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Terapia Familiar Bill O'Hanlon

Últimos títulos publicados:

39.]. Haley - Las tácticas de poder de ]esucnsto


40. M. Bowen - De lo familia al individuo
41. C. Whitaker - Meditaciones nocturnas de un terapeuta familiar
42. M. M. Berger - Más allá del doble vínculo
Desarrollar posibilidades

43. M. Walters, B. Caner, P. Papp y O. Silverstein - La red invtSlble


45. M. Selvini - Crónica de una investigación
46. C. R. Herscovci y L. Bay - Anorexia nerviosa y bulimia Un itinerario por la obra de uno

48. S. Rosen - Mi voz irá contigo


49. A. Campanini y F. Luppi - Servicio social y modelo sútémico de los fundadores de la terapia breve

50. B. P. Keeney . La improvúación en psicoterapia


51. P. Caillé - Uno más uno son tres. La pareja revelada a sí misma
52.]. Carpenter y A. Treacher· Problemas y soluciones en terapia familiar y de pareja
53. M. Zappella - No veo, no OigO, no hablo. Ef autúmo infantil
54.J. Navarro Góngora - Técnicas y programas en teraplafamiliar
55. C. Madanes - Sexo, amor y violencia. Estrategias de transformación
56. M. White y D. Epsron - Medios narrativos parafines terapéuticos
Textos compilados por
57. W. R. Beavers y R B. Hampson. Familias exitosas
58. L. Segal- Soñar la realid<Jd
Steffanie O'Hanlon y Bob Bertolino
59. S. Cirillo - El cambio en los contextos no terapéuticos
60. S. Minuchin . La recuperación de la familia
61. D. A. Bagarozzi y S. A. Anderson - Mitos personales, matrimoniales y familiares
62.]. Navarro Góngora y M. Beyebach - Avances en terapia familiar sistémica
63. B. Cade y W. H. O'Hanlon - Guía breve de terapia breve
64. B. Camdessus, M. Bonjean y R Spector - Crisis familiares y ancianid<Jd
65. J. L. Linares· Identid<Jd y narrativa
66. L. BoscoJo y P. Bertrando - Los tiempos del tiempo
67. W. Santi y otros· Herramientas para psicoterapeutas
68. M. Elkaiin (comp.) - La terapia familiar en transformación
69. J. L. F ramo· Familia de ongen y psicoterapia
70.]. M. Droeven (comp.) - Más allá de pactos y traiciones
71. M. C. Ravazzola - Hútorias infames: los maltratasen los relaciones
72. M. Coletti y J. L. Linares - La intervención sistémica en los servicios sociales ante
lo familia multiproblemática
73. R. Perrone - Violencia y abusos sexuales en lafamilia
74.J. Barudy . El dolor invúible de la infanci4
75. S. Minuchin y orros - El arte de la terapia familiar
76. M. Selvini PaJazzoli y otros· Muchachas anoréxicas y bulímicas

~~
77. S. Cirillo y otros· La familia def toxicodependiente
78. P. Watzlawich y G. Nardone (comps.) - Terapia breve estratégica
79. M. Malacrea - Trauma y reparación
80. J. Navarro Góngora y J. Pereira Miragaia (comps.)- Parejas en situaciones especiales
81. J. L. Linares y C. Campo - Tras la honorable fachada PAIDÓS
82. V. Ugazio . Historias perrrútidas, historias prohibidas Barcelona
83. S. O'Hanlon y B. Benolino (comps.) . Desarrollar posibilidades
Buenos Aires
México ~!lj~alll.Jol
INTRODUCCIÓN A LA PRIMERA FASE

BlLL O'HANLON

Oí hablar por primera vez de Milton Erickson en 1973, en una ga­


lería de arte del campus de la Arizona State University en la que traba­
jaba a media jornada para ayudar a financiar mis estudios. Un compa­
ñero me enseñó un artículo sobre Erickson que aparecía en la revista
Time de aquella semana. Lo leí y su trabajo me fascinó al instante.
Unos años más tarde, después de haber leído todo lo que pude sobre
él y de haber asistido a talleres impartidos por personas que intentaban
explicar su obra, finalmente pude trabajar con él. Como yo andaba es­
caso de dinero, convinimos en que trabajaría para él como jardinero
mientras aprendía.
La época que pasé con Erickson me dejó bastante marcado y tam­
bién un tanto confundido. Corno detesto la confusión, me sentí obli­
gado a comprender su obra. Leía y escuchaba obsesivamente cual­
quier cosa de la que pudiera echar mano y que me pudiera ayudar en
aquella empresa. Después de unos siete años, sentí que ya había lle­
gado a captar lo esencial de sus ideas' e incluso llegué a desarrollar al­
gunas ideas sobre su método que nadie más había propuesto. Impar­
tí varios talleres sobre terapia ericksoniana y ciertos métodos afines
(terapias estratégicas/interactivas/hipnóticas) y al final acabé escri­
biendo una introducción general y definitiva sobre la obra de Erick­ '.
son (Taproots, W. W. Norton, 1987). También empecé a desarrollar
mi propio estilo y mis propias ideas bajo la influencia de Erickson,
aunque a veces eran distintas de las suyas y, en ocasiones, incluso
contrarias.
DESARROLLAR POSIBILIDADES

Detestaba la manipulación más bien burda que caracterizaba algu­ 1. MILTON ERICKSON*

, de estos métodos, además de la servil «guruficación» del propio


ckson. Cuando este período acabó, me volví más crítico con Erick­ U n terapeuta poco común - (Parte 1)

t y con el movimiento ericksoniano, una tendencia que, al final, hi­

que se me prohibiera de por vida enseñar para la Milton Erickson


BlLL O~HANLON
W1dation, principal representante del legado oficial de Erickson.
s artículos de esta sección reflejan esta época de mi pensamiento.

Milton Erickson (1901-1980) fue una figura fundamental en el cam­


po de la terapia familiar. Aunque, estrictamente hablando, no era un te­
rapeuta familiar, hizo muchas contribuciones en este campo, princi­
palmente a través de su influencia en dos de sus alumnos, Jay Haley y
John Weakland. Tanto Weakland como Haley eran investigadores y co­
legas de Gregory Bateson, el biólogo y antropólogo que fue otra figura
fundamental en el desarrollo de la terapia familiar. Erickson era uno de
los pocos psiquiatras estadounidenses de mediados del siglo XX que ha­
bía practicado y estudiado los usos de la hipnosis clínica. Cuando Bate­
son y la antropóloga Margaret Mead (que estaban casados en aquel
tiempo) necesitaron un experto que les ayudara a entender los rituales
de trance que habían observado y filmado en Bali, se pusieron en con­
tacto con Erickson. Bateson y Mead se quedaron impresionados con los
conocimientos y la habilidad de Erickson en el campo de la hipnosis.
Así que, cuando Haley y WeakIand decidieron que querían estudiar la
hipnosis como parte del proyecto de investigación de Bateson sobre
la comunicación, Bateson los puso en contacto con Erickson para que
estudiaran con él. Este proyecto de investigación se convirtió más ade­
lante en una importante fuerza en el desarrollo de la terapia familiar,
aportando la hipótesis del «doble conflicto o apuro» para explicar la es­ ..
quizofrenia y otros trastornos emocionales y mentales graves.

