar ó
É de ochenta hombres ó más no escapa- costa del Sur, c porque no se pudieran
ron sino siete chripstianos, que fueron un salvar de otra manera, dieron la vuelta,
clérigo, llamado Diego Baxo, y este Johan tornando por mas hágia el Oriente á en-
de Espina, é Luys Carrillo, é Tcllo Car- cumbrar la sierra, é .volvieron á la otra
rillo, é Salacar, é Frangisco Hernández costa desta parte hágia el Norte, é fueron
Herrador, natural de Madrid, é otro hom- á parar al desaguadero de las lagunas de
'bre, que no le supo el nombre cí que Nicaragua, que vagia ó corro ó entra en
dio esta relación. esta mar nuestra; pero hasta llegar allá,
Fué la batalla en el mes de jullio des- en tanto que continuaron su fuga, corrie-
te pressonle año de mili ó quinientos é ron mucho peligro, assi por temor de to-
quarenta y ginco años, c de la oíra par- par con indios, como por el exgesivo tra-
te de las cumbres, aguas vertientes á la baxo de sus personas, é porque la ham-
otra mar del Sur; ó halláronse en ellas bre les aquexaba, á la qual satisfagian,-co-
sobre tres mili indios, é muchos dellos miendo hiervas no conosgidas é lagarlos
con pectos é bragales de oro é otras pie- c otras sugias viandas, c aun essas les
gas, ó con- trompetas ó manera de aña- faltaban. Pero cncomendándoso á Dios, c
files, de longura de tres palmos, assimes- no gessando de caminar de dia ó de no-
mo do oro, el qual en aquella tierra hay che, llegaron, como es dicho, al desagua-
mucho é muy fino. Y el gobernador en dero , é allí los tomó un bergantín que
essa sacoo mandaba mal su persona, por- yba al Nombre de Dios, á donde los llevó-
182 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Desde allí vino este Johan de Espina á fué un hombre reposado é sabio é allegó
esta nuestra cibdad de Saneto Domingo mucha hacienda por otra manera de exer-
de la Isla Española 3 é cómo yo supe qtiél cigio lesos de la milicia. É aquel arte de-
se llegaba á la casa del señor almirante biera de seguir su hijo, ó no muriera ni
duque de Veragua, don Luys Colom, pe- acabara de la manera questá dicho; é as-
díle por merged que me hiciesse ver con si acaesge las mas veges á los que se in-
este hombre: el qual le mandó que me troducen en offigios ágenos. Dios le per-
viesse, é hoy miércoles, dia de Sanct Si- done á él é á todos los demás que con él
món é Judas Apóstoles, veynte y ocho de se perdieron, que en la verdad mucha lás-
otubre de mili é quinientos ó quarenta y tima es de aver de todos ellos; pero es-
cinco años, me dio la relación que tengo tos ánimos grandes é inquietos de los es-
dicho. El qual paresce en su persona é pañoles, y esta inclinagion natural, que
manera que sus palabras son veras á la tienen, á ser mas é á no se contentar con
llana, é con la simplicidad é falta de or- poco, causa tales empresas: y atrévense
namento retórico, como buen montañés á tomarlas hombres sin expiriengia, como
hidalgo. É porque en esta sacón el señor era este, é sacan dellas mal nombre, con
almirante está aparejado é armado para pérdida de sus proprias vidas, é hágenlas
enviar un capitán con gente á poblar á perder á otros muchos, que sin conside-
Veragua, ques suya, como tengo dicho, ragion ni entenderse, se allegan á ellos.
y el Emperador, nuestro señor, con títu- Todo esto ques dicho mas anexo era al
lo de duque della selacongedió, pregún- libro XXVIH, ques el IX de la segunda
tele á este Johan de Espina si entendía parte destas historias; mas como este go-
volver á aquella tierra, é me dixo que de bernador dio otro nombre ó título (ó mejor
muy buena gana yrá en esta armada del digiendo Su Magestad) á la empresa quél
almirante, porque cree que no puede yr llevaba de Cartago, ó se entrometió en
ningún capitán que no lo haga mejor quel usurpar á Veragua, assi ha seydo nesges-
Diego Gutiérrez. El qual, scgund este hom- sario que la historia se relate. É assi hará
bre dice, era mas cerimonioso que maño^ fin aqui por agora, como el negogio ha
so, é ya le llamaban vuestra señoría, é subgedidohasta quel tiempo muestre otras
assi tullido, estaba tan soberbio é mal cosas, las quales, si fueren deste jaez y
apondigionado, que era incomportable: en mi tiempo, se pornán aquí segund sub-
todo lo qual pensaba yo del al contrario, gedieren. Plega á nuestro Señor quel que
porque me paresgia hombre llano é sabio. agora vá á Veragua por el almirante, lo
Pero este oro y este mandar no se asien- haga de manera que sea Dios mas servido
ta de una manera en todas cabegas, la que lo ha seydo de los que aquessa nego-
qual si él toviera como su padre Alonso giacion é empresa han tomado.
Gutiérrez, se diera mejor recabdo; porque
DE INDIAS. LIB. XXX. CAP. III 183

CAPITULO 11L
En que se hace relación del mal subcesso del armada, quel almirante envió á poblar su ducado de Veragua.

X a dixe de susso que aquesto es para la mesmo almirante, é de otros, que me es-
gobernación de Veragua é no de Carta- cribieron quel capitán Chripstóbal de Pe-
go; pero quiso Diego Gutiérrez hacer á ña , que avia ydo á Vefagua, aportó al
Veragua Cartago, é por esso quise aqui Nombre de Dios muy perdido, é que en
brevemente poner lo que mas largo que- Veragua le desbarataron los indios é le
da dicho en el libro XXVIII, capítulo Yffl. mataron la mayor parte de la gente que
Y es quel año de mili é quinientos é qua- avia llevado; é entre los otros murió don
renta y scys fué en nombre del almirante Francisco Colom, hermano del almirante,
su teniente é gobernador á Veragua, lla- y escaparon solamente quince ó veynte
mado el capitán Chripstóbal de Peña con hombres. Assi paresce que queda algo
hasta ciento y treynta hombres, é por sa- desculpado Diego Gutiérrez, pues que es-
car devergüenga á Diego Gutiérrez, pues- totro capitán era diestro é sabia cómo le
to que estotro era hombre que ha tiempo avian muerto al predecesor en el officio.
que anda por Indias, y estimado por dies- Estas cosas destas Indias van por otros
tro, ó que.ello fuesse por estar los indios términos que las de Europa, porque en
aleados, como se ha dicho en el capítulo las Indias no pagan los thessoreros á los
precedente, ó por descuydo deste capi- soldados, sino ellos mesmos se pagan, é
tán, él é los que llevó libraron mal. É aun ellos mesmos con su cobdicia se
quando se supo por mí aqueste trabaxo acaban.
dessa armada del almirante fué el año de Basta lo dicho hasta ver quién subcede
mili ó quinientos é quarenta y siete, es- en esta materia ó gobernación de Carta-
tando yo en la corte del Príncipe, nuestro go : que no faltará otro cobdicioso; pero
señor, donde supe por carta de un cava- qualquiera que sea, plega á Nuestro Se-
Ilcró, llamado Johan Mosquera,suegro del ñor que acierte mejor que los passados *.

* En elMS. original, que sirve de lexlo, mos- escribió: «Capítulo IV.B Mas hubo sin duda de sor-
tró Oviedo tener idea de continuar esle libro con prenderle la muerte antes de que pudiera ejecutar
nuevas noticias, conformo manifiesta por las últi- su propósito.
mas palabras de este capítulo III-, terminado el cual
Este es el libro duodécimo de la segunda parte, y es el trigéssimo primo de la Gene-
ral y natural Historia de las Indias, islas y Tierrra-Firme del mar Océano: el qual
tracta de las provincias é. gobernaciones del Cabo de Higueras é Puerto de Hondu-
ras é de Yucatán; y después torna á dexar á Yucatán é so junta con Guatimala, é
por tanto este libro es mas anexo é dedicado á la gobernación de Honduras.

PROHEMIO.

O,"h fortunado, oh dichoso mancebo, río , quando llegó á Troya, hecho el s&r
que hallaste á Homero por pregonero de crifigio a Minerva, y hechas las obsequias
tus virtudes!» á los semideys, después corriendo en tor-
Conforme á esto, Francisco Petrarca, no de la estatua de Achiles, juntamente
en uno de sus amorosos sonetos, dice: con los compañeros, ungido de ungüento
Gicmlo Alexandro á la famosa lomba é desnudo, como era usanga, coronó
Del fiero Achile, sospirando disse: aquella estatua, llamando a Achiles feli-
0 forfiinalo , che si ehiara tromba ce, porque en tanto que fué vivo ovo tan
Trovasli, c chi di te si alto scrisse!..
fiel amigo en Patroclo, é después de la
Quieren decir sus verssostoscanos: «Lle- muerte un trompeta tal como Homero.
gado Alexandro á la famosa tumba del Estas palabras de Alexandre muestran
fiero Achiles, dixo suspirando: ¡oh afor- la envidia que ovo de aver tenido Achiles
tunado, que tan clara trompeta hallaste, tan alto escriptor para su historia, c quél
é quien de tí assi altamente escribiesse!» para la suya no. tenia tal coronista; por-
Plutarco dige, en la vida que escribió de que en la verdad el estilo y elocuencia
Alexandre Magno, que yendo contra Da- del auctor de una famosa historia mucho

* Las palabras de Cicerón, á quien se refiere tu» virtulis preconem Homenim inveneras.»
Oviedo, son: ((Fortúnale, inquif, adolesccns, qui
DE INDIAS. LIB. XXXI. 185
la engrandescc é sublima por el ornamen- muger fueron convidados, para ser pa-
to de su graciosa pluma 6 sabio progeder, drinos, á las bodas de otro su amigo,
ó mucho lo quita é disminuye del proprio que le escribió desde Sevilla que los esta-
valor, quandoen el tal escriptor no hay la ba atendiendo para se velar é resgebir las
habilidad que se requiere en cosas gran- bendiciones de la Iglesia con su muger; é
des. se partieron de aqui en una nao, é llega-
Esto falta aqui por cierto, é yo con- dos en Sevilla,, se velaron sus ahijados, ó
fiesso que por tantas é tales é tan divers- se tornaron luego sus padrinos á esta cib-
sas materias, como son de las que yo aqui dad á su casa. É hoy dia vive aqui la mu-
tracto, fuera nesgessario otro ingenio quel ger de aquesle Frangisco Hernández, que
mió; pero en confianga desta verdad á assimesmo era natural de Sevilla. Esto
que voy arrimado, espero, si yo no bas- me paresgia á mí muy mas camino que lo
to á tanto ilustrar mi obra (como las que que los griegos ni los troyanos navegaron,
otros grandes varones escribieron) basta porque por muy buenos tiempos que se
para mi consuelo é á la satisfacíon de quien les higiessen, en la yda y en la venida na-
lee, que la auctoridad que acullá se da á vegaron tres mili leguas, poco mas ó me-
Homero, era supliendo él la materia, é nos , esto nuestro vegino é su muger en
que aqui supla la materia al defetto do mi pocos meses.
pluma é ingenio, para que no dexe de pa- Calle la nao de Argos, pues vimos po-
resger bien á los que vieren estas histo- co tiempo á la nao nombrada la Victo-
rias. ria, que gircuyó el universo en el des-
Junto con esto, me parescen cosa ri- cubrimiento de la Espegieria por aquel
dicula las grandes peregrinagiones de la famoso Estrecho quel capitán Fernando
navegación que de aquellos griegos se es- de Magallanes enseñó. Aquel fué el mas
criben por grand cosa, assi como yrde luengo camino que hasta hoy se sabe que
Grecia á Phrygia é Troya, é como venir hombres mortales hayan fecho (aunque
Eneas de Troya á Italia, é como esso que se ponga á su comparagion aquel viage de
de Ulixes se encaresge que anduvo va- Mistro y Carabiso, enviados por Alexan-
gando, en tanto que la casta Penélope con dro Magno por el rio Thanais, de quien
su tela le atendía, diez años texiendo de Leonardo Aretino hage memoria en su su-
dia é deshaciendo de noche, por no tomar ma de chrónicas, llamada el Aquila volan-
otro marido, como la importunaban; y te ', é dige que llegaron al Parayso terre-
ella daba por su excusa, que acabada fa nal): que esso, é todo lo que está escrip-
tela le tomaria, é assi dilató las segundas to, é hombres hasta nuestro tiempo han
bodas, é las excusó como buena, hasta visto, es mucho menos que lo que nues-
que vino su marido. tros españoles han navegado , assi en
Todo lo que Ulixes navegó en su vi- aquel viage de Magallanes, como en el
da, es mucho menos que venir desde que después higo el comendador frey Gar-
España á nuestras Indias; é por luengo gia de Loaysa, por el mesmo Estrecho;
é dificultoso é peligroso é costoso ques pues algunos volvieron á España por la
este camino, digo que en esta cibdad via del Levante, desde la Espegieria,
de Sancto Domingo vivió un mercader aviendo ydo allá por el Ogidente, é die-
honrado, llamado Francisco Hernández, ron una vuelta al universo, assi como el sol
6 tan amigo de sus amigos, quél ó su acostumbra á dar en aquel paralelo, él por

1 Leonardo Aiefino, Aquilu voUnl , lib.lll, cap. 80, c 1¡b. IV, cap. II.
TOMO III. 2i
186 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
su superior curso, y estos otros por el quel Propheta dige:«Si no creyéredes, no
corporal elemento del agua. Quiero decir entenderás.»
en fin, que las cosas, de que aquí se trac- Pues entended, letor, que! que pudo ha-
ta, son en sí muy grandes ó peregrinas, é cer el mundo, puede aver en él ordenado
que basta narrarlas llanamente é sin me- é criado todo lo que destas partes se pue-
táphoras, por ser tan singulares ó nuevas de expresar por voz humana, é mucho
é conformes a verdad, é tan sin obliga- mas, sin comparación, en lo que queda
ción de afeyte ni corolarios de fábulas: é por decir destas Indias.
assi por su calidad como por mi condición, Este libro tracta de la gobernación del
digo que antes estará derecha la torre Ga- puerto de Higueras é Cabo de Honduras,
risenda de Boloña, que mi pluma se tuer- ó de la provincia de Yucatán, que la Ces-
ca é aparte de la verdad, puesto que por sárea Magestad tuvo encomendado al ade-
mi edad va cansando la mano é crescen- lantado don Francisco do Montejo, su ca-
do la voluntad, para no dexar de trabaxar pitán general é gobernador: y decirse ha
en sacar á luz estos tractados, aunque co- con brevedad lo que hiciere al propóssito
mo dice Job: Quién me otorgará que yo de la historia, 6 sacar he fuer cas de mi
sea, segund los meses passados'. El ques- flaqueca para ello, pues dice Sanct Gre-
to puede hacer es aquel de quien todo lo gorio, quel poderío del socorro divino
bueno há su principio, et sitie ipso factum nunca desampara nuestra buena inten-
est nihü2; y por su medio ó favor avráfin ción 3. É sí como ella es, yo Ioagierto ¿de-
perfetto esta Natural historia de nuestras cir, no me quedará de qué temer al que
Indias, para que á su sancto servicio go- murmurare de mi trabaxo, si en él halla-
cen della los ausentes, é la estimen como re algunos passos, en que le parezca que
cosa en que hallarán muchas vias ó ma- puede emplear su langa, juzgando mi obra
neras para darle gracias: y los pressentes no tan aplacible como él la desseaba ó
que acá en estas partes me oyeren, topa- quisiera; porque este tal no será sino al-
rán en mis renglones assaz oxemplos en guno que quisiera mi pluma á sabor de
que castigar é corregir sus vidas, miran- su paladar, é no al de la justicia é verdad.
do las de otros que por acá han seydo Esta provincia é puerto de Honduras ha
personas señaladas; é los por venir en- seydo reyno é gobernagion de contengio-
tenderán una historia vera, é tan gran- nes é trabaxos para los capitanes é chrips-
de , que de su calidad no se sabe otra tan tianos, que á aquella tierra han ydo, como
copiosa por un solo auctor escripia, para por sus muertes y vidas se puede colegir
lo qual conviene traerles á la memoria lo del pressente libro é capítulos siguientes.

1 Job, cap. XXIX. 3 Moral., lib. III, cap. XXII sobre el II úe Job.
2 Johan., cap. í,
DE INDIAS. Lili. XXXI. CAP. I. 187

CAPITULO í.
En qoe se Iraela del descubrimiento del Cabo de Higueras é puerto de Honduras, é de los capitanes é go-
bernadores que alli ha ávido, é oirás cosas concernientes á la historia.

E Q el libro XXI, capítulo XXVIII, se d¡- pressa, y entrar por esta mar del Norte
xo que la provincia del Cabo é golpho do por el Cabo de Honduras, donde en aque-
Honduras, lo avian descubierto con el Ca- lla costa ó por allí gerca pensaba hallar el
bo de Higueras los pilotos Yiccntc Yañcz desaguadero de la laguna grande de Ni-
é Johan de Solís é Pedro de Ledesma: é caragua. É fecha relación desso por el Ce-
assimesmo dixo en el libro XXI quo la receda al Emperador, en Burgos, año do
punta ó Cabo de Honduras está en diez y mili é quinientos é veynte y quatro, Cés-
seys grados y medio desta parte de la lí- sar se tuvo por servido del capitán Gil
nia equinogial, y el Cabo de Higueras es- Goncaíez, é le envió á mandar que prosi-
tá en once grados y medio de la línia, é guiesse su empressa; é assi se partió de
lo que hay desde el un Cabo al otro que- aquesta cibdad aquel mesmo año con. . .
da particularmente dicho en el lugar ale- .hombres é * caballos;
gado. Desde allí se sube la costa al Nor- é tomó puerto en la gobernación del Ca-
te , circuyendo la tierra ó gobernación de bo de Honduras, quarenta leguas mas al
Yucatán, que algún tiempo pensaron al- Ocidento, en un puerto, á quien él nombró
gunos que era isla, no siéndolo, sino to- puerto de Caballos, porque después qué!
da una costa. Pero porque estas provin- ovo desembarcado los que llevaba, se
cias han estado en diverssos gobernadores murió uno dcllos, é hícolo enterrar con
administradas, é cada una por sí, diré mucho secreto, porque los indios no lo
primero de la do Honduras, porque la or- supiessen, ni viessen que los caballos eran
den historial quo he proseguido no se rom- mortales.
pa. É assi digo, quo después quol capi- En tanto quo Gil Goncaíez estuvo en
tán Gil Goncaíez descubrió a Nicaragua, esta cibdad de Sancto Domingo, apare-
vino á esta cibdad de Sancto Domingo de jándose para este camino, envió Pedra-
la Isla Española, é tornó á armar; é des- das Dávila, desde Panamá, á poblar ó
de aqui envió al contador Andrés de Ce- ocupar á Nicaragua, ó lo que avia descu-
receda á España, á informar al Empera- bierto Gil Goncaíez con Francisco Hernán-
dor Rey, nuestro señor, de lo que avia dez, su teniente, á otros capitanes, con-
hecho en su descubrimiento por la mar tra los quales ovo Gil Goncaíez cierto re-
del Sur, é cómo por continuar su real ser- encuentro é diferencias, como se dixo en
vicio estaba en esta cibdad aderescando- el libro precedente, capítulo XXI**,quan-
se para volver á continuar aquella cm- do echó do aquella tierra al capitán Ga-

* En e! códice origina!, que sirve do texto, apa- libro XXIX y no al XXX, pareciendo digno de ob-
recen los claros que aqui se dejan, no siendo posi- servarse que cuandoescribiaelpreseníelibro XXXt
ble llenarlos con exaclitud, por no liaber fijado aun no habia pensado en añadir el anterior. Eslo
Oviedo el número de la gente, que llevó consigo Gil se halla confirmado, al repararse en que alteró su-
González Dávila ni en esle ni en el capítulo XXI del cesivamente el número de los libros de esta segun-
libro XXIX, en que refiere la parle de eslos sucesos da parle, basta darles la colocación con que ahora
locantes á la gobernación de Castilla del Oro. se imprimen.
** Debe notarse que Oviedo se refiere aqui al
188 HISTORIA. GENERAL Y NATURAL
briel de Rojas, é desbarató é prendió al le dieron ciertas heridas con los cuchillos
capitán Hernando de Soto. Después de la que estaban en la mesa, con mucha ace-
quai victoria, se confederó con el capitán leración, en lo qual terciaron otros sus
Chripstóbal de Olit, que por mandado de confederados; c viéndose herido de muer-
Hernand Cortés, desde la Nueva España, te Chripstóbal de Olit, como era regio é
avia ydo a poblar con gente en Honduras, de grandes fuergas é le tomaron descuy-
á se le avia aleado, diciendo que también dado, púsose á huyr é descabullóse de
le pertenescia á él un pedaco de la Tier- entre las manos de aquellos capitanes, y
ra-Firme , como á Cortés é los otros go- escondióse en cierta parte, donde pensó
bernadores que mandaban en ella, é que- salvarse.
na para sí aquella provincia. É sabido es- Era Chripstóbal de Olit un hidalgo na-
to por Cortés, fué por tierra contra Chrips- tural de la cibdad de Baeca, valiente hom-
tóbal de Olit, y en tanto que llegaba á bro de su persona, el qual en estas par-
Honduras, temiendo Chripstóbal de Olit tes avia se ydo vecino é conquistador en
de Cortés, é Gil Gongalez recelándose de la isla de Cuba, é passó con Hernand Cor-
Pedrarias é de sus capitanes, que se avian tés á la Nueva España, en la conquista de
entrado en Nicaragua, parescióles que es- la qual se higo rico, é fué uno de los bien
tando conformes podian defenderse de sus remunerados por Cortés. Assi que, estan-
émulos, é que no era bien contender el do herido y escondido, luego hicieron
uno con el otro;, é por esta causa se hi- pregonar sus interfectores, llamándose
cieron amigos por sus cartas ó mensaje- gobernadores, que só pena de muerte é
ros. Y en esta amistad assi contrayda, perdimiento de todos sus bienes, el que
fiándose el Gil Goncalez, se fué á donde supiesse de Chripstóbal de Olit lo dixesse,
estaba Chripstóbal de Olit, después del y en fin paresció; é assi herido como es-
desbarato de Hernando de Soto, porque taba de muerte, le higieron degollar pú-
tenia poca gente; é Gil Dávila, su sobri- blicamente por tirano é usurpador de la
no, y el piloto Andrés Niño, con parte de jurisdigion real, con el pregón é título que
su exérgito, no parescian ni paresgieron á ellos les paresgió, é quedaron los dos
con mas de septenta hombres que queda- en aquella gobernación en conformidad.
ron perdidos: é llegado Gil Gongalez á Pero para pocos dias; porque después, co-
Chripstóbal de Olit le rescibió con mucho mo la mayor parte de aquella gente era
placer, c desde á pocos dias le prendió, de la escuela de Cortés, é Francisco de
é con otra cautela prendió assimesmo al las Casas era casado con su hermana,
capitán Francisco de las Casas, cuñado de acordó de prender á Gil Gongalez, é pú-
Hernand Cortés, que avia allá ydo por su solo por obra, é llevólo en grillos á la Nue-
mandado; pero el uno y cí otro eran bien va España. Y en tanto que allá yban, er-
rólos Hernand Cortés, que yba por tierra,
tractados é comían con él á su mesa, aun-
(y ellos se fueron por mar), ó llegó á Hon-
que estaban pressos, lo qual es léxos de
duras é pobló en el puerto de Caballos la
prudencia. É assi cómo tuvo en esso mal
villa de Truxillo. Y estando allí, fué avisa-
consejo, le subcedió después, porque el que
do cómo yba el licenciado Luis Ponce de
está presso ha de procurar su libertad, ó
León á la Nueva España á le tomar resi-
no debe estar tan á la mano del que le
dencia , ó supo assimesmo cómo los offi-
tiene privado della por fuerca. Pues como
giales en México , por su ausencia, con-
estos pressos eran cavalleros é de genti-
tendían y estaban en muchas diferencias
les ánimos, concertáronse entre sí, é una
é bandos sobre la gobernación: é dio la
noche, estando penando juntos los tros,
DE INDIAS. LIB. XXXI. CAP. í. 189
vuelta á la Nueva España, desde donde Johan de Espinosa, é otros, que yban á
el Gil Goncalez fué remitido é llevado hacer giertos requirimientos á Cortés, ó á
presso á Castilla, donde murió desde á su teniente que avia doxado en Truxillo,
poco tiempo en Ávila en su casa, á causa para que le dexassen la tierra, é altercar
de los trabaxos que de acá llevaba im- é reyterar las contenciones, conforme á
pressos en su persona, é no sin arrepen- ciertos capítulos é instrucion que Pedra-
timiento de sus culpas é de las muertes de rias le dio. É prendiólos Diego López, en
Chripstóbal de Olit é de otros, é aun de especial á los tres ques dicho, y enviólos
un clérigo de missa, que higo ahorcar de con la informagion á la Real Audiengia de
un árbol. Sancto Domingo, en la qual presidia el
Como el Emperador, nuestro señor, y ligengiado Gaspar de Espinosa, grande
el Audiencia Real que aquí reside supie- amigo del Diego Albitez é de Sebastian
ron las diferencias que en Nicaragua é de Benalcágar, desde queste ligengiado
Honduras andaban entre Pedrarias é sus en Tierra-Firme avio seydo alcalde ma-
ministros é capitanes, é Gil Goncalez Dá- yor de Pedrarias: é cómo hallaron al
vila, é Chripstóbal de Olit, ó Francisco de juez á su propóssito é amigo, luego fue-
las Casas, é Cortés, mandaron yr á Diego ron sueltos ó absueltos, é ovieron ligen-
López de Salgedo •, vegino desta cibdad de gia de se tornar á Tierra-Firme, llega-
Sancto Domingo, por gobernador de Hon- do Diego López á la cibdad de León
duras é de aquella tierra, é á castigar y de Nicaragua, la qual fundó é pobló
evitar aquellas behetrías, y escándalos, é Frangisco Hernández, teniente de Pe-
revueltas, é contenciones de los goberna- drarias, á par de la laguna grande que
dores é capitanes ya dichos é de sus ad- los indios llaman Ayagualo. Y en la mes-
herentes: é quando llegó á puerto de Ca- ma cibdad le avía después degollado Pe-
ballos, ya avia passado todo lo ques di- drarias , porque le informaron que se avia
cho , y eran ydos á la Nueva España Cor- carteado con Cortés, quando estuvo en
tés é los demás. Quedaron de mano de Truxillo, é que le quería dar la tierra
Hernando Cortés la justicia con los pobla- (puesto que aquesto otros muchos lo nega-
dores que avian allí avegindádose, é ydo ron é degian lo contrario, á los quales yo
con los capitanes que se ha dicho, é des- lo oy en la mesma cibdad de León desde
de á poco después que Diego López allí á poco tiempo, antes le atribuían é cul-
fué rescebido por gobernador, supo que paban en la muerte de Frangisco Hernán-
en Nicaragua andaban las mesmas revuel- dez á los capitanes Frangisco Campañon
tas , é Pedrarias é sus capitanes se avian y Hernando de Soto é otros sus émulos,
entrado en aquella tierra, sin tener para que con Pedrarias le avian enemistado);
ello licencia de Sus Magestades, é acordó pero quédesse este juigio para allá á don-
de yr allá: é dexó en aquella villa de de están en la otra vida el que padesgió
Truxillo por su teniente á un Diego Mén- y el que le juzgó.
dez de Hinestrosa, el qual ni se ovo bien Cómo Pedrarias le ovo fecho degollar,
con el offígío, ni fué poco mal quisto de volvióse á Panamá, dexando á León é
los vecinos españoles, que quedaron en aquella tierra de Nicaragua de su mano, é
aquella villa, como se dirá adelante. quando llegó acullá, halló al nuevo gober-
En el camino por donde yba Diego Ló- nador de Castilla del Oro, su subgessor,
pez topó con un capitán de Pedrarias, lla- Pedro de los Rios, é al ligengiado Johan
mado Diego Albitez, é con un Sebastian de Salmerón, su alcalde mayor, á quien
de Benalcacar, 6 un escribano, llamado por Sus Magestades se cometió la residen-
490 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cia; y estándola hagieado Pedrarias en Pa- que avian encomendado Pedrarias su
namá , se fué el Pedro de los Ríos por la teniente Francisco Hernández á algunas
mar del Sur á Nicaragua, diciendo que lo personas, é les dio á otros, reformando
pertenescia también en su gobernación, aquellos repartimientos de la provincia,
pues Pedrarias la avia tenido 6 poblado, y lo quaí fué muy odioso, aunque lo higo
en un mesmo tiempo llegaron a Lcon Pe- con parescer de los capitanes é personas
dro de los Ríos por mar é Diego López por principales. É aunque á otros gratificó,
tierra, porque desde Truxillo á León no aprovechóle poco para se librar de mu-
hay mas de septenta leguas, é de mar á chos trabaxos que por él passaron, é que
mar doce ó trece mas que hay desde León mas largamente se dirán, quando se tracto
de Nagrando al puerto de la Possesion. particularmente de la gobernación de Ni-
Luego cada uno destos gobernadores caragua en la tercera parte dcstas histo-
pressentó sus poderes ante la justicia 6 rias.
regimiento de aquella cibdad de León, Lo que dcsto quadra aqui es, que en
requiriendo que les cntregassen las varas tanto que Pedrarias estaba en Panamá ha-
é los admitiessen á la gobernación, expre- giendo residencia de la gobernagion de
sando, demás destos títulos, cada uno de- Castilla del Oro, procuró la de Nicaragua
llos sus rogones como mas á su propóssi- é la obtuvo, é después se fué á León de
to podian , persuadiendo al cabildo á su Nicaragua, é prendió al gobernador Die-
opinión: en conclusión de lo qual admi- go López de Salcedo, é le tuvo en la for-
tieron al Diego López de Salcedo y exclu- talega de aquella cibdad siete meses ó
yeron al Pedro de los Rios, é volvióse á mas en mucho trabaxo ó noscessidad
Panamá, é quedó en León Diego López puesto, de donde salió después conforme
algún poco de tiempo. En el qual, aunque á gierto assiento que entre él ó Pedrarias
era cavallero é amigo de buenos, tuvo so dio, á que yo estuve pressente, é se
muchos enemigos después, á causa que fué á su gobernagion de Honduras, como
removió algunos índiosde repartimientos, se dirá en el capítulo siguiente.

CAPITULO II.
De to que subcedió a! gobernador Diego López de Salcedo, pocos días antes que de León de Nicaragua se
partiesse para yr á Honduras, en la venida del capitán Diego Albifez, c el concierío que se dio cnlreilos, é
la muerte de Diego López, después en su gobernación, 6 las contiendas y escándalos que por su muerte
ovo sobre quien avia de gobernar , é otras cosas que son anexas al discurso de la historia.

Vlrande es la ambición do los hombros y se tiene con nuestros cabellos, ved quán-
el desseo de mandar á sus vecinos, olvi- ta se tiene y terna con nuestras obras.
dando aquella verdad evangélica que di- Volvamos á la historia.
ce: «Quitó los potentes ó poderosos de En el capítulo precedente se dixo cómo
la silla, y engalgó los humildes *». En.el el gobernador Diego López avia prendido
mesmo Evangelio está escrito: «Todos al capitán Diego Aibitez é Sebastian de
vuestros cabellos de la cabeca son nu- Benalcácar é Johan de Espinosa, é los en-
merados V Pues si tanta ó gierta cuenta vió remitidos ó esta cibdad, é los absol-

1 Deposuit pótenles de sede, ct exaMavil hu- 2 Capilü capifis vestri omnes numerati sunt.
miles. (Luc. cap. I.) (Luc. cap. XII.)
DE INDIAS. LIB. XXXI. CAP. II. 191
vio el ligenciado Gaspar de Espinosa, é tad. Mas assi cómo murió Diego López,
dióles licencia que se tornasseu á Tierra- entraron en cabildo un alcalde, llamado
Firme : é assi lo hicieron, é llegados á Frangisco López, é dos regidores vizcay-
Truxillo, supieron que en León de Nicara- nos, uno que se degia Johan López de
gua tenia Pedradas presso al gobernador Gamboa, é otro llamado Sancho de An-
Diego López, por lo qual estos é otros se da, é sin él otro alcalde é regidores, é ante
juntaron de pié é de caballo, porque la un escribano, Alonso Carrasco, higieron
tierra estaba aleada é rebeldes los indios justigia mayor á un hidalgo, que se degia
por donde avian de passar, ó assi o vie- Vasco de Herrera, natural de la cibdad
ron cierto recuentro, en que rescibiéron de Truxillo en Estremadura: é nombrá-
daño los chripstianos é muy mayor Diego ronse á sí mesmos con él por coadjutores ó
López, porque lo llevaban mucha hacien- gobernadores juntamente, digiendo quel
da é todo lo perdió; pero passaron á des- poder dado por el gobernador Diego Ló-
pecho de los indios. É llegado Diego Albi- pez á Ceregeda era inválido é no bastan-
tez á León quiso fatigar al Diego López te. Y cómo estos eran amigos, querían
con el favor de Pedradas, non obstante quel juego se anduviesse entrellos. é tam-
que aunque el ligengiado y el Audiencia bién parque estos mesmos algún tiempo
Real absolvió á Diego Albitez é sus con- antes con mano armada avian prendido á
sortes ? no condenó en costas á Diego Ló- aquel Diego Méndez de Hinestrosa ques
pez; mas cómo Pedrarias los avia envia- dicho, seyendo teniente de Diego López,
do donde los prendieron, y era ragon en tanto que estaba en Nicaragua, por
quél los remunerasse é pagasse, quiso, odio questos le tenían y el Diego Méndez
pues tenia presso á Diego López, quél los á ellos (y quando el cabildo le prendió dio
satisfigiesse, é assi anduvieron en escrip- la vara al Vasco de Herrera, que en aque-
tos é libelos, molestando é pidiendo á Die- lla sagon era regidor de aquella villa, y
go López lo quél en verdad no les debía era capitán é maestro de campo del te-
ni era á cargo. Tomóse por medio que niente Diego Méndez, é avie jurado de se-
Diego López higiesse cierta obligagion á guir é obedesger ó executar sus manda-
Diego Albitez para le dar ó pagar miil mientos), porque segund las obras del
pessos de oro á cierto tiempo, é tóvose Diego Méndez, ola costumbre de aque-
manera de contentar al Sebastian de Be- lla tierra le paresgió que assi conve-
nalcácar é á Johan de Espinosa. Hecha nia. De manera que presso el Diego Mén-
esta obligagion inválida, porque era otor- dez, ó usando el Vasco de Herrera de la
gada por hombre presso é sin libertad, vara por el congojo, le tuvieron en gra-
Pedrarias le dio ligengia á Diego López ves prissiones maltractado hasta que, co-
para que se fuesse á su gobernagion de mo es dicho, tornó el gobernador Diego
Honduras: 6 assi lo higo, é después que López de Nicaragua, ó le mandó soltar, é
estuvo allá un año, murió, porque yba dixo públicamente que avian fecho mal en
fatigado de una llaga vieja en una pierna, le prender. Y porque el Vasco de Herrera
é mucho mas de los trabaxos é prission tenia debdo con los parientes del Diego
que avia tenido en León de Nicaragua. López, no le quiso desfavoresger, é por-
que él é los que eran contra Diego Mén-
Al tiempo que se quiso morir Diego Ló- dez, unos eran de su tierra del gobernador
pez de Salgedo, dio poder al contador An- é otros avian ydo con él á aquella gober-
drés de Ceregeda para que gobernasse, en nagion, dexóle traer la vara todavia al
tanto que Sus Magestadcs proveian de Vasco de Herrera, pero no le dio poder
gobernador á quien fuesse su real volun-
192 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
para ello, Luego el Diego Méndez acusó bernador defunto. É assi se hico por in-
ante el gobernador al Vasco de Herrera é dustria de un alquimista de aquellos, de
sus consortes sobre su prission y ellos á quien se tracto en el libro XXV, capítu-
él do otras cosas, hasta que dio sentencia, lo VI, por aquel Francisco López, de
en que pronunció ser injusta é mal fecha quien se ha dicho que avie seydo alcalde,
la prission del Diego Méndez, con jura- quando se dio la vara al Vasco de Herre-
mento que higo quél no lo mandó pren- ra ; é era escribano real é avia ydo á la
der. Dcsta sentencia apeló Vasco de Her- Tierra-Firme por secretario do Pedro do
rera é sus consortes para el Audiencia los Rios, é con él fué á León de Nicara-
Real de la Nueva España, y el Diego Mén- gua , desde donde se avia passado á Hon-
dez se arrimó á la apelación, y el gober- duras , y era un saco ó mina de cavilacio-
nador la otorgó, é á él é á ellos con lo nes; é cómo tractaba con gente de po-
progessado remitió á la Audiencia Real co saber, desde la péñola saltó en la va-
susso dicha. ra, ó con ella é sus astucias dio mucha
Estando en este estado este litigio, é tra- causa á estas diferencias.
yendo la vara el Vasco de Herrera sin Finalmente, reducidos ios negogios al
poder, fallesgió el gobernador Die^o Ló- estado ques dicho, examinados los pode-
pez, avíendo un año que era venido allí res, questos que pretendían gobernar to-
de Nicaragua: por manera que de no vierqn, el deCeregeda era bastante, otor-
aver desarrimado de la vara al Vasco de gado por el gobernador Diego López é
Herrera, resultó no ser admitido á la go- doge testigos, y el de Vasco de Herrera
bernación el contador Cereceda, porque era una minuta ó escriptura simple, sin
no oviesse quien le pidiesse cuenta de lo firma del gobernador é sin día ni mes ni
que mal avian fecho este Vasco de Her- año, quél mostró é tenia en su poder,
rera 6 sus amigos á la sombra de su va- que á su importunidad é de otros amigos
ra : y esta culpa la tuvo Diego López en suyos acordadamente pensaron hager quel
se la consentir traer, pues que con ella gobernador defunto lo otorgasse dos ó
avian fecho guerra y esclavos á los natu- tres meses antes que muriesse: el qual,
rales de la tierra, é otras sinragones é de- no solamente dexó de firmarlo, mas aun
Iictos. Pero con alguna astugía echaron mirar no lo quiso, quando se lo llevaron,
terceros al Cereceda para quél y el Vasco por no hager tan grande error; y esta es-
de Herrera gobernassen, c quel Vasco criptura ó poder nunca otorgado se que-
tornasse la vara al cabildo, é fuessen am- dó assi en poder del Vasco de Herrera,
bos resgebidos por virtud de los poderes sin hager fée ni prueba.
que cada uno de los dos tenian del go-

CAPITULO III.
De la elecion de los nuevos gobernadores puestos por la república de la villa de Truxillo, que fueron el
contador Andrés de Cereceda c Vasco de Herrera, e cómo después eslovieron desconformes, é cómo los
indios mataron á algunos ebripstianos é se rebelaron en parle de la tierra, é cómo el Diego Méndez de H¡-
nestrosa mató alevosamente á Vasco de Herrera, é los escándalos é forma que en ello se tuvo.

IT|on obstante la diferencia ya dicha de quel uno era bastante y el otro no, ello se
los poderes questos tenian del gobernador higo de manera que Andrés de Ccregeda,
defunto para cxcrcilar !a gobernación, é contador, é Vasco de Herrera, quedaron
DE INDIAS. L1H. XXXI. CAP. III. 493
por gobernadores hasta que Sus Magcsta- tenia, se le dexaron algunos indios, y en
des otra cosa proveyessen. Pues como pago de aver dexado su padre aqui mucha
Diego Méndez de Hinestrosa vido que Vas- hagienda en esta isla, é perdérsele por su
co de Herrera, su enemigo, quedaba por ausengia, é aver ydo á servir á Sus Mages-
administrador déla justigia, estaba teme- tades é perder la vida, no .le faltó esse
roso , é con mucha ragon; porque aun en mal pago, por los cobdigiosos que quisie-
vida del gobernador le quisieron matar, é ron tomar sus indios; pero esta es la cos-
le aguardaron una noche á su puerta, c si tumbre de las Indias, que con ningún
no fuera socorrido, le mataran, é quedó muerto se tiene cuenta ni respecto. Y die-
mal herido: é nunca se pudo averiguar ron por' color aquellos escandalosos que
quién lo higo, mas de la clara sospecha, se hagia porque la gente se sosegasse, é
porque él les avia procurado é procuraba los querellosos fuessen satisfechos con la
la muerte, é cobrar dellos los daños que capa de Diego López, porque avia bien
avia resgebido. Y por tanto quiso hager servido hasta la muerte: é aun essa tam-
entender al cabildo, que pues essos po- bién llevó desde á poco á su hijo, é se
deres ques dicho del gobernador no eran entraron en sus bienes é los gogaron essos
bastantes, quel suyo, quél tenia del tiem- tiranos é otros.
po passado, era válido é no revocado, é La concordia destos gobernadores no
quél era teniente é lo podia é debia ser; fué turable, á causa del repartir é dar los
é con este intento fuésse á cabildo y echó dichos indios, porque ei Vasco de Herre-
su haz de leña en las llamas de las discor- ra quería los mas é mejores para sí é pa-
dias, quel diablo andaba aparejando, y ra un hermano suyo, llamado Diego Diaz
estaban ya dispuestas á todo escándalo, ó de Herrera, é sus amigos é pargiales é
pidió que le diessen favor para usar del otros nuevos en la tierra que se avian jun-
offigio, con mandos é penas que les po- tado con él, y él se los avia prometido; c
nía. El cabildo le respondió que su po- porque el Vasco de Herrera no dixesse
der era ninguno ó revocado, ó assi pares- quel Ceregeda no lo aprobaba por odio
gió por escripto, y el gobernador Diego que les tenia, é le avian hecho jurar do
López se lo avia quitado, é quél estaba no dar notigia á Su Magostad de lo que
presso é remitido al Audiengia Real. É passaba, consintió contra su voluntad en
mandáronle, só pena de !a vida é perdi- el dicho repartimiento, y en el dar la va-
miento de sus bienes para la cámara é fis- ra de alguagil mayor á Johan Cabrera,
co , que no hablasse en esto, é tomáronle amigo del dicho Vasco: lo qual Ceregeda
el poder que mostraba del gobernador, ó dixo después quél no consintiera, si fuera
mandáronle tener al escribano de cabildo: solo, hagiendo lo que era ragon é justigia,
é assi gessó esto, é se entendió en el con- é que vino en ello porque no alterasscn ni
gierto del Vasco de Herrera é Cercgeda, amotinassen la tierra, y excusar mayores
segund es dicho, para que juntamente go- daños. Y porque el Vasco é su hermano
bernassen. eran hombres muy desasosegados, y ellos
Luego enviaron gierta armada á puer- é sus pargiales nunca hagian sino decir
to de Caballos á la provingia de Na- mal de la tierra, é que no desseaban co-
co y á lo poblar, é acordaron de repartir sa tanto como salir dclla, é porque el Die-
los indios que Diego López lenia , porque go Méndez esperaba tiempo para pedir su
eran los mejores de la tierra: é á un hijo justigia, por eslos C por otros respectos,
suyo, que dexó allí muchacho para soste- acordó de temporigar é disimular el Cere-
ner sus hagiendas de vacas é yeguas que geda : v segund la poca prudengia é so-
TOMO III, 25
19 i HISTORIA GENERAL Y NATURAL
berbia dostos hermanos, Vasco de Herre- el mas pringipal de la tierra en quantos
ra é Diego Diaz de Herrera ; vinieron en servían, que se llamaba Peycacura, mata-
desgracia de aquel alguacil mayor é del ron tres españoles en tres pueblos (é los
Francisco López, alcalde, y de otros sus dos dellos eran sus amos, que los tenían
amigos, porque no hacia en su provecho encomendados), aviendo el Vasco de Her-
y honor lo que les parescia. Y como todos rera tenido aviso de crueldades é fuercas
essos eran bulliciosos é desasosegados, que les avian hecho aquellos sus amos, é
acordaron de salir de la tierra é yrse á aun en las personas de los mesmos cagi-
Guatimala el Diego Diaz y el alguacil ma- ques, é no lo castigó, estando ausente el
yor ó otros; é aunque el Cereceda lo su- Cercgcda.
po, no osó hacer información dello; mas Tras la muerte de los tres chripstia-
por excusar esse motin, acordó de casar nos, se algaron la mayor parte do los in-
dos doncellas con dos mancebos debdos dios que servian en toda la tierra, é con
del Vasco de Herrera, é al uno dio parte mucha ragon, é los que no lo higieron
de sus indios proprios, que le avia dado el fué por ser enemigos de los que se alga-
gobernador Diego López, é al otro dio ron; pero quedaron amenagando, andan-
otros mejores: é assi se higo con otros do aviessos en el servigio. Y esto era uü
mangebos de aquella congregación, é se extremado trabaxo para los españoles,
excusó aquel escándalo é partida que te- que no avian de dexar la tierra por nin-
nían pensada, porque el Cereceda enten- guna adversidad; mas al Vasco do Her-
día en aplacar hasta que Sus Magestades rera é sus secages no les pessára en que
proveyessen de justicia é les diessen go- se acabaran de algar todos los indios de
bernador. En estas tempestades estuvie- demás, por dexar la tierra con justa co-
ron quassi un año de decir que se avian lor: é aun degian claramente que avian
de yr, é á esta causa pocos se curaban del de yr contra los algados, é que los ran-
bien de la tierra, é los menos sosegaban: cheassené acabassen, é que los chrips-
é publicábase que aquestos dos hermanos tianos saliessen ya de aquella tierra po-
é otros dos, sus especiales amigos, tenían bre (lo qual ella no es, sino muy rica). Y
ocupadas quatro casas de mugcres casa- en fin se acordó.que fuesse un capitán con
das, y que de noche rompían los setos é gente á reconciliar é pacificar los algados:
paredes de las casas con infamia do sus é sobre la elegion desse capitán ovo con-
maridos. Assi que, quando los ministros tengion entre los gobernadores, é al fin
de la justicia son los adúlteros, ved qué salió con su intengion el Vasco, con que -
remedio pueden tener los ofendidos. rer yr él en persona, é llevó consigo á su
Descubriéronse en essa sacón buenas hermano é á Frangisco Pérez é Johan Ló-
minas de oro, é sacábanlo; pero traba - pez de Gamboa, regidor, é otros regido-
xando excesivamente é maltractando los res de aquel año, é los mas é mejores de
indios, porque los que avian de castigarlo, la tierra , y entrellos sus devotos ó par-
lo hacían peor, á causa de estar el pié en giales.
el estribo, como ellos decían, para yrse Bien conozco que estas contengiones
do la tierra. É viéndose los indios assi mo- no son aplagibles á toda manera de leto-
lestados, acordábanse cómo eran favores- res; pero son nesgessarias al aviso de los
gidos é bien tract'ados del gobernador Die- que han de gobernar, para escarmentar
go López de Salgedo; é desesperados del en cabegas agenas: son nesgessarias, pa-
remedio, subgedió que á ginco leguas do ra que se conozca la diferengía que hay de
las minas, en la provincia de un cacique unos offigiales é jueges a otros: son nesges-
DE INDIAS, Lili. XXXI. CAP. ÍU. 195
sanas, para que nos acordemos de todos, los indios algados se fueron á las sierras é
como al cabo tan particularmente se sabe, se pusieron en salvo, y en cinco meses
é descubrir con el tiempo la malicia del que por allá anduvo, ni castigó malhechor
hombre, cómo sus delictos se cometen: son ni higo cosa que buena fuesse} ni tomaba
nescessarias, para que con mis renglones consejo de nadie,, sino de su hermano,
sepan Céssar é su Real Consejo loque otros que tenia tanta nesgessidad ó más de ser
no les escriben, ni osan por diversos res- consejado. Y viendo esto sus mas espe-
pectos, ó por temor de los émulos con giales amigos, que eran aquel Francisco
quien debaten, ó por amor do los aficio- Pérez é Johan López de Gamboa, regi-
nados á sus desatinos, é aun algunos por- dor y otros, se lo reprehendieron algu-
que les paresge prudencia ser neutrales nas veges, é á la postrera resultaron cn-
entre su Rey y quien lo ha de castigar, y trclíos y él palabras feas, é tractólos de
los que deben ser punidos, pues que de manera que la amistad se convirtió en
degir verdades á pocos alcanca la remu- odio. É le osó degir el Johan López de
neración , tan presto como se adquiere la Gamboa, á su usanga vizcavna: «Yuroá
enemistad. Y á essos que se entremeten Dios yo higo, yo deshaga;» é* luego estos
en dar avisos de tales trabaxos y escán- dos se congcrtaron,para le descomponer.
dalos al Príncipe, é de otras cosas que re- Por manera que tornados á la villa al ca-
quieren enmiendas, ó no los creen, ó no bo del tiempo ques dicho, volvió el Vas-
llegan sus cartas á poder de Céssar é de co de Herrera malquisto, é tenido para
aquellos señores, que Su Magestad tiene menos do lo que antes se pensaba de su
deputados para la gobernagion destas par- persona. De aquel Frangisco Pérez tenia
tes, gerca de sí, ó se encubren é paran mucha quexa el Diego Méndez de Hines-
en las manos de quien al revés de lo es- trosa, en su prission, porque seyendo es-
cripto informe lo que quiere. Porque por cribano de su juzgado, é su secretario,
los peccados de los hombres nunca faltan fué levadura de su prission, é avia des-
á los malos alas para sostener sus culpas, cubierto á los del cabildo cosas quel Die -
en espegial si las plumas son doradas, no go Meudez pensaba hager contra algunos
se acordando de lo quel Apóstol escribió dellos, que con él avia comunicado; en
ó los Thesalonigenses: «Del tiempo ó mo- pago de lo qual el Vasco de Herrera le hi-
mentos de tiempo no teñe y s nesgessidad go hager alcalde aquel año, é después fué
que yo os escriba; porque vosotros mes- nombrado para lo ser el siguiente, lo qual
mos sabeys quel dia del Señor assi-ha de contradixo el Diego Méndez con giertos
venir, como el ladrón en la noche *.» requirimientos é protestagiones, y en fin
no le dieron la vara. Y este, enojado des-
Por gierto assi le vino de noche su fin á
to, con sus secages el Johan López de
este peccador de Vasco de Herrera, ó no
Gamboaé Johan de la Puebla, regidores,
como él arbitraba, sino como adelante se
creyendo quel Vasco do Herrera lo avia
dirá. El.qual, ydo con la gente é lo ques
estorbado, é la vara que pensaba aver eí
dicho, dexó el camino que avia de llevar
Frangisco Pérez se avia dado á un parien-
é tomó otro mas luengo por ver un cagi-
te del Vasco, acordados en hager mal al
que que le servia, por mostrarle su faus-
Vasco de Herrera, tomó la mano el Fran-
to é que viesse como mandaba á todos: é
gisco Pérez, como el mas mañoso, é fués-
estúvose allí tanto, que por su dilación

! De lemponbus aulem ct momentis, fralrcs, l(>r scilis, rpiia dics Domini, sicul fur in noetc, ila
non indigelis ul scriüamus vobis. Ips¡ eiiiuidili^en- venid, (S. P<ml, ad Thesalon., cpisl, i, cap.V.)
196 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
se al Diego Méndez 6 dióle parte del ne- * burlado, é quel Diego Méndez también se
gocio, que no desseaba cosa mas que ver- avia errado en lo que avia hecho pedir al
le sin vara al Vasco de Herrera, é ven- cabildo, que no avia de pedir sino que le
garse del é de su hermano é de los que admití essen al cargo de gobernador por
le prendieron, é desseábales la muerte, y teniente, pues tenia poder del goberna-
olios á él; y era esse Diego Méndez hom- dor defunto, y que aquello se hiciera an-
bre belicoso, é teníase por injuriado dc- tes que dexar al contador solo en el car-
tlos. Y como el Francisco Pérez le certifi- go. É cómo el Diego Méndez vido movida
có que en el cabildo avia voluntad de pri- la cisma, encaxóle esta proposigion, é ro-
var del offigio al Vasco de Herrera, amó- gó al Francisco Pérez que trabaxasse en
lo oyr é rogóle que entendiesse en ello: y el negocio: o porque el cabildo le avia to-
tuvo forma como un regidor, en ausencia mado el poder é puéstolo en las escrip-
de ambos gobernadores, pidió en el ca- turas de su escribano Alonso Carrasco,
bildo que entendiessen en el remedio de quando otra vez el Diego Méndez pidió
aquella tierra, que estaba perdida por que le admitiessen, el Francisco Pérez hi-
aver dos gobernadores, y essos discordes co qael escribano, que era su amigo, le
é mal avenidos. Y cómo tornaron á la vi- volviesse el mesmo poder al Diego Mén-
lla el Cereceda y el Vasco, les dixeron en dez, porque aquel escribano estaba mal
regimiento lo que se les avia pedido, y el con el Vasco de Herrera. Pues cómo tu-
Qereceda calló, porque sabie que no se vo su poder Diego Méndez, fué al cabildo
decia por él: el otro, con mucha altera- é pidió seguro, porque se recelaba de al-
ción y enojo, respondió que aquel tal por gunas personas, é no osaba decir algunas
qual de Diego Méndez hacia aquello, é cosas que convenían al servicio de Sus
amenazábalo; pero los gobernadores res- Magestades, ni las diría de otra manera;
pondieron al cabildo que harían lo posible é diósele el seguro, é assi como le tuvo,
cómo en todo se hiciesse bien, é cómo dixo quél era teniente de gobernador, é
conviniesse á la buena gobernación. El pressentó el poder ques dicho, ó pidió ser
Vasco de Herrera estaba muy léxos en es- admitido, é aun mandó al cabildo que as-
to de pensar que sus amigos Francisco Pé- si lo hiciesse, poniéndoles penas á todos
rez é Johan López de Gamboa é Johan de los del cabildo. Viendo este disparate,
la Puebla oviessen amasado esta cosa, descuydado de lo encubierto, respondié-
porque ya se comunicaban y entraban en ronle que su poder era condicional, hasta
su casa, y en todo ello echaban la culpa quel gobernador Diego López, ya defun-
al Diego Méndez, al qual tracto muy mal to , proveyesse otra cosa; é quel Vasco
de palabra un dia el Diego Diaz de Her- de Herrera truxo la vara en su prission é
rera, é le dixo muchas injurias. Y enoja- pressencia, é quéi estuvo presso é avia
do desta afrenta el Diego Méndez, dixo hecho residencia, y era revocado por el
al Francisco Pérez que le bastasse lo que gobernador defunto; é assi lo excluyeron,
avia hecho, seyendo su secretario, des- mandándole, só pena de muerte, que no
cubriendo sus cosas, é aviendo dado or- se Ilamasse teniente, ó só pena de perdi-
den cómo le prendieron; que por qué miento de sus bienes para la cámara é fis-
queria agora tractar como le matasseo, co; é tornáronle á tomar el poder que
quél descuydado estaba de entrar en con- pressentó.
tiendas hasta que vi esse que avia justicia; Y porque en el pueblo públicamente se
que le dexasse ya. Y él respondió que no decia que lo avien de rescebir por tenien-
tenia culpa, sino los regidores que le avian te , mandó el cabildo pregonar que ningu-
LE INDIAS. LIB. XXXI. CAP. Ilf.
w
no le tovieese por teniente ni se lo 11a- Vasco de Herrera, procedió* contra él é
masse, só ciertas penas. Y el Cereceda é hícole citar é llamar por pregones, dicien-
otros le diseron al Vasco de Herrera que do que lo hacia porque de sus bienes se
sus proprios amigos le avian puesto al cobrasse la pena de la cámara en que avia
Diego Méndez en aquello, é aun señalóle incurrido, seyendo público que en toda
al Francisco Pérez, que todavía se comu- la tierra avia hombre mas pobre é adeu-
nicaba con él, é respondió qae no lo creia dado : é higo inventario de sus bienes, é
é que se lo degian por le poner mal con halló que debia el sayo que traia vestido
él. Luego mandó el Vasco de Herrera que é mas de tres mili é seyscientos pessos de
ninguno acompañasse al Diego Méndez, só oro, porque como hombre desordenado,
pena de cient acotes é otras penas (y en- en once meses que allí avia seydo tenien-
víeselo á notificar con un escribano) ni él te por el gobernador Diego López de Sal-
anduviesse acompañado: é la respuesta cedo, viviendo mal este Diego Méndez é
del Diego Méndez fué recusarle, y expre- desenterrando peccados é culpas agenas é
sando sus agravios ó que avia fecho guer- dolictos viejos é olvidados, para se soste-
ra á los indios, é sin poder de Sus Ma- ner só color de justicia, lo que por una
gestades, é avia fecho hierro para los parte allegaba vertía por otras muchas,
herrar é hager esclavos, sin lo ser ni tener gastando mas de lo honesto é nescessario
auctoridad para ello, é otras cosas bien é mucho mas de lo quel officio podía com-
feas é por escripto, é assi replicando el portar.
uno en contra del otro. É demás desso el Viendo el Vasco que era notorio enemi-
Vasco de Herrera é su hermano amena- go é juez para el Diego Méndez. cometió
eaban de palabra y en público, y el Diego la causa á Diego Nieto, alcalde ordinario,
Méndez respondiendo , les degie que por é procedió en el negocio: é porque se
temor de Dios ni de Sus Magestades no avia relraydo á la iglesia antes de la acu-
avie de dexar de matalle. Á todo esto el sación , porque le quería prender de he-
Cereceda se estaba en su casa, é ova é cho el Vasco de Herrera, el alcalde le oyó
callaba, porque el tiempo no le daba lu- desde la iglesia, é como el negogio era
gar á mas, y eran pocos los que en el pue- de calidad que requería examínagion so-
blo no participaban en estas passiones. bre si era bien ó mal presso Diego Mén-
Pues excluydo Diego Méndez por el dez, é si eran traydores ó no', dixóronse
cabildo de su demanda, segund se di- tales cosas en los escriptos Diego Méndez
xo, por aviso del Francisco Pérez, tru- al fiscal contra Vasco de Herrera, y el fis-
xo á la memoria el Vasco de Herrera la cal en su favor contra el Diego Méndez,
pena quel cabildo avia puesto al Diego con cuyo paresger en secreto los ordena-
Méndez, é dióle á entender que avia ba , que se engendió el fuego de manera,
incurrido en ella, é paresciéndole que era que público é con juramento degian Vas-
causa para quitarle de sí, acordó una co de Herrera y su hermano Diego Diaz
noche de lo prender. É como el Diego de Herrera avian de matar á Diego Mén-
Méndez traia sus velas con el enemigo, dez dentro de la iglesia. (Oh Indias! ¡oh
supo la intengion del Vasco de Herrera, infeliges los que á ellas venís, para estar á
que era, después de le prender , echarle la sombra de tales ministros de justigial
en unas islas diez leguas de aquella villa: Pues en todo el mundo esta es una virtud
ó temiendo que le harían caedigo en la tan grande é tan exgelente é nesgessaria,
mar ó le matarían, huyó á la iglesia con que ninguna república ni estado se puede
e^so poco que tenia. Lo qual visto por e^ conservar sin ella, é no solamente las
198 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cibdades é pueblos grandes ó chicos, mas Herrera le envió é con otros mas españo-
aun las pequeñas é particulares casas, les, que en las minas estaban: de forma
donde aquesta falta, se consumen é dismi- que los que quedaron en la villa serian
nuyen, é aun un solo hombre ó cuerpo hasta veynte hombres sanos y enfermos.
que sea parte delta se pierde! Pues cómo todavía se continuaba el pleyto
Yo no sé cómo en estas partes anda es- criminal contra el Diego Méndez, é los es-
ta justicia tan ofendida con los mesmos criptos é palabras cada dia eran mas, de-
officiales de!la, ni puedo creer que á la gia que lo avía de sacar de la iglesia, y
Magestad Real ni á su Consejo llega la no- el Diego Méndez degia quel Vasco é los
ticia destos é otros mesmos insultos, pues que le avian presso eran traydores é
tan olvidado está el castigo dello en la avia de pedir justigia contra ellos é se
tierra, si no viene del cielo, como lo higo avia de vengar del y dellos; temió que allí
en este caso de que agora se tracta. en la iglesia le avian de prender ó matar
Oyd, letor, y veres lo que sabe é pue- sus enemigos, como le avian dicho mu-
de rodear el diablo, el qual en solo esto chas veges. Y paresgiéndole que la justigia
es bueno, como executor de Dios, pues real, ante quien esperaba pedir sus inju-
Jo que hace no es mas de lo ques permi- rias, tardaba, como era bulligioso é de-
tido por el mesmo Dios, á quien ninguna terminado, halló al diablo, que obraba
cosa puede impedir ni contrastar sus jui- parte é mucho en el caso, que le dio es-
gios é rectitud. Siguióse que junto á las peranga de salir con su desseo, é convo-
minas que llaman de Tayaco, donde se có á su opinión algunos quexosos de Vas-
sacaba oro, se avian aleado dos caciques, co de Herrera é de su hermano Diego
viendo que los otros que se avian aleado Diaz, é con estos otros estangieros é ma-
se quedaban sin castigo, y estos últimos rineros o hombres de poco saber é des-
algados sacaban oro: é los gobernadores seosos de tener indios que mandar, á
acordaron de enviar un capitán con gente quien el Diego Méndez dio á entender
para hacer que aquellos indios tornassen quel contador Ceregeda no quería ser go-
á servir, é si no se pudiesse hacer, cas- bernador, por las passiones que via en la
tigarlos porque los otros se sosegassen, é tierra entre el Vasco de Herrera é Diego
para castigar otros caciques algados días Méndez, y aun porque cada dia el Vas-
avie en un valle que se dige Agalla, que co contendía con el Ceregeda, por ser dos
fueron en la muerte de los chripstianos gobernadores; ó que si el Ceregeda qui-
de Vylancho, que nunca después qui- siesse quel Diego Méndez y él serian
sieron servir, é alteraban la tierra ó á juntos al cargo, é quél era teniente de
los que sacaban el oro. É caso quel Cere- gobernador, é le ayudassen á prender
geda lo excusó lo que pudo, no bastó á al Vasco de Herrera, porque en ello ser-
acabar con el Vasco de Herrera que fues- virían á Dios ó á Sus Magostados, quitan-
se por capitán otro sino su hermano Die- do aqueí tirano de la tierra, prometiendo
go Diaz de Herrera, é porque aquel era de los gratificar por ello ó los ayudar é
ydo á ver su gente que traia en las minas, favoresgeren todo lo quél pudiesse, por-
enviáronle allá los gobernadores la comi- que el Vasco le tenia tomada la vara y el
sión é instrugion, ó no lo tuvo en nada ni cargo por fuerga. Y cómo á todos era no-
lo quiso ageptar: antes escribió á su her- toria su prission é passiones de entram-
mano que no quena yr á ello, y 61 le res- bos, tomaron sabor en las promesas de
cribió rlñéndoselo, é assi lo ageptó ó fué los indios é favores quel Diego Méndez les
con los que para la jornada el Vasco de prometió por sí é por tergeros; é assi up
DE INDIAS. LIB. XXXI. CAP. IIL 199
domingo, á dos horas que fué de noche, no pudo ayudarse con la herida de muer-
ocho de otubre de mili é quinientos é te que tenia, y en esto vióse el Cereceda
treynta y un años, estando el Cereceda gercado de gente, y él é algunos de los
en su casa hablando con un honrado clé- que con él yban quisiéronle levantar: é
rigo , llamado Johan Aveta, é otras per- llegaron é quitáronsele de las manos aque-
sonas, é platicando en algunos medios lla gente, tirándole de los bragos y de las
para que las passiones destos se excusas- piernas, y de una soga que le tenían echa-
sen, porque resultaban en daño de mu- da ú la garganta, y en esto meneó los ojos
chos otros, ó no hallaban aparejo en sus el Vascode Herrera, como hombre que es-
condiciones, assi porque eran muy sober- taba al cabo-. Visto esto, é como otros de-
bios é apartados de racon, como porque gian: «Muérese, muérese», comengó Ce-
ya algunas buenas personas lo avian ten- regeda á llamar al clérigo ya dicho, que
tado, é no hallaban en el Vasco é su her- estaba allí gerca, é díxole: «Padre, pro-
mano ni en el Diego Méndez dispusicion curad por el ánima de esse hombre: quel
para apartarse de sus rencores y enemis- cuerpo ya yo creo que no tiene lugar de,
tad: y estando assi en su raconamiento, curarse». É assi lo higo llevar á la iglesia,
oyeron muchas voces é ruydo hacia la entendiendo quel Diego Méndez avia ur-
iglesia, do possaba el Vasco de Herrera, é dido aquella tela: é luego mandó prego-
salieron á la puerta de Cereceda él c los nar que todos se fuessen á sus casas, só
que con él estaban, é oyeron voces dicien- pona de muerte é perdimiento de sus bie-
do: «¡Viva el Rey!..» é mucho estrépito ó nes , é ninguno lo quiso hager; antes al-
alboroto. É luego el Cereceda se tornó á gunos degian á voges: «¡Viva el Rey ó la
entrar en casa, c tomó la vara de la jus. comunidad!», con tanta alteragion, que
ligia é una espada á una daga, é mandó á pensó que allí le avien de matar; « de-
los que allíestaban que fuessencon él é con gian que no avia alboroto, sino destirani-
lumbre de tea, delante corriendo. Assi co- gar é poner en libertad-la'tierra del Rey,
mo llegaron ala plaga, salieron allí muchos que estaba en poder de tiranos. A loqual
otros á pié é á caballo, é otros con balles- el Ceregeda replicó: «Pues sea, señores,
tas é armas, é puisiéronse delante, hacien- servigio del Rey, pues quereys que lo
do pavesáda é unidos, encaminando sus sea.» É otros degian: «¡Viva el Rey é la
armas hacia el Cereceda é los que con él comunidad!» É acordándose él de las co-
yban, digiendo á grandes voges: «¡Viva el sas passadas de los comuneros de Castilla,
Rey!», sin poder el Ceregeda conosger si- tuvo por gierto que si de allí no se yba
no dos ó tres de los que estaban delante que le matarían, é salióse lo mejor que
del; y estaba como atónito, porque no sa- pudo de entrellos para yrse á su casa.
bia si eran gente de fuera ó si ie querían Ya ocurrían allí hasta las mugeres del
matar. Y estando assi un poco espagio pueblo, é algunos degian: «Vamos á casa
perplexo, pensó que debian ser revueltas de Benito Pulido: que aquel es uno de los
de Diego Méndez ó de Vasco de Herrera, regidores que fueron en prender al tenien-
é fuésse hágia aquella gente, digiendo: te Méndez.*> É ya quel Ceregeda salió de
«Viva el Rey é su justigia que está aqui», entrellos á mas priessa que de passo, sa-
y entróse entrellos. Y llegó & un esqua- lióle al encuentro Diego Méndez, armado
drongillo de los armados, y entrcllos vido é á caballo, é con una langa é una adarga
al Vasco de Herrera en el suelo ensan- é con vara de justigia, digiéndole : «Ah
grentado: é como se llegó á él, dexáron- señor gobernador, ah señor contador.» Y
sele todos, é assióle para le levantar, é el Ceregeda díxole, viéndole delante de
200 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sí: «Ydos de ahí, no me hables.» Y el go Méndez: < Lo que mando es , señor,
Diego Méndez replicó: «Escuchadme, se- que hagays, é ós pido por merged que
ñor, lo que os quiero degir.» Y el Cerogc- pongays toda esta cosa en paz hasta ma-
da dixo: «No hay que escucharos.» Yba- ñanade dia, que se provea lo que conven-
se de largo, y el Diego Méndez, viendo ga al servigio de Su Magestad.» É assi
que le desdeñaba, atravesó el caballo de- hablando, se fué su camino el Cereceda;
lante, é díxole: «Escuchadme, si que- y el Diego Méndez dixo al Cabranes que
ros, que os está bien, si no cata...» Eston- se lo diesse assi por testimonio, é des-
ces el Cereceda, viendo que aquel cata viándose el Ceregeda para su posada, se
era amenaca, é que aquel andaba deter- quedó Diego Méndez con su gente, é higo
minado ya en todo mal, esperó é dixo: pregonar, digieudo: «Manda el señor Die-
* ¿Qué decís?» É él dixo: «Señor, esto se go Méndez, teniente de gobernador, etc.»
ha fecho por poner esta tierra en libertad É oyéndolo Ceregeda, baxó sus orejas, ó
é debaxo del servicio de Su Magestad, se fué a su posada con los que con él de-
que ha tanto tiempo que está tiranicada: Ua avian salido é otros algunos, que se le
ved lo que mandays que se haga, que yo avian allegado. E llegados á su posada,
soy teniente de gobernador é lo quiero fué reprehendido, porque avia dudado la
hacer, como vuestro teniente.» El Cerc- primera vez de responder a Diego Mén-
geda estaba como hombre afrontado é co- dez , é le certificaron que uno de aquellos
mo quassi fuera de sí, é cercado de los sayones llegó en essa sagon al Diego Mén-
malfechores, congecturando uu caso tan dez é le dixo: «Mirad, señor, matemos
temerario ó desacatado, é temia también á este, sí no todos somos muertos.» É res-
de sí é de los que con él avian salido pondió el Diego Méndez: «Esso no, por-
de su'casa.que los matassen, é calló; y que el contador no ha fecho por qué.».
el Diego Méndez replicó:-«Ah señor con- Tras esto le llegó nueva al Ceregeda
tador , ah señor gobernador, mandad como el Vasco -de Herrera era ya muerto
lo que queros que haga: que como vues- en la iglesia, sin so poder confessar: el
tro teniente lo haré, que lo quiero ser qual, estando cu su postrera hora, dixo
é lo soy.» Y cómo no respondía Cere- mal pronunciando: «Mis peccados me han
ceda tan presto como en la sagon se re- traydo á esto,» hagiendo muestras é se-
quería por su turbagion, Bernardino de ñales de chripstiano; é desnudándole pa-
Cabranes, escribano real ó de aquella go- ra amortajar, le hallaron una puñalada en
bernagion, é otros que con él avian sa- el costado, debaxo del brago. É sabido
lido de su posada al ruydo, y el veedor por Diego Méndez que era muerto en la
Frangisco de Barrientos , que á la sagon iglesia , reprehendió mucho á sus ayuda-
allí avian llegado, dábanle gránd priessa, dores, porque lo avian dexado llevar, di-
tirándole del sayo, é aun se lo rasgaron, giéndole: «traydor, tirano;» é que si no
eligiéndole: «Congeded con él, si quereys le mandara Ceregeda meter en la iglesia,
que aqui no os maten á vos é á nosotros.» quél le h¡giera hager quartos, como á tray-
Y el Cabranes dixo regio, porque el Die- dor, tirano é usurpador de la justigia real.
go Méndez lo oyesse: «Degid que sí que- Hablando, pues, Ceregeda aquella no-
reys, síes teniente Diego Méndez.» É lle- che con los que estaban con él, dixo que
gósele al oydo é díxole: <Responded no avia podido conosger sino cinco ó seys,
presto: que oygo á mis espaldas que os é fué informado que los más del escánda-
quieren matar.» É assi el Ceregeda, por lo eran marineros y estancieros, é otros
se conformar con el tiempo, dixo al Die- amigos del Diego Méndez de quañdo era
DE INDIAS. LUÍ. XXXI. CAP. III. 201
teniente de gobernador por Diego López dal, alguacil, mandándole que prendiesso
de Salcedo, é algunos vecjnos de aquella al Vasco de Herrera, é que si se defen-
villa, que estaban mal con Vasco de Her- diesse, que lo matasse, ó mandó en él quo
rera. Diego Méndez llamaba capitán de su todos le diessen favor é ayuda; é desta
guarda á un Alonso Vázquez Rangel, é un manera salieron él y ellos de la iglesia,
marinero que se degia Pedro Vidal traia donde Diego Méndez estaba retraydo, á
la vara como su alguacil. É toda aquella hager lo que se ha dicho.
quadrilla de Diego Méndez podrían ser Súpose que dos ó tres vec/es, antes que
hasta treynta y cinco ó quarenla hombres esto acaesejesse, avia jurado solemne-
de pié é de caballo; é los mas dessos mente Vasco de Herrera de matar al Die-
avian venido la noche antes del campo, é go Méndez, é que para ello avia de poner
se avian juntado en la iglesia con el Die- otro día el cargo de la vara en el cabildo,
go Méndez, ó desde allí salieron él y ellos porque viéndole sin vara el Diego Mén-
á matar al Vasco de Herrera. É para lo dez , saliesse de la iglesia é lo pudiesse
efettuar dio un mandamiento, como te- hacer.
niente de gobernador, para el Pedro Ví-

CAPITULO IV.
De lo que Diego Méndez de Hincslrosa Meo con el favor de sus secaces, después que ovo muerto á Vasco
de Herrera; é cómo, continuando sus desatinos, prendió después al gobernador Andrés de Cereceda; é có-
mo después ei Cereceda le prendió al Diego Méndez é le hieo hacer quartos, é se dio fin á su tiranía.

Üjstando en su posada. el gobernador é despidió con buenas palabras los que


Cereceda, platicando en lo que de susso con él estaban, é aun porque tenia por
se* ha dicho, friéronle _á decir que los mal- sospechosos algunos dellos, que mostra-
hechores é aquella gente alborotadora es- ban tener mala voluntad al Vasco de Her-
taban dando saco á la casa de Vasco de rera ó su hermano, por malos tractamien-
Herrera. É luego entró el alcalde Diego tos, é aun tal avia allí que se decia quel
Nieto, quexándose de Diego Méndez é su Vasco le rompía los setos para hablar
gente, que le avian querido tomar la va- con su muger; y estos tales hablaban en
ra , é aun se la avian quebrado, procuran- favor del Diego Méndez, paresciéndoles
do de quitar al Vasco Herrera de sus ma- mal estas estorsiones, que los dichos her-
nos, é le dieron ciertos botes de lanca, manos le avian hecho. Assi que, rogóles
que mostró en la capa: é luego le envió á que todos se fuessen á sus casas á repo-
casa del Vasco de Herrera á ponérsela en sar , quedándose solo el Cereceda con sus
cobro, é mandóle inventariar lo que ha- criados é con el escribano Cabranes ques
Hasse, é que lo entregasse a un criado del dicho, é temiéndose que si en su casa es-
Vasco de Herrera. É luego entró el otro taba gente, lo tomaría por achaque el Die-
alcalde, Hernando Dalmao, pariente del go Méndez, é por no le dar lugar que
defunto, asombrado, diciendo que Diego acabasse de perder la vergíionca, los des-
Méndez é su gente le avian quitado la va- pidió.
ra; é luego ledixeronal Cereceda que Die- É ydos, desde á muy poco llegó Die-
go Méndez andaba por las casas a tomar
go Méndez ó su gente á él, á caballo,
las armas á todos. É viendo esto el Cere-
armado, é con una vara de justicia, que
ceda , temió que le seria hecho lo mesmo,
era del Vasco de Herrera, é sus armas
TOMO ni.
26
20á HISTORIA GENERAL Y NATURAL
del muerto puestas, que avia ávido del pero lo que sus cartas decían era equívo-
saco, é con grand fausto é ferocidad, co- co, porque el que fuesse bueno se viesse
mo si en alguna honrosa batalla las oviéra dónde declinaba, diciéndoles que la justi-
ganado contra infieles; é llamó á voces al cia de Su Magestad estaba retrayda en su
Cereceda, é díxole ante Gabranes el es- casa, é que della no saldría hasta ver re-
cribano, que le requería que luego qui- medio para ello de Su Magestad (porque
tasse los offieios que en el cabildo tenían si fuessen tomadas las cartas, ni pares-
los deservidores de Su Magestad, é los ciesse quél tenia mala voluntad á ninguno,
pusiesse en personas leales. Y el Cerece- ni aprobaba por ellas cosa mal hecha). Y
da le dixo que se fuesse con Dios, é pu- como lo supo Diego Méndez, aseguróse al-
siesse el pueblo en paz, como se lo avia go, y pensó que todavía el gobernador
rogado': que en aquello el Cereceda pro- Ceregeda le convengeria, porque avia vis-
veería lo que conviniesse al servicio de to que no estaba bien con los disparates
Su Magestad; é assi se fué, diciendo que del Vasco de Herrera: antes algunas ve-
assi se avia de destiranicar la justicia do ges quedaban en muchas cosas discordes.
Su Magestad. Mas todavía el Cereceda Otro dia siguiente se fué Ceregeda á la
quedó sospechoso, porque le fué dicho la iglesia é higo enterrar al Vasco de Herre-
mesma noche que los amigos del Diego ra, pressente el Diego Méndez é su qua-
Méndez se temían, visto muerto al Vasco drilla con -mucha desverguenca, é allí pi-
de Herrera, é conosgian que los avia bur- dió por testimonio el Diego Méndez al es-
lado el Diego Méndez, porque creían quel cribano Cabranes, cómo por morirse Vas-
Qereceda no avia de consentir que fuesse co de Herrera, no le higo quartos, é otras
teniente, ni lo era: y el gobernador Die- palabras dixo desbarradas. Y el Ceregeda
go López á solo Cereceda dexó poder á todo estuvo callando, ó se fué á su posa-
quando se quiso morir, é recelaban que da quassi solo, quedándose allí el Diego
avia de castigar los malhechores. Pero ni Méndez con sus valedores, digiendo quél
el Ceregeda osaba aceptar al Diego Mén- é aquellos hidalgos compañeros avian he-
dez, ni llamar á Diego Diaz de Herrera, cho á Su Magestad aquel servicio tan gran-
é á la gente que andaba fuera en la en- de é señalado, en le aver destíranigado
trada , é una vez estuvo movido para so su justicia é la tierra, é que la vara quel
yr á la iglesia; pero cómo valerle ó no, Vasco de Herrera le avia tomado, él se la
estaba en dubda, a causa del desatinado avia tornado á tomar. É luego se supo có-
Diego Méndez. Ássi, porque los malhecho- mo el Diego Méndez avia enviado á lla-
res no se fuessen é se llevassen los caba- mar los cagiques de los hermanos Herre-
llos é despoblassen la tierra, acordó de ras, para que le sirviessen á él; é fué tal
se estar en su casa, atendiendo el socor- su denuedo é furia aquella noche é otro
ro de Dios, que en tales casos es bien dia, que no cessaba, digiendo á todos que
menester, y en especial en estas partes, assentassen el pié llano, porque en sa-
donde la diversidad de los hombres de la biendo que alguno coxqueaba, le avia de
guerra todos ó la mayor parte acuden, cortar la cabega é hager el progesso en la
por falta de vergüenca, á la parle que uña, tanto que sus enemigos se fueron á
conoscen próspera ó con aventaja. reconciliar con él de lo passado, é decían
Aquella noche escribió el Cereceda al que si le errassen, querían pagar con la vi-
Diego Diaz de Herrera é al thessorero da. É assi unos por le contentar, é otros
Johan Ruano, que estaba en las minas de porque no los matasse ó destruyesse, é
Tayaco, avisándoles del caso é homigidio; otros por no ser afrontados ó les quitasse
DE INDIAS. Lili. XXXI. CAP. IV. 203
los indios, de que se servían, algunos le con Diego Méndez cómo no oviesse alte-
mandaban é daban mucho mahiz, é otros raciones en los chripstianos ni en los in-
le prometían puercos, é otros le,pressen- dios; é ovo regidor que dixo, ó temien-
taban novillos é aves, ó otros le enviaban do al Diego Méndez, ó porque le paresgia
mesas é bancos é sillas, é paresgia que le ser conviniente á la república, que si no
asséntaban casa, porque de todo tenia se pudiesse congertar en que fuesso su te-
nesgessidad. Algunos lagoteros decían que niente Diego Méndez, que lo fuesse el Ce-
avia hecho un hecho romano, é otros loa- regeda del, porque esso era ló que con-
ban su prudencia é animosidad, é otros le vcnia al servigio de Dios ó de Sus Mages-
daban á entender, que sabido el caso por tades, é al bien é sosiego de aquella uni-
Su Magestad, no solamente le daria la go- versidad é de la tierra. É porque algunos
bernación perpetua de la tierra, donde es- se riyeron desto, replicó assi: «Reysosé
taban, mas que le avia de dar un conda- parésgeos mal lo que he dicho? Pues asen-
do é hagérle grand señor, por ser su per- tadlo assi, escribano, que yo lo digo assi;
sona de tanto valor, é tan diestro y expe- y el tiempo os doy por testigo, para que.
rimentado é para mucho. É assi él se lo os muestre que aquesto es la cosa del
creia y ensoberbescia mas, é á cada can- mundo mas nesgessaria á la quietud é
to sonaban pregones, digiendo: «Manda buena providengia é sosiego de las vidas
el señor teniente, Diego Méndez de Hines- é hagiendas de todos los que aquí vivi-
trosá, capitán de Su Magestad é su justi- mos , é aun para que la total destruygion
cia mayor, etc.», relatando títulos quél no nuestra se excuse.»
tenia ni merescia, é amonestando é pro- Desde á muy poco espagio el Diego
veyendo lo que se le antojaba. Méndez, sospechando quel cabildo se avia
Otro día después de enterrado el Vasco juntado en la casa del Ceregeda en su
de Herrera, acordó el gobernador Cere- ofensa, fué allá con su gente de pié é de
ceda de hager juntar el cabildo en su ca- caballo, creyendo que se tractaba mal del
sa, é pidió consejo de lo que debia ha- ó que le querían prender, é apeóse con
gerse en el caso; é dixo que ya sabían lo su vara y armado; y el escribano no avia
que passaba, é que Diego Méndez, só co- tenido tiempo de assentar lo ques dicho.
lor de gobernador, é digiendo que tenia po- Y el regimiento, en tanto que se assénta-
der, destiranigaba la justígia é avia muer- ban aquellos auctos, dixeron al Ceregeda
to á Vasco de Herrera, trayendo la vara, que debia salir al Diego Méndez y entre-
é se la avia el dicho Diego Méndez apro- tenelle con buenas palabras: é assi lo lu-
priado á sí por su propria auctoridad, é co , é díxole que estaban en cabildo en su
se algaba con la justígia ó gobernagion, y regimiento, para dar orden en algunas co-
en lo demás hagia todo lo que le paresgia, sas de la villa; y el Diego Méndez, muy
á sabor suyo é de sus secages: por tanto alterado, dixo: «A esso vengo yo tam-
que les rogaba, que como servidores de bién: que tengo que hager en cabildo.» Y
Sus Magestades é amigos suyos, le dixes- el Ceregeda replicó: «Pues luego entrare-
sen lo que so debia hacer. JÉ assi á este mos. » É porque le paresgió que se tarda-
propóssito dixo otras palabras, é lo higo ba , ó.que le debian ordenar algún jarabe
assentar por aucto á Bcrnardino de Ca- para purgarle, se entró en el cabildo, é
branes, escribano de Sus Magestades. Res- dixo: «Yo soy servidor de Su Magestad,
pondiéronle que la tierra é Diego Méndez é no he de estorbar cosa que sea su ser-
estaban en tal estado quél debia disimu- vigio, sino ser en lo hager el primero. > Y
lar lo mejor que pudiessc, é oongertarsc el Ceregeda ni le osó yr á la mano, ni
20 i HISTORIA GENERAL Y NATURAL
aun quisiera estar allí, porque al rededor dar al requirimiento, esperando lo que|
del, y en la puerta y en la calle, tenia el thessorero Johan Ruano ó Diego Diaz de
Diego Méndez gente, todos sus parciales. Herrera responderían á sus cartas. Pero
E assi, después de assentados, dixo assi: degia Ceregeda públicamente, que lo que
«Ya sabeys, señores, cómo seyendo* yo higiesse Diego Méndez fuesse en buen ho-
teniente de gobernador, de hecho, é sin ra hecho, é pluguiesse á Dios quél lo hi-
causa ni temor de Dios ni de Sus Mages- giesse de manera que todos le oviessen
tades, me quitaron la vara ó me'prendie- envidia, é que para la expiriengia basta-
ron el tirano traydor de Vasco de Herrera ban las cosas acaesgidas por mandar dos;
y el cabildo dcsta villa, y el gobernador é que pues Diego Méndez se metía en ello,
Diego López de Salcedo después declaró quél no podia hager sino callar é mirar y
por sentencia que mi prission avia seydo estarse en su casa, hasta que Sus Mages-
injusta é mal hecha, é aun con juramen- tades proveyessen otra cosa: lo qual él
to : ó que muerto el dicho Diego López no degia por no alterar á Diego Méndez, é
je avian quitado la vara, é quél era te- descuydarle, porque si respondía al re-
niente , é les requería que usassen con él quirimiento, avia de degir que era mata-
en el dicho offlcio: é pues á vos, señor dor, é castigarle, si pudiesse, con justi-
contador, Andrés de Ceregeda, dexó Die- cia ; é pues aquesto no se podia assi ha-
go López poder en su fin para gobernar, ger, acordó de temporigar. Mas el Diego
yo os requiero que, assi vos como estos Méndez, que conosgía sus proprias obras,"
señores ó regimiento, useys el officio con- é vía quel Ceregeda dilataba la respuesta,
migo , é me hayays por tal teniente, en no le paresgiendo bien aquella dilagion,
tanto que Sus Magestades proveen lo que envióle aquel reverendo padre Avela é
fueren servidos.» otros, con quien le envió á rogar quetu-
Los del cabildo, no con poco temor de viessc paz con él; é que pues sabia tenia
oyrle, respondieron que le daban por res- poder como él, y el Ceregeda avia dicho
puesta lo que á Ceregeda avian respondi- muchas veges que desseaba dexar aquel
do; y el Ceregeda dixo que veria la res- cargo, que agora tenia tiempo para se
puesta del cabildo é respondería. Todo desocupar de las cosas de la justigia, é
esto se assentó, é se fueron a sus posa- questa se la dexasse al Diego Méndez, é
das. El Diego Méndez dixo después á sus quel Ceregeda entendiesse en lo demás de
aliados que ya el cabildo le avia rescebi- la gobernagion y en el dar de los indios,
do por teniente, ó que no avia de mandar é que del solo Diego Méndez tomasse su
otro sino él; é assi lo hacia en todo é co- paresger, éno toviesse Ceregeda mano en
mo lo quería. la justigia, é que assi lo aprobasse el ca-
• El Cereceda, visto lo que Diego Mén- bildo y el Ceregeda lo jurasse é no truxes-
dez le requirió, é que muchos le decían se vara. Ceregeda bien entendió questo
que higiesse lo que Diego Méndez le pe- pedia Diego Méndez por temor de ser pres-
dia , no estaba en ello, porque Diego Mén- so , é respondió al clérigo ó á los demás,
dez no tenía poder, y el que tuvo de Die- que en desistirse de la justigia que ni él
go Ldpez estaba revocado. É viendo que podía ni lo debia hager sin mandárselo Su
era matador y estaba presso, é que si él Magostad; roas que en todo lo demás quél
en esso viniesse y ambos mandassen era quería que se higiesse como el Diego Mén-
diño de mucha culpa, é aun la tierra se dez lo quisiesso, é que no desseaba sino
perdería, por evitar essos inconvinicntos, (pie todos estuviessen en paz. E con esta
acordó de dilatar la .respuesta que debía respuesta volvieron á Diego Méndez, é no
DE INDIAS. LD3. XXXI. CAP. IV. 205
le agradó mucho; pero al cabo acordó de dios, seguíanle sus amigos é aun los que
fiar del Cereceda sobre buena prenda. Y no lo eran, é á otros enviaba á llamar
envió á llamar los alcaldes é regidores á é degia que no avia otro teniente ni jus-
su posada, sin quel uno supiesse del otro; ticia sino él solo: é hico pregonar, lla-
é teniendo á la puerta de casa toda aque- mándose teniente de gobernador é capi-
lla gentegilla que le hacia espaldas, quitó tán, que daba por ninguno todo lo que
las varas á los alcaldes é diólas á Alonso avian fecho el traydor tirano Vasco de
Vázquez Rangel, su capitán de su guar- Herrera é Andrés de Cereceda, como su
da , que fué uno de los pringipales culpa- aliado, avia consentido, después que fa-
dos, é tan doto para el officio del juzga- Ilesgió el gobernador Diego López de
do, que no sabia leer: la otra vara dio á Salcedo, é lo anulaba por aquel pregón;
un Jolian Copete, regidor de aquella vi- é mandaba quel Cereceda no usasse mas
lla aquel año, y el uno y el otro de rús- del cargo ni se llamasse gobernador, só
tico entendimiento; é dexó dos regidores pena de muerte, y envióselo á notificar
de los que ya lo eran, é puso con ellos con un escribano, é también envió á man-
otros dos de su mano, é como teniente dar áCabranes, escribano, que no usas-
de gobernador, tomó de hecho los libros y se con el Cereceda el officio, de lo qual
el arca del cabildo, é higo á todos que lo él no curó, sino, haciendo lo que debia,
jurassen por tal teniente. siempre continuó su offigio con el teniente
Otro dia siguiente dio un mandamiento Cereceda cada é quando que convino.
para que aquel alcalde, Alonso Vázquez, Viendo ya Cereceda tanta tiranía é des-
fuesse á casa de Diego López, el gober- vergüenza en el Diego Méndez, le envió
nador, é sacasse una bandera real que la respuesta con el Cabranes, escribano,
allí estaba del gobernador defunto, é la satisfagiendo al requirimiento passado,
quitasse de poder de uno á quien Cerege- quel Diego Méndez le avia fecho en el ca-
da, con otros bienes del gobernador Die- bildo , en que le regitó el delicto que avia
go López, la avia encargado: é porque fecho, é que era matador é persona pri-
aquel, á cuyo cargo estaba, no se la que- vada para el cargo, ó que estaba revoca-
ría dar, lo maltractó hasta que se la dio, é do por el gobernador Diego López ya de-
la llevó á Diego Méndez, el qual, juntada funto, é que estaba presso, é que con su
su quadrilla, higo jurar á la bandera que poder del Ceregeda estaba revocado el
no la desampararían, y entrególa á un suyo, é otras cosas á este propóssito, quel
marinero é hícole alférez, é tomóle jura- Cabranes le notificó en su posada, estan-
mento como á los demás. Fecho aquesto, do rodeado de aquellos sus adherentes: de
salió á se pasear por la villa con la ban- lo qual se alteró mucho é se afrentó, por-
dera é su gente delante, é todos con sus que aquellos oyeron aquellas palabras ó
armas, é la bandera á par del, amena- respuesta, é hacia vascas é amenagas. É
zando é diciendo quel que se rebulliesse el escribano Cabranes era cuerdo, é dí-
le avia de poner colgado de un pino do xole: «Señor, no regibays pena, porque
aquella villa, é que después se haría el esto no lo dige Ceregeda por enoxaros á
processo en la uña. vos ni á otro, ni para daros passion; sino
Otro dia adelante jueves, teniendo ya á porque ha de responder al requirimiento
los alcaldes é regidores é todo de su ma- que vuestra merged le higo, é para dar
no, é con su gente é otros mas que se le cuenta, quando le fuere pedida, quiere te-
allegaban, cabalgó por la villa, porque ner sus auctos en su caxa,y él tiene poca
como pensaba dar de su mano los in- ó ninguna voluntad de so ocupar en la
206 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
justicia: antes dessea estar desocupado de hager allí lo que Diego Méndez le avia or-
la gobernación en todo.» Y con esto se denado. É Ceregeda avisó á Diego Diaz
asosegó Diego Méndez, y el Cabranes se que se guardasse, porque tenia peligro y
fué, aunque no dexáran de hablar en estaba en el campo, é acordó de venirse
lo prender ó matar; 6 los demás de aque- á la villa, é fuésse derecho á se apear á
lla loca congregación le dexáran al Diego la iglesia; c cómo Diego Méndez tenia ve-
Méndez, é se fueran al Ceregeda, si no se la sobre él é recabdo en la iglesia, al
hallaran culpados en la muerte de Yasco apear ó dentro della le prendieron é lleva-
de Herrera. ron á casa de Diego Méndez, é le pusie-
Pues viendo Diego Méndez que Cere- ron en graves prissiones, sin le dexar ver
ceda tenia poder bastante para gober- á nadie: é de hora en hora se creia su
nar, quel gobernador Diego López al muerte, porque Diego Méndez, después
tiempo de su muerte le dio, acordóse de de se la dessear, estaba en su mano dár-
yr á casa de Francisco Cepero, escriba- sela; pero dilatábala, porque primero que-
no de Su Magestad, ante el qual Diego ría prender ó matar al Ceregeda, assi
López avia otorgado el poder de Cerege- porque no avia podido con el escribano
da, é tomóle los registros, digiendo quel Cepero hager que dixesse quel poder de
poder era falso, é que quando se otorgó Ceregeda era inválido, como por la res-
estaba ya Diego López fuera de sentido: ó puesta que á su requirimicnto le avia da-
prendió al escribano, é sin le dexar ver do Ceregeda con el escribano Cabranes,
ni hablar á ninguno, le tuvo en su posada é porque sin essa, le envió á notificar á
propria del Diego Méndez muy aprissio- Diego Méndez é su gente giertos auctos ó
nado: é higo quel alguagil Yidal, como mandamientos, é mandóle llevar á mos-
fiscal de offigio, le acusasse por falsario, trar la provisión que Su Magestad dio al
é por. otra parte le halagaba en secreto, gobernador Diego López y el poder que
por le hager vagilar é que dixesse lo quéf le avia dado al ^eregeda, é leyóselo con
quería; é otras veges le degia é juraba otras escripturas allí donde estaba aquel
que lo avia de despedagar á tormentos, si loco cabildo oyendo con mucha saña lo
no confessaba quel gobernador Diego Ló- que se les leia. Y enoxado Diego Méndez,
pez estaba sin sentido, quando avia otor- se levantó con mucha yra é tomóle las es-
gado el poder á Ceregeda. cripturas al escribano Cabranes, é con
Johan Ruano, thessorero, avia resgebi- dos pares de grillones que avia fecho ha-
do la carta de Ceregeda, y envió con in- ger nuevos para sus apetitos furiosos, de-
dios la otra á Diego Diaz de Herrera; é xó presso al escribano, é fuésse á casa
tardó tanto en la resgebir, que llegó á del Ceregeda a prenderle con mucho es-
donde estaba con la gente otro capitán cándalo é voges, alterando la tierra é di-
criado por Diego Méndez, é requirióle que giendo que para la paz della é sosiego de
se la entregasse é á la gente que no lo tu- todos assi convenia, para que viviessen se-
viessen por capitán al Diego Diaz. É assi guros. É á ruego de algunos hombres de
se higo, porque él era mal quisto, non bien, que no desseaban que Ceregeda res-
obstante quel replicó que era capitán é gibiesse daño, é pringipálmente porque lo
criado por el contador Ceregeda, que era quiso Dios assi, no lo echó grillos, é man-
gobernador é no otro. Pero no lo apro- dóle que tuviesse la casa por cárgel é no
vechó : antes la gente se acostó al tiempo saliesse della sin su ligongia expresa, só
é al otro capitán fecho por Diego Méndez, pena de muerte é perdimiento de sus bie-
é luego se fué con ella á las minas para nes: lo qual él guardó, y estuvo presso
DK INDIAS. Lili. XXXL CAP. IV. 207
desta manera con sola la compañía del higo, é una noche se juntaron trepe de á
Bernardino de Cabranes. Y no le osaban pié ó catorge, é quatro de á caballo en ca-
yr á ver sus amigos, por no enoxar al Die- sa del Ceregeda, para que los de caballo
go Méndez; mas visitábanle de palabra, estorbassen los que acudiessen al ruydo.
enviándoselo á decir con el Cabranes, que É puesto que tenían pocas armas, con las
ya le avian soltado. que tuvieron le prendieron un martes en
Este detenimiento le turó al Cereceda la noche, quinge de noviembre, año de
treynta y siete dias, y en las dos noches mili é quinientos é treynta y uno, al fin
primeras.y en las dos.postreras se le pa- del quarto de la primera guardia, é ya
raron los mas de los cabellos é las barbas que le rendían sus velas, é fué presso vi-
tan blancas, que dio admiración á todos vo é sano el Diego Méndez por el Cerege-
(porque hasta estonces eran raríssimas sus da , defendiéndose con una espada é una
canas); .porque congectufaba Diego Mén- adarga é la vara de la justigia en la mano
dez , y aun lo dixo á algunos de sus ami- é dentro en su cámara, en la qual é do
gos, que su vida estaba segura con la fuera tenia guardia: los quales todos hu-
muerte de Ceregeda, é tenia sobre él yeron, sin que otro alguno fuesse presso,
siempre espías, y el Cereceda no lo ig- porque solamente se ovo ojo al Diego
noraba: antes pensaba que un dia avia Méndez. Pero no se pudo esto hager sin
de amauescer muerto á puñaladas en la sangre, porque hagia muy escura la no-
cama. ohe, é salieron heridos siete hombres*
Ea esto llegó el thessorero Johan Rua- uno muerto é un caballo, los quatro de
no, c dixo al Cerege.da lo que en las mi- la parte del Ceregeda, é los tres y el
nas avian dañado los ministros de Diego hombro é caballo de parte de Diego Mén-
Méndez, é como ya todos los de la villa dez : en el qual frange el thessorero Johan
avian jurado de lo seguir ó no ser contra Ruano se ovo como valiente hombre é
el en pressengia de aquellos sus homici- buen servidor de Su Magestad, é fué mu-
diarios, para quél y ellos pudiessen yrse cha parte de la vitoria é buen subgesso
quandolesparesgiesse, sin que nadie fues- de todo. Assi que, presso el tirano, lo
•se tras ellos. llevó el gobernador Ceregeda á su posada
Nunca gessaba la voz de «Viva el Rey», é lo aprissionó bien; é fecho esto, -sosegó
como en el tiempo de las Comunidades; é el pueblo é cobró las armas que le avian
viendo la perdigion en que todos estaban tomado durante la tiranía, que permanes-
con aquel tirano, acordó el Ceregeda de gió treynta y siete dias.
lo prender ó morir ó deshager aquella ti- La noche mesma que fué presso Diego
ranía, é procurar qüel Diego Méndez se Méndez, se tomó su confession bien larga
tomasse vivo. ante el alcalde Diego Nieto, é dixo quién
Ya ninguno osaba entrar en casa del le avia dado favor é ayuda para lo fecho,
Ceregeda sino el thessorero Johan Ruano y en esta ocupagion se passó el tiempo
y el veedor Frangisco de Barrientos, é restante de aquella noche. É otro dia
aquestos de temor lo hagian pocas veges, miércoles siguiente, diez.y-seys de no-
só color que se juntaban a entender en viembre de mili é quinientos é treynta y
las cosas de la hagicnda do S. M., como uno, fué llevado á la cárgel pública ó real,
sus ofíigiales. É en aquestas visitagiones é allí le sentengió como á traydor é tira-
Ceregeda rogó al thessorero Johan Ruano no á que le cortassen la cabega é fuesse
que juntasse algunos de los amigos de en- fecho quartos. É assi fué luego executa-
trambos, aunque avia pocos; é assi se da, é su puso la cabega en la plaga en un
208 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
palo hasta que por tiempo se cayó seca, ba á pagar lo que debia con tres mili pes-
6 los quartos se pusieron en los caminos; sos de oro. Y assi se libraron de las pris-
é fueron confiscados sus bienes para la siones en que estaban Diego Diaz de Her-
cámara, pero todo lo que tenia no básta- rera y el escribano Francisco Cepero.

CAPITULO V.
Cómo el gobernador Andrés de Cereceda, después de la prission e' castigo del tirano Diego Méndez de Hi-
neslrosa, ¿castigados los que mataron á Vasco de Herrera, perdonó á los demás; é cómo Diego Diaz
de Herrera tenia amotinada la gente para yrse de la tierra; é cómo, viniendo por gobernador Diego Albitez
dio al través en la costa, é assi se ahogaron veynte y cinco hombres é cinco mugeres, é salió el goberna-
dor á nado, é desde á nueve días que fué rescebido por gobernador murió, 6 dexó por gobernador al mes-
mo Andrés de Cereceda.

l a omo.en la prission de Diego Méndez, que no se amotinassen con los huydos é


si se errara , no le yba mas á Cereceda é se entrassen por la tierra é la alcassen:
á los que con él se juntaron, de perderse, que fuera perderla de todo punto, é á
aunque el tirano é sus valedores eran mu- ellos mataran los indios; porque le pares-
chos é muy armados, y essotros con la voz ció que era menos mal tolerar é disimular,
del Rey ó de su justicia, diciendo: «Mue- sufriendo algunos culpados, que earesger
ran los traydores é tiranos», é apellidando de gente, é que por cobrarlos, si se fues-
al Apóstol Sanct Andrés por se conoscer, sen, se perdiessen otros buenos é leales
quiso Dios que se acabó el negocio assi al servicio de Su Magestad. Y assi enten-
como se ha dicho en el precedente capi- dió en castigar los mas culpados, que
tulo, teniendo cuydado los vencedores, eran aquel Pedro Vidal, alguacil, que dio
los unos á soltar los pressos, y otros á la puñalada al Vasco de Herrera é le echó
cortar las cuerdas de las ballestas; é cada la soga al cuello, con la que fué des-
uno teniendo el caso por proprio, se de- pués ahorcado el malfechor; y el otro
terminó la vitoria por la justicia cuya era Alonso Vázquez, alcalde é capitán de la
en esta civil batalla. É en el instante hico guarda del tirano. Estos dos se juntaron
pregonar el gobernador Ceregeda que en acaso aquella noche con otros sus compa-
nombre de Su Magestad perdonaba á los ñeros, é sé fueron Ja costa abaxo á puer-
valedores de Diego Méndez, viniendo á to de Caballos, pensando hallar allí al ca-
la obediengia de la justicia de Su Mages- pitán Johan Farfan de Gaona, que avia
tad é de su gobernador dentro de un bre- enviado allí gente á poblar; é tomaron
ve término: é luego lo pusieron por obra una canoa equipada de indios remeros,
muchos, por no perder las vidas é los é fuéronse. El gobernador Cereceda pro-
bienes. É assi unos hincados de rodillas veyó de gente de pié é de caballo tras
pidieron perdón, llamándosse engañados, ellos por otras partes, pensando que yban
é otros huyeron á la iglesia; é desta ma- la tierra adentro (y tanto mas por asegu-
nera quedó la casa de Diego Méndez des- rar la tierra); pero luego se supo por dón-
embarazada y ól presso. E después quel de yban, é mandó yr á Diego Diaz de
gobernador Ceregeda lo llevó á su casa é Herrera, hermano del muerto Vasco de
lo dexó á recabdo, fuésse el gobernador Herrera, en otra canoa tras los malfecho-
á la iglesia á reyterar el perdón á los huy- res: é tornóse, porque el tiempo de la mar
dos" á ella, é á quitarles las armas, por- fué regio é contrario.
DE INDIAS. LIB. XXXI. CAP. V. 209
Asegurados les demás por las palabras de los qué lo quisieron ver, le tomó Ce-
de Ceregeda, ó viendo que á ninguno ha- receda su confession, porque se sospe-
cia sacar de la iglesia, se acabaron de re- chaba queste sabia el fundamento de la
coger ó ella los demás culpados, y entre- cosa, aunque no quería confessar quél
líos uno que era de dos que tuvieron en avia muerto al Vasco de Herrera, sino el
palabras al Vasco de Herrera, entre tanto Diego Méndez (aunque fué puesto á tor-
que llegó á echarle la soga el Pedro Vi- mento). En fin le mandó sentengiar á ha-
dal ; y este era -un marinero de Cartay, cer quartos, é mandó que su cabega se
que se llamaba Johan Alonso, é se pres- pusiesse en un palo á par de la de Diego
sentó en la cárgel, ó perdonóle Diego Méndez. É cómo se vido sentengiado, al
Diaz la muerte del hermano con harta ad- extremo declaró delante del escribano é
miración de todos, é creyóse que fué por- firmó de su nombre quél avia dado la pu-
que aquel Johan Alonso encubría al Die- ñalada al Vasco de Herrera; é al otro
go Diaz algunas deshonestidades en ofen- hombre mandólo el gobernador restituyr
sa de un vecino casado. E cómo el gober- á la iglesia, de donde lo avia sacado. É fe-
nador vido que la parte mas ofendida cho esto, envió á la isla por el Alonso
perdonaba, aunque el caso era de mane- Vázquez, é traydo, fué sentengiado á que
ra quel castigo estaba meresgido, ó assi le cortassen la cabega, é pusiéranla con
por asegurar á los otros delinqüentes, co- la de Diego Méndez é Pedro Vidal: é no
mo por usar de quietud é menos rigor, fué fecho quartos, como sus consortes,
le condenó en cierta pona pecuniaria para porque se supo que la noche antes que
la cámara é fisco real, é á otros culpados muriesse Vasco de Herrera mataran assi-
hombres baxos condenó en acotes, é á mesmo al Andrés de Ceregeda, si este no
otros en otras penas, menos assaz quellos lo estorbara.
las meresgian padesger; pero por dar Los indios, viendo estas cosas, se al-
lugar al tiempo, quiso mas ser ávido por garon los mas dellos, de manera que con
piadoso que por acelerado ni rigoroso, si- mucho trabaxo volvieron á la obediengia
guiendo los méritos de los tales, é desta menos del tergio dellos: é platicábasse
manera acabó con los mas de aquel ban- entrellos de se yr al monte é no trabaxar
do del tirano. en las hagiendas de los chripstianos, por-
El Vidal y el Alonso Vázquez, desde á que desque no tuviessenqué comer, no los
sessenta ó septenta días después que pa- seguirían, é que la hambre echasse á los
desgió Diego Méndez, tornaron á la costa chripstianos de la tierra, porque degian
é o vieron lengua como el gobernador Ce- que ya el Rey de Castilla tenia olvidados
receda se avia ávido piadosamente con aquellos chripstianos, pues que tanto tiem-
todos, é atreviéronse á confiar en su man- po avia que no yban allá otros chripstianos;
sedumbre , y el Pedro Vidal, como mas é assi los pusieron en grand nesgessidad.
suelto é de menos vergüenga, dexando Todavía aquel Diego Diaz de Herrera é
al Alonso Pérez en las islas de los Guana- sus devotos platicaban en yrse de la tier-
xes, y él ó los que con él se avian ydo vi- ra , é degian que avian dé dexar al Cere-
nieron á Truxillo, é una noche se metie- geda con su gobernagion en seco, é aun-
ron en la iglesia. É cómo Ceregeda lo su- que élhagia informagiones desto secretas é
po, fué luego allá é sacó al Pedro Vidal ó públicas, é á veges le amenagaba, é otras le
á uno de los otros, é hígolos llevar á casa halagaba, é le higo muchas buenas obras,
de un alcalde, grand amigo del Vasco é nunca lo pudo sosegar. E desde á un año
Diego Diaz de Herrera, y en pressengia después de hecha la justigia ques dicho,
TOMO til. 27
210 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tenia concertado con sus amigos que ve- visto en estas partes. É con su llegada del
nido el verano requiriessen al Cereceda é dessos que llevó y escaparon de la mar,
que fuessen á poblar donde oviessen mas se excusó el motin que aquel Diego Diaz
indios, é que si no lohigiesse, se fuessen de Herrera é sus consortes tenían acorda-
é le dcxassen ó se fuessen á la Nueva Es- do por estonges. Pues cómo Diego Albi-
paña ó donde les paresgiesse; y e! C cre " tez se vido en tanta nesgessidad, como es
ceda disimulaba con él, esperando tiem- dicho, prometió tener novenas en aquella
po de le castigar, si no se enmendasse. E iglesia de aquella villa de Truxillo, é de
á los veynte y nueve de otubre del año camino se entró en ella, donde le resgi-
de mili é quinientos é treynta y dos el ca- bieron por gobernador, é allí se quedó
pitán Diego Albitez, á quien Sus Majes- para siempre, como Dios quiso, porque
tades enviaron por su gobernador á aque- era hombre de mas de sessenta y gin-
lla tierra, llegó con dos navios é septenta co años é trabaxado é pessado, é sub-
hombres á aquella costa, é con regio gedióle su naufragio estando mal dispues-
tiempo é tal tormenta, que dieron ambos to é no sano: é al quinto dia que entró en
navios al través á seys leguas de aquella la iglesia, le dio una fiebre mortal é hin-
villa de Truxillo, é se rompieron, y el chagon de cabega é ojos é toda la cara, ó
gobernador é algunos salieron a nado con auméntesele de tal suerte, que al noveno
harto trabaxo, é lá mar echó fuera algu- dia de su gobernagion murió. Plcga -á
na ropa, é lo demás se perdió, é se aho- Dios a ver piedad de su ánima, porque
garon- veynte y ginco hombres é ginco como es dicho era buena persona é des-
mugeres casadas. £ a la sagon estaban en seaba agertar ú servir á Su Magestad, á lo
un pueblo de indios, que servían-, dos es- quél degia é mostraba; mas este desseo
pañoles que acudieron á la costa, que fue- de mandar le higo dexar su casa é ha-
ron mucho socorro para los que escapa- gienda é indios que tenia en Castilla del
ron en les ayudar á salir de la mar é sal- Oro; donde avia ganado en muchos años
var lo que pudieron con los indios. É lo que tenia con assaz trabaxos, para lo
luego el Diego Albitez escribió al Cere-
perder en este camino suyo é jornada úl-
ceda lo acaesgido, y él proveyó luego
tima en breves horas.
y envió allá al thessorero Johan Rua-
Aqueste es aquel capitán que se dixo
no é á un alcalde para le proveer de lo
én el capítulo I, que con Sebastian deBe-
nesgessario: ó luego se fué á la villa de
nalcágar é Johan de Espinosa le prendió
Truxillo, á donde llegó martes á ginco
dias del mes de noviembre del año de Diego López de Salgedo: el qual Diego
mili ó quinientos é treynta y dos. É jun- Albitez al septeno dia de su enfermedad,
tado luego el cabildo, por las provisiones temiendo la muerte, envió á llamar al con-
que llevaba de Su Magestad fué resgebido tador Andrés de Cercgcda, é dióle poder
por gobernador é capitán general de aque- para gobernar aquella tierra en tanto que
lla gobernagion con mucha voluntad é Sus Magestades proveyessen otra cosa, y
plager de todos, porque era persona an- él de palabra le encomendó la tierra é los
tiguo en estas Indias é honrada persona, que con él allí avian ydo, é higo luego allí
é teníase esperanga que [seria tal como juntar el cabildo é que lo resgibíessen al
con venia al remedio de la tierra, por la cargo; é assí se higo, é no higo testamen-
mucha expiriengia que tenía é lo que avia to é dio poder á Ccregeda para que lo hi-
giesse por é!.
DE INDIAS. LIB. XXXI. CAP. VI. 211

CAPITULO VI.
Cómo Andrés de Cereceda quedó por gobernador después de la muerte del gobernador Diego Albilez, é de
algunas cosas que subcedieron después, é lo quel C/ereceda escribió áesta Audiencia Real, que reside en
esta cibdad de Sánelo Domingo, del estado de aquella tierra c gobernación de Honduras hasta el año de
mili é quinientos é treynta y tres, mediado el mes de junio.

J-ia carta de Geregeda decía que si el go- de gente. Y la causa del trabaxo que los
bernador Diego López viviera mas diez españoles allí padescian, é de su pobre-
días, que aquella tierra se despoblara por ca, se podia mejor atribuyr á que muchos
estar mal quisto, é que assi por esto, é indios, de ser maltractados eran muertos,
quererse yr todos, ha seydo grand cosa é otros ydos; é porque en aquella tierra
sostenerse la tierra, atribuyéndolo á su avia faltado el oro labrado de piecas; é
buena industria, é ser mas compadre de porque hagiendo esclavos los indios á dies-
todos que gobernador. Y esto habla él á tro 6 mas á siniestro los avian vendido é
su apetito, é como hombre que le subge- sacado de la tierra, é los que quedaban,
dio bien el fin de aquellas contenciones; huian á los montes é se dexaban morir,
pero no creo que en tiempo de Diego Ló- por salir de tan grande subjegion; é los
pez se le desacataran sus milites. Antes chripstianos, por no tenellos, andaban
la mayor parte de aquellos escándalos por yrse de la tierra. Y todo esto confes-
nasgicron de tener al Geregeda en poco saba el mesmo Geregeda en sus letras: 6
aquellos Herreras ó errados contendores; también degia que era grand causa de su
é viéndose ya perdido é al cabo en víspe- daño no aver otro pueblo la tierra aden-
ra de ser muerto ó presso, de manera que tro, después que los de Nicaragua echaron
parara en lo que paró Vasco de Herrera del valle de Vlancho * los que desde Tru-
por la tiranía de Diego Méndez, sacó fuer- xillo tenían allí poblada una villa, é des-
gas de ílaqueca, con el favor de Johan pués los indios los mataron é higicron de-
Ruano é por la virtud é fidelidad de Ca- xar la tierra, é los indios se entraron la
brones é aquellos pocos, que de desespe- tierra adentro f é assi los veginos de Tru-
rados é maltractados, y esperando de ser- xillo'no se avian podido aprovechar de-
lo peor cada dia, se juntaron con él á llos. Que la tierra nunca fué falta de mi-
prender á Diego Méndez, no negándole á nas de oro: antes en muchas partes de
Cereceda, como otros, el poder é aucto- aquella gobernagion se han descubierto
ridad que con derecho tenia para gober- muchas ó buenas, sin se aprovechar de-
nar, en-tanto que Sus Magestades otra llas, á causa de las revueltas que.se han
cosa proveyessen. Sin dubda él sufrió mu- dicho en los capítulos pregedentes, é de
cho é sirvió bien, é Dios le ayudó con el los gobernadores á pares, é sus disensio-
buen subgesso, ó sus amigos lo hicieron nes é diferengias é deslealtades é tiranías,
como leales; pero Diego López era cava- é.aver faltado Diego López de- Salgcdo.
llero, é si estaba mal quisto, seria por lo Tornemos al subgesso del segundo poder
que lo estuvo también en Nicaragua: que de Geregeda que Diego Albitcz le dexó.
era amigo de verdad é de hacer bien su Digo que fué admitido por el cabildo
ofíicio, y esto no agrada á toda manera con mucha voluntad, y él lo ageptó con

* Antes lia escrito Yylaneho: véase la pág. i08 , col. t.


212 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
menos, porque le avia hecho Dios merced de su gobernagion; é que aviendo assen-
de navegar tres años entre -tales contien- tado en buena parte, avisó á su goberna-
das é peligros, y en compañía tan sospe- dor , é que los indios le avian muerto dos
chosa , porque de la poca vida del gober- veges los mensageros, la una dos hom-
nador Albitez se esperaban mas builigios bres, é la segunda seys chripstianos, ó á
en aquella tierra, é mas desasosiego en la mesma sagon se le algo la tierra; y el
los chripstianos, á causa de las grandes Alonso Dávila avia ydo allá con la mitad
nuevas que se sonaban de las otras gober- de la gente é caballos más que tenia, é no
naciones próximas; é se sospechaba que pudo passar con la mucha guerra que le
se yrian muchos ó los mas dessos que avian dado; é que creyendo que su ade-
avia á buscar la vida donde mas riquecas lantado ó toda su gente eran muertos,
se predicaban. Y para evitar todo esto, pues estaba todo aígado, se avia procu-
acordó el gobernador Cereceda de hager rado salir de la tierra por escapar las vi-
un pueblo la tierrja mas adentro, donde das , ó que mucha parte del camino avian
oviesse minas é indios que sirviessen, é venido en canoas, creyendo que en Tru-
se pudiesse contractar con los de Nicara- xillo hallarían dispusigion para ser socor-
gua é G-uatimala, para aver caballos é ridos, para yr á saber la verdad de su
otras cosas que desde Panamá se llevan á gobernador; é que avia dos años que an-
aquellas gobernaciones por la mar del Sur; daban en esto, é que no sabían de su go-
é para este efetto, envió un capitán con bernador, é por grand ventura venían vi-
sessenta hombres treynta é cinco ó qua- vos , por les aver faltado los hombres que
renta leguas de Truxillo, é mandó que los indios les avian muerto, é aver perdi-
diez y seys leguas de allí le esperassen á do las armas é quebrádoseles muchas de-
él para que fuesse á los despachar, por- ltas, é faltarles el comer y el vestir y el
que quedaba á hacer mas gente é á pro- calgado, é con muy poca salud muchos
veer de armas é ballestas é otras cosas. dessos, que yban sin médico ni girujano ni
É al tiempo que se quiso partir llegaron medeginas. Assi que, ydos allí, avia mal
dos españoles con cartas del capitán Alon- recabdo de refrigerio ó socorro de navios,
so Dávila, contador de Su Magestad en la
porque avia tres años que no sabían en
gobernación de Yucatán, que venia por
Truxillo de Castilla ni destas islas.
la costa con ciertos españoles en deman-
El Ceregeda aposentó en su casa al Alon-
da de navios para se yr á su gobernación;
so Dávila é otros, é los demás en casas de
y el Cereceda sospechó que podia ser gen-
otros veginos, y éi se partió á- despachar
te amotinada ó que yban á dar algún de-
al capitán é los que yban á hager el nue-
sasosiego en la tierra, é gessó la partida;
vo pueblo que enviaba á poblar. Y estan-
y envió á sentir qué cosa era é á qué ve-
do allá, fué avisado que eran llegados dos
nian, y envióles algún bastimento, porque
navios pequeños de la isla de Cuba, ó que
el Alonso Dávila escribió la grand nesges-
sidad que con quarenta hombres traia muy le convenia venirse luego para despachar
trabajados é muy desarmados. É supo á Alonso Dávila, porque ya Diego Diaz de
del é dellos quel adelantado don Frangis- Herrera tractaba con él é otros de se yr
co de Montejo, su gobernador, le avia en- de la tierra con ellos á su gobernagion ó
viado con ginqüenta hombres la tierra á otras partes; é por esta nesgesstdad de-
adentro treynta ó quarenta leguas de don- xó el campo é al capitán é gente que en-
de él estaba á poblar, é que no halló dis- viaba , é volvió á la villa para despachar
pusieion hasta sessenta ó septenta leguas á Alonso Dávila. Y estando el Alonso Dá-
vila de partida, llegáronle cartas al go-
DE INDIAS. L1B. XXXI. CAP. -VI. 213
beraador Ceregeda del capitán que en- blar á Naco con los demás é que que-
viaba á la nueva poblagion, como entre dassen en Truxillo cinqiienta hombres,
los que allí tenia de la compañía del go- é que fuessen ciento é ochenta con Cere-
bernador Diego Albitez estaba ordenado ceda á Naco, ó á los que quedassen en
un motín., é dexarle solo é yrse, é que te- Truxillo quedassen todos los indios de re-
nia pressos algunos dellos, de quien-pen- partimiento, que á la sagon servían para
saba hager justicia; por tanto que fuesse coger oro en unas buenas minas que hay
luego allá á poner recabdo en ello, ó le trece leguas de aquella villa la costa arri-
cscribiesse lo que higiesse. El gobernador ba , á tres leguas de la mar. Porque el
Ceregeda le escribió que higiesse justicia Ceregeda no dexaria la tierra, como lo
de dos ó de tres dellos, los mas culpados; higo el capitán Johan Farfan de Gaona é
é quandó el niensagero llegó, la noche an- la gente que con él eftvió una vez el Ce-
tes se avían soltado los pressos que pen- regeda á poblar aquello, aunque se ha-
saba que mas dinos eran de castigo; é llaba mucho estorbo para su camino por
viendo que aquellos se avian ydo, soltó la falta de herrage é otras cosas que eran
los demás, dándoles á entender que á nesgessarias para hager luego un reparo,
ellos no les avia prendido, sino para que donde se recogiesseu al pringipio é se
guardassen á los culpados que huyeron. guardasse la ropa, en tanto que otros yban
El Cereceda despachó al capitán Alon- á pagificar é castigar las muertes de los
so Dávila, é á los que de su compañía qui- chripstianos que allí avian muerto, quando
sieron yr con él, en uno de los dos navios mataron septenta chripstianos que yban
de Cuba, é fuésse á su gobernador, y él con Gil Dávila, sobrino de Gil Gongalez
tornóse á despachar el capitán y entender Dávila, que yba en busca de su tío é otros
en el motín conforme al tiempo; é des- que Hernand Cortés dexó poblados en el
pués que le ovo despachado, volvióse á puerto de Caballos.
Truxillo, é trúxose consigo algunos de los Mas porque en otras partes destas his-
culpados del motín, é los huydos se que- torias se han apuntado las nesgessidades
daron por los montes, donde perdidos no quo los hombres en estas tierras pades-
les faltaría su castigo. gen, no está malo" de entender las que en
En aquella sacón sobrevino grand pes- tros años aquestos desla gobernagíon to-
tilengia en los indios, de sarampión é vieron, allende de las discordias é moti-
otras enfermedades, é murieron mas de nes ya dichos; é como suelen degir que
la mitad dellos, assi do los que servían á con pan son buenos todos los duelos, allí
los chripstianos en sus haciendas, como los tenían sin harina, ni vino, ni ageyte,
de las naborías de casa; é viendo esto, ni vinagre, ni cosa de comer de las de
tornaban á platicar algunos en dexar la España, sin herrage los caballos, é los
tierra. Á causa de lo qual el gobernador chripstianos sin vestido ni calgado ni ñen-
Cereceda y el cabildo é regimiento é of- go ni cosa de las nesgessarias. Un pliego
ílciales de Sus Magestades, é otros vegi- de papel valia un castellano de oro, é
nos, porque la tierra de Honduras é Na- una aguja otro tanto; sin médico ni giru-
co es tierra rica de minas de oro, y en lo jano é sin medeginas, pero no sin muchas
del puerto de Caballos, donde mataron á enfermedades, hasta la fecha de la carta
Chripstóbal de Olit, hay tierra para po- de Ceregeda, escrita á esta Real Audien-
blar é cantidad de indios, paresciólcs que gia, en que da notigia de lo ques dicho,
quedando en.Truxillo la gente que bastas- que fué á los catorge de junio de mili é
se, era bien que Cereceda fuesse á po- quinientos é treynta y tres.
214 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
En la villa de Xrtmllo del Pinar, puer- é un tomin é ocho granos de oro; pero
to écabo de Honduras, con todas las tem- andando las minas en este buen principio,
pestades é diferencias de los pobladores cessaron por los escándalos que la historia
é falta de indios, é con quantas nesces- ha dicho, é por el sarampión é falta de
sidades ocurrieron, se sacaron tres mili é los indios. Y tiénese por cierto ques una
quinientos é treynta y dos pessos é quatro de las provincias mas ricas de minas, que.
tomines é seys granos de oro de minas, hay en todo lo que está descubierto en
que después de fundidos quedaron en tres las Indias destas partes.
mili é tresgientos é cinqüenta y un pessos

CAPITULO VIL
Cómo el gobernador András de Cereceda fué á poblar el valle de Naco , é cómo estando la tierra perdida
enviaron á pedir socorro al adelantado don Pedro de Alvarado, gobernador de Guatimala, é fué en perso-
na á paeificar la tierra é pobló la villa de Sanct Pedro, é después fué á España, é cómo Sus Magestades
mandaron juntar esta gobernación de Honduras con la de Yucatán , que estaba á cargo del adelantado don
Francisco Montejo , é otras cosas.

ü/stando el gobernador Cereceda en la ricas con las quadrillas é su gente, é con


determinación ya dicha, é por la poca parte de la gente de los viejos ó primeros
constancia de los pobladores y excusar sus pobladores, sacando oro en mucha can-
alteraciones, viendo que todo se yba á tidad.
perder, se acordó que fuessen el thessoro- En tanto que aquesto se "hacia por el
ro Diego García de Célis é J olían Ruano á adelantado don Pedro de Alvarado, se dio
buscar el remedio mas cercano que á la aquella gobernación de Honduras al ade-
tierra se le pudiesse dar, ó ninguno tenia lantado don Frangisco de Montcjo, ó la
tal ni tan á propóssito como el de Guati- mandaron Sus Magestades juntar con Ja
mala. É assi fueron los ques dicho el año de Yucatán, quél se tenia primero en ad-
de mili é quinientos é"treynta y tres con ministración. Esta provisión se dio el año
hasta veynte hombres, desde el valle de do mili é quinientos é treynta y cinco, é
Naco hasta la cibdad de Guatimala, se la llevó un hermano suyo al dicho Mon-
abriendo é rompiendo el camino con mu- tejo el año siguiente de mili é quinientos
cha industria é trabaxo, é suplicaron al é treynta y seys, y se sacó mucho en
adelantado don Podro de Al varado, que aquel valle de Naco, quel gobernador An-
por servir á Dios ó á Sus Magestades, drés de Cereceda e los pobladores viejos
quisiesse socorrer á los pobladores chrips- avian pacificado, y en otras partes-de
iianos, que estaban en Honduras, en paci- aquella gobernación, donde también se
ficar la tierra, é dar orden cómo no se cree que hay ricas minas de plata. É se-
acabassen de*perdcr los españoles que allí gund el mesmo Cereceda escribió, des-
estaban, despoblándose una provincia tan pués de aver poblado, e descubierto ricas
rica do minas de oro é otros metales. El minas de oro é topado con los indicios de
qual fué con gente de guerra é con mu- las de la plata, le sostuvo Dios con muchas
chos indios mansos óquadrillas de mineros contradigiones y estorbos y peligros, hasta
diestros, é conquistó é pacificó la tierra, que en la mayor nescessidad que estaba
c repartió los indios, ó lo dexó todo muy la tierra y 61 puesto en es trecho de per-
llano v en paz, v exerr ¡(ando las minas der la vida, en el mesmo lugar donde fué
o i. * v *
DE INDIAS. LIB. XXXI. CAP. Vil. 215
muerto á puñaladas Chripstóbal de Olit, el otro me han escripto después que lle-
le envió Dios el socorro con la yda del garon á aquella gobernagion de Hondu-
adelantado don Pedro de Alvarado, al ras, y entre otras cosas Diego Gargia,
qual el dicho Cereceda avia enviado á pe- el thessorero, dige en su carta quel ade-
dir socorro é ayuda con los dichos thes- lantado don Francisco de Montejo, gober-
sorero Diego Gargia de Célis ó Johan Rua- nador de aquella provingia de Honduras
no, sin la qual todo se perdiera. É con é la de Yucatán, está en aquella tierra en
ella se pacificó todo, como dicho es, é se la conquista é nueva poblagion de Comoa-
pobló la tierra é so sostuvo, á causa del xagoa, que está enmedio del camino que
adelantado don Pedro de Alvarado, ó se hay desta mar del Norte á la del Sur, á
fundó la villa de Sanct Pedro, cerca del veynte y ginco leguas de la una é de la
puerto de Caballos: el qual adelantado se otra; é que en la demora passada se
fué después á España, donde assi por lo avian fundido sessenta mili pessos de oro
que en esto sirvió en la restauración de muy bueno é rico, que se avia sacado con
Honduras, como.por otros servicios é mé- las quadrillas,que allí fueron de Guatima-
ritos , Sus Magestades le hicieron merge- la: y porque estonges estaba el oro á pa-
des. Y él se despachó para volver á su gar el quinto á Su Magostad, se cree que
gobernación de Guatimala, con su muger se hurtó mucho oro en polvo (ó como se
segunda, doña Beatriz de Ja Cueva, é pas- halla) en mas cantidad de otros quarenta
só por esta cibdad de Sancto Domingo de mili pessos. Y porque no todos, fuera de
la Isla Española, el año de mili é quinien- Indias, saben qué cosa es demora , digo
tos c treynta y nueve años, muy bien que acá se usa degir demora aquel espa-
acompañado, con tres naos de armada, g'to que hay de una fundigion á otra, que
muy bien en orden, ó con hasta quatro- en algunas partes es de seys á seys meses
cientos hombres. É después que aquí se y en otras una vez al año. Andando muy
rehigo de algún refresco é cosas que le buenas las minas, se ofresgieron giertos
convinieron, se partió á los doce días de debates é pusiéronse límites, para que no
margo de aquel año; y en diez é siete passassen ni cogiessen oro fuera de gier-
días que aqui estuvo, yo le comuniqué é tos rios; é luego que esta tasa se higo, ,se
supe del que tenia hechos siete ú ocho na- volvieron aquellas quadrillas á Guatimala,
vios en su gobernación, en la costa é mar é gessó aquel exergigio: é no lo pudieron
del Sur, para yr á la China é por aque- sacar sino seys ó siete veginos, y essos
llas partes hacia la Espegieria é islas de sacaban a siete reales por batea ó mas, ó
los Malucos. otros á quatro é á ginco, ó sin dubda se
Algunos meses antes, en el año de mili cree que para muchos siglos avrá en aque-
é quinientos é treynta y ocho, avian pas- lla tierra minas ricas, sin que se acaben
sado assimesmo por esta cibdad el nuevo ni se agoten, ó se sacará mucho oro, si
electo del obispado de Honduras, el licen- hay gente diestra. Esto se ha sabido do
ciado Pedraga, clérigo, muy reverenda aquella tierra por cartas fechas en la villa
persona, é assimesmo el thessorero Die- de Sanct Pedro de Puerto de Caballos á
go Gargia de Célis, que avia ido á Castilla ginco de otubre de mili ó quinientos é
con el adelantado don Pedro de Alvara- treynta y ocho años.
do ; é los comuniqué mucho, y el uno y
SIG HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO VIII.
De la fertilidad de la tierra é provincia de Honduras é de aquella gobernación, é de algunas particularida-
des della é de los indios naturales de aili.

Cjn esta provincia de Honduras hay to- eu ninguna otra destas Indias (exgepto en
dos aquellos animales é aves ó pescados la Nueva España) no se han hallado por
é mantenimientos é fructas é cosas, que nuestros españoles hasta el pressente tiem-
hay en la provincia de Cueva é goberna- po; de los quales mas largamente y en
gion de Castilla del Oro, porque como to- particular se tracta en el lib. X, cap. XV,
do es Tierra-Firme, lo que hay en una en la primera parte destas historias. Los
parte destas cosas, tales se halla y es co- quales llevan aquella materia que acá en
mún en las otras generalmente. Y en po- estas partes los chripstianos llaman Uqui-
cas cosas difieren sus alimentos, é la gen- dámbar, el qual licor es buena cosa, eu
te es de la mesma manera, ó son assi- especial para sahumerios ó para el mal de
mesmo ydólatras, puesto que sus ritos é la madre puesto en el ombligo de la mu-
cerimonias son diferentes, y en la lengaa ger: y es muy gentil olor, é paresce un ar-
muy apartados unos de otros. Son hom- rope muy espesso é viscoso, que se pega
bres de poca constancia, é amigos de no- mucho é de color quassi negro. Y porque
vedades , é prontíssimos á mentir, 6 obe- deste ámbar líquido (ó lo qucllo es) otros
dientíssimos á sus caciques é mayores. tienen mas expiriencia (puesto que yo lo
Ninguna cosa les agrada tanto como la he visto é tenido harto dello), yo me re-
ogiosidad ó la luxuria: tienen sendas mú- mito á aquellos médicos é pobladores de
geres comunmente ó por la mayor parte la Nueva España, donde hay mucha can-
cada uno, é los principales quantas quie- tidad dello, é se lleva á Castilla por mer-
ren ó pueden dar de comer; é fágilmente cader ia para diverssos efettos.
las dexan por pequeña causa (é aun sin Passemos á hablar en la provincia é
ella), sino porque se le antoje al marido gobernación de Yucatán, de la qual yo
dexa la muger, é si ella quiere dexar á pensaba hager un libro por sí é distinto;
él, nunca él se congoxa mucho ni pena por pero pues ya estas dos provingias andan
esso, en especial si no tienen hijos; porque debaxo de la admínistragion de un gober-
quando los hay, no hagen essas mudancas. nador , para que mejorase sustenten la una
Antes la falta de generación paresce que é la otra é mejor se haga en ellas el ser-
los convida a sus divorcios, creyendo la vigio de Dios é del Ccssar ó mas útiles
muger quel defetto está en el marido, y sean á los pobladores que en ellas viven,
él piensa que ella es la impotente, é para no es inconvinientc que assi juntamente
esto ellos quieren probar oíros vasos ó en este libro XXXJI * yo tráete é haga re-
ellas otros maridos, é salir de su dubda. lagion dellas.
En aquella tierra hay unos árboles que

Asi se lee en el MS.; pero es equivocación de pluma.


DE INDIAS. LIB. XXXI. CAP. IX. 2U

CAPITULO IX.
Cómo las provincias de Yueatan é de Honduras se juntaron por mandado de Céssar é de su Reai Consejo
de Indias, é se dio cargo dellas al adelantado don Francisco de Montejo , que primero era gobernador de
Yueatan.

Jr rangisco de Montejo fué uno de aque- tan de aquella provingia de Yucatán é sus
llos milites que passaron á estas partes con islas é anexos, de la qual tierra hasta el
el gobernador Pedrarias Dávila, año de pressente se ha fecho no tanto caso como
mili é quinientos y catorge, é aquel mes- de otras dcstas partes. E allí ydo con la
mo año, quando ios trabaxos é muertes gente que llevó, no han faltado nescessi-
que ovo en el Darien, fuésse do la Tierra- dades ni trabaxos, como en Honduras ó
Firme, como lo lucieron otros muchos es- otras gobernagiones, puesto que no de
pantados de aquella provincia, viendo aquella calidad do motines y escándalos
morir á tantos, ó passóse á Ja isla de Cu- ni alteragioncs do los pobladores: antes
ba, donde militó debaxo do la goberna- ha bien gobernado é servido. É por tanto
ción del teniente Diego Yelazquez. E por para el remedio de las diferengias é con-
su mandado fué desde allí ó se halló en tengiones de Honduras, de lo qual se ha
el segundo descubrimiento de Yucatán é tractado en los .capítulos pregedentes, fué
de parte de la Nueva España, en la escogido este gobernador, assi por su ex-
compañia é debaxo del capitán Johan de pirietígia é buen congepto de su persona,
Grijalva; é después volvió á aquella tier- como porque estaba en vegindad ó mas
ra con el capitán Hernando Cortés, donde gerca de la provingia, puesto que quando
sirvió muy bien é fué uno de- los que en llegaron las provisiones, que fué, co-
aquella tierra medraron é fueron aprove- mo tengo, dicho, el año de mili é quinien-
chados. Después fué á España en compa- tos ó troynta y seys, ya el adelantado
ñia de otro hidalgo, llamado Alonso Fer- don Pedro de Alvarado avia pagificado é
nandez Portocarrero, é ambos por em- quitado las marañas é contiendas de Hon-
baladores de Hernando Cortés, ó lleva- duras, é avia dado orden de labrar é con-
ron un rico pressente á Céssar de oro é tinuar las ricas minas de aquella tierra,
plata é muchas, cosas nuevas, como se como en otra parte la historíalo ha dicho.
dixo en el libro XVII, capítulo XVIII. É Por manera quel adelantado don Fran-
con lo que este avia ganado en la Nueva gisco de Montejo residió en aquella tierra
España se heredó en la cibdad de Sala- de Honduras, ó como provingia mas prove-
manca é su comarca, donde es natural; chosa que Yucatán, se passó á ella; pero
pero assentó poco tiempo en ello, porque en lo que toca al descubrimiento de Yuca-
sus desseos eran inclinados á mayor cosa tan, é qué tierra es, y en qué paralelo é
que á contentarse con lo que avia adqui- clima está, conviene al letor que se acuer-
rido en las Indias, é determinó de vol- de de lo que se dixo en el libro XVII, ca-
verse á ellas, é vendió lo que avia com- pítulo III, y en el VIII é dende en ade-
prado, que era tanto que bastara á dar do lanto en la primera parte dcstas historias,
comer á un cavallero. É con la voluntad porque allí queda relatado particular-
de Céssar higo cierta armada, aviéndole mente el descubrimiento de Grijalva con
dado Su Magostad título de adelantado do el piloto Antón Alaminos, la qual tierra
Yucatán, é hígolc su gobernador é capi- este mesmo piloto avia hallado antes en
TOMO III. 28
2i8 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
compañía del capitán Francisco Hernán- tonces, ó allí les mataron Qiertos chrips-
dez de Córdova, é otros armadores con li- tianos.
cencia é auctoridad del teniente Diego Todo esto queda dicho muy particular-
Velazquez, gobernador de Cuba. Al qual mente é cómo passó en el lugar alegado,
el descubrimiento de Yucatán y el.de la é por esso no hay nesgessidad que aquí
Nueva España principalmente se debe se torne á repetir, sino continuar de aqui
atribuyr, puesto que acaso fué hallada adelanto lo que so supiere ó fuere notable
aquella tierra, é los chripstianos que la de Yucatán é Honduras, demás de lo que
vieron primero fué contra su voluntad, é está dicho, pues que ambas las pusieron
arribaron á ella forgados de los tiempos, debaxo de un gobernador ó administra-
pues que su intento era yr á buscar in- ción del adelaptado Montejo, de donde de
dios é otra tierra, que ya se sabia á la dia en dia esperando ciertos navios que
banda del Norte, é para este efetto salie- desta cibdad de Sancto Domingo de la Is-
ron de Cuba; é la fortuna los llevó á Yu- la Española fueron, se supo después lo
catán, é de aquel primero viage pensa- que la historia dirá.
ron que era isla, é por tal la tuvieron es-

CAPITULO X.
En el qoa! se traeía ele cierto trueco é conviniencra entre los adelantados don Pedro de 'Alvarádo é don
Francisco de Montejo , por donde esta gobernación de Higueras ¿Honduras se tornó á dividir é se apartó
de la de Yucatán , é se juntó con la de Guatimala.

JfLl año de mili é quinientos é treinta y juntasse con Yucatán, ó que la una é la
nueve passó por esta cibdad de Sancto otra gobernasse el dicho Montejo.
Domingo de fa Isla Española el adelanta- Sobre estas cosas ovo algunas conten-
do don Pedro de Alvarádo con tres na- ciones entre ambos adelantados; y en efet-
vios é muy buena gente que venia de Es- to de voluntad de los dos se concertaron
paña ; é fuesse derecho á Honduras, por- en quel Francisco de Montejo dexó á Alva-
que desde allí fuesse por tierra con su mu- rádo dicha gobernación de Honduras, para
ger doña Beatriz de la Cueva que consigo que se juntasse con la de Guatimala, con
llevaba é con su casa á Guatimala. Y co- tanto quel Alvarádo le diesse é dexasse el
mo se dixo en el capítulo VII, avia ya pueblo de Suchimilco en la Nueva España,
estado en aquella tierra, quando la fué á con sus anexos é tierra, é mas la villa de
socorrer é sostener á ruego de los espa- Cibdad-Real de Chiapa, ques déla gober-
ñoles, que allí estaban sin gobernador, nación de Guatimala, para que se juntas-
por la muerte del gobernador Diego Albi- se con Guatimala, ques gerca de Yucatán,
tez; y en aquello avia gastado mucho é é mas de dos mili pessos de oro de minas.
dexado en la tierra ganado c otras ha- É assi se fué el adelantado Montejo á Chia-
ciendas, é la avia restaurado con su bue- pa é Yucatán, y el adelantado Alvarádo
na industria é descubierto minas ricas de quedó en la gobernación de Honduras, é
oro. Y en tanto quel adelantado después la juntó á la de Guatimala, y enviaron á
fué á España, metióse en todo el goberna- suplicar á Su Magostad que lo adraitiesse
dor de Yucatán don Francisco de Montejo, é fuesse servido desto, como mas larga-
porque Su Magostad avia dádole la go- mente será dicho en el libro XL de la ter-
bernación de Honduras, é mandó que se cera parte, donde se tracta de la gober-
DE INDIAS. LUÍ. XXXI. CAP. X. gt9
nación de Guatimala, en el capítulo I del de Honduras, cuyo propriamenteaqueste
libro. libro es, atento á 1Q quel tiempo nos avi-
Assi que, quanto á esto no hay masque sare é diere noticia de las cosas de aque-
decir, sino de aqui adelante proseguir la lla provincia é gobernaron.
historia en lo quo tocare á la gobernación

CAPITULO XI.
De oirás cosas é particularidades de la gobernación de Honduras, á de ¡as minas ricas de oro é piala, cjue en
aquella tierra hay.

Jim el año passado cío mili ó quinientos cantidad, ó que si Al varado sosegara con
y qnarenta, en el mes do noviembre, lle- la que llevó y en la tierra estaba, que
garon á esta cibdad cinco ó seys hombres ninguna parte de las Indias hay donde tan-
que merescieron crédito en lo que aqui se to oro é plata se sacasse, assi en la pro-
diráj y entrellos un clérigo sacerdote é vincia de Cala como en las minas de Ta-
buena persona, que se halló pressente á yaco. Pero yo no le doy tanta culpa al
todo lo mas que de aquella tierra aqui se adelantado don Pedro de Alvarado como
ha dicho, desdo el tiempo del capitán estos le dan, porque ellos hablan lo que
Chripstóbal de Olit: el qual reverendo pa- quisieran, é yo sé que era cavallcro, é
dre es hombre sin passion é muy conos- que quería complir lo que tenia capitula-
eido en estas partes y en esta cibdad. Y do con Su Magostad, é prometido cerca
dice él, é los demás en conformidad, que del descubrimiento de la mar del Sur por
tienen por muy rica tierra aquella é de aquella parte. Dios lo encamine en su
mucho oro é plata, y encarésgenla é léan- sancto servicio, y el tiempo dirá le- que
la tanto que no se debe dubdar, porque subcediere.
del uno é del otro metal han traydo su Tornando á Honduras, todos estos di-
parte, aunque no tanta como quisieran, cen, é otros de crédito escriben, ques
no por falta ni dispusieron de las minas, tierra muy sana é fructífera é de muy bue-
sino por culpa de los que han gobernado nos ayres é aguas, é do mucha montevia
la tierra é de las alteraciones é diferen- é muchas aves, é do muchas é grandes
cias ya dichas en los capítulos preceden- pesquerías, é de muy buenos pescados,
tes , ó por faltar gente é por no aver re- de todas las maneras que en estas partes
posado el adelantado Al varado allí. Por- los hay. Los mantenimientos ordinarios de
que desde á pocos dias que fué con su la tierra son mahiz, é cacab i, é batatas,
muger, se passó á Guatimala,- después de é ajes, é muchos mameyes, y en tanta
los conciertos de entre él y el adelantado cantidad que aquestos son muy grande
Montejo, é dio priessa a su armada é se mantenimiento para los indios. La yuca es
partió con ella por el mar del Sur; é se- do la que no mata, é también de la otra;
gund estos dicen, el estaba en tan rica ó de la una é de la otra hacen cacabí é
tierra, que tenia poca nescossidad de yr á vino della, é también hagen vino del
buscar otra mas rica, ni creen quel la ha- mahiz. Hovos muchos, é ciruelas de mu-
llaría tan abundante de oro é de plata; ó chas maneras, é guayabas, é todas las
assi lo testifican ambos metales en lo que otras fructas que en essotras partes des-
aqui han traydo estos compañeros y esto tas Indias hay: muchos árboles del liqui-
clérigo. Y afirman que si gente allí hay en dámbar , los quales árboles son hermo-
220 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sos c grandes é como blancos; é demás que se puede aver visto: é. assi baxa has-
de lo que dellos está escripto en el libro X, ta todas las uñas calcado, é los ojos muy
capítulo XV *, dicen estos testigos que he hermosos, y en la cabega un cuerno tan
dicho, quel fructo que llevan son como luengo como un dedo, é derecho, de plu-
arbejones luengos/éjjue aquello que es- mas, negro é muy lustroso; é si mira al
tá dentro de aquellas vaynas también se suelo, lo declina é abaxa derecho hacia el
torna liquidámbar ^y es mas excelente en suelo, é aleando la cabega, lo echa hacia
el olor y en sus operaciones quel otro, tras. La cola tiene corta, de la mesma co-
ques como negro, ó que sale por las cu- lor negra, é poco mayor que de una pa-
chilladas ó golpes, que les dan á los árbo- loma,, é las alas muy recogidas.^Es ave
les ; é questa fructa- se cae por la mayor de rapiña, é desque no halla otra cosa
parte, quando muy madura.está, é á ve- que cagar, cébase en algún gato monillo
ces se queda en los árboles, é que allí de las colas largas, que hay muchos de-
dentro de sus vaynas se hace espesa, que llos. Hay otras aves muy hermosas en el
siempre permanesce jblanquíssima como plumage, é tiene cada una dos cuernos
un cristal; é que hay mucha cantidad do levantados para arriba, como el buho>
aquellos árboles, de que ningún caso se pero mayores: c mandan aquellas plumas
hage para curarlos ni cultivarlos P sino as- ó cuernos con mucha fagilidad, é tráenlos
si cómo la natura se ha con ellos. muchas veges trastornados para atrás, é
Los animales son ciervos ó gamos ó co- quando miran abaxo á la tierra, abáxanlos
nejos y encubertados ó osos hormigueros hágiacl suelo, y es cosa mucho de ver; é
é dantas ó vacas de ia tierra é churchas, también son aves de rapiña y defieras uñas
é todas las otras sal vaginas ó animales ó pressas. Hay unas águilas negras, como
feroces de tigres é leones é de quantas muy fino é muy pulido agabache, é gran-
maneras se ha dicho que los hay en Cas- des ó de grandes pressas, é comen mu-
tilla del Oro; é muchos gatos monillos é chos de aquellos guabiquinajes, que hay
de muchas maneras, é de aquellos que muchos en aquella tierra.
llaman perico-ligero, é por consiguiente Las minas de Honduras son en la villa
de todas aquellas aves, questas historias que llaman Comayagua, hágia el valle de
comunmente han tractado en la Tierra- Vlancho, treynta y ginco leguas desta mar
Firme; y en especial hay otras de la ma- del Norte, y especialmente digo las minas
nera que agora se dirá. de plata: é de un quintal de la vena se
Hay una ave ques mayor ó tamaña co- sacan seys marcos de plata é dos pessos
mo un pavo, quel pico é los pies tiene de oro, y esto se ha visto ser assi por el
amarillos ó de grandes pressas ó uñas, é ensayo.
desde la mitad de los pechos para arriba Hay muy exgelente miel é mucha, é
es el plumage muy negro, como un tergio- gera; y el lugar, donde se cria esta bue-
pelo, é desde allí para abaxo es á esca- na miel, se dige Celimóhga: y también la
mas , una negra é otra blanca, en tan lin- hay en Thepeaca,.
do congierto ques el mas lindo plumage
* Oviedo hubo de^añadir al libro X de la prime- gares á que los destinaba, ó se han extraviado des-
ra parte este y otros capílulos, á que alguna vez se pués. Acaso pudiera haber sucedido lo primero, de
refiere en ésta segunda (Cap. VIII del presente li- lo cua¡ persuade hasta cierto punto el encontrarse
bro) y en la tercera, y cuyos títulos constan ade- Cn diferentes pasajes de toda la obra propuestas
mas en la tabla original de la expresada primera algunas enmiendas que no se hicieron por olvido,
parle; pero desgraciadamente, ó no llegó á inge- sogun habrán podido observar los lectores.
rir los cilados capítulos oportunamente en los lu-
át

Aqueste es. el libro dégimo tergio de la segunda, parte, y es el trigéssimo segundo de


la Natural y general Historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Océano,
de la corona é ceptro real de Castilla é de León: el qual tracta de la provingia é go-
bernagion de Yucatán.

PROHEMIO.

H
JS de tanta violengia é lan poco perma- suelo es para lo olvidar é dexar atrás, é
nesgicnte el estado é señoríos desta vida lo ques para adelante é infinito es la glo-
mortal, que aunque no quieran conosger- ria ó pena, que desde aquimeresgiéremos,
se los hombres, 6 ver quán flaco es su é supiere cada qual chripstiano grangear
fundamento, el tiempo mesmo se lo en- é adquirir para la otra morada ¡¡ donde el
seña é acuerda, é dá á entender quán número de los dias, meses é años, lustros
breves son todas las cosas, en que los mun- ó siglos, son sin número ni fin é sin mu-
danos hagen coníianga (destas temporali- danga. Y aun en estos mis libros los trae
dades) para que no. ignorando nuestras eltiempo Yagilando para la orden, conque
culpas, mejor conozcamos a Dios, é como mi intento los ha traydo, quitando é po-
hechura suya esté nuestra ateggion dere- niendo diversos números en processo, has-
cha ó fixa en lo que ha de ser perdurable ta tener mucha parte de la tergera parte
y sin fin. Y questo de acá sea, no para cscripta, á causa que quando passé del li-
mas caso hager deílo de lo que hagemos bro XXIX de la gobernagion de Castilla
de una puente para passar un rio, ó de del Oro, é quiso proseguir en el de la go-
una nao para hager un viage é yr á Espa- bernagion de Honduras, se juntaron las
ña ó á otra parte, pues que todo lo del gobernagiones de la mesma Honduras 6
HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Yucatán, c hice de ambas un libro del nú- Por manera que en este estado dexé yo
mero XXX *, é de allí passó adelante y es- la continuación del dicho libro XXX, que
cribí con número de XXXI el libro que era, como he dicho, primero dedicado á
tracta de la gobernación ó. conquista de Honduras é Yucatán, é por se aver apar-
la Nueva España, que agora es núme- tado de aquellas gobernaciones se conti-
ro XXXHI, porque después de aver mu- núa con sola la gobernación de Honduras
cha parte del escripto, se tornaron á di- aquel libro del número XXX, el qual as-
vidir las mosmas gobernaciones de Hon- siento ó señorío está á cargo del dicho
duras é Yucatán, quel adelantado don adelantado don Pedro de Alvarado.
Francisco de Montejo tenia; porque higo Agora conviene, para no se interrumpir
gierta promutacion é truecos con el ade- la orden principal y estilo que estas ma-
lantado don Pedro de Alvarado, al qual terias llevan en esta cuenta de los libros,
dexó la gobernación de Honduras para quel pressente con nombre de XXXII, sea
que sejuntasse con la deGuatimala, quel intitulado á Yucatán. É assi yré breve-
dicho Alvarado primero tenia, porque él mente en el primero capítulo apuntando
le dexasse á Montejo la villa de Cibdad- lo que á esto toca (porque está mas luen-
Real de Chiapa, que era de la goberna- gamente dicho en otras partes del origen
ción de Guatimala, é se jttnlasse con Yu- é descubrimiento de Yucatán), ó lo demás
catán, é" dióle mas en la Nueva España yrá escribiéndose como el tiempo nos lo
la población de Suchimilco é su tierra é manifestare, é lo entendiere yo, en tan-
dos mili pessos de oro al dicho Montejo, to queste exerejeio me turare.

CAPITULO I.
En que sumariamente se traeta lo que ha§e al propóssilo de la historia é gobernación é descubrimiento de
Yucalan hasta el año de mili é quinientos é quarenla y un años. **

Uno de los milites que passaron á Tier- miento de Yucatán é de parte de la Nue-
ra-Firme con el gobernador Pedradas Dá- va España, en compañía é debaxo del ca-
vila, el año de mili é quinientos y cator- pitán Johan de Gfijalva. É después volvió
ce, fué Francisco de Montejo; ó aquel á aquella tierra con el capitán Hernand
mesmo año, quando los trabaxos é muer- Cortés, donde sirvió muy bien, c fué uno
tes que ovo en la cibdad del Darien sub- de los que en aquella Nueva España fue-
cedieron, se fué de aquella tierra, como ron aprovechados, como mas largamen-
lo hicieron otros muchos, é se passó á la te esto é otras cosas que locan á Montejo
isla de Cuba, donde militó debaxo de la se tractaron en el libro precedente en el
gobernación del adelantado Diego Velaz- capítulo IX; y el descubrimiento de Yu-
quez, é por su mandado desde allí fué ó catán puntualmente está escripto en el li-
se halló en el segundo viage del descubrí- bro XYII, .que tracta de la gobernación
* Mi aun esta numeración subsistió después, co- lee además, aunque borrado al parecer de mano del
mo habrán advertido los lectores: el libro que Irata mismo Oviedo: «Conforme á lo que ha venido á no-
de la gobernación de Honduras, y en el cual narra ticia del historiador destas materias; y porque ya
Oviedo su reunión con ta de Yucatán, quedó sien- aquello está dicho, referirlo ha este capitulo, por-
do el XXXII, ingidendose por lanío el XXXI y que ni el letor se canse con dobladas lociones de un
corriendo la numeración del XXX dos libros. tenor, y porque su origen es en la historia donde
" En el MS. original que tenemos présenle se queda puesto.»
m INDIAS. UB. XXXll CAP. I. 223
de la isla de Cuba, en la primera parte ción de Honduras f para quel adelantado
destas historias, y en el capítulo III, 6 Alvarado la juntasse con la de Guatimala:
dende en adelante. Después de lo qual é á él le quedó la que se tenia de Yucatán
passó á conquistar é pacificar á su costa con mas la villa de Cibdad-Real de Chia-
con una buena armada Francisco de Mon- pa, que era de la gobernación de Guati-
tejo, é por susservigios Su Magostad le hi- mala, para que la tenga é junte con Yuca-
go noble, é le dio título de adelantado, é tan , de donde está vecina é anexo é á su
le mandó llamar don Francisco. É como propóssito; é mas, le dio en la Nueva Es-
he dicho en el alegado c precedente libro paña el dicho Alvarado el pueblo de Su-
se dice lo demás, é como por la muerte chimiico é su tierra, ques muy buena co-
del gobernador de Honduras, Diego Albi- sa, é dos mili pessos de oro de minas. E
tez, el Emperador, nuestro Señor, man- con este concierto quedó Alvarado en las
dó juntar la gobernagion de Honduras con gobernaciones ó Montejo en la de Yuca-
esta de Yucatán, é de la una é de la otra tan con el dicho acresgentamiento de
fuesse capitán general é gobernador el di- Chiapa, á la qual concordia ó trueco dio
cho adelantado don Francisco de Monte- buena conclusión la prudencia del tercero
jo, é assi lo ha seydo algún tiempo hasta que entrellos anduvo é los congertó, que
el año passado de mili é quinientos é fué el ligengiado Pedraca, electo del obis-
treynta y nueve, que fué allí el adelan- pado de la mesnia gobernagion de Hon-
tado don Pedro do Al varado. duras; é á ruego délos dos adelantados,
E entre los dos adelantados "avia cier- fué á España, para dar relagion á su Qés-
tos debates ó diferengias, como se dixo sárea magestad desta convenienga, ó á le
en el libro antes deste, en el capítulo X. suplicar la aprobasse, por ser para mas
E para bien de paz, é porque á cada uno ser servido, é á le dar notigia del estado
dellos les paresció que assi le convenia, de aquella tierra é de otras cosas con vi-
se concertaron, como allí lo dice, é le dentes á su real servigio.
dexó el adelantado Montejo la goberná-

CAPITULO Ií.
El qual Iraeta del discurso desla historia de Yucatán e de muchas particularidades é nuevos é maravilloso»
notables que á esta historia competen: é báeese relación de los caños, que se hallaron en la mar, de agua
dulce, é otras cosas muy dinas de oyr.

r o n l o algunas veces he dicho en estas tidad de oro como dessean ó tomarían, si


historias (y como so veepor laexpiriengia) no esluviesse tan guardado por los incon-
que la mayor parte de los hombres que á vinientes ó trabaxos, que son la llave é
las Indias vienen, es por ser movidos de custodia de los thessoros, que vienen á
su propria cobdicia, é no como los que buscar nuestros españoles ( y en su com-
son de orden sacra lo atribuyen, al gelo pañía otros muchos de diversas nasgio-
que publican de servir á Dios, é otros por nes).Yde mili hombres que de España sa-
servir al Rey; torno á decir que los unos len para estas Indias, no como los nove-
é los otros con todas las otras gentes, de leros y libros apócriphos é vanos," que en
qualquier calidad que sean, navegan é estos tiempos algunos componen, digen
passan acá por sus proprios interesses, que acaesgia en fabulosas cuevas de má-
puesto que los menos consiguen tanta can- gicos, donde en algunas, si diez entraban
224 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
a aprender aquel condenado arte, queda- mar, pues para que uno sea rico, pierden
ban los cinco, y en otras mas ó menos, é las vidas veynte hombres é aun á veges
volvian los demás, segund á los desva- giento. É porque desta materia la mas
riados auctores les paresce é quieren or- clara relagionque yo puedo dar en ella, es
denar su falsa ó mentirosa novela, ni co- remitir al letor á esta mi historia, oyga é
mo en aquel real del crudo ó primero em- note las cosas desta gobernación de Yu-
perador de los tártaros, llamado Cingis- catán é de los españoles que en ella han
can, que teniendo cercada una cibdad de militado debaxo do la gobernagion del
los quitaos, faltando los mantenimientos, . adelantado don Frangisco de Montejo é de
hacia que de diez de sus soldados matas- su teniente, el capitán Alonso Dávila.
sen el uno, ó aquel comian, hasta que tomó Junto con esto desseo que no falte aten-
la cibdad. etc. *; acá en estas nuestras In- gion á'los que quisieron entenderme, é
dias de los mili que vienen, no tornan cien- oyrán una buena suma de trabaxos exge-
to ni aun cinqüenta a sus patrias, é á ve- sivos, é por ventura no probados con tan-
ces de treynta, no escapa alguno, como to esfuerco é ánimo por otros hombres; é
por. estos nuestros volúmenes se pue- después que bien informado quede el que
de ver. Ni me paresce que á estos nues- lee, páresse á pensar en cada cosa des-
tros milites quadra aquella auctoridad tas , é verá quánto mas dulgo es la mone-
que dice: «El fructo, que debe prege- da adquirida del mergenario, que con un
der á los otros, es aquel que cuesta menos agadón en el hombro sale en mi tierra (ó
é con menos costa se coge.» 2 castellana patria) por la mañana á la plaga
El oro que en estas partes se ha visto é á esperar quien le pague su fatiga c jor-
hallado, é lo que hay en sus nascimientos nal , ó el del pastor que en el campo atien-
y en la tierra, es tan grandíssima suma, de la rigurosidad é yelos é tempestades
que no se puede comprender por su infi- del invierno en nuestra España, ó el suel-
nidad; é para yrlo á buscar á las minas, do del soldado en Italia é do quiera que
no se pone estorbo á quien en ellas se por allá exergitada sea la miligia. Pues
quiere ocupar, ni los officiales del Rey quel del agadón á la noche descansa en su
dexan de dar licencia para ello á quantos cama ó domigilio, y el pastor no está sin
se la piden. Pues para aver lo que está en gamarro é bien sostenido, é si un diaba-
poder de los indios que quieren la paz, ge frió, tampoco le falta lumbre ni otros
nunca so le paga á sus dueños con igual socorros, con que se comporto ó abrigue,
equivalencia, siuo dándoles por un marco ni su cabana donde se acoja: ni el soldado
ó dos de oro un cascavel ó una aguja ó en Italia, no pelea cada dia, sino los me-
un par de alfileres, 6 assi á propóssito nos , é demás de ganar su sueldo é otras
cosas de poquíssimo valor: é para sa- aventuras, con que se comportan é remo,
car lo que está en poder -de los in- dian los trabaxos de la guerra, que no
dios de guerra, es otra manera tan dificul- son, como digo, en todo tiempo ni do una
tosa, como desta legión adelante oyreys. manera, antes quando mas fatiga é falta
De manera que bien mirada esta cuenta ó tienen comen á discregion (ques una muy
sacada en limpio, mas caro es el oro acá discreta cosa comer sobre los villages é
de lo que los ynorantes é los sabios sa- los pobres labradores donde están a pos-
brán congecturar, ni los cobdígiosos esti- sentados). Todo lo qual ni es semejante ni

1 El Anlh. de Florencia, til. XIX, cnp. 8, § 17 2 Plin., lib. XVIIÍ,cnp. V.


en su primera parte historial.
DE INDIAS. LUÍ. XXXn. CAP. íí. 223
igual comparación con lo que en estas par- para que nos acordemos de dar muchas
tes é Indias nuestros españoles han expe- gracias á Dios, sintiendo las diferenguts
rimentado á costa de su discreción é pro- destas provincias é de las gentes deílas, ó
prias vidas é sangre: é aun algunos que para maravillar al que oyere la excelen-
han querido ser mas diligentes, también cia de tan gentiles alientos é ánimos de
han perdido las ánimas como los cuerpos, aquestos conquistadores, aviendo respec-
si es lícito sospecharlo los que son cafhó- to á su poco número de españoles, é á la
licos. É para que con mas orden so con- grandíssima moltitud de los contrarios,
tinúe esta historia, tomarla he algo roas contra quien debatían ó pelearon, no fal-
atrás, aunque sumariamente haga men- tándoles esfuergo para resistir inumera-
ción de lo que en ella se ha á pedacos to- bles adverssidades, sobrándoles ó aumen-
cado en los libros pregedentes. tándose cada hora muchas desaventuras
En esta historia de Yucatán, como ha é estorbos é desastres; con mucha sed é
costado muchas vidas, é de los muer- hambre, ó con tantos é tales impedimen-
tos no podemos aver información dellos, tos, que será imposible decirse todo, si
ó de los que quedaron vivos, aunque no fuere con alguna parte dello, significan-
avernos visto algunos, y essos aunque do lodemás,dequeno se hiciere mención.
padeseieron su parte, no saben decirlo, Ni se puede sospechar que humanas fuer-
como acontesce á la mayor parte de los gas pudíessen comportar lo questos sufrie-
hombres, ni tienen habilidad para dar- ron , sino por serles Dios favorable, pues-
Jo á entender, como dicho es, para que to que Sanct Gregorio en sus Morales di-
la historia tenga su medida cierta, ni yo ce , que el uso alivia todas las cosas*; y
la he alcangado hasta ser llegado quas- assi es de c'recr que como "varones tan ha-
si al fin del año de mili c quinientos é bituados á mala vida é de tanta fatiga,
quarenta y uno, que permitió Dios que á con la costumbre de su sufrimiento, me-
esta cibdad viniesse un cavallero de la rescieron ver el fin que la historia aqui
Orden militar de Sanctiago, llamado don expresará^ aunque no tan bien escripto
Alonso Luxan, persona de crédito é de como yo quisiera que mi pluma lo supie-
buena memoria, que apuntadamente me ra encarescer, ó mejor diciendo, dar á en-
satisfico su relación como aquel que per- tender á los que fuera destas Indias lo loe-.
sonalmente se halló con el capitán é te- rán; y cómo les aconlesció desde el mes
niente Alonso Dávila á todo lo que regla- de mayo de mili 4 quinientos é veynte y
da é subcesivamente dirá la historia, con- ocho, que partió el adelantado don Fran -
tinuándose los subcessos, de que tractarán cisco de Montejo del puerto de Sanct Lú-
los capítulos, que con este serán depen- car de Barrameda, con dos naos grandes
dientes : que en la verdad me paresce que é trescientos y ochenta hombres, é vino á
es un nuevo modo de conquista, ó de pa- esta cibdad nuestra de Sancto Domingo,
descer. Juntamente con la qual relación donde tomaron refrescos é cinqüenta y
se dirán muchas cosas notables é de ad- tres caballos é yeguas; é desde á pocos
miración para todo gentil é peregrino en- dias que aqui estuvo esta armada prosi-
tendimiento ; é aun algunas cosas de las guió su camino, é llegó á Cocumel quassi
queaqui se dirán, son muy diferentes é no ó fin del mes de septiembre del mesmo
oydas entre todas las que hasta este libro año.
en los precedentes se han explicado, é Aquella isla de Cócumel está enfren-

\ Mora!, sobre el p. de Job XI é XII.


TOMO III. 2<)
220 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
fe c a tres leguas de la Tierra-Firme de le dixo el nombre de aquella é de otras,
Yucatán, é hay tres pueblos en ella, é tie- digiendo él machucava. É por sola esta
ne de circunferencia hasta veynte leguas, palabra alcangó é supo la lengua toda, é
poco mas ó menos. E allí fueron resabi- con la continuagion della se higo gentil in-
dos de pazé repossaron ahí quatro dias, térpetre: lo qual fué mucho remedio pa-
é^el último dellos se passaroi>4 Yucatán, ra los chripstianos, que quedaban.
é tomaron puerto á media legua de un En aquel mal sitio se descargaron los
pueblo de indios, queso dice Xala; é por navios c se higo una casa grande de pal-
no saber la tierra, pararon allí en un pal- mas , donde se metió la ropa é se apos-
mar junto á uría ciénega, en lo peor de toda sentó el gobernador é su gente lo mejor
la provincia ó gobernación, á causa de lo que pudieron, en tanto que se hagian
qual se murió mucha parte de la gente de otras casas. É se higo una villa, que se
ios españoles. É conosciendo el goberna- llamó Salamanca, y harto manca , ó de
dor el descontentamiento que en todo el todo falta de la sgiengia y noblega é fer-
exército avia, higo echar los navios al tra- tilidad cíe la otra, por cuya memoria se
vés, por aprovecharse de la gente é ma- le dio tal nombre: en la qual se murie-
rineros en la conquista é que no se le fues- ron otros muchos españoles; é digo mu-
sen á la Nueva España, que confina con chos, por el poco número que todos
aquella gobernación de Yucatán. eran. Y entre las otras causas de sus
Muchas veces sospecho que se debía muertes, assi como la falta de basti-
acordar Montejo, que seyendo un pobre mentos é de todo lo nesgessario, é de las
hidalgo'passó á buscar la vida á estas In- malas aguas é nuevos ayres, los miircié-
dias , é que cómo se halló en la conquista lagos mataron mas de los quarenta, que
de Ja Nueva España, medró en ella, é fué son talos é tan pongoñosos como se dixo
con tantos dineros después á España que en el libro XIV, capítulo YÍI, de la prime-
se heredó muy bien en su patria, en Sa- ra parte destas historias.
lamanca, de donde es natural, é que hi- Viéndose perdido el adelantado, salió
go un mayorazgo de tresgicntos mili ma- de aquel mal assiento, dexando allí hasta
ravedís de renta ó mas, que le debiera quarenta personas enfermos é mancos y
bastar, si su ánimo inquieto le dexára so- en extremada nesgessidad, é siguió por
segar, é no tornara á lo vender todo por la costa adelante hágia la Nueva España,
se emplear en cosas mayores, é volver ó con intengíon de buscar sitio, donde pu-
los trabaxos passados de las Indias é á diesse mudar la vivienda y el pueblo ques
otros mayores, que le estaban esperando. dicho. É paró á quinge leguas de allí, en
Por manera que estando en la nescessidad un pueblo de indios llamado Pole, en el
ques dicha, siguióse que no llevando ni qual se le murió quassi la mayor parte de
teniendo lengua, quiso Dios que un cava- la gente que le quedaba, y él estuvo muy
lloro de su compañía, llamado Pedro de al cabo de la vida; á lo qual dio causa la
Añasco, natural de Sevilla, aprendió la hambreé otras muchas nesgessidades, ó
lengua en muy poco tiempo, é fué desta si no fuera por los caballos, que andaban
manera: que platicando undia con un in- sueltos é relinchaban é servían de velas,
dio , sin se entender el uno al otro, el in- é de su temor é relincho los indios se apar-
dio le dixo: machucava (que quiere degir taban , no escapara hombre de los chrips-
cómo se llama esto?); yol Añasco no le en- tianos restantes en aquella tierra. É cómo
tendió , é tornó por respuesta á degir ma- tuvieron alguna mejoría, salió de allí el
chucava, señalando una cosa, y el indio
gobernador con noventa hombres, que es-
DE INDIAS. LIB. XXXII. CAP. II. 227
taban para trabaxar, aunque flacos ó no nas, 6 la una le pusieron al gobernador al
' todos sanos, é quedaron veynte enfermos cuello, é la otra á la lengua Añasco, al qual
que no pudieron salir por su maia dispu- llamaban los indios Alquin, que quiere
sieron , é quedó allí toda la ropa de los decir hijo del sol, porque en aquella len-
unos é de los otros, á los quales que assi gua al quiere decir hijo, é quin llaman al
quedaron, mataron los indios. so!. Allí vinieron de diverssas pártese pro-
•El gobernador entró la tierra costa á vincias muchos indios caciques é señores
costa, é los indios dexaban los assientos de paz, por ver qué gente eran los chrips-
é huian la tierra adentro, ó desta manera tianos, é para que les mostrassen los ca-
fueron hasta ponerse en el paraje de la ballos que llevaban, que era para aque-
isla de Cogumel, de la qual se higo men- llas gentes una cosa de mucha admiración,
ción de susso; y acaso passaba el caci- é por toda la tierra volaba la fama de ta-
que, señor de aquella isla, que se degia les animales. Y el adelantado higo sacar
Unopate, á la Tierra-Firme con mas de un caballo, que avia llevado de Castilla,
quatrocientos indios en canoas, que yba ensillado y enfrenado, é con un petralde
á las bodas de una hermana suya, que se cascaveles, ó teniéndole un chripstiano del
casaba en la tierra de la mesma Yucatán, diestro, aunque no estaba gordo, era re-
el qual atendió á los chripstianos de bue- gocijado, é meneábase de una parle á otra
na paz, é les dio de comer de ló que lle- logano é de buena gragia: ó fué tanto el
vaba; é por este socorro, mediante Dios, espanto en ellos, que algunos huyeron, en
que fué quien lo proveyó, no se acaba- viéndole, é otros mas pusilanimos se ca-
ron de perder. É dixo este cacique al go- yeron, é amortegidos en tierra ó oyéndolo
bernador que le esperassen allí él é los relinchar, tales ovo que ni ovieron. me-
chripstianos: quél yria á hacer de paz los nester pildoras ni mejor purga para des-
indios de adelante, donde los esperaría. pedir por *baxo, de tal manera quel he-
É assi lo cumplió, é higo' de paz un pue- dor era incomportable, con que se acabó
blo llamado Mochi, de hasta <¿ient casas aquella fiesta.
buenas é muchos qües, que son sus tem- Desde á dos meses que allí descansaron
plos ú oratorios de piedra muy bien la- el adelantado é su gente, passaron ade-
brados ; é allí allegaron los chripstianos ó lante por muchos pueblos de mili casas c
fueron en paz rescibidos, é les dieron mu- de quinientas é mas é menos, é vieron
chas gallinas de las grandes, que son co- muchos é buenos assientos donde pudie-
mo pavas, é muchas tortillas ó leche de ran poblar, si osaran, é dexáronlo de ha-
mahiz; é les mostraron é abrieron el ca- ger por ser los españoles pocos é los in-
mino para yr adelante, el qual continua- dios muchos. En fin llegaron á un pueblo
ron é fueron hasta una cabecera de una de ginco mili casas, que se dice Conil, ó
provincia, junto á lámar, que se dige allí salieron los indios á los rescebir, é les
Belma, é hallaron toda la costa muy po- truxeron canoas por tierra sobre parales
blada. ó á fuerca de bracos dos leguas: é pues-
En aquel pueblo, un hidalgo que se de- tas debaxode ramadas á la sombra,vacia-
Cía Palomino, que era alguagil mayor, ron en ellas mas de tres mili cántaros de
dio un palo á un su criado, é fué tal el agua, ó pusiéronselas en paradas a tre-
golpe, que lo mató; por lo qual el adelan- chos, é como es dicho, debaxo de muchas
tado le higo cortar la cabega. En aquel ramas con mucho mahiz ó gallinas de las
mesmo pueblo le hicieron un pressente do que de susso se dixeron é leche de mahiz.
oro, en que avia dos joyas ó patenas bue- De manera que assi los chripstianos como
282 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sus caballos, lo tenían todo muy sobrado, nos estaban mas en lo hondo é tanto
aunque fuessen veynte tantos: é'de media desviados de la costa, que acaesgia en-:
en media legua, en término de 'quatro trar nadando el de á caballo hasta ellos; é
leguas de despoblado, estaba el refrige- todos eran de muy exgelente é clara agua.
rio repartido, y era tanta la gente que É aquel surgir ó levantarse en alto no era
concurría y en essa poblagion hallaron, caño derecho é continuado, sino á golpes
quel gobernador estuvo algo suspenso ó muy continuos y espessos hágia arriba,
con temor de se apear; pero enfinlo higo saliendo un cobdo é mas é menos engima
por no mostrar flaquega, ó todos los espa- del agua de la mar, como si hirvieran,
ñoles se aposentaron lo mas sogiable é segund su celeridad ó prestega; pero no
juntos que pudieron, hagiendo buena vela, caliente el agua de tales manantiales, si-
é teniendo siempre apergebidos seys de ca- no fria é suave é tal, que todos degian
ballo de noche é de dia. É ponían sus ata- que era la mejor que pudiesse averse vis-
layas sobre árboles, de que toda la tier- to , é sin que los rios mas famosos é fuen-
ra es abundante é llana, é hay algunas tes mas loados les higiessen ventaja.
manchas de savanas, é todo lo demás es Allí higo el adelantado hager un juego
arcabucos, ó tierra de muchas é divers- de cañas por festejar los indios que degian
a s arboledas, ó de tal dispusigion todo lo ser sus amigos, é por el buen tractamien-
que anduvieron, que en mas de tresgien- to que en ellos hallaron, é como suele
(as leguas ni hallaron ni vieron sierra al- acontesger, cayeron algunos españoles, de
guna ni rio, exgepto que avia pogos muy que se rieron mucho los indios. É porque
buenos de dos bragas de hondo, é algu- al gobernador le pessó dello, higo que se
nas fuentes gentiles, al propóssito de las les diesse á entender que los que avian
quales se dirá aqui un notable de mucha caydo, avía seydo porque ellos lo quisie-
admiragion, y es aqueste. ron hager á drede, é assi higo dar caba-
Yendo caminando por ia costa, vian llos á otros que no eran diestros gineles,
dentro en el agua salada de la mar sur- é cayeron. En conclusión los indios cre-
gir sobre la superfigie de la agua salada yeron que no caian los chripstianos sino
manantiales para arriba, de agua dulge, por su plager, é quándo é de manera que
que rompían é sqbian sobre la salada á bagerlo quisiessen.
borbollones: .y entraban los chripstianos Assi para quel letor descanse, como
á caballo en la mar hasta darles en los por quedar la legión en lugar señalado,
estribos, é bebían é tomaban agua en quando la quisiere dexar por su passa-
aquellos surgideros ó fuentes, que se le- tiempo é recreagion, é porque con mas
vantaban dulges sobre la dicha agua sa- sabor vuelva á ella alentado, me pares-
lada ; y estos eran tantos, que no se po- ge ques conviniente que los capítulos no
dían en algunas partes contar por su mu- sean muy prolixos, y que para este basta
cho^número. E en parte avia que algu- lo que está dicho.
DE INDIAS. LIB. XXXII. CAP. III. 229

CAPITULO III.
De lo que subcedió al adelantado don Francisco de Montejo, desde que salió con los españoles, que le que-
daban del pueblo de Conil, é de la república é justicia del pueblo llamado Cachi, é de los árboles del en-
cienso é su conlractacion, é de la grandíssima población llamada Chuaca *, é de otras cosas que subcedíe-
ron en aquella conquista.

V4on mucho cuydado he vivido conti- torpes , é otros groseros, é otros apassio-
nuando estas historias, viendo quán coxa nados, é otros verdaderos. Entre los qua-
é imperfetla quedaba entre todas, é por les diverssos relatores he andado midien-
la mas abatida é olvidada aquesta de Yu- do é averiguando é atendiendo al verda-
catán , porque siempre sospeché, aviendo dero discurso que siga en las cosas, don-
respecto á su descubrimiento é al sitio é de soy ausente é constreñido á creer á
paralelos de su assiento, que era imposi- otros ó á quitarles el crédito por mi esti-
ble ser menos fértil é poblada que las mativa: de los quales escrúpulos en el
otras tierras de sus confines. É aunque de pressente libro yo soy libre, por el con-
algunos oía que la loaban, era por términos gepto, que á don Alonso de Luxan se le
é palabras de personas de poca pruden- debe, ó á la buena expresiva con quél
cia ó de baxo entendimiento, é que quan- platica en esta armada del adelantado don
do interrogándolos me detenia, me ayu- Francisco Montejo, desde quella so prin-
daban á perder el tiempo mal satisfacién- cipió hasta que se acabó, como adelante
dome, hasta que topé este cavallero don se dirá, continuándola historia, déla qual,
Alonso de Luxan, que assi por su buen hasta questa gente llegó al pueblo dicho
natural é habilidad, como por la mucha Conil, contado se ha en el precedente ca-
parte que como testigo de vista le cupo pítulo. Queda agora de decir en conse-
destos trabaxos que aqui se memoran, lo cuencia cómo desde Gonil guiaron los in-
sabia muy bien entender é degir para que dios á los chripstianos desde á dos meses
los que no lo vimos fágilmente lo compren- que allí estaban, tres leguas adelante a
damos, y en especial los que alguna noticia otra población que se digo Cachi, en el
é curso tenemos de las cosas destas par- qual camino de media á media legua, co-
tes. E una de las cosas que á mí me han mo la historia lo ha dicho, les tenían otras
dado mas fatiga, buscando informaciones ramadas, en que avia muchos cántaros de
é Inquiriendo estas materias, no ha seydo agua ó bastimentos é muy abundantes,
tanta la que siento en escribirlas todas de aunque fueran muchos mas los hospeda-
mi mano, aunque passan de tres mili plie- dos.
gos de papel los que he borrado y en- En aqueste lugar avia una plaga bien
mendado é reescripto una é dos é mas grande, en medio de la qual estaba hin-
veces, quando me han fatigado algunos cado un mástel derecho como un árbol de

* En el códice original se lee además en este «mente Alonso Dávila yba con cierta gente por
epígrafe, bien que tachado al parecer de mano dej »t¡erra; c cómo se volvieron á la didia Salamanca
mismo Oviedo: «ó la batalla que allí ovieron con «por la industria de un mal chripstiano Iraydor que
>;los indios é de otra que mas adelante les dieron «estaba é vivía entre ¡os indios, llamado Gonzalo,
»los indios de Aqu é en ambas ovieron villoría «marinero: é cómo después fué por mar en una
«los chripstianos; e de los grandes pueblos por «caravela suya á la Nueva España é Iruxo genio
«donde passaron hasta que volvieron á la villa de »á un pueblo que se dice Tabasco, al qual recogió
«Salamanca: é cómo el adelantado fue por la mar wásu teniente Alonso Dávila é á los pocos[espaíio-
«hasta un pueblo que se dioe Chitemal, é su le- »les que de su genlc le quedaban.»
230 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

una nao, liso é puntiagudo, el qual servia engiensso; é de allí lo toman, y es como
lo mesmo quel rollo donde se hace justi- el mesmo engiensso é con el mesmo olor,
cia entre chripstianos, aunque con grand y desto grandíssima abundangia. É cómo'
diferencia en la forma de la execugion do- esta gente yba con tanto temor como la
lía , porque degian los indios que hinca- cantidad del engiensso, é aquel sahumerio
ban ó empalaban allí espetados vivos los no era bastante para se le quitar, no se
malfechores, assi como ladrones , é los detuvieron allí mas que aquella noche: é
adúlteros} que tomaban las mugeres casa- luego, como amanesgió el siguiente dia,
das ó sin casar, sin ligengia de cuyas eran, se partieron, é á otras dos ó tres leguas
é por otros delictos. adelante llegaron á otro pueblo tan gran-
Avia mucho concierto en esta repúbli- de, que á medio dja que comengaron á
ca, é tenían muy grand tiánguez ó placa, entrar en él, no dexando de andar hasta
con muchos tractantes é mercaderías, as- que allegaron á la casa del cagique, donde
si de bastimentos é cosas de comer, co- el gobernador possó, era hora de víspe-
mo de todas las otras que entre los natu- ras sin salir de la poblagion. É todas las
rales allí se compran é venden é truecan. mas casas eran de cantería, é sus orato-
E avia sus almotacenes é jueces en una rios ó qües muy extremados de buena la-
casa junto é a un canto de la placa, á ma- vor: é aqueste pueblo ó cibdad se llama
nera de consistorio, donde se determina- Chuaca, é toda la mayor parte de la ve-
ban todos sus letígios en pocas palabras, gindad es de señores é cibdadanos é mer-
sin algada ni apelación, sino del pié á la caderes ó gente muy polida en respecto
mano, sin quel sol se passasse ni hora en- dé las poblagiones ques dicho; las quales
tera se cumpliesse, ni cosa se cscribiesse, son subjetas á esta república ó cibdad de
ni derechos ni tuertos se llevassen á nin- Chuaca.
guna de las pjirtes, dando á cada uno lo Después que se ovieron apossentado los
que era suyo justamente. chripstianos, essa mesma noche se fueron
Desde á dos dias passaron nuestros es- los indios é dexaron vagio el pueblo con
pañoles á otro pueblo que está dos leguas todo lo que tenían de mucha ropa é pro-
adelante, ó muy mayor, el qual se digo visiones de aves é mahiz, con pensamien-
Cingiraato. En este espacio de dos leguas to de dar otro dia sobre los nuevos hués-
están todos aquellos llanos é campos lle- pedes , como lo higieron. É quando fue-
nos de árboles de engiensso, muy curados ron las diez del dia, volvió mucha gente
é limpios, porque desta mercadería hay sin gritar ni hager las alharacas que sue-
allí muy grand tracto é cargaron para len liagcr (gritando é tañendo alambores
otras partes, assi para perfumar sus qües é unos caracoles que suenan como vogi-
ú oratorios é gastarlo en sus sacrificios é nas), sino muy sosegados é con todo silen-
mortuorios, como en otras cosas, de que gio dieron de sobresalto en los españoles
se sirven dello. Estos árboles son muy gen- con grande ímpetu. É quiso Dios quel ade-
tiles é frescos é grandes, y es para aque- lantado, que también vetaba su quarto,
lla gente grande é útil mercadería, por- se halló á caballo; é con tanto ánimo, como
que no hay engiensso en toda la provingia si muchos cavalleros á par del estovieran,
sino allí: é para lo sacar, cortan en el ár- solo dio en los indios, é puesto que han
bol ó hagen en él un vaquo tanto quanto es mucho temor de los caballos, por su buen
un puño gerrado.: é vaquado aquello, allí esfuergo, entrando é saliendo, se revolvió
poco á poco se destila é corre allí aquel de tal manera con los enemigos, que les
licor, é seespessa é hago, quajándosc, el higo mucho daño ó los detuvo tanto quan-
DE INDIAS. LIB. XXXII. CAP. III, 231
tó ovieron tiempo los chripstianos de salir chripstiano, puesto que algunos ovo heri-
á caballo é á pié é juntarse para su defen- dos é también de los caballos; pero la Vi-
sa. Estos indios son flecheros ó no tienen toria quedó con los españoles. El dia si-
hierva; pero son buenos punteros, é los guiente vinieron de paz, c pidieron perdón
hierros de sus saetas son de pedernal é al adelantado, ó les otorgó las amistades,
muy malos, porque quando hieren, se ó se hicieron, é le dieron indios, que Ue-
desgranan^, ques peor que la mcsma heri- vassen las cargas adelante.
da. É también pelean muchos del los con Sabiendo por la comarca las batallas
rodelas é langas cortas de doce ó quince ques dicho é la vitoria de los nuestros,
palmos, con hierros assimesmo de pe- enviaron muchos caciques sus embajado-
dernal. En esta batalla murieron este dia res al adelantado, pidiéndole paz é su
diez ó doce chripstianos, que andaban der- amistad, y él se la otorgaba é les daba de
ramados por el pueblo, en equivalengia lo que tenia,.é desde en adelante no ovo
de los quales murieron muchos indios, y mas recuentro ni batalla.
entre ellos diez de los principales. De allí passaron los españoles quatro le-
Otro dia siguiente vinieron de paz, é guas hasta Cicia, ques mayor pueblo de
desde á dos dias después de hechas las los que se han dicho, é allí fueron bien res-
amistades, el gobernador é los españoles bebidos é servidos: é como no hallaban rio,
se passaron delante á otro pueblo que se ques la principal cosa que los hombres
dice Aqu, tan grande como el que se ha buscan en aquestas partes, acordó el ade-
dicho, é todos aquellos pueblos están á lantado yr adelante, o passó á otro pue-
una legua y media é á poco mas ó menos blo mayor que Cigia, que está á quatro
de la mar. leguas, ó llámase Loche. El cagique de
Esos indios que les llevaron las cargas, allí es grand señor, é higo tan poco caso
dixeron á los españoles que los indios de del adelantado 6 de los chripstianos, é
Aqu tenían congertado de matarlos á la mostróse tan grave con ellos, que por
entrada del pueblo, lo qual no era assi: desprecio se estuvo quedo en su casa y
antes quando allegaron, eran ydos del pue- echado en su hamaca, é nunca habló tres
blo los veginos del, é huyeron porque es- palabras: ó sus pringipaíes que por torno
tos de Chuaca les avian enviado á degir del estaban, hablaban por él, á causa de
que los chripstianos yban con determina- lo qual el adelantado llamó aquella pobla-
ción de matarlos é hacerles guerra é to-. gion el pueblo de la Gravedad. E quando
marles las mugeres. Por manera que alguna palabra el cagique degia, cnconti-
quando los nuestros entraron en el pueblo, nentc que comengaba á hablar ponian lue-
halláronle, solo ó muy bien provcydo, é go delante entre él y el adelantado una
los indios de Chuaca, que yban con los manta muy delgada, é teníanla tendida
chripstianos, saquearon las casas é carga- en el ayre, tomándola dos de aquellos in-
ron de quanto bien los paresgió é quisie- dios, sus mas ageptos é gercanos á él,
ron, é se tornaron á su pueblo é dexaron por las dos puntas algadas, é las otras dos
allí á los chripstianos. Otro dia vinieron caydas, assi que servia de cortina; é
los de Aqu de guerra, é como el ade- puesta de esta forma, degia algunas pocas
lantado estaba sobre el aviso, anticipóse palabras.
á la defensa como buen capitán é diestro, Desde allí atravessaron por la tierra
é higo grand destrogo en los contrarios, adentro los españoles, é fueron con su ca-
é murieron muchos de los pringipalcs é de . pitan general á dar en el pueblo, que se
la otra gente común, sin que muriessc degia Salamanca, é hallaron muy poblada
2321 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
i a tierra toda, segund es dicho. É quando passó á Tierra-Firme é fué á aquella villa
allí/llegaron, no eran ya sino sessenta'per. de Salamanca, con el qual navio, assi el
sonas, en los quales y en otros diez ó do- adelantado como todos los demás, se hol-
ge que en aquella villa hallaron, era redu- garon en extremo. Y el adelantado se me-
cida toda su armada y exército; porque tió en la caravela para yr á buscar por
todos los demás eran muertos, é aquellos aquellas costas alguna sierra ó rio por don-
doce avian escapado porque dos pueblos de mas á propóssito é mejor pudiesse ha-
pequeños los sostenían, que quiso Dios cer su assiento que en lo que avian visto;
que no se alcassen, é aquellos les daban é llevó consigo ocho ó diez de sus cria-
algún pescado é mahiz. dos ; é la otra gente quedó en Salamanca
Parésceos, letor, questa manera de mi- á deprender mas trabaxos; pero estos que
licia ques algo mas peligrosa que la de los allí quedaron, no fueron sino veynte ó
tártaros, ni de su emperador Cigiscan, veynte'y dos hombres, con don Alonso
de quien se higo memoria en el capítulo de Luxan, hagiendo un bergantín para se-
antecedente, que de diez de sus soldados guir tras el adelantado hacia donde él yba,
mataban el uno, é acá en lo que decimos porque los restantes, que serian hasta qua-
desta armada, de trescientos é ochenta • renta españoles, mandó el adelantado que
hombres no quedaban sino septenta y dos fuessen por tierra con su teniente el capi-
hombres!.. Pues oyd, é sabreys que no se tán Alonso Dávila, costa á costa y en la
sabe que ninguno volviesse á España, si- demanda quel adelantado yba. É assi lo
no solo el comendador don Alonso de Lu- hicieron, siguiendo cierta instrucion del
xan, de quien de susso se ha hecho men- gobernador, é passaron por muchos pue-
ción, ni se cree que hoy sean vivos diez blos no menores que los que la historia ha
dellos. ¡Oh inmenso Dios, quánto mas se- dicho.
guras están las vidas é las ánimas de aque- El adelantado llegó bien ochenta le-
llos que en tu servigio se ocupan!... É guas de aquella Salamanca á un pueblo
quánto es diferenciado é mas cumplido é de la costa que se dice Chitemal, é con-
precioso el galardón, que consiguen los que forme á su última sílaba mal subcedió to-
te aman é temen, é que se apartan destos do lo de allí.
militares trabaxos mundanos, que los El Alonso Dávila é los que con él yban
hombres {ó los mas dellos} á escuras yem- llegaron á treynta leguas de allí, porque
bebescidos en estas malas é terrenas ga- los indios les hicieron dar esta guiñada, ó
nancias , ó mejor diciendo notorias pérdi- apartarse esta distancia la tierra adentro,
das , con sus proprias manos é flacos en- por apartarlos del gobernador é poder
tendimientos ab rapan é toman sin enten- con mas facilidad matar todos, á los unos
derse, hasta que ni el daño tiene remedio é á los otros, lo qual se hico por indus-
ni el arrepentimiento es en tiempo que les tria de un Goncalo, marinero, que decían
aproveche r ni excuse las muertes palpa- los indios que estaba en la tierra desde
bles, que por estas partes están engas- que un Aguilar, lengua que tuvo Cortés
tadas en este oro y esmeraldas que los en la conquista de la Nueva España, é
más buscan é los menos gocan! otros chripstianos se avian perdido con
Después quel adelantado é los españo- una caravela en aquella costa. Y este Gon-
les allí estovieron, fué una caravela des- calo, marinero, era del condado de Niebla,
de aquesta nuestra cibdad de Sánelo Do- y estaba ya convertido en indio, é muy
mingo a buscar al adelantado, que era peor que en indio, é casado con una in-
suya, é aportó á Gocumel, é desde allí dia é sacrificadas las orejas é la lengua,
DE1NDWS. LUÍ. XXXII. CAP. III g;i3
é labrado la persona pintado como indio, vuestra persona; ó yo os seré para ello
é con muger é hijos, del qual- se supo en muy buen amigo, é sereys muy bien trac-
esta manera. lado. E assi os ruego que no deys lugar
En aquel pueblo de Chitemal, donde el á quel diablo os de estorbo, para hacer
gobernador llegó con la caravela, echa- luego lo que digo, porque no os per-
ron el"batel fuera é saltaron, en tierra, de da ys para siempre con él. É de parte de
noche, algunos españoles c tomaron tres Su Magostad os prometo de lo hager muy
ó quatro indios, é uno dcllos dixo al go- bien con vos c de cumplir lodo lo que be
bernador que entrel'los avia un chripstia- dicho muy enteramente; ó de mi parte,
no como los de la caravela, é que estaba como hombre hijodalgo, os doy mi fée
cassado é vivia entrellos, é avia seydo pri- é palabra do lo hager complir sin falta al-
mero esclavo, ó que ya era libre c su ve- guna, favoresgiendo é honrando vuestra
cino, é sabia 'muy bien la lengua de la persona, é do hagoros de los pringipales
tierra, é tenia las orejas é la lengua, co- hombres uno de los mas escogidos é ama-
mo los indios, harpadas ó sajadas de quan- dos que en estas partes oviero. Assi que,
do ellos hacen sus sacrifigios, como mas sin dilagion os venid á esta caravela ó á
largamente tales ritos se tractan adelante la costa á verme c á efottuar lo que he
en el libro XXXIII, capítulo XLVI. dicho, é hacerse ha con vuestro consejo
Informado de lo ques dicho el adelan- é paresccr lo que más conviniere.»
tado, 'creyó que aquel chripstiano que le Este mal aventurado, como se debiera
decían, seria grand socorro c ayuda para desde su pringipio aver criado entre baxa
pagiíicar é poblar la tierra é convertir los ó vil gente, é no bien ensoñado ni dotíri-
naturales della, é que ya que por sus pec- nado en las cosas de nuestra sancta fée
cados ó desdicha se avia allí avecindado; cathólica, ó por ventura (como se debe
que todavía tenia memoria del baptismo sospechar) él seria de ruin casta é sospe-
é do nuestra religión chripstiana é dessea- chosa á la mesma religión chripstiana^ to-
ria salvarse, pues la misericordia divina mó la carta é leyóla, la qual le llevó aquel
tan buen aparejo le daba para se poder indio que al adelantado informó desle
cobrar ó servir á Dios en la conversión de hombre. É digo que la leyó, porque otro
los indios, á causa de su interpretación; dia siguiente el mesmo indio volvió con
lo qual parescia cosa posible é muy apa- la respuesta é con la mesma carta que lle-
rejada ocasión. É" assi el adelantado en- vó, ó venia cscripto en las espaldas dolía,
continente le escribió una carta, en que le con carbón, estas palabras: « Señor, yo
decia assi: «Goncalo, hermano é amigo besso las manos de vuestra merged: é
especial: á muy buena ventura tengo mi como soy esclavo, no tengo libertad, aun-
venida é aver sabido de vos del portador que soy cassado ó tengo muger é hijos, é
desta carta, la qual es para acordaros que yo me acuerdo de Dios; é vos, señor, é
soys chripstiano é comprado con la san- los españoles, terneys buen amigo en mí.»
gre de Jhesu-Chripsto, Nuestro Redcmp- Su amistad é obra fué tal como quien él
tor, á quien yo doy é vos debeys dar in- era, pues que indugidos los indios por 61,
finitas gracias, pues os da tan buen apa- barrearon ó higieron cavas 6 fortalcsgie-
rejo para servir á Dios y al Emperador, ron el pueblo, c dio guerra al adelantado
nuestro señor, en la pagificagion 6 bap- é á los españoles; ó los puso en estado que
tismo destas gentes', y en que demás des- todos los chripstianos, que en aquella tier-
so, saliendo de pcccado, con (a gracia ra estaban, se ovieran de perder, ó dio á
de Dios, podrevs honrar é aprovechar entender a los españoles é al adelantado
TOMO III. 30
ni HISTORIA GENERAL Y NATURAL
quel capitán Alonso Dávila, con todos los el tiempo no se perdiesse, como hasta es-
que con él yban, eran muertos; é al Alon- longes, y á esta causa en la mesma cara-
so Dávila é sus compañeros les higo enten- vela fué á la Nueva España, é llegado á
der que los de la caravela y el adelantado ella prosiguió su camino hasta Tenuxtitan,
también eran muertos. 15 para esto hicie- por se proveer allí de gente é volver á po-
ron los indios la paz con el gobernador, é blar en aquel pueblo é puerto de'Chite-
diéronle gallinas é mahiz é bastimentos é mal, donde aquel traydoré renegado ma-
agua, con quesefuesse con su caravela, é rinero , llamado Goncalo, higo la prueba
assi lo hico con mucha pena é dolor, pen- que la historia ha contado, porque allí
sando que aquella mala nueva era verdad. avia visto el adelantado un buen rio é dis-
El Alonso Dávila, después que le dieron pusicion para lo quel gobernador dessca-
también la mesma mala nueva,. por su ba. Ydo pues á México, avia dexado or-
parto con su compañía, se tornó por donde denado á Alonso Dáviia con su poder, que,
avia ydo, é volvió primero á la villa ques como su teniente , qucdasse con la gen-
dicho de Salamanca, é mudó el pueblo de te en aquella villa de Salamanca, en tan-
allí é hígolo passar con el mcsmo nombre to quéi yba á buscar remedio é gente, co-
á donde avian topado primero el cagique mo es dicho, en México; é cómo era ami-
de Cocumel, quando yba á casar su her- go de Hernand Cortés, que poco antes avia
mana; y en un lugarejo de pescadores, venido con título de marqués del Valle,
buen assíento, que por los indios se lla- comunicóle sus trabaxos é franges passa-
maba Camanca, assentaron su vegindad, dos, é cómo no avia hallado donde pu-
doliéndose de la muerte del adelantado, diesse poblar, é todo lo que por él avia
pensando que era verdad lo que del le passado. É díxole el marqués que, quando
avian dicho, y esperando lo que la vo- él avia ydo en busca del capitán Chripstó-
luntad de Dios quisiesse disponer dellos. bal de Oht, que se le avia algado en Hon-
El adelantado avíase passado de largo duras, avia passado por una hermosa cih-
descubriendo la costa; é acompañado de dad que está en la gobemagion del mcs-
muchos traba xos é tormentas llegó hasta mo adelantado é tierra de Yucatán, que
Ireynta leguas do Honduras, á un rio que se dige Acalan. rica é apropóssito suyo,
se dige Ulva. É desde allí dio la vuelta é ó loósela en tanta manera que le higo mu-
fué á Cocumel, é supo de los indios de dar de propóssito. É la Audiengia Real
aquella isla adonde estaban los españoles que en México reside, mandóle y encargó
con Alonso Dávila, c fuésse á juntar con al adelantado que fuesse á un pueblo que
ellos con mucho placer, non obstante sus so dige Tavasco, que está en la costa del
trabasos de los unos é los otros; porque rio que llaman de Grijalva, é que tomas-
por las nuevas que aquel mal chripstiano se residengia á un capitán que allí estaba
Goncalo, marinero, avie publicado, todos para guarda de aquella tierra, é que la
pensaban que eran muertos los que esta- asegurasse, é pagificasse los indios de
ban vivos, é se abracaban con mezcladas aquella provingia. É con este despacho se
lagrimas de goco. partió de la cibdad de México con hasta
Allí reposó esta gente pocos días, por- ginqüenta ó sessenta hombres, é fué á la
que el aparejo de su descanso estaba lé- villa de Tavasco é cumplió muy bien lo
xos, y el assíento de aquella villa no era que por el Audiengia Real le fué manda-
á su propósito: é porque oí adelantado do; é desde allí envió dos navios á llamar
estaba muy dcsscoso y en determinación al capitán Alonso Dávüa é á la otra gente,
de buscar un assiento ó comarca, donde que con él avian quedado en aquella villa
DE INDIAS. LIO. XXKIÍ. CAP. III. 233
de Salamanca ó vinieron allí, porque le pa- desde donde podria entender en la con-
resció al adelantado que estaba en parte quista é pacificación de Yucatán.

CAPITULO IV.
Del subcesso del adelantado don Francisco de Monlejo, después que estovo en Tavasco, é cómo fué en de-
manda de la cibdad de Acalan, é de las vistas de. entre él y el capitán don Johan Enriquez de Guzman-*, é
de una nueva invención é nunca antes oyda ni vista que los españoles inventaron para llevar sus caballos
en canoas**; é cuénlanse otras cosas concernientes al discurso de la historia.

Uespues que en Tavasco el adelantado cómo tuvieron noticia los unos compañe-
tovo pacífica la tierra é de paz toda su ros del un capitán de los del otro, acor-
provincia, puso allí un teniente suyo por ca- daron de verse los capitanes; ó con bue-
pitán, y ól entró por la tierra la vía deAca- na amistad se concertaron, ó don Johan
¡an con hasta cient hombres, é los treynta socorrió con muchos puercos é otras co-
dellos de á caballo: ó después que ovo sas á Montejo, y él se los satisfizo con
caminado hasta sessenta leguas, adolesgió otras, é quedaron de acuerdóle sin quo
en un pueblo grande que está en el ñas- oviesse entre los unos é los otros conten-
pimiento del rio de Grijalva, que se dice ción alguna, y en mucha conformidad:
Teapa, en el qual passó muchos trabados, que era lo que convenia al servicio, de
assi por falta de mantenimientos como de Dios é de Sus Magostados. E comunicán-
otras nesgessidades quél é su gente pades- dose estos dos capitanes, dixo don Johan
eieron^ Siguióse que en el mesmo tiempo al adelantado que, pues tenia acordado de
desde México avia y do don Johan Enri- volver atrás por su enfermedad y enviar
quez de Gazman, po/ comisión del presi- á su teniente Alonso Dávila en demanda
dente de la Nueva España, Ñuño de Guz- de Acalan, que le páresela que debia man-
man, á la pagificacion de la provincia é darlo que se fuesse por Chiapa, donde
cibdad de Chiapa: é después que en ella don Johan tenia su assiento, ó le ayudaría
estovo, salió á visitar la tierra hacia el nas- él con darle guias é con todo lo quél le
gimiento del rio ques dicho de Grijalva, é pudiesse ayudar é favoresccr, pues que
por donde passaba é lo hacia de paz, yba por allí era el mejor camino. É assi, te-
repartiendo la tierra, encomendando el niéndoselo Montejo en merced, le respon-
servicio de los indios á los milites españo- dió el adelantado que assi se haria, é don
les, que en su compañía andaban. Lo mes- Johan con su gente se tornó á su assiento
mo avia hecho el adelantado Montejo por á Chiapa, é Montejo se volvió á Tavasco
donde avia passado hasta llegar al pueblo en canoas por el rio abaxo, y el teniente
de Teapa: de manera que don Johan lle- Alonso Dávila fué con la gente en deman-
gó á una población, .que se dice Estapan- da de Acalan.
guaxoa, ques á dos leguas de Teapa, é ' Y en llegar desde Teapa hasta Chia-

* En esta parle se lee en el original." «é cómo Irave's, que en la una ambos caballos llevaban las
el gobernador se volvió á Tavaseo é envió ásu te- manos y en la otra los pies: ó de lo que passaron
niente ei capitán Alonso Dávíla con gente , en de- estos españoles hasta que llegaron á una laguna de
manda de Acalan, é cómo se lomó un pueblo que dos leguas en ancho, donde se halló noticia de una
estaba dentro de un fago por muy gentil forma.» forma extraña de una puente, quet marqués del Va-
** También aqui suprimió Oviedo las siguientes lle, Hernando Corles, avia fecho algún tiempo atrás
cláusulas, que se leen en el MS, original: «de dos ó ante , por donde passó aquella laguna.»
en dos juntas é cu cada par dolía* do.s caballos ác
2;16 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
pa, que son treynta leguas, passó mu- sa, é traydas á donde avia quedado el
chos trabaxos con ochenta hombres mi- teniente Alonso Dávila con la gente, me-
litares que llevaba, é los mas dellos de tiéronse en <fsta nueva forma de balsa
caballo, porque el camino es de los peo- doce hombres rodeleros é ballesteros; é
res ó mas fragoso que se puede pen- á los lados yban nadando un caballo de
sar : y assi se despeñaron parte de los cada parte, é al saltar en tierra echáron-
caballos é parte dellos se aguaron, é los les presto las sillas é cabalgaron en ellos
demás llegaron talos, que fueron de poco dos ginetes veteranos é diestros, é hicie-
provecho. Mas allí en Chiapa les higo mu- ron rostro á los enemigos, que no queda-
cha cortesía é buen acogimiento el capi- ron poco espantados de ver tales anima-
tán don Johan Enriquez, ó si por aquel les é la osadia con que allí avian entrado
cavallero no fuera, mal pudieran passar essos españoles. Y en tanto las canoas ó
adelante; porque assi él como los espa- balsa tornó á traer á la isleta otros tantos
ñoles que con él estaban, socorrieron muy chripstianos, porque el trecho del agua
bien al Alonso Dávila é sus compañeros, por allí seria hasta un tiro de ballesta; ó
é allí se repararon é rehicieron de caba- desta forma, entrados mas ó mas milites,
llos é armas, de algodón bastado ó de lo ganaron el pueblo. É cómo los indios te-
que les convino para continuar su empres- nían canoas, fuéronse por otro costado
sa, é Jes dieron guias, las quales mandó del pueblo con quanto pudieron llevar,
don Johan que fuessen con Alonso Dáviia puesto que quedaron bastimentos á los
hasta le poner treynta leguas apartado de españoles, que lo avian bien menester, é
los términos de Chiapa. É assi se hico, é no quedó persona ni se pudo aver sino
quando las guias ovicron servido hasta las una india sola, la qual dixo que era es-
treynta leguas, se tornaron, porque de allí clava del cacique, c quella sabia dónde
adelante no sabian la tierra ni entendían estaba, é que llevaría, los chripstianos allá,
las otras lenguas que avia; ó Alonso Dá- é quel cacique tenia doce cargas de oro.
vila passó adelante ó siguió su camino, Con esta simple información se acor-
aunque era algo peor é mas áspero quel dó que don Alonso de Luxanquedasseen
passado, llevando los caballos de diestro, la isla, é fué el teniente Alonso Dávila con
é rotas é desportilladas las lumbres de las la compañía que le paresgió é con aquella
uñas , é'muy trabajados é flacos. É des- guia á buscar el oro que avia dicho, é lle-
ta manera llegaron á una laguna, que tiene vó á los chripstianos seys leguas de allí
diezmó doce leguas de circunferencia, y por aquel lago, en buenas canoas de al-
en la mitad dolía un pueblo en una isleta gunas que los indios huydos avian dexa-
con hasta sessenta casas de indios ricos é do. É cómo Alonso Dávila saltó en tierra,
tractantes é de guerra. bien pensó que tuviera alguna resistengia,
É llegando allí, é no a viendo forma porque se vían muchos indios; pero no le
ni aparejo para entrar dentro, salió del osaron atender, c dexáronse muchas car-
real el comendador don Alonso de Lu- gas de plumas de las doradas, de que ha-
xan con hasta ocho ó diez de caballo, gen los indios muy hermosos penachos, y
para costear aquel lago é ver é conside- es grande c rica mercadería tales plumas
rar su dispusicion, é si hallarían entra- entrellos.
da segura en él para aquella población. E pues viene á propóssito, es de sa-
E toparon en la costa quatro canoas pe- ber que en aquellas partes hay ciertas
queñas , y entrados algunos españoles aves no mayores que golondrinas, é assi
en ellas, atadas juntas, hicieron una bal- la cola hendida como ellas ó como los mi-
DE INDIAS. LIB. XXXII. CAP. 1Y. 237
lanos; pero las dos plumas de los lados particulares del mundo, que por excelen-
de la cola son luengas, é las otras muy gia muchos escriptores antiguos memoran
cortas, é aquestas dos plumas que digo en sus tractados, é son aquestos.
es cada una dellas de dos- ó tres palmos El templo famoso de Diana Efesia, del
de longitud cada una, é mas é menos, qual el muy doto varón Erasmo hace men-
segund la edad del páxaro. Quando le to- ción en aquel su libro de la lengua, é
man, vuela poco, porque si un poquito de mas largamente Plinio en su Natural his-
viento hay, como tal ave es chequita, y toria ', el qual dice ques la verdadera ad-
es contrapesso aquellas dos plumas gran- miración de la manifigencia greca, é que
des para ella, luego la abate la manera toda la Assia le ediQcó en doscientos y
de la pluma. Porquese han visto en Espa- vcynte años, etc.
ña muchas dellas, y en Italia ó otras par- El segundo miraglo ó maravilla do las
tes de Europa, donde las han llevado, no siete, que otros digen ser el primero, fué
es nesgessario detenerme en esto. Es su aquella grandíssima é famosa estatua del
color de muchas plumas ó hilos de aque- sol, por otro nombre llamada el Coloso,
llos que tienen las plumas de los pavos de que estuvo en Rodas; de la qual hace me-
España, doradas, é como unos tafetanes moria la historia de la perdición de aque-
que hacen, que se dicen girasol, que jun- lla isla, de quando el grand Turco pocos
to con lo dorado, muestran otra color ver- años ha la conquistó2. Aquesta estatua,se-
de mixto: es muy hermosa é lucida plu- gund escribe Plinio3, la higo Cares, escul-
ma , é como he dicho, mucho estimada tor natural de Lidia, la qual era de sep-
entre aquella-gente. tonta cobdos de altura, é dice que sus
Tornando á la historia, aquel oro que dedos eran mayores que lo son muchas
la india degia, no lo hallaron, é dieron la estatuas, ó que pocos hombres abraca-
vuelta los españoles á su real, llevando rían el dedo gruesso, etc.
algunos indios que tomaron desmanda- El sepulcro del rey Mauseolo es uno
dos, los quales dieron alguna noticia del dcstos miraculosos edefigios, é llámase as-
camino de Acalan, é fueron guias, con las simesmo mauseolo esta sepultura, por res-
quales el teniente Alonso Dávila á su gen- pecto de aquel rey que en ella se puso, ó
te caminaron delante. É andadas treynta por cuya memoria Artemisia, su muger,
leguas desde aquella laguna é por muy la higo hager; del qual edefigio largamen-
mal camino é giénegas é malos passos, te escribe Plinio en su Natural historia *, é
allegaron á un rio que va á se juntar con da ragon de su grandega é de la exgelen-
el de Grijalva, é por la costa del un pue- gia de quatro escultores, que labraron en
blo de diez casas, los indios del qual es- este memorable sepulcro, é acabóle otro
peraron de paz é los guiaron para ade- quinto maestro, etc.
lante. Allí les dieron buenas canoas, con Diodoro hage mengion de una de las
que abaxaron tres leguas por aquel rio, tres pirámides entre los siete miraglos del
para tomar adelante el camino de Acalan, mundo, en su libro II.
é para llevar los caballos en ellas, hacían- El mesmoauctor assimesmo hage men-
lo de la manera que aqui se dirá. Pero gion del obelisco de Semíramis por uno
quiero primero traer á la memoria del lc- de los siete miraglos 5 .
tor aquellas siete maravillas ó miraglos El templo de Júpiter llamóse assimes-
i Pliti., lib. XXXVI, cap. 14. 4 Ib., lib. XXXVI, «ap. 3.
% La Hist. de Rodas, lib. II, cap- 8. 5 Diodoro Sícuto, !ib. III.
3 Plinto, lib. XXXIV, cap. t.
238 HISTORIA GENERAL Y NATUML
mo uno de. los siete miragios del mundo. es un mare maguo, 6 que no se puede
Segund el poeta Marcial, Lemnos es una acabar de considerar, ni mortal lengua lo
isla en el mar Griego, é los moradores puede exprimir, passemos las otras seys
della fueron antiguamente devotos de Vul- particularidades primeras ó miraglos que
cano, ó le adoraban; por lo qual la prin- de susso se tocaron, que todos ellos se
cipal cibdad de aquella isla se llama atribuyen al ingenio de los hombres, é
Ephestia, é otra se llama Mirrina, en cu- hallaremos que todos é cada uno dellos es
ya placa se acaba Ja sombra del monte en sí de mucha admiragion, aviendo res-
Athos de Magedonia, el qual de aquel lu- pecto á la brevedad de la vida é pocas
gar está apartado ochenta y scys mili pas- fuergas desta humanidad para tan suntuo-
sos, por lo qual se cuenta esto por una de sas labores. Mas á mi parescer, no tra-
las cosas maravillosas deste mundo, se- yendo estas comparaciones para dismi-
gund afirma Solino1: tráctalo assimesmo el nuyr su artificio é grandeca, sino para
Abulense2. Estos passos entienden los his- loar el mesmó ingenio humano, me pa-
toriales assi, que doscientos é veynte y resge que me puedo mucho mas maravi-
cinco es un estadio, ques la octava parte llar sin comparación de aquellos caños do
de una milla: assi que dos mili passos se- fuentes dulces que se levantan sobre el
rán á este respecto una milla, é ocho mili agua de la mar salada, segund se dixo
passos una legua; por manera que ochenta en el capítulo II, porque al monte Athos
y seys mili passos son once leguas, menos podemos comparar el Olimpo é otros que
unquarto de legua. Esta medida es segund hay altíssimos en el mundo; porque como
lo tassa Leonardo Arretino en su tractado digo estas obras de natura son mayores é
del Aquüa volante, libro I, capítulo YIIT. incontables, é todas compuestas por aquel
Estos siete miraglos que aqui se han Summo Maestro.
memorado, segund veo, los seys dellos A las seys otras volviendo, digo que
se atribuyen al arte y edefícios de los no tengo en menos que cada una dellas
hombres humanos, y el séptimo esedefi- aquella muy alta torre de la iglesia ma-
cio natural del Maestro de la natura, que yor é arzobispal de Sevilla, é no tan-
puso aquel monte tan léxos de donde al- to por su mucha altura é latitud, ques
canca su sombra por la excelsa cumbre edeíicio morisco é del tiempo de los mo-
suya. Y este me paresce á mí ques muy ros , quanto porque cerrada la puerta de
menor que otros muchos que higo, el mes- la torre, c puesto un hombre que sordo
mo Maestro, ques Dios, si comengamos no sea, sino de mucho oyr, aunque mu-
á contemplar los cielos é sus movimien- chas voces le den de abaxo no las oyrá
tos, estrellas 6 planetas, é las mares é denLro de una cámara de las de aquella
sus diferentes menguantes ó crescie ri- torre en ninguna manera, é aun con grand
tes ,'é la compusicion de la tierra 6 geo- pena sentirá una campana ó trompeta ó
graphia de su assiento; é ías diversi- vocina; é parado á las ventanas de las cá-
dades de los animales, é de las plan- maras superiores, tampoco oyrá ni podrá
tas é hiervas é sus propriedades, ó so- entender lo que otro le dixere desde aba-
bre todas las cosas la 'excelengia del xo (aunque sea á voces), assi por la g'rand
hombre é sus partes. Pero como en estas distangia, como por el tráfago é freqüenta-
cosas de las obras de la Divina Magestad c,ion ó cstrueudo de las gentes del pueblo,

{ Solino en el Polihistor, cap. 13 y en el Jo Me- 2 Abut. sobro el Eusebio De los tiempos, en U


morabililvs mundi, cop. 20. tercern parle, cap. 2H.
DE INDIAS. UB. XXXII. CAP. IV. 239
ó de sus labores é diverssos exergigios. tiempo ha escribió el doto varón Johan
Para el remedio de lo quai está una argo- Baptista Ignacio, veneciano, délas «Yidas
lla de hierro al pié de la torre, alta del de los Emperadores Romanos» en len-
suelo siete ú ocho palmos, que á mi pa~ gua toscana, el qual en el II libro, en
rescer no pessará dos libras ó veynte on- la descripción que hace de Constantino-
cas, y está íixada con una armella ó es- pla, toca una cosa que me paresge ad-
taca de hierro emplomada (Lám. 11.a, mirable é al propóssito de lo ques di-
fig. 11.*); éassi como suelen llamar a cho , alegando (x Dion, escriptor gravíssi-
una puerta con semejantes aldabas, lla- mo ó diño de crédito: el qual dige que en
man con essa é bate en la mesma pa- aquella cibdad avia siete torres, hechas con
red de la torre, é a! parescer (como es tal artifigio, que gritando alguno en una,
verdad) suena poco aun allí cerca; poro ó que se oviesse echado una piedra, que
como quier quello sea ó en que se consis- en todas siete se oya igualmente el rumor
ta (que no lo sé comprehender), el easo ó sonido.
es que aquel poco sonido dicen que so Pero no cansando al letor con esto ni
oye muy bien dentro en qualquier parte otras cosas, quiero volver alas canoas,
de la torre, para quel alcayde della haga que en aquel rio que dixe de susso se
abrir al que llama ó con él quiere nego- dieron á los españoles, en las quales,
ciar. Esto aunque se vce,parcsce imposi- constreñidos de la mesma nescessidad
ble, sin lo experimentar, é con efetto di- para llevar los caballos, hicieron una
cen ques assi, como lo digo. Yo la he vis- invención, que hasta agora nunca creo que
to ó tocado con la mano muchas veces se escribió la semejante, ni hombres la
esta argolla, é io que he dicho me han di- hicieron de tanta admiragion; porque en
cho personas que lo tienen por cierto: yo fin una canoa no es otra cosa que una bar-
no lo he probado ni aun lo creo, si no lo ca de un solo leño, y en él cavada é fe-
experimentasse. Mas después que por mis cha á manera de una artesa, ó como aque-
peccados he perdido mucha parte del oyr, llos dornajos, que se usan en las sierras de
é conoscido en qué consiste el primor de Segovia é por aquella tierra. É hicieron
aquella aldavilla, é ques la causa de su estos milites de aquesta manera: juntaron
suficiencia para ser oyda en las interiores las canoas de dos &n dos, costado con cos-
partes de aquel grand edeficio é bóvedas tado , é ligadas muy bien, do manera que
de aquella torre, é hallo por mí incapaz muy juntas- ó cosidas con bexucos yban
oyr que si estoy en pressencia de alguno atadas. Y ponian el costado de la una há-
que esté tañendo una vigüela ó un clave gia la tierra y entraba un caballo metia
címbano, no lo oygo ni entiendo quassi, los bragos en ellas: luego al tiempo que
é si pongo los dientes en la cabega de la metia el pié, passaba la mano á la otra ca-
vigüela ó de la caxa del clave címbano, noa , de manera que quedaba assi puesto
gusto y gogo enteramente de la melodía é de través, las manos é bragos en la una
música que allí se executa, assi me pa- canoa é los pies en la otra. É á par de aquel
resce á mí ques muya propóssitoel afila- caballo ponian y entraba otro en la mesma
miento de aquella pequeña aldavilla en forma (Lám. 11.a, fig. 111.a); y el uno y el
tan poderoso ó magnánimo edeficio, como otro juntos llevaban las manos en una ca-
el de aquella torre, la qual armella está noa , é ambos llevaban los pies en la otra.
puesta a la parte que la torre mira al Nor- E yban assi de pies ó en pié atravessados,
te. É no os maravilleys, letor, de lo que he porque las canoas son luengas c angostas,
dicho, si loyórcdcs una Summa que poco á causa que, como es dicho, cada una C3
no HISTORIA GENERAL Y NATURAL
fecha de un solo árbol 6 una sola picga; ó en el camino de Malinche. (Este nombre
si los quisieran poner cada uno en una Malinche llamaban aquellos indios á Cor-
canoa, no se pudiera hacer, á causa que tés, é degíanle assi por respecto de una
son navios de poco sosten é fágitmente se . india que'traía un tiempo consigo, que
trastornan, y estando juntas, como es di- era lengua é se degia Marina.) É mostraron
cho , yban seguros los caballos é la gente. el camino, el qual siguiendo, á cabo de
Esta manera de navegación é pasage quinge leguas de despoblado, llegaron á
de semejantes animales, nunca antes fué una laguna muy grande, que tenia do
vista ni hecha por otros hombres, antes través dos leguas en ancho, de la qual
destos, en nuestra nación ni en otra, ó no longitud ni sabían ni so podian ver los ex-
sin quedar los mesmos inventores muy tremos. Y en la ribera della sentaron su
admirados, quando lo higieron la primera real, y enviaron por la costa á la diestra
vez, é á los indios fué mucho mayor ma- é siniestra mano á buscar passage, é aun-
ravilla, quando lo vieron. É deste artificio que en esto se ocuparon tres días, no le
se ayudaron después los chripstianos en hallaron: antes descubrían muchas giéne-
otras partes mas peligrosas y en la mar, gas é pantanos, é tal disposición de tier-
como la historia lo dirá en su tiempo é lu- ra, que era imposible poder entrar ni pas-
gar; porque la nesgossidad no les daba sar por allí gente do pié ni á caballo. É
otro aparejo ni industria para ello, sino la preguntando á los indios qué remedio so
que está dicho, la qual fué muy grand ternia,' ó por donde avia passado Malin-
novedad. Desta manera fueron aquellos che , dixeron que por allí avia hecho una
españoles estas tres leguas el rio- abaxo, puente, é que aquel era camino derecho,
é salieron á una tierra llana; mas todas é no avia otro sino atravesando la laguna.
las tres leguas en ambas costas del rio es- Estonges Alonso Dávila, informado muy
tán allí de peña naturalmente tajada, que bien de la verdad, higo que los indios
para los que la andovieron é auu para los irascassen si avia rastro de la puente, que
que lo oyen, segund su altura de la una degian de Malinche, é halláronse algunos
parte é de la otra, no es menos de admi- horcones hincados en el agua, que eran é
rarse los hombres que de la sombra del avian quedado de aquella puente que higo
monte Athos de la islafede Lemnos. hager Cortés, quando con suexérgito atra-
Salidos de aquella canal é rio, hallaron vesó aquella laguna, de la forma que en
un pueblo, que se dige Tanoche, de hasta el capítulo siguiente se dirá, cuya fué pri-
gient casas, el qual estaba solo é algado, á mero aquesta invengion de nueva puente:
causa que los del rio de Grijalva en canoas la qual, volviendo á los edefigios miracu-
subian hasta allí de continuo á saltear, que losos que de susso se contaron, é que
son sessenta leguas del uno al otro é más. hombres higieron, no los tengo por tan
Allí entraron los españoles por la tierra á trabaxosos para los edeficadores que en
ranchear de noche, é tomaron algunos in- ello se ocuparon, ni de tanto peligro ni ad-
dioSj de quien se informaron del camino miragion.
de Acalan, 6 les dixeron que los pornían
DE INDIAS. LIB. XXXII. CAP. V. 2M

CAPITULO V.
De la extraña é nueva puente que los indios llamaban de Malinehe, que hicoeJ marques don Hernando
Cortés , por la qual passó con mas de quince mili hombres é muchos caballos; c de la que después htco
hacer quassi por el mesmo lugar el capitán Alonso Dávila, por donde avia de passar con los caballos é
gente, que con él yba en demanda de la cibdad de Acalan; e de otros muchos trabaxos é trances por que
passaron hasta que llegaron á Champoton. * ,

JJespues quel capitán Alonso Dávila se ble edefigio, é por el marqués del Valle
informó muy bien de aquella puente Ma- hallado este primor; pero tenia fuerga de
linehe , é cómo la avia hecho hager el gente para ello ó muy obediente. Mas al
marqués del Valle, supo que avia seydo teniente Alonso Dávila faltábanle essas
desta manera. Poníanse dos horcones hin- fucrgas é aun el comer, y esso mesmo á
cados en el agua, aporrados con macos é los pocos que con él yban, demás de yr
apartados uno de otro una buena braga- muy cansados, non obstante que comen-
da, é sobraba ó quedaba descubierto de- tando otro tal edefigio, fué forgado de-
llos dos cobdos poco más ó menos, é xarle, porque el invierno é las aguas mu-
igualmente tanto del uno como del otro: chas del gielo se lo estorbaron. É fué nes-
encima destos horcones atravesaban un gessario que volviessen atrás quassi tres
palo regio é quedaba hecha una horca de jornadas, é assentaron real en giertas la-
los tres palos, ques dicho. En un passo mas brangas é mahigales do aquel pueblo, lla-
adelante hagíase otra tal derechamente, mado Tanochc: é allí passaron quatro me-
una delante de otra, é mas adelante en ses é mas de invierno, en el qual tiempo
el mesmo compás otra: é sobre estas hor- los indios nunca osaron volver al pueblo
cas, yendo assi muchas á la fila proge- hasta que la nesgessidad los truxo de pa-
diendo, ponían sobre los travesanos altos gos por respecto de aquellas labrangas, en
varas de luengo á luengo juntas é regias que los chripstianos estaban a'possenla-
muy bien atadas con bexucos, é quedaba dos, é por los echar de la tierra. É les
hecha una barbacoa ó suelo de la manera truxeron canoas muy buenas por giertos
que so ha dicho, é sobre aquel echaban esteros 6 arroyos, é las metieron en aque-
tierra é faxina. É quedaba tan fija é bas- lla laguna: é los españoles, aviéndolo á
tante la puente, que por engima della sin- buena ventura, se metieron en ellas con
peligro ni riesgo podían yr caballos ó hom- sus personas ó veynte caballos, ponién-
bres, para poner aquellos puntales ú hor- dolos de dos en dos, pareadas é juntas
cones é todo lo demás: andaban indios é las canoas, segund que ya se dixo en el
chripstianos engima de balsas de madera, capítulo antes deste, é muy bien cosidas
continuando la labor de la puente hasta la é ligadas una con otra; y eran hermosas é
perfegionar é concluyr; é acabada, passó grandes canoas.
.el marqués é su exérgito, con quinge mili É assi passaron do la otra parte de la
hombres ó mas ó muchos caballos, de la laguna, é dieron luego en el camino de
otra parte de aquel lago é pantanos. Acalan por donde Cortés avia ydo, é
Esta invengion fué muy grande é nota- halláronle muy cerrado, porque avia diez
* En este epígrafe hizo también Oviedo algunas cia de Ja historia el conservarlos, nos limitamos á
supresiones, según se advierte en el códice original; apuntar el hecho, á fin de que se tenga la más
pero no siendo de grande Ínteres para la inteligen- completa noticia del MS. que sirve de texto,
TOMO III. 31
242 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
años ó más que avia passado por allí novecientas ó mili casas muy buenas de
Hernando Cortés: é desta causa pasearon piedra ó blancas encaladas, cubiertas de
mucho trabaso en abrirlo, é como mejor pajas, las mas dellas do hombres principa-
pudieron, con csse estorbo é otras traba- les. E cómo el teniente fué avisado por sus
xosas dificultades, fueron treynta leguas mensageros de la fuga de los vecinos de
hasta entraren la provincia fie Acalan. Acalan, fuésse luego á la cibdad é apos-
En este camino é jornadas dcstas treyn- sentóse en ella: é luego otro día siguien-
ta leguas passaron mucha ncsgessklad do te vinieron ciertos indios principales de
agua, é quiso Dios proveerlos desta ma- aquel señor, con los quales envió á decir
nera: que aunque bailaban la tierra toda quél quería venir, como amigo, á verse con
cerrada de arboledas é boscagcs muy el teniente Alonso Dávila: é fuéle respon-
continuados, avia (entre los oíros) algunos dido que viniesse en buen hora á su casa
árboles dcllos, que tenían unos cardos ñas- él é todos los indios seguramente. E assi
cidos en ellos en lo alto, é hiriéndolos con vino con hasta quatrocicntos hombres é
la punta de una lanca, salsa mucha agua con muchas aves é bastimento, é se lo
dellos, con que remediaban su sed. E as- pressentó todo al teniente Alonso Dávila,
simesmo hallaron cañas de las muy grues- el qual te higo echar luego una cadena al
sas é huecas é los cañutos dellas llenos de cacique ó á otros principales, que con él
gentil agua: las quales horadaban ó salia vinieron, por se informar del é dcllos, ó
toda la que avian menester para toda la no con propóssito de les hacer daño al-
compañía é á sus caballos, porque los ca- guno: é apartóse con ellos con la lengua,
ñutos gruessos cada uno tenia una a cum- é diéronle noticia luego do la tierra é de
bre de agua é más, ó de los tales para todos los pueblos de la comarca. É fundó
arriba, assi como la caña semejante se va allí el teniente en la mesma Acalan ó ca-
adelgazando para arriba, assi á propor- becera una villa, é llamóla Salamanca, 6
ción avia menos agua en ios cañutos su- repartió la comarca é indios para que sir-
periores. viessen, é dentro de seys días todos vi-
Poco antes de llegar á Acalan, desde nieron de paz para servir aquellos amos
unos pueblos pequeños de la jurisdicion, chripstianos, á quien fueron encomenda-
envió el teniente Alonso Dávila ciertos in- dos, é fué suelto el cacique é los demás
dios á hacer saber á aquella cibdad (que é muy bien tractados de los españoles.
de allí estaba tres leguas) cómo él ó aque- Cómo por allí cerca no avia vecindad do
llos españoles yban, é á que dixessen otras poblaciones, sino sola esta provin-
que se cstuviossen todos quedos en sus cia, é los indios eran pocos para los espa-
casas: que ningún enojo ni fuerca se los ñoles , é no los daban oro ni otra cosa si-
baria. Mas aquella embaxada fué de po- no de comer, desde á quarenta dias des-
co provecho; porque estaban escarmenta- pués que llegaron, se. fueron é despoblaron
dos, é se llevó de allí Hernando Cortés al la villa, é tomaron su camino para otra
señor de aquella tierra con más do seys- provincia, questá treynta leguas de allí,
cientos indios cargados, que nunca él ni y toda es de despoblado é anogadigos. E
ellos volvieron á la patria. Por lo qual fuéronse allá, llevándose consigo al cagi-
ni creyeron ó los mensageros de Alonso tjue de Acalan c á sus indios, que do gra-
Dávila, ni osaron atenderle: antes huyeron do fueron á los acompañar, é dándoles de
é dexaron el pueblo solo, bien lleno de comer; é porque al salir de Acalan avia
ropa é mantenimientos. un rio allí en la ribera del, ó poco desvia-
Hay en aquella cibdad de Acalan hasta dos del agua estaban poblados los espa-
Dlí INDIAS. Lili. XXXIÍ. CAP. V. 243
fióles, é con venia salir de allí por aquel fin se comprehendió é se conoscíó ques
rio, é hasta ligar allá avia desde las casas tierra nial poblada 6 pobre; é por esta
al agua quassi dos tiros de ballesta, é to- causa salieron dolía, sin llevar de allí gen-
do aquel espacio lleno de lama ó ciénaga, te de la natural, porque en ninguna ma-
luego los indios hincheron todo aquello de nera querían la compañía de los chrips-
tablones de madera, sobre los quales tianos ni peor ni mejor patria que la su-
(que estaban tendidos en tierra) fueron los ya , é assi los dexaron, mallractados de
caballos é los españoles hasta el rio, don- ver su tesón é malicia. Solo un mucha-
de les tenían canoas aparejadas. E passa- cho ovo que enseñó á los españoles por
dos de la otra parte, avia otra tanta Uima dónde avian de yr hacia la mar, ó los
é inconvinionto, ó se higo otro tanto, co- guió hacia ella, é aportaron á Champoton,
mo es dicho, por donde salieron hasta que está á par de la mar, é á treynta le-
fierra enjuta. guas de aquel pueblo Magaclan.
Atravesado este mal passo ó siguien- Llegados á Champoton por muchos bos-
do sus jornadas hasta Macaclan, lleva- cages é ciénegas, hasta una jornada del
ron mucho trabaxo do pantanos ó. cié- hallándose, ó no conosciendo la tierra", é
negas, ó por tal dispusigion clcl terre- aviendo perdido muchos compañeros en
no, que en todas treynla leguas no se estos viages, é sin saber a dónde se es-
halló donde pudiessen hacer lumbre. A taban, salieron á unas hermosas savanas
una legua do Magaclan hallaron un her- 6 vieron muchos ó diverssos caminos, que
moso camino, ancho é llano é muy bien atravessaban de unas partes á otras, con
barrido á escoba, que yba á la cibdad, que se alegraron mucho. É assentado su
por el qual entraron: é á un tiro de ba- real donde les paresció ser más á su pro-
llesta que por él yban hallaron muchos póssito, so pusieron aquella noche algu-
hoyos é ramas, que los cubrían á manera nos compañeros en salto, é prendieron
de cepos, con estacas dentro hincadas é cinco indios, que yban cargados de sal la
las puntas para arriba, en que cayessen tierra adentro; y estos los llevaron é guia-
los chripstianos. É conoscido este peligro, ron otro dia á Champoton, donde pares-
dexaron el camino é hicieron su vía por ció que estaban sobre aviso de su yda, ó
defuera del en el arcabuco, y entraron en salieron á resgebir á los chripstianos más
la población, en la qual no hallaron per- de quínge mili hombres,, con muchos bas-
sona alguna, puesto que estaba muy bien timentos para ellos é sus caballos, mos-
cercada de tiempo antiguo é de maderos trando mucho plager. Aqueste pueblo de
gruessos é muy trabados, alados con be- Champoton es donde comienga la gober-
xucos, é con su barbacana é cavas: ó por nagion do Yucatán por la parte que confi-
una puente bien estrecha entrados los na al.Poniente con !a Nueva España. Los
chripstianos dentro, se apossentaron co- deste pueblo tienen contractagion con los
mo mejor les paresció. de otra poblagion, que se dige Xicalando,
Desde allí salieron a correr la tierra ques toda de mercaderes, en la costa del
ó tomaron algunos indios, de los quales rio de GrijaIva , á nueve leguas el un
no se pudo saber cosa cierta de quan- pueblo del otro; ó tienen mucha conversa-
lo se les preguntó: antes se dexaban gion é tracto ó saben servir á los chrips-
morir con tormentos, por no revelar ni tianos, ó tenían por señor al adelantado
decir cosa de que en ningún tiempo se don Francisco de Montejo, con el qual ya
pudiessen arrepenlir, ni de las que los avian ávido inteligencia por sus mensaje-
españoles deseaban saber del los. Vero en ros. Hay en Champoton hasta ocho mili
244 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
casas do piedra c cubiertas de pajas, é agua, é sobre ellas una torre bien alta de
otras algunas con acoteas, y es pueblo piedra muy bien labrada, y estaba llena
gercado de un muro de piedra seca ó con de ydolos, é allí honraban c celebraban á
buenas cavas. É quando supieron que su dios de la pesquería; é por aquella
yban estos españoles, aquella cibdad les torre tenian muchas cabegas do grandes
higo en un solo día é una noche un pue- pescados secas, colgadas. Mas cómo á los
blo, ó mejor diciendo barrio, dentro de la chripstianos no les placen aquellas ydola-
dicha cerca, é apartado de las casas de trias, echaron todos aquellos ydolos á la
los vecinos: en el qual avia su placa é ca- mar, é pusieron una cruz engima de la
sas, y en cada casa su caballeriga, y en ' torre; é luego el cacique dixo que quería
aquella plaga puesto mucho mahiz é mu- ser chripstiano, é fué bapticado, 6 pidió
chas aves é otros bastimentos, que basta- que le Ilamassen Alonso Dávila, como al
ran para dar de comer un mes á mili hom- teniente, y él fué su padrino. Éassimes-
bres é más. mo se baptigaron otros indios pringipales.
Allí los apossentaron con mucha fiesta é Fecha rplagion al adelantado, que esta-
regogijo é cantando muchos areytos é con- ba en Chicalango, fué muy espantado y go;
trapases en coros: é sin la provisión ya coso en extremo, como era ragon, de sa-
dicha, cada dia daban á cada español una ber de su teniente é de los demás, que
gallina (ó mejor diciendo) una pava de las con él avian aportado á Champoton, por-
de la tierra é mucho mahiz, é para la no- que los tenian á todos por muertos. É lue-
che mucho pescado é muy bueno de di- go se puso en camino ó vino á verlos en
verssos géneros. Y es cosa mucho de ver canoas con toda su gente: en las quales
que cada dia ordinariamente salen de vistas los unos é los otros tomaron tanto
aquella cibdad mas de dos mil! canoas á plager é alegría quanto se puede conside-
pescar á la mar por su costa, é' vuelven rar mejor que escribirse, ó comunicaron
cada noche. Dentro en la mar, tres tiros é platicaban continuamente, recontando
de ballesta ó un quarto de legua, está un sus trabaxosos subgessos, dando por todo
isleo, hecho á mano, en que hay diez ó do- infinitas gragias á Dios.
Ce gradas en alto sobre la superficie del

CAPITULO VI.
Cómo el adelantado don Francisco de Moníejo fué á poblar a! pueblo de Lácaro, que los indios llaman Cam-
peche, é fundó una villa que se llamó Salamanca *; é del mal subcesso de los españoles en esta jornada, c
de muchos trances que se siguieron en ella.

