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¿Por Qué Importa el Antiguo

Testamento Hoy?
Por
Gabriel Reyes-Ordeix
-
11 mayo, 2016

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para

corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,

enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17)

El significado, la importancia y el beneficio del Antiguo Testamento (AT)


descansan en su concepción como el plano arquitectónico del plan de salvación. A
través de la historia de Israel, Dios redime a la iglesia de hoy. En el Antiguo
Testamento encontramos el diseño original, el contexto histórico y la fundación del
Nuevo Testamento (NT).

Piensa que el Antiguo Testamento es la primera parte de una película, sin la


cual, la secuela (el Nuevo Testamento) no tendría mucho sentido. Esta primera
parte nos ayuda a entender los personajes, los conflictos, la naturaleza de las
situaciones e incluso el glorioso final del Nuevo Testamento.

Como sabemos, la salvación y el plan redentor se desenvuelven en el Nuevo


Testamento, pero para que nosotros podamos entender esto a plenitud, debemos
conocer las leyes, el sistema sacrificial, los pactos y las promesas que le preceden
en el Antiguo Testamento. Conocer el contexto antiguotestamentario nos da una
visión tridimensional de la corrupción del pecado en la humanidad y de la gracia
que la venció. Profundidad.

De no ser por el relato de la Creación y de la Caída en Génesis, no sabríamos si


el Dios que ha prometido salvación para los suyos es el mismo que creó todo, y
contra quien hemos pecado vilmente. Si Él tiene el poder para crear todo, ¿por qué
habríamos de dudar de Él como nuestro Protector, Padre y Rey?

El liderazgo de Moisés a través del Pentateuco, guiando, representando y


gobernando a Israel como el representante de Dios, nos muestra un ejemplo
humano de liderazgo, santidad y sacerdocio cuyo propósito mayor es el de
simbolizar y anunciar a uno más grande: Cristo. La eminente vida de Moisés
cumple su propósito sentando un precedente que no sería superado hasta la
llegada del Mesías.

En Deuteronomio 34 vemos la muerte y sepultura de Moisés. Allí, el versículo 10


dice:
“Desde entonces no ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, a quien el
Señor conocía cara a cara, nadie como él por todas las señales y prodigios que el Señor le
mandó hacer en la tierra de Egipto, contra Faraón, contra todos sus siervos y contra toda
su tierra, y por la mano poderosa y por todos los hechos grandiosos y terribles que Moisés
realizó ante los ojos de todo Israel.”

Esta era la esperanza de Israel, “¡uno mucho más grande que Moisés vendría!”
La espera, la historia y el precedente engrandecen a la persona de Cristo, su
nacimiento y su muerte.

La promesa de Dios a Abram (antes de ser llamado Abraham) en Génesis 12:3,


representa una de las primeras instancias del evangelio y de la redención de los
pueblos — aún desde el Génesis.

Dios le dijo al patriarca: “Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga,


maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra.” Esto habla no solo
de plan redentor para Israel, la nación escogida de Dios, sino también de la
salvación de todas las otras naciones que serían benditas a través del sacerdocio
de Israel. Israel no fue escogido en lugar de todas las otras naciones, sino para el
beneficio de todas las otras naciones.

La maldición del Señor para la serpiente en Génesis 3:15 también nos da una
primicia de la victoria escatológica (del fin de los tiempos) que el Señor tendrá sobre
Satanás y este mundo.

Un libro como Levítico es lo que nos permite tener un entendimiento correcto de


Cristo como Sumo Sacerdote que intercede por nosotros. Sin el contexto que nos da
Levítico, no entenderíamos la profundidad, trascendencia y significado de la
persona de Cristo en el libro de Hebreos.

El libro de Deuteronomio es comúnmente visto como el corazón teológico del


Antiguo Testamento. Es la compilación de una serie de discursos de un viejo Moisés
a Israel con el motivo primordial de exhortar y motivar la obediencia del pueblo en
el tiempo previo a su entrada a la esperada Tierra Prometida.

En Deuteronomio, Moisés repasa y recuerda los mandatos y proezas del Señor,


al mismo tiempo, exhortando y estimulando a Israel a amar y a obedecer a
Yahweh. Especialmente, Deuteronomio 6:4-5, también conocido como el Shema,
informa una gran parte de la teología del Nuevo Testamento (Mar. 12:29-30; Mat.
22:37; Luc. 10:27; 1 Tim. 2:5; 1 Cor. 8:6).

Escucha, Oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es.


Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma y con toda tu fuerza.

Una sección de libros como la de los profetas menores nos muestra la plenitud
del carácter del Señor, Su justicia enfurecida y Su compasión misericordiosa.
Aunque son muy rechazados, estos son especialmente trascendentes para la
iglesia de hoy. Dios es Señor sobre todas las naciones; Él las juzgará en su tiempo,

2
y Él tendrá misericordia de quien quiera. ¿Escuchará la iglesia el llamado a
proclamar y predicar el nombre del Señor?

Los libros de sabiduría (Job, Proverbios, Salmos, Eclesiastés y Cantar de los


Cantares) nos muestran cómo debemos de vivir el día a día. Quién es el sabio,
quien es el necio. Estos libros no hablan mucho de los sacrificios y del antiguo
pacto, sino de la simpleza de cumplir y ser fiel al Señor. El sabio es quien obedece
al Señor, no quien conoce la ley, sino quien la cumple. Los libros de sabiduría
influencian grandemente muchas secciones del Nuevo Testamento, siendo
Santiago, una de las más evidentes.

El beneficio del Antiguo Testamento recae en que ahora entendemos el


significado de la justicia de Cristo, Jesús como nuestro esperado Mesías, Jesús
como Sumo Sacerdote, y Jesús como el Hijo de Dios. Ahora sabemos por qué existe
la ley, y que por nosotros mismos somos incapaces de cumplirla. A través de ella
vemos nuestro pecado — colectiva e individualmente; también vemos que el pecado
nos ha dejado en deuda, y por eso estamos condenados a la consecuencia: la
muerte.

El Antiguo Testamento es la precuela a nuestra gloriosa realidad como hijos del


Señor. Si el Antiguo Testamento hubiese quedado obsoleto y anticuado con el
Nuevo Testamento, no tuviéramos tantas referencias de Pablo, Pedro, Mateo y
Lucas citando el antiguo Testamento. Cada vez que uno de ellos se refiere a “La
Escritura”, se refiere al Antiguo Testamento. Esa era la Biblia para ellos.

El Nuevo Testamento no es individual, sino dependiente del Antiguo y ambos


hacen completo sentido por su interrelación. Dios inspiró y preservó su Palabra,
toda su Palabra, Antiguo y Nuevo Testamentos para que nos beneficiáramos de
ambos.

El Antiguo Testamento representaba la esperanza de Israel de que vendría un


Mesías. El Antiguo Testamento también sigue siendo esperanza para nosotros, pero
en otro sentido: Ya la esperanza llegó, y ya conocemos lo que era oculto. Cristo es
la terminación de lo prometido, el Espíritu es el que nos apodera a vivir acorde a la
Palabra, y Dios el Padre es nuestro Señor quien controla el cosmos y cada aspecto
de nuestras vidas.

Un pueblo rebelde e incrédulo; un Dios recto, perfecto, lleno de gracia, justo y


misericordioso; y la promesa de un Mesías que un día vendría a ser el mediador
entre los dos.

¿Son contradictorios los capítulos uno y dos de Génesis?


Por Tim Chaffey noviembre 11, 2016
A una de nuestras lectoras le preocupa un tema que ha sembrado la duda en la
fe de su esposo, y se pregunta cómo responderle. Tim Chaffey, de Respuestas en
Génesis en Estados Unidos, aborda sus inquietudes.

3
Mi esposo tuvo hace poco una discusión con uno de sus profesores en relación a
unos textos en hebreo de Génesis y ha llegado a la conclusión que, como parece
que existe [una contradicción] en el orden de la creación entre los capítulos 1 y 2 de
Génesis, la Biblia no es infalible. No estoy de acuerdo con esta conclusión, y me
gustaría saber cómo responderle. Los pasajes en cuestión son Génesis 1:1–
2:3 y Génesis 2:4–22. Ha dicho ser creyente durante 10 años, pero ahora cree que
el ser humano ha echado a perder la Palabra de Dios, y que la Biblia no es
totalmente perfecta y tiene errores. ¿Me podrían ayudar?
–R. H., EE.UU. de A.

Gracias por ponerte en contacto con Respuestas en Génesis.

Mi esposo tuvo hace poco una discusión con uno de sus profesores en relación a
unos textos en hebreo de Génesis y ha llegado a la conclusión que, como parece
que existe [una contradicción] en el orden de la creación entre los capítulos 1 y 2 de
Génesis, la Biblia no es infalible. No estoy de acuerdo con esta conclusión, y me
gustaría saber cómo responderle. Los pasajes en cuestión son Génesis 1:1–
2:3 y Génesis 2:4–22.

Éste es un argumento que se emplea a menudo en contra de una interpretación


tradicional del libro de Génesis (es decir, que Dios creó todo en seis días literales
hace unos 6.000 años). Este argumento pretende demostrar que hay
inconsistencias entre los dos primeros capítulos de la Biblia, así que críticos y
escépticos lo utilizan con la intención de probar que no se puede confiar en la
Biblia; algunos cristianos que creen en miles de millones de años lo utilizan para
tratar de demostrar que estos capítulos no deberían entenderse en un sentido
literal. Sin embargo, este argumento se basa en una interpretación incorrecta
de Génesis 2.

Génesis 1:1–2:3 nos ofrece un relato cronológico de lo que hizo Dios en cada
uno de los siete días de la creación. Génesis 2:4–25 se enfoca en el sexto día y
narra algunos de los acontecimientos de ese día.1Vamos a fijarnos en lo que
ocurrió en el sexto día según Génesis 2, para comprobar que no se encuentra allí
discrepancia alguna:
 Creación de Adán (Génesis 2:7)
 Creación del huerto del Edén (Génesis 2:8–9)
 Descripción del sistema de riego de los ríos de Edén (Génesis 2:10–
14)
 Dios pone a Adán en el huerto y le da instrucciones (Génesis 2:15–17)
 Adán pone nombre a algunas clases de animales (Génesis 2:18–20)
 Dios crea a Eva (Génesis 2:21–22)
 Descripción de Adán, Eva y el matrimonio (Génesis 2:23–25)

El tema en cuestión que la gente tiene con Génesis 2 es que el orden de la


creación del hombre, de los animales y de los árboles parece ser contrario al orden
establecido en Génesis 1.
Génesis 2:7 describe la creación del hombre:
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz
aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

4
Después de la creación del hombre, Génesis 2:9 menciona que Dios creó los
árboles, incluyendo el árbol de vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para
comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del
bien y del mal.

Entonces, Génesis 2:19 menciona la creación de ciertos animales terrestres:


Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los
cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que
Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.

A primera vista esto parece ser una contradicción, porque Génesis 1 indica que
los animales y los árboles fueron creados antes de la creación del hombre. Sin
embargo, ambos problemas se pueden resolver al entender la lengua original y el
proceso de traducción: la palabra para “formó” en ambos pasajes es “yatsar” en
hebreo.