* En este anículo inédito se manifiesta parte de la influencía inicia! que Milton Erick­
son ejerció sobre Bill.
22 DESARROLLAR POSIBILIDADES MÉTODOS ERICKSONIANOS/ESTRATÉGICOS 23

Cuando este equipo de invesúgación se disolvió, surgieron de él si no lo haces, también». Recordemos que Erickson no daba mucha im­
dos grupos clínicos principales. Uno fue el grupo del Mental Research portancia a la comprensión como factor curativo. Estaba más intere­
Institute (MRI) de Palo AJto. El otro se formó en torno a Jay Haley, sado en hacer que sus pacientes pensaran y actuaran de una manera
que acabó convirtiéndose en un teórico por derecho propio. Los dos distinta y con frecuencia lo conseguía empleando estos conflictos tera­
grupos desarrollaron modelos interactivos para explicar la psicopato­ péuticos. Por ejemplo, a un paciente al que quería poner en trance le
logía; sin embargo, al principio ninguno de los dos propuso un méto­ podía decir: «Podrá usted entrar en un trance ligero o en un trance
do clínico para la intervención basado en estos modelos interactivos. profundo». Esta técnica se llama «ilusión de alternativas» porque el pa­
El psicoanálisis era el principal modelo de la época y no se prestaba a ciente tiene la sensación de que dispone de una opción, aunque el hecho
los modelos interactivos que habían desarrollado. Cuando empezaron es que cualquiera de las opciones ofrecidas conducirá a un trance.
su práctica, Weakland y Haley decidieron consultar con Erickson por­ Erickson también era conocido por su empleo de órdenes paradó­
que el suyo era el único método terapéutico alternativo del que tenían jicas en la hipnosis y en la terapia. Una vez, durante una demostración
noticia. Los dos empezaron a desplazarse una vez al mes a la consulta de hipnosis, le dijo a un sujeto escéptico: «Manténgase más y más des­
que Erickson tenía en Phoenix, Arizona, para pedirle consejo sobre los pierto» y «Mantenga sus ojos más y más abiertos». Naturalmente,
casos en los que estaban trabajando. cuanto más se resistía el sujeto, más seguía las instrucciones de Erick­
Después de un tiempo se dieron cuenta de que Erickson había de­ son y acabó entrando en un trance hipnótico con rapidez.
sarrollado un método terapéutico muy distinto del psicoanálisis. Su Erickson empleaba también la comunicación metafórica para provo­
duración era mucho más breve. No se dirigía a desarrollar la com­ car cambios en la terapia. Sostenía que, dado que los pacientes utilizan
prensión o la toma de conciencia como factor curativo. Y, aunque era múltiples niveles de significado en sus síntomas y en su comunicación,
directivo, muchas veces también podía ser muy indirecto. A veces su­ los terapeutas tienen todo el derecho -y, de hecho, la responsabili­
ponía recibir a más de una persona a la vez en la consulta y otras veces dad- de hacer lo mismo. Empleaba relatos, juegos de palabras, acer­
suponía el empleo de la hipnosis con un solo individuo. Haley y Wea­ tijos, chistes y su propia comunicación no verbal para transmitir múl­
kland tuvieron algunas dificultades para entender lo que Erickson es­ tiples mensajes a sus pacientes.
taba haciendo y cómo enfocaba los casos, pero poco a poco pudieron ¿Era Erickson un terapeuta familiar? Fue uno de los primeros psi­
emular y articular partes de su terapia. coterapeutas de los Estados Unidos que veía a las familias como gru­
Cuando el grupo de Bateson estudió los dobles conflictos patóge­ pos (los primeros informes indican que su empleo de la terapia fami­
nos (mensajes que se contradicen mutuamente a distintos niveles y que liar conjunta se remonta a cerca de 1948) y, de hecho, era normal que
se dan repetidamente en algunas familias) como un factor esencial en viera a familias enteras (o a parte de las mismas) durante la terapia. Pa­
la génesis de la esquizofrenia, ya había sido influenciado por el empleo recía tener una visión interpersonal de los problemas y solía reestruc­
que hacía Erickson de los mensajes contradictorios similares que sur­ turar el contexto social del paciente para provocar el cambio. Pero co­
gían en el contexto de la terapia. En estos dobles conflictos terapéuti­ mo decía antes, no sIempre veía a toda la familia y a veces sólo veía al
cos centró Haley su atención. individuo aislado. Una de las razones de ello era su gran pragmatismo,
En esencia, Haley veía que Erickson colocaba a'sus pacientes en que hacía que trabajara con la mayor brevedad posible y que se con.
uno de estos conflictos para curarlos. El doble conflicto de carácter pa­ centrara donde creía que el cambio era más posible. Pero había otr
tógeno venía a decir «si haces esto, malo; y si no lo haces, también» sin razón por la que no era un terapeuta familiar «puro» que quizá sea más
que la víctima de este conflicto familiar se pueda librar de él salvo por interesante y que se detallará a continuación.
medió de la locura. Erickson empleaba unos conflictos similares en su Aunque Erickson consideraba que el contexto que rodeaba el pro­
ctrllpia, allnqw: en este caso querían decir «si haces esto, te curarás; y, blema era importante, creía que también lo era el contexto interior. Su
24 DESARROLLAR POSIBILIDADES MÉTODOS ERICKSONIANos/ESTRATÉGICOS 25

