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CONOCIENDO A DIOS.

INTRODUCCION
Para comenzar este estudio debemos hacernos tres preguntas
¿Conocemos a Dios? ¿Creemos que conocemos a Dios? ¿Queremos conocer a
Dios? Es bueno que nos identifiquemos con una de estas preguntas, porque
conocer a Dios es de vital importancia para nuestras vidas como cristianos, así
lo dice el escritor del evangelio de Juan.
Juan 17:3 dice “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único
Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.
Aunque la biblia habla que el Hijo (Jesucristo) nos revela al Dios Padre,
también nos da una serie de datos que nos permiten concluir que podemos
conocer a Dios Padre.
Lo primero que debemos entender es que a Dios tenemos que verle
como a una persona, es decir, aunque en este momento no podamos verle
literalmente tenemos que tener la convicción de que Él es una persona.
La biblia dice que Dios es Espíritu en Juan 4:24 que dice “Dios es Espíritu;
y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. Pero a
lo largo de la misma se describe como a una persona:
La cual tiene boca:
Génesis 1:3 dice “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”.
Dios tiene ojos:
Génesis 1:4 dice “Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz
de las tinieblas”.
Tiene oídos:
Salmos 34:15 dice “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos
sus oídos al clamor de ellos”.
Él tiene dedos:
Salmos 8:3 dice “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las
estrellas que tú formaste”.
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Si tiene dedos, también tiene manos:
Salmos 144:7 dice “Envía tu mano desde lo alto; Redímeme, y sácame
de las muchas aguas, De la mano de los hombres extraños”.
Si tiene mano, tiene brazo:
Salmos 89:10 dice “Tú quebrantaste a Rahab como a herido de muerte;
Con tu brazo poderoso esparciste a tus enemigos”.
Dios tiene espaldas:
Éxodos 33:23 dice “Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas;
mas no se verá mi rostro”.
Él tiene pies:
Isaías 66:1 dice “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado
de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar
de mi reposo?”.
Vemos como la biblia nos describe a Dios Padre como a una persona, y
esto es, porque si lo vemos o sentimos como a una persona podemos
conocerlo de una mejor manera, y esa siempre ha sido la intensión de Dios,
porque si Jesucristo nos dice que la vida eterna es conocer al único Dios
verdadero y a Él es porque en realidad se les pueden conocer.
¿QUÉ ES CONOCER?
Es difícil conocer a una persona si no tenemos claro lo que significa en
todo el término la palabra conocer.
Según el diccionario de la real academia española conocer es “tener en
la mente información sobre algo” o también “tener información o
conocimiento profundos y con experiencia directa sobre algo”.
Según la Santas Escrituras este término puede tener varios significados,
como por ejemplo:
Génesis 3:7 dice “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y
conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se
hicieron delantales”.

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En esta ocasión la palabra conocer se traduce del vocablo hebreo yadá
que es usado en una gran variedad de sentido, tales como: Observación,
reconocimiento, comprender, concernir, conocimiento, considerar, contestar,
descubrir, discernimiento, distinguir, docto, encontrar, enseñar, entender,
entendido, enterar, ignorar, etc. Por esta razón se encontrara este verbo en
muchos pasajes de la biblia.
Génesis 27:23 dice “Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas
como las manos de Esaú; y le bendijo”.
En este texto la palabra conocer se traduce del verbo hebreo nakár que
significa reconocer, familiarizarse con, es decir, Isaac no reconoció a su propio
hijo.
Job 20:9 dice “El ojo que le veía, nunca más le verá, Ni su lugar le
conocerá más”.
Aquí se traduce del vocablo hebreo shur que significa inspeccionar o
examinar.
Jeremías 22:16 dice “El juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y
entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová”.

En esta ocasión la palabra conocer hace referencia a la persona de Dios


Padre, por ello se utiliza el verbo hebreo dáat que se traduce como
conocimiento, ciencia, conocer, entendimiento, inteligencia, intención,
sabiduría y sentido.
Estos términos que hemos visto hasta ahora son los utilizados en el
antiguo testamento, a continuación vamos a estudiar los utilizados en el nuevo
testamento.
Mateo 7:16 dice “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas
de los espinos, o higos de los abrojos?”.
Es este caso se traduce del vocablo griego epiginósko que significa
reconocer o saber.

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Mateo 9:4 dice “Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo:
¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?”.
En esta ocasión se habla del término conocer como el traducido del
verbo griego eido que significa percibir o saber.
Lucas 2:17 dice “Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho
acerca del niño”.
Aquí se traduce del verbo griego diagnorizo que significa contar por
todas partes.
Juan 1:18 dice “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en
el seno del Padre, él le ha dado a conocer”.
En este texto se traduce del vocablo griego exegéomai que significa
considerar, conocer.
Juan 7:4 dice “Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo
en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo”.
La palabra conocer utilizada aquí viene del verbo griego parresia que
traducido es públicamente, abiertamente o claramente.
En los textos que se refiere a conocer a Dios como:
Juan 17:3 dice “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único
Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.
Romanos 1:21 dice “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron
como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido”.
En estos dos casos en los cuales la palabra conocer hace referencia a
Dios, o mejor dicho, conocer a Dios se traduce del vocablo griego ginósko que
puede tener varios significados como: notar, saber, sentir, tener, entender,
llegar al conocimiento, comprender.
Podemos ver que esta palabra (conocer) tanto en el antiguo testamento
como en el nuevo testamento tiene infinidades de significados, pero cuando
se refiere a conocer a Dios adquiere una connotación distinta y extensa, en
otras palabras, si definimos lo que significa conocer a Dios según la biblia es, ir
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más allá de tener un simple conocimiento de quien es la persona de Dios
Padre, es tener entendimiento con conciencia de quien es Él, es actuar con
inteligencia, sabiduría y sentido a partir de conocer al Dios que le servimos, es
sentir y entender al Dios que nos creó y nos adoptó como sus hijos, es llegar al
conocimiento pleno de quien es la persona de Dios Padre y sobre todo
comprenderlo.
LA EXISTENCIA DE DIOS
Entendiendo lo que significa la palabra conocer en todos sus sentidos, el
primer paso que debemos dar para conocer a una persona, es saber si esa
persona existe, porque es imposible conocer a alguien que no exista, eso me
dice que para conocer a Dios lo primero que tengo que saber es si
verdaderamente existe Dios. Aunque esto suene un poco extraño, muchas
personas en el mundo dudan de la existencia de Dios, incluso muchos de los
cristianos a veces con sus actitudes demuestran dudar de la existencia de Dios
y otro punto interesante es que los cristianos creen en Dios por convicción y
fe. La pregunta es ¿Cómo podemos demostrarnos y demostrar a los demás que
Dios existe?
Imagínese por un instante si en un evangelismo nos encontramos a una
persona que sea atea, así se conocen a las personas que niegan la existencia
de Dios ¿Cómo le demostramos la existencia de Dios?
Tradicionalmente se usan cuatros argumentos básicos para demostrar
la existencia de Dios: Cosmológico, teleológico, axiológico y ontológico.
Argumento Cosmológico.
El término “cosmológico” se origina de la palabra griega “cosmos” que
quiere decir “mundo” o “universo”.
Este argumento fue defendido por Tomás de Aquino (1220-1274).
Sostiene que todo lo que existe tiene una causa que, a su vez, tiene otra causa,
y así sucesivamente remontándose hasta llegar a la causa primigenia, o sea,
Dios; no admite que la serie de causas pudiera ser infinita.
El argumento cosmológico es como sigue:
1. Todo tiene una causa.