JL'espues quel adelantado ó su teniente otra parte, trogo leguas adelante en la


se juntaron, como la historia lo ha dicho, mesma costa, en el pueblo de Lágaro, que
é reposaron algunos dias en Champoton, en la lengua de los indios se llama Campe-
acordaron de yr á hacer su asiento en che. É allí higieron su assiento: é no es

* Aquí suprimió el autor lo siguiente: «E cómo blancas é la cera negra c ía miel muy buena, como
desde allí envió á su teniente , Alonso Dávila, á la de Castilla; é fué fundada una población de chrips-
Chifernal, por castigar aquel Gonealo, marinero, tianos, que se llamó Cibdad Real; é cómo los de la
renegado, que estaba hecho indio; e d e !as cosas provincia de Cochua mataron ciertos españoles, quel
que en este viage aeonleseieron, c de la mucha mié! capitán Alonso Dávila enviaba al adelantado; é có-
que hallaron c muchos colmenares dclla de abejas mo fué á easligar á los malhechores, etc.»
DK INDIAS. Lili. XXXII. CAP. VI. 245
menor pueblo que Champoton, é tiono otro li aqueste pueblo provee de canoas á to-
tal edeñcio en la mar, como el que se di- dos los indios de aquella comarca por sus
xo de susso, é assi dedicado á la pesque- fletes, de que viven; pero á los españo-
ría. Allí fundó el adelantado una villa, ó les sirviéronlos con el passage franco é de
llamóla Salamanca, é para tan poca: ven- gracia. É assi entraron en Chitemai é ha-
tura é permanencia como las otras Sala- lláronlo despoblado é sin hallar qué co-
mancas, que primero se fundaron, de que mer : el qual es pueblo de dos mili casas,
se ha hecho mención en los capítulos pre- á dos leguas de la costa de la mar é quas-
cedentes. É fecho aquel pueblo, desde á si cercado de agua, porque la costa está
dos ó tres meses vinieron allí algunos na- de la una parte é la laguna de la otra, é
vios ó gente assimesmo de mas españoles tiene una entrada por tierra de dos tiros
por tierra desde México, é llevaron ca- de ballesta.
ballos é otras cosas para la nueva repú- i Allí hallaron mucha é muy buena miel
blica : é á cabo de este tiempo envió el é colmenares grandes de á mili é dos
adelantado á su teniente Alonso Dáviía á mili colmenas en troncos de árboles,
la.provincia é pueblos de Chilomal, don- bien fechos, con sus gebaderos y en-
de estaba, aquel mal chripstiano Gongalo, tradas ; y es grande esta grangeria é con-
marinero, hecho indio; é llevó consigo has- tractacion allí de la miel, é no es menos
ta sessenta é cinco hombres é quince ca- buena que la de Castilla en color é sabor;
ballos. É poniendo en efetto su camino es- pero la pera es negra, como agabache. Y
ta gente, passaron por una provincia que es cosa para notar la forma destas colme-
se dige Tútuxio, que tiene de jurisdigion nas, porque cada una es tan luenga como
trcynta leguas muy pobladas: ó mas ade- el brago tendido de un hombre, ó tan
lante llegaron á otra provincia, que se lla- gruessa ó mas que por la cintura, y está
ma Cochua-, no menor que la primera, en tierra tendida é tiene los extremos ata-
porque en las dos avia de longitud sep- pados con una piedra de cada parte, ó
tenta leguas ó más. É desdo allí fueron muy bien embarrada. Por encima é orillas
diez leguas adelante á la provincia de de aquellas piedras entrañé salen las abe-
Guaymill, é aposentáronse en un pueblo jas por un agujero, que está en la mitad del
desta provincia dicho Macanaho, en que vaso de la colmena, en la mas alta parte
hay hasta tres mili casas ó quassi: é des- della; é hacia la una piedra, desde la mitad
pués que allí ovieron descansado veynte ó desde el dicho agujero, hagen su labor
días, procedieron su camino en demanda 6 panales é sus celdas é vasillos muy bien
de Chitemai. Y los de Macanaho é otro ordenados: é de aquellos sale é se desti-
pueblo no menor quél, que se llama Yim- la la miel é va á la otra mitad del vaso é
peten, quisieron los hombres principales cae en unas bolsas de gera, é aquellas se
dellos acompañar á los chripstianos hasta hinchen della, é la otra cantidad mayor
Chitemai. de la gera toda queda á la otra parte de
• Al cabo de la provincia de Guaymill, pa- la colmena. É quando quieren sacar la
ra entrar en la de Chitemai, hay una la- miel é castrar las colmenas ó qualquier
guna de doge leguas de longitud, que dellas, desatapan el vaso por aquella parte
atravesaron en canoas, que los indios les derecha hágia donde están las bolsas, y
dieron, é passaron los caballos en la ma- en pungándolas, hagiéndoles un agujero
nera nuevamente usada, que la historia ha tan grucsso ó delgado, como quisieren que
dicho: las quales dieron los indios de Ba- salga el chorro de la miel, assi ella por
calal, ques á la orilla de aquella laguna. allí hago su curso, ó viene mucho linda ó
246 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sabrosa 6 limpia sin cera alguna t tan pu- que tuvo información que tres leguas de
rificada, como si laoviessen colado por un allí estaba eticado el señor de Chitemal
muy limpio cedaco. Es cosa mucho para con toda su gente. Y embarcóse con veyn-
ver é contemplar, é hay grandíssima can- te y quatro hombres bien aderesgados ó
tidad é tracto en aquella tierra de aquella diestros ó seys caballos (a la usanga suya
miel, y especialmente allí. de las canoas duplicadas); ó otro dia al
Las abejas son en la forma ó tamaño co- quarto del alba, quando esclaresgia, die-
mo las de Castilla, excepto que en la color ron sobre los indios, sin ser sentidos , é
estotras son blancas é muy domésticas, por- mataron muchos dellos, é prendieron más
que ni huyen ni hagen mal; é tomando una de sessenta personas, é perdieron un ca-
ó mascujándola entre los dedos, huele muy ballo, que les mataron de una langada.
bien. El vaso do la colmena, como he di- Preguntando á los pressos por aquel be-
cho, es un troco ó pedago de un árbol va- llaco mal chripstiano Gongalo, marinero,
quado de dentro, 6 dexándolo entero como dixeron que era muerto, é assi era ver-
una eaxa de un alambor, é tan delgado, dad.
después de labrado, como el dedo menor Halláronse allí en este salteamiento
de la mano, ó como le quieren dexar, ó hasta mili pessos de oro labrado, en di-
por engima sin cortega é muy bien labra- versas piegas é joyas que aquella gente
do, entalladas labores c follagcs de relie- usan; é aqueste fué el primero oro que
ve; é cada vaso é colmena tiene esculpi- hasta cstonges estos chripsüanos en toda
da la señal ó marca del señor, cuyo es el la tierra avian tomado; é también se
colmenar. ovieron algunas plasmas de esmeraldas é
Hay allí muy grandes é gentiles he- turquesas ó máscaras labradas de oro, é
redamientos de mameyes é de cacao. de tales piedras. É con esta pressa se
ques una frucla como almendras, é que tornaron á Chitemal, desde la qual el te-
corre por moneda, como mas largamente niente Alonso Dávila envió aquel oro al
lo podrá ver el letor en el libro VIH, ca- gobernador Montejo con tres de á caballo
pítulo XXX, 6 las casas muy proveydas é otros tres hombres á pie ballesteros: y
de mucha cantidad destas 6 otras fructas en la provingia de Cochua, estando estos
de bastimentos de la tierra. mensageros seguros é genando una no-
Mandó el capitán, dando pringipio al che, íes mataron los indios á todos seys
castigo de aquel infiel marinero, é á la re- o á los caballos, e les tomaron el oro é lo
belión ó algamiento de los indios, quel que llevaban;, é assi estuvo el teniente é
español que algund heredamiento destos ó los que los enviaban esperando la res-
colmenar hallasse, que fuesse suyo c lo puesta más de un año, sin saber el mal
scñalasse para sí con una cruz. subgesso é muertes de los mensageros ó
Allí se fundó un pueblo ó llamóse Cib- del pressentc. Pues cómo se les acabó el
dad Real, porque este capitán Alonso Dá- mahiz é oíros bastimentos, y eran tan po-
vila fué natural de Gibdacl Real en Es- cos los chripsüanos, perdiéronles el te-
paña. mor los indios, ó comengaron á darles
Hay desdo Chitemal á Campeche, don- guerra, de tal manera, que constreñidos,
do quedaba el adelantado Montejo, cient comengaron dentro del pueblo, por su ex-
leguas de tierra, atravessando de costa u tremada nesgessidad, á hager sementeras
costa toda la provingia de Yucatán; y es- con sus manos é sudores, con ayuda de
tando en aquel assicnto, acordó el capitán algunos pocos indios, que en sus casas
Alonso Dávila de yr la costa arriba , por- mansos ó domésticos los servian. Fué tal
DE INDIAS. Lili. XXXII. CAP. VI. 247
la continuación de la guerra, que vinie- dad suele muchas veces despertar los fla-
ron á se resumir estos pobladores de Ja cos é avivar los ánimos en los mayores
compañía del teniente Alonso Dávila en peligros, assi estos nuestros españoles co-
quarenta hombres, ó los diez dellos co- noscicron que otro socorro no les queda-
xos é mancos ó inútiles, y en quatro ca- ba ni le atendían sino el gelestial y el de
ballos é una yegua. sus proprias virtudes ó manos, mostróse
Llegados á esta nesgessidad, é dessean- lo uno é lo otro en esta jornada; porque
do Alonso Dávila saber de sus mensage- el capitán Alonso Dávila , viéndose en es-
ros, fué con voynto y quatro compañeros ta clausura y estrecho, arremetió á pié ó
é tres caballos, ó tornó á passar aquella la aibarrada, é con él don Alonso de La-
laguna, que avernos dicho „ ó dexó los es- xan , é con puñales largos de medias es-
pañoles otros en Ghitemal. Entrando por padas (seyendo muy contrastados) á los
Guaymill, fue rescebido de paz, ó allí supo enemigos cortaron un palo del palenque
que sus mensageros avian seydo muertos y las ataduras de los bexucos con que es-
por los indios de Cochua: ó assimesmo le taba trabado, ó peleando como valerosos
informaron que á Montejo le avian dado milites, passaron adelante. É por allí si-
guerra, é que le avian muerto parte do guieron los de la compañía muy denoda-
los chripstianos, ó quél so avia ydo á Mé- damente, ó les ganaron el aibarrada, non
xico, 6 que toda la tierra estaba algada; 'obstante que les hirieron tres españoles,
é assi era la. verdad. E non obstante estas que después murieron, é matáronles un
malas nuevas, se determinó el capitán caballo, é otros tres hombres se ahoga-
Alonso Dávila de yr á castigar los indios ron de sed; y quedó la vitoria por los
de Cochua, é pidió para ello el favor é chripstianos cansados, é huyeron sus ene-
ayuda de los indios de Guaymill, y ellos le migos, sin poder ser seguidos. Turó esta
respondieron que de muy buena voluntad batalla un quarto de hora, é los vencedo-
se la darian: ó assi fueron con los españo- res , aviendo muerto assaz de los contra-
les hasta seyscientos amigos, ó no quiso rios, passaron adelante á un lugar que
mas llevar, por la grand calor é aver po- hallaron quemado, é un poco que allí
ca agua en.el camino. avia halláronle cegado: é cómo no so pu-
Llegados á un quarto de legua del pri- do hacer otra cosa ni avia dia para mas
mero pueblo de Cochua, estaban detrás caminar, pararon allí é pusieron el mejor
de una aibarrada muchos indios de guer- recabdo que pudieron en velarse : ó los
ra en celada, apartados del camino un ti- que no velaban, daban orden en limpiar
ro de flecha, tendidos en tierra: é cómo el poco, que tenia siete ú ocho estados de
passaron los chripstianos adelante é los tu- hondo, é para le limpiar (que aunque del
vieron enmedio, huveron los indios ami- todo no estaba cjego, estábalo el agua)
gos, é' dexaron las cargas ó la compa- metieron dos muchachos indios con los
ñía, é volvieron las espaldas. É so co- cabestros de los caballos, ó con los gara-
mencé ia batalla, en que avia de los ene- gücllcs, añidiendo como mejor podian,
migos innumerable gente: é cómo estaban hicieron sogas con que los baxaron, ó
entre arboledas, no se podían servir de con calabagas é arañando sacaron parte
los caballos; y los españoles yban cansa- de gieno, ó después alguna agua tan bue-
dos é muertos de sed, demás de ser po- na , que no bebieron menos tierra ó lodo
cos en número, c avian hallado cegados que agua. É assi passaron aquella noche
los pocos, de que avian de beber, que los hasta el siguiente dia, que encomendán-
desanimó mucho. Pero como la nescessi- dose á Dios, procediendo en su camino»
248 HISTORIA GENERAL. Y NATURAL
siguieron por donde les páreselo, porque se avían convertido en enemigos , é les
para volver atrás no era ya tiempo, é los tcnian aparejada otra albarrada é celada,
amigos de Guaymill, viendo sus pocas é no estaban de propóssito de los acoger.
tuercas ó poco número destos españoles,

CAPITULO Vil.
En que se traeta cómo et teniente Alonso Dávüa é sus compañeros ovieron otro recuentro é batalla con ios
indios del pueblo de Cochua, que avian muerto los chripstianos .que llevaban el presseníe del oro al ade-
lantado; é cómo los españoles fueron maltraetados en este fecho de armas *, ó otras particularidades nota-
bles que passaron estos militantes é trabaxados varones, hasla que tomaron el pueblo de Gbitemal.

.Lia persona y esfuerco y vigilangia y taja: lo uno, porque de nesgessidad los


buen atendimiento y gentil conversagion, nuestros avian de ser acometidos, si ellos
•quelteniente Alonso Dávila tuvo, acom- no acometieran; lo segundo, porque no te-
pañada de una natural virtud, sin repe- nían ni podían seguir otro camino sino
lo ni altivez, é con una liberalidad muy aquel que los enemigos les tenían ocupa-
cierta de quanto el tenia para lo comuni- do; é lo tercero, porque de nesgessidad
car é dar á sus amigos é á quantos con avian de buscar de comer, é no lo tenían,
él andaban é le tractaban, fueron causas ó ni allí se lo avian de dar.
partes para ser, como fué, muy bien quis- En fin, venidos á las manos, la bata-
to , é aun para que si él tuviera ventura lla fué con muerte de muchos indios é con
de ser conoscido de un príngipe podero- daño de los chripstianos: en lo qual heri-
so, no pudiera dexar de hacerle grand se- dos los mas ó quassi todos, se retiraron"
ñor. Viéndose este capitán en la fatiga é á fuera, quando vieron tiempo para ello,'
trabaxos quel precedente capítulo nos ma- é fueron á hacer noche á un pueblo pe-
nifiesta, é teniendo muy especial cuydado queño do diez casas, que estaba al tra-
de la salud é salvagion de sus compañe- vés del camino, donde los guió un in-
ros/ como de su mcstna.é propria vida (pe- dio, que solo les avia quedado de los de
ro siguiendo su viage), el segundo dia que Guaymill, que les dio la vida; porque
escaparon de la batalla que Se dixo de todos estaban heridos, ó los caballos assi-
susso, é dos leguas adelante, hallaron mesmo é muy cansados, exgepto el capi-
otra albarrada con muchos indios de guer- tán Alonso Dávila, que no fué herido, por-
ra puestos en armas, los quales eran de que le quiso Dios guardar para que curas-
aquel pueblo, donde avian muerto los seys se é sirviesse ú todos, como lo hagia y muy
chripstianos, é tomadoles el oro, como es bien, puesto que ora el primero en los
dicho. É como sabian que los españoles peligros y el que mas trabaxaba con el es-
yban contra ellos, estaba^ apercebidos é píritu é con su persona. Antes del dia dos
barreados con dos muros de madera é ar- horas, comengaron á caminar desde aquel
boledas é muy fortificados: non obstante pueblo, porque les paresgió, y aun assi
lo qual se tentó la batalla por todas estas fuera, que si allí esperaran el sol, ningu-
causas, puesto que con mucha desaven- no quedara con la vida ; porque después,
* Aqui se lee en el códice original, aunque bor- todos creyeron que por ln misericordia de Dios fue
rado de manos de! autor, alo que parece: «E de enviado en su ayuda el apóslo! Sanctiogo, por cu-
los muchos trabaxos, que en suma passaron c cómo yo aviso escaparon.))
DE INDIAS. LÍB. XXX-I1. CAP. Vil. 249
en esclaresciendo, llegó allí mucha gente tra los enemigos solos quatro ó ginco es-
de guerra de aquellos con quien avian pe. pañoles á detenerles el passo, los quales,
Jeado, é de otros que de refrescó con ellos como es dicho, salían ya algunos de la la-
se avian juntado, que yban sobre ellos é guna, gritando, al placel ques dicho. Es-
pensaban hallarlos allí durmiendo. tonces don Alonso de Luxan, que yba en
Siguiendo su honesta fuga, dixo Alon- la recaga, higo apear de su caballo á uno
so Dávila á aquel indio.que les avia que- de los heridos que en él yba, é cabalgó é
dado de Guaymill, quél le haría grand se- dio la vuelta sobre los contrarios por aquel
ñor en aquella tierra, si le guiaba á él é á placel, ó mejor diciendo pantano ó ato-
los otros chripstianos al embarcadero de lladero, que primero avian passado za-
Chitemal, donde avian quedado sus. ca- hondando: é como comencó á batir las
noas, y los Hevasse por otro camino; y el piernas con las espuelas, parescióqueyba
indio le dixo que assi lo haria. É aquel corriendo, como si fuera por muy tiesto c
dia, aviendo andado tres leguas, los apar- buen terreno, é haciendo rostro á los ene-
tó del camino de Guaymill é los llevó por migos no osaron atender, é se tornaron
otro, aunque" asperissimo; é á medio día al agua é á volver por donde venían, lo
llegaron á un pueblo, que no hicieron sino qual notoriamente paresció cosa miraglo-
reposar en él media hora, é comieron al- sa. É ya en esso se ponía el sol, quando
gunas macorcas de mahiz verde, é passa- tornaron los nuestros á entrar por el ar-
ron una laguna de dos tiros de ballesta á cabuco; é visto que no parcscian indios,
vado, y en partes á vuelapié, con harto caminaron adelante. Y el camino estaba
peligro: que no parescia sino que como tal de algún huracán, é tantos é tan gran-
salsa, para comportar el manjar de las fa- des árboles caydos é arrincados é atrave-
tigas passadas, se les ofresgian otras mas sados é mezclados unos con otros, que
agrias, para que las primeras tuviessen para andar un poco dé distancia es tan
por livianas fatigas, seyendo cada una de- grandíssimo trabaxo y estorbo, como de
ltas quassi incomportables y extremadas. vuestro espacio, señor letor, lo podreys
Passados de la otra parte desta agua, entender en el libro VI, capítulo III, por-
avia un plagel de otra tanta distancia, que que aquí no se interrompa la historia,
ahondaban por él los caballos quassi has- dando á entender qué cosa son los hura-
ta las ginchas: é salidos de allí entraron canes. Assi que, volviendo á la jornada,
por un arcabuco ó boscage de arboledas á media noche llegaron á un pueblo de
é matas muy gerrado, y el capitán Alon- diez casas, donde les fué harto consuelo
so Dávila yba en la delantera con un ma- hallar un poco de mahiz, segund yban
chete ó puñal vizcayno, haciendo el cami- nesgessitados, cansados é muertos de
no para todos: que no avia otro hombre hambre é sed; é allí se apossentaron, pa-
sano. La retroguardia llevaba don Alon- ra reposar hasta quel dia viniesse. É lue-
so de Luxan, y en los caballos no yban go otro dia, prosiguiendo en su camino
sino aquellos que mas faltos de salud ó tres jornadas, no les faltaba miel, por la
mas heridos estaban. Entrada la delante- abundangia que dclla hay en aquellas par-
ra desta gente nuestra por el arcabuco, tes , de la qual se servían para su susten-
ya muchos de los enemigos comentaban tagion á vueltas de otros manjares é amar-
á passar fuera de la laguna tras los chrips- gos sinsabores, é también para curar sus
tianos con grande grita: é dieron al arma, llagas: que tampoco les faltaban.
é detúvose el capitán que llevaba la de- Estando una noche Alonso Dávila pre-
lantera , como es dicho. é volvieron con- guntando á aquel indio ó lengua que qué
TOMO III.
2o0 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tanto estaban de poblado, dixo que otro acabemos esta miserable vida, como ca-
dia temprano llegarian al pueblo de Ma- thólicos. É luego haced vuestra oración
canahao, desde el qual á la-laguna hay con la intengion que los buenos chripstia-
dos leguas, donde avian dexado las ca- nos deben ocurrir en sus nesgessidades á
noas; pero que creía que avian de hallar su Dios, é vereys cómo soys socorridos 6
resistengia* la qual nueva pronosticación ayudados en vuestra tribulación.»
ó sospecha puso en mucho cuydado á los Estas é otras palabras devotas dixo es-
españoles, porque yban todos heridos é to capitán, de manera que ningún reli-
cansados 6 flacos, é tcnian mas nesgessi- gioso pudiera con mas gragia y efetto
dad de reposar é curar sus llagas que de atraer aquella fatigada compañia á orar
tomar otras. con tanto cuydado, encomendándose á
Luego el capitán, como cathólico, les Dios atcntíssimamentc. Yassi paresgió que
dixo: o Señores, ya aveys oydo lo que sus sospiros y plegarias llegaron á la Di-
este indio dice, é por lo que aveys ex- vina Magestad; porque estando todos en
perimentado hasta aqui#, podemos arbi- mucho silencio, desde á pocas horas en-
trar en lo porvenir, aunque no dere- tró un soldado en su real dando voges, el
chamente, lo que ha de ser alcanza- qual estaba en la guarda puesto en el ca-
do ; porque Dios solo es el que sabe per- mino en vela, é luego los españoles se
fettamente el fin que todas las cosas han pusieron en armas, creyendo que aquella
de tener. Pero á lo que la humana flaque- vela avia visto ó sentido los enemigos. É
ra puede sentir notoriamente por nuestro como llegó, preguntáronle que qué avia
cansancio y poco número, y por la multi- visto, é dixo assi: «Estando yo velando
tud dosta gente bárbara, y porque veen algo desviado al un lado del camino, lle-
que aborresgemos sus ritos é ydolatrias é gó á mí un cavallero acompañado con
les quebramos y rompemos y derribamos otros seys ó siete caval!eros, é dixo:—No
sus ydolos, y condenamos y despregia- duermas; despierta, é vete ó di al capi-
mos las costumbres é manera de vivir, y tán Alonso Dávila é á los chripstianos que
en fin nos queremos hager señores y á vayan su camino é no teman, é quél venia
ellos esclavos ó subditos nuestros en su assi á se lo degir.» Y en el mesmo tiem-
patria, en donde nasgieron con libertad; po que la vela degia lo ques dicho, se sin-
claramente está conosgido nuestro peligro, tió una sancta fragangia é suavidad de un
é quán aborresgidos nos tienen estos in- olor divino que paresgió que los avia alen-
dios , é quán aparejada tenemos la muer- tado é confortado, é improviso fecho tan
t e , si Dios con su poder absoluto no nos fuertes é sanos que ningún temor les que-
socorre. Y ya las cosas no están en sal- dó , é á muchos dellos, de gogo, les sal-
varnos por nuestro esfuergo é virtuosos taban las lágrimas, é degian á una voz é
ánimos, sino que ha de ser por misterio de un crédito: «Sanctiago glorioso, nues-
é quererlo Dios, al qual me encomiendo tro patrón de España, es este socorro que
y os encomiendo, y os pido por merged Dios por su misericordia con su Apóstol
que en Jhesu Chripsto, Nuestro Salvador, nos envía, i É luego comengaron á cami-
y en su preciosa Madre pongays toda nar, é bien paresgió ser miraglo; porque
vuestra esperanga, é que muy devota- entre todos los españoles no yban sino
mente le supliqueys que sea su voluntad tres caballos, é la vela degia que avia vis-*
de llevarnos en salvamento al assicnto de to seys'ó siete con aquel cavallero, ques
Chitemal; c que si de otra cosa es Dios dicho que le habló.
más servido, que aquello se haga, é que Como quiso amanesger, llegaron á un
DE INDIAS. LIB. XXXII. CAP. VII. 251
pueblo, en que avia muchos indios, c no sando que todos eran muertos. Y estaban
despertaron, ó passaron por él sin hacer los indios atónitos espantados dé ver có-
mal á ninguno ni ser sentidos: é do allí mo avian venido hasta allí, é mirábanlos,
passados, llegaron adelante a las diez del teniendo por maravilla é imposible cosa
dia al pueblo de Maganahao. Y entrados estar allí, aunque los veían.
en él hallaron que los indios estaban fue- Embarcados en sus canoas, llegaron á
ra en el campo, esperando en otro camino su assiento de Chilemal, donde avian que-
á los chripstianos para les dar la batalla, dado un caballo é una yegua é diez y ocho
6 no avian quedado en el pueblo sino las ó veynte españoles, los mas deilos cojos
mugeres y los niños y con hartos basti- »é mancos y enfermos, é halláronlos vivos:
mentos : é dieron noticia á los indios de que no fué mediocre, sino extremado é
los huéspedes que les avian venido, é grandíssimo el goco de los unos é de los
luego se recogieron mucha gente dellos, otros. Ii luego tuvieron novenas en la igle-
é por la clemencia de Dios vinieron de sia el teniente Alonso Dávila é los que con
paz é muy trocado su mal propóssito. Pro- él volvieron, dando gracias á Nuestro Se-
veyeron luego de bastimentos é dieron ñor, porque assi lo avia fecho con ellos: é
canoas á los españoles, en que se fuessen: délos que assi tornaron, murió un español
que eran las mesmas de los. chripstianos, que venia mal herido, é lodos los de-
que ya entre sí las tenian repartidas, pen- más sanaron.

CAPITULO VIH.
Cómo el capitán Alonso Dávila o los españoles que con él estaban, desampararon ¿ despoblaron aquella
villa é assiento que avian fecho en Chitemal, é se fueron en canoas duplicadas por poder llevar ios caba-
llos de la forma é usanca nuevamente ¿por ellos inventada, é de los trabases extremados é trances que les
acaeseierort *, con que se da fin á esta relación del comendador don Alonso de Luxan.

ITiucha lástima he de aquellos hidalgos les cada dia celebra la sagrada Iglesia mi-
é personas valerosas, que militaron en litante ent todos sus templos de los chrips-
compañía del capitán Alonso Dávila, assi tianos é fuera dellos. Y demás desle sáne-
porque el galardón quo sus hagañas é lo socorro para la memoria de tan memo-
proegas consiguieron fué morir al- fin sin rables milites, ovieran menester sus me-
galardón ni premio de sus servicios, de- rescimientos é loables personas otra pluma
más de que la eterna vida se dá á cada mas á su propóssito que la mía, y quo
uno, segund sus méritos; porque quisiera fuera tan bastante en su alabanca é fama
yo que pues en esta vida tan poco ó nin- que para siempre quedasse puesta é fixa-
gún descanso tuvieron, que á lo menos da en el acuerdo de los vivos é do los
sus deudos mas propúiquos no quedaran que están por nascer. Resciban mi volun-
sin algún premio para poder hacer algún tad todos essos vivos-é defuntos, que por
bien por sus ánimas: lo qual la misericor- estos trances ya dichos é por los que ago-
diosa Iglesia cathólica tiene bien pro- ra diré passaron, é á vueltas de sus in-
veydo con la común é general ó continua fortunios é miserias, cuenten con ellas mi
oragion é sacrifigios, que por todos los fic- poca habilidad, si no he satisfecho al col-

* También en esta parte se bailan borradas al- ca importancia , por lo cual no se reproducen.
gunas cláusulas, referentes á la historia,pero de po"
2o2 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mo de sus ánimos invitos, puesto que yo á manera de trévedes, porque quassi al
me he esforcado de contar la verdad lla- pié de cada mástel yba de cada parte li-
namente. gado otro palo ó pié, y el uno se fixaba
Y continuándola, digo, que viendo que en la una canoa, y el otro en la otra, para
cada dia eran menos las fuergas é com- quel mástel derecho é resgioestoviesse.
pañía de Alonso Dáyila, é que por la Llevaban indios pressos é con cormas,
mar en canoas é por la tierra los indios que bogaban quando era menester, é sa-
les hagian guerra, acordaron los chrips* bían la costa; é á hora de vísperas, é al-
tianos que era nescessario é aun forgoso gunas veges gerca de la noche, llegaban
dexar aquella tierra: é tomaron treynta é á la tierra, aviendo andado ó ganado seys
dos canoas, é pareáronlas de dos en dos, ó siete leguas. Y era cosa para maravi-
muy bien trabadas é ligadas, ó higieron llar que justamente poco antes quel sol se
diez y seys yuntas, para poder llevar los pusiesse, hallaban un rio ó estero con un
caballos é la gente de aquella su forma é poco de arenal é playa gerca de la boca,
artifigio, que la historia en algunos passos donde sacaban los caballos é la gente, de-
lo ha contado: é quitaron las cruges, é sando en las canoas guarda, é descansa-
deshigieron la iglesia, é despoblaron ban allí en aquella estrechera, que era
aquel pueblo, y embarcáronse para yr, tanta ó tan medida, que si mas número
como fueron , la via de la gobernagion de de chripstíanos é compaña fueran, no tu-
Honduras. vieran lugar. Allí comian del mahiz que
En él punto que los indios ovieron sen- llevaban ellos é sus caballos, que era
timiento de su fuga, se apellidaron é die- bien poco, é pescaban con redes que te-
ron mandado á las comarcas, é de mu- nían, las quales entre dia navegando, ha-
chas partes é con muchos fuegos se lla- gian de cabuya y henequén: é aqueste era
maban de unos pueblos á otros, para que su exergigio, porque sin las dichas redes
á toda diligengia armassen é fuessen tras no podían vivir ni sostenerse. En cada dia
los chripstíanos, los quales, como la cos- las perdían ó parte dellas, é les convenía
ta no se podía caminar por tierra, toma- no gessar do tal labor, á causa que los
ron por mejor partido yrse en aquellas pescados, que llamamos espadartes, hay
canoas de la manera questá dicho. É co- muchos en aquella costa., y estos se las
raengando su viage, salieron muchas ca- rompían ó llevaban muchas veges. El dia
noas tras los españoles, é los siguieron siguiente volvían á navegar., y al fin del
un dia hasta la noche. hágia la noche les daba Dios otro rio, don-
Es un gentil notable é cosa nunca oyda de repossassen é sacassen sus caballos é
en otra parte ni vista semejante dispusi- la gente é descansassen; é desta manera
gion de costa, porque toda es anegada de fueron por la mar más de dosgientas le-
la mar,en mucho espagio, é por esso no guas, que hay hasta Honduras.
se puede caminar por tierra : é demás . Es de saber que para se proveer de
desso desde que partieron por la mañana mahiz, quando se les acababa é da algu-
con el terral navegaban engolphándose nos indios para el remo, porque algunos
hasta perder quassi de vista la tierra , é se les escapaban é huían de la compañía
después de medio dia, quando tornaba la é se yban a nado por no bogar, tenían
viragon ó marea, volvían á la costa. esta forma: que desataban algunas ca-
Llevaban sus velas en árboles ó mástel noas , ó los chripstíanos, que mas resgios
puesto sobre aquel borde, en que ambas para trabaxar se hallaban, entraban en
canoas pareadas yban ahmgadas é juntas ellas é yban por aquellos ríos arriba (por-
DE INDIAS. Lili. XXXÜ. CAP-. VIH. 253
que por las corrientes, estando juntos, no noa, é assido poruña parte della, y el mu-
podian "yr duplicadas); y entrados la tier- chacho indio assimesmo, salieron al real,
ra adentro, salteaban en las costas de los aviendo ydo desta manera por aquella
ños (ó cerca dellos) algunos pueblos, 6 impetuosa corriente seys ó- siete leguas;
tomaban algunos indios é bastimentos, ó no faltando muchos lagartos ó cocatriges
de lo que llevaban. En tanto los que que- en aquella ribera y en todas las de la cos-
daban en el real en la costa, cortaban pal- ta, ques lo que hage mayor el miraglo,
mas é bexucos para reparar las faltas é é que se conozca que lo permitió Dios, é
renovarlas de caíafaleria é atarlas, reli? quiso guardar este cavallero por la salva-
gá'ndolas con nuevas cuerdas de bexucos gion suya é de todos los demás; É llega-
é sogas de damahagua, é cortejas de tal do don Alonso donde fué socorrido, que
árbol, que hacian porque las primeras ya la corriente lo llevaba á entrar en la
yban rogadas é maltractadas, é avía nes* mar, assi como fué recogido é reposó po-
gessidad de nueva Iigacon, para las tornar cas horas, volvieron con él diez canoas é
á unir é atar en la continuagion de su via- cargáronlas de mahiz. ó fésoles, é axes,
ge traba xoso. ' é miel é de lo que hallaron en aquel pue-
• Siguióse que en una destas entradas, blo, é recogieron sus canoas con harto
questos fatigados españoles higieron por trabaxo (porque como báxó el rio é vol-
los nos, buscando de comer, fueron una vió á su curso ordinario, avia puesto al-
vez seys canoas con algunos dellos para gunas en tierra é algunas engima de los
saltear un pueblo: é quando á par del árboles); é recogidos á su real, continua-
llegaron, lloviendo muy resciamente, ha- ron su camino é navegagion.
llaron que la barranca estaba mas de una Cómo en aquella costa es grande la
langa de armas mas alta quel rio; é no contractagion de aquella fructa cacao, que
pudiendo entrar en tierra al pueblo, llegó corre por moneda entre los indios, é les
súbitamente la cresgiente del rio, é tan es muy útil é pregiosa é la mas rica y es-
grande, que no solamente emparejó con timada mercadería que tienen, van las
Ja tierra é barrancas altas, mas entró en canoas de Yucatán cargadas de ropa é
el pueblo, donde se pensaron perder, é otras mercaderías á Ulua, ó de allí las
los indios de aquel lugar avian ya buydo vuelven cargadas de cacao; destas topa-
la tierra adentro. Estando en esta nesges- ban muchas dellas, ó los indios atendían,
sidad, se siguió otra no menor, é fué que por no perder su mercadería, y estotros
la cresgiente les llevó todas las canoas, é chripstianos tomábanles sus canoas, que
los chripstianos se subieron por árboles eran mejores ó mas sanas, é dábanles las
para guaresgerse, como mejor pudieron. quellos traían, é passaban adelante.
É -don Alonso de Luxan, que avia salido Con esta trabaxada navegagion, llega-
en esta compañía, halló por allí una pe- ron á un erabocamiento, que llaman Gol-
queña canoa en quól solo é un muchacho pho Dutye, el qual es la boca de un po-
indio se metieron, para volver al real, don- deroso rio; y efa tanta la corriente, que
de en la costa de la mar é boca del mes- los metió tanto adentro en la mar, que
mo rio estaba Ja otra gente, para que en perdieron quassi de vista la tierra, é aun
• algunas canoas otras de las que allá tenían, algunos la esperanga de morir en ella,
volviesSen á buscar las quel agua les lle- é se pensaron anegar todos, é las canoas
vó , ó recogiessen los otros españoles que hacían ya mucha agua. En fin, quiso Dios
en ellas avian ydo. É baxando por el rio, ayudarlos, é volvieron á una punta , é
se le trastornó aquella pequeña vasija ó ca- allí hallaron buena la costa é ancha, é un
254 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
rio de dos leguas ancho, que se dice el caballos: é andadas tres leguas, querien-
rio de la "Ula: 6 atravesaron á la otra par- do saltar en tierra, les fué resistido por
te , é hallaron muy buena ó graciosa la muchos indios flecheros; é cómo los
tierra, é saltaron allí á descansar. É so- chripstianos yban flacos é no tenían ya
brevínoles tan grande viento del Norte, armas de las suyas, que se les avian aca-
que les llevó las canoas todas é las per- bado é gastado, tenían assimesmo arcos
dieron, estando una noche en tierra la é pocas flechas, é retiráronse por la mu-
gente, é las canoas surtas con sus bótalas, cha moltilud de los indios contrarios, é
por falta de resones ó áncoras, é los tris- volvieron atrás. É viniendo el rio abaxo,
tes indios que en cormas estaban dentro perca ya del real, hallaron un pueblo vie-
dolías, como no pudieron nadar, se aho- jo con muchos mameyes, é cargaron la
garon todos. Otro día por la costa caminó canoa dellos é^de cuescos dellos, que ha:
esta compañía con sus tres caballos ó una liaban por tierra los cuescos. Y este bas-
yegua, en que llevaban los mas enfermos, timento llevaron para hacer masamorras
ó llegaron á puerto do Caballos, doode se de los cuescos, é también la canoa por
les murió uno de los tres ques dicho, é la costa para passar los ríos que topassen,
porque la gente no lo comiesse, le hico ó la gente yba por tierra costa á costa: é
el capitán Alonso Dávila echar en la mar . assi llegaron hasta Honduras, que está
con una pessa; porque no fuesse achaque, treynta leguas de aquel rio. E con esta
si la gente le comiesse, que matassen los comida é cangrejos, que no faltan por
otros que les quebaban, si aquel les su- aquella costa, llegaron á Honduras, la
piera bien: el qual sin dubda no les qual gobernación en essa sacón adminis-
amargara, segund su hambre é nesces- traba el contador Andrés de Cereceda,
sidad. por muerte del gobernador Diego Albitcz:
el qual Cereceda, cómo supo la yda del
Tardaron desde Chitemal hasta puerto capitán Alonso Dávila é los españoles, les
de Caballos siete meses, poco mas ó me- hico proveer luego de bastimentos con to-
nos tiempo, con la manera de vida que la da diligengia, bien quince leguas antes
historia ha dicho, ques ó mi juicio una de que Ilcgassen, é llególes á tiempo este
las mas trabaxosas navegaciones que nun- refresco que lo avian bien menester.
ca hombres han passado en estas partes
ni en otras. Allí supieron é conosgieron Allí en Honduras descansaron quince ó
á donde estaban, lo qual nunca avian en- veynte dias, seyendo bien tractados del
tendido en todo su viage. vice-gobe mador é de los otros españoles,
Passados del puerto de Caballos quatro en el qual tiempo llegó una caravela de la
leguas, llegaron al rio de Ulua, que de Habana, en que so metió Alonso Dávila
una parte é otra treynta leguas ambas sus con los que le quisieron seguir, é algunos
costas va poblado todo de huertas de ca- se quedaron allí, y él se fué á Campeche,
cao (ques riquíssima cosa), é do.inumcra- donde estaba el adelantado Montejo; 6
bles indios avecindados á* barrios cerca- quando se vieron, quedaron todos espan-
nos unos de otros en la boca dcsto rio. tados , porque tenian por muerto á Alon-
En la costa de la mar hallaron una canoa so Dávila é quantos con él avian ydo ó
grande empalagada, llena de arena que halládose en los trabaxos, que la historia
la mar debiera aver'allí traydo, é limpiá- ha dicho.
ronla é higieron remos é subieron en ella Desde á pocos dias después que Alon-
veynte é quatro hombres por el rio arri- so Dávila llegó, subgedieron tan grandes
ba , dexando á la costa los enfermos é los nuevas del Perú é riquecas de la mar Aus-
m INDIAS. LIB. XXXU. CAP. VIH. 255
tral, donde andaban los capitanes Fran- xo en el I capítulo deste libro XXXII.
cesco Picarro é Diego de Almagro, que Y el adelantado Alvarado se fué con su
toda ó la mayor parte de la gente, quel armada por la mar del Sur, como lo cuen-
adelantado Montejo tenia, se le fué allá: é ta el libro XXXI, capítulo XI. É cómo los
por no quedar solo é perderse allí, le fué tiempos é navegaciones no subgedieron á
fbreado volverse á México, como lo Meo, su propóssito, la gente de la mar se sa-
donde desde á poco tiempo murió el ca- lió de la armada é se fueron todos á Mé-
pitán Alonso Dávila, del qual sin ofensa xico. Estaba allí el adelantado Montejo,
d e nadie se puede tener é loar por uno que avia ydo á que le entregassen á Su-
d e los valientes hidalgos ó de los mas ex- chimilco, conforme al assiento que se avia
pertos é hábiles capitanes, que en estas dado entre él é Alvarado, el qual no se
partes é indias han militado. la quiso dar ni entregar. É litigando los
Después de lo ques dicho, informados dos sobre ello, recogió el Montejo mucha
Sias Magestades por parte de Montejo, as- parte de aquella gente, é los que más pu-
si de las cosas que la historia en suma ha do de otras, é volvióse á poblar su gober-
referido, como de otras, é del estado en nación en la tierra de Yucatán, ques muy
qpe.estaba aquella gobernación de Yuca- buena é fértil é provechosa, donde al-pres-
tan , mandáronla juntar con la de Hondu- senté reside, que estamos ya en el año
ras: c proveyéronle de lo uno é de lo otro, de mili é quinientos é quarenta y dos años
é él. volvió á la tierra é subcedió adelan- de la Natividad de Jhesu Chripsto, Nues-
te elconcierto é truecos, que la historia di- tro Redemptor.
Este es el libro décimo quarto de la segunda parte, y es el trigéssimo tercio de la Ge-
neral y Natural Historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Ogéano: el
qual tracta de Ja provincia é gobernación e conquista é población de la Nueva Es-
paña, por el capitán Goncalo Fernandez de Oviedo y Valdés, capitán de la forfaleca
de Sancto Domingo y coronista del Emperador y Rey, nuestro señor..

PROHEMIO.

1 o sé gierto que digo verdad en lo que dotos; porque á estas partes han passado
escribo, y confiesso que en las cosas, en muchas diverssidades de hombres y len-
quenoheseydoprcssente,podrianaverme guas, é por la mayor parte mas cobdicio-
engañado los que me dieron relación de- sos que continentes, ó mas idiotas que sa-
llas. Y sé que en estas historias se halla- bios , é mas envidiosos que comedidos, é
rán particulares materias, que contenten á mas personas de baxa sangre que hidal-
unos y enojen á otros; y para que yo que- gos é ilustres. E quiero mas quedar abo-
de sin cargo y se deba creer que interes- nado con uno de los virtuosos, diciendo
se ni passion no movió mi pluma á hablar verdad, que contentar á todos los que no
en perjuicio de nadie, háse de acordar el lo son, mintiendo '; quanto mas que á mu-
que lee (si mis palabras no le satisfacen) chos de los excelentes varones, que han
que es general delicto reprehender los escripto, no les faltaron acusaciones, é pa-
hombres unos á otros. Y por esto no me ra el remedio dessas está escripto: En nin-
faltarán á mí murmuradores, menos que guna manera contradigas la palabra ver-
faltaron á los escriptores antiguos, y mas dadera 2 . Aristóteles dice que la verdad

i Calumnia conlurbal sapientes et au'ferí robur 2 Non conlradicas verbo verilalis ullo modo.
cordis illius. (Lib. SapienL.) (Edess., cap. IV, vers. 30.)
DE INDIAS. LIB. XXXIII. gr>7
se ha de preferir á la amistad.1 Y por tan- currir por los méritos de muchos, é las
to debeys, letor, tener memoria que no he obras, c condiciones son discrepantes en-
seydo tan falto della, que en treynta é tre los que militan, no e3 de maravillar
quatro años que ha que estoy en estas que unos sean loados por sus virtudes, ni
partes pueda aver entendido de un solo que otros seanaditados, conforme á sus cul-
hombre (sino de muchos) lo que yo no pas, pues que las buenas obras dan gloria
oviere visto en las cosas que son notables y fama á quien las hace, y las torpes y ma-
y de calidad, que requieren información las dan vergúenca é infamia á quien las
de bastantes testigos, para que no se sos- obra. Á este propóssito dice Sanct Pablo:
peche que no he dado total crédito a! las- «Conviene que todos parezcamos delante
timado ó aficionado, nt le avré quitado del tribunal de Chripsto, para que cada
á los que deben ser creydos; uno dé cuenta del bien ó mal que ha he-
Esto, como he dicho, se ha de enten- cho 3.» Y mas adelante dige el mesmo
der en aquello que pressencialmente no Apóstol: «Cada uno por sí mesmo ha de
testificare; porque en lo demás yo quie- dar cuenta á Dios de lo que ha fecho *.»
ro que me culpen, si me apartare déla re- Y assi haré yo, si contra mi consgiengia
titud que debe aver en tan peregrinas y dixere de mas ó de menos de lo que de-
excelentes y nuevas historias, como son bo, aunque como hombre no podré ser
aquestas, de quien tracto. Y si quisiere tan justo, que no tenga que enmendar é
tener atención el que me pensare repre- corregir en mis palabras; pero como ge-
hender, en las mesmas palabras é discur- loso de la mesma justigia, mi intengion ó
so que llevan, se conosgerá mi desseo; sentencia dolías suplirán tal defetto, pues
porque como dice el filósopho: Las pala- que yo no hago esto para el ornamento
bras dan señal de lo que está en la vo- de la oratoria, sino para la médula histo-
luntad 3 . rial é para el verdadero efeüo, que con-
No consienta Dios que yo diga cosa que tare. É ya que en esto no satisfaga al
me dexe escrúpulo ni peccado por mi par- que pellizcare mis renglones, daré cuenta
te; ni tengo fin á ofender á ninguno, ni á quien la debo con aver fecho lo que en
quiero quexas de amigos, ni de los vivos mí ha seydo, sin negar á mi persona tra-
pido lisonjas, ni quiero ser de los muertos baxo ni diligengia, informándome de lo
culpado. Á todos guie Dios y ampare, mas gierto para dar á cada uno lo que es
pues quantos viven pueden ser mejores de suyo é le compete de mis vigilias. Y prin-,
lo que son hasta que salgan desta vida y pipalmente porque no se pueda quitar ni
gogen de la gloria eterna. añadir en ofenssa ó en loor de algún ter-
Aqui se tractará en esto libro XXXIII gero, sin ofenderme á mí en lo uno y en
la conquista é pacificación é población de lo otro, si de la recta narragion me des-
la Nueva España, con mas brevedad de viasse, porque nunca desseé, ni busqué,
la que podría aver en algunos passos, ni pensé hallar el ñudo en el junco. Como
porque los mas hombres son amigos de refiere aquel proverbio vulgar (y es bien
conclusión, é les enojan las cosas que se dicho), quando uno quiere hallar en la co-
pueden decir en pocas palabras, quando sa lo que no es, suélese degirle que bus-
son supérfluas; mas cómo se ha de dis- ca el ñudo en el junco, cuya propriedad

i Lib. I, Ethicar. . tribunal Christi ut referat «nusquisque propria cor-


2 Voces sunt signa concepluum eorum quae sunt corporis prout gessit sive bonum, si malura. (Ad ro-
in anima passionum nolse. mán., cap. XtV).
3 Omnes enim nos manifestari opporlel anta A llaquo unusquisque prosse ralioticm redclel Deo.
TOMO nt.
258 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
natural es ser derecho é sin nudos. Pues ria en sus gobernaciones para estas histo-
assi, seyendo igual á todos los que toca- rias. Y escribí é avisé al marqués del Va-
re , ó conviniere en este tractado ser me- lle , don Hernando Cortés, para que me
morados sin adulagion ni pargialidad, se- enviasse la suya, conforme á lo que sub-
rá igual la pluma y el ánimo que la mue- gesivamente mandaba, é remitióme á una3
ve , é gloria é loor de Dios, en cuya con- cartas misivas, que le escribió á Su Magos-
fianga prosigo. tad, de lo subgedido en aquella conquista,
Demás desto digo que yo tongo cédulas é no curó de más; é dessas, é de lo que
reales, para que los gobernadores me en- me informaron, de todo liaré memoria en
víen relación de lo que tocare á la histo- este libro XXXIII.

CAPITULO I.
En que se íracta de) principio de la conquista de la Nueva España desde el iierr.po del capitán Hernando
Cortés, é del rico pressenle, que envió al Emperador Rey, nuestro señor; & cómo se apartó por esquisilaa
formas de la obsdiencia é amistad del adelantado Diego Yelazquez, su superior, por cuyo mandado avia
ydo á aquella tierra: c decirse han otras cosas, que conviene primero que se declaren para la inteligencia
del diseurso de la historia.

A.viendo escripto en el libro XVII el orí- lantado é gobernador de Yucatán. É des-


gen é primero descubrimiento de la Nue- pués que estos segundos tornaron con
va España, me paresce que seria cosa su- grandes nuevas é muestras de la riquega
perfina repetirlo aqui, pues allí se dheo de la tierra, que vieron en la costa de la
particularmente quel primero español é Nueva España, tornó á armar el mesmo
chripstiano quo vido aquella tierra c la en- Diego Yelazquez, é con aquel proprio pi-
señó á los chripstianos, fué acaso el pilo- loto Alaminos envió al capitán Hernando
to Antón de Alaminos, en compañía del Cortés á aquella tierra, donde sus cosas
capitán Francisco Fernandez de Córdova, subgedieron tan prósperamente, que que-
que yendo á rescatar ó saltear indios á las dó grand señor.
islas do los Lucayos, para traerlos á ven- Queda agora de degir de qué manera
der á la isla de Cuba, alias Fernandina, alcangó su estado, é higo mayor el de
fueron transportados los que he dicho é Céssar, conquistando é pagifieando aque-
otros con sus cara velas, por fuerca de los lla tierra; por lo qual Su Magestad le dio
tiempos quo se les opusieron, hasta tanto título de marqués del Valle con muchos
que la fortuna, contra su voluntad¡ los vassallos é renta para él é sus subgesso-
aportó á vista de Yucatán, donde toma- res. E para que la orden de la histo-
ron tierra, é aun les mataron parte de la ria vaya reglada, segund que se debe
gente. Estos tornaron á Cuba, é dieron progeder, digo que ydo el eapitan Her-
noticia al teniente Diego Yelazquez de lo nando Cortés á aquella tierra con diez
que vieron, el qual armó luego ciertos na- navios é tres bergantines é quinientos
vios , ó con el mesmo piloto envió por ca- hombres é diez é seys caballos é siete ca-
pitán á Johan de Grijalva, en cuya com- pitanes de tierra, que se llamaban Alonso
pañía fueron los capitanes Pedro de A!va- Fernandez Portocarrero, Pedro de Al va-
rado, que fué después adelantado é go- rado , Frangisco de Montejo, Alonso Dá-
bernador de Honduras é de Guatimafa, 6 vila, Johan Vclazquez, Diego de Ordás é
Francisco de Montejo, que agora es ade- Chripstóbal de Olit, se desembarcó en el
DE INDIAS. L1B. XXXII!. CAP. I. 25!)
puerto de Chalchilmelca, que por otro caudal é parto para el buen subcesso do
nombre se llama Sauct Johan de Ulua la empressa. Por manera que quando Cor-
(porque assi le llamó el capitán Johan tés llegó con el armada al arenal de Cem-
de Grijalva quando lo descubrió). É lo pual,dió con los navios al través, é fuésse
primero en que entendió, desde á pocos á la cibdad de Cempual, la qual se le dio
dias que estuvo en tierra, fué dar con é vino á la amistad de los chripstianos: é
los navios al través, como buen guer- allí se informó de la poteneja, hermosura
rero , porque no quedándose los navios é grandeca de la cibdad de México, é
en su ser, excusa ríanse mucha parte de luego entendió en la fundación de un pue-
los motines, que se pudieran seguir en- blo, que llamó la Villa Rica.
tre los soldados; porque allí yban de Aquella cibdad de Cempual es muy vi-
diverssas condigiones de gentes, unos ciosa é abundante de todo lo nescessario,
aficionados al mesmo Cortés, é otros al segund la tierra, ó de buenos edefigios
Diego Velazquez, de la qual amistad de piedra; y estos de Cempual fueron
luego se mostró apartado Cortés, ó tan- buenos amigos de los chripstianos, por-
to mas quanto sus cosas yban prospe- que los indios é ministros, que allí estaban
rando, y él entregándose é sojuzgándo- para mandarlos, eran ofigiales é mayordo-
se parte de aquella tierra. En lo qual sir- mos de la cibdad de México, y eran sus
vió mucho una ó dos lenguas, que la for- principales, é residían allí, é tractaban
tuna é buena ventura suya le acarrearon; aquellos vassallos de Cempual peor que á
porque quando llegó á Cogumel, llevaba esclavos, é aúnala cara no los osaban
relación en la instrucion que le dio Diego mirar los vecinos.
Velazquez, que avia siete chripstianos en Allí le dieron al capitán. Hernando
poder de los indios, que avian escapa- Cortés é á los españoles mucho oro é
do de un navio, que algún tiempo antes joyas, en especial dos ruedas grandes,
avia dado al través en la costa de Yuca- una de oro é otra de plata, á manera de
tan , uno de los quales se decia Aguilar. planchas, é labradas de medio relieve;
É aqueste, cómo supo que avia chripstia- é la de oro tenian en reverencia del
nos en la tierra, se fué á Cortés, aviendo sol, é la de plata en memoria de la lu-
siete años que estaba allá; pero los otros na. Pessaba la de oro quatro mili y
seys, cómo estaban casados con indias, é ochocientos pessos, é la de plata qua-
con sus vicios, é tenian hijos en ellas, renta é ocho é ginqüenta marcos: ca-
apartados de la fée cathólica, vivian ya da una tenia nueve palmos y medio de
como indios é no quisieron redugirse á la anchura é treynta de gircunferengia. Las
fée ni venir á la compañía de los españo- quales yo vi en Sevilla en la casa de la
les. Bien es de creer que los tales no po- Contractagion de las Indias, con otras mu-
dían ser sino de vil casta é viles heré- chas joyas de oro é plata , é muy hermo-
ticos. sos penachos de plumas muy extremados,
É mas adelante, en otro puerto que se que todo era mucho de ver, que á Céssar
dige Champoton, se tomó una india que enviaron pressentado el capitán Hernan-
se decía Marina, la qual ora natural de la do Cortés é la gente española, que con él
cibdad de México, é ciertos mercaderes militaba, con sus procuradores Frangisco
indios avíanla llevado á aquella tierra, é de Montcjo, del qual de susso se higo
aprendió muy bien é presto la lengua es- mención, é Alonso Fernandez Portocar-
pañola. Assi que, estas dos lenguas Marina rero, quassi en fin del año mili é quinien-
y el chripstiano Aguilar fueron mucho tos é diez y nueve. De los quales é del
2G0 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mesmo piloto Alaminos yo me informé, é en hora todo lo que en la tierra se hacia.
supe que quedaban con Cortés hasta qua- Tenia este Olintecle treynta mugeres
trogientos hombres, é que aquella tierra dentro en su casa, con quien él dormia,
es muy fértil é rica, é la gente della be- á las quales servian mas de giento otras;
licosa é ydolátria, é de mucha familiari- é él era muy servido de los suyos: é te-
dad con el diablo, al qual hablan, é han nia catorge mezquitas ú oratorios con mu-
sus respuestas del, é le sacrifican hom- chos ydolos de piedra, é cada dia sacri-
bres , é aun los comen, como mas larga- ficaba allí muchachos, é mugeres, é aves
mente se dirá adelante. codorniges é palomas. Acompañaban su
Estos procuradores de Cortés yban con casa é palacio continuamente mas de dos
el pressente ques dicho, é á dar relación mili hombres. Preguntáronle las lenguas,
de los servicios de Cortés, é procurar por mandado del capitán Hernando Cor-
aniquilarlos de quien á aquella tierra le tés , si era vassallo de Monteguma, é aba*
envió con esta armada (que era Diego xados los ojos en tierra, dixo: «Grand co-
Vclazquez) como de la historia se puede sa me aveys preguntado: ¿ é quién no es
fácilmente colegir conforme á verdad. esclavo de Monteguma, quanto más su
Desde Cempual fué Cortés la via de la vassallo? Yo soy su esclavo y todos mis
grand cibdad de México, ó llegó á un lu- vassallos lo son, y este es el mas pequeño
gar que se dige Jalapa, donde halló mu- pueblo de quantos hay en su señorío.»
cha comida: el qual está á septenta leguas Pregúntesele que quánta gente tenia Mon-
de México, y en estas hay las treynta de teguma. Dixo: «Degidme vosotros quánta
camino despoblado, é una sierra muy alta, tiene vuestro Rey, ó yo os diré luego la
que tiene tres leguas de subida muy ás- que tiene mi señor, Monteguma. y É dán-
pera, en la qual se hallaron entre los dole á entender con las lenguas la poten-
otros árboles salvages muchas parras con gia del Rey de Castilla, é sus grandes es-
uvas, é muchas colmenas de miel muy tados é reynos, é la grand multitud de
buena en los árboles. É después que con sus exérgitos é armadas de mar é de tier-
mucho trabaxo ovieron passado esta sier- ra, el indio respondió é dixo assi: «Ma-
ra, llegaron á una laguna (que está cn- yor señor es Monteguma, é más hombres
medio de aquellos despoblados) salobre; é vassallos tiene que hay pajas en todos
ó cómo no avia otra agua, assí por falta essos buhíos é casas que veys: é tiene
della, como por causa del trabaxo que más de treynta prírtgipes á sí subjetos,
avian passado, enfermaron muchos chrips- que cada uno dellos tiene gient mili hom-
tianos, é se vieron en mucha nescessidad. bres é más de pelea.» En fin, quiso de-
Desde allí fueron á un pueblo que lla- gir que eran sin número, ó que cada año
maron Castilblanco, en él qual estaba un sacrificaba más de veynte mili personas,
señor que se decia Olintecle, é por otro al tiempo quél les daba el agua é las otras
nombre Caltanmi, muy subjeto á Monte- cosas, significando la deidad de Monte-
cuma, señor de México, é avíale des- guma , é que del progedian todos sus bie-
truydo una vez que se le avia rebelado. nes temporales, y él les daba el vivir é
Este tenia veynte mili vassallos, é para la se lo quitaba, quando le plagia.
seguridad de la tierra tenia allí Montecu- Pero porque mas puntualmente se diga
ma una gifarnicion de ginco mili hombres el discurso de la historia de Hernando
de guerra, é desde aquesta gente avia Cortés, quiero seguir en parte la relagion
postas de mensageros puestos en para- desús mesmas cartas, escriptas á Céssar:
das, con que sabia Monteguma de hora las quales él primeramente envió con sus
DE INDIAS. L1B. XXXIII. CAP. I. 261
procuradores ya dichos, que fueron por aquella tierra, donde, assi lo ques dicho
él despachados á diez y seys de julio de como otras cosas muchas escribió. É des-
mili é quinientos 6 diez y nueve, desde pués de aquellas primeras cartas dko en
la villa de la Veracruz (quél fundó) en las segundas lo que se sigue.
una nao, que avia ydo de mercadería á

CAPITULO II.
Cómo el eapiian Hernando Cortés determinó de yr á México, é cómo primero dio al través con los navios,
en que fué á ia Nueva España, temiendo que h gente que dexaba en Ja villa de Veracruz, ú otros, se le
amotinarían; é cómo en el camino supo que ciertos navios dei eapiian Francisco de Garay andaban en la cos-
ía, é de¡ gentil ardid que fsivo para aver lengua deilos; e' cómo tomó siete hombres, é la información que
dellos tuvo: é cómo ovo noticia dei rio de Panuco e del señor del; é cómo su amistad con ei fieo, etc.

Jum la primera relación que higo Hernan- rogaron que pues ellos querían ser ami-
do Cortés á Su Magestad Cessárea, des- gos de los chripstianos é vassallos de Su
pués que ovo dicho las cibdades é pue- Magestad, que los defendiesse déla tira-
blos que tenia conquistados, dio assimes- nía de Monteguma, que los tenia por
mo notigia de lo que los naturales le avian fuerga, é les tomaba sus hijos para se los
dicho en aquella tierra de la persona é sacrificar á sus ydolos. É Cortés les pro-
grand estado de Monteguma; é supo que metió que en él y en los españoles hallarían
estaba noventa ó cient leguas de donde toda buena amistad é favor, é quelEmpe-
Cortés é los españoles estaban é de la rador les haría mergedes si con lealtad
costa é puerto donde se desembarcaron. sirviessen á Su Magestad. É para mas se-
É aun se ofresgió por su letra de aver á guridad desta amigigia, por ser nueva-
Monteguma muerto ó presso, ó subjetar- mente contrayda, llevó consigo algunas
lo á la corona de Su Magestad Cessárea, personas de los pringipales de aquella
é yrle á buscar do quiera que estuviesse. gente, que no le fueron poco provechosos
É con este propóssito se partió de la cib- en su camino. É porque algunos pargiales
dad de Cempual, á la'qual él puso nombre á Diego Velazquez, pessándoles de cómo
Sevilla, é á los diez y seys de agosto, con Hernando Cortés ya desconosgia la supe-
quinge de caballo é tresgientos peones, rioridad que le debia, queriéndose yr de
siguió su camino, é dexó en la villa de la la tierra, en espegial quatro españoles,
Veracruz giento y ginqüenta hombres de que se degian Johan Escudero, Diego
pié é dos de caballo, hagiendo una forta- Cermeño, piloto, Gongalo de Ungria, pi-
lega. É dexó toda la provingia de Cem- loto, é Alonso Péñate, los quales fueron
pual con la tierra comarcana á la dicha pressos é acusados que querían tomar un
villa, en que avia basta ginqüenta mili bergantín, que estaba en el puerto con
hombres de guerra, é ginqüenta villas é" gierto pan é togino, é matar al maestre
fortalegas, muy seguras é pagíficas por del, é yrse á la isla de Cuba, alias Fer-
vassallos de Céssar, como hasta estonges nandina, á hager saber á Diego Velazquez
lo avian seydo de Monteguma desde po- cómo Cortes enviaba la nao ques dicha
cos tiempos atrás, más por fuerga que de con aquellos procuradores é pressente que
su grado, segund ellos degian. É después se díxo en el capítulo pregedente, los
que Cortés los ovo animado é traydo á la quales fueron justigiados. É cómo en es-
obediengia é servicio del Emperador le tas partes el Príngipe está lexos, é aques-
2G2 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
to tocaba á las passiones del capitán Her- cessidad tenian; é quel dicho capitán los
nando Cortés é del que le envió, fácil es guiaría con su barca al puerto, é señal ó-
de entender quán poco achaque bastaría selo coa el dedo, donde estaba; é quellos
para que padesgiesscn todos aquellos que le avian respondido que ya avian visto el
le paresgiesse á Cortés que lo eran contra- puerto é avian passado enfrente del, é
rios é que no seguían su voluntad. Passe- que assi lo harían, como lo degia; é que
mos á lo demás. se avía tornado al puerto el dicho capitán
Cómo Cortés vido que en su exérgito con la barca, pero que los navios no le
avia diverssas voluntades, y porque de- siguieron, antes se andaban por la costa,
más de los que por ser criados ó amigos ó que no sabían su propóssito. Lo qual
de Diego Velazquez tenian voluntad de oydo por Cortés, se volvió á la villa, é
salir de la tierra, avia oíros que, por ver- supo que tres leguas do allí los dichos na-
la tan grande é de tanta gente é tal, esta- vios estaban surtos la costa abaxo, é que
ban del mesmo propóssito, viendo el poco ningún hombre avia salido en tierra. É
número de los chripstianos; é sospechan- luego Hernando Cortés se fué por la cos-
do Cortés que si allí los navios dexasse, se ta abaxo con gente, por tomar lengua,
le algarian con ellos, c yéndose todos los si pudiesse. de aquellos navios; é ya que
que de aquella voluntad estaban, él se llegaba á'una legua dellos, topó tres
quedaría solo ó quassi, é no seria parto hombres que avian saltado en tierra, el
para conseguirse sus desseos, só color uno de los quales degia ser escribano, é
que los navios no estaban para navegar, los otros dos yhan para ser testigos de
higo dar con ellos al través en la costa. É gierto requirímiento ó notiQcagion que su
con este ardid ó prudencia quitó la espe- capitán les mandaba hager á Cortés, en
ranza á sus milites de salir á la tierra por que se contenia quél avia descubierto
estonces, é prosiguió su viage sin temer aquella tierra é quería poblar en ella, é
que, vueltas las espaldas, le avia de fal- que le requería que repartiesse con él los
tar la gente que en la villa dexaba. términos, porque su assiento lo quería
Desde á ocho días que los navios echa- hager la costa abaxo ginco leguas después
ron á la costa, é salido ya de la Veracruz do passada Nantecal, ques una cibdad á
hasta lacibdad deCempual, que estáqua- doge leguas de la villa, que agora se lla-
tro leguas della, le avisaron desdo la di- ma Almería. A lo qual respondió Cortés
cha villa cómo por la costa andaban qua- que viniesse su capitán ó se fuesse al
tro navios, é quel capitán que Cortés de- puerto do la Veracruz con los navios, é
xó en aquella villa, avia salido ó ellos en que allí hablarían é sabrían de qué mane-
una barca, é le dixeron que eran del ade- ra venían, é que si truxossen alguna nes-
lantado Francisco Caray, teniente de go- gessidad, los socorrería con lo que pudies-
bernador en la isla de Jamáyca, é que an- se. É que pues degian que venían en ser-
daban á descubrir; é quel dicho capitán vigio de Su Magestad, quél no desseaba
de aquella villa les avia dicho cómo Her- otra cosa sino que se ofregiesse en qué
nando Cortés, en nombre de Su Magestad, servir ó Su Altega, é que en le ayudar
tenia poblada aquella tierra, é que avia creia que lo hagia. Á lo qual le replica-
hecho aquella villa, que estaba á una le- ron quel capitán en ninguna manera ni
gua de donde los navios anclaban, donde la gente saldrían en tierra ni donde Cor-
se podían yr con el dicho capitán, é que tés estuviesse. De que se siguió que assi
le harían saber su venida, é podrian to- como fué de noche, se puso Cortés en ge-
mar refresco é repararse, si alguna nes- lada enfrente de donde los navios estaban
DE INDIAS. LIB. XXXIII. GAP. II. 2G3
surtos, é allí estuvo secreto hasta olro día que avian visto ciertos pueblos en la ri-
quassi á medio dia, creyendo quel capí- bera del río, é que en ellos no avia ede-
tan ó piloto saldrían á tierra : é visto que fieios de piedra, sino de madera é paja,
no salian, hicó quitar los vestidos á aque- excepto que las casas tenian altos hechos
llos mensageros y escribano que fueron á á mano.
le hacer el requirimiento, ó hico vestir á Esto supo Cortés más por entero de
otros tres de los suyos aquellos vestidos, aquel grand señor Montecuma é de cier-
é que se llegassen á la playa é llamassen tas lenguas de aquella tierra quél tenia
á los de los navios. É luego salieron con consigo, á los quales é á un indio que eu
una barca hasta diez ó doce hombres con los dichos navios traian del dicho rio, que
ballestas y escopetas; é los españoles que también Cortés les tomó, envió con cier-
llamaban desde tierra, se apartaron de tos mensageros del dicho Montecuma pa-
la playa á unas matas, que estaban ger- ra (pie hablassen al señor de aquel rio,
ca, cómo que se yban á la sombra de- que se dice Panuco, para le traer á su
Uas, por causa del mucho sol que hacia. amistad é al^ servicio de Céssar; y él ie
É assi saltaron quatro hombres en tier- envió con ellos una persona principal, que
ra , los dos ballesteros é los otros dos es- decían quo era señor de un pueblo, el
copeteros , é como estaban cercados de qual dio á Cortés de su parte gierta ropa
la gente que Cortés tenia en la playa é piedras é plumagcs, é le dixo quél á
escondida fueron tomados; y el uno era toda su tierra eran muy contentos de ser
maestre de la una nao, é puso fuego á la vassallos del Emperador é amigos de Cor-
escopeta, é matara al capitán de la Ve- tés é de los chripstianos. Y el capitán
racruz, sino que á la mecha le faltó el Hernando Cortés le envió otras cosas de
fuego, é no prendió; é los de la barca las de España, con que aquel principal
se apartaron dentro en la mar, é antes se fué muy contento para su señor; y tan-
que llegasse á los navios ya yban á la to contento, que quando los otros navios
vela. De aquellos siete hombres se infor- .de Francisco Garay allá aportaron, el di-
mó Cortés como avian llegado á un rio, cho señor de Panuco envió á degir á Cor-
que está treynta leguas de la costa abaxo, tés cómo los navios estaban en otro río,
después de passada Almería, é que allí lexos de allí cinco ó seys jornadas, é que
avian hallado buen acogimiento en los na- les hiciesse saber si eran sus amigos ó de
turales é les avian dado de comer por su naturaleca los que en ellos venian, por-
rescate; ó que avian visto algún oro, que que les haría dar lo que oviessen menes-
traian los indios, aunque poco; é que ter , ó quél les avia hecho llevar cjerta3
avian rescatado hasta tres mili pessos de mugeres c gallinas é otras cosas de co-
oro, é no avian saltado en tierra, mas de mer , é assi se haría, si eran sus amigos.
2C4 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO III.
Cómo el capitán Hernando Cortés prosiguió su camino para yr á ver á Montecuma, señor de México, c del
buen acogimiento que le fué hecho en las tierras de su señorío , é cómo se apartó deste camino por consejo
de los indios de Cempual, sus amigos, para yr á ver é contraer amistad con Tascaltecle, é cómo en fin se
hico el amistad é confederación con ellos.

A artido Hernando Cortés con la gente, passado los españoles, el qual es tan agrio
que de susso se dixo, para yr á verse con é alto, que en España no se sabe otro tan
Montecuma, fué por la tierra é señorio de dificultoso de passar (segund Cortés por
Cempual tres jornadas, donde de todos su carta lo escribió).
los naturales fué muy bien hospedado, ó Passado aquello sin contradicion algu-
con mucho placer rescebido. É á la quar- na, halló en la baxada del puerto otras
ta jornada entró en una provincia, que se alquerías ó aldeas de una villa ó fortaleca,
llama Sienchimalen, en la qual hay una que se dice Texnacan, que assimesmo era
villa que por su sitio y assiento natural- del mesmo Montecuma, donde no menos
mente es muy fuerte, porque está en una bien que de los de Siénchemalen fueron
ladera de una sierra muy áspera, é para los españoles rescebidos; é les dixeron de
la entrada no hay sino un passo de esca- la voluntad de Montecuma lo que los tes-
lera en una peña viva, ques imposible tigos avian dicho, y Hernando Cortés les
passar por allí sino gente á pié (no resis- satisfico de palabras gratas é amorosa-
tida) , y aun con harta dificultad; y en lo mente, confortándolos á su amistad.
llano hay muchas aldeas é pueblos de á Desde allí fué este pequeño exéroito dé
quinientos, é á trescientos, é á doscien- los españoles é su capitán tres jornadas de
tos vecinos labradores, que serán por to- despoblado de un páramo deshabitado, á
dos cinco ó seys mili hombres de guerra; causa de su esterilidad ó falta de agua é
y esto es del señorio de Montecuma. Allí mucha frialdad que allí hay: por lo qual
résgibieron muy bien á los españoles, é los españoles padescieron mucho trabaxo
ies dieron muy bien los bastimentos nes- de sed é hambre, é les tomó una tempes-
gessarios para su camino; é dixeron al ca- tad de granico é agua en aquel despobla-
pitán Hernando Cortés que bien sabían que do, que demás del peligro de la piedra, que
yba á ver á Montecuma, su señor, é que cayó mucha é gruessa, pensaron morir
faesse cierto quél era su amigo, pues que de frío, é de hecho murieron ciertos in-
les avia enviado á mandar que le hiciessen dios de los mansos, que tenían é avian lle-
buen acogimiento á él é á los chripstianos, vado de la isla Fernandina.
porque en ello le servirían mucho. É Cor- En fin destas jornadas ques dicho, pas-
tés les respondió graciosamente por su saron otro puerto, aunque no tan áspero
buen comedimiento, é les dixo quel Em- como el primero: en la cumbre del qual
perador, nuestro señor, tenia noticia de estaba una torre pequeña, que quería pa-
Montecuma, é le avia mandado que le resger á los humilladeros que por devo-
fuesse á ver, é que assi lo hacia é ponía ción se usan entre los chripstianos en al-
por obra; é passó un puerto que está al gunas partes, y assi eran oratorios de in-
fin de aquella provincia, é llamóle el puer- dios, porque estaban allí ciertos ydolos,
to del Nombre do Dios, por ser el primero é al rededor de la torre avia mas de mili
passo áspero, que en aquella tierra avian carretadas de leña cortada c apilada muy
DE INDIAS. LiB. XXX1IÍ. CAP. III. 205
compuesta; é puso nombre Hernando Cor- merged ser suyo con todos los naturales
tés á este paso el puerto de la Leña. .4 de aquellas partes. É assi le requirió á
Ja baxada deste puerto-, entre unas sier- este Olintecle que lo fuess'e él, si quería
ras ásperas, llegaron á un valle muy po- ser honrado é favoresgido, é que si assi
blado de gente, que segirad ella parescia", no lo higiesse, seria punido é libraría mal.
debía ser gente pobre. E después de aver É que para quel Emperador toviesse por
andado dos leguas por aquella población, bien de le resgebir pur suyo, que debia
llegaron á un assiento algo mas llano; don- dar algún oro, que á Su Magostad se en-'
de vivía el señor de aquel valle, ó tenia viasse. Á esto respondió que oro él lo te-
las mejores ó mas bien labradas casas, que nia ; pero que no se lo quería dar, sí Mon-
hasta estonces los españoles avian visto teguma no se lo mandasse, pero que man*
en aquellas partes; porque eran todas do dándolo él, quel oro é su persona é quan-
canteria labrada é muy nuevas, é avia en to tenia le daria. É por estorbar Hernando
ellas muchas ó muy grandes salas, é mu- Cortés que no oviesse escándalo ni estor-
chos é muy buenos apossentos, c muy bien bo en su propóssito é camino, disimuló,
obrados. é replicó que presto le enviria á llamar
Este valle, é población se llama Cal- Monteguma, ó le mandaría que le diesse
tanmi, é al señor del por su nombre el oro é quanto toviesse.
propria llaman Olintecle, como se díxo en Allí fueron ó ver á Cortés otros dos se-
el capítulo I. Allí fueron los españoles muy ñores, que en aquel valle tenían su tierra,
bien apossentados é servidos; é después é le dieron ciertos collarejos de oro de
que Hernando Cortés ovo hablado á aquel poco pessoé valor, é siete ú ochó escla-
señor muy amorosamente, é le dixo qué vas , á los qualos Cortés dio las mejores
oran los chripstianos, é que yban á aque- palabras que supo degírles para su con-
lla tierra por mandado del Emperador tentamiento. É desde á quatro ó ginco
universal de todos los chripstianos , é le dias que allí estuvo, sé partió é se fué al
dixo, qaan encarescJdamente supo, la gran- assiento de uno de aquellos dos señores,
dega é poder de (Jéssar; preguntóle pol- que estaban á dos leguas de allí, el valle
las lenguas si era vassallo de Montee urna, arriba: el qual pringipal se degia Iztaemis-
ó si era de otra parcialidad ú opinión: el tan, el señorío del qual era tres ó quatro
qual muy admirado é como espantado de leguas de poblagion al luengo', sin salir
tal pregunta, le respondió ó dixo assi: casa de casa, por lo llano de un valle^ ri-
«¿Quién no es vassallo de Montecuma?» bera de un pequeño río que va por él. Y
Queriendo degir que Monteguma era se- en un gorro muy alto está la casa del se-
ñor del mundo. A lo qual Hernando Cor- ñor con la mejor fortalega que hay en la
tés le replicó sondándose, como quien mitad de España , é mejor gercada de bar-
burlaba de su ignorancia, é le dio á en- bacanas é muros é cavas, y en lo alto
tender que se engañaba, ó manifestóle el deste gerro una poblagion de hasta ginco
poder gra.ndissimo.de! Emperador, digiéa- ó seys mili veginos de muy buenas casas
dole que avia otros muchos en el mundo é gente algo mas rica que la del valle
mas poderosos que Monteguma, é ningu- abaxo. Allí fué muy bien resgebido Cor-
no ygual del Emperador: antes todos le tés é los que con él yban, é les dixo es-
son inferiores, le dixo, ó que tenia in- te señor que era vassallo de Monteguma.
numerables príncipes 6 señores é capi- Allí estuvo Cortés tres dias, porque la
tanes vassallos suyos, é que assi lo avia gente descansassc de los trabaxos que en
de ser Montcguma, ó tener por muv grand lo despoblado avian passado, é por espe-
TOMO III. 24
26G HISTORIA GENERAL Y NATURAL
rar quatro mensageros de los naturales de cia de Tascalteca, la qual gente es de
Cempual, que yban con él, é los avia en- enemigos de Monteguma, é tenian siem-
viado desde Caltanmi á una provincia pre guerra con él. É los naturales de
muy grande, que se llama Tascalteca, que aquel vallo le rogaron á Cortés que, pues
le avian dicho que estaba gerca de allí, yba á ver á Monteguma su señor, que no
los naturales de la quat provincia eran passasse por la tierra de aquellos sus ene-
amigos de los de Cempual y enemicíssi- migos , porque creían que serian malos ó
mos de Monteguma. É diéronle á enten- le harían algún daño, é quellos le lleva-
der los de Cempual que le querian confe- rían siempre por tierra de Monteguma, sin
derar con aquellos, porque eran mu- salir della, 6 por donde seria siempro
chos é muy belicosos é diestros en la bien resgebído. Los de Cempual degian
guerra, é confina su tierra por todas par- que no los creyesse, sino que fuesse por
tes con la de Monteguma, con quien allí, é lo que aquellos le degian era por
continuamente tenian guerra: y pensa- le apartar de la amistad de aquella pro-
ban los de Cempual que se holgarían los víngia, é que eran malos é traydores los
de Tascalteca con Cortés é los chripstia- de Monteguma, é le llevarían á meter
nos , é que los favoresgerian, si el Mon- donde no pudiesse salir. Pues cómo Cor-
te cuma se quisiesse poner en algo ó se tés tenia mejor congepto de los de Cem--
mostrasse contrario á los chripstianos. pual que de los otros, tomó su consejo y
Essos mensageros, en todo el tiempo siguió el camino de Tascalteca, llevando
que Cortés estuvo en el valle ques dicho, su gente lo mejor ordenada que pudo, y
que fué en todo ocho dias, no vinieron, é él yba delante bien media legua, reglán-
preguntó á aquellos principales de Cem- dose de Jo que después subgedió, por te-
pual que con él yban que cómo no torna- ner tiempo de descubrir el campo, é si
ban , é dixéronle que debía de ser léxos algo se ofresgiesse, toviesse lugar de se
é no podrían volver tan presto. É viendo recoger é congertar éapergebir los chrips-
que se dilataba su vuelta, é que aquellos tianos para su defensa. •
principales de Cempual certificaban é ase- Después que ovieron caminado quatro
guraban mucho la amistad é seguridad de leguas, encumbrando un gerro dos de á
los de aquella provincia, acordó Cortés de caballo, que yban delante del capitán
yr allá: é á la salida del valle halló una Hernando Cortés, vieron giertos indios
grand gerca é muro de piedra seca , tan con sus plumages, que acostumbran traer
alto como estado é medio, que atravesa- en la guerra, é con sus espadas é ro-
ba todo el valle de la una sierra á la otra, delas : los quales assi como vieron los de
ó tan ancha esta- muralla como veynte caballo, huyeron, é como llegó el capitán,
"pies, é por toda ella un pretil de pié y hígolos llamar é degir que no oviessen
medio de ancho, para pelear desde lo al- miedo, é fué mas adelante hágia donde
to, é no tenia mas de una entrada tan an- estaban hasta quinge indios, los quales se
cha como diez passos, y en aquella entra- juntaron é comengaron á tirar cuchilladas
da traslapaba ó doblaba la una gerca so- é dar voges á otra gente que estaba en un
bre la otra, á manera de rebellin, tan valle, é pelearon con essos pocos españo-
estrecho como quarenta passos, do for- les corredores é con Cortés- de tal mane-
ma que la entrada era á vueltas é no de- ra , que les mataron dos caballos é hirie-
recha. É preguntada la causa de aquella ron otros tres é á dos de caballo. Y en es-
gerca, dixeron á Cortés que la tenian as- to salió la otra gente, que serian hasta
si, porque era frontera de aquella provin- quatro ó ginco mili iridios; é ya se avían
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. III. g67
juntado con Cortés hasta ocho de caballo los otros dos mensageros llorando, é di-
sin los muertos, que pelearon con los xeron que los avian atado para los matar,
contrarios, haciendo algunas arremetidas é que aquella noche de antes se avian
y entradas en ellos, é hirieron los que escapado; é á dos tiros de piedra dellos
podían, é teniéndolos hasta esperar-los asomó mucha cantidad de indios, é muy
españoles, que con uno de caballo les avia armados, según su costumbre, é con una
enviado, á decir Cortés que andoviessen. grita que paresgia que abrían los gielos,
En estas escaramuzas fueron alcanzados comengaron á pelear con los chripstianos,
é muertos ginqüenta ó sessenta indios, sin tirándoles muchas varas é flechas. Eston-
que los chripstianos rescibiessen mas da- ces Hernando Cortés les comengó a hager
ño del ques dicho, puesto que los contra- requirimientos con las lenguas que lleva-
rios peleaban con mucha osadía; mas co- ba, é aun por ante un escribano, protes-
mo estos corredores ques dicho eran to- tándose para saüsfagion de la consgiengia
dos de caballo, entraban é salían á su real ó suya é de los españoles, é para
salvo, é con daño de los enemigos, los justificagion de su defensa é guerra pres-
quales desde que vieron quel restante de sente é porvenir; é quanto más en esso
los españoles se acercaban, se retruxeron se ocupaba y entretenía á los chripstianos
porque eran pocos, é dexaron el campo que no peleassen, é pedia la paz con mu-
á los chripstianos. É después de se aver cha instangia, tanto mayor priessa é atre-
ydo, vinieron ciertos mensageros é dixo- vimiento ponían en ofender álos nuestros.
ron ser de la provingia ques dicha, é con Por manera que viendo el general capitán
ellos dos de los mensageros que Cortés que sus palabras podían dañar á los es-
avia enviado, ó dixeron que los señores pañoles en los detener é impedir su de-
no sabían nada de lo que aquellos avian fensa, é que por ellas cresgiu la soberbia
hecho, que eran de comunidades, é que de los adverssarios, dio señal á su gente
sm licengia lo avian hecho, ó que á ellos para que peleassen, y él delante dellos,
les pessaba, é que pagarían los caballos como denodado capitán, pelearon con
que avian muerto, é querian ser buenos tanto esfuergo entre más de gient mili
amigos de los chripstianos, é que fuessen hombres de pelea que por todas partes
en buen hora venidos á su tierra, é que los tenian gercados, que era cosa mara-
en toda ella serian muy bien resgebidos é villosa ver lo que los chripstianos ru-
tractados. El capitán Hernando Cortés les gieron todo aquel dia en pesso, sin des-
respondió que les agradesgia lo que de- cansar hasta una hora antes quel sol se
gian, é quél los tenia por amigos, é yria pusiesse é que los contrarios se retruxe-
cerno ellos degian, adelante. ron.
Aquella noche se fué á apossentar é Afirman los que en esta batalla se ha-
repossar á par de un arroyo una legua de- llaron que nunca tan poco número de es-
lante de donde esta guagábara ó recuen- pañoles, ni de otros chripstianos pudieron
tro passó; é porque ya ei'a tarde, é la en el mundo hager en una jornada tan fa-
gente yba cansada, durmieron donde es mosa expiriengia de su esfuergo contra
dicho; pero á buen recabdo de velas é tanta moltitud de adverssarios. Los quales
Centinelas de á pié é de á caballo. É cómo retraídos, como es dicho, comenzaron á
llegó la claridad del dia siguiente, partie- tirar media dogena de tiros pequeños de
ron de allí por su orden é con sus corre- brongo , é cinco ó seys escopetas, é qua-
dores adelante, é llegaron á un pueblo renta ballesteros, é con loa trege de ca-
pequeño, ya el sol saliendo: ó allí vinieron ballo que los quedaron, é hicieron mucho
268 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dailo en los enemigos, sin lo rescebir de- viendo con quanto ánimo de los nuestros
üos más del cansancio é trabaxo de pe- eran rosgebidos, so retruxeron, é assi
lear, ó la hambre é sed , que no era po- passó la batalla este día con mucho daño
ca: en lo qual paresgió que era Dios el do los indios.
que peleó por los nuestros, pues que en- ©tro dia siguiente, antes que amanes-
tre tanta moltitud é tan animosa 6 diestra ciesse, tornó á salir Hernando Cortes sin
gcate en el pelear, ó con tanto género ser sentido de los enemigos, por otra par-
de armas para ofender a los chripstianos, te , é llevó consigo los caballos é gicnt
salieron tan libres. peones é los indios amigos, é quemó mas
Aquella noche el capitán general se hi- de otros diez pueblos, en que ovo pueblo
go fuerte en una torrecilla do aquellas dellos de más de treynta é nueve casas; é
ydólatras, que estaba en un cerrillo, y en allí pelearon con él los del pueblo, c dio
ella algunos ydolos que aquella gente Nuestro Señor la victoria á los chripstia-
honran y adoran: é como passó la noche, nos , é mataron macha gente de la con-
al punto del día mandó el general que traria , é á hora do medio dia, ya que la
quedassen doscientos hombres y el arti- gente de la tierra se juntaba de todas par-
llería en el real, y él cabalgó con los de tes , estaban los nuestros en salvo retira-
caballo é cient peones otros chripstianos, dos á su real coa la victoria ávida. Otro
6 con hasta qua trocientes indios de los de siguiente dia fueron mensageros de los
Cempual, que llevaba consigo, é otros señores de la tierra, digiendo que que-
trosgientos do Iztaemistitan, y antes que rían sor vassallos del Rey de Castilla, é
los enemigos toviessen tiempo de juntarse amigos de los chripstianos é de su capitán
les quemó Hernando Cortés cinco ó seys general, é que le rogaban les perdonasse
ligares de hasta .gient vecinos ó mas cada los yerros passados; é truxeron muy bien
uno dellos, é prendió quatrogienías per- de comer á los nuestros, c pressentaron
sonas entre hombres c mugeres, é reco- giertos penachos muy hermosos, que es-
gióse al real, peleando con los contrarios, timan é usan en aquella tierra. É Cortés
sin resc'ebir darlo alguno. Luego otro día les respondió por sus intérpetres que lo
siguiente, en esclaresciendo, dieron sobro avian hecho mal; pero que era contento
los chripstianos más de giento ó quarenta de ser su amigo é perdonar lo passado,
mili hombres, que cubrían la tierra, que coa tanto quede ahí adelante fuessen bue-
verse podía. (Pongo este número giento nos ó sirviessen á SuMagestad, comoieales
é quarenta mili puntualmente, porque as- vassallos, pues degian que lo querían ser.
si lo escribió Hernando Cortés á Su Ma- 0¿ro dia adelanto vinieron al real has-
gostad), Este acometimiento de los indios ta quarenta hombres, que al paresger eran
fué con tanta determinación, que algu- personas de quien so hagia mucho caso
nos, con mas esfuorgo que prudengia, se entro aquellos.bárbaros, é dixeron que
atrevieron á entrar en el real, é andovie- yban á llevar do comer á los chripstianos;
ron á cuchilladas con los españoles; pero ó assi lo llevaron, ó comengaron á mirar
quiso Dios en tal manera favoresger los las entradas c salidas del assíento del real,
chripstianos y diéronsc ellos tan buen rc- é laschoguelas ó ranchos, en que estaban
cabdo ó su defonssa, quo en espagio de aposscntados los nuestros. É los indios
quatro horas avian fecho lugar, para que amigos de Cempual llegaron á Cortés, é
dentro de su real no los ófendiessen, pues- dixéronle que mirasse que aquellos eran
to quo no cessaban en sus arremetidas, malos, é venian á espiar ó considerar có-
hasta que do cansados los infieles. é mo podían dañar á los españoles, é que
DIÍ INDIAS. LÍB. XXXIII. CAP. III. SCO
t'oviesse por gierto que á otra cosa no á anochescer, los contrarios baxaron por
avian venido, ,só color de pedir paz é dos valles, pensando que venian muy se-
perdón. • cretos para gercar á los chripstianos, é
Estonges Hernando Cortés higo tomar ponerse tan gerca dellos que pudiessen exe-
uno dellos disimuladamente, que los otros cutar su mal propóssito antes de ser en-
no lo vieron (porque después de los aver tendidos; ó cómo el general estaba pre-
bien resgibido é respondido, andaban es- venido, paresgióle que dexarlos allegar al
pargídos inquiriendo la díspusígion del real seria inconveniente, porque de no-
exérgito chripstiano), .é apartóse con él é che , como no viessen el daño que se les
con las lenguas, é púsole temor para que higiesse, llegarían mas sin temor, é aun
dixesse Ja verdad, c confessó que eran también porque los españoles no los vien-
espías, é que Sicutengal, * capitán gene; do, algunos tenian flaquega en el pelear,
ral de aquella provincia, estaba detrás é temiendo que les ponian fuego (que si
de unos cerros que avia enfrente dei real acaesgiera, todos los chripstianos se per-
con grand moitítud de gente, para dar dioran), determinó de salirles al encuentro
aquella noche sobre los chripstianos, por- con toda la gente de caballo, para los es-
que degian que ya se avian probado con pantar é desbaratar de manera qué no
ellos de dia é no les aprovechaba nada; osassen llegar. É assi fué: que cómo sin-
que querían probar de noche cómo pelea- tieron los caballos queyban á dar en ellos,
ban los españoles, é porque los indios no sin ninguna detenengia ni grita se metie-
avrian temor á los caballos ni á los tiros ron por los mahigáles, deque toda la
ni á las espadas, peleando á escuras: é que campaña estaba quassi llena, é alibiaron
avia enviado á estos hombres, porque to- algunos de los mantenimientos que tenian
dos eran hombres de guerra, é á quo en sus mochilas ó talegas, para estar to-
viessen el real é las partes por donde po- do lo que pudieran sobre los chripstianos,
drian entrar a quemar aquellas chogas do por ver si los podrían matar é arrancar
paja ó ranchos que los chripstianos tenian. de la tierra. Pero como he dicho higieron,
É luego higo Cortés tomar otro espía -de é aquella noche no ovo más de lo que es-
aquellos, y examinado, confessó lomesmo tá dicho, é quedaron los nuestros sin mas
quel primero, é otro c otro, hasta ginco ó contraste algunos dias, descansando en
seys de los espías, ó dixeron en conformi- aquel real, defendiendo la entrada de al-
dad lo mesmo separados é interrogados á gunos indios, que venian á gritar é mover
parte, sin saber el uno del otro: lo qual algunas escaramugas ligeras é de poca im-
visto por Cortés,- los higo.prender á todos portangia.
gitiqüenta, ó mandóles cortar á todos las Después que estuvo el exérgito chrips-
manos y enviólos á su capitán ó señor, é tiano algo descansado, salió una noche el
mandóles que le dixessen que de noche ó general, rendida la primera guarda, con
de dia, é cada ó quando él fuesse, vería gient peones é con los indios sus amigos é
quién eran los chripstianos, y en quán po- con los de caballo, é á una legua del real
co tenian á los indios. Y encontinenti hi- se le cayeron ginco caballos e yeguas de
go fortalesger su real lo mejor que pudo, los que llevaba, que en ninguna manera
é ordenó su gente é estangias donde con- los pudo passar adelante, é hígolos vol-
venía, é assi estovieron sobre aviso has- ver al apossento de su real; é aunque to-
ta quel sol se puso; é assi cómo comengó dos los mas degian que se tornassé, por-

E! MS. original dice Sintogol; pero es error e pluma, rectificado después por el mismo Oviedo.
270 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que era mal pronóstico é señal, todavía «Aqueste nuestro capitán es como Pedro
el general prosiguió su camino, animando Carbonero, que nos ha metido en parte,
a los que con él yban, é reprehendiendo que no nos sabrá ni podrá sacar de don-
a los que paraban mientes en tales agüe- de estamos». Y estando Cortés en una
ros. É antes que amanesciesse, dieron so- choca, escuchando lo que los soldados de-
bre dos pueblos, donde mataron assaz in- gian contra él, sin que lo viessen ni-sos-
dios , é no quiso el general que se que- pechassen quél los escuchaba, oyó que
massen las casas, porque la claridad del decían: «Á este nuestro capitán poco le
fuego no diesse aviso ó apellidasse las costó criarnos, é si es loco é se mete don-
oirás poblaciones, que estaban juntas de de no debe, no lo seamos nosotros, sino
allí; é assi cómo fué de dia claro, dieron volvámonos á la mar; é si él quisiere vol-
los españoles sobre otro pueblo tan gran- yer con nosotros, bien; é si no dexemós-
de , que tenia mas de veynte mili casas, le». É muchas veces le requirieron públi-
é cómo tomaron de sobresalto los indios, camente que so tornassen á la costa, ó
ó salían desarmados, é las mugeres é ni- que no quisiesse morir á sabiendas, em-
ños desnudos por las calles, hígose mucho prehendiendo con tan poca gente lo que
daño en ellos. Los quales, viendo que no no pensaban que era posible acabarse con
se podian defender, vinieron giertos prin- tan pocas fuergas. A lo qual él respondía
cipales de! pueblo á rogar al general que á sus milites animándolos, é diciéndoles
no les hiciesse más mal; quellos querian que mirassen que eran vassallos del mas
ser vassallos del Rey ele Castilla é amigos alto Príncipe del mundo, é que en los es-
de los chripstianos: é decían quellos te- pañoles no so avia de hallar cobardia ni
nían la culpa en no aver querido creer al temor, é que estaban en parte, que demás
general Hernando Cortés; mas que de ahí de ganar muchos reynos á la Cessárea Ma-
en adelante él vería cómo siempre harían gostad é á su corona de Castilla, hacien-
lo quél les mandasse, en nombre del Em- do lo que debían contra infieles é ydóla-
perador, nuestro señor, como verdade- tras apartados de la fée cathólica, ya que
ros, leales é obedientes vassallos suyos: muriessen, ganaban la gloria eterna, é vi-
É luego vinieron al general mas de qua- viendo , conseguirían perpetua fama é la
renta hombres de paz, é sacaron fuera mayor honra, que do muchos tiempos acá
muy bien de comer á par de una fuente, avian hombres ganado; é que mirassen
é ahí el general les habló muy bien ó ¡os que tenían á Dios de su parte, á quien nin-
doxó muy sosegados, é se tornó á su real, guna cosa es imposible, como lo podrían
donde halló la gente que avia quedado en ver por las Vitorias que -avian ávido has-
él muy témorigada, pensando que avia ta estonces, é que tanta gente de los ene-
subcedido algún peligro, porque la noche migos eran muertos é de los chripstianos
antes avian visto tornar los caballos é ye- quassi ninguno; é que demás de quedar
guas ques dicho. Mas cómo supieron la por tan háganosos milites, todos serian ri-
Vitoria é paz que se avia seguido, ovíe- quíssimos hombres. Con estas é otras mu-
ron mucho plager todos, é con mucha ra- chas é muy buenas palabras Hernando
c,on, porque estaban muy dentro en la Cortés los sosegó é truxo á su propóssi-
tierra, metidos entre gente belicosa, é sin to: que era dar fin en la demanda comen-
esperanca de socorro de parto alguna; é cada.
aun en tal manera se murmuraba entre los Otro dia después, á las diez horas del
chripstianos, que á los oydos de Cortés dia, vino al real de los españoles Sicuten-
jpyó él que decían ciertos compañeros: gal, capitán general de aquella provingia,
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. III. 27 i
con basta ginqüenta hombres principales to esfuerco, no podrían estar sin usar
della, é rogó á Hernando Cortés de su con ellos de clemencia para tenerlos fa-
parte, é de la de Magiscagin, que en vorescidos é defendidos de sus enemi-
aquella sacón era la más principal perso- gos, é porque pensaban que mediante la
na de toda la provincia, é do otros mu- paz que pedían, alcancarian la quietud é
chos señores della, que los quisiesse ad- reposo que nunca avian tenido con sus
mitir al servigio del Emperador, é á la vecinos y enemigos.
amistad de los chripstianos é suya, é les Á esta petición les respondió el general
perdonasse los errores paseados, aviendo con mucho amor, élessatisfico digióndo-
consideración que no conosgian quién eran les que ya ellos sabían que era propria
los chripstianos, ni por cuyo mandado é culpa dellos é de su daño, convidándolos
licencia se avian entrado en su tierra con con la paz en los principios, averia me-
mano armada. Mas ya que avian proba- nospreciado; pues quél se avia venido á
do todas sus fuerzas con ellos, assi de dia aquella tierra, creyendo que yba á tierra
. como de noche, por su libertad é defen- de sus amigos, porque los de Cempual as-^
sa, y excusarse de subjegion de extraños, si se lo avian certificado,- que lo eran é lo
pues en ningún tiempo su provincia avia querían ser.. É que les avia enviado sus
seydo sojuzgada, ni tenían ni avian teni- mensageros adelante para les hager saber
do señor propietario, antes estaban en cómo yba é la voluntad que de su amis-
costumbre do vivir exentos por sí de tiem- tad traíale que sin responder, yendo se-
po inmemorial acá, é siempre se avian guro, le avian salido á saltear en el cami-
defendido del poder de Montecuma ó de . no é le avian, muerto dos caballos y heri-
su padre é agüelos, é toda la otra tierra do otros. É que demás desso, después de
tenian sojuzgada, é á ellos jamás avían aver peleado con él, le avia enviado sus
podido traer á subjegion, teniéndolos co- •• mensageros, diciendo que aquello se avia
mo los tenian cercados por todas partes, hecho sin ser su ligengia ni consentimien-
sin tener lugar por donde salir de su tier- to, é que giertas comunidades se avian
ra, é que por esso no comían sal, porque movido á ello sin les dar parte; pero que-
en aquella provincia no la hay, ni los de- llos se lo avian reprehendido, é que que-
xaban salir á la comprar á otras partes, rían su amistad; é quél, creyendo ser as-
ni vestían ropas de algodón, porque en si , les avia respondido que le plagia, ó
su tierra por la frialdad no se cria, é ca- que se yria otro dia seguramente á sus
recían de otras muchas cosas por estar as- casas, como á casas de amigos. É que as-
si encerrados, é que todo lo sufrían é" simesmo le avian salido al camino é avian
avian por bien, por ser exentos é libres de peleado con él todo un dia, hasta que la
servidumbre, é no obligados ni subjetos á noche vino, non obstante que por él avian
ninguno; é que lo mcsmo quisieran hager seydo requeridos con la paz; y en fin les
con Cortés é los chripstianos, é para ello truxo á la memoria todo lo demás que
avian probado sus fuergas, é que en ellas contra él é los chripstianos avian hecho, ó
ni en sus mañas é cautelas no avian po- les dixo otras cosas, justificándose á sí é á
dido aprovecharse: por tanto, quellos los españoles, y exhortando á los indios
querían antes ser vassallos del grand Rey para que, pues degian que querían venir
de Castilla, que no morir é ser del todo á la obediencia de Cessar é ser sus vassa-
destruydas sus casas é sus mugeres é hi- llos, fuessen constantes é permanesgies-
jos, porque junto con esta nescessidad sen en su servicio; ó assi lo prometieron,
confiaban que gente tan valerosa 6 de tan- ofresciendo sus vidas é personas ó hagien-
272 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
das con toda verdad é lealtad, é assi lo de ser en todas las placas é mercados de
hicieron dende adelante. la parte del mundo, donde con mas poli-
É acabada de ajustar esta concordia, deca é regla esté puesto. Hay mucha loca
los indios se fueron muy alegres con la ó vedriado de barro de todas maneras, é
paz , y el general é su gente quedaron muy bueno é tal como lo mejor de Espa-
en su real seys ó siete dias, porque no ña. Venden mucha leña é carbón é .hier-
se osaban fiar de los indios, puesto que vas de comer c medicinales. Hay casas,
le rogaban que se fuesse á una cibdad donde lavan Iascabecas é las rapan, como
grande que tienen, donde' los señores barberos, sin baños. Finalmente, entre
principales de la provincia viven é resi- aquella gente hay toda buena manera de
den : los quales todos al cabo fueron á orden é policia, é son hombres de buena
rogar á Hernando Cortés que se fuesse racon é congierto, é tal, que.lo mejor do
á la cibdad ques dicho, porque allí seria África no se le yguaia, según Cortés dice.
mejor rescebido é proveydo de las co- Es esta provingia de muchos valles lla-
sas nescessarias que no en el campo don- nos y hermosos, é todos labrados é sem-
de estaba, digiendo quellos tenían ver- brados, sin aver en ella cosa vaqua. Tie-
güenza quél estuviesse tan mal apossen- ne de gircunferengia esta provingia no-
sentado, pues le tenían por su amigo, y venta leguas é más, y en la relagion que
ellos é los chripstianos eran vassallos del Cortés higo al Emperador, nuestro señor,
Rey de Castilla. É á su ruego acordó de decia que la orden -que aquella gente te-
se yr á la cibdad, que estaba á seys leguas nia en su gobernagion, era quassi como la
del real, la qual es tan grande é de tan- de las señorías de Venegia y,Genova ó
ta admiración, que sin píolixa escriptura Pisa, porque allí no hay señor general de
no se puede decir ni dar á entender, por- todos; pero en esto yo me remito á é!,
que segund Cortés escribió á Céssar, es porque no sé qué estatutos tienen ni cómo
muy mayor- que Granada, é muy mas se gobiernan las señorias, que trae á com-
fuerte, é de tan buenos edeficios é de mu-" paración. Digo que hay muchos señores,
cha mas gente que Granada tenia ál tiem- é que todos residen en aquella cibdad, é
po que los Cathólicos Reyes, de inmortal los que viven en los pueblos de fa tierra
memoria, don Fernando é doña Isabel Ja son labradores é vassallos de aquellos se-
ganaron ? é muy bastecida de las cosas de ñores, é cada uno tiene su tierra por sí.
la tierra, assi de pan é aves é caca, co- Tienen unos más que otros; é para sus
mo de pescado de los ríos, é de legum- guerras júntansc todos, é todos juntos las
bres é cosas que los indios comen, émas ordenan é conciertan, E créese que entre
buenas fructas. esta gente hay justigia para castigar los
Hay en esta cibdad un mercado ordi- delinqüentes; porque uno délos naturales
nario, en que cotidianamente concurren de aquella provingia hurtó gierto oroá un
más de treinta mili, ánimas, vendiendo é español, é díxolo Hernando Cortés á aquel.
comprando, sin otros muchos mercadillos Magiscagin, ques el mayor señor de to-
que hay en diverssas partes de la cibdad. dos, é Iñgieron su pesquisa, é siguieron
En este mercado principal hay todas quan- al ladrón hasta una cibdad que está cerca
tas cosas, assi de mantenimientos como de allí, que se dige Churultecal, éde allí
de vestir é calcar, qucllos tractan, puede lo truxeron presso é se lo entregaron á
aver. Hay mugeres, que venden joyas, é Cortés con el oro, é le dixeron que le hi-
plumages, é todo tan bien concertado co- giesse él castigar, y él les agradesgió lá.
mo en la parada de Amberes,ócomo pue- diligencia que en ello pusieron, é les di-
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. III. 2:3
xo que, pues estaba en su tierra, quellos taban assi por hurtos é otros delíctos, que
lo castigassen, pomo lo acostumbraban, é avian cometido.
quél no se quería entremeter en castigar Hay en aquella provincia, segund se
á los suyos, estando en su tierra. De lo vio por la visitación que después higo
qual le dieron las gragias, y lo tomaron, hacer Hernando Cortés, giento é gin-
é con pregón público, que manifestaba el qüenta mili veginos, con otra pequeña
delicto, lo hicieron llevar por aquel grand provingia que está junto de la ques di-
mercado ques dicho; é le pusieron allí al cho, que se llama Guasincango, que vi-
pié de uno como teatro, que está enme- ven á la manera de los ques dicho, sin
dio del dicho mercado, y cngima del tea- señor natural: los quales assimesmo vi-
tro subió el pregonero, é á altas voges nieron á la obediengia de Céssar é se in-
tornó á decir el delicto de aquel, é vién- corporaron en el patrimonio real de Cas-
dolo todos, le dieron con unas porras en tilla, como los de Tascalteca, é queda-
la cabeca hasta que lo mataron. É muchos ron otorgados 6 confederados por bue-
otros vieron los españoles estonces , que nos amigos de los chripstianos.
los tenían en prissiones, é degian que es-

CAPITULO IV.
De laembaxada queí príncipe Montecuma envió al general Hernando Cortés, ofresijiéndose- por vassallo é
tributario del Emperador, con lanío que no fuesse á su tierra; é cómo los embaxadores procuraron desave-
nir al general con los de la.provincia de Tascalteca, é cómo los de la provincia avisaron á Cortés de la
gente que lenia Montecuma de guarnición é de guerra esperándole *.

l-jstando Cortés é los españoles en aquel embasadores le envió hasta mili pessos
real, que tuvo continuando la guerra de la de oro, y otras tantas piegas de ropa de
provingia de Tascalteca, fueron á él por algodón de la que en aquella tierra se
embaxadores seys señores muy principa- usa; y estuvieron con él en mucha parte
les, vassallos de Monteguma, con hasta del tiempo que turó la guerra é hasta el
dosgientos hombres que los servían, é di- fin della, ó vieron bien lo que los espa-
xéronle que yban de parte de Monteguma ñoles higieron, é las pages que con los de
á degirle cómo quería ser vassallo del aquella provingia se assentaroh, y el ofres-
Emperador é amigo de Cortés: é que gimiento que todos los señores de Tascal-
viesse él qué era lo que quería quél dies- teca higieron al servigio de Céssar: de lo
se para Su Magestad de tributo en cada qual mucho pessar ovieron los embaxa-
un año, assi de oro como de plata, épie- dores, é trabaxaron por muchas vías é
dras , y esclavos, é ropas de algodón, é formas de revolver á Cortés con los de la
otras cosas de las quél tenia, é que todo provincia, é dixéronle que no era gierto
lo daría, con tanto quél no fuesse á su tier- lo que le degian ni verdadera la amistad
ra ; é que lo hagiaporque era niuy estéril é que le prometían ios de Tascalteca, é que
falta de todos mantenimientos, ó porque le lo hagian por lo asegurar, para hagerle al-
pessaria que Cortés é los que con él yban guna traygion á su salvo.
padesgiessen nescessidad. E con essos sus Los de la provingia por consiguiente de-
* En el códice original prosigue en esta forma, »de la obidíencia de Céssar é en amistad de los
si bien tachado por el mismo Oviedo: «Cerca de iichripslianos.t)
»CFiurul(ecal, la quid ganó Corl<;s ó la puso debaxo
TOMO III, 35
274 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cian á Cortés é lo avisaron que no fiassc de yr con los dichos embajadores á aque-
de aquellos vassallos de Montccuraa, por- lla cibdad, fueron á Cortés con mucha pe-
que eran traydores é sus cosas siempre na , é dixéronlc que en ninguna manera
las hagian á traygion ó con mañas, é con fuesse, porque lo tenían ordenada cierta
ollas avian sojuzgado toda la tierra, ó que traygion, para le matar en aquella cib-
le avisaban dello, como verdaderos ami- dad á él é todos los de su compañía; é que
gos é como quien los conoscia de mucho para ello avia enviado Montecuma "gente
tiempo antes. do su tierra (porque alguna parte (de!la
Yísta la discordia é la desconformi- confinaba con aquella cibdad) cinqüenta
dad de los unos é los otros, no ovo po- muí hombres de guerra, é los tenia en guar-
co placer Hernando Cortés, porque le pa- nigion á dos leguas de la cibdad, segund
resgió que lodo aquello era á su propóssi- señalaron, é quo tenían gerrado el cami-
to, é que se le ofrescia ocasión, para que no real, por donde solían yr, é fecho otro
mas ayna sobjuzgasse aquellas gentes; é de nuevo, con muchos hoyos y estacas é
que quadraba bien aquel proverbio co- palos agudos hincados y encubiertos, para
mún que suelen decir: «del monte sale que los caballos cayessen é se mancassen
quien el monte quema»; é que aquella é se matassen; é que tenían muchas de
auctondad evangélica se le aparejaba, la las calles tapiadas, é por las agotcas de
qual dice que todo reyno diviso será aso- las casas muchas piedras, para que des-
lado entro sí 1 . É assi, usando dol tiempo pués que cntrasson los chripstianos en la
con los unos é con los otros, mañeaba é á cibdad, los tomassen seguramente é se
cada parto en secreto daba contentamien- aprovechassen dellos á su voluntad. É que
to , é les agradesgia sus avisos, ó les ha- si quería ver cómo era verdad quanto le
gia entender que cada qual dellos era degian, que mirasse cómo los señores de
creydo é no sus contrarios. aquella cibdad nunca le avian venido á
Después de aver estado en aquella cib- ver ni hablar, estando tan gerca, como
dad veynto dias é más, le dixeron aque- avían venido los de Guasicango, que es-
llos embajadores doMontcguma (que siem- taban mas lóxos, ó que los enviasse á lla-
pre estuvieron con Cortés) que se fuesse mar é veria cómo no vernian. Cortés les
á otra cibdad que estaba seys leguas de agradesgió su aviso, é les rogó que les
la de Tascaltcca, que se llama Churulte- diessen olios personas que de su parte los
cal, porque los naturales della eran ami- fuossen á llamar, ó assi se las dieron. Con
gos de Montecuma, su señor; ó que allí los quales les envió á rogar que viniessen
sabrían la voluntad de Montecuma, si era ó verle, porque les quería hablar giertas
que Cortés é los chripstianos fUessen á su cosas do parte del grand Rey de España, su
tierra, é que algunos dellos yrian á ha- señor, cíes quería degir la causa de su ve-
blar con él, é á degirle lo que Cortés avia nida en aquella tierra. Los mensageros fue-
dicho, é quo le volverían con la res- ron é dixeron loque les fué mandado, écon
puesta; é aun degian que sabían que allí ellos vinieron dos ó tres personas, no de
estaban algunos mensageros suyos, paralo mucha auctoridad, ó dixeron ó Cortés que
hablar á Cortés. £l les dixo quél se yria é yban de parte de aquellos señores, por-
que partiría un dia cierto que los señaló. que ellos no podian venir, por estar enfer-
Sabido esto por los de la provincia de mos : que á ellos les dixesse lo que quería.
Tascaltcca, 6 quo Cortés avia aceptado Los de Tascalteca dixeron a Cortés que

i Gmnc regrcuin divisum cauda se. dt'bolabilur. (S. Mallieo, cap. XIÍ, vors. 2J.)
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. IV. 27">

era burla, é que aquellos mensageros crédito, que las decian como enemigos, é
eran hombres de poca suerte, é que en no porque fuesse assi; é que se fuesse á
ninguna manera se partiessen, sin que los su cibdad, donde conosceria ser falsedad
señores de Churultccal viniessen allí. Es- lo que le avian dicho sus adverssarios, é
tonges Cortés habló á aquellos mensage- verdad lo quellos le degian é certificaban;
ros é díxoles que embaxada de tan alto é que desde estonges se daban é ofres-
Príncipe, como el Rey de Castilla, no se gian con su república por vassallos del
avia de dar á tales personas como ellos, Rey de Castilla, é lo serian para siempre,
é que aun sus señores eran poco para la é lo servirían é contribuirían en todas las
oyr; é que se fuesscn, é que dentro de cosas, que de parte de Su Altega se les
tres días parcsciessen ante él á dar la obe- mandasse. É assi lo higo assentar Cortés
diencia al poderoso Rey de Castilla, é á a un escribano, por interpretagion de las
ofrescerse por sus vassallos, con apergebi- lenguas que tenia.
miento que aquel término passado, yría Fecha esta diligengia, determinó toda-
sobrellos élos destruyria, como á rebeldes vía de yr con aquellos embaxadores á su
é desleales. Y envióles con sus mesmos cibdad, assi por no mostrar flaquega, co-
mensageros un mandamiento firmado de mo porque desde allí pensaba hager sus
su nombre, é de un escribano, con rela- negocios con Montecuma, cuya tierra allí
ción larga de la Real persona del Rey, confinaba; é allí usaban venir los suyos é
nuestro señor, ó de su venida de Cortés los de allí yr allá, porque en el camino no
á estas partes, diciéndolos cómo todas avia impedimento. Pues cómo los de Tas-
aquellas provincias é otras muchas tierras calteca vieron su determinagion, pessóles
é señoríos son de la Corona real de Cas- mucho, é dixéronle muchas veges á Cor-
tilla; é que los que quisiessen obedesccr tés que erraba en lo que hagia; pero que
á Su Alteca, como sus vassallos, serian pues ellos se avian dado por vassallos del
bien tractados é honrados é favorescidos, Rey de Castilla, é por amigos de los chrips-
é por el contrario haciéndolo, serian muy tianos, que querían yr con él á ayudarle en
bien.castigados, como desobedientes y lodo lo que se ofresgiesse, con la lealtad,
enemigos. Pero aunque estas cosas in la voluntad é obra quél vería, y el tiem-
scriptis era como hablar con las paredes, po le enseñaría. É puesto que Cortés de-
é quellos ni saben qué cosa es letra, ad- gia que no trabaxassen en esto, é que hol-
mirados, é no dexando de sospechar que gassen en sus casas, é les rogó que no
fuessen protextagíones para la futura guer- fuessen, digiéndoles que no avia nesgessi-
ra , temiendo della, otro dia vinieron al- dad, todavía le siguieron gient mili hom-
gunos señores de aquella cibdad, ó quas- bres ó más, bien aderesgados é á punto de
si todos, é no tan bien informados de guerra, ó fueron con él hasta dos leguas
aquel mandamiento, pues no sabian leer fuera de la cibdad; é desde allí, por mu-
ni lo entendían, como armados de su cau- cha importunidad del general, se torna-
telosa é fingida embaxada; é dixeron que ron , aunque todavía quedaron en su com-
si no avian venido antes, era la causa por- pañía hasta seys mili hombres dellos. É
que los de aquella províngia, donde Cortés assi cómo los demás se tornaron, ordenó
estaba de Tascaltcca, eran sus enemigos, el general sus esquadras de los españoles
é no osaban entrar por su tierra, porque é por sí las de los amigos, y en mucho
no pensaban venir seguros; é que bien congierto é orden caminó, é fué aquel dia
creían que le avrian dicho alguna cosa dc- á sentar su real á par de un arroyo á las
llos en su perjuicio, é que no les diesso dos leguas, por despedir la gente, como
276 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
es dicho, é que Ja cibdad á donde yba no el capítulo I) que muy gerquíta de allí es-
se escandaligasse, é porque no quiso en- taba mucha gente junta de Monteguma, é
trar sobre tarde, en ella. que los de la cibdad tenían fuera sus mu-
Otrb dia por la mañana salieron de la geres é hijos é toda su ropa, éque avian
cibdad al camino á le resgibir con muchas de dar sobre los chripstianos é matarlos
trompetas é atabales, é muchas personas a todos; é que si ella se queria salvar é
de las que aquellas gentes tienen por re- no morir, se faesse con la que esto le
ligiosos en sus condenados templos é mez- decía: quella la guaresgeria é pornia en
quitas , vestidos de las vestiduras que salvo.
usan, é cantando a su manera, como lo Esta india de Cortés dixo lo ques di-
acostumbran en sus casas de oración, con cho á aquel Hierónimo de Aguilar, len-
unas voges desentonadas é mal avenidas gua que se avia ávido en Yucatán, como
é diferenciadas: é con esta solemnidad la hístbria lo ha contado; y el Aguilar dio
fueron hasta entrar en la cibdad, é me- notigia dcsto á Cortés, el qual tomó á uno
tieron al general é á. los españoles en. un de ios indios de la cibdad aparte é inter^
apossento muy bueno, donde muy larga- rogóle, é aprobó é confessó ser verdad
mente é á su contentamiento cabían; é allí todo ¡o que la india avia dicho, é aun io
les llevaron de comer (aunque no muy que de Tascalteca avian avisado antes. É
Cumplidamente). Y en el camino avían to- assi por esto como por las señales é indi-
pado muchas señales de las que los de la gios que para ello avia, acordó Cortés de
provincia de Tascalteca avian dicho, por- hager llamar á algunos de los señores de
que hallaron el camino-gerrado é fecho la cibdad, digiendo que los queria hablar,
otro, é algunos hoyos é algunas calles ger- c metiólos en una sala, é tuvo su gente
radas, é muchas piedras en todas las ago- apergebida, é mandó que en soltando una
teas, como gente que estaba apergebida escopeta , quél mandaría tirar quando
para mal hacer; é á esta causa los chrips- tiempo fuesse, diessen en mucha cantidad
tianos estuvieron sobre aviso é á rocab- de indios que avia junto á su apossento,
do. É allí halló Cortés ciertos mensageros y en muchos que avia dentro en él. É lue-
de Monteguma, que yban á hablar con los go cabalgó ó higo soltar la escopeta, é
que con él estaban desde primero, é á él dieron en los indios de tal manera, que
no le dixeron cosa alguna más de que en espagio de dos horas mataron mas de
yban á saber de aquellos lo que con Cor- tres mili dellos, aunque estaban tan aper-
tés estaba hecho 6 congertado, para lo yr gebidos que antes que Cortés saliesse do
a decirá-su señor; é assi se fueron, des- su apossento, le tenían todas" las calles to-
pués de los aver hablado ellos, y aun el madas é toda la gente a punto, puesto que
uno de los que antes con Cortés estaba, como los tomaron "de sobresalto fueron
y el mas pringipal: Y en tres dias prove- con fagilidad desbaratados, mayormente
yeron los de la cibdad muy mal á los es- que les faltaban los caudillos, porque es-
pañoles de comer é de lo demás, é cada taban pressos. E púsose fuego á algunas
dia á peor,.é muy pocas veges le yban torres é casas fuertes, desde donde los
á ver ni hablar los señores é personas indios se defendian é ofendían; é assi an-
principales. É estando assi sospechoso duvo el general ó su gente por la cibdad
Cortés, una india de aquella tierra dixo á peleando (dexando buen recabdo en su
otra que llevaba Cortés por lengua (que apossento, que era bien fuerte) por es-
ora natural de allí é la aviaavido en Cham- pagio de cinco horas, hasta que echó fue-
poton en el rio Grande, como se di so en ra dolía los veginos por muchas partes)
Dfi INDIAS. LIC. XXXni. CAP. IV. 277
porque le ayudaban muy bien cinco ó seys calteca fuessen amigos, porque lo solían
mil! indios de Tascalteca, é otros quatro- ser antes, é muy poco tiempo avia que
gientos de Cempualy sus amigos. Monteguma con dádivas los avia traydo á
Ávida esta vitoria, volvió Cortés al su amistad é los avia fecho enemigos de
apossento, é habió con aquellos señores essotros.
que tema pressos, é preguntóles que por Esta cibdad de Churultecal está assen-
qué causa le querían matar á traycion á tada en un llano, é tiene hasta veynte
él é á los chripstiauos; ó respondieron mili casas dentro del cuerpo de la cib-
quellos no tenian la culpa, que los de Cu- dad, é tiene de arrabales otras tantas.
fua (que son los vassallos de Monteguma) Es señorío por sí, é tiene sus términos
los avian puesto en ello, é quel dicho conosgidos, é no obedesgen á señor al-
Monteguma tenia allí en tal parte (que guno: gobiérnanse por comunidad, co-
segund después paresció seria legua y mo los de Tascalteca. Los honrados cib-
media) cinqüenta mili hombres en guar- dadanos della todos traen albornoges en-
niciones para lo hacer; pero que ya co- •gima de la otra ropa, aunque son diferen-
noscian cómo avian seydo engañados, ó giados de los de África, porque tienen
que soltasse uno ó dos dellos, é que harían maneras; pero en la hechura é rapagejos
recoger toda la cibdad, é traerían á ella pendientes son muy semejantes.
todas las múgeres ó sus hijos é ropa que Después del trange ques dicho, é aver
tenian fuera, é que de ahí adelante nadie assentado la paz, fueron estos indios
los engañaría, é serian muy giertos é lea- constantes en ella. Y es la tierra de aque-
les vassallos del Rey de Castilla, ó muy lla cibdad muy fértil é mucha, é riégase
verdaderos amigos de Cortés ó de los es- la mayor parte della. Degia Hernando
pañoles. Después que Cortés los oyó, dí- Cortés en sus cartas que es aquella cibdad
xoles muchas cosas gerca de su yerro, por de fuera mas hermosa que todas las
animándolos y exhortándolos á la paz, é de España, porque es muy torreada é lla-
soltó dosdellos, como lo pidieron; ó luego na. Pero yo diría que la cibdad, que ha
otro día siguiente estaba toda la cibdad de paresger bien desde fuera, no ha de
poblada é llena de mugeres é niños, tan ser llana, sino encumbrada é assentada
seguros como si cosa alguna de lo passa- en ladera, assi como Granada, Toledo,
do no oviera acaesgido. E luego el gene- Cuenca é otras, que por no ser llanas,son
ral soltó todos los pringipales señores, que muy hermosas, viéndolas desde fuera: é
tenia pressos, é prometieron servir, como Burgos es assimesmo hermosa población
buenos é leales vassallos, al Emperador por no ser llana , é de día paresgen muy
Rey de Castilla, nuestro señor, é á su bien desde lexos, é de noche por consi-
corona real de Castilla é de'Leon é sus guiente , porque como las casas están mas
subgessores perpetua é inviolablemente. altas unas que otras, vense muchas lum-
É encontinente apartaron ó quitaron todos bres á prima noche, y es muy hermosa la
los cuerpos muertos donde no paresgies- vista de tales poblagiones. Las que están
sen; y en quinge ó veinte días que allí se en llano se han de mirar, no desde fuera,
detuvo el general, quedó la cibdad é tier- como Cortés dige, sino desde alguna tor-
ra ían pagifica é poblada, que paresgia re alta, para que bien parezcan, assi como
que no faltaba nadie della, é sus merca- Gante en Flandes, é Milán en Lombardia,
dos é tractos por la cibdad como antes é Sevilla en España, é otras que están as-
los solían tener. É higo el general que los sentadas en lo llano.
tiesta gibdad de Clmrultecal é los do Tas- Tornando á nuestra historia, aquellas
278 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
muchas torres de Churultccal son mezqui- la gente, que habitaba en aquellas partes
tas, templos é casas de oragion, que los que no dexan palmo de tierra por labrar:
indios tienen para sus ydolatrias é ritos, é aun con todo esso en muchas partes pa-
de las quales Cortés escribió que desde descen nesgessidad, por falta de pan, é
encima de una deltas contó mas de qua- hay mucha gente pobre, que piden limos-
trogientas torres: de manera quél confies- na é van mendigando entre los ricos por
sa lo que he dicho, y en la hermosura las calles, é por las casas, é mercados, é
que dice se ha de ver como yo digo- É plagas, como en España é otros reinos,
también dice su carta que era población donde -hay gente de ragon, é se compa-
mas al propóssito para vivir españoles de desgen, é ayudan á los mendicantes. Por
las que hasta estonces avia visto en aque- esso tal dige el Florentino que todo el
lla tierra, á causa de los valdios é aguas mundo es hecho como nuestra casa: «Tu-
para criar ganados, lo qual faltaba á las to ü mondo é fado como la casa nostra.»
que hasta estonces él avia visto en la Nue- Passemos á lo domas.
va España, por ser tanta la moltitud de.

CAPITULO Y.
Cómo el capitán general Hernando Cortés se partió de Churuileeal con determinación de ver á Montecuma
é la gran cibdad de Temislilan ; e lo que passó con. los embaxadores de Montecuma *; é de !o que en este
camino le intervino; é cómo se vido con Montecuma en aquella su gran cibdad; é de la trayeion, que contra
los españoles se tracto por un principal señor, llamado Qualpopoca, vassallo de Montecuma, é otras cosas
anexas al discurso de la historia.

assado lo ques dicho en el capítulo pre- amigo, é á tener con él mucha conversa-
cedente , habló el general á aquellos em- gion é paz, de allí adelante quería entrar
baxadores de Monteguma, que con él es- por su tierra de guerra, é hacerle todo el
taban, é díxoles agerca de aquella tray- daño que pudiesse, como á enemigo; é que
gion que se le avia querido hager, có- á él le pessaba dello mucho, porque más lo
mo los señores de aquella cibdad de quisiera como amigo é tomar su paresger
Churultecal afirmaban, que por conse- ó consejo siempre en las cosas que en
jo de Monteguma se avia hecho, é que aquella tierra oviesse de hager. Los em-
no le paresgia era acto de tan grand se- baxadores respondieron quellos avian es-
ñor enviarle sus mensagoros é personas tado muchos días en su compañía de Cor-
tan honradas, con quien le avia enviado tés, é que no sabían nada de aquel con-
ó degir que era su amigo, é por otra parte gierto más de lo que allí en aquella cib-
buscar maneras de le ofender con mano dad supieron después que aquello se
agena, para se excusar él de culpa, si ofresgió; é que no podían creer que por
el caso no subgédiesse á su propóssito. consejo ni mandado de su señor Monte-
É que pues assi era que no guardaba su guma se higiesse; y que le rogaban que
palabra é verdad, que Cortés mudaría antes que se determinasse de perder su
también su acuerdo, é assi como yba con amistad é hager la guerra, como degia, se
voluntad de le ver é hablar é tener por informasse bien de la verdad, é que dies-
te de la isla de Volcano, cerca de la isla de Secilia
* Aqui suprimió Oviedo estas cláusulas: «e del
ó en el famoso monte Etna, que por olio nombre
pressente que le envió, é de la. sierra de Guaxo-
cingo, de la qual sale humo, assi como en el mon- llaman Mongibel», etc.
DE INDIAS. Lili. XXXIH. CAP. V. 279
se ligengia á uno delios para yr á le ha- le enviaba a decir: por tanto, que pues
blar: quel que íuesse, tornaría muy presto. no avia de dexar de llegar á verle, quél
Hay desdo Cburultecal hasta donde lo oviesse por bien é no se pusiesse en
Monteguma estaba ó residía veynte leguas. otra cosa, porque seria mucho daño suyo,
El general le respondió que le placía, é á Cortés le pessaria de qualquiera enojo
é dexó yr al uno de los embaxadores, é que le viniesse.
desde á seys días tornó aquel mesmo é Desque Montecuma vido quel general
otro que primero so avia ydo, c truxeron se pensaba de passar adelante, é que no
diez platos de oro é mili é quinientas- pic- se podia excusar, envióle á degir que
eas de ropa muy hermosa de camisetas, fuesse en hora buena, quel le esperaba
é mantas de diverssas colores é maneras, en aquella grand cibdad donde estaba. Y
labradas, de algodón é de pluma, é al- envióle muchos de los suyos para que
gunas dellas era cosa mucho de ver; é fuessen con él, porque ya entraba Cortés
juntamente con esto mucha provisión de por su tierra: los quales, llegados á él,
gallinas é panicacap, ques cierto brevage é con mucha demostragion de se holgar
que los indios beben; é presscntáronlo al de su venida, le querían encaminar por
capitán general Hernando Cortés. É dixé- gierto camino, donde se sospechó que los
ronle que á Monteguma le avia pessado indios debían tener algún congierto ó ge-
mucho de aquel desconcierto, que en Cbu- lada para ofender á los chripstíanos, co-
rultecal se quiso hacer, porque Cortés no mo después paresgió por lo que se vido,
creería ya sino que avia seydo por conse- pues muchos de los españoles que Cortés
jo é mandado de Montecuma, é quél Je enviaba por la tierra, hallaron en el ca-
haría cierto que no era assi. E que la gen- quino tantos puentes ó malos passos, que
te que allí estaba en guarnición, era ver- si por allí fueran, fágilmente pudieran los
dad que era suya; poro quellos se avian indios executar su mal propóssito. É qui-
movido sin los aver él mandado, por in- so Dios mostrar otro camino, aunque algo
ducimiento de los de Churultecal, porque áspero, pero no tan malo'é peligroso co-
eran do dos provincias suyas, que se lla- mo aquel, por donde los indios quisieran
man Acangísgo la una é la otra Izgucan, que llevar á Cortés é su gente; é fué desta ma-
confinan con la tierra de aquella cibdad nera. A ocho leguas de la cibdad de Chu-
de Churultecal, é que entrcllos tienen rultecal están dos sierras muy altas, que
giertas ahancas de vecindad,para se ayu- en Pin de agosto tienen tanta nieve , que
dar los unos á los otros, é desta manera otra cosa de lo alto delías no paresge si-
avian ydo allí, é no por su mandado. Pe- no nieve; é de la una, ques mas alta, sa-
ro que adelante Cortés veria en sus obras le muchas veges, assi de dia como de no-
si era verdad lo que Montecuma le avia che, tan grand bulto de humo como una
enviado á decir ó no: é que todavia le grand casa, é sale sobro la cumbre de la
rogaba que no curasse de yr a su tierra, sierra hasta las nubes, tan derecho como
porque era estéril é padesgeria nescessi- una saeta, é con tanta fuerga, que aun-
dad; é que donde quiera que Cortés es- que en lo alto de la sierra anda siempre
tuviesse, leenviasse á pedir lo que quisies- muy regio tiempo de viento, no puede
se é quél se lo enviaria complidamente, torger ni despargir aquel humo. É des-
Á esto replicó Cortés que la yda á su tier- seando Cortés entender mejor la causa de
ra no se podía excusar, porque avia de esto, mandó á diez hombres, los que le
enviar della y del relagion al Rey do Es- paresgió que serian mas hábiles de los es-
daña , su señor, é que Cortés creía lo que pañoles que llevaba, para que con mucha
280 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
diligencia subiessen á la sierra , é con to- donde los querían llevar los de Culua, no
da atención supiessen aquel secreto de era bueno. É aquellos españoles fueron
humo é do dónde promedia: los quales por él hasta encumbrar y estar entre la
fueron é trabaxaron quanto íes fué posi- una é la otra sierra, é descubrieron Jos
ble por subir, é no llegaron á lo alto á llanos de Culua é la grand cibdad de Te-
causa de la mucha nieve que en aquella mistitan , alias México, é las lagunas que
sierra hay, con muchos torbellinos que, de hay en aquella provincia, de que adelan-
la. cónica que de allí sale, andan por la te será hecha mengion, é volvieron mny
siex-ra, é también porque no pudieron su- alegres por aver descubierto tan buen ca-
frir la grand frialdad que arriba hacia. mino. É informado Cortés dellos é de Jos
Pero llegaron bien gerca de lo alto, tanto naturales de la tierra, habló á los emba-
que estando arriba, comencó á salir aquel xadoros de Monteguma, que con él yban
humo, é con tanto é poderoso ímpetu é para le guiar á su tierra, é díxoles que
roydo, que paresgia que toda la tierra é quería yr por aquel camino é no por el
sierra se caia, oydo. quellos le degian, porque era mas corto;
É assi, se abaxaron é truxeron mu- y ellos respondieron que assi era la ver-
cha nieve é carenábalos, para que los dad, que más breve é llano camino era;
viesse el capitán general é todos los de- é que la causa por qué por allá no le en-
más: á los quales paresgió cosa muy nue- caminaban, era porque avian de passar
va, porque algunos pilotos que allí se ha- una jornada por tierra do Guaxogingo,
llaron , degian que aquella tierra está en que eran sus enemigos, é que por allá no
veynte grados de la línia equinocial á es- tenían las cosas nesgessarias, como por la
ta parte, é assi lo escribió Cortés á Cés- tierra de Monteguma; é que pues él que-
sar. É á mi parescer Cortés é sus pilotos ría yr por donde degia, quellos provee-
se engañaban en essa medida ó gradua- rían cómo por la otra parte saliesse bas-
ción , porque pues Churultecal está de timento al camino. É assi se partieron con
Temistitan veynte leguas, á mí me es- harto temor de que aquellos quisiesseti
cribió el muy reverendo señor obispo perseverar en querer hager alguna burla
desta nuestra cibdad de Sancto Domin- á los españoles; mas como ya avian pu-
go, don Sebastian Ramírez de Fuenleal blicado ser allá su camino, ni paresgiora
{que después fué obispo de León, en el bien dexarlo, ni tornar atrás, porque no
tiempo que fué Presidente de la Nueva pensassen los indios que por falta de áni-
España, é desde México, donde algu- mo se dexaba.
nos años residió) que aquella cibdad está El dia que Cortés se partió con su gen-
en yeynte grados: assi que no está en los te de la cibdad de Churultecal, fué qua-
mesmos la sierra de Guaxogingo. Pero tro leguas con su exérgito hasta unas al-
por no interrumpir la materia, diré ade- deas de la cibdad de Guaxogingo, é de
lante á la letra lo que del assiento de Mé- los naturales fué bien resgibido, é le die-
xico el perlado que he dicho alcancé: é ron algunas esclavas é ropa é algunas
volvamos á nuestra historia. piegas de oro, aunque era poco; porque
Yendo aquellos compañeros que he di- no lo tenian, á causa que son de la liga
cho á ver aquella sierra, toparon un ca- é pargialidad de los de Tascalteca, é por
mino , é preguntaron á los naturales de la tenerlos Monteguma gercados con su tier-
tierra, que yban con ellos, que para dónde ra : de tal manera que con ningunas pro-
yba, c dixéronles que para Culua, ó que vingias tienen contraefagion más de en su
aquel era buen camino, é qtiel otro por (ierra , é por esto vivían pobremente.
DE INDIAS. LID. XXXIíL CAP. V. 281
Otro día siguiente subieron al puerto por mandado del Rey de Castilla, eu se-
por entre Jas dos sierras ques dicho, é á la ñor, é que la pringipal cosa que le avia
baxada del, ya que la tierra de Montegu- mandado era que le higiesse relagion de
ma descubrían por una provincia della, Monteguma é de aquella su gran cibdad,
que se dige Chaleo, dos leguas antes que de la qual é déí hagia mucho tiempo que
Iiegassen á las poblagiones, hallaron un la Cessárea Magostad tenia noticia; é que.
muy buen apossento nuevamente hecho, le dixessen de parte de Cortés que le ro-
tal é tan grande, que muy holgada é an- gaba que toviesse por bien su yda á verle,
chamente todos los españoles se apossen- porque della á su persona ni á su tierra
taron en él, aunque yban en su compañía ningún daño se le seguida: antes le se-
mas do quatro mili hombres de los natura- ria muy provechosa su vista é amistad. E
les délas provingias de Tascaltcca, Guaxo- que después que se viesseu, si su volun-
gíngo, Churultecal é Cempua!,é para todos tad fuesse todavía de no le tener en su
muy cumplidamente de comer; y en todas compañía, quél se volvería, é que mejor
las possadas muy grandes fuegos é mucha ciarían entrellos dos la orden é manera
leña, porque hago allí mucho frió por la que se debía tener en el servigio de la
vegindad de aquellas dos sierras, y en Cessárea Magostad que por tergeras per-
ambas avia mucha nieve. sonas (puesío que sus embajadores eran
Allí fueron á hablar al general giertas tales que so les debía dar entero crédito).
personas que paresgian pringipalcs, entre Con esta respuesta se tornaron los emba-
los quales avia uno que degian ser her- xadores ques dicho.
mano de Monteguma, é pressentaron á En aquel apossento, según las aparien-
Cortés hasta quatro mili pessos de oro; gias y el aparejo que en él avia, los in-
é dixéronle de su parte que Monteguma, dios tuvieron pensamiento que aquella no-
su señor, le pressentaba aquello, o le ro- che podrían ofender á los chripstianos, y
gaba que se tornasse é no curasse de yr el general higo hager tan buena vela é
Á su cibdad, porque era tierra muy pobre recabdo, que los adverssarios mudaron de
de comida, é que para yr allá, avia mal consejo, é muy secretamente higieron yr
camino, é que estaba todo en agua, ó aquella noche mucha gente, que en los
que no podría entrar á ella sino en canoas; montes estaba junto al apossento apareja-
é otros muchos inconvenientes para la yda da para hager quanto mal pudiessen: la
le pusieron. Juntamente con esto le dixe- qual gente vieron muchas velas y escu-
ron que víesse lo que Monteguma, su se- chas de los chripstianos. Como fué de dia,
ñor , podia hager, que todo se le manda- se partió Cortés, caminando con buen con-
ría dar; é que demás desso se ordenaría gierto, é a dos leguas llegó á un pueblo
de darle en cada un año gierta cantidad, que se llama Amaqueruca, ques de la pro-
é se lo llevarían hasta la mar é donde él vingia de Chaleo, que terna en la pringipal
quisiesse. El general los resgibió muy poblagion, con las aldeas que hay en tor-
bien, é les dio algunas cosas de las de no del á dos leguas, veyntc mili veginos; y
España, que los indios tenían en mucho en aquel pueblo pringipal sé apossentaron
y en Castilla valen pocos dineros, y en en unas casas del señor del lugar, é mu-
espegial al que degian ser hermano de chas personas que paresgian principales,
Monteguma. É quanto a su embaxada res- fueron á hablar al general, é Je dixeron
pondió, que sí en su mano fuera volverse, que Monteguma, su señor, los avia enviado
quél lo Ingiera por complager á Montegu- para que lo esperassen allí é le higiessen
ma ; pero quél avia ydo á aquella tierra proveer de todas las cosas nesgessarías.
TOMO llt. 38
282 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
El señor de aquella provincia é pue- gebir por estar mal dispuesto; pero que
blo dio á Cortés hasta quarenta escla- ya su cibdad estaba cerca, é pues que to-
vas , é tres mili pessos de oro, é dos dias davía determinaba de yr á ella, que allá
que allí se detuvo, fué el exército bien se verían é conosceria la buena volun-
proveydo de todo lo nescessario. Otro tad que tenia al servicio del grand Rey de
día, yendo con Cortés aquellos principales Castilla. Mas que todavía le rogaba que
que de parte de Monteguma dixeron que allano fuesso, si era possible, porque
le esperaban allí, se partió é fué á dormir padesgeria mucho trabaxo é nesgessidad;
quatro leguas de allí a un pueblo pequeño, équél tenia mucha vergüenca, porque allá
que está junto á una grand laguna, é no le podria proveer tan cumplidamente,
quassi la mitad del sobre el agua della, é como éí desseuha. É en esto ahincaron é
por la parte de la tierra una sierra muy porfiaron mucho aquellos señores, tanto
áspera de piedras é peñas, é allí fueron que no les quedaba por decir sino que
muy bien apossentados, c aunque tam- defenderían el camino, si todavía porfias-
bién quisieran allí probar sus fuercas los sen los españoles en yr adelante. El ge-
indios ccjn los españoles, mas quisieran neral los satisíico é aplacó con las mejo-
balerío á su salvo é de noche, é tomarlos res palabras quél supo decirles, dándoles
descuydados. Mas cómo yban sobre avi- á entender que de su y da no podía se-
so, y el general era tan apergebido que guirse daño, sino mucho provecho á Mon-
siempre se hallaba adelante de sus pensa- teguma é á sus indios. É assi los despidió
mientos , tuvo tal guarda, que las espias é les dio algunas cosas de las de Castilla,
que venían por el agua é canoas, é tam- y encontinente se partió tras ellos muy
bién otras que baxaban por la sierra á acompañado de muchas personas, que pa-
ver si avia aparejo para executar su vo- resgian de mucha auctoridad, como des-
luntad, amánesele ron atadas quassi veyn- pués paresgió serlo. É todavia seguía el
te, que las espias de Cortés avian tomado camino por la costa de aquella grand la-
é muerto, de forma que pocas volvieron guna ; é á una legua adelante de donde
á dar respuesta del aviso que venian á partió el general vieron dentro en ella,
tomar. É con hallar siempre á los españo- quassi dos Uros de ballesta, una cibdad
les tan apercebidos, acordaron de mudar pequeña, en que podria aver hasta dos
propóssito ó llevarlos por bien. mili vecinos, toda ella armada é fundada
Otro día siguiente, al tiempo quel ge- en el agua, sin aver para ella*entrada al-
neral é su exército querían partirse de guna, é muy torreada, é de lindo pares-
aquel pueblo, llegaron hasta diez ó dogo ger: é otra legua adelante entraron por
señores muy principales, y entrellos otro una calgada tan ancha como es una langa
mayor señor, mangebo de hasta veynte y gineta coraplida, ó de veynte y ginco pal-
cinco años, al qual todos los otros mos- mos , por la laguna adentro bien dos tiros
traban tener mucho acatamiento, é cómo de ballesta, é fueron por ella á dar & una
baxó de unas andas en que venia , todos cibdad, aunque pequeña , la mas hermo-
los otros le venian limpiando é quitando sa que hasta estonges los españoles allá
las piedras é pajas del suelo delante del. avian visto, assi de muy bien labradas
É llegado ante el general, le dixeron que las casas é torres dolía, como de la bue-
venían de parte de Montecuma, su señor, na orden ó traga é novedad del assiento
é que los enviaba para que fuessen con en el agua. É seria de hasta dos mili ve*
él, é que le rogaba que le perdonasse, ginos: de los quales nuestros españoles é
porque no salía su persona á le ver é res- su general fueron muy bien resgebidos é
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. V. 283
servidos, é les dieron bien de comer, ó un muy grande estanque ó alberca qua-
rogaron al general el señor de la cibdad drado de agua dulge, é las paredes desta
é los mas principales que se quedasse allí alberca de gentil cantería, é al rededor
á dormir, é aquellas personas pringipales della un anden de muy buen suelo ladri-
qué yban allí de Monteguma le dixeron llado, tan ancho, que quatro personas
que no parasse allí, sino que fuesse á otra pueden juntos passearse, é de esquina á
cibdad que está tres leguas de allí, que esquina tiene quatrogienlos passos, que
se dice Iztapalapa, que era de un hermano son de gircunferengia mili é seysgientos.
de Monteguma, é assi lo higo. De la otra parte del anden hágia la pared
La salida de aquella cibdad, donde co- de la huerta estaba todo labrado de cañas
mieron, fué por otra calgada, que tu- con unas verjas, é detrás dellas todo de
ra una legua grande hasta salir á la tier- arboledas puestas en mucha orden é de
ra firme. Llegados á Iztapalapa, salie- muchas hierbas é flores olorosas. Dentro
ron á resgebir al general é su gente el de la alberca avia mucho pescado é mu-
señor della é otro de otra grand cibdad, chas aves, assi como lavancos, gergetas
que está tres leguas de allí, é se llama é otros géneros de avesde agua, é tantas
Calnaalcan, é otros muchos señores que que muchas veges quassi cubrian el agua.
allí lo estaban esperando; é le pres- En fin, es tal la alberca, que en Europa
sentaron hasta tres ó quatro mili pessos no se sabe, ó á lo menos no se tiene no-
de oro, é algunas esclavas, é ropa de la ticia , de otra que se le iguale en lo ques
que allá usan, ques muy buena é Sutil- dicho.
mente labrada, de algodón é de divers- Otro dia después que á aquella cibdad
sas colores, é le higieron muy buen aco- llegó Cortés, se partió de allí, é media le-
gimiento. Podrá ser la población de Izta- gua adelante se metió por una calgada
palapa de doce ó quince mili veginos, la que vá por medio de la laguna ques dicho
qual está en la costa de una laguna salada dos leguas, hasta llegar á la grand cib-
é grande, 6 la mitad dentro del agua, é dad de Temistitan, que está fundada en
la otra mitad assentada en tierra firme. la mitad de aquella grand laguna. Esta
Las casas del señor de la cibdad eran calgada es tan ancha como son luengas
nuevas é no acabadas, é segund Cortés dos langas ginetas, ó ginqüenta palmos,
escribió á.Céssar, eran tan buenas como é muy bien obrada, é pueden yr á la par
las mejores de España de grandes é bien por ella ocho de á caballo. En estas dos
labradas de cantería é carpintería, é suc- leguas, de la una parte é de la otra de la
ios, é cumplimientos para todo género de calgada, están tres cibdades: la una se di-
servigio de casa, exgepto magonerias é ge Mesicalgingo, que está fundada la ma-
otras cosas ricas que en España usan en yor parte della dentro de la mesma lagu-
las casas de los señores, que aquesto tal na; la otra cibdad se llama Nigiaca, é la
no se usa ni lo hay en estas Indias. Mas otra Huchilohuchico, que está en la costa
avia muchos quartos altos é baxos, é jar- de la laguna, é muchas casas de la una ó
dines muy frescos é con muchos árboles ó de la otra cibdad están dentro en el agua.
flores olorosas, c albercas de agua dulge Mesicalgingo terna tres mili veginos, Ni-
muy bien labradas, con sus gradas hasta giaca mas de scys mili, é Huchilohuchico
lo hondo é suelo do tales albercas. Hay quatro ó ginco mil veginos; y en todas
otra muy grande huerta junta á la casa, d muy buenos edefigios de casas é torres,
sobre ella un mirador de muy hermosos en espegial las casas de los señores é per-
corredores é salas, é dentro de la huerta sonas pringipales, é las de sus templos é
234 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
oratorios, donde aquella gente tiene sus cientos señores, sus vassallos, é todos
ydolos. En estas cibdades hay mucho descalgos é vestidos de otra librea ó ma-
tracto de sal, que hacen del agua de Ja nera de ropa rica á uso suyo, más que lá
mesma laguna é de la superficie que está de los otros primeros; é venian en dos
en la tierra que baña la laguna en su cos- alas en progcssíon quassi arrimados á las
ta, la qual cuegen en cierta manera, é paredes de la calle, ques muy ancha,
hacen panes de aquella sal, que venden muy hermosa é derecha, que desde el uo
entre los naturales, é también para lleva- cabo dclla se paresge el otro, fin della,
fuera de la comarca. aunque tiene dos tergios de legua de lon-
Assi que, Hernando Cortés é su oxérgito gitud, ó de la una parte é de la otra muy
siguieron la dicha calcada, é á media le- buenas é grandes casas, assi de apossen-
gua antes de llegar al cuerpo de la cibdad tamientos como de templos ó mezquitas.
de Teraistitan, á la entrada de otra cal- Monteguma venia por medio de aquellas
cada que viene á dar de la tierra firme á dos alas é progession y de la calle con dos
esta otra, está un muy fuerte baluarte señores, el uno á la mano derecha suya
con dos torres, cercado de muro de dos y el otro á la siniestra. Destos era uno
estados, con su pretil de almenas por to- aquel grand señor mangebo, que se dixo
da cerca, que topa con ambas calcadas, que avia salido primero á hablar á Cortés
é no tiene más de dos puertas; una por en las andas, y el otro era hermano de
do entran é otra por do salen. Ahí salie- Monteguma, señor de Iztapalapa, ques
ron á ver é hablar al general mas de mili aquella cibdad que se dixo de susso; é to-
hombres, pringipales cibdadanos de la di- dos tres vestidos de una manera, exgep-
cha Temistitan, todos vestidos de una to quel Monteguma yba calgado élos otros
manera é hábito, é segund su costumbre descalgos. É cada uno llevaba al señor
bien rico: éllegaron uno á uno hasta el assido de su brago; é cómo se juntaron,
capitán general, é assi cómo llegaban, ha- apeóse Hernando Cortés é fué solo á abra-
cían una cerimonia que entrellos se usa car á Monteguma, é aquellos dos señores
mucho (y es manera de salutagioa), é po- que con él yban, lo detuvieron con las ma-
nía cada qual la mano en tierra é la bes- nos para que no le tocasse, y ellos y él
saba; é assi estuvo Cortés esperando higieron la gerimonia ya dicha de bessar
quassi una hora hasta que cada uno higo, la tierra; y hecho aquesto, mandó Montegu-
lo ques dicho. ma á aquel su hermano que se pusiesse al
Junto á la cibdad estaba una puente de lado de Cortés é lo llevasse por el brágo,
madera de diez passos de anchura, é por y él con el otro ybándelantcdc Cortés poco
allí está abierta la calgada porque tenga trecho. É después que Monteguma en po-
lugar el agua de entrar é salir, porque cas palabras ovo saludado al general, é
cresge 6 mengua, como lo suele hager la díchole que fuesse en buen hora su veni-
mar en sus costas, é también por forta- da, llegaron á le hablar todos los otros
leza de la cibdad, porque quitan é ponen señores de las dos progessiones en orden,
unas vigas muy luengas é anchas, de que uno en pos de otro. Fecha su salutación
la dicha puente es fecha, todas las veges ya dicha, se tornaban con la mesma orden
que quieren; c.destas puentes hay mu- á su progession.
chos por toda la cibdad. Paspada esta Al tiempo quel general llegó á hablar
primera puente ques dicho, salió aquel ó Monteguma, quitóse un collar que lle-
íírand príngipe Monteguma á resgibir á vaba de margaritas é diamantes de vi-
Hernando Cortés, acompañado de dos- dro y echóselo al cuello á Monteguma. K
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. V. 28Ü

después de aver andado la calle adelan- de la tierra, é tenían mucha generagion y


te, llegó un servidor ó criado de Monte- hechos pueblos, donde vivían; é querién-
cuma con dos corales de camarones, en- dolos llevar consigo, no quisieron yr, ni
vueltos en un paño, que eran hechos de menos rescibirle por señor, é assi se vol-
huessos de caracoles colorados, que los vió. É siempre avernos tenido que los que
indios tienen en mucho, c de cada collar del desgendiessen avian devenir á sobjuz-
colgaban ocho camarones de oro de mu- gar esta tierra é á nosotros, como á sus
cha perfecion, tan largos quassi como un vassallos; é segund de la parte que voso-
xeme; é cómo se los Iruxeron, se volvió tros degís que venís, ques hágia donde sa-
Montecuma á Cortés é se los echó al cue- le el sol, é las cosas que degís de esse
llo, é tornó á seguir por la calle adelante grand señor ó Rey que acá os envió,
en la forma ya dicha, é llegaron á una creemos é tenemos por gierto ser él nues-
muy grande y hermosa casa que Monte- tro señor natural, en espegial que nos
cuma tenia bien aderescada para apos- degís quél ha muchos dias que tenia no-
sentar á Cortés. É allí lo tomó por la ma- tigia de nosotros. É por tanto vos sed
no é lo llevó á una grand sala que estaba gierto que os obedesgeremos, é tememos
frontera de un patio por donde entraron, por señor, en lugar de esse grand señor
é allí lo higo assentar en un estrado muy que degís, é que en ello no avrá falta ni
rico, é le dixo que lo esperasse allí, é se engaño alguno; é bien podeys en toda la
fué: é desde á poco espacio de tiempo, tierra, que yo en mi señorío posseo, man-
ya que toda la compañía de Cortés estaba dar á vuestra voluntad, porque será obe-
apossentada, volvió con muchas 6 divers- desgido é fecho; é todo lo que nosotros
sas joyas "de oro é de plata, 6 plumages, tenemos es para lo que vos quisiéredes
é con hasta cinco ó seys mili piecas de disponer dello. E pues estays en vuestra
ropa de algodón mu^ ricas é de di vers- naturalcga y en vuestra casa, holgad é
eas maneras texidas é labradas, é hícole descansad del camino é guerras que aveys
pressente de todo ello. tenido: que muy bien sé todo lo que se
É después de se lo aver. dado, assen- os ha ofresgido desde Puntunchan acá, ó
tóse en otro estrado, que luego le hi- bien sé que los de Cempual é los de Tas-
cieron allí junto con el otro en que Cor- calteca os han dicho muchos males de mí.
tés estaba asseníado, o con mucho si- No creays más de lo que por vuestros
lencio estando todos, comencé Montecu- ojos viéredes, en espegial de aquellos que
ma á hablar, ó dixo á Hernando Cortés son mis enemigos, é algunos del los eKan
lo que se sigue: «Muchos dias ha que mis vassallos é se me han rebelado con
por nuestras escripturas ó memorias te- vuestra venida, é por se favoresger ó
nemos aprendido de nuestros passados, congragiar con vos, lo digen: los quales
é verdadera noticia que yo é los que esta sé que también os han dicho que yo tenia
tierra habitamos, no somos naturales della, las casas con las paredes de oro, é quo
sino extrangeros, é venidos á ella de par- las esteras de mis estrados é otras cosas
tes muy extrañas. É tenemos assimesmo de mi servigio son assimesmo de oro, é
que á estas partes truxo nuestra genera- que yo que era é me hagia dios, é otras
ción un señor, cuyos vassallos todos eran, muchas cosas. Las casas ya las veys que
el qual se volvió á su naturalega é des- son de piedra é cal é tierra.» Dicho es-
pués tornó a venir desde á mucho tiempo, to algo las vestiduras, é mostrando las
é tanto que ya estaban casados los que carnes. dixo: «Á mí veysme aqui que
avian quedado con las mngeres naturales soy de carne é huessos, como vos, é co-
286 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mo cada uno, é soy hombre mortal é pal- todas sus tierras é gente, era la causa que
pable (é asíase él con sus manos de los avia de passar por tierra de sus enemi-
bracos é del cuerpo): ved como os han gos, é que temiendo ser dellos ofendido,
mentido. Verdad es que yo tengo algunas lo dexaba; pero que le enviasse quatro
cosas de oro, que me han quedado de mis españoles que viniessen con él, porque
abuelos. Todo lo que yo toviere, teneys aquellos, por cuya tierra avia de passar,
cada vez que vos lo quisiéredes. Yo me sabiendo á lo que venia, no le enojarían,
voy á otras casas donde vivo, é aqui é quél vernia luego. Y el dicho capitán ó
sereys proveydo de todas las cosas nes- teniente, creyendo ser gierto lo que Qual-
cessarias para vos é vuestra gente, é no popoca le envió á degir, é que assi lo
rescibays pena alguna, pues estays en avian hecho otros muchos, envióle los
vuestra casa y en vuestra naturaleza.» quatro españoles; é después que los tuvo
El capitán Hernando Cortés, assi como en su casa, los mandó matar, de manera •
acabó de hablar Monteguma, le respon- que paresgiesse quél no lo hagia. É al
dió, satisfaciendo á lo ques dicho, aquello tiempo que se ovo de executar su maligia,
que le paresció que convenia, en especial muertos los dos chripstianos, los otros dos
en le dar á entender quel Rey de Castilla escaparon heridos, é por los arcabucos é
era á quien Monteguma e los indios espe- boscages se volvieron á la villa; é fecha
raban. É con esto so despidió Montecuma relagion al teniente della, salió con su
é se fué á la otra casa que dixo, y Her- gente é fué sobre la cibdad de Almería con
nando Cortés é su gente fueron muy bien ginqüenta españoles á pió é dos de á caba-
proveydos de muchas gallinas é pan é llo, é con dos tiros de pólvora é con ocho
fructas é otras cosas nescessarias; é dcsta ó diez mili indios de los confederados é
manera estuvo seys dias muy proveydo amigos de los españoles. É pelearon con
é visitado de muchos de aquellos señores los naturales de la cibdad-, 6 la tomaron
é principales. por fuerga de armas con muerte de mu-
Al principio se dixo que al tiempo que chos de ios naturales della, é á los demás
Cortés se partió de la villa de la Veracruz, echaron fuera, é la quemaron é destruye-
para yr á ver á Blontecuma, dexó en ron, porque los indios que fueron en com-
aquella villa giento é ginqüenta hombres pañía de los españoles pusieron en ello
para hager la fortalega que quedó comen- mucha díligengia; é fueron muertos en es-
cada, é también se dixo cómo avia de- te trange ó batalla ó combate seys ó siete
xado otras villas é fortalegas, de las co- españoles. Qualpopoca, señor de aquella
marcanas á aquella villa, de paz é por cibdad, con otros señores sus aliados,
vassallos de la Corona real de Castilla. Es que allí avian ydo en su favor, se esca-
de saber, que estando Cortés en la cib- paron huyendo, é de algunos prisioneros
dad de Churultecal, resgibió letras del te- que se tomaron, se ovo notigia é informa-
niente que dexó en la dicha villa, por las gion de cuyos eran los que estaban en de-
quales le higo saber cómo Qualpopoca, fensa de aquella cibdad, é por qué causa
señor de aquella cibdad que se dige Nan- avian muerto a los dos españoles sobre
tecal, é por otro nombre Almería, le avia seguro, é mataran á los otros dos, si no
enviado á degir por sus mensageros quél huyeran. É dixeron que Monteguma avia
desseaba ser vassallo del Rey de Castilla; mandado á Qualpopoca é á los otros que
é que si hasta estonges no avia venido ni allí avian ydo, como á sus vassallos que
venia á dar la obidiengia que era obliga- eran, que salido Cortés de aquella villa
do, é á se ofresgcr por tal vassallo con de la Veracruz, fuessen sobre aquellos
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. V. 287
que se le avian aleado é ofresgídose á la favoresger. É á esta causa confessaron al-
amistad de los chripstianos, é que por to- gunos prissioneros que se avia hecho lo
das las vías que pudiessen matassen los que está dicho, por complir el manda-
españoles, que en aquella villa quedassen, miento de su señor Monteguma.
porque Cortés no los pudiesse ayudar ni

CAPITULO VI.
En el qual se Iracta cómo el capitán Hernando Cortés prendió al grand príncipe Montecuma cautelosamen-
te; é cómo fué hecha justicia de Qualpopoca, señor de Nantecal, é otros señores principales, que con él fue-
ron quemados, porque mataron sobre seguro ciertos chripstianos.

JL/esde á seys dias que Hernando Cortés con los que le paresgió que debia llevar, á
estaba en la cibdad de Temistitan, alias las casas del dicho Monteguma, como otras
México, é a viendo visto algunas cosas de- veges avia ydo á lo ver. É después que
11a, aunque pocas, segund las que avia le ovo hablado en burlas é cosas de pla-
que ver é notar, por aquellas é por lo que ger, Monteguma le dio algunas joyas de
avia visto de la tierra, le paresció que oro, é una hija suya, é otras hijas de se-
convenia al servicio del Emperador, que ñores á algunos españoles; é muy confor-
aquel grand rey Monteguma estoviesse en mes y en amistad departiendo, le dixo
su poder, y no en toda su libertad, por- Cortés que ya sabia lo que en la cibdad
que no mudasse el propóssito é voluntad de Nantecal avia acaesgido, é los espa-
que avia mostrado en la amistad contray- ñoles que allí le avian muerto, é que Qual-
da é ofrescida al servicio de Su Magostad popoca daba por desculpa que todo lo
é á la paz con los chripstianos. É porque quél avia hecho, avia seydo por su man-
importunándose dellos, les pudiera hacer dado, é como su vassal!o,no avia podido
tanto daño que no oviera memoria de hager otra cosa; é que Cortés creia que
aquellos, segund su grand poder, é tam- no era assi, como Qualpopoca degia, é
bién porque teniéndole consigo, todas Jas que antes era por se excusar de culpa:
otras tierras que le eran subjetas vernian que le paresgia quel Monteguma debía en-
más ayna al servicio del Rey, como en viar por él é por los otros pringipales que
efetto después subcedió, determinó de lo en la muerte de aquellos españoles se
prehender é poner en el apossento donde avian hallado, porque la verdad se su-
el mesmo Cortés estaba, que era bien piesse é aquellos fuessen castigados, y el
fuerte. É porque en su prission no oviesse Emperador, nuestro señor, supiesse la"
algún escándalo ni alboroto, pensando to- buena voluntad que Monteguma tenia á su
das las maneras é formas que para lo ha- real servigio claramente, y en lugar de
cer se debían tener, acordósele de lo que las mergedes que Su Mageslad le avia de
el teniente de la Veracruz le avia escripto mandar hager, los hccjios ní dichos de
gerca de lo acaescido en la cibdad de aquellos delinquientes malos no provocas-
Nantecal, ó Almería, como mas larga- sen al Rey., nuestro señor, á yr contra él,
mente se dixo en el capítulo pregedente, por donde le mandasse hager daño, pues
é cómo se avia sabido que aquello se avia la verdad era al contrario de lo que aque-
hecho por mandado de Monteguma. llos degian, ó que Cortés estaba muy sa-
É assi, dexando buen recabdo en las tisfecho de Monteguma en este caso.
encrugijadas de las calles, se fué Cortés, Luego á la hora mandó llamar ciertas
288 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
personas de los suyos ( é dióles una figu- calgos, truxeron unas andas no muy bien
ra pequeña de piedra de manera de sello, aderesgadas, é llorando é sollozando, le
!a qual él tenia atada en el braco, é man- tomaron en ellas con mucho silengio, é no
dóles que fuessen á la dicha cibdad de menos lágrimas, é assi fueron hasta el
Nantecal, alias Almería, que está sessen- apossento, sin aver alboroto en la cibdad,
ta ó septenta leguas desde Temistitan, que aunque se comencé á mover, lo qaal sa-
truxessen al dicho Qualpopoca, é se in- bido por Monteguma, envió á mandar q;io
formassen'de los demás que avian seydo no lo oviesse. É assi estuvo todo en quie-
en la muerte de aquellos españoles, é as- tud, como antes la avia, é la ovo todo eí
simesmo los truxessen; é si por su volun- tiempo que Cortés tuvo presso á Monte-
tad no quisiessen venir, los truxessen guma, porque él estaba mucho á su pla-
pressos, é si so pusiessen en resistir la ger é con todo el servigio que acostum-
prission, que requiriessen á gicrtas comu- braba á tener en su casa, que era bien
nidades comarcanas á aquella cibdad de grande é maravilloso. É Cortés é todos los
Nantecal, que allí les señaló, para que con españoles le hagian todo el plager, que les
mano armada fuessen, para los prender, era posible.
por manera que no viniessen sin ellos. Los Passados quinge ó veynte dias de su
quales luego se partieron, é assi ydos, prission, vinieron aquellos que avian ydo
Cortés dixo á Monteguma que le agra- por Qualpopoca é por los que avian muer-
descia la diligencia que ponía en la pris- to los españoles, é truxeron á Qualpopo-
sion de aquellos, porque Cortés avía de ca é á un hijo suyo, é con ellos quinge
dar cuenta al Rey de aquellos españoles, personas que degian que eran pringipales
é que para él poderla dar, convenia que é avian seydo en el dicho homigidio; é
Monteguma estoviesse en la possada de traían á Qualpopoca en unas andas; mu-
Cortés hasta tanto que la verdad se decla- cho á manera de señor, como á la verdad
rasse, é se supiesse qué! estaba sin cul- lo era, ó luego Monteguma lo higo entrar
pa. É que le rogaba mucho que! no resgi- y entregar con los otros pressos á Her-
biesse pena deüo, porque él no avia de nando Cortés. É fueron puestos á buen
estar, como presso, sino en toda su liber- recabdo con sus prissiones, é después
tad; é que en servicio ni en el mando de que confessaron aver muerto á los espa-
su señorío no se le ponia impedimento al- ñoles ques dicho, fueron preguntados si
guno; é que escogiesse un quarto de aquel eran vassallos de Monteguma, é Qualpo-
apossento, donde él más quisiesso estar, poca respondió que si avia otro señor de
que más á su plager fuesse, é que tovies- quien pudiesse serlo (quassi digiendo que
sc por gierto que ningún enojo ni pena se no avia otro), é que sus vassallos eran.
le avia de dar: antes, demás de su servi- También se les preguntó que si loque
ció, los españoles le servirían en todo lo se avia fecho, si se avia fecho por su
que mandasse. E agerca desto passaron mandado, c dixeron que no , aunque
Cortés é Monteguma muchas pláticas, en después al tiempo que en ellos se exe-
que dando conclusión, él dixo que le pla- cutó la sentengia que fuessen quemados,
gia de se yr con Cortés-, é mandó luego todos á una voz dixeron que era ver-
que fuessen á aderesgar el apossenlamien- dad que Monteguma se lo avia enviado á
to, donde él quiso estar, é fué muy presta- mandar, é que por su mandado ío avian
mente aderesgado. É fecho esto, vinieron fecho. E assi fueron quemados estos in-
muchos señores, é quitadas las vestiduras dios en una plaga de México ó Temistitan,
é puestas por debaxode los bracos, é des- sin aver alboroto alguno. É aquel dia que
DE INDIAS. LIB. XXXM. CAP. VI. 289
los .quemaron, porque confessaron que estaba en su libertad, se podria excusar y
Monteguma les avia mandado que matas- eximir dellos. É muchas veces pidió licen-
sen á aquellos españoles, le mandó echar cia a Cortés para se yr á holgar é passar
Hernando Cortés unos grillos, de que res- tiempo á ciertas casas de placer quél te-
cibió no poco espanto, aunque después nia , assi fuera de la cibdad como dentro
de haberle hablado aquel dia se los mandó della, é ninguna vez se lo negó; é fué
quitar, é quedó Monteguma muy conten- muchas veces á holgar con cinco ó seys
to. É de allí adelante el general trabaxaba. españoles á una é á dos leguas fuera de
de darle placer é contentarle, e publicaba la cibdad, é volvía siempre muy alegre é
é decía á los naturales de la tierra, assi á contento al apossento, donde Cortés le te-
los señores é pringipales como á los ple- nia. É cada vez que salia, hagia muchas
beos, que la voluntad de Céssar era que mercedes de joyas é ropas, assi á los es-
Montecuma se estoviesse en su señorío, pañoles que con él yban, como á los na-
reconosgiendo él la superioridad que Su turales suyos, de los quales siempre yba
Magestad sobre él tenia, é sirviendo al tan acompañado, que quando menos con
Emperador, nuestro señor, como su vas- él yban, passaban de tres mili hombres,
sallo: é que haciendo él esto, é perma- que los más dellos eran señores é perso-
nesciendo en buena lealtad, quería Su nas principales. Á todos hacia continuos
Magestad que Montecuma fuesse obedes- banquetes é fiestas: quantos con él yban
cido é tenido por señor, como primero é tenian que contar de sus magnificencias.
antes que los españoles é su general fues- Al coronista le paresce que, segund lo
sen á aquella tierra. que se puede colegir desta materia, que
Decía Cortés en su carta que fué tanto Monteguma era, ó muy falto de ánimo, ó
el buen tractamiento que le higo á Monte- pusilánimo, ó muy prudente, aunque en
cuma , y el contentamiento que Montecu- muchas cosas los que le vieron le loan de
ma tenia del, que algunas veges é mu- muy señor é liberal, y en sus razona-
chas le cometió con su libertad, rogándo- mientos mostraba ser de buen juicio. Di-
le que se fuesse á su casa, é que le dixo ce Aben Ruiz *: «Pues la muerte de nes-
todas las veces que se lo decía quél esta- cessidad ha de venir, nesgessario es quel
ba bien allí, é que no se queria yr, por- bueno con esfuerco la haya de sofrir *.»
que allí no le faltaba cosa de todo lo quél Á este propóssito ó intento, sintiendo Mon-
queria, como si en su casa estoviesse; é teguma que aquellos halagos de Cortés
que podria ser que yéndose é aviendo lu- eran enforrados ó disimulación, para se
gar los señores de la tierra, sus vassallos, enseñorear con buena maña de lo que no
le importunassen ó indugiessen á que hi- pudiera con manifiesta fuerga, dilataba
ciesse alguna cosa contra su voluntad, también Montecuma su prission, pensan-
que no fuesse en servicio del Rey, nues- do guiar su libertad por otra vía. sin pe-
tro señor: é quél tenia propuesto de ser- ligro de su persona, porque ningún hom-
vir á Sú Magestad en todo lo possible, é bre puede más de una vez morir, como
que hasta tanto que los toviesse informa- dice Sanct Pablo a . Pensaba Monteguma
dos de lo que queria hacer, quél estaba que ninguna turbagion le podía dar ni qui-
bien allí, porque aunque alguna cosa le tar la vida hasta que su tiempo determi-
quisiessen decir, con responderles que no nado Hegassc; mas si este príncipe supie-

* Asi lo escribió Oviedo: debe decir si a duda 1 En el prólogo de la Phísica.


Aben Hezra, cuya celebridad fué grande durante 2 Statutumesthomiiiisemelmori. (AdHebraeos,
la edad media. cap. IX.
TOMO III. 37
290 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ra lo que escribe Xenofonte en la vida del nuestro Céssar tanto é tan poderoso acres-
rey Ciro, en sí mesmo pudiera ver que gentamiento de Estado á su monarquía por
no es tan duro dexar de conseguir lo que la liberalidad ó clemengia divina: ni qui-
se dessea, quanto es molesto ser quitado so permitir nuestro Redemptor que aque-
lo que se posee. Y assi me paresge á mí lla tierra estoviesse más en sus ydola-
que aunque el temor 'que aquellas gentes trias, ni dexasse de venir á juntarse con
tenían á los caballos era grandíssimo} é la república de los feliges chripstianos pa-
demás de su espanto, para ellos era cosa ra que su Sancto Evangelio se guarde é
de mucha admiragion, un príngipe tan florezca tan á gloria é alabanga de la fée
grande como Montecuma no se avia de cathólica, como al pressente en la Nueva
dexar incurrir en tales términos ni con- España se exergila la religión chripstiana,
sentir ser detenido de tan poco número por la diligengia de muchos religiosos de
de españoles ni de otra generagion algu- todas las órdenes eclesiásticas, y en es-
na. Mas como Dios tiene ordenado lo que pegia! aquellos de la regla é Orden del se-
ha de ser, ninguno puede huyr de su jui- ráphico é glorioso Sanct Frangisco. Pas-
gio. Ni se podrá negar á la ventura de semos á lo demás de nuestra historia.

CAPÍTULO VII.
En que la historia tracla de las minas de oro de la Nueva España, é.de otras particularidades de ciertas
provincias; é cómo el príncipe Tucbinlecla vino á la obidiencia de Sus Mageslades é á la amistad del capi-
tán Hernando Cortés, é dio licencia que los chripstianos poblassen en su tierra.

JLjscribió Hernando Cortés al Empera- oro é muy buena, aunque sacada con po-
dor Rey, nuestro señor, que después que . co aparejo, porque ño tenían otros instru-
conosgió de Montecuma el muy entero mentos más de "aquellos con que los in-
desseo que tenia al servicio de Su Magos- dios lo sacan. Y en el camino passaron
tad , le rogó que porque más enteramente tres provingias,. segund aquellos mensa-
él pudiesse hager relagion á su Cessárea geros después dixcron é como después
Magestad de las cosas de aquella tierra, ha paresgido ser assi, de muy hermosa
le mostrasse las minas de donde se saca- tierra é de muchas cibdades c villas, é
ba el oro, el qual con muy alegre sem- otras poblagiones en mucha cantidad, é
blante dixo que le plagia: é luego mandó de tales é tan buenos edefigios, que de-
llamar giertos servidores suyos, é dos en gian que en España no podian ser mejo-
dos los repartió para quatro provingias, res ; en espegial dixeron que avian visto
donde dixo que se sacaba, é dixo á Cor- una casa de apossentamiento é fortalega
tés que diesse españoles que fuessen con mayor é mas fuerte é mejor edeficada
ellos, para queloviessen sacar. É assi Cor- quel castillo de Burgos. É la gente de
tés proveyó de otros tantos chripstianos, una de aquellas provingias, que sé llama
que fuessen assi de dos en dos con los in- Tamagulapa, era mas vestida que esso-
dios: ó los unos fueron á una provingia tros ques dicho, é segund les paresgió á
que se dige Cugula, ques ocho leguas de cssos que Cortés envió, gente es de bue-
la gran cibdad de Temistitan; é los natu- na ragon.
rales de aquella provingia eran vassallos Los otros fueron á otra provingia que
de Monteguma, é allí les mostraron tres so digo Malinaltepeque, ques otras sep-
rios, é de todos tres truxeron muestra de tenta leguas de la dicha gran cibdad,
DE INDIAS. L1B. XXXIII. CAP. VII. 291
y es mas hágia la costa de la mar; y es- á Cortés ciertas joyas de oro é muy her-
tos truxeron muestra de oro de un rio mosa ropa de la que en aquella tierra se
grande, que por allí passa. Los otros fue- usa.
ron á otra tierra, que está este rio arriba Los otros fueron á otra provincia que
poblada de una gente diferente de la len- se dige Tuchitebeque, ques quassi en el
gua de Culua, á la qual llaman thenis, y mesmo derecho hacia la mar doce leguas
el señor de aquella tierra se llamaba Coa- de la provincia de Malinaltebeque, donde
íhelicamat, y por tener su tierra en unas ya es dicho que se halló el oro; é allí les
sierras muy altas é ásperas, no era subje- mostraron otros dos rios, en donde assi-
to á Montecuma, é también porque la gen- mesmo sacaron muestra de oro. É porque
te de aquella provincia es muy belicosa allí, segund los españoles que allá fueron
é pelea con 1 ancas de veynte y ginco ó hicieron relación, hay mucho aparejo pa-
treynta palmos. É por no ser aquellos de ra iiacer estancias é para sacar oro, rogó
los vassallos de Montecuma, los mensa- Cortés á Montecuma que en aquella pro-
jeros que con los españoles yban, no osa- vincia de Malinaltebeque, porque era pa-
ron entrar en la tierra, sin lo hacer saber ra ello mas aparejada, higiesse hacer una
primero al señor delia é pedirle licencia estancia é hacienda para el grand Rey de
para ello, diciendo que iban con aquellos Castilla: é puso luego en ello tanta dili-
ehripstianos á ver las-minas del oro que gengia, que desde en dos meses que se le
tenia en su tierra, é que le rogaban de dixo, estaban sembradas sessenta hanegas
parte del capitán general de los españoles de mahiz é diez de fésoles, é dos mili
é de la de Montecuma, su señor, que pies de árboles de cacagual, por otro
lo ovisso por bien. El qual Coatelicamat nombre llamado cacao (ques una fructa
respondió que los españoles él era muy como almendras, quellos beben molida,
contento que entrassen su tierra é viessen é la tienen en tanto, que se tracta por
las minas é todo lo demás quellos quisies- moneda en toda aquella tierra, é con ella
sen; poro que los de Culua, que son los se compran todas las cosas nescessarias
de Montecuma, no avian de entrar en su en los tiánguez ó mercados é otras partes,
tierra, porque eran sus enemigos. donde algunas cosas se compran é ven-
Algo esto vieron los españoles perplexos den, porque en ñn essas almendras les son
en sí, oyda la respuesta, é dubdósos si lo mesmo que á los ehripstianos el dinero
yrian solos ó no, porque los que con de contado). É avia fechas quatro casas
ellos yban les dixeron que no fuessen, muy buenas, en que en la una, demás de
porque los matarían, é que por íos ma- los buenos apossentos, hicieron un estan-
t a r l o consentían que los de Culua entras- que de agua ó pusieron en él quinientos
sen con ellos. É at fin se determinaron de patos, que en aquella tierra tienen en mu-
entrar solos, é fueron del dicho señor é cho , porque se aprovechan de la pluma
de los de su tierra bien rescebidos é trac- dellos, é los pelan cada año, é hacen sus
tados, é les mostraron siete ú ocho rios, ropas con ella, é mantas de cama tan her-
de donde dixeron quellos sacaban el oro; mosas, que de ningún brocado ni seda
y en su pressencia lo sacaron los indios, pueden ser mas lindas, é tíñenlas de las
é truxeron á Cortés la muestra de todos. colores que quieren tan vivas é finas quel
Con los qualcs mensageros é otros pro- muy rico carmesí ó púrpura no les hage
prios suyos envió aquel señor á ofres- ventaja en la vista. Pusieron assimesmo
cer su persona y Estado al servicio del hasta mili é quinientas gallinas, ó mejor
Rey Emperador, nuestro señor, y envió digiendo pavos (que en el sabor son me-
292 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
joros é mayores que los pavos de España) Tuchintecla, los resgibió muy bien é les
sin otros aderegos de grangerias, que higo dar canoas para mirar el rio, é ha-
muchas veces juzgaban los españoles que llaron en la entrada del dos bragas é me-
lo vieron, que valia mas de veynte mili dia largas en lo mas baxo de baxa mar:
pessos de oro. é subieron por el rio arriba dos leguas, é
Assimesmo rogó Hernando Cortés a lo mas baxo que en él hallaron fueron gin-
Monteguma que le dixesse si en la costa de co ó seys bragas, é segund la dispusigion
la mar avia algún rio ó puerto, donde los que en el rio vieron, les paresgió que su-
navios que viniessen de España, ó fuessen bía mas de treynta leguas de aquella hon-
dcsta nuestra Isla Española é otros de dura. En la ribera del qual rio hay mu-
otras partes pudiessen entrar y estar se- chas é grandes poblagiones, é toda Ja
guros. El qual respondió quél no lo sabie, provingia es muy llana ó fértil é abundo-
porque no sabia ni avia visto qué tales ni sa de todas las cosas do la tierra, é de
que tan grandes eran nuestras naos; pero mucha ó quassi ¡numerable gente. Los de
qué! haria pintar toda la costa é ancones é aquella provingia no eran subditos ni vas-
rios é puertos della, é que enviasse él es- salios de Monteguma: antes eran sus ene-
pañoles á lo ver, ó que fuessen con los in- migos.
dios, que! Monteguma daría para que tos Este señor Tuchintecla assimesmo, al
guiassen é fuessen con ellos; é assi se hi- tiempo que los españoles llegaron, les en-
go. É pintóse toda la costa en un paño, vió á degir que los de Culua, que con
muy al natural, y en la pintura paresgia ellos yban, no entrassen en su tierra, por-
un rio, que salia á la mar, mas abierto que que eran sus enemigos. É quando se tor-
los otros, segund su figura, el qual pa- naron los españoles con la relagion ques
resgia estar entre las sierras que digen de dicho, envió con ellos giertos mensage-
Sanct Martin; y son tanto en un ancón ros á Cortés con un pressente de algunas
metidas, que los marineros é pilotos pen- joyas de oro é cueros de tigres é muy
saron estonges que se partía la tierra en hermosos plumages ó piedras diverssas é
una provingia que se dige Maganalco, ó ropas de algodón muy bien labradas; y
Guagacalco. É dixo Monteguma á Cortés envióle á degir que avia muchos diás que
que viesse él á quién quería enviar, é quél tenia notigia del, porque los de Puntuñ-
proveería cómo viesse é supiesse todo. chan (ques el rio que llaman de Grijalva,
Cortés señaló diez hombres, y entrellos el qual está en diez y ocho grados desta
algunos pilotos é hombres expertos en las parte de la línia equinogial) que son sus
cosas de la mar; é con el recabdo que amigos, le avian dicho cómo Cortés é los
Monteguma les dio, se partieron ó fueron chripstianos avian passado por allí, é avia
por toda la costa desde el puerto de Chai- peleado con ellos,'porque no le dexaban
chimeca, alias de Sanct Johan, donde Cor- entrar en su pueblo i é que después avian
tés se avia desembarcado, quando fué á quedado amigos é se avian otorgado por
aquella tierra: é anduvieron por ella ses- vassallos de la Corona Real de Castilla. É
senta é tantas leguas, sin hallar rio ni an- que assimesmo el dicho Tuchintecla se
cón donde pudiessen entrar navios, pues- ofresgia al servigio del Rey, nuestro se-
to que en la dicha costa avia muchos ó ñor , é de sus subgessores en Castilla con
muy grandes, ó todos los sondearon con su persona é tierra; é quél rogaba á Cor-
canoas. É assi llegaron á la provingia de tés que lo toviesse por amigo, con tal
Guagacalco, donde el dicho rio está; y el condigion que los de Culua no entrassen
señor de aquella provingia, que se degia en su tierra; é que viesse Cortés las co-
DE INDIAS. LUÍ. XXXIII. CAP. VII. 293
sas que en ella avia, de que la Magestad dado é favorescido, é le tomaba por amigo
Real se quisiesse servir: quél daria dellas suyo ó de los españoles, é le agradescia
las que Cortés señalassc en cada un año, su buena voluntad é obra, é á este pro-
é serviria con toda fidelidad é verdadera póssito otras palabras convinientes á la
amistad é obra, como lo veria con el nueva amigicia contrayda.
tiempo. Llegados estos segundos mensageros
Cómo los españoles ques dicho volvie- de Cortés, aquel señor los rescibió muy
ron desta provincia á Cortés, informáron- bien, y ellos con mas diligengia y aten-
le que era aquella tierra aparejada para ción sondaron otras veces el puerlo é
poblar, é diéronle noticia del puerto que, rio, é vieron muy particularmente la dis-
avian visto, de lo qual él holgó mucho, pusicioaque avia para poblar. É de todo
porque era á propóssito, é nunca se avia volvieron con entera é verdadera relagion,
hallado ni le hay en toda la costa desde é díxeron que avia todo lo ques nesges-
el rio de Sanct Antón, ques junto al de sario para la buena fundagion de un pue-
Grijalva, hasta el Panuco, ques la costa blo bien assentado é proveydó; é quel
abaxo, adonde cjertos españoles, por señor de la provingia era muy contento y
mandado de Francisco de Gáray, fueron estaba con mucho desseo de servir al Rey,
á poblar, como se dirá adelante. Y para nuestro señor, é de ser muy amigo de
más se certificar Cortés de las cosas de Cortés ó de los españoles. Sabido esto por
aquella provincia é puerto, é de la volun- Cortés, proveyó de enviar un capitán con
tad de los naturales della, é de las otras giento é ginqüenta hombres, para que fues-
cosas nescessarias á la población, tornó á sen á tragar ó formar una buena villa, é
enviar ciertos españoles, hombres de ex- ordenóles que higiessen una fortalega en
piriengia, para que inquiriessen con mu- la parte que más conviniesse ó segura
cha atengion todo lo que les paresció que fuesse, porque el señor de la provingia se
se debia saber. Y estos volvieron con los avia ofrescido de la hager y edeficar as-
embajadores que Tuchintecla le avia en- simesmo todas las casas que fuesse me-
viado ; y en recompensa de su prossente nester ó le mandassen. É luego»higo seys
envióle algunas cosas, conforme á la cos- en el assiento ó parto que para el pueblo
tumbre : que era resgibir Cortés é los es- se señaló; é dixo que era muy contento
pañoles oro, é dar en cambio de aquel que se fuessen allí á vivir é poblar en su
algunas cosillas de vidro é cascabeles de tierra los chripstianos, porque tenia en
latón é algún cuchillo ó espejo. Y envióle mucho su amistad, ó.que en quanto él pu-
á decir cómo él lo rescibia por vassallo de diesse los entendía contentar é hacerles
Su Magestad é de su Corona Real de Cas- buena vecindad.
tilla , é que como tal seria tractado é ayu-
291 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO VIII.
Cómo fué presso el príncipe Cacamacin , señor de Aculuacan *, porque se rebeló después de se aver ofres-
QÍdo por vassallodel Rey, nuestro señor, é también se apartó de ia amistad de Montecuma, su señor, é
fué puesto un hijo suyo del dicho Cacamacin por señor de su estado **

J\. tiempo quel capitán Hernando Cortés beló é apartó de su-obidiencia, é también
yba á la grand cibdad de Temistitan, co- de la fidelidad que avia prometido al Rey,
mo ya queda dicho, salióle al camino un nuestro señor, ó de la amistad de Her-
grand señor á resgibirle de parte de Mon- nando Cortés é de los españoles; porque
tecuma , cuyo pariente muy cercano era, le paresció que, pues Hernando Cortés
é su señorio confinaba con el suyo. Este avia detenido á Montecuma, quel tiempo
se llamaba señor de Aculuacan , y la ca- le daba oportunidad á él para ser libre, é
beca de su estado es una grand cibdad, apartado de su vassallage, é del que los
que está junto á la laguna salada: é des- chripstianos comencahan de nuevo á im-
de ella hasta Temistitan hay seys leguas poner á los indios, é aun pensaba acres-
por el agua, é por tierra diez. Llámase gen tar* sus rentas é señorio, mediante la
Testuco, y es de treynta mili vecinos, en guerra común. Y puesto que muchas ve-
la qual el señor della tiene unas casas muy ges fué requerido que obedesgiesse los
excelentes, y está toda muy edeficada de mandamientos que Cortés, de parte del
torres muchas é muchos templos ó orato- Rey, nuestro señor, le enviaba, y el Mon-
rios muy grandes é muy bien labrados. tecuma assimesmo por su parte, no sola-
Hay muy grandes mercados é contracta- mente dexó de obedesger, pero respon-
clon en ella. día que si algo le querían, que fuessen á
Demás desta cibdad tenia el señor des- su tierra, é allí verían para quánto era y
te estado otras dos, la una á tres leguas el servigio que era obligado á hacer. É
de Testudo, llamada Acuruman, é la otra segund la informagion que se ovo, tenia
á seys, que se dice Otumpa. Y en cada grand número de gente de guerra junta é.
una destas dos avia tres ó quatro mili ve- muy á punto para se defender, é aun
cinos: é tiene Ja dicha provincia ó seño- ofender á quien quisiesse perturbar su
rio Aculuacan otras aldeas é alquerías en tierra ó enojarle. Y cómo délas amones-
mucha cantidad, é muy buenas tierras é la- tagiones ó requirimientos con él ningún
brangas; é confina todo este señorio por la fructo se conseguía, para lo atraer á lo
una parte con la provingia de Tascalteca, que Cortés quería, habló á Monteguma el
de la qual se ha tractado en los capítulos general ó pidióle su paresger, para que
precedentes. Este señor ó príncipe era aquel no quedasse sin castigo de su rebe-
mucha parte en aquellas tierras, é su pro,- lión. É Monteguma le respondió, como sa-
prio nombre era Cacamacin: el qual, des- bio, é dixo á Cortés que querer tomar
pués de la prission de Monteguma se rc- por guerra á Cacamagin era cosa de mu-

" Oviedo tachó en el MS. original la siguiente tambien se apartó de la amistad de Monleeuma, su
cláusula : Señor de Aculuacan , pariente muy cer- señor , por cuya industria fué presso é entregado
cano de Monteguma é grand señor en aquellas par- á Hernando Cortés, é fué puesto un hijo suyo del
tes, ele. - dicho Cacamacin por señor de su estado, al qual
" La última parle del epígrafe del presente llamaban Cocuzcaein.»
capítulo estaba concebida en estos términos: <tE
DE INDIAS. LIB. XXXIH. CAP. YIII. 295
cho peligro, porque era grand señor é llos sus pringipales, antes que fuessen sen-
tenia mucha gente é muchas é buenas tidos de la gente de Cacamagin, é metié-
fuercas, é no se podría aquello hacer, sin ronle en aquellas canoa», é salieron á la
aventurarse mucha gente; pero quél tenia laguna, é lleváronle á la grand cibdad de
en su tierra del mesmo Cacamagin muchos Temistitan, que como es dicho, está seys
servidores é personas pringipales que vi- leguas de allí. É llegados á Temistitan, le
vían con él, é les daba salario: que ha- pusieron en unas andas, como su estado
blaría con ellos para que atraxessen algu- lo requeria é aquel señor acostumbraba
na gente de la del dicho Cacamacin á sí; andar: el qual les dixo estonges: < No sé
é que atrayda, y estando seguros que por qué me honrays agora, pues deshon-
aquellos assi atraydos favoresgerian el rándome, me aveys traydo aqui contra mi
partido de Cortés} podrían prender segu- voluntad, é como alevosos é malos vas-
ramente á Cacamagin. salios é peores amigos, á donde padezca,
É fué assi, que Monteguma higo sus por dessear mi libertad é la vuestra.» En
conciertos de manera que aquellas per- fin, sin responder lo llevaron, como es
sonas, á quien él lo ordenó condugie- dicho, en pressente al capitán Hernando
ron al Cacamagin á que se juntasse con Cortés, el qual le higo echar unos grillos,
ellos en la cibdad ya dicha de Testuco, é mandóle poner'á buen recabdo. É con
para dar orden en las cosas" que conve- paresger de Monteguma puso en aquel se-
nían á la conservagion de su Estado, co- ñorío, en nombre del Rey de Castilla,
mo personas pringipales, é que les do- nuestro señor, á un hijo de Cacamagin,
lia quél higiesse cosas, por donde se per- que se llamaba Cocuscagin; é proveyóse
díesse. É juntados en una muy gentil ca- que todas las comunidades é seño/es prin-
sa del mesmo Cacamagin (que está junto gipales de la provingia é señorío de su pa-
á la laguna, y es de tal manera edefica- dre, le obedesgiessen por señor, hasta
da que por debaxo de toda ella navegan tanto que Su Magestad Ctessáréa fuesse
canoas é salen á la dicha laguna), allí servido* É assi se higo: que de allí ade-
secretamente tenían aparejadas giertas ca- • lante todos los vassallos le tuvieron é
noas con mucha gente apergebida, para obedesgieron por señor, como al mesmo
que si el Cacamagin quis^esse resistir la Cacamagin; é el nuevo señor fué obe-
prission, pudiessen los otros salir con la diente á Cortés en todo lo que de parte
empressa, ó matarle; y estando en su con- del Emperador Rey, nuestro señor, le
sulta, le tomaron é prendieron todos aque- mandaba.

CAPITULO IX.
En el qual se cuenta la relación quel grand principe Montecuma dio de su origen á sus vassallos en una pú-
blica audiencia, en que les habló é mandó que obedeseiessen é sirviessen al Emperador don Carlos, nuestro
señor, como á Rey de Castilla é su natural señor, é después del perpetuamente á los Reyes de Castilla é de
León, sus subcessores.

t a s s a d o s algunos días después de la él estaba. É allegados en su pressengia,


prission del príngipe Cacamagin, mandó en manera que todos le podían muy bien
Monteguma juntar todos los señores de oyr y entender, pressente estando é á
las cibdades é tierras comarcanas; é jun- par del sentado el general Hernando Cor-
tos, envióles á degir que subiessen adonde tés, é allí junto sus lenguas é intérpetres
296 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
para le avisar de lo que se hablaba, Mon- aqui adelante tengays é obedezcays á es-
tecuma diso assi: te grand Rey de Castilla, pues él es vues-
«Amigos é hermanos mios, ya sa- tro natural señor, é después de sus dias
beys que de mucho tiempo acá, voso- á sus subcessores en su silla real perpe-
tros é vuestros padres é abuelos é pro- tuamente , é en su lugar tengays á este
genitores aveys seydo é soys subditos su capitán general. Y todos los tributos
é vassallos mios é de mis antecessores, que hasta aquí á mí me hagíades, los ha-
é siempre dellos é de mí aveys seydo ced é dad á él, porque yo assimesmo ten-
muy bien tractados, honrados é favores- go de contribuir á servir con todo lo quél
gidos; é vosotros assimesmo aveys hecho mandare; é demás de hacer lo que de-
lo que buenos é leales vassallos son obli- beys é soys obligados, á mí me hareys
gados á sus naturales señores: é creo que en ello mucho placer.»
de nuestros padres é mayores teneys avi- Lo qual todo les dixo llorando, con
so é relación é memoria cómo nosotros las mayores lágrimas é sospiros que un
no somos naturales desta tierra, é -vinie- hombre podía manifestar; é assimesmo
ron nuestros predecossores á ella de muy todos aquellos señores que le estaban
lexana tierra: é los truxo un señor que en oyendo, lloraban tanto que desde á grand
ella los dexó, cuyos vass'allos todos eran. espagio no le pudieron responder. Era la
El qual volvió desde á mucho tiempo, é* cosa de tal manera, que ninguno de los
halló que nuestros abuelos estaban ya po- españoles estaba sin aver mucha com-
blados é assentados en esta tierra, é ca- passion. Después de algo ser sosegadas
sados con las mugcres destas partes, ó y menos las lágrimas, respondieron que-
tenían mucha multiplicación de hijos: por llos lo tenían por su señor é avian pro-
manera que no quisieron volver con 'él, metido de hacer todo lo que les mandas -
ni menos le quisieron rescibir por señor se; ó que assi por esto, como por la ra-
de la tierra, y él se volvió é dexó dicho gon que les daba para ello, eran muy con-
que tornaría ó enviaría con tal poder que tentos de lo hacer; é que desde eston-
los pudiesse constreñir é atraer á su ser- ces para siempre ellos se daban por vas-
vigió por fuerca ó de grado. É bien sa- sallos del muy alto é muy poderoso Rey
beys que siempre lo avernos esperado; é de Castilla don Carlos, primero de tal
segund las cosas quel capitán que pres- nombre en ella, -é de sus subgessores y
sente está, nos ha dicho de aquel grand herederos en el real ceptro de Castilla é
Rey é señor que le envió acá, é segund de León. E desde allí todos juntos é cada
la parte de donde él dice que viene, ten- uno por sí dixeron que prometían é pro-
go por gierto, é assi lo debeys vosotros metieron de hager é cumplir todo aquello
tener, que aqueste es el señor que espe- que en nombre de Su Magestad real les
ramos, en especial que nos dice que allá fuesse mandado, como buenos 6 leales
tenia noticia de nosotros. Y pues nuestros vassallos lo deben hager, é de acudir con
predecesores no higicron lo que eran obli- todos los tributos, servigios é rentas que
gados con su señor, hagámoslo nosotros, antes al dicho Monteguma hagian y eran
é demos gracias á nuestros dioses, porque obligados, é con todo lo demás que les
en nuestros tiempos vino lo que tanto fuesse ordenado, en nombre del Rey de
aquellos esperaban. Y mucho os ruego, Castilla, á quien por Su Magestad lo
pues á todos os es notorio esto, que assi oviesse de aver, ó de resgebir é recaudar
como hasta aqui á mí me aveys tenido é tan cumplidamente, como lo soban dar é
obedescido por señor vuestro, que de acostumbraban servir á Monteguma, é
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. IX. 297
mejor, si mejor pudiessen hacerlo, só las algunas partes, como se ha dicho en los
penas en que caen los desobedientes é capítulos pregedentes, que Monteguma
desleales vassallos. É todo se asseató as- siempre le rogó que no fuesse á verle, ni á
si é más copiosamente por ante un escri- Tcmistitan, ni lo quisiera ver en ninguna
bano é notario público, por auto y en for- manera; c por lo que adelante se siguió,
ma, é Cortés lo pidió assi por testimonio se puede fágilmente considerar que esta
en prcssencia de muchos españoles: ó as- novela ó restitución no era de grado de
si lo escribió él después al Emperador, Monteguma. Y no sin causa tengo ya di-
nuestro señor. cho quél era pusilánimo ó hombre de po-
Y en la verdad, si como Cortés lo co ser, ó que aquella su consgiengia, con
dice ó escribió, passó en efetto , muy que paresgia quél daba lo suyo á su due-
grand cosa me paresco la consgiengia y ño, no resultó de su limpiega de ánima,
liberalidad de Monteguma en esta sti res- sino de la voluntad de Dios, por lefe de-
titución ó obidiencia.al Rey de Castilla, lictos é vigios desta gente. E por los sa-
por la simple ó cautelosa información de nos desseos ó méritos de Céssar se enca-
Cortés, que le podia hacer para ello. minaron las cosas á otro mayor derecho
Mas aquellas lágrimas, con que dice que é origen del que Monteguma degia; por-
Monteguma higo su oragion é amonesta- que si allí avian ydo sus progenitores, no
miento, despojándose de su señorio, é se sabe ni está escrito quién fueron essos,
las de aquellos, con que le respondieron, ni Cortés sabia eneste casólo que le degia,
ageptando lo que les mandaba y exhorta- mas de novelar é traer á su propóssi-
ba, á mi paresger su llanto queria dc- to confabuiagiones de mañoso é sagaz é
gir ó enseñar otra cosa de lo quél y ellos diestro capitán, exgcpto si, como se dixo
dixeron; porque las obediengias que se en la primera parte destas historias, en el
suelen dar á los príncipes, con risa é con libro II é capítulo III, estas gentes tenian
cantares, é diverssidad de música ó letigia alguna notigia dé lo que allí so tracto del
en señales de plager se suele hager, é no rey XII de España, llamado Héspero. Pero
con lucto ni lágrimas ó sollogos , ni cstaíi- no me quiero detener en estas congectu-
do presso quien obcdcscc; porque, co- ras, por passar á las otras cosas que ha-
mo dige Marco Varron, «Jo que por fuer- gen al discurso de la historia , siguiendo
ga se dá, no es servigio, sino robo.» el tenor de lo que Hernando Cortés escri-
Y el mesmo Cortés dige en su carta en bió al Emperador, nuestro señbr.

CAPÍTULO X.
En el qual se (rada cómo el capilan Hernando Coi tés persuadió á Montecuma que enviasse por sus tierras
á pedir á los principales señores 6 vassallos que sirviessen con oro al Emperador Rey , nuestro señor, é lo
hicieron en cantidad de más de ciento é nóvenla y dos mili pessos, allende de otros (jient mili pessos de
valor ¿joyas; é de algunas particularidades de la Nueva España *.

