Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
UNIDAD 5. CLIMATOLOGÍA.
APUNTES EN BORRADOR, PERO BUENOS.
5.1 CLIMAS DE CHILE.
En este capítulo se usa la clasificación climática de Köppen, para hacer una breve descripción los cli-
mas en Chile y como se distribuyen a lo largo de nuestro país. El clima de Chile contiene una gran di-
versidad de tipos diferentes debido a su característica de gran extensión meridional del territorio y a su
particular topografía. Por las características topográficas variadas del país, el clima de Chile se ve noto-
riamente influenciado por factores como las corrientes atmosféricas y oceánicas, la latitud y la altura.
Empezaremos revisando como los factores latitud, altura, dinámica atmosférica e influencia marítima
controlan algunas de la variables básicas del clima como la temperatura, la presión, el viento, la hume-
dad y la precipitación.
14.2.1 Latitud.
Chile continental está ubicado entre los paralelos 17.5° y 56° de latitud sur. Esto afecta en una gran
forma el aporte calórico en superficie por el ángulo de incidencia de los rayos solares sobre el territorio.
Mientras más perpendiculares los rayos solares mayor será el aporte calórico.
La latitud también afecta a los elementos de presión, vientos y precipitaciones, por efecto de las altas
presiones producidas por el anticiclón del Pacífico sur, que se ubica sobre el Pacifico frente a la zona
central del país, entre 25° S y 40° S, determinando viento sur en la parte norte del país, viento suroeste
en una faja que va desde la latitud de Rancagua hasta Concepción y vientos del oeste en la parte Aus-
tral. De la misma manera influye sobre la distribución de las precipitaciones originando una región de-
sértica en el norte, una región de transición en la zona central (seco en verano, húmedo en invierno) y
una región lluviosa en el sur.
14.2.2 Altura.
La altura está determinada por dos cordilleras que son la de los Andes, con alturas entre 5000 y 6000
metros y la de la costa con interrupciones y menores altitudes. Entre las dos cordilleras se desarrolla el
valle central a partir de los 33° S y hasta sumergirse en el mar frente a Puerto Montt. La altitud modifi-
ca la distribución de insolación ya que cuanto más elevado el lugar, menor es el espesor de atmósfera
que la radiación solar debe cruzar y esto genera que los lugares más altos tengan una mayor amplitud
diaria de temperatura que las tierras más bajas. La altitud representada por las grandes cadenas monta-
ñosas influye en los vientos, esto por obstrucción directa canalizando los grandes flujos atmosféricos.
Las cordilleras también afectan la distribución de lluvias, pues cuando las nubes cargadas de humedad
al ser impulsada por el viento, chocan contra la ladera de barlovento, se producen copiosas lluvias en
este sector; estas son las lluvias orográficas; pero el sector de sotavento de las cordilleras queda prote-
gido contra la irrupción de los sistemas ciclónicos.
La masa de la atmósfera es del orden de 5.3x1018 kg; para hacernos una idea de este valor, imaginemos
que si se aplastara sobre la superficie de la Tierra, con una densidad equivalente a la del agua, se for-
maría una capa de aire de una altura de 10 metros. La presión atmosférica es la presión que ejerce el
peso de toda la masa de una columna de aire sobre un nivel dado. Su valor al nivel del mar es aproxi-
madamente 101320 Pa = 1013.2 hPa (hPa es hectoPascal = 100 Pa y Pa es Pascal, este valor se obtie-
ne de la fórmula barométrica p = po − ρ Hg gh = 0 ⇒ po = ρ Hg gh , con h = 76 cm, altura que se
eleva la columna de mercurio por efecto de la presión atmosférica, ρ es la densidad del mercurio igual
a 13595 kg/m3 y g es la aceleración de gravedad igual a 9.8 m/s2). Esto es equivalente a la presión que
produce una masa de 1.013 kilogramos sobre cada cm2 de superficie. Esto significa que nuestro cuerpo,
Según la teoría cinética de los gases, la presión de un gas es la fuerza ejercida sobre una superficie por
los continuos choques de las moléculas del gas en movimiento. Dos factores determinan la presión que
un gas particular ejerce sobre una superficie: la temperatura y la densidad; estas tres variables se rela-
cionan entre sí por una ley física llamada ecuación de estado de gases ideales. Considerando el primer
factor, la presión atmosférica es proporcional a la temperatura. Si se eleva la temperatura del aire man-
teniendo la densidad constante, la rapidez de las moléculas de aire aumenta, y por lo tanto su fuerza,
generando aumento de presión. Inversamente si la temperatura disminuye. Esta es la razón por la cual
un producto aerosol envasado en lata a presión tiene la advertencia de precaución de mantenerlo fuera
del alcance de fuentes de calor, ya que al calentarse el envase, puede producirse una fuerte explosión si
la presión interna del gas excede la resistencia del envase. Por el segundo factor, la presión atmosférica
es también proporcional a la densidad, esto es al número de moléculas de gas por unidad de volumen,
tal que si la densidad aumenta, la presión aumenta. Inversamente si la densidad disminuye.
Debido a que la presión del aire aumenta con la temperatura, se debería esperar que en los días más
cálidos la presión sea más alta y en los días más fríos mas baja. Pero este no es el caso. Sobre los conti-
nentes en latitudes medias por ejemplo, las más altas presiones se registran en invierno cuando las tem-
peraturas son mas bajas. En la atmósfera, en días fríos las moléculas de aire se mueven más lentamente
y se encuentran más juntas, por lo que el aire tiene mayor densidad, tal que la disminución del movi-
miento molecular (disminución de temperatura) es sobrecompensado con el aumento del número de
moléculas por unidad de volumen (aumento de densidad) que ejercen presión, resultando en un aumen-
to neto de presión, es decir la presión es mayor en días fríos (invierno). Inversamente en días cálidos
(verano) la presión disminuye.