objetivo no era conseguir que el paciente descubriera el origen y el sig­ nuchin, Paul Watzlawick, Richard Fisch y Cloé Madanes. Desde su
nificado del sÚ1toma, sino dirigirlo para que cambiara su pensamiento, muerte en marzo de 1980, el interés en el trabajo de Erickson no hade­
sus sensaciones, sus sentimientos o su experiencia en relación con el jado de aumentar. Esto ha conducido a la organización de tres congre­
problema. Parecía pensar de una manera sistémica; es decir, si modifi­ sos internacionales ya la publicación de 30 libros dedicados a explorar
camos una parte del sistema, las otras partes notarán el cambio y tam­ las implicaciones de sus métodos terapéuticos. A medida que su traba­
bién se tendrán que ajustar. Pero su pensamiento sistémico incluía la jo original se vaya conociendo mejor, sin el filtro de ningún intérprete,
experiencia interior del paciente, no sólo su entorno familiar. Puede puede que también llegue a tener una influencia directa en las futuras
ser que por esta razón haya sido el precursor de una nueva dirección generaciones de terapeutas familiares.
en la terapia familiar. Siempre se ha dado una dicotomía entre los tera­
peutas psicodinámicos, orientados hacia el interior, y los terapeutas fa­
miliares, orientados hacia el exterior. Erickson era un psicoterapeuta
que integraba con éxito las dos orientaciones.
Un método que empleaba Erickson para poder integrar estas dos
maneras de trabajar aparentemente incompatibles era no centrar el in­
terés en las explicaciones y dedicarse principalmente a las soluciones.
En la mayoría de los casos, saber cómo había aparecido el problema no
era pertinente para la solución. Los terapeutas familiares tienden a ver
el origen y el mantenimiento de los síntomas en función de las interac­
ciones y las pautas de la familia. Los profesionales de la psicodinámica
ven los síntomas como un producto de la estructura intrapsíquica, la
historia o los conflictos del individuo. Erickson estaba mucho más in­
teresado en provocar cambios en los entornos internos y externos de
sus pacientes y observar después sus respuestas a esas intervenciones.
A partir de esas respuestas, obtenía más información para intervenir y
empezar a conformar la conducta y la experiencia del paciente en fun­
ción de los objetivos de éste,
Entre otras aportaciones de Erickson a la terapia se incluye la téc­
nica de adaptar el lenguaje y la conducta del terapeuta al lenguaje y la
terapia del paciente y de la familia. Esta técnica se llegó a conocer des­
puts con el nombre de «acoplamiento» a raíz del trabajo de Salvador
MiJ1Uchin. Otra técnica de Minuchin, consistente en modificar la dis­
I I,ldki(llll:n que se sientan los participantes durante una sesión fami­
l!Jlf. tl« drriv(lbn de la técnica de Erickson de emplear el espacio como
111111 11 u' ,'MI'l 1'11 1m lrts sesiones de terapia.
ti h lu~m fnl'm() rHlrt(;;' del origen del movimiento de la terapia fami­
IiM. IllllldllltlllwlHt' ml'l..liul1te la adaptación de sus técnicas e ideas por
lllll"ll" dfj IItlhl)";IJH'" 1,(lI'IIPCUI'lIS Familiares como Weakland, Haley, Mí-
2. MILTON ERICKSON"c

Un terapeuta poco común - (Parte JI)

BILL O'HANLON

Milton Erickson Úene un no sé qué ...


Hace poco se ha producido un renovado interés por la obra de Mil­
ton Erickson, como demuestra la proliferación de libros, cintas, talle­
res y conferencias acerca de sus métodos. De hecho, se han celebrado
tres congresos internacionales (en 1980, 1983 Y 1986) dedicados a la
visión ericksoniana de la hipnosis y de la psicoterapia, con cerca de
2.000 asistentes cada uno. ¿Quién fue este hombre y por qué despier­
ta tanto interés su trabajo?
Mílton Erickson fue un psiquiatra (también se había licenciado en
psicología) que desarrolló muchos métodos innovadores para tratar la
resistencia a la terapia, aplicar la hipnosis a la psicoterapia y (quizá lo
más importante) emplear las aptitudes y las capacidades que las perso­
nas ya poseen para lograr resultados terapéuúcos. Erickson sufrió la
polio dos veces y pasó los últimos años de su vida en una silla de rue­
das, sucumbiendo finalmente a una serie de complicaciones derivadas
dé! deterioro muscular en marzo de 1980. Después de su muerte, se ha
dado un interés aún mayor en intentar reproducir y comprender sus
técnicas y métodos. Algunos dijeron de él que era un genio excéntrico
cuyo trabajo nunca podría ser reproducido por otros, pero cada vez ha
habido más personas que han podido comprender, practicar y enseñar

* Este manuscrito se publicó originalmente en 1984 en el boletín hoy desaparecido As­


sert con el útulo «Uncornmon Sense in Therapy: MiJton H. Erickson and Ericksonian The­
rap~>. Creemos que expresa muy bien las primeras impresiones de Bill sobre el trabajo de
Milton Erickson yel desarrollo de lo que se ha dado en llamar psicoterapia encksonúma.
28 DESARROl.L/\R I'USIBIl.fOADtlS MIno ~ hRIf;K~ON IANos/IISTIH\T!a',ICOS