La Biblia de Reina-Valera de 1960 (en las citas anteriores) emplea el pretérito


perfecto para la traducción de este verbo. No obstante, este término hebreo también
puede traducirse con el pretérito pluscuamperfecto o antecopretérito. En este caso,
se leería como que Dios “había formado” a estas criaturas.2 Algunas traducciones
modernas lo tienen así, por ejemplo, la Nueva Versión Internacional al inglés (NIV,
por sus siglas en inglés).3 Si empleáramos el pluscuamperfecto en español, Génesis
2:19 se leería:

Jehová Dios había formado, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave
de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo
que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.

Esta traducción descarta cualquier problema con la cronología, porque se refiere


a lo que Dios ya había hecho durante la creación en días anteriores. Así, las
plantas (Génesis 2:9) y los animales (Génesis 2:19) ya habían sido formados por
Dios durante los primeros días de la creación.4

Él ha dicho ser creyente durante 10 años, pero ahora cree que el ser humano ha
echado a perder la Palabra de Dios, y que la Biblia no es totalmente perfecta y
tiene errores. ¿Me podrían ayudar?

Parece que esto se debe a una mala interpretación de la doctrina de la


infalibilidad de la Biblia, que se encuentra claramente explicada en
nuestra declaración de fe.

Los 66 libros de la Biblia son la Palabra escrita de Dios. La Biblia, divinamente


inspirada por Dios, es infalible en su totalidad. Sus declaraciones son
empíricamente ciertas en todos los manuscritos originales. Es la autoridad suprema
en todo lo que enseña. Su autoridad no se limita a asuntos espirituales, religiosos o
sobre la redención, sino que abarca las declaraciones en campos como la historia y
la ciencia. (El énfasis es nuestro).
Es importante notar que la infalibilidad sólo se aplica a los manuscritos
originales, y que no se extiende a cada copia y a cada traducción. Como
consecuencia de esta interpretación incorrecta, a veces alguno se ha encontrado
5
con un error en una de las traducciones y ha asumido equivocadamente que la
Biblia debe contener errores. En realidad, el error fue cometido por un comité de
traducción o por el escriba responsable de copiar el manuscrito.

Puedo recomendarte un libro en inglés titulado Nothing But the Truth (Nada más
que la verdad) por Brian Edwards, en el que se explican los asuntos sobre la
traducción y la infalibilidad en detalle, y donde se tratan las cuestiones que se está
planteando tu esposo (v. también “¿Por qué 66?”).

Asumir de forma automática que se trata de una contradicción deja al autor del
libro de Génesis bastante malparado. ¿Era tan inepto que no pudo evitar
contradecirse a sí mismo en los dos primeros capítulos? ¿O se escribieron estos dos
capítulos con dos enfoques diferentes? En lugar de asumir apresuradamente que el
escritor no pudo mantener la coherencia en los dos primeros capítulos, hay que
profundizar un poco más (como has hecho al pedirnos ayuda) para ver si hay una
explicación mejor.

Aunque el hombre y el diablo a menudo intentan echar a perder la Palabra de


Dios, podemos tener confianza en que la Palabra de Dios es verdadera y perfecta
desde el mero principio.

En Jesucristo,Tim Chaffey, Respuestas en Génesis, EE.UU. de A.

¿Por qué interpretar Génesis 1 como días de 24 horas?

28 MARZO, 2019 | Nathan Díaz

En el largo debate que se ha dado sobre la interpretación de Génesis 1, es


importante poder tener una convicción clara sobre el tema. Al mismo tiempo es
importante continuar el diálogo con nuestros hermanos y hermanas en Cristo que
sostienen diferentes posturas a la nuestra (por ejemplo esta). El objetivo de abrir
esta conversación es considerar las implicaciones directas e indirectas de cada
postura. Cuando un tema como este nos lleva a profundizar en nuestro
conocimiento de las Escrituras y a entender mejor el evangelio, vale la pena.

Aunque otros maestros de la Palabra han hablado ya bastante sobre este tema,
a continuación quiero brevemente exponer por qué creo en una creación de seis
días literales, y por qué creo que es importante.

Una exégesis consistente en Génesis


El género literario de Génesis debería ser el punto de partida para su
interpretación. ¿A qué género pertenece? Me parece que es narrativa histórica.
Así es como consideramos la historia de Caín y Abel, o de José y sus hermanos. Si
todo el libro no es narrativa histórica, ¿en qué momento comienza a serlo? Es un
poco arbitrario categorizar una parte del libro en otro género con el propósito
principal de hacer que no tenga conflicto con teorías naturalistas sobre el origen
de la vida.

Jesús y los apóstoles hicieron referencia a Génesis como historia, y


específicamente al hablar de Adán y Eva como algo sucedido en el principio de la
creación.
6
Jesús y los apóstoles hicieron referencia a Génesis como historia (Mr. 10:5-
8; Ro. 5:14), y específicamente al hablar de Adán y Eva como algo sucedido en “el
principio de la creación” (Mr. 10:6). Sería un poco extraño ese concepto si “principio
de la creación” realmente son millones de años después del comienzo de la
creación. Tanto para Jesús como para Pablo, Adán es un personaje histórico.

No hay nada en el texto que exija interpretar “día y noche” (en hebreo, día
es yom) en un sentido diferente al de los días que cayó lluvia sobre la tierra como
juicio de Dios en el diluvio (Gn. 7:12), que Abraham peregrinó en tierra de los
filisteos (Gn. 21:34), o cualquier “día” en cualquier otra narrativa histórica. De
hecho, todos los usos de yom en plural fuera de Génesis 1 significan un día literal
de 24 horas (por ejemplo, Éx. 20:11).

Aunque día puede significar diferentes cosas en hebreo como en español (por
ejemplo, el tiempo del día con sol, un período de tiempo como “el día del Señor”), en
más de 100 veces donde aparece con un número como calificativo (como en G. 1) o
con la frase “mañana y tarde” en el Antiguo Testamento, significa un día literal de
24 horas.

La evidencia científica
No voy a desarrollar este punto en gran detalle porque hay muchos otros buenos
recursos sobre este tema.[1] Pero en resumen, muchos de los argumentos científicos
para una tierra vieja ignoran los efectos que habría tenido un diluvio universal. A
este fenómeno lo llamamos catastrofismo, y explica la capas geológicas, el registro
fósil, y las muchas formaciones que requerirían de millones de años si es que las
condiciones en la tierra hubieran sido uniformes desde el principio (la presuposición
naturalista llamada uniformismo).

La historia de la Iglesia
Otra pregunta importante, aunque no es la principal que rige nuestro
entendimiento de las Escrituras, es: ¿cómo se ha entendido Génesis 1 en la historia
de la Iglesia?

Históricamente, los padres de la Iglesia, tanto literalistas como alegoristas,


resistieron la interpretación griega de una tierra vieja. Aquí algunos ejemplos:

Lactancio (250-325): “Platón y varios otros filósofos, siendo ignorantes


respecto el origen de todas las cosas, y de aquel periodo primordial en el
cual el mundo fue creado, dijo que varias miles de edades habían pasado
desde que este arreglo hermoso del universo se había terminado […]. Por
lo tanto, que los filósofos quienes enumeran miles de edades desde el
principio del mundo sepan que el año 6.000 no se ha
cumplido” (Lactantius, Institutes, 7.14, in ANF, vol. 7).

Victorino de Petovio (c. 304): “Incluso tal es la rapidez de esa creación;


como está contenido en el libro de Moisés, que escribió sobre su creación, y
que se llama Génesis. Dios produjo esa masa entera para adornar su
majestad en seis días; y el séptimo al que consagró. Al principio Dios hizo
la luz y la dividió en la medida exacta de doce horas por día y por noche.
[…] El día, como he mencionado anteriormente, está dividido en dos partes
7
por el número doce: doce horas por día y noche” (Victorino, On the Creation
of the World, ANF, vol. 7, p. 341).

Efrén de Siria (306-373): “Aunque la luz y las nubes se crearon en un abrir


y cerrar de ojos, tanto el día como la noche del primer día se
completaron en doce horas. […] Así que no hablen de que hay algo
alegórico en las obras de los seis días. Nadie puede decir con razón que
las cosas pertenecientes a estos días eran simbólicos, ni tampoco se puede
decir que fueran nombres sin sentido, o que otras cosas estuvieran
simbolizadas por sus nombres” (Efrén el sirio, Commentary on Genesis 1,
citado por Seraphim Rose en Genesis, Creation and Early Man [2000], p.
101).

Clemente de Alejandría (150-211 o 216): “Para que todas las cosas traídas
a la existencia puedan tener honor de prioridad […] en la medida en que
se dice que el trabajo creativo lo hizo en un instante” (Victorino, On the
Creation of the World, ANF, vol. 7, p. 341).

Orígenes (184/5-253/4): “El relato de Moisés de la creación […] enseña


que el mundo aún no tiene diez mil años, sino mucho menos que eso” (De
Principiis 4.1.19).

Agustín de Hipona (354-430): “También son engañados por esos


documentos altamente mendaces que dicen dar la historia de muchos
miles de años. Sin embargo, según los cálculos sagrados, descubrimos
que no han pasado 6000 años” (De Principiis, 4.1.19).

Martín Lutero (1483-1546): “Los días de la creación fueron días de


duración ordinaria. Debemos entender que estos días eran días
reales (veros dies), contrario a la opinión de los santos padres. Cada vez
que observamos que las opiniones de los padres están en desacuerdo con
las Escrituras, reverencialmente las soportamos y reconocemos que ellos
son nuestros mayores. Sin embargo, no nos apartamos de la autoridad de
las Escrituras por su bien […]. Cuando Moisés escribe que Dios creó el cielo
y la tierra y todo lo que hay en ellos en seis días, acepte que este período
continúe siendo de seis días y no se atreva a inventar ningún comentario
según el cual seis días fueron un día.

Pero, si no puede entender cómo se pudo haber hecho esto en seis días,
entonces conceda al Espíritu Santo el honor de ser más sabio que usted.
Porque debe tratar con las Escrituras de tal manera que tengan en cuenta
que Dios mismo dice lo que está escrito. Pero dado que Dios está
hablando, no es apropiado que usted vuelva voluntariosamente a su
Palabra buscando la dirección que desea ir” (Martín Lutero citado en E.
Plass, What Martin Luther Says: A Practical In-Home Anthology for the
Active Christian [1991], p. 1523).

 Juan Calvino (1509-1564): “Aunque la duración del mundo, que ahora


está disminuyendo hasta su fin último, aún no ha alcanzado los seis mil
años […], el trabajo de Dios se completó no en un momento, sino en seis
8
días” (J. McNeil, Ed., Calvin: Institutes of the Christian Religion 1 [1960], pp.
160–161, 182).

Implicaciones teológicas
Dejo la razón más importante hasta el final. ¿Cómo afecta mi interpretación de
Génesis 1 los elementos y conceptos fundamentales del evangelio? El principal
problema con introducir largas eras de tiempo en los días de la creación es que
inevitablemente introducimos la realidad de la muerte y el sufrimiento antes de la
caída de Adán y Eva. Génesis 1:30 dice que todos los animales eran herbívoros
hasta ese punto en la historia. La razón por la que ese detalle es tan importante es
porque antes del pecado aún no había derramamiento de sangre.