Esto también explica la disminución de presión con la altura. A medida que nos elevamos en la verti-
cal, disminuye la densidad del aire porque hay menor masa de aire en niveles mas altos y por lo tanto
disminuye la presión. Esta disminución, como ya se vio, no es constante, sino que es mayor más cerca
de la superficie. La presión disminuye cerca de 1.2 hPa cada 10 metros de elevación en la vertical en
las capas más bajas, de tal manera que hasta 5 km de altura la presión disminuye aproximadamente 100
hPa cada un kilómetro.
5.3 VIENTO.
Se llama viento al movimiento del aire, y es un resultado de las diferencias de presión atmosférica, atri-
buidas sobre todo a las diferencias de temperatura. Debido a que el calentamiento diferencial en super-
ficie genera las diferencias de presión, la desigual distribución de la radiación solar, junto con las dife-
rentes propiedades térmicas de las superficies terrestres y oceánicas, son los responsable de la forma-
ción del viento. El aire fluye desde las áreas de altas presiones a las de baja presión, por lo que el viento
no es mas que un intento natural por balancear las diferencias de presión de gran escala. Existen otros
factores que afectan al viento. Si la Tierra no girara y si no hubiera fricción, el aire se movería directa-
mente desde las áreas de altas presiones a las de baja presión. Pero como ambos efectos existen, el
viento es controlado por una combinación de esos factores: la fuerza las variaciones de presión, el efec-
to de la rotación terrestre y la fricción del aire con la superficie.
Se llaman isobaras a las líneas que unen puntos de igual presión, similares a las isotermas. Los datos de
presión en superficie se dibujan por medio de isobaras sobre mapas, cuyo resultado se llama carta de
tiempo, carta sinóptica o carta de presión. La separación entre las isobaras indica las variaciones de
presión sobre el mapa, a estas variaciones de presión se le llama gradiente de presión. En el mapa,
donde los isobaras están más juntas, indican un gradiente de presión grande que produce vientos más
fuertes, y donde los isobaras están más separadas, el gradiente de presión es mas pequeño y el viento es
más débil.
En la figura 7.1 se observan las isobaras en una carta sinóptica de Sudamérica, para un día representati-
vo de una situación meteorológica cualquiera, obtenida con valores reales de presión en superficie. Las
líneas en tonos verde a violeta representan áreas de bajas presiones y las de tono amarillo a rojo altas
presiones. Del mapa se puede destacar, por ejemplo frente a la zona central de Chile, un centro de baja
presión (asociado al cinturón de bajas presiones subpolares, ver capítulo 8) centrado en 35º S, 75º W,
con valores inferiores a 1006 hPa, con un fuerte gradiente de presión como se puede ver por el agrupa-
miento de isobaras en esa zona, lo que indica que los vientos son muy intensos en esa zona, y sobre el
Pacífico, un centro de alta presión (conocido como anticiclón del Pacífico sur, ver capítulo 8) centrado
en torno a los 30º S, 100º W, con valores superiores a los 1025 hPa, con un gradiente de presión mas
débil, indicativo de vientos leves en esa área.
Figura 7.1 Carta sinóptica de Sudamérica. 7.2 Efecto de Coriolis en el hemisferio sur.
El efecto de Coriolis se manifiesta como una fuerza, que es la responsable de la desviación. La direc-
ción de la fuerza de Coriolis tiene una gran componente apuntando en sentido opuesto a la fuerza de
presión. Esto produce que la dirección del movimiento del aire sea no cruzando las isobaras, sino que
aproximadamente paralelo a ellas. Si un observador en tierra se ubica mirando en la dirección hacia
donde se mueve el aire, en el hemisferio sur las altas presiones quedan a la izquierda del observador y
las bajas presiones a la derecha; en el hemisferio norte la situación es opuesta.
Físicamente la fuerza de Coriolis no es una fuerza real, aunque en las ecuaciones de movimiento se la
trata como tal, porque produce un efecto similar al de una fuerza, esto es, aparentemente cambiar el
estado de movimiento de un objeto (aire o agua por ejemplo). Pero no es el objeto el que cambia su
movimiento, sino que es la Tierra la que esta girando debajo del objeto, el cual no tiene porque estar
girando junto con la Tierra, y a un observador fijo al suelo, por lo tanto girando con la Tierra, le da la
impresión que es el objeto el que se mueve, pero no es así, sino que es el observador el que esta girando
con la Tierra. Por esto se la conoce como una fuerza aparente, es decir una fuerza que no es una fuerza
o que no existe, pero su efecto si existe en el sistema en rotación y es desviar el movimiento. Otra im-
plicancia física de la fuerza de Coriolis es que, como no es una fuerza real, no realiza trabajo, porque
siempre es perpendicular a la dirección del movimiento. La magnitud de la desviación producida por la
fuerza de Coriolis tiene las siguientes características: (1) depende de la latitud, disminuye desde los
polos, donde es máxima, hacia el Ecuador donde se anula y no se produce desviación, (2) siempre está
dirigida perpendicular a la dirección del flujo, (3) afecta sólo a la dirección del flujo, no su rapidez y
(4) es proporcional a la rapidez del viento.
7.2.3 Fricción.
La fuerza de presión acelera el flujo desde las altas a las bajas presiones y la de Coriolis lo desvía en
dirección de las isobaras. Pero la rapidez del viento no aumenta continuamente, por lo que debe existir
otra fuerza que haga mantener aproximadamente constante la rapidez del viento y por lo tanto que se
oponga a la fuerza de presión. De nuestra experiencia diaria, sabemos que si a un objeto en movimiento
sobre una superficie se lo deja libre, después de un tiempo se detiene. Lo que produce esa detención es
lo que llamamos fuerza de fricción o de roce.