sus métodos. Este esfuerzo ha dado lugar al movimiento «ericksonia­ LA TERAPIA DIRECTIVA
no», formado por personas que trabajan siguiendo la tradición y el le­
gado de Erickson. En los libros de]ay Haley Uncommon Therapy (1973) YOrdeal Thc:·
Con frecuencia, la obra de Erickson ha sido caracterizada (por él mis­ rapy (1984) se describe de una manera clara y amena la capacidad de
mo y por otros) como naturalista, directiva e indirecta. Las piedras angu­ Erickson para conseguir que las personas hicieran algo para mejorar su
lares de sus métodos eran la asignación de tareas, el empleo de relatos, situación o para liberarse de pautas restrictivas. Erickson comentaba
analogías y metáforas y la utilización de los recursos, las resistencias, las que «lo que hay que hacer es conseguir, corno queramos o como poda­
creencias y los síntomas del cliente para provocar el cambio. A conti­ mos, que el paciente haga algo» (Zeig, 1980, pág. 143). Después,
nuación se examinará con más detalle cada uno de estos métodos. «cuando ya hemos desarticulado las pautas de conducta fijas y rígidas,
el paciente se ve obligado a reorientarse, a recoger los pedazos y vol­
verlos a unir, a funcionar de una manera totalmente diferente» (Rossi,
EL MÉTODO NATURALISTA 1980, pág. 210).
Las tareas que asignaba Erickson solían ser el vehículo de su tera­
Erickson consideraba que los clientes tienen todos los recursos ne­ pia directiva. No intentaba enseñar capacidades que las personas de­
cesarios en su propio interior, en sus sistemas sociales, o en los dos, para bieran practicar, sino que les asignaba tareas que desembocaran de
provocar los cambios que necesitan. La tarea del terapeuta es acceder una manera natural en el acceso a sus recursos personales o sociales.
a estos recursos y ayudar al cliente a aplicarlos en las áreas apropiadas También asignaba tareas díseñadas para desintegrar las pautas sinto­
de su vida. Erickson no creía que las personas fueran fundamental­ máticas o interactivas que rodeaban al síntoma (por ejemplo, las rela­
mente imperfectas o que les hiciera falta algún arreglo. Además, no se ciones familiares). Estas tareas solían ser bastante insólitas. Una vez
dedicaba a descubrir las «raíces» de las dificultades del cliente. Su in­ (Haley, 1973), Erickson le dijo a un paciente que se sentía avergonza­
terés era conseguir que las personas emplearan sus propias capacida­ do por un hueco que tenía entre los dientes que practicara lanzando
des para realizar cambios en el presente. Erickson tenía una gran fe en chorritos de agua a través de él. En otro caso (Haley), a un muchacho
la naturaleza y en la capacidad natural de las personas para mantener­ que mojaba la cama le asignó la tarea de practicar caligrafía en medio
se sanas. Unas veces era cuestión de acceder a estas aptitudes y capa­ de la noche bajo la supervisión de su madre. Erickson no determina­
cidades naturales y otras veces era cuestión de desbloquear la expre­ ba cómo tenía que vivir su vida cada persona, pero no mostraba nin­
sión de las mismas. Creía que, si las personas tenían acceso a estas gún reparo en dirigir su conducta para ayudarle a superar los dilemas
capacidades y las podían aplicar, acabarían estando bien. Para Erick­ a los que se enfrentaba.
son (1980), la terapia se basaba en el supuesto de que «la personalidad
tiene una fuerte tendencia normal a adaptarse si se le ofrece la oportu­
nidad» (pág. 505). EL MÉTODO INDIRECTO:

Para Erickson, la terapia también era una situación más natural que ANDAR DE PUNTILLAS EN TORNO A LA RESISTENCIA

para muchos otros terapeutas. Con frecuencia, sus intervenciones e in­


cluso sus inducciones hipnóticas no se podían dístinguir de una con­ Erickson empleaba con frecuencia la comunicación indirecta me­
versación ordinaria. En ocasiones mantenía relaciones sociales con sus diante el lenguaje y la acción con el objetivo de sugerir o insinuar algo
clientes y éstos solían relacionarse con la familia de Erickson porque su indirectamente en lugar de pedir o afirmar algo directamente. Creaba
sala de espera era la sala de estar de su propia casa (con frecuencia ocu­ un contexto para que la persona cooperase y aprendiera cosas de una
pada por alguno de sus ocho hijos o por su esposa). manera más implícita que explícita. Empleaba las palabras y su propia
30 DESARROLLAR POSIBILIDADES MÉTODOS ERICKSON1ANos/ESTRAT{;CJ<.;OS ))

comunicación no verbal para comunicar indirectamente una expecta­ Erickson tenía muy claro que cada cliente debía ser tratado como
tiva de cambio y realizar intervenciones terapéuticas. Raramente em­ lIlHIpersona única y distinta de las demás. No propugnaba ninguna teo­
pleaba la toma de conciencia o la comprensión como medios principa­ ria sobre la terapia, pero tenía un método general basado en utilizar la
les para obtener resultados terapéuticos. conducta, las creencias y los síntomas de los clientes. Creía que las ca­
(-egorías de diagnóstico o las técnicas de terapia rígidas eran contra·
producentes e irrespetuosas con el cliente como persona.
El empleo de metáforas y de la comunicación multinivel

Erickson era muy conocido por su capacidad para contar relatos en El empleo de La hipnosis
la terapia y en la enseñanza, como se refleja en e! libro de Sidney Rosen
(1982) My Voiee Will Go Wtth You. Esta es otra área en la que Erick­ Erickson fue uno de los pocos profesionales que contribuyeron a
son utilizaba una comunicación más impücita que explícita. Por ejem­ modernizar la hipnosis, actualizando las técnicas e impartiendo for­
plo, podía emplear e! hecho de planificar y celebrar una cena conjunta mación en este campo. Además, coadyuvó a conseguir que la hipnosis
corno una metáfora para una pareja que tenía dificultades sexuales sin fuera reconocida como un instrumento legítimo para la práctica médi­
llegar a mencionar estas dificultades durante el tratamiento. Este mé­ ca, odontológica y psicológica. Su técnica hipnótica era tan innovado­
todo no sólo estimula la creatividad del terapeuta, también permite ra y personal como el resto de su trabajo. Erickson destacaba la flexi­
que los clientes proyecten sus propios significados y soluciones y, de bilidad y la observación por encima de! ritual como instrumentos
hecho, ayuda a personalizar las intervenciones. principales del hipnotizador. También insistía en la importancia del
empleo ético y con criterio de la hipnosis. Escribió muchos artículos al
respecto y colaboró en la fundación de las principales revistas y aso­
El método de la utilización' correspondencia, participación ciaciones profesionales de este campo. El interés en su trabajo es uno
y alteración de las realidades y los síntomas de los clientes de los factores que más ha contribuido al reciente renacimiento de la
hipnosis en la práctica de la psicoterapia.
Cuando un colega me preguntó hace poco qué técnicas de Erickson
perdurarían más, enseguida pensé en e! método de la utilización.
Erickson estaba firmemente resuelto a utilizar todo lo que e! cliente l.as aportaciones de Eriekson
trajera consigo a la terapia. De la misma manera que para un buen jar­
dinero ecológico todo sirve como abono orgánico para cultivar las Erickson realizó unas aportaciones fundamentales en los campos
plantas y poder recoger el fruto de la propia labor, Erickson aceptaba, de la terapia breve, la hipnosis, la terapia estratégica, la terapia fami­
reflejaba (mediante su conducta, sus palabras o las dos) y compartía lo liar y la cibernética. Era un psiquiatra lleno de curiosidad y con una
que otros consideraban resistencia o falta de cooperación. No inter­ inclinación experimental que no aceptaba los dogmas de su profe­
pretaba la resistencia: la fomentaba y luego hacía que la persona en­ sión. Entre sus admiradores se encontraban los afamados antropólo­
cauzara su expresión en direcciones útiles. Erickson fue capaz de tra­ gos Gregory Bateson y Margaret Mead, además de numerosos tera­
bajar con muchas personas que habían «derrotado» a varios terapeutas peutas. Uno de sus primeros estudiantes, el terapeuta familiar ]ay
o que, en general, no eran buenos candidatos a la terapia. A veces, in­ l Ialey -considerado él mismo un maestro de la terapia- comentaba
cluso era capaz de lograrlo en un período muy breve. Aceptaba, com­ lo siguiente:
partía y alteraba la realidad y la conducta de sus clientes.
32 DESARROLLAR POSIBILIDADES