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2. Ninguna causa puede crearse por sí misma.
3. Por lo tanto todo es causándose por otra cosa (causa y efecto)
4. Una cadena de causa y efecto no puede ser infinita.
5. Debe de existir un principio o primera causa.
6. La primera causa puede ser definida como Dios.
Una variación del argumento creado después de la teoría del Big Bang dice
como sigue:
1. Todo lo que tiene un origen tiene una causa.
2. El universo tiene un origen.
3. Por lo tanto el universo tiene una causa (Y la causa incausada es Dios).
Así, al preguntarse “¿si todo tiene que tener alguna causa, entonces Dios
debería tener una causa?”; en ambos argumentos se indicará que Dios causa
sin ser causado, porque es el ser subsistente (su existencia se identifica con su
esencia y es la plenitud del ser).
El argumento cosmológico para la existencia de Dios es de esta manera:
El mundo no podría existir por sí mismo así que debe haber existido una causa
primaria que lo hizo existir. Esta causa primaria es Dios. O viéndolo de otra
manera, el universo no podía simplemente haber existido por sí mismo,
alguien o algo lo debió haber creado. Esta causa del universo es Dios.
Argumento Teleológico.
El argumento teleológico es también conocido como “el argumento del
diseño”, porque la palabra griega “telos” significa “propósito” o “diseño”.
Es el argumento sobre la existencia de Dios que se basa en la premisa de
que existe una evidencia (percibida por los humanos) de un mundo y un
universo "diseñado". Se basa en esos aspectos del mundo que, al ser
complejos, parecen haber estado diseñados; y que, en consecuencia, parecen
obedecer un objetivo o una finalidad de un ser inteligente.
Dentro de las distintas variaciones el argumento básico es como sigue:

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1. El universo y los seres humanos son demasiados complejos como para
haber ocurrido al azar.
2. Por lo tanto el universo y los seres humanos deben de haber sido
creado por un ser inteligente.
3. Dios es el único ser inteligente que ha podido crear el universo y al ser
humano.
4. Por lo tanto Dios existe.
En resumen, el argumento teleológico afirma que el universo evidencia
demasiada complejidad para ser el producto de la casualidad. Se sabe que los
cuerpos celestes se mueven con exactitud perfecta en sus órbitas. Nuestros
cuerpos humanos, también, son increíblemente complicados. Según el
argumento teleológico, simplemente en ninguna manera toda esta
complejidad podría “simplemente suceder”. Dios debió haber creado todo.
Argumento Ontológico.
El término “ontológico” se deriva del griego “ontos” que significa ser.
Este argumento es diferente a los argumentos cosmológicos y
teleológicos en lo referente a que no afirma desde la evidencia en el mundo
natural. De esta manera, no es un argumento de “causa y efecto”.
El argumento ontológico puede ser indicado de este modo: “Dios es el
ser inimaginable más grande. Uno de los aspectos de la perfección o de la
grandeza es la existencia. De esta manera, Dios existe”. O diciéndolo de otra
manera “el hecho de que Dios puede ser concebido significa que él debe
existir”.
Este argumento para la existencia de Dios fue desarrollado por el
teólogo y filósofo del siglo doce, Anselmo. Se basa en la declaración de
Anselmo de que Dios es “aquello que nadie más grande puede ser concebido”.
Este es el argumento más débil para demostrar la existencia de Dios, ya
que establece que todo depende de la imaginación, es decir, todos los seres
humanos se imaginan que existe un ser supremo.

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Argumento Axiológico.
El argumento axiológico es también conocido como ley moral del
universo, ya que la palabra axios significa juicio o moral.
Este argumento dice así: Sin Dios la moralidad sería imposible. Debe
haber un Legislador (Dios) que origine y sostenga la ley moral. Una ley moral
universal no puede existir accidentalmente. Debe haber una base detrás de
ella, o sea, Dios.
Según esta perspectiva, toda persona nace con una comprensión
inherente del bien y el mal. Todo el mundo, por ejemplo, comprende que
matar a una persona inocente es malo. Todo el mundo comprende que ayudar
a una persona a evitar que se ahogue es correcto. ¿De dónde vino esta
comprensión interna del bien y el mal? Según a los adherentes del argumento
de la ley moral, esta comprensión se origina de Dios. Él lo introdujo en los
corazones de toda persona.
Debería ser notado que la mayoría de los teólogos cristianos y los
filósofos creen que Dios nunca intentó que su existencia pudiese sea algo que
se probara con el 100% de certeza. Señalan que la fe es un componente
importante en comprender a Dios y su existencia.
Hebreos 11:1 dice “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve”.
EL NOMBRE DE DIOS
Ya hemos demostrado por otros medios diferentes a la biblia que Dios
existe, y como Él existe entonces lo podemos conocer. El siguiente paso que
usted da para conocer a una persona que existe es conocer su nombre, por
eso vamos a profundizar un poco acerca del nombre de Dios.
Por Dios existir y ser una persona, entonces debe tener un nombre, sin
embargo a lo largo del tiempo, al Dios que le servimos, el Dios todo poderoso
que creo el universo se le ha dado diversidades de nombre, tales como: DIOS,
ELOHIM, ELYON, ADONAI, EL SHADDAI, YAVÉ, YAHWEH y JEHOVA. Con
respecto al nombre de JEHOVA se le han agregado otras terminología como:
TSABAOTH, RAFA, NISSI, SHALOM, RA`HA, TSIKENU, YIREH Y SHAMA.