El efecto de la fricción en superficie es disminuir la rapidez del viento y desviar el movimiento del aire
a través de los isobaras, hacia el área de bajas presiones. El grado de irregularidad del terreno determi-
na el ángulo que se desvía el viento respecto a los isobaras, como también la magnitud de su disminu-
ción. Sobre los océanos relativamente llanos, la fricción es pequeña y el aire se desvía entre 10º a 20º
respecto a los isobaras y su rapidez disminuye aproximadamente a 2/3 respecto de su valor si no hubie-
se roce. Sobre terrenos muy irregulares donde la fricción es grande, el viento se puede desviar hasta en
45º y su rapidez reducirse hasta en un 50%. Este efecto de la fricción es especialmente importante
Unidad 5 Biofísica 6 Juan Inzunza
Universidad de Concepción Departamento de Geofísica
cuando se considera el movimiento del aire alrededor de los centros de altas y bajas presiones en super-
ficie, los rasgos más notorios en los mapas de tiempo. El aire en movimiento es afectado por la irregu-
laridad de la superficie terrestre, que produce el roce con el aire, pero a medida que ascendemos en la
vertical, disminuye el efecto del roce. A alturas superiores a 1.0 – 1.5 km, el viento ya no es afectado
por la fricción, soplando aproximadamente paralelo a las isobaras.
Otro medidor de presión más portátil y manuable se llama barómetro aneroide (aneroide significa sin
líquido), se muestra en la figura 7.3 derecha. Se basa en que a una cámara metálica herméticamente
cerrada se le ha sacado una parte del aire. La cámara debe ser muy sensitiva a los cambios de presión,
cambiando su forma con las variaciones de presión, tal que si la presión aumenta (disminuye) la cámara
se comprime (expande). Si estos movimientos se transmiten por un sistema de palanca a un indicador
que se mueve sobre un papel registro graduado en unidades de presión, el instrumento pasa a llamarse
barografo, que entrega un registro continuo de presión sobre un papel que se llama barograma, que se
muestra en la figura 7.4. El eje vertical corresponde a la presión, cada línea es igual a 0.5 hPa, y el eje
horizontal es el tiempo, cada línea igual a dos horas, se indica el valor de referencia igual a 1020 hPa.
1020
Figura 7.3 Barómetro de mercurio, izquierda y barómetro aneroide. Figura 7.4 Ejemplo de barograma en Concepción.
La presión atmosférica se mide en distintas unidades, las siguientes son algunas de las mas conocidas
equivalencias para las distintas unidades de medida, correspondientes, al valor de la presión normal en
superficie (los símbolos son: atm = atmósferas, cm de Hg = centímetros de mercurio, hPa = hectoPas-
cal, mbar = milibar y 1 hPa = 100 Pa):
El viento se mide por la dirección desde donde sopla, así un viento norte sopla desde el norte hacia el
sur. Para el viento, que es una magnitud física vectorial, interesa conocer su rapidez y su dirección.
La rapidez del viento se mide con el anemómetro de cucharas, que se muestra en la figura 7.5, extremo
izquierdo, y que funciona en forma similar al velocímetro de un vehículo. Su funcionamiento se basa
en tres cazoletas unidas a un brazo cada una, los cuales a su vez están unidos a un eje vertical interior
que tiene incorporado en su extremo un disco, que al girar por efecto del viento, corta la emisión de luz
de un diodo LED, esta interrupción es captada por un fototransistor que convierte estos giros en pulsos
(frecuencia). La velocidad del viento será directamente proporcional a la generación de una mayor o
menor frecuencia. El viento queda registrado en un anemográma, que se muestra en la figura 7.6 para
Concepción. La línea azul superior es la dirección del viento, en el eje vertical se representan las ocho
direcciones principales de la rosa de viento. La línea inferior es la velocidad, con el eje vertical en m/s;
el eje horizontal es el tiempo en horas; notar su alta variabilidad en pequeños intervalos de tiempo.
Los cambios en la dirección e intensidad del viento predominante, se pueden predecir de los movimien-
tos de los centros de presión, que se dibujan en las cartas sinópticas. El cambio del viento puede produ-
cir cambios en la temperatura y la humedad, y por lo tanto en el tiempo que se aproxima. En Concep-
ción, el viento predominante es del suroeste y cuando cambia su dirección a viento con componente del
norte indica la aproximación de un sistema frontal y probable mal tiempo. Durante el período de lluvias
en Concepción, se tiene una alta frecuencia de viento desde el norte, producido por los ciclones que
acompañan a los sistemas frontales de mal tiempo y en las otras épocas del año, el viento predominante
es desde el sector suroeste, generado por el predominio del anticiclón del Pacífico sur, asociado a buen
tiempo (ver figura 7.1).
A las isobaras cerradas o centros de bajas presiones se les llama ciclones, y al viento alrededor de esos
centros se le llama circulación ciclónica, porque tiene el mismo sentido que el de la rotación de la Tie-
rra: horario en el hemisferio sur y antihorario en el hemisferio norte. A las isobaras cerradas o centros
de altas presiones se les llama anticiclones y al viento alrededor de esos centros se le llama circulación
anticiclónica, porque es opuesto a la rotación terrestre. Donde las isobaras son curvas sin cerrarse, a las
regiones de altas presiones se les llama cuñas y a las de bajas presiones vaguadas. La línea que une los
puntos de mayor (menor) presión en las cuñas (vaguadas) se llama eje de cuña (vaguada). El viento en
las cuñas es anticiclónico y en los vaguadas ciclónico. Como se ha visto, por efecto de la fricción se
tiene el movimiento del aire con una componente hacia el centro del ciclón produciéndose convergen-
cia, y desde los centros de altas presiones el flujo es hacia afuera del anticiclón, generándose divergen-
cia. Estos aspectos se observan en la figura 7.7, el diagrama es válido para el hemisferio sur. Ahora se
puede hacer una interpretación mas completa de la situación real de la carta sinóptica de superficie
mostrada en la figura 7.1, análisis que se deja al alumno.
Figura 7.7 Circulación del viento en torno a los centros de altas y bajas presiones en el hemisferio sur.
Figura 7.8-9 Movimiento vertical del aire y carta sinóptica de la altura de 500 hPa.
