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Análisis cualitativo
Este análisis está basado en la historia de vida de un participante femenino de 54 años que
a partir de su adultez ha sufrido de sobrepeso y obesidad, situación que la tiene deprimida
y ansiosa porque está consciente de su problema, incluso ha tomado terapia y, sin embargo,
no puede corregir e integrar las partes perdidas de su personalidad.
Desde los 45 días de nacida, ella entro a una guardería a la que tenía prestaciones su
mamá por trabajar en una dependencia de gobierno, en donde nos relata haber estado muy
contenta, recuerda que era un ambiente muy sano, le gusta mucho la convivencia porque
había muchos niños, la persona se acostumbra desde bebé a estar rodeada de gente.
La persona nos informa de un hecho que ocurrió cuando tenía 18 meses o menos, en donde
ella se ve en el mostrador, por donde se entregaban los bebés, en donde una nana llamada
Juanita la tiene tomada de la mano y la está paseando por todo el mostrador, este estaba
dividido por unos vidrios, entre uno y otro para entregar a varios niños al mismo tiempo, ella
nos refiere que solamente está el guardia y la nana con ella, tiene muy presente que
volteaba para todos lados y estaba vacía la guardería, a pesar de ser tan pequeña tiene
ese recuerdo de soledad muy presente y fijo en su mente, al rato llega su mamá corriendo.
Este recuerdo lo trabajo en terapia y lo que resultó de esto, es que tenía un sentimiento de
abandono y de soledad, por lo que le recomendaron hablara con su mamá para ver qué
había pasado y porque era que la había dejado sola. Cuando ella toma esta terapia tiene
40 y tantos años y efectivamente habla con su mamá, en donde ella le dice que siente que
la abandonó, no sabe por cuánto tiempo estuvo ahí en la guardería, pero refiere que quizá
por eso a ella no le gusta estar sola, a lo que su mamá contesta que nunca la dejo, en esa
ocasión, su jefe la llamo y tocaron algunos puntos referente al trabajo que tenía que hacer,
fueron 10 o 15 minutos y efectivamente, sólo estaba el vigilante y la nana con ella. Ese
tiempo para una niña pudo ser una eternidad.
La persona nos informa que ese hecho aparentemente no tenía relevancia en su vida, sin
embargo, recordaba esa escena con frecuencia y reconoce que se sentía sola y
abandonada, por no ver a su mamá.
Los cimientos de la depresión en esta persona, desde la base del existencialismo, ya están
dados, debido a las condiciones en las que fue “arrojada al mundo”, su nacimiento en una
familia muy numerosa, en donde la principal demostración de amor era a través de la
comida y de la convivencia diaria, con todos sus primos, porque siempre tenían algún juego
para todos ellos.
También nos informa la persona que al laborar sus padres todo el día, ella quedaba al
cuidado de sus hermanas mayores. Por lo que no recuerda haber tenido mucho contacto
físico ni cariños con sus padres, dándose este abandono emocional por parte de ellos, como
falta de respuesta a las necesidades de contacto afectivo y la ausencia de contacto con
caricias e indiferencia frente a sus estados anímicos.
De acuerdo con Bowlby (1973) citado por Barudy (2003), el abandono es una separación
progresiva y una pérdida de lazos afectivos que va aumentando hasta darse el abandono
definitivo (Corsi, 2001, PP-33-34).
La persona refiere que cuando tenía dos años, cambiaron su residencia. Se fueron a vivir
a una colonia llamada “reforma Iztaccíhuatl”, en la Ciudad de México, en la esquina de la
calle ola verde, la casa de sus abuelos estaba en la esquina y la siguiente casa, es donde
se cambiaron ellos. La persona nos dice que recuerda todo eso con mucho cariño y con
mucho gusto, porque la casa de su abuelita estaba siempre con mucha gente, con sus
primos, tíos y hasta amigos de la familia. La persona podía pasar de una casa a otra por la
parte del jardín que estaba comunicada, y cuando anochecía, se iba a su casa con sus
hermanas.
Ella asocia los eventos que tiene como costumbre la familia (que era comer todos reunidos,
tíos, primos, papás y abuelos), ya que la convivencia con sus padres solo era por las noches
después de las 8 pm, ya que trabajaban hasta esa hora, cenaban juntos, y los fines de
semana su madre se dedicaba a las labores de la casa, y cuando podía les contaba cuentos
o historias. Sin que hubiera muchas demostraciones de cariño. La persona asocia el estar
comiendo con estar acompañada, en base a esto se deduce que la persona empieza comer
demás por el hecho de querer estar siempre acompañada (confluencia). Creando sus
primeros introyectos.