Todo ser con “aliento de vida” (en hebreo: nephesh chayyah) no había
experimentado la muerte. La creación entera no había sido sujetada a vanidad (Ro.
8:20-21). El sufrimiento aún no era parte de la realidad de la creación, y es por eso
que Dios dice después de cada día que su creación era “buena”. El derramamiento
de sangre fue una consecuencia inevitable del pecado, no parte del proceso creativo
de Dios.

Toda la filosofía evolucionista propone un orden contrario al orden bíblico: del


desorden y la tragedia (la supervivencia del más fuerte) viene el orden y el
progreso.

Toda la filosofía evolucionista propone un orden contrario al orden bíblico: del


desorden y la tragedia (la supervivencia del más fuerte) viene el orden y el
progreso. La narrativa bíblica nos muestra que la creación original era perfecta, sin
muerte ni dolor. El pecado introdujo una maldición sobre todo ser que resultó en
maldición, degeneración, y finalmente muerte.

¿Cómo podemos tener largas eras de tiempo sin muerte? Todo el registro fósil
muestra evidencias de una creación caída (espinos y cardos, animales enfermos,
carnívoros, etc.). Nuevamente, esto se explica fácilmente con una catástrofe
universal como el diluvio, no como el proceso por el cual Dios creó todas las cosas.

Al exponer brevemente estas cuatro razones para aceptar una interpretación de


Génesis 1-3 que nos lleva a concluir una tierra joven, espero que podamos tener
una conversación entre diversas posturas que nos lleve a profundizar sobre
nuestros métodos exegéticos, la manera en que la Biblia y la ciencia están en
armonía, y sobre todo, cómo el fundamento del evangelio debe guiar nuestras
conclusiones y no las presuposiciones y cosmovisión naturalista de nuestra
sociedad.

[1] Puedes revisar “Datación radiométrica en ruina”, (consultado el 22 de marzo,


2019).

9
IMAGEN: LIGHSTOCK.
Nathan Díaz es pastor de enseñanza en la Iglesia Evangélica Cuajimalpa en la ciudad de México
y productor del programa de radio “Clasificación A” que se transmite en emisoras de México,
Argentina, Nicaragua, España y Estados Unidos. Estudió Biblia y teología en el Instituto Bíblico
Moody de Chicago. Él y su esposa Cristin tienen tres hijos, Ian, Cael y Evan.

¿Podría Dios realmente haber creado todo en seis días?


por Ken Ham enero 18, 2019

¿Por qué es importante?


Si los días de la creación son realmente edades geológicas de millones de años,
entonces el mensaje del evangelio se ve socavado en su fundamento porque pone
la muerte, la enfermedad, los espinos y el sufrimiento antes de la Caída. El
esfuerzo por definir “días” como “edades geológicas” es el resultado de un enfoque
erróneo de las Escrituras reinterpretando la Palabra de Dios sobre la base de las
teorías falibles de las personas pecaminosas.

Es un buen ejercicio leer Génesis 1 y tratar de poner a un lado las influencias


externas que pueden hacer que tengas una idea predeterminada de lo que puede
significar la palabra “día”. Sólo deja que las mismas palabras del pasaje te hablen.

Tomando Génesis 1 de esta manera, al pie de la letra, dice sin duda que Dios
creó el universo, la tierra, el sol, la luna y las estrellas, las plantas y los animales,
y las dos primeras personas dentro de seis días ordinarios (aproximadamente 24
horas). Siendo realmente sincero, tendrías que admitir que nunca podrías tener la
idea de millones de años leyendo este pasaje.

La mayoría de los cristianos (incluyendo muchos líderes cristianos) en el mundo


occidental, no insisten en que los días de la creación fueron días de duración
ordinaria, sino que muchos de ellos aceptan y enseñan, basándose en influencias
externas, que deben haber sido largos períodos de tiempo, hasta millones o miles
de millones de años.

¿Cómo se comunica Dios con nosotros?


Dios se comunica a través del idioma. Cuando creó al primer hombre, Adán, ya
lo había “programado” con un lenguaje, para poder comunicarse. El lenguaje
humano consiste en palabras usadas en un contexto específico que se relaciona
con la realidad total que nos rodea.

Por lo tanto, Dios puede revelarle cosas al hombre y el hombre puede


comunicarse con Dios, porque las palabras tienen un significado y transmiten un
mensaje comprensible. Si esto no fuera así, ¿cómo podríamos comunicarnos unos
con otros o con Dios?

¿Por qué "días largos"?


Romanos 3:4 declara: “antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso”.

En cada instancia donde alguien no ha aceptado los “días” de la creación como


días ordinarios, no han permitido que las palabras de las Escrituras les hablen en
contexto, como el lenguaje requiere para la comunicación. Han sido influenciados
por ideas externas a las Escrituras. Por lo tanto, se ha establecido un precedente
10
que podría permitir que cualquier palabra sea reinterpretada por las ideas
preconcebidas de la persona que las lea. Al fin, esto conducirá a un colapso de la
comunicación, ya que las mismas palabras en el mismo contexto podrían significar
cosas diferentes para diferentes personas.

Los padres fundadores de la iglesia


La mayoría de los padres fundadores de la iglesia aceptaron los días de la
creación como días ordinarios.1Es cierto que algunos de los primeros padres
fundadores de la iglesia no enseñaron los días de la creación como días ordinarios,
pero muchos de ellos habían sido influenciados por la filosofía griega, lo que les
hizo interpretar los días como alegóricos.

Ellos razonaron que los días de la creación estaban relacionados con las
actividades de Dios y que Dios siendo eterno significaba que los días no podían
relacionarse con el tiempo humano.2 A diferencia de los alegorizadores de hoy, no
podían aceptar que Dios tardara hasta seis días.

Por lo tanto, los días no literales resultaron de influencias extrabíblicas (es decir,
influencias externas a la Biblia), no de las palabras de la Biblia. Este enfoque ha
afectado la forma en que las personas interpretan las Escrituras hasta el día de
hoy.

Como dijo el hombre que comenzó la Reforma:


Los días de la creación fueron días ordinarios de duración. Debemos entender
que estos días eran días reales (veros dies), contrario a la opinión de los Santos
Padres. Cada vez que observamos que las opiniones de los Padres están en
desacuerdo con las Escrituras, reverencialmente las soportamos y reconocemos que
son nuestros mayores. Sin embargo, no nos apartamos de la autoridad de las
Escrituras por su bien.3

Una y otra vez, tales líderes admiten que Génesis 1, tomado de manera directa,
parece enseñar seis días ordinarios. Pero luego dicen que esto no puede ser debido
a la edad del universo o alguna otra razón extrabíblica.

Considera las siguientes citas representativas de los eruditos de la Biblia que se


consideran conservadores pero que no aceptan los días de la creación como días de
duración ordinaria:

De una lectura superficial de Génesis 1, parece que la impresión es que todo el


proceso creativo tuvo lugar en seis días de veinticuatro horas. ... Esto parece ir en
contra de la investigación científica moderna, que indica que el planeta Tierra fue
creado hace varios miles de millones de años.4

Hemos mostrado la posibilidad de que Dios haya formado la Tierra y su vida en


una serie de días creativos que representan largos períodos. En vista de la
aparente edad de la Tierra, esto no sólo es posible, es probable.5

Es como si estos teólogos vieran la “naturaleza” como un “67º libro de la Biblia”,


aunque con más autoridad que los 66 libros escritos. Más bien, deberíamos

11
considerar las palabras de Carlos Haddon Spurgeon, el renombrado “príncipe de
los predicadores”, en 1877:

Estamos invitados, hermanos, con toda seriedad a alejarnos de la antigua


creencia de nuestros antepasados debido a los supuestos descubrimientos de la
ciencia. ¿Qué es la ciencia? El método por el cual el hombre trata de ocultar su
ignorancia. No debería ser así, pero así es. No debes ser dogmático en teología, mis
hermanos, es malvado; pero para hombres científicos es lo correcto. Nunca debes
afirmar nada fuertemente; pero los científicos pueden afirmar audazmente lo que
no pueden probar, y pueden exigir una fe mucho más crédula que la que poseemos.
De hecho, tú y yo debemos tomar nuestras Biblias y dar forma y moldear nuestra
creencia de acuerdo con las enseñanzas en constante cambio de los llamados
hombres científicos. ¡Qué locura es esto! Pues la marcha de la ciencia, cual es
falsamente llamada así, puede ser trazada a través del mundo por falacias
explosivas y teorías abandonadas. Antiguos exploradores que una vez fueron
adorados ahora son ridiculizados; la demolición continua de falsas hipótesis es
una cuestión de notoriedad universal. Se puede dar cuenta dónde acamparon los
aprendices por los restos que dejaron de suposiciones y teorías tan abundantes
como las botellas rotas.6

Aquellos que usarían la ciencia histórica (como lo proponen personas que,


generalmente, ignoran la revelación escrita de Dios) para interpretar la Biblia, para
enseñarnos cosas acerca de Dios, tienen los asuntos al revés. Debido a que somos
criaturas caídas y falibles, necesitamos la Palabra escrita de Dios, iluminada por el
Espíritu Santo, para entender adecuadamente la historia natural.

El respetado teólogo sistemático Berkhof dijo:


Desde la entrada del pecado en el mundo, el hombre puede obtener conocimiento
verdadero acerca de Dios a partir de su revelación general solo si lo estudia a la luz
de las Escrituras, en el cual los elementos de la autorrevelación original de Dios,
que fueron oscurecidos y pervertidos por la plaga del pecado, son republicados,
corregidos e interpretados. ... Algunos están inclinados a hablar de la revelación
general de Dios como una segunda fuente; pero esto no es correcto en vista del
hecho de que la naturaleza solo puede entrar en consideración cuando se
interpreta a la luz de las Escrituras.7

En otras palabras, los cristianos deben construir su pensamiento sobre la Biblia,


no sobre la ciencia.

"Los días de Génesis 1"


¿Qué nos dice la Biblia acerca del significado del “día” en Génesis 1? Una
palabra puede tener más de un significado, dependiendo del contexto. Por ejemplo,
la palabra “día” en español puede tener varios significados diferentes. Por ejemplo,
considera la siguiente frase: “En los días de mi abuelo, tomaba 12 días para
conducir por el país durante el día”.

Aquí la primera aparición de “día” significa “tiempo o época” en un sentido


general. El segundo “día”, donde se usa un número, se refiere a un día ordinario, y
el tercero se refiere a la porción de luz del día de un período de 24 horas. El punto
es que las palabras pueden tener más de un significado, dependiendo del contexto.

12
Para entender el significado de “día” en Génesis 1, necesitamos determinar cómo
se usa la palabra hebrea para “día” yôm, en el contexto de las Escrituras.
Considera lo siguiente:
Una concordancia típica ilustrará que yôm puede tener una gama de
significados: un período de luz en contraste con la noche, un período de 24
horas, tiempo, un punto específico de tiempo o un año.

Un léxico clásico y muy respetado de Hebreo a inglés8 (un diccionario) tiene


siete títulos y muchos subtítulos para el significado de yôm, pero define los
días de la creación de Génesis 1 como días ordinarios bajo el título “día
como se define por la tarde y la mañana”.