Las cartas sinópticas de altura se dibujan en los niveles estándar de presión fijos (por ejemplo 900, 850,
etc hPa), donde en lugar de graficar isobaras, se dibujan líneas de igual altura, esto es líneas donde se
tiene el valor de la altura a la que se encuentra el valor de presión considerado. Por ejemplo sobre una
carta de altura de 500 hPa, la isolinea de 5700 m significa que en esa isolinea, es decir a esa altura, la
presión tiene un valor de 500 hPa. El comportamiento del viento en las cartas de altura, es similar a su
comportamiento sobre los mapas de presión, pero ahora ya no se nota el efecto de la fricción y el viento
se considera geostrófico. En la figura 7.9 se muestra una carta sinóptica para el nivel de 500 hPa, co-
rrespondiente a la misma situación sinóptica de la carta de presión en superficie mostrada en la figura
7.1. Se pueden apreciar los centros de altas y bajas presiones, y siguiendo la orientación y separación
de las isolíneas (interpretar sólo las líneas negras), obtener la dirección del viento en ese nivel y compa-
rar su intensidad relativa. Es bueno que el alumno compare también el comportamiento de la presión y
del viento en este nivel con el de superficie, correspondiente a la figura 7.1.
La capa límite de la atmósfera es aquella en contacto con la superficie donde la fricción es importante.
El espesor δ de la capa límite, generalmente varía con la viscosidad ν del fluido, una expresión que
permite calcular δ es:
lν
δ = 1.72
u
δ 1.72 lν ν δ 1.72
= = 1.72 ⇒ =
l l u lu l lu ν
lo que permite definir el Número de Reynolds Re, que representa la relación entre las fuerzas de inercia
que producen cambios en la velocidad del fluido y las fuerzas de fricción viscosa, que se oponen a los
cambios de velocidad. Si Re es pequeño, la fuerza de inercia es menor que la fuerza de fricción y el
flujo es laminar.
lu
Re =
ν
Transferencia de momentum.
El movimiento molecular que ocurre en el aire es muy rápido en el rango de temperaturas que se en-
cuentran comúnmente en la atmósfera. Este tipo de movimiento es responsable de un gran número de
procesos microclimáticos. Cuando una corriente de aire fluye sobre una superficie sólida, su rapidez
aumenta con la altura, lo que produce un gradiente vertical de velocidad. En el esquema de mas abajo
se presenta la situación, para un gradiente lineal de velocidad (lo que no es realista), la flecha gruesa
hacia abajo representa el transporte de momentum. Cada capa de aire está sometida a una tensión tan-
gencial por efecto de la fricción con la superficie del suelo y entre otras capas de aire. Esta tensión tan-
gencial o fuerza viscosa se puede definir como:
∂u
τ ( z) = −µ
∂z
donde τ es la tensión tangencial entre las capas de fluidos, en N/m2, µ es la viscosidad dinámica, en
kg/ms (o Ns/m2) y ∂u/∂z es el gradiente vertical de velocidad (o cortante del viento). La viscosidad di-
námica µ se relaciona con la viscosidad cinemática ν por
µ
ν=
ρ
Valores típicos de estos parámetros en la atmósfera, al nivel del mar son: ν = 1.46x10-5 m2/s, ρ = 1.225
kg/m3, por lo tanto µ=1.788x10-5 kg/m s. Como las capas tienen diferentes velocidades, hay una trans-
ferencia molecular de momentum desde la capa más rápida a la más lenta, en nuestro esquema desde
las capas superiores a las inferiores, lo que se refleja en el signo negativo de la ecuación de transferen-
cia de momentum. La ecuación de transporte turbulento de momentum puede escribirse para fluidos
turbulentos en la forma:
∂u
τ ( z ) = ρK M (1)
∂z
donde KM se define como un coeficiente de transporte turbulento o “viscosidad de torbellino”. Este
coeficiente KM es muy difícil de determinar; pero se sabe que KM aumenta con la altura z, la velocidad
del viento, la rugosidad y el calentamiento en superficie. Si se supone que KM aumenta linealmente con
z y con la velocidad de fricción u*, que es un parámetro que relaciona la velocidad del viento con la
rugosidad de la superficie, se tiene:
donde k se llama constante de von Karman, de valor aproximado k ≈ 0.4, zM es el parámetro (o altura)
de rugosidad para el momentum y d es un factor de corrección para la superficie de intercambio, llama-
do desplazamiento del plano cero, que se puede interpretar como la distancia entre una altura cero arbi-
traria y la altura promedio de intercambio de momentum.
u * z + zM − d
u = ln
k zM
Si la altura z en la cual es medida la velocidad es mayor que la altura de rugosidad zM, entonces:
u* z − d
u = ln
k z M
Para una superficie plana, con z medido desde la superficie, es d=0, para un cultivo d se estima como
d=0.64 h, y para vegetación mas densa (cultivos agrícolas), d puede ser estimada como d=0.77 h con h
la altura promedio del cultivo en metros, como se muestra en el esquema siguiente a la derecha. Para
elementos rugosos más espaciados, estos valores de d no son válidos.
d=0.64
h d=0.77
h
El parámetro de rugosidad para el momentum, zM, es una longitud característica de la forma del perfil
de viento en la superficie de intercambio de momento turbulento, que depende de la forma, altura y
separación de los elementos rugosos; empíricamente se encuentra que zM = 0.13 h. Todas estas fórmu-
las empíricas, son sólo aproximaciones.
En la figura 7.13 se muestra la rosa de viento promedio anual de Concepción, los valores indican la
frecuencia porcentual de la dirección del viento respecto al número total de casos del año, para obser-
vaciones registradas tres veces al día, es decir el máximo posible de observaciones de un año es 1095.
Se observa una alta frecuencia de viento desde el sector sur a suroeste, generado por el predominio de
las altas presiones del anticiclón del Pacífico sur, situación que se produce durante los meses de buen
tiempo. En cambio durante el período de lluvias se tiene una alta frecuencia de viento desde el norte,
producido por los ciclones que acompañan a los sistemas frontales de mal tiempo. El viento predomi-
nante en Concepción es del suroeste y cuando cambia su dirección a viento norte indica la aproxima-
ción de un sistema frontal con bajas presiones y probable mal tiempo.
Figura 7.12-13.
