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Importancia de consolidación de promover la democracia

Los valores de libertad y respeto por los derechos humanos y el principio de celebrar
elecciones periódicas y genuinas mediante el sufragio universal son elementos
esenciales de la democracia. A su vez, la democracia proporciona el medio natural
para la protección y la realización efectiva de los derechos humanos. Esos valores
se han incorporado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y han sido
elaborados aún más en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que
consagra una multitud de derechos políticos y libertades civiles en que se basan las
democracias significativas.

El desarrollo humano forma parte de los diversos


aspectos políticos y sociales de una vida inclusiva,
de una estructura que permita a todos los
guatemaltecos un acceso a las diversas
oportunidades que la sociedad ofrece.

Con el mismo vigor con el que se plantean las


luchas por la erradicación de la pobreza extrema y
el hambre se deben realizar esfuerzos para que
nadie se quede atrás en la vida social, para lograr
la inclusión de más gente en los beneficios del
desarrollo, particularmente en las condiciones que
normalmente crea la vida democrática. Constituye la garantía de una vida con
independencia y libertad la construcción de una sociedad pacífica, libre de
conflictos, en la cual esté asegurado el acceso a la justicia en todos los sitios y para
todas las personas, en una igualdad de oportunidades que se ponen a prueba
diariamente. Son las desigualdades sociales, económicas y culturales las que
producen las mayores injusticias en las personas, ya que producen
constitutivamente seres jurídicamente inferiores.

Es importante para todos que transcurra la existencia personal sin temor a perder
la vida o los activos económicos con violencia. O la familia. O los amigos. La libertad
sin miedo se traduce en la confianza de que se vive en un medio seguro. Hay que
superar las condiciones que durante mucho tiempo provocaron vidas con terror, que
causan daño a la coexistencia humana. Los sectores más vulnerables de la
estructura social han sido los más castigados por lo que llamamos la violencia y sus
distintas formas. Primero fue la violencia política, que mató sospechosos, y luego
llegó, hasta estos días, la violencia homicida, que asesina rivales o cómplices.

Acompañan a este clima de dolor el maltrato, la explotación, la trata de mujeres y


niños. Hemos creado una sociedad forjada en la dolencia y la muerte. Por ello es
importante la convivencia democrática, que valora la vida y castiga al culpable.
Porque el otro rasgo negativo de la historia del país es el cultivo de la cultura de la
impunidad, que se burla de la víctima y de la ley, que niega la justicia y premia el
crimen. También aquí aparecen los delitos de la discriminación y el racismo, que
causan dolor y degradan al ciudadano. Hay formas de hecho en que la
discriminación se practica, pero son más importantes las leyes que castigan el
racismo en sociedades como la guatemalteca, que alberga en su interior
comunidades pertenecientes a grupos con diferentes etnias, con diversos idiomas,
con diversas condiciones de incorporación a la sociedad nacional.

El fin de la inseguridad significa el fin de los conflictos, del delito, de la violencia, de


la impunidad. Es el triunfo de los valores democráticos y de las instituciones
participativas, incluyentes. En resumen, es la victoria de la legalidad, el reinado de
la ley. El rasgo constituyente más importante de la democracia es el imperio de la
ley. De hecho, es promover el Estado de derecho. Esta es la conquista decisiva
para tener sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo, facilitar el acceso a
la justicia, crear instituciones que cumplan eficazmente sus funciones en beneficio
de todos. De esa manera obtendremos condiciones favorables para el desarrollo
humano de todos, para
mayorías importantes, hacia
el 2030.

La gobernabilidad
democrática, apoyada por
las Naciones Unidas hace
hincapié en el papel de los
individuos y de los pueblos -
todos ellos, sin ningún tipo
de exclusión - en la
conformación de su
crecimiento humano y el
desarrollo humano de las sociedades. Pero los individuos sólo pueden hacer tales
contribuciones cuando su potencial individual se desata a través del ejercicio de los
derechos humanos.

En el 2011, el PNUD ayudó a más de 130 países y dedicó $ 1500 millones en


recursos para la gobernabilidad democrática, haciendo del PNUD el mayor
proveedor de este tipo de asistencia en el mundo. El PNUD apoya uno de cada tres
parlamentos en el mundo en desarrollo y una elección cada dos semanas. En 2014,
los programas del PNUD fortalecieron los procesos electorales y ayudaron a
registrar 18 millones de nuevos votantes. Además, también trabaja para promover
la participación, la responsabilidad y la eficacia a todo nivel, con el objetivo de
construir estados eficaces y capaces, responsables y transparentes, incluyentes y
sensibles – desde las elecciones hasta la participación de las mujeres y los pobres.

La Oficina del Alto Comisionado sigue promoviendo la gobernanza democrática al


suministrar apoyo continuo a instituciones democráticas, entre ellas entidades e
instituciones nacionales involucradas en la administración de la justicia; al mejorar
la capacidad de los parlamentarios de participar en la protección de los derechos
humanos; al apoyar a la sociedad civil; al facilitar la creación de constituciones, y al
vigilar los derechos humanos en el contexto de los procesos electorales.

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