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Bosquejo #10

PRIMERA PURIFICACIÓN DEL TEMPLO


Juan 2:13-22

El texto ahora nos dice que después que Jesús hizo el milagro en las bodas
de Caná, se dirigió a Capernaum acompañado de sus discípulos, su madre y sus
hermanos (2:12). El tiempo que pasó allí no fue de muchos días, pues le era
necesario asistir a la Pascua en Jerusalén; fiesta que todo judío celebraba y que
Jesús comenzó a observarla desde la edad de 12 años según nos narra Lucas
2:41.

Nuestro pasaje se inicia diciendo: “2:13 Estaba cerca la pascua de los judíos;
y subió Jesús a Jerusalén”. Tenemos que notar que Juan narra tres Pascuas (2:13;
6:4 y 13:1), las cuales corresponden a los tres años de ministerio del Señor. De ahí
que la purificación del templo que aquí se narra sea diferente a la que describe
Mateo 21:12-14, la cual ocurre en la última semana del año de pasión.

Esta primera purificación viene a ser como una preparación para entender
la purificación del templo espiritual que nosotros ahora debemos tener presente,
entendiendo que los creyentes como “piedras vivas” somos aquellos donde
mora el Espíritu del Señor - Juan 4:21-24; 1 Corintios 6:19; Efesios 4:12, 16 y 1 Pedro
2:5.

Jesús sabía que los judíos tenían que aprender esta enseñanza y
aprovechó esta fiesta de la Pascua, la cual significa (Paso por encima) la cual
tiene su origen en Éxodo 12:11-12, lo que recordaba el paso del ángel
exterminador que mató a todos los primogénitos de Egipto y por la que el pueblo
de Israel salvó a los suyos mediante la señal de la sangre del cordero puesta en
el dintel y los postes de sus puertas.

Ahora Jesús es nuestra pascua la cual celebramos en nuestros corazones


cada vez que recordamos su muerte en la Cena del Señor - 1Corintios 5:7, la cual
celebramos con panes sin levadura (sin pecado) para agradar a Dios.

Esta porción la analizaremos de inmediato bajo el bosquejo que sigue a


continuación:
I. EL TEMPLO ESTABA LLENO DE INMUNDICIA
II. EL TEMPLO ERA CASA DE DIOS
III. EL TEMPLO PURIFICADO SERIA UNA SEÑAL DE SU OBRA REDENTORA

Veamos por qué Jesús tomó la decisión de actuar de esta manera:


Iglesia de Convertidos a Cristo 2
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

I. EL TEMPLO LLENO DE INMUNDICIA


(Jn. 2:14-16)

A. JESÚS CONOCÍA EL PROPÓSITO DEL TEMPLO

1. Es bueno recordar que Dios mismo ordenó a Salomón la


construcción del primer templo donde reposaría el arca del
pacto, la cual tenía sobre ella el propiciatorio, donde los
israelitas sabían que tenían que hacer llegar la sangre de los
sacrificios de los corderos y de las becerras, por medio del
sumo sacerdote, para que sus pecados pudieran ser
perdonados y la ira de Dios calmada.

2. Ellos sabían que el templo era para adorar a Dios y para


ofrecer sacrificios por sus pecados, y no para comercializar
como lo estaban haciendo deshonrando a Dios y siendo
irreverentes ante su gloria. Por esto, era evidente la
profanación de aquel lugar.

3. En este pasaje de Juan 2:14 se dice: “2:14 y halló en el templo a


los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas
allí sentados”. Jesús sabía que todo lo que allí se vendía iba a
parar en las arcas de Anás y Caifás quienes eran los sumos
sacerdotes de aquellos días y habían aprovechado su
posición de líderes para lucrase de este negocio, lo que deja
evidente la corrupción e impunidad religiosa que imperaba.

B. JESÚS DECIDIÓ ACABAR CON ESA INMUNDICIA

1. En (2:15a) se muestra la manera en Jesús hizo la guerra a


aquellas personas que deshonraban la casa de Dios. “2:15a Y
haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos,
y las ovejas y los bueyes”. El apóstol Juan se refiere aquí a los
traficantes o comerciantes que aprovechaban la necesidad
del pueblo para hacerse ricos y hacer ricos a Anás y a Caifás.

2. Jesús declararía en (4:24) que Dios es Espíritu; y los que le


adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren,
Dios deseaba que su pueblo le adorase, pero esta
degeneración moral y religiosa impedía la relación personal
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Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

del creyente con Dios y hacía inmundo lo que Dios llamó


santo.

3. Era necesario demostrar que el lugar donde se acercaran los


hombres a Dios era santo y debía permanecer santo. Jesús
enseñaba este ejemplo para establecer el principio de que el
templo de Dios tenía que permanecer purificado, de la misma
manera como nuestros corazones debían estar cuando en
ellos morase el Espíritu Santo.

C. JESÚS ACABÓ CON EL NEGOCIO EN LAS COSAS SANTAS

1. Juan 2:15b-16 ahora nos dice: “2:15b Y esparció las monedas de


los cambistas y volcó las mesas; 2:16 y dijo a los que vendían
palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi
Padre casa de mercado”. Con esto, Jesús dejaba claro que
Dios no estaba de acuerdo con lo que allí se hacía.