El 21 de diciembre, figura 7.15, las primeras 12 horas la intensidad del viento fue muy baja, con valo-
res casi de calma y algunos máximos de baja intensidad a ciertas horas. La dirección hasta ese momen-
to se muestra errática y muy variable, lo que es normal, porque cualquier leve ráfaga de viento orienta
la veleta en la dirección de la ráfaga, que es al azar. Pasado el mediodía se observa un notable aumento
en la intensidad del viento, ya que comienza a sentirse el efecto de la radiación solar, hasta que se
registra un máximo del orden de 10 m/s a las 18 horas, aproximadamente una hora después del máximo
de temperatura, y la dirección se estabiliza a un valor predominante de viento sur en este caso. Este
comportamiento es lo real y característico del régimen de viento en Concepción: en época de buen
tiempo, con régimen anticiclónico, las calmas predominan durante la noche y el viento es máximo des-
de el sector sur - suroeste en horas de la tarde, en tanto que en período de mal tiempo bajo régimen ci-
clónico, el viento en general es intenso con dirección predominante desde el norte, de acuerdo con la
figura 7.13.
0 10
V (m/s)
-5 5
V (m/s)
-10 0
-15 -5
-20 -10
0 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30 33 36 -3 0 3 6 9 12 15 18 21 24
HORAS
HORAS
Figura 7.14 y 15
En el centro de estas zonas de subsidencia los vientos son leves y variables, se conoce como la zona de
las latitudes de los caballos, nombre puesto por los antiguos marinos en los años 1500, que en ocasio-
nes hacían grandes comercios de caballos entre Europa y América (recién descubierta). Con frecuencia
ocurría que los barcos a vela tenían que navegar muy lentamente en la zona de altas presiones subtropi-
cales donde predominan las calmas, por lo que se les agotaban los suministros de aguas y alimentos,
viéndose forzados a tirar los caballos por la borda, especialmente el mar de los Sargazos, en el océano
Atlántico norte. Los veleros que posteriormente pasaban por ese mar, alrededor de los 30º latitud, se
encontraban con el desagradable espectáculo de los restos de los caballos flotando sobre las aguas.
Desde esta latitud el flujo se separa en una rama hacia el ecuador y otra hacia los polos. El flujo de su-
perficie hacia el ecuador es desviado por la fuerza de Coriolis, generándose los vientos alisios o trade
winds, así llamados por los primeros navegantes de esos mares que comerciaban (trade) entre el viejo y
nuevo continente, haciendo uso de estos vientos, que tienen la característica de ser de intensidad mode-
rada a fuerte y muy persistentes en dirección, por lo que son favorables para la navegación a vela. Los
vientos alisios soplan del sureste en el hemisferio sur y del noreste en el hemisferio norte, convergiendo
en el ecuador en una región con un gradiente de presión muy débil, llamada zona de calmas ecuatoria-
les (o doldrums).
z
convección subsidencia convección subsidencia
Ec 30º 60º PS
CV DV CV DV
Figura 8.3 Celdas de circulación global.
Entre los trópicos se tiene una zona de bajas presiones ecuatoriales, donde convergen los vientos ali-
sios del sureste y del noreste, produciendo movimientos ascendentes, con convección profunda y abun-
dante nubosidad con precipitación continua e intensa. Esta región de encuentro de los alisios se conoce
como la zona de convergencia intertropical (ZCIT).
Figura 8.4 Esquema de presión y viento en superficie sin (a) y con (b) distribución de océanos y continentes.
Entre 25 y 35º de latitud, donde se originan los vientos alisios, se tiene la zona de altas presiones sub-
tropicales. En esta franja se produce subsidencia y divergencia en superficie, los gradientes de presión
son muy débiles por lo que los vientos son flojos y variables. Entre 45 y 60º de latitud se encuentra una
franja de presiones muy bajas asociadas al frente polar, que se produce por convergencia de los vientos
del oeste y los estes polares, en una zona conocida como bajas presiones subpolares o de ciclones mi-
hPa
1025
1005
985
Ec 30º 60º PS
Bajas Muy altas Muy bajas Altas
presiones presiones presiones presiones
Figura 8.5 Esquema de la variación meridional de presión en superficie.
La situación de una Tierra real es otra, como se puede ver en las figuras 8.4b y 8.6. Con los 51 años de
datos de reanalisis, se graficó un corte meridional de presión entre ecuador y el polo sur, en la longitud
75º W, cercano a la costa de Chile, de enero y de julio. En estos gráficos, figura 8.6, se puede destacar
diferencias menores respecto al esquema 8.5, por ejemplo entre 10 y 20º sur de observa una máximo
secundario de presión, este se produce en la zona altiplánica de Sudamérica por efecto topográfico, se
conoce como la alta de Bolivia, relacionada con el invierno Boliviano, que se produce en los meses
cálidos, cuando la alta de Bolivia se debilita. Este periodo de lluvias se concentra en el verano (diciem-
bre - marzo) cuando llegan a esa zona masas de aire húmedas provenientes desde la cuenca amazónica.
Se conoce como el “invierno altiplánico” o en Chile, como el “invierno boliviano”. A diferencia de las
lluvias asociadas a sistemas frontales, en esta región la precipitación se asocia a la formación de nubo-
sidad cumuliforme durante la tarde, cuando se acentúa el calentamiento del suelo altiplánico por la in-
tensa radiación solar debido a la delgada capa de atmósfera a esa altura, favoreciendo el desarrollo de
movimientos ascendentes, formación de Cumulonimbus y lluvia convectiva. Otro rasgo a destacar en
los gráficos, es la excesivamente alta presión en el polo sur en julio, ese valor es irreal y muy poco pro-
bable en el promedio, se sospecha que es introducido en la base de datos en forma espuria, por el es-
quema de interpolación del modelo usado para tratar los datos de reanalisis. Esto es un ejemplo del
cuidado que se debe tener al hacer un tratamiento de datos reales, además no hay que olvidar que en las
zonas polares las observaciones son escasas.
Figura 8.6. Corte meridional de presión ecuador – polo sur en 75º W: enero y julio.