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Vamos a ver por separado cada uno de estos supuestos nombres.
DIOS: Con esta palabra los seres humanos identifican a un ser supremo.
ELOHIM: Es un verbo hebreo que significa Dios o Supremo.
ELYON: Significa el Altísimo.
ADONAI: Se traduce como Señor, indica el total señorío de Dios.
EL SHADDAI: Se traduce como El Todopoderoso.
Ahora vamos a ver los términos que acompañan el nombre de Jehová:
TSABAOTH: Significa “De los Ejércitos”.
RAFA: Quiere decir “Tu Sanador”.
NISSI: Se traduce como “Mi Bandera”.
SHALOM: Significa “De Paz”.
RA`HA: Quiere decir “mi Pastor”.
TSIKENU: Se traduce como “Justicia Nuestra”.
YIREH: Significa “Mi Proveedor”.
SHAMA: Quiere decir “Esta Allí”.
Como podemos observar, ninguna de estas expresiones corresponde a
un nombre, sino más bien, a características o descripciones. Los hebreos
acostumbraban a colocarles los nombres a las personas según la ocasión de su
nacimiento o según el propósito destinado para la vida de las personas. El
mismo Jesucristo les cambio el nombre a algunos de sus discípulos, según sus
propósitos, a Levi por Mateo, a Simón por Pedro y a Saulo por Pablo por
nombrar algunos ejemplos.
Los nombres que acabamos de ver de Dios, son nombres que los seres
humanos dieron a Dios, para diferenciarlo de otros dioses paganos y algunos
para recordar el carácter de Dios.

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Sin embargo no es sino hasta que Moisés sube al monte de Horeb que
Dios le revela su verdadero nombre, incluso ni siquiera a Abraham al cual Dios
llamo mi amigo Él le revelo su nombre.
Éxodos 6:3 dice “Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios
Omnipotente, más en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos”.
Ahora veamos el momento en que Dios le revela su nombre a Moisés:
Éxodos 3:13-14 dice “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos
de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si
ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y
respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de
Israel: YO SOY me envió a vosotros”.
¿Qué sucede en este pasaje? Dios apareció a Moisés para enviarlo a
liberar a los hebreos, que estaban esclavizados en Egipto. El pasaje surge como
respuesta a esta promesa de Dios: pues Moisés quiere saber, lógicamente,
¿Quién eres tú? ¿Qué les digo a los hijos de Israel? La respuesta de Dios es: YO
SOY EL QUE SOY y luego YO SOY. Estas declaraciones no son el nombre de Dios,
son explicaciones del nombre de Dios y el poder de Dios. En hebreo el verbo
“ser” en primera persona y gramaticalmente connotan acción perpetua:
“estoy siendo el que estoy siendo” o “estoy siendo el que es.”
Éxodos 3:15 dice “Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de
Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac
y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre;
con él se me recordará por todos los siglos”.
Pero es en versículo 15 que se revela específicamente el nombre de
Dios: YHWH. Estas cuatro letras son una derivación del verbo “ser” que ya se
ha usado tres veces en el contexto, señalando que el sentido de YHWH está
relacionado esencialmente al concepto de existencia permanente, fidelidad,
constancia de propósito de Dios.
En los textos originales el nombre de Dios se escribió con 4 letras,
traducidas a nuestro idioma son YHWH o YHVH. Estas cuatro letras se conocen
como el tetragrama y era una forma de escribir en la antigüedad y por lógica
debía de existir una forma de pronunciarlas.

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Pero, nos preguntamos, ¿por qué es que este nombre que se usa unas
6000 veces en el Antiguo Testamento no aparece en nuestras Biblias? Es una
buena pregunta. Algo tan importante como el nombre de Dios debería estar
disponible para los que le adoran.
¿Qué fue lo que sucedió? Después de Moisés recibir los diez
mandamientos y darlos a los hebreos, ellos tomaron una costumbre, cada vez
que en las Escrituras se topaban con el tetragrama (YHWH), quien leía lo
sustituía por ADONAI o ELOHIM. Ésta práctica de no decir el nombre de Dios y
sustituirlo, con el tiempo ocasionó que los hebreos y judíos olvidasen cómo se
escribía el nombre de Dios y cómo se pronunciaba. Muchos dicen que la razón
de esto fue el mandamiento descrito en Éxodos 20:7 dice “No tomarás el
nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al
que tomare su nombre en vano”. Es decir, que quizás por no fallar en este
mandamiento ellos sustituían el nombre de Dios o sea YHWH.
¿De dónde salieron entonces los nombres YAVÉ, YAHWEH y JEHOVA?
Con el pasar de los años y de las traducciones de la Biblia algunos
estudiosos hicieron algo bastante curioso. Dado que en el lenguaje hebreo en
algunas palabras no existen las vocales, el tetragrama (YHWH) sería imposible
de pronunciarlo para nosotros y ya que los hebreos cambiaban el nombre de
Dios (YHWH) por ADONAI o ELOHIM, decidieron sacar de ADONAI y ELOHIM
las vocales (A, O y E) y las introdujeron en el tetragrama, quedando como
resultado: YAVE, YAHWEH y YAHOWAH, esta última pronunciándola se
escucha como Jehová. Entonces ninguno de estos tres nombres corresponde
al verdadero nombre de Dios.
Dado que los nombres utilizados por los judíos no son una manera de
identificar a una persona, sino una descripción de las características de la
persona y que otros fueron producto de una combinación de varios nombres
me atrevo a decir dos maneras de llamar a Dios:
YHWH
Que es la única forma en que se ha hallado en las escrituras, se usaría
para escribir su nombre, pero recuerde que para nosotros y especialmente los