2. Jesús siempre estaría en desacuerdo con que sus siervos


fueran deseosos de ganancias deshonestas, más tarde el
apóstol Pablo así lo diría en 1 Timoteo 3:3 y 6:8-10 donde
también dice que raíz de todos los males es el amor al dinero,
por el cual también muchos se extraviaron de la fe y
acarrearon para sí, muchos dolores.

3. Es una realidad que Jesús no soporta el desorden ni el engaño,


y muestra de que esto es así es, que ninguno de estos
engañadores le hizo resistencia a su acción intempestiva, sino
que huyeron como decimos comúnmente, con el rabito entre
las piernas; porque sabían que lo que hacían era indigno a los
ojos de Dios.

Jesús también actuó así porque:


II. EL TEMPLO ERA CASA DE DIOS
(Jn. 2:16b-17)

A. JESÚS PUSO TODO EN SU LUGAR

1. Jesús sabía que el templo era casa de Dios, así como lo sabían
los judíos quienes lo habían convertido en casa de mercado,
ellos sabían que las ventas tenían que estar fuera del lugar
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Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

sagrado. Su lugar era el mercado público, las plazas o las


calles, pero de ninguna manera en el templo o casa de Dios,
además de que lo que Dios pedía para el sacrificio por el
pecado era de lo que a cada israelita le pertenecía.

2. Esto que los judíos estaban haciendo era un sacrilegio con el


cual se irrespetaba a Dios y se hacía vil lo que hasta entonces
era solemne y sagrado. Jesús estaba aquí recordando un
principio bíblico que debía estar claro en la mente de todo el
pueblo de Israel. “Cuidado de pecar en las cosas santas”
principio que nos Ezequiel 44:8 donde dice: “44:8 Pues no habéis
guardado lo establecido acerca de mis cosas santas, sino que
habéis puesto extranjeros como guardas de las ordenanzas en
mi santuario”.

3. Hacer lo que ellos hacían, era poner la religión de Dios al


servicio de los intereses materiales de sus ministros con la
apariencia de que era para ayudar al pueblo. Esto
evidentemente distorsionaba el propósito divino y la bendición
prometida por Dios ya que los israelitas sabían que el animal
del sacrificio tenía que venir de lo que a ellos les pertenecía.

B. JESÚS DEFENDIÓ LA CASA DE SU PADRE

1. En (2:16b) con toda autoridad Jesús dice: “y no hagáis de la


casa de mi Padre casa de mercado”. Con esto dejaba claro
que Él era el Hijo de Dios para que, si alguno profanaba el
templo y lo hacía sin conciencia, ya tenía la opinión de uno
con autoridad suprema para entender que este tipo de
acción era una profanación.

2. Recordemos que en Hebreos 3:5-6 se nos declara: “3:5 Y Moisés


a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para
testimonio de lo que se iba a decir; 3:6 pero Cristo como hijo
sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme
hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”.

3. Así como Jesús preservó la santidad en la casa de su Padre,


preserva y cela la santidad en nuestros corazones, por lo tanto,
nosotros debemos de entender aquí el celo que consume al
Señor Jesucristo porque nuestros corazones permanezcan
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Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla Evangelio de Juan

limpios en su presencia, más aún cuando entendemos que


somos morada de su Espíritu como dice 1 Corintios 6:19-20.

C. JESÚS MANIFESTÓ A SUS DISCIPULOS, SU AUTORIDAD

1. Cuando Jesús inició la acción de echar del templo a los


cambistas y comerciantes, los discípulos de inmediato
recordaron las palabras dichas en el Salmos 69:9 donde se
declara: “69:9 Porque me consumió el celo de tu casa;
Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí”.
Es por esto que en (2:17) se dice: “2:17 Entonces se acordaron
sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me
consume”.

2. Así declaró el Salmista David en su angustia cuando escribió el


Salmo 69 y esta porción vino a la mente de los discípulos que
con él andaban. Es bueno destacar aquí que, así como los
discípulos recordaron esta porción de las Escrituras, los
promotores de esta profanación, como maestros de Israel,
tenían que saberlo.

3. En Tito 2:14 el apóstol Pablo dice: “2:14 quien se dio a sí mismo


por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para
sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”. Esto nos enseña
el por qué el apóstol Pedro y los demás apóstoles actuaron en
sus vidas como lo hicieron. Es bueno traer a memoria la actitud
de Pedro frente a Simón el Mago cuando pretendió obtener
por dinero el don que provenía de Dios citando Hechos 8:20
que nos dice: “8:20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca
contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene
con dinero”.

Por último, Jesús actuó así porque:


III. EL TEMPLO PURIFICADO SERIA UNA SEÑAL DE SU OBRA
REDENTORA (Jn. 2:18-22)
A. JESÚS RECIBIÓ UNA DEMANDA DE PARTE DE LOS JUDÍOS

1. Cuando los principales judíos ven lo que Jesús ha hecho no


tardan en reaccionar ante tal situación. Notemos que no
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fueron las multitudes sino los líderes quienes hicieron a Jesús la


demanda del por qué hacía esto. El (v.18) nos dice
claramente: “2:18 Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué
señal nos muestras, ya que haces esto?”