En cuanto a la relación madre-hijo, Bruch (1973) citado por Guzmán (2009) enunció las
consecuencias de largo alcance que esta relación tiene sobre la obesidad del niño. Afirmó
que acosar al niño con comida cada vez que llora y continuar empleando la comida para
tranquilizarlo durante su desarrollo puede equivaler a criar un pequeño que confunde sus
estados internos. Para Bruch, la conciencia del hambre y la saciedad contienen elementos
aprendidos, lo mismo que la frustración, la ansiedad y la tensión. Como resultado de la
confusión, por tanto, la sobrealimentación enseña eslabonamientos defectuosos entre los
estados internos y el acto de comer; la sobrealimentación temprana antecede a la ingesta
excesiva ulterior.
La persona refiere que cuando tenía aproximadamente nueve años, iba a un curso de
regularización en su escuela los sábados, saliendo del curso una compañera la llevaba a
su casa, un día se enojó con esta amiga y le pidió a su mamá que fuera por ella a la escuela
el siguiente curso, pero al llegar el sábado su mamá lo olvido, se quedó hasta tarde en la
escuela.
La niña estuvo el sábado esperando a su mamá, desde la una de la tarde hasta las nueve
de la noche, conforme iba pasando el tiempo, ella sentía muy sola y abandonada, y
después con miedo y triste, estuvo sentada en un camellón que estaba enfrente de la
escuela, cuando paso caminando una compañera de la escuela que vivía enfrente, la vio
y la invitó a su casa, y le preparo algo de comer, como a las cinco de la tarde la persona
indica que habló con su mamá dos veces, pero nada más le preguntaba a qué hora iba ir
por ella y no le avisaba que no estaba en casa de su abuelita, sino en la escuela.
La mama de esta niña pensaba que estaba en la casa de su abuela, cuando se enteró de
que no era así fue a buscarla, ya que el conserje de la escuela le decía a ella que nadie la
quería y la iban a dejar ahí para siempre, este señor no se daba cuenta el mal que podía
ocasionar con esos comentarios. El cumulo de sentimientos por los que paso esta niña al
estar ocho horas en abandono, puede ser el principio de su neurosis.
Es un proceso que se vive muy temprano en la infancia, cuando somos seres dependientes
y con grandes necesidades de la presencia de los adultos, principalmente de la madre. Si
esta desaparece por algún tiempo, caemos en pánico y nos sentimos abandonados. No
todos los miedos suelen ser iguales, ni tienen la misma intensidad (Delfini, blog Alma
Gestalt, 2016).
Esto es porque desde pequeña su papa le enseño que no debía permitir que nadie la
maltratara (de ninguna forma), por lo que tuvo que cambiar su forma de ser, su
comportamiento de tímida y reservada y la persona empezó a vivir “como si”, haciendo lo
necesario para que los demás la percibieran como segura, independiente y agresiva (ajuste
creativo en un momento de su vida, estratos de la neurosis en la actualidad).
Situación que fue determinante para que ella empezara a subir de peso, ya que cada que
se sentía sola, empezaba su ansiedad y angustia, por lo que comía para llenar sus vacíos.
Después se sentía culpable y empezaba la dieta, para que no la dejaran y al rato volvía a
comer.
Lo anterior, afecto su “sí mismo”: el sí mismo no es una entidad fija ni una instancia psíquica
como el “yo” o el “ego”, sino un proceso especifico a cada uno y que caracteriza su propia
manera de reaccionar, en un momento dado y en un campo dado, en función de su “estilo”
personal. No es su “ser”, sino su “ser en el mundo”, que varía según las situaciones (Ginger,
1987, pág. 47).
La Teoría del sí mismo, el señalamiento de las perturbaciones del ciclo de contacto y de los
mecanismos de evitación (perdida de la función del yo o resistencias) no necesitan para
nada de la intervención activa del cuerpo, no más que el awareness en los procesos en
curso, la atención en el aquí y ahora, o más exactamente, en el “ahora y el cómo” de la
experiencia (Ginger,1987, Pág. 186).
Los trastornos alimenticios, son a menudo una señal de que la persona está buscando su
identidad propia, de una persona débil e hipersensible que debe enfrentarse a un entorno
afectivo insatisfactorio, que le impide construirse con seguridad e independencia (Ginger,
2005).