K assados pocos días después del aucto gipales vassallos higieron al servigio é obi-
é ofresgimicnto que Monteguma é sus prin- diengia del Rey, nuestro señor, como so

* Después de eslas palabras so leía en el ¡VIS. discurso de la verdad de la historia.» Pero estas li-
original; «É del Estado é casa de Montccuma ó de neas fueron tachadas por el mismo autor, porque
los templos A ydolos de Tcmíslitan é de los merca- no llegó á tratar del rompimiento y choque enlre
dos c comercio de los indios; é del recuentro .que Corles y Narvaez hasta et capítulo XII de este mis-
passó enlre el capilan Hernando Corles tí e! capitán mo libro, según en su lugar puede verse.
Pampliilo de Narvaez , 6 otras cosas nescessarias al
TOMO III. 38
298 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ha dicho en el capítulo de susso, acor- jes é piedras, ó otras muchas cosas de
dó el capitán Hernando Cortés (porque valor que para Céssar apartó Cortés é se-
aquellos ofresgimicntos no fuessen en va- ñaló , que podrían valer otros gient mili
no , ó solamente palabras) de decir á Mon- pessos ó más. Las quales cosas, demás de
teguma quel Emperador Rey, nuestro se- su mucho valor, eran tales ó tan mara-
ñor, tenia nesgessidad de oro para cier- villosas ó nuevas, que consideradas por
tas obras que mandaba hacer; que lo ro- su lindega y extraña forma, paresgia que
gaba que enviasse algunas personas de eran inextimables, é para creer que nin-
los suyos, é que Cortés enviaría assimes- gún príncipe del mundo, de quien tenga-
mo algunos españoles con ellos, por las mos notigia, las podrá tener tales ni tan-
tierras é casas de aquellos señores que se tas ni de tal calidad. Sin que parezca ser
avian ofrescido, ¿les rogar que de lo que esto fabuloso: pues ques verdad que to-
ellos fenian sirvió ssen al Rey, nuestro se- das las cosas criadas naturalmente, assi
ñor, con alguna parte: porque demás de en la tierra como en la mar, de que Mon-
la nesgessidad que Su Magestad tenia, teguma pudiesse tener conosgimiento, las
paresgeria que ellos comengaban á servir, tenia contrahechas tan al proprio, assi de
conformando con las obras é palabras la oro é plata como de pedrería é de plumas,
voluntad que avian oíresgido, é que Su é con tal perfigion, que quassi paresgian ser
Altega ternia más concepto de las volunta- aquello mosmo que querían imitar. De las
des que á su servicio tenian; y quel raes- quales todas dio Monteguma para el Rey,
mo Monteguma diesse assimesmo de lo nuestro señor, mucha parte, sin otras que
que tenia, porque lo quería enviar con el Cortés le dio figuradas, para que las man-
oro, como las otras cosas que antes se dasse hager de oro, assi como imágenes
avian enviado á Su Magostad.-E luego écrugifixos, medallas, joyeles, collares
Monteguma dixo qué le diesse los espa- ó otras muchas cosas do las nuestras, que
ñoles que quería enviar, é de dos en dos le higo contrahager. Cupieron assimesmo
é de tres en tres los envió con los indios, á Su Magestad, del quinto de la plata que
que le paresgió que debian yr repartidos se*ovo, giento é tantos marcos, los qua-
para muchas provincias é cibdades, por- les higo Cortés labrar á los indios de pla-
que algunas estaban lexos, á ochenta é á tos grandes é pequeños, y escudillas é ta-
cient leguas de la grand cibdad de Temis- pas é cucharas é otras piegas é vaxilla,
titan: é mandó á los suyos que fuessen tan perfetto quanto so lo supieron dar á
con algunos chripstianos á los señores do entender á los indios que lo higieron.
aquellas provincias é cibdades, é les di- "Demás desso dio Monteguma mucha ro-
xessen cómo Cortés mandaba que cada pa de la suya, que era tal, de algodón é
uno dellos diesse gierta cantidad do oro, sin seda, que daba admiragion su valor é
que se les señaló. É assi higo: que todos las muchas é diverssas labores: en que
aquellos señores ú quien enviaron, dieron avia ropas de hombres é de mugeres mu-
cumplidamente lo que so íes pidió, assi en cho de ver, é paramentos é cortinajes de
joyas como en tejuelos é hojas do oro ó cama, que los de seda no se podian com-
plata, é otras cosas de las que ellos te- parar á ellos. Avia otros paños, como de
nian , que fundido todo lo que era para tapigeria, que podian servir en salas y en
fundir, cupo á Su Magestad del quinto iglesias. Avia colchas é cobertores de ca-
treynta é dos mili é quatrogicntos 6 tan- mas, assi de pluma, como de algodón de
tos pessos de oro, demás c allende de to- diverssas é diferengiadas maneras é vivas
das las joyas de oro é do plata, é pluma- colores, 6 otras muchas cosas, que por
DE INDIAS. LIB. XXXIli. CAP. X. £99
ser tantas é tales seria dificultoso expre- é«va la corriente de la laguna dulge á la
sarlas. También dio Montccuma á Cortés salada: de lo qual se colige ó consta cla-
una docena de cerbatanas de las con quél ramente que la dicha laguna salada pro-
tiraba, muy hermosas, porque eran todas gede de la mar, y es ella mesma.
pintadas de muy excelentes pinturas é La grand cibdad de .Tcmistitan está
perfettos matices, en que avia figuradas fundada en esta laguna salada, é desde la
muchas ó diferenciadas maneras do ave- tierra firme al cuerpo de la dicha cibdad,
cicas é animales 6 árboles é flores é otras por qualquiera parte que quisieren entrar
diverssas cosas c fantasías; ó tenían los á ella, hay dos leguas ó quassi: tiene
bocales c puntería tan grandes como un quatro entradas, todas de calgada fecha
xcme, de oro, y en el medio otro tanto, á mano, tan ancha como dos langas ginc-
muy bien labrado. E díóle para con ellas tas. Es tan grande la cibdad como Sevi-
un carnieí de red do oro, é otras muchas lla é Córdova: son las calles pringipales
cosas, cuyo número fué quassi incontable. della muy anchas ó muy derechas, é al-
É dá relagion Hernando Cortés por su gunas dcstas é todas las demás son la mi-
carta al Emperador, nuestro señor, de tad de tierra, é por la otra mitad es agua,
otras muchas particularidades, entre las por la qual andan en sus canoas; é todas
quales recita primero la forma de la pro- las calles de trecho á trecho están abier-
vincia de México, ques donde está la tas, por donde atraviessa el agua de las
graud cibdad de Tcmistitan, é algunas do unas á las otras; y en todas estas abertu-
las otras, de quien se ha hecho relagion, é ras, que algunas son muy anchas, hay
donde estaba cí principal señorío é real sus puentes de muy anchas é muy gran-
silla de Montccuma. La qual dicha provin- des vigas juntas é regias ó bien labradas,
gia es redonda é toda gercada de muy al- ó tales que por muchas dellas pueden pas-
tas é ásperas montañas, é lo llano della sar diez de caballo juntos á la par. É vien-
terna de gircunferengia septenta leguas, do que si los naturales desta cibdad qui-
poco mas ó menos; y en este llano hayt siessen hager alguna traygion, tcnian para
dos lagunas, la una dulgc é la otra sala- ello mucho aparejo por su assianto, é ser
da , ó divídelas por una parte una cordi- odeficada de la forma que está dicho; é
llera pequeña de gerros muy altos, que que quitadas las puentes de las entradas
están en medio desta llanura-, é al cabo é salidas, podían dexar morir de hambre
se van á juntar las dichas lagunas en un á ios españoles, sin que pudiessen salir á
estrecho llano, que entre estos gerros ó las la tierra, luego que Cortés entró en la cib-
sierras altas se hage, el qual estrecho ter- dad, mandó dar mucha priessa á hager
na de abertura un tiro de ballesta. E por quatro bergantines, ó los higíeron muy
entre la una laguna é la otra, é las cibda- presto, é tales que podían echar trescien-
dcs é poblagioncs que están en las dichas tos hombres en la tierra, é llevar los ca-
lagunas, contractan los indios por el agua ballos cada vez que quisiessen.
unos con otros en sus canoas, sin aver
Tiene esta cibdad muchas plagas, don-
nesgessidad de yr por la tierra. E porque
de continuamente hay mercados é tracío
la laguna mayor é salada cresge ó men-
de comprar ó vender; ó sin essas plagas,
gua por sus mareas (segund lo hago la
que son como aegesorias, tiene una tan
mar), todas las cresgientes corre el agua
grande como dos veges la cibdad de Sa-
della á la otra dulce tan regio como lo
lamanca, toda gercada de portales al re-
suele hager un caudal é veloge rio, ó las
dedor, donde hav cotidianamente más de
menguantes con el mesmo ímpetu vacia,
sessenta mili personas comprando é ven-
300 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
diendo todos los géneros de mercaderías, jas, acederas, cardos, tagarninas. Esta
que en todas aquellas partes se hallan, as- es una hierba conoscida ó nota en Córdo-
si de mantenimientos é vituallas, como do ba y en Andalucía é buena para comer,
joyas de oro é plata, ó de plomo ó latón y es como espárragos ó cardillos. Hay
é cobre y estaño é piedras ó huessos é fructas de muchas maneras, en que hay
conchas de caracoles, ó de plumas ó pe- cerecas, giruelas, que son semejantes al-
nachos. É véndense algunas piedras la- go a las de España; guayavas, é muy
bradas é otras por labrar, é adobesé la- buenas. Venden miel de abejas é cera, é
drillos, madera labrada é por labrar do miel de cañas de mahiz, que son tan me-
diverssas maneras. Hay calles de caca, losas é dulces como las do adúcar, é miel
donde venden todos los géneros é raleas de unas plantas que llaman en esta Isla
de aves que hay en aquella tierra ó sus Española y en otras maguey, ques muy
comarcas, assi como gallinas de las gran- mejor que arrope; é destas plantas hagen
des, .como pavos, ótales como se dixo en acucar é vino, que assimesmo venden.
el libro XIV, capítulo XII * (los quales los Hay á vender muchas maneras de hila-
chripstianos llaman pavos de la papada), dos de algodón de todas colores en sus
perdices, codornices, lavancos, dorales, madejas, que parescc propriarncntecl con-
cercetas, tórtolas, palomas, paxaritos do cierto que en esto hay al alcayecria do
cañuela, papagayos, buharros, águilas, las sedas de Granada, aunque estotro es
halcones, gavilanes, cernícalos; é de algu- en mucha mas cantidad. Venden colores
nas aves dostas de rapiña venden los cue- para pintores quantas se pueden hallar en
ros con su pluma é cabegas é pico é uñas. España, ó de tan excelentes matiges é
Venden conejos, liebres, venados, per- perfigion. Venden cueros de venados al
ros que crian castrados para comer, que pelo é sin él, teñidos, blancos é de divers-
no ladran. sas colores. Venden mucha loga ó barro
Hay calles de herbolarios, donde hay labrado en grand cantidad é muy bueno.
todas las rayges ó hierbas mcdeginales, , Venden muchas vasijas de tinajas gran-
assi potables como ungüentos y emplas- des é pequeñas, jarros, ollas, cántaros,
tos. Hay casa como de barberos, donde ladrillos, é innumerables é diverssas va-
lavan é rapan las cabegas. Hay casas, don- sijas , todas de muy singular barro, é to-
de dan de comer é de beber por prescio. das ó las mas vedriadas é pintadas.
Hay hombres del arto do aquellos que en Venden mucho mahiz en grano y en pan
Castilla llaman ganapanes, y en otras par- cogido: venden pasteles de aves y empana-
tes bástagos, para traeré llevar cargas. das de pescado: venden mucho pescado
Hay mucha leña c carbón, braseros de fresco y salado, crudo é guisado: venden
barro, esteras de muchas maneras, assi huevos de gallinas é de ánsares é de otras
para camas como otras mas delgadas pa- muchas aves, y en mucha cantidad : ven-
ra assiento, é para esteras do salas é cá- den tortillas de huevos, fechas. Final-
maras. Hay todas las maneras de verdu- mente, que en los dichos mercados se
ras que se hallan, en espegial cebollas, venden todas quantas cosas se hallan en
puerros, ajos, mastuerco, berros, borra- toda la tierra, que demás de las ques di-

* Deba notarse en este sillo quo el libro XtV do gunos capítulos al expresado libro y eslos se lian
la Historia general y natural de Indias solo se com- perdido dolorosamente , ó lo que también pudo su-
pone de diez capítulos, según puede verso desde ceder, tal vez pensó añadirlos y no lo hizo, por
la página 438 á la 448 del lomo I. Pero, como ya atender con preferencia á la terminación de la obra.
va advertido en otro lu^ar, acaso añadió Oviedo al-
DE INDIAS. LIB. XXXIJI. CAP. X. 301
cbo, son tantas é de tantas calidades, que converso se penitenció por BUS culpas en
por la prolixidad, dige Cortés en su rela- Temistitan, y el perlado ó jueces de la
ción , ó por no íe ocurrir tantas á la me- Sancta Inquisigion higiéronlo estar en el
moria , ó aun por no les saber los nom- auto en pié, descaigo, sin ginto é sin bo-
bres á muchas, no las expresa. nete c con un girio ardiendo en la mano,
Cada género do mercadería so vendo é con el dicho Sanct Benito, en tanto que
en su calle, sin que entrometan otra mer- se dixo una missa solempne un domingo:
cadería alguna, y en esto se tiene mucha eñ la qual en su tiempo un notario del
orden. Todo se vende por cuenta é me- Sancto Offigio leyó la sentengia é los mé-
dida, excepto que hasta en cssa sacón ritos ó culpas de aquel delinqüente, por
ninguna cosa so vido vender por pesso. lo qual se le impuso aquella penitengia ó
Hay en aquella grand plaga una muy Sanct Benito. É ovo un sermón que pre-
buena casa como de audíengía, donde es- dicó un devoto y esgientc predicador,
tán siempre sentados diez ó dogo juegos, conforme al auto é amonestando al peni-
que libran todos los casos é cosas que en tente á la enmienda de su vida, so pona
el dicho tiánguez ó mercado acaesgen, é del fuego, y exhortando á todos á bien
mandan castigar los delinqüentes ó trans- vivir, como se suele hager é predicar en
gresores de sus estatutos é ordenangas casos semejantes, estando todas las per-
inmediata. Hay en aquella plaga otras per- sonas pringipales é ofíigiales de Su Ma-
sonas que andan continuo entre la gente, gostad pressentes, é mucha parte de la
mirando lo qnc so vende é las medidas cibdad, é muchos indios de los converti-
con que miden lo que venden; é quiebran dos é baptigados, para los instruyr en las
lo que está falso, é penan al que usaba cosas de nuestra sancta fée cathólica. En-
dello. tre los quales indios un mercader de los
Aunque es fuera de la relagion é histo- ricos, é sobradamente cobdigioso é dili-
ria que toca á Cortés, diré aqui un caso gente , no entendiendo bien la honra que
notable é ridículo que en efclto passó en á aquel regien concillado se le higo, pa-
esta grand cibdad desde algunos años resgióle que aquel grado de Sanct Benito
después que se conquistó, el qual es á pro- debía ser una muy singular fiesta é hon-
póssito de los indios mercaderes, para de- rosa para aquel penitengiado: é cómo via
gir su astugia é diligengia grande é aviso el indio.que entre los chripstíanos espa-
que tienen en las cosas de las mercade- ñoles avia algunos cavalleros comendado-
rías, y en lo que tractan é les paresge res de las Órdenes de Santiago é Calatra-
ques útil á sus ganangias. va é Alcántara, é de la Orden de Monte-
Notoria cosa es el castigo, que en Espa- sa é de San Johan de Rodas, con cruges
ña se da á los heréticos, segund la cali- en ios pechos de diferentes maneras é co-
dad de sus delictos : que á unos agotan, a lores, é no traen-más de una cruz é peque-
otros ponen en cárcel perpetua, é á otros ña, é á essotro diéronle dos é muy gran-
que se recongilian, les ponen un Sanct Be- des, é una delante é otra detrás, assi
nito ó coselete amarillo sin mangas ó sin pensó el mercader queste nuevo hábito
costuras por los lados, con una cruz gran- era mas honrado é apresgiaclo á todos los
de colorada, vel sanguina, delante 6 otra otros, ó que era cosa que los chripstianos
detrás; á unos para que traygan esta in- se presgiarian mas del que de los otros
signia por tiempo limitado, é á otros para ques dicho. É assi como se acabó la mis-
todos los dias do su vida, ó á otros que- sa, é se fué el indio á su casa, arbitrando
man por sus méritos. Siguióse que un que le avia venido una grand ocasión pa-
302 HISTORIA GEMÍ AL Y NATURAL
ra enriquescerse presto, hico luego hacer continuamente, para las quales hay sus
trescientos ó quatrocientos Sanct Benitos apartados apossentos, allende de aquéllas
ó más, semejantes al de aquel reconcilia- partes donde están los ydolos : estos reli-
do, é púsose con ellos en el tiánguez ó giosos visten de negro é nunca cortan el
mercado, puestos en uno ó dos rimeros cabello ni le peynan, desde que entran en
sobre una mesa, y en el canto della hin- aquella religión hasta que salen della. É
cada una vara ó asta, y en ella puesto todos los hijos de las personas principales,
un Sanct Benito de aquellos por muestra assi señores como cibdadanos honrados,
ó señuelo, para que desde léxos se viesse están en aquellas religiones e hábitos
la mercadería que tractaba. Pues cómo al- desde edad de siete ú ocho años hasta
gunos españoles llegaban á le preguntar que los sacan para los cassar; y esto más
que para qué eran aquellos Sanct Benitos, acaesce en los primogénitos, que han de
y el indio los oyó nombrar, aprendió eí heredar las casas, que en los otros. No
nombre, é respondía que para hacerse tienen acceso á muger, ni entra alguna
comendadores, como avian hecho al ques en las tales casas de religión: tienen abs^-
dicho. Los chripstianos reíanse mucho del tinencia, é no comen de ciertos manjares;
é passaban adelante, porque era la mer- y más en algún tiempo del año que en
cadería la ques dicho, y el indio quedaba otros.
dando voces, ó diciendo: «Saact Benito, Entre aquellos templos hay uno ques el
Sanct Benito.» En fin, cómo vido que no principal é mas magnífico, é tan grande,
le quisieron comprar ninguno de sus Sanct que dentro'dél (que está cercado de mu-
Benitos, informóse de la casa donde vivía ro muy alto) se podría muy bien hacer
aquel reconciliado, é lléveselos todos pa- en otro tanto terreno una villa de quinien-
ra ver si los quería comprar, é con mu- tos vecinos; c dentro del dicho circuyto,
cho placer ofrescia de te hacer cortesía todo á la redonda, hay muy gentiles apos-
en el préselo. El otro peccador, cómo no sentos de muchas salas é corredores, don-
estaba tan contento de la nueva orden, do se apossentan los religiosos que allí
como el indio pensaba, comeneólo á ame- están. Hay bien quarenta torres muy al-
nácar é á maltractar de palabra:- de Jo tas ó bien labradas, que la menor dellas
qual el indio muy espantado, se fué á que- tiene cinqüenta escalones para subir al
jar á la justicia, donde lo desengañaron cuerpo de la torre, o la mayor é mas
de su mercadería, é se fué, culpando á su principal es más alta que la torre de la
propria cobdicia, que le hico gastar su iglesia mayor de Sevilla: é son todas de
hacienda en lo que no le convenia, como muy hermosa cantería é madera, ques
suele acaescer á muchos, que se ocupan mucha cosa de ver, porque toda la can-
en las cosas que no entienden. Esto passó tería de dentro de las capillas, donde tie-
en efetto como está dicha. nen sus ydolos, es de ymagineria y ca-
Tornemos á la historia é á las otras quicamies, y el maderarnicnto es todo de
particularidades de la grand cibdad de maconeria, ó muy pintados de cosas de
Temistítan^en la qual hay muchas mez- monstruos é otras figuras é labores. E to-
quitas ó templos ó casas de oración, en das essas torres son enterramientos de
que los indios tienen sus ydolos, é son de señores, 6 las capillas que en ellas tienen,
muy hermosos edeficios, repartidos ó son dedicadas cada una á su ydolo, á que
puestos por collaciones ó barrios dcllas. Y tienen alguna particular devoción. Hay
en los principales templos hay personas fres salas principales dentro deste grand
religiosas de su setta, que residen allí templo, donde están los principales ydo-
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. X. 303
los, de mucha grandeca é altura é de di- cirles para desviarlos de sus ydolatrias é
verssas labores é figuras esculpidas, assi atraerlos al conosgimiento de Dios, nues-
en la cantería como en el enmaderamien- tro Señor, é de su sagrada religión chrips-
to : é dentro destas salas están otras ca- tiana. E todos, en espegial'Monteguma,
pillas, que las puertas por donde entran á respondieron que ya ellos le avian dicho
ellos son muy pequeñas, y ellas no tienen que no eran naturales de aquella tierra, é
claridad alguna; é allí no están sino aque- que avia muchos tiempos que sus prede-
llos religiosos, é no todos, é dentro des- cessores fueron á ella, ó que bien creían
tas casas están los bultos é figuras de los que podrían estar errados en algo de
y dolos, aunque, como es dicho, de fuera aquello que tenían por costumbre de
hay también muchos. creer, por aver tanto tiempo que salieron
Los mas pringipales destos ydolos, en de su naturalega, é que Cortés, como mas
quien ellos mas feo é creencia tenían, nuevamente venido, sabría mejor las co-
derribó Hernando Cortés de sus sillas, sas que debían tener é creer que no ellos:
é los higo echar por las escaleras aba- que se las dixesse é higiesse entender,
xo, é higo limpiar aquellas capillas quellos harían lo quél les dixesse quo era
donde los tenian, que todas estaban lle- lo mejor. Y el mesmo Monteguma c mu-
nas de sangre de los hombres é mu- chos de los pringipales de la cibdad estu-
chachos qtio allí sacrificaban, é puso en vieron allí con Cortés hasta quitar los ydo-
ellas ymágenes de la sacratíssima Vir- los, é limpiar las capillas, o poner las
gen Sancta María, Nuestra Señora, é de ymágenes, é todos con alegre semblante.
otros sanctos gloriosos, é de apóstoles é É les defendió Cortés que no matassen
mártires de Jesu-Chripsto. De lo qual criaturas delante de los ydolos, de niños ó
Monteguma ó los naturales sintieron mu- niñas é otras personas humanas, como lo
cha pena, é lo dixeron primero que no lo acostumbraban, ni en otra manera alguna;
hiciesse: que si se supiesse por las comu- porque demás de ser cosa aborrosciblc á
nidades, se levantarían contra el dicho Dios, el Rey do España, nuestro señor,
Cortés, porque creían que aquellos ydolos por sus leyes lo prohibe, é manda quel
les daban todos los bienes temporales, é que matare á otro, que lo maten; é de
que dexándolos maltractar, se enojarían é ahí adelántese apartassen de incurrir en
no les darían nada, é les secarían los tan gran delicto é crimen. É assi en todo
fructos de la tierra, é moriria la gente de el tiempo que Cortés estuvo en aquella
hambre. grand gibdad, dende adelante no se vio
El capitán Hernando Cortés les dixo é matar ni sacrificar alguna criatura por en-
les dio á entender con las lenguas quán tongos.
engañados estaban en tener, su esperanza Y assi todo esto que está dicho io escri-
en aquellos ydolos, que eran hechos por bió Hernando Cortés al Emperador, nues-
manos do indios é dé cosas no limpias. É tro señor. É bien pudo Dios dar lugar á
que supiessen que hay un Dios solo, uni- ello; pero para mí yo tengo por maravi-
versal é Señor de todos, que crió el cie- lla, é grande, la mucha pagiengia de
lo é la tierra é todas las otras cosas, é lu- Monteguma é de los indios pringipales,
co á ellos é á nosotros, c que este es sin que assi vieron tractar sus templos é ydo-
pringipio é inmortal, ó que á este avian los. Mas su disimulagion adelante se mos-
de adoraré, creer, ó no á otra criatura ni tró ser otra cosa, viendo que una gente
cosa alguna. E assi á propóssito de la ca- extrangera é do tan poco número les
thólica fée, les dixo todo lo qué! supo de- prendió su señor, é por qué formas los
30* HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hacía tributarios, é se castigaban é que- quietud; poro adelante, como lo dirá Ja
maban los principales, é se aniquilaban é historia, mostró el tiempo lo que en el
disipaban sus templos ó /setta, en que- pecho estaba oculto en todos los indios
llos é sus antecessores estaban. Rescia generalmente.
cosa me pares^e comportarla con tanta

CAPITULO XI.
En el qua! se Iracia de !a ydoiatria é diabólicos sacrificios de los indios de la Nueva España, y en especial
en la gratid cibdad de TemisliUm; é de oirás particularidades á la historia pressenle permilidas, en conti-
nuación de la relación quel capilan Hernando Cortés envió al Rey, nueslro señor.

ios
JLÍC bultos é cuerpos de los ydolos en son pringipales, es porque todos los se-
quien aquellas gentes creían é adoraban ñores de la tierra que eran vassallos
en la sacón quel capitán Hernando Cortés de Montecuma, tenian casa en la cib-
passó á la Nueva España, quando la con- dad ó residían en ella cierto tiempo del
quistó , eran hechos do mayores estatuas año. Demás deslo hay muchos cibdada-
é grandeca que la altura de un hombre nos ricos, que tienen assimesmo muy
alto. E la materia, de que eran compues- buenas casas con grandes é complidos
tos, era una cierta pasta ó masa de todas apossentos, é muy gentiles vergeles de
las semillas ó legumbres quellos comen, flores de diverssas maneras é muy oloro-
molidas é mezcladas é amasadas unas con sas, assi en los apossentos altos como en
otras con sangro de corazones de cuer- los baxos.
pos é hombres humanos : los quales sa- Por la una calcada quo á esta populosa
crificándolos é vivos, los abrían por los pe- cibdad entra, vienen dos caños ele arga-
chos é les sacaban el coracon, é de aque- masa tan anchos como dos passos cada
lla sangre les amasaban aquella harina ó uno, é tan altos quassi como un estado,
pasta, é hagian tanta cantidad quanta bas- é por el uno dellos viene un golpe da
taba para formar é hacer aquellas esta- agua dulge muy buena,. é tan gruesso co-
tuas, tan grandes como está dicho. Des- mo el cuerpo de un hombre, que va á
pués de hechas, les oírescían más cora- dar enmedio de la cibdad, de que se sir-
zones, que assimesmo sacrificaban, é un- ven é beben todos, y el otro caño está
tábanles las caras con aquella sangre fres- vagio; y quando quieren limpiar el que,
ca, con que digen los indios que aplacan lleva el agua, échanla por essotro en
á sus dioses, si están enojados, é los tanto que se limpia. Y porque el agua ha
agradan ó hacen benignos. É á cada cosa de passar por las puentes, ú causa de las
tienen su ydolo dedigado, al uso de los quebradas, por donde traviesa el agua sa-
gentiles: por manera que para pedir fa- • lada, echan la dulge por unas canales tan
vor para la guerra, tienen un ydolo, é pa- gruessas como un buey, que son de la
ra sus labrangas otro, 6 assi para cada longura de las dichas puentes, é assi se
cosa de las quellos quieren ó dessean que sirve toda la cibdad. Hombres hay assi-
se hagan. También tienen sus ydolos, á mesmo , que en canoas traen agua á
quien honran c sirven. vender á la cibdad por todas las calles,
Hay en la grand cibdad de Temisti- ó la manera de cómo la toman del caño
tan muchas casas muv grandes é muv es que llegan- las canoas debaxo de las
buenas, é la causa de nver tantas que puentes, por donde oslan las canales ques
DE INDIAS. UÜ. XXXIH. CAP. XI. 30o
dicho, é allí hay hombres en lo alto que hender con qué instrumentos se podia ha-
hinchen las canoas, ó les pagan por ello ger tan perfetto; é lo de pluma no se pu-
su trabaxo. diera hager tan al proprio de gera, ni
En todas las entradas de la cibdad, y bordado, ni de otra forma. Y porque de
en las partes donde descargan las ca- muchas cosas destas se llevaron á Espa-
noas, ques donde vienen la mayor par- ña , quellas mesmas lo testificaron, excu-
te de los mantenimientos que entran en la sado es gastar tiempo en relatar su forma
cibdad, hay chocas hechas, donde están é primor.
personas por guardas, que resciben cierto Yo vi algunas piedras jaspes, nicles,
derecho de cada cosa que entra. Esto di- calgidonias, amatistas, jagintos, cornio-
ce Cortés en su relación, que no sabe si las ó plasmas de esmeraldas, é otras
. era para Monteguma ó para proprios de de otras espegies, labradas é fechas ca-
la cibdad; pero que cree que era para begas do aves, é otras hechas animales ó
Montecuma, porque en oíros mercados de otras figuras, que dubdo aver en España
otras provincias se cogian semejantes de- ni en Italia quien las supiera hager con
rechos para los señores dellas. tanta perfigion.
Hay en todos los mercados é lugares El señorío de Monteguma era muy gran-
públicos de la cibdad todos los días mu- de , porque á dosgientas leguas de un ca-
chas personas, trabaxadores é maestros bo é de otro de aquella cibdad, donde re-
de todos officios, esperando quién los al- sidía , enviaba mensageros é mandaba en
quile por sus jornales. todos, y era obedesgido é complido quan-
La gente dcsta cibdad es do mas ma- to mandaba, puesto que avia algunas pro-
ña é mas polida en su vestir é servigio vingias en medio de aquellas tierras, con
que no la otra de las otras cibdades é pro- quien tenia guerra. Pero dige Cortés en
vincias, porque como allí residía y esta- surelagion, que á lo quél alcangó, era
ba siempre aquel grand príngipc Monte- su señorío quassi tamaño como España,
cuma ] é todos los señores principales sus porque hasta sessenta leguas de la otra
vassallos ocurrían siempre á su corte cu- parte de Puntunchan, ques el rio de
esta cibdad, avia en ella mas poligia. Y Grijalva, envió mensageros Monteguma,
era la casa é servigio deste señor con tanto mandando que se diessen por vassallos
congierto, assi como lo podia aver en Es- del Rey de Castilla, nuestro señor, los
paña , é aun para espantarse los que lo naturales de una cibdad que se dige Cu-
vian, considerando ser esta gente bárba- matan, que hay desde Temistitan á ella
ra , é tan apartada del conosgimiento de dosgientas é veynte leguas. Allende de re-
Dios é de la comunicagiou de otras nagio- sidir , como se ha dicho, los señores prin-
nes de ragon. Era cosa admirable ver la gipales en la cibdad é corte, donde este
que tenían en todas las cosas tocantes á grand príngipe Monteguma residia, todos
la república é á su señor, á quien tenían los mas tenían sus hijos primogénitos en
mucha obidiengia é respecto: en cuya cá- el servigio é casa deste señor. Y en todos
mara tenia contrahechas, como está di- los señoríos dessos señores, sus subditos,
cho, de oro é plata é piedras é plumas, tenia Monteguma fortalegas y en ellas sus
todas las cosas que debaxo del gielo hay alcaydes é gente, é sus gobernadores é
en su señorío, tan al natural lo de oro ó recaudadores del servigio é renta que ca-
plata, que ningún platero en Europa lo da provingia le daba: é avia cuenta é ra-
pudiera hager mejor; é lo de las piedras gon de lo que cada uno era obligado á
era tal, que no bastaba juicio á compre- contribuir, porque tienen caracteres é fi-
TüMO III. 39
306 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
guras escripias en papel, que hacen, por tan grande, que á las aves que solamen-
donde se entienden muy bien. te comian pescado, se les daba cada dia .
Cada provincia servia con su género de diez arrobas del que se toma en la lagu-
servicio, segund ]a calidad de la tierra: por na salada. Avia tresgicntos hombres que
manera que á poder del señor venia toda tenían cargo destas aves, que ninguna
suerte de cosas, que en las dichas provin- otra cosa entendían. Avia otros hombres
cias avia. Era tan temido de todos, assi que solamente entendían en curar las aves
pressentes como ausentes, quanto lo pudo que adolesgian. Sobre cada alverca y es-.
ser el más temido é acatado príncipe del tanque destas aves avia sus corredores é
mundo. Tenia fuera é dentro do la cibdad miradores, muy gentil é pulidamente la-
muchas casas de plager. é cada una de su brados , donde Monteguma se venia á re-
manera de passaliempo, tan bien labradas crear c las ver.
quanto se puede decir, é segund conve- Tenia en esta casa un quarto, en que
nia a tan grand príngipe. tenia hombres é mugeres é niños blancos
Tenia dentro de la cibdad sus casas de su nasgimiento en el rostro é cuerpo, é
de apossento, tales é tan grandes é tan cabellos é ojos c pestañas é gejas.
maravillosas, que dice Cortés ,en su re- Tenia otra casa muy hermosa, don-
lación fecha a Céssar, que en España de avia un grand patio solado de muy
no hay otras semejantes. É tenia otra gentiles losas fecho á manera de bosques;
poco menos buena que esta, donde te- é las casas eran hondas como estado é
nia un muy hermoso jardin con unos mi- medio, ó tan grandes cada una como seys
radores que salían sobre él, é las co- passos en quadra; é la mitad de cada una
lumnas é losas dellos de muy precioso destas casas era cubierta el soterrado de
jaspe, muy bien labradas. Avia en esta losas, é la mitad que quedaba por cobrir
casa apossentos, para donde dos príngi- tenia engima una red de palo muy bien
pes muy grandes estoviessen con todo su hecha; y en cada una deslas casas avia
ser vigió. una ave de rapiña, comengando de ger-
Hay en esta casa diez estanques de nícalo hasta águila, todas quantas se ha-
agua, donde tenia todos los géneros de llan en España, é muchas mas raleas que
aves de agua que se hallan en aquellas allá no se han visto. É de cada una des-
partes, que son muchos é diverssos, to- tas raleas avia mucha cantidad, y en lo
das domésticas. É para las aves que se cubierto de cada una destas casas avia
crian en la mar, eran los estanques de un palo como alcándara, é otro fuera de-
agua salada, é para las que eran de rios, baxo de la red, que en el uno estaban de
avia lagunas de agua dulge, la qual agua noche é quando llovía, y en el otro se po-
vagiaban de cierto tiempo á tiempo por dían- salir al sol c al ayre, é á curar sus
la limpiega, é la tornaban á henchir por plumas. A todas estas aves daban á comer
sus caños. É á cada género de aves se da- gallinas todos los dias, é no otro mante-
ba aquel mantenimiento que era proprio nimiento. Avía en esta casa giertas salas
á su naturalega, é con que ellas, estando baxas é grandes, todas llenas de jaulas
libres, se mantenían en el campo ó en el grandes de muy gruessos maderos, muy
agua: de forma que las que comian pes- bien labrados y cncaxados, y en todas ó
cado se lo daban; é las que gusanos, gu- en las mas dellas avia leones, tigres, lo-
sanos; é las que mahiz, mahiz; é las que bos, gorras é gatos de diverssas mane-
otras semillas mas menudas, por consi- ras , é todos en cantidad: á los quales da-
guiente se las daban; y era la cosa en sí ban de comer gallinas quantas les basta-
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XI. 307
ban; é para estos animales é aves otros si toda se henchía, la qual estaba muy
trescientos hombres avia, que tenían car- bien esterada é limpia, y él estalla sen-
go del los. tado en una almohada de cuero pequeña
Tenia otra casa Monteguma, donde es- é muy bien hecha.
taban muchos hombres é mugeres mons- AI tiempo que comia estaban allí, des-
truos, en que avia enanos, corcobados, viados del, cinco ó seys señores.ancia-
contrahechos é otros con otras disformi- nos , á los quales él daba de lo que co-
dades ; é cada una manera- do monstruos mía , y estaba en pié uno de aquellos ser-
en su quartó por sí: é también avia para vidores, que le ponia é aleaba los man-
estos personas dedicadas para tener car- jares , é pedia á los otros que estaban mas
go dellos. afuera lo que era nesgessario para el ser-
La manera del servigio deste granel vigio. Al pringipio é al fin de la comida
príncipe Monteguma, era que todos los siempre le daban agua á manos, é con la
días, en amanesciendo, entraban en su tohalla que una vez se limpiaba, nunca más
casa seysgientos señores é personas prin- se tornaba á limpiar, ni tampoco los pla-
cipales, las quales se sentaban é otros tos y escudillas, en que le traian una vez
se passeaban por unas salas ó corredores el manjar, se los tornaban á traer, sino
que avia en la dicha casa; é allí estaban siempre nuevos, é assi hagian de los bra-
hablando é passando tiempo, sin entrar sericos. Vestíase todos Iosdias quatro ma-
donde la persona del señor estaba-. Los neras de vestiduras, todas nuevas, é nun-
servidores des tos ó personas de quien se ca más se las vestia otra vez. Todos los
acompañaban, henchían dos ó tres patios, señores que entraban en su casa, no en-
otros bien grandes é la calle, ques muy traban calcados, é quando yban delante
grande; y estos estaban sin salir de allí del algunos que enviaba á llamar, lleva-
todo el día hasta la noche, é al tiempo ban la cabega é ojos inclinados y el cuer-
que traian de comer al rey Montecuma, po muy humillado: é hablando con él, no
assimesmo lo traian á- todos aquellos se- le miraban á la cara, lo qual hagian por
ñores, tan complidamente quanto á su mucho acatamiento ó reverengia. É sábe-
persona, é también á los servidores é gen- se que lo hagian por este respecto, por-
te destos les daban sus raciones. Avia co- que giertos señores reprehendían á los es-
tidianamente despensa é botillería abierta pañoles , é degian que quando hablaban
para todos aquellos que quisiessen comer con el capitán Hernando Cortés, que por
é beber. qué estaban esentos, mirándole a Jáca-
La manera de cómo le daban de co- ra, que paresgia desacatamiento é poca
mer era esta: que venian trescientos ó vergüenga.
quatrogientos mangebos con el manjar, Quando salía fuera Monteguma, que era
que era sin cuento, porque todas las ve- pocas veges, todos los que yban con él
ces que este príncipe comía é cenaba, le é los que topaba por las calles, volvían el
traian de todas las maneras de manjares, rostro y en ninguna manera le miraban,
assí de carnes como de pescados é fruc- é todos los demás se postraban hasta quél
tas é hierbas que en toda la tierra se po- passaba. Llevaba siempre delante de sí
dían aver; é porque la tierra es fria, traian un señor de aquellos con tfes varas del-
debaxo de cada plato y escudilla de man- gadas altas, para que seviesse que yba
jar un braserico con brasa, porque no se allí su persona; é quando lo desgendian
enfriasse. Poníanle todos los manjares en de las andas, tomaba la ima en la mano é
una grand sala en quél comía, que quas- llevábala hasta donde yba. Eran tantas las
308 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
gerimonias que este príngípe tenia en su infiel señor, de quien hasta el pressente
servigio, que seria muy largo processo tenemos noticia, no se cree que tantas ni
decirse, ni aun se sabrian assi expresar, tales gerimonias en su servigio tengan ó
porque ninguno de los Soldanes, ni otro hayan usado.

CAPITULO XII.
Cómo por mandado del adelantado Diego Velazquez fué por eapiían c teniente suyo ala Nueva España el
capitán Pámphilo de Narvaez, con revocación de los poderes que dicho adelantado avia dado al capitán
Hernando Cortés; é del recuentro que entre estos dos capitanes ovo; é cómo fué presso Pámphilo de Nar-
vaez *, é quedó Hernando Cortés muy más apoderado c absoluto capitán después desta Vitoria.

JLic¿o que la historia cuenta en este capí- tados que con él confinan, é de que Mon-
tulo es assimesmo conforme á la relación, teguma procuraba tener notigia; é todo con
quel capitán Hernando Cortes escribió á tanta voluntad é contentamiento del dicho
Céssar, de la prission del capitán Pámphilo Monteguma é de los naturales de aquellas
de Narvaez, al qual envió el adelantado tierras, como si de mucho tiempo ovieran
Diego Velazquez con una armada é gente conosgido á la Cessárca Magestad por su
ó su propria costa, a descomponer c re- Rey é señor natural, no con menos vo-
mover á Hernando Cortés, é que toviesse luntad hagian todas las cosas que en su
en su nombre del dicho adelantado la Nue- real nombro Hernando Cortés los manda-
va España, después que supo que Cortés ba. Y en este exergigio gastó de tiempo
avia enviado al Emperador, nuestro se- Hernando Cortés, desde los ocho de no-
ñor , sus embaxadores é un rico pressen- viembre de mili é quinientos é diez y nue-
te, con la relación de lo que avia hecho ve años hasta entrante el mes de mayo
en la Nueva España con la gente ó arma- del siguiente año de mili é quinientos é
da, con que le envió el mesmo adelanta- veynte, que estando en toda quietud é so-
do ; é sin le responder, ni dar cuenta ni siego en la grand cibdad" de Temistitan,
ragon, ni hager el reconosgimiento que é teniendo repartidos muchos de los es*
era obligado, como a su superior, que le pañoles por muchas é diverssas partes,
avia dado el cargo. E cuéntalo él desta pagificando é poblando aquella tierra, é
manera, aunque en menos palabras lo di- con mucho desseo que fuessen navios con
ge por la sentengia é relagion de su mes- la respuesta de la relagion quél avia he-
ma carta. cho de aquella tierra á Su Magestad, pa-
Estando Cortés en la grand cibdad de ra enviar con los navios que fuessen la
Temistitan, proveyendo las cosas que le que después envió, é las cosas de oro é
paresgia que convenían al servicio del joyas que avia después resgibido para Su
Emperador, pacificando.éatrayendo á su Magestad; fueron á Cortés giertos indios
devoción é amistad muchas provingias é vassallos de Monteguma, de los que en la
(ierras, pobladas de muchas é grandes costa del mar del Norte viven, é dixéron-
cibdades é villas é fortalegas, é descu- le que junto á las sierras de Sanct Martin
briendo mina%, é sabiendo é inquiriendo (que son en la dicha costa, antes del puer-
muchos secretos de las tierras é señoríos to ó bahía de Sanct Johan) avian llegado
del príngipe Monteguma, como de otros es- diez é ocho navios, é que no sabían quién

Aqui se anadia en el original: «E le fué quebrado un ojo.» Mas está borrado,


DE INDIAS. L1B. XXXIII. CAP. XII. 309
eran, porque assi cómo los vieron en la Enviados estos mensageros, se passa-
mar, fueron á le avisar del lo. É tras estos ron quince dias que ninguna cosa supo,
indios llegó otro, natural do la isla Fer- ni ovo respuesta de ninguno dellos, de lo
nandina, con una carta de un español qual estovo no poco espantado: é passa-
que Hernando Cortés tenia puesto en la dos otros quince dias, fueron otros in-
costa por espia, para que si navios vinies- dios, vassallos assimesmo de Montecuma,
sen, se le diesse ragon delíos; é de aque- de los quales supo Cortés que los navios
lla villa que allí estaba cerca de aquel estaban ya surtos en el puerto de Sanct
puerto, porque no se perdiessen, tenia Johan, é la gente desembarcada, ó que
mandado que los acogiessen. traian ochenta caballos, ó ochocientos
En aquella carta se contenía que tal día hombres, é diez ó doce tiros de fuego, lo
avia asomado un navio enfrente del dicho qual todo llevaban figurado en un papel
puerto de Sanct Johan, solo, é avia mi- de la tierra, para lo mostrar é informar á
rado por toda la costa de la mar quanto Montecuma. É dixeron a Cortés quel es-
su vista podia comprehcnder, ó no avia pañol , quél tenia puesto en la costa ó los
visto otro, é que creía que era la nao que otros mensageros quél avia enviado, esta-
Cortés avia enviado á Su Magostad, por- ban con aquella gente, ó que tes avian
que ya era tiempo que volviesse; ó que dicho á estos indios quel capitán de aque-
para mas certificarse el questo escribía, lla gente no los dexaba venir con la res-
quedaba esperando que la dicha nao lie- puesta, ó que se lo dixesse assi á Cortés.
gasse al puerto para se informar della, é Sabido esto, el capitán Hernando Cor-
que luego yria á le llevar relación. tés envió á un religioso quél traia consi-
Cómo Cortés vido esta carta despachó go, con una carta suya ó otra de los al-
dos españoles, uno por un camino é otro caldes é regidores de la villa do la Vera-
por otro, porque no errassen á algún roen- cruz, que estaban*con él en la dicha cib-
sagero, si de la nao viniesse: é mandóles dad: las quales yban dirigidas al capitán
que allegassen hasta el puerto é supiessen é gente que á aquel puerto avian llegado,
quántos navios oran llegados, é de dón- hagiéndoles saber muy por estenso lo que
de eran é lo que traian, évolviessen con en aquella tierra le avia subcedido; é có-
toda la diligencia que fuesse posible á de- mo tenia muchas cibdades ó villas é for-
círselo. Assimesmo despachó otro que fues- talezas conquistadas é pacíficas é subjetas
se á la villa de la Ycracruz á les decir que al servicio del Rey de España, nuestro se-
de aquellos navios avia sabido, para que ñor, é de su corona real de Castilla, é pres-
de allá assimesmo se informasson é le avi- so al señor principal de todas aquellas par-
sassen de lo quellos pudiessen saber. É tes; é cómo estaba en aquella grand cib-
otro mensagero envió al capitán que con dad, é la calidad della,-y el oro é joyas que
los ciento ó cinqüenta hombres enviaba á para Su Magestad tenia; é cómo avia en-
hager el pueblo de la provincia é puerto viado relagion de aquella tierra á Céssar.
de Guaca calco: al qual escribió que dó É que les pedia por merged le higiessen
quiera que su carta le alcancasse, se esto- saber quién eran, é si eran vassallos na-
viesse, é no passasse adelante hasta que turales de los reynos ó señoríos de Su
viesse otra su segunda letra, porque te- Magestad, le escribiessen si yban á aque-
nia nueva que eran llegados al puerto lla tierra por su real mandado, ó á po-
ciertos 'navios. El qual, segund después blar y estar en ella; é si passaban ade-
paresció, ya quando llegó esta carta, sa- lante ó avian de volver atrás, ó si traian
bia de los navios, que venían. alguna nesgessidad, quél los haría pro-
310 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
veer de todo lo que possible á él le fues- en aquellas partes, las cibdadeg é villas
se, é que si eran de fuera de los roynos que tenia conquistadas é pacíficas, é de
del Rey Emperador, nuestro señor, assi- Ja gran cibdad de Temistitan, é del oro é
mesmo le avisassen si traían alguna nes- joyas que en la tierra se avian ávido ; é
cessidad, porque también la remediaría, se avia informado dellos. de todas las otras
pudiendo. Donde no, que tes requería de cosas que le avian subcedido á Cortés, É
parte de Su Magestad que luego se fues- que á estos avia enviado el dicho capitán
sen de sus tierras é no saltassen en ellas, Pámphilo á la villa de la Veracruz, á que
con apercebimiento que si assi no lo hi- si pudiessen hablassen de su parte á los
giessen, yria contra ellos con todo el po- que en ella estaban, é los atraxcssen á su
der que tovíesse, assi de españoles como propóssito, é levantassen contra Cortés. É
de naturales de la tierra, é los prendería con estos pressos lo llevaron más de cient
ó mataría, como á extrangeros que se cartas quel dicho Narvaez é los que con
querían entremeter en los reynos é seño- él estaban, enviaban a los de la dicha vi-
ríos de su Rey ó señor. Partido el dicho lla , diciendo que dicsscn crédito á lo que
religioso con este despacho, desde á cin- aquel clérigo é los otros que yban con él
co dias llegaron á la cibdad de Temistitan de su parte les dixessen, prometiéndoles,
veynto españoles de los que en la villa de si assi lo hiciessen, de parte de Diego
la Veracruz estaban por Cortés, los qua- Velazquez é del en su nombre, muchas
les le llevaban un clérigo é otros dos le- mercedes, é gertificándoles que á los que
gos, que avian tomado en la dicha villa: lo contrarío hiciessen, les seria fecho mal
de los quales supo cómo el armada é gen- tractamiento.
te, que en el dicho puerto estaba, era del Quassi junto con esto llegó a Cortés un
adelantado Diego Velazquez, é yba por su español do los que yban á Guagacalco
mandado; é que era capitán della Pámphi- con cartas del capitán dellos, que era
lo de Narvaez, vecino déla isla Fernan- Johan Velazquez de León, el qual le ha-
dina, é que llevaba ochenta de caballo, ó cia saber cómo la gente que avia llegado
muchos tiros de pólvora, é ochocientos al puerto era Pámphilo Narvaez, que yba
hombres, entre los quales avia ochenta en nombre de Diego Velazquez con la
escopetas é ciento y veynte ballesteros, é gente que llevaba. Y envióle una carta,'
que se nombraba capitán general é te- quel dicho Narvaez le avia enviado con
niente gobernador do aquellas partes un indio, como á pariente del Diego Ve-
por el dicho adelantado Diego Velazquez, lazquez é cuñado del dicho Narvaez, en
é que para ello llevaba provisiones de Su que por ella le decia cómo de aquellos
Magestad; é que los mensa geros que Cor- mensageros de Cortés avia sabido que es-
tés avia enviado y el hombre que en la taba allí con aquella gente, é que luego
costa tenia, estaban con el dicho Pámphilo se fuesse con ella á él, porque en ello ha-
de Narvaez ,-é no los dexaba volver. El ría lo que complía y era obligado á sus
qual se avia informado dellos cómo Cortés debdos, é que bien creia-que Cortés le
avia poblado allí aquella villa doce leguas tenia por fuerca, é otras cosas quel dicho
del dicho puerto, é de la gente que en Narvaez le 'escribía. El qual capitán, no
ella estaba, é de la que Cortés enviaba á solamente dexó de aceptar lo quel dicho
Guagacalco, 6 cómo estaban en una pro- Narvaez por su carta le decía, mas aun
vincia que se dige Tuchitebeque, treynta luego se partió, después de aver envia-
leguas del dicho puerto, é de todas las do esta carta, para se juntar con Cortés,
otras cosas quel dicho Cortés avia fecho con toda la gente que tenía.
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XII. 311
Después que Hernando Cortés se infor- vicio de Sus Magestades, se maravillaba
mó de aquel clérigo é de los otros dos que como no le escribia ó enviaba mensagéro,
con él yban de muchas cosas, é de la in- haciéndole saber su venida, pues avia de
tención de Diego Velazquez é Narvaez, é holgar con él, assi por ser su amigo mu-
cómo se avian movido con aquella arma- cho tiempo avia, como porque creia quél
da é gente contra Cortés, porque avia en- yba á servir á Su Magestad, que era la
viado la relación é cosas de aquella tierra cosa que Cortés más desseaba; é que jun-
á Su Magestad ó no al dicho adelantado to con esto no le parescia bien enviar,
Diego Velazquez; é cómo yban con volun- como avia enviado, sobornadores é car-
tad de matar á Cortés é á muchos de los tas de inducimiento, alterando á las per-
de su compañía (qué ya desde Cuba traían sonas , que Cortés tenia en su compañía
señalados), é supo assimesmo queí licen- sirviendo a Su Magestad, para que se le-
ciado Figueroa, juez de residencia en es- vantassén é passassen á él, como si fue-
ta Isla Española, é los jueces ó officiales ran los unos infieles é los otros chripstia-
de Su Magestad que aqui residían, sa- nos, ó los unos vassallos del Emperador,
biendo quel dicho Diego Yelazquez hacia nuestro señor, é los otros sus deservido-
aquella armada, é la voluntad con que la res , é que no lo debia hacer; é le pedia
hacia, constándoles el daño é deservicio por merced que de allí adelante no tovies-
que dello podia resultar á Su Magestad, se aquellas formas: antes lo hiciesse saber
enviaron al licenciado Lúeas Velazquez de la causa de su venida. É que le avian di-
Ayllon (uno de los dichos jueces desta cho que se intitulaba capitán general é te-
Audiencia Reaí) con su poder, á requerir niente gobernador por Diego Velazquez,
ó mandar á Diego Velazquez que no en- é que por tal se avia fecho pregonar é
viasse aquella armada: el qual fué, é ha- publicar en la tierra: é que avia fecho al-
lló al dicho adelantado Diego Velazquez caldes ó regidores, y executado justicia,
con toda la gente dclla en la punta de la lo qual era en mucho deservicio de Su
isla Fernandina, ya que quería passar, é Magestad é contra todas sus leyes, por-
le requirió á él é á todos los que en la di- que seyendo' aquella tierra de Su Mages-
cha armada yban que no fuessen, porque tad , y estando poblada de sjis vassallos,
dello Sus Magostados serian deservidos, é a viendo en ella justicia é cabildo, no se
é sobre ello les puso muchas penas, non debia intitular de los dichos offigios ni usar
obstante lo quál, todavía envió la dicha del los, sin ser primero á ellos resgebido,
armada; é queí dicho licenciado Ayllon puesto que para los exercer llevasse pro-
estaba en el dicho puerto, que avia ydo visiones de Su Magestad. Las quales, si
juntamente con ella, pensando evitar el llevaba, le pedia por merced ó le reque-
daño que de su yda se podía seguir: lo ría las presentasse ante él en el cabildo
qual todo entendido de Cortés, envió lue- de la Veracruz, é quel cabildo y él las
go al mesmo clérigo con una carta suya obedescerian como cartas é provisiones
para Narvaez, diciéndole cómo avia sa- de su Rey é señor natural, é complirian
bido de aquel padre reverendo ó de los en quanto al real servicio de Su Magestad
que con él avian ydo, cómo él era capitán conviniesse; porque él estaba en aquella
de la gente que aquella armada íraia, ó cibdad, y en ella tenia presso á aquel se-
que holgaba que fuesse él, porque tenia ñor, ó tenia mucha suma de oro é joyas,
otro pensamiento, viendo que sus mensa- assi de lo de Su Magestad como de los do
geros no volvían. Pero que pues él sabia su compañía é suyo, lo qual no osaba de-
que Corles estaba en aquella tierra en ser- xar, con temor que salido él de la cibdad,
311 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
la gente delta se revolvería, é se perde- con Narvaez para que todo rompimiento
ría tanta cantidad de oro ó joyas, é tai gesasse. É partióse aquel dia, dexando
cibdad: mayormente que perdida aquella, la fortalega muy bien proveyda de rnahiz
seria perderse toda la tierra. É assimes- é agua, con quinientos hombres dentro
nio escribió otra carta Cortés al ligengia- en ella é algunos tiros de pólvora; é con
do Ayllon; pero ya Narvaez lo avia pren- la otra gente que allí tenia, que serian
dido y envíadole con dos navios. hasta septenta hombres, siguió su camino
El dia questo clérigo se partió de Cor- con algunas personas pringipales d<; Mon-
tés, lo llegó un mensagero de los que esta- teguma: al qual antes de su partida higo
ban en la villa do la Veracruz, con el qual muchas exhortagiones, digiéndole que mi-
le hicieron saber que toda la gente de los rasse el servigio del Rey, nuestro señor,
naturales de la tierra estaban levantados é que ya se agercaba el tiempo, en que
é fechos con el dicho Narvaez, en espe- avian de resgebir muchas mergedes de Su
gial los de la villa de Cempual é su parti- Magostad por los servigios que avia fe-
do, é que ninguno dellos queria yr á ser- cho ; ó que aquellos españoles le dexaba
vir á la dicha villa, assi en la labor de la encomendados con todas aquellas joyas
fortaleza como en las otras cosas que so- quél le avia dado é mandado dar para Su
lian servir, digiendo que les avia dicho Magostad, porque él yba á aquella gente
Narvaez que Corles era malo, é quél yba que nuevamente avia venido á la tierra á
á prenderle á él é á todos los do su com- saber quién eran, porque basta estonces
pañía, é los avia de llevar pressos é de- no lo avia sabido, é que creia que era
xar la tierra. É que la gente quel dicho mala gente é no vassallos del Rey, nues-
Narvaez llevaba, era mucha é la de Cor- tro señor. Y él lo prometió hager proveer
tés poca; é que Narvaez traia muchos ca- á los que allí quedaron de todo lo nesges-
ballos é tiros, é Cortés tenia pocos; é que sario, é de guardar mucho todo lo que
querían ser á viva quien vence. É que le allí Cortés dexaba para Su Magestad: é
hagian saber que eran informados de los díxole que aquellos suyos que le dio, lo
indios que Narvaez se yba á apossentar á guiarían por camino que no saliesse de su
la cibdad dg Cempual, é que ya sabia tierra, porque fuesse proveydo de todo
quán cerca estaba de aquella villa ; é que lo nesgessario; é que le rogaba que le
creian, segund el mal propóssito que Nar- avisasse si aquella gente, nuevamente ve-
vaez traía contra todos, que desde allí nida, si era mala, porque luego le envia-
yria contra ellos; é teniendo de su parte ría mucha gente de guerra para pelear
los indios de la cibdad, que les paresgió contra aquellos para los echar de ia tier-
que debian dexar la villa sola, por no pe- ra. Lo qual todo le agradesgió Cortés, ó
lear con ellos, por evitar escándalo; é le gertificó quel Rey le haría muchas mer-
se subían a la sierra por causa de un in- gedes , é dióle mucha ropa é joyas á él é
dio grand señor, amigo de Cortés, donde á un hijo suyo c á otros señores muchos,
pensaban estar hasta quél les enviasse á que con él á la sagon estaban.
degir lo que higiessen. Y en una cibdad que se dige Churul-
Dige Cortés en su relagion que cómo él tecal topó al capitán Johan Yelazquez
vido el grand daño que se comengaba á (que la historia ha dicho que lo envia-
aparejar, le paresgió que con yr él adon- ba a Guagacalco), que con toda la gen-
de Narvaez estaba , se apagiguaria mucho; te se venia; é sacados algunos que es-
porque viéndole los indios, no se osarían taban mal dispuestos, que envió á la
levantar, é porque pensaba dar orden cibdad con él, con los demás aumentó
DE INDIAS. LÍB. XXXIII. CAP. XII. 313
su esquadron é siguió su camino. É quin- fuesse resgebido de ninguna persona, éno
ce leguas mas adelante de Churultecal queriendo Cortés ni los de su opinión te-
topó á aquel padre religioso de su com- nerlo por capitán é justigia en lugar de
pañía, quél avia enviado al puerto á sa- Diego Velazquez, tomarlos por guerra; é
ber qué gente era la del armada, que para ello diz que estaba confederado con
allí avía venido: el qual le truxo una car- los naturales, en espegial con Monteguma
ta de Narvaez, en que le degia quél traía por sus mensajeros. É cómo esto vido
giertas provisiones para tener aquella Cortés, aunque el exérgito de Narvaez
tierra por Diego Velazquez, é que luego era mayor, é porque segund Cortés dixo
fuesse á donde éi estaba á las obedesger llevaba mandado Narvaez que a Cortés é
é complir ; é quél tenia fecha una villa é á otros sus consortes, si los pudiesse
alcaldes é regidores. É aquel padre Je di- aver, los ahorcasse, no dexó de se ager-
xo cómo avia prendido al ligengiado Ay- car Cortés, creyendo por bien excusar el
llon é á su hermano el alguacil, c los avia rompimiento que se esperaba. É quinge
enviado en dos navios; é cómo allá le leguas antes de llegar á Cempual, donde
avian acometido con partido para questo Narvaez estaba apossentado, llegó el clé-
religioso atraxesse á algunos de la com- rigo que los de Veracruz avian enviado,
pañía é opinión de Cortés para que se pas- que ora el mesmo con quien Cortés avia
sasen á la de Narvaez; é cómo avian fe- escripto á Narvaez é al ligengiado Ayllon,
cho alarde*delante del é do giertos indios é otro clérigo, é un Andrés de Duero,
que con él fueron de toda la gente, assi vegino de la isla Fernandina, que assi-
de pié como do caballo, é soltaron el ar- mesmo fué con el dicho Narvaez: los qua-
tillería que estaba en los navios é la que les, en respuesta de Ja carta de Cortés, le
estaba en tierra, á fin de los atemorigar, dixeron que todavía fuesse á le obedes-
é que le dixeron al dicho religioso: «Mi- ger é tener por capitán á Narvaez, é le
rad cómo os podeys defender de nos- entregasse la tierra, porque de otra ma-
otros, si no hageys lo que quisiéremos.» nera lo seria fecho mucho daño, porque
É también dixo cómo avia hallado con el demás de la gente mucha é ventaja que le
dicho Narvaez á un señor de la tierra, tenia, ios de la tierra eran en su favor, ó
vassallo de Monteguma, é que le tenia por que si Cortés le quisiesse dar la tierra, le
gobernador suyo en toda su tierra desde daria de los navios é mantenimientos que
los puertos hasta Ja. costa de la mar; ó que llevaba los que quisiesse, é le dexaria yr
supo que al dicho Narvaez avia hablado en ellos con los que quisiessen yr con é',
de parte de Monteguma, é dádole giertas con todo lo que quisiessen llevar, sin les
joyas de oro, y el dicho Narvaez le avia poner impedimento alguno. Y el uno de
dado á él otras cosas; é que supo que los clérigos le dixo que assi venia capitu-
avia despachado de allí giertos mensa-- lado é mandado de Diego Velazquez que
jeros para el dicho Monteguma, y en- se higiesse con el dicho Cortés, é para
víadole á degir quél le soltaría, é que ello traían poder el dicho Narvaez junta-
yba á prender á Cortés é á los de su com- mente con los dichos dos clérigos, é que
pañía , é yrse luego é dexar la tierra ó gerca desto le harían todo el buen partido
naturales della en su libertad. Finalmen- quel Cortés quisiesse. El qual les respondió
te, que segund lo que al Emperador, quél no via provisión de Su Magestad, por
nuestro señor, Cortés escribió, entendió donde le debiesse entregar la tierra, é
quel Narvaez se quería apossesionar de la que si alguna traia, que la pressentasse
tierra por su auctoridad, sin pedir que ante él é ante el cabildo de la villa de la
TOMO III. 40
;ji4 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Veracruí, scgund orden é costumbre de damientos , requiriendo al dicho Narvaez
España, c quél estaba presto á la obe- que si algunas provisiones de Su Mages-
desccr 6 complir; ó que hasta tanto por tad llevaba, se las notilicasse, é que hasta
ningún interesse ni partido baria lo que tanto no se nombrasse capitán ni justicia,
decían: antes él é los de su compañía mo- ni se entrometiesse en cosa alguna de los
rirían en defensión de la tierra, pues la dichos ofíigios, so ciertas penas que le
avian ganado é la tenían pacífica é segu- puso. É mandó por aquel su mandamien-
ra en nombre de Sus Magestades, é por to que los que Narvaez tenia no le tovios-
no ser traydores é desleales á su Roy. sen por capitán ni le obedesciessen, é que
Otros muchos partidos escribió Cortes dentro de cierto termino paresciessen an-
que le avian movido por traerle á su pro- te Cortés, so cierta pena, para que les di-
póssito, quél no quiso aceptar sin ver pro- xesse lo que debían hacer en servicio de
visión de Su Magostad para lo hager, é Su Magostad, so ciertas protestaciones lo
que nunca se la quisieron mostrar. Acor- contrario haciendo; ó que progederia con-
daos, letor, de lo que á esto que Cortés tra olios como contra traydores é aleves
dice, decia después en Toledo al revés é malos vassallos, que se revelaban contra
Pámphilo de Narvaez, como adelante se su Rey, é querían usurpar sus tierras é
dirá. En conclusión,'estos clérigos y el señoríos, é darlas é apossesionar dellas á
Andrés de Duero é Cortés quedaron con- quien no pertcnescian, ni tenia á ellas ac-
certados que Narvaez é Cortés con ca- gion ni derecho, é que yria contra ellos á
da diez personas (con seguridad do am- los prender é cautivar, é otras palabras
bas partes) so viessen, é allí se mostras- que so dexan por su prolixidad. La res-
sen las provisiones, si Narvaez las lleva- puesta de lo qual fué prender al que fué
ba, é Cortés respondiesse. á notificar esto al Narvaez, é al escribano
. É luego cada una de las partes en- que coa él yba para dar fée, é tomarles
vió á la otra el seguro firmado de su ciertos indios que llevaban. Y esto vieron
nombre, el qual dice Cortés que no te- detenidos hasta que llegó otro mensage-
nia Narvaez pensamiento de guardar: ro que Cortés envió á saber dcllos, ante
antes dice que concertó que en aque- los quales tornaron á hacer alarde, ame-
llas vistas se oviesse forma cómo de nagándolos á ellos é á Cortés, si la tierra
presto le matassen á Cortés, é que pa- no lo entregasse.
ra ello fueron señalados dos de los diez E visto aquesto Cortés, é que los na-
que con él avian de yr, é que los domas turales con estas novedades se alboro-
peleassen con los que Cortés Jlevasso, taban ó levantaban á más andar, qui-
porque decían que, muerto Cortés, era su so prevenir á lo que lo pudiera acaes-
hecbo acabado. É assi dice Cortés que ccr, é dexando las palabras, ponerlo en
fuera ello, si Dios no lo remediara con fucia de su industria é cautelas. É dio un
cierto aviso que ovo de los mesmos que mandamiento á Goncalo de Sandoval, su
eran en la traycion (que le fué" enviado alguacil mayor, para prender á Narvaez
juntamente con el seguro que se le envió): é á los que se llamaban alcaldes é regi-
lo qual sabido por Cortés, escribió una dores , ó mandóle que con ochenta hom-
carta al dicho Narvaez é otra á los terce- bres fuesse á hacer lo ques dicho; tras el
ros , dicicndolcs quél avia sabido su mala qual Cortés siguió con otros ciento é sep-
intención, ó que no queria yr de aquella tcnta, sin tiro de pólvora ni caballo é á
manera quellos tcnian concertado. É lue- pié, para favorescer al dicho alguagit ma-
go les envió ciertos requerimientos ó man- yor , si se les pusiessen en resistencia el
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XII. 315
Narvaez é los demás. Y el día quel algua- una de aquellas torres, donde el dicho Nar-
cil Sandoval é Cortés llegaron á la cibdad vaez estaba apossentado, tenia á la escale-
de Cempual, donde Narvaez estaba, supo ra della hasta diez é nueve tiros de fuslera:
su yda, é salió al campo con ochenta do c dieron tanta priessa ú subir á la dicha
caballo 6 quinientos peones, sin lo demás torre, que no tovieronlugarde poner fue-
que dexó en su aposseuto, que era el go á más de un tiro, el qual no salió ni
templo principal de aquella cibdad, assaz higo daño alguno. É assi se subió la torre
fuerte. É llegó quasst á una legua de don- hasta donde el dicho Narvaez tenia su ca-
de Cortés estaba, 6 cómo lo que sabia ma, donde él ó hasta cinqüenta hombres,
Narvaez de la yda de Cortés era solo por que con él estaban, pelearon con el dicho
lengua de indios, é no le halló, creyó que alguacil mayor é con los que con él subie-
era burla, é volvióse á su aposscnlo, te- ron, puesto que muchas veces les requi-
niendo apercebida toda su gente; é puso rieron que se diessen á prission , c no lo
ios espías quassi ú una legua de la cibdad. quisieron hager hasta que se les puso fue-
Cortés, como fué de noche, siguió ade- go , é con esto se dieron. Y en tanto quel
lante con el mayor silencio quél pudo, é dicho alguagil mayor prendía al dicho
fuésse derecho, al apossento del dicho Nar- Narvaez, quedó Cortés defendiendo la su-
vaez (qué! é los que llevaba muy bien bida de la torre á los que en socorro de
sabían) para lo prender, creyendo que Narvaez acudían, ó higo tomar toda la
presso, los demás querrían obedescer á la artillería é fortalesgióse con ella: por ma-
justicia, en espegial que muchos dellos nera que sin muertes de hombres, más
yban contra su voluntad, enviados por de dos que un tiro mató, en una hora es-
Diego Velazquez. Y el dia de pasqua del taban pressos todos los que Cortés quiso
Espíritu Sancto, á poco más de media no- prender, ó tomadas las armas á todos los
che , dio en el dicho apossentamicnto; 6 demás: é prometieron de ser obidienles
antes topó las dichas espías, é las que al vengedor, ó degian que hasta allí avian
Cortés llevaba delante prendieron una seydo engañados, porque Narvaez les de-
del las, é la otra se escapó, é de la pres- cía que llevaba provisión de Su Magos-
sa se informó de la manera que estaba tad, é les avia fecho entender que Cortés
Narvaez. É porque la espía que escapó, estaba aleado con la tierra ó que era tray-
no llegassc primero que Cortés, é diesse dor á Su Magostad, é otras muchas cosas.
mandado de su yda, dióse mucha priessa Dige más en su carta Cortés: que supo
ú caminar; pero no pudo ser tanta que la do los indios que si la victoria fuera por
espia no diesse primero noticia que Cor- Narvaez, no pudiera ser sin mucho da-
tés yba, bien media hora antes. É quan- ño de los chi'ipstianos de ambas parles, é
do llegó á donde Narvaez estaba, lodos quellos matarían á los que avian quedado
los de su compañía estaban armados, y en la cibdad; ó que después se juntarían
ensillados los caballos é á punto, ó vela- é darían sobro los que qtiedasscn, de ma-
ban cada quarto gient hombres; é llega- nera que la tierra quedasse libre, ó no
ron tan sin ruido, que quando fueron sen- oviesse memoria de los españoles. Otras
tidos ó los de Narvaez locaban al arma, palabras muchas ó á su propóssito dige
entraba Cortés por el palio de su apos- en este caso Cortés, cncaresgiendo su par-
sento, en el qual estaba toda la gente tido, que ni yo niego ni las apruebo tan
apossentada é junta, é tenían lomadas puntualmente, como su carta dige; porque
tres ó*quatro torres, que en él avia, ó to- como he dicho esta relación se escribió por
dos los demás apossontos fuertes. Y en la ól. Mas porque dixo de susso que diría lo
310 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que al revés de todo esto degia Pámphi- en opinión y en offigío ageno, contra la
lo de Narvaez, digo quel año de mili é voluntad de cuyo era é se lo dio y enco-
quinientos é veynte y cinco, estando Cés- mendó : ni á Pámphilo de Narvaez le faltó
sar en la cibdad de Toledo, vi allí al di- la penitengia de su descuydo, ni á Diego
cho Narvaez, é públicamente decia que Velazquez quilo la fortuna dexar de des-
Cortés era un traydor, é que dándole Su truyrle, ni á Cortés desfavoresgeríe pa-
Magestad licencia, se lo haria conosger de ra salir con su propóssito, como ha sa-
su persona á la suya; é que era hombre lido.
sin verdad, é otras muchas é feas pala- Yo veo questas mudangas é cosas de
bras, llamándole alevoso é tirano é ingra- grand calidad semejantes, no todas veges
to á su señor é á quien le avia enviado á anda con ellas la ragon, que á los hombres
la Nueva España, que era el adelantado les paresge ques justa, sino otra definigion
Diego Velazquez, á su propria costa, é se superior é juigio de Dios que no alcanga-
le avia aleado con la tierra é con la gente mos; y cómo él es movedor do todo (ó
é hacienda, é otras muchas cosas que mal más servido de lo que subgede] é sin su
sonaban. Y en la manera de su prission voluntad ninguna cosa se puede concluir,
la contaba muy al • revés de lo que está tengamos por mejor lo que vemos efetuar,
dicho. pues no se alcangan los fines para que se
Lo que yo noto desto es que con todo hagen las cosas; ó do la providengia de
lo que oy á Narvaez" (como yo se lo di- Dios no nos conviene platicar ni pensar,
xe) no puedo hallarle desculpa para su sino que aquello conviene.
descuydo, porque ninguna nesgessidad Masen la verdad, quitado aparte este
tenia de andar con Cortés en pláticas, si- escrúpulo de no acudir Cortés á Diego
no estar en vela mejor que la que higo. É Velazquez; cuyo capitán é sostituto fué
á esto degia él que le avian vendido aque- enviado, en lo demás valerosa persona
llos de quien se fiaba, que,.Cortés le avia ha seydo é para mucho; y este dosseo de
sobornado. É también me paresce do- mandar, juntamente con que fué muy
nayre, ó no bastante la excusa que Cor- bien partido é gratificador de los que le
tés da para fundar c justificar su negogio, sirvieron, fué mucha causa (juntamente
ques degir quel Narvaez pressentasse las con ser mal quisto Diego Velazquez) pa-
provisiones que llevaba de Su Magestad, ra que Cortés se saliesse con lo que em-
y el mandamiento quél dio á Sandoval prehendió, é se quedasse en el offigio é
para prehender á Narvaez, como si el di- gobernagion. ¿Quereyslo ver claro? Si
cho Cortés oviera ydo á aquella tierra por , aquel capitán, Johan Velazquez de León,
mandado de Su Magestad, ó con más ni no estoviera mal con su pariente Diego
tanta auctoridad como llevaba Narvaez, Velazquez, é se passara con los giento
pues ques claro é notorio quel adelantado é ginqüenta hombres, que avia llevado á
Diego Velazquez, que envió á Cortés, era Guagacalco, ala parte de Pámphilo de Nar-
parte, segund derecho, para le enviar á vaez, su cuñado, acabado oviera Cortés
remover, y el Cortés obligado á le obe- su offigio.
desger. Visto he platicar sobre esto á cavalle-
No quiero degir más en esto, por no ser ros é personas militares, sobre si este
odioso á ninguna de las partes; pero en Johan Velazquez de León higo lo que de-
mi juigio yo no hallo qué loar á Cortés en bía ó no, en acudir al Diego Velazquez,
su desobidiengia, ni á él Je quedó nada ó al Pámphilo en su nombre; é cenvie-
por usar en sus cautelas, para se quedar nen los veteranos milites, é á mi pares-
m INDIAS, LIB. xxxw. CAP. XIÍ. sn
ger determinan Lien la qüestion, en que dio, exgepto si viera carta ó mandamien-
si Johan Yelazquez tuvo conducta de ca- to expreso del Rey en contrario.
pitán para que con aquella gente quél le Passemos á lo demás: que si bien ó
dio, ó toviesse en aquella tierra, como mal higieron, aunque en el suelo no vean
capitán particular le acudiesse á él, ó á los hombres cómo se determinan estas co-
quien él mandasse, Johan Yelazquez fal- sas, ya sabemos ques cuenta corriente
tó á lo que era obligado en no se passar á para adelante, é que ha de llegar todo á
Pamphilo de Narvaez, seyendo reque- aquel tribunal infalible, é donde no ha de
rido de Diego Yelazquez; más si le higo faltar justigia ni encobrirse delicto ni co-
capitán Hernando Cortés é le dio él la s.a mal hecha, ni quedar sin galardón lo
gente, á él avia de acudíi», como acu- bien hecho, sin exgepgion de personas.

CAPITULO XIII.
En que se traeia cómo después de presso el capitán Pamphilo de Narvaez, supo Cortés qne los de la cibdad
de México se avian aleado contra los españoles que allí avian quedado en guarda de Montecuma, é del oro
é joyas; é fué allá, é después de entrado, tovo mucha guerra con los indios- de la cibdad; é de la muerte
desastrada de Montecuma*: é cuenta la historia algunas particularidades notables.en el caso.

l a o s dias después que fué presso Nar- el qual capitán era Pedro de Alvarado.
vaez , porque en aquella cibdad no se po- Este mensajero tomó desde á doge dias
día sostener tanta gente junta (mayor- con cartas del alcalde capitán que allí
mente que ya estaba quassi destruyda, avia quedado, en que le hagian saber có-
porque los que en ella estaban con el di- mo los indios le avian combatido la for-
cho Narvaez avían robado lo que pudie- íalega por todas las partes della, é pués-
ron, é los vecinos estaban ausentes é sus tole fuego por muchas partes é fecho gier-
casas solas), despachó Hernando Cortés tas minas, é que se avian visto con* mu-
dos capitanes con cada doscientos hom- cho peligro é trabaxo; é que todavía los
-res, el uno para que fuesse á hager el naturales le mataran, si el dicho Monte-
pueblo en el puerto de Guagacalco, que cuma no mandara gesar la guerra; ó que
antes avia enviado á hager, segund se ha aun los tenían gercados, puesto que no
dicho, y el otro á aquel rio que los na- los combatían, sin dexar salir ninguno de-
vios de Frangisco Garay dixeron que avian llos dos passos fuera de la fortalega; ó
visto. Y envió otros dosgientos hombres que les avian tomado en el combate mu-
á ia villa de la Yeracruz, donde higo que cha parte del bastimento que Cortés les
los navios quel dicho Narvaez traia vi- avia dexado, é que les avian quemado
niessen; é con la gente restante se quedó los quatro bergantines que tenían, é que
en la cibdad, é despachó un mensajero á estaban en muy extremada nesgessidad;
la cibdad de Temistitan,"con el qual higo é que por amor de Dios los socorriesse
saber al capitán y españoles, que en ella con mucha priessa. Este capitán é al-
avia dexado, lo que le avia subgedido: calde , que quedó en guarda del oro é de

* En el original proseguía: «E cómo le convino muchos é valientes españoles.» Oviedo suprimió


á. Cortés é á los españoles dexar ia cibdad é per- cuerdamente estas cláusulas, porque parte de los
dieron el oro é artillería é salieron con mucho tra- hechos aquí mencionados se narran en el siguien-
baxo peleando bastase poner en salvo, pero con te capítulo.
pérdida de lo que leniari allegado é con muerte de
318 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Montecuma, no le nombra Cortés en su la grand cibdad avían quedado, los qua-
relación, y era el comendador Pedro de les diseron que eran vivos; y él les dixo
Alvarado, el qual se ovo valerosamente que le truxessen una canoa, porque que-
en este cerco. ría enviar un español a lo saber, é que
Vista la ncsgessidad que aquellos espa- en tanto que su mensajero yba, avia de
ñoles tenían, é que si no fuessen socor- quedar con él un natural de aquella cib-
ridos, demás de perderlos, se perdería dad , que páresela principal hombre, por-
todo el oro é joyas que en la tierra se que los señores della, de quien Corles
avia ávido, assi para Su Magostad como tenia notigia, ninguno pareseja. É man-
el de los particulares y el de Cortés, con dada traer la canoa, envió ciertos indios
la mayor c mejor cibdad de todo lo des- con el español, su mensajero, y el indio
cubierto en estas Indias hasta en essa sa- ques dicho quedó con Cortés, como rehén
cón, é perdida aquella, se'perdería todo lo ó prenda ó seguridad del chripstiano que
que estaba ganado, por ser la cabeca de enviaba. Yr estándose embarcando el es-
todo aquel rcyno, c á quien ¡numerables pañol para yr á la cibdad do Temistitan,
gentes obedescian; luego despachó Cor- vio venir por la laguna otra canoa, é có-
tés mensajeros á los capitanes que avia mo llegó al puerto, que venia en ella uno
enviado con la gente que se diso de sus- de los españoles que avian quedado en la
so, dándoles noticia de lo que le avian grand cibdad: é súpose del que eran vi-
cscripto, para que desde do quiera que vos" todos los chripstianos, excepto cinco
los alcancassen, se tornassen é por el ca- ó seys que los indios avian muerto, ó que
mino mas cercano so fuessen á la provin- los restantes estaban todavía cercados é
cia de Tascalteca, donde Cortés con la no los dexaban salir de la fortalcca, ni
gente que con él estaba, é con toda el ar- les proveían de lo que avian menester si-
tillería que pudo llevar, é con sóplenla de no por mucho rescate, puesto que des-
á caballo, se fué a juntar con ellos. É allí pués que supieron que Cortés volvía, lo
juntos se hico alarde, é se hallaron demás hacían algo mejor con ellos; é Montecu-
do aquellos septenta de caballo, quinien- ma decia que no esperaba sino que Cor-
tos peones; y cncontinento se dio mucha tés llegasso, para quo luego tornassen a
priessa caminando para la cibdad. Y en andar por la cibdad, como antes solian
todo el camino ninguna persona le salió á hacerlo. É con aquel español envió Mon-
rescibir del dicho Montecuma, como an- tecuma un mensajero suyo, en que le en-
tes lo solian hacer, é toda la tierra esta- vió á decir á Cortés que ya debía saber
ba alborotada é quassi despoblada, de lo lo acaesgido en aquella cibdad, ó que te-
qual se pudo concebir mala sospecha, cre- nia pensamiento que debía venir enojado
yendo que los españoles que avian que- por ello, ó con voluntad de le hacer al-
dado en la cibdad debían ya ser muertos, gún daño: por tanto, que le rogaba que
é que la gente de la tierra estaba junta, perdiesse el enojo, porque á él le avia
esperando en algún passo, domle pudíes- pessado tanto quanto a Cortés, é que nin-
sen mejor aprovecharse de Cortés c de los guna cosa so avia hecho con voluntad de
que con el yban. Con esto temor, fué al Montecuma, é otras palabras semejantes
mejor recabdo que pudo hasta que llegó para aplacar la ira que-sospechó que Cor-
á la cibdad do Tesuacan, que como so tés llevaba; ó que le rogaba que se fues-
ha dicho, está en la costa do aquella graud se a la cibdad á aposscnlar como antes
laguna; é allí preguntó a algunos de los estaba, porque no menos se haría en ella
naturales della por los españoles que en lo que Cortés mandasse, que primero se
DE INDIAS, im. XXXIII. CAP. XJIL 319
hagia: el qual le respondió que ningún tan llenos dellas, que quassi los chrips-
enojo llevaba del, porque bien sabia su tianos no podian andar con ellas. Eston-
buena voluntad, ó que assi como él lo dc- ces Cortés salió á los enemigos por dos ó
cia, lo haría. tres partes, é pelearon con ellos muy re-
Otro dia siguiente,.que fué víspera do ciamente, aunque por la una parte salió
Sanct Jolian Baptista,' se partió é durmió un capitán con doscientos hombres, é an-
en el camino á tres leguas de la grand tes que se pudiesse recoger, le mataron
cibdad; y el dia de Sanct Johan, después quatro chripstianos, é hirieron á él é á
de aver oydo missa, se partió, é llegó á otros muchos; é por la otra parte que
Temistitan quassi á medio dia, é vido po- Cortés andaba, le hirieron assímesmo a él
ca gente por la cibdad, é algunas puentes é á muchos de los españoles: é de los in-
de las encrucijadas é traviesas de las ca- dios murieron pocos, porque se acogían
lles quitadas, de que se ovo mal indicio, de la otra parte de las puentes, ó desdo
aunque pensó Cortés que ¡o hacían de te- las acoteas é terrados hacían mucho da-
mor de lo que avian hecho los mexicanos, ño con piedras. Con todo se ganaron al-
é que entrado ¿l, los aseguraría. gunas dessas defensas, é las quemaron;
Llegado á la fortaleca, en ella y en la pero eran tantas é tan fuertes, ó de tanta
mezquita ó templo mayor, que está junto gente defendidas, é tan bastegidas de pie-
á ella, se apossentó toda la gente que con dras é otras armas, que no bastaban-los
él yba; é los que estaban en Ja fortaleca chripstianos para se las lomar todas, ni
los rescibieron con tanta alegría, como aun para defenderse á sí mesmos, sin ser
redimidos ó que nuevamente les dieron muy ofendidos de los contrarios.
las vidas, que ya ellos estimaban por per- En la fortaleca daban tan regio comba'
didas; 6 con mucho placer se passó aquel te, que por muchas partes le pusieron fue-
dia é la noche, pensando que todo estaba go los indios é quemaron mucha parte de-
pacífico. lla, sin que se pudiesse remediar, hasta
Otro dia envió Cortés un mensajero á quel fuego fué ataxado, cortando las pa-
la villa de la Veracruz á darle las buenas redes é derrocando un quarto que mató
nuevas de cómo los chripstianos que es- el fuego; é si no fuera por la mucha guar-
tuvieron cercados, oran vivos, y él avia da que allí se puso de escopeteros é ba-
entrado en la cibdad y estaba muy segu- llesteros é algunos tiros do pólvora, les en-
r a : ^ qüal mensagero se tornó desde á traran á escala vista sin que se pudieran
media hora descalabrado y herido dando resistir. É assi estuvieron todo aquel dia
voces, diciendo que todos los indios de peleando, hasta que fué de noche bien es-
la cibdad venían de guerra, c que tenían curo: ni en toda ella cesaron las gritas é
algadas todas las puentes. Y encontinente rebatos hasta que fué de dia.
sobrevino tanta moltitud de indios sobro Aquella noche se repararon los portillos
los'españoles ó Cortés por todas partos, do aquello quemado, é todo lo que á Cor-.
que las calles é acoteas estaban llenas do tés le paresció flaco de la fortaleza, é con-
los infieles, con alaridos é grita muy es- certó sus estancias é gente para la guar-
pantable, é para poner mucho terror á da , con la determinación de salir, como
quien lo oia: y eran tañías las piedras que fucsse bien claro el dia, á pelear fuera ; é
tiraban con hondas contra la fortaleca, hico curar los heridos, que eran más de
que parescia quel cielo las llovía; é las ochenta. É assi como el alba llegó, los
flechas ó tiraderas eran tantas, que las enemigos comengaron el combate muy
paredes é patios de la fortaleca estaban mas recio é intenso qucl dia passado; y
320 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
era tanta la mollitud de los indios, que blas : é ios que yban dentro eran balles-
los artilleros no tenían nesgessidad de pun- teros y escopeteros, é los demás llevaban
tería contra algún particular, sino asses- picos é agadones é barras de hierro para
tar á los esquadrones de los contrarios é horadar las casas é derribar las albarra-
derribar de cada tiro muchos: é assi se das, que avia hechas en las calles. Estos
higo mucho daño en ellos, porque juga- arteficios suelen llamar los arquitectos les-
ban trege tiros pequeños de bronce, sin tugines ó tortugas, como largamente Vi-
las escopetas ó ballestas, é aunque derri- truvio las describe ', é assimesmo Flavio
baban assaz, parescia que no faltaba nin- Vegecio en su tractado del j4ríe militar2.
guno , ó que no lo sentían; porque donde No sé yo si de tal ciencia Hernando Cor-
llevaba el tiro diez ó doce personas, so tés toviesse noticia; pero su ingenio é ha-
cerraba encontinente de gente, é pares- bilidad era á más que csso bastante.
cia que no se hacia mella ni daño. Y en tanto que tales artefigios se ha-
Dexando en la fortaleza recabdo con- gian, aunque no cessaba el combate de los
veliente, salió Cortés fuera con parte de contrarios ni la resistengia de tan bastante
sus milites, é ganó algunas puentes, é capitán é de los chripstianos, como los
quemó algunas casas, é mataron muchos nuestros querían salir fuera de la fortalega
en ellas que las defendían; y como es di- assi los infieles pugnaban por entrar dentro
cho, la moltitud era tanta de los adver- en ella; é desta causa era el trabaxode los
sarios , que se hacia poca mella en ellos defensores españoles muy excesivo, que
por muchos que mataban; é á los chrips- les yba en ello las vidas, é á sus enemi-
tianos convenia pelear todo el dia cada gos lo mesmo é su libertad. Montegu-
uno dellos, é los indios peleaban por ho- ma, que todavía estaba presso, é un hijo
ras é se remudaban, é descansando unos suyo, con otros muchos señores que al
venían otros en lugar de aquellos de re- pringipio se avian tomado, dixo que le
fresco , é aun les sobraba gente mucha, sacassen á las agoteas de la fortalega,
que miraba, por no aver tanto lugar para quél hablaría á los capitanes de aquella
pelear, ni quien a ello los forcasse. gente, é les haria que gesassen en el com-
Hirieron aquel dia hasta sessenla espa- bate y en la guerra; y el capitán Hernan-
ñoles ; é después de aver peleado hasta do Cortés lo higo sacar, y en llegando á
que fué de noche, se retruxeron los nues- un pretil que salía fuera de la fortalega,
tros á la fortalega, viendo el grand daño queriendo hablar á los indios que por
que los indios hacían, é que herían é ma- aquella parte combatían, le dieron una
taban de los nuestros, é que era más pér- pedrada, los suyos en la cabega; é fué tal
dida , segund el número de los españoles, la herida que de allí á tres días murió. É
uno que faltasso dellos, que trescientos Hernando Cortés lo higo sacar muerto,
de los infieles. Toda aquella noche é otro assi como estaba, á dos indios de los que
dia siguiente hico gastar el tiempo Her- estaban pressos, é á cuestas lo llevaron
nando Cortés en hager tres ingenios de á la gente, é no se supo lo que del higie-
madera, é cada uno llevaba veynte hom- ron; mas por esso no gesó la guerra: an-
bres, los quales yban dentro cubiertos, tes cresgió la saña de todos é fué muy más
porque con las piedras que de las agoleas regia é cruda de cada dia.
tiraban no los pudiessen ofender, porque Este dia mesmo llamaron por aquella
yban aquellos ingenios cubiertos de ta- parte por donde hirieron á Monteguma, é

i Lib. X, caps. 19 y 20. 2 Lib. IV, cap. ii.


DK INDIAS. L1B. XXXIII. CAP. XIII. 321
dixeron que se parasse allí Cortés, que hirieron otros muchos, sin les poder ga-
le querían hablar ciertos capitanes de los nar un passo, aunque la batalla fué muy
contrarios; y él se paró allí, é" passaron reñida é perseverante hasta medio dia,
muchas ragones, y él les rogó que no pe- que los nuestros se volvieron á la forta-
leassen contra el, pues ninguna racon te- leza con mucho cansancio é dolor, por
nían para ello, é que mirassen ías buenas ser perdido su trabaxo ó tornar con pér-
obras que del avian rescibido, 6 cómo los dida. Esto dio tanto ánimo á los infieles,
avia muy bien tractado. Lo que á esso res- que quassi hasta las puertas llegaban: ó
pondieron, fué que les desasse su tierra, tomaron aquel templo ó mezquita grande,
pues que eran naturales della y él no; é y en la torre mas alta é mas principal se
que si assi lo hiciessej ellos dexarian la subieron hasta quinientos indios, que se-
guerra; é que no lo haciendo, creyesse gund se supo después eran personas prin-
que hasta morir todos los indios, ó no de- cipales , é la bastecieron de pan é agua é
xar chripstiano vivo, no avian de gessar. otros bastimentos ó de muchas piedras; é
Cortés entendió que este partido se lo todos los demás tenian langas luengas con
movían, porque saliesse de la fortalega, é unos hierros de pedernales mas anchos
salido, le lomassen entre las puentes de la que los de las nuestras, é no menos agu-
cibdád, é se pudiessen aprovechar con tai dos que los muy finos de Aspe. Desde allí
cautela de aquellos españoles é del. Á esto hacían mucho daño á los españoles de la
les replicó Cortés que no pensassenque les fortalega, porque estaban muy gerca los
rogaba con la paz por temor que les to- unos de los otros. Aquella torre ques di-
viesse, sino de compassion de los indios; cho , combatieron los españoles dos ó tres
porque le pessaba del daño grande que veces, é la comentaron á subir; é cómo
les hacia, é del que esperaba más hacer- era muy alta é la subida muy agria é de-
les, que avia de ser muy mayor, é le do- recha de cient é mas escalones, é los da
lia destruyrlos á ellos é á. tan buena cib- arriba pertrechados de muchas piedras é
dád, como aquella era. Los indios replica- otras armas, é favoresgidos con no les
ron que ya lo avian dicho su voluntad, é aver podido ganar las agoteas, ninguna
que no avian de gessar sus armas hasta vez los españoles tentaban subir que no
que los chripstianos é Cortés saliessen de volviessen rodando ó descalabrados. É los
la cibdad. que de otra parte los vian de los indios
Acabados los ingenios é tortugas que cobraban tanto ánimo, que se yban has-
se dixo de susso, luego otro día salió ta la fortalega muy osadamente, sin que
Cortés de la fortaleza con ellos, llevándo- se conosgiesse temor en ellos.
los delante de sí, é tras ellos quatro tiros Viendo Cortés el notable daño que de
de fuego é otra mucha gente de balleste- la torre él é su gente resgibian, salió fuera
ros , é mas de tres mili indios de Tascal- de la fortalega, aunque manco de la ma-
teca, que avian venido con él é servían á no izquierda, de una herida quel prime-
los españoles. E llevados á una puente, ro dia le avian dado; é liada la rodela en
pusieron los ingenios arrimados á las pa- el brago fué á la torre con algunos vete-
redes de unas acoteas, é ciertas escalas, ranos soldados animosos que le siguieron,
que llevaban para subirlas; y era tanta la é gercóla toda por baxo, porque so po-
gente que estaba en defensa de las aco- día muy bien hager, aunque no sin pe-
teas é puente, é tantas é tan grandes las lear por todas partos con los contrarios,
piedras que tiraban, que les desconcer- de«Ios quales, por favoresger ó los suyos,
taron los ingenios é mataron un español é se recresgieron muchos. Non obstante lo
TOMO III. 41
322 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
qual Cortés comencó á subir la torre con truían su cibdad, é que no pararía hasta
los chripstianos, é aunque se le defendie- quo della é dellos oviesse dado fin. Res-
ron rigurosamente é derribaron tres ó pondieron que bien vían que resgibian
quatro españoles, Cortes subia arriba; é mucho daño é muerte de los suyos; pero
con tanto csfuergo él ó los que Je seguían que les era tan dulge la libertad, que les
pelearon con los enemigos, que les fué querían quitar los chripstianos, que hasta
forcado saltar de la torre abaxo á giertas que todos los indios muriessen ó cchassen
agoteas ó andenes que tenia al rededor, de la tierra á los españoles no avian de
tari anchos como tres ó quatro pies, é des- gessar en la guerra; ó que pusiesse Cortés
tas tenia la torre tres ó quatro gintas a los ojos en aquellas agoteas é plagas é ca-
trechos, mas ancha la una que la otra tres lles quán llenas de gente estaban, é que
estados; é cayeron algunos abaxo, ó los tenían hecha cuenta que con morir veynte
que estaban de los nuestros al pié de la y ginco indios por un solo chripstiano, se
torre los mataron con fag'üidad, aunque avian de acabar antes los españoles é
la caida les bastaba para morir. Los que Cortés, por su poco número á respecto
quedaron en aquellas gintas ó andenes pe- de la incontable.molfilud de la gente, que
learon desde allí tan resgiamente, que se los indios eran; é que le hagian saber que
tardaron más de tres horas en los acabar todas las calcadas de la cibdad avian des-
de matar, de forma que ninguno escapó. hecho (y en la verdad era assi, que todas
Fué ganar esta torre una cosa tan gran- las avian rompido é desbaratado, exgcp-
de é tan señalada, que assi el capitán co- to una) é que ninguna parte tenían, por
mo los que en ello so hallaron son muy donde salir sino por el agua ó volando; é
dinos de todo loor, porque era tal é tan que bien sabían quelfos tenían ya poco
fuerte que veynte hombres bastaban á la bastimento c poca agua dulge, é que no
defender de mili, si tan osados milites podían turar mucho, sin que de hambre
ayudados de Dios no fueran; é los mes- se muriessen. aunque los indios no los
mos .vencedores quedaron espantados de matassen.
lo que avian hecho, dando gragias á Nues- Otras muchas ragones passaron en es-
tro Redcmptor é su gloriosa Madre. En- te ragonamiento, favoresgíendo cada uno
continente, ávida esta victoria, higo Her- su partido. Y-en la verdad aunque los
nando Cortés poner fuego á la torre é á españoles no tuvieran otra guerra si-
las otras que en la mezquita ó templo es- no la hambre, era ya mucha su nesgessi-
taban , de las quales ya los indios avian dad é. falta de bastimento: é assi como
quitado las ymágenes de los Sanctos, eme fué de noche salió Cortés con algunos es-
avian allí puesto los chripstianos. pañoles, á halló algún dcscuydo en los
Esta victoria de los nuestros fué mucho enemigos é ganóles una calle é quemóles
quebrantamiento de la soberbia do aque- más de tresgientas casas, ó volvióse por
lla bárbara gente, é les higo afloxar su otra ya que allí acudía la gente: é de la
ira por todas partes. Luego fué Cortés á segunda calle quemó muchas casas assi-
aquella agotea ques dicha, é habló á los mesmo, en espegial giertas. agoteas que
capitanes que primero avian hablado con estaban gerca de la fortalega, porque des-
él, que estaban algo desmayados é mal de ellas resgibian mucho daño los espa-
contentos por lo que avian visto, é les di- ñoles. Doste fecho no pensado se acres-
xo que mirassen el daño que los chrips- gentó más el temor en los indios; pero no
tianos les hagian cada hora, é que mata- tanto que les faltasse su pertinagia para la
ban muchos dellos é quemaban é des- continuagion de la guerra.
DE INDIAS. Lili. XXXI1Í. CAP. XIII. 323
Aquella noche se tomaron á aderosgar dexando allí toda la gente é ciertos tiros
los ingenios quel día antes se avian des- de fuego, se fué con solos dos de caba-
baratado, como se dixo de susso, é con llo á ver qué le querían aquellos princi-
mayor aviso se fortificaron y enmenda- pales; ó llegado, le dixeron que si los ase-
ron; é por seguirla victoria, salió Cortes en guraban que por lo hecho no serian pu-
amanesciendo por la calle donde lo avian . nidos ni maltrae lados, qucllos harian al-
desbaratado, é no la hallaron con menos ear el gerco é tornar á poner las puentes
defensa que primero. É cómo á los chrips- é hacer las calcadas, é servirían á laCes-
tianos les yban en ello las vidas c honras, súrea Magostad, como primero lo hagian.
ó por aquella calle estaba saíia la calca- É rogaron á Cortés que higiesse traer allí
da que salía á la tierra firme , aunque has- uno como religioso quél tenia pvesso, que
ta llegar á olla avia ocho puentes muy era como general de aquella su religión é
grandes é hondas, é toda la calle de mu- setta dañada; é venido aquel, dio con-
chas acotcas ó altas c torres, púsose tan- cierto entre las partes, é paresció que
ta determinación 6 ánimo por los nues- enviaba mensageros, segund los indios-
tros, que con el favor de Dios ganaron decían, a decir A los capitanes é gente
aquel dia las quatro, é se quemaron to- que tenían en las estancias, para que ce-
das las aco'teas é casas c torres que avia sassen en el combate que daban á la for-
hasta la postrera dolías, aunque por el taleca, é que toda la guerra de todas
aviso de lo acacscido en la noche passa- partes fuesse entredicha é cesasse; é con
da tenían en todas las puentes fechas mu- este correierto so despidieron.
chas ó muy fuertes aibarradas de adobes Cortés se entró en la fortaleca á comer;
é barro, de tal manera que los tiros ó ba- é assi cómo so assentó á la mesa, le vi-
llestas no les podian hacer daño. Aque- nieron á decir que los indios avian cobra-
llas quatro puentes se cegaron con los do ó tcnian ganadas laspuentes que aquel
adobes 6 tierra de las mesmas aibarradas, día les avian ganado, é avian muerto
é con mucha piedra é madera de las ca- ciertos españoles; ó cabalgó á caballo, é
sas quemadas; poro no faltando sangre con la mayor pricssa quél pudo dar á las
de la una é de la otra parte, porque mu- espuelas, corrió toda la calle adelante con
chos de los chripstianos fueron heridos: ó algunos de caballo que le siguieron, sin
púsose recabdo aquelta noche en la guar- se detener en parte alguna, é rompió por
da de las quatro puentes, porque no se las los indios c tornóles a ganar las puentes,
tornassen á ganar. é siguió el alcance hasta la tierra firme. É
Otro dia siguiente tornó á salir Cortés, cómo los peones estaban cansados y he-
ó dióle Dios tan buena dicha é victoria, ridos é temoricados, ninguno dcllos le si-
aunque la competencia é los enemigos guió ; á causa de lo qual, passadas las
fueron muchos é topaba muchas aibar- puentes, quando Cortés quiso dar la vuel-
radas é hoyos que aquella noche se avian ta, las halló tornadas á ahondar mucho do
hecho, que les ganó todas las otras puen- lo que se avia gegado; é por la una é
tes é las cegó, é fueron algunos de á ca- otra parte de la calgada toda estaba llena
ballo siguiendo el alcance hasta la tierra de indios, assi en la tierra como en el.
firme. Y estando Cortés reparando é ge- agua en canoas; é de un lado c de otro,
gando las dichas puentes, lo vino nueva como toros, eran garrochados é apedrea-
cómo los indios combatían la fortaleca é dos Cortés é los que con él estaban, en
pedían paz, é le estaban esperando cier- tanta manera, que si Dios por su acostum-
tos señores, capitanes de los enemigos :é brada misericordia no los socorriera ó
324 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
diera favor de su poder absoluto, era im- ra que la llevassen quarenta hombres, co-
posible de otra manera escapar de allí: é nosgiendo el grand peligro, en que estaba,
aun ya se decía público entre los que que- y el daño que los indios cada dia le ha-
daban en la cibdad, que Cortés era muerto. cían. É temiendo que también desharían
Quando llegó de vuelta á la postrera aquella calcada como- las otras, é deshe-
puente de hácja la cibdad, halló a todos cha ningún remedio quedaba, é fuera tor-
los de caballo que con él yban caydos en eado morir todos aquellos españoles, que
ella, é un caballo suelto: por manera quél con él se hallaban, é también porque de
no pudo passar, é le fué forgado de re- todos los de su compañía fué requerido
volver solo contra los enemigos, donde que se saliessen de la cibdad, porque to-
halló no menos dellos que aquel que Pe- dos los más estaban heridos é tales que
trarca dice que, solo contra Toscana, tuvo no podían pelear, ó á lo menos largamen-
ó defendió la puente en tanto que la cor- te comportar aquel continuo resistir á los
taban por detrás del, porque la gente del enemigos, acordaron de lo hager aque-
rey de Toscana no entrasse en Roma'. Es- lla noche. É tomaron todo el oro é jo-
te se llamó Horacio Cocles, como mas lar- yas que tenían que se pudiesse sacar, é
gamente Tito Livío lo escribe2; é segund puesto en una sala, hígolo entregar Cortés
lo que yo he entendido de algunos que á los ofíiciales de Su Magostad en ciertos
pressentos se hallaron, muy diño es Cor- Uos, é rogó á los alcaldes é regidores, é
tés que se compare este fecho suyo desta á los demás españoles, que ayudassen á
jornada al de Horacio Cocles que*se tocó lo sacar é salvar, é aun se lo requirió é
de susso, porque con su esfuergo é lan- dio una yegua, en que se cargó la parte
ga sola dio tanto lugar que los caballos quel mesmo Cortés avia de llevar, é se-
pudieran passar, é higo desembarazar la ñaló ciertas personas que toviessen cargo
puente, é passó á pesar de los enemigos, de la yegua é de la carga del oro que le
aunque con harto trabaxo. Porque demás pusieron á cuestas; ó todo lo demás se
de la resistencia de aquellos, avia de la repartió para lo salvar é sacar sobre to-
una parte á la otra quassi un estado de dos los restantes españoles. É desampara-
saltar con el caballo, sin le fallar muchas ron la fortalcca con mucha riqueca é thes-
pedradas de diverssas partes é manos, é soros, assi de lo que perteneseja al Empe-
por yr él é su caballo bien armados no los rador , como de lo de Cortés ó particulares
hirieron; pero no dexó de quedar ator- españoles; é con el mayor silengio é se-
mentado de los golpes que le dieron, de cretamente que pudieron, llevando con-
la manera ques dicho. sigo un hijo é dos hijas de Monteguma é
Quedaron los nuestros aquella noche á Cacamagi, señor de Aculuacan, é al otro
con la victoria é ganadas las quatro su hermano, que Cortés avia puesto en su
puentes, é púsose buen recabdo en las lugar, é otros señores de provingias é cib-
otras quatro: é Cortés se fué.á la forta- dades que allí tenia pressos.
• leca, é no cansado, ó á lo menos no Llegados los chripstianos é su capitán
gessando por el cansancio rescibido de ó las puentes, que tenían quitadas los in-
proseguir é proveer en lo que conve- dios, á la primera dolías se echóla puen-
nia para conseguir lo que desseaba é te que los nuestros llevaban fecha, é con
faltaba para la total victoria de su em- poco trabaxo, porque no ovo quien lo re-
pressa, higo hacer una puente de made- sistiesse, exgepto giertas velas que en ella

i Triunfo de ta Fama, cap. I. 2 Década primera, lib. H.


DE INDIAS. Lili. XXXJII, CAP. XIII. 325
estaban las quales apellidaron tan recio quedó é fué á la recaga, peleando con los
é con tanta perseverancia, que antes de indios, hasta llegar á una cibdad que se
llegar á la segunda, estaban ¿numerables dice Tacuba, que está fuera de la calca-
enemigos sobre los españoles, combatién- da toda, con assaz trabaxo, porque todas
dolos por todas partes, assi desde el agua las veces quel capitán volvía sobre los
como desde la tierra, Y el capitán Her- contrarios, assi él como los que le seguían,
nando Cortés passó luego (con cinco de tornaban llenos do flechas é varas, é muy
caballo é gient peones á nado) todas las golpeados é tormentados de pedradas;
puentes é se las ganó hasta la tierra Ar- porque como era agua á cada lado de la
me; é dexando aquella gente en la delan- calcada, heríanlos á su salvo é sin temor,
tera volvió á la recaga, donde peleaban é los que salían á tierra, luego que vol-
muy osadamente los españoles é los indios, vían sobrellos, saltaban al agua é rescibian
que eran sin comparagion más, é assi ha- poco daño, si no eran algunos que por ser
cían daño mucho en los chripstianos é sus muchos tropegaban unos con otros é caian,
amigos los indios de Tascalleca, que con é aquellos morían. Assi que, con este tra-
ellos estaban: los quales allí murieron to- baxo militar y extremado, peleando llegó
dos los confederados que pressentes se Cortés á la cibdad de Tacuba sin le ma-
hallaron, ó la mayor parte dellos, é mu- tar ningún español, sino uno de los de
chos españoles é caballos, é se perdió to- caballo que yba con él en la regaga. É no
do el oro é joyas é ropa é otras muchas era menos ni más espagiosjoel pelear en la
cosas que sacaban, é toda la artillería. delantera que por los lados; pero el mayor
Recogidos los que quedaron vivos, Cor- ímpetu é trabaxo de la batalla fué en las
tés con tres ó quatro de caballo é hasta espaldas,por donde la gente déla cibdad
veynte peones que osaron quedar con él, venia en seguimiento de los chripstianos.

CAPITULO XIV.
En el qual se tracia cómo después que Cortés é los españoles salieron de la eibdad de Temistilan , llegado
á la cibdad de Tacuba, é prosiguiendo en su fuga, é los indios en su alcance, haciendo todo el daño qu e
podían, le mataron los hijos de Monteeuma d á los otros pressos principales que los chripslianos lenian*; é
cómo se recogieron Cortés é su gente á la provincia de Tascalleele; é otras cosas dinas de la historia.

i¿uién dubda quel arte militar sobre to- espera ser colocado é serle concedida, é*
dos los otros más potente sea, é sus efet- quanto más, aun do los peligros mayores,
tos mayores, por el qual la libertad se los no expertos las más veces suelen ser
mantiene é la malignidad se castiga, é la acompañados; en el qual breve espacio
dignidad en las provincias se aumenta, y de tiempo la dottrina del combatir, el uso
el imperio sanamente ó en firmega se con- de la verdadera arte y el buen consejo
serva? ... Assi lo dice Flavio Vegecio *, é abiertamente señoreana.»
más adelante, hablando en el caso de la Parésgeme á mí que este trabaxo é ven-
batalla campal, dice: «En semejante jorna- gimiento de los indios, executado en la
da los capitanes tanto mas solícitos deben persona del capitán Hernando Cortés y en
ser quanto más á diligente gloria é mayor los vengidos españoles, que con él se ha-

* Aquí decía en el original: « Se siguió un gen- essos españoles que quedaban é sus confederados.»
til ardid que usó Corles para se salvar con los fue- 1 Vegec.lib. III, cap. 10.
gos , aunque no sin pelear é mueho peligro de todos 2 Id., id., id.
326 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
liaron, los hace mas gloriosos a todos en sericordia nos ha librado, é no n8s meta-
general, é á él en especial, que á capitán mos en otro por nuestra culpa ó inadver-
ni milites de todos quantos en estas par- tencia.» Los dG la vanguarda le dixeron
tes é Indias han meneado las armas, as- que no sabían por dónde avian de salir,
si con el esfuerco de todos los españoles, é á essos higo quedar en la retroguarda;
que de Temistitan salieron con tanta osa- y él, como animoso duque ó capitán ge-
día é denuedo, como con la prudencia neral, tomó la delantera hasta los sacar
de su capitán é avivado é invencible es- fuera de la cibdad, y esperó en unas la-
píritu. A lo menos hasta el tiempo prcs- brancas á los postreros; é quando llega-
sente, en aquestas Indias esta pérdida ron, supo que lo avian muerto algunos es-
tan grande, é la ¡numerable cantidad ó pañoles ó indios, ó que so quedaba en el
moltitud de los adverssarios, é la vic- camino mucho oro perdido é que los ene-
toriosa venganga é victoriosa recupera- migos lo cogian.
ción de la mesma Temistitan} ó las otras Allí estovo Cortés hasta que passó toda
particularidades é prósperos subgcssos la gente, peleando con los contrarios de
desta guerra é conquista de la Nueva tal manera, que los detuvo para que los
España, á todas las demás precede, co- peones chripslianos tomassen un gerro en
mo por estos volúmenes é verdaderas é que avia una torre é gierto apossento
particulares historias se puede muy bien fuerte, é tomóse sin resgebir daño; pero
entender é colegir, sin ofensa de ningu- ya no avia caballo de ve yule, y quatro
no, si apartadas las passioncs c afición que le avian quedado que pudiésse cor-
particular, alguno c todos los que se qui- rer, ni cavallcro que pudiesse algar el
sieren ocupar en esto juicio lo quisieren braco, ni pcon sano'que pudiesse pelear,
entender, é saber lo que todos los gober- sino más que forgado; porque aunque
nadores é capitanes han fecho ó obrado sus ánimos estaban enteros, las fticrgasé
con las armas desde el año de mili é qua- personas estaban muy quebrantadas de ¡a
trocientos 6 noventa y dos años, que fué continua fatiga del pelear.
el principio del descubrimiento del almi- Llegados á esto apossento, fortalesgté-
rante primero, don Chripstóbal Colom, ronsc los nuestros en él, é allí los cerca-
hasta el pressente tiempo de aqueste ano ron hasta la noche, combatiéndolos de to-
de mili é quinientos c quarenta y ocho das partes, sin los dexar repossar ni uua
de la redempcion del linage humano. É hora.
que esto sea assi la verdad, é que me- En este desbarato é salida de Témis-.
rezca Cortés esta palma, verifícase é titán murieron ciento, é.ginquenta espa-
pruébase con lo que esta dicho, é con que ñoles , é quarenta y ginco yeguas é ca-
llegando desbaratado á la cibdudde Taca- ballos, ó más de dos mili indios que ser-
ba, halló toda la gente arremolinada-.en vían á los chripstianos, entre los quales
una plaga, que no sabia hombre de Jos mataron al hijo é hijas de Monícguma é á
que quedaban adonde yr; y él, como todos los otros señores, que traían pressos.
buen capitán, dióles priessa para que sa-
É aquella noche á media noche, cre-
Iiessen al campo antes que se recresgies-
yendo no ser sentidos, salieron con todo el
sen más enemigóse que tomassen las aco-
silengio que pudieron de aquel apossento,
teas, porque no les higiessen mucho daño
dexando en él hechos muchos fuegos , é
desde ellas, el qual estaba bien apareja-
sin saber camino alguno ni para donde
do, ó díxoles: «Señores, mirad que sa-
yban, mas de un indio de los de Tascalte-
limos de un cerco,' de que Dios por su mi-
ca , en cuya fidelidad se pusieron, é los
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP/XIV. 327
guiaba, digiendo quél los sacaría á su tier- guieron de todas partes, gritando é ape-
ra, si el camino no les impedían. Y cómo llidando é aumentándose, porque aquella
estaban muy cerca algunas guardas de los tierra es muy poblada, é todos venian de
enemigos, assi como ovieron conosci- buena gana contra gente que pensaban
miento de la fuga ó partida de ios chríps- rendir ó acabar presto en algún passo. É
tianos, apellidaron de muchas poblaciones los de á caballo, aunque eran muy temi-
cercanas que estaban á la redonda, c dos , en ser ya pocos, puesto que á sus
acudieron muchos indios en seguimiento tiempos arremetían, hagian poco daño, é
de los españoles, como tras gente vencida, también porque la tierra era .algo frago-
hasta que fué de día; y en eselaresciendo, sa, acogíanseles los indios á los cerros.
ginco de caballo que yban en la delante- Desta manera fueron aquel dia por cerca
ra por corredores, dieron en ciertos es- de unas lagunas, hasta que llegaron á una
quadrones de gente que estaban en el ca- buena población , donde pensaron hallar
mino , é mataron algunos delios, porque alguna resistencia con los del pueblo; mas
pensando que los de caballo eran más, se como fueron á par del, lo desampara-
desbarataron eilos mesmos. É cómo con- ron los vecinos, é se fueron á otras po-
tinuo crescia la moltitud adverssa, con- blaciones que estaban por allí cerca, de
certó Cortés su gente lo mejor quél pudo, lo qual fueron muy alegres los españoles,
é de los que estaban sanos hizo esquadro- por gocar de algún poco de tiempo sin
nes para la vanguarda c retroguarda é cos- batalla: é repossaron allí aquella noche y
tados de su batalla, é puso en medio los el siguiente día, porque assi los heridos
heridos que no podían servir más de ha-~ como los sanos yban muy cansados é fa-
cer cuerpo é muestra de mayor cantidad; tigados, é con mucha hambre é sed, y
é puso los de caballo en las partes mas essos pocos caballos que tenían muy en-
convmientes, é prosiguió su camino, pe- flaquescldos é trabaxados. Hallaron allí
leando todo el dia por todas partes. É fué algún mahiz, que comieron, é llevaron
tanto el embaraco é continuación en pe- parte del para adelante cogido é tostado;
lear , que en todo aquel dia y en la.noche é otro dia se partieron de allí, pero con
siguiente no pudieron caminar más de tres la continua molestia ó seguimiento de los
leguas, y essas é todo el tiempo ques di- adverssarios.
cho fué una continuada é trabada batalla, Ií assi fueron tras la guia ques dicho
sin quedar passo sin sangre. É quiso Dios de aquel indio de Tascalteca, con tanta
que quando el sol se entraba, vieron una fatiga quanta el Ietor puede considerar ó
torre é un buen apossento en un cerro, al colegir de lo que la historia ha contado,
qual se recogieron é hicieron allí fuertes: é porque muchas veces les convenia ha-
é aquella noche no tovíeron contraste has- cer el camino con las espadas. E ya que
ta el alba, que les dieron cierto rebate, era tarde, llegaron á un llano donde esta-
en el qual no ovo más del temor, que ya ban unas pequeñas casas, é pararon allí
los nuestros tenían congebido, por la con- aquella noche con mucha nescessidad por
tinuación de la mucha cantidad é inconta- falta de" bastimento. Otro dia prosiguieron
ble número de los enemigos que yban en su camino, assimesmo seyendo segui-
su alcance. dos y escaramucando.á cada passo, é lle-
Seyendo ya una hora de dia, prosiguió garon desde á dos leguas que andovieron
Hernando Cortés su camino con la orden á un pueblo grande, é á un lado del esta-
ques dicho, como capitán cauto é aper- ban en un gorro algunos indios: ó pen-
cebido, é ios contrarios assimesmo le si- sando tomarlos, porque estaban muy ger-
338 H1ST01UA GENERAL Y NATURAL
ca del camino, é por descobrir si avia al- tes! É aun dessos, que le han hallado, en
guna gelada de la otra parto de aquel cer- prescio de tan amargos é peligrosos sudo-
ro , quiso Hernando Cortés informarse por res para el cuerpo é para el ánima, no ha
su persona, é con cinco de caballo é has- seydo para que los mesmos le gogen, si-
ta doce peones salió de entre su gente, é no para otros, á quien descuydadamente
fué rodeando el gorro: ó detrás del esta- se fueron tales bienes sin los meresger ó
ba una grand cibdad con mucha gente, la esperar, sino para fundar torres de vien-
qual les salió al encuentro, con quien pe- to é casas en el arena, é para que de lo
learon tanto, que por la tierra áspera é mal adquirido se espere el fin que suelen
pedregosa le convino retraerse al otro hager las otras cosas peresgederas ó in-
pueblo que primero se dixo, donde ya justamente adquiridas! Tornemos á la his-
los otros españoles estaban. toria.
De aqueste trance salvó Cortés mal he- Viendo Hernando Cortés que cada hora
rido en la cabega de dos pedradas; é cresgian los perseguidores sus enemigos,
después que se ovo atado las heridas, y mas regios y descansados, y quél é su
higo salir los españoles del pueblo, por- gente y ban siempre perdiendo y enflaques-
que no le paresgió seguro apossento pa- giéndose, higo que aquella noche que los
ra ellos, é caminaron seyendo todavia heridos é dolientes (que llevaban á cuestas
seguidos, é hiriéronle quatro ó cinco es- é á las ancas de los cansados caballos, en
pañoles é otros tantos caballos, é matá- ios quales pendia mucha parte de su sal-
ronles un caballo: el qual, aunque les vación, porque sin dubda acabados de
higo mucha falta, porque después de perder los caballos, fueran perdidos los
Dios, los caballos les eran mucha segu- españoles, é para tener algún aliento é
ridad por el miedo que aquélla gente bár- poder con mas dilagion excusar la muerte)
bara tenia dellos, con la carne del ío- higiessen muletas é bordones é otras ma-
vieron buen pasto, é se consolaron ó mi- neras de ayudas para caminar poco á po-
tigaron en parte su hambre: é se lo co- co, porque los caballos é los españoles
mieron sin dexar cuero ni otra cosa del, que estaban sanos estoviessen libres para
sino los huessos é las uñas y el pelo , ó pelear. Y esto aviso fué muy bueno, se-
aun las tripas no les paresgió do menos gund el subgesso, porque cómo Cortés se
buen gusto que las sobreasadas de Ñapó- partió otro dia por la mañana de aquel
les , ó los gentiles cabritos de Avila , ó las apossento, desde á legua é media de allí
sabrosas terneras de Sorrento é de Cara- hallaron al encuentro tanta cantidad de
goga, segund la extrema nesgessidad que indios, que assi en la delantera como en
llevaban. Porque después que de la grand las espaldas é costados ninguna cosa del
cibdad de Temistitan avian salido, ningu- campo quedó que se pudiesse ver vagía
na cosa comieron sino mahiz tostado é co- ni desocupada dellos. É pelearon con'los
gido é hierbas del campo, é desto no tan- chripstianos con tanta osadía é con tanta
to quanto quisieran ú ovieran menester. polvareda, que no se conosgian unos á
¡Oh fatigas mundanas buscadas"por los otros: tan juntos y envueltos andaban é
hombres, más al propóssito (ó contra el tan mezclados, que sin dubda creyeron
propóssito)de sus cobdigias, digiendo me- los españoles que estaban en la última
jor, que por servir á Dios é por sacar en prueba, é que aquel era el postrero de
presgio de sus vidas de los hombres este sus dias! É assi lo escribió Cortés á Su
oro, que tan caro ha costado á los más é Magostad, por la grand moltitud de los
tan pocos lo han alcangado en estas par- adverssarios é por la poca resistengia que
Í)E INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XIV. 329
hallaban, por yr como yban cansados é ha m, Isaac é Jacob, diciendo: Á tu si-
acosados, é los más de los chripstianos miente daré essa *» etc.
heridos, é todos quassi traspassados é de- Ya Hernando Cortés é su gente co-
bilitados depura hambre, allende de los nosgieron desde adonde e s . dicho por
otros sus trabaxos; porque si esla no tu- dónde avian de yr, aunque no estaban
vieran, fueran los duelos, como se dice, muy satisfechos de hallar los naturales
menos con pan. É ya que esse é todo les de la provincia de Tascalteca seguros ó
faltaba, quiso Nuestro Señor socorrerlos por sus amigos: antes se sospechaban
de su poder absoluto, pues que con toda lo contrario, é temían que viendo á los
aquella flaqueca de los nuestros, dio tan- chripstianos desbaratados, los acabarían,
to ánimo é vigor á los quassi vencidos, por vivir en la libertad que primero te-
que mataron muchos de los contrarios, y nían sin su conoscimiento é amistad. Y
entrellos personas muy principales é se- esta sospecha les daba quassi tanto terror
ñaladas , y en cantidad, porque eran tan- como el que llevaban hasta allí, pelean-
tos que los unos á los otros se estorbaban, do con los de Culua.
de forma que ni podian pelear ni huyr. É El dia siguiente, ya claro, comentaron
con este asiduo trabaxo se passó mucha á andar por un camino muy llano que yba
parte del dia, hasta que quiso Dios que derecho á la provincia de Tascalteca, por
murió un capitán, que debia ser tan prin- el qual los siguió poca gente de los con-
cipal , que faltando aquel, con su muerte trarios, aunque avia gerca del muchas é
cessó aquella furia del pelear con tanta grandes poblaciones, puesto que desde
constangia, é llegó el descanso de los afli- algunos cerrillos y en la recaga todavia
gidos é cansados españoles, é fueron más los gritaban, como á vengidos é á manera
sosegados prosiguiendo su camino, aun- de escarnio: é assi salieron aquel dia, que
que no del todo dexando de ser mordidos fué domingo ocho de julio, de toda la tierra
é salteados de quando en quando, hasta de Culua, é comencaron á entrar por tier-
que llegaron á una pequeña casa que es- ra de la provincia de Tascalteca, é fue-
taba en lo llano del campo, donde aque- ron á un pueblo del la que se llámate Gua-
lla noche se apossentaron. lipa, de hasta tres ó quatro mili vecinos,
Ya desde allí se parescian ciertas sier- é de los naturales fueron bien rescibidos
ras de la provincia de Tascalteca, de que é reparados en parte de la grand hambre
se sintieron tanta alegría los nuestros, que é cansancio que llevaban. E rescibiéron-
se acordaban bien de la que los hijos de los con mucho amor, puesto que muchas
Israel podian tener, después que Moysen de las provissiones que les daban, eran por
subió desde el plano de Moab sobre el sus dineros é rescate, ó no querían sino
monte de Nebó, encima de Fasga contra oro, y eran forcados de dárselo por la
Gericó, y el señor les mostró la tierra de mucha nescessidad en que se vían: ni les
Galaad hasta Dam, é todo Neptalim, é les convenia dexar á los españoles de compla-
dixo: «Esta es la tierra que juré á Abra- cer á aquella gente en esso y en más.

i., cap. 31.

TOMO 111.
330 HISTORIA GENERAL Y NATI'RAL

CAPÍTULO XV.
En el qual cuenta la historia cómo los señores é principales varones cíe la provincia de Tascalleca é de
Guaxocingo vinieron á visitar al capitán Hernando Cortés é á los españoles, condoliéndose de lo que les
avia aeaeseido con ios de Teroisütan; é cómo se les ofreseieron para la venganza é castigo de los contra-
rios *; é cómo conquistó ó ganó Hernando Cortés la provincia de Tepenca , ques gente de ia liga 6 confede-
ración de los de Culua; é cuéntame otras cosas notables **,

Jím aquel pueblo de Gualipa estuvieron tiempos passados avian rescibido de los
Hernando Cortés é su gente tres dias; é do Culua; é que toviesse por cierto que
allí le fueron á visitar Magiscagin é Sicu- le serian muy verdaderos amigos en to-
tengal, é todos los señores de la provin- dos sus hechos hasta la muerte. É quo
cia do Tascalteca, é algunos de los do pues venia herido él, é todos los demás
Guaxocingo: los quales mostraron mucha de su compañía muy trabaxados, que se
pena de lo acaesgido á los españoles, é fuessen á la cibdad, que está qualro le-
consolando á Cortés é á ellos, les dixeron guas de aquel pueblo, ó allí descansarían
que se acordassen cómo muchas veces le é se curarían c repararían de lo nescessa-
avian ellos dicho que los de Culua eran rio; c otras muchas palabras consolato-
traydores é sin verdad, é que se guar- rias é amorosas dixeron á este propóssi-
da ss en del I os, é no los avia querido creer to. Las quales aceptó Cortés con otras ra-
Hernando Cortés ni tomar su consejo; pe- bones satisfatorias á su buen comedimien-
ro que pues lo passado no podia dexar de to é ofertas, agradesciéndoselo mucho; é
ser, y él avia escapado vivo, que se alc- les dio algunas pocas cosas de joyas que
grasse: que la fortuna é buena dicha que se avian escapado, de que fueron muy
hasta allí avia faltado, vendría con tanta contentos los que las rescibieron, é juntos
prosperidad como dcsseaban, é quellos le se fueron á la cibdad, en la qual Cortés
ayudarían con toda lealtad hasta morir, fué muy bien rescibido. É Magiscagin le
por le vengar é satisfacer del daño que hico luego traer una cama de madera en-
sus enemigos le avian hecho, assi por la caxada, en que duriniesse, con muy gen-
voluntad que tenían do servir al Empera- til ropa de algodón de la que en aquella
dor, nuestro señor, por cuyos vassallos tierra se usa; é á todos los españoles hi-
se avian ofrescido, é complir con io que go reparar de lo quél tuvo é pudo.
eran obligados, como porque se dolían En aquella cibdad avian quedado cier-
de los españoles, ó también de muchos tos españoles, quando Cortés passópor allí,
hijos y hermanos é parientes, sus natura- yendo á la de Tcmistitan, é algunos de
les, que en compañía de Cortés á ellos sus criados con plata é ropa é otras cosas
les avian muerto, cuya sangre harían es- de su hacienda é con algunas provissio-
cotar ó pagar muy bien a los adversa- nes; é mandóles quo allí le esperassen
rios, 6 por otras muchas injurias que los por yr más desocupado, si algún impedi-

* En este lugar se omitieron las cláusulas si- é de los capitanes.»


guientes: «É del buen acogimiento que hicieron á ** También aqui suprimió lo siguiente : «E có-
él c á los chripstiatios, 6 cómo allí supo Cortés del mo hico una villa é la pobló de ehripstianos é la lla-
mal subeesso e muerte de los españoles quél avia mó Segura déla Frontera, para asegurar aquella
dexado, quando fué á Tcmislitan, con ciertos milla- tierra é puertos, por la oportunidad del buen as-
res de pessos de oro é otras joyas é hacienda suya siento, i)
DE INDIAS, l i l i . XXXIII. CAP. XV. 331
mentó se le ofresciesse. É perdiéronse to- rales de la tierra muy seguros. Desta nue-
dos los auctos y escripturas, que se avían va holgó mucho Cortes ó todos los demás
fecho con los naturales de aquellas partes que con él estaban, aunque para los de
para justificación de la guerra , con la ro- la villa fué mucha tristeca saber el desba-
pa que quedó assimesmo de los españoles rato é salida de Temistitan ó México con
que con Cortés ybao, porque no quisie- tanta pérdida é muertes como la historia
ron llevar más de lo que tenían á cuestas ha contado de susso.
vestido, é sus armas é hamacas ó cama, En aquella provincia de Tascalteca es-
ques cada una sola una manta, como en tovo Hernando Cortés veynte dias, curán-
otra parte destas historias está dicho. É dose de las heridas que tenia, que por el
supo allí Cortés cómo uno de sus criados camino é mala cura se le avian enconado,
avia allí venido de la villa de Ja Veracruz é higo curar á los demás de su compañía;
con mantenimientos c cosas para él, con ó algunos murieron, assi por causa de las
ginco de caballo é quarenta y cinco peo- heridas como por el excesivo trabaxo que
nes, el qual se llevó consigo á los otros avian padescido. Otros quedaron mancos
que allí avian quedado, con toda la plata c coxos, porque demás de ser las heridas
c ropa é otras cosas que de Cortés é los malas, era peor el aparejo de la cura é
compañeros quedaron, é con siete mili de poco socorro, é faltando todo lo nes-
pessos de oro fundido que allí avia dexa- gessario, y el tiempo y el reposo; y el
do Cortés en dos cofres, sin otras joyas, mesmo Hernando Cortés quedó manco de
é más de otros catorce mili pessos de oro dos dedos do la mano izquierda.
labrado en piceas de díverssas maneras, Viendo los españoles que eran muertos
que los indios de la provincia de Tuchite- muchos dellos, é que los que quedaban
beque avian dado á un capitán que Cortés estaban flacos y heridos, é temoricados
enviaba á hacer el pueblo de Guagacalco, de los peligros é trabaxos en que se avian
c otras muchas cosas, que valían más de visto, ó temiendo los por venir, conside-
treynta mili pessos de oro; é que los in- raban en el pesso de la guerra futura que
dios de Culua los avian muerto á todos estaba toda sobrellos, é que Cortés enten-
en el camino é lomádolcs todo quaflto lle- día en la continuación dclla; é por estos
vaban. Assimesrño supo allí Cortés que é otros respectos acordaron entre sí uná-
avian muerto otros muchos españoles por nimes, de le requerir que se fuesse á la
los caminos, que yban á la dicha cibdad villa de la Veracruz, é que allí se hicies-
de Temistitan, creyendo que estaba pa- sen fuertes antes que los naturales de la
cjíico en ella é aquella tierra estaba segu- tierra, que tenían por amigos, viendo su
ra. Oydas tan malas nuevas, sospechó desbarato é disfavor é pocas fuerzas, se
Cortés que los contrarios avrian dado so- confederassen con los enemigos é tomas-
bre los de la villa de la Veracruz, é que son los puertos que avian de passar, ó
los que tenían por amigos, sabiendo su diessen por una parte sobre Cortés é los
desbarato, se avrian rebelado; ó á esta que con él estaban, é por otra diessen
causa despachó luego ciertos mensajeros sobre los de la villa de la Veracruz; é que
chripstianos con guias que les dieron los estando juntos allí los navios, estarían las
indios, é mandóles que fuessen fuera de vidas de los unos é de los otros más se-
camino hasta ser en la dicha villa, ó que guras, é se podrían mejor defender, pues-
con toda brevedad le hiciessen saber lo to que los acometiessen, hasta tanto que
que allá passaba: é quiso Dios que halla- enviassen por socorro á estas nuestras is-
ron buenos á los españoles, é á los natu- las Española é Cuba é las demás.
3;i2 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Parésceme que la respuesta que á esto mentando la acostumbrada é animosa for-
les dio Hernando Cortés, é lo que hico taleca de nuestra nagion, é- allegando ó
en ello fué una cosa de ánimo invencible adquiriendo é multiplicando tantos reynos
é de varón de mucha suerte é valor, por- é señoríos, como pornemos dobaxo de la
que después que muy bien ovo escuchado virtud ó patrimonio real de Castilla; é de-
todo lo que le quisieron degir é requerir, más de lo ques dicho, grandes intereses,
les respondió desta manera: < Cavalleros, que general é particularmente consegui-
señores, hermanos é amigos míos: yo he remos continuándose la guerra. Debeys
entendido muy bien todo lo que me aveys de mirar que mostrar á los naturales qual-
dicho é aun algunas veces requerido en quiera flaqueca de ánimo será dar esfuer-
público y en secreto; y en la verdad yo co á los enemigos é perder el crédito é
no reputo lo que decis á flaqueca ni falta reputación con nuestros confederados, pa-
de ánimo vuestro, porque vuestra virtud, ra que con justa causa nos dexen, é sean
vergiienca y esfuergo todo lo tongo muy contra nosotros. Demás desto es lo que
bien experimentado, é sé que cada uno decis perder la confianca é promesa de
de vosotros es digno de grandes merce- los amigos, en cuya casa é tierra nos aco-
des, é assi espero que las aveys de alean- gimos y estamos, é donde hallamos la
car, del Emperador Rey, nuestro señor, amistad é buen acogimiento que en Espa-
cuyos soys é á quien servis, después que ña nuestros debdos é propínquos nos hi-
Su Magestad sepa lo mucho que á Dios ó cieran. É si estos mal pensamiento tuvie-
al Rey aveys servido en las cosas hasta ran ó le avian de tener, mejor lo pudie-
aqui subcedidas. Junto con esto os conoz- ran exercitar, quando aqui llegamos, que
co particularmente, celosos cada unoé de dexándonos descansar é armándonos, co-
su honor proprio, que quiero deciros co- mo lo han hecho; quanto más que son
mo amigo é compañero en vuestros sub- enemicíssimos antiguos é perpetuos ad-
gessos é trabaxos lo que me paresce que verssarios de quien nos ha ofendido, é les
para colmar vuestros servicios se debe cupo parte é mucha de nuestro daño, é
hacer. Los que atienden al hecho de las dessean satisfacerse é vengar sus proprias
armas, no le exergitan con ánimo de estar injuriad en nuestra compañia. Acordaos,
siempre entre aquellas, sino que por me- señores, que la fortuna tiene por officio
dio suyo estiman conseguir riquecas c no estar en un ser, é si hasta aquí ave-
grandísimos y esqaisitos honores, é po- rnos sido olvidados della, no do la fortu-
tencia , é mayor felicidad para sí é para na nos quexemos, sino de nuestras cul-
su patria. Todos estos bienes é otros ma- pas, é que no merescemos á Dios tanto
yores , que Xenofonte no alcancé á saber bien como de entre las manos se nos sa-
ni escribe 1 , teneys vosotros aparejados, lió, y esperamos cobrarlo, si nos enco-
pues que aquel como gentil no pudo con- mendáramos á él é mas gratos le fuére-
siderar la gloria é premio que se nos apa- mos, pues que somos chripstianos é pe-
reja y mefesceremos con la conclusión de leamos por su sancta fée en nombre de tan
nuestra empressa, en ser contra infieles, chripstianíssimo Emperador: é no permi-
alargando é aumentando la fée chripstia- tirá nuestro Señor que perezcamos ni se
na, é poniendo en su obidiencia tantos pierda tanta é tan noble é rica y hermosa
mulares de gentes bárbaras como hay en é fértil tierra como está en punto de se
nuestros adverssarios, é cresciendo é au- pacificar. Ni es bien ni honesto que tan

i En la Vida de Ciro, rey de los persas, cap. I.


DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XV. 333
grand bien é tan señalado servicio se de- mano é con la lengua tomarán el agua; é
xe } é que por nuestra poquedad é falta de quales de rodillas é de bruges para que se
vosotros é mia vengan otros á vengarnos aparte, como lo dixo Dios á Gedeon, é
é á gogar de lo que podemos hager por fué el número de aquellos que con la ma-
nuestras personas. Antes me determino, no llevaron el agua á la boca é bebieron
en confianga de la buena ventura de Cés- assi tresgientos varones. É con aquel po-
sar, y en la esperanga ele Jesu-Chripsto, co número prometió Dios á Gedeon de lo
en cuya clemencia está el buen finque esta hager vengedor contra los madianitas sus
conquista ha de tener, y en la virtud de enemigos, é la otra moltitud toda le man-
vuestros ánimos, de no baxar los puertos dó que la dexasse, como mas largamente
hágía la mar en ninguna manera, sino mo- la Sagrada Escriptura nos lo acuerda '. Por
rir sirviendo como buen hombre, é no vi- manera, señores, que como de susso d¡-
vir cometiendo tan notable cobardia como xe, aquella auctoridad de Vegecio «que
seria hager otra cosa, desamparando esta no creays ques mejor la moltitud % , por
tierra. É aun porque demás de vuestra estotra de la Sagrada Escriptura os acuer-
vergüenga é mia, y el notorio peligro que do que no desconfieys por ser pocos, por-
está aparejado en volver las espaldas al que si la vitoria consistíesse en el número
enemigo, cometeríamos mucha traygion á mucho de los hombres, no le dixera Dios
nuestro Rey. Assi que, señores, yo he á Gedeon que con pocos se quedasse. Ni
pensado mucho en esto, é os pido por aveys dexado de ver vosotros palpable-
merged que me sigays, pues conosgeys de mente tal maravilla, ni el mesmo Dios ha
mi persona que en las cosas donde hay pe- dexado de comunicárosla, pues os sacó
ligro soy tan sogíable é aparejado á acom- de tan innumerable cantidad de enemigos.
pañaros, como lo aveys experimentado; y Con solo uno de vosotros que me quede
en las cosas donde hay ganangia é interés tengo de acabar en mi offigio: é si esse
también las parto con todos, como lo aveys me faltare, solo yo le haré, porque nun-
visto; ó si somos pocos los españoles, no ca se dirá que yo, señores, os falté; é si
creays ques lo mejor la moltitud. Yo en- vosotros me faltáredes, que no creo, ha-
tiendo, con la ayuda de Jesu-Chripsto, de ged vuestra voluntad é Dios haga la suya:
volver sobre los enemigos por quantas que aparejado estoy de darle gragias por
vias me fuere posible, y espero con él en todo, al qual plega desaros agertar en lo
vuestra compañía é de nuestros confede- que higiéredes, como él y el Emperador,
rados alcangar Vitoria é venganga de ios nuestro señor, más servidos sean de vo-
que nos han ofendido. É no me hable nin- sotros é de mí.»
guno en otra cosa, y el que desta opinión Aviendo acabado Cortés su exhorta-
no estoviere, vayase en buen hora: que gion, como buen capitán, todos los espa-
mas holgaré de quedar con ios pocos é ñoles quedaron muy satisfechos, é mudan-
osados que en compañía de muchos, ni de do su primero propóssíto, le dixeron que
ningún cobarde ni desacordado de su pro- harían todo lo que les mandasse de muy
pria honra. Antes doy infinitas gragias á buena voluntad, é con essa é muy entera
Dios, porque nos ha traydo á tal tiempo obra le seguirían en la paz y en la guerra.
que conosge remos ó veremos quáles serán Tornando á la historia, aplacado el mo-
aquellos de nosotros que beberán con la tín, que se comengaba á engendrar, por la
*
1 «Qui Iiflgualambueriritaquas sicut solent ca- Judicum , cap. VII. vers. 5.
nes lamberé, separabis eos seorsum: qut aulem cur- • % Vegccío, lib. III, cap. \.
valis genebus biberinl, in altera parle erunl.» Libcr
334 niSTOÍllA GENERAL Y NATURAL
prudencia de Hernando Cortés, quedaron tor ioso evento fueron mucha parte los con-
todos muy determinados, tales qualcs es- federados indios de Tascalteca.
toviessen, de ofrescer sus personas é vi- Aquesto ássi acabado, echó Cortés de
das al cumplimiento de la conquista; é as- aquella tierra á muchos de los de Culua,
si, passados los veynte días que estuvie- que avian ydo á aquella provincia á fa-
ron en la provincia ques dicho, puesto vorescer los naturales della contra los
que Cortés no estaba de todo punto sano chripsfianos, y á estorbar que por fuerca
de sus heridas, é los españoles aun esta- ni por grado no fuossen sus amigos. Y en
llan flacos, partiéronse para otra provin- cierta parte desta provincia, y en especial
cia que se dice Tepeaca, que era de la adonde avian muerto aquellos diez ó doce
liga é consorcio de los de Culua ó mexi- españoles que se díxo de susso, se mos-
canos. Y estos, de Tepeaca avian muerto traron los naturales de aquella tierra más
diez ó doge españoles que yban de la Ve- rebeldes é porfiados, é fué nescessario
racruz á la gran cibdad de Temistitan, señalado castigo cñ ellos; y demás del
porque por allí era el camino, é aquella que se les dio, sojuzgándolos con la fuerga
provincia de Tepeaca contina é parte tér- de las armas, á todos los que se tomaron
minos con la de Tascalteca é con la de á vida declaró Hernando Cortés por escla-
Churultecal, y os muy grand provincia; y vos, é fueron repartidos entre los conquis-
en entrando los españoles por aquella tier- tadores y herrados con fuego, en señal
ra , salieron muchos indios de los natura- de su perpetuo cautiverio, é aun también
les della á so lo resistir ó pelear contra porque todos ellos comen carne humana.
ellos, evitándoles la entrada é quanto les Y este castigo puso mucho temor en los
fuesse posible, en especial en los passos de la lengua de Culua, á quien tan maldi-
fuertes é peligrosos. É cómo Cortés, por ta costumbre es muy común ó usada.
excusar la prolixidad de su carta, no dio
Pero no dice Cortés en su relación una
cuenta particular á Céssar do muchas par-
cosa, que no es de poco espanto entre
ticularidades que en aquella guerra acacs-
aquella gente, y es para poner grima y ter-
gieron, diré solamente della lo quél dice, y
ror á los que lo oyeren ó aborresgiblc cosa
es que después de hechos los requirimieu-
mirarlo: la qual es que quando aquellas
tos que convenían, para que los enemigos
gentes pelean en sus guerras, no hay nes-
viuiessen á la paz é obedesgiessen los man-
cessidad de pala ni hagadon, pues no en-
damientos que de parto de Céssar se les
íierran los muertos ni quieren tal ocupa-
hiejessen, no lo quisieron complir ni esti-
ción, sino el que queda vengedor del
maron tal concordia, pues que era que-
campo, lo primero que hacen los que per-
riéndolos poner en servidumbre. E assi se
manecen vengedores es partir á pedagos
les higo cruda guerra, é ovieron muchas
los cuerpos de los que han muerto, é co-
escaramuzas é recuentros, en que siem-
mérselos cogidos é assados, é aun al-
pre los contrarios perdieron el campo, 6
gunos hay que los comen en otros pota-
muchos dellos las vidas, sin muerte de
ges; por manera que consigo llevan las
ningún español, aunque la provincia es
sepulturas de los difuntos, que son los
muy grande.
vientres de los vengedores, dentro de los
En espacio de veynte días se pacifica- quales sepultaron á los que vengieron é
ron muchas villas é poblaciones della, c mataron, como es dicho.
los señores principales vinieron á la obi- En la definigien de esta empresa é Vi-
diengia á darse por vassallos de la corona toria que se ovo desta provingia de Te-
real de Castilla, en la qual empressa é ví- peaca sirvieron muy bien los indios de la
nrc INDIAS, LUÍ. XXXIII. CAP. XV. 335
provingia de Tascaltcca ó Churultecal é te los impidieron é tovieron forma para
Guaxogingo, sin los quaíes fuera por de- que de nesgessidad so quedassen en la
más tentarse tal empresa, scgund el poco tierra, é los navios al través. Pero dexe-
número de los españoles á respecto de los mos estas contiendas, que usanca es de
contrarios; pero la buena maña de Cortés los hombres de guerra usar de todas sus
é sus buenas palabras pudieron adquirir cautelas posibles para que se aumente su
el amistad de los confederados juntamen- exército, en espegial tras una nesgessidad
te con la antigua enemistad, que ya ellos tan notoria como la que en essa sagon te-
tenian contra los de Culua é Tcpcaca. nia Cortés de gente.
Estando Cortés ocupado en esta guer- Tornemos á la provingia de Tepeaca,
ra , le fueron cartas de la villa de la Vc- que después que fué pagífica, consideran-
racruz, por las quales le hicieron saber do Hernando Cortés, como prudente, lo que
cómo avian llegado dos*, navios de los del convenia hagerse para que lo conquistado
capitán Francisco de Garay desbaratados, se conservasse y estoviesse la tierra en
que segund se supo él avía tornado á en- toda quietud, é platicado en ello con los
viar cou mas gente á aquel rio grande de ofíigiales de Céssar, viendo que los natu-
Panuco: é pelearon con ellos los natura- rales de aquella provingia, aviéndose da-
les é mataron diez y siete ó diez y ocho do por vassallos de Su Magestad, se avian
chripstianos, é hirieron otros muchos, ó después rebelado c muerto españoles, é
les mataron siete caballos, é los españoles que aquellos indios están en el camino é
que escaparon fueron los que tovieron passo de la contractagion toda de todos
buenos pies para huyr c se acogieron á los puertos de la mar para la tierra aden-
nado á los navios; é que aquel capitán é tro, é que si aquella provingia sedexasse
los demás venían muy perdidos y heridos, sola como de antes los naturales de la tier-
é quol teniente, que Cortés tenia en aque- ra é señorío de Culua, que son sus veci-
lla villa de la Veracruz, los resgibió muy nos , los indugirian á que otra vez se al-
bien é los higo curar é proveer de lo nes- cassen, que sería mucho estorbo é impe-
cessario. Esto dice Cortés que les acaes- dimento para la pagificagion de aquellos
ció, por no aver ydo á él estos españo- reynos, é gessaria la contractagion do la
les, quando á la costa de la Nueva Espa- mayor parte de la tierra, porque para el
ña allegaron, porque como experimentado camino de la mar no hay más de dos
en la tierra les avisara, de manera que se puertos muy fragosos é ásperos, que con-
excusara su mal subgesso, en especial finan con aquella provingia, é los natura-
quel señor de aquel rio é tierra del Panu- les deíla con poco trabaxo é gente los po-
co se avia dado por vassallo del Empera- dian fágilmente defender; é para excusar
dor, y en reconogimicnto dello avia en- estos é otros inconvinientes muchos, pa-
viado á la cibdad de Temistitan sus em- resgió que se debía hager en dicha provin-
baxadores ó mensajeros á Hernando Cor- gia de Tepeaca una villa en la parte que
tés con ciertas joyas é presseas. Assique, más á propóssito fuesse, é donde concur-
como Cortés supo lo ques dicho , envió á riessen las calidades nesgessarias para los
mandar á su teniente que si aquellos de pobladores é veginos deíla. É poniéndolo
Francisco de Garay se quisiessen yr, fues- en efetto el capitán Hernando Cortés, en
sen ayudados é favorescidos para ol buen nombre de la Cessarea Magestad, fundó
despacho dellos é do sus navios. Otros la dicha villa, é púsole nombre Segura de
dicen en esto muy al revés, é que se les la Frontera, é nombró alcaldes c regido-
daba buenas palabras, é que por otra par- res é otros ofíigiales nesgessarios á aque-
336 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
lia república. É por mas seguridad de los della con toda diligencia nesgessaria, sin
que allí poblassen, higo tragar una fortale- céssar hasta la dexar defensible y en la
Ca en el lugar quél señaló, é luego se co- perficion que convenia.
inencaron á traer materiales para la labor

CAPITULO XVI.
Cómo el señor de la cibdad de Guacachula envió sus mensajeros á Hernando Corles, ofrescíéndose al servi-
cio del Emperador; é cómo por su aviso é industria fueron desbaratados más de treynta mili hombres de
los de Culua , enemigos de los españoles; é cómo Hernando Cortés tomó é pacificó la cibdad de Izcucan
con otras poblaciones, é vinieron á se confederar con los chripstianos mucho número de indios contra
los de Culua é Temistitan; é de la información que se ovo de un prisionero del estado de la grand cibdad;
é del subeessor en el señorío de Montecuma, llamado Guatimucin *, señor de ízlapalapa, hermano deMon-
tecuma, é otras particularidades eon que se dará fin á la relación de la carta que Hernando Cortés escri-
bió al Emperador, nuestro señor, desde la villa de Segura de la Frontera, en la Nueva España, á los
treynta de octubre de mili é quinientos y veynte años.

t-jómo el capitán Hernando Cortés esta- quales, de parte de aquel señor, le dixe-
ba lastimado é sentido de las cosas passa- ron á Cortés que porque ellos pocos dias
das con los de México, é sus ánimos é avia avian venido á dar la obidiengia al
desseos no le daban lugar á olvidar sus Emperador, é á s u corona real de Casti-
trabaxos, é sus pensamientos eran de per- lla, como vassalios suyos, ofresgiéndose
sona valerosa, puédesele muy bien apli- de servir á Su Magostad, é porque Cor-
car aquella sentengia de Platón que dige: tés no los culpasso, creyendo que por su
«Tal es cada uno, qual es la cosa que ama consentimiento era, le hagian saber cómo
é aquella de que se deleyta1.» Assi que en la dicha cibdad estaban apossentados
este capitán, que tan inclinado é amigo giertos capitanes de Culua, é que en ella
de la guerra, fué, é tan suficiente á tan al- é á una legua de allí estaban treynta mili
ta empressa, no se puede comparar me- hombres en guárnigion, guardando aquel
jor su persona que á la grandeca della puerto é passo para que los chripstianos
mesma; é aun assi se debe creer que quien no pudiessen entrar por él, é también pa-
para ella le conservó contra muchos es- ra defender que los naturales de dicha
torbos é contradiciones, sabia mejor que cibdad, ni de otras provingias á* ella co-
los hombres quán nescessario era tal ca- marcanas , sirviessen á Céssar ni fuessen
pitán, para que se sirviesse Dios del en amigos de los españoles; é que algunos
estas cosas é conquista de la Nueva Espa- ovieran venido á se ofresger á su real ser-
ña. É assi, estando escribiendo á Céssar vigio, si aquellos no lo ovieran impedido.
la relación de las cosas que le avian acaes- Por tanto que se lo hagian saber, para que
gido, ó que de susso se han tocado en los con tiempo lo remediasse, porque deinás
capítulos pregedentes, llegaron á él gier- del impedimento que era á los que buena
tos mensajeros de una cibdad, que está voluntad tenian, los de la cibdad é todos
cinco leguas de la provingia de Tepeaca, los comarcanos resgibian mucho daño,
la qual se llama Guacachula, y es á la en- porque como estaba mucha gente de guer-
trada de un puerto que se passa para en- ra junta, eran muy molestados ó maltrac-
trar por allí en la provingia de México; los tados, é les tomaban sus mugeres é ha-
* En el original parece decir: Cuytlanafi; pero 1 Platón, De República, lib. VI,
es yerro de pluma.
DE INDIAS. UB. XXXÍH. CAP. XYI. 337
ciendas: assi que viesse lo que quería é de-caballo á Cortés, é con la información
mandaba Cortés quellos hiciessen, por- que en el caso avia ávido, y escribióle
que dándoles favor, ellos lo harían. que los chripstianos estaban atemorizados
Cortés les agradesció mucho quanto le é que le páresela que aquella jornada era
dixeron, é su aviso é ofrescimicnto; é les muy dificultosa é no conviniente.
dio graciosa respuesta conforme á la em- Llegados ios pressos á Hernando Cor-
baxada é á la voluntad, con que le infor- tés, hablóles con las lenguas, é sabida la
maron de lo ques dicho: é los dio trece verdad, parescióle quel capitán no avia
do caballo é doscientos peones para que bien entendido el caso, é mandólos sol-
con estos embaxadores fuossen, é troynta tar luego é satisfícolos con buenas pala-
mili indios de los confederados, é fué con- bras , dándoles á entender que aquel ca-
certado que los llevarían por parte que no pitán que los prendió, avia seydo engaña-
fuessen sentidos; c después que llegasscn do, é que no ios avia presso de su volun-
junto á aquella cibdad, el señor é los na- tad, sino pensando que le avian dicho
turales della, ó los restantes de todos sus verdad; é que creyessen que Cortés los
vassallos é valedores, estarían apercibi- tenia por verdaderos é leales amigos é
dos é cercarían los apossentos, donde los buenos vassallos de Céssar. É determinó-
capitanes estaban apossentados, é los se Cortés, por quitarles escrúpulos, de yr
prenderían é matarían antes que la gente en persona á pelear y echar fuera de la
los pudiesse socorrer, é que quando la tierra á los de Culua; é assi lo puso por
gente Ilegasse, ya los españoles estarían obra, porque con su persona se quitaban
dentro en la cibdad, é pelearían con ellos las sospechas y el afrenta hecha á los con-
ó los desbaratarían. federados, é se satisfacía á los mesmos
Con este assicnto é ardid se partieron españoles. É assi se partió luego é fué á
estos indios ó los españoles é confedera- la cibdad de Churullecal, que está ocho
dos , é fueron por la cibdad de Churultc- leguas de allí, é halló que los españoles
cal é por alguna parte de la provincia de todavía pensaban ser cierta la traycion ya
Guaxocingo, que confina con tierra desta dicha; é otro dia fué á dormir al pueblo
cibdad de Guacachula é con los de Culua, de Guaxocingo. ques adonde aquellos se-
para que debaxo de aquella cautela 11c- ñores avian seydo pressos. Y el dia ade-
vassen á los españoles á la dicha cibdad, lante, después do aver congertado con
é que allá todos juntos diessen en ellos c los embaxadores de Guacachula por dón-
los matassen. E cómo aun no era de todo de é cómo avian de entrar en la cibdad,
punto olvidado el temor que los de Culua se partió Cortés para allá una hora antes
en su cibdad y en su tierra avian puesto del dia, é fué sobre ella quassi á las diez
álos chripstianos, púsoles mucho espanto horas del dia ; é á media legua le salie -
esta sospecha, y el capitán que yba con ron al camino ciertos mensajeros de aque-
ellos hico sus pesquisas, como lo supo él lla cibdad, é le dixeron cómo todo estaba
hacer, pero no entendiéndolo como se de- á punto é muy bien proveydo; é que los
bía entender; ó prendió á todos aquellos de Culua no sabían cosa alguna de los
señores de Guaxocingo que yban con él chripstianos ni cómo yban, porque cier-
é á los mensajeros de la cibdad de Gua- tas espías quellos tenían en los caminos,
cachula , é con estos injustamente pressos los naturales de la cibdad los avian pren-
se tornó á la cibdad de Churultecar, quo dido , é lo mesmo avian hecho á otros,
está qualro leguas de allí, y envió todos que los capitanes de Culua enviaban á se
los assi pressos con cierta gente de pié ó asomar por las cercas é torres de la cib-
TOMO til.
338 IirSTORTA GENERAL Y NATURAL
dad á descobrir el campo, é á esta causa que tenian en guarnición, y en el alean-
toda la gente de los contrarios estaba muy ge assimesmo murieron muchos. É fué tan
descuydada, creyendo que tenian recab- presto oydo é sabido este tumulto por la
do en sus velas é centinelas: por tanto, gente de guarnición, que estaba en un
que seguramente llegasso, que no podia alto que sobjuzgaba la cibdad é lo llano
ser sentido. É assi dio mucha priessa por de al rededor, que quassi á una sacón
llegar á la cibdad por un llano, donde llegaron los que salían huyendo é la gen-
desde ella los podian bien ver, y en fin te que les yba en socorro, ó á ver qué
fuertfn vistos, é viendo que tan cerca es- cosa era aquello: los quales eran más de
taban los chripstianos, luego cercaron los treynta mili hombres de muy lucida gen-
apossentos donde los dichos capitanes es- te é muy bien armados, segund su cos-
taban , é coniengaron á pelear con los de- tumbre, é llevaban muchas joyas de oro
más que por la cibdad estaban repartidos; é plata sobre sus personas é muy hermo-
é quando Cortés llegó á un tiro de balles- sos plumages. É cómo la cibdad es gran-
ta de la cibdad, ya le traian hasta qua- de, comencaron á poner fuego por muchas
renta prissioncros, é se dio priessa toda- partes en ella, é los naturales con mucha
vía á entrar dentro, é andaba mucha gri- diligengia avisaron á Cortés, ó salió con
ta por las calles, peleando con los contra- sola la gente de caballo, porque los peo-
rios. É guiado Cortés por un natural de la nes estaban muy cansados, é rompió por
cibdad a! apossento, donde los capitanes los contrarios; ó apretólos tanto, que los
estaban, hallólos cercados de más de tres higo retraer á cierto passo, el qual se les
mili hombres que pugnaban por les entrar ganó, li siguiendo el alcance por una
la puerta, é les tenían tomados los terra- cuesta arriba é bien fragosa, quando fue-
dos é altos todos; é los capitanes é los ron en la cumbre della, ni los enemigos ni
que con ellos estaban, peleaban como los españoles podian yr atrás ni adelante
hombres de mucho esfuerco, aunque eran do cansados, é assi cayeron de los con-
pocos, é no los podian entrar .por sus bue- trarios muchos muertos de la calor é aho-
nos ánimos é porque el apossento era as- gados de sed, sin herida alguna; é dos
saz fuerte. E como Cortés llegó é los com- caballos se aguaron, y el uno murió.
batió, luego los entró; é fué tanta la gente Do tal manera se higo esta jornada quel
de los naturales que le siguió, que en nin- vencimiento fué muy copioso y el daño
guna manera Cortés los pudo socorrer, ni de los contrarios grandíssimo, porque
excusar que brevemente no fuessen muer- concurrieron en la Vitoria muchos de los
tos , puesto qué! quisiera tomar algunos á amigos confederados con los españoles; é
vida para saber é informarse de las cosas cómo yban descansados é los otros quas-
de la tierra ó cibdad de Temistitan, é de si ahogados de la calor, mataron muchos:
quién era señor della después de la muer- de forma que desde á muy poco espacio
te de Monteguma, é de otras particulari- de hora estaba el campo vacío de los ad-
dades; pero no pudo tomar sino uno que versarios vivos, puesto que de los muer-
estaba más muerto que vivo, é de aquel tos dessos mesmos bien ocupado. É con-
supo lo que adelante se dirá. tinuándose este próspero alcange, llega-
Por la cibdad mataron muchos de los ron, los chripstianos é sus amigos á los
que en ella estaban apossentados, é los apossentos que tenian hechos en el cam-
que quedaban vivos, quando Cortés en la po los vengidos: é tenian aquel suexér-
cibdad entró, sabiendo su venida, comen- cito en tres reales ó partes repartido, é
taron á huyr hacia donde estaba la gente cada una dellas parescia una villa, é no
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XVI. 339
pequeña, porque demás de la gente de Hernando Cortés que oviesse por bien
guerra, tenían mucho aparato é compañía que aquel subcediesse en el señorío; é
de servigio, 6 bastimentos é fornescimíen- que aunque el otro tornasse, noconsinties-
to para sus reales. É avia entrellos mu~ se que por señor le rescibiessen, ni ellos
chos pringipales hombres, segund des- le rescibirian. Cortés les respondió que
pués se supo; é todo fué saqueado é que- por aver seydo hasta estonges de la liga
mado por los indios amigos, que ya eran é parcialidad de los de Culua, é averse
más de cient mili los que en esto se ha- rebelado contra el servicio del Empera-
llaron. dor Rey, nuestro señor, eran dinos de
Con esta victoria, avieudo echado to- mucha pena, é que assi tenia pensado de
dos los enemigos de la tierra, hasta los dársela y executarla en sus personas é
hacer passar de la otra parte de unas hagiendas; pero que por aver venido, co-
puentes é malos passos quellos tenían, se mo venian, é degian que la causa de su
tornó Cortés á la cibdad, donde fué muy rebelión é algamiento no era ni fué de
rescibido de los naturales, é apossentado su voluntad, sino por culpa de aquel su
él é su gente, é descansaron allí tres días, señor, que Cortés, en nombre de Su Ma-
porque tenian bien nescessidad de repOs- gestad Cessárea, les'perdonaba sus yer-
so. Estando allí gocando de la triunfante ros passados, é los resgibia é admitía al
victoria ya dicha, para adornamiento de servicio de Su Magostad, con apercibi-
aquella, vinieron á hagerla mayor é ofres- miento que si otra vez cometiessen seme-
gerse por vassallos del Roy, nuestro se- jante delicto, serian punidos é castigador
ñor ; é de su corona é ceptro real de Cas- muy enteramente; é que si leales é bue-
Ha , los indios de una población grande nos vassallos fuessen al Rey, nuestro se-
que está encima de aquellas sierras, á ñor , é á su corona real de Castilla, se-
dos leguas del real, donde estaban los ene- rian muy favoresgidos é ayudados de Cor-
migos. Y estos están al pié de un monte tés é de los españoles como tales amigos
muy alto de que continuamente sale hu- é vassallos del Rey, nuestro señor. É as-
mo, como lo hace aquel del vulcan ó Mon- si lo prometieron que se haría inviolable
gibel, é llámase aquella población Ocupa- 6 perpetuamente, é que por sus servigios
tuyo; é dixeron quel señor que allí tenían, serian mcresgedores de ser bien tractados
se avia ydo con los de Culua al tiempo é queridos.
que Cortés los avia corrido é desbarata- Esta cibdad de Guacachula está assen-
do, creyendo que no parara hasta su pue- tada en un llano, arrimada por la una
blo; é que muchos dias avia que dessea- parte á unos muy ásperos é altos gorros,
ban estos la amistad de los chripstianos, é por la otra todo es llano. La gercan dos
6 ovicran venido á se ofrescer por vassa- rios, dos tiros de ballesta el uno del otro,
llos de Céssar, sino que aquel su señor que cada uno dellos tiene muy altas é
* no los desaba ni avia querido que lo hi- grandes barrancas, de tal manera que pa-
giessen, puesto quellos muchas veges se ra la cibdad hay muy pocas entradas , 6
lo avian consejado é aun requerido; é las que hay, son ásperas de baxar ó subir
quellos quedan ya servir al Rey de Cas- cabalgado. Toda la cibdad está gercada
tilla, é que allí avia quedado un herma- de muy fuertes muros é anchos de cal é
no de aquel señor, el qual siempre avia canto, é tan anchos como quatro estados
seydo de opinión que fuessen amigos de por parte de fuera de la cibdad, é por de
los chripstianos, é tenia propóssito de ser- dentro está quassi igual con el suelo é pas-
vir al Roy; é que le rogaban al capitán so de las calles, é por toda la muralla va
340 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
en pretil tan alto como un medio estado, ñoles ó su exérgilo avia Dios proveydo de
para pelear desde él. Tiene quatro entra- capitán general, en quien concurrían las
das tan anchas como uno pueda entrar á calidades que Cirio, rey de Persia, decía,
caballo, é hay en cada entrada tres ó « quel offieio del príncipe ha de ser sobre-
quatro vueltas de cerca, que encabalgan pujar á los otros de prudencia, consejo,
c! un liengo sobre el otro, é sobre aque- industria é fatiga, no ociosidad é quietud
llas vueltas hay engima dolías sus pretiles é voluptad ',» todas estas buenas partes
para defender las dichas entradas pelean- cabían en la persona de Hernando Cortés:
do desde ellos, y en toda la cerca mucha el qual, como buen soldado y experto ca-
cantidad do piedras sueltas, grandes é pitán , assi como los enemigos comenca-
pequeñas, para pelear. Será la población ron á defender su cibdad, vba él informa-
dcsta cibdad cjnco ó seys mili vecinos, é do é guiado para entrar por la parte que
las aldeas á ellas subjetas otros tantos ó mejor entrada tenia; ó ordenadas sus es-
más. El tránsito ó sitio delia es muy gran- quadras, cómo los nuestros comentaron
de , porque tienen dentro del muchas ó. pelear con ferocíssimo ímpetu; los con-
huertas de diverssas fructas, é jardines trarios desampararon sus estancias é se
con muchas plantas é hierbas olorosas de pusieron en huyda. E siguiéronlos de tal
mucha fragancia é suavidad á su costum- manera é con tanta priessa por toda la
bre, de que acostumbran á hacer mage- cibdad, que á muchos hicieron salir por
tas é guirnaldas é collares en susfiestasé encima do los adarves á mas que de passo
combites. é acogerse á un rio, que por otra parte
Passados tres dias que Cortés estovo en la cerca toda, del qual tenían quebradas
aquella cibdad, fué á otra que se dice Iz- las puentes, é por esto se detuvieron algo
cucan, que está quatro leguas de la de en passar; pero con toda ossa dificultad
Guacachula, porque le informaron que se siguió el alcance bien legua y medía: ó
avia en ella mucha gente de los de Culua yba tan ensangrentada la vitoria, que es-
en guarnición, é que assi aquella Izcucan caparon muy pocos de aquellos del núme-
como otras villas é lugares, sus sufragá- ro ya dicho, que avian quedado en guar-
neos, erané se mostraban muy parciales da de la cibdad. Á la qual tornando Her-
á los de Culua, porque el señor delia era nando Cortés, envió dos indios naturales
su natural é aun pariente de Montccuma. delia, que estaban pressos, á que hablas-
Llevaba Cortés en su compañía tanta sen á ¡as personas principales huydos de
gente de los naturales de la tierra confe- la cibdad (porque el señor delia se avia
derados con los chripstianos ó ofresgidos ydo con los de Culua, que estaban allí en
por vassallos del Emperador Rey, nues- guarnición), para que ios bicíessen volver
tro señor, que henchían los campos é sier- á su cibdad, prometiéndoles de parte del
ras por donde yban é qiianlo se podía ai- Rey, nuestro señor, que si lealesfuessen,
cancar á ver con los ojos, ó passaban de que demás de ser perdonados de su re-
ciento é veynto mili hombres; é llegaron belión, serian muy bien tractados é fuvo-
sobre la dicha cibdad do Izgtican á las diez rescidos. Aprovechó tanto esta amonesta-
horas del día, y estaba despoblada de ción é seguro, que desde á tres dias vi-
mugeres é gente menuda, ó dentro en nieron personas principales pidiendo per-
ella cinco ó seys mili hombres de guerra don de su yerro ó digiendo que no avian
bien aderescados. Pero como á los espa- podido hacer otra cosa ni su voluntad,

i Xuiiofoiite, lili- i.
DE INDIAS. L1H. XXX1U. CAP. XVI. 341
porque su señor les mandó lo quo avian señor natural de la tierra, que avia seydo
hecho, é quo prometían de ahi adelante, muerto por Montee urna é puesto el que á
pues que su señor se avia ydo é los avia la sagon era, é cassádole con una sobrina
dexado, de dcxar ellos á él é servir ai suya, y entre un nieto del dicho señor
Rey de Castilla, nuestro señor, muy bien natural, hijo de su hija legítima, que es-
é lealmente. taba casada con el señor do Guacachula,
Las leyes pérsicas eran fundadas prin- é avian ávido aquel hijo, nieto del dicho
cipalmente en dos cosas *: la primera en señor natural de Izgucan; se acordó en-
enseñar a los hombres á obcdescer, é la trollos que heredasse el dicho señorío
segunda en mostrar á los príncipes á man- aquel hijo del señor de Guacachula, que
dar los subditos: sin dubda Hernando por legítima linia de los señores de allí le
Cortés tovo en esto cspogial gracia, por- perteneseja, puesto que! otro fuesse hijo,
que como principal capitán sabia mandar que por ser bastardo no. debia ser señor.
sus exércitos, é á los que nuevamente ve- É assi quedó esto, y en pressengia de Cor-
nían á la obidiengia ios enseñaba á obe- tés obedesgieron á aquel muchacho, que
descer con halagos é palabras dulces, é era de edad de diez años: é mandó Cortés
con dádivas é gratiQcagiones, quando con- que pues no tenia edad para gobernar,
venia. E tan manso é benigno era en la que aquel su lio bastardo é otros tres
paz como áspero é resgio punidor de los pringipales, el uno de la cibdad de Gua-
que con el cuchillo avian de ser corregi- cachula é los dos de la cibdad de Izgucan,
dos, É assi en este fecho él se dio tan buen fuessen gobernadores de la tierra é tovies-
recabdo, que aseguró los fugitivos de tal sen el muchacho en su poder hasta tanto
manera, que se vinieron á sus casas é que fuesse de edad para gobernar su Es-
truxeron sus mugeres é hijos, que estaban tado.
derramados en otros lugares é villas de Aquella cibdad de Izgucan será de has-
sus pargialcs, é mandóles que hablassen ta quatro mili vecinos: la qual es muy
á los otros alterados é contrarios, para concertada en sus calles é tracto, é hay
que se viniessen al servicio del Rey é en ella gient casas de oratorios ó templos
amistad de los chripstianos, perdonándo- muy fuertes, con sus torres, las quales
les las cosas passadas, si assi lo higiessen, todas se quemaron. Está assentada en un
con apercebimiento que no lo hagiendo, se llano á la halda de un cerro mediano,
les haria cruda guerra. É assi desde k dos donde tiene muy buena fortalega; é por
dias so tornó á poblar la cibdad de Izgu- la otra parte de hacia el llano está cerca-
can; é los sufragáneos á ella ó otros sus da de un rio hondo, que passa junto al
comarcanos vinieron á se ofresger por vas- muro, y está gircuyda de la barranca del
salios del Rey de Castilla, é quedó toda rio, que es muy alta, ó sobre la barranca
aquella provincia segura é por confedera- fecho un pretil, toda la cibdad en torno,
dos é amigos con los de Guacachula. E tan alto como un estado, y encima de
porque ovo cierta diferencia sobro á quien aquella c e r c a estaban muchas piedras
pertenescia el señorío de aquella provin- sueltas para su defensa. Tiene un valle
cia é cibdad de Izgucan por ausengía del redondo muy fértil, de divcrssas fructas
que se avia ydo á México, non obstante ó mucho algodón, y en ninguna parte de
los diversaos paresgeres é contradiciones los puertos arriba se hacen, por la grand
é pargiahdades entre un hijo bastardo del frialdad, c allí es tierra abrigada é calien-

i Xcnofonte, !ib. I.
312 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
te, á causa que está amparada de las sier- De aquellos que fueron pressos en la
ras circunstantes. Todo aquel valle se rie- cibdad de Guacachula, en espegial de
ga por muy buenas acequias, que tienen aquel herido, de quien se higo mengion de
tan bien sacadas é concertadas quanto susso, supo Hernando Cortés muy entera-
en parte del mundo se puede hacer. mente las cosas de la cibdad de Temisti-
Allí estovo Hernando Cortés hasta de- tan, é cómo después de la muerte de
xar muy pacífica y en quietud é muy po- Monteguma, subgedió en el señorío un her-
blada aquella cibdad: en el qual tiempo mano suyo, señor de la cibdad de Iztapa-
vinieron allí á se ofrescer por vassallos lapa, que se llamaba Guatimugin: é sub-
del Rey, nuestro señor, los señores de gedió en el señorío, porque murió en las
dos cibdades, la una llamada Guaxogin- puentes el hijo de Monteguma, que here-
go, é la otra es(á diez leguas de la de Iz- daba el señorío, é otros dos hijos suyos
cucan, é son fronteras de la tierra de Mé- que quedaron vivos, el uno era loco ó
xico. É también fueron embaxadores de mentecapto, y el otro perlático, é inhábiles
ocho pueblos de la provincia Coastoaca, por sus enfermedades. E desta causa de-
ques una de quien la historia ha fecho gia aquel indio, é fué verdad, que avia
mención, que la avian visto los españoles heredado aquel hermano de Monteguma,
que Cortés envió á buscar oro á la pro- é también porque era buen capitán é de
vincia de Culua, donde y en la de Tama- mucho esfuergo, y él avia hecho la guer-
gula , porque está junto á ella, se dixo que ra á los españoles, y era tenido por muy
avia muy grandes poblaciones é casas muy valiente hombre é de mucha prudengia.
lnen obradas, de mejor cantería que en Supo assimesmo Cortés cómo se fortales-
ninguna de aquellas partes se avia visto. gia en la grand cibdad y en todas las otras
La qual provincia de Coastoaca está qua- de su señorio, é que se hagian muchas
renta leguas de allí de Izgucan; é los natu- gercas é cavas é fosados é reparos, é mu-
rales de los dichos ocho pueblos se ofres- chos géneros de armas, en espegial lan-
gieron por vassallos de Céssar, como Rey gas luengas, como picas, para los caballos,
de Castilla, é dixeron que otros quatro lu- é ya so avian visto algunas deltas con que
gares que restaban en la dicha provincia, pelearon los indios en la provingia de Te-
vernian muy presto á hacer lo mesmo. É peaca, y en los ranchos é apossentos, que
pidieron perdón á Cortés, porque antes no la gente de Culua tovícron en Guacachula,
avian venido, por temor de los de Culua; se hallaron muchas dolías.
pero quelíos nunca avian tomado armas Después que de todo lo que pudo fué
contra los chripstianos ni avian seydo en bien informado Cortés, envió á esta Isla
muerte de ningún español, é que siempre, Española é á las otras que están en esta
después que se avian ofresgido al servi- mar pobladas de chripstianos, por caballos
cio de Su Magostad Cessárca, avian soydo ó gente para su socorro, é por pertrechos
buenos é leales vassallos suyos en sus vo- é armas, é otras cosas tocantes á la guer-
luntades; pero que no las avian osado ra , con pensamiento de pugnar en redu-
mostrar, do temor de los de Culua. De gir á Temistitan al estado en que ya él to-
manera que segund Cortés escribió en vo aquella cibdad por SuMagestad. E dio
aquella sagon dixo que en breve tiempo orden cómo se higiessen trege berganti-
pensaba cobrar lo perdido, é tornar á re- nes para entrar por la laguna, é se llevas-
dugir la grand cibdad de Temistitan á la sen por tierra en piegas ó quadernas, é á
obidiengia de Céssar, por fuerga de armas, la lengua del agua se ligassen, quando
ó por su induslria. conviniesse: é higo hager cía vagón é to-
m INDIAS. IJB. XXXIII. CAP. XVI. 343
do lo que fué nesgessario para ellos. suyos de los dichos chripstianos. Y estos
En este tiempo supo Cortés cómo á la confederados con los nuestros cada dia
villa de la Yeracruz avia llegado una cara- pedian socorro á Cortés de muchas partes
vela pequeña con hasta treynta hombres, contra los do Culua, porque les hagiau
la qual yba en busca de la gente que guerra á causa de su alianga é amistad, y
Frangisco de Garay avia llevado á. aque- él no podia socorrer á todas partes, como
llas partes; é llevaba tanta nesgessidad quisiera, por la falta de gente española:
aquel navio, que si allí no fuera socorrido, que eran pocos los nuestros.
murieran de sed ó hambre: é súpose de En esta relagion dige Cortés que por lá
aquellos cómo avian allegado al rio de mucha similitud que aquella tierra tiene
Panuco, y estado en él treynta dias sur- con España, assi en fertilidad como en su
gidos, é no vieron gente en el rio ni en grandega, y en la templanga é frios que
la tierra, de que se creyó que á causa de en ella hagen, y en otras muchas cosas
lo subgedido, se avia despoblado aquella le paresgia, que se debía nombrar la Nue-
tierra. É también dixeron los de aquella va España del mar Ogéano; é assi en nom-
caravela que tras ellos avian de yr otros bre de Su Magostad le puso este nombre,
dos navios del dicho Frangisco de Garay é suplicó al Emperador lo oviesse por
con gente é caballos, é que creían que bien é lo aprobasse, é assi se higo. Non
serian ya passados la costa abaso; é por- obstante que lo uno de lo otro es muy di-
que ño les acaesgiesse otro semejante da- ferente en sus climas é alturas, porque la
ño, como intervino á los primeros, prove- parte más septentrional de la Nueva Es-
yeron de enviar desde la villa de la Vera- paña en el río Panuco, por gerca del qual
cruz la mesma caravela á buscarlos, é que passa ó junto á él la línia del trópico de
se viniessen á la Veracruz, é que los es- cánger, que está en veinte y tres grados
perasse allí aquel capitán, que envió Fran- y medio desta parte de la línia equino-
gisco de Garay primero. gial, é la parte que España tiene mas me-
En esta mesma sagon aquel Guatimugin, ridional es el estrecho de Gíbraltar, y ese
que se dixo que subgedió en el señorío á está en treynta y seys grados desta parte
Monteguma, proveyó por todo su señorío de la línia del Equinogio; assi que es muy
é higo saber á todos sus vassallos que les grande la diferencia, que son doge gra-
hagia gragia por un año de lodos los ser- dos y medio de Norte á Sur, allende de
vigios é tributos que eran obligados a le las muchas leguas é camino longuíssimo
hager, con tanto que por todas las mane- que hay del Leste al Hueste. Pero baste
ras é vias que pudiessen, fuesse hecha que la voluntad de Céssar fué que assi se
cruel guerra á todos los chripstianos hasta Hamasse la Nueva España, en los quales
los matar ó echar de toda la tierra; é que reynos se incluyen muchas é grandes pro-
assimesmo la higiessen á todos los natu- vingias, que la historia ha memorado é,las
rales que fuessen amigos é confederados que adelante se nombrarán.
34 i HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XVII..
Desde el qual tracla la historia el subcessode la conquista de la Nueva España, é la recuperación de la
grand cibdad de Temístilan*, é oirás cosas anexas al verdadero discurso de la relación é tercera caria que
al Emperador Rey, nuestro señor, Cortés le envió, dándole cuenla é racon de lo subeedido después de to-
do lo ques dicho hasta fin del c'apílulo precedente.

U n o de aquellos navios que se espera- xessen á él é á ellos que viossen lo que


ban del adelantado Francisco de Garay, determinaban, é que si todos ó algunos
de quien avia dado noticia el navio que jdelios quisiessen volver á las islas con los
se dixo en el capítulo de susso, llegó al navios que allí estaban, que se les diesse
puerto de la villa de la Veracruz, en el licencia é fuessen despachados á su pla-
qual venia un capitán con hasta cien- ger: y el dicho capitán é los que con él
to é veynte hombres; é allí se informó vinieron determinaron de se quedar é yr
como los del adelantado Francisco de Ga- adonde Cortés estaba, y él los acogió é
ray , qué antes avian ydo, avian seydo resgibió muy bien. É del otro navio que
desbaratados, é hablaron con el capitán con este esperaban no sabían cosa algu-
que se halló en el desbarato, é les certi- na, antes se temía que era perdido.
ficó que si yban al rio del Panuco, resci- Y estando Hernando Cortés para se partir
birian mucho daño de los indios. Y estan- de aquella provingia de Tepeaca, supo có-
do assi en el dicho puerto con determina- mo los de las provingias dcCecatamí éXa-
ción de yrse al rio, se levantó un temporal kpingo, que son subjetas al señor de Te-
é viento tan rescio y súbito, que higo á la mistitan, estaban rebelados; é como aque-
nao salirse de allí quebradas las amarras, llo es el camino de la villa de la Yeracruz
é fué á tomar puerto doce leguas la costa para Tepeaca, avian muerto algunos espa-
arriba, en un puerto que se dice Sanct ñoles , é los naturales algados estaban de
Johan, é saltó toda la gente en tierra, é mal propóssito; é por asegurar este cami-
sacaron siete ú ocho caballos é otras tan- no é castigar los malhechores, si no qui-
tas yeguas que traían, ó dieron con la nao siessen la paz, envió Cortés un capitán
al través en la costa, porque hacia mucha con veynte de caballo é dosgicntos peo-
agua. E como esto fué fecho saber al ca- nes é con gente de los amigos: y encar-
pitán Hernando Cortés, dio muchas gra- góle ó mandóle de parte de Su Magostad
cias á Dios, porque paresgia que de su que requiriesse á los naturales de aque-
poder absoluto lo comencaba á yr el so- llas provingias que viniessen á la obidien-
corro : é luego escribió al capitán de aque- gia é servigio del Rey, como primero lo
lla gente, haciéndole saber ó mostrando avian hecho, é que con toda templanga se
por su letra que le avia pessado de lo sub- oviesse con ellos, si quisiessen la paz, c
eedido, é quél enviaba á decir a su te- si no, que so les higiesse la guerra; é que
niente de la villa de la Veracruz que al fecha é allanadas aquellas dos provingias,
dicho capitán é á la gente que llevaba les se volviesse con toda la gente á la cibdad
hiciesse buen acogimiento é les dtesse to- de Tascalteca, adonde Cortés les estaria
do lo que oviesse menester, é que le di- esperando. É assí se partió este capitán

En este sitio suprimió Oviedo algunas cláusu- loria, no trasladamos ala presente ñola.
sulas, que por no ser de grande inlcrés para la his-
DE INMAS. Lffi. XXXIII. CAP. XVII. 345
entrante el mes de diciembre del año de dad de las viruelas; é que pues avia sey-
mili é quinientos y veynte para aquellas do grande y especial amigo de Hernando
provincias, que están veynte leguas do Cortés, é avia dexado un hijo de hasta
Tepeaca; é mediado aquel mes se partió doce ó trece años, é que á aquel perte-
Cortés de la villa do Segura de la Fronte- nesgia el estado é señorío de la casa del
ra , qucs en la dicha provincia de Tepea- padre, que le rogaban que como á tal he-
ca, édexó en ella un capitán con sessenta redero se lo diesse; é assi lo higo, ó lo
hombres, porque los naturales de allí se aprobó por tal señor, en nombre de Su
lo rogaron mucho, y envió toda la gente Magostad, de lo qual todos quedaron muy
de pié á la cibdad de Tascalteca, adonde contentos é alegres.
se hacian los bergantines, que está de Quando á aquella cibdad llegó Cortés,
Tepeaca*tueve ó diez leguas. É Cortés con halló que los maestros é carpinteros de
veynte de caballo fué aquel dia á dormir á los bergantines se daban mucha priessa
la cibdad do Chulula, porque los natura- en hacer la vigagion ó tablagon para ellos,
les della lo desseaban, porque á causa de la é tenían hecho harta parte; é luego se
enfermedad de las viruelas (que también envió á la villa de la Veracruz por la cía-
comprehendió á los de aquellas tierras, co- vagón é jargia é velas é cosas nesgessa-
mo á los de estas nuestras islas), eran rias para ellos, é proveyóse cómo se hi-
muertos muchos señores de allí, é que- giesse pez en una sierra gerca de allí, pa-
rian que por mano de Cortés é con su pa- ra que ninguna cosa faltasse é todo esto-
rescer se pusiessen otros en lugar de los viesse aparejado al tiempo que Cortés
defunctos. É llegado, fué muy bienresge- estoviesse en las provingias de México é
bido, é dio conclusión é contentamiento Temistitan, enviando por ellos desde allá,
en este negocio á plager de todos, é dió- que serán diez ó doge leguas hasta la cib-
les á entender cómo su camino era para dad de Tascalteca. É dos dias antes de
yr á entrar de guerra en las provincias Navidad volvió con la gente de pié é de
de México é Temistitan; é rogóles que caballo aquel capitán que avia ydo á las
pues eran vassallos de Céssar, é como ta- provingias deCacatamié Xalagingo, é aun-
les avian de conservar el amistad con los que algunos naturales dellas avian pelea-
chripstianos, é los chripstianos con ellos do con los españoles que allá fueron, al
hasta la muerte, que para el tiempo con- cabo por fuerga, é mejor digiendo por
viniente ayudassen con gente, é que los voluntad de Dios, vinieron de paz é tru-
españoles que Cortés enviasse á su tierra, xeron algunos señores de aquellas pro-
fuessen é volviessen por ella seguros, ó vingias: los quales, no embargante su
fuessen bien tractados confb amigos, co- culpa é algamiento é muertes de chrips-
mo lo eran obligados a lo hacer; é assi lo tianos , porque prometieron ser buenos é
prometieron. É desde á dos ó tres dias se leales de ahí adelante, fueron perdona-
partió Cortés é tornó á Tascalteca, que dos , é Cortés los envió á su tierra muy
está seys leguas de allí, donde estaban contentos. É desta manera se concluyó
juntos todos los españoles é los de la cib- aquella guerra, en que Dios y el Rey fue-
dad, é se regocijaron los unos é los otros ron muy servidos con *la pagificagion de
con su venida. El siguiente dia que llegó, los naturales de allí, para seguridad de
los señores de la cibdad é provincia le los españoles, que avian de yré'venir é
fueron á hablar é decirle cómo Maxisca- cursar por las dichas provingias, passando
cin, que era el señor principal de todos á la villa de la Veracruz.
ellos, avia fallescido de aquella enferme- El segundo dia de pasqua de Navidad
TOMO íir. 44
346 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
higo reseña ó alarde Hernando Cortés en juria, ó mireys quánto conviene al servi-
Ja cibdad de Tasealtcca, é hallóse con cio de Dios é de Su Magestad, é de la co-
quarenta de á caballo é quinientos é cin- rona é ceptró real de Castilla, é á nuestro
qücnta peones, los ochenta dellos balles- proprio honor é vidas é reputagion, que
teros y escopeteros, é ocho ó nueve tiros por nuestra espada propria se torne á co-
de campo pequeños, é con menos pólvo- brar lo que perdimos, pues que para ello
. ra que ovieran de menester; é higo de hay de nuestra parte muy justas é peren-
los de caballo quatro quadrillas de diez torias causas é racones: lo uno peleare-
caballos cada una, y hecha la reseña, é mos en aumento de nuestra sagrada é
uno por uno visitados, con mucho plager sancta fée cathóiica contra gente bárbara
é con buenas palabras, é gentil é alegre é infiel, sirviendo á Dios é á nuestro so-
semblante, el capitán genera! les higo un berano Rey ó señor;- lo segundo asegu-
razonamiento de aquesta manera: «Cava- rarse han nuestras personas; élo otro ter-
Heros é hidalgos é amigos: excusado es nemos en nuestra ayuda muchos indios
que gastemos tiempo en palabras, puesque naturalesdcstas partes, que son nuestros
soys españoles, 6 tan amigos y experi- amigóse confederados, ó.que son enemi-
mentados de las obras, assi naturalmen- gos de largo tiempo de nuestros advers-
te por la gracia especial que Dios, Nues- sarios, ques mucha parte para el funda-
tro Señor,' puso en nuestra nagion de Es- mento y esperanga de la victoria. E para
paña, como por la libertad y esfucrco que nuestros amigos estén confiados de-
particular de vuestras personas. Ya, se- lta, ruégoos, señores é amigos é compa-
ñores, sabeys é os es manifiesto cómo ñeros mios, que os alegreys é useys de
vosotros é yo, por servir al Emperador vuestro esfuerco natural é acostumbrado,
Rey, nuestro señor, assenfamos ó pobia- para poner en efetto esta sancta guerra.
.mos en esta tierra, é los naturales dolía É porque yo he fecho é ordenado ciertas
se dieron por vassallos do Su Magesf.ad, ordenanzas para la buena orden y exer-
é como tales perseveraron en su real ser- cigio y execugion desta empressa , oydlas
vigió algún tiempo, rescibiendo buenas é coinplidlas, pues todas ellas son justas
obras do nosotros é nosotros dellos, has- é convinientes á todos nosotros, é tan nes-
ta que sin causa los naturales de Culua cessarias quanto por ellas vereys.»
(que son los de la grand cibdad de Temis- E con mucho siiengio é atengion estando
titan, ó los de todas las otras provincias todos, un pregonero en alta voz las pregonó
á ella subjetas) no solamente se rebela- públicamente; é acabado el pregón, Her-
ron contra Su Magestad é so apartaron de nando Cortés replicó, añadiendo á lo que
la pleytesia é obidiencia que debián, mas se contenia erfaquellos capítulos, que les
aunmataron muchos chripstianos, deudos ' rogaba que.guardassen é compliessen todo
é amigos nuestros é de nuestra nagion, lo que se les avia notificado en aquel pre-
que en servicio de Céssar en nuestra com- gón ; é assi se lo mandó do parte del Em-
pañía, sirviéndole, militaban; 6 nos echa- perador, nuestro señor, só las penas en
ron fuera de toda su tierra con mano ar- que incurren los inobidientes á la orden
mada, persiguiéndonos todo lo que pu- militar. É todos unánimes prometieron de
dieron por nos matar a todos los que de lo guardar é complir de buena voluntad,
su traycion é crueldad escapamos, con é de no se apartar dello, poniendo las vi-
tanto trabaxo como visteys ó padescisteys das en servicio de Dios é de Céssar hasta
vosotros é yo. É por tanto es racon que cobrar lo-perdido é vengar tan grand tray-
os acordeys de tan grande é señalada in- cion é injurias como avian rescebido de
•DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP.- XVII. 347
los de Temistitan ó sus aliados. Y el ca- exórcito lucido de los amigos confedera-
pitán Hernando Cortés se lo agradesció é dos , que ya eran de mucho número, é
tuvo en servicio de parte del Emperador, muy dispuesta é lugida c ataviada gente
nuestro señor, é de la suya les dio las a su costumbre, con hermosas rodelas,
gracias con mucho placer, como pruden- guarnescidas de oro muchas dellas, é muy
te caudillo; é con esto se passó aquel dia, lindos é ricos penachos, é muchas joyas
que fué cosa mucho de ver, assi conside- de oro é plata sobro sus personas, y en
rando la voluntad é obra que los españo- las astas 6 guarniciones de sus armas.
les en esto mostraron, como en ver el

CAPITULO XVIII.
En que se Irada lo que Hernando Cortés dexó proveído para la difinicion de los bergantines, que se hacían
para Combatir por la laguna la'grand cibdad de. Tcmislüan ; c-cómo se partió contra ella é los de Culua *; é
de la victoria que ovieron contra los de la cibdad de Jztapalapa , que fué un feebo muy notable, c glorioso
principio para esperar el fin victorioso, que desta guerra adelante se consiguió.

"os dias después de la Natividad de bergantines fuessen, todos yrian con toda
nuestro Redemptor, que fué señaladamen- quanta gente ovtesse en su tierra, por-
te dia del glorioso Sanct Johan Evangelis- que querian morir donde él muriesse, ó
ta , higo el capitán Hernando Cortés lla- vengarse de los de Culua, sus capitales é
mar á todos los señores de la provincia antiguos enemigos. E otro dia siguiente,
de Tascaltcca, c juntados, les dixo que ya que se contaron veynte y ocho dias de
sabían cómo éí se avia de partir otro dia diciembre, diá do los Inocentes.,'se par-
para entrar en la tierra de los enemigos, tió de allí el exército dé los chripstianos*
é que la cibdad do Temistitan no se podía con toda la gente é mucha orden, é fue-
ganar sin los bergantines que estaban ha- ron adormir seys leguas dé Tascalteca,
ciendo: por tanto les rogaba que a los en una poblagion que se dice Tesmoluca,
maestros dellos ó á los españoles que allí quos en la provingia de Guaxocingo, los
dexaba,. les diessen lo que oviessen me- naturales de la qual tenian é tovieron
nester, é les hiciessen el buen tracíamien- siempre la mesma amistad é confedera-
to que siempre les avian hecho, é que cs- ción é buena é leal amigigia que los de
toviessen aparejados para quando él des- Tascaltcca; é allí repossaron aquella no-
de la cibdad dcThesayco, si Dios le diesse che. Pues cómo Hernando Cortés avia sa-
victoria, cnviasso por la iigacon é tábia- bido que los de las provingías de México
Con é otros aparejos de los dichos ber- ó Temistitan aparejaban muchas armas
gantines, pues que en ello servirian mu- é defensas de cavas ó albarradas é fuer-
cho a Céssar, y él les quedaría de su parlo gas para la resistencia de la entrada do
muy obligado en ello. Y ellos le prome- los españoles, ó los contrarios sabían que
tieron que assi lo harían, é que también Hernando Cortés é su gente tenián volun-
querian que desde luego fuesse gente de tad de revolver sobrellos, avia Cortés
guerra suya a acompañar a Cortés é ser- considerado todo esto, é no ynorando
vir al Emperador; ó que para quando los quán mañosos eran los adverssartos, é

* En el original se ice , aunque lacbado de ma- los españoles c su capilan general en la cibdad de
no del aulor: «E cómo passó el puerto de Tbcsmo- Thesayeo, que está á seys leguas de Temistitan por
luca con mucha dificultad, é de lo que intervino á la laguna», etc.
348 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
desvelándose, congecturando por dónde por ól, é quanto más yban, más cerrado
podría eatrar para tomar con algún des- estaba de la manera ques dicho, É cómo
cuydo al enemigo, el qual tenia noticia por todo el puerto avia espesas arboledas
que los chripstianos sabían tres caminos ó é matas.grandes, con mucho trabaxo é
entradas para poder dar en su tierra; por dificultad passaban aquel estorbo, é no
tanto acordó Cortés entrar por la vía do sin grand temor, sospechando que tras
Tesmoluca, porque es el puerto más agrio cada árbol estaban los enemigos, porque
y entrada más dificultosa que las otras, é avia mucho aparejo para ser allí desbara-
creía que por allí no hallaría mucha re- tados los nuestros, porque la espesura de
sistencia , ni los enemigos estarían tan so- los grandes árboles no diera lugar á se
bre aviso por la dispusígion natural é ás- aprovechar do los caballos. É assi aumen-
pera de la tierra en aquella parle. tándoseles el temor é multiplicándose el
Otro dia después de los Inocentes, impedimento ques dicho, contrastando á
aviendo oydo missa este-cathólico exér- todo la propria- vergüenca y esfuerco na-
cito, se encomendaron todos á Dios, é tural de los. españoles, ó de su exército é
partieron de la dicha población de Tes- diestro capitán, passaron grand parte de
moluca , é Coi-tés tomó la delantera con aquella maleca que los impedia, quando
diez de caballo é sessenta peones ligeros uno de los quatro de á caballo delanteros
y escogidos hombres é diestros en la guer- dixo á los otros: «Hermanos, no passe-
ra , é comencaron á seguir el camino, el mos más adelante, si os paresce, é será
puerto arriba, con toda la orden é con- bien degir al capitán el estorbo é peligro
cierto que les fué posible; é fueron á dor- que hallamos tan grande, en que todos es-
mir á qaatro leguas de la dicha pobla- tamos, por no nos poder aprovechar de
ción en las cumbres del puerto, que era los caballos: é si no os paresge que se
ya término de los de Culua; é aunque debe hacer como lo digo, vamos adelan-
hacia grandíssimo frió en él, como avia to, que ofresgida tengo mi vida á la muer-
mucha leña, se remediaron aquella noche. to tan bien, como todos, hasta dar fin á
Otro dia, domingo por la mañana, pro- esta jornada.» Los otros respondieron que
siguieron su camino por lo llano del puer- buen consejo era el suyo; pero que no les
to, é Cortés envió quatro de á caballo é paresgia que debían volver al capitán has-
otros tantos peones sueltos para descobrír ta ver alguna gente de los enemigos, ó
la tierra; é siguiendo su viage comenga- saber qué tanto turaba aquel empacho y
ron de baxar el puerto, é los de á caba- embarago del camino. É assi passaron
llo yban delante, é luego los ballesteros adelante, é cómo vieron que turaba mu-
y escopeteros, é tras essos en su orden cho , detuviéronse, é con uno de los peo-
la otra gente, porque siempre se sospe- nes higiéronle saber á Cortés la dispusi-
chó que los contrarios avian de salir á los gion mala, que hallaban para proceder
rescibir al camino en alguna gelada ó mal adelante. É cómo Cortés llevaba la avan-
passo. É cómo los quatro de caballo é guarda con la gente de á caballo, dixo
quatro peones siguieron su camino, ha- que no era posible quel estorbo del cami-
lláronle cerrado de árboles é rama corta- no ni aquel impedimento turasse mucho,
dos, é atravessados en él muy grandes é é prosiguió por aquellos malos passos, y
gruessos pinos é acipreses, que páresela envió á mandar á los de la retroguarda
que estonces se acababan de cortar; é que se diessen mucha priessa é que no to-
creyendo qtiel camino adelante no estaría viessen temor, que presto saldrían á lo
de aquella manera ocupado, prosiguieron rasso. É cómo alcangó á los quatro de á
DE INDIAS. LÍB. XXXIII. CAP. XVI1L 349
caballo siguió adelante, aunque con mu- los enemigos toviessen tiempo de se jun-
cho trabaxo é inconviniente; é desde á tar, baxaron en todo lo llano: é siguiendo
media legua plugo á Dios que baxaron á su camino, se les pusieron delante ciertos
lo raso, é detúvose allí Cortés, esperando esquadrones de indios, contra los quales
la gente. É cómo allí se vieron, dieron mandó Hernando Cortés que se pusiessen
muchas gracias á Nuestro Señor por ello; quinge de cabalJo ó rompiessen por ellos,
porque en la verdad estaba tal el camino é assi lo higieron, porque el temor que
que avian passado, que era para espan- avian á los caballos era muy grande, é
tar é no se creer que hombres lo pudies- alangearon é mataron algunos, é sin peli-
sen andar sueltos, quanto más con los gro se recogieron á su orden anga, é ca-
caballos y en tan breve tiempo} lo que en minaron para la c¿bdad de Thesayco, ques
mucho avian ataxado inumerables indios una de las mayores é más hermosa repú-
para su seguridad. blica de aquellas partes. É cómo la gente
Desde allí se comentaron á ver las pro- de á pié yba cansada, acordaron de repo-
vincias de México é Temistitan, que están sar en una poblagion, que se dige Coante-
pn las lagunas y en torno dellas; mas aun- peque, ques de la jurisdigion de Thesayco
que holgaron mucho de las ver, era con é á tres leguas della; é halláronla despo-
"mucha tristega mezclada con esso gogo, blada , 6 sospechó Cortés é su gente que
acordándose del daño passado que avian como aquella cibdad é su provingia (lla-
en aquellas lagunas é provingi^s resgebi- mada Acutuacan) es muy grande, é se
do; y entre estos extremos de placer é creia que en essa sagon avia en ella gien-
dolor se juntó una yra é desseo de la ven- to é ginqüenta mili hombres, que quisie-
ganza , de tal manera, que destas tres ran dar sobre los nuestros: é por este te-
o'casiones prometieron todos de no volver mor el mesmo capitán Hernando Cortés
atrás ni salir de aquellas provincias sin con diez de caballo comengó é tomó la ve-
victoria, ó perder en ellas las vidas. É con la é ronda de la prima, é mandó estar
esta determinación juntada la esperanca apergebida toda la gente. É otro dia lunes
del premio é de ser ricos en breve tiem- último de digiembre prosiguió su camino
po , yban tan confiados é alegres, é tan con la orden acostumbrada, é á un quarto
denodados é contentos, como si ya ovie-' de legua de aquella poblagion de Coante-
ran conseguido la victoria é no les queda- peque salieron al camino quatro hombres
ra más do hacer de gocarse con ella. Pero indios pringipales coa una bandera de oro
essa no se pudo alcangar sin sangre é en una vara (la qual bandera era una
muertes, é tantos trabaxos é tan excesi- plancha ó lámina de oro puro é fino, que
vos, como la historia lo dirá: porque como pessaba quatro marcos de oro) é por ella
los enemigos ovieron sentimiento de los daban á entender que venían de paz, la
españoles, comencaron en el instante á qual era bien desseada de los chripstia-
hacer muchas é grandes ahumadas por to- nos, porque eran pocos é tan apartados de
da la tierra, apellidándose, é uniendo sus socorro é metidos en las fuergas de los
amigos é parciales, é dando mucha grita enemigos. Cómo Cortés vido á estos qua-
á los chripstianos desde unas estangias é tro indios, conosgió al uno dellos é mandó
poblaciones, que estaban,"aunque peque- que so detuviessen los chripstianos, ó lle-
ñas, no muy lexos, para'que sejuntassen gó á hablar á los indios, y ellos le dixe-
é defendiessen ciertas puentes é malos ron que venían de parte del señor do
passos que por allí avia. Pero los españo- aquella cibdad pringipal, que se dige Gua.
les se dieron tanta priessa. que sin que nacagin, é que de su parto le rogaba que
350 HISTORIA GENE AL Y NATURAL
rn su tierra no consinticsse hager daño se fueron. É llegando á essas dos pobla-
alguno; porque de los daños é cosas pas- giones, salieron algunos pringipales á dar
sadas no tenían culpa sino los do Temísti- de comer á los nuestros, é á medio dia
tan ó no ellos, é que querían ser vagsallos llegaron al cuerpo de la cibdad, donde los
de Su Magestad é amigos de los chripstia- avian de apossentar en una casa grande
nos, é que guardarían é .conservarían la que avia seydo de su padre de Guana-
amistad inviolablemente, éque se fuessen cagin, señor de la cibdad. É antes que
á la cibdad, é que en sus obras conosce- se apossentassen, estando los chripstianos
rian su buen desseo é lo que tenían en juntos, higo Cortés pregonar que só pena
ellos. de muerte ninguna persona, sin expresa
Cortés les respondió^ graciosamente, ligengia suya, saliesse de la dicha casa,
dándoles gracias é ofrescióndolcs todo en la qual, aunque fuera doblado el nú-
buen tractamiento, é les dixo que pues mero de los españoles, se podían bien
se excusaban de la guerra que le avian apossentar: Esto se higo, porque los natu-
dado en Temistitan, que bien sabían que rales se aseguraren y estoviessen en sus
cinco ó seys leguas de allí de la cibdad * casas, é porque le paresgíó ó Cortés que
de Thesayco en ciertas poblaciones á ella no se veia la décima parte de la gente que
subjetas le avian muerto la otra vez cinco solia aver en aquella cibdad, ni tampoco'
de caballo, é quarenta y cinco peones , é paresgian mitgercs ni niños, que era se-
más de dosgientos indios de Tascalteca car- ñal de gente desasosegada é apergebida.
gados, ó les avian tomado mucha plata é El dia que allí llegó el exérgíto nuestro
oro é ropa é otras cosas; é por tanto, pues fué víspera de año nuevo, é pensando
que esta culpa tenia mala respuesta ó. que de temor los indios no paresgian, avia
no la avia por ellos que buena fuesse; algún descuydo en los españoles,, é aque-
que le tornassen lo que le avian tomado, lla tarde dos compañeros* se subieron á
c aunque eran dignos de muerte por ello, ciertas agoteas altas, de donde vieron que
él avria por bien la paz, pues le convida- ios indios desamparaban la cibdad é con
ban con ella, é no de otra manera. A esto sus haciendas se yban á meter en la la-
respondieron que todo lo que allí se avia guna en sus canoas, que ellos llamaban
tomado lo avian llevado el señor é los más acales, é otros se yban ó las sierras; é
pringipales de Temistitan; pero quollos aunque se proveyó en los estorbar la yda,.
buscarían todo lo que pndiessen, é loque como ya era larde é sobrevino la noche,
hallassen, se lo darían. É preguntaron al no se pudo excusar su fuga, é assi el se-
capitán sí_aquel dia yria á la cibdad ó si ñor de la cibdad é los señores della se
se apossentaria en una de dos poblacio- fueron á Temistitan, que está de allí por
nes, que son como arrabales de la dicha la laguna seys leguas, é llevaron consigo
cibdad, las quales se digen Coanlinchan ó quanto tenían. Assi que, por hager á su sal-
Guaxuta, que están á legua y media de- vo lo ques dicho, avian salido primero con
lia, ó siempre vá todo aquel espagio po- su falsa embaxada los quatro mensajeros
blado , lo qual ellos desseaban por lo que de la bandera de oro, la qual quedó en
adelante subgedió. Cortes les respondió poder de Cortés como en señal de verdad.
que no se avia de detener hasta llegar á De tales .banderas creo yo que pocas
la cibdad de Tezcuco, y ellos replica- historias hagen mengion, é aun allí fué
ron que fuesse en hora buena, é que se cosa nueva, sino que por ardid, é por
querían yr adelante á le aderesgar el dar á los chripstianos esperanga de mu-
apossento para él é los españoles: é assi cha riquega é sosegarlos, lomaron este
DE INDIAS. 1JB. XXX-M. CAP. XYIIL 351
medio para los contentar con su mentira. cer por amigos de Cortés ó por vassa-
Eu esta cibdad repossó Cortés é su gen- llos de la corona real de Castilla, enviá-
te tres días sin aver recuentro alguno, ronles á decir que lo avian hecho muy mal;
porque ni los indios osaban venir ni aco- porque si de temor era, que bien sabian
meter á los chripstianos, ni ellos curaban quelios eran muchos é tenían tanto poder,
de salir lexos á los buscar, porque el fin que assi á los españoles como a los de
de Hernando Cortés era hager con la paz . Tascalteca *, lospodian fácilmente matar en
todo lo que so pudiessc para so excusar breve tiempo; é que si por no dexar sus
la guerra. E á cabo do aquellos tres dias tierras Jo avian hecho, que las dexassen
vinieron ú Se hablar el señor de Coanti- é se fuessen á Temistitan, é allá les da-
chan é G uaxüta y el de Autengo, que son rían mejores casas é poblaciones, donde
tres poblaciones bien grandes, y están," viviessen.
como es dicho, incorporadas é juntas con Aquellos señores de Coantichan é Gua-
la cibdad de Thesayco, é pidiéronle con xuta tomaron á los que les llevaron el
lágrimas que los perdonasse, porque se mensaje ques dicho, é atáronlos é llevá-
avian ausentado de su tierra, é que en lo ronlos á Cortés; é luego confessaron que
demás ellos no avian peleado con él, á lo avian ydo do parte de los señores de Te-
menos por su voluntad, é prometían de mistitan, pero que avia seydo para les
hager de ahí adelante lo que en nombre decir que fuessen allá para como terge-
de Su Magestad les fuosse mandado. Cor- ros, pues eran amigos de los chripstia-
tés les respondió con las lenguas que bien nos, entender en las pages entre Cortés y
sabian el buen tractamiento que en él ellos.para que ía guerra se exCusasse; é
avian hallado, é que si su tierra avian de- los de Guaxuta é Coantichan dixeron que
xado, que su desasosiego propria culpa no era assi, é que los de México é Temis-
dellos era é no del ni de los españoles; é titan no querían sino guerra. Cortés disi-
que pues prometían de ser sus amigos, muló, mostrando que daba crédito á los
que se asegurassen é se tornassen á sus mensajeros, porque desseaba con maña
casas con sus mugeres é hijos, é como traer a su amistad á los de Temistitan,
ellos higiessen las obras, assi bailarían el porque della pendía la paz é la guerra, é
buen tractamiento: ó assi se fueron algo lo que aquella grand cibdad higiesse avian
tristes. de querer é hager todas las otras provin-
Quando en estas historias se dixere Cu- gias qué estaban algadas; é por esto man-
lua, háse de entender que esta palabra so- dó desatar aquellos mensajeros, é díxo-
la comprehende todas las tres provingias les que no temiessen, é quél los quería
subjetas á Temistitan. tornar á' enviar á Temistitan, é rogóles
Pues cómo el señor do Temistitan é que dixessen á los señores quél no quería
México é todos los demás señores de guerra con ellos, aunque tenia ragon de
Culuá supieron que aquellos de las po- se la hager,é que fuessen amigos como
blagiones ya dichas se avian ydo á ofres- antes lo avian seydo, pues que los prin-

Deke notarse aquí-, para conocimiento de los cal; Thesr#oluca, Tezmoluca y Tesmoluca, ele. Es-
lectores, que Oviedo escribió con suma variedad la misma incerlidumbre se advierte en los nom-
to dos estos nombres de ciudades y provincias, prue- bres propios de personas. A! fijarlos en la preserrte
ba clara de que fiados solo á la memoria de"los pri- edición, nos hemos atenido á la regla adoptada por
meros conquistadores, no avian llegado á fijar- nosotros respecto de la ortografía, respetando asi,
se , como después sucede. Asi vemos que escri- en cuanto es lícito, la índole especial de la del cro-
be con frecuencia Colua y Culua; Tcmixtitan y nista. Ha decidido por tanto el mayor número de
Temistitan; Tascalteca, Tascallacle y Tascalle- egemplos.
352 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cipales movedores de la guerra passada garon á la dicha cibdad: é antes quasst
contra él eran ya muertos, é que lo pas- dos tercios de legua abrían una calcada
eado fuesse passado, é no diessen causa como pressa, que está entre la laguna
á que les destruyesse la tierra é sus cib- dulge é la salada, é rompida aquella Cal-
dades, que le pessaba mucho de su daño cada ó atajo, comengó con mucho ímpetu
é lo quería excusar, si ellos lo quisiessen á salir agua de la laguna salada é correr
conoscer. É con esta embaxada se fueron hacia la dulge, aunque están las*aguas
los mensajeros, é prometieron de tornar desviadas la una de la otra más de media
con la respuesta, é los señores de Coan- legua; é no mirando en aquel engaño con
tichan é Guaxuta y Hernando Cortés, por la cobdigia do la victoria, passaron muy
esta buena obra, mas amigos é confede- bien los españoles siguiendo el alcance
rados; y él les perdonó, en nombre de Su hasta entrar dentro en la cibdad revueltos
Magestad, los yerros passados, del qual con los enemigos; é cómo estaban ya so-
perdón se siguió mucho contentamiento bre aviso, todas las casas de la tierra fir-
en ellos. me hallaron despobladas, é la gente é
É después que en Thesayco estovo nues- despojo deIIas- metido en las casas de la
tro campo siete ú ocho días, fortalescién- laguna. É allí se recogieron los qué yban
dose Cortés en su apossento, é viendo que huyendo, é pelearon con los chripstianos
los indios no yban contra él, salió de la muy regiamente; mas quiso Dios dar tan-
cibdad con dosgientos españoles, en que to esfuergo á los nuestros, que las entra-
avia diez y ocho de caballo é treynta ba- ron hasta los meter á los enemigos en el
llesteros é diez escopeteros, é llevó con- agua hasta los pechos é aun nadando, é
sigo otros quatro mili indios de los ami- les ganaron muchas casas de las que es-
gos confederados, é fué por la costa de tán en la laguna: é mataron más de seys
la laguna hasta una cibdad que se dice mili indios é indias é niños, á causa que
Iztapalapa, que está por el agua á dos le- los indios amigos de los españoles no
guas de la grand cibdad de Temistitan é perdonaban edad ni dexaron de matar to-
a seys de la de Thesayco: la qual cibdad dos los que pudieron, aunque fuessen
es de hasta diez mili vecinos, é la mitad mugeres é niños de poca edad; ó cómo
della é aun las dos tercias partes puestas sobrevino la noche, gessó la batalla, é re-
en el agua; y el señor della era hermano cogió Cortés su gente, é mandó poner
de Monteguma, al qual los iudios después fuego á algunas casas de aquellas, y es-
de su muerte avian aleado por señor, é tando ardiendo, quiso Dios traer ala me-
aqueste fué el principal que avia fecho la moria de Cortés la pressa de la calgada
guerra passada y echado los españoles que avian visto rota en el camino, é ro-
fuera de México. É assi por esto como pressentósele el peligro en que estaba me-
porque Hernando Cortés supo que estaban tido : ó con mucha diligengia se salió de
de mal propóssito los de la cibdad de Iz- la cibdad á más que de passo, aunque
tapalapa, determinó de yr á olios: é co- hagia muy escuro, é quando llegaron al
mo fué sentido de la gente della bien dos agua, que seria á las nueve de la noche,
leguas antes que llegasse, parescieron en avia tanta é corría con tanta velogidad,
el campo algunos indios de guerra é otros que la passaron á vuela pié é aun se aho-
por la laguna en canoas, é todas aquellas garon*algunos indios de los amigos, é se
dos leguas fueron los nuestros revueltos perdió el despojo que en la cibdad se
coa ellos peleando con los de la tierra é avia tomado; é si se tardaran dos ó tres
con los que salían del agua hasta que lle- horas más en passar aquella agua, ningu-
DE INDIAS. LIB. XXX1I1. CAP. XVIII. 333
no de los nuestros escapara, porque que- Thesayco, peleando en algunas partes con
daran gercados de agua, sin tener passo los que salían del agua, aunque poco da-
ni salida por parte alguna. É cómo fué de ño les podían hager, porque luego se aco-
dia vieron como el agua de una laguna gían á las canoas. É llegados á Thesayco,
estaba ya en el pesso de la otra, é no hallaron que los españoles que allí avian
corría más: é toda la laguna salada es- quedado, no avian ávido contradigion ni
taba llena de canoas con gente de guerra, molestia alguna, é assi gogaron de la so-
creyendo que avian ya dado conclusión ciable é común victoria ávida. É otro día
en ello, é que tenian á Cortés é su gente siguiente murió un español que fué heri-
en parte que ninguno quedara con la vida do , é aun fué el primero que hasta es-
délos españoles. tonges le mataron á Hernando Cortés en
Aquel dia se tornaron los nuestros á el campo.

CAPITULO XLX.
Cómo la cibdad de Otumba é otras quatro vinieron á la amistad de los chjripstianos; écómo htcieronlo mes-
mo los de Chalco é otras provincias *, é eómo Hernando Cortés hico traer á Tezeuco por tierra diez é ocho
leguas los trece bergantines ó fustas, que avia mandado hacer para entrar por la laguna á Temistitan, é
otras cosas dignas de la historia.

\ J t r o dia siguiente vinieron giertos em- ger lo que en su nombre Cortés les man-
baxadores de la cibdad de Otumba é de¡ dasse; á lo qual les fué respondido que
otras quatro cibdades que están junto é¡ bien sabían ellos quán culpados eran en
gercanas á ella, é á quatro é á giuco é á. i. lo passado, é que para meresger perdón
seys leguas de Thesayco, édixeron á Her- é ser creydos, convenia que primero tru-
nando Cortés que los perdonasse, si algu- xessen atados aquellos mensajeros que
na culpa tenian de la guerra passada que degian é á todos los naturales de México
se avia fecho (porque allí en Otumba fué* é Temistitan que estoviessen en su tierra;
donde se juntaron'todo el poderío de Mé- é que de otra manera no avian de ser
xico é Temistitan, quando avian salido des:: perdonados, é se tornassen á sus casas é
baratados los chripstianos, creyendo quei las poblassen, é higiessen obras, por don-
los acabaran), puesto que bien conosgiani de fuessen conosgidos por buenos vassa-
é vian aquellos de Otumba que no se po- llos de Céssar. Muchas palabras se gasta-
dían excusar de culpa, aunque daban susi ron é fueron altercadas de ambas partes;
excusas, digiendo que avian seydo man- pero no pudieron sacar de Cortés otra
dados. É para aplacar á Cortés, dixéronlei prenda ni seguridad, é assi se tornaron á
que los señores de Temistitan les avian en- su tierra, prometiendo quellos harían
viado, mensajeros para que fuessen de sui siempre lo que Cortés quisiesse, é aun as-
parcialidad é que no hiciessen amistad1 si lo cumplieron, siendo leales en su pro-
con los chripstianos, si no que yríansobrei mesa por no faltar al servigio de Su Ma-
ellos é los destruyrian, é quellos queríaní gestad Qessárea.
ser vassallos de la corona real de Casti- La historia ha recontado cómo al tiem-
lla é del Emperador, nuestro señor, éha- po que Cortés fué desbaratado y echado
Aqui Suprimió Oviedo esta cláusula: «E de al- villa é puerto de la Veracruz.B También quitó de
gunos recuentros en continuación de ¡a guerra ; éi este epígrafe otras frases de poca importancia.
cómo vino una nao con cierta gente española á la
TOMO III. 45
354 HISTORIA GENERA!. Y NATURAL
déla cibdad de Temistitan, sacaba consigo su exérgito, por capitán con veynte de
un hijo é dos hijas de Monteeuma, é al caballo é dosgientos hombres de pié, en-
señor de Thcsayco, que se decia Cacama- tre ballesteros y escopeteros é rodeleros,
cin, é á dos hermanos suyos, é á otros para que cchassen fuera do aquella pro-
muchos señores que tenia pressos, é có- vingia ó giertos mensajeros quél enviaba
mo á todos los avian muerto los enemi- á la cibdad de Tascalteca á sabor en qué
gos, puesto que fuessen de su propia na- términos estaba la labor de los trege ber-
ción ó sus señores algunos dellos, excepto' gantines que allí se hacían, é para pro-
los dos hermanos del dicho Cacamagin, veer otras cosas nesgessarias, assi para
que por grand ventura se pudieron esca- los veginos de la villa de la Veracruz, co-
par. Y el uno destos dos hermanos, que mo para los de su compañía, é también
se decia Ypaesuchií, alias Quacuscagin, para asegurar aquella parte, para que pu-
al qual do antes Cortés, con parescer de diessen yr é tornar los españoles seguros;
Montecama, le avia hecho señor desta cib- porque estonces ni ellos podían salir de
dad de Thcsayco é provincia de Aculua- la provingia de Aculuacan, sin pasear por
can, al tiempo que Cortés llegó á fa pro- tierra do los enemigos, ni los españoles
vingia de Tascalteca, teniéndole en son que estaban en la villa ni en otras partes
de presso, se soltó é volvió á Thesayco, é podian venir á Cortés sin mucho peligro.
cómo ya en eüa avian aleado por señor á É mandó al dicho alguagil mayor que des-
un su hermano Guanacacin (de quien de pués que oviesse puesto en salvo los men-
susso se higo mención) digen que higo ma- sajeros ques dicho, líegasse á una provin-
tar al dicho Quacuscagin, su hermano, des- gia que se digo Calco, que confina con la
ta forma. Que cómo llegó á la provingia de Aculuacan; porque tenia aviso que los
de Thesayco, las guardas lo lomaron é lu- naturales de aquella provingia, aunque
ciéronlo saber á Guanacacin, su señor, el eran de la liga de los de Culua, se que-
qual también lo higo saber al señor de rían dar por vassallos de Castilla, é que
Temistitan: é assi cómo supo que Quacus- no lo osaban hager, temiendo de gierta
cagin era venido, creyó que no se pudie- guarda de gente de Culua, que tenían
ra aver soltado, c que debia de yr por puesta gerca dellos.
parte de los españoles para desde allá Ydo esto capitán, é con él en compa-
darles algún aviso; é por tanto envió lue- ñía todos los indios de Tascalteca, que
go á mandar al dreno Guanacagin que ma- avian' traydo el fardage á los españoles
tasse al Quacuscagin su hermano, é assi se é otros que avian ydo á ayudarlos, é
higo, sin lo dilatar. Y el otro que era her- avian ávido algún despojo en la guerra,
mano menor quellos, se quedó con Cortés, adelantáronse un poco adelante; y el ca-
é cómo era muchacho, imprimió más en él pitán , creyendo que por yr en la regaga
la conversación de los españoles, é tornó- los españoles no osarian salir los enemi-
se chripstiano., é llamáronle don Fernan- gos á ellos, cómo los vieron los contra-
do: é al tiempo que Cortés partió de la rios, que estaban en ios pueblos de la la-
provingia de Tascalteca para las de Méxi- guna y en la costa dclla, dieron en la re-
co é Temistitan, dcxóle allí con giertos es- gaga de los de Tascalteca é quitáronles el
pañoles , é lo que con él subgedió se dirá despojo, é aun mataron algunos dellos. E
adelante. cómo el capitán llegó con los de caballo
El dia siguiente que Cortés fué de Iz^ é peones, dio muy denodadamente en
lapalapa á la cibdad de Thesayco, envió á ellos é mataron muchos, é los que queda-
Goncalo de Sandoval, alguagil mayor de ron desbaratados, se acogieron al agua c
Mi INDIAS. LIB. xxxiii. CAÍ», XIX. as5
á otras poblaciones que están cerca deüa; bien sabia él que en guerra ni fuera della
ó los indios de Tascalteca se fueron á su ellos no avian seydo contra él, é que tam-
tierra con lo que les quedó, é también bién sabia cómo al tiempo que los do Cu-
ios mensajeros que Cortés enviaba. lua combatían la fortalega de Temistitan
Puestos todos en salvo, el dicho capi- ó a los españoles que Cortés en ella avia
tán Gongalo de Sandoval siguió su cami- dexado, quando se fué á ver á Cempual
no para la provingia ques dicha de Calco, con el capitán Narvaez, que estaban en
que está allí cerca; é otro dia de mañana su tierra dos españoles en guarda de cier-
se juntó mucha gente de enemigos para to mahiz que allí avian recogido, é los
los salir á rescibir, é pressentaron la ba- avian sacado hasta la provingia de Gua-
talla; la qual viendo los chripstianos apa- xogingo, porque sabían que los de allí
rejada, no la rehusando, arremetieron eran amigos de los chripstianos, porque
contra los enemigos, é rompieron é des- los de Culua no los matassen, como ha-
barataron dos esquadrones dellos con los gian a todos los que hallaban fuera de la
de caballo, en tal manera que en poco es- fortalega de Temistitan. Esto é otras mu-
pacio de hora quedaron señores del cam- chas cosas dixeron con lágrimas ante Cor-
po; é prosiguieron matando é poniendo tés, y él les agradesgió mucho su volun-
fuego en la tierra. tad é buenas obras, é les prometió que
Fecho aquesto, ó desombaracado aquel haria siempre por ellos todo lo posible,
camino, los de Calco salieron á rescibir é serian muy bien tractados, en tanto que
los españoles de paz, é los unos é los otros por su parte dellos fuesse guardada la
se holgaron mucho. É los pringipales di- lealtad é obidiengia que ofresgieron á Su
xeron que querían ver é hablar á Cortés, Magostad ó al geptro real de Castilla.
é partiéronse luego é fueron á dormir a Estos hijos del señor do Calco, ó los
Thcsayco, donde estaba; é llegados antes que con ellos vinieron, estovieron allí con
algunos pringipales con dos hijos del se- Cortés un dia; é otro siguiente, porque
ñor de Calco, pressentaron- hasta tres- dixeron que se querían tornar á su tierra,
cientos pessos de oro en pie'gas labradas, fué con ellos el mesmo capitán Gongalo de
é dixéronle que su padre, era muerto, é Sandoval con gierla gente de caballo é de
que al tiempo de su finamiento avia dicho pié: al qual mandó Hernando Cortés que
que la mayor pena que deste mundo lle- después que oviesse puesto estos indios
vaba era no aver visto á Cortés primero en su tierra, llegasse á la provingia de
que muriesse; é que muchos dias le avia Tascalteca é truxesse consigo giertos es-
estado esperando; é que les avia mandado pañoles que allí estaban, é á aquel don
que luego quél á aquella provingia vinies- Hernando , hermano de Cacamurin, de
se, le fuessen a ver é le toviessen por pa- quien de susso se higo mengion; é desde
dre ; é que assi como supieron de su ve- *á quatro ó ginco dias volvió con los espa-
nida á aquella cibdad de Thesayco, quisie- ñoles , é truxo al don Hernando consigo.
ran venir á verle; poro que por temor de Desde á pocos dias supo Cortés cómo por
los de Culua no avian osado, ni tampoco ser hermano de los señores de aquella
estonges osaran venir, si aquel capitán cibdad, lo pertenesgia á él el señorio, aun-
quél avia enviado no ovíera llegado á su que avia otros hermanos, é assi por esto
tierra; é que le rogaban que quando so como porque la provingia estaba sin se-
oviessen de tornar á su tierra, les diesse ñor, á causa de Guanacagin, señor delia,
otros tantos españoles para volver en sal- que la avia dexado é ydoso á la cibdad
vo á sus casas. É dixeron á Cortés que de Temistitan; por estas causas, é por-
356 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que era muy amigo de los chripstianos, allí junto al agua, para hager desde allí
le higo Cortés rescóbir por señor, como á quanto daño pudiessen, é hagían albarra-
vassallo de Su Magestad. É los naturales das é acequias é otras cosas é reparos pa-
de la cibdad, aunque avia pocos en essa ra su defensa é fortalesgerse.
sacón en ella, lo higieron assi é lo oí>e- Informado desto Cortés, tomó hasta do-
descieroa; é comentaron á venirse otros ge de caballo é doscientos peones é dos
muchos á la cibdad é provincia de Acu- tiros pequeños de bronge, é fué allí adon-
luacan, que estaban ausentes é huydos, de andaban los contrarios, que seria á le-
é servían muy de grado al dicho don Her- gua é media de la cibdad; y en saliendo
nando; é de allí adelante se reformó é della, topó con giertas espías de los ene-
pobló muy bien aquella cibdad. migos é con otros que estaban en una ce-
Desde a dos dias que aquesto se .higo, lada , é rompió por ellos, é alangcaron é
vinieron á Cortés los señores de Coanti- mataron algunos, é otros muchos se echa-
chan é Guaxuta, é dixéronle que s&pies- ron al agua, é higo Cortés quemar parte
se de cierto que todo el poder de Culua de aquellos pueblos, é tornóse al apos-
venia sobre él é con determinación de no sento victorioso.
dexar chripstiano á vida, é que toda la Otro dia vinieron tres hombres pringi-
tierra estaba llena de los enemigos, é que pales do aquellos pueblos á pedir perdón
víesse si traerían á sus mugeres é hijos á de lo passado, é á rogar á Hernando Cor-
donde él estaba, ó si los llevarían á la fes que no los destruyesse, é prometie-
sierra, porque tenían muy grand temor. ron de no rescibir en.sus pueblos á nin-
Y él los animó é dixo que se estoviessen guno de los de Temistitan. É porque estos
en sus casas é no hiciessen mudanga, é no eran personas de mucho caso, y eran
que no temiessen y creyessen que de co- vassallos de don Hernando, se les conce-
sa del mundo él holgaría más que de ver- dió ef perdón.
se con los de Culua en el campo; é que Otro dia después giertos indios de su
estoviessen apercebidos con buenas velas población vinieron á Cortés, ó algunos
y espías por toda la tierra, é que en el dellos descalabrados, digiendo que los de
instante que los contrarios viniessen, se México é Temistitan avian vuelto á su
lo hiciessen saber; é assi se fueron con- pueblo, é que cómo no les avian hecho
gelados é apercebidos. É aquella noche el acogimiento que solían, los avian mal-
Cortés, como buen guerrero, puso su genr tractado é avian llevado pressos algunos
te en orden, é proveyó en todas las par- dellos, é que si no se defendieran, lleva-
tes que le convino sus velas ó gentinelas, ran á todos Jos demás: por tanto, que ro-
sin dormir ni repossár con este cuydado gaban á Cortés que estoviesse sobre avi-
aquella noche y el dia siguiente, creyen- so para los socorrer, si sus enemigos tor-
do lo que avian dicho los do Guaxuta é nassen, porque creían que con más gente
Coantichan. avian de volver á los acabar de destruyr.
Otro dia después se supo que por la É Cortés los esforgó é dixo que estovies-
costa de la laguna andaban algunos de los sen de buen ánimo, é que si tornassen
enemigos salteando, y esperando tomar los contrarios, le diessen aviso con tiempo
algunos indios de los de Tascalteca que para que los pudiesse socorrer; é assi con
yban é tenían por cosas para el ser vigió este prometimiento se fueron á su pueblo.
del real de los chripstianos; é también se La gente que avia quedado en Tascal-
supo cómo se avian confederado con dos teca hagiendo los bergantines, tenían nue-
pueblos subjetos á Thesayco, que estaban va cómo al puerto de la villa de la Vera-
DE INDIAS. L1B. XXXIII. CAP. XIX. 357
cruz avia llegado una nao en que yban, en piecas, é tenia nescessidad de enviar
sin los marineros} treynta é quatro espa- para ello gente de pié é de caballo: que
ñoles é ocho caballos, é algunas ballestas ya sabían que los de las provincias de
y escopetas é pólvora; é cómo no avian Guaxocingo, Churultecal é Guacachula
sabido cómo les yba en la guerra a Jos eran vassallos de Céssar é amigos de los
chripstianos que estaban en la tierra, ni chripstianos; que fuessen á ellos é de par-
tenían seguridad para passar á se jun- te de Cortés les rogassen, pues vivían
tar con ellos, estaban perplexos é allí en cerca de su tierra, que les fuessen á ayu-
Tascalteca detenidos algunos españoles dar é socorrer, y enviassen allí gente de
que no osaban yr á llevar á Cortés esta guarnígion para que estoviessen seguros,
buena nueva. É un criado suyo, que en en tanto que Cortés los socorría, porque
su nombre en aquella tierra estaba, higo al pressente no se les podia dar otro re-
pregonar, só graves penas, que ninguno medio. É aunque no quedaron tan satis-
saliesse de allí hasta quel capitán general fechos los que pedían su ayuda, como lo
Hernando Cortés lo enviasse á mandar; estovieran, si les diera algunos españoles,
pero uno se determinó, non obstante el agradesgíéronselo é rogáronle que porque
pregón, conosciendo que de cosa del mun- fuessen creydos les diesse una carta, é
do Cortés no podía holgar más que con también porque con más seguridad se lo
saber de la venida de aquella nao é del osassen rogar; porque entre estos de
socorro que llevaba; é aunque* la tierra no Calco é los de dos provingias aquellas,
estaba segura, salióse de noche é fué á como eran de diverssas parcialidades,
Thesayco, é no se espantó poco Hernando avía siempre diferencias. Y estando dan-
Cortés é los que con él estaban de aver do orden en esto, llegaron acaso ciertos
llegado vivo aquel mensajero á pedir ta- mensajeros de las dichas provincias de
les albricias •, é Cortés se las dio é holgó Guaxogingo é Guacachula, y en pressen-
macho, é todos los demás, por la extre- gia de los de Calco dixeron que los seño-
ma nescessidad en que estaban, esperan- res de aquellas provingias no avian visto
do que los socorriesse Dios. ni sabido de Cortés, después que avia par-
Aquel mesmo dia llegaron á Thesayco tido de la provingía de Tascalteca, como
ciertos hombres de bien, mensajeros de quiera que ellos siempre tenian puestas •
los de Calco, é le dixeron que á causa de sus atalayas é velas por las sierras é gor-
se le aver ydo á ófresger por vassallos de^ ros que confinan con su tierra é sojuzgan
Su M.agestad, los de Temistitan é México los de México é Temistitan, para que
yban sobrellos para los destruyr, é que viendo muchas ahumadas, que son las se-
para este efetto avian convocado é aper- ñales de la guerra, le viniessen á ayudar
cibido á todos los cercanos á su tierra, é o socorrer con sus vassallos é gente; é
que le rogaban que los socorriesse é ayu- que porque avia pocos dias que avian
dasse en tan gfand nesgessidad, porque visto ahumadas más que nunca, venian á
pensaban verse en mucho trabaxo, si assi saber cómo estaban é si tenian nesgessi-
no lo hiciesse. Pues cómo los chripstianos dad al pressente, para que luego les pro-
eran pocosé no.podían hacer lo que des- veyessen de gente de guerra. Cortés les
seaban por su poco número, Cortés les agradesgió-mucho su comedimiento, é les
dixo quél quería enviar en essa sacón por dixo que, loores á Dios, los españoles y él
los bergantines, é que para ello tenia estaban buenos, é que siempre avian ávi-
apercibidos á todos los de la provincia do victoria contra los enemigos; é que
de Tascalteca, de donde se avian de traer demás de se aver holgado mucho con su
358 HISTORIA GENERAL í NATURAL
voluntad é pressencia, holgaba más por aquellas torres é templos; do lo qual re-
los confederar é hacer amigos con los de dundó tanta lástima é compassion, acom-
Calco, que estaban pressentes; é que as- pañada de yra, renovando las injurias é
si les rogaba, pues los unos é los otros pérdidas passadas, que ningún chripstia-
eran vassallos del Emperador é de la co- no lo pudo ver sin lágrimas. É los indios
rona real'de Castilla, quefuosscn buenos de aquel .pueblo é otros á él comarcanos,
amigos é se ayudassen é socorriossen con- al tiempo que aquellos chripstíanos que
tra los de Culua, que eran malos é per- padesgieron, passaban por allí, les hicie-
versos, y en especial que "al pressente los ron buen rescibimiento para los asegurar
de Calco tenían nescessidad de socorro, é hager en ellos todas las crueldades que
porque los de Culua querían yr sobrellos; quisieron, que fueron muchas; porque
é assi lo conpedieron como Cortés se lo basando por una cuesta ó mal passo, to-
pidió, é quedaron muy amigóse confe- dos á pié é los caballos del diestro, de
derados. É assi en paz se fueron los unos forma que no se pudieron aprovechar de-
é los otros muy alegres é contentos do la líos ni de sus armas por la indispusigion
amistad contrayda; é se hicieron muy del terreno, ció estaban puestos en gelada
buena vecindad é se ayudaron los unos á los enemigos de una parte é de otra del
los otros desde adelante. mal passo, los tomaron en medio, é dc-
Desde a tres días, porque ya se sabia ílos mataron-é se los comieron, é dellos
que los bergantines estarian acabados de prendieron é reservaron vivos para los
labrar, é la gente que los avia de traer traer á Thesayco á sacrificar, é sacarles
apercebida, envió Cortés al alguagil ma- los coracones delante de sus ydolos. Y
yor, Gongalo de Sandoval, con doscien- esto paresció ser assi, porque quando el
tos peones ó quingo de caballo á los traer, dicho alguagil mayor por allí passó, cier-
é mandóle que dcstruyesse é asolasse un tos españoles que con él yban, en una
pueblo grande subjeto á la cibdad de The- casa de un pueblo que está entre Thesay-
sayco', que confina con los términos de co é aquel, donde mataron é prendieron
Tascalteca, porque los naturales del avian a. los chripstianos ques dicho, hallaron en
muerto cinco de caballo é quarenta é gin- una pared blanca escripias con carbón es-
co peones, que venían de la villa do la Ve- tas palabras: Aqui estovo presso el sin ven-
racruz á la cibdad de Temistitan, quando tura de Johan Yusle: el qual era un hidal-
estaba Cortés cercado en ella, no creyen- go de los ginco de cabaflo, que sin dubda
do que tan grand traycion se les avia de fué cosa de mucho dolor é digna de nota-
hager: y como al tiempo que esta vez pos- ble castigo.
trera entraron los nuestros en Thesayco ha- Llegado el alguagil mayor á este pue-
llaron en los oratorios é templos nephandos blo, conosgiendo los naturales del su grand
que aquella gente tienen, los cuerpos do culpa, comengaron á ponerse en huyda,
los cinco caballos con sus piés ó manos y é los de á caballo ó peones españoles é
herraduras, cogidos ó tan bien adobados los indios sus amigos siguieron el alcange
ios cueros como en todo el mundo donde é mataron muchos, é prendieron é capti-
tal arte mejor se sopa se pudiera hager, varon mugeres é niños muchos, qué se
y enteros, y en señal de victoria ellos é dieron por esclavos, aunque movido ó
mucha ropa é cosas de los españoles que compasión, no quiso matar este capitán
mataron, ofresgidos á sus ydolos;é halla- tantos ni dostruyr tanto como se pudiera
ron la sangre de sus compañeros y her- hager. É antes que de allí se partiesse, hi-
manos derramada ó sacrificada por todas go recoger la gente que quedaba , é que
DE INDIAS. LUÍ. XXX1I1. CAP. XIX. 359
se tornassen á su pueblo, para que quan- ta , é fué cosa regia acabar con él que se
do viessen aquellos pellejos de caballo quedasse en la retroguarda, porque él que-
ques dicho que tenían por niemofia de su ría llevar el peligro que se pudiesse resge-
templo, se acordassen quán enteramente bir: é cómo ya lo congedió, tampoco que-
fueron castigados por ello. É assi se co- ría que en la regaga quedassen en guarda
mencé á reformar el daño que está dicho, españoles, porque era hombre de mucho
que fué grande; é quedó el castigo fecho esfuergo é queria él ganar aquella honra.
tan imprimido en los que quedaron é con Llevaban estos capitanes dos mili hom-
tanto arrepentimiento, que sirvieron bien bres, cargados de vituallas, é con esta or-
de ahí adelante. Y el alguacil mayor fué den é congierto fueron su camino, en eí
desde allí cinco leguas ó seys á una po- qual se detuvieron tres dias, é al quarto
blación de Tascalteca, que es la más jun- entraron en la cibdad de Thesaycocon mu-
ta á ios términos de Culua, ó allí halló á cho plager y-estruendo de atabales é atam-
los españoles é gente que traian los ber- bores é gritas que paresgia que abrían el
gantines; é otro día que llegó partieron gielo. Y Hernando Cortés los salió á res-
de allí con la tablacon é ligagon dellos, lo gebir, é cómo es dicho, extendíase tanto
qual traian con mucho congierto más de el hilo de la gente, que desde que los pri-
ocho mili hombres, que era cosa mucho meros comengaron á entrar en Thesayco
de ver é aun de maravillar é nueva cosa hasta que los postreros ovieron acabado
é memorable, porque fueron trece fustas de llegar, passaron más de seys horas, sin
que llevaron diez y ocho leguas por tier- quebrar el hilo de la gente. É después que
ra : é desde la vanguarda á la retroguar- acabaron de llegar todos, Cortés les dio
da avia dos leguas continuadas de indios las gr agías é se lo tuvo en mucho servigio
cargados. E cómo comengaron su camino, de parte del Emperador Rey, nuestro se-
yban en la delantera ocho de caballo ó ñor, é de la suya se lo agradesgió quánto
gicnt españoles á pié; y en ellas y en los ora ragon. É los higo aposseutar é pro-
lados por capitanes de más de diez mili veer lo mejor que se pudo hager, y ellos
hombros de guerra Yutecad é Teutipil, dos le dixeron que traían mucho desseo de
señores de los principales de Tascalteca. verse en el campo con los de Culua, ó
En la recaga yban otros gicnt ó más espa- que viesse lo que mandaba, quellos é
ñoles con otros ocho de caballo; v en esta aquella gente venian con voluntad de ser-
retroguarda é á los lados yba por capitán vir á Su Magostad ó de se vengar de sus
con otros diez mili hombres de guerra muy enemigos é morir en compañia de los es-
bien aderescados Chichimecatecle, ques pañoles, como leales amigos suyos: de
de los principales señores de aquella pro- tal forma que tenían mucha esperanga
vincia, con otros capitanes inferiores que que de las cosas passadas se tomaría la
traía consigo. É cómo entraron en tierra enmienda muy cumplidamente. Hernando
de Culua, mandaron los maestros de los Cortés con mucho plager les dio las gra-
• bergantines que fuesse en la delantera la gias é les dixo que repossassen, que
ligacon dellos, é que la tablagon se que- presto les daria-las manos llenas, para que
dasse atrás, porque era cosa de mas em- sirviendo á Dios y al Emperador, nuestro
barago, si alguno acaesgiesse, lo qual si señor, quedassen satisfechos é vengados
fuera avia de ser en la delantera; é Chi- de sus enemigos, é ricos de sus despojos,
chimecatecle, que traia la (ablagon, cómo ó los adverssarios castigados de sus atre-
siempre hasta allí con su gente de guerra vimientos é dclictos passados conforme á
avia traydo la delantera, tomólo por afren- sus méritos.
3G0 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XX,
Cómo el capitán Hernando Cortés salió en campo muy poderosamente, á causa de la grand compañía de los
amigos confederados, é dio sobre una población que se dice Xaltoca, donde se hico mucho daño en los
enemigos, é lo mesmo hico en la cíbdad de Tacuba é otros pueblos *.