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de lengua hispana no se puede leer ni pronunciar por el simple hecho de no
tener vocales.
PADRE NUESTRO
Mateo 23:9 dice “Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra;
porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos”.
Nuestro Señor Jesucristo mismo dijo que a nadie más que a Dios dijeran
“Padre Nuestro”, pues al ser hijos de Dios, Él es nuestro único “Padre”. Si en lo
secular al hombre que nos engendró o nos crio, le llamamos padre, papá o papi
y él atiende a nuestro llamado, cuanto más nuestro Padre Celestial.
Incluso en la oración modelo nos pidió que lo llamáramos “Padre
Nuestro”.
EL CARÁCTER DE DIOS
Ya hemos estudiado la manera en que Nuestro Padre Celestial quiere
que lo conozcamos, también hemos demostrados su existencia y entendimos
cual es la forma de llamarlo o dirigirnos a Él, ahora vamos hablar acerca del
carácter de Nuestro Padre Celestial.
El carácter es un conjunto de rasgos, cualidades o circunstancias que
indican la naturaleza propia de una cosa o la manera de pensar y actuar de una
persona o una colectividad, y por los que se distingue de las demás.
Cuando hablamos de Nuestro Padre Celestial, entonces podemos decir
que es un conjunto de rasgos y cualidades que indican la naturaleza propia o
la manera de pensar y actuar de Nuestro Padre Celestial.
Al hablar del carácter del Padre Nuestro nos damos cuenta de que no
podemos decir de una sola vez todo lo que la Biblia nos enseña en cuanto al
carácter de Nuestro Padre Celestial. Necesitamos decidir de alguna manera
cuales aspectos del carácter de Él considerar primero, cuales aspectos
considerar en segundo lugar. Estos aspectos los vamos a llamar atributos, ya
que los mismos son especialmente esenciales en la naturaleza de Nuestro
Padre Celestial, y los vamos a dividir en dos grupos, que son: Atributos
Incomunicables y Atributos Comunicables. Los incomunicables son aquellos
esenciales en Él y no los tienes en ningún grado ningún otro ser y los

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comunicables son aquellos atributos que aunque son de Él los
experimentamos los seres humanos, no obstantes, es bueno destacar que
estos atributos se encuentran en su más elevado nivel en la persona de
Nuestro Padre Celestial y que nosotros los seres humanos podemos denegar
de ellos, pero Él jamos lo hará.
ATRIBUTOS INCOMUNICABLES DE NUESTRO PADRE CELESTIAL
Vamos a estudiar muy brevemente cada uno de estos atributos:
La Omnisciencia.
La omnisciencia es definida como “el estado de tener un conocimiento
total, la cualidad de saberlo todo.” Él lo sabe todo.
1ª Juan 3:20 dice “Pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que
nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas”.
Él conoce no sólo los más mínimos detalles de nuestra vida, sino los de
todos los que está a nuestro alrededor, porque Él menciona que aún sabe
cuándo cae un pajarillo o cuantos cabellos tenemos cada uno de nosotros.
Mateo 10:29-30 dice “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con
todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros
cabellos están todos contados”.
Él también conoce nuestros propios pensamientos, aún antes de que
hablemos.
Salmos 139:4 dice “Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí,
oh Jehová, tú la sabes toda”.
En poca palabra no hay una cosa en este mundo que Nuestro Padre
Celestial no sepa.
La Omnipresencia.
La omnipresencia se define como la facultad de estar presente en todos
los lugares al mismo tiempo, es decir, Nuestro Padre Celestial está presente es
todos los lugares.

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La presencia de Dios es continua a través de toda la creación, aunque
puede no ser revelada de la misma manera al mismo tiempo a la gente en
todas partes. A veces, Él puede estar activamente presente en una situación,
mientras que puede no revelar su presencia en otra circunstancia en alguna
otra área. La Biblia revela que Él al mismo tiempo puede estar presente para
una persona de una forma manifiesta y presente en cada situación en toda la
creación en cualquier momento determinado.
Isaías 57:15 dice “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la
eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y
con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”.
Salmos 33:13-14 dice “Desde el lugar de su morada miró sobre todos
los moradores de la tierra. El formó el corazón de todos ellos; Atento está a
todas sus obras”.
La omnipresencia es el método de Nuestro Padre Celestial para estar
presente en todos los rangos de tiempo o espacio. Aunque Él está presente en
todo tiempo y espacio, Él no está localmente limitado a ningún tiempo o
espacio. Nuestro Padre Celestial está en todas partes y en cada momento.
La Omnipotencia.
La omnipotencia se define como el atributo del Padre Nuestro mediante
el cual puede hacer todo lo que desee, es decir, Él todo lo puede.
Lucas 1:37 dice “porque nada hay imposible para Dios”.
Job habló del poder de Nuestro Padre Celestial en Job 42:2 que dice “Yo
conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de
ti”. Job estaba reconociendo la omnipotencia de Nuestro Padre Celestial para
llevar a cabo Sus planes.
También Moisés, fue recordado por Nuestro Padre Celestial que Él tenía
todo el poder para llevar a cabo sus propósitos respecto a los israelitas en
Números 11:23 que dice “Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha
acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no”.

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En ninguna otra parte la omnipotencia de Nuestro Padre es apreciada
más claramente que en la creación.
Génesis 1:1-3 dice “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la
tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios:
Sea la luz; y fue la luz”.
El hombre necesita herramientas y materiales para crear o construir; Él
simplemente habla, y por el poder de Su Palabra, todo fue y es creado de la
nada.
Independencia.
La independencia es la capacidad que tiene Nuestro Padre Celestial para
vivir por sí mismo. De esta forma, podemos afirmar que Él no depende de
ningún agente externo para su existencia, pero a la vez todas las cosas
dependen de Él, es decir, Él no nos necesita a nosotros ni a nada del resto de
la creación, sin embargo nosotros y el resto de la creación podemos glorificarle
y proporcionarle gozo.
Juan 5:26 dice “Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así
también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo”.
Nuestro Padre Celestial es el único ser independiente, nosotros
hablamos de personas ricas como seres independientes, pero en realidad
ninguna criatura es independiente.
La independencia de Nuestro Padre Celestial no quiere decir que Él no
pueda usar sus criaturas para llevar a cabo su voluntad, sino simplemente
significa que Él no depende de ellas; no necesita usarlas. Él puede usarnos para
adelantar su causa, pero lo que hace a través de nosotros, podría hacerlo
fácilmente sin nosotros.
Romanos 11:34-35 dice “Porque ¿quién entendió la mente del Señor?
¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese
recompensado?”.