Un número y la frase “tarde y mañana” se usan con cada uno de los seis
días de la creación (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31).

Fuera de Génesis 1, yôm es utilizado y seguido con un número, 359 veces, y


cada vez significa un día ordinario.9 ¿Por qué Génesis 1 sería la excepción?10
Fuera de Génesis 1, yôm se usa con la palabra “tarde” o “mañana”11 23
veces. “Tarde” y “mañana” aparecen en asociación, pero sin la palabra yôm,
38 veces. Todas las 61 veces el texto se refiere a un día ordinario. ¿Por qué
Génesis 1 sería la excepción?12

En Génesis 1:5, yôm ocurre en contexto con la palabra “noche.” Fuera de


Génesis 1, “noche” se usa con yôm 53 veces y cada vez significa un día
ordinario. ¿Por qué Génesis 1 sería la excepción? Hasta el uso de la palabra
“luz” con yôm en este pasaje determina el significado como día ordinario.13

El plural de yôm, que no aparece en Génesis 1, se puede usar para


comunicar un período de tiempo más largo, como “en aquellos
días”.14Agregar un número aquí no tendría sentido. Claramente, en Éxodo
20:11, donde se usa un número con “días”, se refiere inequívocamente a seis
días de rotación de la tierra.

Hay palabras en el Hebreo bíblico (como olam o qedem) que son muy
adecuadas para comunicar largos períodos de tiempo, o tiempo indefinido,
pero ninguna de estas palabras se usa en Génesis 1.15 Alternativamente, los
días o años podrían haber sido comparados con los granos de arena si se
entiende períodos largos.

El Dr. Santiago Barr (profesor regio del Hebreo en la Universidad de Oxford), que
no cree que el Génesis sea la verdadera historia, admitió sin embargo, en lo que
respecta al lenguaje de Génesis 1, que

Por lo que yo sé, no hay ningún profesor del Hebreo o del Antiguo Testamento en
ninguna universidad de clase mundial que no crea que el (los) escritor(es) de
Génesis 1-11 tengan la intención de transmitir a sus lectores las ideas de que (a) la
creación se llevó a cabo en una serie de seis días que fueron los mismos que los
días de 24 horas que ahora experimentamos (b) las figuras contenidas en las
genealogías del Génesis proporcionaron por simple adición una cronología desde el
comienzo del mundo hasta etapas posteriores en la historia bíblica (c) el Diluvio de
13
Noé se entendía que era mundial y extinguió toda la vida humana y animal excepto
las que estaban en el arca.16

De la misma manera, el profesor liberal del siglo IXX Marcus Dods, New College,
Edimburgo, dijo:

Si, por ejemplo, la palabra “día” en estos capítulos no significa un período de


veinticuatro horas, la interpretación de las Escrituras es inútil.17

Conclusión acerca del “día” en Génesis 1


Si estamos dispuestos a permitir que las palabras del lenguaje nos hablen de
acuerdo con el contexto y las definiciones normales, sin ser influenciados por ideas
externas, entonces la palabra para “día” que se encuentra en Génesis 1, que está
calificada por un número, la frase “tarde y mañana” y para el día 1 las palabras
“luz y oscuridad”, obviamente significan un día normal (alrededor de 24 horas).

En los días de Martín Lutero, algunos de los padres fundadores de la iglesia


decían que Dios creó todo en un solo día o en un instante. Martin Lutero escribió:

Cuando Moisés escribe que Dios creó el Cielo y la Tierra y todo lo que hay en
ellos en seis días, acceda que este período continúe siendo de seis días y no se
atreva a inventar ningún comentario según el cual seis días fueron un día. Pero, si
no puede entender cómo se pudo haber hecho esto en seis días, entonces conceda
al Espíritu Santo el honor de ser más sabio que usted. Porque debe tratar con las
Escrituras de tal manera que tengan en cuenta que Dios mismo dice lo que está
escrito. Pero dado que Dios está hablando, no es apropiado que usted vuelva
voluntariosamente a su Palabra buscando la dirección que desea ir.18

De manera similar, Juan Calvino declaró: “Aunque la duración del mundo, que
ahora está disminuyendo hasta su fin último, aún no ha alcanzado los seis mil
años. ... El trabajo de Dios se completó no en un momento, sino en seis días.”19

Lutero y Calvino fueron el respaldo de la Reforma Protestante que llamó a la


iglesia de regreso a las Escrituras: Sola Scriptura. Ambos hombres se mantuvieron
firmes en que Génesis 1 enseña seis días ordinarios de la creación, sólo hace miles
de años atrás.

¿Por qué seis días?


Éxodo 31:12 dice que Dios le ordenó a Moisés que dijera a los hijos de Israel:

Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a


Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá. Guardarán,
pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por
pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis
días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó (Éxodo
31:15-17).

Entonces Dios le dio a Moisés dos tablas de piedra sobre las cuales estaban
escritos los mandamientos de Dios, escritos con el dedo de Dios (Éxodo 31:18).

14
Debido a que Dios es infinito en poder y sabiduría, no hay duda de que podría
haber creado el universo y su contenido en muy poco tiempo, o seis segundos, o
seis minutos, o seis horas; después de todo, con Dios nada es imposible (Lucas
1:37).

Sin embargo, la pregunta es: “¿Por qué Dios tomó tanto tiempo? ¿Por qué tanto
como seis días?” La respuesta también se encuentra en Éxodo 20:11, y esa
respuesta es la base del Cuarto Mandamiento:

Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas
que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de
reposo y lo santificó.

La semana de siete días no tiene ninguna base fuera de las Escrituras. En este
pasaje del Antiguo Testamento, Dios ordena a su pueblo, Israel, que trabaje
durante seis días y descanse por uno; así dando una razón por la cual él
deliberadamente demoró seis días para crear todo. Él dio el ejemplo para el
hombre. Nuestra semana está modelada según este principio. Ahora, si creó todo
en seis mil (o seis millones de) años, seguido por un descanso de mil o un millón de
años, entonces tendríamos una semana realmente interesante.

Algunos dicen que Éxodo 20:11 es sólo una analogía en el sentido de que el
hombre debe trabajar y descansar, no es que signifique seis días ordinarios
literales seguidos por un día ordinario literal. Sin embargo, los eruditos bíblicos han
demostrado que este mandamiento “no usa la analogía o el pensamiento
arquetípico, sino que su énfasis es establecido en términos de la imitación de Dios o
un precedente divino que debe seguirse”.20 En otras palabras, tenía que ser seis
días literales de trabajo, seguidos de un día literal de descanso, así como Dios
trabajó durante seis días literales y descansó durante uno.

Algunos han argumentado que “los cielos y la tierra” son solo la tierra y quizás el
sistema solar, no el universo entero. Sin embargo, este versículo dice claramente
que Dios hizo todo en seis días, seis días ordinarios consecutivos, al igual que el
mandamiento en el versículo anterior de trabajar durante seis días ordinarios
consecutivos.

La frase “los cielos y la tierra” en las Escrituras es un ejemplo de una figura


retórica llamada merismo, donde dos opuestos se combinan en un concepto único
que lo abarca todo, en este caso la totalidad de la creación. Un análisis lingüístico
de las palabras “los cielos y la tierra” en las Escrituras muestra que se refieren a la
totalidad de toda la creación (los Hebreos no tenían una palabra para “universo”).
Por ejemplo, en Génesis 14:19, Dios es llamado “creador de los cielos y la tierra”.
En Jeremías 23:24, Dios habla de sí mismo como llenando “el cielo y la tierra”. Ver
también Génesis 14:22; 2 Reyes 19:15; 2 Crónicas 2:12; Salmos
115:15, 121:2, 124:8, 134:3, 146:6; e Isaías 37:16.

Por lo tanto, no hay ninguna garantía escritural para restringir Éxodo 20:11 a
solo la tierra y su atmósfera o el sistema solar. Así que Éxodo 20:11 muestra que
todo el universo fue creado en seis días ordinarios.

15
Implicación
Como los días de la creación son días ordinarios de duración, al sumar los años
en las Escrituras (suponiendo que no haya lapsos en las genealogías21), la edad
del universo es de sólo unos seis mil años .22

Refutando las objeciones más comunes sobre los seis días literales
Objeción 1
La “ciencia” ha demostrado que la tierra y el universo tienen billones de años;
por lo tanto, los “días” de la creación deben ser períodos largos (o períodos
indefinidos) de tiempo.

Respuesta
La edad de la tierra, según lo determinado por los métodos falibles del
hombre, se basa en suposiciones no comprobadas, entonces no está
demostrado que la tierra tenga billones de años.23

Esta edad no probada se está utilizando para forzar una interpretación en el


lenguaje de la Biblia. Por lo tanto, se permite que las teorías falibles del
hombre interpreten a la Biblia. Al fin, esto socava el uso del lenguaje para
comunicarse.

Los científicos evolucionistas afirman que las capas fósiles sobre la


superficie de la tierra datan de cientos de millones de años. Tan pronto como
uno permite millones de años para las capas fósiles, entonces uno ha
aceptado la muerte, el derramamiento de sangre, las enfermedades, los
espinos y el sufrimiento antes del pecado de Adán.

La Biblia deja claro24 que la muerte, el derramamiento de sangre, las


enfermedades, las espinas y el sufrimiento son consecuencia del pecado.25

En Génesis 1:29 y 30, Dios les dio plantas a Adán y Eva y a los animales para
comer (esto es leer Génesis al pie de la letra, como historia literal, como lo hizo
Jesús en Mateo 19:3-6). De hecho, hay una distinción teológica entre animales y
plantas. Los seres humanos y los animales superiores se describen en Génesis 1
como teniendo un nephesh, o principio de vida (esto es cierto de al menos los
animales terrestres vertebrados, así como las aves y los peces: Génesis 1:20, 24.)
Las plantas no tienen esta nephesh; no están “vivas” en el mismo sentido en que lo
están los animales. Fueron dadas por comida.

Al hombre se le permitió comer carne sólo después del Diluvio (Génesis 9:3). Esto
hace que sea obvio que las declaraciones en Génesis 1:29 y 30 pretenden
informarnos que el hombre y los animales eran vegetarianos al principio. Además,
en Génesis 9:2, se nos habla de un cambio que Dios aparentemente hizo en la
forma en que los animales reaccionan ante el hombre.

Dios le advirtió a Adán en Génesis 2:17 que si comiera del “árbol de la ciencia
del bien y del mal”, él “moriría”. La gramática hebrea en realidad significa,
“muriendo, morirás”. En otras palabras, sería el comienzo de un proceso de
muerte física (ver Génesis 3:19). También implicó claramente la muerte espiritual
(separación de Dios).
16
Después de que Adán desobedeció a Dios, el Señor vistió a Adán y Eva con
“túnicas de pieles” (Génesis 3:21).26 Para hacer esto, debe haber matado y
derramado la sangre de por lo menos un animal. La razón de esto puede resumirse
por Hebreos 9:22:
Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de
sangre no se hace remisión.

Dios requiere el derramamiento de sangre para la remisión de los pecados. Lo


que sucedió en el huerto fue una imagen de lo que vendría en Jesucristo, quien
derramó su sangre en la cruz como el Cordero de Dios que quitó el pecado del
mundo (Juan 1:29).