Oin dubda alguna la habilidad y esfuer- el que délos hombres se puede recresger,
zo é prudencia de Hernando Cortés muy por grande que sea, á respecto de la con-
dignas son que entre los cavalleros é gen- tradigion de los ayres é climas é regiones
te militar en nuestros tiempos se tengan tan dificultosas á la salud de los que nue-
en mucha estimagíon y en los venideros vamente las conosgen, tan diferentes de
nunca se desacuerden. Por causa suya me las de España, en nuevo horigonte é de-
acuerdo muchas veges de aquellas cosas baxo de estrellas no vistas sino por acá:
que se escriben del capitán Viriato, nues- las aguas de muchas maneras é diferentes
tro españoi y estremeño1; é por Hernando sabores, é assi de las otras cosas de que
Cortés me ocurren al sentido las militares los cuerpos humanos han de ser alimenta-
fatigas de aquel espejo de caballería Julio dos, ágenos de aquellos manjares que pri-
Céssar, dictador, como paresge por sus mero usaron nuestros estómagos, assi en
Comentarios, é por Suetonio é Plutarco ó el gusto como en la digistion, faltando
otros auctores que en conformidad escri- el médico, y el girujano, y el lecho é
bieron los grandes hechos sayos2. Pero los otras cosas tan nesgessarias como la vida
de Hernando Cortés en un mundo nuevo las pide.
ó tan apartadas provincias de Europa, é Dexemos agora esto, que hay mucho
con tantos trabaxos é nesgessidades é po- que degir en ello, pues que en semejantes
cas füercas, ó con gente tan innumerable incomodidades todos le eran iguales á
é tan bárbara é belicosa é apagentada en Cortés, é las padesgian sus milites, é aun
carne humana (é aun ávida por exgeleñte más enteramente quél, porque es costum-
é sabroso manjar entre sus adverssarios), bre que de los mal librados, los capitanes
é faltándole á él é á sus milites el pan é tengan más oportunidad para las compor-
vino é los otros mantenimientos todos de tar: é no se pierda tiempo-para la conti-
España, y en tan diferenciadas regiones nuagion de la pressente historia, que á
é ayres, é tan desviado ó lexos de socor- mi paresger es tal, que no está oyda ni
ro é de su príncipe, cosas son de admira- escripia su semejante, ni yo sabría dar
gion. Céssar ovo sus batallas é victorias entero loor á Hernando Cortés é á sus cor-
en provingias é partes pobladas é provey- tesanos. Y assi los quiero llamar de aquí
das é de las mejores del mundo, en com- adelante, porque assi como en todas las
pañía de sus propriosé muchos romanos é partes é reynos la gente más valerosa é
naturales é otras gentes de ragon; é Viria- más de estimar son los que siguen la per-
to dentro de España en su patria; pero sona é casa del príngipe é de su corte, é
acá en estas tierras e! menor peligro es de aqui toman este nombre de cortesano,

Este epígrafe terminaba asi en el códice autó- avian traydo los bergantines, para se volver á su
grafo, bien que suprimidas ya las siguientes cláu- tierra.»
sulas: «E de los recuentros é cosas que subcedieron 1 Justino, lib. XL1V.
hasta que Cortés volvió á Thesayco, donde dio li- 2 Coment. de César; Suetonio; Plutarco, en la
cencia d los señores é capitanes de Tascaltcca, que Vida de Qésar.
DK INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XX. 30 <
el ques gentil é probado varón en sus co- de á caballo rompieron por ellos é los
sas é buena crianga y esfuerco, assi por desbarataron, é los de Tascalteca, que
consiguiente del nombre del capitán ge- era gente ligera y expertos en el exergi-
nera! es antigua costumbre nombrarse los cio de la guerra, siguieron á los caballos,
soldados é nuevos pobladores en aquellas y en su compañía mataron muchos de los
proyincias quellos conquistan, scgund mas contrarios; c sobrevino la noche, é por
largamente se dixo en la primera parte su escuridad no ovo tiempo para más de
destas historias, en el libro II, capítu- assentar los nuestros su real con la guar-
lo III, nombrando á los españoles por His- dia é aviso que se requería. Y el dia si-
pan, é á los asirlos de Asur, é á los he- guiente progedieron en su camino, yol
breos de Heber, é á los persas de Perseo, capitán general no avia dicho dónde era
los armenios de Armenio, los troyanos de su intengion que fuessen, porque regela-
Troo, los alexandrinos de Alexandro, é ba de algunos de los de Thesayco, que
los romanos de Rómulo, etc.' E assi méri- yban en el exérgito, porque no diessen
tamente conviene á estos milites de Cortés aviso do lo que pensaba hager á los de
que se les pegue tal ditado del proprio México é Temístitan, é porque aun no te-
nombre del linage de Hernando Cortés, é nia seguridad dellos, é porque es precep-
que pues con él militando, en tan señalada to expresso del arte militar (y prudente-
empressa se hallaron, é consiguieron glo- mente proveydo) que aquella cosa que
rioso evento, quo su nombre sea cortesa- oviere el capitán de hager, la diga á po-
no, ques en la verdad no poco, sino muy quíssimos é fidelíssimos. Estoy yo muy
honoroso apellido para todos aquellos, que bien con un dicho de FlavioYegegio, que
en esta guerra se hallaron é se prescien dige: «El que la paz dessea, apareje con
mucho della é del nombre. ingenio la guerra, é aquellos que della
Después que toda la gente de guerra querrían conseguir la victoria, á sus sol-
de Tascalteca ovo repossado en Thesayco dados enseñen con diligencia é con arte;
tres ó quatro dias (y eran todos essos de é no á ventura combata quien dessea ale-
muy lucidas c dispuestas personas c bien gre fin de su obra 2. > No dubdo yo que
armados á su «sanca), Hernando Cortés Hernando Cortés ignorasse á Vegegio é á
higo apercebir voynte y cinco de caballo Catón é á otros exgelentes auctores, que
é trescientos infantes ú hombres á pié de escribieron sobre el arte militar; mas
los españoles, é ginqüenta ballesteros y afirmo é creo quel ingenio deste capitán
escopeteros, c seys tiros de pólvora de era tal en las cosas de la guerra, que na-
bronge, pequeños; é sin decir á persona turalmente nasció para enseñar á otros mu-
alguna adonde yba, salió de la cibdad dc^ chos lo que en ella se debe hager. Passe-
Thesayco á las nueve horas del dia, é con mos á lo demás.
él los capitanes que se nombraron en el Caminando Hernando Cortés con su
capítulo pregedento, coh más de treynta exérgito, llegaron á una poblagion que se
mili hombres por sus esquadras muy bien dice Xaltoca, la qual está asentada en me-
ordenados, segund su costumbre. É á dio de la costa de la laguna, éal rededor
quatro leguas de la cibdad de Thesayco,
della hallaron muchas é grandes agequias
ya que era tarde, vieron un batallón de
llenas de agua, que hagian aquel pueblo
gente de guerra de los enemigos, é aten-
dieron muy osadamente, é nuestra gente muy fuerte, porque los de caballo no po-
dían entrar á él, é los contrarios á su sal-
1 S. Isidoro, Elhimol., lib. IX, crin, 2.
ís Vegecio, De Re MUüari, lib, 111.
TOMO III. 4í>
362 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
vo tiraban muchas varas é Hechas, é con baratado de Temistitan, passando por
tantas gritas, que sin dubda pornían mu- aquella cibdad, los naturales della se jun-
cho espanto en soldados nuevos y en quien taron con los de Temistitan, é le higieron
no los ha primero experimentado. Con to- cruel guerra, é le mataron muchos espa-
do esso, nuestra gente de á pié, aunque ñoles: assi que, muy bien tenían meresgi-
con mucho trabaxo, entraron dentro, y do este castigo.
echaron fuera los enemigos, é quemaron Allí estovo Hernando Cortés é su exér-
mucha parte de! pueblo. E aquella noche gito seys dias en Tacuba ; pero ningu-
fueron los chripstianos é sus aliados á dor- no passó sin algún rencuentro ó escara-
mir una legua de allí; é assi como pares- muga con los enemigos. Los capitanes
gió la luz del siguiente dia, procedieron é gente confederada de Tascalteca é los
en su camino, é hallaron los enemigos, é contrarios hagian muchos desafíos parti-
desde léxos comentaron á gritar, como lo culares, é con los de Temistitan pelea-
han de costumbre: é los nuestros siguié- ban cuerpo á cuerpo unos contra otros,
ronlos hasta llegar á una hermosa c grarid v en diverssos números, dos á dos é tres
cibdad, que se llama Guanticlan, é htrliá- á tres ó más, como se congertaban, di-
ronla despoblada, é apossentáronse en ciéndose muchas injurias é ultrajes, me-
ella aquella noche. É otro dia bien de ma- neando muy bien las manos; ó sin dub-
ñana prosiguieron adelante, é llegaron-á da era cosa mucho do ver é de notar sus
otra cibdad que se dice Tenayuca, en la ánimos. É siempre morían muchos de los
qual no hallaron resistencia, é sin se dete- enemigos é veugian los nuestros, aun-
ner passaron á otra que se dice Acapucaíco que corno tcnian tantas defensas resistían
(todas estas poblaciones están al rededor muy resgiamente defendiéndose, c muchas
de la laguna ); é tampoco se detuvieron en veges, fingían que daban lugar para que
esta otra, porque Hernando Cortés des- les entrassen dentro, é degian: «Entrad,
seaba mucho llegar á otra cibdad que entrad á holgaras.» Otras veges á manera
estaba cerca de allí, que se llama Tacuba, de amenagas degian: « Pensays que tene-
ques muy cerca de Temistitan. É ya que mos agora otro Monteguma, para que ha-
estaban juntoá ella, hallaron en su circun- ga todo lo que quisiéredes?»
ferencia muchas acequias de agua, é los Estando en aquestas pláticas, se.allegó
enemigos muy á punto; y encontinentc el general Hernando Cortés gerca de una
los españoles arremetieron contra ellos, y puente que tenían quitada, é mandó á los
entráronles la cibdad por fuerga do ar- nuestros que esloviessen quedos, é los
mas, é mataron muchos, é los restantes enemigos que estaban de la otra parte,
salieron huyendo: é cómo era ya tarde, como entendían que les querían hablar,
aquella noche no se higo más de apossen- higieron tener silengio á su gente: ó Cor-
tarse los nuestros en una casa, que era tan tés les dixo que por qué eran locos é que-
grande que cupieron en ella todos bien á rían ser destruydt)3, é preguntóles si avia
plagcr. En amanesgiendo otro dia, los allí entre ellos algún señor pringipal de
nuestros indios confederados amigos co- los de la cibdad, para que se llegasse al tí,
mengaron á saquear é quemar toda la cib- que le quería hablar é degir cosas que les
dad, salvo el apossento donde los chrips- convenían mucho. Y ellos respondieron que
tianos estaban, é pusieron tanta diligencia toda aquella moltitud de gente de guerra
en el ingendio, que también se quemó un quél por allí veia, todos eran señores; por
quarto de la casa ques dicho. Esto se hi- tanto que dixesse lo que qucria: é cómo
go assi, porque quando Cortés salió des- Cortés vido que aquello era mentira, no
Dli INDIAS. LIB. XXXJÍ!. CAP. XX. 303
respondió cosa alguna, é comenzáronle á él se quedó con vcynte cavalleros en cier-
deshonrar con palabras injuriosas, é uno ta parte puesto en celada; é de aquessos
de los nuestros díxolcs: «Bien sabemos mandó á los seys dellos que se pusiessen
que os morís de hambre, é no os avernos en otra parte, é otros seys en otra, é otros
de dexar salir de ahí á buscar de comer.» cinco en otra, y él con los otros restantes
A esto respondieron quellos no tenían nes- se puso en otra parte, porque la dispusi-
gessidad ni falla de comer, é que quando cion de la tierra era aparejada para ello.
ia toviessen, que de los chripstianos é de E ordenó que cómo los enemigos passas-
los de Tascalteca comerían.. É diciendo sen, pensando que todos yban juntos ade-
esto, uno de ellos tomó unas tortas de lante, que assi como le oyessen decir:
mahiz, é arrojólas hacia los españoles, di- «Sanctiago, é á ellos», saliessen é dies-
ciéndoles: «Tomad, comed si teneys ham- sen en tas espaldas do los adverssarios. É
bre, que nosotros ninguna tenemos.» É assi se puso por obra quando fué tiempo;
luego comencaron á gritar é á pelear con é alanceando en ellos, les turó el alcange
los nuestros. cerca de dos leguas por un llano adelan-
Como la yda del general á esta cibdad te , con mucha victoria de los cortesanos
de Tacuba fué principalmente por haber é muchas muertes de los contrarios, que
plática con los de Temisütan ó saber qué allí padesgieron á manos de los chripstia-
voluntad tenían, é su estada allí no apro- nos é de los amigos confederados. É dende
vechaba á cosa alguna, á cabo de los seys- adelante los enemigos no siguieron, é los
dias acordó de so tornar á Thesayco, para nuestros volvieron é alcanzaron la gente
dar priessa á ligar é cabar los berganti- que adelante yba de su exérgito; é aque-
nes, para ppner cerco por la laguna é por lla noche durmieron en una gentil pobla-
la tierra á aquella grand cibdad: y el día ción que se dice Aculman, que está dos
quel exérgito partió de vuelta, fueron á leguas de la cibdad de Thesayco, para don-
dormir á la cibdad de Goaoatan, de la de otro dfa se partieron, y entraron en
qual la historia ha fecho mención, é los ella á medio dia, é fueron muy bien res-
enemigos no hacían sino venir siguiéndo- abidos del alguacil mayor, quel general
los, por hacer el daño que pudieran al re- avia dexado por capitán, é de toda la
tirarse los chripstianos; mas los de caba- gente con mucho placer é regocijo; por-
llo de quando en quando revolvían sobre que desde que de allí avian salido no se
los contrarios é alanceaban algunos. supo dellos ni de lo que les avia subcedi-
Otro dia caminaron con su orden, é los do, y estaban con mucho cuydado é pe-
adverssarios, pensando que de temor lo na hasta que con su pressencia salieron
hacían, junto grand número dellos siguie- della.
ron á los nuestros, tan regocijados é con Otro dia siguiente los señores é capita-
tantas gritas, como si se vieran vencedo- nes de la gente de Tascalteca pidieron li-
res: y el general mandó á la gente de pió cengia al general, y él se la dio, para se
que se fuesse adelante sin detener, é que tornar á su tierra, donde fueron muy con-
en la recaga fuessen cinco de caballo; y tentóse con assaz despojo de los enemigos.
3G4 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XXI.
En e! qual se tracta del socorro & ayuda que Hernando Cortos envió á los amigos confederados de la pro-
vincia de Calco; é cómo otros pueblos vinieron á la obkiiencia de Sas Magestad'es *j é cómo se tomó por mu-
cha ventura la inexpugnable población de Guamanaea , ovino á la obidieneia de Sus Majestades el señor
della ; é cómo tomó é destruyó la cibdad de Suehimüco , c oirás cosas notables que Cortés é sus cortesanos
míüíes hicieron , con mucha victoria e prósperos subcessos.

JLFos días después que! general volvió á otro dia siguiente, ya que los nuestros
la cibdad de Tesayco, llegaron á él cier- llegaban perca de los adverssarios, co-
tos mensajeros de los señores de Calco, mengaron á pelear con los españoles; pe-
é le hicieron saber que los de México é ro en poco más de un quarto de hora
TemistHan yban sobreílos á los destruyr, fueron desbaratados, é con muerte de
é que le rogaban que los socorriesse, co- muchos dellos los echaron fuera del pue-
mo otras veces se lo avian suplicado; y blo. É los de a caballo se apearon para
el general proveyó luego y envió con el dar de comer á sus caballos é apossen-
alguacil mayor, Goncalo de Sandoval, tarso; y estando assi dcscuydados de lo
veynte caballos é trescientos peones cor- que subgedló, llegaron ios enemigos has-
tesanos; é mandóle que con mucha dili- ta la plaga del apossento con mucha gri-
gencia diesse á los confederados é ami- ta , apellidando y echando muchas pie-
gos todo el favor é ayuda que posible dras é varas é flechas; é los españoles
fuesse, É llegado á Calco, halló mucha dieron alarma, y ellos é sus*amigos con
gente junta, assi de la de aquella provin- mucha priessa salieron á la resistencia, é
cia como de las de Guaxocingo é Guaca- luciéronla tal que los echaron fuera del
chula, que estaban esperando él socorro; pueblo otra vez, é siguieron el alcance
é dada orden en lo que se debia hacer, no más de una legua, matando muchos dellos.
esperaron que los acometiessen los con- É tornáronse con esta victoria los corteses
trarios, sino partiéronse para una pobla- é sus amigos bien cansados á dormir á
ción que se dice Guastepeque, donde es- Guastepeque, é allí repossaron dos días:
taba la gente de Culua en guarnición, é en el qual tiempo el alguacil, mayor supo
de allí hagian mucho daño á los de Calco. que en un pueblo más adelanto, que se
É á un pueblo que está en el camino sa- dice Acapichila, avia mucha gente de
lió mucha gente de los contrarios, é cómo guerra de los enemigos, é determinó de
los confederados eran muchos ó tenían por yr allá, á ver si se darian de paz é les re-
su parte á los españoles ques dicho, rom- querir con ella, acordándose de aquella
pieron con mucho denuedo por los ene- auctoridad que dice que paresce dulce la
migos , los quales desampararon eí cam- batalla al que no ha probado su amargu-
po, vertiendo mucha sangre é perdiendo ra *. Aquel pueblo es muy fuerte é puesto
las vidas grand parte dellos. en un monte alto, donde los de caballo
Ávida esta victoria, repossaron los es- no podian ofender ni hacer lo que en lo
pañoles aquella noche en aquel pueblo, que llano acostumbraban ; é cómo llegaron los
está antes de Guastepeque. Los de Culua, españoles, comencaron los del pueblo á

* En esta parle suprimió Oviedo las siguientes una muy hermosa e grandíssima huerta del señor
/íneas: olí de los Combates que aquel general ovo do Guastepeque.»
en dos peñones con grand mollilud de indios, <? de ) Yrgccio, De Re Militan, lib. 111, cap. 12.
DK INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXI. 365
pelear con ellos, é desde lo alto echaban alguacil mayor, Gongalo deSandoval, se
á rodar galgas (ó piedras ^grandes) sin ges- tornó á Thesayco con toda la gente é con
sar: é aunque yba mucha gente de los señalada victoria.
amigos confederados con el alguacil ma- Cómo los de México é Temistitan su-
yor , viendo el assiento fuerte de aquella pieron que los españoles é los de Calco
villa, no osaban acometer ni llegar á los avian fecho tanto daño en su gente é ami-
contrarios: lo qua! viendo los chrípstianos, gos, acordaron de enviar ciertos capita-
determináronse de subir por fuerca á lo nes con mucha gente á enmendar su
alto ó morir, é llamando en su ayuda al afrenta; é teniendo aviso desto los de
glorioso patrón de España Sanctiago, pu- Calco, enviaron á suplicar al general, que
siéronlo por obra: é plugo á Dios que les con toda diligencia los amparasse c socor-
dio tanto esfuergoé ventura, que aunque riesse en tanta nesgessidad. Á causa de
era mucha la resistengia que se les liacia, lo qual Hernando Cortés tornó luego á
les subieron, puesto que ovo muchos he- despachar al mesmo alguagíl mayor con
ridos; c como los indios confederados se- gierta gente de pié é de caballo; pero
guían la victoria, quedaron vencidos los quando este socorro llegó, ya los de Culua
contrarios, é muertos é despeñados mu- é los de Calco se avian visto en el cam-
chos del los. O y degir á personas de cré- po é avian ávido batalla muy cruda, en
dito que allí se hallaron, que un rio pe- la qual quiso Dios dar la ventura á los de
queño que gerca quassi aquel pueblo, por Caico, é mataron muchos de los contra-
más de una hora fué teñido en sangre, é rios é prendieron hasta quarenta perso-
les estorbó de beber por entonces ó los nas, entre los quales avia rm capitán de
vencedores chripstianos, porque como los de México é otros dos pringipaies, y
hacia mucha calor, tenían nesgessidad del essos fueron luego entregados al alguagil
agua: é assi todavía algunos de los nues- mayor, y él los envió á Hernando Cortés
tros bebian della, en especial los indios é dexó otros consigo. E por seguridad de
amigos, que para ellos era aquello un ex- los de Calco, estovo con toda la gente en
celente brebage. De lo qual se puede loar un pueblo suyo, ques frontera de los de
á nuestros españoles ó cortesanos, ó atri- México; é quando le paresgió que no avia
buirles (aunque ellos no bebiessen tal nesgessidad de su estada, se volvió á The-
agua) tan justamente como á Mario aquel sayco, é llevó consigo á los prissioneros
versso del Petrarca, que dice en loor de restantes que le avian quedado.
Mario no bebió del rio más agua que san- Otros muchos rebatos é recuentros que
gre 1 , quando venció los gimbros ó tu- ovieron con los naturales de Culua, se de-
descos, lo qual mas largamente escribe xan de escribir por evitar prolixidad, que
Plutarco en la vida de Mario. bastaron para quel camino que hay des-
Dada conclusión en lo que está dicho, de la villa de la Veracruz á Thesavco es-
quedaron estas dos poblaciones de paz, é toviesse seguro. É assi cada dia sabian
bien castigados los naturales dellas; y el ya los chripslianos unos de otros, é con

\ Francisco Petrarca, en aquella canción que Non piu bebe del Eume aqua che sangue.
comienca:
Ksle pensamienlo lo lomó Pelrarca del español Flo-
Italia mía, ben chc'l parlar sia imiarno *. ro , que decia, en el cap. 3 del libro III de su Epí-
Esta canción os la XXIX.a de la primera par- tome: «Ut viclor Romanus de cruento ilumine non
le del Cancionero de Pelrarca ; el verso á que Ovie- plus aqua; biborit quám sanguinís barbarorum.»
do se refiere dice:
366 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
un mensajero enviaron al general ciertas los, como antes lo avian hecho; porque
ballestas y escopetas é pólvora, que no su intengion é desseo era de tractarlos
fué poco socorro en tal sagon; é con otro como amigos y hermanos, é no hagerics
mensajero le hicieron saber que avian guerra, como á rebelados é desleales vas-
allegado á aquel puerto tres navios, que salios; ó aunque essos prissiorteros dixe-
traían mucha gente é caballos, é que lue- ron que creian que los avian de matar,
go los despacharían para que se fuessen llevando tal mensajería, dos dellos se de-
al general: é segund la nescessidad en terminaron de yr, é pidieron una carta al
que estaba, paresció que Dios por su,mi- general, porque aunque no avian de en-
sericordia quiso socorrer aquella gente tender ni leer lo que en ella dixesse, sa-
nuestra. bían que se usaba assi entro los chrips-
Dice Séneca que aquel es fuerte que tianos , é que llevando aquella carta, so
está aparejado á sufrir todas las cosas les daria crédito; poro con tas lenguas se
que son de temer'. Conforme á esto é á la les dio á entender primero lo que la letra
prudencia que debe tener quien ha de re- contenía, que era lo mesmo quel general
gir exérgito é dessea prósperamente con- les avía dicho á essos mensajeros, é assi
cluyr la guerra, Hernando Cortés busca- se partieron con ginco de caballo, que sa-
ba todas las formas é maneras que podía lieron con ellos hasta los poner en salvo.
para traer á su devoción é amistad los de El sábado siguiente sancto, los indios
Temistitan, assi pomo los dcstruyrf co- de Calco é otros sus aliados amigos en-
mo porque él é los chripstianos pudies- viaron á degir á Hernando Cortés que los
sen descansar de tan continuos é largos de México "yban sobrelios, ó que le pe-
trabaxos passados ó pressentes é por ve- dían por merged que muy presto los so-
nir, é principalmente porque Dios é Cés- corriesse; y él les respondió que desde á
sar fuessen servidos, é se excusassen las quatro ó ginco días les enviaría el socor-
muchas muertes que de ambas partes es- ro que le demandaban, ó que si entre
taban aparejadas, É cómo él podia a ver á tanto so viessen en nesgessidad, se lo hi-
alguno de la cibdad, envíábaselo con amo- giossen saber, quél los socorrería; é que
nestaciones é requirimientos para que qui- cstovíessen sin temor y en vela con los
siessen quietud é dexasscn el peligroso é enemigos. Y el tergero día de pasqua de
dañoso exergicio de la guerra, é gocas- resurreegion tornaron á enviar con más
sen de sus vidas ó no se destruyessen .á afincamiento, pidiendo socorro, é que bre-
sí é á sus tierras. É un miércoles santo de vemente fuesse, porque los contrarios se
tinieblas, que se contaron veynte y siete acercaban; y el general les respondió
de margo del año de mili ó quinientos ó quél quería yr en persona, ó luego man-
veynte y uno, higo traer ante sí aquellos dó pregonar que para el viernes adelante
pringipales de Temistitan que los de Cal- cstovicssen aparejados veynte y ginco de
co avian prendido, é preguntóles si que- á caballo é tresgientos infantes. Y el jue-
ria alguno dellos yr á su cibdad á decir ves antes llegaron de Thesayco giertos
de su parte á los señores della, que les mensajeros de las provingias de Tagapan
rogaba que quisiessen tener paz con 63 c é Mascalgingo é Nautan ó otras cibdades
con los chripstianos, é que viniessen á la que están en su comarca, ó dixeron que
obidiengia del geptro real de Castilla é del venían á se dar por vassallos de Su Ma-
Emperador Rey, nuestro señor, don Car- gostad é á ser amigos de los chripstianos

i Séneca, en sti Iracludo De Constantid.


DE INDIAS. L1B. XXXIH. CAP. XXI. 367
6 del general, porque ellos nunca avian estado retrayda„ y está en la villa de Tor-
muerto español alguno ni se avían aleado dcsillas, acompañada de mugeres angia-
contra el servicio de Céssar; é truxeron nas, generosas é devotas señoras é reli-
cierta ropa de algodón muy gentil, se- giosos, é su palacio é casa paresce un
gund la costumbre de la tierra, y el ge- templo de grand devocjon, tan ordinario,
neral les dio las gracias, é les prometió que ha dado ó dá exemplo á todas las
de parte de Su Magostad é de sus sub- viudas ó honestas personas de maravillo-
cessores en los reynos de Castilla, que si sa constancia é sanctidad; é allí residen
fuessen buenos é leales á su real servicio, en su palacio ó servigio personas de grand
se les haria siempremuy buen tractamien- aucloridad, donde es servida é tractada
to é compañía, como a tales vassallos. como quien es é como madre de Céssar.
Porque este nombre de Magestades es Volvamos á la historia é mensajeros
plural'c compete á más personas de una, que 5 Cortés pedían el socorro de parte
é me entiendan los extraños de nuestra de los de la provincia de Calco é sus va-
lengua en este passo é donde leyeren ledores : los quales se tornaron muy con-
Magestades en estas historias, sepan que tentos de ver quel general determinaba
estas Indias, como en otras partes está de yr en persona á los favoresger ó se
dicho, son de la corona é ceptro real de hallar con ellos contra sus enemigos; é
Castilla, c no del imperio Cessariono; é assi lo puso por obra el viernes ques di-
la Reyna doña Johana, nuestra señora, cho que salió de Thesayco, é se contaron
madre del Emperador Hoy, nuestro se- cinco dias del mes de abril del año de
ñor, vive; ó delia é de su real patrimo- mili c quinientos é veynte y uno, é llevó
nio de Castilla son estos estados ó Indias. consigo treynta de caballo ó trescientos
É assi en muchas partes la nombro por peones españoles, é dexó en aquella cih-
este título de Magestades juntamente* con dad otros veynte de caballo con oíros
su hijo: el qual, como obedientíssimo, trescientos españoles en guarda dolía, e
quiere é manda que assi se haga, é aun Gongalo de Sandoval, alguacil mayor,
en las patentes é provissiones que se dan por capitán. É salieron con el general
con el sello-real juntamente hablan el hijo Hernando Cortés más de veynte mil! hom-
é la madre, aunque solo el Emperador las bres de los de Thesayco, ó con mucha
firme; porque la Reyna, nuestra señora, orden fueron á dormir á una población de
está retrayda é apartada de los negocios Calco, que se dice Talmanalco, donde
é gobernación de sus reynos, ó assi lo fueron bien rescebidos é apossentados; é
quiere Su Magostad, é se descarga con allí, porque está una buena tuerca (des-
tan poderoso ó justo ó buen gobernador pués que los de Calco fueron amigos de
como es su hijo, é tan aerescentador ó los chripstianos), siempre tenian gente de
buen administrador de sus reynos; y en guarnición, porque es frontera de lo de
esta forma no dice ni pone Carolus, ni Culua.
Emperador (digo en todo Jo que para In- Otro dia siguiente llegaron á Calco á las
dias se provee), sino: Yo el Rey. É su ma- nueve horas del dia, é no se detuvieron
dre ha seydo la más retrayda éjionestís- más de á hablar el general á los señores
sima viuda do quantas hasta el presscnte tleallí é degirles su intención, que era dar
tiempo se sabe, porque desde el año de una vista é ver en torno la costa de las la-
mili é quinientos é seys, que su marido el gunas, porque creía que hecho esto, que
scrcníssimo Rey don Felipe, do gloriosa importaba mucho, hallaría acabados é
memoria, passó dcsta vida, siempre ha aparejados los trege bergantines para los
:iGS HISTORIA GENERAL Y NATURAL
echar al agua. É cómo ovo hablado á los que con el fierro al enemigo l . Pero cómo
de Calco, partió aquel dia á vísperas é lle- eí general tenia el intento á mayor cosa ó
gó á una población suya, donde se junta- no convenia detenerse en aquello, estaba
ron con el general más de quarenta mili algo perplexo, é al cabo se determinó por
hombres de guerra de los amigos confe- muchos respectos de lentar la subida por
derados. Aquella noche durmieron allí, é tres partes, que avia considerado en lo
porque los naturales de aquella población que vido que tenían alguna dispusigion
dixeron al general que los de Culua le es- para se poder hager. É mandó á Chrips-
taban esperando en el campo, mandó que tóbal Corral, alférez de sessenta hombres
al quarto del alba todo el exérgito estu- de á pié quel general traia' siempre en su
viese en orden, é oyda missa, comencaron compañía, que con su bandera acometies-
á caminar ; y el general tomó la delantera se é subiesse por la parte más dificultosa
con veynte de caballo, y en la refaga é áspera, é que giertos escopeteros ó ba-
mandó yr los otros diez con la gente de á llesteros le siguiessen; é mandó á los ca-
pié, é assi passaron entre unas sierras pitanes Johan Rodríguez de Yillafuerte é
muy ásperas. É á las dos horas después Frangisco Verdugo que con su gente ó
de medio dia, llegaron á un peñón muy otros giertos escopeteros é ballesteros su-
alto é áspero, encima del qual estaba mu- biessen por otra parte; é mandó á los ca-
cha gente de mugeres é niños, é todas las pitanes Pedro de Yrgio é Andrés de Mu-
laderas de su gircunferengia llenas de charaz que por otra parte con otros ba-
gente de guerra; é comengaron luego á llesteros y escopeteros subiessen, é que
dar muy grandes alharidos é hager muchas los unos é los otros lo comengasseti, en
ahumadas, é tiraban con hondas é sin oyendo sonar una escopeta, é que cada
ellas muchas piedras, é langaban muchas uno procurase de morir ó venger. É assi
varas é flechas, de tal forma, que en lle- cómo se dio la señal de la batalla, assi se
gándose cerca los nuestros, resgebian mu- puso en el instante por la obra lo quel ge-
cho daño. É ya que avian visto que en el neral les avia amonestado; é ganaron á
campo no avian ossado esperar los enemi- los contrarios por fuerga de armas dos
gos, paresgióle al general, puesto que su vueltas del peñón, é no pudieron subir
camino era otro, ser poquedad passar más, porque la dispusigion áspera del ter-
adelante sin hagerles algún sinsabor, por- reno era tal, que con pies é manos no se
que no sospechassen los adverssanos que podían tener en pié, é la moltitud de las
por temor se dexaba de los acometer allí piedras que de lo alto venian rodando (é
donde se avian hecho fuertes: é comengó algunas se quebraban y escupían los pe-
á dar una vista en torno del peñón, que dazos), hagian mucho daño: é fué tan re-
tenia quassi una legua de gircunferengia, gia la resistengia de los contrarios, que
y etü tan fuerte en sí naturalmente, que mataron dos españoles ó hirieron más de
paresgía temerario atrevimiento ponerse á otros veynte, no desacordándose los
ganarlo, puesto que se les pudiera poner nuestros ni su general capitán de aquel
cerco para que gastando tiempo, se dies- pregepto del auctor alegado que dige, que
sen de nesgessidad, siguiendo aquella « donde p#or la propria salud se combate,
amonestagion de Flavio Vegecio, que di- no meresge la negligengia perdón algu-
ge en su militar disciplina que es grandís- no 3 , B El fin es que en ninguna manera los
simo caso venger antes con la hambre nuestros pudieron passar de allí; y el ge-

1 Ve£.,¡ib. III, cap. 2(i. 2 Id., id., cap. 5.


m INDIAS. LIB. XXXlll. CAP. XXL 369
neral viendo que era imposible hacerse tir. É cómo llegaron al pié del peñón, ha-
más de lo que avian hecho los corlesanos, llaron cerca de sí su gente, que sin les
é que se juntaban cada hora más do los mandar cosa alguna se avian ydo tras el
contrarios en socorro del peñón, por me- general; é los de los padrastros, creyen-
jor respecto mandó á los capitanes que se do que los querían combatir por el medio,
tornassen á baxar, é assi se higo. É reco- desamparáronlos por socorrer el peñón é
gida la gente de pié, los de caballo arre- á los suyos: é visto su desconcierto, man-
metieron á los que estaban en lo llano, y dó presto el general á un capitán de los
echáronlos de todo el campo, alanceando suyos tomar eL un padrastro, é assi se hi-
é matando en ellos espacio de hora y me- go; y el general con la otra gente comen-
dia; ó cómo eran mucha gente, derramá- garon á subir el gerro arriba, donde es-
ronse los de caballo á unas partes é otras, taba la mayor parte do los contrarios, é
é quando fueron recogidos, supo dellos el plugo á Dios que les ganó una vuelta do
general que algunos avian llegado hasta la cuesta, é púsose en una altura que
una legua de allí, ó avian visto otro pe- quassi igualaba con lo alto donde los con-
ñon con mucha gente, pero que no era tan trarios peleaban, lo qual primero se pen-
fuerte; é que por lo llano cerca del avia saba que fuera imposible ganarse aquello,
mucha población, é que no faltarían dos sin mucho peligro é daño de los chripstia-
cosas que avian faltado en el ques dicho: nos. É ya un capitán de los españoles avia
la una era agua, é la otra que la resisten- puesto su bandera en lo más alto del ger-
cia seria menos é se podría sin peligro ro, é desde allí comengaron á tirar esco-
tomar la gente. É aunque con harto pes- petas é saetas á los enemigos; é cómo les
sar de no aver conseguido la victoria del hagian mucho daño, é consideraron el que
primero peñón, partieron de allí é fueron se les esperaba seguir presto, higieron
aquella noche á dormir gerca del otro pe- señal que se querían dar, é pusieron las
ñon, donde padesgieron mucha sed por armas en tierra; y el general muy alegre
no hallar agua, ni en todo aquel dia la de verlos rendir (porque su intento siem-
avian bebido los nuestros ni los caballos; pre era dar á entender á aquella gente
é assi se assentó el real con el recabdo de bárbara que tenia las puertas abiertas á
velas que convenía, é oian mucho es- la misericordia, pidiéndosela, y el cuchillo
truendo de atabales ó bocinas é gritos. no menos pronto al castigo de los remi-
Cómo esclaresció otro dia, movió el sos, ó que queriendo venir á la obidien-
campo, y el general se adelantó con al- gia del Rey de Castilla, sus culpas avian
gunos de sus capitanes para ver ó consi- de ser toleradas, si lá enmienda perma-
derar el peñón, é no les paresció menos nesgiesse), é cómo era gente que se les
fuerte quel otro, excepto que tenia dos entendía lo uno ó lo otro, mandó el gene-
padrastos mas altos que no él, ó no me- ral quel combate é armas gessassen é no
nos ásperos de subir, en los quales esta- les fuesse hecho más daño; é assi llega-
ba mucha gente de guerra para los defen- ron á le hablar los pringipales do los ad--
der. Y el general con algunos capitanes é verssarios, pidiendo perdón, y el general
milites veteranos á señaladas personas, los resgebió muy bien, é admitió su pe-
embragadas sendas rodelas é sus armas, tigíon; los quales, conosgiendo la tem-
fueron hacia allá á pié, porque los caba- planga que so avia usado con ellos, higié-
llos los avian llevado á beber una legua ronlo saber á los del peñón primero, é
de allí; esto no para más de ver la fue rea aunque la victoria avia quedado en ellos,
del peñón é por dónde se podria comba- vinieron assimesmo á la obidiengia como
TOMO irr. 47
370 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
estos otros, ofresgiéndose por vassallos espías llegassen, estaban con ellos los
de Sus Magestades, é pidiendo perdón de nuestros, é mataron alguna gente, é pren-
lo passado. dieroa muchas mugeres é muchachos, é
En la población de á par de aquel pe- los demás huyeron: é allí repossó el ge-
ñon repossó el general é sus cortesanos neral dos dias, pensando quel señor de
milites dos dias, é desde allí enyió á The- aquel pueblo viniera á dar la obidicncia,
sayco los heridos, y él se partió, é á las é no lo higo, é por esto, quando se par-
diez horas del dia llegó con su exérgito á tió nuestro oxérgito de allí, pusieron fuego
Guastepeque, de quien se higo mención á aquella villa, en la qual sagon llegaron
de susso; y en la casa de una huerta del mensajeros del otro pueblo antes, que se
señor de allí se apossentaron todos, la dige Yantepeque, pidiendo venia con mu-
qual huerta es la mayor é mas hermosa é cha humildad, é ofresgiéndose por vassa-
fresca que los chripstianos avian visto en llos de la corona real de Castilla; é fueron
aquellas partes ni en España, porque te- admitidos por el general, porque en ellos
nia dos leguas de circuyto; é por medio é sus casas ó tierra se avia fecho notable
della passaba una gentil ribera de un rio, castigo.
é de trecho á trecho (cantidad de dos Fecho aquesto, é progediendo el gene-
tiros de ballesta) hay apossentos é jardines ral en su empressa, llegó aquel dia que
muy frescos, é innumerables árboles de de allí partió á un pueblo muy fuerte, que
diverssas fructas, é muchas hierbas, é se dige Gaadnabaged, en el qual estaba
flores olorosas, ques cosa de admiración mucha gente de guerra; y era fuerte de sí,
ver la gentileza é grandeva de toda aque- gercado de muchos cerros é barrancas,
lla huerta é los estanques é aves en ellos, que algunas avia de diez estados de hon-
é otras particularidades que se dexan de dura, é ninguua gente de caballo podia
decir. entrar sino por dos partes, é aquessas los
Aquel dia repossaron en ella los chrips- nuestros no las sabían: é aun para entrar
tianos, é de los naturales fueron muy bien por ellas avian de rodear más de legua y
é con mucho plager servidos. El dia si- media, non obstante que por puentes de
guiente se partió el exérgito, é á las ocho madera bien pudieran entrar, si no estu-
horas del dia llegaron á una buena pobla- vieran quitadas: de forma que estaban
ción, que se dice "Yantepeque, donde tan fuertes, que aunque fueran los espa-
mucha gente de guerra estaba de los ene- ñoles é sus amigos diez tantos de los que
migos, atendiendo la jornada; é cómo se eran, no les temieran. Éassi como los nues-
vieron los unos á los otros, paresció que tros se agercaban, tirábanles muchas varas
querían mostrar alguna señal de paz, ó é flechas é piedras con grand osadía, por-
por el temor que toviessen ó por engañar que pensaban que no podían ser ofendi-
á los nuestros; pero sus cautelas turaron dos; y estando assí muy revueltos, los
poco, porque sin más acuerdo desampa- unos defendiendo é los otros procurando
raron su pueblo huyendo, y el general de ofender, siguióse que un indio de Tas-
no curó de se detener en él, ó siguió los calteca passó de tal manera por un passo
enemigos con los treynta de caballo bien muy peligroso, que no le vieron; mas
dos leguas hasta que los encerró en otro quando le reconosgieron, creyendo que
pueblo que se llama Gilutepe, hasta el los españoles entraban por aquella parte,
qual fueron muchos alanceados é muer- é temorigados é sin tiento, se comengaron
tos. En aquel pueblo hallaron la gente del á poner en huyda, y el indio tras ellos. É
muy descuydada, porque antes que sus tres ó quatro mangebos criados del gene-
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXI. 37Í
ral é otros dos de una capitanía, cómo toda lealtad é servir, como debían.
vieron passar al indio, siguiéronte é pas- Estos indios é los otros que venían assi
garon de la otra parte; y el general con rendidos, después de les a ver quemado ó
los de caballo comencó á guiar hágia la destruydo sus casas é haciendas, dixeron
sierra para buscar entrada al pueblo, é que la causa por qué venían tan tarde á dar
los enemigos no hagian sino tirarle flechas la obidiengia era porque pensaban que sa-
é varas (porque entre los unos ó los otros tisfagían á sus culpas en consentir que pri-
nó avia más de una barranca como cava), mero se les higiesse daño, que fuesse su
é cómo estaban embebesgidos en pelear penitengia; porque creían que después de
contra los nuestros, no avian visto los cin- averpadesgido, no ternian tanto enojo de-
co españoles que estaban de la otra parte, llos los chripstianos, aviéndolos castigado
como es dicho; é aquellos llegaron de so- é vengádose.
bresalto por las espaldas, é comencaron á Aquella noche estovo el general é su
darles de cuchilladas, ó cómo los saltea- gente en aquel pueblo, c por la mañana
ron sin sospecha que por las espaldas se otro dia se partió por una tierra de mu-
les podía hacer daño alguno, ni creyeron chos pinares, despoblada é sin agua algu-
que los suyos avian desamparado el pas- na, é passaron un puerto con mucho tra-
so por donde el indio é los españoles les baxo, ó muchos de los indios amigos, que
avian entrado, espantados, quedaron co- en el exérgíto yban, peresgieron de sed; é
mo atónitos ó no osaban pelear, c Jos es- á siete leguas de aquel puerto pararon en
pañoles mataban muchos dellos como gen- unas estangias aquella noche, é otro dia en
te abobada é que no tenian sentido; é amanesgiendo, prosiguieron su camino é
después que cayeron en lo que podia ser, llegaron á vista de una muy gentil cibdad,
huyeron. Ya nuestra gente de pié estaba que se digeSuchimilco, que está edeficada
dentro del pueblo, c le comentaron á que- en la laguna dulge. É cómo los naturales
mar é los enemigos todos á le desampa- della estaban avisados de la yda do nues-
rar, é assi continuando su fuga, se aco- tro exérgíto, tenían fechas muchas albar-
gieron á la sierra; pero muchos quedaron radas é agequias é algadas las puentes de
muertos, porque los caballos los siguie- las entradas de la cibdad, la qual está de
ron todo lo que fué posible. Temistitan tres ó quatro leguas, y estaba
Después que nuestra gente halló por dentro mucha é muy lugida gente, con de-
donde entrar al pueblo, era ya medio dia, terminagion de morir en la defensa ó que-
é apossentáronse en unas casas de una dar con victoria. É llegado el campo nues-
huerta, porque lo demás hallaron ya quas- tro ó recogida la gente é puesta en or-
si quemado todo. En la tarde el señor de den, el general se apeó de su caballo é
aquel pueblo é otros principales, vien- siguió con algunos infantes hágia una aí-
do que cosa tan fuerte como era aque- barrada que tenían los contrarios, detrás
lla villa no se avia podido defender, te- de la qual estaban muchos defensores, é
miendo que acullá en la sierra los avian comengóse el combate con mucho denue-
de yr á matar, acordaron de se venir á do de los chripstianos; porque no eran
ofresger por vassallos de Sus Magesta- nuestros españoles de aquellos por quien
des, é fueron por el general resgebi- Vegegio digo, «que siempre es el soldado
dos, prometiéndoles todo buen traefa- nuevo en aquellas armas quél y ellas largo
miento, y ellos obligándose á guardar tiempo vivieron ó estovieron en reposso» f :

1 Lib. II, cap. 24,


372 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
antes á estos milites cortesanos nunca se por la parte que los nuestros avian entra-
les caían de acuestas, ni dexaban de do. É cómo los vieron venir tan de súbi-
ser exercitadas ellas y ellos, y en su dis- to , maravilláronse de ver su ardid é agi-
ciplina militar estaban tan dottrinados y lidad ó presteca, ó seys de caballo quo
expertos, que valían por muchos mas. con el general estaban más á punto que
É assi, continuándose la batalla ó com- los otros, arremetieron contra ellos, é de
bate, hacían mucho daño los escope- temor de los caballos volvieron las espal-
teros é ballesteros, é ningún tiro era fe- das, é salieron de la cibdad tras ellos,
cho sin matar ó herir á los enemigos; ó matando muchos, aunque con assaz peli-
assi forgados desampararon el albarrada, gro ; porque no faltaban algunos valientes
é los españoles se echaron al agua é pas- indios que osaban esperar á los de á ca-
saron adelante por donde hallaron tierra ballo con sus espadas é rodelas, ni era do
firme, y en espacio de media hora que tenerles en poco sus ánimos, por serles á
pelearon, ganaron la principal é mejor par- ellos tan nueva cosa pelear los hombresá
te de la cibdad, 6 retraydos los contra- caballo, animales nunca por ellos en aque-
rios por las calles del agua en sus canoas, llas partes vistos. É cómo andaban re-
pelearon hasta que fué de noche, que la vueltos grande espacio de hora avia, el
escuridad los departió. É unos movían paz caballo en quel general andaba, dexóse
é otros en esse medio entre las palabras caer en tierra do cansado; é cómo los
no dexaban de pelear, é movieron tantas enemigos le vieron á pié, revolvieron so-
veces esta plática de la paz, sin la poner bre él, é como valiente varón comencóse
en obra, que se entendió que lo hacían á defender con la lanca; é un indio de ios
para dos efettos: el uno para alear sus de Tascalteca, cómo le vido en tanta nes-
haciendas en tanto que essa paz fraudosa gessidad, llegóse á le ayudar, é lo mes-
se tractaba, y el otro por dar lugar al mo luco un español criado suyo, é levan-
tiempo é que les fuesse socorro de Temis- taron el caballo; ó cómo acudieron más
titán. españoles, desampararon todo el campo
Aquel dia mataron dos españoles, por- los contrarios, é los de caballo ques di-
que se desmandaron á robar, é fué tanta cho y el general, como estaban muy can-
la nescessidadque no pudieron ser socor- sados, se tornaron á la cibdad. É puesto
ridos. Dinamente dá la guerra el pago que que era ya quassi noche é debieran re-
meresce el que se desordena en ella, ó possar, mandó Hernando Cortés que to-
sin tiempo ni auctoridad del capitán só das las puentes aleadas, por donde yba c!
mete donde no puede salir: ó ya que los agua se cegassen con piedra é adobes que
enemigos no maten, los tales ni deben allí avia, porque los de caballo pudiessen
ser perdonados, ni quedar con la vida, entrar é salir en la cibdad sin estorbo al-
porque muchas veces da ocasión un des- guno: é no se partió su persona de alií
mesurado é temerario a que por lo socor- hasta que todos aquellos malos passos que-
rer se vea en peligro todo el exército. daron bien aderescados, é con mucho
En la tarde pensaron los enemigos có- aviso en la guarda é velas se passó aque4
mo podrían otro dia atajar a los chripstia- lia noche.
nos, para que no pudíessen salirde aque- Bien me paresce aquello de Diodoro Sí-
la cibdad con las vidas; é juntáronse mu- culo1 que dice que si no oviesse escripto-
cha copia dellos determinados de venir res, poco turarían los hechos señalados,

1 Diodoro Sículo, lib. F,


DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XXI. 373
porque qualquiera otro monumento es que la lengua ni mi estilo no pueden tan
muy breve por los muchos accidentes quo adelante llegar, que lo den el colmo que
estorban; mas el valor de las letras, que su loor é obras meresgen para la inmor-
por todas partes suenan, hace quel tiem- talidad de su fama. Pero yrá arrimada á
po, que todas las otras cosas destruye, la simpligidad é forma de hablar, que de-
sea custodia é protector precipuo, bien ben concurrir en la verdadera historia: ó
que la eloqüengia ayuda assaz, como vir- Hamo simpligidad á lo quel gramático
tud á ninguna inferior. Con la eloqüengia atribuye tal verbo, ques degir sengilla-
los griegos precedieron á los bárbaros, mente, sin lagotería ni lisonjas lo que
losdottos á los yguorantes; causa que uno hage al caso.
aunque sea de la mesma estirpe, sea "su- Tornando á la historia de los cortesa-
perior á otro, porque toda cosa es tanto nos, de que se tracta, cómo los de Méxi-
quanto la virtud la hace del que habla. co ó Temistitan sabían que estaban en la
No hay dubda que aquellos que han fa- cibdad de Suchimilco, acordaron otrodia
ma de hombres dignos, han abierto el ca- siguiente al ques dicho de yr por ia la-
mino ó via de la virtud, mas que pa- guna con grand poder, é assimesmo con
ra yr á ella hay diverssas sendas. Pa- otro exérgito por la tierra á los gercar,
resce que la poesía más se extiende á de- creyendo que ya no podrían escaparse de
leytar que á lo útil, c las leyes y estatu- sus manos. Y el general, avisado desto,
tos más al punir que al enseñar, é las subióse á una torre de un templo de
otras artes todas no han con feligidad con- aquellos ydólatras (donde hagen aquellos
sorgio, porque la utilidad que dolías nasge infieles á sus ydolos é falsos dioses sus
es mezclada con el daño: antes hay algu- diabólicos é crueles sacrificios é ofrendas
nas que en cambio de la verdad enseñan de cuerpos humanos, segund su infernal
á mentir. Por la qual la historia sola con é condenada costumbre), para ver é con-
palabras iguales á los hechos, trae consi- siderar desde allí cómo venían los enemi-
go la verdadera utilidad, exaltando lo gos , é para arbitrar por dónde podrían
honesto é conculcando é hollando el vigió, acometer, para proveer en ello lo que
(ó lo que no es loable é sí deshonesto); ó conviniesse. É luego puso por obra todo
finalmente por la expiriengia que la histo- lo que le paresgió que para la resistencia
ria pone de los tiempos passados, veni- se debia apergebir. E llegó por el agua
mos á perfetto vivir. Nosotros, pues, con- una hermosa é grandíssima flota de ca-
siderada la alabanga que los escriptores noas , que passaban de dos mili, é traian
consiguen, avernos asumpto (ó tomado á más de doge mili hombres de guerra; é
cargo) esta obra. por la tierra llegaron tanta moltitud de in-
Todo esto es del auctor alegado, é dios que cubrían los campos.
traydo muy á propóssito é al de la mate- Los capitanes que venían en la delan-
ria, de que tracto; pero no con el intento tera, traian espadas do las nuestras en las
de Diodoro en parte, porque yo escribo manos, é cada esquadron apellidaba su
por mandado de mi príngipe y él por su provingia: unos degian n México, Méxi-
passatiempo. Yo sin ia abundancia de le- co »; otros « Temistitan, Temistitan», ó
tras que Diodoro tenia, y él con alto es- otros tCulua, Culua»; ó junto con esto
tilo y elegangia: la qual oviera aqui me- degian muchos denuestos é injurias á los
nester el valeroso y estrenuo y exgelente nuestros, amenagándolos que con aque-
capitán Hernando Cortés, de quien la plu- llas espadas que les avian tomado la otra
ma mia conosce que sobra la materia, é vez en la cibdad de Temistitan, avian de
374 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
matar sin dexar a vida español ni amigo contáronle cómo se avian visto en mucho
suyo que toviessen. Pues como el gene- aprieto por echar fuera de la cibdad á los
ral tenia ordenado dónde avia de estar é enemigos, de los quales avian muerto mu-
acudir cada capitán de los nuestros, é chos ; é dieron al general dos espadas de
porque hacia la tierra firme avia mucha las nuestras qué les avian tomado, é di-
copia de enemigos, salió á ellos con veyn- xéronle que los ballesteros no tenian sae-
te de caballo é quinientos indios de Tas- tas, porque todas las avian muy bien em-
calteca, repartidos en tres partes; é man- pleado. Y estando en esta plática, antes
dóles que desque los oviessen rompido, se que se apeassen, asomaron por una calcada
recogíessen en gierta parte al pié de un muy ancha en un grand batallón muchos
cerro que estaba media legua de allí, por- do los enemigos, é con tanta grita é ala-
que también avia allá mucha gente de los ridos que sonaban todos los montes é va-
enemigos. É assi cómo fué tiempo, dada lles de la comarca; é con el apellido del
la señal, cada esquadron siguió por su glorioso Apóstol, assi como el capitán ge-
parte contra los adverssarios, é desbara- neral dixo tSanctiago é á e?íos», arreme-
táronlos é alancearon é mataron muchos, tieron todos veynte de caballo contra los
é recogiéronse al pié del cerro ques di- indios; é cómo de la una parte é otra de
cho. Y el general mandó á ciertos corte- la calcada era toda agua, lanzáronse en
sanos é personas diestras é ligeros que ella, ó assi los desbarataron é se torna-
subiessen por la parte más áspera del ron á la cibdad bien cansados: é mandó-
monte, para quél con los á%caballo, ro- la luego el general quemar, excepto aque-
deando por la parte más llana, los tomas- llo en quél é su gente estaban aposseqta-
sen en medio, é fué assi: que como los dos; é quedó allí tres dias, que ninguno
enemigos vieron que los cortesanos subían dexaron de pelear. É al cabo, dexándola
el cerro, volvieron las espaldas, pensando quemada é asolada, partieron los chrips-
que huían á su salvo, é toparon con los lianos é sus amigos con el general, é aun
de caballo, que serian hasta catorce ca- con lástima de ver el daño que se avia
ballos , de quien fueron rescebidos en las fecho, porque tenia aquella cibdad mu-
Janeas; é los amigos de Tascalteca me- chas casas buenas, é muchos templos ó
neaban tan bien las manos, que en breve torres de aquellos de sus ydolatrias, de
espacio mataron más de quinientos hom- cantería de cal muy bien labrados. É sa-
bres, é los demás se salvaron, huyendo liéronse fuera á una plaga que está en la
á las sierras. tierra firme allí junto, donde los natura-
Otros seys de caballo acertaron ó yr les hacen su tiánguez ó mercado, que
por un camino muy ancho ó llano, alan- quiere decir lo mesmo: é dio orden que
ceando en los enemigos; é á media legua para su camino fuessen diez de caballo en
de Suchimilco dieron en un esquadron de la avanguarda, é otros diez en medio de
gente muy "lucida que venia en socorro la gente de pié, y el general en la retro-
de tos vencidos, é desbaratáronlos é alan- guarda con otros diez cavalleros; é assi
cearon algunos; é á las diez horas del como comencaron á andar, pensando los
dia, fecho todo lo que se ha dicho, es- de Suchilmilco que de temor se yban Jos
tando ya juntos los de caballo, se volvie- nuestros, llegaron por las espaldas con
ron victoriosos á Suchimilco, é á la en- mucha grita, y el general con los diez de
trada estaban los otros españoles, que caballo volvió contra ellos, é los siguió
desseaban ver al general é los que con él hasta los meter en el agua, en tal mane-
avian salido, y entender lo subcedido. É ra que no curaron más de tentar su aire-
m INDIAS. Lili. XXX1H. CAP. XXI. 375
vimiento. Y el exérgito nuestro continuó otras, porque los enemigos salían del
su camino, é á las diez horas del dia lle- agua por dar en los indios que llevaban
garon á la cibdad de Cuyoacan, que está el fardage de los chripstianos, é hallában-
de Suchimilco dos leguas, é de las cib- se burlados; é assi la nesgessidad les hi-
dades de Tcmistitan é Culuacan é Uchilu- go que dexassen yr sin más reqüesta á
buzco é Iztapalapa é Cuytaguaca, é Mizte- ios nuestros. É porque, como está dicho,
que (que todas están en el agua) la más el intento del general en esta salida fué
léxos de todas está legua é media ó dos, principalmente dar vuelta á las lagunas,
é halláronla despoblada; é apossentáron- é calar é ver é saber mejor la tierra, é
se en la casa del señor, é allí estuvieron también por socorrer aquellos amigos, no
aquel dia que llegaron y el siguiente. É curó de pararse en Tacuba; pues cómo
porque en seyendo acabados los bergan- los de Temistitan, que está de allí muy
tines, avia el general de poner cerco á gerca, é quassi se extiende su poblagion
Temistitan, quiso primero ver la dispusi- tanto que llega gerca de la tierra firme
eron desta cibdad é las entradas é salidas, de Tacuba, vieron que los nuestros pas-
é por dónde los nuestros podian ofender saban adelante, cobraron tanta osadía va-
é ser ofendidos. É otro dia que llegó, to- na , que con grand denuedo osaron dar
mó cinco de caballo é dosgientos peones en medio del fardage do los españoles;
é fuésse hasta la laguna, que estaba muy pero como los de caballo yban bien re-
cerca, por una calgada que entra á la cib- partidos, é todo era por allí llano, apro-
dad de Temistitan, é viéronse tanto nú- vecháronse de los enemigos sin peligro
mero de canoas por el agua, é con tanta de algún chripstiano, exgepto que corrían
gente de guerra, que no se podian con- á unas partes é otras giertos mangebos,
tar por su moltitud ; é llegaron á una al- criados del general, que tenian cuydado
barrada, que tenian hecha en la calgada, de su persona, é desseaban mostrar para
é los peones comengáronla á combatir, é quánto eran, é halláronse en parte que
aunque fué mucha la resistencia que ha- los enemigos los prendieron: é créese que
llaron é hirieron diez peones, al fin se la les dieron muy cruel muerte, como lo
tomaron é mataron muchos de los enemi- acostumbran, porque de generagion que
gos, é los ballesteros y escopeteros des- come carne humana, no se puede sospe-
pendieron bien sus saetas é pólvora. char sino que harán della lo que suelen
Desde allí vieron los nuestros cómo yba hager los glotones con un buen capón ó
la calgada derecha por el agua hasta dar faysan ó buenas perdiges. Mucho sintió el
en Temistitan bien legua é media, y ella general la pérdida destos sus criados, as-
é la otra que va á dar á Iztapalapa esta- si por ser chripstianos como porque eran
ban llenas de gente sin cuento; é cómo valientes hombres é avian muy bien ser-
el general ovo considerado bien lo que le vido en aquella guerra.
convenia, porque en aquella cibdad avia Salido el general desta cibdad, prosi-
de estar una guarnigion ó real de gente guió su camino por entre otras poblagio-
de pié é de caballo, recogió su gente é nes gercanas, é alcangó la gente; é cómo
volvióse, quemando las casas é torres de estaba lastimado de averie los indios lle-
aquellos templos de ydólatras. É otro dia vado aquellos mangebos, assi por vengar
siguiente se partió á aquella cibdad de su muerte como porque los enemigos con
Tacuba, que está dos leguas de allí, don- mucha osadía venian en seguimiento de
de llegó á las nueve horas de la mañana, nuestro exérgito, púsose con veynte de
alangeando indios por unas partes é por caballo detrás de unas casasen celada; é
376 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
como los indios veían á los otros diez de ron á la cibdad de Aculuacan, ques del
caballo con toda la gente é. fardage yr señorío é jurisdicion de Thesayco, donde
adelante, scguian sin temor por un cami- aquella noche durmieron, é fueron muy
nó ancho é muy llano; é passados algu- bien rescebidos de los españoles, é se
nos, salió el general de través con los gi- holgaron mucho con su venida á salva-
netes, é dio en los indios con tanto ímpe- mento, porque después quel general se
tu , antes que pudiessen acogerse á las avia partido dellos, no avian sabido dé)
acequias, que derribaron más de gient hasta aquel dia que llegaron, é avian te-
personas principales é muy lucidos, é con nido muchos rebatos en la cibdad, é los
este escarmiento no curaron de seguir más naturales della degian cada hora que los
tras los nuestros. Este dia fué el general de México é de Temistitan avian de salir
á dormir dos leguas adelante de la cibdad é venir sobrellos, en tanto quel general
de Coantinchan, bien cansados é mojados por allá andaba. É assi se cumplió esta
todos, porque aquella tarde avia mucho entrada, mediante el favor de Dios, é fué
llovido; é halláronla despoblada. muy grand cosa, en la qual Sus Magesta-
El otro dia adelante caminaron su vía- des rescibieron señalado é grand servi-
ge, alanceando de quando en quando al- cio; é la reputagion de los chripstianos
gunos indios atrevidos que los salian á en el crédito de los infieles fué siempre
gritar, é fueron á dormir á una villa que aumentándose, é poniendo más temor en
se dice Gilotepequc, é assiraesmo la ha- aquella gente ydólatra para las cosas de
llaron despoblada. adelante.
Otro dia siguiente, á medio dia, llega-

CAPITULO XXII.
En el qual se Iracta de una carta que un hidalgo llamado Barrientes escribió al general Hernando Corles
desde la provincia que llaman Cliiraanla; é de cómo se acabaron los bergantines é se echaron al agua para
C/ercar á Temistjlan; é cómo el general envió adelante ciertos capilañes é gen le á poner guarniciones cerca
de la grand cibdad de Temislilan; é assimesmo se íractan otras cosas convinienles á la historia.

i \ l tiempo que Hernando Cortés estovo segund la manera de la tierra. Y de los


en Temistitan, viviendo Monteguma, quan- españoles que estaban onChimanta, se pas-
do primero fué Cortés á aquella famosa é só quassi un año que no supo el general
grand cibdad, proveyó que en dos ó tres dellos, porque como todas las otras pro-
provingias (aparejadas para ello) se higies- vingias de en medio estaban rebeladas,
sen ciertas grangerias é hagiendas para ni ellos podían saber del exergito chrips-
Sus Magestades. É una de aquellas pro- tiano, ni los españoles tampoco podian
vingias se llama Chimanta (la qual es tier- entender si eran vivos. É aquellos de Chi-
ra muy fértil é buena), y envió para esto manta, cómo se avian dado por vassallos
dos españoles: é la* gente de aquella tier- de Sus Magestades, perseveraron en su
ra no es subjeta á los de Culua: y en las fidelidad, é porque demás desso eran ene-
otras que lo eran, al tiempo que le daban migos de los de Culua; é fueron tan hom-
guerra en la cibdad de Temistitan, mata- bres de bien que por ninguna mudanga
ron á los que estaban entendiendo en del tiempo ni disfavor de los cortesanos
aquellas grangerias, é tomaron lo que en no se quisieron partir de su amistad ni de
ellas avia, que era cosa de mucho valor, la promesa de su lealtad: antes avisaron
DE INDIAS. LID. XXXIII. CAP. XXII. 3"! 7
á aquellos chripstianos que en ninguna cribir ó hacer saber las cosas do acá. É
manera sáliessen de su tierra, é les die- si por entura me escribiéredes de dónde
ron notigia cómo los de Culua avian dado él está, y e.nviáredes veynte ó treynta es-
mucha guerra al general é á los que con pañoles, yrme hía con dos principales
él estaban, é pensaban que ni los chrips- naturales de aqui, que tienen desseo de
tianos que con él militaban eran vivos, ver y hablar al capitán; y será bien qué
sino que los avian muerto á todos. É assi se viniessen, porque como es tiempo agora
estovieron dos españoles solos en aquella de coger el cacao, estórbanlo los de Co-
tierra; y al uno dellos, que era mancebo lua con las guerras. Nuestro Señor guar-
animoso, hiciéronle capitán, é salia con de las nobles personas de vuestras mer-
aquellos indios á dar guerra á sus enemi- cedes como dessean. De Chimanta á no
gos , é las más veges él é los de Chiman- sé quantos del mes de abril de mili é qui-
ta eran vencedores. É cómo después el nientos é veynte y un años. Á servigio de
general tornó á convalesger con victorias vuestras mercedes. —Hernando de Bar-
contra los adverssarios, que primero le rientos.
avian desbaratado y echado de Temisti- Cómo ios dos indios llegaron con esta
tan, los de Chimanta dixeron á aquellos carta á la provincia de Tepeaca, el capi-
dos chripstiajios que avian sabido que en tán que allí avia dexado el general con
la provincia de Tepeaca avia chripstia- ciertos españoles, enviósela luego á The-
nos, é'que si querian saber la verdad que sayco; c resgebida, assi él como todos los
aventurarían dos indios, aunque avian de españoles holgaron mucho é por muchos
passar por mucha tierra de sus enemigos, respectos, y en espegial por saber de
mas que andarían de noche é fuera de ca- aqueí hidalgo, que era buena persona é
mino hasta llegar á Tepeaca, é los dos valiente hombre, é del otro compañero
españoles se lo agradesgieron; y escribió que con él estaba, é porque se temia has-
uno de aquellos con estos mensajeros una ta estonces que si se juntaban los de Chi-
carta, como hombre de bien, dando no- manta con los de Culua, avrian muerto
ticia de sí é del compañero á los españo- aquellos dos chripstianos, é los enemigos
les, la qual era del tenor siguiente: serian más poderosos. É paresció que
«Nobles señores: dos ó.tres cartas he Dios lo higo mejor é que tovieron cons-
escripto á vuestras mercedes é no sé si tangia é cuydado de ser leales ó de guar-
han aportado allá, ó no; é pues de aque- dar la confederagion é amistad que tenían
llas no he ávido respuesta, también pon- con los españoles: é deste bien mucha
go en dubda averia desta. Hágoos, seño- parte fué la prudengia de aquel hidalgo
res, saber cómo todos los naturales des- Barrientos, é la buena maña que con
ta tierra de Colua andan levantados y de aquella gente se díó en tanto tiempo co-
guerra, é muchas veces nos han acome- mo estovo en compañía de aquellos indios,
tido; pero siempre (loores sean dados á animándolos é consejándolos para que no
Dios) avernos scydo vencedores. -Y con higiessen mudanga, é quando convenia,
los de Tustebeque é su parcialidad de Cu- hagia muy bien el offigio de esforgado é
lua cada dia tenemos guerra. Los que es- sabio capitán contra los indios del bando
tán en servigio de Sus Allegas é por sus contrario. Á lo menos estos dos españoles
vassallos, son siete villas de los Tenez; supiéronse mejor conservar que otros dos
é yo é Nicolás siempre estamos en Chi- que en el tiempo del capitán Hojeda que-
manta, ques la cabecera. Mucho quisiera daron en la costa de Tierra-Firme perdi-
saber dónde está el capitán, pora le es- dos, á los qualcs los indios no les hicie-
TÜMO III. 48
378 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ron mal, aunque eran caribes: antes les Dexemos esto, porque el chripstiano
daban de comer é los tractaban bien, por- que no es thcólogo, siempre se debe re-
que ellos tomaron por medio de darles á mitir á lo más seguro en tales casos, é
entender las cosas de nuestra sáncta fée aplicar sus respuestas á los religiosos é
cathólica é qué cosa es Dios, é holgaban dottas personas que la Iglesia admite para
de oyrlos. É para saber los indios si les lo tal; é donde esto no oviere, basta quel
decían verdad, acordaron de tomarlos á soldado diga ai infiel lo quel chripstiano
parte, é preguntaron al uno si Dios tenia alcanza é cree, remitiéndose á los perla-
barbas y era hombre, é de qué manera dos, é poniendo en esperanga de hacerle
era aquel que decía que avia criado el dar á entender lo que conviene á su sal-
mundo; y el chripstiano respondióles que vación, con tanto tiento que no falte de
no tenia barbas, ni ninguno era diño de la verdad de la fée.
verle, é que era Señor de todos: é pre- Cómo Hernando Cortés vido la carta
guntaron lo mesmo al otro,'é díxoles que ques dicho, escribió luego al Barrientos,
Dios" era hombre, é tenia barbas, é avia dándole las gracias convinientes é ofres-
estado acá en la tierra é nascido de la ciéndole mergedes, é dándole cuenta á él
Virgen Sánela María, que después avia é á su compañero de las cosas passadas,
subido á los cielos y estaba allá. É vien- é que toviessen esperanza, que aunque
do los indios tan diferentes respuestas, de todas partos estaban cercados de los
aunque cada uno pensaba darla buena, •enemigos, presto se verían libres "é po-
careáronlos, é dixéronles que por qué les drían entrar é salir seguros.
mentían; quel uuo decia que Dios era Tornando á la historia, siguióse des-
hombre é .tenia barbas, y el otro que no, pués que aviendo el general dado vuelta
é que eran burladores é mentirosos. É á las lagunas, ovo muchos avisos para
aunque essos peccadores se.^quisieron con- poner el gerco á Temistitan por la tierra é
formar entre sí é darles á entender cómo por el agua, y estovo en Thesayco forne-
el uno y el otro decían verdad, é aquello Qiéndose lo mejor que pudo de armas é
era tractar ya de la Trinidad, é anadian pertrechos é gente, é dando priessa á que
el Espíritu Sancto, demás de lo que pri- se acabassen los bergantines é una ganja
mero avian dicho, y ellos sabíanlo mal ó tranchea ó acequia para los llevar hasta
decir é los indios peor entender, no apro- la laguna: la qual canja se comengó á ha-
vechó su predicación, ni los indios los es- £er luego que la ligacon é tablacon de los
cucharon más; é indignados los mesmos bergantines se truxo en una acequia de
españoles, el uno al "otro culpando lo que agua que yba por cabe los apossentos
avia dicho, vinieron á tan malas pala- hasta entrar en lá laguna; é desde donde
bras, é dellas á las manos, que se mataron los bergantines se ligaron, é la canja se
é acabaron como necios. Loqual no hacia comengó á hacer hay bien media legua
assi el dicho Barrientes é Nicolás, su com- hasta la laguna. En esta obra andovieron
pañero : antes quando los indios quedan cinqüenjta dias, trabaxando más dé ocho
saber é le preguntaban las cosas de la mili hombres de los naturales de la pro-
fée, el Nicolás so remitía al Barrientos que vincia de Aculuacan é Thesayco; é tenia
lodixesse,é decia que aquel lo sabia me- la canja más de dos estados de hondura é
jor; é assí él les decia lo que Dios le enca- otro tanto de ancho, é yba toda chapada
minaba, sin contender con el compañero. y estacada, de manera quel agua que por

i Diod. Siculo, lib. II.


DE INDIAS. Lili. XXXHI. CAP. XXII. 379
ella yba, la pusieron en el pesso que tenia nes de espada é rodela, é tres tiros de
la de la laguna, de forma que las fustas pólvora gruessos de hierro, é quinge tiros
se podian llevar sin peligro é sin trabaxo pequeños de bronce ó metal, é diez quin-
hasta el agua con mucha facilidad. Esta tales de pólvora- Hecho el alarde, higo
fué una obra grandíssima é mucho de ver una breve é substancial oragion á todos
é no menos de admirar que las naves y los españoles, encargándoles y encomen-
edeficios del grand rey de Egipto dicho dándoles mucho que guardassen é cum-
Sesostri. Este rey dice Diodoro Sículo que pliessen giertas ordenangas militares quél
fué inventor de las naos luengas, é ganó avia hecho, é que se alegrassen y esfor-
muchos é grandes señoríos é reynos, é gassen sin dubdar de la victoria, pues que
higo poner en las partes. donde and ovo Dios por su clemencia paresgia que lo
conquistando, muchas columnas con letre- yba prósperamente encaminando; porque
ros que decían: «Esta provingia guerrean- avian visto que quando avian entrado en
do, venejó el rey de todos losreynanles Se- Thesayco-, no eran más de quarenta de ca-
sostri.» É donde hallaba valerosos defen- ballo, é avian venido navios é gente é ar-
sores, dexaba esculpidos los miembros ge- mas como tenían, en que se mostraba
nitales del varón, é donde no eran tales, los claro que peleaban en favor é aumenta-
pudientes femeninos; dando á entender gion y en nombre de toda la religión é
dónde avia hallado valientes hombres, ó república chripstiana, é por reducir á la
dónde vil gente é cobarde. Este rey higo- corona real de Castilla ó al servicíb de
una nave que tenia de luengo doscientos é Sus Magestades Cathólica c Cessárea tan-
ochenta cobdos, de cedro, dorada de fue- tasé tan grandes pro vingias, como se avian
ra , é por dentro toda plateada, é dedicó- rebelado, de que resultaría el descanso ó
la al Dios de Tébas. Levantó dos colum- galardón de todos para en esta vida y en
nas ú obeliscos de piedra duríssima de la otra perdurable: é que pues á tos espa-
doscientos y veynle cobdos, y en cada una ñoles no era cosa nueva el exercigio do
esculpidas lascibdadés que avia vencido *. las armas ni la lealtad que siempre guar-
Otras muchas é notables cosas cuenta daron á sus príngipes, ni les faltaba ex-
el auctor que he dicho de aqueste rey piriengia para conseguir el triunfo de la
Sesostri, en que no me quiero detener ni militaré acostumbrada miligia,que no de-
las tengo en tanto como esta tranchea ó bían sospechar ni temer algún siniestro
canja ques dicho é los bergantines de que caso, aunque en la guerra andan mezcla-
Iractamos, los quales dieron ocasión á que dos los desastres con las victorias, ó á lo
se oviessen mayores thessoros é provin- menos atravesándose cosas que dan pas-
cias é reynos que no tovo Sesostri, para la sion hasta conseguir el fin glorioso de la
corona real de Castilla por la industria de batalla, para que mejor sepan los tropheos
Hernando Cortés. El qual, acabados los é ganangias quanto mas sudadas é dificul-
bergantines é puestos en aquella ganja á tosas fueren hasta ser adquiridas. «El va-
los veynte y ocho de abril de mili ó qui- liente cavallero é buen soldado en más
nientos ó veynte y dos años, higo hacer suelo tener su vergüenga que la propria
reseña ó alarde de toda la gente, é halló vida. É assi espero de vosotros, señores
que tenia ya ochenta y siete de caballo ó y hermanos, amigos é compañeros míos,
ciento é diez y ocho ballesteros y escope- que juntos vengeremos ó juntos morire-
ros, é septegieotos é mas infantes ó peo- mos, sin que podamos ser dichos en nin-

j Pioduro SiculOj tib. II.


380 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
gun tiempo vencidos. »É con estas últimas El segundo dia de pasqua mandó el ge-
palabras cessó, é todos respondieron sin neral salir toda la gente de pié é de ca-
discrepancia é á una voce digentes: «Sír- ballo á la plaga de aquella cibdad, para la
vanse Dios y el Emperador, nuestro se- ordenar é dar á capitanes principales la
ñor de tan buen capitán é de nosotros: ynstrucionque avian de llevar á tres guar-
que assi lo haremos todos como quien so- niciones ó reales particulares é distintos,
mos, é como se debe esperar de buenos que se avian de poner en tres cibdades'
españoles.» É con tanta voluntad é desseo que están en torno de la de Temistitan. Do
dicho, que parescia que cada hora les era la una guarnigion é campo higo capitán al
perder un año de tiempo, por estar ya á comendador Pedro de AI varado, caválló-
las manos con los enemigos, ó porque la ro de la Orden de Sanctiago, é dióle treyn-
conclusión desta guerra, con sangre ó pa- la de caballo, é diez y ocho ballesteros y
ra alcancar la paz é sosiego do aquellas escopeteros, é giento y ginqüonta peones
partes, todo pendía de ser cercada é so- de espada é rodela, é más de veynte y
juzgada Temistitan. ginco mili hombres de guerra de los de
Otro dia después del alarde, el general Tascalteca; y estos avian de estar é po-
envió mensajeros á las provingias de Tas- ner su real en la cibdad de Tacuba. É do
calteca é Guaxogingo é Churultecal, ha- otra guarnigion higo capitán á Chripstóbal
ciéndoles saber que los bergantines eran de Olit, al qual le dio trcynta y tres de
acabados, é toda la gente estaba aperce- gaballo, é diez y ocho ballesteros y esco-
bida é de camino para yr á cercar á la peteros, é giento y sessenta hombres de
grand cibdad de Temistitan: por tanto. espada é rodela, é más de veynte mili
que les rogaba que con toda la más gen- hombres de guerra do los indios amigos
te é mejor armada que pudiessen, se par- é confederados; é aquestos avian de as-
tiesen luego para Thesayco, donde los sentar su real en la cibdad de Cuyoacan.
esperaba diez dias. Pues cófho los de las De la tergera guarnigion higo capitán á
provingias ques dicho eran enemigos na- Gongalo de Sandoval, alguagil mayor, ó
turales de los de Culua y estaban aperci- dióle veynte y cuatro de caballo, é quatro
bidos, fuéronse a Calco los do Guaxogingo escopeteros, é trege ballesteros, ó giento
é Churultecal, porque assi se lo avia man- y ginqüenta peones de espada é rodela, é
dado el general, é porque juntos por allí los giento dellos de mangebos escogidos,
avian de entrar á poner el cerco; é los ca- quel general acostumbraba traer en su
pitanes de Tascalteca cou toda su gente lle- compañía, é toda la gente de Guaxogingo
garon á Thesayco ginco ó seys dias antes é Churultecal é Calco, en que avia más de
de pasquadel Espíritu Sancto, como les es- treynta mili hombres; é aquestos avian
taba ordenado; y el general los salió á res- de yr por la cibdad de IztapalapaJ é pas-
cebir con mucho placer, y ellos yban con sar adelante por una caigada de la laguna
tanta alegría é buena ordenanca, que no con favor y espaldas de los bergantines,
avia mas que pedir: ó segund la cuenta que é juntarse con la guarnigion de Cuyoacan,
los capitanes dieron, passabandecinqüenta para que después quel general entrasse
mili hombres de guerra, Ios#quales fueron con los bergantines por las lagunas, el di-
muy bien resgebidos é apossentados. É cho alguagil mayor assentasse sus reales
aquesta gente de Tascalteca fué muy grand donde le paresgiesse que convenia. Para
parte de los buenos subgessosde los chrips- los trege bergantines, con quel general avia
tianos é de la próspera definición questa de entrar por la laguna, dexó tresgientos
empressa tovo, como adelante se dirá. hombros, é los más dellos eran gente de la
DE INDIAS. LID, XXXIII. CAP. XXII. 381
mar é diestros ;j en cada bergantín yban cibdad; que ni fué pequeño ardid é pro-
veynte y cinco españoles, c cada fusta ó vecho á los nuestros ni menor daño á los
navio destos llevaba su capitán é veedor enemigos; antes fué un grande, é notable
é seys ballesteros y escopeteros. principio de su notoria nescessidad.
DaSa la orden que está dicha, los dos Aquel mesmo dia comencaron los capi-
capitanes que avian de estar con la gente tanes de adorescar algunos passos malos
en lascibdades de Tacuba éCuyoacan, se é puentes é acequias que estaban por allí
partieron de Thesayco a los diez dias de al derredor de la laguna, porque.la gente
mayo, é fueron á dormir dos leguas y me- de caballo pudiesse libremente correr á
dia de allí á una buena poblagion, que se unas partes é otras. Y en esto se gastaron
dice Aculman. É otro día se partieron de hasta lo acabar tres dias ó quatro; pero
allí, é fueron á dormir á otra poblagion interviniendo en esse tiempo muchos ren-
que se dige Gilotepeque, ó halláronla des- cuentros y escaramucas con los de la cib-
poblada , porque era ya tierra de los ene- bad; é fueron heridos algunos españoles,
migos. Otro dia adelante en su ordenanza é muertos muchos de los contrarios, é se
procedieron en su camino, ó fueron á ganaron muchas albarradas é puentes, é
dormir á otra cibdad que se dice Guanti- ovo hablas é desafios particulares entre
can, ó también la hallaron despoblada, é los de la cibdad é los do Tascalteca, que
aquel dia passaron por otras dos cibdades eran cosas notables é para no se poder
é poblaciones que estaban assimesnio des- ver sin admiración, considerando la aten-
pobladas. É a hora de vísperas entraron ción ó puntos de honor que de ambas par-
en Tacuba, en la qual tampoco hallaron tes guardaban, é capitulaban assi á la
gente, é apossentáronse en las casas del mente y emproviso, é tan diestra é regla-
señor de allí, que son muy hermosas é da forma, que con acuerdo é por escripto
grandes; é aunque era ya tarde, dieron entre otras gentes no se pudiera hager
una vista los naturales de Tascalteca por mejor. É quaudo de cuerpo á cuerpo uno.
las entradas de dos calcadas de la cibdad por uno avian batalla, las armas del ven-
de Temistitan, é pelearon dos ó tres ho- gido tomaba el vencedor, sin que los con-
ras valientemente con los de la cibdad, é trarios lo impidiessen ni lo tentassen es-
como la noche los departió, so tornaron á torbar.
Tacuba sin peligro alguno. El capitán Chripstóbal de Olit con la
Otro dia siguiente por la mañana, por- gente que avia de estar en guarnigion en
que el general en la instrucion que les la cibdad de Cuyoacan, que está dos le-
avia dado les ordenó que quitassen el guas de Tacuba, se partió, y el capitán
agua, que por canos va á la cibdad de Te- Pedro de Al varado se quedó en guarni-
mistitan, acordaron de ponerlo en obra; y gion con su gente en Tacuba, donde cada
el uno dellos con veynte de caballo é algu- dia tenia escaramucas é convenia pelear
nos ballesteros y escopeteros fué al nas- con los enemigos. É aquel dia quel capi-
cimiento de la fuente, que está un quarto tán Chripstóbal de Olit se partió para
de legua de allí, ó rompió é cortó los ca- •Cuyoacan, llegó allá á las diez horas del
nos , que eran de madera é de cal é can- dia, é apossentóse en Jas casas del señor
to, é peleó valerosamente con los de la de aquella cibdad, la qual estaba despo-
cibdad, que se lo resistían por la tierra é blada, é otro dia fueron á dar vista á la
por el agua; mas al fin los desbarató é calgada, que entra en Temistitan, veynte
dio conclusión á lo que yba, que era qui- de caballo ó algunos ballesteros é hasta
tarles el agua dulce que entraba en la seys ó siete mili indios de los de Tascal-
382 HISTORIA GENEI1AL Y NATURAL
toca, é hallaron muy apercebidos los con-- otro cada dia, é los de caballo corrian la
trarios', é rota la calcada, é fechas mu- tierra, porque estaban cerca los unos de
chas albarradas, é pelearon con ellos, é los otros, é alanceaban assaz de los ene-
los ballesteros mataron á algunos é hirie- migos, ó de la sierra recogían mucho
ron á muchos, y en seys ó siete días con- mahiz para sus reales, ques el principal
tinuos no faltaron escaramuzas. É una no- pan é mantenimiento destas partes: ó aun
che á media noche llegaron á gritar á los afirmó en su letra Hernando Cortés al Em-
del real gíertas velas de los de la cibdad, é perador que hace mucha ventaja al mahiz
las velas de los españoles apellidaron al de aquestas nuestras islas. Lo qual ni
arma, é salió la gente é no hallaron nin- apruebo ni lo contradigo, porque aqui en
guno de los enemigos, porque desde Ie- esta Isla Española hay mucha simiente
xos del real avian dado la grita ; de que del mahiz de la Nueva España é de lo na-
se avia recrescido el temor. É cómo la tural de la Isla, é segund la bondad de la
gente nuestra estaba dividida en tantas tierra, donde ello se siembra, assí respon-
partes, los de las dos guarniciones des- den los fructos, é son buenos ó mejores
seaban quel general Ilegasse con los ber- unos que otros. Dexemos esto, ques pa-
gantines; y entro tanto queyba en aque- ra otro lugar, é tornemos, al cerco de Te-
llos seys dias sé juntaban los de un real é ñí isti tan.

CAPÍTULO XXHí.
Cómo el general-Hernando Corles entró en la laguna con ios bergantines, 6 combatió c iomó el peñón de
Iztapalapa; é cómo rompió é desbarató la flota de las canoas de los enemigos con mucha victoria; e cómo
fue cercada la grandeibdad de Temistitan, ¿ fué combatida mucha parte della ¿ por muchas parles; é có-
mo fué en socorro délos españoles la gente de don Hernando, señor deThesayco, con más de cinqüenla
mil! hombres, con Josqualcs eran ya más de ciento é treynta mili indios ¡os amigos, que en nuestro exér-
cito estaban en favor c ayuda de los españoles contra Temistitan.

¿ntendido queda por los capítulos pre- general de entrarse en ellos, porque el ma-
cedentes cómo quedaban en Thesayco yor riesgo é aventura se esperaba por el
Hernando Cortés é trescientos españoles agua (puesto que de personas principales
ó los trece bergantines, para que en sa- de su compañía fué requerido en forma:
biendo que "las guarniciones é gente que que se fuesse con las guarniciones, por-
envió por tierra estaban en los lugares é que ellos pensaban quellas llevaban lo
partes que avian de assentar sus reales, mas peligroso), é conosgia el general que
el general se embarcasse é diesse una los marineros é gente de la mar que lle-
vista á la grand cibdad de Temistitan, é vaba es gente que ha menester rienda y
hiciesse algún daño en las canoas de la espuelas para refrenar sus cosas, é para
flota contraría. Y aunque el general des- animarlos en su tiempo, escogió su com-
seaba mucho yrse por tierra, por dar or- pañia. É otro dia después de la fiesta de
den en los reales, cómo los capitanes ya Corpus Chripsti, viernes, al quarto del
dichos eran valerosos y experimentados alba, mandó el general salir de Thesayco
cavalleros, de quien se podía muy bien á Gongalo de Sandoval, alguacil mayor,
confiar lo que tenían entre manos y era á con su gente, é que se fuesse derecho á
su cargo, é lo de los bergantines era de la cibdad de Iztapalapa, que estaba de
grandíssima importancia, ó se requería allí seys leguas pequeñas; é á poco más
grand concierto é cuydado, determinó el de medio dia llegaron á ella, é comenca-
DE INDIAS. Lffi. XXXIII. CAP. XXIII. 383
ron á la quemar, é pelearon con la gente cómo los de Iztapalapa avian hecho las
della; é cómo vieron el granel poder quel ahumadas desde las torres de sus templos
alguacil mayor llevaba, que eran más de de aquellos sus ydolos, que estaban en
treynta y cinco ó quarenta mili hombres un gerro muy alto junto á su cibdad, los
délos amigos confederados, acogiéronse de Temislitan é de las otras cibdades que
al agua en sus canoas. Y el alguacil ma- estaban en el agua, conosgieron quel ge-
yor con el exérgito se apossentó en aque- neral entraba ya por la laguna con los
lla cibdad, y estovo en ella aquel día es- bergantines, y encontinente se juntó tan
perando lo quel general le enviasse á man- grand flota de canoas para la resisten-
dar, é aquel mesmo dia se avia fecho á *gia, é yr á tentar qué cosa eran estos ber-
la vela é al remo con los bergantines; y gantines; é á loque los nuestros pudie-
en la sacón quel alguacil mayor combatía ron considerar juzgaron que passaban de
á Iztapalapa, llegaron los bergantines á quinientas canoas, las quales se fueron
vista de un cerro grande é fuerte, que es- derechamente hágia donde venia el gene„-
tá gerca de la dicha cibdad é todo en el ral, el qual é la gente que avian saltado
agua, en el qual avia mucha gente, assi en el peñón ques dicho, se embarcaron á
de los pueblos de al rededor de la laguna mucha priessa. É mandó el general á los
como de Temistítan, porque ya los ene- capitanes de los bergantines que en nin-
migos sabían quel primero rencuentro avia guna manera se moviessen, porque los de
de ser con los de Iztapalapa, y estaban las canoas acometiessen la batalla, cre-
allí para defensa suya é para ofender, si yendo que por su moltitud los nuestros no
pudiessen. E cómo vieron llegar nuestra osaban salir á ellos: é assi fué que los
flota, comencaron de apellidar é hager enemigos dieron pringípio con mucho ím-
grandes ahumadas, porque todas las cib- petu á caminar, mostrando qué querían
dades de la laguna lo supiessen y esto- embestir y encontrar los bergantines; mas
viessen apercibidos; é aunque el inten- seyendo á dos tiros de ballesta, repararon
to del general era yr á combatir la par- y estuvieron quedos; ó cómo el general
te de la cibdad de Iztapalapa que está desseaba mucho que! primero rencuentro
en el agua, revolvió sobre aquel ger- fuesse fructuoso, é se hígiesse de mane-
ro ó peñón ques dicho, é saltó en él ra que cobrassen temor de los berganti-
con giento y ginqüonta hombres, é non nes (porque la llave de toda la guer-
obstante su altura é que era áspero é con ra estaba en ellos,'y la cosa del mundo
mucha dificultad se avia de subir, dióse de quien podían resgibir más daño los
tal recabdo, que por fuerga les ganó las contrarios, é aun también los nuestros,
albarradas que en la cumbre del gerro te- era por el agua) quiso Dios que vino un
nían fechas para su defensa los contrarios, viento de la tierra muy favorable para
é ninguno dexaron á vida, ni escapó de- embestir con ellos, é mandó luego á los
Ilos sino las mugeres é niños. capitanes que rompiessen por la flota de
las canoas é las siguiessen hasta las en-
En este combate quedaron heridos
gerrar en la cibdad de Temistitan. É có-
veynte y ginco españoles; pero la victo-
mo el viento fué muy al propóssito de los
ria ó manera del fecho fué un trange que
españoles, aunque huyeron los contrarios
meritamente debe ser muy loado, é á la
quanto pudieron, embistieron rompiendo
vista muy dubdoso el fin que avia de te-
por medio de la flota enemiga, é quebra-
ner, considerando el assiento é dispusi-
ron muchas canoas, é murieron á manos
gion fuerte de aquel peñón, é la forma
de los chripsíianos muchos indios, é aho-
de cómo fué combatido é sobjuzgado. Pue3
384 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
gáronsc muchos más, é* fué una cosa de assi Fueron más de una legua grande, si-
mucha victoria é para dar muchíssimo guiendo la victoria por la calcada hasta
contentamiento é alegría á los vencedo- llegar adonde el general avia parado con
res, é á quantos lo miraban que cathóli- los bergantines.
cos fuessen; c de mucha tristcca é casti- Estos bergantines fueron bien tres le-
go á los enemigos. El alcance so continuó guas, cómo es dicho, dando caca á las
bien tres leguas hasta encerrar las canoas canoas, las quales se escaparon, llegán-
en las casas de la cibdad; é assi escribió dose entre las casas de la cibdad; é có-
Hernando Cortés al Emperador, nuestro mo era ya tarde, mandó el general reco-
señor, quel vencimiento fué muy mayor ger á los bergantines, é llegóse con ellos
é mejor que lo pudieran aver pedido hom- á la calcada, é allí saltó en tierra con
bres humanos. treynta hombres para ganar dos torres
Los de la guarnición ó real de Cuyoacan pequeñas de aquellos sacrilegos oratorios
podian mejor que los de la cibdad de Ta- ó templos, que estaban cercados de un
caba ver este rompimiento, é cómo vie- muro de cal é canto, donde no faltó .re-
ron todas las tregc velas por el agua , é sistencia de la parte contraria ; poro al fin
que les hagia tan buen tiempo é desbara- las ganó, é higo sacar en tierra tres lom-
taban las canoas, ovieron grandíssima ale- bardas de hierro que llevaba. É porque
gría , porque ambas guarniciones estaban de lo que restaba de la calcada desde allí
entre inumerables enemigos, tanto que á la cibdad, que era media legua, estaba
parescia misterio no los acometer, por ser todo lleno de los enemigos, é de la una
los chripstianos tan pocos en número (non parte é otra de la calcada, que era todo
obstante sus valederos: que todo era po- agua, lleno de canoas con gente de guer-
co á respecto de la inumerable cantidad ra , higo cargar el un tiro de aquellos é
de los adverssarios), puesto que los chrips- pegáronle fuego, é fué la pelota por la
tianos estaban determinados de morir ó calgada adelante hagiendo mucho daño
vencer, como hombres que ningún otro re- en los enemigos. É por descuydo del ar-
medio ni socorro tenían sino es el de Dios tillero, assi cómo tiró, se engendió la pól-
(ques el mayor de todos) é sus armas. É vora que le quedaba, lo qual si no inter-
cómo los de la guarnición de Cuyoacan viniera, se pudieran hager otros tiros se-
vieron yr nuestra armada en seguimiento mejantes ; pero el general proveyó luego
de la contraria flota, tomaron su camino, que un bergantín fuesse á Iztapalapa, de
assi los de pié cómo los de caballo' que donde truxo más pólvora.
allí se hallaron, para la cibdad de Temis- Ganadas las torres ques dicho, el ge-
titan con su capitán Chripstóbal de Olit, é neral assentó allí real, é ordenó que los
pelearon muy reciamente con los indios bergantines estoviessen allí junto de las
que estaban en la calcada, é ganáronles torres, é que Ja mitad de la gente de
las albarradas que tenian fechas; é les to- Cuyoacan é otros ginqüenta españoles del
maron é passaron á pié é á caballo mu- alguagil mayor se viniessen allí otro dia;
chas puentes que tenian quitadas; é con é proveydo aquesto, púsose aquella noche
el favor de los bergantines que yban cer- mucho recabdo en las velas, porque es-
ca de la calgada, los indios de Tascalte- taban en grand peligro, é toda la gente
ca, nuestros confederados, seguían á los de la cibdad acudia allí por la calgada é
enemigos, ó dellos mataban é dellos se por el agua. É á media noche llegó grand
echaban a! agua de la otra parte de la moltitud de canoas é gente, é también
calcada por dó yban los bergantines. É por la calgada, á dar en el real del gene-
BE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXIII. ;ÍR:;

ral, é pusieron á los nuestros en mucho co passar de la otra parte quatro de los
temor é rebato por ser do noche, cosa bergantines, de los quales huyeron las
muy apartada de la costumbre de los in- canoas hasta se meter entre las casas de
dios, é que en tal tiempo ni suelen aco- la cibdad, en tal manera que no osaban
meter , ni se avia visto que de noche se salir á lo largo! E por la otra parte de la
moviessen ni osassen pelear, si no fuesse calcada los ocho bergantines peleaban
con sobrada victoria. Más cómo los espa- con las canoas, é las encerraron assimes-
ñoles é su general estaban apercibidos é mo entro las casas, é aun entraron por
prontos á la defensa, pelearon con los entre ellas, puesto que hasta estonces no
enemigos, é desde los bergantines, por- lo avian osado hacer, porque avia muchos
que cada uno traia un tiro pequeño de baxos y estacas que lo estorbaban; é ha-
pólvora, comengaron á soltarlos, é los llaron canales, por donde entrar seguros,
ballesteros y escopeteros hacían lo mes- é peleaban con los de las canoas, ó toma-
mo, é paresgia una música do diverssos ron algunas dolías é quemaron muchas
tortos é general temor á los contrarios, é casas del arrabal de Temistiian; é aquel
fué cosa tan nueva, ó no usada para ellos, dia todo fué batalla é se gastó en pelear
que presto se retiraron á fuera, é no con continuamente.
pequeño daño suyo; é assi no so osaron Otro dia adelante el alguacil mayor con
llegar mas adelante, ni su rebato fué de la gente que tenia en Iztapalapa, assi de
manera que hiciesse daño sino á sí mes- españoles como de amigos confederados,
mos. É desta forma aquella noche no se se partieron para Cuyoacan: é desde allí
tovo otra quietud hasta quel siguiente día hasta la tierra firme hay una calcada, que
en esclaresciendo llegaron al real de la tura legua é media; é cómo el alguacil
calcada, donde el general estaba, quin- mayor comencé'á caminar, á un quarto
ce ballesteros y escopeteros, ó hasta cin- de legua llegó á una cibdad pequeña, que
qüenta hombres otros de espada é rode- también está en el agua, é por muchas
la , é hasta ocho de caballo de la guarni- partes della se puede andar á caballo: é
ción de Cuyoacan. Y en el instante los los naturales de allí comengaron á pelear
de la cibdad por la calcada y en canoas con él, ó desbaratólos é mató muchos de-
ya peleaban con la gente del general inu- llos é quemóles la cibdad.
merables enemigos, con tanta grita éalha-
Avia sabido el general que los indios
rido que parescia que atapaban los senti-
avian rompido mucha parte de la calca-
dos de los hombres é los atemoricaban: é
da é no podia la gente passar bien, é por
por la calcada adelante el general, ani-
esto envióles dos bergantines para que les
mando su gente, ganó una puente que es-
ayudassen á passar, de los 'quales hicie-
taba quitada é una albarrada que avian
ron puente por donde los peones passa-
fecho á la entrada; é con los tiros é con
ron: é desque ovieron passado, se fueron
los de caballo hícose tanto daño en los
á apossentar á Cuyoacan, y el alguacil ma-
contrarios, que quassi los encerraron has-
yor con diez de caballo tomó el camino
ta las primeras casas de la cibdad. É por-
de la calcada, donde el general tenia pues-
que de la otra parte de la calcada, cómo
to real, é quando llegó, hallóle peleando.
los bergantines no podían passar allá, an-
Y el alguacil mayor é los que con él yban
daban muchas canoas, de flecheros é ha-
se apearon y entraron en la batalla, que
cían mucho daño con flechas ó varas que
estaba muy trabada, é con una vara hi-
tiraban á la calcada, higo el general rom-
rieron al alguagil mayor é le atravessa-
per un pedaco della junto á su real, ó hi-
TOMO III. ron un pié, 6 hirieron á otros españoles;
49
386 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mas con el artillería y escopetas é balles- la mar Occana en el reyno de Suecia ó de
tas se higo tanto daño en los indios, que Godos, como más largamente paresge por
ni los de las canoas ni los de la calgada la nueva geographia del dotto é moderno
se osaban llegar tanto á los nuestros co- auctor Olao Gotho, natural de aquellas par-
mo solian, é mostraban algún íemor co- tes). Pero nuestra Temistitán tiene mucha
mo escarmentados ó lastimados, É assi es- similitud á la insigne cibdad veneciana,
tuvieron seys dias, sin que faltassen nue- ó á la ques dicho quanto al assicnto, por
vos combates de la una parte á la otra: é estar en el agua con tan soberbios é gran-
los bergantines yban quemando al rede- des edeficios, que sin verlos seria dificul-
dor de la cibdad todas las casas que po- toso poderse loar tan enteramente como
dían, é descubrieron canal, por donde po- en sí son magníficos é famosos. É puesto
dían al rededor entrar por los arrabales que Venegia está en el agua é mar ques
de la cibdad é llegar hasta lo gruesso de- dicho, é también aquella su villa de Mu-
lia, que fué cosa muy venturosa. É assi ran, donde se*}]age aquel vidrio tan pre-
cessó la vejación de las canoas, que ya gioso que á todos exgede, ó como está
no» osaba asomar alguna ni acercarse al dicho de la cibdad Upsalense en Suegia ó
real con un quarto de legua. Gogia, estotra nuestra Temistitan está en
Extraño gerco, é para más que hom- aquella grand laguna salada, é otras cib-
bres tan alta é dificultosa empressa ; por- dades sufragáneas á ella, que en los capí-
que era imposible á los humanos acabar- tulos pregedentes se han nombrado: fas
la sin obrar Dios de su poder absoluto en quales é cada una dellas no se pueden ver
ello, por la manera é dispusigion del as- sin admiragion; é cada calgada de aque-
siento, en que está la cibdad de Temis- llas, que assi sumariamente la historia ha
titan ; é otras están dentro de aquellas la- memorado, es edefigio para ocuparse en
gunas que la historia ha dicho, ó quassi él con mucho tiempo ó gasto: y en más
como la antigua é noble é poderosa é se debe tener que aquellos tan famosos
grande cibdad de Yenecia: la qual des- muros de Troya, de quien tantos renglo-
pués que Troya fué destruyda por los nes é auctores hablan. Dexemos viejas
griegos, la pobló Antenor ó su gente, el historias, é tornemos á la nuestra moder-
qual capitán le dio principio, é á Adria, na é maravillosa, peregrina, édina de mili
que está junto á la mar de Esclavonia, de cscriptores.
la qual se llama aquel, mar Adriático, Estando las cosas en el estado que es-
segund escribe Justino en la abrevia- tá dicho, el comendador Pedro de Alva-
ción de Trogo Pompeyo *. Maravillo- rado, que estaba por capitán de Ja guar-
so edeficio, ó opulenta ó rica cibdad é nición é gente que residía en la guarda
república de las más nobles que en el de la cibdad de Tacuba, dio notigia por
mundo se sabe, é de las que mejor son una carta suya al general, cómo por la
gobernadas. É aunque en el mundo hay otra parte de la cibdad de Temistitan, por
otros edeficios é poblaciones fundadas en una calgada que va á unas poblagiones de
el agua, assi cómo la metropolitana é no- tierra firme, é por otra pequeña que es-
ble cibdad de Upsalense Real Stocol- taba junto á ella, los de Temistitan entra-
mensi, puesta en torno con arte é indus- ban é salian, quando querían; é que creía
tria, é con valientes é ricos cibdadanos, que viéndose en aprieto, se avian de salir
é muy fortíssima (la qual está puesta en todos por allí (puesto quel general más

i Jusüno, lib. XX.


DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXIII. 387
desseaba su salida quellos mesmos, por- pre estaban en Cuyoacan, é más de diez
que mejor se pudiera aprovechar dellos mili indios nuestros amigos. Assimesmo
en el campo que no dentro de tan fortís- mandó el general al alguagil mayor é á
sima cibdad, en el agua puesta como es Pedro de Alvarado, que por sus estangias
dicho); pero para que estoviesse del todo acometiessen aquel dia á los de la cib-
gercada, é los de dentro no se pudies- dad, porque el general quería ganar por
sen aprovechar en cosa alguna de la tier- su parte todo lo que más pudiesse.
ra firme, puesto que! alguagil mayor es- É assi el general salió á pié del real por
taba herido, mandóle que fuesse ó sentar la mañana, é siguió por la calgada ade-
su real á un pueblo pequeño, adonde yba lante, é luego halló los enemigos en de-
á salir una de aquellas dos calgadas. El fensa de una quebradura que tenían fecha
qual, con veynte y tres de caballo é gicnt en ella tan ancha como es luenga una lan-
peones é diez y ocho ó veynte balleste- ga , é otro tanto era honda, y en ella te-
ros y escopeteros, fué allá é assentó su nían fecha una albarrada, é pelearon muy
real donde le fué ordenado; é assi quedó valientemente de .ambas parles, é al fin
gercada la grand cibdad de Temistitan se les ganó: é siguieron por la calgada
por todas partes, sin que por alguna cal- adelante hasta llegar á la entrada de la
cada pudiessen entrar ni salir los enemi- cibdad, donde estaba una torre de aque-
gos. llos ydolos questa gente adoran, é al pié
En el real de la calgada tenia el gene- della una puente muy grande levantada,
ral dosgientos infantes españoles, en que é por ella atravessaba una calle de agua
avía veynte y cinco ballesteros y escope- muy ancha, con otra albarrada fuerte,
teros, sin la gente de los bergantines, que donde se trabó la batalla de manos por
eran más de dosgientos y cinqüenta hom- ambas partes muy porfiada; mas como
bres; é cómo estaban en algún aprieto los los bergantines peleaban por los lados,
contrarios, é avia mucha gente de guer- ganóse sin peligro, lo qual fuera impo-
ra de los amigos confederados, determi- sible sin ellos. É cómo los indios co-
nó de entrar por la calcada a la cibdad mengaron á desamparar el albarrada,
todo lo que pudiesse, é que los berganti- los de los bergantines saltaron en tier-
nes de la una parte é otra de la cibdad ra, é los nuestros passaron el agua, 6
estoviessen para hager espaldas: é mandó también los de Tascalteca é Guaxogin-
que algunos de caballo é peones de los go é Calco é Thesayco, que eran, más de
que estaban en Guyoacan se viniessen al ochenta mili hombres. Y entre tanto que
real, é que diez de caballo se quedassen se gegaba con piedra é adoves aquella
en la entrada de la calgada, hagiendo es- puente, los españoles ganaron otra albar-
paldas al general é á los que quedaban en rada que estaba en la calle, que es la más
Guyoacan, porque los naturales de la cib- pringipal é más ancha de toda la cibdad;
dad de Suchimilco é Culuacan é Iztapala- é cómo aquella no tenia agua, fué fágil de
pa é Chilibusco é Mericalgingo é Cuita- ganar, é siguióse el alcange tras los ene-
guacad é Mizquique, que están en el migos por la calle adelante hasta llegar á
agua, estaban rebelados, y eran en fa- otra puente que tenían algada, salvo una
vor de los de la cibdad de Temistitan; é viga ancha por donde passaban, é'pues-
queriendo estos tomar las espaldas á los tos por ella é por el agua en salvo, qui-
nuestros, estaban seguros con los diez ó táronla de presto, é de la otra parte de
doge quel general mandó andar a caballo la puente tenían fecha otra albarrada
por la calgada, é otros tantos que siem- grande de adoves é barro. É cómo los
388 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nuestros llegaron a ella, no podian passar ampararon , ó los nuestros le ganaron é se
sin echarse al agua, é aquesso era muy apoderaron del é de las torres. Cómo los
peligroso por la resistencia é buena vo- de la cibdad se reconoscieron é vieron
luntad con que los indios Jo defendian: ó que no avia gente de caballo, volvieron
de la una parte é de la otra de la calle sobre los españoles como leones ferocíssi-
avia infinitos dcllos, peleando con mucha mos, é por fuerca do armas los echaron
atención y esmerco desde las acoteas. fuera de las torres é de todo el patio ó
Mas llegóse copia de ballesteros y esco- circuyto ya dicho: é vióronse en mu-
peteros, é con dos tiros de pólvora por cho peligro los nuestros, ó hicieron rostro
la calle adelante se higo grand daño, é debaxo de giertos portales de aquel pa-
mataron indios á pares, ó ciertos españo- tio , é de allí se retruxeron á la plaga} é
les se lancaron al agua é passaron del de allí los echaron también hasta los me-
otro cabo; mas todavia turó dos horas ter por la calle adelante, de tal manera,
grandes en ganarse aquello. Pues cómo quel tiro que allí estaba fué desamparado,
los enemigos vieron passar los chripstia- 6 aun perdieran con él las vidas muchos
nos , desampararon el albarrada é las aco- chripstianos, si no llegarán tres do caba-
teas, é volvieron las espaldas la calle ade- llo, que entraron por la plaga adelante. É
lante, é assi ovo lugar que passasse toda cómo los enemigos los vieron, demás del
nuestra gente, y en la hora se comengó á temor grandíssimo que á los caballos te-
cegar aquella puente é deshacer el albar- nían , creyendo que eran muchos más,
rada. Y en tanto los españoles é sus ami- comengaron á huyr; é mataron algunos
gos confederados siguieron el alcance la dellos, é ganáronles el patio é gircuyto
calle adelante, bien dos tiros de ballesta, que se dixo de susso: y en la torre más
hasta otra puente que está junto á la pla- pringipal é alta del, que tiene más de
ca de los principales.apossentos de la cib- gient escalones ó gradas hasta llegar á lo
dad; y esta puente no la tenían quitada alto, higiéronso fuertes allí diez,ódoge in-
ni avia albarrada en ella, porque no pen- dios pringipales de la cibdad, é quatro ó
saron los de la cibdad que aquel día ni en ginco españoles subieron por fuerca, aun-
otros muchos se la avian de ganar ni lle- que les ora bien defendido, é mataron
gar allí los chripstianos, ni aun los nues- aquellos indios. En la qual sagon llegaron
tros pensaban conseguir la mitad de lo otros ginco ó seys cavalleros, los quales
que se higo aquel dia. A la entrada de la ó los tres primeros se pusieron en una ge-
placa se assestó un tiro, ó con él resce- lada, 6 quando fué tiempo salieron é ma-
bian mucho daño los contrarios, porque taron más de trcynta de los enemigos; é
eran tantos que no cabían en ella: é como cómo ya era tarde, mandó el general re-
los españoles vieron que allí no avia agua, coger la gente, é quando se retraian, car-
determinaron de les entrar la placa, é los gaba tanta moltitud de los adverssarios,
de la cibdad, viendo su determinación é que si no fuera por los de caballo, resge-
la moltitud de los confederados con los bieran mucho daño los nuestros. Mas có-
chripstianos (aunque de aquellos sin los mo todos los malos passos de la calle ó
españoles ningún temor tovieran), pusié- calgada, donde pudiera aver peligro al
ronse en huyda, é fueron seguidos hasta tiempo de retraer, ya el general los avia
íos encerrar en el circuyto de sus ydolos, hecho adovar, podian muy bien entrar ó
el qual es cercado de un fuerte muro de salir por ellos los de caballo; é cómo los
cal y canto, é no menor que una villa de enemigos venian dando en la regaga de
quatrocientos vecinos; pero luego le des- nuestra gente, revolvían los de caballo
DK INDIAS. LID. XXXIII. CAP. XXIIJ, 369
sobre ellos, é siempre alanceaban é ma- principales, á la devoción ó amor á los
taban algunos. É porque la calle era muy españoles, porque aun no estaban confir-
luenga, ovo logar de hacer lo ques dicho mados en esto, como después lo estovie-
quatro ó cinco veces, é puesto que vian ron. É cada dia venían al dicho don Her-
que se les hacia mucho daño, é de cada nando muchos señores y hermanos suyos,
vuelta los ginetcs vertían mucha sangre ofresciéndosele de ser en favor de los
de los de Temistitan, vonian tan ra- chripstíanos é pelear contra los de Temis-
biosos como canes dañados, que pares- titan é México é Culua; é cómo este don
cia que ni estimaban la vida ni temían la Hernando era muchacho é tenia mucho
muerte, é no dexaban de seguir á los es- amor al general é á los españoles, é co-
pañoles; É todo el día se gastaba de la noscia la grandíssima merced, que en nom-
manera que está dicha, sino que ya ellos bre del Emperador ó de Sus Magestades
tenían tomadas muchas acoteas que salen se le avia fecho en darle tan grand seño-
á Ja calle, é los de caballo desta causa río , aviendo otros que le precedían en el
resccbian mucho peligro, é assi convino derecho de aquel estado, como grato se-
que se retruxessen al real, é plugo á Dios ñor , trabaxaba quanto le era posible en
que sin muerte de chripstiano alguno, que todos sus vassallos fuessen á pelear
puesto que ovo heridos.; mas quedó pues- contra los de Temistitan, é que se pusies-
to fuego á las más é mejores casas de sen en los trabaxos é peligros en que en-
aquella calle, assi porque no les faltasse tendía estaban ocupados los españoles,
qué hacer aquella noche, como porque sirviendo á Dios é á Sus Magestades, pa-
quando otra vez por allí entrassen los ra que con ellos gocassen juntamente de
nuestros, no pudiesscn los enemigos ofen^ la victoria. É habló con sus hermanos,
derlos desde los terrados é acoteas* ..• que eran seys ó. siete, todos mancebos é
Este mcsmo día el alguagil mayor Gon- bien dispuestos, é díxoles que les rogaba
calo de Sandoval, y el comendador Pedro que con toda la gente de su señorío fues-
de Alvarado é su gente pelearon muy re- sen á ayudar al general; é á uno dellos,
ciamente cada uno del los por la parte que llamado Ystrusichil, de edad de veynte y
guardaban contra los de la cibdad, É al tres ó veynte y quatro años, muy esfor-
tiempo del combate estaban los unos dé zado é amado y estimado entre aquella su
los otros ó de donde el general estaba á generación por su valerosa persona y ex-
una legua é legua y media, porque se piriencia, hícole su capitán general, y
extiende tanto la población de la cibdad, envióle á nuestro campo: é llegó al real
que scgund Hernando Cortés escribió á de la calgada con más de treynta mili
Cóssar antes disminuía la distancia en lo hombres do guerra muy bien aderesca-
ques dicho: de lo qual se puede colegir dos á su costumbre; ó á los otros dos rea-
la grandeca de Temistitan. les yrian otros veynte mili hombres, á los
quales el general, rescebió graciosamente,
Pelearon este dia los amigos confede-
agradesgiéndoles mucho su buena volun-
rados que estaban en compañía de aque-
tad é obra, é quedaron sirviendo donde
llos capitanes muy osadamente, é no res-
les fué ordenado.
gebierondaño ni dcxaronde hacerle gran-
de en los contrarios. En la continuación desta conquista pa-
En aquesta sacón don Hernando, señor rescerá al que lee, como es racon que as-
de Thesayco é de la provincia do Culua- si lo crea; que tan señalado é grand so-
can, procuraba de atraer á todos los na- corro por un solo vassallo ó señor que era
turales de su señorío, en especial á los Estado de un grand rey,é no poco pode-
390 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
roso, enviando cinqiienta mili hombres padres é hijos, que de todos estos debdos
fuera de su señorío, é tales; pues por es- avia entrellos; pero el tiempo es causa de
te exérgito se puede colegir que queda- tales mudangas, y el offigio del mundo
ban en su tierra otros muchos, allende de no consiente que haya en la tierra cosa
la otra gente inútil para las armas. Et qual permanesgiente muchos siglos, sin que se-
socorro fué de mucho pessar é dolor para mejantes diferencias é revoluciones de es-
los deTemistitan, en ver yr contra ellos á tados prueben los hombres, para que me-
los que poco antes tenían por vassalios, é jor entiendan é conozcan á Dios.
por amigos é parientes y hermanos, y aun

CAPÍTULO XXIV.

En que se tracta cómo la segunda vez combatió el general Hernando Cortés é Jos españoles é confederados
amigos suyos la grand cibdad de Temistitan, é se Lieo mucha matanca y estrago en los contrarios, é de
algunos fechos notables que aquel día é otros acaeseieron *.

JLIesde á dos dias que passó el combate metieron ellos que lo cumplirían con toda
de la cibdad, segund que se díxo en el fidelidad. Mucha ragon tenían nuestros
capítulo de susso, é llegada ya la gente y españoles de holgar con esta nueva amis-
exérgito del príncipe don Hernando, se- tad; porque si algún daño podían resge-
ñor de Thesayco é Aculuacan, en socorro bir los del real de Cuyoacan avia de ser
é ayuda de los españoles, vinieron á por parte destos nuevos confederados, ó
ofrescerse por vassalios de Sus Magesta- con tal amígigia gessó este inconviniente.
des é de su corona real de Castilla los na- De la parte del real de la calgada, por
turales de la cibdad de Suchimilco, que donde el general estaba, ya se ha dicho
está en el agua é laguna grande, é gier- que avian quemado los de los bergantines
tos pueblos uiumies, que es gente serra- muchas casas en los arrabales de la cib-
na é de más copia que los de Suchimilco dad, é no osaba paresger canoa alguna
(y eran esclavos del señor de Temistitan]. por todo aquello. Paresgióle al general
É suplicaron al general Hernando Cortés, que para su seguridad bastaba tener en
que íes perdonasse la tardanca de haber torno de su real siete bergantines, é de
venido tan tardo á hacer lo que debían; y los otros seys restantes envió los tres al
él los resgebió muy bien é les dixo que real del alguagil mayor, é los otros tres
holgaba mucho con su venida , é que se- al del comendador Pedro de Alvarado; é
rian tractados é gratificados é tenidos en mandó á los particulares capitanes de es-
justicia, como buenos vassalios del grand sos seys bergantines que por la parte de
Rey de Castilla, nuestro señor; é que en aquellos dos reales estoviessen avisados,
él hallarían su persona aparejada para los porque los de la cibdad se aprovechaban
complager é dar todo favor é ayuda, si mucho de la tierra en sus canoas, é me-
ellos hiciessen lo que debían hager en ser- tían agua ó fructas é mahiz é otras vitua-
vigio de Sus Magestades: é assi lo pro- llas é refrescos, é que se lo excusassen.

* De este epígrafe quilo Oviedo ías siguientes nía , de las quales en otra parte en los capítulos pre-
cláusulas : «Ecómo Hernando Corles hico quemar cedentes desta historia se ha fecho mención, en es-
pierias casas principales de las que Montecuma te- pecial en et capítulo X del presente libro.»
DK INDIAS. Lili. XXXHÍ. CAP. XXIV. 391
Y envió á mandar á los principales capi- que con ellos tenia ya consultado; é salió
tanes de aquellos dos exérgitos que cor- del real con hasta veynte de caballo é tres-
riessen de noche é de dia los unos é los gicntos españoles é con grandíssimo nú-
otros del un real al otro, porque aprove- mero de los amigos confederados, é siguió
charía mucho esto para hager espaldas á la calgada adelante bien tres tiros de ba-
la gente de los reales todas las -veces que llesta del real, donde ya los enemigos es-
quisiessen entrar á combatir la cibdad. taban esperando con mucha grita é vogi-
Fué tal este proveymiento, que cada no- nas é atambores. É cómo en los tres dias
che hagian los bergantines muchos saltos antes no se les avia dado combate, avian
é tomaban canoas muchas é gente de los deshecho quanto los nuestros avian gega-
enemigos. do del agua, é teníanlo muy más fuerte é
Luego que esto se proveyó, higo una peligroso de ganar que de antes estaba. É
habla pública é general Hernando Cortés los bergantines llegaron por la una parte é
á su exérgito ó campo particular, en que por la otra de la calgada, é cómo con
dixo que tenia determinado desde á dos ellos se podían llegar muy más gerca de
dias de entrar á combatir la cibdad; por los enemigos, hagian mucho daño con las
tanto que les rogaba é amonestaba que ballestas y escopetas; é assi saltaron en
todos viniessen para estonges á punto de tierra, é ganóse la albarrada é puente, é
guerra, porque esperaba en Nuestro Se- passaron los nuestros de la otra parte si-
ñor Dios de conseguir victoria ó dar fin á guiendo á los contrarios, los quales se re-
los trabaxos de todos, ó poner las cosas pararon é atendieron en las otras puentes
en tales térmiuos que con poca fatiga se c albarradas, que. tenían fechas adelante,
acabasse lo que les quedaría por hager las quales, aunque con mayor trabaxo é
para la deíinigion desta conquista ; é que peligro que la otra vez, las ganaron los
en aquello conosgeria de los confederados nuestros, y echaron á los enemigos de to-
si eran fictos ó verdaderos amigos, é qué da la calle é de la plaga de los apossenta-
intengion tenían al servigio de Sus Mages- mientos grandes de la cibdad. É de alií
tades, como buenos é leales vassallos. E mandó el general que no passassen los
los unos é los otros prometieron de hager españoles, porque él con la gente de los
su deber, remitiéndose á la obra. É luego amigos confederados andaba gegando con
higo meter en orden todo lo que era nes- piedra é adoves toda el agua de aquellos
gessario para la jornada, y escribió á los passos, en que ovo tanto que hager, que
otros reales é bergantines lo que tenia aunque para ello ayudaban más de diez
acordado é lo que cada uno avia de ha- mili indios, quando se acabó de aderegar
ger. É llegado el plago, assi como fué de era horade vísperas. Y en todo este tiem-
dia se dixo una missa del Espíritu Sancto, po siempre los españoles é sus amigos an-
que todos los chripstianos oyeron con mu- daban peleando y escarámugando con los
cha de vog ion, é aun los indios, como de la cibdad y echándoles geladas, en
simples é no entendientes de tan alto mis- que murieron muchos dellos; y.el gene-
terio, con admiragion estaban atentos, no- ral con los de caballo anduvo un rato por
tando el silengio-de los cathólicos y el la cibdad, alangeando por las calles don-
acatamiento que al altar y al sagerdote de no avia agua los que alcangaban, de
los chripstianos tovieron hasta, resgebir la manera que los tenían retraydos que no
bendigion. La qual echada, luego el gene- osaban salir á lo firme.
ral informó á los capitanes de lo que avian É viendo el general que los de la cib-
de hager, ó mejor digiendo, les acordó lo dad estaban tan rebeldes é mostraban
39á HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tanta determinación de morir ó defender- porque ya era tarde, el general mandó
se , coligió dos cosas desto: la una, que hacer señal para recoger la gente á su
se avia de aver poca ó ninguna riqueza real; é cómo los de la cibdad vian que se
de la que á él é á los españoles avian qui- retiraba, cargaban muchos sobrellos, ó
tado, quando los echaron de la cibdad: é venían con grand ímpetu dando en la re-
la otra, que daban ocasión c aun forja- troguarda. É cómo toda la calle estaba ya
ban á los nuestros á que totalmente des- buena é aderesgada para poder correr los
truyessen la cibdad é los que dclla que- de caballo, volvían sobrellos-é alancea-
daban, lo qual mucho dolia al general, ban de cada vuelta muchos, é por esso
porque los quería más enmendados ó por no escarmentaban ni dexaban de venir
amigos, é que no se executasse tanto ri- dando grita á las espaldas. Sintieron mu-
gor é muertes de humanos, como estaba cha pena é afrenta este dia los contrarios,
aparejado. E pensaba qué forma podría viendo entrar por su cibdad quemándola
tener para los temoricar de manera que é destruyéndola é peleando con ellos los
viniessen en conosgimicnto de su yerro, é de Thesayco é Calco é Suchimilco é los
del daño que podían rescebir de los nues- ulumies, á nombrándose cada generas-
tros : é no hagia sino quemarles é derri- gion de dónde eran, é por otra parte los
barles las torres de sus abominables ora- de Tascalteca: quellos é los otros les mos-
torios é ydolos é sus casas: é porque más traban sus cibdadanos hechos pedagos,
lo sintiessen, aquel dia higo poner fuego digiéndoles que los avian de genar aque-
á aquellas casas grandes de la plaga (don- lla noche é almorgar otro dia, como de
de la otra vez que le echaron de la cib- hecho lo hagian assi.
dad él.é los españoles estovieron apossen- Escriben que teniendo Sylla gercada á
tados),que eran tan grandes é de tan mag- Athenas, tovieron los de dentro tanta nes-
nífleos apossentamientos, que un podero- gessidad, que después de aver por la ex-
so príncipe con más de seysgientas perso- gesiva hambre comídose todas las bestias,
nas de su casa é servicio se podía apos- coraian los cueros é pellejos, é que algu-
sentar en ellas, é otras que estaban junto nos de los gereados avian comengado á
á estas, que aunque algo menores eran comer de los cuerpos humanos de aque-
muy más frescas é gentiles; é tenia en llos que avian muerto los enemigos; é al
ellas Monteguma todos los linages é géne- tiempo que se tomó aquella cibdad é se
ros de aves, que en aquellas partes é otras metió á saco, los romanos en muchas ca-
muchas avia. É aunque al general le pes- sas hallaron aparejado para comer el man-
saba mucho desto, porque á los contra- jar de cuerpos humanos *. Acá*en esta
rios les pessaba mucho más, determinó conquista no se hagia por nesgessidad el
de las hacer quemar, de lo qual los ene- comer de la carne humana, como lo di-
migos mostraron mucho pessar, é lo mes- ge Appiano é lo toqué de susso, en la
mo les dolió á los otros sus aliados de la guerra de Mitridate é de los romanos.
cibdad de la laguna, porque essos ni otros Más assi cómo mataban al hombre, ní
nunca pensaron que la fuerga do ios le enterraban ni dexaban perder la car-
chripstianos pudiera bastar en ningún ne, ni les negaban á los enemigos que
tiempo á les entrar tan adelante en su cib- assi mataban, si en su poder quedaban,
dad; y esto les puso mucho desmayo. sus cuerpos proprios por sepolturas, é lo
Puesto fuego á las casas ques dicho, tenian por manjar que muy bien les sa-

{ Appiano Alexandrino De bello Slitrídatico.


DE INDIAS. UB. XXX1H. CAP. XX1Y. 39;i
be. Ni podían ver ios ojos de los chrips- ro repartidos entre sí á pedagos, para les
tianos é cathólicos más espantable é abor- hager las obsequias en los asadores é ollas
resgida cosa, que ver en ei real de los é ponerlos en sus estómagos, segund su
amigos confederados el continuo exer- costumbre. É fecha ó dada la señal por
gicio de comer carne asada ó cogida de el general, se retruxeroná su real á des-
los indios enemigos; é aun de ios que ma- cansar , porque la jornada fué de mucho
taban en las canoas ó se ahogaban,é des- cansangio. É los siete bergantines que
pués el agua los echaba en la superficie allí andaban, entraron este dia por las
de la laguna ó en la costa, no los dexa- calles del agua de la cibdad, é quema-
ban de pescar é apOssentar en sus vien- ron mucha parte della.
tres. Los capitanes de los otros dos exér-
Por manera que de la forma que es- gitos ó campos nuestros é los otros se-ys
tá dicho, el general, volviendo á la his- bergantines pelearon muy bien este dia,
toria, trabaxó mucho por su persona y é se retiraron quando fué tiempo con vic-
espíritu este día, é los españoles pelearon toria á sus reales: lo qua!, po r-evita rpro-
como lo acostumbraban con mucho es- lixidad, se dexa de degir, é aun porque
fuerco é buen tiento, é los amigos confe- el general Hernando Cortés en la relación
derados con grand osadia, é por complir que escribe á Céssar no lo dige más par-
su palabra, sacaron hartos de Jos enemi- ticular ni largamente de lo ques dicho.
gos que este dia murieron á cuestas; pe-

CAPITULO XXV.
En que se tracla de otros cómbales que Hernando Corles é los españoles é confederados indios, sus amigos,
dieron á la cibdad de Temisíitan ; c de algunas cosas señaladas que intervinieron en tanlo que aquel cerco
íuró.

v/tro dia siguiente luego por la mañana, Has puentes les ganaban á los contrarios,
después que se dixo missa al general é á porque para ganarlas era forgado echarse
los españoles de su real, volvió a la cib- á nado los españoles é passar de la otra
dad con su gente ó orden acostumbrada, parte; y esto ni podían ni osaban hagerlo
porque los contrarios no toviessen lugar muchos, porque á cuchilladas é á botes
de romper las puentes é hager las albar- de langas resistían los enemigos, defen-
radas; é por bien que madrugaron ios diendo la salida de la otra parte; pero co-
nuestros, de las tres partes é calles de mo ya por los lados no tenían agoteas, des-
agua que atraviessan la calle ó calgada de donde higiessen daño, é desta parte
que yba desde el real hasta las casas gran- los asaeteaban, porque estaban los unos
des de k plaga, las dos dellas estaban co- de los otros á quarenta passos ó menos,
mo los dos días antes, que fueron muy en los españoles cada diaseacresgentaba
regias de ganar, é tanto que turó el com- su ánimo é determinagion de passar, co-
bate desde las ocho horas de la mañana nosgiendo que esta era la voluntad del
hasta la una después de medio dia, é se general, é que cayendo ó levantando, no
gastaron quassi todas las saetas é alma gen se avia de hager otra cosa, porque sabia
de pelotas que los ballesteros y escopete- muy bien reprehender al que mostraba
ros llevaban. Era muy grande el peligro flaquega, é gratificaba é honraba al que
de los nuestros todas las veges que aque- era esforgado é se señalaba en la guerra.
TOMO III. 50
394 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Parescera al letor que pues tanto peli- é se quemaron muchas é buenas casas de
gro rescebian los nuestros en ganar aque- aquella calle. É con esto, llegada la tar-
llas puentes é albarradas , que eran ne- de é hora de retraerse los nuestros, se
gligentes , ya que las ganaban, en no las puso por obra, é no con menos peligro
sostener é guardar, por no volver cada que en ganar las puentes; porque en vien-
dia de nuevo á tomar el mesmo trabaxoé do retirarse los españoles, cobraban los de
peligro tan grande é notorio. La descul- lá cibdad tanta osadía, como si ovieran
pa quel general daba en esto, que á los ávido toda la victoria del mundo, ó como
absentes podría paresger negligengía, es si los chripstianos volvieran huyendo. É
que en ninguna manera se podia hager para este retraer era nesgessarío estar las
otra cosa; porque para ponerse recabdo puentes bien giegas, é lo* gegado igual al
de guarda continua en esto, se requerían suelo de la calle ó calgada, porque los de
dos cosas: ó quel real passára á la plaga caballo pudiessen libremente correr á una
é circuyto de las torres de los ydolos, ó parte é á otra. É assi en el retraer, cómo
que sufigiente número de gente de guer- los enemigos venián cobdigiosos tras los
ra guardasse las puentes que se ganassen, nuestros, algunas veges fingíanlos cortesa-
velando las noches. É de lo uno é de lo nos que huian, por sacarlos é que passas-
otro podia resultar grand daño, é no avia senmás adelante; é revolvíanlos de caba-
possibilidad para ello; porque teniendo el llo sobre los atrevidos, é siempre alangea-
real dentro de la cibdad, era tan popu- ban é mataban diez ó doge ó más de aque-
losa é de tantos enemigos, que cada hora llos más esforgados; é con esto é algunas
é-momento convenia pelear, é tovieran geladas que de parte de nuestro exérgi-
mil rebatos, é los nuestros eran pocos, to los armaban, llevaron los contrarios lo
digo los españoles, sobre cuyos hombros. peor continuamente.
estaba la carga é pesso é vela desta guer- Cosa de admiragion era, pues que les
ra; é si dellos se . oviera de poner essa era notorio el daño (é muy continuo)
guarda, el trabaxo fuera incomportable, que se les hagia al retraerse los chrips-
é por muchas partes avian de ser tenta- tianos , no gessar por esso ni escarmen-
dos con las armas sin tener algún reposo. tar de los seguir hasta los ver salidos
Pues guardar las puentes gente de noche, de la cibdad: y desta manera se torna-
quedaban los españoles tan cansados de ban al real. Los capitanes de los otros
pelear de dia, que no se compadesgia ni reales higieron saber al general cómo en
era posible sufrirse, ni con venia ponerla esse mesmo dia les avia subgedido muy
guarda dellos para que les quedasse al- bien é avian muerto mucha gente por
guna hora, de descanso: pues bager la la tierra y en el agua. Y el capitán Pe-
guarda los amigos confederados, era sos- dro de Alvarado, que estaba en Tacu-
pechoso tal offipio en ellos. É á esta causa ba , escribió que avia ganado dos ó tres
era forgado é menos inconviniente ganar puentes, porque como eran en la calgada
de nuevo cada dia las que entraban en la que sale del mercado de Temistitan á Ta-
cibdad. cuba , é los tres bergantines quel general
Este dia, de que tractamos, cómo se le avia enviado podían llegar por la una
tardó mucho en ganar las puentes y en las parte á tocar en la mesma calgada, no
tornar á gegar, no ovo lugar de hager avia tenido tanto peligro como los otros
más, salvo que por otra calle pringipal dias passados. É por aquella parte del di-
que va á dar á la cibdad de Tacuba se cho comendador Alvarado avia más puen-
ganaron otras dos puentes é se pegaron, tes é más quebradas en la calgada, pues-
DE INDIAS. LIB. XXXIII, CAP. XXV. 395
to que avia menos acoteas que por tas ra de las casas de la cibdad más cercanas
otras partes. al real. Á esto respondieron que las ca-
En todo este tiempo los naturales de noas é gente de guerra estaban prestos
Iztapalapa, Ochiiobusco, Mexicagingo, Co- para cada dia, y en el hager de las casas
íuacan, Mizquique é Cuytaguaca, que co- sirvieron tan bien, que de la una parte é
mo es dicho, están en la otra laguna dul- de la "otea de las dos torres de la calgada,
ge, nunca avian querido venir ele paz, ni donde el general estaba apossentado, hi-
tampoco en todo esse tiempo avian fecho gieron tantas que desde la primera casa
daño á los españoles; ó cómo los de Calco hasta la postrera avia quatro tiros de ba-
eran leales vassallos, é veian que los llesta en luengo. De aquí se puede cole-
chrípstianos sus amigos tenían bien que gir el anchor de la calgada (que va por lo
hacer con los de la grand cibdad, juntá- más hondo del agua) é de la una parte ó
ronse Con otras poblaciones que estaban de la otra yban essas casas juntas una á
.a! rededor de las lagunas, é hacian todo par de otra, é quedaba entre ambas ace-
el daño que podían á aquellos del agua ras fecha una calle, por donde á plager á
dulce. Y ellos, viendo cómo de cada día caballo é á pié yban é venian por ella. E
los españoles avian victoria contra los de avia á la continua en el real con españo-
Temistitan, é por el daño proprio que tam- les é indios que los servían más de dos
bién ellos rescebian é podrían rescebir de mili personas; é toda la otra gente de los
los confederados é amigos de los chríps- amigos confederados estaban apossenta-
tianos, acordaron de venir é llegaron al dos en Cuyoacan," que está legua y media
real, rogando al general que les perdonas- del real. É también estos destas pobla-
sc lo passado é mandasse á los de Calco ciones de la laguna dulce proveían de al-
é á los otros sus vecinos que no les higics- gunos mantenimientos, de que avia assaz
sen guerra ni más daño. Y el general hol- nesgessidad, en espegial de pescado é de
gó mucho, é les dixo que le plagia, é que geregas, que hay tantas en su tiempo,
no tenia enojo dellos, sino de los de Te- que pueden bastar ginco ó seys meses
mistitan; mas para quél é los españoles del año que turan á doblada gente de la
creyessen que su amistad era verdadera, que en aquella tierra hay, la qual es tan-
les rogaba, porque tenia determinado de ta como en otras partes destas historias
no alear el cerco hasta tomar por paz ó se ha dicho.
por guerra aquella cibdad, que.pues que- Pues cómo dos ó tres dias 4 reo avian
rían la amistad suya é de los chrípstianos, entrado los del real en la cibdad, sin
é que se ofresgian por vassallos de Sus otras tres ó quatro veges que entraron
Magestades, é tenian muchas canoas con primero, é siempre conseguían victoria
que podían servir é favoresger su partido, contra los indios enemigos, é con los tiros
que higiessen apercebir todas quantas de la artillería y escopetas é ballestas ma-
pudiessen con toda la más gente de guer- taban muchos, pensaba el general que es-
ra que en sus poblaciones avia, para que ta nesgessidad é trabaxo, en que los tenia,
por el agua viniessen en ayuda de los es- una hora ú otra les movería á los gercados
pañoles de ahí adelante. E también les á aver compassion de sí mesmos, é á
rogó que. porque los chrípstianos tenían pedir la paz, la qual él desseaba como su
pocas é ruynes chocas y el tiempo era salvagion, por muchos buenos respetos;
de muchas aguas, que higiessen en el real mas ninguna cosa aprovechaba para los
todas las más casas que pudiessen, é tru- traer á pedir ni mostrar quietud ni amis-
xessen canoas para traer adoves é made- tad. É por ponerlos en'mayor nesgessidad
39G HISTORIA GENERAL Y NATURAL
é reducirlos á la obidiengia, higo venir con ellos yban más de diez ó doge mili
todas las gentes de aquellas cibdades del indios de los amigos. É mandó á otro ca-
agua en sus canoas: é aquel dia por la pitán que por otra calle higiesse lo mes-
mañana avia en el real más de gient mili mo; y el general con la gente que le
hombres de los amigos; é mandó que los quedaba siguió por la calle de Tacuba
quatro bergantines con la mitaA de las adelante, é ganáronse tres puentes, las
canoas, que serian hasta mil! é quinientas, quales se gegaron, é dexaron para otro
fuessen por la una parte, é que los otros dia las otras, porque ya era tarde é se
con otras tantas fuessen por la otra, é cor- pudiessen mejor ganar, é porqué él ge-
riessen toda la más de la cibdad en torno, neral desseaba mucho que toda aquella
é quemassen é hiciessen quanto mal é da- calle se ganasse , porque la gente del
ño pudiessen. Y él entró por la calle prin- real de Pedro de Alvarado se comunicas-
cipa! adelante, é hallóla toda desembara- so con la del real del general, é passasen
cada hasta las casas grandes do la plaga, del un exérgito é real al otro, é que los
que ninguna de las puentes estaba abier- bergantines higiessen lo mesmo. Este fué
ta ; é passó adelante á otra calle que va á un dia glorioso é de mucha victoria, assi
salir á Tacuba, en que avia otras seys ó por el agua como por la tierra, é óvose
siete puentes, é proveyó desde allí que algún despojo de los de la cibdad. En los
un capitán entrasse por otra calle con sep- reales del alguagil mayor é del comenda-
tenta hombres é seys de caballo, é fues- dor Pedro do Alvarado subgedió la jorna-
sen á las espaldas para los asegurar, é da assimesmo próspera é victoriosamente.

CAPITULO XXVI.
Cómo otra día el general Hernando Cortés tomó á entrar en la cibdad de Temislitan é ovo victoria; é có-
mo ios enemigos desbarataron aL capitán Alvarado; é cómo después por vendar aquello, se acordó de com-
batir la cibdad por diverssas partes , é fué desbaratado el general Hernando Corles é le liirieron á él en
una pierna ; é de otras cosas que aeaescieron en esta mala jomada. E también se traela de otros trances
victoriosos y en favor de los ehripstianos, en continuación del cerco de Temistitan.

Cuenta la historia que otro dia siguien- nunca -por esso se halló en los contrarios
te tornó el general Hernando Cortés á en- flaquega de ánimo, ni menos constangia,
trar en la cibdad por la orden que el dia ni señal de paz. É aquel dia se tornaron
antes avia entrado; é dióle Dios tanta los nuestros al real con mucho plager,
victoria, que por las partes que entraba aunque al general le pessaba en el áni-
con su gente paresgia que no tenia resis- ma ver tanta perseverangia é determina-
tencia su buena ventura; é los enemigos gion de morir defendiéndose los de la cib-
so retraían tan regiamente, que paresgia dad.
que les tenian tomadas las tres quartas En los otros días antes deste ques di-
partes de la cibdad. E también por el cho , el capitán Pedro de Alvarado avia
•real del comendador Pedro de Alvarado ganado muchas puentes, é por las susten-
daban mucha pricssa á los gcrcados, ó tar é guardar ponia velas en ellas de no-
sin dubda el dia passado é aqueste se che, assi de hombres á caballo como de
creyó que vinieran de paz, de la qual pié, é la oíra gente ybase al real, que
feietnpre el general, con victoria é sin ella, estaba tres quartos de legua de allí: é
hagia todas las mtfestras quél podia , é porque este Irabaxo era exgesivo é no
DE INDIAS. LÍB. XXXIlí. CAP. XXVI. 397
comportable, acordó de passar el real al real; é cómo aquel dia el general supo lo
cabo de la calcada que va á dar al mer- que le avia acaesgido á Alvarado, pessó-
cado de Temistitan, ques una placa harto le mucho, como era ragon que le pessas-
mayor "que la de la cibdad de Salamanca, se, porque era ocasión de esforgarse los
é toda cercada de portales á ki redonda: enemigos é que creyessen que en ninguna
é para llegar á ella, no le faltaban de ga- manera les osarian entrar. La causa por-
nar si uo otras dos ó tres puentes; pero que el capitán Alvarado quiso tomar aquel
eran muy anchas é peligrosas de ganar, é mal passo fué confiar que, como avia ga-
assi estovo algunos días, que siempre pe- nado mucha parte de la fuerga de lo& in-
leaba é avia victoria. É aquel dia que se dios , é que mostraban ya ellos alguna fla-
dixo de susso, cómo él vía que los enemi- quera , ó pringi pálmente porque la gente
gos mostraban ílaqueca, é que por don- de su real le importunaban que ganasse el
de él estaba les daba muy continuos é re- mercado, porque aquel ganado, era toda
cios combates, cebóse tanto en el sabor la cibdad quassi ganada, é la fuerga toda
de la victoria é de las muchas puentes é y esperanga de los indios tenian allí. É
albarradas que les avia ganado, que de- cómo los del real de Alvarado vian quel
terminó de les passar é ganar una puente general Hernando Cortés continuaba mu-
que avia más de sessenta passos derechos cho los combates de la cibdad, creían que
de la calgada (todo de agua) de hondura avia de ganar primero quellos el dicho
de estado y medio é dos; é cómo acome- mercado, é cómo estaban más gerca del
tieron aquel mesmo dia é los bergantines que los del general, tenian por caso de
ayudaron macho, passaron el agua é ga- honra no le ganar primero, é por esto el
naron la puente, é siguieron tras los ene- comendador Alvarado era muy importu-
migos, que yban puestos en huyda. Y el nado ; é aun lo mesmo acaesgió al gene-
capitán Pedro de Alvarado daba mucha ral en su real, porque todos los españo-
priessa en que se cegasse aquel passo, les le afincaban que por una de tres ca-
porque passassen los de caballo, é tam- llos que yban á dar al mercado entrasse,
bién porque cada dia por escrito ó por pa- porque no tenian resistengia, é ganado
labra le enviaba el general á amonestar aquel, ternian menos trabaxo. Y el gene-
que no ganassen palmo de tierra, sin que ral disimulaba por no lo hager, encubrien-
qucdasse muy seguro para entrar é salir do con su prudengia ia causa porque lode-
los de caballo, porque estos eran el prin- xaba; y era por los inconvinientes é peli-
cipal cabdal ó fuerca que los nuestros te- gros que se le repressentaban, porque para
nían para ofender á los contrarios. É có- entrar en el mercado avia innumerables
mo los de la cibdad vieron que no avia agoteas é puentes é calgadas rompidas, y
más de quarenta ó cinqüenta españoles en tal manera, que cada casa, donde avian
de la otra parte, é*algunos amigos de los de yr, estaba hecha como isla enmedio del
confederados nuestros, é que los de ca- agua. É cómo aquella larde que! general
ballo no podían passar, revuelven sóbre- llegó á su real, supo el desbarato de Alva-
nos tan de súbito, que les hicieron vol- rado, otro dia de mañana fué donde es-
ver las espaldas y echar al agua, 6 toma- taba para reprehenderle lo passado é para
ron vivos tres ó quatro españoles, que ver lo que avia ganado y en qué paFte
luego los fueron á sacrificar, é mataron avia passado el real, é para le dar su pa-
algunos amigos de los confederados de la resger é aviso de lo que debia hager de
parte de los chripstianos. Finalmente, el ahí adelante é fuesse nesgessario para se-
comendador Alvarado se retruxo á su guridad de los nuestros é ofensa de los
.198 HISTORIA GEN15RAL Y NATURAL
contrarios. É cómo llegó al real de Alva- bueno, é quél lo desseaba más que nin-
rado, se espantó mucho de lo que estaba guno ; pero que lo dexaba de hacer por
metido en la cibdad é de los malos passos lo que importunado le hacían degir, que
é puentes, que avia ganado; é visto, no era que aunque el thessorero ó otros lo
le halló con tanta culpa como pensaba higiessen como buenos, como en aquello
primero que tenia} é platicaron entre am- se ofresgía mucho peligro, avria otros
bos, é con acuerdo de otros hidalgos é que no lo higiessen. Mas en fin tanto se lo
personas de espiriengia en lo por venir. porfiaron, que congedió que se haría en
Aquel día se tornó el general á su real. este caso todo lo quél pudiesse, conger-
Passado lo ques dicho, el general higo tándose primero con la gente é capitanes
algunas entradas en la cibdad por donde de los otros reales.
solia, é combatían los bergantines é ca- Otro dia siguiente el general se juntó á
noas por dos partes, y él é la otra gente consejo con algunas personas pringipales
nuestra por la cibdad por otras quatro: de ds su real, é fué acordado que sehigies-
manera que un combate era de valor de se saber al alguagil mayor é al comenda-
seys combates, é siempre avían victoria, dor Pedro de Alvarado cómo otro dia si-
ó mataban muchos de la parte contraria, guiente avian de entrar á la cibdad é tra-
assí por la astucia del general é continua- baxar de llegar al mercado, y escribióles
ción de las armas, como porque cada dia lo quellos avian de hager por la parte de
yba gente sin número en favor de los es- Tacuba; é aun, porque mejor se enten-
pañoles. Y el general cautelosamente di- diesen viva voce, demás de las cartas
lataba de se meter más adentro en la cib- envió dos criados suyos bien informados,
dad : lo uno por esperar que Jos cercados para que avisassen á los capitanes ya di-
podría ser que mudassen propóssito en su chos de la orden que debían tener, é quel
dureza, é aun porque la entrada no po- alguagil mayor se fuesse con diez de ca-
día ser sin mucho peligro; é lo otro por- ballo é gient peones é quinge ballesteros
que ellos estaban muy juntos é fuertes é y escopeteros al real de Pedro de Alva-
determinados de morir. É cómo los chrips- rado , é que en el suyo quedassen diez dé
tianos veian tanta dilación en esto, é que caballo otros, é que dexasso congertado
avia más de veynte dias que no dexaban con ellos que otro dia que avia de ser el
de pelear, no cessaban de importunar á combate, se pusiessen en geladas tras
Hernando Cortés que entrasse á tomar el unas casas, é que higiessen algar todo su
mercado; porque teniendo aquel, les que- fardage como que levantaban el real, por-
dasse á los contrarios poco lugar en que que los de la cibdad saliessen tras ellos ó
se pudicssen defender, ó que si no se la celada les diesse en las espaldas; é
quísiessen dar, morirían do hambre é de quel dicho alguagil mayor con los tres
sed, porque no temían que beber sino bergantines que tenia e con los otros tres
agua salada de la laguna: é cómo el ge- de Alvarado ganasse aquel passo malo,
neral se excusaba, por los respetos ya di- donde avian desbaratado al dicho capitán
chos é otros inconvinientes, díxole el Alvarado, é diessen mucha priessa en lo
thessorero de Su Magestad que todos los gegar, é que passassen adelante, é que
del real afirmaban que era nescessario é en ninguna manera se alexassen ni ganas-
convenia mucho lo que le pedían, é que sen un passo, sin lo dexar primero giego
lo debía hacer. É assí al thessorero comoá é aderesgado; é que si pudiessen sin mu-
otros que en esta plática estaban, respon- cho riesgo é peligro ganar hasta el mer-
dió que su propóssito é desseo era muy cado, que lo trabaxassen mucho, porque
DI; INDIAS, LUÍ. XXXIH. CAP; XXVI. 399
el general peasaba hacer lo mesmo. É que de Tacuba á dar en el mercado, é son
mirassen que aunque esto les enviaba á más anchas é de más calcadas é puentes
degir, no era para obligarlos á ganar un é calles de agua; é mandó que por la más
passo d'e tierra, en que les pudiesse sub- ancha dellas entrassen dos capitanes con
geder afgun siniestro caso ni peligro; y ochenta hombres é hasta diez mili hom-
esto les avisaba, porque conosciaque eran bres ó más. de los amigos. E al principio
personas que avian de poner el rostro é de aquella calle de Tacuba mandó dexar
las manos donde el general les dixesse, dos tiros gruesos con ocho de caballo en
aunque supiessen que avian de perder las guarda dellos, y el general con otros ocho
vidas. de caballo é hasta cient peones, en que avia
Despachados estos mensajeros, fueron más deveynteyginco ballesterosy escope-
á los capitanes ya dichos é iuformáronles teros, é con gente innumerable de los in-
del caso é traca ó concierto que! general dios amigos siguió por la otra calle tercera
tenia acordado; é porque ellos avian de angosta, é á la boca dclla higo detener
combatir por sola una parte y el general los de caballo, é mandóles que en ningu-
por muchas, envióles á decir que le en- na manera passassen de allí, ni fuessen
viassen septenta ú ochenta hombres de á tras el general, si no se lo enviasse á
pié, para que otro dia entrassen con él, mandar primero; y él se apeó é llegó á
los quaies con aquellos dos criados suyos una albarrada que tenian los contrarios
viaieron aquella noche á dormir á su real. del otro cabo de la una puente, é con un
Otro dia, después que fué dicha una tiro pequeño de campo é con los balleste-
missa del Espíritu Sancto, salieron del ros y escopeteros se ganó, é passaron
real del general los siete bergantines con adelante por una calgada que tenian rota
más de tres mili canoas de los amigos por por dos ó tres partes.
el agua, y éf con veynte y cinco de ca- Demás destos tres combates que se da-
ballo é con la gente que tenia é los sep- ban á la cibdad, era tanta la gente de los
tenta hombres del real de Tacuba entró amigos que por las agoteas é por las otras
en la cibdad; y entrado, avia tres calles partes les entraban, quo no les páresela
desde lo que tenia ganado que yban á que avia cosa que les pudiesse empecer;
dar al mercado (al quaí los indios llaman é cómo les ganassen aquellas dos puentes
tiánguez, é á todo aquel sitio donde está é albarradas é la calcada los españoles,
el tracto de lo que se vende é compra Uá- nuestros amigos siguieron por la calle
raanle catehulcó). La una destas tres ca- adelante, sin se les amparar cosa alguna,
lles era la principal que yba al dicho mer- y el general se quedó con hasta veynte y
cado , é por ella dixo el general al thes- cinco hombres en una isleta que allí se
sorero é al contador de Su Magestad que hacia, porque veía que cjertos indios ami-
entrassen con septenta bombres é con gos andaban vueltos con los enemigos, é
veynte mili indios ó más de los amigos algunas veges los retraían hasta los eehar
confederados, é que en la retroguarda al agua, é con el favor de los españoles
llevassen siete ú ocho de caballo, é que revolvieron sobre los contrarios; é demás
cómo fuessen ganando las puentes é al- desto guardaba que por las traviessas de
barradas, las fuessen luego cegando, é lle- las calles los de la cibdad no saliessen á
vassen para esso una docena de hombres tomar las espaldas á tos españoles que
con sus hacadones, é más los amigos, que avian seguido la calle adelante: los qua-
para aquello eran los que hacían al caso. ies en essa sacón enviaron á dec,ir al ge-
Las otras dos calles van desde la calle neral que avian ganado mucho é que es-
400 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
taban muy gerca de la plaga del mercado, más aprovechaban era en dar las manos
é que en todo caso querían passar adelan- á algunos peccadores españoles que se
te, porque ya oian el combate quel al- ahogaban para que saliessen fuera, é los
guacil mayor y el capitán Pedro de Alva- unos salían heridos, é los otros* medio
rado daban por su estancia. Y el general ahogados , é otros perdidas las armas; y
les envió á decir que en ninguna manera él enviábalos luego que se fuessen ade-
diessen passo adelante, sin que primero lante.
quedassen las puentes bien giegas, de En este instante cargaban tantos de los
forma que si tuviessen nesgessidad de se contrarios que al general é otros doge ó
' retirar al agua, no tuviessen embarago ni quinge que con él estaban, los tenían por
estorbo alguno, pues en esto estaba el todas partes gercados; é cómo él estaba
mayor peligro; é replicaron que todo lo Ynuy metido en socorrer á los que se aho-
que avian ganado quedaba bien repara- gaban , no miraba ni se acordaba del da-
do, ó que fuesse allá é vería si era assi. ño que podia resgebir su persona; é ya
Y el general, con régelo que no se des- le venian á assir giertos indios de los ene-
mandassen ó dexassen mal recabdo en el migos, é le llevaran, si no fuera por el
gegar de las puentes, fué allá", é halló capitán de-ginqüenta hombres quel gene-
que avian passado una quebrada de la ral acostumbraba traer consigo, é por un
calle, que era de diez ó doge passos en mangebo de SH compañía, el qual des-
ancho, y el agua que por ella passaba pués de Dios le dio la vida, é por dárse-
era de dos estados de hondo ó más; é al la , como valiente hombre, perdió allí la
tiempo que la passaron avian echado en suya.
ella madera é cañas, de carrigo, é cómo En este medio los españoles que salían
passaron pocos á pocos c con liento, no desbaratados, ybanse por aquella calgada
se hundió la madera é cañas, é con el adelante, é cómo era pequeña é angosta
plager de la victoria ybao tan ufanos em- é igual al agua (que los contrarios la
bebesgidos, que pensaban quedaba aquel avian assi hecho de industria) éybanpor
passo fixo. Mas al tiempo quel general ella también los desbaratados indios con-
allí llegó é lo vido, los españoles é muchos federados, y eran muchos, yba el cami-
de sus confederados volvían á más que no tan embaragado é tardaban tanto en
de passo en huyda, é los enemigos como andar, que los enemigos tenían lugar do
lobos hambrientos, dando en ellos: eston- llegar por el agua de la una parte é de la
ges Hernando Cortés á grandes voges co- otra é tomaban é mataban quantos que-
mengó á degir: «Tener, tener»; é ya rían. É aquel capitán, que estaba con el
qué! estaba junto al agua, hallóla toda lle- general, que se degia Antonio de Quiño-
na de los chripstianos é indios, é de tal nes, díxole: «Vamos, señor, de aqui, é
forma, que paresgia que en ella no avian salvemos vuestra persona, pues que ya
echado una paja; é los enemigos carga- esto está de manera, ques morir deses-
ron tanto, que mataban de los españoles perado atender; é sin vos ninguno de
é se echaban al agua tras ellos, é ya por nosotros puede escapar: que no es esfuer-
las calles del agua venían canoas de los go sino poquedad porfiar aqui otra cosa.»
enemigos é tomaban vivos los españoles. É no podia acabar con el general que se
É cómo la cosa fué tan de súbito, é vido fuesse de allí: é cómo esto vido, assióle
el general que le mataban la gente, de- de los bragos para que diessen la vuelta;
terminó de se quedar allí é morir pelean- é aunque el general holgara más con la
do; y en lo quél é los que con él estaban muerte que con la vida, importunado del
DE INDIAS. LIB. XXXUI. CAP. XXVI. 401
capitán é otros compañeros que allí esta- que los que escaparon, salieron á la calle
ban, se comengaron á retraer, peleando de Tacuba, que era bien ancha; é reco-
con sus espadas c rodelas con los enemi- gida la gente, el general, con nueve de
gos , que venian hiriendo ó venciendo con caballo, se puso en Ja retroguarda; é los
tanta grita é osadia que era cosa de ma- enemigos venian con tanta victoria que
ravillar ver su denuedo. se les figuraba que no avian de dexar
En este punto llegó un criado del ge- aquel día chripstiano con la vida. É retra-
neral á caballo é higo un poquito do lu- yéndose el general lo mejor quél pudo,
gar por el temor que, como ha dicho la envió á degir al thessorero é al contador,
historia, avian los indios á los caballos; offigiales de la hagienda real, que se re-
pero luego desde una acotea baxa le die- truxessen á la plaga con mucho congierto,
ron una [angada por la garganta, que le é lo mesmo envió á degir á los otros dos
higieron dar la vuelta muy mal herido, Y capitanes, que avian entrado por la calle
estando en este grand conflicto é rompi- que yba al mercado: é los unos é los otros
miento, esperando que la gente passaso avian peleado valientemente, é ganado
por aquella calgadilla á ponerse en salvo, muchas albarradas é puentes, que avian
y el general con aquellos pocos que con muy bien gegado; é assi aquellos no res-
él atendían deteniendo á los enemigos, gibieron daño, al retraerse.
llegó un mogo suyo con un caballo para Antes quel thessorero y el contador se
que cabalgasse, porque era tanto el lodo retirassen, los de la cibdad, por engima
que avia en la calgadilla de los que en- de una aibarrada, donde peleaban, les
traban é salían por el agua, que no avia avian echado dos ó tres cabegas de chrips-
quien se pudiesse tener en pié sin mucho tianos, aunque por estongos no supieron
trabaxo, por los empellones que unos á si eran de los del real del comendador
otros se daban por salvarse. Y el general Pedro de Alvarado, ó del general. É re-
cabalgó; pero no para pelear, porque allí cogidos todos á la plaga, cargaban por
era imposible estando á caballo, porque si todas partes tantos de los enemigos, que
pudiera ser antes de la calgadilla, en una avia bien qué hager en los desviar, é por
isleta se avian hallado los ocho de caballo lugares é partes donde antes deste desba-
quel general avia dexado, é no avian po- rato no osaron esperar á tres de caballo
dido hager menos de se volver por ella, ó é diez peones; y encontinente, en una
aun la vuelta fué tan peligrosa, que dos torre alta de sus ydolos, que está allí jun-
yeguas en que yban dos criados del ge- to á la plaga, pusieron muchos perfumes
neral, cayeron de aquella calgadilla en el é sahumerios de unas gomas que hay en
agua, é la una mataron los indios, é la aquella tierra, que paresgen mucho al ani-
otra salvaron unos peones; é otro mange- me, lo qual ellos ofresgen á sus ydolos
bo del general, que se degia Chripstóbal en señal de victoria; é aunque se procuró
de Guzman cabalgó en un caballo que'allí de les estorbar su gerimonia, no se pudo
en la isleta le dieron para se lo llevar, hager, porque ya la gente nuestra á más
en que se pudiesse salvar; é antes que que andar se yban al real.
al general ailegasse, mataron á él é al En este desbarato mataron treynta y
caballo: la muerte del qual puso mucha ginco ó quarenta españoles é más de mili
tristega en todos quantos lo conosgian, indios amigos de los confederados, é hi-
porque era muy valiente é virtuoso mi- rieron más de otros veynte chripstianos,
lite. y el general salió herido en una pierna.
Con todos estos trabaxo? plugo á Dios Perdióse un tiro pequeño de campo que
TOMO IH. 51
402 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
avia llevado, é muchas ballestas y esco- arcytos, que son sus cantares 6 bayles,
petas é otras armas. é sonaban é tañían muchas bocinas é ata-
Los de la cibdad, luego que ovieron bales , que parescía que se hundía aque-
la victoria, por hacer desmayar al algua- lla república infiel, del estruendo é fiesta
cil mayor é al comendador Pedro de Al- que consigo tenían de placer, solemni-
varado y enñaquesger los ánimos de los gando su triumpho é victoria. É abrieron
españoles, todos los chripstianos que to- todas las calles ó puentes del agua, como
maron, vivos ó muertos, llevaron al ca- de antes las tenían, é llegaron á poner
tebulco, ques el mercado; y en unas tor- muchos fuegos ó velas de noche á dos
res altas que allí hay los sacrificaron des- tiros de ballesta del real del general; é
nudos , é los abrieron por los pechos ó cómo los nuestros salieron tan desbarata-
les sacaron los coracones, páralos ofres- dos é maltractados y heridos, é muchos
cer á sus ydolos: lo qual los españoles desarmados, tenían nescessidad de repo-
del real del comendador Alvarado pudie- sar é rehacerse. En este comedio los de
ron bien ver del real, donde peleaban, y la cibdad tovieron lugar de enviar sus
en los cuerpos desnudos é blancos que mensajeros á muchas provincias á ellos
vieron sacrificar, conoscieron que eran subjetas, haciéndoles saber cómo avian
chripstianos: é aunque por tal espectácu- ávido mucha victoria é muerto muchos
lo, espantable é inusitado á la vista de chripstianos, é que muy presto acabarían
los españoles, ovieron grand tristeca, se con los que avian escapado ó quedaban, é
recogieron á su real, aviendo peleado que en ninguna manera tratassen paz con
aquel dia muy bien é ganado quassi has- ellos. La creengia que llevaban sus men-
ta el dicho mercado: el qual aquel dia sajeros, eran las dos cabecas de caballos
se acabara de ganar, si tanta desdicha no que mataron, é otras de los chripstianos
o viera intervenido. Este dia fué el gene- que padescieron; las quales anduvieron
ral más temprano á su real que otras ve- mostrando por donde á ellos les paresgió
ces, assi por lo que está dicho, como por- que convenia.
que degian que los bergantines eran per- Esta jornada fué ocasión de poner á los
didos , porque los de la cibdad con las gercados ó rebelados en más contumacia
canoas les , tomaban las espaldas; pero y esperanca de la que antes tenían; mas
plugo á Dios que no fuesse assi, puesto con todo esto, porque los de Temistitan
que los bergantines é las canoas de los no tomassen más soberbia, ni conosgies-
amigos se vieron en mucho estrecho, é sen fiaqueca en los nuestros, cada dia al-
tanto que faltó poco de se perder un ber- gunos españoles de pié é de caballo, con
gantín é hirieron al capitán ó maestre muchos indios de sus amigos, yban á pe-
del; y el capitán murió desde á ocho lear á la cibdad, aunque no podían ganar
días. más de algunas puentes de la primera ca-
Aquel dia é la siguiente noche, los de lle antes de llegar á la plaga.
la cibdad hicieron muchos regocijos de
DE INDIAS. LIB, XXXIII. CAP. XXVII. 403

CAPITULO XXVII.
Cómo los amigos confederados de-Guarnaguaear vinieron á pedir socorro al general Hernando Corles, é
se lo envió; é de la victoria quel capilan Andrés de Tapia é los españoles ovieron contra los indios de Ma-
rinalco; é de la victoria que contra los de Temistílan ovo un capilan, hombre principal é señor de los de
Tascalleca, que se llamaba Chiehiraecalecle, el qual era uno de los amigos confederados de los chrips-
lianos *; é otras cosas que competen á la historia.

U o s dias passados después del desbara- co é Coadnaocad, halló á los enemigos


to, que ya se sabia por toda la comarca, que Je estaban esperando; y él, con ta
los naturales de una población que se di- gente de Coadnaocad é con la que lleva-
ce Guarnaguacar, que eran subjetos á la ba, comengó su batalla en el campo, é
Gibdad é se avian dado por vassallos de pelearon los nuestros tan valientemente
Su Magestád é amigos do los españoles, que desbarataron los contrarios, y en el
vinieron al real, é dixeron ó Hernando alcance los siguieron hasta los meter en
Cortés cómo los de la población de Ma- Marinalco, el qual pueblo está assentado
rinalco, que eran sus vecinos, les hacían sobre un monte muy alto, é de tal dispu-
mucho daño é destruían su tierra, é que sigion de terreno que los de caballo no
en essa sacón se juntaban con los de la pudieron allá subir. Viendo esto el capi-
provincia de Cuyscon(ques grande) é que- tán , destruyó todo lo que estaba en lo
rían yr sobrellos á los matar, porque se llano; é ávida esta victoria, tornóse al real
avian dado por vassallos de la corona ó con su gente dentro del término que le
ceptro real de Castilla, é por amigos de avia seydo dado, en los diez dias. En lo
los españoles. É aunque la rota, ques di- alto de aquella población do Marinalco hay
cha en el capítulo precedente, era fresca muchas fuentes de muy buena agua, y es
é los chripstianos tenían más* nesgessidad muy fresca cosa todo aquel assiento, é
de ser socorridos que de dar socorro, muy fuerte.
puesto quel general tuvo mucha contra- En tanto que este capitán fué é vino,
dicen en sus milites é se lo estorbaban, algunos españoles de pié é de caballo, en
diciéndole que se destruía, si sacasse gen- compañia de los indios amigos confedera-
te del real, non obstante esso despachó dos , entraban en la cibdad de Temistitan
con aquellos que pedian el socorro ochen- hasta gerca de las casas grandes, que es-
la peones ó diez de caballo con el capi- tán en la plaga, é -de allí no podían pas-
tán Andrés de Tapia, al qual le encomen- ear, porque los dé la cibdad tenían abier-
dó mucho que hiciesse todo lo que le fues- ta la calle de agua que está á la boca de
se posible por los amigos; é que pues vía la plaga, y estaba muy honda é ancha, é
la nesgessidad pressente, no se detovics- de la otra parte tenían una muy grande é
sc allá en yr é venir más de diez dias. É fuerte albarrada: é allí peleaban los unos
assi se partió luego, ó llegado á una po- con los otros hasta que la noche los des-
blación pequeña, que está entre Marinal- partía.

De este sitio quitó Oviedo lo siguiente: «E có- é cómo vinieron á la obidiencia tí servicio de Sus
mo los otumics enviaron sus mensajeros á pedir so- . Magcslades é amistad de los españoles los indios
corro al general contra los de Matalcjngo é les en- de Marinalco c Matate,ingo é de la provincia de Cuys-
vió con genle al alguacil mayor, Gonyalo de San- con, etc.»
doval, é de la victoria que ovo "contra los contrarios;
404 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Un señor de la provincia de Tascalte- por vassallos de Sus Magestades, é cada
ca , que se dice Chichimecatecle (del qual dia yban á pelear en ayuda de los espa-
se ha fecho mención que llevó la tablacon ñoles); édixeronal general Hernando Cor-
que se higo en aquella provincia para los tés cómo los señores de la provingia de
bergantines), desde el principio de la guer- Matalgingo (que son sus enemigos á ve-
ra residía con toda su gente en el real ginos) les hagian guerra ó les destruían
del comendador Pedro de Alvarado; é pa- sus tierras, 6 les avian quemado un pue-
resciéndole á él que por el desbarato pas- blo é Hevádoles alguna gente, é que ve-
sado los españoles no peleaban como so- nían destruyendo quanto podían, ó con
lian, determinó de entrar, sin ellos, con intengion de venir á los reales é dar so-
su gente á combatir los de la cibdad, é bre los chripstianos en socorro de los de
pensó un gentil ardid; é fué que dexó la cibdad, é para que los gercados salies-
quatrocíentos flecheros de los suyos á una sen é acabassen á los españoles: por tan-
puente quitada de agua, bien peligrosa, to que los socorriesse é proveyesse en ello
que ganó á los de la cibdad, lo qual nun- lo que convenia. A estos mensajeros se
ca acaescia hacerse sin ayuda de los es- les dio crédito, porque de pocos dias an-
pañoles; é passó adelante con los suyos, tes cada vez que entraban los nuestros á
é con mucha grita, apellidan do é nombran- pelear con los de la cibdad, los amena-
do á su provincia é señor. Pelearon aquel gaban los de dentro con los indios de
dia muy regiamente, é ovó de una parte aquella provingia de Malalgingo, de la
é de otra muchos heridos. Los de la cib- qual, aunque el general no tenia mucha
dad bien pensaron que los tenían asidos; notigia, bien se sabia que era grande é
porque como es gente que al retraer, aun- que estaba á veynto y dos leguas de los
que sea sin victoria, siguen con mucha reales; y en la queja que estos cstonges
determinagion é voluntad más que con formaban de aquellos sus veginos, pedian
tiento é prudencia á los que se recogen, con ahincamiento socorro, É aunque lo
pensaron que al passar de aquella agua, demandaban-en fuerte tiempo, el general,
donde tenían por cierto el peligro, se por quebrar las alas á los de la cibdad,
avian de vengar muy bien dellos é de su que tan á menudo amenagaban con aque-
atrevimiento. Mas para este efetto, en su llos , é mostraban esperanga de ser socor-
socorro avia dexado Chichimecatecle"jun- ridos dellos, é socorro de ninguna otra
to al passo del agua los quatrogientos fle- parte sino dessos les podia venir, mandó
cheros suyos, que se dixo de susso; é có- al alguagil mayor Gongalo de Sandoval
mo ya se venían retrayendo, cargaron los que fuesso allá, á dióle diez y ocho de
de la cibdad sobrellos muy de golpe, é caballo é gient infantes', en que avia solo
los de Tascalteca, echándose al agua é un ballestero; ó con esta compañía ó otra
con el favor de los suyos flecheros, pas- gente de los otumies confederados siguió
saron: é los enemigos, con la resistengía su camino, puesto que yban con peligro,
que hallaron opuesta delante se quedaron, é los del real no quedaban sin él; pero
ó aun no poco espantados de la osadía por no mostrar flaquega, so tenia disimu-
que avia tenido Chichimecatecle. lagion con los amigos ó con los enemigos;
Desde á dos dias que los españoles pero muchas é muchas veges degian los
volvieron de la victoria de Marinalco, lle- españoles que pluguiesse á Dios que con
garon al real diez indios de los otumies las vidas los dexassen solamente, ó se
(que eran esclavos de Jos de la cibdad, ó viessen vengedores contra los de la cib-
como la historia ha contado, avíanse dado dad , aunque en ella ni en loda la tierra
DE INDIAS. LIB. XXXIll. CAP. XXVII. 40o
no toviessen otro interesse ni provecho; en sus moradas, mataron é alangearon
de que se colige la aventura é nescessi- muchos; é allí esperaron á los españoles
dad extremada que tenían sus personas é é á sus amigos confederados, que yban
vidas.,Como lo he dicho, lo escribió Her- matando á los que los de caballo atajaban
nando Cortés á Céssar: o no es de dub- é dexaban atrás. En este rompimiento ó
dar que algunos, cansados de tan largos alcange murieron más de dos mili hom-
é continuos traba sos é peligros lo dixes- bres do los enemigos.
sen, viendo las cosas encaminadas á tan Después que los españoles de pié lle-
dubdosa salida ó fin de aquella guerra; garon á donde estaban los de caballo é
pero no son palabras estas para aquella los amigos confederados, que passaban
generalidad con qué! las dige , pues en de sessenta mili hombres, ordenaron sus
aquellos milites ó hidalgos que allí se ha- esquadras ó movieron hágia el pueblo,
llaron, avia personas que antes supieran donde los contrarios higieron rostro, en
padescer mili muertes que degir tales pa- tanto que las mugeres é los niños é sus
labras, ni mostrar tanta flaquega como hagiendas ponian en salvo en una fuerga
ellas significan; pero como clixo Cathilina: que estaba alií junto, en un gerro muy al-
«No han siempre los mortales un mesmo to ; mas como dieron de golpe en ellos,
ánimo 1.» Tornemos á la historia. higiéronlos retraer á la fuerga ques dicho
El alguagil mayor fué aquel dia á dor- de aquel monte, que era muy áspero é
mir á un pueblo de los otumies, que está fuerte, y entraron los nuestros en el pue-
frontero de Matalgingo. É otro dia si- blo , ó robáronle é pusiéronle fuego por
guiente por la mañana se partió de allí, é muchas partes: é cómo era ya tarde, el
fué á unas estancias también de otumies, alguagil mayor no quiso combatir el gerro,
las quales estaban sin gente é mucha par- é también porque la gente de los amigos
te dellas quemadas. E adelante en lo lla- é los españoles estaban muy cansados, é
no, junto á uña rihera, vido mucha gen- todo aquel dia avian peleado. Los enemi-
te de guerra de los enemigos, que avian gos toda aquella noche estuvieron dando
acabado de quemar otro pueblo; é cómo alharidos é gritas é tañendo muchos ata-
le vieron, comencaron á dar la vuelta ani- bales é tambores é voginas.
mosamente contra los chripstianos. É por Luego por la mañana, assi cómo el si-
el camino que llevaban los nuestros hacia guiente dia llegó, movió el alguagil mayor
ellos, halláronse muchas cargas de mahiz con mucha orden é congierto para subir el
é quartos é tasajos de niños assados, que monte contra los enemigos, é no sin espe-
para su provisión llevaban: los quales ranga que avia de serle muy resistido por
por se desocupar é huyr más sueltos, avian Ja dispusigion é áspera subida de aquel ger-
dexado tal bastimento, cómo sintieron yr ro; é cómo llegaron al pié del, toparon gier-
á los españoles. Passado un rio, en lo lla- tos amigos de los confederados que desgen-
no los contrarios ordenaron sus esqua- dian de lo alto, é dixeron que no avia ar-
drones; y el alguagil mayor con los de riba gente alguna, porque al quarto del ah
caballo rompió por ellos 6 los desbarató é ba se avian huydo los contrarios; y estando
puso en huyda: é siguieron el alcange de- assi, vieron por todos aquellos llanos á la
rechamente al pueblo de Matalgingo, que redonda mucha gente, y eran los otumies;
estaba gerca de tres leguas de allí, y en- ó los de caballo, pensando que eran de los
trados los de caballo, hasta los encerrar enemigos, corrieron contra ellos é alan-

i Saluslio, De bello cathilinario.


406 HÍSTORTA GENERAL Y NATURAL
cearon tresóquatro, ó. cómo la lengua tierra. Esto hagian ellos á fin de entrete-
de los otumíes es otra diferente de la de ner con sus falsos tractos é mensajes al-
Culua, no los entendían mas de como gunos días suspensos los combates, y en-
echaban las armas en tierra, ó se venian tre tanto proveerse de lo que oviessen
para los españoles: aquellos quedaron he- menester; pero nunca dellos se conosgió
ridos, pero bien conosgieron essos é los que les faltaba voluntad de pelear contra
demás que avia seydo por no los conos- los nuestros-
cor. Pues cómo los enemigos no espera- Y estando en esta plática hablando con
ron , los españoles acordaron de se volver la lengua, ó muy gerca los nuestros de
por otro pueblo de los contrarios, que tam- los enemigos, que no avía sino una puen-
bién estaba de guerra, é los vecinos del, te quitada en medio, un viejo de los de
como vieron tan grande exército sobre sí, la cibdad, á la vista de todos, sacó de su
salieron de paz: y el alguacil mayor ha- mochila ó tasca muy de su.espagiógiertas
bló con el señor de aquel pueblo, é díxo- cosas, que comió con un dcscuydo gran-
le que ya debía de' saber quel general de, á lo que mostraba, por dar á enten-
Hernando Cortes rescebia ó perdonaba der que no tenían nesgessidad de comi-
con buena voluntad á todos los indios, que da, porque los españoles é la lengua dé-
venian á la obidiencia é servicio del grand gíanles que allí se avian de morir de ham-
Rey de Castilla, aunque fuessen muy cul- bre, si no se diessen. Los amigos confede-
pados, enmendándose: por tanto que le rados degian á Jos chripstianos que aque-
rogaba que fuesse á hablar con aquellos llas pages é pláticas eran falsas, é que no
de Matalgingo, para que se viniessen al las creyessen é peleassen con ellos; mas
general, ó quél sería muy buen tercero aquel dia no se peleó más, porque los
para que los perdonasse é hiciesse buenas pringipales dixeron á la lengua que ha-
obras, si ellos no perseverassen en sus blasse al general é le dixesso lo quellos
errores é desobidiengia. É aquel señor se degian de parte de aquella cjbdad.
profirió de lo hacer assi é de traer de. paz Desdcá quatro dias quel alguagil ma-
assimesmo á los de Marinalco. É con esta yor era venido de la províagia de Matal-
victoria ya dicha se tornó el alguacil ma- gingo, los señores dclla é los de Marinal-
yor ó su real. co é de la provingia de Cuyscon (que es
Aquel día algunos españoles estaban grande é mucho señorío y estaban rebe-
peleando en la cibdad, é los cibdadanos lados) "vinieron al real e pidieron perdón
avian enviado á degir que fuesse allá la de lo passado al general, é se ofresgieron
lengua ó intérprete del general, porque de servir muy bien á Sus Magesíades con
querían hablar en la paz; y era fingida é toda lealtad é amistad con los chripstia-
cautelosa su embaxada, segund paresgió, nos; y Hernando Cortés los resgibió muy
porque nunca dixeron sino que si la paz bien é los envió contentos, y ellos cum-
congedíessen, avia de ser con condigion plieron lo prometido de allí adelante.
que los chripstianos se fuessen de toda la
m INDIAS. LIB. XXXI1J. CAP. XXVIII. 407

CAPITULO XXVIII.
En el qual la historia cuenta como se dieron á la eibdad de Temistilan ciertos combates, e se le hieo mucho
daño, en que escotaron bien los contrarios la victoria que avian ávido, de que se tracto en el capítulo XXV,
é eue'nlanse assimesmo algunos trances é cosas señaladas concernientes á la historia".

ÍLa tanto quel alguacil mayor Goncalo la redonda todo estaba en su favor, é
de Saudoval fué con parte del exérgito viendo que los cercados estaban tan cons-
contra los de Matalcingo, segund se dixo tantes en su determinación de morir, no
en el capítulo de susso, acordaron los de sabia el general qué medio tomasse para
la eibdad de Temistitan de salir de noche quitar á los españoles de tan continuos
á dar en el real del comendador Alvara- trabaxos é peligros, ni cómo aquella eib-
do; é antes que esclaresgiesse el quarlo dad se dexasse de destruyr, que era de
del alba dieron de golpe, é cómo las ve- las más hermosas poblaciones del mundo
las de pié é de caballo lo sintieron, ape- é más de ver. É no aprovechaba decir ó
llidare llamando al arma, é los que allí los cercados que no se avian de levantar
estaban arremetieron á ellos, é cómo sin- los reales, ni los bergantines avian de
tieron los de caballo, echáronse al agua. cessar un punto de darles guerra por el
En tanto llegaron los nuestros é pelearon agua é por la tierra, ni que avian destruy-
más de tres horas, é oyóse en el real del do á los de Matalcingo é Marina!co, é que
general un tiro pequeño de campo con en toda la tierra ya no les quedaba quien
que tiraban los de Aívarado, por lo qual socorrerles pudiesse, ni tenian de donde
á mucha priessa mandó Hernando Cortés aver mahiz, ni carne, ni fructas, ni agua,
armar la gente para entrar por la eibdad, ni otro mantenimiento. É quanto más es-
porque acullá afloxassen los que peleaban tas cosas se les decian, menos cobardía é
contra el comendador Aívarado; pero co- señal de flaqueca se veía en ellos: antes
mo los indios hallaron por aquella parte, parescia que peleaban con mayor ánimo
que avian madrugado, tan fuertes é avisa- cada dia.
dos á los españoles del otro campo, tor- Pues cómo el general vido quán poco
náronse á su eibdad descontentos é aun fructo hacian sus amonestaciones é que
con daño suyo. Y el general entró á pe- que por halagos ni temores no mudaban
lear á la eibdad, porque ya él é los que propóssito los contrarios, é que avia ya
del desbarato passado quedaron heridos más de quarenta dias quel cerco se avia
estaban sanos; é á la villa Rica avia apor- puesto, acordó de seguir un medio para
tado un navio del adelantado Johan Pon- seguridad de su gente, é poner en más
ce do León, que avian desbaratado en la estrecho á los gercados; é fué que assi
Tierra-Firme é costa del Norte, en la pro- cómo fuessen ganando por las calles de la
vincia que llaman- la Florida (ques una eibdad, assi fuessen derrocando todas las
tierra que está en veynte y cinco grados casas é allanándolas de un lado é agera
y medio Norte Sur con la isla de Cuba, é é de la otra parte: de forma que un pas-
más septentrional que Cuba), y este navio -so no se diesse adelante, sin lo dexar todo
llevó cierta pólvora é ballestas é otras ar- asolado, é lo que era agua cegarlo é ha-
mas, de que avia extrema nescessidad, de gerlo tierra firme, aunque oviesse toda la
lo qual Hernando Cortés dio muchas gra- dilación que se pudiesse seguir. É para'
cias á Dios. É ya por aquella comarca ó esto .higo llamar á todos los señores é
408 HISTORIA GENEHAL Y NATURAL
principales amigos confederados, é díxo- de tractarla paz. É aquesto les paresgió á
les lo qae tenía acordado, é rogóles que ellos un grand ardid, é no les era inútil,
higiessen venir gente de sus labradores, porque los caballos no podían correr á
é que truxessen coas (que son unos palos causa de aquellas piedras, porque por lo
de que se aprovechan tanto como los ca- firme ó llano los caballos eran los qu&ha-
vadores en España con las hacadas); y gian cruda guerra. É hallóse assimesmo
ellos respondieron que assi lo harian do. una calle gorrada con piedra seca, é otra
buena voluntad, é loaron mucho el acuer- también muy llena de piedras, porque
do que tomaba, de lo qual no holgaron los caballos no.pudiessen correr por ellas.
poco, porque les paresgió que era manera Pero desde aqueste dia adelante se gegó
é buen camino para que la cibdad se aso- de tal forma aquella calle del agua qug
lase de todo punto: que de cosa del mun- salía á la plaga, que nunca después los
do no pudieran ser mas contentos. indios la abrieron: ,é desde allí comenga-
Entre tanto que lo ques -dicho se con- ron á asolar poco á poco las casas é ger-
certaba é los zapadores ó gastadores, rar é gegar muy bien lo que se ganaba
como dicen en Italia, venían, passáronse dellas é del agua. É cómo aquel dia avia
tres ó quatro dias; é los de la cibdad más de giento é ginqüenta mili hfmbres
creyeron bien que esse descanso no se de guerra, hígose mucha labor, é torná-
les daba por complagerlos con la dilación, ronse al real: é los bergantines é canoas
sino que se debían ordenar algunos ardi- de los amigos higieron muy bien su offi-
des contra ellos. É concertados los espa- gio en grand daño do Ja cibdad, é quan-
ñoles é sus amigos, para que por la tierra do fué tiempo, se recogieron á repossar.
é por el agua combatiessen, otro dia de Otro dia siguiente por la mañana, é
mañana, después de a ver oydo missá, con la mesma orden ya dicha, entraron
tomaron el camino para la cibdad; y en los nuestros en* la cibdad, é llegados á
llegando al passo del agua é albarrada, aquel gircuyto é patio grande, donde es-
que estaba cabe las casas grandes de la tán ías torres de los ydolos, mandó el
plaga, queriendo dar obra al combate, general á los capitanes que con su gente
los de dentro dixeron que querían paz, é no higiessen sino gegar las calles del agua
assi el general mandó que no peleassen .é allanar los passos malos que estaban
los nuestros, ó mandóles á degir á los ganados: c á los amigos confederados
contrarios que viniesse allí el señor de la mandó que parte dellos quemassen ó alla-
cibdad á le hablar, é que se daría orden nasen las casas, é otros fuessen á pelear
en la paz. É con degir que ya le avian por las partes que se solía hager, é que
ydo á llamar, passó más de una hora; pe- tos de caballo guardassen por las espal-
ro en la verdad no avian gana de la paz, das. Cosa era de mucha lástima ver lo
sino dilatar la guerra, aunque les yba mal edeficado allanar y henchir con ello
del!a. É assi lo mostraron, porque estan- aquellas canales é calles de agua.
do quedos los nuestros, comengaron los El general subióse en una torre la más
contrarios a tirar flechas é varas é pie- alta de aquellas, porque los indios le eo-
dras , é cómo este escarnio se vido, com- nosgian c les pessaba de verle allí en
batióse el albarrada é ganóse: y entrando aquello quellos tenían por sagrado é sanc-
en la plaga, estaba toda sembrada de pie- to lugar todo aquello; y él via mejor lo
dras grandes, é debiera fallar algo desta que cada uno hagia, é proveia é hacia so-
obra, para lo qual los enemigos avian da- correr donde era nesgessario, porque co-
do aquella dilagion ques dicho, so color mo peleaban á la continua, é por la ocu-
DE INDIAS. Lili. XXXIÍ1. CAP. XXVIII.- 409
pación de los que entendían en ruynar las higo un mensajero al alguagil mayor para
casas y henchir las calles del agua con lo que antes del día viniesso allí á su rea!
derribado, no por esso dexaban los otros con quince de caballo de los suyos é de
de combatirse, é á veces los contrarios los del comendador Pedro de Alvarado,
se retraían, é á veces á los nuestros con- é assí lo hico; y el general tenia allí de
venia hager lo mesmo: é luego eran so- los de Cuyoacan otros veynte y cinco, que
corridos con tres ó quatro de caballo que eran quarenta: é á diez dellos mandó que
ponian mucho ánimo á los confederados luego por la mañana saliessen con toda
para revolver sobre los enemigos. Desta la otra gente, é quellos é los bergantines
manera é por esta orden se higo, y entra- fuessen por la acostumbrada orden á com-
ron los nuestros en Ja cihdad cinco ó soys batir é derrocar é ganar ó allanar todo lo
dias á reo : é siempre al retirar echaban que pudiessen, porque quando fuesse
los amigos adelante, é poníanse algunos tiempo de retraer, el general quería yr
de los españoles en celada en unas casas, allá con los otros treynta de caballo. K
é los de caballo quedaban atrás é fingían díxoles que, pues sabían que tenían gana-
que se retraían de golpe, por sacar á los da é allanada mucha parte de la cibdad,
contrarios á la placa. Con esto, é con la que quanto pudiessen siguiessen de tro-
celada de los cavalleros alangcaban algu- pel á los enemigos hasta los engerrar en
nos: é un dia de aquellos ovo en la plaga sus fuercas é calles de agua, ó que allí se
siete ú ocho de caballo, esperando que los detoviessen con ellos hasta que fuesse ho-
enemigos saliessen, é cómo vieron que ra de retraerse; é quél con los treynta de
no salían, hicieron que se volvian; é los caballo, sin ser vistos, se podría meter
de la cibdad, con recelo que á la vuelta en la cibdad en unas casas grandes que
los alancearían, como solían, estaban estaban gerca de las otras casas grandes
puestos sobre unas paredes é acoteás ¡nu- de la plaga. É los españoles lo hicieron
merables dellos; é cómo los de caballo como les fué ordenado; é á la una hora
revolvieron, hallaron que avian tomado después de medio dia, el general fué á
en lo alto una vuelta de una calle, é no la cibdad con los treynta de caballo, é
pudieron seguir tras los enemigos que dexólos metidos en aquellas casas, y él
yban por ella, é oviéronse de retraer; é se fué y se subió en la torre, como lo so-
los enemigos favoresgidos, é ufanos de lia hacer; y estando allí, ciertos españo-
averíos fecho volver atrás, seguían tan les abrieron una sepultura, é hallaron en
enearnicados como tigres; mas con tanto ella en piegas é joyas de oro más de mili
aviso que se acogían dónde no rescebian é quinientos pessos de oro.
daño, é ios de caballo, quando tornaban Venida la hora del retraer, mandó el
á ellos, lo rescebian de los que estaban genera) que con mucho concierto se co-
sobre Jas paredes: é assí se retiraron con mengassen á retirar, é que los de caba-
dos caballos heridos. llo, desque estoviessen retraydos en la
Aquel dia, recogidos todos en el real, plaga. fingiessen que acometían é que no
desando bien seguro é llano todo lo ga- osaban llegar, é questo se hiciesse quan-
nado, quedaban los cercados ufanos, é do viessen mucha copia de gente contra-
creian que de su temor se avian rctraydo ria al rededor de la plaga, y en ella. Or-
los españoles é confederados, en lo qual denado todo esto, fuesse el general á me-
mucho se engañaron. É cómo el general ter con los treynta cavalleros en la gelada,
estaba muy pronto é solígito por ver la porque dcsseaba que se higiesse muy
definición de aquel gerco, aquella noche bien; é retrayéndose los españoles de pié
TOMO III. 52
410 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
é de caballo é sus amigos confederados, mo se asomaron por una calle, arreme-
que esperaban con mucha voluntad ver tieron diez ó doge de caballo, é siguié-
efettuado loques dicho, venian los ene- ronlos de tal manera que ninguno se les
migos con- lauta grita é alharidos como si escapó que no matassen. Cobraron los
truxoran consigo toda la victoria, que des- enemigos desta jornada tanto temor, que
seaban: é los diez de caballo hicieron que nunca más osaron entrar en la plaga nin-
arremetían á ellos por la plaga adelante, guna de las veges que los chripstianos se
é retruxéronse de golpe, como atcmoriga- retiraron, aunque solo uno de caballo
dos, los mesmosginetes. Y esto fecho dos viessen, ni osaban. ya salir á indio ni á
veges, los contrarios, no bien entendién- peón de los nuestros, creyendo que de
dolo, venian tan osados que á las ancas entre los pies se les avia de levantar otra
de los caballos llegaban, dándoles hasta gelada.
los meter por la boca de la calle, donde Esta victoria fué muy pringipal en cali-
estábala celada: é cómo la celada vido dad, é muy provechosa para que aquella
passar adelante los españoles é oyó soltar cibdad más ayna se ganasse; porque los
una escopeta, que era la señal para sa- naturales della rescibieron mucho desma-
lir , conosgido que era ya tiempo, salie- yo, é los confederados acresgentaron su
ron con el apellido del glorioso Apóstol ánimo y esfuergo en mucha manera: por-
Sanctiago, ó comencaron á alancear é que demás de quedar la victoria por nues-
derrocar é atajar muchos de los contra- tra parte, ningún peligro ovo en los nues-
rios por la plaga adelante, y eran toma- tros, exgepto que al tiempo que salieron
dos de los confederados que seguían á los de la gelada se encontraron dos de los de
de caballo: de forma que desta celada, caballo é cayó un escudero do una ye-
é por la manera ques dicha, mataron más gua , y ella fuésse derecho á los enemigos
de quinientos indios, todos los más de é flecháronla, é bien herida , cómo vido
los principales y esforzados é valientes su mal resgebimienlo que se le hagia, se
hombres. Aquella noche tovieron bien de volvió hágia los chripstianos, é aquella
cenar los amigos confederados, porque noche se murió. E aunque pessó dello á
todos los que se mataron, tomaron é lle- los españoles, porque los caballos ó ye-
varon fechos piceas, é se los comieron, guas íes era mucho favor é ayuda, no fué
sin buscar otra salsa de más apetito ó sa- tanto el pessar como si muriera en poder
bor que su enemistad é diabólica cos- de los enemigos, porque resgebieran más
tumbre. plager, con verla en su poder muerta, que
Fué tanto espanto ó admiración la que no pessar por los que les mataban dellos
tomaron los cercados en verse tan de sú- mesmos. Los bergantines é las canoas de
bito assi desbaratados, é aver perdido los amigos higieron grand estrago en la
tales é tantas personas, que los que esca- cibdad aqueste victorioso dia, sin resgebir
paron é los que estaban cercados queda- peligro alguno.
ron como mudos, que no hablaron ni gri- Pues cómo ya se mostraba claro que
taron en toda essa tarde, ni osaron asor los gercados estaban amedrentados, sú-
mar en calle ni acotea, donde no estovies- pose de unos dos dellos (hombres de
sen bien seguros é á su salvo. E ya que poca manera, que de noche se avian
era quassi de noche ¿ que los españoles salido do la cibdad é se avian venido
se retraían, los de la cibdad mandaron á a! real nuestro) que se morían de ham-
Ciertos esclavos suyos que mirassen si los bre , é que salían de noche á pescar en-
nuestros se relraian ó qué hagian; é có- tre las casas de la cibdad, é andaban
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXVIII. 411
por la parte que della se les avia toma- ba brago ó pierna ú otra parte de aque-
do, buscando leña é rayges é hierbas que llos que murieron; é los que llevaban
comer. É porque ya estaban muchas ca- vivos para sus diabólicos sacrifigios, tam-
lles de agua cegadas é aderesgados mu- bién se los comian, después que pades-
chos malos passos, acordó el general de gian la muerte que les querían dar.
entrar otro dia al quarto del alba é hager Otro dia siguiente entraron los nues-
todo el daño que pudiesse: é los bergan- tros en la cibdad, é cómo ya los confe-
tines salieron antes de ser de dia, y el derados amigos vian la buena fortuna que
general, con diez ó doge de caballo é se tenia para la destruygíon della, era tanta
giertos peones españoles, é con parte de la moltitud que de cada dia venian al real
los amigos, entró de golpe é púsose en como amigos, que no tenían cuento. E
gelada; é las espías que tenia puestas, as- aquel dia se acabó de ganar toda la cali e
si como fué de dia, hicieron señal que de Tacuba, é de adobar los malos passos
saliesse de la gelada, é dieron sobre della, en tal manera que los del real del
grand moltitud de gente. É cómo eran de comendador Pedro de Alvarado se podían
aquellos más miserables é que salían á comunicar con el real del general por la
buscar de comer, esta_ban desarmados y cibdad; é por la calle pringipal que yba
eran mucha parte de mugeres é mucha- al mercado se ganaron otras dos puentes
chos, ó la mayor cantidad, é hígose tanto é se gegó muy bien el agua, é se quema-
daño en ellos por todo lo que se podia an- ron las casas del señor de la cibdad, que
dar de la cibdad, que pressos é muertos era mangebo de edad de diez y ocho años,
passaron de más de ochogientas personas: cuyo nombre era Guatimugin. Este fué el
é los bergantines tomaron assimesmo mu- segundo señor después de la muerte de
cha gente é canoas que andaban pescan- Monteguma. En estas casas tenían los in-
do, é higieron en ellos mucho estrago. É dios mucha fortalega, porque eran muy
cómo los capitanes é pringipales de la cib- grandes é fuertes é gercadas de agua.
dad vieron á los chripstianos é confede- También se ganaron otras dos puentes
rados andar por ella á hora no acostum- de otras calles que van gerca desta del
brada , quedaron tan espantados como de mercado, é se cegaron muchos passos:
ía gelada passada, é ninguno osó salir á de manera que de quatro partes de la cib-
pelear. É assi los nuestros se tornaron al dad las tres estaban ya ganadas y en po-
real, con harta pressa é manjar para los der de los nuestros; é los indios no ha-
amigos de los cuerpos de aquellos tristes gian sino retraerse hágia lo más seguro é
prissioneros é muertos contrarios, por- fuerte, que era á las casas que estaban
que cada qual de los confederados lleva- más metidas en el agua.-
412 mSTOMA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XXIX.
Cútno eí general Hernando Corles acordó de proseguir en ios combales de la cibdad por su parle , é fo
mesmo hacia el comendador Pedro de Alvarado por la suya é los oíros capitanes ; é cómo se ganó el mer-
cado, placa principa] de Temislilan; é cómo en olro día, prosiguiéndose el combalimienío, se ganó olro
barrio; é de oirás cosas notables é convinienfes al discurso de la historia.

K arésccme á mí, que assi como Marco auctores é veros historiales. Ni solamen-
Tullio Cicerón decía al pueblo romano, te esculpidas en marmoleas columnas, co-
después del castigo de la conjuración de mo los antiguos antes del diluvio escri-
Cathilina: «Por estas cosas grandes [oh bieron los estudios y ciencias de las anti-
romanos! yo no pido de vosotros algún guas artes, porque no se perdiesse la me-
premio de virtud, ni alguna enseña de moria dellas, como lo escribe Josepho a;
honor, ó algún monumento de loor, ex- mas es muy justa cosa que en la memo-
cepto vuestra perpetua memoria de aques- ria de los que viven estén escripias las
ta jornada. Yo en vuestros ánimos quiero bacanas é fechos memorables de Hernan-
que sean mis triumphos puestos: todos los do Cortés, é quellos las enseñen á sus hi-
ornamentos de honra, todos los monu- jos, é aquellos á los que progedicren de-
mentos de gloria, todas las insignias de llos, é de una edad á otra ó de tiempo en
aiabanca sean para mí en vuestros ánimos tiempo siempre estén acordadas é perpe-
colocadas, porque ninguna cosa que mu- tuadas en la mente de los humanos, allen-
da sea, ninguna que calle, ni cosa de tal de de lo que puede estar ó quedar escrip-
suerte que los indignos puedan conseguir, to por mí ó por otro más competente his-
os demando. De la memoria vuestra ¡oh toriador ; porque son cosas raras é pere-
i-órnanos! de la memoria vuestra sean mis grinas, é no tienen semejanca ni compa-
cosas nodridas: creseerán por las pa- ración con exérgito ni cerco alguno de
labras, é turarán por las historias, to- aquellos que por muy famosos están es-
mando siempre una mayor fuerga, etc. *» criptos de los passados, considerando las
Assi este invicto capitán lo debe pedir á calidades é assiento é gente de Temisti-
toda la nación do España por sus grandes tan.
fechos en esta empressa obrados, é acaba- Ya se sabe que en Sagunto, quando la
dos ó perfecionados é concluydos por muy destruyó Aníbal, los que estaban gerca-
señaladas batallas c victorias que ovo en dos tomaron su oro é plata é joyas, é fe-
favor de la fée é,república, é crescimiento cha una hoguera en la placa, lo quemaron,
déla religión chripstiana, en sorvigio de é algunos se echaron con ello en el fue-
su Rey é corona ó ceptro real de Castilla, go , como más largamente lo escriben Ti-
en ampliamiento de la honra de su patria to Livio ó Plutarco 3 é otros famosos histo-
é memoria de su proprío lina ge de los riales: ni aquel osado morir de los numan-
Corteses, y en sublimación y ensalca- tinos, quando Sgipion Africano destruyó
iniento de su mesma persona, é ornamen- aquella cibdad, la qual dcbaxo del yugo
to destas historias. Y assi deben estar á muchos romanos avia fecho passar 4. Y
escripias, no tan solamente por muchos en aquella suma de historias acumuladas
1 Salustio, De bello Cathilinario. sculpsil, ele.
t Qui limebant fulurum periculum diluvii el ¡g- 3 Tifo Livio, lib. V, cap. 13, década ]][.
nts, Join Tubalcaimeasdem arlesiji duíibuscolumnis i Vogecio, lib. I, cap. 15.
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXIX. 413
por Leonardo Aretino, historiógrapho, el mas (quando ovieron de militar contra los
qual tractado se intitula el Águila Volante*, troyanos, y en los negogios de la guerra
dige que la nescessidad é hambre de los se detuvieron tantos años). Después tovie-
gercados fué tal, quel padre comió el hi- ron grand quistion é contienda si se apro-
jo, é la madre la hija, y el marido la mu- vecharían de sus letras, é la verdad más
ger; pero en este cerco de Temistitan, pudo alcangar quel uso de las letras mo-
en esso del comer carne humana, otras dernas aun estonges no le fué conosgido-
cosas de más espanto avernos tractado É aquesto consta, porque entre los grie-
hasta aqui; é cada día y en muchas par- gos ninguna escriptura poética absoluta-
tes destas Indias se ha guardado essa fe- mente se halla más vieja que la de Ho-
rogíssima, cruel é desapiadada costum- mero , y él es manifiesto aver seydo des-
bre , segund el letor puede colegir destas pués de las guerras de Troya. Ni aqueste
historias. Túvose por abominable juramen- dexó su poema en letras ; mas fué la me-
to é confederagion ó seguridad para la se- moria dello guardada en cánticos, é des-
creta conjuragiou de Cathilina, mezclaren pués fué compuesto. Y por aqueste he
el vino que dio á sus consortes á beber visto mucha disonangia en aquel poema.»
sangre humana 2; y entre los indios de la Todo esto es del auctor alegado.
Nueva España, y en muchas partes de la Ni se debe creer que Pauphis, isla de
Tierra-Firme, no con vino ni otra cosa Egipto, que agora se llama Danmiata (y
mezclada, sino por un suavíssimo cordial está en la boca del Nilo) oviesse hallado la
é goloso brevage, sola ella, la beben de invengion del papel, pues que estonges
sus enemigos, ó aun de los amigos é na- (digo quando lo ques dicho de Troya) no
turales-, en sus sacriligios execrables é avia letras 4 . No es menester tampoco
malditos. traer á comparagion del gerco de Temisti-
No curemos de hablar ni tener en tan- tan la destruygion de Cartago é vengi-
to aquel cerco famoso troyano, quan- mientode Aníbal; ni aquellas duras ó ser-
do Agamenón é los griegos destruyeron viles condigiones en que puso Sgipion
aquella poderosa cibdad, porque fué un Africano aquellas gentes, con mucho
gerco grande é de mucho tiempo é años, número de muertos é prissioneros, pues
ó no lodos los que hablan en esa historia que Plutarco é Tito Livio lo escriben s .
son de un acuerdo3. Josefoó Josippo, sa- Tornemos á nuestra labor é historia pres-
gerdote de los de Hierusalem, hijo de Ma- sente, que no es inferior de ninguna de
thatia, escribió en griego dos libros con- las que he tocado de susso, ni de to-
tra Appion, gramático alexandrino, y en das las que se callan ó se podrían degir
el prohemio de su tractado dige: «Sepan que escriptas sean; pues que aqui, de-
los griegos que tarde y escasamente pu- más de la verdadera relagion é grandega
dieron conosger la natura de las letras, de tal empressa, no hay menos, sino mu-
ca el muy antiguo uso dellas se cree cho más de que se maravillen los hom-
aver los griegos alcangado de los féni- bres.
ges, é han por gloria que las aprendieron Otro dia siguiente, después de la vic-
' de Cadmo; mas aun ninguno podría mos- toria, de que se tracto en el capítulo antes
trar algo do aquel tiempo por escripto, ni deste, fué dia del apóstol Sanctiago, y el
en los templos ni en los públicos anathe- general Hernando Cortés entró en la cib-
i Cap. 93. frigio, é Dictis crelense.
í Salusüo, De bello Caihilinario. 4 El Águila Volante, lib. I, cap. 33.
3 De bello Graeeorum contra Troyanos. Dares 5 Década til, Hb. X, cap. 34 é dende adelante.
414 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dad por la orden acostumbrada, é siguió las tornaron á icedeficar, ó los que dellos
la calle grande, que yba á dar al merca- no murieron.
do: é ganóse una calle muy ancha de Otro dia adelante por la mañana entra-
agua, en que los cercados pensaban que ron los nuestros, como lo acostumbraban
tenían mucha seguridad, aunque fue bien en su orden, é llegados a la calle del agua
defendida é se tardó en el combate, ó que avian comencado á cegar el dia antes,
fué peligrosa de ganar; é cómo era muy halláronla como avia quedado; é passaron
ancha, en todo lo restante de aquel día adelante dos tiros de ballesta, é ganáron-
no se pudo acabar de cegar, para que los se dos acequias grandes de agua que te-
de a caballo pudiessen passar de la otra nían los contrarios rompidas en lo sano de
parte. É cómo todos los nuestros estaban la calle mesma: é llegaron á una torre
a pié, é los indios vian que los caballos pequeña de aquellos ydolos dessa gente, é
no avian passado, vinieron de refresco hallaron allí, como trofeos, colgadas cier-
mucha cantidad dellos muy lucidos; é có- tas cabecas de los chripstianos que les
mo se les higo rostro é de nuestra parte avian muerto, lo qual no fué poco dolor
avia muchos ballesteros, dieron la vuelta para los españoles verlo. Desde aquella
a sus albarradas é fuercas; pero no sin torre yba la calle derecha (que era la mes-
llevar muchas saetas atravessadas por sus ma, en que los nuestros estaban) á dar á
personas mal*heridos. Demás de lo qual la calcada del real del alguacil mayor
ya todos los otros españoles de pié lleva- Goncalo de Sandoval, é á la mano iz-
ban picas luengas, quel general avia fe- quierda yba otra calle á dar en el merca-
cho hacer, después que le desbarataron, do, en la qual ya no avia agua alguna,
y esto fué cosa muy provechosa ó nueva excepto una que se les defendía; é aquel
á los indios cercados. Aquel dia por los dia no passaron de allí, aunque pelearon
lados de la una ó de la otra parte de mucho con los enemigos, é recogiéronse
aquella calle principal no se entendió si- los españoles al real sin peligro^, é no con
no en quemar é allanar casas, y era una las reqüestas que solían ser seguidos.
grand lástima á los españoles verlo, de Adelante otro dia, estando aderescan-
pura é humana compasibilidad, é mucho do é armándose los nuestros para entrar
regocijo é placer para los indios confede- en la cibdad, á las nueve horas del dia,
rados ; é cómo convenia que assi so hi- vieron desde el real que salía mucho hu-
giesse, procedióse en tal rUyna, arrasando mo de dos torres muy altas que estaban
é poniendo por el suelo muy hermosos en el catebulco, alias tiánguez, ó merca-
edefícios: los de la cibdad, lastimados con do de la cibdad, é no podían pensar qué
tal vista é tanto estrago, decían a los in- cosa fuessen; ó cómo paresia más que
dios confederados estas palabras: « Daos sahumerios que acostumbran hager los in-
prissa, é no hagays sino quemar é des- dios á sus ydolos, sospechóse que la gen-
truyr nuestras casas: que nosotros os las te del real del comendador Alvarado
liaremos tornar á hacer de nuevo todas avrian allegado allí; é aunque assi era la
essas labores, é vosotros lo aves de pa- verdad, no lo podia creer el general é los
gar; porque si somos vencedores, ya sa- que en su real estaban, E cierto aquel dia
bes que ha de ser assi, é si vencen los el comendador Alvarado b¡co su officio de
chripstianos, las aves de hacer para ellos.» prudente capitán é de muy valiente cava-
En esto postrero acertaban más en su ade- Uero, é á los que con él estaban no les
vinar, aunque los indios las oviessen de quedó cosa por hacer que á denodados mi-
hacer, pues que los mesmos cercados lites y esforcados soldados se pueda loar:
DE INDIAS, LIB. XXXIII. CAP. XXIX. 413
é avia muchas puentes por ganar é albar- te á sus espaldas ó lados, assi para con-
radas hágia la parte del general; pero có- servar lo que avia ganado, como para su
mo el capitán Alvarado vido que por la defensa. É cómo luego se aderesgó aquel
parte de Hernando Cortés yban estrechan- passo, el general con algunos de caballo
do á los enemigos, trabaxó todo lo que se fué á ver el mercado, é mandó á su
le fué posible por entrarles el mercado, gente que no passasse adelante de aquel
porque allí tenían puesto todo el caudal passo; é desp*ues que andovieron pas-
de su esperanga é merca é resistencia; seándose por la plaga lo que les plugo,
pero no pudo más de llegar á vista dé!, mirando los portales della, los quales por
é ganarles algunas torres é otras muchas las agoteas ó terrados estaban llenos do
que están junto al mesmo mercado, ques los enemigos, que cómo era muy grande
tanto quassi como el gircuyto de las mu- la plaga é vían andar por ella los do caba-
chas torres de la cibdad : é los de caballo llo , no osaban llegar. Y estongos el ge-
se vieron en harto trabaxo, é [es fué for- neral subió en aquella torre grande que
jado retraerse; é al retraer, les hirieron está junto al mercado; y en ella también
tres caballos. É assi se volvieron Pedro y en otras hallaron ofresgidas é puestas
de Alvarado é su gente á su real. Los del delante de los ydolos las cabegas de los
campo del general no quisieron aquel dia chripstianos que les avian muerto, é de
ganar una puente é calle de agua, que los indios de Tascaíteca, sus amigos, en-
quedaba no más para llegar al mercado, tre los quales siempre de mucho tiempo
salro allanar é cegar todos los malos pas- acá ha ávido antigua é cruel enemistad.
sos;ó al retraerse, acometieron regiamen- É desde aquella torre vido el general lo
te los enemigos, pero fué con daño é que estaba ganado do la cibdad, que era
muerte de algunos dellos mesmos. de ocho partes las siete, é consideró que
Otro dia, luego enarnanesgiendo,entró tanta gente de los enemigos no era posi-
el general con su gente é orden, como lo ble sofrirse en tanta angostura, mayor-
acostumbraba, á combatir la cibdad, é mente que las casas que les quedaban
cómo no avia por ganar basta llegar al eran pequeñas, é cada una sobre sí en el
mercado sino una traviessa de agua con agua. Demás desto la hambre era gran-
su albarrada, que estaba junto á la torre- díssima, é por las calles hallaban roydas
cilla ques dicho, comencáronla á comba- las rayges é cortegas de los árboles; é de
tir; é un alférez é otros dos ó tres espa- compasión dellos dexó de los combatir
ñoles echáronse al agua, ó los de la cib- por algún dia, con pensamiento de mover-
dad desampararon luego eí passo, é co- les algún partido para que no muriesso
mencóse á cegar é aderesgar para que los tanta moltilud de gente, de quien avia
de caballo pudiessen passar. Y estándose mucha lástima; é aun porque le quadra-
aderesgando, llegó el comendador Pedro ba á su condigion aquel dicho, que atribu-
de Alvarado por la mesma calle con qua- ye Salustio á Cathelina, en una oragion
tro de caballo, é fué sin comparación el que dige i que vengarse de los viles
placer que ovieron la gente de su real y hombres, no puede ser loor alguno á las
el general é los suyos con verse allí, por- personas ilustres'1.» É aunque allí en Te-
que era camino breve para darse conclu- mistitan estaban con el señor de la cib-
sión en la guerra en que estaban: é Pe- dad particulares é pringipales señores é
dro de Alvarado dexaba recabdo de gen- animosos varones,*eran ya muy pocos al

i Salustio, De bello Calhilinario.