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Respecto a la existencia de Nuestro Padre Celestial, este atributo
también nos recuerda que solo Él existe en virtud de su propia naturaleza, y
que nunca fue creado y nunca empezó a existir, siempre fue.
Esto se ve en el hecho de que todas las cosas que existen fueron hechas
por él.
Apocalipsis 4:11 dice “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y
el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron
creadas”.
La inmutabilidad.
La inmutabilidad es la cualidad que tiene Nuestro Padre Celestial para
no cambiar jamás, es decir, Él no puede cambiar, no puede envejecer, no
progresa ni crece, ya que es perfecto eternamente.
Malaquías 3:6 dice “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de
Jacob, no habéis sido consumidos”.
Santiago 1:17 dice “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende
de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de
variación”.
Hay varias razones lógicas por las cuales Él debe ser inmutable, por eso
es imposible que Él cambie. En primer lugar, si algo cambia, debe hacerse en
un orden cronológico. Debe haber un momento antes del cambio y un
momento después del cambio. Por lo tanto, para que el cambio se lleve a cabo,
debe ocurrir dentro de las restricciones del tiempo; sin embargo, Él es eterno
y existe fuera de las limitaciones del tiempo.
Salmos 33:11 dice “El consejo de Jehová permanecerá para siempre;
Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones”.
Segundo, la inmutabilidad de Nuestro Padre Celestial es necesaria para
su perfección. Si algo cambia, debe cambiar para bien o para mal, porque un
cambio que no hace ninguna diferencia no es un cambio. Para que el cambio
se realice, o bien se adiciona algo que se necesita, lo cual es un cambio para
mejorar, o algo de lo que se necesita se pierde, lo cual es un cambio para
empeorar. Pero ya que Él es perfecto, Él no necesita nada, por lo tanto, Él no

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puede cambiar para bien. Si Él fuera a perder algo, Él ya no sería perfecto;
luego, Él no puede cambiar para mal.
En tercer lugar, la inmutabilidad de Nuestro Padre Celestial se relaciona
con su omnisciencia. Cuando alguien cambia su forma de pensar, a menudo es
porque han salido a la luz nueva información que no se conocía con
anterioridad, o porque las circunstancias han cambiado y requieren una
actitud o acción diferente. Ya que Él es omnisciente, Él no puede aprender algo
nuevo que ya no sepa. Por lo tanto, cuando la Biblia habla que Dios se
arrepiente, debe entenderse que la circunstancia o situación ha cambiado, no
Él.
Éxodos 32:14 dice “Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que
había de hacer a su pueblo”.
Infinitud
La Eternidad de Nuestro Padre Celestial o su Infinidad indica que Dios
no tiene principio ni fin, ni sucesión de momentos en su propio ser, y por lo
tanto ve el tiempo igualmente vívido, pero de igual forma Él ve los eventos en
el tiempo y actúa en el tiempo.
El tiempo, es una magnitud física a la cual fue sujeta la creación por
voluntad de Él, esta no afecta a Nuestro Padre Celestial.
Salmo 90:2 dice “Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y
el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.”
Apocalipsis 1:8 dice ““Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin”.
Él es infinito en el sentido que no tiene limitaciones, podemos ver la
infinitud de Nuestro Padre Celestial desde diversos puntos de vistas.
Con respecto a sus cualidades su infinitud es perfección.
Todos los atributos de Él son ilimitados, desde el punto de vista
cualitativo y cuantitativo. Su poder no tiene límite, su amor es infinito y de la
misma formas todas sus cualidades.
Con respecto al tiempo su infinitud es eternidad.

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Él es eterno en el sentido que no tiene principio ni fin, además, es
totalmente trascendente en el tiempo, es decir, para Él el tiempo no tiene
ningún tipo de afectación.
2ª Pedro 3:8 dice “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el
Señor un día es como mil años, y mil años como un día”.
Con respecto al espacio su infinitud es inmensidad. Él es inmenso en el
sentido que todo lo llena, ya que no existe lugar donde no pueda llegar. Él no
tiene limitación de espacio.
Isaías 66:1 dice “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado
de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar
de mi reposo?”.
ATRIBUTOS COMUNICABLES DE DIOS
Estudiaremos en esta ocasión cada uno de los atributos comunicables
de Dios:
Amor.
Podemos comenzar diciendo que el atributo principal o central de
Nuestro Padre Celestial es el amor, ya que la biblia declara que “Él es amor”.
1ª Juan 4:8 dice “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es
amor”.
Para entender el amor de Nuestro Padre Celestial debemos saber que
existen, según los griegos, diferentes tipos de Amor:
El amor eros: se trata de un tipo de amor más carnal e intenso pero que
generalmente cuenta con la característica de ser efímero, es decir, de la misma
forma que llega se acaba marchando.
El amor philia: Su palabra es ‘hermandad’. La intención de este tipo de
amor es promover el bien común y la cooperación con otros seres humanos
durante la convivencia. Tiene mucho más que ver con la psicología social y el
cómo interactuamos con otras personas dentro de un ambiente determinado.
El amor storgé: Conocido también como amor fraternal. La palabra
lealtad rige este tipo de afecto, lo desarrollamos hacia nuestra familia,
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compañeros y amigos. Bajo esta definición se dan las relaciones en las que el
compromiso es fundamental, incluso podemos sentirlo hacia alguna mascota
o cualquier cosa que despierte el deseo de cuidarnos mutuamente.
El amor ágape: Este es el concepto que resalta el lado más profundo de
la palabra, según la definición de Wikipedia, refiere a un amor incondicional y
reflexivo, en el que la prioridad siempre es el bienestar del ser amado. Esta
definición le da un tono un poco religioso al amor, ya que lo podemos asociar
con la filosofía cristiana sobre la divinidad y la devoción.
De estas cuatro definiciones podemos decir que los tres primeros son
amor en el sentido de la palabra, pero no son eternos, sin embargo el amor
ágape es el único eterno, por lo cual es el que se relaciona con Nuestro Padre
Celestial, porque el amor de Él es eterno.
El amor de Nuestro Padre Celestial puede verse de distintas formas:
En la Gracia: El amor inmerecido de Él hacia el ser humano perdido. Él
ama al pecador a pesar de que este no puede provocar el amor.
Efesios 2:8 dice “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto
no de vosotros, pues es don de Dios”.
En la Misericordia: Es el amor de Él hacia el que está sufriendo las
consecuencias del pecado, también se llama compasión.
Salmos 51:1 dice “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu
misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones”.
En la Longanimidad: Es la paciencia de Nuestro Padre Celestial para
soportar a los malos, aún a aquellos que le retan; Él pospone o posterga el
castigo dándole a los pecadores oportunidad de arrepentirse.
2ª Pedro 3:9 dice “El Señor no retarda su promesa, según algunos la
tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo
que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.
Santidad.
La santidad de Nuestro Padre Celestial nos dice que Él es exaltado sobre
toda sus criaturas, es absolutamente distinto de ellas y que no se confunde