La base desde la psicoterapia Gestalt que permitió explicar la depresión en la persona fue
la soledad crónica mediatizada con las sucesivas perdidas y duelos a lo largo de la vida
(muerte de un hijo, abuelos, padre y alejamiento de su pareja), que la induce hacia la
conformación de una estructura de personalidad ansiosa. La pérdida de su hijo constituyo
para la persona, la perdida de la función materna como fuente de felicidad por conexión
amorosa, de sentirse agente de cuidado y nutrición de la personalidad de su hijo.
Aunado a esa perdida, también pasó por un distanciamiento con su esposo, ya que el llevo
su duelo de distinta manera, solía irse con los amigos al bar para olvidar su dolor, de ahí la
pareja se separó más y cada uno andaba por su lado. Esta situación aumento su tristeza,
soledad y ansiedad (neurosis), eso duro varios años, hasta que la persona decidió que era
mejor separarse definitivamente, ya que no quería seguir aparentando que todo estaba bien
entre ellos (familia psicosomática), ya que de día o en reuniones era siempre amoroso y
complaciente, pero a la hora de la botana se desaparecía hasta tarde. Después de un
tiempo la pareja hablo y aclararon sus dudas y sentimientos, se dieron cuenta (awareness)
de lo que pasaba con su matrimonio, él se sentía rechazado y que ella lo hacía de lado, y
ella se sentía abandonada, finalmente dijeron que ninguno se quería separar y acordaron
mediar la situación.
Lo anterior contrasta marcadamente con la opinión que otro tiene de ella, “me apoyabas,
me dabas mucha seguridad, eras una mujer muy desenvuelta y segura, me hacías sentir
bien” (el esposo).
Entre los muchos síntomas de expresión inhibida, el ataque de ansiedad merece una
discusión especial. Ningún otro síntoma demuestra tan convincentemente la necesidad de
una descarga adecuada de la energía aprisionada como el ataque de ansiedad, y aún más,
la neurosis de ansiedad (reacción habitual de ansiedad). Es comparativamente fácil
comprender la dinámica de la ansiedad y reconquistar el control de las específicas
contracciones musculares, con tal que se preste atención a dos puntos. Primero, se debe
dar libre campo de acción a la excitación que subyace al ataque de ansiedad. Se puede
lograr una descarga suficiente por sí mismo. Pero a la persona no le debe preocupar estar
loco durante media hora, si se pertenece a los que consideran toda explosión emocional
como un síntoma preciso de locura. Aunque sirve de gran alivio llorar a gusto en los brazos
de un ser amado, o solo en su propia habitación. Se podría hacer caras frente a un espejo,
o volverse loco furioso, golpear una almohada hasta quedarse agotado. Como segundo
paso, se tiene que trasformar el armazón del pecho en una parte viva del organismo
completo: la persona tiene que restaurar su respiración (Perls, 1975, pág. 343).
La persona refiere que por querer complacer a los demás, se vive angustiada. Las
conductas adictivas relacionadas con la ingesta de alimentos y de tabaco, caen en ese
círculo vicioso. En un día normal, mientras ella se encuentra ocupada, no pasa nada, pero
cuando tiene algo que requiera de toda su atención, le cuesta trabajo concentrarse y
enfocarse pues se distrae con facilidad (evitación), se levanta a la cocina varias veces a
buscar algo (principalmente dulce) que comer, o va arreglando o guardando lo que
encuentra a su paso, retomando su tarea varios minutos después, y en cuanto quiere
continuar, prende un cigarro o se distrae con otra cosa (deflexión, postergación).
Judith Robin (citada por Bresh, 2006) afirma: la obesidad protege a las personas de un
mundo que parece amenazante por la baja autoestima y la expectativa de fracaso, protege
de los riesgos de afrontar una vida laboral, social y afectiva, pero a un elevado costo
emocional.
