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Las frutas y verduras abarcan todas las partes comestibles de las plantas, ya sean raíces, tubérculos,
tallos, hojas, inflorescencias y frutos.
Las hortalizas se definen como las plantas o los productos vegetales comestibles y perecederos
cultivados intensivamente en huertos.
Se define a las verduras como las plantas o los productos vegetales comestibles y perecederos, de
los cuales se consumen las partes verdes, en especial hojas, tallos y frutos en vaina.
Las frutas son el conjunto de frutos comestibles que se obtienen de plantas cultivadas o silvestres.
Los frutos (los de sabor dulce reciben el nombre de frutas) se originan en el Pericarpo, tejido
generado a partir de la pared del ovario de la flor (pistilo), la cual por efecto de las auxinas (hormonas
vegetales) adopta un grosor y consistencia muy variable, en función del tipo de fruto que se trate:
Epicarpo.- Suele ser una capa delgada, mas o menos endurecida, rara vez leñosa.
Mesocarpo.- Suele estar formada por muchas capas de células muy dilatadas,
especialmente en los frutos carnosos, y habitualmente cargadas de sustancias de reserva
(almidón, azúcares y grasas).
Endocarpo.- Puede tener una consistencia parecida al mesocarpo, pero también puede
endurecerse mucho (frutos con hueso, como el durazno) o volverse correoso.
La turgencia es producida por la presión del contenido celular sobre la pared de la célula vegetal.
En la siguiente microfotografía se puede apreciar una célula cuyo citoplasma se ha contraido sin
haber colapsado su estructura debido a la resistencia de la pared celular (nótese el grosor de la
misma):
La cohesión (unión) de las células depende de la cantidad y calidad de las sustancias pécticas. La
pectina es una sustancia gelificante compuesta por polímeros del ácido D-galacturónico (derivado
de la glucosa). La maduración de los tejidos vegetales aumenta las pectinas solubles y disminuye
las fracciones insolubles en agua, dando por resultado una fácil separación de las células. Se
encuentra formando, al igual que con geles de almidón, la lámina media que une las células
vegetales.
La forma y tamaño de las células afecta mucho la textura de los vegetales, pues las células
pequeñas con espacios intercelulares escasos o pequeños producen una estructura compacta,
mientras que células grandes, con frecuencia con espacios intercelulares grandes, dan lugar a una
textura gruesa o esponjosa.
Los tejidos de sostén hacen variar la textura de las frutas y hortalizas. Las plantas jóvenes son
suculentas debido a la predominancia de células del parénquima (tejidos de reserva).
La composición de los tejidos vegetales también está correlacionada con la textura, sin embargo
no hay un solo componente aislado del cual dependa la misma, mas de todos los componentes
celulares se considera que el almidón es el más importante respecto a la textura. De la manera en
que es afectado durante su procesamiento depende la textura final del producto. En la siguiente
microfotografía se puede apreciar gránulos de almidón en células del parénquima de reserva.
Estos gránulos, en su estado natural (sin ser expandidos o hidratados, es decir cocidos) dan la
sensación terrosa en boca a las frutas verdes y los vegetales (o sus extractos) con alto contenido
de almidón.
COMPOSICIÓN DE LAS HORTALIZAS
• Agua: Las hortalizas contienen una gran cantidad de agua, aproximadamente un 80% de su peso.
3. Grupo C: Contienen más del 10% de hidratos de carbono (papa, yuca, camote, olluco).
• Fibra dietética: Del 2 al 10% del peso de las hortalizas es fibra alimentaria. La fibra dietética es
pectina y celulosa, que suele ser menos digerible que en la fruta por lo que es preciso la cocción
de las hortalizas para su consumo en la mayor parte de las ocasiones. La mayoría de las hortalizas
son ricas en fibra (berenjena, coliflor, frijoles verdes, brócoli, arverja).
Los órganos de las plantas se dividen en sistemas de tejidos: el sistema dérmico (la cubierta
protectora externa), el sistema básico o fundamental y el sistema vascular.
EL SISTEMA DÉRMICO
Representado por la epidermis, forma la cubierta protectora de la planta. Interviene en el
intercambio de gases, la pérdida de la humedad, la contaminación con patógenos, la penetración
de sustancias químicas, la resistencia a extremos de temperatura, las lesiones mecánicas, la
volatilización de compuestos aromáticos y los cambios de textura, son procesos que principian en
la superficie del fruto.
Las lenticelas son regiones donde se han producido espacios intercelulares y están abiertas de
continuo, permitiendo el intercambio de gases. Los frutos viejos tienden a marchitarse más rápido
que los más jóvenes debido a que presentan mayor número de lenticelas.
EL SISTEMA FUNDAMENTAL
Compuesto por el parénquima, el esclerénquima y el colénquima. Se encuentra en las porciones
comestibles de frutas y hortalizas. Sus células, de paredes finas, están vivas pudiendo
fotosintetizar, respirar y almacenar sustancias de reserva; constituyen la mayor parte de las
plantas. Se lo encuentra en frutos, semillas, hojas y en el sistema vascular. El tejido fundamental
está constituido por células vivas que cumplen diferentes funciones. Por ejemplo células
fotosintéticas como en las hojas, o almacenar pigmentos carotenoides como en frutas, flores y
cromoplastos.
Las células del parénquima pueden almacenar sustancias tales como almidón, proteína, aceites,
taninos y cristales. Las paredes celulares del parénquima por lo general son delgadas, pero en los
tejidos de reserva son más gruesas.