416 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
respecto de otro número de gente quassi otros; mas decían á los de la cibdad que
sin cuenta que quisiera el general que es- con aquel avian de matarlos á todos, sin
caparan del cuchillo é de la rabiosa gar- que alguno quedasse vivo. É aunque otro
ganta de los amigos confederados, que sa- fructo no hiciera, como no lo higo, sino
bia que avian de comer quantos pudiessen el temor que con esto se ponia á los cer-
aver de los cercados, que á sus manos vi- cados, pensaba el general que era liarlo
niessen, muertos ó vivos,' sin perdonar á é que se dieran; pero lo uno é lo otro
hombre ni á muger ni edad alguna. É por cessó, porque ni los carpinteros salieron
excusar esto, siempre el general hacia sus con su intengion, ni los de la cibdad, aun-
diligengias, acometiendo con la paz á los que tenian temor, movieron algún partido
contrarios: los quales respondían que en ni ageptaron los que se les movieron, si-
ninguna manera se avian de dar, é que no siempre se estovieron constantes para
uno solo que dellos quedasse, avia de mo- no se dexar, captivos ni libres, sojuzgar ni
rir peleando: é que de todo lo que tenian, rehusar la muerte. É assi se disimuló la
no avian do aver del I o los nuestros cosa falta de trabuco ó quartago, dándoles á
alguna, é que lo avian do quemar y echar entender que de compasión no queríanlos
en el agua, donde nunca paresgiesse. Y nuestros españoles acabarlos de matar.
el general, por no dar mal por mal, di- Otro día después que fué assentado el
simulaba todas aquellas palabras é dilata- trabuco ó disparate, tornó el general á en-
ba el combate: é cómo ya avia poca pól- trar en la cibdad, é cómo avia tres ó qua-
vora, avíase puesto en plática algunos tro dias que no la combatia, hallaron las
días antes que se hiciesse un trabuco, é calles por donde nuestra gente yba llenas
aunque no eran suficientes maestros para de mugeres é niños é otra chusma plebea
tal obra, ciertos carpinteros se ofrcsgte- é miserable, que se morían de hambre,
ron de hacer uno pequeño: é bien pensa- ó salían traspassados é flacos, que era mu-
ba el general é otros que no avian de sa- cha lástima verlos. Y el general mandó á
lir con la obra; pero consintió que se hi- los amigos confederados que no les hicies-
ciesse. Y en aquellos días que estaban tan senmal; pero la gente de guerra no salía
arrinconados é apretados los enemigos, hombre dellos á donde pudiesse rescebir
acabóse de hacer aquel artificio, tal qual daño, aunque los vian estar engima de
era, é llevóse á la placa del mercado pa- las acoteas, cubiertos con unas mantas
ralo asentar en un edefigio, que como tea- que usan de algodón, é sín armas. Hi-
tro estaba de cal é canto edeficado en me- go el general este dia requerir á los con-
dio della, quadrado, de dos estados y trarios con la paz, é las respuestas que
medio de altura, é de esquina á esquina daban era dilatar é cautelas sin con-
avia treynta passos: el qual tenían los in- clusión ; é cómo lo más del dia' se gastó
dios para quando algunas fiestas hacían ó en esto, envió á degírles que los quería
juegos, en que los repressentadores de- combatir, é que higiessen retraer toda su
llos se ponian, porque toda la gente del gente, si no que daria ligengia á los ami-
mercado é los que estaban en baxo y en- gos para que los matassen. Ellos dixeron
cima de los portales pudiessen ver lo que que querían paz, é fuéles replicado qucl
hacian. Traydo allí, tardaron en lo asentar general no vía allí al señor de la cibdad,
tres ó quatro días; é los indios amigos con quien se avia de tractar, é que vinies-
amenazaban con aquél instrumento ó arti- se, quél lo aseguraba , é hablarían en la
ficio á los de la cibdad, del efetto del qual paz: é cómo todo lo que los contrarios de-
tan ignorantes eran los unos como los gian eran figiones é burla, é todos esta-
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XXIX. 417
ban apergebidos, después de los aver Llegado el general á la albarrada, dixé-
muchas veces amonestado, por los poner ronle que pues ellos le tenian por hijo del
en mayor nesgessidad, mandó el general sol, é que su padre, en tanta brevedad
al comendador Alvarado que con toda su coirto es un día é una noche, daba una
gente entrasse por la parte de un grand vuelta á todo el mundo, que por qué él
barrio de más de mili casas que los ene- assi brevemente no los acababa de matar
migos tenían, y él por otra parte á pié é los quitaba de penar tanto, pues que
entró con la gente de su real, porque á ya ellos tenian desseo de morir é yrse al
caballo no podían por allí aprovechar; é gielo para su Ochilobus, que los estaba allá
fué tan regio el combate, que se ganó esperando para descansar. (Este ydolo as-
todo aquel barrio con tanta sangre é mor- si llamado Ochllobo, es el que en más
tandad de los enemigos, que passaron de veneragion aquella gente tiene.) El gene-
doce mili personas los que allí perdieron ral les respondió por la lengua ó ínter-
las vidas: é usaban de tanta crueldad los petre muchas cosas, para sosegarlos é
confederados que no perdonaban criatu- atraerlos á que se diessen; é ninguna co-
ra , aunque más reprendidos eran de los sa aprovechó, aunque en los chripstianos
chripstianos, ó decían quellos hacían lo vian muestras é señales de paz é buena
que los vencidos Ingieran, si vencieran. amistad: ni jamás vengidos, llegados á
Otro dia siguiente, tornando el general tanta nesgessidad, mostraron á los venge-
á la cibdad, mandó que no peleassen ni dores tanta conslangia de ánimos endures-
fuesse fecho mal á los enemigos, los qua- gidos ó obstinados ó remisos para morir
les, como vian tanta moltitud de gente de grado, pues que llegados á tal esta-
sobre sí, é conosgian que los yban á ma- do, no se conosgian flaquega ni poquedad
tar sus vassallos é los quellos solían man- en ellos. Y el general, viendo aquesto,
dar, é vian su extremada nesgessidad ó habló con un pringipal dellos que estaba
que no tenían donde estar, sino sobre los presso dos ó tres dias hagia, el qual avia
cuerpos muertos de los suyos, con des- prendido un indio de don Hernando, se-
seo de verse ya fuera de tanta desventu- ñor, de Thesayco, peleando en la cibdad;
ra é calamidad, degian que por qué no é aunque estaba muy herido, díxole si se
los acababan de matar; é á mucha pries- quería volver á la cibdad, é respondióle
sa dixeron que Uamassen al general, que que sí: é cómo otro dia volvió el general
le querían hablar. É cómo ios españoles á la cibdad, envióle con giertos españoles
desseaban que esta guerra se concluyes- que le entregaron á los enemigos gerca-
se é avian lástima de los engerrados é dos. É á este avíale Hernando Cortés ha-
les pessaba de tanto malcomoresgebian, blado largamente, para que con el señor é
pensaron que querían paz, é higieron que los otros pringipales tratasse la paz, y él
Hernando Cortés se Ilegasse á una albar- prometió de hager en ello todo lo que po-
rada, donde giertos pringipales estaban, sible le fuesse; é los de la cibdad lo res-
que le querían hablar; é aunque él conos- gibieron con mucho acatamiento, como á
gia que aquel ragonamiento avia de ser tan persona principal que entrellos era, é lle-
sin provecho como los passados, fué allá; váronle delante de Guatimugin, su señor,
puesto que sabia quel no darse aquella y él le comengó á hablar sobre la paz; é
gente consistía solamente en el señor de- á pocas palabras que ovo dicho en el ca-
lla y en otros tres ó quatro pringipales de so, le mandó callar, é luego le higo matar
la cibdad, porque los demás muertos ó vi- é sacrificar, como á enemigo, aunque era
vos desseaban ya verse fuera de allí. hombre valeroso é de estimagion , é de
TONO .111. 53
41S HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mucha cuenta é valor. De manera que la que estaban allí en guarda, los quales él
respuesta quel general esperaba fué de conosgia, é díxoles»que pues se vían tan
otra forma que la expiriengia é crueldad perdidos, é conosgian que si él quisiesse,
obró en aquel señor, porque en el instante dentro de una hora no quedaría persona
que se higo aquella cruda injusticia ques dellos, que por qué no lo venia á hablar
dicho, vinieron los contrarios con gran- Guatimugin, su señor; quél le prometía
des alharidos, diciendo que no querían de no hagerle ningún mal é que que-
sino morir ó acabar libres, tirando mu- riendo él y ellos venir de paz, serian muy
chas varas é flechas é piedras, é como bien resgebidos é tractados: é passó con
leones muy dañados é fieros, peleando: é ellos otras racones, con que los provocó á
mataron un caballo con un dale, que uno muchas lágrimas; é llorando, le respon^
traía fecho de una espada de -las nuestras; dieron que bien conosgian su yerro é per-
pero al fin les costó caro, porque murie- digion, ó quellos querían yr á hablar á
ron muchos dellos; é assi nuestra gente su señor é que no se fuessen de allí, por-
se tornó aquel dia á su real. que volverían á darle la respuesta. É assi
El dia que á esto progedió, tornó el ge- se fueron é tornaron desde á poco, é di-
neral á entrar en la cibdad, é ya estaban xeron que, porque ya era tarde, su señor
los enemigos tales é tan castigados, ó me- no avia venido; mas que otro dia á medio
jor digiendo tan cansados, que de noche día vernía en todo caso á le hablar en la
osaban quedar muchos de los confedera- plaga del mercado. É con esto el general
dos amigos de los nuestros. É llegados á se tornó á su real, é mandó que para otro
vista de los contrarios, no quiso el gene- día toviessen aderesgado allí en aquel ede-
ral que peleassen, é andúvose passeando figio quadrado, que está alto y en me-
por la cibdad, porque tenia una poca de dio de la plaga, para el señor é pringipa-
esperanca que cada hora se avian dé sa- les de la cibdad, un estrado como entre
lir a poner en sus manos; é por los con- aquella gente se acostumbra, é que tam-
vidar á ello, llegóse cabalgando á par de bién les toviessen aderesgado de comer;
una albarrada que tenían bien fuerte los é assi Se puso por obra é muy cumplida-
contrarios, é llamó á ciertos pringipales mente, segund la oportunidad1 del tiempo.

CAPITULO XXX.
En que se Irada cómo e! general Hernando Corles combatió la grand cibdad en la paríe que estaban relray-
dos, é murieron en un dia más de quarenta mili personas de los enemigos; é cómo olro dia siguienle
malaron oíros muchos, é fué lomada é ganada la cibdad de lodo punió , é quedó Temislitan por de Sus
Magostados, é fué presso el señor della, llamado Gualimucin, con oíros capitanes é principales.

Justando las cosas en el estado que se dó el general que la gente toda estovies-
dixo en el capítulo de susso, otro dia si- se apergebída, porque si los de la cibdad
guiente por la mañana, el general é sus acometíessen alguna traygion, como gen-
cortesanos (a los quales, como en otro te desesperada é que estaba gerca del ex-
lugar lo tengo dicho, se les dá este nom- tremado fin de su vengimiento, hallasscn
bre derivado del que su capitán tiene de la resistengia é castigo que conviníesse. É
Cortés, por mucha gloria del é dellos é no dcscuydó que los diesse lugar para su
desta empressa), juntados los más pringi- defensa ni para ofender á los nuestros; y
pales del exérgito, ovo su acuerdo; é man- en cspcgíal con el comendador Pedro de
DE INDIAS. Lili. XXXlll. CAP. XXX. 419
Alvarado, que allí estaba comunicado é que las cosas estaban tan al cabo, é no
avisado de lo mesmo, fueron al mercado, tenían remedio mayor ni tan seguro como
é luego el general envió á decir á Guati- obedescer é venir á la obidiengia del Em-
mucin cómo le estaba esperando, y é) perador Rey, nuestro señor, é remitir su
no acordó devenir; mas envió cinco va- persona con todo lo demás en sus reales
rones de aquellos más principales señores manos é clemencia: é que fuesse gierto
de la cibdad, y estos dixeron que su se- que por esta via éVacertaria, y esto era
ñor los enviaba a rogarle con ellos que le lo que le con ve nía para que con él se to-
perdonasse porque no venia, porque te- viesse toda templanca, é que fuesse bien
nia mucho miedo de parescer ante él, é rescebido é tractado; é que venido á le
que demás desso estaba mal dispuesto, hablar, se daría tal assiento quél quedasse
é quellos estaban allí, é que viesse lo que contento é sus vassallos remediados. E
mandaba, quellos lo harían. É aunque el dicho esto mandóles dar algunas cosas de
señor déla cibdad no vino, holgó mucho refresco que llevassen para comer, épro-
el general é los españoles que aquellos metieron do hager en el caso todo quanlo
principales oviessen venido, porque pa- pudiessen, é con esto se partieron. É des-
rescia que era encaminarse los negocios de á dos horas tornaron con la respuesta,
á buena conclusión é paz: é fueron muy é truxeron al general unas muy gentiles
bien rescebidos, é mandóseles luego dar mantas de algodón de las quellos usan; y
de comer 6 de beber, en lo qual mostra- en pocas palabras se resolvieron, conclu-
ron bien el desseo é nescessidad que de- yendo que su señor Guatiroucin en ningu-
11o tenían. na manera vernia ni quería venir, é que
Después que ovieron comido, díxoles era excusado hablar en ello: á lo qual el
el general que hablassen á su señor, é general les tornó á repetir quél no sabia
que no toviesse temor alguno; é que le por qué causare recelaba de parescer an-
prometía é daba su fée é palabra que, te él, pues via que á aquellos quél sabia
aunque viniesse, no le sería hecho enojo que avian scydo los causadores principa-
ni ultrage en cosa del mundo, ni seria les de la guerra, é los que la avian sus-
detenido: é que sin su pressengia, en nin- tentado, les hacían buen traclamiento é
guna cosa se podía dar buen assiento ni los dexaban yr é venir seguramente, sin
concierto para la paz é para quél quedas- que les fuesse hecho enojo ni descortesía
se bien tractado; é que supiesse que en- alguna: que les rogaba que le tornassen
tre los chripstianos eran mucho estimados á hablar, ó mirassen mucho en esto de
é presciados los cavalleros é principales su venida, pues que á él le convenia, é
é capitanes, que £e sabían defender ó ha- que por su provecho del mesmo Guatimu-
cían su deber con las armas en defensa cin el general lo hacia, porque oviesse
de sus personas é tierra; é quél avia fe- lugar cómo él fuesse acogido é mirado co-
cho todo lo posible, como buen capitán, mo era racon que tal señor lo fuesse. Y
é no por su culpa, sino por su fortuna ellos respondieron que assi lo harían, é
avian llegado las cosas de aquella guer- otro dia volverían con la respuesta; é con
ra al punto en que estaban tan a su desa- tanto se fueron, é también los nuestros
ventaja. É que ya de allí adelante era ten- se recogieron á su real.
tar á Dios é querer morir coma desespe- Otro dia, bien de mañana, aquellos
rado, é que debia de aver piedad de su principales fueron al real é dixeron al
gente é no dcxarla destruyr totalmente, general que se fuesse á la placa del mer-
ó que esto seria de más loor, pues via cado de la cibdad, porque su señor le
420 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
quería yr á hablar allí: é creyendo que sos más de quarenta mili personas. Era
fuera assi, cabalgó con sus capitanes é tanta la grita é lloro de los niños é mu-
hombres principales, é llevó la gente que * geres, que ño avia persona de los chrips-
le paresgió. É llegados á la plaga, estuvie- tianos que lo pudiesse ver, sin mucho do-
ron más de tres horas esperando; pero lor é compassion; é ya los españoles te-
nunca quiso venir ni paresgió el Guatimu- nian más que hager en estorbar á los
cin: é cómo el general vido la burla que amigos que no matassen ni higiessen tan-
del se hacia, é que ya era tarde é no ve- ta crueldad, que no en pelear con los ene-
nian los mensajeros ni el señor, envió á migos : la qual crueldad nunca en gene-
llamar á los indios confederados amigos, rasgion se pudo eslimar tan regia ni tan
que avian quedado á la entrada de la cib- fuera de toda orden de naturalega, como
dad quassi una legua de donde el gene- en los naturales de aquellas partes. Los
ral estaba en la placa, porque les avia amigos confederados o vieron este dia
mandado que no passassen de allí, por- muy grand despojo, el qual en ninguna
que los de la cibdad lé avian pedido que manera se les podía resistir por los espa-
para hablar en la paz no estoviesse nin- ñoles, ni con venia tentarlo; porque los
guno dellos dentro; y essos no se tarda- chripstianos eran hasta novegientos hom-
ron más de lo que suelen tardar los "bue- bres é los confederados, que allí se halla-
nos lebreles, después que los sueltan con- ron, passaban de giento é ginqüenta mili,
tra un buen javalí.ú otra salvagina bestia. é ningún recabdo ni diligengia bastaba
Ni tampoco los del real del comendador para les estorbar que no robassen, aun-
Alvarado mostraron pereca alguna; é co- que en esto se hagia lo posible.
mo llegaron, dióse el combate á unas a 1- Una de las cosas, porque los dias antes
barradas é calles de agua que tenian, que el general reusaba é dilataba, temporigan-
ya no les quedaba mayor, fuerea á los do é rogando con la paz á losgereados,'era
contrarios, é ganáfronselas asi los chrips- por no venir en tanta rotura con ellos, por-
tianos como sus amigos. que tomándolos por fuerga, temia que de-
Avia proveydo el general al tiempo que más del daño de morir tanta gente, é acres-
de su real salió quel alguacil mayor Gon- gen tar con elia la comunidad del infierno,
calo de Sandoval entrasse con los ber- avian los gercados de echar lo que tovies-
gantines por la otra parte de las casas en sen al agua; ó ya que no lo higiessen as-
que los indios estaban fuertes, por mane- si ,- los amigos avian de robar todo quanto
ra que los toviessen cercados, é que no hallassen, de manera que para el Empe-
los combatiesse hasta que viesse que Ja rador avria poca parte de la mucha rique-
otra gente combatia; de forma que por ga que en aquella cibdad avia, segund lo
estar assi apretados ningún passo tenían, que antes allí tovo el general para Su Ma-
por donde andar sino por encima dé los gostad.. É porque ya era tarde y el mal
muertos é por las aguteas que íes queda- olor de los otros muertos, que de los dias
ban. É á esta causa ni tenian ni hallaban passados avía por aquellas calles, era cosa
flechas ni varas ni piedras, con que ofen- incomportable, se fueron los nuestros ásus
diessen á los nuestros ni se defendiessen á reales, é quedó congertado que luego otro
sí; é andaban los amigos mezclados con dia siguiente estoviéssen aparejados tres
los españoles á espada é rodela; y era tiros grue,ssos de artillería é se Uevassen
tanta la mortandad que en los contrarios á la cibdad, porque el general pensaba,
se higo en la cibdad y en el agua é .tier- como los indios retraydos estaban tan
ra , que aquel dia fueron muertos é pres- juntos, é que no tenian por donde se ro-
DE INDIAS. LIB. XXXHI. CAP. XXX. 421
dear, queriéndolos entrar por fuerca sin que por qué causa su señor no quería ve-
pelear, podrían entre sí ahogar los espa- nirse á. él, pues via el extremo en que es-
ñoles , é que era menos ineonviniente ha- taba , é que hagía grand error en ser oca-
cerles algún daño con los tiros desde fue- sión ó culpado en que todos peresgiessen;
ra, porque se saliessen de allí ése vinies- é que le llamassen é viniesse seguro, que
se para los nuestros. Ved qué piadoso re- ningún desplager le seria fecho. É pares-
medio, y en qué díspusicion estaba la gió que dos de aquellos pringipales lo
porfía é contumacia de los cercados, que yban á llamar, é desde á poco vino con
quassi por médicos se ponian aquellas pie* ellos uno de los más pringipales de todos
gas de artillería, para sanar los que pudie- ellos que se llamaba Ciguacoagin, y era
ran escapar, que serian assaz, aunque el capitán é gobernador de todos ellos, é
cada tiro llevaba de cada golpe muchos, por su consejo se guian en todas las co-
por el estrecho lugar en que estaban re- sas de la guerra: y el general le mostró
ducidos los enemigos, seyendo quassi ¡nu- buena voluntad, porque se asegurasse. é
merables é puestos á terrero. no toviesse temor; mas como era muy
Avia el general ordenado al alguacil varón, é conosgia la voluntad é obstina-
mayor que estoviesse apergebido para en- gion de su señor, dixo que en ninguna
trar con los bergantines por un lago gran- manera Guatimugin, su señor, vernía an-
de, que se hace entre unas casas adonde te el general - é que antes quería por allá
estaban recogidas todas las canoas de la morir, é que a él le pessaba mucho des-
cibdad, é ya ios cercados tenían pocas to: que higiesse Hernando Cortés lo que
casas donde poder estar, y el señor de quisiesse. Ved si eran estas palabras en
la cibdad andaba metido en una canoa tal tiempo de hombre flaco ó inconstante.
con ciertos principales, que no sabia^ qué Estonces el general, cómo oyó esta de-
hacer de sí: é cómo amanesció aquel dia, terminación , díxole que se volviesse á los
é la gente é capitanes estaban avisados suyos, é quél y ellos se aparejassen, por-
del congierto ya dicho, lleváronse los ti- que los quería combatir é acabar de ma-
ros gruessos. Y el capitán Alvarado tenia tar; é assi se fué, sin mostrar alteragion
ordenado por el general que le esperasse ni temor alguno.
en la plaga del mercado, é que no peleas- Cómo en estos parlamentos é tractos se
se hasta qué! llegasse. Y estando ya jun- passaron más de ginco horas, é los de la
tos, é los bergantines apergebidos detrás cibdad estaban todos engima de los muer-
délas casas del agua, donde estaban los tos é otros en el agua, otros andaban
enemigos, mandó el general que, én oyen- nadando, é otros ahogándose en aquel la-
do soltar una espingarda, entrassen por go donde estaban Jas canoas, que era
una poca parte que estaba por ganar, y grande, era mucha la congoja del capi-
echassen los enemigos al agua hágia don- tán general, é intolerable la pena que los
de los bergantines avian de estar á pun- adverssarios padesgian; é no hagian sino
to , é que todos toviessen mucho aviso en salir inumerables hombres é mugeres é
mirar por Guatimugin, ó trabaxassen de niños hágia los nuestros, ó por se dar
lo tomar vivo, porque ávida su persona, priessa á salir, unos á otros se echaban
en aquella hora se esperaba que gessaria en el agua, é se ahogaban entre aquella
la guerra. Y el general se subió enpima moltitud de muertos: que segund después
de una agutea; pero antes del combate se supo, del agua salada que bebían é de
habló con algunos de aquellos pringipales la hambre é mal olor, dio tanta morfan-
de la cibdad, quél conosgia, é íes dixo dad en los gcrcados, que murieron des-
422 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ta pestilencial ocasión más de cinqüenta medio de la flota de las canoas, é la gen-
mili personas. Los cuerpos de los quales, te de guerra que en ellas estaba ya no
porque los chripstianos no conosgiessen osaban pelear: é plugo á Dios que un ca-
su nesgessidad, ni los echaban al agua pitán de un bergantín, que se llamaba
porque los bergantines no topasscn con Gargi Holguin, fué en pos de una canoa,
ellos, ni los echaban fuera de su conver- porque le paresció que yban en ella hom-
sación, porque los españoles por la cibdad bres de manera é pringipales; é cómo
no los viessen, ni los confederados se los yban en la proa dos ó tres ballesteros,
comiessen. É assí por aquellas calles en encaraban á los de la canoa, quando la ai-
<me estaban, avia tantos montones de canearon, é luciéronles señal que no tiras-
cuerpos defuntos, que no se podían poner sen, que estaba allí el señor;.é saltaron
los pies sino en ellos. presto en la canoa, é prendieron á Guati-
Cómo la gente de la cibdad se salía á mucin, señor de Temistitan, é al señor de
los nuestros, avia el general proveydo Tacuba é á otros pringipales que allí yban.
que por todas las calles estoviessen espa- Y en esse punto el capitán Gargi Holguin
ñoles para estorbar á los amigos que no llevó á Guatimugin é los otros prissione-
matassen aquellos tristes, que eran sin ros al general á la agutea, donde estaba;
número. É también dixo á todos los ami- é cómo Hernando Cortés vido á Guatimu-
gos capitanes que no consintiessen á su gin , higo que le diessen en que se sen-
gente que matassen á ninguno de los que tasse, ó no le mostró riguridad alguna,
salían; é no se pudo tanto estorbar, como sino semblante que se holgaba de verle.
eran incontables, que aquel dia solo no Mas este señor, aunque presso, no mos-
matassen é sacrificassen más de quince traba ser vencido, é llegóse al general é
mili personas. dixo en su lengua assi: «Yo he hecho to-
Non obstante esto, todavia los princi- do lo que de mi parte era obligado, pa'ra
pales é gente de guerra de la cibdad se mi defensa é de los míos, hasta verme en
estaban arrinconados y en algunas acu- el estado, en que estoy: agora haz de mí
teas é casas y en el agua, donde ni les lo que tú quisieres». Y estendió la mano é
aprovechaba disimulación ni otra cosa, púsola en un puñal quel general tenia en
porque no se viesse su perdición é flaque- la ginta, digiéndole que le diesse de pu-
ca muy á la clara. Pues cómo el general ñaladas é lo matasse, porque no era ra-
vido que la tarde era llegada, é que no gon que viviesse en el mundo hombre que
se querían dar, para usar del remedio avía perdido lo quél avia perdido. El ge-
que se dixo de susso del artillería, higo neral le dixo que no temiesse de cosa al-
asestar los tiros gruessos contra los ene- guna , é quél le tenia por buen capitán é
migos, por ver si se darían, pues que ma- hombre muy valeroso, é que estoviesse
yor crueldad era dar ¡igengia á los ami- de buen ánimo, quél seria'muy bien trac-
gos que les entrassen que no la de los ti- tado.
ros, que hicieron harto daño: é cómo Presso este señor, luego en esse punto
tampoco esto aprovechaba, mandó soltar gessó la guerra, á la qual por la divina
la escopeta ó señal de la batalla, éincon- gragia se dio conclusión martes, dia de
tinente fué tomado aquel rincón que te- Sanct Ypólito, trege días de agosto, año
nían y echados al agua los que en él es- de la Natividad del Redemptor Nuestro
taban: otros que quedaban, sin pelear, se Jesu-Chripsto de mili é quinientos é veyn-
rindieron. É los bergantines entraron do tc y un años. De manera que desde el dia
golpe por aquel lago, é rompieron por que se puso gerco á la cibdad, que fué á
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXX. 423
treynta de mayo del raesmo año, hasta de Indias que le paresge mayor destruy-
que se ganó passaron septenta y cinco eron é mortandad de humanos la de los in-
dias, en los quales padesgicron nuestros dios de la cibdad do Tcmistitan que la
españoles muchos ó grandes trabaxos, é de los judios ques dicho en Hierusalem,
mostraron tan señaladamente su esfuergo porque dexando aparte los números de
é militar disciplina, quanto la obra y even- los muertos quel general Hernando Cor-
to de tan gloriosa victoria dieron testimo- tés en su roiagion dio al Emperador,
nio perpetuo dello. Y en todos aquellos nuestro señor (ques la que está dicha
dias que turó el gerco, ninguno se passó en esta historia), no supo ni podia de-
sin combate ó escaramuga con los de la gir otro mayor número quel que vido
cibdad, poco ó mucho, de los reales que en las calles de aquella cibdad, quando se
les estaban puestos ó de alguno dellos. É vido vencedor della ; porque faltaban los
aquel dia de la prission de la cibdad é de ahogados, que eran innumerables, é mu-
ia persona de Guatimugin, después de chos más los sacrificados é comidos, cu-
aver recogido el despojo que se pudo yas sepolturas eran los cuerpos é vientres
aver, el general se recogió en su real, de los que quedaron vivos, é aun do
dando infinitas gracias á Nuestro Señor aquellos mesmos muertos que hedían por
por tan señalada merced é tan desseada ias calles, o aun los estómagos de aquellos
victoria, como le avia dado. amigos confederados: que no les sabia
Cuenta Josefo, De Bello Judaico, en la peor la carne humana, vengiendo é co-
destruyeion de Hierusalem que Annio, hi- miéndola por su plager y enconada gula,
jo ele Eleagar, testificó que giento é quin- que á los otros gercados por su nesgessi-
ce mili y ochenta cuerpos se avian halla- dad, satisfagiendo su hambre.
do que peresgieron en la cibdad, desde Muchos hidalgos é personas he visto
quel emperador Tito la gercó á trege dias de los que en esto de Temistitan se halla-
de abril hasta primero de julio, é queste ron, á quien oí degir queste número de
no estaba por guarda de la puerta, mas los muertos más lo tienen por incontable
que pagaba por la cibdad el jornal á los y exgesivo al de Hierusalem, que no por
que sacaban los cuerpos muertos, é assi menos de la cuenta ó relagion de Josefo.
de nesgessidad los contaba; é otros mu- É no es de olvidar un notable que supe
chos enterraban sus gercanos parientes. E del ligengiado Alonso Zuago, oydor que
era la sepoltura langar fuera de la cibdad fué por Sus Magestades en la Audiengia
los cuerpos muertos; pero sin este, otros Real que reside en esta cibdad de Sancto
hombres nobles que se passaron á los ro- Domingo, é antes desso avia en Temisti-
manos, degian que todos los cuerpos tan seydo alcalde mayor de Hernando
muertos echados por las puertas eran Cortés. Este cavallero me gertificó que se
seysgientos mili, é quel número de los avia informado, é fué verdad, que los
otros en ninguna manera se podía com- trege bergantines que se higieron para
prender; é porque no pudiendo bastar los gercar la cibdad y entrar á la combatir
pobres para llevar á tantos, juntaban mu- por la laguna, en lugar de ageyte é sebo
chos de los muertos y engorrábanlos en para los brear, se suplió é se brearon con
grandes casas, como en sepoltura '. Todo el unto de los indios enemigos que los
lo dicho os de Josefo. chripstianos mataron, que fué una gran-
Dige el auctor desta nuestra Histeria dissima cantidad, demás de lo que está di-

i Lib, VII, cap. 16.


424 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cho: lo qual oí negar á otros cavatleros nos detengamos en lo menos: pues entre
dignos de crédito, que dicen que es falso. chripstianos he visto yo buscar tal unto
Pero pues era público manjar á los indios para medecinas, no me maravillo si fal-
comerse unos á otros, posible era apro- tando brea para tales navios, se aprpve-.
vecharse del unto para una obra tan nes- charon de tal unción é remedio para ad-
cessaria como eran los bergantines; é no quirir la victoria.

CAPITULO XXXI.
El qual íracta del valor del despojo que se ovo en la expugnación é toma de la grand cibdad de Temistitan;
é de cómo el señor de la grand provincia de Mechuacan envió por sus embaxadores á se oírescerpor vas-
sallo del Rey de España, nuestro señor; é de la noticia que ovo el general Hernando Cortés de la mar del
Sur ó austral en la costa de la Nueva España meridional, é otras victorias é provincias que se conquistaron
por capitanes de Hernando Cortés; é tráclanse assimesmo otras particularidades notables.

U n a de las mejor vengadas injurias é to de otros derechos pertenescientes á la


deslealtades que gente alguna ha en el Hacienda Real de esclavos é otras cosas;
mundo cometido, fué la que en Temistitan y el oro restante se partió entre el gene-
los indios contra Hernando Cortés é los ral é los españoles, segund la manera é
españoles perpetraron; porque se rebela- servicio é calidad de cada uno. Demás
ron contra la corona real de Castilla, á del oro, se ovieron ciertas joyas de oro, é
quien tenían dada. !a obidiengia, cuyos de las mejores dellas se dio assimesmo el
vassallos ya eran, ó como desleales echa- quinto á Sus Magestades. Entre el despo-
ron fuera de la cibdad á su capitán Her- jo que se ovo tomaron muchas rodelas
nando Cortés por fuerga de armas, é le guarnecidas de oro, é penachos, é plu-
mataron muchos chripstianos, é á él y mages, é cosas mucho de ver é de esti-
ellos robaron, é passaron en esto las co- mar, é paresgióle al general que ni se de-
sas, que la historia ha contado. En recom- bían quintar ni dividir, sino que de todas
pensa de lo qual él los castigó de la ma- ellas se higiesse servigio á Sus Magestades
nera que en los precedentes capítulos se Cathólieas, é lo mesmo paresgió á todos
ha dicho, é demás de vengar muy bien los españoles de muy buena voluntad. É
su particular injuria, los reduxo á la ser- aunque Hernando Cortés no señala lo que
vidumbre é subjepion perpetua de la co- los quintos é pressente ya dicho podia
rona real de Castilla, é cobró parte del montar, ni lo dige su relagion, yo he que-
despojo ó cantidad de oro é joyas que allí rido informarme de algunos que lo vie-
perdió, quando le echaron de la cibdad. ron, é me gertificaron que á Sus Mages-
Pero para más particularicar esto, es de tades les cupo en lo ques dicho más de
saber que después que la cibdad fué so- ginqüenta mili pessos de oro.
juzgada, estuvo el general en su real tres Cómo la cibdad de Temistitan es" tan
ó quatro dias, dando orden en muchas co- pringípal é nombrada en estas Indias, vi-
sas que convenían, é después se fué á la no á notigia de un señor de una muy
cibdad de Cuyoacan: é recogido el oro é grande provingia, que está áeptenta le-
otras cosas que se ovieron en- el saco de guas de Temistitan, que se dige Mechua-
Temistitan, se higo fundición dello, ó mon- can, cómo los españoles la avian destruy-
tó lo que se fundió más de ciento y treynta do é tomado por fuerga de armas é quas-
mili pessos, de que se pagó el quinto al si asolado. É considerada la grandega é
Ihessorero de Sus Magestades, sin el quin- forlalega de la cibdad, á aquel señor de
DE INDIAS. LIB. XXXIH. CAP. XXXí. 423
la provincia ya dicha, le paresgió que pues que en su tierra lo contassen, y estaban
Temistitan no se avia podido defender, muy espantados de ver los caballos é lo
que no avria cosa que se defendiesse á que los españoles hagian en ellos: é olió-
los españoles; é por temor ó por qual- les el general giertas joyas para su señor
quiera otra causa que le moviesse, envió é para ellos, y envió con ellos dos espa-
ciertos mensajeros á Cortés, que de su ñoles á la provingia de Mechuacan.
parte le dixeron, mediante los intérpetres Avíanle dicho á Hernando Cortés que
de su lengua, que su señor avia sabido por dos ó tres partes estaba de allí la mar
que los españoles y Hernando Cortés eran del Sur á doge é á trege é á catorge jor-
de un señor muy grande, é que si el ge- nadas, é tenia mucho desseo de la ver é
neral toviesse por bien, él é su gente lo descubrir por aquellas partes; porque le
querían también ser é tener mucha amis- paresgia que serviría mucho en ello á Sus
tad con los- chripstianos. A esto respondió Magestades, é pensaba que allí se avian
el general que era verdad quél é su gen- de hallar muchas islas ricas de oro é per-
te é otros innumerables hombres é pode- las é piedras pregiosas, é la Espegieria, é
rosos señores é príngipes é reyes eran otros muchos é grandes secretos é nove-
vassallos de su señor, el Emperador Rey dades , é aun assi se lo daban á entender
de Castilla, é que á todos los que no lo algunas personas de letras é cosmógra-
quisiessen ser, se les avia de hacer muy phos. É á este fln despachó quatro espa-
cruda guerra; é que aquel su señor, que ñoles, de dos en dos, á diverssas provin-
decían essos embaxadores, y ellos avian gias, informados de las vias que avian de
hecho bien é lo que les convenia, en llevar, é dióles guias de los indios confe-
se comedir á querer servir á Sus Mages- derados que los gutassen, é mandóles que
tades; porque á aquellos presciaba él más no parassen hasta llegar á la mar, é que
é favorescia que de su voluntad se movian en ella tomassen la posesión real é corpo-
a ser suyos é venían á su obidiengia, que ralmente por la corona é geptro real de
á los que con las armas eran sobjuzgados Castilla, é por Sus Magestades del Empe-
por sus capitanes. rador Rey, nuestro señor, é de la Cathó-
Antes desto algunos dias, é no muchos, Jica é Sereníssima Reyna doña Johana,
avia tenido Hernando Cortés un poco de nuestra señora, su madre, é dé sus sub-
noticia de la mar del Sur, é preguntó á gessores é desgendientes en los reynos de
estos embaxadores si por su tierra po- Castilla é de León.
drían yr á ella, y. ellos respondieron que Los unos mensajeros destos anduvieron
sí; ó rogóles que porque pudiesse infor- gerca de giento ó treyñta leguas por mu-
mar al Emperador de aquella mar é costa chas é buenas provingias, sin que les
é de su provingia é tierra, é de aquel su fuesse fecho daño ni estorbo alguno, é
señor, qae llevassen consigo dos españo- llegaron á la mar é tomaron la possesion
l e s para que lo viessen. É dixeron que de della, y en señal desto hincaron cruges
muy buena voluntad los llevarían; mas en la costa della, é volvieron con la rela-
que para passar á la mar, avia de ser por gion de su descubrimiento, é de lo que
tierra de un grand príngipe, con quien anduvieron é vieron particularmente: é
ellos tenían guerra, é que á esta causa no truxeron consigo algunas personas de los
podían en essa sagon llegar á la mar. Es- naturales de aquella otra costa de la mar;
tos mensajeros de Mechuacan estuvieron é también truxeron muy buenas muestras
allí con el general quatro dias, é delante de oro de minas, que hallaron en algunas
dellos escaramugaron los de caballo, para provingias, por donde passaron. Los otros
TOMO III. 54
Í2G IIÍSTOUIA CENERAL Y NATURAL
dos españoles se detuvieron algo más, porque fuessen reducidas aquellas tierras
porque anduvieron gerca de ciento é cin- á la obidiengia de Sus Magestades, é si
qiienta leguas por otra parte hasta llegar conviniesse é no fuessen obidientes, se hi-
á ta mar, donde assimesmo tomaron la ciesse con ellos por rigor un señalado cas-
possesion por Sus Magestades, é truxe- tigo, é se les diesse la penitencia igual de
ron larga relación de la costa que vieron, sus méritos; é lo otro, porque el mayor
é también vinieron en sn compañia algu- peligro que hay entre la gente de guerra
nos naturales de aquellas costas australes. es el ocio é descuydo de las armas é de
É á los unos é á los otros rescibló el ge- su exercicio, porque demás de ponerse
neral graciosamente é los informó de la en condigton é nescessidad el estado é
grandeca é poder de Sus Magestades é auctoridad del príncipe, tórnanse inútiles
dióles algunas joyas, con que se partieron los soldados é gente de guerra, porque
muy contentos y espantados de ver los como dice Tito Livio, el sueño y el vino
caballos é armas é artillería é la manera é los manjares é meretrices é ociosidad
de los españoles. continuada, de dia en dia consumen los
Al tiempo que los indios desbarataron cuerpos y enflaquescen los ánimos. É assi
y echaron fuera de Temistitan á Hernan- .les acaesció al grand Aníbal, cartaginés,
do Cortés é los españoles, rebeláronse to- é á su exérgito, por se detener ogiosos
das las provincias subjetasá aquella grand en los campos é términos de Capua é sus
cibdad; é como paresce por los capítulos estancias.
precedentes, todo aquello ó la mayor par- Este nuestro general Hernando Cortés,
te fué reconquistado é sobjuzgado dellos no incurriendo en semejante error ó des-
por industria y esfuerco é buena diligen- cuydo , ni dexando passar el tiempo sin
cia del general, sin verterse sangre, é hager algún fructo, envió al capitán San-
también con castigo é cuchillo donde con- doval á aquellas provingias, cuyos nom-
venia usar de las armas. É porque ciertas bres son Tatactetelco, Tuxtebcque, Gua-
provincias, que están desta nuestra mar del tusco é Anlicaba, é dióle la ynstrugion é
Norte á diez é á quince éá treynta leguas, orden que avia de tener en essa expedí -
desde que la cibdad se avia afeado esta- gion é guerra donde le envió.
ban rebeladas, ó los naturales dellas avian En la mesma sagon un teniente que avia
muerto á traycion é sobre seguro más. de dexado Hernando Cortés en la villa de Se-
gient españoles en veges, avíase disimu- gura de la Frontera, ques en la provingia
lado su castigo hasta averse dado conclu- de Tepeaca, vino á la cibdad de Cuyoa-
sión en la guerra é cerco de la cibdad, é can,édíxolecómo los naturales de aquella
porque antes no avia posibilidad ni apa- provingia é otras con ella comarcanas,
rejo para entender en esso. 12 assi cómo vassallos de Sus Magestades é amigos de
ovo el general despachado los mensajeros los españoles, rescebian daño de los na-
ques dicho que envió á la mar del Sur, turales de una provingia que se dige Gua-
luego proveyó en enviar al alguacil mayor xaca é les hagian guerra, porque essotros*
Goncalo de Sandoval con treynta é ginco eran nuestros amigos, é que demás de
de caballo é doscientos españoles é algu- ser nesgessario poner remedio en ello,
na gente de los amigos é con algunos convenia mucho que se asegurasse aque-
principales é naturales de Temistitan á lla tierra é provingia de Guaxaca por mu-
aquellas provincias, porque mejor enten- chos respetos. Assi, por la autoridad del
diessen de testigos de vista lo que estaba servigio y estado real, corno por la repu-
hecho é castigado, por dos efettos: el uno, tagion de los chripstianos, é porque aque-
DE INDIAS. LUÍ. XXXIII. CAP. XXXI. 427
Ha tierra está en el camino de la mar del se avia puesto en plática algunas veces;
Sur ó austral, de que mucho provecho se é que pues aquellos españoles y él esta-
esperaba conseguir para Jas cosas de ade- ban allá, que viesse lo que en esto y en
lante, é también porque no quedassen sin lo demás mandaba que se hiciesse. El
pena los que la merescian, ni sin resge- general le respondió, agradesciéndole mu-
bir buenas obras los que eran leales é cho lo que avia trabaxado en servicio de
amigos de los españoles; é porque el ge- Sus Mageslades en aquella su jornada , é
neral sabia que aquel su teniente tenia en loando su parescer é consejo en lo de la
este caso más particularmente entendida población; é conformándose con él, le
aquella tierra, ó avia residido ó estado mandó que fundasse uua villa de españo-
en ella, y era hombre de bien c de con- les en la provincia deTuxtebeque, é man-
flanea, y estando en el cerco de TemEsti- dóla llamar MeielUn, y envió nombrados
lan le avia el general enviado allí porque los alcaldes ordinarios é regidores é otros
los de Tepeaca pidieron socorro, é no lle- officiales para aquella nueva república. Y
vó estonces sino veynte ó treynta españo- escribióles á todos muy grag tusamente,
les , é le hicieron de allá volver los con- encargándoles que mirassen mucho el ser-
trarios más que de passo, quiso Hernan- vicio de Dios é de Sus Magestades, y ef
do Cortés quél mesmo tornassé con doge buen tractamiento de los indios naturales
de caballo é ochenta peones españoles. É de la tierra, la qual es muy buena é fér-
á los treynta de octubre de aquel mesmo til é rica. Este nombre se puso á esta nue-
año de mili é quinientos é veynte y uno, va población, porque Hernando Cortés es
estos dos capitanes se partieron de Cu- natural de la villa de Medellin en Extre-
yoacan, é llegados á la provincia de Te- madura.
peaca, hicieron allí sus alardes é cada uño El otro capitán de Segura de la Frontera, •
se fué para su conquista. después que estuvo en la provingia de
El alguacil mayor, llegado á la provin- Guaxaca con mucha gente de guerra de
cia deGuatusco, donde él pensaba aver los amigos de aquellas-comarcas, aunque
menester las manos con los enemigos, los contrarios se le pusieron en resisten-
porque aquella gente es exergitada en la cia é peleó con ellos dos ó tres veges muy
guerra y estaban muy fuertes en su tier- valerosamente é siempre llevó lo mejor,
ra, salieron á él de paz é dieron la obi- al fin se dieron é vinieron de paces sin
diencia á Sus Magostades ; é dexando daño de los chripstianos, é fueron admi-
aquello inuy seguro, passó adelante, é as- tidos é quedó la tierra en odidiencia é ser-
simesmo no halló contradigion, é lodo se vicio de Sus Magestades, para servir de
dio á Sus Magestades é se reconciliaron ahí adelante como leales vassallos lo de-
en la buena amistad con los españoles. Y ben hager.
escribió este capitán al general la relagion Aquesto assi acabado, envió este ca-
particular de su camino, é de todo lo que pitán larga é particular relagion al gene-
le avia paresgido, é demás desso le acor- ral , é informagion de cómo aquella tierra
dó que para tener segura toda aquélla es muy fértil é de ricas minas de oro, y
tierra, era^bien hacer un pueblo de chrips- envióle muy buena muestra dello; é assi
fíanos en ella, doo.de más á propóssito ovo próspero fin esta guerra.
fuesse el assiento, como ya antes desso
428 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XXXII.
Cómo el general Hernando Cortés élos españoles acordaron de reedeficar ta grand cibdad de Temistitan
é hacer su assiento proprio é población para los cnripslianos en ella; é de cómo el señor de la provincia
de Coanlepeque, cuyo señorío é jurisdieion es á la mar del Sur, dio por sus embaxadores la obidiencia á
Sus Majestades; é de cómo Chripstóbal de Tapia, veedor que fué de las fundiciones del oro en esta Isla
Española, fué por capitán é gobernador de la Nueva España é no fué reseebido ni admitido al offieio*. É
también se traclan en este capítulo otras cosas que al estilo é conlinuacion de la historia son nesc.e¡>sarias.

MÍA capitán á quien tanto poder (del que tiéronse los solares á los que se assenta-
puede) es concedido en cuya fé é virtud ron por vecinos, é hícose nombramiento
los bienes de fortuna prestados á los ri- de alcaldes é regidores en nombre de Sus
cos , la defensión de las cibdades, la sa- Magestades, para que estuviesse en jus-
lud de los soldados é la gloria de la re- ticia é bien goBernada la república. Y en-
pública es cometida, diligentíssimo é cu- tre tanto que se reparaba, hico su assien-
riosíssimo, no tanto para todo el cxércUo to el general en la cibdad de Cuyoacan,
quanto para cada soldado, debe ser. Es- porque Temistitan se fortificasse é se re-
ta auctoridad de Flavio Vegecio en su edeficasse para que los españoles estovies-
tractado del Arte militar * escrita, es muy sen en ella fuertes é seguros é muy se-
cierta é aprobada, la qual aquí quadra ñoreados de los naturales, é que dellos
en lo que se dirá adelante sobre lo que en ninguna forma pudiessen ser ofendidos
le intervino á Hernando Cortés (querién- los chripsüanos. En la qual sacón el se-
dole remover del cargo que tenia, la in- ñor de la provincia de Coantepeque, ques
dustria de sus émulos): el qual, aviendo junto á la mar del Sur é por donde la des-
dado la orden que en el capítulo de susso cubrieron ó la vieron los dos españoles
se dixo en el despacho de las dos con- ques dicho de susso, envió sus embaxa-
quistas ya relatadas, é avisado ya del dores al general, ofresciéndose por vas-
buen subgesso dellas, é viendo cómo él sallo del Emperador Rey, nuestro señor,
tenia pobladas tres villas de españoles, é con un rico pressente de joyas de oro é
que con él estaban copia dellos en la cib- plumages mucho de ver; y el general los
dad de Cuyoacan, é avian platicado en rescebió en nombre de Sus Magestades
qué parte se haria otra población al rede- con el agradescimienlo é buen acogimien-
dor de las lagunas, porque desta avia más to que se requería, alabando á quien los
nescessidad para la seguridad ó sosiego enviaba su leal comedimiento, é dióles
de aquellas partes; é assimesmo viendo otras cosas que le llevassen, con que se
que la cibdad de Temistitan, que era co- volvieron á su tierra alegres é contentos.
sa tan nombrada é de que tanto caso é* Assimesmo vinieron estonces los dos
memoria se ha hecho, paresgióles al ge- españoles que avian ydo á la provingia de
neral é á los españoles que en ella era Mechuacan, por donde los mensajeros,
bien que avecindassen, porque estaba des- quel señor de aquella tierra avia enviado
truyda é se reparassc. É para esto, repar- al general, le dixeron que se podía yr á

* De esfe epígrafe suprimió Oviedo lo siguiente: venia al servicio de Sus Magestades é á ellos nies-
«Por la forma é cautela que en ello se tuvo, ó por- mos.»
que les paresció al general Hernando Cortés é á los 1 De Re mililari, lib. III.
oíros españoles que con el militaban que assi con-
DE INDIAS. LI13. XXXIII. CAP. XXXII. 429
la mar del Sur, salvo que avia de ser por ginqüenta ó sessenta leguas, al qual los
tierra de un grand príncipe ó señor que navios del adelantado Frangisco de Ga-
era su enemigo: é con los dos españoles ray avian ydo dos ó tres veges é avian
vino un hermano del señor de Mechua- resgebido daño de los naturales de aquel
can, acompañado de hombres principales rio, ó por falta del capitán general, 6 de
é servidores, que passaban de mili per- su ventura más gierto, en la contradigion
sonas, á los quales el general resgebió, que allí tovieron la gente de dicho Ga-
mostrándoles mucho amor; é de parte ray con los indios: después de lo qual
del señor de la dicha provingia, llamado Hernando Cortés, viendo que en toda la
Calcugin*, truxeron para Sus Magestades costa de la mar del Norte de la Nueva
un pressente de rodelas de plata, que España que mira estas islas nuestras hay
pessaron muchos marcos, é otras cosas é falta de puertos, é ninguno hay tal co-
joyas muchas de oro, é penachos de di- mo aquel de Panuco, é porque los na-
verssas maneras. É por festejar á tan turales de allí avian ydo antes á ofres-
pringipal embaxador é á quien le envió, gérsele por vassallos de Sus Magestades,
ó que viessen la manera é arte de los es- é después hagian guerra á los vassa-
pañoles, é lo pudiessen decir en su tierra, llos amigos é confederados de los espa-
salieron todos los de caballo á una placa, ñoles, acordó de enviar alfa un gapitan
ó delante de aquellos extranjeros corrie- con gente para que pagificassen aquella
ron y escaramligaron, é la gente de pié provingia, é si la tierra fuesse buena, se
salió en ordenanga, é los escopeteros sol- higiesse en aquel rio é puerto una villa é
taron sus escopetas, ó con el artillería ti- se poblasse de españoles, para que aque-
raron los lombarderos á una torre; é que- llas comarcas se asegurassen. É aunque
daron muy admirados de ver lo que de- los chripslianos eran pocos é despargidos
Ha se derribó en un instante, é de ver los en tres ó quatro partes, é tenian entrellos
caballos é la agilidad é buena maña é contradigion para que no se sacasse gen-
prontitud con que los cavalleros chripstia- te de donde el general estaba, por so-
nos los exergitaban. É higo el general correr á los amigos confederados, porque
questa nueva gente fuesse á ver la ruyna después que se avia ganado la cibdad de
é destruygion é asolamiento de la cibdad Temistitan, avian ydo navios á la tierra, é
de Temistitan, é viendo su fuerga é as- llevado.alguna gente é caballos, higo po-
siento, quedaron muy espantados, mara- ner en orden veynte y ginco de caballo é
villándose de todo. É á cabo de quatro ó giento y ginqüenta infantes á pié, para
cinco días que fueron muy festejados, dió- que con el capitán que le paresgiesse fues-
les el general muchas cosas para aquel se en aquel rio á lo ques dicho. Lo qual
señor de las quellos tienen en estimagion no ovo efetto, porque en essa sagon le
mucha, é para ellos otras, con que se escribieron de la villa de la Veracruz có-
fueron muy contentos á su patria. mo al puerto della avia llegado un navio,
El rio que llaman de Panuco está la en que yba Chripstóbal de Tapia, veedor
costa abaxo de la villa de la Veracruz de las fundigiones del oro desta Isla Espa-

* En otras Crónicas inéditas de la Conquista de olras muchas veces: no estando fija entre los es-»
Mechuacan, que deben formar parle de esta Colec- pañoles la pronunciación de los nombres america-
ción de Historiadores primitivos de fndias, se lee nos, y valiéndose solo de relaciones, en que ha-
constantemente Caso«pi, nombre que se ha con- bia esta misma vaguedad, resulla de aqui la des-
servado después por la mayor parte de los escrito- avenencia que antes de ahora hemos nolado enlre
res de Indias y que en alguna ocasión emplea el estos historiadores primitivos y los que les lian su-
mismo Oviedo. Pero en este lugar le sucedió lo que cedido.
-430 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ñola, del qual otro día adelante resgebió que dexassen de parescer lo mesmo a
Cortés una carta, por la qual le higo saber otros muchos. Volvamos al subgesso, que
cómo yba á aquella tierra para tener la .esto tuvo.
gobernación della por mandado de Sus Cómo Cortés resgebió la carta de Ta-
Magestades, é que no avia querido pres- pia , respondióle quél holgaba de su ve-
sentar las provisiones reales hasta que nida , é que no podia yr persona provey-
arabos se viessen, lo qual decia que qui- da por mandado de Su Magestad á tener
siera que fuera luego; pero que cómo la gobernación de aquellas partes de quien
traía fatigadas sus bestias de la mar, no se más contentamiento él lovicra, assi por
avia metido en camino: é que le rogaba el conoscimiento que entrellos avia, como
que se diesse orden cómo se viessen, ó por la crianga é vegindad que en esta Is-
viniendo el Cortés donde él estaba, ó la Española avian tenido; é porque la pa-
yendo el Tapia donde Cortés estoviesse á cificación de aquellas partes no estaba
la costa de la mar. aun tan soldada como convenia, é de
Aquí quiero yo, como buen historiador, qualquiera novedad se daria ocasión de
para ser mejor entendido, pedir a! letor alterar á los naturales. É cómo el padre
que se acuerde de dos cosas que agora fray Pedro de Urrea, comisario de la cru-
diré: la una es que no desacuerde la auc- gada, se avia hallado en todos los traba-
toridad que al principio deste capítulo se xos passados, é sabia muy bien en qué
diso de Yegegio, para lo que en esto se si- estado estaban las cosas de la tierra, é de
guió é adelante oyreys ó leereys; é la otra su yda Su .Magestad avia seydo muy bien
que sepays que en el tiempo que esto servido, é los conquistadores aprovecha-
passaba, e! Emperador Rey, nuestro se- dos con su dottrina é consejos, quél le
ñor, estaba en Flandes é gobernaba en avia rogado con mucha instangia que to-
su real nombre los reynos d& España el masse trabaxo de verse con dicho Tapia,
cardenal Tortosa, que fué después Papa é viesse las provisiones de Su Magestad:
Urbano VI de tal nombre; é con el di- é pues el dicho religioso sabia mejor que
cho cardenal juntamente el condestable de nadie lo que convenia á su real servigio é
Castilla, don Iñigo de Velasco, é el almi- al bien de aquellas partes, quél diesse
rante de Castilla, don Fadrique Enriquez: orden con el dicho Tapia en lo que más
con los. quales, durante la ausencia del conviniesse, pues tenia congepto del di-
Rey, nuestro señor, se procuró que en- cho Cortés que no exgederia un punto de-
viassen al dicho Tapia á la Nueva Espa- 11o. Lo qual él le rogó á este- padre en
ña. E sospechó Hernando Cortés questo presengia del thessorero de Su Magestad
era rodeado por el obispo de Burgos don é de otras personas, que lo ageptasse, y
Johan Rodríguez de Fonseca, á quien se él assimesmo se lo encargó mucho. É assi
daba principal lugar é tenia la presidencia se partió para la villa de la Veracruz,
en las cosas de las Indias, y era amigo é donde Chripstóbal de Tapia estaba; ó pa-
favorescedor del adelantado Diego Velaz- ra que assi en aquella villa, como por
quez, enemigo de Cortés; é aun se trac- donde fuesse el dicho veedor se le higíes-
taba casamiento de una dama sobrina del se todo buen servigio é acogimiento, des-
obispo, llamada doña Mayor de Fonseca, pachó aquel padre ques dicho de la orden
con el dicho adelantado, y el Chripstóbal de Sanct Frangisco de la Observangia, é
de Tapia avia seydo criado del dicho con él dos ó tres hombres de bien de los
obispo. Estas sospechas ó congecturas de de su compañía; y él qupdó esperando su
Cortés no-eran tan escuras ó ininlelcgibles respuesta en tanto que aderesgaba su par-
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXXII. 431
lida, dando orden en lo que lo paresgia toridad y el nombre do Cortés sostenía la
que se debia proveer para la pacificación tierra é yugo de los indios, é que faltan-
é sosiego de la tierra. do él, era todo perdido: é dixéronle que-
Desde á diez ó doce días la justicia é llos con poder de los congejos yrian á la
regimiento de la villa de la Veracruz le villa de la Veracruz, donde el dicho Ta-
escribieron quel dicho Tapia avia hecho pia estaba, é verian las provisiones de
pressentacion de las provisiones que lle- Su Magostad, é harian todo lo que fues-
vaba de Su Ma gestad é de sus goberna- se su real servigio. É assi se partieron lue-
dores en su real nombre, é que las avian go , y Hernando Cortés escribió al Chrips^
obedescido con la reverencia que se de- tobal de Tapia, hagiéndole saber lo que
bia; é que quanto al cumplimiento, respon- passaba ó lo que le paresgió, é quél en-
dieron que porque los más del regimiento viaba con su poder al alguagil mayor
estaban con el capitán Hernando Cortés, Gongalo de Sandoval ó á Diego de Soto
é se avian hallado en el cerco de la cib- é á Diego de Val denebro, que estaban
dad de Temistitan, ellos se lo harian sa- allá en la villa de la Veracruz, para que
ber , é todos harian é cumplirían lo que en su nombre, juntamente con el cabildo
fuesse más servicio de Sus Magestadcs é del la é con los procuradores de los otros
bien de la tierra: é que desta su respues- cabildos viessen é hígiesseu lo que fuesse
ta Chripstóbal de Tapia avia rescebido al- servigio de Sus Magestades é bien de la
gunos desabrimientos y enojo, é aun avia tierra.
tentado algunas cosas escandalosas. Á lo Llegados á donde Chripstóbal de Tapia
qual Hernando Cortés les respondió que estaba, que yban ya de camino él é aquel
les rogaba y encargaba que, mirando mu- padre fray Pedro Melgarejo, requiriéron-
cho é principalmente el servicio de Sus le que se volviesse: é todos juntos se vol-
Magestades, trabaxassen de contentar al vieron á la cibdad de Cempual, é allí el
dicho Tapia, é no se diosse ocasión algu- Chripstóbal de Tapia pressentó las provi-
na á que oviosse bulligio ni alteración, é siones é fueron resgebidas 6 obedesgidas
quél estaba de camino para se yr á ver con el acatamiento é reverengia á Sus Ma-
con él é cumplir lo que Su Magostad man- gestades debida; é quanto al cumplimien-
daba é más su servigio fuesse. Y estando to suplicaron dellas para ante Sus Mages-
ya de camino é impedida la yda del ca- tades, digiendo que assi convenia á su
pitán é gente que avia de yr al rio de Pa- real servigio, por las causas que expres-
nuco, porque convenia que salido Cortés saron en su suplicación, é las que más
de donde estaba, quedasse muy buen re- protestaron expresar en su real presengia.
cabdo, los procuradores de los congejos É passaron allí otros auctos é requirimien-
le requirieron con muchas protestaciones tos entre el veedor Tapia é los procura-
que no saliesse de allí, porque como toda dores de Hernando Cortés; y el dicho Ta-
la provingia de México é de Tcmistitan pia se embarcó en un navio suyo, porque
avia poco que se avia pagificado, temian assi lo fué requerido, porque de su entra»
que con su absengia se alborotarían, de da é de haber publicado que yba por go-
que se podrían seguir nuevas alteragiones bernador é capitán de aquellas partes, di-
é desasosiegos en la tierra. É dieron en ge Cortés en su relagion, se alborotarian
aquel su requerimiento otras muchas cau- los de México é Temistitan, é que tenían
sas é ragones, por dondo no convenia que ordenado cén los naturales de aquellas
al pressente saliesse de aquella cibdad de partes de se algar é hager una grand tray-
Cuoacan, y quassi significando que la auc- gion, que á salir con ella, oviera seydo
432 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
peor que lo passado; é que giertos indios gion é paga é gratificagion de mergedes
de México congertaron con algunos de los que esperaban aquellos cavalleros é hi-
naturales de aquellas provincias que avia dalgos que tan señalado é arduo é dificul-
pacificado el alguacil mayor, que vinies- toso gerco tovieron, é que con sus vidas
sen al general muy de priessa, é le dixes- é sangre le sostuvieron é acabaron, que
sen cómo por la costa andaban veynte na- con un gobernador que yba de nuevo é
vios con mucha gente é que no salían á que no lo avia hecho ni visto ni aun en-
tierra, é que porque no debia ser buena tendido , ni conosgia los méritos de cada
gente, si él quería yr allá é ver lo que uno, que los podia assi contentar ni ga-
era, quellos se aderescarian é yrian de lardonar , como aquel que en su compa-
guerra con él á le ayudar; é para que los ñía é pressengia se halló con ellos, é con
creyesse lleváronle la figura de los navios cuyo consejo é prudengia se consiguió la
en un papel: é cómo secretamente le hi- victoria? Demás desto, muchos dellos que-
cieron saber lo ques dicho, luego conos- rían muy mal á Diego Yelazquez, é otros
ció su intención, é que era maldad é ro- avian seydo no bien tractados del: Her-
deado, para verle fuera de aquella provin- nando Cortés estaba muy bien quisto y
cia, porque como algunos de los princi- era liberal con todos ellos, é conosgíanle
pales della avian sabido que los días an- é conosgíalos á todos, é sabia para lo que
tes el general estaba de partida, é vieron eran ellos; é tan bien tenían entendido el
después que se estaba quedo, avian bus- valor del é la expiriengia de buen capi-
cado esta otra manera para sacarle fuera. tán que tenia, y era tan importante, que
Y él disimuló con ellos, é después pren- en su compañía ni tenían peligro ni dexa-
dió algunos que lo avian ordenado; de ban de cometer osadamente quanto el
manera que refiere Hernando Cortés por tiempo é la ocasión determinassen. Y la
su relagion que la yda de Tapia é no te- auctoridad de Vegegio, que al pringipio
ner expiriengia de la tierra é gente della deste capítulo se tocó, cabia muy bien en
causaron harto bullicio, é que si allá Hernando Cortés, y su persona la henchia
quedara, fuera muy dañoso. É á este pro- tan bastantemente como ella lo dige, por-
póssito dice otras cosas que tocan más á que su diligencia era tan grande quanto
particulares passiones que á limpia his- en algún capitán se puede aver visto por
toria ni á delectación de quien la leyesse, su curiosidad inaudita, assi en general
é por esso se dexan de escribir. con todo su exérgito, como en particular
con cada soldado, por mínimo que fues-
Á mi parescer, por qualquiera manera
se, como verdadero padre yexgelente ca-
que se rodeasse la vuelta del veedor Ta-
pitán , á quien dignamente se puede apli-
pia é no consentir que quedasse en aque-
car uno de los más acabados é perfettos
lla tierra, Hernando Cortés fué para su
loores que de la militar disgiptina puede
propóssito bien consejado, assi por los
resultar. É cómo en él cabia esto, é sabia
indigios ó sospechas de la elegion de su
que su Rey estaba fuera de España, no
camino de Chripstóbal de Tapia, como
dio lugar á ser descompuesto del primero
por no se ver despojado Hernando Cortés
bote ó grita: é que lo rodeasse él por la
del pié á la mano de tanta gloria é triun-
forma que está dicho y él en su relagion
fo como avia ganado en su empressa, é
dige, ó que lo ordenassen assi sus ami-
no aviendo aun conseguido la remunera-
gos, ninguno sin passion avrá tan des-
ción de sus grandes servigios él ni los que
acordado que le culpe á él ni á los demás,
con él se hallaron en aquella conquista.
porque assi se higiessc. No parezca á nin-
Parésgeos, letor, que para la satisfa-
DE INDIAS. LIB. XXXII!. CAP. XXXII. 433
guno fealdad quel valeroso coracon des- dia de la fuerca de Cinegiro, cavallero
see señorío, con tanto que ni) se adquie- ateniense, del qual escribe Justino que
ra indebidamente. huyendo los enemigos á las naos por es-
Parésceos que fué gentil cosa subceder capar de la muerte, tuvo una dellas tan
Dario como rey de los persas por la astucia firme con la mano derecha, aunque esta-
que su caballerico tuvo para que su ca- ba cargada, que no la dexó hasta que le
ballo relinchasse primero que otro algu- fué cortada la mano; é cómo aquella per-
no, lo qual fué assaz mejor que no avia dió asió la nao con la otra mano izquier-
conquerido ó alcancado el reyno el ante- da, é túvola firme hasta que assimesmo
cesor desorejado, del qual fué interfector le fué cortada la otra mano; é también
ó matador el mesmo Dario con otros ca- cortada aquella, tuvo la nao asida con los
valleros. Todo esto os dirá Justino *; pero dientes hasta que lo mataron 3 . Pues digo
no es menester acumular otras historias á yo que aunque no muriera ni perdiera sus
la nuestra. Quiero decir, que si buena as- manos, quisiera yo más para mí las fuer-
tucia fué la de Dario para quedar señor, zas de muchos buenos juicios de discre-
que nofué mala ni desconviniente la de tos varones, que yo sabria nombrar, que
Hernando Cortés, para quedarse por capi- la fuerca de Cinegiro, ni aun la de Sam-
tán general en aquella tierra hasta saber son con eila; y entre los tales que de
la voluntad de su Rey: el qual no sola- prudencia y esfuerco é valor deben ser
mente aprobó su persona é servicios, pe- estimados en nuestros tiempos, es uno
ro dióle estado é títulos de honor, como Hernando Cortés, méritamente numera-
adelante la historia lo dirá. do para que quede su memoria alabada
Por cierto más es dessear el valor de é acordada perpetuamente.
su persona é ingenio, que de-aver envi-

CAPITULO XXXIII.
Cómo el capitán general Hernando Corles envió al comendador Pedro de Alvarado á conquistar la provin-
cia efe Toantepeque é la pacificó é llegó á !a mar del Sur é ¡ornó la possesion deüa por Sus Magestades, é
de las grandes muestras de oro é perlas que halló ; é cómo el general hieo hacer navios en la costa del Sur
para descobrir por aquellas mares, con lo qual, con otras particularidades, seda fin á la relación de la
tercera carta, que escribió Hernando Cortés al Emperador de las cosas de la Nueva España.

M.luchos estiman la vida por el sumo Dios; y tanto son de tener en más, quan-
bien; pero muchas veces son de la amar- to con más flaco principio que Alexandro
ga muerte ocupados. Yo que no mis años, comencó este capitán á buscar renombre
sino mis victorias suelo numerar, si los entre los que son más ilustres é loables
dones de la natura cuento, luengo tiempo en el mundo. Prosigamos, pues, nues-
he vivido. Assi lo dixo Alexandro Magno tra materia, é dése fin á la relación ter-
á Cratero en cierta respuesta que le dio 3 . cera que por sus letras hico á la Cessárea
Por gierto si esta regla ó cuenta hace Magestad.
Cortés, tenerse puede por de luenga Después que estuvo pacífica la provin-
edad, segund las victorias que le ha dado cia de Guaxaca, envió á mandar al capi-

i Lib. I, 3 Quinto Curcio, lib. X,


2 Lib II.
TOMO III. 55
434 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tan que allí tenia, que los ochenta espa- todos los chripslianos estoviessen apossen-
ñoles ó diez de caballo que allá estaban, lados en aquellas casas, que eran muy
los diosse a! capitán Pedro de Alvarado, grandes, assi cómo de noche durmiessen,
al qual enviaba a conquistar la provincia les pusiessen fuego é los quemussen to-
«le Tcantepcque (ques quarenta leguas dos ; é como fué el capitán avisado desto,
adelante de Guaxaca, junto á la mar del 'levó consigo al otro apossentamiento al
Sur), porque aquellos indios hacían mu- señor de la provingia é ó un hijo suyo, co-
cho daño é guerra a los que so avian mo en son de pressos. Los quales le die-
ofrescido por vassallos de Sus Magosta- ron veynte y cinco mili pessos de oro en
dos , é á los de la provincia de CoanEepe- piceas labradas: é degíanle al comenda-
que, porque avian dexado por su tierra dor los vassallos de aquel señor que tenia
entrar á descobrir la mar del Sur, ios mucho thessoro. É todo esto hígolo saber
animasse é refirmasse en la paz é obidicn- Alvarado por su carta al general; é junto
eia. Y el capitán Alvarado se partió pos- con csso, cómo tenia la provingia muy
trero dia del mes de enero de mil! ó qui- pagílica é los indios seguramente hagian
nientos é veynte y dos años, é con la sus mercados é contractagion como pri-
gente que) general le dio é con la que es- mero, ó que la tierra era muy rica de oro
taba en Gnaxaca juntó quarenta de caba- de minas, c que en su pressenciale saca-
llo ó doscientos peones, en que avia qua- ron una muestra, quél le envió; é también
renta ballesteros y escopeteros é dos tiros fe higo saber cómo avia estado en la mar
de campo pequeños. É prosiguiendo su del Sur é avia tomado la possesion della
empressa y entrando en la tierra que yba por Sus Magostados, é que en su pressen-
á buscar, lomó ciertas espías naturales gia sacaron los indios muestra de perlas,
della, é informóse cómo el señor de Tean- que también envió con la muestra de oro
tepeque con su gente le estaba esperando de minas. É demás desto le dio racon de
en el campo con su exército. otras cosas particulares de fertilidad é
Llevaba este capitán, demás de los es- bondad de aquella tierra: á causa de lo
pañoles ques dicho, mucha é buena gen- qual el general proveyó con mucha di-
te de indios amigos, c continuando la ligcngia, que en la una de tres partes, por
guerra, tres ó quatro poblaciones se opu- donde avian descubierto la mar del Sur,
sieron á la defensa; pero no persevera- se higiessen dos caravelas medianas é dos
ron , porque el capitán ó su gente se da- bergantines, las caravelas para descobrir
ban tal recabdo en los recuentros que ó los bergantines para seguir la costa: ó
avia, que siempre quedaban vencedores: á esto fueron con persona de recabdo
y en fin entró en la cibdad de Teantepc- quarenta españoles, en que avia maestros
que, é fué bien rescebido del señor della carpinteros de ribera é aserradores y
é de los demás, é só color de cortesía di- herreros é hombres de la mar; é proveyó
xo que se apossentasse en unas casas su- por clavagon é velas é otros aparejos nes-
yas bien grandes, que tenían la cubertura gessarios para los dichos navios.
de paja; é porque aquello no era prove- Quando Hernando Cortés estovo en la
choso tanto como sospechoso para los de cibdad de Thesayco, antes que de allí se
caballo, no quiso el comendador Alvara- partiesse á gercar á Temistitan , aderes-
do sino baxarse á apossentar á otra parto gandoé proveyendo lo que convenia, bien
de la cibdad que era más llano, porque descuydado de lo que giertas personas
supo que se ordenaba de matarle á él é á ordenaban, vino á él uno de los que eran
los españoles dcsta manera: Que cómo en el congicrlo, é descubrióle que giertos
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XXXííi. 43o
amigos do Diego Vclazqucz, que estaban causas que Cortés digo en su relación, cii-
en su compañía, tenian ordenada traycion deresgadasá las pasiones entre él é Diego
para le matar, é que entrellos tenían ele- Velazquez, que son más para los proles-
gido capitán, el alcalde mayor, el algua- sos é lihelos, en quellos anduvieron sobre
cil é otros oíigiales; é que en todo caso la gobernación de aquella tierra, que no
lo rcmediasse, pues veia que demás del para nuestra historia.
escándalo que se seguiría por la falta de Después que fué pressa la cibdad de
su persona, estaba claro que ningún espa- Tcmistitan, ydo el general á la de Cuyoa-
ñol escaparía de las manos de los indios can , falleció allí aquel don Hernando que
viendo ó los españoles revueltos entre sí, la historia ha dicho que era señor de The-
é que para esto, no solamente hallarían á sayco, cuya muerto pessó mucho á los es-
los enemigos apergebidos, pero á los que pañoles, porque era muy buen vass'allo ó
tenian por amigos que trabaxarian de los servidor de Su Ma gestad é grand amigo
acabar á todos. Cómo el general vido que verdadero de los chripstianos; é con pa-
tan grand delicio se lo avia descubierto, resger de aquellos señores ó principales
dio muchas gracias á Dios por ello, é hi- do aquella su cibdad é provingia, se dio
50 prender al que era el principal agre- aquel señorío en nombre de Su Magostad
sor, 6 aquel espontáneamente confessó á otro hermano menor suyo, el qual pidió
quól avia ordenado é concertado con mu- el bautismo, é llamáronle don Carlos,
chas personas, que en su confession de- buen mangebo é de gentil conversación.
claró, de prender ó matar al general, é En algunas partes destas historias se ha
tomar la gobernación de la tierra por Die- hecho mención de las provingias de Tas-
go Velazquez; 6 que ora verdad que te- calleca é Guaxocingo; é porque allí hay
nia ordenado de hacer capitán é alcalde una montaña que quiere ymitar é paresger
mayor, é quél avia de ser alguacil mayor, mucho al monte de Yutean ^is!a cerca do
é le avia de prender ó matar; é que en CiQÍlia),que tan discantado* es de muchos
esto eran muchas personas quél tenia historiadores é poetas, será bien que
puestas en una copia , la qual se halló en aqueste no quede en olvido; pues digo el
su posada, aunque hecha pedacos, con general Hernando Cortés ques una sierra
algunas personas que declaró que avia redonda é muy alta, de la qual quassi á
platicado lo sussodicho. É que no sola- la continua sale mucho humo, que va de-
mente esto so avia ordenado allí en The- recho c violento como una saeta hágia el
sayco; pero que también lo avia comen- gielo. E porque los indios daban á enten-
gado c puesto en plática, estando en la der que ora cosa muy mala, é que mo-
guerra do la provincia de Tepeaca. E vis- rían los que allá subían, higo el general
ta su confession dcste delinqüente, que que ciertos españoles subiessen á ver de
se llamaba Antonio de Villafaña, natural la manera que aquella sierra ó montaña
de la cibdad de Zamora, ó cómo se reti- está allá en lo alto, por donde aquel humo
ficó en ella, un alcalde y el mcsmo Her- sale: ó quando subieron, salió aquel humo
nando Cortés le condenaron á muerto, 6 con tanto estruendo é sonido, que no pu-
fué executada en su persona. 15 puesto dieron ni osaron subir hasta la boca. Des-
que en este crimen avia otros muy culpa- pués higo volver allá otros españoles, é
dos , disimulóse con ellos, haciéndoles subieron dos veges hasta llegar á la boca
obras de amigos (porque el caso era suyo do la sierra donde aquel humo sale, 6 di-
proprio é aun más que proprio), la qual di- xcron que avia de la una parte de la boca
simulación no fué de provecho por otras á la otra dos tiros de ballesta. porque la
436 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
circunferencia tiene quassi tres quartos de do, é las nescessidades é deudas, en que á
legua ; y es de tanta hondura que no pu- causa deüas estaban los españoles puestos
dieron ni bastó la vista á ver el cabo ó en aquella tierra, é la dilación que avian
suelo de aquella cima. É por allí al rede- en este caso hasta lo mandar proveer Su
dor hallaron algún acufre de lo quel hu- Magestad é de todos los españoles, é que
mo expele; y estando una vez allá oyeron en ninguna manera se podía excusar, le
el ruydo que traía el humo, é diéronse fué quassi forcado depositar los señores é
priessa á baxarse; pero antes que des- naturales de aquellas partes en los con-
eendiessen á la mitad de la sierra, ya ve- quistadores dellas, aviendo respecto á las
nian infinitas piedras rodando, é se halla- personas é á los servigios que avian fe-
ron bien arrepentidos, por aver allá subi- cho , para que en tanto que otra cosa se
do , é aun en harto peligro; é los indios mandasse, ó questo se confirmasse, los
tovieron á muy grand cosa aver osado yr señores é naturales sirviessen ó dies-
á donde fueron aquellos españoles. (Lámi- sen á cada español, en cuyo depósito es-
na II, fig, iF. a ) toviessen, lo qu&oviessen menester para
Escribió Cortés, en fin desta su relación su sustentación. Y este medio se tomó
ó carta tercera, que los naturales de aque- con paresgor de personas de buena inte-
llas partes eran de mucha más capagidad ligencia y expiriengia en la tierra, é les
que los destas islas nuestras, é que le pa- parcsgíó que era el mejor medio é lo que
rescian de tanto entendimiento é racon más convenia para que los españoles se
quanto á uno mediocremente basta para mantuviessen é los indios fuessen conser-
ser capaz; é que á esta causa lo parescia vados é bien tractados, é se estoviessen
cosa grave por estonces compelerlos á que en sus casas é assientos. É para las ha-
sirviessen á los españoles de la manera ciendas é grangerias de la Rea! Magestad
que los de las islas; é que también'ces- se señalaron provincias é cibdades de las
sando aquesto, los conquistadores é po- mejores é más convinientes.
bladores de aquellas partes no se podían Esta relagion escribió Hernando Cor-
sustentar > é que para no constreñir por tés más larga al Emperador, nuestro se-
estonces á los indios, é que los españoles ñor, desde, la cibdad do Cuyoacan de la
se remediassen, le paresgia que Su Ma- Nueva España, é fué aprobada por los
gostad Cathólica debia mandar que de sus oficiales de Su Magestad, el thessorero
rentas, que en la Nueva España le perte- Julián Alderete, y el contador Alonso de
nescen, fuessen socorridos para su gasto é Grado, y el factor Bernardino Vázquez de
sustentación, é que sobrello Su Magestad Tapia, fecha á los quince días de mayo,
mandasse proveer lo que más fuesse ser- año de la Natividad de Chripsto, nuestro
vido. É después andando el tiempo*, vis- Salvador, de mili é quinientos é veynte y
tos los muchos é grandes gastos de Su Ma- dos años.
gestad, é que antes debia por todas las Passemos á la quarta relagion de aque-
vias que posible fuesse acrescentar sus llas partes, la qual escribió el año de mili
rentas reales que dar causa á se las gas- é quinientos é veynte y quatro, é assi-
tar, é considerando assiinesmo el mucho mesmo envió otras relaciones de otros
tiempo que aquellas guerras avian tura- sus inferiores capitanes, que por su man-
de donde lomamos et final de este y algunos de
* En este punfo está falto de algunas fojas el tos siguientes capítulos , para llenar la expresada
MS. original de Oviedo , que posee la Real Acade-
laguna.
mia : no asi el de Ja Biblioteca Colombina, copiado
pox e! docto académico D. Juan Bautista Muñoz,
DE INDIAS. L1B. XXXIII. CAP. XXX1ÍI. 437
dado andovieron por diverssas provincias te se continuará en la presente historia
de aquellas partes, lo qual sucesivamen- con la brevedad que se requiere.

CAPITULO XXXIV.
Continuándose la liisloria de la Nueva España, conforme á la quarla relación que el gobernador Hernando
Corles envió al Emperador, nuestro señor, con otras relaciones que otros capitanes particulares le envia-
ron á Corles después de los subcessos que la historia ba contado; é Iráetase de oirás provincias que con-
quistó é pacificó , é otras cosas notables.

1* o es de maravillar que los nuevamen- masse Medellin, como ya la historia lo ha


te conquistados é venidos á servir, los dicho. E assi se higo é se pacificó todo
que estuvieron é gocaron la antigua cos- aquello, y enviólo más gente, para que
tumbre de ser servidos é libres señores, fuesse la costa arriba hasta la provincia
viéndose siervos se alteren é muden pa- de Guacacalco, que está de la dicha Me-
resger, en especial una gente quassi sal- dellin cinqüenta leguas é de Temistitan
vage é infiel ó de tantas é diverssas len- ciento y veynte: á la qual provincia avia
guas é costumbres, como la destas Indias. primero enviado el general a! capitán
É aun porque, como dice Herodiano, no Diego de Ordaz, é le avian rescebido muy
tanto-deleyta la libertad quanto ofende la bien en el tiempo que Montcguma vivia,
servitud, é ninguno juzga ser obligado é se avian ofrescido por vassallos de Su
para usar de lo suyo, sino á su modo es- Magestad. É sabíase que allí avia un
timando ser asi la racon; mas quien de sus grand rio é buen puerto para los navios.
bienes es despojado, nunca olvida la inju- É como informado muy bien del dicho
ria. Todo esto es del auctor alegado. Ordaz, que le avia visto, mandó al algua-
Dexcmos de buscar comparaciones en cil mayor que fuesse á visitar, aquellas
cosa que es tan usada en el mundo, como provincias é á saber si estaban en el pro-
comportar impacientemente el yugo ó nue- pósito primero de servir é ser vassallos
va señoría los que largos tiempos tovie- de la corona de Castilla, é á decirles que
ron ligencia natural de no servir, ó que á causa de las guerras de Temistitan no
nasgieron sirviendo a su señor é aquel se les avia enviado á visitar tanto tiempo
le mudan. Llenas están las historias desto avia, é que aquella gente yba á ver si
tal desde remotos siglos: ó continuemos avian menester algo, para les ayudar é fa-
nuestra historia de la Nueva España} que vorescer como amigos. Y el alguacil ma-
assi hallaremos en ella cosas que parezcan yor lo dixo assi é hico lo que le fué orde-
nado ; pero no halló en la gente la volun-
á las passadas é se conformen con Hero-
tad que primero avian publicado, sino á
diano. Para inteligencia de lo qual es de
punto de guerra aparejados para no le
saber que por pagiíicar las provincias de
dejar entrar en la tierra; y él tuvo tan
Guatusco, Tuxtebeque é Guaxaca é otras
buen aviso é tiento con ellos, que una no-
á ella comarcanas, que son en la costa á
che salteó un pueblo, donde prendió una
la parte de la mar del Norte, desde que
señora, á quien todos en aquella comarca
se ijpbelóTemistitan, que estaban assimes-
obedescian, la qual envió á llamar á todos
mo aleadas, envió el gobernador Hernan-
los señores é principales, é les mandó que
do Cortés al alguacil mayor Goncalo de
obedesciessen al Emperador Rey, nues-
Sandoval con gente; ó mandóle que po-
tro señor, é se hiciesse todo lo que en su
bíasse allí é híciesse una villa que se 11a-
438 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
real nombre fuesse mandado, porque ella plata é hasta ghicomül pessos de oro mez-
assi lo avia hecho. Y era tan querida é clado con plata ó baxo, ó muy gentil ro-
acatada de sus indios, que todo se cum- pa de algodón é otras cosas de las que
plió é higo de la manera que ella lo dixo. los indios tienen. A los españoles no les
])e manera que en paz é sin otro contras- satisfigo mucho la tierra para poblar en
te el alguagil mayor llegó al rio ques di- ella, ó mostraron mala voluntad, é aun
cho; ó á quatro leguas de la mar t porque ovieron algunos bulligios c alteragioncs,
más cerca de la costa no se halló assien- por donde algunos fueron castigados: é
to, se pobló é fundó un pueblo, é púso- por esta causa mandó el general que vol-
scle nombre la villa del Espíritu Sancto. viessen los que volver se quisiessen, ó á
É allí residió el alguacil mayor con los es- los demás ordenó que fuessen con un ca-
pañoles algunos días, hasta que se pagifi- pitán á la mar del Sur, adonde está po-
earon y vinieron á la obidiencia de Su blada la villa de Cacatula, do quien la
Magostad. historia ha hecho mengion, desde laqual
Otras muchas provincias, que fueron hasta la cibdad de Huycicila hay gient le-
Tabasco, que es en el rio de la Victoria, guas, donde á la sagon se hagian por
que otros llaman rio de Grijalva, Cuna- mandado del gobernador quatro navios
clan, Quechula ó Quigaltepeque é otras, para dcscobrir. Y en el camino tuvo no-
6 los naturales do aquellas provincias, se ticia esta gente nuestra de una provingia
encomendaron ó depositaron en los veci- que se efige Colima, que está apartada del
nos de la dicha villa del Espíritu Sancto; camino que avian de llevar sobre la ma-
puesto que algunas tierras dessas se tor- no derecha, ques al Poniente ginqüenla
naron á alterar é se alearon, contra los leguas; é con la gente que llevaba é con
quales se envió después gente de pié é mucha más de los amigos de la provingia
de caballo para los castigar ó volver a la do Mechuacan fué allá sin ligengia del go-
obidiencia. También se avian ofrescido el bernador : y entró algunas jornadas, é
señor é gente do la provingia de Mcchua- ovo con los naturales algunos recuentros,
can por subditos de Su Magostad; é por- o aunque tenia quarenta de caballo é más
que la provingia ó señorio del señor do de gient peones ballesteros ó rodeleros,
Casulgi * es grande, é se avian visto mues- los desbarataron y echaron de la tierra,
tras en ella de mucha riqueza é por es- é les mataron tres españoles ó mucha
tar cercana de la grand cibdad deTemis- gente de los amigos. E desbaratados, se
titan, después quel general se rehizo de fueron á la cibdad de Cacatula, lo qual
alguna mas gente é caballos, envió allá sabido pcír el general, envió á prender al
\¡ú capitán con septenta do caballo é dos- capitán, c se lo llevaron, é lo castigó de
cientos peones bien aderesgados é con ar- su inobidiengia: lo que. fué muy justo,
tillería, para que viessen toda aquella tier- aunque fuera vengedor, como lo enseñó
ra ó secretos dclla; é si tal fuesse, poblas- Torquato en el hijo proprio, que porque
sen en la pringipal cibdad, llamada Huygi- peleó de cuerpo á cuerpo con un franges
eüa. E ydos, fueron muy bien resgebidos é lo vengió é mató, sin tener ligengia pa-
del señor é naturales de la tierra; é apos- ra tal batalla, le higo corlar la cabera.
sentados en aquella cibdad, los proveye- Contado há nuestra historia cómo, el
ron muy hiende bastimentos ó lo nesgessa- general Hernando Cortés envió al comen-
rio, é les dieron hasta tres mili marcos do dador Pedro de Alvarado á la provingia

Antes se halla cscrilo Culcucin.


DE INDIAS. LIB. XXXI11. CAÍ». XXXIV. k:\d

de Tcantepeque, ques en la mar del Sur, sos á los demás, ó los mandó entregar
é de cómo tenia pressos al señor delta é á assimesmo al dicho alcalde mayor, é con-
un hijo suyo, é le pressentaron cierto oro denólos á muerte como al otro , é tam-
é do ciertas muestras de oro de minas é bién apelaron. Y el gobernador, conside-
perlas, que assimesmo se ovo. Queda do rando la larga prission en que estovieron,
degir agora que en la respuesta quel ge- ó que avia mucho tiempo que estaban en
neral le envió después desso, le mandó aquella é avian antes servido, aunque su
btiseasse un sitio convenible ó poblassc delicto fué grande, se ovo piadosamente
en él; é que los vecinos do la villa de Se- con ellos, é los desterró de la Nueva Es-
gura de la Frontera se passasseu á aquel paña en perpetuo exilio, para que nunca
pueblo, porque ya del que estaba allí no entrassen en ella sin expresa Jigengia de
avia nescessidad, por ser tan gerca de Te- Su Magostad, só pena do muerte.
mistitan; é assi se higo, é llamóse al pue- En esse mesmo tiempo murió el señor de
blo Segura de la Frontera, ó como el que la provingia de Tutepoquc, y ella é las
antes estaba fecho. É los naturales de otras se rebelaron, á causa de lo qual envió
aquella provincia é de las de Guaxaca, el general al dicho capitán Alvarado con un
Coaclan, 6 Coasclahuaca, Taehquiaeo ó hijo de aquel señor, que estaba en supo,
otras allí comarcanas, se repartieron entre der; é aunque ovieron algunos recuentros
los vecinos de aquella villa, é los servían é mataron algunos españoles, tornó á sob-
6 aprovechaban con toda voluntad: é que- juzgar los rebeldes é las provingias, é las
dó allí por justigia el capitán, en lugar del pagificó ó puso en la obidiengia de Su Ma-
general, digo el comendador Alvarado. gestad, é tornaron á servir á los españo-
É acaosció que estando Hernando Cortés les seguramente. É aunquc'no se tornó á
conquistando la provingia de Panuco, co- poblar aquella villa, por falta de gen-
mo se dirá adelante, los alcaldes é regi- te, quedaron los indios domados, é tan
dores de aquella villa le rogaron al dicho humildes por el castigo que en ellos se
Alvarado, que con su poder fuesse á ne- higo, que hasta Temistitan vinieron de ahí
gociar con el general giertas cosas que le adelante á ver é hager lo que les manda-
encomendaron, y él lo aceptó é puso por ban. É quedó en el señorío aquel hijo de!
obra; 6 después de partido, los alcaldes señor defuncto.
é regidores higicron gierta liga é moni- Desde á pocos dias después que se co-
podio, convocando !a comunidad, é higic- bró la.grand cibdad de Temistitan, é lo á
ron alcalde contra la voluntad de otro que ellasubjeto, fueron redugidasá la corona
avia dexado Alvarado por capitán, é des- real de Castilla dos provingias que están
poblaron la villa é fuéronsc a la provingia quarenta leguas dcllaá la parte del Norte,
de Guaxaca, lo qual puso mucho escán- que confinan con la provingia de Panuco:
dalo é alboroto en aquellas partes. El que la una se llama Tututepeque, é la otra
allí avia quedado por capitán hígolo saber Mezclitan, de tierra assaz fuerte é gente
al general, y él envió luego allá á Diego belicosa é acostumbrada á Ja guerra, por
de Campo, alcalde mayor, para que ávida los contrarios enemigos que todas partes
su informagion, castigasse los culpados, al rededor de sí tienen. Los quales, vien-
los quales se ausentaron ó anduvieron al- do las cosas passadas, é que á Sus Mages-
gunos dias vagando de unas partes á tades ninguna cosa se les podía defender,
otras. É al primero que prendió, sentcn- enviaron sus mensajeros al general, é
gióle el alcalde mayor á muerte, é apeló ofresgiéronsc por vassallos de la corona
para ante el general, que tenia ya pres- real de Castilla: é fueron resgebidos con
440 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mucha humanidad é placer, é se les higo serranías con mucha gente ó quemó más
todo buen tractamionto. Y estuvieron muy de veynte pueblos de los confederados ó
seguras aquellas provincias hasta que des- amigos de los españoles, é les mató é
pués de la yda del veedor, Chripstóbal prendió mucha gente dellos: por lo qual,
de Tapia: que con la alteración que de- viniéndose de camino el general de la
lia subcedió, no solamente dexaron la obi- provincia de Panuco, los tornó á conquis-
diengia que avian dado é se rebelaron, tar, é aunque á la entrada mataron algu-
más allende desso higieron mucho daño á na gente de los amigos que quedaba re-
los comarcanos en sus tierras, que eran cagada, é por la sierra reventaron diez ó
de los amigos é vassallos de Su Magestad, doge caballos, por ser tan áspera tierra,
é quemacon muchos pueblos é mataron todavía é no sin mucho trabaxo, se con-
mucha gente; é aun en essa sagon el gene- quistó la provingia é fué presso el señor
ra! tenia poca gente, y essa que avia esta- della é un hermano suyo, muchacho, é
ba dividida en tres partes. Viendo que de- otro capitán general suyo, que tenia la
xar de proveer en ello podria ser ocasión frontera: al qual, é á su señor con él, hi-
que los enemigos, que con aquellos rebel- go luego ahorcar el general, é higo escla-
des confinaban se podrían algar é juntar vos todos los que en esta guerra fueron
con ellos por se excusar del daño é veja- pressos, que serian hasta dosgieritas per-
gion que les hagian, é aun porque el ge- sonas, ó los herraron é vendieron en al-
neral no estaba muy satisfecho de su vo- moneda. É pagado el quinto á Su Mages-
luntad dellos, envió un capitán con treyn- tad de aquellos prissioneros, los demás
f.a de caballo é gient peones ballesteros y fueron repartidos entre los que se halla-
escopeteros é rodeleros, é mucha gente ron en esta guerra, aunque no ovo para
de los amigos confederados, é ovieron pagar la tergera parte del valor de los ca-
con los contrarios algunos recuentros; é ballos que murieron. É por ser la tierra
mataron alguna gente de nuestros amigos pobre no se ovo otro despojo. É fecho es-
é dos españoles. É plugo á Dios que non te castigo, los demás que en aquella pro-
obstante esto, ellos de su voluntad se re- vingia avia, quedaron de paz, é por señor
duxeron á la paz, é fueron al general los della aquel muchacho, hermano de aquel
señores é pringipales, y él los perdonó señor, de quien se higo la justigia ques di-
por su comedimiento é yrse á poner en cho. Puesto que en aquella sagon no ser-
sus manos, sin los aver prendido. vían ni aprovechaban, por ser la tierra po-
Después, estando el general en la pro- bre , á lo menos bastó lo fecho para segu-
vincia de Panuco, comengóse á rugir en ridad della, é para que no alborotassen
Temistitan é sus comarcas una nueva sor- á los que servían; é aun para más segu-
da , en que sonaba que Hernando Cortés ridad , puso allí el general algunos natu-
se yba á Castilla: é no causó poco albo- rales de los de Temistitan é de otras par-
roto , é la provincia de Tutebeque se tor- tes de la Nueva España. •
nó á rebelar. El señor della baxó de las
Dli INDIAS. LUÍ. XXXIII. CAP. XXXV. 44 1

CAPITULO XXXV.
En que se eonliene un capítulo á la letra que el capitán Hernando Cortes entre otras cosas escribió al Em-
perador, nuestro señor, en esta su cuáría relación , quejándose del obispo de Burgos, é oirás cosas; 6
más adelante se tracta de la victoria que ovo contra los indios de ia grand población llamada Ayútuscota-
clan; c de la conquista de las lagunas de Panuco, é victoria que ovo con essos é otros pueblos, é otras
cosas que convienen al discurso de la historia.

4 esta sagon, invictíssimo Céssar, llegó gedes: donde no, que tuviesse porgierfo
al puerto é villa del Espíritu Sanctp, de que me avia de ser mortal enemigo. É la
que ya en los capítulos antes deste he he- venida deste Johan Bono é las cartas que
cho mengion, un bergantinejo harto pe- truxo pusieron tanta alteragion en las
queño, que venia de Cuba, y en él un gentes de mi compañia, que gertifics á
Johan Bono de Queso, que con el arma- Vuestra Magostad que si yo no los asegu-
da que Pamphilo de Narvaez truxo avia rara, digiéndoles la causa porque el obis-
venido á esta tierra por maestre de un po aquello les escribía, é que no temies-
navio de los que en la dicha armada vi- sen sus amenagas, y que el mayor servi-
nieron ; y segund paresció por despachos gio que Vuestra Cathólica Magestad resgi-
que traia, venia por mandado de don Johan biria, é por donde más mergedes les man-
de Fonseca, obispo de Burgos, creyendo daría fager era por no consentir que! obis-
que Chripstóbal de Tapia, quél avia ro- po ni cosa suya se entremetíesse en esfas
deado que viniesse por gobernador á esta partes: porque era con intención de es-
tierra, estaba en ella. Y para que si en su conder la verdad della á Vuestra Altega
resgibimiento oviesse contradigion, como é pedir mergedes en ella, sin que Vues-
él temia, por Ja entera racon que á te- tra Magestad supiesse lo que le daba: que
merlo le ingitaba, envióle por la isla de hubiera harto que hacer en Jos apagiguar,
Cuba para que lo comunicasse con Diego en especial que fuy informado, aunque lo
Velazqucz, como lo higo, y él le dio el disimulé por el tiempo, que algunos avian
bergantín en que passassé. Traia el dicho puesto en plática que, pues en pago de
Johan Bono hasta gient cartas de un tenor sus servigios se les ponían temores, que
firmadas del dicho obispo, y aun creo era bien, pues avia comunidad en Casti-
que en blanco, para que viesse á las per- lla, que la higiessen acá, hasta que Vues-
sonas que acá estaban que al dicho Johan tra Altega fuesse informado de la verdad,
Bono le parcsgiessc, digiéndoles que ser- pues el obispo tenia tanta mano en .esta
virían mucho á vuestra Cathólica Magos- negogiagion, que hagia que sus relagiones
tad en que el dicho Tapia 'fuesse resgebi- no viniessen á notigia de Vuestra Altega;
do, y que por ello les prometía muy cre- é que tenia los offigiales de la casa de la
gidas mergedes; c que supiessen que en Contractagion de Sevilla de su mano, é
mi compañía estaban contra la voluntad que allí eran maUraclados sus mensajeros
de Vuestra Mageslad, é otras muchas co- é tomadas sus relagiones ó cartas é sus
sas algo ingifatoriíís á bulligio é desaso- dineros, é se les defendía que no les vi-
siego. É á mí me escribió otra carta, di- niesse socorro de gente de armas ni bas-
giéndome lo mesmo, é que si yo obedes- timentos. Pero con hagerles yo saber lo
gia al dicho Tapia, quél haria con Vues- que arriba digo, é que Vuestra Magestad
tra Altega que me higiesse señaladas mer- de ninguna cosa era sabedor, é que tu-
TOMO 111.- 56
44¿ HISTORIA GENERAL Y NATURAL
viessen por cierto que sabido por Vuestra no era de su compañia de Cortés, é por-
Altega, serian gratificados sus servicios, é que avian seydo dellos maltractados; pe-
fechas por el los aquellas mercedes, que los ro que si él quisiesse enviar allá gente de
buenos é leales vassallos que á su Rey é su compañia, quellos la temían en mucho
señor sirven, como ellos han servido, me- é los servirían con todo lo quellos pudies-
rescen, se aseguraron. É con la merced sen, é le agradesgerían mucho que los en-
que Vuestra Altega tuvo por bien de viasse, porque temían que aquella gente
mandar hager con sus reales provisiones, con quien ellos avian peleado, volverían
han estado y están tan contentos, é sirven sobrellos á se vengar, é también porque
con tan buena voluntad qual el fructo de tenian giertos enemigos comarcanos, de
sus servicios dá testimonio, é por ellos quien.resgibian daño, é que si él les dies-
merescen que Vuestra Alteca les mande se chripstianos,se favoresgerian. É porque
hacer mercedes, pues tan bien lo han ser- quando estos vinieron á hager estas des-
vido é sirven é tienen voluntad de servir. culpas é ofresgimiento, el general tenia po-
É yo por mi parte muy humilde á Vues- ca gente, no pudo cumplir lo que le pe-
tra Magestad lo suplico, porque no en dían ; pero prometióles que lo haria lo más
menos merged rescibiré la que á qual- brevemente quél pudiesse: é con esto se
quiera dellos mandare hacer, que si á fueron contentos, quedando ofresgidos
mí se bigiesse. pues yo sin ellos no pu- por vassallos de Su Magestad diez ó doge
diera aver servido á Vuestra Alteca, co- pueblos de los más comarcanos á la raya
mo !o he fecho. En especial suplico á de los subditos á la cibdad de Temistitan.
Vuestra Altega muy humildemente les Desde á pocos dias tornaron á venir,
mande escrebir, teniéndoles en servigio ahincándole mucho que, pues que enviaba
los trabaxos que en su servigio han pues- españoles á poblar á muchas partes, que
to, é ofresgiéndoles por ellos mergedes; enviasse assimesmo algunos á poblar allí
porque demás de pagar la debda que en con ellos, porque resgibian«mucho daño de
esto Vuestra Magestad debe, es animarlos aquellos sus contrarios é de los del mes-
para que de aquí adelante con muy me- mo rio, que están á la costa de la mar:
jor voluntad lo hagan.J que aunque eran todos unos, por averse
Dige más el gobernador Hernando Cor- venido al general, les hagian mal tracta-
tés, que por una gédula, que Su Magestad miento. É assi por complir con estos co-
ma*ndó proveer en lo que toca al adelan- mo por poblar aquella tierra, é también
tado Frangisco de Garay, paresge que Su porque ya tenia alguna más gente, seña-
Magestad fué informado que Cortés esta- ló un capitán con giertos compañeros pa-
ba para yr ó enviar al rio de Panuco á lo ra que fuessen al dicho rio; y estando pa-
pagiücar, á causa que se degia que en ra partir, supo de un navio que fué de la
aquel rio avia un puerto, é porque en él isla de Cuba, cómo el almirante don Die-
avian muerto muchos españoles, assi de go Colom, ó los adelantados Diego Ve-
los de un capitán que á él envió el dicho lazquez é Frangisco de Garay quedaban
Frangisco de Garay, como de otra nao juntos eu la dicha isla, é muy confedera-
que después con tiempo dio en aquella dos para entrar por allí, como sus enemi-
costa, que no quedó alguno vivo: é por- gos, á le hager todo el daño que pudies-
que algunos de los naturales de aquellas sen. En esta sospecha ó imaginagioo Cor-
partes avian venido al dicho general á se tés se engañó mucho, porque el almiran-
desculpar de aquellas muertes, digiendo te nunca le passó tal por el pensamiento
que lo avian hecho porque supieron que ni ovo tal confoderagion; pero como él se
DE INDIAS. Lili. XXX111. CAP. XXXV. 443
temía de los adelantados, dábanle á en- Llegados el general é sus milites aí
tender aquello é otras cosas. É assi él por puerto é rio, se apossentó en un pueblo,
excusar que no le ofendiessen lo ques di- ginco leguas de la mar, que se díge Chi-
cho , é porque pensaba que excusaría as- la, el qual estaba despoblado é quemado,
siraesmo por la yda de aquellos adelanta- porque allí fué donde desbarataron al ade-
dos no se ofresgiesse otro semejaute al- lantado Frangisco de Garay: é desde allí
boroto é descongierto, como el que se envió Hernando Cortés sus mensajeros de
(rfresció con la yda de Pamphilo de Nar- la otra parte del rio é por aquellas lagu-
vaez, determinó, dexando en la cibdad nas (que todas están pobladas de grandes
de Temistitan el mejor recabdo quél pu- pueblos de indios) á degirles que no te-
do , de yr en persona; porque si los ade- miessen que por lo passado se les bicies-
lantados ó algunos de!los fuessen, se en- se algún daño; porque bien sabia que por
contrassen con él antes que con otro, por- el mal tractamíento que avian resgebido
que podría él mejor excusar el daño. É de aquella gente se avian algado contra
assi se partió con ciento é veynte de ca- los nuestros, é que no tenían culpa. É
ballo, é con tresgientos peones ó alguna nunca quisieron venir: antes maltractaron
artillería, é con hasta quarenta mili hom- los mensajeros, é aun mataron algunos
bres de guerra de los naturales de Temis- dellos; é porque de la otra parte del rio
titan é sus comarcas. É llegado á Ja raya estaba el agua dulge, de donde nuestro
de su tierra, bien veynte é ginco leguas exérgito sd proveía, poníanse allí é sal-
antes de llegar al puerto, en una grand teaban á los que yban por ella.
poblagion que se dige ifyutuscotaclan, le Assi en esta ocupagion estuvo el general
salieron al campo mucha gente de guer- más de quingedias, creyendo atraerlos por
ra é pelearon con ellos. É assi por tener bien é que viendo que los que avian veni-
el general tanta gente de los amigos co- do de paz eran bien tractados, lo harian
mo ellos venían, como por ser el lugar ellos assimesmo; pero tenían tanta confian-
llano é aparejado para los caballos, no ga en la fortalega de la dispusigion é as-
turó mucho la batalla.; é aunque algunos siento de aquellas lagunas, donde estaban,
españoles fueron heridos, é assimesmo al- que no aprovechó ninguna templanga ni
gunos caballos, é mataron algunos de los cortesía con ellos. É cómo el general vido
amigos, fueron los contrarios vengidos é el poco provecho que hagia é quel tiempo
desbaratados é muertos muchos dellos. se perdía, atendió al remedio, é con unas
En aquel pueblo se detuvo el general canoas que al príngipio se avian allí loma-
tres días, porque se curassen los heridos, do, se tomaron más, é con ellas una noche
ó porque vinieron allí á él los ques dicho passaron algunos caballos de la otra par-
que á Temistitan avian ydo á se ofresger te del rio é gente; é quando fué do día
por vassallos de Su Magestad; é desde claro, ya avia copia de chripstianos é ca-
allí le acompañaron hasta llegar al puer- ballos é amigos de la otra parte sin ser
to, é de allí adelante, sirviendo en todo lo sentidos, y él se passó assimesmo con
que podían. É continuándose el camino ellos, dexando en el real buen recabdo.
hasta el puerto, en ninguna parte se ovo É cómo los enemigos los sintieron de la
otro recuentro con aquella gente: antes otra parte, vinieron mucha copia de gen-
los del camino, por donde el general é su te dellos é dieron con mucho ímpetu so-
exérgito passaba, salieron á pedir perdón bre los nuestros, tanto que escribió el ge-
de su yerro é á ofresgersc por vassallos é neral , que después quél estaba en aque-
buenos servidores de Su Magestad. llas partes no avia visto acometer en el
444 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
campo tan denodadamente los indios co- ger. Los otros esperaban, é ninguna vez
mo le acometieron. É mataron dos caba- entraban por ellos que no cmpleassen mu-
llos é hirieron otros diez malamente, que chas flechas, é tan espessas que si los
no pudieron yr en aquella jornada; mas chripstianos no fueran tan bien armados,
al fin Jos enemigos fueron vencidos é des- como yban, no escapara hombre de los
baratados é puestos en huyda: se siguió nuestros. É quiso Dios, Nuestro Señor,
el alcance quasi una legua, matando mu- que á un rio que passaba junto y entraba
chos dellas, ó con hasta trcynta de caba- en aquella laguna quel general avia se-
llo que le quedaron al gobernador ó cient guido todo el dia, algunos de los que más
peones, siguió todavía su camino. É aquel gercanos estaban al rio se comengaron á
dia desta victoria durmió en un pueblo echar al agua, é tras aquellos comenga-
tres leguas del real, elqual estaba pobla- ron á huyr los otros al mesmo rio; é assi
do; y en las mezquitas é templos de aque- se desbarataron, aunque no huyeron más
llos ydólatras se hallaron muchas cosas de hasta passar el rio, y ellos de la una
de los españoles, que le avian muerto al parte é los españoles destotra se estuvie-
adelantado Francisco de Caray. ron hasta que escuregió la noche, é por
Otro dia siguió su viage por la costa de ser el rio hondo, no pudieron passar á
una laguna adelante, buscando passo pa- ellos, é aun no les pessó á los españoles,
ra passar á la otra parte delfa, porque quando les vieron passar. É volviéronse
del otro cabo paresgian pueblos é gente: el general é los que con él estaban al pue-
é anduvo todo el dia sin le, hallar cabo ni blo , que estaba un tiro de honda de aquel
por donde passar. É ya que era hora de rió; ó con la mejor guarda que supieron
vísperas, vídose un pueblo que paresgia hager, passaron aquella noche los nues-
hermosa población, ó tomado el camino tros, é comieron el caballo que les mata-
para él, toda via por la mesma costa de la ron , porque no tenian otro bastimento ni
laguna, llegados gerca, era ya tarde, é les supo mal, porque esta salsa de la
no paresgia gente alguna: é para asegu- hambre, con no tener otros manjares, es
rar las sospechas de la guerra, mandó diez el mejor coginero de todos.
de caballo que entrassen en el pueblo por Otro dia siguiente salieron por un ca-
el camino derecho, y él con otros diez mino , porque ya no paresgia gente de la
tomó ia halda del pueblo hágia la laguna, del dia passado, 6 fueron á dar en tres ó
porque los diez ginetcs llevaban la retro- quatro pueblos que estaban desampara-
guardia é no eran llegados. Y entrando dos sin gente ni otra cosa, esgepto algu-
por el pueblo, paresgió mucha gente que nas bodegas del vino que los indios ha-
estaba escondida dentro do las casas en gen de mahiz, é hallaron assaz tinajas
gelada para tomar á los españoles des- dello. Aquel dia no ovieron ninguna resis-,
cuydados; é trabóse la pelea muy osada- teugia, é durmieron en el campo, porque
mente , é mataron un caballo é hirieron hallaron unos mahigales con que la gente
quassi todos los otros é muchos de los es- ó los caballos tuvieron algún refresco. E
pañoles. É tuvieron tanta constancia pe- dcsta manera anduvieron dos ó tres dias
leando , que turó bien un quarto de hora sin hallar gente, aunque passaron muchos
ó más, é fueron rompidos tros ó qualro ve- pueblos, ó porque la falta del bastimento
ees, é otras tantas se tornaron á rehager é los aquexaba (que en todo este tiempo
acaudillar, é juntos, hechos una muela entre todos no ovo ginqüenta libras de
redonda, hincaron las rodillas en tierra, pan) se tornaron al real; é la gente que
ó sin hablar gritaban ; como lo suelen ha- en él avian dexado, estaba muv buena é
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XXXV. 445
sin aver ávido recuentro ni contradicion. todo lo^jue allí estuvieron fué lobos ma-
É porque los contraríos todos parcscia rinos , que venían muchos á aquella isle-
que quedaban do la otra parte de aquella la, é avia assimesmo una fructa que que-
laguna quel general no avia podido pas- ría paresger higos.
sar, higo una noche echar gente é caba- Esto se ha dicho é traydo a conseqüen-
llos de la otra parte della con las canoas, gia de la historia, porque passó assi, é
é que fuesse gente de ballesteros y esco- porque de áqui se puede bien colegir cómo
peteros por la laguna arriba é la otra gen- era apercebido é prudente poblador Her-
te por la tierra, É yendo desta manera, nando Cortés, el qual escribió á Su Mages-
dieron sobre un grand pueblo, é como tad Cathólica que solo á él le avia costado
tomaron los moradores del descuydados, este viage más de troynta mili pessos de
mataron muchos. Deste salto cobraron oro, é á los que con él fueron otros tantos
tanto temor, viendo que estando cerca- de costas ó caballos y armas y herrage: el
dos de agua los avian salteado sin sentir- qual fué tan costoso que la herradura ó
lo,'que luego comengaron á venir de paz; clavos para "ella no se pagaba con otro
y en termino de veynte dias vino toda la tanto menos de oro pesso por pesso del
tierra á dar la obidiengia ó Su Magestad, hierro, ó por doblada plata quel herrage
como vassallos de la corona real • de Cas- pessaba.En conclusión, que por el servi-
tilla , é quedaron en mucha paz é amistad gio, quel general é sus milites higieron en
con los espaqoles. Cómo el general vido aquesta jornada, quedaron aquellos indios
la tierra pacífica, envió por todas las par- é provingia dobaxo de la obidiengia é
tes della personas que la visitassen é le vassallage do la corona real do Castilla. É
hiciessen relación de todos los pueblos é fué de tanto fructo aquesta guerra, que
gente que avia; é trayda la información, después, no mucho tiempo passado, alle-
buscóse el mejor assicnto que por allí se gó allí un naviocon mucha gente é basti-
pudo aver, é fundóse una villa, álaqual mentos, é dio allí al través, que no po-
el general le puso nombre de Sanlisteban dia hager otra cosa; é si la tierra no es-
del Puerto, é á los españoles que allí qui- tuviera de paz, no escapara persona de
sieron quedar por veginos, depossilóles quantos en él yban, como los del otro que
aquellos pueblos é indios que los sirvies- antes avian muerto los indios é se. halla-
sen con que se sostuviessen, é nombró al- ron los cuerpos de'los españoles, digo los
caldes é regidores, é dexó allí su lugar cueros dellos, enteros é curados de tal ma-
teniente de capitán ó gobernador, con nera, que tenian sus caras proprias de
troynta de caballo é gicnt peones, é dió- forma que muchos dellos se podían muy
les un barco ó un chinchorro que le avian bien conosger é los' conosgieron, puestos
traydo do la villa de la Veracruz para bas- en aquellos diabólicos oratorios de essos
timento; é assimesmo se le envió de ydólatras por ornamento é tropheos y en
aquella villa un navio cargado de basti- señal de su victoria. É aun quaudo allí lle-
mento de carne é pan é vino é ageyte é gó el adelantado Frangisco de Garay, des-
vinagre ó otras cosas, el qual se perdió pués de lo que está dicho, no quedara él
con todo ello ó aun dexó en una islcta en ni ninguno de los que con él yban, por-
la mar, ginco leguas apartada de la costa que con tiempo forgoso fueron a dar
de la tierra, tres hombres, por los qualcs troynta leguas abaxo del dicho rio del Pa-
el general envió después en un barco, é nuco, é perdieron algunos navios, é sa-
los hallaron vivos, aunque con harto tra- lió la gente en tierra destrogados, como,
baxo: el mantenimiento de los qualcs en está bueno de considerar, que salen los
446 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que pueden y Dios quiere escapar de se- dias es nueva forma de trabaxos, diéron-
mejantes naufragios. É cómo la tierra ya se á ellos, y entendiéronlos é comportá-
estaba de paz é poblada de los españoles ronlos, como españoles, puesto que para
de la villa de Santisteban, ellos los socor- quedar los unos gendrados é perfettos,
rieron é truxeron á cuestas, como mejor muchos coasumió la guerra é las diferen-
pudieron, é los sirvieron hasta ponerlos ciadas regiones, por donde sé hallaron.
.en aquel pueblo; é si este socorro allí no Pero no se les niegue á sus ánimos la
hallaran, sin otra guerra, aunque indios perficion de su militar condición, que es-
no los mataran, se murieran é perdieran tá desde muchos siglos jubilada é apro-
todos. bada. Dice Livio que peleando los roma-
Muchos son los trabaxos que en esta nos debaxo de la obidiengia de Fabio
parle se han padesgido, é grandes los contra los cartaginenses, cuyo capitán era
merescimientos é servicios de tan expe- Aníbal, que cómo los romanos eran más,
rimentado capitán é tan diestros é animo- sin dubda vengieran, si presto no fueran
sos conquistadores, hasta la qual expi- socorridos ¡de una cohorte, esquadra ó
riencia no se puede alguno intitular ni te- capitanía de españoles enviada por Aní-
ner por maestro de tal arte, sin que le bal en socorro de aquellos, porque los
cueste años é sangre é haya probado las españoles son más aptos é ligeros é acos-
miserias é desaventuras y sed y hambre, tumbrados á combatir entre las piedras é
pobreza y desnudez y otros ¡numerables montes é ripas é peñas que no eran los
trabaxos, que andan debaxo de la militar romanos, é que hagiendo burla del ene-
disciplina, por lo qual dige Vegegio: «De migo, se fueron los españoles sanos é sal-
aquellos años en que al hombre los pri- vos. Assi que, no ha pocos años que esta
meros pelos le salen á la cara, se deben nuestra nasgion está heredada en la uni-
elegir los nuevos soldados.» E Salustio versal opinión en el mundo por una de las
dice que el mancebo que la guerra ha de generasgiones más famosas' en las cosas
exergitar, en la adolescencia se debe ele- de la guerra. Passemos á nuestra historia:
gir. Quiero decir que esta gente quel ca- quehay tanto que degir y escribir en ella,
pitán Hernando Cortés traía, ya de tiem- que no es menester que nos detengamos
po atrás muchos dellos avian .exergitado en estos ornamentos, que de otras histo-
las armas, quando á aquella tierra passa- rias se mezclan aqui, no para otro efetto
ron, é las avian seguido en España é otras sino para dar á entender lo que conviene-
partes; é aunque lo de estas nuestras In- ai propóssito de lo que se tracta.

CAPITULO XXXVI.
En el qual se tracta la pacificación de la provincia de Culiman é de oirás á ella cercanas, ó de cierta rela-
ción que le fué fecha al general de una isla poblada de mugeres , é de la y da del adelantado Francisco de
Garay al rio ó provincia de Panuco, é cómo murió después en la grand cibdad de Temistilan, é otras cosas
concernientes á la historia.

JLios capítulos precedentes han fecho re- taba rebelada, é teníase nueva que de una
lación cómo yendo de camino el general provingia que está gerca de la mar del
Hernando Cortés, después de aver paci- Sur, que se dige Impclgingo, la qual es
ficado la provincia de Panuco, se con- áspera tierra y de gente belicosa, hagian
quistó la provingia de Tutepeque, que es- mucho daño á los confederados amigos
DE INDIAS. L1B. XXXÍI1. CAP. XXXVI. 447

de los chripstianos ó vassallos de Su Ma- perpetuamente; é fueron las más princi-


gestad, é avian enviado á pedir socorro. pales Aliman, Colimante, Ciguatan. É
JÉ aunque la gente estaba cansada, é hay desde allí higo este capitán mensajeros al
de una mar á otra doscientas leguas por general, dándole cuenta de todo lo acaes-
aquel camino que avian de yr, higo lue- cido: el qual le envió á mandar que bus-
go juntar veynte y cinco de caballo é casse un assiento que fuesse bueno, en
ochenta peones, y envió en socorro de que se fundasse una villa de españoles, ó
los amigos un capitán con esta gente: el se llamasse Coliman, como la mesma pro-
qual ydo allá, é aviendo primero reque- vincia, y envió nombramiento de alcaldes
rido con la paz á los contrarios, y ellos é regidores para ella; é mandó que visi-
no la queriendo, subcedieron ciertos re- tasse aquellos pueblos é gente de aquellos
cuentros; é por ser la tierra tan áspera, pueblos é de aquellas provincias, é le lle-
no se pudo conquistar de todo punto, mas vasse toda la más relación é secretos que
quedaron en parte bien castigados. pudiesse aver de la tierra: é assi lo hico,
Á este capitán le avia mandado el ge- é aun le llevó cierta muestra de perlas
neral que hecho aquello, fuesse á la cib- que allá halló. É el gobernador repartió
dad de Zacatuia con la gente que llevaba los pueblos de aquella provincia en los ve-
é que con la que más de allí pudiesse sa- cinos que allá quedaron, que fueron veyn-
car, llegasse á la provincia de Coliman, te é cinco de caballo é ciento é veynte
donde la historia ha dicho que avian des- peones.
baratado un capitán é gente nuestra que Entre otras cosas, que se contenían en
yban á Mechuacan; é que si no quisiessen la relagion que aquel capitán llevó al ge-
aquellos indios obedescer, que se les hi- neral , era una que avia nueva de un muy
ciesse la guerra. Este capitán fué donde buen puerto en aquella costa, é assimes-
es dicho, é ya llevaba cinqüenta de ca- mo llevó relación de los señores de Cigua-
ballo é ciento y cinqüenta peones, é fues- tan , que se afirmaban mucho aver una is-
se á aquella provincia, que está de la cib- la toda poblada de mugeres, sin varón
dad de Zacatuia en la costa de la mar del alguno, é que en ciertos tiempos passan
Sur abaxo sessenta leguas; é por el ca- de la tierra firme hombres, con los qua-
mino pacificó algunos pueblos. É cómo les ellas se juntan, é las quedan preña-
llegó adonde al otro capitán avian desba- das. Si paren mugeres, las guardan; é si
ratado, halló mucha gente de guerra que hombres, los echan fuera de su compañía,
le estaba atendiendo, é como gente de E decían questa isla está diez leguas de
buen ánimo, venidos alas manos, se tra- aquella provincia, é que muchos dellos
bó la batalla, é fué muy reñida; pero han ydo allá é la han visto, é ques muy
quedó la victoria por los españoles, sin rica de perlas é oro; pero destas muge-
que matassen á chripstiano alguno, aun- res no dá fée algún chripstiano, salvo
que hirieron á muchos é algunos caballos; aquellos indios de aguatan lo testificaban
mas los enemigos pagaron bien el daño de la manera ya dicha.
que avian hecho. Este castigo fué de ma- En nuestras cartas modernas de aque-
nera é con tanta sangre vertida de los lla navegación-del Sur, está assentada una
contrarios, .que sin más guerra se dio to- bahía ó ensenada grande, que se llama Co-
da la tierra; é no tan solamente aquella liman, ques en la provincia de que aqui
provincia, mas otras machasque con ella se tracta: la boca de la qual está en ca-
confinan se otorgaron por vassallos de los torce grados desta parte de la línia equi-
Reyes de Castilla, pressentes é por venir, nocial, á la banda de nuestro polo ártico,
448 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sogund la pintura del cosmógrapho Alon- que está gerca dellas, no guardaban aque-
so de Chaves; pero segund mi opinión, yo lla voluntad que primer^ mostraban: an-
creo que está en diez é siete grados, po- tes hacían daño & los pueblos de Soco-
cos más ó menos, como se dirá más lar- nusco, porque eran amigos de los clirips-
gamente en la tercera parte dosta Gene- tianos, é por otra parte enviaban mensa-
ral historia de Indias, quando se tráete en jeros á los de Soconusco á desculparse,
particular de los puertos é costas de la mar digiendo quellos no lo hacian, sino otros
austral, donde se dirá el error de las car- indios. É para saber la verdad desto te-
tes, desdo el puerto de la Possesion la nia el gobernador despachado al comen-
vuelta del Ogidente é del Norte adelante, dador Pedro de Alvarado con ochenta ó
Assi que, esto se quede para allí, pues di- tantos de caballo é dosgientos peones, en
go dónde se dirá, que será en el capítu- que avia algunos ballesteros y escopete-
lo II del libro XXXIX. ros, é quatro tiros de artillería é convi-
Digo pues assi, tornando á la historia: nientc munigion ó pólvora; é assimesmo
que yendo Cortés de la provincia de Pa- tenia fecha gierta armada de navios, de
nuco en una cíbdad que se dice Tucapan, que enviaba por capitán á Chripstóbal de
llegaron dos españoles, quél avia enviado Oiit, para que fuesse á la mar del Norte
con algunos de los naturales de Tcmisti- á poblar á la punta del Cabo de Higueras,
tan, ó con otros de la provincia de Soco- que está sessenta leguas de la bahía de la
nusco, ques en la mar del Sur, la costa Ascensión, ques arriba la costa oriental,
arriba, hágia donde el gobernador de Cas- engima de la tierra que llaman Yucatán;
tilla del Oro, Pedradas Dávila andaba, porque tenia información que aquella tier-
doscientas leguas ó más de Temistitan, á ra es rica, ó aun porque le avian dado á
unas cibdades do quel general tenia noti- entender algunos pilotos que por aquella
cia muchos días avia, que se llaman Vo- bahía sale estrecho á la otra mar, lo qual
¡aclan é Gualimala, que están de la pro- el general mucho desseaba saber. Y es-
vingia de Soconusco sessonta leguas: con tando estos dos capitanes á punto para
los quales españoles vinieron hasta cicnt comengar sus viajes con todo lo nesges-
personas de los naturales de aquellas cib- sario, llegó un mensajero de la villa de
dades, por mandado de los señores do- Santiesteban del Puerto (que se pobló,
lías, ofresciéndose por vassallos ó subdi- como la historia lo ha contado, en el rio
tos de Su Magestad é de su corona real de Panuco), por el qual los alcaldes do
de Castilla. El general ¡os rescibió con aquella república, le hacian saber cómo el
mucho amor é buen tractamiento, é les adelantado Frangisco de Caray avia lle-
prometió todo favor, como á buenos ó lea- gado á aquel rio con giento é voynte de
les vassallos, si ellos no lo desmerescies- caballo é quatrogientos peones é mucha
sen; é les dio para ellos 6 sus señores al- artilleria, é que se intitulaba de gober-
gunas jovas é cosas de las quél tenia é nador de aquella tierra; é que assi lo avia.
quellos estiman; é tornó á enviar con ellos dicho á los naturales de aquella provingia
otros dos españoles, para que loshigiessen con una lengua que consigo traia, é les
proveer á essos indios por camino de las daba á entender que los vengaría de los
cosas nescessarias. Pero no desde mucho daños, que en la guerra passada avian
tiempo fué avisado el general de los es- resgebido de Hernando Cortés ; é que
pañoles , que estaban en Ja provincia de fuesscn con él, para echar de allí aquellos
Soconusco, cómo aquestas cibdades é sus españoles quél avia allí dexado, é á los
provincias é otra que se dice Cliiapan, que más enviasse, ó que los ayudaría pa-
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XXXVI. 449
ra ello, é que los naturales estaban alte- cédula al adelantado, é que le escribies-
rados. É para más gertificarse Cortés de se luego lo que á ella respondiesse. Con
la sospecha quél tenia de la confederagion este despacho fué el alcalde mayor á to-
del adelantado Garay con el almirante da diligencia, é llegó á la provincia de
don Diego Colom é con el adelantado Die- los guatescas, donde ya avia llegado el
go Velazquez, desde á pocos dias llegó capitán Alvarado, é yba entrando por
al mesmo rio una caravela de la isla de aquella provincia adelante: é cómo stfpo
Cuba, y en ella giertos amigos é criados quel alcalde mayor yba é que Hernando
de Diego Velazquez, é un criado deí obis- Cortés se quedaba, hígole saber luego
po de Burgos, que decían que yba pro- como el dicho Alvarado avia sabido que
veído por factor de Yucatán; é toda la un capitán de Francisco de Garay, llama-
más compañía eran criados é parientes de do Gongalo de Ovalle, andaba con veyn-
Diego Velazquez é criados del almirante. te y dos de caballo, hagiendo daño por al-
Sabida esta nueva, Hernando Cortés, gunos pueblos de aquella provingia é al-
aunque estaba manco de un braco de una terando la gente della, é que avia seydo
cayda de un caballo y en la cama, deter- avisado el dicho Alvarado que Goncalo
minó de yr allá para excusar aquellos bu- de Ovalle tenia puestas giertas atalayas
Higios, y envió adelante al comendador en el camino, por donde avian de passar,
Al varado con la gente ques dicho que te- de lo qual se alteró Alvarado, pensando
nia para su camino, y el gobernador se que Gongalo de Ovalle le quería ofender.
avia de partir desde á dos dias. Y estan- É por este temor llevó concertada su gen-
do las cosas en este estado, llegó un te hasta que llegó á un pueblo que se di-
mensajero de la villa de la Yeraaruz quas- ce de las Lajas, donde halló al Gongalo de
si á media noche, é llevó cartas de un Ovalle con su gente, é allí o vieron habla,
navio que avia llegado de España, é con é le dixo lo que avian dicho que andaba
ellas le enviaron una cédula del Empera- hagiendo, ó que se maravillaba del, por-
dor, nuestro señor, por la qual mandó al que laintengion del gobernador Hernando
dicho adelantado Francisco de Garay que Cortés é de sus capitanes no era ni avia
no se entrometiesse en el dicho rio ni en seydo de los ofender ni hager daño algu-
cosa alguna quel gobernador Hernando no: antes avia mandado que los favores-
Cortés tuviesse poblado, porque era ser- giessen é proveyessen de todo lo que tu-
vido quél lo tuviesse en su real nombre. viessen nescessidad. É que pues aquello
Con esta cédula gessó su partida, é no le assi passaba, que para quellos estovies-
fué poco bien, sino demás del mucho fa- sen seguros ó no oviesse escándalo ni da-
vor, notorio provecho para su salud, por- ño entre la gente de una parte ni de otra,
que avia sessenta dias que no dormía del que le pedia por merged no tuviesse á mal
dolor del brago, y estaba con harto tra- que las armas é caballos de aquella gente
ba xo. É assi despachó luego á Diego de que consigo traía, estoviessen en depóssi-
Ocampo, su alcalde mayor, con aquella to hasta tanto que se diesse assiento en
cédula de Su Magestad para que fuesse aquellas ¿sosas. Y el Gongalo de Ovalle se
tras el capitán Pedro de Alvarado, al disculpaba, digiendo que no passaba assi
qual envió el gobernador su carta, man- como le avian informado, pero quél tenia
dándole que en ninguna manera se acer- por bien de hager lo que le rogaba; é as-
casse adonde ía gente del adelantado es- si estuvieron juntos los unos é los otros,
taba, porque no se revolviessen: é mandó comiendo é holgando ambos capitanes é
al alcalde mayor que notificasse aquella toda la más gente, sin que entre ellos
TOMO III. 57
450 HISTORIA GENERAL Y NATURAu
oviesse enojo ni qüestion alguna. Algu- nando Cortés en aquella villa, hico cier-
nos juzgaron desto, quel Goncalo de Ova- tos requirimientos á los capitanes é maes-
He lo hico, como mal amigo de Francisco tres desta armada para que subiessen al
de Garay, cuyo teniente ó capitán era, é puerto é surgiessen en él de paz, sin que
como peor pariente, pues que era cassa- la tierra rescibiesse agravio ni alteración,
do con hermana de Francisco de Garay; é que si algunas provisiones traian de Su
é que si, como esta relación lo dice, ello Mageslad para entrar á poblar en aquella
passó, no puede quedar sin culpa é nota tierra, ó en qualquiera manera que fues-
de flaqueca. Otros, disculpándole, dicen sé, que las tnoatrassen, con protestación
que ó por ventura no pudo ni le convino que mostradas, se cumplirían en todo é
hacer otra cosa. É aquesto es lo quo los por todo, como Su Mageslad lo enviasse á
más sospechan de aquellos á quien he mandar. Al qual requirimiento los capita-
visto tractar desta materia, por la venta- nes y maestres respondieron en efeíto,
josa gente que Alvarado llevaba assi de concluyendo que no querían hacer cosa
españoles como de indios amigos, éprin- de lo quel teniente les requería é manda-
cipalmente por el descontento que en los ba : é vista su respuesta, dio otro manda-
mesmos de Garay avia. Como quier que- miento, más agravado con cierta pena,
lio sea, no paresciera mal alguna escara- para que todavía cumpliesseri lo que les
muza ú otro medio, sin que desarmaran. mandaba, é tornaron á responder como
los unos á los otros por la forma ya dicha. primero. É fué assi que viendo los maes-
Como el alcalde mayor supo lo ques tres é capitanes .cómo de su estada con
dicho, proveyó con un secretario del go- los navios enja boca del rio por espacio
bernador que consigo llevaba, llamado de dos meses ó más tiempo resultaría es-
Francisco de Orduña, que fuessé adonde cándalo, assi entré los españoles que allí
estaban aquellos capitanes con un man- residían como entre los naturales de
damiento para que se alcasse el depóssi- aquella provincia, un Castromocho, maes-
to é les volviéssen sus armas é caballos á tre" de un navio de aquellos, é otro Mar-'
cada uno, é les hiciesse saber que la in- tin de San Johan, guipuzcoano, maestre
tención del gobernador era que fuessén de otro navio, secretamente enviaron á
favorescidos é ayudados en todo lo que erque! teniente sus mensajeros, habiéndo-
tuviessen nescessidad, no se desconcer- les saber quellos querían paz y estar obiT
tando ellos en escandalizar la tierra; é dientes álos mandamientos de la justicia:
llevó otro mandamiento al dicho capitán por tanto que lé requirian que fuesse el
Alvarado para que los favoresgiesse é no teniente á sus navios, é que le rescebi-
se entrometiesse ea tocar en cosa alguna rian é cumplirían todo lo qué les mandas-
dellos ni darles enojo, y él lo cumplió se, añadiendo que ternian forma para
assi. que los otros navios restantes assimesmo.
En el mesmo tiempo acaesció que es- se le entregaran de paz, é cumplirían sus
tando los más del adelantado Garay den- mandamientos. Oydo esto por el teniente,
tro eri la mar, á la boca del rio.de Panu- él se determinó de yr con solos cinco
co, como en ofensa de los vecinos de hombres á los dichos navios, é llegado á
aquella villa de Santisteban (que está ellos fué rescebido de aquellos maestres
hasta tres leguas el rio arriba, donde que la historia ha contado, los quales me-
suelen surgir todos loa navios que á aquel rescen las gracias ó título de tan buenos
puerto arriban), á esta causa un hidalgo, amotinadores como Goncafo de Ovalle in-
dicho Pedro de Vallejo, teniente de Her- suficiente capitán.
DE INDIAS. LIB. XXXIH. CAP. XXXVi. 451
Desde aquellos dos navios envió aquel ni por la suya se avian pressentado provi-
teniente á decir al capitán Johan de Gri- siones reales algunas, que el teniente con
jalva, que era general de aquella armada los otros vecinos de aquella villa de SaR-
por el adelantado Francisco de Garay y testeban debiessen obedesger, é que era
estaba en la nao capitana á la sacón, que cosa muy fea estar de la manera que es-
assimesmo que él cumpliesse en todo taban con los navios como cosarios en
aquellos requirimientos é mandamientos tierra de Su Magestad. El qual Johan de
que ya es dicho: el qual, no solamente Grijalva, movido por el parescer del es-
no quiso obedescer, pero mandó á las cribano é por las racones ya dichas, con
otras naos que estaban pressentes que se los maestres é capitanes de los otros na-
juntassen con la suya en quél estaba, é vios obebescieron al teniente, é se subie-
todas juntas, exgepto ias dos de que se ron el rio arriba, donde suelen surgir los
ha hecho mención, se pusieron en torno otros navios; é llegados al puerto, por la
de la capitana, é mandó á los capitanes desobidieneja quel Johan de Grijalva avia
dellas que tirassen con el artillería á las mostrado á los mandamientos del tenien-
dos naos é las echassen á fondo. Este te , le mandó prender. Sabida esta pris-
mandamiento fué público é tal que todos sion por el alcalde mayor Diego de Ocam-
lo oyeron, é assi el teniente en su defen- po, luego otro dia envió su mandamiento
sa mandó aprestar el artillería de los dos para que lo soltassen é fuesse favoresej-
navios que le avian obedescido. Las naos do él é los demás que con él yban en los
que estaban al rededor de la capitana é dichos navios, sin que les tocassen en co-
los maestres é capitanes dellas no quisie- sa alguna. También digo que aquel escri-
ron obedesger lo mandado por el capitán bano Vigente López es bien de colocarle
ó teniente Johan de Grijalva, el qual en- en la reputación que á los maestres é á
tretanto envió un escribano, llamado Vi- Goncalo de Ovalle é al Johan de Grijalva
cente López, para que hablasse al tenien- por ignorante capitán, cuya poca pruden-
te ; é aviendo fecho su mensaje, el tenien- cia é inhabilidad era ya muy notoria á los
te le respondió justificando su causa, que españoles de aquellas partes desde aquel
su venida era allí solamente por bien de camino é descubrimiento quél avia hecho
paz é por evitar escándalos é otros bulli- por el adelantado Diego Velazquez, como
cios que se seguían de estar las naos fue- la historia lo cuenta en el libro XVII de la
ra del puerto, adonde avian de surgir, é primera parte.
como cosarios puestos en lugar sospecho- Assimesmo escribió este alcalde ma-
so para hacer algún salto en tierra de Su yor , como hombre sabido, al adelantado
Magostad, é que paresgia cosa fea é so- Francisco de Garay, que estaba en otro
naba muy mal. É á este propóssito suyo puerto diez ó doce leguas de allí, hacién-
dixo otras racon.es, que obraron tanto en dole saber como el gobernador Hernando
aquel escribano, que tornando con la res- Cortés no podía por estonces yr á verse
puesta al capitán Grijalva, le informó de con él por su indispusicion, é que le en-
lo quel (eniente decia, é sobre esso le viaba á él con su poder para que entre
aconsejó, atrayendo al dicho Grijalva pa- ellos se diesse assiento en lo que se debia
ra que obedesciesse, diciendo que estaba hacer, é para que vistas las provisiones
claro que el teniente era justicia en aque- de la una parte é de la otra, se conclu-
lla provincia por Su Magestad, é quel ca- yese aquello que más servicio fuesse de
pitán Grijalva sabia que basta estonces Su Magestad. É cómo esta carta vido el
por parte del adelantado Francisco Garay adelantado, luego se fué adonde el alcal-
452 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de mayor estaba, el qual fué muy bien póssito para tales pregones é tiempos.
resgebido é proveydo él ó toda su gente Pero estad atento, letor, é sabreys de
de lo nesgessario. É assi juntos, después qué manera se guardó esse pregón, ó
que ovieron platicado é visto las provisio- qué fructo salió del, pues que todo lo que
nes é leydo la gédula, de que nuevamente paresgia cortesía é cumplimiento con el
se figo merced ai gobernador Hernando pobre adelantado, se le convirtió en tra-
Cortés, é aviendo con ella requerido el al- •baxos é total perdigion suya.
calde mayor al adelantado, é obedesgida Pidió assimesmo Frangisco de Garay
por él, respondió que estaba presto de la al alcalde mayor, que porque algunos de
cumplir, y en cumplimiento della dixo los de su armada avian vendido las armas
que se queria yr á recoger á sus navios é los caballos en el puerto de Santiste-
con su gente para yr á poblar otra tierra ban, y en aquel puerto donde estaban y
fuera de la contenida en la cédula real. É en otras partes de aquella comarca, que
que pues la voluntad de Hernando Cortés se les higiesse volver, porque sin las ar-
era de le favoresger, que rogaba al al- mas ó caballos, no se podría servir dellos.
calde mayor que le higiesse recoger toda Y el alcalde mayor proveyó en ello, é hi-
su gente, porque muchos de los que con- go volver las dichas armas é caballos á
sigo avia traido se le querian quedar, é los que las avian comprado, é darlas al
otros se le avian ausentado, é que le hi- adelantado é á quien lo ordenó; é higo el
giesse proveer de bastimentos para los alcalde mayor poner alguagiles é prender
navios é gente, de que tenia mucha nes- á quantos se yban huyendo, é se los en-
gessidad. É luego el alcalde mayor lo pro- tregó assi pressos muchos que se toma-
veyó todo, como lo pidió, é se pregonó ron. Assimesmo envió el alcalde mayor á
Juego en el dicho puerto (adonde estaba la villa do Santisteban (ques el puerto
la más gente de la una é de la otra par- donde se higieron las más diligengias é
te), que todas las personas que avian ydo pregonaron lo ques dicho), para que reco-
en aquella armada del adelantado Fran- giessen la gente que se le ausentaba é se
cisco de Garay le siguiessen é se juntas- la entregassen, é se tomasse todo el bas-
sen con él, só pena que el que assi no lo timento que se pudiesse aver, é se pro-
higiesse, si fuere hombre de caballo, pcr- veyessen las naos del dicho adelantado;
diesse las armas é caballo é su persona le é que se cobrassen todas las armas é ca-
fuesse entregada en prission al dicho ade- ballos que assimesmo se oviessen vendi-
lantado; é que si fuesse peón, se le diesse do, é se le entregassen al adelantado: lo
gient agotes, é assimesmo se le entregas- qual se higo todo con mucha diligengia.
sen. Pena era esta que para executalla se Y el adelantado se partió al puerto para
perdieran primero muchas vidas, porque se yr á embarcar, y el alcalde mayor se
los agotes no los comportan sino hombres quedó con su gente, por no poner en más
viles; é aun para darse tal pena, deben nesgessidad el puerto de la en que esta-
ser muy comedidos los jueges para pre- ba, é porque mejor se pudiessen proveer.
gonar essa generalidad, pues vemos á Y estuvo allí seys ó siete días para saber
caballo algunas veges personas que usan cómo se cumplia todo lo que se avia pro-
más dellos para huyr que no para espe- veydo y el gobernador mandó. É fecho
rar, é andar otros á pié que sabrían man- assi, escribió al adelantado, porque avia
dar á los tales de caballo. Assi que, bue- falta de bastimentos, si mandaba alguna
no será quel hombre de bien que fuesse cosa, porque él se volvia á la cibdad de
peón, tenga un caballo é un arnés en de- Tcmistifan, donde el gobernador avia
Dli INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXXVI. 453
quedado. Y el adelantado le hico luego é de la mala voluntad que su gente le avia
un mensajero, haciéndole saber cómo él mostrado; é porque creia quel goberna-
no hallaba aparejo para se yr por aver dor ternia aparejo para le poder reme-
hallado sus navios perdidos, que se le diar, assi proveyéndole de la gente que
avian perdido seys dellos, é los que que- toviesse, como de lo demás que oviesse
daban no estaban para navegar; é quél menester, é porque conoscia que por ma-
quedaba hagiendo una información para no de otro no podria ser remediado ni
que al gobernador le constasse ser assi, ayudado, avia acordado de se yr á ver
cómo él no tenia aparejo para salir de la con él, é que le ofrescia á su hijo el ma-
tierra; é que assimesmo le hacia saber al yor, con todo lo quél tenia y esperaba
alcalde mayor, que su gente se ponía con dexalle, para se le dar por yerno, é que
él en debates é pleytos, diciendo que no se casasse con una hija suya pequeña de
eran obligados á le seguir; é que avian tiempo. En la qual sacón, constándole al
apelado de los mandamientos quel dicho alcalde mayor, al tiempo que se par-
alcalde mayor avia dado, digiendo que tía para Temistitan, que avian y do en
no eran obligados á los cumplir por diez aquella armada de Francisco de Caray al-
é seys ó diez é siete causas, é una dellas gunas personas sospechosas, amigos é
era que se avian muerto giertas personas criados de Diego Velazquez, é que se
de hambre de los que en su compañía ve- avian mostrado muy contrarios á las co-
nían, con otras no muy honestas que se sas del gobernador Hernando Cortés; é
enderesgaban á su persona. É assimesmo viendo que no era bien que quedassen en
le hipo saber que no bastaban todas las aquella provingia, porquede su conversa-
diligencias que se hagian para retener la ción nascerian algunos bullicios é desaso-
gente, que anochescian é no amanesgian; siegos en la tierra, conforme á cier-
porque los que un dia le entregaban pres- ta provisión real que Su Magestad avia
sos., otro dia se yban en poniéndolos en mandado enviar, para que quando fues-
libertad, é que acónteselo de la noche a se nescessario é oviesse las tales per-
la mañana faltarle doscientos hombres: sonas escandalosas, saliessen de la tier-
por tanto, que le rogaba é pedia por mer- ra, les mandó salir delta. É los que
ced muy afettuosamente que no se par- avia sospechosos eran estos: Goncalo de
tiesse hasta quél llegasse, porque él que- Figueroa, Alonso de Mendoga, Antonio
na yr á verse con el gobernador Hernan- de la Cerda, Johan üávila, Lorenco de
do Cortés á Temistitan, porque si allí lo UHoa Taborda, Johan de Grijalva, é Jo-
dexaban, pensaría ahogarse de enojo. han de Medina, é otros. É fecho aquesto,
El alcalde mayor, vista la carta del ade- se vinieron al dicho pueblo de Ci'coaque,
lantado, acordó de aguardarle, é fué des- donde les llegó la respuesta del goberna-
de á dos dias que le escribió; é desde allí dor á sus cartas, mostrando por sus le-
higieron mensajero al gobernador, por el tras que holgaba mucho de la vista é yda
qual el alcalde mayor le hico saber cómo del adelantado, é que llegado á aquella
el adelantado yba á verse con él á aque- cibdad, se entendería con mucha voluntad
lla cibdad: é porque ellos se yban poco a en todo lo que le avia escripto, y en có-
poco hasta un pueblo que se llama Cicoa- mo, conforme á su desseo, fuesse muy
que, ques á la raya de aquellas provin- bien despachado é proveydo. É mandó
cias, que allí aguardaría su respuesta. El por su persona, por el camino á todos los
adelantado le escribió, haciéndole rela- señores de los pueblos, que le dies-
ción del mal aparejo que tenia de navios, sen muy cumplidamente todo lo nesces-
454 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sario, é á todos los que con él yban. seys, y en esta manera escondidos, sin
Llegando el adelantado á la grand cib- que pudiessen ser ávidos ni recogidos: que
dad de Ternistitan, le rescibió el general fué causa pringipal que los indios natura-
Hernando Cortés con toda la cortesía é les de aquella provingia se alterassen, as-
buenas obras que se requería, é como si por ver á los españoles derramados por
mejor él supo hacerlo, ó lo Ingiera con muchas partes, como por los muchos des-
un verdadero hermano; porque dic'e en órdenes quellos cometían entre los natu-
su relación, que en la verdad le pessó rales, tomándoles las mugeres é la comida
mucho de ia pérdida do sus navios é des- por fuerca, con otros desasosiegos é bulli-
vio de su gente, é le ofresció su volun- cios, que dieron causa á que toda la tierra
tad para hager por él todo lo que posible se levantasse, creyendo que entre los espa-
fuesse. É cómo el adelantado tenia mucho • ñoles, segund el adelantado Francisco Ca-
desseo que oviesse efetto lo que le avia ray avia publicado, avia división en di-
escripto cerca de aquel matrimonio, tor- chos señoríos, como lo dio á entender con
nó con mucha instancia á le importunar una lengua suya, quando entró en la tier-
que lo concluyesse; y el general, por lo ra. É lo que dello redundó fué, que tuvie-
hacer plager, acordó de hacer en todo lo ron tal astucia los indios, que informados
que le rogaba, y el adelantado tanto des- primero dónde é cómo y en qué parte es-
seaba: sobre lo qual se hicieron de con- taban los españoles de dia, é de noche die-
sentimiento de ambas partes, con mucha ron en ellos en todos los pueblos é partes
certinidad é juramentos, ciertos capítulos que estaban derramados; é cómo anda-
que concluían el dicho casamiento, é lo ban desapercibidos ó desarmados, mata-
que cada parte avia de complir para se ron mucho número dellos, en especial
efettuar, con tanto que, ante todas cosas, chapetones. (En estas partes llaman á los
fuesse Su Magestad certificado de lo ca- chripstianos nuevamente, venidos chape-
pitulado, é lo oviesse por bien, é se to- tones, como en Italia dicen á los nuevos
viesse por bien servido dello. De manera soldados visónos, ó como quien dice hom-
que demás de su amistad antigua, que- bres que ignoran su officio y el arte de la
daron con lo tractado é assentado entre guerra.) De cuyas muertes cresció tanto la
ellos, juntamente con el debdo que avían osadia de los interfettores que llegaron
tomado por medio de sus hijos, tan con- á aquella villa de Santisteban del Puerto,
formes é de una voluntad é querer, que é la combatieron de tal manera, que pu-
no entendían de más que en lo que á ca- sieron á los vecinos della en tanta nes-
da uno estaba bien en el despacho, prin- cessidad, que pensaron ser perdidos; é
cipalmente del dicho adelantado. se perdieran, si no se hallaran muy aper-
Mucho trabaxó el alcalde mayor en que cibidos é juntos donde se pudieron hacer
la gente del-adelantado, que andaba der- fuertes é resistir á los contrarios, hasta
ramada por la tierra, se juntassen con él, que de cansados se retiraron afuera. Pero
é no bastó diligencia alguna para excusar no alearon la mano de pensar destruyr
ó apartar el descontentamiento que toda aquella villa; más como los quo en ella se
aquella gente tenia del dicho adelantado: avegindaron, eran soldados veteranos, sa-
antes sospechando que avian de ser com- lieron al campo contra ellos muchas ve-
pelidos á que todavía fuessen con él, con- ges, é los desbarataron.
forme á lo mandado é pregonado, so me- Estando las cosas en esta contengion,
tieron la tierra adentro por lugares é par- supo el gobernador Hernando Cortés lo
tes, divisos de tres en tres é de seys en subgedido, por aviso que le dio un bom-
DE INDIAS. LIB. XXXIII. GAP. XXXVl. 4 ?* * •

hre de pié, que se escapó por habilidad Otros terceros juzgaron esla súbita
de sus pies, de aquellos desbaratos; é le muerte ó tan acelerada del dicho adelan-
dixo é gertificó al general que toda la tado en diferentes maneras é sentidos, en
provincia de Panuco é naturales della se que yo no me entremeto, porque tengo
avian rebelado, é que avian muerto mu- por tan natural muerte al hombre la que
cha gente de los españoles que en elia es súbita é arrebatada, como las que son
avian quedado de la compañía del ade- dilatadas, pues muchas veces las vemos.
lantado , con algunos oíros vecinos de la . Verdad es que segund los naturales, más
villa' de Santisteban; é sospechóse, por ayna mueren de extremado plager, que no
la informagion del que esta nueva llevó, de extremado dolor ó enojo; pero lo uno
que no quedaba allá algún español vivo. é lo otro es muy posible é acaescido mu-
Esta nueva dio mucho pessar al general chas veces, como lo pone más largamen-
Hernando Cortés, porque tenia ya expi- te Plinio, é dice solamente de dos que
riencia que quando semejantes novedades murieron, uno de plager é otro de congo-
é alteraciones se ofrescian en aquellas ja, segund dige en su Natural Historia.
partes, costaban muchas vidas é hacien- Una muger avia entendido que su hijo
das, é aun á veces ponían la tierra á pun- avia muerto en la batalla de Canas, é des-
to de se perder. El adelantado iníelice sin- pués tornando sano é salvo, de súbito por
tió tanto esta nueva;é disfavor, que asst letigia murió: Marco Lépido, de nobilíssi-
por le paresger que avia él seydo causa ma estirpe, el qual por angustia ó congo-
dello, como porque tqnia en aquella pro- ja de aquello que avia de ser, murió. A
vincia un hijo suyo con todo lo que avia nuestro propóssiío ó al deste adelantado,
llevado, ^del grande pessar que ovo adq- muerte es esto postrero de Lépido; é
lesció é de aquella enfermedad murió, paresge apocada ó de hombres de flacos
ó passó desta pressente vida en espacio ánimos. Quien quisiere saber otras cosas
de tres dias. Assi lo dixo y escribió Her- acaesgidas de muerte súbita ó agelerada,
nando Cortés en la relación que higo al vea el auctor alegado.
Emperador, nuestro señor, destas cosas.

CAPITULO XXXVII.
El qual tracla cómo eí general Hernando Corles, certificado de la rebelión de la provincia e* indios del rio
Panuco, envió á socorrer á los vecinos de la villa de Santisfeban del Puerto, é del señalado é grand castigo
que sé hico en los principales indios rebelados en aquella provincia é culpados en la muerte del adelantado
Francisco de Garay.

Uespues quel general Hernando Cortés eran muchos, mataron los dos caballos ó
supo la primera nueva del algamiento é al otro peón y el caballo al otro: é que
rebelión de los indios de Panuco, <¡pmo los dos que quedaron se escaparon hu-
la historia en el capítulo pregedente lo ha yendo, porque vino ía noche; é que avian
contado, desseaba certificarse más del visto un apossento del mesmo pueblo,
hecho, porque el que llevó la primera nue- donde los avía de esperar el teniente con
va no daba otra ragon, sino que en un pue- quince de caballo é quarenta peones, que-
blo que se dige Tagetuco, viniendo él á mándose el dicho apossento; é que creían,
pié é otros tres españoles á caballo, les por las muestras que allí avian visto, que
salieron al encuentro los de aquel pueblo los avian muerto á todos.
é pelearon con ellos; é cómo los indios Después que esto se supo, é dio mucha
456 "HISTORIA GENERAL Y NATURAL
alteración é pessar tal mensajero á quan- ban solos por los caminos; é que creían
tos chripstianos lo oyeron, llegó otro hom- que todos los indios se avian congertado
bre del dicho teniente, que dixo que que- para hacer lo que higieron. É que cómo
daba en un pueblo que se llama Tenexte- avian dado en él é la gente que con él es-
quepa, ques de los subjetos á la cibdad taba, assi se debía pensar que avian da-
de Temistitan é parte términos con aque- do en la gente que estaba en el pueblo,
lla provincia. É por su carta hacia saber y en todos los demás que andaban derra-
al general, cómo estando en el pueblo de mados por los pueblos, porque estaban
Tacetuco con quince de caballo é quaren- muy sin sospecha de tal algamiento, vien-
ta peones, esperando más gente que se do que sin ningún resabio hasta estonges
avia de juntar coo él, porque yba de la los avian servido.
otra parte del rio á pacificar ciertos puer Bien paresce quel questas nuevas daba,
blos que aun no estaban pacíficos, una confiessa su descuydo y el de los otros
noche, al quarto del alva, les avian cer- españoles, é que no miraban que eran los
cado el apossento mucha copia de gente, que sobjuzgaban á quien quitaban de la
é puéstoles fuego, É por presto que ca- libertad que siempre tuvieron, y embebe-
balgaron , como estaban descuydados por gidos enseñoreándose, no se acordaban de
pensar que aquellos indios estaban tan se- la fatiga é cuydado en que viven aquellos
guros- é pagíneos, como hasta allí avian que al nuevo yugo é servidumbre ponen.
estado, les avian dado tanta priessa, que Porque no solamente quieren é acostum-
los avian muerto á todos, salvo á él ó á bran enseñarles á hacer ricos de sus pro-
otros dos de caballo, que huyendo se es- prios bienes á los enemigos y extraños, é
caparon , aunque á él le avian muerto su assimesmo tributarios, pero á creer é vi-
caballo é otro le sacó á las ancas; é que vir de otra manera quellos viven é sus an-
se avian escapado porque dos leguas de tegessores vivieron: que son cosas que
allí hallaron á un alcalde de la villa de cada una dellas basta para quel nuevo se-
Santisteban con cierta gente que los am- ñor ó conquistador, si prudente es, nun-
paró ; pero que no se detuvieron mucho, ca esté sin sospecha de novedades, aun-
quellos y él salieron huyendo de la pro- que fuessen los unos é los otros de una
vingia, é que de la gente que en la villa mesma ley ó setta, quanto más seyendo
avia quedado, ni de la otra-del adelanta- los unos gente política é fundada sobre
do Francisco de Garay, que estaba en mandar, é la otra sobre salvajes é vicio-
ciertas partes repartida, no tenían nueva sos é ogiosidad; los unos chripstianos, los
ni sabían dellos; que más creían que nin- otros infieles ydólatras é de abominables
guno era vivo. Porque después quel di- vigios. Las cosas que son usadas é apren-
cho adelantado allí avia venido con aque- didas en largos tiempos y edades envejes-
lla gente, é avia hablado á los naturales de gidas, no se pueden desarraigar ni quitar
aquella provingia, digiéndoles que Her- tan ¿umaria é fácilmente que se les olvi-
nando Cortés no avia de tener que hacer de á los viejos; y en tanto que aquellos
con ellos, porque él era el gobernador é viven, han de vivir sus heredados vi-
á quien avian de obedesger, é que jun- gios.
tándose ellos con él, echarían todos aque- Chripstianos los frangeses, chripstianos
llos españoles quél tenia, aquel pueblo é los seguíanos, oyd á Sanct Antonio, ar-
los demás se avian alborotado, que nun- gobispo de Florengia, é vereys qué tales
ca más quisieron servir bien á ningún es- los pararon en Palermo y en otras cibda-
pañol : antes bien mataban los que topa- des é villas de aquella isla, por descargar-
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XXXVII. 457
se de la soberbia señoría é subjegion en con la vida de los gercados, porque su
que los gálicos los tenían, tos quales por hambre era ya insoportable ó les faltaba
pequeñas causas crudamente castigaban; todo lo que avian menester. É avian en-
y eran las cibdades llenas de llanto é de viado un bergantín de los navios, quel ade-
cuchillo, como lo refiere el Aretino, llo- lantado Frangisco de Garay allí avia tray-
rando, en su Historia Florentina. Pues no do, á la villa de la Veracruz, para dar no-
creo yo que eran más comedidos nues- tígia por aquella via al general del estado
tros españoles que los franceses, en es- é trabaxo en que estaban, é para que les
pecial aquellos desacaudillados é sueltos llevassen algún bastimento, como des-
é sin capitán que se apartaron del ade- pués se les llevó, aunque quando esse lle-
lantado Frangisco de Gáray, é dieron oca- gó, ya avian seydo socorridos de la gente
sión á esta gente salvaje, con sus desór- ques dicho quel general les envió. Y el ca-
denes, al daño que les vino. pitán Gongalo de Sandoval estaba ya go-
Ayiéndose el general Hernando Cortés gando de la corona obsidional, alias gra-
certificado de las muertes de aquellos pe- mina, que ganaban aquellos que desger-
cadores españoles, á la mayor priessa caban á los que estaban gercados: de la
quél pudo, despachó luego cinqüenta de qual dige Plinio. «Ninguna corona ó guir-
caballo é cient peones ballesteros y esco- nalda fué más noble en la magestad del
peteros, é quatro piegas de artillería, con pueblo romano, vengedor de las tierras,
mucha pólvora é munigion, con un capi- en el premio de la gloría, que aquella de
tán español, llamado Goncalo de Sando- la gramina: la de piedras presgiosas, la
val, é con otros dos capitanes de los na- de oro, la vallan, la mural, la rostrata, la
turales de aquella grand cibdad de Te- cívica é las triumphales todas, eran des-
mistitan con cada quince mili indios. É pués desta, é todas son muy diferentes;
mandóles que con la mayor diligencia que las quales,- hombres privados ó capitanes
pudiessen fuessen á aquella provingia, sin las daban á soldados, é alguna vez á sus
se detener en otra parte, hasta llegar á colegas. Congedió eí tríumpho el Senado
la villa de Santisteban del Puerto á saber después que era libre del cuydado de la
nuevas de los veginos españoles que allí guerra y el pueblo estaba fuera de peligro;
avian quedado, sospechando el general mas la corona de gramina se congedia quan-
que podría ser estar gercados, é que pu- do la cosa era en suma desesperagion. Ni
diessen ser socorridos. É fué assi, quel nunca alguno ovo esta corona de otro que
dicho capitán se dio toda la priessa quél de todo el exérgito, ni jamás la ovo sino
pudo en su camino, y entró en la provin- quando avia librado del gerco al exérgito
gia en dos partes, é queriéndole resistir, gercado en el castro, de manera que los
pelearon los contrarios con él, é le dio librados la daban al libertador. Las otras
Dios victoria contra ellos; é passó ade- eran dadas por los capitanes; mas sola
lante , continuando su camino, hasta que aquesta daban los soldados al capitán. Es-
llegó á la villa, donde halló veynte é dos ta mesma es llamada obsidional, porque
de caballo é gient peones. É avíanlos te- se daba al que avia librado el exérgito
nido gercados é combatídolos seys ó sie- de la obsidion ó gerco.» Todo lo dicho es
te veges, é con giertos tiros de artillería del auctor alegado, el qual dige que esla
que tenían se avian defendido, aunque no hierba gramina es verbena, la qual lleva-
bastara su poder para poderse defender ban los legados quando eran enviados á
de ahí adelante, si el socorro se tardara requerir los enemigos que volviessen las
dos ó tres días más; é ninguno quedara cosas tomadas á aquellos, á quien las to-
TOMO ni. 58
458 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
marón; y el uno de los tales legados era gente baxa: ó los qualcs todos, digo á los
llamado verbenario. principales, quemaron por justicia, avien-
. Tornando á nuestra historia, allí supie- do confessado ser ellos los agresores é
ron estos descercadores cómo la gente movedores de toda aquella guerra, é ca-
quel adelantado Garay avia dexado en el da uno dellos aver scydo en muerte ó
pueblo que se dice Tamiquel, que serian aver muerto los españoles. Y executada
hasta cient hombres de pié é de cafballo, esta sentencia ó castigo, soltaron los otros
los avian muerto á todos, sin escaparse que tcaian pressos, é con ellos recogie-
ninguno dellos, sino un indio de la isla de ron toda la otra gente contraria en los
Jamáyca que se metió por los montes: del pueblos. Y el capitán ques dicho, en nom-
qual se informaron cómo los tomaron de bre de Su Magestád, proveyó de nuevos
noche. E hallóse por copia que de la gen- señores, en lugar de los que fueron que-
te del dicho adelantado eran muertos dos- mados, en todos los pueblos, é de aque-
cientos é septenta hombres, é de los ve- llas personas á quien pertenencia tal su-
cinos que Cortés avia dexado en aquella cesión, segund las costumbres de sus he-
villa quarenta é tres, que andaban por rencias.
sus pueblos que tenían encomendados, é Con esto se aseguró 6 pacificó la tierra,
aun se cree que eran más de los de la é los indios de ahí adelante sirvieron
gente del adelantado, porque no se acor- muy bien, con buena ó mala voluntad,
daban de todos; pero os claro que Garay porque aquella gente a natura es belicosa
llevó once caravelas é septecientos hom- é amiga de novedades, é de largo tiem-
bres , é que se perdieron más de los qua- po avian heredado tal costumbre, rebe-
trogientos dellos. lándose é algándose contra sus naturales
Con la gente quel capitán Goncalo de señores; é assi lo harán cada vez quel
Sandoval llevó, é con la quel teniente é tiempo les diere ocasión para ello, ó se
alcalde tenian, é con la que se halló en vayan enmendando sus sucesores. Assi
la villa, se llegaron ochenta de caballo; é que, entonces muy mejor é más cruel-
partiéronse en tres partes, é diéronles mente se ovieron con los españoles que
guerra á los enemigos por ellas en aque- tomaron descuydados, ó aun con los que
lla provincia, de tal manera, que de se- velaban que pudieron aver; é conforme
ñores é personas principales fueron pres- á esto mediamente les vino el galardón é
sos hasta quatrocientos hombres, sin otra pena del fuego, como es dicho.

CAPITULO XXXVIII.
Cómo el general Hernando Corles (ornó á coníínuar el propóssito que primero tuvo de enviar á poblar el
puerto de Higueras é cabo de Honduras con el capitán Chripstóbal de Olit, segund se tocó en ei capítu-
lo XXXV, é le despachó é proveyó de navios é gente é todo )o nescessario. E cómo despachó assimesmo
al capitán Pedro de Alvarado por lierra con muy gentil gente de pié é de caballo á las cibdadesde Iclaelan
é Guatimala, como antes lo tenia propuesto,

Contado ha la historia que al tiempo ra ello le movían; y entonges gessó por la


quel general Hernando Cortés supo la yda yda del dicho adelantado, creyendo el
del adelantado Francisco de Garay al rio gobernador que se quisiera poner en apos-
de Panuco, tenia á punto gierta armada sesionarse en la tierra por su auctoridad,
de navios é de gente para enviar al cabo ó é para se lo resistir, si nescessario fuera,
punta de Honduras, é las causas que pa- tuvo nesgessidad de toda la genle é cíe
DE INDIAS. LÍB. XXXIli, CAP. XXXVIII. 459
suspender aquel camino. Pero después la de Cuba, al puerto de la villa de la
que se ovo dado fin en las cosas del ade- Trinidad, porque está en mejor parage é
lantado, aunque se le siguió assaz cosía derrota, é allí avia de quedar el uno de
de sueldos de marineros é bastimentos de aquellos criados del gobernador para te-
los navios é gente que ovo de yren ellos, ner aparejada la carga de las cosas que
paresgiéndole que servia mucho en ello á fuessen menester, é quel capitán le en-
Su Magestad, siguió todavía el propóssi- viasse á pedir. É que los otros navios me-
to comengado, é compró más navios de nores y el bergantín, con el piloto mayor
los que antes tenia, que fueron por todos é un primo del general, llamado Diego
cinco navios gruessos ó caravolas é un Hurtado, por capitán dellos, fuesse á cor-
bergantín; é higo juntar quatrocientos rer toda la costa de la bahía de la Ascen-
hombres, bastecidos de artillería é mu- sión en demanda de aquel estrecho que
nición é armas, é de buenos bastimentos se creia que por allí avia; é que estuvics-
é vituallas. É demás de lo que allí se les sen allá hasta que ninguna cosa dexassen
proveyó, envió con dos criados suyos de ver, é visto, tornassen adonde el dicho
ocho mili pessos de oro á la isla de Cuba capitán Chripstóbal de Olit estuviesse; é
para que se comprassen caballos c basti- de allí, con el uno de los navios, le hi-
mentos , assi para llevar en aquel prime- ciessen relación al general de lo que ha-
ro viaje, como para que tuvíessen á pun- Hassen, é de lo que Chripstóbal de Olit
to, en tornando allí los navios, aparejo tuviesse sabido de la tierra é le oviesse
para cargarlos, porque de nesgcssidad de subcedido, para que de todo se pudiesse
cosa alguna no dexassen de hager aque- enviar relación á Su Magestad. Todo lo
llo para quél los envió, é también porque ques dicho escribió Hernando Cortés al Em-
al priocipio, por falta de bastimentos, no perador , nuestro señor; pero el subgesso
fatigassen á los naturales de la tierra, é de lo demás, como entonces no se sabia,
que antes les diesscn los españoles de lo no lo dice, é aquello en parte é con la
que llevassen que tomarles de lo suyo. É muerte que tuvo este capitán Chripstóbal
con este concierto se partieron del puerto de Olit, como ya lo ha brevemente toca-
de Sanct Johan de Chalchiqueca, á once do la historia en el libro XXVII, capítulo I.
dias del mes de enero de mili é quinien- Passemos á lo demás quel gobernador
tos é veynte y quatro, con ordenación Hernando Cortés en su relación dice, en
que fuessen a" la Bahama, ques quassi en la qual dio notigia á Céssar que la gente
la punta de la isla de Cuba, para que allí que tuvo apercebida para enviar con el
se basteciessen de lo que les faltasse, en capitán Pedro de AI varado á aquellas cib-
especial de caballos; é recogidos allí los dades de Uclaclan * é Guatimala, como ya
navios siguiesse su viaje para la dicha la historia dixo, é á otras provincias de
tierra, y en o! primero puerto dolía echas- que tenia noticia, también avia cessado
se toda la gente é caballos é bastimentos por la yda del adelantado Frangisco de
é todo lo demás que en el navio llevaba, Garay; é porque tenia ya hecha mucha
é que en el mejor assicnto que le pares- costa de caballos ó armas é artillería é
ciesse se fortalesciesse con su artillería, bastimentos, é se avian dado dineros de
que llevaba mucha é buena, é fundasse socorro á la gente, é porque pensaban
un pueblo; é luego los tres de los navios que desto serian SusMagestadesmuy ser-
mayores los despachasse para la dicha is- vidos , é aun porque en aquella parte, se-

* En el epígrafe del capüulo dice: Idaclan,


460 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
gund los avisos que tenia, pensaba descu- no le excusase. É dice que muchos cami-
brir por allí muchas é muy ricas y extrañas nos tales se ovieran hecho en aquella tier-
tierras, é de muchas é diferentes lenguas ra, é muchos secretos delia tuviera sabi-
é gente, tornó todavía á insistir en su dos, si estorbos de las armadas que avian
primero propóssito. É demás de lo que ydo no rt) ovieran impedido: de que Sus
antes avia proveydo para este camino, Magestades avian resgebido mucho de-
tornó á rehacer al dicho comendador Al- servicio con ellas, assi en no tener des-
varado , é despachóle desde la cibdad de cubiertas muchas tierras, como en aver-
Temistitan á seys dias del mes de diciem- se dexado de adquirir para su real cáma-
bre de mül é quinientos é veynte y tres ra mucha suma de oro é perlas, como de
años: é llevó ciento é veynte de caballo, allí adelante, si otros armadores no yban,
en que con las dobladuras llegaban á cien- él pensaba aver para restaurar lo perdi-
to é sessenta caballos é trescientos peo- do, sin excusar su persona de trabaxo
nes, en que avia los ciento é treynta ba- ni gasto. É que demás de aver gastado
llesteros y escopeteros: é llevó assimesmo quanto él tenia, dice que ha tomado del
quatro tiros de artillería con mucha pól- oro que tenia de las rentas de Su Magos-
vora é munición; é fueron en este exército tad, para los gastos que avian hecho, ses-
algunas personas principales, assi de los senta é tantos mili pessos de oro, con
de la grand cibdad de Temistitan, como de más otros doce mili que le avian presta-
otras cibdades de aquella comarca, é con do algunas personas para los gastos de su
ellos alguna gente, aunque no mucha, por casa, lo quaí se puede bien creer por las
ser el camino largo. Y encomendó el ge- armadas de mar é de tierra é otros gas-
neral al capitán Alvarado que tuviesse es- tos que con facilidad se pueden colegir
pecial cuydado de le hager larga é parti- de la pressente historia.
cular relación de las cosas que por allá le En quanto al subcesso desta armada é
acontesgiessen, para que de todo se dies- camino del capitán Pedro de Alvarado no
se cuenta á la Cessárea Magestad; porque se tractaaqui más de lo dicho, porque lo
pensaba que se avia de juntar el dicho que subcedió en ella, la historia lo cuenta
Pedro de Alvarado por donde yba, con adelante en dos cartas é relaciones, quél
el dicho Chripstóbal de Olit, si estrecho escribió al gobernador Hernando Cortés.

CAPITULO XXXIX.
En que se fracla cómo el gobernador Hernando Corles envió al capitán Rodrigo Ranjel á conquistar las pro-
vincias de los capoteeas é de los mixes, ques gente belicosa é puesta en tierra muy áspera é fragosa é (al
que la gente de caballo no puede servir ni aprovechar para la guerra de tales provincias é conquista.

MJe las provincias comarcanas á la villa aquella villa estaban no era bastante pa-
del Espíritu Sancto é de las que servían ra sostener lo ganado, quanto más con-
á los vecinos dellas, se dixo en los capí- quistar de nuevo, envió el general á un
tulos precedentes que algunas se avian capitán con treynta de caballo é cient peo-
rebelado é aun muerto ciertos españoles; nes } algunos dellos ballesjeros y escope-
é assi para reducir á la obidiencia, como teros, é dos tiros de artillería con el re-
para traer al mesmo efetto otras tierras cabdo de munición é pólvora que era nes-
sus comarcanas, porque la gente que en cessarío. É partiéronse á ocho de diciem-
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XXXIX. 461
bre del año de mili é quinientos é veynte tiros de artillería con munición 6 pólvora
y tres años, -con esperanga que se haría nesgessaria; é con esta gente proveyó de
mucho provecho en esta conquista, por- capitán á un hidalgo llamado Rodri-
que aquello es un pedago de tierra que go Rangel, alcalde de Temistitan, que
está entre la conquista donde fué enviado un año antes avia ydo con gente sobro
el capitán Alvarado, ó el otro donde fué los mismos, é por ser en tiempo de mu-
el capitán Chripstóbal-de Olit, é lo que chas aguas no pudo hacerles daño, é se
en esta sacón estaba pacífico hacia la mar tornó con aver estado allá dos meses. El
del Norte ó parte septentrional. É con- qual dicho capitán é gente partieron esta
quistado aquello poco, hay por aquella última vez de Temistitan á cinco dias de
parte del Norte más de quatrogientas le- febrero de mili é quinientos é veynte y
guas de tierra subjeta á la corona real de quatro años; é por yr con buena gente y
Castilla, sin aver otra cosa ni estorbo en- en buen tiempo, se tuvo esperanga que
medio; ó por la costa de la mar del Sur el subcesso, mediante Dios, seria con
más de quinientas leguas, é todo lo de la victoria; é porque demás de los españo-
tierra adentro de una mar á otra, que les yban también de los naturales de Mé-
servían sin ninguna contradigion, excep- xico é sus comarcas muchas gentes de
to dos províngias que están entre la pro- guerra é diestra para dar fin en esta de-
vincia de Tegoantepeque é la de Chiman- manda. É fué muy nesgessario, porque
ta é Guaxaljalca, é ía de Guacacalco en- no solamente aquellos indios de las pro-
medio de todas quatro, que se llaman la vincias ya dichas do los capotecas é mi-
gente de la una (¡apotecas é de la otra xes no querían servir, pero causarían á
mixes. Las qualcs por ser tan ásperas que otros que hígiessen como ellos..
aun á pié no se pueden andar, puesto Aq'uella tierra es muy rica de minas de
que avia el gobernador enviado dos ve- oro, y estando pagíficos aquellos indios,
ces á las conquistar, no se avia podido tenían buena voluntad otros que lo yban
hacer, porque tienen muy regia é áspera á sacar allá. É porque estos gapotecas é
tierra é buenas armas: • que pelean con sus- consortes avian seydo tan rebeldes é
Janeas de veynte y cinco é treynta pal- malos, é aviendo ya una vez ofresgídose
mos , muy gruessas é bien hechas, y en de servir, como vassallos de Su Magestad,
las puntas dellas, en lugar de hierros, se quitaron de la obidiengia, é mataron
pedernales, é con esto se avian defendi- españoles, é alteraron la tierra, fueron
do é muerto algunos españoles de los que pronungiados por esclavos; é mandó el
antes allá avian ydo, y hecho mucho da- general que los que se pudiessen tomar ú
ño á los veginos vassallos de Su Mages- vida que los herrassen como á tales cap-
tad, salteándoles de noche; é quemándo- tivos, é sacando la parte é quinto de los
les los pueblos á ellos cercanos, se avian derechos reales, se repartiessen entre
apartado de la amistad de los españoles é aquellos que los fueron á conquistar.
confederados, é conexos. E porque no Cada entrada destas le costaba al ge-
llegasse á peor estado, aunque avia poca neral de su hagienda, segund en su rela-
gente de chripstianos por los aver envia- ción escribió, más de cinco mili pessos
do á tantas partes, higo juntar el gene- de oro, é las dos que se dixo de susso de
ral hasta ciento y cinqüenta infantes á los capitanes Pedro de Alvarado é Chrips-
pié (porque los do caballo en aquella tóbal de Olit le costaron más de ginqüen-
tierra no pueden aprovechar), todos los ta mili pessos de oro, sin otros muchos
más ballesteros y escopeteros, é quatro gastos do sus hagiendas é grangerias. De
462 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
aquí se colige, demás de su mucha libe- aquellas partes; é porque conosgió, junto
ralidad , la mucha prontitud é diligencia con lo que es dicho, de su buen celo lo
que tenia á su propria costa en lo que to- que dice Tito Livio: «El rico exércíto se
caba al servicio de Su Magestad é á dar convierte en premio del pobre vence-
conclusión é final efctto á la conquista de dor.»

CAPÍTULO XL.
En que el gobernador Hernando Corles dá su desculpa en la dilación de ciertos navios que hico hacer en
la cosía de la mar del Sur; é assimesmo cuenta la historia la forma de la reedificación de la gran cibdad
de Temislitan por la industria dei dicho gobernador.

l^ontado ha la historia cómo Hernando dor como prudente, temiendo algún de-
Cortés avia dado orden cómo se higies- sastre ó lo que subgedió, avia prevenido
sen quatro navios en la costa de la mar en que Ilevassen todas aquellas cosas ó
del Sur: es de saber, que por haber mu- las más de las que se quemaron, assi
cho tiempo que se avia comencado la la- porque no faltassen para la obra comen-
bor dellos é tan Iéxos dessotra mar del cada , como para hacer más navios, si
Norte, de donde se avia de llevar todo nescessario fuesse.
lo que convenia para perfeccionarlos (que Dcgia el gobernador en su relagion,
hay de la una parte á la otra doscientas quando esto escribió, que hasta estonges
leguas ó más por tierra, de fragosos lo costaban los navios, sin averíos echado
puertos, de sierras é con muy grandes é al agua, ocho mili pessos de oro é más,
caudalosos ríos en el viage), no pudo ser sin otras costas extraordinarias, é que
menos de tardarse la obra, pues que no pensaba que en la pasqua de Espíritu
avia de donde se proveyessen sino de Sancto, ó para el dia de Sanct Johan do
España é con mucha dificultad. É otro aquel año podrían navegar; é que tenia
impedimento grande ovo demás de lo en tanto aquellos navios, que no lo sabia
que está dicho, ó fué que el gobernador cncaresger, porque con ellos pensaba ser
tenia en una casa en el puerto, donde los causa de acresgentar en aquellas mares
navios se hagian, todo el adereco que pa- muchos más reynos é señoríos para Su
ra ellos era menester, assi como velas, Magestad de los que hasta estonges se te-
clavos, xarcia, clavacon, áncoras, pez, nia notigia. Dice más aquella relagion del
sebo, aceyte, estopa, estoperoles, bota- general hecha á Céssar: que después que
men é otras cosas, é una noche se puso la gran cibdad de Tcmistitan se cobró, le
fuego sin saber cómo, é se quemó todo paresgió que era bien residir en olla por
ello, sin quedar cosa de que se pudiesse muchos inconvinientes, é que se passó
aver provecho sino de las áncoras, que con toda la gente á un pueblo que se di-
no se pudieron quemar, é aun de aque- ge Cuyoacan en la costa de la laguna,
llas se quemaron los cepos; é después porque desseaba que la cibdad se reede-
fué menester que de nuevo se tornasse ficase por la grandega é maravilloso as-
todo á proveer con mayores gastos é más siento suyo. É trabaxó por recoger los na-
dilación de tiempo. Verdad es que des- turales que por muchas partes estaban
pués fué una nao de Castilla, en que se absentados desde la guerra, é aunque al
llevaron todas las cosas nescessarias pa- señoj; della lo tenia presso, higo á un ca-
ra los dichos navios, porque el goberna- pitán general que en la guerra tenia, que
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XL. 463
el gobernador conoscia desde el tiempo de un real de plata é á real y medio, y en
Monteg'uma , que tomasse cargo de lo tanta abundangia, que la campiña de
tornar á poblar; é para que con más auc- Córdova ni la fertilidad de la isla de Sigi-
toridad lo pudiesse hacer, se tornó á dar lia no se le igualan. É hay mucho pastel
el mesmo cargo que en tiempo de su se- é ¡numerable grana, de que se dá tal co-
ñor tenia, que era ciguacoat, que quiere lor á los paños é á las sedas é tergiope-
tanto decir como lugarteniente del señor, lo é rasos é damascos ó tafetanes, que
é á otras personas principales que assi- los muy ricos carmesíes de Venegia no
mesmo el gobernador conosgia de antes, Jes hacen ventaja en la color; pero en
les encargó otros cargos de gobernación otra parte se dirá más en este caso que
de aquella cibdad que entre ellos solían el tiempo ha mostrado.
hacer. É á aquel ciguacoat é ú los demás Después que por fuerga de armas co-
les dio señorío de tierra é gente en que bró el general la gran cibdad de Temis-
se mantuviessen, aunque no tanto como titan, como está dicho, puso luego por
ellos tenian antes, ni que pudiessen ofen- obra de bager en ella una*fuerga en el
der, con ellos en algún tiempo. É honrá- agua á una parte de la cibdad, en que pu-
banlos é favorescíalos; y ellos trabaja- diesse tener los bergantines seguros é
ron de manera é tan bien, que quando desde ella ofender á toda la cibdad, si en
Hernando Cortés escribió esta relación, algo se pusiesse, é que estuviesse en su
avia en la cibdad poblados treynta mili mano la salida é la entrada cada vez quél
vecinos, é se tenia en ella la orden que lo quisiesse. E hígose tal, que dige su re-
solían en sus mercados é coatractacioncs. lagion que aunque él avia visto algunas
E dióles el gobernador tantas libertades y casas de ataraganas é fuergas, no eran
exenciones, que de cada día se fué po- iguales ni tales como estas, é que assi lo
blando más la cibdad; y estaban los ve- degian otros muchos. É la manera que
cinos muy á su placer, porque los oficia- tiene aquella casa es esta: que á la parte
les de artes mecánicas, que hay muchos, de la laguna tiene dos torres muy fuertes
trabaxaban por sus jornales, assi como con sus troneras é defensas en las partes
carpinteros} albañiles, canteros, plateros nesgessarias, ó la una destas torres sale
ó de otros officios, é los mercaderes muy fuera del liengo hágia la una parte, con
seguramente exercitaban su tracto é mer- troneras que barren todo el liengo; é la
caderías. É las otras gentes unos viven de otra torre a la otra parte de la mesma ma-
pescadores, que es grand tracto en aque- nera: é desde estas dos torres va un cuer-
lla cibdad, ó otros de agricultura, porque po de casa de tres naves, donde están
muchos dcllos tienen sus huertas é siem- los bergantines, é tienen la puerta para
bran en ellas las hortalicas de E&paña, de salir y entrar entre las dos torres hágia el
que allá se lleva simiente, porque es gen- agua. Todo este cuerpo tiene assimesmo
te muy inclinada á la labor del campo. É sus troneras, é al cabo del hágia la cib-
aunque Cortés en su relación no lo dice, dad está otra muy grand torre é de mu-
porque tampoco en essa sacón no lo po- chos apossentos baxos é altos con sus de-
día él aver comprendido, pues quadra fensas á ofensas para la cibdad. En con-
aqui la materia, digo que todo lo que se clusión, dige que es tal que con tenerla,
quiere sembrar en aquella tierra se hage estaba en su mano la paz é la guerra,
muy bien; é después que se han dado á quando la quisiesse, teniendo como tie-
sembrar trigo, se ha fecho é hay tanto, nen en ella los navios é mny buena arti -
que ha llegado á valer la hanega de trigo lleria.
4G4 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Hecha aquella casa, porque le páres- que oviesse en mucha parte del mundo,
elo que tenia ya seguridad para complir ó en todo él, é de mejores edeficios.
lo que desseaba, que era poblar dentro Es la población de los españoles distin-
en la cibdad, se passó á ella con toda la ta de la de los naturales, porque los par-
gente de su compañía, é repartió los so- te un brago de agua, aunque en todas las
lares por los vecinos, é á cada uno de los calles que por ella la alraviessan, hay puen-
que fueron conquistadores, en nombre de tes de madera, por donde se contracta de
Su Magestad, dio cada sendos solares por la una parte á la otra. É hay dos grandes
lo que en ella avian trabaxado, demás de mercados ó plagas, el uno en la parte que
otros cada sendos, como vecinos que habitan los indios, y el otro en la que
avian de servir, segund la orden de aque- moran los españoles, y en estos hay to-
llas partes, ques que para adquirir entera dos los bastimentos que en la tierra se
possesion é poder testar ó disponer de los pueden hallar, porque de todas las co-
tales solares, que avian de servir é los marcas los vienen á vender, y en esto no
avian de menesger, morando en la tierra avia falta de lo que antes solia, en el tiem-
en ellos tres ó quatro años. Diéronse tan- po de su prosperidad. Verdad es que jo-
ta priessa en hacer las casas de los veci- yas de oro ni de plata ni plumages ni co-
nos, que al tiempo que esto escribió el sa rica no se tractaba entonges, como de
general al Emperador, nuestro señor, avia antes lo acostumbraban, aunque algunas
muchas fechas, é otras en buenos princi- pegúelas de oro é plata salían, pero no
pios se continuaba la labor dellas, por- como primero.
que hay mucho aparejo de materiales, as- Agora ya, después que se escribió lo
si como piedra, é cal é ladrillo que los que está dicho, es otro tiempo y es otro
naturales hacen, é mucha é buena made- el tracto é de muchas cosas, que sin lar-
ra , é todo es muy bueno, é las casas muy ga escriptura no se podia degir. £ viven
grandes é de lindos edeficios, É dice la los indios en mucho congierto é sosiego,
relación de Hernando Cortés, que desde é como chripstianos, de lo qual se trac-
cinco años seria la más populosa cibdad tara adelante en su lugar.

CAPITULO XLI.
En el qual se tracta cómo el general Hernando Cortés hico hacer ciertas plecas de artillería , é cómo bus-
cando los materiales para ello, se hallaron minas de estaúo é vena de hierro, é mucho saiilre para hacer
pólvora, é assimesmo acufre; é cómo envió una media culebrina de metal rico de oro é plata á Su Magestad
Cathólica, que escribió que le avia costado veynte y siete mili pessos de oro el metal é la hechura; c
decirse han otras cosas que escribió en su relación , con que se dará fin á ella, sin que se dexe cosa de
lo substancial, puesto que se dirá con manos palabras.

_L/ice la relagion, de que aqui se tracta, las Indias, que residen en Sevilla, en es-
escripia por el general Hernando Cortés pegial el contador Johan López de Recaí-
al Emperador, nuestro señor, que por las do , no avia soydo proveydo de artillería
diferengias que Diego Velazquez avia que- ni armas, de que tenia nesgessidad, aun-
rido tener con él, é por la mala voluntad que muchas veges avia enviado dineros
que á su causa é por su intercesión don para ella: ó que cómo estaba en nesgessi-
Johan Fonseca, obispo de Burgos, le te- dad é sin esperanga de remedio, trabaxó
nia , é por él é por su mandado los offi- de buscarle, porque no se perdiesse lo
ciales de la casa de la Contractacion de que con tanto peligro se avia ganado por
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XLI, 4G5
excusar el deservicio que en ello se pu- É para la munición dice que proveyó
diera seguir á Dios é á Su Magestad, y Dios de tanto salitre é tan bueno, que po-
evitar el peligra de los chripstianos que dian proveer á otras partes dello; para el
allá estaban: ó higo buscar por todas agufre se tuvo esta forma en lo buscar.
aquellas partes cobre, é dio para ello Fecho se ha mengion en esta historia de
mucho rescate. É assi como tuvo canti- una sierra que en aquellas partes de Gua-
dad dello, puso en obra con un maestro, xogingo ,hay, de que sale mucho humo
que acaso allá avia ydo, de hager alguna por la cumbre de un monte alto, como
artillería, é higo dos piegas medias- cule- -aquel que llaman volcan en una isla jun-
brinas , é salieron tan buenas, que de su to á otra, que se dige Lipari, gerca de Se-
medida no podían ser mejores. É porque guía; é creyendo que aquello progedia de
para hagerlas, aunque tenia cobre, falta- algún venero de agufre, entró un español
ba estaño, é para aquellos dos tiros lo con cuerdas en aquella boca septenta ú
avia ávido con mucha dificultad (é le avia ochenta bragas en hondo atado, é topó
costado mucho) de algunos que tenían allá en aquella profundidad el dicho agu^-
platos ó otras vasijas dello, é caro ni ba- fre, é sacó, con que por estonges se hi-
rato no hallaba más, inquiriendo é bus- go pólvora; pero porque la manera de lo
cando por todas partes, topáronse entre sacar era trabaxosa é peligrosa, prove-
los indios naturales de una provingia que yóse en lo llevar de España.
se dice Tachco, pierias pegúelas dello á Después de aver el general poblado é
manera de moneda muy delgadas, é pro- assentado la villa de Santisteban en el rio
gediendo por su pesquisa, halló que en de Panuco, é aviendo dado fin á la con-
aquella provingia é Qtras 4& tractaba por quista de Tutepeque, é aviendo despar
moneda. É llegando su informagion más chado al capitán que fué á los Impilgin-
al cabo, supo que lo sacaban en aquella gos é á Coliman, como la historia lo ha
provingia de Tachco, que está veynle y dicho, antes que se fuesse á Temistitan,
seys leguas de Temistitan; é sabidas las fué á la villa de la Veracruz é á la de Me-
minas, envió herramientas y españoles, dellin para las visitar. É porque halló que
é truxéronle muestra dello, é dio orden á causa de no aver poblagion de españo-
cómo se sacásse todo lo que fuera me- les más gerca del puerto de San Johan de
nester, puesto que con trabaxo. Chalchiqueca que la villa de Veracruz,
Andando en busca destos metales, se yban los navios á descargar, é por no
topó vena de hierro en mucha cantidad, ser aquel puerto tan seguro, á causa de
segund le informaron los que degian que los muchos nortes é tiempos septentrio-
lo conosgian. Assi que, hallado el estaño, les que allí son muy ordinarios, se per-
tenia hechas, quando esta relagion envió á dían muchos navios de los que de Espa-
Su Magestad, ginco piegas, las dos me- ña é destas islas allá yban, fué á buscar
dias culebrinas é las dos poco menos en gerca del dicho puerto de Sanet Johan al-
medida, y él se tenia un cañón serpenti- gún assiento para poblar, aunque prime-
no de dos sacres, que llevó quando fué á ro, al tiempo que allí saltó el general
aquellas partes. Otra, media culebrina Hernando Cortés, se buscó con harta di-
compró de los bienes del adelantado ligengia, é por ser todo sierras de arena,
Juan Ponge de León; é de los navios que que se mudan á menudo, no se halló. É
allá avian ydo, tenia entre todas treynta aquesta última vez, como allí se detuvo
y ginco piegas de bronge entre chicas é algunos dias buscándolo, «{uiso Dios que
grandes é otras tantas de hierro colado. á dos leguas del dicho puerto se halló
TOMO III. 59
4Ü6 I1IST0K1A GENERAL Y NATURAL
muy buen assicnto, con todas las cali- halla, segund cierta figura que Cortés di-
dades buenas que se requieren, porque go quél tiene del parage, adonde está
tiene mucha leña é agua é pastos, salvo aquel argi piélago que descubrió el capi-
que la madera ni piedra no hay para tán Magallanes, paresge que saldrá muy
edeficar si no se trae de léxos. É hallóse gerca de allí: é dábanle á entender que
un estero ó arroyo junto al dicho assien- se acortaría el viage de la Espegicria, más
to., por el qual mandó el general que su- corto las dos tercias partes que por don-
biessen con una canoa para ver si salia á de al pressente se navega; é que se se-
la mar ó si por aquella agua podrían en- guirían grandes provechos é inlcrcsses á
trar barcas hasta el pueblo; é tentando, Jas rentas reales c a! servigio de Su Ma-
hallóse que yba á dar á un rio que sale gostad. Yo le tengo á Hernando Cortés
á la mar, y en la boca del rio se halló por mejor capitán ó más diestro en las
una braga de agua ó más de fondo: por cosas de la guerra, de que avernos trac-
manera que limpiándose, como se limpió tado, que no por esperto cosmógrapho
aquel estero, que estaba ocupado de mu- al que tal le dixo; porque el estrecho
cha madera de árboles, pueden subir las de Magallanes está muy alieno de lo qtics
barcas hasta descargarlas dentro en las dicho é muy fuera do propóssito que por
casas del pueblo. donde Cortés, segund lo dicho ó su pin-
Visto este aparejo é la nesgcssidad que tura , que dige que tiene, le han queri-
habia de remedio para los navios, man- do significar, é por esso no hay que dis-
dó el general que la villa de Medellin, putar agora en esto. Yo creo muy bien
que estaba vcynte leguas la tierra aden- que al pressente lo siente muy mejor que
tro en la provincia de Tuxtebeque se pas- estonges lo eggjibió, porque el tiempo ha
sasse allí: é assi se higo, é se passó allí mostrado otra cosa; pero basta con su
la casa de la contractagion, porque aun- buengelode servir, pues dige su relagion
que los navios se tarden de descargar, que aunque está muy gastado y empeña-
porque han de subir dos leguas con las do, por lo mucho que debía é avia gastado
barcas aquel estero arriba, estén seguros en las otras armadas que avia hecho por
de perderse. tierra é por mar y en otros gastos, deter-
Nótase de lo que está dicho , para su minaba de enviar tres caravclas é dos
antigüedad é origen é fundagion de la vi- bergantines en esta demanda: aunque pen-
lla, la causa de su mudanga é adonde, saba que le avía de costar más de qua-
ítem el cuydado é diligencia grande é la renta mili pessos de oro, juntarse avia es-
astugia de buen poblador, quel goberna- te servigio con los otros que avia hecho,
dor Hernando Cortés tuvo en todo lo que porque le tenía por mayor si aquel estre-
convenia á ennoblegimiento é poblagion cho hallasse, é ya que no se haliasse, no
de aquellas partes, é cómo sin perder se doxaban de descubrir muy grandes é
tiempo, inquirió todo lo que á esto con- ricas tierras. La verdad es que segund lo
venia, desseando saber el secreto de la que después que essa su relagion se es-
costa, que estaba por descobrir entre el cribió se ha andado en essas costas, lé-
rio de Panuco é la Florida, ques lo que xos de lo gierto estaba informado el go-
descubrió el adelantado Johan Ponge de bernador Hernando Cortés para hallar
León: é de allí la costa de la Florida por aquel estrecho (ques tan predicado é bus-
la parte del Norte hasta los Bacallaos, cado y esto sin averie alguno visto ni ha-
creyendo que en aquella costa hay estre- llado) para passar desta mar del Norte á
cho que passe á la mar del Sur. É si se la del Sur por el agua, exgepto que des-
DE INDIAS. LIB. XXX1U. CAP. XU. 4G7
de Nicaragua para passar las lagunas dul- En la sagon que Hernando Cortés es-
ces el año passado de mili é quinientos ó cribió su carta, estaban los offigialcs que
quarenta salieron navios á esta mar, ques se avian proveydo para entender en las
una grandíssima nueva, como se dirá rentas reales, tomando las cuentas á los
adelante, porque aquel servigio se ha de otros que antes avian tenido cargo de la
atribuyr á quien lo higo, que es muy se- hacienda; é los nuevamente proveydos
ñalado, de que se espera grandíssimo fueron Alonso de Estrada, natural de
efetto, como en su lugar más puntual- Cibdad Real, por thessorero, é Diego Al-
mente se hará mengion. bornoz, natural de Madrigal, por conta-
Tornemos á lo que contiene más la re- dor, y el factor Gongalo de Salagar, na-
lación deste famoso gobernador, el qual tural é veyntiquatro de la cibdad de Gra-
digo que entendía de enviar los navios, nada, y el veedor Pedro Mirezcherino,
que tenia hechos en la mar del Sur en fin natural de Ubeda. É dige Cortés quél avia
del mes de julio de aquel año de mili é gastado de las rentas de Su Mageslad en
quinientos é veynto y quatro por la mes- la pagificagion de aquellas partes algo más
ma costa abaxo en demanda del dicho es- de sessenta y dos mili pessos de oro; pe-
trecho: digo del quél pensaba que halla- ro después quél avia gastado quanto él
ría, porque si le oviesse, creia que no se tenia, é aun quedando empeñado en más
podría esconder á los unos por la mar del de trcynta mili pessos que tomó presta-
Sur é-á los otros por la del Norte; por- dos de algunas personas: é porque los
que los del Sur avian de llevar la costa ofíigiales no se lo passaban en cuenta, sin
hasta hallar el dicho estrecho ó juntar la que pagasse á Su Magestad lo que assi le
tierra con lo que descubrió Magallanes, é alcangaban, suplicó á Céssarqiíe pares-
los otros del Norte, como ha dicho, has- giendo aver seydo bien gastados, se le
ta la juntar con los Bacallaos. É á esle resgibiessen en cuenta é se le pagasscn á
propóssito dige otras cosas, en que la ver- él otros ginqilenta y tantos mili pessos de
dad paresgc que el que se las dio á en- oro, quél avia gastado de su hagienda ó
tender se engañó, porque ni los unos ni que avia tomado prestados de sus amigos,
los otros podian hallar el dicho estrecho, para quél pudiesse complir con los acree-
que pensaba hallar, ni el que han hallado dores; pues sus servigios no lo desmeres-
los de Nicaragua, que se tocó de susso, gian, ni el fructo que higieron no doxaba
aunque llegaron las armadas que dige á de dar testimonio dello. El caso es que,
aquellas partes, quél señaló. Porque el es- como la historia adelante dirá, el Empe-
trecho nuevo, aunque el agua, por donde rador, nuestro- señor, como gratíssimo
han salido de las dichas lagunas, viene á Príngipe, le satisfigo de tal manera, que
responder por donde, poco ha, han salido le higo señor de- mucha renta é vassallos
navios á esta nuestra mar debaso de la é lo puso en el número de los grandes de
provingia de Veragua, é subieron la cos- su reyno.
ta arriba al Nombre de Dios, no sale á Dige más la relagion, de que aqui se
la otra mar del Sur, porque las lagunas tracta, que un señalado"pressente de mu-
desaguan en esta é no en la otra mar. chas piegas de oro é plata, é" plumages,
Pero hay muy poco camino do tierra é é perlas é piedras pregiosas, é diverssos
muy llana desde lo más austral de las la- géneros de joyas é presseas, que el gene-
gunas que digo hasta la mar del Sur, lo ral envió antes desto'al Emperador con
qual yo he visto, c como he dicho, en su dos caballeros, llamado el uno Antonio
lugar se traclará (leste estrecho nuevo. de Quiñones y el otro Alonso Dávila, que
408 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
fueron por procuradores de la Nueva Es- ces, é demás de lo que costó el metal, que
paña } fueron tomados en la mar de co- fueron veynte y quatro mili pessos de oro
sarios franceses, é muchos á quien he oy- á ragon de ginco pessos de oro el marco;
do yo hablar en esto, é que vieron aque- con las otras costas de fundigiones é gra-
llas cosas, estimaban el valor dellas en badores é llevar la piega hasta el puerto,
más de giento y ginqüenta mili ducados le costó más otros tres mili pessos de oro;
de oro, y en el dinero que demás desso pero por ser tan rica é tatito de ver é
tomaron, ó mejor diciendo en oro é pla- digna de tan alto Príngipe, se puso en es-
ta, valia otros tantos. É á esto dice Her- te trabaxo é costa, aunque no le faltaban
nando Cortés que por ser las cosas que las deudas que de susso se han dicho. Es-
enviaba tan ricas y extrañas, desseaba ta piega vi yo dentro en el palagio de Su
mucho que Su Magestad Cathólica las Cathólica Magestad el.año de mili ó qui-
viesse, porque demás del servicio que con nientos é veynte y ginco, quando aqueste
ellas hacia, sus servigios le fueran más caballero Diego de Soto la llevó con más
manifiestos. É aunque se duele de lo de sessenta mili pessos de oro de las rentas
acaesgido, dice que por otra parte le plu- de Su Magestad quel gobernador é offigia-
go porque las ilevassen, porque á Su Ma- les enviaron. É digela carta de Cortés que
gestad harían poca falta, é quél trabaxa- se atrevieron á enviar tanta suma junta,
ria de enviar otras muy más ricas y ex- assi por la nesgessidad" que se les repres-
trañas, segund las nuevas tenia de algu- sentó que Su Magestad debia tener con
nas provincias,, que en. essa sacón avia las guerras é otras cosas, como porque
enviado á conquistar. É que assimesmo no tuviesse en mucho la pérdida de lo
holgó de tal pérdida, porque los franceses passado, pues que cada vez que oviesse
é otras nasgiones, á quien aquellas cosas aparejo se lo enviarían más é más thes-
fuessen notorias, conozcan que demás de soros, segund se yban ensanchando los
los muchos é grandes reynos é señorios reynos 6 señorios, si no se le ofrescian
que en España é fuera della Sus Mages- algunos embaragos de los que hasta es-
tades tienen, desde tan apartadas regio- tonces el dicho gobernador avia tenido.
nes destas Indias, seyendo éi uno de los E llama mucha suma lo ques dicho, no
menores de sus vassallos, tantos é tales porque ella fuesse mucha ni más de lo
servicios le pudo hager en ellas, ganando que está dicho, sino porque Su Magestad
tantos reynos para el acresecntamiento hasta estonges tenia mandado que no se
del real geptro de Castilla. É para princi- llevasse en cada nao sino lo que estaba
pio de su ofresgimiento, junto con ^¡sta ordenado; porque como ya se dixo en el
carta envió con un caballero criado suyo, libro 111, capítulo VII de la primera parte
llamado Diego de Soto, ciertas joyas é deslas historias, quando se perdió en la
cosas que dice quedaron por desecho, mar el comendador Bovadilla é la arma-
como indignas de acompañar á las otras, da , se perdió mucho oro en una nao en
é algunas que después él avia fecho; pero que yba aquel grano gruesso que pessa-
que aunque, como hemos dicho, quedaron ba tres mili y seysgientos pessos; é man-
por desechadas, tenían muy buen pares- daron los Reyes Cathólicos que no se Ile-
ger y eran ricas. É con ellas envió assi- vassen en una nao sino tres ó quatro mili
mesmo una media culebrina de metal rico pessos quando más, é que si oviesson más
de oroé plata, que entraron en la fundi- naos, que aun essos se repartiessen en
ción della veynte y quatro quintales é dos todas, por el peligro ó causa de los nau-
arrobas é algo más, porque sefigodos ve- fragios. Pero esta ordenanga se ha des-
DE INDIAS. LUÍ. XXXIII. CAP. XLL ÍG9
pues quebrado, como el letor puede avcr rar dolías á personas graves, é aun juz-
comprendido, é verá adelante por estas garlas por desacatadas, en espegial es-
historias cómo ¡numerables thessoros á cribiéndolas á Su Magestad, aviendo res-
España se han llevado é se llevan cada pecto quel Diego Yelazquez estaba en la
dia. isla de Cuba, como la historia lo ha con-
Tornando á la carta de Hernando Cor- tado, donde Cortés no tenia qué hacer:
tés, digo que assimcsmo escribió con lo antes le avia enviado por su capitán, y
que está dicho algunas passiones entre su en su nombre passó á aquella tierra. Pe-
émulo Diego Yelazquez y él; é aun habló ro empleárasele bien tal prission, si Cor-
tan largo en ello, que osó decir quel fac- tés la pusiesse en efetto é con ella saliera,
tor Goncalo de Salacar le dixo que en la por la eleegion que del higo, para que por
isla de Cuba, por donde passó, le dixe- su industria fuesse, cómo fué, Diego Ye-
ron que Diego Yelazquez avia tenido for- lazquez descompuesto é perdido, é que le
mas con el capitán Chripslóbal de Olit, costasse la burla, como le costó, más de
quel Hernando Cortés avia enviado á po- ochenta ó cient mili pessos de oro en
blar al cabo de Higueras é puerto de Hon- aquella demanda, para hager rico c señor
duras, que se alcassc con aquella tierra á Hernando Cortés, de la persona del qual
por el Diego Yelazquez, aunque por ser torno á decir ques de mucho é grand mé-
el caso tan feo é lan en deservicio de Su rito , é quel estado que tiene é otro muy
Magestad él no lo podia creer, puesto que mayor cabe en él. Pero junto con esto no
por otra parte lo creia, conosciendo las le loo ni me paresgen tolerables tales pa-
maneras que Diego Yelazquez avia que- labras in scriptis; porque sé yo muy
rido tener para le dañar y estorbar que bien cómo se tomaron, é aun fueron por
no sirviesse. É que quando otra cosa no muchos reprochadas, porque como he di-
podia hacer, trabaxaba en que no passas- cho, me hallé en la corte de Céssar quan-
se gente a aquellas partes, é que cómo do Diego de Soto llevó la carta de Cortés
mandaba aquella isla de Cuba, prendía á para Su Magestad, en que degia lo ques
los que venían de la Nueva España que dicho, é yo la vi é leí originalmente. É
por "allí passaban, é les hacia muchas donde allí á pocos dias le enviaron á to-
opresiones é agravios, é les tomaba mu- mar residengia, como adelante lo dirá la
cho de lo que llevaban, é después hagia historia. É quiero primero poner un ca-
4>robancas on ello porque lo delibrassen, pítulo de aquesta carta del paresger que
é por verse libres del, hagian é decian to- Hernando Cortés escribió gerca de la for-
do lo quél queria. É que desto Cortés se ma , que se debia tener en Ja conversión
informaría de la verdad, é que si hallas- de los indios, porque es de manera que
se ser assi, pensaba de enviar por el Die- no se deben mezclar mis palabras ni otras
go Yelazquez é prenderle, é presso en- en ello, ni quiero que en ningún tiempo
viarle á Su Magestad; porque cortando la él ni otro pueda degir que quitó ni añadí
rayz de todos aquellos males, que era palabra ni letra, ni quiero voto ni pares-
aquel hombre y Diego Velazquez-,. todas ger en lo que en este caso dixo, pues no
las otras ramas se secarían, é quel dicho soy juez para ello: el qual capílulo digo
Cortés podría más libremente efettuar sus assi:
servigios comencados, é los que pensaba
«Todas las veges que á Yuestra Sacra
comencar.
Magestad he escriplo, he dicho á Vuestra
No creo yo qucslas palabras parescic- Altega el aparejo que hay en algunos de
ron bien á Ccssar, porque yo oy murmu- los naturales dcstas partes para se con-
470 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
vertir á nuestra sancta fée cathólica é ser servir. É que Vuestra Alteca suplique á
chripstianos, y he enviado á suplicar á Su Santidad congeda á Vuestra Magestad
Vuestra Qessárea Magestad que para ello los diezmos destas partes para este efetto,
mandasse proveer de personas religiosas hagiéndole entender el servigio que á
do buena vida y exemplo. É porque hasta Dios, Nuestro Señor, se hage en questa
agora han venido muy pocos ó quassi nin- gente se convierta, é questo no se podrá
gunos, y es cierto que harían grandíssi- facer sino por esta via; porque aviendo
mo fructo, la torno á traer á la memoria obispos ó otros perlados, no dexarian de
de Vuestra Magostad, y le suplico lo man- seguir la costumbre, que por nuestros pe-
de proveer con toda brevedad, porque cados hoy tienen, en disponer de los bie-
de!lo Dios, Nuestro Señor, será muy ser- nes de Ja Iglesia, ques gastarlos en pom-
vido , é se cumplirá el desseo que Vues- pas y en otros vigios, y en dexar mayo-
tra Alteca tiene en este caso, como cathó- razgos á sus hijos ó parientes. É aun se-
lico. É porque con los dichos procurado- ria otro mayor mal: que cómo los natura-
res Antonio de Quiñones é Alonso Dávila, les destas partes tenían én sus templos
¡os concejos de las villas desta Nueva Es- personas religiosas, que entendían en sus
paña é yo enviamos á suplicar á Vuestra ritos é gerimonias, y estos eran tan reco-
Magestad mandasse proveer de obispos é gidos „ assi en honestidad como en casti-
otros perlados, para la administración de dad, que si alguna cosa fuera destoca al-
los officios ó culto divino; y estonces pa- guno se le sentía, era punido con pena
resciónos que assi convenia, é agora, mi- de muerte, é si agora viessen las cosas
rándolo bien, háme parescido que Vues- de la Iglesia é servigio de Dios en poder
tra Sacra Magestad debe proveer de otra de canónigos é otras dignidades, é su-
manera, para que los naturales destas piessen que aquellos eran ministros de
partes más ayna se conviertan, é pue- Dios, é los viessen usar de los vigios é
dan ser instruidos en las cosas de la sanc- profanidades que agora en nuestros tiem-
ta fée cathólica. É la manera que á mí pos en essos reynos usan, seria menos-
en este caso me paresge que se debe te- preciar nuestra fée é tenerla por cosa de
ner, es que Vuestra Sacra Magestad burla, é seria á tan grand daño, que no
mande que vengan á estas partes mu- creo aprovecharía ninguna otra predica-
chas personas religiosas, como ya he di- ción que se les higiesse. E pues que tanto
cho , é muy gelosas deste fin de la con- en esto vá, é la pringipal intengion de.
versión destas gentes; é que destos se Vuestra Magestad es y debo ser questas
hagan casas é monasterios por las pro- gentes se conviertan, é los que acá en su
vincias que acá nos paresciere que convie- real nombre residimos la debemos seguir,
nen, ó que á estos se les dé de los diezmos é como chripstianos tener dello espegial
para hagér sus casas é sostener sus vidas; cuydado, he querido en esto avisar á
é lo demás que restare dcllos, soa para las Vuestra Magestad Cessárea, é degir en
iglesias é ornamentos de los pueblos, don- ello mi paresger, el qual suplico á Vues-
de estuvieren los españoles, é para cléri- tra Altega resgiba como do persona sub-
gos que las sirvan: é questos diezmos los dita é vassallo suyo, que assi como con
cobren los offigiales de Vuestra Magestad las fuergas corporales trabaxo é trabaxa-
é tengan cuenta é ragon dcllos, é provean rc que los reynos é señoríos de Vuestra
dcllos á los dichos monasterios é iglesias, Magestad por estas partes se ensanchen,
que bastare para todo, ó aun sobrará har- ó su real fama ó grand poder entre esfas
to, de que Vuestra Magestad so puede gentes se publique, que assi desseo é (ra-
DE INDIAS. LÍB. XXXfíí. CAP. XLI. 471
baxaré con el ánima para que Vuestra Al- en sostenerlo que valia el provecho que
loga en ollas mande sombrar nuestra sanc- dello avian. É que tos diezmos de la cib-
ta fée, porque en ello merezca la bien- dad de Tcmistitan de dicho año de veyn-
aventuranga de la vida perpetua. É por- te ó tres, ó de aquel de veynte é quatro,
que para hacer órdenes ó bendecir igle- se avian rematado en cinco mili é quinien-
sias é ornamentos ó olio é cris oía é otras tos é ginqüenta pessos de oro por los di-
cosas, no aviendo obispo seria dificultoso chos dos años, é los de la villa de Me-
yr á buscar el remedio dolías á otras par- dellin é los de la villa de la Veracruz an-
tes, assimcs'mo Vuestra Magostad debo su- daban en prescio de mili pessos de oro,
plicar á Su Sanctidad que conceda su po- por el mesmo tiempo, é no estaban rema-
der, é sean subdelegados en estas partes tados , c subirían más: é los de las otras
las dos personas principales de religiosos villas no avia sabido si estaban puestos en
que á estas partes vinieren, uno de la or- prescios, porque estaban léxos é no avia
den de Sauct Francisco é otro de la orden ávido respuesta. É de aquellos dineros de-
de Sancto Domingo: los quales tengan los cía que gastaría en hager las iglesias, é
más largos poderes que Vuestra Magestad pagar los curas é sacristanes é ornamen-
pudiere, porque por ser estas tierras tan tos, é otros gastos que fueren menester
apartadas de la Iglesia Romana, é los para las dichas iglesias. Esto he querido
chripstianos que en ella residimos é resi- tocar como lo escribió Cortés, porque aun-
dieren tan léxos de los remedios de nues- que paresge que importa poco á la histo-
tras consciencias, é como humanos tan ria , no es sino conviniente é nesgessario
subjetos á pecados, hay nescessidad que para que se comprenda lo que los diez-
en esto Su Sanctidad con nosotros se ex- mos ó chripstianos se han aumentado, pues
tienda en dar á estas personas muy largos que en tan poco tiempo hay tantos perla-
poderes, é que los tales poderes subge- dos é clero, é tanta moltitud de religiosos,
dan.en las personas que siempre residan como adelante se dirá, hasta este pres-
en estas partes, que sea en el general que sente año de mili é quinientos é quarenta
fuere en estas tierras, ó en el provingiai y ginco.
de cada una dcstas órdenes.»
Dige más Hernando Cortés, quexándo-
Pues como dixe de susso, he escripto el se á Su Cessárea Magestad, que avia sey-
capítulo á la letra, quiero agora decir do informado de los navios que en aque-
otras cosas, salteando .la relación subcesivé lla sagon avian ydo destas islas, que los
desando lo supéríluo dello, para que se jueges é offigiales de Su Magestad, que
dé fin en este capítulo pressente á la re- en esta Isla Española residían, avian pro-
lación, de que tractamos. veydo é mandado pregonar, en estas y
Dice el general Hernando Cortés, que en tt»das Jas otras islas, que no sacassen
los diezmos de aquellas partes se avian yeguas, ni otras cosas que pudiessen mul-
arrendado aquel año de veynte é quatro tiplicar, para la Nueva España, só pena
en algunas villas, é que en otras andaban de muerte. É que lo avian fecho á fin que
en pregón; é que se entendía el arrenda- siempre tuviessen nesgessidad de com-
miento desde el año veynte y tres á esta prarles sus ganados é bestias, y ellos se
parte, porque de los demás no le pares- los vendiessen por exgesivos presgios: é
gió que se debia facer, porque ellos en que no lo debieran ha*ger assi, por estar
sí fueron pocos, é porque en aquel tiem- notorio el mucho doservigio que á Su Ma-
po los que algunas enancas tenían, como gestad se hagia en excusar que aquella
era en tiempo de guerras, gastaban más tierra se poblassc é se pagiQcasse, pues
472 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sabian quánta nosgessidad avia de lo que- po, nunca tan poco oro se sacó en esta
llos defendían para sostener lo ganado é isla como agora, á causa de los ágúcares
ganar lo que más hay, como por las bue- é ganados é otras ricas grangerias, á que
nas obras é mucho ennoblesgimiento que se han dado los veginos della. É por po-
aquestas islas han resgebido de la Nueva co que se saca é pof caydo que anda el
España. É porque dige que acá avia poca exergigio de las minas de oro, en esta is-
nesgessidad de lo que se defendia, supli- la sola se cogen cada un año septenta mili
có á Su Magestad lo mandasse proveer, pessos de oro, poco más ó menos, é de-
para que las personas que lo quisiessen más desto los derechos reales'del almoja-
sacar, lo pudiessen hager, porque allá no rifazgo valen ó Su Magestad un año con
podrían conquistar cosa de nuevo, ni sos- otro veynte mil! pessos de las naos é ca-
tener lo conquistado: é quél se oviera bien ravelas, que en el puerto de aquesta cib-
pagado desto, de manera que los desta dad de Sancto Domingo entran: é ningún
isla holgaran de reponer sus mandamien- año hay que no se carguen é salgan de
tos é pregones, porque con dar él otro sola esta isla para España, en oro é agú-
para que ninguna cosa de aquella tierra car, en cueros de vacas é cañafístola, é
se truxesse ni descargasse en estas islas, otras mercadurías de su propria cosecha,
si no fuessen las que aqui se les defendió, sobre giento é ginqüenta mili pessos de va-
que assi dexarian traer lo uno porque se lor. No sé yo cómo puede degir Hernan-
les resgibiesse lo otro, pues que aqui no do Cortés que entre todos los veginos des-
tenian otro remedio, para tener algo, sino tas islas no se hallarán mili pessos: antes
la contractagíon de aquella tierra; é que que la Nueva España se descobriesse, é
antes que la tuviessen, ño avia entre to- aun después de descubierta-, ovo muchos
dos los veginos de las islas mili pessos de veginos, quél conosgió, que uno á uno
oro, é que por la Nueva España tenian sacaban cada un año á millares los pessos
más (quando él esto degia) que no avian do oro. Ni sé dónde tenia la memoria,
tenido en algún tiempo; é que para no dar quando tal dixo; é bien le sabría acordar
lugar á que los que han querido, mal degir, sus nombres, é muchos testigos hallara
puedan extender sus lenguas, lo avia di- hoy que contra lo quél dige testifiquen de
simulado hasta lo fager saber á Su Mages- vista: é debiera acordarse siquiera de lo
tad, para que lo mandasse proveer. que le costó á solo el adelantado Diego
No es racon que tan absolutamente se Yelazquez enviarle á él á la Nueva Espa-
disimule lo dicho, no se apruebe callan- ña, ó primero al capitán Johan de Grijal-
do lo que hay en contrario,*pues que tan ' va, é después de Cortés á Pamphilo de
engañado estaba en este caso Hernando Narvaez, é de otras armadas en que gas-
Cortés, aunque fué vecino desta isla, étan tó su hacienda. É acordándose desto, quél
atapados tuvo los ojos, como en pensar de no pudo ignorar, entendiera que sin la
hallar aquel estrecho que de susso se ha Nueva España avia hombres, que tenian
dicho que buscaba, assi porque él nunca en estas islas muchos millares de pessos
vido esta isla tan apocada como dige, ni de oro.
con nesgessidad de la Nueva España, has- Bien paresge en esto la passion que te-
ta hoy, ques el año de mili é quinientos nia, por averie vedado aquellas cosas que
é quarenta y ginco, como porque después dige; y él quiere culpar á los questa isla
que en ella se descobrieron las minas del gobernaban, é fuera bien que mirara que
oro, é se comengó á yr continuando el si en essa sagon se sacaran los ganados,
exergigio dellas, hasta el pressente tiem- que oviera llegado á- tener, como tienen
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XLI. 47;}

algunos vecinos dcsta isla á veynte é veyn- enterrados por essas playas, é ahogados
te é cinco mili cabecas de ganado vacuno por essas mares é rios, é otros comidos
é más, é de aqui abaxo hasta cinco mili de tiburones é dragones é cocatriges é
cabecas, muchos hay que las tienen é más; pescados, é de bestias fieras como tigres
é de mili cabecas hay tantos que no se é leones é otros animales é de aves, é
hage caso de los tales para decirles seño- aun de losproprios indios, éloquespeor
res de ganados. Pues de bestias caballa- aun en partes ha ávido tal nescessidad,
res , de tres ó quatro é cinco años á esta que chripstianos se comieron unos á otros.
parte se han sacado de sola esta isla para Mejor acertara Hernando Cortés en de-
el Perú ó Tierra-Firme é otras goberna- gir que las islas de Cuba é Jamáyca é
ciones más de tres mili; é de bestias mu- Sanct Johan están destruydas é quassi
lares é acémilas, para la mesma Nueva despobladas, por causa de la Nueva Es-
España é otras partes de la Tie.rra-Firme, paña é de los descubrimientos de la Tier-
se han llevado en el dicho tiempo más de ra-Firme , lo que no ha podido ni podrá
otras mili destas islas, é siempre llevan. empeger á esta Isla Española, aunque no
Lo quél culpa fué muy bien provehydo: ha ganado nada en ello, porque está muy
é mejor agertara él si dixera que por esta edeficada; y en esta cibdad sola hay mu-
isla é las espaldas que la Nueva. España é chos veginos é hombres ricos, que ningu-
las otras partes de la Tierra-Firme han ha- na nesgessidad tienen de la Nueva Espa-
llado aqui, como en madre é principio é ña ni de Tierra-Firme, antes desde aqui
sostenedora de todo lo destas Indias, se se han sostenido é sostienen todos essos
han podido sostener en aquellos principios, principios é fundagiones de fuera. É ago-
é sin ella muy mal é á costa de más vidas ra que está quassi despoblada la isla de
é haciendas de chripstianos lo hicieran él é Cubagua é sin el exergigio de las perlas,
otros capitanes, ó nunca, mejor digiendo. é se ha hecho otra poblagion para ellas en
Esta isla é las otras antes han émpo- el cabo de la Vela, veamos de dónde se
bresgido por la Nueva España que no me- provee, é quién le envió gente é navios é
drado, porque como los hombres son mu- todo lo demás, sino desde aquesta cibdad é
dables, é las predicagiones de los gober- isla. E los meses de noviembre é digiem-
nadores é capitanes apropóssilo de sus bre del año passado de mili é quinientos é
cobdicias, é para levantar la gente é de- quarenta, ¿de dónde llevó el socorro para
sasosegarla no les dicen textos de los la gobernagíon de Sancta Marta el capitán
Evangelios, sino: haceros hé rico, éjtntes Johan Rodrigue/ de Monroy, sino dende
de un año tener en mucho, é daros hé es- "esta cibdad*? ¿De dónde llevó gient caba-
to ó aquello, con estas vulpinas ó enga- llos é más, é otros gient hombres, sobre
ñosas artes é palabras sin verdad, enga- los que truxode Castilla, el adelantado Se-
ñando simples pecadores que los siguen, bastian de Velalcágar para poblar su go-
han despoblado estas islas; é aleándoles bernagíon de Popayan en la Tierra-firme,
los pies del suelo, sirviéndose dellos co- sino desde aquesta cibdad? En el mesmo
mo grangeria propria para hacerse á sí tiempo ¿de dónde sacaron el muy reve-
mesmos ricos, é pobres á quien los cree rendo señor obispo de Veneguela, don
con peligro de los cuerpos, é á más de Rodrigo de Bastidas y el capitán Pedro
innumerables que movidos desta forma é de Limpias ciento é cinqüenta caballos
debaxo de aquellas promesas vanas están é tresgientos hombres * para reedeficar

* Debe tenerse présenle que en el capítulo XX del libro XXV, donde narra todo lo relativo á ta
TOMO 111. 60
474 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
aquella gobernaron é provincia de Ve- caba que las dichas ordenanzas se vies-
neguela sino de aquesta cibdad? Y en sen, é si fuesse nescessario, se añadiessen
el mesma tiempo yo estoy maravilla- ó menguassen, como Su Magestad más
do de Hernando Cortés cómo escribió servido fuesse. Porque como por la gran-
lo dicho de susso, porque en aqueste ca- dega é diversidad de las tierras que cada
so tiene muy larga respuesta en estas In- dia se manifestaban, é por muchos secre-
dias é fuera deltas, donde tales cosas se tos que cada dia de lo descobierto resul-
saben tan en contrario de su carta, como taban é se conosgen, era nesgessario que
tengo dicho, é. otros muchos que hoy vi- á nuevos acontesgimientos, oviessen nue-
ven lo saben: antes me parejee que su re- vos paresceres é consejos: é si en algu-
lación en este caso es reducida é no para nos de los quél avia dicho ó dixesse de
parar en ella. Passemos á lo demás. ahí adelante paresgiesse á Su Magestad
Dige assimesmo en su carta, que cómo que contradigen algunos passados,. digo
le convenia buscar toda la buena orden quel nuevo caso le hage dar nuevo pares-
que fuesse posible para que aquellas tier- ger; é con esto concluye su carta fecha en
ras se poblassen, ó los españoles que allá la grand cibdad de Temistitan de la Nue-
estaban é-lós naturales se conservassen, va España á quinge dias del mes de. ottu-
é nuestra sancta fée cathólíca se arraygas- bre de mili é quinientos é veynte y qua-
se, pues Su Cessárea Magestad le higo tro años.
merged de le dar esse cuydadb> é Dios Creerse debe que lo que Hernando Cor-
fué servido de le hacer medio por dó vi- tés dige gerca dessas ordenangas, é lo que
niessen aquellas gentes en su coaoscimien- en ellas ordenó, que todo se fundaría so-
to é debaxó del yugo de Su AI teca, que bre buen gelo del servigio de Dios é de Su
por todos estos respetos él hico ciertas or- Magestad é conservagion de los españoles
denanzas é las mandó pregonar, é las en- é de los indios; pero como esto .es caso
vió á Su Magestad para que las maadasse de tan grand importahgia7 y en que tanto
aprobar, porque tuce que son muy con- vá á la poblagion de la tierra é ala real
vinientes. Pero que de algunas dellas los consgiengia de Su Magestad, é á la au-
españoles no estaban muy satisfechos, en mentagion de la república chripstiana á
especial de aquellas que los obligan á ar- loor de Dios guiado de manera que por la
raygarse en la tierra, porque todos los diligencia del Emperador, nuestro señor,"
más tenían pensamiento -de averse con ó de su muy alto Consejo de las Indias,
aquellas tierras, como se avian ávido con estát^ las cosas' de la fée muy encumbra-
estas islas que antes se poblaron, ques das, para lo qual han ydo allá tantas do-
esquilmar é destruyr, é después dexar- genas de frayles, é cada dia van de todas
las. É porque le paresce que seria grand órdenes, é allá se han multiplicado, como
culpa á los que de lo passado tenian expi- se dixo del trigo. Y está la dottrina de
riencia, no remediar lo pressente é por Chripsto en otros términos, é han enten-
venir é aquellas cosas por donde era no- dido en esso personas tan notables y
torio averse perdido las dichas islas, ma- sgientes, é de buena vida é sancto exem-
yormente seyendo aquella tierra de tanta plo, que se sirve Dios, Nuestro Señor,
grandeca en noblega, é donde tanto po- mucho en aquellas partes, como más lar-
dia Dios ser servido, é las rentas re'ales gamente se dirá adelante lo que higiere al
acrescentadas; por tanto pedia é supli- caso en esto y en otras materias.
gobernacion de Venezuela, dice que el obispo Bas- to é cinqüenla hombres é ejento é veynte caba-
tidas llevó consigo solamente el número de «ejen- llos.»
DE INDIAS. L1B. XXX1I1. CAP. XLU. 47o

CAPITULO XLII.
En et qual se tracta una relación quel canutan Alvarado euvió al gobernador Hernando Cortés desde la cíb-
dad de Uclacan, á once días de abril del año de mili é quinientos é veynte y quatro, la qual envió el go-
bernador al C/éssar juntamente con la otra, de que se ha tractado en los capítulos precedentes.