No pasa un día sin que utilice en mi trabajo algo de lo que aprendí de 3. ¿QUÉ HACE QUE UN MÉTODO
Erickson. Sin embargo, mi comprensión de sus ideas básicas sólo ha sido SE CONSIDERE ERICKSONIANO?*
parcial. Creo que, si entendiera mucho mejor lo que Erickson intentaba
explicar sobre el cambio de las personas, se abrirían ante mí más innova­
ciones en el campo de la terapia. (1982, pág. 5) BrLL O'HANLON y BOB BERTOLINO

La mayoría de sus antiguos estudiantes piensan lo mismo. Uno de


ellos,Jeffrey K. Zeig, fundó la Milton H. Erickson Foundation en Phoe­
nix, Arizona, con el objetivo de promover su obra y constituir un ar­
chivo que los terapeutas pudieran consultar para desentrañar el genio
de Milton H. Erickson.
A continuación se ofrece una lista de referencias -que en modo al­
guno pretende ser completa- para ayudar a quienes estén interesados
en conocer más a fondo la obra de Erickson. Con todo, es necesario Durante años, el empleo del término «ericksoniano» ha sido objeto
hacer la advertencia de que es muy fácil quedarse «enganchado», co­ de debate dentro del campo de la psicoterapia. Pad algunos, la obra de
mo le ha sucedido a la mayoría de los ericksonianos. Puedo prometer Erickson era exclusivamente suya: en consecuenciá, él ha sido el único
que, cuando alguien lee a Erickson, su terapia (y quizá su vida) nunca terapeuta verdaderamente ericksoniano. Aunque reconocemos el peli­
vuelve a ser la misma. Milton Erickson tiene un no sé qué ... gro de distorsión y cosificación inherente a cualquier etiqueta, nuestra
opinión es que existe un método diferenciado y reconocible que se
puede llamar ericksoniano. Dicho de otro modo, creemos que la obra
BIBLIOGRAFíA de Erickson tiene unas características propias. En este artículo inten­
tamos identiEcar los supuestos y principios básicos que permiten otor­
Erickson, M. H., «The hypnotherapy of two psychosomatic dental pro­ gar a un método la condición de ericksoniano.
blems», en E. 1. Rossi (comp.), ThecoLleeted papen olMiLton H. Eriekson Aunque los seguidores de Erickson podrían discrepar sobre deter­
on hypnosis, vol. rv, Innovative hYPllotherapy [1955], Nueva York, Irving­
ton, 1980, capítulo 56, págs. 499-506. minados aspectos de la terapia y de la hipnosis, existen algunos ele­
Haley,]., Uncommon therapy: The psyehiatric teehniques 01 Milton H. Eriek· mentos y orientaciones de carácter básico que todos comparten. Estos
son, M. Do, Nueva York, Norton, 1973. denominadores comunes se definen a continuación.
- , «The contribution to therapy of lvWton H. Erickson, M. D.», en J. Zeig
(comp.), Erieksonian approaehes to hypnosis and psyehotherapy, Nueva
York, BrunnerlMazel, 1982.
INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE ERICKSON
- , Ordeal therapy: Unusual ways to ehange behavlór, San Francisco, CA,Jas­
sey-Bass, 1984.
Rosen, S., My voiee will go with you.· The teaehing tales olMiLton H. Erickson, Milton Erickson estudió psiquiatría y psicología y su formación fi­
Nueva York, Norton, 1982. nalizó en 1929. Su interés inicial en la hipnosis se remonta a su época
Rossi, E. 1. (comp.), The eolleeted papen 01Milton H. Erickson on hypnosis,
vol. 4, Innovative hypnotherapy, Nueva York, Irvington, 1980. * Este manuscrito, eri atto tiempo inédito e inacabado, fue escrito conjuntamente con
Zeig,]. K., A teaehing seminar with Milton H. Eriekson, Nueva York, Brun­ Bob Bertolino para poderlo incluir en este libro. In tema perfilar algunos de los aspectos
nerlMazel,1980. esenóa!es de los métodos de terapia erícksonianos. Además, expone la influencia de Erick·
son en el campo de la psicoterapia en general.
34 DESARROLLAR POSIB[LIDADES MI!TOUU::I 1'1\1 35