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con su creación. La idea de la santidad nos refiere a su excelencia moral, la
infinita distancia entre Él y toda la impureza, mentira, pecado o
contaminación.
Levítico 11:44 dice “Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por
tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no
contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la
tierra”.
Veracidad.
La veracidad de Nuestro Padre Celestial es aquella virtud por medio de
la cual todas sus declaraciones son verdaderas. Él es veraz en su revelación,
todo lo que dice de sí mismo es verdadero y todo lo que dice que va a suceder
sucede. La veracidad de Él puede extenderse a su existencia real, ya que Él es
el único Dios verdadero; los ídolos son sólo ficción y engaño. Otro aspecto de
su veracidad es su fidelidad, porque cumple todas sus promesas.
Jeremías 10:10 dice “Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo
y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su
indignación”.
Romanos 3:4 dice “De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y
todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus
palabras, y venzas cuando fueres juzgado”.
Números 23:19 dice “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de
hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo
ejecutará? ”.
Justicia.
La justicia es el atributo por el cual Nuestro Padre Celestial se manifiesta
contra toda violación de su santidad; por su justicia Él cumple con toda las
normas que se impone a sí mismo. La justicia de Él implica que no existe norma
o pauta por encima de Él, Nuestro Padre Celestial es la norma para distinguir
lo correcto de lo incorrecto.
Se puede ver la justicia de Nuestro Padre Celestial desde dos puntos de
vista, por un lado, la justicia remunerativa, por la cual se refiere que Él premia

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y recompensa según las condiciones y promesas que Él mismo ha puesto. Por
otro lado la justicia retributiva, la cual consiste en que Él castiga el pecado.
Edras 9:15 dice “Oh Jehová Dios de Israel, tú eres justo, puesto que
hemos quedado un remanente que ha escapado, como en este día. Henos
aquí delante de ti en nuestros delitos; porque no es posible estar en tu
presencia a causa de esto”.
Mateo 6:33 dice “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Conocimiento.
Dios conoce todas las cosas y no hay nada que desconozca; además, Él
es consciente de ese conocimiento, es decir, sabe lo que sabe y lo sabe
perfectamente. Su conocimiento es exhaustivo, a tal punto que es infinito.
El conocimiento de Dios es inmediato e intuitivo, no necesita usar
razonamiento o sacar cuenta para extraer conclusiones, además, es un
conocimiento a priori, es decir, Él conoce las cosas antes que ocurra.
Isaías 40:13 dice “¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó
enseñándole?”.
Salmos 94:11 dice “Jehová conoce los pensamientos de los hombres,
que son vanidad”.
Sabiduría.
La sabiduría es la forma correcta de aplicar el conocimiento, la biblia
declara que Nuestro Padre Celestial es sabio, de tal forma, que todas sus
actuaciones son coherentes con los más elevados niveles de exigencias. La
sabiduría de Él se muestra en tres aspectos resaltantes de su obra: La creación,
la redención y la providencia.
Job 21:22 dice “¿Enseñará alguien a Dios sabiduría, juzgando él a los
que están elevados?”
Romanos 11:33 dice “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y
de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus
caminos!”

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Efesios 3:10 dice “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora
dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los
lugares celestiales”.
Celos.
Aunque la palabra celos se usa con frecuencia en sentido negativo en
español, también a veces toma un sentido positivo. Por ejemplo, Pablo les dijo
a los corintios: “El celo que siento por ustedes proviene de Dios” (2 Co 11:2).
Aquí el sentido es fervientemente protector y vigilante. Tiene el significado de
estar profundamente comprometido a buscar el honor y bienestar de alguien,
sea de uno mismo o de algún otro.
La Biblia dice que Él es celoso de esta manera. Continua y
fervientemente protege su honor. Le ordena a su pueblo no postrarse ante
ídolos ni servirlos.
Éxodos 20:5 dice “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo
soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre
los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”.
El celo de Nuestro Padre Celestial se puede definir entonces como sigue:
El celo de Él significa que Él continuamente busca proteger su honor.
A algunas personas les cuesta trabajo pensar que el celo es un atributo
deseable en Nuestro padre Celestial. Esto se debe a que el celo por su propio
honor como seres humanos siempre es errado.
Ira.
Tal vez nos sorprenda descubrir cuán frecuentemente la Biblia habla de
la ira de Nuestro Padre Celestial. Sin embargo, si Él ama todo lo que es recto y
bueno y todo lo que se conforma a su carácter moral, es lógico que aborrezca
todo lo que se opone a su carácter moral. Por consiguiente, la ira de Él dirigida
contra el pecado se relaciona estrechamente con la santidad y justicia de
Nuestro Padre Celestial. La ira de Él se puede definir como sigue: La ira de
Nuestro Padre Celestial significa que Él aborrece intensamente el pecado.
Se hallan frecuentes descripciones de la ira de Él cuando su pueblo peca
grandemente contra Él.

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Éxodos 32:9-10 dice “Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este
pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se
encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande”.
Sin embargo la ira de Nuestro Padre Celestial no solo se limita al antiguo
testamentos.
Juan 3:36 dice “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que
rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.
Este también es un atributo por el que debemos agradecer y alabar a
Nuestro Padre Celestial. Tal vez no comprendamos de inmediato cómo se
puede hacer esto, puesto que la ira parece ser un concepto negativo. Sin
embargo, es útil preguntarnos qué sería Él si fuera un Dios que no aborreciera
el pecado. Sería entonces un Dios que se deleitaría en el pecado o por lo menos
no se molestaría por el pecado. Tal Dios no sería digno de adoración, porque
el pecado es aborrecible y digno de ser aborrecido.
DIOS EN TRES PERSONAS
Hemos considerados muchos atributos de Nuestro Padre Celestial; pero
si entendemos sólo esos atributos, no lo comprenderemos a Él
apropiadamente, porque no lo entenderíamos, en su mismo ser, siempre ha
existido como más de una persona. De hecho, Dios Padre existe como tres
personas, y sin embargo es un solo Dios.
Es importante recordar la doctrina de la Trinidad en conexión con el
estudio de los atributos de Él. Cuando pensamos en Nuestro Dios como eterno,
omnipresente, omnipotente, etc., podemos tener la tendencia a pensar sólo
en Dios Padre en conexión con esos atributos. Pero la enseñanza bíblica sobre
la Trinidad nos dice que todos los atributos de Dios Padre son verdad de las
tres personas, porque cada una es plenamente Dios. Por tanto, Dios Hijo y Dios
Espíritu Santo son también eternos, omnipresentes, omnipotentes,
infinitamente sabios, infinitamente santos, infinitamente amor, omniscientes,
y todo lo demás.
La doctrina de la Trinidad es una de las doctrinas más importantes de la
fe cristiana. El estudio de las enseñanzas bíblicas sobre la Trinidad nos da una
noción más profunda del asunto que es el centro de toda nuestra búsqueda de