Di'ige el comendador Pedro de Alvara- venían, dixeron que á coger miel, de la


do, que dende Soconusco escribió á Her- qual hay mucha é muy buena é de mu-
nando Cortés todo lo que hasta allí le avia chas maneras por aquella tierra, aunque
subgedido: el qual después que envió sus notorio fué que eran espías, segund ade-
mensajeros á aquella gente de ía tierra, lante paresgió. É non obstante esso no las
hagiéndoles saber cómo yba á ella á con- quiso apremiar: antes las halagó é íes dio
quistar é pacificar las provincias, que só otro mandamiento é requirimiento, como
el dominio-de la corona real de Castilla, el que se dixo de susso, é los envió á los
é de Su Magestad el Emperador Rey, señores de aquel pueblo, é nunca á ello
. nuestro señor, é de la Cathóíica Magestad ni á otra cosa quisieron responder
de la Sereníssima Rey na doña Johana, su Después que llegó este capitán con su
madre, nuestros señores, no se quieren gente á este pueblo, halló todos los ca-
meter, é á ellos como vassallos de Su Ma- minos abiertos, é muy assi el real como
gestad, pues tales se avian ofresgido, pi- los que atravessaban, ó los caminos que
dió favor é ayuda para.entrar por su tier- yban á las calles principales ,¡ atapados:
ra , porque haciéndolo assi harían lo que de lo qual se pudo muy bien colegir el
debían, é como leales vassallos servirían mal propóssito de los indios, é que aque-
á Dios en ello é á Su Magestad, y él é los llo está fecho para pelear. É allí salieron
españoles de su compañía los favoresge- algunos indios áhablar, enviados por los
rian é ternian en toda justicia. É lo con- de la poblagion ques dicho, é degian den-
trario haciendo, protextó que les haría la de léxos al capitán Alvarado que se en-
guerra, como á desobidientes é rebeldes trasse en el pueblo á se apossentar, lo
contra el servicio de sus Reyes é señores qual ellos quisieran, por poder más á su
naturales, é que por tales los declaraba plager dar en los chripstianos, como lo
desde estonges, no viniendo en lo que eran tenian ordenado; pero el capitae higo as-
obligados, certificándoles que- serian es- sentar su gente é su real junto al pueblo
clavos todos los que en la guerra se lo- hasta catar Ja tierra é sentir mejor la in-
massen, si diessen lugar á que con ellos tengion de aquella gente. É como donde
viniesse en rompimiento. falta prudengia, turan poco las cautelas,
Después que les envió sus mensajeros luego aquella tarde no pudieron ocultar
con estas amonestaciones, higo alarde de su mala intengion aquellos indios: antes
toda su gente de pié é de caballo; é otro mataron é hirieron á algunos de los ami-
dia adelante por la mañana se partió en gos que yban en compañia de los espa-
demanda de aquella tierra: anduvo tres ñoles; é como llegó el mandado, envió
dias por un monte despoblado, y estando gente de caballo á.correr el campo, é
sentado su real, la gente de vejas que te- dieron en una gelada de mucha gente de
nia puestas tomaron tres espías de un pue- guerra, la qual peleó con ellos, ó hirie-
blo do aquella tierra, llamado Zapotulan, ron algunos caballos aquella tarde.
las quales, seyendo interrogadas á qué Otro dia siguiente el capitán fué á ver
476 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
la dispusieron del camino por donde avia tad del camino assentó real aquella no-
de^yr, é vido también gente de guerra; ahe, porque por ser tan áspero el puerto
é la tierra era tan montuosa é llena de no pudieron andar más, ni aun lo podian
cacaguatales, que son aquellos árboles subir los caballos.
que la fructa se tracta é corre por mone- Otro dia de mañana siguió su camino,
da , como más largamente se dixo en el y encima de un reventón se hafió una mu-
libro VIII, capítulo XXX de la primera ger sacrificada é un perro, é segund dixo
parte. E también avia otras muy grandes la lengua era desafio ó protextacion con-
y espesas arboledas, que hacían más fuer- tra los chripstianos. Passando adelante,
te' este pueblo é la tierra para los contra- se bailó en un passo muy estrecho una al-
rios que no para los nuestros. É se volvió barrada de paligada fuerte, y en ella no
el capitán al real, é mandó aderescar su avia gente alguna que ladefendiesse. Aca-
gente; é puesta en orden, se partió otro bado de subir el puerto, yban delante to-
dia por la mañana para entrar en el pue- dos los ballesteros é peones, porque los
blo : y en el camino estaba un rio de mal caballos no se podían mandar, por ser tan
passo, é teníanlo los indios tomado, é fué fragoso el camino é todo aquello: é sa-
nescessario pelear con ellos, é ganóse el lieron hasta quatro mili hombres sobre
passo por fuerga; é sobre una barranca una barranca, é dieron en la gente de los
del rio, en un llano, esperó el capitán la amigos con tal refriega de piedras é varas
recaga, porque era peligroso el vado, é é flechas, que los higieron retraer abaxo;
no le fuera hecho bien en los postreros, si pero luego se ganó aquello. Y estando ar-
él fuesse adelante. Y estando allí aten- riba el capitán, recogiendo la gente para
diendo á que todo su exército passasse, se rehagerse, vido más de treynta mili hom-
juntaron por muchas partes los enemigos, bres que venían sobre los españoles: é
é vinieron por los montes, é le tornaron á quiso Dios que hallaron allí unos llanos, é
acometer, é fueron resistidos hasta que aunque los caballos yban bien cansados
passó todo su fardage: é después de en- del puerto, esperaron hasta que los ene-
trados en las casas, dieron en la gente migos llegaron á echar flechas. E quando
con mucho ímpetu, é los desbarataron, é al capitán le paresció, dio la señal á su
siguieron el alcance hasta passar el mer- gente é rompió por los contrarios, los
cado, é aun media legua adelante, ver- quales, como nunca avian visto caballos,
tiendo sangre B matando muchos de los cobraron tanto temor dellos que se pusie-
contrariad. É quando al capitán le páres- ron en huyda; é fué el alcange muy san-
elo volvió atrás, recogiendo su gente vic- griento , é mataron muchos dellos. É allí
torioso , é assentó su real en el mercado aguardó á que acabasse de llegar toda
ó tiánguez de aquel pueblo, y estuvo allí la gente de los nuestros, que aun queda-
dos días reposando con su gente, é con ban muchos atrás; é recogidos, fueron á
alguna della corriendo la tierra. se apossentar una legua de allí á unas
Passados los dos dias, se partió el co- fuentes de agua, porque acullá no la te-
mendador para otro pueblo que se llama nían é la sed los aquexaba mucho, é se-
Quecaltenago, é aquel día passó dos rios gund yban cansados, adonde quiera toma-
muy malos, é de peña tajada en partes ban por buen assiento. E cómo ya aque-
las costas del uno dellos, é aun ovo de llo era tierra llana, el capitán tomó la de-
hacer el passo con mucho trabaxo. É co- lantera con treynta de caballo, é muchos
mengó á subir su exército un puerto que dellos llevaban caballos de refresco, é to-
tiene seys leguas de luengo, y en la mi- da la gente demás yban hechos un cuer-
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XLII. 477
po: é luego baxó á tomar el agua el ca- denó luego su gente, é salió á íes dar la
pitán , el qual é los de caballo, estando batalla en la mitad de un llano que tenia
apeados bebiendo, vieron venir á ellos bien tres leguas de luengo, con noventa
macha gente de guerra, é dexáronla lle- de caballo, é dexó gente en el real que
gar, que venían por unos llanos muy gran- le guardassen: é á un tiro de ballesta del
des : é quando fueron cerca, los de caba- real é no más se comengó el rompimien-
llo rompieron los ginetes por ellos, é allí to por los enemigos, é los desbarataron
se higo otro alcance é matanga muy gran- por muchas partes. É siguióse el alcange
de , aunque ovo indios que uno dellos es- dos leguas é media hasta tanto que toda
peraba dos de á caballo. É siguióse el al- la gente avian rompido, que no llevaban
cance bien una legua , é llegábanse ya á ya contradigion por delante, é después
una sierra, donde higieron rostro; y el ca- revolvieron sobrellos, é los nuestros de
pitán Alvarado fingió que huia con cier- pié en los enemigos hagian tanto estrago,
tos de caballo para sacar los enemigos al que no se podia hager mayor: ó gercaron
campo, é salieron hasta llegar á las colas un monte ó gerro raso, donde se acogieron
de los caballos. É después que se rehigo los vengidos, é subiéronle arriba, é toma-
con los de caballo, dio la vuelta sobre los ron todos los que allí avian subido. Este
enemigos, tan presto é con tanto denue- dia murieron muchos de los contrarios, ó
do, que volvieron las espaldas, é se higo fueron pressos grand número de los que
un alcange é castigo muy grande, en el eran capitanes é señores é personas prin-
qual murió uno de tos quatro señores de gipales é señaladas. É desque los señores
aquella eibdad de Uclacan, que yba allí de aquella eibdad supieron que su gente
por capitán general de toda la.tierra. É era desbaratada, acordaron ellos é toda
ávida esta victoria, el capitán Alvarado la tierra de convocar otras provingias pa-
se retruso á aquellas fuentes, donde as- ra ello, é aun á sus enemigos dieron pa-
sentó su real aquella noche, harto fatiga- rias é los atruxeron, para que todos se
dos é cansados los españoles, é algunos juntassen é matassen á los chripstianos: é
dellos é caballos heridos. para efettuar su mala intengion, enviaron
á degir que querían ser buenos, é que de-
Otro dia de mañana se partió nuestro
nuevo daban la obidiengia al Emperador,
exérgito para el pueblo que llaman de
nuestro señor, é que el capitán Alvarado
Quecaltenago, que estaba una legua de
se viniesse dentro de aquella eibdad de
allí, é con lo acaesgido del casligo de an-
Uclacan, como después le truxerop, con
tes lo hallaron despoblado, sin hallar
pensar ellos que le aposentarían dentro,
persona alguna en él. É allí se apossentó
é que después de apossentado, una no-
el capitán é su gente, y estuvieron refor-
che darían fuego á su mesma eibdad, é
mándose é corriendo la tierra, que no es
que allí quemarían á los españoles é sus
menos poblada que la de Tascaltecle, y
amigos, sin que les pudiessen resistir. É
en las labrangas muy semejantes ó de la
de hecho oviera efetto su mal propóssito,
mesma manera, ó tierra muy fría en de-
sino que Dios no consintió en ello ni que
masía. É desde á seys días que allí esta-
aquellos infieles oviessen .victoria contra
ban , un jueves á medio, dia paresgió mu-
los nuestros; porque la eibdad es muy
cha gente, y en muchos cabos: de los qua-
fuerte en demasía é no tiene sino dos en-
les supo que eran de la mesma eibdad
tradas , la una de treynta y tantos esca-
los doge mili dellos é de los pueblos co-
lones de piedra muy alta, é por la otra
marcanos, é los demás eran ineontabics.
parte una calgada fecha de mano: é te-
É como el capitán Alvarado los vido, or-
478 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nian mucha parte deila ya cortada para vicio de Su Mageslad, determinó de que-
acabar déla cortar aquella noche, é ningún mar aquellos señores que estaban pres-
caballo pudiera salir á la tierra, é como sos, los quales dixeron, al tiempo que
la cibdad es muy junta, é las calles rauy los querían quemar, quellos eran los que
angostas, en ninguna manera los nues- avian mandado-hager aquella guerra é los
tros se pudieran sufrir sin ahogarse, ó que la hacían, é la manera que se avia de
por huyr del fuego, despeñarse. É có- tener para quemar al capitán é á los es-
mo los españoles subieron seguros y el pañoles con los demás en la cibdad, é
capitán se vido dentro é vido la fortaleca con esse pensamiento le avian traydo al
tan grande, é que dentro della no se po- capitán á ella; é quellos avian mandado
dían aprovechar de los caballos, por ser á sus vassallos que no viniessen á dar la
las calles tan angostas y encalcadas, de- obidiencia 9\ Emperador, nuestro señor,
terminó .de salirse luegd á lo llano, é de- ni sirviessen ni higiessen otra buena obra.
xó la cibdad, aunque los señores della le É cómo conosció dellos su mala voluntad
contradecían é rogaban que se sentasse á al servicio de Su Magestad, é para el
comer é que luego se yria, por tener lu- bien é sosiego de aquella tierra, el capi-
gar de concluyr su mal pensamiento. Mas tán Alvarado los higo quemar.é assimes-
él, conosciende* el peligro en que estaba, mo higo pegar fuego á la cibdad é derri-
envió luego gente delante á tomar la cal- barla por los cimientos, porque estaba
cada é puente para salir á la tierra llana; tan peligrosa é tan fuerte, que más pa-
y estaba ya la calcada en tales términos, rescia receptáculo ó espelunca de ladro-
que apenas podia subir un caballo. Y al nes que no de pobladores. É para bus-
rededor de la cibdad avia mucha gente carlos, envió á la cibdad de Guatimala,
de guerra, ó cómo le vieron passado á lo que está diez leguas de allí, á decirles é
llano se apartaron, pero no tanto que requerirles de parte de Su Magestad que
se dexasse de rescebir daño de los ene- le enviassen gente de guerra, assi para
migos, y el capitán lo disimulaba todo saber dellos la voluntad que tenían, co-
por prender á los señores que ya anda- mo para temorigar la tierra; y ella fué
.ban ausentados, é por maneras que tuvo buena é dixo que le plagia, é para esto
con ellos é por dádivas que les dio, para le envió quatro mili hombres, con los
más asegurarlos los prendió, é pressos quales é con los demás quél tenia higo
los tenia consigo. É no por esso los suyos una entrada é los corrió y echó de toda
dexaban de dar guerra á los nuestros por su tierra. Viendo el daño que se les ha-
Jos alrededores, é le herían é mataban gia, le enviaron ó degir al capilan con sus
muchos al capitán de los indios que yban mensajeros que querían ser buenos, é que
por hierba para los caballos: ó un espa- si avian errado, ^via seydo por manda-
ñol cogiendo hierba á un tiro de ballesta do de sus señores, é que estando aque-
del real, desde encima de una barranca llos vivos, no osaban á hager otra cosa, é
le echaron una galga ó grand piedra, con que pues ya ellos eran muertos é quema-
que le mataron. Es la tierra tan fuerte de dos, que le rogaban que los perdonasse.
quebradas, que hay quebrada que entra Y el comendador Alvarado les aseguró
doscientos estados de hondo, é por estas las vidas é les mandó que se viniessen á
quebradas no los podían castigar ni Ija- sus casas é poblassen la tierra como an-
cerles la guerra, como ellos.lo merescian. tes, los quales lo higieron assi como pri-
E viendo el capitán que con correr !a mero solian estar en la obídiengia é sef-
tierra é quemarla, los podría atraer al ser- vigio de Su Magestad. É para más asegu-
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XLn. 419
rar la tierra, higo soltai»dos hijos de los ros: ó pienso, con el ayuda de Nuestro
señores, á ¡os quales puso en la possesion Señor, que presto le atraeremos al servi-
de los estados de sus padres, porque se gio de Su Magestad, porque segund estoy
tuvo por cierto que harian bien todo lo informado, tengo mucho qqf hager ade-
que conviniesse al servigio de Su Mages- lante, é á esta causa me daré priessa por
tad é al bien de la tierra. Y en quanto to- invernar ginqüenta ó gient leguas adelante
ca á aquella tierra no hay más que decir de Guatimala, donde me digen (é tengo
al pressente, sino que todos los indios nueva de los naturales desta tierra) de
que se tomaron,, se herraron é hicieron es- maravillosos é grandes edefigios, é de
clavos, de los quales se dio el. quinto á grandega de cibdades que adelante hay: é
Su Magestad y en su nombre al thessore- también me han dichc^que ginco jornadas
ro de la hacienda real Baltasar de Men- adelante de una cibdad muy grande, que
doga: el qual quinto se vendió en almo- está veynte jornadas de aqui, se acaba es-
neda para que más segura estuviesse la ta tierra, é afírmanse en ello. É si assi es,
hacienda de Su Magestad. gertíssímo tengo que es el estrecho. Ple-
. Yo he ydo acortando palabras, sinde- ga á Nuestro Señor me dé victoria contra
xar de decir cosa de lo substancial de la estos infieles; para.'que yo los trayga/á su
carta del comendador Pedro de Alvara- servigio é al de-Su Magestad. No quisie-
do: é agora quiero decir el fin della á la ra hagér en pedagos está relagion sino
letra, como lo dice su relación al goberna- desde el cabo de todo, porque más ovie-
dor Hernando Cortés; y es desta manera: ra que degir. La gente de españoles de •
«De la tierra hago saber á vuestra mer- mi compañia de pié é de caballo lo han
ced que es templada é sana é muy pobla- hecho tan bien en la guerra qué se ha
da de pueblos muy regios, y esta cibdad ofresgido, que son dignos de muchas
es muy bien obrada é fuerte á maravilla, mergedes. Al pressente no tengo más que
é tiene muy grandes tierras de pan é mu- degir que de substangia sea, sino que
cha-gente subjeta á ella, lo qual con todos, estamos metidos en la más regia tierra de
los pueblos subjetos á ella comarcanos de- gente que se ha visto; é para que Nues-
xo só yugo y en servigio de la corona real tro Señor nos dé victoria, suplico á vues-
de Su Magestad. En esta tierra hay una tra merged mande, hager una progessipn
sierra de alumbre é Otra de acije, é otra en essa cibdad de todos los clérigos é
de agufre, el mejor que hasta hoy se ha frayles para que Nuestra Señora nos ayu-
visto: que con un pedago que me truxe- de , pues estamos tan apartados de socor-
ron sin lo afinar ni sin otra cosa, hige me- ro, si de ella no nos viene. También ten-
dia arroba de pólvora muy buena, é por ga vuestra merged cuydado de hager sa-
enviar á Argueta é no querer esperar, no ber á Su Magestad cómo le servimos con
envió á vuestra merced ginqüenta cargas nuestras personas é hagiendas á nuestra
dello; pero su tiempo se tiene para cada costa: lo uto para descargo de la cons-
é'quando fuere mensajero. Yo me parto giengia de vuestra merged, é lo otro pa-
para la cibdad de Guatimala lunes onge ra que Su Magestad nos haga mergedes.
de abril, donde pienso detenerme poco, á Nuestro Señor guarde el muy magnífico
causa que un pueblo que está assentado estado de vuestra merged por largos
en el agua, que se dige Aticlan, está de tiempos, como dessea. Desta cibdad de
guerra é me ha muerto quatro mensaje- Uclacan * á onge de abril de mili é quinien-

* Como va notado antea de ahora, es grande la variedad con que están escriíos estos nombres.
480 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tos é veynte y quatro años.—É segund lle- seró bien servidifen ello, que agora vale
vo el viage largo, pienso me faltará her- entre nosotros ciento y noventa pessos la
rage: si para este verano que viene vues- docena, é assi la mercamos é pagamos á
tra merced me pudiere proveer de her- oro.=Bessa las manos de vuestra raer-
rage, será grand bien, é Su Magestad ced.—Pedro de Alvarado.

CAPITULO XLIII.

En que se Irada de otra relacio n fecha por el mesmo capitán Pedro de Alvarado al gobernador Hernando Cor-
tés desde la cibdad de Sancliago de Guatimala, áocho de julio de mili é quinientos é veynte y quatro años:
la qual relación , por evitar prolixidad, se dirá conforme á lo substancial é sentencia de lo que contiene.

Jim la relación de susso dio noticia el gestad, é que si viniessen, él les manda-
capitán Pedro de Alvarado de las cosas ría que gessassen en la guerra é fuessen
que hasta Uclatan se le avian subcedido, vassallos de su geptro real de Castilla, é
y en esta cuenta lo que desde allí adelan- tuviessen é guardassen entera amistad
te le subgedió hasta los ocho de julio de con ellos é los que estuviessen en su obi-
aquel año de mili é quinientos é veynte diengia; é que si otra cosa higiessen, él
y quatro. É dice que partió, de la cibdad yria con ellos á hagerles la guerra é cas-
de Uclatan, y en dos días llegó á la de tigarlos. E para este efetto les envió dos
Guatimala, donde fué muy bien reseebi- mensajeros de aquella cibdad, á los qua-
do de los señores del la, que no pudiera les mataron, sin temor alguno: é sabido
ser más en casa de sus padres del é de por el capitán, se partió contra los mal-
los que con él yban, sin aver falta alguna ' hechores con sessenta de caballo é giento
en lo nesgessario. Desde á ocho días que y ginqüenta peones, é con los señores é
estaba en aquella cibdad supo de los se- naturales de Guatimala; é anduvo tanto,
ñores della que á siete leguas de allí es- que aquel dia entró por la tierra de los
taba otra cibdad sobre una laguna muy contrarios, é no salió gente alguna de
grande, é que aquella hacia guerra á paz ni de guerra á lo resgebir: lo qual
Guatimala é Uclatan é á todas las demás á viendo Alvarado, metióse con treyntade
ella comarcanas por merca del agua é ca- caballo por la tierra á la costa de la lagu-
noas que tenian, é que de allí salían á na , é ya que llegaban gerca de un peñón
saltear de noche en la tierra de los otros. poblado que estaba en el agua, vieron
É los de Guatimala dixéronle al capitán gerca de sí un esquadron de gente, é Al-
Alvarado quellos eran buenos y estaban varado les acometió con los de caballo
en la obidiencia é ser vigió del Rey Em- que con él estaban, é siguiendo el alean-
perador , nuestro señor, é q*e sin su li- ge dellos, se metieron por una calgada
cencia ni querían ni darla ni atin tomarla; angosta que entraba al dicho peñón, por
pero que viesse el daño que de aquellos donde no podían andar los caballos. É
resgebian é lo remediasse: el qual les allí se apeó con sus compañeros, é á pié
respondió que lo degianmuy bien, é quél juntamente é á la vuelta, mezclado con
los enviaría á llamar de parte de Su Ma- los indios que huían, se entró en el peñón

Unas veces se lee Iclacan, oirás Uclatan y otras en diferentes pasajes llevamos liechas.
Utaclan, prueba evidente de las observaciones que
DE INDIAS. LIB. XXXUI. CAP. XLIH. 481
de tal manera, que no dieron lugar los jgiessen guerra á ninguno de los comarca-
nuestros á que los enemigos rompiessen nos, é que tuviessen paz é amistad, pues
las puentes, que á las quitar, no podían en- que todos eran vassallos de la corona real
trar allá. En este medio tiempo llegó mu- de Castilla; é assi prometieron de lo ha-
cha gente de la nuestra, que venían atrás, cer, é los envió muy contentos é seguros.
é ganóse el dicho peñón, que estaba muy Y el capitán ó la gente se tornaron á Gua-
poblado, é toda la gente del se fué á na- timala, é desde á tres dias fuero» en ella
do á una isla, é se escaparon allá, á causa todos los señores principales ó capitanes
que no llegaron á ella trescientas canoas, de la dicha laguna, con pressentes para
que venían por el agua, de amigos. Cosa el capitán, é le di serón que ya ellos eran
fué de mucha ventura, segund la fuerte amigos de los chripstianos, é que se ha-
dispusigion del peñón, ganarle de aquella llaban muy dichosos en ser vassallos de
manera sin peligro alguno. Su Magestad, assi por tener tan poderoso
Aquella tarde el capitán con su gente señor é Rey, como por se quitar de tra-
se salió del peñón, é assentó real en un baxos é guerras é diferencias, que hasta
llano de mahigales, donde durmieron estonces entre!los avia. Y el capitán los
aquella noche. Luego otro dia de maña- resgibió gragiosamente, é les dio sus jo-
na, encomendándose á Dios, fueron por yas , é después que les ovo hecho muy
la poblagion adelante, que estaba muy largo ragonamiento é animádoles á ser
fuerte á causa de muchas peñas, arcabu- fieles é perseverar en la paz contrayda,
cos é boscages que avia, é halláronla des- los envió á su tierra contentos; é son de
poblada, porque como vieron que avian la más pagífica gente que hay por aque-
perdido aquella fuerga tan grande que te- llas partes..
nían en el agua, no osaron atender en la Estando en aquella cibdad, fueron
tierra, sino alguna poca de gente alia al otros muchos señores de otras provingias
cabo del pueblo, confiando en la aspere- de la costa del Sur á dar assimesmo la
za déla tierra. É tomáronse ciertos indios obidiengia á Su Magestad, digienda que-
de los naturales della, é á tres dellos en- llos querían ser sus vassallos, é que no que-
vió el capitán por mensajeros á los seño- rían guerra con nadie, é que para esto el
res, amonestándoles que viniessen á dar capitán Alvarado losresgibiesse portales,
la obidiengia á Su Magestad é á ponerse é los favoresgiesse é tuviesse en justigia.
debaxo de su real corona, donde no, que Y él los resgibió, como era ragon, é les
se les haria la guerra, é los buscarían dixo que en nombre de Su Magestad los
por los montes é donde pudiessen ser ávi- tractaria muy bien é los favoresgeria é
dos: los quales respondieron que hasta ayudaría; é aquellos le dieron notigia de
estonces en su tierra alguno se la avia otra provingia que se llama Izcuytepeque,
rompido ni entrado contra su voluntad que está algo más la tierra adentro; é
por fuerga de armas; é que pues él avia dixeron que aquellos no los dexaban ve-
entrado, quellos holgaban de servir á Su nir á dar la obidiengia á Su Magestad, é
Magestad assi como se lo mandaba. É lue- aun no tan solamente esso, pero que á
go vinieron é se pusieron en su poder, y otras provingias que están de la otra par-
el capitán Alvarado por las lenguas les te de aquella, que estaban con buen prú-
dio á entender la grand potencia del Em- póssito é querían venir de paz, no los de-
perador Rey, nuestro señor, é les perdo- xaban passar, é les degian que á dónde
nó en su real nombre lo passado, é les yban, que eran locos, si no que le dexas-
amonestó que dende en adelante no h¡- sen vr al capitán é á los chripstianos allá,
TOMO III. 61
482 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que todos les darian guerra. É cómo fué de Su Magestad é de sus subcessores.
certificado que era assi,se partió para allá Desseando el capitán Alvarado calar la
con toda su gente de pié é de caballo, tierra é saber los secretos della, determi-
é durmió tres días en un páramo ó des- nó de passar de allí, é fué á un pueblo
poblado , é otro di a de mañana, ya que que se dice Atiepar, é fué rescebido bien
ovo entrado en los términos del pueblo, de los señores é naturales del, que son
halló todo aquello lleno de arboledas es- de otra lengua é gente por sí: é á puesta
pesas; y estaban todos los caminos §er- del sol, sin darles causa ni hagerles daño
rados é muy angostos, que no eran sino alguno, remanesgió despoblado é aleado,
sendas, porque con nadie tenían contrac- é no se halló hombre en todo él. É por-
tacion ni camino abierto. Y el capitán que lo rescio del invierno no le temasse
echó los ballesteros delante, porque los á este capitán ni le impidiesse su cami-
de caballo allí no podían pelear por las no, passó adelante, llevando muy con-
muchas ciénegas é arboledas, é llovía certado su exército; porque su propóssi-
tante, que con la macha agua las velas y to era de llegar cient leguas adelante, é
espías de los contrarios se retruxeron al de camino ponerse á lo que le viníesse
pueblo, porque no pensaron que aquel hasta andar las cient leguas, é después
dia llegaran los nuestros hasta ellos, é dar la vuelta pacificando lo que atrás de-
descuydáronse é no supieron de su yda xasse. É assi otro dia siguiente se partió,
hasta que el capitán é su gente estaba é fué á otro pueblo que se dice Tacuyluía,
dentro del pueblo. É cómo toda la gente é allí hicieron lo mesmo que los de Atie-
de guerra estaba en los caes ó casas, por par , que los rescibieron de paz é se alca-
amor del agua metidos, quando se qui- ron desde á una hora. De allí se partió á
sieron juntar., no tuvieron lugar, aunque otro pueblo que se llama Taxisco, que es
todavía esperaron algunos dcllos, é hirie- muy recio é de mucha gente, é fué res-
ron algunos españoles é á muchos de los cebido como de los otros de atrás, é dur-
amigds que con ellos yban; é por la mu- mió en él aquella noche, pero con buena
cha agua que llovía, se escondieron por guarda. É de allí se partió otro día para
los arcabucos é bosques, que no ovo la- otro pueblo que se dice Naucedelan: esta
gar de hacerles daño alguno más de que- es grand .población. É temiéndose de
marles el pueblo. É luego les envió el aquella gente, que no la entendían, dexó
capitán mensajeros á ios señores, dicién- diez de caballo en la regaga, é otros diez
doles que no oviessen temor é viniessen mando yr enmedio del fardage, é siguió
á dar la obidiencia á Su Magestad, si no su camino; é podría yr dos ó tres leguas
que les haría mucho daño en la tier- del pueblo de Taxisco, quando supo que
ra é les talaría los mahicales; y ellos avia salido gente de guerra, é que avian
acordaron de lo hacer * é vinieron de dado en la recaga , é que le mataron mu-
paz, é diéronse por vassallos de la co- chos indios de los amigos, é le tomaron
rona real de Castilla; y el capitán los mucha parte del fardage é todo el hilado
rescibió muy bien, é los amonestó que que llevaba para las ballestas, y el herra-
fuessen buenos de ahí adelante, é assi ge que llevaba para los caballos, que no
dixeron que lo harían. En aquel pueblo se les pudo resistir. É luego envió á Jor-
estuvo Al varado ocho dias, é allí fue- ge de Alvarado, su hermano, con qua-
ron otros de muchos pueblos é provin- renfa ó ginqüenta de caballo, á buscar á
cias de paz, que assimesrao dieron la aquellos que avian tomado lo ques dicho,
obídiengia é se otorgaron por vassallos é halló mucha gente armada en el campo
DE INDIAS. LIB. XXXUI. CAP. XLHI. 483
é peleó coa ellos é los desbarató: é nin- persona ninguna en él: é desde allí se
guna cosa de lo perdido se pudo cobrar, partieron para otro pueblo, llamado Aca-
porque las cosas é ropa ya las avian he- tepeque, que assimesmo hallaron desam-
cho pedagos, é della cada uno traia en la parado é sin gente; é de allí se partieron
guerra su pampanilla delante de sus ver- para otro que se dige Acarval, en el qual
güengas. Llegados á este pueblo de Nau- bate lá mar del Sur. É ya que llegaban á
cedelan, Joxge de Alvarado se volvió, media legua del pueblo, vieron los campos
porque todos los indios avian huydo á la llenos de gente de guerra con sus pluma-
sierra, é desde allí tornó á enviar al ca- ges ó devissas, é con sus armas ofensivas é
pitán Don Pedro con gente de pié que los defensivas, segund su costumbre; y esta-
fuesse á buscar á las sierras, por ver si ban enmedio de un llano aguardando, é
los pudiesse atraer á la paz, ó no se pu- quando los españoles estuvieron á un tiro
do hacer nada por la grande espesura de de ballesta de los contrarios, mandó el
los montes é boscages, é assi se tornó: y capitán Pedro de Alvarado que todos los
el capitán Alvarado les envió mensajeros españoles estuviessen quedos é puestos en
indios de sus mesmos naturales con re- orden hasta que acabó de llegar la retro-
quirimientos é mandamientos, apercibién- guarda. É desque todos estuvieron juntos,
doles que si no venian, los avia de hacer movieron é allegáronse á los enemigos
esclavos, é con todo esso no quisieron ve- hasta estar á medio tiro de ballesta los
nir ellos ni los mensajeros. A cabo de unos de los otros; pero los indios ningún
ocho dias quel capitán Pedro de Alvara- movimiento higieron ni mostraron altera-
do é su exército estaba en aquel pueblo gion alguna, porque estaban algo gerca
de Naugedelan, vino un pueblo de paz de un monte espeso, donde se podian
que se llama Pacoco, que estaba en el acoger. Mandó el comendador retirar su
camino por donde los nuestros avian de gente, que eran ciento de caballo é gien-
yr, y el capitán los resgibió benignamen- to y ginqüenta peones, é hasta ginco ó
te , é les dio de lo que tenia, ó les enco- seys mili indios de los amigos, é assi co-
mendó é rogó que fuessen buenos. É otro mo se yban retrayendo, quedaba en la re-
dia de mañana se partió para este pue- gaga el comendador porque su gente no se
blo, é halló á la entrada del los caminos le desordenasse. Este retirar fué tan
gerrados ó muchas flechas hincadas en grand plager para los contrarios, que as-
tierra; é ya que entraba por el pueblo, vi- si como lo vieron, se pusieron en segui-
do que ciertos indios estaban hagiendo miento hasta llegar junto á las colas de
quartos un perro á manera de sacrifigio, los caballos, con tanta grita, que era co-
é dentro del pueblo dieron de súbito una sa que pusiera mucho temor á quien no
muy grande grita, é vídose mucha molti- oviera visto aquello ó su semejante otras
tud de gente de guerra puesta en armas: veges; y eran las flechas que tiraban tan-
é arremetieron los nuestros á ellos, é rom- tas, que paresgian lluvia, é passaban
piéronlos en tal forma, que los echaron hasta los delanteros: é todo esto era en
del pueblo, é siguióse el alcange, que se un llano que para los unos ni los otros no
pudo seguir, con assaz daño de los ene- avia donde tropegar. Quando el comen-
migos. dador se ovo retraydo un quarto de le-
De allí se partió nuestro exérgito á otro gua, é se vido en tal dispusigion que á
pueblo, que se dige Mopicalco, donde fué cada uno le avian de valer las manos é
resgebido ni más ni menos quo de los no los pies huyendo, dio la vuelta sobre
otros, 6 quando llegó al pueblo no avia los enemigos con toda la gente, rompién-
484 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dolos, é fué tan grande el destroco é ma- derecha con treynta caballeros, é á Jorge
langa que en los contrarios se higo, que de Alvarado mandó que rompiesse con to-
en poco tiempo no avia vivo hombre de dos Jos demás en los contrarios (que ver-
todos los que salieron, puesto que venían Jos de Iéxos era cosa para espantar su
muy armados: y el que caía en el suelo moltitud, é porque los más dellos tenian
no se podía levantar, assi porque sus ar- langas de treynta palmos luengas é arbo-
mas son unos coseletes bastados, de tres ladas en alto). El capitán Pe^ro de Alva-
dedos de algodón en gruesso, é hasta los rado, que yba por general deste cathóli-
pies, como porque los nuestros al mo- co exérgito, cómo no podia pelear, pú-
mento Jos acababan, en viéndolos derri- sose en un gerro que allí junto estaba,
bados, sin que les valiessen sus arcos é por poder ver cómo se hagia, é vio que
flechas ni laucas luengas. En esta batalla llegaron todos los españoles hasta un tiro
ó recuentro fueron heridos muchos espa- de herrón de los indios, é ni los indios
ñoles, é al comendador le dieron un fie- huían ni los españoles les acometían, de
chacó que le passaron la pierna y entró lo qual el comendador estaba muy mara-
Ja flecha por la silla del caballo: de la villado cómo los indios atendían con tan-
qual herida dice en su relagion que que- to esfuergo, é cómo los españoles no les
dó lisiado, de manera que la una pierna acometían por la orden que les avia dado.
le quedó más corta que la otra quatro E la causa era que un prado, que estaba
dedos. Y en este pueblo les fué forcado entre los unos é los otros, pensaban los de
estar cinco dias, porque se curassen él é caballo que era giénega; é después que
los demás. vieron que era duro é íixo el terreno,
Desde allí se partió á otro pueblo lla- arremetieron con el apellido del apóstol
mado Tacusocalco, adonde envió por Sanctiago, é rompieron por los indios é
corredores del campo al capitán.don Pe- desbaratáronlos, é fueron siguiendo el al-
dro é á otros compañeros4 los quales cange más de una legua, derribando é
prendieron dos espías, que dixeron que ' matando en ellos de tal manera, que pa-
adelante estaba mucha gente de guerra ra ellos é sus descendientes fué bastante
del dicho pueblo é de otros de aquella castigo para nunca ser olvidado. Como
comarca, esperando á los españoles; é los pueblos de adelante vieron que en el
para más certificarse desso, llegaron has- campo los •desbarataban, acordaron de
ta ver aquella gente, y era grand multi- algarse é dexar solas las poblaciones sin
tud della. E á la sacón llegó Pedro de Al- gente.
varado con quarenta de á caballo, que Ávida esta victoria, que fué muy gran-
llevaba la delantera, porque el comenda- de é muy sangrienta, descansaron los es-
dor yba malo de Ja herida ques dicho, é pañoles é su exérgito en aquel pueblo dos
higo rostro hasta que llegaron todos los dias, y en fin dellos luego otro siguiente
nuestros; é cómo fueron juntos, cabalgó se partieron para otro pueblo que se di-
el comendador en un caballo, como pudo, ge Miaguaclan, donde también la gente
por ordenar su batalla é gente, c vicio del se fué al monte, como los otros; é par-
que estaban los enemigos fechos un cuer- tieron de allí los españoles para otro pue-
po de una grand falange ó batalla, é man- blo nombrado Athehuan, é allí enviaron
dó á Gómez de Alvarado que hiriesse en los señores de Guxclacan sus mensajeros,
los contrarios por la parte siniestra con digiendo que querian ser buenos é dar la
hasta veynte caballeros, é á Goncalo do obidiengia á Su Magestad, como susvassa-
Alvarado mandó que fuesse por la parte Kos, é assi la dieron. Y el comendador los
DE INDIAS. LIB. XXXÍÍI. CAP. XL1ÍI. 483
resgibió, pensando que mentirían, como gente á buscar los indios por los montes
los otros; é llegando que llegó á aquella c sierras, é halláronlos de guerra é pelea-
cibad de Cuxclacan, halló muchos indios ron con ellos, é hirieron algunos españo-
della que lo resgibicron é todo el pueblo les é á indios de los amigos: después de
aleado, y en tanto que los españoles so lo qual fué presso un pringipal de aquella
apossentaron no quedó hombre de los ve- cibdad, é para más justificagion lo mandó
cinos en el pueblo, que todos se fueron á soltar el comendador, é se lo envió con
las sierras. Visto esto, el comendador les otro mandamiento é requirimiento, que-
envió á degir que no fuessen malos, quo Uos cumplieron como el primero, respon-
mirassen que avian dado la obidiengia á diendo lo que anles avian dicho. Y el co-
Su Magestad ó á él en su real nombre, é mendador higo progesso contra ellos é
que sin causa alguna se ausentaban, é contra los otros quo le avian dado guer-
quél no yba á les hager daño ni guerra ni ra, é los llamó por pregones é tampoco
á tomarles lo suyo, sino á traerlos a! ser- quisieron venir, porque como no entien-
vigió de Dios, Nuestro Señor, é al de Su den essos términos ni derechos, sino los
Magestad. É respondieron que no conos- de su acostumbrada libertad, ó se hi-
cian á nadie ni querían venir , é que si él gieron sordos, ó no les paresgió que les
algo los quisiesse, que allí estaban espe- aconsejaban á su propóssito. Assi que, el
rando con sus armas. Cómo el comenda- comendador, vista su rebeldía, y el pro-
dor vido su propóssíto, envióles un man- gesso gerrado, los sentengió por esclavos
damiento é roquirimiento de parte del é los dio por traydores é á pena de muer-
Emperador, nuestro señor, en que les re- te á los señores de aquellas provingias, é
quería é mandaba que no quobrantassen á todos los demás que se oviessen toma-
las pagos ni se rebelassen , pues se avian do durante la gnerra é se toniassen des-
dado por sus vassalíos, donde no, que pués, é que hasta tanto que diessen !a
progederia contra ellos como contra tray- obidiengia á Su Magestad fuessen escla-
dores que se rebelaban á su Rey é señor, vos é los herrassen, é dellos ó de su va-
é les haría la guerra á fuego é á sangre, lor se pagasson onge caballos que en
é los que tomasse vivos, serian herrados y aquella conquista destos fueron muertos,
esclavos: é seyendo leales, les ayudaría é é los que de allí adelante matassen,- é
favoresgeria. É á este propóssito díxoles más las otras cosas de armas é nesgessa-
otras muchas é buenas palabras, exhor- rias á aquella conquista. Sobre aquellos
tándolos á la paz, que á mi paresger se les indios desta cibdad de Cuxclacan, estuvo
avia de enviar de letra firmada, ó no cur- el exérgito .chripstiano diez é siete dias:
siva ó de tirado, pues que no saben leer. que nunca por entradas que se higierou,
Dicho he otras voges, que con más es- ni por mensajeros que les enviaron, se
pagio é con termino para deliberar, é por pudieron atraer á la paz, porque la espe-
otra via se avian de hager estos requiri- sura de los montes, é bravas montañas é
micntos, é no tan breves ó á la soldades- sierras, é quebrada é mala dispusigion é
ca , como si fueran gente que entendieran áspera tierra, en que está aquella gente,
nuestra lengua; pero también como esta los higo porfiados é fuertes en su opinión.
gente era rebelada á su Dios verdadero, Dige esta relagion de Alvarado que allí
é siguen sus ydolatrias ó al diablo, assi supo de muy grandes tierras, la tierra
permite Dios su castigo. El caso es que adentro, con cibdades con edefigios de cal
los mensajeros no tornaron ni otra res- é canto, é supo de los naturales cómo
puesta, por lo qual el comendador envió aquella tierra no tenia cabo, é que para
486 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
conquistarse, segund es grande é de muy mistitan hasta lo que! comendador anduvo
grandíssimas poblaciones , es menester é conquistó hay quatrogientas leguas, é
mucho espacio ó tiempo. É por el recio in- ques más poblada aquella tierra é de más
vierno que entraba, no passó más adelante gente que toda la que Cortés hasta eston-
á conquistar, é acordó de volver ¿aque- ges avia gobernado.
lla cibdad de Guatimala é pacificar de Dige más: que avian hallado una sier-
vuelta la tierra que atrás avia desado; é ra donde está un volcan, la más espanta-
por mucho que lo trabaxó, no los pudo ble cosa que se ha visto, que echa por la
atraer á la obidiengia, porque toda aque- boca piedras tan grandes como una casa,
lla costa del Sur, por donde fué, es muy ardiendo en vivas llamas, é quando caen
montuosa, é las sierras gerca, adonde se se hagen pedagos é cubren toda la sierra
acogen. Assi que, por las muchas aguas, de fuego: é que sessenta leguas adelante
se tornó á Guatimala } donde para mejor vieron otro volcan que echa humo muy
conquistar é pagificar aquella tierra tan espantable que sube al gielo, en anchor
grande, é tan regia é belicosa gente, hi- de compás de media legua, y envuelto
go y edeficó en nombre de Su Magestad del humo; é que todos los rios que de
una cibdad de españoles, é nombróla allí desgienden no hay quien beba el agua,
Sanctiago, para que desde allí, que está porque sabe á agufre; é que en espegial
en la mejor parte de la tierra é con más viene de allí un rio caudal é muy hermo-
aparejo, se conquistasse lo de adelante, so , tan ardiendo que no lo pudo passar
y eligió alcaldes é regidores para la go- gierta gente de su compañía que yba á
bernagion de aquella república. hager una entrada, é que andando á bus-
Passados los dos meses que quedaban car vado hallaron otro rio frió, que entra-
del invierno, dige en su relación el co- ba en el ques dicho, é allí donde se jun-
mendador Alvarado, que pensaba salir de taban hallaron un vado templado, que lo
aquella cibdad en demanda de la provin- pudieron passar. É con esto dige, que de
gia de Tapalan, que está segund lo digen, las cosas de aquellas partes no hay más
quinge jornadas de allí la tierra adentro, que contar é hager saber por estonges al
que segund le avian informado es cib- gobernador, sino que le degian los indios
dad tan grande como la de Temistitan, é que desde aquella níar del Sur á la del
de grandes edefigios de cal é canto é agu- Norte hay un invierno é un verano de an-
teas. É sin ella digen que hay otras mu- dadura: en lo qual él y ellos se engañaban
chas, é que de quatro ó ginco dellas avian mucho, porque assi en essa distangia, co-
venido allí á dar la obidiengia á Su Ma- mo otras cosas de las quedesusso se han
gestad ; é le dieron á entender que la una dicho de la grandega. de aquellas cibda-
dellas tenia treynta mili veginos, é que des (que no hay tan grandes) se engaña-
no se maravillaba, segund son gran- ron, porque el tiempo lo ha mostrado.
des los pueblos de aquella costa que la Y el engaño es, que- demás de no aver
tierra adentro hay, alo que le degian: aquellos edefigios de cantería, como dige,
é quel verano siguiente pensaba passar quanto á la grandega hay en ello una cosa
dosgientas leguas adelante, donde espe- que lo hage verisímil, porque están pobla-
raba que Su Magestad seria muy servido, dos en barrios continuados de longitud,
é su real estado aumentado, é quel go- unos en pos de otros, é más se pueden de-
bernador Hernando Cortés ternia notigia gir provincias que no pueblos. Pero des-
de otras cosas nuevas. de que Alvarado escribió aquello, ques
el año ya dicho, hasta agora está mejor
Dige más: que desde la cibdad de Te-
DE INDIAS. LIU. XXXIII. CAP. XL1II. 487
entendido é penetrado todo aquello, co- no tiene nadie la culpa sino Vuestra Mer-
mo se dirá quando de la mar del Sur en ged, por no aver hecho relagion á Su Ma-
la tercera parte desta General historia de gestad de lo que yo le he servido. Pues
Indias se tráete: las quales es una la de me envió acá, suplico á Vuestra Merged
Guatimala, en la qual fué el primero go- le haga relagion de quién soy, é lo que á
bernador este cavallero. É porque para Su Magestad he servido en estas partes é
qaando aquello se escriba adelante, hace dónde ando, é lo que nuevamente le he
al propóssito el fin desta relagion quél hi- conquistado, é la voluntad que tengo de
go á Cortés, diré el pié della á la letra, le servir en lo de adelante, é cómo en su
que dige desta manera: servigio me han lisiado de una pierna, é
«Vuestra Merced me higo merced de quán'poco sueldo yo y estos hidalgos que
la tenencia dessa cibdad de Temistitan, é en mi compañía andan, avernos ganado, y
yo la ayudé á ganar é la defendí, quando el poco provecho que"hasta agora se nos
estaba dentro en el peligro é trabaxo que ha seguido. Nuestro Señor prósperamente
Vuestra Merced sabe; é si oviera ydo en crezca la vida é muy magnífico estado de
España, por lo que yo á Su Magestad he Vuestra Merged por muy largos tiempos.
servido, me la confirmara é me hiciera Desta cibdad de Sanctiago á veynte é ocho
más mercedes. Hánme dicho que Su Ma- de julio de mili é quinientos é veynte é
gestad la ha proveydo: no me maravillo, quatro años,==Pedro de Al varado».
pues que de mí no tiene noticia; é desto

CAPITULO XL1V.
Donde se traela otra relación fecha por el capitán Diego de Godoy al gobernador Hernando'Corlés, la qual,
con las relaciones que la historia ha contado, envió al Emperador, nuestro señor; é decirse ha lo subs-
tancial por evitar prolixidad, sin que se dexc de expresar lodo lo ques notable é conviniente á la historia.

xVunque os parezca, Ietor, que algunas otros lo dixeron y escribieron en pocas ó


cosas que aquí se tocan, é pueblos é pro- menos é gruessas palabras, oydas á los que
vincias que aquí se nombran es supérfluo, lo vieron antes, é los segundos lo apun-
é que la cosmographia anda escura por taron mejor. É de unos é otros vino la co-
culpa de los questas relaciones hacen, sa perfigionándose, hasta la medir é po-
que ni distinguen los assientos é promon- ner en sus grados é regiones por su cuen-
torios é costas de las mares é de los rios ta é reglas, confirmando las línias é cli-
é lagos", ni dicen los grados ni alturas de mas gelestíales con los assientos, terrenos
cada provincia é pueblo, ni en qué clima ó sitios, para que la ragon de la tierra
ó paralelo están, sino assi á modo solda- pudiesse estar assi bien entendida. E lo
desco, como si para ellos solamente fues- mesmo podeys entender que acaesgió en
se; no crcays, que aunque haya en ellos el arte de la pintura, quel origen della fué
essos é otros defettos, que dexa de ser hallada de la forma del hombre circuns-
provechoso para adelante en alguna ma- cripta con las línias: é assi fué la primera
nera. Porque sin dubda todo lo que es- pintura, é la segunda fué de una color so-
cribió Claudio Tolomeo Alejandrino en su la , é después se hallaron las colores é ma-
Geographia, é lo que acumuló Plinio-en su tiges, é vino de un tiempo en otro hasta
Natural Historia, ó la mayor parte dello, allegar aquellos varones y exgelentes pin-
488 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
lores, que son famosos en tal arte. Desta so expresan de mili é quinientos é veynte
manera, pues, nuestros soldados digen los é quatro) el teniente de Cortés so partió
nombres de los pueblos é. provincias co- para yr á un pueblo, que se llama Que-
mo los oyen á los indios, é no distinguen gueztean; que de allí á Cenacantean avian
en quélínia ó parte^stán, ques quassi co- venido de paz los indios á un Frangisco de
mo principiar de la sombra estotra pintu- Medina, antes quel teniente allí vinies-
ra del mundo. É los capitanes destas con- se, que le avia enviado desde Chiapa;
quistas mudan algunas veces aquellos vo- é que á este Diego de Godoy, con otros
cablos que hallan usados entre los natura- seys de caballo ó siete ballesteros, envió
les, para que más borrado y escuro que- por otro camino para visitar la provincia
de. É porque los que vinieren no me den llamada Chámala, que también ya avian
á mí la culpa que á essotros, dígolo assi ydo de paz los indios della, é les dixo
como de sus relagibnes se colige; pero que dende allí, cómo oviessen visitado á
donde puedo acresgiento la claridad que Chamula, se fuessen á donde el dicho te-
alcanco, para darlo mejor á entender. niente yba. É por el camino que á estos
Dige Alvarado en fin de su relagion en guiaron avia ginco pueblos pequeños de
el precedente capítulo, que su carta es la dicha proviugia, á vista unos de otros,
fecha en la cibdad de Sancüago, é quien en espagio de tres leguas, de tan mal ca-
no mirare más, pensara queála cibdad de mino que muy poco del pudieron yr ca-
Sanctiago en Galicia; é por excusar esse balgando: é cómo llegaron al primero
error, añadí yo en el título del capítu- pueblo, halláronle despoblado, el qual es-
lo XLII é dixe desde la cibdad de Sanc- taba en un gorro alto. É baxaron á una
tiago de Guatimala, quiero degir, que no cañada que se hagia para subir á los otros
soy adivino, ni nuestros soldados cosmó- pueblos, que se vian desde el primero,
graphos; pero esforcarme lié, donde ha- puestos en uua ladera muy alta, é gerca
llare lugar, para poner cada cosa en su unos de otros, é avia una cuesta muy al-
debida cuenta; y esto no puede ser de un ta é áspera, que llevando los caballos de
golpe tampoco, sino dilatándose el tiem- diestro con grand pena podían subir. E
po, como en la pintura, para que con c!, assi como comengaron á subir por ella,
con los mesmos nombres que aquí se di- vieron en lo alto, en el mesmo camino,
rán , otros perficionen é pongart al proprio un esquadron de gente de guerra, é las
los grados é alturas en cada provincia langas enhiestas tan luengas ó más que
destas. langas ginctas; ó continuando assi por la
Vengamos á lo que dige este hidalgo cuesta arriba, vieron cómo por la loma
Diego de Godoy en la relación ó carta que de dicha ladera venían, á trechos unos de
escribió á Hernando Cortés, é que fué en- otros, muchos indios corriendo con'sus ar-
viada á Su Magestad con las que la histo- mas á se juntar con los que estaban sobre
ria de susso ha memorado: el qual hage el camino, é apellidándose é llamándose
mengionque desde el pueblo de Ccnacan- unos á otros. Viendo aquesto essos pocos
tean avia escripto y hecho saber al go- españoles, é que la tierra que atrás de-
bernador lo de hasta estonges. É prosi- xaban para volver, peleando, era tan pe-
guiendo en las cosas de que le avisa, digo ligrosa , que poniéndose con ellos en con-
quel martes, tercero dia de pasqua de tienda corrían mucho riesgo, é corrién-
Resurregion, que fueron veynte ó nueve dolo ellos lo corrían todos los otros espa-
días de margo (é- no dige qué año, y es ñolesj^ue con el teniente estaban, acordó
el mesmo que essotras relagiones de sus- el dicho Godoy que era mejor dexar la
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XLIV. 489
subida é tornarse al pueblo que atrás que- ra tomar, los de caballo se partieron en
daba despoblado. É desde allí les envió á tres quadrillas para cercar el pueblo é dar
degir que por qué lo hacian tan mal, que en la gente que huyesse, con parte de
no avian adoresgado el camino, que los los amigos confederados; y el teniente
caballos no podían subir arriba, é que con los peones é los más de los amigos
fuessen a aquel pueblo los señores ó algu- (porque caballo en ninguna manera podía
nos principales, para que les dixessen lo subir sino con mucho peligro é de dies-
quel teniente les avia mandado decir. Res- tro) comengaron á subir por una lade-
pondieron que no querían; que se volvies- ra , por donde el camino yba muy angos-
sen los españoles, si no que allí estaban to, é á partes de peña tajada. É llegados
con sus armas apercebidos para tos res- ya arriba, antes de llegar al pueblo, á
cebir. par de unas casas, rescibíeron á los nues-
Viendo aquesto, que ninguno dessos tros con muchas piedras é flechas, é con
españoles pudiera escapar, por no poder muchas langas, como las que se han dicho,
pelear á caballo, se tornaron, é la guia que son las armas con que aquella gente
los llevó por cierto atajo; é quando el sol pelea, é con unas pavesinas que les cu-
se quería poner, fueron á salir adonde el bre todo el cuerpo, desde la cabeca has-
teniente estaba apossentado, que era en ta los pies: las quales, quando quieren
el camino en una muy buena vega, muy huyr, ligeramente las arrollan é las toman
grande é á par de un rio, é cercado de debaxo del sobaco, é muy presto, quan-
hermosos pinares, é á vista de tres pue- do quieren esperar, las tornan á exten-
blos de Cenacantcan, que estaba fen una der. Allí pelearon un rato con ellos hasta
sierra que allí junto se hacia, 6 que avia los retraer é meter por una fuerte albar-
hasta aquella vega de Cenacantcan dos le- rada que tenían fecha, de dos estados al-
guas é media, É allí llegados, dijeron al ta, tan gruessa como quatro pies é más,
teniente lo que avian visto, é que les pa- toda de piedra é tierra entretexida con ár-
rescia que no era bien que aquellos in- boles é fecha de mucho tiempo, é tan re-
dios quedassen sin castigo, 6 assi le pá- gia , que los chripstianos no la supieran
reselo á él; ó otro día por la mañana, hager mejor de aquella manera: é por la
trcynta de marco, partieron para yr so- parte más áspera tenia una escalera de
bre el dicho pueblo de Chamula, quedan- gradas, muy angosta, que subia arriba,
do en aquella vega todo el fardage é do- por donde entraban adentro; y engima de
lientes, é con ellos un hidalgo llamado la dicha albarrada, de luengo á luengo,
Francisco de Ledesma, con di«z de caba- puestas tablas muy gruessas, tan altas co-
llo, para guarda del real. É fueron guia- mo otro estado, é muy fixamcnte atadas
dos por otro camino que yba á la dicha con muy buenos maderos, por fuera é por
cabecera de la provincia, é llegaron á ella dentro, é muy fuerte ligapon de vexucos
á las dos horas del día, ó antes de llegar en lugar de cuerdas.
se hace una cuesta abaxo peligrosa, en Antes de llegar á esta albarrada, al pié
la qual algunos caballos cayeron en harta della estaba fecha una paligada de made-
hondura'aunque no peligraron, por no ser ra metida en el suelo é crugada una con
tierra de piedras, ó porque avia algunas otra, é atada de tal forma que los chrips-
matas ó hierbas. E baxados de la cuesta, tianos estaban admirados del artifigio ó
é puestos al rededor de un pueblo que forlalega que en sí tenia: é donde la di-
estaba en un cerro muy alto, nácese una cha albarrada de piedra, é por de dentro,
cañada: é crevendo que presto se pudie- dende un gerrillo que se hagia todo lleno
TOMO IIí. 62
490 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de arboledas ó matas espesas, peleaban rar, porque sonaban al^empo que las
osadamente é tiraban lanías piedras, que descargaban é daban en el suelo.
no avia medio de poderlos entrar por nin- Luego otro dia siguiente, assi como fué
guna parte. Estando assi, arremetieron de dia, comengaron los españoles á com-
giertos españoles, hombres animosos, á batir el albarrada; é ya quel sol salia, 1ÍG=-
la escalera que está dicho, pensando en- ga'ron las hachas é hagadones ó barretas
trarles ; é tan presto como llegaron arri- por que avian enviado, é comengóse á
ba, los levantaron en pesso en las puntas deshager el albarrada. É cómo los ene-
de las langas, é los higieron volver ro- migos se comengaron á apartar, los ami-
dando por la mesma escalera. Esto mes- gos de los chripstianos tru serón luego ha-
mo se higo por dos ó tres veges que so ges de paja, é pusiéronla engima de la
probó á entrarles, lo qual era imposible, albarrada á las tablas para las quemar, é
porque de dentro estaba hondo; é assi se tan presto como comengó el fuego á arder,
defendían y herian á muchos españoles é en continente socorrieron los enemigos
de sus confederados amigos, non obstan- con muchas ollas de agua para lo matar.
te que con el artillería é ballestas se les Antes desto avian fecho un ardid, y era
hacia harto daño, porque á veges se des- que echaban mucha agua caliente envuel-
cobrian para pelear algunos atrevidos, é ta con geniga é cal, con que hagian daño
no podia ser menos; é andaban los com- á los que se allegaban. Y estando assi pe-
bates de manera que pocos tiros se erra- leando, echaron un pedago de oro des-
ban , ni se dexaban de emplear en daño de dentro, digiendo que dos petacas ó
de los contrarios. É cómo los chripstia- gestas tenían -de aquello., que entrassen
nos vieron que con tanto ánimo peleaban adentro á las tomar, é como gente que
los contrarios enemigos sin huyr, los de mostraba tener los nuestros en poco. É
caballo que abaxo los estaban esperan- ya que era hora de vísperas, quassí avian
do, acordaron de dexar los caballos é hecho los españoles dos portillos, por los
subir á pié á lo alto; é pelearon todo aquel quales se juntaban tanto con los con-
dia,' hasta que fué de noche, procurando trarios, que pié con pié peleaban, y
deshager la estacada de madera que es- elíos se defendían con tanta constangia,
taba delante de la albarrada de piedra. que los ballesteros, sin encarar, á man-
Y el teniente envió al real por hachas é teniente, les ponian las ballestas en los
hagadones é barretas de fierro para der- pechos, é no hagian sino apretar las lla-
ribar el albarrada de piedra, porque de ves é derribar dellos. Y estando en este
otra manera no avia'medio para les po- estado el combate, vino una grandíssima
der entrar, que no se asomaba hombre agua, é una niebla tan escura é gerrada,
sin que veynte langas no le. tuviessen que apenas se vían nnosá otros, por ger-
puestas en los ojos; é cómo la noche les ca que estuviessen, é á esta eausa los es-
tomó allí en aquellas casas, que eran dos pañoles se desviaron del albarrada á las
ó tres, dende donde peleaban los nues- casas. É turó el agua una hora, en la qual
tros, tuvieron la noche velando con buen passó aquella niebla é gessó de llover: é
recabdo, é no higieron menos los de den- tornaron en continente los nuestfos á con-
tro , porque toda la noche higieron muy tinuar el combate, é halláronse burlados,
grandes areytos é gritas, é tañendo ata- porque segund paresgió, la noche antes
bales é sonando voginas; é muchas ve- cómo los enemigos vieron que los apre-
ges tiraban flechas é algunas piedras, é taban, no avian fecho sino algar su ropa
se oia como arrancaban piedras para ti- é mugeres é quanto tenían, é assi subida
DE INDIAS. LIB. xrxin. CAP. XLIY. 491
el albarrada no avia dentro ánima viva; trar en aquella provingia estaba una grand
é porque paresgiesse que estaban allí, de- cuesta que baxa hágía baxo, y el pueblo
xaron las langas arrimadas al albarrada, está sobre otra cuesta. É vieron cómo de
que se parescian por de fuera las puntas otro pueblo yban por una loma corriendo
de unas algo más de otras. Por manera mucha gente con sus armas á se meter en
que los nuestros entraron por el pueblo la dicha cabegera; é llegados allá, luego vie-
adejante, que era muy trabaxoso de an- ron las albarradas, que tenian muy gran-
dar, porque cada ginco ó seys casas eran des, pero no tan fuertes como las de Cha-
como una fortaleca, segund eran en sí mula. É cómo avían gustado é visto.lo que
fuertes; é los arroyos de agua eran tan en Chamula se avia fecho, desampararon
grandes de lo que avía llovido, que no el pueblo é albarradas, é se pusieron en
podían andar los yengedores sino dando huyda por una ladera de unos gerros; pe-
muchas caydas; é los amigos como eran ro la mayor parte de los fugitivos siguie-
más sueltos r siguieron á los que huían ron por un valle que abaxo se hagia de
hasta abaxo, é tomaron muchas mugeres mahigales, é por no aver buen congierto
é muchachos, é aun algunos hombres. en los nuestros no se tomaron é prendie-
Tenían assimesmo las langas arrimadas á ron más de quinientas personas, todos
las puertas de i as casas, porque se sospe- hombres; porque el teniente no quiso
chasse que estaban dentro. aguardar qué la gente fuesse toda junta-
Ávida la victoria de la manera ques di- antes se adelantó con ginco ó seys de ca-
cho, reposaron allí los españoles é sus ballo tras los que yban por la ladera en
amigos aquel dia é la noche,' é hallaron lo alto, é como era mal camino, no alcan-
harto de comer, que les era bien menes- garon sino muy pocos, que mataron, é
ter, porque avia dos días que no avian tomaron algunas mugeres; y el valle en
comido, ni tenían qué comer ellos ni los lo baxo yba todo lleno, que pudieron to-
caballos; é no hallaron otro despojo. Sú- mar muchos é matar los que quisieran,,si
pose de los pressos quel dia antes mu- la gente nuestra fuera llegada á tiempo,
rieran de los enemigos dosgientos hom- ó el teniente" no se acelerara. É assi quan-
bres, é que aquel dia del vengimiento les do los españoles llegaron, fué tarde, é los
mataron tantos que no los pudieron con- contrarios, como vengidos é por huyr
tar. También dixeron que avian estado más desocupados, dexaban en tierra las
allí en la defensa assaz gente de la otra armas; y'éssos ginco ó seys de caballo,
provingia de Guegueztean. Y el viernes que yban con el teniente, llegaron hasta
adelante, primero dia del mes de-abril, otro pueblo pequeño, que está media le-
se tornó nuestra gente á su real para des- gua adelante, bien fuerte, é allí espera-
cansar é curarse, que yban los más de ron la gente, é se assentó allí el real.
los españoles heridos, é para que se hi- Desde aquel lugar, pringipj»' cabegera
giessen saetas é almacén, que se avia gas- de Guegueztean, se paresgen diez ó doge
tado lo que tenian; y estuvieron allí el sá- pueblos á la redonda, todos en la sierra,
bado siguiente. Y el domingo, tres de que le son subjetos; y el valle que passa
abril, después que se dixo misa, partie- por abaxo es muy hermoso de labrangas,
ron para el pueblo é provingia de Gue- é passa por él un bonico rio, aunque es
gueztean ; y el camino hasta llegar á vis- pequeño.
ta de aquella cabegera de la provingia es Todos los pueblos de aquella tierra tie-
todo muy bueno é llano, de hermosos pi- nen guerra unos con otros: é desde allí
nares é monte raso: 6 antes algo de en- higo el teniente yr mensajeros á ios seño*
492 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
res para que viniessen de paz; poro ó no é de otro que llaman Tesisteheque, é tru-
le entendieron, ó mejor diciendo, no lo xoron un poco de oro; y el teniente en-
quisieron hager, é ninguno vino. É de allí vió con ellos dos españoles á ver estos
se partieron un miércoles, seys dias de pueblos. El jueves adelanté se partió el
abril, para Cenacantean, é siguieron por teniente é los nuestros, é á tres leguas de
la via que va á Rematan; é cómo vieron allí hallaron fechos muchos ranchos é bue-
los españoles que tan presto como se da- nos, y el camino muy abierto é desher-
' ban los pueblos de paz, tan presto é con bado; é paresgió una persona que dixo
poco intervalo de dias se rebelaban, per- ser señor de Clatipiluta, de buena pres-
dieron el esperanga de se servir dollos: é sengia, que lo*avia mandado hager, é
como se descubrian muchos pueblos, pen- truxo muy abasladamente de comer, é
saban ser ricos; más entendida é vista su dixo al teniente quél tenia abierto el ca-
mudanga é poca constancia, no les pá- mino hasta su tierra, é que viesse lo que
reselo que era tierra para que ninguno le mandaba. É diólc el teniente las gra-
osasse tomar indios allí de repartimiento. gias por ello, é díxole que quería yr á ver
E considerando aquesto, se tornaron, co- su tierra, pues quel pueblo estaba tres le-
mo es dicho, de camino de Cenacantean; guas de allí, del peor camino que hasta
pero con todo, un hidalgo llamado Alon- estonges avian visto en la Nueva España,
so de Grado fué á Chiapa é le resgibieron é tal, que si los indios no le tuvieran tan
bien los indios, é á algunos españoles en bien aderesgado, fuera imposible passar
otros pueblos, quel teniente les avia depo- adelante, porque es de sierras muy áspe-
sitado. ras, é legua é media de una baxada muy
Dice más en esta carta este hidalgo Die- peligrosa, porque de una parte es de una
go de Godoy. que un miércoles, trece del ladera de mucha hondura, é á partes de
dicho mes de abril, vinieron indios na- una peña tosca, que no avia dónde los ca-
guatatos de una provingia que se dige ballos pusiessen los pies. É teníanlo tan
Anapanasclan, que ya otras veges avian bien aderesgado de muchas estacas hinca-
venido de paz, é con ellos otros indios de das á la parte de la ladera, é maderos
Michampa: é con aquellos indios nagua- muy fuertes atados muy bien y echada
tatos avia enviado el teniente; é truxe- mucha tierra, é cavado todo lo que avian
ron un poco de oro é una gestilla con cas- podido cavar, é aun en partes quebradas
quillos para saetas, é dixeron que un es- las peñas é innumerables árboles corta-
pañol que estaba en Soconusco, se los avia dos para abrir el camino, en que avia
mandado hager para Pedro de Alvarado. árbol (é se midió) de nueve palmos, me-
E aquestos dieron notigia quel comenda- dido por medio, que son en redondo ó
dor Alvarado avia entrado en Uclacan é de circunferengia veynte y seys, é otros
avia muerto mucha gente en la guerra, é muy grandes: de que se congeturaba que
dixeron que desde su tierra á Uclacan no aquella labor ó camino se avia fecho de
avia sino siete jornadas, é desde Chiapa buena gana é con mucha gente, é aunque
á su tierra destos tres jornadas: de for- españoles en ello entendieran, no lo pu-
ma que por lo que aquellos indios degian dieran aver fecho mejor. É passado aquel
podría aver dende donde estaban nues- pueblo, los llevaron á apossentar fuera del
tros españoles y el dicho teniente á Ucla- pueblo á muchos ranchos que tenian fe-
can, gient leguas ó poco más. Otros indios chos , donde vino el señor con pressentes
fueron allí á Cematan de pages, en espe- de oro, aunque poco, é plumas de las
cial de un pueblo que se dige Gueylcupan muy hermosas, que paresgen de color de
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XLIV. 493
oro é verdes, é unos pasaros muertos de vá el agua del por el mesmo camino é
los que las crian; é truxeron harta abun- muy furioso; y -en tanto que descansaban
dancia de comida é mucha gente, que an- los españoles y estaban assi detenidos por
daban sirviendo ó trayendo agua é hier- la lluvia, se fueron todos los indios, que
ba. Este pueblo, con otros que le son sub- ninguno dellos paresgió, sin averies dado
jetos, están en un hermoso valle, á par de causa, é aviendo, como es dicho, muy
un rio, con sierras de un cabo é de otro. bien resgebido á nuestra gente, é aviendo
Allí fueron otros indios de paz é con co- trabaxado tanto en aderesgar el camino,
mida é oro, poca cosa, é por esperar los Assi que, dos dias que estuvieron los nues-
españoles quel teniente avia enviado a tros detenidos por la lluvia, quando ges-
Gueiteupan, estuvo este exérgito quatro só se dieron algunas catas, porque pa-
dias allí, hasta que vinieron ciertos indios resgia que aquel rio tenia dispusigion de
con un bonete dellos á decir que se yban tener oro, é halláronse unas puntas de-
por otro camino á salir á otro pueblo, don- lio, puesto que avia mal aparejo é falta
de el teniente avia de vr á salir con su de bateas para lo sacar. Desde allí envió
gente. Donde dice en algunas partes des- el teniente un mandamiento á los de Chia-
tas relagiones que los indios que venian pa , que está mas adelante é subjetos á
de paz traían poco oro, aveys, letor mió, Cematan.
de entender que dige poco, porque no era El lunes siguiente fueron dos leguas y
tanto como tomaran los que lo rescibian; media áotro pueblo también de la juris-
pero no dexaba de ser buena cantidad digion de Cematan, que sollama Estapa-
delio. 'Allí vinieron ciertos indios de los guajoya, de hasta quinientas casas, é to-
gapotecas, que de Chiapa á Quichula se do el camino es por el rio ó lo más del,
avian ydo á vivir, porque es cerca de é se passa muchas veges, que ni fué de
aquel pueblo, é yban á traer de comer á poco trabaxo ni menos peligro para los
un hidalgo llamado Grande, é á ver lo españoles, porque la tierra es toda ris-
que les mandaba. cos, y el rio muy Heno de piedras gran-
Miércoles ^adelanto veynle de abril se des é de mucha furia. É dige esta re-
partió esta gente, é desde á dos leguas lagion que en el mundo todo no pudieron
llegaron á un pueblo que está junto á la caballos aver andado peor camino, por-
ribera del mesmo rio de Chapitula, entre que desde que amanesgió hasta puesto el
unas sierras, que es subjeto ó otro que sol, sin parar, tuvieron bien que hager en
se dige Silusinchiapa, otras dos leguas, andar aquellas dos leguas y media, é los
donde fueron aquel mesmo dia. En estas caballos yban los más desherrados, é al-
dos leguas están otros pueblos pequeños gunos cayeron de los riscos en el agua,
que le son subjetos, y en la mesma ribe- que corrieron peligro. É mucho más el
ra de aquel rio y entre sierras; y es el pueblo es apagible é muy bueno é de
camino hasta llegar á Silusinchiapa el buenas plagas é casas "y hermosos apos-
peor que so puede degir, aunque los na- sentos, y el valle muy gragioso á la vista
turales lo avian aderesgado lo mejor que ó fértil de muchas labrangas á par del
pudieron, segund la mala dispusigion de rio de la una é la otra parte del, é á los
la tierra. Allí fueron bien resgebidos é costados sierras de un cabo é del otro,
proveydos de mucha comida, aunque aunque no altas como las que dexaron
Ilovia mucho, 6 tanto, que cresgió aquel atrás, é halláronle despoblado é sin
rio de tal forma que no pudieron passar gente.
adelante, porque como es entro sierras Este Diego de Godoy dige que después
494 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de aquel pueblo de la cabecera de Com- sí subjetos, assi como Quichula é otros.
pilco, él se fué adelante á visitar unos Cátadesiguata, Xavion, Anagandan, Cal-
pueblos subjetos á Compilco, que Hernan- tiva, Ultatepeque, Tilgecoapa é otros mu-
do Cortés le avia dado encomienda, é pa- chos nombra: los quales todos servían en
ra que le sirviessen al Godoy é á un com- aquella sagon con darles de comer é oro
pañero suyo, llamado Pedro de Castelar; é de aquellas almendras del cacao que se
é que los hallaron despoblados, y en los dixo de susso, las quales entre aquellas
otros dos pueblos que también tenían en gentes corren por moneda é sirven de
6u encomienda hallaron en cada uno has- moneda, é por ellas se compran todas
ta treynta hombres, é les dieron hasta las cosas en aquella tierra, de los árboles
cient mili almendras é basta quarenta de las quales é dessa mesma fructa é de
pessos de oro baxo, é les dixeron que to- sus efettos largamente se tracto en el li-
da la gente era muerta. É no dige otra bro YIII de la primera parte, capítu-
cosa que sea digna de la historia, sino lo XXX, donde el letor lo hallará. É con
relata-passiones de entre sus veginos é tanto se ha dado fin á las relagiones, quel
quexas á Hernando Cortés sobre los re- gobernador Hernando Cortés envió á (]és-
partimientos. sar en diverssos tiempos. Passemos ade :
Quecbula é Anaclaxipila son cabeceras lante con nuestra historia de la Nueva
ó jurisdiciones, é tienen otros pueblos á España.

CAPITULO XLV.
En el qual se tracta otra información que de algunos cavalleros é milii.es que se Iiatlaron en la conquista
de la Nueva España se ha sabido por !a diligencia del chronista, en que muchas cosas hay conformes
con lo que queda dicho ; é tanrbien se.dirán otras particularidades que no son de preferir ni [se dexar de
memorarlas, porque todas ellas son muy dignas de la pressente historia, é suyas.

Oesseo mucho que esta historia, demás senté é dineros que envió é las relagiones
de ser verdadera, sea assimesmo recole- pregedentes del estado de la tierra,.aun-
gida y entendida su traga é orden sub- que no faltaban Pamphilo de Narvaez por
gessivamente: también desseo que sea su parte é otros émulos de Cortés, que
aplacible é grata á los que la vieren, é so- contra él hablassen, dióse por medio que
bre todo que resulten della infinitos loores fuesse enviado por juez de residengia á la
á Dios, que tantas novedades nos enseña Nueva España el ligengiado Luis Ponge,
é descubre en nuestros tiempos; é para que á la sagon era teniente en la cibdad
esta continuación que desseo dar á enten- de Toledo por don Martin Alonso de Mon-
der, digo que quando aquel tiro de plata ó temayor, señor de Alcaudete: el qual li-
de metal rico llegó á España con el pres- gengiado Luis Pongo era persona de le-
sento de Hernando Cortés, el año de mili tras é prudente, aunque mangebo, é de
é quinientos é veynte y ginco, yo vi en quien Su Magestad é su real Consejo te-
aquella corte de Su Magestad tanta mur- nían buen congepto. Y en lo de remudar
mura gion contra Cortés, que andaba ya á Cortés, sin le oyr é tomar residengia,
público que su offigio de gobernador se fuéle buen tergero el duque de Béjar don
avia de proveer, é quel almirante don Die- Alvaro de Zúñiga, porque se tractaba ca-
go Colom avia de yr á la Nueva España á samiento de su sobrina doña Johana de
le descomponer. É cómo llegaron el pres- Arellano, hermana del conde de Aguilar,
DE INDIAS. LID. XXXIJ1, CAP. XLY. 4í)o
con Hernando Cortés, que estaba, viudo; los indios de allí, que diessen la obidiengia
y el duque le abonó é fió, é aplacó al Em- á Su Magestad. É respondieron quatro
perador, nuestro señor, é le dixo muchas señores los más principales de Tascalte-
cosas en favor de Cortés para que Su cle que qué gente era aquella de loa
Magestad le oyesse, como después le chripstianos que los yban amenazando sin
oyó, é aun le engrandcsgió, como se di- los conoscer, éque mañana vernian ellos
rá adelante en la prosecución de la his- á ver essos chripstianos é les responde-
toria. , rían como verían. É assi fué, que luego
Assi que, volviendo á nuestro propós- otro día siguiente parescieron tantos dc-
sito, no olvidando lo que está dicho de llos que cubrían los campos, ordenadas
aquel Olintecle, de quien se higo memoria sus esquadras, é con vocinas é alambo-
en el capítulo I, al tiempo que estaba de- res é penachos, é como gente de guerra
partiendo, como allí se dixo, con Her- muy lugida en su manera, é decían entre
nando Cortés, é dándole á entender la sí: «Qué gente loca é tan poca es aquesta
grandeca y estado de Montecuma, llega- que nos viene á amenagar é que usa de
ron ciertos mensajeros del grand señor, tanto atrevimiento, que sin nuestra ligen-
en que le mandaba que hiciesse mucha cia entra en nuestra tierra? Pero non
cortesía á los chripstianos é se les'diesse obstante su error, démosles de comer pri-
muy complidamente lo que oviessen me- mero que los matemos, porque no se pue-
nester, é los Hevasse el Olintecle á Temis- da degir que los matamos hambrientos é
titan en hamacas. É luego este caudillo ó cansados.» É assi lo higieron, que luego
principal señor dio orden cómo los chrips- enviaron al real de los chripstianos tres-
tianos fuessen muy festejados, é provey- cientas gallinas ó pavas, que lo son más
dos de comida, é púsose en obra el ca- gierto é muy buenas, é septegientas car-
mino. É porque á mejor evento fuessen en- gas de bollos de mahiz (entiéndese, car-
caminadas kis cosas de Montecuma, é por ga de un indio, que son dos gestas, que
no faltar á sus ritos diabólicos, higo lue- por lo menos cada carga cabria más de
go este Olintecle sacrificar ginqüenta in- una arroba) que fué grand refresco ó so-
dios é.indias en aquellas mezquitas ú ora- corro para los españoles, lo qual reparti-
torios, en quellos tienen susydolos, por- do entre sí (aunque con temor de ver
que en aquello pensaba que servia á su tanta moltitud de gente apercebida) co-
señor é cumplía con una forma de religio- mían é* atendían, comiendo. É los indios
sidad, é perdería el enojo que tuviesse, si se agercaron con sus esquadrones muy
no avia llevado antes los chripstianos á bien ordenados á una barranca grande
la cibdad de Temistitan. Dice esta rela- que estaba entre ambos reales; é viendo
ción que los chripstianos é su capitán si- cómo los chripstianos no se movian, de-
guieron su camino con muchos indios que cían los contrarios: «Vamos ya que avrán
los servían, é á algunos llevaban á cues- comido, é atarlos hemos, ó pagarnos han
tas en hamacas, é guiaron para la cibdad las gallinas é tortas é bollos que los envia-
de Tascaltecal, ó á los de Tascalteclc *, que mos, é sabremos quién los mandó entrar
está veynte leguas antes de México, don- en nuestra tierra.» É luego los quatro ca-
de envió mensajeros Cortés á requerir á pitanes, debaxo de quien yba aquel exér-

* Como advertirán los lectores, había dado lá forma que va en el texto, hubo de admilir esla
Oviedo constantemente el nombre de Tascaltecla á variante, cosa por otra parle muy frecuente en la
esta población: sin duda ateniéndose á la relación Historia de Indias, según queda ya advertido.
que aquí sigue y extracta , y hallándole escrilo en
490 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cito, mandaron á doscientos hombres cripto ,.por manera que el comer lo lleva-
principales que fuessen en la delantera, c ban seguro é abastadamente é con mu-
que si los chripstianos tomassen armas é cha alegría, é después en lugar de fructa
se defendiessen, los matasseu á todos, ó postrera, como lobos ó fieros leones pro-
si no que los llevassen atados, sin les ha- gedian en las batallas, - aunque siempre
cer mal; é passaron la barranca digiendo: los indios llevaban lo peor. En fin de los
a Qué honra podemos ganar con tan civil quinge dias disexon que querían ser ami-
gente, que tan queda se está?» Pero vien- gos de los españoles, é se assentó la paz
do su intento é fcrogidad é soberbia que é la guardaron muy bien.
llevaban, salieron los chripstianos de ca- Movido de allí el real se assentó en la
ballo en tropel, é rompieron a los contra- cibdad grande de Tascaltecle; pero ha-
rios é alancearon muchos: é los peones ciendo buena vela, sospechando que la paz
españoles tras los de caballo mataban era fingida, é no fué sino fixa ó turable.
quantos se les paraban delante. De forma É por quitar á los españoles de sospe-
que los pusieron en huyda, é los pocos chas , é como les yban ya entendiendo la
que acertaban el pásso de la barranca, es- condigion , por conservar la paz, les die-
capaban ; pero la mayor parte de los que ron muchas de sus hijas, é porque los
avian passado, se quedaron muertos. En querían por amigos, querían que oviesse
el qual tiempo toda la moltitud, para so- debdo é casta de tan valientes hombres
correr á los primeros, venian hacia la en su tierra; porque demás desso estos
barranca, dando tales gritos que pares- indios de Tascaltecle é otros de Guaxo-
cja que se abria el gielo; pero viendo cingo tenían grand guerra con Montegu-
quán presto estaban degollados los pri- ma é con otro pueblo que se di ge Chelu-
meros, pararon, é acordaron que por la.* É aquestas son provingias grandes, ó
aquel dia no se higiesse más batalla hasta á quatro ó ginco leguas una de otra, y en
la siguiente jornada. É cómo los nuestros cada una dellas avia gient mili hombres
vieron retraer los contrarios, holgaron de guerra é más: é no las podia sobjuz-
dello, é los unos é los otros se recogie- gar Monteguma, porque cómo yba contra
ron á sus reales é hígieron buena guarda una provingia, acudían los confederados
essa noche. Assi cómo otro dia amanes- de las otras ques dicho en su socorro é
gió, luego los enemigos enviaron de co- favor, al modo de Italia. Allí les yban á
mer á los chripstianos, como lo avian fe- los chripstianos mensajeros de Montegu-
cho el día antes, é después vinieron á pe- ma, para que se fuessen á él, ofresgiéndo-
lear con ellos, é turó la batalla seys ho- les todo lo quellos quisiessen; pero como
ras continuas, en que siempre los espa- ellos se avian informado de sus cautelas,
ñoles quedaron con victoria é á ventaja. no se determinaban assi presto, é como
É passadas las seys horas, pararon é se degian que se querían yr, pessábales en
quitaron afuera los contrarios. De la ma- el ánima á los de Tascaltecle, é deseno-
nera que está dicho se higo el tergero dia jaban á los chripstianos, é consejaban é
y el quarto é quinto é todos los demás has- rogábanles que por ninguna manera se
ta ser cumplidos quinge dias continuos; fuessen ni creyessen á Monteguma, por-
cosa que nunca en aquellas partes ni otras que assi á los españoles como á las hijas
semejante cosa ó combates assi sangrien- que les avian dado matarían, digiéndoles
tos se usó ni vido ni he oydo que esté es- que era un mentiroso é traydor Montegu-
* En la narración comprendida en los primeros Culua y Colua.
capilulos (leí présenle libro escribe indislinlamenle
DE INDIAS. L1B. XXXIII. CAP. XLV. 497
ma; pero en fin, Hernando Cortés é los ni la querían, ni creerle. É que avía no-
demás acordaron de yr adelante, por ver venta años que tenían guerra con él é con
aquella ciudad tan nombrada. É vista su su padre ó abuelo de Montecuma, é que
determinación, quiso el principal señor en todo este tiempo no avian comido sal
de Tascaltecle, llamado Xicotenga \ que los de Tascaltecle, sino los señores prin-
se fuessen veynte mili hombres de guerra á cipales , porque les costaba muy cara, é
acompañar é servir á los chripstianos; pe- aun la avian de aver encubiertamente; é
ro los chripstianos no los quisieron llevar. si los que la traían eran tomados, luego
En essa sacón llegaron otros mensa- los hacia Montecuma justiciar. É que avian
jeros de Monteguma con un pressente de ávido dos batallas campales, é que en la
oro, é rogando á Hernando Cortés é á los primera estuvo para se perder Tascalte-
chripstianos que fuessen á México; y es- cle, pero al cabo fué desbaratado Monte-
tando en este acuerdo de yr, non obstan- guma, y escapó huyendo; y el capitán
te el buen tractamíento que se les avia ques dicho que higo ahogar Cortés, si-
hecho por Tascaltecle, siguióse que, co- guiendo el alcange, le mató más de treyti-
mo en aquella cibdad avia otro señor que ta mili hombres, é lo siguió hasta una
se decía Xicotenga, que tenia acordado provingia que se dige Tezcuco, ó de allí
de matar á los chripstianos, y era capitán se volvieron los vengedores con más de
general de toda aquella provingia, é man- diez mili prissioneros, los quales todos sa-
cebo muy esforgado é crudo é muy temi- crificaron en los qües por la victoria ávi-
do, las rtugeres que estaban allegadas, da. (Estos qües se llaman por otro nombre
queríanlos bien é avisábanles de las tray- ochilobos, donde tienen sus dioses ó ydo-
ciones secretas de los. indios. É una her- los, ó son sus casas de oragion). Todo
mana de aquel capitán general, como lo esto contaba Maxiscagin, señor de Tas-
supo, avisó al comendador Pedro de Al- caltecle, por excusar que los chripstia-
varado de la traycion, y él á Hernando nos no fuessen á Temistitan. En conclu-
Cortés, el qual, como sagaz é prudente sión, que no creyendo los chripstianos
capitán, sacando con palabras disimula- ó su capitán á tan buen amigo, pusieron
das fuera de la casa al dicho capitán, hí- en execugion su camino, é aquel señor
colo ahogar, que ninguno lo supo, por- lloraba porque se yban: é como vido que
que no oviesse escándalo en la tierra, que no le querían creer, higo sacrificar treyn-
no pudiera faltar. ta muchachos el dia que se partieron, ó
Cada dia venían mensajeros é pres- fueron en su compañía algunos mercade-
sentes de oro de Montecuma, rogando res para rescatar sal é mantas de algo-
á Cortés é á los españoles que se fues- don ; porque á causa de la guerra no co-
sen allá, porque le pessaba de verlos en mían sal ni vestian algodón, sino de un
paz é amistad con los- de Tascaltecle; y árbol que se dige maguey, del qual está
essotros se lo estorbaban con ruegos, é toda la tierra plantada por tal nesgessi-
los desengañaban é decían que no fues- dad. É no es árbol, sino hierba ó planta,
sen allá, porque Montecuma era tray- é da mucho fructo é utilidad, porque de-
dor é nunca guardaba verdad, é que al- 11a hagen mantas é gapatos é vino é ar-
gunas veces avia hecho paces con ellos rope : é la rayz, después que ha dado lo-
é las avia rompido, é por esso estaban en dos los provechos que se han dicho, la
determinación de nunca la tener con él, comen, como más largamente se dixo es-

Anles había escrito Sicuten^al (cap. III).


TOMOITI. 63
498 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
to é otras cosas en el libro XI, capítu- para lo que subcediesse; é de los indios
lo XI. amigos que llevaban de Tascaltecle, se
Tornando á la historia, es de saber, fueron dos aquella noche, porque sintie-
que partidos los chripstianos de Tascalte- ron la traycion, é avisaron á su señor; y
cle para una cibdad que se dige Cheluía, él proveyó luego, é higo venir quarenta
de la qual, en su prosperidad, en el tiem- mili hombres de guerra á dos leguas de
po de la guerra salían en campo ochenta la cibdad, é tenían sus espías é sabían
ó noventa mili hombres de guerra, la cómo passaba, é dieron assimesmo aviso
qual estaba rebelada de Montecuma; mas á Cortés para que se guardasse, É Cortés
por esso no dexó de acoger á los chrips- dixo que seria muy bueno castigar aque-
tianos é darles muy bien de cenar aque- lla cibdad, é mandó á los indios que tru-
lla noche, á cada uno una gallina é torti- xessen hamacas para llevar á los chrips-
llas de mahiz; é otro día dixeron que si tianos principales, y ellos holgaron ma-
se querían yr, les darian indios que lle- cho desto, porque pensaban atallos en las
vassen las cargas, como lo hicieron. Allí hamacas y entregallos en ellas á Monte-
vinieron mensajeros do Monteguma, é guma ; é luego vinieron tantas é más ha-
truxeron un atambor de oro al señor de macas que eran los españoles. En este co-
la cibdad, y envióle á mandar que atasse medio consultaron el cas© con el diablo é
los chripstianos é se los llevasse, Y. esta- sus ydolos, á su costumbre, é sacrificá-
ban de propóssito de lo poner allí por ronle gineo niños de edad de tres años
obra, porque avian venido para esse efet- cada uno, é ginco mogas vírgenes, por-
to treynta mili hombres, que estaban es- que.es gerimonia que acostumbraban en
perando á los chripstianos dos leguas de príngipio de la guerra. Y era ordinaria
allí, porque los indios desta cibdad no los cosa en aquella cibdad, por aquello é
dexaron entrar; mas ofrescieron de lle- otras causas de sus ritos ó infernal cos-
var atados á los chripstianos, y estonces tumbre, sacrificar cada año diez mili cria-
turas de muchachos é muchachas. Assi
Montecuma pensaba de aver aquella cib-
que, venidas las hamacas, pensando que
dad , en achaque que yban á rescebir los
los chripstianos se metieran en ellas, hi-
chripstianos; pero essotros indios, avisa-
giéronse quatro esquadrones, é con qua-
dos desta cautela, no los dexaron entrar.
tro capitanes dellos se fueron á quatro
Assi que, salido el sol, vinieron indios
puertas que tenia el apossento, que era
para llevar las cargas de los chripstianos,
un palio gercado de dos estados, disimu-
é los chripstianos degíanles que truxessen
lando el caso. Los de caballo estaban
de comer; ó los indios, sonriéndose, de- apergebidos é dentro de una sala, para
cían entre sí: «Para qué quieren comer que quando sésoltasse una escopeta, sa-
estos, pues que presto los han de comer liessen con mucho ímpetu, é los demás
á ellos cogidos con axí». É degian más: españoles é gente de pié, é meneassen Jas
«Si Monteguma no se enojasse, aquí los manos; é higiéronlo como leones, é gen-
mataríamos nosotros, é nos los comería- te puesta en tal estrecho: é fué mucho el
mos J. En fin, este secreto se descubrió daño que higieron en los contrarios, tan-
por la lengua Aguilar que los oya hablar, é to que todos los nuestros estaban teñidos
jo dixo é avisó á Cortés, é le consejó que en sangre, é no podían pisas sino sangre
se tornasse á Tascaltecle, porque aquella ú hombres muertos. En el instante llegó
gente era mucha é traydora, é los chrips- la gente de Tascaltccal en favor de los
tianos pocos. É cómo esto supo Cortes, chripstianos, como si vinieran á valer é
se puso en orden, é apercibió la gente
DE INDIAS. LIB. XXXIIÍ. CAP. X I X 499
socorrer á sus padres: é como buenos go, é se quemaron allí todos quantos ar-
amigos encontráronse con los que venían riba estaban. Aquella gente desta cibdad
á socorrer á los mal fechores, é trabóse de Chelula es dispuesta é cresgida, é suel-
de tal manera la batalla, que eran incon- tos é belicosos los "hombres é las muge-
tables los muertos de cada parte, é hicié- res, éde gentiles dispusiciones é gestos,
ronlo saber á los cbripstianos, é subieron é grandes maestros de hager joyas de oro
su bandera en un qü muy alto. É los é plata, é allí se hage muy buena loga de
cbripstianos acudieron, siguiendo el al- todas suertes, é son muy ingeniosos.
cance, é hicieron mucha malanga. Allí reposaron los españoles pocos días,
Esta bandera de Tascaltecle es una grúa y estuvieron assimesmo los de Tascalte-
que trae por divisa ó armas al natural, de cle; y envióse á llamar la gente que esta-
oro, é tendidas las alas, é con esmaltes é ba en giertos pueblos de la jurisdigion de
argentería, é puesta encima de una vara aquella cibdad, é todos los demás que se
alta assaz, á manera de un confalón de avian escapado, é otros señores de otros
aquellos palermitanos, ó bandera. Aquesta pueblos: é hígose un señor (porque los
enseña anda de continuo delante, al ca- otros señores naturales todos murieron á
minar, quando hay guerra: viene en la manos de los nuestros), é aquel nuevo se-
recaga después ques vencida la batalla é ñor quedó muy amigo, al paresger, con
fecha la malanga; pónenla en un perro los ehripstianos. É fecho esto, el capitán
alto, é allí se recoge el campo; é toda la Hernando Cortés dio Iigengia á los amigos
gente vengedora assíenta su real, é bus- é gente de Tascaltecle para se tornar á
can el camino»é tierra más fuerte, dó es- sus casas, y él prosiguió con los españo-
tén seguros de sus enemigos. Tiene aquel les para Temistitan. Pues cómo los treyn-
señor su gente de guarda, como la ban- ta mili hombres, que se dixo que espera-
dera que traen los españoles, é dan pena ban dos leguas de allí, supieron lo que se
al que no se recoge. avia hecho en Chelula, no osaron aten-
En este fecho se ovo mucho despo- der, é fuéronse más que de passo, pues-
jo de oro é plata para los españoles, é to que donde estaban hay una sierra de
los indios amigos ovieron mucha ropa é dos leguas de subida.
sal, que era lo que más desseaban; é Cómo Mónteguma ovo la nueva de lo
llevaron sobre veynte mili criaturas, chi- ques dicho, ovo mucho temor, é dixo:
cas é grandes, las quales sacrificaron á «Aquesta es la gente, que nuestro Dios me
sus dioses: otros dexarOn por esclavos dixo que avia de venir, é se avia de en-
para sus haciendas. É hasta veynte se- señorear desta tierra, é también lo dixo
ñores ó personas muy pringipales de á mi padre, porque mi padre me lo dixo
aquella cibdad de Chelula se subieron á mí». É con mucha- tristega se fué á los
en uno de aquellos sus templos ú orato- qües, é aquel dia higo que se sacrificas-
rios, que tenia giento é veynte gradas sen ginco mili personas para festejar é
que subir hasta lo alto del, é tenían aplacar sus dioses, ó al diablo, con aque-
allí recogidos 6 puestos encastillados mu- lla sangre, é muchos areytos. Y estuvo
chos flecheros , é innumerables piedras, ocho dias en ayuno en una gelda, donde
ó hagian mucho mal dende allí: é á un se dixo quel diablo le avia hablado y es-
tiro de ballesta, el que se allegaba, yba forgado, digiéndole que no temiesse, que
enclavado ó mal herido; é aunque fue- los ehripstianos eran pocos, é que los de-
ron requeridos, nunca se quisieron dar. xassen entrar, que después haría dellos
Pero con muy buen arte se les puso fue- lo que quisiesse; é que no gessasse en
500 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Jos sacrificios; é quel dios de Chelula no maravillábanse mucho de los ver. Tenían
avia seydo contra los chripstianos, por- grande espagio é atengion en mirar los
que allí sacrificaban pocos. É desta res- caballos; degian; «Estos son tenles», que
puesta muy contento, higo llevar mucha quiere degir demonios.
comida al camino; y envió sus mensaje- Assi llegaron á una legua de T^emistí-
ros á Cortés é á los chripstianos, digién- tan, en la calgada de Iztapalapa, é salió
doles que holgaba de su yda mucho, é Monteguma á los resgebir debaxo de un
que los estaba esperando. palio, que lo traian quatro indios en la
La sierra ques dicho, es muy alta, é cabega, liagiéndole sombra: el qual era
hage mucho frió en ella, é nieva allí mu- hecho de plumas verdes, muy rico, con
chas veges; é si la gente de Monteguma mucha argentería de oro é plata. Traía
que primero se dixo, esperara, segund la calgadas unas guiaras de oro, idest (ga-
nieve mucha que tomó allí á los chripstia- patos de gíerta forma, que son solamente
nos , creyóse que todos se perdieran, por- las suelas é unas correas con que se atan)
que no se podían valer, ni mandar las é delante yban dos indios que tendían una
manos, ni regir las armas de frío (quan- manta muy larga, por donde passaba.
do allí se vieron). Dende la cumbre de É otros ponían otras adelante, é otros co-
aquella sierra se paresge la grand cibdad gíanlas , que quedaban atrás por dó avia
de Temistitan, é otras treynta cibdades é passado. É detrás del yban muchos seño-
villas á la redonda della; y es una de las res de grado en grado, pero bien desvia-
más hermosas vistas que en el mundo se dos del, ó tan acatados é comedidos, que
puede ver ó contemplar; pero á los espa- ninguno le osaba mirar á la cara; é con
ñoles no les fué poco temerosa por su este resgibimiento entraron en la cibdad.
grartdega : antes se comengaron á mover Después que ovo saludado á Cortés, é
'entrellos diverssos paresgeres, que signi- tomádolo á par de sí, apossentó á él*é á
ficaban motines; pero con la prudengia, los chripstianos en unas casas que avian
esfuérgo é disimulagion de Hernando Cor- seydo de su padre; y entrados en ella, le
tés , é buenas palabras y esperangas que dixo Monteguma: «En vuestra casa estays:
les daba, é con verle que era de los pri- descansad é aved plager, é pedid.todo lo
meros en los trabaxos é peligros, seguían- que quisiéredes». É luego le dio grand
le. De aquella cumbre de la sierra se ba- pressente de oro é plata é mantas, é in-
xaron á una províngía que se llama Chal- dias á solo el capitán Cortés, é después á
co é Atalmameco, en que avrá gínqtienta cada español por sí, con mucha gravedad
mili hombres de toda gente. Allí hallaron é aspetto de señor: é dixo á la lengua que
los que enviaba Monteguma con la comi- ppegunlasse al capitán si aquellos chrips-
da ; é andaban aquellos indios con tanta tianos que llevaba eran sus vassallos ó sus
prontitud en servir ó contentar á los es- esclavos, porque á cada uno quería dar
pañoles, que era cosa de maravilla. Assi un pressente, segund la calidad ó cómo
como yba nuestra gente caminando, yban cada uno fuesse, é que le dixesse la ver-
de una parte é otra, fechos dos alas é dad , porque assi se usaba en aquella tier-
progessiones, á la fila de gentes, como ra, quando venia un eapitan extrangero.
contrátelas de justadores; de manera que Cortés le respondió assi: «Yo os hablaré,
los nuestros yban gercados en espagio de señor Monteguma». É díxose que le dixo
un grand tiro de ballesta. De todas partes que eran todos sus hermanos é amigos, é
era infinita la gente que de un cabo é de otros eran sus criados. Pero el dicho Mon-
otro concurrian á mirar los españoles, é teguma se informó de las lenguas quál era
DE INDIAS. LID. XXXIII. CAP. XLY. 501
cavallero ó hidalgo, ó quál villano, é se- de cama, é les daba á cada uno una jo-
cretamente (que nadie lo supo), les pres- ya que pessaba hasta diez pessos de oro,
sentaba y. enviaba á su casa un principal 6 más ó menos pocas ó ningunas: é las
mayordomo suyo, é miraba lo que falta- que eran mejores é más ricas daba á los
ba á los españoles é los hacia proveer más pringipales, segund quél estaba in-
luego, assi de mugeres de servicio, como formado.

CAPITULO XLVI.
En el qual se Irada de la manera del estado é servicio é sacrificios é ritos é ydolalría de Monteeuma, é de
la forma de su casa , e de los animales é aves que tenia en sus palacios ; é la forma con que se hieo señor
de México é Temistitan , é destruyó e mató con engaño en un convite una de dos parcialidades que allí
avia: é dase relación de las mugeres é Tiijos que tenia; c otras cosas que coneiernen é son adherentes ar
discurso é verdad de la historia.

t l u a n d o este grand príncipe Montecumai é algunos platos de muchachos tiernos gui-


comia, estaba en una grand sala encala- sados á su modo, é todo muy Heno dé
da é muy pintada de pinturas diverssas; éi axí; y él comia de lo que Jas mugeres le
allí tenia enanos é chocarreros que le de- traían ó quería. Después que avia acaba-
cían gragias é donayres, é otros que ju- do de comer, se tornaba á lavar las ma-
gaban con un palo puesto sobre los pies,, nos; é las mugeres se yban á su apossento
grande, é le traían é meneaban con tantai dellas, donde eran muy bien^servidas; é
fagilidad é ligerega, que parescia cosa im- luego ante el señor allegábanse á sus bur-
posible , é otros hacían otros juegos é co- las é gragias aquellos chocarreros é dono-
sas de mucho para se admirar los hom- sos , é mandábales dar de comer sentados
bres. Á la puerta de la sala estaba un pa- á un cabo de la sala; é todo lo restante
tio muy grande, en que avia gient apos- de la comida mandaba dar á la otra gen-
sentos de veynte é cinco ó treynta pies de3 te que se ha dicho que estaban en aquel
largo cada uno sobre sí en torno de di- grand patio. É luego venian tres mili arí-
cho patio, é allí estaban los señores prin- calos (cántaros ó ánforas) de brevage; é
cipales apossentados, como guardas del•1 después quel señor avia comido é bebido,
palacio ordinarias; y estos tales apossen- é lavádose las manos, ybanse las muge-
tos se llaman galpones, los quales á la con- res, é acabadas de salir de la sala, entra-
tinua ocupaban más de seyscientos hom- ban ios negogiantes de muchas partes, as-
bres , que jamás se quitaban de allí, éh si de la mesma cibdad como de sus se-
cada uno de aquellos tenían más de treyn- ñoríos. É los que le avian de hablar, hincá-
ta servidores: de manera que á lo me- banse de rodillas quatro varas de medir
nos nunca faltaban tres mili hombres de; é más apartados del é descalgos é sin
guerra en esta guardia cotidiana de pala- manta de algodón que algo valiesse; é sin
cio. Quando quería comer aquel príncipe; mirarle á la cara, degian su ragonamiento,
grande , dábanle agua á manos sus muge- y él provenía lo que le paresgia; é aque-
res , é salían allí hasta veynte dellas, las3 líos se levantaban é tornaban atrás, retra-
más queridas é más hermosas, y estabani yéndose, sin volver las espaldas, un buen
en pié en tanto quél comia; é traíale un\ tiro de piedra (como lo acostumbraban
mayordomo ó maestresala tres mili platos3 hager los moros de Granada delante de
ó más de diverssos manjares de gallinas,, sus señores é príngipes).
codornices, palomas, tórtolas é otras aves, Allí avia muchos jugadores de divers-
502 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sos juegos, en especial con unos fésoles, ñores que le eran subjetos, é aquellos te-
á manera de habas é apuntados como da- nían muchos vassallos cada uno delíos, é
dos, ques cosa de ver; é juegan quanto cada qual tenia casa principal en Temis-
tienen, los que son tahúres, entrellos. títan, é avia de residir en ella giertos me-
Yban los españoles á ver á Montecuma, é ses del año; é quando se avian de yr á
mandábales dar duhos, que son unos ban- su tierra, con ligengia de Monteguma,
quillos ó escabelos, en que se sentassen avia de quedar en la casa su hijo ó her-
(muy lindamente labrados é de gentil ma- mano hasta quel señor della tornasse. Es-
dera) é decíanles qué querían, que lo pi- to hagia Monteguma por tener su tierra
díessen é dárselo hían. Su persona era de segura, é que ninguno se le algasse sin
pocas carnes; pero de buena gragia é afa- ser sentido. Tenia una seña que traian sus
bil, é tenia cinco ó seys pelos en la bar- almoxarifes é mensajeros, quando reco-
ba, tan luengos como un xeme. Si le pa- gían los tributos, y el que erraba, lo ma-
resgia buena alguna ropa que! español to- taban á él é á quantos del venían. Dá-
viesse, pedíasela, é si se la daba liberal- banle sus vassallos en tributo ordinario
mente, sin le pedir nada por ella, luego de tres hijos uno, y el que no tenia hijos
se la cobria é la remiraba muy particular- avia de dar un indio ó india para sacrifi-
mente, é con placer la loaba; mas si le car á sus dioses, é si no lo daban, avian
pedían prescio por ella, hacíalo dar luego, de sacrificarle á él. Dábanle de tres hane-
é tomaba la ropa é tornábasela á dar á gas de mahiz una, é de todo lo que gran-
los chripst¡#nos, sin se la cobrir; é como geaban ó comían ó bebían, y en fin, de
descontento de la mala crianca del que todo se le daba el tergio; y el que desto
pedia el prescio, decía: «Para mí no ha faltaba, pagaba con la cabega.
de aver prescio alguno, porque yo soy En cada pueblo tenia mayordomos
s»ñor é no me han de pedir nada dosso: con sus libros del número de la gente é
que yo lo daré, sin que me den alguna de todo lo demás, assentado con tales fi-
cosa, quesmuy grand afrenta poner pres- guras é caracteres, quellos se entendían
cio de ninguna cosa á los que son seño- sin discrepangía, como entre nosotros con
res, ni ser ellos mercaderes». nuestras letras se entendería una*cuenta
Con esto concuerdan las palabras de muy bien ordenada. É aquellos particula-
Sgipion Africano, que de sí dice en res mayordomos daban cuenta á aquellos
aquella contienda de prestancia, que es- que residian en Temistitan, é tenían sus
cribe Luciano, entre los tres capitanes más alholies é magagenes é depóssitos, don-
exgelentes de los antiguos, que son Ale- de se recogian los tributos, ó offigíales
xandro Magno, é Aníbal y Sgipion: «Des- para ello; é ponian en cárgeles los que á
de que nascí, ni vendí ni compré cosa su tiempo no pagaban, é dábanles térmi-
ninguna». Assi que, degia Monteguraa, no para la paga, é aquel paseado é no pa-
quando assi le pedían presgio: «Otro día gado, justigiaban al tal debdor, é le ha-
no te pediré cosa alguna, porque me has gian esclavo.
hecho mercader; vete con Dios á tu casa, Avia en Temistitan un patio de más do
é lo que oviesses menester, pídelo é dár- un tiro de ballesta, enlosado, é uu betu-
sete há; é no tornes acá, que no soy ami- men de cal muy bueno juntábalas piedras
go dessos tractos, ni de los que en ellos tan fuertemente como si assi juntas nas-
entienden, para más de dexárselos usar gieran, y estaba tan limpio é liso que no
con otros hombres en mi señorío». pudiera ser mejor. Y en medio deste pa-
Tenia Montecuma más de tres mili se- tio avia un qü, que también se llamaba
DE INDIAS. LIB. XXXIH. CAP. XiVl. 503
ochilobo ó casa de oración, muy aito, que ciertos tiempos diferentes, más de cinco
avian fecho los señores todos que hasta miíl personas, por consejo de dos demo-
estonges avia ávido, é tenia sessenta gra- nios , que decían los indios que andaban
das para subir arriba; é lo que avian fe- en aquellos qües, que hablaban con ellos
cho los señores passados en aquel altor é losfcraianengañados, como lo estuvie-
que les tomó la muerte se hacian enter- ron largos tiempos muchas gentes, é aun
rar en la más alta grada, é después el lo están hoy por el mundo. Si no, pre-
subcessor subia otras dos gradas, ó assi guntadlo á essos brujos é brujas, é aun á
se acabó. É después que los chripstianos essotros hereges de la peña de Amboto
lo deshigieron para reformar é ordenar é sus secaces de la condenada seíta de
mejor la cibdad, se hallaban aquellas se- fray Alonso de Mella. ¿Y qué diremos de
pulturas en manera de bóvedas, y en ellas aquellos famosos romanos é de sus tem-
mucho oro é plata é piedras de valor, que plos , que ni eran de más sanctidad ni de
metian allí con aquellos señores, quando menos que los de aquestos indios, erro-
morían. res é desvarios fundados, pues que á ca-
Avia otros sessenta qües á la redonda da cosa que se les antojaba hacian dios ó
del que es dicho, á manera de yglesias ó su templo, como higo Rómuío, que orde-
templos comunes é perrochias, adonde nó al dios Júpiter un templo, é púsolo
yban los otros señores inferiores é gente nombre Jove ferretro, donde fuessen
más baxa é plebea; pero el mayor, con ofrescidas las armas y enseñas de los re-
otros tres oratorios, tenia Montecuma, en yes é capitanes que oviessen ávido de los
que sacrificaba al honor de quatro dioses enemigos que oviessen muerto'? É assi-
quél tenia, ó ydolos, que á uno tenia por mesmo, como, escribió Livio2, Rómulo or-
dios de la guerra, como los gentiles á denó aquel templo llamado Estaíorio, por-
Marte; é á otro honraba é sacrificaba co- que estuviessen quedos é no huyessen los
mo á dios de las aguas, segund los anti- romanos en aquella cruda batalla con los
guos á Neptuno; otro adoraba por dios del sabinos, quando las piadosas mugeres sa-
viento, segund los perdidos gentiles-á Eo- binas despartieron á los padres é maridos
ío; ó otro acataba por su soberano dios, y de aquel.notable combatimiento? El templo
este era el sol, en cuyo nombre tenia otro de la Dea de la Salud, constituyó Bubul-
ydolo en mucha veneración é acatamien- co Censor por la guerra de los samnites *-.
to el señor, é todos sus vassallos. Tam- Pues demás de los dioses vanos, también
bién tenian otros dioses; é á uno hacían tenian por diosas á Venus, Palas, Juno é
dios de los mahicales, é le atribuian la otras muchas. Demás desso, quésubjetos
potencia de la guarda é multiplicación de- á sus auríspices é adevinos fueron! é qué
llos, como á Qerere los fabulosos poetas agoreros é obidientes ó vanidades, fun-
ó antiguos gentiles. É á cada cosa tenian dadas sobre religiosidad é falsa sanctimo-
un dios, atribuyéndole lo que se les an- nia! Quiero decir, que si miramos las co-
tojaba , é dándoles la deidad que no tie- sas de los gentiles en este caso, por tan
nen, ni se debe dar sino solo á Dios ver- profanas é diabólicas las tenemos como
dadero. É á aquellos quatro ó cinco dioses las de nuestras Indias.
principales que se han dicho de susso, sa- Dexemos esta materia, é volvamos á
crificaba Montecuma cada un año, en este grand príncipe Montecuma, el qual,

i Til Liv., Decad. I, l¡b. I, cap. Í8,' 3 t<L, lib. Xt cap. 56.
2 Id., id., cap. i9.
iiOí- HISTORIA GENERAL Y NATURAL
en una grand sala de gíento é ginqüenta que te mueras», que ha de morirse, sin
pies de luengo é de ginqüenta de ancho, que tal sentencia falte. Entre estos papas
de grandes vigas é postes de madera que hay grados de superioridad, como quien
la sostenían, encima de la qual era todo dixesse obispos é argobispos, é dignida-
un terrado ó agutea, tenia dentro des- des de ahí abaxo, que ingenssan aquellos
ta sala muchos géneros de aves é de ani- diabólicos é descomulgados templos: é
males. Avia cinqüenta águilas caudales en aquel engienso es blanco é hay gierto
jaolas, tigres, lobos, culebras, tan grues- monte en la Nueva España, donde se cria,
sas como la pierna, de mucho espanto y é créese ques verdadero é perfetto engien-
¡en sus jaolas assimesmo, é allí se les lle- so, como aquel de quien Plinio largamen-
vaba la sangre de los hombres é mugeres te escribe 1 ; pero en la Nueva España se
é niños que sacrificaban, é cebaban con coge desta manera. Dan unas cuchilladas
ella aquellas bestias; é avia un suelo fe- en los árboles questo. produgen, é por
cho de la mesma sangre humana en la di- aquellos golpes sale á manera de resina
cha sala, é si se metia un palo ó vara, ó goma, é ponen debaxo en que cayga
temblaba el suelo. En entrando por la sa- este licor, é quáxase é tórnase espeso é
la, el hedor era mucho é aborresgible é de tan buena olor é de aquella forma que
asqueroso: las culebras daban grandes é engienso perfetto; é con esto sahuman
horribles sil vos, é los gemidos é tonos de aquellos sus dioses é ydolos aquella gen-
los otros animales allí pressos, era una te prieta, ques dicho tienen por sanctos
melodía infernal é para poner espanto. religiosos. Están toda la noche ingenssan-
Tenían quinientas gallinas de ración cada do é regando", digiendo sus oragiones en
dia para la sustentagion dessos animales. un tono baxo, en quellos mesmos se en-
En medio de aquella sala avia una capi- tienden; ó traen los cabellos luengos has-
lla , á manera de un horno grande, é por ta la ginta, muy ahetrados ó de mata gra-
encima chapada de láminas de oro é gia, é con muchos piojos, que á tiento
plata é piedras de muchas maneras, co- ellos se sacan por debaxo de la melena,
mo ágatas ó cornerinas, nicles, topagios, é se tos comen en tomándolos. Avia allí
plasmas de esmeraldas é de otras suertes más de dos mili figuras de piedra de
muchas é muy bien engastadas. Allí en- monstruosas cosas. Son las casas é salas
traba Monteguma é se retraía á hablar con todo de terrados. Tenían muy grandes
el diablo, al qual nombraban Atezcatepo- agequias de agua, por donde se servían
ca (que aquella gente tienen por dios de los indios con canoas, porque las calles
la guerra) y él les daba á entender que de agua atraviessan toda la cibdad.
era señor é criador de todo, é" que en su Avia dos parcialidades ó bandos en
mano era el venger; é los indios en sus aquella república: la una se degia Mexi-
areylos é cantares é hablas le dan gra- canos, é la otra Tatebulcos, como se dige
gtas, é lo invocan en sus nesgessidades. en Castilla Oneginos é Gamboinos, ó Giles
En aquel patio é sala avia continuamen- é Negretes. Y estos dos apellidos tuvie-
te ginco mili hombres, pintados de gierto ron grandes diferongias: é Monteguma,
betum ó tinta, los quales no llegan á mu- como era mañoso, fingió grande amistad
geres, é son castos; llámanlos papas, é con el señor pringipal del bando Tatebul-
aquestos son religiosos; é creen los indios co, que se degia por su nombre proprio
que si un papa de aquellos dice: «Quiero Samalge, é tomóle por yerno, é dióle una

[ Híst. nal., lib. XII, cap. U .


DE INDIAS. L1B. XXXIII. CAP. XLVI. 505
su hija, por le asegurar. Con este debdo, resger é honrar do sus pringipales: ellos
en cierta fiesta é convite que higo á este las resgibian como un don grandíssimo.
Samalce, é á todos sus capitanes é pa- Avia en su casa muchos jardines, é
rientes é hombres principales, luyólos em- 'gient baños ó más, como los que usan los
beodar : é desque estuvieron bien toma- moros, que siempre estaban calientes, en
dos del viao, hícolos atar é sacrificarlos á que se bañaban aquellas sus mugeres, las
todos, sacándoles los coracones vivos, quales tenian sus guardas é otras muge-
como lo tienen por costumbre. É los que res como prioras que las gobernaban; é
padescieron esta crueldad passabande mili á estas mayores, que eran ancianas, aca-
hombres, señores principales; é tomóles taban como á madres, y ellas las tracta-
las casas é quanto tenian, é poblólas de ban como á hijas.
sus amigos é de los de la otra parcialidad Tuvo su padre de Monteguma giento é
mexicana. É á todos los que tuvo por sos- ginqüenta hijos é hijas, de los quales los
pechosos, desterrólos de la cibdad, que más mató Monteguma, é las hermanas ca-
fueron más de quatro mili hombres; y en só muchas dellas con quien le paresgió;
los bienes é moradas destos higo que y él tuvo ginqüenta hijos é hijas, ó más.
viviessen los quél quiso .enriquescer con É acaesgió algunas veges tener ginqüenta
bienes ágenos. É aquellos que desterró, mugeres preñadas, é las más dellas ma-
higo que poblassen quatro leguas de allí, taban las criaturas en el cuerpo, porque
en un pueblo que de aquella gente se hi- assi digen que se lo mandaba el diablo,
go , que se llama Mezquique, é que le sir- que hablaba con ellas: é degíales que se
viessen de perpetuos esclavos. É assi co- sacrificassen ellas las orejas ó las lenguas
mo la cibdad se degia, y es su proprio ó sus naturas, é se s-acassen mucha san-
nombre Temistitan, se llamó é llama por gre é se la ofresf iessen, é assi lo hagian
muchos México dende aquella maldad co- en efetto.
metida por Monteguma. É los mexicanos Paresgia la casa de Monteguma una cib-
y españoles hallaron un pariente de aquel dad muy poblada: tenia sus porteros en
señor de Tatevuíco, al qual degian que cada puerta. Tenia veynte puertas de ser-
de derecho venia aquel señorio de Samal- vigio: entraban muchas calles de agua á
ge que Monteguma avia muerto, que era ellas, por las quales entraban é salian las
abuelo deste, é llamábanle á este señor ó canoas con mahiz é otros bastimentos é
nieto del muerto Tatatecle. leña. Entraba en está casa un caño de
Tenia Monteguma una casa muy gran- agua dulge, que venia de dos leguas de
de^ en que estaban sus mugeres, que eran allí por engimá* de una calgada de piedra,
más de quatro mili, hijas de señores, que que venia de una fuente que se dige Cha-
se las daban para ser sus mugeres, y él pietepeque, que nasge en un peñón que
lo mandaba hager assi: é las tenia muy está en la laguna salada, de muy exce-
guardadas é servidas, é algunas veges él lente agua.
daba algunas dellas á quien quería favo-

TOMO 111. 64
500 HISTORIA liENERAL Y NATURAL

CAPITULO XLVIL
En que se Irada cómo Monteeuma dixo á Hernando Cortés que se fuesse él é los españoles de su tierra,
prometiéndoles de les dar lanío oro que fctessen ricos, é.de la prudente respuesta de Hernando Cortés *: é
cómo llegó á la tierra Pamphiio de Narvaez, é fué presso , é se tornó Cortés á México, de donde los indios
!o echaron á él é á los españoles; é de la muerte de Monteeuma **, é otras cosas convinienles al discurso
de la historia ó relación assaz diferenle en algunas cosas á lo que se contó hasta el fin del capítulo XLUI.

U t r a s veges tengo dicho que en las re- vido: de forma que en un mesmo nego-
laciones fechas por el-gobernador Her- gio hay diverssas pruebas, é aunque sean
nando Cortés, quedan más ordenadamen- contestes en la sentengia ó sentido, son
te expresadas muchas cosas de las que se apartados en deponer unos mejor 'que
digen desde el capítulo XLIY hasta fin del otros. Assi con estas condiciones aveys,
pregedente, é de las que se dirán en este , letor, de pensar lo que está dicho, é lo
y en el siguiente después del, con que se que demás se dirá desta conquista, avien-
dará conclusión á esta relagion, que aun- do por máxima que yo me he informado
que vá salpicada, hace mención de algu- de personas que meresgen ser creydos, é
nas cosas que se han dicho en las relacio- que en todo se hallaron. Destos tomé y
nes de Cortés, pero de otra manera. E examiné lo que conviene á la materia,
también dice otras muchas, que no se han aunque parezca, como he dicho, que vá
memorado en la historia, ni Cortés habló salteada.
en ellas. Assi que, con estos dos capítu- Quieren degir, é aun es de sospechar,
los, é con los dos de susso, se acabará quel diablo, enojado de los sanctos sacri-
esta relación quel chronista acumuló y en- ficios é sacramentos é gerimonias cathóli-
tendió de personas fidedignas, que se ha- cas del altar é culto divino é ministros de
llaron pressentes en esta conquista, É no Jesu Chripsto, Nuestro Redemptor, que los
le parezca al que lee ques contradecirse chripstianos, nuestros españoles, comen-
lo uno á lo otro, porque los hombres as- garon á usar, gelebrando misas é bapli-
si como son de diverssos juicios é condi- gando y exergitando las cosas de nuestra
ciones , assi miran y entienden las cosas sancta fée cathólica en aquella grand cib-
diferengiadamente, é las cuentan; puesto dad deTemistitan, puso en coragoná Mon-
que vengan los unos é los otros á una ge- teguma que echasse los chripstianos de Mé-
neral é mesma conclusión ,• é aun á las ve- xico, si no quél se yria, si no los mataba;
ges se contradigen en muchas cosas pun- porque la misa y evangelio que predicaban
tualmente. Cada dia vemos que se ofres- é degian los chripstianos le daban grand
gen casos no pensados, é aun acordados; tormento. É débese pensar, si verdad es,
é queriendo un juez ó príngipe informar- quessas gentes tienen tanta conversagion
se de la verdad, juran los testigos é de* ó comunicagion con nuestro adverssario,
ponen diferengiadamente, con más ó me- como se tiene por gierto en estas Indias,
nos palabras, é digiendo uno las particu- que no le podia á nuestro enemigo pla-
laridades que otro testigo calla, ó no en- ger con los misterios é sacramentos de la
tendió, ó no las supo entender, aunque las sagrada religión chripstiana: é á esto de-
* De esta parte quitó Oviedo la siguiente cláu- ** Lo mismo esta : «E cómo fueron los chrips-
sula: «Diciendo que no tenia navios, pero que se tianos socorridos é acogidos de la gente é indios de
daría forma de los hacer, é se puso por obra». Xascal tecle».
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. XLVH. í>07

g*ían que le respondía Monteguma, que no se; é avisóles de la voluntad é palabras


era bien que los matassen allí, pero quél de Monteguma. (Estongesse acordáronlos
les diria que se fuessen de aquella cibdad españoles de Tascaltecle s é de lo que les
á su Castilla, é que los haria matar á to- avian dicho, avisándoles de las cosas de
dos en el camino. Ávida esta responsion Monteguma.) Los españoles respondieron
ó consultación diabólica, higo Monteguma á Cortés que á punto estaban para lo que
apergebir gient mili hombres de pelea, Dios ordenasse, é para háger lo que de-
para que hablando él al capitán Hernan- bían en favor de la fée chripstiana y en
do Cortés, ó digiéndole que se fuesse de servigio de Su Magestad; é que ya sabían
su tierra, si no lo quisiesse hager, lo que Dios ó sns manos avian de ser quien los
prendiessen ó matassen con todos los es- librasse de tanta moltitudde adverssarios.
pañoles. Cortés respondió á Monteguma desta
Fecho aqueste apergebimiento, salió manera: «Yo he entendido lo que me de-
Monteguma al patio de su casa, que era gís, ó os lo agradezco mucho. Determinad
la morada de su abuelo, donde él acos- quándo quereys que nos vamos: que assi
tumbraba salir á holgarse; y en aquella se hará.» Monteguma, como príngipe bien
casa estaban apossentados los chripstia- comedido, replicó é dixo: «Señor capi-
nos, y envió con la lengua á llamar á Her- tán, no. quiero que os vays sino quando
nando Cortés, elqual dixo luego: «Nosé quisiéredes: é tomad el término que os
qué novedad es aquesta: plega á Dios que parezca, que yo os daré para vos dos car-
sea por bien; pero no me agrada está em- gas de oro, é una para cada chripstiano».
baxada».É tomó consigo hasta doge hom- Estonges Cortés le replicó é dixo: «Ya sa-
bres; é llegado donde estaba Monteguma, beys que nuestros navios los echamos al
no le paresgió que le resgibia con la vo- través, é tenemos nesgessidad de otros
luntad que antes, puesto quél se levantó para volver á nuestras tierras. El oro que
é tomó de la mano á Cortés, é metióle nos days, os tenemos en merged; pero
en una sala, donde higo traer en qué se quería que higiéssedes venir todos los car-
assentassen los dos, é dixo é la lengua pinteros que teneys, para que labren la
assi: «Di al capitán que yo le ruego que madera é la corten: que yo tengo maes-
se vaya desta cibdad é de mi tierra, por- tros que hagan los navios; é fechos, nos
que mis dioses están enojados porque es- yremos en ellos á nuestra tierra, é vos os
tán aquí él é su gente, ó que pida lo que quedareys en la vuestra: é damos heys lo
quisiere, que yo se lo daré, é vayase á que nos mandays, é assi lo degid á vues-
su tierra. É que no piense questo que se tros dioses é á vuestros vassallos». Mon-
lo digo burlando, sino porque assi ha de teguma mostró contentamiento de'sta res-
ser fecho; é que diga lo que quiere ó ha puesta, é dixo: «Bien me paresge lo que
menester para su camino». degís, é assi se hará». Y en continente
Cómo Cortés entendió sus palabras, ó mandó que viniesse copia de carpinteros,
adonde yban enderesgadas, antes quel in- é Cortés proveyó de maestros é personas
térpetre acabasse su ragon, proveyó con que entendiessen en la labor de los na-
uno de los españoles que allí estaban, y vios , é dixo después á los españoles des-
envió á degir á los chripstianos que se ta manera: «Señores y hermanos: este
tractaba de sus vidas, é que estuviessen señor Monteguma quiere que nos vamos
aparejados é á recabdo para su defensa, de la tierra, é conviene que se hagan na-
aunque él conosgia que no eran parte pa- vios. Yd con essos indios, é córtese la
ra se defender, si Dios no los defendies- madera, y entretanto Dios nos proveerá
508 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de gente é socorro • por tanto, poned tal Ydo Cortés delante dé Monteguma, él
• dilación que parezca que haceys algo, 6 le dixo por medio de la lengua ó intér-
se haga con ella lo que nos conviene; é petre: «Capitán, hágoos saber que teneys
siempre me escribid é avisad qué tales es- navios fechos, en que os podeys yr de aquí
taya en la montaña, é que no sientan los adelante». É Cortés le replicó é dixo: «Se-
indios nuestra dissimulacion». É assi se ñor, en teniéndolos fechos, yo me yré».#
puso por obra: que con muchos indios É Montecuma le replicó é le dixo; «Once
fueron á cortar la madera los chripstianos navios están en el puerto de Cempual, é
que envió Cortés, ó talaron grandes ár- presto verná nueva si han saltado en tier-
boles , é se labraban para el efetto ques ra los que en ellos vienen, é sabremos
dicho. quién son é qué gente viene». Cortés dio
É dende á ocho días que se ocupa- muchas gragias á Dios, é dixo: «Bendito
ban en lo ques dicho, llegó Pamphüo de sea-Jesu Chripsto por las mergedes que me
Narvaez á la costa con once navios é hago á mí é á todos Jos hidalgos é com-
ochocientos hombres, entre los quales pañeros míos, porque se ha acordado de
avia doscientos de caballo, al qual envia- nosotros por su misericordia». É uno de
ba el adelantado Diego A'elazquez: y en los españoles que allí estaba, fuésse á lo
continente que parescieron en la mar, fué degir é dar nuevas á los españoles, con
avisado Monteguma de sus indios, con las quaíes cobraron mucho esfuergo, é se
tanta diligencia, que en quatro dias an- abragaron unos á otros de gogo, porque
duvieron sus espías ó avisos ochenta le- les paresgia que miraculosamente escapa-
• guas; y él ovo temor desque lo supo, y ban de la muerte .(como en la verdad la
envió á llamar á Cortés, el qual é todos tenían bien aparejada). Y estando todavía
los chripstianos estaban con mucho cuy- Cortés con Monteguma, llegó otro men-
dad?» atemoricados, pensando, que cómo sajero, é dixo: «Dosgientos caballos é
les dixeron que salia al patio Monteguma, seysgientós hombres han salido en tierra,"
que querían dar en los españoles; é Cor- como estos que aquí están pintados». É
tés les dixo: «Señores é amigos: yo quie- mostró una figura, en que estaban debu-
ro yr á ver qué quiere Montecuma: por tados assi los de pié como los de caba-
esso estad en lo que debeys estar, para llo, é las onge naos ó navios que avian
que mediante Dios, si mal pensamiento llegado al puerto ques dicho.
tiene ó en algo se pusiere, os acordeys Estonges Monteguma se levantó é abra-
quién soys, é que si oviéremos de pelear, gó á Cortés, é le dixo qué l se quería yr
es contra infieles y en servicio de Dios é á comer con él, é Cortés le dio las gra-
de Su Magestad, y en defensión de nues- gias, é tomados por las manos se fueron
tras personas; é que las manos de cada al .apossento de Cortés; é mandó Cortés
uno sean tales, que muestren con Ja obra á los españoles que no mostrassen altera-
é propria espada el valor de vuestros in- gion alguna, sirio .que estuviessen juntos
jjengibles ánimos: que aunque muramos, é sobre aviso, é que pues Dios les avia
quedamos vencedores, pues avremos com- librado de la muerte, le diessen continuas
plido con el officio militar, é con lo que gragias. É comieron Monteguma é Cortés
debemos». A lo qual todos le respondie- juntos, é con mucho plager (en diferengia-
ron que harían su deber hasta morir, sin do gogo), porque Monteguma pensaba que
quel íemor ni el peligro se lo pudiesse es- tos chripstianos se yban de la tierra, é
torbar , porque tenían por menor cosa sus Cortés no desconfiaba de sobjuzgarla.
vidas que su honor. Acabado de comer, Monteguma se fué
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. XLVIL 509
á su apossento, é cada hora venian nue- Narvaez llegó al puerto de la Villa Ri-
vas de la venida de aquella armada; é ca é desembarcó su gente, é fuésse den-
aunque Montecuma no mostraba altera- de allí á Cernpual é assentó su real é or-
ción , bien se conoscia que le pessaba de denó su gente é capitanes: é preguntó por
la venida de los chripstianos. los chripstianos, é los indios le dixeron
Un capitán de Montecuma, que era de adonde estaban: el qual dio luego á en-
los de su consejo é más acepto, le dixo tender á aquellos indios quél era el señor
que debía matar los chripstianos que es- é capitán general, é que Hernando Cortés
taban en aquella cibdad, é k Cortés, su no era ya capitán, é que le avia de cor-
capitán, con ellos, porque oviesse menos tar la cabeca, é que los quél tenia eran
que hacer eri resistir á los que de nue,vo criados suyos del Pamphrlo Narvaez.
venian; é que muerto Cortés é su gente, Aquestas palabras, é otras peores, fue-
yrian luego á buscar á los de la nueva ar- ron referidas á los que estaban con Cor-
mada , é que no esperasse á que los unos tés, é las repressentaban ciertos compa-
é los otros se juntassen é fuessen más po- ñeros que se le amotinaron, ofresciéndo-
derosos , porque el exército de los chrips- se á Cortés por sus cartas; é si fuesse as-
tianos dividido se pudiesse mejor abatir, si ó no, bien hay que degir en ello. Pero
que no se haria estando unido. concluyen los más que Cortés leyó essos
Montecuma hico juntar su consejo, é avisos, callando los nombres de los que
allegados sus'sátrapas é consejeros, e al- se los enviaban; é dixo á los que con él
gunos capitanes expertos é favoresgidos estaban cómo Pamphilo deciaque eran sus
suyos, tractaron é platicaron en el caso; mocos, é que los amenacaba; é quél que-
é á algunos Jes paresció Ijien que assi se ría hacer un mensajero y enviar algunos
hiciesse, é á otros parescia que de otra collares é joyas de oro, é partirse Eras él
manera lo. guiassen. Y en fin fue acorda- con la mitad de la gente que tenía, porque
do que era mejor que los que venian lie-" con Narvaez estaban doscientos ó trescien-
gassen, é que á todos juntos los matas- tos hombres que se passarian á su parte,
sen; porque si matábanlos de la cibdad, é quel primero seria el artillero: por tanto,
los otros se tornarían á embarcar, é huy- que los que quisiessen yr con él, se apare-
rian á su tierra é traerían mucha más gen- jassen, haciéndoles muchos ofresgimien-
te ; é matando á todos, no quedaría per- tos, si Dios le diesse victoria. Y en la ver-
sona que pudiesse llevar la nueva dellos. dad afirman muchos, que en essa sacón
En este acuerdo fué la determinación é estaba tan bien quisto Cortés, que si á to-
consejo concluydo; ó de ahí adelante los dos los quisiera llevar, todos se fueran tras
indios servían mucho mejor á Cortés é su él. É luego despachó, segund se dixo, un
gente, é cada dia le yba á ver Montecu- mensajero con cartas para particulares, é
ma con más de quinientos hombres, se- con una carga de collares de oro ricos é
ñores principales, vassallos suyos. otras joyas, para que secretamente se
Los chripstianos é Cortés pensaban que diessen en el real de Narvaez. Y Hernan-
Diego Velazquez yba en persona en aque- do Cortés se partió con ciento é cinqüen-
lla armada, ó quél la enviaba; é aunque ta hombres, é dexó al comendador Pedro
por una parte se alegraban de la venida de Alvarado en la cibdad de Temistitan
de los que assi venian, por otra parte les con otros tantos, é á Montecuma en su
pessaba; porque algunos temian más á poder, porque no fuesse adonde estaba
Diego Velazquez que á los indios, é no Narvaez.
sin causa. Assi que, siguiendo su camino Corlé?,
r» 10 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
llegó á un rio que estaba cerca del real encargó mucho al capitán Alvarado que
de Pamphilo, é toparon dos velas, é la veíasse y estoviesse muy sobre aviso pa-
una se tomó, é la otra huyó y entró por ra que Montee urna no se fuesse á Narvaez;
el rea!, á voges diciendo: «Al arma, al é dióse tan gentil recabdo, que como ca-
arma: que ahí viene Cortés». El qual, vallero y experto capitán, assi como ovo
(¡uando se vi do cerca, se apeó él é otros sentimiento de la alteración de los indios
tres de caballo; é todos á pié, con sus pi- é los vido con mano armada moverse por
cas, entraron por el real, é fueron dere- dar la libertad á su señor, assi él se puso
chos á un apossento, donde estaba Pam- al opóssito para se lo impedir con essos po-
philo de Narvaez, y estábanle diciendo: cos españoles que allí quedaron en su com-
«Señor, catad que viene ahí Cortés!» Y pañía. É quando llegó Cortés, avia ocho
él respondía: «Bexadle venir: que es mi ó diez dias que cada dia peleaban contra
hijo». Y estando vistiéndose unas coragas, innumerables indios, é no avia chripstia-
subieron treynta hombres donde estaba, no que no estoviesse herido de los que
y él salía por la puerta armado, é diéron- estaban cercados, é aun con muchas he-
le con una pica un golpe en el ojo, que ridas, é parte dellos avian muerto: é
se le quebraron, y en continente le echa- quando estaban cansados de pelear, saca-
ron mano é le llevaron rastrando por las ban á Montecuma sobre una acutea para
escaleras abaxo; é finalmente él fué pres- que mandasse á los indios que se apar-
so é su gente desbaratada, é muchos de tassen é dexassen de pelear, é assi lo ffa-
los suyos pressos, é otros muertos- Díxo- gian. Y estaban ya en tanta nesgessidad
se que como Narvaez vido á Cortés, es- que les faltó el agua, é cavaron en el pa-
tando assi presso, le dixo: «Señor Cor- tio tanto como hasta la rodilla, é milagro-
tés, tened en mucho la ventura que aveys samente se hinchó el hoyo de agua dul-
tenido, é lo mucho que aveys hecho en te- ce, non obstante que aquella casa está en
ner mi persona (ó en tomar mi persona)». medio de la laguna salada. Intervino otro
É que Cortés le respondió é dixo: «Lo miraglo muy señalado, ó fué este: pusie-
menos que yo he hecho en esta tierra, don- ron la imagen de la Madre de Dios en un
de estays, es averos prendido». É luego qü muy alto que allí avia en la cibdad, é
le higo poner á buen recabdo, é le tuvo los indios comengaron á echar mano de-
mucho tiempo presso. Ua.para la quitar, é pegaban seles las ma-
Otro dia por la mañana, después de nos dó estaba la imagen, é dende á buen
aver Cortés recogido su gente, é averse rato se les despegaban, quedando allí se-
congragiado é atraydo á sí la mayor par- ñaladas, de manera que no osaban llegar
te de la gente de Narvaez, se partió para allí más.
Temistitan, donde el capitán Alvarado es- Otro miraglo subgedió en essa sagon ó
taba en mucho aprieto; porque cómo Cor- tiempo, é fué muy notorio, é fué aques-
tés salió de la cibdad, intentaron é pusie- te. Tenian los chripstianos un tiro de pól-
ron por obra los indios lo que tenían acor- vora gruesso, é cargáronle para tirar á
dado, aunque no como Montccuma lo avia los indios é hagerlos apartar afuera, é pe-
pensado efettuar, segund se dixo de sus- gáronle fuego é no quiso salir: lo qual
so; pero con su acuerdo ó sin él quisie- viendo los indios, dende á mucho rato,
ron matar á aquellos chripstianos que allí perdida la sospecha é temor quel tiro avia
quedaron, para dar después por los res- de salir, arremetieron como leones, con
tantes. un ímpetu leonino é con tanta grita é mol-
Quando Cortés salió de aquella cibdad, tilud dellos, que no se pudieran resislir
DE INDIAS. LIB. XXX1I1. CAP. XLYII. 511
por manos de humanos, si Dios no obra- rioso Apóstol Sanctiago é á los Sánelos ó
ra de sus maravillas é -poderío absoluto. amigos de Jesu Chripsto hager essos mi-
É combatiendo con mucho furor é perse- raglos que de susso están dichos, é otros
verangia para redemir á su señor é sacar- mayores.
le donde estaba, é con palancas é otros Escribe Tito Livio que debatiendo Lu-
instrumentos, determinados de morir é gio Tarquino Prisco, quinto rey de los ro-
derribar la fuerca ó conseguir victoria, é manos, con Actio Navio, famoso en los
no dexar chripstiano con la vida; é la augurios, dixo al adevino como por cosa
verdad era que ya los españoles, cansa- de burla: «¿Adevinarás lo que yo agora
dos de su defensión, y embarazados é pienso ó deviso en mi coragon?s Y el
ofendidos por las innumerables varas é adevino, que estaba guardando en sus
flechas é piedras que los tiraban, estaban puntos é sgiengia, dixo que sí, Estonges
á tanto estrecho que ninguno dellos dexó dixo el rey: «Yo devisaba que tú cortabas
de pensar que estaba en la última hora aquella piedra con una navaja: toma la
de la vida. En aquel mayor trabaxo y navaja é haz aquello que tus aves adevi-
hervor del combate salió el tiro, sin le nan.»' El adevino deliberadamente tomó
aver más cebado ni pegádole más fuego, la navaja é cortó la piedra: assi que, ved
con horrible sonido; é como la pelota era lo quel diablo puede, que higo que la na-
tan grande quassi como la cabega de un vaja cortasse la piedra.
hombre, é tenia dentro perdigones que El mesmo auctor, entre otros prodi-
escupió por muchas partes, higo mucho gios, escribe que habló un buey, é dixo:
daño en los indios, y espantólos de ma- «Roma, guárdate». É que los auríspiges
nera que quedaron atónitos é se retiraron mandaron que aquel buey con suma dili-
más que de passo para atrás, quedando gengia fuesse guardado 8 . Ningún chrips-
muchos muertos, é otros muy mil heri- tiano cathólico hay que dubde que essos
dos. Afirman que se vido el apóstol Sanc- miraglos que escribe Livio son obras del
tiago á caballo, peleando sobre un caballo demonio; é pues quél las pudo hager, pe-
blanco en favor de los chripstianos; é de- queña é fágil cosa eran para Chripsto é
gian los indios quel caballo con los pies é su gloriosa Madre, é para el Apóstol Sanc-
manos é con la boca mataba muchos de- tiago, cuyo caballero militar de su Orden
llos: de forma que en poco discurso de del Espada fué este capitán Alvarado,
tiempo no paresgió indio, é reposaron aquellos qualro miraglos que de susso se
los chripstianos lo restante de aquel dia. tocaron. Quanto más, que nuestros espa-
Ya sé que los incrédulos ó poco devo- ñoles eran chripstianos, y entrelíos no po-
tos dirán que mi ocupagion en esto de dían faltar devotos é amigos de Dios. Yol-
miraglos, pues no los vi, es supérflua ó vamos á la historia.
perder tiempo, novelando; é yo hablo que Otro dia siguiente á lo que es dicho
esto é más se puede é debe creer, pues avia tantos indios como si no faltara nin-
que los gentiles é sin fée é ydólatras es- guno de los muertos, é paresgia que
criben que ovo grandes misterios é mira- siempre cresgia el número de los infieles
glos en sus tiempos, é aquellos sabemos ó la moltitud dellos , porque número era
que eran causados é fechos por el diablo. dificultoso saberse. É degian: «Si no
Pues más fágil cosa es á Dios é á la inma- oviéssemos miedo de esse del caballo
culata Yírgen, Nuestra Señora, é al glo- blanco, ya vosotros estaríedes cogidos,

i Década.1, lib. 1, cap. 36. 2 Decada IV, lib. V, cap. 30.


513. HISTORIA GENERAL Y NATURAL
aunque no valeys nada para comeros, mucho esfuergo, é que mostraban bien
porque los chripstianos que tomamos es- que avian gana de conciuyr é acabar su
sotro dia, los cocimos, é amargaban mu- emprcssa. Estaban todos aquellos, defen-
cho; mas echaros hemos á las águilas é sores gercados, heridos écon mucha fati-
léoues, que os coman por nosotros. Pero ga , é aun no muy conformes por la di-
holgad; que de aqui á un poco lo vereys, verssidad de sus opiniones de Diego Ye-
si no soltays a Monteguma, nuestro señor, lazquez y Hernando Cortés, que los unos
porque siendo él aquel Dios que cria to- eran parciales al uno ó los otros al otro;
das las cosas, aves ossado prendelle. » Es- y entre ellos avia un hidalgo, que se de-
tonces los españoles le hicieron poner en gia Botello, que echaba conjuros é presu-
un terrado, y él les dixo quél no estaba mía de pronosticar algunas cosas futuras,
presso, sino que aguardaba á Hernando bien que lo tal es reprobado é no seguro
Cortés, capitán de los chripstianos. É los para la consgiengia del chripstiano: y es-
españoles les respondieron á las gentílicas te dixo que si los chripstianos no salían
y heréticas vanidades que los enemigos de- una noche señaladamente, que no queda-
cían, que Monteguma era hombre mortal ría hombre dellos á vida.
como ellos, é que no avia otro Dios sino Ya Hernando Cortés estaba dentro en
el de los chripstianos, que avia criado el la cibdad, é con su llegada é juntarse
gielo é la tierra é todo lo del mundo; é los chripstianos con los primeros ger-
que aquel del caballo blanco era un cria- cados cresgió el favor de los nuestros;
do é cavallero suyo, que se llama Sanc- pero no gessó la guerra por esso: antes
tiago, que les avia enviado del cielo para paresgia que los enemigos é su perse-
que les ayudasse é favoresciesse é ma- verangia cresgian cada hora en los com-
tasse los indios, como lo podían bien en- bates, de lo que se coligió que] acuer-
tender, pues que seyendo tan pocos los do prifcero é consejo de Monteguma, que
españoles, se defendían de tantos indios é tomó quando se supo de la venida del ca-
los ofendían. É que pues degian los indios pitán Narvaez, estaba fixo para que jun-
que veian una muger que les echaba mu- tos los españoles qae de nuevo yban con
cho polvo en los ojos, quando peleaban los que allá estaban, los matassen á to-
con los chripstianos porque no los'vies- dos. En fin, Cortés determinó de creer
sen, que creyessen que era la gloriosa aquel adevino ó desvariado paresger del
Virgen, Nuestra Señora, Sancta Maria, Botello: é más gierto debiera de ser que
Madre de Chripsto, nuestro Redemptor. le paresgió, (como á hombre que conosgia
Estando en este estado la cibdad é los é via el estado en que estaba ) que le con-
chripstianos que allí avian quedado, vino venia la salida de la cibdad é dexarla, co-
nueva cómo Cortés yba con la gente toda mo varón experto é de grand conosgi-
de Pamphilo de Narvaez é con la quél se miento, é aun porque la nesgessidad es
avia llevado; é Monteguma mandó á los la que ensena á los hombres en tales fran-
indios que dexassen de pelear é dexas- ges lo que conviene á su salvagion. Via
sen venir los otros chripstianos, porque a que los enemigos eran señores de los. bas-
todos juntos matassen; é aquesto so cree timentos é del campo, é que estando en-
que fué su intento. É assi cessaron eston* gorrados los chripstianos, era mayor su
ges en el combate; pero desde á poco, nosgessidad cada hora é la hambre ma-
ó porque assi les fuesse ordenado, ó por yor, y essa sola sin las armas bastara á
su voluntad propria, se tornó á refrescar los acabar. É por todas esías causas se
la pugna, 6 peleaban como hombres do determinó, ávido su consejo con los otros
DE INDIAS. L1B. XXXIII. CAP. XLVII. 513
capitanes, sus inferiores, de salirse con Hecatheo, historiador antiguo. Assi que,
la gente fuera de la cibdad, cayesse el estas cosas assi las deben sentir los de sa-
que cayesse, é salvarse el que Dios orde- no entendimiento, como lo sintió Mesola-
nasse que salvo fuesse. no. É haciéndolo assi el capitán Hernando
Muchas veces me acuerdo, quandome Cortés, apercibió á los españoles é dixo
ocurre oyr ó leer alguna vanidad destos que le siguiessen por la calcada de Tacu-
sorteros ó adevinos que quieren entreme- ba; é mandó á Johan de Guzman, su ca-
terse en decir las cosas que están por ve- marero , que abriesse una sala donde es-
nir, de un muy notable caso que está es- taba el thessoro de mucho oro é plata é
cripto en aquel tractado que escribió Jo- piedras é joyas, para que cada uno to-
sepho, sacerdote de los de Jerusalem, masse lo que quisiesse, quél se lo daba.
hijo de Matathia, en lengua griega, con- É dio la retroguarda al comendador Pe-
tra Apion Grammático Alexandrino, é di- dro de Alvarado, é comengó Cortés á ca-
ce assi: «Segund supe de un varón judio minar con hasta gient hombres de los ve-
que militaba en aquella expedición, cu- teranos de sus milites; é los que avian
yas palabras contenían aquestas cosas, ydo con Narvaez arrojáronse en la sala,
dizie assi: Yendo yo al mar Bermejo, é cargáronse de aquel oro é plata quanto
yba allí de consuno con otros caval teros pudieron; pero los menos lo gocaron, por-
judíos uno que se llamaba Mesolano, va- que la carga no los dexaba pelear, ó los
ron de fecho, é de ánimo guerrero sobre indios los tomaban vivos cargados, é á
todos los archeros. Aqueste, yendo assi otros llevaban arrastrando, é á otros ma-
muchos juntos é presurosos en el cami- taban allí; é assi no se salvaron sino los
nar, rescibió un adevino agüero del, é desocupados é que yban en la delantera.
otrosí pidiógelo, é dixo que todos esto- Esto era después de media noche, é muy
viessen quedos, y él preguntóle que por llena de niebla. Oíanse muchos clamores
qué se detenían: el adevino le mostró un é gritos é voces, unos llamando á Dios é
ave quél miraba ante sí, é díxole ser otros á Sancta María, Nuestra Señora, de
complidero que todos se detuviessen, si los que prendían é mataban los indios.
aquella ave estoviesse queda; é que si se Bien pensaron los españoles que ninguno
levantasse é volasse ante ellos, que es- del los quedara, é quiso Dios que de to-
tonces caminassen; é que si volviesse las dos quedaron hasta trescientos é quaren-
espaldas, convenia que todos se volvies- ta y cinco de pié é de caballo; é si los
sen: y el cavallero, callando á esto « co- indios no se detuvieran en buscar é hur-
mencé á tirar saetas con su arco, é hirió tar y esconder el oro que tomaban, tam-
la ave é la mató. Ensañáronse contra él poco quedaran con las vidas essos, como
assi el adevino como otros algunos^ di- los demás.
ciéndole que lo avia fecho mal; y él dixo En esta relación se cuenta muy dife-
estonces: «Malditos demonios, por qué os renciadamente de como atrás está dicho,
ensañays?» É teniendo el ave en la ma- en la relación de Cortés, la muerte de
no, muerta, replicó: «Aquesta no supo Montecuma; y yo tengo por más cierto
de su salud, é podrá juzgar la salvación que su fin fué como Cortés lo escribió é
de nuestro camino? Si ella pudiera ante- la historia lo ha contado; é porque demás
decir lo advenidero, en ninguna manera desso, viva voce, yo lo he oydo al co-
viniera á este lugar con temor que no la mendador Alvarado, que estuvo pressen-
matasse con saeta Mesolano, judio«. De te á ello. Bien que aunque en esso dis-
lo que está dicho dá por auctor Josepho á crepen los testigos, en estotra relación se
lOMO lií. 65
514 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dicen otras cosas veríssimas, que en las das de un qü, sentado, digiendo muchas
passadas cartas ó relaciones de Cortés no lástimas , é á vuelta deltas otras palabras
se hace memoria dello. Assi que, tornan- contra los que avian atrás quedado. É por
do al discurso desta relagion, dige que no acabar de se perder, movió de allí con
dos mangebos avian tomado cargo, por essos pocos que le quedaban, é con mu-
mandado de Cortés, de sacar á Montegu- cho trabaxo é peleando á cada passo, él
ma, é que llevándolo, le dieron una pe- y ellos llegaron á la cibdad de Tascalte-
drada en la cabega, no lo conosgiendo, cle, todos heridos, Pero en este camino,
que dieron con él en el suelo, é mataron desde á ginco dias después que salieron
á los dos españoles que lo llevaban, é de México, los gercaron más de dosgien-
nunca lo conoscieron hasta que fué de día: tos mili indios por mandado del señor de
é que cómo le conoscieron, se detuvie- Temistitan, Hernando de Monteguma, é
ron con él los indios ó dexaron de seguir subgessor en su señorío; no porque él allí
á los chripstianos, haciendo grandes llan- fuesse, sino un capitán é mayordomo su-
tos, pero breves, porque reconosgidos yo que se degia Xuquetenga; é pelean-
del desastrado fin de su señor, fueron más do con los chripstianos, le mataron á esse
de quarenta mili hombres en seguimiento capitán é desmayaron los contrarios é de-
de los españoles. Y el capitán genera! avia xaron de seguir á los chripstianos. É as-
mandado al comendador Pedro de Alva- si con assaz peligro é cansangio é mu-
rado que se quedasse en la retroguarda chas heridas, los que quedaban llegaron
á recoger la gente, é desque vido tanta á una fuente, donde se parte el término
mortandad en los nuestros, é quél tampo- de Tascaltecle con el de México; ó qui-
co no podía escapar, atendiendo más, lle- so Dios que vinieron los de Tascaltecle
vaba una langa en la mano, é siguió tras con mucha gente de guerra, en que
Hernando Cortés, passando sobre los avia más de ginqüenta mili hombres, é
muertos é caydos, oyendo muchas lásti- detrás dessos más de otros vevnte mili
mas ; é llegó á una puente, que ya la avia hombres é mugeres con bastimento é co-
passado Hernando Cortés é los que esca- mida é agua á socorrer los chripstianos.
paron, y estaba algada, é todo aquello É cómo toparon con ellos, lloraban é de-
lleno de muertos quassi hasta arriba. É gian: «Bien oslo diximos, quando de nos-
como era mangebo ó muy suelto, juntó otros os partisteys, é os avisamos que
la langa contra los enemigos, é assi como essos mexicanos son grandíssimos tray-
se detuvieron un breve espagio, en con- dores, é no nos quisisteys creer». É los
tinente, sin perder tiempo arremetió, é talcasteclanos é alguno de caballo dieron
«obre el qüento de la langa saltó tan lige- en los que todavía venían de unas partes
ramente que travessó todo aquello que la é otras en busca de los chripstianos, para
puente solía ocupar, é púsose del otro la- los acabar de matar é robar, é hígose
do en salvo, quedando los indios espan- grand malanga en los tales; é recogidos,
tados dello; porque fué tan extremado de se fueron á Tascaltecle, é fueron acogidos
grande el salto, que á muchos hombres é tractados é procurados, como si fueran
que han visto aquello he oydo degir qije proprios hijos. É allí estovieron hasta que
paresge cosa imposible averio podido sal- se allegaron de los españoles, que después
tar ningún hombre humano. En fin, él lo fueron á aquella tierra otros quinientos 6
saltó é ganó por ello la vida, é perdiéron- más hombres, que con los veteranos, po-
la muchos que atrás quedaban; é llegó á cos á pocos , passaban de ochogientos
Cortés, que estaba engima de unas gra- hombres de guerra; la qual luego se co-
DE INDIAS. LUÍ. XXXIU. CAP. XLV1I. L15
meneó ó se prosiguió, continuándose á crudamente, contra los mexicanos é sus
guerra guerreada á fuego é á sangre muy valedores.

CAPITULO XLVIII.
En el qual se tracta cómo fué cobrada la grand cibdad de Temistitan, y el señor della fué presso; é otras
particularidades. E dase fin con este capítulo á esla relación que, como es dicho, fué sacada de muchas in-
formaciones é testigos que en aquella conquista sehaMaron.

Prosiguiendo esta relagion, es de saber sabido porGuatimucin *, señor de Temisti-


que en ella se hace memoria de los trece tan (subcessor en aquel grande estado á
bergantines que Hernando Cortés higo ha- Monteguma), higo apercebir • sus gentes
cer para la conquista é recuperación de para su defensa, ó quitar las puentes de
Temistitan, é cercarla; é cuéntalo de la las calcadas; é higo muchos sacrifigios á
mesma manera que se ha dicho en esta sus dioses, y en espegial á su dios de la
historia. É dige assimesmo que Hernando guerra, quellos llaman Qancuai, é sacri-
Cortés le puso tres reales á la cibdad, ficó aquel dia quatro mili muchachos ó
uno en la calcada de Iztapalapa, é otro más, é quatro españoles que tenia vivos
en la de Tacuba, por donde avian los en una jaola. E ovo su consultación con
chripstianos salido huyendo, é otro en la el demonio, é díxose que le avia dicho
calgada que llaman de Saltoca; é ordenó que no temiesse de los chripstianos, ó que
que aquellos bergantines anduviessen en saliesse á ellos, é le ayudaría é los mata-
aquella grand laguna, a par de aquellas ría á todos; é que le sacrificasse, como
calcadas, é por todas partes discurrien- solía.
do , porque los indios no pudiessen meter Escribe Livio, que hagiendo la guerra
bastimentos en la cibdad. É también se el cónsul Fabio á los tarquinienses, los
hage mención que se ordenó una grand Tarquinos sacrificaron tresgientos é siete
traycion en Tezcuco por los indios; pero cavalleros romanos, quellos avian presso,
que se puso recabdo en ello, segund la en deshonra de los romanos; de manera
historia lo ha contado. É assimesmo dice que non menos que en Indias, en Italia
el motin, en que tenían ordenado de ma- entre aquellos antiguos gentiles traetaba
tar á Cortés, por industria de un Villafa- también el diablo esta condenada usanga
ñe é un tal Escudero é otros que se ha- de sus sacrifigios. Tornemos á nuestra his-
llaron , é fueron castigados, é pagaron su toria.
mal desseo con las vidas; porque essos é Higo Guatimugin venir por 3a laguna
otros émulos de Cortés, por parte de Die- muchas canoas é algunas piraguas, é tan
go Velazquez, andaban amotinándole la grande armada que quassi ocupaban las
gente; pero el castigo lo aseguró todo. gingo leguas que tiene la laguna de lon-
De manera, que quanto al cerco, se gitud por aquella parte; é por su mucho
ordenó que Hernando Cortés fuesse en número, con el estorbo que se dábanlas
los bergantines, é tres capitanes otros unas á las otras, no podían navegar á su
por tres partes con el restante do Ja gen- plager. Los atambores é yoginas é gritas,
te española é amigos confederados, por era para espantar, Kiirando con quánta
tierra; en que avia, sin los chripstia- osadía é audagia venían é amenagaban á
nos , más de cinqüenta miíl hombres. É los chripstianos, é degian: «Aquí aves

* Aqui dice Oviedo GuatimuQa, siguiendo sin duda la relación que vá extractando.
S1G HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de quedar todos, como los otros que pri- hombres. Esta, guerra, sin gessar, turó
mero matamos». É porque su injusta pe- dos meses é más, é á cabo deste tiempo
tición fuesse oyda é agepta á sus dioses, comengaron á allanar é ruinar é poner por
sacrificaban muchachos que allí traian, é el suelo la cibdad por una parte é otra,
arrojábanlos en el ayre, é decían: «Assi juntamente con la ayuda de Tascaltecle:
aves de pagar vosotros». É diciendo é los de la cibdad se retruxeron á una
essas é otras semejantes locuras é fieras parte della, sin se querer rendir, aunque
6 soberbias palabras, quiso Dios que vi- en ellos se hagia mucho daño é mataban
no viento próspero en los bergantines y cada dia; y el hedor era incomportable.
embistieron con la flota de los enemigos, E un dia, juntamente los españoles é sus
hagtendo grande estrago en ella, quebran- confederados, les dieron tan resgio com-
do y echando á fondo muchas canoas ó bate de todas partes, que Guatimugin se
indios, en tanta manera, que en muchas entró en una canoa con veynte remeros,
partes parescia el agua propria sangre, que paresgia tan veloge por dó passaba,
por la mucha que de los indios allí se ver- como una saeta. É un capitán que se de-
tía. E demás de los muertos fueron otros gia Gargí Holguin estaba en uno de los
muchos pressos, é assaz señores é princi- bergantines, é tenia allí presso un señor
pales dellos, de los quales se supo que indio muy pringipal, el qual le dixo: (Ca-
todos los chripstianos que tomaron, quan- pitán señor, date buena maña, que aque-
do los echaron de Temistitan, los avian llos indios que van en aquella canoa son
muerto é sacrificado é comido, á causa esclavos de Guatimugin, é podrá ser quél
de la división de los señores, que unos va allí huyendo, porque su bandera ya
degian que era bien é nesgessario para no paresge». Estonges el capitán Gargí
hager la paz con los chripstianos, é otros Holguin, cómo oyó esto, dióse toda la
degian lo contrario, digiendo que pues priessa quél pudo é siguió á la canoa; é
Monteguma, su señor, era muerto, que quando fué á par della, un poco antes, se
no era ragon que chripstiano viviesse. Y subió en popa Guatimugin; é porque vído
en fin, con muchas é diverssas cruelda- que giertos ballesteros encaraban con las
des los mataron á todos. ballestas contra él, dixo é higo señal que
En esta batalla naval quedó la victoria no tirassen, quél se rendía por presso. É
por los nuestros, é se assentaron los rea- assi lo fué por aquel capitán, é llevado
les en las calgadas é partes que está di- luego al general Hernando Cortés; é lo
cho, é se partieron los bergantines con pusieron en una agutea muy alta, é díxo-
cada real, y el capitán general por su par- le Hernando Cortés que dixesse á los se-
te. É cada dia peleaban los unos é los ñores é capitanes suyos que viniessen lue-
otros, por entrar en aquella;grand cibdad, go á dar la obidiengia á ,Su Magestad, é
contra lo qual siempre se hallaba mucha al general en su real nombre, si no, que
resistengia é moltitud de enemigos. É un no quedaría hombre dellos con la vida. É
dia el general se desmandó á passar una assi se higo, é depusieron las armas más
agequía, que atravessaba lacalgada, é á de septenta mili hombres.
la vuelta le tomaron treynta españoles vi- Preguntáronle los chripstianos por el
vos, é los sacrificaron en un qü muy al- thessoro é hagienda, que avia quedado en
to; é faltó poco de prenderle á él con la cibdad, quando los desbarataron, é di-
ellos, si no fuera socorrido de giertos mi- xo que avia ocho dias que lo avian echa-
lites é criados suyos: é de los otros rea- do en la laguna, porque el diablo le avia
les se perdieron aquel día otros quatro dicho que avian de ser vengidoa, é que
DE INDIAS. LIB. XXXHI. CAP. XLVI1I. 517
lo raesrao hicieron del artillería que avia te de lo que se avia perdido, É afirmaban
quedado; pero dixo que lo daría todo, é muchos que de más de quinientas legua9
no dio la tercia parte dello. venían embaxadores é indios de señores
Preguntáronle.por los chripstianos, ó principales á dar la obidiencia. É después
dixo: «No me preguntes esso; é si me desta señalada victoria, fué á aquella tier-
quereys matar, matadme ya: que harto es- ra Chripstóbal de Tapia, veedor de las
toy de vivir». Y el capitán general le dio fundiciones del oro en esta cibdad de
buenas palabras, consolándole é hacién- Sancto Domingo, con provissiones é po-
dole entender que avia fecho su deber en deres para gobernar aquellas partes por
su defensa, como buen príncipe, é que Su Magestad. É cómo el Emperador,
por esso no seria maltractado, sino teni- nuestro señor, estaba en Flandes en aque-
do en más: é hícole llevar de allí é po- lla sacón, é aquellas emanaban de sus go-
nerle en buena guarda, con buen tracta- bernadores , é á Cortés no le parescíó que
miento de su persona, é mandó hacer mu- sin ser entendidos sus servicios debia ser
chos fuegos en las calcadas por alegría de descompuesto, tuvo sus formas para lo
la victoria conseguida. É recogióse mucho hacer volver á un pueblo que se dice Ja-
oro é joyas, é higo herrar por esclavos lapa , ó allí lo hicieron embarcar é se tor-
con el hierro del Rey á muchos indios é nó por donde vino ó fué allá. É tornados
indias, porque estaban dados por traydo- los mensajeros, que fueron Alvarado é
res. É después que la cibdad fué, subjeta, Diego de Soto é otros, luciéronse las par-
higo el general passar el real de los chrips- tes del oro ávido en el saco de Temisti-
tianos á la cibdad de Cuyoacan, que está tan; é demás de se pagar el quinto á Su
á dos leguas de Temistitan. Magestad, el capitán general é todos los
Muchas cosas acaescieron en este cer- demás del exército chripstiano dieron mu-
co, que entre otras generasgiones estu- chas joyas para el Emperador Rey, nues-
vieran discantadas é tenidas en mucho, tro señor, que vahan más de cient mili
en especial de las mugeres de Temistitan, pessos de oro, en oro é plata é preseas.
de quien ninguna mención se ha fecho. É É todo aquello se perdió é lo tomaron co-
soy certificado que fué cosa maravillo- sarios frangeses, de lo qual queda fecha
sa é para espantar verla prontitud é cons- más cumplida relación en los capítulos
tangia que tuvieron en servir á sus mari- passados.
dos , y en curar los heridos, y en el la- É también se recolige desta relación,
brar de las piedras para los que tiraban cómo Hernando Cortés envió á Chripstó-
con hondas, y en otros officios para más bal de Olit á poblar en la costa é puerto
que mugeres. de Honduras é Higueras, é dice que se
Pues cómo Hernando Cortés acordó de algo: pqr lo qual, avisado Hernando Cor-
passar á Cuyoacan, dexó en la cibdad de tés, envió á un cavallero, cuñado suyo,
Temistitan á un cavallero que se decía llamado Frangisco de las Casas, contra él;
VillafueMte, con ochenta hombres, para é dio al través en parte que lo prendió
guarda de los bergantines, é varáronlos en Chripstóbal de OHt á él é á los que lleva-
tierra, porque los indios no los quemas- ba consigo, é muchos se ahogaron. É ya
sen. É cómo fué presso Guatimugin é sus tenia el mesmo Chripstóbal de OHt presso
prinQÍ pales é capitanes é mayordomos su- al capitán Gil Gongalez Dávila, el qual é
yos é de su hermano Montecuma, degian Frangisco de las Casas se concertaron é
adonde avian echado el oro en la laguna, mataron al Chripstóbal de Olit, cenando
c hallóse parte dolió; mas no la tercia par- con él, como la historia lo ha contado en
518 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
el libro XXX; é quedaron por goberna- su mayordomo, é alguagil mayor de Te-
dores los interfectores allí en Honduras. mistitan, é tenia dosgientos hombres á la
Después Francisco de las Casas prendió continua en su guarda é opinión. Pero al
al Gil Goncalez é llevólo á Temistitan, é tiempo de la nesgessidad todos le falta-
halló que era ydo Cortés en busca de ron, sino diez ó doge: é non obstante
Chripstóbal de Olit por tierra; é dexó por esso, como varón é hombre de gentil
gobernador al thessorero Alonso do Es- ánimo, se puso en defensa, y él mesmo
trada é al contador Rodrigo de Albornoz; pegaba fuego á la artillería é tiros que
y en las cosas de la justicia al licenciado tenia asestados á la puerta; mas entrá-
Alonso Cuago. É cómo Hernando Cortés ronle por muchas partes, é prendiéronle,
se fué su camino, supo en el viage ques- é lo llevaron quassi arrastrando, é fué
tos sus sostitutos se avian rigorosamente puesto en una jaola, donde se le hicieron
en la gobernación, ó no á su voluntad. É assaz vituperios. En el qual tiempo avia
dio otro poder para gobernar la tierra al ydo el veedor Pedro Mirez á pagificar
factor Goncalo de Salagar é al veedor Pe- una provingia que se avia algado, é avían
dro Mírez Cherino: é assi redundó destos muerto los indios á más de ginqüenta es-
poderes una contengion é diferengia entre pañoles é más de diez mili esclavos, que
los offigiales, que oviera de ser causa de andaban en las minas sacando oro en la
se perder la tierra. provingia que llaman Quatan: el qual,
Dexemos esto, é volvamos al viage do cómo supo la prission del factor Salagar,
Cortés, que llegado á Honduras, llegó des- é que Cortes era vivo, huyó escondida-
de á poco tiempo un frayre pariente su- mente, é dexó la gente, é se acogió á un
yo , ó díxole los movimientos é revueltas monesterio que está en la provingia de
de México, é persuadióle á que se fuesse Tascaltecle, é de allí lo sacaron los indios
luego á poner la tierra en paz; y entre- é lo llevaron á México, é fué puesto en
tanto envió el mesmo bergantín, prove- otra jaola. Y el thessorero y el contador
yendo que gohernasse Frangisco de las se llamaron gobernadores en nombre de
Casas, é otra provission para A!varado; Su Magestad, é con esta voz higieron
pero los mensajeros fueron pressos, é ya prender á muchos amigos é algunos cria-
el factor Salagar avia prendido á Frangis- dos del factor ó del veedor, que tenian
co de las Casas é sentengiádolo á muer- congertado de quebrar las jaolas é los po-
te , porque avia muerto á Chripstóbal de ner en libertad; é á unos ahorcaban, é á
Olit; é apeló de su sentengia. Mas quan- otros agotaban, é á otros cortaban pies é
do llegaron los mensajeros de Cortés, ya manos; é andaba un fuego y escándalo
lo avia enviado presso á España. É vistas tan grande que los indios estaban atóni-
las cartas de Cortés, quel vulgo tenia por tos y espantados de lo que vian. Parte
muerto, juntáronse el thessorero y el con- desto passó antes quel ligengiado Cuago
tador é otros de su pargialidad, que esta- fuesse presso, del qual é de su naufragio
ban retraydos en Sanct Frangisco con adelante hage mengion la historia en el
otros amigos é servidores de Cortés, que último libro de los Naufragios.
á ellos se allegaron, é con mano armada Passadas estas cosas, ó mejor digiendo
fueron á prender al factor Gongalo de Sa- no todas, sino hirviendo é turando las di-
lagar, que estaba en la casa de Cortés, ferengias de los offigiales, se desembarcó
que la avia tomado por fuerga con toda Cortés ochenta leguas de Temistitan, ó
el artillería, é aun avia ahorcado á un fuéronsele á quexar muchos indios de las
primo de Cortés, llamado Rodrigo de Paz, cosas acaesgidas en su ausengia. E llega-
DE INDIAS. Uli. XXXIII. CAP. XLVIII. 519
do á la cibdad, se le higo grand rescebí- mientos que usaba con él, ó que le pa-
miento: é desde á diez ó doce dias, que- rescia á Hernando Cortés que lo eran,
riendo entender en las cosas del factor é porque quisiera que tuviera más respetto
del veedor, llegó la nueva de cómo yba á su persona. Destas cosquillas se pensó
el licenciado Luis Ponce por juez de resi- que resultaran nuevas puñadas é traba-
dencia é gobernador, é que estaba des- xos; y el thessorero era hombre hijodal-
embarcado en la Villa Rica, al qual le fué go é offigial de Su Magestad*, y en Cib-
dicho que quería hacer justigia del factor dad Real, de donde era natural, era uno
é del veedor, é tomó postas, y en cinco de los regidores é pringipal hombre; ó
dias llegó á Temistitan. É la gente que tenia sus pensamientos como de hombre
llevaba, que serian hasta cient personas, de bien, é pensaba que teniendo cargo
los más se murieron por el camino ó den- de la justigia, la avia de pregeder é admi-
de á muy pocos dias después que en la nistrarla como era racon, puesto quel
tierra estovieron: é con su llegada subce- tiempo estuviesse enconado é los ánimos
dieron otros escándalos ó trabaxos; por- españoles alterados y en diverssas opi-
que él se fué derecho á la iglesia, é fué niones.
rescebido en nombre de Su Magestad En essa sagon dende á poco tiempo sa-
conforme á las provissiones, que llevó é lieron de las prissiones el factor y el vee-
pressentó; é salió de allí, é dende á ocho dor , porque les fueron gédulas de Su Ma-
días le dio el mal de la muerte, é con gestad para ello; y Hernando Cortés se
ella concluyó con sus ofñgios. Pero dexó fué á España, é quedó el thessorero
en su lugar por gobernador al licengiado Alonso de Estrada gobernando. En la
Marcos de Aguilar, el qual era hombre qual sagon fué nueva como Ñuño de Guz-
de letras ó diestro en las Indias por la ex- man yba por gobernador. É assi fué, que
piriengia que avia tenido en esta Isla Es- llegó á México con quatro oydores é nue-
pañola y en esta cibdad de Sancto Do- va Chancilleria: é murieron los dos, é
mingo, donde fué algunos años alcalde quedaron vivos los Hgenciados Johan Or-
mayor por el almirante don Diego Colom. tiz de Matiengo é Delgadillo, é prendie-
É dado aquel poder gobernó en virtud ron al thessorero Estrada é al capitán Al-
del con mucho trabaxo por los escánda- varado, que avia ydo de España. É hígo-
los ya dichos, en que la tierra estaba, é se almoneda de los bienes de Hernando
diéronle por acompañado á Gongalo de Cortés, é tan sumaria, que se daba todo
Sandoval, que era debdo de Cortés, para por mucho menos de lo que valias é lla-
que sus cosas se mirassen; pero él no lo máronle á pregones, é si estuviera en la
quiso rescebir. É dende á poco se murió tierra, se viera en trabaxo; é sus amigos
este ligenciado, del qual se esperaba que con este disfavor no osaban paresger,
la justigia fuera bien administrada, por- Dende á poco tiempo proveyó Su Ma-
que era hombre que la supiera hager: el gestad que se qmtasse el cargo á Ñuño do
qual dexó en su lugar al thessorero Alon- Guzman, porque en poco tiempo ovo del
so de Estrada, é diéronle por acompaña- más quexas que de los passados. É cómo
do al dicho Gongalo de Sandoval, porque lo supo ó fué avisado que le quitaban el
el thessorero tractaba raal los criados é offigio, acordó de hager una entrada á las
amigos de Cortés; y él lo resgibió el di- provingias de los Ulichichimecas de Xa-
cho acompañado, aunque contra su vo- lisco, en demanda de Culuacan, que es
luntad. É Cortés estuvo muy desabrido de donde algunos dicen que vinieron to-
con el thessorero por algunos desacata- dos los indios que estaban en Temistitan.
520 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
É donde Ñuño de Guzman fué , halló dios, á causa de lo qual los conquistado-
gente belicosa vestidos de cueros de ve- res dexaban la tierra é se yban á buscar
nados muy bien adobados, é tienen her- las vidas; mas cómo al Emperador, nues-
mosas mugeres, é gente de mayores es- tro señor, le yba más en que su tierra es-
taturas que los indios de la Nueva Espa- tuviesse bien guardada, é su consciencia
ña. Este cavallero llevó quinientos de á segura, dióse tal orden en el tractaraien-
caballo, unos presaos é otros contra su to de los indios é población de la tierra,
voluntad, é los que con ella yban, eran que avia la racon é justicia que conviene,
los menos. É llegó á Mechuacan, é pren- é convertidas innumerables gentes á nues-
dió al señor de aquella provincia, llama- tra sancta feo cathólica, é con muchos
do Cacongi, estando de paz, el xjual ser- templos é iglesias, assi metropolitana co-
via á Hernando Cortés: é fué fama que le mo de muchos obispados é dignidades, é
sacó diez mili marcos de plata ó más, é muchos monesterios de religiosos, como
mucho oro, é tomóle diez mili indios"que más particularmente lo dirá la historia
le llevó; é aun después le quemó, porque adelante en el lugar que convenga. Y es-
no se pudiesse quexar, é á otros indios tando aquel muy reverendo obispo pre-
principales con él. En fin, él prosiguió su sidiendo en aquella Real Cnancillería é
camino é fué donde es dicho, é allá estu- gobernando la Nueva España, volvió á la
vo en continua guerra é le mataron assaz tierra Hernando Cortés con título de mar-
chripstianos; pero conquistó á Xalisco, é qués del Valle, del qual estado le hico
fundó tres pueblos é poblólos de chrips- merced la Cessárea Mageslad, como bien
tianos. É allí estuvo hasta quel visorey informado de sus señalados é grandes ser-
don Antonio de Mendoca fué á la Nueva vicios; é le dio mucha renta é vassallos,
España, el qual lo mandó prender (ó la é le concedió otras muchas mercedes. É
Audiencia Real que en Temistitan reside), cómo allegó á la Nueva España, le salie-
é fué enviado á Castilla á dar cuenta de ron á rescebir é á quexársele más de mili
sus servicios ó culpas al Emperador. señores é indios; é decían que los licen-
Aquella tierra é provincia de Xalisco se ciados Matiengo é Delgadillo les avian ro-
llamaba el Nuevo reyno de Galicia, por- bado á ellos é á él, é que viesse si que-
que es región áspera é montuosa é de ría que los matassen á ellos é á los de-
gente resgia. más. Y el marqués los consoló é. aplacó
Después que Ñuño de Gúzman fué á con buenas é dulces palabras y esperan-
aquellas partes, antes que allá fuesse el cas futuras para su satisfacion: al qual
señor visorey don Antonio*de Mendoca, mandaron los oydores, só graves penas,
fué á Temtstitan el obispo de esta cibdad que no entrasse en la grand cibdad de Te-
de Sancto Domingo don Sebastian Ramí- mistitan, é á los conquistadores que se
rez Fuenleal, presidente de Ja Audiencia fuessen á vivir é residir en aquella cib-
Real que aquí reside; é por mandado de dad , só pena de muerte, po'r quitarle la
Céssar fué á reformar á México é Temis- gente a! marqués. É aun se tractaba de
titan é aquella Real Chancilleria que allí prenderle é tornarle á enviar á España,
hay, é como presidente é persona de le- porque decían á voces que yba á alboro-
tras y expiriencia: é fueron con él los li- tar la tierra. Y él, con buen sufrimiento,
cenciados Johan de Salmerón, que avia hícose pregonar en la villa de la Veracruz
estado en la Tierra-Firme, ó Quiroga, é por capitán general de Su Magestad, é
Caynos, ó Maldonado. assi lo era: é juntada mucha gente con él,
Este perlado puso en libertad los in- é muy bien en orden, de pié é de caballo,
DE INDIAS. Lili. XXXIU. CAP. XLVIII. 521
fuésse á Tezluco, que está cinco leguas nerosas é ilustres por su sangre é de las
de Temistitan; é allí le envió á mandar el más virtuosas, é valerosas por su propria
Audiencia Real que no entrasse en la cib- persona: la qual sin mucha letura no se
dad, só pena de perdimientode*Sus bienes, puede cumplidamente loar conforme á sus
é la persona á merced de Su Mageslad: méritos é prosapia.
y él obedesció lo que le mandaron. Y es- É porque desta relación estamos quas-
taba allí tan acompañado é con tanta cor- si al cabo, digo que en ella supe que las
te é más que la que avia en Temistitan. minas de plata están en una provincia
En este medio tiempo acordaron los in- que se llama Solico, en la qual assimes-
dios de matar á los chripstianos; y estan- rao hay muchas colmenas é abundan-
do muchos é innumerables concertados cia de miel é cera de muchas maneras.
para ello, porque vian la divission é En lo de la plata, digo que yo vi en
passiones que entre los españoles avia, Sevilla, en la casa de la moneda, á mon-
ovieron mucho temor los oydores é todos tones por el suelo, muchas barras é quin-
los demás. É de nescessidad, parescién- tales de plata, é barriles llenos de la lle-
doles que no tenían mejor ni más cierta vada de la Nueva España; é me certifi-
defensa que la persona é crédito é valor caron los officiales reales que avia en la
del marqués del Valle, enviáronle á lla- Nueva España en essa sacón dado de
mar , porque cada dia los indios mataban quinto á Sus Magestades un solo hom-
chripstianos de los que andaban desman- bre cinco mili marcos de plata, por-
dados por la tierra, é faltaban ya más de que aquel año avia sacado veynte y gin-
doscientos españoles. Y el marqués fué á co mili marcos; é cada marco es ocho on-
Temistitan muy bien acompañado é con cas. É vi que por no se poder despachar
mucha gente de guerra, é cómo hombre de fundir tanta plata quanta se llevaba á
que la entendía: é se juntó conaquellos se- Sevilla en aquella casa de la moneda, die-
ñores de la Audiencia Real é fueron pres- ron ligengia á.sus dueños que la fundies-
sos é castigados muchos indios, é que- sen donde les pluguiesse: é assi estaban
maron é aperrearon tantos dellos que que- ocupadas muchas casas de herreros é
daron bien escarmentados, éavisados que otras, fundiendo plata en grandes canti-
cada vez que se moviessen con qualquier dades.
aileragion, se avia de hacer lo mesmo. Y En la provingia de Mechuacan hay mu-
en breves días todo estuvo llano é pací- chas minas de oro, é de plata assimesmo
fico. otras: la qual es tierra muy fria: y el se-
Junto con sas títulos é prosperidad de ñor della era señor de muchos thessoros,
marqués del Valle, llevó consigo á la é llamábase Cagongi.
Nueva España á la marquesa, su muger, Hay al pressente en la Nueva Espa-
con quien se casó en Castilla, ques aque- ña nueve iglesias calhedrales *, allende
de la metropolitana de Temistitan, con
lla señora de quien se higo memoria en
sus obispadosé dignidades, ele. Hay mu-
el capítulo XLV, llamada doña Johana de
chos monesterios de las Órdenes de Sanc-
Arellano, hermana del conde de Aguilar,
to Domingo é Sanct Francisco é de la Mer-
que hoy tiene aquel estado, é sobrina del ged é de otras Órdenes.
duque de Béjar don Alvaro de Cúñiga. La Hay tanto trigo, é hácese tan bien, que
qual es una de las mugeres de España ge-
Las catedrales de que haWa Oviedo parecrri
Guatemala, Mechoacan, Guadalajara, Yucatán y
ser: Puebla de los Angeles, Tlascala, Durantro, Chiapu.
TOMO III. 66
s&a HISTORIA GENERAL V NATURAL
un solo labrador ha acaescido coger, de mado, en lo ques dicho en estos quatro
quatro fanegas que sembró, seyscientas; capítulos que contiene.
é porque es cosa notable, le nombran é se Agora se escribirá otra que de un re-
llama Francisco de Terrajas. verendo padre de la sagrada Orden de
É con esto se concluye é dá fin á esta Sancto Domingo yo supe, y él me la dio
relación, que en la verdad, si los que me en la provincia de Nicaragua, que yba de
informaron no tuvieron passion en lo que la Nueva España. É aunque en ella se to-
está dicho, á lo menos por mi parte está que algo de lo que está dicho, también
fielmente escripia, é á la llana é con me- hay otras cosas, que no se deben preterir.
nos palabras assaz de las que fuy infor-

CAPITULO XL1X.
íín el qual se contiene una relación de diverssas cosas de la Nueva España, quel chronista escribe por in-
formación del reverendo padre vicario fray Diego de Loaysa , de la sagrada Orden de los Predicadores; é
decirse há con más brevedad de la que esle religioso lo dio in scripUs, firmado de su nombre.

he procurado por muchas vias de en- Cortés estaba muy lesos la tierra adentro,
tender aquellas diferencias que en la Nue- é dubdando su vuelta (que yba á buscar á
va España se tractaron entre ios officiales Chripslóbal de Olit que se avia aleado),
quel Emperador, nuestro señor, allí te- ávido su acuerdo, propusieron en sus áni-
nia para su hacienda real; é supe de mu- mos é obras de se enseñorear é gobernar
chos que lo vieron lo que está dicho en absolutamente; é assi subgedieron gran-
los quatro capítulos precedentes, é des- des discordias é bullicios entre todos qua-
pués más puntualmente algunas cosas des- tro officiales y un Rodrigo de Paz, pri-
tas por un religioso, persona reverenda mo de Cortés, que era alguacil mayor
é de crédito, que estando yo en la costa de México é mayordomo mayor de la ca-
de la mar del Sur, en la provincia de Ni- sa é bagienda de Cortés, que junta trien le
caragua, fué á aquella tierra dende la con ellos concurría, pero en la opinión de
Nueva España. Cortés, é no en lo demás. Y fueron en-
Este me dixo quel gobernador Hernan- cendiéndose los enojos, é á proporción
do Cortés estaba en el puerto é cabo de dellos el do su discordia, subgedieron las
Honduras, descuydado de las cosas que cosas de mal en peor, aumentándose; y
en la Nueva España passaban; porque essos offigiales, factor éveedor, prendie-
después que dende la provincia de Gua- ron al Rodrigo de Paz, é todo el fin de la
xaca avia enviado al factor Goncalo de prission fué porque dixesse del thessoro
Salacar é al veedor Pedro Almirez * Che- de Hernando Cortés, quellos pensaban
rino, con poderes que revocaban los que quel Rodrigo de Paz lo tenia enterrado, é
avia dado al thessorero Alonso de Estra- que solo este su primo, como debdo tan
da é,al contador Rodrigo de Albornoz, é gercano é camarero suyo, é que era par-
los hacia sus tenientes é capitanes en su tígipe en sus secretos, lo sabia. É para
nombre, ellos, assi como fueron rescebidos que dixesse la verdad fué atormentado
é admitidos en Temistitan, sabiendo que muy crudamente; é finalmente, no co-

En los capítulos precedentes se Ice Mires.


DE INDIAS. LIB. XXXI». CAP. XLIX. 523
nosciendo nada, fo hicieron ahorcar muy vincia de Guatimnla éNequepio, estando
avinadamente. hechos é aderescados los caminos hasta
Desde á pocos dias prendieron á los ca- el valle de Ulancho, para que las ásperas
pitanes Francisco de las Casas é comen- sierras de Chindon se pudiessen passar
dador Gil Goncalez Dávila, é condenáron- sin mucha dificultad, é para servir á Cor-
los á muerte; é si no fuera por los padri- tés todos los caciques de la tierra estaban
nos é religiosos que se atravessaron á in- aparejados, porque tenían en mucho su
terceder é rogar por ellos, los degollaran, reputación é fama por aver conquistado
porque avian muerto al capitán Chripstó- á Temistitan; é nombrábanle Malinchc, á
bal de Olit; y enviáronlos en una carave- respeto de una lengua que traia consigo
la en poder del capitán é piloto Johan Bo- que llamaba Marina. É por importunación
no de Quexo, é de Villarroel é Tapia, que grande del frayle mudó consejo é se par-
yban por procuradores á España (en nom- tió por la mar, para que con más breve-
bre de las cibdades de la Nueva España, dad remediasse la Nueva España : é con
y en favor destos dos offigiales que go- próspero viento en veynte é cinco dias
bernaban); y enviaban con ellos doce mili fueron en la Habana, ques en la isla de
ducados de oro en barras é joyas de oro Cuba; é dende allí en otros quince días
ricas (queste padre me dixo que las vido llegaron al puerto de Sanct Johan de Luaf
é tuvo en sus manos), lo qual llevaba un en la Nueva España, é tomó la gente de
Johan de la Peña, criado del factor; y en sobresalto una mañana que aun los veci-
el camino se perdió oí navio en el puerto nos estaban en las camas, é fué tanto el
de la isla del Fayal, ques una de las is- plager de todos, que de atónitos y espan-
las de los Acores; pero salvóse el oro de tados no creían que era él; é aun muchos
Su Magestad y el de todos los que allí le desconosgian, porque yba mal dispues-
yban, é perdiéronse los processos des- to y enfermo de calenturas, que en la mar
tos pressos. le avian muy mal tractado.
En aquella sacón fué á buscar á Cortés Los indios de la costa, sabida su veni-
un frayle de la Orden de Sanct Francisco, da, saliéronte á rescebir á los caminos con
llamado fray Diego Altamirano, primo su- pressentes de oro é comida ó mantas. Es-
yo, é dióle noticia de lo que en Temisti- to higo la cibdad de Cempual, é le siguie-
tan passaba, porque yba á buscarle é sa- ron la mayor parte del camino de allí
ber si era muerto ó vivo; ó para este efct- adelante; é de las comarcas por el seme-
to fletó un navio en la villa de Medellin jante salían con comida é con cántaros de
de la Nueva España, é fué al cabo de Hi- agua puestos en aquel desierto que tura
gueras é puerto de Honduras, é halló á quarenta leguas, sin población, excepto
Cortés en la villa de Truxillo. É fecha su las ventas fechas por los chripstianos: é
relación, quedó informado Cortés de la desta manera llegó hasta Tezcuco, é allí
verdad de lo que passaba en la Nueva Es- fué resgebido de los indios con mucha
paña ; y este frayle fué el primero que le fiesta é solempnidad. É salió el contador
nombró señoría, y le consejó é higo que Rodrigo de Albornoz una jornada antes
se pusiesse con sitial á oyr misa, ó pusiesse que llegasse á Tozcuco con muchos espa-
estrado, é solempnicasse su estado, dán- ñoles á rescebirle, ó assi por el consi-
dole á entender quel Emperador le avia guiente por su parte el thessorero Alonso
hecho duque é adelantado de la mar del de Estrada, con todos los allegados á es-
Sur, lo qual no fué assi. É cómo pensa- tos é á la parcialidad de Cortés. É assi
ba volver á México por tierra por la pro- con mucha alegria, é grandes areytos de
524 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
indios de noche é de día, é instrumentos fué sentido del factor ni sus adherentes,
de españoles de trompetas é atabales fué porque si le tomaran, le higieran quartos,
resgebido. llevando nueva que ora vivo Hernando
Tres meses antes que Ilegasse Cortés, Cortés, é que revocaba los poderes que
gobernando el factor Goncalo de Salagar, les avia dado al factor é veedor: los qua-
se higo pregonar por gobernador de la les publicaban que Cortés é los que con
Nueva España é capitán general, en nom- él avian ydo eran muertos por los indios,
bre de Su Magestad, como offigial suyo, é que lo traían figurado en un paño de la
porque la tierra estaba tiranigada é alga- manera que los avian muerto. É cómo no
da contra Su Magestad en poder de Cor- avian sabido nueva que gierta fuesse, tú-
tés. É assi en la plaga de Temistitan de- volo el vulgo por gierto, é aun los criados
gia que era tirano traydor Cortés é todos é amigos de Cortés le Ingieren las honras
los que le siguiessen. Y en todas las co- é obsequias por defuncto, é lo mesmo al-
sas de la gobernagion é capitanía general gunas mugeres por sus maridos que con
entendía absolutamente, como si fuera él avian ydo. Después de lo qual, veni-
gobernador; é acompañábale en gobernar do aquel mogo ó mensajero de Cortés que
el veedor. É después que ahorcó á Ro- es dicho, entróse en Sanct Frangisco se-
drigo de Paz, se levantaron giertas provin- cretamente , é dio las cartas al thessore-
gias de indios en Guaxaca, é fué allá el ro; é los criados é amigos de Cortés re-
veedor con dosgientos hombres á sose- cogiéronse todos á Sanct Frangisco, é ju-
garlos: é rugiéronse fuertes los indios en ramentáronse los más de seguir al thesso-
unos peñones; ó viéndose apretados, re- rero , é todos le eligieron por capitán é
cogiéronse lodos á uno muy fuerte, é los teniente de gobernador en nombre de Cor-
españoles, assi por sacarlos de allí, como tés; porque Frangisco de las Casas, á
por aver dellos una sierpe de oro é gier- quien yba el poder, ya era enviado á Es-
tas rodelas é moscadores é otras joyas de paña presso é condenado á muerte, y el
oro ricas, estuvieron quarenta dias so- comendador Gil Gongalez Dávila, por la
brellos. É supieron los indios por sus muerte del capitán Chripstóbal de Olit.
espías que los chripstianos los avian de El contador usó de una manera para
combatir é subir, é una noche los hom- acostarse á la parte que saliesse con su in-
bres de guerra é viejos huyeron por las tengion, é secretamente hígosecon el thes-
sierras sin ser sentidos, de manera que sorero ; y el dia quel thessorero determi-
desque los chripstianos les subieron el pe- nó de prender al factor, á medio dia, fué
ñon, no hallaron sino mugeres viejas é el contador dende Sanct Frangisco á la
niños. possada del factor, ó se le ofresgió que
Estando en esta conquista este veedor, ni seria con él ni contra él, sino en poner
é el factor en Temistitan con grand triun- paz. É despidióse del con intengion de se
fo , llegó Martin de Orando, mogo de es- yr á su casa, y en el camino topó con la
puelas del dicho Cortés, con cartas para gente que salía de Sanct Frangisco con el
el thessorero é contador, é con una pro- thessorero, todos en ordenanga é á caba-
vission para que gobernasse Frangísco de llo, é higo que públicamente le higiessen
las Casas en lugar de Hernando Cortés; y quitar de la muía é cabalgar en nn caba-
este salió en un navio que yba á Panuco, llo que le dieron é armas, é assimesmo
é fué por tierra dende la isla de los Sacri- los suyos, con la cautela ques dicho, pa-
figíos, é de allí en Tierra-Firme hasta que ra que si la parte contraria vengiesse, pu-
llegó á México muy secretamente, que no diesse degir que yba foreado. Assi que.
m INDIAS. L1I3. XXXIII. CAP. XLIX. 5*25
ydos derechamente á la casa de Hernando quando estoviessen comiendo, ellos sol-
Cortés, donde el factor paraba y estaba tassen al factor é veedor. É porque las
con gente armada de sus amigos é cria- llaves de sus prissiones tenian el thesso-
dos , é ciertos tiros de artillería á la puer- rero y el contador, descubriéronse á un
ta principal por la calle que sale á Sanct Guzman, que era grand maestro de hacer
Francisco, vido que la gente que consigo vergas de ballestas é gerragero, natural
tenía se le saliau, pocos á pocos, por los de Sevilla, hijo de un judio (que el nom-
corredores, y en especial don Luis de bre ó apellido de Guzman no le venia ni
Guzman, que fué uno de los primeros que le tiene por linage, sino porque fué su
se echaron de los corredores abaxo don- padrino uno de los del ilustre linage de
de estaba el thessorero con la gente, di- los Guzmanes); y este les prometió de les
ciendo que si le rescibiria. Y el thessore- hacer llaves ó ganguas ó darles limas pa-
ro gercó la casa con la gente, é viéndose ra abrir las prissiones del factor é del
el factor cercado, é que los que le avian veedor, é descubriéronle lo que estaba
de ayudar se le yban é se passaban á la concertado contra el thessorero é conta-
parte contraria, con buen ánimo, é como dor. Este Guzman les prometió que den-
valiente hombre, se abaxó á la puer- de ciertos días les daria hecho el recabdo
ta con un ticon en la mano é pegó fuego que era menester para soltar los pressos,
á la artillería; é quiso Dios quel un tiro é por otra parte fuésse al thessorero 6
que salió, abriéndose la gente, no higo contador é díxoles lo que passaba: los
mal, é fué á parar la pelota en una pared quales encontinente prendieron á un Es-
de Sanct Francisco; y en continente ar- cobar é á otros de los que hablaron al
remetió el thessorero é su gente y entra- Guzman en lo que es dicho, é á otros que
ron por la puerta , é retrayéndose el fac- ovieron por sospechosos, é degollaron
tor á una cámara le prendieron, é le echa- los que avian ydo al Guzman, é pusieron
ron una cadena é le llevaron presso por otras guardas de nuevo más fuertes é fie-
la plaga, é después le pusieron en una les para guardar al factor é veedor. Y es-
jaola en la casa de Cortés é con mucha tando assi pressos subgedió la llegada de
guarda. Y el thessorero y el contador se Cortés de la manera dicha: el qual higo
vinieron á la mesma casa. luego elegir alcaldes é regidores, é privó
Cómo el veedor supo la nueva del é quitó de los offigios é higo prender ó
mensajero que avia enviado Cortés, par- Gongalo de Ocampo é á otros muchos de
fióse con la gente de guerra que tenia de la parcialidad del factor, é secretamente
donde estaban para meterse en Temisti- se hagia pesquisa de los que se avian le-
tan é ayudar al factor su compañero, é vantado con ellos contra él.
supo en el camino su prission, é fuésse á En esta ocupación passaron veynte y
Táscala, é metióse en un monesterio de ginco dias, y en fin dellos llegó el licen-
Sanct Francisco que allí hay: é sabido ciado Luis Ponce, que fué de España pro-
por el thessorero é contador, enviaron veydo por juez de residencia, é aun se
gente por él, é metiéronle en otra jaola degia también que avia de quedar por go-
junto con el factor. Y en esta sacón cier- bernador, é llevó por su teniente al licen-
tos españoles secretamente determinaron ciado Marcos de Aguilar, é fué por al-
de matar al thessorero é contador, é sa- guacil mayor el comendador Proaño, é
car al factor é veedor de las jaolas; é ne- por alcalde fué el capitán Salagar de la
gociaron con las guardas que al tiempo Pedrada: é fueron assimesmo otros cava-
que diessen en el thessorero é contador, lleros é hidalgos, é algunos religiosos de la
526 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Orden de Sánelo Domingo, para la funda- fuera, el comendador Proaíío comió de
ción de las casas de su Orden sagrada en todo lo del plato de Luis Ponge, é no en-
aquellas partes; entre los quales fueron fermó ni menos revesó, é siempre estuvo
fray Thomás Ortiz, grand predicador, o bueno.
fray Vigente de Sancta Ana, muy buen Saliéronle á resgebir Cortés con el
letrado, é fray Domingo de Sotomáyor, thessorero é contador, y el comendador
hermano del señor de Orellana, é otras Al varado con todos los españoles, é assi
notables personas. LuisPonge, sin repos- entró en México, é apossentáronle en la
sar del trabaxo de la mar, con la gente- possada de Cortés. Otro dia siguiente en
más resgia que pudo seguirle (ó le pen- Sanct Frangisco, después de aver oydo
só seguir) se partió de la villa de Mcdellin misa, pressentó las provissiones de Su
para Temistitan, porque le dixeron que Magestad, é tomó las varas á los alcal-
Cortés no le avia de resgebir, é le dieron des é justigias, ó luego so las tornó á
á entender que avia de salir al camino á dar, é dixo quanlo á la vara de Cortés:
le prender; é por esto se fue por la via « Esta quiero yo para mí». É con mucha
de los pueblos á grand priessa. ,íí cómo cortesía se salieron é se fueron á comer.
Cortés supo la nueva do los indios (que Dendc á pocos dias, saliendo un dia del
en tres días después que llegó al puerto monesterio de Sanct Frangisco Luis Pon-
Luis Ponce lo supo Cortés; aunque el ca- ge con una grand calentura , que realmen-
mino es de ochenta leguas ó más), pro- te fué modorra, se fué á la possada , y
veyó luego á dos leguas de Temistitan en echado en la cama estuvo tres dias muy
un pueblo que se dige íztapalapa, que se fuera de sí, cresgiendo cada dia más el
aparejasse el resgebimiento para Luis calor é gana de dormir; é los médicos
Ponce é su gente, é que se les higiesse que lo curaron, fueron el doctor Hojeda y
grand banquete é fiesta, é le sirviessen el ligengiado Pedro López, y essos lleva-
los criados del dicho Cortés; é allí se le ron los términos en su cura de hombre
dieron muchos é diferentes manjares, enfermo de modorra, é assi siguió sus
entre los quales dieron unas natas , é términos de mal en peor hasta el'septe-
puestas á Luis Ponge comió unas pocas, é no, ó allí ordenó su ánima é resgibió los
las demás dio en el mesmo plato al padre sacramentos. É una tarde antes que mu-
fray Thomás Ortiz, que cabe él estaba, al riesse, mandó que le tañessen una basa.
qual dixo el maestre de sala Hernando y él estando en la cama, con los pies la
de Tapia: «Otras traerán para vuestra re- anduvo, é señalaba los compases de la
verengia». E dixo el frayle: «Dessas danga con los pies, é luego se lo quitó la
nido otras». É luego encontinente se le- habla, é otro dia antes del alba espiró.
vantó de la mesa Luis Pongo, ó revesó, Cortés , sabida su muerle, higo lan grand
ó los más que con él comieron. É de aqui llanto secreto como si fuera su hermano.
se sospechó que le avian dado pongofia, Enterráronlo con mucha sotempnidad en
y el frayle lo afirmaba que avia scydo en Sanct Frangisco.
las natas: lo qual digo esta relagion que El ligengiado Marcos de Aguilar, aun-
fué falso, porque como Luis Ponce ó su que mal dispuesto, con el poder que tenia
gente yban del camino traba xados é con de Luis Ponge gobernaba é tomaba re-
hambre, 6 allí hallaron mucha comida, sidengia á Cortés, é dende á dos meses
naturalmente se les avia de ofrescer mala enfermó él ó su hijo de ílaquega ó calen-
dispusigíon é aquellos vómitos é cámaras; turas , allende del mal viejo que Marcos
que no de pongoña, porque si pongoña de Aeuilar se tenia do las búas; é ambos
DE INDIAS. LlB. XXXIU, CAP. XLIX. Ü27
murieron, é el hijo dos días antes que el se dige el Obispado Caroknse. E llegados
padre. á Tezcuco, é sabido lo que es dicho, con
Después de la muerte de Luis Ponge, mucha priessa entraron estos padres en
estando enfermo Marcos de Aguilar, se una canoa por la laguna, y en quatro ho-
partió el contador Albornoz á España, é ras fueron a la cibdad, é los dos mones-
quedó poder al thessorero para gober- terios, assi el de Sancto Domingo como
nar; é los de la pargialidad de Cortés no el de Sanct Frangisco, con todos sus
consintieron, é tomóse por concierto que fraylcs, con las cruges é clérigos de la
gobernasse el thessorero ó Gongalo de iglesia mayor, llevaron en progession al
Sandoval, é assi juntamente gobernaron, dicho obispo hasta la iglesia mayor, é da-
é Cortés tenia el cargo de lo que tocaba á da la bendigion, se fué á apossentar al
los indios, é los que es dicho goberna- monesterip de Sancto Domingo; ó otro
ban la tierra de los españoles é la cibdad. dia, interviniendo aqueste perlado entre
El contador, llegado á la corte, higo re- Cortés y el thessorero, los higo amigos.
lación del estado de la tierra, ó prove- Después llegaron giertas provissiones de
yóse que la persona que Marcos de Agui- España para que fuessen sueltos el factor
lar en su testamento señalasse, gobernas- y el veedor ó les restituyessen sus offigios
se hasta tanto que Su Magestad otra cosa 6 hagiendas, de lo qual é de lo passado
proveyesse; é por esto gobernó el thesso- aflixido Cortés, determinó de yr en Es-
rero solo en todo, de lo qual subcedieron paña , y envió delante á un hidalgo natu-
cosquillas entre él y Hernando Cortés. Y ral de Sevilla, llamado Pedro Ruiz de Es-
el thessorero, viéndose solo, é temiendo quive! : c á cabo de treynta dias en la la-
que Cortés le atropellada, se confederó guna en una islcta le hallaron muerto cu-
con el factor é con el veedor, que esta- bierto de tierra é piedras, é la una mano
ban pressos; é la gente de sus amigos é de fuera, la qual tenia comida de perros,
pargiales se llegaron al thessorero, é con y él estaba en caigas ó jubón, sin las car-
este favor rechacaba las cosas de Cortés, tas é dos barras de oro que llevaba; ó
ó no las hacia tan á su favor, como él una herida tenia en la traviessa de la
quisiera. frente, sin tener en su cuerpo otra algu-
Subcedió en essa sacón que unos cria- na , é un negro suyo que llevaba nunca
dos de Cortés acuchillaron á un capitán, é se halló ni los indios ni la canoa, en que
prendieron al uno dellos, é aquel dia le avia partido de la cibdad de Temistitan,
higo el thessorero cortar la mano dere- ni se supo quién lo mató.
cha , é lo higo tornar á la cárgel, é des- Cortés, aderesgando su viage para Es-
terró á Cortés ginco leguas de la cibdad paña, dexó su hagienda é casa, é por
de Temistitan; é fué cosa de tanto escán- mayordomos mayores al ligengiado Alta-
dalo, que se pensó que aquel dia se die- mirano é á Diego de Oeampo é á Sancta
ran de langadas todos los españoles. Cruz; é degíase que la hagienda quedaba
Otro dia siguiente después de esto fe- avahada en dosgientos mili pessos de oro.
cho é Cortés desterrado, lo supo este Él se fué al puerto con sus criados é ami-
reverendo padre, cuya es aquesta rela- gos que á España llevó, é fueron con él
ción, que yba del puerto de la Villa Rica Gongalo de Sandoval é otros hidalgos de
con el muy reverendo obispo primero de su casa en dos navios. Llevó indios prin-
Tascaltecle, fray Julián Gargés, de la mes- gipales señores de la tierra , un hijo de
ma Orden de los Predicadores, la qual Montcguma y el hijo de Magiscagin don
provincia ó obispado por nuevo nombre Lorenzo, é otros muchos pringipales se-
528 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ñores de Táscala é de Temistitan é Cem- les en las sierras, é otros de diverssas
pual, é otros indios: entre los quales lle- lenguas en los llanos; y el pueblo eu mi-
vaba doce jugadores extremados de la tad de la laguna, las casas fechas isfetas,
provingia de Tascaltecle del juego del ba- é dos calcadas en la cibdad grande, y
tey, que es de pelota gruessa hecha de edefigios ó uchilobos ó qües, que son ca-
leche de ciertos árboles é otras mixturas, sas donde tienen sus dioses y exergitan
que salta la pelota mucho. É llevaba otros su ydolatria. Ochenta años se cumplieron
indios á maravilla diestros eji uu juego de quando fueron los chripstianos á aquella
un palo de manera nunca en España oyda tierra, que! abuelo é padre de Montegu-
ni vista hasta estos, que hagian con mucha ma avian ydo á ella. La poblagion de la
iigerega vueltas muy sutiles, en tanto que cibdad seria de ginqiienta mili veginos.
uno dellos volteaba en el palo al son del Otros muchos pueblos de indios, que fue-
areyto ó cantar, é contrapás, que otros ron con el abuelo é padre de Monteguma,
ocho indios al rededor andaban con sona- poblaron al rededor de la laguna: di-
jas é atabales pequeños: como acababa gen que boja, ó tiene de gircunferencia
aquel de voltear, entraba otro de los mes- la laguna sessenta leguas. Es de agua
mos, hasta que de uno en uno todos ocho amarga, ó mejor digiendo salobre, y el
ó nueve que eran, avian fecho sus vueltas pescado della malo é doliente. Los chrips-
unas diferentes de otras. Llevaba enanos tianos derribaron todos los uchilobos é los
y enanas; llevaba indios é indias más apossentos de los principales, éallanaron
blancos que alemanes. El oro que llevaba la cibdad, atapando las calles del agua, é
consigo eran veynte mili pessos de oro de fundaron sus casas de cal é canto é ma-
minas, é hasta diez mili de medio oro, é dera de gedros tan buenas é mejores que
dos ó tres mili en joyas, é mili marcos de las hay en España. Hernando Cortés tie-
plata labrada é por labrar. ne dos casas pringipalcs en los mesmos
Cómo llegó á la isla de Cuba, tocó en assientos de las casas de Monteguma. El
la Habana, dende donde continuando su tiánguez es quassi dos tiros de ballesta,
viage, llegó á España; é aqueste reveren- é allí se juntan grand moltitud de indios
do padre fray Diego de Loaysa fué hasta con sus mercaderías, é cada género de
allí con él (digo hasta la Habana) é den- cosas está en su lugar situado: é pagan á
de allí atravessó é navegó a la Tierra- los señores de la tierra giertos derechos
Firme , é fué á se desembarcar á puerto por aquel suelo, donde hagen su tiánguez
de Caballos en la gobernación de Hondu- ó mercado, é los señores son obligados á
ras , é dende allí fué por tierra á León de no consentir hager agravio ni hurto á los
Nicaragua, donde yo le vi é comunicó tales mercaderes; é los litigios que resul-
conmigo lo que es dicho: allende de lo tan de comprar ó vender también los de-
qual, preguntándole más cosas, me dio terminan. Los enterramientos del abuelo
en la relación suya noticia de lo que diré c padre de Monteguma no se hallaron, é
agora r de quél degía que estaba muy muchos indios quieren degir que Monte-
bien informado y de muchos indios gerca guma los enterró en la laguna con grand
del origen de Monteguma, en esta ma- suma de oro, en un edefigio que higo de-
nera: baxo del agua (no se ha sabido en qué
El padre é abuelo de Monteguma se parte), cxgepto que una fuente medio
halla aver venido de muy léxos de Te- quarto do legua de la cibdad de Temisti-
mistitan, é conquistaron la tierra, ó los tan , que se llama Tapustepeque, está al
indios que en ella hallaron, eran chonda- pié de un repecho de una sierra muy alta
DE INDIAS. Lili. XXXIH. CAl>. XLIX. 5¿9
é áspera, que es quassi peña tajada , en dio, é por buenas palabras Garay en son
aquel repecho están dos figuras fechas de presso fué llevado á Temislitan, don-
en la peña viva, é dicen los indios que de dende á poco murió de dolengia , é
son el padre é abuelo de Monteguma (en- otros degian que de enojo; dexó por su
tretalladas é como en fiesta de areytos, albacea é testamentario á Hernando Cor-
con una magaña en la mano é una rode- tés. Poblóse la provingia de Guagacalco:
la en el braco, assi como ellos en sus poblóse en el puerto de Sanct Johan de
fiestas solian estar). É luego allí á par hay Lúa la Villa Rica, la vieja que digen, é
una escalera que sube á un uchilobo á ginco leguas de allí otro pueblo que se
manera de ermita, que está sobre la llamaba Medellin. La Villa Rica se des-
cumbre de la sierra. pobló en el tiempo que gobernaba el fac-
Aquella gente é sus costumbres es mu- tor Gongalo de Salagar, é se pobló más
cho lo que se puede degir dellos. Co- abaxo á la vera de un rio á media legua
men carne humana: hagen sacrificios ma- de la mar é quatro del puerto; é por ser
tando muchos indios; é abriéndolos por buen assiento é sano, é que las barcas
los pechos é sacándoles el coragon, le entran cargadas dende los navios á las
arrojan al sol. Los que tienen cargo de casas del pueblo, é Medellin ser enfermo
los uchilobos se llaman papas (que quie- é granel trabaxo para llevar las mercade-
re degir persona sancta). Muchos de- rías, se deshigo en el tiempo que gober-
nos no comían sino solamente la sangre nó el thessorero Estrada, é se passaro»
de los que sacrificaban. Estos aborres- los veginos á la Villa Rica, é se higo una
gian el coyto é no conversaban con mu- cibdad de dosgientos veginos, que se lla-
geres, é mucho más el pecado de la so- ma la cibdad de la Veracruz. Otro pueblo
domía : é antes que tengan cargo del en el tiempo que gobernó Alonso de Es-
uchilobo, han de tener su año de apro- trada se fué á hager en los llanos de Gua-
bagion sin .salir del uchilobo, é al cabo pa, quarenta leguas de Tegoantepeque,
del año, si quieren quedar en aquellos dentro en la tierra que tiene las minas
templos, les passaban unas varas por las del oro, á quatro leguas del pueblo, el
lenguas, é quedaban allí en el templo pa- qual fué á poblar Magariegos, primo del
ra siempre: nunca se cortaban ni peyna- dicho thessorero. En Guaxaca hay minas
ban los cabellos. Estos han de ser hijos de oro; pero moríanse los indios por ser
de cagiques é hombres pringipales; é los la tierra caliente.
que quieren salirse no entraban más en Los monesterios que primero se funda-
el templo para servir en él. ron, fueron de la Orden de Sanct Frangisco
Los españoles, después de aver allega- tres, uno enTemistitan, otro en Tascaltecle
do á Temistitau é poblados allí, envió Cor- é otro en Cempual: otro está trege leguas
tés á Panuco al comendador Pedro de Al- de México, en... *Los religiosos señalados
varado é Chripstóbal de Olit, é después de aquella Orden y primeros en aquellas
de pagificado, poblaron un pueblo que se partes fueron el padre fray Pedro Melgare-
llamó Santisteban. Después fué Frangisco jo, fray Diego de Soto, fray Johan de Yalen-
de Garay con quatrogientos hombres, é gia Custodio, varón muy religioso, é otras
sabido por Hernando Cortés, tornó á en- personas de alta religión é buena vida de
viar á Alvarado con gente, é Cortés le la mesma Orden. De Sancto Domingo es-
siguió luego; é la gente de Garay se per- tá fundado en Temistitan un monesterio

* En el MS. de Oviedo hay un claro, que no es posille llenar ahora, sin riesgo de padecer error.
TUViO DI. 07
530 ÜISTOWA GENERAL Y NATURAL
muy sumptuoso, y en la cibdad de la Ve- blo, que dice el auctor alegado assi: «El
racruz otro, é otros en otras partes é pro- primero lugar de Troade es Améxico,
vincias. El obispo primero que fué á la después Crebenia y essa Troade llamada
Nueva España fué el de Tascaltecle, lla- Antigonia, hoy Alexandria, colonia ro-
mado fray Julián Garcés, del que se ha mana, etc. *»
hecho mengion de susso, de la mesma Tornando á la relación de nuestra ma-
Orden de los Predicadores, buena perso- teria, dice que la cibdad de Temistitan
na por sí é de limpia sangre, ó hijodalgo está desta nuestra mar del Norte ochenta
é grand letrado. Hay fundadas muchas leguas, todo de muy buenas poblagiones
iglesias en la mesma cibdad de Temisti- é de muchos indios, é otro tanto poco
tan, é hay iglesia cathedral é perlado, más ó menos hay dende la dicha Temisti-
que es el obispo fray Johan de Carraba, tan á Tegoantepeque, que es grand cib-
de la Orden de Sanct Francisco, en el dad é puerto de mar en la costa de [a mar
qual obispado entraba la cibdad de Gua- del Sur, donde se hicieron qaatro navios
cacalco é Tepeaca é la Villa Rica, la qual que llevó á la Especiería Alvaro deSaave-
iglesia es muy biejí servida con sus dig- dra á buscar al comendador frey Garcia
nidades é canónigos é clero. de Loaysa, que avia ydo por capitán ge-
Dende el puerto de Sanct Johan de neral de Su Magestad á la Espegieria, co-
Ulua á la cibdad de Temistitan hay dos mo se dixo en el libro XX, capítulo III,
caminos, uno de poblaciones de indios é é dende adelante en la segunda parte
otro despoblado;. pero con muchas ven- pressente, y en el capítulo XIII é capítu-
tas ó buenas, donde se halla todo lo nes- lo XXVI é dende adelante. Este capitán
cessario, é por este camino van todas las Saavedra fué á diez é ocho de otubre del
recuas, que por el camino de los pue- año de mili é quinientos^é veyhte y seys
blos , si no son españoles á caballo, po- proveydo de bastimentos para un año, é
cos van. Llámase aquella grand cibdad avía de dar la vuelta el un navio de los
en lengua de los indios naturales del la quatro el siguiente año por Sanct Johan de
Temistitan, é assi la solían llamar: é mili é quinientos é veynte y siete, para
dentro della avia dos parcialidades é ban- el qual tiempo avian de estar otros qua-
dos de señores; unos se decían mexica- tro navios aparejados á la lengua del
nos é los otros tatelucos, é los españoles agua para proveer de gente é bastimen-
correspondiendo al proprio nombre, la tos para passar adelante á descubrir la
llamaban México. Acuerdóme por éste Espegieria. Por manera que con lo que
nombre que en Plinio hay otro que le pa- vá dicho se concluya la relagion del di-
resge; pero aquel tiene una A más, é llá- cho reverendo padre fray Diego de
mase Améxico, y es en Asia aquel pue- Loaysa.

i Plinio, ¡ib. V, cap. 31.


DE INDIAS. LIB. XXXM. CAP. L. 531

CAPITULO L.

En que el chronista escribe, ó mejor diciendo, copia una breve relación <}ue le fué enviada desde la cib-
dad deVenecia*, adonde ta avia enviado el señor visorey don Antonio de Mendoca á su hermano e! seño1"
don Dieg-o de Mendoca, embaxador de la Qessárea Mageslad eu la dicha Venecia ; é pénese á !a letra el
capítulo que en esto habla, é dice después el ehronísta su parescer en el mesmo caso.

Hiscribe el visorey que se ha hallada hasta hagerse señor de México; y en las


en la Nueva España un minero de pie- provingias comarcanas fué allegando assi
dras muy negras é duras, que enmedio pobladores hasta que la habitagion cres-
tienen cierta vena colorada muy viva, co- gió en forma de cibdad. Hecho esto, dio
mo rubí: envía dos aras á Su Magos- las leyes: la pringipal dellas fué quel más
tad , é ha mandado cortar un suelo para valiente ó mayor capitán fuesse entre ellos
una estancia. ¡Cosa extraña! Enviaenseys su rey. Dióles gerimonias, orden de sa-
naos gran cantidad de dinero á Su Ma- crifigios é leyes de combates é duelos.
gestad é particulares. Escribe el dicho á Después, juntando la gente de la cibdad,
don Diego, su hermano, que la fundagion dholes una muy larga habla, en que les
de Temistitan fué desta manera: Que vi- higo saber quél era enviado de Dios é
no de la parte del Norte hágia la provin- queria tornar á él; que le esperassen,
cia de Panuco un capitán que llamaban que quando ellos más nesgessidad tuvies-
Orchilobos, con quatrocientos hombres sen volvería á ellos, é assi se despidió
bien ordenados á su modo, con armas con los que quedaban de su gente, sin
de plata é de oro, estando los de México llevar otra cosa más de lo que avia tray-
en guerra con los de Táscala, é que se do. É se fué á la parte de Guatimala,
metió á ayudar á los de México en la dende donde creen que se partió para el
guerra, los quales por su industria y es- Perú, porque hay relagion que en aque-
fuergo fueron vencedores; é que viendo lla provingia hallan gierta orden de sa-
el lugar aparejado en una laguna que allí crifigios é vestigios de Orchilobos.
era, la qual tenia una estrecha entrada Los de México quedaron sin señor mu-
de peñas, que yba á una isleta ó roca de chos años; é porque donde Orchilobos hi-
peña que estaba quassi isla enmedio de go la primera habitagion avia un árbol, é
la laguna, comengó á habitar con su gen- porque el fructo del se llamaba assi, ó
te, é higo una pequeña torre de piedra, porque tenían por sol á Orchilobos, lla-
que después quedó por templo mayor de maron al árbol árbol del sol, é á la cibdad
Orchilobos consagrado á su nombre: en de Temistitan, que era degir fructo del sol.
la qual se recogía, é de allí poco á poco Después eligieron rey, é de uno en otro
fué mandando é sojuzgando los veginos vinieron á Guateguma, al qual eligieron

* De este punió suprimió el autor las siguienles señor don Antonio de Mendoca, visorey de la Nue-
cláusulas, que no carecen de interés y contribuyen va España, envió al Emperador Rey, nuestro señor,
á ilustrar su vida: «Por el dotto é muy enseñado del origen é fundación de Temistitan; y otra tal
varón Mieer Johan BaptisU Ramussio, secretario copia envió á su hermano, etc.» También del final
de aquella ilustríssima Señoría, amicíssimo especia^ de! capítulo quitó algunas cláusulas, pero de me-
del auetor desta General historia de Indias, la nos sustancia.
qual relación dk;e este secretario que! muy ilustre
í¡32 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
l>or rey por su virtud é valentia, é por- é costumbres é orígenes de la gente,
que fabulosamente decian ser hijo de Or- Quiero degir yo agora, pues que he
chifobos. dicho lo que de Venegía aquel mi es-
Digen que en el templo de Orchilobos pcgial amigo me escribió, lo que sien-'
lo han de servir mugeres vírgines; y una to desta relagion del señor visorey hecha
dcstas un dia limpiando al ydolo, se le ca- ai Emperador, nuestro señor. É creo
yó una pluma, é tomándola é poniéndola bien quél escribió verdad, segund fué
en los pechos, se durmió é soñó que ve- informado, pues demás de ser persona
nia á ella Orchilobos é que dormía con ilustre, es sabio é hombre de mucha pru-
ella. En fin, quedó preñada, é donde á dengia, é si en algo sus inlérpetres no
poco parió a Guateguma, é por excusarse consuenan con lo gierto1, él es desculpado
do la pena é por hacer mayor su hijo, é aun yo en lo que dixere, discantando
contó lo que le avia acaescido: los do ó apuntando'la relagion que está dicha.
Temistitan, no la creyendo, la desferra- É será bien que passo por passo ía vaya
ron de la cibdad, y ella se fué a cierta satisfagiéndo en algunas cosas, que pares-
provincia, digiéndoies como en profecía ge que le compadesge ó ha lugar el repli-
que aquel niño seria su rey. Después, cato ; porque son cosas notables é de
venido Guateguma en edad, fué tan va- pesso ó calidad, ó se han de ver é leer
liente, que dicen que venció veynte é siete por hombres que son amigos de especu-
campos por su persona, é cómo era tan lagion de estas cosas, é aun por los
estimado é mas hermoso que los otros, que han estado en la Nueva España,
dieron fée á la fábula de su madre, é lu- que si no en todo, en parte sabrán apun-
ciéronle capitán contra los de Táscala, tar lo que no podrán los que no lo han
los quales fueron siempre perpetuos ene- visto.
migos suyos. Guatecuma vengió los do Quanto á las piedras muy negras é mi-
Táscala <é murió allí'. Que Montecuma era nero dellas, sin dubda creo que debo ser
joven, el qual de la edad de doce años le ass¡, porque en esta cibdad de Sancto
tomaron por capitán contra las provincias Domingo hay algunas que se han traydo
comarcanas, é salió tal, que con su va- de la Nueva España, (ales como es dicho,
lentía los sojuzgó á todos é higo tributa- exgepto sin aquella vena colorada, viva
rios los de Táscala. Hígose elegir señor como rubí, pero sin tal vena yo la he
de la tierra. Era tan cuerdo é tan sabio visto de allá trayda: digo no tan colorado
que quassí lo adoraban, é tan valiente como rubí, pero como leonadas de for-
que por su persona venció diez y ocho ma de jazpes, é otras todas negras é muy
campos. hermosas, é tan prietas é lustrantes como
Quando vino Cortés con los españoles, agabache muy polido. É dcstas piedras
los de la tierra lo resgibieron, pensando se han llevado á España muchas é á esta
que fuesse Orchilobos, el qual en su cuen- cibdad de Sancto Domingo, é se hagen
ta delios avia quatrogientos años que era muy hermosas aras: yo he tenido quatro
partido. E todo esto é otras historias tie- dellas y tales como digo.
nen ellos en sus libros de sacrifigios es- Quanto á la grand cantidad de dinero
criptos por figuras, los quales hage el que á Su Magestad se envió en seys naos,
visorey interpretar para enviar á Su Ma- muchas ó muchas más van siempre de to-
gestad con un libro, que hage hager do la das estas partes ó Indias que llevan á Su
descripción particular de las provingias, Magestad é á particulares grandíssimos
pueblos é fructos de la tierra, é leyes, thessoros do oro é plata, é no me quiero
DE INDIAS. ÜB. XXXIII. CAP. L. ím
detener en esso, porque es cosa tan gran- lio, de los quales pocos ó ningunos hay
de é tan notoria como todos los hombres al pressente de aquellos angianos é sabios
saben en España é fuera della en la ma- que estonges avia. E más adelante en el
yor parte del mundo. capítulo IX el mesmo Monteguma, reytc-
Quanto á la fundación de Temistitan, rando la mesma relagion del origen á sus
que dice que aquel capitán llamado Or- vassallos en pública audiengia, en pres-
cbilobos fué de la parte del Norte hacia sengia de Cortés é de los españoles, dá
Panuco é de ahí á México con quatrogien- ragon de cómo vinieron á la tierra sus
tos hombres, armados de oro é plata, é antegessores. Demás desso, en la rela-
cuenta la forma que tuvo para se hacer gion que se tracla en el capítulo XLV,
señor, é les dio leyes é gerimonias é or- se cuenta la forma que Monteguma tuvo
den de sacrifigios é leyes de combates, ó para se hager señor de Temistitan, ayu-
que les higo una habla, quando se quiso dando á la pargialidad de los mexicanos
yr, prometiéndoles de tornar quando más contra el bando de los que seguian la
nesgessidád tuviesen; é que se fué hágia parte ó apellido Tateíulco, tomando cau-
Guatiraala, é creen que de allí fué al Pe- telosamente por yerno al señor de dicho
rú, porque hay relagion que allá hay ves- bando, llamado Samalge, y en una fiesta
tigios de sacrifigios é Orchilobos; é digo ó banquete le higo matar á él é sus capi-
más, una manera de fábula de cómo fué tanes, etc. Y en la relagion antes desta del
engendrado Guateguma de la pluma del visorey, en el capítulo XLV11I, dige que!
ydoio que su madre se metió en el pecho, padre y el abuelo de Monteguma vinieron
é cómo fué hecho señor por su esfuergo é de muy léxos de Temistitan, é conquis-
grand ser de su persona, ó después fué su taron la tierra ochenta años antes que los
hijo Monteguma. E di ge que á Cortés le chripstianos fuessen á ella.
resgibieron los indios de la tierra, pensan- Lo que á mí me paresge es, que no so
do que era Orchilobos, que volvía á cabo debe creer que, caso quel origen de Mon-
de quatrogientos años que avia que era teguma fuesseOrchilobos, él oviesse veni-
ydo, 6 que estas é otras historias tienen do de la parte del Norte ni de la del Pe-
por figuras en sus libros, etc. A esto di- rú, que.está de la Nueva España puesta
go que es muy diferente la relagion que á la parte del viento Sueste: antes se de-
Hernando Cortés escribió al Emperador, be sospechar que fué de la parte de Nica-
nuestro señor, segund el mesmo Monte- ragua , ques provingia más oriental que
guma le dixo, como más largamente que- Guatimala, en la costa riel Sur, de la mes-
da escripto en el capítulo V; é allí no di- ma lengua que se habla en la Nueva Es-
Ce q«e de la parte del Norte viniesse Or- paña, la qual Guatimala está éntrelo uno
chilobos, sino de la parte de Levante, há- é lo otro. É los orchilobos é sacrifigios, é
gia donde el sol sale; é también dige que comer carne humana, é otros ritos, as-
ya esse capitán volvió é no le quisieron si como sacrificarse las orejas é lenguas é
resgebir, ó otras cosas muchas é aparta- miembros generativos, é otras muchas
das de la relagion que se higo al visorey. cosas que acostumbran, todo es de una
Y es de creer que Monteguma mejor es- manera, ó muy conforme. E assi pienso
taría informado de su generasgion é orí- yo, é pensarán los que vieren aquella
gen que no los nuevos ó modernos infor- tierra é leyeren lo ques dicho, ques jus-
madores de agora: quanto más que lo to que se piense que no del Perú, sino
que dixo á Cortés Monteguma fué en pres- de Nicaragua ovieron origen essos indios
sengia de los más pringipales de su seño- é su capitán Orchilobos. É los mesmos
53V HISTORIA GENERAL Y NATURAL
orchilobos ó qlles ó templos ó ydolos tie- glo. La madre de aquellos fundadores do
nen por aquella costa; é lo del Perú es Roma, los quiso hager hijos de Marte,
muy extraño é apartado desso, assi en la dios de las batallas entre los antiguos gen-
lengua como en lo demás. Y este nombre tiles. Y esta otra que se durmió con aque-
Perú es improprio, porque no es de aque- lla pluma en el pecho, quiso hager á su
lla tierra donde el gobernador Pigarro é hijo divino, pues dige en essa relagion
Almagro han andado, donde Atabaliba que Orchilobos era enviado do Dios, é que
fué señor, sino muy más cerca del Darien dixo, quando se fué de Temislitan, que
é de Panamá, como se dirá en su lugar, se tornaba para él. Por manera que, re-
quando se tráete de la tercera parte des- solviendo mi opinión , los antegesores de
ta General historia. Monteguma son de la mesma costa del
Quanto á la elección de Guafccuma, Sur de Nicaragua é de aquel golpho de
padre de Monteguma, me paresce que Orotiña; ó de allí abaxo hágia el Ogiden-
pues dice essa relación que avia qiüatro- te é por tierra pudieron yr muchos á su
cientos años que Orchilobos avia ydo, no plager á la Nueva España. É no es cosa
consuena con lo que Cortés é otros dicen nueva en el mundo á los capitanes trans-
que entendieron de Monteguma é otras portarse de unas provingias é partes ex-
personas; pues Monteguma dice que tam- trañas en otras, é adquirir nuevos esta-
bién su abuelo fué señor de aquella tier- dos é señoríos.
ra, é quel abuelo y el padre vinieron-á Quanto á lo demás, en la forma de se
ella. enseñorear en la tierra Monteguma ó sus
Quanto á lo que dige essa relación que progenitores, dicho está lo que he podido
viniendo Cortés con los españoles, los de entender, aunque diverssameníe congec-.
la tierra los resgibíeron, pensando que ture: é lea el que quisiere ser bien infor-
fuesse Orchilobos, tampoco se debe creer; mado é tome destas historias lo que viere
porque como la historia ha contado, an- ques más verisímil; pues que en la ver-
tes que Cortés fuesse, avian ydo Johan de dad, assi como un juez no puede recta-
Grijatva é Alvarado é otros, é antes que mente juzgar sin quel litigio se concluya,
essos Frangisco Hernández de Córdova, é después de aver las partes hecho sus pro-
les avian muerto chripstianos; é lo mes- bangas, é aquellas examinar é probar sin
mo hicieron á Cortés, é lo echaron de Te- passion; assi tampoco nó puede ningún
mistitan más que de passo á langadas, é sabio Ietor determinar ni desgedir la me-
le mataron la mayor parte de la gente. dula é verdad de la historia con rectitud,
Aquel sueño que dige de cómo fué con- ni de algún libro sentengiar semejantes
cebido su padre de Monteguma, me pa- dubdas, si no lo passare todo é llevare
resce mucho al cuento de Rea, madre do continuada su legión.
Remo é Rómulo, virgen vestal, que otros Por manera, que tornando al discur-
llaman Iliaó otros Silvia, como más larga- so de la gobernagion de la Nueva Es-
mente lo escriben Plutarco é Tito Livio *; paña , digo que á los gobernadores ques
ó la una fábula é la otra se quieren pares- dicho, subgedió nuestro obispo destacib-
cer. Offigio es de las malas buscar excu- dad de Sancto Domingo de la Isla Espa-
sas para encubrir é dorar sus delictos é ñola, don Sebastian Ramirez de Fuen-
luxuria; é digo dorar, porque no sola- leal, presidente de la Real Audiengia é
mente los encubren, pero hágenlo3 mira- Changilleria que aquí reside; é por ser

i Li\'., Dec:idal, lib I. cap. 5,


DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. L. Ü3Ü

tan experimentado en las cosas de la grandes nuevas de la nueva tierra, que so


j usligia, le mandó la Cessárea Magostad ha descubierto dende aquellas partes ha-
yr á residir por presidente do la Chan- cia el Norte, sobre la qual el marqués del
gilleria de la Nueva España á Temístitan, Valle y el dicho visorey debaten: y esfo
donde fué ó la reformó é tuvo muy bien se dirá en el libro II de la tercera paríc
gobernada, é desó en mejor estilo que que será el XL de la Natural historia des-
hasta allí avia estado. E de allí-le man- tas Indias, porque me paresce que allí
dó Su Magestad yr á Castilla, é le higo quadrará mejor; pues assimesmo aquel li-
obispo de León é presidente de la Real bro, como este, compete á la Nueva Espa-
Chancilleria que reside en Valladolid; é ña, é tracta de las cosas della.
mandó yr a gobernar la Nueva España a! Passemos á lo que nos queda por df1-
dicho señor visorey don Antonio de Men- cir para la conclusión deste libro XXXIII,
doca, el quaí es el primero que tal título hasta quel tiempo nos muestre otras co-
de visorey ha tenido en aquella tierra. sas que se puedan acomular en él.
Después de todo lo que esta dicho hay

CAPITULO LI.
En el quai se Iraeta una sumaria relación, en que se relata la forma que en !a Nueva España tenian los in-
di 03 en pag'ar los tributos á Montecuma é á sus señores, antes que allá fuessen los chripstianos, porque
ogwa ya assi en lo que se dirá como en otras cosss, hay otras costumbres e' novedades: é demás de lo
que toca á ios tributos é agricultura, se dirán otras cosas en que la historia hasta aquí no ha fecho men-
ción, que son nolabtes é dignas de se oyr.