de estudiante en la Universidad de Wisconsin. En aquel entonces asis­ cuencia, para superar dificultades y resolver problemas. Su método se
tió a una demostración de Clark Hull que influyó profundamente en él. centraba en suscitar estas capacidades naturales porque se oponia fir­
Erickson siguió explorando el tema de la hipnosis en los ámbitos ex­ memente a tratar de «enseñaD> algo a los pacientes durante la psicote­
perimental y clínico mientras daba sus primeros pasos como profesio­ rapia. En una conferencia que dio en 1966, Erickson dijo lo siguiente:
nal en centros estatales para enfermos mentales. En estas instituciones
llevó a cabo muchos de los experimentos que condujeron al desarrollo Demasiado se ha escrito, dicho y hecho sobre la reeducación del neu­
de sus innovadores métodos. En aquel tiempo, había pocos métodos y rótico, del psicótico y de la personalidad inadaptada, como si realmenté
técnicas que tuvieran éxito en el tratamiento de pacientes con trastor­ alguien pudiera decir a otra persona cómo debe pensar, sentir y reaccionar
nos mentales graves. Los fármacos psicotrópicos que después se hicie­ ante una situación dada. Todo el mundo reacciona de una manera distin­
ta, de acuerdo con sus propios antecedentes y su propia experiencia per­
ron populares para el tratamiento de estas personas aún no estaban
sonal.
disponibles. Esto hizo que Erickson desarrollara muchos métodos in­
novadores para controlar y tratar estos trastornos.
Aunque la hipnosis era el principal instrumento de Erickson, en Erickson creía que no se tenía que añadir nada desde el exterior
modo alguno fue el único. En sus escritos queda claro que al cabo de porque todas las respuestas estaban en el interior. Según él, «los pa­
un tiempo empezó a hacer generalizaciones basándose en sus experi­ cientes tienen problemas precisamente porque no saben cómo emplear
mentos, experiencias y técnicas relacionados con la hipnosis hasta de­ todas sus capacidades» (Rossi, 1980, pág. xix). Consideraba que el ser
sarrollar un enfoque más amplio para aplicarlo a la psicoterapia. Lo humano es plenamente capaz y que la naturaleza se basta para mante­
que Erickson acabó desarrollando fue una manera de hacer terapia ner la salud si se la deja: «La terapia ... se basaba en el supuesto de que
que no suponía un trance formal, pero que incorporaba elementos de la personalidad tiene una fuerte tendencia normal a adaptarse a una
la comunicación y de la influencia interpersonal propias de la hipnosis. oportunidad dada» (pág. 505).
En esencia, trasladó a un contexto más amplio las ideas que previa­ No veía el trance como una capacidad esotérica y consideraba que,
mente había asociado a un trabajo puramente hipnótico. junto con los fenómenos asociados a él, formaba parte de la experien­
cia cotidiana normal. La tarea del terapeuta consistía en crear un con­
texto para que el cliente pudiera acceder a capacidades y recursos que
PRINCIPIOS BÁSICOS ya poseía, pero que no había aplicado a su situación. Según Erickson,
«en realidad es el propio paciente quien lleva a cabo la terapia: nosú­
Se han empleado varias palabras para caracterizar y describir los tros nos limitamos a proporcionar un clima favorable» (Zeig, 1980,
métodos de Erickson: naturalista, indirecto, directivo y de utilización. pág. 52).
Cada uno de estos términos se refiere a un principio concreto que tipi­ La otra faceta del método naturalista era que la psicoterapia y la
fica su trabajo, sea hipnótico o no. hipnosis se podían realizar en forma de situaciones y conversacion
totalmente naturales. La hipnosis no tenía por qué ser un ritual y el su.
jeto no tenía por qué ser consciente de que la inducción al trance habi
El método naturalista empezado o se estaba produciendo. Lo mismo cabe decir de la terapio.
Erickson solía contar anécdotas y asignar tareas que no era fácil feto.'­
Erickson creía que las personas tenían en su propio interior o en su nacer como intervenciones terapéuticas. La terapia podía ser un pro­
sistema social las capacidades naturales necesarias para entrar en un ceso muy natural y totalmente exento de ritual.
trance y experimentar todos los fenómenos asociados a él y, en conse­
36 DESARROLLAR POSIBILIDADES MÉTODOS ERICKSONIANOS/ESTRATÉGICOS 37

El método indirecto y directivo en cuanto a la manera en que la persona acabaría resolviendo el sínto·
ma. Como él mismo explicaba:
Con frecuencia se dice que, si bien Erickson utilizaba un método
directivo, también empleaba técnicas y sugerencias indirectas. Aunque Demasiados hipnoterapeutas te llevan a cenar y luego te dicen qué tie·
esto parece ser una contradicción, en realidad no lo es. El propio nes que pedir. Cuando yo llevo a cenar a un paciente le digo: «Pide lo que
Erickson contó el siguiente relato en un seminario: quieras». El propio paciente elige lo que va a comer. No está condicion,a·
do por mis instruccion~, que no harían más que obstruir y oscurecer sus
Un día volvía del instituto en el que estudiaba y un caballo desbocado procesos internos. (Rossi, 1980)
pasó corriendo por delante de nosotros, con la brida, puesta para meterse
en el corral de un granjero... en busca de agua que beber. El caballo sudaba Aunque el método indirecto de Erickson conllevaba muchas técni·
muchísimo y, como el granjero no lo reconocía, acabamos arrinconándolo.
cas, también tenía un carácter general. Erickson se comunicaba irIdi­
De un salto me subí a su grupa y como llevaba puesta la brida, tomé las
rectamente con el cliente mediante el empleo de juegos de palabras,
riendas mientras le decía «j Arre! » y nos dirigirnos hacia el camino. Sabía
símbolos, chistes, acertijos, expresiones ambiguas y acciones. Muchas
que el caballo tomaría la dirección correcta ... aunque yo no supiera cuál po­
día ser. Y el caballo empezó a trotar ya galopar. De vez en cuando se olvi· veces se comunicaba en varios niveles a la vez, dejando que el cliente
daba del camino y se dirigía hacia algún campo cercano. Entonces tiraba un encontrara su propio significado o solución. La toma de conciencia y
poco de las riendas y le recordaba que no debía salirse del camino. Al final, la comprensión le parecían innecesarias para resolver dificultades te·
después de recorrer más de seis kilómetros, se metió en un corral y el granjeo rapéuticas. Como él mismo decía: «Si examinamos la vida de personas
ro que había alli me dijo: «j Vaya, mira cómo vuelve el bicho ese! ¿Dónde lo felices y bien adaptadas, veremos que nunca se han molestado en ana­
has encontrado?». «Pues a unos seis kilómetros de aquí.» «y ¿cómo sabías lizar su infancia o las relaciones que tenían con sus padres. Ni lo han
que tenía que venir aquí?» Mi respuesta fue: «Yo no lo sabía ... pero el ca· hecho ni lo van a hacer» (Haley, 1973, pág. 246).
bailo, sí. Yo sólo me he ocupado de que centrara su atención en el camino».
Creo que esta es la manera de hacer psicoterapia. (Gordon, 1978, pág. 6)
El método de utilización
Erickson era directivo en el sentido de que quería que las personas
hicieran algo y bloquearan las viejas pautas que mantenían el síntoma. La mayoría de los terapeutas y de los hipnotizadores poseen unos
Pero nunca intentaba decirles cómo tenían que vivir o encarar la vida requisitos sin los cuales su tratamiento y sus técnicas no pueden tener
en general. éxito. Erickson parecía tener muy pocos requisitos o expectativas pa,
Una parte esencial de su terapia era la asignación de tareas yel em­ ra que una situación fuera apta para la hipnosis y la terapia. Cualquier
pleo de sugerencias. Con ello hacía que las rigideces se aflojaran lo su­ cosa que planteara el cliente se empleaba en la terapia. Erickson utiliza­
ficiente para que la persona pudiera descubrir otras maneras de pen­ ba las creencias, las conductas, las demandas y las características rígi­
sar y de comportarse que pudieran acabar con el síntoma. Estas das o difíciles del cliente de una manera que no interfería con los re­
sugerencias e instrucciones (expresadas con frecuencia en un lenguaje sultados terapéuticos deseados. De hecho, todos estos elementos
«hipnótico» muy ambiguo) hacía que los clientes encontraran sus pro­ solían facilitar la terapia.
pios significados y maneras de resolver sus problemas. Erickson era di­ En su tratamiento, Erickson solía utilizar los síntomas y los proble'
recto a la nora de tratar el síntoma, pero al mismo úempo era indirec­ mas planteados, las ilusiones y las creencias rígidas y las pautas de con­
to en cuestiones relacionadas con la manera de vivir de la persona ducta inflexibles. A continuación se presentan algunos ejemplos para
cuando el síntoma ya había desaparecido. Además, era muy indirecto clarificar el uso que hacía de cada uno de estos elementos.
38 DESARROLLAR POSIBILIDADES
MÉTODOS ERICKSONIANOS/ESTRATfGICOS 39
Utilización de los síntomas y los problemas planteados. Erickson uti­
que la persona trae consigo cuando acude al terapeuta o al hipnotiza­
lizó el síntoma en un caso que se le presentó en un centro estatal: había
dor. Cualquier cosa que plantee la persona sirve como punto de parti.
un hombre que sólo era capaz de hablar empleando frases muy desar­
da para la terapia. Además, siempre que sea posible, el síntoma o la
ticuladas y que, en consecuencia, nunca había podido ser tratado.
queja se emplean para alcanzar el objetivo deseado. Erickson destaca­
Erickson aprendió a hablar como el hombre estudiando transcripcio­
ba una y otra vez la importancia de tratar a cada individuo como tal,
nes de sus pautas de discurso y luego empezó a conversar con él em­
desarrollando un método diferente para cada caso. Para realizar el tra­
pleando su lenguaje de una manera aparentemente coherente hasta
tamiento se guiaba por esta noción en lugar de basarse en una tipolo­
que, poco a poco, empezaron a aparecer frases cada vez más inteligi­ gía o una teoría general.
bles en la comunicación del paciente (Rossi, 1980).

