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IV.

SISTEMATIZACIÓN DEL IDEARIO POSITIVISTA DE GAROFALO


Zaffaroni (1998) indica que, “RAFAEL GARÓFALO nace en Nápoles en 1852 en el
seno de una familia católica y acomodada y muere en 1934. De carácter conservador,
se dedicó desde joven a la carrera judicial (fue magistrado y presidente del Tribunal
de Casación) y a la docencia (desde 1887 ocupó la cátedra de Derecho Penal en
Nápoles). Su principal obra, “Criminología”, publicada en 1885” (p.246)

GAROFALO es conocido por su definición de “delito natural”, por la importancia que


asigna al autor en el sistema del derecho penal, siendo este el criterio que inspira la
clasificación de las penas y la propia fundamentación de esta, por haber propugnado con
especial generosidad y “contra corriente” la pena de muerte acudiendo al símil naturista
de la ley de la selección natural de las especies; incluso por haber conseguido acuñar la
actual denominación de la criminología con más éxito que el propio LOMBROSO o FERRI.
Sin embargo, la verdadera aportación de GAROFALO. reside, de una parte, en la labor
de sistematización y divulgación de los postulados positivistas.
Comienza la obra con el concepto de “delito natural”. Antes de cualquier definición, nos señala
que sus compañeros de opinión (Lombroso, ferri) estudian al criminal como un tipo
antropológico y psicológico. Si bien esto para Garófalo es brillante, admite que se encuentran
con el obstáculo de no poder pasar de la teoría a la práctica
De otra, estaba preocupado más por la vialidad de los principios positivistas que de la pureza
teórica de los mismos. En efecto no solo consiguió una brillante y rigurosa exposición
sistemática del credo de la escuela positiva, sino que puso especial énfasis en la necesidad
de que este fuese algo más que un credo doctrinario: que asumido por el ordenamiento
jurídico y por las instituciones llegara a impregnar el tejido social de la praxis diaria de
los tribunales.

GAROFALO discrepa, a menudo, del pensamiento ortodoxo de sus compañeros de escuela;


en lo filosófico (determinismo moderado), en lo político (extremadamente conservador), en lo
político-criminal (partidario inequívoco de la pena capital), en lo criminológico (no comparte la
teoría de la criminalidad antropológica de LOMBROSO ni el socialismo de FERRI, critica las
tipologías criminales de ambos), en lo estrictamente penológico (especial énfasis del principio
de prevención especial como fundamento del castigo). (allen,1955, p.274)

A. CONCEPTO CRIMINOLÓGICO DE DELITO (TEORÍA DEL DELITO NATURAL)

Según GAROFALO, el positivismo criminológico hablaba siempre del “delincuente”, olvidando


que este concepto presupone el de “delito”.

- GAROFALO aporta el concepto de “delito natural”, al que considera como aquel que
lesiona los sentimientos altruistas fundamentales, a saber, la piedad y la probidad, en la
medida que se encuentran en la sociedad, por medio de acciones nocivas a la colectividad.
La piedad implicaría un sentimiento negativo, basado en la abstención, es decir, en
no causar intencionalmente sufrimiento a los demás. La probidad haría referencia al
sentimiento de justicia, pero no entendida como un criterio evolucionado, sino
reduciéndola al respeto de los derechos de propiedad. (Sebastian jose amadeo
argentina ,2001, p.87)
Por ello, considero una necesidad lógica la definición de este último, pero con independencia
de las pautas legales. El concepto de delito “natural” de GAROFALO pretende suministrar una
noción de crimen autónoma, estrictamente criminológica, que permita delimitar el ámbito y
objeto de una nueva disciplina empírica; la criminología.

García (2014) indica:

Por natural – afirmaba GAROFALO – se entiende aquello que no es convencional,


aquello que existe en la sociedad humana con independencia de las circunstancias y
exigencias de una época determinada, o de los particulares puntos de vista del
legislador”, y concluye así: “el elemento de inmoralidad necesaria para que un
acto perjudicial se considere criminal por la opinión pública, es la lesión de
aquella parte de sentido moral que consiste en los sentimientos altruistas
fundamentales; la piedad y probidad. Además, la lesión ha de ser en la medida
en que estos sentimientos son poseídos por una comunidad y que son
indispensable para la adaptación del individuo a la sociedad, esto es lo que
llamaremos delito natural.