JLiOs indios de la Nueva España, segund res, é algunos sus parientes é algunos
lo que yo he podido inquirir é saber de principales é mercaderes, tienen hereda-
personas de crédito, é que dende los pri- des é tierras proprias, é tas venden é
meros españoles que con Hernando Cor- juegan, quando les paresce; y estos las
tés militaron en aquella conquista ellos su- siembran é cogen, é no tributan ellos ni
pieron comprender, es la gente más po- ningunos offigiales, como son albañiles,
bre que hay entre muchas naciones que carpinteros, é otros que hagen plumages,
hasta el pressente se saben en estas In- plateros, cantores é atabaleros, porque
dias. No tienen en sus casas mueble ni ningún señor indio hay que no tenga mú-
vestuario más quel que traen sobre sus sica , é cada uno segund su estado. Todos
personas, ques muy pobre, é uDa ó dos estos no tributan con más de trjbuto ser-
piedras de moler mahiz, é unas ollas pa- vil cada uno con su persona, quando le han
ra lo cocer, é una estera, en que duer- menester, é no se les dá paga alguna ó
men. Su comida, por la mayor parte, es ninguno del los.
hierbas cocidas con axí, é pan; é comen Toda la gente plebea, cada señor indio
poco, no porque ao comerían, si más al- en su tierra, quando á ella se vienen de
cancassen, puesto que la tierra es muy otras partes á poblar (é á los que están
fértil é de grandes mantenimientos é co- poblados) les dan tierras en que siem-
secha ; pero Ja gente común é plebeos son bren , señaladas que cada uno conozca las
tan tiranicados de sus señores indios, que tierras que ha de sembrar. Y la mayor
á la mayor pa"rte les tasan los manteni- parte dcllos tienen su casa en la heredad
mientos en esta manera. Solos los seño- que tienen por suya; y entre veyntc é
536 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Ireynta é quarenta é cinqíienta casas tie- dado, el tributo que le tiene tasado que
nen un indio principal que se dice tiquil- dé al amo, ó al corregidor del pueblo ó
lato, que en lengua castellana quiere decir pueblos que al pressente están en corre-
tríbulo halla ó tributo pide;, ques quassi gimiento. É assimesmo le lleva gallinas
como en Castilla jurado de collagiones. las que cria, que no las osa comer ni se
Al tiempo de coges- el mahiz, este tiquit- aprovecha de más que de los huevos, é
lato mira la sementera é lo .que cada uno aun no de todos.
coge, é cogido se lo manifiestan, é cuen- Al tiempo do los sessenta ó cient dias,
tan las macorcas del mahiz que cada uno ó ios que han de ser, quando ha de dar el
coge , c cuenta las mugercs que cada un tributo, diez dias antes recoge en casa
vassallo tiene dé los queste tiene a cargo, del señor indio lo traydo por los tiquitla-
é los hijos. Y estando delante la cosecha ó los; é si algún pobre indio no puede cum-
pan que cogió, hage cuenta quántas ma- plir lo que cabe de tributo, ó por enfer-
jorcas ha menester cada persona de aque- medad ó pobreca, ó que no halla dónde
lla casa hasta otra cosecha, é aquellas dá irabaxar, dice el tiquitiato al señor que
al indio dueño de aquella casa, é las de fulano no quiso cumplir la parte del tri-
sus mugeres é hijos; é lo mesmo hace en buto que le avian echado : é manda el se-
las otras semillas} que son fresóles, quas- ñor al tiquitiato que al tal vassallo que
si á la manera de habas pequeñas; é axí, no quiso cumplir, le lleve á vender por
ques su pimienta; é chía, ques tan menu- esclavo á un tiánguez, que quiere decir
da como mostaga, que la tienen para be- mercado, que se hace de ginco en cinco
ber, molida, hecha un brevage en agua, dias en todos los pueblos de la tierra, é
que beben en tiempo de calor, é por me- de! presgio quel tal indio es vendido se
decina tostada é molida; é cacao,, ques paga el tributo. Y porque alguna vez
unas almendras que corren por moneda, acaesge que la justicia real del Empera-
é las beben molidas hechas brevage; é dor, ques administrada por los chripstía-
algodón, donde se coge, que se dá en nos, si por caso sabe que los tales indios
tierras calientes é no en las frías, é pul- por tal causa son vendidos, lo estorba é
que , ques su vino; é todo lo que de aque- los pone en libertad; pero los tales no
lla planta del maguey se coge, que del se osan volver á la tierra de aquel señor,
hace para comer é beber é calgar é ves- porque no los sacrifiquen, é vánse á vi-
tir , y este se dá en tierras frias, y es á vir á otra parte.
manera de canila las hojas, pero mucho Ninguna misericordia ni caridad algu-
mayores. De todas estas ú otras cosechas na hay en los señores indios, ni cosa al-
no le queda al vassallo más de lo que ba guna hacen por virtud, sino por temor: ni
menester para sustentación de un año; é aun al diablo no le hagen fiesta por bien
demás desto ha de grangear el vassallo que le quieran, SÍHO por miedo que Se tie-
para pagar el tributo de mantas, oro, pla- nen; que dicen que si no le sacrifican ó ha-
ta , cacao, miel, cera, cal, madera, ó de gen fiestas, les apedrea los panes y here-
lo que en aquella tierra se coge, ó tienen dades, é los destruyeron aquellos indios
costumbre de tributar; y este dan de ses- muy haraganes éogiosos, é vánse ellos á
senta, ó septenta, ó quarenta, ó noventa emborrachar y envían las mugeres á cavar
dias, ó como se congiertan. Y este tribu- é sembrar é coger, é á los otros traba-
to coge assimesmo aquel tiquitiato é lo xos: esto por la mayor parte, puesto que
lleva á su señor indio: é desto dá á su todos trabaxan algunas veges (non obs-
amo el chripstiano, que le tiene encomen- tante que las vean muy preñadas, las ha-
DE INDIAS. Lili. XXXIII. CAP. LL 537
gen trabaxar é huelgan ellos); mas co- enseñando con mucha atención é vigilan-
munmente se acostumbra lo ques dicho. cia contigua los indios de aquellas partes
Todos los pueblos tienen tierras pro- cómo se salven, é mostrándolos á leer y
prias, señaladas de mucho tiempo lió, pa- escribir é gnimmática, é todas las otras
ra la fábrica do los orcliilobos ó qües ó buenas costumbres que para su salvación
templos, en que tenían sus ydolos; y estas son menester. É ha llegado este sancto é
tales tierras eran é son do-las mejores. É loable exercigio tan adelante, ques para
tienen esta costumbre: que al tiempo de dar muchas gracias á Dios ver los muchos
sembrar salían todos á voz de concejo á monesterios de todas Órdenes, é los ha-
sembrar estas tierras do las fábricas, é á bilíssimos indios muchachos é mancebos
escardarlas á su tiempo, é á beneficiar que hay buenos latinos, é grandes é dies-
los panes é cogerlos y encerrarlos en una tros cantores é músicos en diverssos ins-
casa, donde residían en cada templo ma- trumentos, assi de sacabuches é cheremias
yor el papa é los teupisques, piochas, cx- é como Vigüelas de arco é de mano é flau-
puthles ó piltoutles (como quien dixesse tas é órganos, que en España é Italia, é
obispos, dignidades, é canónigos ó racio- donde quiera que la música bien se en-
neros , é hasta mogos de coro: que cada tienda, serian estimados los tales indios,
templo tenia estos cinco géneros). É desta cada uno en su espegie. É porque es jus-
cosecha se mantenían, é les criaban ga- to que de tan buen varón haya memoria,
llinas que comiessen. digo ques notorio que entre los otros pre-
En todos los pueblos tenia Monte cuma dicadores de la verdad evangélica, fray
sus tierras señaladas, que le sembraban Pedro de Ángulo, de ia Orden de Sanct
por la orden que á los templos, é lo que Frangisco, ha fecho tanto fructo en aque-
secogia,selo llevabanácuestasá lagrand lla tierra, que son muchos los millares de
cibdad de Tcmistitan, de donde no tenia indios que ha convertido é quitado de Ja
gente de guarnición, y en los pueblos condenación infernal, é traydolos á la car-
donde la tenia, comían deste pan su gente rera de su salvagion. É porque es cosa
de guerra; é si no lo sembraban, el pue- notable é maravillosa é notoria é apropós-
blo les avia de dar de comer, é demás sito de la conversión de aquellas gentes,
desso les avia de dar gallinas é todos los se escribió á esta cibdad por personas de
otros mantenimientos nescessaríos. mucha auctoridad é crédito é religiosos
Porque cumplamos lo quel título deste quel año passado de mili é quinientos é
capítulo LI promete, ques dar rolagion de quarenta, en México, paresció una co-
cosas en que la historia hasta aqui no ha meta sobre la cibdad muchos dias, é pas-
fecho mengion, que son notables é dignas sados, comengáronse á morir todas las
de se oyr 6 de mucha calidad, digo que gallinas de Castilla en toda la cibdad: é
la sagrada religión chripstiana está muy mandó el visorey pregonar, só giertas pe-
adelante, é se sirve Dios, Nuestro Se- nas, que nadie comiesse gallinas: é den-
ñor, en la conversión de aquellas gentes. de á pocos dias comengáronse á morir las
É aunque los religiosos dominicos é de las ovejas é yeguas, é un hombre que comió
otras Órdenes han bien trabaxado en re- de una oveja se murió (digo de las que
ducir aquella tierra é naturales della á la assi se morían).
unión de la Iglesia chripstiana, principal- Después desto comengaron á derri-
mente es aqueste mérito é más han he- barse é salir de las sierras é montañas
cho en ello los religiosos de la Orden del de treynta é quarenta leguas léxos de
glorioso Sanct Francisco, predicando y Tcmistitan infinidad de indios, que nun-
" TOMO III. 68
538 HISTORIA GENERAL ¥ NATURAL
ca avian oydo nueva de Dios alguna; cerca de los tributos é pechos que los in-
é vinieron á la cibdad, pidiendo que los dios señores ponen, estrechando a sus in-
baptigassen: y eran tantos que no se po- feriores con tan grave é cruel pena, co-
dian quantos frayles avia en toda la tier- mo vender é sacrificar al que bien no pa-
ra dar manos á los dottrinar, é otros a ga el tributo; é para que se entienda có-
baptigar. Y era tanta su constancia de los mo lo pueden cumplir, me queda de de-
indios en esto, que sufrían caerse de ham- gir una grand particularidad para satisfa-
bre ó de sed muertos; é degian que an- gion de todo esto. Y es, que assi por ser
tes querían morir assi que volver á sus la tierra muy abundante de caga é mon-
tierras, sin se baptigar. Fué cosa de gran- tería de diverssos é innumerables anima-
díssima admiración su perseverancia, 6 les ó aves, como de muchas é grandes
juigio gierto divino. pesquerías en las lagunas é rios, como en
Pocos dias há que supe de un religio- aver siempre en qué trabaxar é ganar los
so, hablando en aquella tierra, que avia mergenarios jornaleros en diverssos exer-
visto é halládose pressento á este mira- gigios, como demás desso en la hortaliga
culoso aucto é conversión; é aun decia é jardines de las flores, é hager magetas
quél avia ayudado á tan sancta obra. é ramilletes é collares é guirnaldas dellas
También le oy decir que ver las repres- para vender (y en otras muchas é divers-
sentagiones é farsas de devogion que sas maneras); siempre hallan é tienen en
los niños é muchachos repressentan é re- qué entender y en qué ganar (por la mu-
gitan en lengua castellana ó latina, en cha confrecuengia é moltitud de gente, é
versos é prosa, que en Italia ni en Casti- por la grand fertilidad de la tierra, é por
lla no se podría hager mejor por los na- sacar oro é plata y en otros muchos exer-
turales españoles ó italianos. gigios) los que quieren trabaxar é darse
Acuerdóme de mi descuydo en aver a grangerias con que paguen los dichos
dexado de degir en otra parte desta his- tributos que son allende de la agricultu-
toria, que en la Nueva España hay é se ra, ó que pueden hagerse en tanto quella
hage innumerable seda, é hay infinita se cria y en todo tiempo. É pocas veges
grana, quo también se puede degir exge- acaesge que se execute la rigurosa pena
lente púrpura ó carmesí: hay mucho é ques dicho, sino por ser notorio ó bella-
muy buen alumbre, é assimesmo mucha co haragán el que en ella incurre. Pero
orchilla, que son cosas de rico tracto é de aquella grand subjegion é tiranía é
mercadería; ó aunque no sea cosa de cruel castigo, ó de andar el diablo tan so-
tracto, ni de las que buscan los hombres giable y exergitado entre los indios con
para enriquesger, hay clavellinas de mu- sus abominables ritos é sacrifigios} agora
cha suavidad de olor é de extremada ma- ya dexando essos errores é convirtiéndo-
nera , á lo menos para mí es cosa nueva, se á la fée catholica, é con la equidad é
é que no menos, sino mucho más me hol- buena justigia é honestas é sanctas é vir-
garía con ellas que con essotras mercade- tuosas costumbres, en que los chripstianos
rías los mercaderes, porque son amarillas ponen estas gentes; é sobre todo obran-
é de gient hojas cada clavellina. AI pro- do Dios, Nuestro Señor, en ello, expe-
póssito de las quales clavellinas é de los liendo á Satanás é su conversagion, sin
muchos jardines que hay de otras rosas é dubda Jesu Chripsto, Nuestro Redemp-
flores de muy suave olor é fragangia, é tor, es servido mucho, é la sagrada reli-
aun para sacar de la dubda en quel letor gión de la república chripstiana muy au-
puede aver quedado de lo ques dicho mentada en aquellas partes.
DE INDIAS. Lili. XXXU1. CAP. L1I. 539

CAPITULO LII.
En que se tracta una cierta é notable relación que! visorey don Antonio de Mendooa por su carta mesiva
escribió a! historiador deslas materias, en respuesta de otra quel auctor !e avia eseripto para su informa-
ción ; é por ser nescessaria e ai propóssilo del discurso deslas historias, se pone aqui á la letra.

Al muy noble señor Gongalo Hernández las de hombre tan grandes que á la pro-
de Oviedo, alcayde de la fortaleca de Sanc- porción seria de diez é ocho ó diez é nue-
to Domingo en la Isla Española y chronisla ve pies de alto; y esto dicen los natura-
de Su Magestad. les que fueron hasta ginqüenta hombres,
los quales repartieron por diverssos luga-
Muy noble señor: res é los mataron. No tenemos notigia que
«Resgebí una carta vuestra con el arce- haya gigantes sino es al Estrecho de Ma-
diano desta iglesia; y es verdad que el no gallanes : sospecho yo que aquellos ven-
responder á la que rae truxo el padre fray drían de allí, porque de la parte del Nor-
Antonio de León, fué la causa estar fue- te yo no tengo notigia de gente tan gran-
ra desta cibdad; é segund lo mucho que de, aunque la hay harto bien dispuesta.
avia que decia que se partía, yo pensé de »Lareiagion de las cosas desta tierra yo
ser vuelto antes quél se embarcara .* que be procurado de sabello muy particular-
por lo demás bastaba ser vos, señor; quien mente, é hallo diverssas opiniones; por-
soys y el exergigio de letras que teneys que como avia muchos señores en cada
para dessear yo vuestra amistad, quanto provincia, cuentan las cosas de su mane-
más pudiéndola heredar de mi padre, é ra. Yo las ando recogiendo é verificando,
acordándome de veros, señor, en Madrid y hecho, os lo enviaré; porque me pares-
conversar muy familiarmente con él mu- ge que seria cosa muy vergongosa que os
chas veces. É por mi parte no quebrará enviasse yo relagion y que me alegásedes
esta amistad: antes la renovaré; é si algu- por auctor dello, no siendo muy verda-
na cosa se ofresciere en estas partes que os dera. Y lo de aquí no es tan poco que no
toque, lo haré con muy entera voluntad. podays hager libro dello, é no será pe-
i Quanto á lo que, señor, decís que os queño; porque aunque Monteguma é Mé-
enviaron de Venegia una relación, que yo xico es lo que entre nosotros ha sonado,
envié á Su Magestad de algunas cosas de DO era menor señor el Cagongi de Me-
las desta tierra, é que entrellas decia ve- chuacan, y otros que no reconosgian al
nir jos mexicanos de la parte del Perú, uno ni al otro.
es verdad que yo he eseripto algunas co- »En lo que toca á los descubrimientos
sas que me parescian de notar; mas no que yo tengo comengados, como todos
esta, porque tengo la opinión contraria, son pringipios, paresge que hay poco que
porque para mí ellos vinieron de la parte degir. Solamente quiero, señor, que se-
del Norte, é assi lo digen é se muestra en pays, pues tocays en las desórdenes des-
edeficios antiguos, y en nombres de lu- tas partes, que mi gente ni juega, ni re-
gares por donde vinieron. É pues allega- niega , ni toman á los indios nada contra
ron hasta Guacacalco con un señor que se su voluntad, ni hagen exgesos de los que
llamaba Quecalcoat, no tengo á mucho gente de guerra suelen hager. Es verdad
que passassen otros á León. Lo que se me que algunos dirán que no se les ha ofres-
acuerda aver eseripto en este caso es, que gido en qué lo puedan mostrar: confes-
á mí me truxeron ciertos huessos é mue- sarlo hé en lo que toca al oro é á la pía-
íiiO HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ta; mas mugeres blancas y hermosas é quatro vueltas la ladera abaxo, sin que
comida hasta agora han hallado en abun- se pudiesse apartar: quedó tan quebran-
dancia, é no han tomado cosa contra vo- tado que donde á tres dias murió. Yo he
luntad de sus dueños, si no ha sido dada determinado de yr á pagificar aquello, no
ó rescatada. Y con esto están en el dia do tanto por la nescessidad en que nos po-
hoy passadas de nuevecientas leguas des- nen los indios, quanto por la discordia
ta cibdad, con noticia de aver adelante que quedó entro los capitanes que tenia
muchas vassijas de oro, é perlas, é gran- allí. Ha sido causa de no poder despa-
des cibdades é casas, é tierra muy abun- char las armadas en tan breve tiempo co-
dante de comida, en especial vacas (que mo se hiciera, si esto no oviera subgedi-
dicen aver más que en España). La rela- do. De lo demás desta tierra, á Dios gra-
ción particular de todo esto espero para cias, cada dia vá en aumento, assienlo
este mes de noviembre, con ayuda de que toca á las cosas de la feo, como en
Nuestro Señor. Cómo sea venida, yo ter- las do policía.
ne cuydado de enviárosla, porque aquella jDegís, señor, que os envié las alturas
será de vista, y lo de aora es de oydas. é sitios en questas tierras que agora nue-
*Su Magostad fué servido en un assicn- vamente so descubren, están. No lo ha-
to que se tomó con el adelantado don Pe- go, porque por dos eclypsis de luna que
dro de Alvarado para los descubrimientos ha ávido, después que yo estoy en es-
desta mar del Sur, que yo tuviesse parte; tas parles, lie verificado la longitud que
é aunque entre mí y él ovo alguna discor- hay hasta Toledo, é son ocho horas é dos
dia sobre c! concertarnos, á causa que Su minutos é treynta é quatro segundos: é
Magestad me luco la merced, sin yo pe- teniendo respecto á esto, hallo que todo
dillo ai sabello, á la fin, teniendo delante lo dcsía mar del Sur está falso, por cau-
los ojos lo subgedido en el Perú, yo me sa do los regimientos ser hechos en Es-
convine con él s é acordamos despachar paña, é procuro de haceilo corregir: é
dos armadas; una para descubrir la cos- por esto no hago calidad de lo de antes
ta desta Nueva España, é otra que fuesse de agora. Bien creo que en essa cibdad,
ai Poniente en demanda de los Lequios y vos. señor, é otras personas terníades
Caíayo. Y yendo el adelantado á enten- cuenta con el cclypsi. Holgaría que me pa-
der en esto, subcedió que en la Nueva gássedes en la mesma moneda, en escri-
Galicia unos indios, por descuydo de un birme á la hora que allí comencé, para
capitán, le desbarataron: cómo se halló saber lo questa tierra dista dessa.
cerca con la gente de las armadas, quiso nQucrcys, señor, saber quién fué mi
yr á servir á Su Magostad en pacificar madre é no es racon de negároslo, pues
aquello; é allegando ó un peñol, donde que osclaresciendo vos á mi padre entre
los indios estaban fuertes, en tanto quél cssotros señores de España, no me puede
daba vuelta para ver por dónde le com- dexar de caber mi parte; é siendo ella
batiría, se le desmandó la gente é matá- tal en virtud y en bondad, mal haria de
ronle ginco españoles, antes que pudiesse callar su nombre, el qual fué doña Fran-
recogerlos. Subcedió tanta agua ó tan res- cisca Pacheco, hija del maestre don Jo-
cio tiempo, que le fué forcado retirarse han Pacheco. Nuestro Señor vuestra muy
a Guadalaxara: é haciéndolo, en un mal noble persona é casa guarde. De México
passo yba un criado suyo por una ladera á seys de otubre de mili é quinientos é
más alto quél yba, el qual rodó é vino ó quarenta y un años.=Á lo que, señor,
topar con el adelantado, é llevóle tres ó mandáredes. — Don Antonio deMendoca.»
DE INDIAS. LÍB. XXXUI. CAP. Mil. 541

CAPITULO L1U.
En que se contiene una carta quel historiador envió al visorey de la Nueva España, respondiendo á la le-
tra del capítulo precedente , en que se locan algunas cosas concernientes á estas historias.

Al muy illustre señor don Antonio de Men- que Vuestra Señoría tiene en la gente de
doza , visorey de la Nueva España é otros los gigantes, cuyos huessos significaron
muchos reynos por Sus Majestades. ser su estatura de diez y ocho ó diez y
nueve pies de alto; porque sin dubda son
«Muy illustre señor: de la parte del Estrecho de Magallanes é
«Una carta de Vuestra Señoría rescebí de allí adelante: é assi fué la información
en esta cibdad á los once de hebrero de que se truxo á la Cessárea Magestad por
mili é quinientos é quarcnta y dos años, algunos de los que se hallaron en el via-
y con todo lo que dice tan largas merce- ge, que por el dicho Estrecho higo el co-
des, que no se pueden servir ni merescer mendador frey Gárcia do Loaysa. La gen-
en tan poca vida, sino tomándoseme en te del Norte, que dice Vuestra Señoría
cuenta el desseo, con que yo me emplea- que es bien dispuesta, assi lo mostraban
ré en su servicio todas las vcgcsqucl tiem- aquellos indios que á Toledo llevó el pi-
po lo permita. Porque cómo Vuestra Sc- loto Esteban Gómez el año de mili é qui-
fioria dice, que hereda la amislad do la nientos é veynte y cinco: los qualeseran
buena memoria del marqués, su padre, de la costa del Norte, donde aquel estuvo
que en gloria está, heredó Vuestra Seño- en quarenta y dos grados; é seys ó siete
ría en esse caso un muy cierto criado en dellos que yo vi, todos eran mayores co-
mí, é como tal, me presciaré yo de tener- munmente que todos los indios que yo he
le (como lo tengo) por mi señor, é co- visto, é tan altos que excedían la común
mo á tal, qttando se ofrcsciesse en qué, estatura de los hombres que en España
acudida á pedirle las mercedes de lo que decimos medianos.
me tocasse en essas partes, como Vuestra «Digo Vuestra Señoría que anda reco-
Señoría manda que lo haga. giendo é verificando la relación do las co-
iQuanto á lo que Vuestra Señoría digo sas de essa tierra, é la diGcultad QUC ha-
de la relación que me enviaron de Vene- lla en las diverssas opiniones , ó que me
cia del origen dessa gente ser venida del lo enviará presto. Yo bosso á Vuestra Se-
Perú, é que tiene la opinión contraria é ñoría las manos por ello, porque será con
cree que vino de la parte del Norte, yo su auctoridad colmar estas mis vigilias
assi lo pienso como lo dice Vuestra Seño- dcsta General y natural Historia de Indias,
ría , é quessos de Nicaragua serian la é hager el nombre de Vuestra Señoría in-
mesma gente, porque también son mo- mortal , como es ragon que lo sea: ó assi
dernos , é los de la lengua cliorotega son le torno á suplicar que no se descuyde de
los naturales, si no lo son los chondales; cumplir su palabra por todos eatos res-
porque aunque hay otras muchas lenguas pectos ; pringipálmente porque será Dioa
estas dos paresce que son más generales; servido que se sepa lo que su república
y desde ellos al Levante, ni de los unos chripstiana tiene debaxo de la goberna-
ni de los otros no hay tales lenguas, a lo ción de su vireynado; y lo otro porque
que yo he podido alcancar. como he dicho á Vuestra Señoría es mu-
• La mesma opinión tengo assimesmo cha gloria; y lo otro porque holgaré yo,
512 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
como salvar mi ánima, de emplearme en ni toman á los indios nada contra su vo-
la acomular en su nombre con lo que ten- luntad, ni hacen los excesos que suelen
go escripto, que es hasta hoy quassi dos hager la gente de guerra, etc. Muy sabi-
mili hojas, en tres volúmenes ó partes, do y entendido está que los que militan,
en cinqüenta libros, é será el de Vuestra siempre siguen los passos de su caheca,
Señoría el que cumpla el jubileo, é per- ó que del príngipc se toman, ó él enseña á
fccionará el numeró de los cinqüenta. los de su señorío, las virtudes ó los vigios.
Creo que impressos no serán tantas hojas; Yo no me maravillo, señor, de las desór-
pero sospecho que passarán de mili é denes que en estas Indias ha ávido; ni
trescientas, aunque en esto de las hojas Vuestra Señoría se maraville que yo vista
la marca del papel, el tamaño de la letra á los que las han causado de sus mesmas
ó forma dclla lo hage crescer ó menguar. obras, porque los que han hecho desati-
Pero yo hablo al respecto de aquella le- nos, no podian acertar ó hager otra cosa,
tra, en que se imprimió la primera parto sino acaso. Pero maraviilaríame yo, si
dcstas mis historias en Sevilla, año de viesse que Vuestra Señoria dexaba de
mili é quinientos ó treynta y cinco, la usar su acostumbrada vida é generosi-
qual está agora enmendada é muy acres- dad, ni que acertasse á errar en lo que
gentada un tercio más de lo que eston- otros han errado; porque ni soy como
ces tenia. Y lo otro, porque yo tengo li- ellos ni ellos como Vuestra Señoría, pues
cencia del Emperador, nuestro señor, dige la mcsma verdad: Non potest arbor
para llevar á Su Cessárea Magestad lo es- lona malos fructus faceré, ñeque arbor ma-
cripto, y es muy desseado en España é la bonos fructus faceré*. Ni me espanto
fuera delta, é ando alistando mi partida, porque uno de mala calidad é sangre
y espero, con ayuda do Nuestro Señor, acierte alguna vez á hacer grandes cosas,
será en todo el mes de mayo, é no pien- pues leemos que lo han hecho algunos
so volver acá hasta dexarlo todo impres- que de baxos subieron á ser illustres; pe-
so. Por tanto, vuelvo á mi suplicación, ro tan grande ó mayor novedad es que
pues que estaré aqui tres meses ó quatro, illustres hagan otra cosa, sino su offigío; é
quando más, y Vuestra Señoría dige en caso que, conforme á esta verdad, á algu-
su letra que esperaba la relación por to- nos que verán mis historias les causaren
do el mes de noviembre passado de los escándalo, dico vobis quod si hi tacuerint,
otros sus descubrimientos, é que como lapides clamabunta.
fuesse venida, me hará merged della é de «Muchas cosas avia oydo, é cartas han
la enviar: 6 caso que yo fuesse ydo á Es- venido de diverssas personas, é aun di-
paña, se me puede enviar allá, dirigida al ferentes en sí, sobre la diferengia que
banco de Francisco Liardo, porque es Vuestra Señoria 6 Alvarado tovieron en
mucho mi amigo, é teniéndola él, me la lo del descubrimiento, é mucha merged
enviará á recabdo á do quiera que yo es- me ha hecho con su aviso en esto. É cómo
tuviere. Vuestra Señoria dige que tuvo delante los
»Dige Vuestra Señoría que en sus des- ojos lo subgedido en el Perú, é que se
cubrimientos hay poco que decir por ser convinieron en despachar las dos arma-
principios; pero que quiere que yo sepa, das, una para la costa de la Nueva Espa-
pues toco en las desórdenes dcstas par- ña , é otra en demanda de los Lequios é
tos, que su gente ni juegan, ni reniegan, Catayo, ó que después subgedió la mucr-

^ S. Malheo, cap. Vil, 2 S. Lúeas, cap. XIX.


DE INDIAS. UB. XXXIII. CAP. Lili. 513
te del adelantado tan desastradamente, «Estoy maravillado de lo que Vuestra
piega á Dios de le perdonar á él é a su Seuoria digo que ha verificado de la lon-
muger, que me parcsgc que fué más des- gitud que hay hasta Toledo desde essa
dichada quél. Y en verdad yo les he ávi- cibdad de México, é que son ocho horas
do tanta lástima, que no me paresge que é dos minutos é treynta y qualro segun-
oy en toda mi vida cosa de más dolor quel dos; é dige que teniendo respecto á esso,
fin de aquella señora é sus criadas é de halla que todo lo dessa mar del Sur está
otras personas, que con ellas padescie- falso, á causa que los regimientos de la
ron. deelinagion del sol son hechos en Espa-
»Crea Vuestra Señoría que de la vecin- ña, é que procura do hagerlo corregir; é
dad dessos montes, donde hay veneros do que por tanto no hage caudal de lo de
acufre ó de alumbre, é sin mirar lo que antes de agora, 6 que cree que en esta
los antiguos é aun modernos dicen de cibdad yo é otros terniamos cuenta con el
Mongibol 6 de Yulcan, he visto yo mucho eclypsi, é que holgaría que le pagasse en
desso en la cibdad de Pugol, ques cerca la mesma moneda, en escribirle á la hora
de Ñapóles, y en Nicaragua de tantos que acá comencé para saber lo que esta
temblores 6 dias de temor, que no lo pu- tierra dista dessa.
diera creer sin verlo; porque en un solo »Yo confiesso á Vuestra Señoría que
dia é una noche en la cibdad de León de demás de no saberlo hager yo, como
Nicaragua tembló tantas veces la tierra querría, los cclypsis que Vuestra Se-
que no se pudo tener cuenta en ellas; é ñoría dige yo no los vi. Verdad es quel
salló un pedaco de un monte que está allí uno, estando yo enfermo en la cama,
gerca con tanta tierra 6 peñas, que bas- me dixeron otro dia que le avia ávi-
tarán á cubrir á León (ó á esta cibdad), é do; é demás desto desde Venegia me es-
higo mucho daño. Quanto más que en Es- cribió el magnífico Miger Johan Baptista
paña en nuestros dias ya Vuestra Señoría Ramusio, secretario digníssimo de aque-
sabe é avrá oydo las desaventuras do lla illustríssima Señoría, que estuviesse
Almería é Moxacar é de Vera é de otros sobre aviso para notar un eclypsi de sol
pueblos ruynados por tales tempestades. que avia de aver en el año de mili é qui-
Tenga Dios en gloria por su misericordia nientos é quarenta: é quando resgebí
á ios unos é los otros, que assi murieron. la carta, avia diez ó doge dias que aquello
«Dice Vuestra Señoría que ha determi- era passado, digo el término en que avia
nado de yr á pagificar aquello de la Nue- de aver el eclypsi. Pero acá no le ovo,
va Galicia é la discordia de ciertos capi- para le avisar de la hora en que passó. Y
tanes. Yo espero en Dios que ya á la ho- porque estos Reportarlos, questos nuestros
ra de agora estará todo en quietud y he- astrólogos do España hagen, digen que en
cho, como de mano de Vuestra Señoría, é el mes de agosto del año de mili é qui -
que las armadas serán ydas en buena ho- nientos é quarenta y uno avia de aver
ra á servir á Dios é á Su Magestad, é assi otro eclypsi, para que aquel grand varón
en lo que está pacífico como en lo que se allá lo mirasse é yo acá, le avisé con
payificare, avrá el aumento que dice que tiempo, é tampoco le vi aquí, ni le ovo,
hay en essa tierra en lo que toca á las co- aunque estuve sobro aviso con otros. Pe-
sas de la fée, y en todo lo demás que to- ro en esta sciengia gelestial yo, señor,
care á la policía é buenas repúblicas, me- sé mucho menos que otro, é como hom-
diante la prudengia é buen gobierno de bre falto de tal estudio, quedóme del des-
Vuestra Señoría. seo de entenderlo una voluntad de tomar
5M HISTORIA GENERAL Y NATURAL
estas alturas con estos estrolabios é regi- Comentarios dice quél envió en favor de
mientos questos nuestros marinos usan; y Córdova contra Sexto Pompeo, porque
assi como uno de los que peor lo hacen, en todo tiempo aquella cibdad avia sey-
voy mendicando estas alturas, puesto que da fiel al pueblo romano, seys cohortes
con mi poca expiriencia ha muchos dias con otros tantos cavalleros debaxo do la
que yo he entendido muchos errores pal- guia de Junio Pacheco, hombre noble de
pables destas cartas del Gaboto é desso- aquella provincia é muy sabio cavallero
tros cosmógraphos. Y esto causar lo há en la guerra. Y en la Vida de Marco Cra-
lo que Vuestra Señoría dice, é no aver so dice Plutarco que Julio Pacheco, que
navegado los que pintan estas cartas en vivía cerca de la mar en España, le sos-
España: á lo menos en lo que yo he visto tuvo á Craso, haciéndole dar de comer
en Nicaragua ponen estos cosmógraphos secretamente á él ó á los que con él esta-
el puerto de la Possesion en diez grados, ban escondidos en una espelunca, de te-
y estuve yo en él quince dias ó más espe- mor de Mario é Ciña, ocho meses; y esto
rando tiempo para yr á Panamá, é tenia fué antes de lo ques dicho. E Céssar ya
conmigo dos pilotos, y ellos é yo cada sabe Vuestra Señoría que estonces no era
dia tomábamos allí el altura muchas ve- Emperador, é que después lo fué quatro
ces, é siempre en conformidad hallamos años é siete meses, é Chrípsto, Nuestro
aquel puerto en trege grados. Y estos Redemptor, nasgió á los quarenta y siete
tres de diferencia creo yo que está toda años del imperio de Octaviano Céssar Au-
la costa errada en las cartas de allí aba- gusto , que serian quarenta y ginco años
xo. yendo la vuelta del Norte; porque co- é siete meses ; é mili é quinientos é qua-
mo Vuestra Señoría mejor sabe, dende renta y dos juntados con los que he di-
aquel puerto se va enarcando la tierra cho, podemos tener seguramente de más
hágia Septentrión, y en estos grados tres de mili é quinientos é ochenta y ocho
ó más de menos pienso que lo pintado años há quel Pacheco é Pachecos que he
hasta agora es falso. Harto bien será que
dicho eran nobles. É si dixere que ha mili
Vuestra Señoría dé luz á todos en este
éseysgicntos é diez, no pienso que me en-
caso é lo haga ver muy puntualmente. El
gaño en ello, porque Casar Lusitaniam et
señor obispo don Sebastian Ramírez, que
quasdam Ínsulas in Océano capü, segund
agora lo es de León, en el tiempo que
Eusebio, y en cssos tiempos andaba Cés-
pressidió en essa tierra me acuerdo que
sar por España, é ya eran aquellos Pa-
me escribió una vez desde México que
checos antiguos nobles en ella. Esto se
aquessa cibdad está como esta en diez
quede para en su lugar: que si Dios
y ocho grados.
fuesse servido, algún dia lo verá Vues-
sDice Vuestra Señoría que la señora tra Señoría con otras estirpes de sus li-
marquesa su madre (que en gloria está) nages é predecessores, é de otros no-
se llamaba doña Francisca Pacheco: ya bles de Castilla, sí Dios me dexasse vivir
yo sabia que era hija del maestre de San- dos ó tres años, é tenor salud é un po-
tiago don Johan Pacheco; pero hasta co de espagio para sacar lo escripto en
aquí yo pensaba que se decia María. Mu- limpio.
cha merced me ha hecho en avisarme de «Nuestro Señor la muy noble persona y
la verdad; é tengo yo este linage de Pa- estado de Vuestra Señoría largos tiempos
checo por do Córdova de su origen é por prospere, como él é sus servidores des-
el más antiguo de los linages de los no- seamos. Desta fortaleca de Ja cibdad é
bles de España, pues que Céssar en sus puerto de Sancto Domingo de la Isla Es-
BE INDIAS. LUÍ. XXXIII. CAP. LIV. ¡45
parióla á primero de margo de mili é qui- queda á servicio de Vuestra Señoría. =t
nientos é quarenta y dos años, donde Gongalo Fernandez>.

CAPITULO LIV.
En el qual el auclor dá racon por qué cessó su camino é yda á España; é hace relación de otras cosas é
subcessos de la Nueva España : é dice algunas parlicularidades que á su nolieia han venido, las quales
son del jaez de las que la hisloria ha contado, e para más verificación é verdad de algunos passos que que-
dan escriplos de olra forma, no le aviendo tan puntualmente informado, como agora se dirá. E cuéntanse
otras cosas del jaez deslas malerias , assi enmendando algunas cosas hasta aqui apuntadas , como decla-
rando é perficionando otras de que hay nescessidadque los letores sean advertidos*.

J J i c e un famoso historiador de nuestros simo hombre en la milicia (auctor de va-


tiempos, llamado Joannis Carionis, de rias materias en griego), nombrado Tucí-
nascion alemán, que en aquella su len- dides, que la historia es un thessoro que
gua ha escripto con mirable artiflgio, de nunca le deberíamos quitar de la mano
la qual en latino sermón fué trasladada é por ayudarnos della, por la semejanga
con mucha diligencia corregida su obra, que los hechos passados é sus acontesgi-
en que se comprende la abreviación de mientos han ó son conformes á los que
muchas é notables historias; é aplicando tractamos é quassi semejantes las causas;
á su propóssito la utilidad de la historia, é tanto es más verdadero thessoro quan-
é amonestando á los letores, acuerda que to de más varias cosas avisa á los que ri-
es la historia ministro de la prudencia, é gen la república. Todo lo dicho me pa-
no menos es maestra de la vida. É por resge ques al propóssito de las muchas é
causa de la legión, dice que se puede es- diferentes materias destos tractados de
timar que tanto avernos vivido quanto es nuestras Indias; é de las cosas que en ellas
antigua la historia que leemos, cuyo co- hasta aqui están escripias se pueden con-
noscimiento conviene á todos los que go- gecturar parte de los eventos fucturos,
biernan la república, porque de las cosas para que supliquemos á aquel que puede
passadas que de la legión se coligen, se hagerlo, que todo subgeda mejor dé lo
imprime en la mente del que lee un aviso que los méritos destos conquistadores é
seguro, por cuyo exemplo nos aplique- pobladores de Indias lo tenemos meresgi-
mos á la racon de la bien considerada do é se nos apareja. Yo me declararé más
dispensación de las cosas, que nos ocur- en la prosecugion de la historia. Agora
ren é son de importancia. Hallamos en la saüsfager quiero á lo que propuse en el
historia de los gentiles é sabios antiguos título deste capítulo pressente.
la origen de los reynos, é por qué causa Yo tuve licengia del Emperador, nues-
sub cedieron sus mudancas, é hallamos tro señor, para yr á España (como lo
los preceptos de los officios é virtudes que signifiqué en la carta pregedente que es-
hacen á la república firme é la conservan cribí en respuesta de otra al illustre viso-
feligemente; é dice quel mundo es assi- rey de la Nueva España, don Antonio de
mesmo semejante en todo tiempo: Mundus Mendoga); y estando para partirme resge-
idem ct mi similis nmnet. Decia un peritís' bí tres letras de un tenor (ó duplicadas) de

* De este resumen quilo Oviedo algunas cláu- oportuno el indicarlo, para darla ¡dea más cabal
sulas, á fin de hacerlo más Lreve, pareciéndonos del MS. original, que sirve de lexio.
TOMO III. 09
S46 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
la Cessárea Magestad, fechas en Moncon do, de muchas maneras lo avernos visto.
de Aragón á los treynta de agosto del año Dexemos esto para otros auetores que
que passó de mili é quinientos é quaren- están más gerca de la persona de Su Ma-
ta y dos años, en las quales me mandó gestad, que lo discantarán mejor; pues
que tuviesse el cuydado é vigilancia que que las cosas que vemos que están pen-
Su Magestad de mi persona confia, é có- dientes deste Sagrado Príngipe son tales
mo soy obligado en la guarda é fortifica- é tantas ó tan grandes é tan notorias, que
ción desta su fortaleca de Iacibdadé puer- no solamente las lenguas é plumas que á
to de Sancto Domingo que á mi cargo ello están dedicadas, mas todos los hu-
está, en que yo resido en su real servi- manos, pues á todos toca é importa la
cio, porque la guerra está rompida é fué vida deste Monarca, lo deben pregonar:
principiada por el rey de Francia contra las paredes han oydos, los campos é sel-
la Cessárea Magestad é sus reynos. é se- vas tienen ojos, é todas las aguas é ma-
ñónos. Y desta causa, como obidieute é res no la ignoran, y entienden é deben
fiel alcayde é criado, cessé en mi camino: publicar é lamentarse de los trabaxos de
é poniendo en efetto lo quel Emperador, Flandes, é Julies, é Güeldrcs, é Cleves,
nuestro señor, me mandó, he estado que- é Clambrise, é Lucemburg, 6 Alemania
do, atendiendo el tiempo é á su rea! servi- y España, é más que todos la iufeli-
cio : y assi estas materias se han suspen- ge Ungria ó toda la universal república
dido quanto á la impression dellas; pero chripstiana; é no sin lágrimas de los pro-
hónse aumentado, é cada dia cresgen en príos frangeses, que tal rey ó tigon les
su discurso historial. avia dado Dios como ellos lo meresgen é
Después que de Moncon partió Céssar, sus culpas é soberbia.
passó en Alemania, y en aquellos sus Es- Pienso que se va agercando lo quel
tados , que por allí tiene, le dio Dios los auctor alegado alemán nos acuerda: el
buenos subgessos que en la segunda par- qual dige que las letras sagradas son en
te que escribí del Catálogo Real de Casti- nuestro consuelo, pues que dige que ruy-
lla, dende el capítulo IY adelante, podrá nada la monarquía de los germanos, será
ver, entender é conosger quien sano jui- el fin del mundo ' . De lo qual se colige que
gio toviere: y conoscerá la soberbia del ha de turar esta monarquía hasta el últi-
rey Francisco de Francia, é la demasia- mo dia é fin del mundo, é todos los de-
da diligencia, que con todas sus fuerzas más reyes é reynos le han de ser inferio-
ha usado para fatigar al mundo é á los res é subjetos. Dexemos esta materia de
chripstianos en compañía é confianca del Asia, África y Europa, que tan encona-
grand turco é sus infieles exérgitos por das están en nuestro tiempo y en mucho
mar épor tierra. Dige Homero: «En la peligro, pues tan Iéxos estamos en las
guerra pone Dios su escudo delante de Indias de donde al pressente aquestas
los príncipes para los defender». Pueden cosas hierven: relátenlas los que allá se
muy bien testificar todo esto todos los hallan, puesto que á nuestras personas
que hoy viven é tovieren atengion é co- é bienes alcanga grand parte de tal cala-
nosgimienlo é verdadera no tifia de los midad.
subcessos é acciones del Emperador, Volvamos á la narra gion deste imperio
nuestro señor; é cómo Dios es su escu- ocgidental de nuestras Indias, entretanto

i «Sacra lüterae enim corssolantur nos et do- mum diem propediem ad fulurum».
cenia perlé post labefactum germanieum poslre-
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. L1V. 547
que Nuestro Señor permite algún aliento mangebo de diez y seys ó diez y siete
á mi vista 6 pluma: que en verdad pares- años, é se halló después en todos los sub-
ge que Nuestro Señor permite que mis gessos de la Nueva España: al qual yo co-
ojos no se cierren é que alcangen más muniqué aqui, é no tanto quanto yo qui-
claridad en la historia que entre manos siera quél aqui estovicra, porque como
tengo, pues se me vienen á ellas avisos hombro de buen entendimiento é testigo
é inteligencias para polir é perficionar al- de vista, me satisfagia á mis preguntas lo
gunos passos notables que atrás quedan que estuvo algunas veges en esta fortale-
escriptos, segund fui informado, é que ga hasta su partida que se partió: que
hasta aqui no eran bien entendidos en fué jueves veynte y ginco del mes ya di-
parte, por aver seydo no perfettos ni cho con dos naos que yban á la Nueva
atentos considerantes los que me dieron España. É porque, como en otras partes
noticia dellos. É yo continuando la histo- he dicho, yo he tenido por estilo el dar
ria, los puse en este volumen con buena los contextos é nombrar los testigos de lo
fée, creyendo que degian lo cierto, é aun que escribí donde me he hallado, será el
assi lo afirmaban aquellos; pero como el capítulo pressente continuado á manera de
entendimiento de los hombres sea mucho diálogo, é satisfagiendo en parte al título
mejor en unos que en otros, no es de ma- deste capítulo LIV, y porque no canse al
ravillar que discrepen en sus dichos é aun letor con el nombre de los interlocuto-
en sus hechos, en especial en cosas se- res, donde ovtere tales letras ALC, quie-
mejantes , en quel intento é afigion é in- re degir Alcayde, é donde estovieren
teresse particular causa essas diversida- aquestas CA., quiere dcgir Johan Cano, é
des en la informagion, que algunos me han assi yo preguntando é Johan Cano respon-
dado en lo que no he visto. É cómo solo diendo, diré aquellas cosas en que plati-
Dios es el que sabe é puede entender á camos, porque no ovo tiempo para más, á
todos, yo como hombre podría ser enga- causa que poco antes de su partida vini-
ñado ó no tan al proprio informado, como mos en conosgiraiento é á contraer nues-
conviene; pero oyendo á muchos, voy co- tra amigigia. Y digo assi:
nosgiendo en parte algunos errores, é as-
si voy é yré enmendando donde con- DIÁLOGO PEL ALCAYDE DE LA FORTALECA DE LA
venga mejor distinguir lo que estuvie- CIBDAD É PUERTO DE SANCTO DOMINGO DE LA

re dubdoso ó desviado del camino de- ISLA ESPAÑOLA, AUCTOR É CUROMSTA DESTAS
HISTORIAS, DE LA UNA PARTE, É DE LA OTRA
recho.
UN CAVALLEITO VECINO DE LA GRAND CILDAD DE
Permitió Dios que llegó á esta cibdad MÉXICO, LLAMADO JOHAN CAKO.
de Sancto Domingo á ocho dias de sep-
tiembre de mili é quinientos é quarenta y ALC. Señor, ayer supe que Vuestra
quatro un gentil hombre hijodalgo, llama- Merged vive en la grand cibdad de Méxi-
do Johan Cano, que vive en la cibdad de co, é que os Ilamays Johan Cano; é porque
México y es natural de la cibdad de Cá- yo tuve amistad con un cavallero, llama-
ceres, el qual venia de España, adonde do Diego Cano, que fué criado del Sere-
avia ydo sobro sus negogios proprios. Y níssimo Príngipe don Johan, mi señor, de
es casado con una hija legítima de Mon- gloriosa memoria, dessoo saber si es vi-
teguma, ó passó á la Nueva España con vo, é de dónde soys, señor, natural, é
el capitán Pamphilo de Norvaez, é se ha- cómo quedastes avegindado en estas par-
lló pressente ó con él peleando, quando le tes. É resgebire merged que no resgibays
prendieron, puesto que este hidalgo era pessadumbre de mis preguntas, porque
548 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tengo nescessidad de saber algunas cosas to de los naturales de la tierra, porque
de la Nueva España, y es ragon que para como es señora en todas sus cosas é ami-
mi satisfagion yo procure entender lo que ga de los chripstianos, por su respecto y
desseo de tales personas é hábito que exemplo más quietud é reposo se impri-
merezcan crédito. Y assi, señor, rescebi- me en los ánimos de los mexicanos. En
ró mucha mérged de la vuestra en lo que lo demás que se me preguntare, e de que
digo. yo tenga memoria, yo, señor, diré lo
CA. Señor Alcayde, yo soy el que que supiere conforme á la verdad.
gano mucho en conosgeros, é tiempo bá ALC. YO agepto la merged que en esso
que desseaba ver vuestra persona, por- resgibiré, é quiero comengar á degír lo
que os soy afigionado, é querría que muy que me ocurre, porque me acuerdo que
de veras me toviéssedes por tan amigo y fui informado que su padre de Montegu-
servidor, coíno yo os lo seré. Y satisfa- ma tuvo gienlo é ginqüenta hijos é hijas,
giendo á lo que Vuestra Merged quiere é quél tuvo ginqüenta hijos é más, é que
saber de mí, digo que Diego Cano, es- le acaesgió tener ginqtienta mugeres pre-
cribano de cámara del príngipe don Johan ñadas ; y assi escribí esto é otras cosas á
é camarero de la tapicería de Su Allega, este propóssito en el capítulo XLYI. Lo
fué mi tío, é há poco tiempo que murió en qual, si assi fué, quería saber cómo po-
la cibdad de Cágeres, donde vivía é yo des vos tener por legítima hija de Mon-
soy natural. É quanto á lo demás, yo, teguma á la señora doña Isabel, vuestra
señor, passé desde la isla de Cuba á la muger, é qué forma tenia vuestro suegro
Nueva España con el capitán Pamphilo de para que se conosgiessen los hijos bastar-
Narvaez, é aunque mogo é de poca edad, dos entre los1 legítimos ó espurios, équá-
yo me hallé gerca del, quando fué presso les eran mugeres legítimas ó concubinas,
por Hernando Cortés é sus maneras. Y en CA. Fué costumbre usada é guardada
esse trange le quebraron un ojo, peleando entre los mexicanos, que las mugeres le-
él como muy valiente hombre; pero como gítimas que tomaban, era de la manera
no le acudió su gente, é con él se halla- que agora se dirá. Congertados el hom-
ron muy pocos, quedó presso y herido é bre é muger que avian de contraer el
se higo Cortés señor del campo, é truxo matrimonio, para le efettuar se juntaban
á su devogion la gente que con Pamphilo los parientes de ambas partes, é hagian
avia ydo; y en recuentros y en batallas de un areyto después que avian comido ó ge-
manos en México é todo lo que ha subge- nado; é al tiempo que los novios se avian
dido después yo me he hallado en ello. de acostar c dormir en uno, tomaban la
Mandays que diga cómo quedé aveginda- halda delantera de la camisa de la novia,
do en estas partes, é que no resgiba pes- é atábanla á la manta de algodón que te-
sadumbre de vuestras preguntas. Satís- nia cubierta el novio: é assi ligados, to-
fagiendo á mi assiento, digo, señor, que mábanlos de las manos los pringipales pa-
yo me casé con una hija legítima de rientes de ambos, é metíanlos en una cá-
Monteguma, llamada doña Isabel, tal mara , donde los dexaban solos é á escu-
persona, que aunque se oviera criado en ras por tres dias continuos, sin que de allí
nuestra España no estoviera más enseña- saliessen él ni ella, ni allá entraba más de
da é bien dottrinada é cathólica, é de tal una india á los proveer de comer ó lo que
conversagion é arte, que os satisfaría su avian menester. En el qual tiempo deste
manera é buena gragia: é no es poco útil engerramiento siempre avia baylesó arey-
é provechosa al sosiego é contentamien- tos, quellos llaman mitote, y en fin de los
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. LIV. 549
tres dias no hay más fiesta; y los que sin CA. Aveys de saber, que assi á Gua-
estagerimonia se casan, no son ávidos por timugin como al rey de Tacuba, que se
matrimonios, ni los hijos que proceden degia Tetepanquegal, é al señor de Tez-
por legítimos, ni heredan. Assi, cómo cuco, el capitán Hernando Cortés les higo
murió Monteguma, quedáronle solamente dar muchos tormentóse crudos, quemán-
por hijos legítimos mi muger é un herma- doles los pies é untándoles las plantas
no suyo, é muchachos ambos; á causa de con ageyte é poniéndolas gerca de las bra-
lo qual fué elegido por señor un hermano sas, y en otras diverssas maneras, por-
de Monteguma que se degia Cuyllavaci, que les diessen sus thessoros; é tenién-
señor de Iztapalapa, el qual vivió después dolos en continuas fatigas, supo cómo el
de su eleegion solos sessenta dias, é mu- capitán Chripstóbal de Olit se le avia al-
rió de viruelas: á causa de lo qual un so- gado en Puerto de Caballos é Honduras,
brino de Monteguma, que era papa ó sa- la qual provingia los indios llaman Guay-
cerdote mayor entre los indios, que se mura; é determinó de yr á buscar é cas-
llamaba Guatimugin, mató al primo, hijo tigar al dicho Chripstóbal de Olit, é par-
legítimo de Monteguma, que se degia tió de México por tierra con mucha gente
Asupacagi, hermano de padre é madre de españoles é de los naturales de la tier-
de doña Isabel; é hígose señor, é fué muy ra, é llevóse consigo aquellos tres pringi-
valeroso. Este fué el que perdió á Méxi- pales ya dichos, é después los ahorcó en
co, é fué presso é después injustamente el camino. É assi enviudó doña Isabel, é
muerto con otros pringipales señores é in- después ella se casó de la manera que he
dios; pues cómo Cortés é los chripstianos dicho con Pedro Gallego, é después con-
fueron enseñoreados de México, ningún migo.
hijo quedó legítimo, sino bastardos, de ALC. Pues en gierta informagion que
Monteguma, exgepto mi muger, que que- se envió al Emperador, nuestro señor,
daba viuda; porque Guatimugin, señor dige Hernando Cortés que avia subgedido
de México, su primo, por fixar mejor su Guatimugin en el señorio de México tras
estado, siendo ella muy muchacha la tuvo Monteguma, porque en las puentes murió
por muger, con la gerimonia ya dicha del el hijo y heredero de Monteguma; éque
atar la camisa con la manta, é no ovieron otros dos hijos que quedaron vivos, el uno
hijos ni tiempo para procreallos. Y ella era loco ó mentecapto , y el otro paralíti-
se convirtió á nuestra sancta fée cathóii- co, é inhábiles por sus enfermedades. É
ca, é casóse con un hombre de bien de yo lo he escripto assi en el capítulo XVI,
los conquistadores primeros, que se lla- pensando quello seria assi, *s>»
maba Pedro Gallego, é ovo un hijo en CA. Pues escriba Vuestra Merged lo
ella que se llama Johan Gallego Montegu- que mandare, y el marqués Hernando
ma; é murió el dicho Pedro Gallego, é Cortés lo que quisiere: que yo digo en
yo casó con la dicha doña Isabel, en la Dios y en mi consgiengia la verdad, y es-
qual me ha dado Dios tres hijos é dos hi- to es muy notorio.
jas, que se llaman Pedro Cano, Gongalo ALC. Señor Johan Cano, dígame Vues-
Cano de Saavedra, Johan Cano, doña Isa- tra Merged: ¿de qué progedió el aígamien-
bel é doña Cathalina. to de los indios de México, en tanto que
ALC. Señor Johan Cano, suplicóos que Hernando Cortés salió de aquella cibdad
me digays por qué mató Hernando Cor- é fué á buscar á Pamphilo de Narvaez ó
tés á Guatimugin? Rebelóse después, ó dexó presso á Monteguma en poder de
qué higo para que muriesse? Pedro de Al varado? Porque he oydo so-
350 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
bre esto muchas cosas, é muy diferentes que tal crueldad en ellos se oviesse fe-
las unas de las otras, é yo querría escri- cho , so afearon é higieron la guerra al di-
bir verdad, assi Dios salve mi ánima. cho Alvarado, é á los chripstianos que
CA. Señor alcaydo, esso que pregun- con él estaban en guarda de Monteguma,
tays es un passo, en que pocos de los que y con mucha racon que tenían para ello.
hay en la tierra sabrán dar racon, aun- ALC. Monteguma, cómo murió? Por-
que ello fué muy notorio, é muy mani- que diverssamente lo he entendido, é as-
fiesta la sinragon que á los indios se les si lo he yo escripto diferengiadamente.
higo; é de allí tomaron tanto odio con los CA. Monteguma murió de una pedra-
chripstianos, que no fiaron más delios, é da que los de fuera tiraron, lo qual no
se siguieron quantos males ovo después, se Ingiera si delante del no se pusiera un
é la rebelión de México, y passó desta rodelero, porque cómo le vieran, ningu-
manera. Essos mexicanos tenían entre las no tirara; é assi por le cubrir con la ro-
otras sus ydolatrias giertas fiestas del año, dela é no creer que allí estaba Montegu-
en que se juntaban á sus ritos ó cerimo- ma, le dieron una pedrada, de que mu-
nias; ó llegado el tiempo de una de aque- rió. Pero quiero que sepays, señor al-
llas, estaba Al varado en guarda de Mon- cayde, que dende la primera rebelión de
teguma, é Cortés era ydo donde aveys los indios, hasta quel marques volvió á
dicho; é muchos indios principales juntá- la cibdad después de presso Narvacz, non
ronse é pidieron ligengia al capitán Alva- obstante la pelea ordinaria que con los
rado para yr á celebrar sus fiestas en los chripstianos tcnian, siempre Monteguma
patios de sus mezquitas ó qües mayores, les hagia dar de comer: é después quel
junto al apossento de los españoles, por- marqués tornó, se le higo grand resgebi-
que no pensassen que aquel ayuntamien- miento, é les dieron á todos los españo-
to se hacia á otro fin; y el dicho capitán les mucha comida. Mas avevs de saber
les dio la licengia. É assi los indios, io- quel capitán Alvarado, cómo le acusaba
dos señores, más de seyseicntos, des- la consgiengia, é no arrepentido de su
nudos, é con muchas joyas de oro y culpa; mas queriéndole dar color, é por
hermosos penachos é muchas piedras aplacar el ánimo de Monteguma, dixo á
presciosas, é como más aderesgados é Hernando Cortés que lingiesse que le que-
gentiles hombres se pudieron é supieron ría prender ó castigar, porque Montegu-
aderesgar, ó sin arma alguna defensiva ma lo rogasse por él é que so fuessen
ni ofensiva, baylaban é cantaban é ha- muertos por muertos. Lo qual Hernando
cían su areyto ó fiestas, segúnd su cos- Cortés no quiso hager: antes muy enoja-
tumbre: é al mejor tiempo quellos esta- do dixo que eran unos perros, é que no
ban embebesgidos en su regogijo, movi- avia nesgessidad de aquel cumplimiento;
do de cobdicia el Alvarado, higo poner y envió á un príngipal á que hígiessen el
en cinco puertas del palio cada quince tiánguez ó mercado: el qual príngipal,
hombros, y él entró con la gente res- enojado de verla yra de Cortés é Ja poca
tante de los españoles, é comengaron á estimagion que hagia de los indios vivos,
acuchillar é matar los indios, sin perdo- é lo poco que se le daba de los muertos,
nar á uno ni á ninguno, hasta que á to- desdeñado el príngipal é determinado en
dos los acabaron en poco espacio do ho- la venganga, fué el primero que renovó
ra. Y esta fué la causa por qué los de la guerra contra los españoles dentro de
México, viendo muertos é robados aque- una hora.
llos sobre seguro, é sin aver mcresgido Ai-c. Siempre oy degir ques buena la
DE INDIAS. LIB. XXXIII. CAP. LIV. 551
templanga é sancta la piedad, é abomina- fueron los españoles muertos en esso (con
ble la soberbia. Dicen que fué grandíssi- los que como dixe de susso quedaron en
mo el thessoro que Hernando Cortés re- la cibdad, y en los que se perdieron en
partió entre sus milites lodos, quando de- el camino, siguiendo á Cortés é conti-
terminó de dexar la cibdad é yrse fuera nuándose nuestra fuga), más de mili é
della por consejo de unBotello, que se ciento é septenta, é assi paresció por alar-
presciaba de pronosticar lo que estaba de; é de los indios nuestros amigos de
porvenir. Tascaltecle que decís dos mili, sin dubda
CA. Bien sé quién era esse , y es ver- fueron más de ocho mili.
dad quél fué de parescer que Cortés é los ALC. Maravillóme cómo después que
chripstianos se saliessen; é al tiempo de Cortés se acogió, é los que escaparon, á
efettuarlo no lo higo saber a todos: an- la tierra de Tascaltecle, cómo no acaba-
tes no lo supieron sino los que con él se ron á él é á los chripstianos, dexando allá
hallaron á cssa plática, é los demás que muertos á los amigos; é aun assi diz que
estaban en sus apossentos é quarteles se no les daban de comer sino por rescate
quedaron, que eran doscientos é sep- los de Guaulipa, ques ya término de Tas-
tenta hombres, los quales se defendie- caltecle , y el rescate no le querían si no
ron ciertos dias peleando, hasta que de era oro.
hambre se dieron á los indios; é guar- CA. Tenedlo, señor, por falso todo
dáronles la palabra de Ja manera que Al- esso; porque en casa de sus padres no
varado la guardó á los ques dicho. É assi pudieran hallar más buen acogimiento los
los doscientos é septenta chripstianos, é chripstianos, é todo quanto quisieron, é
los que dellos no avian seydo muertos pe- aun sin pedirlo, se les dio gragioso ó de
leando, todos quando se rindieron, fueron muv buena voluntad.

cruelmente sacrificados. Pero aveys, se- ALC. Para mucho ha seydo el mar-
ñor, de saber, que dessa liberalidad que qués, é digno es de quanto tiene é de mu-
Hernando Cortés usó, como decís, entre cho más; ó tengo lástima de ver lisiado
sus milites, los que más parte alcanzaron un cavallero tan valeroso, é manco de
della ó más se cargaron de oro é joyas, dos dedos de la mano izquierda, como lo
más presto los mataron; porque por sal- escribí é saqué de su relación, é puse en
var el albarda, murió el asno que máspes- el capítulo XV; pero las cosas de la guer-
sada la tomó, é los que no las quisieron, ra assi son, é los honores é la palma de
sino sus espadas é armas, passaron con la victoria no se adquieren durmiendo.
menos ocupación, habiéndose el camino CA. Sin dubda, señor, Cortés ha sey-
con el espada. do venturoso é sagaz capitán, é los prín-
ALC. Grand lástima fué perderse tan- cipes suelen hacer mercedes á quien ios
to thessoro é giento é ginqüenta é quatro sirve, y es bien las hagan á todos los que
españoles é quarenta é cinco yeguas é en su servicio real trabaxan; pero algu-
más de dos mili indios, y entrellos el hi- nos he visto yo que trabaxan é sirven é
jo é hijas de Montecuma, é todos los nunca medran, é otros que no hacen tan-
otros señores, que traían pressos. Yo assi to como aquellos son gratificados é apro-
lo tengo escripto en el capítulo XIV desta vechados , pero assi fuessen todos remu-
historia. nerados como el marqués lo ha sido en
CA. Señor alcayde, en verdad quien lo de sus dedos, de que le aveys lástima.
tal os dixo, ó no lo vido ni supo, ó qui- Tuvo Dios poco que hacer en sanarle; é
so callar la verdad. Yo os certifico que salid, señor, desse cuydado: que assi co-
552 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
rao los sacó de Castilla, quando passó la mudanzas, é va cargado de frayles man-
primera vez á estas partes, assi se los tie- cebos de su Orden, con él podeys, señor
ne agora en España, porque nunca fué alcayde, desenvolver esta materia de in-
manco dellos ni le faltan; é assi nunca ovo dios. É yo no me quiero más entremeter
menester cirujano ni miragio para guares- ni hablar en ella, aunque sabría decir mi
cer desse trabaxo. parte.
ALC. Señor Johan Cano, es verdad ALC. Sin dubda, señor Johan Cano,
aquella crueldad que digen quel marqués Vuestra Merged habla como prudente; y
usó con Chulula, qués una cibdad por estas cosas deben ser assi ordenadas de
donde passó la primera vez, que fué á Dios, y es de pensar queste reverendo
México? obispo de Cibdad Real en la provincia de
CA. Muy grand verdad es; pero esso Chiapa, como celoso del servicio de Dios
yo no lo vi, porque aun no era yo ydo á é de Su Magestad, sea movido á estas pe-
la tierra: pero súpelo después de muchos regrinagiones en que anda; é plega á Dios
que lo vieron é se hallaron en essa cruel quél é sus frayles acjerlen á servirles. Pe-
hacaña. ro él no está tan bien conmigo, como pen-
ALC. Cómo oystes decir que passó? says: antes se ha quexado de mí, por lo
CA. Lo que oy por cosa muy notoria que escribí gerca de aquellos labradores
es, que en aquella cibdad pidió Hernan- é nuevos cavatleros que quiso hacer, é
do Cortés tres mili indios, para que llevas- con sendas cruges, que querían paresger
sen el fardage, é se los dieron, é los hi- á las de Calatrava, seyendo labradores é
go todos poner á cuchillo, sin que esca- de otras mezclas é género de gente baxa,
passe ninguno. quando fué á Cubagua é á Cumaná; é lo
ALC. Racon tiene el Emperador, nues- dixo al señor obispo de Sanct Johan, don
tro señor, de mandar quitar los indios á Rodrigo de Bastidas, para que me lo di-
todos los chripstianos. xesse, é assi me lo dixo. É lo que yo res-
CA. Hágase lo que Su Magestad man- pondí á su quexa, no lo hige por satisfa-
dare é fuesse servido, que esso es lo qucs cer al obispo de Chiapa, sino á la aucto-
mejor; pero yo no querria que pades- ridad é bondad del señor obispo de Sanct
giessen justos por pecadores. Quien hace Johan, é su sancta intengion: é fué que le
crueldades, pagúelas; mas el que no co- supliqué que le dixesse, que en verdad
mete delicio ¿por qué le han de castigar? yo no tuve cuenta ni respecto, quando
Esto es materia para más espacio, é yo aquello escribí, á le hager pessar ni pía-
me tengo de embarcar esta noche y es ya ger, sino á degir lo que passó; é que vies-
quassi hora del Ave María. Mirad, señor se un libro, ques la primera parte des-
alcayde, si hay en México en qué pueda tas Historias de indias, que se imprimió
yo emplearme en vuestro servicio: que el año de mili é quinientos é treynta y
yo lo haré con entera voluntad é obra. Y ginco, é allí estaba lo que escribí; y que
en lo que toca á la libertad de los indios, holgaba porque estábamos en parte que
sin dubda á unos se les avia de rogar con todo lo que dixe é lo que dexé de degir
ellos á que los tovicssen é gobernassen, se probaria fágilmente; é que supiesse
élos industrasscn en las cosas de nuestra que aquel libro estaba ya en lengua tos-
sancta fóe cathóüca, é á otros se debian cana é frangesa é alemana é latina é grie-
quitar; pero pues aqui está el obispo de ga é turca é arábiga, aunque yo le escri-
Chiapa, fray Bartolomé de las Casas, que bí en castellana; y que pues él continua-
ha seydo el movcdor é inventor destas ba nuevas empressas, é yo no avia de
DE L\DIAS. Lili. XXXIII. GAP. LIV. 5Ü3
gessar de escribir las materias de Indias go todo es una cosa, é alumbraba de no-
en tanto que Sus Magestades desto fues- che tres é quatro leguas é más¡, é de dia
sen servidos, que yo tengo esperanca en salia continuo humo, é á veges llamas de
Dios que le dexarámejor acertaren lo por fuego: lo qual está en un escollo de la
venir que en lo passado, é assi adelante Sierra Nevada, en la qual nunca falta per-
le paresgeriá mejor mi pluma. Y como -el petua nieve, y está á nueve leguas de
señor obispo de Sanct Johan es tan noble, México. Pero este fuego é humo que he
é le consta la verdad, é quán sin passion dicho turó hasta siete años, poco más ó
yo escribo, el obispo de Chiapa quedó menos , después que Hernando Cortés
satisfecho: aunque yo no ando por satisfa- passó á aquellas partes, é ya no sale fuego
cer á su paladar ni otro, sino por cumplir alguno de allí; pero ha quedado mucho
con lo que debo, hablando con vos, se- agufre é muy bueno que se ha sacado para
ñor, lo gierto. Y por tanto, quanto á la hager pólvora, é hay quanto quisieren sa-
carga de los muchos frayles, me paresge car dello. Pero en Guatimala hay dos vul-
en verdad questas tierras manan ó que canes ó montes fogosos destos muy es-
llueven frayles; pero pues son sin canas pantables, é echan piedras muygrandís-
todos é de treynta años abaxo, plega á simas fuera de sí, quemadas, é langan
Dios que todos acierten á servirle. Ya los aquellas bocas mucho humo, y es cosa de
vi entrar en esta cibdad de dos en dos muy horrible aspecto, en espegial como
hasta treynta dellos, con sendos bordo- le vieron quando murió la pecadora de
nes é sus sayas y escapularios é sombre- doña Beatriz de la Cueva, muger del
ros é sin capas, y el obispo detrás dellos. adelantado don Pedro de Alvarado. Plega
Ello paresyia una devota farsa, é agora ia á Nuestro Señor de quedar con Vuestra
comiencan: no sabemos en qué parará; Merged, señor alcayde, é dadme ligengia:
el tiempo lo dirá, y este haga Nuestro Se- que atiende la barca para yrme á la nao.
ñor al propóssito de su sancto servigio. ALC Señor Johan Cano, el Espíritu
Pero pues van hacia aquellos nuevos vul- Sancto vaya con Vuestra Merged, é os dé
canes, degidrae, señor, qué cosa son, si tan próspero viage é navegagion que en
los aveys visto, é qué cosa es otro que pocos dias y en salvamento llegueys á
teneys allá en la Nueva España, que se vuestra casa, é haüeys á la señora doña
dige Guaxogingo. Isabel é los hijos é hijas con la salud, que
CA. El vuícan de Chalcoó Guaxogin- Vuestra Merged y ellos os desseays.

CAPITULO LV.
Con que en pocas palabras el auelor <iá conclusión á es!e iibro XXX1I1 de la segunda parle.

1 o me hallo ya en España en este año magiones; y en lo que toca á esta mate-


de mili é quinientos é quarenta y ocho ria de la Nueva España, yo he dicho lo
años, é diré aqui solamente dos cosas pa- que supe de personas que son calificadas
ra conclusión de aqueste libro hasta este é de crédito; é también no he dexado de
pressente tiempo. La una es, que como degir lo quel mesmo marqués don Her-
todos los sabios mejor pueden advertir é nando Cortés é sus cartas é relagiones di-
sospechar lo que no vé el historiador, for- rigidas al Emperador, nuestro señor, le
gado es que escriba por diverssas infor- informaron. Y sin dubda sus servigios fue-
TOMO III. 70
OO Ir HISTORIA CHNEitAL Y NATURAL
rori grandes, y el Emperador, nuestro se- ra, ó a lo menos estuviera rebelada ó en
ñor, liberal é grato remnnerador con él, tanta alteración como lo están otras pro-
pues le dio título de marqués con estado vincias de Indias, á causa de las nuevas
é vassaüos, é casa de señor illustre é mu- ordenanzas que allá fueron, lo qual se
cha renta. Lo segundo es, quel ¡Ilustre excusó con Ja prudencia del visorey; é
señor don Antonio de Mendoca, visorey que como sintió la alteración del vulgo,
de la Nueva España, passó á gobernarla obedesciendo al Emperador, nuestro se-
eí año de mili é quinientos é treynta y ñor, é á Sus Mageslades, suspendió la
cinco años, de manera que en el pressen- execugion de algunas cosas de que la re-
te ha trece que está en esta tierra. Su pública se agraviaba, é dio noticia á Su
prudencia é rectitud no se puede decir en Magestad, é proveyó de manera que todo
pocas hojas, é por tanto es menester li- se quietó é se remedió. É tuvo tanta mer-
bro é tractado por sí, el qual con el tiem- ca su buen seso é natural, que se puede
po se dirá é acomulará con el pressente; afirmar que dio de nuevo la tierra al Rey,
pero diré aqui solamente lo que no se pues que excusó las novedades que esta-
puede negar, ni hay en Indias quien lo ban aparejadas. Esto requiere más larga
ignore. Y es que aquella tierra se perdie- historia, é se reserva para otro tiempo.

CAPITTLO LVÍ
En que se Irada la muerte del marqués del Valle, don Hernando Corles.

.Brevemente quiero contar el fin de don la corte de Su Magestad , é fué muy


Hernando Cortés, marqués del Valle pri- bien rescebido é ageptado del Empera-
mero; y será en esto sumaria mi pluma, dor, é continuó su corte, como señor de
porque he visto algunos memoriales ó estado, é con rauv buena casa é auctori-
acuerdos escriptos por algunos aficiona- dad: E con muchos gastos, é fué con Su
dos suyos, á quienes se les encomendaría Magestad á la empressa de Argel, donde
que escribiessen en su alabanca, ó ellos le cupo harta parte de aquel naufragio; é
por su comedimiento harian por com- demás del peligro é trabaxo de su perso-
placer á sus subcessores, ó por qual- na le costó muchos millares de ducados,
quier causa que á ello les moviesse. Mi é perdió mucha hagienda en atavios de
fin es otro, é decir lo que compete á mi su casa é persona: é después que Céssar
historia é no más; pues que en este li- se fué á Flandes, el marqués quedó en la
bro XXXIII yo he escripto, lo quel letor corte del Príncipe, nuestro señor, conti-
puede aver visto cerca de lo que al mar- nuando el servicio de Su Allega , con mu-
qués é á la conquista de Nueva España chos gastos é buena casa, é solicitando
compete. sus pleytos é negocios: é cómo era ya
El marqués, después que vino de las viejo é cansado, temiendo los estíos del
Indias, aunque cansado de las fatigas é invierno en Madrid, é por esperar sus hi-
subcessos que por él passaron en la Nue- jos, por quien avia enviado para los ca-
va España, llegado á Castilla se fué á sar en España con señores, con quien lo

Aquí está falío el MS. autógrafo do Oviedo, de esla 11.a parle de fajfistoria general de Indias,
supliéndose esle y el stguieole capítulo con la co- copia que anles de ahora hemos eiíado.
pia del siglo XVI,que posee la Dibüoíeca Colombina
DE INDIAS. L1U. XXXÍÜ. CAP. LV1. 55a
tractaba, salió de la corte en el mes de donde se le dixerotí muchas, ése dieron
septiembre de miil é quinientos é quaren- muchas limosnas á pobres. É concurrie-
ta y seys años, é se fué á Sevilla, donde ron quantos señores é cavalleros é perso-
algunos meses estuvo. Y el año siguiente nas pringipates ovo en la cibdad, é con
adolescjó de la enfermedad que murió luto el duque é otros señores é cavalle-
en un lugar, á media legua de Sevilla, ros: y el marqués nuevo ó segundo del
que se dige Castilleja de la Cuesta, é pas- Yalle, su hijo, lo llevó é tuvo el illustrís-
só desta pressente vida á la eterna á los sirno duque á par de sí; y en fin, se higo
dos dias del mes de digiembre de mili ó en esto todo lo posible é sumpluosamente
quinientos c quarenta y siete años. É de- que se pudiera hager con el mayor gran-
xó por su albacea pringipal al illustríssi- de de Castilla.
mo señor don Johan Alonso de Guzman, Él murió como cathóiico, resgebidos
duque de Medina Sidonia: el qual, como los sacramentos é fecho su testamento
tan grand señor é verdadero amigo, ce- é dexando por su universal heredero é
lebró sus obsequias é honras funerales la mayorazgo á su hijo legítimo don Martín
semana antes de la Natividad de Chrips- Cortés, mangebo de hasta veynte años ó
t o , Nuestro Redcmptor, de aquel mes de menos, buen cavallero, é só la tutela é
digiembre, en el monesterio de Sanct favor del señor duque; á a lo que mues-
Francisco de Sevilla, é con tanta pompa tra ó se puede juzgar de su persona, se
é solempnidad como se pudiera hager con espera que será y es bien digno del es-
un muy grand príncipe. É se le higo un tado en que subgede, é de otro que muy
mauseolo muy alto é de muchas gradas, mayor fuesse. É con tanto se concluye es-
y encima un lecho muy alto, entoldado te libro XXXIII.
todo aquel ámbito é la iglesia de paños Téngalo Dios en su gloria al marqués,
negros, é con incontables hachas é gera que en la verdad digno es de mucha me-
ardiendo, é con muchas banderas é pen- moria : y él es el pringipio é fundamento
dones de sus armas del marqués, é con de su casa y estado, é por su persona é
todas las cerirnonias é offigios divinos méritos grandes lo ha adquirido, como
que se pueden é suelen hager á un grand la historia pressente, aunque sumaria-
príncipe un dia á vísperas é otro á misa, mente, lo ha contado.

CAPITULO LVIL
Con que se dá fin é se concluye la materia de la Nueva España, de que se ha tractado hasta aqui, é dase
noticia de una nao que vino en fin deste año de miil é quinientos é quarenta y ocho años á España, car-
gada de plata.

JLJice el auctor é chronista dcstas mate- cosas ó riquegas de Indias no tienen nes-
rias, que hallándose en Sevilla vino una gessidad de fábulas ni adornamiento de
nao de la Nueva España cargada de pla- palabras, sino llanamente, usando de la
. ta, é ques ragon que se haga memoria limpiega é facultad que pide la historia
desta nao, pues ques al propóssilo del para que las cosas sean mejor entendidas
marqués defuncto é del grand servicio é claras.
que higo en conquistar laníos reynos é Subgedió que, lunes veynte é quatro
provingias para la corona real de Castilla. de digiembre del año de mili é quinientos
É decirse ha sumariamente, porque estas é quarenta y ocho, víspera de la Nativi-
5oG HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dad de Chripsto, Nuestro Redemptor, lle- nista destas materias el thessorero Fran-
gó un barco á Sevilla, con cartas para los cisco Téllo, y el contador Diego de Cá-
officiales de Su Magestad que residen en rate, officiales de Su Magestad é jueces
la casa real de la Contractacion de las In- en la dicha casa de la Contractacjon de
dias, faciéndoles saber que estaba ya Indias. É luego acudió á la dicha casa mu-
dentro del rio una nao venida de la Nue- cha gente é mercaderes á rescebir cartas
va España, de que era maestre Francisco que vinieron en la mesma nao. É fué pú-
Sautos é piloto Alfaro. É aquella partió de blico é notorio que la plata questa nao
la Nueva España cargada de plata, é pa- truxo, vale sobre trece mili ducados de
ra la embarcar echaban fuera el lastre de oro. Con lo qual se concluye el libro pres-
las piedras que tenia; é pusieron tantos sente; é lo que de aqui adelante subce-
quintales de plata en ella por offa ó car- diere en las cosas de la Nueva España,
ga , que assi lo que vino para Su Mages- se porná en la quarta parte desta General
tad, como para mercaderes é particulares y natural historia de Indias, que verná
personas, son más de sessenta mili mar- después de la impression de aquestas par-
cos de plata: lo qual, el mesmo día ya tes que hasta el pressente están escripias*.
dicho lo dixeron é certificaron al chro-

* Como vá advertido en la Vida y escritos de mos capítulos del presente libro respecto de esta
Oviedo, no llegó á redactar esta I V.a parte de la His- proyectada publicación, son en nuestro juicio bas-
toria de Indias , sorprendiéndole la muerte cuando tantes para convencer de que no tuvo parle directa
comenzaba á hacer la edición de la II. a , según al en la impresión de 1S47, según intentan sostener,
final del libro XX notamos. En el mismo año de sin alegar prueba alguna convincente, algunos eru-
1548, en que hacia Oviedo la advertencia que dá ditos. Oportuno creemos por tanto el reiterar cuan-
motivo á la presente nota, preparaba también la se- to dijimos en la nota 35 de la iV.a parle de la Vida
gunda edición de la 1.a parte, ya publicada en tS35, del Alcaide de Santo Domingo, quien sin duda no
y aumentada en más de un tercio, como declara debió ignorar la suerte de su obra, siendo evidente
el mismo autoi y habrán tenido ocasión de ver los que e¡ absoluto silencio que guarda sobre la edición
lectores entendidos en bibliografía. Las explicacio- de i 547 quita á la misma la autoridad, que han pre-
nes que dá el primer cronista de Indias en los últi- tendido darle ciertos bibliófilos.
Este es el libro décimo quinto de la segunda parte, y es el trigéssimo quarto de la iVa-
tural y general historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Océano,. é
ceptro real de los Reyes é reyno de Castilla é de León: el qual tracta de la provin-
cia é gobernación llamada la Nueva Galigia, é que los indios é naturales llaman Xa-
lisco, en la parte ocidental de la Tierra-Firme.

PROHEMIO.

t ^ o n grand dificultad se pueden ilustrar treras son las mejores é más giertas, por-
ó poner en perficion las cosas que son que vienen corrigiendo las primeras. Y
fechas por hombres sin expiriencia, ó que assi será hasta llegar á la verdadera per-
sin tener visto ó bien considerado é fiejon que han de tener, porque conviene
aprendido su officio se ponen á enseñar que passe algún tiempo de nescessidad
(qualquier artificio que sea) lo que no ha para entenderse la verdadera geographia
visto; pues está manifiesto que aun los destas tierras é mares de nuestras Indias
que lo ven é son diestros en sus artes, ca- de la corona real de Castilla tan puntual
da dia hallan que emendar ó acresgentar é certificada é particularigadaménte como
é corregir en sus proprias dottrinas (pu- es menester. Yo estoy maravillado cómo
liendo é afevtaudo sus mesmas palabras algunas personas se han puesto á escribir
é obras, dando é inventando nuevas re- las cosas de acá dende Europa (cuyos
glas é dechado para quel mesmo arte me- nombres es mejor que se callen que no que
jor se entienda de los que vinieren sub- se digan), pues hablan á tiento en lo que
cediendo y exercitando la mesma scien- no ven ni pueden entender sin su pres-
cia), como cada dia lo vemos en estas sencia, é informados de quien no conos-
nuestras cartas de navegar, que las pos- cen, pues que aunque estando en esta
558 HISTORIA GENERAL Y NATCJÜL
í ierra coaviene ea lo que hombre no vee é hallaban grand dificultad en hacer aque-
(aunque cerca de arjui acaezca, ó haya lo llas de los cinco remos, porque en Italia
que dige) conoscer a! que habla en otras no avia maestro que oviesse fecho tal gé-
provincias, é saber qué persona es, por- nero de naves. Pero lo que les ayudó á las
que sus palabras so acepten c tomen por hacer fué una, que! cónsul Appio Claudio
burlas ó veras. Y assí he hallado muchos les tomó á los cartaginenses, quando pas-
y he oydo cosas, que aunque las escucho, só á Meeina, en la qual mirando los maes-
ni las niego ni las apruebo, puesto que en tros tuvieron dechado para hacer tales na-
mis borradores para mi acuerdo las noto; ves; y en tantoquese hacían, lamoHitud
pero no las escribo en limpio, sin que mis iudotía aprendía, mirando cómo se avian
ojos me desengañen, si es posible verlas, de exercitar. Y para esto, puestos los
ó que halle contentes que me satisfagan. bancos en el arenal por orden, como es-
Y para hacerme diestro 6 determinarme, tán en la nave los remadores sentados en
antes que gaste el tiempo en acomular aquellos, a la voz del cómitre que los re-
renglones en esta materia, bago lo que gia ó mandaba reducían los bracos á
hacían aquellos antiguos romanos, que en- mover los reznos por el arena. Y el mes-
señaban á sus galeotes ó remeros en tier- mo auctor dk;e que cada quinqueremi te-
ra , pues que sentados en bancos puestos nia trescientos hombres al remo é ciento
en el suelo los imponían é mostraban el é veyntc otros combatientes é sobrestán-
offigio, para que después en el agua lo tes, é aqueste número se observaba por
exercitassen, con alguna parte de indus- los romanos é por los cartaginenses en
tria ya entendido. Y assi querría yo ques- tales navios. ¡le querido decir dos cosas:
(as historias de nuestras Indias, que veo la una qué manera de navios era esta, é
escriptas desde España é otras partes, la otra la industria é principio de mostrar,
oviessen tomado su principio, viendo remando en el arena, cómo avian de bo-
aquestas, 6 que no fuosse todo de oydas. gar en el agua. Y assi á este propóssito
aplicando, digo questas materias de que
Y porque puse la comparación en los
tracto, se han de ver y exercitar por es-
romanos, diré lo que hicieron sin saber
tas mares é arenales é tierras ásperas 6
qué cosa eran aquellos navios, que llaman
llanas é de qualquier género que sean,
quinqmremi, en los quales sus enemigos
para acertar á darlas á entender á los
cartaginenses eran expertos (é aun al
que donde léxos las leyeren ó escucha-
pressente con quanto está escripto hay
ren. Y si vo coa mi rudo ingenio den-
pocos maestros en Italia y España 6 Fran-
de acá no lo acortare á bager, á lo me-
gía, é aun en toda la Europa, que los su-
nos sabrá el letor que escribo dobaso
piessen hacer). Y por sí ó por no, quiero
de aquella bandera inmóvil, ques perse-
decir lo que en este caso escribió aquel
verando en estas partes, escribiendo las
curioso é gentil historial Leonardo Areli-
cosas dolías, para que se pueda sospechar
no en su tractado de la Guerra púnica 4, el
que caso que no lo diga tan bien quan-
qual dice que teniendo guerra la repúbli-
to la materia moresge, á lo menos más
ca romana con la do Car fago, delibera-
ayna hallaré quien me lo dé á entender
ron de poner en Ponto ciento é veyntc
en esta tierra, que no apartado dolía en
naves (que de nuevo comengaroná edefi-
Milán ó en Sicilia, para que pueda quan-
car) é ordenaron que cient dolías fuessen
to al objeto llevar más reglada y cierta la
queque remi é las demás fuessen Uirremi:

1 L. Bruno rlc Arczio, De Helio Punirá.


DE INDIAS. Lili. XXX1Y. PllUMüiiO. 5¿;9
legión quanto más vecino me hallo de Johan, mi señor, é faltándome su real
aquellas regiones, de quien tracto. Y por- pressengia, de quien esperaba ser remu-
que dixe de susso bandera inmóvil, digo nerado y heredado en mi propria patria,
que segund el auctor alegado, teniendo por mis servigios, fuesse peregrinando
guerra los galos contra los romanos, vién- por el mundo é viníesse á parar en estas
dose en ncscessidad losínsubros, deli- tierras tan extrañas é desviadas de donde
beraron de venir á batalla campa!; é nasgí é soy natural.
aplagada, junta su gente, pusieron en el De todo sea Dios loado, porque coa
campo cinqüenta mili hombres, é saca- su. favor misericordioso he podido vivir
ron fuera del templo de Minerva ciertas é ver y escribir estos tractados; é assi
banderas, las quaíes llamaban inmóviles, espero en él que eñ lo que me queda de
porque lícito no era huyr el que fuesso la vida podré degir más en su servicio
con aquellas banderas. E assi yo no pue- é alabanga é contentamiento de los que
do huyr de las Indias, porque soy viejo é estas-mis ocupaciones é libros passaren.
constituyalo en edad, y essa poca do En este, ques del número XXXIY, so
substancia ó bienes de fortuna ó tempo- tractará de la gobernagion é reyno lla-
rales que para mi substentaeioa é de mt mado la Nueva Galigia, aunque muy di-
familia é casa plugo á Dios darme, en es- ferente é apartada de aquella que en Es~
tas partes él ordenó que fuesso, con mu- paña assi llamamos; puesto que en al-
chos trabaxos y en diverssas regiones é guna manera no del todo desemejante,
tiempos adquirido, para que aprendies- quanto á la asperega de las sierras bra-
se é viesse la calidad y el ser de lo que vas ó de las gentes belicosas naturales
dixesse en estas hislorias: éno quiso que della: entre las quales el proprio nombre
en España quedasse, aunque me crié en desta provingia es é se llama Xalisco, co-
la casa real de Castilla, sino que lleván- mo más larga é particularmente la histo-
dose Dios al sereníssimo príncipe don ria lo mostrará en los capítulos siguientes.

CAPITULO I.
Cómo fué proveydo Ñuño de Guzman por capiíün genera! é g-obernador de la Nueva España, dende la qw;>¡
fué á conquistar é poblar la provincia de Xalisco e otras con elta comarcanas, de las quales después fué
gobernador, é aquello lodo se llama agora e! reyno de la Nueva Galicia ; é también se dirán otras cosas
anexas al discurso de la historia.

Oabido por el Emperador Rey, nuestro lia tierra avia entre los españoles é offi-
señor', é por su Real Senado ó Consejo giales y el marqués del Valle Hernaudo
de Indias las diferencias que en la Nueva Cortés; é dende á poco tiempo quedó tan
España andaban entre sus officiales sobre mal quisto como los otros. É cómo Sus Ma-
la gobernación de la tierra, fué provey- gestades por los defettos de sus ministros
do por gobernador é capitán general un supieron esto, acordaron que! presidente
cavallero de la cibdad de Guadalaxara, desta Real Audiengia de Sancto Domingo,
llamado Ñuño do Guzman: el qual ydo á obispo desta cibdad, don Sebastian Ra-
aquellas partes el ano de mili é quinien- mírez de Fuenleal ,-faesse á reformar to-
tos é veynte y seys, tomó el offigio en das aquellas faltas de los jueges passados
Temistitan, é fué obedesgido, é gessaron é á poner los indios en libertad é la tier-
las contiendas y escándalos que en aque- ra en justigia. Él fué é higo lo que le pa-
5C0 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
resgió que convenia al servicio de Dios ó tar el cargo. E cómo llegó á la provincia
de Su Magestad é á la conservación é de Mechuacan, el señor della, llamado
sustentación é conversión de los natura- Cagongi, que estaba de paz é servia á
les; porque á la verdad, hablando sin Hernando Cortés, le resgibió muy bien á
perjuicio de nadie, su expiríencia era él é á los chripslianos, é les higo dar to-
mucha en las cosas de justicia, é sus Je- do lo nesgessario de bastimentos: y en
tras é industria é buen natural bastantes pago de su servigio lo prendió, é fué fa-
para lo de acá. É assi por sus méritos é ma que le sacó más do diez mili marcos
servicios, después que á España volvió el de plata é mucho oro, é le tomó diez ó
Emperador, nuestro señor, teniéndose doge mili indios que llovó consigo: é por-
por muy servido del, é por más se servir que no se pudiesse quexar, le higo que-
de tan buen entendimiento, le mejoró en mar con otros indios pringipales, dando
obispado é dignidades, é le dio la presi- color á su injusticia como le paresgió. É
dengia de la Chancilleria Real que reside prosiguió su camino, é llegó á aquella
en la villa de Yalladolid, é le higo mer- tierra de Xalisco ó de la Nueva Galigia,
ced de la cáthedra episcopal de la muy donde tuvo continua guerra é le mataron
antigua é muy noble é muy leal cibdad muchos españoles: é allí residiendo é con-
de León é su diógesis, ques una de las tinuando la guerra, como diestro capitán
más pringipales iglesias de sus reynos, é é valiente soldado (porque su persona era
después le higo merged de la de Cuenca, tal), conquistó la provingia de Xalisco é
ques de más renta. É dende aquesta cib- otras comarcanas, que los naturales lla-
dad de Sancto Domingo passó á 3a Nueva man Chamóla, é al pringipal pueblo ó ca-
España, é aun gogando en ausengia desta bega digen assimesmo Chamóla; ó los es-
presidengia é sus salarios con los de acu- pañoles lo .llamaban la Nueva Galigia, no
llá, en tanto que se proveyó de presidente porque es menos ni más antigua que la
para aqui. Pues como Ñuño de Guzman que en España Galigia se dige, sino por-
fuesse avisado de su yda, fuésse por no que nuevamente la hallaron los chripstia-
le atender, temiendo que en su residen- nos, é les paresgió que por ser tierra muy
gia le avian de fatigar los que del estaban áspera é montuosa se le debia dar tal
quexosos; y para esto acordó de hager nombre. El qual lo ovieron nuestros galle-
una entrada, só color de pagificar las pro- gos é su pringipio, seguñd digen, de los
vingias que llaman Ulichichimecas é Jalis- griegos que después del fin de la guerra
co ó Xalisco é yr en demanda de Culuacan. de Troya, Teucro, por la muerte de su
É puesto su camino en efetto, halló gente hermano Ayax, venido en odio de Tala-
belicosa vestida de cueros de venados mon su padre, no le resgibiendo en. el
muy bien adobados, é gentiles areneros, reyno, fuésse á Epiro y edeficó allí una
é muy dispuestos ellos é sus mugeres, é gibdad, llamada Salamina por el antiguo
de mayores estaturas é fuergas que los nombre de su patria. Después, sabiendo
indios de Nueva España, é muy guerre- la muerte do su padre, volvió á la patria,
ros. É llevóse consigo quinientos hombres lo qual le contradixo é vedó Eurige, hijo
pocos menos de caballo, pero no todos de Ayax, é fuésse en España, étomóaquel
ellos de su voluntad, sino contra su gra- lugar é puerto donde al pressente es la
do los más, é algunos pressos, é otros nueva Cartago: é después passó á Galigia,
engañados de sus palabras: lo qual no é puso allí su silla, é dio nombre á aque-
pudiera hager, si supieran que yba el per- lla gente, é fueron llamados parte do
lado ya dicho ú otro presidente á lo qui- aquellos de Galigia amphüo$es, etc. Esto
DE INDIAS. L1B. XXXIV. CAP. I. 561
é otras cosas escribió Justino en la abre- Galigia; é fundó tres pueblos de chrips-
viación de Trogo Pompcyo '. Asst que este tianos en aquella tierra, donde les dio
es el origen de los gallegos conforme á solares é sus caballerías, ó cierto térmi-
este auctor; pero yo por más antiguo que no para en que viviessen é grangeassen
lo ques dicho lo tengo, pues Justino con- sus haciendas é agricoltura, porque es
fiessa que esse Teucro halló poblada tierra muy fértil é de muchos manteni-
aquella tierra: é caso quél los hiciesse mientos é animales ó aves, como en la
llamar gallegos é á la provincja Galigia, Nueva España: de la qual dista ciento é
no la pobló él nuevamente, ni dexa de veynte leguas algo más, que hay dende
confessar, por lo ques dicho ser tan anti- la grand cibdad de Temistitan hasta la
gua ó más Galicia que los tróvanos. Este cibdad de Compostela, quel dicho Ñuño
cavallero Ñuño de Guzman, como dicen de Guzman fundó en Ja costa de la mar
que en parte es gallego, procuró de re- del Sur, y es la cabeca de la Nueva Ga-
novar donde es dicho este nombre de licia.

CAPITULO II.
Ed que se tractan algunas particularidades de la Nueva Galicia é provincias de Xaíisco, é de su fertilidad,
é de la provincia de Culaacan , é oirás cosas.

Aquella tierra é reyno que en estas In - allí crian sus panales é miel muy excelen-
dias los españoles llaman Nueva Galicia, te, é tal que la de Cerrato ó de la Al-
inclúyense en él muchas provincias; ó las carria en Castilla, ó la de Caspe en Ara-
principales entre los naturales se llaman gón no le hagen ventaja en buen sabor
Xalisco, Culuacané Chamóla. É aqueste es é color y en todo lo que la buena miel se
más proprio nombre suyo, porque Chamo- suele usar. Las abejas son pequeñas é no
la es un grand pueblo, que antes que los mayores que moscas, é son muchas, é
chripstianos fuessen á aquella tierra era no pican ni hacen mal, porque son des-
la cabecera de toda ella. En la qual, co- armadas. Para sacar la miel, de que usan
mo de susso se dixo, la gente es belicosa: comer y echar en sus manjares tienen
son grandes flecheros é monteros, al qual una ó dos colmenas diputadas para gas-
exergicio son muy dados los naturales tar del las ordinariamente (porque las de-
dende antes que entren en la edad ado- más están enteras para el tracto é resca-
lescente. E su segunda grangeria é muy te de la miel é de la cera, ques merca-
ordinaria es criar colmenas, é tiénenlas duría de que mucho se aprovechan, é
en las casas colgadas en el ayre; y en lu- han por ella otras cosas, questos indios no
gar de corchos (que no los tienen) para alcancan). É meten por cierto agugero de
los vassos de las abejas toman un troco la colmena, quitando un tapón, un palo
de árbol é hácenlo vacuo, del tamaño é liso que para aquello tienen fecho, é por
proporción que en España lo hacen de la allí destila é sale uno ó dos adumbres de
corteja del alcornoque; y en una casa miel ó lo que quieren sacar, sin desbara-
diez y en otra veynte ó treynta, é más ó tar la colmena ni hacerle detrimento ni
menos, tienen colgadas sus colmenas, é causar alteración á las abejas; é cómo

i Lib. XLIV.
TOMO W. 71
oüi HISTORIA GENEUAL Y NATUIUL
son muchas las colmenas, assi es en gran- á todos; porque síes justo, dicenquescru-
dissima cantidad la cera é muy buena. do é incomportable, é si manso é piado-
El pringipa! pueblo ó cibdad de los so* dicen que no vale nada, El medio que
chripstianos se llama Compostcia, á imi- ha de tener el juez en la administración
tación de la cibdad de Sancliago en Es- de los negocios no place sino á pocos. Y
paña ó Galicia, la qual cibdad de Com- hay otra cosa peor: que por la mayor par-
postela fundó é pobló Ñuño de Guzman, te los más de los que acá vienen con ta -
como se dixo en el capítulo precedente, les cargos, tienen más fin á hager dineros
á la qual Sus Magostados enviaron á le que no á corregir deudos, puesto ques
tomar residencia, é para esto fue el li- justo que el que trabaxa é sirve medre en
cenciado de la Torre: é fué remitido á su officio; mas ha de ser con las condi-
España, donde le envió presso para dar ciones que se deben procurar estos bie-
sus descargos y estar ú derecho con sus nes de fortuna, para que no hagan mal
émulos, donde Ñuño de Guzman pieusa provecho á quien los adquiere. Digo que
que le han de ser fechas mercedes por se busquen sin ofensa del prógimo ó daño
sus servicios; é llegó á Castilla el año que de tercero, aunque en este tiempo (y más
passó do mili é quinientos é treynta y nue- en estas partes que en otras) la costum-
ve años. En la verdad, segund algunos bre está en contrario. Pues sea el uso co-
dicen, él sirvió á Su Magestad muy bien mo lo quisiéredes: que no os juzgarán en
eu aquellas partes, é otros le juzgan por la otra vida conforme á los estatutos ó
Áspero gobernador. Yo no he visto algu- cautelas que acá se usan, sino á la ley
no que, seyendo justicia, sepa complacer divina, que no sufre engaño ni fraude.

CAPITULO 111.

En el ([uní se (rada una relación quel historiador deslas materias ovo después de un hidalgo llamado
Francisco de Arzeo, c de oíros que se hallaron con Ñuño de Guzman, quando fue á conquistar é poblar in
Nueva Galicia; é cuéntase más apuntada é particularmente que lo que está dicho en los capítulos prece-
dentes.

-i
i se os acuerda, letor, de lo que se di- información en muchas cosas de las que
xo en el prohemio deste libro XXXIV, tocaron. Y si dixeren que al Rey é á su
vereys quánto aprovecha escribir estas Consejo se sirvió assi, como essos doctos
cosas donde las Indias, é cómo el histo- chronistas lo apuntaron, no todas vegas
riador segiliano ó lombardo dende Espa- sabe el lley por tales cartas todo lo que
ña no pudieron entender ni inquirir estas consuena con la verdad ni lo ques nes-
materias tan gierta ni puntualmente como cessario para colmar la historia, ni los
el tiempo las dispone; y aunque el proto- que lo escriben á Su Magestad no le dan
notario Pedro Mártir, que era de Milán, tan por menudo essa relagion, por no le
ó fray Bernardo Gentil, que era segilia- dar pessaclumbre, é aun porque todos no
no, é ambos fueron historiógrapbos de Su lo saben hager ni pueden comprender de
Magestad, hablaron en cosas de Indias, una vez ni de pocos lo que no ven (é di-
digo que puesto que su latinidad é tracta- gen informados de otros), ni tienen tanto
dos no caresciessen de buen estilo, forga- cuydado de la historia como de la ganancia
do es que se sospeche que les faltó gicría é otros intercsf.es, en que más fundamea-
DE INDIAS. LIB. XXXIV. CAP. III. 5G3
to hacen que en escribir regladamente, que eran relevados de velar c de yr á en-
ni tan examinadas las cosas como el tiem- tradas, y eran personas señaladas é vete-
po poco á poco nos lo enseña é dá á en- ranos milites, é comian á su mesa, é á par
tender, que lo que ayer sentíamos ó su- de sú persona estaban continuadamente.
pimos de una manera, lo hallamos maña- El alférez del guión, que andaba con el
na do otra. Menester es vivir y escudri- general, era un cavaliero que se llamaba
ñar con atcngion lo que se lia de escribir, Pedro de Guzman, natural de Guadalaxa-
para que la verdad quede como se debe ra. El guión era de tela de plata, é borda-
entender. Y assi yo, después de escripto da en él una imagen de Nuestra Señora,
lo ques dicho en los dos capítulos de sus- de teta de oro. É capitanes do a pié eran
so, he visto é platicado, con hombres de Proaño, natural de Córdova, con quaren-
vista é buen entendimiento é merescedo- ta soldados bien en orden, é Diego Váz-
res de crédito, en especial un hidalgo, quez, natural de Guadalaxara, con otros
llamado Frangisco de Arzeo ó otros, los tantos soldados. É * era assimesmo ca-
quales digen quel presidente Ñuño de pitán con otros quarenta hombres, é los
Guzman partió de la cibdad de Temisti- restantes soldados de á pié yban con el
tan dia de los Reyes del año de mili é capitán de la guardia; é por todos, como
quinientos é troynta y tres años con giento es dicho, yban hasta dosgientos soldados.
é cinqüenta do caballo, é con quinientos É salieron este dia de México con el ge-
caballos é con hasta doscientos hombres neral hasta quinge mili hombres amigos,
de guerra á"pié é de su guarda, españo- de los naturales de la tierra é provincia
les é muy bien aderesgaclos. Los capi- de México, hombres de guerra, los qua-
tanes que allí yban eran Chripstóbal de les no llevaban carga alguna de los
Otañez, vizcayno, capitán de quarenía chripstianos, mas de lo quellos para si
ginetcs, cuyo alférez era un Fulano de mesmos avian menester. Era gente muy
Cavas, natura! de Écija: otro capitán se lugida é con muchas devisas de oro é pla-
llamaba Francisco Verdugo, natural de ta en sus rodelas.
la villa de Cuéllar é vecino de la cibdad Sacó Ñuño de Guzman consigo un
de Tcmistifan, cuyo alférez fué este Fran- grand señor indio, llamado Caconci, se-
gisco Arzeo, de quien do susso so higo ñor de la provingia de Mechuacan, ques
mengion: el capitán Samanicgo, natural quarenta leguas de México, al qual ios
de Segovia, cuyo alférez era un hidal- chripstianos llaman Pero Panga. Este se
go llamado Flores, natural do Salaman- ofresgió de guiarle é llevarlo á tierras bien
ca : este capitán llevaba treynta lan- pobladas do gente é abundante de basti-
gas ginetas. El capitán Chripstóbal de mentos, quéi degia que era la tierra de
Barrios, vegino de la cibdad de Temisti- donde avia progedido el origen de los
tan, y su alférez Frangisco Barron. Cada mexicanos. Los indios desta provingia do
un capitán do los ques dicho llevaban sus Mechuacan líámanse tarascos, y es la me-
banderas, muy bien armados todos é jor gente que hay en la Nueva España de
proveydos, como gente diestra ó do guer- carga é de provecho, ó aun de la más fiel,
ra é sufigicntes para la empressa, é sena- Vivia este Cagongi en un pueblo que se
lados con diferentes devisas. llama Cingonga, que quiere degir en aque-
Acompañaban la persona del general lla lengua cibdad. Allí mandó el general
Ñuño de Guzman quarenta sobresalientes, que se hiciesse alardo ó reseña de la gen-

Hay 11 n claro en el original.


564 HISTORIA GENEHAL 1" NA iCUAL
te que llevaba, é mandó proveer de todo doce mili pessos de oro, quél repartió en-
lo nescessario para su camino, é repossó tre los soldados. Y en la cibdad de Mé-
en aquella población treynta ó quarenta xico les dio Ñuño de Guzman muchos ca-
días. En todo aquel tiempo este Cagongi ballos é armas, que repartió entre los que
higo dar á cada español dos gallinas, que mas nescessidad teman; é cómo era pre-
son tamañas ó mayores que los pavos de sidente de la Nueva España, quando hico
Castilla, é media fanega de mahiz ordina- esta jornada, quedaron los oydores de la
riamente cada día, é una india que le Audiencia Real que allí residían en su lu-
gnisasse de comer, é seys cargas de gar por gobernadores, que eran los li-
hierba para su caballo, é muchas finetas cenciados Malienco é Delgadillo é otros
de diverssas maneras de las que en aque- dos que se murieron.
lla tierra hay; é quando llegó el tiempo Anduvo este exército por sus jornadas
de la partida, dio de sus indios diez mili é tierra de paz subjeta á México ocho ó
para que Ilevassen las petacas de los diez dias, é al cabo dellos llegaron á un
chripstianos. Es una petaca una manera rio que hasta estonces no ie avian visto
de gesta muy bien fecha, é algunas for- los chripstianos, é porque fué dia de la
radas en cueros de venados, ó con sus Purificación púsosele al rio el mesmo
atapadores, que cabe tanto como media nombre. É passaron de la otra parte, é
arca ó caxa de ropa; é hácenias del tama- assentaron allí su real é campo, y esto-
ño que quieren. Demás destos indios ques víeron allí algunos dias, assi por repos-
dicho yban otros muchos, que llevaba el sar como por tentar la tierra é saber lo
dicho Cagongi para servigio de su perso- que en ella avia, porque allí ni dende
na, é yba siempre en una muía del gene- adelante ni estaba hollado ni visto por los
ral, al qual sirvió este Cacongi é le dio españoles.

CAPITULO IV.
Cómo el principal señor ques dicho , llamado Caconci, avia fecho falsa relación al general Ñuño de Guz-
man, é cómo después dixo que no sabia la tierra *, le hico un processo é lo mandó quemar: é eue'nlanse
otras cosas que passaron después é los sacrificios de los que quemaban los indios en los hornos.

" e s p u e s quel general Ñuño de Guzman chripstianos, aunque allí donde paró es-
ovo fecho assentar su exército de la otra taba la gente de la tierra aleada é huyda
parte é junto á la costa del rio de.la Puri- á los arcabucos é montes. Y para reco-
ficación, paresciándole bien la dispusicion gerlos, si posible fuesse, hicieron algunas
de la tierra, quiso saber é informarse muy entradas la tierra adentro, á unas partes
bien della, é higo hacer luego una iglesia é otras, de que ningún provecho, sino
de piedra, donde se celebraron muchas mi- mucho cansancio se siguió; é fué nesges-
sas é se predicó algunas veces la verdad sario de se aprovechar, si pudiera, de la
evangélica; porque donde quiera que lle- guia que hasta allá los llevó, que era
gaba, hacia poner mucha diligengia en Ja aquel señor, llamado Pero Panga porque
conversión de los indios, y en los bapti- era gruesso, que como dicho es, se de-
zar é reducir á la unión de los fieles gia Cacongi: al qual habló el general con
* Aqui se leía en el códice autógrafo: «E se {Trate suprimió también otra cláusula de menos im-
supo que avia muerto [oí Caconci] treynta é cinco portancia,
españolea é fechólos máscaras». Al final del epi-
DE INDIAS. Lili. XXXIV. CAP. IV. 565
sus naguatatos ó lenguas, é nunca se pu- xeron todo lo quél dixo; é visto que
do del sacar ni dixo sino que no sabia la era assi, mandó luego el general hager
tierra, ni la avia andado, é todo al revés un grand palenque ó estacado , donde se
de cómo hasta allí lo avia certificado é di- higo justigia del Cagongi, y eu un grand
cho. Ovo tanto enojo desto el general, que fuego fué quemado; é hígose saber á to-
le mandó echar unos grillos, é le higo te- dos sus vassallos la causa de su muerte,
ner á buen recabdo; é tornóle á interro- é. á lo que mostraron en lo exterior todos
gar diverssas veces, é á preguntarle por lo tovieron por bien, porque los tractaba
las cosas é promesas quel mesmo cagique mal, é degian ellos que avia seydo muy
avia primero dicho é ofrescido; y por ha- bien fecho matarle. Y el general higo algar
lagos que se le hicieron, ni por temores por señor á un hijo de Cagongi, llamado
con que le amonestaron, no dixo ni con- don Pedro, que se mostraba muy amigo de
fessó cosa que fucsse al propóssíto ni con- los chripstianos; mas después que los es-
certasse con lo que avie dicho primero. pañoles passaron adelante en prosecugion
Jín fin, el general le higo hager su pro- de su camino, se supo que avían ydo mu-
cesso é sentenciarlo á muerte é que mu- chos indios de la provingia de Mechua-
riesse quemado: el qual, quando se vido can, incrédulos de la muerte de Cagongi,
gerca de su fin, dixo que por su manda- á se informar de lo ques dicho; é cómo
do avian muerto sus subditos ó vassallos supieron la verdad é justigia que del se
treynta é cinco españoles, é que los ha- higo, arrincaron el palo que avia queda-
llarían las manos é los rostros con sus ca- do donde estuvo alado quemándose, é
bellos ó los pies, puestos como máscaras, rayeron la geniga que hallaron; é todo se
en una casa ginco leguas de su pueblo, lo llevaron á su tierra.
donde los tenia escondidos en un monte. Del rio ques dicho de la Purificagion,
É quando se queria regogijar, los hagia se partió este exérgito sin guia alguna, é
sacar el mesmo Cagongi á los areytos é siguieron por la costa de aquella ribera
fiestas; é que desta forma hallarían aque- ocho dias, todo por despoblado, é anda-
llos chripstianos en aquella casa ques di- ban cada dia tres ó quatro leguas; y en
cho , é assímesmo hallarían mucha plata fin deste tiempo llegaron á una gra-nd pro-
é oro é grand cantidad de ropa. vingia, á vista deíla; é aunque era de
Preguntándole cómo avian muerto é mañana repossaron allí hasta otro dia si-
quándo aquellos chripstianos, dixo que guiente, que al punto del alva, cada ca-
aquellos eran de los que yban desmanda- pitán puesta su gente en orden, movieron
dos dendc México, uno á uno, á buscar é fueron á un pueblo; é no hallaron gen-
la vida (ó á topar más gicrto con su muer- te en él, porque avian huydo de temor.
te), é que cómo los veían solos, los mata- Aquella provingia se llama Coyna; mas
ban é hagian dellos aquella forma de es- hallaron harta comida.
pectáculos, por más se vengar de los es- Dende allí, repartida la gente del exér-
pañoles. Fecha estaconfession, mandó el gito en sus capitanes, fueron en segui-
general á diez de caballo que para esto miento de los indios; é á dos ó tres le-
escogió, que fuessen á aquella casa que guas de allí hallaron mucha gente de guer-
Cagongi dixo, é supicssen si era assi co- ra , é pelearon con los nuestros é hirieron
mo dcgia, é truxesscn ante él lo que ha- algunos españoles é caballos, é al cabo
llassen de aquellas cosas que en el tor- los indios fueron desbaratados con mucho
mento avia declarado Cagongi. É en daño suyo, é se enseñorearon los chrips-
quinge dias fueron é volvieron, é tru- tianos de la tierra. É un notable é diabó-
SG6 lilSTOÜIA GKNERAr. Y NATUUL
Jico sacrificio se vido en aquella provin- estuvo alguna noche, quedaron fixadas
cia, que por su novedad no se debe dc- cruces,, é se buscaba el más alto árbol que
xar en silencio. Y es que en los pueblos se podia hallar para las poner. En con-
que topaban, en los más dellos, hallaban clusión, toda la provincia Coyna fué so-
unos hornos muy grandes, llenos de gen- juzgada , c quedó de paz en veynte dias
te muerta é con muy grandes fuegos los que podia ser lo que en ella estovicron
hornos; é de aquellos cuerpos que a!lí se los españoles hagiendo la guerra; y assi
asaban ó cocían corría mucha manteca ó por temor del espada, como por halagos
sahin ó sangre, porque poco antes que é buena industria, quando convenia é los
los chripstianos llegassen los avian echa- indios atendialfrtodo se pagificó: y mu-
do é ofrescido en sacrificio á sus dioses, chos de los''naturales quedaron en sus ca-
segund se supo de los indios que se toma- sas ó assientos, ó muchos baxaron al in-
ron en aquella entrada. fierno, que ni quisieron la paz, ni aun
En todas las partos, donde este.exército daban lugar á que se traefasse.

CAPITULO V.
Cuino el general Ñuño de Guzman conquistó la provincia JTí-nifjcIa Cuy<-co, é la que se diec Tómala, ó olr.i
IJQC nombran Nucbisclan , é oirás que se Hsman .Maxalpa, Suchipila y Elleve, é oíros pueblos; é oirás
cosas notables que convienen al discurso de la historia.

iLFespues de aver conquistado las provin* <que viéndolo desviado de los chripstianos
cías que se tracto en el precedente capí- <é solo, las canoas se le agercaron de tal
fulo, sin perder tiempo acordó el general imanera, que una dolías andaba llena ele
de se partir con su exército á otra provin- ¡sangre por.los tiros queste capitán hacia:
<;ia que so llamaba Cuysco, que está ribe- c no hagian los indios sino echar sangre
ra de un muy grande y hermoso río; y fuera de la canoa. Y las mesmas saetas,
mandó que los chripstianos ó indios ami- ,con que estaban heridos los indios, ellos
gos que yban con él, se hiciessen dos par- ¡se las sacaban do sus carnes é las torna-
íes, é los unos í'uessen por la una costa ]ban á lirar con sus arcos a los españoles
del rio é los otros por ¡a otra. É caminan- icon mucho ánimo; é cómo algunos indios
do desta manera, quando llegaron á es- <estaban mal heridos de las saetas, no pu-
tar dos tiros de ballesta de un pueblo <diendo más disimular la burla, caian de
principal, toparon ciertas canoas en el rio, - 1la canoa en el rio muertos. Y cómo se re--
¡lenas do gente de guerra, apartadas de <cresgicron más ballesteros, y el daño que
las costas é puestas á la mitad de la an- sse hagia con las ballestas en los contra-
chura del río: é donde allí tiraban muchas irios era mayor, se rindieron é vinieron á
flechas con sus arcos contra los chripstia- jpedir paz, é se les otorgó. E assi nuestra
nos, é aun hacían algún daño. Siguióse ¡gente llegó al pueblo quassi á medio día,
que un capitán, llamado Francisco Ver- (el qual estaba solo, é toda la gente dé! se
dugo, llevaba una ballesta en el argón de ;avia algado; é viendo eslolos españoles,
su caballo, é apeóse é púsose junto á la [passaron adelante por la costa del mesmo
costa é comencó a lirar saetas á los de las irio, unos por la una parte é otros por la
canoas; é cómo la ballesta era recia yol <otra, é llegaron hasta estar enfrente de
la sabia muy bien exercitar , ningún tiro iuna isleta que se hagia en la mitad del
fallaba ni dexóde herir algún indio: por- irio . ó allí estaba toda la gente del pueblo
DE INDIAS. L1B. XXXIV. CAP. V. üG7
con sus hijos é mugeres é liaciendas, en- te, como si no estuviera herido, y estaba
castillados é fortalesgidos, hechas albar- tan apretada la saeta que no le salia gota
radas é defensas de madera, creyendo de sangre: ó después que un buen espa-
que allí no era bastante ningún ejército gio estuvo hablando con el general ó dan-
á los enojar, porque el rio yba tan gran- do sus desculpas, óvole mangilla el gene-
de, que tenia bien que hager en llegar ral; é desseando su salud, si pudiera ser,
una saeta dende tierra adonde los indios mandóle curar á un ligengiado Muñoz,
estaban, assi de la una parte ó costa de grand girujano, que yba en el exérgito.
la ribera como de la otra. Pero los espa- E assi cómo le sacó la sacia, cayó muer-
ñoles no dexaban por este inconviniente, to , lo qual pessó al general ó á todos los
aunque era muy grande, de entrar por el españoles, porque tenían creydo que si vi-
rio á nado con sus caballos, é siguieron viera aquel, aprovechara mucho su amis-
hacia aquel peñón ó isleta con tanta osa- tad á los chripstianos: y el general higo
dia, que era cosa mucho de ver; y en el algar por señor a un hijo del muerto, ó
instante tos indios comencaron á gastar quedó aquella provingia de paz, ó pobla-
innumerables flechas contra los nuestros. da de los naturales della y on sus casas.
Mas al cabo, viendo la constancia é atre- De aquel pueblo ó provingia de Cuysco
vimiento con que los chripstianos yban, passó el general á.la provingia que se di-
desampararon la isleta los indios é fué- go Tómala, que está ginco leguas adelan-
ronse á nado, que no quedó en eíia sino te, la qual tomó: no tenia señor y era go-
niños pequeños; mas como en ambas cos- bernada por una señora. Este señorío es
tas del rio avia gente del exérgito chrips- de seys mili casas ó más, todas en un lla-
tiano, tomáronse muchos prissioneros, no de tierra muy fértil é abundante de
que quassi no escapó ninguno de los con- muchos bastimentos é fructas. É antes
trarios ; ó fueron tantos que passaban de que llegassc la avanguardia salió de las
diez mili ánimas los que fueron captivos. poblagiones mucha gente, c dieron una
A esta sacón llegó el genera!, que ve- grita tan alta é continuada, que paresgia
nia en la retroguarda é recaga, al dicho que abrian el giclo, é de mucho terror y
pueblo de Cuysco que estaba despoblado, espanto á los que no han oydo aquello.
é llegaron assimesmo los capitanes é gen- Más cómo los españoles estaban ya dies-
te de la avanguardia que volvía con la tros é sus orejas acostumbradas á esso,
pressa é victoria qucs dicho , de que ovo puestos en orden continuaron su passo á
mucho plagcr el general. É para se in- passo contra los indios, non obstante que-
formar de lo subgedido, mandó que lle- llos se mostraban feroges, é degian que
vassen a los señores pringipates de aquel querían la guerra é no servir é obedesger
pueblo, é dixéronle que uno, llamado Sa- á los chripstianos: é higiéronse fuertes en
cachimal é quedaba muy mal herido, que un gcrrillo poco trabaxoso de subir, raso
era el señor de la tierra, é que otro quas- é sin arboleda; y era grande el número
si tan grand señor le avian muerto los de los indios que allí estaban en un bata-
chripstianos on el trange ya dicho. É qui- llón. É cómo llegó el general, higo yr a
so el general que truxessen ante él aquel ellos las lenguas con algunos soldados de
que estaba herido, é assi se higo: el qual buena coníianga, é mandóles degir que
era hombre de grande estatura, de edad quisiessen la paz é ser amigos, ofresgién-
de hasta quarenta años, é traia una saeta doles todo buen tractamiento: á lo qual
hincada por ¡os pechos hasta las plumas, respondieron con mucha soberbia que no
é hablaba con tan buen aliento 6 semblan- querían sino guerra, ó comengándoía, sol-
ÍÍG8 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
taban flechas contra los de la cmbaxada. los chripstianos é de sus caballos flecha-
Estonces el general mandó yr un capitán dos, é repossaron allí é no les faltaron
con gente por un lado del gerro é otro por muchas liebres é grandes de las de Gas-
Otro, y él con el resto del exérgilo por tilla (ó semejantes á ellas, salvo quel pelo
enmedio; é subióse el cerro á merca de es más escuro). Los indios de aquellas pro-
armas sin mucho trabaxo y en poco es- vingias son caribes, que comen carne hu-
pagio de tiempo, porque cómo los indios mana todas las veces que la pueden aver.
vieron cerca de sí los caballos, volvieron Passado el vengimiento ques dicho, vi-
las espaldas por unos llanos adelante, y no la señora del pueblo de paz, é pobló-
como fueron seguidos, mataron muchos se é pagiíicóse la provingia, aunque no
dellos. de los muertos, que fueron muchos; por-
D.egía este alférez Frangisco de Arzeo, que aunque los españoles eran pocos en
que siguiendo á su capitán Frangisco Ver- número", los amigos indios que consigo
dugo, vido que alangeó á un indio: el traían eran muchos, é quando la cosa yba
qual, antes quel Verdugo llegasse, le ti- de vengida, estos eran los que hagian el
ró quatro flechas, é con Ja una le hirió el daño muy cresgido é sin alguna miseri-
caballo; é cómo el capitán era hombre cordia, sin perdonar á chico ni ó grande,
de buen ánimo, llegó á él é dióle de Jan- ni á muger tampoco, sin"que se pudiesse
gadas, é tales que por algunas partes de estorbar hasta el fin del vengimiento.
la persona traía el indio arrastrando las Allí estuvo el exérgito nuestro más de
tripas. Y cómo aquel indio debia de ser treynta dias, descansando é holgando, é
principal, assi era valiente hombre é pe- dende allí passaron á otra provingia que se
leaba mejor que los otros; é traia unas dige Nuchisclan; é llámase assi porque
qüentas de oro al cuello, é otras en las hay muchas tunas en ella, á la qual fruc-
muñecas de losbragos, y en las manos ta en aquella tierra llaman en su lengua
una macana, á manera de porra, llena nuchisclan. Hallaron la tierra algada, ó
de puntas de piedras pedernales, é de la repossaron allí la Semana Sancta. Media
manija de la macana pendia una correa legua de allí estaba un peñón subjeto á
atravessada é atada fuertemente al brago. un pueblo yermo, donde pararon por el
É con esta macana, non obstante que es- tiempo sancto, como es dicho, y estaba
taba muy herido, daha muy regios gol- poblado de muchas casas, donde se puso
pes en los bragos al caballo del capitán: una cruz muy alta. Y cómo todos los sol-
el qual le avia dado una grand langada dados ó los más de los que allí andaban
por las espaldas, que estaba el hierro de no eran muy contemplativos, no dexaron
la'langa entre los huessos interiores del por ser el tiempo sancto de yr á entrar
indio, tan.asido que no podía sacar la en- otra provingia que se llama Xalpa *, é
langa, é fué nesgessario quel Frangisco do á otra que se dige Suchipila, é á otra
Arzeo se apeasse de su caballo á sacarla nombrada El te ve, é á otros pueblos , de
de donde estaba; é tornó á cabalgar é donde llevaron al pueblo, en quel gene-
siguieron el dicho alcange hasta que por ral avia quedado, muchas mugeres ó ni-
delante no paresgió algún indio. £ dieron ños; é volvieron los indios amigos mexi-
vuelta é llegaron al pueblo al tiempo quel canos é tarascos de Mechuacan cargados
sol se ponía, é juntando allí el exérgilo, de mucha ropa é aves é plumages é oro
se curaron los heridos, que ovo hartos de é plata é con muchos bastimentos.

Aqui liay unr> laguna en el códice autógrafo, la cu :>1 sf ha llonado por el de ¡a Billiol. Ctrlcmbina.
m INDIAS. LIB. XXXIV. CAP. V. 569
El Jueves Saneto, al tiempo qucl gene- cios que usan de hombres humanos con
ral estaba oyendo la passion, vinieron sus cuchillos de pedernales, que entro
quatro indios de paz con unas orejeras é aquellas sangrientas mantas estaban, en
unos brazaletes de oro que pressentaron poco espagio de tiempo lo higo el fuego
al capitán general en señal de paz, é los todo geniga, de lo qual quedaron no po-
dos traían consigo dos ydolos de aquellos co espantados los indios, que avian traydo
quellos adoran; é como la misa ó offigio los ydolos é los tenían por dioses. Y el
divino se acabó, el general, después que gobernador, viéndolos assi maravillados,
ovo comido, higo llamar aquellos indios los higo degir que no se espantassen de
por un naguatato ó intérpetre, é híeoles averse quemado aquellos sus espetácu-
muchas preguntas, entre las quales los los é falsos dioses, porque no^ran nada
higo preguntar que para qué traian aque- ni tenian ninguna deidad ni fuerga; é que
llos ydolos. Y ellos respondieron que no creyessen en solo Dios verdadero, que
eran sino sus dioses, por quien eran go- crió el gielo é la tierra, é que aquel es so-
bernados , é que aquellos les criaban sus lo el que dá la vida é la muerte, y es po-
mahigales é fresóles ó axí é gallinas, é deroso en todo ó por todo; é que luego
les daban los hijos é mugeres é la ropa y higiessen llamar á todos los señores de
el sol y el agua é todo quanto bien te- sus provingias, é conosgíessen á Dios, é
nían ; ó les daban la vida é la muerte, fuessen amigos de los chripstianos, .é no
quando les plagia, é que como á tales dio- creyesssen ni ydolatrassen en aquellos
ses ó señores suyos los adoraban é acata- desvarios, porque sus ánimas se salvas-
ban é servian. El general les respondió é sea. Agerca desta materia cathólica les
higo dar á entender por las lenguas que dixo muchas cosas provechosas é al pro-
todo quanto degian era falso é mentira, póssito de su salvagion é remedio; lo qual
é que no avia más de un solo Dios Todo- todos quatro indios dixeron que lo avian
poderoso que estaba en el cielo, 6 que bien entendido, é muy contentos fuéron-
saíiessen de tan grand error, é que mi- se los dos dellos á llamar sus señores, é
rassen que todo quanto degian era burla quedaron los otros dos con el general. É
é que vivian engañados. Y ellos replica- quando llegó el Sábado Sánelo, víspera
ron que no conosgian otro Dios sino aque- de Pásqua, vinieron más de veyníe mili
llos ydolos; y el gobernador les dixo que ánimas de paz, é se baptigaron todos, é
los queria quemar, como á cosa que no resgibieron agua del Espíritu Sancto, lo
era nada ni se podia defender, é los in- qual no podia ver ningún cathólico sin lá-
dios, respondieron á esto que no ternia el grimas é alegre devoción é mucho gogo.
fuego tal poder que pudicsse empesger ni Y el general los envió á sus casas muy
tocar en sus dioses. Estonges el goberna- contentos, é quedaron de paz todos aque-
dor mandó traer leña, é muy presto vi- llos pueblos y en mucho sosiego debaxo
nieron más de dosgientas cargas della; é de la bandera éseñorío de Castilla, como
fecho grand fuego, mandó echar los ydo- buenos vassallos de Su Magestad, y en la
los dentro en él, é cómo eran de mantas unión é número de la república chrips-
llenas de sangre de los diabólicos sacrifi- tiana.

TOMO III. 71
570 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO Vi.
Cómo el excroito c gente del general Ñuño dcCuzman fueron acogidos de paz en la provincia <! pueblo
que llamanTepique ; ó de una señalada batalla quol general veneió con muy pocos españoles eonlra mu-
chos indios en los campos de Ja provincia, que se diee Cenliquipaque.

i artióse este cathólico exérgito de la los que avian quedado en el robledal fue-
provingia llamada Tómala, ó mandó alas ron al pueblo, que estaba bien poblado
guias del exérgito que lo Hevasscn á una de indios. Era gente de buena ragon: é
provinciafque se nombra Tepique, de la allí mataron la hambre de las sierras que
qual ya le avian dado noticia; é higo di- avian passado, é preguntaron á los natu-
vidir toda su gente en dos partes, é que rales si tenian nueva del genera), é di-
fuessen por diverssos caminos á salir á xeron que no: y ellos quisieron saber qué
juntarse en el pueblo principal, llamado camino avian llevado aquellos chripstia-
assimesmo Tepique, que estaba adelante nos, é sabido, espantáronse mucho, é no
de Nuchisclan quarenta leguas: é de los sin ragon, ó con grand sospiro dixeron
dos caminos que tomaron, el uno era muy que si eran páxaros ó aves que avian vo-
bueno, y el otro muy áspero de sierras é lado. É segund yo supe del Arzeo é otros
despeñaderos. Por el buen camino é po- que lo anduvieron, tenian bien de que
blado fué el gobernador con todo el far- maravillarse, segund el camino, que era
dage de petacas é carruage é indios é dificultoso y espantable para hacerle hom-
caballos é puercos é carneros é todo lo bres á pié, quanto más á caballo. Dende
demás; é por el mal camino fueron el ca- á ocho dias después llegó el gobernador
pitán Cherino, veedor de Su Magostad, y con su exérgito é todo lo demás, próspero
el capitán Francisco Yerdugo, y en diez é contento, porque avia hallado por el
y siete dias no pudieron hallar cosa que otro camino muchos pueblos é muy gran-
de contar sea, sino grandes é ásperas des é todos los dexaba de paz.
sierras é despeñaderos: é padesgieron En aquel pueblo de Tepique estuvie-
mucha hambre é otras nesgessidades, y ron los chripstianos más de treynta dias,
en fin destos diez y siete dias llegaron á reformándose é dándose buena vida, por-
un robledal, sin saber adonde se estaban, que Ja tierra es aplacible é fértil de todo,
é acordaron do dormir allí aquella noche. é hay mucha caga é montería. Y en este
É un negro del veedor adelantóse dos le- tiempo ovieron noticia de una grand pro-
guas de allí á buscar de comer, é vido vincia que se dige Cenliquipaque, doce
una grand provincia é una laguna con leguas de Tepique: é los de aquel señorío
muchas canoas, é dio luego la vuelta enviaron á degir á los españoles que no
á dar mandado é aviso á los capitanes ya les passasse por pensamiento de yr á su
dichos: é sabida esta nueva, cabalgaron provingia, si no que les gertincaban que á
treynta de caballo, aunque era tarde, é todos les comerían con axí, é que tenian
fueron al pueblo, el qual era el mesmo puestas é aparejadas las ollas para ello.
Tepique, adonde avia el gobernador de El gobernador les envió á degir que no
yr á salir. É llegado allí el Chcrino con los so pusiosscn en defensa é quisicssen paz
treynta de caballo, ya de noche, salió to- é buena amistad con él é su exérgito, ó
do el pueblo de paz é con mucha comida le diesscn mantenimientos, ó viniessen á
ó aves' é fructas; 6 luego por la mañana la obídiencia del muy poderoso Rey de
DE INDIAS. LIB. XXXIV. CAP. VI. 571
Castilla, Nuestro Señor, si no quél baria Otro día por la mañana, dia de Pás-
un castigo en ellos que nunca se les olvi- qua , oyó el gobernador misa, é ass¡ por
dasse, é los pornia á cuchillo é los des- ser la fiesta solempne como por el aucto
truyria. de possesion que en aquella tierra quiso
Ydos los embajadores, mandó salir al tomar por Su Magestad, cabalgó en un
capitán Chripstóbal de Barrios con treyn- hermoso caballo á la estradiota, con un
ta de caballo, é que fuesse á ver é con- sayo de tela de plata bordado de oro, é
siderar la provincia é disposición de la la guarnición del caballo de lo mesmo. ó
tierra; ó vídose que era muy grande é bien armado debaxo de su gentil atavio,
muy poblada, é tenia a media legua é á porque llevaba su cota é cuera de ante.
quarto de legua quarenta pueblos unos É de sus sobresalientes é de la compañía
de otros, é tan cercanos ó allegados de del capitán Chripstóbal de Oñatc juntó
la mar del Sur, quel más lexos estaba hasta sessenta de caballo, é dexó buen
dos leguas della (que aunque comunmen- recabdo en la batalla principal y en la re-
te los españoles la llaman del Sur, ya allí troguarda , é toraó la delantera, é passó
la pueden degir occidental, porque la cos- el rio con los sobresalientes en número
ta siempre se va volviendo la via del Nor- do sus sessenta cavallcros por todos. E
te) é aquella mar es el mesmo Océano. cómo fué de la otra parte, higo locar sus
Pero dexemos esto, porque en su lugar trompetas y echó mano á la espada, y
se tractará más puntualmente lo que hi- encontinente, llevándola arrancada ó des-
ciere al caso de la cosmographia, nuda en su mano derecha , puso las pier-
EÍ capitán ques dicho lo subcedió mal nas á su caballo , é comengó á degir á al-
en su. yda , é volvió bien descalabrado él tas voges quél tomaba la possesion real ó
é los que con él fueron, é su alférez per- corporal c actualmente por el Rey pode-
dió la bandera, ó se tornaron al pueblo roso don Carlos, Nuestro Señor, como
de Tepique con vergüenca c daño, non Rey de Castilla, é por la cathólica é sere-
obstante que los indios amigos, que avian nísima Reyna doña Johana, su madre, é
por otra parte entrado en aquella provin- sus subcessores en la corona é geptro
cia, é avian ydo por mandado del gene- real de Castilla; é que si algún cavadera
ral á ver la tierra , truxeron muchas cin- ó príngipe ó capitán alguno avia ú otra
tas de oro é plata que robaron á muchos persona que se lo contradixesse, quél es-
muchachos é mugeres. Cómo el general taba presto con su persona é con su exér-
vido el mal Iractamiento de su capitán, cito , uno á uno é dos por dos ó más, de
mandó levantar el real ó movió para lo defender con las armas é verdad é tí-
aquella provincia Centiquipaque, é den- tulos de justigia que Su Magestad tiene
de á quatro días llegó á un poderoso rio en aquellas tierras é mares é reynos. E
que estaba á dos leguas do la población usando é continuando la possesion real
principal, y en aquel rio avia scydo des- que dcllo'todo tiene, ó si nesgessario era
baratado el capitán Barrios, é todo lo de tomándola de nuevo, higo sus auctos en
atrás quedó de paz : digo dende Tepique el caso convinlentes, é pidiólo por testi-
llegó el exército á aquel rio víspera de monio en nombre de Su Magestad : é có-
Pásqua de Espíritu Sancto, é durmieron mo su capitán, mandólo á un escribano é
allí aquella noche, habiendo buena guar- notario público que pressente estaba; é
dia, como gente diestra en la guerra; é no paresgió persona alguna que se lo con-
no paresgia que por toda aquella tierra tradixesse. E assí en pagífica possesion so
oviesse persona. assentó por aucto, é usando della, man-
572 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dó que de allí adelante aquella tierra é claro en el rio, como si cstovieran un
provincia, llamada Centiquipaque, que se tiro de honda los unos de los otros.
liamasse la Mayor España. É fecho esto, Estaba un arcabuco ó boscago peque-
procedió su camino adelante, éparescié- ño junto al rio, en que avia mucha gente
ronse todos los pueblos ques dicho c un de guerra escondida, atendiendo para dar
llano, por donde yban caminando, de más en el fardage quañdo fuesse tiempo; é
de dos leguas, en el qual no avia árbol quiso Dios que ciertos indios de los ami-
alguno ni aun piedras, sino hierba é pe- gos vieron los plumages que traían é di-
queña, é la más crescida seria hasta la xéronlo á los españoles, é fueron ciertos
rodilla, ques harto corta segund los her- de á caballo hacia la celada: é cómo Io^
bazales grandes destas partes é ludias. É enemigos vieron que eran sentidos, sa-
yendo en buena orden por su camino, lieron todos fuera, como buenos guerre-
avia entre aquella hierba doce mili hom- ros, echando muchas flechas hácja los
bres ó más de guerra echados en el sue- chripstianos; é cómo el rio estada crosci-
lo tendidos é puestos, por sus esquadro- do, no pudieron los nuestros ofenderlos,
nes, é todos ellos gente escogida y en- como quisieran , aunque fueron en su se-
cubiertos de la manera ques dicho; por- guimiento: y echáronse los indios al agua,
que pensaban que si los chripsüanos los é paráronse de la otra parte del rio, é
viessen avian de huyr é volverse, á por dende el otro cabo algaban la pierna é gri-
tomarlos á su placer, usaron deste ardid. taban como por escarnio.
Cómo los españoles llegaron cerca dellos, ' Acabado de passar todo el fardage, lle-
levantáronse todos á un tiempo con mu- gó el general con su gente, que volvía
cha grita, é arremetieron contra los nues- del alcance de su victoria, que fué muy
tros con tan grand ímpetu ó denuedo co- señalada é muy sangrienta, é venían to-
mo lo pudieran mostrar los más animosos dos muy malheridos; pero no murió nin-
ó diestros soldados que puede aver en el guno, é quedaron en el campo muertos
mundo. Estonces los españoles, aunque más de cinco mili indios, aunque era gen-
no llevaban armadas sino las cabecas é te muy bien armada, segund su costum-
bre, é traían carcaxes de cueros muy bien
los pechos de los caballos, porque no
adobados, que parescian mantas, é las fle-
les dieron tiempo para ello, arremetieron
chas tenían quatro dedos de luengo unos
para los enemigos estribo con estribo, ó
engastes de oro á los tendales, por don-
con la voz ó apellido del Apóstol Sanctia-
de las tomaban para ponerlas en la cuer-
go; é rompiéronlos é higieron grand es-
da del arco. Todos los más de aquellos
trago en aquella gente bárbara, puesto
indios traían guiaras, que son capatos con
que eran más de treyuta esquadrones: y
una sola suela, sin capelladas, ó asidos
en cada esquadron avia hombres que
con cuerdas do algodón dende los" dedos
mandaban á los otros de la muchedum-
á los tovilios por encima del empeyne del
bre , y essos particulares no traían armas
pié.
sino unos bastones de quatro ó cinco pal-
mos , con los quaies daban al indio que Assi que, recogido el general con su
no peleaba, como era el deber, osada- exército, llegó á la poblagion á hora de
mente. vísperas, é no hallaron gente alguna, si-
Estos indios estarían del rio, donde el no yermos ó solos los pueblos, ó apos-
general avia dexado el restante del exér- sentáronse los nuestros donde mejor les
cito passando ef fardage, legua y media paresció; y el tercero dia adelante de la
grande, é la grita de los indios se oyó tan batalla solieron algunos de á caballo á ver
DE INDIAS. Lili. XXXIV. CAP. VI. 573
la matanza, é no hallaron en todo el cam- siento de llanos é muy fértil región, é de
po, donde ella fué, indio alguno ni vivo ni muchas y hermosas pesquerías de ostias ó
muerto: que todos los avian recogido los lenguados é otros pescados. Hay muchas
naturales de la tierra. É dentro de quin- liebres de la manera de las de Castilla é
te dias todos los de la comarca vinieron muchos géneros de fructas, é muy abun-
de paz é dieron la obtdiengia, é descan- dante de mahiz é legumbres, assi como
saron los españoles bien treynta dias, bien fresóles de muchas maneras; é finalmen-
proveydos de todo lo nescessario, porque te es buena tierra é rica de oro é plata,
aquella provincia es la mayor de todas las por lo que se vido que ios indios usaban
de aquella tierra, y en muy hermoso as- é traían por arreo de sus personas.

CAPITULO VIL
Cómo el general Nuno de Guzmnn ó su excrailo fueron á la abundantíssima provincia de Iztuclan, e la ha-
llaron despoblada é sin gente; c de un grand huracán que se pensaron perder con lodo su exércilo, é mu-
rieron desta causa las tres partes de los indios amigos que en compañía del exéreito chripsliano yban; é fué
nescessario de enviar por gente de españoles é indios amigos para rehacerse e! campo, como se hijo , é
otras cosas tocantes á la historia.

M. o he tenido por costumbre en estas his- la una de la otra diez leguas. La de Iztu-
torias de no dexar en olvido cosa notable clan está en la ribera de un poderoso rio,
en bien ni en mal, aunque sea á algunos el qual es tan grande que los ginco meses
desaplacible la lecion, si les tocare ó fue- del año no se vadea; é llegaron á esta
re en vituperio de sus amigos ó debdos; tierra los chripstianos y estovieron en ella
porque de otra manera no seria en tanto quatro meses, hasta que passó el invier-
tenido lo que redundare en loor é fama no é la grand furia de las aguas. Halla-
de los que lo merezcan. É assi noté desta ron toda la comarca algada de miedo de
relación c de los que he oydo hablar en los chripstianos. Es grande aquel señorío,
este viage del gobernador Ñuño de Guz- é más de quatro leguas el rio abaxo é rio
man, é á una voce, sin discrepancia di- arriba está en ambas sus costas poblado
cen todos ios que lo vieron quel maes- de muy grandes casas que en aquella tier-
tre de campo Goncalo López, vegino de ra hay, é de mucha caca; y en todo el
la cibdad de Sevilla, fué uno de los que tiempo ques dicho que los españoles allí
mejor se señalaron é más trabaxaron en estovieron, con más de sessenta puercos
esta jornada, é que su persona era de c muchos carneros é ovejas, ó muchas
mucho mérito é digno de señaladas mer- yeguas é caballos, é veynte mili ó más
cedes por lo que sirvió á Su Magostad é indios amigos é más de doscientos espa-
á su general, á su costa é con diez caba- ñoles, nunca se salió á buscar comida pa-
llos; y en fin salieron otros con hacienda ra todo esto de dos leguas arriba. Este
sin averia traydo, y él, (rayéndola é gas- rio tiene muchas diverssidades de pesca-
tándola y empeñándose por ayudar á dos, é muy grandes algunos.
otros, quedó con más de seys mili pes- Siguióse que mediado septiembre, un
sos de debda. dia por la mañana, sobrevino tan grand
E donde aquella provincia de Cen- tormenta de agua, digo de viento, que
tiquipaque passó el exército cathólico á rompia los árboles tan gruessos como tres
olra que se llama Iztuclan, que están cuerpos de caballos, 6 dcstos árboles en
574 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mucha cantidad; é turó esta tempestad aquella provincia de Iztuclan á la de Me-
dende las ocho de la mañana hasta quel chuacan, que quedaba ya más de cient le-
sol se ponia, é tan grande cómo fué el guas de allí, con veynte do caballo, á
viento tamaña fué el agua que llovió jun- traer indios amigos para continuar la cm-
tamente ; é á media noche salió el rio de pressa.
madre, de tal manera que quatro leguas En dos meses fué é tornó é truxo mu-
en torno parescia una mar ó un lago de cha cantidad dellos, é assimesmo algu-
agua. Estaban las casas, donde el general nos españoles bien aderescados para la
paraba é todo su real de los españoles, guerra. Y entretanto quel maestre de
sobre la barranca del rio, que fué más de campo fué á hager lo ques dicho, mandó
séys bracas lo que cresció el rio para salir el general al capitán Francisco Verdugo
de la madre ó fuera de su curso acostum- que fuesse á otra provincia que se llama
brado, é llevóse assi fas casas del apos- Chameda, diez é siete leguas adelante,
sento del gobernador como las demás en é que demás de su gente llevasse ante sí
todo el real: de manera que todos pensa- todos los indios amigos para que no se
ron perescer, é aun assi subcediera, si no acabassen de morir. É luego el dicho ca-
se subieran en los árboles que avian que- pitán se partió para Chameda con los in-
dado destrogados de la tormenta del vien- dios que avian quedado de México ó de
to, y en ellos subieron vituallas do mahiz Mcchuacan, los quales yban enfermos é
é lo que cada uno podia para su susten- maltractados: ó tardaron en aquellas diez
tación. Aquella cresciente turó tres dias é siete leguas veynte dias, con mucho
naturales, en el qual tiempo todos los ca- trabaxo, porque por donde yban todo era
ballos se andaban sueltos para donde se ciénegas é moltitud de mosquitos incom-
querían yr nadando, é á partes atollando portables. É con mucha falta de comida
é apeando en busca de la hierba. Todos llegaron á aquella provincia de Chameda
los otros ganados que llevaban de vacas é halláronla de paz, la qual si assi no es-
é ovejas é puercos, perescieron. tuviera é la hallaran de guerra, passa-
Passados tres dias, abaxó el agua é su ran mucho riesgo, segund yban los nues-
furia é tornó el rio á su lugar, é queda- tros, porque es mucha la población: ó
ron los campos en muchas partes llenos las casas de allí son de adobes é con ter-
de pescados é venados é liebres é cone- rados , en la ribera de un hermoso rio é
jos ó raposas é otros animales ahogados quatro leguas de la mar del Sur. É assi
en todo lo que alcancó aquella crescien- cómo los españoles llegaron, luciéronles
te , que era mucho de ver é nueva á los grandes apossentamientos fuera de su
ojos de los que la miraban: de los indios pueblo, é allí les daban cada dia írcynta
amigos, que eran veynto mili ó más, las gallinas de aquellas, que como se ha dicho
tres partes deltos murieron con el traba- en otra parte, cada una es mayor é aun
xo ques dicho, é por la humedad de la mejor que un pavo de España: é dábanles
tierra é por hambre é perderse todos los treynta cargas de pescado fresco, ques
bastimentos. Y estando en esta noscessi- cada carga de indio arroba é media de
dad, que era una de las mayores que so pesso; é mahiz les daban quanlo era me-
pueden pensar ó se han visto en estas nester para todos. Allí andaban los indios
partes, acordó el general que aquel Gon- vestidos de algodón é guiaras calcados:
galo López, maestre de campo, de quien las indias traen sus naguas ó camisas has-
se higo mención de susso, como hombre ta los pies: no se cargan aquellos indios
que era para mucho, volviesse dende en las espaldas, como los de la Nueva Es-
m INDIAS. LIB. XXXIV. CAP. VII. 575
paña, sino con balangas en un palo, co- chescieron é no amanesgicron en él, 6
mo so dixo que lo acostumbran en la friéronse todos á un peñón é pesquerías
provincia de Cueva ó en Castilla del Oro, que tenían en la mar. É dende á quinge
en los hombros; é llevan la carga, ó par- días después desto llegó el maestre de
te della mejor digiendo, una atrás é otra campo Goncalo López, que venia de la
adelante, en un palo ligero de sí mesmo, cibdad de Mechuacan con muchos ami-
tan gruesso como la muñeca del braco gos indios, é algunoschrípstianos vinie-
ó más, repartida la carga en dos par- ron bien aderesgados assimesmo, é tru-
tes, é cada una atada quassi al cabo de xeron muchos puercos é otras cosas de
aquel bastón, cerca de las puntas dé!, ó las de Castilla: con el qual socorro, assi
cuelga una red con la mitad del pescado el gobernador como los demás del exér-
de la una parte é otra do la otra, y en el gito, se holgaron mucho, porque allegó á
palo sus muescas, donde andan asidas muy buen tiempo y era muy desseado.
aquellas redes. Luego se proveyó en enviar gente á bus-
Pues cómo el capitán Verdugo estuvo car los indios que se avian algado, é ha-
bien apossentado, é vido que la provincia lláronlos en unos esteros ó manglares, y
era grande é fértil, é quel gobernador se en tal dispusigion que la guerra en ellos
quedaba en la otra que llaman Iztuclan por turó algunos pocos de dias, é hirieron al-
falta de íamemes, que assi llaman á los gunos españoles; pero pagáronlo bien lar-
indios de carga, higo llamar á los señores gamente con sus vidas los contrarios, é
é pidióles mili indios para que fuessen a al fin quedaron con los demás conquista-
traer al general sus cargas é fardage del dos é assentados en sus casas.
exérgito. É dio aquel pueblo dentro de Antes que deste pueblo arrincassen to-
seys dias los mili indios que le pidieron, dos los del exérgito, higicron en divers-
é partieron dende allí para Iztuclan; é lle- sas jornadas muchas entradas, con com-
gados á dó el gobernador estaba, resci- pañía de mucha cantidad de los amigos,
biólos muy bien, 6 con ellos é con los é corrieron más de gient leguas por la
demás que tenia fuésse adonde estaba el tierra adentro ó gerca, ó por la costa de
capitán Francisco de Verdugo. É los na- la otra mar del Sur (aunque allí más la
turales del pueblo de Chameda le hicie- pueden degir'ocgidenta! é del Norte, por-
ron grand resgibimiento é demostración que cómo en otras partes está dicho,
de plagerles con su persona, é con el amis- aquella costa se vuelve de la parte sep-
tad c nuevo conoscimicnlo con los chrips- tentrional). E assi en todo aquello andaba
lianos. Los indios que traían las cargas, este exérgito de los españoles é de Ñuño
cómo no sabían qué cosa era cargarse en de Guzman á diez é á doge é á veynte
las espaldas de las petacas é pesso que leguas, é á menos en algunas partes, á
los echaron, llegaron á sus casas muy vista de la otra mar, hagiendo la guerra
maltractados, é los más dellos corriendo é pagiücando la tierra, ó también alte-"
sangre é desollados é llagados de las car- rándola, porque hallaban muchos pueblos
gas; é desque se vieron en su pueblo, ano- despoblados por su temor.
57G HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CANTULO VIII.
En que se Irada de la provincia é pueblo llamado Qigualan , que los españoles llamaron Amazonas, á cüén-
tanse oirás particulares cosas en adornamiento é verdadera relación , é lo que allí passó.

Jl<n el libro XXIV, capítulo X , se dixo relación me daba, debia de ser amigo ó
cómo los españolos han hallado en mu- devoto de aquel juego que se llama de
chas partes pueblos, donde las mugcres la primera, y en efetto supe de aquel é
son reynas ó cacicas é señoras absolutas, de otros que aquellos dos pueblos tienen
é no sus maridos, y en especial una llama- aquellos nombres que he dicho, Quínola
da Orocomay, en cuyo pueblo é conver- é Quila; é quel capitán ques dicho é los
sión desta reyna no viven hombres, sino más de su compañía fueron bien desca-
los quella envía á ilamar para mandar- labrados en Quínola, ó causa de lo qual
les alguna cosa ó enviarlos á la guerra. aguardaron allí al gobernador: é llegado,
Mas lo que aqui se dirá es, é pienso yo pidióle Ja empressa el capitán maestre "de
é algunos afirman ques lo mesmo de que campo Goncalo López para yr al puebio
tuvo noticia Hernando Cortés, marqués de las mugeres ques dicho, é fuéle con-
del Valle, por aviso de un capitán suyo cedido : el qual llegó por sus jornadas ó
é de los señores de la provincia de Ci- cinco leguas del pueblo de Ciguatan, lla-
guatan, como más largamente 3o dixe en mado assi porque era todo de mugeres;
el libro XXXIII, capítulo XXXVI; pero allí é alcancólo ya cerca un mensajero del ge-
hablan en isla de mugeres, é lo que ago- neral, con el qual le envió á mandar que
ra diré es la Tierra-Firme é cerca de la le atendiesse, porque quería ver qué co-
otra mar. Y el nombre de lo uno é de lo sa eran essas mugeres.
otro es todo uno, ques Ciguatan, do que Otro dia siguiente, continuando su ca-
se puede colegir que Ciguatan es grand mino, estando á vista de la población,
provincia é señorio. É tornando á. nuestra hallaron cerca della grand número del gé-
historia de Ñuño de Guzman, digo assi. nero femenino, en el camino puestas aque-
Andando la gente deste exército, co- llas mugeres, esperando á los españoles,
mo se dixo de susso, en sus entradas é é vestidas de camisas blancas hasta los
guerra gerca de la costa de la otra mar, pies, é plegadas por la garganta é muñe-
tuvieron nueva de una población de mu- cas. Allegándose el capitán Goncalo Ló-
geres, é luego las pusieron nombre Ama- pez c su gente con mucha orden hacia
ganas. Oydo esto por los españoles, anti- aquellas mugeres, para romper por ellas,
cipóse un capitán, llamado Chrjpstóbal do tomaron todas tanto temor de ¡os caba-
Oñate, á suplicar al general Ñuño de Guz- llos, que acordaron de venir de paz; é
man , que le higiesse merced de aquella llevaron á su pueblo á los españoles, é
empressa é pacificación de aquellas ama- diéronles muy bien de comer ó todo lo
conas: y el general se lo concedió, é fué nescessario, de lo quellos tenían nesces-
con su capitanía su viage en busca do- sidad.
lías ; y en el camino fué muy mal herido Aquel pueblo es de basta mil casas, é
en un pueblo de indios que se llama Quí- muy bien edeficado, é las calles en-gen-
nola , con el ayuda de otro pueblo ques- til concierto, é assentado en lo mejor de
tá á una legua é se dice Quilla. É infor- la tierra é más fértil é aplacible: é que-
mándome yo desto, pensé quel questa riendo los españoles inquirir el modo de
DE INDIAS. LIB. XXXIV. CAP. VIII. tul
vivir dessas mugeres, súpose deüas mes- blo de mugeres. Pero después en España
mas que todos los mancebos de aquella hallé á NuSo de Guzman en !a corte de
comarca vienen á aquella poblagion de Su Magestad, año de mili é quinientos é
las mugeres quatro meses del año á dor- quarenta y siete; ó quíseme del informar
mir con ellas, y ellas se casan coa ellos destas mugeres, é me dixo ques muy
de prestado por aquel tiempo, é no más, grand mentira decir que son amagonas ni
sin se ocupar ellos en más de las servir que viven sin hombres, porque él estuvo
é contentar en lo quellas les mandan que allí, como es dicho, é que á la vuelta las
hagan de día en el pueblo ó en el cam- halló con sus maridos.
po, y en qualquier género de servicio La comarca es muy gentil é de mucha
quellas los quieren ocupar de dia, é de fertilidad de mahicales é fresóles é melo-
noche dánles sus proprias personas é ca- nes getoris é algodonales; é hay mucha
mas. Y en este tiempo cultivan é labran caca de puercos, venados, liebres é co-
ó siembran la tierra é los mahicales é le- nejos é otras salvaginas, é muchas fruc-
gumbres, ó lo cogen é ponen dentro en tas. É donde aqueste pueblo hasta la chV
las casas donde han seydo hospedados: é dad de Temistitan hay trescientas leguas;
cumplido aquel tiempo ques dicho, to- é á todo aquello puso nombre NuSo de
dos ellos se van é tornan á sus tierras Guzman la Nueva Galicia; en el qual rey-
donde son naturales; é si ellas quedan no é señorío fundó una cibdad, é nom-
preñadas, después que han parido, envian bróla Compostela; é una villa pobló assi-
los hijos á los padres para que los crien mesmo, é llamóla Guadalaxara, y está en
é hagan delíos lo que les pluguiesso, des- la provincia que llaman Tómala; y en la
pués que han dos ó tres meses, ó antes; províngia do las no amagonas ques dicho,
é si paren hijas, retiénenlas consigo é otra villa que se dige Sanct Miguel: é as-
criánlas para la aumentación de la repú- simesmo fundó otro pueblo, é llamóse la
blica é suya. villa del Espíritu Sancto; é higo una al-
Vieron los españoles entre aquellas mu- dea ó lugar, que se llama la provincia
geres turquesas ó esmeraldas, é decían- donde se higo poblar Charneta.
les que avia destas dos maneras de pie- En este viage y empressa sirvió muy
dras presgiosas mucha cantidad é muy bien á Su Magestad este cavallero Ñuño
buena. Pero porque dixe de susso quel de Guzman é los que con él se hallaron,
nombre, de que tuvo noticia Cortés, de aunque no faltaron quexosos del para le
las amagonas y este pueblo de mugeres se remover é hagerle yr á España, como la
dice (^aguatan, inquiriendo yo con más historia lo ha contado; pero si en mi tiem-
personas la materia, supe questas muge- po yo supiere más cosas del jaez desta
res, ques dicho que descubrió este exér- historia ó Nueva Galigia, también lo es-
cito de Ñuño de Guzman, se llama Cigua- cribiré yo ó lo remitiré al que continuare
tan, é quesle vocablo quiere decir pue- estas historias después de mis días.

TOMO III.
T¿
878 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO IX.
En que se tracta de la nueva Audiencia que Su Cessárea Mageslad proveyó para la gobernación de Xah's-
co ó Nueva Galicia.

Instando la Cessárea Magestad én Ale- Quiñones, y el licenciado ó dotor Sepúl-


mania, é su Consejo Real de Indias en la veda, y el Iigengiado Contreras; é fue-
villa de Aranda de Duero, fueron pro- ron á nuestra cibdad de Sancto Domingo
veydos oydores con grandes salarios pa- de la Isla Española para proceder dende
ra la Nueva Galigia, con que dellos se allí á México é yr adelante, y en Sancto
pudiesse apelar á la Cnancillería é Au- Domingo murió el Sepúlveda, hombre
diencia que reside en la Nueva España noble é buen letrado. Dios le tenga en su
en lá cibdad de México, donde es viso- gloria, é á los demás dexe Dios agertar
rey el ilustre señor don Antonio de Men- á hager justigia é lo que conviene á la
doga. É destos oydores los tres dellos se conversión de aquellas gentes bárbaras:
partieron de Sevilla en el mes de mayo que segund sus personas, esperanga se
del año de mili é quinientos é quarenta y tiene que assi será al serví gio de Jesu
ocho, que fueron el licenciado Lebrón de Chripsto, Nuestro Redemptor.
Este es el libro décimo sexto de la segunda parte, y es el trigéssimo quinto de la Ge-
neral y natural historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Océano de
la corona real de Castilla é Reyes della: el qual tracta de la gobernación del rio de
Panuco é del rio Hermoso é sus provincias, que son dos rios grandes que juntos
entran en la costa del Norte; é assimesmo se tracta del rio de las Palmas, que está
más al Oriente subiendo por la dicha costa la vuelta de la provincia que llaman La
Florida; ó tracta cómo se perdió el capitán Pamphilo de Narvaez é su gente, que
fueron á poblar aquellas provincias ó rios.

PROHEMIO.

iLn el libro XXXIII se tracta cómo el ca- Nueva España, á quitar de allí el capitán
pitán Hernando Cortés higo poblar el rio Hernando Cortés, é fué presso por él, é
é provincia de Panuco, é conquistó par- perdió un ojo, é lo tuvo algún tiempo de-
te de aquella tierra. También se dixo allí tenido) , passado esso , fué á España, é
cómo yendo á ella por gobernador el ade- dende ella, con licencia del Emperador,
lantado de aquella provincia Francisco de nuestro señor, é como capitán general é
Garay, se perdió él é su armada, é la ma- gobernador suyo, fué á poblar con otra
yor parte de su gente murió, unos á ma- armada al rio que llaman de las Palmas,
nos de los indios é otros por diverssas en cierta parte de la costa del Norte, co-
maneras, y él en fin con ellos, é fué á mo adelante se dirá.
morir á Temistitan': después de lo qual el Paresce que les dá el tiempo su pa-
capitán Pamphilo de Narvaez (de quien go á los hombres que no se conten-
se tracto en el mesmo libro XXXIII, é se tan con lo honesto, en especial aque-
dixo que con una armada le envió el ade- llos á quien Dios les dá de comer é los
lantado Diego Velazquez dende Cuba á la pone en buen estado y edad para re-
580 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
possar é darle gragias, sin que la cobdi- la prission é unas de Cortés, halló á su
cia debiesse alterarlos ni mover á buscar muger Maria de Valenguela, que avia al-
nuevos trabaxos. Y tanto es mayor la cul- gunos años que le atendia en tan buena
pa quanto más es grande la expiriencia fama é reputagion, como pudo estar Pe-
de los tales, que aviéndose visto pobres nélope: puesto que no texia é destexia,
y exergitados en muchas desaventuras, como aquella, por la dubda que tenia ó
salidos dellas ó desacordados del bien esperanga de la venida de su marido Uli-
que Dios les hage en darles oportunidad xes, estotra, certificada de la prission é
para su reposso, no le toman: antes de- trabaxos del suyo, grangeaba suhagienda
más de desconoscer á la bondad divina é la acresgentaba é guardaba para le re-
lo que por ellos ha fecho, olvidan la dimir é ayudar. E assi halló, quando él vi-
muerte y el castigo que tras ella consi- no á su casa, allende de hallar la hagienda
guen los ingratos, y atrévense a degir: que dexó acresgentada, que le tenia trege
«Ya yo sé qué cosa son hados malos; para ó catorge mili pessos de oro de minas que
mí ninguna ocasión avrá que me espante la muger avia cogido con sus esclavos ó
ni haga volver atrás: quien con poco se indios, lo quaí el mesmo Pamphilo de
contenta, no puede ser mucho ni mcres- Narvaez me gertificó en Toledo el año de
gerlo». É assi á este propóssito hablando mili é quinientos ó veynte y ginco, es-
de papo,.é oyéndose llamar Vuestra Seño- tando en aquella cibdad la Cessárea Ma-
ría é Magníficos, embelesados, levantados gestad. Y pidiendo justigia y desafios con-
en el ayre, é trocando el sesso, escuchan- tra Cortés, como en otra parte lo he di-
do lagoteros é hambrientos soldados, dan cho, é aconsejándole yo, como amigo,
con el juigio al través, é ofrescen sus que se sosegasse ya en su casa é compa-
personas á lo que no pueden bastar sus ñía de su muger ó hijos, é diesse gragias
mercas; é poniendo las ánimas en condi- á Dios, pues tenia en qué vivir é con qué
ción, hagen unos fines que ningún cuerdo passar este vado mundano c tan lleno de
los puede aver envidia sino lástima. inconvinientes, como sus desseos guiaban
á este mandar hijos ágenos, debiérale
Si Pamphilo de Narvaez no perdiera la
de paresger que lo que yo degia no era
memoria de cómo fué tractado en la Nue-
tan á su propóssito como lo quél negogia-
va España, 6 mirara quán al revés le sa-
ba. É assi acabó como negogios mal fun-
lieron sus pensamientos, no buscara otros
dados é para su muerte é otros muchos
torbellinos é fatigas, é contentárase con
soligitados , pues no le faltaba edad para
que seyendo un hidalgo que passó á estas
buscar quietud: que tantos ó más años
partes con una espada é una capa á bus-
avia que yo, é su persona no me paresgia
car la vida, alcancé honra é muger vir-
á mí que estaba poco gastada. Aunque él
tuosa hijadalgo, é le dio Dios hijos é ha-
me dio las gragias por el consejo, vi
cienda con que bastantemente pudiera
que no le hagia buen estómago, é acor-
passar, segund el ser de su persona: que
déme de lo que un labrador me preguntó
era virtuoso é hombre de gentil crianca
una vez, seyendo yo mangebo, que me
é de limpia sangre, é quando convino se
dixo assi: «Aos'adas, que essos que soys
avia mostrado en la miligia no menos es-
de palagio no sabeys por qué le dan al
forgado que diestro soldado é después
asno la tergera vez con el palo?...» Y yo
capitán. É él fué el que después acabó de
le respondí que debia de ser porque agui-
pagificar é conquistar la isla de Cuba, y
jasse, y el villano replicó: «No es essa la
en aquella vivia y estaba bien heredado
causa, sino porque el asno no se acuerda
é próspero; é aun después que salió de
DE INDIAS. Lili. XXXV. PROHEMIO. 581
de la primera vez que le castigan ó dan formarse é fundarse en limpios desseos,
con el palo, é porque la segunda no se que no discrepen del servicio de Dios; y
enmendó». Yo é otros que le escuchába- si los pone en estas partes ó Indias , mi-
mos, juzgábamosle por de buenaracon, ren que no sea tanto en buscar riquecas
aunque paresciónos que sus palabras era mal ávidas é bañadas en sangre humana,
bien tenerlas en la memoria, pues que eran como en convertir é procurar la salva-
dignas de ser acogidas é que se entendían ción destos tristes indios: que á la ver-
tan bien á los hombres como á los asnos, dad soy de opinión que pocos capitanes
pues por taies se deben aver los que por de los que han passado acá han procura-
muchos agotes no se enmiendan. Ved si do esta perpetuidad que digo; y si ellos
podria bastar á un hombre uno y otro y mojassen ó templassen el ardor de sus
otro y más peligros para corregirse. De- espadas cobdigiosas en la gera é blandu-
xenios esto. El caso es que ninguno puede ra de la misericordia y en la resina de la
huyr de lo que está de Dios ordenado; templanga, y piadosamente se oviessen
más puesto quello es assi, quédale al hom- con esta gente, acaesgerlcs hía lo que al
bre una elecion libre para escoger lo que hierro ardiente le acaesge para su perpe-
le conviene é saber conoscer lo malo y tuidad.
elegir lo bueno'. Mas quando se escoge lo Dige este famoso dotor é comentador,
uno de aquesto, fíxase una constangia ó que de susso se dixo, que los clavos de
tema en algunas personas, é máxime en hierro no pueden turar donde se cla-
aquellas que se van tras sus desseos inú- van , porque se corrompen con el orin ó
tiles, que no les dexa disputar ni consi- moho; mas si quando es caliente é bien
derar ó atender á consultar con la racon, engendido, fuesse muerto en la gera é re-
para discernir ni entender lo qne deben sina derritiéndola, se templa é assi se
seguir, é assi acude luego lo que escribe conserva perpetuamente; é dige este do-
Vitruvio, distinguiendo la cogitagion, la tor que lo ha probado 3 . Hallo yo que as-
qual dice ques una cura llena de estudio ó si como nuestra fée cathólica se funda en
do industria é de vigilancia con voluptad un solo Dios é trino, que assi el buen
dopropóssito efetto 2. Écomo he dicho es- chripstiano debe fundarse é acordarse
to que Vitruvio dice para la elegion ser siempre do tres cosas, que después se
conviniente, conviértenlo los imprudentes incluyen assimesmo é resumen en una, é
en uso de aquello que debrian excusar. son temer c amar á Dios sobre todo, sin
Dige el dotor Céssar Cessariano, comenta- ofender al prógimo más que á sí mesmo,
dor del auctor alegado, sobre el capítu- obedesgiendo servir al Rey é señor natu-
lo III, libro I de Vitruvio: <¡ El bien obrar ral, velar é guardar la propria ánima, no
letifica, y el mal hage con dolor arrepen- pecando á sabiendas, porque'guardando
tir J> . Esto acaesge á los que no bien pen- qualquiera destas cosas, se cumplen to-
sadas é ponderadas primero sus empres- das, y en faltando á una dellas, faltan á
sas, se pierden con ellas, ó lo ques peor, todas. No agertará alguno á subir en lo al-
causan que otros muchos acaben mal. De- to con el pié derecho, si no sigue el nú-
ben los hombrea para perpetuarse, no mero dispar en los escalones; y esta regla
en esta mortal morada, sino en la que mesma se ha de guardar en la escala de
para siempre ha de permanesger, con- la gloria: quiero degir, que comengando
\ Seiat reprobare malum, eligere bonum (rsaias, 3 Cesar Ccsariano en e] comento sobre el lib. I
cap. 1). de Vitruvio De Architeclurá, ele, cap. B.
2 Vilr. De ArchÜecliirá, I ib. I, cap. 2,
582 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
el buen obrar con buena intención é con- cedieron cosas de mucho dolor é tristeca,
tinuándolo assi, acaba el efetto en el mes- é aun miraglos en essos pocos que esca-
mo sancto fin. Vitruvio amonesta que las paron ó quedaron con la vida, después de
gradas ó escalones se deben constituir de haber padescído innumerables naufragios
manera que siempre sean nones ó dispar, é peligros, como se puede colegir por la
porque quando con el pió derecho se su- relación que á esta Real Audiencia, que
be la grada primera, assi por el semejan- reside en esta cibdad de Sancto Domingo,
te en la última será el primero que se enviaron tres hidalgos, llamados Alvar
ponga *. Pero los escalones del capitán Nuñez Cabera de Vaca, é Andrés Doran-
Pamphilo fueron pares é semejantes á sus tes é Alonso del Castillo: los quales fue-
cogitaciones. Bien creo yo que su fin se- ron con el mesmo Pamphilo de Narvaez,
ria pensar que su camino resultaría en é cuentan por escripto lo que íes acaes-
servicio de Dios; mas junto con esso era ció en su viage é por dónde anduvieron.
muy aficionado á pregeder á otros de más É á la vuelta fueron á España á dar rela-
industria ó mejor fortuna, é assi siempre ción á Su Magestad viva voce de las cosas
quando pensaba que yba adelante, se ha- queaqui se dirán, alargándome á su in-
llaba é halló más atrás. Destc hidalgo se formación, é acortando algunas supér-
hará relación é de su desventurado fin é fluas palabras que duplicadamente dicen;
infelice armada en este libro XXXV, se- é no faltaré de lo substancial é médula
gund la noticia que hasta el tiempo pres- de lo que su carta contiene y dice.
sente se tiene de su viage: en el qual sub-

CAPITULO I.
De la relación qu.e hicieron los que escaparon de la desventurada armada del capitán Pamphilo de Nar-
vaez , é lo que les acaeseió en la cosía é tierras septentrionales \

xVlvar Nuñez Cabeca de Vaca, é Alonso acordaron de invernar allí en el puerto de


del Castillo, é Andrés Dorantes solos, é Xagua, donde dice este Cabega de Vaca
un negro llamado Esteban, escaparon del que estuvo deude seys dias de noviembre
armada toda del gobernador Pamphilo de del año ya dicho, con quatro navios é to-
Narvaez. Y este Cabega de Yaca fué por da la gente, hasta veynte ó dos dias del
thessorero ó official de Su Magestad: el mes de hebrero del siguiente año de mili
qual dige que dende Xagua, ques un ó quinientos é veynte é ocho años, que
puerto ó ancón en la isla de Cuba, á quin- llegó allí el gobernador. El qual se em-
ce de hebrero de mili é quinientos é veyn- barcó para seguir su viage en quatro na-
te y siete años, avia escripto á Su Ma- vios ó un bergantín, con quatrocientos
gestad lo que hasta allí les avia acaesci- hombres é ochenta caballos; é anduvie-
do, é del perdimiento de dos navios con ron por la mar hasta los doce dias de
sessenta hombres é todo lo que en ellos abril, martes de la Semana Sancta, que
yba. É perdida esta gente é navios, é llegaron á la Tierra-Firme, é la fueron
más veynte caballos que en ellos yban, costeando hasta el jueves sancto, é sur-

i Vttr., lib. III, cap. 3. les intervino hasta que saliéronlos españólese su
* Del présenle título suprimió Oviedo estas pa- gobernador Pamphilo del pueblo llamado Apa-
labras: «Para venir á lo qual, se dirá primero lo que laches.
DE INDIAS. L1B. XXXV. CAP.-l. 5S3
gieron en la costa en una bahía que era se costeando la via do la Florida é bus-
baxa, é al cabo della vieron unos buhios. casse un puerto quel piloto Miruelo decjia
É otro día, viernes sancto, salieron en que sabia, adonde llevar esta gente (el
tierra con toda la más gente que pudie- qual él erró, é no sabia adonde se esta-
ron sacar en los bateles, é fueron á des- ba). É mandóle que assi buscando atraves*
embarcar junto á los buhios, en losqua- sasse á la isla de Cuba, é fuesse á la villa
les no hallaron gente, porque los avian é puerto de la Habana en busca de otro
desamparado; y el uno dellos era tan navio que esperaban de allí, en el qual
grande, que cupieran en él trescientas venian quarenta hombres é doce caballos;
personas, é los demás eran pequeños. Ha- é que si lo hallassen, que ambos navios
llaron muchas redes para pescar, y eñ- tomassen en la Habana todo el bastimen-
trellas se halló una sonaja de oro. to que pudiessen, é lo llevassen adonde
Otro dia siguiente hico el gobernador los chripstianos y el gobern ador quedaban.
alear pendones por Su Magestad é tomó Fecho aquesto, partieron de allí los
la possesion de la tierra, é hico juntar los chripstianos, é fueron á dar en la bahia
officiales de Su Magestad ó á los frayles ques dicho que avian descubierto, é cos-
que allí yban é la gente que avia salido teáronla; é avian andado quatro leguas
en tierra toda, é pressentó sus provissio- dende donde partieron, é hallaron algu-
nes reales que llevaba, é fueron obedes- nos indios, é tomaron tres dellos é mos-
cidas por todos, y el dicho gobernador, tráronles los españoles un poco de mahiz,
admitido por tal gobernadora capitán ge- preguntándoles dónde lo avia. É aquellos
neral; é los officiales pressentaron las su- indios los guiaron á un pueblo que estaba
yas, é assimesmo fueron ávidos por offi- al cabo de aquella bahia, é mostráronles
ciales de Su Magestad. É luego se dio or- un poco de mahiz que allí tenían sembra-
den cómo se desembarcó toda la gente é do, que fué lo primero que vieron en
caballos, los quales yban muy fatigados, aquella tierra: é allí hallaron unas caxas
porque avia muchos dias que los avian de Castilla grandes, y en cada una dellas
embarcado, é aun se avian quassi perdi- un hombre muerto, é cubiertos los cuerpos
do la mitad dellos en la mar. con unos cueros pintados; é parescióles
Otro dia domingo, dia de Pásqua de al comisario é frayles que aquellos eran
Resureccion, vinieron los indios de aquel ydólatras, é los hico el gobernador que-
pueblo, é hablaron á los chripstianos sin mar. Assimesmo se hallaron pedagos de
ser entendidos; pero parescia que los capatos é lienco, é de paño é hierro al-
amenacaban é decian que se saliessen de guno; ó preguntados los indios, dixeron
la tierra, é hacían ademanes é fieros: é por señas que lo avian hallado en un na-
fecho aquesto se fueron. El dia siguien- vio que se avia perdido en aquella costa
te, por ver la.tierra é tentar lo que era, é bahia. É mostróles un poco de oro, é
envió el gobernador seys de caballo é dixeron que en aquella tierra no lo avia,
quarenta hombres á pié la via del Nor- sino léxos de allí, en la provincia que di-
deste, hasta que llegaron aquel dia á una cen Apalache, en la qual avia mucho oro
bahia que entra por la tierra, é de allí en grand cantidad, segund ellos daban á
se tornaron á la gente, y el gobernador entender por sus señas: ó todo quanto les
con ellos, porque fué uno de los seys de mostraban á aquellos indios, que á ellos
caballo. les parescia que los chripstianos tenían
Otro dia adelante envió el gobernador en algo, decian que de aquello avia mu-
un bergantín que llevaban, para que fues- cho en Apalacbe. Con esta simple infor-
584 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
macion se partieron de allí, llevando con- esperarían á ellos; é que no se debían
sigo aquellos indios; é diez ó doce leguas tornar á embarcar, porque sería tentar á
de allí hallaron hasta doce ó quince ca- Dios, pues en su viage tantas fortunas é
sas, adonde avia mahiz, y estovieron dos trabaxos avian padesgido hasta llegar
dias sin que se viesse indio alguno. É allí.
acordaron de se tornar adonde avian de- El contador y el veedor se conformaron
xado al contador ó la otra gente con los con el comisario, y el gobernador deter-
navios; é llegados, les higieron relación minó de hacerlo assi; pero el thessorero,
de lo que avian hallado por la tierra, que vista su voluntad, le requirió muchas ve-
no era más de lo questá dicho. ges que no entrasse, por las causas que
Otro dia, primero día de mayo, el go- avia dicho é otras que acrescentaba en sus
bernador higo juntar los offigiales del Rey requirímientos, ni desamparasse los na-
é al comisario; é por aucto, ante un escri- vios é gente que en ellos quedaba, sin que
bano, les dixo que tenia voluntad de en- primero quedassen en puerto conosgido
trar la tierra adentro, é que los navios so é poblado, é que después higiesse lo que
fuessen por la costa, é pidióles sobresto le paresgiesse; é assi lo pidió por testi-
su parescer. Y el thessorero Cabeca de monio al escribano que estaba pressente.
Yaca le dixo que le parescia que no de- Mas el gobernador replicó que porque allí
bia desamparar los navios, sin los dexar no avia puerto ni dispusigion para poblar,
primero en puerto é poblado; é que fe- por la esterilidad de la tierra, que muda-
cho aquesto, podría el gobernador é los ba aquel pueblo que avia assentado, é
que mandasse entrar la tierra adentro, ó yba en busca de puerto ó tierra para po-
ternian lugar é parte señalada adonde pu- blar , 6 dixo que assi lo pedía por testi-
diessen volver á buscar la gente, quando monio. É luego mandó que toda la gente
convíniesse; é que por muchas causas le se apergibiesse para yr con el, é que los
parescia que no debia entrar la tierra navios se proveyessen de lo que avian
adentro, porque aquella tierra por donde menester; é otro día partieron de allí, lle-
avia entrado por la informagion de los in- vando quarenta de caballo é dosgientos é
dios, demás de lo que los chripstianos sessenta hombres á pié. E fueron con él
avían visto, era tierra pobre é sin gente; los dichos offigiales y el comisario é otros
é también porque esperaban el bergantín frayles, y entraron la tierra adentro é an-
é navio ques dicho que atendían con duvieron quinge dias con una libra de pan
bastimento de la Habana, y aun porque é media de togíno de ragion, hasta que
los pilotos no sabían ni alcanzaban á en- llegaron á un rio, que passaron á nado;
tender en qué parte estaban; ó por otras é passado, salieron á ellos dosgientos in-
causas que al thessorero le parescian dios, con los quales pelearon, é prendie-
justas, dixo que aquello quel gobernador ron ginco ó seys dellos: los quales los lle-
hacia no se debia de hager. varon á sus casas, que eran cerca de allí,
El comisario dixo que su parescer era donde hallaron mucho mahiz en el cam-
que entrassen la tierra adentro, yendo po, que estaba ya para comer. É otro dia
cerca de la costa hasta llegar al puerto que los offigiales é los frayles rogaron al go-
los pilotos decían que estaría quince le- bernador que enviasse á reconosger la
guas de allí, la via de Panuco, é que no mar ó puerto, si lo avia; y él mandó al
podrían passar sin tocar en él, porque en- thessorero é Alonso del Castillo que fues-
traba la tierra adentro doce leguas, é que sen con quarenta hombres, é assi fueron
allí esperarían á los navios é los navios á pié, porque no podían llevar caballos,
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. I. .">85
é andovieron por unos baxos de la costa mentas é huracanes, que muy á menudo
de la mar, por ostiares, obra de dos le- en aquella región ocurren, é assi vieron
guas, é llegaron á dar por dó passaba el muchos árboles rajados de alto á baxo
rio, que avian passado el día antes dentro de los rayos que caen; y en todo el ca-
de tierra; 6 porque era hondo, no le pu- mino, después que passaron el rio ques
dieron passar ó so tornaron al real. dicho, no hallaron gente que los osasse
El día siguiente mandó el gobernador esperar.
á un capitán que con seys do caballo é Á cabo de dos dias que estaban en Apa-
quarénta hombres á pié passasse el río, lache , vinieron los indios de pages, y el
por donde avian venido, é reconosciesse cacique con ellos, é pidieron sus mugeres
aquel ancón é viesse si avia puerto, é as- é hijos é diéronselos todos. El gobernador
si lo higo; é halló que era baxo é no po- tuvo consigo al cagique; pero otro dia
dían entrarallí navios. E féchalareíagion, adelante acometieron é llegaron á poner
se partieron de allí en demanda de aque- fuego á los buhios donde los chripstianos
lla provincia llamada Apalache, llevando estaban, é serian hasta dosgientos indios;
consigo por guia los indios que avian to- mas cómo los españoles estaban en vela,
mado; é andovieron hasta otro dia des- salieron presto é osadamente á ellos, é
pués de Sanct Johan de junio, que lle- acogiéronse al monte' é á las sierras é no
garon á Apalache, que era la cosa del pudieron tomar á ninguno; pero matá-
mundo que más desseaban, assi por el ronles dos ó tres dellos. Luego otro dia
largo camino, como por la mucha nesces- vinieron otros dosgientos indios por otra
sidad de los bastimentos; porque aunque parte ó de otros pueblos é gente, é sa-
en algunas partes hallaban mahiz por la lieron assimesmo á ellos los chripstianos,
tierra, muchas veces caminaban quatro é assimesmo se acogieron é huyeron, co-
ó cinco jornadas sin lo hadar, é demás mo los primeros. En este pueblo estuvie-
desto por el mucho oro que degian avia ron el gobernador é los españoles veyu-
en aquella provincia. É quando llegaron te é seys dias, en los quales hicieron tres
al pueblo, acometieron los españoles con entradas la tierra adentró, é todo lo que
mucho denuedo para entrar en él; pero vieron della hallaron muy pobre é de po-
no hallaron quien se lo resistiesse, é to- ca gente, é de muy malos passos é la-
maron las mugeres é los muchachos, é gunas, é boscages de árboles muy es-
no avia hombres, que todos estaban fue- pessos; é preguntando al cagique é á otros
ra. Aviaenaquclla población quarénta ca- indios que de atrás traían (gerca de allí)
sas pequeñas é muy abrigadas, por el por la tierra é pueblos dellos, dixeron
mucho frió é tempestades que en aquella que todo era de menos gente é comida
tierra hace. Hallaron muchos cueros de que aquella donde estaban, é que aque-
venados é algunas mantas de hilo basto: lla era la más principal cosa que en aque-
avia grand cantidad de mahicales en el lla tierra hay, é que adelante hay muchos
campo é mucho mahiz seco en el pueblo. despoblados é giénegas é lagunas é muy
La tierra, por donde passaron estos espa- grandes boscages. Preguntáronles si há-
ñoles, es llana é arenales tiessos, é de gia ía mar avia pueblos é gente: dixe-
muchos pinares, aunque ralos é aparta- ron que á ocho jornadas de allí avia un
dos unos pinos de otros. Hay muchas la- pueblo que se dige Aute, que eran ami-
gunas é muy muchos venados por toda la gos suyos, é que tenian mucho mahiz é
tierra, por las muchas arboledas é árbo- fésoles, é. que estaba gerca de la mar; ó
les caydos á causa de las grandes lor- con esto que Íes dixeron, é con aver vis-
TOMÜ IIí. 74
5SÜ HISTORIA GENERAL Y NATURAL
lo en las entradas que hicieron que la das pagassen, sin que las ánimas rosci-
tierra en que estaban no era tal como les biessen detrimento! Pero yo dubdo de la
avian dicho, é que era sin ninguna espe- salvación de las más, porque ha dias que
ranga de hallar adelante mejor cosa, é vivo en estas Indias y he visto que se fun-
que allí donde estaban les avian comen- dan, por la mayor parte, en esta maldi-
gado á herir la gente é hacerles guerra, ta cobdigia, posponiendo todos los escrú-
é que les avian muerto á un cacique do pulos que á sus consciengias serian pro-
los que los frayles traían de ia Nueva Es- vechosos é dignos de ageptar. Pues cómo
paña , é les hirieron á otros compañeros, en el prohemio lo loé yo á Pamphilo de
yendo á beber, y estaban metidos en las diestro soldado é después capitán, ra-
lagunas y espesura grande de aquellos gon es que dé cuenta de él de mí en ..es-
boscagos, é dende allí flechaban á quan- te caso. Digo que yo he visto muy va-
tos allá yban, acordaron los españoles, lientes hombres con la langa ó espada
en fin de los veynte é seys dias, de se en la mano, que quitados de allí, son de
partir para Aute. ningún gobierno, y sabria mostrar algu-
¿Parésccos, Ictor, ques buen passa- nos con el dedo. El pelear es lo de me-
tiempo el qtiestos pecadores chripstianos nos, porque raríssimos son los hombres
traían? Querría yo que me dixessen que de vergüenca que no peleen, quando con-
les predicaron cssos frayles é Pamphilo viene á su honra; é más capitanes hay
de Narvaez á aquellos españoles que tan que sepan pelear é mandar á pocos que
ciegos se fueron, dexando sus patrias tras gobernar un exérgito; é más capitanes
falsas palabras (y por muchos que mue- son ¡os que hay para mandados que para
ren nunca escarmientan). ¿Quién los avia saber mandar. Pamphilo, en tanto que le
certificado aver visto aquel oro, que bus- mandó á él Diego Vclazqucz, dentro en
caban? ¿Qué pilotos llevaban tan exper- •la isla do Cuba, supo servir é hager lo
tos en la navegación, pues que ni conos- que le mandaron. Quando salió de allí ó
cieron la tierra, ni supieron dar ragon de fué á la Nueva España, en el libro XXX11I
dónele estaban?*¿É qué guias é qué inter- so puedo ver el recabdo que se dio, y cu
peles llevaron? ¡Olí temerario desatino! este XXXV leeros cómo acabó su gober-
¿Qué mayor crimen puede cometer un nagion.
caudillo que conducir gente á tierra que Passcmos á lo demás: ques cosa que
ni él ni otro de su hueste haya estado en aunque no tiene remedio ni enmienda,
ella? Bien creo yo que se acordó Pam- tiene alguna parte de aviso, ó le causará
philo, é mas de una vez, de aquel con- esta relación, para los venideros capita-
sejo que yo le daba en Toledo. En ver- nes ó gobernadores é gobernados, si no
dad que yo estoy muchas veces maravi- se quisieren engañar ellos mesmos, cer-
llado é aun enojado destos capitanes, rando los ojos al entendimiento; pues en
viendo que por una parte son astutos é este tractado hallarán do qué temer é de
mañosos é valientes varones, é por otra, qué se deban recelar los que nuevas em-
aunque han visto muchas cabegas agenas pressas de aquestas toman, pues cada dia
quebradas, en quien podrían aver escar- veo que las procuran é traen hombres al
mentado, no temen ni escarmientan do carnero, sin saber dónde los llevan, ni
peligro alguno. Y pluguiesse á Dios que ellos adonde se van ni á quién siguen.
los que assi padescen, con solas sus vi-
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. II. 587

CAPITULO II.
En el qual se íractan muchos Irabaxos e nescessidades, quel gobernador Pamphilo de Narvaez y estas
gentes padescieron ; é cómo hicieron cinco barcas para yr á buscar dónde pudiessen poblar; é cómo hi-
rieron al gobernador de una pedrada; e' cómo se vieron martas de muy finas cebellinas; é cómo se partió
é desvió de la compañía el gobernador con su barca, é se perdieron las dos dellas é se ahogaron el veedor
é oíros; é cuéntanse otras cosas de mueha lástima.

e susso, en el capítulo precedente, se servir ó Dios en la conversión destos in-


ha dicho cómo esta gente se determi- dios , honesto é meritorio é sancto desseo
nó de partirse para Auto, ó assi lo pu- es, y estos tales son los que acá hageu
sieron en obra; é dendo que salieron de fructo; pero los demás remediólos Dios.
Apalache, andovieron ocho ó nueve dias Aquel dia que de allí partieron llegaron
hasta que llegaron en Aute. Y en los ma- á unos baxos de la mar, adonde estuvie-
los passos é lagunas que hallaron, los ron aquella noche; c otro dia de mañana
indios dieron con ellos ó les hirieron gin- enviaron veynto hombres á reconosger la
co ó seys españoles é algunos caba- costa, é dixeron que no la avian podido
llos,' é les mataron un español, Llega- ver, porque estaba lóxos, é con esto se
dos en Aute, hallaron quemadas todas volvieron al real, donde hallaron al go-
las casas, é muchos mahigales que esta- bernador, y el contador y el veedor cay-
ban ya para comer, también los avian dos malos, é otros muchos: 6 después
quemado. É dende á'dos dias el gober- que allí repossaron un dia, se partieron
nador mandó al thessorero Cabcca de Va- otro adelante para aquel lugar do avian
ca é á Andrés Dorantes é á Alonso del descubierto ó hallado la mar, llevando
Castillo, que con nueve de caballo ó cin- consigo todo el mahiz que pudieron, ó
qiienta hombres á pié fuessen en busca llegaron con mucho trabaxo, porque no
de la mar, y él quedó con la otra gente podian valerse con los dolientes, que eran
allí, porque mucha parte de los chripstia- muchos. É allí estovieron dos dias bus-
nos estaban enfermos, é cada dia adoles- cando é pensando que manera ternian pa-
cian más. É assi partieron estos hidalgos ra salvar las vidas é salir de aquella tier-
con la compañía ques dicho, é llevaron ra, pues pensar de hager navios en que
consigo al comisario. fuessen, paresgíales cosa imposible, por-
Bien es de creer queste padre reve- que no tcnian clavagon ni estopa, ni pez,
rendo ya se contentara con la geída, que ni otras cosas que para ello eran nesges-
dexó en España por venir a buscar á sarias: é cómo ya la nesgessidad los tenia
estas partes estos gremiales ó mitras, en aquel extremo, deshigieron los estri-
que les hacen perder el tiempo é las vi- bos de los caballos é los frenos y espue-
das á algunos detlos: é aun los que han las para hager herramientas, é higieron
servido á Dios, olvidan después que se unos cañutos de palo, é con cueros de
encasquetan essas dignidades, que los venados higieron unos fuelles, é de las
menos dellos consiguen; y pluguiesse á cosas ques dicho higieron herramientas.
Dios que no se-1 aventurassen en ello las É porque la gente estaba flaca é no podian
ánimas, non obstante que los que se mue- trabaxar, mataban de tcrgcr á terger dia
ven sin essos interesses ó ainbigion ó des- un caballo, que repartían é comían los
seo de prelagias, sino solamente por más que trabaxaban é los dolientes; é assi,
5S8 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
por comer de aquella carne, trabajaban del Castillo é Andrés Dorantes dio las
otros. Y en quatro ó cinco entradas que otras dos, y en cada una dellas yban
hicieron los de caballo é la gente más re- otros quarenta é ocho hombres. Acaba-
cia en Aute, truxeron mucho mahiz, que dos de comer los caballos, se embarcaron
bastó para comer en tanto que allí esto- á. veynte ó dos dias del mes de septiem-
vieron, é aun para llevar; ó assi comen- bre: é cómo las barcas eran pequeñas,
caron á hacer barcas á quatro dias anda- con los bastimentos é ropas é armas yban
dos del mes de agosto, é las calafatearon muy cargadas, é no llevaban fuera del
con chapas de palmitos, é dcllos higieron agua más de un xeme; é assi andovieron
cuerdas, é las brearon con brea que hi- siete dias por aquellos baxos, hasta que
cieron de pinos, que hay muchos; é de esta infelice gente llegó á una islcta pe-
las camisas hicieron velas ,'é de los cue- queña que está cerca de la Tierra-Firme,
ros de las piernas de los caballos hicie- y en ella hallaron unos ranchos, é toma-
ron votas para llevar agua. En tanto que ron allí cinco canoas. É aquel dia salie-
las barcas se hacían, les mataron los in- ron á la costa, que hasta estonces no la
dios diez chripstianos que andaban pes- avian visto; ó allí pararon las barcas, é
cando por aquellos baxos de la costa & vis- con las canoas echaron falcas, é crescie-
ta del real, sin los poder socorrer, passa- ron ó subieron dos palmos más las barcas
dos de parte á parte con las flechas. (fuera sobrel agua) é siguieron su viage.
D^nde donde dexaron las naos hasta Fecho aquesto, entrando en muchos an-
donde se hicieron estas barcas, y en to- cones que por la costa topaban, y en los
do lo que andovieron estos 'chripstianos, baxos que hallaban, siempre la tierra les
avrá hasta doscientas ochenta leguas, po- salía adelante, yendo assi navegando sin
co masó menos (al parescer de los más saber adonde yban.
que lo andovieron) y en toda aquella tier- Una noche les salió una canoa á ellos
ra no vieron sierra ni tuvieron notigia de- é los fué siguiendo un rato, é volvieron
11a. La gente es muy grande, de buenos á ella por le hablar, é no quiso atender;
gestos é gentil dispusicion, é son todos ó como son navios muy ligeros, friéronse
flecheros é muy grandes punteros, é los los de la canoa, é los chripstianos siguie-
arcos de diez é doge palmos luengos, é ron su camino primero. Otro dia por la
tan gruessos quassi como la muñeca del mañana les tomó una tormenta, é surgie-
braco (en las manijas é cerca dellas) é ron en una isla, é no hallaron agua en
muy recjssimos é de linda madera; y es ella, de la qual tenían falta grande; é
cosa para espantar é no creedera, sin lo allí estuvieron tres dias, écómo avia cin-
ver, lo que passan las flechas. co que no bebían, bebieron algunos agua
Acabáronse cjnco barcas á vcynte dias salada é mucha, é muriéronse por ello
del mes de septiembre, las quales eran cinco ó seys hombres de súbito. *É visto
de veynte é dos cobdos de luengo; é mn- que la sed era incomportable, é aunque
riéronseies allí quarenta hombres, pocos la tormenta no era amansada, acordaron
más ó menos, de dolencias. Destas bar- do yr hacia aquella parte donde avian
cas tomó el gobernador una para sí é pa- visto yr la canoa que se ha dicho, enco-
ra quarenta é ocho hombres, é dio otra mendándose á Dios é poniéndose en no-
al contador c á los fraylcs con quarenta torio peligro de la muerto: c atravesa-
é siete hombres, é al thessorero é al vee- ron, é al tiempo quel sol se ponia, llega-
dor otra con quarenta é ocho hombres; c ron á una punta que hacia allí abrigo é
al capitán Tellcz é á Peñalosa é Alonso menos mar. é salieron allí á ellos unas
ÜE INDIAS. LIB. XXXY. CAP. II. 589
canoas é ¡os hablaron, é fueron siguién- chripstianos salieron de los esteros á la
dolos bien una legua hasta donde tenian mar, y en poco más tiempo de una hora
sus casas ó la lengua ó costa del agua, é estaban ya veynte canoas é tres ó quatro
delante dellas tenian muchos cántaros, c señores principales indios en ellas, é
ollas llenas de agua, é mucho pescado. traían cubiertas unas mantas de aquellas
É assi como el gobernador saltó en tier- muy finas martas cebellinas é los cabellos
ra , salió á él el caique, é lo llevó a su largos ó sueltos: é pidieron los indios que
casa, é le ofrescjó el pescado é agua que tenian los chripstianos, é los chripstianos
allí tenia, en recompensa de lo qual los les pedian los dos españoles, é los indios
chripstianos le dieron qücntas é cascabe- replicaron que fuessen con ellos á sus ca-
les é del mahiz que llevaban en las bar- sas, ó no lo quisieron hacer, porque la
cas. É aquella mesma noche, estando el tierra era muy anegada é de muchos es-
cacique con el gobernador, dieron mu- teros. E como no les quisieron dar los in-
chos indios sobre los chripstianos, c ma- dios, pues no tornaban los chripstianos,
taron tres hombres que estaban echados comentaron los indios á tirar varas é al-
en la costa enfermos, é descalabraron al gunas flechas; é assi passaron con ellos
gobernador de una pedrada. É los que una refriega hasta que los dexaron. É se
allí se hallaron con él prendieron al caci- fueron adelante los nuestros é andovieron
que: el qual se les soltó é les dexó en las otros dos días, al cabo de los quales la
manos una manta que tenia cobijada do barca en que yba el thessorero llegó á
martas cebellinas é muy buenas, que se- una punta que hacia la costa, é detrás
gund dice el thessorero Cabeca de Vaca della avia un rio que venia de avenida,
eran excelentes, las mejores quél avia muy crescido é grande; é un poco más
visto, é aun todos los otros españoles de- atrás la barca del gobernador é las otras
cían lo mesmo, é olian á almizquc, é surgieron en unas islas que estaban allí
otras mantas tomaron de martas, pero cerca: y el thessorero fué á ellos é les
no eran tales. É por estar el gobernador dixo como avia descubierto aquel rio. É
herido y enfermo, le metieron en las bar- porque allí no avian hallado leña para tos-
cas con todos los dolientes c flacos que tar mahiz é avia dos dias que lo comian
avia; é los indios les acometieron aquella crudo, acordaron de se yr á meter en
noche tres veces, é al fin los dexaron á aquel rio, del qual en la mar se cogió
ios chripstianos: é fueron muchos de los agua dulce: é yendo cerca del, en el em-
iodios bien acuchillados, é de los espa- bocamiento la corriente grande del no les
ñoles muchos heridos aquella noche. É dexaba tomar la tierra, é trabaxando por
alli estovicron dos días después, en los la tomar, saltó el viento en el Norte, é
qaales no pudieron ver indio alguno. con él é con la mucha corriente los metió
De allí se partieron en sus barcas, é más en la mar. É navegaron aquella no-
donde á tres ó quatro días llegaron a en- che é otro dia siguiente hasta la noche,
trar por unos esteros, é toparon una ca- que se hallaron en tres bracas de hondo,
noa con unos indios, é pidiéronles agua; é por aver visto aquella tarde muchas
é diéronlcs una vassija en que la truxes- ahumadas por la costa, no osaban salir en
sen, é fueron con ellos dos chripstianos, tierra de noche: é surgieron, é como la
é los indios que por rehenes avian que- corriente fué mucha é no tenian anclas,
dado en las barcas, quisiéronse echar al sino unas bótalas de piedra, las corrientes
agua é prendiéronlos. É otro dia de ma- los sacaron á la mar aquella noche, é
ñana comentaron á venir canoas, é los quatido comencó á ser de dia, no vieron la
590- HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tierra ni ninguna barca vido á otra. É as- la que llevaba Pcñalosa y el capitán Te-
si el thessorero Alvar Nuñez Cabega de llez. É assi juntas estas dos barcas, nave-
Vaca, ques el que esto cuenta, siguió su garon tres horas hasta la noche, é con la
viage; é á hora de medio día vido dos grand hambre que llevaban, é con aver-
Larcas dolías, é llegado á la primera, co- se mojado la noche antes con las olas de
nosció que era la del gobernador, é o vie- la mar, yba toda la gente eayda, é no
ron habla, y el gobernador le pidió al avia ginco hombres diestros. É assi pas-
thessorero su parescer acerca de lo que earon aquella noche, é al quarto del al-
se debia hager: el qual le dixo que reco- ba el maestre de la barca del thessorero
giesse la otra barca que. parescia, é que echó la sonda, é halló siete bragas de
todas tres juntas yrian donde wandasse, fondo; é porque la re ven tacón era muy
y él respondió que quería tomar la tierra grande de las hondas, se tovicron á la
á fuerca de remos, é que assi lo higiesse mar hasta que amanesgió, é se hallaron
el thessorero con su barca. É assi lo fué ó una legua de tierra, é pusieron la proa
siguiendo obra de legua y media, é cómo en ella, é plugo á Dios que salieron en
la gente yba flaca é cansada, é avia tres salvo. É luego el thessorero envió un
diasque no comían sino mahiz crudo, ó hombre á unos árboles que se paresgían,
un puño dello por ración, no pudieron para que dende engima dellos viesse la
tener con la del gobernador, que anda- tierra, ó volvió é dixo que estaban en is-
ba más y era más ligera, é yba menos la. É luego volvió á atalayar si vería al-
embaragada. Y el thessorero rogó al go- gún camino ó vela, é tornó en la tarde é
bernador que le higiesse dar un cabo á dixo que avia hallado é traia un poco de
su barca, y él dixo que no lo podía ha- pez, ó tras él venían tres indios, é tras
ger: que higiesse [o que pudiessc, que aquellos otros dosgicntos todos flecheros;
no era tiempo de aguardar á nadie, sino é tenían las orejas horadadas ó por ellas
que cada uno procurasse de escapar la metidos unos cañutos de cañas. Y el thes-
vida. No lo dixo assi aquel memorable sorero y el veedor salieron á ellos é los
conde de Niebla, don Enrique de Guz- llamaron, y ellos vinieron , é les dieron
man, que por recoger á otros, recogién- los chripsüanos de los rescates que lleva-
dolos en su barca, se hinchó de tantos ban, é cada uno de los indios dio una
qué! y ellos se ahogaron en Gibraltar1; flecha en señal de amistad, é dixeron
pero el thessorero é los que yban con él por señas que otro día, en saliendo el sol,
no le pedian á Narvaez que los lomasse les traerían de comer á los chripsüanos.
en su barca, sino que les diesse un cabo E assi lo higieron; porque luego otro día
de una cuerda para que su barca ayudas- por la mañana volvieron é truxeron pes-
se ú andar á la otra : que ya que se le cado é unas rayges de las quellos comían,
diera, estaba en su mano soltarle quando é otro dia siguiente higieron lo mesmo: é
quisiera, conviniéndole. allí se proveyeron de agua ó se embarca-
ron para seguir su camino. É para echar
Tornando á la historia, oyda la impia- la barca al agua, se desnudaron, é yendo'
dosa respuesta del gobernador Pamphilo, assi metiéndola á la mar, les dio un golpe
el thessorero le siguió un rato hasta que de agua por la proa é mojó la una banda
se perdió de vista; y estonges el thesso- por donde yban remando, é con el agua
rero arribó sobre la otra barca que yba y el frío soltaron los remos, 6 atravessó-
metida en la mar, la qual aguardó, y era

i Johan de Mena en sus Trescientas, 6 su co- mentador en la copla CL1X é dende adelanlc.
DE INDIAS. LIB. XXXV. GAP. II. 591
so la barca; é dióles luego una ola otro vieron aquella noche: é otro dia de ma-
golpe de mar é trastornóla, y el veedor ñana les dtxeron los indios que avia otros
é otros dos se asieron á ella, é los tomó como los chripstianos gerca de allí, por
debaxo é los anegó, é los demás escapa- lo qual el thessorero envió dos hombres
ron encueros, sin salvar cosa alguna de a saber quién eran, é hallaron que era
quanío llevaban. Y estuvieron aquel dia Alonso del Castillo é Andrés Dorantes é
en la costa con muy grandíssimo frió toda la gente que en su barca yban : Ja
hasta la tarde, que tornaron los indios á qual assimesmo avia dado al través en la
verlos, é cómo los hallaron assi, comen- mesma isla á ginco de noviembre, é la
garon á llorar con los chripstianos, como del thessorero avia salido otro dia ade-
quien se dolia de su trabaxo; é assi el lante á la costa. Los quales partieron con
thessorcro les rogó que los llcvassen á el thessorero é su compañía de la ropa é
sus casas (y ellos lo hicieron) á dó esto- comida, que era bien poca.

CAPÍTULO III,
En que se fractan oíros nuevos Irabaxos de aquesta gente, é cómo se perdió el capitán Pamphilo de Nar-
vaez,'é cómo estos pceadores españoles vinieron á lanía neseessidad que entreilos ovo de comida que
los unos fueron manjar de los oíros; c oirás desaventuras se cuentan nunca oydas ni padescidas, ni latí
largas é continuas como aquesta gente tuvo, con que los más ó quassi lodos se acabaron.