Utilización de las ilusiones y las creencias rígidas. Erickson se acercó Intervención en las pautas
a un hombre que estaba internado en un centro estatal y que decía ser
Jesucristo diciéndole que, según tenía entendido, el paciente era un
Erickson solía obtener una información muy detallada sobre la ex­
carpintero con experiencia. Sabedor de que Jesús ayudaba a su padre
presión exact.a del síntoma. ¿Cuándo habia aparecido? ¿Con qué freo
José, que era carpintero, el hombre sólo pudo contestar que sí. Erick­
cuencia se presentaba? ¿Cuánto tiempo duraba? Después de obtener
son también le dijo que tenía entendido que quería servir a su prójimo.
esta clase de información, solía prescribir una actividad o tarea que in­
También a esto respondió afirmativamente el paciente. Entonces
terfiriera con la actuación, la experiencia o la pauta del síntoma. Erick.
Erickson le dijo que el hospital necesitaba ayuda para construir unos
son se dio cuenta de que:
estantes y le pidió su cooperación. El paciente estuvo de acuerdo y pu­
do empezar a participar en una conducta constructiva en lugar de con­ ... las enfermedades, sean psicógenas u orgánicas, seguían alguna clase de
tinuar con su conducta sintomática (Haley, 1973). pauta definida, especialmente en el campo de los trastornos psicógenos,
que la ruptura de esta pauta podia tener unos efectos terapéuticos muy
Utilización de las pautas de conducta rígidas. Un hombre muy ner­ positivos y que con frecuencia importaba muy poco la magnitud de esta
vioso apareció en la consulta de Erickson hablando con mucha rapidez ruptura. (Rossi, 1980, pág. 254)
-prácticamente sin parar- diciendo que estaba demasiado nervioso
para sentarse. Erickson le dijo que siguiera hablando a ese ritmo y,
Erickson creía que cuando se descomponía una pauta la persona se
mientras tanto, se puso a hablar a la misma velocidad que él, reducien­
adaptaba en consecuencia: «Cuando ya hemos desarticulado las pau­
do gradualmente el ritmo de su discurso.
tas de conducta fijas y rígidas, el paciente se ve obligado a reorientar­
El hombre fue siguiendo su ejemplo y poco a poco redujo el ritmo,
se, a recoger los pedazos y volverlos a unir, a funcionar de una manera
esperando prácticamente que Erickson le diera la siguiente instruc­
totalmente diferente» (Rossi, 1980, pág. 210).
ción. Al final, Erickson estructuró la situación para que el hombre aca­
En toda la obra de Erickson se aprecia claramente que no limitaba
bara en trance sentado en una silla. La mayoría de los terapeutas,hu­
el empleo de la intervención en las pautas a la asignación de tareas o a
bieran tenido dificultades para tratar esta situación sin el empleo de
la modificación de síntomas. Alteraba constantemente las pautas de
medicación o sin la cooperación conscien te del cliente para que se
comunicación y de conducta para influir en el trance hipnótico o para
tranquilizara.
provocar ciertos sentimientos, conductas o asociaciones. Estas pautas
El punto principal a destacar aquí es que no existe ningún requisi­
podían ser las del cliente, las de las personas que estaban a su alrede­
to para el planteamiento, la personalidad, la conducta o las creencias
dor o las del propio terapeutalhipnotizador.
40 DESARROLLAR POSIBILIDADES MtTODos ERICKSONIANOS/ESTRATfGICOS 4J

SUPUESTOS BAsrcos Centrarse en el presente

Del trabajo de Erickson se pueden extraer varios supuestos subya­ Erickson destacaba la importancia del presente (y del futuro inme­
centes. Algunos de ellos fueron expresados explicitamente por e! pro­ diato) y no daba importancia ni al pasado ni a la búsqueda de las cau­
pio Erickson y otros son inherentes a los métodos que empleaba. Los sas y las razones de las dificultades del momento. Como decía antes,
supuestos básicos que se examinan en esta sección incluyen la sensibi­ Erickson consideraba que la actividad de la persona en el presente era
lidad, la actividad del paciente, centrarse en el presente, la buena saLud el elemento más importánte del éxito en la psicoterapia. Por lo tanto,
naturaL y La flexibilidad. la mayor parte de! tiempo dedicado a examinar un pasado inmutable
se consideraba malgastado.