Es claro que la situación real de una Tierra en rotación con distribución de océanos y continentes, mo-
difica el modelo de presiones de superficie, de manera que en lugar de tener franjas latitudinales de
presión, se producen celdas semipermanentes de altas y bajas presiones, como se muestra en la figura
8.4b. Además, las variaciones estacionales de temperatura modifican la intensidad de las presiones y su
posición, a lo largo del año. El hemisferio sur es menos afectado por este modelo, especialmente entre
35º - 65º S, donde este hemisferio es casi todo océano.
En la figura 8.7 se muestra la distribución global de presiones en superficie. Estos mapas muestran en
forma general celdas de presión cerradas en lugar de isobaras zonales. La principal característica de
estos mapas son los centros de altas presiones conocidos anticiclones subtropicales semipermantes de
latitudes medias, así llamados porque en general climáticamente se alteran muy poco respecto al valor
de su presión y de su posición media, aunque meteorológicamente pueden tener grandes variaciones. Se
encuentran centrados en los grandes océanos entre 28º y 34º latitud por lo que toman los nombres de
los océanos sobre los cuales se ubican, y tienen mayor intensidad en los bordes orientales de los océa-
nos. Estos sistemas son los que definen el clima de los costas occidentales de los continentes en latitu-
des medias. Ejemplo típico es el clima de la zona central de Chile, que esta regulado por el anticiclón
subtropical del Pacífico sur, donde con predominio anticiclónico se produce buen tiempo con días so-
leados en cualquier época del año, pero en invierno las temperaturas pueden llegar a ser muy bajas en
estas condiciones, por la pérdida de radiación terrestre nocturna combinada con flujo de aire frío desde
latitudes subpolares, formándose una onda de frío polar. En el lado ecuatorial de los anticiclones de
ambos hemisferios, se observa el sistema de bajas presiones ecuatoriales, en la ZCIT, que regula el
clima de latitudes tropicales.
En el lado polar de los anticiclones, se observa en la figura 8.7, el sistema de bajas presiones subpola-
res. En esta franja, meteorológicamente se producen centros cerrados de bajas presiones, conocidos
como el cinturón de ciclones migratorios, que forman la región del frente polar, que acompañan en su
movimiento a los sistemas frontales de mal tiempo y se caracterizan por ser muy dinámicos, mante-
niéndose en continuo movimiento alrededor del globo, en promedio de oeste a este. Alternados con los
ciclones, se producen centros cerrados fríos de altas presiones, conocidas como altas subpolares frías,
que en conjunto forman un dinámico sistema ondulatorio que rodea el globo. Cuando los ciclones mi-
gratorios se aproximan al continente, se puede anular el efecto de los anticiclones subtropicales, produ-
ciéndose lluvias y temporales. Ejemplo de esta situación es la zona central de Chile, donde se producen
los temporales típicos de la estación lluviosa, que se manifiestan con distintos grados de intensidad del
viento con dirección predominante del sector norte y diferente cantidad de precipitación.
Sobre la India en invierno (enero) se tienen altas presiones, pero en verano (julio) se desarrolla una baja
muy profunda, generando sistemas de vientos conocidos como los monzones de invierno y de verano.
El monzón de invierno (enero) es un viento norte desde la India hacia el Océano Indico, que transporta
aire seco y frío generando un invierno seco en ese sector, y el monzón de verano (julio) transporta aire
húmedo y cálido desde el Océano Indico hacia el continente, produciendo un verano muy lluvioso so-
bre la India y sur de Asia. El término monzón se usa para referirse a sistemas de viento que sufren una
pronunciada inversión estacional en su dirección.
La circulación general observada de la atmósfera, se ajusta a la descripción anterior, puesto que en los
mapas de la figura 8.8 es posible observar que el campo de viento obedece a la configuración de pre-
siones en superficie. Por ejemplo, se nota claramente la circulación anticiclónica alrededor de las altas
presiones subtropicales, o como se orienta el viento del oeste en dirección de las isobaras en la zona de
latitudes medias. De los mapas es posible también observar los vientos alisios del sureste en latitudes
tropicales, la zona de calmas sobre el anticiclón subtropical del Pacífico sur, los vientos del oeste en
latitudes medias y los estes polares en latitudes altas. Se nota además claramente la modificación intro-
ducida por el continente sudamericano en este patrón de circulación general, produciendo la desviación
del flujo cuando llega al borde costero del continente y disminuyendo su intensidad hacia el centro del
continente, por efecto de la fricción en superficie. En el cono sur de América, por una parte el continen-
Comparando las variaciones estacionales, el rasgo mas característico es la traslación hacia el norte des-
de el verano hacia el invierno, de los diferentes sistemas de vientos, siguiendo al movimiento aparente
del Sol, situación que se nota claramente por ejemplo, en la ubicación de la zona de calmas subtropica-
les, cuyo centro se encuentra en 32.5º sur en verano y en 27.5º sur en invierno. Se destaca también la
intensificación de los estes polares en invierno respecto al verano.
El anticiclón del Pacífico sur, es una manifestación del cinturón de altas presiones subtropicales semi-
permanente, que se produce como consecuencia de la celda de Hadley. Su centro se ubica en promedio
cerca de los 30º sur, 100º oeste, con valores medios de presión de alrededor de los 1024 hPa, exten-
diéndose el borde sur (no el centro) del anticiclón hasta aproximadamente 45º sur en verano. En el do-
minio del sector oriental del anticiclón del Pacífico sur, el comportamiento de la atmósfera, cuyo efecto
es más notorio en la zona norte de Chile, es de la siguiente forma: en el borde costero, desde superficie
y hasta aproximadamente de un km de altura, se produce una capa superficial de aire, fresca por efecto
de la corriente de Humboldt y húmeda por la alta evaporación en esa latitud, conocida como la capa
límite marina; pero en las capas superiores se tiene subsidencia desde niveles altos de la atmósfera,
generándose por compresión y calentamiento adiabático masas de aire seco, de gran estabilidad atmos-
férica, separadas de la capa límite marina por una delgada capa de inversión que se produce por la dife-
rencia entre las temperaturas de la masa de aire superficial fresca y la masa de aire superior mas cálida,
llamada capa de inversión térmica por subsidencia (ver figura 8.12). Esto es el origen de los stratus
costeros y de la camanchaca de la zona norte de Chile mencionada en el punto anterior. Hacia el inter-
ior del continente, se diluye el efecto de la capa límite marina, predominando sólo la subsidencia desde
niveles superiores, produciéndose el desierto de Atacama.