Ahora bien, si el Huerto del Edén estuviera sentado sobre un registro fósil de
cosas muertas de hace millones de años, entonces se derramó sangre antes del
pecado. Esto destruiría los cimientos de la Expiación. La Biblia es clara: el pecado
de Adán trajo muerte y sufrimiento al mundo. Como Romanos 8:19-22 nos dice,
toda la creación “gime” por los efectos de la caída de Adán, y la creación será
liberada ” de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios”
(Romanos 8:21). Además, tenga en cuenta que los espinos surgieron después de la
Maldición. Debido a que hay espinos en el registro fósil, tuvieron que formarse
después de que Adán y Eva pecaron.

El pronunciamiento de la pena de muerte en Adán fue tanto una maldición como


una bendición. Una maldición porque la muerte es horrible y continuamente nos
recuerda la fealdad del pecado; una bendición porque significaba que las
consecuencias del pecado, la separación del compañerismo con Dios, no necesita
ser eterna. La muerte detuvo a Adán y sus descendientes de vivir en un estado de
pecado, con todas sus consecuencias, para siempre. Y debido a que la muerte era
la pena justa por el pecado, Jesucristo sufrió la muerte física, derramando su
sangre, para liberar a los descendientes de Adán de las consecuencias del pecado.
El apóstol Pablo analiza esto en profundidad en Romanos 5 y 1 Corintios 15.

Apocalipsis 21-22 deja en claro que habrá un “nuevo cielo y una nueva tierra” un
día, donde “no habrá más muerte” y “no habrá más maldición”, como lo fue antes
de que el pecado lo cambiara todo. Si ha de haber animales como parte de la nueva
tierra, obviamente no morirán ni comerán otros animales, ¡ni comerán a las
personas redimidas!

Por lo tanto, agregar los supuestos millones de años a las Escrituras destruye los
fundamentos del mensaje de la cruz.

Objeción 2
Según Génesis 1, el sol no se creó hasta el día 4. ¿Cómo podría haber día y
noche (días ordinarios) sin el sol durante los primeros tres días?

Respuesta
Nuevamente, es importante que permitamos que el lenguaje de la Palabra de
Dios nos hable. Si llegamos a Génesis 1 sin ninguna influencia externa,
como se ha mostrado, cada uno de los seis días de la creación aparece con
17
la palabra hebrea yôm calificada por un número y la frase “tarde y
mañana”. Los primeros tres días están escritos de la misma manera como
los próximos tres. Entonces, si dejamos que el lenguaje nos hable, los seis
días fueron días ordinarios de la tierra.
El sol no es necesario para el día y la noche. Lo que se necesita es la luz y
una tierra en rotación. En el primer día de la creación, Dios hizo la luz
(Génesis 1:3). La frase “tarde y mañana” ciertamente implica una tierra en
rotación. Por lo tanto, si tenemos luz desde una dirección y una tierra
girando, puede haber día y noche.

¿De dónde vino la luz? No se nos dice27, pero Génesis 1:3 ciertamente indica que
fue una luz creada para proporcionar el día y la noche hasta que Dios hizo el sol en
el día 4 para gobernar el día. Apocalipsis 21:23 nos dice que un día el sol no será
necesario porque la gloria de Dios iluminará la ciudad celestial.

Quizás una de las razones por las que Dios lo hizo de esta manera fue para
ilustrar que el sol no tenía la prioridad en la creación como las personas tendían a
darle. El sol no dio a luz a la tierra como postulan las teorías evolucionistas; el sol
fue la herramienta creada por Dios para gobernar el día que Dios había hecho
(Génesis 1:16).

A través de las edades, personas como los egipcios han adorado al sol. Dios
advirtió a los israelitas, en Deuteronomio 4:19, de no adorar al sol como lo hicieron
las culturas paganas a su alrededor. Se les ordenó adorar al Dios que hizo el sol,
no al sol que fue hecho por Dios.

Las teorías evolucionistas (la hipótesis del Big Bang por ejemplo) afirman que el
sol vino antes que la tierra y que la energía del sol en la tierra eventualmente dio
origen a la vida. Al igual que en las creencias paganas, el sol, en cierto sentido,
recibe el crédito por la maravilla de la creación.

Es interesante contrastar las especulaciones de la cosmología moderna con las


escrituras del padre de la iglesia primitiva Teófilo:

En el cuarto día, las luminarias comenzaron a existir. Y en la omnisciencia y


soberanía de Dios, entendió las tonterías de los filósofos necios que iban a decir
que las cosas producidas en la Tierra provenían de las estrellas, para que pudieran
dejar de lado a Dios. Para que la verdad pueda ser demostrada, las plantas y las
semillas comenzaron a existir antes que las estrellas. Porque lo que entra en
existencia después no puede causar lo que vino anteriormente.28

Objeción 3
En 2 Pedro 3:8 declara que “para con el Señor un día es como mil años”,
entonces los días de la creación pueden ser largos períodos de tiempo.

Respuesta
Este pasaje no tiene contexto de creación; no se refiere a Génesis ni a los
seis días de la creación.

18
Este versículo tiene lo que se llama un “artículo comparativo” (“como” o
“semejante a”) que no se encuentra en Génesis 1. En otras palabras, no está
diciendo que un día son mil años; está comparando un día real y literal con
un año real y literal de mil años. El contexto de este pasaje es la Segunda
Venida de Cristo. Está diciendo que, para Dios, un día es como mil años,
porque Dios está fuera del tiempo. Dios no está limitado por los procesos
naturales y el tiempo como los seres humanos. Lo que puede parecer mucho
tiempo para nosotros (por ejemplo, esperar la Segunda Venida), o poco
tiempo, no es nada para Dios, de ninguna manera.

La segunda parte del versículo dice “y mil años como un día”, que, en
esencia, cancela la primera parte del versículo para aquellos que quieren
igualar un día con mil años. Por lo tanto, no se puede estar diciendo que un
día son mil años o viceversa.

En Salmos 90:4 declara: “Porque mil años delante de tus ojos son como el
día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche.” Aquí se
compara a mil años con “las vigilias de la noche” (cuatro horas 29). Debido a
que la frase “las vigilias de la noche” se une de una manera particular a
“ayer”, está diciendo que se están comparando mil años con un período corto
de tiempo, no simplemente con un día.

Si uno usa este pasaje para afirmar que “día” en la Biblia significa mil años,
entonces, para ser consecuente, habría que decir que Jonás estuvo en el
vientre del pez tres mil años, o que Jesús aún no ha resucitado de entre los
muertos después de dos mil años en la tumba.

Objeción 4
Insistir en seis días solares para la creación limita a Dios, mientras que
permitirle a Dios billones de años no lo limita.

Respuesta
En realidad, insistir en seis días ordinarios de la rotación terrestre de la creación
no es limitar a Dios, sino limitarnos a creer que Dios realmente hizo lo que nos dice
en su Palabra. Además, si Dios creó todo en seis días, como dice la Biblia, entonces
seguramente revela el poder y la sabiduría de Dios de una manera profunda: Dios
Todopoderoso no necesitaba eones de tiempo. Sin embargo, el caso de billones de
años disminuye a Dios al sugerir que la mera casualidad podría crear cosas o que
Dios necesitaba grandes cantidades de tiempo para crear cosas; esto limitaría el
poder de Dios al reducirlo a explicaciones naturalistas.

Objeción 5
Adán no pudo haber logrado todo lo que la Biblia declara en un día (día 6). Él no
podría haber nombrado a todos los animales, por ejemplo; no hubo suficiente
tiempo.

Respuesta
Adán no tuvo que nombrar a todos los animales, sólo a los que Dios le trajo. Por
ejemplo, se le ordenó a Adán que nombrara “toda bestia del campo” (Génesis 2:20),
no “bestia de la tierra” (Génesis 1:25). La frase “bestia del campo” es muy
19
probablemente un subconjunto del grupo más grande “bestia de la tierra”. Él no
tuvo que nombrar “todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1:25) o
cualquiera de las criaturas marinas. Además, el número de “géneros” sería mucho
menor que el número de especies en la clasificación de hoy.

Cuando los críticos dicen que Adán no pudo nombrar a los animales en menos de
un día, lo que realmente quieren decir es que no entienden cómo ellos podrían
hacerlo, entonces tampoco Adán pudo. Sin embargo, nuestro cerebro ha sufrido de
6.000 años de la Maldición: se ha visto muy afectado por la Caída. Antes del
pecado, el cerebro de Adán era perfecto.

Cuando Dios creó a Adán, debe haberlo programado con un lenguaje perfecto.
Hoy en día programamos computadoras para “hablar” y “recordar”. ¿Cuánto más
pudo nuestro Dios Creador haber creado a Adán como un ser humano maduro (no
nació como un bebé que necesita aprender a hablar), teniendo en su memoria un
lenguaje perfecto con una comprensión perfecta de cada palabra? (Es por eso que
Adán entendió lo que Dios quiso decir cuando dijo que “moriría” si desobedecía,
aunque no había visto ninguna muerte) Adán también pudo haber tenido una
memoria “perfecta” (algo así como una memoria fotográfica, tal vez).

No habría sido ningún problema para este primer hombre perfecto inventar
palabras y nombrar los animales que Dios le trajo y recordar los nombres, en
mucho menos de un día.30

Objeción 6
Génesis 2 es una cuenta diferente de la creación, con un orden diferente,
entonces, ¿cómo se puede aceptar el primer capítulo como la enseñanza de seis
días literales?

Respuesta
En realidad, Génesis 2 no es un acontecimiento diferente de la creación. Es un
acontecimiento más detallado del día 6 de la creación. El capítulo 1 es una visión
general de toda la creación; el capítulo 2 brinda detalles acerca de la creación del
huerto, el primer hombre y sus actividades en el día 6.31

Entre la creación de Adán y la creación de Eva, la versión Reina Valera dice:


“Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los
cielos” (Génesis 2:19). Esto parece decir que las bestias terrestres y los pájaros
fueron creados entre la creación de Adán y Eva. Sin embargo, los eruditos judíos no
reconocieron ningún conflicto con el relato en el capítulo 1, donde Adán y Eva
fueron creados después de las bestias y las aves (Génesis 1:23-25).

No hay contradicción, porque en Hebreo el tiempo preciso de un verbo está


determinado por el contexto. Está claro del capítulo 1 que las bestias y las aves
fueron creados antes de Adán, entonces los eruditos judíos habrían entendido que
el verbo “formó” significa “se había formado” o “ya formado” en Génesis 2:19. Si
traducimos el versículo 19 como “Ahora que el Señor Dios había formado de la
tierra a todas las bestias del campo,” el aparente desacuerdo con Génesis 1
desaparece por completo.

20
En cuanto a las plantas y hierbas en Génesis 2:5 y los árboles en Génesis 2:9
(compárese con Génesis 1:12), las plantas y hierbas se describen como “del campo”
y necesitaban un hombre para cuidarlas. Estas son plantas claramente cultivadas,
no sólo las plantas en general (Génesis 1). También, los árboles (Génesis 2:9) son
sólo los árboles plantados en el huerto, no los árboles en general.