GAROFALO estima radicalmente contradictoria la hipotesis del atavismo epiléptico, como


explicación teórica del delincuente nato del antropologismo lombrosiano. Por el contrario,
considera verdadero delincuente solo a aquel que exhibe una falta de alguno de los dos
sentimientos antes citados: del sentimiento de piedad (rechazo de la causación voluntaria
de sufrimiento a los demás) o del sentimiento de probidad (respeto A los derechos de
propiedad ajena); vivencias ambas que, integran la sensibilidad moral variable de cada
momento histórico, y resultan esenciales para la convivencia social.

A primera vista pudiera entenderse que la construcción del delito natural de


GAROFALO representa una tardía manifestación o revival del ius Gentium: un
alegato a favor de la elaboración, en el ámbito penal, de todo un código internacional
para los países europeos de homogéneo desarrollo cultural. GAROFALO, sin
embargo, explicaría que no cabe formular un catálogo de “delitos naturales”
apriorístico y de validez universal, no es viable, según GAROFALO, delimitar la
materia criminal sobre la solida base del amplio consenso, por que históricamente han
variado de modo ostensible los niveles del desarrollo social, dando lugar a diferencias
significativas en la caracterización de un mismo comportamiento como “delictivo”
según las circunstancias de tiempo y lugar. Científicamente - concluye – solo puede
estimarse “crimen” aquella conducta dañina para la sociedad que ofende los
sentimientos morales de probidad y piedad, atendiendo a la vigencia media efectiva
de tales valores en la concreta sociedad de que se trate. (García, 2014, p.483)

B. TEORÍA DE CRIMINALIDAD DE GAROFALO

La teoría de criminalidad de GAROFALO; mas exactamente, su diagnostico sobre el


hombre delincuente, se distancia tanto del análisis antropológico lombrosiano como
del sociologismo de FERRI.
Para los clásicos el delincuente era una ficción; el sujeto activo del delito. Los
positivistas invirtieron los términos del problema; no existe delito sino el delincuente,
GAROFALO tuvo el merito de destacar la necesaria correlación entre el concepto de
“delito” y el de “delincuente”.

GAROFALO rechazo explícitamente la teoría antropológica radical, estimando que no había


conseguido demostrar su hipoteisis; que el hombre delincuente sea un tipo antropológico de
hombre distinto.

Es posible – argumenta GAROFALO - que el tamaño inusual de las mandíbulas


signifique atisbos de brutalidad y violencia indiscutibles; tal vez también, que la región
frontal, pero todo esto no evidencia mas que una cosa; que se han detectado con mas
frecuencia ciertos caracteres del cerebro o del esqueleto entre criminales que en el
resto de la población presumiblemente honesta. Nada mas en términos
antropológicos, añade GAROFALO, el “tipo asesino” no puede describirse con tales
datos. (Allen, 1995. P.261)

En la teoría de la criminalidad de GAROFALO desempeña un papel decisivo el concepto de


anomalía psíquica o moral, esto es, la carencia en el delincuente de un adecuado
desarrollo de la sensibilidad moral, de vivencias altruistas; defecto no mero producto de
factores ambientales, sino condicionado por una base orgánica.

Dicha “anomalía moral”, según GAROFALO, difiere claramente de la genuina


enfermedad mental. Por qué no se trata de un factor patológico, en sentido estricto,
sino de una “variación psíquica”, transmisible sin lugar a duda por vía hereditaria, y
que aparece con mayor frecuencia entre miembros de “ciertas razas inferiores” que en
las modernas sociedades civilizadas.

Los factores sociales y ambientales tienen un valor secundario en orden a la explicación e


incluso a la prevención del crimen para GAROFALO, dado que su teoría de la criminalidad es
una teoría endógena que potencia el carácter congénito o hereditario de la anomalía moral
del individuo delincuente. La miseria económica, por ejemplo, no seria causa de
criminalidad según su autor, si bien este admitió que las condiciones económicas
pueden determinar la concreta forma o modos de manifestación de aquella. El adecuado
clima familiar e instrucción religiosa en los decisivos años de la infancia atribuye un
importante valor “preventivo”.