Ouando el thessorero Cabeca de Vaca quedaban vivos, é degian qucllos les


é los de su barca se juntaron con los de avian llevado aquel mal é pestilengia á la
la otra que también avia dado al través, tierra. É quiso Dios que un pringipal de-
scgund se dixo en el capítulo pregeden- lios dixo que no se avia de hager assi, ni
tc, acordaron de adobar su barca ó yrse debían creer que aquellos chripstianos
en ella, ó puesto en obra, lo mejor que les avian traydo tal enfermedad, pues
pudieron la adobaron y echaron al agua; vían quellos también se avian «muerto é
pero no se pudieron sostener en ella de no quedaban sino muy pocos, é que si
broma é otras faltas, é assi ovieron de los chripstianos ovicran llevado aquel mal,
dar en ella al través, é acordaron de in- que no se avian de morir. Assi por esto
vernar en aquella isla por no poder ha- que dixo aquel pringipal dexaron de ma-
ger otra cosa. Y enviaron á un hidalgo tar á los chripstianos.
llamado Figucroa, é con él otros tres Segund ellos estaban, más crueldad fué
chripsüanos 6 á un indio, para que se para los españoles dexarlos vivos ó no
fuessen á Panuco (creyendo que estaban matarlos, que no conservarlos con essa
gerca de Panuco) é que diessen aviso do piedad en tanta penitengia é hambre é
dónde 6 cómo quedaban essotros; pero á suplicio, pues que se estaban dos ó tres
cabo de ginco ó seys dias se les comen- dias sin comer bocado. É á causa de es-
gó á morir la gente, ó fué tanta la ham- tar todos enfermos é morirse como se mo-
bre, que se comieron ginco hombres rían los naturales, acordaron de se pas-
unos á otros. Dio assimesmo una dolen- sar á la Tierra-Firme á unos anegadizos
gia de estómago en los naturales de la é paludos a comer ostiones, los quales
tierra, que se murieron la mitad delios, comen tres ó quatro meses del año los in-
é viendo esto los indios, teman pensado dios, sin comer otra cosa alguna; é pa-
de matar essos pocos chripsíianos que desgen mucha hambre, é grandíssimo tra-
592 HISTORIA GENERAL Y .NATURAL
baxo en se defender, de día é de noche, alcangan, ni'se siembra cosa alguna des-
de los mosquitos, que hay tantos ques co- ta vida. La tierra es muy sana é templa-
sa incomportable sufrirlos, é no tienen da ,• salvo quaudo vienta el Norte por in-
leña ni agua, sino salobre: é otros quatro vierno, que aun los pescados se hielan,
meses del año comen hierbas del campo dentro de la mar, de frío.
é gargamoras; é dos meses otros chupan Andrés Dorantes dixo que vido nevar
unas rayges,- é comen unas arañas muy é apedrear juntamente en un día, é ques
grandes é lagartijas ó culebras é ratones tan grande la hambre que allí se padesge
(puesto que algunas veges tienen venados quanto se puede encaresger, é que ade-
é otros dos meses comen pescado) que lante la hallaron mayor. É dige questa
matan en canoas, é otras rayces comen gente siente más el morir que todas las
que son como turmas de tierra, que sacan quél avia visto, é que assi los lloraban á
del agua. Aquella gente es muy bien dis- los defunctos con mucho dolor é atengion.
puesta , ó las mugeres son de grandíssi- Visto el trabaxo ser tan grande y ex-
mo trabaxo. A Alonso del Castillo é An- gesivo, comengó este cavallcro ú contrac-
drés Dorantes, los indios los passaron tar entrellos, é á traerles de otras partes
consigo á la Tierra-Firme á comer de lo quellos no alcangaban é avian menes-
aquellos ostiones, adonde estuvieron has- ter; y entendiendo en esto, entró algunas
ta en fin del mes de marco, año de mili veges la tierra adentro, é fué por el luen-
ó quinientos é veynte y nueve, que se go de la costa quarenta leguas adelante;
volvieron á la mesma isla: é recogieron é passó tres veges que fué un ancón, el
los chripstianos que hallaron vivos, que qual dige que cree, que por las señas del,
ya no eran más de catorce, é dexaron es el que llaman del Espíritu Sancto. E
allí dos, porque estaban flaquíssimos é sin dos veges volvió aquellas quarenta leguas
ninguna fuerga. Y el thessororo Caneca por traer un chripstiano que avia queda-
de Vaca estaba en la otra parte de la tier- do vivo de los dos que avian dexado Cas-
ra, muy doliente é sin esperanea de vi- tillo y Dorantes allí muy flacos, quando se
vir, y ellos passaron al ancón é se vinie- partieron de la isla, quel otro ya era
ron al luengo do la costa: y el thessorero muerto; é lo sacaron la postrera vez, é
se quedó allí dó estaba ginco años é me- lo truxo dessotra parte del dicho ancón
dio, cavando dende la mañana hasta la del Espíritu Sancto diez leguas adelante
noche, sacando rayges con una coa ó pa- á otros indios, que tenian guerra con fes
lo que usan los indios para aquello, dc- que avian passado del Espíritu Sancto:
baxo de tierra é debaxo del agua, ó tra- los quales les dixeron sus nombres é que
yendo cada dia una carga ó dos de leña avian muerto otros tres ó quatro chrips-
á cuestas sobre la carne é carona dclla, tianos , é que los demás se avian muerto
sin tener ropa alguna, sino como salvage allí cerca de hambre é de frió todos, é
ó indio. É assi los servia á los indios en que los que eran vivos estaban muy mal-
el exergigio ya dicho, y en las otras co- tractados. É dixéronles muchas malas
sas que le mandaban,' é de llevarles la nuevas junto con esto á estosdos chripstia-
casa ó su hato á cuestas, porque de tres nos (digo á este Dorantes é al compañe-
á quatro días se mudan, porque es assi ro que avia cobrado) c les ponian flechas
su costumbre, é no tienen assiento pro- en el coragon, é los araenagaban que los
prio por la mucha hambre que tienen por avian de matar, é de miedo desto el otro
toda aquella tierra, buscando rayges; ó chripstiano se tornó atrás, c dexó al Do-
no comen poco ni mucho de mahiz, ni lo rantes, que no le pudo detener. É deudo
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. III. S9!í
á dos ó tres dias que allí quedó, se partió sa sino la cascara, no tuvieron fuerca los
de allí escondida mente, é topó con dos que en aquella balsa yban para salir en
indios que lo llevaron adonde estaban Do- salvo; é allí se ahogaron dos hombres, ó
rantes é Alonso del Castillo. otros dos salieron á nado, é la balsa sa-
Llegado, pues, Andrés Dorantes adon- lió con la corriente á la mar más de una
de estaban estos dos chripstianos é los legua, con un hombre asido á ella: é có-
que más se dirán, aguardó allí á un indio mo sevido fuera de la comente, se subió
suyo; é primero clia de abril se partieron encima é higo vela de su propria perso-
de allí el dicho Andrés Dorantes é Alon- na, y el viento era de la mar é lo tornó
so del Castillo é Diego Dorantes é Pedro ó echar en tierra, y escapó.
Valdivieso; y el Asturiano clérigo é un No quedaban ya sino diez de los doce
negro estaban en una isla, atrás de donde ques dicho que avian salido, é allí halla-
perdieron las barcas, adonde se avian ron otro chripstiano, que también se fué
passado por la mucha hambre que allí te- con ellos; é desque ovieron andado tres
nían, é los indios los tornaron á passar ó quatro leguas, toparon otro rio, é allí
el ancón otra vez, en una canoa, adonde hallaron otra barca de las cinco suyas,
avian perdido las barcas, é estaban essos que conoscieron ser la en que yba el con-
pocos chripstianos que avian escapado de tador Alonso Enriquez y el comisario; pe-
la hambre é frió del invierno; é allí toma- ro no supieron qué se avia hecho la gen-
ron otros seys. Assi que eran ya doce te della. E anduvieron otras cinco ó seys
chripstianos por todos. É quedáronse en leguas hasta otro rio grande, en que es-
Ja isla dos que por flaqueea no los pu- taban dos ranchos de indios, los quales
dieron llevar, ó Cabega de Vaca é otro huyeron; é de la otra parte del rio pas-
chripstiano que estaban más adentro, que saron indios á los chripstianos é los co-
no los pudieron aver para traellos; é los noscieron , porque por allí avian visto ya
indios los fueron á passar otro ancón por á los de la barca del gobernador é de la
ciertas cosas que les dieron. É de allí an- barca de Alonso Enriquez; é asegurándo-
duvieron dos leguas hasta un rio grande, se, passáronlos en una canoa el rio. Lle-
que comencaba á cresger por avenidas é váronlos á sus casas, en las quales nin-
lluvias, é allí hicieron balsas, en que pas- guna cosa tenían que comer; pero dié-
saron con mucho trabaxo, porque avia ronles un poco de pescado, conque pas-
entrellos pocos nadadores: é dende allí saron essa noche.
fueron tres leguas hasta otro rio que ve- El día siguiente se partieron de allí, é
nia muy poderoso é avenido, é con tan- al quarto dia llegaron á un ancón, avién-
ta furia que salia el agua dulge muy grand doseles muerto en el camino dos hombres
rato en la mar. É allí se hicieron assimes- de hambre é de cansados: por manera
mo unas balsas, é le passaron en ellas; ó que ya no quedaban sino nueve perso-
la primera passó bien, porque se ayuda- nas. Este ancón era ancho, é tenia quas-
ban, é la segunda ios sacó á la mar, por- si una legua de través, é hace una punta
que cómo venían flacos é cansados del hacia la parte de Panuco, que sale á la
trabaxoso invierno passado é del camino, mar quassi un quarto de legua, con unos
é no comían otra cosa sino una hierba que mogotes de arena blanca é grandes, que
llaman pedrera (que avia mucha por la de racon se deben de paresger dende lé-
costa) de la qual en España hacen vidro, xos en la mar,é por esto sospecharon que
é unos cangrejos que crian en cuevas en debe ser el rio del Espíritu Sancto. É allí
la costa, é no tienen quassi otra co- se vieron muy fatigados, por no poder ha-
TOMO III. 75
59i HISTORIA GENERAL Y NATURAL
llar manera para pasear; pero en fio ha- creían ques el del Espíritu Sánelo; é allí el
llaron una canoa quebrada, é aderescá- gobernador passó la gente toda de la otra
ronla lo mejor que pudieron, y en dos parte del ancón, y él se quedó en la bar-
días que estuvieron allí passaron ei an- ca , que no quiso saltar en tierra, é que-
cón, é fuéronse su camino muy fatigados daron solamente con él un piloto que se
de la hambre, é los más yban hinchados llamaba Antón Pérez, é un page suyo que
de las hierbas que comían; é llegaron con se degia Campo: é que assi cómo ano-
mucho trabaxo hasta un ancón pequeño, chesció, vino un Norte muy regio que los
que estaba doge leguas adelante. Éste llevó á la mar, que nunca más se supo
ancón tenia poca traviessa, que no era dellos; é quel gobernador yba muy flaco
sino como un rio en la anchura, é allí y enfermo é lleno de lepra, é los que con
pararon el dia que llegaron; é otro dia él yban no estaban muy recios, por lo
siguiente vieron de la otra parte un in- qual es de creer que la mar los comió; é
dio, pero aunque le llamaron, no quiso que toda la gente que allí avian quedado
venir, é se fué: é volvió á la tarde é tru- se avian entrado por giertos paludes é
xo consigo un chripstiano, que se llamaba anegadigos que allí avia, é por la tierra
Figueroa, y era uno de los quatro que adentro, cómo gente sin remedio, donde
avian enviado el invierno passado á ver todos murieron aquel invierno passado de
si podían aportar á tierra de chripstianbs, hambre é do Trio, é comiéndose algunos
como ya queda dicho. E luego passaron dellos á los otros, cómo es dicho. É no
el indio y el chripstiano donde los nueve les supo degir otra cosa sino quel Esqui-
estaban: é allí les dixo cómo los otros tres vel andaba por allí, que lo tenían unos
compañeros so avian muerto, los dos de indios, ó que podría ser que presto lo
hambre, y el otro avian matado los in- viessen; pero dende ahí. á un mes, poco
dios ; é les dixo cómo avia topado con un más ó menos, se supo que los indios con
chripstiano que llamaban Esquivel, que quien estaba, le avian muerto porque se
solo avia escapado de las dos barcas del avia ydo dellos, é que salieron tras él é
gobernador é de Alonso Enriquez, co- que lo mataron.
miendo carne de los que se morían, é Allí estovieron con este chripstiano un
que todos los demás eran muertos de rato, oyéndole estas malas nuevas ques
hambre, é algunos dellos comiéndose dicho; é porque el indio con quien él ve-
unos á otros; é que la barca de Alonso nia no le quería dexar, fuéle forcado á
Enriquez avia dado al través donde estos yrse con él; é porque essotros no sabían
oírosla avian hallado, como queda di- nadar, no pudieron yr con ellos sino dos
cho. É que viniéndose la costa adelante, ehripstíanos, de los quafes el uno era un
topó el gobernador con ellos, que aun clérigo que se llamaba Asturiano, y el
venia en su barca por la mar; é cómo los otro era un mancebo nadador, porque
vido, determinó de echar toda su gente en ninguno otro sabia nadar de los que que-
tierra para que se fuessen junto con la daban. Y estos dos fueron con intengion
costa, porque la barca fuesse más ligera, de traer algún pescado que les dixeron
é porque ellos yban fatigados de la mar que tenían, é que tornarían á passarlos
é no llevaban cosa alguna que comer, é el ancón; é cómo los indios los vieron
quél se avia quedado en la barca á vista allá en sus casas, no quisieron volver con
dellos, para quando oviesse alguu ancón ellos ni dexarlos tornar: antes mudaron
ó rio passarlos á todos en la barca: é que sus casas en sus canoas é lleváronse los
assi llegaron al ancón ques dicho que otros dos ehripstíanos consigo, digiéndo-
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. III. 595
les que luego volverían, é que yban ger- mismas cobdigias, que dieron crédito á
ca de allí por una cierta hoja quellos acos- sus palabras.
tumbran coger, de que hagen gierto bre- Ya sabemos que Pamphilo de Narvaez
vage, el qual beben caliente quanto lo nunca estuvo en aquella tierra, adonde
pueden sufrir. Y el uno de los dos chríps- pensó llevar esta gente, pensando ser se-
tianos se tornó otro día de mañana á de- ñor é gobernador, é parésgeme que á sí
girles esto, é a les traer á essotros siete solo no supo gobernar. ¿Puede ser mayor
chripstianos un poco de pescado que le liviandad que escuchar é seguir tales ada-
avian dado; y estuvieron allí aquel día lides? Y ved qué tan diestros eran sus pi-
por la mucha nesgessidad que tenían. lotos, que tampoco supieron dónde yban
Otro día siguiente vieron por la mañana ni dónde oslaban, quando á aquella tier-
dos indios, de la otra parte, que eran de ra passaron!... E assi acabaron los hom-
un rancho é veníanse a poner allí á comer bres do la mar como los de la tierra con
gargamoras, que las avia en algunas par- malas muertes, sin entenderse los unos
tes de aquella costa, é andaban á ellas ni los otros.
una temporada, en tanto que les turan, Morir en una batalla muchos, ó ane-
que les saben muy bien, é les son basti- garse en un viage, porque se perdió la
mento que los sostiene quando las hay. nao „ por tiempo ó por otro caso fortuito
É llamáronlos, é passaron donde estos donde muchos peresgieron, ó con una
chripstianos estaban, como á gente que pestilengia terrible é presta, todas estas
los tenían en poco, é aun les tomaron cosas son de mucho terror y rigurosas é
parte do lo que tenían, quassi por mer- infelices á los que las padesgen; mas aun
ca; é rogáronles que los passassen, é as- en aquestos males hay alguna parte de
si lo higieron en una canoa, é los lleva- bien, porque el que muere en la batalla
ron á sus casas, que estaban allí junto, ó va á la guerra, sí es chripstiano va con-
é aquella noche les dieron un poco de fessado é dexa fecho su testamento é or-
pescado. É otro dia fueron á pescar é tor- denada su ánima, é continúa la guerra,
naron de noche con pescado, é les dieron sirviendo á su príngipe: é aqueste tal
una parte dello ; é luego otro dia siguien- puede morir en estado é camino de sal-
te se mudaron é los llevaron consigo, de vagion, pues ques mandado de su rey ó
manera que nunca más pudieron ver á los señor, á quien ni puede ni debe faltar, sin
otros dos chripstianos, que los indios caer en vergüenga ni incurrir en culpa de
avian llevado. mal vassallo ó criado. El que se anega,
¡Inmenso Dios, qué trabaxos tan ex- como es dicho, antes que pringipie su na-
gesivos para tan corta vida como la del vegagion ni entre en la mar, se conflessa
hombre! ¡Qué tormentos tan inauditos pa- é comulga é ordena su ánima, como ca-
ra un cuerpo humano! ¡Qué hambres tan thólico, é después sigue su camino, si es
intolerables para una persona tan Haca! mandado, por cumplir con lo que debe;
¡Qué desaventuras tan extremadas para é si es por su motivo, si es mercader, ó
carne tan sensible! ¡Qué muertes tan des- le conviene por otras causas justas, que
esperadas para un entendimiento tan ra- tienen disculpa honesta, aunque la muer-
gonable! ¿Con qué pagaron los capitanes te se atraviesse, 6 también por buscar de
é ministros dcstos viages, que tan enga- comer sin perjuígio de tergero. Y si, co-
ñados é burlados llevaron á tantos tristes mo es dicho, la muerte fué pestilengial ó
á morir de tales muertes? Puédese res- arrebatada, también dá Dios en tal caso,
ponder que ellos los pagaron con sus por su clemengia, tiempo para reparar sus
596 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ánimas á los que assi mueren. Mas aques- Hagedme agora saber , los que aveys
tos sin ventura, que con tantosé tan di- leydo, si oystes ni supistes otra gente
verssos géneros de muertes padescieron, tan desdichada ni tan trabaxada ni tan
¿qué se les puede igualar con traerlos su mal aconsejada. Buscad essa peregrina-
mala dicha é pecados á comerse unos á ción de Ulixes, ó essa navegación de
otros, é á morirse rabiando de hambre é Jasson, ó los trabaxos de Hércoles, que
de sed, é de otras enfermedades é tra- todo csso es ficciones é metáphoras, que
bados, nunca por hombres padesgidos ni entendidas como se deben entender, ni
tan continuos? hallareys de qué os maravillar, ni son
Yo os digo, cavallero pobre, ó hidal- comparación igual con los trabaxos des-
go nescessitado, ó artesano de mal re- tos pecadores que tan infelige camino é
posso, ó villano mal consejado, que vos- fin hicieron. É qualquiera de todos estos
otros é todos los que destas calidades os padesejó más que los tres capitanes ques
hallastes en esta armada, que tenes jus- dicho, aunque con ellos pongays á Per-
ta paga de vuestro mal acuerdo. Porque seo con su Medusa, si por estos passos
al pobre cavallero fuera más seguro es- anduvieran questos anduvieron.
tado el que se tenia, sirviendo á otros ¡Oh maldito oro! ¡oh thessoros é ga-
mayores: y al escudero exercitándose de nancias de tanto peligro! ¡oh martas ce-
manera que si no le pudiera bastar su ha- bellinas! Bien creo yo que si al préselo
cienda, bastara él á ella; y al artesano questos ovieron aquella manta (que ha di-
no desamparar su officio, ni al villano su cho la historia que se le quedó á Narvaez
arado; porque en el cavar y en las otras á vueltas de aquella pedrada) se alcan-
labores y agricultura, que dexó por ve- cassen estos enforros cotidianos que los
nir a las Indias, avia más seguridad y inviernos usan los príncipes é señores
quietud para el cuerpo é para el ánima, principales en Europa, que las tendrían
que no escoger una liviandad tan notoria en más; pero essas cómpranse con dine-
é peligrosa como hicistes en seguir á ros , y estotras con sangre é con las vi-
Pamphilo de Narvaez. De Cuba supiera das, é aun no las pudieron sacar ni traer
él muy bien deciros lo que hay en ella é do entre aquellas gentes salvages.
dónde anduvo; pero adonde os llevó, él Tornemos á la historia, que no ave-
no lo sabia, ni fué adonde pensaba yr: é rnos llegado al cabo, aunque de la gente
ya que fuera, tampoco lo avia visto, ni de Narvaez ya no nos quedan sino tan
sabia lo que era aquello que buscaba, si- pocos hombres de todos quantos llevó,
no que quiso dexar su reposso por man- como se ha dicho de susso, é como lo
dar. Y si á sí solo desasosegara, no fue- oyrés en el capítulo siguiente, proce-
ra tan cresgido el daño; pero de su in- diendo en la mesma relación de aquel
vención é mal consejo os cupo tanta parte cavallero Alvar Nuñez Cabega de Yaca é
como á él, pues ni él escapó de la muer- sus consortes.
te, ni dexó de dárosla á todos.
DE INDIAS. L1B. XXXV. CAP. IY. 597

CAPÍTULO IV.
En el qual se cuentan oíros trabaxos é cautiverio que padescieron estos hidalgos Alvar Nuñez Cabeca de
Vaca é Andrés Dorantes ó Alonso del Castillo é un negro; é eómo se juntaron lodos quatro é determina-
ron de morir ó salir de entre aquella mala generación de indios á buscar lierra de chripsíianos, é lo que
les subcedio, procurando de seguir su buen desseo.

'uorao un capitán ú hombre de reputa- llamo, como he dicho otras veces en es-
ción ó persona de las que destas partes tas historias, una mitad del mesmo mun-
é Indias van á España (y en espegial los do en que África, Europa ni Asia no par-
que van a pedir gobernaciones é nuevas ticipan. Assi quiero decjr que tan á escu-
conquistas, é saben medianamente me- ras vienen muchos á estas Indias como
near la lengua para allegar gente) se po- los sobrescriptos que he dicho, sin enten-
ne á derramar palabras entre los que no der ni sabor á dónde van: y desios tales
lo entienden , todos los tales que le escu- topó Narvaez é hallan otros capitanes
chan piensan que todo quanto acá hay, quantos quieren, ó á lo menos más de los
sin que quede isla ni palmo ni rincón de que-han menester, porque la pobrega de
la Tierra-Firme é de las Indias, lo sabe ó los unos, é la cobdicia de los otros, é la
lo ha visto y andado y lo tiene muy bien locura de los más no les dexa entender
entendido (ó aun no dexan essos tales lo que hagen ni á quién siguen. Verdad
predicadores de hablar en todo), ó aque- es que á vueltas dessos vienen algunos
llos indottos oyentes se les figura y creen que mejor fundan sus propóssitos é cami-
que las Indias serán como un rcyno de no, porque son mandados del Príncipe ó
Portugal ó de Navarra, ó á lo menos una por otras causas más allegadas á racon y
cosa recogida é breve terreno, donde to- excusables. Pero porque seria posible
dos los que acá están saben los unos de que también fuesse engañado el Príncipe
los otros é se pueden comunicar con la como el pobre compañero, he mirado en
facilidad que donde Córdova á Granada ó una cosa, que no es para que ninguno la
Sevilla, ó quando más léxos donde Cas- olvide; y es que quassi nunca Sus Ma-
tilla á Vizcaya. Y do aqui resultan unos gostados ponen su hacienda é dinero en
sobrescriptos de cartas que por acá vienen estos nuevos descubrimientos, excepto
de las ignorantes madres ó mugeres que papel é palabras buenas, é digen á estos
buscan y escriben á sus hijos é maridos, capitanes: «Si hiciéredes lo que decís,
é otros á sus parientes, é dicen assi: «A haremos esto ó aquello, ó hacérseos han
rai desscado hijo Pero Rodríguez, en las mergedes». É dánic título de adelantado
Indias»; ques como si dixesse: «Ami hi- ó gobernador, con ligencia é poderes
jo Mahoma, en África, ó á Johan Martí- que vaya adonde se ofresciere por una
nez, en Europa;» ó lo mesmo que si dixe- capitulación, en fugia de la ignorangia de
ra en el otro mundo. Porque todos los los que lo han do seguir con sus personas
que algo sienten del assiento del mundo é bienes, al sabor de sus falsos blasones.
ó su geographia no dexan do sospechar É despachado de la corte, viénese á Sevi-
que esto de acá sea tan grande como las lla con menos dineros de los que querría;
dos partes que digo del mundo y el Asia y en tanto quo un atambor por una parte é
con ellas, é otro nuevo mundo, como al- un frayle ó dos é algunos clérigos, que
gunos lo nombran, Orbe Novo: y yo le luego se le allegan só color de la con ver-
598 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
siou de los indios, por otras vías andan vuestro aviso é para avisar á otros. Y di-
trastornando sessos é prometiendo la ri- go assi:
quega de aquellos que ninguna cosa sa- Aquellos indios en cuya compañía es-
ben, entiende el capitán en tomar cambios taban essos pocos de chripstianos quel
y en comprar navios cansados y viejos, capítulo de susso ha dicho, se cansaron de
que quando acá llegan, ó vienen á Dios les dar de comer (como acaesge en cada
misericordia y á poder de duplicadas parte que los convidados se detienen más
bombas, ó tales que no son para volver que su huésped querría, y en espegial
ni pueden llevar á Castilla nueva ni ra- adonde ni son desseados ni dan prove-
goa de la carga que truxeron. É por otra cho) ; é por esto echaron los gingo dellos
parte un mangebo que hagen su secreta- que se fuessen á otros indios, que degian
rio {y que nunca supo qué cosa es secreto) que estaban en otro ancón adelante seys
con otros sátrapas ó lagoteros de aque- leguas. E assi lo higieron, y estuvieron en
llos quel capitán vé que mejor lo sabrán él mucho tiempo los tres que fueron al
urdir, entienden en hablar á los pobres ancón, Alonso del Castillo, é Pedro de
compañeros é atraerlos á dos cosas: la Valdivieso, primo dé Andrés Dorantes, é
una que presten al capitán dineros sobre otro que so degia Diego de Huelva: é los
las esperangas vanas que les prometen, dos se fueron más baxo á la costa, é allí
é sobre un conosgimicnto, que piensa el se murieron de hambre, porque el Do-
que lo resgibe ques una gédula de cam- rantes dige que los halló después muer-
bio: y assi esse pobre compañero da es- tos, andando buscando su remedio, y el
sos pocos de dineros que le quedan, ó otro chripstiano primo suyo, que se degia
si se dilata el armadijo, vende la capa y Diego Dorantes. É allí se quedaron en
el sayo, é quédase en jubón como Gui- aquel rancho estos dos hidalgos é un ne-
llote, porque le paresge que demás de gro, que les paresgió que bastaba pa-
venir á tierra caliente llegará bien vesti- ra lo que los indios los querían, que era
do con el favor que espera y que le han para que les acarreassen á cuestas le-
ofresgido. La otra cosa es que de diez en ña é agua é servirse dellos, como de es-
diez é más ó menos compañeros los ha- clavos. É dende á tres ó quatro días los
gen obligar é mancomunarse para pagar echaron assimesmo á estotros donde an-
á gierto tiempo cada diez ó doge ducados duvieron perdidos algunos dias é sin es-
ó pessos de oro del flete donde van y de peranga de remedio: é andando assi por
la comida, que no les dan sino tal ques aquellas giénegas é desnudos en carnes,
qual pueden degir los que á España vuel- porque otros indios antes les avian des-
ven destos assi engañados (que son los pojado ó de noche se avian ydo con la
menos) porque como el viage es largo é ropa, toparon con los chripstianos muer-
la vida corta, é las ocasiones para per- tos, que eran de los ginco que avian
derla innumerables, lodos los más que echado los indios ó despedido, como es
acá vienen es de assiento é para no tor- dicho. É de allí fueron é toparon otros
nar á su tierra, y muy al revés de lo que indios, é quedóse con ellos el Andrés Do-
en España se les figuró, como agora lo rantes, é su primo se fué adelante hasta
oyreys, é como lo aves oydo si aves el ancón, donde avian parado los otros
leydo estas historias dende su pringi- tres: é allí lo fué á ver el uno dellos, que
pio, y como leerés en lo que está por era el Valdivieso, que estaba de la otra
degir, si hasta el cabo en fin de mis parte, é le dixo cómo avian passado por
tractados quisiéredes ser informado para allí los otros dos chripstianos nadadores
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. IV. 599
que los avian dexado, é assimcsmo los chos les pelaban las barbas cada dia por
avian despojado é dexádoles en carnes é su passatiempo, y en viéndolos descuy-
dádoles muchos palos é descalabrádoles, dados les daba qualquicr muchacho su
porque no quisieron quedar con ellos; é repelón, é les tomaba la mayor risa é
assi se fueron desnudos é maltractados, placer del mundo; é los rascuñaban de
aviendo fecho juramento de no parar, manera que muchas veces les hacian
aunque supieran morir, hasta tierra de sangre; porque traen tales uñas, que
chripstianos. É dice este Andrés Dorantes aquellas son sus principales armas ó cu-
quél vido en aquel rancho la ropa de uno chillos ordinarios para entre sí, si no es
dellos, que era del clérigo, é con ella con quien tienen guerra. É hacíanles tan-
un Breviario é nn Diornal; ó luego este tas é tales vexagiones los muchachos,
se tornó, é dende á dos dias lo mataron que en topándolos fuera de las casas, lue-
porque queria hnyr, é dende á poco ma- go eran con ellos con piedras é con quan-
taron ai otro, que se decia Diego de Huel- to se les ofresgia é hallaban más á la ma-
va, porque se passó de una possada á no: de forma que para los rapaces era
otra. É allí los tomaron por esclavos, sir- un juego ó nueva caga é regogijo, é co-
viéndose dellos más cruelmente que un mo eran hidalgos é hombres de bien ó
moro lo pudiera hager, porque allende nuevos en tal vida ,• era menester que su
de andar en carnes vivas é de todo pun- pagiengia fuesse mucha é igual á su ira-
to desnudos é descalgos por aquella cos- baso ó penas en que los tenían, para su-
ta (que quemaba en verano como fuego) frir tantos é tan incomportables tormen-
no era otro su officio sino traer cargas de tos. É assi testificó este Dorantes que
leña é de agua y todo lo demás que avian cree que Dios les daba esfuergo para ser
menester los indios á rayz de las carnes, pagientes en descuento de sus pecados é
é arrastrando las canoas por aquellos ane- porque más meresgiessen; é aunque qui-
gados con aquellas calores. sieran no sufrir tales fatigas, no podian
Esta gente no «orne en todo el año si- hager otra cosa (exgepto desesperándo-
no pescado é poco, ó con esto tienen mu- se), porque estaban gercados de agua,
cha menos hambre que los de la tierra que todo aquello por donde andaban era
adentro (con quien después estovieron) isletas; é si en su mano fuera, por me-
que, como otras cosas, esto les falta mu- jor ovieran la muerte por el campo so-
chas veces, é por esta causa se mudan los é como hombres sin ventura, pidien-
tan á menudo, porque si assi no lo hi- do á Dios misericordia de sus culpas, é
ciessen, no ternian qué comer. É demás no vivir entre tan malvada é bestial gen-
desta penuria es otra muy grande la del te. Entre la qual estovieron catorge me-
agua dulce (de la qual es muy falta aque- ses dende el mes de mayo hasta que en
lla tierra), porque como andan entre ane- el año siguiente vino otro mes de mayo,
gadicos é agua salada, el agua que tie- é llegó el mes de mayo adelante (del año
nen para beber es muy poca 6 mala, é do mili é quinientos é treynta); porque
Iéxos. É esto todo era para más fatiga de mediado el mes de agosto, estando el
los chripstianos, assi en padesger la mes- Andrés Dorantes en la parte que le pa-
ma sed, como en les traer á cuestas el resgió más aparejada para se poder yr,
agua para los indios sus amos é aun para él se encomendó á Dios é se fué en mitad
sus vecinos; porque todos los mandaban, del dia por medio de todos los indios,
é á todos temían, é todos les tractaban que no quiso Dios que mirassen en él: é
mal de obra é de palabras. É los mucha- aquel dia passó una agua grande, é andu-
600 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
vo todo lo que pudo con mucho miedo, é xo, é con temor que le avian de matar
otro dia dio en unos indios, que lo res- algún dia , pues via qua sus proprios hi-
gibieron de buena gana, porque ya te- jos sin piedad ni misericordia los mata-
nían noticia que los chripstianos servían ban por un sueño de desvario, é que as-
bien; é Castillo y el negro se quedaron si avian muerto ó Esquivel por lo mes-
estonces, porque no pudieron yrse con mo. É assi no topaba indio por dó iba ó
él, é dende a tres meses el negro se fué por donde estaba trabaxando, cavando
tras él, é se toparon, aunque nunca es- rayges, que no pensasse que lo venia á
tovieron juntos. Castillo se quedó, y es- matar por algún sueño, é hasta que lo
tuvo otro año y medio más entre aquella veia passar adelante, no tenia seguridad:
mala gente, hasta que halló aparejo para quanto más que los indios por la mayor
se yr tras de Dorantes; é quando llegó, parte, en topando al pobre Dorantes, se
no halló sino al negro, porque no pudien- le mostraban muy feroges, é algunas ve-
do sufrir aquellos indios por ser tan ma- ges (é aun muchas) venían corriendo á él
los, como es dicho, se fué el Dorantes á (é á los otros donde estaban) é poníanles
oíros más de veynte leguas atrás, que una (lecha á los pechos flechado el arco
estaban en un rio cerca del ancón del hasta la oreja, é después reíanse 6 de-
Espíritu Sancto, que ya está dicho, que cíanles: ¿Ovistes miedo?
eran aquellos indios los que avian muer- Estos indios comen rayges, que sacan
to á Esquive!, que era el chripstiano que debaxo de tierra la mayor parte del in-
so avia escapado solo de la gente de las vierno ; é son muy pocas é sacadas con
dos barcas del gobernador é de Alonso mucho trabaxo, é la mayor parte del año
Enriquez. Ésegundle dixeron los mcsmos passan grandíssima hambre, é todos los
indios, que lo avian muerto porque avia dias de la vida han de trabaxar en ello
soñado una mugcr no sé qué desatino, é dende la mañana hasta la noche. Assi-
porque los de aquella parte creen en sue- mesmo comen culebras ó lagartijas, rato-
ños é matan sus proprios hijos por sueños: nes, grillos, gigarras, ranas ó todasquantas
é dixo este hidalgo Dorantes qué! vido sabandijas ellos pueden aver; é también
en espagio de quatro años matar y enter- algunas veges matan venados, é ponen
rar vivos once ó doce niños; y estos son fuego a la tierra é savanas para los ma-
los muchachos, que hembras por maravi- tar. Matan ratones, de que hay mucha
lla dexan ninguna. Esta gente no tiene cantidad por entre aquellos rios; pero to-
otra ydolatria ni la creen sino este error do es poco, porque como andan por
ques dicho. Cerca de allí avian otros in- aquel rio todo el invierno de arriba aba-
dios muerto á Diego Dorantes , su primo, so ó de abaxo arriba, que nunca paran
á cabo de dos años que los servia y es- de buscar de comer, espantan la caga é
taba entre ellos: de manera que ninguna todo lo acaban. Algunas veges comen
seguridad de la vida tenia más un dia pescado que matan en aquel rio; pero po-
que otro. Assi que, de todos estos chrips- co, sino quando aviene, ques en el mes
tianos ya no quedaban vivos sino este de abril: é algunos años cresge dos ve-
Andrés Dorantes, é Alonso del Castillo, ges , é la segunda es por mayo , y eston-
y el negro, y el Cabeca de Vaca , del ges matan mucha cantidad de pescado ó
qual estotros no sabían. muy bueno, y escalan mucho dello; pe-
Entre aquesta gente ques dicho estuvo ro piérdeseles lo más , porque no tienen
Andrés Dorantes diez meses solo, pades- sal ni la alcangan para lo poner en cobro
ciendo mucha hambre é continuo traba- é que se pudiesse sostener para adelante.
DE INDIAS. LIB, XXXV. CAP. IV. 601
Hay en las costas de aquel rio muchas no es de la mar no los corren, é si los
nueces, las quales comen en su tiempo, corren, luego se vuelven, porque el vena-
porque dan allí el fructo los nogales un do no va sino contra el viento. Esto
año sí é otro no, é algunas veges passa acaesge una vez ó dos, é assi las más ve-
un año ó dos que no dan fructo; pero ges no matan caga, é si la matan, es po-
quando las hay, aquellas nueces son mu- ca , si no es acaso, como he dicho. Y as-
chas é muy golosos los indios dellas, que si con este exergigio passan adelante su
de veynte é treynta leguas toda la comar- camino hasta que se apartan del agua sa-
ca al rededor de allí van á comerlas: é lada é se entran la tierra adentro, comien-
passan grand nescessidad, porque como do sus tunas, las quales comiengan á co-
es mucha la gente que viene por esta mer é madurar por agosto, é tárales gin-
fructa, en un día espantan la caga é la qüenta ó sessenta dias. Y este es el me-
matan toda, é no comen en todo un mes jor tiempo del ano para aquella gente,
que turan las nueces otra cosa. Estas nue- porque aunque no comen otra cosa sino
ces son menudas mucho más que las de tunas é algunos caracoles que rebuscan,
España, é trabaxoso de sacar lo que de de que se hartan de dia é de noche, es-
adentro se come dellas. tán contentos en essa sagon, y en todo el
Esta gente, después que viene el ve- otro tiempo del ano se finan de hambre.
rano , en fin de mayo comen algún pes- Allí en aquellas tunas se tornaron á
cado, si les ha quedado de lo que esca- juntar Castillo y el negro é Andrés Do-
lan de los rios avenidos; ó comiencan á rantes, é se congertaron para se yr: é
caminar para comer las tunas, ques utia como los indios nunca sosegaban ni esta-
fructa que en aquella tierra hay en abun- ban juntos, luego se yban cada uno por
dancia, é van más de quarenta leguas su parte, é assi de nesgessidad estos pe-
adelante hágia Panuco á comerlas: las cadores de chripstianos se apartaban con
quales tienen en tanto, que no las dexan sus amos. De forma que no podian efettuar
por cosa del mundo. Y aqueste es el me- su congierto é voluntad (á lo menos por
jor manjar quellos tienen en todo el año, estonges) é cada uno se fué por su parte
eJ qual les tura mes y medio ó dos me- con sus señores á comer aquellas nueges,
ses, caminando é comiendo esta fructa, é que avia muchas aquel año; pero llega-
matan algunos venados alguna vez, é aun dos allí, vino Cabega de Vaca á se jun-
acaesce á poca gente matar doscientos ó tar con essotros, que avia ginco años que
trescientos venados. É dice este hidalgo lo avian dexado atrás , donde se perdie-
Andrés Dorantes que en ocho dias vido ron las barcas, que nunca más lo avian
que sessenta indios mataron tantos como visto: é allí se congertaron después que
el número que ha dicho, é que también Cabega de Vaca llegó, porque como es
acaesge matar quinientos; é otras muchas dicho estaban apartados é no se podian
veges ó las más no matan ninguno; y es comunicar sino en el tiempo de las tunas,
desta manera. Que como ellos caminan aviendo que comer en el campo; y eston-
por la costa, corren los de la tierra en ala, ges, estando muchas veges á punto para
é como todo el año está aquello todo des- se yr, no paresgia sino que sus pecados
poblado é sin gente, hay muchos, é se lo estorbaban, apartándolos á cada uno
tráenlos antecogidos al agua, é tráenlos por su parte. Passados ya seys años, é
allí todo el dia hasta que se ahogan, y el venia en el séptimo año el tiempo de
tiempo é la marca los echa después á la aquella fructa de las tunas, aunque cada
costa muertos, porque quando el viento uno destos chripstianos estaban aparta-
TOMO IN. 7G
G02 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dos por sí, cada qual dellos escondida- bres tan salvages é indómitos, movió
mente se fueron é aportaron la tierra Dios á humillárseles é obedescerlos, co-
adentro á cierta parte donde solian comer mo adelante se dirá. E assi fueron aquel
las tunas; é los indios no yban allí eston- dia sin ser sentidos ni sabiendo ellos
ces porque no las avia. Y el Dorantes fué adonde se yban, sino confiados en la
el primero que allí llegó, é acaso halló clemencia divina, ó buscando de aque-
una gente de indios que aquel mesmo dia llas tunas que avia en la tierra, aunque
avian allí venido, los quales eran gran- ya era el tiempo que se acababan, por-
des enemigos do los otros con quienes que era por otubre: é plugo á la Madre
avian estos chripstianos estado, é resci- de Dios que aquel dia á puesta del sol
biéronle muy bien: ó á cabo de tres ó toparon con indios, quales ellos dessea-
quatro dias que allí estaba, llegó el negro ban, que eran muy mansos é tenían al-
que yba en su rastro, é Alonso del Cas- guna noticia de chripstianos, aunque po-
tillo, que estaban juntos, é allí se con- ca, porque no sabian cómo los otros
certaron de buscar á Cabega de Vaca, los tractaban mal (que fué harto bien pa-
que los esperaba adelante. É vieron unos ra estos pecadores). É cómo era ya prin-
humos bien léxos, é acordaron que Do- cipio del invierno, é yban sin cueros pa-
rantes y el negro fuessen á aquel humo, ra cubrirse, é Jas tunas se acababan en
é quel Castillo quedasse allí para asegu- los campos con que avian de caminar,
rar los indios é que no creyessen que se tovieron nescessidad de parar allí aquel
yban: é dixéronles que yban por otro año para aver algunos cueros con que se
compañero suyo, que creían que estaba cubrir, que les decian que los hallarian
en aquellos humos, para lo traer allí á su adelante: é pues estaban en camino é
compañia, é que se quedasse Castillo donde tenian mejor aparejo para quel
hasta que volviessen. Y ellos holgaron siguiente año, venidas las tunas, pudios-
dello, é assi fueron ó tovieron bien que sen proseguir su propóssito, sosegaron
andar hasta la noche, que toparon con por estonges dende primero de otubre
un indio que los llevó adonde Cabeca de hasta el mes de agosto del año venidero.
Vaca estaba, al qual dixeron como ve- Pero en aquel tiempo que con estos in-
nían á buscarle; é plugo á Dios que los dios estovieron, sufrieron mucha hambre,
indios se mudaron otro dia é se pusieron é no menos, antes mayor que en el tiem-
más cerca de donde el Castillo avia que- po passado de los siete años; y era la
dado, é allí se tornaron á juntar, y en- causa questos indios no estaban cerca de!
comendándose todos tres á Nuestro Se- agua, donde pudiessen matar algún pes-
ñor , ovieron por mejor hacer aquello que cado é assi no comian allí sino rayces:
eran obligados como chripstianos (ó como é tienen allí mayor trabaxo que todos
hidalgos j que cada uno dellos lo era) que los demás que alcancan alguna pesque-
no vivir en vida tan sal va ge é tan apar- ría. É assi en todo el año no se veian har-
tada del servicio de Dios é de toda buena tos, é andan allí los muchachos tan flacos
racon. É con esta buena voluntad, como é hinchados que paresgiaa sapos; pero á
hombres de buena casta determinados, sa- lo menos entre aquestos indios fueron
lieron ; é assi Jhesu Chripsto los guió é bien tractados essos chripstianos, é de-
obró de su infinita misericordia con elfos, xábanlos vivir en su libertad é hacer to-
é abriéndoles los caminos sin avellos en do lo que querían.
la tierra, é los coracones de los hom-
DE INDIAS. LUÍ. XXXY. CAP. V. 603

CAPITULO V.
En el qual se traclala continuación del camino quesfo; [res chripstianos y el negro hacían, buscando cómo
saldrían á tierra de cliripslíanos; é eómo hicieron miraglos, sanando á muchos indios enfermos con sola-
mente los santiguar; é cue'ntanse cosas notables é nescessarias al discurso de la historia.

Ablegado el mes de agosto, ya estos tres mieron (porque enterradas de un dia pa-
hidalgos tenian allegados algunos cueros ra otro están menos ásperas é aptas para
de venados, é quando vieron tiempo se cocer mejor é de mejor digistion). É si-
aparejado, huyeron con el tiento é secre- guieron su camino hasta medio dia, que
to que les convino de la parte é indios llegaron á dos ó tres ranchos, donde avia
ques dicho de susso. É aquel incsmo dia algunos indios, que les dixeron que no
que se partieron, andovieron siete leguas tenian qué comer, pero que fuessen ade-
hasta topar con otros indios que eran lante , é que seyendo de noche, llegarían
amigos de los que dexaban atrás, é allí á unas casas donde les darian de comer:
los rescibieron bien é les dieron de lo que é assi passaron de allí, é llegax-on allá, é
tenian. É otro dia se mudaron é se vinie- hallaron quarenta ó cinqüenta ranchos. É
ron assi adelante á se juntar con otros allí fué donde primero comencaron á te-
indios, é los llevaron consigo, é yban á raer é reverenciar á estos pocos chrips-
comer los unos é los otros unos granillos tianos é á tenerlos en mucho, é allegá-
que estonces maduraban; é hay por allí banse á ellos é fregábanlos é fregábanse
muy grandes montes de arboledas que á sí mesmos, é degian por señas á los
llevaban essa frucla. É allí se juntaron chripstianos que los fregassen é frotassen
con los otros, é los chripstianos se pausa- é los curassen: é truxéronles algunos do-
ron á ellos, porque era gente de más acá lientes para que los curassen, é los chrips-
adelante é más a propóssito de su cami- tianos lo hagian assi, aunque estaban
no é intento: é detuviéronse por allí ocho más acostumbrados á trabaxos que á
dias con aquellos, que no comiau otra hager miraglos. Pero en virtud de Dios
cosa sino unas hojas de tunas cogidas, confiados, santiguándolos é soplándolos
porque estaban esperando aquellos grani- (de la manera que lo hagen en Castilla
llos , que aun no estaban maduros. É allí aquellos que llaman saludadores), é los
les dieron estos chripstianos parte de los indios en el momento sentían mejoría ea
cueros de venados que llevaban á trueco sus enfermedades, é dábanles de lo que
de dos perros para comer, porque esta- tenian de comer, é no otra cosa que eran
ban tan flacos, que no se atrevían andar aquellas hojas de tunas enterradas é al-
una legua; é comidos los perros, se des- gunas tunas de la mesma manera, aun-
pidieron de los indios é se fueron." que estaban verdes. Y esto vieron allí con
A estos indios postreros les pessó mu- aquellos indios quinge dias por descansar
cho porque se yban, pero no se lo estor- algo, que estaban tan flacos, que no se
baron: é aquel dia andovieron ginco ó atrevían á caminar; é comiendo de aque-
seys leguas sin hallar cosa qué comer ni llas hojas ó algunas tunas que comenga-
topar indio que los encaminasse; é llega- ban á madurar, se rehigieron é conva-
ron aquella noche á un monte, donde lesgieron, cobrando alguna más fuerga,
durmieron, y enterraron muchas hojas é tornaron algo más en sí: é los indios lo
de tunas, que otro dia por la mañana co- hagian muy bien, é les daban de todo
604 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
quanto tenían de muy buena voluntad, la ranchos ó más de mucha gente, donde
qual nunca avian hallado hasta estonces los salieron á rescobir con mucha grita é
en ningunos indios de todos los que avian voces, é con unos calabacos grandes lle-
visto é tractado, sino maldad é cruelda- nos de pedrecuelas, con que ellos hacen
des, como está dicho. sus areytos é músicas. E aunque creían
Dende allí fueron á otros indios dos le- que aquellos chripstianos tenían virtud
guas adelante, é les dieron muchas cosas mucha para sanar los enfermos, era mu-
porque los curassen, é les hicieron mu- cho el miedo é turbagion que traían por
cha fiesta, ó diéronles muy bien de co- llegar á fretar los chripstianos; pero non
mer tunas é carne, é yban á cacar sola- obstante su temor, no dexaban de alle-
mente para los chripstianos: é allí se gar con mucho honor é devogion, como
esforzaron algo más, é hícolo Dios tan quien tocasse un cuerpo sancto. É assi
bien, que lo que no pensaban andar aquellos indios, unos antes que otros,
aunque la vida les turara ocho años, se- é muchos por engima de los otros, se an-
gund los iucomodos ó inconvinientes de tigipaban de manera que no se daban
tan largo camino, lo andovieron en diez lugar (á vuelta de su temor) é con tanta
meses: que fué una cosa de muy grand priessa, que les ovieran de sacar los ojos
miraglo, é que ninguno lo podía creer con los dedos; é assi los llevaron á vue-
como ello fué sino los que lo viessen. Y la pié hasta sus casas, donde les dieron
estando allí, vinieron unas mugeres, que de lo que tenían, é les truxeron luego
yban de allá adelante, á llevarles cosas; dolientes para que los curassen, é dieron
é desque de allí se partieron los chrips- á un indio que yba con los chripstianos
tianos, pessóles mucho á estos indios, é muchas flechas é cosas, porque los avia
fuéronse tras ellos, rogándoles que se vol- llevado é guiado por allí. É el dia siguien-
viessen, é que otro dia se yrian con te los llevaron hasta legua y media de
aquellas mugeres ques dicho. E como no allí á otro pueblo de otros septenta ú
lo quisieron hager, se tornaron muy tris- ochenta ranchos, que comian tunas en
tes: é tas mugeres se fueron tras los mucha abundangia, é allí los resgibieron
chripstianos (porque no se perdiessen), ó de la mesma manera que en el pueblo
fuéronse por el camino (que ya ellos avian primero, é íes dieron veynte y ocho pa-
dexado, é yban perdidos), é plugo á Dios nes de harina, ques una cosa que allí co-
que á cabo de dos ó tres leguas se vinie- men aquella gente , é la llaman mesquite,
ron á juntar á par de un agua ó rio pe- é les dieron otras cosas, é les hígieron
queño ; y ellas yban tan muertas é can- mucha fiesta de bayles é areytos, segund
sadas, como si en ello les fueran las vidas. su costumbre.
É donde allí se fueron con ellos, é ando-
Allí se contengo una nueva forma de
vieron aquel dia ocho ó nueve leguas
caminar en su viage: y era que cómo ve-
grandes, sin dexar de caminar todo el
nia mucha gente con estos chripstianos á
dia quanto pudieron: é antes quel sol se
los acompañar, é á traerles allí todos los
pusiesse llegaron á un rio, que á su pa-
que venían á se fregar é curar con ellos,
rescer era más ancho que Guadalquivir
como sanctos, los despojaban (essos que
en Sevilla, é passáronlo todo á la rodilla
de nuevo venían á los otros) é les toma-
ó al muslo, é obra de dos langas en luen-
ban lo que tenían, é aun yban por las ca-
go á los pechos, pero sin peligro. Pero
sas é robaban quanto hallaban; é pares-
prosiguiendo su viage llegaron en ano-
gia que los dueños despojados holgaban
chesciendo á un pueblo de hasta cicnt
dello, pensando que aquella nueva sane-
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. V. 605
tidad era assi ordenada en el cielo, de traerles cosas que les dieron: é aquestos
donde pensaban ellos questos chripstianos trabaxaron mucho por los llevar hacia la
venían. Allí repossaron aquel dia y el si- mar, porque allí se pensaban desquitar c
guiente, é dende allí los llevaron otras satisfager de lo que les avian á ellos lo-
seys leguas adelante á otros tantos ran- mado ; é decían que avia mucha gente, é
chos: é yban con ellos muchos hombres que les darían á los chripstianos muchas
é mugeres con intención de robar lo que cosas. Pero ellos no quisieron yr sino ar-
pudiessen, é assi lo hicieron; porque lle- riba la tierra adentro, porque estaban es-
gados al pueblo, fueron los chripstianos carmentados de la gente de la costa, é
rescebidos como en los lugares que avian también porque siempre les avian dicho
passado, é aun mejor, tanto que les mo- que no salian á la mar á la puesta del sol,
lestaba la moltitud de la gente que so- é hasta allí avian miedo de dar en ella,
brellos cargaba para que los fregassen 6 quando no se catassen: é por estas cau-
sanassen las enfermedades (como de he- sas se querían subir más arriba, é los in-
cho los sanaban); é los indios que con los dios se lo estorbaban mucho, diciendo
chripstianos avian ydo, robaban a los que que no avia gente ni comida sino muy lé-
assi sanaban é á los demás, de forma xos de allí; é cómo los indios vieron que
que no les dexaban cosa desta vida; y no los podían mudar de su propóssito,
estos robadores les hacían entender que enviaron indios á buscar gente; é otro dia
assi lo querían. siguiente se partieron los chripstianos, é
En estos indios avia muchos ciegos, é fueron con ellos mucha gente, en que avia
muchos tuertos de nubes en grand can- muchas mugeres, que les llevaban agua
tidad , y es gente muy bien dispuesta é para el camino, que era falto della é ha-
de buenos gestos los hombres é las mu- gia muy grand calor, é también les lle-
geres; mas allí curaron todos los ciegos vaban cosas de comer é otras cosas que
é tuertos é otras muchas enfermedades, les avian dado: é aviendo andado dos le-
é á lo menos si los chripstianos no los sa- guas, toparon ios indios que avian ydo á
naban á todos, los indios creían que los buscar gente, é dixeron cómo no la avian
podían sanar. Cerca de allí estaban las hallado muy léxos de allí, de que todos
sierras, é se parescia una cordillera de- quedaron tristes, é rogaron mucho á los
Has que atravessaba la tierra derecha- chripstianos que se fuessen con ellos por
mente al Norte; é de allí los llevaron á donde los querian llevar. É cómo no lo
estos chripstianos otras cinco leguas ade- pudieron acabar con ellos, se despidie-
lante, hasta un rio que estaba al pié de la ron llorando, é se volvieron, dexándoles
punta, donde comencaba la dicha sierra. allí las cargas: las quales tomaron á cues-
E allí avia quarenta ó cinqüenta ranchos, tas los chripstianos é se fueron por aquel
á los quales robaron como á los otros, y rio arriba todo lo restante de aquel dia,
ellos dieron á los chripstianos esso poco hasta la noche que toparon unos indios
que les avia quedado, é aquella noche que los llevaron á ocho é diez ranchos
toda les hicieron grandes arcytos é fies- que estaban metidos en un boscage ó ar-
tas , c assimesmo los chripstianos los cu- cabuco: ó hallaron los indios llorando de
raron, como lo acostumbraban. É luego devogion, ó los rescibieron cómo se ha
aquella noche enviaron a llamar gente dicho que en otras partes se avia fecho,
abaxo hacia la mar, y el dia siguiente vi- é les dieron de comer de lo que tenían.
nieron muchos hombres é mugeres á ver É otro dia de mañana vinieron los indios
estos chripstianos é sus miraglos, é á que los avian dexado á loa chripstianos
606 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
en su rastro (que tovierou nuevas cómo bres é venados, é toda quanta caga ma-
los otros ques dicho estaban allí) é ve- taban, se lo traian é daban, sin que osas-
níanlos á robar, para se esquitar ó satis- sen tocar para sí un solo ratón : é los gu-
facer de lo que otros avian tomado á sanos é los grillos que las mugeres ó los ni-
ellos, é assi les tomaron quanto pudie- ños se hallaban, se los traian á los chrips-
ron , aunque todo era poco, é dixéronlcs tianos é se los daban, sin que osassen to-
á los otros la manera que con los chrips- mar para sí cosa alguna, muriéndose de
tianos avian de tener. É otro dia los lle- hambre, sin que los chripstianos no se lo
varon de allí é durmieron aquella noche diessen é santiguassen primero, porque
en él camino; y el día siguiente llegaron creían que luego se avian de morir, si otra
a muchos ranchos, donde se les higo el cosa biciessen. É los chripstianos mandá-
resgibimiento acostumbrado, y ellos se banles que no enterrassen la caga; pero
esquitaron de lo que les avian tomado, é primero, después que la cagaban, po-
aun llevaron mucho más, quanto pudie- níansela delante toda , é tomaban los
ron llevar á cuestas. É desta manera fue- chripstianos la que querían della é santi-
ron por Ja halda de la sierra ochenta le- guábanles la demás; é con esta orden vi-
guas, poco más ó menos, entrándose por nieron todo el camino hasta salir en tier-
la tierra adentro derecho al Norte; é allí ra de chripstianos.
toparon ai pié de la sierra quatro ranchos En aquellos ranchos que llegaron eran
de otra nasejon é lengua, que degian que mucha gente é bien dispuesta; c oliéron-
eran de más allá la tierra adentro, é que les allí mucha cantidad de piñones tan
yban de camino para su tierra. Aquestos buenos é mejores que los de Casulla, por-
dieron á los chripstianos un cascabel de que tienen la cascara de manera que la
latón é ciertas mantas de algodón, é de- comen con lo demás: las pinas deilós son
gian que aquello venia de hacia el Norte, muy chiquitas, é los árboles llenos por
alravessando la tierra hacia la mar del aquellas sierras en cantidad. É de allí los
Sur: é otro dia se metieron por la sierra llevaron adelanto muchos días, é de
hacia el Hueste ó Poniente, é lleváronlos aqueste arte caminaron sin topar otra
á unos ranchos cabe un hermoso rio, gente alguna: é cómo vieron que no la
adonde les dieron mucha margarita é al- hallaban, enviaron por todas partes á bus-
cohol; é dixéronles aquellos que los que carla, ó higieron venir ranchos de más
les avian dado el cascabel tenían mucho de quince ó veynte leguas á esperarlos al
de aquello é no se lo avian dado. De lo camino; é assi los llevaron. É dende allí
qual se coligo que de donde aquello se se tomó otra nueva orden de caminar, é
traía, puesto que no fuesse oro, avia as- fué que cómo los que llevaban á estos
siento é fundían (aunque por ragon debia chripstianos robaban quanto avia é halla-
ser en la mar del Sur): c quando llegaron ban en los ranchos, donde nuevamente
adonde les dieron aquel cascabel, avrian entraban, ya no tomaban nada, sino como
andado ciento> é ginqaenla leguas, poco cada uno de los chripstianos hagian su
más ó menos, dende donde comencaron buhio por sí, é allí lo tcnian puesto en or-
á caminar. É dende estos ranchos adon- den é allegado todo lo que tenian, para
de esto les dieron, llevaron á los chrips- que los chripstianos higiessen dello su vo-
tianos á cinco manadas ó congregaciones luntad; é ninguno osaba tomar dello cosa
de ranchos, que en todo el camino nun- alguna de aquellas. É los chripstianos lo
ca los dexaron más de dos mili ánimas: tomaban todo, ó lo que les paresgia dello;
é matábanles por el camino muchas lie- é dexaban despojados á los huéspedes,
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. V. 607
para que toviessen nesgcssidad de llevar- mengaron á caminar, la gente cornencó á
los adelante para se esquitar de la mesma adolescer, en lanía manera que los chrips-
forma. É aquestos los 1 leva ron adelante por tianos avian mucha lástima dellos, por-
unas sierras desesperadas más de otras que aquesta era la mejor gente que avian
ginqiienta leguas, con mucha hambre por topado. É avian congertado que esperas-
el mal aparejo de la tierra, que no avia sen las mugeres é la respuesta que trae-
lunas ni otra cosa; é quassi al cabo de la rían; é assi pararon tres dias, que no qui-
jornada les corncngaron á adolcsccr, é sieron llevar á los chripstianos por otra
tenian muy grand trabaxo con ellos en parle por la guerra que tenian. Estonges
los santiguar é soplarlos, porque quassi Andrés Dorantes dixo á un indio suyo que
no quedó nadie que no adolesciesse: é les dixesse que por aquello que querían
assi los llevaron á más de cient ranchos hager se avian de morir; é fué tanto el
que estaban en un llano esperándolos, espanto que tomaron, y el miedo que se
que los avian de lóxos hecho venir allí, é les acresgentó sobrel que se tenian ellos,
avia mucha gente por todo aquello. É to- que otro dia de mañana fueron á caga, é
dos aquellos, los unos é los otros, les die- á medio dia vinieron malos, é cada dia
ron piñones en cantidad, 6 los rescibie- caian más, y en dos dias se murieron mu-
ron de la mesma manera que los passa- chos ó adolescieron más de tresgientas
dos, é dábanlos quanto tenian, sin les personas. É cobraron tanto temor, cre-
quedar cosa desta vida para sí. É otro día yendo que los chripstianos lo causaban
los llevaron adelante é algunas cosas que de enojados, que no los osaban mirar á
íes avian quedado y eran viejas, las desa- la cara ni algar los ojos del suelo, estando
ban por aquel campo, que no podían aca- delante dellos. É fué cosa maravillosa de
bar con ellos que las llevassen, é las pe- ver que en quínge dias no más que entre
tacas deque hacían sus caxas, también las aquellos indios estovieron, nunca vieron
dexaban. É aquestos les dixeron que no á ninguno dellos reyr ni llorar ni hager
avia gente sino muy léxos de allí, é que otra mudanga, aunque á algunos se les
aquellos eran sus enemigos: é los chrips- morian los padres, é á algunos sus muge-
tianos les dixeron que enviassen algún in- res é sus hijos, é á otras sus maridos; é
dio que les dixessen cómo yban (porque assi lo disimulaban c comportaban con
assi lo acostumbraban en todo el camino, igual semblante como si ningún pessar
quando yban á algunos ranchos nuevos, por ellos passara. Cosa más maravillosa:
que primero yban quatro indios, uno en que á los niños de teta ni á los mucha-
nombre de cada uno destos chripsüanos, chos de más edad nunca los vieron llorar
para que les aderescassen casas, é que ni reyr en todo el tiempo questos chrips-
lo que les avian de dar estoviesse junto é tianos estovieron con ellos, como si fue-
á punto). E assi estos indios acordaron de ran viejos de gtent años. Esta gente no
enviar dos mugeres, una que tenian cap- osaba comer ni beber ni hager cosa desta
tiva de aquellos de donde venían, é otra vida, sin pedir ligengia á los chripstianos,
que fué con ella: que hombre no lo osa- pensando que tenian poder para matarlos
roo enviar por la guerra que tenian, c ó darles la vida, é que por esso se mo-
también porque no se entendían. É assi rian, porque los chripstianos estaban eno-
se fueron los chripstianos con toda la gen- jados. É á cabo de dos ó tres dias que
te tras aquellas dos mugeres, mudándo- allí estovieron, vinieron las mugeres é
se cada día, á esperar la respuesta que truxeron muy ruynes nuevas, digíendo
traerían en cierta parte: é assi cómo co- que la gente que avian ydo á buscar eran
608 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ydos á las vacas, é que por todo aquello é también partió Alonso del Castillo, que
no avia gente. Visto esto, los indios di- se halló más dispuesto, é fué con el ne-
xeron quellos estaban malos todos, có- gro ó las indias: las quales lo llevaron á
mo los chripstiauos lo vian, é que eran un rio, donde hallaron gente é casas é
de muy léxos-; é que los chripstianos se assiento, ó algunos fésoles ó calabacas
fuessen á las vacas, que era arriba hacia que coraian, aunque muy poco. A cabo
el Norte, é que hallarían gente; é quellos de los tres dias volvió Castillo á los chrips-
se querían quedar é yrse a otra parte, tianos , y el negro se quedó para traer la
porque teaian muy grand hambre: que gente al camino.
las tunas eran acabadas. É los chripstia- Mas porque de susso se hico mención
nos les dixeron que no, si no que por allí de vacas, no entienda el letor que son de
los avian de llevar, que era hacia el Hues- las nuestras, sino de aquellas que los es-
te ó Poniente, porque aquel era su dere- pañoles llaman vacas en algunas partes de
cho camino; é que los dolientes se que- la Tierra-Firme é algunos impropriamente
dassen, é veynte ó treynta dellos que es- las dicen dantas, porque los cueros dellas
taban buenos fuessen con ellos, é que son tanto ó más regios que! de los búfa-
uno de los chripstianos yria con aquellas nos. Los indios en la provincia de Cueva,
indias á buscar la gente é traeüa al cami- en la gobernación de Castilla del Oro, lla-
no: é paresgió que los indios se avian man á tal animal beori, como se dixo en
holgado de oyr esto. la primera parte destas historias, en el li-
Otro dia siguiente partieron de allí, é bro XII é capítulo XI.
caminaron tres dias uno en pos de otro,

CAPITULO VI.
En el qual se dá fin á la relación deslos hidalg'os Alvar Nuñez Cabeea de Vaca, Andrés Dorantes e Alonso
del Castillo; é se cuenta el discurso de su peregrinación é trabaxoso camino, é otras cosas que por ellos
passaron hasta llegar á un pueblo de chripslianos en la gobernación de la Nueva Galicia.

\_Jtro dia siguiente, después que Alon- co ó seys leguas de allí en aquel rio, don-
so del Castillo tornó adonde le atendían de sembraban; pero por la mucha gente
sus compañeros el thessorero Alvar Nu- que avia, é la poca tierra é muy áspera,
ñez Cabeea de Vaca é Andrés Dorantes, era poco lo que cogían; é por aquel rio
se partieron é fueron á toparse con la arriba los llevaron á quatro manadas de
gente quel negro traía; ó allí les dieron pueblos que avia. Tenían poco de comer,
quanlo traian, que eran algunas mantas y esso eran fésoles é calabagas é poquito
de cueros de vacas ó dantas (de las que mahiz, é no tenian ellos en qué guisarlo;
se dixo de susso) é cueros de venados, pero hacíanlo macamorras (que son co-
é sus arcos é flechas, é muchos calaba- mo puches ó poleadas) en unos calaba-
eos é algunos fésoles; é todo lo dieron los eos grandes, de aquesta manera. Hagian
chripstianos á aquellos indios que los fuego y echaban en él muchas piedras
avian traido hasta allí, é se volvieron guijeñas é limpias á calentar, y echaban
contentos; é con estotros, aunque los des- agua en el calabago é allí echaban las pie-
pojaron, se partieron, é continuaron su dras, é cómo venían ardiendo, hagian her-
camino hasta sus casas, que estaban cin- vir el agua, é allí echaban la harina de
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. VI. 609
'os fésoles, y echaban más piedras cngi- cian venían de arriba hacia la mar, é
ma, hasta que estaba buena la masamor- quollos se yban también allá. É assi an-
ra, é assi la comían. duvieron por aquel rio arriba quinge jor-
Allí les dixcron que adelante no avia nadas, sin descansar, por la mucha ham-
más harina ni fosóles, ni cosa de comer, bre que avia: é dende allí atravessaron
hasta treynta ó quarenta jornadas más al Hueste ó Poniente, é fueron más de
adelante, que era yendo de la parte don- otras vcynle hasta el mahiz por gente al-
de se pone el sol hasta ol Norte, de don- go hambrienta, pero no tanto, porque
de aquellos indios avian ávido ó traido comían unos polvos de hierbas, é mata-
aquella simiente; é que todos los indios ban mucha caga de liebre, que siempre
que hasta allí avia, tenían mucha hambre, los chripstianos la llevaban sobrada. En
é que avian de yr por aquel rio arriba ha- este camino descansaban algunas veces,
cia el Norte otras nueve ó diez jornadas, como lo solian hacer; é llegados á las
sin cosa de comer, hasta atravessar el rio primeras casas, donde avia mahiz, que
que de allí avian de atravessar, todo lo seria más de doscientas leguas de Culua-
demás avian de yr al Hueste ó Poniente can (donde estaba poblando Ñuño de Guz-
hasta donde avia mahiz, é mucho, é que man, é avia una villa, é los indios de
también lo avia hacia la mano derecha al paz) allí les dieron mucha cantidad de
Norte, é más abaxo por toda aquella tier- mahiz ó harina tostada é fásoles é cala-
ra debia ser á la costa, segund después bagas é otras semillas, é de las otras co-
paresció; pero que era muy más léxos, é sas que les solian dar. É tenían estos in-
que estotro era lo más cercano, é que dios algunas casas pequeñas de tierra, fe-
eran todos amigos hasta allá ó de una chas de tapias con sus terrados, las más
lengua. Estos indios daban ya mucha can- de petacas (petaca, quiero decir cesta):
tidad de mantas de vacas, é decían que- assi que serian como emplentas, ó cosa
llos las mataban en verano cerca de allí, texída de hojas de palmas ó bexucos, ú
é que avia muchas. É assi fueron por es- otra trabacon semejante.
te rio arriba las nueve jornadas, cada dia Desta manera fueron más de ochenta
caminando hasta la noche, con grandíssi- leguas, é de tres á tres dias é de dos á
ma hambre: é siempre á la noche dor- dos dias llegaban á pueblos, é descansa-
mían en casas é con gente que les daban ban un dia ó dos en cada pueblo. E den-
muchas mantas de vacas é otras cosas, de allí les comencaron á dar muchas man-
que trocaran ellos de buena gana por ros- tas de algodón, é buenas, é todo lo que
cas de Utrera, porque no les daban de tenían, que ninguna cosa les quedaba, é
comer, ó no lo tenían, sino una cosa que algunas turquesas assimesmo: lo qual to-
aquellos indios llaman masarrones, que do , assi como se lo daban á los chrips-
cogían de unos árboles, que eran muy tianos, lo tornaban á dar ellos. É avia
mala cosa, é aun no para bestias, sino tantos dolientes que los afligían é cansa-
para aquellas que lo muelen con unas pie- ban con las curas dellos, porque eran
dras : en fin es todo palillos, é assi se co- mucha gente é á todos los avian de fre-
me. Comían los chripstianos algunos pc- gar é saludar; y el que no quedaba salu-
dacillos de gorduras de venados que dado, pensaba que se avia de morir: é
traían á cuestas; é hallaban en el camino venían de diez é doce leguas á la redon-
poca gente, é decíanles que eran ydos da á les traer enfermos, é venían con
á comer las vacas, tres jornadas de allí ellos (digo con los chripstianos do quier
en unos llanos entre las sierras que de- que yban) mili ó mili é quinientas perso-
TOMO ITI. 77
CIO HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ñas, é algunas veces passaban de tres de allí, segund por señas lo daban á en-
mili, hasta que salieron ó lo llano, cerca tender; é á este pueblo, ó mejor diciendo
de la costa; é quando allí llegaron, avia pueblos juntos, nombraron los chripstia-
ocho meses que no salían de las sierras. nos la Villa de los Coragones, porque les
Á todas aquellas gentes amonestaban dieron allí más de seyscientos coracones
é imponían estos chripstianos en que to- de venados escalados é secos. Toda esta
viessen inclinación al cielo, é que á él al- gente, donde las primeras casas del
cassen los ojos; é puestas las manos jun- mahiz, andan los hombres muy desho-
tas, hincándose de rodillas, quando to- nestos, sin se cobrir cosa alguna de sus
vicssen alguna nescessidad, so encomen- personas; é las mugeres muy honestas,
dassen á Dios Todopoderoso. Y assi ellos con unas sayas de cueros de venados has
lo hacían, ó creían questos chripstianos ta los pies, é con falda que detrás les
venían del cielo, é holgaban mucho quan- arrastra alguna cosa, é abiertas por de-
do tes contaban algunas cosas de allá; pe- lante hasta el suelo y enlajadas con unas
ro no se lo sabian dar á entender como correas. É traen debaxo, por donde es-
quisieran, por falta de lengua, porque si tán abiertas, una mantilla de algodón é
esta tovieran, segund la fée é afigion con otra encima, é unas gorgueras de algo-
que escuchaban é seguían á los chripstia- don, que les cubren todos los pechos.
nos , é segund las pocas yrronias é ydo- Decíanles aquellos indios que por to-
latrias que aquellas gentes tenían, decían da aquella costa del Sur hacia el Norte
estos chripstianos que escaparon, que sin (que mejor se puede é debe llamar, no
dubda creían que fueran buenos chrips- del Sur sino septentrional) avia mucha
tianos. gente é mucha comida é mucho algodón,
Esta gente les tenia tanto amor, que é las casas grandes; é que tenían muchas
quando se partieron yban llorando é ios piedras turquesas, quellos las traían de
que los llevaban adelante; é algunas mu- allá por rescate, é no les supieron dar
geres que estaban preñadas é otras recien racon de oro alguno ni to vieron nueva de
paridas venían con los niños en bracos á minas. É assi creyeron estos chripstianos,
se despedir de los chripstianos, dando á por lo que allí les diseron, é por lo que
los niños tres ó quatro granos de mahiz antes que entrassen en las sierras vieron,
en las manos, porque los tomassen los que aquel cascabel é mantas que les die-
chripstianos é íes diessen licencia, pares- ron de algodón (como lo ha contado la
ciéndoles que si aquellos tomaban de los historia) venían de arriba de la otra mar
niños que nunca avian de adolescer ni es- é costa ques dicho, é assi les dixeron que
tar malos. Pues passadas las sierras ques está poblada de mucha gente é comida.
dicho, llegaron estos quatro chripstianos É también les paresció que aquellos ter-
(que son los tres españoles ques dicho y radiílos é andar las mugeres en hábito
el negro, que era chripstiano, llama- tan honesto, lo aprendían é tomaban de-
do Esteban) á tres pueblos que estaban Ha; porque dende allí hágia acá adelan-
juntos é pequeños, en que avia hasta te , bien trescientas leguas, hasta un rio
veynte casasen ellos, las quales eran que descubrió Ñuño de Guzman, avia
como las passadas é juntas (que no es- aquel trage é casas, é de allí para acá
taba aqui una é otra acullá, como en la adelante no, sino las casas de petacas é
tierra de paz que después vieron). É de paja, é las mugeres con unas manti-
allí vino gente de la costa á los chripstia- llas hasta el medio, é algunas más hones-
nos , que serian de doce ó quince leguas tas hasta la rodilla. Después de aqueste
DE INDIAS. L1J3. XXXV. CAP. VI. Gil
pueblo fueron treynta leguas hasta este comían sino cortegas de árboles é otras
rio ya dicho, hagiéndoseles los rescibi- rayges, é malas venturas, á causa de lo
mientos que se han dicho é acompañan- qual estaban tan flacos é sarnosos que era
do á los chripstianos: é allí les llovió quin- lástima verlos. É causábalo que degian que
ge días é les fué forcado parar, y era por avian entrado por allí los chripstianos tres
navidad; é tovieron allí siempre mucha veges, é les avian llevado la gente e des-
gente consigo, que nunca los dexaban, truydo los pueblos; y estaban tan temo-
aunque eran de bien íéxos. rigados c medrosos que no osaban pares-
Allí vido Castillo á un indio una hevi- ger en ninguna parte, sino aquí uno é
lleta de cinto ó talavarte é un clavo de acullá otro, como gente aventada por los
herrar colgado del pescueco como por jo- montes debaxo de una esterilla, sin re-
yel, é tomósele; é preguntáronle los poso ni osar sembrar. Mas con todo su
chripstianos que qué cosas eran aquellas, temor, todos se juntaban para resgebir es-
é respondió que otros hombres, como tos pocos chripstianos,.porque los tenían
aquellos chripstianos, avian llegado allí por cosa sancta é divina , ó por hombres
con caballos é langas y espadas; é seña- venidos del gielo, por los llevar adelante.
laban cómo los alangeaban é los mataban É aun essa esterilla que tenían (é acostum-
á los indios. É gierto ellos los tovieron bra cada uno tener arrollada sobre sus
por chripstianos, porque antes que allí hombros ó só el sobaco, porque es su ca-
llegassen estos tres españoles é el negro, ma sobre que duermen) la traían para se
les avian enseñado cómo estaba allí un in- la dar; é fué assi, que donde pensaban
dio que avia venido de allá de hágia los resgebir más daño, allí los tenían en más
de las barcas é los avia de llevar á ellos, é resgebian más honra: ques más de ma-
é decíanlo muchas veges. É cómo no los ravillar. É assi fueron hasta un pueblo
entendían, estaban espantados, é segund que estaba en una sierra , engima de un
después paresgió, por lo que en Culua- risco muy alto é fragoso, por miedo de los
can les dixeron después los españoles, chripstianos; y está este pueblo quarenta
aquel indio era de dos ó tres que los de leguas de Culuacan, donde estaban los
Ñuño de Guzman avian dexado, quando españoles; é allí los resgibieron con mu-
allí llegaron, enfermos é cansados. cho plager, é se juntó mucha gente de
Dende allí comengaron á caminar con muchas partes que los yban á ver, E otro
muy grand desseo é alegría de la nueva día luego siguiente enviaron sus mensa-
que tenían estos pocos chripstianos de los jeros adelante á otros pueblos que esta-
españoles de adelante, é los indios nunca ban tres dias de camino de allí., para que
otra cosa hacian sino hablarles en ello, les higiessen las casas ó ranchos é sejun-
como en cosa con que les hagian plager, tassen para los resgebir; é quando fueron,
tanto que aunque lo querían disimular no no hallaron los españoles allí, que anda-
podían, é temían que á la frontera de los ban hagíondo esclavos, y estuvieron una
chripstianos les avian de hager alguna noche sobrellos mirándolos; é otro dia
burla. É dende donde les llovió hasta los buscaron gente por aquellos montes al re-
chripstianos avia gient leguas ó más; ó dedor, é cómo no la hallaron, que avian
donde el pueblo do Coragones hasta allí ydo muy léxos, se tornaron é les dixeron
siempre fueron costeando, diez ó doge le- lo que avian visto, tan turbados que
guas metidos en tierra: y en aquellas quassi no podían hablar. É toda la gente
gient leguas en algunas partes avia de co- assimesmo se turbó é ovieron muy grand
mer y en otras mucha hambre, que no miedo, é muchos se despidieron é se tor-
612 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
naron; é á los que quedaron dixéronles é diverssas gentes é lenguas; é dieron
estos chripstianos afortunados que no muchas gragias á Dios, Nuestro Señor,
oviessen temor, quellos haríaná los chrips- por tan nuevo é grandíssimo misterio. É
tianos, de quien temían, que se tornas- assi estos otros les pidieron por testimo-
sen á su assíento é no les higiessen mal, nio de la manera que venian é traian
ó que fuessen sus amigos: lo qual holga- aquella gente de paz é de buena voluntad
ron de oyr, é respondieron que assi lo que los seguían; y ellos se lo dieron por
hiciessen, porque no osaban sembrar ni fée é testimonio, el qual se envió á Sus
estar en sus casas por amor dellos, é que Magostados > dando loores á Jhesu Chrips-
se morían de hambre. É assi asegurados, to, Nuestro Redemptor, que fué servido
se fueron con los tres chripstianos, é en- de guardar estos pocos chripstianos de
trellos venían indios de más de ochenta tan innumerables trabaxos, para que vi-
leguas atrás, que decían que nunca ios níessen á dar cuenta al Emperador Rey,
avian de dexar. É assi prosiguieron su nuestro señor, del subgesso de aquella
camino, é quando llegaron al pueblo, no desdichada armada, é de la calidad de
hallaron los chripstianos; pero hallaron la tierra questos vieron. Y esto vieron allí
sus ranchos, é avia dos dias que avian un dia con ellos.
ydo de allí ? ó determinaron de yr tras É porque essa gente de españoles avia
ellos y enviáronles á decir que los es- ciertos dias que no podian aver un indio
perassen ó quellos volviessen á estos ni persona, é tenían nescessidad de basti-
otros. Y el Cabeca de Vaca tomó el traba- mento para los caballos, rogaron á esto-
xo de yr tras ellos, é llevó consigo al ne- tros peregrinos que enviassen á llamar
gro é á una docena de indios: é los que gente de la que estaba por los montes
quedaban, que eran los otros dos chrips- escondida de temor. É hiciéronles sus
tianos, enviaron á buscarla gente que esta- mensajeros, como lo acostumbraban ha-
ba huyda por los montes é arcabucoso bos- ger por todo el camino, é luego vinie-
cages; ó otro dia siguiente vinieron más ron al otro dia hasta seysgientas ánimas
de tresgientas ánimas hombres é mugeres, hombres é mugeres, é algunas con sus
é dixeron que otro dia vendrían más, que niños en los bracos de teta, é con ollas
estaban huydos más léxos: é assi saca- de mahiz embarradas las bocas, que de
ron más que estaban apartados é se jun- temor de los chripstianos las tenían escon-
taron más de quatrocientas personas de didas por los montes.
aquellos ausentados, sin los otros indios ¿Parésgeos, letor chripstiano, ques con-
que con los chripstianos se venian. templativo este passo y exergicio diferen-
El thessorero Cabega de Vaca anduvo te de los españoles que estaban en aque-
todo aquel dia hasta la noche en rastro lla tierra, é de los quatro peregrinos,
de los chripstianos, y el siguiente dia alle- que los unos andaban hagiendo esclavos
gó á dó estaban alojados é assentados en é á saltear, como de susso es dicho, é
salto cerca de un rio, sin saber adonde los otros venian sanando enfermos é ha-
avian de yr, porque avia quince dias que giendo miraglos?.. De quopodeys colegir
no hacían un esclavo ni podían ver un in- quánta parte destos trabaxos consiste en
dio. É llegado donde los chripstianos es- la buena ó mala intengion é obras de los
taban, que serian hasta veyntc do caba- mesmos chripstianos, é por el número de
llo , quedaron admirados y espantados de los muertos é de los vivos podeys con-
ver al Cabeca de Vaca, é mucho más de gecturar lo que os paresgiere. Pues no
ovrle, é aver passado por tantas tierras los tengays á lodos los que por acá andan.
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. VI. 613
é han andado por españoles, aunque la los resgibiómuy bien, é dando gragias á
mayor parte dellos lo son, sino de di- Dios por las maravillas que con estos hi-
verssas nasgiones, que llamándose chrips- dalgos avia obrado. É porque tenían ger-
tianos, acá han passado en busca deste ca de allí muchos pueblos levantados é
oro, é algunos lo hallan por su mal, é la gente dellos no se avia ydo á la sierra,
otros nunca lo topan, sino la muerte 6 an- enviaron dos ó tres indios de los que po-
gustias tales como las que podeys aver co avia que avian hecho esclavos, é con
entendido de aquesta legión. una seña que les dieron estos peregrinos
Tornemos á la historia é relación des- chripstianos enviaron á llamar todos los
tos hidalgos, que dige que después de indios que estaban al gados, é mandá-
recogida aquella gente que andaba alga- ronles degir que viniessen seguros é que
da , por mandado de aquellos pocos ningún mal les seria fecho. É los mensa-
chripstianos, dixeron á estos peregrinos jeros fueron con aquella seña, que era
aquel que yba por capitán de los españo- un calabago que solían traer cada uno en
les que toparon, que los hablasse é di- las manos, é tardaron allí ginco ó seys
xesse que higiessen sus assientos en sus días, é á cabo dessos vinieron é truxeron
pueblos é higiessen sus sementeras como tres señores ó cagiques pringipales é quin-
solían, é que los chripstianos no les ha- ge ó diez y seys indios otros de los levan-
rían mal ni enojo alguno, ni querían sino tados: los quales truxeron á ofresger
que quando los chripstianos passassen por qüentas é turquesas é muy lindos pluma-
sus casas, les díessen de comer á ellos é á jes á los tres chripstianos peregrinos de-
sus caballos. Y esto se les dio a entender, lante del dicho Melchior Díaz, alcalde ma-
é les dieron ligengia que se fuessen segu- yor. El qual les higo hablar, dándoles á
ros a sus pueblos: los quales no se que- entender cómo estos chripstianos venían
rían yr ni apartar de los chripstianos, di- del gielo, é habían andado por muchas
giendo que no los avian servido bien ni partes, digiéndoles que toviessen inclina-
acompañado, como se debiera de hager. gion al gielo, é que allá está el señor de
En fin, Cabega de Vaca é sus compañeros todo lo criado, é que á los buenos daba
les dixeron que se fuessen en buen hora, gloria, quando él queria que muriessen en
porque ellos yban donde estaba el señor aquesta vida, é á los que no le querían
de los chripstianos, é quellos le habla- bien é no le creian é servían, como á su
rían para que mandasse que no los persi- solo Dios Todopoderoso, les daba pena
guiessen ni enojassen. É assi se fueron de fuego para siempre jamás. É que aque-
los indios en paz, é aquestos chripstianos llos pocos chripstianos avian allí venido,
se fueron con tres de caballo que los para degir á los otros que no higiessen
acompañaron hasta la villa de Cuiuacañ, mal ni enojassen ni matassen á los indios,
que fué poblada en la costa de la mar del con tanto que se assentassen en sus pue-
Sur, al Poniente, por Ñuño de Guzman, blos é creyessen en Dios, é higiessen igle-
que seria bien treynta y ginco leguas ó sias donde él fuesse servido, é pusiessen
más do allí. Y el caudillo ó capitán de la cruges en los pueblos é las truxessen con-
gente de aquellos españoles se fueron há- sigo : é que quando algunos chripstianos
cia las sierras á hager esclavos. fuessen por su tierra, que los satiessen á
Llegados pues estos chripstianos, ocho resgebir con una cruz, á la qual todos se
leguas antes de la villa, ó un valle po- humillarían, é desta manera no los harían
blado de paz, salió á ellos el alcalde ma- mal é los temían por hermanos; y ellos
yor de la villa, llamado Melchior Díaz, é lo entendieron muy bien, é dixeron que
614 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
assi lo liarían, é se fueron. É luego co- treynta y nueve años, yendo de camino
mentaron á baxar de las sierras á po- para Castilla á dar relación de lo ques di-
blarle hicieron iglesias, é pusieron sus cho al Emperador Rey, nuestro señor, é
cruges, como les fué mandado. É assi fué á su Real Consejo de Indias.
por todo aquello que estaba poblado de É assi que, este fué el subcesso del ca-
paz por nuestros chripstianos. pitán Pamphilo de Narvaez é de su arma-
Plega á Nuestro Redemptor questas da, al qual é los demás haya Dios perdo-
gentes salvages, en vida é ventura de la nado por su infinita misericordia, tomando
Cessárea Cathólica Magestad, vengan en en descuento de sus culpas sus trabaxos é
conoscimiento é servicio de Dios, y en muertes tan desapiadadas. É assi se debe
obidiencia de la corona real de Castilla, creer que la bondad divina remedió sus
como buenos é fieles vassallos de Su Ma- ánimas, pues que eran chripstianos, é su
gestad, á quien estos tres hidalgos ya di- desseo seria el que era racon que tovies-
chos, Alvar Nuñez Cabeca de Vaca, é An- sen de ampliar la república chripstiana é
drés Dorantes é Alonso del Castillo, ha- servir á su Príncipe, é remediar su po-
ciendo relación de lo que la historia ha brera ó nescessidad cada uno en su cali-
dicho, lo escribieron, certificando que dad honesta, ó justamente para que me-
por toda la tierra, donde anduvieron, no resciessen en la última hora de su vida
vieron ydolatria, ni sacrificar hombres, aquel sospiro que ei profeta Ezechiel di-
ni saber qué cosa es, hasta que llegaron ce : «En qualquiera hora quel pecador
ú la cibdad de Composlela, que edeficó é sospirare é llamare, será perdonado '.»
pobló en aquellas partes el gobernador Lo que subcediere en estas provincias
Ñuño de Guzman. donde fué Pamphilo de Narvaez á poblar,
Esta relación sacó el chronista de la ó mejor diciendo á perderse, si en mi
carta, questos hidalgos enviaron á la Real tiempo fuere, acomularse há en prosecu-
Audiencia, que reside en esta cibdad de gjon de la historia , ó escribirlo há quien
Sancto Domingo desta Isla Españolaren- me subcediere en la continuagion desta
de el puerto de la Habana, donde toca- General historia destas Indias.
ron el año passado de mili é quinientos é

CAPITULO VII.
En quel auclor destas historias cuenla algunas cosas que en la relación sussodicha no cuentan , las quales
después en España, año de mili é quinientos é quarenla y siete años, en la curte del Príncipe don Felipe,
nuestro señor, en Madrid, le contó é ciixo el mesmo Átvar Nuñez Cabeca de Vaca: las quales cosas son del
mesmo jaez é propria historia é tierra, donde se perdió el dicho Pamphilo de Narvaez é su gente.

L odo esto ques dicho en esta relación lo porque todo se tiene por cierto, diré lo
avia fecho imprimir este cavallero é an- que en este capítulo higiere al caso bre-
da de molde, é yo le rogué que me lo vemente , pues que no se debe preterir
mostrasse; é después de ayerme informa- ni olvidar, á vuelta de tantos trabaxos,
do del, é ser persona que debe dársele lo que adelante podría en parte aprove-
crédito, assi por su expiriencia como char, é al pressente satisfacer á la bisto-

1 Quia nolo morlem "morienlis, dicil Dom'mus vcrs. 32.)


Ueus: reverliinini et vivite. (Ezech., cap. XV11I,
DE INDIAS. Lili. XXXV. CAP. VII. G15
ria. Pero en alguna manera yo tengo por para yr á poblar en la costa del Norte de
buena la relación de los tres é por más la Tierra-Firme, á las provingias questán
clara que estotra quel uno solo hage é dende el rio de las Palmas hasta el cabo
higo imprimir, puesto que, como digo, de la Florida, con ginco navios, en que
yo tomo della é del mesmo auctor Cabe- yban seysgientos hombres, pocos más ó
ga de Vaca lo que en este capítulo él aña- menos, en la quai armada yban por offi-
de, é quos bien dicho é nesgessario, non giales de Su Magostad estos: Alvar Nu-
embargante que, como gente tan traba- ñez Cabega de Vaca por thessorero é al-
jada, no relatan ni aun tenían forma de guagil mayor, Alonso Enriquez por conta-
alcangar á saber en qué grados ni altura dor, Alonso de Solís por factor é veedor,
audovieron perdidos, viendo lo que has- fray Johan Gutiérrez, de la Orden de
ta aqui es dicho: de lo quai no me mara- Sanct FYangisco, por comisario, con otros
villo , pues quel mesmo piloto que los lle- quatro fray les de la mesma Orden. Y en
vó, llamado Miníelo, no los supo guiar quarenta y ginco dias llegaron á la Isla
al puerto questa armada fué á buscar, é Española, donde se proveyeron de caba-
no supo degir adonde los puso ni dónde llos é otras cosas, é aun se les quedaron
estaban; é como el principio fué errado, hasta giento é quarenta personas; y essos
tampoco se agertó el medio, y el fin le fueron los mejor librados, porque en un
higieron tal como es dicho. Ni quiero huracán ó tormenta que los tomó adelan-
consentir al Gabega de Vaca el nombre te en la isla de Cuba en el puerto de la
que en su impression dá á aquella isla, villa de la Trinidad, se les perdieron dos
que llama de Mal Hado, pues en la pri- navios con hasta sessenta hombres é
mera relagion no le pusieron nombre, ni veynte caballos. É invernaron los que
él se le puede dar: antes en aquella is- quedaron en aquella isla, é á los quatro
la fueron bien tractados los chripstianos, de Noviembre del mesmo año llegó allí el
como él mesmo lo confiessa en la una é gobernador con los quatro navios, con que
otra relagion; é si la mar ó fortuna les avia ydo á Sanctiago, ques el pringipal
quitaron las dos barcas, no ovieron me- pueblo de aquella isla; é mandó que se
jor dicha las restantes ni tal donde apor- fuessen todos doge leguas de allí al puer-
taron. to de laXagua, dende el qua! después,
Digen ambas relagiones que los fray- con los quatro navios é un bergantín,
Íes avian hecho quemar los cuerpos que se partió con quatrogientos hombres é
hallaron muertos metidos en las caxas de ochenta caballos, de los quales los treyn-
Castilla, digiendo que eran ydólatras; é ta y ocho perdieron en su camino; é des-
fuera mejor hager que se cnterrassen, embarcaron en Tierra-Firme quarenta y
pues las mesmas caxas é otros indigios dos bien flacos é fatigados.
les daba ocasión que se pensasse que Dige más Cabega de Vaca: que en
eran chripstianos; é assi se dige en la se- gierto rio se ahogó Johan Velazquez de
gunda relagion que de indios supieron Cuéllar é su caballo, el quai caballo lo
después que aquellos defunctos eran comieron los españoles, porque les falta-
chripstianos. ban otros manjares.
Dige más Cabega de Vaca: que á los Dige más en esta su relagion impressa,
diez y siete de junio de mili é quinientos quando habla en la provingia de Apala-
é veynte y siete años partió el goberna- che é sus confines: que hallaron grandes
dor Pamphilo de Narvaez con su armada árboles é montes, nogales, laureles é ár-
del puerto de Sanct Lúcar de Barrameda boles de liquidámbar, gedros, sabinas,
616 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
enginas, pinos, robles, palmitos baxos, poco los cuñados, ni se hablan; é si aca-
como los del Andalugia, mahigales, ca- so se topan, se desvian un tiro de ballesta
sas despartidas, como en los Xelves, ve- uno de otro, las cabecas basas mirando
nados, é un animal que trae los hijos en en tierra, y olla (digo la regien casada)
la bolsa; é destos más he visto yo, y en la puede ver é hablar á todos. Quando se
primera parte destas historias, en el li- muere alguno, en tres meses siguientes no
bro XII, capítulo XXYII, se dice qué ani- buscando comer,aunque mueran de ham-
males son estos, queste cavallero quiere bre: é sus casas son de esteras é sobre
decir son los que en la lengua de Cueva conchas de ostiones. Curan los médicos
se llaman churchas. Dice assimesmo que á soplos, é sajan al pagiente en el lugar
hay muchas aves assi como ánsares, ána- do siente el dolor, é chupan alrededor,
des, patos reales, dorales, gargotas, é también le dan cauterios de fuego, é á
perdices, palomas, aleones, neblies, ga- los unos é otros soplan, porque assi di-
vilanes, esmerejones, papagayos de di- gen que echan el mal fuera; y en pago de
verssas maneras. Es la gente bien dis- su trabaxo^ dan al médico quanto tienen.
puesta é flecheros en las más partes. En la isla, que Cabega de Yaca llama
Nombra cinco chripstianos, que de ham- de Mal Hado, dige que hay dos linages,
bre se comieron unos á otros, é llamában- los unos se digen capoques, y el otro han
se Sierra, Diego López, Corral, Palacios, é tienen por costumbre, quando se ven
Goncalo Ruiz. antes que se hablen, estar media hora llo-
Dice Cabeca de Yaca que cierta gente, rando ; é después el ques visitado, se le-
por donde anduvieron de hombres bien vanta primero é dá al otro quanto tiene,
dispuestos, traen la una teta horadada de y el otro lo resgibe é dende á poco se vá
una parte á otra, ó algunos ambas, é por con ello, ó á veges sin le hablar.
el agugero atravessada una caña tan Y en otra parte dige en su segunda re-
gruessa como dos dedos é tan luenga co- lagion quel gobernador, donde aportó
mo dos palmos y medio: é assimesmo después en su barca revocó el poder que
traen horadado el labio de la boca infe- avia dado á su teniente Pantoja, el qual
rior, é por el agugero puesta en él una á los pocos que quedaban los tractaba
caña delgada. mal; é que se revolvió con él otro hidal-
Dice que entierran los hombres que go llamado Sotomayor, é con un palo lo
se mueren, é á los que dellos son mó- mató; é que los que se morían, los comian
dicos los queman por los honrar, y en los que quedaban vivos, fechos tasajos;
tanto que arden baylan los otros indios, é quel postrero de aquellos que murieron
é toman los huessos quemados é há- fué el Sotomayor, al qual higo tasajos un
cealós polvos, é por fiesta los beben Esquivel, con los quales se sostuvo algu-
los parientes de los tales físicos. Essos nos dias, é que después á este lo mata-
son de mucha auctoridad é pueden tener ron indios. El qual Esquivel es el que di-
dos ó tres mugeres, é los otros hombres xo cómo el gobernador le avia llevado la
sendas los que se casan. Todo aquel ano mar en su barca con un page é otro hom-
la caga que matan é pescado, lo dan á la bre, é lo contó á un Figueroa. E la muerte
muger sin osar comer ni faltar cosa algu- del Esquivel fué por un sueño de una in-
na, é la muger lo dá lodo ello á sus pa- dia, porque allí creen en sus sueños, é á
dres: en el qual tiempo de aquel año ni veges matan á sus proprios hijos por sus
los suegros entran en casa del yerno ni sueños, é á las hijas bagen comer á per-
el yerno en casa de los suegros, ni tam- ros muchos dellos, assi como nasgen;
DE INDIAS. LIB. XXXV. CAP. VII. 617
porque digen que no las han de casar con to hagen los mangebos é sin hijos; pero
parientes ni darlas á sus enemigos para los que tienen hijos, no los dexan, é per-
que multipliquen: é las que toman por severan en su compañía.
mugeres compradas, ó dan por ellas un Si riñen los naturales, dánse de pa-
arco é dos flechas é una red de hasta una los, é no han de entrar por ningún ca-
bragada luenga c otro tanto ancha. so arco ni flecha en la rengilla; é los
Comen arañas, huevos de hormigas, que los han de despartir, han de ser las
gusanos é lagartijas, culebras, víboras, mugeres é no los hombres en ninguna
é comen tierra é madera y estiércol de manera.
venado, é todo loque pueden aver. Son Quando las mugeres están con su cos-
grandes ladrones é mienten mucho. Cor- tumbre, no buscan de comer sino para sí
ren dende la mañana hasta la noche sin solas, porque ninguna persona come de
descansar, é assi cansan los ganados é lo qucllas traen en el tiempo que es-
los toman vivos. Hay sodomitas cntrellos, tán assi. É allí es donde un hombre se
é algunos tan abominables que tienen otro casa con otro, y el pagiente anda como
hombre por muger públicamente; é los muger é sirve en todo lo que la muger
tales pacientes afeminados no entienden ha de servir á su marido.
en cosa alguna de los hombres, sino en Mczquizquez es una fructa como garro-
todos los exergigios que se ocupan las bas , de que hagen gierto manjar mezcla-
mugeres. do con tierra , y ella por sí es amarga é
Dige essa segunda relagionque hay va- la tierra la hage dulge é buena de comer
cas en algunas partes tamañas como las desta manera. Hagen un hoyo en tierra,
de España, é los cuernos pequeños, co- y echada la fructa en aquel hoyo, allí la
mo moriscas, y el pelo muy largo; é unas muelen á pisón, é molida, de la tierra que
son pardas é otras negras, é de buena se le pega del hoyo mezclada, añaden
carne é gordas; é de las pieles de los be- fructa, é májania más, é después sácan-
cerros hagen mantas para se cubrir, é de la é pénenla en una vassija á manera do
los cueros de las vacas mayores hagen espuerta, é cubren toda la pasta de agua
gapatos é rodelas. Estas vacas vienen de que le echan; ó después el que la majó,
hágia el Septentrión, é se extienden más pruébala, é si le paresge que no está dul-
de quatrogicntas leguas hasta la costa de ge, añaden tierra é párase mejor. É fecho
la Florida, é llegan á ella. esto, siéntanse á la redonda deste manjar
Dende aquella isla de Mal Hado ade- los que lo han de comer, é cada qual me-
lante , en mucha parte do lo questos que te la mano é saca lo que puede, é come
escaparon anduvieron, digo Cabega de de las pepitas é cascaras é agua. Hagen
Vaca, que después que la muger se em- otros potages en dos ó tres moleduras de
preña, no duerme con el marido hasta dos la mesma fructa.
años cumplidos que han criado los hijos, En un grand pueblo hallaron estos
los qualcs maman hasta que han doge chripstianos que todos los naturales de
años, que sepan buscar de comer: é pre- aquel pueblo eran tuertos de nubes, ó
guntando la causa, digen sus padres que giegos de todo punto,
se hage por la mucha hambre do aquella Dige essa postrera relagion que los in-
tierra, porque de hambre no se mueran, dios* en gicrlas partes, les dieron á es-
ni queden flacos ó sin fucrgas. tos chripstianos, Cabega de Vaca é sus
Dexaban las mugeres por pequeña ó compañeros, unos taleguilios de plata; y
ninguna causa, é cásansc con oiros. Es- es error del impressor, pues que avia de
TOMO III. 78
GIS HISTORIA GENERAL Y NATURAL
decir taleguillos de margarita, é no de En esto destos mancanillos, esta rela-
plata. ción habla de oydas; é yo he visto mu-
Hay pinos chicos é muchos piñones, chos é innumerables dellos, y en otra
é las pinas como huevos, é los piñones parte destas historias se escribe por mí
mejores que los de España, porque tie- más largamente lo que toca á esta hierba
nen las cascaras muy delgadas; é quan- de los flecheros.
do están verdes, los muelen é hacen de- Dige esta relación postrera de Cabeca
llos pellas, é assi las comen; é si están de Vaca, que por toda aquella tierra don-
secos, los muelen con las cascaras é los de alcancan sierra, vieron grandes mues-
comen hechos polvos. Hay por allí mu- tras de oro é alcohol, hierro, cobre é
chas liebres, que matan á palos con gar- otros metales. Yo quisiera esto más claro,
rotes, juntándose muchos capadores; é é más larga claridad en ello. En la rela-
hay muchos venados, que matan con fle- ción primera que la Audiencia Real me
chas. dio, ques la que se contiene hasta en fin
Dice esta última relación que hallaron del capítulo pregedente, dige que vino de
Cabeca de Vaca é sus compañeros una Cuba, del puerto de la Habana, y en esto-
gente, que la tercera parte del año no tra, de que tracta este capítulo, dige que
comen sino unos polvos de paja. tocó Cabega de Vaca en la Habana, é que
En otra parte dige que á Dorantes le llegó á Lisbona á nueve de agosto de mili
dieron esmeraldas, fechas puntas de fle- é quinientos é treynta é siete años. Pero
chas ; é preguntándoles que de dónde les porque estos tres hidalgos me paresge
llevaban essas esmeraldas, respondieron que hombres que escapassen con las vi-
los indios que se las traian de unas muy das no los ha ávido en Indias más traba-
altas sierras que están hacia el Norte, é xados, y es ragon que particular mengion
las trocaban á trueco de penachos ó plu- se haga de la calidad de sus personas,
mas de papagayos. digo quel uno es este auctor de la segun-
Dice que hay tres maneras de vena- da relagion, llamado Alvar Nuñez Cabe-
dos , é que la una dellas son tamaños co- ga de Vaca, hijo de Frangisco de Vera é
mo novillos de Castilla. nieto de Pedro de Vera, el que fué capi-
Hace memoria de la hierba que algu- tán pringipal quando se conquistó Cana-
nos flecheros de aquellas partes tienen, ria , é su madre se llama doña Teresa Ca-
de unos árboles del tamaño de mánganos, bega de Vaca, natural de Xerez de la
que no es menester más de coger la fruc- Frontera. El segundo es Alonso del Cas*
ta é untar la flecha con ella, é que si no tillo Maídonado, natural de Salamanca,
tiene fructa quiebran una rama, é con una hijo del dotor Castillo é de doña Aldonga
leche que tienen hace lo mesmo; é que Maldonado. El tergero es Andrés Doran-
hay muchos destos árboles que son tan tes, hijo de Pablo Dorantes, natural de
poncoñosos, que si majan las hojas del é Béjar é vegino de Gibraleon. El quarto se
las lavan en alguna agua allegada, todos llama Estebanico, de color negro, alára-
los venados, ó qualesquiera otros anima- be, natural de Agamor, en África.
les, que della beban, revientan luego.
Aqueste es el libro décimo séptimo de la segunda parte, y es el trigéssimo sexlo de la
General y natural historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Océano de
la corona é ceptro real de Castilla é de los Reyes della: el qual tracta de la gober-
nación de la provincia llamada La Florida, ques en la Tierra-Firme á la parte del
Norte , y está Norte Sur con la isla de Cuba é puerto della, que llaman laMatanca.

PROHEMIO.

Oentencia es de Ciro, rey de los per- que sospechemos que no avrá Dios per-
sas , que los soldados sean galardonados mitido que sus fatigas se hayan perdido,
según d lo meresciessen sus obras *; é sen- no consiguiendo la paga exterior quel
tencia es de Dios, é su sagrada Iglesia grand rey Ciro, como justo capitán, da-
manda que creamos que los que bien ba á sus soldados, ó que los señores del
obraren, yrán á la vida eterna, é los que mundo pueden dar á quien los sirve,
mal obraren, al fuego eterno 2. Esto es la que son remuneraciones transitorias. Mas
lee cathólica, y el que fiel é firmemente avráles dado la gloria que Sancto Athana-
no lo creyere, no puede ser salvo. É assi sio dice en su Cathólico Símbolo; porque
es cosa justa que aunque estos capitanes, no solamente por ensanchar la religión
de quien en los libros precedentes se ha chripstiana gastaron su hacienda é bienes
traclado, hayan seydo infelices en sus em- temporales, mas pusieron sus personas á
pressas, acabándose sus días en ellas todo quantp peligro se pueden poner ó
con muertes é trabaxos de tanta lástima, determinar los buenos milites ó un vale-

\ Xenolbnle, lib. II. qui vero mala, in ignem eternum(S. Athanasio, De


2 El qui bona cgerunt, ibunt in vitaraelernam.* Symbolo cathólico).
G20 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
roso é noble capitán, é con la bandera dende la isla de Sanct Johan, donde este
de Chripsto é con licencia é voluntad de capitán tenia su assiento, descubrió á la
su Príncipe, fueron á morir, dexando su parte del Norte las islas de Bimini, la
reposso é quietud, ó tomando tan noto- principal de las quales está en veynte y
rios y excesivos trabaxos como hallaron y siete grados desta parte de la línia equi-
en que acabaron sus offigios, como cava- nocial, veynte leguas al Oriente del Les-
Ueros de Jhesu Chripsto. Y porque tras la te al Hueste con la Florida, ques en Tier-
trabaxosa armada é infeüce evento del ca- ra-Firme , que fué assimesmo descubier-
pitán Pamphilb de Narvacz (de quien en el ta por el dicho Johan Ponce. Y en el li-
libro precedente se tracto) se dirá en el bro XVI de la primera parte destas his-
pressente la muerte é fin de Johan Ponge torias , en el capítulo XI, yo escribí cómo
-*-, León, adelantado de Bimini; no se descubrió assimesmo la isla llamada Ba-
ha de entender que sus trabaxos fueron hamá. Queda agora de decir algunas
después de los de Narvaez, sino prime- particularidades desta tierra Florida, cu-
ro, como el letor lo podrá advertir en su yo assiento puntualmente é su costa ya se
legión, si en ello quisiere mirar, por los dixo en el libro XXI, capítulo IX en esta
tiempos en que lo uno é lo otro acaesció. segunda parte, é no hay nescessidad de
Mas aunque fué mucho antes la muerte cansar al que lee, pues allí lo hallará.
de Johan Ponce, pénese aqui después del También se dirá su desastrado fin de una
dicho capitán Narvaez por la continuación flecha ó saeta, de la qual fructa en aque-
de la costa é geographia ó assiento de la lla tierra hallaron este capitán é su gente
Tierra-Firme, que traygo dende el estre- más que no del oro que buscaban los que
cho famoso que descubrió el capitán Fer- le siguieron, quél no lo avia menester,
nando de Magallanes en el otro hemis- porque tenia assaz bienes temporales en
pherio ó polo antartico, ó voy descu- que pudiera vivir, si no toviera tan avi-
briendo hasta llegar á los Bacallaos é tier- vado el desseo de la conversión de aque-
ra que llaman del Labrador, como lo pro- llas gentes, ó de acresgentar su estado é
metí en el prohemio ó introdugion del li- persona en estas temporalidades, que
bro XX desta General historia de Indias, son tan deleznables é de tan inconstante
ques el primero desta segunda parte de- pressa como las anguillas, é aun más
ltas. É lo que hasta el pressente tiempo presto se descabullen de las manos de
se sabe desta tierra é gobernación de Ja los hombres. Lo qual no harían, si tomas-
provingia de la Florida, es muy poco en sen un puño de tierra para retenellas, á lo
comparación de lo que se espera sabor menos para usarlas, acordándose de aque-
adelante, después que la tierra se pueble llas palabras que dige el sagerdote á los
é sea mejor entendida que hasta agora. fieles, poniéndoles aquella cruz de geniga
É porque para recitar los servigios é mé- el primero dia de quaresma, para acor-
ritos del adelantado Johan Ponge de darles que son geniga ó tierra', é que en
León, si se oviessen de decir dende su ella nos avernos de resolver, para que
principio, seria nesgossario tornar á es- todo lo del suelo so tenga por lo ques, é
cribir é repetir parte de lo questá dicho, la memoria esté fixa en lo que ha de per-
si el letor quisiere mejor entenderlo, lea manesger 6 nunca acabarse. Y desta ma-
el libro XVI de la primera parte, dende nera lo que turaren estas cosas de tierra,
el capítulo IIadelante, ó allí hallará cómo usarse hían como conviniesse al ánima ó

Génesis, cap. III.


DE INDIAS. LIB. XXXVI. PROHEMO. 621
al cuerpo, é no serian causa quella con con ellos. El uno reparando su propria
é! muriesse, ni que por lo menos se ol- nescessidad, y el otro por criar sus hijos
vidasse lo ques más, é una gloria tan in- é sostener la carga matrimonial, y el otro
finita. Donde plega á Dios que á todos los por hacer limosnas con lo que adquiries-
que rescibieren su baptismo é nombre se, y.el otro para visitar la casa sánela
chripstiano haga dignos que la gocen; pues de Hierusalem é otras cathólicas ó sánelas
que los compró Nuestro Rederaptor con peregrinaciones. É assi con diverssos é
su propria é presciosa sangre é muerte, buenos propóssitos pueden aver bien aca-
en la qual caben los méritos que á los bado quanto á Dios, aunque á los hom-
pecadores faltan para conseguir la divina bres les parezca otra cosa; porque en la
misericordia; é con essa mesma sangre verdad estas cosas del ánima ninguno
é passion de quien la vertió son todos ca- puede justamente juzgarlas, sino quien las
paces de aquellas celestiales sillas, donde crió. Los hombres juzguen á sí mesmos y
plega á Jhesu Chripsto questos milites, enmiéndense, pues tan poco es el tiempo
que en estas partes han pregonado su fée, que nos puede acompañar en esta vida,
estén colocados, é que en ellas se les ha- é tan perpetuo é infinito el que ha de tu-
yan convertido aquellos thcssoros que rar la otra en bien ó en mal, segund la
acá abaxo buscaban, que no es de creer auctoridad que del Sancto Athanasio se
que moririan tan desacordados que los alegó de susso.
desseen viviendo, sino para servir á Dios

CAPITULO I.
En el qual se Iracta del armada quel adelantado Johan Ponce de León hioo , con que fué á poblar é con-
quistar en la Tierra-Firme, á la parte de! Norte, !a provincia que llaman La Florida , quél avia antes des-
cubierto, é cómo le desbarataron los indios é le hirieron de una flecha, de que vino á morir á la isla de
Cuba, alias Fernandina; é assiroesmo se traclan otras particularidades dessa tierra.

^ o m o se dixo en el libro XVI de la pri- é assi por esto como por emplear bien el
mera parte destas historias, Johan Ponce tiempo, é pensando que con él é sus di-
de León avia conquistado é pacificado la neros (que tenia hartos) podría, sirvien-
isla de Boriquen, que agora se llama de do á Dios é al Rey con ellos, doblar é ha-
Sanct Johan, y en aquella isla por su in- cerlos muchos más, 6 acrcscenlar su per-
dustria é grangerias vino á ser muy rico sona en títulos do honor y estado: é para
hombre, é á tener mucho ganado de va- este efetto, ó mejor diciendo para aquel
cas é ovejas é puercos é yeguas, é cogió que su-ventura le tenia guardado, des-
mucho oro de minas, é allegó tantos bie- pués que descubrió á Bimini ó le dio el
nes, que pudiera muy bien passar esta Rey título de adelantado por lo que avia
vida (é aun ayudar á otros en sus mise- gastado é servido en sus armadas é bus-
rias). É cómo era hidalgo c hombre tic cando aquella fuente de Bimini, que los
gentiles é altos pensamientos, parescióle indios avian dado á entender que hacia
que quitándole el cargo do la goberna- renovar é retoñescer 6 refrescar la edad
ción de la isla de Sanct Johan (como se é fuercas del que bebia ó se lavaba en
lo quitaron por la diligencia é sagacidad aquella fuente, cómo todo aquello paró
de sus émulos) quél no podia estar ni vi- en la vanidad que debía de parar una co-
vir contento donde otros le mandassen; sa tan fabulosa é mendace, é vido que
622 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
avia seydo burlado é mal informado, no so les figuraba á ellos é al que allá los lle-
cansado por gastos ni trabaxos, volvió á vó, si Dios de poder absoluto no los In-
armar con más acuerdo y expensas, é giera ser entendidos de aquellas gentes
proveyó é puso en orden cjertos navios barbaríssimas é salvages ydólatras é col-
para entrar por la Tierra-Firme en la ban- madas de delicióse vigios. Quiero degir,
da del Norte, en aquella costa é punta que aunque, como en la verdad todo lo
que entra en la mar cient leguas de lon- que paresge dificultoso es fágil de obrar
gitud é ginqüenta de latitud, poco más ó á Dios, quando le plage, es bien que pen-
menos. É paresgióle que demás de lo que semos que no somos meresgedores de
se podia alcancar é saber de las islas que essa fagilidad, ni tan á pié enjuto se to-
por allí hay, que también en la Tierra- men essas truchas: é quiere que prime-
Firme se podrían saber otros secretos é ro se reformen las personas de los pesca-
rosas importantes, é convertir aquellas dores , para que caygan en conosgimien-
gentes á Dios con utilidad grande de su to de la verdad los que los han de escu-
persona en particular é generalmente pa- char é seguir. Non obstante que con este
ra todos los que con él yban, que eran capitán yban personas religiosas é de
dosgientos hombres é ginqüenta caballos buena dotrina; pero pues lodo se erró,
en los navios, ques dicho. É hasta poner é se perdió el armada y el capitán y el
en efetto essa armada, dispendió mucho: tiempo é hagienda juntamente y en bre-
é passó á aquella tierra por el mes de ves dias, de pensar es que no era Dios
. . . . * del año de mili é quinientos é servido ni el tiempo llegado de la con-
veyute años: é como buen poblador, lle- versión de aquella tierra é provingia á
vó yeguas é terneras é puercos é ovejas nuestra sancta fée cathólica, pues permi-
é cabras é todas las maneras de animales te quel diablo aun los tenga engañados é
domésticos é útiles al servigio de los hom- por suyos á aquellos indios, ó que se au-
bres; é también para la agricoltura é la- mente la poblagion infernal con sus
bor del campo fué proveydo de todas si- ánimas.
mientes , como si el negogio de su pobla- Esta armada llegó á aquella tierra el
gion no estoviera en más de llegar é cul- año que está dicho; é luego el adelantado
tivar la tierra é apagentar sus ganados. Johan Ponge, cómo se desembarcó, dio,
Pero el temple de la región era muy di- como hombre proveydo, orden en que la
ferente é desconviniente á lo quél lleva- gente de su armada descansasse; é quan-
ba imaginado, é los naturales de la tierra do le paresgió, movió con su gente y en-
gente muy áspera é muy salvage é beli- tró por la tierra y en una guagábara ó ba-
cosa é feroz é indómita é no acostumbra- talla que ovo con los indios, cómo él era
da á quietud ni á dexar su libertad tan animoso capitán, é se halló de los prime-
fágilmente en discregion ó voluntad ex- ros, é no tan diestro en aquella tierra co-
trangera de otros hombres, ni en elegion mo en las islas, cargaron tantos é tales
de aquellos fray les é clérigos'de que yba de los enemigos, que no bastó su gente 6
acompañado para el exergigio del culto su esfuergo á los resistir. Y en fin le des-
divino é servigio de la iglesia, aunque barataron é mataron parte de los chrips-
predicassen quanto quisiessen, ni pudie- tianos, é murieron más que doblados do
ran ser entendidos con la brevedad que los indios, y él salió herido de un flecha-
* Hay un claro en el códice autógrafo, que. no
rle la expedición de Bimini, tampoco designa el
es posible ahora ¡leñar sin exposición , pues que en mes en que tuvo principio esta empresa.
el capitulo Xt del libro XV¡, en que habla Oviedo
DE INDIAS. LIB. XXXVI. GAP. I. 023
co malamente; é acordó de se yr á la is- tos mis libros ha leydo á reo, ya lo avrá
la de Cuba para se curar, si pudiesse, é visto en la primera parte desta General
con más gente é pujanca volver á essa historia de Indias: é si no ha traydo con-
conquista. É assi se embarcó é llegó ala tinuada su lecion, ocurra al libro XVII
isla al puerto de la Habana, donde des- de la primera parto, dende el capítu-
pués de allegado, vivió poco; pero murió lo XXI hasta el fin del capítulo XXX, é
como cathóiico é resgebidos los sacra- verá una lecion notable de la ferogidad
mentos, é también murieron otros que de aquella gente septentrional, é muchas
yban heridos, é otros de enfermedades. particularidades é cosas nuevas de oyr.
Pero porque este gobernador vido poco También se dixo en el libro XXXIII, en
de aquella tierra, é después andando el la conquista de la Nueva España, que
tiempo, passó á ella otro adelantado, que una caravela de las deste adelantado Jo-
fué Hernando de Soto, é con más gente han Ponce de León, aportó á la Nueva
é poder, é no coa mejor ni tal ventura, España, é aquella llevó poca gente de los
pues allá quedó muerto, é se supo mu- que escaparon del otro peligro de la Flo-
cho más de aquella tierra de la Florida, rida.
él que se quisiere informar della, si es-

CAPITULO II.
En eJ qual se Iracta de cierto animal ó vacas montesas, que hay en la Tierra-Firme á las espaldas de la
provincia de la Florida é parte septentrional de la mar ctel Norte.

IVluchos de los que han andado en la mo se verá en la figura pressente. Los


Tierra-Firme, á la parte del Norte é ma- machos tienen una corcoba alta sobre los
res más puestas al Septentrión, han visto hombros, é las hembras no la tienen, é la
muchas vacas é toros, los quales en sí lana de lo restante delcuerpoes comome-
son comunmente mayores reses que nues- rina, espessa; é no anda ni se mueve
tras vacas de España. Tienen los peseue- portante ni de andadura ó passeando, si-
QOS muy llenos de lana, é la cabeca traen no á par, como acá haría un caballo ma-
algo más baxa que las vacas de España: niatado ; pero son sueltos é muy salvages
é dende las corvas á medias piernas aba- é innumerables. La carne dellos es bue-
xo hasta las uñas están assimesmo con na y el cuero muy recio, é todos ellos
mucha lana, é lo demás de su cuerpo es son de color leonado escuro. Estos ani-
raso é las colas largas, de la manera que males hay en mucha parte de la Tierra-
acá las tienen las vacas, é los cuernos Firme al Septentrión. É porque el letor
puntiagudos y el uno contra el otro, co- mejor lo entienda se pone aqui su figura '.

* Véase la lámina V.a, fig. 7,3 de la primera parte, tomo I.


Aqueste es el libro décimo octavo de la segunda parte, y es el trigéssimo séptimo de
la Natural y general Historia de las Indias, islas y Tierrra-Firme del mar Océano de
la corona ó coptro real de Castilla é de León: el qual tracta de la gobernación de
la provincia llamada Cbicora [é más propriamente dicha Gualdape) en la Tierra-Fir-
me, á la parte del Norte, que fue á poblar el licenciado Lúeas Vázquez de Ayllon,
vegino desta cibdad de Sancto Domingo de la Isla Española, oydor de Su Mages-
tad en el Audiencia é Changílleria Real que aqui reside, cavallero de la Orden mi-
litar del Apóstol Sanctiago.

PROHEMIO.

Ei que ha de mandar soldados, solda- tió coraga ni giñó espada para ganar suel-
do debe ser primero. Dexemos estar do con ella, ni defender su capa, ni ad-
aparte los príncipes é reyes, que nascic- quirir la agena por milite. Aunque en ía
ron señores, porque aquessos son fuera verdad era de buena casta de hijosdalgo,
desta regla: e aun los tales, usando las porque yo conosgí á su padre, Johan de
armas, las entienden mejor (puesto que Ayllon, más ha de ginqticnta años, en tal
dende que nascen siempre hallan cerca possesion, vegino é regidor ó jurado en
de sí quien esto ó otra qualquiera scien- la cibdad de Toledo; é conozco bien ha
cia con verdadera expiriengia les pueda quarenta é más años otro su hijo, herma-
enseñar). Pero los otros varones es me- no del mcsmo ligengiado, cavallero de la
nester que sean exergitados, como discí- Orden militar del Apóstol Sanctiago, lla-
pulos, antes que prediquen ó usen como mado Pcralvarez de Ayllon, al qual vi
maestros. en Italia, militando en servigio del duque
Yo creo bien quel licengiado Lúeas de Valontinocs, don Céssar de Borja, é
Vázquez de Ayllon supiera ser alcalde c muy bien estimado entre los cavalleros
hager justigia, degidiendo un letigio que de su exérgito. Y vi queste mcsmo Pcral-
ante él se tractara, porque para esse efet- varez de Ayllon se halló en la defensa del
to aprendió derechos; pero nunca se vis- castillo ó fortalega de Salsas, año de mili
DE INDIAS. LLB. XXXVII. PR0I1EM10. Gao
é quinientos y tres, con el capitán don guerra sino que era noble.persona en con-
Sancho de Castilla, aleayde de la dicha versagion.
Salsas , ó con otros cavalleros é hidalgos En esta isla tuvo cargo de justigia, é
que la defendieron valerosamente al exór- después fué oydor en el Audiengia Real
gito 6 casa de Frangía, aunque la echa- que aquí reside, donde higo bien su of-
ron por tierra quassi por la grand artille- figio, é assi se pensaba que hiriera el de
ría con que ía batieron, é aun tenia ya capitán é gobernador, porque demás de
mucha parte á fuerga de picos para la ser de buena casta, avia mucho tiempo
poner enqiienlos; pero quedaron los cer- que residía en esta isla. Pero el que to-
cados invencibles, hasta que en persona mó á la postre con su armada , nunca le
el Rey Cathólico don Fernando la socor- avia hecho: créese que si hallara la tierra
rió. É aquel dia que los frangeses algaron adonde fué de paz, que la gobernara bien.
su campo, é con daño suyo se fueron, Pero quisiera yo, pues tomaba las ar-
entró el exérgito del Rey Cathólico que- mas, que aviéndolas-usado, pudiera decir
mando ó tomando castillos é villas por lo que dixo Marco al pueblo romano en
Frangía (assi como fueron Cijar é Fitot é aquella oragion, que consta por el Yugur-
la Palma, é después Leocata). tino tractado de Salustio, por estas pala-
Aquel mesmo dia vi quel Rey armó ca- bras: «Aquello quessos suelen oyr é leer,
valleros por su mano tres hjjos del duque yo lo he visto, é parte por mí mesmo he
de Alva, don Fadrique de Toledo, que fecho: é aquello quessos en los libros, yo
fueron don Gargiado Toledo, primogéni- en la miligia lo he aprendido». *
to del dicho duque (el qual don Cargia Assi que quiero degir, quel ligengiado
fué padre del duque de Aiva que hoy es Ayllon, no por hombre de guerra, pero
don Fernando Alvarez de Toledo); y el por virtuoso cavallero é persona de buen
segundo que armó cavallero fué don entendimiento, era tenido. Exergítados
Pedro de Toledo, marqués de Villafran- han de ser los que exérgitos han de man-
ca, hermano del dicho don Gargia; é á dar, muy bien dige el mesmo auctor:
don Fernando de Toledo, comendador «Fagil es todo pringipio do guerra, mas
mayor que fué después de Alcántara, muy difigil el fin; porque el comengar es
hijo menor del dicho duque don Fadri- lícito á qualquicra por desútil que sea;
que. Y el quarto fué un hidalgo leonés, mas el fenesger es solamente congedido
llamado Martin de Robles, que se ha- á los vengedores». 3
lló dentro en la defensa de Salsas: el Como quier quello sea, no desmerez-
quinto fué Pedro de Losada, agcmilo- co su buen desseo del ligengiado, porque
ro mayor del Rey, que también estu- su fin créese que era de cathólico, é que
vo dentro de Salsas; y el sexto que ar- desseaba servir á Dios é al Rev, acres-
mó cavallero fué este Perálvarez de Ay- gentando el número de los chripstianos ó
llon, al qual, donde á pocos dias, le dio aumentando señoríos á la Céssarea Ma-
el Rey el hábito de Sanctiago é le higo gostad é corona de Castilla; é también á
otras mergedes. Este bien sé yo que su- vueltas desso poner su persona en más es-
piera mandar soldados, porque fué sol- tado, puesto quel que tenia aqui era muy
dado y exergitado en la militar disgipli- preheminente é tan pringipal, como es di-
na: pero el ligengiado Ayllon, su herma- cho. É si fuera desto ques dicho, le mo-
no, no se tenia otro crédito en cosas de vió alguna ambigion ó cobdígia, hombre

1 Saluslio, Dv bello Juyurliuo. •1 Id, id.


TOMO 111. 79
GiG HISTORIA GENERAL Y NATURAL
era, é su persona é bienes lo pagaron, é fuera evangelista; pero lo que sacó de su
con él otros muchos por le creer, y él crédito la historia lo dirá.
porque creyó á un medio traydor, criado Parésgeme á mí que todos los cautelo-
suyo y esclavo, é natural de aquella tier- sos tienen por dechado aquel ardid que
ra, que llevó por guia: el qual, por tor- Aníbal usó con los romanos (quando les
nar á su patria, le dio á entender lo que dio aquella derrota é vengimiento memo-
no pudo hager verdad. rable de la batalla de Canas) ques pro-
El año de mili é quinientos é veynte y curar quel viento dé al enemigo en la ca-
tres yo fui á España, é yendo donde Se- ra, para que con dificultad se defienda
villa á la corte passé por Nuestra Señora de las armas del adverssario, é dando al
de Guadalupe, donde hallé al licenciado vengedor en las espaldas, más sin empa-
Ayllon que venia para esta su empressa, cho consiga su victoria. É assi este ene-
despachado é favoresgido, é con el há- migo familiar daba con el viento de la
bito de Sanctiago quel Emperador poco espcranga en los ojos al ligengiado, su
antes le avia dado; é cómo éramos ami- amo, é le gegó de tal manera que le des-
gos, comunicóme su viage, é gierto me truyó.
pessó oyrle decir adonde yba: é díxome Dige Lugio Frontino que Aníbal, gerca
la confianza grande que tenia de aquel de Canas, aviendo considerado quel vien-
esclavo, é que Le avia fecho chripstiano, to volturno (id est Susueste) por un cier-
é que era muy buena persona é de muy to rio, fuera de la natura de todos los
gentil juigio. Llevaba yo estonces unaperla rios, la mañana temprano ultra modo so-
grande que tuve, de la qual se higo men- plaba , de manera que los montegillos del
ción en el libro XIX, capítulo VIII de la arena é del polvo levantaba, ó que de tal
primera parte, que pessaba veynte é seys forma ordenó sus esquadras, que toda la
quilates y era perfetta é redonda, é qui- fuerga del viento daba en las espaldas á
se que la viesse, porque él me decia que los suyos y en los ojos y en la cara á los
aquel indio le decia quedas avia excelen- romanos: por la qual cosa, sumamente á
tes é grandes en su tierra: é dixo el li- sus enemigos contraria é adverssa, con-
cenciado que era muy pequeña á respec- siguió aquella memorable victoria'.
to de las que le prometía aquel su adalid, Assi á nuestro propóssito quadra lo que
é tanto más se me repressento é tuve por está dicho, para quel prudente siempre
cierto su engaño; é creí que aquel indio esté en vela con los hombres sospecho-
mentía en quanto le avia dicho, é quel sos. ¿Qué se puede fiar de un esclavo,
desseo de volver á su patria le hacia de- sino esperar del que, quando no os catá-
cir todo aquello, de que conosgia quel li- redes, aves de hallaros sin él?
cenciado se holgaba, é que como astuto En una oragion que al pueblo romano
acomulaba novelas que no se le debían higo Cayo Memio, dige ques mayor ver-
creer; é assi se lo dixe al tigengiado. Él güenga perder la ganada libertad, que
me respondió quel indio era ya muy la- aver seydo siempre subjeto 2.
dino é muy buen chripsüaoo, é tenia tan- Claro está quel esclavo no meresge ser
to amor al licenciado como si fuera su creydo, porque el dolor intrínseco que en
hijo, ó quél le tractaba como si le engen- su ánimo padesge, viéndose presso, le es-
drara ; é assi á este propóssito me le loó timula é acuerda que procure ser exento.
tanto, que conoscí que le creía como si E aun de aquí se coligo la justa iníengion

I Lucio Frontino , lib, íí, cap. 2. 2 Sulublio, ¡)e bella Juijnrliuo.


DE INDIAS. L1I3. XXXVII. PROHEMIO. 627
de la ley, que dispensa que los contrac- paró el armada é los pecadores que en
tos que otorgan los que están pressos, no ella se hallaron, de los quales, como de
los obligan á guardarlos, ni deben aver testigos de vista , yo fui informado de lo
efetto. No sé yo cómo el licenciado, se- que aqui se dirá, en especial de tres re-
yendo tan buen jurista, iguoró aquesto, ligiosos de la Orden de los Predicadores,
dando crédito á su prissionero ó esclavo, fray Antonio Montesino, fray Antonio de
pues como captivo tenia licencia de men- Cervantes é fray Pedro de Estrada, é de
tir ó decir todo aquello que le parescies- Francisco Gómez, que fué capitán é al-
se que era abrirle el camino para tornar calde ó teniente del dicho licenciado, é
á su tierra, á su muger é hijos, si los te- de Pedro de Quexo, que fué por piloto
nia, ó á holgarse con sus padres é ami- mayor, é do Johan Rodríguez Malaver,
gos en su patria, cobrando su libertad é é de otras personas fidedignas que esca-
restaurando su persona sin captiverio. Y paron é volvieron á esta cibdad de Sanc-
essa fée de baptismo que acá le. presta- to Domingo; é al pressente algunos dc-
ron , si en él imprimiera, no hiciera lo que llos están vivos é viven aqui, que meres-
hico. Ello está bien entendido y el tiem- cen crédito.
po lo mostró con la obra y efetto en que

CAPITULO I.
En que se Iraeta el subeesso de la mal encaminada empressa de !a gobernación é armada del licenciado
Lúeas Vázquez de Ayllon , que fué á la Tierra-Firme á la parte que tíos es opuesta á la parle del Norfe,
dende la villa del Puerto de Plata desta Isla Española; e cómo é dónde murió el licenciado é la mayor par-
te de la genle que llevó.

Jim la prefación de susso se dixo cómo dado, para que aquella tierra se poblasse:
el año de mili é quinientos é veynte y y por esto él se determinó de se dar más
tres vino despachado é proveydo el li- priessa en su partida, la qual fué dende
cenciado Lúeas Vázquez de Ayllon para el Puerto de Plata, que en esta isla está
yr por capitán general é gobernador de á la parte de la banda del Norte: de don-
Su Magostad á cierta provincia de la de salió mediado el mes de julio del año
Tierra-Firme, que está de la otra parte de mili é quinientos é veynte y seys años
de la isla Fernandina, alias Cuba: el qual, con una nao grande, que era la capitana,
cómo aqui á Sancto Domingo llegó, ve- é otra que llaman la Bretona, é otra nao
nido de España, residió en su officio tle nombrada Sánela Cathalina, é otra que
oydor desta Real Audiengia é Chancille- se dice la Chorruca, é un bergantín é un
ria que aqui hay; é también entendia en patáx ó gabarra. Assi que, eran seys ve-
se aderescar é proveer para las cosas de las por todas, en que fueron quinientos
su armada ó hacer su viage. É tardó tan- hombres, é los más dellos isleños é dies-
to en esto, que le enviaron á mandar los tros en estas partes, é ochenta ó noventa
señores del Consejo Real de Indias que caballos muy buenos, é bien proveydo
pusiesse en efetto su empressa, confor- de todos los bastimentos é cosas que para
me á lo que tenia capitulado, si no que la jornada le parescióque era nescessario.
proveerian en el negocio para que fuesse De la manera ques dicho fué su viage
otro capitán á lo hacer, é le excluirían derecho á se desembarcar en un rio que
de la negogiagion ó cargo que se le avia le llaman rio Jordán, que está más al
(¡28 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Ocíente de la provincia do la Florida, en recabdo queste cavallero sacó de la con-
la mesma costa de la Tierra-Firme, cien- fianga de su indio Frangisco de Chicora.
to é ginqüenta leguas, poco más ó menos: Pero el pringipio do la perdigion é des-
la boca del qual rio está en treynta é ventura de aquesta armada, fué que al
tres grados é dos tercios desta parte de entrar, que la dicha nao capitana en-
la línia equínogiaí, á la banda de nuestro traba en el rio Jordán, se perdió con to-
polo ártico. dos los bastimentos (puesto que se salvó
Aquella tierra quel ligengiado Ayllon é la gente), é los otros navios que eran me-
su armada fueron á buscar, la llama el nores entraron sin peligro.
chronista Pedro Mártir en su tractado Chi- Después que cstovieron allí algunos
cara , porque aquel indio falso adalid quel dias, descontentos de la tierra é ydas las
ligengiado llevó, é otras lenguas de aque- lenguas ó guias que llevaron, acordaron
lla (ierra ia nombraban assi; pero dende de yrse á poblar la costa adelante bágia
á muy pocos días se huyeron la tierra la costa ocgidental, é fueron á un grand
adentro, é dexaron en blanco al licencia- río (quarenta ó quarenla é ginco ieguas
do é á los demás que de sus palabras fia- de allí, pocas más ó menos) que so di-
ban : y en toda la costa, ni en lo que den- ge Gualdape: é allí assentaron su campo
tro de la tierra vieron los españoles, ni ó real en la Gosta del, é comengaron á
se pudo ver ni avcr notigia de provincia hager casas, porque no las avia, sino al-
ni puerto, ni rio ni poblagion que tal nom- gunas caserías léxos unas de otras, é^a
bre toviesse: ni vieron tierra ni provin- tierra toda muy llana é de muchas giéne-
cia que se llamasse de los nombres que gas, pero el rio muy poderoso é de mu-
se contenían en la capitulagion quel ligen- chos é buenos pescados; é á la entrada
ciado tuvo con Su Magostad Cessárea, del era baxo, sí con la cresgiente no en-
que yo he visto, que son los quel dicho traban los navios. É cómo les faltaban
indio le debiera avisar. É dige la ligengia mantenimientos y en la tierra no los ha-
real que le dá facultad para que pueda yr llaban, élos frios eran muy grandes, por-
el dicho ligengiado, ó enviar á proseguir que aquella tierra, donde pararon, está en
el descubrimiento de la tierra é provin- treynta é tres grados para arriba, y era
gias é islas de Duahe, Chicora, Yta, Tan- raso, adolesgió mucha gente é muriéronse
cae, Anica, Tivecocayo, Xapira, Gua- muchos; y el ligengiado luego cayó malo
caya, Xoxi, Sona, Pasqui, Aranui, Xamu- é también se lo llevó Dios. El qual murió
nanuc, Huaque, Tanaca, Yeoyohol, Pa~ como cathólico, resgebidos los sacramen-
hoc, Yamiscaron, Orixa, Inisiguanin y tos , é arrepentido de sus culpas é de sus
Noxa: que en cada nombre destos pensó pensamientos é armada: é passó de aques-
el ligengiado que llevaba un thessoro, é ta vida dia de Sanct Lúeas, á diez é ocho
como he dicho ninguna tierra se supo de dias de otubre de aquel año de mili é qui-
íales títulos. Pero parésgeme que bastaba nientos é veynte y seys. É dexó ordena-
el de adelantado que por la capitulagion do que fuesse. gobernador en su lugar, en
real se le prometió destas tierras é pro- tanto que Sus Magestades proveyessen lo
vingias é islas, é de todo lo que por su que fuesse su servigio, un sobrino suyo,
industria fuesse descubierto; é otras mer- thessorero de la isla de Sanct Johan, que
cedes se le prometieron por la dicha ca- se degia Johan Ramírez, ó que estaba au-
pitulagion, fecha en Valladolid á veynte sente en essa sagon en la dicha isla de
ó seys de junio de mili é quinientos é Sanct Johan; y en tanto quedaba por su
veynte y fres años. Assi que, este fué el capitán é teniente aquel Frangisco Gómez,
DE INDIAS. LIB. XXXVII. CAP. I. 629
de quien se higo mención de susso en el vegino desta cibdad é natural do la vi-
prohcmio. Pero entre essos soldados é lla de Gibraltar, que se juntó con otro
gente que quedó no faltaron un par de de tan mal sesso como él, que se degia
hombres desconcertados amotinadores, Pedro de Bagan, como más largamente
que pusieron en trabaxo á todos: de los se dirá en el siguiente capítulo.
quales el principal fué un Ginés Doncel,

CAPÍTULO lí.
r

En que se tracla de la tiranía é motín de Ginés Doncel é Pedro de Bacán , é cómo fué presso este Ginés
Doncel é se hieo justicia del Pedro de Bacán. E también cuenta la historia cómo trayendo el cuerpo del
licenciado Ayllon muerto á esta Isla, lo echaron en la mar *•

fjinés Dongel, después que vido muer- acordaron de hablarle al Ginés para que
to al licenciado Ayllon, como hombre soltasse los que tenia pressos, dándole á
sin consejo é que confiaba de su habili- entender que caiá en mal caso, é que era
dad ó sagacidad que podría ser capitán muy mal fecho. A lo qual él replicó lo
de los que quedaban, só color que como que le paresgió, culpándolos é digiendo
estaban descontentos de la tierra él de- que los pressos se querían yr é dexarlos
cja que los llevaría della, ó dando otras perdidos á los demás en la tierra, é lle-
falsas colores á su desatino, prendió al varse los navios, é atribuíanles otras cul-
teniente ó á los alcaldes, é púsolos en pas que no tenían. Desta habla é amones-
grand nescessidad; é truxo á su opinión tagion le quedó al Ginés Dongel una per-
á un Pedro de Bagan , que no tensa más petua enemistad con Oliveros, porque era
sosiego quél, é á otros descongelados é hombre de hecho, y el que rodeaba de
aparejados á hager su voluntad é lo que deshager ó no consentir la tiranía del Gi-
le paresgiesse. En esta sagon los indios nés; é comengó á tractar con el Bagan
mataron algunos españoles desmandados: cómo le matassen á él é al Monesterio. É
los quales son muy grandes flecheros, pe- una noche que avian de poner en efetto
ro no tienen hierba, sino muy regios ar- su mala intengion, siguióse que unos ne-
cos que hagen de castaños (que hay mu- gros pegaron fuego á la casa del Ginés
chos la tierra adentro), é traen sus carca- por su proprio sesso dessos esclavos; y
jes de cueros de adives é otros anima- estaban allí los pressos, é ardiendo el
les: é la gente natural de aquella tierra fuego, acudieron todos á lo matar: é assi
son bien dispuestas personas, é más altos ovo lugar de salir los pressos de don-
que los indios destas nuestras islas co- de estaban detenidos. En esse mesmo
munmente. tiempo el Bagan fué á matar al dicho Mo-
No podiendo comportar algunos hom- nesterio, que estaba en su posada; y el
bres de bien la tiranía 6 soberbia del di- otro, como era hombro de buen ánimo,
cho Ginés Dongel é de su pargialidad, salió á él é comengóle ámaltractar, por-
juntáronse algunos, y en espegial dos hi- que el Bagan yba armado. Y también en
dalgos, llamados Oliveros é Monesterio, é esse tiempo é sagon el Oliveros buscaba
con otros que se allegaron á su paresger al Ginés Dongel (el qual armado se avia

* De este epígrafe suprimió Oviedo algunas historia, por lo cual no juzgamos necesario reprodu-
t^láusukis insignificantes para la inteligencia de la cirlas.
630 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
escondido debaxo de una barbacoa ó le- tura antes é después que al licenciado).
cho) é queríalo prender: é cómo se oian Asssi que en esto paró su gobcniagion.
las voces é combate que entre el Bagan é Todos los que quedaron se vinieron á
Monesterio avia, acudió á ellas el Olive- estas islas Española é Sanct Johon; pero
ros , é llegado dixo al Bagan que se dies- fueron los menos de los queste camino hi-
se á prission, y él respondióle con muchas cieron, porque de quinientos que se em-
cuchilladas que le tiró ^ y el Oliveros en- barcaron en puerto de Plata no se esca-
tró con él, é de un revés que le dio en paron giento ó ginqüenta hombres con
una pierna dio con él en tierra, é allí le las vidas, é los más dellos de enferme-
dieron otras heridas , é quedó presso. É dades é de hambre.
acudieron luego donde el fuego andaba, Desta manera, letor mió é señor pru-
y el Ginés estaba todavía escondido: é dente, que aveys aquí oydo en este libro
finalmente se dio á prission, ó fue puesta é otros destas historias, se busca el oro
la justicia é los alcaldes en libertad, é fué en estas partes, é topan más ayna con
mandado arrastrar é degollar el dicho lloro é muerte de los cuerpos y en aven-
Bagan, é assi se puso por obra, aunque tura mucha é peligro de las ánimas.
él estaba tal, que sin esso no podia esca- Vengamos agora á hablar en las cosas
par de las heridas. particulares de aquella tierra é rio de
Presso el Ginés é otros algunos de su Gualdape, de la qual ninguna mención
confederación, acordaron estos que que- ni pintura hage la carta de navegar; pero
daban de se veuir á estas islas, é pu- no hay duda en lo dicho por los muchos
siéronlo en efetto: é metieron el cuer- testigos que, por su mal, lo vieron y es-
po del ligengiado en la gabarra ó patáx, cotaron en ella sus trabaxos é vidas; é al
para lo traer á esta cibdad de Sanc- pressente hay algunos en esta cibdad é
to Domingo, donde tenia su casa é as- isla que lo testifican. É con todo quanto
siento, ó al puerto de Plata, donde padescieron loan algunos la forma de la
tenia la mitad de uu injenio poderoso y región que vieron, é digen que llevándo-
era bien heredado para lo traer dende se la forma que se requiere para poblar
allí áesta cibdad; pero porque tovieron en tal parte, é assaz bastimentos hasta ca-
mala navegación, al cabo dieron con él en lar y entender la tierra, no podría dexar
la grand sepoltura desta mar ogeana, de ser buena cosa, por ser el temple de-
donde están ó fueron echados otros capi- lla más al propóssito de españoles, é por
tanes é gobernadores (ó los echó su ven- lo que se dirá adelante.

CAPITULO lií.
En que se tractan algunas particularidades de Ja provincia de Gualdape en la tierra det Norte, donde mu-
rió el licenciado Lúeas Vázquez de AySlon.

i d a tierra de Gualdape, é también den- isletas de la costa pequeñas hay ciertas


de el rio de Sancta Elena abaxo al Oc- mezquitas ó templos de aquella gente
cidente , es toda tierra llana. Las po- ydólatra, é muchos huessos d<? defunctos,
blaciones no las vieron estos españoles apartados los de ios muchachos ó niños
que fueron con el licenciado Ayllon, sino de los mayores. Y estos son comohossa-
algunas casas ó buhios á manera de cáse- rios ó carneros de la gente común, por-
nos, léxos unos de otros; y en algunas que los de los hombres principales están
DE INDIAS. Lili. XXXVII. CAP. III. 631
por sí en capilla ó templo separado de la cuervos, tordos, gorriones como los de
otra comunidad, é también en isletas. É Castilla, perdices como las de Castilla, tór-
aquellas casas ó templos tienen paredes tolas, ánsares bravas, ánades é otras aves.
de cal é canto (la qual cal hacen de con- Los árboles, deque los testigos ques di-
chas de ostiones de la mar) y estas son cho me informaron que hay en aquella
de hasta un estado y medio de alto, é lo tierra, son pinos é muchos robles de los
demás de esso estado y medio arriba es que dan agallas, encinas de bellotas, par-
de madera de pinos, que hay muchos. ras de uvas montesinas, castaños (pero
Hay algunas casas pringipales por aquella la fructa es pequeña), mimbres, cañas de
costa, que debe entre aquella gente ser las de España huecas, nogales, carcamo-
ávida cada una dellas por un pueblo, por- ras, las quales, passas fechas, las guar-
que son muy grandes, é son fechas de dan los indios para comerlas en el invier-
pinos muy altos é muy gentiles; y en io no. Hay morales é servos ó laureles: hay
alto déxanles sus ramas ó hojas, é des- mucho gumaque é buenos palmitos de
pués que hacen una hilera ó rengle de los baxos de España é muy buenos.
pinos por pared é otra del otro cabo, De las hierbas hay agederas é gerrajas.
quedando enmedio el anchura de quince En lo de los pescados hay mucho que
ó treyntapiés de una rengle á otra, é de degir; é la pesquería del rio Gualdape es
luengo bien trescientos ó más pies, por cosa mucho de maravitlar por su grand
lo alto juntan las ramas, é assi no hay abundangia de pescados é muy buenos,
nescessidad de texado ni cubierta, non segund afirman los religiosos nombrados
obstante que con esteras muy bien pues- é otras personas, que digen que vieron
tas cubren todo lo alto, entretexidas en que en un lange de un chinchorro se saca-
los vacuos ó lumbres de entre los pinos ron sobre seysgientas moxarras, é comió
dichos, é por de dentro hay otros pinos toda la gente dellas, é aun les sobró mu-
atravessados con la haz de los primeros, cho pescado. Pero de una moxarra en
que duplican el grosor de la pared. De espegial digen que tenia siete palmos de
forma que la tapia queda gruessa é fuer- luengo é tres ó más de ancho, de que co-
t e , porque están juntos los maderos: y mieron á la mesa el ligengiado Ayllon é
en cada casa destas tales pueden muy diez ó doge personas, é no la pudieron
bien estar ó caber doscientos hombres, é acabar, y es muy exgelente pescado.
vivir en ellas, como lo hacen los indios, Lenguados muchos, é algunos de dos pal-
dexándoles su puerta donde conviene. mos é dos é medio é tres de luengo muy
Los animales que hay, á lo menos de singulares: agedias muchas; ligas mu-
ios que se tuvo notigia, son tigres, dan- chas ó muy grandes é buenas, ó otros
tas ó beoris, ciervos, conejos, adives, muchos pescados de los que por acá hay,
que son como corras, é muchos dellos son assi como guavinas, róbalos, dahaos ó
muy pintados é gritan toda la noche sin otros, ó de cada género destos é otros
cessar, de quando en quando toda ella, en mucha abundangia. Pero con todo es-
hasta que comienca á esclarescer el dia to se murieron hartos hombres de ham-
siguiente; galillos, monillos pardillos con bre por falta de pan é por no poder con
solos dos dientes altos, con que hora- sus enfermedades pescar ni valerse unos
dan las nueces é se comen lo de dentro, á otros.
ques malo de despegar de la nuez. Era tanto el frió, que como se embar-
Las aves que hay son innumerables caron enfermos é mal proveydos, se mu-
grullas, ó naturales de la mesma tierra, rieron de frió en la caravela nombrada
632 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Sánela Cathalina siete hombres que se que aquellos engañados de sus sermones.
helaron; y en la nao Choruca acaosgió Dios los tenga á todos en via de salva-
una cosa de las que son raras veges ó gion. Y vos, letor, si aveys de venir á
nunca vistas, y fué que uno de aquellos Indias, no os pesse de leer estos mis li-
pecadores-, queriéndose descalcar las cal- bros, é plega á Jhesu Chripsto que sea con
cas, se le despegó toda la carne de las más ventura que han tenido los más de
piernas ambas deude las rodillas abaxo, los que acá han venido.
é le quedaron los huessos limpios, y essa La mayor parte deste daño consiste en
noche se murió. que estos capitanes no saben dónde van,
El caso es que resumiendo el gene- ni se proveen apropóssito de lo que con-
ral perdimiento desta gente, escaparon viene, sino de lo que les parosge á ellos.
de quinientos hombros que en esta ar~ Y es imposible agertarse unas cosas é ne-
, mada fueron, no más de ciento é ciu- gogios que son tan grandes en sí, en es-
qüenta. ¡Oh capitanes, que predicays pegial en aquellas partes septentrionales,
destas tierras que vays á poblar ó á sal- donde la gente es más feroz é 3a tierra
tear é destruyr, pregonando conversión muy fria, é serian menester otros apare-
é baptismo é destruyendo la tierra en que jos é congierto quel ques apropóssito des-
entrays ó á los naturales della , é matan- lolras partes australes. Pero con la expi-
do á los chripstianos que con vosotros riengia de los errores se acostumbran
Uevays embelesados é atronados de vues- corregir las cosas venideras con regla c
tras promesas, fritas en el asarten de los remedio para todo; y assi plagerá á Nues-
desventurados tristes que os escuchan é tro Señor que de aqui adelante haya tal
creen, sin saber dónde ys, sin ninguna correegion y aviso, que todo subgeda en
gertinidad ni expiriengia de las provin- aumentagion de la república chripstiana,
cias, donde los Uevays á padesger tantas y en acresgentamiento é prosperidad de
é tan nuevas maneras do muertes! Dios la silla é geptro real de Castilla.
os lo perdone! Que muchas veges me Con todas las culpas que pongo á los ca-
acuerdo de un cavallero, que lo llevaban pitanes é á sus sermones, quiero acor-
á degollar con tres ó qualro criados su- dar á los soldados que la guerra es de
yos parligipantes en el delicto, é aquellos calidad que solo él nombre le basta para
yban delante del; y el que yba más ger- que aquel que entra en ella entienda que
ca del señor, cómo dieron el pregón re- lo primero que ha de ofrescer á la niili-
gilando ia muerto que se les mandaba gia es la vida, é que en los exérgítos po-
dar, volvió la cabeca é dixo á su amo: cos nasgen, é que la mayor parle de los
«¡Oh señor, que por vos me llevan aquí que perseveran, se mueren ó los matan.
á morir!» Y enojado el cavallero del po- E pues esto es lo más gierto , proponga
co ánimo de su criado, respondió é dixo: el cathólico soldado de hager de tal ma-
«Bien veys que no me quedo yo en la nera su offigio, que su ánima no se pier-
possada». Assi que, estos que padesgen, da ni la dé á su capitán ni á su Rey,
bien ven que se acuerda Dios de los me- sino á Dios, cuya es.
dir á la iguala, é á las veges hacen peor fin
DE INDIAS. LIB. XXXVII. CAP. IV. 633

CAPITULO IV.
I)e otras particularidades da pescados, que se vieron por nueslros españoles en aquella tierra, donde murió
el licenciado Ayllon, é otras cosas que competen á la historia.

*-<omo el subgesso de la gobernación de más fuerga que los alcaldes, constriñó


del licenciado Ayllon paró en lo que la á quatro ó ginco hombres á que comies-
historia ha dicho, y en aquella ningún sen del cagón, é hígoles mal provecho,
español quedó vivo, los que escaparon, porque se les cayeron é pelaron las bar-
después que volvieron á estas islas, cada bas é cabellos ó gejas, sin que en essas
uno tiró por su parte; pero no faltan de ni en otra parte de sus personas les que-
todo punto algunas personas que testifi- dasse pelo alguno. El otro es gierto pes-
can lo ques dicho, é aun añaden que en cado de mar que tiene concha como tor-
el rio de Gualdape se tomaron en una ca- tuga, pero es delgada como la del can-
nal sobre septecientos lenguados perfet- grejo é negra, ó tiene muchos pies de ca-
tos, y algunos dellos mucho mayores que da banda ó costado, é abierto hallante
los de España. É muchos otros pescados muchos huevos no mayores que lentejas:
se tomaron en veces, assi como albures, estando crudo este pescado, él é los hue-
vagres, centollas, besuguillos de palmo vos hieden mucho á marisco; y estando
é de xeme de luengo. Pero entre lo ques cogido, huele muy bien y es buen manjar
dicho é muchas corbinas, é galludillos, é é de buena digestión.
tollos, é cagones muy grandes é chicos, Assi lo que se dixo en los capítulos
é arañas buenas, ovo dos pescados de pregedentes como en este, lo testifican los
que yo me maravillé quanto más aparta- padres que tengo alegados é otras perso-
dos eran de lo que tengo dicho: uno fué nas de crédito. Y esto baste quanto á es-
un cagón tan grande, que mandó la jus- te breve libro del número XXXVII hasta
tigia que no comiessen del, porque no hi- quel tiempo nos avise de otras cosas, que
giesse daño; mas cómo la nesgessidad era en él se acresgienten.

TOMO III. 80
Aqueste es el libro décimo nono de la segunda parte, y es el trigéssimo octavo de
la Natural y general hisloria de que aquí se tracta, el qual, aunque no compete á
las Indias, es al propóssito de la continuagion de la tierra septentrional, qae hasta
en fin del libro precedente se ha continuado, pues se continúa la tierra, é se cree
ques toda una, segund adelante se dirá.

PROHEMIO.

JCiste último libro desta segunda parte sa muy nueva, é assi creo que lo será á
he querido poner aquí para confundir las otros muchos, que mejor tienen entendida
opiniones de los antiguos cosmógraphos la geographia é assiento del universo,
y escriptores, quo tovieron que la tierra alegando é probando con quien lo dice,
questá debaxo de los polos es inhabita- ques Olao Gotho, natural de aquellas par-
ble; y por lo que vemos, é se sabe agora les y provincia de donde salieron aque-
de muchos de la mar que lo han andado, llos famosos godos, que tanta parte del
é por lo que un moderno é docto varón mundo conquistaron, y entre los otros
nos enseña con sus letras y expiriencia é reynos se hicieron señores de España: en
pintura, se vé lo contrario. Y porque yo la qual hasta el pressente tiempo tura en
hasta en fin del libro antes deste he tray- la casa real de Castilla la subccssion góti-
do continuada la grand costa de la Tier- ca é señorio de aquellos godos, pues que
ra-Firme dende el Estrecho de Magalla- la Cessárea Magestad é sus predecesso-
nes hacia la tierra del Labrador, que está res penden de aquella prosapia, y perma-
al Norte ó parte septentrional, é aquella nesce y turará muchos siglos en sus sub-
donde yo acabé me dá á entender que se cessores y descendientes, á gloria y ser-
junta con Europa, diré lo que desta ma- vicio de Dios, y para aumento y favor de
teria he entendido, lo qual para mí es co- la chripstiana religión, como lo vemos
DE INDIAS. Lffi. XXXVIII. 635
efettuar en virtud y prudencia de nues- es ensanchar la f'éc y favorescer los vica-
tros Príncipes passádos y pressentes. Y rios de Dios y la Iglesia Apostólica de Ro-
lo mesmo harán sus herederos por la dis- ma , é destruyr los infieles é castigar
pensación y clemencia divina ¡ que siem- los heréticos é ydólatras. Y assi como lo
pre se ha mostrado y muestra serles fa- hacen, assi los esfuerca y favoresce Dios,
vorable méritamente, porque sus desseos y continuamente aumenta é prospera su
y sus obras son una mesma cosa, y essa real geptro é alta estirpe.

SüMARIA RELACIÓN DE LA PARTE SEPTENTRIONAL , EN LA QUAL EL CHRONISTA DESTAS HISTORIAS DA A


ENTENDER LO QUE PESTAS MATERIAS NUEVAMENTE HA SABIDO ; É DICE ASSI:

Hermosa cosa es el mundo, é la más aquarum, et dívidat aquas ab aquis, etc.,


excelente pintura que se puede ver ni ar- é assi se cumplió. Assimesmo dixo: «Jún-
bitrar ni pensar, como quiera quel artí- tense las aguas que están dobaxo del
fice é pintor della es el mesmo Dios, é cielo en un lugar », é assi se higo, é lla-
del solo permitida, é solo él bastante pa- móse aquello raar. «Produzca la tierra
ra tal obra. Cosa es que á los ojos harta hierbas é hagan simiente, é los árboles
é satisface, sin les dar pessadumbre ni hagan manganas é fructo, segund sus gé-
cansangio, sin acabar de deleytar el en- neros», ó assi se efettuó como lo mandó.
tendimiento humano, al qual recrea é Crió el sol é la luna é luminarias, divi-
agrada en tanta manera ¡ que nunca le diendo la luz de las tinieblas: crió los ani-
tiene sin gocosa admiración, dando gra- males é aves sobre la tierra: crió Jas ba-
cias al señor de tan copiosa é alta sabidu-llenas grandes ó animales de agua pro-
ría. Esto movió al famoso poeta nuestro ducidas en sus espegies; é quiso que la
Johan de Mena, quando dixo en el princi- tierra produxesse todas las demás dife-
pio de aquella su obra, que enderescó al rencias de animales en su género y espe-
ilustre marqués de Santillana, don Iñigo cie : higo el hombre á su propria imagen é
López de Mendoca: semejanga, é bendíxole con su muger *.
Ved, lelor, si es hermosa pintura
Después que! pintor del mundo aquesta que aveys oydo, é cómo ningu-
Paró nuestra vida ufana, ele,
na otra se le iguala. Mirad la orden del
Que sea Dios pintor del mundo é com- gielo, sus estrellas é planetas é cursos, é
ponedor é criador de las diverssas co- las otras innumerables cosas que en la
lores é matices de la moltilud de sus composigion del universo hay que ver é
obras é de todo lo que contiene é de que contemplar; é todas é cada una dellas os
nuestra vista puede ser capaz, nos lo manifestarán lo que debemos á tan sa-
muestra, é la Sagrada Escriptura ad pie- pientíssimo pintor é tan inmenso é sobe-
rnón enseña: hi principio creavit Deus cce- rano Dios é Señor; pues como dige el
lum et terram, etc. Y esse mesmo dixo: poeta alegado, tan ufana paró nuestra vi-
Fiat lux, é fué hecha. Dividió las tinie- da. É mirad en quán grande estado é ser
blas , é dixo: Fiat firmamentum in medio nos constituyó, que por su propria é su-

i Génesis, c ip. I.
636. HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ma liberalidad todo lo dio al hombre, arbitrar las cosas questán en el cielo,
que quanto mayores son las mercedes pues no ves las que tienes delante de los
tanto es más justa la punición del ingrato ojos?'» Por gierto, non obstante, que lo
desconosgido, que olvida su Dios é Señor ó questa vieja quiso sinificar es que no
tantos beneficios (é aquellos multiplica- nos extendamos á más de lo que nos es
dos coa aquella infinita misericordia, con posible. Mucho es lo que debemos á los
que nos redimió la passion de Chripsto que nos dan notigia de lo que no avernos
con su sangre, comprando con su propria visto ni sabemos, como yo agora debo á
vida las nuestras, que estaban perdidas un varón notable é docto de aquel ilus-
por la culpa del hombre). No plega pues tríssimo senado de la Señoría de Veneeia,
á Nuestro Señor que se pierda tanto bien llamado el secretario Micer Johan Baptis-
por nuestro descuydo é malicia, ni que ta Ramussio, que de oyr él que soy incli-
en vano haya padescido nuestro Redemp- nado á estas materias, de que tracto, sin
tor para mí ni para otro chripstiano algu- conoscerme, me ha querido por amigo, é
no, pues todos fuimos el contrapesso de me ha con letras comunicado una nueva
tal prescio é la balanca, por quien se puso geographia, que con auctoridad apostólica
en la cruz el Señor del mundo é de to- del Summo Pontífige é de la Señoría ya
do lo que en él hay é avrá. En cuya dicha se ha imprimido en aquella ínclita
confianza quiero en este último capítulo cibdad por industria é letras del docto va-
tractar de cosas que confunden é reprue- ron Olao Gotho: alqual favoresge la aucto-
ban é muestran ser vana y errónea la ridad del reverendíssimo argobispo, el se-
opinión de todos los auctores passados, ñor Johan Magno Gotho, argobispo Upsa-
que tovieron que la tórrida cona é lo que lense de Suegia, primado é legado apos-
está debaxo de los polos, es deshabitado tólico , natural de aquellas partes de Go-
é inculto. Y en verdad, aunque como na- thia. É gerca de la descripgion septen-
turales quisiessen escudriñar é conformar- trional en nueve tablas ó pliegos de carta
se en tal error, no podian dexar de ig- mayor pintado et in scriptis, con una rela-
norarlo, pues ignoraban quel Maestro que gion del mesmo auctor Olao Gotho, se rae
supo hacer^el gielo é la tierra é todo lo truxo el año passado de mili é quinien-
demás sabría é podría proveer en esso tos é quarenta años. Y porque soy amigo
que le parescia dificultoso: quanto más de que á cada uno se conserve su crédito,
que no como experimentadores, como é que no se le usurpe su trabaxo, ni se
nuestros españoles, buscando el mundo, le dexe de loar su buena obra, pues ques
sino como especuladores, estándose que- el auctor della quien he dicho, diré de-
dos, hablaban á su beneplácito. Mucho 11a poco, en espegial de la isla llamada Is-
me satisfago el dicho de aquella vieja de landia é de la tierra queste cosmógrapho
Tales Milesio, que queriendo él mirar y pone más septentrional. Porque quanto á
entender las estrellas é cosas del cielo, no la tórridagona, ya queda probado en el
viendo un hoyo que tenia cabe sí en que libro XXI, en el capítulo V, ques habitada,
cayó, é llamando en su ayuda á la vieja é nuestros españoles lo han experimenta-
que le servia, para que le diesse la mano do é lo ven cada dia en estas nuestras
al salir del hoyo, le dixo ella: «¿Por qué Indias (en la Tierra-Firme dellas); quanto
racon, oh Tales, quieres comprender é á los polos digo que entre las otras cosas

i Qua ratione ¡ohThales! quae m ccelis sunt oceulos, videre non vales? {Diúgenes Laercio, De
compronsurum te arbitrajes, quum ea quse sunt ante vita et moribus pkilosophorum.)
DE INDIAS. LIB. XXXYIII. 637
quel magnífico secretario ya dicho me ha Nicandro, fué hallada en la India, etc. *
escripto, una me tiene admirado; y es que Puesto quel mesmo Plinio dige que en
ía tierra del Labrador, de quien se tracto otras partes lo hay; pero yo estoy un po-
en el libro precedente, sigue la via septen- co entretenido, como he dicho, con el
trional , y vuelve después continuada al nombre de la isla Magnete, é con perder
Oriente, é se junta y es una mesma tierra la piedra yman ó magnete su fuerga, pas-
con la Europa, é dexa mediterráneas á la sando el polo.
dicha Islandia y Escogía é Inglaterra é No quiero detenerme en más de lo que
otras muchas é notables islas. toca á la isla que dixe de Islandia, por-
É porque este auctor se refiere (digo que la pone este auctor gerca de la costa
el Olao Gotho) á dar más particular infor- que hasta aqui en la parte septentrional
mación destas cosas en gierto tractado he seguido, por no distraerme de mi pro-
que escribe, é dice que assimesmo escri- póssito y de la grand costa que he conti-
be otro el mesmo perlado Upsalense, que nuado. Mas para recreagion del letor, di-
presto saldrán á luz, quando las hayamos go que he visto en esta nueva pintura (que
visto, oyremos lo que dexa de decir en aqueste godo describe, é pone en la pri-
lo que hasta aqui he visto pintado é bre- mera tabla ó parte) que en essa isla de
vemente escripto, pues se remite á lo Islandia hay tres exgelsos montes, en
que escriben ambos con más acuerdo é que está la sumidad ó cumbres más altas
cumplida relación. Pero considerando é é superiores dellos cubiertas de perpetua
midiendo yo la primera destas sus nueve nieve, é al pié de cada uno un horrendo
tablas ó partes (si lo he sabido hacer) abismo de perpetuo fuego, semejante al
me pares^e que la isla de Islandia la po- de la sigiliana Ethna ó Mongibel con su
ne dende septenta é seys grados desta horror espantoso, ó como aquella caver-
parte de la equinocial hasta ochenta é na de Yulcano (que mejor pudiera llamar
nueve. Assi que, seria la parte más sep- monte, porque yo le he visto y estado en
tentrional della, solamente un grado de él). Uno de los quales montes dige que
aquesta parte del polo ártico: cuya gran- vulgarmente se llama Heclafiel, y el otro
dega dice que sobrepuja las dos Seguías. Crugis, y el tergero Helgafiel, que quiere
Y pone la isla llamada Magneie debaxo degir Monte Sancto. Entre aquestos mon-
del polo é dale treynta millas de ampli- tes hay piedras altas, puestas por memo-
tud ; é dice que de la otra parte desta is- ria de los fechos de los passados varo-
la la brújula ó aguja de navegar pierde nes, en las quales se ven escriptas sus
su fuerga. Por manera que assi dessa no- memorias antiguas.
vedad de las agujas como del nombre de La iglesia episcopal se llama Scalhon-
la isla, se puede sospechar que allí es el dense.
origen de la piedra yman, é que hacia Hay en la dicha isla quatro fuentes por
Septentrión (digo de allí adelante) no tie- contraria natura distintas, porque la una
ne fuerga, é que dende allí hacia Medio- es maravillosamente caliente, é la otra
día reyna; porque este nombre es lo mes- fria, é la tergera es buena para beber
mo que piedra yman, é desta isla de ra- é quitar la sed humana, é la quarta es
gon avia de tomar este nombre. Pero di- mortífera.
ge Plinio ques nombrada Magnes del Cerca de aquestas fuentes los habita-
nombre del que la halló, é que segund dores de aquella tierra sacan tan grand

i Plinio, lib. XXXVI, cap. XVI.


638 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
copia de agufre que lo venden por vilís- Hay un altíssimo monte que llaman
simo prescio, é dan mili libras dcllo por Sancto, é una abadía llamada Elgafiel, la
la décima parte de un florín. Pone el auc- graud renta de la qual es todo butiro ó
tor alegado dos estupendos espectáculos manteca, la abundangia de la qual man-
(entre el fuego, el qual no padiendo con- teca abundantemente por toda aquella pa-
sumar la estopa, continuamente consume tria se administra.
el agua, y entre un cierto caos ó sima la La iglesia cathedral se llama Holdcnse.
horrenda profundidad de la qual no se Hay muchos é grandes hatos de gana-
puede comprender con la vista, más di- dos ; y es tanta la fertilidad de los pas-
fícilmente se comprende con una cuerda tos, que si los bueyes no son quitados de
enviada abaxo con una pessa) espectácu- donde pasgen, revientan de gordos.
los de muertos; y dice que muchas veces Hay por aquellos mares grandíssimas
acaesce que los hombres que se han aho- ballenas, á semejanga de grandes mon-
gado en la mar, aparescen á los suyos el tes , que trastornan é anegan las naves,
mesmo dia, no de otra manera que si st con el sonido de las trompetas é con el
vivos fuessen. E quando se les dice que estrepito de vassos redondos vagios echa-
entren en casa, responden sospirando que dos en la mar no son espantadas é dete-
han de yr al monte Ecla. Dige más: que nidas; é los marineros no expertos tie-
en aquella isla hay osos, raposas, lie- nen muchas veges peligro, atacando las
bres , halcones é cuervos blanquíssimos áncoras á qualque parte de la ballena,
por todas las partes della. Dige que hay pensando que se anclan ó amarran en al-
cierto hielo ó parte congelada en aquella guna isla.
costa de mar , que se oyen salir della mi- Hay por aquella mar mucha guerra en-
serables gemidos é llantos de humana tre los navios de los mercaderes por en-
voz , que hage fóe que allí son atormen- trar é tomar puerto primero é á su pro-
tadas las ánimas de los hombres, segund póssito. É los señores de aquella tierra no
este auctor dige: de lo qual yo me remi- son acostumbrados á juzgar aquellas co-
to á lo que la iglesia Cathólica de Roma sas que acaesgen en abierta é larga mar.
mandare que se crea. Pone este auctor dos escudos de armas
No muy lesos de lo que está dicho po- en aquesta su tabla primera: el uno es
ne ó pinta unas piedras con vehemengia de goles, vel sanguino, con un león de
de exhalagion, traydas por el ayre, co- oro rampante é coronado de una corona
mo si volassen, no las tocando alguno. real, y en las manos una hacha de armas
En otra parte muestra tanta moltitud de blanca vel argéntea, é sobrel escudo una
pescado en montones tan grandes como real corona de oro. El otro escudo assi-
casas poderosas que tienen para los ven- mesmo es el campo del sanguino vel de
der, porque las gentes do aquella tierra goles, ó un pescado de alto abaxo, can-
quassi todos comen pescado, porque dido vel argénteo, escondida la cabega ó
siembran poco trigo é assi cogen poco; cubierta debaxo de una corona de oro.
pero digon que si más abundantemente Este escudo tiene un coronel de oro sin
sembrassen, abundarían de pan, el qual flores, y es las armas proprias de la isla
compran traydo do otras partes. É dige de Islandia, la qual obedesge al rey de
que cree ques aquella gencrasgion en esto Noruega, cuyas son las armas del prime-
de la agricoltura tan peregosa, por la in- ro escudo.
mensa moltitud del pescado, en cambio Á par de aquellos escudos está pinta-
del qual abundan do todas las otras cosas. do un cavalloro, que por fuerga de vien-
DE INDIAS. LIB. XXXVIII. 630
to él y el caballo caen á tierra, sinifi- é se junta con la Europa. Este nombre
cando la mucha potencia del viento en Gruntlandia quiere degir arenosa tierra;
aquella parte; y el viento que señala as- y en la parte que la isla de Islandia mi-
si furioso, es Norte. ra á Gruntlandia está un monte altíssimo,
Pone assimesmo una muy grande igle- que se llama Huitsark, que quiere degir
sia edeficada con huessos de pescados é monte blanco; en el qual pone este auc-
ballenas marinas. tor unrelox en lo alto con letras de plo-
Pone muchas cavernas ó cuevas, que mo , por el qual se gobiernan los que an-
usan los habitadores contra el frió, como dan por aquella mar, é se guardan de los
aquellos que en África se esconden por escollos é baxos de Gruntlandia, ques
el semejante en espeluncas contra la ca- mar peligroso mucho.
lor del sol, debaxo de tierra. Assi que, todo lo ques dicho pinta é
Pone ciertos cavalleros armados, é di- describe muy bien este docto varón Olao
Ce que entrellos muchas veces intervie- Gotho en su primera tabla ó parte de las
nen crudíssimas guerras, é algunas de- nueve desta su geographía, con polido
Has por ligeras causas. y elegante estilo; y en las otras ocho ta-
Pinta un citarista ó músico, sentado á blas pone otras muchas é maravillosas
par de la costa de la mar, tañendo una cosas, que yo remito á su tractado.
vihuela de arco, al son de la qual vienen Puse aquesta aquí por hacer solamen-
muchos pescados por el agua, é aves, te mención de la tierra de la isla Magne-
por dó se prueba que en los confines de te, que está debaxo del polo en noventa
la tierra la música se estima é prescia grados, é de la tierra de Gruntlandia, que
mucho, pues que alguna vez aplica á sí está de la otra parte del polo ártico qua-
los peces é las aves. tro grados, como es dicho; é porque los
Dice que en el mar, helado por ocho auctores alegados lo hacen una mesma
meses, en aquel tiempo los osos se me- costa continuada con la tierra del Labra-
ten debaxo del hielo á tomar é matar pes- dor, é que se junta adelante al Oriente
cado , lo qual no podría acaescer si allí con la Europa é con su tierra mesma de
en las cavernas del agua no oviesse grand Godos, de donde son naturales este arco-
moltitud de pescado. bispo y el Olao Gotho. Por manera que si
Pinta un enano en la parte ó tierra lla- aquesta tierra toda es comunicada é una,
mada Gruntlandia, combatiendo con otro como se debe creer por lo questos aucto-
hombre de grande estatura, sinificando res dicen, á los quales me remito dende
que allí hay hombres pequeñíssimos de la tierra del Labrador adelante; é por lo
cuerpo, pero pertinaces é de grandíssi- que yo tengo dicho y escripto dendé el
mos ánimos. Estrecho de Magallanes hasta la tierra del
Esta tierra Gruntlandia es fuera de Labrador, todo el mundo podemos de-
la dicha isla, y está quaíro grados ade- cir ques una mesma tierra é costa, sin la
lante ó de la otra parte del polo ártico, la dividir la mar; pues que Jas tres partes
qual quieren degir que se vá á juntar con Asia, Europa, África, una mesma tierra
la tierra del Labrador é de los Bacallaos, son todas tres, é la división dellas que
segund digen los pilotos de aquellas par- los antiguos les dan en dos rio's la ponen,
tes. Y el reverendíssimo arcobispo Upsa- que son el Thanais, entre la Europa é
lense confirma averio assi oydo decir, é Asia, y el Nilo entre Asia é África. Pero
quessa tierra de Gruntlandia vá después estos rios no parten la tierra, quiero de-
enarcándose, subiendo ala parte oriental, gir no la cortan, pues nasgen en ella; pe-
G40 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ro los nasgimientos del uno é del otro son Roma é del Sammo Pontífice é vicario é
incógnitos. Quanto al Thanais dice Tholo- subcessor del Apóstol Sanct Pedro é de-
meo, quel Thanais es oculto su nasgimien- baxo de la monarquia del Emperador Rey
to '; é assimesmo sobrel nasgimiento del don Carlos, nuestro señor, en cuya ven-
Nilo, después que Diodoro ha escripto tura é méritos lo veamos presto efet-
diverssas opiniones, también le dexa in- tuado! É con esto se concluye el li-
cierto é oculto su principio 2. bro XXXVIII desta Natural y general his-
Concluyo, en que hasta nuestro tiem- toria destas Indias, islas y Tierra-Firme
po no está escripto por auctor alguno del mar Ogéano.
de lengua hebraica, caldea , egipcia, Passemos á lo demás de la tergera
greca ni latina, ni de otro género ni len- parte, donde continuaré los libros que
guage alguno, ni he oydo cosa de tan- della se siguen hasta su definigion, cu-
ta admiración como esta á todos los ya memoria me dá mucha pena é dolor,
que leen, si esta geographia septentrio- porque tengo de relatar y degir los tris-
nal que de susso se ha tocado, los auc- tes y desventurados fines é muertes de
tores ya dichos ú otros que merezcan cré- muchos y diverssos capitanes é personas
dito se afirman en ella. Y podremos es- señaladas que en estas partes han perdi-
tonces , dexando aparte las islas muy se- do las vidas; porque para mi condigion
ñaladas y descriptas de muchos auctores es grave y desaplacible cosa pensar que
y conosgidas, y las que no sabemos, por- mi pluma ha de seguir una forma de his-
fiar é aver por cierto que toda la tierra toria ó imitagion tragédica; y en especial
firme restante en el universo no son las tocando á tantos de nuestros naturales
tres partes que nombran Asia, África, españoles, á vuelta de los quales por mis
Europa, sino una sola parte entera é sin pecados se me ahogó un solo hijo que
dividirse de la mar, é de aquessa la mi- me quedaba, del qual yo pensaba en mi
tad ó más de la corona é ceptro real de postrimería aver mejor gogo. Plega al
Castilla é de León. que assi le plugo que su ánima é de to-
Ptega á Jhesu Chripsto que assimesmo dos los demás estén en gloria, donde es-
sea una sola la religión é fée é creencia tá la perfetta y perpetua vida, en la vis-
de todos los hombres debaxo del gremio ta de aquel eterno Dios, que vive é rey-
é obidiencia de la Iglesia Apostólica de na per omnia soscula sosculorum. Amen.

i Tholom.Jib. íl.cap. I. 2 Diodoro Síeulo, lib. I.

FIN DE LA SEGUNDA PARTE.


ÍNDICE GENERAL.

Tabla del segundo volumen de los nueve libros de la segunda parte de la Natural y
general historia de Indias, en que sumariamente se hace memoria de lo que (rada
cada libro destos.

Págs. P¿9i.

LiBRO I, que es X de la II." parte y XXIX de rio Hermoso é sus provincias, que son dos
la General historia de las Indias, que tracta rios grandes que juntos enlran en la cosía
de la provincia y gobernación de Castilla del Norte; é assimesmo se tracta del rio de
del Oro, que comunmente se suele llamar las Palmas, que está más al Oriente subien-
Tierra Firme i do por la dicha costa la vuelta de la pro-
LIBRO II, que es XI de la 11.a parte y XXX. vincia que llaman La Florida; é tracla có-
de la General historia, que tracta de la go- mo se perdió el capitán Pampbilo de Nar-
bernación de Cartago é sus anexos 176 vaez é su gente, que fueron á poblar
LIBRO 111, que es XII de la 11.a parle y XXXI aquellas provincias é rios 579
de !a General historia , que tracta de las LIBRO VIII, que'es XVII de la 11.a parle y
provincias é gobernaciones del Cabo de XXXVI de la General historia, que tracla
Higueras é Puerto de Honduras é de Yuca- de la gobernación de la provincia llamada
tán : é después loma á dexar á Yucatán é La Florida, ques en la Tierra-Firme á )a
se junta con Guatimala, é por tanto este li- parte de Norle, y está Norte Sur con la isla
bro es más anexo é dedicado á la goberna- de Cuba é puerto della, que llaman la Ma-
ción de Honduras . 1E lanea (¡19
LIBRO IV, que es XIII de la 11.a parte y LIBRO IX, que es XVIII de la 11.a parte y
XXXII déla General historia, que tracla de XXXVII de la General historia, que tracta
la provincia é gobernación de Yucatán 221 de la gobernación de la provincia llamada
LIBRO V, que es XIV de la 11.a parte y Chieora (é más propriamente dicha Gualda-
XXXIII de la General historia, que tracta pe) en la Tierra-Firme, á la parle del Nor-
de la provincia é gobernación é conquista te , que fué á poblar el licenciado Lúeas
c población de la Nueva España, por el Vázquez de Ayllon , vecino destacibdad
capitán Goncato Fernandez de Oviedo y de Sánelo Domingo de la Isla. Española,
Valdés, capilan de la forlaleca de Saneto oydor de Su Magestad en el Audiencia é
Domingo y coronisla del Emperador y Rey, Cnancillería Real que aqui reside, cavallero
nuestro señor ,.. 25g de la Orden militar del Apóstol Sanetiago. 624
LiBRO VI, que es XV de !a 11.a parte y LIBRO X, que es XIX de la II.* parte y
XXXIV de la General historia, que tracta XXXVIII.de Ja General historia, el qual,
de la provincia é gobernación llamada la aunque no compete á las Indias, es al pro-
Nueva Galicia, é que los indios é natura- póssito de la continuación de la tierra sep-
les llaman Xalisco, en la parle ocidental de tentrional, que basta el fin del libro prece-
la Tierra-Firme 557 dente se ha continuado, pues se continúa la
LiBRO VII, que es XVI de la 11.a parte y tierra, é se cree ques toda una, segund ade-
XXXV de la General historia, que tracta lante se d i r á . . , . . . . , , . , , C34
de la gobernación del rio de Panuco é del

Tabla particular con cada uno de los libros susodichos.

LIBRO XXIX. Prohemio CAPITULO II. De lo que subcedió á Vasco Nu-


CAPITULO I. Cómo fué provehido Pedrarias ñez de Balboa después que se ganó el Da-
Dávüa de la gobernación de Castilla del Oro, rien, y cómo descubrió el rio grande de
que tenia VascoNimcz de Balboa, y otras Sanct Johan, que en Ira en el golpbo de Ura-
cosas que convienen á la h i s t o r i a . . . . . . . . bá, y otras cosas neseessarias al processo
TOMO III. 81
G42 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs. I'áas.

de ia historia 6 CAPITULO XI. Cómo el veedor Goncalo Fer-


CAPITULO III. Cómo Vasco Nuñez de Balboa nandez de Oviedo fué á España á buscar el
descubrió la mar del Sur y fué el primero remedio de la Tierra-Firme, ó desde á p o -
hombre que la enseñó á los chripslianos, y cos días que llegó á Castilla llevó Dios al
de los caciques que hieo de paz, é otras co- Rey Cathólico á su gloria; é cómo continuó
sas concernientes á la historia 9 su camino é fué á Flandes á dar noticia al
CAPITULO IV. De la segunda possesion quel Rey don Carlos, nuestro señor; é cómo fué
capitán Vasco Nufíez de Balboa tomó de la proveydo por gobernador de Tierra-Firme
mar def Sur, é quáles chripslianos fueron Lope de Sosa, »n cavallero de Córdova, é
los primeros que con él navegaron en eila, su muerte £12
e de las primeras perlas que vieron de aque- CAPITULO XII. De la muerte del adelantado
lla mar, é otras cosas notables é neseessa- Vasco Nuñez de Balboa, d Andrés de Val-
rias al discurso de la historia 14 derrábano, é Fernando de Arguello, é Luys
CAPITUTO v. Cómo el gobernador Vasco Nu- Bolello, é Fernán Muñoz, que fueron en
ñez de Balboa tornó a! Darien desde la mar una hora degollados en la villa de Acia, en
del Sur, y cómo en ciertas provincias hico Tierra-Firme S6
los caciques de paz 17 CAPITULO XIII. Cómo el licenciado Gaspar de
CAPITULO VI. Bel viage del gobernador P e - Espinosa, alcalde mayor de Pedrarias, fué
drarías Dávila á la Tierra-Firme, llamada por su teniente general por la mar del Sur
Castilla del Oro, en la qual estaba por ca- con los navios que avia hecho el adelanta-
pitán Vasco Nuñez de Balboa 21 do Vaseo Nuñez de Balboa, é de lo que hi-
CAPITULO vil. Cómo estando con el armada co en el viage, é otras cosas antes desto,
en el puerto de Sancta Marta el general Pe- en que este licenciado se avia h a l l a d o . . . . tii
drarias Dávila, salló la segunda vez en tier- CAPITULO XIV. Cómo el capitán Gil Goncalez
ra con gente, y entró la tierra adentro hasta de Ávila fué á la Tierra-Firme con el piloto
tres leguas, é fueron pressos é muertos a l - Andrés Niño, para yr desde Panamá á des-
gunos indios é indias; é de lo que subeedió cubrir por la mar del S u r , por mandado
en aquel puerto , é qué se contenia en el del Céssar; é cómo el auetor destas histo-
requirimiento que se mandó hacera los i n - rias volvió á Castilla del Oro, é de la forma
dios antes de romper guerra con pilos; é que tuvo Pedrarias para despoblar el D a -
otras cosas que Convienen al discurso de la rien 65
historia. 27 CAPITULO XV. Cómo el conmista quedó por
CAPITULO vra. Cómo el gobernador Pedra- capitán é teniente de gobernador en el Da-
rias Dáviia llegó á la cibdad de Sancta Ma- rien ; é cómo los indios del cacique de Bea
ría del Antigua del Darien, donde estaba mataron al capitán Martin de Murga é á
por gobernador el capitán Vasco Nuñez de otros chripslianos: é cómo por aviso é i n -
Balboa, é tomó la possesion del offieio, é dustria del dicho capitán, auetor destas his-
se entendió en la residencia de Vasco N u - torias, se pacificaron muchos caciques é in-
ñez , é fué enviado el teniente Johan de dios caribes é flecheros de la costa, é se
Ayora é otros capitanes con gente á poblar metieron en el Darien muchos pessos de
a la otra costa de la mar del Sur 33 oro por rescates 72
CAPITULO IX. Cómo el teniente Johan de CAPITULO XVI. Cómo el auetor hico justicia
Ayora é otros capitanes fueron enviados de los caciques de Corobari é Guaturo, que
con gente á poblar la costa de la mar del Sur; se avian rebelado del servicio de Sus Ma-
y cómo el Rey Calhólico le envió é hico gestades, é cómo envió presso á España al
merced á Vasco Nuñez del título de a d e - bachiller Diego de Corral, é otras cosas, que
lantado de la mar del Sur y de la goberna- compelen á la historia 78
ción de las provincias de Coyba é Panamá: CAPITULO XVII. De la forma de la residencia
é cómo Pedrarias tuvo forma que no usas- de Pedrarias Dávila é su alcalde mayor el
se de tales mercedes; é de las parios quel licenciado Espinosa; é cómo no cansados
gobernador é officiales llevaron de las e n - los enemigos de fatigar al auetor de aques-
tradas, que fué una de las principales cau- tas historias, acordaron de le matar á tray-
sas de acabarse, ó al menos disminuyrse cion, é fué muy mal herido ffi
los indios é asolarse la lierra, etc. 36 CAPITULO xvm. Del pregón que se dio en
CAPITULO X. En que se relatan algunas e n - Acia para la residencia del gobernador P e -
tradas que diversos capitanes hicieron, por drarias é sus officiales; é cómo se fixó aquel
mandado del gobernador Pedrarias Dávila, pregón en un poste de la placa , é lo rasgó
en su gobernación 43 un caballo que fué del adelantado Vasco Nu-
DE INDIAS ÍNDICE. 6i3
Págs.

nez de Balboa; é cómo e! juez de residencia CAPITULO XXV. Que tracta de la gobernación
la tomó a! auelor destas historias, é conde- de Pedro de los Rios en Caslilla del Oro, é
nó al que lo avia acuchillado á que fuesse de otros gobernadores é jueces que le s u b -
ahorcado, y en otras penas. 86 cedieron hasta el año de mili é quinientos é
CAPITULO XIX. Cómo fué presso el traydor quarenta y un años 122
de Simón Bernal e se hico justicia d e l . . . . . 88 CAPITULO XXVI. De las costumbres é m a n e -
CAPITULO XX. Cómo e! auclor se partió de ras de vivir viciosas de los indios de la pro-
Acia, fingiendo que se yba á Panamá, don- vincia de Cueva é de sus ydolalrias; é otras
de el gobernador estaba, á se quexar dé!, é cosas particulares de la gobernación de Cas-
se fue á España á pedir justicia contra P e - tilla del Oro é de sus provincias 12o
dradas; é cómo ei Emperador, nuestro s e - CAPITULO XXVII. El qual tracta de los p u e -
ñor, le mandó oyr, é fué proveydo por nue- blos principales de los chripstianos en esta
vo gobernador para Castilla del Oro Pedro gobernación de Castilla del Oro, é de las ca-
délos RÍOS, un cavallero de Córdova; é sas é moradas de los indios, é de sus m a -
Otras particularidades se traclan convinien- trimonios é algunas de sus c,erimonias é cos-
les á la historia 94 tumbres ...., , VJ\
CAPITULO xxr. Que tracla de algunas cosas CAPITULO xxvnt. De otras muchas particu-
notables que passaron en la Tierra-Firme laridades de los indios de la gobernación de
entre e! gobernador Pedrarias Dávila y e! Caslilla del Oro en la provincia de la lengua
capitán Gil Goncalez Dávila é otros capita- de Cueva é otras p a r t e s . . , . 13S
nes, en tanto que yo estuve en España ne- CAPITULO XXIX. De algunas particularidades
gociando la yda del nuevo gobernador P e - de Casulla del Oro é sus provincias, allende
dro de los Rios, para que Pedrarias fuesse de las que se han dichoen los capítulos pre-
removido, é la relación de lo que descubrió cedentes , , , 14t
el capitán Gil Goncalez en la mar é costa CAPITULO XXX. De las minas del oro é perlas
austral de la Tierra-Firme, é porque es lar- c riquecas de la provincia de Cueva é Cas-
ga la narración de lo uno é de lo otro, yrá tilla del Oro, é del viage de la Especiería
este capítulo diviso en ocho párrafos...... 97 desde Panamá á las islas de Maluco, é de la
CAPITULO XXU. De la total despoblación de Puente admirable, é otras cosas que perte-
la eibdad del Carien, é de las diferencias neseen á la consecuencia historial., 143
que tuvieron el obispo, fray Vicente Pedra- CAPITULO XXXI. En el qual se tracta de las
9a, y el licenciado Salaya, alcalde mayor obsequias é cerimonias de los indios, quan-
con Pedrarias; é del origen é principio del do se muere algún señor ques tiva ó que-
descubrimiento del Peni por los capitanes ví ó saeo, é es principal, en la provincia de
Francisco Picarro c Diego de Almagro , á Cueva é en algunas partes de la goberna-
su costa, y en compañía del maestrescuela ción de Castilla del Oro 153
Fernando de Luque; é de lo que acaeseió al CAPITULO XXXII. De algunas particularidades
gobernador Pedro de Jos Rios en la isla Do- de los indios de Cueva, é también se haije
minica , quando yba á tomar la goberna- mención de algunas cosas en general de
ción de Caslilla del Oro; é otras cosas Hi aquella provincia, que se añaden é ponen,
CAPITULO xxni. Cómo el nuevo gobernador acrescenlando el género dellas en los libros
Pedro de los Rios, envió cierta gente á p a - de la primera parle de aquestas historias.. 1 59
cificar el cacique Trota; c cómo fueron ven- CAPITULO xxxnt. En que sumariamente se
cidos é desbaratados los chripstianos; é c ó - tracla del subcesso é fin que hicieron los
mo vino nueva que Pedrarias avia degolla- capitanes particulares, que ha ávido en la
do en Nicaragua á su teniente Francisco gobernación de Caslilla del Oro en tiempo
Hernández; é cómo vino el capitán Diego del gobernador Pedrarias Dávila, é antes é
de Almagro á Panamá, é iruxo noticia del después del hasta el tiempo pressenle..... Ifd
descubrimiento del Perú; é por qué via el CAPITULO XXXIV. En quel historiador culpa
capitán Diego de Almagro, é por qué pres- y desculpa á los gobernadores é officiales,
cio echó fuera de su compañía en las cosas y en descargo de los capitanes, y en repro-
¿ interesses de) Perú á Pedrarias Dávila... 117 che de ¡os soldados é d e los indios é natu-
CAPITULO xxiv. De la residencia que hico rales de la gobernación de Caslilla del Oro. 170
Pedrarias ante el licenciado Johan de Sal- LIBRO XXX. Prohemio 175
merón, alcalde mayor de Pedro de los Rios, CAPITULO 1. Cómo Diego Gutiérrez, goberna-
nuevo gobernador de Castilla del Oro; é có- dor de la provincia de Carlago é sus ane-
mo Pedrarias y el nuclor destas hislorias se xos, fué bien rescebido é obedeseido de los
concertaron, é con qué condición i20 caciques é indios de la tierra; é otras parli-
644 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Pjgs. l'ojs.

cularidades al discurso de la historia con- CAPITULO VI. Cómo Andrés de Qereceda que-
vinienles , 178 dó por gobernador después de la muerte
CAPITULO H. Del sub9esso del gobernador del gobernador Diego Albitez, é de algunas
Diego Gutiérrez, é de su cobdicia é mal cosas que subcedieron después , é lo quel
evento, é cómo le mataron los indios á él é Qereceda eseribió á esta Audiencia Real,
á quantos españoles consigo tenia, excep- que reside en esta cibdad de Sancto Do-
to siete hombres 179 mingo, del estado de aquella tierra é g o -
CAPITULO IIÍ. En que se hace relación del bernación de Honduras hasta el año de mili
mal subceso del armada quel almirante en- é quinientos é treynta y tres, mediado el
vió á poblar su ducado de Veragua.. 183 mes de junio, .... 211
LIBRO XXXI. Prohemio 184 CAPITULO vn. Cómo el gobernador Andrés
CAPITULO Í. En que se Iraeta del descubri- de Qereceda fué á poblar el valle de Naco,
miento del Cabo de Higueras é puerto de é cómo estando la tierra perdida enviaron
Honduras , é de Jos capitanes é gobernado- á pedir socorro al adelantado don Pedro de
res que allí ha avído , é otras cosas concer- Alvarado , gobernador de Guatimala, é fue
nientes á la historia ... 187 en persona á pacificar la tierra é pobló la vi-
CAPITULO II. De lo que subeedió al goberna- lla de Sanct Pedro, é después fué á España,
dor Diego López de Salcedo, pocos dias é cómo Sus Magestades mandaron juntar es-
antes que de León de ¡Nicaragua se parliesse ta gobernación de Honduras con la de Yuca-
para yr á Honduras, en la venida del capi- tan , que estaba á cargo del adelantado don
tán Diego Albiiez, é ef concierto que se dio Francisco Montejo, é otras c o s a s , . . . , , . . , 914
enlrellos , é la muerte de Diego López, des- CAPITULO vm. De la fertilidad de la tierra é
pués en su gobernación, é las contiendas y provincia de Honduras é de aquella gober-
escándalos que por su muerte ovo sobre nación , é de algunas particularidades della
quién avia de gobernar, é otras cosas que é de los indios naturales de allí 216
son anexas al discurso de la historia 190 CAPITULO IX. Cómo las provincias de Yuca-
CAPITULO IU. De la elación de los nuevos go- tan é de Honduras se juntaron por manda-
bernadores puestos por la república de la do de Qéssar é de su Real Consejo de In-
villa de Truxilto, que fueron el contador dias, é se dio cargo dellas al adelantado
Andrés de Qeregeda é Vasco de Herrera, é don Francisco de Montejo, que primero era
cómo después esto vieron desconformes, é gobernador de Yucatán 217
cómo los indios mataron á algunos chrips- CAPITULO X. En el qual se iracta de cierto
lianos é se rebelaron en parle de la tierra, trueco é conviniencía entre los adelantados
é cómo el Diego Méndez de Hinestrosa ma- don Pedro de Alvarado é don Francisco de
tó alevosamente á Vasco de Herrera , é los Montejo, por donde esta gobernación de
escándalos é forma que en ello se t u v o . . . . 192 Higueras é Honduras se tornó á dividiré se
CAPÍTUIO IV. De lo que Diego Méndez de Hi- apartó de la de Yucatán, é se juntó con la
nestrosa hieo con el favor de sus secaces, de Guatimala 218
después que ovo muerto á Vasco de Her- CAPITULO xt. De otras cosas é particularida-
rera ; é cómo , continuando sus desatinos, des de la gobernación de Honduras, é de
prendió después al gobernador Andrés de las minas ricas de oro é plata, que en aque-
Qereceda; é cómo después el Qereceda le lla tierra hay. 219
prendió al Diego Méndez é le hico hacer LIBRO XXXII. Prohemio 221
quartos, é se dio fin á su tiranía. 201 CAPITULO I- En que sumariamente se tracta
CAPITULO V. Cómo el gobernador Andrés de lo que hace al propóssito de la historia é
Qereceda , después de la prission é castigo gobernación é descubrimiento de Yucatán
del tirano Diego Méndez de Hinestrosa, é hasta el año de mili c quinientos é quarenta
castigados los que mataron á Vasco de Her- y un años. 222
rera, perdonó á los demás; é cómo Die- CAPITULO IE. El qual tracta del discurso des-
go Diaz de Herrera tenia amotinada la gen- ta historia de Yucatán é de muchas parti-
te para yrse de la tierra; é cómo, viniendo cularidades é nuevos é maravillosos nota-
por gobernador Diego Albitez, dio al través bles que á esta historia competen : é hácese
en la costa, é assi se ahogaron veynte y relación de los caños, que se hallaron en la
cinco hombres é cinco mugeres , é salió el mar, de agua dulce, é otras cosas muy di-
gobernador á nado , é desde á nueve dias nas de oyr. ,,, , , 223
que fué rescebido por gobernador murió, c CAPITULO IIÍ. De lo que subeedió al adelan-
dexó por gobernador al mesmo Andrés de tado don Francisco de Montejo, desde que
Cereceda 208 salió con los españoles, que le quedaban
DE INDIAS. ÍNDICE. 643
Ptigs* i'UIJS.

del pueblo de Conil, é de la república é jus- de la conquista de la Nueva España desde


ticia del pueblo llamado Cachi, é de los á r - el tiempo del capitán Hernando Cortés , é
boles del eneienso é su contractaeion, é de del rico pressente, que envió al Emperador
la grandísima población llamada Chuaca, Rey, nuestro señor; é cómo se apartó por
é de otras cosas que subcedieron en aquella esquisitas formas de la obidienciaé amistad
conquista 229 del adelantado Diego Velazquez, su supe-
CAPITULO IV. Del subcesso del adelantado rior, por cuyo mandado avia ydo á aquella
don Francisco de Monlejo, después que tierra: é decirse han otras cosas, que con-
estovo en Tavasco, é cómo fué en deman- viene primero que se declaren para la inte-
da de la eibdad de Acalan, é de las vistas ligencia del discurso de la historia 2.38
de entre él y el capitán don Johan Enriquez CAPITULO II. Cómo el capitán Hernando Cor-
de Guzmati, é de una nueva invención é tés determinó de yr á México, é cómo pri-
nunca antes oyda ni vista, que los españo- mero dio al través con los navios, en que
les inventaron para llevar sus caballos en fué á la Nueva España, temiendo que la
canoas, é cuentanse otras cosas concernien- gente que dexaba en la villa de Veracruz, ú
tes al discurso de la historia 235 otros, se le amotinarían ; é cómo en el ca-
CAPITULO v. De la extraña é nueva puente mino supo que ciertos navios del capitán
que los indios llamaban de Malinche, que Francisco de Garay andaban en la cosía, é
hico el marqués don Hernando Cortés, por del gentil ardid que tuvo para aver lengua
la qual passó con más de quince mili hom- dellos; é cómo tomó siete hombres, é la
bres c muchos caballos; é de la que des- información que dellos tuvo; é cómo ovo
pués hico hacer quassi por el mesmo lugar noticia del rio de Panuco é del señor del; é
el capitán Alonso Dávila, por donde avia cómo su amistad con él fleo, etc.. 26i
de passar con los caballos é gente, que con CAPITULO m. Cómo el capitán Hernando Cor-
él yba en demanda de la eibdad de Acatan; les prosiguió su camino para yr á ver á
c de oíros muchos írabaxos é trances por Montecuma , señor de México , é del buen
que passaron hasta que llegaron á Cham- acogimiento que le fué hecho en las ¡ierras
poton..., , 241 de su señorío, é cómo se apartó desíe ca-
CAPITULO VI. Cómo el adelaníado don Fran- mino por consejo de los indios de Cempual,
cisco de Monlejo fué á poblar al pueblo de sus amigos, para yr á ver é contraer amis-
Lácaro, que los indios llaman Campeche, tad con Tascalleele , é como en fin se hico
é fundó una villa que se llamó Salamanca; el amistad é confederación con ellos 264
é del mal subcesso de los españoles en esta CAPITULO IV. De la embaxada quel príncipe
jornada, é de muchos trances que se s i - Montecuma envió al general Hernando Cor-
guieron en ella 244 tés , ofresciéndose por vassallo é tributario
CAPITULO vn. En que se tracta cómo et t e - del Emperador, con tanto que no fuesse á
niente Alonso Dávila é sus compañeros su tierra ; é cómo los embajadores procu-
ovieron otro recuentro é batalla con los in- raron desavenir al general con los de la pro-
dios del pueblo de Coehua, que avian vincia de Tascalteca ; é cómo los de la pro-
muerto los chripstianos que llevaban el vincia avisaron á Cortés déla gente, que
pressente del oro al adelantado; é cómo tenía Montecuma de guarnición é de guerra,
los españoles fueron mallraclados en este esperándole . 273
fecho de armas, é otras particularidades no- CAPITULO V. Cómo el capilan general Her-
tables que passaron estos militantes é (raba- nando Cortés se partió de Churulíecal con
xados varones, hasta que lomaron el pueblo determinación de ver á Montecuma é la
de Chitemal 248 grand eibdad de Temistltan; é lo que passó
CAPITULO VIII. Cómo el capitán Alonso Dá- con los embaxadores de Montecuma; é de
vila é los españoles que con él estaban, lo que en este camino le intervino; é cómo
desampararon é despoblaron aquella villa é se vido con Montecuma en aquella su grand
assiento que avian fecho en Chitemal, é eibdad ; é de la traycion que contra los e s -
se fueron en canoas duplicadas por poder pañoles se tracto por un principal señor, lla-
llevar los caballos de la forma é usanca mado Qualpopoca, vassallo de Monlezuma,
nuevamente é por ellos inventada , é de los é otras cosas anexas al discurso de la his-
írabaxos extremados é (ranees que les toria. 278
acaescieron , con que se da fin á esta rela- CAPITULO VI. En el qual se tracta cómo el
ción del comendador don Alonso de Luxan. 251 capitán Hernando Cortés prendió al grand
LIBRO XXXIII. Prohemio 256 príncipe Montecuma cautelosamente; é có-
CAPITULO I. En que se tracta del principio mo fué hecha justicia de Qualpopoca, se-
616 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págt. Págs.

ñor de Nantecal, é otros señores principales México se avian aleado contra los españo-
que con él fueron quemados, porque mata- les que allí avian quedado en guarda de
ron sobre seguro ciertos chripstianos 287 Montecuma, é del oro é joyas; é fué allá, é
CAPITULO vn. En que la historia Irada de las después de entrado, tovo mucha guerra con
minas de oro de la Nueva España, é de los indios de la cibdad; é de Ja muerte de
otras particularidades de ciertas provincias; Montecuma: é cuenta la historia algunas
c cómo el príncipe Tuchintecla vino á la particularidades notables en el c a s o . . . . . . . 317
obídieneia de Sus Mageslades é á la amis- CAPIULOT XIV. En el qual se trac ía cómo des-
tad del capilan Hernando Cortés, é dio li- pués que Cortés é los españoles salieron de
qanq'm que los chripstianos poblassen en su la cibdad de Temistilan, llegado á la cibdad
tierra 290 de Tacuba, é prosiguiendo en su fuga, é
CAPITULO VUI. Cómo fué presso el principe los indios en su alcance, haciendo todo el
Cacamaein, señor de Aculuacan, porque se daño que podían, le mataron los hijos de
rebeló después de se aver ofreseidopor vas- Montecuma é á los otros pressos principa-
sallo del Rey, nuestro señor, é también se les que los chripstianos tenian ; é cómo se
apartó de la amistad de Montecuma, su se- recogieron Cortés é su genle á la provincia
ñor, é fué puesto un hijo suyo del dicho de Tascallecle ; é otras cosas dinas de la
Cacamaein por señor de su estado 294 historia. 325
CAPITULO IX. En el qual se cuenta la relación CAPITULO XV. Eu el qual cuenta la historia
quel grand príncipe Montecuma dio de su cómo los señores é principales varones de
origen á sus vassaüos en una pública au- la provincia de Taseálteca é de Guaxoeingo
diencia , en que les habló é mandó que obe- vinieron á visitar ai capilan Hernando Cor-
deseiesseh é sirviessen al Emperador don tés é á los españoles , condoliéndose de lo
Carlos, nuestro señor, como á Rey de Cas- que les avia acaescido con los de Temisli-
tilla é su nalural señor, é después del per- tan; é cómo se les ofreseteron para la ven-
petuamente á ios Reyes de Castilla é de ganca é castigo de los eonlrarios; é cómo
León, sus subeessores. 295 conquistó é ganó Hernando Cortés la pro-
CAPITULO X. En el qual se tracla cómo el ca- vincia de Tepeaca, ques gente de la liga é
pitán Hernando Cortés persuadió á Monte- confederación de los de Culua; é cuéntanse
ruma que enviasse por sus tierras á pedirá otras cosas notables 330
los principales señores é vassaltos que sir- CAPITULO XVI. Cómo el señor de la cibdad
viessen con oro al Emperador Rey, nuestro de Guaeachula envió sus mensajeros á Her-
señor, é lo hicieron en cantidad de más de nando Cortés, ofreseiéndose al servicio dei
ciento é noventa y dos mili pessos, allende Emperador ; é cómo por su aviso é indus-
de otros cient mili pessos de valor é joyas; tria fueron desbaratados más de treynla niill
é de algunas particularidades de la Nueva hombres de los de Culua, enemigos de los
España 297 españoles; c cómo Hernando Corlé* tomó é
CAPITULO XI. En el qual se traeta de la ydo- paeificó la cibdad de Izeuean con otras po-
iatria é diabólicos sacrificios de los indios blaciones, é vinieron á se confederar con
de la Nueva España , y en especial en la los chripstianos mucho número de indios
grand cibdad de Temislilan ; é de otras par- contra los de Culua é Temislitan; é de la
ticularidades á la historia prénsente permi- información que se ovo de un prisionero del
tidas , en continuación de la relación quel estado de la grand cibdad; é del subcessor
capitán Hernando Cortés envió al Rey, en el señorío de Montecuma, llamado Gua-
nuestro señor, 304 timacin, señor de Iztapalapa , hermano de
CAPITULO XII. Cómo por mandado del ade- Montecuma, é otras particularidades con
lantado Riego Velazquez fué por capitán é que se dará fin á la relación de la carta que
teniente suyo á la Nueva España el capitán Hernando Cortés escribió al Emperador,
Pamphilo de Narvaez, con revocación de nuestro señor, desde la villa de Segura de
tos poderes que dicho adelantado avia dado la Frontera, en la Nueva España, á los
al capitán Hernando Cortés ; é del recuen- treynla de otubre de mili é quinientos y
tro que entre eslos dos capitanes ovo; é có- • veynte años.... 336
mo fué presso Pamphilo de Narvaez, é que- CAPITULO XVII. Desde el qual Iraeta la histo-
dó Hernando Cortés muy más apoderado é ria el subcesso de la conquista de la Nueva
absoluto capitán después desta victoria 308 España, é la recuperación de la grand cib-
CAPITULO XIII. En que se traeta como des- dad de Temislitan, é oirás cosas anexas al
pués de presso el capitán Pamphilo de Nar- verdadero discurso de la relación é lergera
vaez , supo Cortés que los de la cibdad de carta que al Emperador Rey, nuestro se-
DE INDIAS. ÍNDICE. 647 '
Pdgs. Págs.

ñor, Cortés le envió, dándole cuenta é r a - loria; é cómo fue cercada la grand cibdad
con de lo subcedido después de todo lo ques de Temistitan, é fué combatida mucha par-
dicho hasta fin del capítulo precedente.... 344 te della é por muchas partes; é cómo fué en
CAPITULO XVIII. En que se tracla lo que Her- socorro de los españoles la gente de don
nando Cortés dexó proveydo para la difini- Hernando, señor de Thesayeo, con más de
eion de los bergantines, que se hacían para einqüenta mili hombres, con los quales eran
combatir por la laguna la grand cibdad de y a más de eiento é treynta mili indios los
Temistitan; é cómo se partió contra ella é amigos que en nuestro exércilo estaban en
ios de Cutua; é de la victoria que ovieron favor é ayuda de los españoles contra T e -
contra los de la cibdad de Izlapalapa, que mistitan 382
fué un hecho muy notable, é glorioso prin- CAPITULO XXIV. En que se tracla cómo la se-
cipio para esperar el fin victorioso que gunda vez combatió el general Hernando
desta guerra adelante se c o n s i g u i ó . . . . . . . 347 Cortés é los españoles é confederados ami-
CAPITULO XIX. Cómo la cibdad de Otumba é gos suyos la grand cibdad de Temistitan,
otras quatro vinieron á la amistad de los é sé hico mucha malanga y estrago en los
chripstianos; é cómo hicieron lo mesmo los contrarios, é de algunos fechos notables que
de Chalco é otras provincias, é cómo Her- aquel dia é otros acaescieron 390
nando Cortés hico traer á Tezcuco por tier- CAPITULO XXV. En que se tracla de otros
ra diefc é ocho leguas los trece bergantines combates que Hernando Cortés é los espa-
ó fustas, que avia mandado hacer para e n - ñoles é confederados indios, sus amigos,
trar por la laguna á Temistitan, é otras c o - dieron á la cibdad de Temistilan; é de algu-
sas dignas de la historia. 353 nas cosas señaladas que intervinieron en
CAPITULO XX. Cómo el capitán Hernando tanto que aquel cerco turó 393
Cortés salió en campo muy poderosamente, CAPITULO XXVI. Cómo otro día él general
á causa de la grand compañía de los ami- Hernando Cortés tornó á entrar en la cib-
gos confederados, é dio sobre una pobla- dad de Temistitan é ovo victoria; é cómo
ción que se dice Xalfoca, donde se hico los enemigos desbarataron al capitán Alva-
mucho daño en los enemigos, é lo mesmo rado; é cómo después por vengar aquello,
hico en la cibdad de Tacaba é otros p u e - se acordó de combatir la cibdad por divers-
blos 360 sas partes, é fué desbaratado el general
CAPITULO XXI. En el qual se tracla del socorro Hernando Corle's é le hirieron á él en una
é ayuda que Hernando Cortés envió á los pierna; é de oirás cosas que acaescieron en
amigos confederados de la provincia de Cal- esta mala jornada. E también se tracta de
co; é cómo otros pueblos vinieron á la obi- otros trances victoriosos y en favor de los
dieneia de Sus Mageslades; é cómo se tomó chripstianos , en continuación del cerco de
por mucha ventura la inexpugnable pobla- Temistilan 386
ción de Guamanaca, é vino á la obidieneia CAPITULO XXVH. Cómo los amigos confede-
de Sus Magesfades el señor della; é cómo rados de Guarnaguacor vinieron á pedir so-
tomó é destruyó la cibdad de Suchimitco, corro al general Hernando Cortés, é se lo
é otras cosas notables que Cortés é sus cor- envió; é de la victoria quel capitán Andrés
tesanos milites hicieron, con mucha victo- de Tapia é los españoles ovieron eontra los
ria é prósperos subcessos 364 indios de Marinalco; é déla victoria que con-
CAPITULO XXII. En el qual se (ráela de una tra los de Temistilan ovo un capitán, hom-
carta que un hidalgo llamado Barrientos es- bre principal é señor de los de Tascalteca,
cribió al general Hernando Cortés desde la que se llamaba Chichimecatecle, el qual era
provincia que llaman Cliinianla; é de cómo uno de los amigos confederados de los
se acabaron los bergantines é se echaron al chripstianos; é otras cosas que compelen á
agua para cercar á Temistitan; é cómo el la historia 403
general envió adelante ciertos capitanes é CAPITULO XXVIII. En el qual la historia cuen-
gente á poner guarniciones cerca de ia ta cómo se dieren á la cibdad de Temistilan
grand cibdad de Temistitan; é assimesmo ciertos combates, é se le hico mucho daño,
se Iraelan otras cosas conviníentes á la his- en que escotaron bien los contrarios la vic-
toria 376 toria que avian ávido, de que se tracto en
CAPITULO xxm. Cómo el general Hernando el capítulo XXV, é cuéntanse assimesmo
Corles entró en la laguna con los berganti- algunos trances é cosas señaladas concer-
nes, © combatió é tomó el peñón de Izlapa- nientes á la hisloria 4Ü7
lapa; é cómo rompió é desbaratóla flota de CAPITULO XXIX. Cómo ei general Hernando
las canoas de los enemigos eon mucha vic- Cortés acordó de proseguir en los combates

i
618 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs. Púgs.

de ía cibdad por su parle, é lo mesmo hacia Hernando Corles al Emperador de las cosas
el comendador. Pedro de Alvarado por la de la Nueva Esapña 433
suya e los oíros capitanes; é cómo se ganó CAPITULO XXXIV. Continuándose la historia
el mercado, placa principal de Temistitan; de la Nueva España, conforme á la quaria
é cómo en olro dia, prosiguiéndose e! com- relación que et gobernador Hernando Cor-
batimiento, se ganó olro barrio; é de otras tés envió al Emperador, nuestro señor, con
cosas notables é convinientes al discurso de otras relaciones que otros capitanes particu-
la historia 412 lares le enviaron á Cortés después de los
CAPITULO XXX. En que se traeta cómo el g e - subcessos que la historia ha contado; é trác-
neral Hernando Corles combatió la grand tase de oirás provincias que conquistó é pa-
cibdad en la parte que estaban retraydos, é cificó, é otras cosas notables, , 437
murieron en un dia más de quarenla mili CAPITULO XXXV. En que se contiene un ca-
personas de los enemigos; é cómo olro dia pítulo á la letra, que el capitán Hernando
siguiente mataron otros muchos, é fué t o - Cortés entre otras cosas escribió al Empe-
mada é ganada la cibdad de todo punto, é rador, nuestro señor, en esla su quaria re-
quedó Temislilan por de Sus Magcslades, é lación, quejándose del obispo de Burgos, é
fué presso el señor della, llamado Gualimu- otras cosas; é más adelante se traeta de la
$in, con otros capitanes é principales 418 victoria que ovo contra los indios de la
CAPITULO XXXI. El qual traeta del valor del grand población llamada Ayuluscolaeian', é
despojo que se ovo en la expugnación é l o - de la eonquisla de las lagunas de Panuco,
ma de la grand cibdad de Temisiitan; é de é victoria que ovo con essos é otros pue-
cómo el señor de la grand provincia de Me- blos, é otras cosas que convienen al dis-
chuaean envió por sus embaxadores á se curso de la historia 441
ofcescer por vassallos del Rey de España, CAPITULO XXXVI. En el qual se (raeta la p a -
nuestro señor; é de la noticia que ovo el ge- cificación de la provincia de Coliman é de
neral Hernando Cortés de la mar del Sur ó otras á ella cercanas, é de cierta relación
austral en la cosía de la Nueva España m e - que le fué fecha al general de una isla p o -
ridional, é otras victorias é.provincias que blada de mugeres, é de la yda del adelanta-
se conquistaron por capitanes de Hernando do Francisco de Caray al rio ó provincia de
Cortés; é tráetanse assimesmo otras parti- Panuco, é cómo murió después en la grand
cularidades notables. • 424 cibdad de Temistitan, é otras cosas concer-
CAPITULO XXXU. Cómo el general Hernando nientes á la historia 440
Cortés é los españoles acordaron de reede- CAPITULO XXXVII. El qual traeta cómo el ge-
ficar la grand cibdad de Temistitan é hacer neral Hernando Cortés, certificado de la re-
su assiento proprio é población para los belión de la provincia é indios del rio P a -
ehripstianos en elia; é de cómo el señor de nuco, envió á socorrer á los vecinos de la
la provincia de Coantepcque, cuyo señorío villa de Santisteban del Puerto, é del seña-
cjurisdiijion es á lámar del Sur; dio por lado é grand castigo que se hico en los
sus embaxadores la obidieneia á Sus Ma- principales indios rebelados en aquella pro-
gestades; é de cómo Chripstóbal de Tapia, vincia é culpados en la muerte del adelan-
veedor que fué de las fundiciones del oro tado Francisco de Garay, 455
en esla lsía Española, fué por capitán é go- CAPITULO xxxvm. Cómo el general Hernan-
bernador de la Nueva España é no fué r e s - do Cortés tornó á continuar el propóssito
cebido ni admitido al officio. E también se que primero tuvo de enviar á poblar el
Inician en este capítulo oirás cosas que al puerto de Higueras é cabo de Honduras con
estilo é continuación de la historia son nes- e! capitán Chripstóbal deOlit, segund se to-
eessarias 428 có en el capítulo XXXV, é le despachó é
CAPITULO XXXIII. Cómo el eapilan general proveyó de navios é gente é todo lo n e s -
Hernando Cortés envió al comendador P e - cessario: é cómo despachó assimesmo al
dro de Alvarado á conquistar ta provincia capitán Pedro de Alvarado por tierra con
de Teantepeque é la pacificó é llegó á la muy gentil gente de pié é de caballo á las .
mar del Sur é lomó la possesion della por cibdades de Iclaclan é Gualimala, como an-
Sus Mageslades, é de las grandes muestras tes lo tenia propuesto 4S8
de oro é perlas que halló; é cómo ei gene- CAPITULO XXXIX. En que se traeta cómo el
ral hieo hacer navios en la cosía del Sur gobernador Hernando Corles envió al eapi-
para descobrir por aquellas mares, con lo lan Rodrigo Ranjel á conquistar las provin-
qual, con oirás particularidades, se dá íin á cias de los capotecas é de los mixes, ques
la relación de la tercera carta, que escribió gente belicosa é puesta en tierra muy á s -
DE INDIAS. ÍNDICE. 649
Pági. Púgs.

pera é fragosa é tal que la gente de caba- CAPITULO XLVI. En el qual se tracta de la
llo no puede servir ni aprovechar parala manera del estado é servicio é sacrificios
guerra de tales provincias é conquista 460 é ritos é ydolatria de Monteeuma, é de la
CAPITULO XL. En que el gobernador Hernan- forma de su casa, é de los animales é aves
do Cortés dá su desculpa en la dilación de que tenia en sus palacios; é la forma con
ciertos navios que hico hacer en la costa de que se hico señor de México é Temislitan,
la mar del Sur; é assimesmo cuéntala his- é destruyó e' mató con engaño en un con-
toria la forma de la reedificación de la grand vite una de dos parcialidades que allí avia:
cibdadde Temislitan por la industria del di- é dase relación de las mugeres é hijos que
cho gobernado r . . . . . . . . 462 tenia; é otras cosas que conciernen é son
CAPITULO XLI. En el qual se tracla cómo el adherentes al discurso é verdad de la his-
general Hernando Cortés hico hacer ciertas toria. 501
piecas de artillería, é cómo buscando los CAPITULO XLVII. En que se tracta cómo Mon-
materiales para ello, se hallaron minas de teeuma dixo a Hernando Cortés que se fues-
estaño é vena de hierro, é mucho salitre se él é los españoles de su tierra , prome-
para hacer pólvora, é assimesmo aeufre; é tiéndoles de les dar tanto oro que fuessen
cómo envió una media culebrina de metal ricos , é de la prudente respuesta de Her-
rico de oro é plata á Su Majestad Calhóli- nando Cortes: é cómo llegó á la tierra Pam-
ca, que escribió que le avia costado veynte philo de Narvaez, é fué presso , é se tornó
y siete mili pessos de oro el metal é la he- Cortés á México, de donde los indios lo
ehura; é decirse han otras cosas que escri- echaron á él é á los españoles; é déla
bió en su relación, con que se dará fin á muerte de Monteeuma, é otras cosas con-
ella, sin que se dexe cosa de lo substancial, vinientes al discurso de la historia ó rela-
puesto que se dirá con menos palabras.... 464 ción assaz diferente en algunas cosas á lo
CAPITULO XLU. En el qual se tracta una rela- que se contó hasta el fin del capítulo XLIII. 506
ción quel capitán Alvarado envió al gober- CAPITULO XLVIII. En el qual se tracta cómo
nador Hernando Cortés desde la eibdad de fué cobrada la grand eibdad de Temistitan,
Uclacan, á once días de abril del año de mili y el señor della fué presso; é otras particu-
é quinientos é veynte y quatro, la qual en- laridades. E dase fin con este capítulo á es-
vió el gobernador al Qéssar juntamente con ta relación que, como es dicho, fué sacada
la otra, de que se ha Iractado en los capí- de muchas informaciones de testigos que en
tulos precedentes 475 aquella conquista se hallaron SIS
CAPITULO XUU. En que se tracta de otra re- CAPITULO XUX. En el qual se contiene una
lación fecha por el mesmo capitán Pedro de relación de diverssas cosas de la Nueva Es-
Alvarado al gobernador Hernando Cortes paña , quel chronista escribe por informa-
desde la cibdadde Sancliago de Guatimala, ción del reverendo padre vicario fray Diego
á ocho de julio de mili é quinientos é veyn- de Loaysa, de la sagrada Orden de los Pre-
te y quatro años: la qual relación, por evitar dicadores ; é decirse há con más brevedad
prolijidad, se dirá conforme á lo substan- de la que este religioso le dio in scriptis,
cial é sentencia de lo que contiene 480 firmado de su nombre 522
CAPITULO XLIV. Donde se tracta otra relación CAPITULO L. En que el chronista escribe , ó
fecha por el capitán Diego de Godoy al go- mejor diciendo, copia una breve relación
bernador Hernando Cortés, la qual, con las que le fué enviada desde la eibdad de Ve-
relaciones que la historia ha contado, envió necia , adonde la avia enviado el señor vi-
al Emperador, nuestro señor; é decirse ha lo sorey don Antonio de Mendoca á su herma-
substancial por evitar prolixidad, sin que se no el señor don Diego de Mendoca, emba-
dexe de expresar todo lo ques notable é con- xador de la Cessárea Mageslad en, la dicha
víniente á la historia 487 Venecia; é pénese á la letra el capítulo que
CAPITULO XLV. En el qual se tracta otra in- en esto habla, é dice después el chronista su
formación que de algunos cavalleros é mili- parescer en el mesmo caso 531
tes que se hallaron en la conquista de la CAPITULO LI. En el qual se tracta una suma-
Nueva España se ha sabido por la diligen- ria relación , en que se relata la forma que
cia del chronista, en que muehas cosas hay en la Nueva España tenian los indios en pa-
conformes con lo que queda dicho ; é tam- gar los tributos á Monteeuma é á sus seño-
bién se dirán otras particularidades que no res , antes que allá fuessen los chripstianos,
son de preterir ni se dexar de memorarlas, porque agora ya assi en lo que se dirá co-
porque todas ellas son muy dignas de la mo en otras cosas, hay otras costumbres é
pressente historia, é suyas 494 novedades; é demás de lo que toca á los
TOMO ffl. 82
650 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs. Págs.

tributos ó agricultura , se dirán otras cosas CAPITULO III. En el qual se tracla una rela-
en que Ja historia hasta aquí no ha fecho ción quel historiador destas materias ovo
mención, que son notables é dignas de se después de un hidalgo llamado Francisco
oyr 535 de Arzeo , é de otros que se hallaron con
CAPITULO LII. En que se traeta una cierta é Ñuño de Guzman, quando fué á conquistar
notable relación quel visorey don Antonio é poblar la Nueva Galicia , é cuéntase más
de Mendoea por su carta mesiva escribió al apuntada é particularmente que lo que está
historiador destas materias, en respuesta de dicho en los capítulos precedentes 562
otra quel auetorle avia escripto para su in- CAPÍTULO IV. Cómo el principal señor ques
formación ; é por ser nescessaria é al pro- dicho, llamado Caeonci, avia fecho falsa
póssito del discurso destas historias, se po- relación al general Ñuño de Guzman, é có-
ne aqui á la letra 539 mo después dixo que no sabia la tierra, le
CAPITULO LHI. En que se contiene una carta hico un processo c lo mandó quemar: é
quel historiador envió al visorey de la Nue- cuéntanse otras cosas que passaron des-
va España , respondiendo á la letra del ca- pués , élos sacrificios é los que quemaban
pítulo precedente , en que se tocan algunas los indios en los hornos.. 564
cosas concernientes á estas historias 541 CAPITULO V. Cómo e! general Ñuño de Guz-
CAPITULO LIV. En el qual el auelor dá racon man conquistó la provincia llamada Cuys-
por qué cessó su camino é yda á España; co , é la que se dice Tómala, é otra que
é hace relación de otras cosas é subcessos nombran Nuchisclan, é otras que se llaman
de la Nueva España, é dice algunas parti- Maxalpa, Suchipila y Elteve , é otros pue-
cularidades que á su noticia han venido, blos ; é oirás cosas notables que convienen
las quales son del jaez de las que la historia al discurso de la historia 566
ha contado, é para más verificación é ver- CAPITULO vi. Cómo el exército é gente del
dad de algunos pasos que quedan escripfos general Ñuño de Guzman fueron acogidos de
de otra forma, no le aviendo tan puntual- paz en la provincia é pueblo que llaman Te-
mente informado, como agora se dirá. E pique; é de una señalada batalla quel gene»
cuéntanse otras cosas del jaez destas mate- ral venció con muy pocos españoles contra
rias, assi enmendando algunas cosas hasta muchos indios en los campos de la provin-
aqui apuntadas, como declarando é perfi- cia, que se dice Gentiquipaque. , 570
cionando otras de que hay nescessidad que CAPITULO vu. Cómo el general Ñuño de Guz-
los le lores sean advertidos 545 man é su exército fueron á la abundantíssi-
CAPITULO LV. Con que en pocas palabras el ma provincia de Iztuclan, é la hallaron des-
auctor dá conclusión á este libro XXXIII de poblada é sin gente; é de un grand huracán
la segunda parte 553 que se pensaron perder con todo su exér-
CAPITULO LVI. En que se tracla de la muerte cito, é murieron desta causa las tres partes
del marqués del Valle, don Hernando Cor- de los indios amigos que en compañía del
tés 554 exército chripsliano yban; é fué neseessario
CAPITULO LVII. Con que se dá fin é se con- de enviar por gente de españoles é indios
cluye la materia de la Nueva España, de amigos para rehacerse el campo, como se
que se ha íractado hasta aqui, 6 dase no- hico, é otras cosas tocantes á la historia... 573
ticia de una nao que vino en fin deste año CAPITULO VIII. En que se traeta de la provin-
de mili é quinientos é quarenta y ocho años cia é pueblo llamado Ciguatan, que los es-
áEspaña, cargada de plata 555 pañoles llamaron Amaconas, é cuéntanse
LIBRO XXXIV. Prohemio 557 otras particulares cosas en adornamiento é
CAPITULO I. Cómo fué proveydo Ñuño de verdadera relación, é lo que allí p a s s ó . . . . 576
Guzman por capitán general é gobernador CAPITULO IX. En que se traeta de la nueva
de la Nueva España, dende la qual fué á Audiencia que Su Cessárea Magestad pro-
conquistar é poblar la provincia de Xatisco veyó para la gobernación de Xaliseo ó Nue-
é otras con ella comarcanas, de las quales va Galicia...., 578
después fué gobernador, é aquello todo se LIBRO XXXV. Prohemio 579
llama agora el reyno de la Nueva Galicia; CAPITULO I. De la relación que hicieron los
é también se dirán otras cosas anexas al que escaparon de la desventurada armada
discurso de la historia 559 del capitán Pamphilo de Narvaez, é lo que
CAPITULO II. En que setractan algunas par- les acaescióen la costa é tierras septentrio-
ticularidades de la Nueva Galicia é provin- nales. . . . 582
cias de Xaliseo , é de su fertilidad , é de la CAPITULO II. En el qual se traetan muchos
provincia de Culuaean , é otras cosas 56 ( trabaxos é nescessidades quel gobernador
DE INDIAS. ÍNDICE. 651
Pútjs.

Pamphilo de Narvaez y estas gentes pades- de Vaca: las quales cosas son del mesmo
e/ieron; é cómo hicieron cinco barcas para jaez é propria historia é tierra, donde se
yr á buscar dónde pudiessen poblar; é có- perdió el dicho Pamphilo de Narvaez é su
mo hirieron a! gobernador de una pedrada; gente - BU
é cómo se vieron martas de muy finas ce- LIBRO XXXVI. Prohemio 619
bellinas; é cómo se partió é desvió de la CAPITULO I. En el quat se tracta del armada
compañía el gobernador con su barca, é se que! adelantado Johan Ponce de Leonhi-
perdieron las dos dellas é se ahogaron el co , con que fué á poblar é conquistar en
veedor é oíros; é cuénlanse oirás cosas de la Tierra-Firme, á la parle del Norte, la
mucha lástima 587 provincia que llaman La Florida, qué! avia
CAPITULO III. En que se traetan otros nue- antes descubierto , é cómo le desbarataron
vos trabaxos de aquesta genle, é cómo se los indios é le hirieron de una flecha, de
perdió el capitán Pamphilo de Narvaez, é que vino á morir á la isla de Cuba, alias
cómo estos pecadores españoles vinieron á Fernandina; é assimesmo se tractan oirás
tanta nesecssidad que enlrellos ovo de co- particularidades dessa tierra. 621
mida que los unos fueron manjar de los CAPITULO ¡I. En el qual se tracta deeierlo
otros; é otras desaventuras se cuentan nun- animal ó vacas monlesas, que hay en la
ca oydas ni padescidas, ni tan largas é con- Tierra-Firme á las espaldas de la provincia
tinuas como aquesta genle tuvo, con que de la Florida ó parte septenirional de la mar
los más ó quassi todos se acabaron 5EU del Norte 623
CAPITULO IV. En el qual se cuentan otros LIBRO XXXVII Prohemio 624
trabaxos é cautiverio que padescieron es- CAPITULO I. En que se tracta el subcesso de
tos hidalgos Alvar Nuñez Cabeea de Vaca la mal encaminada empressa de la gober-
é Andrés Dorantes é Alonso del Castillo é nación é armada del licenciado Lúeas Váz-
un negro; é cómo se juntaron todos quatro quez de Ayllon, que fué á la Tierra-Firme
é determinaron de morir ó salir de, entre á la parte que nos es opuesta á la parle del
aquella mala generación de indios á buseaf Norte, dende la villa del Puerto de Piala
tierra de chripstianos, é lo que les subce- desta Isla Española; é cómo é dónde murió
dió, procurando de seguir su buen desseo. 597 el licenciado é la mayor parte de la gente
CAPITULO V. En el qual se tracta la conti- que llevó 627
nuación de! camino questos tres chripstia- CAPITULO II. En que se tracta de la tiranía ó
nos y e! negro hacían, buscando cómo sal- motin de Ginés Doncel é Pedro de Bacán,
drían á tierra de chripsíianos; é cómo hi- é cómo fué presso este Ginés Doncel é se
cieron miraglos, sanando á muchos indios hico. justicia del Pedro de Bacán. É tam-
enfermos con solamente los santiguar; é bién cuenta la historia cómo trayendo el
cuéntanse cosas notables é nescessarias al cuerpo del licenciado Ayllon muerto á esta
discurso de la historia 603 Isla, lo echaron en la mar 620
CAPITULO VI. En el qual se dá fin á la rela- CAPITULO III. En que se Iractan algunas par-
ción deslos hidalgos Alvar Nuñez Cabeea ticularidades de la provincia de Gualdape
de Vaca, Andrés Dorantes é Alonso del en la tierra del Norte, donde mu rió el li-
Castillo; é se cuenta el discurso de su pe- cenciado Lúeas Vázquez de Ayllon 630
regrinación é trabaxoso camino, é otras co- CAPITULO IV. De otras particularidades de
sas que por ellos passaron hasta llegar á pescados, que* se vieron por nuestros espa-
•un pueblo de chripstianos en la goberna- ñoles en aquella tierra, donde murió el li-
ción de la Nueva Galicia 608 cenciado Ayllon, é otras eosas que compe-
CAPITULO vit. En quel auelor destas histo- ten á la historia 633
rias cuenta algunas cosas que en la relación LIBRO XXXVIII. Prohemio 934
sussodicha no cuentan, las quales después Sumaria relación de la parle septentrional, en
en España, año de mili e' quinientos é qua- la qual el chronista destas historias dá á
renta y siete años, en la corte del Príncipe entender lo que deslas materias nuevamen-
don Felipe, nueslro señor, en Madrid, le te ha sabido 635
contó é dixo el mesmo Alvar Nuñez Cabeea
ERRATAS QUE SE HAN NOTADO.

PÁGINA. COLUMNA. LÍNEA. DÍCE. LüASE.

59 1 31 traxos trabaxos
"O i 40 teniene tenienle
Id .1 43 ot ó rebelión. lo ó rebelión
J28 .1.. 38 ordenamente ordenadamente
Id ..2 19 negligengia negligencia
Id... 2 35 á los otras á las otras
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