En Mateo 19:3-6, Jesucristo cita tanto de Génesis 1:27 como de Génesis 2:24
cuando se refiere al mismo hombre y mujer al enseñar la doctrina del matrimonio.
Claramente, Cristo los vio como cuentas complementarias, no contradictorias.

Objeción 7
No hay “tarde y mañana” para el séptimo día de la Semana de la Creación
(Génesis 2:2). Por lo tanto, todavía debemos estar en el “séptimo día”, entonces
ninguno de los días puede ser días ordinarios.

Respuesta
Mira nuevamente la sección anterior titulada ”Por qué seis días?”. Éxodo
20:11 se refiere claramente a siete días literales: seis para trabajar y uno para
reposar.

También, Dios declaró que “reposó” de su obra de creación (¡no que está
reposando!). El hecho de que reposó de su obra de creación no le impide continuar
reposando de esta actividad. La obra de Dios ahora es diferente: es una obra de
sostener su creación y de reconciliación y redención debido al pecado del hombre.

La palabra yôm se califica por un número (Génesis 2:2 y 3), entonces el contexto
todavía determina que es un día solar ordinario. Además, Dios bendijo este séptimo
día y lo hizo santo. En Génesis 3:17-19 leemos acerca de la maldición en la tierra a
causa del pecado. Pablo se refiere a esto en Romanos 8:22. No tiene sentido que
Dios llame a este día santo y bendito si maldijo a la tierra en este “día”. Vivimos en
una tierra maldita por el pecado; ¡no estamos en el séptimo día santo y bendito!

Tenga en cuenta que al argumentar que el séptimo día no es un día ordinario


porque no está asociado con “tarde y mañana”, los proponentes están tácitamente
de acuerdo en que los otros seis días son días ordinarios porque están definidos
por una tarde y una mañana.

Algunos han argumentado que Hebreos 4:3 y 4 implica que el séptimo día
todavía continúa hoy:

Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por
tanto, juré en mi ira, no entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban
acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo
día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

Sin embargo, el versículo 4 reitera que Dios reposó (tiempo pasado) en el séptimo
día. Si alguien el lunes dice que reposó el viernes y todavía está reposando, ¡esto
no sugeriría que el viernes continuó hasta el lunes! Además, sólo aquellos que han
creído en Cristo entrarán en ese reposo, mostrando que es un reposo espiritual, que
se compara con el reposo de Dios desde la Semana de la Creación. No es una clase
21
de continuación del séptimo día (de lo contrario, todos estarían “dentro” de este
reposo).32

Hebreos no dice que el séptimo día de la Semana de la Creación continúa hoy,


simplemente que el reposo que instituyó continúa.

Objeción 8
Génesis 2:4 declara: “el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos”. Como
esto se refiere a los seis días de la creación, muestra que la palabra “día” no
significa un día ordinario.

Respuesta
La palabra hebrea yôm utilizada aquí no está calificada por un número, ni la con
las frases “tarde y mañana”, o luz u oscuridad. En este contexto, el versículo
realmente significa “en el tiempo que Dios creó” (refiriéndose a la Semana de la
Creación) o “cuando Dios creó”.

Otros problemas con días largos e interpretaciones similares


Si las plantas hechas en el día 3 fueron separadas por millones de años de las
aves y los murciélagos de néctar (creados el día 5) y los insectos (creados el día
6) necesarios para su polinización, entonces tales plantas no podrían haber
sobrevivido. Este problema sería especialmente grave para especies con
relaciones simbióticas complejas (cada una depende de la otra, por ejemplo, la
planta de yuca y la polilla asociada con ella).33

Adán fue creado el día 6, vivió hasta el día 7 y luego murió cuando tenía 930
años (Génesis 5:5). Si cada día fuera mil años o millones de años, esto no
tendría sentido de la edad de Adán al morir.

Algunos han afirmado que la palabra para “hizo” (asah) en Éxodo 20:11 en
realidad significa “mostrar”. Proponen que Dios mostró o reveló la información
acerca de la creación a Moisés durante un período de seis días. Esto permite
que la creación misma haya ocurrido durante millones de años.

Sin embargo, “mostró” no es una traducción válida para asah. Su significado


abarca ”crear, fabricar, producir, hacer”, etc., pero no “mostrar” en el sentido de
revelar.34 Donde asah se traduce como “mostrar”, por ejemplo, “mostrar
misericordia” (Génesis 24:12), es en el sentido de “hacer” o “crear” misericordia.
Algunos han afirmado que debido a que la palabra asah se usa para la creación
del sol, la luna y las estrellas el día 4, y no la palabra bara, que se usa en
Génesis 1:1 para ”rear”, esto significa que Dios sólo reveló el sol, la luna y las
estrellas en esta etapa. Insisten en que la palabra asah tiene el significado de
“revelar”.

En otras palabras, las luminarias supuestamente ya existían y solo se revelaron


en esta etapa. Sin embargo, bara y asah se usan en las Escrituras para
describir el mismo evento. Por ejemplo, asah se usa en Éxodo 20:11 para
referirse a la creación de los cielos y la tierra, pero bara se usa para referirse a
la creación de los cielos y la tierra en Génesis 1:1. La palabra asah se usa con
respecto a la creación de las primeras personas en Génesis 1:26, que no
22
existían previamente. Y luego se dice que fueron creados (bara) en Génesis 1:27.
Hay muchos otros ejemplos similares. Asah tiene una amplia gama de
significados que implican “hacer" o ”crear”, que incluye la creación bara.

Algunos aceptan que los días de la creación son días ordinarios en lo que se
refiere al lenguaje de Génesis, pero no como días literales en lo que respecta al
hombre. Esta es básicamente la visión llamada la “hipótesis del marco”. 35 Esta
es una visión muy compleja y artificial que los eruditos han refutado
completamente.36

El verdadero propósito de la hipótesis del marco se puede ver en la siguiente


cita de un artículo de uno de sus proponentes:

Refutar la interpretación literalista de la “semana” de la creación del Génesis


propuesta por los teóricos de la tierra joven es una preocupación central de este
artículo. 37 Algunas personas quieren que los días de la creación sean largos
períodos en un intento de armonizar la evolución o billones de años con el relato
de los orígenes de la Biblia. Sin embargo, el orden de los eventos según las
creencias de la larga edad no concuerda con el de Génesis.

Considere la siguiente tabla:


Contradicciones entre el orden de la creación en la Biblia y la evolución
y/o las edades largas
Especulación de evolución/larga
Relato bíblico de la creación
edad

La tierra antes que del sol y las Las estrellas y el sol antes que la
estrellas tierra

La tierra cubierta inicialmente en La tierra inicialmente una masa


agua fundida

Los océanos primero, después tierra


seca Tierra seca, después los océanos

La vida creada primeramente sobre


la tierra La vida comenzó en los océanos

Las plantas llegaron mucho tiempo


Las plantas creadas antes que el sol después del sol

Los animales terrestres creados Los animales terrestres existieron


después de las aves antes que las aves

Las ballenas antes que los animales Los animales terrestres antes que las
terrestres ballenas

23
Palabra de Dios es algo muy especial. No son sólo las palabras de los hombres.
Como dijo Pablo en 1 Tesalonicenses 2:13: “la recibisteis no como palabra de
hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los
creyentes.” Claramente, aquellos que no aceptan los seis días literales son los que
contribuyen sus propias ideas preconcebidas al pasaje.

Compromisos de larga edad


Además de la “teoría de la brecha” (la creencia de que hay un lapso de tiempo
indeterminado entre los primeros dos versículos de Génesis 1), las principales
posiciones de esta teoría que intentan armonizar largas épocas y/o evolución con
Génesis caen en dos categorías:

1. La “evolución teísta” en la que Dios supuestamente dirigió el proceso


evolutivo de millones de años, o hasta simplemente lo configuró y lo dejó para
que funcione solo, y
2. La “creación progresiva” donde Dios supuestamente intervino en los
procesos de la muerte y lucha para crear millones de especies en varios
momentos a lo largo de millones de años.

Todos las teorías de larga edad rechazan el Diluvio de Noé como global; solo
podría ser un evento local porque las capas fósiles se aceptan como evidencia
durante millones de años. Un Diluvio global habría destruido este registro y
producido otro. Por lo tanto, estas posiciones no pueden permitir que un Diluvio
global catastrófico forme capas de rocas con fósiles sobre la tierra. Esta teoría, por
supuesto, va en contra de las Escrituras, que obviamente enseña un Diluvio global
(Génesis 6-9).38 Tristemente, la mayoría de los teólogos hace años simplemente
intentaron agregar esta creencia a la Biblia en lugar de darse cuenta de que estas
capas fueron establecidas por el Diluvio de Noé.

¿Realmente importa?
Sí, importa lo que un cristiano crea con respecto a los días de la creación en
Génesis 1. Lo más importante, todos los esquemas que insertan eones de tiempo
dentro o antes de la creación socavan el evangelio al poner muerte, derramamiento
de sangre, enfermedades, espinas y sufrimiento antes el pecado y la Caída, como
se explicó anteriormente (ver respuesta a la Objeción 1). Aquí hay dos razones más:

1. En realidad, se trata de cómo uno se acerca a la Biblia, en principio. Si


no permitimos que el lenguaje nos hable en contexto, sino que intentamos que
el texto se ajuste a las ideas externas de las Escrituras, finalmente el
significado de cualquier palabra en cualquier parte de la Biblia depende de la
interpretación del hombre, que puede cambiar según las ideas externas que
están en boga.
2. Si uno permite que la ciencia (que erróneamente se ha convertido en
sinónimo de evolución y materialismo determine nuestra comprensión de las
Escrituras, esto puede llevar a una situación resbaladiza de incredulidad a
través del resto de las Escrituras. Por ejemplo, la ciencia proclamaría que una
persona no puede resucitar de entre los muertos. ¿Significa esto que debemos
interpretar la Resurrección de Cristo para reflejar esto? Tristemente, algunos
hacen justamente esto, diciendo que la Resurrección simplemente significa que
las enseñanzas de Jesús viven en sus seguidores.
24
Cuando las personas acepten al pie de la letra lo que Génesis está enseñando y
aceptan los días como días ordinarios, no tendrán problemas para aceptar y dar
sentido al resto de la Biblia.

Martín Lutero una vez dijo:

A menudo he dicho que cualquiera que estudie las Sagradas Escrituras debe
asegurarse de que se quede con las palabras simples mientras pueda y de ninguna
manera se aparte de ellas a menos que un artículo de fe lo obligue a entenderlas de
manera diferente. Para esto debemos estar seguros: no se ha escuchado un
discurso más claro en la Tierra que lo que Dios ha dicho.39

Palabras puras
El pueblo de Dios necesita darse cuenta de que la Palabra de Dios es limpia:

Proverbios 30:5 y 6 dice que “toda palabra de Dios es limpia… No añadas a sus
palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso.” La Biblia no puede
ser tratada como una gran obra literaria. Necesitamos “temblar ante su palabra”
(Isaías 6:5) y no olvidar:

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16 y 17).

En los autógrafos originales, cada palabra y letra de la Biblia está allí porque
Dios lo puso allí. ¡Escuchemos a Dios hablándonos a través de su Palabra y no
arrogantemente pensemos que podemos decirle a Dios lo que realmente quiere
decir!