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Dios: ¿cómo es Dios en sí mismo? Aquí aprendemos que en sí mismo, en su
propio ser, Dios existe en las personas de Padre, Hijo y Espíritu Santo, y sin
embargo es un solo Dios.
Podemos definir la doctrina de la Trinidad como sigue: Dios existe
eternamente como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y cada persona
es plenamente Dios, y hay sólo un Dios.
La doctrina de la Trinidad se revela progresivamente en la Biblia.
En si la palabra trinidad no aparece en la biblia sin embargo esta doctrina
es revelada en la misma. La termino trinidad significa tri-unidad o tres en uno
y se usa para resumir la enseñanza bíblica de que Dios es tres personas y sin
embargo un solo Dios.
A veces algunos piensan que la doctrina de la Trinidad se halla sólo en el
Nuevo Testamento, y no en el Antiguo. Si Dios ha existido eternamente como
tres personas, sería sorprendente no hallar indicaciones de eso en el Antiguo
Testamento.
Génesis 1:26 dice “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en
las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que
se arrastra sobre la tierra”.
¿Qué significa el verbo en plural hagamos y el pronombre plural
nuestra? La mejor explicación es que ya en el primer capítulo de Génesis
tenemos una indicación de una pluralidad de personas en Dios mismo. No se
nos dice cuántas personas, y no tenemos nada que se acerque a una doctrina
completa de la Trinidad, pero se implica que interviene más de una persona.
Lo mismo puede decirse de Génesis 3:22 que dice “Y dijo Jehová Dios:
He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora,
pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma,
y viva para siempre”.
Génesis 11:7 dice: “Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su
lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero”.

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Es más, hay pasajes en donde a una persona se le llama Dios o Señor, y
se distingue de otra persona de quien también se dice que es Dios.
Zacarías 3:2 dice “Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh
Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un
tizón arrebatado del incendio?”
Aquí podemos observar que Dios le dice a satanás que Dios te reprenda
y es curioso que no habla en primera persona, es decir, yo te reprendo. Estos
nos puede decir que en este relato están involucrada dos personas con las
mismas características.
Isaías 63:10 dice “Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo
espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos”.
Al parecer este texto está sugiriendo que el Espíritu Santo es otra
persona distinta de Dios mismo al decir su Santo Espíritu, y que a este Espíritu
Santo lo afligieron, lo que sugiere característica de capacidades emocionales
de una persona distinta.
Oseas 1:7 dice “Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los
salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con
batalla, ni con caballos ni jinetes”.
Si vemos el contexto completo Oseas está hablando palabra directa de
Dios, es decir, Dios dice al pueblo de Judá que por Jehová su Dios lo iba a salvar,
igualmente que en Zacarías no utiliza la palabra yo.
Pasajes como estos vamos seguir encontrando en el Antiguo
Testamento, si escudriñamos a fondo las escrituras, pero al final lo que
queríamos demostrar con estos textos es suficiente, y es que existen tres
personas divinas que se relacionan muchos entre sí, tanto que actúan como si
fuesen una.
Revelación más completa de la Trinidad en el Nuevo Testamento.
Cuando empieza el Nuevo Testamento, entramos en la historia de la
venida del Hijo de Dios en la tierra. Era de esperarse que este gran suceso
estuviera acompañado de enseñanza más explícita en cuanto a la naturaleza
trinitaria de Dios, y eso es en efecto lo que hallamos.

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Mateo 3:16-17 dice “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego
del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que
descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que
decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.
Aquí, en un mismo momento, tenemos a los tres miembros de la
Trinidad desempeñando tres actividades distintas. Pero no solo en estos
versículos se usa el nombre de las tres personas de la Trinidad.
1ª Corintios 12:4-6 dice “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el
mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas
en todos, es el mismo.
Pero esta no es la primera vez que Pablo mencionaba a cada uno de los
miembros de la Trinidad.
Efesios 4:4-6 dice “un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también
llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un
bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en
todos”.
Una vez más es evidente de la existencia de las tres personas de la
Trinidad, pero una cosa es demostrar que existen y otra es decir que los tres
son uno solo Dios.
Tres declaraciones que resumen la enseñanza bíblica.
En un sentido la doctrina de la Trinidad es un misterio que jamás
podremos entender por completo. Sin embargo, podemos entender algo de
su verdad resumiendo las enseñanzas de la Biblia en tres afirmaciones:
1. Dios es tres personas
2. Cada persona es plenamente Dios
3. Hay sólo un Dios
Dios es tres personas:
El hecho de que Dios es tres personas quiere decir que el Padre no es el
Hijo; son personas distintas. También quiere decir que el Padre no es el Espíritu
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Santo, sino que son personas distintas, y quiere decir que el Hijo no es el
Espíritu Santo. Estas distinciones se ven en varios de los pasajes citados
anteriormente. Sin embargos vamos a ver otros texto para tener una idea más
clara de esta doctrina.
Juan 1:1-2 dice “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios”.
Las palabras “con Dios” denota una distinción entre el Hijo que en esta
ocasión se le llama Verbo y Dios Padre.
Otro texto que nos puede ayudar a entender un poco más es:
1ª Juan 2:1 dice “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no
pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a
Jesucristo el justo”.
Si algunos de nosotros pecamos intercesor o abogado tenemos delante
del Padre.
Es más, con respecto a que el Padre no es el Espíritu Santo, y el Hijo no
es el Espíritu Santo. Se les distingue en varios versículos.
Juan 14:26 dice “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo
que yo os he dicho”.
Este texto es clave para entender que El Padre no es el Espíritu Santo, ni
el Hijo es el Espíritu Santo.
Romanos 8:27 dice “Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la
intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por
los santos”.
Podemos ver que una de las funciones del Espíritu Santo es orar o
interceder por nosotros, una función diferente a la del Padre y a la del Hijo.
Cada persona de la Trinidad es plenamente Dios:
Además de la biblia enseñarnos que las tres personas de la Trinidad son
distintas, también da testimonio abundante de que cada persona de la
Trinidad es también plenamente Dios.
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Primero, Dios Padre es claramente Dios. Esto es evidente desde el
primer versículo de la Biblia, en donde Dios creó los cielos y la tierra. Es
evidente por todo el Antiguo y Nuevo Testamentos, en donde a Dios Padre
claramente se le ve como Dios soberano sobre todo y en donde Jesús ora al
Padre celestial.
Luego, el Hijo es plenamente Dios. La Biblia en muchas ocasiones hace
referencia a la deidad de Jesucristo, el Hijo.
Juan 1:1 dice “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios”.
Este es uno de los textos más claros sobre la deidad del Hijo, recuerden
que cuando habla del Verbo se refiere al Hijo, esto queda claro en el versículo
14 cuando dice “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”.
Los Testigos de Jehová han cuestionado la traducción “el Verbo era
Dios”, y lo traducen como “la Palabra era un dios” implicando que el Verbo era
simplemente un ser celestial pero no plenamente divino. Pero aparte de Juan
1:1 existen otros textos explícitos.
Juan 20:28 dice “Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios
mío!”.
Tomás había dudado de los informes de los otros discípulos de que
habían visto a Jesús resucitado de los muertos, y dijo que no creería a menos
que pudiera ver las huellas de los clavos en las manos de Jesús y poner su mano
en su costado herido. Después Jesús se apareció a los discípulos cuando Tomás
estaba con ellos. Le dijo a Tomás: “Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca
tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe”. La
respuesta de Tomas a todo esto fue la expresión “Señor mío, Dios mío”.
Tito 2:13 dice “aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.
2ª Pedro 1:1 dice “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los
que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo,
una fe igualmente preciosa que la nuestra”.