En el resto del país, por el comportamiento descrito del anticiclón del Pacífico sur, en general en condi-
ciones de predominio anticiclónico se tiene buen tiempo con días soleados en cualquier época del año,
pero en invierno las temperaturas pueden llegar a ser muy bajas en estas condiciones, por la pérdida de
radiación terrestre nocturna debido a los cielos despejados, combinada con flujo de aire frío desde lati-
tudes subpolares que se produce cuando las altas presiones subpolares frías del frente polar se unen con
el anticiclón del Pacífico sur, de manera que la configuración de isobaras se extiende desde el extremo
sur de Sudamérica a lo largo de la costa de Chile, transportando aire frío desde latitudes altas hacia el
norte, originándose una onda de frío polar, que puede irrumpir hacia el centro de Chile y durar varios
días, por la alta estabilidad de la atmósfera en esas condiciones. Pero a veces en los informes del tiem-
po, cualquier situación de bajas temperaturas de invierno, se reporta erróneamente una onda de frío
polar, sin que se tenga la situación sinóptica descrita.
Las bajas subpolares generan el cinturón permanente de bajas presiones que rodean la Antártica, con
valores que pueden ser inferiores a los 990 hPa, que pueden migrar hacia la zona centro norte de Chile
durante el invierno. En este cinturón se ubican los sistemas frontales extratropicales, que cuando ingre-
san al continente generalmente lo hacen con abundante precipitación. Superpuesto a estos centros de
baja presión se desarrollan centros de altas presiones fríos, formando un sistema ondulatorio muy di-
námico, que están en continuo movimiento en promedio desde el oeste hacia el este. En la zona central
de Chile, se producen los temporales típicos de la estación lluviosa, que se manifiestan con distintos
grados de intensidad del viento con dirección predominante del sector norte y diferente cantidad de
precipitación, en ocasiones pueden ser muy destructivos, con marejadas en las costas e inundaciones en
ciudades y campos. Después que pasa el ciclón, por ejemplo sobre Concepción, y se desplaza hacia el
este, paulatinamente se reestablecen las condiciones de buen tiempo con la llegada de las altas frías,
que ayudan a la recuperación del anticiclón subtropical del Pacífico sur. Durante el invierno, estos ci-
clos se repiten aproximadamente cada semana en nuestra región.
8.7.2 Viento.
En la zona norte y central de Chile, el régimen de viento de gran escala en superficie esta influenciado
por el anticiclón subtropical del Pacífico sur. La presencia del anticiclón favorece el flujo de aire con
una componente desde el sector sur en el borde costero y áreas oceánicas adyacentes. Al sur de los 40º
S, entre el anticiclón y las bajas subpolares, se crea un fuerte gradiente meridional de presión, haciendo
que la circulación media sea con vientos intensos desde el oeste. El paso de los sistemas frontales en
latitudes medias, interrumpe el flujo del oeste, produciéndose episodios de viento muy intensos con
componente predominante del norte. En la figura 8.13 se muestra el campo vectorial de viento medio
de enero y de julio a lo largo de Chile, obtenido con los datos de reanalisis; los vectores se grafican
cada 2.5ºx2.5º de espaciamiento.
A estos regímenes de viento se superponen los de escala menor, que se caracterizan por tener un mar-
cado ciclo diario. Entre estos se destacan las brisas de mar y tierra y las brisas de valle - montaña, que
se originan como respuesta al contraste térmico entre el océano y el continente en el primer caso y entre
las planicies y las laderas de las montañas en el segundo. En latitudes medias a lo largo de Chile, el
régimen de viento esta regulado fundamentalmente por factores de gran escala. Pero la variabilidad
interdiaria de la dirección e intensidad del viento esta controlada por las condiciones de tiempo impe-
rantes, atenuándose el ciclo diario.
El comportamiento estacional del viento en estas latitudes también es bien marcado. En primavera -
verano predominan las condiciones locales formándose brisas que alcanzan su máxima intensidad en
horas de la tarde. En otoño - invierno predominan las condiciones de gran escala, generándose viento
predominante del suroeste con condiciones meteorológicas de predominio anticiclónico y vientos con
componente del norte bajo predominio ciclónico. Por otro lado, la topografía ejerce una influencia de-
terminante sobre el flujo continental de superficie, obstruyendo o canalizando la circulación atmosféri-
ca. La irregularidad de la topografía ejerce además el correspondiente efecto de fricción, que retarda el
flujo cerca de superficie y altera su dirección.
En el extremo norte de Chile el clima se caracteriza, por condiciones de extrema sequía sobre el desier-
to de Atacama, que es uno de los mas secos del planeta, donde hay lugares en los cuales nunca se ha
registrado precipitación desde que se hacen mediciones. En el sector altiplánico del norte de Chile, se
produce el invierno boliviano, con lluvias durante los meses de verano. En la zona central existe una
marcada estación de lluvias invernal, producidas por el paso de los sistemas frontales asociados a las
bajas subpolares. El avance hacia el norte de los frentes depende en gran parte de la posición e intensi-
dad del anticiclón del Pacífico sur y de la magnitud y fortaleza de los sistemas frontales. La variabili-
dad interanual de la precipitación en la zona central de Chile es alta, haciendo que la duración de la
estación lluviosa sea del orden de dos a tres meses en el sector mas al norte de la influencia de los sis-
temas frontales, aumentando paulatinamente hacia el sur tanto la duración como la intensidad, con pe-
riodos de hasta nueve meses de lluvia en la zona sur de Chile. En los archipiélagos del sur, se encuentra
la zona de mayor cantidad de precipitación del país y uno de los lugares mas lluviosos del planeta. En
la figura 8.16 se muestra la precipitación media mensual en diferentes lugares a lo largo de Chile; to-
mar la precaución de que la escala de precipitación no es la misma en Arica y Guarello respecto a las
otras estaciones.