Sensibtlidad
Buena salud natural
Erickson no salia hablar mucho de si una persona se prestaba o no
a ser hipnotizada y, puesto que esta es una preocupación muy típica de Erickson sentía un verdadero respeto por la naturaleza y conside­
los hipnotizadores, es lógico sentir curiosidad por esta actitud. Tam­ raba que era ~sencialmente buena. Una creencia asociada con esto era
bién parecía ser capaz de trabajar con personas que la mayoría de los que las personas se desarrollan de una manera natural si no tienen nin­
terapeutas o hipnotizadores habrían encontrado extremadamente di­ gún obstáculo. Normalmente actuaba como si no supusiera lo peor de
fíciles -por no decir imposibles- de tratar. Estos dos fenómenos es­ las personas. A diferencia de muchos terapeutas, no postulaba la susti­
tán relacionados con el concepto de «sensibilidad» que Erickson pa­ tución de síntomas o la resistencia como aspectos principales de la
recía tener. Las personas no ~e expresan de una manera fija en todo postura del terapeuta y, en cambio (Erickson y Rossi, 1979), transmitía
momento. Pueden responder a estímulos distintos en contextos dife­ la noción de flexibilidad: «Cada persona es distinta. Por ello la psico­
rentes con distintas respuestas. En lugar de atribuir la inviabilidad de terapia se debe orientar a satisfacer la singularidad de las necesidades
un tratamiento a la rigidez de la personalidad, Erickson creía que de­ deh persona en lugar de hac~r que ésta encaje a la fuerza en una teo­
bía llegar a conocer con detalle las pautas de conducta y las respuestas ría hipotética de la conducta humana».
de la persona y utilizarlas después con el fin de provocar el cambio en
lugar de tratarlas como obstáculos.
Flexibilidad

Actividad del paciente La flexibilidad inherente al trabajo de Erickson se expresa en la for­


mulación de hipótesis yen la conducta del terapeuta. Estos dos aspectos
Como decía antes, Erickson destacaba la importancia de conseguir se explicarán con más detalle en las dos secciones siguientes: FlexibiLit:ÚJd
que e! paciente hiciera algo durante la psicoterapia. Cuando los clien­ en La formulación de hipótesis y FLexibilidad en La conducta deL terapeuta.
tes realizaban alguna forma de acción, lo más frecuente era que se rom­
pieran las secuencias repetitivas y que, en consecuencia, desapareciera FLexibilidad en La formuLación de hipótesis. A pesar de casi un siglo
el síntoma. de investigación experimental sobre la cuestión, aún hay muy poco
acuerdo sobre las causas de la conducta y la experiencia del ser huma­
no. Muchos se precian de conocer los secretos de la conducta humana,
42 DESARROLLAR POSIB1UDADES MÉTODOS ERICKSON1ANos/ESTRATÉGICOS 43

pero SUS oponentes ideológicos argumentan con la misma convicción portantes para determinar la respuesta de un cliente escuchar su len­
e intensidad explicaciones y conceptos opuestos. En este ámbito no guaje y observar los cambios de su dinámica vocal, las alteraciones de
existe ninguna certeza, dado el estado actual de nuestros conocimien­ su tono muscular y sus gestos.
tos. Por lo tanto, la postura adecuada del terapeuta es aquella que per­
mite considerar distintas explicaciones, significados y motivaciones
para la conducta y la experiencia humanas. Se ha propuesto que, debi­ CONCLUSIÓN
do al estado actual de nuestra comprensión en este campo, para eva­
luar hipótesis en un contexto clínico quizá sea mejor el criterio «más Aunque esto no pretende ser una descripción completa de la obra
útil/menos útil» que el criterio «verdadero/falso» (Bandler y Grinder, de Erickson, creemos que abarca los elementos esenciales que tienen
1975). Un grupo de terapeutas ha llegado a afirmar que «la formula­ en com ún quienes trabajan siguiendo su tradición. Algunos destacan
ción de hipótesis» es un elemento fundamental de la terapia (Selvini un elemento más que otros o emplean principios no mencionados
Palazzoli, Boscolo, Cecchin y Prata, 1980). aquí, pero en el fondo todos compartimos la aplicación de estos prin­
cipios en nuestro trabajo. Como Erickson nos advirtió, no debemos in­
Flexibilidad en la conducta del terapeuta. Erickson realizó muchos es­ tentar imitarl~, pero sí que podemos adaptar a nuestro propio trabajo
tudios hipnóticos que produjeron unos resultados fascinantes. No po­ los principios que él empleaba.
cos de estos experimentos demostraron los efectos que tenían los cam­
bios de su propia conducta y comunicación en las experiencias de sus
sujetos. Descubrió que, en ocasiones, unos cambios muy leves en las pa­ BIBLIOGRAFÍA
labras, la conducta y los mensajes del terapeuta o hipnotizador podían
provocar unas alteraciones radicales en la experiencia de los sujetos en Bandler, R y 1- Grinder, The structure of magic.- A boole about language and
trance. Más adelante extendió esta orientación a su trabajo terapéutico. therapy, Palo Alto, CA, Science and Behavior Books, 1975.
Erickson hacía algo diferente o de una manera distinta si lo que ha­ Erickson, M. H., Advanced psychotherapy, manuscrito inédito de la conferen­
cia para la American Society of Cllnical Hypnosis, Des Plaines, IL, ASCH,
bía intentado previamente no había logrado la respuesta adecuada.
1966.
Cuando hacía estos cambios no estaba limitado por ninguna teoría y Gordon, D., Therapeutic metaphors, Cupenino, CA, Meta Publications, 1978.
sólo se guiaba por la curiosidad y la flexibilidad, combinadas con un Haley,]., Uncommon therapy.- The psychiatric techniques ofMi/ton H. Erick­
agudo sentido de observación. Él mismo comentaba que, «cuando son, M. D., Nueva York, Nonon, 1973.
queráis averiguar algo sobre vuestros pacientes, observad. Observad Rosen, S., My voice wiU go with you.- The teaching tales ofMilton H. Erickson,
su conducta» (Rosen, 1982). Nueva York, Nonon, 1982.
Rossi, E. L. (comp.), The collected papers ofMilton H. Erickson on hypnosis,
Erickson solía destacar a sus alumnos la importancia de la observa­ vol. 4, Innovative hypnotherapy, Nueva York, Irvington, 1980.
ción. En palabras de Rossi, «Erickson era un naturalista muy lúcido Selvini Palazzoli, M., L. Boscolo, G. Cecchin y G. Prata, «Hypothesizing-cir­
que no sentía la necesidad de ir mucho más allá de la observación de lo cularity-neutrality», Family Process, n° 19,1980, págs. 73-85.
inmediato» (Rossi, Ryan y Sharp, 1983, pág. 51). Como decía en una Zeig,]. K., A teaching seminar with Milton H. Erickson, Nueva York, Brun­
sección anterior, también insistía en que no podemos saber con toda ner/Mazel,1980.
seguridad qué significa lo que observamos. Parecía destacar el empleo
de todas las modalidades sensoriales del terapeuta, sobre todo mirar y
l~s(;;uchar en busca de señales relacionadas con el funcionamiento de la
pia con un cliente concreto. También consideraba elementos im-

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