Cabello y Zuñiga (2007) encontraron que la génesis de la obesidad se relaciona con los
eventos de vida estresantes, por lo que se emplea la comida como refugio para compensar
frustraciones, depresión, necesidades y temores. Aún más, los hábitos alimenticios
familiares son una fuente detonadora de la obesidad (Bravo, Espinosa, Mancilla y Tello, Commented [J1]: En esta parte sólo agregas los apellidos de los
2011, pág. 116) autores, año y página. Los datos que adjuntaste más el nombre de
la revista van en la sección de referencias. Agrega este material con
todos los datos (te lo deje hasta el final) en la lista de tus
En terapia Gestalt, las emociones y los sentimientos tienen una función importante en el referencias (si es nuevo y no lo has incluido).
proceso de crecimiento del individuo, pues pueden ser el síntoma que detecte situaciones
inconclusas y experiencias obsoletas, debido a que las emociones y los sentimientos son
elementos que surgen de forma espontánea y real en la relación del organismo con el
entorno, y son capaces de revelar aquello que la persona no llega a expresar verbalmente.
(Sarrió, 2016).
Los sentimientos son una elaboración humana que se ha hecho para facilitar el
descubrimiento de necesidades psicológicas y necesidades de trascendencia. Siempre
estamos sintiendo, pero no siempre el sentimiento hace figura, es decir, puede permanecer
en el “fondo” de nuestra percepción por largos períodos.
Las múltiples analogías del cuadro general de la melancolía con el del duelo justifican un
estudio paralelo de ambos estados. En aquellos casos en los que nos es posible llegar al
descubrimiento de las causas que los han motivado, las hallamos también coincidentes. El
duelo es, por lo general, la reacción a la pérdida de un ser amado o de una abstracción
equivalente: la patria, la libertad, el ideal, etcétera. Bajo estas mismas influencias, surge en
algunas personas, a las que, por lo mismo, atribuimos una predisposición morbosa, la
melancolía, en lugar del duelo. Es también muy notable, que jamás se nos ocurra considerar
el duelo como un estado patológico y someter al sujeto afligido a un tratamiento médico,
aunque se trata de un estado que le impone considerables desviaciones de su conducta
normal. Confiamos, efectivamente, en que, al cabo de algún tiempo, desaparecerá por sí
solo, y juzgamos inadecuado e incluso perjudicial, perturbarlo.
Este cuadro se nos hace más inteligible cuando reflexionamos que el duelo muestra
también estos caracteres, a excepción de uno solo: de la perturbación del amor propio. El
duelo intenso, reacción a la pérdida de un ser amado, integra el mismo doloroso estado de
ánimo, la cesación del interés por el mundo exterior, en cuanto nos recuerda a la persona
fallecida, la pérdida de la capacidad de elegir un nuevo objeto amoroso, lo que equivaldría
a sustituir al desaparecido, y el apartamiento de toda función no relacionada con la memoria
del ser querido. Comprendemos que esta inhibición y restricción del “Yo” es la expresión de
su entrega total al duelo.
En el duelo, nos explicamos la inhibición y la falta de interés, por la labor de duelo que
absorbe el “Yo”. La pérdida desconocida, causa de la melancolía, tendría también, como
consecuencia, una labor interna análoga, a la cual habríamos de atribuir la inhibición que
tiene efecto en este estado. Pero la inhibición melancólica nos produce una impresión
enigmática, pues no podemos averiguar, qué es lo que absorbe tan por completo al
enfermo.
Lo anterior coincide con los resultados de este estudio desde la terapia Gestalt, pérdida de
contacto, alienación, confluencia, perdida de las funciones del self, si mismo difuso y
disminuido, retroflexión (sobre ingesta y hábito de fumar) en la participante, lo cual recuerda Commented [J3]: La última parte completa las ideas sobre tu
vinculo, revisala.
a la tendencia del melancólico a lastimarse y sentir enojo hacia sí mismo (perturbación del
amor propio).
Ansiedad
El estado de ansiedad.
En Gestalt la ansiedad representa las emociones y sentimientos no descubiertos, también Commented [J4]: Agregamos esta última frase.
un estado de expectación catastrófica centrada en el futuro.
Entre los muchos síntomas de expresión inhibida, el ataque de ansiedad merece una
discusión especial. Ningún otro síntoma demuestra tan convincentemente la necesidad de
una descarga adecuada de la energía aprisionada como el ataque de ansiedad, y aún más,
la neurosis de ansiedad (reacción habitual de ansiedad). (Perls 1975)
La persona informa que ahora “se da cuenta” (awareness) de muchas de las emociones
reprimidas que tenía, como el sentirse triste, deprimida, sola, culpable y, sobre todo, toma
conciencia (Insight) de que sigue muy enojada con su esposo por no haber estado con ella
cuando más lo necesitaba, y necesita trabajar estos aspectos (del estrato como si, “no pasa Commented [J5]: Agregamos esta última frase, completa tus
ideas desde la Gestalt.
nada” hacia la implosión y explosión para la renovación).