A lo largo de Chile, es posible distinguir zonas con diferentes cantidades de precipitación, cuyos lími-
tes geográficos y valores aproximados son los siguientes: el extremo norte donde la precipitación es
casi nula; la zona norte donde predomina el efecto del anticiclón del Pacífico Sur, con escasa precipita-
ción, menor que 10 mm anuales al norte de Copiapó; la zona centro norte entre La Serena y Santiago,
donde el efecto del anticiclón es alterado en época de invierno por la migración hacia el norte de los
sistemas frontales, con precipitaciones menores que 350 mm anuales; la zona centro sur entre Ranca-
gua y Chiloé donde en época de invierno predomina la presencia de los sistemas frontales, mas activos
e intensos mientras mas al sur se encuentren, con precipitaciones entre 500 y mas de 2000 mm anuales;
la zona sur de Chile, donde la región de los fiordos es la más lluviosa del país y una de las más lluvio-
sas del mundo, con precipitaciones de hasta mas de 7000 mm anuales; y el extremo sur de Chile con
precipitaciones menores que 500 mm anuales.
Por influencias de escala global, puede ocurrir que se produzcan situaciones extremas de exceso o défi-
cit de precipitación en años determinados. Las situaciones pluviométricas extremas en Chile central,
son en parte consecuencias de anomalías que se producen en el acoplamiento del sistema océano-
atmósfera en el Pacífico ecuatorial central, asociados a los fenómenos de El Niño – Oscilación del Sur
(ENSO). Durante el Niño se registra un aumento de la precipitación en Chile central, por efecto de si-
tuaciones de bloqueo atmosférico que se desarrollan al suroeste del extremo sur de América. Por el
contrario, durante la Niña, se producen condiciones de déficit de precipitaciones.
En la figura 8.18 se muestra la precipitación horaria para los días 21 de junio y 21 de diciembre del
2000 en Concepción. En el solsticio de invierno se observa que hubo indicios de precipitación durante
todo el día, pero la lluvia se desato en forma sostenida a partir de las 20 horas, y continúa al día si-
Unidad 5 Biofísica 25 Juan Inzunza
Universidad de Concepción Departamento de Geofísica
guiente según consta en el registro de nuestra estación. Este comportamiento de la precipitación y la
cantidad es mas o menos lo esperado para los eventos de lluvia en nuestra zona, aunque en este evento
solo se tuvo amenaza de lluvia gran parte del día. En el solsticio de verano de esta fecha en particular
no se registro precipitación.
5.6 FRENTES.
Los conceptos de masas de aire y frentes fueron agregados a la literatura meteorológica y a la práctica
de la predicción del tiempo alrededor de 1920, por el grupo de meteorólogos Noruegos de la escuela de
Bergen. Desde entonces, estos conceptos han encontrado amplia aceptación y ahora figuran entre los
pilares principales sobre los que se basa el análisis del tiempo diario. Si se dibujaran los mapas de
tiempo en escala 1:1, se encontraría que los frentes, son franjas relativamente angostas de transición
entre dos masas de aire diferentes. En los análisis normales, es común usar mapas cuya escala es del
orden de 1:10.000.000, de modo que en tales mapas, un frente típico se representa por una línea, al cru-
zar la cual varían de manera discontinua la temperatura, el viento y otras variables del tiempo.
Se llama frente a la zona de transición entre dos masas de aire de distintas características físicas: pre-
sión, humedad, densidad, temperatura, viento y energía potencial, es decir, es una superficie de discon-
tinuidad en las propiedades del aire, puesto que separa dos masas de aire de distinta naturaleza, donde
tienen lugar los fenómenos más importantes del tiempo. Una masa de aire es generalmente más cálida y
contiene más humedad que la otra. En todos los frentes las masas de aire cálidas toman un movimiento
a lo largo de la superficie frontal y originan fenómenos variados de nubosidad y con frecuencia lluvias.
Considerando los enormes tamaños de las masas de aire, la discontinuidad entre ellas son relativamente
angostas, entre 20 a 50 km de ancho. Es a lo largo de estas zonas donde la energía potencial se trans-
forma en energía cinética generando grandes tempestades viajeras llamadas ciclones frontales.
Un frente se caracteriza por (a) un cambio rápido en la dirección del viento, que se ve a lo largo del
frente y un típico doblez en las isobaras, cuyo vértice apunta en sentido desde las bajas a las altas pre-
siones (figura 10.1). (b) A menudo, aunque no siempre, un frente está asociado a nubosidad extensa,
que produce la precipitación, principalmente en el lado frío del frente. (c) En casos extremos, la tempe-
ratura cerca del suelo puede estar influida fuertemente por condiciones locales, esto puede confundir
los contrastes existentes a través de capas profundas de aire.
Un frente, además de ser una zona de rápida transición de temperatura, también lo es de rápido cambio
de la presión y el viento. Como el aire frío es mas denso, aquí el peso de la columna de aire es mayor
que en el aire caliente. Este exceso de presión de la cuña fría bajo el frente es la causa de que las isoba-
ras se doblen, apuntado hacia las altas presiones en superficie. Si un observador se coloca con el viento
a su espalda en el sentido de avance del frente, el viento se desviará a su derecha en el hemisferio sur
cuando pase el frente. Normalmente la velocidad del viento cambiará cuando el frente pase, aumentan-
do o disminuyendo, según la separación de las isobaras.
La discontinuidad frontal se comporta como una superficie que se inclina con la altura. Sobre el suelo,
la pendiente de la superficie frontal tiene un ángulo pequeño tal que por la pendiente el aire cálido se
superpone al aire frío. En un caso ideal, las masas de aire de ambos lados del frente deberían moverse
en la misma dirección y con la misma rapidez. En esas condiciones, el frente debería actuar simplemen-
te como una barrera que viaja junto con las masas de aire, y ninguna masa podría romper la barrera. Sin
embargo, generalmente la distribución de presión a través del frente es tal que una masa de aire se
a b
Figura 10.5 Frente ocluido a) frío, b) cálido.