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Romano 9:5 dice “de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según
la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los
siglos. Amén”.
En estos versículos al Hijo (Jesucristo) se le llama Dios, pero no nos
vamos a fijar simplemente en el llamado, sino que Jesús comparte los atributos
que son único de Dios Padre, como por ejemplo la omnipresencia.
Mateo 18:20 dice “Porque donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
Mateo 28:20 dice “enseñándoles que guarden todas las cosas que os
he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo”.
La omnisciencia:
Mateo 9:4 dice “Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo:
¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?”.
Juan 2:24-25 dice “Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque
conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del
hombre, pues él sabía lo que había en el hombre”.
La omnipotencia:
Colosenses 1:16 dice “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las
que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado
por medio de él y para él”.
Juan 1:3 dice “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo
que ha sido hecho, fue hecho”.
Con esto queda claro que al Hijo no solo se le llama Dios, sino que tienes
los atributos propios de Dios.
Luego, el Espíritu Santo también es plenamente Dios. Una vez que
entendemos que Dios Padre y Dios Hijo son plenamente Dios, las expresiones
trinitarias en versículos como Mateo 28:19 que dice “Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del

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Hijo, y del Espíritu Santo” cobran significado para referirnos al Espíritu Santo,
porque muestran que al Espíritu Santo se le clasifica en un nivel igual con el
Padre y el Hijo.
Hechos 5:3-4 dice “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu
corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la
heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu
poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres,
sino a Dios”.
Podemos ver que Pedro le reclama a Ananías por haber mentido al
Espíritu Santo y al final dice que no le mintió a los hombres sino a Dios, es decir,
iguala al Espíritu Santo con Dios.
1ª Corintios 3:16 dice “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el
Espíritu de Dios mora en vosotros?”.
Aquí pasa algo parecido al anterior, si somos templo de Dios y el que
mora en nosotros es el Espíritu Santo, entonces el Espíritu Santo es Dios.
Salmos 139:7-8 dice “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré
de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi
estrado, he aquí, allí tú estás”.
Podemos ver en este versículo que se le da al Espíritu Santo atributos
únicos de Dios como lo es la omnipresencia, algo que no se aplica a ninguna
criatura de Dios.
1ª Corintios 2:10-11 dice “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el
Espíritu de Dios.
Pablo también le atribuye al Espíritu Santo la característica divina de
omnisciencia.
Es más, la actividad de dar el nuevo nacimiento a toda persona que nace
de nuevo es obra del Espíritu Santo. Jesús dijo en Juan 3:5 “De cierto, de cierto
te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el

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reino de Dios”. Pero la obra de dar vida nueva espiritual a los seres humanos
cuando se convierten es algo que sólo Dios puede hacer.
1ª Juan 3:9 dice “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el
pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar,
porque es nacido de Dios”.
Este pasaje, por consiguiente, da otra indicación de que el Espíritu Santo
es plenamente Dios.
Hasta este punto tenemos dos conclusiones, y ambas se enseñan
profundamente en toda la Biblia: Dios es tres personas y cada una de esta
persona es plenamente Dios.
Hay sólo un Dios.
La Biblia dice claramente que hay un Dios y sólo uno. Las tres personas
diferentes de la Trinidad son una, no sólo en propósito y en acuerdo en lo que
piensan, sino que son una en esencia, una en su naturaleza esencial. En otras
palabras, Dios es sólo un ser. No hay tres dioses. Hay sólo un Dios.
Deuteronomio 6:4 dice “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno
es”.
Cuando Dios habla, repetidamente dice sin dejar duda que él es el único
Dios verdadero; la idea de que hay tres dioses para adorar antes que uno sería
impensable a la luz de estas afirmaciones extremadamente fuertes. Sólo Dios
es el único Dios verdadero y no hay nadie como él. Cuando habla, sólo él habla;
no está hablando como un Dios de tres que deben ser adorados.
Isaías 45:6 dice “para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta
donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo”.
El Nuevo Testamento también afirma que hay un solo Dios:
1ª Timoteo 2:5 dice “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre
Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.

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Toda la doctrina de la Trinidad la podemos resumir en el siguiente
gráfico:
PADRE

ES

NO ES DIOS NO ES

ES ES

HIJO NO ES E. SANTO

CONCLUSION
Hemos aprendido durante todo este estudio que Nuestro Padre
Celestial es una persona que desea que se le conozca de una manera diferente
a la que podemos conocer a una persona común, debemos ser íntimos con Él,
es tener entendimiento con conciencia de quien es Él, es actuar con
inteligencia, sabiduría y sentido a partir de conocer al Dios que le servimos, es
sentir y entender al Dios que nos creó y nos adoptó como sus hijos, es llegar al
conocimiento pleno de quien es la persona de Dios Padre y sobre todo
comprenderlo.
También pudimos entender que Nuestro Padre Celestial tiene un solo
nombre, YHWH (Tetragrama) el cual para nosotros los latino es difícil leer y
pronunciar, pero que Él desea que le llamemos PADRE NUESTRO.
Nuestro Padre Celestial tiene muchos atributos, algunos son
incomunicables, como la omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia y otros
comunicables como el amor, la santidad y la justicia.
Entendimos que los atributos incomunicables los comparte con El Hijo y
El Espíritu Santo.

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Y por último estudiamos de una manera precisa la doctrina de la
Trinidad.
Ahora al final del mismo podemos responder las siguientes preguntas
¿Quiénes conocían verdaderamente a Dios? ¿Quiénes conocen ahora un poco
más de Dios? ¿Quiénes quieren seguir conociendo a Dios?

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