Referencias y Notas
M. Van Bebber and P. Taylor, Creation and Time: A Report on the Progressive Creationist Book by
Hugh Ross, Films for Christ, Mesa, Arizona, 1994.

G. Hasel, The “days” of creation in Genesis 1: literal “days” or figurative “periods/epochs” of


time? Origins 21(1):5–38, 1994.

Martin Luther as cited in E. Plass, What Martin Luther Says: A Practical In-Home Anthology for
the Active Christian, Concordia Publishing House, St. Louis, Missouri, 1991, 1523.

G. Archer, A Survey of Old Testament Introduction, Moody Press, Chicago, 1994, 196–197.

J. Boice, Genesis: An Expositional Commentary, Vol. 1, Genesis 1:1–11, Zondervan Publishing


House, Grand Rapids, 1982, 68.

C.H. Spurgeon, The Sword and the Trowel, 1877, 197.

L. Berkhof, Introductory volume to Systematic Theology, Wm. B. Eerdmans, Grand Rapids,


Michigan, 1946, 60, 96.

F. Brown, S. Driver, and C. Briggs, A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament,
Clarendon Press, Oxford, 1951, 398.

25
Some say that Hosea 6:2 is an exception to this because of the figurative language. However, the
Hebrew idiomatic expression used, “After two days ... in the third day,” meaning “in a short time,”
makes sense only if “day” is understood in its normal sense.

J. Stambaugh, The days of creation: a semantic approach, TJ 5(1):70–78, April 1991. Available
online at www.answersingenesis.org/go/days.

The Jews start their day in the evening (sundown followed by night), obviously based on the fact
that Genesis begins the day with the “evening.”

Stambaugh, The Days of Creation: A Semantic Approach, 75.

Ibid., 72.

Ibid., 72–73.

Stambaugh, The Days of Creation: A Semantic Approach, 73–74; R. Grigg, How long were the
days of Genesis 1? Creation 19(1):23–25, 1996. Available online at
www.answersingenesis.org/creation/v19/i1/days.asp.

J. Barr, personal letter to David Watson, April 23, 1984.

M. Dods, Expositor’s Bible, T & T Clark, Edinburgh, 1888, 4, as cited by D. Kelly, Creation and
Change, Christian Focus Publications, Fearn, Scotland, 1997, 112.

Plass, What Martin Luther Says: A Practical In-Home Anthology for the Active Christian, 1523.

J. McNeil, Ed., Calvin: Institutes of the Christian Religion 1, Westminster Press, Louisville,
Kentucky, 1960, 160–161, 182.

G. Hasel, The “days” of creation in Genesis 1: literal “days” or figurative “periods/epochs” of


time? Origins21(1):29, 1994.

J. Whitcomb and H. Morris, The Genesis Flood, Presbyterian and Reformed Publ., Phillipsburg,
New Jersey, 1961, 481–483, Appendix II. They allow for the possibility of gaps in the genealogies
because the word “begat” can skip generations. However, they point out that even allowing for gaps
would give a maximum age of around 10,000 years.

L. Pierce, The forgotten archbishop, Creation 20(2):42–43, 1998. Ussher carried out a very
scholarly work in adding up all the years in Scripture to obtain a date of creation of 4004 BC.
Ussher has been mocked for stating that creation occurred on October 23—he obtained this date by
working backward using the Jewish civil year and accounting for how the year and month were
derived over the years. Thus, he didn’t just pull this date out of the air but gave a scholarly
mathematical basis for it. This is not to say this is the correct date, as there are assumptions
involved, but the point is, his work is not to be scoffed at. Ussher did not specify the hour of the day
for creation, as some skeptics assert. Young’s Analytical Concordance, under “creation,” lists many
other authorities, including extrabiblical ones, who all give a date for creation of less than 10,000
years ago.

See chapters 7 and 9 on these dating methods to see the assumptions involved. See also H.
Morris and J. Morris, Science, Scripture, and the Young Earth, Institute for Creation Research, El
Cajon, California, 1989, 39–44; J. Morris, The Young Earth, Master Books, Green Forest, Arkansas,
1996, 51–67; S. Austin, Grand Canyon: Monument to Catastrophe, Institute for Creation Research,
El Cajon, California, pp. 1994, 111–131; L. Vardiman, ed., Radio Isotopes and the Age of the Earth,
Vol. 2, Master Books, Green Forest, Arkansas, 2005.

K. Ham, The Lie: Evolution , Master Books, Green Forest, Arkansas, Introduction, 1987, xiii–xiv;
K. Ham, The necessity for believing in six literal days, Creation 18(1):38–41, 1996; K. Ham, The
Wrong Way Round! Creation18(3):38–41, 1996; K. Ham, Fathers, Promises and

26
Vegemite, Creation 19(1):14–17, 1997; K. Ham, The Narrow Road, Creation 19(2):47–49, 1997; K.
Ham, Millions of Years and the 'Doctrine of Balaam', Creation 19(3):15–17, 1997.

J. Gill, A Body of Doctrinal and Practical Divinity, 1760. Republished by Primitive Baptist Library,
Carthage, Illinois, 1980, 191. This is not just a new idea from modern scholars. In 1760 John Gill, in
his commentaries, insisted there was no death, bloodshed, disease, or suffering before sin.

All Eve’s progeny, except the God-man Jesus Christ, were born with original sin (Romans
5:12, 18–19), so Eve could not have conceived when she was sinless. So the Fall must have
occurred fairly quickly, before Eve had conceived any children (they were told to “be fruitful and
multiply”).

Some people ask why God did not tell us the source of this light. However, if God told us
everything, we would have so many books we would not have time to read them. God has given us
all the information we need to come to the right conclusions about the things that really matter.

L. Lavallee, The early church defended creation science, Impact, No. 160, p. ii, 1986. Quotation
from Theophilus “To Autolycus,” 2.8, Oxford Early Christian Texts.

The Jews had three watches during the night (sunset to 10 pm; 10 pm to 2 am; 2 am to sunrise),
but the Romans had four watches, beginning at 6 pm.

R. Grigg, Naming the animals: all in a day’s work for Adam, Creation 18(4):46–49, 1996.

D. Batten, Genesis contradictions? Creation 18(4):44–45, 1996; M. Kruger, An understanding


of Genesis 2:5, CEN Technical Journal 11(1):106–110, 1997.

Anon., Is the Seventh Day an eternal day? Creation 21(3):44–45, 1999.

F. Meldau, Why We Believe in Creation Not in Evolution, Christian Victory Publ., Denver,
Colorado, 1972, 114–116.

Nothing in Gesenius’s Lexicon supports the interpretation of asah as “show”; See Charles
Taylor’s “Days of Revelation or creation?” (1997) found
at www.answersingenesis.org/docs/188.asp.

M. Kline, Because it had not rained, Westminster Theological Journal 20:146–157, 1957– 1958.

Kruger, An understanding of Genesis 2:5, 106–110; J. Pipa, From chaos to cosmos: a critique of
the framework hypothesis, presented at the Far-Western Regional Annual Meeting of the Evangelical
Theological Society, USA, April 26, 1996; Wayne Grudem’s Systematic Theology, InterVarsity Press,
Downers Grove, Illinois, 1994, 302–305, summarizes the framework hypothesis and its problems
and inconsistencies.

M. Kline, Space and time in the Genesis cosmology, Perspectives on Science & Christian
Faith 48(1), 1996.

M. Van Bebber and P. Taylor, Creation and Time: A Report on the Progressive Creationist Book by
Hugh Ross, 55–59; Whitcomb and Morris, The Genesis Flood, 212–330.

Plass, What Martin Luther Says: A Practical In-Home Anthology for the Active Christian, 93.

La importancia de Génesis 3:15

5 MAYO, 2016 | Derek Thomas

Con la excepción de Juan 3:16, es posible que ningún otro versículo en la Biblia
sea más crucial y definitivo que Génesis 3:15, “Pondré enemistad entre tú y la
mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en
27
el talón”. Como escribió Alec Motyer, “Toda la Escritura no puede estar concentrada
en cada versículo, pero si podemos leer con la confianza de que cada versículo va a
contribuir a darle sentido a la Biblia en su totalidad. Esto es lo que ocurre
en Génesis 3:15” (Look to the Rock [Mira a la Roca], IVP, p. 34). Varios elementos
importantes surgen a la misma vez:

En primer lugar, se establece un principio que vemos a lo largo del Antiguo


Testamento, creando la expectación del Redentor, quien habría de venir de la
descendencia (una “simiente”) de Adán y Eva. Es por eso que Eva, de forma
prematura y terriblemente equivocada, pensó que esa promesa se cumpliría en su
primogénito Caín (Gén. 4:1). Igualmente, haciendo un eco deliberado a este
pensamiento, cuando Dios hace el pacto con el patriarca Abraham, toca la nota de
una “simiente” que resuena como la campanada de una iglesia (Gén. 12: 7; 13: 15-
16; 15: 3, 13, 18; 17: 7-10, 12, 19; 21: 12; 22: 17-18; etc.). Nadie que esté leyendo
la Biblia se le escapa este hilo conector: Dios está haciendo algo en la historia de
Israel, que tiene su raíz en la promesa dada en el Edén. Cuando María descubre
que ella está esperando un bebé, Gabriel le anuncia acerca de su futuro hijo: “Este
será grande” (Lc. 1:32), claramente captando una frase ya dicha a Abraham y a
David (Gén. 12:2 ; 2 Sam. 7:9). “Este” se refiere a Jesús, por supuesto. La Vulgata
Latina lo interpretó como “esta”, dando a entender que se trataba de María, pero
eso fue una exégesis con intereses creados acerca de dogma. No es la mujer que
vence, sino su simiente.

La revelación del pacto de gracia


En segundo lugar, se establecen los parámetros por los cuales Dios habría de
redimir a su pueblo de su pecado. Desde los primeros tiempos, a Génesis 3:15 le
han llamado el preevangelio, porque es la primera señal del plan redentor de Dios
después de la caída en el jardín del Edén. Cuando Adán y Eva no pudieron
obedecer los términos del pacto de las obras (Gén. 3:6), Dios no los destruyó (cosa
que se hubiese hecho justicia), sino que les reveló su pacto de gracia al prometerles
a un Salvador (Gén. 3:15), quien restauraría el reino, el cual luego habría de ser
destruido. El método de la gracia de Dios es costoso: el calcañar del Salvador iba a
ser herido. Por supuesto, esto es una metáfora que, en contexto, hace contraste con
el golpe que recibiría la serpiente (el aplastamiento de su cabeza), aunque también,
de inmediato se hace evidente lo que esto implica: el derramamiento de sangre de
un sustituto. Eso pareciera ser lo que está detrás de la provisión de pieles de
animales como vestimentas para Adán y Eva en Génesis 3:21. Sangre debe ser
derramada para que los pecados puedan ser perdonados, algo que explica por qué
es que la ofrenda de Abel (de los primogénitos de sus ovejas) es aceptada, pero la
de Caín (del fruto de la tierra) no lo es (Gn. 4:3-5). La forma ya está clara: “sin
derramamiento de sangre no hay perdón” (Heb. 9:22).