Células del parénquima Células
del parénquima almacenando cloroplastos
El colénquima, es un tejido de mecánico o de sostén. Sus células son alargadas y tienen paredes
desigualmente engrosadas, casi de celulosa pura. Proporciona soporte y generalmente se lo
encuentra en regiones en crecimiento. Sus células se mantienen vivas en la madurez (ejemplo las
costillas del apio). Distintos tipos
de fibras de celulosa
LOS TEJIDOS CONDUCTORES están constituidos por el Xilema (conduce agua y nutrientes
minerales) y el floema (conduce los alimentos sintetizados por las hojas) Los tejidos vasculares
proporcionan una sostén mecánico debido a la presencia de células de pared gruesa. Cuando
predominan numerosas fibras grandes la frutas y hortalizas no son aceptadas por su dureza. Con
la maduración del vegetal las células del tejido vascular se lignifican.
POST-COSECHA DE FRUTAS Y HORTALIZAS
Las frutas y hortalizas necesitan una correcta manipulación porque son estructuras vivas. Luego de
la recolección (cosecha) siguen desarrollando procesos metabólicos y mantienen sus sistemas
fisiológicos funcionando (respiración, transpiración, etc.).
El Vegetal en la respiración toma oxígeno y libera dióxido de carbono (CO2) más calor. Cuando
están unidas a la planta las pérdidas por respiración y transpiración (agua) se compensan por el
flujo de savia que contiene agua, productos fotosintetizados (sacarosa y aminoácidos) y minerales.
Cuando estas reservas de agua y nutrientes decaen o se agotan la estructura del vegetal colapsa.
Es por esto que los vegetales son productos perecederos.
DESARROLLO FISIOLÓGICO
En la primera etapa de crecimiento se realiza todo el trabajo de división celular, donde se forman
todas las estructuras que le confieren a la planta su tamaño final.
La senescencia es la etapa en que los procesos bioquímicos anabólicos (sintéticos) dan paso a los
procesos catabólicos (degradativos), llevando al envejecimiento y muerte tisular.
La maduración organoléptica y senescencia se dan después de que las frutas y las hortalizas han
sido recolectadas (cortadas de la planta o extraídas del suelo).
RESPIRACIÓN VEGETAL.
La respiración es un proceso metabólico que realizan los vegetales y que no se detiene después
de la recolección. La respiración produce la degradación oxidativa de productos complejos como
almidón, azúcares, ácidos orgánicos, moléculas simples como dióxido de carbono y agua, con
liberación de energía.
Vegetales como el plátano, mango, palto, y tomate aumenta la tasa de respiración durante la etapa
de la maduración sensorial. A estos se les conoce como frutos climatéricos.
La piña, fresa, y los cítricos tienen un ritmo lento de maduración sensorial, se les conoce como no
climatéricos.
El comienzo de la respiración climatérica coincide con el tamaño máximo que alcanzan los frutos.
Los frutos climatéricos y no climatéricos se distinguen por su respuesta al etileno exógeno y al que
sintetizan los mismos durante la maduración sensorial. El etileno es un compuesto conocido
también como hormona de la maduración, provoca aumento de la respiración y la consecuente
maduración.
En la maduración sensorial los vegetales climatéricos producen más etileno que los no
climatéricos. En los frutos climatéricos concentraciones de 0,1 a 1,0 microlitro de etileno durante un
día (1 microlitro es la milésima parte de un mililitro, un mililitro equivale a una gota de agua) acelera
la maduración plena, en cambio en los no climatéricos solo acelera la actividad respiratoria.
La vida postcosecha o de anaquel de los frutos es uno de los aspectos más importantes en la
comercialización de productos agrícolas, por lo tanto, el control de la maduración de los frutos es
fundamental para mantener los atributos de calidad. El etileno, también conocido como la hormona
de la maduración, es una hormona vegetal que coordina o regula variados procesos fisiológicos
como: maduración de frutos climatéricos, estimulación de la formación de raíces adventicias y
senescencia, entre otros. El etileno es la fitohormona responsable de los cambios en la textura,
consistencia, color, sabor y otros procesos involucrados en la maduración de los frutos climatéricos.
En las últimas etapas de la maduración, ocurren cambios fisiológicos relacionados con la
senescencia que conducen al deterioro de la membrana y la muerte celular. En este sentido, la
maduración de la fruta puede considerarse como el primer paso de un proceso programado de
muerte celular. Pero, ¿Qué es el etileno? El etileno es un hidrocarburo insaturado gaseoso que es
invisible al ojo humano. El etileno se produce de manera natural en órganos senescentes y durante
el proceso de la maduración de la fruta, también se sintetiza cuando los vegetales se encuentran
bajo algún tipo de estrés; por ejemplo, cuando la planta se lesiona, ya sea mecánicamente o por el
ataque de alguna enfermedad. Por otra parte, los frutos climatéricos son aquellos que maduran en
respuesta a la presencia de etileno, es decir, cuando los frutos alcanzan su madurez fisiológica y
son cosechados pueden continuar su proceso de maduración debido a que la producción de etileno
alcanza niveles altos. Ejemplos comunes de frutos climatéricos son: manzana, aguacate, plátano,
arándano, guayaba, mango, melón, papaya, durazno y tomate. El etileno es una sustancia que juega
un doble papel en la vida postcosecha de muchos cultivos hortofrutícolas, ya que por un lado estimula
que los frutos adquieran características organolépticas óptimas, pero al mismo tiempo es la
responsable de la muerte de los tejidos
BIBLIOGRAFIA
Extraído de https://www.intagri.com/articulos/poscosecha-comercializacion/papel-del-etileno-en-la-
maduracion-de-frutos
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