Intimidad con el Amado

MATEO 6:6
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto…” (RVR 1960)

Los cristianos son llamados a una vida de dependencia de Dios en oración.

Hoy por medio de Cristo tenemos llegada a la presencia de Dios. No podemos acercarnos al
Padre por nuestro propio mérito, sólo podemos por medio de la sangre de Cristo, quien murió
y resucitó para redención de nuestros pecados.

Muchas personas creen que Dios no los escucha debido a sus pecados. Sin embargo, en el
Señor hay perdón porque… si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonarnos toda maldad (1 JUAN 1:9, RVR 1960)

David afirma que en Dios hay perdón:

SALMOS 130:1-8
“De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de
mi súplica. JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay
perdón, Para que seas reverenciado. Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he
esperado. Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes
a la mañana. Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante
redención con él; Y él redimirá a Israel De todos sus pecados.” (RVR 1960)

Aún cuando no lo oigas o te parezca que está lejos, no quiere decir que Él no esté a tu lado.
Dios es Omnipresente y Omnipotente, o sea que Él está en todas partes y no hay nada
imposible para Él.

De a poco vamos a ir reconociendo la voz de nuestro amado.

1 SAMUEL 3:10
“Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo:
Habla, porque tu siervo oye” (RVR 1960)

Como los centinelas que nombraba David, debemos esperar para escuchar la voz de Dios. Pero
no siempre vamos a escucharlo, por eso no tenemos que frustrarnos si no nos habla.

SOFONIAS 3:17
“Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de
amor, se regocijará sobre ti con cánticos.” (RVR 1960)
¡Que hermoso es estar allí en nuestra habitación con la puerta cerrada y saber que nuestro
amado no habla, sino calla de amor para contemplarnos!

Los momentos de intimidad con el Amado junto a la alabanza y la adoración nos mantendrán
llenos de Él, y así podremos vivir en el poder del Espíritu Santo.

SALMOS 91:1
“El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente” (RVR 1960)

Le mejor relación entre la iglesia y su Amado está en Cantar de los Cantares…

1:2 “¡Oh, si Él me besara con besos de su boca! (…)”

2:8 “¡La voz de mi Amado! He aquí El viene.”

2:16 “Mi Amado es mío, y yo suya (…)”

3:1 “Por las noches busque en mi lecho al que ama mi alma; Lo busque, y no lo halle.”

3:4 “(…) Halle luego al que ama mi alma; Lo así, y no lo deje (…)”

5:2 “(…) Es la voz de mi Amado que llama (…)”

6:3 “Yo soy de mi Amado, y mi Amado es mío (…)”

7:10 “Yo soy de mi Amado, y conmigo tiene su contentamiento.”