C. TIPOLOGÍA

La tipología criminal de GAROFALO rompe con el modelo positivo convencional. Partiendo de


la base de que el déficit orgánico de sensibilidad moral varia de unos individuos a otros
distingue GAROFALO cuatro clases de delincuentes, según el grado de carencia que
exhiban en los sentimientos morales altruistas de propiedad y piedad: asesinos,
delincuentes violentos, ladrones y criminales lascivos.
Al primer grupo pertenecen los genuinos delincuentes. Los restantes serian
delincuentes menores, susceptibles de una subclasificación:

- criminales por defecto del sentimiento de piedad (delincuentes violentos) y


- criminales por defecto del sentimiento de probidad (ladrones).
- Los individuos “lascivos” integran un subgrupo heterogéneo de delincuentes de
difícil encaje.

El asesino es el delincuente por excelencia y carece por completo de altruismo, de


sentimiento de probidad, de modo que delinque tan pronto como se presenta la
ocasión.

El delincuente violento es un tipo “endémico” muy condicionado por factores


ambientales y sociales. Pero se trata, en todo caso, de un sujeto subnormal, inferior,
que por razones congénitas o hereditarias sufre un déficit significativo de su capacidad
moral.

El ladrón - si parece producto de factores sociales, del medio, a juicio de GAROFALO,


algunas de sus manifestaciones habría que atribuirlas a un remoto atavismo o incluso
a un déficit genérico de energía moral del individuo.

delincuentes lascivos, para GAROFALO, unas veces son subtipos del criminal
violento, otras el resultado de meros desórdenes mentales; (Antonio García,
2014, p.485)

D. TEMIBILIDAD Y PREVENCIÓN ESPECIAL

La teoria de la pena es otro de los pilares del pensamiento de GAROFALO, gira, en torno
a la eficaz defensa de la sociedad contra la criminalidad, pero potenciando al máximo
la idea de prevencion especial.

GAROFALO defendió la pena de muerte, como consecuencia del “darwinismo social”


que inspira su obra. Existe un proceso de selección natural de las especies que
condena a muerte a aquellas que no se adaptan al medio, recuerda GAROFALO.
Debemos seguir el ejemplo de la naturaleza y eliminar de la sociedad a quienes
por un déficit o ausencia de los necesarios sentimientos altruistas han
demostrado su incapacidad para adecuar su conducta a las exigencias de la
convivencia social. La pena de muerte, por tanto, no es sino un mecanismo de
selección artificial que sigue, simplemente el sabio modelo de la naturaleza.

En el sistema de penas de GAROFALO juegan un papel decisivo, pues, dos


ideas: la eliminación de quienes representan un serio peligro para la comunidad,
de una parte; y de otra, la continua referencia al proceso de selección natural,
que opera como legitimación “moral” táctica del castigo., según GAROFALO, se
prescribirán de acuerdo con las características y temibilidad del tipo criminal de que
se trate. (Rodríguez, 1981, p.221)
CLASES DE PENA O ELIMINACION
- El primer tipo de castigo era la sentencia de muerte:

Se da para quienes han evidenciado una completa ausencia de sensibilidad moral y por ello
una incapacidad definitiva para vivir en sociedad.

- El segundo castigo era la llamada eliminación parcial, en que se dan 3 supuestos

La pena de muerte no seria recomendable para delincuentes menores cuya anomalía moral
se manifiesta en formas no tan extremas: produciría indignación social. Para estos la
eliminación admite grados
a- Con relación con ciertos tipos de criminales violentos, ladrones profesionales y
delincuentes habituales cabe la privación perpetua de libertad o la deportación a colonias
ultramarinas.
b- En caso de los delincuentes jóvenes, altamente influidos por el medio es más adecuado la
reclusión indefinida en colonias agrícolas
c- En determinados delitos situacionales basta con expulsar al autor del delito de su circulo
social o profesional o privarle de ciertos privilegios cuyo abuso ha dado lugar a la comisión
del delito

- El tercer método era la llamada reparación forzosa del delito y de los gastos producidos
por estos.

Se daban por la existencia de verdaderos crímenes en los que el delincuente no expresa una
clara anomalía moral

Bibliografía:
1. Zaffaroni, E.R, (1998). Manual de Derecho Penal. Parte general. Buenos Aires, Ediar, 6ta
ed.
2. Allen, F.A, (1955). Garofalo R. en Pioneers in Criminology IV. New Jersey, hermann ed.
3. Amadeo, S.A, (2001). Positivismo y políticas criminales. Buenos aires, terragni juristas
4. García, A.P, (2014). Tratado de criminología, valencia, Tirant lo Blanch
5. Rodriguez, M.L, (1981). Criminología, Mexico, Editorial Porrua, 2da ed.

- Allen francis eeuu


- Sebastian jose amadeo argentina
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