En tercer lugar, este versículo establece una explicación cósmica para el caos de
este mundo: Satanás está en acción, aun cuando aquí no se hace mención de su
nombre, solo de una serpiente. Adán y Eva son responsables de sus actos y son
castigados como corresponde, pero sus acciones están intrínsecamente
entrelazadas con la malevolencia de la serpiente. Hay otras explicaciones más allá
del “libre albedrío”. La serpiente es parte de lo que el “Señor Dios había hecho”
(Gén. 3:1), pero ya no está en la condición que Dios la hizo. Génesis cubre con un
velo los orígenes y naturaleza de esta rebelión (el pecado existió antes de la caída
28
en el Edén), y aun cuando es descubierto en otros lados, solo es parcialmente (1
Crón. 21:1; Jb. 1-2; Zac. 3:1-2; y, sobretodo en 2 Pedro 2:4 y Judas 6). Génesis
3:1 parece decir que el pecado de Eva es más que algo interno; que viene de
afuera. ¿La serpiente realmente habló? ¿Por qué no? ¡Pero mira cómo en la Biblia
logra crecer como el gran dragón de Apocalipsis 12! La serpiente es un animal
asesino y mentiroso (Jn. 8:44), así como un engañador (2 Cor. 11:14; Efe. 6:11).

Una batalla que ya fue ganada


En cuarto lugar, el fundamento de la victoria del reino de Dios sobre el reino de
las tinieblas se establece desde el principio. Jesús hizo eco de esto en Cesarea de
Filipo: “las puertas del Hades” se establecen firmemente en contra de la iglesia de
Jesucristo, pero Jesús le asegura a sus discípulos que la iglesia saldrá victoriosa
(Mat. 16:18). La obra redentora se despliega en territorio enemigo, ocupado por la
oposición mortal e incansable de Satanás y sus secuaces. Esa enemistad es de
una mezquindad y crueldad inimaginable, la cual nosotros ignoramos a nuestro
propio riesgo. La historia de la redención no es en cierto sentido un suspenso hasta
el final, un cuento cuyo desenlace es incierto hasta que se vire la última página. Si
bien es cierto que el lago de fuego, como el destino final de la serpiente no es
revelado sino hasta el final (Ap. 20:10), desde el principio, su perdición ya había
sido sellada. El discipulado cristiano es para ser llevado a cabo en el contexto de
una seguridad absoluta de victoria, en lugar de una perspectiva de derrota. Somos
llamados a estar equipados y listos para la batalla, pero con la certeza de que la
batalla decisiva contra el enemigo ya ha tenido lugar y ha sido ganada.

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN LIGONIER. TRADUCIDO POR LUIS MAGÍN ÁLVAREZ.


Derek W. H. Thomas es el ministro principal de la Primera Iglesia Presbiteriana en Columbia,
Carolina del Sur, y un docente en Ligonier. También es Profesor Robert Strong de
Teología Sistemática y Pastoral en Reformed Theological Seminary en Atlanta.

Una guía sencilla para ver cómo el Antiguo Testamento


apunta a Jesucristo.

19 FEBRERO, 2015 | Kevin Halloran

¿Se ha perdido usted alguna vez en una ciudad sin tener idea de dónde estaba o
qué camino tomar?

Esa es la experiencia de muchos cristianos cuando leen el Antiguo Testamento.


Abren la Biblia, comienzan a leer, y pronto se encuentran en un lugar que parece
totalmente diferente al mundo del Nuevo Testamento. Las historias, aparentemente
al azar; las genealogías; las extrañas leyes; aun un burro que habla…

Si esto pasa con usted, ¡no se preocupe! Esta es una guía sencilla que le
ayudará a entender cómo es que Jesús se relaciona con el Antiguo Testamento y
que servirá como un mapa para dirigirlo en la dirección correcta mientras estudia la
Palabra de Dios.

29
Un solo Libro con una sola historia acerca de una sola Persona
La Biblia es un Libro que cuenta una sola historia y que culmina en una sola
Persona: Jesucristo. El estudio de la Teología Bíblica nos ayuda a ver la historia
general de la Biblia y al mismo tiempo cómo cada pieza calza en esa historia y
testifica de Jesucristo. El Antiguo Testamento prepara el camino para y apunta a
Cristo, mientras que el Nuevo Testamento revela y explica quién es Él. El Antiguo
Testamento despliega una “sombra” de Cristo, y en el Nuevo Testamento Lo
experimentamos (vea Colosenses 2:16-17).

Para aquellos que algunas veces se encuentran “perdidos” en el Antiguo


Testamento, les puede ser útil el pensar en un sistema de calles, avenidas y
bulevares que se conectan a una autopista principal. La autopista principal
representa un pasaje principal o un tema principal en el Antiguo Testamento, que
nos conecta directamente con Cristo y finalmente al evangelio. En un sistema de
calles hay muchos bulevares, avenidas, calles paralelas y callejones que no están
en la autopista principal, pero que eventualmente se conectan con ella. Podemos
estar estudiando un pasaje que está en una calle paralela con relación a la
autopista principal. La pregunta importante que hay que hacerse es: ¿cómo es que
este pasaje me lleva a la autopista principal? O, ¿cómo es que este pasaje se
conecta con el tema principal que me apunta a Cristo?

La meta para ver cómo es que el Antiguo Testamento apunta a Jesús no es


meramente intelectual: es encontrarse con el Señor de la Creación y el Salvador del
mundo para que podamos creer en Él y encontrar vida en Su nombre (Juan 5:39-
40; 20:30-31).

Lo que sigue son dos pasos y tres preguntas que le ayudarán a encontrar a
Jesús en un pasaje del Antiguo Testamento.

1. Estudie el pasaje en su contexto original.


Buscar a Jesús no es como jugar a las escondidas en el Antiguo Testamento.
Debemos evitar forzar un pasaje a que diga algo acerca de Cristo que no está en el
texto. Hacer eso nos distraerá del mensaje original del pasaje, y potencialmente
reducirá la verdadera obra de Cristo. Por eso es que primero entendemos un pasaje
en sus propios términos antes de buscar a Cristo.

30
2. Busque conexiones y trate de entenderlo en su contexto general.
Otros pasajes en la Biblia pueden proveer pistas tales como palabras, frases,
citas, o ideas que lo pueden dirigir a Cristo. De nuevo, no queremos forzar nada. No
porque la misma palabra o pensamiento aparece en dos pasajes distintos quiere
decir que los dos pasajes estén hablando de una misma cosa. Debemos considerar
muchas cosas como el contexto del pasaje y el uso de palabras en ese lugar en
particular, con el fin de tomar una decisión sabia de si existe una verdadera
conexión entre ellas.

Una buena conexión puede venir de una de las siguientes:

 Una promesa: Como en Génesis 3:15 o Deuteronomio 18:15-18.


 Símbolos o tipología: Como la serpiente de bronce en Números 23 o
Jesús como el “Segundo Adán”.
 Profecías: Mesiánicas o del siglo venidero.
 Títulos: Como sacerdote o profeta
 Temas: Como el juicio de Dios o el pacto. Hablamos más de esto más
adelante.
 Ideas relacionadas con la redención y la salvación Sirven como
una conexión fácil a la autopista principal que lleva a Cristo.

Tres preguntas útiles para buscar conexiones

1. ¿Dice el Nuevo Testamento algo acerca de este tema o pasaje?


Algunas veces el Nuevo Testamento cita un verso y provee claves directas sobre
un tema o pasaje del Antiguo Testamento. Un estudiante sabio de las Escrituras
continuamente busca desarrollar su visión para encontrar conexiones entre el
Antiguo y el Nuevo Testamento mientras lee la Biblia cada día.

2. ¿Cómo es que este pasaje se conecta con un tema principal que


apunta hacia Cristo?
Puesto que la Biblia es una sola historia, vemos varios temas entretejidos que
comienzan en el Antiguo Testamento y se desarrollan hasta el Nuevo. Describimos
la Escritura como una cuerda que tiene muchas hebras o hilos. La Biblia tiene
muchos eventos y temas, pero todos están entretejidos en una historia, así como
las hebras de una cuerda. Cuando usted lee un pasaje del Antiguo Testamento y
un tema bíblico salta a la vista, piense en cómo Cristo cumple y desarrolla ese
tema.

Ejemplo: La presencia de Dios. Mientras Israel deambulaba por el desierto, Dios


guió a Israel por medio de una columna de nube en el día y una de fuego por la
noche, antes de instruir a Moisés a que construyera un tabernáculo, donde Dios
moró hasta la construcción del templo en Jerusalén. Luego Dios se vistió de
humanidad en la encarnación de Jesucristo, y habitó entre nosotros. La venida del
Espíritu le dio la morada del Espíritu de Dios en los creyentes, convirtiéndonos en
piedras vivas para ser edificados como casa espiritual (1 Pedro 2:4-5). Este tema
encuentra su cumplimiento total en los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra donde
sabemos que, “…el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y
ellos serán su pueblo, y Dios mismos estará con ellos como su Dios” (Apocalipsis
21:3).
31
3. ¿De qué Forma este Pasaje ayuda en mi entendimiento de Cristo y de
lo que Él ha hecho?
Puede ser que su pasaje no hable explícitamente acerca de Jesús, pero puede
ser que hable del Mesías o que describa a una persona o cosa que simboliza a
Cristo o apunta a quién Él llegará a ser y lo que llegará a hacer (ejemplos de esto
incluyen el Siervo Sufriente en Isaías 52:13–53:12, o el Hijo del Hombre que tiene
todo el dominio en Daniel 7:13-14). Algunas veces, sin embargo, un pasaje puede
que solo prepare el camino a Cristo. Por ejemplo, un pasaje puede describir una
falla desesperante en los líderes de Israel o una situación trágica en el pueblo de
Dios que apunta a Cristo como el único que puede venir y llenar esa necesidad o
corregir esa situación. (Por ejemplo, los pecados de los reyes de Israel nos dejan
con la realidad de la necesidad de un Mesías que reinará sobre el pueblo de Dios
con justicia perfecta).

Con el tiempo, estos pasos y estas preguntas le ayudarán a navegar las calles a
veces algo confusas del Antiguo Testamento, y a entender mejor el plan redentor de
Dios al enviar a Su Hijo al mundo para salvarnos de nuestros pecados. Nuestro
deseo es que mientras usted estudia, el Espíritu Santo le revele las riquezas de
Dios en el Antiguo Testamento al alumbrar la atención en Cristo Jesús y llenarlo de
gozo en Él en la alabanza de su gloriosa gracia.

Este artículo introduce conceptos e ilustraciones acerca de la Teología Bíblica


enseñada por Leadership Resources. Conozca más acerca de nuestro programa de
entrenamiento pastoral llamado Pastores Entrenando Pastores (PEP).

Kevin Halloran trabaja con Leadership Resources International en el equipo de América Latina
entrenando pastores cómo predicar la palabra de Dios con el corazón de Dios. También sirve en el
ministerio hispano de The Orchard – Arlington Heights en los suburbios de Chicago, IL. Puedes
encontrarlo en su blog personal donde escribe semanalmente sobre temas evangelio-céntricos y
seguirlo en Facebook y Twitter.

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