2. Tamaño reto, entendían los principales líderes que hacían a


Jesús, el cual se autoproclamaba ante ellos como el
purificador que vendría, trayendo las palabras de Malaquías
3:1-3 que declaran: “3:1 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual
preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su
templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto,
a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de
los ejércitos. 3:2 ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su
venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste?
Porque él es como fuego purificador, y como jabón de
lavadores. 3:3 Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque
limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a
plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia”. Es maravilloso
ver como los judíos conocían estas profecías, pero lo más
impactante es ver como cada una de ellas se cumplió en
Jesús y ellos siendo ciegos guías de ciegos no veían el
cumplimiento de la misma.

3. Por esta causa los judíos demandaban señal, porque eran


judíos y no les bastaba que alguien hiciera algo sin estar
amparado por las Escrituras, las cuales dan autoridad a todo
creyente para demandar un cambio de actitud en aquellos
que no hacen la voluntad de Dios. Pero lo penoso de todo
esto era la dureza y rebeldía del corazón de los religiosos que
enfrentaban a Jesús.

B. JESÚS DA RESPUESTA A SU DEMANDA

1. Jesús sabía cómo tratar a estas personas que se


caracterizaban por la dureza de corazón, el mismo les da la
respuesta a su pregunta y a la demanda de señal que le
habían hecho como para comprobar su autoridad, y les dijo
en (2:19): “2:19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo,
y en tres días lo levantaré”. Dijimos que una señal es dada
para dar autoridad al que venía de parte de Dios y para
advertir sobre algo que ha de venir después y cuyo
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cumplimiento probará la veracidad de quien ejecuta la señal.


Es sobre esta base que Jesús responde a estos incrédulos.

2. La respuesta de Jesús, está relacionada con la gran señal de


la resurrección, tras su pasión y muerte. La resurrección de
Cristo es la prueba más contundente de su divinidad y de su
obra salvadora, por la cual Él, con su poder, purifica nuestros
corazones - Romanos 4:25; 6:3-10; 1 Corintios 15:4,12). No había
otra respuesta más certera que esta que dio Jesús.

3. Evidentemente Jesús toma el templo como un tipo de su


cuerpo, y da esta profecía que se cumpliría tres años más
tarde. Jesús les estaba presentando un contra reto, de forma
tal que ellos, si quisieran podían evidenciar, obedeciendo lo
que Jesús les decía y que comprobarían el día de su
resurrección.

C. LOS JUDÍOS HACEN NUEVA RÉPLICA ANTE LA RESPUESTA DE


JESÚS

1. En (2:20) dice: “2:20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis


años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo
levantarás?” Con la aclaración que el apóstol Juan hace en
(2:21,22) se destaca que el propósito del Señor no era hablar
con respecto a un templo terrenal, sino que la señal a la que
apuntaba era, la señal de su resurrección. Estos judíos
reclamaban primeramente autoridad, ahora demandaban
poder de aquel que le hacía esta declaración; pero, en el
fondo, a ellos nos les interesaba creer, sino seguir lucrándose
de su indigno negocio.

2. Es triste en verdad, que los hombres tomen las cosas de Dios


para aprovechar estas oportunidades para lucrarse
económicamente. Esto es lo que vemos con respecto a lo que
se hace en el tiempo donde se dice que Jesús nació o con la
semana de pasión, mal llamada “semana santa” cuando
para el mundo lo único que no tiene es santidad.

3. Ahora bien, Jesús habló en esta porción, para aquellos que


querían verdaderamente oír, por esto aclaró el apóstol Juan
diciendo: “2:21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
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2:22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus


discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la
Escritura y la palabra que Jesús había dicho”. Esta conclusión
me trae a la memoria las palabras del apóstol Pablo en 2
Tesalonicenses 2:7-17 al advertirnos sobre el amor a la verdad:
“2:7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo
que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea
quitado de en medio.
2:8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor
matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor
de su venida; 2:9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de
Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
2:10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden,
por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
2:11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean
la mentira, 2:12 a fin de que sean condenados todos los que no
creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la
injusticia.
2:13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto
a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os
haya escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 2:14 a lo cual os
llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de
nuestro Señor Jesucristo.
2:15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que
habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
2:16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el
cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza
por gracia, 2:17 conforte vuestros corazones, y os confirme en
toda buena palabra y obra”.

CONCLUSION Y APLICACIÓN:
Los judíos incrédulos no creyeron en Jesús, aún Jesús les habló del gran
poder que había en Él y de la capacidad que tenía para hacer lo que prometía,
pero sus discípulos, desde entonces, sabían que Él era el Cristo y por tanto el
único que tiene capacidad para purificar a los que obedecen y permiten que
sea Él el único que more en nuestros corazones.
Dios bendiga a cada alma obediente.

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