A diferencia entre esta definición de emoción con la Gestalt, es que una solo trata de la
función de la zona límbica y según Muñoz (2012) son sensaciones, originadas por nuestras
vivencias y que experimentamos ante alguna situación, las emociones repetidas o
permanentes se convierten en sentimientos (de fondo, lo cual matiza nuestra percepción Commented [J9]: Ultima frase agregada.
cotidiana).
1.-Objeto droga: si bien la comida no tiene efectos tóxicos inmediatos, ingerida en exceso
abandona su función nutricional y placentera para transformarse en un elemento tóxico
generando dependencia, enfermedad física y psíquica.
2.- La persona: una de las características de la personalidad del obeso es que no tiene
límites con su ingesta, ni con su cuerpo ni con su comportamiento, actuando en forma
demandante, invasora y a la vez se deja invadir.
3.- La familia: ciertas familias fomentan la adicción desde etapas tempranas, sobre todo
aquellas donde está alterada la relación entre unos con otros.
4.- Factores socioculturales: la mirada y el gusto de los otros intervienen como una presión
en el comportamiento social de la persona obesa y en su desempeño. Es en esta etapa
cuando se involucra el entorno.
Ya en una etapa final las conductas son automáticas y manejadas por las emociones. “La
comida no es adictiva. Sí lo es la conexión del individuo con ella” (pp. 6-7).
La persona menciona que este cuadro coincide con muchas de las emociones y
sentimientos que ella siente, ya que pasa por estos, cuando se siente presionada por alguna
situación.
La ansiedad puede adoptar diversas formas, pero aquella más relacionada con la obesidad
es la ansiedad generalizada, es decir aquella que está presente a niveles no muy elevados,
pero es casi permanente. Este tipo de ansiedad al no ser muy elevada, consigue un
porcentaje de reducción importante con el acto de comer. Al ser constante su presencia y
su reducción con el comer se provocan un aumento de peso.
Las causas que más frecuente despiertan una ansiedad crónica son:
1- Miedo a ser abandonado: a quedar desvalido, desatendido, olvidado por los seres
más cercanos e importantes (padres conyugue o hijos)
2- Miedo a no controlar los propios impulsos agresivos: ya sea relacionados a
determinadas personas, a un pasado violento o a fantasías infantiles de agresión.
3- Miedo a no controlar impulsos sexuales.
4- Miedo a perder la estabilidad laboral
5- Miedo a la despersonalización
6- Miedo a que la vida se deslice por senderos imposibles de controlar
7- Miedo a no alcanzar metas personales o estándares sociales
8- Miedo a la repetición de acontecimientos traumáticos. (Pág.13)
Depresión
La persona sufrió un periodo de depresión muy fuerte, cuando murió su hijo, sintiendo que
la vida no tenía sentido, que ella era culpable de todo lo que le sucedía a su hijo, hasta de
su muerte, pasó por todas las etapas del duelo, negación, ira, negociación, depresión y
aceptación. Y al mismo tiempo el duelo del distanciamiento de su pareja, le quito seguridad
en sí misma, llegando a tener problemas de autoestima.
Esos kilos de más producto del consumo de alimentos muy calóricos serían el precio que Commented [J11]: Agrega la referencia en esta parte.
la persona paga por poner un dique de contención a la depresión. Pág. 14 (efectivamente,
su alimentación se basa principalmente en comida con muchos carbohidratos, como
postres y dulces).
Suele observarse en algunos obesos que bajan de peso cuando se enamoran y lo Commented [J12]: Agrega la referencia de este punto
recuperan cuando pierden al ser querido- representante invariablemente de la madre. En el
caso de la persona, con la pérdida de su hijo, genero angustia (expectación catastrófica, y
paranoia), y al sentirse abandonara por su esposo, la ansiedad y la depresión se
apoderaron de ella.
Así el vacío psíquico, juega un papel crucial en la cuestión del no saciarse del obeso, Commented [J13]: Agrega la referencia en esta parte, no
aparece, sólo pones la página.
entendida desde la orilla de su psicogénesis. Pág. 17
Referencias
Bravo, A., Espinosa T., Mancilla L. y Tello M. (vol. 16 núm.1 enero-junio 2011, pág. 116) Commented [J14]: Falta nombre de la revista.